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¿En dónde se produce la testosterona?

La testosterona se produce de forma natural en hombres y mujeres.

testosterone image by Cornelia Pithart from Fotolia.com

La testosterona es una hormona que es naturalmente producida en el cuerpo humano. Aunque la


química es similar para hombres y mujeres, los niveles de testosterona varían entre ambos. En
promedio, un hombre produce entre 6 y 8 mg de esta hormona a diario. La mujer genera 12 veces
menos que los hombres. El sistema endocrino regula la producción de testosterona,
especialmente por el hipotálamo y la glándula pituitaria.

Definición

Las hormonas son químicos del sistema endocrino que viajan en la sangre para facilitar la
comunicación celular. La testosterona se clasifica como una hormona esteroide porque se libera a
todas las células. Éstas son importantes durante la pubertad en el desarrollo de las características
sexuales secundarias, como el crecimiento de vello púbico.

Producción

Las gonadotropinas estimulan los testículos en los hombres y los ovarios en las mujeres para la
reproducción. Comenzando en el cerebro, el hipotálamo libera hormonas para disparar la
secreción de hormonas luteinizantes, o HL. En los hombres, la HL se recibe en los testículos y le
ordena a las células de Leydig que produzcan testosterona. Los ovarios producen la mayor parte
de la testosterona en el cuerpo femenino.

Regulación hormonal

El ciclo clásico de retroalimentación negativa regula la cantidad de testosterona en el cuerpo.


Cuando hay un nivel elevado en la sangre, el hipotálamo baja la cantidad de gonadotropinas
liberadas. Este sistema es similar a cómo un termostato ayuda a regular la temperatura de una
habitación.

Efectos en el cuerpo

La testosterona ayuda al cuerpo a madurar y prepararse para la reproducción sexual. En los


hombres, ésta es responsable de disminuir sus voces, el crecimiento de vello facial, la producción
de esperma y la construcción de masa muscular. en las mujeres, la testosterona soporta la
fortaleza muscular y de los huesos.

Niveles anormales

A la gente se le analizan los niveles de testosterona cuando existen síntomas de producción


anormal. Según MedlinePlus, un simple análisis sanguíneo es usado como diagnóstico para
identificar una pubertad temprana o tardía en los chicos y la impotencia o infertilidad en el
hombre. Las mujeres son generalmente analizadas si hay un crecimiento excesivo del pelo,
características corporales de hombre o un ciclo menstrual irregular.

TESTÍCULOS Los testículos son dos glándulas ovoides, una a cada lado del pene, de unos 5 cm de
largo y 2,5 cm de diámetro y con un peso de 10-15 gramos, que están suspendidas dentro del
escroto por el cordón espermático. Producen las células germinales masculinas o espermatozoides
y las hormonas sexuales masculinas o andrógenos. Constituyen las gónadas masculinas y tienen el
mismo origen embriológico que los ovarios o gónadas femeninas. En el interior de cada testículo,
los espermatozoides se forman en varios cientos de túbulos seminíferos que se unen para formar
una red de canales que recibe el nombre de rete testis. Pequeños conductos conectan la rete
testis con el epidídimo. Los túbulos seminíferos contienen dos tipos de células, las células
espermatogénicas, que darán lugar a los espermatozoides y las células de Sertoli encargadas del
mantenimiento del proceso de formación de espermatozoides o espermatogénesis. En el tejido
conjuntivo situado en los espacios que separan a los túbulos seminíferos adyacentes hay grupos
de células llamadas células de Leydig que secretan testosterona, el andrógeno más importante.

