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Universidad Abierta Para Adultos

UAPA
Escuela de Educación

Español II

Análisis de la obra Calígine (2008) novela de Carlos


Pérez

Presentado por:

Yermin Carreras Domínguez

Matricula: 16-4634

A la profesora:

Yngris Josefina Guzmán

Santiago de los Caballeros Rep. Dom. 8/10/2016


Introducción
El presente análisis se basa en Calígine (2008), primera novela escrita por
Carlos Pérez, narrador, poeta, ensayista y académico Dominicano. Los
aspectos a considerar son: Ficha de la novela, resumen sobre la obra y sus
personajes, la idea principal y el ambiente histórico de la novela.

Explicar las acciones narrativas, el contenido de la novela y el tema principal,


interpretar la novela enfocando las actitudes de los personajes de la misma y al
final exponer tu opinión personal sobre Calígine.
Análisis de la Obra

Ficha de la novela
* Título de la novela: Calígine
* Nombre del autor: Carlos Antonio Pérez Guzmán (Carlos Pérez)
* Época a la que pertenece el autor: Época de los 50
* Nombre de la editorial que la publicó: Publicado por primera vez en el año
2008 por impresos Alfonso
* Año en que la editorial publicó el libro: 2008
Resumen de la novela
Escribe un texto en el que resumas la historia que muestra la novela y los
personajes que participan en ella.
En el estado de ánimo de Samuel Betances desde aquel día en la iglesia, se
había instalado la aflicción y la impotencia quitándole la razón de ser; amaba a
su esposa Roquelín más que a su vida, no concebía su existencia sin ella. No
podía conciliar el sueño. Las miradas distraídas y letárgicas, no encontraban un
lugar donde reposarse. A medida que el tiempo transcurría el desasosiego se
apoderaba de Samuel.
Entonces una indecisión de apodero de él; no sabía que hacer; estaba
perturbado; si cerrar la puerta de la caja fuerte o dejarla abierta; de repente
como si una influencia extática le dictaminara reaccionar ante la incertidumbre,
la empujo bruscamente al tiempo que giro la ruedecilla de la combinación
numérica y se quedó parado frente a ella, como si las ideas le abandonaran
para tomar una determinación- si marcharse del lugar o quedarse-; estaba
perplejo; pero a pesar de la difícil situación anímica en que se encontraba una
irradiación interna le hacía solemnizar sus creencias místicas, fue entonces
cuando se dispuso a rezar un padre nuestro en voz baja.
La invocación de Samuel Betances en esta ocasión tenía la intensión de
demostrar que, en la luz y en la oscuridad, la verdad y la falsedad, lo bueno y lo
malo; se debe orar para que se produzca una victoria de la luz sobre las
tinieblas y triunfe el reino de Dios.
Concluida la oración dominical, guardo silencio por varios minutos y sin
moverse del lugar, sintió momentáneamente un sosiego místico y la unión del
alma con Dios; pero de manera desapacible el desconcierto se volvió a
apoderar de su reflexión nihilista; cerró los ojos e inclino la cabeza; y expreso
con voz vibrante acompañada de un gemido profundo:
-¡Hágase señor tu voluntad!-
Nuevamente empezó a girar la ruedecilla de la caja de seguridad para abrirla;
logrando esta vez acertar la combinación numérica con menor esfuerzo y con
ofuscación tomo ofuscación tomo la pistola
Ofuscación tomo la pistola calibre 380, que guardaba en ella. La observaba
entre sus manos abiertas y trémulas.
Desalentado por la remembranza, inmediatamente cerro la caja de seguridad y
salió de la habitación que estaba ubicada en el segundo nivel de la residencia,
con el arma en la mano cruzó el pasillo con pasos cortos y torpes; empezó a
bajar los escalones; -el estado anímico producido por la frustración hacia que la
fuerza para sostenerse en pies le abandonara.
