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Radiaciones Ionizantes
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Índice
1 Radiaciones 3
2 Radiaciones Ionizantes 5
2.1 Conceptos Básicos y Clasificación 5
2.2 Parámetros y Unidades de Medida 6
2.3 Sistemas y Equipos de Medición 9
2.4 Origen de las Radiaciones Ionizantes 9
2.5 Efectos sobre la Salud 12
2.6 Regulación y Límites de Exposición 14
2.7 Medidas Preventivas 15
Objetivos
Analizar los criterios recogidos en las normas técnicas para realizar la evaluación de
riesgos por vibraciones.
1 Radiaciones
La radiación es la emisión, propagación y transferencia de energía en cualquier medio en
forma de ondas electromagnéticas o partículas.
La energía que transporta una radiación electromagnética se desplaza mediante ondas. Esta
energía no es continua, sino que se transmite agrupada en pequeños "cuantos" de energía
llamados fotones. La onda se compone de un campo eléctrico oscilante, asociado a un
campo magnético también oscilante, y ambos son perpendiculares a la dirección de
propagación.
A mayor frecuencia, mayor energía de la Las ondas electromagnéticas se caracterizan por tres parámetros fundamentales: Longitud
radiación. A menos longitud de onda, de onda, Frecuencia y Energía:
mayor frecuencia. A menor longitud de
onda, mayor energía de la radiación. Longitud de onda (λ): Es la distancia entre las crestas de dos ondas consecutivas, y se
mide en unidades de longitud (m). La amplitud de la onda depende de la potencia
radiante de la fuente emisora.
Las radiaciones no ionizantes no tienen De todas las radiaciones electromagnéticas mostradas en el esquema anterior (espectro
suficiente energía para producir electromagnético) sólo los rayos X y los rayos gamma Ɣ tienen suficiente energía como
ionizaciones en los átomos con los que
para producir fenómenos de ionización en los átomos, es decir son radiaciones ionizantes. El
interaccionan.
resto de las radiaciones electromagnéticas (ondas de radio, microondas, rayos infrarrojos,
luz visible, rayos ultravioleta) son radiaciones no ionizantes. Las radiaciones no ionizantes son
de baja energía, es decir, no son capaces de ionizar la materia con la que interaccionan.
Estas radiaciones se pueden clasificar en dos grandes grupos:
Radiaciones ópticas. Pertenecen a este grupo los rayos infrarrojos, la luz visible y la
radiación ultravioleta.
2 Radiaciones Ionizantes
Las radiaciones ionizantes son radiaciones de alto poder energético y capacidad para ionizar
la materia cuando inciden sobre ella.
El origen de estas radiaciones puede ser natural, ya que hay elementos que son capaces de
emitirlas de forma habitual, comportándose como elementos radiactivos. Este es el caso del
uranio, plutonio, etc.
De acuerdo a sus frecuencias y energías, así como el origen y la naturaleza, las radiaciones
ionizantes pueden ser:
Partículas alfa α. Son núcleos de helio (formados por dos protones y dos neutrones).
Las partículas alfa son las radiaciones ionizantes con mayor masa, por lo que su
capacidad de penetración en la materia es limitada, no pudiendo atravesar una hoja
de papel o la piel de nuestro cuerpo. Las partículas alfa son muy energéticas.
Partículas beta β. Son electrones o positrones y poseen una masa mucho menor que
Las radiaciones ionizantes son radiaciones
las partículas alfa, por lo que tienen mayor capacidad para penetrar en la materia.
de alto poder energético y capacidad para
ionizar la materia cuando inciden sobre ella. Una partícula beta puede atravesar una hoja de papel, pero será detenida por una
fina lámina de metal o metacrilato y por la ropa. Son menos energéticas que las
partículas alfa (menor poder de ionización).
Rayos X. Son radiaciones electromagnéticas como los rayos gamma, pero mientras
que los rayos gamma se producen en el núcleo del átomo, los rayos X proceden de
las capas externas del átomo, de fenómenos extranucleares, a nivel de la órbita
electrónica, fundamentalmente producidos por desaceleración de electrones. La
energía de los rayos X en general se encuentra entre la radiación ultravioleta y los
rayos gamma producidos de forma natural.
Existe un quinto tipo de radiación ionizante, los neutrones, si bien hay que saber que éstos
no son ionizantes por sí mismos, es decir no arrancan electrones cuando interaccionan con
la materia. Sin embargo, cuando chocan con un núcleo atómico pueden activarlo o hacer
que éste emita una partícula cargada o un rayo gamma, por lo que son ionizantes de forma
indirecta. Los neutrones son las radiaciones ionizantes con mayor capacidad de
penetración, por lo que para detenerlos hace falta una gruesa pared de hormigón, agua
ligera o pesada, grafito, berilio o boro-10.
