You are on page 1of 1346

LIBRO DE

MORMÓN
DOCTRINA Y
CONVENIOS
PERLA DE
GRAN PRECIO
EL
LIBRO DE MORMÓN
Otro Testamento de
Jesucristo

DOCTRINA Y
CONVENIOS
DE LA IGLESIA DE JESUCRISTO
DE LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS

LA
PERLA DE
GRAN PRECIO

Publicado por
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Salt Lake City, Utah, EE. UU.
© 1993, 2015 by Intellectual Reserve, Inc.
All rights reserved
Printed in the United States of America 6/2016
English approval: 3/15
Translation approval: 3/15
Translation of the Book of Mormon, Doctrine and Covenants, and
Pearl of Great Price
Spanish
TABLA DE MATERIAS

Libro de Mormón
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . VII
El Testimonio de Tres Testigos . . . . . . . . . . . . . . . . . . IX
El Testimonio de Ocho Testigos. . . . . . . . . . . . . . . . . IX
El Testimonio del profeta José Smith. . . . . . . . . . . . . . . XI
Una breve explicación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .  XV
1 Nefi. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .  1
2 Nefi. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
Jacob . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .  139
Enós . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .  161
Jarom . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .  164
Omni . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .  166
Palabras de Mormón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .  169
Mosíah. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .  172
Alma. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .  246
Helamán . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .  445
3 Nefi. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .  492
4 Nefi. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .  561
Mormón. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .  566
Éter. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .  588
Moroni. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .  626
Doctrina y Convenios
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . V
Tabla cronológica de materias . . . . . . . . . . . . . . . . . . X
Secciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .  1
Declaraciones Oficiales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .  339
Perla de Gran Precio
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . V
Moisés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .  1
Abraham . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
José Smith—Mateo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
José Smith—Historia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
Los Artículos de Fe. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
Apéndice
Guía para el Estudio de las Escrituras. . . . . . . . . . . . . . .  1
Mapas de lugares históricos de la Iglesia. . . . . . . . . . . .  227
Fotografías de lugares históricos de la Iglesia. . . . . . . . . .  237
ABREVIATURAS

Antiguo Testamento Hab. Habacuc Libro de Mormón


Gén. Génesis Sof. Sofonías 1 Ne. 1 Nefi
Éx. Éxodo Hageo Hageo 2 Ne. 2 Nefi
Lev. Levítico Zac. Zacarías Jacob Jacob
Núm. Números Mal. Malaquías Enós Enós
Deut. Deuteronomio Jarom Jarom
Josué Josué Nuevo Testamento Omni Omni
Jue. Jueces Mateo Mateo P. de Palabras de
Rut Rut Mar. Marcos Morm.  Mormón
1 Sam. 1 Samuel Lucas Lucas Mos. Mosíah
2 Sam. 2 Samuel Juan Juan Alma Alma
1 Rey. 1 Reyes Hech. Hechos Hel. Helamán
2 Rey. 2 Reyes Rom. Romanos 3 Ne. 3 Nefi
1 Cró. 1 Crónicas 1 Cor. 1 Corintios 4 Ne. 4 Nefi
2 Cró. 2 Crónicas 2 Cor. 2 Corintios Morm. Mormón
Esd. Esdras Gál. Gálatas Éter Éter
Neh. Nehemías Efe. Efesios Moro. Moroni
Ester Ester Filip. Filipenses
Job Job Col. Colosenses Doctrina y Convenios
Sal. Salmos 1 Tes. 1 Tesalonicenses DyC Doctrina y
Prov. Proverbios 2 Tes. 2 Tesalonicenses Convenios
Ecle. Eclesiastés 1 Tim. 1 Timoteo DO Declaración
Cant. Cantares 2 Tim. 2 Timoteo Oficial
Isa. Isaías Tito Tito
Jer. Jeremías Filem. Filemón Perla de Gran Precio
Lam. Lamentaciones Heb. Hebreos Moisés Moisés
Ezeq. Ezequiel Stg. Santiago Abr. Abraham
Dan. Daniel 1 Pe. 1 Pedro JS—M José Smith—
Oseas Oseas 2 Pe. 2 Pedro Mateo
Joel Joel 1 Juan 1 Juan JS—H José Smith—
Amós Amós 2 Juan 2 Juan Historia
Abd. Abdías 3 Juan 3 Juan AdeF Artículos de Fe
Jonás Jonás Judas Judas
Miq. Miqueas Apoc. Apocalipsis
Nahúm Nahúm

Otras abreviaturas y explicaciones


tjs Traducción de José Smith
gee Guía para el Estudio de las Escrituras
heb Otra posible traducción del texto hebreo
gr Otra posible traducción del texto griego
Es decir Una explicación de dichos y de vocablos difíciles
O sea Representa una equivalencia para aclarar el significado de una expresión
arcaica
EL
LIBRO DE MORMÓN
Otro Testamento de
Jesucristo
La primera edición en inglés se publicó en 1830,
en Palmyra, Nueva York, EE. UU.
EL
LIBRO DE MORMÓN
UN RELATO ESCRITO POR

LA MANO DE MORMÓN
SOBRE PLANCHAS
TOMADO DE LAS PLANCHAS DE NEFI

Por tanto, es un compendio de los anales del pueblo de Nefi, así como
de los lamanitas — Escrito a los lamanitas, quienes son un resto de la
casa de Israel, y también a los judíos y a los gentiles — Escrito por vía
de mandamiento, por el espíritu de profecía y de revelación — Escrito
y sellado, y escondido para los fines del Señor, con objeto de que no
fuese destruido — Ha de aparecer por el don y el poder de Dios para
que sea interpretado — Sellado por la mano de Moroni, y escondido
para los propósitos del Señor, a fin de que apareciese en el debido
tiempo por medio de los gentiles — A interpretarse por el don de Dios.
Contiene también un compendio tomado del Libro de Éter, el cual
es una relación del pueblo de Jared, que fue esparcido en la ocasión en
que el Señor confundió el lenguaje de los del pueblo, cuando estaban
edificando una torre para llegar al cielo — Lo cual sirve para mostrar
al resto de la casa de Israel cuán grandes cosas el Señor ha hecho por
sus padres; y para que conozcan los convenios del Señor y sepan que
no son ellos desechados para siempre — Y también para convencer al
judío y al gentil de que Jesús es el Cristo, el Eterno Dios, que se ma-
nifiesta a sí mismo a todas las naciones — Y ahora bien, si hay faltas,
estas son equivocaciones de los hombres; por tanto, no condenéis las
cosas de Dios, para que aparezcáis sin mancha ante el tribunal de Cristo.

TRADUCCIÓN ORIGINAL DE LAS PLANCHAS AL IDIOMA INGLÉS


POR JOSÉ SMITH, HIJO.
TABLA DE MATERIAS

Introducción .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  VII
El Testimonio de Tres Testigos .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .   IX
El Testimonio de Ocho Testigos  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  . IX
El Testimonio del profeta José Smith .  .  .  .  .  .  .  .  .  .   XI
Breve explicación  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .   XV
1 Nefi  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  1
2 Nefi  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  . 62
Jacob .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  139
Enós .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  161
Jarom  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .   164
Omni  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .   166
Palabras de Mormón .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .   169
Mosíah .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  172
Alma .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  246
Helamán  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .   445
3 Nefi  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .   492
4 Nefi  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .   561
Mormón  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .   566
Éter  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  588
Moroni .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  626
INTRODUCCIÓN

E l Libro de Mormón es un volumen de escritura sagrada semejante


a la Biblia. Es una historia de la comunicación de Dios con antiguos
habitantes de las Américas y contiene la plenitud del Evangelio eterno.
Escribieron el libro muchos antiguos profetas por el espíritu de
profecía y revelación. Sus palabras, escritas sobre planchas de oro,
fueron citadas y compendiadas por un profeta e historiador llamado
Mormón. El registro contiene un relato de dos grandes civilizaciones.
Una llegó procedente de Jerusalén en el año 600 a.C. y tiempo después
se dividió en dos naciones conocidas como los nefitas y los lamani-
tas. La otra había llegado mucho antes, cuando el Señor confundió
las lenguas en la Torre de Babel. Este grupo se conoce con el nombre
de jareditas. Después de miles de años, todos fueron destruidos con
excepción de los lamanitas, los cuales se hallan entre los antecesores
de los indios de las Américas.
El acontecimiento de mayor trascendencia que se encuentra re-
gistrado en el Libro de Mormón es el ministerio personal del Señor
Jesucristo entre los nefitas poco después de Su resurrección. En él se
expone la doctrina del Evangelio, se describe el plan de salvación, y
se dice a los hombres lo que deben hacer para lograr la paz en esta
vida y la salvación eterna en la vida venidera.
Después de terminar sus escritos, Mormón entregó la historia a su
hijo Moroni, el cual le agregó unas palabras y escondió las planchas
en el cerro Cumorah. El 21 de septiembre de 1823, el mismo Moroni,
para entonces un ser glorificado y resucitado, se le apareció al profeta
José Smith y le instruyó concerniente al antiguo registro y a la desti-
nada traducción de este al idioma inglés.
En la ocasión oportuna, se entregaron las planchas a José Smith,
quien las tradujo por el don y el poder de Dios. El libro se publica
hoy en muchos idiomas como testimonio nuevo y adicional de que
Jesucristo es el Hijo del Dios viviente, y de que todos aquellos que
quieran venir a Él y obedecer las leyes y las ordenanzas de Su Evan-
gelio podrán salvarse.
Concerniente a esta historia, el profeta José Smith dijo: “Declaré a
los hermanos que el Libro de Mormón era el más correcto de todos
los libros sobre la tierra, y la piedra clave de nuestra religión; y que
un hombre se acercaría más a Dios al seguir sus preceptos que los de
cualquier otro libro”.
Además de José Smith, el Señor dispuso que otros once hombres vie-
ran con sus propios ojos las planchas de oro y fueran testigos especiales
INTRODUCCIÓN VIII
de la veracidad y de la divinidad del Libro de Mormón. Sus testimo-
nios escritos se incluyen en esta obra bajo los títulos “El Testimonio
de Tres Testigos” y “El Testimonio de Ocho Testigos”.
Invitamos a toda persona, dondequiera que se encuentre, a leer el
Libro de Mormón, a meditar en su corazón el mensaje que contiene
y luego a preguntar a Dios, el Padre Eterno, en el nombre de Cristo,
si el libro es verdadero. Quienes así lo hagan y pidan con fe lograrán
un testimonio de la veracidad y la divinidad del libro por el poder del
Espíritu Santo. (Véase Moroni 10:3–5).
Aquellos que obtengan este testimonio divino del Santo Espíritu
también llegarán a saber, por el mismo poder, que Jesucristo es el
Salvador del mundo, que José Smith ha sido Su revelador y profeta
en estos últimos días, y que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de
los Últimos Días es el reino del Señor que de nuevo se ha establecido
sobre la tierra, en preparación para la segunda venida del Mesías.
EL TESTIMONIO DE TRES TESTIGOS

C onste a todas las naciones, tribus, lenguas y pueblos a quienes


llegare esta obra, que nosotros, por la gracia de Dios el Padre, y
de nuestro Señor Jesucristo, hemos visto las planchas que contienen
esta relación, la cual es una historia del pueblo de Nefi, y también
de los lamanitas, sus hermanos, y también del pueblo de Jared, que
vino de la torre de que se ha hablado. Y también sabemos que han
sido traducidas por el don y el poder de Dios, porque así su voz nos
lo declaró; por tanto, sabemos con certeza que la obra es verdadera.
También testificamos haber visto los grabados sobre las planchas;
y se nos han mostrado por el poder de Dios y no por el de ningún
hombre. Y declaramos con palabras solemnes que un ángel de Dios
bajó del cielo, y que trajo las planchas y las puso ante nuestros ojos,
de manera que las vimos y las contemplamos, así como los grabados
que contenían; y sabemos que es por la gracia de Dios el Padre, y de
nuestro Señor Jesucristo, que vimos y testificamos que estas cosas son
verdaderas. Y es maravilloso a nuestra vista. Sin embargo, la voz del
Señor nos mandó que testificásemos de ello; por tanto, para ser obe-
dientes a los mandatos de Dios, testificamos estas cosas. Y sabemos
que si somos fieles en Cristo, nuestros vestidos quedarán limpios de
la sangre de todos los hombres, y nos hallaremos sin mancha ante el
tribunal de Cristo, y moraremos eternamente con Él en los cielos. Y
sea la honra al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, que son un Dios.
Amén.
Oliver Cowdery
David Whitmer
Martin Harris

EL TESTIMONIO DE OCHO TESTIGOS

C onste a todas las naciones, tribus, lenguas y pueblos a quienes


llegare esta obra, que José Smith, hijo, el traductor de ella, nos ha
mostrado las planchas de que se ha hablado, las que tienen la apa-
riencia del oro; y hemos palpado con nuestras manos cuantas hojas el
referido Smith ha traducido; y también vimos los grabados que conte-
nían, todo lo cual tiene la apariencia de una obra antigua y de hechura
exquisita. Y testificamos esto con palabras solemnes, y que el citado
Smith nos ha mostrado las planchas de que hemos hablado, porque
EL TESTIMONIO DE OCHO TESTIGOS X
las hemos visto y sopesado, y con certeza sabemos que el susodicho
Smith las tiene en su poder. Y damos nuestros nombres al mundo
en testimonio de lo que hemos visto. Y no mentimos, pues Dios es
nuestro testigo.
Christian Whitmer Hiram Page
Jacob Whitmer Joseph Smith, padre
Peter Whitmer, hijo Hyrum Smith
John Whitmer Samuel H. Smith
EL TESTIMONIO DEL PROFETA JOSÉ SMITH

L as propias palabras del profeta José Smith en cuanto a la aparición


del Libro de Mormón son las siguientes:
“En la noche del. . . día 21 de septiembre [1823]. . . me puse a orar
pidiéndole a Dios Todopoderoso. . .
“Encontrándome así, en el acto de suplicar a Dios, vi que se aparecía
una luz en mi cuarto, y que siguió aumentando hasta que la habita-
ción quedó más iluminada que al mediodía; cuando repentinamente
se apareció un personaje al lado de mi cama, de pie en el aire, porque
sus pies no tocaban el suelo.
“Llevaba puesta una túnica suelta de una blancura exquisita. Era una
blancura que excedía a cuanta cosa terrenal jamás había visto yo; y no
creo que exista objeto alguno en el mundo que pudiera presentar tan
extraordinario brillo y blancura. Sus manos estaban desnudas, y tam-
bién sus brazos, un poco más arriba de la muñeca; y de igual manera
los pies, así como las piernas, poco más arriba de los tobillos. También
tenía descubiertos la cabeza y el cuello, y pude darme cuenta de que
no llevaba puesta más ropa que esta túnica, porque estaba abierta de
tal manera que podía verle el pecho.
“No solo tenía su túnica esta blancura singular, sino que toda su
persona era gloriosa más de lo que se puede describir, y su faz era
como un vivo relámpago. El cuarto estaba sumamente iluminado, pero
no con la brillantez que había en torno de su persona. Cuando lo vi
por primera vez, tuve miedo; mas el temor pronto se apartó de mí.
“Me llamó por mi nombre, y me dijo que era un mensajero enviado
de la presencia de Dios, y que se llamaba Moroni; que Dios tenía una
obra para mí, y que entre todas las naciones, tribus y lenguas se to-
maría mi nombre para bien y para mal, o sea, que se iba a hablar bien
o mal de mí entre todo pueblo.
“Dijo que se hallaba depositado un libro, escrito sobre planchas de
oro, el cual daba una relación de los antiguos habitantes de este con-
tinente, así como del origen de su procedencia. También declaró que
en él se encerraba la plenitud del evangelio eterno cual el Salvador lo
había comunicado a los antiguos habitantes.
“Asimismo, que junto con las planchas estaban depositadas dos
piedras en aros de plata, las cuales, aseguradas a un pectoral, forma-
ban lo que se llamaba el Urim y Tumim; que la posesión y uso de estas
piedras era lo que constituía a los ‘videntes’ en los días antiguos o an-
teriores, y que Dios las había preparado para la traducción del libro. . .
EL TESTIMONIO DEL PROFETA JOSÉ SMITH XII
“Por otra parte, me manifestó que cuando yo recibiera las planchas
de que él había hablado —porque aún no había llegado el tiempo para
obtenerlas— no habría de enseñarlas a nadie, ni el pectoral con el Urim
y Tumim, sino únicamente a aquellos a quienes se me mandase que
las enseñara; si lo hacía, sería destruido. Mientras hablaba conmigo
acerca de las planchas, se manifestó a mi mente la visión de tal modo
que pude ver el lugar donde estaban depositadas; y con tanta claridad
y distinción, que reconocí el lugar cuando lo visité.
“Después de esta comunicación, vi que la luz en el cuarto empezaba
a juntarse en derredor del personaje que me había estado hablando; y
así continuó hasta que el cuarto una vez más quedó a obscuras, excep-
tuando alrededor de su persona inmediata; cuando repentinamente
vi abrirse algo como un conducto que iba directamente hasta el cielo,
y él ascendió hasta desaparecer por completo, y el cuarto quedó tal
como había estado antes de aparecerse esta luz celestial.
“Me quedé reflexionando sobre la singularidad de la escena, y ma-
ravillándome grandemente de lo que me había dicho este mensajero
extraordinario, cuando en medio de mi meditación de pronto descu-
brí que mi cuarto empezaba a iluminarse de nuevo, y en lo que me
pareció un instante, el mismo mensajero celestial apareció una vez
más al lado de mi cama.
“Empezó, y otra vez me dijo las mismísimas cosas que me había
relatado en su primera visita, sin la menor variación; después de lo
cual me informó de grandes juicios que vendrían sobre la tierra, con
gran desolación causada por el hambre, la espada y pestilencias; y
que esos penosos juicios vendrían sobre la tierra en esta generación.
Habiéndome referido estas cosas, de nuevo ascendió como lo había
hecho anteriormente.
“Ya para entonces eran tan profundas las impresiones que se me
habían grabado en la mente, que el sueño había huido de mis ojos, y
yacía dominado por el asombro de lo que había visto y oído. Pero cuál
no sería mi sorpresa al ver de nuevo al mismo mensajero al lado de mi
cama, y oírlo repasar o repetir las mismas cosas que antes; y añadió
una advertencia, diciéndome que Satanás procuraría tentarme (a causa
de la situación indigente de la familia de mi padre) a que obtuviera
las planchas con el fin de hacerme rico. Esto él me lo prohibió, y dijo
que, al obtener las planchas, no tuviera presente más objeto que el de
glorificar a Dios, y que ningún otro motivo influyera en mí sino el de
edificar su reino; de lo contrario, no podría obtenerlas.
“Después de esta tercera visita, de nuevo ascendió al cielo como
antes, y otra vez me quedé meditando en lo extraño de lo que acababa
XIII EL TESTIMONIO DEL PROFETA JOSÉ SMITH
de experimentar; cuando casi inmediatamente después que el mensa-
jero celestial hubo ascendido por tercera vez, cantó el gallo, y vi que
estaba amaneciendo; de modo que, nuestras conversaciones deben de
haber durado toda aquella noche.
“Poco después me levanté de mi cama y, como de costumbre, fui
a desempeñar las faenas necesarias del día; pero al querer trabajar
como en otras ocasiones, hallé que se me habían agotado a tal grado
las fuerzas, que me sentía completamente incapacitado. Mi padre, que
estaba trabajando cerca de mí, vio que algo me sucedía y me dijo que
me fuera a casa. Partí de allí con la intención de volver a casa, pero
al querer cruzar el cerco para salir del campo en que estábamos, se
me acabaron completamente las fuerzas, caí inerte al suelo y por un
tiempo no estuve consciente de nada.
“Lo primero que pude recordar fue una voz que me hablaba, lla-
mándome por mi nombre. Alcé la vista, y vi, a la altura de mi cabeza,
al mismo mensajero, rodeado de luz como antes. Entonces me relató
otra vez todo lo que me había referido la noche anterior, y me mandó
que fuera a mi padre y le hablara acerca de la visión y mandamientos
que había recibido.
“Obedecí; regresé a donde estaba mi padre en el campo, y le declaré
todo el asunto. Me respondió que era de Dios, y me dijo que fuera e
hiciera lo que el mensajero me había mandado. Salí del campo y fui al
lugar donde el mensajero me había dicho que estaban depositadas las
planchas, y debido a la claridad de la visión que había visto tocante
al lugar, en cuanto llegué allí, lo reconocí.
“Cerca de la aldea de Manchester, condado de Ontario, estado de
Nueva York, se levanta una colina de tamaño regular, y la más elevada
de todas las de la comarca. Por el costado occidental del cerro, no lejos
de la cima, debajo de una piedra de buen tamaño, yacían las planchas,
depositadas en una caja de piedra. En el centro, y por la parte supe-
rior, esta piedra era gruesa y redonda, pero más delgada hacia los ex-
tremos; de modo que se podía ver la parte céntrica sobre la superficie
del suelo, mientras que alrededor de la orilla estaba cubierta de tierra.
“Habiendo quitado la tierra, conseguí una palanca que logré in-
troducir debajo de la orilla de la piedra, y con un ligero esfuerzo la
levanté. Miré dentro de la caja, y efectivamente vi allí las planchas,
el Urim y Tumim y el pectoral, como lo había dicho el mensajero. La
caja en que se hallaban estaba hecha de piedras, colocadas en una
especie de cemento. En el fondo de la caja había dos piedras puestas
transversalmente, y sobre estas descansaban las planchas y los otros
objetos que las acompañaban.
EL TESTIMONIO DEL PROFETA JOSÉ SMITH XIV
“Intenté sacarlas, pero me lo prohibió el mensajero; y de nuevo se
me informó que aún no había llegado el tiempo de sacarlas, ni llega-
ría sino hasta después de cuatro años, a partir de esa fecha; pero me
dijo que debía ir a ese lugar precisamente un año después, y que él me
esperaría allí; y que había de seguir haciéndolo así hasta que llegara
el tiempo para obtener las planchas.
“De acuerdo con lo que se me había mandado, acudía al fin de cada
año, y en esa ocasión encontraba allí al mismo mensajero, y en cada
una de nuestras entrevistas recibía de él instrucciones e inteligencia
concernientes a lo que el Señor iba a hacer, y cómo y de qué manera
se conduciría su reino en los últimos días. . .
“Por fin llegó el momento de obtener las planchas, el Urim y Tu-
mim y el pectoral. El día veintidós de septiembre de mil ochocientos
veintisiete, habiendo ido al fin de otro año, como de costumbre, al lu-
gar donde estaban depositados, el mismo mensajero celestial me los
entregó con esta advertencia: que yo sería responsable de ellos; que
si permitía que se extraviaran por algún descuido o negligencia mía,
sería desarraigado; pero que si me esforzaba con todo mi empeño por
preservarlos hasta que él (el mensajero) viniera por ellos, entonces
serían protegidos.
“Pronto supe por qué había recibido tan estrictos mandatos de guar-
darlos, y por qué me había dicho el mensajero que cuando terminara
lo que se requería de mí, él vendría por ellos. Porque no bien se supo
que yo los tenía, comenzaron a hacerse los más tenaces esfuerzos por
privarme de ellos. Se recurrió a cuanta estratagema se pudo inventar
para realizar ese propósito. La persecución llegó a ser más severa y
enconada que antes, y grandes números de personas andaban conti-
nuamente al acecho para quitármelos, de ser posible. Pero mediante
la sabiduría de Dios, permanecieron seguros en mis manos hasta que
cumplí con ellos lo que se requirió de mí. Cuando el mensajero, de
conformidad con el arreglo, llegó por ellos, se los entregué; y él los
tiene a su cargo hasta el día de hoy, dos de mayo de mil ochocientos
treinta y ocho”.
Para una narración más completa, véase José Smith—Historia en
la Perla de Gran Precio.
La historia antigua que así salió de la tierra, como la voz de un pue-
blo que hablaba desde el polvo, fue traducida a un lenguaje moderno
[el idioma inglés] por el don y el poder de Dios, según la afirmación
divina lo ha atestiguado, y se publicó por primera vez al mundo en
inglés en el año 1830 con el título de The Book of Mormon.
UNA BREVE EXPLICACIÓN ACERCA
DEL LIBRO DE MORMÓN