EPIDIDIMOS Los epidídimos son dos estructuras en forma de coma de unos 4 cm de longitud, cada
una de las cuales se encuentra adosada a las superficies superior y posterior-lateral de cada
testículo. Cada epidídimo tiene un cuerpo que consiste en el conducto del epidídimo que está muy
contorneado y en donde los espermatozoides son almacenados para pasar las etapas finales de su
maduración, y una cola o cola del epidídimo que se continúa con el conducto deferente que
transporta el esperma hacia el conducto eyaculador para su expulsión hacia la uretra. El epidídimo
ayuda a expulsar los espermatozoides hacia el conducto deferente durante la excitación sexual por
medio de contracciones peristálticas del músculo liso de su pared. Los espermatozoides pueden
permanecer almacenados y viables en el epidídimo durante meses. 3 ESCROTO El escroto es un
saco cutáneo exterior que contiene los testículos y está situado posteroinferiormente en relación
al pene e inferiormente en relación a la sínfisis del pubis. Consta de: • piel: rugosa, de color oscuro
• fascia superficial o lámina de tejido conjuntivo que contiene una hoja de músculo liso con el
nombre de músculo dartos cuyas fibras musculares están unidas a la piel y cuya contracción
produce arrugas en la piel del escroto. La fascia superficial forma un tabique incompleto que
divide al escroto en una mitad derecha y otra izquierda y cada una de ellas contiene un testículo
Asociado a cada testículo dentro del escroto, se encuentra el músculo cremáster que es una
pequeña banda de músculo estriado esquelético que continúa al músculo oblicuo menor o interno
del abdomen. La localización exterior del escroto y la contracción de sus fibras musculares regulan
la temperatura de los testículos porque la producción normal de espermatozoides requiere una
temperatura inferior en unos 2-3 grados a la temperatura corporal. En respuesta a las bajas
temperaturas el músculo dartos se contrae con lo que se arruga la piel del escroto y se reduce la
pérdida de calor y el músculo cremáster en cada lado también se contrae con lo que los testículos
son acercados al cuerpo para estar cerca del calor corporal.
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mecanismo de acción de los estrógenos. 3. Acciones fisiofarmacológicas de los estrógenos 3.1.


Sobre el sistema reproductor Como consecuencia de la activación de los receptores específicos
situados en los correspondientes órganos, los estrógenos estimulan el desarrollo de las
características sexuales secundarias en la mujer y controlan su ciclo reproductivo. En la pubertad
promueven el crecimiento y el desarrollo de útero, vagina, vulva y trompas de Falopio y favorecen
el desarrollo mamario al provocar el crecimiento de los conductos, de la estroma y la deposición
de grasa. Favorecen el crecimiento óseo y la especial configuración y moldeado del cuerpo
femenino, si bien facilitan el cierre de las epífisis. A lo largo del ciclo fértil femenino, las variaciones
cí- clicas de estrógenos ocasionan los cambios característi- 50. Hormonas sexuales: estrógenos,
gestágenos, andrógenos y anticonceptivos hormonales 871 HO OH Estradiol Clomifeno HO O
Estrona Dietilestilbestrol RO O R = H: Etinilestradiol R = CH3: Mestranol C = CH CH3 CH3 CH3 CH3
OH HO O – – –N CH2 CH2 C2H5 C2H5 Cl C2H5 Tamoxifeno Fadrozol O – – –N CH2 CH2 N N C = N A.
ESTRÓGENOS ESTEROIDES Y NO ESTEROIDES B. ANTAGONISTAS C. INHIBIDOR DE LA AROMATASA
Fig. 50-3. Estructura química de estrógenos naturales y sintéticos, antiestrógenos e inhibidor de la
aromatasa. cos en los órganos genitales: la proliferación de la mucosa uterina y vaginal, el
aumento de la secreción del cuello y la turgencia de las mamas; la caída en la concentración de
estrógenos provoca la atrofia y la necrosis de la mucosa uterina, que se desprende. Todos estos
efectos serán completados por los propios de la progesterona. Los estrógenos actúan sobre el
SNC, donde se ha demostrado la existencia de receptores estrogénicos que se distribuyen por
núcleos especiales. La región basal medial hipotalámica es un sitio particularmente rico en
receptores estrogénicos, donde los estrógenos actúan modificando la frecuencia pulsátil de la
GnRH en los términos indicados en el capítulo 49 (v. II, 3). La disminución de estrógenos, por
ejemplo por ovariectomía, incrementa la secreción pulsátil de GnRH y de FSH y LH, pero el
aumento de estrógenos produce acciones más complejas ya que éstos influyen también
directamente sobre las cé- lulas gonadotrofas de la hipófisis, que también poseen receptores
estrogénicos. El estradiol inhibe, por una parte, la secreción de FSH, al igual que lo hace la proteí-
na inhibina, de origen ovárico y testicular; también inhibe la secreción de LH (feed-back negativo),
pero, por otra parte, el aumento progresivo de estradiol durante la fase folicular termina
facilitando la secreción de GnRH hipotalámica, necesaria para provocar la secreción de LH, o es
posible que se limite a sensibilizar las células hipofisarias para que respondan mejor a la GnRH y
segreguen abundante LH (feed-back positivo). Esta acción, sin embargo, sólo se aprecia con
concentraciones fisiológicas; dosis elevadas y mantenidas de estrógenos consiguen inhibir no sólo
la secreción de FSH sino también la de LH, impidiendo la ovulación. Los estrógenos, además,
estimulan la síntesis de receptores de progesterona en el hipotálamo, al que preparan para la
acción siguiente de la progesterona. La acción de los estrógenos en el SNC no se limita a regular la
secreción de GnRH. En especies inferiores, al menos, la implantación de estrógenos en el
hipotálamo de animales castrados restaura la conducta sexual normal, aun cuando no se
modifiquen los cambios atróficos causados por la castración.
l incremento repentino de secreción de gonadotropinas a la mitad del ciclo
estimula la rotura del folículo y la ovulación en uno a dos días. El folículo roto se
convierte entonces en el cuerpo amarillo, que produce grandes cantidades de
progesterona y estrógenos bajo la influencia de la hormona luteinizante durante la
segunda mitad del ciclo. En ausencia de embarazo, el cuerpo amarillo deja de
funcionar después de varios días, disminuyen las concentraciones de esteroides y
sobreviene la menstruación. De este modo, la fase luteínica del ciclo está regulada
por el lapso de vida funcional (14 días) limitado del cuerpo amarillo. A
continuación, todo el sistema se vuelve a montar y ocurre un nuevo ciclo ovárico.
Figura 4: Relaciones hormonales del ciclo menstrual humano. Tomado de
Goodman y Gilman.

