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ACTIVIDAD DIFICULTADES

DE APRENDIZAJE

SM
Fuente: www.profes.net
¡Es la guerra!

El caso
En el cuartel general de las brigadas microbianas hay mucho movimiento, el general Bácter está dando
las instrucciones precisas para franquear todas las barreras posibles que pueda encontrar su ejército. En la
cabeza de sus soldados sólo existe un objetivo: ¡Infectar! Es la guerra.
En el otro bando los anticuerpos están alerta, saben que el peligro les acecha y que, si la primera línea de
defensa falla, ellos serán el factor decisivo para ganar la guerra. Es la misma lucha día tras día.

Los ejemplos
El plan de ataque de las brigadas consta de dos ofensivas:
Primera ofensiva

Si han logrado pasar esta primera barrera, habrán ganado la primera batalla, pero no la
guerra.
Segunda ofensiva: ha saltado la alerta roja

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La situación
Los alumnos asocian resfriado con situaciones de exposición del cuerpo humano a bajas temperaturas;
ello se debe a una lógica relación establecida durante su vida: el frío es el factor externo que provoca la
enfermedad, pero no la causa biológica.

Aunque todo depende de lo que se entienda por inmunidad. Las esponjas y las colonias de corales son
capaces de rechazar elementos extraños. Se trata de un reconocimiento de lo “ajeno”, que sin embargo
no tiene nada que ver con la inmunidad que confieren los linfocitos. Las plantas y los insectos pueden
reaccionar ante un agresor liberando sustancias tóxicas (antibióticos, proteínas), es una defensa
comparable a los macrófagos en el hombre. La defensa con linfocitos es característica de los vertebrados,
aunque con excepciones en los peces.

Algunas plantas se defienden de las infecciones sintetizando moléculas que inducen a la defensa. El ácido
salicílico es uno de los agentes que provoca la producción de proteínas antimicrobianas, y éstas son
capaces de trasladarse, a través del aire, a otras plantas vecinas.

La clave
Para combatir una invasión extraña el cuerpo se moviliza. El organismo extraño o patógeno tiene que
vencer una serie de barreras para actuar.

La masa del sistema inmunitario es comparable a la del cerebro o la del hígado, pero está diseminada por
todo el organismo. Forman parte de él los glóbulos blancos, que circulan por la sangre y la linfa que
impregnan los tejidos; también órganos como ganglios, médula ósea, el bazo, las amígdalas, el apéndice,
el timo…

El rechazo a trasplantes y las alergias son manifestaciones de la defensa del cuerpo ante agentes extraños.

En los trasplantes, el órgano trasplantado contiene unas proteínas que no existen en el cuerpo del
receptor, el sistema inmunitario las detecta y destruye los tejidos que las llevan. Incluso los hombres
llevan una proteína característica que no la tienen las mujeres y por eso éstas rechazan el órgano
procedente de un hombre.

Las alergias son reacciones inmunitarias exageradas. El enrojecimiento y picores son debidos a la
liberación en la piel, las mucosas de la nariz y los bronquios de grandes cantidades de sustancias
químicas, en especial la histamina. Estas sustancias forman parte de una respuesta inmunitaria normal,
pero en este caso la máquina se ha acelerado. Aunque el 10 o el 20% de las personas se quejan de alergia,
todos somos más o menos alérgicos; es cuestión de equilibrio en la respuesta inmunitaria.
Actividad: [Dificultades de aprendizaje]

“Privilegio inmunitario” es el que tienen el feto, los espermatozoides e incluso los glóbulos rojos (por eso
se pueden realizar transfusiones), que no llevan las proteínas que producen rechazo en el trasplante.

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