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LESIONES ESCLEROSANTES EN TIBIA: PRESENTACION DE DOS CASOS Y

REVISION DE CONCEPTOS.
SCLEROSING LESSIONS IN TIBIA: PRESENTATION OF TWO CASES AND
REVIEW OF CONCEPTS.
AUTORES:
RESUMEN:
LA ESCLEROSIS OSEA, TAMBIEN LLAMADA OSTEOESCLEROSIS, ES UNA
CONDICIÓN DONDE LA DENSIDAD DEL HUESO AUMENTA DE MANERA
SIGNIFICATIVA, ESTA CONDICION TAMBIEN PUEDE SER DESCRITA COMO UN
ANORMAL ENDURECIMIENTO DEL TEJIDO OSEO. SE CARACTERIZA POR
ENDURECIMIENTO, ESPESAMIENTO O EL AUMENTO DE LA DENSIDAD
PRINCIPALMENTE CAUSADA POR LESIONES QUE AFECTAN LOS HUESOS, EN
ESTE CONTEXTO ES EXTENSO EL LISTADO DE AYUDAS DIAGNOSTICAS QUE
ACOMPAÑAN A LA HORA DE IDENTIFICAR LESIONES ESCLEROSANTES EN
TIBIA, POR SU EPIDEMIOLOGIA Y APARICION CONTINUA, SE RESALTA EN EL
PRESENTE ARTICULO EL IMPORTANTE PAPEL QUE JUEGA EL ESTUDIO
RADIOGRAFICO EN EL DIAGNOSTICO DE ESTE TIPO DE LESIONES,
RECORDANDO LOS CRITERIOS RADIOGRAFICOS PARA DISTINGUIR UNA
LESION BENIGNA DE UNA MALIGNA Y ASI EVITAR BIOPSIAS INNECESARIAS.
SUMMARY:
BONE SCLEROSIS IS A CONDITION WHERE BONE DENSITY INCREASES
SIGNIFICANTLY, THIS CONDITION CAN BE DESCRIBED LIKE AN ABNORMAL
HARDENING OF WOVEN BONE. IS CHARACTERIZED FOR THE HARDENING,
THICKENING OR INCREASING OF THE DENSITY, MAINLY CAUSED BY INJURIES
THAT AFFECT THE BONES, IN THIS CONTEXT, THE LIST OF DIAGNOSTIC AIDS
INVOLED IN THE IDENTIFING SCLEROTIC INJURY IN TIBIA IS WIDE. FOR ITS
EPIDEMIOLOGY AND CONTINUOUS APPEARANCE, IT IS HIGHLIGHTED IN THIS
ARTICLE THE IMPORTANT ROLE IT PLAYS RADIOGRAPHIC RESEARCH IN THIS
LESIONS DIAGNOSTIC, REMINDING RADIOGRAPHIC CRITERIONS TO
DIFFERENCIATE BETWEEN A BENIGN LESION AND MALIGNANT LESION AND
SO AVOID UNNECESSARY BIOPSIES.
PALABRAS CLAVE: LESIONES ESCLEROSANTES, LESIONES EN TIBIA.
KEY WORDS: SCLEROSING LESSIONS, LESSIONS IN TIBIA.
INTRODUCCIÓN.
LA OSTEOESCLEROSIS SE CARACTERIZA POR CURSAR CON LESIONES
ÚNICAS, MÚLTIPLES Y TAMBIEN BILATERALES QUE SE PUEDEN ENCONTRAR
EN CUALQUIER PARTE DEL ESQUELETO, LOCALIZADAS EN HUESO MEDULAR.
GENERALMENTE NO HAY SINTOMATOLOGÍA CLÍNICA, SINO MÁS BIEN ES UN
HALLAZGO RADIOLÓGICO; POR TAL MOTIVO ES LA RADIOGRAFÍA, ENTRE
TANTAS PRUEBAS IMAGENOLOGICAS, UN MÉTODO DIAGNÓSTICO AUN MUY
UTIL Y NECESARIO, DEBIDO A SU BAJO COSTO Y ACCESIBILIDAD.
