de ser parte del rock tomando t� de peperina. T�picamente mente pueblerina no ten�a huevos para la oficina subterr�neo lugar de rutinaria ideolog�a. Rom�ntica entonaba los poemas m�s brillantes susurr�ndo al o�do de mil representantes: te amo, te odio, dame m�s. Mirando al campo se olvid� del hombre mirando al rico se visti� de pobre para poder saber lo que chusmeaban las vecinas. En su cabeza lleva una bandera ella no quiere ser como cualquiera ella adora mostrar la paja de la cara ajena Y dentro de su cuento ella era cenicienta, su pr�ncipe era un hippie de los a�os sesenta te amo, te odio, dame m�s. Trabaja en los recitales, vive escribiendo postales duerme con los visitantes y juega con los locales su cuerpo tiene pegada grasa de las capitales. Te amo, te odio, dame m�s Te amo, te odio, dame m�s. Te amo, te odio, dame m�s.