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Descripción: muy similar a la especie nominal, pero presenta en los hombros una coloración mucho más amarilla,

igual que en su cabeza, muy variable, no obstante es frecuente que presente además algunas plumas rojas en los
hombros. Los muslos se caracterizan por tener plumas amarillas.
Distribución: Suroeste del Mato Grosso, Brasil, norte y este de Bolivia, Paraguay y Norte de Argentina.
Longitud: 37 cm.
Status: Generalmente común, pero localmente amenazado por desaparición de sus Hábitats y presión comercial.
Apéndice II del C.I.T.E.S.

Por Angel Nuevo González, biólogo, autor de las investigaciones

La Reserva Natural "Loro Hablador" y sus alrededores, en la provincia de Chaco, Argentina, crisol de culturas,
costumbres, mestizaje y credos fue mi hogar durante los más de 4 meses en los que colaboré en este proyecto y con el
que me encuentro hoy en día fuertemente comprometido. Hoy quiero haceros participes de lo que allí viví, de lo que allí
aprendí y de todo lo que todavía esta en nuestra mano para colaborar en la Conservación de una de las especies más
demandadas en el comercio de mascotas en todo el mundo.
.
En Septiembre del 2004, cuando en España todavía nos acompañan buenas temperaturas antes de enfrentar el
invierno, me embarco en una de las más bonitas aventuras en las que me he visto implicado. En Argentina, comienzan
ahora a disfrutar de las temperaturas más cálidas del año, coincidiendo con el inicio de la época reproductora del Loro
Hablador, momento en el que comienza por tercer año consecutivo el estudio de la biología de esta emblemática
especie.
Instalados en nuestro campamento base, en la mencionada Reserva, se empieza a esbozar ya lo que el estudio de esta
especie en su hábitat natural supone para los investigadores, a menudo un poco "locos", que estamos dispuestos a
convivir con las no poco molestas garrapatas y pulgas, y rodeados de especies tan peligrosas como viudas negras,
tarántulas, víboras, serpientes de coral y boas constrictor, o incluso el temido puma...Estos habitantes habituales del
bosque chaqueño (bosque subtropical seco), en el que la escasez de aguas superficiales y las altas temperaturas (hasta
47 °C a la sombra en los meses centrales del verano) hacen muy adversas las condiciones de vida, fueron fieles
compañeros durante nuestra estancia allí.

El objetivo principal (que no el único) del proyecto, es como su propio nombre indica, conocer cuál es la biología
reproductiva de la subespecie xanthopteryx del loro hablador o de coronilla azul, que permita fijar unas pautas básicas
de conservación y manejo de la especie, aportando información muy valiosa para su mantenimiento en cautividad.

La llegada de los reproductores


Uno de los grandes interrogantes que nosotros pretendemos estudiar es de dónde vienen los adultos cuando comienza
la época reproductora, y a donde van tras finalizar ésta. Puesto que la financiación es casi inexistente, nuestros únicos
medios por el momento para intentar dilucidar esto es una plataforma instalada en lo alto de un Quebracho Blanco,
desde la cual podemos observar toda la superficie del bosque donde trabajamos, y anotamos el número de loros y la
dirección desde la que se acercan a las proximidades de la reserva. En base a esto podríamos afirmar que los Loros
Habladores realizan pequeñas migraciones (de Norte a Sur) según busquen un lugar apto para su reproducción (y
buena disponibilidad de alimento para sus pichones) o un lugar con disponibilidad de alimento durante el invierno
Argentino..., pero es una pena que no contemos con la financiación suficiente como para poder realizar un seguimiento
mediante radiotransmisores, lo que nos permitiría establecer áreas útiles para su conservación. (De nada sirve proteger
las áreas donde crían si no protegemos las áreas, donde esos reproductores pasan el invierno, ¿no creéis?)

Los adultos parecen llegar acompañados del pichón del año anterior, pero es posible que una vez escogido el nido, los
juveniles se agrupen formando pequeños grupos hasta que finaliza la estación reproductora, dejando más libertad a sus
progenitores para que empeñen todo su tiempo y energía en sacar adelante su nueva nidada. Estas agrupaciones
parecen generalizadas justo después de llegar y antes de que elijan el nido. Era frecuente al atardecer observar desde
lo alto de nuestra plataforma, cómo, al reunirse, comienza ese éxtasis amazónico, esa verborrea loruna que tan
característica es de los amazonas.

