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En Colombia, se hace notar en varias formas, por ejemplo, en las exportaciones que este hace de
productos como el café, azúcar, entre otros, de esta forma tener un equilibrio en la economía ya que
las exportaciones son una gran entrada de utilidades, algo positivo también fue el uso del
proteccionismo que se estuvo aplicando en la década de los 80s, lo cual dio paso a la fisiocracia y
el mercantilismo, además con el TLC la economía del país ira en aumento beneficiándolo. También
algo por lo que empezaron a tomar importancia es por la conservación de las riquezas naturales que
poseen, ya que las zonas verdes se están convirtiendo en la mercancía más valorada para los países
líderes como, estados unidos, la unión e europea, china, entre otros.
Aplicando en Colombia en los últimos años, ha ayudado a fortalecer y tener una mayor confianza
con otros países abriendo campo a nuevas rutas para el intercambio de productos que los benefician
mutua mente.
En Colombia se puede ver en las empresas agrícolas las cuales son una fuente básica de la
economía. Siendo este un país en desarrollo y con mucha materia prima en la parte agrícola, se ha
permitido ir en ascenso tanto en la exportación de estos productos como en una economía más
estable, esto ha beneficiado en gran medida a los agricultores y a que el gobierno local preste más
atención y ayude en el mejoramiento de la productividad en este sector.
las políticas comerciales de Colombia en los últimos años hacen interesante emprender un estudio
sobre su desarrollo histórico, el momento de auge que vive y los desafíos futuros que debe enfrentar.
Para hacerlo, dividiremos el análisis de la política comercial en cuatro períodos que han fluctuado
entre procesos de cierre del comercio internacional y su apertura. Analizaremos cuál es el estado
actual del proceso de integración de la economía colombiana en el mundo globalizado y evaluaremos
los retos y obstáculos que restan por superar.
No hay que perder de vista que el éxito de la política comercial de Colombia no es un fin, sino un
medio para alcanzar desarrollo económico. Es por eso que los retos que aquí mencionamos forman
parte de ese fin, que es el mejoramiento de las condiciones socio-económicas de la población
colombiana. Todas las acciones que el sector privado y el sector público emprendan deben estar
dirigidas a satisfacer ese objetivo, incluida la política comercial
3. Como afecta el tipo de cambio y la balanza de pago un aumento en el precio del
petróleo.
Menos recursos para el presupuesto nacional y la salida masiva de dólares frente a menos ingresos
de estos lo que causa debilidad en la economía.
El año 2015 y 2016 fueron de los menos favorables para la industria petrolera por causa del descenso
de las cotizaciones internacionales.
Los aumentos fuertes de los precios petrolíferos producen a corto plazo y simultáneamente una
reducción del PIB real y un aumento de la tasa de inflación en los países que son importadores netos
de sus productos. Estos son los efectos llamados de "primera ronda" que suelen dar lugar a
situaciones de "estancamiento con inflación". De ahí que no sean fáciles de manejar, a corto plazo,
por la política económica. En el choque petrolífero de 1973-1975, la reacción de las políticas fiscales
de los países de la OCDE fue expansiva para compensar la caída del PIB y la de las políticas
monetarias de sus bancos centrales fue acomodaticia de su efecto inflacionista, con lo que la
actividad económica se recuperó con relativa rapidez pero la inflación se disparó. En el choque de
1979-1982, que fue más violento, la reacción de la política fiscal fue neutral en lugar de expansiva y
la política monetaria fue restrictiva con lo que se mantuvo la inflación dentro del objetivo pero a costa
de una caída considerable del PIB de la OCDE. El aprendizaje de los dos primeros choques hizo que
el derivado de la primera guerra de Irak en 1990 y 1991, menos fuerte, fuese manejado más
eficientemente, con una expansión fiscal y una restricción monetaria.
A medio y largo plazo, su "segunda ronda" de efectos afecta tanto a la oferta, es decir a toda la
producción industrial y de servicios y a su estructura, como a la demanda de consumo por la caída
del poder adquisitivo de los consumidores y, automáticamente, también a la de inversión. La fuerte
subida de los precios relativos del petróleo en 1973 y en 1979 tuvo importantes efectos sobre la
estructura industrial ya que sus altos niveles se mantuvieron durante casi dos décadas. Las industrias
más intensivas en el consumo de energía dejaron de ser competitivas produciendo fuertes
recesiones industriales y regionales y bolsas de elevado desempleo en varios segmentos de la fuerza
laboral. Como no podían ser todos reempleados, bien por ser mayores o de baja cualificación,
aumentó el desempleo estructural que no podía compensarse con la política macro expansiva, que
fue lo que se intentó, con lo que se creó más inflación, haciendo que los bancos centrales tuvieran
que mantener políticas monetarias restrictivas durante un largo periodo.
