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1- Introducción
El ejercicio de reconstitución del recorrido de la reforma psiquiátrica se pre
senta conectado tanto a la posibilidad de revisión de los principales referen
tes teóricos que influencian y/o posibilitan la emergencia de ese movimiento,
como a la re-actualización de una mirada histórico-crítica sobre los paradig
mas fundadores del saber/práctica psiquiátrico.
En tal sentido, nos interesa presentar al lector una visión, al mismo tiempo,
panorámica y específica, desde el nacimiento de la psiquiatría hasta las pro
puestas de reformulación y críticas al modelo psiquiátrico. En este momento,
es nuestro objetivo buscar delinear los marcos fundamentales, tanto del
modelo psiquiátrico clásico como de las principales corrientes de reformas
psiquiátricas, en el sentido de apuntar a establecer las relaciones históricas y
metodológicas entre ambas y el movimiento de reforma psiquiátrica en
Brasil. Para eso, mapeamos los principales conceptos que generaron y, aún
generan, las condiciones de posibilidad teórica de la psiquiatría y sus refor
mas.
Por elección metodológica: realizamos una lectura transversal de la bibliogra
fía nacional e internacional producida sobre los temas con el objetivo de bus
car captar la dinámica del proceso de absorción/transformación de los para
digmas psiquiátricos en nuestro país.
Metodologicamente, seguimos la orientación propuesta por Birman y Costa
(Birman & Costa) 1, que formulan la hipótesis que en la p~ica se
viene desarrollando Una-rrl?iS.- tanto teórica como práctica, detonada princi- \
palmente, por la ocurrencia de una mudanza 2 radical en su objeto, que deja ~)) j
de ser el tratamiento de la eTlf'?L[Qedad mental para ser la promoción de la
salud mental. En el contexto de esa crisis, ciertamente, es que surgen las nue
~-;experiencias, las nuevas psiquiatrías.
Para estos autores existen dos grandes ~s en los cuales son redimen
sionados los campos teóricos-asistenciales de la psiquiatría. El primero está
marcado por un proceso de.Qjtica a la estructura asilar, responsable por los
altos índices de cronificación. La cuestión central, en ese periodo, todavía se
encuentra en referencia a la creencia de que el manicomio es una "institu
ción de cura" y que se vuelve urgente rescatar ese carácter positivo de la ins
titución mediante la reforma interna de la organización psiquiátrica. "Esta
crítica abarca un largo recorrido, generándose en el interior del hospicio
hasta alcanzar su periferia: se inicia con los movimientos de las
Comunidades Terapéuticas (Inglaterra, EUA) y de Psicoterapia Institucional
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actualiza con sus experiencias un nivel teórico/práctico fundador de un
(Francia), alcanzando su extremo con la instalación de las Terapia de nuevo momento, de un movimiento inicialmente político, referido a cuestio
Familia" (Birman & Costa, 1994,44). nes del derecho y de la ciudadanía de los pacientes para a operacionaliza
El segundo periodo está marcado por la~~tensiQr:l deJª--.l2?iqulatría.ale?pa ción de categorías y estructuras asistenciales referidas a una "psiquiatría
cjo públ~organizándolo con el ~o deyrev.::.-nir ~PEs~m2Yer la "sall!d reformada" (Rotelli, 1990).
mental". Este segundo momento está representado por las experiencias de
psiquiatlía de sector (Francia) y psiquiatría comunitaria o preventiva (EUA).
2- Antecedentes Teóricos de la Reforma
Los autcres puntualizan que esa periodización es presentada en tanto estra
tegias diversas para alcanzar el mismo fin: "... a pesar que lil periodización 2.1 El Surgimiento de la Institución Psiquiátrica y el Nacimiento de la
destaca :los movimientos diversos, proponiendo fines diferentes, realizándo
Psiquiatría
se en eS-Jacios también diferentes, esta diversidad es una consecuencia de
superfici2, tratándose de tácticas diversas que crean dos formas teórico-con El estudio del modelo psiquiátrico clásico, como saber y práctica, es aborda
ceptualeS aparentemente dispares, pero que sin embargo, se identifican en do en la obra de diversos autores. Entre ellos, se destaca Michel Foucault con
un planc' de fondo y en sus c~ndiciones concretas de posibilidad. La misma su Historia de la Locura en la Edad Clásica que repre;ent;~~~rdadero
estructUla que hace efectiva una Psiquiatría Institucional es, también, la que marco, una revolución en las historias tanto de la psiquiatría como de la locu
hace po.¡ible una Psiquiatría Comunitaria. Una y otra lo que persiguen es lo ra. Así, tenemos en Historia de la Locura una obra fundamental para el estu
mismo: /'l promoción de la Salud Mental, siendo ésta inferida como un pro dio del nacimiento de la psiquiatría y de las prácticas médicas de interven
ceso de 'l.daptación social" (ídem, ibidem). ción sobre la locura. Otra obra a ser destacada es Manicomios prisiones y
conventos de (Joffman (Goffman, 1974)3, que desmenuza la naturaleza y la
La hipó~sis de los autores es que, tanto en un periodo como en el otro, así
micrososciología de las instituciones psiquiátricas, definidas en el centro de.
como er una estructura como en las demás, la importancia dada por la psi
lo que el autor denomina como "instituciones totales".
quiatría tradicional a la terapéutica de las enfermedades otorga lugar a un
proyecte mucho más amplio y ambicioso, que es promover la salud mental A Foucault le interesa historizar en forma crítica las condiciones que posibili
no sólo 3n un solo individuo sino en la comunidad en general. 0, visto de tan la constitución de un saber sobre la locura, su sumisión a la razón por
otra forr1a, la terapéutica deja de ser individual para ser colectiva, deja de medio de la conjunción de la práctica social de internación, figura visible del
ser asistincial para ser preventiva. De una u otra forma, lo cierto es que la loco y el discurso producido a partir de la percepción vuelta interpretación.
psiquiaÚa pasa a construir un nuevo proyecto, un proyecto inminentemen La representación de la locura en la Edad Clásica adviene como existencia
te social que tiene consecuencias políticas e ideológicas muy importantes. nómade por intermedio de la "Nave de los Locos o de los Insensatos": "Los
locos tenían entonces una existencia fácilmente errante. Las ciudades los
Mientraoque esos dos momentos se limitan a meras reformas del modelo psi
corrían de sus muros, se los dejaba que corriesen por los campos distantes
quiátrice -en la medida que creen en la institución psiquiátrica como locus
cuando no eran confinados a un grupo de mercaderes peregrinos. Esa cos
de trataniento Y en la psiquiatría como saber competente- con el fin de
tumbre era frecuente, particularmente en Alemania (... ) durante la primera
hacerlo etornar al objetivo del cual se "desviara", la .antiQ.siquiatría y la psi
mitad del siglo XV" (Foucault, 1978,09). La percepción social de la locura en
quiatría 3n la tradición basaglian.9 operan una ruptura. Ruptura referente a
u~ mif¡C1a crítica vuelta hacia los meandros constitutivos del saber/práctica
la Edad Media se encuentra con la idea de alteridad pura, el hombre más
verdadero e integral, experiencia originaria. El camino arqueológico de
psiquiátlcoS: el campo de la epistemología y de la fenomenología. De esa
Foucault nos permite acompañar la división entre razón y locura por la ver
manera lUscan realizar la deconstrucción del a~rato psiquiátrico, entendido
dad. Según Roberto Machado, "...toda la argumentación del libro se organi
aquí corl O el cQD.j.uníDde...relaciones ~J1fre insti!uci()n~~prácticas/saberes que
za para dar cuenta de la situación de la locura en la modernidad. Y en la
se legitil1an ca o . ntíficos a parf del~¿l_~~.2~os-yconcep
modernidad locura dice respecto fundamentalmente a la psiquiatría"
~- ----~.~- "-'~---- ."--_.. - •... ,.,-- -_. __
tos apris::madores Yreductores de la complejidad de los fenómenos. Basaglia
._-~-'"'"-~-~-~- (Machado, 1982,57)
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Acompañamos así, el pasaje de una visión trágica de la locura hacia una visión
locura. La internación en la Edad Clásica está basada en una práctica de "pro
crítica. La primera posibilita que la locura, inscripta en el universo de diferen
tección" y guarda, como un jardín de las especies, a diferencia del siglo XVIII,
cia simbólica, se permita un lugar social reconocido en el universo de la ver
marcado por la convergencia entre percepción, deducción y conocimiento,
dad, mientras que la visión crítica organiza un lugar de encarcelamiento, muer
ganando la internación medida médicas y terapéuticas. Durante la segunda
te y exclusión para el loco. Dicho movimiento está marcado por la constitución
mitad del siglo XVIII, la desrazón va, gradualmente, perdiendo espacio y el alie
de.~~~dic~como campo de saber teórico/práctico. A partirdeI"stglo
nado ocupa, entonces, el lugar como criterio de distinción del loco frente al
XIX, se da la producción de una percepción dirigida por la mirada científica
orden social. Ese recorrido práctico/discursivo tiene en la institución de la enfer
sobre el fenómeno de la locura y su transformación en objeto de conocimien
medad mental el objeto fundador del saber y la práctica psiquiátrica.
