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4.

COMPORTAMIENTO Y CARACTERIZACIÓN DE
LOS MACIZOS ROCOSOS


$VVLPSOHDVSRVVLEOHEXWQRWVLPSOHU
$OEHUW(LQVWHLQ

4.1. Introducción

Trata este capítulo sobre le comportamiento y caracterización de macizos rocosos en lo que


concierne a sus propiedades elásticas y criterios de rotura, también se dan algunas
indicaciones sobre su comportamiento post-rotura en función de los últimos artículos
presentados por expertos en la materia y se incluye finalmente una discusión sobre la
naturaleza de los macizos rocosos en lo referente a su continuidad. Para ello se presentan las
técnicas de obtención de parámetros de macizos rocosos según los trabajos desarrollados por
diversos investigadores, entre los que cabe destacar principalmente a Hoek y Brown, a lo largo
de las últimas tres décadas.

Para caracterizar un macizo rocoso donde se pretende insertar una excavación, se requiere
conocer los parámetros básicos de la roca y de las discontinuidades así como la estructura
del macizo que incluye aspectos como el número de familias de discontinuidades existentes, el
espaciado medio de los planos de discontinuidad, las características geomecánicas básicas de
las discontinuidades. Asimismo será necesario medir o estimar el estado tensional in-situ y en
su caso las alteraciones producidas en el macizo por otras excavaciones.

Desde el punto de vista de su aplicación en Ingeniería, las propiedades mecánicas de las rocas
y de las discontinuidades geológicas, se pueden considerar suficientemente conocidas. Sin
embargo los complejos entramados de rocas y discontinuidades que se han dado en llamar
macizos rocosos, aunque se ha hecho un gran esfuerzo para investigarlos, todavía no se
pueden considerar bien conocidos. Esta falta de conocimiento se debe en muchos casos a su
inherente complejidad, a las dificultades de la observación de los macizos, siempre grandes,
así como a la heterogeneidad que les es propia.

Dentro de las carencias de conocimiento de los macizos rocosos, asociadas a la complejidad


de los mismos, existen distintos grados. En general, el comportamiento elástico de los macizos
rocosos así como su criterio de rotura, se pueden estimar con un nivel de aproximación
razonable. Esto junto con el hecho de que la mayor parte de los diseños en Ingeniería lo que
pretenden es evitar que se produzca la rotura, ha dado lugar a que la investigación de lo que
pasa tras la rotura haya sido mucho menor que la enfocada a evitarla. Ciertamente el
comportamiento de los macizos rocosos una a vez sobrepasado su límite de resistencia
tensional (criterio de rotura de pico), y que vendría en términos mecánicos marcado por el
criterio de rotura residual y el potencial o regla de flujo plástico resultan por ahora
insuficientemente conocidos.

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4.2. Caracterización de las propiedades resistentes de pico de los
macizos

Se presentan a continuación el procedimiento para la estimación del la resistencia de pico de


un macizo rocoso, en el que se incluye la estimación de los criterios de Hoek-Brown y de Mohr-
Coulomb, que son los que se utilizan mayoritariamente en el ámbito de la ingeniería de
macizos rocosos.

4.2.1. Criterio de rotura de Hoek-Brown (Versiones iniciales)

El criterio de rotura más generalmente utilizado en la actualidad en el estudio del


comportamiento de los macizos rocosos es el de Hoek y Brown, criterio empírico definido para
probetas de laboratorio a partir de ensayos sobre un enorme número de muestras de distintos
tipos de rocas propias de macizos rocosos duros (Hoek y Brown, 1980) y que se puede
extrapolar al comportamiento de los macizos rocosos. Este criterio se puede expresar mediante
la siguiente fórmula:


σ  = σ  + PÂσ  Âσ F + VÂσ F (4.1)

Para el caso de la roca intacta, o sea, del material rocoso, se tendría por definición que s = 1,
mientras que " σ F " y "m" serían parámetros característicos de la roca que se obtendrán
mediante ensayos de laboratorio. La resistencia a la tracción correspondiente se podría obtener
introduciendo σ  = 0, en la ecuación del criterio de rotura de Hoek-Brown y resolviéndola.

La ecuación anterior carece en la práctica de valor a no ser que sea posible obtener las
constantes m, s y σF , de la roca sana y del macizo rocoso. Ya se vio en temas anteriores
como era posible obtener estos parámetros para la roca intacta; en lo que respecta al macizo
rocoso sano y según Hoek y Brown (1988) estas constantes se pueden estimar a partir del
índice empírico GSI –Geological Strength Index-, que se corresponde con la suma de los
cuatro primeros parámetros del RMR de Bieniawski (1976). El GSI, que, como se indicó, no
deja de ser una parte del RMR de Bieniawski, también suele ser un parámetro de los primeros
que se obtienen en cualquier estudio geotécnico que estudie macizos rocosos.

Así, las relaciones de mms y sms, o parámetros m y s del macizo rocoso sano o intacto con mi
(parámetro m de la roca intacta que se obtiene a partir de los ensayos de laboratorio) y GSI
(estimado en campo) para macizos rocosos sanos son las siguientes:
*6, −

PPV = PU ÂH 
(4.2)
*6, −

VPV = H 

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Pregunta 3. Se desea obtener la resistencia al corte a lo largo de la discontinuidad, utilizando los
datos de la Figura 1 (15 puntos)

b=15o

Figura 1

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MECÁNICA DE ROCAS

MACIZO ROCOSO
L.M. Salinas

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5. CLASIFICACIONES GEOMECÁNICAS DE LOS MACIZOS
ROCOSOS

Existen demasiadas excavaciones a lo largo y ancho del mundo para ser analizadas analítica o
numéricamente, y demasiados pocos expertos para hacer buenas estimaciones. Así, un
modelo empírico bien fundado y probado, utilizado por personal
cualificado puede ser una herramienta de gran utilidad.
N. Barton, 1999

5.1. Introducción
Las clasificaciones geomecánicas se utilizan mucho actualmente, sobre todo en los estudios
geotécnicos de túneles, (donde de los diez mil kilómetros de túneles y galerías que se excavan
anualmente aproximadamente un 80 % se excavan atendiendo únicamente a la clasificación
geomecánica de los terrenos), pero es conveniente aplicarlas no perdiendo de vista los datos sobre
los que se fundamentan.

En lo que se refiere a los taludes, la principal ventaja de las clasificaciones geomecánicas consiste
en que permiten obtener, mediante unas correlaciones establecidas, los principales parámetros
mecánicos del macizo rocoso: módulo de elasticidad, coeficientes del criterio de rotura Hoek-Brown,
etc. La utilización directa de las clasificaciones para determinar la estabilidad de los taludes puede
tener ventajas en fases iniciales del estudio, pero su empleo como única herramienta de decisión a
nivel de proyecto es cuestionable (Bieniawski, 2003b).

Los sistemas de clasificación de los macizos rocosos tienen por objeto evaluar sus características
para determinar de forma cuantitativa su calidad. El término “macizo rocoso” se refiere al conjunto
de uno o varios tipos de rocas atravesados por plano de discontinuidad en el que se inserta la obra
de ingeniería o la mina. Su caracterización requiere el conocimiento de los siguientes parámetros:

– Resistencia y comportamiento de la roca.


– Familias de discontinuidades existentes.
– Espaciado de los planos de discontinuidad y fracturación del macizo.
– Caracteres geomecánicos de las discontinuidades: continuidad, rugosidad, separación y
resistencia de los labios, meteorización y relleno.
– Condiciones del agua en las juntas.
– Tensiones in situ, naturales o inducidas.
– Alteraciones producidas en el macizo rocoso por las excavaciones.

Los criterios de clasificación tienen que ser claros y consistentes para que no haya ninguna duda a
la hora de aplicarlos y las categorías que se establezcan deben ser mutuamente excluyentes, de
modo que no sea posible asignarle a un macizo rocoso dos categorías distintas. Por otra parte, se
gana en objetividad a la hora de definir la calidad de un macizo rocosos si se obtienen índices
mediante dos o más clasificaciones que se puedan correlacionar entre sí.

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5.2. Utilidad, limitaciones y condiciones de aplicación de las
clasificaciones geomecánicas

En la actualidad, las clasificaciones geomecánicas se emplean de forma generalizada en ingeniería


para hacer una primera predicción del comportamiento de los macizos rocosos frente a
excavaciones, principalmente subterráneas, aunque también a cielo abierto. Su utilidad radica en la
facilidad de su aplicación y en los buenos resultados conseguidos en muchos casos. Las
clasificaciones geomecánicas han producido notables beneficios a la ingeniería entre los que cabe
destacar:

– Han mejorado la calidad de los estudios de los macizos rocosos por el simple hecho de requerir
un mínimo de datos para llevar a cabo la clasificación y han puesto un cierto orden en los
trabajos de campo en los que se basan los estudios geotécnicos.

– Han permitido dividir los macizos rocosos en grupos de características y comportamiento similar,
facilitando el diseño de excavaciones al permitir relacionar las experiencias obtenidas en
diversos lugares.

– Han suministrado datos básicos sobre las características de los macizos rocosos para la
estimación de sus propiedades mecánicas, criterios de rotura y flujo plástico.

– Han proporcionado una base y un lenguaje común de comunicación entre geólogos e


ingenieros.

Las clasificaciones geomecánicas se utilizan preferentemente en las fases de viabilidad y


anteproyecto, en zonas donde existen afloramientos rocosos que permiten una buena toma de
datos geológicos y geomecánicos, y alcanzan en muchas ocasiones resultados satisfactorios a bajo
coste, lo cual es muy importante en los inicios de un proyecto. Concretamente, las clasificaciones
geomecánicas son de especial interés en la selección de trazados de túneles y en la evaluación de
sus condiciones generales de estabilidad.

Partiendo de la base de que el índice de calidad caracteriza el macizo rocoso, las clasificaciones
geomecánicas dan información acerca de ciertas propiedades mecánicas del mismo, que son las
básicas para estimar el tipo de técnica de excavación y las necesidades estimativas de
sostenimiento.

A pesar de la gran utilidad de las clasificaciones geomecánicas y tal vez por este mismo motivo, su
uso tan generalizado ha hecho que en bastantes casos no se hayan conseguido los resultados
deseados, ya que a veces se ha querido extrapolar las clasificaciones a situaciones que se alejan
mucho de las utilizadas como base empírica de las mismas.

Por último hay que advertir que cuando se plantea un problema de diseño en un macizo rocoso,
antes de decidir utilizar una clasificación geomecánica como única herramienta para resolverlo, hay
que plantearse si hay otro procedimiento más preciso que éste.

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5.3. Presente y futuro de las clasificaciones geomecánicas

En la actualidad las dos clasificaciones geomecánicas más utilizadas son: la Clasificación


Geomecánica o RMR de Bieniawski (1973), y el sistema Q de Barton, Lien y Lunde (1974). Estas
clasificaciones fueron creadas originalmente para excavaciones subterráneas, particularmente
túneles, aunque el RMR se ha extendido después a otras aplicaciones, como minería subterránea
metálica y de carbón (Laubscher 1977 y 1984; Cummings et al. 1982; Kendorski et al. 1983 y Unal
1983 y 1986), estabilidad de taludes (Romana 1985) y arranque de rocas (Weaver 1975, Smith
1987 y Singh et al. 1986).

La principal aplicación de las mencionadas clasificaciones geomecánicas es la selección del


sostenimiento de túneles, ya que su diseño por métodos analíticos no ha alcanzado todavía el
grado de desarrollo necesario para resolver algunos de los problemas que plantean este tipo de
obras. La extensión de estas clasificaciones a otros usos debería ir acompañada de las
correspondientes bases de datos históricos, ya que en origen todas ellas se fundamentan
únicamente en observaciones efectuadas en cavidades subterráneas. Cuando no se dispone de
estas bases experimentales no es prudente utilizar las clasificaciones geomecánicas en contextos
diferentes de aquellos para los que fueron creadas.

Otro campo en el que han comenzado a ser utilizadas las clasificaciones geomecánicas, pero en el
que hay todavía mucho trabajo por hacer, es el de la estimación de la resistencia y comportamiento
mecánico de los macizos rocosos. La obtención de esta información a partir de ensayos realizados
en el laboratorio sobre probetas de roca o sobre discontinuidades de reducidas dimensiones, es
uno de los principales problemas que tiene planteados la Mecánica de Rocas. El método analítico
no está todavía suficientemente desarrollado para efectuar esta estimación por lo que hace falta
una ayuda de las clasificaciones, como han propuesto Hoeck y Brown (1988). Estos autores han
creado una nueva clasificación denominada GSI (Geological Strength Index), basada en sus
comienzos en el RMR pero actualmente completamente independizada, con el objetivo indicado.

5.4. Clasificaciones más importantes

Las tres clasificaciones más utilizadas actualmente son la de Bieniawski (RMR), la de Barton, Lien y
Lunde (Q) y la de Hoek-Brown (GSI). Las dos primeras utilizan un parámetro, RQD (Rock Quality
Designation), que constituye la base de la clasificación de Deere. A continuación se describen estas
cuatro clasificaciones.

5.4.1. Clasificación de Deere (1967)

Para ir dando respuesta a las dificultades planteadas por las clasificaciones primitivas utilizadas
para estimar entibaciones de túneles, fueron surgiendo otras clasificaciones, como la de Deere, que
en 1967 propuso un sistema de diseño de sostenimientos basado en el RQD. Este parámetro se
obtiene a partir del porcentaje de trozos de testigo mayores de 10 cm recuperado en un sondeo, tal
y como muestra la Figura 5.1 y permite estimar el grado de fracturación del macizo rocoso.

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Figura 5.1. Estimación del R.Q.D. a partir de testigos de sondeo. Fotografía y montaje: David Córdova.

El RQD hay que tomarlo con las debidas precauciones, ya que su valor depende no sólo de la
fracturación del macizo rocoso sino también de otros factores, como la técnica del sondeo, su
dirección, diámetro, etc.

A veces hay que estimar el RQD a partir de datos en afloramientos, al no disponer de sondeos. En
estos casos, se puede utilizar la siguiente relación (Palmstrom, 2005), aunque su precisión no es
superior a la que puede proporcionar una mera estimación visual (Bieniawski, 2003a):

RQD = 110 − 2,5 ⋅ J v (5.1)

donde Jv es el índice volumétrico de juntas o número de juntas por metro cúbico (Figura 5.2.).

Figura 5.2. Estimación del Jv y clasificación del tamaño de bloque en función de espaciados de juntas y número
de familias observadas en campo.

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TEMA 5

Índice de calidad de las rocas, RQD


“rock quality designation” Deree et al. (1967)
• Se basa en la recuperación modificada de un testigo
(El porcentaje de la recuperación del testigo de un sondeo)
• Depende indirectamente del número de fracturas y del grado
de la alteración del macizo rocoso
¾ Se cuenta solamente fragmentos iguales o superiores a 100 mm de
longitud.
¾ El diámetro del testigo tiene que ser igual o superior a 57.4 mm y
tiene que ser perforado con un doble tubo de extracción de testigo.

Σ(longitud_fragmentos_ ≥ 10cm)
RQD = x100
longitud_total_perforada

RQD (%) Calidad de roca


< 25 muy mala
25 - 50 mala
50 - 75 regular
75 - 90 buena
90 - 100 excelente

Ejemplos:
RQD = 100 RQD < 100

Î Formula alternativa (cuando no hay sondeos):


RQD = 115 – 3.3Jv para Jv > 4.5
RQD = 100 para Jv ≤ 4.5
Jv : numero de juntas identificadas en el macizo rocoso por m3

Marcel Hürlimann
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TEMA 5

Marcel Hürlimann
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Según su RQD, Deere clasificó los macizos rocosos en 6 grupos y propuso distintos sostenimientos
en función de la calidad del macizo y del método de excavación utilizado.

5.4.2. Clasificación de Bieniawski (1973, 1976, 1989)

Esta clasificación se desarrolló inicialmente a partir de la experiencia en obras realizadas en África


del Sur. Su aplicación no tiene apenas limitaciones, excepto en rocas expansivas y fluyentes donde
no es aconsejable su uso.

5.4.2.1. Obtención del índice RMR

Para determinar la calidad del macizo rocoso, se divide éste en dominios estructurales, es decir, en
zonas delimitadas por discontinuidades geológicas, dentro de las cuales la estructura es
prácticamente homogénea. La estructura del macizo comprende el conjunto de fallas, diaclasas,
pliegues y demás características geológicas propias de una determinada región. El índice que
define la clasificación es el denominado RMR (Rock Mass Rating), que evalúa la calidad del macizo
rocoso a partir de los parámetros siguientes:

– Resistencia a compresión simple del material rocoso. En la Tabla 5.1. se presenta una
estimación de las resistencias medias de ciertas rocas según Bieniawski, 1973.

Tabla 5.1. estimación de las resistencias medias de ciertas rocas según Bieniawski, 1973

Resistencia a compresión simple (MPa)


Tipo de roca
Mínima Máxima Media
Creta 1 2 1,5
Sal 15 29 22
Carbón 13 41 31
Limolita 25 38 32
Esquisto 31 70 43
Pizarra 33 150 70
Lutita 36 172 95
Arenisca 40 179 95
Marga 52 152 99
Mármol 60 140 112
Caliza 69 180 121
Dolomía 83 165 127
Andesita 127 138 128
Granito 153 233 188
Gneis 159 256 195
Basalto 168 359 252
Cuarcita 200 304 252
Dolerita 227 319 280
Gabro 290 326 298
Taconita 425 475 450
Sílice 587 683 635

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– RQD. Este parámetro, que se considera de interés para seleccionar el revestimiento de los
túneles, se ha definido anteriormente al tratar sobre la clasificación de Deere (1967).

– Espaciado de las juntas. El término junta se refiere a las discontinuidades estructurales: fallas,
diaclasas, planos de estratificación, etc., y su espaciado es la distancia media entre los planos
de discontinuidad de cada familia, es decir, de cada conjunto con las mismas características
geomecánicas. Entre este parámetro y el anterior existe una relación clara, por lo que a no ser
por razones históricas, o sea por la abundante información relacionada con el RQD que existía
antes de la aparición de las clasificaciones geomecánicas RMR y Q, quizás éstas no habrían
incluido el RQD.

La resistencia del macizo rocoso se va reduciendo al aumentar el número de juntas, o sea,


cuando disminuyen los espaciados de cada familia. En la Figura 5.3 se muestra gráficamente la
variación de resistencia del macizo, en función del espaciado de las juntas y de la resistencia a
compresión simple del material rocoso. Existen muchas clasificaciones del espaciado de las
juntas. La utilizada por Bieniawski es la propuesta por Deere en su clasificación de 1967 que se
presenta en la Tabla 5.2.

Tabla 5.2.Clasificación de Deere (1967) del espaciado de las juntas

Descripción Espaciado de las juntas Tipo de macizo rocoso


Muy ancho >3 m Sólido
Ancho 1-3 m Masivo
Moderadamente cerrado 0,3-1 m En bloques
Cerrado 50-300 mm Fracturado
Muy cerrado <50 mm Machacado

Figura 5.3. Variación de la resistencia del macizo rocoso en función del espaciado de las juntas y de la
resistencia a compresión simple de la roca (Bieniawski, 1976).

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– Naturaleza de las juntas. Para describir el estado de las juntas se utilizan los siguientes
parámetros:

• Apertura entre los labios de la discontinuidad.


• Continuidad (dimensiones) de la junta según rumbo y buzamiento.
• Rugosidad de los labios.
• Resistencia de la roca en los labios de la discontinuidad.
• Relleno de la junta.

– Presencia de agua. En un macizo rocoso diaclasado, el agua tiene mucha influencia en su


comportamiento, debiendo estimarse el flujo de agua en litros/min. cada 10 m de túnel. La
descripción utilizada es la siguiente: completamente seco, húmedo, agua a presión moderada y
agua a presión fuerte.

– Orientación de las discontinuidades. La orientación de las discontinuidades respecto al eje de la


estructura subterránea es un factor de suma importancia para determinar el sostenimiento
necesario. La correcta orientación de la cavidad puede hacer descender claramente las
necesidades de entibación

La clasificación dada por Bieniawski referente a orientaciones relativas entre las discontinuidades y
el eje de la cavidad, se presenta en la Tabla 5.3.

Tabla 5.3. Orientaciones relativas entre las juntas y el eje de la cavidad.