La actividad radiactiva es la velocidad de Las radiaciones ionizantes son invisibles, silenciosas, inodoras, insípidas y no pueden
desintegración de una sustancia radiactiva. tocarse, en definitiva no podemos detectarlas con nuestros sentidos. Sin embargo, hay
procedimientos que permiten detectarlas y medirlas.
Las magnitudes y sus correspondientes unidades más utilizadas para medir las radiaciones
ionizantes y los compuestos radiactivos son:
Ahora bien, la actividad radiactiva no da información sobre los posibles efectos que una
fuente de radiación podría tener en la salud de las personas. Una fuente de 100.000
millones de Bq puede ser totalmente inocua (si se encuentra blindada o lejos de nosotros) o
puede causar un serio daño a la salud (si llega a ingerirse por accidente).
La dosis absorvida es la cantidad de En el Sistema Internacional, la energía se mide en Julios (J) y la masa en Kilogramos (Kg),
energía absorvida por los tejidos del
por tanto la dosis absorbida se medirá en J/Kg, unidad conocida con el nombre de Gray
cuerpo humano.
(Gy).
Pero el daño biológico producido por las radiaciones no sólo está en función de la energía
depositada en un tejido u órgano, sino que también depende del tipo de radiación. No todas
las radiaciones producen la misma densidad de ionización cuando atraviesan la materia viva.
Por ejemplo, las partículas alfa producen mucha mayor densidad de ionización en la materia
que atraviesan que los rayos gamma, para la misma dosis absorbida. Se sabe que las
radiaciones que producen mayor densidad de ionización son más dañinas a igualdad de
dosis.
Por último, se sabe que el daño producido por las radiaciones ionizantes en un ser vivo,
además de depender de la dosis absorbida y del tipo de radiación, también está
influenciado por el tejido u órgano que ha sufrido la irradiación. Esto se debe a que no todos
los tejidos de nuestro organismo son igual de sensibles a la radiación y por tanto no todos
ellos contribuirán de igual forma al perjuicio que la exposición tendrá en nuestra salud. Para
tener en cuenta este factor, se ha definido la magnitud dosis efectiva, que al igual que la
dosis equivalente, se mide en Sv (J/Kg).
EJEMPLO:
Para entender estos parámetros, vamos a considerar una situación que resulta más familiar
e imaginemos que estamos debajo de una tormenta de granizo. La cantidad de granizo que
cae representa la actividad radiactiva, pero no todos los granizos que caen llegan a
alcanzarnos. Aquellos que impacten con nuestro cuerpo son los que nos van a producir
daño, por tanto el número de granizos que nos alcancen representará la dosis absorbida.
Pero, el daño que nos produzca el granizo no sólo dependerá del número de ellos que nos
alcancen, sino que también va a depender del tamaño de éstos. A igualdad de número de
granizos que nos impacten, cuanto mayor sea su tamaño más daño nos hará. El número de
granizos que nos alcanzan y su tamaño es lo que indica la dosis equivalente para las
radiaciones ionizantes.
Por último, si realmente queremos saber el daño que nos producirá el granizo, además del
número que nos impacta y su tamaño, tendremos que tener en cuenta en qué parte de
nuestro cuerpo nos alcanzan, ya que no todas ellas son igual de sensibles. Lo mismo ocurre
con las radiaciones ionizantes y los tejidos de nuestro cuerpo y por eso es necesario utilizar
la dosis efectiva.
Se define la eficacia biológica relativa (EBR) Se define la eficacia biológica relativa (EBR) como la relación entre las dosis de energía de
como la relación entre las dosis de energía dos radiaciones distintas que producen el mismo efecto. Corresponde por tanto a un factor
de dos radiaciones distintas que producen
de ponderación de la radiación o factor de calidad de la radiación. Este factor se utiliza para
el mismo efecto.
el cálculo de la dosis equivalente de un tipo de radiación determinado. De esta manera, la
dosis equivalente se define como:
Hay otra magnitud, la tasa de dosis, que también está relacionada con el efecto que
produce la radiación ionizante en la salud, pues indica la dosis de radiación recibida por
unidad de tiempo. Una misma dosis recibida durante un largo periodo de tiempo es menos
nociva que si esa misma dosis se recibe en segundos o minutos.