to: la enfermedad mental. En el dispositivo de medicalización y terapeutiza
ción, la marca histórica de constitución de la práctica médica psiquiátrica. Para El objeto de estudio de Foucault en Historia de la Locura es precisamente la
Birman, "esa transformación crucial en el lugar simbólico de la locura en la cul red de relaciones entre prácticas, saberes y discursos que vienen a fundar la
tura occidental remodeló los ejes antropológicos de su existpncia histórica, psiquiatría. Los dispositivos disciplinarios de la práctica médica psiquiátrica
pues dislocó lar~ª-c~ crucia~ en el Renacimient03n~e permiten el ocultamiento de la experiencia trágica y cósmica de la locura por
lal ocur9-yje la verdad" (Birmanm, 1992, 76). medio de una conciencia crítica. La obra apunta para la desnaturalización y
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deconstrucción del camino aprisionador de la modernidad sobre la locura,
Durante la época clásica, el hospicio tiene la función eminente de "hospeda
sea cual fuere, aquel que sometió la experiencia radicalmente singular de
je". Los hospitales generales y santas casas de misericordia representan el
enloquecer a clasificaciones terapéuticas dichas científicas. Submisión de la
espacio de recogimiento de todo clase de marginales: leprosos, prostitutas,
singularidad a la norma de la razón y de la verdad del mirar psiquiátrico, red
ladrones, locos, vagabundos, todos aquellos que simbolizan amenaza a la ley
de biopoderes y disciplinas que conforman el control social del loco.
y al orden social. El encierro no posee, durante este periodo, connotación de
medicalización, de naturaleza patológica. La mirada sobre la locura no es, La caracterización del loco como personaje representante del riesgo y peli
por lo tanto, diferenciadora de las otras categorías marginales, pero el crite grosidad social inaugura la institucionalización de la locura por la medicina
rio que marca la exclusión está referido a la figura de la desrazón 4 . La preo y el ordenamiento del espacio hospitalario por esa categoría profesional.
cupación con los criterios médicos-científicos -expresión del saber médico It()Q~ en El Orden Psiguiátri~: la edad de oro del alienismo, refie
no pertenece todavía a ese periodo. La frontera con la que se trabaja se re al saber/práctica psiquiátricos emergentes un lugar de articulación y sínte
encuentra referida a la ausencia, o no, de razón y no a criterios de orden sis de las dimensiones de ".. clasificación del espacio institucional, arreglo
patológico. La percepción ética organiza el mundo a partir de eso que el nosográfico de las enfermedades mentales, imposición de una relación espe
Iluminismo instaura: el primado de la razón, el desencatamiento del mundo cífica entre médico y enfermo, el tratamiento moral" (Castel, 1978,81).
según Max Weber (Weber, 1982, 165-166), su desacralización. El gran encie El entrecruzamiento de la medicina y la. justicia caracteriza el proceso de la
rro no es correlativo del hospital moderno medicalizado y gobernado por el institución de la enfermedad mental por medio del mecanismo descripto por
médico. Las condiciones de emergencia de saber e institución médica se rela Denise Dias Barros, basada en Michel Foucault: "La '1o~eligrosidad
cionan a las condiciones económicas, políticas sociales que la modernidad ~c;:iaI asociada al concepto de enfermedad mental, fom1Ulado ~di
inaugura. El trabajo como moneda simbólica resignifica la pobreza: la retira
del campo místico donde es valorizada y la inaugura como negatividad, des
orden moral y obstáculo al nuevo orden social. De ese modo, según Roberto
Machado (Machado, 1982), el gran encierro se establece en el cruce de ese
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cina, PtQP.Í.fió una superposlClon entre cash o tratamiento, una casi identi
dªddel gesto que castiga.,y aque que trata" (Barros, 1994,34). La relación
tutelar con el loco se vuelve uno de los pilares constitutivos de las prácticas
manicomiales y cartografía territorios de segregación, muerte y ausencia de
contexto, marcado por la ética del trabajo, antídoto contra la pobreza. verdad.
Durante la Edad Media, la percepción social de la locura representada por la También Castel, siguiendo la tradición fucoltiana, explora y analiza el trayec
ética de la internación no se cruza con la elaboración de conocimiento sobre la to de la práctica social de la internación en El Orden Psiquiátrico y señala sus
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actualizaciones por los movimientos de las reformas psiquiátricas en su obra por el contrario, funda la ciencia que los clasifica y los sujeta como objetos
La Gestión de los Riesgos. En el primer libro, busca demarcar el periodo de saberes/discursos/prácticas actualizados en la institución de la enfermedad
anterior al siglo XVIII como territorio de las exigencias de política social y mental.
moralidad pública, cuando el complejo hospitalario se actualiza como una El hospital del siglo XVllI debería crear condiciones para que la verdad del
mezcla de casa de corrección, caridad, hospedaje, espacio de poblaciones mal explotase, volviéndose locus de manifestación de la verdadera enferme
heterogéneas. Como hospital general la norma médica aún no se encuentra dad. En ese contexto se inauguran prácticas centradas en el baluarte asilar,
instalada, e imperan apenas las marcas de un imaginario de depósito de los estructurando la relación entre medicina y hospitalización, fundada en la tec
inadaptados a la convivencia social. El hospital general no es, en su origen, nología hospitalaria y en un poder institucional con un nuevo mandato
una institución médica, pero se ocupa de un orden social de exclusión/asis social: la asistencia y tutela.
tencia/filantropía para los desafortunados y abandonados por la suerte divi
na y material. Foucault, en El Nacimiento de la Clínica (1977), describe la A partir de la segunda mitad del siglo XIX, la psiquiatría, así como otros sabe
transformación del hospital (etimológicamente hospedaje, hotel, hostal) en res del campo social, pasa a ser un imperativo de ordenación de los sujetos.
una institución medicalizada por la acción sistemática y dominante de la dis En ese contexto, la psiquiatría seguirá la orientación de las demás ciencias
ciplina, de la organización y del escudriñamiento médico. El hQ~pilal s.e vuel naturales, asumiendo un matiz eminentemente positivista. Un modelo cen
ve, en pala~~Q~_f<.?U~U~a priori de la medicina." "-- trado en la medicina biológica, que se limita a observar y describir los distur
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La figura del médico clínico, surgida a partir de 1793; tiene en Pinel su prin
bios nerviosos, dando intención a un conocimiento objetivo del hombre.
Según Galende, "naturalmente al haber tomado el modelo de la medicina
cipal y primera expresión. La "tecnología pineliana", según Castel (Castel, biológica como referencia, la psiquiatría incorporó también su modelo de
1978), establece la enfermedad como problema de orden moral e inaugura causalidad, llevando a los psiquiatras a interminables debates sobre organo
un tratamiento adjetivado de la misma forma. Ordenando el espacio a par génesis versus psicogenesis, enfermedad de origen endógeno versus exoge
tir de las diversas "especies" de alienados existentes, Pinel postula el aisla neidad, innato versus adquirido" (Galende, 1983, 56)
miento como fundamental a fin de ejecutar reglamentos de policía interna y
observar la sucesión de síntomas para describirlos. Organizando de esa Es interesante constatar que el modelo clásico de la psiquiatría fue tan
forma el espacio asilar, la división objetiva la locura y le da unidad, desen ampliamente difundido que influencia la práctica psiquiátrica hasta nuestros
mascarándola al eVi1luélr sus dimensiones médicas exactas, liberando las víc días -a pesar de haber surgido varios modelos; lo que tal vez sugiere la con
timas y denunciando sospechosos. Según Castel, "la enfermedad se desdo firmación de que su validación social est¿í dada mucho más en los efectos de
bla por reagrupamiento-diversificación de sus síntomas, inscribiendo en el exclusión que opera que en la posibilidad de actualizarse como modelo pre
espacio hospitalario tantas subdivisiones como lo son los grandes síndromes tendidamente explicativo en el campo de la experimentación y tratamiento
comportamentales que presenta (oo.) Se funda una ciencia a partir del de las enfermedades mentales.
momento en que Una población de insanos es clasificada: esos reclusos son La psiquiatría, pautándose en determinados modelos clínicos, busca afirmar
efectivamente enfermos, pues desfilan síntomas que sólo resta observar" se como proceso de conocimiento científico. en su pretensión de neutralidad
(ídem, 83). Castel caracteriza, en otro momento, la racionalidad de esa medi y descubridora de la esencia de los disturbios mediante relaciones de causa
cina mental inaugural como meramente clasificatoria. A la cual no le intere lidad. Ese territorio -matizado por los cánones científicos- pretende garanti
sa la sede de la enfermedad en el organismo sino simplemente prestar aten zar credibilidad de ciencia a la medicina psiquiátrica emergente. El análisis
ción para señales y síntoméls, con el fin de agruparlos según su orden natu histórico de este proceso y la identificación de sus efectos permiten percibir
ral, a partir de las manifestaciones aparentes de la enfermedad. "Por 10 tanto, como las pretendidas neutralidad y objetividad de los juegos de verdades de
racionalidad puramente fenomenológica, que se agota en construir nosogra la ciencia buscan encubrir valores y poderes en el escenario cotidiano de los
fías" (idem, 103-108). De esa manera, el gesto de Pinel, al liberar a los locos actores sociales.
de las cadenas, no posibilita su inscripción en un espacio de libertad, sino,
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La obra de Pinel, estructurada en una tecnología de saber e intervención
acto de "liberación" de los locos redimensionó prácticas y fundó un
sobre la locura y el hospital - cuyos pilares están representados por la cons
saber/práctica que aspiraba al reconocimiento y territorio de competencia
titución de la primera nosografía, por la organización del espacio asilar y por
sobre un determinado objeto, la enfermedad mental. Así, fundó un monopo
la imposición de una relación terapéutica (el tratamiento moral)- representa
lio de competencia de acuerdo con la realidad socio-histórica vigente. De
el primer y más importante paso histórico para la medicalización del hospi
este modo, las reformas posteriores a la reforma de Pinel procuran cuestio
tal, transformándolo en institución médica (y no más social y filantrópica), y
nar el papel y la naturaleza de la institución asilar, del saber psiquiátrico y
también para la apropiación de la locura por el discurso y práctica médica.