RUMBO PERPENDICULAR AL EJE DEL TÚNEL


RUMBO PARALELO AL BUZAMIENTO
DIRECCIÓN SEGÚN DIRECCIÓN CONTRA
EJE DEL TÚNEL 0º-20º
BUZAMIENTO BUZAMIENTO (Independiente
Buzamiento Buzamiento Buzamiento Buzamiento Buzamiento Buzamiento del rumbo)
45º-90º 20º-45º 45º-90º 20º-45º 45º-90º 20º-45º
Muy Muy
Favorable Regular Desfavorable Regular Desfavorable
favorable desfavorable

Después de haber definido los 6 parámetros de la clasificación de Bieniawski, se determina la


categoría del macizo rocoso. Se parte de un denominado “valor primario” de calidad que es igual a
la suma de los cinco primeros parámetros, cuyos valores se definen en la Tabla 5.4-a. La versión
presentada en esta tabla es la de 1989, actualmente en uso.

Para diseñar el sostenimiento de un túnel, este valor primario se modifica en función del último
parámetro descrito, es decir, orientación de las discontinuidades (Tabla 5.4-b). Así se obtiene el
RMR del macizo rocoso. Dependiendo del valor total del RMR, se clasifican los macizos rocosos en
cinco categorías (ver Tabla 5.4-c).

En la Tabla 5.4-d se muestran, para túneles, los tiempos durante los cuales se mantienen estables
las longitudes sin revestir indicadas. También se presentan las cohesiones y fricciones estimadas
de los macizos rocosos en cada una de las cinco clases.

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Tabla 5.4. a. Parámetros de clasificación y sus valores

PARAMETROS ESCALA DE VALORES


Para estos valores es
Bajo carga puntual >10 MPa 4-10 MPa 2-4 MPa 1-2 MPa preferible la resistencia a
Resistencia de la
compresión simple
1 roca intacta
A compresión 5-25
>250 MPa 100-250 MPa 50-100 MPa 25-50 MPa 1-5 MPa <1 MPa
simple MPa
VALOR 15 12 7 4 2 1 0
2 R.Q.D. 90%-100% 75%-90% 50%-75% 25%-50% <25%
VALOR 20 17 13 8 3
3 ESPACIADO DE LAS JUNTAS >2 m 0,6-2 m 200-600 mm 60-200 mm <60 mm
VALOR 20 15 10 8 5
Ligeramente Ligeramente
Espejo o falla o
Muy rugosas, sin rugosa rugosa
relleno de espesor Relleno blando de espesor
continuidad, separación <1 separación <1
CONDICION DE LAS JUNTAS <5 mm, o juntas >5 mm, o juntas abiertas >5
4 cerradas, roca mm, roca labios mm, roca labios
abiertas 1-5 mm, mm, juntas continuas.
labios sana. ligeramente muy
juntas continuas.
meteorizada. meteorizada.
VALOR 30 25 20 10 0
FLUJO EN CADA 10 m
DE TUNEL, o bien Ninguno <10 l/min 10-25 l/min 25-125 l/min >125 l/min
Relación presión del
agua en la junta/tensión 0 <0,1 0,1-0,2 0,2-0,5 >0,5
5 AGUA
principal máxima.
CONDICIONES Completamente Manchas de Muy húmedo. Goteo. Flujo de agua.
GENERALES seco humedad
VALOR 15 10 7 4 0

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TEMA 5

Parámetros del Rock Mass Rating (Bieniawski, 1979)

Parámetro Rango de valores

Resistencia Ensayo carga > 10 MPa 4-10 MPa 2-4 MPa 1-2 MPa
de la puntual
1 roca intacta Compresión 5-25 1-5 <1
> 250 MPa 100-250 MPa 50-100 MPa 25-50 MPa
simple MPa MPa MPa
valor 15 12 7 4 2 1 0
RQD 90-100% 75-90% 50-75% 25-50% <25%
2
valor 20 17 13 8 3
Espaciado de las
>2m 0,6-2 m 0,2-0,6 m 6-20 cm < 6 cm
3 discontinuidades
valor 20 15 10 8 5
Longitud de la
<1m 1–3m 3 – 10 m 10 – 20 m > 20 m
discontinuidad
Valor 6 4 2 1 0
Estado de las discontinuidades

Abertura Nada < 0.1 mm 0.1 – 1.0 mm 1 – 5 mm > 5 mm


Valor 6 5 3 1 0
Rugosidad Ligeramente
Muy rugosa Rugosa Ondulada Suave
rugosa
4
Valor 6 5 3 1 0
Relleno Relleno duro Relleno duro Relleno blando Relleno blando
Ninguno
< 5 mm > 5 mm < 5 mm > 5 mm
Valor 6 4 2 2 0
Alteración Ligeramente Moderadamente
Inalterada Muy alterada Descompuesta
alterada alterada
valor 6 5 3 1 0
Relación
Flujo de Pagua / Pprinc 0 0-0,1 0,1-0,2 0,2-0,5 > 0,5
agua en
5 las juntas Condiciones Completamente Ligeramente
Húmedas Goteando Agua fluyendo
Generales secas húmedas
valor 15 10 7 4 0

Marcel Hürlimann
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El sostenimiento de túneles basado en las clasificaciones geomecánicas E.T.S.E.C.C.P.B. - U.P.C.

Fig. 11

Ingeniería Geológica. Excavaciones Subterráneas 13


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El sostenimiento de túneles basado en las clasificaciones geomecánicas E.T.S.E.C.C.P.B. - U.P.C.

Fig. 11 (Continuación)

Crítica: Se han señalado los siguientes aspectos (Kirsten, 1988):

x De forma natural, el sistema de cálculo (suma de contribuciones de


rango limitado) tiende a favorecer los índices medios de calidad.
x Cambios radicales en un sólo parámetro (que pueden afectar de
forma significativa a la respuesta del macizo rocoso, como sería el
caso de la resistencia de las discontinuidades) afecta poco al índice
global, debido, de nuevo, a la estructura del índice como suma de
contribuciones.
x El espaciamiento entre juntas parece sobrevalorado (aparece dos
veces: de forma explícita e indirectamente en el RQD).
x El sostenimiento que se propone es el definitivo. Bajo la filosofía del
NATM es necesario, en ocasiones, considerar sostenimientos
primarios y secundarios que no están definidos.

Más adelante se comparan entre sí los sistemas RMR y Q.

Ingeniería Geológica. Excavaciones Subterráneas 14


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Tabla 5.4. (Continuación)

b. Ajuste de valores por las orientaciones de las juntas

ORIENTACION DEL RUMBO Y MUY


MUY DESFA-
BUZAMIENTO DE LAS FAVORABLE REGULAR DESFAVO-
FAVORABLE VORABLE
DISCONTINUIDADES RABLE
VALORES TUNELES Y MINAS 0 -2 -5 -10 -12
CIMENTACIONES 0 -2 -7 -15 -25
TALUDES 0 -5 -25 -50 -60

c. Determinación de la clase del macizo rocoso

VALOR TOTAL
81-100 61-80 41-60 21-40 <20
DEL R.M.R

CLASE NUMERO I II III IV V

MUY MUY
DESCRIPCION BUENO MEDIO MALO
BUENO MALO

d. Significado de las clases de macizos rocosos

CLASE
I II III IV V
NUMERO

TIEMPO DE 20 años 1 año para 1 semana 10 horas 30 minutos


MANTENIMIENTO para 15 m 10 m para 5 m para 2,5 m para 1 m

COHESION (KPa) >400 300-400 200-300 100-200 <100

ANGULO DE FRICCION
>45º KPa 35º-45º 25º-35º 15º-25º <15º
(Grados)

En las fotografías de las Figuras 5.4 a 5.13, se muestran a manera de ejemplo macizos rocosos de
crecientes calidades geotécnicas atendiendo a la clasificación de Bieniawski presentada.

Figura 5.4. Macizo rocoso de muy mala calidad geotécnica bajo macizo rocoso de buena calidad. Fotografía: autores.

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Figura 5.5. Macizo rocoso de muy mala calidad. Fotografía: autores.

Figura 5.6. Macizo rocoso de mala calidad. Fotografía: autores.

Figura 5.7. Macizo rocoso calidad geotécnica de mala a media. Fotografía: autores.

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Figura 5.8. Macizo rocoso de calidad geotecnia media-baja. Fotografía: autores.

Figura 5.9. Macizo rocoso de calidad geotecnia media. Fotografía: autores.

Figura 5.10. Macizo rocoso de calidad geotecnia media-buena. Fotografía: autores.

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Figura 5.11. Macizo rocoso de calidad buena. Fotografía: autores.

Figura 5.12. Macizo rocoso de calidad buena a muy buena. Fotografía: autores.

Figura 5.13. Macizo rocoso de calidad muy buena, casi sin discontinuidades. Fotografía: autores.

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Clasificación RMR

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Clasificación RMR

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Clasificación RMR

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5.4.3. Clasificación de Barton et al. (1974)

5.4.3.1. Definición del índice de calidad Q

En esta clasificación se catalogan los macizos rocosos según el denominado índice de calidad Q, basado
en los 6 parámetros siguientes:

– RQD “Rock Quality Designation”.


– Jn Número de familias juntas.
– Jr Rugosidad de las juntas.
– Ja Meteorización de las juntas.
– Jw Coeficiente reductor que tiene en cuenta la presencia de agua.
– SRF “Stress Reduction Factor”, factor dependiente principalmente de las tensiones existentes en el
macizo rocoso.

El valor de los parámetros Jr y Ja depende también de la presencia de relleno y del tamaño de las juntas.

Mediante los parámetros indicados, se define la calidad del macizo rocoso de la siguiente manera:

RQD J r J W
Q= ⋅ ⋅ (5.2)
J n J a SRF

El primer cociente, RQD/Jn, representa el tamaño de los bloques.

Jr/Ja permite estimar la resistencia al corte entre bloques.

Jw/SRF indica el estado tensiones en el macizo rocoso.

En las Tablas 5.5 a 5.9 se presentan los valores de todos los parámetros que se han venido describiendo
anteriormente.

Tabla 5.5. Número de familias de Juntas. Jn

DESCRIPCIÓN Jn
- Roca masiva 0,5-1
- Una familia de diaclasas 2
- Una familia y algunas juntas ocasionales 3
- Dos familias 4
- Dos familias y algunas juntas 6
- Tres familias 9
- Tres familias y algunas juntas 12
- Cuatro o más familias, roca muy fracturada, "terrones de azúcar", etc. 15
- Roca triturada terrosa 20
En boquillas, se utiliza 2 Jn y en intersecciones de túneles 3 Jn

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Tabla 5.7. Meteorización de las juntas. Ja

DESCRIPCIÓN Ja φºr

* Contacto entre las dos caras de la junta.

- Junta sellada dura, sin reblandecimiento, impermeable, p.ej.


cuarzo, paredes sanas. 0,75
- Caras de la junta únicamente manchadas. 1 25-30
- Las caras de la junta están alteradas ligeramente y contienen
minerales no reblandecibles, partículas de arena, roca
desintegrada libre de arcilla, etc. 2 25-30
- Recubrimiento de limo o arena arcillosa, pequeña fracción
arcillosa no reblandecible. 3 20-25
- Recubrimiento de minerales arcillosos blandos o de baja
fricción, p.ej. caolinita, mica, clorita, talco, yeso, grafito, etc. y
pequeñas cantidades de arcillas expansivas. Los
recubrimientos son discontinuos con espesores máximos de
1 ó 2 mm. 4 8-16

*Contacto entre las dos caras de la junta con menos de 10 cm Ja φºr


de desplazamiento.

- Partículas de arena, roca desintegrada libre de arcilla. 4 25-30


- Rellenos de minerales arcillosos no reblandecidos,
fuertemente sobreconsolidados. Los recubrimientos son
continuos de menos de 5 mm de espesor. 6 16-24
- Sobreconsolidación media o baja, reblandecimiento; rellenos
de minerales arcillosos. Los recubrimientos son continuos de
menos de 5 mm de espesor. 8 12-16
- Rellenos de arcillas expansivas, p.ej. montmorillonita, de
espesor continuo de 5 mm. El valor Ja depende del
porcentaje de partículas del tamaño de la arcilla expansiva. 8-12 6-12

* No existe contacto entre las dos caras de la junta cuando ésta Ja φºr
ha sufrido un desplazamiento cortante.

- Zonas o bandas de roca desintegrada o roca machacada y 6-8 6-24


arcilla. u
8-12 “
- Zonas blandas de arcilla limosa o arenosa con pequeña
fracción de arcilla, sin reblandecimiento. 5 6-24
- Milonitos arcillosos gruesos 10-13 6-24
ó
13-20 “

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Tabla 5.6.Rugosidad de las juntas. Jr

DESCRIPCIÓN Jr
* Contacto entre las dos caras de la junta mediante un desplazamiento cortante
de menos de 10 cm
- Juntas discontinuas 4
- Junta rugosa o irregular ondulada 3
- Suave ondulada 2
- Espejo de falla, ondulada 1,5
- Rugosa o irregular, plana 1,5
- Suave plana 1
- Espejo de falla, plana 0,5
* No existe contacto entre las dos caras de la junta cuando ambas se desplazan
lateralmente Jr
- Zona conteniendo minerales arcillosos, suficientemente gruesa para impedir
el contacto entre las caras de la junta 1
- Arenas, gravas o zona fallada suficientemente gruesa para impedir el contacto
entre las dos caras de la junta 1
NOTA: Si el espaciado de la familia de juntas es mayor de 3 m hay que aumentar el Jr en
una unidad.
Para juntas planas con espejo de falla provisto de lineaciones, si éstas están orientadas
en la dirección de mínima resistencia, se puede usar Jr=0,5

Tabla 5.8. Agua en las juntas. Jw

Presión
DESCRIPCIÓN Jw agua
kg/cm2
- Excavaciones secas o de fluencia poco
importante, p.ej. menos de 5 l/min
localmente. 1 <1
- Fluencia o presión medias, ocasional lavado
de los rellenos de las juntas. 0,66 1-2,5
- Fluencia grande o presión alta; considerable
lavado de los rellenos de las juntas. 0,33* 2,5-10
- Fluencia o presión de agua excepcionalmente
altas al dar las pegas, decayendo con el
tiempo. 0,1-0,2* >10
- Fluencia o presión de agua excepcionalmente
altas y continuas, sin disminución. 0,05-0,1* >10
Los valores presentados con el signo * son sólo valores estimativos. Si se
instalan elementos de drenaje, hay que aumentar Jw.
Los problemas causados por la formación de hielo no se consideran.

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Tabla 5.9. Tensiones en la excavación. S.R.F.

DESCRIPCIÓN
1. Zonas débiles que intersectan la excavación y pueden causar caídas de bloques,
según avanza la misma. SRF
A Varias zonas débiles conteniendo arcilla o roca desintegrada químicamente, roca
muy suelta alrededor (cualquier profundidad). 10
B Sólo una zona débil conteniendo arcilla o roca desintegrada químicamente
(profundidad de excavación menor de 50 m). 5
C Sólo una zona débil conteniendo arcilla o roca desintegrada químicamente
(profundidad de excavación mayor de 50 m). 2,5
D Varias zonas de fractura en roca competente (libre de arcilla), roca suelta
alrededor (cualquier profundidad). 7,5
E Sólo una zona fracturada en roca competente (libre de arcilla), (profundidad de
excavación menor de 50 m). 5
F Sólo una zona fracturada en roca competente (libre de arcilla), (profundidad
mayor de 50 m). 2,5
G Juntas abiertas sueltas, muy fracturadas, etc. (cualquier profundidad). 5
2. Rocas competentes, problemas de tensiones en las rocas.
σc/σ1 σt/σ1 SRF
H Tensiones pequeñas cerca de la superficie. >200 >13 2,5
J Tensiones medias. 200-10 13-0,66 1,0
K Tensiones altas, estructura muy compacta
(normalmente favorable para la estabilidad, puede ser
desfavorable para la estabilidad de los hastiales). 10-5 0,66-0,33 0,5-2,0
L Explosión de roca suave (roca masiva). 5-2,5 0,33-0,16 5-10
M Explosión de roca fuerte (roca masiva). <2,5 <0,16 10-20
σc y σt son las resistencias a compresión y tracción, respectivamente, de la roca; σ1 es la tensión principal
máxima que actúa sobre la roca.
3. Roca fluyente, flujo plástico de roca incompetente bajo la influencia de altas
presiones litostáticas. SRF
N Presión de flujo suave. 5-10
O Presión de flujo intensa. 10-20
4. Rocas expansivas, actividad expansiva química dependiendo de la presencia de
agua. SRF
P Presión de expansión suave. 5-10
R Presión de expansión intensa. 10-20
- Observaciones al SRF:
i Reducir los valores del SRF en un 25-50% si las zonas de rotura sólo influyen pero no
intersectan a la excavación.
ii En los casos en que la profundidad de la clave del túnel sea inferior a la anchura del mismo, se
sugiere aumentar el SRF de 2,5 a 5 (ver H).
iii Para campos de tensiones muy anisótropos (si se miden) cuando 5≤σ1/σ3≤10, reducir σc y σt a
0,8 σc y 0,8 σt; cuando σ1/σ3>10, reducir σc y σt a 0,2 σc y 0,6 σt , donde σ3 es la tensión
principal mínima que actúa sobre la roca.

Notas para el uso de las Tablas 5.5 a 5.9:


1. Cuando no se dispone de sondeos, el RQD se estima a partir de afloramientos, mediante el índice volumétrico de juntas Jv, tal como se indicó en la
clasificación de Deere.
2. El parámetro Jn puede estar afectado por foliación, esquistosidad, laminaciones, etc. Sólo si estas juntas paralelas están suficientemente
desarrolladas se contabilizan como una familia; si no, se contabilizan como juntas ocasionales.
3. Se tomarán los valores de los parámetros Jr y Ja de la familia de juntas o discontinuidades rellenas de arcilla más débiles de la zona, pero hay que
elegir en primer lugar las juntas de orientación desfavorable, aunque no den el valor mínimo del cociente Jr/Ja.
4. En rocas muy anisótropas, la resistencia a compresión simple de la roca, σc, y a tracción, σt, se evalúan en la dirección más desfavorable para la
estabilidad de la estructura subterránea.

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Los rangos de variación de los parámetros son los siguientes:
RQD ................................................................................................................... 0 - 100
Jn ................................................................................................................... 0,5 - 20
Jr ................................................................................................................... 0,5 - 4
Ja ................................................................................................................... 0,75 - 20
Jw ................................................................................................................... 0,05 - 1
SRF ................................................................................................................... 0,5 - 20

En la Tabla 5.10 se recogen los valores de arc tg (Jr/Ja) que da una idea de la resistencia media al corte
de las discontinuidades. Se puede observar en esta tabla que los ángulos de fricción aumentan con la
rugosidad en las juntas inalteradas con contacto directo entre sus labios. Estas superficies tienen una
fuerte dilatancia cuando sufren esfuerzos cortantes, lo cual es muy favorable para la estabilidad de la
excavación. Las juntas más desfavorables son las que no presentan contacto entre sus labios, por la
presencia de rellenos.

Considerando los intervalos de variación de los valores que definen los seis parámetros del índice de
-3 3
calidad Q del macizo rocoso, se deduce que éste oscila entre 10 y 10 . Según los valores de Q, se
clasifican los macizos rocosos en nueve categorías (Tabla 5.11).

Tabla 5.10. Resistencia aproximada al corte a partir de los parámetros Jr y Ja

(a) Contacto entre las dos caras arc tg (Jr/Ja)


Jr
de la Junta
Ja=0,75 1 2 3 4
A. Juntas discontinuas 4 79º 76º 63º 53º 45º
E. Rugosa, ondulada 3 76º 72º 56º 45º 37º
C. Suave, ondulada 2 69º 63º 45º 34º 27º
D. Espejo de falla ondulada 1,5 63º 56º 37º 27º 21º
E. Rugosa o irregular, plana 1,5 63º 56º 37º 27º 21º
F. Suave, plana 1 53º 45º 27º 18º 14º
G. Espejo de falla, plana 0,5 34º 27º 14º 9,5º 7,1º
(b) Contacto entre las dos caras arc tg (Jr/Ja)
de la junta con menos de 10 Jr
Ja=4 6 8 12
cm de desplazamiento lateral
A. Juntas discontinuas 4 45º 34º 27º 18º
B. Rugosa, ondulada 3 37º 27º 21º 14º
C. Suave, ondulada 2 27º 18º 14º 9,5º
D. Espejo de falla, ondulada 1,5 21º 14º 11º 7,1º
E. Rugosa o irregular, plana 1,5 21º 14º 11º 7,1º
F. Suave, plana 1 14º 9,5º 7,1º 4,7º
G. Espejo de falla, plana 0,5 7º 4,7º 3,6 2,4º
(c) No existe contacto entre las
dos caras de la junta cuando Jr arc tg (Jr/Ja)
ésta es cizallada
. Zonas de roca machacada o Ja=6 8 12
1
desintegrada y arcilla 9,5º 7,1º 4,7º
. Bandas de arcilla limosa o Ja=5
1
arenosa 11º
. Bandas continuas y espesas de Ja=10 13 20
1
arcilla 5,7º 4,4º 2,9º

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Tabla 5.11. Clasificación de Barton et al. (1974) de los macizos rocosos. Tipos de macizos rocosos.