La radiación ionizante natural (o de fondo) puede tener orígenes muy diversos: los rayos
cósmicos, la corteza terrestre, el aire que respiramos, o la alimentación.
Los rayos cósmicos son, en realidad, núcleos atómicos de hidrógeno, helio o elementos
pesados que golpean la parte superior de la atmósfera terrestre. La mayor parte de los
rayos cósmicos de menor energía provienen del Sol, pero se desconoce el origen de los
rayos cósmicos de muy alta energía.
La radiaciones ionizantes pueden ser de Cuando los rayos cósmicos interaccionan en la atmósfera terrestre con elementos estables,
partículas (alfa, beta) o de energía (gamma,
se producen los denominados radionucleidos cosmogénicos, causando cascadas de
rayos X).
partículas de alta energía en el aire. Cerca del 10% de la exposición anual a las radiaciones
ionizantes de origen natural procede del espacio exterior.
La atmósfera terrestre atenúa la radiación cósmica, así que cuanto más aire haya entre las
personas y el espacio exterior más protegidas estarán. Por tanto, la exposición a la radiación
cósmica depende, entre otros factores, de la altitud a la que nos encontremos. Así, durante
los vuelos en aviones comerciales se recibe más radiación cósmica que en la superficie de
la Tierra. La cantidad de radiación cósmica aumenta aproximadamente al doble cada 1.800
m. de altitud. La latitud también influye en la radiación cósmica que se recibe, ya que el
campo magnético terrestre desvía la radiación, de tal manera, que la dosis es menor en el
ecuador que en los polos.
El aire que respiramos contiene un gas radiactivo llamado radón, el cual se produce cuando
hay una desintegración del elemento radiactivo uranio, que se encuentra en la corteza
terrestre. El radón es un gas invisible, inodoro, insípido, siete veces más pesado que el aire.
Cuando el radón escapa al aire libre se dispersa rápidamente y sus concentraciones son
bajas. Sin embargo, cuando entra en un edificio, a través del suelo o de los propios muros, la
concentración aumenta a menos que el edificio sea adecuadamente ventilado. El radón es
el responsable de casi la mitad de las dosis de radiación natural total que recibimos.
La cantidad de radón que emana del suelo varía en función del contenido de uranio que
tenga cada tipo de suelo.
EJEMPLO:
La piedra de granito está compuesta principalmente por cuarzo, feldespato y mica, pero
también contiene otros elementos en menor cantidad, entre ellos el uranio (U-238). Este
uranio natural se puede convertir en radio y éste libera radón. Por tanto, en los terrenos con
mayor cantidad de granito habrá más producción de gas radón, como es el caso de la
cadena montañosa situada al norte de Madrid - España (Sierra de Guadarrama).
La radiaciones ionizantes pueden ser de Los materiales radiactivos naturales existentes en la corteza terrestre son absorbidos por las
partículas (alfa, beta) o de energía (gamma, plantas y los animales y se disuelven en el agua. Por tanto los alimentos y líquidos que
rayos X). ingerimos contienen cantidades variables, aunque pequeñas, de isótopos radiactivos.
Algunos alimentos contienen más radiactividad que otros y las personas que toman
grandes cantidades de ellos pueden recibir por tanto mayor dosis. Esto no significa que
deban evitarse estos alimentos ya que la dosis resultante es muy pequeña y no hay
evidencia de riesgo para la salud. En realidad una dieta basada en una radiactividad mínima
podría suponer un riesgo mucho mayor por causa de una nutrición inadecuada.
Una característica distintiva de la radiación natural es que afecta a toda la población con una
intensidad relativamente constante a lo largo del tiempo.
Las fuentes artificiales de radiaciones ionizantes pueden ser controladas más eficazmente
que las fuentes naturales.
Otro tipo de instalación radiactiva son los laboratorios en los que se manejan radioisótopos,
por ejemplo en técnicas de centelleo, autorradiografía, radioinmunoensayo, etc., y también
los laboratorios en los que se trabaja con haces externos, tales como difracción de rayos X,
aceleradores de partículas, radiografía industrial y gammagrafía, entre otros.
En los edificios en que por razones de seguridad, disponen de instalaciones para chequear
paquetes, cartas, etc., estos equipos pueden llevar alguna fuente radiactiva, rayos X, etc.
También en lugares con pórticos para revisión del público visitante, puede haber alguna
pequeña fuente radiactiva. Por lo general, la radiación ionizante que se genera es muy baja
en relación con los límites exigidos y el tiempo de exposición es también muy pequeño.
