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‘Todos mienten: el cuerpo delator y el coste de la amarga medicina del Dr. House SaRA Mastin ALEC Universitat Autonoma de Barcelona ‘Tanto en su pals de origen, Estados Unidos, como en Espafia, House triunfa por ser Tin magnifico ejemplo de a paradsjica admiracién que sentimos por los tipos prepensos 3 justifear su conduicta grosera en base a su pretendida honestidad. Es por es razén que dosetie ve ha transformado en el producto estrella dela cadena privada Cuatro, propor. as y cotas absoluras de audiencia, Esta misma Giondndole sus mayores cuotas relativ cefena usa como eslogan para publicitar Howse la irtirance etiqueta “brutalmencs Fatt incidiendo asi en la idea de que la conducta extravagante de este médico porsarolable es parte consticuyente de su integridad profesional y mo un sasgo en rela syn totalmente atbitraria con ella, Cabe preguntarse por lo tanto por qué House cae Simpiico pese a su manifesta anipada y en qué se fundamental rolerancia que muestan hhacta él los personajes que lo rodean y los telespectadores La respuesta més obvia, pot supuesto, es que Greg House ¢s un ‘genio’ médico de probacla eficacia, si bien esto no basta para esclarecer muestra admiraci6n por dl, ya que iy igenio’ no tiene por qué ser impertnente. La web de Cuatro! dedicada a la serie da rsonaje como «poco convencionaby o «transgresor” Dbeldfav; su equivalente norteamericana de Fox TV" algunas pistas més, al describir al pe y mencionar de modo apreciativo su «re Fresenta al buen doctor como sirreverente»y «controvertido», comencando que «Pess 2 tue su conducta puede rozar lo antisocial, House es un médico indémito muy respe- tado por su modo de pensar atfpico y su impecable instinto>. Estes alabanzas aclaran parcialmente el gancho del personaje en su facera como coce- ador pantual que no oponente activo del sistema burocratizado y mercenario dela secliding moderna privada pero siguen sin ayudarnos a elucidar por qué House es al thismo tiempo interesante e insoportable. Intuimos que el dolor perpetuo y la cojera que aie a couse de la pérdida de masa muscular en el muslo, debida a un ancurisma en es ona diapnosticado demasiado tarde, actan como intensificadores més que originadores ena personalidad que, habra que aceptaro, simplemente es ast, Sia esta degradable tmaneravde ser sumamos el hecho de que su tan cacareada eficacia médica es, en cualquier ra elativa a fascinacin del telespectador por House resulta adn menos comprensible Fl modo en que el Dr. House llega al diagnéstico médico correct pasa por some: teral suftido paciente a una baterfa de tests y con frecuencia también de intervencio- nes quirtirgicas que pocos de nosotros aceptariamos © soportariamos, y atin menos tcontpafadas de su habitual falta de cacto. En sus manos ls pacientes, 2 los que a lo puede evitar no se acerca, son meros cuerpos averiados somecidos a la mds amarga sass medicines bajo la premisa de que el fin justifica los medios. El espectador puede fantaseet con la idea de que si se encontrara afectado por alguna de las horripilances enfermedades que House trata lo més deseable serfa estar en manos de alguien como 4h, peto lo cierto que en Ia vida real sus ticticas resultarfan insufiles, Hasta el propio 103 actor que interpreta a House, Hugh Lautie, ha comentado en diversas ocasiones que le ¢s complicado justificar ante su propio padre, médico de large carrera y exquisitos modales, por qué su petsonaje tiene estos desagradables rasgos. En parte, House se sale con la suya por factores que es ficil comprender tan sélo con ver quign le rodea: su amigo el oncélogo Dr. James Wilson (un plicido marido inficl que le aguanta a él todo lo que no soportaria en su matrimonio), sus subording. dos los doctores Eric Foreman (un ex-delincuente juvenil afroamericano en deuda con House por haberlo empleado), Robert Chase (un joven guaperas australiano de buena familia con un ilustre padre médico), Alison Cameron (una belleza adicta a enamorarse de hombres muy imperfectos), su superior la Dra. Lisa Cuddy (una jefa eficiente pero incapaz de controlarlo, por supuesto también quiejica solterona) y sw ex-novia Stacy ‘Warner (una concienzuda abogada, casada pero incapaz de alejarse de él). Ellos cargan en conjunto con rasgos que a él le impedirian ser el ‘genio’ que es: paciencia, tolerancia, predisposicién a ceder para poder trabajar en equipo, capacidad de amar, su pertenen. cia a minorias raciales, el géneto femenino e incluso belleza fisica. Las txes mujeres, por cierto, lo aman de un modo u otro; Wilson, también. En suma, lo que le da a House la pretrogativa de ser desagradable es que es un hombre blanco maduro de clase media sin demasiada empatta, pero con mucha intuicién, y buenos poderes de observacién, Fl adje- tivo que falta, ‘atractivo’, es telativo pero depende sin duda de esos inmensos ojos azules Punto fuerte de la fisonomfa de Laurie~’ cuya muy anglo-sajona mirada le da a Greg House una falsa candidez capaz de encandilar hasta a su mayor oponente. Son ojos, por cierto, que siempre dominan la mirada del otro y que no expresan emociones ni de carifio ni de compasién.