TIPO DE MACIZO VALOR DE Q


Excepcionalmente malo 10-3 - 10-2
Extremadamente malo 10-2 - 10-1
Muy malo 10-1 - 1
Malo 1- 4
Medio 4 - 10
Bueno 10 - 40
Muy bueno 40 - 100
Extremadamente bueno 100 - 400
Excepcionalmente bueno 400 - 1000

5.4.3.2. Utilidad y limitaciones de la clasificación de Barton et al. (1974)

El índice Q tiene un alto grado de fiabilidad, ya que está basado en un elevado número de casos que
comprenden muy diversos tamaños de túneles, tipos de excavación, profundidades y calidades de
macizos rocosos. Por la propia definición del índice Q, no se presenta el problema de falta de sensibilidad
a los parámetros considerados individualmente, ya que éstos aparecen como multiplicadores o divisores.
Por ello, y debido también al amplio rango de los parámetros en esta clasificación, los casos extremos
quedan bien reflejados.

Todos los tipos de macizos rocosos están bien representados en esta clasificación, a excepción de
aquellos que están sometidos a elevadas tensiones y presentan fenómenos de fluencia de roca. Esta
limitación es común a todas las clasificaciones geomecánicas.

Los casos analizados para el desarrollo de esta clasificación comprenden hasta 50 tipos de roca
diferentes.

La clasificación de Barton tiene en cuenta el estado tensional del macizo mediante el SRF, sin embargo,
la evaluación de este parámetro es relativamente subjetiva y no tiene en cuenta la historia tectónica ni
otros factores de tipo geomorfológico.

El RQD se incluyó tanto en esta clasificación como en la de Bieniawski con objeto de incorporar la
experiencia obtenida en el gran número de casos (obras y minas) en los que este parámetro ha sido
registrado, aunque el parámetro geotécnicamente más apropiado es el espaciado de las discontinuidades,
al cual el RQD está ligado conforme se muestra en la Figura 5.14 (Bieniawski, 2003).

Esta figura proporciona el índice de ponderación del conjunto RQD+espaciado en la clasificación de


Bieniawski y permite estimar uno de estos parámetros cuando se conoce el otro. Por consiguiente, se ha
producido de hecho en ambas clasificaciones una duplicación del índice de fracturación, que estaba
justificada en la época en que se crearon las clasificaciones del RMR y Q por que entonces apenas se

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disponía de datos, pero hoy en día esta deficiencia ha sido superada, por lo que dichas clasificaciones
deberían haber sido modificadas.

La orientación de las juntas no está contemplada en la definición del índice Q, lo cual limita su eficacia, ya
que este factor es de especial relevancia en muchos casos.

A pesar de la fiabilidad del índice Q, avalada por el elevado número de casos y litologías tomadas como
base para su definición, hay que ser muy precisos a la hora de su cuantificación. En concreto, el hecho de
desestimar parámetros desfavorables, por ejemplo: expansividad de ciertas rocas, tensiones elevadas en
el macizo rocoso, fluencia de la roca o grandes irrupciones de agua, puede originar errores en la calidad
de 1,5 a 2 e incluso hasta 20 veces.

En situaciones especiales se puede producir un error en el valor de Q por el hecho de pasar por alto
alguna singularidad como, por ejemplo, una zona de debilidad rellena de arcilla fuera de la sección del
túnel pero próxima al hastial. En este caso podría haber una relación de 100 entre la Q estimada y la que
realmente tiene el macizo, ya que los 6 parámetros que definen el índice Q se verían afectados
desfavorablemente.

Figura 5.14. Correlación entre el RQD y el espaciado (Bieniawski, 1973).

En cualquier caso, en todas las clasificaciones geomecánicas se introduce un importante grado de


subjetividad, por lo cual sus resultados deben tomarse siempre a título orientativo, debiendo contrastarse
con procedimientos observacionales y analíticos.

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5.4.4. Correlaciones entre RMR y Q

La relación entre los índices de calidad RMR y Q puede expresarse en forma general mediante la
siguiente ecuación:

RMR = a Ln Q + b (5.3)

donde, a y b son constantes que dependen del tipo de roca y de su fracturación. Kaiser et al. (1986)
señalan el siguiente rango de valores para estos parámetros:

a = 5 a 13,5
b = 26 a 62 (5.4)

A continuación se presentan las correlaciones entre el RMR y Q obtenidas por algunos investigadores.

RMR = 9 Ln Q+44 Bieniawski (1976) (5.5)


RMR = 13,5 Ln Q+43 Ruteledge (1978) (5.6)
RMR = 12,5 Ln Q+55,2 Moreno (1980) (5.7)
RMR = 10,53 Ln Q+41,83 Abad et al. (1983) (5.8)

El valor dado por Bieniawski corresponde a la media del rango presentado en la Figura 5.15. En 2004 este
mismo autor ha propuesto una nueva correlación que se puede expresar mediante la fórmula siguiente:

RMR = 15 log Q+50 (5.9)

En la Tabla 5.12 se muestran los intervalos de valores del RMR y Q para categorías similares de macizos
rocosos.

Tabla 5.12. intervalos de valores del RMR y Q para categorías similares de macizos rocosos.

CLASE DESCRIPCION RMR Q


0 Excepcionalmente buena ---- 100-1000
1 Muy buena 81-100 40-100
2 Buena 61-80 10-40
3 Media 41-60 4-10
4 Mala 21-40 1-4
5 Muy mala 0-20 0,1-1
6 Excepcionalmente mala ---- 0,001-0,1

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CASOS ESTUDIADOS NGI *
CASOS ESTUDIADOS BIENIAWSKI •
OTROS CASOS ESTUDIADOS x

INTERVALO DE CON-
FIANZA DEL 90%

Figura 5.15. Relación entre RMR y Q. Bieniawski (1979).

5.4.5. La clasificación GSI (Geological Strength Index).

El GSI es un índice de calidad de macizos rocosos que ha sido desarrollado para poder estimar los
parámetros mb y s de la clasificación de Hoek-Brown (1980). Dichos autores pensaron que un criterio de
rotura de macizos rocosos no podía considerarse sólido si no se relacionaba con una clasificación
geomecánica. Aunque cuando se desarrolló este criterio de rotura existían ya las clasificaciones RMR
(Bieniawski, 1973) y Q (Barton et al., 1973) Hoek y Brown consideraron que éstas habían sido creadas
para estimar el sostenimiento de túneles y excavaciones subterráneas, por lo que incluyen parámetros
que no son necesarios para estimar las propiedades de un macizo rocoso que deben ser incluidas en un
criterio de rotura. En particular, en lo que respecta al RMR, son dos los parámetros que intervienen en
esta clasificación que no se han considerado necesarios en el GSI: las condiciones del agua subterránea
y la orientación de la estructura geológica. En el caso de la clasificación de Barton et al. (1974), los
parámetros que no se consideraron no adecuados fueron: las características del agua subterránea y el
estado tensional (SRF). Los mencionados parámetros no deben ser incluidos en un criterio de rotura
porque los cálculos tensionales se realizan en tensiones efectivas, o sea, incorporan ya la presión del
agua y, por supuesto, las tensiones existentes en el macizo rocoso.

La clasificación GSI se basa en una observación cuidadosa del macizo rocoso y, por consiguiente, es
esencialmente cualitativa. Este índice incorpora la estructura del mismo y las características
geomecánicas de las superficies de discontinuidad existentes en él y se obtiene a partir de un examen
visual del macizo rocoso en afloramientos y sondeos. El GSI combina los dos aspectos fundamentales del
comportamiento de los macizos rocosos, es decir: su fracturación, o sea, el tamaño y la forma de los
bloques, y la resistencia al corte de las discontinuidades.

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Tabla 5.13. Índice de resistencia geológica (GSI) para macizos rocosos fracturados (Hoek y Marinos, 2000).

CONDICIONES DE LOS LABIOS DE LAS DISCONTINUIDADESS

MUY MUY
ESTRUCTURA DEL MACIZO ROCOSO BUENA MEDIA MALA
BUENA MALA
CALIDAD DECRECIENTE DE LOS LABIOS DE LAS
DISCONTINUIDADES

INTACTO O MASIVO
Muestras intactas de roca o macizos rocosos 90 N/A N/A
masivos con pocas discontinuidades muy
espaciadas.
80
FORMADO POR BLOQUES
Macizo rocoso consistente en bloques cúbicos ENCAJE DECRECIENTE ENTRE LOS TROZOS DE ROCA
delimitados por tres familias de 70
discontinuidades, con los bloques bien
encajados.
60
FORMADO POR MUCHOS BLOQUES
Macizo rocoso formado por bloques angulares
de muchas caras delimitados por cuatro o más 50
familias de discontinuidades. Los bloques
están encajados pero sólo parcialmente.
40
FORMADO POR MUCHOS BLOQUES,
DISTORSIONADO Y BANDEADO
Plegado con muchos bloques angulares
formados por la intersección de muchas
familias de discontinuidades. Planos de 30
estratificación o de esquistosidad persistentes.

DESINTEGRADO
Macizo rocoso muy fracturado con una mezcla 20
de bloques angulares y redondeados
débilmente encajados.

LAMINADO Y CIZALLADO 10
Debido a la existencia de numerosos planos
débiles muy próximos de esquistosidad o de N/A N/A
cizalla, no existen bloques.

NOTAS SOBRE LAS CONDICIONES DE LOS LABIOS DE LAS DISCONTINUIDADES


MUY BUENA : superficies muy rugosas y sanas
BUENA : superficies rugosas, ligeramente meteorizadas y teñidas de óxido
MEDIA : superficies lisas y moderadamente meteorizadas y alteradas
MALA : superficies con espejos de falla y altamente meteorizadas, con rellenos de fragmentos
angulares o con recubrimientos compactos
MUY MALA : superficies con espejo de falla altamente meteorizadas con recubrimientos o rellenos de
arcillas blandas

Esta nueva clasificación fue expuesta por primera vez por Hoek et al. en 1992 y desarrollada
posteriormente por Hoek (1994), Hoek et al. (1995) y Hoek y Brown (1997), pero en esta primera época
su campo de aplicación se restringía a macizos rocosos relativamente resistentes y no incluía los macizos

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rocosos más débiles. Últimamente en varias publicaciones de Hoek y Marinos (Hoek et al. 1998; Marinos
y Hoek 2000, 2001 y 2005) se ha ampliado la clasificación GSI para abarcar un tipo más de macizos
rocosos: los laminados y cizallados. En la Tabla 5.13 se muestra un gráfico que permite estimar el GSI a
partir de datos geológicos. En esta tabla, cuando se considera que la resistencia al corte de las
discontinuidades puede sufrir un deterioro como consecuencia de los cambios de humedad, si existe
agua en las discontinuidades, debe atribuirse a la calidad de las superficies de las discontinuidades un
grado inmediatamente inferior al que aparentemente poseen.

Cuando se determina el valor del GSI a partir de las observaciones realizadas en un frente en el que el
macizo rocoso se encuentra severamente dañado por voladoras, para compensar el efecto de éstas se
debe subir el índice GSI una fila. Si el afloramiento donde se observa el macizo rocoso se halla
meteorizado, la casilla de la Tabla 5.13 correspondiente al GSI obtenido a partir de las observaciones
realizadas en él se debe desplazar una columna a la izquierda. Por ejemplo, si de las observaciones
efectuadas en un frente en donde el macizo rocoso está dañado por voladuras y meteorizado se obtiene
una clasificación “formado por muchos bloques-mala”, realmente el macizo rocoso será del tipo “formado
por bloques-media”.

Para resolver con mayor rigor el caso anteriormente expuesto es conveniente disponer de testigos de
sondeos que muestren cómo es la meteorización del macizo rocoso al nivel de la obra y cuál es su estado
cuando no está afectado por las voladuras; esto último se puede ver también si se observa un frente en el
que las voladuras se han efectuado mediante técnicas de precorte o recorte.

La clasificación GSI se basa en un comportamiento isótropo del macizo rocoso, es decir, independiente
de la dirección de aplicación de las cargas. Por consiguiente, no es utilizable en aquellos macizos rocosos
en los que, como en las pizarras, existe una dirección estructural dominante que controla, por su
debilidad, la rotura del macizo rocoso; el macizo rocoso situado en la fila inferior de la Tabla 5.13, o sea, la
sexta, no puede tener un comportamiento anisótropo ya que la diferencia de resistencias entre la roca y
las discontinuidades es pequeña.

Tampoco es apropiado utilizar el GSI en macizos rocosos muy poco fracturados, constituidos por rocas de
alta resistencia, en los que el espaciado de las discontinuidades es del mismo orden que la altura del
talud. En este caso es muy probable que la estabilidad del talud dependa únicamente de la resistencia de
las discontinuidades.

En la etapa inicial del GSI, los creadores de esta clasificación propusieron (Hoek y Brown, 1997) estimar
el GSI a partir del RMR y Q, realizando algunas correciones en estos índices. Actualmente se considera
que esta forma de proceder puede resultar correcta solamente en los macizos rocosos de mejor calidad
pero que puede carecer de sentido en los de calidad baja. No se recomienda (Marinos et al., 2005) utilizar
la correlación que se presenta a continuación en macizos rocosos débiles y heterogéneos, con GSI <35.
En los macizos rocosos de mejor calidad el GSI se puede estimar directamente a partir de la versión de
1976 del RMR, pero valorando con un 10 (macizo rocoso seco) el parámetro correspondiente al agua y
con un cero el que recoge el efecto de la orientación de las discontinuidades (orientación muy favorable).
Si se utiliza la versión de 1989 del RMR de Bieniawski, GSI=RMR’89-5, habiendo asignado un valor de 15
al parámetro que representan la influencia del agua y de cero, como cuando se utiliza el RMR’76, al de
orientación de las juntas.

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TEMA 5

índice de resistencia geológica GSI


Hoek & Brown (1994):

Marcel Hürlimann
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5.5. Aplicación de la clasificación de Bieniawski (RMR) al diseño de
taludes. Índice SMR

5.5.1. Definición del índice SMR (Romana, 1985, 1988 y 1992).

Esta clasificación es un método rápido y sencillo para estudiar la estabilidad de un talud en un macizo
rocoso en la etapa inicial de un proyecto. El índice SMR está basado en el RMR de Bieniawski (1973,
1976 y 1989).

Bieniawski en su clasificación define un RMR primario como la suma de 5 parámetros. A continuación


este índice primario se ajusta según sea la orientación de las discontinuidades.

Para aplicar el RMR a la estabilidad de taludes, Bieniawski propone sustituir el factor de ajuste por
orientación de las discontinuidades dado en su tabla original para túneles por otro que varía de 0 a 60,
según se muestra en la Tabla 5.14, pero no define el significado de cada tipo de orientación.

Tabla 5.14. SMR. Valoración de la orientación de las discontinuidades.

ORIENTACION DE LAS VALOR DEL PARAMETRO


DISCONTINUIDADES DE AJUSTE
Muy favorable 0
Favorable -5
Normal -25
Desfavorable -50
Muy desfavorable -60

El hecho de utilizar factores de ajuste que llegan a alcanzar el 60% ha hecho caer en desuso la aplicación
del RMR a taludes en roca.

El índice SMR se obtiene restando del RMR primario un factor de ajuste F que depende de la orientación
de las discontinuidades y sumando un factor de excavación F4 que es función del método de excavación
utilizado. A su vez, el factor F es el producto de tres subfactores que consideran: la orientación relativa del
rumbo del plano del talud con respecto al de las discontinuidades, F1, la diferencia entre el buzamiento de
las discontinuidades y del talud, F3, y el propio buzamiento de las discontinuidades, F2.

SMR = RMR + ( F 1 ⋅ F 2 ⋅ F 3 ) + F 4 (5.10)

5.5.2. Factores de ajuste del RMR

Los factores de ajuste se evalúan tal como se indica a continuación:

• F1 depende del paralelismo entre el rumbo de las discontinuidades y el de la cara del talud. Se le

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asigna un valor de 1 cuando los dos rumbos son paralelos y 0,15 cuando éstos difieren en más de 30º.
Empíricamente, Romana (1985) ha obtenido la siguiente relación:

F 1 = [1 - sen ( α j - α s )]
2
(5.11)

donde,
αj es la dirección de buzamiento de las discontinuidades.
αs es la dirección de buzamiento del talud.

• F2 depende del buzamiento de la discontinuidad si la rotura plana es el mecanismo más probable de


fallo del talud. Cuando la discontinuidad tiene un buzamiento de 45º o superior, al factor F2 se le asigna
un valor de 1 y de 0,15 cuando dicho buzamiento es inferior a 20º.

Romana (1985) propone la siguiente expresión para el cálculo de F2:

F 2 = tg ⋅ β j
2
(5.12)
donde,
βj es el buzamiento de la discontinuidad.

Si la rotura por vuelco es el mecanismo más probable, se adopta el valor de 1 para el factor F2.

• F3 evalúa la relación entre el buzamiento de la junta y el del talud. Para este factor se utilizan los
valores propuestos por Bieniawski para la orientación de las discontinuidades que se presentan en la
Tabla 5.14.

En caso de rotura plana, F3 indica la probabilidad de que las juntas afloren en la cara del talud. Se
considera una situación normal cuando el buzamiento medio de la familia de discontinuidades es igual
al del talud, con lo cual sólo unas pocas juntas estarán descalzadas. Si el buzamiento del plano del
talud es 10º mayor que el de las discontinuidades, las condiciones serán muy desfavorables ya que
casi todas estarán descalzadas.

En caso de vuelco, como el proceso de rotura del talud es progresivo, no se consideran en ningún
caso condiciones desfavorables. En esta situación se utiliza la solución de Goodman y Bray (1976) que
se expondrá más adelante, en el capítulo dedicado a la rotura de taludes por vuelco, para evaluar la
probabilidad de que se produzca este tipo de rotura.

• F4 es el factor de ajuste según el método de excavación, habiéndose establecido empíricamente los


siguientes valores:

a. Taludes naturales, F4 = + 15, son los más estables, a causa de los procesos de erosión sufridos por
el talud y de los mecanismos de protección que muchos de ellos poseen (vegetación, desecación
superficial, drenaje torrencial, etc.).

b. Excavados mediante precorte, F4 = + 10.

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c. Excavados con técnicas de voladura suave (recorte) bien ejecutadas, F4 = + 8.

d. Ejecutados por medio de voladuras bien realizadas, F4 = 0.

e. Excavados mediante voladuras defectuosas que pueden dañar la estabilidad, F4 = - 8.

f. Excavación mecánica de los taludes por “ripado”, F4 = 0. Sólo es posible cuando el macizo rocoso
está muy fracturado o la roca es blanda. Con frecuencia se combina con prevoladuras poco
cuidadas. Las caras del talud presentan dificultades de acabado. Por ello se considera que el
método no mejora ni empeora la estabilidad.

En la Tabla 5.15 se presentan los valores de los factores F1, F2 y F3 y en la Tabla 5.16 los del factor F4.