surgen después de la Segunda Guerra. cuando nuevas cuestiones son colo
A partir de la asunción por Pinel de la dirección de una institución pública de
cadas en el escenario mundiél1:
beneficencia, ese recorrido marca la primera reforma de la institución hospi
talaria con la fundación de la psiquiatría y del hospital psiquiátrico. Utilizamos la expresión "psiquiatría reformada". propuesta por Franco Rotelli
(Rotelli, 1990, 17-59) para revisar los movimientos reformistas de la psiquia
El acto de Pinel es, desde el primer momento, al constituir un espacio espe
c.ífieo ¡;~ura y para el desarrollo del siCiu1alric~ti_ tría en la contemporaneidad.
c~o:uIaSPrimeras críticas se dirigen al carácter cerrado y autoritario dela De acuerdo con la periodización establecida por Birman y Costa (Birman &
institución y terminan por consolidar un primer momento de reforma a la tra Costa, 1994) con respecto de loS psiquiatrías reformadas, organizamos los
dición pineliana: el de las colonias de alienados. Ese modelo tiene por obje próximos items, señalando Id Si~!lliente orden: la psicoterapia institucional y
tivo reformular el carácter cerrado del asilo pineliano, trabajando en régimen las comunidades terapéuticas. rep[(,sl~ntando las reformas restrictas al ámbi
de puertas abiertas, de no restricción (no restraint) o más libertad. to asilar; la psiquiatría de sector y !i) psiquiatría preventiva, representando un
nivel de superación de las reformas referidas al espacio asilar; por último, la
Para el proyecto de la colonias de alienados, siendo que la enfermedad men
antipsiquiatría y las experiencias sur~lidas a partir de Franco Basaglia, como
tal justifica la internación de los sujetos, urge que el tratamiento rescate la
instauradoras de rupturas con los movimientos anteriores, poniendo en cues
razón por medio de la recuperación de la libertad o, como prefiere Juliano
tión el propio dispositivo médico-psiquiátrico, las instituciones y dispositivos
Moreira, la ilusión de libertad s . Es de allí que el modelo reformista de Pinel
terapéuticos asociados.
tendrá la pretensión de solucionar el impás planteado: ¿cómo es posible den
tro del nuevo orden basado en libertad. igualdad y fraternidad volver admi
sible una institución absolutista? Las colonias, entonces, actualizan el com
promiso de la psiquiatría emergente con la realidad del contexto socio-histó
L) 3-1 CQ.Illunid¡¡d Terapéuticay~oterapia JnstituciQlli!.l:
rico de la modernidad. En la práctica, el modelo de las colonias sirve para la Pedagogía de la Sociabilidad
ampliar la importancia social y política de la psiquiatría y neutralizar parte de
las críticas hechas al hospicio tradicional. En el transcurso de los años, las
En 1946, T.H. Main denomina comunidad terapéutica al trabajo que venía
colonias, pese a su principio de libertad y de reforma de la institución asilar
desa~rollando en compania de Bion y Reichman, en el Monthield Hospital
clásica, n.o se diferencian de los asilos pinelianos.
en Birmingham. Recién en 1959. en Inglaterra, 1\1~~\.V~J.ºnes consagra el
término y lo delimita como una serie de experiencias en un hospital psiquiá
trico inspiradas en los trabajos de Simon, Sullivan, Menninger, Bion y
3- Las aE!formas o la Psiquiatría Reformada Reichman. De esa manera, el término comunidad terapéutica viene a carac
terizar un p~o~refo~mas institucion_al~s-pr.e.dQml.~.ant~ctas
El período de pos-guerra se vuelve escenario para el proyecto de reforma al hospital psiquiátrico y marcadas por la adopción de medidas administrati
psiquiátrica contemporánea, actualizando críticas y reformas de la institución v~s democrát[<:~ªrticipativas y colectIvas, -obj~ti~~~do l~- trans{o~ión
asilar. Pinel ya había acentuado el hecho de la existencia de contradicciones de la dinámica institucion ---ITar.----------------
entre /i1 práctica psiquiátrica, que las instituciones del gran encierro apunta '---
Ubicada socio-historicamente en el periodo de posguerra, la experiencia de
!lill1. y 1'1 proyecto terapéutico/asistencial original de la medicina mental. Su
la comunidad terapéutica llama la atención de la sociedad hacia la depri
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asilar de la institución asilar, así como en la dinámica de su funcionamiento.
mente condición de los institucionalizados en hospitales psiquiátricos, con la "En efecto, Sullivan, desde 1929-30, en su servicio para pacientes psicóticos,
mala comparación en recuerdo de los campos de concentración con que la transforma su enfoque terapéutico, no más volcado hacia el tratamiento indi
Europa democrática no toleraba convivir más. En ese contexto. toda especie vidual sino hacia la integración de los pacientes en sistemas grupales, siendo
de violencia y no respeto a los derechos humanos es repudiada y reprimida mantenido el servicio según la perspectiva del inter-relacionamiento entre
por el tejido social. Para Birman y Costa (Op. Cit., 1994,46), "no era posi grupos" (Birman y Costa, 1994, 48)
Teniendo delante los daños psicológicos, físicos y sociales causados por la resocialización (ídem, ibidem)
larias, serían instituídos los internados como los agentes sociales de su exis Con sólida orientación marxista y apoyo de la intelligenzia y de la Resistencia
tencia asilar". Y más adelante: "De esa manera la locura continuaba a ser Francesa, Saint Alban pasa a ser palco privilegiado de denuncias y luchas
representada como 'ausencia de obra', pues apenas en su conversión orto contra el carácter segregativo y totalizador de la psiquiatría. En lo que dice
pédica en las prácticas del decir bien y del bien hacer los locos podrían ser respecto de las diferencias culturales, Tosquelles pregona el principio de la
reconocidos como sujetos de la razón y de la verdad." "terapéutica activa", de Herman Simon. Ese movimiento tiene por primer
Para Franco Rotelli, "la experiencia inglesa de la comunidad terapéutica ~~ objetivo, en palabras del propio Tosquelles, el rescate del potencial terapéu
una experiencia importante de modificación dentro del hospital, pero~ tico del hospital psiquiátrico, tal como lo pretendían Pinel y Esquirol, para los
<;:<:>r:,sis!l.lió coloc~n la raíz el problema de l~n,.problemaeste~e cuales "una casa de alienados es un instrumento de cura en las manos de un
funcfamernaerpropio hospTIal psiquiátrico y que, por lo tanto, no podría ir médico hábil; es el agente terapéutico más poderoso contra las enfermeda
-;;ás allá del hospital"pslcluia'frlco' (Rotelli, 1994, 150). De hecho, la reforma des mentales" (apud Fleming, 1976,43). Por eso, si el hospital psiquiátrico
propuesta por la comunidad terapéutica prácticamente se reduce al espacio fue creado para curar y tratar enfermedades mentales su destino no debe ser
asilar. La intervención terapéutica en la comunidad externa se da como com otro. De esa forma, se entiende, que a consecuencia del mal uso de las tera
plemento en nítida analogía con los primeros asilos especiales. sin discusión péuticas y de la administración, y aún de la desatención y de las circunstan
sobre las causas externas, no necesariamente de la enfermedad mental sino cias político-sociales, el hospital psiquiátrico se haya desviado de su finalidad
de la reclusión en el asilo. Asimismo con las fuertes demandas sociales por la primera, volviéndose lugar de violencia y represión.
recuperación del loco en mano-de-obra productiva, son muchos los meca Tosquelles cree que en un hospital reformado, eficiente, dedicado a la tera
nismos de segregación y rechazo determinados por otras fuentes. péutica, la cura de la enfermedad mental puede ser alcanzada y el enfermo
La denominación psicoterapia institucional es utilizada por Daumezon y devuelto a la sociedad. El carácter novedoso traído por la psicoterapia insti
Koechelin, en 1952, para caracterizar el trabajo que años antes había reali tucional está en el hecho de considerar que las pmplasjnstib lciones. tienen
zado Francois Tosquelles en el Hospital de Saint Alban, en Francia (Vertzman caraeterfujj31s enfermas y que deben ser tratadas (de ahí viene la adecuacibn
et allí, 1992, 18). La expresión, no obstante, sorprenda al propio Tosquelles, del término psicoterapiaj¡:¡Stitucioñat' cmíJaumezon y Koechelin).
ya que para su entender el trabajo que desarrollaba se asemejaba más a un La psicoterapia institucional se alimenta inclusive del ejercicio permanente
colectivo terapéutico, termina siendo lo que más caracteriza la experiencia de del cuestionamiento de la institución psiquiátrica como espacio de segrega
Saint Alban.
ción, de la crítica al poder médico y de la verticalidad de las relaciones inter
Al refugiarse de la dictadura del Gral. Franco, Tosquelles empieza a trabajar institucionales. Una de las primeras iniciativas de abertura de espacios de
en Francia durante un periodo extremamente crítico, en consecuencia de la participación y construcción colectiva de nuevas posibilidades está represen
Segunda Guerra Mundial. ¿Si la sociedad europea pasa por muchas dificul tada por el "club terapéutico Paul Balvet", totalmente autónomo y gerencia
tades, qué se podrá decir de los locos en sus asilos? Al enfrentarse con la do por los internos.
degradante condición de los internos, Tosquelles, da inicio a una serie de La psicoterapia institucional evoluciona como corriente y se multiplica hacia
transformaciones. Los primeros años de reforma de Saint Alban están mar otros hospitales franceses. Con su desarrollo. las influencias de Simon y del
cados por su espacio de resistencia al nazismo, al mismo tiempo en que se movimiento cultural francés. se van haciendo menos importantes. Para
implementan iniciativas para salvar de la muerte los enfermos ahí internados Fleming (ídem, 45), la explosión psicoanalítica, ocurrida enseguida después
y ofrecerles condiciones de curabilidad. De acuerdo con Fleming, Saint de la guerra, lleva a la psicoterapia institucional a la condición de "intento de
Alban se transforma, rápidamente, en un local de encuentros de activistas conciliación de la psiquiatría con el psicoanálisis", principalmente la de la tra
de la resistencia, marxistas, surrealistas, freudianos, que forjan, así, "aquello dición lacaniana, en la medida en que se instaura un fuerte movimiento para
que más tarde vendrá a ser un gran movimiento de transformación de la la introducción del psicoanálisis en las instituciones psiquiátricas. Con la radi
práctica psiquiátrica en Francia" (Fleming, 1976, 45). calización de la influencia psicoanalítica la terapia se vuelca prioritariamente
hacia la institución, ya que, se entiende, es imposible tratar un individuo
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.......