Los materiales radiactivos existen en la La radiación ionizante controlada no representa ningún riesgo para la salud de las personas.
propia naturaleza.
Sin embargo, un mal uso de las radiaciones ionizantes puede producir efectos perjudiciales
en la salud.
Este efecto biomolecular en las células puede resultar de un actuación directa e indirecta:
En los cambios que se producen en las células después de la interacción con las
radiaciones hay que tener en cuenta:
Tipo de radiación.
Las causas que influyen en la aparición de Si como consecuencia de la irradiación se produce un daño muy severo, la célula morirá. Si
las alteraciones celulares son el tipo de
el número de células que muere es pequeño, no habrá consecuencias ya que nuestro
radiación y su energía, la dosis, la distancia,
cuerpo tiene capacidad para reponer estas células. Sin embargo, si el número de células
la y la extensión de la superficie expuesta.
que muere en un tejido u órgano como consecuencia de la irradiación es alto, se producirá
un efecto perjudicial, que dependerá del tejido u órgano mayormente afectado por la
radiación. Estos efectos se producen tras exposiciones a dosis altas de radiación y se
conocen con el nombre de reacciones tisulares o efectos deterministas.
Los primeros efectos deterministas, o los menos severos, aparecen sólo a partir de dosis de
1 Gy. Una dosis de esta magnitud solamente se puede dar en el caso de un accidente
radiológico. Generalmente estos primeros efectos consisten en náuseas, vómitos o
enrojecimiento superficial de la piel. Cuando las dosis recibidas por la persona son mayores
se pueden manifestar diarreas, pérdida o caída del vello y esterilidad.
Además de por sus efectos, se puede hacer una segunda clasificación atendiendo a las
relaciones dosis – respuesta:
Si bien, hay una gran variedad de efectos biológicos producidos por las radiaciones
ionizantes, debido a la distinta respuesta de los diferentes órganos y tejidos del cuerpo
humano, las alteraciones más frecuentes se producen en el aparato digestivo, la sangre, el
aparato reproductor masculino, femenino y la piel.
Cada país dispone de normativa que fija las Cada país dispone de su propia normativa respecto a la seguridad ante radiaciones
dosis máximas admisibles de radiaciones ionizantes en la que se establece los valores límites de exposición admisibles. En
ionizantes.
consecuencia, cada empresa que disponga de instalaciones o equipos que emitan
radiaciones ionizantes deberán cumplir las medidas de seguridad vigentes y en ningún caso
exceder los límites establecidos en el país correspondiente.
El Convenio 115 sobre la protección contra las radiaciones de la OIT establece la obligación
para todos los países que lo ratifiquen, de fijar las dosis máximas admisibles de radiaciones
ionizantes tanto para los trabajadores directamente ocupados en trabajos bajo radiaciones,
como para los trabajadores no ocupados directamente en trabajos bajo radiaciones, pero
que permanecen en lugares donde se exponen a radiaciones ionizantes o a substancias
radiactivas o pasan por dichos lugares.
La Comisión Internacional de Protección Radiológica, más conocida por sus siglas en inglés
ICRP (International Commission on Radiological Protection) se encarga de establecer la
filosofía de la protección radiológica, basándose en los conocimientos científicos existentes
sobre los efectos biológicos de las radiaciones ionizantes. Sus conclusiones se dan a
conocer a través de recomendaciones, las cuales constituyen una base sólida para elaborar
la legislación correspondiente en cada país. Así sucede, por ejemplo, en el caso de las
legislaciones colombiana y española.
La Resolución 2400 de 1979 de Colombia, aunque los límites de dosis máxima que
expresamente incluye están ya anticuados, previamente a los mismos, se encarga de
aclarar que "En todos los sitios de trabajo en donde exista exposición a cualquier forma de
radiación ionizante, la exposición no sobrepasará los límites fijados por la Comisión
Internacional de Protección Radiológica." (artículo 98 - parágrafo 3º).
La siguiente tabla muestra los valores de límites de dosis para público y trabajadores
actualmente vigentes en España (Real Decreto 783/2001), conforme a los criterios de la
Comisión Internacional de Protección Radiológica.
La prevención radiológica es el conjunto de La prevención radiológica es el conjunto de medidas establecidas para la utilización segura
medidas establecidas para el uso seguro de las radiaciones ionizantes y garantizar la seguridad y salud de los trabajadores, de sus
de las radiaciones ionizantes.
descendientes, de la población en su conjunto, así como del medio ambiente, frente a los
posibles riesgos que se deriven de la exposición a las radiaciones ionizantes.