* ¥ es que en eso consiste precisamente el atrac- tivo del buen doctor, y de la serie: en la determinacién de rechazar a toda costa cual- quier traza de sentimentalismo en el trato de las situaciones extremas a las que lleva la enfermedad. Que ese rechazo se valota especialmente en relacién con la masculinidad es mds que perceptible en el hecho de que House martiriza en concteto a la Dra. Cameron no sélo por su declaracién de amor hacia él sino por cualquier otra reaccién emocional que ella pueda tener hacia los pacientes. Las mujeres son demasiado blandas para el tipo de medicina que practica House, sin que eso disimule el hecho en absoluto de que los otros hombres no son lo suficientemente duros. Slo Greg House tiene la capacidad de sustraerse al impacto emocional que supone la amenaza constante de la muerte y, aunque su trabajo consiste en salvar vidas, él intenta a toda costa que ni siquiera el éxito le provoque una sontisa o una ldgrima de alivio. Ese es el personaje que se ha ganado nuestros corazones: toda una declaracién sobre nuestra creciente frialdad y sobre nuestra determinacién de estigmatizar la emotividad en tomo a la enfermedad y Ia muerte, al menos en televisién. House: el caso médico como caso detectivesco El creador de la serie y guionista de diversos episodios, David Shore, ha comentado en varias ocasiones que la inspiraci6n para crear a Gregory House se la debe al archicono- cido personaje del escocés Arthur Conan Doyle, Sherlock Holmes. Shore también se ha referido al periodista americano de temas de salud y autor de novelas de misterio de ambiente médico Berton Roueche' como fuente de inspiracién, en especial su volumen 104 Tovos MIENTEN: BL CUERPO DELATOM ¥ EL COSTE DE LA AMARGA MEDICINA vEL DR. Howse ¢ Medical Detective, en el que narra en un estilo intermedio entte el del mismo Doyle s y el del popular psiquiatra Oliver Sacks, un conjunto de 25 casos médicos reales tea- vi nados con enfermedades infecciosas, publicados inicialmente en The New Yorker > entre los afios 40 y los 80. > ‘Shore ha explicado que el apellido House (cast) es una pequefia broma a costa de : Holmes (que suena en inglés como ‘homes, es decir, ‘nogates) y que el Dr. Wilson es, por n supuesto, un trasunto del Dr. Watson. House ha heredado de Holmes su figura ala 1 y desgarbada, su dependencia de una droga (el analgsico vicodina en lugar de la cocaina a de Holmes), sus aficiones peculiares (Holmes toca el violin, a House le gusta tocar el piano ; pero también jugar con su consola Nintendo y conducir una moro de gran cilindrad), , cl ndmero de su apartamento (221B). A diferencia de House, Holmes es inglés si bien se \ dda la curiosa circunstancia de que Hugh Laurie, inglés de ascendencia escocesa, se gand el papel al hablar con un perfecto acento del nordeste de los Estados Unidos, tan conseguido | Gue el productor Bryan Singer lo escogié ya hatto de audicionar actores britinicos | Holmes, por supuesto, es un gran maestro de la caracterizacién y el disfraz, en suma, un gran actor. Por si hubiera duda alguna sobre la filiacién de House, el personae que lo ataca tanto fisica como psicolégicamente al final de la segunda temporada leva el nombre de Moriarty, que es el mismo del villano que con tanta safia persigue a Holmes. La palabra ‘caso’ se usa, por supuesto,ranto en un contexto criminal como en medi- cinay desde ese punto de vista no es sino légico que fuera el médico Conan Doyle quien creata a Holmes, basado, por cierto, en el insigne doctor escocés Joseph Bell, especia- lista en patologia forense. Tanto Holmes como House se caraeterizan por resolver sus casos siendo muy buenos observadores de detalles nimios, conjuntando pruebas entre Jas que otros no ven relacién alguna, e infitiendo en base a flashes intuitivos dénde se ! hala la solucién del caso. Los dos commparten también una persstente misantropfa dela que sélo excluyen a su respectivo amigo y compafiero de casos (Watson, Wilson) y que se expresa también en una mds que notable misoginia. Holmes s6lo respeta a una mujer Irene Adler, quicn logra confundirlo y salir victoriosa del encuentro con él en el relato «Un escindalo en Bohemia». House trata con altanerfa, como se ha comentado, sobre todo a la Dra, Cameron y secundariamente a la Dra. Cuddy, si bien no se puede decir que sea més respetuoso con Foreman, victima de sus mofas racistas, 0 con Chase, {quien insulea constantemente por ser guapo. Sa Irene Adler, Stacy, sufre en Ia segunda temporada un laigo asedio por parte de un House rotalmente decidido a recuperarla | aiin a costa de romper su matrimonio con el paciente y pacifico Mark, asedio que concluye con una crueldad slo parcialmente justificada que el mucho mas caballeroso | Holmes habria condenado sin paliativos. | _ Como hombres que huyen de los sentimientos a través de la investigacién de casos insélitos, Holmes y House son también el origen y el sucesor de otro gran misantropo: Fox Mulder, héroe de Expediente X. Esta serie, uno de los mayores éxitos de la cuna de i House, Fox TV? natré durante nueve temporadas (1993-2002) la investigacién por parte del FBI de casos relacionados con lo paranormal y lo extrzordinario. En cleo sentido, podria decirse que mientras que Sherlock y Watson se transforman en Expediente X en Mulder y su compafiera, la médico forense y agente especial Dana Scully, en House el rol que juegan Watson y Scully se reparte entre Wilson y la Dra. Cuddy, heredera también del papel de Skinner (el jefe de Mulder) y encargada de recibir con la misma exaxperacin que Scully las demandas incesantes de su gdmirado compafiero mascu- lino. House viene a ser un Mulder diez. afios mayor, con la misma inclinacién por la Sana Manin Avecne 105 mm vida solitaria, la misma necesidad de cuestionar la institucién en la que sirve, la misma indiferencia ante las molestias que pueda causar su excéntrica conducta, el mismo ambi. guo amor pot una mujer, idéntica entrega a su trabajo e idéntica actitud vital: ninguno de los dos se fia de nadie ('No confies en nadie’ era el eslogan de Expediente X). Sin duda el rasgo que més acerca a Mulder y House, y més los separa de Holmes, es su agudo ingenio verbal, esas salidas que generaron listas de ‘mulderismos’ favoritos entre los Fans de las series y que ahora generan ‘housismos’." Mulder, sin embargo, es més voluble que House, cosa que Expediente X aprovecha para ofrecer momentos francamente cdmicos a su costa ya que, mientras a Mulder no le importa ser el centro de las burlas de los demas por estar muy seguro de si mismo, House jamas lo consiente. En esto se advierte su perenne inseguridad emocional, mal compensada por su arrogancia profesional La estructura narrativa de House también remite a la de Expediente X, con las limi. taciones que supone centrarse casi exclusivamente en un hospital. En ambas series, la secuencia inicial (el Hamado ‘teaser’, algo asi como ‘secuencia tentadora), que dura