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El Orinoco es uno de los ríos más importantes del mundo por su longitud y caudal (2140 km y
algo más de 30 000 m³/s1 ), la extensión de su cuenca (un millón de km²) y, especialmente,
por su importancia histórica y económica y el significado que ha tenido para Venezuela, país
en el que se extiende la mayor parte de su cuenca, con casi las dos terceras partes de la
misma. Es probablemente el río más caudaloso del mundo con relación a su cuenca, similar
en extensión a la del Danubio, pero con un caudal que quintuplica al de este último. En cifras
absolutas es el tercer río del mundo por su caudal, después del Amazonas y del Congo y muy
superior al caudal de otros ríos mucho más largos y de cuenca más extensa.
Esta lucha por la luz solar está ejemplificada por la presencia de matapalos, árboles que
tienen originalmente un tallo rastrero que usan para apoyarse en torno a un árbol de gran
tamaño con el fin de alcanzar la luz solar. Cuando llegan a superar el techo vegetal y se
incrementa la función de la fotosíntesis comienzan a crecer estrangulando al árbol sobre el
que se habían apoyado (además de que le obstruyen la luz solar). Los matapalos más
frecuentes pertenecen al género Ficus, como es el caso del caucho natural. La nota peculiar
de estas selvas es la extraordinaria variedad de la vegetación: muchísimas especies vegetales
por hectárea, pero pocos ejemplares de cada una en esa superficie. La otra nota distintiva es
la enorme producción anual de biomasa: unas 500 t/año/ha, contra unas 300 en los bosques
de coníferas de la zona de taiga en el hemisferio norte, en las condiciones más favorables. Y
es esa extraordinaria diversidad lo que la hace el tipo de vegetación más útil que existe,
especialmente por sus posibilidades y por la producción de oxígeno, aunque dicha diversidad
presenta una limitación en lo que se refiere a su explotación comercial.
Las selvas de la zona intertropical constituyen el mayor pulmón vegetal del planeta ya que
todos los vegetales necesitan absorber una enorme cantidad de agua y CO 2 para producir, a
través de la fotosíntesis, los hidratos de carbono (o carbohidratos) que necesitan para su
crecimiento, pero dejan también una enorme cantidad de oxígeno libre que usan los animales
para su respiración. A muy largo plazo, el balance entre producción y consumo tanto de
oxígeno como de CO2 tiende a mantenerse equilibrado, de acuerdo con el principio
de Lavoisier que se refiere a que la materia no se crea ni se destruye, sino que solamente se
transforma. Pero durante millones de años (desde la Era Primaria, cuando aparecieron las
primeras especies vegetales en nuestro planeta) se ha ido acumulando una enorme cantidad
de biomasa sobre la superficie terrestre (y también en el subsuelo en forma de hidrocarburos),
en la que suele existir una estrecha correspondencia entre producción y consumo que fluctúa
a través del tiempo en un proceso de equilibrio. Ello significa que, en su conjunto, el balance
entre producción y consumo, tanto de oxígeno como de anhídrido carbónico, sigue un eterno
proceso de retroalimentación que es el responsable de alcanzar en un momento dado, una
situación de clímax, concepto que necesitará, con el tiempo, ser revisado. No debemos olvidar
que, en la naturaleza, el número de productores (vegetales) es mucho mayor que el de
consumidores (animales).
Desde luego, esto no significa que se pueda seguir expoliando el medio geográfico (suelos,
vegetación, fauna, producción de contaminantes) sin restricciones hasta llegar a situaciones
irreversibles. Por otra parte, hay que tener en cuenta que los problemas ecológicos varían
mucho a escala local o regional: lo que puede ser una situación de equilibrio a escala global
no significa que no existan problemas en otras escalas. Lo que hay que tener en cuenta es
que la capacidad de regeneración y de restauración del equilibrio perdido en la vegetación de
la zona intertropical, por una parte, es mucho mayor de lo que la gente (incluyendo los
científicos) supone y, por otra parte que, en forma paralela a los procesos
de desertificación por el mal manejo del medio ambiente y por el agotamiento de muchos
recursos naturales, existe un avance continuado en el aprovechamiento y rescate para la
reforestación y para el cultivo de zonas antes incultas e improductivas que ha dado origen a
una superproducción en muchos órdenes en lo que se refiere a los alimentos, en especial, en
la zona intertropical.
Por otra parte, el uso de la enorme cantidad de especies vegetales para la obtención de
productos medicinales tiene una enorme potencialidad, que sólo se irá ampliando en la
medida que se vaya conociendo mejor. La bebida conocida como Amargo de Angostura, por
ejemplo, constituye un ejemplo del desarrollo de un tónico desarrollado en Angostura del
Orinoco (ahora Ciudad Bolívar) que resultó muy útil desde el siglo XIX ya que, aunque con
una composición creada por Johann Gottlieb Benjamin Siegert, y que siempre se guardó en
el mayor secreto hasta nuestros días, se sabe que contenía entre sus ingredientes quina (de
ahí el sabor amargo) y sarrapia, vegetales cuyos principios medicinales están perfectamente
comprobados desde hace más de tres siglos.
Temperaturas: enero (21,6º C), febrero (22º C), marzo (22,5º C), abril (22,3º C),
mayo (22º C), junio (21,5º C), julio (21,5º C), agosto (21,5º C), septiembre (22º C),
octubre (22,1º C), noviembre (22º C), diciembre (21,8º C). Temperatura media anual:
21,8º C.
Precipitaciones: enero (72 mm), febrero (83 mm), marzo (92 mm), abril (134
mm), mayo (248 mm), junio (251 mm), julio (219 mm), agosto (171 mm), septiembre
(116 mm), octubre (102 mm), noviembre (119 mm), diciembre (132 mm). Monto
pluviométrico anual: 1739 mm
Localización: latitud 1° 55' Norte; longitud: 68° 36' Oeste. Altitud: 110 msnm
Montos pluviométricos en mm: enero (222 mm), febrero (229 mm), marzo (206
mm), abril (395 mm), mayo (381 mm), junio (390 mm), julio (330 mm), agosto (328
mm), septiembre (249 mm), octubre (257 mm), noviembre (314 mm), diciembre (220
mm). Monto pluviométrico anual: 3521 mm
IMPORTANCIA
La importancia del río Orinoco es bastante amplia tanta como lo es su recorrido; y
es que estamos ante un río de más de 2100 km de largo. La importancia
paisajística es más que evidente, un hermoso río, caudaloso, siendo el tercero
más caudaloso del mundo. Algo que atrae a millones de turistas que pueden
acercarse y apreciar su paisaje y observar algunas de las especies más
características del mismo, tales como el boto, las anacondas o los caimanes.
Como mayormente discurre por Venezuela, resulta ser es un importante motor
económico en materia turística para el país.
La importancia turística y paisajística queda más que evidenciada por su belleza y
por ser además el río más grande de Venezuela, el tercero de América del Sur y el
4º de todo el continente. No obstante, hay que decir que este río cuenta con otras
ventajas, y es que es la arteria principal para por la que transcurren las actividades
económicas regionales, y una vía imprescindible para las relaciones de esta región
con otras partes de América del Sur; y es que cabe destacarse que el Río Orinoco
es una importantísima entrada de buques de gran tamaño.
También cuenta con una valoración desde el punto de vista pesquero, dado que es
el único medio con el que cuentan etnias ancestrales de la talla de los Piacoa, Hoti
o Curripaco, para pescar o para intercambiar sus bienes y vender su artesanía. Un
uso rudimentario, si lo comparamos con otros usos que se le da a su cauce, pero
uso importante al fin y al cabo.