Adentrándose en el bosque
Para estudiar los nidos y lo que acontece en ellos, objeto principal del estudio, nos adentrábamos en el bosque, en la
mayoría de las ocasiones, siguiendo sendas de vacas, como si ellas supieran conducirnos a cada uno de los nidos, y
machete en mano, avanzamos entre la maraña de "uñas de gato" que cruzar el bosque chaqueño supone. Uno de los
motivos por los que a este ecosistema se le denomina "El impenetrable", junto a la escasez de agua, lo cual dificulta la
vida de personas, que pasan días, a menudo semanas, sin tener contacto con ningún humano, compartiendo su
soledad y su necesidad de agua con ese bosque del que intentan subsistir.
En esta región, las especies vegetales escogidas por los loros para su nidificación, son principalmente dos especies de
quebrachos (cuyo nombre viene de "quebrar hachas", por la gran dureza de sus maderas), el Quebracho Blanco
(Aspidosperma quebracho-blanco) y el Quebracho Colorado (Schinopsis balansae) en la Reserva y alrededores, pero
también en Palo Santo (Bulnesia sarmientoi) entre otros.
Visitamos con una frecuencia de 5 o 6 días cada uno de los nidos que tenemos censados en nuestra área de estudio,
escalamos con ayuda de nuestro arnés y soga hasta la cámara de incubación y gracias a una caladura que previamente
hacemos, podemos observar y registrar cada acontecimiento que allí sucede.

Es muy curioso observar como el tamaño y la forma de los nidos elegidos por esta especie en su hábitat natural difiere
bastante a los ofrecidos en cautividad. ¿Alguien conoce a algún criador que les ofrezca un nido de 4 metros de
profundidad?, ¿o que el nido disponga de varias entradas diferentes? ¿Alguien utilizaría como sustrato para el nido,
heces secas de vaca, o líquenes?, seguramente no... y es que todavía podemos aprender mucho de esta especie,
estudiándolos en libertad y aplicando después estos conocimientos en programas de cría en cautividad.

El primer huevo

Huevos de Amazona aestiva xanthopteryx


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Después de más de un mes, visitando cada uno de los nidos, subir, bajar, subir, bajar... calor, más calor, garrapatas,
más garrapatas...llegó por fin uno de los momentos más esperados de la campaña, ¡la aparición del primer huevo de la
temporada!, ¡qué grata recompensa a tanto tiempo de sacrificio y constancia!. Lo que nos esperaba a partir de ese
primer huevo era mucho más trabajo, ya que desde ese momento, las visitas se hacían cada 2 días, y parecían
"ponerse de acuerdo", raro era el día que no encontrábamos un nuevo huevo en otro nido, esto se ponía más
interesante. Pesamos y medimos cada uno de los huevos, identificados con su número correspondiente en orden de
puesta para poder después saber el tiempo de incubación, sin duda, eran nuestros pequeños tesoros. Las puestas más
frecuentes, que rondaban entre 1 y 5 huevos generalmente, eran las de 3 huevos.

Los primeros pichones de Amazona aestiva xanthopteryx


.
El primer pichón
Tras 28-30 días, nacían entonces, los primeros pichones de Hablador de este año. A pesar de que estaba acostumbrado
a ver nacimientos de diversas especies de loros en cautividad, supongo que se imaginan la satisfacción que supone
observarlo en especies en libertad, ¿verdad? Los pichones son pesados y se les toman diversas medidas en cada visita
y durante todo su desarrollo, evaluando además la tasa mortalidad y sus causas en las diferentes fases de crecimiento.

Ver crecer a aquellos "pequeños dinosaurios", con sus ojos inicialmente cerrados, es todo un lujo difícil de explicar y
que muy pocos tienen la oportunidad de hacerlo con loros libres...
Me pareció muy interesante observar, cómo adultos y pichones tienen diferentes especies de depredadores. Pero sin
duda lo que más impactaba era abrir algunos de los nidos de estudio y encontrarnos a uno de los más habituales, la
boa constrictor, ¡con su presa recién ingerida! ¿Se imaginan el impacto de ver a semejante animal en la cámara de
incubación con uno de los padres o uno o varios de los pichones en su interior?, que le vamos a hacer, son cosas de la
madre natura.
Los pichones, hasta que tienen una edad aproximada de 3 semanas, momento en el que se procede a su identificación
mediante anillas numeradas, son identificados con un marcador indeleble en la cabeza. Si, si, en la cabeza. Después de
haber probado ya, múltiples sistemas de identificación, éste es el que mejor resultados nos está dando, resultando
inocuo para los pichones y desapareciendo con el paso de los días.