E l Libro de Mormón es una historia sagrada de pueblos de la Amé-


rica antigua, la cual se grabó en planchas de metal. Las fuentes de
donde se compiló esta historia incluyen las siguientes:
1. Las Planchas de Nefi, que eran de dos clases: las planchas meno-
res y las planchas mayores. Las primeras tenían que ver más en
particular con asuntos espirituales y con el ministerio y las ense-
ñanzas de los profetas, mientras que las segundas se ocupaban
principalmente de la historia seglar de los pueblos a los que se
referían (1 Nefi 9:2–4). Sin embargo, desde la época de Mosíah,
también en las planchas mayores se incluyeron asuntos de con-
siderable importancia espiritual.
2. Las Planchas de Mormón, que se componen de un compendio de
las planchas mayores de Nefi, hecho por Mormón, con muchos
comentarios. Estas planchas también contenían una continua-
ción de la historia escrita por Mormón con aditamentos de su
hijo Moroni.
3. Las Planchas de Éter, que contienen una historia de los jareditas.
Esta historia la compendió Moroni, el cual añadió comentarios
propios e incorporó dicho compendio en la historia general con
el título de “Libro de Éter”.
4. Las Planchas de Bronce, que el pueblo de Lehi llevó de Jerusalén
en el año 600 a.C. Estas contenían “los cinco libros de Moisés. . .
y asimismo la historia de los judíos desde su principio. . . hasta
el comienzo del reinado de Sedequías, rey de Judá; y también las
profecías de los santos profetas” (1 Nefi 5:11–13). En el Libro de
Mormón aparecen muchos pasajes de estas planchas que citan a
Isaías y a otros profetas bíblicos, así como a varios profetas que
la Biblia no menciona.
El Libro de Mormón se compone de quince partes o divisiones prin-
cipales, llamadas, con una sola excepción, libros, los que generalmente
llevan el nombre de su autor principal. La primera parte (o sea, los
primeros seis libros que terminan con el de Omni) es una traducción
de las planchas menores de Nefi. Entre los libros de Omni y de Mosíah
se encuentra una inserción llamada las Palabras de Mormón. Dicha
inserción enlaza la narración grabada en las planchas menores con el
compendio que hizo Mormón de las planchas mayores.
La parte más extensa, desde Mosíah hasta el capítulo 7 de Mormón,
BREVE EXPLICACIÓN XVI
es una traducción del compendio que hizo Mormón de las planchas
mayores de Nefi. La parte final, desde el capítulo 8 de Mormón hasta
el fin de la obra, fue grabada por Moroni hijo de Mormón, el cual, des-
pués de terminar la historia de la vida de su padre, hizo un compen-
dio de la historia jaredita (llamado el libro de Éter) y posteriormente
añadió las partes que se conocen como el libro de Moroni.
Alrededor del año 421 de la era cristiana, Moroni, el último de los
profetas e historiadores nefitas, selló los anales sagrados y los escon-
dió para los fines del Señor, para que apareciesen en los postreros
días, de acuerdo con lo que la voz de Dios predijo por medio de Sus
antiguos profetas. En el año 1823 de nuestra era, ese mismo Moroni,
para entonces un ser resucitado, visitó al profeta José Smith y subsi-
guientemente le entregó las planchas grabadas.
Con respecto a esta edición: La portada original que precede inme-
diatamente a la página de la tabla de materias se ha tomado de las
planchas y es parte del texto sagrado. Las introducciones escritas con
el tipo de letra no cursiva, tal como en 1 Nefi y las que preceden inme-
diatamente al capítulo 9 de Mosíah, también son una parte del texto
sagrado. Las introducciones en cursiva, como en los encabezamien-
tos de los capítulos, no son originales al texto, pero se incluyen como
ayudas de estudio para su conveniencia en la lectura.
En ediciones anteriores del Libro de Mormón publicadas en inglés
se han perpetuado algunos pequeños errores de texto. Esta edición
contiene correcciones que son apropiadas para que el material vaya
de conformidad con manuscritos originales, así como con las primeras
ediciones revisadas por el profeta José Smith.
EL PRIMER LIBRO DE NEFI
SU REINADO Y MINISTERIO

Relato de Lehi, de su esposa Saríah y de sus cuatro hijos, que se llama­


ban (empezando por el mayor) Lamán, Lemuel, Sam y Nefi. El Señor
advierte a Lehi que salga de la tierra de Jerusalén, porque este profetiza
al pueblo sobre su iniquidad, y tratan de quitarle la vida. Lehi viaja tres
días por el desierto con su familia. Nefi, acompañado de sus hermanos,
vuelve a la tierra de Jerusalén por los anales de los judíos. El relato de
sus padecimientos. Toman por esposas a las hijas de Ismael. Salen para el
desierto con sus familias. Sus padecimientos y aflicciones en el desierto.
Rumbo de sus viajes. Llegan a las grandes aguas. Se rebelan los hermanos
de Nefi contra él. Él los confunde y construye un barco. Dan al lugar el
nombre de Abundancia. Atraviesan los grandes mares hasta llegar a la
tierra prometida, etcétera. Esto es según la narración de Nefi, o en otras
palabras, yo, Nefi, escribí estos anales.
CAPÍTULO 1 grande de la bondad y los f miste­
rios de Dios, escribo, por tanto, la
Nefi da principio a la historia de su g 
historia de los hechos de mi vida.
pueblo — Lehi ve en visión un pilar
2 Sí, hago la relación en el a len­
de fuego y lee en un libro de profe-
guaje de mi padre, que se com­
cías — Alaba a Dios, predice la venida
pone de la ciencia de los judíos y
del Mesías y profetiza la destrucción
el idioma de los egipcios.
de Jerusalén — Es perseguido por los
3 Y sé que la historia que escribo
judíos. Aproximadamente 600 a.C.
es a verdadera; y la escribo de mi

Y O, a Nefi, nací de b buenos


c 
padres y recibí, por tanto,
alguna d instrucción en toda la
propia mano, con arreglo a mis
conocimientos.
4 Pues sucedió que al comen­
ciencia de mi padre; y habiendo zar el a primer año del reinado
conocido muchas e aflicciones du­ de b Sedequías, rey de Judá (mi
rante el curso de mi vida, siendo, padre Lehi había morado en c Je­
no obstante, altamente favorecido rusalén toda su vida), llegaron
del Señor todos mis días; sí, ha­ muchos d profetas ese mismo año
biendo logrado un conocimiento profetizando al pueblo que se
[1 nefi] f GEE Misterios de Dios. Apéndice.
1 1 a GEE Nefi hijo de Lehi. g GEE Escrituras. b 2 Cró. 36:10;
b Prov. 22:1. 2 a Mos. 1:2–4; Jer. 52:3–5;
c DyC 68:25, 28. Morm. 9:32–33. Omni 1:15.
GEE Padres. 3 a 1 Ne. 14:30; c 1 Cró. 9:3.
d Enós 1:1; Mos. 1:6; Éter 5:1–3; d 2 Rey. 17:13–15;
Mos. 1:2–3. DyC 17:6. 2 Cró. 36:15–16;
GEE Enseñar. 4 a 598 a.C.; véase Jer. 7:25–26.
e GEE Adversidad. Cronología en el GEE Profeta.
1 NEFI 1:5–15 2
arrepintiera, o la gran ciudad de excedía al de las estrellas del
e 
Jerusalén sería destruida. firmamento.
5  Aconteció, por tanto, que 11 Y descendieron y avanzaron
mientras iba por su camino, mi por la faz de la tierra; y el primero
padre a Lehi oró al Señor, sí, con llegó hasta donde estaba mi pa­
todo su b corazón, a favor de su dre, y le dio un a libro y le mandó
pueblo. que lo leyera.
6 Y ocurrió que mientras estaba 12 Y sucedió que mientras leía,
orando al Señor, apareció ante fue lleno del a Espíritu del Señor.
él, sobre una roca, un a pilar de 13 Y leyó, diciendo: ¡Ay, ay de
fuego; y fue mucho lo que vio ti, Jerusalén, porque he visto tus
y oyó; y se estremeció y tembló a 
abominaciones! Sí, mi padre leyó
extremadamente por las cosas muchas cosas concernientes a b Jeru­
que vio y oyó. salén: que sería destruida, así como
7 Y sucedió que volvió a su sus habitantes; que muchos perece­
casa en Jerusalén, y se echó so­ rían por la espada y muchos serían
bre su lecho, a dominado por el c 
llevados cautivos a Babilonia.
Espíritu y por las cosas que ha­ 14 Y acaeció que cuando mi pa­
bía visto. dre hubo leído y visto muchas
8 Y dominado de esta manera cosas grandes y maravillosas,
por el Espíritu, fue arrebatado en prorrumpió en exclamaciones al
una a visión, en la que vio abrirse Señor, tales como: ¡Cuán grandes
los b cielos, y creyó ver a Dios sen­ y maravillosas son tus obras, oh
tado en su trono, rodeado de in­ Señor Dios Todopoderoso! ¡Tu
numerables concursos de ángeles, trono se eleva en las alturas de los
en actitud de estar cantando y cielos, y tu poder, y tu bondad y
alabando a su Dios. misericordia se extienden sobre
9 Y sucedió que vio a Uno que todos los habitantes de la tierra;
descendía del cielo, y vio que su y porque eres misericordioso, no
a 
resplandor era mayor que el del dejarás perecer a los que a acu­
sol al mediodía. dan a ti!
10  Y vio también que lo se­ 15 Así se expresaba mi padre
guían otros a doce, cuyo brillo en alabanzas a su Dios; porque
4 e Jer. 26:18; Moisés 1:9–10; 12 a DyC 6:15.
2 Ne. 1:4; JS—H 1:20. 13 a 2 Rey. 24:18–20;
Hel. 8:20. 8 a 1 Ne. 5:4. 2 Cró. 36:14.
5 a GEE Lehi, padre GEE Visión. b 2 Rey. 23:27; 24:2;
de Nefi. b Ezeq. 1:1; Jer. 13:13–14;
b Stg. 5:16. Hech. 7:55–56; 2 Ne. 1:4.
6 a Éx. 13:21; 1 Ne. 11:14; c 2 Rey. 20:17–18;
Hel. 5:24, 43; Hel. 5:45–49; 2 Ne. 25:10;
DyC 29:12; DyC 137:1. Omni 1:15.
JS—H 1:16. 9 a JS—H 1:16–17. 14 a Alma 5:33–36;
7 a Dan. 10:8; 10 a GEE Apóstol. 3 Ne. 9:14.
1 Ne. 17:47; 11 a Ezeq. 2:9.
3 1 NEFI 1:16–2:1
su alma se regocijaba y todo su las que había leído en el libro,
corazón estaba henchido a causa manifestaban claramente la ve­
de las cosas que había visto, sí, nida de un b Mesías y también la
que el Señor le había mostrado. redención del mundo.
16 Y yo, Nefi, no doy cuenta 20 Y cuando los judíos oyeron
completa de lo que mi padre ha esto, se irritaron contra él, sí, tal
escrito, porque ha escrito muchas como contra los profetas de la
cosas que vio en visiones y sue­ antigüedad, a quienes habían
ños; y ha escrito también muchas a 
echado fuera, y apedreado, y
cosas que a profetizó y habló a sus matado; y procuraron también
hijos, de las que no daré cuenta quitarle la vida. Pero he aquí, yo,
entera, Nefi, os mostraré que las tiernas
17 sino que haré una relación de b 
misericordias del Señor se ex­
los hechos de mi vida. He aquí, tienden sobre todos aquellos que,
haré un a compendio de los b anales a causa de su fe, él ha escogido,
de mi padre sobre planchas que para hacerlos poderosos, sí, hasta
he preparado con mis propias tener el poder de librarse.
manos; por tanto, después que
los haya compendiado, escribiré CAPÍTULO 2
la historia de mi propia vida.
Lehi lleva a su familia al desierto
18 Por lo tanto, quisiera que su­
junto al mar Rojo — Abandonan
pieseis que después que el Señor
sus bienes — Lehi ofrece un sacri-
hubo mostrado a mi padre Lehi
ficio al Señor y enseña a sus hijos a
tantas cosas maravillosas, sí, con
guardar los mandamientos — Lamán
respecto a la a destrucción de Je­
y Lemuel murmuran contra su pa-
rusalén, he aquí, mi padre salió
dre — Nefi es obediente y ora con fe;
entre el pueblo y empezó a b profe­
el Señor le habla y es escogido para
tizar y a declararles concerniente
gobernar a sus hermanos. Aproxima-
a lo que él había visto y oído.
damente 600 a.C.
19 Y aconteció que los judíos
se a burlaron de él por las cosas Porque he aquí, aconteció que
que testificó de ellos, porque ver­ el Señor habló a mi padre, sí,
daderamente les testificó de sus aun en un sueño, y le dijo: Ben­
maldades y abominaciones; y les dito eres tú, Lehi, por lo que has
dio testimonio de que las cosas hecho; y porque has sido fiel, y
que había visto y oído, así como has declarado a este pueblo las
16 a 1 Ne. 7:1. DyC 5:20. 20 a Hel. 13:24–26.
17 a 1 Ne. 9:2–5. b GEE Profecía, profetizar. b Alma 34:38;
b 1 Ne. 6:1–3; 19:1–6; 19 a 2 Cró. 36:15–16; DyC 46:15.
2 Ne. 5:29–33; Jer. 25:4; GEE Misericordia,
DyC 10:38–46. 1 Ne. 2:13; 7:14. misericordioso.
18 a 2 Ne. 25:9–10; b GEE Mesías.
1 NEFI 2:2–13 4
cosas que yo te mandé, he aquí, Lamán; y el valle se extendía por
tratan de a quitarte la vida. las riberas del río y llegaba hasta
2  Y sucedió que el Señor le cerca de su desembocadura.
a 
mandó a mi padre, en un b sueño, 9 Y cuando mi padre vio que
que c partiese para el desierto con las aguas del río desembocaban
su familia. en la fuente del mar Rojo, habló
3 Y aconteció que fue a obediente a Lamán, diciendo: ¡Oh, si fueras
a la palabra del Señor; por tanto, semejante a este río, fluyendo
hizo lo que el Señor le mandó. continuamente en la fuente de
4 Y ocurrió que salió para el de­ toda rectitud!
sierto; y abandonó su casa, y la 10 Y dijo también a Lemuel: ¡Oh,
tierra de su herencia, y su oro, su si fueras tú semejante a este va­
plata y sus objetos preciosos, y lle, firme, constante e inmutable
no llevó nada consigo, salvo a su en guardar los mandamientos
familia, y provisiones y tiendas, del Señor!
y se a dirigió al desierto. 11 Esto habló por causa de la
5 Y descendió por los contor­ dureza de cerviz de Lamán y Le­
nos cerca de las riberas del a mar muel; pues he aquí, a murmura­
Rojo, y viajó por el desierto por ban contra su b padre en muchas
los lados que están más próximos cosas, porque era un hombre c vi­
a este mar; y viajó por el desierto sionario, y los había sacado de la
con su familia, integrada por Sa­ tierra de Jerusalén, abandonando
ríah, mi madre, y b Lamán, Lemuel la tierra de su herencia, y su oro,
y Sam, mis hermanos mayores. y su plata y objetos preciosos,
6 Y aconteció que después de para perecer en el desierto. Y
haber viajado tres días por el de­ decían que había hecho esto por
sierto, asentó su tienda en un a va­ motivo de las locas imaginacio­
lle situado a la orilla de un río nes de su corazón.
de agua. 12 Y así era como Lamán y Le­
7 Y sucedió que erigió un a al­ muel, que eran los mayores, mur­
tar de b piedras y presentó una muraban en contra de su padre; y
ofrenda al Señor, y dio c gracias hacían esto porque a no conocían
al Señor nuestro Dios. la manera de proceder de aquel
8  Y al río que desaguaba en Dios que los había creado.
el mar Rojo dio el nombre de 13  Ni creían tampoco que
2 1 a 1 Ne. 7:14. 4 a 1 Ne. 10:4; 19:8. Deut. 27:5–6.
2 a 1 Ne. 5:8; 17:44. 5 a 1 Ne. 16:14; c GEE Acción de
b GEE Sueños. DyC 17:1. gracias, agradecido,
c Gén. 12:1; b GEE Lamán. agradecimiento.
2 Ne. 10:20; 6 a 1 Ne. 9:1. 11 a 1 Ne. 17:17.
Éter 1:42; 7 a Gén. 12:7–8; GEE Murmurar.
Abr. 2:3. Éx. 24:4; b Prov. 20:20.
3 a GEE Obediencia, Abr. 2:17. c 1 Ne. 5:2–4.
obediente, obedecer. b Éx. 20:25; 12 a Moisés 4:6.
5 1 NEFI 2:14–24
aquella gran ciudad de Jerusalén 18 Mas he aquí, Lamán y Le­
pudiera ser a destruida conforme muel no quisieron escuchar mis
a las palabras de los profetas; y palabras; por lo que, a afligido por
eran semejantes a los judíos que la dureza de sus corazones, rogué
estaban en Jerusalén, los cuales al Señor por ellos.
procuraban quitarle la vida a mi 19 Y aconteció que el Señor me
padre. habló, diciendo: Bendito eres tú,
14 Y aconteció que mi padre les Nefi, a causa de tu a fe, porque me
habló en el valle de Lemuel con has buscado diligentemente con
a 
poder, pues estaba lleno del Es­ humildad de corazón.
píritu, al grado de que sus cuer­ 20 Y según guardéis mis man­
pos b temblaron delante de él, y damientos, a prosperaréis y se­
los confundió, de modo que no réis conducidos a una b tierra de
osaron hablar contra él; por tanto, promisión, sí, a una tierra que
hicieron lo que él les mandó. yo he preparado para vosotros,
15  Y vivía mi padre en una una tierra escogida sobre todas
tienda. las demás.
16  Y sucedió que yo, Nefi, 21 Y según se rebelen tus herma­
siendo muy joven todavía, aun­ nos contra ti, serán a separados de
que grande de estatura, y te­ la presencia del Señor.
niendo grandes deseos de conocer 22 Y según tú guardes mis man­
los a misterios de Dios, clamé por damientos, serás puesto por a go­
tanto al Señor; y he aquí que él bernante y maestro sobre tus
me b visitó y c enterneció mi co­ hermanos.
razón, de modo que d creí todas 23 Porque he aquí, el día en
las palabras que mi e padre había que se rebelaren contra mí, yo
hablado; así que no me rebelé en los a maldeciré con penosa mal­
contra de él como lo habían hecho dición, y no tendrán ningún po­
mis hermanos. der sobre tu posteridad, a menos
17 Y le hablé a Sam, declarán­ que ella también se rebelare con­
dole las cosas que el Señor me tra mí.
había manifestado por medio de 24 Y si tu posteridad se rebe­
su Santo Espíritu. Y aconteció que lare contra mí, ellos les serán por
él creyó en mis palabras. a 
azote a tus descendientes, para
13 a Jer. 13:14; d 1 Ne. 11:5. Moisés 7:17–18.
1 Ne. 1:13. e GEE Padre terrenal; GEE Tierra prometida.
14 a GEE Poder. Profeta. 21 a 2 Ne. 5:20–24;
b 1 Ne. 17:45. 18 a Alma 31:24; Alma 9:13–15; 38:1.
16 a GEE Misterios de Dios. 3 Ne. 7:16. 22 a Gén. 37:8–11;
b Sal. 8:4; 19 a 1 Ne. 7:12; 15:11. 1 Ne. 3:29.
Alma 17:10; 20 a Josué 1:7; 23 a Deut. 11:28;
DyC 5:16. 1 Ne. 4:14; 1 Ne. 12:22–23;
GEE Revelación. Mos. 1:7. DyC 41:1.
c 1 Rey. 18:37; b Deut. 33:13–16; 24 a Josué 23:13;
Alma 5:7. 1 Ne. 5:5; 7:13; Jue. 2:22–23.
1 NEFI 3:1–13 6
estimularlos en los caminos del
b 
sino que es un mandamiento del
recuerdo. Señor.
6 Por lo tanto, ve tú, hijo mío, y
CAPÍTULO 3 el Señor te favorecerá porque a no
has murmurado.
Los hijos de Lehi vuelven a Jeru-
7 Y sucedió que yo, Nefi, dije a
salén para conseguir las planchas
mi padre: a Iré y haré lo que el Se­
de bronce — Labán se niega a en-
ñor ha mandado, porque sé que
tregarlas — Nefi exhorta y anima
él nunca da b mandamientos a los
a sus hermanos — Labán se apo-
hijos de los hombres sin c prepa­
dera de sus bienes y procura ma-
rarles una vía para que cumplan
tarlos — Lamán y Lemuel golpean
lo que les ha mandado.
a Nefi y a Sam, y son reprendidos
8  Y aconteció que mi padre
por un ángel. Aproximadamente
quedó altamente complacido al
600–592 a.C.
oír estas palabras, porque com­
Y aconteció que después de ha­ prendió que el Señor me había
blar con el Señor, yo, Nefi, volví bendecido.
a la tienda de mi padre. 9 Y yo, Nefi, y mis hermanos
2 Y sucedió que me habló, di­ emprendimos la marcha por el
ciendo: He aquí, he soñado un desierto, con nuestras tiendas,
a 
sueño, en el que el Señor me ha para subir a la tierra de Jerusalén.
mandado que tú y tus hermanos 10 Y aconteció que cuando hu­
volváis a Jerusalén. bimos subido a la tierra de Je­
3 Pues he aquí, Labán tiene los rusalén, yo y mis hermanos
anales de los judíos, así como una deliberamos unos con otros.
a 
genealogía de mis antepasados; 11 Y a echamos suertes para ver
y están grabados sobre planchas cuál de nosotros iría a la casa de
de bronce. Labán. Y sucedió que la suerte
4  Por lo que el Señor me ha cayó sobre Lamán, y fue y entró
mandado que tú y tus herma­ en la casa de Labán y habló con
nos vayáis a la casa de Labán, y él mientras estaba sentado en su
procuréis los anales y los traigáis casa.
aquí al desierto. 12 Y le pidió a Labán los anales
5 Y he aquí, tus hermanos mur­ que estaban grabados sobre las
muran, diciendo que lo que yo les planchas de bronce que contenían
he requerido es cosa difícil; pero la a genealogía de mi padre.
no soy yo quien se lo requiere, 13  Y he aquí, aconteció que
24 b 2 Ne. 5:25. 1 Rey. 17:11–15. GEE Fe; Filip. 4:13;
3 2 a GEE Sueños. Obediencia, obediente, 1 Ne. 17:3, 50;
3 a 1 Ne. 5:14. obedecer. DyC 5:34.
6 a GEE Sostenimiento de b GEE Mandamientos de 11 a Neh. 10:34;
líderes de la Iglesia. Dios. Hech. 1:26.
7 a 1 Sam. 17:32; c Gén. 18:14; 12 a 1 Ne. 3:3; 5:14.
7 1 NEFI 3:14–26
Labán se llenó de ira y lo echó anales a fin de que preservemos
a 

