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Se decidió tratar la investigación apegada al pensamiento del

sociólogo Zygmunt Bouman ya que es un escritor de alta categoría en sus


escritos ya que contienen ideas y pensamientos que son muy claros y objetivos
al momento de discutir sobre ellos, y en nuestra época es uno de los pensadores
más importantes y destacados.

La mayoría de sus libros habla sobre las relaciones sociales, la exclusión social
el socialismo, el holocausto, la hermenéutica, la modernidad, la
posmodernidad, el consumismo, la globalización y la nueva pobreza, así como
también el vínculo entre la modernidad, la tecnología y el trabajo. Su estudio
se basa en la sociología como manera de pensar que une diferentes saberes e
individuos. Sus obras son muy importantes e interesantes es por eso que se
decidió vincularlas con nuestro trabajo de investigación y así poder entender
más las problemáticas de nuestro país.

De entre sus libros que ha publicado a lo largo de su trayectoria trataremos de


abarcar los siguientes:

1
 “Hoy nuestra única certeza es la incertidumbre”

 “El estado Benefactor volvió para los ricos“ 2

En donde englobando ambas se habla sobre el modernismo, el capitalismo y


como nos hemos vuelto personas liquidas que solo piensan que servimos para
producir.

Bauman siempre se ha preocupado por las causas que hacen que el hombre se
comporte todo lo contrario a lo que debe de ser, este es un mal que ronda hoy
en día entre los seres humanos. El concepto de la «modernidad líquida»,
sociedad líquida o amor líquido, fueron creados y acuñados por Zygmunt
Bouman para definir el actual momento de la historia en el que las realidades
sólidas de nuestros abuelos, como el trabajo y el matrimonio para toda la vida,
se han desvanecido. Y han dado paso a un mundo más precario, provisional,
ansioso de novedades y, con frecuencia, agotador.

Englobando estas ideas en el tema podemos ver como el gobierno quiere que
pertenezcamos a esta “liquides” para así poder ser maleables y sin figura al
momento de poder tratar de organizarnos, y con esto poder ser manipulados
sin ningún tipo de inconvenientes ya sea por el gobierno o grandes empresarios
que son los que mandan en la actualidad.

1 Bauman, Zygmunt.” Hoy nuestra única certeza es la incertidumbre”.


http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/filosofia/Zygmunt-Bauman-certeza-incertudumbr.. . 12
enero 012
2 Bauman, Zygmunt. “El estado benefactor volvió para los ricos”02 mayo 2015
Estamos asustados por la fragilidad y la vacilación de nuestra situación social,
vivimos en la incertidumbre y en la desconfianza en nuestros políticos e
instituciones. Estudiar una carrera ya no se corresponde con adquirir unas
habilidades que serán apreciadas por la sociedad, no es un esfuerzo que se
traduzca en frutos. Toda esta precariedad se expresa en problemas de
identidad, como quién soy yo, qué pasará con mi futuro.

Es increíble apreciar como Objetos y personas son bienes de consumo, y como


tales pierden su utilidad una vez usados. La vida líquida conlleva una autocrítica
y autocensura constantes; se alimenta de la insatisfacción del yo consigo
mismo.

Hemos apreciado últimamente que el gobierno trata al mundo como si fuera un


contenedor de lleno de juguetes con los que juega a voluntad. Cuando se
aburren de ellos los tiran y sustituyen por algo nuevo

¿La solución depende de una persona?

Uno no sólo puede, sino que debe vivir su propia vida y el Modelo de vida que
le encaje, la solución depende de la sociedad, estás en conjunto debe ser más
benevolente, menos hostil, más hospitalaria a las opciones más humanas. Una
buena sociedad sería la que hace que las decisiones correctas sean las más
fáciles de tomar.

Los que tenemos la fortuna de conocer a Zygmunt Bauman no podemos


deslindar su teoría del personaje inquisitivo e irónico que siempre nos
sorprendía con un nuevo giro en su evaluación de este curioso mundo de la
globalización.

El poder ya no está en manos de la política, ha emigrado a otras instancias


libres de todo control democrático. Los derechos económicos están fuera del
alcance del Estado; los derechos políticos se han reducido al pensamiento único
de los mercados desregulados del neoliberalismo; y los derechos sociales son
reemplazados por el deber individual de velar por nosotros mismos.

Algunas frases de Zygmunt Bauman:

 “El viejo límite sagrado entre el horario laboral y el tiempo personal ha


desaparecido. Estamos permanentemente disponibles, siempre en el
puesto de trabajo”.
 “Nos hallamos en una situación en la que, de modo constante, se nos
incentiva y predispone a actuar de manera egocéntrica y materialista.”
 “Todas las medidas emprendidas en nombre del «rescate de la
economía» se convierten, como tocadas por una varita mágica, en
medidas que sirven para enriquecer a los ricos y empobrecer a los
pobres.”
 “El único significado que acarrea el término ‘clase marginal’ es el de
quedar fuera de cualquier clasificación significativa.”
 “Si no existe una buena solución para un dilema, si ninguna de las
actitudes sensatas y efectivas nos acerca a la solución, las personas
tienden a comportarse irracionalmente, haciendo más complejo el
problema y tornando su resolución menos plausible.”
 “La vida social ya se ha transformado en una vida electrónica o
cibervida.”

La dirección que impone la sociedad mundial globalizada cambia de paradigma.