Las concentraciones aumentadas de progesterona durante la fase luteínica del


ciclo afectan tanto a la frecuencia como a la amplitud de los impulsos de hormona
luteinizante. La progesterona disminuye de manera directa la frecuencia del
generador de impulsos hipotalámico, lo cual a su vez aminora la frecuencia de
impulsos de hormona luteinizante liberados a partir de la hipófisis. La progesterona
también ejerce un efecto directo sobre la hipófisis para oponerse a las acciones
inhibidoras de los estrógenos y, así, incrementar la cantidad de hormona
luteinizante liberada (o sea, la amplitud de los impulsos de hormona luteinizante).

Los estrógenos se sintetizan sobre todo en el ovario, concretamente en los


folículos y el cuerpo lúteo del ovario, y en la placenta, aunque también son
secretados en pequeñas proporciones por los testículos. Dicho proceso tiene lugar
durante el segundo y tercer trimestre del embarazo en grandes cantidades. El
ovario secreta el estradiol que es el se produce en mayor proporción y el
estrógeno de mayor actividad biológica, así como estrona. La placenta por su parte
produce a su vez estos mismos esteroides, pero además secreta el estriol,
estrógeno que se produce más abundantemente durante la gestación. Los
estrógenos: estrona, estradiol y estriol, son de estructura esteroide, con la
característica de que tienen el anillo A derivado del benceno.

