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UNIVERSIDAD DE LAS FUERZAS ARMADAS – ESPE

REALIDAD NACIONA Y GEOPLÍTICA

Estudiante: Andrés Amores

Fecha: 31 de octubre de 2017

Primavera Árabe

La oleada de protestas y revueltas producidas a lo largo del norte de África y Oriente


Medio durante la primera mitad de 2011 ha despertado un interés considerable tanto en el
ámbito periodístico como en el académico. Aunque originadas en Túnez, la pieza central de estos
levantamientos fue la revolución del 25 de enero en Egipto, que acabó con la salida del poder
del Presidente Hosni Mubarak, la elección popular de Mohamed Morsi y la creación de una
comisión constituyente. Una revuelta popular en Libia acabó con el asesinato del coronel Gadafi
y el arresto de su hijo. En Yemen, el equilibrio inestable entre el norte tribal y el sur modernizado
comenzó a romperse. A pesar del entusiasmo general por que se produjera un proceso pacífico
de democratización, desde el otoño de 2012 predomina un mayor realismo, si no cinismo, sobre
las perspectivas de un cambio social duradero. Me referiré a este desarrollo insospechado de la
Primavera Árabe y sus revuelas populares como “el invierno de nuestro descontento”.

Hay una inquietud muy extendida sobre lo que pueda venir tras el derrocamiento de los
regímenes de Yemen, Túnez, Libia y Egipto, y aún una mayor ansiedad sobre lo que pueda
suceder, si algo sucede, tras el enfrentamiento civil en Siria. De las elecciones democráticas en
Túnez y Egipto han salido gobiernos y cambios legislativos inspirados en el conservadurismo
islámico más que en un proyecto democrático secularizado. El deterioro de los derechos de las
mujeres que se deduce de la nueva legislación es un claro indicador en este sentido. Analizaré
estos procesos valiéndome de la noción weberiana de las consecuencias no intencionales de la
acción y discutiendo si estas sociedades lucharán por crear ciudadanía, sociedades civiles viables
e instituciones políticas democráticas y transparentes. Es poco probable que los movimientos
sociales sobrevivan si no permean las instituciones locales y grupos sociales. El desarrollo de la
ciudadanía depende de la consolidación de una clase media –una clase social casi por completo
ausente en la región, con la excepción de Turquía. Los Hermanos Musulmanes se fortalecen
gracias a su prolongada implicación a nivel local, de ahí que los cambios sociales de carácter más
conservador se hayan impuesto poco a poco a los elementos más inclusivos y secularizadores
de la revolución.

Opinión:

La primavera árabe en si fue una reacción o réplicas populares ante las reiteradas
explotaciones autoritarias, incluso a pesar de las diferencias culturales y de ideología, la mayoría
de estos países se caracterizaban por una falta de libertades o derechos humanos como por
ejemplo el derecho a formar reuniones, sociedades, expresión, a exigir una rendición de cuentas
a las autoridades.

Bibliografía:

Turner B. (s.f.) La ciudadanía árabe: la Primavera Árabe y sus consecuencias no


intencionales. Recuperado de: http://revistas.um.es/sh/article/view/165091

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