En el Ecuador, el sector de la minería ha venido tomando importancia en el contexto
económico, por tal razón el Gobierno Nacional ha realizado cambios en la normativa de la
Ley Minera, cuyo interés es incrementar la productividad de este sector. Pero estos últimos diez años de explotación minera, no han conducido al desarrollo del país. Giovanni Reyes (2013) nos explica que desarrollo es: “La condición de vida de una sociedad en la cual las necesidades auténticas de los grupos y/o individuos se satisfacen mediante la utilización racional, es decir sostenida, de los recursos y los sistemas naturales”.
La extracción no ha ayudado de forma positiva a la sociedad debido a que teniendo
petróleo y crecimiento económico no se tuvo desarrollo como se manifestó anteriormente con lo cual ha aumentado dramáticamente los niveles de pobreza y degradación medioambiental en el área donde se realiza la explotación minera. Carlos Larrea (2009) dice: “El ciclo extractivista ha dejado una secuela de impactos negativos sobre la biodiversidad, los recursos naturales, las culturas indígenas y los ecosistemas”.
Además, a todo esto, cabe mencionar que la exportación de recursos primarios, no
han producido un incremento en los índices económicos del país, según el Banco Central del Ecuador el per cápita del año 2016 fue -3.9% y la tasa de desempleo va en aumento, sin que se vea un cambio próximo a este tema.
Todo esto ha demostrado que la Explotación minera en el Ecuador solo ha beneficiado
a las grandes corporaciones y no al Ecuador, por lo tanto, se debería buscar otras fuentes de financiamiento sustentables, con las que se puedan lograr un desarrollo y además estas fuentes pudieran ser amigables con el medio ambiente para mitigar el impacto causado por la extracción minera.