....111.,._
....
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En consecuencia, se instituye el principio de escudriñar el hospital psiquiátri
de la pos-guerra. Tal contexto coloca al orden del día diversas prioridades
co y varias áreas de la comunidad de tal modo, que cada "división" hospita
sociales, para las cuales las viejas instituciones asilares no crean soluciones.
laria corresponda a un área geográfica y social. Tal medida produce una rela
El desencadenamiento de varias problemáticas mentales en la pos-guerra
ción directa entre el origen geográfico y cultural de los pacientes con el pabe
~~EióC'~~]i~--C!einandasal sal:>erpsrgÚfatrico'que amplia sus fun
llón en el que serán tratados, de modo de posibilitar una adecuación de cul
ciones de control social y normatización, presentándose como hábil y eficaz
tura y hábitos entre los pacientes de una misma región y dar continuidad al
instrumento de control de las grandes poblaciones. Mientras tanto, la prácti
tratamiento en la comunidad con el mismo equipo que lo trataba en el hos
ca de esa experiencia, no alcanza los resultados esperados, por la resistencia
pital. Para Castel (Castel, 1980a, 28), el sector es la "matriz de la política psi
opuesta de grupos de intelectuales que la interpretan como crecimiento del
quiátrica francesa desde los años 60", y eso, "consiste en transferir hacia la
extensionismo político e ideológico de la psiquiatría; por la demostración de
comunidad el dispositivo de atención de los enfermos mentales, antiguamen
te, exclusividad del hospital psiquiátrico". los sectores conservadores a la posible invasión de las calles por locos, o aún,
por el costo mucho mayor de la implantación de servicios de prevención y
Teniendo, por principio, la perspectiva que la función del hospital psiquiátri pos-cura.
co se resume en el auxilio al tratamiento, la psiquiatría de sector restringe la
En el análisis de Rotelli, "la experiencia francesa de sector no sólo apenas
internación a una etapa, destinando el principal momento para la propia
dejó de ir hacia un más allá del hospital psiquiátrico, porque de alguna
comunidad. Así, se prioriza, como dirección del tratamiento, la posibilidad de
manera conciliaba el hospital psiquiátrico con los servicios externos como no
asistencia al paciente en su propia comunidad, que se torna un factor tera
lo había hecho ninguna otra transformación cultural en relación a la psiquia
péutico. Su surgimiento está situado, históricamente, en Francia en la pos
tría. Las prácticas psicoanalíticas se hacían cada vez más dirigidas al trata
guerra, originándose en los sectores más críticos y progresistas, y terminan
miento de los 'normales' y cada vez más distantes, del tratamiento de situa
do por ser incorporada, a partir de los años 60, como polítici1 oficial. La cap
ciones de la locura" (Rotelli, 1994, 150)
tura de dicho movimiento tiene algunas causas posibles según Fleming
(Fleming, 1976,55-56), en lo siguiente: el hecho de ser, la psiquiatría oficial, La psiquiatría preventiva o c;ol1ll,JIlit?ria surge en el contexto de la crisis del
onerosa a los cofres públicos; la inadecuación de la institución asilar para res orgañTcismo mé'canicístay se sitúa en la intersección de la psiquiatría de sec
ponder a las nuevas cuestiones patológicas "engendradas por las sociedades tor y de la socioterapia inglesa. En su versión contemporánea, nace en
del capitalismo avanzado"; y finalmente, a la crisis de los valores burgueses, Estados Unidos proponiéndose serTa tercer-re'~~ión psiquiátrica (después
colocando en peligro la ideología dominante, lo cual, en el campo específi de Pinel yFreud) por el hernrrdenaoer "descubierto" la estrategia de inter
co de la salud mental, apunta a la necesidad de la mediación de las técnicas venir en las causas o en el surgimiento de las enfermedades mentales, abar
psi en los problemas sociales. cando así no sólo la prevención de las mismas, (antiguo sueño de los alienis
tas que recibía el nombre de profilaxis), sino, fundamentalmente, la promo
Con la oficialización de dicha política, los territorios pasan a ser divididos en
ción de la salud mental. Representa así la demarcación de un nuevo territo
sectores geográficos, conteniendo una parcela no superior a los 70 mil habi
rio para la psiquiatría donde la terapéutica de las enfermedades mentales da
tantes, contando, cada uno de ellos, con un equipo constituido por psiquia
lugar a un nuevo objeto, la salud mental.
tras, psicólogos, enfermeros, trabajadores sociales y un arsenal de institucio
nes que tienen la función de asegurar el tratamiento, la prevención y la pos En 1955, en Estados Unidos (EEUU), es realizado un censo que denuncias
cura de las enfermedades mentales. De esa forma, son implantadas innúme las pésimas condiciones de la asistencia psiquiátrica apuntando hacia la
ras instituciones que tienen la responsabilidad de tratar al paciente psiquiá necesidad de medidas saneadoras urgentes. El discurso del presidente
trico en su propio medio social y cultural, antes o después de una interna Kennedy, en el Congreso, en febrero de 1963, y el libro de Gerald Caplan
ción psiquiátrica. Principios de la Psiquiatría (Caplan, 1980) son los indicadores de esa
mudanza del objeto en la práctica psiquiátrica. El decreto firmado por
Siendo el mantenimiento de los hospitales psiquiátricos muy dispensioso,
Kennedy redirecciona los objetivos de la psiquiatría que, de ahora en más,
interesa al Estado francés asumir esa política, principalmente en el periodo
incluirá la reducción de la enfermedad mental en las comunidades (Veras et
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alli, 1976; 1977). Se trata de un periodo en que los EEUU se las trae con pro minada para la investigación diagnóstica a un psiquiatra, ya sea por iniciati
blemas extremadamente graves, como la guerra de \!jetf.l~l11, el brusco va de la persona propia, de un juez o de un superior administrativo en el
aumento en el uso de las drogas por los jóvenes, la aparición de ~8s de Trabajo. La persona que toma la iniciativa del pedido deber ser conciente de
jóvenes desviantes, el movimTénto beatnik, en fin, toda una serie de indicios que percibió algún desvío en el pensamiento, sentimientos o conductas del
de profundas turbulencias a nivel d~la-'adé1ptación de la sociedad y de la individuo y deberá definir es desvío en función de un posible disturbio men
Cultura, de la política y de la economía, "Las tazas de incidencia de los dis tal" (Caplan, 1980, 109).
turbios mentales continuaban creciendo en progresión geométrica, las croni
ficaciones se mantenían y los costos que esto acarreaba a las familias y al La ".!;Júsqueda de sospechosos" de enfermedad menta! o disturbios emocio
Estado creCÍan a igual velocidad. Hizo necesaria la transformación de los nales es re~l¡~ac:ra-en forma prioritaria con cuestionarios distribuidos por la
métodos, las estrategias y los espacios de las nuevas intervenciones" (Birman población ~q~e.!Jl.D.gLy su resultado indica posibles candidatos al tratamien
& Costa, 1994,53). to psiquiátrico. De esa manera es instituída "...Ia primera política nacional
norteamericana de cuidados comunitarios para la salud mental [que] tam
La presentación del proyecto de la psiquiatría preventiva por Kennedy marca bién pretendía una reforma en la asistencia hospitalaria buscando una
la adopción del preventivismo no sólo por el Estado Norteamericano sino humanización y desarrollo de programas de rehabilitación, apuntando inser
también por las organizaciones sanitarias internacionales (Opas/OMS) y, en tar el paciente en la comunidad" (Pitia, 1984,20) Para Jurandir Freire Costa
consecuencia, por innúmeros países de lo denominado Tercer Mundo. Las (Costa, 1989,25), una~uestión teó.!:[ca seria emerge en las bases de esa psi
palabras del presidente Kennedy: "Propongo un programa Nacional de quiatría: "En primer lugar, la Esiquiatría se vio constreñida a aceptar que la
Salud Mental para contribuir a que en adelante se atribuya al cuidado del ~nfer~ad mental era una enfermedad del psiquismo y \Qg)del soma. En
enfermo mental una nueva importancia y se le encare desde un nuevo enfo segundo lugar,.va~c:J.Y'ydiendo're'cürnrm~s, demoao-m<clusivo, al método
que. Los gobiernos de todos los niveles -federal, estatal y local- las fundacio de las Ciencias Naturales para explicar su mi ev6oo}eto, la Psiquic'itiiafue
nes privadas y los ciudadanos deben hacer por igual frente a sus responsabi obligada" a buscar ~orías y disciplinas no médicas las bases de su nueva
lidades en este campo" (ídem, ibidem). psiquiatría" "
El PI~.y~D.tivisrnº-Q9r~no vi~a producir un imaginario de salva En ese territorio, la asimilación de la psiquiatría de conceptos de la sociolo
ción no sólo para los problemas y precar'iedad de la asistencia psiquiátrica gía y de la psicología behavorista vinieron a redefinir el individuo como uni
del país sino para los propios problemas norteamericanos. A partir de una dad bio-psico-social, como un todo indivisible. Esta captura de conceptos
reducción de conceptos entre enfermedad mental y disturbio emocional (que desen'Caclena una contradicción te~ sociología, la prevención es
caracteriza lo que Caplan define como crisis) se instaura la creencia que posible, pues allí opera una distinción, teórica al menos, entre síntoma y etio
todas las enfermedades mentales pueden ser prevenidas si no detectadas logía. Entre el conflicto sDcial como causa antecedente, el comportamiento
precozmente, de lo cual, luego, si la enfermedad mental significa disturbio, desadaptado como efecto sucesivo a esa causa, la acción preventiva se
desvío, marginalidad, se pueden prevenir y erradicar los males de la socie puede instalar de modo teóricamente legítimo (... ) Todavía, los hechos obser
dad. De esa forma, uxge-laldentific'l.f!..ón de personas potencialmente enfer vados a través del behavorismo no presentan la misma coherencia. Para el
lDPS1- 4e._ca12-~}9-ªtos ~eenf~I~_rrledªd,d~ ~usceptibles al mi31. De acueraocon b.f..havorismo. la distancia ~ntre etiolQgía y síntoma ~ ~ertine~
los presupuestos que se instituyen y considerando que los enfermos sola enfermedad mental existe y, sólo existe, cuando el comportamiento desadap
mente buscan el servicio de salud o el médico cuando estaban enfermos, es tado surge (... ) Si no hay relación de sucesividad temporal entre etiología y
preciso salir a las calles, entrar en las casas penetrar en los guetos para cono síntoma, como podemos concebir una actuación preventiva. Actuar en
cer Jos hábitos, identificar los vicios y mapear a aquellos que por sus vidas forma terapéutica sobre el comportamiento no significa prevenir y sí cu;:a¡..