Tabla 5.15. Factor de ajuste de las juntas (Romana, 1985)

Caso Muy Muy


favorable Favorable Normal Desfavorable desfavorable
P αj-αs >30º 30º-20º 20º-10º 10º-5º <5º
T αj-αs-180º
P/T F1 0,15 0,40 0,70 0,85 1,00
βj <20º 20º-30º 30º-35º 35º-45º >45º
P
F2 0,15 0,40 0,70 0,85 1,00
T F2 1 1 1 1 1
P βj-βs >10º 10º-0 0º 0-(-10º) <-10º
T βj+βs <110º 110º-120º >120º -
P/T F3 0 -5 -25 -50 -60

P = Rotura plana
T = Rotura por vuelco
αs = Dirección de buzamiento del talud
αj = Dirección de buzamiento de las juntas
βs = Buzamiento del talud
βj = Buzamiento de las juntas

Tabla 5.16. Factor de ajuste según el método de excavación. (Romana, 1985)

TALUD VOLADURA VOLADURA VOLADURA


METODO PRECORTE
NATURAL SUAVE O MECANICO DEFICIENTE
F4 +15 +10 +8 0 -8

Como se indicó anteriormente, este método se creó para proporcionar una primera estimación de la
estabilidad de un talud en la fase inicial del estudio.

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DMR (una adaptación del RMR), una nueva clasificación geomecánica para
la cimentación de presas.

Romana, Manuel. Universidad Politécnica de Valencia, España. mromana@stmr.com

RESUMEN

El presente artículo revisa algunos de los tópicos que dificultan el uso de la clasificación RMR en cimentaciones de
presas, presentando una nueva clasificación geomecánica derivada del RMR, la clasificación DMR (Dam Mass
Rating). Se proporcionan recomendaciones orientativas en aspectos prácticos, tanto del proyecto de presas como de
estudios previos de la cimentación (estabilidad frente a un deslizamiento global, profundidad necesaria de
excavación del cimiento, tratamientos mediante inyecciones de consolidación, posible fisuración como
consecuencia de una relación excesiva entre los módulos de deformación de la presa y del cimiento) considerando
además los efectos de la anisotropía y de la saturación del macizo rocoso. También se discuten las fórmulas para la
estimación del modulo de elasticidad del macizo rocoso Em. Se concluye también que la clasificación DMR es
adecuada para el estudio de las condiciones de seguridad de presas de avanzada edad, de las que no exista
documentación técnica.

1 INTRODUCCIÓN

Una gran presa es, casi siempre, una obra singular, adaptada a la morfología y resistencia del cimiento, así como al
régimen hidrológico del río. Tanto la presa como el agua retenida en ella interactúan con una gran masa de terreno,
de dimensiones muy superiores, la mayoría de las veces, a las de la propia presa. El diseño y la construcción de
una presa son complejos y casuísticos, muy difíciles de tipificar. Sin embargo las presas se clasifican y existe una
“taxonomía” de los diferentes tipos de presas, siendo habitual referir cada presa a precedentes de presas similares
en terrenos parecidos. Las necesidades, en cuanto a la resistencia del terreno y la cuantificación de la deformación,
son diferentes para cada tipo de presa, bóveda, gravedad (CVC, RCC o relleno duro), CFRD, AFRD, escollera,
materiales sueltos… De forma general puede afirmarse que las presas de hormigón (y las de escollera con pantalla
de hormigón convencional /asfáltico; CFRD/AFRD) requieren cimentaciones en roca mientras que las de
materiales sueltos pueden cimentarse en suelos.

Se acepta como norma de buena práctica proponer los valores de las propiedades más importantes del terreno de la
cimentación de una presa refiriéndolas a ciertos índices de calidad (zonificaciones geotécnicas, velocidad sísmica
de las ondas P, grado de meteorización, ...). Estas propiedades son principalmente la permeabilidad (expresada
frecuentemente en unidades Lugeon), la resistencia a esfuerzo cortante del cimiento (en la mayoría de los casos la
cohesión y rozamiento del macizo rocoso y/o de las juntas predominantes) así como la deformabilidad del terreno.
La presa debe contener el agua, con un factor de seguridad suficiente ante un deslizamiento global y acomodarse a
las deformaciones del terreno sin dejar de prestar servicio.

De cualquier modo es muy conveniente ordenar los datos cuantitativos geológico-geotécnicos obtenidos en los
reconocimientos de campo en base a ciertas ideas previas, de mayor o menor importancia en las fases de proyecto,
construcción y servicio. Este es el planteamiento de las clasificaciones geomecánicas. Un precedente interesante es
la llamada “preclasificación Engevix” utilizada en Itaipú para cubrir la enorme cantidad de datos geotécnicos
obtenidos de la cimentación a lo largo de los largos diques laterales al cuerpo principal de la presa. Desarrollada
por Cruz (1976), puede ser consultada en Camargo et al (1978) y en John (1978). Básicamente es un sistema de
valoración de las diferentes propiedades del macizo rocoso atendiendo a sus efectos en cuanto a la seguridad de la
cimentación. Otro precedente interesante es la clasificación de Kikuchi (1979) muy bien adaptada a la geología de
terrenos volcánicos jóvenes, muy habituales en Japón.

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La clasificación geomecánica RMR fue propuesta originalmente por Bieniawski (1973) para túneles, taludes y
cimentaciones. De hecho, su uso es muy variable: muy frecuente en trabajos subterráneos y ocasional en taludes
pero prácticamente nulo en la cimentación de presas. Sólo existe un artículo seminal (Bieniawski & Orr, 1976), no
existe ningún capítulo sobre presas en el Bieniawski Jubilee Volume y son escasos los artículos aplicados, si
exceptuamos el tema de la estimación del modulo de deformación en macizos rocosos Em. Diversos autores han
hecho referencia al RMR como una buena herramienta para la descripción de cimentaciones en macizos rocosos
(Di Salvo, 1982; Van Schalkwyk, 1982; Sánchez Sudon y Mañueco, 1991; Marcello et al, 1991; Hemmen, 2002).
Pircher (1982) afirma que “the future seems to be in the development of quality index values e.g. RMR by
Bieniawski” y Serafim (1988) establece que “appropriate rock mass classifications can … be used to obtain a
good estimate of (shear strength and deformability) parameters”, ambos en comunicaciones en Congresos de
Grandes Presas.

2 DIFICULTADES EN EL USO DEL RMR EN PRESAS

Las dificultades para el uso del RMR en presas provienen de varios factores: el efecto de la presión del agua es
difícil de medir (la relación de presiones intersticiales varía a lo largo de la cimentación, la altura de la lámina de
agua es variable…), no hay buenas reglas para cuantificar el factor de ajuste para la orientación de las juntas (que,
en teoría, debería permitir el cálculo de la seguridad frente a la rotura total, local, por flujo a través de las juntas…),
existen variaciones en las propiedades de la roca, de la masa rocosa y de las juntas, debidas a cambios en el
régimen de agua (saturación, desecación, flujo a lo largo de las juntas...).

Sólo se propone una valoración del riesgo de deslizamiento horizontal, riesgo que es sin duda muy importante, pero
que no es muy habitual como causa de rotura en la práctica de las presas (aún existiendo casos como el de
Malpasset). El ingeniero proyectista de la presa necesita, por comparación con otras presas, una idea rápida sobre la
adecuación de la cerrada al tipo de presa, la profundidad de excavación en la roca alterada (si es necesaria), el
tratamiento de consolidación (inyección) requerido). Es evidente que no puede haber un único factor de ajuste o
una única recomendación. Las condiciones serán diferentes en función de las diferencias en el tipo de presa.

Para calcular las tensiones, esfuerzos y deformaciones en la presa es necesario conocer la deformabilidad del
macizo rocoso. De ahí que las correlaciones empíricas entre clasificaciones geomecánicas y módulos de
deformación del macizo rocoso Em hayan sido siempre muy populares. La primera de estas correlaciones fue
propuesta por Bieniawski (1978) y posteriormente diversos autores han introducido modificaciones para mejorarla.
La mayoría de estas correlaciones falla al no considerar dos aspectos muy importantes, la anisotropía del macizo
rocoso y el efecto del agua.

3 INFLUENCIA DEL AGUA EN EL RMR BÁSICO

Es habitual definir un RMR básico RMRB independiente de la obra a cionstruir, como la suma de los cinco
parámetros del RMR sin aplicar factor de ajuste alguno. El quinto parámetro, WR, está relacionado con el agua,
con un peso en el RMRB de hasta 15 puntos (el 15% del total máximo).

El mejor método para determinar la influencia del agua en este parámetro es usar la relación de presiones
intersticiales ru = u/σv donde u es la presión intersticial y σv la tensión vertical. El valor de WR puede aproximarse
mediante la formula (ver Tabla 1):

⎛1 ⎞
WR = 10 · log ⎜⎜ ⎟⎟ − 1,5 (válido para 0,02 < ru < 0,7) (1)
⎝ ru ⎠

Tabla 1 Relación entre WR y ru


WR 15 10 7 4 0
ru (Bieniawski) 0 0-0.1 0.1-0.2 0.2-0.5 > 0.5
ru (1) 0-0.2 0.07 0.14 0.28 0.7

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En las proximidades de la presa el valor de ru varía en cada punto dependiendo de la geometría de la cerrada, la
altura de la lámina de agua, y la eficiencia de las cortinas de inyección (si existen). Sería necesario un modelo de
flujo en tres dimensiones en la presa y su entorno para determinar los valores exactos de ru. En cualquier caso
ru>0,4 para la mayor parte de la zona aguas arriba, por lo que el parámetro WR no alcanzara valores superiores a
2,5.

Hay que tener en cuenta que la resistencia a compresión simple disminuye al saturarse la roca, por lo que cambiará
su valoración. Un método rápido de tener en cuenta este efecto del agua en el valor de Em puede ser restar 15-20
puntos al valor seco del RMR. Aceptando la fórmula de Serafim-Pereira para la determinación de Em a partir del
RMR:
(RMR -10)

E m (GPa) = 10 40

el valor de Em (seco) puede aproximarse como tres veces el valor de Em (saturado) para 10 < RMR < 70. Este
resultado no coincide con los datos publicados, que indican una reducción de hasta el 40% de Em al saturarse la
roca. Una buena regla práctica puede ser restar 10 puntos al RMR (seco) para obtener Em (saturado). Es interesante
señalar que esta regla sería congruente con las versiones del RMR anteriores a la de 1989 (la más utilizada hoy en
día), versiones utilizadas también por Hoek para el índice GSI, y donde el valor máximo para el 5º parámetro WR
era 10.

La influencia del agua es un problema importante no sólo para un cálculo preciso del módulo de deformación Em a
partir de correlaciones con el RMR sino también en la propia utilización del RMR para presas.

Hoek ha preconizado, en el criterio de Hoek-Brown, la utilización del “RMR seco”, obtenido con el valor máximo
del parámetro del agua, introduciendo simultáneamente en los cálculos el valor real de la presión intersticial (ver la
última versión – “2002 edition”- en Hoek et al, 2002). Es indudable que es un buen método, para simplificar los
cálculos, que puede extenderse a la determinación de los valores de las clasificaciones geomecánicas en la zona
aguas arriba de la presa, donde las presiones intersticiales son mayores.

Podemos definir entonces un “RMR básico seco” RMRBD como la suma de los cuatro primeros parámetros del
RMR más 15:

• Resistencia a compresión simple, ensayada en condiciones similares a las de servicio (p.e.


condiciones saturadas si el macizo va a estar saturado, y con agua del mismo ph).
• RQD del macizo rocoso
• Espaciamiento de la familia de juntas principales.
• Estado de las juntas principales.
• Influencia del agua: WR siempre 15 (como si estuviera seco)

4 ESTABILIDAD DE PRESAS ANTE EL DESLIZAMIENTO

Bieniawski y Orr (1976) han propuesto los siguientes factores de ajuste para el efecto de la orientación de las juntas
en la estabilidad horizontal (Tabla 2) “based on experience and on considerations of stress distributions in
foundation rock masses as well as on an assumption that in a dam structure both the arch and the gravity effects
are present” (sic)

Tabla 2. Factores de ajuste para la estabilidad de presas de gravedad a partir de la


orientación de la juntas (Bieniawski & Orr, 1976)
MF F B D MD
TIPO DE PRESA
Muy Muy
DE GRAVEDAD Favorable Bueno Desfavorable
favorable desfavorable
BUZAMIENTO (º) 0-10 30-60 10-30 DS 10-30 US 60-90
VALORACIÓN 0 -2 -7 -15 -25
DS buzamiento hacia aguas abajo / US buzamiento hacia aguas arribaarriba

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Snell y Knigth (1991) han estudiado sistemáticamente el problema de la estabilidad de la presa teniendo en cuenta
todas las fuerzas y tensiones actuantes. A partir de su estudio y otros se puede obtener un conjunto de factores de
ajuste a emplear. La Tabla 3 muestra estos factores de acuerdo con la orientación media de las discontinuidades. Se
han conservado los valores numéricos propuestos originalmente por Bieniawski.

Tabla 3. Factores de ajuste RSTA para la estabilidad de presas a partir de la


orientación de las juntas (Romana, 2003a)
MF F B D MD
TIPO DE PRESA Muy
Muy favorable Favorable Bueno Desfavorable
desfavorable
MATERIALES
Otros 10-30 DS 0-10 A - -
SUELTOS
30-60 US
10-60 DS 10-30 US 0-10 A -
GRAVEDAD 60-90 A
30-60 US
ARCO 30-60 DS 10-30 DS 10-30 US 0-10 A
60-90 A
RSTA 0 -2 -7 -15 -25
DS buzamiento hacia aguas abajo / US buzamiento hacia aguas arriba/ A cualquier buzamiento
Gravedad incluye CVC (hormigón vibrado) , RCC (hormigón compactado con rodillo), y relleno duro(hardfill)

Cuando la dirección de buzamiento de la junta más significativa no es casi paralela al eje aguas arriba-aguas abajo
de la presa, el peligro de deslizamiento disminuye, por razones geométricas. Es posible tener en cuenta este efecto
multiplicando el factor de ajuste para la estabilidad de la presa RSTA por un factor de corrección geométrica CF,
CF=(1-sen |αd - αj|)2 donde αd es la dirección aguas arriba - aguas abajo del eje de la presa y αj es la dirección de
buzamiento de la junta predominante. El valor de DMRSTA (en cuanto a la estabilidad ante el deslizamiento) es:

DMRSTA = RMRBD + CF x RSTA (2)

donde RMRBD (“RMR básico seco”) es la suma de los cuatro primeros parámetros del RMR más una valoración
del factor del agua de 15 y RSTA es el factor de ajuste para la estabilidad de la presa (Tabla 3).

Actualmente no hay bastantes datos que permitan establecer una correlación entre el valor del DMRSTA y el grado
de seguridad de la presa ante el deslizamiento. Como regla práctica puede sugerirse la siguiente indicación al
proyectista, cuando estudie la estabilidad de la presa:

DMRSTA > 60 Sin preocupación especial


60 > DMRSTA>30 Preocupante
30 > DMRSTA Preocupación importante

No se trata por lo tanto de una condición numérica sino simplemente de una señal de aviso para el proyectista. La
estabilidad de la presa debe comprobarse siempre teniendo en cuenta la probable distribución de presiones
intersticiales a lo largo de la cimentación así como la resistencia a esfuerzo cortante movilizada en las juntas
significativas. Sobre esta cuestión el Comité Español de Grandes Presas establece que “ El estudio de la seguridad
de la presa frente al deslizamiento requiere un conocimiento de la resistencia de la masa rocosa. Las
correlaciones simples entre las clasificaciones geomecánicas y la resistencia de la masa rocosa no están
suficientemente establecidas para el caso de cimentaciones de presas” (SCOLD, 1999).

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5 RECOMENDACIONES PARA LA EXCAVACIÓN E INYECCIÓNES DE CONSOLIDACIÓN EN LA


CIMENTACIÓN DE PRESAS

Los requisitos más habituales para el macizo rocoso de cimentación de una presa de hormigón son “buena calidad,
roca fresca, no meteorizada”. Sharma (1998) es más específico, exigiendo además que “todo el área de la
cimentación debe ser excavada hasta hallar roca firme, capaz de resistir las cargas. Cualquier capa débil o de
material blando debe ser sustituida por hormigón”,y recomendando tratamientos de hormigón dental y de relleno
con hormigón de cualquier junta abierta (o con relleno blando) de acuerdo con las recomendaciones USBR.

En la mayoría de los casos la cimentación se excava hasta hallar roca de clase II en la parte central de la cerrada
(dónde la presa es más alta) y hasta encontrar roca de clase II-III en los estribos. Los aliviaderos se cimentan, si es
posible, en roca de clase I. Para determinar la calidad de la roca el parámetro más utilizado es la celeridad de las
ondas P, medida a partir de métodos geofísicos. Actualmente los macizos rocosos se investigan y describen a partir
de los métodos sugeridos por el ISRM, que permiten una rápida clasificación.

Sería deseable una recopilación de datos del valor del RMR en cimentaciones de presas y el autor está trabajando
en ello. En estos momentos se pueden proponer unas reglas orientativas (Tabla 4) en cuanto a profundidad de
excavación de la cimentación y profundidad de la inyección de consolidación por debajo del nivel de excavación.

Tabla 4 Recomendaciones orientativas para la excavación de la cimentación y las


inyecciones de consolidación (Romana, 2003a)
EXCAVACIÓN INYECCIONES DE CONSOLIDACIÓN
TIPO DE PRESA HASTA RMRBD DE ACUERDO A RMRBD
(+ ) Sistemáticas Ocasionales Ninguna
MATERIALES
- - ? -
SUELTOS
ESCOLLERA >20 (> 30) 20-30 30-50 >50
GRAVEDAD >40 (> 60) 40-50 50-60 >60
BÓVEDA >50 (> 70) 50-60 60-70 >70
(+)
mínimo (deseable)
-“GRAVEDAD” incluye CVC, RCC y relleno duro (hardfill).
-“ESCOLLERA” incluye las sensibles al asiento (con pantalla, de hormigón –CFRD- o asfáltico –AFRD-)

6 CORRELACIÓN ENTRE EM Y RMR

6.1 Planteamiento general

El módulo de deformación Em puede tener diferentes valores dependiendo de la dirección de la tensión principal.
En macizos rocosos estratificados y/o con una orientación de juntas predominante, el módulo de deformación
equivalente es la media aritmética ponderada de los módulos de deformación de cada uno de los estratos (cuando la
tensión es paralela a ellos) o la media armónica ponderada (cuando la tensión es perpendicular a ellos).

Así, el módulo de deformación perpendicular será siempre el valor mínimo, siendo el módulo de deformación
paralela el máximo. La diferencia entre ambos será mayor cuanto mayor sea la anisotropía del macizo rocoso.
Barton (1983) propone la siguiente fórmula:

E min = 0,4 · E mean , E max = 1,6 · E mean


De donde se obtiene

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E max - E min
= 1,2
E mean

Esto implica una relación de 4 entre los valores máximo y mínimo del modulo de deformación que, de acuerdo con
Barton, es confirmado por datos publicados por Rocha (1964) y Bieniawski (1978), y es probablemente adecuado
para masas rocosas con una elevada anisotropía y/o muy estratificadas. En masas rocosas homogéneas la relación
entre los valores máximo y mínimo del modulo de deformación es menor. Numerosos autores han publicado datos
recopilados de ensayos in situ (Tabla 5). En todos los casos el valor del RMR a aplicar es el básico, sin el factor de
ajuste propuesto por Bieniawski para cimentaciones. De cualquier modo, la variación del módulo de deformación
en función de la dirección principal mayor indica que sería necesario aplicar algún factor corrector.

E max
Tabla 5. Algunos valores de la relación a partir de ensayos in situ.
E min
MACIZO E max
LOCALIZACIÓN REFERENCIA
ROCOSO E min
Planta de Colbun Andesita 1,4 Van Sint (1993)
Margas 1,3
Presa de Ridracoli Oberti et al (1986)
Arenisca 1,4
Arenisca 1,3
Presa de Tamzaourt Jaoui et al (1982)
Limolita 1,9

Cuando el macizo rocoso se satura se reducen tanto la resistencia como el módulo de deformación equivalente, algo
importante en la cimentación de una presa. Los primeros artículos no tenían en cuenta este efecto. El índice GSI de
Hoek incluye un método muy simple para considerar el efecto del agua: evalúa el RMR como si todo el macizo
rocoso estuviera totalmente seco (con un valor WR de 15) e introduce la presión intersticial en los cálculos (ver
Bieniawski 2000). Pero esto implica que ni la resistencia ni el módulo de deformación cambian, obviando que
ambas propiedades disminuyen al saturarse el macizo. La Figura 1 (Pells, 1993) muestra un diagrama debido a
Deere y Miller con datos de resistencia a compresión simple y módulos de deformación (al 50% de la tensión de
rotura) en arenisca de Hawkesbury seca y saturada. Se puede observar cómo la saturación implica una reducción
casi proporcional en ambos parámetros, mientras que la relación entre ellos permanece aproximadamente
constante.

