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Las líneas aéreas están promoviendo una racha de privilegios nuevos para
cortejar a los viajeros de negocios.
Sin duda los clientes se sienten agradecidos por la atención: pero ¿Los masajes
(en Virgin Atlantic Airways) o los vasos gratis de Fresca antes del abordaje
(cortesía de United Airlines) estimularán la demanda o robarán participación de
mercado?. Probablemente no dicen los observadores de la industria de viajes. Los
viajeros de aerolíneas son notoriamente pragmáticos y escogen los vuelos
primordialmente debido al precio a los programas de viajero frecuente y a los
itinerarios.
“Desde nuestra perspectiva no creo que los privilegios importen del todo” dice
David Vanselow, vicepresidente de comunicaciones de Franklin Life Insurance
Co., unidad de American Brands Inc., en Springfield III. Cerca de 125 empleados
de las oficinas centrales corporativas viajan regularmente. “ Las cosas que más les
importan son la puntualidad de los vuelos, lo amistoso del servicio y lo razonable
de los costos, no que el pollo lo sirvan en celofán o en cristal”.
Robert Thaler, presidente de Sea & Air Travel Inc., una agencia de viajes de
Fairlawn, N.J., añade: “Los programas de viajeros frecuente son, realmente, el
único método que tienen las aerolíneas para crear lealtad de marca. Según mi
experiencia, las comodidades adicionales] no soy muy eficaces, a menos que la
gente no quisiera volar en aerolíneas, en primer lugar , debido a que el servicio era
muy malo”.
No obstante, revisar los menús e instalar teléfonos durante el vuelo representa la
última estratagema de muchos transportistas para ayudarse a restaurar las
utilidades, Los ejecutivos de las líneas aéreas dicen que los ingresos están
sufriendo porque los aviones están llevando una mala mezcla de clientes:
demasiadas personas en viajes de placer, que pagan tarifas con descuento, y muy
pocos viajeros de negocios que pagan los boletos de tarifa completa, los cuales
típicamente valen el doble de los boletos comprados de antemano. La clase de
negocios, que se aplica principalmente a las rutas internacionales, y la primera
clase de están también perjudicando a medida que las empresas recortan sus
presupuestos de viajes.
Para vender sus asientos de alto ingreso, las líneas aéreas están tratando de
ofrecer mejor servicio, aunque eso signifique mayores costos.
Pocas aerolíneas han seguido esta estrategía más agresivamente que
Continental, una unidad de Continental Airlines Holdings Inc. en Houston, la cual
ha operado desde 1990 bajo el procedimiento de quiebra del Capítulo 11.
En los últimos años, sólo cerca del 6% de los pasajeros de Continental que
volaron a ultramar compraron asientos de clase de negocios, o sea, cerca de un
tercio del promedio del sector industrial.
“Hemos pasado 2 ½ años investigando que es lo que se necesitaría para que los
viajeros de negocios nos prefirieran o para inducir a alguien a que cambie su
lealtad” dice John Nelson vicepresidente de mercadeo de Continental.
El resultado Continental inauguró a finales del año pasado sus cabinas Business
First de $21 millones en su flota de aeronaves Boeing 747 y DC7 que se usan en
los vuelos internacionales. Las cabinas reemplazaron el servicio de primera clase
y duplicaron el número de asientos de negocios en este caso asientos reclinables
de alta tecnología. También se ofrecen comidas finas en la cena, inclusive platillos
delicados como pollo “al pastor” y langosta de Maine al vapor.
Desde luego, mejor que la comida sea buena. Un boleto de ida y vuelta entre
Houston y París en la clase BusinessFirst vale $3.538 o sea 46% más que el
boleto de tarifa completa en clase económica y varias veces más que un asiento
con restricciones y con descuento en clase económica.
Pero si el señor. Lipman sirve de indicio. Continental quizás no coseche los frutos
que espera recibir del nuevo servicio. El abogado sólo pagó $578 por cada uno de
los dos boletos en clase económica, luego, presentó las millas acumuladas que
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tenía en el programa de viajero frecuente a cambio de que lo pusieran en clase de
negocios. (La línea aérea que la reacción inicial a la Business First ha sido
sobresaliente).
