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PREGUNTAS GENERADORAS:
1.- Analiza y escribe lo que debes lograr con el primer objetivo de esta unidad, ¿qué utilidad tiene ese
análisis en tu vida diaria?
3.- Plantea cuál es la ambivalencia en que se encuentran los sentimientos del mexicano hacia la mujer.
o Por un lado, la respeta y, por el otro, la rechaza. El mexicano exhibe conductas machistas
cuando dice:
o “Mi vieja”
o “Vieja el que se raje”
o “Palaba de hombre”
o “Esto es un desmadre”
o “Me importa madre”
o “Me voy a madrear a fulano”
5.- Menciona las poses de dureza del mexicano, como mecanismos psicológicos compensatorios;
además, menciona, ¿qué es lo que tapa con esa “dureza”?
El valemadrismo (“me importa madre”): burlarse de sí mismo y aparentar que se ríe del fracaso
o la desgracia.
Los alardes: mostrarse “muy hombre” y desafiar peligros innecesarios.
El lenguaje procaz.
Los desplantes de superioridad: menosprecio a los indios, a los provincianos y a los “nacos”.
La rebeldía contra el patrón, erigida en estilo de vida y de comportamiento laboral.
6.- Plantea en la siguiente tabla los estudios comparativos interculturales del Dr. Rogelio Díaz-
Guerrero, con relación al estadounidense y el mexicano.(Usa las líneas que sean necesarias).
El estadounidense El mexicano
7.- ¿Por qué se ha llegado a la conclusión en que, como pueblo, somos un caso psiquiátrico?
Histéricos que simulamos para ser aceptados; narcisistas que nos auto idealizamos en la
fantasía; esquizoides que no acabamos de saber quiénes somos; paranoides que
desconfiamos de todo y de todos, fanáticos religiosos que persistimos en creernos “el pueblo
escogido”, cerrando los ojos a nuestras evidentes miserias.
8.- Lee el apartado: B) Religiosidad, superstición y magia, y plantea las características que presenta
nuestra religiosidad popular.
Providencialismo.
Ritualismo mágico.
Superstición polifacética.
Tradicionalismo ciego.
Fatalismo disfrazado de resignación cristiana.
Fanatismo.
Espíritu penitencial masoquista (con culto a cristos cárdenos y destrozados, así como “mandas”
y penitencias espeluznantes).
Exhibicionismo, en el sentido de una religión que no es forma habitual de vida, sino episodios
aislados y eventos sociales: bodas, bautizos, funerales, fiestas patronales.
Utilitarismo, mediante el doy para que me den (observamos las mandas las promesas los
exvotos).
9.- ¿Cómo es la ideología nacionalista, con relación en lo que el mexicano encuentra en el Tepeyac?
Encontramos en el Tepeyac una fe patriótica antes que una fe cristiana; una proyección de
carencias profundas antes que una respuesta a mensajes celestiales.
10.- Lista las actitudes del mexicano ante la vida, cuál es la esfera moral en la que se mueve?
Frágil Corrupción
Inseguro Soborno
Impacientes Infidelidad conyugal
Machistas “es muy hombre”, Fraudes, evasión fiscal
“valemadrismo”.
11.- ¿Qué papel juega el mexicano ante la muerte? Descríbanlo ampliamente.
Los Mexicanos somos los únicos que celebramos el día de muertos siendo una fiesta muy ruidosa (2
de Noviembre).
Esta tradición viene de los aztecas donde se creía que el destino del hombre en la ultratumba no
estaba definida por criterios éticos, sino por las circunstancias de la muerte: enfermedad, parto,
combate, ahogamiento…para ellos había diversas “casas de muertos” y no solo cielo y un infierno,
como para los cristianos. La muerte no era el final de la vida, sino una fase de un ciclo infinito. Los
privilegiados eran no solo los soldados muertos en combate, sino también los cautivos sacrificios a
quienes se les brindaba el epíteto “muertos divinos” así como las mujeres fenecidas en el parto.
Ahora, como ayer, la vida trasciende cuando se realiza en la muerte. Existe una comunidad entre los
vivos y los muertos del clan.
Llama la atención el enfoque festivo y despreocupado que recibe la muerte: la catrina la pelona, los
patetas. Muchos le rezan y le presentan ofrendas invocándola como la “Santísima muerte”.
El mexicano frecuenta la muerte: la burla, la acaricia, la festeja, duerme con ella, juega con ella como
si fuera su juguete favorito. Los niños mexicanos juegan con esqueletos de alambre y barro que
guardan grotesco equilibrio al bailar, así como ataúdes pintados de morado. Chicos y grandes regalan
calaveras de azúcar como el nombre del amigo y comen pan de muerto.
Nosotros los mexicanos vemos a la muerte como algo vivo. La diferencia ante la muerte se nutre de la
indiferencia del mexicano ante la vida; la vida lo ha curado de espantos.
a) anécdotas: Cuando el mexicano se queja de todo, como de un problema tan sencillo, lo puede
complicar a tan gran extremo que lo vuelve casi imposible de resolver. Por ejemplo en el noviazgo con
cualquier problemita se convierte en discusiones de hora interminables, donde intervienen gritos,
lágrimas, indiferencia, resentimiento, celos y demás sentimientos que puedan surgir.
b) textos literarios: El llano en llamas y la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo se le conoce como
confabulador magistral del “fatalismo mexicano”