dos minutos como méximo y precede a unos elegantes créditos, presenta un caso de natu- taleza muy inusual. Mientras la especialidad de Expediente X es lo sobrenatural, para. normal o extrafio, Ia de House es el diagnéstico de una enfermedad fo mas esquiva posible, manifestada a través de sintomas poco menos que incomprensibles. En ambas seties se pasa a continuacién por un proceso de formulacién de hipétesis diversas ~algunas de ellas absurdas— que se revelan sucesivamente erténeas hasta que se llega a una iden- tificacién correcta del factor causante del problema y se procede a su neutralizacién, Mientras House avanza en la resolucién del caso sometiendo al paciente vivo a pruebas (iénicamente, podrlamos decir, en busca de ‘prucbas’ que identifiquen al vllano crimi- nal, la enfermedad), en Expediente X'las prucbas para resolver el caso aparecen a menudo después de que Scully haga alguna de sus famosas aucopsias. En House, ldgicomente, el reto consiste en no tener que llegar a Ia autopsia, ya que aunque ésta podria certificar un diagndstico cortecto sefialarfa también el fracaso del equipo médico. Tanto House como Expediente X'y otras muchas series norteamericanas estén cons- tituidas por el ya mencionado ‘teaser, los eréditos y cuatro ‘actos’ de unos diez minutos hasta completar los 45/48 minutos que, hinchados con la publicidad, cubren los 60 que dura el pase de un episodio. Tanto Tele 5 en su momento en relacién a Expediente X, como Cuatro en relacién a House, ignoran esta estructura, dividiendo el episodio habi- tualmente en dos segmentos interrumpidos por un bloque de 15 minutos de anuncios. Esta préctica responde a la menor tolerancia del telespectador espafiol respecto a las intetrupciones publicitarias pero rompe a menudo una bien trabada estructura natta- tiva; por el contrario, los telespectadores estadounidenses consumen la serie tal como esté concebida pero notan con mayor facilidad cuando un episodio tiene un es nartativo mecénico, cosa especialmente complicada de evitar en las series sobre proce: dimientos investigadores que deben mantener el suspense hasta el final. Para Ilenar un episodio de House, el diagnéstico que se oftece en los tres primeros actos tiene que ser necesariamente erréneo, de modo que el buen doctor y su equipo siempre parecen ser inicialmente incompetentes por necesidades del guidn. Precisamente, la queja més habitual contra House incluso por parte de quienes se decla- ran admiradores de la serie es que en los peores episodios basta con mirat el reloj para sabet que el paciente aparentemente curado va a presentar de repente otro sintoma extravagante que contradice el diagnéstico para alargar as{ unos minutos més su historia. Bs evidente ademés que el desarrollo narrativo de cada episodio a menudo contradice 106 Tovos mIENTEN: BL CUERPO DELATOR Y EL COSTE DE LA AMANGA MEDICINA DEL Dit. HOUSE lidad de la préctica clinica, no sélo porque los guionistas fuerzan Ia apa ve nuevos sintomas sino también porque manipulan el tiempo necesario probar tratamientos, y exageran la capacidad de recuperacién de ‘rtd de las necesidades draméticas del episodio y no de la también la eal ign oportuna vaya hacer prucbas ¥ Fee pacientes, todo ello en jausibilidad médica Tepe comentarios son abundantes en este sentido en la curiosa web Medical Reviews af Howse (Resefias médicas de House). Muchas contribuciones a su foro hechas por oF iicos, esudiantes de medicina y simples aficionados a temas de salud sefalan que con frecuencia la enfermedad en que se centra el caso no es tan insélita como podria farecerle a un lego en la materia, de modo que las dificultades para diagnosticarla pare- en espurias ¢ inciden en la incompetencia més que la habilidad del equipo médico. Se cuestiona también a menudo la preferencia de House por las pruebas complejas en secon que otras més sencilas bastan y la alegefa con la que somere a sus pacientes 2 «ado tipo de tests, incluida la exploracién quinirgica extrema, sin un diagndstico previo gue los juscifique plenamente. ‘Por probat’ 0 ‘porque no digan que no hemos probado! vrecen ser las méximas que tigen la praxis médica de House. Los participantes del foro Pieervan ademas que en la prictica real raramente se can tantas situaciones en Jas que osrryramiento conduzca necesariamente a una cura voral o a la muerte, y muestran su J hecho de que los jévenes médicos del equipo de House hagan con hherfan estar en manos de simples técnicos ido encaja de todos modos con el limi extrafieza ante tanta frecuencia pruebas y andlisis que del Ue laboratorio. Su ambigua posicién en este sent tado desarrollo de sus personajes. ‘Estos defectos son, por supuesto, achacables @ las convenciones genéricas de cualquier setie similar sobre investigacién médica ylo criminal ~por ejemplo, las tres de la franquicia CSE tanto como al hecho de que los guionistas no son médicos dando una leccién sino dramas intentando Hlenat los 45 minutos de un episodio con la dosis perfects de lus openandi consiste forzosarmente en consultar literatura médica los sintomas de una enfermedad abstrusa para a continuacién ol final y acabando por el principio, con la rutalmente al paciente. Cada acto debe suspense. En Howse su mov para dar con la descripcién y EXtructurar los actos del guién empezando por ¢ fscena en que alguno de estos sincomas ataca br funcionar por lo tanto, como un bloque narrativo casi autdnomo en que se comprucba si al diagndaticn que se cree cortecto Io ¢s 0 no. No hay otra manera de escribir exe tipo de series 7 que el episodio complazca 0 no al tlespectador dependeré pot lo ranto del ingenio del guionista a la hora de dosificar los sorprendentes s{utomas. Hoe casos médicos en si, trufados de jerga ininteligible, pasan con tal celeridad y confusién por la pantalla que el telespectador a duras penas recucrda de ellos los deta Tice eseabrosos (el enfermo de sida cuya hemorragia salpica la boca de Cameron en Caceria 2.7), alguna imagen curiosa (el pequefio al que House saca diversos juguctes de le naria en Reglas