Algunos analistas creen que las “guerras de privilegios” están mal orientada. Por
un lado es difícil obtener una ventaja obvia de servicio en un sector industrial de
copiones. Northwest Airlines, de Wings Holdings Corp. introdujo en diciembre de
1991, un paquete de servicios mejorados de aeropuerto para los pasajeros
completa, en clase de negocios en vuelos entre el centro de la aerolínea en
Minneapolis/ St Paul y el Aeropuerto Internacional de O’Hare en chicago. Esos
clientes tienen acceso a una fila separada para registrarse en el mostrador y un
buffet de comida en el area de puertas de salida.
Los críticos de las aerolíneas dicen que estos tipos de iniciativas representan
desviaciones inútiles para un sector industrial que ha tenido pérdidas de $8 mil
millones en tres años. Después de todo tanto Eastern Airlines como Midway
Airlines sacaron asientos de las cabinas con el fin de que extender el espacio para
las piernas de los pasajeros poco antes de que cerraran Trans World Airlines, que
está en procedimiento de quiebra del Capítulo 11, está ahora tratando de hacer lo
mismo aunque espera tener mejor suerte.
Para salirse de la última y prolongada caída en picada del sector industrial las
aerolíneas tendrán en última instancia que ocuparse de los grandes problemas de
costos inflados dice Thomas Trantum, analista de aerolíneas de J.C. Bradford &
Co. De Nashville Tenn. “La ineficiencia de combustibles la baja productividad de
los trabajadores los itinerarios de vuelos éstos son los asuntos medulares”.
Mientras tanto, algunas aerolíneas aparentemente harán todo lo que puedan para
consentir a sus mejores clientes British Air introdujo recientemente un “servicio
para dormir” especial en los vuelos de un día para otro entre Boston/New York y
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Londres. Los pasajeros de primera clase pueden ordenar previamente sus
comidas y consumirlas en tierra. Dentro de la cabina se sientan en sillas forradas
con sábanas y reciben “trajes de dormir” de dos piezas del tipo usado en la
Marina.
“Son muy decentes”, dice Val Gooding, gerente general de mercadeo de British Air
en Londres. “Uno puede cambiarse en el baño volver a su asiento, acurrucarse y
dormirse”.
Herb no desencanta Delgado de un poco más de seis pies de altura cara curtida
por la intemperie y pelo blanco ralo, se desliza hasta el micrófono con un Merit
Ultra Lite en la mano y comienza a hablar en un meloso tono de barítono “Ustedes
saben” dice que un tipo me presentó el otro día en un podio y me dijo que si yo me
sentía orgulloso de algo que hubiese logrado que probablemente debería hablar
de eso. Bueno, aquí estoy para contarles que estoy de un par de cosas . Hace una
pausa y se balancea hacia atrás y adelante –provocando a la gente de la multitud
haciéndola saber que lo bueno está por venir – Primero: dice “soy muy bueno para
vomitar proyectiles”. Hay otra pausa mientras un enorme estallido de risas se
esparce por el salón de fiestas. Segundo nunca he tenido una enfermedad
venérea realmente seria. La risa se sostiene esta vez y hay aplausos diseminados.
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aéreas siguió siendo consistentemente rentable. (“No ganamos mucho por un
tiempo dice Kelleher. Era como ser el tipo más alto en una tribu de enanos”)
Ahora que la prosperidad está volviendo al sector industrial, la operación de
Kelleher cuya base es transportar pasajeros en distancias relativamente cortas a
precios que a veces son asombrosamente bajos probablemente acelere su
crecimiento rápido y se convierta en una potencia aún mayor.