de su presencia; y no quiso que para nuestros hijos el idioma de


él tuviera los anales. Por tanto, le nuestros padres;
dijo: He aquí, tú eres un ladrón, 20 y también para a preservarles
y te voy a matar. las palabras que han salido de la
14 Pero Lamán huyó de su pre­ boca de todos los santos profetas,
sencia, y nos contó lo que Labán las cuales les han sido dadas por
había hecho. Y empezamos a afli­ el Espíritu y poder de Dios, desde
girnos en extremo, y mis herma­ el principio del mundo, hasta el
nos estaban a punto de volver a día de hoy.
mi padre en el desierto. 21 Y aconteció que, hablando de
15 Pero he aquí, yo les dije: Así este modo, persuadí a mis herma­
como el Señor vive, y como noso­ nos a que fueran fieles en guardar
tros vivimos, no descenderemos los mandamientos de Dios.
hasta nuestro padre en el desierto 22 Y sucedió que descendimos a
hasta que hayamos cumplido lo la tierra de nuestra herencia y reco­
que el Señor nos ha mandado. gimos nuestro a oro, y nuestra plata
16 Por tanto, seamos fieles en y todos nuestros objetos preciosos.
guardar los mandamientos del 23 Y después de haber recogido
Señor. Descendamos, pues, a la estas cosas, volvimos a la casa de
tierra de la a herencia de nuestro Labán.
padre, pues he aquí, él dejó oro y 24  Y acaeció que entramos
plata y toda clase de riquezas; y donde estaba Labán, y le pedimos
ha hecho todo esto a causa de los que nos diera los anales que esta­
b 
mandamientos del Señor. ban grabados sobre las a planchas
17 Porque sabía que Jerusalén de bronce, a cambio de los cuales
debe ser a destruida a causa de la le entregaríamos nuestro oro, y
iniquidad del pueblo. nuestra plata, y todas nuestras
18 Pues he aquí, han a rechazado cosas preciosas.
las palabras de los profetas. Por 25 Y aconteció que cuando La­
tanto, si mi padre hubiera perma­ bán vio nuestros bienes, y que
necido en el país después de habér­ eran grandes en extremo, él los
sele b mandado salir de él, habría a 
codició; por lo que nos echó
perecido también. Por lo que ha fuera y mandó a sus siervos que
sido necesario que salga del país. nos mataran, a fin de apoderarse
19 Y he aquí, es prudente para de nuestros bienes.
Dios que obtengamos estos 26 Sucedió, pues, que huimos
16 a 1 Ne. 2:4. 18 a GEE Rebelión. Escrituras deben
b 1 Ne. 2:2; 4:34. b 1 Ne. 16:8. preservarse.
17 a 2 Cró. 36:16–20; 19 a Omni 1:17; 22 a 1 Ne. 2:4.
Jer. 39:1–9; Mos. 1:2–6. 24 a 1 Ne. 3:3.
1 Ne. 1:13. 20 a GEE Escrituras — Las 25 a GEE Codiciar.
1 NEFI 3:27–4:3 8
delante de los siervos de Labán, y hombre poderoso, y puede man­
nos vimos obligados a abandonar dar a cincuenta, sí, y aun puede
nuestros bienes, que cayeron en matar a cincuenta; luego, ¿por
manos de Labán. qué no a nosotros?
27 Y huimos al desierto sin que
nos alcanzaran los siervos de La­ CAPÍTULO 4
bán, y nos escondimos en la oque­
Nefi mata a Labán por mandato del
dad de una roca.
Señor y luego obtiene las planchas
28 Y aconteció que Lamán se
de bronce por una estratagema —
irritó conmigo y también con mi
Zoram opta por unirse a la familia
padre; y lo mismo hizo Lemuel,
de Lehi en el desierto. Aproximada-
porque se dejó llevar por las pala­
mente 600–592 a.C.
bras de Lamán. Por tanto, Lamán
y Lemuel nos hablaron muchas Y aconteció que hablé a mis her­
a 
palabras ásperas a nosotros, sus manos diciéndoles: Subamos de
hermanos menores, y hasta nos nuevo a Jerusalén, y seamos a fie­
golpearon con una vara. les en guardar los mandamien­
29 Y sucedió que mientras nos tos del Señor, pues he aquí, él es
golpeaban con la vara, he aquí, más poderoso que toda la tierra.
vino un a ángel del Señor y se puso ¿Por qué, pues, no ha de ser más
ante ellos, y les habló, diciendo: b 
poderoso que Labán con sus cin­
¿Por qué golpeáis a vuestro her­ cuenta, o aun con sus decenas de
mano menor con una vara? ¿No millares?
sabéis que el Señor lo ha esco­gido 2 Subamos pues, y seamos a fuer­
para ser b gobernante sobre voso­ tes como b Moisés; porque él de
tros, y esto a causa de vuestras cierto habló a las aguas del c mar
iniquidades? He aquí, subiréis Rojo y se apartaron a uno y otro
de nuevo a Jerusalén y el Señor lado, y nuestros padres salieron
entregará a Labán en vuestras de su cautividad sobre tierra seca,
manos. y los ejércitos de Faraón los per­
30 Y luego que nos hubo ha­ siguieron y se ahogaron en las
blado, el a ángel se fue. aguas del mar Rojo.
31 Y después que el ángel hubo 3 He aquí, a vosotros os consta
partido, Lamán y Lemuel em­ la certeza de esto, y también
pezaron otra vez a a murmurar, sabéis que un a ángel os ha ha­
diciendo: ¿Cómo es posible que blado; ¿cómo, pues, podéis du­
el Señor entregue a Labán en dar? Subamos hasta allá; el Señor
nuestras manos? He aquí, es un puede librarnos como a nuestros
28 a 1 Ne. 17:17–18. 31 a GEE Murmurar. b GEE Moisés.
29 a 1 Ne. 4:3; 7:10. 4 1 a GEE Fe; c Éx. 14:21;
GEE Ángeles. Valor, valiente. 1 Ne. 17:26;
b 1 Ne. 2:22. b 1 Ne. 7:11–12. Mos. 7:19.
30 a 1 Ne. 16:38. 2 a Deut. 11:8. 3 a 1 Ne. 3:29–31; 7:10.
9 1 NEFI 4:4–17
padres, y destruir a Labán como nuevo: He aquí el a Señor lo ha
a los egipcios. puesto en tus manos. Sí, y yo
4 Y cuando hube hablado estas también sabía que había inten­
palabras, todavía estaban irrita­ tado quitarme la vida, y que él no
dos, y continuaron murmurando; quería escuchar los mandamien­
sin embargo, me siguieron hasta tos del Señor; y además, se había
que llegamos a los muros de Je­ b 
apoderado de nuestros bienes.
rusalén. 12 Y sucedió que otra vez me
5 Y era ya de noche; e hice que dijo el Espíritu: Mátalo, porque el
se ocultaran fuera del muro. Y Señor lo ha puesto en tus manos;
cuando se hubieron escondido, 13 he aquí que el Señor a mata a
yo, Nefi, entré furtivamente en los b malvados para que se cum­
la ciudad y me dirigí a la casa plan sus justos designios. Es c me­
de Labán. jor que muera un hombre a dejar
6 E iba a guiado por el Espíritu, que una nación degenere y pe­
sin b saber de antemano lo que rezca en la incredulidad.
tendría que hacer. 14 Y cuando yo, Nefi, hube oído
7 No obstante, seguí adelante, y estas palabras, me acordé de las
al acercarme a la casa de Labán vi que el Señor me había hablado
a un hombre, y este había caído en el desierto, diciendo: a En tanto
al suelo delante de mí, porque que tus descendientes guarden
estaba ebrio de vino. mis b mandamientos, c prosperarán
8 Y al acercarme a él, hallé que en la d tierra de promisión.
era Labán. 15 Sí, y también consideré que
9 Y percibiendo su a espada, la no podrían guardar los manda­
saqué de la vaina; y el puño era mientos del Señor según la ley
de oro puro, labrado de una ma­ de Moisés, a menos que tuvieran
nera admirable, y vi que la hoja esa ley.
era de un acero finísimo. 16 Y también sabía que la a ley
10 Y aconteció que el Espíritu estaba grabada sobre las planchas
me a constriñó a que matara a La­ de bronce.
bán; pero dije en mi corazón: Yo 17 Y además, sabía que el Se­
nunca he derramado sangre hu­ ñor había puesto a Labán en mis
mana. Y me sobrecogí y deseé no manos para este fin: que yo obtu­
tener que matarlo. viese los anales, de acuerdo con
11  Y el Espíritu me dijo de sus mandamientos.
6 a GEE Espíritu Santo; b 1 Ne. 3:26. Éter 2:7–12.
Inspiración, inspirar. 13 a 1 Ne. 17:33–38; b GEE Mandamientos de
b Heb. 11:8. DyC 98:31–32. Dios.
9 a 2 Ne. 5:14; b GEE Inicuo, iniquidad. c 1 Ne. 2:20.
DyC 17:1. c Alma 30:47. d 1 Ne. 17:13–14;
10 a Alma 14:11. 14 a Omni 1:6; Jacob 2:12.
11 a 1 Sam. 17:41–49. Mos. 2:22; 16 a GEE Ley de Moisés.
1 NEFI 4:18–34 10
18 Por lo que, obedeciendo la quien yo había matado, me si­
voz del Espíritu y cogiendo a La­ guió.
bán por los cabellos, le corté la 27 Y me habló muchas veces
cabeza con su propia a espada. acerca de los ancianos de los ju­
19 Y después que le hube cor­ díos, mientras me dirigía hacia
tado la cabeza con su propia es­ donde estaban mis hermanos
pada, tomé las ropas de Labán y fuera de las murallas.
me vestí con ellas, poniéndomelas 28 Y aconteció que cuando La­
todas, y me ceñí los lomos con su mán me vio, se asustó en extremo,
armadura. lo mismo que Lemuel y Sam; y
20 Y cuando hube hecho todo huyeron de mi presencia, por­
esto, me dirigí al lugar donde se que creían que era Labán, y que
hallaba el tesoro de Labán. Y al me había quitado la vida, e iba a
acercarme a ese sitio, encontré al matarlos también a ellos.
a 
siervo de Labán que guardaba 29 Y aconteció que los llamé, y
las llaves del tesoro, e imitando la ellos me oyeron; por tanto, cesa­
voz de su amo, le mandé que me ron de huir de mi presencia.
acompañara al lugar del tesoro. 30 Y cuando el siervo de Labán
21 Y él supuso que yo era su vio a mis hermanos, empezó a tem­
amo Labán, pues vio la ropa y blar, y estaba a punto de huir de mí
también la espada ceñida a mi y volver a la ciudad de Jerusalén.
cintura. 31 Y yo, Nefi, siendo un hombre
22 Y me habló concerniente a grande de estatura, y habiendo
los ancianos de los judíos, porque recibido mucha a fuerza del Se­
sabía que su amo Labán había es­ ñor, prendí al siervo de Labán y
tado entre ellos durante la noche. lo detuve para que no se escapara.
23 Y le hablé como si yo hubiese 32 Y sucedió que le dije que si
sido Labán. quería escuchar mis palabras,
24 Y también le dije que yo te­ así como vive el Señor, y como
nía que llevar los grabados, que vivo yo, que si prestaba atención
estaban sobre las a planchas de a nuestras palabras, le perdona­
bronce, a mis hermanos mayores ríamos la vida.
que se hallaban del otro lado de 33 Y le hablé, sí, le hice a jura­
las murallas. mento de que no tenía por qué
25 Y también le mandé que me temer; que sería libre como no­
siguiera. sotros si descendía con nosotros
26 Y creyendo él que me refe­ al desierto.
ría a los hermanos de la iglesia, 34  Y también le dije: Cierta­
y que era en verdad Labán, a mente el Señor nos ha a mandado
18 a 1 Sam. 17:51. 5:10–22. 33 a GEE Juramento.
20 a 2 Ne. 1:30. 31 a Mos. 9:17; 34 a 1 Ne. 2:2; 3:16.
24 a 1 Ne. 3:12, 19–24; Alma 56:56.
11 1 NEFI 4:35–5:6
hacer esto; y, ¿no debemos ser acerca de sus descendientes y de la
diligentes en guardar los manda­ preservación de las planchas. Aproxi-
mientos del Señor? Por lo tanto, madamente 600–592 a.C.
si desciendes al desierto adonde
Y aconteció que después de ha­
está mi padre, habrá lugar para
ber viajado por el desierto hasta
ti entre nosotros.
donde estaba nuestro padre, he
35 Y sucedió que a Zoram cobró
aquí, este se llenó de gozo; y tam­
ánimo al oír las palabras que le
bién mi madre a Saríah se regocijó
hablé. Ahora bien, Zoram era el
en extremo, porque verdadera­
nombre de este siervo; y prome­
mente se había afligido por no­
tió que descendería al desierto
sotros;
adonde estaba nuestro padre. Sí,
2 porque creía que habíamos
y también nos hizo juramento de
perecido en el desierto, y también
que permanecería desde entonces
se había quejado contra mi padre,
con nosotros.
diciéndole que era visionario, y
36  Ahora bien, deseábamos
dijo: Tú nos has sacado de la tierra
que permaneciera con nosotros
de nuestra herencia, y mis hijos
por esta razón: que los judíos
ya no existen y nosotros perece­
no supieran de nuestra huida al
remos en el desierto.
desierto, no fuera que nos persi­
3 Y según esta manera de hablar,
guieran y nos destruyeran.
mi madre se había quejado contra
37 Y aconteció que cuando Zo­
mi padre.
ram se a juramentó, cesaron nues­
4 Y había sucedido que mi pa­
tros temores con respecto a él.
dre le había hablado, diciendo: Sé
38 Y sucedió que tomamos las
que soy hombre a visionario, por­
planchas de bronce y al siervo
que si no hubiera visto las cosas
de Labán, y partimos para el de­
de Dios en una b visión, no habría
sierto y viajamos hacia la tienda
conocido su bondad, sino que hu­
de nuestro padre.
biera permanecido en Jerusalén y
perecido con mis hermanos.
CAPÍTULO 5
5 Pero he aquí, he obtenido una
Saríah se queja contra Lehi — Am- a 
tierra de promisión y me rego­
bos se regocijan por el regreso de sus cijo en estas cosas; sí, y yo b sé
hijos — Ofrecen sacrificios — Las que el Señor librará a mis hijos
planchas de bronce contienen los de las manos de Labán, y los
escritos de Moisés y de los profe- hará volver a nosotros en el de­
tas — En ellas se indica que Lehi es sierto.
descendiente de José — Lehi profetiza 6 Y con estas palabras mi padre
35 a 1 Ne. 16:7; GEE Juramento. GEE Visión.
2 Ne. 5:5–6. 5 1 a GEE Saríah. 5 a 1 Ne. 2:20; 18:8, 22–23.
GEE Zoram, zoramitas. 4 a 1 Ne. 2:11. GEE Tierra prometida.
37 a Josué 9:1–21; Ecle. 5:4. b 1 Ne. 1:8–13. b GEE Fe.
1 NEFI 5:7–16 12
Lehi consoló a mi madre Saríah, creación del mundo, y también
con respecto a nosotros, mientras de Adán y Eva, nuestros prime­
viajábamos por el desierto hacia ros padres;
la tierra de Jerusalén para obtener 12 y asimismo la a historia de los
los anales de los judíos; judíos desde su principio, aun
7 y cuando volvimos a la tienda hasta el comienzo del reinado de
de mi padre, se llenaron de gozo; Sedequías, rey de Judá;
y mi madre se consoló. 13 y también las profecías de los
8 Y ella habló, diciendo: Ahora santos profetas desde el princi­
sé con certeza que el Señor ha pio, hasta comenzar el reinado de
a 
mandado a mi marido que huya a 
Sedequías, y muchas profecías
al desierto; sí, y también sé de se­ declaradas por boca de b Jeremías.
guro que el Señor ha protegido 14 Y aconteció que mi padre
a mis hijos, los ha librado de las Lehi también halló sobre las
manos de Labán y les ha dado a 
planchas de bronce la genea­
poder para b llevar a cabo lo que logía de sus padres, por lo que
el Señor les ha mandado. Y se­ supo que descendía de b José, sí,
gún esta manera de hablar se ex­ aquel José que era hijo de c Jacob,
presó ella. que fue d vendido para Egipto y
9 Y aconteció que se regocijaron e 
preservado por la mano del Se­
en extremo, y ofrecieron a sacri­ ñor para que salvara del hambre
ficios y holocaustos al Señor; y a su padre Jacob y a toda su casa.
dieron b gracias al Dios de Israel. 15 Y también fueron a librados
10 Y después de haber dado gra­ del cautiverio y conducidos fuera
cias al Dios de Israel, mi padre del país de Egipto por el mismo
Lehi tomó los anales que estaban Dios que los había preservado.
grabados sobre las a planchas de 16 Así fue que mi padre Lehi
bronce, y los examinó desde el descubrió la genealogía de sus
principio. antepasados. Y Labán también
11  Y vio que contenían los era descendiente de a José, por lo
cinco a libros de Moisés, los cua­ que él y sus padres habían lle­
les relataban la historia de la vado los anales.
8 a 1 Ne. 2:2. GEE Pentateuco. b 2 Ne. 3:4;
b 1 Ne. 3:7. 12 a 1 Cró. 9:1. Alma 10:3.
9 a Mos. 2:3; GEE Escrituras. GEE José hijo de Jacob.
3 Ne. 9:19–20. 13 a 2 Rey. 24:18; c GEE Jacob hijo de Isaac.
GEE Ley de Moisés. Jer. 37:1. d Gén. 37:29–36.
b GEE Acción de b Esd. 1:1; e Gén. 45:4–5.
gracias, agradecido, Jer. 36:17–32; 15 a Éx. 13:17–18;
agradecimiento. 1 Ne. 7:14; Amós 3:1–2;
10 a 1 Ne. 4:24, 38; 13:23. Hel. 8:20. 1 Ne. 17:23–31;
GEE Planchas de 14 a 1 Ne. 3:3, 12. DyC 103:16–18;
bronce. GEE Planchas de 136:22.
11 a 1 Ne. 19:23. bronce. 16 a 1 Ne. 6:2.
13 1 NEFI 5:17–6:6
17 Y cuando mi padre vio todas Ahora bien, yo, Nefi, no doy la
estas cosas, fue lleno del Espíritu genealogía de mis padres en a esta
y empezó a profetizar acerca de parte de mis anales; ni tampoco
sus descendientes: la daré en ningún otro momento
18 Que estas planchas de bronce sobre estas b planchas que estoy
irían a todas las naciones, tribus, escribiendo, porque se halla en
lenguas y pueblos que fueran de los anales que mi c padre ha lle­
su simiente. vado, y por eso no la escribo en
19 Por tanto, dijo que estas plan­ esta obra.
chas a nunca perecerían, ni jamás 2 Básteme decir que somos des­
el tiempo las empañaría. Y profe­ cendientes de a José.
tizó muchas cosas en cuanto a su 3 Y no me parece importante
posteridad. ocuparme en una narración com­
20  Y sucedió que hasta este pleta de todas las cosas de mi pa­
punto mi padre y yo habíamos dre, porque no se pueden escribir
guardado los mandamientos que sobre a estas planchas, pues deseo
el Señor nos había mandado. el espacio para escribir acerca de
21  Y habíamos obtenido los las cosas de Dios.
anales que el Señor nos había 4 Porque toda mi intención es
mandado, y los escudriñamos y a 
persuadir a los hombres a que
descubrimos que eran deseables; b 
vengan al Dios de Abraham, y al
sí, de gran a valor para nosotros, Dios de Isaac, y al Dios de Jacob,
por motivo de que podríamos y sean salvos.
b 
preservar los mandamientos del 5 De modo que no escribo las
Señor para nuestros hijos. cosas que a agradan al mundo,
22 Por lo tanto, fue en la sabidu­ sino las que agradan a Dios y a
ría del Señor que los lleváramos los que no son del mundo.
con nosotros mientras viajábamos 6 Por tanto, daré un manda­
por el desierto hacia la tierra de miento a mis descendientes de
promisión. que no ocupen estas planchas con
cosas que no sean de valor para
CAPÍTULO 6 los hijos de los hombres.
Nefi escribe acerca de las cosas de
CAPÍTULO 7
Dios — El propósito de Nefi es per-
suadir a los hombres a venir al Dios Los hijos de Lehi vuelven a Jerusalén
de Abraham y ser salvos. Aproxima- e invitan a Ismael y a su familia a
damente 600–592 a.C. unirse a ellos en su viaje — Lamán
19 a Alma 37:4–5. c 1 Ne. 1:16–17; 4 a Juan 20:30–31. Véase
21 a GEE Escrituras — El 19:1–6. la portada del Libro
valor de las Escrituras. 2 a 1 Ne. 5:14–16. de Mormón.
b 2 Ne. 25:26. 3 a Jacob 7:27; b 2 Ne. 9:41, 45, 51.
6 1 a 2 Ne. 4:14–15. Jarom 1:2, 14; 5 a 1 Tes. 2:4;
b 1 Ne. 9:2. Omni 1:30. P. de Morm. 1:4.
1 NEFI 7:1–12 14
y otros se rebelan — Nefi exhorta desierto a la tienda de nuestro
a sus hermanos a tener fe en el Se- padre.
ñor — Lo atan con cuerdas y pro- 6 Y mientras íbamos por el de­
yectan quitarle la vida — Es librado sierto, he aquí que Lamán y Le­
por el poder de la fe — Sus herma- muel, dos de las hijas, y los dos
nos le piden perdón — Lehi y los a 
hijos de Ismael y sus familias se
que lo acompañan ofrecen sacrificios rebelaron contra nosotros, es de­
y holocaustos. Aproximadamente cir, contra mí, Nefi, y contra Sam
600–592 a.C. y contra Ismael, y su esposa y sus
otras tres hijas.
Y ahora quisiera que supieseis 7 Y aconteció que en su rebelión
que cuando mi padre Lehi hubo deseaban regresar a la tierra de
concluido de a profetizar concer­ Jerusalén.
niente a su posteridad, el Señor 8 Y yo, Nefi, a afligido por la du­
le habló de nuevo, diciendo que reza de sus corazones, les hablé,
no convenía que él, Lehi, llevase sí, a Lamán y a Lemuel, diciendo:
a su familia sola al desierto; sino He aquí, vosotros sois mis her­
que sus hijos debían tomar b mu­ manos mayores y, ¿cómo es que
jeres por c esposas para levantar sois tan duros de corazón, y tan
posteridad para el Señor en la ciegos de entendimiento, que te­
tierra de promisión. néis necesidad de que yo, vuestro
2 Y aconteció que el Señor le hermano menor, tenga que habla­
a 
mandó que yo, Nefi, y mis her­ ros, sí, y daros el ejemplo?
manos volviésemos a la tierra de 9 ¿Cómo es que no habéis escu­
Jerusalén, y lleváramos a Ismael chado la palabra del Señor?
y su familia al desierto. 10 ¿Cómo es que os habéis a ol­
3 Y aconteció que yo, Nefi, y vidado de haber visto a un ángel
mis hermanos viajamos a otra vez del Señor?
por el desierto para subir a Je­ 11 Sí, y, ¿cómo es que habéis
rusalén. olvidado cuán grandes cosas el
4 Y sucedió que llegamos a la Señor ha hecho por nosotros, a li­
casa de Ismael, y hallamos fa­ brándonos de las manos de La­
vor ante sus ojos, de modo que bán, y también ayudándonos a
pudimos anunciarle las palabras obtener los anales?
del Señor. 12 Sí, y, ¿cómo es que habéis ol­
5 Y el Señor ablandó el corazón vidado que el Señor tiene poder
de Ismael y los de su casa; por de hacer todas las a cosas según
tanto, viajaron con nosotros al su voluntad, para los hijos de los
7 1 a 1 Ne. 5:17–19. 6 a 2 Ne. 4:10. 11 a 1 Ne. 4.
b 1 Ne. 16:7. 8 a Alma 31:2; 12 a 1 Ne. 17:50;
c GEE Matrimonio. Moisés 7:41. Alma 26:12.
2 a 1 Ne. 16:7–8. 10 a Deut. 4:9;
3 a 1 Ne. 3:2–3. 1 Ne. 3:29; 4:3.
15 1 NEFI 7:13–22
hombres, si es que ejercen la fe b 
mi fe en ti, líbrame de las manos
en él? Por tanto, seámosle fieles. de mis hermanos; sí, dame fuer­
13 Y si es que le somos fieles, zas para a romper estas ligaduras
obten­dremos la a tierra de promi­ que me sujetan!
sión; y sabréis en un tiempo veni­ 18 Y cuando hube pronunciado
dero que será cumplida la palabra estas palabras, he aquí, fueron
del Señor respecto a la b destruc­ sueltas las ligaduras de mis ma­