Ahora es el "espacio" el criterio que mantiene en vivo el estado de las
transformaciones humanas. Esta es la tesis que Zygmunt Bauman ofrece como
vía de interpretación sociológica para comprender el concepto de
globalización.

Se trata de un trabajo de no mucha extensión ni gran rigor, pero que logra


detectar una serie de consecuencias problemáticas que arroja en este momento
el estado actual de la modernidad.

Bauman presenta la lógica de la globalización como una situación en la que los


antiguos ordenamientos de movilidad social se colapsan. Los territorios, las
naciones, las localidades pierden su especificidad, se vuelven difusos y, en
última instancia, hablar de sus Imitantes y fronteras pierde sentido. En esta
problemática de la transformación de lo espacial que Bauman examina, se
ofrecen dos figuras fuertes como agentes de la movilidad espacial global. A
estos los caracteriza como los "globales" y los "locales". Se trata de una
distinción entre las élites cultas que optan, porque pueden hacerlo, por hacer
de sus formas de vida el ideal de un hombre cosmopolita; de aquellos que, por
así decirlo, son capaces de vivir toda la experiencia del mundo, toda la red
global de vivencias posibles, en un solo instante de su existencia. Y por el otro
lado, el populus, los "locales" aparecen como figuras humanas que se
encuentran con lo global de forma meramente contemplativa a través de los
más media.

Segregados y separados sobre la tierra, los locales conocen a los globales a


través de las transmisiones televisadas desde el cielo. Los ecos del encuentro
reverberan globalmente, ahogan todos los sonidos locales a la vez que se
reflejan en las paredes locales, cuya solidez impenetrable, semejante a la de
una prisión, queda con ello revelada y reforzada".

Como un elemento global decisivo, Bauman señala la sorprendente velocidad


con que corre la información a través de las redes electrónicas, comprimiendo
el tiempo y el espacio al máximo. Se trata de un fenómeno donde los individuos
pueden ser capaces de desmantelar la soberanía de cualquier Estado, sentados
en una computadora en cualquier punto de la tierra. Se produce con ello, un
extraño efecto de "globalización" de las decisiones de los Estados territoriales:
las aristas de lo permisible se miden desde la sociedad mundial global y nada
se escapa a este Sinóptico.

La sociedad mundial logra comunicarse radicalmente en un espacio de distancia


compactada, establece puentes de identidades entre "nativos re motos" y crea
vínculos de solidaridad planetaria. El fenómeno mismo de los flujos migratorios
mundiales es parte de esta transformación del sentido de lo espacial. Sobre
estos flujos Bauman encuentra concretamente dos causas posibles entre lo que
llama los "turistas" y los "vagabundos". Unos, responden a su carácter
cosmopolita, que los impulsa a visitar, conocer, disfrutar, gozar de lo exótico
en cualquier punto del planeta; ya no existe para ellos lo lejano ni lo cercano,
simplemente se desplazan en el espacio global. Los otros se mueven por
necesidad, emigran regularmente en busca de mejores empleos e ingresos.
Ambas situaciones son móviles que han puesto en crisis la idea del espacio
territorial del Estado, la noción misma de las fronteras nacionales. A partir de
aquí se vuelve a plantear el problema de la soberanía y, consecuentemente, se
hace necesaria La redefinición de los ámbitos del derecho, la política y la
economía internacional.

Bauman presenta un diagnóstico de la globalización bastante alentador. Existen


para él una serie de factores globales que le inspiran confianza en el
ordenamiento de Las modernas sociedades. Reconoce los puntos problemáticos,
pero le parecen más asuntos de intensidad relativa, que cuentan con soluciones
más o menos inmediatas que pueden darse sin generar violencia excesiva. Pero
también, precisamente, señala que el talón de Aquiles en este momento de la
modernidad lo constituye el problema de la violencia y la seguridad a nivel
global. Las redes globales del narcotráfico, la compra y la distribución mundial
de autos robados, las prostitución y pornografía infantil, las redes de
secuestradores, etc. Todas ellos contienen el mismo carácter "glocal": ocurren
aquí y repercuten en todos los espacios sociales.

Los sistemas penitenciarios del mundo como espacios de reclusión y


rehabilitación ya son también insuficientes para lograr contener la avanzada de
delincuentes que son aprehendidos a diario. Los espacios en las penitenciarías
se reducen, se hacen más compactos y más racionales; se crean más reclusorios,
se invierten grandes cantidades del presupuesto estatal y aún más que en
educación; pero ni la prisión ni la educación parecen detener a los "glocales" de
la delincuencia. Los centros penitenciarios no son ya centros de
"rehabilitación". De hecho, la idea del Panóptico resulta ya ingenua. "Los
esfuerzos para hacer trabajar a los presos pueden ser eficaces o no, pero sólo
tienen sentido si les esperan puestos de trabajo, y cobran ánimo del hecho de
que el trabajo los aguarda con impaciencia. La primera condición casi nunca se
cumple. La segunda brilla por su ausencia. Fuera de aquellas situaciones
favorables de la globalización, Bauman concluye con lo que le parece un
verdadero dilema: la población mundial crece, la delincuencia crece, los
procesos judiciales se hacen más rígidos, los espacios carcelarios más sólidos;
pero el trabajo disminuye en proporción y la educación no parece brindar
alternativas. La seguridad mundial se halla en riesgo. En suma, este trabajo de
Bauman ofrece un análisis sociológico que podría ser un buen punto de partida
para el análisis más profundos y completos del tema de la globalización. Tan
solo se extraña en esta obra más crítica y menos descriptiva.

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