ENTRE LAS CARACTERÍSTICAS RADIOGRÁFICAS DE LA OSTEOESCLEROSIS SE
PUEDEN DIFERENCIAR LAS SIGUIENTES: EL TEJIDO ÓSEO SE APRECIA CON
DENSIDAD AUMENTADA Y SUS LÍMITES SON POR LO GENERAL
IRREGULARES. SE ENCUENTRA CIRCUNSCRITA A LOS LÍMITES DEL HUESO Y
NO PROVOCA EXPANSIÓN DE LAS CORTICALES.
SU FORMA VA DE MÁS O MENOS CIRCULAR A IRREGULAR. NO SON UNA
NEOPLASIA, Y CORRESPONDEN A UNA VERSIÓN MÁS AMPLIA DE UNA ISLA
DE HUESO DENSO. LA DENSIDAD DEL ÁREA ESCLERÓTICA PUEDE SER
VARIABLE, DESDE UN VAGO ESPESAMIENTO DEL TRABECULADO HASTA
LLEGAR A UNA MASA DENSA HOMOGÉNEA.
SU ETIOLOGÍA AÚN NO ESTÁ ACLARADA, PERO PODRÍA SER DADA POR UN
PROCESO REPARATIVO QUE SOBREVIENE A UN TRAUMATISMO O INFECCIÓN
AGUDA, O TAL VEZ PUEDE CORRESPONDER A UNA SECUELA
POSTQUIRÚRGICA. OTROS AUTORES HABLAN DE QUE SERÍA PRODUCTO DE
UNA REACCIÓN FOCAL DEL TEJIDO ÓSEO, FRENTE A UN ESTÍMULO
INFLAMATORIO DE BAJO GRADO.
PRESENTACION DE CASOS
CASO 1
PACIENTE MASCULINO DE 14 AÑOS QUE CONSULTA POR DOLOR Y
TUMEFACCION EN LA REGION TIBIAL ANTEROSUPERIOR.
COMO ANTECEDENTE IMPORTANTE A DESTACAR, REFIERE TRAUMA 3 MESES
ATRÁS JUGANDO FUTBOL.
IMAGENOLOGIA
SE REALIZO RADIOGRAFIA DE MIEMBRO INFERIOR DERECHO EN LA QUE SE
OBSERVA COMPROMISO MARCADAMENTE RADIODENSO EN LA METAFISIS Y
DIAFISIS PROXIMAL TIBIAL EL CUAL NO IRRUMPE A TRAVEZ DEL CARTILAGO
DE CRECIMIENTO ADYACENTE, SE HACE EVIDENTE ZONA DE EROSION
IRREGULAR EN EL MARGEN ANTEROSUPERIOR TIBIAL, RELACIONADO CON
EL COMPROMISO ESCLEROSANTE DESCRITO (FIGURAS 1 Y 2), SE REALIZO
BIOSIA DE LA LESION CUYO DIAGNOSTICO HISTOLOGICO INDICO LA
PRESENCIA DE OSTEOSARCOMA.

Figura 1. Rx proyección anteroposterior. Figura 2. Rx proyección lateral.


CASO 2
PACIENTE FEMENINA DE 12 AÑOS, QUIEN CONSULTA POR DOLOR EN
MIEMBROS INFERIORES SIN EDEMA, PREDOMINANTE EN MIEMBRO INFERIOR
DERECHO DESDE HACE DOS AÑOS APROXIMADAMENTE. TIENE
RADIOGRAFIA PREVIA DE 11 MESES ATRÁS CON LESION LA CUAL AHORA NO
MUESTRA CAMBIOS. NO REFIERE ANTECEDENTES TRAUMATICOS
IMPORTANTES.