ción de Jerusalén; porque todo nos y de mis pies, y poniéndome
cuanto el Señor ha dicho respecto delante de mis hermanos, les ha­
de su destrucción se cumplirá. blé otra vez.
14 Pues he aquí, el Espíritu del 19 Y aconteció que se enfurecie­
Señor pronto cesará de luchar ron conmigo de nuevo y trata­
con ellos; porque han a rechazado ron de apoderarse de mí; pero he
a los profetas y han arrojado a aquí, una de las a hijas de Ismael,
b 
Jeremías en una prisión. Y han sí, y también su madre y uno de
procurado quitarle la c vida a mi los hijos de Ismael, suplicaron a
padre, hasta el punto de hacerlo mis hermanos de tal manera que
huir del país. ablandaron sus corazones, y ce­
15 Y ahora bien, he aquí os digo saron en sus esfuerzos por qui­
que si volvéis a Jerusalén, tam­ tarme la vida.
bién pereceréis con ellos. Así 20 Y sucedió que se sintieron
pues, si lo preferís, subid allá, apesadumbrados de su maldad,
y recordad las palabras que os al grado de que se inclinaron de­
hablo, que si vais, también pere­ lante de mí, suplicándome que
ceréis; porque así me constriñe a les perdonara aquello que habían
hablar el Espíritu del Señor. hecho conmigo.
16 Y aconteció que cuando yo, 21 Y aconteció que les a perdoné
Nefi, hube hablado estas pala­ sinceramente todo cuanto me ha­
bras a mis hermanos, se irritaron bían hecho, y los exhorté a que
contra mí. Y se lanzaron sobre pidieran al Señor su Dios que los
mí, porque se habían enojado en perdonara. Y aconteció que así
extremo, y me a ataron con cuer­ lo hicieron. Y después de haber
das, pues intentaban quitarme la orado al Señor, emprendimos otra
vida, para luego abandonarme vez la marcha hacia la tienda de
en el desierto, a fin de que fuera nuestro padre.
devorado por animales salvajes. 22 Y aconteció que bajamos a la
17 Pero aconteció que oré al Se­ tienda de nuestro padre; y cuando
ñor, diciendo: ¡Oh Señor, según yo, mis hermanos y toda la casa de
12 b 1 Ne. 3:7; 15:11. Omni 1:15; Hel. 8:20–21. c 1 Ne. 2:1.
13 a 1 Ne. 2:20. 14 a Ezeq. 5:6; 16 a 1 Ne. 18:11–15.
GEE Tierra prometida. 1 Ne. 1:18–20; 2:13. 17 a Alma 14:26–28.
b 2 Rey. 25:1–21; GEE Rebelión. 19 a 1 Ne. 16:7.
2 Ne. 6:8; 25:10; b Jer. 37:15–21. 21 a GEE Perdonar.
1 NEFI 8:1–12 16
Ismael hubimos llegado a la tienda me pareció ver en mi sueño un
de mi padre, ellos dieron a gracias desierto obscuro y lúgubre.
al Señor su Dios; y le ofrecieron 5 Y aconteció que vi a un hom­
b 
sacrificios y holocaustos. bre vestido con un a manto blanco,
el cual llegó y se puso delante
CAPÍTULO 8 de mí.
6 Y sucedió que me habló y me
Lehi ve una visión del árbol de la
mandó que lo siguiera.
vida — Come de su fruto y desea que
7 Y aconteció que mientras lo
su familia haga lo mismo — Ve una
seguía, vi que me hallaba en un
barra de hierro, un sendero estrecho
desierto obscuro y lúgubre.
y angosto y el vapor de tinieblas que
8 Y después de haber caminado
envuelve a los hombres — Saríah,
en la obscuridad por el espacio de
Nefi y Sam comen del fruto, pero
muchas horas, empecé a implorarle
Lamán y Lemuel no quieren hacerlo.
al Señor que tuviera a misericordia
Aproximadamente 600–592 a.C.
de mí, de acuerdo con la multitud
Y aconteció que habíamos reco­ de sus tiernas misericordias.
gido toda suerte de semillas de 9 Y aconteció que después de ha­
toda especie, tanto de granos de ber orado al Señor, vi un a campo
todas clases, como de todo género grande y espacioso.
de frutas. 10 Y sucedió que vi un a árbol
2 Y sucedió que mientras mi pa­ cuyo b fruto era deseable para ha­
dre estaba en el desierto, nos ha­ cer a uno feliz.
bló, diciendo: He aquí, he a soñado 11 Y aconteció que me adelanté
un sueño o, en otras palabras, he y comí de su a fruto; y percibí que
visto una b visión. era de lo más dulce, superior a
3 Y he aquí, a causa de las cosas todo cuanto yo había probado
que he visto, tengo por qué rego­ antes. Sí, y vi que su fruto era
cijarme en el Señor por motivo blanco, y excedía a toda b blancura
de a Nefi y de Sam; porque tengo que yo jamás hubiera visto.
razón para suponer que ellos y 12  Y al comer de su fruto,
también muchos de sus descen­ mi alma se llenó de un a gozo
dientes se salvarán. inmenso; por lo que b deseé que
4 Pero he aquí, a Lamán y Le­ participara también de él mi
muel, temo en gran manera por familia, pues sabía que su fruto
causa de vosotros; pues he aquí, era c preferible a todos los demás.
22 a GEE Acción de 3 a 1 Ne. 8:14–18. 1 Ne. 11:4, 8–25.
gracias, agradecido, 4 a 1 Ne. 8:35–36. GEE Árbol de la vida.
agradecimiento. 5 a JS—H 1:30–32. b Alma 32:41–43.
b 1 Ne. 5:9. 8 a GEE Misericordia, 11 a Alma 5:34.
8 2 a GEE Revelación; misericordioso. b 1 Ne. 11:8.
Sueños. 9 a Mateo 13:38. 12 a GEE Gozo.
b 1 Ne. 10:17. 10 a Gén. 2:9; b Alma 36:24.
GEE Visión. Apoc. 2:7; 22:2; c 1 Ne. 15:36.
17 1 NEFI 8:13–26
13 Y al dirigir la mirada en hasta el árbol, al lado del cual
derredor, por si acaso descu­ me hallaba; y también pasaba por
bría a mi familia también, vi un donde brotaba el manantial hasta
a 
río de agua; y corría cerca del un b campo grande y espacioso a
árbol de cuyo fruto yo estaba semejanza de un mundo.
comiendo. 21 Y vi innumerables concursos
14 Y miré para ver de dónde de gentes, muchas de las cuales
procedía, y vi su fuente no muy se estaban apremiando a fin de
lejos de mí; y en su manantial vi llegar al a sendero que conducía al
a vuestra madre, Saríah, y a Sam árbol al lado del cual me hallaba.
y a Nefi; y estaban allí como si no 22 Y aconteció que se adelan­
supieran a dónde ir. taron y emprendieron la marcha
15 Y aconteció que les hice señas por el sendero que conducía al
y también les dije en voz alta que árbol.
vinieran hacia mí y participaran 23 Y ocurrió que surgió un a va­
de aquel fruto que era preferible por de tinieblas, sí, un su­mamente
a todos los demás. extenso vapor de tinieblas, tanto
16 Y sucedió que vinieron hacia así que los que habían entrado
mí y también comieron del fruto en el sendero se apartaron del
del árbol. camino, de manera que se desvia­
17 Y aconteció que yo sentí de­ ron y se perdieron.
seos de que Lamán y Lemuel vi­ 24 Y sucedió que vi a otros que
nieran y comieran también de se adelantaban, y llegaron y se
aquel fruto; por tanto, dirigí la asieron del extremo de la barra de
vista hacia el manantial del río hierro, y avanzaron a través del
por si acaso los veía. vapor de tinieblas, asidos a la ba­
18 Y aconteció que los vi, pero rra de hierro, hasta que llegaron y
a 
no quisieron venir hacia mí para participaron del a fruto del árbol.
comer del fruto. 25 Y después de haber comido
19 Y percibí una a barra de hie­ del fruto del árbol, miraron en
rro que se extendía por la orilla derredor de ellos, como si se ha­
del río y conducía al árbol donde llasen a avergonzados.
yo estaba. 26 Y yo también dirigí la mi­
20  Y vi también un sendero rada alrededor, y vi del otro lado
a 
estrecho y angosto que corría del río un edificio grande y a es­
a un lado de la barra de hierro pacioso que parecía erguirse
13 a 1 Ne. 12:16–18; 1 Ne. 8:30; 11:25; 24 a 1 Ne. 8:10–12.
15:26–29. 15:23–24. 25 a Rom. 1:16;
18 a 2 Ne. 5:20–25. 20 a Mateo 7:14; 2 Tim. 1:8;
19 a Sal. 2:9; 2 Ne. 31:17–20. Alma 46:21;
Apoc. 12:5; b Mateo 13:38. Morm. 8:38.
TJS Apoc. 19:15 21 a GEE Camino (vía). 26 a 1 Ne. 11:35–36; 12:18.
(Apéndice — Biblia); 23 a 1 Ne. 12:17; 15:24.
1 NEFI 8:27–38 18
en el aire, a gran altura de la 33 Y grande era la multitud que
tierra. entraba en aquel singular edificio.
27 Y estaba lleno de personas, Y después de entrar en él nos se­
tanto ancianas como jóvenes, ñalaban con dedo de a escarnio a
hombres así como mujeres; y mí y también a los que partici­
la ropa que vestían era excesi­ paban del fruto; pero no les hi­
vamente fina; y se hallaban en cimos caso.
a 
actitud de estar burlándose y 34 Estas son las palabras de mi
señalando con el dedo a los que padre: Pues todos los que les a hi­
habían llegado hasta el fruto y cieron caso se perdieron.
estaban comiendo de él. 35 Y ni a Lamán ni Lemuel co­
28 Y después que hubieron a pro­ mieron del fruto, dijo mi padre.
bado del fruto, se b avergonzaron 36 Y aconteció que luego que
a causa de los que se mofaban de mi padre hubo relatado todas las
ellos; y c cayeron en senderos pro­ palabras de su sueño o visión,
hibidos y se perdieron. que fueron muchas, nos dijo que
29 Y ahora bien, yo, Nefi, no a causa de estas cosas que había
relato a todas las palabras de mi visto en la visión, temía en gran
padre; manera por Lamán y Lemuel; sí,
30 pero para ser breve en lo que temía que fueran desterrados de
escribo, he aquí, él vio otras mul­ la presencia del Señor.
titudes que avanzaban; y llegaron 37 Y entonces los exhortó, con
y se agarraron del extremo de la todo el sentimiento de un tierno
a 
barra de hierro; y siguieron hacia a 
padre, a que escucharan sus con­
adelante, asidos constantemente sejos, para que quizá el Señor tu­
a la barra de hierro, hasta que lle­ viera misericordia de ellos y no los
garon, y se postraron, y comieron desechara; sí, mi padre les predicó.
del fruto del árbol. 38 Y después de haberles pre­
31 Y vio también otras a mul­ dicado, y también profetizado
titudes que se dirigían a tien­ de muchas cosas, les mandó que
tas hacia el grande y espacioso guardaran los mandamientos del
edificio. Señor; y cesó de hablarles.
32 Y aconteció que muchos se
ahogaron en las profundidades de CAPÍTULO 9
la a fuente; y muchos otros desapa­
recieron de su vista, desviándose Nefi prepara dos juegos de ana-
por senderos extraños. les — A cada uno se da el nombre de
27 a GEE Orgullo. 29 a 1 Ne. 1:16–17. 34 a Éx. 23:2.
28 a 2 Pe. 2:19–22. 30 a 1 Ne. 15:23–24. 35 a 1 Ne. 8:17–18;
b Marcos 4:14–20; 8:38; 31 a Mateo 7:13. 2 Ne. 5:19–24.
Lucas 8:11–15; 32 a 1 Ne. 15:26–29. 37 a GEE Familia;
Juan 12:42–43. 33 a GEE Persecución, Padres.
c GEE Apostasía. perseguir.
19 1 NEFI 9:1–10:1
planchas de Nefi — Las planchas ma- reinado de los reyes, y las guerras
yores contienen una historia seglar; y contenciones de mi pueblo.
las menores tienen que ver principal- 5 Por tanto, el Señor me ha man­
mente con cosas sagradas. Aproxima- dado hacer estas planchas para
damente 600–592 a.C. un a sabio propósito suyo, el cual
me es desconocido.
Y todas estas cosas mi padre vio,
6 Pero el Señor a sabe todas las
oyó y dijo mientras vivía en una
cosas desde el principio; por
tienda en el a valle de Lemuel,
tanto, él prepara una vía para
como también muchísimas otras
realizar todas sus obras entre los
cosas más que no se pueden es­
hijos de los hombres; porque, he
cribir sobre estas planchas.
aquí, él tiene todo b poder para el
2 Ahora bien, ya que he hablado
cumplimiento de todas sus pala­
de estas planchas, he aquí, no
bras. Y así es. Amén.
son las mismas sobre las que es­
cribo la historia completa de mi
pueblo; pues a a aquellas en que CAPÍTULO 10
hago la relación completa de mi
Lehi predice la cautividad en Babilo-
pueblo he dado el nombre de
nia — Habla de la venida entre los
Nefi; y por tanto, se llaman las
judíos de un Mesías, un Salvador,
planchas de Nefi, conforme a mi
un Redentor — Lehi habla también
propio nombre; y estas planchas
de la venida del que bautizaría al
también se llaman las planchas
Cordero de Dios — Lehi habla de la
de Nefi.
muerte y de la resurrección del Me-
3 Sin embargo, he recibido un
sías — Compara el esparcimiento
mandato del Señor de que hi­
y el recogimiento de Israel con un
ciera estas planchas para el a ob­
olivo — Nefi habla acerca del Hijo
jeto especial de que se grabase
de Dios, del don del Espíritu Santo y
una relación del b ministerio de
de la necesidad de que haya rectitud.
mi pueblo.
Aproximadamente 600–592 a.C.
4 Sobre las otras planchas se
debe grabar la historia del rei­ Y ahora yo, Nefi, procedo a
nado de los reyes, y las guerras hacer un relato sobre a estas
y contiendas de mi pueblo; por planchas de la historia de mis
lo tanto, estas planchas son ma­ hechos, y mi reinado y ministe­
yormente para el ministerio; y las rio; así pues, para continuar con
a 
otras son principalmente para el mi relación, debo decir algo más
9 1 a 1 Ne. 2:4–6, 8, 14–15; 3 a DyC 3:19. 6 a 2 Ne. 9:20;
16:6. b 1 Ne. 6:3. DyC 38:2;
2 a 1 Ne. 19:2, 4; 4 a Jacob 1:2–4; Moisés 1:6, 35.
Jacob 3:13–14; P. de Morm. 1:10. GEE Omnisciente.
P. de Morm. 1:2–11; 5 a 1 Ne. 19:3; b Mateo 28:18.
DyC 10:38–40. P. de Morm. 1:7; 10 1 a 1 Ne. 9:1–5; 19:1–6;
GEE Planchas. Alma 37:2, 12, 14. Jacob 1:1–4.
1 NEFI 10:2–11 20
acerca de las cosas de mi padre y siempre, a menos que confiase en
también de mis hermanos. este Redentor.
2  Porque he aquí, aconteció 7 Y también les habló acerca de
que luego que mi padre hubo un a profeta que habría de prece­
concluido de relatar acerca de der al Mesías, para preparar la
su a sueño, y también de ex­ vía del Señor;
hortarlos a ejercer toda dili­ 8 sí, y que saldría y proclamaría
gencia, les habló acerca de los en el desierto: a Preparad el ca­
judíos, mino del Señor y enderezad sus
3 que después que fuesen des­ sendas, porque entre vosotros se
truidos, sí, esa gran ciudad de a Je­ halla uno a quien no conocéis;
rusalén, y muchos de ellos fuesen y más poderoso es que yo, y de
b 
llevados cautivos a c Babilonia, quien no soy digno de desatar la
d 
volverían otra vez de acuerdo correa de su zapato. Y mi padre
con el propio y debido tiempo del habló mucho tocante a esta cosa.
Señor, sí, volverían de su cautivi­ 9 Y mi padre dijo que bautizaría
dad; y después de volver de su en a Betábara, del otro lado del Jor­
cautividad, poseerían otra vez la dán; y también dijo que b bautiza­
tierra de su herencia. ría con agua; que aun bautizaría
4 Sí, a seiscientos años después al Mesías con agua;
de la partida de mi padre de Je­ 10  y que después de haber
rusalén, el Señor Dios levantaría bautizado al Mesías con agua,
a un b profeta entre los judíos: sí, vería y daría testimonio de ha­
un c Mesías, o, en otras palabras, ber bautizado al a Cordero de
un Salvador del mundo. Dios, que quitaría los pecados
5 Y también habló concerniente del mundo.
a los profetas: del gran número 11 Y aconteció que luego que
que había a testificado de estas mi padre hubo dicho estas pa­
cosas referentes a este Mesías de labras, habló a mis hermanos
quien él había hablado, o sea, de tocante al evangelio que sería
este Redentor del mundo. predicado entre los judíos, y
6 Por lo tanto, todo el género también concerniente a que los
humano se hallaba en un estado judíos a degenerarían en la b incre­
perdido y a caído, y lo estaría para dulidad. Y luego que hubiesen
2 a 1 Ne. 8. d Jer. 29:10; 6 a GEE Caída de Adán
3 a Ester 2:6; 2 Ne. 6:8–9. y Eva.
2 Ne. 6:8; 4 a 1 Ne. 19:8; 7 a 1 Ne. 11:27; 2 Ne. 31:4.
Hel. 8:20–21. 2 Ne. 25:19; 8 a Isa. 40:3;
b 587 a.C.; véase 3 Ne. 1:1. Mateo 3:1–3.
Cronología en el b 1 Ne. 22:20–21. 9 a Juan 1:28.
Apéndice. c GEE Mesías. b GEE Juan el Bautista.
2 Ne. 25:10. 5 a Jacob 7:11; Mos. 13:33; 10 a GEE Cordero de Dios.
c Ezeq. 24:2; 1 Ne. 1:13; Hel. 8:19–24; 11 a Jacob 4:14–18.
Omni 1:15. 3 Ne. 20:23–24. b Morm. 5:14.
21 1 NEFI 10:12–18
dado muerte al Mesías que ha­
c 
cosas que no escribo en este libro;
bría de venir, y después de haber porque he escrito en mi a otro li­
sido muerto, d resucitaría de entre bro cuanto me pareció conve­
los muertos y se manifestaría a niente.
los gentiles por medio del e Espí­ 16 Y todas estas cosas, de las
ritu Santo. cuales he hablado, sucedieron
12 Sí, mucho habló mi padre mientras mi padre vivía en una
acerca de los gentiles y también tienda en el valle de Lemuel.
de la casa de Israel, que se les 17 Y aconteció que después que
compararía a un a olivo, cuyas yo, Nefi, hube oído todas las a pa­
ramas serían desgajadas y b es­ labras de mi padre concernientes
parcidas sobre toda la faz de a las cosas que había visto en su
la tierra. b 
visión, y también las cosas que
13 Por tanto, dijo que era nece­ habló por el poder del Espíritu
sario que fuéramos conducidos Santo, poder que recibió por la
unánimemente a la a tierra de pro­ fe que tenía en el Hijo de Dios
misión, para que se cumpliese la —y el Hijo de Dios era el c Mesías
palabra del Señor de que sería­ que habría de venir— yo, Nefi,
mos dispersados sobre toda la sentí deseos de que también yo
faz de la tierra. viera, oyera y supiera de estas
14 Y que después que la casa cosas, por el poder del d Espíritu
de Israel fuese esparcida, sería Santo, que es el don de Dios para
de nuevo a recogida; o, en una todos aquellos que lo buscan e di­
palabra, después que los b genti­ ligentemente, tanto en tiempos
les hubiesen recibido la plenitud f 
pasados como en el tiempo en
del evangelio, las ramas naturales que se manifieste él mismo a los
del c olivo, o sea, los restos de la hijos de los hombres.
casa de Israel, serían injertados, 18  P o rq u e é l e s s i e m p re
o llegarían al conocimiento del el a mismo ayer, hoy y para
verdadero Mesías, su Señor y su siempre; y la vía ha sido prepa­
Redentor. rada para todos los hombres
15 Y con estas palabras mi pa­ desde la fundación del mundo,
dre profetizó y habló a mis her­ si es que se arrepienten y vie­
manos, y también muchas otras nen a él.
11 c GEE Crucifixión; GEE Israel — El 17 a Enós 1:3;
Jesucristo. esparcimiento de Alma 36:17.
d GEE Resurrección. Israel. b 1 Ne. 8:2.
e GEE Espíritu Santo. 13 a 1 Ne. 2:20. c GEE Mesías.
12 a Gén. 49:22–26; GEE Tierra prometida. d GEE Espíritu Santo.
1 Ne. 15:12; 14 a GEE Israel — La e Moro. 10:4–5, 7, 19.
2 Ne. 3:4–5; congregación de Israel. f DyC 20:26.
Jacob 5; 6:1–7. b 1 Ne. 13:42; 18 a Heb. 13:8;
GEE Olivo; DyC 14:10. Morm. 9:9;
Viña del Señor. c Jacob 5:8, 52, 54, 60, 68. DyC 20:12.
b 1 Ne. 22:3–8. 15 a 1 Ne. 1:16–17. GEE Trinidad.
1 NEFI 10:19–11:7 22
19 Porque el que con diligencia Cordero. Aproximadamente 600–
busca, hallará; y los a mis­terios 592 a.C.
de Dios le serán descubiertos
Pues sucedió que después que
por el poder del b Espíritu Santo,
hube deseado conocer las cosas
lo mismo en estos días como en
que mi padre había visto, y cre­
tiempos pasados, y lo mismo en
yendo que el Señor podía hacér­
tiempos pasados como en los
melas saber, mientras estaba yo
venideros; por tanto, la c vía del
sentado a reflexionando sobre esto,
Señor es un giro eterno.
fui b arrebatado en el Espíritu del
20 Recuerda, pues, oh hombre,
Señor, sí, hasta una c montaña ex­
que por todos tus hechos serás
tremadamente alta que nunca
traído a a juicio.
antes había visto, y sobre la cual
21 Por lo que, si habéis procu­
nunca había puesto mis pies.
rado hacer lo malo en los días
2 Y me dijo el Espíritu: He aquí,
de vuestra a probación, entonces
¿qué es lo que tú deseas?
os halláis b impuros ante el tribu­
3 Y yo dije: Deseo ver las cosas
nal de Dios; y ninguna cosa im­
que mi padre a vio.
pura puede morar con Dios; así
4 Y el Espíritu me dijo: ¿Crees
que, debéis ser desechados para
que tu padre vio el a árbol del cual
siempre.
ha hablado?
22 Y el Espíritu Santo me da
5 Y respondí: Sí, tú sabes que
autoridad para que declare estas a 
creo todas las palabras de mi
cosas y no las retenga.
padre.
6 Y cuando hube pronunciado
CAPÍTULO 11
estas palabras, el Espíritu ex­
Nefi ve el Espíritu del Señor y se clamó en voz alta: ¡Hosanna al
le muestra el árbol de la vida en Señor, el Más Alto Dios, porque
una visión — Ve a la madre del él es Dios sobre toda la a tierra,
Hijo de Dios y aprende acerca de sí, sobre todo! Y bendito eres tú,
la condescendencia de Dios — Ve Nefi, porque b crees en el Hijo del
el bautismo, el ministerio y la cru- Más Alto Dios; por lo tanto, verás
cifixión del Cordero de Dios — Ve las cosas que has deseado.
también el llamamiento y minis- 7 Y he aquí, esto te será dado
terio de los Doce Apóstoles del por a señal: que después que hayas
19 a GEE Misterios de Dios. DyC 76:50–62; 3 a 1 Ne. 8:2–34.
b GEE Espíritu Santo. Moisés 6:57. 4 a 1 Ne. 8:10–12;
c Alma 7:20; 11 1 a DyC 76:19. 15:21–22.
DyC 3:2; 35:1. GEE Meditar. 5 a 1 Ne. 2:16.
20 a Ecle. 12:14; b 2 Cor. 12:1–4; 6 a Éx. 9:29;
2 Ne. 9:46. Apoc. 21:10; 2 Ne. 29:7;
GEE Juicio final. 2 Ne. 4:25; 3 Ne. 11:14;
21 a Alma 34:32–35. Moisés 1:1. Moisés 6:44.
b 1 Cor. 6:9–10; c Deut. 10:1; b GEE Creencia, creer.
3 Ne. 27:19; Éter 3:1. 7 a GEE Señal.
23 1 NEFI 11:8–22
visto el árbol que dio el fruto que también otras ciudades. Y vi la
tu padre probó, también verás ciudad de Nazaret, y en a ella vi
a un hombre que desciende del a una b virgen, y era sumamente
cielo, y lo presenciarás; y des­ hermosa y blanca.
pués que lo hayas presenciado, 14 Y ocurrió que vi abrirse los
b 
darás testimonio de que es el a 
cielos; y un ángel descendió y
