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Síndrome de la Mujer Maltratada: Fases, Síntomas, Tratamiento

Por Sara Asensio Morales

El síndrome de la Mujer Maltratada es un trastorno patológico de adaptación que


se da en las mujeres que son víctimas de violencia de género como resultado de
un maltrato continuo.

Normalmente las víctimas que viven en este tipo de relaciones abusivas y


aterradoras, suelen ocultarlo durante mucho tiempo, ya sea por miedo, terror,
vergüenza, sus hijos, etc.

En Estados Unidos, el síndrome de la Mujer Maltratada está asociado al Trastorno


de estrés postraumático (TEPT), y se utiliza en casos judiciales cuando la mujer
ha matado a su abusador.

Aunque al principio no era admitida la evidencia de este síndrome, cada vez se


reconoce más a pesar de las dudas sobre su validez como trastorno psicológico.
En la actualidad es admisible en el 76% del territorio estadounidense (39 estados
desde el año 2000).

El artículo 1 de la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer


afirma que:

Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o


pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para
la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria
de la libertad, tanto si se producen en la vida pública o privada.

Por tanto, la violencia doméstica o familiar son todos aquellos actos de maltrato
físico o emocional, producidos normalmente dentro del hogar por un individuo
perteneciente a la familia y que provoca en la victima temor, aislamiento, culpa,
temor o humillación.

Lenore Walker fue quien definió el Ciclo de la Violencia a partir de sus


investigaciones con mujeres. Actualmente es el modelo más aceptado y utilizado
por los profesionales.

Ciclo de la violencia
El ciclo de la violencia según la Teoría del Ciclo del Maltrato consta de tres etapas:

 Fase de tensión acumulada. En esta fase, la víctima intenta calmar a su


agresor tratando de ayudarle a razonar para que se tranquilice.
En esta etapa, ella ya se va alejando de su grupo de apoyo como amigos y
familia. La victima intenta ser agradable con su agresor y se esfuerza para
complacerle como mejor puede. Comienza a intensificarse la tensión con
las subidas de voz y abuso verbal.
 Fase de maltrato agudo. Desde este momento es cuando la tensión
acumulada provoca un estado de rabia con episodios de abuso físico y
sexual. El agresor maltrata a su pareja insultándola, humillándola,
gritándole, haciendo uso de la fuerza, etc.

 Fase de calma y reconciliación. También se le conoce como “luna de


miel”. Se caracteriza por la ausencia de tensión o violencia, con lo que
adquiere un valor positivo.
Es aquí cuando el agresor percibe la pérdida de confianza de la víctima. Por
miedo a perder su ego, responsabiliza a la mujer de lo ocurrido y se excusa
a si mismo cambiando incluso su actitud hacia la víctima, haciéndole creer
que no volverá pasar y que todo va ir bien.

Pero esto solo dura hasta que las tensiones aparecen de nuevo,
comenzando nuevamente el ciclo.

Fases del síndrome de la mujer maltratada

Desencadenante. Cuando se dan los primeros malos tratos, estos ya rompen la


seguridad que debería desempeñar la pareja y en quien la mujer ha depositado su
confianza y expectativas. Lo que da lugar a una desorientación, pérdida de
referentes, llegando incluso poder padecer depresión.
Reorientación. En esta fase la mujer comienza a buscar nuevos referentes, pero
sus redes sociales están ya muy mermadas y por tanto se encuentra sola. Con su
percepción de la realidad ya desvirtuada, se autoinculpa de la situación y entra en
un estado de indefensión y resistencia pasiva.
Afrontamiento. Aquí ya asume el modelo mental de su compañero, tratando de
manejar la situación traumática sin éxito.
Adaptación. La mujer proyecta la culpa hacia otros, hacia el exterior, y el
síndrome de Indefensión Aprendida se consolida a través de un proceso de
identificación.

Etapas psicológicas
1- Negación
La mujer se niega rotundamente a admitir, incluso a ella misma, que ha sido
maltratada o que hay un problema en su matrimonio. Suele ofrecer excusas sobre
la violencia de su marido y cree firmemente en que no volverá a suceder.