de la mafia 1.15), rasgos de algiin personaje més individualizado Gque el resto (el cielista de clive que no oculta que se dopa en Dar Vielias 2.6) y alsin tito cruelmenteirénico (el objeto regalado amorosamente pot el padre al hijo bucn ercudiante que resulta ser letal en El nifio de papd 2.5). De hecho, poco hay de orig nal en el planteamiento dramético de la serie, con excepcién de ls idiosinerasia perso- hal del De, House y el modo en que ésta afecta sus relaciones con los demés personajes Sin este imprescindible armazén la serie se vendria abajo. [La obvin paradoja es que lo contrario también se puede afirmar: sin la plaraforma que proporcionan los cas, House no tendrla ocasiém ce manifestar su atractiva antipai Sana Marin Azone 107 simplemente, no existrfa, Esta perogrullada no es tan banal como puede parecer sino ly tala misma de la caracterizacién en la ficcién serial, sea literaria 0 televisiva, y a peser de las complejas personalidades desarrolladas, por ejemplo, por Manuel Vézquez Montalbén en su larga serie de novelas sobre el detective Pepe Carvalho, La esencia de Greg House como personaje de una serie televisiva a medio camino entre las tramas detectivescas holmesianas y los tipicos melodramas médicos (que, por cierto, tanto le gustan a él como espectador) es su catacterizacién parcial, machaconamente limitada, e incluso minims, lista. Hay mas huecos que sustancia en la personalidad de House, el médico, pero esa sustancia basta para que House, la serie, consiga triunfar llenando con éxito un huteco en la ancisentimental televisién de calidad actual (otra cosa es el sentimentalismo populist: de los reality shows y las telenovelas). En definitiva, si el cine de Hollywood se define como cine de concepto, es deci, como narracién fruro de una sola idea basica, las series de televisidn de hoy son igual. mente productos que explotan un concepto no necesariamente original sino simple- mente atractivo. Howse ha dado en I diana, asi pues, desarzollando un concepto sugestivo: la idea ce que pasaria si Sherlock Holmes fuera médico, algo que paradéji- camente le da la vuelta al concepto que inspird a Doyle ~zqué pasarla si su admirado Dr. Joseph Bell fuera detective? A esto hay que afiadir el otro gran concepto subsidia. tio de la serie, que se examina en la siguiente seccién: la postura antisentimental de House esté a menudo plenamente justificada porque, como él siempre se encarga de recordarnos fos pacientes, como los criminales, mienten. ‘Todos mienten: el cuerpo delator y el coste de la medicina moderna El dlidlogo entre Foreman, House y Cameron en el episodio piloto tevela con meridiana claridad la base de la ética profesional del doctor House: E: :No deberfamos habla Hz: gEs médico? F: No, pero. H.: Todo el mundo miente. C1 Al Dr. House no le gusta tratar con los pacientes. Fs {No era tratar a los pacientes lz razén por la cual nos hicimos médicos? H.: No, la razén por la que nos hicimos médicos ¢s tratar enfermedades, tratar a los pacientes es lo que hace desdichados a la mayoria de médicos : Asi que estés intentando eliminar Ja humanidad de la préctica de la medi cina. H.: Si no les hablas no pueden mentitnos, ni les podemos mentir. La humani- dad esté sobrevalorada. No creo que sea un tumor." con la paciente antes de empezar a diagnosticar? El giro que toma la conversacién es tan abrupto que por un momento el espectador duda de silo que podria ser un tumor es la sensibilidad cn la praxis médica que Foreman, tun tanto petplejo, defiende. El verbo ‘trata’ se triangula, ademds, en estas I{neas al significar simulténeamente ‘tener contacto! con los pacientes, ‘diagnosticar y curatlos’y ‘eliminar’ las enfermedades. Queda claro que de los tres sentidos, el que House rechaza es el primero, (08 Tovos MIENTEN: EL CUERPO DELATOR Y EL COSTE DE LA AMARGA MEDICINA DEL Dn. HOUSE de personal, negando asi toda la ortodoxia médica contempordnea segtin la c al el al trato ‘ jente tien de su médico. ‘Mientras qu uerpos vivos incull oe médico ms hurafio de la televisign por cometer actos insen mas dafinas consecuencias © porque otros [os an victimizado también de manera da, voluncariao involuntariamente. Es por ello que Greg House, este forense de la vecd permanentementeirrtado con sus pacientes: les puede perdonar la estu- que difculten su trabajo confundiéndolo con engafios 0 permaneciendo ede su entotno. Es también por este razonamiento que ‘bre ef cuerpo del paciente: si éste alrededor y no porque el buen ve derecho a un trato respetuoso y comprensivo por parte ¢ ee CSL los cucrpos muertos inculpan a los criminales en House los an a ous poseedores quienes, inevitablemente, cas siempre caen €n satos sin pensar paci mano’ mentira pides pero Egos a os Factores crucial cae no dud en aplicar tratamientos agresivos so Hf es por ocular sus miserables secrets o Tos de st sMeeror no acierte con el tratamiento a la primera ons se basa asi en [a mayoria de los casos que presenta en aciente malinterpreta el papel de la medicina al recueir alla para ue le solucione graves problemas que en. muchos casos se ha autoinfligido por ignorancia de su propia anarom{a. Em algunos episodios, cl deseo de proteger el seceto s tan extreme due el paciente llega a auriesgar su vida ¢ incluso a requerit la complicidad del médico, Como le recuerda Furman a ft mujer que le pide que mienta para ayudarla a salvar su ‘matrimonio, basado vonrrmentira de que ella es estérl cuando de hecho no quiere fener un hijo con su dle esposo, eas reglas dle [a confidencialidad me impiden dectle a se marido la weind pero mi obligacién de ment eemina ahi» (Necesidad de saber 2.11). House no rer iets‘ esta relacién pero silo hace en otros cass, al irmampit sin presences 9X via aac a habitacin de los pacientes para acosigalos a ellos y asu clrculo fncino on fas pruebas médicas que evidencian sus mentiras, Poc garorios van desencaminados o pueden provocat una grave isis personal, incluso fami- Fee con tal de solucionar el problema de cSmo acertar con él diagnéstico correcto. La sete tendrla