desreoladas, por sus ancestros, por su constitucionalidades, vengan a ser Entonces, ¿cómo conciliar la posición sociológica con las explicaciones teó
"sospechosos", conforme a la expresión utilizada por el mismo Caplan. En ricas del behavorismo, si ambas están contenidas en la misma noción de uni
sus !l"lilhras: "Una persona sospechosa de disturbio mental debe ser enca dad bio-psico-social? La respuesta es simple: la Psiquiatría preventiva no se
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preocupa en resolver la contradicción, hace como si ella no existiese." (ldem, y entendido como comportamiento que huye, con propósitos o forzadamen
31) te, a la norma socialmente establecida.
Para Antonio Lancetti (Lancetti, 1989,77), los tres órdenes prioritarios de la En cuanto a marco teórico, es nítida la influencia del modelo de la Historia
Psiquiatría preventiva son: natural de la enfermedades, de Leavel & Clark (Leavel & Clark, 1976) que
presupone la idea de linealidad en el proceso de salud/enfermedad y la evo
1- Aquellas destinadas a reducir (y no curar), en una comunidad, los trastor lución "a-histórica" de presentación de las enfermedades en el tiempo y en el
nos mentales, promoviendo la "salud mental" de los grupos sociales (preven espacio. En Costa (Costa, 1989,24) encontramos la hipótesis de que el mode
ción primaria); lo sociológico de adaptación-desadaptación (como criterio de distinción entre
2- Aquellas cuyo objetivo es acortar la duración de los trastornos mentales, lo normal y lo patológico, en el que el comportamiento socialmente inadap
identificándolos y tratándolos precozmente (prevención secundaria); tado será igual al comportamiento eventualmente inadecuado) vino a posi
bilitar el surgimiento del modelo preventivista, que busca instituirse, de este
3- Aquellas cuya finalidad es minimizar el deterioro que resulta de los tras modo, como "alternativa" al modelo psiquiátrico clásico, proponiendo:
tornos mentales (prevención terciaria).
A- un nuevo objeto - la salud mental;
Según lo entienden Birman y Costa (Birman & Costa, 1994, 54) esos tres
niveles son definidos de la siguiente manera: B- un nuevo objetivo - la prevención de la enfermedad mental;
1- Prevención Primaria: intervención en las condicion'es posibles de forma C- un nuevo sujeto de tratamiento - la colectividad;
ción de la enfermedad mental, condiciones etiológicas que pueden ser de 0- un nuevo agente profesional - los equipos comunitarios;
origen individual y (o) del medio;
E- un nuevos espacio de tratamiento - la comunidad;
2- Prevención Secundaria: intervención que busca la realización del diagnós
tico y tratamiento precoz de la enfermedad mental; F- una nueva concepción de personalidad - la unidad bio-psico-social.
El proyecto de la psiquiatría preventiva determina que las intervenciones 10 _ Crisis Evolutivas generadas por los procesos 'normales' de desarrollo
precoces, primaria y secundaria, eviten el surgimiento o el desarrollo de físico, emocional o social. En el pasaje de una fase a otra del proceso evolu
casos de enfermedades, decretando así, lo obsoleto del hospicio psiquiátrico. tivo, donde la conducta no está caracterizada por un patrón establecido,
En consecuencia, se extiende el campo para la intervención preventiva que periodo transitorio que pierde su caracterización anterior sin adquirir aún la
debe tener inicio en el medio social, evitando que se produzcan conductas nueva, pueden ser generados conflictos que llevan a la desadaptación que
patológicas. El concepto-llave que permite la posibilidad de intervención pre no son elaborados por la persona pueden conducir a enfermedad mental;
ventiva es el de ..crisj~_establecidoa través de los conceptos de adaptación y 2° - Crisis Accidentales, imprevistas, precipitadas por una gran amenaza de
desadaptación social, provenientes de la sociología. En otras palabras, pérdida o por una pérdida, que por su capacidad de perturbación emocio
saliendo del terreno específico de la psiquiatría para pensar y conceptualizar nal tendría la capacidad de poder llevar en el futuro a la enfermedad. La cri
las enfermedades mentales, Caplan se toma de teorías sociológicas que ver sis se vuelve el gran momento del desajuste, la fisura en el sistema adaptati
sun sobre las relaciones entre los sujetos y la sociedad, en las cuales existen vo del individuo. Se transforma en signo de intervención, para re-equilibrar
momentos o sujetos, o aún segmentos más o menos adaptados, más o el individuo, promoviendo su salud mental, ya que fue empíricamente obser
IlWIlOS desapatadaos a las reglas sociales, a la convivencia social. Aquí es uti vado que en las personas que enfermaron mentalmente los primeros indicios
lil.él(\o (,1 concepto de desvío, transportado de la sociología y la antropología, de las modificaciones ocurrieron en el momento de la crisis.
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Al considerar el concepto de CrISIS, los instrumentos fundamentales de la
"El interés en este tema surgió con el hallazgo de que, en muchas personas
intervención caplaniana se basan en: trabajo comunitario en el cual los equi
que sufren trastornos mentales, los cambios significativos del desarrollo de la
pos de salud ejercen el papel de consultores/asesores/peritos, estableciendo
personalidad parecen haber ocurrido durante los períodos de crisis bastante
normas y patrones de valor ético y moral bajo el auspicio de un determina
cortos" (CapIan, 1963,52).
do conocimiento "científico": utilización de la técnica de scr<~ening, traducida
"La crisis no es absolutamente sinónimo de enfermedad mental, pero en ese en una identificación precoz de los casos sospechosos de enfermedad en el
privilegio de ideas que privilegia la cuestión de lo Normal y lo Anormal en medio de cualquier grupo social. Lancetti (Lancetti, 1989) llama la atención
un enfoque adaptativo, la crisis puede conducir a la enfermedad. En efecto, hacia el hecho de que el screening tiene dos significados, uno es e: de "selec
se encamina hacia una enfermedad mental bien caracterizada por la acumu ción", el otro, el de "protección contra", Y que la traducción brasilera optó
lación sucesivas de crisis" (Caplan, 1963,52). por la expresión "triagem" en cuanto en la versión española prefirió "progra-
Mientras tanto, en este abordaje de producir Salud, la Crisis se torna un obje ma de búsqueda de sospechosos".
to privilegiado, ya que si es un camino seguro que puede conducir a la enfer Salvando las singularidades conceptuales y prácticas inherentes a los proce
medad, también puede ser abordada como una posibilidad de crecimiento sos de construcción de varios modelos asistenciales, las :Jropuestas inspira
del individuo. Enfrentarse con una situación nueva, tener que elaborar los das en el preventivismo preparan el terreno para 121. i,..,stauración de varias
instrumentos para lidiar con ella es un test que puede hacer enriquecedor el modelos asistenciales y propuestas de desinstitucionaiización, que es la direc
desarrollo de la persona. De ser colocado sólo en esta eventualidad, el indi triz de la mayoría de las iniciativas, planes, proyectos y propuestas oficiales
viduo no siempre consigue hacerla provechosa para sí, sacando beneficios o, asimismo, "alternativas". Es importante llamar la atención para el hecho
para su enriquecimiento personal. De ser ayudados por técnicos o por líde que esa expresión desinstitucionalización, surge en EUA, en el contexto del
res comunitarios, psiquiátricamente orientados, la Crisis puede hacerse casi proyecto preventivista, para designar el conjunto de medidas de "d(~shúspi
siempre un medio de crecimiento. Ya sea en un sistema que se propone pro talización". Desde entonces, un conjunto e formas d or anjzación de servi
ducir la salud mental. actuar sobre las crisis y pretender propiciar el creci cios psiQuiátricos es presentadocomo ero jetivo de desinstitucionalizar la
miento harmonioso de las personas. Objeto ambiguo, la Crisis es encarada ~sis~a psiquiátrica. La institucionalización/ hospitalización toma matices
como una oportunidad de promover la Salud: que merecen ser enfrentados, en la medida que posibilita el proceso de pro
ducción de "dependencia" del paciente a la institución, acelerando la pérdi
"Los cambios pueden llevarla a una salud y madurez mayores, en cuyo caso
da de los lazos comunitarios, familiares, sociales y culturales, y conduciendo
la crisis habrá sido una oportunidad positiva; si por el contrario conducen a
a la cronificación y al hospitalismo. En base a eso comienza a haber corres
una reducción de la capacidad para enfrentar efectivamente los problemas
pondencia directa entre desinstitucionalizar 'i deshospitalizar, haciéndose
de la vida, la crisis ha sido un episodio perjudicial" (Caplan, 1963,53)
necesario operar mecanismos que apunten a reducir el ingreso o permanen
"Pero, cuando se coloca la posibilidad de realizar prevención pr-imaria de cia de pacientes en hospitales psiquiátricos (disminuir el tiempo medio de
enfermedades mentales, se hace necesario disponer de un sustento etiológi permanencia hospitalaria, las tazas de internaciones o re-internaciones,
co fundamentado de tal forma que podamos decir que controlando determi aumentar el número de altas) y ampliar la oferta de servicios extra-hospita
nado factor, de una u otra manera, podemos evitar la eclosión de enferme larios (centro de salud mental, hospitales día/noche, talleres protegidos, casas
dades mentales en cualquiera de sus tipos. Un sistema asistencial que se pre de abrigo, internaciones psiquiátricas en hospitales generales, etc.).