La alimentación
Para obtener datos sobre su alimentación, recurríamos a diferentes técnicas. Una parte importante se basa en
observaciones directas de los adultos o juveniles voladores y gracias a eso sabemos cosas muy curiosas, como que
entre su alimentación se encuentran algunas flores (cuando la disponibilidad de frutos en el bosque es escasa), o que
recurren a comer las partes carnosas de algunos cactus como el Quimil (Opuntia quimilo) para obtener el agua (como
lo harán también las Pavas Charata (Ortalis canicollis)), bien tan escaso y preciado en este hábitat). Pero sin duda, la
mayor parte de su alimentación lo constituyen las semillas, principalmente de leguminosas como el Algarrobo Blanco
(Prosopis nigra) y Algarrobo Negro (P. alba), o la Brea (Cercidiun praecops) y algunos pequeños frutos (bayas), como
los del Mistol (Zizyphus mistol).

La alimentación de los pichones durante su crianza, basándonos en el contenido que presentaban en el buche en las
diferentes etapas de su desarrollo, estaba compuesto principalmente por semillas de Sacha Sandia (Capparis
salicipholia) cuya peculiar forma de media luna nos facilitaba su identificación, y ya próximos a su independencia, era
frecuente encontrar entre su alimentación el fruto del cactus Ucle (Cereus forbessi), con su característico color granate
y que generalmente dejaba coloreados a los ansiosos pichones.
Estimamos también la disponibilidad y abundancia de alimento en diferentes áreas del bosque mediante transectas de
fenología. Esto nos permitirá conocer si existe alguna especie vegetal determinante para que comience la época de cría,
junto a los datos que recogemos de temperatura y precipitaciones durante diferentes periodos del año.

Captura de adultos
Justo este último año, hemos podido capturar para su estudio y posterior liberación, a varios ejemplares adultos. Para
ello, diseñé un sistema (sencillo y un tanto rústico, pero eficaz) basándome en las mangas que yo utilizaba para
capturar loros en los aviarios. Y tras un proceso de transformación y adaptación a las dificultades de nuestro estudio de
campo, procedimos a la captura en el nido de los ejemplares reproductores. Todo un triunfo ya que, y gracias a las
extracciones que pudimos obtener, podremos afirmar si en la naturaleza (como parece suceder en cautividad), es la
hembra la que se ocupa de incubar los huevos o no, y poder averiguar, si la pareja reproductora reocupa todos los
años el mismo nido o no (por fin podemos anillar ejemplares adultos para poder observarlo en años sucesivos...).

Hemos observado que los nidos de esta especie, parecen estar distribuidos como en pequeños "barrios" ocupando
zonas en las que es muy frecuente encontrar nidos, más o menos agrupados en circuitos, y otras en las que no hemos
detectado nidos, a pesar de haber sido rastreadas con el mismo esfuerzo. Gracias a estas nuevas capturas y el
posterior análisis genético, podremos saber si estas agrupaciones de nidos tienen algún carácter familiar, es decir, si los
pichones que nacieron en un área determinada, al llegar a la edad reproductora, nidifican en un área próxima a la que
han nacido, o esta elección tiene más relación con el tipo de hábitat (alimentación disponible, etc...) independiente de
su relación de parentesco. Sin duda, esto son pretensiones a muy largo plazo, y que sólo si conseguimos financiación
económica continuada se podrá llevar a cabo, mientras tanto, "jugaremos" a pensar que todavía tenemos mucho que
estudiar y muchas ganas de trabajar...

Estudiando los parásitos


Otro aspecto que estudiamos son los parásitos que afectan a esta especie, para ello, recogemos tanto muestras de
heces para estudiar parásitos intestinales, como muestras de sangre para detectar aquellos que presentan forma
sanguínea.

Recuerdo que con el afán de tener una información previa, solicité información sobre los parásitos más frecuentes en
el género Amazona a una amiga veterinaria con bastante experiencia en clínica de psitácidas, y su contestación fue algo
así como: "yo te facilito lo que vemos más frecuente en la clínica, pero se supone que eso me lo deberíais decir
vosotros cuando tengáis los resultados, ¿no?...". Y es que, efectivamente, los resultados de todos estos estudios van a
aportar datos muy valiosos, no solo de cara a su Biología y su Conservación, sino también, datos muy interesantes que
podremos aplicar a los ejemplares en cautividad (alimentación, cría en cautividad, aspectos clínicos, y un largo etc...)