por supuesto muy poco interés si House se limicara a desenmascarar cane te enfermedad como las mentrasy ast ay casos diversosen los que él acaba prow gGendo de un modo w oto pacientes que, etictament, tl ver no Jo merecen, como seria aso dela jecutva de Control (1.14) 0 la apostadora de Et engafio (2.9) € incluso el preso de Aceptacién (2.1). House no se muestra escandal izado ante pacientes que ocultan embara- ies, infidelidades o abuso de drogas, sino hastiado porque 20s inoportunos, perversiones sexual fo que ve en at hospia jasifica un sentido de a vida pesimisae inciso nihilista en el que Tas personas se hacen asf mismas y alos dems més dato del que puedan hacerles enferme- dades realmente inevitables. El problema de este posicionamiento es que, aunque puede ser nay Kieido, se manifiesta en una conducta inaceptable en un méelco ance quiso 20 sélo los quetpos sind, por ast decilo, rambiéa las alas de los pacientes estén expucston Herre rein de los pacientes a revelat todo sobre si mismos acaba siendo compren- ~etrema de House explica por qué no nos importa mostrar nues- tra conducta: no queremos ser ambiguo, Ia premisa de que el segun 6 le importa si sus agresivos interso sible ya que la reaccién tros cuerpos enfermos pero sf dar explicaciones sobre nu jungacos por nuestro médico. Los médicos ligicamence pian un srreno TY Ja que les pedimos que sanen nuestros cuerpos pero que no invadan nuestra intimidad, “Toe francamente contradicrorio. Aunque la mayorla de nosotros conse 1 pasar vergiienza al mostrar el cuerpo incluso en situaciones ‘comprometidas como un examen tinecoljgico 0 tno rectal, [0 cierto es que nunc dejamos de pasar veoh al vernos Sbtigados a explicar que la diabetes sigue fuera de control porque comemos demasiados ne 109 SARA MARTIN AL dulces 0 que el higado se ha descompuesto porque bebemos demasiado alcohol. FI De House sabe que est vergitenza es el mayor obstéculo entre médico y paciente y la rat dg la mentira, yes por ello que opina que tiene derecho a invadir la intimidad de sus pacien tes de Ia forma que considere més oportuna si sélo esa estrategia conseguirs dar con ly clave de la enfermedad. El se mantiene alejado del cuerpo del paciente mientras las prue. bas que hacen sus subordinados proporcionan datos pero siempre llega un momento en que los datos sélo pueden cobrar sentido forzando al paciente a aceptar que decir la verdad es més inteligente que mentir por, usando el téemino castizo, vergiienza torera. Otta cosa que House tenga derecho a someter al paciente al torrente de sus malos modales 1a fuerza de esta vergiienza quiz4s se manifiesta no canto en la enfermedad en st como en la torturaa la que se somete al cuerpo en House. Si CS. es una plataforma para publi citar todo tipo de tecnologia al servicio de la medicina forense en la investigacién crimi nal, House despliega toda la artilleria pesaca en al arte del diagnéstico. En este sentido, el tratamiento del cuerpo pasa por diversos niveles ligados al desarrollo de los métodos de exploracién no invasiva, Iz medicacién y la cirugia. Lo mds inocuo que le sucede 2 un cuerpo enfermo en House es que sea exhaustivamente rettatado por medios electrénicos de iiltima generacién, pruebas que nos dan la impresién de que nada queda oculto a los ojos del ciber-médico que se sirve de ells. El interior de nuestros cuerpos esté dejan de ser un libro cerrado de modo que tal ver si llegaremos algiin dfa a emitir juicios estéticos sobre la belleza de unos rifiones © un corazén del mismo modo que lo hacemos sobre ‘nuestros rasgos extemnos. Que ese interior no es del todo accesible se pone de manifiesto, en todo caso, en el segundo nivel de exploracién o primero de invasién que consiste en extraer muchas veces de manera muy dolorosa muesttas del cuerpo enfermo para su ansli- is. A los socortidos andlisis de sangre y orina, el equipo del Dr. House suma una inusi- tada pasién por las biopsias (hechas a base de arrancar mintisculos pedazos de carne viva) y las molestisimas punciones lumbares, consistentes en extraet liquide medulat Si bien los pacientes que mienten suelen seguir haciéndolo incluso tras ser sometidos a esta tortura ‘benigna, el siguiente nivel de exploracidn, que es el quinirgico, le hace plan- tears al espectador hasta qué punto el médico es un ‘inguisidor en el antiguo sentido del tribunal de la fe. El médico datia el cuerpo para sanarlo yes por ello que aceptamos las heri- clas brurales que nos hacen en la mesa de operaciones. Lo que la serie afiade a este pacto implicito es que fa cirugia entra en juego cuando los otros niveles de exploracién llepan a su limite y el cuetpo se revela repentinamence opaco, de modo que al estilo de Santo ‘Tomés hay que tocar para creer ~o abrir para ver. La infeccién o el pardsito aniquilados con trata- ientos de disefio totalmente fuera del alcance de muchas personas en el mundo revo: cionan el cuerpo desde dentro sin mayores traumas enviéndole al espectador el mensaje de que la voraz industria quimico-farmacetitica funciona adecuadamence. Sin embargo, la citugia que se aplica en Howse para comprobar las tcorlas extremas del equipo médico produce auréntica sensacién de pénico en el espectador, apabullado por la idea de que un édlico menos dotado que House pueda arbitrariamente mutilar su cuerpo con total impu- nidad. La proliferacién, por otra parte, del cancer en las teorfas y los diagnésticos del equipo médico, aunque apoyada en su abundancia en la vida real, no deja de resultar chocante dados los numerosos tabties que atin rodean su discurso puiblico. Aunque la mayoria de espectadores se pueda sentir mas atrafdo por seguir las peripectas de la relacidn cle House con las mujeres que por su situacién laboral, el arco que realmente resalta la visién del cuctpo en la medicina moderna es el telacionado con Edward Vogler (1.14-1.18), el vanidoso multimillonario que se hace con la presidencia del Consejo de 110 Tovos MiENTEN: EL CUERPO DELATOR ¥ EL COSTE DE LA AMARGA MEDICINA DEL Dk, HOUSE racibn del Princeton-Plainsboro