IMAGENOLOGIA
SE REALIZO RADIOGRAFÍA DE MIEMBROS INFERIORES EN DOS
PROYECCIONES EN LA QUE SE OBSERVA UNA LESION ESCELEROSANTE O
RADIODENSA, FOCALIZADA EN LA TIBIA PROXIMAL, DE LOCALIZACION
CENTRAL O DENTRO DEL CANAL MEDULAR OSEO, CON PRESERVACION DE
LAS CORTICALES OSEAS Y AREA RADIOLUCIDA CENTRAL. NO SE OBSERVA
REACCION PERIOSTICA FINA NI BURDA, ADEMAS PRODUCE
ENSANCHAMIENTO DE LA DIAFISIS PROXIMAL. ESTA LESION NO MOSTRO
CAMBIOS A LOS 10 MESES DEL CONTROL RADIOGRAFICO. CABE DESTACAR
QUE LOS MARGENES NO SON CLARAMENTE DEFINIDOS, AUNQUE SE PUEDE
PRECIZAR LA ZONA DE TRANSICION ENTRE EL HUESO SANO Y EL ENFERMO
CON LO ANTERIOR SE PRECIZO EL DIAGNOSTICO DE ENCONDROMA
CICATRIZAL (FIGURA 1,2, Y 3).
Figura 3.Rx miembro inferior izquierdo.

DISCUSIÓN
Presentamos este caso dado a la poca realización de estudios de este tipo que hacen hincapié
en lesiones esclerosantes limitadas a la tibia, y a las dudas que plantea el diagnóstico
diferencial con otros procesos, como osteomielitis o tumores. Para descartar con seguridad
un proceso neoformativo o infeccioso se realiza una biopsia ósea y cultivos microbiológicos
de las muestras de tejido que se obtienen. Las patologías aquí expuestas pueden aparecer a
cualquier edad, aunque su incidencia es mayor en la segunda y tercera décadas de la vida. De
hecho, en cuanto a la edad de presentación, en algunas series hasta un 50% de los casos de la
enfermedad se manifiesta antes de los 20 años3. Puede ser asintomática durante un largo
periodo, pero cuando evoluciona las manifestaciones clínicas más comunes son: a) cambios
escleróticos que están circunscritos a una extremidad; b) contorno del hueso afectado
definitivamente distorsionado e incluso desarrollo de deformidades en genu varo o valgo de
los miembros inferiores; c) dolor, que a menudo es intenso, y d) limitación del movimiento
en las articulaciones formadas por el hueso afectado.
Es importante en el abordaje inicial de cualquier lesión esclerosante ósea enfatizar en la
importancia de conocer los criterios radiológicos que nos permitan clasificar una lesión
tumoral ósea en benigna o maligna, con el fin de prestar suma atención a los criterios
diferenciales con el fin de evitar posibles biopsias óseas innecesarias. Esto radica en el hecho
de que nos permitiría elegir la conducta más adecuada para la intervención del paciente y la
prioridad en tanto a tiempo que se debe establecer como a la mejora en la atención del
paciente con este tipo de lesiones.
Dentro de las características radiográficas que ayudan a diagnosticar y clasificar una lesión
ósea incluyen:
 Localización.
 Bordes de la lesión.
 Tipo de matriz.
 Tipo de destrucción.
 Respuesta del periostio.
 Extensión al tejido blando.
 Lesión solitaria o múltiple.