2- Culpa
En esta etapa ya se reconoce que hay un problema, pero el error viene el
considerarse a ella como responsable del mismo. Asimismo, ella siente que
“merece” que la traten de esa manera bien por sus defectos, bien porque entiende
que no está a las altura de las expectativas de su marido.

3- Ilustración
Durante esta fase, la mujer ya no asume la responsabilidad por el trato abusivo
que padece. Por fin empieza a reconocer que nadie merece ser maltratada. En
esta fase permanece con su marido porque aun piensa o tiene la esperanza de
que se puedan resolver los problemas.

4- Responsabilidad
Finalmente, llega el momento de aceptar que su marido no puede o no quiere
eliminar sus conductas violentas, y es aquí cuando toma conciencia de comenzar
una nueva vida.

Sintomatología
-Dado el carácter continuo del maltrato por parte de su abusador, la capacidad de
responder de la mujer disminuye, de manera que su personalidad pasa a ser
pasiva, y sumisa con una baja autoestima.

– Estas mujeres suelen tener sentimientos encontrados ya que, aunque odian ser
agredidas, en ocasiones también piensan que se lo merecen porque ellas mismas
se consideran la causa del problema.

– Viven en una completa culpabilidad.

– Se consideran fracasadas.

– Padecen angustia, malhumor, depresión, sensación de impotencia, intentos de


suicidio e insomnio.

– Abuso de drogas y trastornos de la alimentación.

– Sufren dolor abdominal, dolor de cabeza, cansancio, etc.

– Padecen estados de temor, incluso pánico, ante cualquier cambio en su vida


cotidiana.

– No tienen control sobre su vida.

– Pierden cualquier habilidad cognoscitiva de percibir algún éxito, ya que está


totalmente convencida de que cualquier comportamiento que adopta no le traerá
ningún resultado favorable.

– Su bienestar emocional se encuentra bastante resentido, lo que puede dar lugar


a que desarrollen depresión y ansiedad.

-Suelen tener distorsiones cognitivas, como la minimización, disociación, o


negación.

-Muestran dificultades en las relaciones interpersonales.


-Tienen problemas de concentración o irritabilidad.

-Pueden incluso llegar a sufrir disfunciones sexuales.

Tratamiento
Si en nunca momento se ha podido prevenir la violencia familiar, debemos pasar a
tratamiento. La mayoría de las mujeres maltratadas no responden a las técnicas
cognitivas y no afectivas inicialmente, aunque, finalmente, ambas pasan a formar
parte del plan de tratamiento.

A medida que se desarrolla la claridad cognitiva, se mejorará la atención, la


concentración y la memoria. Una mujer maltratada suele estar tan ansiosa durante
la entrevista inicial que posiblemente no recuerde mucho de lo que se ha dicho.

Así, la repetición de las áreas discutidas en la entrevista, pueden ser importantes,


sobre todo hasta que la mujer recupere la atención y la concentración.

Suele ser útil recomendarle participar en más y diferentes tipos de actividades con
otras personas, para que así vaya poniendo en práctica las habilidades sociales y
comunicativas con el resto.

Tales actividades ayudan a que muchas mujeres puedan salir del aislamiento en
que viven por culpa de sus agresores. Ella tiene que entender que todavía puede
estar en peligro, aunque su pareja haya completado un programa de tratamiento.

El tratamiento del síndrome de la Mujer Maltratada incluye también una


combinación de terapia feminista y terapia del trauma.

Terapia Feminista
La terapia feminista reconoce que en la psicoterapia, la relación entre cliente y
terapeuta forma parte también de la intervención.

Reconocer la falta de igualdad que aún existe en la sociedad entre hombre y


mujeres, le va a ayudar a ella aceptar que aún puede intentar cambiar algunos de
los factores que si puede controlar.