Teaching Hospital tras hacer una ingente donacién ‘Administ 1100 millones de délares. Al poco de ser presentado, Vogler le dice ala Dr: Cuddy, la admi- nistradora del hospital, que quiere «llevar este sitio como un negocior (1.14 Contra. addy bromes sobre si quiere instalar una ruler en la sla de espera To que Vogler Molestas 1a buena salud, que no deberfa ser dificil de Fesponde que vel producto que usted vende es eer Si no quiere venderla, esto ace que ala gente no fe importe su producto». Voglet, for supuest, pronto se da cuenta de que a un cost de 3 millones de délares por afio el Feparamento que dirige House es demasiado cato,pese a que Cuddy sefiala que su equipo depart] menos un paciente a la semana (...por episodio’). Segin nos revela un sencillo sarfo, una vida vale para el PPTH 57.693 dares, unos 45,000 euros, aundue no & 6 fo gue Vogler encuentra desproporcionado sino que el equipo de House no genere rendi- 1 -artos, como por ejemplo los que pueda dar una patente para un medicament Tarren ataque, lo tnico que protege a House (y asus pacientes) es Cuddy ~quités senlanente at iracional estima por él y el hecho de que tiene un puesto jo en dl hospital dl que so el Consejo de Administracin puede expulsarlo, Vogler, légicamente, pose contolat a House pero cuando lo obliga a echar a uno de sus tres joveneseolegas acreage conferencia para promocionar el producto esella de su propia empresa fama oat Hlowse lo denuncia en pilico explicando que ese producto sélo es el anciguo ig sravente modificado para ganar més dinero (Todo un gemplo 1.17). Vogler resecionsa Farnctrado clespedic a House con cl argumento de que «Gregory House es un simbolo de todo lo que estd mal en la industria de la salud. Despilfato,insubordimacién, médicos que se pavonean como reyes y que catan el hospital como su feudo privado, Ls salud es un Mepocio.y ast lo Voy a llevar» (Priridades 1.18), pero Cuddy decide sarificr los 100 wFlones dle délares y forzat la salida de Vogler del Consejo y del hospital. Al explicarle a House los detalles de lo ocutrido éte reacciona como si hasta ese momenta no se hubiera dado cuenta de que su trabajo es una cuestién de dinero, Candy, hastiada porque House no aprecia el crucial papel que ela juega, le echa en co gue «claro que se trata del dinero. Del dinero que Vogler nos dio, con el que podia Faker comprado unos cuantos jets, quis un equipo de béisbol, o meterlo en el Chase Menhsetan 9 recoger intereses. Pero nos lo dio para comprar equipamiento, hacer investigacion! Eres un gtan médico, House, pero no vales 100 millones de délares» (Prioridades 1.18). Aunque eso sea cierto y la decision de Cuddy parezca poco manes ign de manifiesto que la generosidad de para convertir el se ya sin que una fantasfa, su comentario pone taml Vogler es interesada, ya que con ese dinero esté comprando el poder PPTH en su propio coto —razén por la cual le disputa su tertitotialidad a Hou: tnencionat el herho de que nadie realmente generoso intentaria entabilizar los 3 millones de délares que cuesta salvar cincuenta y tantas vidas anualmente To que la serie no puede ocultar pese a la salida de Vogler es que sin patrocinados privado 0 piblico que aporte esos millones la amarga medicina del Dr. Howse no. podtla praticar Tal ver la inquina que House desarzlla contra ol meditico De Sebastian Pree es2-4), que tabaja en Africa intentando salvar a cuantos pueda de los estagos de deen levis’ se deba precisamente a que él sabe que su arte médico no serfa nada sin el spoye del dinero que mismo y las mentiras de sus pacientes derrochan, al menos desds el punto de vista de cualquier afticano. La vida en el PPTH s6lo esté al alcance de los privi- Tegiados por un sistema médico cuyo héroe televisivo no defiende el derecho de todos a set tratados lo mejor posible, sino el derecho de que la mentira no impida que se reciba ol uatamiento mas caro posible, sin que importe si es estrictamente necesati. Sana Marvin Auscre 111 El médico como paciente: qué le duele al Dr. House Sin duda alguna los dos grandes inconvenientes a los que Hugh Laurie se enfrenta inter. pretando al Dr. House son la necesidad de hablar con acento ameticano y de cojeas Mientras que el acento es relativamente prescindible, la cojera del Dr. House, que tan incémoda se le debe hacer al actor, lo define no slo como persona amargada sino también como paciente victima de un mal diagndstico, El juego argumental de la serie, y tetcer concepto bésico junto a st origen holmesiano y la prevalencia de la mentira, supone que la pietna lisiada del Dr. House es una permanente sefial de la gran verdad de la medicina los médicos se equivocan y eso es algo inevicable. Orra cosa son qué pasos se pueden dar para paliar el error médico, origen de la amargura vital de House. Ta historia petsonal de House se narra en el magnifico episodio Tes historias (1.21), que hizo acreedor de un Emmy como mejor guionista a David Shore, el propio creador de la serie. Bl episodio se centra en una clase en la que House le propone a sus estudiantes diag- nosticar tres casos que tienen como comiin denominador ef hecho de que cada uno de los pacientes implicados puede perder una pierna. Uno de esos casos es el de un granjero mordido por st propio perro, a quien el hombre pretende proteger de la muerte atin a riesgo de morir | mismo. House, por supuesto, aprovecha para recalcarle alos estudiantes gue «es una verdad bésica de la condicién humana que codo el mundo miente, La tiie variable es sobre qué. Lo més raro que ocurre cuando se le dice a alguien que va a mori es que tienden a ajustar sus prioridades. Asi averiguamos qué les importa, por qué estin dispuestos a morir, por qué estén dispuestos a mentim. El segundo caso se refiere a una joven jugadora de voleibol que sufre cancer de fémut. El tercero es House. La presentacién de este tercer c: 0 confusa en tanto que al no querer hablar de si mismo, House retrata al paciente con la identidad nada mds y nada menos que de Carmen Electra, la espectacular actriz famosa por set una de