La fases de tu ciclo menstrual


Esto podría resultar una sorpresa, pero tu ciclo menstrual no necesariamente se produce
una vez al mes. El ciclo menstrual promedio de la mujer es de 28 días, pero tu ciclo
menstrual puede durar entre 21 y 35 días y sigue siendo normal.
Si tu ciclo menstrual es corto, puedes tener un periodo con mayor frecuencia que una vez
al mes. Sin embargo, si tu ciclo menstrual dura más, eres una de las mujeres que tiene
menos periodos al año.
La fase menstrual (menstruación)
La fase menstrual es el sangrado mensual de la mujer, que suele denominarse periodo o
regla. El primer día de la fase menstrual es el primer día de tu periodo y es el primer día
de tu ciclo menstrual. Este sangrado menstrual (también conocido como regla) proviene
de la pared interna del útero (el endometrio). La sangre menstrual fluye del útero, pasa
por el cuello del útero (o cérvix) y la vagina, y sale por el orificio vaginal. Este fluido puede
ser rojo brillante, rosa claro o incluso color café. El periodo por lo general dura entre tres y
siete días. La cantidad normal de flujo menstrual durante todo el periodo es de alrededor
de un cuarto de taza.
La fase folicular.
Durante esta fase, la hormona estrógeno provoca el crecimiento o proliferación de la
pared interna del útero. Esta pared interna, llamada endometrio, comienza a desarrollarse
para recibir un óvulo fecundado, en cuyo caso ocurriría un embarazo. El aumento de otra
hormona, denominada hormona estimulante del folículo (HEF), a su vez estimula el
crecimiento de los folículos ováricos. Cada folículo contiene un óvulo. En la fase folicular
tardía del ciclo menstrual solo un folículo permanecerá activo.
La pared interna de útero comienza a hacerse más gruesa en respuesta al aumento del
estrógeno. Los niveles de estrógeno aumentan drásticamente durante los días previos a
la ovulación y alcanzan su nivel máximo un día antes de esta. El aumento de estrógeno
desencadena la subida repentina de otra hormona, la hormona luteinizante o HL. La
ovulación se produce cuando el aumento de la HL provoca la ruptura del folículo y la
liberación de un óvulo.
La fase de ovulación
La ovulación se da cuando un óvulo maduro se libera del folículo ovárico y se desliza
hacia la trompa de falopio más cercana durante el ciclo menstrual. En ocasiones pueden
madurar dos óvulos el mismo mes.
El aumento de la HL provoca la ovulación. El óvulo luego se desplaza al útero.
Si tus ciclos menstruales son ciclos regulares de 28 días, la ovulación generalmente se
produce el 14º día. Sin embargo, la duración del ciclo menstrual de la mayoría de las
mujeres es diferente. Por lo general, la ovulación se produce entre el 11º y el 16º día
antes del periodo siguiente.
La ovulación se presenta cuando uno de los ovarios libera un óvulo maduro. El óvulo se
desliza desde el ovario hacia la trompa de falopio más cercana y luego al útero. Mientras
el óvulo desciende por la trompa de Falopio, lo cual tarda varios días, el endometrio se
hace cada vez más grueso.
El óvulo tarda alrededor de tres o cuatro días para alcanzar el útero. La fecundación debe
ocurrir dentro de las 24 horas de la ovulación; en caso contrario, este se descompone.
Después de la ovulación, se inicia la fase lútea.
La fase lútea.
Después de la ovulación, el folículo se convierte en una estructura productora de
hormonas llamada cuerpo lúteo. Las células del cuerpo lúteo producen estrógeno y
grandes cantidades de progesterona, la cual estimula el desarrollo de la pared uterina
(endometrio) y la prepara para la implantación de un óvulo fecundado. Si no quedas
embarazada, el cuerpo lúteo se descompone a las dos semanas aproximadamente
después de la ovulación. Debido a esto, los niveles de progesterona disminuyen y la
estimulación del endometrio se pierde. Esto provoca el desprendimiento del endometrio y
así comienza un nuevo ciclo menstrual.
La pérdida del cuerpo lúteo puede evitarse cuando el óvulo es fecundado. Si quedas
embarazada durante el ciclo menstrual, la fecundación se producirá dentro de las 24
horas posteriores a la ovulación. Alrededor de cinco días después de la fecundación, el
óvulo fecundado ingresa en tu útero y queda anidado en el endometrio. Con la
implantación, las células que en un momento dado se convertirán en la placenta
comienzan a producir la "hormona del embarazo" o gonadotropina coriónica humana
(HCG). Esta hormona interrumpe tu ciclo menstrual brindando estimulación continua del
cuerpo lúteo para producir progesterona. Esto evita la pérdida del endometrio.
Durante esta fase del ciclo menstrual, si quedas embarazada, el óvulo se traslada al útero
y se une al endometrio. Si no quedas embarazada, la pared uterina se expulsa a través
del orificio vaginal. Luego, comienza un nuevo ciclo menstrual.
Todo lo que necesitas saber sobre los óvulos
 Durante tu vida, liberas alrededor de 400 óvulos maduros.
 El número de óvulos que siguen en los ovarios depende de la edad de la mujer.
 Como feto femenino de 20 semanas en el útero de tu madre, tuviste el mayor número
de óvulos de tu vida: alrededor de siete millones de óvulos.
 La mayor cantidad de óvulos que libera tu cuerpo ocurre antes de nacer.
 En el momento del nacimiento, el número de óvulos que se encuentra en los ovarios
habrá disminuido a dos millones. Tus ovarios seguirán perdiendo óvulos desde el
nacimiento hasta la pubertad.
 En el momento en que inicias la pubertad, tus ovarios alojan entre 300,000 y 500,000
óvulos.

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