El sitio o localización de la lesión ósea es fundamental para una interpretación correcta de
las alteraciones detectadas en una radiografía convencional. La localización de la lesión debe
estudiarse desde varios puntos de vista. Primero, el hueso afectado; segundo, la región de
dicho hueso donde se localiza la lesión; tercero, si se trata de una lesión central, excéntrica o
yuxtacortical y cuarto, si se trata de una lesión única o múltiple. En los huesos largos los
tumores tienen cierta tendencia a ubicarse en regiones determinadas, por ejemplo, tumores
de carácter maligno como el osteosarcoma tiende a ubicarse en la metafisis y con cierta
predilección en las metafisis del área tibial y los tumores de células gigantes tienden a tener
localización epifisiaria, en cambio, el sarcoma de Ewing es un tumor de alta incidencia
pélvica, y en los huesos largos se presenta predominantemente en la diáfisis.3
La evaluación de los márgenes de la lesión es crucial para determinar si esta es de crecimiento
lento (posiblemente benigno) o de crecimiento rápido (posiblemente maligno), las lesiones
de crecimiento lento tienen un borde esclerótico bien definido; mientras las lesiones agresivas
o malignas típicamente tienen bordes muy mal definidos e irregulares, con mínimo o sin
esclerosis reactiva2.
Matriz: La matriz representa el material intercelular producido por las células
mesenquimatosas e incluye el material osteoide, el hueso, el cartílago, el tejido mixoide y el
colágeno.18,19 Los dos tipos de matriz que en realidad pueden distinguirse mediante
radiografía convencional son la ósea y la cartilaginosa. La ósea se caracteriza por una matriz
irregular, no completamente mineralizada, dentro o adyacente a una zona de destrucción
esquelética y con características algodonosas o de nubes dentro de la cavidad medular y en
las partes blandas adyacentes. Encontrar calcificaciones en la matriz tumoral apunta hacia un
proceso condroblástico, las cuales son de manera característica puntiformes, anulares, en
racimos y en arcos.
El tipo de destrucción
La destrucción ósea producida por una lesión tumoral está en íntima relación con el grado de
crecimiento de ese tumor. Se han identificado tres patrones radiográficos de destrucción ósea
para tumores benignos o malignos: geográfica, moteado y permeativo.
Destrucción geográfica
Es el patrón con menor agresividad, que generalmente es de crecimiento lento, con
destrucción ósea uniforme, con bordes bien definidos y con una pequeña zona de transición
entre el hueso normal y el patológico. Generalmente los tumores benignos presentan este
patrón, sin embrago algunos tumores malignos como el mieloma múltiple, las metástasis y
las osteomielitis por infecciones granulomatosas pueden mostrar un patrón de destrucción
similar.
La destrucción ósea de aspecto moteado Indica una destrucción ósea mucho más agresiva,
que se caracteriza por mostrar bordes irregular, que no se encuentran bien definidos y la
transición ente el hueso normal y el anormal es mucho mayor. Se puede observar con mayor
frecuencia en tumores óseos malignos y osteomielitis aunque también se puede presentar en
tumores benignos como el granuloma eosinófilo.
Destrucción ósea permeativa: se presenta en lesiones más agresivas con un crecimiento
rápido. El aspecto es pobremente delimitado y se puede mezclar de forma imperceptible con
las zonas de hueso sano. El sarcoma de Ewing es un ejemplo claro de tumor maligno que
puede exhibir un patrón permeativo de destrucción ósea.
En las lesiones de apariencia permeativa, el hueso presenta innumerables defectos pequeños
y ovales de alrededor de 1 mm de diámetro, incluso dentro de la cortical y a una distancia
considerable y más allá del foco central de destrucción
Cabe señalar que la zona de transición se define como la línea de demarcación entre la
sustancia tumoral y el hueso normal adyacente, es decir, es la resultante del equilibrio entre
la capacidad del tumor para destruir hueso y la capacidad del hueso para defenderse. Si ésta
es estrecha y con bordes definidos entre el tumor y el hueso normal periférico, la lesión puede
catalogarse como de lento crecimiento y probablemente sea benigna. Si por el contrario, la
zona de transición es amplia y el tumor parece infiltrar al hueso normal circundante sin
límites claramente definidos, indica se trata de una lesión de rápido crecimiento y en
consecuencia potencialmente maligna.