ins vigilantes de la playa. Ella aparece inicialmente jugando al golf, situacién en la que puede que House estuviera 0 no al aparecer el dolor que lo llev6 cn primera instancia a urgencias. Lo pecu- liar es que, segiin declara House al plantear los casos a su clase, al cabo de dos horas de | su ingreso lo expulsaron del hospital «porque estaba simulando el dolor para conseguir narcéticos», hecho que pone de manifiesto que tenfa ya una dependencia de las drogas antes de su accidente vascular. Esta expulsin se produjo después de que, simulando desespero ante un dolor intensisimo, el mismo House se clavara una jeringa llena de tun potente analgésico en ef muslo, justo el chute que perseguia con su maniobra. House prosigue su historia narrando que volvié al hospital a por mas —«por téemino medio, los drogadictos son estiipidos»— y apunta que si los doctores no llamaron a la policia fue porque no estaban seguros de que alguien fuera tan insolente como para. | intentar la misma treta una segunda vez. En esta segunda visita, sin embargo, en la que House ya aparece con su identidad al darse cuenta Cameron de que esté narrando su propio caso, el dolor era tan real como la neces dad de la droge. Tal como habria hecho él mismo con un paciente de sus caracteristica, los médicos le hicieron pasar una molesta prueba de orina que confitmé que House no simu- Jaba su suffimiento si bien en la confusién se les escapd qué lo causaba: la necrosis de la musculatura de la piemna por culpa de un aneurisma, Durante tres dias se le traté con anti- biéticos una supuesta infeccién, cosa que él en parte justfica alegando ante sus estudiantes que ees parte de la naturaleza de la medicina que la vais a fastidiar. Vais a macar a alguien. 112 Tovos iewren: BL CUERPO DELATOR ¥ EL COSTE DE LA AMARGA MEDICINA DEL Da. House | iter. jear, tan dign, reer que ina: dar 1), de age los 210 la tes {no podsis aceptar esta realidad, escoged otra profsién». House fe finalmente quien dio i tatdlo diagnéstico, confirmado por las pruebas a las que lo sometié la Dra. Cuddy y que on, ademés, que ni a inyeccién ni la infeccién habian causado el aneurisma. La necrosis que se propaga por el muslo a causa del error médico hace necesaria Ia ‘de la pierna y es en este punto, tras sufrir ademés una parada cardiaca que éenicamente lo deja muerto durante un minuto, cuando House y su entonces pareja Sty que tiene el derecho legal de poder deci por é si est incapacitado, se enfrentan SMiilema de si es posible otra solucién, House se niega radicalmente a perder su pierna, rafisiendo un by-pass a sabiendas de que, segtin le advieree Cuddy, generaré un dolor post-operatorio intensisimo y entrafia riesgo de muerte debido a que las sustancias t6xi- Pie que ha generado la nectosis pasardn al riego sangulnco. Finalmente es Stacy quien, haciendo caso de la recomendacién de Cuddy una ver él escé anestesiado, decide que House pierda la masa muscular necrotizada pero no la pierna entera, sin que se intente fl by-pass. Esa decisign acaba con su relacién sentimental dejéndolo al tulido y a fado por el dolor crénico que lo hace depencliente de la vicodina. Cuando uno de los tudiantes defiende la decisién de Stacy y concluye que «el paciente es idiote», House mnedio sonrie y comenta que «normalmente todos lo son» No ¢s pues el error médico lo que amarga a House, sino el intento de resolver sus graves consecuencias, apravado por su caracteristico malhumor y el hecho de que, como Sdvierte el perceptive Wilson «no te gustas a ti mismo, pero si te admiras. Es todo lo que tienes, asf ue tienes que agarrarte a ello. Tienes mucho miedo de que si cambias, perde- tis lo que te hace especial. Ser desgraciado no te hace mejor que otras personas, House. Sélo te hace desgraciado» (Nece ssidad de saber 2.11). Las limitaciones emoc ionales de House como persona y como paciente disminuido fisico se ponen por esta misma razén de manifiesto en el soberbio episodio Autopsia (2.02), protagonizado por una chiqui- Ila de nueve aftos, Andie, que sufte un céncet. La nifia no sélo ha pasado ya por todo un calvatio debido a la cirugia, quimioterapia y radiacién que se le ha aplicado sino que dems pasa en manos del equipo de House por una operacién para rasparle un tumor adosado al corazén y por un procedimiento para localizar un codgulo en el cerebro durante el cual debe literalmente morir y resucitar. En comparacién con ella, a condicién dle House parece de muy poca importancia y su padecimiento exagerado, motivo por el ‘cual House recela de la simpatfa que genera la nifia. O tal vez la envidia. House siente rotal desconfianza pot el coraje que demuestra Andie y llega a supo- .s un sintoma causado por el propio codgulo para desazén de Wilson, cuyas pruebas demuestran al fin que House esté equivocado. Antes de la operacién en que fe nina arriesga la vida, House la hostiga en una tremenda conversacién de tonos aparentemente neutros para que Andie confiese las razones detrés de su valentia, empe- actitud ante la que quizés sobra todo comentario: revel amputacién. ner que ¢: zando por tentarla con la eutanasia, Aj: :Me esté preguntando si quiero morit? H.: Nadie quiere morir pero td s{vas a morir, La cuestin es cudnto, cudnto a suftir y durante cudnto tiempo. Te estoy preguntando si quieres que esto acabe Ax Qué le ditfa a mi mamé Hi: Le puedo dar diez excelentes razones médicas por las cuales no podemos més vas hacer este procedimiento. ‘A: No puedo dejarla s6lo porque estoy cansade H:: Peto no puedes quedarte por ella. SARA MARTIN ALEGRE 113 A.: Pero me necesita aqut, H.: Es tu vida, no puedes hacer esto s6lo por ella Aa La quiero. A House no le queda otra opcién que aceptar la decisién de la madura pequef Feconocer que es una «santa aleruistay si bien afiade a esta declaracién la emponzofiady observacién de que su wida no le craeré més que dolor, que ella soportard estoicamente s6lo para que su mamé no tenga que llorar tan pronto. La alegria me embarga». Cuando Wilson le responde que Andie disfruta de la vida més que él tal vez si