Hijo de Dios. se puso delante de mí, y me dijo:
8 Y aconteció que me dijo el Es­ Nefi, ¿qué es lo que ves?
píritu: ¡Mira! Y miré y vi un árbol; 15 Y le contesté: Una virgen,
y era semejante al a que mi padre más hermosa y pura que toda
había visto; y su belleza era muy otra virgen.
superior, sí, sobrepujaba a toda 16 Y me dijo: ¿Comprendes la
otra belleza; y su b blancura ex­ condescendencia de Dios?
cedía a la blancura de la nieve 17 Y le respondí: Sé que ama a
misma. sus hijos; sin embargo, no sé el
9 Y sucedió que después que significado de todas las cosas.
hube visto el árbol, le dije al Es­ 18 Y me dijo: He aquí, la a virgen
píritu: Veo que me has mostrado que tú ves es la b madre del Hijo
el árbol que es más a precioso que de Dios, según la carne.
todos. 19 Y aconteció que vi que fue lle­
10 Y me preguntó: ¿Qué deseas vada en el Espíritu; y después que
tú? hubo sido llevada en el a Espíritu
11 Y le dije: Deseo saber la a inter­ por cierto espacio de tiempo, me
pretación de ello, pues le hablaba habló el ángel, diciendo: ¡Mira!
como habla el hombre; porque vi 20 Y miré, y vi de nuevo a la
que tenía la b forma de hombre. virgen llevando a un a niño en
No obstante, yo sabía que era el sus brazos.
Espíritu del Señor; y él me hablaba 21 Y el ángel me dijo: ¡He aquí,
como un hombre habla con otro. el a Cordero de Dios, sí, el b Hijo
12  Y aconteció que me dijo: del c Padre Eterno! ¿Comprendes
¡Mira! Y miré para verlo, pero el significado del d árbol que tu
no lo vi más, pues se había reti­ padre vio?
rado de mi presencia. 22 Y le contesté, diciendo: Sí, es
13  Y sucedió que miré, y vi el a amor de Dios que se derrama
la gran ciudad de Jerusalén, y ampliamente en el corazón de
7 b GEE Testimonio. GEE María, madre 21 a GEE Cordero de Dios.
8 a 1 Ne. 8:10. de Jesús. b GEE Jesucristo.
b 1 Ne. 8:11. 14 a Ezeq. 1:1; c GEE Trinidad — Dios
9 a 1 Ne. 11:22–25. 1 Ne. 1:8. el Padre.
11 a Gén. 40:8. 18 a Isa. 7:14; d 1 Ne. 8:10;
b Éter 3:15–16. Lucas 1:34–35. Alma 5:62.
13 a Mateo 2:23. b Mos. 3:8. GEE Árbol de la vida.
b Lucas 1:26–27; 19 a Mateo 1:20. 22 a GEE Amor.
Alma 7:10. 20 a Lucas 2:16.
1 NEFI 11:23–32 24
los hijos de los hombres; por lo 28 Y vi que salió, ejerciendo
tanto, es más deseable que todas su ministerio entre el pueblo
las cosas. con a poder y gran gloria; y se
23 Y él me habló, diciendo: Sí, y reunían las multitudes para es­
el de mayor a gozo para el alma. cucharlo; y vi que lo echaron de
24 Y cuando hubo pronunciado entre ellos.
estas palabras, me dijo: ¡Mira! Y 29 Y vi también a a doce más que
miré, y vi al Hijo de Dios que a iba lo seguían. Y aconteció que fue­
entre los hijos de los hombres; y ron llevados en el Espíritu de de­
vi a muchos que caían a sus pies lante de mi faz, de modo que no
y lo adoraban. los vi más.
25 Y aconteció que vi que la 30 Y aconteció que me habló de
a 
barra de hierro que mi padre nuevo el ángel, diciendo: ¡Mira! Y
había visto representaba la pa­ miré, y vi que se abrían de nuevo
labra de Dios, la cual conducía los cielos, y que descendían a án­
a la fuente de b aguas vivas o c ár­ geles sobre los hijos de los hom­
bol de la vida; y estas aguas son bres; y les ministraban.
una representación del amor de 31 Y de nuevo me habló, di­
Dios; y también vi que el árbol ciendo: ¡Mira! Y miré, y vi al
de la vida representaba el amor Cordero de Dios que iba entre
de Dios. los hijos de los hombres. Y vi a
26 Y el ángel me dijo de nuevo: multitudes de personas que esta­
¡Mira, y ve la a condescendencia ban enfermas y afligidas con toda
de Dios! clase de males, y con a demonios y
27 Y miré, y a vi al Redentor con b espíritus impuros; y el ángel
del mundo, de quien mi padre me habló y me mostró todas estas
había hablado, y vi también al cosas. Y fueron c sanadas por el
b 
profeta que habría de preparar poder del Cordero de Dios; y los
la vía delante de él. Y el Cordero demonios y los espíritus impuros
de Dios se adelantó y fue c bau­ fueron echados fuera.
tizado por él; y después que fue 32 Y aconteció que me habló
bautizado, vi abrirse los cielos, y otra vez el ángel, diciendo: ¡Mira!
al Espíritu Santo descender del Y miré, y vi al Cordero de Dios,
cielo y reposar sobre él en forma y que el pueblo lo apresó; sí, vi
de d paloma. que el Hijo del sempiterno Dios
23 a GEE Gozo. 27 a 2 Ne. 25:13. 29 a GEE Apóstol.
24 a Lucas 4:14–21. b Mateo 11:10; 30 a GEE Ángeles.
25 a 1 Ne. 8:19. 1 Ne. 10:7–10; 31 a Marcos 5:15–20;
b GEE Agua(s) viva(s). 2 Ne. 31:4. Mos. 3:5–7.
c Gén. 2:9; c GEE Bautismo, GEE Diablo.
Alma 32:40–41; bautizar. b GEE Espíritu —
Moisés 4:28, 31. d GEE Paloma, señal de la. Espíritus inmundos.
26 a 1 Ne. 11:16–33. 28 a DyC 138:25–26. c GEE Sanar, sanidades.
25 1 NEFI 11:33–12:5
fue juzgado por el mundo; y yo
a 
Apóstoles juzgarán a Israel; y el es-
vi, y doy testimonio. tado aborrecible y sucio de aquellos
33 Y yo, Nefi, vi que fue levan­ que degeneran en la incredulidad.
tado sobre la a cruz y b muerto por Aproximadamente 600–592 a.C.
los pecados del mundo.
Y aconteció que me dijo el án­
34 Y después que fue muerto, vi
gel: Mira y ve a tu posteridad
a las multitudes de la tierra, y que
y también la posteridad de tus
estaban reunidas para combatir
hermanos. Y miré, y vi la a tierra
contra los apóstoles del Cordero;
de promisión; y vi multitudes
porque así llamó a los doce el án­
de gentes, sí, cual si fuera en tan
gel del Señor.
inmenso número como la arena
35 Y estaban reunidas las mul­
del mar.
titudes de la tierra; y vi que se
2 Y sucedió que vi a las mul­
hallaban en un vasto y espacioso
titudes reunidas para combatir
a 
edificio, semejante al que mi pa­
unas contra otras; y vi a guerras y
dre vio. Y de nuevo me habló el
rumores de guerras, y vi la gran
ángel del Señor, diciendo: He
mortandad causada por la espada
aquí el mundo y su sabiduría;
entre los de mi pueblo.
sí, he aquí, la casa de Israel se ha
3 Y aconteció que vi pasar mu­
reunido para combatir contra los
chas generaciones en guerras y
doce apóstoles del Cordero.
contiendas en la tierra; y vi un
36 Y aconteció que vi, y doy tes­
gran número de ciudades, sí, tan­
timonio de que el grande y es­
tas que no las conté.
pacioso edificio representaba el
4 Y aconteció que vi un a vapor de
a 
orgullo del mundo; y cayó, y su b 
tinieblas sobre la faz de la tierra
caída fue grande en extremo. Y me
de promisión; y vi relámpagos,
habló otra vez el ángel del Señor,
y oí truenos y terremotos y toda
diciendo: Así será la destrucción
clase de ruidos estrepitosos; y vi
de todas las naciones, tribus, len­
que se hendieron las rocas y la tie­
guas y pueblos que combatan con­
rra; y vi montañas desplomarse en
tra los doce apóstoles del Cordero.
pedazos; y vi las llanuras tornarse
escabrosas; y vi que se c hundieron
CAPÍTULO 12
muchas ciudades; y vi que muchas
Nefi ve en visión la tierra de promi- otras fueron abrasadas por fuego;
sión; la rectitud, la iniquidad y la y vi muchas que cayeron a tierra
caída de sus habitantes; la venida por causa de los terremotos.
del Cordero de Dios entre ellos; 5  Y sucedió que después de
que los Doce Discípulos y los Doce presenciar estas cosas, vi que el
32 a Marcos 15:17–20. b GEE Expiación, expiar. Morm. 8:7–8.
33 a Juan 19:16–19; 35 a 1 Ne. 8:26; 12:18. GEE Guerra.
Mos. 3:9–10; 36 a GEE Orgullo. 4 a Hel. 14:20–28.
3 Ne. 27:14. 12 1 a GEE Tierra prometida. b 1 Ne. 19:10.
GEE Cruz. 2 a Enós 1:24; c 3 Ne. 8:14.
1 NEFI 12:6–18 26
vapor de tinieblas desaparecía de
a 
miré, y vi que murieron en recti­
sobre la faz de la tierra; y he aquí, tud a tres generaciones; y sus ves­
vi multitudes que no habían caído tidos eran blancos, así como los
a causa de los grandes y terribles del Cordero de Dios; y me dijo el
juicios del Señor. ángel: Estos son emblanquecidos
6 Y vi abrirse los cielos, y al en la sangre del Cordero, a causa
a 
Cordero de Dios que descendía de su fe en él.
del cielo; y bajó y se manifestó a 12 Y yo, Nefi, también vi a mu­
los que no habían caído. chos de los de la a cuarta genera­
7 Y también vi y doy testimonio ción que murieron en rectitud.
de que el Espíritu Santo descen­ 13 Y sucedió que vi reunidas a
dió sobre otros a doce; y fueron las multitudes de la tierra.
ordenados de Dios, y escogidos. 14 Y el ángel me dijo: He aquí
8 Y el ángel me habló, diciendo: tu posteridad, y también la de tus
He aquí los doce discípulos del hermanos.
Cordero que han sido escogidos 15 Y ocurrió que miré y vi a los
para ministrar a los de tu des­ de mi posteridad reunidos en
cendencia. multitudes a contra la posteridad
9 Y me dijo: ¿Te acuerdas de los de mis hermanos; y se hallaban
a 
doce apóstoles del Cordero? He congregados para la batalla.
aquí, ellos son los que b juzgarán 16 Y el ángel me habló, diciendo:
a las doce tribus de Israel; por He aquí la fuente de aguas a sucias
tanto, los doce ministros de tu que tu padre vio; sí, el b río del que
posteridad serán juzgados por habló; y sus profundidades son
ellos, pues vosotros sois de la casa las profundidades del c infierno.
de Israel. 17 Y los a vapores de tinieblas
10 Y estos a doce ministros que son las tentaciones del diablo que
tú ves juzgarán a tu posteridad. b 
ciegan los ojos y endurecen el co­
Y he aquí, son justos para siem­ razón de los hijos de los hombres,
pre; porque a causa de su fe en y los conducen hacia c caminos
el Cordero de Dios, sus b vesti­ anchos, de modo que perecen y
dos son emblanquecidos en su se pierden.
sangre. 18 Y el vasto y espacioso a edi­
11 Y el ángel me dijo: ¡Mira! Y ficio que tu padre vio representa
5 a 3 Ne. 8:20; 10:9. b Apoc. 7:14; 15 a Morm. 6.
6 a 2 Ne. 26:1, 9; Alma 5:21–27; 16 a GEE Inmundicia,
3 Ne. 11:3–17. 13:11–13; inmundo.
7 a 3 Ne. 12:1; 19:12–13. 3 Ne. 27:19–20. b 1 Ne. 8:13; 15:26–29.
9 a Lucas 6:13. 11 a 2 Ne. 26:9–10; c GEE Infierno.
b Mateo 19:28; 3 Ne. 27:30–32. 17 a 1 Ne. 8:23; 15:24;
DyC 29:12. 12 a Alma 45:10–12; DyC 10:20–32.
GEE Juicio final. Hel. 13:5, 9–10; b GEE Apostasía.
10 a 3 Ne. 27:27; 3 Ne. 27:32; c Mateo 7:13–14.
Morm. 3:18–19. 4 Ne. 1:14–27. 18 a 1 Ne. 8:26; 11:35–36.
27 1 NEFI 12:19–13:5
las vanas ilusiones y el orgullo
b  c 
convirtieron en una gente a obs­
de los hijos de los hombres. Y un cura, aborrecible y b sucia, llena
grande y terrible d abismo los se­ de c ocio y de todo género de abo­
para; sí, la palabra de la e justicia minaciones.
del Dios Eterno y el Mesías, que
es el Cordero de Dios, de quien CAPÍTULO 13
el Espíritu Santo da testimonio
Nefi ve en visión el establecimiento
desde el principio del mundo
de la iglesia del diablo entre los gen-
hasta hoy, y desde ahora y para
tiles, el descubrimiento y la coloni-
siempre.
zación de las Américas, la pérdida de
19 Y mientras el ángel pronun­
muchas partes claras y preciosas de
ciaba estas palabras, vi que la
la Biblia, el estado resultante de la
posteridad de mis hermanos
apostasía de los gentiles, la restaura-
combatía contra la mía, según
ción del Evangelio, el advenimiento
la palabra del ángel; y a causa
de las Escrituras de los últimos días
del orgullo de mi posteridad y
y la edificación de Sion. Aproxima-
de las a tentaciones del diablo,
damente 600–592 a.C.
vi que la posteridad de mis her­
manos b venció a los de mi des­ Y aconteció que el ángel me ha­
cendencia. bló, diciendo: ¡Mira! Y miré, y vi
20 Y aconteció que miré, y vi que muchas naciones y reinos.
los de la posteridad de mis her­ 2 Y me dijo el ángel: ¿Qué ves?
manos habían vencido a la mía; Y yo dije: Veo muchas naciones
y se repartieron en multitudes y reinos.
sobre la superficie de la tierra. 3 Y me dijo él a mí: Estas son
21 Y los vi reunirse en multi­ las naciones y los reinos de los
tudes; y vi entre ellos a guerras y gentiles.
rumores de guerras; y en guerras 4 Y aconteció que vi entre las
y rumores de guerras, vi pasar naciones de los a gentiles la for­
muchas generaciones. mación de una b grande iglesia.
22 Y el ángel me dijo: He aquí 5 Y el ángel me dijo: He aquí la
que estos a degenerarán en la in­ formación de una iglesia que es
credulidad. la más abominable de todas las
23  Y aconteció que vi, que demás iglesias, que a mata a los
después que hubieron dege­ santos de Dios, sí, y los atormenta
nerado en la incredulidad, se y los oprime, y los unce con
18 b Jer. 7:24. P. de Morm. 1:1–2. b 2 Ne. 5:20–25.
c GEE Orgullo. 21 a Morm. 8:8; c GEE Ociosidad, ocioso.
d Lucas 16:26; Moro. 1:2. 13 4 a GEE Gentiles.
1 Ne. 15:28–30. GEE Guerra. b 1 Ne. 13:26, 34; 14:3,
e GEE Justicia. 22 a 1 Ne. 15:13; 9–17.
19 a GEE Tentación, tentar. 2 Ne. 26:15. 5 a Apoc. 17:3–6;
b Jarom 1:10; 23 a 2 Ne. 26:33. 1 Ne. 14:13.
1 NEFI 13:6–18 28
un yugo de hierro, y los reduce
b 
sí, hasta donde estaban los des­
al cautiverio. cendientes de mis hermanos que
6 Y aconteció que vi esta a grande se encontraban en la tierra pro­
y abominable iglesia, y vi que el metida.
b 
diablo fue su fundador. 13 Y aconteció que vi al Espí­
7 Y vi también a oro y plata y ritu de Dios que obraba sobre
sedas y escarlatas y linos de fino otros gentiles, y salieron de su
tejido y toda especie de vesti­ cautividad, cruzando las mu­
duras preciosas; y vi muchas chas aguas.
rameras. 14  Y sucedió que vi muchas
8 Y el ángel me habló, diciendo: a 
multitudes de gentiles sobre la
He aquí, el oro y la plata, las se­ b 
tierra de promisión, y vi que la
das y escarlatas, y los linos de ira de Dios vino sobre los des­
fino tejido, y los preciosos ves­ cendientes de mis hermanos, y
tidos, y las rameras, son lo que fueron c dispersados delante de
a 
desea esta grande y abominable los gentiles, y afligidos.
iglesia. 15 Y vi que el Espíritu del Señor
9 Y también, por motivo de las estaba sobre los gentiles, y pros­
alabanzas del mundo, a destruyen peraron y obtuvieron la a tierra
a los santos de Dios y los reducen por herencia; y vi que eran blan­
al cautiverio. cos y muy b bellos y hermosos, se­
10 Y sucedió que miré, y vi mu­ mejantes a los de mi pueblo antes
chas aguas; y estas separaban a que los c mataran.
los gentiles de la posteridad de 16 Y aconteció que yo, Nefi, vi
mis hermanos. que los gentiles que habían salido
11 Y aconteció que el ángel me de la cautividad se humillaron
dijo: He aquí, la ira de Dios está delante del Señor, y el poder del
sobre la posteridad de tus her­ Señor estaba con a ellos.
manos. 17 Y vi que las madres patrias de
12 Y miré, y vi entre los gentiles los gentiles se hallaban reunidas
a un hombre que estaba separado sobre las aguas, y sobre la tierra
de la posteridad de mis herma­ también, para combatirlos.
nos por las muchas aguas; y vi 18 Y vi que el poder de Dios
que el a Espíritu de Dios descen­ estaba con ellos, y también
dió y obró sobre él; y el hombre que la ira de Dios pesaba so­
partió sobre las muchas aguas, bre todos aquellos que estaban
5 b Jer. 28:10–14. Morm. 8:35–38. c 1 Ne. 22:7–8.
6 a DyC 88:94. 9 a Apoc. 13:4–7. GEE Israel — El
GEE Diablo — La iglesia 12 a GEE Inspiración, esparcimiento de Israel.
del diablo. inspirar. 15 a 2 Ne. 10:19.
b 1 Ne. 22:22–23. 14 a 2 Ne. 1:11; b 2 Ne. 5:21.
7 a Morm. 8:36–38. Morm. 5:19–20. c Morm. 6:17–22.
8 a Apoc. 18:10–24; b GEE Tierra prometida. 16 a DyC 101:80.
29 1 NEFI 13:19–29
congregados en contra de ellos conforme a la verdad que está en
para la lucha. el Cordero de Dios.
19 Y yo, Nefi, vi que los gentiles 25 Por lo tanto, estas cosas pro­
que habían salido de la cautivi­ ceden en su pureza de los a judíos
dad fueron a librados por el poder a los b gentiles, según la verdad
de Dios de las manos de todas las que está en Dios.
demás naciones. 26 Y después que proceden por
20 Y ocurrió que yo, Nefi, vi que la mano de los doce apóstoles
prosperaron en la tierra; y vi un del Cordero, de los judíos a a los
a 
libro, y lo llevaban entre ellos. gentiles, tú ves la formación de
21 Y me dijo el ángel: ¿Sabes tú una b iglesia c grande y abomina­
el significado del libro? ble, que es la más abominable de
22 Y le respondí: No lo sé. todas las demás iglesias, pues, he
23 Y dijo: He aquí, proviene de aquí, ha d despojado el evangelio
la boca de un judío. Y yo, Nefi, del Cordero de muchas partes
miré el libro; y el ángel me dijo: que son e claras y sumamente pre­
El a libro que ves es una b historia ciosas, y también ha quitado mu­
de los c judíos, el cual contiene los chos de los convenios del Señor.
convenios que el Señor ha hecho 27 Y ha hecho todo esto para
con la casa de Israel; y también pervertir las vías correctas del
contiene muchas de las profecías Señor, para cegar los ojos y en­
de los santos profetas; y es una durecer el corazón de los hijos de
narración semejante a los graba­ los hombres.
dos sobre las d planchas de bronce, 28 Por tanto, ves tú que después
aunque menos en número. No que el libro ha pasado por las ma­
obstante, contienen los convenios nos de esa grande y abominable
que el Señor ha hecho con la casa iglesia, se han quitado muchas co­
de Israel; por tanto, son de gran sas claras y preciosas del libro, el
valor para los gentiles. cual es el libro del Cordero de Dios.
24 Y el ángel del Señor me dijo: 29 Y después que se quitaron
Has visto que el libro salió de la estas cosas claras y de gran va­
boca de un judío, y cuando salió lor, va entre todas las naciones
de la boca del judío, contenía la de los gentiles; y luego que va
plenitud del evangelio del Se­ entre todas las naciones de los
ñor, de quien dan testimonio los gentiles, sí, aun hasta el otro lado
doce apóstoles; y ellos testifican de las muchas aguas que has
19 a 2 Ne. 10:10–14; d 1 Ne. 5:10–13. Apostasía de la Iglesia
3 Ne. 21:4; Éter 2:12. 25 a 2 Ne. 29:4–6; cristiana primitiva.
20 a 1 Ne. 14:23. DyC 3:16. c 1 Ne. 13:4–6; 14:3, 9–17.
23 a 1 Ne. 13:38; GEE Judíos. d Morm. 8:33;
2 Ne. 29:4–12. b GEE Gentiles. Moisés 1:41.
b GEE Escrituras. 26 a Mateo 21:43. e 1 Ne. 14:20–26;
c 2 Ne. 3:12. b GEE Apostasía — AdeF 1:8.
1 NEFI 13:30–35 30
visto, entre los gentiles que han claras y sumamente preciosas del
salido del cautiverio, tú ves que evangelio del Cordero que ha su­
—a causa de las muchas cosas cla­ primido esa iglesia a abominable,
ras y preciosas que se han quitado cuya formación tú has visto.
del libro, cosas que eran claras al 33 Por tanto, dice el Cordero de
entendimiento de los hijos de los Dios: Seré misericordioso con los
hombres, según la claridad que gentiles, aun al grado de visitar
hay en el Cordero de Dios— a al resto de la casa de Israel con
causa de estas cosas que se han gran juicio.
suprimido del evangelio del Cor­ 34 Y aconteció que el ángel del
dero, muchísimos tropiezan, sí, Señor me habló, diciendo: He
de tal modo que Satanás tiene aquí, dice el Cordero de Dios,
gran poder sobre ellos. después que haya visitado al
30 No obstante, tú ves que los a 
resto de la casa de Israel —y este
gentiles que han salido de la cau­ resto del que hablo es la posteri­
tividad, y que, gracias al poder dad de tu padre— por lo tanto,
de Dios, han sido elevados sobre después que los haya visitado
todas las demás naciones que hay con juicio, y los haya herido por
en la superficie de la tierra, que la mano de los gentiles, y des­
es una tierra escogida sobre to­ pués que los gentiles b tropiecen
das las demás, la cual es la tierra muchísimo a causa de las partes
que el Señor Dios dio a tu padre más claras y preciosas que fue­
por convenio para que fuese la ron suprimidas del c evangelio
a 
herencia de sus descendientes; del Cordero por esa abominable
por tanto, ves que el Señor Dios iglesia, que es la madre de las ra­
no permitirá que los gentiles des­ meras, dice el Cordero, seré mi­
truyan completamente a los de la sericordioso con los gentiles en
b 
mezcla de tu descendencia que aquel día, de tal modo que haré
se hallan entre tus hermanos. d 
llegar a ellos, por medio de mi
31 Ni permitirá tampoco que los propio poder, mucho de mi evan­
gentiles a destruyan a la posteri­ gelio que será claro y precioso,
dad de tus hermanos. dice el Cordero.
32 Ni permitirá el Señor Dios 35 Porque he aquí, dice el Cor­
que los gentiles permanezcan dero: Yo mismo me manifestaré
para siempre en ese horrible es­ a los de tu posteridad, por lo
tado de ceguedad, en el que ves que escribirán muchas cosas que
que están a causa de las partes yo les suministraré, las cuales
30 a GEE Tierra prometida. Morm. 5:20–21. 2 Ne. 26:20.
b Alma 45:10–14. 32 a GEE Diablo — La c GEE Evangelio.
31 a 2 Ne. 4:7; 10:18–19; iglesia del diablo. d DyC 10:62.
Jacob 3:5–9; Hel. 15:12; 34 a GEE José hijo de Jacob. GEE Restauración del
3 Ne. 16:8–9; b 1 Ne. 14:1–3; Evangelio.
31 1 NEFI 13:36–41
serán claras y preciosas; y des­ para convencer a los gentiles
b 