tenda agente de una acción sobre las condiciones capaces de conducir a la
El arsenal de servicios alternativos ofrecidos por la reforma preventivista se
enfermedad, debe sustentarse en un sistema causal consistente, para que
sitúa en el terreno de la contraposición al proceso de alienación y exclusión
una acción preventiva pueda servir de obstáculo a factores patógenos y
social de los individuos. Y por lo tanto, propia la instauración de servicios
pueda simultáneamente ser un productor de salud mental. Sin una coheren
alternativos a la hospitalización Y de medidas que reduzcan la internación. Al
cii1 de ('se orden, el sistema no tiene una racionalidad teórica".
mismo tiempo, propuestas de "des-psiquiatrización" -entendida aquí como
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sin6nimo de delimitación del espectro psiquiátrico_ buscan retirar del traba
jo médico la exclusividad de las decisiones y actitudes terapéuticas, remitién 4. La Antipsiquiatría y la desinstitucionalización en la Tradición
dolas a otros profesionales, o a otras modalidades asistenciales no psiquiátri Basagliana: Deconstrucción e Invención.
cas, como lo que ocurre con las atenciones de grupos reflexivos, operativos,
de escucha, entre otros, o con atención por equipos multidisciplinarios, o aún
can la redefinición de los roles profesionales del Trabajo Social, de
4.1 La Antipsiquiatría: Deconstruyendo el Saber Médico sobre la Locura.
Enfermería, de Terapia Ocupacional. De la Psicología, del apoyo administra
tivo, y así en adelante.
La antipsiquiatría surge en la década de 1260, en Inglaterra, en medio de los
movimientos underground de la contracultura (psicodelismo, misticismo,
Como resultado, tenemos que en los EEUU (Costa, 1980), los programas de
pacifismo, movimiento hippie), con un grupo de psiquiatras, entre los cuales
prevención acarrearon un aUmento relevante de la demanda ambulatoria y
se destacan f{oland Laing, David Cooper y Aaron Esterson, muchos con
extra-hospitalaria, aumento que no significa exactamente la transferencia de
los egresos asilares hacia los servicios intermediarios. Ocurre que, en la medi
larga experiencia en psiquiatría chOlca yjJsiLOan~enso entre ellos
habla al respecto de la inadaptación del saber y de las prácticas psiquiátricas
da que los servicios preventivos y la aplicación del screening y de otros meca
en el trato con la locura, más específicamente con la esquizofrenia. Así es,
nismos de captación hacen ingresar nuevos contingentes de clientes para los
entonces, formulada la primera crítica radical al saber médico-psiquiátrico,
tratamientos mentales, lo clientes naturales del hospital psiquiátrico perma
en el sentido de desautorizarlo a considerar la esquizofrenia como una enfer
necen internados, sino aumentan en número, una vez que el modelo asilar
medad, como un objeto dentro de los parámetros científicos. Las discusiones
es retro-alimentado por el circuito preventivista. En fin, los programas de
se dan entorno a la esquizofrenia, como concepto paradigmático de la cien
masificación de las medidas preventivas, comunitarias y pedagógicas en
tificidad psiquiátrica, en la medida en que es en el tratamiento de esa pato
salud mental producen un mecanismo de competencia psicológica, en ana
logía que el fracaso es mayor, de la misma forma que la función tutelar de la
logía con Luc Boltanski (Boltanski, 1979), si producir respuesta terapéutica
adecuada. institución psiquiátrica con ella.
ll....
Para Laing, la salvaci6n de la humanidad reside en un emprendimiento de De cualquier forma, esa tradición trae impor(antes contribucionéS para la
desalienación universal -una revolución interior, una transformaciór del transformación práctico-teórica del concepto de desinstitucionalización como
hombre aisladamente. Tenemos, por lo tanto, cambios significativos en cuan deconstrucción, en el mismo sentido en que concomit,mtemente está siendo
to al concepto de locura, no vista como enfermedad mental sino como incor desarrollado por Franco Basaglia a partir de la experiencia de Gorizia.
poración de las críticas oriundas de las ciencias sociales con respecto de las
normas sociales.
Cooper sufre la influencia del pensamiento de Allan Watts -filósofo nortea 4.2 La Tradición Basagliana y la Psiquiatría Demccrática Itaiiana o una
mericano, especialista en las religiones orientales para quien la ciencia es la Cartografía de la Deconstrucción Manicomial, del Dispositivo y los Paradigmas
explicación ideológica de la verdad- y rompe con el cientificismo y su mode Psiquiátricos.
lo, el racionalismo analítico. Buscando investigar la realidad humana por la
técnica de la interacción afectiva entre observador y observado, una racio Las propuestas de transformación de la asistencia psiquiátrica se encuentran
m,lilación dialéctica-racionalidad no exterior a la realidad humana... movi inmersas en contextos socio-culturales precisos y, por lo tanto, datadas y
mi~nto de autodefinición sintético progresivo. Su actuación recae sobre la matizadas por juegos de intereses, relaciones entre saberes, poderes, prácti
micropolítica (relaciones personalp.s, del cuerpo, de la psique, relaciones cas y subjetividades.
familiares), pues la institución académica y la educación burguesa tornan A partir de este momento, nos encontramos delante del desafío de cartogra
difícil la síntesis de los niveles micro y macropolíticos. Su proyecto tiene fiar la experiencia de la tradición basagliana y de la psiquiatría democrátjc('i
como estrategia de transformación de la realidad social la eliminación de la italiana. Por cartografía, nos referimos a la producción de una mirada sobre
estructura familiar y, hasta de los grupos comunitarios, locales de acogimien los hechos, escenarios, actores, en el contexto de sus prácticas, delimi1émdo
to de pacientes, "centros" difundidos por todo el país. los procesos de constitución de sus críticas al dispositivo psiquiátrico tradicio
La antipsiquiatría 2..LlscallJ1 diálQgº entre razón y locura, divisando la locura nal. De acuerdo con Denise Dias Barros podemos situar la experiencia italia
entre los hombres y no dentro del hombre. Critica la nosografía que estipula na como "una confrontación con el hospital psiquiátrico, con el monelo de
el ser neurótico, denuncia la cronificación de la institución asilar y considera la comunidad terapéutica inglesa y la política de sector francesa, qy.D.9!!e
hasta la búsqueda voluntaria del tratamiento psiquiátrico como una imposi consent.e.. de estas el principio. de democratizaciQ[1 de las relaciones entre los
ción del mercado al individuo que se siente aislado en la socied;o¡d. El méto actores institucionales y la idea de territorialid;d" (~;'os, 1994, 53).---
do terapéutico de la antipsiquiatría no prevee tratamiento químico o físico y Siguiendo la inspiración de la autora, realizamos una lectura transversal del
si valoriza el análisis del "discurso" por medio de la metanoia, del viaje o deli contexto socio-histórico en que se da la experiencia de la psiquiatría demo
rio del loco, que no debe ser podado. El loco es acompañado por el grupo, crática italiana, quiere decir, no damos a la mirada histórica una lectura
ya sea por métodos de investigación, por la no represión de la crisis, psico determinista y fatalista que de forma vertical busca en el pasado condiciones
dramatizada o auxiliada con recursos de regresión. de determinación para el presente y, ni restringimos la historia a una relación
La antipsiquiatría, finalmente, más allá que inicie un proceso de ruptura radi horizontal de dominación entre pares en un locus institucional separado del
cal con el saber psiquiátrico moderno, termina por elaborar otra referencia contexto socio-político-económico. Buscamos producir un corte que atravie
teórica para la esquizofrenia, inspirada en la ¡::scuela de pªlº..~!to, conocida se ese contexto, donde se dan las relaciones entre los actores institucionales
como la teoría de la lógica de las comunicacio'ñesqüeé¡:¡ última·instancia se -inmersos en la red de saberes/poderes/subjetividades- y, así, permitir una
desliza para una génesis comunicativa (Flemming, 1976, 89). Esto es, una mirada que se lanza sobre la realidad para buscar definir causas/responsa
explicación causal de la esquizofrenia calcada en los problemas de comuni bles, víctimas/victimarios.