Respuesta del periostio
Reacción perióstica es la respuesta del periostio a un estímulo cualquiera y es un indicador
de la actividad biológica de una lesión. Se les divide en ininterrumpidas o continuas, e
interrumpidas o discontinuas. El tipo ininterrumpida se muestra una reacción perióstica
sólida que se nos demuestra un proceso benigno de larga evolución como en osteoma
osteoide, osteoblastoma, condroblastoma, quiste aneurismático del hueso. La reacción
ininterrumpida también se puede observan en lesiones no neoplásicas como osteomielitis,
granuloma eosinofilico, y en fracturas que están consolidando. El tipo de reacción perióstica
interrumpida es sugestiva de malignidad. Puede presentar patrones como capas de cebolla en
el que se visualizan varias capas concéntricas , radiotransparentes y radiodensas de forma
alternativa, traduce crecimiento tumoral de forma cíclico, patrón en sol naciente, que se
observa cuando las espículas presentan una orientación divergente, patrón en cepillo, se
evidencia cuando las espículas se disponen de forma paralela o triangulo de Codman que es
cuando el tumor destruye la cortical mediante un agujero , los restos periosticos forman una
estructura triangular, traduce un crecimiento tumoral rápido. Estos patrones se han visto
comúnmente en lesiones malignas como osteosarcoma o el sarcoma de Ewing.
Extensión del tejido blando
Generalmente los tumores benignos y lesiones pseudotumorales no exhiben extensión de
tejido blando, por lo que casi invariablemente una masa de tejido blando nos sugiere lesión
agresiva y maligna. Sin embargo hay que tener en mente que ciertas patologías no neoplásicas
como osteomielitis que también pueden afectar tejido blando pero la masa es usualmente
pobremente definida. En cambio en los procesos malignos, la masa tumoral es bien definida.
En los casos de lesiones óseas asociadas con masa de tejido blando, siempre es importante
determinar cuál de estas lesiones inició primero.
Naturaleza solitaria o múltiple de la lesión
Las lesiones múltiples usualmente indican enfermedad metástasica (mieloma múltiple o
linfoma) .Muy pocas veces debido a una lesión primaria maligna como osteosarcoma o
sarcoma de Ewing presentan enfermedad multifocal. Las lesiones benignas por otro lado
tienden a afectar múltiples sitios, como lo hace en por ejemplo osteocondromas múltiples,
endocromatosis, granulomas esoinofilico, hemangiomas.(5). Algunas lesiones solitarias de
los huesos tubulares muestran una propensión remarcable a desarrollarse en localizaciones
específicas, como las epífisis, metáfisis y diáfisis.
De acuerdo a la evidencia radiológica expuesta en el primer caso, como lo es la radiodensidad
en la metáfisis y diáfisis en tibia proximal derecha, se hace evidente el desgaste o degradación
del margen anterosuperior tibial; lo cual con la ayuda de la imagenologia y la biopsia se
determina la presencia de osteosarcoma, el cual es una patología de carácter agresivo que
compromete predominantemente personas que se encuentran entre los 0 a los 19 años de
vida, su presencia es independiente del sexo, y las localizaciones más frecuentes de
exposición son lugares donde el recambio esquelético es más acentuado en fase de desarrollo
del sistema óseo (fémur distal, tibia proximal y húmero proximal).
Desde el punto de vista radiológico convencional es importante mencionar que las
características radiológicas van cambiando conforme progresa la enfermedad, lo cual
condiciona más la imposibilidad de establecer una imagen única que, por sí misma, sea capaz
de caracterizar o ser patognomónica del osteosarcoma. Se está en concordancia con lo
expuesto en este artículo en que el método de imagen más útil en la caracterización del
osteosarcoma, al igual que en el resto de las neoplasias óseas y lesiones seudotumorales del
esqueleto, es la radiología convencional, pues esta permite identificar datos de agresividad
como la apariencia lítica, blástica o mixta de la lesión, reacción perióstica discontinua y
masas en partes blandas; sin embargo no se debe esperar encontrar una imagen única y
patognomónica del padecimiento (Yen et al., 2009) , (Rodriguez et al.,2013) que La
radiología simple en muchas ocasiones nos va a permitir determinar qué lesiones hay que
ignorar o cuáles deben ser biopsiadas o tratadas, ya sea por sospecha de malignidad o por
riesgo de producirse una fractura patológica.
