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1 Planeación de la evaluación

McReynolds (1975) señala que se deben contestar dos preguntas relacionadas


antes que se pueda iniciar la evaluación clínica:

(1) ¿Qué es lo que se desea conocer? (2) ¿Cómo se pueden adquirir esos
conocimientos? El punto de vista que se tenga del mundo y que determina cuáles
son las variables humanas importantes generalmente dicta la respuesta a la
primera pregunta y también tiende a formar la contestación a la segunda.

En la antigüedad, por ejemplo, se consideraba que los deseos de varios dioses o


la posición de los cuerpos celestes en el momento del nacimiento ejercían una
gran influencia sobre el comportamiento y destino humanos. De una manera
congruente, se convirtieron estas variables en el centro de la evaluación y se
medían cuidadosamente por medio del análisis de los hígados de los animales
que se sacrificaban (hepatoscopía) y la consulta de tabuladores y mapas de datos
astronómicos que se habían compilado con mucho esfuerzo a través del tiempo
(astrología). La presencia del individuo para estos fines casi era superflua, ya que
el estudio se dirigía hacia variables externas y remotas.

El punto de vista del mundo que ha conformado la mayor parte de la evaluación


clínica en la civilización occidental es radicalmente distinta. Esta subraya la
importancia de las variables y dimensiones que operan dentro o inmediatamente
alrededor del individuo que se evalúa.

2 Recopilación de los datos para la evaluación

Hasta este momento se han estudiado las maneras cómo los clínicos responden a
la primera pregunta principal de evaluación que indicó McReynolds (1975): "¿Qué
es lo que deseamos conocer?" El siguiente paso consistirá en examinar la
variedad de respuestas a su segunda pregunta: "¿De qué forma lograremos
obtener esa información?"
Fuente para los datos de evaluación

Se ha estudiado que los psicólogos clínicos obtienen sus datos de evaluación a


partir de cuatro fuentes generales: entrevistas, pruebas, observaciones y
documentos históricos.

Las entrevistas Kelly (1958, p. 330) caracterizó en forma concisa una


aproximación directa a la evaluación de la siguiente manera: "Si no sabes lo que
está ocurriendo en la mente de una persona, pregúntale; quizá te lo diga." Este
punto tan sencillo sería igual de pertinente si se ampliara a la siguiente afirmación:
"Si deseas saber algo acerca de una persona, pregunta", y constituye la base del
motivo por el cual la entrevista es la fuente principal de datos y la que más se
emplea en los ambientes clínicos y no clínicos. La entrevista no debe ser
considerada como la 'verdad' acerca del individuo y su ambiente, sino como otro
tipo de datos cuya confiabilidad, validez y utilidad para la toma de decisiones
deben someterse a la misma clase de escrutinio que se requiere en otros tipos de
recopilación de datos.

Pruebas psicológicas (test) De manera semejante a las entrevistas, las pruebas


proporcionan una muestra de conducta. Sin embargo, en una prueba los estímulos
a los que se le pide al cliente que responda están mucho más normalizados y son
más consistentes que en el caso de la mayoría de las entrevistas. La idea básica
de una prueba es exponer a cada cliente de una manera precisa a los mismos
estímulos y bajo las mismas circunstancias. La aplicación de las pruebas puede
ser fácil, económica y conveniente. A menudo, ni siquiera es necesaria la
presencia de un profesionista. Además, la manera estandarizada como se
presenta el material de una prueba ayuda a eliminar el prejuicio en el contenido y
la secuencia de las indagaciones del evaluador. Las respuestas del cliente a la
mayoría de las pruebas se pueden traducir a puntajes u otros índices numéricos y
de esta manera los resúmenes del comportamiento de un cliente son más precisos
y se les puede analizar matemáticamente. Por consiguiente, los datos obtenidos a
partir de una o varias pruebas pueden facilitar la comunicación acerca de un
determinado cliente entre los profesionistas. Por último, y quizá el aspecto más
importante, los datos obtenidos a partir de una prueba permiten al clínico realizar
una comparación objetiva del comportamiento de un determinado cliente con el de
cientos o quizá hasta miles de otros individuos que ya hayan tomado la prueba.
Frecuentemente, esto puede ser muy útil durante la fase de la evaluación que se
dirige al procesamiento de los datos

3 Procesamiento de datos y elaboración de las hipótesis

Todo lo obtenido anteriormente es analizado por el profesional, éste será capaz de


juntar realizar inferencias clínicas que le permitan dar con una conclusión más
acertada de lo que está sucediendo con el cliente. Así mismo, cabe resaltar que es
necesario el cuidado de la subjetividad del profesional frente a estas inferencias,
así como que debe cuidar de estar lo suficientemente entrenado para realizar un
buen trabajo.

4 Comunicación de los datos de la evaluación

Lo obtenido en la evaluación junto con los datos generales se presenta de forma


organizada a través del informe psicológico. Debe presentar una estructura clara,
pertinente con el objetivo que sea también útil para el consumidor.

Bibliografía:

Bernstein, D. & Nietzel, M. (1982). Introducción a la Psicología Clínica. McGraw-


Hill: México.

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