Samuel siempre deseo tener varios hijos y al cumplir Yorfa cinco años de edad
le expreso a su esposa el placer que le produciría tener más retoños; pero la
última vez que le sugirió que se embarazara, ella le dijo encogiéndose de
hombro y de manera airosa.
-Una es más que suficiente; tú quieres que eche a perder esta figura que tanto
me ha costado, con embarazos que dejan sus huellas reflejadas en estrías
para luego tener que someterme a un fastidioso tratamiento estético para
borrar esas estampas… y poder recuperar esta figura que con
inconmensurable sacrificio eh conservado.
-No me vuelvas a referir el tema…!pero es verdad…!
Antes de Samuel Betances poner fin a una vida de placer, nostalgia,
desengaño y desesperación; sintió que una mano mágica, suave, tierna y
compasiva, acariciaba su espalda, lo que hizo recordar a su madre cuando le
arrullaba aun siendo un niño para dormirle entre sus brazos apoyado en su
pecho; -por cinco minutos y cuatros segundos; la resonancia de manera
fantástica se hacía cada vez más intensa, penetrante y enloquecedora; -
parecía que surgía de los diminutos intersticios de los tabiques, invadiendo la
angustia que subyugaba sus emociones-Hizo más de diez intentos de ponerse
de pies… pero las extremidades no le obedecían; parece que el eco que
circundaba todo el espacio, además de aturdirle le mantenía encadenado al
piso y al sanitario que impedía su movimiento;- esclavizaba todo el escenario –
a la vez que aumentaba gradualmente -; mientras esto ocurría, se manifestaba
una lucha tenas entre la luminiscencia y la resonancia; rápidamente, el fulgor
se debilitaba ; -parecía vencida – y al límite de un minuto y treinta segundo se
retiraba fragmentada y paulatinamente acompañada de un suspiro de
incompetencia…fue entonces cuando sonó el disparo.
En este mausoleo reposa el epitafio:
“Aquí descansan… los restos caliginosos de Samuel Betances, cuya bondad,
comprensión y ternura lo hicieron merecedor de deslizarse por la historia y
refugiarse en el vientre de la felicidad y la eternidad.”
Esta inscripción fue concebida por el cura párroco Loscar, en una tertulia de
amigos y familiares en la funeraria donde se velaba el cadáver de Samuel y se
ponderaban sus virtudes y debilidades.
Siete días antes de Samuel poner fin a su vida – se encontraba solo en su
alcoba. Soñaba que caminaba por un desierto con pasos entretejidos y por
cada uno caía una gota de sudor que conjuntamente con sus piernas se
sumergían en la arena y cada vez el movimiento de su cuerpo era más
parsimonioso y aturdido, pero su voz, como algo contradictorio, estaba llena de
energía y con intensidad, y sin detenerse llamaba a su cónyuge, para que le
ofreciera asistencia, la bella dama se encontraba detrás de una pared de
telaraña, que impedía que su asistencia exacerbada transfiriera el mensaje.
Diez días antes de Samuel tomar la decisión de poner fin a su vida, un
acontecimiento extraño sucedió mientras se rasuraba el rostro en el baño de su
habitación; aquello parecía como un presagio de la tragedia que
acontecería…;- nunca le había pasado por su pensamiento la posibilidad de un
suicidio. Reinaba en el ambiente unas vibraciones de fraternidad y sosiego
como si estuviera en un paraíso; a pesar de observar que en el espejo su
imagen se diluía y luego volvía a la normalidad, como si su rostro
experimentara una metamorfosis, se repetía una y otra vez en voz baja,-
mientras se pasaba la mano con tersura por la fisonomía:
- Tengo la sensación de que no estoy solo…
- ¿Eres tu mamá?- guardo silencio por varios minutos; mientras el
deleite se deslizaba por su rostro.

Al volver la vista al espejo, aun en penumbra distinguió la figura de su


madre Georgina…

- ¡Ya sabía que eras tú!