Optimización de los procedimientos, de forma tal que las dosis factibles de ser
originadas sean tan bajas como, razonablemente, se pueda lograr con los
conocimientos actuales.
La radiación gamma y los rayos X se La dosis de radiación recibida por un individuo al permanecer en las proximidades de una
propagan en el aire siguiendo la ley de fuente radiactiva determinada depende de tres factores fundamentales: La distancia entre la
proporcionalidad inversa al cuadrado de la
fuente y el individuo, el tiempo de permanencia y la materia interpuesta o blindaje entre una
distancia.
y otra.
El tiempo. Otro factor a considerar es el tiempo durante el que una persona está
expuesta a un determinado nivel de radiación. Cuanto menor sea el tiempo
empleado en las operaciones, menor será la dosis recibida. Por ello, es muy
importante que las personas que hayan de operar con fuentes de radiación estén
bien adiestradas y conozcan debidamente las operaciones que van a efectuar, con
objeto de invertir en ellas el menor tiempo posible.
El blindaje. Cuando los dos factores anteriores (distancia y tiempo) no bastan por si
solos para conseguir condiciones de trabajo adecuadas (bien porque a la máxima
distancia practicable los niveles de radiación sigan siendo demasiado altos, o bien
porque el tiempo a emplear en la operación haya de ser prolongad), es preciso
interponer entre la fuente de radiación y las personas potencialmente expuestas, un
La dosis recibida aumenta con el tiempo de La prevención radiológica considera que existen tres situaciones de exposición posibles:
exposición.
Situaciones de exposición planificada que son aquéllas que involucran la introducción
y la operación planificada de fuentes.
De una forma práctica, las medidas encaminadas a reducir el riesgo laboral de irradiación
externa, procedente del uso de equipos generadores de radiaciones, fuentes encapsuladas,
y en menor medida, de fuentes no encapsuladas, pueden ser resumidas en:
La vigilancia radiológica es necesaria para La vigilancia radiológica constituye parte esencial de todo programa de intervención de
garantizar que os trabajadores no reciban riesgos de las instalaciones radiactivas, para poder garantizar que ni los trabajadores ni el
dosis superiores a las admisibles.
público en general reciban dosis de radiación indebidas o superiores a los límites
establecidos en la normativa vigente.
Las zonas de trabajo con instalaciones radiactivas se clasifican según el nivel de riesgo en:
Zona vigilada. Es aquella zona en la que existe la posibilidad de recibir dosis efectivas
superiores a 1 mSv por año oficial o una dosis equivalente superior a 1/10 de los
límites de dosis equivalentes para el cristalino (150 mSv), la piel y las extremidades
(500 mSv).
Las zonas con riesgos de radiaciones La clasificación de los lugares de trabajo en las zonas establecidas deberá estar siempre
ionizantes deben señalizarse
actualizada de acuerdo con las condiciones reales existentes, por lo que será revisada si
adecuadamente.
existieran variaciones de las condiciones de trabajo.
La simbología y código de colores utilizados para señalizar cada una de las zonas son:
Se puede completar la información del pictograma con puntos radiales en los extremos del
trebol, indicativos de peligro de irradiación externa, campo punteado alrededor del trébol,
indicativo de peligro por contaminación, o ambos tipos de punteado cuando exista peligro
por contaminación externa y radiación.
Otras medidas de prevención son el registro de las dosis recibidas individuales, mediante
dosímetros (personales y colectivos) y la creación y mantenimiento de un registro de dosis
en forma de historial dosimétrico que debe conservarse durante 50 años.
Conclusiones
Las radiaciones ionizantes se caracterizan por tener unas frecuencias muy altas y
energías fotónicas muy elevadas. Para evaluar los efectos biológicos de las R.I. se
emplean la dosis equivalente y la dosis efectiva (ambas se miden en Sievert).
Referencias bibliográficas
IAEA Safety Standards for protecting people and the environment: International Basic
Safety Standards for Protection against Ionizing Radiation and for the Safety of
Radiation Sources. (International Atomic Energy Agency. Safety Series 115 - DS379).
ICRP, 1959: Recommendations of the International Commission on Radiological
Protection. (ICRP Publication 1. Pergamon Press, Oxford, United Kingdom).
Pascual Benés, Adoración - Gadea Carrera, Enrique: NTP 614: Radiaciones ionizantes:
normas de protección. (Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo,
INSHT. 2003).