Elemento conductor utilizado para efectuar el contacto eléctrico entre 2 partes en

movimiento relativo; el paso de la corriente puede producirse tanto a través del contacto
físico directo como por medio de un *arco eléctrico.
En casi todas las máquinas eléctricas se encuentran ejemplos de aplicaciones de las
escobillas; en el automóvil existen contactos de rozamiento en el motor de arranque, en
la dinamo, en el alternador y en el distribuidor de encendido. En este último, el
denominado dedo o pipa giratoria, recibe la alta tensión del contacto central por
rozamiento (contacto con la tapa del distribuidor) y se encarga de distribuirla, por medio
de un arco eléctrico, a los cables de las bujías.
Cuando las escobillas son de contacto, pueden estar construidas con mezclas
sintetizadas de polvos metálicos y grafito (y toman el nombre convencional de
carbones), o bien, con cobre (generalmente en hilos).
Para conseguir un contacto perfecto es necesario que las superficies sean lo más
regulares posible y se adhieran perfectamente; por este motivo es necesario conservar
limpios tanto los contactos de rozamiento como las pistas de deslizamiento y, cuando
se cambie uno de los 3 elementos, se necesita un cierto período de rodaje para permitir
el asentamiento de las escobillas.
ESCUDE RÍA - Voz tomada del italiano (scu-deria) para designar cualquier sociedad
destinada a practicar o promover el deporte del volante. En sentido estricto, la
denominación sólo debiera aplicarse a aquellas entidades regidas por un estatuto
redactado y votado por todos sus socios y aprobado por la autoridad deportiva del país
en el que se constituye. En este caso se reconoce a las escuderías como personas
jurídicas que, previa solicitud, pueden recibir licencia de concurrente o concursante,
aplicable a sus socios, a los que es posible inscribirse conjuntamente en las
competiciones.
Además, los objetivos fundamentales de una verdadera escudería automovilística son
los de ayudar y favorecer a los principiantes en sus primeros contactos con las carreras,
así como facilitar la actividad de los pilotos de la entidad, velando por sus intereses en
el desarrollo de cualquier manifestación deportiva.
Las escuderías mejor organizadas o con mayores posibilidades económicas disponen
de sus propios vehículos de competición, que asignan periódicamente a los socios
pilotos que han demostrado cualidades notables para la conducción. Con frecuencia,
las mismas escuderías organizan competiciones, que pueden tener carácter social
estricto (cerradas o reservadas exclusivamente a los socios), o bien estar abiertas a
cualquier concursante.