toca ese Frio cora. 26n al menos lo bastante para que House se decida a comprar su espléndida moto y se libere asi parcialmente de la carga de su cojera Si en Autopsia House se niega a aprender la leccién sentimental que Andie le ensefia, en Sin razén (2.24), episodio final de la segunda temporada, tampoco aprende lo que Jack Moriarty intenta inculcarle al herirlo gravemente de dos disparos de bala El agresor, que también acaba herido, buscaba vengarse por el suicidio de su esposa, antigua paciente del buen doctor, quien lo abandoné al forzar House en el curso del tratamiento una confesién de infidelidad por parte de Jack sin venir realmente a cuento, Jack acusa a House de confundir su cobardia con rebeldfa y le espeta que la raiz de su arrogancia es su falta de humildad, su incapacidad de aceptar que puede cometer erro- | fes como todo ser humano. Wilson, como siempre la voz de su conciencia, fo acusa por su parte de que «el tinico modo de aceptar tu invalidez era de algiin modo quitarle toda | importancia. Asi que tuviste que redefinir todo. Has rechazado todo lo fisico, todo lo que no sea fria y calculadamente intelectual». El giro argumental del episodio supone que las palabras de Jack y de Wilson son parte de una alucinacién telacionada con el shock provocados por los disparos de un desconocido, alucinacién durante la cual el subcons- cliente de House le da lo que realmente le importa: una pista para paliar el dolor desu | pierna (al menos durante los primeros episodios de la tercera temporada). Las lecciones éticas son para él lo de menos, q La resistencia de Greg House a ser un médico compasivo y un paciente estoico son parte de esa misma actitud antisentimental que la serie defiende, pese historias tan conmovedoras como las de Andie. Para que la serie mantenga su éxito es imprescindible que House no cambie, consiga 0 no eliminar el dolor de su pierna, hasta que se agote la novedad de contar con un protagonista antipstico. Es también imprescindible que los pacientes sigan siendo vistos como enigmas anatémicos que hay que descifrar mas que como personas que puedan cuestionar el trabajo de House, tal vez no su éxito pero sis | modo de hacet. Crear un héroe grosero que guste tiene sin dada métito, pero quizis el verdadero reto sea tanto para sus creadores como para sus espectadores rechazarlo y cond, | rechazar ese miedo al sentimiento que oscurece tanta fiecién contemporénea, ay Notas " Vee hetp:lfwore;cuatto.com/houselindex.himl, Cuatro emite Honse desde enero del 2006, si bien en Espatia a filial de Fox (cable, satdlite y ads!) la empez6 a emitir antes, en septiembre del 2005, * huep:l/wwvsfox.com/house/showinfo! Fox TV emite Howse desde noviembre del 2004, La serie llegé el 23 dle mayo del 2006 al final de su segunda temporada en Estados Unidos, coincidiendo con la reac cin de este trabajo. 114 Tobos MiswreN: BL CUERPO DELATOR Y & STE DE LA AMARGA MEDICINA DEL Dr, HOUSE | » para informacién sobre la filmografla de Hugh Laurie ver la correspondiente entrada en The Internet Movie Database (hutp:!/www.imdb.com/name/nm0491402, ‘Las miradas de amor que merece Stacy son mds bien expresiones de la stisfacci6n que le causa a House in Io ama. eve de alygin modo que Je haber conseguido que ella ay 4 5 Howe es una co-produccién de Shore Z la productora de David Shore, Heel and Toe Films de Paul da | ‘eanasio y Katie Jacobs, y Bad Hat Harry Productions de Bryan Singet, Shore es un experimentado esertor te joao que ha ejercido también de productorejecuivo. Paul Attanasio es un reputado guionista de cine con do ‘Joc nominaciones al Oscar por Donnie Brasco y Quies Show, mientras que Singer es el aclamado director de tm. webaas abituaes, Verano de corrupcién y X-Men. Howse, por cieto, se sitéa en New Jersey por ser la patria Be slo del Dr. Barron H. Lemer en el New Englond Journal of Medicine, Vol 353:2428-2431 le snimero 23 del 8 de diciembre del 2005, «Remembering Berton Roueché ~Master of Medical Mysteries dt 7 Para una visién general del contesto televsivo de la cultura norteamericana en su actual nueva edad de la uo, vere inceresante volumen de Concepeidn Cascajoss, Prime Time: Las mejores series de TV ameic a ide CSL a Los Soprano (Madrid: Calamar, 2005). tel * Para un andlisis exhaustivo volumen Expediente X: En honor a la verdad a (Sara Marain Alegre, Madi: Imégics, 2006). 9 Ta ficha de IMDB paral seic contiene una buena lisa. El humor es una de las dfcultades mi grande de evalua el ingenio del Dr. House cen em inglés dado 7 sas que se enfena el dob y por elo hay que ser cautos ala hora | wy de Mulder—en base alo que dicen en castellano, a menudo un pido refcjo defo que | ue dl ing intaxis ms compacta que cl castellano, ao "©-Ver la web hutp:!/worw.politedissent.com/house_pd html tiene palabras ms breves y cora de la versin original en inglés, lo "BL texto no es el del dablaje de Cuatro sino craduccién del mismo que el resto de citas, an ale la os ue al 4, SARA MARTIN ALEGRE 115 —— Ee Director de a coleein: Mes Trras Grupo Tiventigador Cuerpo y exuaidad Ura’ Arad cn Departamento de Flags Expats Edificio B * (08193 Cerdanyola del Valles (Espa hapflosvecults ab cad gecmsicetvaea@usbat © De loe texts: losfss auroreslas © De la edicin: Eaiorial UOC, SL Rambla del Poblenow, 15 (08018 Barcelona (Espaie) hspilfwarweritoiltoc.com © Del diserio de la coleccibn: Lucé Gutiter, Mar Valldeoril Coordinacisn editorial: Isabel Oha y Pau Pitarch Cuidado de la edcidn: Mireia Calatll, Noem Novell, Griscina Real, Mesi Tore Diseno de la cubiert: Luci Guvidrer (Gr holelind.com) Maguetacién: diagramadgcom cuerpo fxcied Eats publicacién est vinculada al grupo Cuerpo y Texctalda, arupo de investigncién reconcile el AGAUR (2O05SRG-1013) 7 que desarolla el proyecto Las exer del everpe, Andis eu (HCM2005-4159/FLO ISBN: 978-84-9788-726-7 Dopesito lege: 8548522008 ni warming ea por neg rabacion otros mévodes, sn el peemiso previo. Y por escrito de loe salves dl oprih emma ASEN Y VEAN ESTUDIOS CULTURALES

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