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La oxolamina está indicada para casos de padecimiento de tos ya que ejerce una acción
antiinflamatoria en la mucosa del tracto del aparato respiratorio, produciendo una disminución de
la congestión y el edema en la zona.
Estos fármacos suelen estar disponibles en forma líquida (jarabe para la tos), aunque también
existen otras presentaciones para vía inhalatoria u oral.
Alfa hederina
Codeína
Dextrometorfano
Difenhidramina
Metadona
El uso de la metadona como antitusígeno se reserva para pacientes terminales que presentan tos
dolorosa y no productiva resistente a otros antitusígenos.
Glóbulos Rojos
También llamados hematíes o eritrocitos. Son las células más numerosas de la sangre. Se encargan
de transportar el oxígeno desde los pulmones hasta el resto de los tejidos. La proteína que se
encuentra en el interior y que une el oxígeno se llama hemoglobina. La hemoglobina es roja y da
este color a la sangre.
Glóbulos Blancos
Plaquetas o trombocitos
Son fragmentos celulares que participan en la protección de la pared de los vasos sanguíneos,
forman un "tapón plaquetario" para impedir el sangrado en el lugar de la lesión y producen
diversas sustancias que ayudan a la cicatrización de las heridas.
El plasma
Es la parte líquida de la sangre y es muy rico en proteínas, entre las cuales destacan como las más
importantes: La albúmina, los factores de la coagulación y las inmunoglobulinas.
Antifúngico
Se entiende por antifúngico o antimicótico a toda sustancia que tiene la capacidad de evitar el
crecimiento de algunos tipos de hongos o incluso de provocar su muerte. Dado que los hongos
además de tener usos beneficiosos para el ser humano (levadura del pan, hongos de fermentación
de los quesos, los vinos, la cerveza, entre otros muchos ejemplos) forman parte del colectivo de
seres vivos que pueden originar enfermedades en el ser humano, el conocimiento y uso de los
antifúngicos es de vital importancia a la hora de tratar muchas enfermedades.
Antipruriginoso
Antisépticos
Los antisépticos (del griego anti, contra, y septicos, putrefactivo) son sustancias antimicrobianas
que se aplican a un tejido vivo o sobre la piel para reducir la posibilidad de infección, sepsis o
putrefacción. En general, deben distinguirse de los antibióticos que destruyen microorganismos en
el cuerpo, y de los desinfectantes, que destruyen microorganismos existentes en objetos no vivos.
Algunos antisépticos son auténticos germicidas, capaces de destruir microbios (bactericidas),
mientras que otros son bacteriostáticos y solamente previenen o inhiben su crecimiento. El
peróxido de hidrógeno y el yodo son antisépticos.
Andrógenos