Por otra parte estaría la acción legal, de manera que la mujer pueda hacer uso de
ella, bien para obtener tanto una orden de alejamiento o de protección, como para
poder ejercer presión para que su agresor sea arrestado.

Terapia Trauma
Respecto a la terapia trauma, esta ayuda a la mujer a entender que ella no está
“loca” y que no es la única que tiene que lidiar con los síntomas psicológicos que
provienen de la exposición al trauma.
Está claro que sin el uso de técnicas de terapia específicos para el trauma, una
mujer puede ser incapaz de mover las barreras que hacen que su situación sea
más difícil.

Por lo tanto, es necesario centrase en los factores desencadenantes externos al


“trauma”, en lugar de sus propios problemas internos, ya que así le ayudará a
mitigar los síntomas del síndrome de la Mujer Maltratada.

En cuanto a los desencadenantes de trauma típicos, estos incluyen: malas


palabras, gritar, una frase en particular que utiliza para humillar o incluso la loción
de afeitar que usa u otros olores que emite durante el abuso.

Técnicas Conductuales
También podemos hacer uso de las técnicas conductuales. Estas incluyen el
entrenamiento en relajación, visualización guiada y la aproximación sucesiva con
incidentes altos de excitación. Estas técnicas conductuales y cognitivas-
conductuales pueden ayudar a la mujer a desarrollar la claridad cognitiva con el
tiempo.

Por último, síntomas como la respuesta de sobresalto y la hipervigilancia, serán


los últimos a extinguir.

Aunque en muchas mujeres estas señales o traumas desencadenantes nunca


llegan a desaparecer por completo, es necesario que a la hora de empezar una
nueva relación con otra persona, sea paciente y comprensiva, siempre y cuando
no se trate de una relación abusiva.

A pesar del mito de que las mujeres a menudo van de una relación abusiva a otra,
los datos sugieren que menos del 10% de todas las mujeres maltratadas vuelven a
hacerlo.

Programa STEP
Por último, otro tipo de programa es el STEP, que es una combinación de la
terapia feminista y el trauma.

Este programa de 12 unidades está validado empíricamente con poblaciones


clínicas y en cárceles, y es útil tanto para las mujeres que abusan de sustancias
tóxicas como para las personas con problemas de violencia interpersonal.

En las clínicas y en la práctica privada, cada unidad de paso puede ser


desarrollado a lo largo de varias sesiones.

Cuando se le preguntó sobre su nivel de satisfacción después de cada sesión,


todas las mujeres que participaron en este programa dieron comentarios positivos
que fueron altamente correlacionados con la reducción de sus puntuaciones en el
Inventario de Depresión de Beck.
Señales de advertencia
Quiere estar contigo constantemente.
Te escribe mensajes o te llama frecuentemente durante todo el día.
Muestra comportamientos extraños como comprobar el kilometraje de tu coche o
pedir a los amigos que te espíen.
Te exige que le des tus contraseñas de tu cuenta de correo electrónico o de tus
redes sociales.
Dispone de tú tiempo o hace planes sin incluirte o consultarte.
Actúa como si tú no tuvieras la capacidad para tomar buenas decisiones.
Constantemente te pregunta qué haces, con quién hablas, a donde vas…
Te exige pedirle permiso para hacer cualquier cosa.
Te dice que eres la única persona que puede hacer que se sienta así.
Presiona para comprometerte.
Se muestra muy dependiente para todas las necesidades.
Espera que seas perfecta.
Dice cosas como: “yo soy todo lo que necesitas. Tú eres lo que necesito”
Intenta aislarte de amistades, familia, recursos de apoyo.
Insulta a todas las personas.
Tus amistades son criticadas, y/o acusados de engañarle con ellos.
Controla la relación con tu familia.
Te dice que ellos realmente no te aman como él.
Te culpa de todo lo que va mal en la relación.
Te insulta constantemente desvalorizándote, asegurándote que eres una inútil o
no vales para nada.

Fuente:
https://www.lifeder.com/sindrome-mujer-maltratada/

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