cación entre las personas. Al lector, deseamos demostrar que las experiencias de reformulación de las
prácticas psiquiátricas ocurridas en Italia, Inglaterra, Francia, EUA y Brasil se
encuentran relacionadas y, al mismo tiempo, marcadas por singularidades,
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mereciendo, así, lecturas particulares. Dicha particularidad no excluye la
posibilidad de marcos históricos comunes -como, por ejemplo, las demandas -no sería suficiente; se hacía necesario, también, cambiar radicalmente el pro
sociales de la reorganización del espacio hospitalario y su medicalización, céso.. que ~ la problem~a locura
"-_ _._~~--~._.-._._--~-- . .. en enfermedad mental. Los ita
_.,,~_.,-- --
producidos con el advenimiento de la modernidad y posteriormente, con la lianas postulaban la necesidad de un proceso en que la locura pudiese ser
eclosión y término de la II Guerra Mundial- pero lo importante es no perder redimensionada no para hacer su apología sino para crear condiciones que
de vista la forma como, en un contexto histórico determinado se dan las permitiesen que ese momento de sufrimiento existencial y social se modifi
apropiaciones particulares de las demandas sociales y, por lo tanto, como se case" (Barros, 1994,53).
conforman determinados escenarios sociales en las relaciones con el trabajo, Robert Castel, en El Orden Psiquiátrico: la edad de oro del alienismo, expli
la enfermedad, el desvío y la diferencia de una forma general. ca lo que serían las tres dimensiones heterogéneas a partir de las cuales se
Así, podemos atribuir a Ia.historia una otencia demarcadora de diferencia y fue organizando el espacio hospitalario, posibilitando la constitución del
con eso, tenerla como instrumento de reconstruccion e los dispositivos ins saber psiquiátrico, representado por la psiquiatría alienista francesa. La sín
titucionales percibidos ~~s y por lo tanto, eternos, espontáne tesis de esa psiquiatría se opera a partir de la estructuración de una triada de\
amente producidos e inmutables. dimensiones aparentemente heterogéneas: la clasificación del espacio insti-·.
tu,<;.iQllill,' el.~.':~:eglo nosográfico de las enfermedades mentales y la imposición \)JJ
Pudimos. en el transcurso de los anteriores pasajes, demostrar que la lógica d~ -'.,ma relación específica entre médico enfermo en la forma del tratamien
terapéutica en el trato con la locura posibilita la aproximación hacia ella por to moral (Castel, 197 ,81).
la mediación de la justicia y de la medicina. Al atribuir al loco identidad mar
ginal y de enfermo, la medicina torna la locura, al mismo tiempo, visible e El paradigma psiquiátrico clásico transforma la locura en enfermedad men
invisible, esto es, se crean condiciones de posibilidad para su medicalización tal y produce una demanda social en tratamiento y asistencia, distanciando
y se la retira de la sociedad mediante su encierro en instituciones médicas. el loco del espacio social y transformando la locura en objeto del cual el suje
Dicho encarcelamiento produce efectos de tutela y afirma la necesidad de to precisa distanciarse para producir saber y discurso. El enlace intrínseco
encierro del loco para la gestión de su peligrosidad social. Así, el loco se entre sociedad y locura/sujeto que enloquece es artificialmente separado y
torna invisible para la totalidad social, al mismo tiempo, objeto visible y pasi adjetivado con cualidades morales de peligrosidad y marginalidad. Así, se
ble de intervención por lo profesionales competentes en las instituciones instituye correlación e identificación entre castigo y terapeutización a fin cl8
organizadas para funcionar como locus de terapeutización y rehabilitación. producir una acción pedagógica moral que pueda restituir las dimensiones
Paralelamente excluídos del medio social para ser incluidos de otra forma en de razón y equilibrio. De esa forma, la relación que se establece entre el SI'Je
otro lugar: el lugar de la identidad marginal de la enfermedad mental, fuen to que cura y el objeto de intervención substrae la totalidad subjetiva e his
te de peligro y desorden social. tórico social a una lectura clasifiCatoria del límite dado por el saber médico.
I.a codificación de los comportamientos es justificada por el saber competen
En ese proceso es operada la producción de la enfermedad mental como !l' multiplicado en el imaginario social de la modernidad. Es el pasaje de una
objeto médico y, con eso, toda una práctica de diagnóstico, medicalización y visión trágica de la locura -perfectamente integrada en el universo social del
estructuración de paradigmas que justifiquen la intervención. La expresión H('nacimiento- hacia una visión crítica-productora de reducción, exclusión y
de Basaglia en La Psiquiatría alternativa: contra el pesimismo de la razón, el muerte social.
optimismo de la práctica- resume ese pasaje, cuando afirma que "la psiquia
tría siempre colocó al hombre entre paréntesis y se preocupó con la enferme Es justamente en ese conjunto simbólico que la práctica y el saber psic. ,:;¿'.tri
dad" (Basaglia, 1979, 57). En ese sentido, las prácticas pretendían interve (Os se tornan visibles en el locus manicomial. El t;"lanicom~..cpnCr(;l¡za la
nir/asistir al paciente hecho objeto mucho más que interactuar con la existen I1wtáfora de la exclusión que la modernidad produce en la relación con la
cia-sufrimiento que entonces se presentaba. Como dice Denise Dias Barros 1IIfl'renda-:Té:;i1Tacr:fucará-aiCa:r al'paradigma psiquiátrico, ya explici,:;.¡da,1a
sobre la experiencia desarrollada en Trieste, ".en lIn_moyimj~nlo constante de t\-,l( lición iniciada por Franco Basaglia y continuada por el movimien[(:) de la
p~iqlliatría democrática italiana afirma la urgencia de revisión de las !:~!i:lcio
dutocritica se comenzó a percibir que colocar la enfermedad entre paréntesis
" - - ,'--_.,, ----------_ .. _---_._---_.._._-------_ ... --...... _.
m's ,\ partir de la cual el saber médico funda su praxis. La tradición L:j:"';;¡.fjlia,
48
49
.....
na viene matizada con colores múltiples; trae en su interior la necesidad de un Se opera una identificación entre diferencia y exclusión en el contexto de las
análisis histórico-crítico con respecto a la sociedad y la forma como ella se libertades formales, y, en el caso de la locura, el dispositivo médico se alía al
relaciona con el sufrimiento y la diferencia. Es, ante todo, un movimiento polí jurídico a fin de basar leyes, y así, reglamentar y sancionar la tutela y la irres
tico: trae a la polis la organización de las relaciones económicas y sociales al ponsabilidad social.
lugar de la centralidad y atribuye a los movimientos sociales un lugar nuclear,
en tanto actores sociales concretos en la confrontación con el escenario insti El gran mérito del movimiento Psiquiatría Democrática, fundado en Bolonia,
tucional que, simplemente, perpetúan/consumen o cuestionan/ reinventan. en 1973 (Psichiatria Democratica, 1974), puede ser referido a la posibilidad
de denuncia civil de las prácticas simbólicas y concretas de violencia institu
Esta práctica crítica a la psiquiatría tradicional tiene inicio en la década de cional y, por encima de todo, a la no restricción de esas denuncias a un pro
1960, en el manicomio de Gorizia, con el trabajo de humanización del hos blema de los "técnicos de salud mental". La posibilidad de la ampliación del
pital desencadenado por Franco Basaglia 6 . El modelo de comunidad tera movimiento de la POI y su alcance más allá de la propiedad o de la compe
péutica ideado por Maxwell Jones en Inglaterra, es utilizado como estrategia tencia médico-psiquiátrica-psicológica permite alianzas con fuerzas sindica
inicial para la instauración de una crisis interna al dispositivo institucional les, políticas y sociales. La POI trae al más amplio escenario político la reve
para, desde allí, posibilitar la "proyección de la gestión psiquiátrica y de las lación de la imposibilidad de transformar la asistencia sin reinventar el terri
contradicciones sociales y políticas que están en conexión hacia fuera de los torio entre ciudadanía y justicia.
muros de la institución" (Barros, 1994, 59-60). A partir de esa experiencia,
se torna posible reflexionar sobre los riesgos inherentes al modelo de comu Después de un periodo de ausencia del país, Basaglia retorna a Italia, yendo
nidad terapéutica. Justamente ese carácter todavía terapéutico matizaba y para Trieste, donde da inicio a la operación de dislocamiento fundamental en
dejaba intacto uno de los elementos constituyentes del dispositivo psiquiátri la estrategia de reinvención de la asistencia: se supera el modelo de la comu
co: la relación terapéutica médico/paciente, lugar instituyente de las relacio nidad terapéutica, instituyente de una relación artificial adentro/afuera7 . Se
nes de objeto y saber/práctica. Ese espacio, aún producía un mundo a partir hace necesario superar el modelo humanización institucional a fin de inven
de relaciones sociales complejas, aún promovía la reducción de la locura a tar una práctica que tiene, en la comunidad y en las relaciones que establece
objeto de intervención y visibilidad exclusiva. Así, "la ~~stión comunitaria con el loco -por mecHo del trabajo, amistad, vecindad- materia prima para la
q\le procura apenas humanizar el manico~ ~olocaba en cuestión las deconstrucción del dispositivo psiquiátrico de tutela, exclusión y peligrosidad,
relaciones de tl1t~J.a/c~y {l0cues!!ºnªºª~~nda~0 de peligrosidad producido y consumido por el imaginario social. Se torna preciso d~ntar
social contenido en el saber psiquiátrko" (Barros, 1994,59). Se hacía urgen las relaciones de racionalidad/irracionalidad CU:!.e restringen al loco a un lugar
te, entonces, operar un dislocamiento a partir de la crítica y superar la sim de desvalorización y desautorización para hablar sobre si, de-la misma forma
ple humanización del locus manicomial. La experiencia de ~la r~la el que es preciso desmontar el discurso/práctica competente que fundamenta la
nexo psiquiatría/control sociaVexclusión y, por lo tanto, la conexión intrínse diferenciación entre aquel que trata y aquel que es tratado. En ese momento,
~tre los intereses político-sociales más amplios y la institución de la cien 1<1 reinvención de las prácticas precisa confrontarse en el espacio de la comu
cia psiquiátrica. nidad y en la relación que los técnicos establecen con la locura, con la solida
ridad y el deseo de la producción de la diferencia plural.