Al retornar Samuel a su hogar con la intensión de contarle a su esposa los
hechos vividos en el cuarto de baño; esta se encontraba en el salón de
esparcimiento, acompañada del padre Loscar, escuchando un CD de música
clásica y tomando un poco de vino.
Al presentarse Samuel al salón… al verle el sacerdote, con mucha dificultad se
puso de pies para saludarle; pues ya el vino había ocasionado estrago en su
actuación habitual.
El 26 de febrero del 2005 Samuel cumplió 40 años de edad. La bella Roquelín
y su hija Yorfa esperaron las 12:01 a.m. para ofrecerle una serenata, para ese
fin fue contratado el conjunto de cuerdas “Voces del paraíso”
Ese sábado, al medio día, Samuel fue agasajado por los empleados de su
empresa Import Agroindustria S.A., gozaba del cariño de estos.
Al regresar a su hogar al caer el crepúsculo, su esposa le había preparado una
fiesta con amigos y familiares; al abrir la puerta de su casa todos empezaron a
cantar Happy birthday to you, y a felicitarlo.
El último jueves Santos, que presencio Samuel fue cuando acudió a la iglesia
con su esposa Roquelín al acto litúrgico; acostumbraban siempre asistir a los
jueves Santos a misa para dar cumplimiento al tercer mandamiento de la Ley
de Dios: Santificaras las fiestas.
En el momento en el que empieza el canto de comunión y el sacerdote baja del
púlpito hasta el atrio, acompañado de dos diáconos y tres monaguillos; para
que los feligreses recibieran el cuerpo y la sangre de Jesucristo, simbolizado en
la hostia; una de las primeras en colocarse en la fila acostumbrada fue
Roquelín, para recibir el símbolo del sacrificio; inmediatamente las beatas se
percataron de las pretensiones de la bella dama, un susurro entre ellas recorrió
el templo; entonces sus miradas inquisidoras se concentraron en ella,
fundiéndose en su cuerpo; la aristócrata percibía que las contemplaciones de
las fervorosas estaban depositadas en su ser; pero a pesar de eso y las
sospechas de saber el motivo, no se amilano y continuo caminando hacia su
objetivo; como si pareciera trastornada, al ver que aquella mujer estaba ya
frente al párroco, a punto de recibir la hostia.
-¡Por amor al todopoderoso!, reverendo; ¡no le de el cuerpo de cristo a esa
pecadora, desvergonzada, adultera, pervertidora y desvirginadora de
adolescentes! - ¡es una irreverente! –dijo.
Un silencio de tensión reino sobre todo el salón; mientras la candorosa
rezadora continuaba vociferando improperios en contra de aquella mujer,
hasta que se le escucho decir al ministro de la iglesia; enrojecido, aturdido y
sobretodo aterrorizado al escuchar esos epítetos censuradores y la mención de
algunos nombres de las personas amantes de la seductora y encantadora
cortesana; porque él también había recibido sus favores afrodisíacos y el temor
de que esta tuviera conocimiento de ellos y divulgara su nombre y los
momentos de placeres que había compartido con la dama de cuerpo de
pasarela y ojos verdes como una sábana en tiempo primaveral.
Por amor a Dios doña Silvia; siéntese y haga silencio. Este no es el momento,
ni el escenario para decir esas cosas y mucho menos, quienes somos nosotros
para clasificar al prójimo; solo el que esta allá en el alto, tiene la facultad para
juzgar a los mortales.
Mientras esto ocurría los feligreses dando muestra de aceptación a lo que
vociferaba la creyente, abandonaban la fila y conjuntamente con los demás
empezaron a retirarse del templo.
Samuel estaba aturdido, colmado de vergüenza y atribulado a la vez. Todo
pasó tan rápido; pero para él, aquellos minutos parecían una eternidad.
Roquelín se acercó a su pareja y con voz cadenciosa, sin preocupación, como
si nada hubiese pasado le separo las manos de la cabeza y las cortejó entre
las suyas.
-¿Qué te pasa Samuel; te percibo un poco perturbado?- comentó la dama.
- No hagas caso a esos desatinos de esa vieja desequilibrada- dijo la mujer
con aire señorial. Samuel no contestó… era incapaz de pronunciar una sola
expresión.
-¿Podemos irnos Samuel? – dijo la dama.
Samuel confiaba tanto en su esposa que a pesar de que los hechos y las
precisiones de la religiosa eran tan lógicos y convincentes la cual no dejaban
espacios a las vacilaciones; esta situación le produjo una lucha interna de tipo
existencial entre la realidad acaecida en el sacrosanto.
En todo el trayecto de la iglesia al hogar, Samuel no profirió una sola expresión;
pero sus miradas sacudidas por la desolación y la impotencia demandaban una
explicación de su esposa que le pudiera aliviar la angustia y el desconcierto
que administraban su ser.
Al llegar al frente de su morada a dos metros aproximadamente, tomó el control
de la puerta de la marquesina que estaba colocado en un espacio en medio de
los asientos delanteros del vehículo y mientras Roquelín seguía conduciendo
…, oprimió en botón que hacia accionar el portón; se desmonto de manera
serena, se dirigió a la puerta de la entrada de la residencia, al estar frente a ella
se dio cuenta que tanto el cómo su esposa habían olvidado la llave en el
vehículo, ambos prefirieron- sin comentar nada; solo con verse se comunicaron
la intención de tocar el timbre para no volver a buscarla a pesar de que la
Yipeta estaba a corta distancia.
Zunilda al escuchar la insistencia del timbre, se apresuró… nunca pensó que
eran los señores.
-Buenas noches, don Samuel y doña Roquelín, saludo que ellos no
respondieron.
Al acercarse Roquelín; la joven preocupada por la actitud inusual se su patrón
pregunto: ¿Qué le pasa al señor?
- No sé, pregúntale a él; ponte a hacer lo tuyo; ese no es tu problema.
Contestó la dama de manera violenta y ofensiva.