En el estudio de las lesiones óseas no debemos emplear, en general, los términos de
benignidad o malignidad, sino que debemos determinar la agresividad de la lesión
Según Yen y colaboradores en el 2009, uno de los casos estudiado por imagenología
radiológica, en una paciente de 18 años, con signos de osteosarcoma en tibia proximal
izquierda, donde se observan zonas de apariencia radiológica blástica o esclerótica, en
coexistencia con zonas líticas, que evidenciadas en vista anteroposterior de la rodilla
izquierda mostraba una reacción periosteal agresiva, principalmente laminada, y los patrones
triangulares de Codman; en lo que respecta a la impresión radiográfica lateral se mostró un
patrón más a favor del patrón de formación de cartílago.
En similitud a lo descrito anteriormente, en el caso 1 del presente artículo, se mostraba
radiodensidad o zonas líticas, tanto en la metáfisis y diáfisis proximal de la tibia derecha; sin
embargo, según el grado imagenológico no evidenciaba afectación al tejido conectivo
especializado en el crecimiento óseo, siendo demostrado el desgaste o degradación del
margen anterosuperior tibial; pero, en contraste, no se evidenció patrones triangulares de
Codman.
Dentro de las lesiones esclerosates de hueso se encuentra el osteosarcoma telangiectasia es
una rara variedad de osteosarcoma. Su frecuencia oscila entre el 1,25 y el 3% de todos los
osteosarcoma s (1, 2, 4, 5), aunque algunos autores describen u n a mayo r frecuencia de
aparición como Pignatti et al en cuya revisión encontraron 17 casos entre 233 osteosarcomas,
es decir, un 7,3% (6, 7) o incluso otros autores como Rossen et al.
El osteosarcoma es un tumor óseo maligno en el que las células tumorales producen osteoide.
La mayoría son intramedulares. Otros, sin embargo, son de asiento extramedular sobre la
superficie externa del hueso (se denominan osteosarcomas de superficie) y muestran un
patrón de crecimiento diferente al de un osteosarcoma convencional.
Se clasifican en cuatro tipos: paraostal, perióstico, paraostal desdiferenciado y osteosarcoma
de superficie de alto grado. El osteosarcoma paraostal es un osteosarcoma de bajo grado que
suele asentar en la superficie de la metáfisis de los huesos largos, con raro o limitado
compromiso del canal medular. Se origina en la superficie externa del hueso y tiende a tener
una unión estrecha con la cortical y a crecer longitudinal y circunferencialmente.
Epidemiológicamente es el osteosarcoma más frecuente de los periféricos, suponiendo
menos de 5% de todos los osteosarcomas; es más frecuente en mujeres y suele diagnosticarse
en la tercera y cuarta década de la vida. Asimismo, suele asentar en la cara posterior del fémur
distal. Después habitualmente lo hace en la tibia proximal, en el húmero, radio, cúbito, peroné
y raramente en el cráneo y en los huesos tubulares de las manos y los pies. Clínicamente,
suele presentarse como una tumoración, a veces con dolor sordo, de meses a años de
evolución. Los síntomas suelen observarse al cabo de un mes a 15 años; en 34% de los
pacientes se muestra durante más de dos años. El aspecto radiográfico es tan característico
que suele bastar para el diagnóstico.
El crecimiento circunferencial explicaría el signo de la cuerda en las radiografías (una línea
radiolucente producida por las partes blandas situadas entre la cortical y el tumor). Entre otras
de sus características, los osteosarcomas paraostal son lesiones de bajo grado bien
diferenciadas con poca tendencia a la metastatización; cuando afectan al canal medular no
suelen ocupar más de 25% del diámetro del canal; y tienden a ser de tamaño grande a la
presentación.