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Figura 1. Resistencia y módulos en areniscas de Hawkesbury (Pells, 1993)

6.2 Correlaciones propuestas entre EM y RMR

Bieniawski (1978) propone la correlación:

E m (GPa) = 2 · RMR - 100

Puede observarse (fig. 2a) que esta formula es adecuada para RMR > 65, con una amplia dispersión para 55 <
RMR < 65, (rango muy habitual en la práctica) y no es aconsejable para RMR < 55. El propio Bieniawski
recomienda un “adecuado juicio ingenieril” en el uso de esta fórmula.

La correlación de Bieniawski ha sido modificada por Serafim & Pereira (1983) para todos los valores del RMR:

(RMR -10)

E m (GPa) = 10 40
(fig. 2a,2b)

Fórmula que ha sido ampliamente aceptada y que funciona mejor con RMR > 34. Sólo existen tres datos en su
estudio con un RMR menor de 34 (de valores 22, 30 y 33) y la correlación no es adecuada para ninguno de ellos.
La Figura 2a muestra las correlaciones de Bieniawski y Serafim & Pereira. Ambas son equivalente para valores
del RMR > 65, y ambas muestran un ajuste muy pobre para valores más pequeños del RMR.

En la práctica, la mayoría de los ingenieros siguen metodologías similares a las recomendaciones del USA Federal
Energy Regulatory Commission (1999): “para RMR > 58 usar la fórmula de Bieniawski; para RMR < 58 usar la
de Serafim-Pereira”. El valor del RMR=58 parece haber sido seleccionado por ser la abcisa de la intersección de
ambas curvas.

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Hoek y Brown (1997) proponen una modificación de la fórmula de Serafim & Pereira que tenga en cuenta la
influencia de la resistencia a compresión simple σc (MPa):
1 GSI - 10
⎛ σ ⎞
E m (GPa) = ⎜ c ⎟ 2
· 10 40

⎝ 100 ⎠

Esta fórmula se ha propuesto para todo el rango de valores del RMR. La fórmula original de Serafim & Pereira
corresponde a rocas con una resistencia a compresión simple de 100 MPa, valor no muy habitual en los macizos
rocosos estudiados por Serafim & Pereira, con RMR < 50. La modificación de Hoek & Brown es útil para valores
elevados del RMR y permite tener en cuenta el efecto del agua en probetas secas y saturadas. Hoek destaca que esta
“ecuación parece funcionar relativamente bien en aquellos casos en los que ha sido aplicada. De cualquier modo,
conforme vayan recogiéndose más datos de campo puede ser necesario modificar esta relación”. De hecho, no
hay datos que justifiquen el uso de esta modificación en macizos de dureza media a baja.
:

(a)

(b)
Figura 2. Correlaciones entre el módulo de deformación in-situ y el RMR de acuerdo con:
(a) Bieniawski (1978) y (b) Serafim & Pereira (1983)

En un artículo presentado en el NARMS 2002, Hoek, Carranza-Torres y Corkum presentan un factor adicional
“factor de alteración “disturbance” D

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1 GSI - 10
⎛ D⎞ ⎛ σ ⎞
E m (GPa) = ⎜1 - ⎟ · ⎜ c ⎟ 2
· 10 40

⎝ 2 ⎠ ⎝ 100 ⎠

Este nuevo factor D “tiene en cuenta los efectos de las voladuras y de la relajación de tensiones”, y puede ser
estimado a partir de unas recomendaciones para túneles, taludes y canteras, pero no para presas. Al ser las
excavaciones para la cimentación de presas, casi siempre, muy cuidadosas, D debería ser muy bajo, pero nunca
nulo debido a la decompresión del macizo al efectuar la excavación. Unas recomendaciones orientativas podrían
ser (Romana 2003a) las siguientes:

-Macizo de buena calidad, voladura normal D= 0,4


-Cualquier tipo de macizo, voladura controlada D= 0,2
-Macizo de mala calidad, excavación mecánica D= 0,2

6.3 Fórmulas recomendadas

Con los datos disponibles sólo hay base para las siguientes recomendaciones:

ƒ RMRBD > 60 Uso de la fórmula de Bieniawski.


ƒ 60 > RMRBD > 35 Uso de la fórmula de Serafim & Pereira.
ƒ 35> RMRBD No existe una fórmula válida, se recomienda la de Serafim & Pereira
para obtener valores indicativos

No hay datos que apoyen las modificaciones de la fórmula de Serafim & Pereira propuestas por Hoek. Los
resultados obtenidos al aplicarlas a macizos rocosos de calidad media-buena (clases II-III del RMR), con rocas de
dureza media (σc =50 MPa) no coinciden con los datos publicados del módulo de deformación Em.

6.4 Efecto de la anisotropía en el módulo de deformación Em

Em depende de la anisotropía del macizo rocoso y de la máxima tensión principal. Es posible tener ésto en cuenta
con las siguientes reglas prácticas:

-Macizos rocosos muy anisotrópicos Emax/Emin = 4.


Puede sumarse 8 al RMRB para obtener Emax y restar 16 al RMRB para obtener Emin.
-Macizos rocosos con ligera anisotropía Emax/Emin del orden de 1,4.
Puede sumarse 2 al RMRB para obtener Emax y restar 1,4 para obtener Emin.

Estos valores son solo aproximados pero pueden ser útiles en análisis de sensibilidad –tensiones en el cimiento
para el cálculo de situaciones extremas-. La mejor solución pasaría por aplicar factores correctores dependientes de
la orientación de las familias de juntas que definan los “estratos” más competentes del macizo rocoso.

6.5 Efecto del agua en el módulo de deformación Em

El efecto del agua en el módulo de deformación Em ya se ha comentado. No existen datos publicados y la mayoría
de autores usan el mismo de valor de Em antes y después del llenado. Lo más habitual es tomar valores de WR de 7
y/o 10 buscando un compromiso entre WR = 15 (seco, ru = 0) y WR = 0 (totalmente saturado, ru > 0.5). La regla
práctica propuesta con anterioridad (restar 10 al RMRB para obtener Em saturado, cuando se use la fórmula de
Serafim & Pereira) es sólo una estimación.

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7 INFLUENCIA DE LA DEFORMACIÓN DEL CIMIENTO EN EL COMPORTAMIENTO DE LA


PRESA

7.1 Planteamiento General

Existe un acuerdo general entre los ingenieros de presas en que hay dos casos peligrosos para el correcto
funcionamiento de una presa de hormigón, si el módulo de deformación Em varía ampliamente a lo largo de la
fundación, o si la relación Ec/Em alcanza ciertos valores (siendo Ec el módulo de deformación del hormigón). Rocha
(1964) establece las reglas más seguidas para presas bóveda (Tabla 6) en un artículo de referencia ya “clásico”
entre los proyectistas de presas.

Tabla 6 Efecto de la relación Ec/Em en el comportamiento de presas bóveda (Rocha, 1964)


Ec/Em Influencia en la presa Problemas
<1 Despreciable Ninguno
1-4 Escasa importancia Ninguno
4-8 Importante Algunos
8-16 Muy importante Serios
> 16 Medidas especiales Muy peligrosos

Una relación Ec/Em < 4 indica un buen comportamiento (“puede prescindirse de ensayos caros de deformabilidad
en el reconocimiento de la cimentación” según Oliveira, 1990). El valor mínimo seguro (aún con problemas) de Em
para una presa bóveda está alrededor de 5GPa. Los informes publicados de presas bóveda cimentadas en macizos
rocosos con Em<5GPa han mostrado serios problemas (incluso roturas) a causa del bajo valor de Em.

Rocha et al (1974) presenta datos de la presa del Alto Rabagao “construida sobre una cimentación muy
deformable””, con una relación entre módulos Ec/Em de 20 por encima de la cota 830 m (con un nivel máximo del
agua a la cota 880 m). “Aparecieron tensiones de tracción en algunos puntos de la cimentación aguas abajo en el
estribo izquierdo. Como se consideró que estas tracciones eran especialmente relevantes se recomendó el
refuerzo con armaduras paralelas al paramento aguas abajo y al terreno”

Silveira et al (1991) en un artículo titulado “Influence of foundation heterogeneity on safety of arch dams”
presentado en el 17º ICOLD en Viena, realiza un análisis de tensiones en varias presas bóveda, obteniendo valores
muy diferentes de la relación Ec/Em recién finalizada la construcción y tras varios años. Sus conclusiones son que
“esta influencia (de las heterogeneidades en la deformabilidad de la cimentación) sobre el comportamiento de las
presas en arco, en condiciones normales, está (bien) definida (en la tabla de Rocha) y solo en el caso de grandes
heterogeneidades esta influencia es importante para las presas en arco”, “la heterogeneidad de la cimentación
disminuye el factor de seguridad, y con ello la capacidad de las presas para resistir el envejecimiento. Sin
embargo esta reducción solo es importante para grande heterogeneidades”

En artículos posteriores Rocha (1975, 1976) amplía sus trabajos a presas de gravedad. Una relación Ec/Em < 8
permite cierta seguridad mientras que Ec/Em > 16 crea problemas moderados - grandes. La presencia de juntas en
presas de hormigón permite una adaptación de los problemas de deformación relativa. Esta puede ser la razón de
los cambios en el diseño de las presas de hormigón compactado con rodillo (RCC), desde las primeras, sin juntas, a
las actuales. En cualquier caso, las presas de gravedad de hormigón RCC son menos propensas a los problemas que
las de CVC, debido al menor valor de Ec.

7.2 Valor de Ec en presas de hormigón CVC y RCC

Andriolo (1995) proporciona un estudio detallado de las propiedades de presas CVC y RCC. La Fig. 3 muestra los
datos del módulo de deformación Ec de 5 presas CVC y 13 presas RCC. Los valores medios dan relaciones de:

ERCC = 0,40 ECVC (a 7 -28 días)


ERCC = 0,55 ECVC (a 90 días)

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A 90 días los valores de ECVC varían entre 28 GPa y 51 GPa con un valor medio de 39 GPa, donde ERCC varía entre
11 GPa y 32 GPa con un valor medio de 22 GPa. Existe una gran variación, dependiendo del material cementante,
pero se pueden asumir unos valores representativos de ECVC = 30/36 GPa , y ERCC = 20 GPa (o incluso menor).

Fig. 3. Valores del módulo de elasticidad en presas RCC y CVC (Andriolo,1995)

7.3 Valor de Ehard en presa de relleno duro ( hardfill)

Existen muy pocas presas de relleno duro construidas y en servicio. Aún así, el ICOLD, en su Bulletin on the State
of Art of RCC dams (2000), propone tomar Ehard = 10 GPa, (o menos), para una mezcla con una resistencia a
compresión de 9 MPa, valores consistentes con los datos de la presa Lower Monción, construida con el método del
relleno duro (hardfill) y ya en servicio (Capote et al, 2003), Estos valores serán usados en la clasificación DMR
hasta poder recopilar más datos.

El mismo valor de Ec puede tomarse para la revisión de presas de avanzada edad, con hormigón pobre, de poca
resistencia o deteriorado por el tiempo.

7.4 Recomendaciones para el DMRDEF

Zeballos y Soriano (1993) han publicado los resultados de la tesis doctoral de Zeballos (Universidad Politécnica de
Madrid): un estudio exhaustivo de los efectos de la relación Ec/Em en presas de gravedad y bóveda. La Tabla 7 (a
partir de sus datos y otros) muestra los diferentes rangos del valor de RMRDEF respecto de los diferentes rangos de
posibles problemas en la presa debidos a diferencias entre las deformabilidades de la presa y el cimiento.

El DMRDEF (RMR respecto de la deformabilidad calculado con la fórmula de Serafim & Pereira) depende de Em
(cuando el macizo rocoso está saturado) y puede estimarse con WR = 5 (valor medio que se corresponde con un
valor medio de ru = 0,25)

Tabla 7. Problemas de deformabilidad en presas de hormigón de acuerdo con el valor del DMRDEF
(modificado por Romana 2003)
PRESA ALTURA Normal Problemas Problemas

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Ec (GPa) (m) serios


< 100 >50 40-50 <40
Bóveda
100-150 >65 50-65 <50
36 GPa
150-200 >75 60-75 <60
Gravedad < 50 >40 25-40 <25
CVC 50-100 >50 40-50 <40
30 GPa 100-150 >60 50-60 <50
Gravedad < 50 >35 20-35 <20
RCC 50-100 >45 35-45 <35
20 GPa >100 >55 45-55 <45
Relleno duro <50 >30 15-30 <15
10 GPa 50-100 >40 30-40 <30

8 USO DEL DMR PARA ESTIMACIONES DE CONDICIONES DE SEGURIDAD EN PRESAS DE


AVANZADA EDAD

En estos momentos existe un gran número de presas de cierta edad en servicio. La mayoría construidas antes del
nacimiento de la mecánica de rocas (durante la década 1950-1960) y proyectadas sólo a partir de un buen criterio
ingenieril y la experiencia de sus proyectistas (ingenieros y geólogos). La información existente acerca de las
condiciones de la cimentación es escasa, y no publicada, siguiendo las normas de “buena práctica” desarrolladas en
los últimos treinta años.

El estudio de las condiciones de seguridad de estas presas es obligatorio en la mayoría de países. La clasificación
geomecánica DMR es un buen método para recopilar información geomecánica del macizo rocoso, permitiendo
una buena detección de “puntos débiles”. El autor ha usado la clasificación geomecánica DMR, como primer
tanteo, en el estudio de la seguridad de cuatro presas de gravedad de más de 50 años cerca de Valencia (presas de
Balagueras, Regajo, Ulldecona y Valbona) con buenos resultados. Todas ellas se encuentran en servicio, sin
mostrar signos visibles de daños serios, si bien la calidad del hormigón varía desde muy buena (Presa del Regajo) a
muy mala (Presa de Balagueras)

9 CONCLUSIONES FINALES

Este artículo ha sido escrito a principios de Enero de 2004 a partir de dos artículos anteriores: Romana, 2003a
(septiembre), y Romana, 2003b (Noviembre). Se presentan los primeros resultados de un estudio en curso. El autor
agradecerá cualquier contribución de datos que confirme o niegue estos resultados preliminares.
mromana@stmr.com

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DEFINICIONES

WR Valoración del quinto parámetro (efecto del agua) en el RMR


RMRB RMR básico, sin ningún tipo de ajuste por la orientación de las juntas.
RMRBD RMR básico seco, sin ajuste por orientación de juntas, con WR = 15
RSTA Factor de ajuste por orientación de juntas relativo a la estabilidad al deslizamiento (Tabla 3)
CF Factor corrector orientación de las juntas - eje de la presa. CF=(1-sin|αd-αj|)2
αd Dirección del eje de la presa
αj Dirección de buzamiento de la junta significativa.
DMRSTA DMR relativo a la estabilidad ante el deslizamiento DMRSTA = RMRBD + CF x RSTA
Em Módulo de deformación del macizo rocoso.
Emax Valor máximo del módulo de deformación del macizo rocoso.
Emin Valor mínimo del módulo de deformación del macizo rocoso.
Ec Módulo de deformación del hormigón
ECVC Módulo de deformación del hormigón vibrado convencional.
ERCC Módulo de deformación del hormigón compactado con rodillo
Ehard Módulo de deformación del relleno duro
DMRDEF RMR respecto de la deformabilidad, con WR = 5, sin ajuste por orientación de juntas.(Tabla7)

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Pregunta 7. Se desea construir un túnel de 14 m de ancho en un macizo rocoso y se
disponen de los siguientes datos:
Dirección del eje del túnel 20o NE. Se excavará el túnel empezando en el portal noreste y
terminando en el sudoeste.
Orientación del portal noreste 40o/70o. Se trata de un talud excavado mecánicamente, con
una altura de 25 m del pie a la cresta.

La Tabla 4 muestra los datos de las discontinuidades. La matriz rocosa tiene una resistencia
a la compresión de 125 MPa. El peso unitario de la matriz rocosa es 26 kN/m3.

Tabla 4. Datos de las discontinuidades


Características Familia 1 Familia 2 Familia 3
Dirección de 35o 110o 260o
buzamiento
Buzamiento 40o 70o 60o
Espaciamiento, m 0,15 0,15 0,25
Longitud, m 7 6 8
Abertura, mm >5 >5 >5
Relleno Relleno blando Relleno blando Relleno blando
Alteración Ligeramente alterada Ligeramente alterada Ligeramente alterada
Rugosidad Muy rugosa Ligeramente rugosa Suave
Agua freática Seco Seco Seco
Se pide clasificar el macizo rocoso en el túnel según Bieniawski (1989) y el macizo rocoso
del portal noreste (talud) según Romana (15 puntos)

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104

- Densidad de macizo Rocoso:

Para determinar la densidad del macizo Rocoso, se aplica la siguiente formula


matemática:

?mr = (RMR x 0.002 + 0.8) x D r


Donde:

?mr = Densidad del macizo Rocoso.


Dr = Densidad de la roca intacta .

Hoek and Brown (1988) sugirieron que estas constantes podrían ser estimadas
a partir de la versión de 1976 de la Valoración del Macizo Rocoso (RMR) de
Bieniawski, asumiendo condiciones completamente secas y orientaciones muy
favorables de las discontinuidades.

Mientras que este procedimiento es aceptable para macizos rocosos con


valores de RMR de más de 25, este no es aplicable para macizos rocosos de
mala calidad, donde el valor mínimo que se determina del RMR es de 18.

A fin de superar esta limitación, se introduce un nuevo índice llamado Índice de


resistencia Geológica (GSI). Los valores del GSI varia desde cerca de 10,
para macizos rocosos extremadamente malas, hasta 100, para la roca i ntacta.

Las relaciones entre m/mi, s y a y el Índice de resistencia Geológica (GSI) son


como siguen:

Para GSI > 25 (Macizo Rocoso no disturbado)

GSI − 100
m / mi = exp〈 〉 ........................ Ec. 1
28

GSI − 100
s = exp〈 〉 ......................... Ec. 2
9

a = 0.5 ..............................…...... Ec. 3

Para GSI < 25 (Macizo Rocoso no disturbado)

S = 0 ...…....................................... Ec. 4

GSI
a = 0.65 − ............................... Ec. 5
200

En términos del criterio de falla de Mohr – Coulomb, se estima un conjunto

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4. COMPORTAMIENTO Y CARACTERIZACIÓN DE
LOS MACIZOS ROCOSOS

As simple as possible, but not simpler ...


Albert Einstein, 1929

4.1. Introducción

Trata este capítulo sobre le comportamiento y caracterización de macizos rocosos en lo que


concierne a sus propiedades elásticas y criterios de rotura, también se dan algunas
indicaciones sobre su comportamiento post-rotura en función de los últimos artículos
presentados por expertos en la materia y se incluye finalmente una discusión sobre la
naturaleza de los macizos rocosos en lo referente a su continuidad. Para ello se presentan las
técnicas de obtención de parámetros de macizos rocosos según los trabajos desarrollados por
diversos investigadores, entre los que cabe destacar principalmente a Hoek y Brown, a lo largo
de las últimas tres décadas.

Para caracterizar un macizo rocoso donde se pretende insertar una excavación, se requiere
conocer los parámetros básicos de la roca y de las discontinuidades así como la estructura
del macizo que incluye aspectos como el número de familias de discontinuidades existentes, el
espaciado medio de los planos de discontinuidad, las características geomecánicas básicas de
las discontinuidades. Asimismo será necesario medir o estimar el estado tensional in-situ y en
su caso las alteraciones producidas en el macizo por otras excavaciones.

Desde el punto de vista de su aplicación en Ingeniería, las propiedades mecánicas de las rocas
y de las discontinuidades geológicas, se pueden considerar suficientemente conocidas. Sin
embargo los complejos entramados de rocas y discontinuidades que se han dado en llamar
macizos rocosos, aunque se ha hecho un gran esfuerzo para investigarlos, todavía no se
pueden considerar bien conocidos. Esta falta de conocimiento se debe en muchos casos a su
inherente complejidad, a las dificultades de la observación de los macizos, siempre grandes,
así como a la heterogeneidad que les es propia.