Transcurrieron varios días de Samuel encerrarse en su habitación sin


conversar con su esposa a pesar de la insistencia de esta. Se paraba frente a
la puerta y con voz melodiosa le pedía que por favor le escuchara; petición que
no entendía. Fue entonces cuando la bella Roquelín le informo que recordara
que iba por unos días a Miami. Samuel no contesto. Jamás sospecho que ante
esta situación ella sería capaz de salir del hogar y aún más del país; esta
actitud lo hundió más en la tristeza y el desconsuelo.
Samuel prácticamente no consumía los alimentos que la criada le dejaba frente
a su alcoba, colocados en una mesita que a veces utilizaba en el desayuno, los
cuales lo recogió en una ocasión; extendiendo su brazo, sin salir de la suite.
El día de la tragedia la bella Roquelín se encontraba en Miami disfrutando,
como si nada hubiese pasado en la iglesia en jueves Santo… y como si el
estado de ánimo, espiritual, afectivo y moral de Samuel; producto de los
acontecimientos de aquel día… no le importaran. Se encontraba hospedada en
el hotel Paraíso Apasionado, compartiendo momentos de placer con un
jovencito que había seleccionado a través de un catálogo que le había enviado
el Centro Erótico Proveedor de delicias; al lado de las fotos del joven
seleccionada aparecía un breve currículo relacionado con el área de
desempeño laboral: 20 años de edad, especialista en masajes sicalípticos con
entrenamientos especializados en el arte de hacer el amor: “plenitud sexual,
placer de los sentidos, gratificación sensual, amor y disfrute estético de la vida.”
Conocedor en detalles de las 64 posiciones del Kama Sutra.
Cuando sonó el teléfono Roquelín reverenciaba a venus; diosa de deseo, el
amor y los apasionados; disfrutaba de las bondades que produce el placer; era
el padre Loscar, amante, confidente y orientador de la preciosa mujer; solo él
conocía donde se encontraba.
Antes de Roquelín tomar el teléfono, lo dejo sonar varias veces, con la
intención de que quien lo estaba haciendo desistiera… pero seguía timbrando
sin parar.
-¡Que fastidio! –dijo en tono de enfado e interrumpió su actividad afrodisíaca
y levanto el teléfono de manera violenta.
-¿Quién es…!- expresó con voz enérgica y sobretodo de disgusto.
-Soy yo Roquelín, el padre Loscar.
- Ha tomado el momento menos adecuado para llamarme; ¿No podría
hacerlo dentro de dos horas?- contestó sin medir palabras, con una actitud de
soberbia.
- No puedo porque lo que debo comunicarte, es urgente y no debe esperas.
- Siendo así, le suplico entonces, que lo haga con la mayor rapidez que le sea
posible; Estoy en una actividad que es lo único que me interesa en estos
momentos!
El padre respiro profundo, perturbado por la respuesta incisiva y
desconsiderada; tanto así que no sabía si informarle la tragedia o decirle que
llamara a su hogar.
El eclesiástico era cómplice y promotor de muchas de las acciones indignas de
la bella Roquelín. Era su consentida entre otras mujeres con quien compartía
momentos pasionales; pues ella con su encanto sabia cautivar a los hombres,
aunque a veces era tan intensa haciendo el amor que algunos amantes
después de haber compartido momentos ardientes preferirían no volver; ya que
