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10mo.

Domingo del tiempo ordinario


Domingo, 07 de junio del 2015

MONICIÓN INICIAL
Muy buenos días, hermanos y hermanas, respondiendo a la invitación del Señor nos
reunimos de nuevo, en este 10mo. Domingo del tiempo ordinario para escuchar su Palabra
y para alimentarnos con su Pan.

Él conoce la realidad del mal y del pecado que nos acecha continuamente.

Él conoce nuestras preocupaciones, nuestras esperanzas y nuestras luchas cotidianas.

Él quiere ser luz para nuestros pasos y fortaleza en medio de «nuestros sufrimientos».

Con sencillez de corazón y con gran alegría dispongámonos a recibir a Aquél que viene a
salvarnos. Celebremos.

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA


Primera lectura: Génesis 3,9-15
El libro del Génesis narra las consecuencias de sucumbir a la tentación. Adán y Eva se
convierten en extraños para Dios, para sí mismos y para la tierra. Su pecado es prescindir
de Dios. Pero en el primer pecado está también la primera promesa de redención. La
palabra de Dios es siempre invitación a superarnos y a superar la tentación.
Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA


Segunda lectura: 2 Corintios 4,13-5,1
Pablo nos habla de las luchas contra el mal que tenemos que sufrir si queremos llamar a
Cristo nuestro líder. Para perseverar en el bien tenemos que dirigir nuestra mirada hacia la
vida eterna y a la vida que vivimos ahora. Cristo tiene poder para vivificarnos y conducirnos
a la meta, nuestra salvación.
Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.
MONICIÓN AL EVANGELIO
Tercera lectura: Marcos 3, 20-35
La vida de Jesús fue una lucha continua contra Satanás, príncipe del mundo.
El reino de Satanás es vencido y el reino de Dios es instaurado por Jesucristo, el enviado por
Dios. Jesús es el nuevo Adán, origen de una nueva familia humana a partir de la fe,
restaurador de la ruina del pecado original y elegido para aplastar el poder de Satanás.
Nosotros, los nuevos hermanos de Jesús, estamos llamados a continuar esta lucha contra
el mal expulsando los demonios de nuestro corazón y liberando a los hermanos de los suyos.
Escuchemos la proclamación del Evangelio.

Oración de los fieles

1. Oremos por la Iglesia para que renovada dé testimonio de la vida y del poder del reino
de Dios.
2. Oremos por los gobernantes de las naciones para que eliminen los males de la sociedad:
la guerra, el hambre y la corrupción. Y trabajen con responsabilidad por el bien común de
todos.
3. Oremos por los jóvenes para que sensibles a todo lo bueno y a todos los que les quieren
miren al futuro con esperanza y estén dispuestos a vivir llenos de heroísmo, generosidad,
amor y paz.
4. Oremos por los enfermos, por los que viven bajo el dominio del mal, por las víctimas de
las drogas y por los encarcelados para que sientan el amor de Cristo y de los suyos,
encontrado en estos momentos difíciles consuelo en sus corazones.
5. Oremos por las misiones, que se realizan en todo el país, durante este verano,
especialmente en esta Arquidiócesis de Santiago, para que guiados por el Espíritu Santo
puedan dar testimonio de tu palabra y de tu amor.

6. Oremos por los seminaristas que hoy salen de misión, a anunciar la buena nueva de
Cristo, para que su trabajo de obras según tu corazón, Señor, y corones su trabajo de frutos
espirituales.

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