Concienciación Ambiental
Cualquier proyecto de investigación / conservación que se precie, debe tener en cuenta lo importante que es integrar
un buen capitulo de Educación Ambiental. Y el Proyecto Loros, no iba a ser menos. Somos muy conscientes de la
importancia que tiene el Bosque Chaqueño para sus "desdentados habitantes humanos", familias que viven gracias al
bosque y sus inquilinos. En este sentido, se esta elaborando material informativo/educativo para estas familias y con las
que el Proyecto ya trabaja. Para que reconozcan el valor añadido que supone mantener en pié estos centenarios
árboles en los que anidan los loros, para que aprendan a vivir del bosque que les cobija de una manera sustentable, y,
por qué no, para que atiendan correctamente a los loros, que como es costumbre milenaria en la zona desde sus
antecesores indígenas, mantienen como mascotas en sus "casas". En la misma línea se está trabajando con las
Escuelas de la zona, ya que son los niños, los que heredarán estas tierras por donde hoy campean los loros (si llegamos
a tiempo, claro...).

Campaña de Apadrinamiento
Todos los años, tres especies de loros se reproducen en el bosque chaqueño, en la Reserva Natural Provincial Loro
Hablador y sus alrededores, en el norte de la provincia del Chaco, el Proyecto Loros trabaja para estudiar y conservar
los psitácidos y concienciar mediante educación ambiental a los pobladores locales.

Allí, cientos de loros y cotorras nidifican entre octubre y febrero, siendo uno de los principales sitios de nidificación de
Amazona aestiva xanthopteryx, Aratinga acuticaudata (Calancate común o Conuro de Cabeza azul) y Myiopsitta
monachus catita (la subespecie mas pequeña y singular de la Cotorrita Monje o de Pecho Gris)

Durante la década de los 80 las poblaciones silvestres de psitácidos fueron intensamente explotadas, pero medidas de
protección posteriores redujeron este comercio y permitieron una recuperación paulatina. Hoy, nuevamente se están
produciendo cambios negativos para los loros, pero esta vez debido al creciente avance de la frontera agraria sobre los
hábitats naturales que ellos utilizan para reproducirse.

Te proponemos que apadrines un nido de loro, para preservar su especie y su hábitat. Los loros seguirán en libertad en
el bosque, y tu ayuda permitirá que ello ocurra.

Cuando apadrinas simbólicamente un nido de ellos recibirás:

. Una Credencial personal, con tus datos (la fotografía, el número de nido y la historia del mismo. Fotografía y
descripción de la familia Criolla a la que pertenece (en su caso) y sobre la que se actúa en las campañas de
concienciación...)
. Dos veces por año te enviamos el Boletín Nidos en acción con las novedades de la temporada (uno referido al inicio de
la época de cría, y el otro al final de la misma).
. Te enviaremos además el "Lor@tín" donde podrás encontrar más novedades sobre tu nido y su desempeño en la
temporada reproductiva.
. La posibilidad de vivir una experiencia única: seguir nuestro trabajo de campo desde tu casa, monitoreando los nidos
y sus pichones.

Para hacerle frente a los peligros que las amenazan y afianzar la protección de los loros silvestres, es necesario que
redoblemos los esfuerzos de conservación y cooperación internacional. Apadrinando un nido de loro estarás
colaborando en ese sentido, y así el Proyecto Loros podrá seguir realizando las múltiples actividades de investigación,
educación, capacitación de voluntarios y conservación, necesarias para lograr el objetivo principal: ¡Que los loros sigan
volando en libertad!

No quisiera despedirme sin antes brindar simbólicamente en este artículo, en señal de agradecimiento y cariño: por
Igor y Maru, por Berenice y los técnicos del proyecto (Xantu, "El Cebolla" y Yomán), por los voluntarios, por las
voluntarias, por las familias Mercado, Pérez y Rojas (especialmente por esas pequeñas criaturas: Mechi, Gordini y
Negrito), por las garrapatas y pulgas, por los 47 °C a la sombra, por la falta de agua, por Argentina, por "El
Impenetrable"..., por el "Cactus", ... ¡por los pichones de Elé!

Si estás interesado por favor, contacta con nosotros:


pichonparrotpeople@hotmail.com
apadrine@hotmail.com
O llamando al teléfono 616 17 46 57

¡Muchas gracias por vuestra colaboración!

Ángel Nuevo
Parrot People y Proyecto Loros

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