no bien concluido el acto sexual de manera satisfactoria, cuando nuevas vez
deseaba retornar al quehacer…
El sacerdote guardo silencio unos minutos reorganizando las ideas, cuando
escucho nueva vez la voz de la dama.
-¿Está ahí padre?
-Sí. –contesto con desaliento.
-Déjese de rodeo y sermones; dígame ya para que me ha hecho esta llamada
tan inoportuna; me está desesperando; padre.
El clérigo de una manera sutil; pero rápida le comunica el suicidio de su esposo
Samuel.
-¡Solo esto me faltaba! Está bien… allá nos vemos- retornó el teléfono a su
lugar.
-¿Qué sucede? Se escuchó decir al joven que satisfacía en esos momentos
sus ímpetus sexuales.
-Nada que pueda impedir el disfrute. –contesto la dama.
-¿Cómo que nada? Si ha dicho que solo eso le faltaba.
-El estúpido de mi esposo se ha suicidado.
-¿recibe esa noticia y se queda como si nada hubiera pasado? – dijo el
mozalbete asombrado antes la impavidez asumida por la cortesana.
- Yo vine a divertirme y eso hare. Después habrá tiempo para lo demás.
Después de la pequeña conversación con el joven retorno a su actividad
lujuriosa… Diez minutos más tarde se escuchaban los gemidos por toda la
habitación
Hacían una y otra vez el amor y la mujer nada de quedar complacida. Tanto así
que unos minutos más adelante el joven exclamaba.
¡Me va a explotar!
-Resiste pequeño; para eso te pago- enunció en voz melodiosa, al tiempo
que con una mano acariciaba su pene e procura de una nueva erección y la
otra la pasaba con ternura por su pecho.
Una risa sarcástica se deslizó por sus tiernos y suaves labios al ver el rostro de
ansiedad del adolescente; que saturo toda la habitación. En el muchacho se
apreciaba una imagen de infortunio, pues este sentía no haber complacido a su
cliente en la magnitud en que esta deseaba. Se sentía avergonzado e
impotente; en fin, frustrado ante el frenesí erótico y desenfrenado de aquella
mujer; que le parecía insatisfecha e insaciable; mientras más innovaba en las
posiciones en la realización del acto sexual, el apetito sexual de esta iba en
aumento y se consideraba incapaz de saciar esta ansia sin conclusión.
La mujer daba la impresión de haber olvidado la llamada telefónica hecha por
el cura; cuando el joven le recordó la muerte de su esposo.
Lo cierto…que el deseo del muchacho recapitularle el motivo de la llamada
telefónica, sino que le dejara tranquilo, porque estaba agotado- el aliento
parecía extinguido ante tanta acción-. La energía de penetrarla más allá de su
piel se había consumido; aún más, sentía una ligera molestia en el glande
debido al uso inusual que le había dado.
Al despedirse del joven, Roquelín haciendo entrega del dinero por el servicio
prestado; preguntó:
¿Nos veremos?
¡Bueeno! Solo expuso; desesperado por salir de la habitación.
Roquelín, con toda la paciencia que le caracterizaba, después de más de dos
horas de recibir la infausta noticia del suicidio de su esposo se dispuso a llamar
a la línea aérea para que le hicieran un cambio de vuelo; el tiempo era muy
corto para esto; pero ella le explicó la situación.
La bella Roquelín al llegar al aeropuerto internacional del baoci, Ceyli al Diome;
le esperaba su hermana menor Cinthya la cual al verle un vestido color vino a