pués que tu posteridad sea y al resto de la posteridad de


destruida y degenere en la incre­ mis hermanos, y también a los
dulidad, lo mismo que la de tus judíos que se encontraban es­
hermanos, he aquí que a estas co­ parcidos sobre toda la superficie
sas serán escondidas, a fin de que de la tierra, de que los escritos
sean manifestadas a los gentiles de los profetas y de los doce
por el don y el poder del Cordero. apóstoles del Cordero son c ver­
36 Y en ellas estará escrito mi daderos.
a 
evangelio, dice el Cordero, y mi 40  Y el ángel me habló, di­
b 
roca y mi salvación. ciendo: Estos a últimos anales
37 Y a bienaventurados aque­ que has visto entre los gentiles,
llos que procuren establecer a b 
establecerán la verdad de los
mi b Sion en aquel día, porque c 
primeros, los cuales son los de
tendrán el c don y el poder del los doce apóstoles del Cordero, y
Espíritu Santo; y si d perseveran darán a conocer las cosas claras
hasta el fin, serán enaltecidos en y preciosas que se les han qui­
el último día y se salvarán en el tado, y manifestarán a todas las
e 
reino eterno del Cordero; y los familias, lenguas y pueblos que
que f publiquen la paz, sí, nuevas el Cordero de Dios es el Hijo del
de gran gozo, ¡cuán bellos serán Eterno Padre, y es el d Salvador
sobre las montañas! del mundo; y que es necesario
38 Y aconteció que vi al resto de que todos los hombres vengan
la posteridad de mis hermanos, y a él, o no serán salvos.
también vi que el a libro del Cor­ 41 Y han de venir conforme a
dero de Dios, que había salido las palabras que serán estableci­
de la boca del judío, llegó de los das por boca del Cordero; y las
gentiles b al resto de la posteridad palabras del Cordero se darán a
de mis hermanos. conocer en los anales de tu pos­
39  Y después que hubo lle­ teridad, como también en los
gado a ellos, vi otros a libros anales de los doce apóstoles del
que vinieron por el poder del Cordero; por lo que los dos serán
Cordero, de los gentiles a ellos, reunidos en a uno solo; porque
35 a 2 Ne. 27:6; 29:1–2. GEE Perseverar. b Ezeq. 37:15–20;
GEE Libro de Mormón. e GEE Gloria celestial. 2 Ne. 3:11–12.
36 a 3 Ne. 27:13–21. f Isa. 52:7; c 1 Ne. 14:30.
b Hel. 5:12; Mos. 15:14–18; 40 a 2 Ne. 26:16–17; 29:12.
3 Ne. 11:38–39. 3 Ne. 20:40. GEE Libro de Mormón.
GEE Roca. 38 a 1 Ne. 13:23; b Morm. 7:8–9.
37 a DyC 21:9. 2 Ne. 29:4–6. c GEE Biblia.
b GEE Sion. b Morm. 5:15. d Véase la portada del
c GEE Don del Espíritu 39 a GEE Escrituras — Se Libro de Mormón.
Santo. profetiza la publicación Moisés 1:6.
d 3 Ne. 27:16. de las Escrituras. 41 a Ezeq. 37:17.
1 NEFI 13:42–14:5 32
hay un Dios y un Pastor sobre
b  c 
serán contados entre la posteri­
toda la tierra. dad de tu padre; sí, serán a conta­
42 Y viene el tiempo en que él se dos entre los de la casa de Israel;
manifestará a todas las naciones, y serán para siempre un pueblo
tanto a los a judíos como también b 
bendito sobre la tierra prome­
a los gentiles; y después que se tida, y no serán llevados más al
haya manifestado a los judíos y cautiverio; y la casa de Israel ya
también a los gentiles, entonces se no será confundida.
manifestará a los gentiles y tam­ 3 Y ese profundo a abismo que
bién a los judíos; y los b últimos ha cavado para ellos esa grande
serán los primeros, y los c prime­ y abominable iglesia, la cual
ros serán los últimos. fundaron el diablo y sus hijos
para conducir las almas de los
CAPÍTULO 14 hombres al infierno, sí, ese pro­
fundo abismo que ha sido ca­
Un ángel le informa a Nefi acerca
vado para la destrucción de los
de las bendiciones y las maldiciones
hombres, se llenará con aquellos
que caerán sobre los gentiles — So-
que lo abrieron, hasta su com­
lamente hay dos iglesias: la Iglesia
pleta destrucción, dice el Cor­
del Cordero de Dios y la iglesia del
dero de Dios; no la destrucción
diablo — Los santos de Dios son per-
del alma, a menos que sea el
seguidos en todas las naciones por
arrojarla en aquel b infierno que
la iglesia grande y abominable —
no tiene fin.
El apóstol Juan escribirá tocante al
4 Porque he aquí que esto va de
fin del mundo. Aproximadamente
conformidad con la cautividad
600–592 a.C.
del diablo, y también con la jus­
Y sucederá que si los a gentiles ticia de Dios, sobre todos los que
escucharen al Cordero de Dios cometan iniquidades y abomina­
el día en que él mismo se mani­ ciones ante él.
fieste a ellos, tanto en palabra, 5 Y aconteció que el ángel me
como también en b poder, real y habló a mí, Nefi, diciendo: Tú
verdaderamente, para quitar sus has visto que si los gentiles se
c 
tropiezos, arrepienten, les irá bien; y tam­
2 y no endurecieren sus cora­ bién sabes acerca de los convenios
zones contra el Cordero de Dios, del Señor con la casa de Israel; y
41 b Deut. 6:4; 14 1 a 3 Ne. 16:6–13. 2 Ne. 10:18–19;
Juan 17:21–23; GEE Gentiles. 3 Ne. 16:13; 21:6, 22;
2 Ne. 31:21. b 1 Tes. 1:5; Abr. 2:9–11.
c GEE Buen Pastor. 1 Ne. 14:14; b 2 Ne. 6:12; 10:8–14;
42 a DyC 90:8–9; 107:33; Jacob 6:2–3. 3 Ne. 16:6–7; 20:27.
112:4. c Isa. 57:14; 3 a 1 Ne. 22:14;
b Jacob 5:63. 1 Ne. 13:29, 34; DyC 109:25.
c Lucas 13:30; 2 Ne. 26:20. b GEE Condenación,
1 Ne. 15:13–20. 2 a Gál. 3:7, 29; condenar; Infierno.
33 1 NEFI 14:6–14
también has oído que el que no se pertenece a la iglesia del Cordero
a 
arrepienta deberá perecer. de Dios, pertenece a esa grande
6 Por lo tanto, a ¡ay de los genti­ iglesia que es la madre de las abo­
les, si es que endurecen sus cora­ minaciones, y es la c ramera de
zones contra el Cordero de Dios! toda la tierra.
7 Porque viene el día, dice el 11 Y aconteció que miré y vi a
Cordero de Dios, en que haré una la ramera de toda la tierra, y se
obra grande y a maravillosa entre asentaba sobre muchas a aguas;
los hijos de los hombres, una obra y b tenía dominio sobre toda la
que será sempiterna, ya para una tierra, entre todas las naciones,
cosa u otra; ya para convencerlos tribus, lenguas y pueblos.
a la paz y b vida eterna, o entregar­ 12 Y sucedió que vi la iglesia
los a la dureza de sus corazones y del Cordero de Dios, y sus nú­
ceguedad de sus mentes hasta ser meros eran a pocos a causa de
llevados al cautiverio, y también la iniquidad y las abominacio­
a la destrucción, tanto temporal nes de la ramera que se asen­
como espiritualmente, según la taba sobre las muchas aguas.
c 
cautividad del diablo, de la cual No obstante, vi que la iglesia del
he hablado. Cordero, que eran los santos de
8 Y aconteció que cuando el án­ Dios, se extendía también sobre
gel hubo hablado estas palabras, b 
toda la superficie de la tierra;
me dijo: ¿Recuerdas los a conve­ y sus dominios sobre la faz de
nios del Padre con la casa de Is­ la tierra eran pequeños, a causa
rael? Yo le contesté: Sí. de la maldad de la gran ramera
9 Y sucedió que me dijo: Mira, a quien yo vi.
y ve esa grande y abominable 13 Y ocurrió que vi que la gran
iglesia que es la madre de las abo­ madre de las abominaciones reu­
minaciones, cuyo fundador es el nió multitudes sobre toda la su­
a 
diablo. perficie de la tierra, entre todas
10 Y me dijo: He aquí, no hay las naciones de los gentiles, para
más que a dos iglesias solamente; a 
combatir contra el Cordero de
una es la iglesia del Cordero de Dios.
Dios, y la b otra es la iglesia del 14 Y aconteció que yo, Nefi,
diablo; de modo que el que no vi que el poder del Cordero de
5 a GEE Arrepentimiento, Alma 12:9–11. 11 a Jer. 51:13;
arrepentirse. 8 a GEE Abraham, Apoc. 17:15.
6 a 2 Ne. 28:32. convenio de b DyC 35:11.
7 a Isa. 29:14; (convenio abrahámico). 12 a Mateo 7:14;
1 Ne. 22:8; 9 a 1 Ne. 15:35; 3 Ne. 14:14;
2 Ne. 27:26; 29:1–2; DyC 1:35. DyC 138:26.
DyC 4:1. GEE Diablo. b DyC 90:11.
GEE Restauración 10 a 1 Ne. 22:23. 13 a Apoc. 17:1–6;
del Evangelio. b 1 Ne. 13:4–6, 26. 18:24;
b GEE Vida eterna. c Apoc. 17:5, 15; 1 Ne. 13:5;
c 2 Ne. 2:26–29; 2 Ne. 10:16. DyC 123:7–8.
1 NEFI 14:15–26 34
Dios descendió sobre los santos 18 Y aconteció que el ángel me
de la iglesia del Cordero y so­ habló, diciendo: ¡Mira!
bre el pueblo del convenio del 19  Y miré, y vi a un hombre
Señor, que se hallaban dispersa­ que estaba vestido con un manto
dos sobre toda la superficie de blanco.
la tierra; y tenían por armas su 20 Y el ángel me dijo: ¡He ahí
rectitud y el a poder de Dios en a 
uno de los doce apóstoles del
gran gloria. Cordero!
15 Y sucedió que vi que la ira 21 He aquí, él verá y escribirá el
de Dios se a derramó sobre aque­ resto de estas cosas; sí, y también
lla grande y abominable iglesia, muchas que han sucedido.
de tal modo que hubo guerras 22 Y escribirá también sobre el
y rumores de guerras entre to­ fin del mundo.
das las b naciones y familias de 23 Por tanto, las cosas que él
la tierra. escriba son justas y verdaderas;
16 Y cuando empezó a haber y he aquí, están escritas en el a li­
a 
guerras y rumores de guerras bro que tú has visto salir de la
entre todas las naciones que per­ boca del judío. Y en la época en
tenecían a la madre de las abo­ que salieron de la boca del judío,
minaciones, me habló el ángel, o sea, cuando el libro salió de la
diciendo: He aquí, la ira de Dios boca del judío, las cosas que es­
está sobre la madre de las rame­ taban escritas eran claras y pu­
ras; y he aquí, tú ves todas estas ras, y las más b preciosas y fáciles
cosas; para el entendimiento de todos
17 y cuando llegue el a día en los hombres.
que la b ira de Dios sea derra­ 24 Y he aquí, las cosas que este
mada sobre la madre de las ra­ a 
apóstol del Cordero escribirá
meras, que es la iglesia grande son muchas de las que tú ya has
y abominable de toda la tierra, visto; y he aquí, el resto tú lo
cuyo fundador es el diablo, en­ verás.
tonces, en ese día, empezará la 25 Pero las que verás en ade­
c 
obra del Padre, preparando la lante, no escribirás; porque el
vía para el cumplimiento de sus Señor Dios ha ordenado que las
d 
convenios que él ha hecho con a 
escriba el apóstol del Cordero
su pueblo que es de la casa de de Dios.
Israel. 26 Y ha habido también otros a
14 a Jacob 6:2; b 1 Ne. 22:15–16. 20 a Apoc. 1:1–3;
DyC 38:32–38. c 3 Ne. 21:7, 20–29. 1 Ne. 14:27.
15 a DyC 1:13–14. GEE Restauración del 23 a 1 Ne. 13:20–24;
b Marcos 13:8; DyC 87:6. Evangelio. Morm. 8:33.
16 a 1 Ne. 22:13–14; d Morm. 8:21, 41. b 1 Ne. 13:28–32.
Morm. 8:30. GEE Abraham, 24 a Éter 4:16.
17 a GEE Últimos días, convenio de (convenio 25 a Juan 20:30–31;
postreros días. abrahámico). Apoc. 1:19.
35 1 NEFI 14:27–15:7
quienes el Señor ha mostrado justos. Aproximadamente 600–
todas las cosas, y las han escrito; 592 a.C.
y han sido a selladas, según la
Y ocurrió que después que yo,
verdad que está en el Cordero,
15