Unica entre los grandes transportistas estadounidenses, Southwest con una tasa
de deuda a capitalización total de 60% aproximadamente (en comparación con el
83% de American y el 96% de United) ofrece bonos de calidad de inversión. Todo
lo demás en la industria es chatarra dice Betsy Snyder analista de bonos de
aerolíneas de Standard & Poors. La flota de 162 aviones de Southwest es una de
las más modernas de la industria pues tienen un promedio de sólo siete años de
edad. En términos que equivalen a la mejor alabanza los analistas comparan
repetidas veces a Southwest con Wal Mart en lo referente a su potencial como
inversión.
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astuto y duro. Es el tipo de gerente que se queda con un mecánico en algún bar,
hasta las cuatro de la mañana para averiguar que está pasando. Y luego arregla
cualquier cosa que ande mal”.
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allí” dice él.) Los dos hombres procedieron a esbozar el plan básico una
compañía de transporte de bajo costo que atendiera Houston y San Antonio,
desde la base de Dallas. Kelleher sacó algunos préstamos e invirtió algún dinero
inicial. Su participación del 1.8% en Southwest más las opciones ejecutables de
acciones fueron valoradas recientemente en $86 millones.
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Los pasajeros de Southwest aprenden a volar sin asientos asignados y sin comida
a bordo, excepto maní o galletas –el vuelo promedio toma sólo una hora-.
También deben volver a registrar su equipaje si tienen que conectar con otro
vuelo, aunque sea de Southwest. Pero la retribución de estas privaciones
relativamente menores es que la tripulación de tierra de Southwest puede
usualmente recibir y despachar una aeronave en el portón de salida 15 ó 20
minutos, en contraposición a casi una hora de promedio para las demás
aerolíneas. Los aviones de Southwest efectúan cerca de 10 vuelos al día, más
del doble del promedio del sector industrial, y este uso ultra eficiente de los
principales activos de capital reduce los costos unitarios en todo el sistema.
Los costos laborales son cruciales en cualquier aerolínea, pues llegan a ser el
30% o más de los gastos totales y Southwest también mantienen allí una ventaja
señera –aunque más del 80% de los empleados pertenece a sindicatos laborales-
La ventaja no estriba tanto en la paga: los salarios de Southwest en 1992 el último
año para el cual se dispone de cifras promediaron $44,035; en comparación con
$45,801 en American y $54,530 en United. Southwest también ofrece una
participación generosa en las utilidades pues cerca del 15% de las utilidades netas
se devuelven a los trabajadores y aporta hasta el 100% de las contribuciones de
los empleados a los planes 401 (K), dependiendo de las estipulaciones
contractuales del sindicato. Pero los empleados de Southwest son mucho más
productivos que los de otras aerolíneas, lo cual le permite a Kelleher volar más
aviones y atender más pasajeros con menos trabajadores que sus rivales. (Ver
cuadro).
Ninguno de los logros de la aerolínea sería posible sin sus relaciones obrero-
patronales desusadamente buenas que son resultado directo de los esfuerzos
prácticos de Kelleher. Un analista de Wall Street recuerda haber almorzado un día
en la cafetería de la compañía, cuando Kelleher, sentado en una mesa al otro
extremo del comedor con varias empleadas, de pronto se puso de pie, besó a una
de las mujeres con deleite y empezó a encabezar toda la multitud en una serie de
vítores. Cuando el analista preguntó qué estaba pasando uno de los ejecutivos
que estaba en su mesa le explico que Kelleher había negociado, en ese momento,
un nuevo contrato con los asistentes de vuelo de Southwest. Southwest sólo ha
tenido una huelga, un paro de seis días hace diez años, efectuado por los
maquinistas, y nunca ha habido un despido masivo Michael E. Levine, ex decano
de la Escuela de Administración de Yale y ahora vicepresidente ejecutivo de
mercadeo en Northwest Airlines dice: “En realidad Herb es un talento sumamente
dotado en relaciones laborales, especialmente cuando se considera que él se las
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ha arreglado, de alguna forma, para que los del sindicato se identifiquen
personalmente con esta compañía”.