la ya viuda, le emergieron lágrimas de desprecio.
¿Por qué lloras hermana? Exteriorizó Roquelín.
¡Que insensible eres!
Sólo realista, hermanita, sólo eso. ¿Me trajiste lo que te encargue?
Claro que sí; está en el carro. Contesto Cinthya con un dejo de disgusto.
¿Qué esperas? ¡Ve a buscarla!
Al terminar de vestirse Roquelín; con un suspiro de nobleza, con doblez y
gestos de ironía que trascendía más allá de su rostro.
Hay que mantener la apariencia querida hermanita; con este vestido que me
has traído fácilmente se me puede confundir con una viuda de la Edad Media o
del Renacimiento, para esto solo me faltaría el sombrero y el velo negro.
Al llegar a la funeraria en la puerta le esperaba el padre Loscar con un rostro
de intranquilidad que se percibía sin hacer esfuerzo y ella al verle en un tono de
voz sarcástico, expresó:
Padre cambie ese rostro de pesar; más bien debería usted alegrarse.
Ya los arreglos para el sepelio están hechos, a las 10:00 a.m. se oficiara una
misa por el descanso de su alma y de ahí partiremos al cementerio, donde se
le dará cristiana sepultura.
La señora no contestó. Guardo silencio por varios minutos mientras el cura
esperaba su reacción.
¿Dónde está mi hija?
Está durmiendo.
¿Durmiendo! Pregunto con voz de asombro.
Se le suministro un sedante; ya que estaba desesperada y no había forma
de controlarla; lo que podría afectar su salud.
No puede negar que era hija de Samuel; débil de carácter.
Procedieron a darle cristiana sepultura a los restos de Samuel. Al llegar al
hogar su perrito jonki, no se movió del lugar donde se encontraba, estaba
sumergido en una profunda depresión un canino, astuto, tierno y alegre; pero
estos atributos se habían marchado con la muerte de Samuel.
Yorfa, después de la misa de nueve días se marchó a vivir con su tía Cinthya,
nunca más volvió a ver a su madre y al cumplir la mayoría de edad le notificó a
través de un abogado, mediante acto de alguacil la entrega de la parte de la
herencia que le correspondía de su padre.
Los amigos de la familia la última vez que compartieron el escenario con la
bella Roquelín fue en la misa al cumplir Samuel los nueve días de su
fallecimiento; jamás volvieron a la mansión, ni siquiera la llamaban por teléfono.
En ese manto de soledad que le envolvía se refugiaba en su suite haciendo
uso de la computadora como medio de entretenimiento; envejecimiento rápido;
sus encantos femeninos se fueron extinguiendo como cenizas en el viento.
En su PC guardaba un archivo que consideraba especial el cual leyó
pacientemente. Luego de terminar la lectura; cerró el archivo; salió de la
habitación, bajo hasta la antesala y se arrodillo ante la efigie de Jesucristo y
con sollozos profundos de esos que salen de lo más interno de la voluntad;
exclamó:
Jesucristo hago uso de tus propias palabras cuando te encontrabas en
estado de agonía en el calvario; en los últimos fulgores de tu vida, invocando al
señor: “Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?
El estado de desesperación y angustia de aquella mujer parecía un castigo
divino.
Esquema de personajes y sus relaciones
Haz un esquema de los personajes principales y secundarios de la
novela, dibujando líneas que muestren las relaciones entre ellos.