Con respecto al caso numero dos fue posible establecer con la radiografia convencional el
diagnostico de encondroma cicatrizal, cabe destacar aunque no fue necesaria la biopsia para
su diagnóstico, la lesión por lo general macroscópicamente es azul grisácea con fragmentos
amarillos que representan la matriz mineralizada. microscópicamente se observan lóbulos de
cartílago hialino separados por septos finos fibrovasculares.
El encondroma es una neoplasia solitaria de predominio cartilaginoso que puede usualmente
cursa sin sintomatología y que representa el 3% al 10% de todos los neoplasias óseas.
Su ubicación principalmente es intramedular en huesos pequeños como los de la mano y del
pie, pero puede tener otras localizaciones como el caso aquí descrito.
Es un tumor óseo benigno compuesto de lóbulos de cartílago hialino5. Se piensa que es el
resultado de restos de cartílago que quedan atrapados en la metáfisis del hueso en
crecimiento6, el encondroma solitario representa la segunda lesión de tipo cartilaginosa
benigna seguida del osteocondroma, ocurriendo en el 3% al 17% de los casos de tumores
óseos primarios.
En las radiografías de huesos largos se encuentra una lesión menor de 6 cm usualmente, pero
un tamaño mayor puede ser decrito7. En el 95% de los casos se observan lesiones calcificadas
usualmente lobulares. Cabe resaltar que el abordaje de este tipo de lesión inicialmente se
hace meritorio el estudio radiográfico, aunque La TAC es la técnica de elección en caso de
lesiones no mineralizadas que infiltren el canal medular sin levantamiento del hueso
adyacente, las cuales pueden no ser vistas en la radiografía convencional. La RNM sirve para
valorar la extensión en la médula ósea. En T2 puede observarse un aumento de señal debido
al alto contenido de agua del cartílago hialino. En T1 la lesión muestra una buena señal igual
al músculo esquelético.
Conclusión
Hoy en día los profesionales de la salud muchas veces se encuentran con el dilema sobre que
método imagenológico utilizar para un caso específico. Es necesario tener en cuenta no solo
la presentación clínica del paciente o la efectividad de la prueba, pues nuestros criterios de
elección se deben basar también en el equipo disponible, los costos, la experiencia y las
contraindicaciones de cada paciente.
Se debe destacar que a la hora del abordaje de este tipo de lesiones existen otras pruebas de
gran poder diagnostico como la gammagrafía ósea que no es tan especifica como la
radiografía pero posee una sensibilidad muy alta. Esta es capaz de detectar lesiones
tempranas las cuales en la radiografía no pueden ser identificadas, además es empleada para
diagnósticos diferenciales, la tomografía axial computarizada es esencial en la detección de
la invasión del tumor a estructuras blandas circundantes y ruptura de la cortical, la resonancia
magnética nuclear es útil para valorar el estadio de la lesión y la extensión focal.
Los tumores óseos en muchas ocasiones son patologías infrecuentes en nuestro medio y por
tanto se requiere de gran experiencia imagenológica para así poder evaluar con certeza este
tipo de neoplasias. Es imprescindible que esta sea tratada por un grupo de especialistas que
correlacionen todos aquellos hallazgos patológicos, radiológicos y clínicos ya que la
supervisión de un solo profesional de la salud puede conllevar a errores en la mayoría de las
ocasiones. El diagnostico radiográfico es el más usado por su baja complejidad y su minina
probabilidad de complicaciones siendo capaz de distinguir lesiones benignas y malignas y
así no solo darle información valiosa al médico si no minimizar costos, con lo cual se debe
tener siempre en mente como primera elección el estudio radiográfico en el abordaje inicial
de este tipo de lesiones.
Bibliografía
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Chondroblastic Osteosarcoma and Chondrosarcoma : Highlights on Radiography and
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