Claramente, no todo mundo da la talla para ser empleado de Southwest. “Lo que
buscamos, primero y más que nada es sentido del humor” dice Kelleher. “Luego,
buscamos gente que tenga que sobresalir para sentirse satisfecha y que trabaje
bien en un ambiente colegial. No nos importa tanto la educación y la experiencia,
porque podemos capacitar a la gente para que haga lo que tenga que hacer.
Contratamos actitudes”. Se habla mucho de la “familia” de Soutwest en la sede de
la aerolínea el tipo de plática de la cual se burlan los cinicos corporativos. Pero los
corredores están llenos de conversos a la causa. David Ridley, quien llegó a
Southwest hace seis años para dirigir mercadeo y ventas, después de trabajar en
dos compañías más tradicionales de FORTUNE 500, dice: “Al principio tenía
muchas dudas, pues había estado en lugares donde todo mundo, excepto dos o
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tres de la gente de arriba, era considerado como un producto. Pero he llegado a
apreciar un lugar donde se fomenta la amabilidad y el espíritu humano” Alan S.
Boyd, presidente jubilado de Airbus North América y observador por mucho tiempo
del mundo de las aerolíneas estadounidenses afirma: “En otros lugares los
gerentes dicen que la gente es su recurso más importante: pero nadie toma
medidas al respecto. En Southwest, nunca han perdido de vista ese hecho”.
Tan poderoso es el nexo entre la compañía y muchos de sus trabajadores que los
observadores aunque sea medio en broma, han comparado Southwest con algún
tipo de culto religioso. Kelleher proclama que no se siente del todo ofendido por
tales comparaciones, pues alega que su operación siempre ha conservado “una
patina de espiritualidad” El dice: “Creo que uno tiene que estar con sus
empleados en todas sus dificultades, uno tiene que interesarse personalmente en
ellos. Ellos pueden sentirse desencantados con su país quizás hasta su familia no
esté resultando de la forma en que quisieran. Pero quiero que sepan que
Southwest siempre estará allí cuando la necesiten.
Si la vida en Southwest tiene aspectos de culto, nadie duda quién ostenta el título
de Lider Máximo. Kelleher gobierna su banda de 12.000 partidarios leales como
una especie de figura paternal maníaca. El suele estar en el centro de las
festividades que estallan, frecuentemente en la terraza de fiestas de la sede, con
vista a la plana campiña de Texas. Cualquiera que sea la ocasión un día feriado,
la jubilación de alguien, viernes –Kelleher se puede encontrar en medio de una
multitud de adoradores, con su trago y su cigarrillo siempre en la mano. El jefe de
Southwest se fuma cerca de cinco paquetes de cigarrillos al día y sólo después
que perdió la voz, hace un tiempo, es que los doctores lo convencieron de que se
pasara a fumar la variedad con menor contenido de alquitrán. Kelleher dice sobre
su hábito de fumar cigarrillos: “Estoy decidido a seguirlo haciendo y no me importa
mucho lo que la sociedad piense de eso”.
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quieres permanecer toda la noche bebiendo y hablando, entonces te debes
mantener alejado de Herb”.
Ese tema tiene más que suficientes imponderables para ocupar su tiempo. A
pesar de todo su efecto por Southwest, algunos tipos de Wall Street se cuestionan
si Kelleher puede mantener el frenético crecimiento reciente de las ganancias de
la aerolínea. Lo que le ayuda a hacerlo su operación depende mucho menos que
otras aerolíneas de la salud del mercado de viajes aéreos. Como las tarifas de
Southwest son tan bajas y los viajes promedio son tan cortos la aerolínea expande
enormemente los mercados nuevos en los que entra, al atraer montones de
clientes que de otra forma podrían haber tomado un bus o manejado su carro.
Cerca de 8,000 personas volaban antes, entre Louisville y Chicago, cada semana:
desde que Southwest entró en el mercado el año pasado cerca de 26,000
personas lo hacen. Un crecimiento similarmente explosivo tuvo lugar después que
Kelleher introdujo una tarifa de $49 en la ruta St. Louis-Kansas City que TWA
había estado volando por $250. “Era barato irse en taxi” dice el gerente de
ingresos de Southwest, Keith Taylor .