Dentro de las carencias de conocimiento de los macizos rocosos, asociadas a la complejidad


de los mismos, existen distintos grados. En general, el comportamiento elástico de los macizos
rocosos así como su criterio de rotura, se pueden estimar con un nivel de aproximación
razonable. Esto junto con el hecho de que la mayor parte de los diseños en Ingeniería lo que
pretenden es evitar que se produzca la rotura, ha dado lugar a que la investigación de lo que
pasa tras la rotura haya sido mucho menor que la enfocada a evitarla. Ciertamente el
comportamiento de los macizos rocosos una a vez sobrepasado su límite de resistencia
tensional (criterio de rotura de pico), y que vendría en términos mecánicos marcado por el
criterio de rotura residual y el potencial o regla de flujo plástico resultan por ahora
insuficientemente conocidos.

107

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4.2. Caracterización de las propiedades resistentes de pico de los
macizos

Se presentan a continuación el procedimiento para la estimación del la resistencia de pico de


un macizo rocoso, en el que se incluye la estimación de los criterios de Hoek-Brown y de Mohr-
Coulomb, que son los que se utilizan mayoritariamente en el ámbito de la ingeniería de
macizos rocosos.

4.2.1. Criterio de rotura de Hoek-Brown (Versiones iniciales)

El criterio de rotura más generalmente utilizado en la actualidad en el estudio del


comportamiento de los macizos rocosos es el de Hoek y Brown, criterio empírico definido para
probetas de laboratorio a partir de ensayos sobre un enorme número de muestras de distintos
tipos de rocas propias de macizos rocosos duros (Hoek y Brown, 1980) y que se puede
extrapolar al comportamiento de los macizos rocosos. Este criterio se puede expresar mediante
la siguiente fórmula:

σ 1 = σ 3 + m·σ 3 ·σ c + s·σ c
2
(4.1)

Para el caso de la roca intacta, o sea, del material rocoso, se tendría por definición que s = 1,
mientras que " σ c " y "m" serían parámetros característicos de la roca que se obtendrán
mediante ensayos de laboratorio. La resistencia a la tracción correspondiente se podría obtener
introduciendo σ 1 = 0, en la ecuación del criterio de rotura de Hoek-Brown y resolviéndola.

La ecuación anterior carece en la práctica de valor a no ser que sea posible obtener las
constantes m, s y σc , de la roca sana y del macizo rocoso. Ya se vio en temas anteriores
como era posible obtener estos parámetros para la roca intacta; en lo que respecta al macizo
rocoso sano y según Hoek y Brown (1988) estas constantes se pueden estimar a partir del
índice empírico GSI –Geological Strength Index-, que se corresponde con la suma de los
cuatro primeros parámetros del RMR de Bieniawski (1976). El GSI, que, como se indicó, no
deja de ser una parte del RMR de Bieniawski, también suele ser un parámetro de los primeros
que se obtienen en cualquier estudio geotécnico que estudie macizos rocosos.

Así, las relaciones de mms y sms, o parámetros m y s del macizo rocoso sano o intacto con mi
(parámetro m de la roca intacta que se obtiene a partir de los ensayos de laboratorio) y GSI
(estimado en campo) para macizos rocosos sanos son las siguientes:
GSI −100

mms = mr ·e 28
(4.2)
GSI −100

sms = e 9

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En los macizos rocosos que han sido alterados por excavaciones de tal manera que se haya
sometido el macizo por descompresión y efecto de los explosivos, a un determinado nivel de
degradación, las relaciones anteriores cambian y se transforman en las siguientes, en las que e
mmd y smd son los parámetros m y s del macizo rocoso degradado:
GSI −100
mmd = mr ·e 14
(4.3)
GSI −100

smd = e 6

4.2.2. Criterio de rotura de Hoek-Brown generalizado (edición 2002)

La ingente aplicación práctica del criterio de Hoek-Brown en la ingeniería práctica de macizos


rocosos durante las décadas de los 80 y los 90, llevó a que se pusieran de manifiesto algunas
problemáticas en lo que concierne por ejemplo a su utilización para macizos rocosos de mala
calidad, etc.., Esto fue llevando a los autores a ir realizando actualizaciones periódicas para ir
superando estos desajustes de las cuales las dos últimas versiones serían Hoek y Brown
(1998) y Hoek et al. (2002). Se presenta a continuación la propuesta de la última de las
versiones del criterio de rotura, que como podrá constatar el lector mantiene la estructura
inicial, presentada en el apartado anterior, aunque se operan leves variaciones.

El criterio de rotura de Hoek-Brown generalizado (Hoek et al., 2002), se expresa como:


a
 σ′ 
σ 1′ = σ 3′ + σ ci  mb 3 + s  (4.4)
 σ ci 

Donde mb es un valor deducido de la constante de la roca intacta mi, que vendrá dada por:
 GSI − 100 
mb = mi ·exp   (4.5)
 28 − 14 D 

s y a son constantes propias del macizo rocoso que vendrán dadas por las siguientes
expresiones:
 GSI − 100 
s = exp  
 9 − 3D  (4.6)
a = + ( e − GSI / 15 − e 20 / 3 )
1 1
2 6

D es un factor que depende del grado de perturbación al que haya sido sometido el macizo
rocoso debido a los daños originados por la voladura y relajación tensional. Este parámetro
variará entre 0 para roca macizos rocosos in-situ intactos hasta 1 para macizos rocosos muy
perturbados.

La resistencia a compresión simple del macizo rocoso propiamente dicho se podrá obtener
haciendo σ 3′ = 0, en la ecuación 4.4., lo que da:

109

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σ c = σ ci ·s a (4.7)

Y recomiendan calcular la resistencia a tracción biaxial del macizo como:


s·σ ci
σt = − (4.8)
mb

Que proviene de hacer σ 1′ = 0 y σ 3′ = σ t en la ecuación 4.4.

El parámetro D, grado de alteración (Disturbance Factor), que determinará la resistencia del


macizo se podría estimar de acuerdo con Hoek et al. (2002) de acuerdo con la Tabla 4.1.
propuesta a partir de la experiencia en diseño de túneles y taludes de múltiples autores. Los
autores de esta tabla indican que el valor de D, finalmente dependerá de muchos factores, y
que tal vez nunca sea posible cuantificarlos de manera precisa. Por tanto los resultados que en
ella se indican son estimativos, debiéndose analizar en detalle cada caso particular. Para ello
se puede acudir a la realización de análisis retrospectivos de caídas observadas y también se
puede consultar alguna bibliografía en este sentido de casos particulares (p.ej. Coulthard y
Little, 1999).

Tabla 4.1: Guía para la estimación del grado de perturbación D de un macizo rocoso. Según Hoek et al. (2002).

Valor de D
EXCAVACIÓN Descripción del macizo rocoso (sugerido)

Voladura con excelente control o excavación mecánica con D=0


TÚNELES TBM con una perturbación mínima del macizo rocoso que
Y rodea al túnel.
EXCAVACIONES Excavación mecánica o manual en macizos de mala calidad D=0
con una perturbación mínima del macizo rocoso que rodea
SUBTERRÁNEAS
al túnel.
Problemas de “squeezing” o flujo de roca que den lugar a la D = 0.5
elevación de la solera. Si se coloca un sostenimiento
temporal de la misma, se utiliza el D del caso anterior.
Voladuras poco cuidadosas en macizos rocosos duros, que D = 0.8
den lugar a daños en el macizo que se extienden entre 2 y
3 metros hacia su interior
Voladuras con excelente control en pequeños taludes D = 0.7
TALUDES EN (sobre todo si se utiliza precorte o recorte). La relajación de
INGENIERÍA tensiones produce perturbación.
CIVIL Y MINERA Voladuras poco cuidadosas en pequeños taludes en el D = 1.0
ámbito de la ingeniería civil.
En cortas y grandes explotaciones mineras a cielo abierto D = 1.0
se produce mucha perturbación por las grandes voladuras
de producción y por la relajación de tensiones asociada a la
retirada de material.
Excavación por arranque mecánico o “ripado” en rocas D = 0.7
blandas.

110

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Figura 4.1: Condiciones de aplicabilidad del criterio de Hoek-Brown. Según Hoek et al. (1995). Cortesía de
Balkema.

111

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4.2.3. Aplicabilidad del criterio de rotura de Hoek-Brown a los macizos rocosos

El criterio de rotura de Hoek-Brown sólo se puede aplicar al material rocoso intacto o a los
macizos rocoso fracturados que puedan ser considerados homogéneos e isótropos. El criterio
funciona bien en aquellos macizos rocosos cuya resistencia está controlada por bloques
angulares de rocas duras bien encastradas.

No se debe aplicar en macizos rocosos cuyas propiedades estén controladas por una sola
familia de discontinuidades como los estratificados, para los que resultaría más adecuado
utilizar criterios como el de juntas ubicuas que aparecen en determinados códigos y que simula
dos criterios de rotura diferentes en función de que la rotura se produzca a través de las
discontinuidades de la familia que controla o domina el comportamiento del macizo
(esquistosidad, estratificación) o a través del material.

Cuando aparecen dos familias muy marcadas de discontinuidades se debe utilizar el criterio de
Hoek-Brown con cierta prudencia, así estaría bien aplicado en el caso de que ninguna de las
dos familias tenga un efecto dominante sobre la otra. En caso contrario, por ejemplo, si una de
las familias de juntas tiene un relleno de arcilla y es manifiestamente más débil que la otra, no
se debe usar este criterio.

En la figura 4.1. se muestran de manera gráfica las condiciones del macizo rocoso bajo las
cuales se puede utilizar este criterio de rotura.

Figura 4.2: Tabla estimativa de las constantes mms/mi, s, a, módulo de Young, Coeficiente del Poisson, y GSI
del macizo rocoso en función de la estructura y la calidad del macizo rocosos, según Hoek et al., 1994.

112

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En la tabla de la figura 4.2 se presenta la estimación de los parámetros resistentes y de
deformabilidad de los macizos rocosos en función de su estructura y de las condiciones de las
juntas, según el criterio de Hoek-Brown (1988) generalizado. Como se observa en vez del
índice de calidad RMR se utiliza el GSI.

4.2.4. Estimación de los parámetros de Mohr-Coulomb del macizo a partir de los del
criterio de rotura de Hoek-Brown.

Puesto que la mayor parte de los programas geotécnicos suelen utilizar el criterio de rotura de
Mohr-Coulomb, y además los ingenieros suelen estar más familiarizados con los parámetros
cohesión y fricción que con aquellos propios del criterio de rotura de Hoek-Brown, resulta
necesario ser capaz de determinar los ángulos de fricción y cohesiones correspondientes a
cada macizo rocoso para cada gama de tensiones.

Recordemos que el criterio de rotura de Mohr-Coulomb se expresa en ejes tensión cortante –


tensión normal en la forma:
τ = c + σ 'n ·tgφ (4.9)

Que al pasarlo a unos ejes σ '1 − σ '3 tales como los que se utilizan para representar el criterio
de rotura de Hoek-Brown, quedaría en la forma:
2·c·cos φ 1 + sen φ
σ '1 = + σ '3 (4.10)
1 − sen φ 1 − sen φ

Evidentemente, nunca se puede ajustar de manera exacta una parábola (Hoek-Brown) a una
recta (Mohr-Coulomb); lo cual ha dado lugar a que se hayan propuesto distintas estrategias de
manera que los resultados de la resolución de un problema sean análogos.

4.2.4.1. Propuesta de Celada (1994)

A partir de los valores de m (ya sea mms, mmd o mb) y s (ya sea sms, smd o s) del macizo rocoso,
y del valor de σc o σ ci (resistencia a compresión simple de la roca), junto con un valor
estimado de la tensión de confinamiento máxima que puede existir razonablemente en el
ámbito del estudio que se esté realizando (p.ej. se suele utilizar el valor σ '3 = 1 MPa para el
diseño de taludes o explotaciones superficiales), se pueden obtener los valores de cohesión y
fricción del macizo según la formulación que se presenta a continuación y que utiliza el
parámetro de cambio λm:

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2
σ c · s + σ c · m+ σ c  · s
λm=1-  
σ '3 σ '3  σ '3 
(4.11)

s · σ c · ( 1 - sen φ ' )
φ ' = [2 · arctg λ m ] - 90 º y c '=
2 · cos φ '

En el caso de excavaciones subterráneas se propone utilizar como valor de σ '3 ,max, el de la


tensión principal menor máxima esperada, como por ejemplo la tensión natural principal menor
en la zona de estudio.

Como se puede fácilmente comprobar lo que hace la expresión (4.11) es ajustar una recta a la
parábola de Hoek-Brown haciendo la pasar por σ '3 =0 y por σ '3 = σ '3 ,max . Si selecciona
adecuadamente el valor de la máxima tensión de confinamiento y no se producen fenómenos
de tracción en la zona analizada, este enfoque suele ser conservador.

4.2.4.2. Propuesta de Hoek et al. (2002)

Hoek, Carranza-Torres y Corkum (2002) proponen utilizar un ajuste basado en una regresión
lineal media de la ecuación (4.4) en una gama de valores de la tensión principal menor tal que
′ ,
σ 't < σ '3 < σ 3,max en la el proceso de ajuste llevaría consigo equilibrar las áreas que
quedarían por encima y debajo de la recta de Mohr-Coulomb. Este ajuste daría como resultado
las siguientes expresiones de fricción y cohesión:

6·a·mb ( s + mb ·σ 3′n )
a −1
 
φ ′ = sen  −1

 2·(1 + a)(2 + a) + 6·a·mb ( s + mb ·σ 3′n ) 
a −1

(4.12)

σ ci [ (1 + 2a) s + (1 − a)mb ·σ 3′n ] ( s + mb ·σ 3′n )


a −1

c′ =

(1 + a )(1 + 2a)
(
1 + 6·a·mb ( s + mb ·σ 3′n )
a −1
)
( (1 + a)(1 + 2a )

Donde:
σ 3′n = σ 3′ max / σ ci (4.13)

El valor de σ 3′ max , límite superior de la tensión de confinamiento sobre el cual se estimará la


relación entre los criterios de rotura de Hoek-Brown y Mohr-Coulomb, se determinará
específicamente para cada problema. Se indican más abajo los criterios propuestos como guía
de actuación general por Hoek et al. (2002) para el caso de túneles y taludes.

Con estos valores se podrá calcular, si se requiere, la resistencia a compresión simple del
macizo rocoso como:

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2·c ′·cos φ ′
σ cm
′ = (4.14)
1 − sen φ ′

Donde, si c’ y φ’ se determinan para la gama de tensiones σ t < σ 3′ < σ ci / 4 , se podría


también obtener como:

σ cm
′ = σ ci
(m b + 4·s − a ( mb − 8·s ) ) ( mb 4 + s )
a −1

(4.15)
2·(1 + a)·(2 + a)

4.2.4.2.1. Túneles

Para el caso de túneles Hoek et al. (2002) proponen estimar el valor de σ 3′ max como aquel que
dé una respuesta equivalente para la curva convergencia confinamiento con ambos criterios en
el caso de túneles profundos y para el perfil de subsidencia en el caso de túneles someros.
Habiendo realizado un elevado número de análisis de posibles casos tanto para túneles
profundos (mediante la obtención de curvas analíticas) y para túneles cuya profundidad es
inferior a tres diámetros (mediante el análisis numérico de la extensión y forma de las cubetas
de subsidencia), los autores proponen estimar el valor en cuestión como:
−0.94
σ 3′ max σ′ 
= 0.47· cm  (4.16)
σ cm′  γ ·H 

Donde σ’cm es la resistencia a compresión simple del macizo obtenida mediante la expresión
(4.15), γ es el peso específico medio de los materiales situados por encima de la excavación y
H es la profundidad de la misma. En aquellos casos en los que la tensión horizontal es mayor
que la vertical proponen sustituir el término γ·H por el valor de la tensión horizontal. En general
proponen esta formulación siempre que no se produzcan fenómenos de rotura muy extensos,
como sucede en los métodos mineros por hundimiento (hundimiento de bloques, tajo largo).

4.2.4.2.2. Taludes

Estudios análogos realizados en el ámbito de la ingeniería de taludes (utilizando en particular el


método de fajas de Bishop para análisis de rotura circular de taludes para una amplia gama de
geometrías y propiedades de macizos rocosos) llevaron a Hoek et al. (2002) a proponer para la
estimación del parámetro σ 3′ max en estudios de taludes el siguiente valor:
−0.91
σ 3′ max σ′ 
= 0.72· cm  (4.17)
σ cm′  γ ·H 
Donde en este caso H se refiere a la altura del talud.

*La implementación de todas las expresiones presentadas en el último apartado llevada a cabo por Hoek et al. (2002),
se puede realizar mediante el programa RocLab que se puede obtener gratuitamente en la web www.rocscience.com.

115

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4.3. Caracterización de las propiedades de deformabilidad de los
macizos rocosos

Estas características, al igual que las de resistencia, que se han discutido anteriormente,
resultan complejas de determinar en macizos rocosos. Sin embargo son de vital importancia
cuando se pretende simular numéricamente con un grado de aproximación adecuada su
comportamiento, de forma que todos los modelos analíticos y numéricos de estimación del
comportamiento mecánico de los materiales necesitan de los valores del módulo elástico EM y
coeficiente de Poisson νm de los macizos rocosos analizados.

En el caso de medios transversalmente isótropos como algunas formaciones sedimentarias


estratificadas se necesitan los valores de estos parámetros para cada una de las direcciones
principales X e Y, junto con el módulo cortante o de cizallamiento elástico G.

4.3.1. Estimación del módulo elástico de Young (EM)

Ante la dificultad de obtener el módulo de Young del macizo directamente a partir de ensayos
de laboratorio, ya que este parámetro elástico de respuesta del macizo rocoso (y especialmente
en macizos de buena calidad) viene más marcado por la estructura del macizo que por las
propiedades de la roca que lo forma, se ha intentado estimar mediante fórmulas empíricas que
lo relacionan con la calidad geotécnica de los macizos rocosos.

Las fórmulas de este tipo más clásicas son las de Bieniawski (1978) y Serafim y Pereira (1983)
que se expresan respectivamente por las siguientes ecuaciones:

EM (GPa) = 2 · RMR − 100


RMR − 10 (4.18)
EM (GPa) = 10 40

Donde EM es el módulo de Young del macizo rocoso.

La primera de estas fórmulas tendría su ámbito de validez para 60<RMR<100 y la segunda,


basada en la recopilación de resultados de ensayos de placa de carga en un buen número de
macizos rocosos de distintas calidades, tendría validez para 40<RMR<100. Ciertamente en
macizos de peor calidad comienza a tener influencia el comportamiento de la roca intacta por lo
que resulta más difícil realizar una propuesta suficientemente aproximada.

Al objeto de tener en cuenta la influencia de la resistencia de la roca intacta en macizos


rocosos poco resistentes, Hoek y Brown (1998) propusieron una modificación de la fórmula de
Serafim y Pereira (1983), para aquellos casos en que la resistencia a compresión simple de la
roca intacta quedará por debajo de 100 MPa, y en la que el RMR se sustituía por el GSI.
Posteriormente, Hoek et al. (2002) proponen una variación para poder introducir además una
influencia del grado de perturbación del macizo rocoso D, con lo quedaría la primera expresión

116

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(4.19). Finalmente, Hoek y Diederichs (2005) basándose en une análisis exhaustivo de multitud
de estudios geotécnicos incluyéndose muchos con medidas de deformabilidad a partir de gatos
planos, proponen utilizar la segunda expresión de (4.19), formulación que los autores de este
libro han utilizado con resultados positivos en modelos de explotaciones subterráneas.

 D  σ ci GSI − 10
E M (GPa) = 1 −  ·10 40
 2  100
(4.19)
 1− D 2 
EM (GPa) = 100· ((75+ 25· D − GSI ) /11) 
 1+ e 

Recientemente ha surgido una nueva fórmula interesantes para obtener este parámetro. Barton
(2002) propone estimarlo a partir del parámetro denominado Qc que se puede obtener en
función del índice Q y la resistencia a compresión simple de la roca σc mediante la expresión:
σc 1
Qc = Q · de manera que EM (GPa) ≈ 10 · Qc 3 (4.20)
100

Aunque estas últimas expresiones parecen haber mejorado las estimaciones del valor del
módulo elástico, las observaciones demuestran que en macizos rocosos de rocas poco
resistentes, como, por ejemplo, aquellos que se encuentran en el ámbito de la minería del
carbón, todas estas expresiones sobreestiman los valores reales del módulo de Young. En este
sentido Ramamurthy (1986) propuso, a partir de observaciones, unas expresiones aplicables a
macizos rocosos estratificados y relativamente poco resistentes en las que el módulo de
deformación del macizo rocoso se relaciona con el de la roca ER (obtenido en laboratorio a
partir de ensayos de módulos estándar) y con el RMR. La primera de ellas se refiere a macizos
rocosos con discontinuidades predominantemente horizontales y la segunda con juntas
inclinadas de 45º a 65º:

(0.0217 − RM R · 2.17)
E M = E R ·e
(0.0564 − RM R · 5.64) (4.21)
E M = E R ·e
Donde:
Em es el módulo de Young del macizo rocoso y
Er es el módulo de Young de la roca.