Samuel Betances

Roquelín Yorfa, hija de


esposa de ambos
Samuel

Padre Loscar, Doña Silvia, quien fue


confidente y la causante de la
amante de la dama tragedia de Samuel

Cinthya hermana Adolecente


de Roquelín contratatado por
Roquelín para su
placer sexual.
Componentes de la novela
Escribe un texto que señale el tipo de narrador, el conflicto principal y las
partes de la novela. Incluye además una descripción física y psicológica
de los personajes y una descripción del ambiente en que se desarrolla la
historia. Recuerda consultar la Ayuda si no conoces estos conceptos.

El tema principal en esta novela es la infidelidad de la bella Roquelín contra su


esposo Samuel Betances.
Samuel Betances, Es el personaje central de esta historia, de niño pobre pasó
a ser un importante agro empresario, de gustos refinados es un hombre de paz,
de genio solitario y pensativo. Por la infidelidad de su esposa Roquelín,
angustiado y confundido se quita la vida.
Roquelín, esposa de Samuel, es una bella mujer, exagerada en los placeres
de la carne. Vive a sus anchas, Con Samuel, procreo una hija, Yorfa.
Loscar, es el cura párroco de la iglesia Bondad de Jesús, en la ciudad de
Camo. Es amante, confidente y orientador de Roquelín. Es un personaje de
bajo perfil.
Doña Silvia, es una fervorosa creyente, temerosa de Dios; asiste a las misa.
Fue quien desencadeno la tragedia que llevaría a Samuel a quitarse la vida.
Zunilda, es la criada de la mansión de Samuel Betances y Roquelín.
Cinthya es la hermana de Roquelín.
Tanto Gregorio Betances como Georgina Ruiz, padres de Samuel, son
personajes figurantes (es decir, no actúan en la tragedia).
Los personajes se mueven en diferentes medios, particularmente en la iglesia
Bondad de Jesús, en la mansión de Betances, en los resort de Betances, etc.
En Samuel Betances predomina el ambiente psicológico, su habitación, los
espejos del cuarto de baño, la caja de seguridad donde guardaba la pistola.
Para el, el ambiente era una especie de Calígine, de nubarrón, de oscuridad,
que lo abrumo hasta el día que se suicidó

La historia que se cuenta en Calígine, se desarrolla en la ciudad de Camo


(Moca), en la comunidad de Luisan (San Luis). Se explica a través de algunos
pasajes de la misma obra, veamos: desde la ciudad de Luisan hasta el
santuario de la comunidad de Camo 2 cuatro kilómetros y cuarto justamente
separaban el santuario de su hogar y más adelante, en otro pasaje se percibe
que los eventos de Calígine ocurren en Moca, por algo que le dijo el padre
Loscar a la bella Roquelín: “La costumbre de este pueblo es que cuando fallece
alguien se le informa a la comunidad a través del altoparlante”.
Comentario
Escribe tu opinión sobre la novela que estás analizando
En un principio, pensé que era una novela como muchas otras, ya que el
argumento es bastante común. Pero al comenzar a leerla vi la naturalidad, que
utiliza el Dr. Carlos Pérez en la novela. Y la forma de contar historia, tan
sublime, tan especifica que se es capaz de contemplar-palpar-oler los
personajes, los ambientes, las cosas materiales y las no materiales, con esas
descripciones tan minuciosas que marcan la novela. Samuel Betances,
Roquelín, el Padre Loscar son personajes creados por el autor, llenos de
hechizo, realidad y auténticos. En mi opinión es magnífica y una gran novela, y
lo mejor para mí son esas bellas descripciones que te transportan al baño
donde Samuel cometió su malsana decisión, el dormitorio donde sufrió gran
parte de su agonía por los sueños, la fiesta de cumpleaños y todas las comidas
y bebidas que reflejan ostentosidad de cosas materiales, pero también alegría
en seres vacíos, aun aquellos que tienen la responsabilidad de mostrar
comedimiento y espiritualidad. Llamo de manera muy particular mi atención las
dos ocasiones en que Samuel Betances tomo la decisión de rezar el Padre
Nuestro; principalmente la primera vez que luego de terminado se sintió una
apacible calma para luego explosionar apoderado de su reflexión nihilista.
Como imaginarse tan disímiles actitudes que son propias de las personas que
no pueden identificar con claridad y autenticidad su pequeñez ante un ser
superior o ante la humanidad que nos llama a vivir en comunidad, guardando
los valores y principios propios de la cultura en que nos toca vivir. La
descripción de todo lo que vive y todas las imágenes que surgen en los dos
episodios en el baño son de incalculable brillantes. Es transportarse a un
momento que solo lo han vivido aquellos que han sufrido tal grado de
desilusión con la vida y todo quien le rodea.
Para terminar solo me queda decir que me ha encantado leer esta novela.

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