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mantener la paz Kelleher estuvo d e acuerdo en dar a los nuevos pilotos
bonificaciones temporales en efectivo. Hasta que avanzaran lo suficiente en
antigüedad para volver a adquirir su paga y su condición anterior.
El reto más serio de Kelleher vendrá de otra parte en el sector industrial de las
aerolíneas. Después de ver que Southwest se va por las nubes, año tras año,
mientras ellas caen, varias aerolíneas rivales –United, USAir, Continental y Delta –
esperan lanzar imitaciones de la operación de Kelleher, de bajo costo y distancias
cortas. Pero, para robarle un pedazo al negocio d Southwest, las imitaciones
tendrían que reproducir la operación de Kelleher con cierta precisión, los analistas
veteranos de las aerolíneas creen que eso es poco probable. Ningún otro
transportista ha demostrado las destrezas operativas y la cohesividad cultural que
se necesitan para aproximarse a los estándares de servicio y confiabilidad de
Soutwest, en una escala en general. Recibir y despachar unos cuantos aviones en
20 minutos es una cosa; pero la empresa de Kelleher en los últimos dos años ha
ganado la Triple Corona de Servicio del Departamento de Transporte- el mayor
número de vuelos a tiempo, el mejor manejo de equipajes, la máxima satisfacción
de los clientes- Derchin de NatWest Securities dice: “La verdadera diferencia está
en el esfuerzo que le saca a la gente que le trabaja. Eso es muy difícil de imitar”
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San Francisco. Kelleher afirma : “Le he dicho a la gente que me desquitaría si me
pusiera muy muy furioso; pero ahora creo que voy a modificar eso. Digamos nada
más que si me molesto un poco atacaré.
Los de Wall Street creen que Kelleher ha reunido a un equipo número uno de
sucesores potenciales. También aducen que los sistemas operativos cruciales y
los controles financieros de la aerolínea se han institucionalizado. No obstante,
nadie que este dentro de la compañía o fuera de ella, en ese respecto podría
probablemente jugar los muchos papeles que él juega para sus empleados – líder
inspirador, tío amable, animador, payaso-. Le puede algún día costar a su
compañía; pero en el diccionario, debajo de las palabras “Único en su género”,
debería haber una foto de Herb Kelleher sonriendo.
Una cosa es hacer que los empleados se sientan valorados y engatusados para
que hagan lo correcto con los clientes. Otra cosa totalmente distinta es
institucionalizar eso en toda una aerolínea de costa a costa.
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Mucho antes de que “facultar” a los empleados llegara a ser una palabra gerencial
de moda la señora Barrett estaba dándoles a sus empleados libertad con respecto
a las políticas centralizadas. Ella refuerza constantemente el mensaje de la
compañía de que se debe tratar a los empleados como clientes y celebra
continuamente a los trabajadores que se esfuerzan por ir más allá del llamado
del deber. Además cuando detectó que la aerolínea estaba dejando atrás su
imagen de niño con personalidad entre los gigantes impersonales creó un “comité
de cultura” de empleados, encargado de preservar el espíritu de Southwest.
La señora Barrett dice que los candidatos a empleo a veces se dejan engañar por
la reputación de estrafalaria que tiene Southwest fomentada por el señor Kelleher
que fuma un cigarrillo tras otro y bebe whisky de maíz. “La gente tiene esta
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imagen –divertida, diferente, lugar de fiestas, las locuras de Herb”; explica ella.
“Tenemos que recordarles que, primero que todo tienen que trabajar”.
Dice que su mayor reto ha sido conservar la ética de trabajo de una compañía
pequeña, conforme esta línea aérea se ha expandido en ambas costas, hasta
llegar a ser la transportista más grande de California. Encontrar trabajadores
jóvenes e industriosos que encajen en la cultura de Southwest es tan difícil que
en vez de entrevistar a 20 personas para un puesto, el número promedio en el
pasado, la octava aerolínea más grande ha estado entrevistando recientemente a
50.
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