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RESUMEN INDEPENDENCIA DE

CUENCA
EL 3 DE NOVIEMBRE DE 1820:
INDEPENDENCIA DE CUENCA

MONUMENTO A LOS HEROES DE LA INDEPENDENCIA DE CUENCA, EL


MUNUMENTO QUE FALTA EN LA CIUDAD
Este 3 de noviembre de 2009, Cuenca cumple 189 años de haber sido proclama
independiente del yugo español, luego de aproximadamente 300 años de esclavitud y
sometimiento.
Es deber de todos los ciudadanos conocer los hechos y los acontecimiento acaecidos en esta
noble fecha que es recordada no solo a nivel local sino a nivel nacional, esto debe llenarnos
de orgullo pues son patriotas cuencanos los que proclaman nuestra libertad, y gracias a
ellos hemos podido reivindicar nuestros ideales de libertad y progreso. Entonces cabe la
necesidad de recordar este hecho tan importante en la vida de los cuencanos.

Nos remontamos al mes de noviembre de 1820, cuando los patriotas cuencanos recibieron
la noticia de que Guayaquil fue liberado el 9 de octubre concibieron un plan para reunir un
Cabildo abierto y jurar en él la Independencia de Cuenca.

EL MONUMENTO QUE FALTA EN LA CIUDAD DE CUENCA


HONENAJE A LOS HEROES DE LA INDEPENDENCIA
Las primeras iniciativas tomadas por Tomás Ordóñez quien fuera teniente de infantería,
fallaron cuando un grupo de patriotas fue reprimido en la Plaza Central.
No llegándose a concretar esta primera tentativa, los patriotas decidieron conversar
directamente con la principal autoridad de la ciudad, el gobernador de la provincia de
Cuenca, Antonio Díaz Cruzado, manifestándole que como Guayaquil había obtenido ya la
Independencia, la de Cuenca sería un hecho en los días próximos, a lo cual el gobernador
accedió apoyando a los patriotas.

Sin embargo, momentos antes de entregar el cuartel, su pacto fue descubierto y no se lo


pudo concretar. El Gobernador Díaz fue llevado preso a Quito.

Con la ausencia del Gobernador, debió asumir sus funciones el alcalde constitucional Dr.
José María Vázquez de Noboa, quien vino a facilitar de sobremanera la causa ya que él era
a su vez Jefe de los Patriotas. Juntos idearon un plan para abastecerse de armas, éste fue
ejecutado el 3 de noviembre de 1820 y consistió en desarmar a la escolta militar.

Ya con las pocas armas en su poder comandados por Tomás Ordóñez, los patriotas se
atrincheraron en la Plaza de San Sebastián junto con gran cantidad de pueblo que los
apoyaba y de esta manera proclamaron la libertad e Independencia de la provincia de
Cuenca.

Los españoles por su lado se replegaron con todas sus municiones en la Plaza Central y en
sus alrededores para tratar de vencer a los “rebeldes”. Los patriotas sin embargo
consideraron oportuno movilizar su cuartel hacia otro lugar más estratégico de la ciudad
donde tuvieran mayor visibilidad y se les facilitara la recepción de refuerzos.
EL MONUMENTO QUE LE FALTA A CUENCA
A LOS HEROES DE LA INDEPENDENCIA

Es así que se instalaron en el barrio de El Vecino, lugar en donde se les unieron más
personas que venían de lugares cercanos a la ciudad. En El Vecino se juntó con los
patriotas el cura de Chuquipata Javier Loyola, quien llegó con un gran séquito de gente.

Al día siguente el 4 de noviembre, las autoridades y realistas españoles viéndose aislados y


sin apoyo público deciden entregar las armas a los patriotas y el gobierno a la revolución.

Los triunfantes patriotas emprendieron camino desde El Vecino hasta la Plaza Central en
medio de vítores, gritos y aclamaciones de libertad. Ingresaron por la calle, hoy llamada
Juan Jaramillo y que antes y debido a este acontecimiento, se la denominó calle De La
Victoria.
Estando ya la ciudad en poder de los patriotas se funda la República de Cuenca, que durará
solamente hasta el 20 de diciembre de 1820, fecha en la que se diera la gran batalla entre
patriotas y fuerzas españolas bajo las órdenes de Aymerich y comandadas por el coronel
español Francisco González en la localidad de Verdeloma, cerca de Biblián.

BATALLA DE VERDELOMA

Las tropas patriotas se establecieron en las Playas de Nazón al Norte de Biblián, al pie de la
Colina de Verdeloma, en el lugar establecieron un cuartel general y permanecieron un mes,
esperando el enfrentamiento con el ejército realista encabezado por el General González
que venía desde el Norte con soldados en una cantidad de 900 bien armados y
experimentados. El ejército patriota fue reforzado por Pedro López de Argudo, rico
propietario del lugar, quién a mas de contribuir con 1.000 pesos engrosó el ejercito patriota
con un grupo de biblianenses, todos esperaban al ejército realista, una columna del ejercito
patriota en Cañar, comandados por el Teniente Coronel Miguel Pinos, otra columna en
Azogues al mando del Teniente Coronel Juan Francisco Carrasco y otras columnas
engrosaban el ejército patriota, el fervor cívico de los ciudadanos era general y se pudieron
organizar los cuerpos de combate, según datos históricos al respecto, las fuerzas patriotas,
pasaron cerca de un mes en las playas de Nazón esperando al enemigo, por fin llegó el 20
de Diciembre de 1820, fue un choque desigual entre fuerzas que conocían los secretos de la
guerra y un grupo de patriotas mal armados, que enarbolando la bandera de la libertad
empezaron a combatir, ruedan los cadáveres por la Colina de Verdeloma, mientras los
heridos en su agonía sueñan en la gloria de la Patria libre y soberana.

220 cadáveres quedan tendidos en el campo de batalla, tremenda inmolación de los


patriotas cuencanos en alas de sublimes ideales. Los patriotas sobrevivientes fueron
capturados y llevados presos con amarras a la ciudad de Cuenca para luego ser fusilados en
la Plaza de San Francisco por orden del Coronel González.

A raíz de la derrota de Verdeloma, Cuenca vuelve a caer en el poder de los españoles


implementándose un gobierno de amedrentamiento y persecución para los patriotas.
El año de 1821 es conocido como el “año terrible” por la serie de abusos y represiones que
ejercieron los realistas sobre los patriotas.

Los primeros días de febrero de 1822, llega a Cuenca la noticia de que el ejército del
General Antonio José de Sucre se dirigía hacia nuestra ciudad para volver a rescatarla del
poder español, junto con la división del coronel Andrés de Santa Cruz.

Frente a esta situación el coronel realista González reclutó a la fuerza a todos los cuencanos
de 18 y 50 años para que sirvan a las órdenes de España.

Mariscal Antonio José de Sucre Héroe de la Independencia


El 20 de Febrero de 1822, Sucre se halla cercano a la entrada de Cuenca y los españoles
temerosos abandonan la ciudad después de saquearla, es así que al día siguiente, el 21 de
Febrero, el General Sucre entra victorioso a Cuenca seguido de los patriotas y héroes:
Abdón Calderón Garaicoa, Tomás Ordóñez, entre otros hombres que sumaban un ejército
de 22.000 hombres, dando por segunda y definitiva ocasión la Emancipación de Cuenca.

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