Nefi, hube sido arrebatado en el


para aparecer en su pureza a la
Espíritu, y hube visto todas estas
casa de Israel en el propio y de­
cosas, volví a la tienda de mi padre.
bido tiempo del Señor.
2 Y sucedió que vi a mis herma­
27 Y yo, Nefi, oí, y testifico que
nos, y estaban disputando entre
el nombre del apóstol del Cor­
sí concerniente a las cosas que mi
dero era a Juan, según la palabra
padre les había hablado.
del ángel.
3 Porque verdaderamente les
28 Y he aquí que a mí, Nefi, se
habló muchas grandes cosas que
me prohíbe escribir el resto de las
eran difíciles de a comprender, a
cosas que vi y oí; por lo que me
menos que uno recurriera al Señor;
basta con las que he escrito; y no
y como eran duros de corazón, no
he escrito más que una pequeña
acudían al Señor como debían.
parte de lo que vi.
4 Y yo, Nefi, estaba apesadum­
29 Y doy testimonio de que yo vi
brado por la dureza de sus cora­
las cosas que mi a padre vio, y el
zones, como también a causa de
ángel del Señor me las hizo saber.
las cosas que yo había visto, las
30 Y ahora ceso de hablar to­
cuales sabía que inevitablemente
cante a las cosas que vi cuando fui
habrían de suceder, debido a la
llevado en el Espíritu; y si todas
gran iniquidad de los hijos de
las cosas que vi no están escritas,
los hombres.
las que he escrito son a verdade­
5 Y aconteció que me sentí aba­
ras. Y así es. Amén.
tido por causa de mis a aflicciones,
porque las consideraba mayo­
CAPÍTULO 15
res que cualquier otra cosa, por
Los de la posteridad de Lehi reci- motivo de la b destrucción de mi
birán de los gentiles el Evangelio pueblo, porque yo había visto
en los postreros días — El recogi- su caída.
miento de Israel se compara a un 6 Y aconteció que después de
olivo cuyas ramas naturales se- haber recobrado la a fuerza, hablé
rán injertadas nuevamente — Nefi a mis hermanos, deseando saber
interpreta la visión del árbol de la causa de sus disputas.
la vida y dice que la justicia de 7 Y dijeron: He aquí, no pode­
Dios separa a los malos de los mos comprender las palabras
26 a 2 Ne. 27:6–23; 27 a Apoc. 1:1–3. 5 a GEE Adversidad.
Éter 3:21–27; 29 a 1 Ne. 8. b Enós 1:13;
4:4–7; 30 a 2 Ne. 33:10–14. Morm. 6:1.
DyC 35:18; 15 3 a 1 Cor. 2:10–12; 6 a Moisés 1:10;
JS—H 1:65. Alma 12:9–11. JS—H 1:20, 48.
1 NEFI 15:8–16 36
que nuestro padre ha hablado gentiles, es que en los días pos­
concernientes a las ramas natura­ treros, cuando nuestros descen­
les del olivo, y también con res­ dientes hayan a degenerado en la
pecto a los gentiles. incredulidad, sí, por el espacio
8 Y les dije: ¿Habéis a preguntado de muchos años, y muchas gene­
al Señor? raciones después que el b Mesías
9 Y me contestaron: No, porque sea manifestado en la carne a los
el Señor no nos da a conocer tales hijos de los hombres, entonces la
cosas a nosotros. plenitud del c evangelio del Me­
10 He aquí, les dije: ¿Cómo es sías vendrá a los gentiles; y de
que no guardáis los mandamien­ los d gentiles vendrá al resto de
tos del Señor? ¿Cómo es que que­ nuestra posteridad.
réis perecer a causa de la a dureza 14 Y en aquel día el resto de los
de vuestros corazones? de nuestra a posteridad sabrán que
11 ¿No recordáis las cosas que el son de la casa de Israel, y que son
Señor ha dicho: Si no endurecéis el pueblo del b convenio del Señor;
vuestros corazones, y me a pedís y entonces sabrán y llegarán al
con fe, creyendo que recibiréis, c 
conocimiento de sus antepasa­
guardando diligentemente mis dos, y también al conocimiento del
mandamientos, de seguro os se­ evangelio de su Redentor, que él
rán manifestadas estas cosas? ministró a sus padres. Por tanto,
12 He aquí, os digo que la casa llegarán al conocimiento de su Re­
de Israel fue comparada a un dentor y de los principios exactos
olivo por el Espíritu del Señor de su doctrina, para que sepan
que estaba en nuestro padre; y cómo venir a él y ser salvos.
he aquí, ¿no hemos sido desga­ 15 Y entonces, ¿no se regocija­
jados de la casa de Israel? ¿No rán en aquel día, y alabarán a su
somos nosotros una a rama de la sempiterno Dios, su a roca y su
casa de Israel? salvación? Sí, ¿no recibirán en
13 Ahora bien, lo que nuestro aquel día la fuerza y nutrición de
padre quiere decir concerniente la verdadera b vid? Sí, ¿no vendrán
al injerto de las ramas naturales, al verdadero rebaño de Dios?
por medio de la plenitud de los 16 He aquí, os digo que sí; se
8 a Mos. 26:13; GEE Lehi, padre de b GEE Abraham,
Alma 40:3. Nefi. convenio de (convenio
GEE Oración. 13 a 1 Ne. 12:22–23; abrahámico).
10 a GEE Apostasía. 2 Ne. 26:15. c 2 Ne. 3:12; 30:5;
11 a Stg. 1:5–6; b GEE Mesías. Morm. 7:1, 9–10;
Enós 1:15; c GEE Evangelio. DyC 3:16–20. Véase
Moro. 7:26; d 1 Ne. 13:42; 22:5–10; también la
DyC 18:18. DyC 14:10. portada del Libro de
GEE Pedir. GEE Gentiles. Mormón.
12 a Gén. 49:22–26; 14 a 2 Ne. 10:2; 15 a GEE Roca.
1 Ne. 10:12–14; 19:24. 3 Ne. 5:21–26; 21:4–7. b Gén. 49:11; Juan 15:1.
37 1 NEFI 15:17–26
hará memoria de ellos otra vez que fuesen restaurados, no vol­
entre la casa de Israel; y siendo verían a ser confundidos ni es­
una rama natural del olivo, se­ parcidos otra vez. Y sucedió que
rán a injertados en el olivo ver­ hablé muchas palabras a mis her­
dadero. manos, de modo que se tranqui­
17 Y esto es lo que nuestro padre lizaron y se b humillaron ante el
quiere decir; y nos da a entender Señor.
que no sucederá sino hasta des­ 21 Y aconteció que de nuevo me
pués que los hayan dispersado hablaron, diciendo: ¿Qué significa
los gentiles; y se refiere a que se esta cosa que nuestro padre vio en
llevará a cabo por medio de los un sueño? ¿Qué significado tiene
gentiles, a fin de que el Señor ma­ el a árbol que vio?
nifieste a estos su poder, preci­ 22 Y yo les dije: Era una repre­
samente porque será a rechazado sentación del a árbol de la vida.
por los judíos, o sea, por los de la 23 Y me dijeron: ¿Qué significa
casa de Israel. la a barra de hierro, que nuestro
18 Por tanto, nuestro padre no padre vio, que conducía al árbol?
ha hablado solamente de nues­ 24 Y les dije que era la a palabra
tra posteridad, sino también de de Dios; y que quienes escucha­
toda la casa de Israel, indicando ran la palabra de Dios y se b afe­
el convenio que se ha de cumplir rraran a ella, no perecerían jamás;
en los postreros días, convenio ni los vencerían las c tentaciones
que el Señor hizo con nuestro ni los ardientes d dardos del e ad­
padre Abraham, diciendo: En tu versario para cegarlos y llevarlos
a 
posteridad serán benditas todas hasta la destrucción.
las familias de la tierra. 25 Por tanto, yo, Nefi, los exhorté
19 Y aconteció que yo, Nefi, les a que a escucharan la palabra del
hablé mucho respecto de estas Señor; sí, les exhorté con todas
cosas; sí, les hablé concerniente a las energías de mi alma y con
la a restauración de los judíos en toda la facultad que poseía, a que
los postreros días. obedecieran la palabra de Dios
20 Y les repetí las palabras de y se acordaran siempre de guar­
a 
Isaías, quien se refirió a la res­ dar sus mandamientos en todas
tauración de los judíos, o sea, de las cosas.
la casa de Israel; y que después 26 Y me dijeron: ¿Qué significa
16 a Jacob 5:60–68. b 1 Ne. 16:5, 24, 39. c 1 Ne. 8:23.
17 a GEE Crucifixión. 21 a 1 Ne. 8:10–12. GEE Tentación, tentar.
18 a Gén. 12:1–3; 22 a 1 Ne. 11:4, 25; d Efe. 6:16;
Abr. 2:6–11. Moisés 3:9. DyC 3:8;
19 a 1 Ne. 19:15. 23 a 1 Ne. 8:19–24. 27:17.
GEE Israel — La 24 a GEE Palabra de Dios. e GEE Diablo.
congregación de Israel. b 1 Ne. 8:30; 25 a DyC 11:2; 32:4;
20 a 1 Ne. 19:23. 2 Ne. 31:20. 84:43–44.
1 NEFI 15:27–35 38
el río de agua que nuestro pa­
a 
el día en que serían juzgados por
dre vio? sus a obras; sí, según las obras
27 Y les respondí que el a agua efectuadas por el cuerpo tempo­
que mi padre vio representaba ral en sus días de probación.
la b inmundicia; y que su mente 33 Por lo tanto, si a morían en su
se hallaba absorta a tal grado en iniquidad, tendrían que ser b de­
otras cosas que no vio la suciedad sechados también, con respecto
del agua. a las cosas que son espirituales,
28 Y les dije que era un a abismo las cuales se relacionan con la
horroroso que separaba a los ini­ rectitud; de modo que deberán
cuos del árbol de la vida, y tam­ comparecer ante Dios para ser
bién de los santos de Dios. c 
juzgados según sus d obras. Y si
29 Y les dije que era una repre­ sus obras han sido e inmundicia,
sentación de aquel a infierno te­ por fuerza ellos son inmundos; y
rrible que el ángel me dijo había si son inmundos, por fuerza ellos
sido preparado para los inicuos. no pueden f morar en el reino de
30 Y les dije que nuestro padre Dios; de lo contrario, el reino de
también vio que la a justicia de Dios también sería inmundo.
Dios separaba a los malos de los 34 Pero he aquí, os digo que el
justos; y su resplandor era como reino de Dios no es a inmundo, y
el de una llama de fuego que as­ ninguna cosa impura puede en­
ciende hasta Dios para siempre trar en el reino de Dios; de modo
jamás y no tiene fin. que es necesario que se prepare
31 Y me preguntaron: ¿Significa un lugar de inmundicia para lo
esto el tormento del cuerpo en los que es inmundo.
días de a probación, o significa el 35 Y se ha preparado un lugar;
estado final del alma, después de sí, aquel a infierno horroroso de
la b muerte del cuerpo temporal, que he hablado, y quien lo ha
o se refiere a las cosas que son preparado es el b diablo. Por tanto,
temporales? el estado final de las almas de los
32 Y aconteció que les dije que hombres es morar en el reino de
aquello era una representación de Dios, o ser expulsados, por ra­
cosas temporales así como espi­ zón de esa c justicia a que me he
rituales; porque habría de llegar referido.
26 a 1 Ne. 8:13. b Alma 40:6, 11–14. Alma 11:37;
27 a 1 Ne. 12:16. 32 a GEE Obras. DyC 76:50–70;
b GEE Inmundicia, 33 a Mos. 15:26; Moisés 6:57.
inmundo. Moro. 10:26. 34 a GEE Inmundicia,
28 a Lucas 16:26; b Alma 12:12–16; 40:26. inmundo.
1 Ne. 12:18; 2 Ne. 1:13. c GEE Juicio final. 35 a 2 Ne. 9:19;
29 a GEE Infierno. d 3 Ne. 27:23–27. Mos. 26:27.
30 a GEE Justicia. e 2 Ne. 9:16; GEE Infierno.
31 a Alma 12:24; 42:10; DyC 88:35. b 1 Ne. 14:9; DyC 1:35.
Hel. 13:38. f Sal. 15; 24:3–4; c GEE Justicia.
39 1 NEFI 15:36–16:8
36 Así que los malos son dese­ dura, porque los d hiere hasta el
chados de entre los justos, y tam­ centro.
bién de aquel a árbol de la vida, 3 Ahora bien, mis hermanos, si
cuyo fruto es el más precioso y vosotros fuerais justos y desearais
el más b apetecible de todos los escuchar la verdad y prestarle
frutos; sí, y es el más c grande de atención, a fin de a andar recta­
todos los d dones de Dios. Y así mente delante de Dios, no mur­
hablé a mis hermanos. Amén. muraríais por causa de la verdad,
ni diríais: Tú hablas cosas duras
CAPÍTULO 16 en contra de nosotros.
4 Y aconteció que yo, Nefi, ex­
Los inicuos hallan dura la verdad —
horté a mis hermanos con toda
Los hijos de Lehi se casan con las
diligencia a guardar los manda­
hijas de Ismael — La Liahona marca
mientos del Señor.
el camino que deben seguir por el
5 Y sucedió que se a humillaron
desierto — De cuando en cuando
ante el Señor, de tal modo que
se escriben en la Liahona mensajes
sentí gozo y grandes esperanzas
del Señor — Muere Ismael; su fa-
de que anduvieran por las sendas
milia murmura por motivo de sus
de la rectitud.
aflicciones. Aproximadamente 600–
6 Ahora bien, todas estas cosas
592 a.C.
se dijeron y se hicieron mientras
Y aconteció que después que yo, mi padre vivía en una tienda en
Nefi, hube terminado de hablar a el valle al que dio el nombre de
mis hermanos, he aquí, ellos me Lemuel.
dijeron: Tú nos has declarado co­ 7 Y sucedió que yo, Nefi, tomé
sas duras, más de lo que podemos por a esposa a una de las b hijas de
aguantar. Ismael; e igualmente mis herma­
2 Y sucedió que les dije que nos se casaron con las hijas de Is­
yo sabía que había hablado pa­ mael, y también c Zoram tomó por
labras duras contra los inicuos, esposa a la hija mayor de Ismael.
según la verdad; y a los a jus­ 8 Y así cumplió mi padre con
tos he justificado, y testificado todos los mandamientos del Se­
que ellos habrían de ser enalte­ ñor que le habían sido dados. Y
cidos en el postrer día; por tanto, también yo, Nefi, había sido alta­
los b culpables hallan la c verdad mente bendecido del Señor.
36 a Gén. 2:9; dignidad, integridad y Mos. 13:7.
2 Ne. 2:15. santidad. 3 a DyC 5:21.
b 1 Ne. 8:10–12; b Juan 3:20; 2 Ne. 33:5; GEE Andar, andar con
Alma 32:42. Enós 1:23; Hel. 14:10. Dios.
c DyC 6:13. GEE Culpa. 5 a 1 Ne. 16:24, 39; 18:4.
d DyC 14:7. c Prov. 15:10; 7 a GEE Matrimonio.
GEE Vida eterna. 2 Ne. 1:26; 9:40; b 1 Ne. 7:1.
16 2 a En las Escrituras, el Hel. 13:24–26. c 1 Ne. 4:35;
término justo connota d Hech. 5:33; 2 Ne. 5:5–6.
1 NEFI 16:9–20 40
9 Y aconteció que la voz del Se­ marcha por el desierto, llevando
ñor habló a mi padre en la noche, la misma dirección, mantenién­
y le mandó que a la mañana si­ donos en los parajes más fértiles
guiente continuara su camino por del desierto que lindaban con el
el desierto. a 
mar Rojo.
10 Y ocurrió que al levantarse 15 Y aconteció que viajamos por
mi padre por la mañana, y al diri­ el espacio de muchos días, ca­
girse a la entrada de la tienda, con zando por el camino lo necesario
gran asombro vio en el suelo una para nuestro sustento, con nues­
a 
esfera de bronce fino, esmerada­ tros arcos, y nuestras flechas, y
mente labrada; y en la esfera ha­ nuestras piedras y hondas.
bía dos agujas, una de las cuales 16 Y seguimos las a indicaciones
marcaba el camino que debíamos de la esfera, la cual nos dirigió
seguir por el desierto. por los parajes más fértiles del
11 Y aconteció que recogimos desierto.
cuanto habíamos de llevar al de­ 17 Y después que hubimos via­
sierto, y todo el resto de nuestras jado por el espacio de muchos
provisiones que el Señor nos ha­ días, plantamos nuestras tiendas
bía dado; y juntamos semillas por algún tiempo, para que de
de todas clases para llevar al nuevo pudiéramos descansar y
desierto. obtener alimento para nuestras
12 Y sucedió que tomamos nues­ familias.
tras tiendas y partimos para el 18 Y aconteció que yo, Nefi, al
desierto, allende el río Lamán. salir a cazar, he aquí, rompí mi
13 Y aconteció que durante cua­ arco, que era de a acero fino; y
tro días seguimos un curso casi después que rompí mi arco, mis
hacia el sudsudeste, y asenta­ hermanos se enojaron contra mí
mos nuestras tiendas otra vez; a causa de la pérdida de mi arco,
y dimos al lugar el nombre de porque no obtuvimos alimentos.
Shazer. 19 Y aconteció que volvimos sin
14 Y acaeció que tomamos nues­ alimento a nuestras familias, y
tros arcos y flechas, y salimos al por estar muy fatigadas a causa
desierto a cazar, a fin de obte­ de sus viajes, sufrieron mucho
ner alimento para nuestras fa­ por la falta de víveres.
milias. Y después que hubimos 20 Y ocurrió que Lamán y Le­
procurado alimentos para ellas, muel y los hijos de Ismael em­
volvimos a nuestras familias en pezaron a murmurar en gran
el desierto, al lugar llamado Sha­ manera por motivo de sus pa­
zer. Y emprendimos de nuevo la decimientos y aflicciones en el
10 a Alma 37:38–46. 16 a 1 Ne. 16:10, 16, 26; 18 a 2 Sam. 22:35.
GEE Liahona. 18:12;
14 a DyC 17:1. Alma 37:38–46.
41 1 NEFI 16:21–33
desierto; y también mi padre em­ 27 Y aconteció que cuando mi
pezó a murmurar contra el Señor padre vio las cosas que estaban
su Dios; sí, y todos se sentían su­ escritas sobre la esfera, temió y
mamente afligidos, tanto así que tembló en gran manera, y tam­
murmuraron contra el Señor. bién mis hermanos y los hijos de
21 Ahora bien, sucedió que yo, Ismael y nuestras esposas.
Nefi, habiéndome afligido con 28  Y aconteció que yo, Nefi,
mis hermanos por la pérdida de vi las agujas que estaban en la
mi arco, y como sus arcos habían esfera, y que funcionaban de
perdido su elasticidad, empezó a acuerdo con la a fe, diligencia y
dificultársenos en extremo, sí, a atención que nosotros les dába­
tal grado que no podíamos obte­ mos.
ner alimento. 29 Y también se escribía sobre
22 Y sucedió que yo, Nefi, hablé ellas una escritura nueva que era
mucho a mis hermanos, porque fácil de leer, la que nos daba a en­
habían endurecido otra vez sus tendimiento respecto a las vías
corazones, aun hasta a quejarse del Señor; y se escribía y cam­
contra el Señor su Dios. biaba de cuando en cuando, se­
23 Y aconteció que yo, Nefi, hice gún la fe y diligencia que nosotros
un arco de madera, y una flecha le dábamos. Y así vemos que por
de un palo recto; por tanto, me b 
pequeños medios el Señor puede
armé con un arco y una flecha, realizar grandes cosas.
y con una honda y piedras, y le 30 Y aconteció que yo, Nefi, as­
dije a mi a padre: ¿A dónde debo cendí hasta la cima de la montaña
ir para obtener alimento? conforme a las indicaciones dadas
24 Y aconteció que él a preguntó sobre la esfera.
al Señor, porque se habían hu­ 31  Y sucedió que maté ani­
millado a causa de mis palabras; males silvestres, de modo que
pues les dije muchas cosas con obtuve alimento para nuestras
toda la energía de mi alma. familias.
25 Y ocurrió que la voz del Se­ 32 Y aconteció que volví a nues­
ñor habló a mi padre; y verda­ tras tiendas, llevando los anima­
deramente fue a reprendido por les que había matado; y cuando
haber murmurado en contra del vieron que yo había obtenido
Señor, a tal grado que sintió una alimento, ¡cuán grande fue su
intensa aflicción. gozo! Y aconteció que se humi­
26 Y sucedió que la voz del Se­ llaron ante el Señor y le dieron
ñor le dijo: Mira la esfera y ve las gracias.
cosas que están escritas. 33 Y ocurrió que reanudamos
22 a Éx. 16:8; Núm. 11:1. 25 a Éter 2:14. entendimiento.
23 a Éx. 20:12; GEE Castigar, castigo. b 2 Rey. 5:13; Stg. 3:4;
Mos. 13:20. 28 a Alma 37:40. GEE Fe. Alma 37:6–7, 41;
24 a GEE Oración. 29 a GEE Entender, DyC 123:16.
1 NEFI 16:34–17:1 42
nuestra jornada, viajando aproxi­ consta que él nos miente; y nos
madamente en la misma dirección dice estas cosas, y obra muchas
que tomamos al principio; y des­ otras por medio de sus astutos
pués de haber viajado por el es­ artificios para engañar nuestros
pacio de muchos días, plantamos ojos, pensando, quizá, que logrará
nuestras tiendas de nuevo para conducirnos a algún desierto ex­
permanecer allí algún tiempo. traño; y después de llevarnos, él
34 Y aconteció que murió a Is­ tiene pensado hacerse nuestro rey
mael, y fue enterrado en el lugar y gobernante para hacer con noso­
llamado Nahom. tros según su voluntad y placer. Y
35 Y sucedió que las hijas de Is­ así era como mi hermano Lamán
mael se lamentaron sobremanera incitaba sus corazones a la ira.
a causa de la muerte de su padre, 39 Y aconteció que el Señor es­
y por motivo de sus a aflicciones taba con nosotros; sí, la voz del
en el desierto; y murmuraron con­ Señor vino y les habló muchas
tra mi padre por haberlas sacado palabras, y los a amonestó seve­
de la tierra de Jerusalén, diciendo: ramente; y después que los repren­
Nuestro padre ha muerto; sí, y dió la voz del Señor, apaciguaron
nosotras hemos andado errantes su cólera y se arrepintieron de sus
por el desierto, y hemos padecido pecados, al grado que el Señor nos
mucha aflicción, hambre, sed y bendijo otra vez con alimento, de
fatiga; y después de todos estos modo que no perecimos.
sufrimientos, hemos de perecer
de hambre en el desierto. CAPÍTULO 17
36 Y así era como murmuraban
Se le manda a Nefi construir un
contra mi padre y también contra
barco — Sus hermanos se le opo-
mí; y querían volver a Jerusalén.
nen — Él los exhorta contándoles de
37 Y Lamán dijo a Lemuel, y
nuevo la historia de los tratos de Dios
también a los hijos de Ismael: He
con Israel — Nefi se llena del poder
aquí, a matemos a nuestro padre y
de Dios — Prohíbe a sus hermanos
también a nuestro hermano Nefi,
que lo toquen, no sea que se marchi-
el cual se ha impuesto como b go­
ten como una caña seca. Aproxima-
bernante y maestro de nosotros,
damente 592–591 a.C.
que somos sus hermanos mayo­
res. Y sucedió que emprendimos
38 Ahora dice que el Señor ha otra vez nuestro viaje por el de­
hablado con él, y también que ha sierto, y nos dirigimos casi ha­
recibido la ministración de a ánge­ cia el este de allí en adelante. Y
les. Mas he aquí, a nosotros nos viajamos y pasamos por muchas
34 a 1 Ne. 7:2–6. GEE Asesinato. 38 a 1 Ne. 3:30–31; 4:3.
35 a GEE Adversidad. b Gén. 37:9–11; 39 a GEE Castigar, castigo.
37 a 1 Ne. 17:44. 1 Ne. 2:22; 18:10.
43 1 NEFI 17:2–12
aflicciones en el desierto; y nues­ nos regocijamos en extremo
tras mujeres dieron a luz hijos en cuando llegamos a las playas del
el yermo. mar; y llamamos al lugar Abun­
2 Y tan grandes fueron las ben­ dancia, por causa de su mucha
diciones del Señor sobre nosotros, fruta.
que aunque vivimos de carne 7 Y aconteció que después que
a 
cruda en el desierto, nuestras yo, Nefi, había estado muchos
mujeres tuvieron abundante le­ días en la tierra de Abundancia, la
che para sus niños, y eran fuer­ voz del Señor vino a mí, diciendo:
tes, sí, aun como los hombres; y Levántate y sube al monte. Y
empezaron a soportar sus viajes acaeció que me levanté y subí al
sin murmurar. monte, y clamé al Señor.
3 Y así vemos que los manda­ 8 Y aconteció que el Señor me
mientos de Dios se deben cum­ habló, diciendo: Construirás un
plir. Y si los hijos de los hombres barco, según la a manera que yo
a 
guardan los mandamientos de te mostraré, para que yo lleve a
Dios, él los alimenta y los for­ tu pueblo a través de estas aguas.
tifica, y b provee los medios por 9 Y yo dije: Señor, ¿a dónde debo
los cuales pueden cumplir lo que ir para encontrar el mineral para
les ha mandado; por tanto, él nos fundir, a fin de que yo haga las
proporcionó lo necesario mientras herramientas para construir el
permanecimos en el desierto. barco, según el modo que tú me
4 Y permanecimos por el espacio has mostrado?
de muchos años, sí, ocho años en 10 Y aconteció que el Señor me
el desierto. dijo a dónde debía ir para encon­
5 Y llegamos a la tierra que lla­ trar el mineral a fin de que yo hi­
mamos Abundancia, a causa de ciera herramientas.
sus muchos frutos y también miel 11  Y sucedió que yo, Nefi,
silvestre; y el Señor preparó todo hice un fuelle con pieles de ani­
esto para que no pereciéramos. Y males para avivar el fuego; y
vimos el mar, al que dimos el nom­ después que hube hecho el fue­
bre de Irreántum, lo cual, inter­ lle que necesitaba para avivar
pretado, significa muchas aguas. la llama, golpeé dos piedras, la
6 Y aconteció que plantamos una contra la otra, para produ­
nuestras tiendas a orillas del cir fuego.
mar; y a pesar de que habíamos 12  Porque hasta entonces el
sufrido numerosas a aflicciones y Señor no había permitido que
mucha dificultad, sí, tantas que encendiésemos mucho fuego al
no podemos escribirlas todas, viajar por el desierto; pues dijo:
17 2 a 1 Ne. 17:12. GEE Obediencia, 6 a 2 Ne. 4:20.
3 a Mos. 2:41; obediente, obedecer. 8 a 1 Ne. 18:2.
Alma 26:12. b 1 Ne. 3:7.
1 NEFI 17:13–22 44
Yo haré que vuestros alimentos os un barco, ni creían tampoco que
sean sabrosos para que no tengáis había recibido instrucciones del
que a cocerlos; Señor.
13 y también seré vuestra luz 19 Y ahora bien, aconteció que
en el desierto; y a prepararé el ca­ yo, Nefi, me sentí sumamente
mino delante de vosotros, si es afligido a causa de la dureza de
que guardáis mis mandamientos. su corazón; y cuando ellos vieron
Por lo tanto, al grado que guar­ que empezaba a afligirme, se ale­
déis mis mandamientos, seréis graron sus corazones al grado de
conducidos hacia la b tierra pro­ que se a regocijaron por causa de
metida; y c sabréis que yo soy el mí, diciendo: Sabíamos que tú no
que os conduce. podías construir un barco, pues
14 Sí, y el Señor también dijo: sabíamos que te faltaba juicio;
Después que hayáis llegado a la por tanto, no puedes ejecutar tan
tierra prometida, a sabréis que yo, grande obra.
el Señor, soy b Dios; y que yo, el 20 Tú te pareces a nuestro padre,
Señor, os libré de la destrucción; que se dejó llevar por las a imagi­
sí, que yo os saqué de la tierra de naciones locas de su corazón; sí,
Jerusalén. nos ha sacado de la tierra de Je­
15 Por tanto, yo, Nefi, me esforcé rusalén, y hemos andado errantes
por guardar los mandamientos por el desierto estos muchos años;
del Señor, y exhorté a mis her­ y nuestras mujeres han trabajado,
manos a que fueran fieles y di­ aun estando embarazadas; y han
ligentes. dado a luz hijos en el desierto,
16 Y sucedió que hice herra­ y han padecido todo menos la
mientas con el metal que fundí muerte; y habría sido mejor que
de la roca. ellas hubieran muerto antes de
17 Y cuando vieron mis hermanos salir de Jerusalén, que haber pa­
que estaba a punto de a construir sado por estas aflicciones.
un barco, empezaron a murmurar 21 He aquí, hemos padecido en
contra mí, diciendo: Nuestro her­ el desierto estos muchos años; y
mano está loco, pues se imagina durante este tiempo hubiéramos
que puede construir un barco; sí, podido disfrutar de nuestras po­
y también piensa que puede atra­ sesiones y de la tierra de nuestra
vesar estas grandes aguas. herencia; sí, y hubiéramos podido
18 Y así murmuraron mis her­ ser dichosos.
manos contra mí, y no quisie­ 22 Y sabemos que el pueblo que
ron trabajar, pues no creyeron se hallaba en la tierra de Jerusa­
que yo era capaz de construir lén era a justo, porque guardaba
12 a 1 Ne. 17:2. 14 a 2 Ne. 1:4. 19 a GEE Persecución,
13 a Alma 37:38–39. GEE Testimonio. perseguir.
b 1 Ne. 2:20; Jacob 2:12. b DyC 5:2. 20 a 1 Ne. 2:11.
c Éx. 6:7. 17 a 1 Ne. 18:1–6. 22 a 1 Ne. 1:13.
45 1 NEFI 17:23–33
los estatutos y juicios del Señor, otro lado, y cruzaron por tierra
así como todos sus mandamien­ seca.
tos según la ley de Moisés; por 27 Pero sabéis que los egipcios
tanto, sabemos que es un pue­ que componían los ejércitos de
blo justo; y nuestro padre lo ha Faraón se ahogaron en el mar
juzgado, y nos ha sacado porque Rojo.
escuchamos sus palabras; sí, y 28 Y también sabéis que los hijos
nuestro hermano es semejante a de Israel fueron alimentados con
él. Y con esta clase de palabras a 
maná en el desierto.
mis hermanos murmuraban y se 29 Sí, y también sabéis que Moi­
quejaban de nosotros. sés, por su palabra, según el po­
23 Y aconteció que yo, Nefi, les der de Dios que había en él, a hirió
hablé, diciendo: ¿Creéis vosotros la roca, y salió agua, para que los
que nuestros padres, que eran los hijos de Israel calmasen su sed.
hijos de Israel, habrían sido libra­ 30  Y a pesar de ser guiados,
dos de las manos de los egipcios yendo el Señor su Dios, su Re­
si no hubiesen escuchado las pa­ dentor, delante de ellos, condu­
labras del Señor? ciéndolos de día y dándoles luz
24 Sí, ¿suponéis vosotros que de noche, y haciendo por ellos
habrían sido conducidos fuera todo cuanto al hombre le era a pro­
del cautiverio si el Señor no hu­ pio recibir, endurecieron sus co­
biese mandado a Moisés que los razones y cegaron sus mentes
a 
librara de la esclavitud? e b injuriaron a Moisés y al Dios
25 Vosotros sabéis que los hijos verdadero y viviente.
de Israel se hallaban en la a escla­ 31 Y aconteció que según su pa­
vitud; y sabéis que estaban so­ labra los a destruyó; y según su
brecargados con b tareas gravosas palabra los b guio; y según su pa­
de soportar; por lo tanto, sabéis labra hizo por ellos todas las co­
que debe haber sido cosa grata sas; y no se hizo nada salvo que
para ellos ser librados de su ser­ fuese por su palabra.
vidumbre. 32  Y después que hubieron
26 Y vosotros sabéis que a Moi­ cruzado el río Jordán, él los hizo
sés recibió del Señor el manda­ fuertes para a arrojar a los habitan­
miento de hacer esa gran obra, y tes de esa tierra, sí, para esparcir­
que por su b palabra se dividieron los hasta su destrucción.
las aguas del mar Rojo, a uno y 33  Y ahora bien, ¿pensáis
24 a Éx. 3:2–10; 1 Ne. 19:10; Moisés 1:25. b Éx. 32:8; Núm. 14:2–3;
2 Ne. 3:9; 25:20. 28 a Éx. 16:4, 14–15, 35; Ezeq. 20:13–16;
25 a Gén. 15:13–14. Núm. 11:7–8; DyC 84:23–25.
b Éx. 1:11; 2:11. Deut. 8:3; Mos. 7:19. 31 a Núm. 26:65.
26 a Hech. 7:22–39. 29 a Éx. 17:6; Núm. 20:11; b 1 Ne. 5:15;
b Éx. 14:21–31; Deut. 8:15; DyC 103:16–18.
1 Ne. 4:2; Mos. 7:19; 1 Ne. 20:21. 32 a Núm. 33:52–53;
Hel. 8:11; DyC 8:3; 30 a DyC 18:18; 88:64–65. Josué 24:8.
1 NEFI 17:34–42 46
vosotros que los habitantes de 38 Y conduce a los justos a tie­ a 