Ese momento revela la estructura social excluyente y fundamenta tres pilares
de la crítica de la tradición basagliana: "el lazo de dependencia entre psiguia 1_<1 salud y la enfermedad ganan concreción histórico-social, se vuelven fenó
tria_y ju~c!a, el orige!}9~_f~deJª'?1::J~sOllaslnternadas y Iª(~ Qgutrali menos datados en la realidad política de los sujetos sociales. La abstracción
~ia" (Barros, 1994,60). En realidad, el problema de las insti nrerada por la mirada positivista de las instituciones psiquiátricas puede ser
tuciones psiquiátricas revelaba una de las cuestiones más fundamentales: la ll'colocada y situada en la existencia de toda una relación entre
imposibilidad, históricamente construída, de trato con la diferencia y los dife ", 11 leres/poderes/subjetividades hechos prácticas sociales.
rentes. En el universo de las igualdades, los locos y todas las mayorías hechas 1'1 ,1I1eo Rotelli, citado por Barros, sitúa cuatro ejes fundamentales para la
minorías cobran identidades reductoras de la complejidad de sus existencias. h,lI1sformación de las instituciones psiquiátricas: "La lucha contra las estruc
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;.
turas psiquiátricas como re resivas-custodiales; la lucha contra las estructu Las cooperativas de trabajo constituyen otra modalidad de cuidado/creación
'ras pSlqUl nc s, élunque reforma s como lugares de institucionalización de de posibilidades que, inicialmente organizadas para atender a la necesidad
la enfermedad; la luc a contra la instituciona iza¿~del s)!frimjpnto~ de encontrar puestos de trabaj:::J para los ex-internos del hospital o para nue
~,J.?~ la l~ ~ntra el sufrimiento como necesidad erul vas demandas que surjan, hoy representan un nuevo espacio de producción
mundo del capital y de la sociedad de intercambio, esto es, como universo artísticas, intelectual o de prestación de servicios, que asumen importante
Qe'ñq e)ección donde el sufrimiento se viene transformando en' algo mercan papel en la dinámica y en la economía no sólo de los servicios de salud men
tilizable'! (Barros, 1994,26). tal sino también de toda la ciudad. Esas cooperativas, muy recientemente,
recibieron un nuevo estatuto legal en la región de Friuli- Venezi- Giulia, sien
Para Amarante, "el proyecto de transformación institucional de Basaglia es
esencialmente un proyecto de deconstrucción/invención en el campo del do redefinidas como empresas sociales.
conocimiento, de las tecnociencias, de las ideologías y de la función de los El servicio de Diagnóstico y Cura (o Servicio de Emergencia Psiquiátrica)
técnicos y de los intelectuales" (Amarante, 1994a , 61). La trayectoria italia tiene un total de 8 camas, siendo 4 masculinos y 4 femeninos, número
na propició la instauración de una ruptura radical con el saber/práctica psi mucho menor de los previsto por la ley 180. Ese servicio funciona en régi
quiátrico, en la medida en que alcanzó sus paradigmas. Según Amarante, tal men diurno y actúa coordinadamente con los centro de salud mental, gru
ruptura habría sido operada tanto en relación a la psiquiatría tradicional (el pos-departamentos y cooperativas, para los cuales sirve de apoyo. lO
dispositivo de alienación) como en relación a la nueva psiquiatria (el dispo
El IIlQyimiento de psiquiatría democrática, muchas veces confundido con la
sitivo de salud mental).8
propiatradiCIOnleor1Ca-~Ie-Frclnco'13asaglia;es, en verdad. un movimiento
Lo que estaba en juego en ese escenario hablaba al respecto de un proyec político constítuído a partir de 1973 con el objetivo de construir bases socia
to de des institucionalización, de desmontaje y deconstrucción de les cada vez más amplias para la viabilización de la reforma psiquiátrica en
saberes/prácticas/discursos comprometidos con la objetivación de la locura y la tradición basagliana en todo el territorio italiano. Ocurre que, en la medi
su reducción a la enfermedad. da, en que las experiencias de Gorizia y Trieste, esta última en curso, asumen
gran repercusión en el escenario político, el Partido Radical propone un refe
En ese sentido, desinstitucionalizar no se restringe, ni siquiera se confunde
réndum para la revocación de la legislación psiquiátrica en vigor (datada de
con deshospitalizar, en la medida en que deshospitalizar apenas significa
1904), apuntando con esta medida la suspensión de toda y cualquier forma
identificar transformación con extinción de organizaciones
de control institucional sobre los locos y la locura. Ese referéndum del Partido
hospitalarias/manicomiales, mientras que desinstitucionalizar significa enten
Radical, refleja, tal vez, una lectura de tenor predominantemente anti-institu
der institución en el sentido dinámico y necesariamente complejo de las
cionalista del trabajo que viene siendo desarrollado por Basag/ia. De esa
prácticas y saberes que producen determinadas formas de percibir, entender
forma, el Estado constituye una comisión de alto nivel para estudiar y pro
y relacionarse con los fenómenos sociales e históricos. 9
poner la revisión de la legislación italiana antes de la realización del referén
En octubre de 1971 Basaglia llega a Trieste, donde da inicio al proceso de dum. En la medida en que el trabajo y el pensamiento de Franco Basaglia
desmontaje del aparato manicomial, seguido de la constitución de nuevos posibilitan todo ese debate, aunque el mismo no participe de la comisión, el
espacios y formas de lidiar con la locura y la enfermedad mental. Así, son proyecto de ley presentado se inspira fundamentalmente en sus ideas y ter
construidos siete centro de salud mental, uno para cada área de la ciudad, Illina por ser identificado públicamente a su nombre, pasando a ser conoci
cada cual abarcando entre 20 y 40 mil habitantes, funcionando 24 hs por do como "Ley Basaglia" (aprobada el 13 de mayo de 1978).
día, siete días por semana. Son abiertos también varios grupos-apartamen
( 'reado el hecho político, Basaglia se empeña en la aprobación de la ley. más
tos, son residencias donde viven usuarios, algunas veces solos, algunas veces
l\lll'eso, en su efectiva implantación en la medida en que, si la comparamos
ilcompañados por técnicos y/o operadores voluntarios que prestan cuidados
mil la legislación de 1904, introduce importantes avances en la asistencia
,,1 enorme contingente de personas. en más de 30 locales diferentes.
p~lquiátrica, asimismo teniendo en cuenta que "la vieja fórmula que justifica
b II\tcrnación compulsiva (peligroso para si o para terceros o de escándalo
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público) es substituída por un artículo de la ley que, por conservar al médi Notas Capítulo I
co la entera responsabilidad del juicio de peligrosidad social, introduce con
fusamente un elemento nuevo, la evaluación de los recursos disponibles para
resolver el caso, permaneciendo, en fin, el juicio de gravedad, evaluado por 1 Se trata del artículo Organizacao de isntitucoes para uma psiqlliatria comunitária, publicado ori
el rechazo del paciente a la internación voluntaria. Se abre, sin embargo, la ginariamente en 1976, en Relatório e Resumas do 2° Congresso Brasileiro de Psicopatologia
posibilidad de soluciones alternativas a la internación: apenas cuando se está Infanta Juvenil, promovido por la Appia, y publicado en Amarante, Paulo (org.), 1994. Psiquiatría
de acuerdo de que éstas no existen es entonces obligatorio el tratamiento de social e reforma psiquiátrica, pp. 41-72, Rio de Janeiro: Editora Fiocruz, que es la versión utiliza
autoridad. ¿De quién es la responsabilidad por la existencia de solucio,nes da aquí. Además nos basamos en la idea, como referencia que traspasa gran parte del presente
diferentes? ¿Cómo organizar un sistema de servicios que puedan tendencial libro, en la tesis de doctoramiento de Amarante (1994b).
mente eliminar la necesidad del tratamiento obligatorio? No existen garantí
2 NT: se conserva el uso de la palabra para acentuar la idea de cambio de locus (tal es planteado
as de que la situación cambiará de modo sustancia!. Es fácilmente previsible
en el texto en portugués) , en vez de sinónimos como metamorfosis, transformación, etc.
una genérica reconversión de la asistencia psiquiátrica en la medicina, como
ya ocurre en otros países. Más allá de todo, el hecho que uno de los compo 3 NT: Las traducciones de citas son directas de las versiones que aparecen en el texto de LPV
nentes que permiten el juicio de gravedad sea también la inexistencia de (Locos por la Vida) en portugués y que se encuentran en la Referencias bibliográficas.
otras soluciones abre en el cuerpo social un nuevo espacio de contradiccio 4 NT: Se mantiene la traducción desrazón ya que proviene de la traducción del francés de dérai
nes" (Basaglia et alli, 1980, 17-23).
son y cre"mos mils indicado. en concomilimcia con el planteo del FOllcault. '-!ue como ha SIdo trá
ducido en otras obras como sinrazón.
6 La experiencia de Gorizia está relatada en La Institución negada (1985), el libro mas conocido
de Basaglia.
7 Para mayor detalle de este proceso, ver Barros, D. D. Jardins de Abe!. SR Edusp, 1994 y
Amarante, PUma aventura no manicomio: a trajetoria de Franco Basaglia, In : Manguinhos -his
tória, ciencias, saúde l(i): 61-77. jul-out, 1994.
10 Mas detalles sobre la experiencia desarrollada en Trieste, así como los substratos teóricos que
la orientan ver RoteIli & Amarante (1992) y Rotelli (1994).
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