Las industrias muy dependientes del petróleo y del gas con una elevada elasticidad-precio tuvieron
que cerrar mientras que aquellos sectores con baja elasticidad al precio, por no disponer de energías
alternativas, como el transporte, aumentaron su participación en la utilización total de dicha materia
prima desde el 45% en 1970 al 70% en los años noventa. A este efecto ayudó el hecho de que,
puesto que la gasolina y el gasóleo al por menor pagan unos impuestos muy elevados, los aumentos
de precio del crudo tenían efectos bastante menores sobre el precio final en las gasolineras. El
problema es que al carecer de energías sustitutivas, cada nueva reducción de la oferta de petróleo
no puede ser contrarrestada por una caída de su demanda, con lo que el alza del precio es cada vez
mayor.
Cuanto mayor es el porcentaje de importación neta de petróleo de un país, en porcentaje del PIB,
mayor será la pérdida de poder adquisitivo del mismo y mayor será su pérdida de actividad
económica y de renta neta.
4. Hasta qué punto el sistema nacional de crédito agropecuario está ayudando al
mejoramiento y al crecimiento del sector primario.
El sector agropecuario es uno de los jalonadores del crecimiento económico del país, que contribuye
a la reducción de los desequilibrios regionales y genera encadenamientos económicos y sociales.
La competitividad como el componente determinante y fundamental del modelo de crecimiento y
desarrollo del agro, debe ser uno de los focos de atención de la política pública con miras a
incrementar los niveles actuales que registran las cadenas productivas agropecuarias.
Una de las herramientas principales para mejorar el crecimiento del sector es el acceso a
financiación e instrumentos financieros adecuados, ya que estos permiten mejorar las condiciones
económicas de producción y el aprovisionamiento básico de alimentos y son un instrumento de
apoyo a la población rural más vulnerable del país. Así mismo, el ahorro, el crédito, las transferencias,
los pagos y los seguros permiten a los productores y microempresas compensar los efectos de los
choques adversos que reducen sus ingresos y deterioran su nivel de vida.
Conscientes de las necesidades de mejoramiento del sistema, desde 2012 se inició un trabajo
conjunto entre el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR), el Departamento Nacional de
Planeación (DNP), el Banco Agrario de Colombia (BAC), el Fondo para el Financiamiento de Sector
Agropecuario (FINAGRO), la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional,
AECOM y la Corporación Andina de Fomento (CAF), con el objetivo de estructurar una reforma al
sistema de financiamiento agropecuario en el país.
El crédito agropecuario rural es aquel que se otorga para ser utilizado en distintas fases del proceso
de producción de bienes agropecuarios, acuícolas y pesqueros, su transformación primaria y/o
comercialización, así como el que se otorga para minería, turismo rural y ecológico, artesanías,
transformación de metales y piedras preciosas, incluyendo su mercadeo (FINAGRO, 2014).
Las colocaciones de este tipo de crédito se pueden fondear bajo tres fuentes diferentes: 1.Recursos
de redescuento (cartera redescontada), entendidos como aquellos créditos colocados por los
intermediarios financieros con recursos de FINAGRO.
Entre los actores involucrados en el financiamiento del sector agropecuario se encuentran las
entidades de carácter público o mixto como FINAGRO, BAC y la Bolsa Mercantil de Colombia (BMC);
entidades de tipo privado como los bancos comerciales, las cooperativas y asociaciones de
productores, las fundaciones u ONG financieras y, finalmente, los actores del mercado informal como
los prestamistas, los comercializadores de productos agropecuarios, los proveedores de insumos y
aquellos que hacen parte del entorno familiar y social de los productores agropecuarios como
vecinos, amigos y parientes. Sobre este último mercado se destaca el papel de las casas de agro
insumos como fuente de financiamiento de los pequeños productores en los últimos años.
BIBLIOGRAFIA
http://www.ruralfinanceandinvestment.org/sites/default/files/Sistema%20de%20Cr%C3%A9dito%20
Agropecuario.pdf
http://elpais.com/diario/2004/09/20/economia/1095631214_850215.html
ECONOMIA INTERNACIONAL
TALLER
MEDELLIN
2017