Este tipo de expresiones coincide en su forma con la de Serafim y Pereira (1983), sólo que
añaden como influencia importante la del módulo elástico de la roca. Al revés de lo que ocurre
en macizos rocosos "resistentes" en los que la elasticidad general del macizo viene marcada
exclusivamente por las características de las discontinuidades, en macizos más blandos la
resistencia del material que lo forma si tiene influencia sobre la rigidez general del mismo.

4.3.1.1. Módulo de Young dependiente de la tensión de confinamiento

En algunos estudios reales se ha constatado que en algunos macizos rocosos (especialmente


en aquellos de peor calidad formados por rocas sedimentarias) el módulo elástico dependía del

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nivel de confinamiento al que estuviera sometida la zona de análisis. Esto llevó a la realización
algunos estudios que se resumen a continuación.

Santarelli et al.(1986) y Brown et al. (1989) realizaron estudios sobre areniscas carboníferas
para determinar las tensiones en el entorno de un pozo. Para ello realizaron un buen número
de ensayos sobre cilindros huecos de paredes gruesas con diferentes valores y relaciones de
la presión interna y externa. El análisis de estos resultados les llevó a la conclusión de que una
de las posibles maneras de explicar las tensiones y deformaciones observadas era suponer un
módulo elástico dependiente de la tensión de confinamiento.

En su caso la mejor ley empírica que encontraron fue:

(
E = E 0 1 + 0.043σ 30.78 ) (4.22)

Donde E0 = 17.49 GPa, σ3 se expresa en MPa y E en GPa.

También Duncan Fama (1993) presenta un modelo bastante complejo, aplicable a macizos
rocosos típicos de la minería del carbón, en él que el modulo elástico es muy dependiente de la
tensión de confinamiento, si bien en este caso también depende de otras constantes y está
específicamente indicado para su aplicación en un método numérico iterativo, en el que se
incluiría un proceso de reblandecimiento. Fang y Harrison (2001) realizan una propuesta en
este sentido, en la que el módulo elástico del macizo rocoso va asociado al reblandecimiento
del macizo. Ambas propuestas se presentarán con más amplitud en apartados posteriores. En
Alejano et al. (1999) también se presentan fórmulas de distintos autores, en este caso,
aplicadas a materiales tipo relleno en las que el módulo elástico es dependiente de las
tensiones. Se propone una dependencia del módulo elástico de la profundidad, indicándose
que en realidad equivale a una dependencia de la tensión de confinamiento. Finalmente,
Ribacchi (2000) llega a conclusiones similares respecto a la dependencia del módulo elástico
con la tensión de confinamiento.

4.3.2. Estimación del coeficiente de Poisson del macizo rocoso (νM)

En lo que concierne al coeficiente de Poisson del macizo rocoso, hay que señalar que su
influencia sobre los resultados de las simulaciones suele ser bastante pequeña, al mismo
tiempo que lo es su gama de variabilidad natural (0.15-0.45), por lo que no se suele prestar
demasiada atención a su estimación.

Se puede estimar a priori, aunque de forma solamente estimativa, el valor del coeficiente de
Poisson de un macizo rocoso a través de las tablas generales de macizos de Hoek y Brown
(1985) –tabla de la Figura 4.2- y a veces en macizos rocosos de buena calidad se admite que
es el mismo que el de la roca intacta tal y como se obtiene a partir de los ensayos de
laboratorio (νM=ν).

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4.4. Comportamiento y propiedades post-rotura

Tal y como se ha visto, el comportamiento elástico previo a la rotura o resistencia de pico de


los macizos rocosos así como su criterio de rotura estimativo, se han estudiado bastante y se
pueden estimar con un nivel de aproximación razonable. Esto junto con el hecho de que la
mayor parte de los diseños en ingeniería lo que pretenden es evitar que se produzca la rotura,
ha hecho que la investigación de lo que pasa tras la rotura haya sido mucho menor de aquella
enfocada a evitarla. Así por ejemplo Panet (1995) en un análisis de excavaciones subterráneas
indica que “el ingeniero tiene los medios para evitar que se llegue a producir la rotura”. Este
tipo de puntos de vista junto con la complejidad del tratamiento de los comportamientos post-
rotura ha hecho que estos hayan sido mucho menos estudiados.

4.4.1. Marco general del comportamiento post-rotura

El comportamiento genérico post-rotura ha sido introducido en el Tema 2 para las rocas. Este
marco genérico es en general extrapolable a los macizos rocosos.

Como enfoque general, y aunque no existen reglas definitivas actualmente que permitan
conocer las características post-rotura de los macizos rocosos, Hoek y Brown (1997)
propusieron, a partir de su experiencia en el análisis numérico de una gran variedad de casos
reales, tres tipos básicos de comportamientos post-rotura (Figura 4.3).

Figura 4.3. Propuesta estimativa de Hoek y Brown (1998) para el comportamiento post-rotura de macizos
rocosos.

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Análisis de la resistencia del macizo rocoso
mediante el criterio de rotura de Hoek-Brown

Guía del Usuario


c 2004 Rocscience Inc.

Versión en Español basada en una traducción realizada por el


Profesor José Chacón Montero
Departamento de Ingeniería Civil
ETS Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos
Universidad de Granada, España

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Tabla de Contenidos

Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
Bienvenidos a RocLab! . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
Documentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
Cómo se debe utilizar RocLab? . . . . . . . . . . . . . . . . 6
Determinar Parámetros de Resistencia . . . . . . . . . . . . . . . 6
Proyectar Envolventes de Rotura . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
Estimación de Parámetros de Entrada . . . . . . . . . . . . . . . . 6
Resultados de Ensayos Triaxiales . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
Parámetros Equivalentes de Mohr-Coulomb . . . . . . . . . . . . 7
Muestreador de Tensiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Muestrearor de Parámetros de Mohr-Coulomb Instantáneos . . . . 7
Otros Parámetros del Macizo Rocoso . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Unidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Exportar Datos e Imágenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
Opciones de Representación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
Visita rápida a RocLab . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Introducción de Datos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Estimación de los Parámetros de Entrada . . . . . . . . . . . . . . 10
Proyección de Envolventes de Rotura . . . . . . . . . . . . . . . . 12
Estimación de Parámetros de Hoek-Brown . . . . . . . . . . . . . 14
Equivalencia con el Criterio de Rotura de Mohr-Coulomb . . . . . 14
Otros Parámetros del Macizo Rocoso . . . . . . . . . . . . . . . . 15
Datos de Laboratorio del Ensayo Triaxial . . . . . . . . . . . . . 16
Ejemplo 1 – Túnel, sin Perturbar (D=0) . . . . . . . . . . . . . . . 17
Ejemplo 2 – Talud, Perturbado (D=1) . . . . . . . . . . . . . . . . 19
Muestreador de Tensiones en Puntos de la Envolvente . . . . . . . 21
Muestreador de Parámetros de Mohr-Coulomb Instantáneos . . . . 22
Exportación de Datos e Imágenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Opciones para la Representación en Pantalla . . . . . . . . . . . . 24
Referencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27

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Prólogo

La presente es una versión editada de la traducción al Español realizada por el


Profesor José Chacón Montero de la versión original en Inglés de la Guía del
Usuario del programa RocLab de Rocscience, Inc. El programa RocLab es
de libre distribución y se puede descargar del sitio de internet de Rocscience
(www.rocscience.com). Esta traducción, estaba originalmente destinada a
los alumnos de 2º año de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos para
la asignatura Mecánica de Suelos y Rocas, de la Universidad de Granada.
El Profesor Chacón Montero gentilmente ha permitido que Rocscience la
editara, y la pusiese a disposición de otros usuarios de RocLab de habla
hispana.

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Bienvenidos a RocLab!

RocLab es un programa de computación que permite determinar los pa-


rámetros de resistencia del macizo rocoso, de acuerdo al criterio de rotura
Generalizado de Hoek-Brown.
RocLab es un producto de libre distribución desarrollado por Rocscience
Inc.

Rocscience produce además otros programas de computación con aplicación


a ingeniería geotécnica, civil y minera. Visite www.rocscience.com para
obtener información sobre otros productos desarrollados por Rocscience.

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Introducción

Uno de los mayores obstáculos que se encuentran en el campo de los modelos


numéricos en la mecánica de rocas, es el problema de la definición de datos
referentes a las propiedades de los macizos rocosos.
La utilidad de los modelos constitutivos elaborados del material y de los
programas de análisis numérico de avanzada disponibles actualmente, está
enormemente limitada si el analista no dispone de datos fiables referentes a
las propiedades del macizo rocoso.
La última versión del criterio de rotura de Hoek-Brown (Referencia 1), con-
juntamente con su implementación en el programa RocLab, da un paso
considerable en la dirección adecuada para remediar tal situación.
Algunos de los puntos anteriormente confusos en el criterio de rotura de
Hoek-Brown quedan ahora resueltos, entre ellos se destacan:

• la aplicabilidad del criterio a macizos rocosos muy poco resistentes, y


• el cálculo de los parámetros equivalentes del criterio de Mohr-Coulomb,
a partir de los de la envolvente de rotura de Hoek-Brown.

El programa RocLab proporciona una puesta a punto sencilla e intuitiva del


criterio de rotura de Hoek-Brown, que permite al usuario una fácil obtención
de estimaciones fiables de propiedades del macizo rocoso, así como también
la visualización de los efectos que el cambio de parámetros del macizo rocoso
produce sobre la envolvente de rotura.
La tarea de determinar propiedades del macizo rocoso no es normalmente un
fin en sí mismo. Esta tarea se realiza para proporcionar datos de entrada a los
programas de análisis numérico, que requieren definición de las propiedades
del material para ejecutar cálculos de estabilidad o análisis de tensiones.
Las propiedades determinadas por RocLab se pueden emplear como datos
de entrada en programas de análisis numérico tales como Phase2 (análisis de
elementos finitos y diseño de soportes para excavaciones) o Slide (análisis de
estabilidad de taludes mediante equilibrio límite). Ambos programas están
disponibles en Rocscience.

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Documentación

Los cálculos del programa RocLab se basan en la última versión del criterio
de rotura generalizado de Hoek-Brown, que se detalla en el siguiente artículo
(Referencia 1):

Hoek, E., Carranza-Torres, C., and Corkum, B. (2002), Hoek-


Brown failure criterion — 2002 edition. Proc. North American
Rock Mechanics Society Meeting in Toronto in July 2000.

El programa RocLab incorpora los desarrollos más actualizados del criterio


de rotura de Hoek-Brown, tal como están descritos en ese artículo.

El artículo anterior debería ser leído por todos los usuarios de RocLab!!!
Las definiciones y las ecuaciones para la entrada y salida de resultados en
RocLab, se discuten en ese artículo —el mismo se encuentra disponible
como un documento PDF en el Menú de Ayuda de RocLab.

Otro documento útil es el siguiente (Referencia 2):

“A brief history of the Hoek-Brown Failure Criterion”, by Evert


Hoek.

Este artículo presenta una breve revisión cronológica de la evolución del


criterio de rotura de Hoek-Brown, y presenta además referencias a otros
artículos relevantes que se han publicado sobre el tema. Esta es otra lectura
recomendada para los todos usuarios de RocLab. El artículo está disponible
también como documento PDF en el sitio de Internet de Rocscience.
Finalmente, un conjunto de notas escritas por el Dr. Evert Hoek, Practical
Rock Engineering, (Referencia 3) se encuentra disponible (gratuitamente) en
el sitio de internet de Rocscience (www.rocscience.com) como documentos
PDF. Practical Rock Engineering es una lectura recomendada para todos los
estudiantes de Mecánica de Rocas. El capítulo 11 (Propiedades del Macizo
Rocoso) debería ser leído también por los usuarios de RocLab. Se debe notar
que la versión del criterio de rotura de Hoek-Brown que se presenta en la
última versión de Practical Rock Engineering, ha sido superada por la última
versión del criterio (Referencia 1). Sin embargo, la información conceptual
contenida en la Referencia 3 es todavía relevante, y provee otros detalles
referentes al desarrollo del criterio de rotura de Hoek-Brown.

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Cómo se debe utilizar RocLab?

Con el programa RocLab se pueden realizar las siguientes tareas:

Determinar Parámetros de Resistencia

Determinar los parámetros de resistencia generalizados de Hoek-Brown (mb,


s y a), basados en la introducción de los siguientes datos:
• la resistencia a la compresión no confinada de la roca intacta sigci
• el parámetro de la roca intacta mi
• el índice de resistencia geológica GSI
• el factor de perturbación D

Proyectar Envolventes de Rotura

Proyectar la envolvente de rotura de Hoek-Brown en el espacio de tensiones


principales y/o en el espacio de tensiones de cizalla y normales.
• Variación interactiva de los parámetros sigci, GSI, mi, D, para observar
como cambia la envolvente de rotura con cada parámetro.

Estimación de Parámetros de Entrada

Cada uno de los 4 parámetros anteriores (sigci, mi, GSI y D), pueden ser
convenientemente estimados mediante ábacos y tablas de datos integrados,
a partir del tipo de roca, condiciones geológicas, etc.

Resultados de Ensayos Triaxiales

Resultados de ensayos triaxiales de roca intacta se pueden utilizar para deter-


minar los valores de sigci y mi mediante la técnica de ajuste de Marquardt-
Levenberg.
• Los resultados triaxiales se pueden importar desde Microsoft Excel, uti-
lizando el portapapeles (clipboard), o desde ficheros de datos tipo texto
(ASCII) separados por comas, ficheros tipo RocDat o desde otros ficheros
tipo RocLab.
• Los datos también se pueden introducir utilizando una hoja de cálculo
incluida en el programa RocLab mismo.

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Parámetros Equivalentes de Mohr-Coulomb

Se puede realizar el cálculo de los parámetros de resistencia equivalentes de


Mohr-Coulomb (cohesión y ángulo de fricción).

• La envolvente de resistencia de Mohr-Coulomb que mejor se ajusta a


un rango de tensiones de confinamiento se puede determinar en base
al tipo de problema analizado (por ejemplo, problemas de túneles o de
estabilidad de taludes).
• La envolvente de rotura equivalente de Mohr-Coulomb se puede proyectar
en términos de tensiones principales y/o tensiones de corte y normales.

Muestreador de Tensiones

Se puede muestrear gráficamente las envolventes de Hoek-Brown o de Mohr-


Coulomb para determinar la resistencia de cualquier valor concreto de las
tensiones (principal, cizalla o normal).

Muestreador de Parámetros de Mohr-Coulomb Instantáneos

Se pueden determinar gráficamente los parámetros instantáneos de Mohr-


Coulomb en cualquier punto a lo largo de la envolvente de rotura de Hoek-
Brown.

Otros Parámetros del Macizo Rocoso

El programa calcula otros parámetros tales como la resistencia a tracción, la


resistencia a la compresión uniaxial y el módulo de deformación.

Unidades

El análisis en RocLab se puede realizar en unidades Métricas o Imperiales.


En el sistema métrico las unidades de tensión son los Megapascales (MPa). En
el Imperial, las tensiones pueden ser las Kilolibras por pié cuadrado (ksf) o las
Kilolibras por pulgada cuadrada (ksi). El sistema de unidades se selecciona
en el Diálogo de Preparación del Proyecto (Project Settings) en el Menú de
Análisis (Analysis).

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Exportar Datos e Imágenes

Se pueden exportar datos para un análisis posterior o para inclusión en in-


formes escritos:
• Copiar los datos y/o proyectarlos al portapapeles para una fácil im-
portación a Microsoft Word o a otro procesador de textos o programa
de edición de imágenes.
• Copiar los datos y/o proyectarlos directamente a Microsoft Excel.
• Salvar los gráficos como ficheros de imágenes JPEG o BMP.
• Imprimir y/o visualizar la impresión.

Opciones de Presentación

Numerosas opciones para la personalización de los gráficos están disponibles:


• Cambiar colores, fuentes, grosor de línea.
• Superposición de retículos.
• Añadir título al gráfico y mostrar la introducción de los datos directamente
sobre las proyecciones.
• Seleccionar efectos zoom.
• Proyectar líneas Mogi (transición de rotura dúctil a frágil).
• Seleccionar escala de grises para impresoras en blanco y negro.

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Visita rápida a RocLab

La siguiente descripción de RocLab familizará al usuario con las particula-


ridades del programa.

Introducción de Datos

La primera opción para la introducción de datos en RocLab es la utilización


de la Barra Lateral (Lateral Bar) que se muestra mas abajo. La barra lat-
eral se emplea para introducir datos y también para mostrar los parámetros
calculados.

Existen varios métodos para introducir datos en


RocLab:

Entrada de datos interactiva


• Para cambiar los datos de entrada predefinidos,
se puede pulsar sobre las flechas con el ratón.
RocLab recomputará instantáneamente los re-
sultados.

Esto permitirá al usuario observar, en forma inter-


activa, el efecto de los cambios de los parámetros,
sobre la forma de las envolventes de rotura y demás
valores calculados.

Utilización de ventanas de Diálogos de Selección


(Pick Dialogs)
• También se pueden introducir datos mediante
Diálogos de Selección (Pick Dialogs). Cuan-
do se pulsa un botón de la ventana de diálo-
go , se abrirá otra ventana, por ejemplo una
tabla o ábaco, que permitirá estimar un valor
del parámetro de entrada.

Cuando se oprime “OK” en la ventana de diálogo de selección, el valor

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seleccionado del parámetro se mostrará en la barra lateral de entrada de datos,
y RocLab realizará automáticamente el cálculo y actualizará los valores de
salida y las envolventes de rotura.

Empleo del teclado

• Si se entran con el teclado los valores numéricos en los cuadros de edi-


ción de la barra lateral, los cálculos no se harán automáticamente. Para
recalcular los parámetros resultantes del macizo rocoso y las correspon-
dientes envolventes de rotura, se debe seleccionar la opción Computar
(Compute) que se encuentra en la barra de herramientas, o en el menú de
análisis.

Entrada de datos de ensayos triaxiales

• Se pueden determinar además valores sigci y mi a partir de datos de la-


boratorio de ensayos triaxiales de roca intacta. Esto se hace con la opción
Utilización de Datos de Laboratorio (Use Lab Data) en el menú de
análisis, tal como se describe a continuación. Cuando se seleccione Apply
o OK en la ventana de diálogo Calcular sigci, mi a partir de datos de
laboratorio (Calculate sigci, mi from Lab Data), RocLab computará los
valores de mi y sigci y los mismos se utilizarán para computar valores
de salidas y las correspondientes envolventes de rotura.

Estimación de los Parámetros de Entrada

Cada uno de los parámetros utilizados como entrada en el criterio de Hoek-


Brown — sigci, mi, GSI y D — se pueden estimar mediante tablas y ábacos
incorporados en RocLab.
A estas tablas y ábacos se puede acceder seleccionando el Botón Selector
(Pick Button) ubicado junto a los cuadros de edición de la introducción de
datos en la barra lateral.

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Cuando se seleccione un botón selector, aparecerá una tabla o ábaco, que per-
mitirá determinar un valor adecuado para el parámetro deseado. Por ejemplo,
los diálogos para la estimación de mi y GSI (Rock Type = General) se mues-
tran abajo.

Una vez que se ha determinado un valor (por ejemplo de mi o GSI), se debe


seleccionar OK en la ventana de diálogo. El valor se introducirá entonces
de forma automática en el área de introducción de datos de la barra lateral,
y RocLab recomputará los resultados (es decir, recomputará los parámetros
de salida y las envolventes de rotura correspondientes a los datos de entrada
que se han seleccionado)

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Diagrama de clasificación GSI (Tipo de Roca = General)
Se recomienda al usuario experimentar con estas ventanas de selección,
oprimiendo el botón selector para cada uno de los datos de entrada sigci,
mi, GSI y D.
Se podrá observar que existen dos diagramas de GSI diferentes:

• Un diagrama para tipos generales de macizos rocosos.


• Otro diagrama para tipos de macizos rocosos homogéneos y débiles tales
como el flysch, que extienden el rango de validez de GSI hasta valores
tan bajos como 5.

Para mayor información sobre los parámetros de clasificación de Hoek-


Brown, sigci, mi, GSI y D, se recomienda consultar la Referencia 1.

Proyección de Envolventes de Rotura

RocLab proyectará las envolventes de rotura de los macizos rocosos en:

• el espacio de tensiones principales (σ1 vs. σ3 )


• el espacio de tensiones de cizalla y de tensiones normales (τs vs. σn )

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Las proyecciones corresponderán a los datos especificados corrientemente
en la barra lateral.

Por defecto, se proyectarán AMBAS, las gráficas en términos de tensiones


principales y en términos de tensiones de cizalla y normales. Sin embargo,
el usuario puede seleccionar activar una sola de estas representaciones a la
vez. Esto se podrá hacer escogiendo la proyección deseada en la barra de
herramientas, el menú de análisis, o el menú que se activa oprimiendo el
botón derecho del ratón.
Varios tipos de representaciones y opciones de análisis están disponibles,
tales como:

• Envolvente equivalente de Mohr-Coulomb.


• Selector de tensiones / Selector instantáneo de Mohr-Coulomb.
• Personalización del aspecto de la proyección con Display Options (por
ejemplo, para insertar un retículo, especificar espesor de línea, fuentes,
etc), y activar el efecto del zoom.

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Menú del botón derecho del ratón

CONSEJO (TIP) – Casi todas las opciones de representación están también


disponibles en el menú que se activa al presionar el botón derecho del ratón,
si esto se hace sobre cualquier zona del área de proyección.

Estimación de Parámetros de Hoek-Brown

Dado un conjunto de datos de entrada (sigci, GSI, mi y D), RocLab calculará


los parámetros del criterio de rotura generalizado de Hoek-Brown (mb, s y
a). Los valores se presentarán en la barra lateral según se indica en la figura
de más abajo.
Las envolventes de rotura de Hoek-Brown que se proyectan en RocLab, se
generan utilizando estos valores de mb, s y a.

Estos parámetros se calculan utilizando la última versión del criterio de rotura


de Hoek-Brown, de acuerdo con la Referencia 1.

Equivalencia con el Criterio de Rotura de Mohr-Coulomb

Además de los parámetros del criterio de rotura de Hoek-Brown (mb, s y


a), RocLab siempre calcula los parámetros equivalentes de Mohr-Coulomb
(cohesion y ángulo de fricción) del macizo rocoso.
Puesto que la mayor parte del software de ingeniería se escribe aún en tér-
minos del criterio de rotura de Mohr-Coulomb, el cálculo de parámetros
equivalentes de Mohr-Coulomb a partir de los parámetros de Hoek-Brown
es una particularidad útil del programa RocLab.

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La envolvente equivalente de Mohr-Coulomb puede verse al seleccionar la
opción Envoltura de Rotura de Mohr-Coulomb (Mohr-Coulomb Enve-
lope) en la barra de herramientas o en el menú de análisis.

Rango de la envolvente de rotura

Es importante destacar que la opción Rango de Envolvente de Rotura (Fail-


ure Envelope Range) en la barra lateral tiene un efecto directo en los pará-
metros de Mohr-Coulomb calculados.

• Para más detalles sobre el procedimiento de ajuste de la envolvente de


Mohr-Coulomb, y el significado de la opción Failure Envelope Range, se
recomienda ver la Referencia 1 —sección 4: Mohr-Coulomb Criterion,
y sección 6: Determination of σ3max .
• Cuando en la barra lateral la opción Failure Envelope Range = General,
el límite superior del rango de ajuste es σ3max = σci /4. Esto se basa en la
observación empírica de que el rango de esfuerzos asociado con la rotura
frágil ocurre para valores de σ3 inferiores a un cuarto del valor de σci .
• Cuando la opción Failure Envelope Range = Custom, se puede introducir
cualquier valor de σ3max .
• El rango de valores de la Envolvente de Rotura NO tiene afecto sobre los
parámetros de Hoek-Brown calculados.

Otros Parámetros del Macizo Rocoso

En la parte inferior de la barra lateral se podrá observar que se calculan


además los siguientes parámetros del macizo rocoso:

• sigt (resistencia a tracción del macizo rocoso)


• sigc (resistencia compresiva uniaxial del macizo rocoso)
• sigcm (resistencia compresiva global del macizo rocoso)

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• Em (módulo de deformación del macizo rocoso)

La definición de estos parámetros, y las ecuaciones empleadas para calcular-


los se encuentran explicados en la Referencia 1.
En particular, se observará que en RocLab se calculan dos valores de la
resistencia a la compresión del macizo rocoso – sigc y sigcm. La definición
y empleo de esos parámetros se detallan en la Referencia 1 – section 5: Rock
Mass Strength.

Datos de Laboratorio del Ensayo Triaxial

Otra característica de RocLab es la capacidad de introducción de datos de


ensayos triaxiales (pares de valores σ1 , σ3 ), para determinar los parámetros
de la roca intacta sigci y mi. Esto se hace como sigue:

1. Seleccione la opción Utilización de Datos de Laboratorio (Use Lab


Data) en el menú de análisis o en la barra de herramientas.
2. Los datos se pueden introducir en una hoja de cálculo (implementadas
en el programa mismo), o se pueden importar de un fichero, como se
muestra en la ventana de más abajo.
3. Sobre los datos introducidos se genera entonces una curva de ajuste,
mediante la técnica de ajuste Marquardt-Levenberg, y se obtienen así
valores de sigci y mi.
4. Después de introducir los datos, si se selecciona OK en la ventana de
diálogo, se emplearán los valores calculados de sigci y mi para calcular
los parámetros de resistencia y la envolvente de rotura de Hoek-Brown.

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Se recomienda siempre la obtención de los valores de sigci y mi a partir de
ensayos triaxiales de laboratorio, si datos de este ensayo están disponibles. Es
de destacar que no siempre son necesarios demasiados resultados de ensayos
triaxiales; buenos resultados (de sigci y mi) se pueden obtener a partir de unos
pocos resultados triaxiales (por ejemplo, a partir de 6 o 7 pares de valores de
tensiones principales).
Si los resultados de ensayos triaxiales no están disponibles, se pueden ob-
tener siempre valores de sigci y mi en RocLab, utilizando los Diálogos de
Selección (Pick Dialogs) descritos anteriormente.

Ejemplo 1 – Túnel, sin Perturbar (D=0)

Considérese un macizo rocoso no perturbado en el que se excava un túnel a


una profundidad de 100 metros, con los siguientes parámetros de clasificación
de Hoek-Brown:

Introduzca estos datos en la barra lateral del área de entrada de datos. Intro-
duzca además los siguientes datos para determinar el Rango de Envolvente

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de Rotura (σ3max ). Estos valores se emplearán para los cálculos de los valores
equivalentes de Mohr-Coulomb:

A continuación pulse Compute.


Los datos de salida se mostrarán en la barra lateral, y las envolventes de rotura
se calcularán.
Observe los parámetros equivalentes de Mohr-Coulomb que se han calculado:

Se puede observar la envolvente correspondiente a estos parámetros seleccio-


nando la opción de Envolvente de Mohr-Coulomb, en la barra de herramientas
o en el menú de análisis.

Para obtener una mejor presentación de la envolvente de Mohr-Coulomb, se


puede representar solamente la proyección de tensiones normales en función
de las tensiones de cizalla. Seleccione la opción (Tension) Normal vs. Cizalla
Normal vs. Shear en el menú de análisis o en la barra de herramientas.
Esto ocultará la proyección de tensiones principales y mostrará solamente el
gráfico de tensión normal vs. cizalla, maximizado, en la presentación.

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Si se examina la envolvente de Mohr-Coulomb, se pueden confirmar gráfica-
mente los valores calculados de cohesión, ángulo de fricción, y la resistencia
a tracción del macizo sigt. La resistencia a tracción es el valor negativo de
tensión normal, en el origen de la envolvente de rotura.

Ejemplo 2 – Talud, Perturbado (D=1)

Considérese un macizo rocoso con los mismos parámetros básicos utilizados


en el ejemplo anterior, esta vez para un talud de 100 metros de altura en roca
muy perturbada, con un factor de perturbación D=1.
Introduzca el factor de perturbación D=1.

Introduzca los siguientes datos para determinar el rango de la envolvente de


rotura (σ3max ):

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A continuación pulse Compute.
Los datos de salida se mostrarán en la barra lateral, y las envolventes de rotura
correspondientes también se calcularán.
Note los parámetros equivalentes de Mohr-Coulomb que se han calculado:

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Compare los parámetros equivalentes de Mohr-Coulomb y las envolventes de
rotura computadas para los dos ejemplos descritos anteriormente. La com-
paración muestra el efecto significativo que el Factor de Perturbación D,
puede tener sobre la resistencia del macizo rocoso calculada.
Para mas información sobre el Factor de Perturbación D, se recomienda
consultar la Referencia 1 – Sección 7: Estimation of Disturbance Factor D.

Muestreador de Tensiones en Puntos de la Envolvente

La opción Stress Sampler permite al usuario obtener gráficamente las coor-


denadas exactas de cualquier punto a lo largo de las envolventes de rotura.
Esto se hace del siguiente modo:

1. Seleccione la opción Stress Sampler de la barra de herramientas, en


el menú correspondiente al botón derecho del ratón, o en el menú de
análisis.
2. Pulse una vez el botón izquierdo del ratón, sobre cualquier valor de σ3
(en el gráfico de tensiones principales), o sobre cualquier valor de tensión
normal (en el gráfico de tensiones normales y de cizalla).
3. Sobre los puntos en que se ha pulsado el ratón aparecerán las coordenadas
de tensiones correspondientes a los valores de σ3 o de tensión normal. Una
línea vertical de puntos aparece en los gráficos para señalar la ubicación.

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4. Alternativamente, si se pulsa y se MANTIENE pulsado el botón izquier-
do del ratón sobre cualquiera de los gráficos, y se ARRASTRA el ratón
hacia la izquierda o la derecha, las coordenadas de tensiones de las en-
volventes de rotura se mostrarán continuamente, conforme se mueva el
ratón.
5. NOTA: si se está visualizando la proyección de envolventes equivalentes
de Mohr-Coulomb, se mostrarán entonces, al mismo tiempo, AMBAS,
las coordenadas de tensiones de Hoek-Brown y las de Mohr-Coulomb.

Muestreador de Parámetros de Mohr-Coulomb Instantáneos

La opción Muestreador de Parámetros de Mohr-Coulomb Instantáneos


(Instantaneous Mohr-Coulomb Sampler) permite al usuario obtener gráfi-
camente, los parámetros de Mohr-Coulomb, cohesión y ángulo de fricción,
PUNTUALES, en cualquier parte de la envolvente de Hoek-Brown. Esto se
hace de la siguiente forma:
1. Seleccione la opción Muestreador MC Instantáneo (Instantaneous MC
Sampler) de la barra de herramientas, el menú del botón derecho del ratón
o el menú de análisis.
2. Pulse una vez el botón izquierdo del ratón, en cualquier valor de σ3 (en el
gráfico de tensiones principales), o en cualquier valor de tensión normal
(en el gráfico de tensiones normales y de cizalla).

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3. La envolvente instantánea de Mohr-Coulomb (línea tangencial) apare-
cerá en los gráficos, para el valor de σ3 (o de tensión normal), sobre la
que se pulsó el ratón. Los valores instantáneos de cohesión y ángulo de
fricción se mostrarán en las gráficas, así como también las coordenadas
de tensión. Una línea vertical de puntos aparecerá en los gráficos, para
señalar la ubicación de los parámetros instantáneos.
4. Alternativamente, si pulsa y se MANTIENE pulsado el botón izquierdo
del ratón sobre cualquiera de los gráficos, y se ARRASTRA el ratón hacia
la izquierda o la derecha, la envolvente instantánea de Mohr-Coulomb y
las coordenadas de las tensiones, se mostrarán continuamente, conforme
se mueva el ratón.

Exportación de Datos e Imágenes

Los resultados de los análisis de RocLab y las proyecciones de envolventes


de rotura se pueden exportar a otros programas, para inclusión en informes,
o análisis posteriores, etc. Esto se puede realizar de varias formas.

• La opción Copiar Datos (Copy Data) en la barra lateral o en el menú


Editar (Edit), copiará los contenidos de esta barra (es decir todos los
parámetros de entrada y salida) al portapapeles (clipboard). Desde el
portapapeles será posible pegarlo (paste) a un procesador de textos o a

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una hoja de cálculo. Esto permitirá extraer cómodamente un resúmen del
análisis.
• La opción Copiar (Copy) en la barra de herramientas o en el menú
Editar (Edit), copiará una imágen de la envolvente de rotura que se esté
visualizando al portapapeles, y desde allí, esta imagen se podrá pegar a
los informes o programas de edición de imágenes, etc.
• Las proyecciones de envolventes de rotura pueden también grabarse di-
rectamente como ficheros de tipo JPEG o BMP, con la opción Exportar
Fichero Gráfico (Export Image File). Esta opción está disponible en el
menú Fichero (File), o en el menú correspondiente al botón derecho del
ratón.

Exportación rápida a Excel

La característica de exportación más potente es la siguiente: con un solo


click del ratón, todos los datos Y las proyecciones gráficas pueden exportarse
a Microsoft Excel. Esto se hace de la forma siguiente:
1. Seleccione en la barra de herramientas el botón Exportar a Excel (Ex-
port to Excel).
2. Si tiene instalado Excel en su ordenador, el programa Excel se iniciará
automáticamente, y todos los análisis de datos de entrada y salida se
exportarán automáticamente a una hoja de cálculo de Excel.
3. Los gráficos de envolvente de rotura se generarán entonces en Excel.
4. Todo ello sucede con un simple click del ratón !!!

Observe que los gráficos generados en Excel corresponden a las envolventes


de rotura que esté representando RocLab en ese momento. Por ejemplo, si
solamente se proyecta el gráfico de tensión normal-cizalla, entonces solo
ese gráfico y los datos correspondientes se generarán en Excel. Si se es-
tán proyectando ambos gráficos (tensiones principales y normal-cizalla) en-
tonces los dos gráficos se generarán en Excel. También, si ha proyectado la
envolvente equivalente de Mohr-Coulomb, lo mismo se hará en Excel. Final-
mente observe que el número de puntos empleados para crear cada envolvente
de rotura está controlado por el diálogo Opciones de Representación (Dis-
play Option) en el menú Visualizar (View) de RocLab.

Opciones para la Representación en Pantalla

El aspecto de los gráficos de la Envolvente de Rotura se puede personalizar


con las opciones de visualización, zoom y otras.

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• La opción Opciones de Representación (Display Options) está disponible
en la barra de herramientas, en el menú de Visualización (View), y tam-
bién en el menú correspondiente al botón derecho del ratón (si este se
pulsa en cualquier punto de la proyección de la envolvente de rotura).

La mayoría de las opciones en la ventana de Opciones de Representación


son auto-explicativas, por lo que se recomienda al usuario experimentar con
ellas. Sin embargo, señalaremos el propósito de las siguientes opciones:

Línea Mogi

La línea Mogi define la relación entre las tensiones principales efectivas


mayor y menor para la cual se produce la transición de la rotura frágil a
la rotura dúctil. Esta línea se define sencillamente como sig1/sig3 = 3.4,
y se proyecta como una línea verde sobre la representación de tensiones
principales, cuando se selecciona la opción Línea Mogi en la ventana de
Opciones de Representación (Display Options).

• Si la envolvente de tensiones principales queda SOBRE la línea Mogi,


esto indica un modo de rotura frágil.
• Si la envolvente de tensiones principales queda BAJO la línea Mogi, esto
indica un modo de rotura dúctil (que puede ocurrir, por ejemplo, para
valores bajos de GSI).

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Opción de Zoom

La opción Efecto de Zoom (Zoom Extents) modificará automáticamente la


escala de los ejes de la proyección de las envolventes de rotura, de manera
tal que se podrán proyectar todas las envolventes de rotura posibles, corres-
pondientes a los valores de sigci que se hayan seleccionado.
Esto corresponde a valores máximos de GSI (= 100) y mi ( = 40).

1. Para demostrarlo, seleccione la opción Efecto de Zoom (Zoom Extents).


2. Use las flechas interactivas, para incrementar el valor de GSI a 100, y el
valor de mi a 40.
3. Observe los gráficos de la envolvente de rotura. Cuando GSI = 100 y mi
= 40, la extensión de la envolvente de tensiones principales corresponderá
a la extensión máxima calculada automáticamente por la opción Efecto
de Zoom (Zoom Extents).

La opción Efecto de Zoom se encontrará útil para demostraciones interacti-


vas de los cambios de los parámetros sobre la envolvente de rotura.

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Referencias

1. Hoek, E., Carranza-Torres, C., and Corkum, B. (2002), Hoek-Brown


failure criterion — 2002 edition. Proc. North American Rock Mechanics
Society meeting in Toronto, July 2002.
2. Hoek, Evert, (2002), A Brief History of the Hoek-Brown Failure Crite-
rion, unpublished document.
3. Hoek, Evert, Practical Rock Engineering — An Ongoing Set of Notes,
available on the Rocscience website, www.rocscience.com.

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AGUA - PERMEABILIDAD EN MACIZOS ROCOSOS

•Permeabilidad: q=k/µ δp/δx [k]=L2

•Coeficiente de permeabilidad K: q=K/γ δp/δ [K]=L/t o


en Darcy: Q = K A i

•Permeabilidad PRIMARIA: roca intacta.


•Permeabilidad SECUNDARIA: macizo rocoso
(discontinuidades)
Depende de : abertura de fisuras, tensiones normales,
profundidad respecto a la superficie.

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AGUA - PERMEABILIDAD EN MACIZOS ROCOSOS

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AGUA - PERMEABILIDAD EN MACIZOS ROCOSOS
•Flujo a través de discontinuidades. Teoría de Hoek y
Bray (1977).

Q= g e3 / (12 υ L) HL
con HL(pérdida de
carga)

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AGUA - PERMEABILIDAD EN MACIZOS ROCOSOS
•Extensión a discontinuidades paralelas.

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AGUA - PERMEABILIDAD EN MACIZOS ROCOSOS
•Enfoque teórico - Flujo en red.

•Continuidad en cada
nodo, Darcy por
tramos.

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AGUA - PERMEABILIDAD EN MACIZOS ROCOSOS
•Factor de escala. Desde K en laboratorio hasta
medición en un túnel.

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AGUA – TENSIONES EFECTIVAS
•Considerar las 3 fases del suelo y macizo.
•Q carga externa total, área total A.
•Q´ en fase sólida – distribución desconocida; valor
medio = Q´/ área total.
•u: presión de poros
•Av: área de poros en contacto con la carga
Q = Q´+ u Av Q/A=Q´/A + u Av/A
σ = σ´ + u (Av/A)
•Av/A en suelos = 1, en rocas de 0.50 a 1 (salvo
σ altas (cerrado de fisuras) tiende a 0).
(Sismo inducido en el llenado del embalse,
crece p total y p efectiva).
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AGUA – TENSIONES EFECTIVAS

•Adaptar
concepto de
Terzaghi (1963)
en el tensor de
tensiones.

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EVALUACIÓN DE PERMEABILIDAD EN MACIZOS
ROCOSOS – ENSAYOS DE AGUA - LUGEON
•ENSAYOS DE AGUA. Se inyecta agua a presión en
una perforación, se mide caudal inyectado, presión.
• Esquema

•Unidad LUGEON = 1lt/min /m de perf.(p=10 kg/cm2) –


Correcciones = agua inyect./tiempo/long. x 10 /p real
ETAPAS. Escalones de carga

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ENSAYOS LUGEON
•INTERPRETACIÓN DE
LAMINAR
RESULTADOS:
•Flujo laminar
•Flujo turbulento
•Dilatación LIMPIEZA

•“Limpieza” de fisuras
•“Bloqueo” de fisuras
“BLOQUEO”

Lu = Q/L x 10/p
Con Q[l/min], L[m],
p[Kg/cm2]

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Estudio geotécnico – Perforación en roca

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Estudio geotécnico – Perforación en roca

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