esa tierra, que se hallaban en la rras preciosas, y b destruye a los


tierra de promisión, y que fue­ inicuos, y maldice la tierra por
ron echados por nuestros padres, causa de ellos.
pensáis vosotros que eran justos? 39 Reina en las alturas de los
He aquí, os digo que no. cielos, porque son su trono; y esta
34 ¿Pensáis vosotros que nues­ tierra es el a escabel de sus pies.
tros padres hubieran sido más 40 Y ama a los que lo aceptan
favorecidos que ellos si estos hu­ como su Dios. He aquí, él amó
biesen sido justos? Yo os digo a nuestros padres, e hizo a con­
que no. venio con ellos, sí, con Abra­
35 He aquí, el Señor estima a ham, b Isaac y c Jacob; y recordó
toda a carne igual; el que es b justo los convenios que había hecho;
es c favorecido de Dios. Pero he por tanto, los sacó de la tierra
aquí, los de este pueblo habían de d Egipto.
rechazado toda palabra de Dios, 41 Y los afligió en el desierto
y habían llegado a la madurez de con su vara, porque a endure­
la iniquidad; y la plenitud de la cieron sus corazones aun como
ira de Dios estaba sobre ellos. Y vosotros lo habéis hecho; y el
el Señor maldijo la tierra contra Señor los afligió a causa de sus
ellos y la bendijo para nuestros iniquidades. Envió b serpientes
padres; sí, la maldijo contra ellos ardientes voladoras entre ellos;
para su destrucción, y la bendijo y cuando los mordieron, dis­
para nuestros padres al grado de puso un medio para que c sana­
que se enseñorearon de ella. ran; y la tarea que tenían que
36 He aquí, el Señor a creó la b tie­ cumplir era mirar; y por causa
rra para que fuese c habitada; y de la d sencillez de la manera, o
ha creado a sus hijos para que la por ser tan fácil, hubo muchos
posean. que perecieron.
37 Y a levanta a la nación justa, 42 Y endurecieron sus corazo­
y destruye a las naciones de los nes de cuando en cuando, y a vi­
inicuos. lipendiaron a b Moisés y también
35 a Hech. 10:15, 34; 37 a Prov. 14:34; c Gén. 28:1–5.
Rom. 2:11; 1 Ne. 4:13; d Deut. 4:37.
2 Ne. 26:23–33. Éter 2:10; 41 a 2 Rey. 17:7–23.
b Sal. 55:22; DyC 117:6. b Núm. 21:4–9;
1 Ne. 22:17. 38 a GEE Tierra prometida. Deut. 8:15;
c 1 Sam. 2:30; b Lev. 20:22. Alma 33:18–22.
Sal. 97:10; 145:20; 39 a Isa. 66:1; c Juan 3:13–15;
Alma 13:4; DyC 38:17; 2 Ne. 25:20.
DyC 82:10. Abr. 2:7. d Alma 37:44–47;
36 a GEE Creación, crear. 40 a GEE Abraham, Hel. 8:15.
b GEE Tierra. convenio de (convenio 42 a Núm. 14:1–12.
c Isa. 45:18; abrahámico). GEE Rebelión.
Abr. 3:24–25. b Gén. 21:12; DyC 27:10. b DyC 84:23–24.
47 1 NEFI 17:43–50
a Dios. No obstante, sabéis que que por su palabra él puede ha­
por su incomparable poder fue­ cer que los lugares escabrosos
ron conducidos a la tierra de pro­ se hagan llanos, y los lugares
misión. llanos se hiendan. Oh, ¿cómo,
43 Y ahora, después de todas pues, podéis ser tan duros de
estas cosas, ha llegado el tiempo corazón?
en que se han vuelto inicuos, sí, 47 He aquí, mi alma se parte de
casi hasta la madurez; y no sé si angustia por causa de vosotros;
en este día están a punto de ser y mi corazón está adolorido, por­
destruidos, porque sé que cierta­ que temo que seréis desechados
mente vendrá el día en que deben para siempre jamás. He aquí, es­
ser destruidos, salvo unos pocos toy a lleno del Espíritu de Dios,
solamente que serán llevados al a tal extremo que mi cuerpo b no
cautiverio. tiene fuerzas.
44 Por tanto, el Señor a mandó a 48  Y aconteció que cuando
mi padre que partiera para el de­ hube hablado estas palabras, se
sierto; y los judíos también pro­ enojaron conmigo, y quisieron
curaron matarlo; sí, y b vosotros arrojarme al fondo del mar; y al
también habéis procurado qui­ acercarse para asirme, les hablé,
tarle la vida. Por tanto, sois ho­ diciendo: En el nombre del Dios
micidas en vuestros corazones y Todopoderoso, os mando que no
sois como ellos. me a toquéis, porque estoy lleno
45 Sois a prontos en cometer ini­ del b poder de Dios, aun hasta con­
quidad, pero lentos en recordar al sumirme la carne; y cualquiera
Señor vuestro Dios. Habéis visto a que ponga sus manos sobre mí se
un b ángel; y él os habló; sí, habéis c 
marchitará como una caña seca;
oído su voz de cuando en cuando; y será como nada ante el poder
y os ha hablado con una voz apa­ de Dios, porque Dios lo herirá.
cible y delicada, pero habíais c de­ 49 Y aconteció que yo, Nefi, les
jado de sentir, de modo que no dije que no debían murmurar más
pudisteis sentir sus palabras; por contra su padre; tampoco debían
tanto, os ha hablado como con negarme su trabajo, pues Dios me
voz de trueno que hizo temblar había mandado que construyera
la tierra como si fuera a partirse. un barco.
46 Y vosotros también sabéis 50 Y les dije: a Si Dios me hu­
que por el a poder de su palabra biese mandado hacer todas las
omnipotente él puede hacer que cosas, yo podría hacerlas. Si me
la tierra deje de ser; sí, y sabéis mandara que dijese a esta agua:
44 a 1 Ne. 2:1–2. 46 a Hel. 12:6–18. GEE Poder.
b 1 Ne. 16:37. 47 a Miqueas 3:8. c 1 Rey. 13:4–7.
45 a Mos. 13:29. b 1 Ne. 19:20. 50 a Filip. 4:13;
b 1 Ne. 4:3. 48 a Mos. 13:3. 1 Ne. 3:7.
c Efe. 4:19. b 2 Ne. 1:26–27.
1 NEFI 17:51–18:3 48
Conviértete en tierra, se volvería dije: Soy vuestro hermano, por
tierra; y si yo lo dijera, se haría. cierto, vuestro hermano menor;
51 Ahora bien, si el Señor tiene por tanto, adorad al Señor vuestro
tan grande poder, y ha hecho Dios, y honrad a vuestro padre y
tantos milagros entre los hijos a vuestra madre para que vues­
de los hombres, ¿cómo es que tros b días sean largos en la tierra
no puede a enseñarme a construir que el Señor vuestro Dios os dé.
un barco?
52 Y sucedió que yo, Nefi, dije CAPÍTULO 18
muchas cosas a mis hermanos, a
Se termina el barco — Se mencionan
tal grado que quedaron confundi­
los nacimientos de Jacob y de José —
dos y no pudieron contender con­
El grupo se embarca hacia la tierra
tra mí; ni se atrevieron a poner la
prometida — Los hijos de Ismael y
mano encima de mí, ni a tocarme
sus esposas toman parte en el holgo-
con sus dedos, sí, por el espacio
rio y en la rebelión — Nefi es atado,
de muchos días. Y no osaban ha­
y el barco es impulsado hacia atrás
cer esto por temor de consumirse
por una terrible tempestad — Nefi es
delante de mí, tan poderoso era el
liberado, y, por medio de su oración,
a 
Espíritu de Dios; y así era como
cesa la tormenta — El grupo llega
había obrado en ellos.
a la tierra prometida. Aproximada-
53 Y sucedió que el Señor me
mente 591–589 a.C.
dijo: Extiende de nuevo tu mano
hacia tus hermanos, y no se con­ Y aconteció que adoraron al
sumirán delante de ti, pero los Señor, y fueron conmigo; y la­
sacudiré, dice el Señor, y esto haré bramos maderos con maestría
para que sepan que yo soy el Se­ singular. Y el Señor me mostraba
ñor su Dios. de cuando en cuando la forma en
54 Y aconteció que extendí mi que debía yo trabajar los maderos
mano hacia mis hermanos, y no se del barco.
consumieron delante de mí; pero 2 Ahora bien, yo, Nefi, no labré
el Señor los sacudió según su pa­ los maderos en la forma apren­
labra que había hablado. dida por los hombres, ni cons­
55 Y ellos entonces dijeron: Sa­ truí el barco según la manera del
bemos con certeza que el Señor hombre, sino que lo hice según el
está contigo, pues sabemos que modo que me había mostrado el
es el poder del Señor lo que nos Señor; por lo tanto, no fue con­
ha sacudido; y se postraron ante forme a la manera de los hombres.
mí, y estaban a punto de a ado­ 3 Y yo, Nefi, subía con frecuen­
rarme, pero no se lo permití, y les cia al monte y a menudo a oraba
51 a Gén. 6:14–16; 55 a Hech. 14:11–15. 18 3 a GEE Oración.
1 Ne. 18:1. b Éx. 20:12;
52 a GEE Espíritu Santo. Mos. 13:20.
49 1 NEFI 18:4–12
al Señor; por lo que el Señor me 9 Y después de haber sido im­
b 
manifestó grandes cosas. pelidos por el viento por el espa­
4 Y aconteció que cuando hube cio de muchos días, he aquí, mis
acabado el barco, conforme a la hermanos y los hijos de Ismael,
palabra del Señor, vieron mis her­ y también sus esposas, empe­
manos que era bueno y que su zaron a holgarse, de tal manera
ejecución era admirable en ex­ que comenzaron a bailar, y a
tremo; por lo que de nuevo se cantar, y a hablar groseramente,
a 
humillaron ante el Señor. sí, al grado de olvidarse del po­
5 Y sucedió que llegó a mi padre der mediante el cual habían sido
la voz del Señor de que debíamos conducidos hasta allí; sí, se en­
levantarnos y entrar en el barco. tregaron a una rudeza desme­
6  Y aconteció que al día si­ dida.
guiente, después que hubimos 10 Y yo, Nefi, empecé a temer en
preparado todas las cosas, mu­ extremo, no fuese que el Señor se
cha fruta y a carne del desierto, y enojara con nosotros, y nos hiriera
miel en abundancia y provisiones por nuestras iniquidades, y fuése­
según lo que el Señor nos había mos hundidos en las profundida­
mandado, entramos en el barco des del mar. Por tanto, yo, Nefi,
con todas nuestras cargas y nues­ empecé a hablarles seriamente;
tras semillas y todo cuanto ha­ pero he aquí, se a irritaron con­
bíamos traído con nosotros, cada tra mí, diciendo: No queremos
cual según su edad; por tanto, que nuestro hermano menor nos
todos entramos en el barco, con b 
gobierne.
nuestras mujeres y nuestros hijos. 11 Y aconteció que Lamán y Le­
7 Ahora bien, mi padre había muel me tomaron y me ataron con
engendrado dos hijos en el de­ unas cuerdas, y me maltrataron
sierto; el mayor se llamaba a Jacob, mucho; no obstante, el Señor lo
y b José, el menor. a 
permitió a fin de mostrar su po­
8  Y aconteció que después der para dar cumplimiento a sus
que todos hubimos entrado en palabras que había hablado con
el barco, y llevado con nosotros respecto a los malvados.
nuestras provisiones y las cosas 12 Y aconteció que después que
que se nos había mandado, nos me hubieron atado al grado de no
hicimos a la a mar; y fuimos impe­ poder moverme, la a brújula que
lidos por el viento hacia la b tierra el Señor había preparado para
prometida. nosotros cesó de funcionar.
3 b GEE Revelación. b 1 Ne. 2:20. 11 a Alma 14:11.
4 a 1 Ne. 16:5. GEE Tierra prometida. 12 a 1 Ne. 16:10, 16, 26;
6 a 1 Ne. 17:2. 10 a 1 Ne. 17:17–55. 2 Ne. 5:12;
7 a 2 Ne. 2:1. b Gén. 37:9–11; Alma 37:38–47;
b 2 Ne. 3:1. 1 Ne. 16:37–38; DyC 17:1.
8 a 2 Ne. 10:20. 2 Ne. 1:25–27.
1 NEFI 18:13–21 50
13  Por tanto, no supieron y siendo mis padres de una edad
por dónde habían de dirigir el muy avanzada, y habiendo pa­
barco, y en esto se desató una decido mucha aflicción a causa
fuerte tempestad, sí, una tem­ de sus hijos, cayeron enfermos,
pestad fuerte y terrible, y fuimos sí, aun tuvieron que guardar
a 
impulsados hacia atrás sobre cama.
las aguas durante tres días; y 18 Y a causa de su dolor y mu­
empezaron a temer en gran ma­ cha pena, y la iniquidad de mis
nera que fueran a ahogarse en hermanos, llegaron casi al punto
el mar. Sin embargo, no me de­ de ser llevados de esta vida para
sataban. volver a su Dios; sí, sus cabellos
14 Y al cuarto día de haber sido blancos estaban a punto de ser
impelidos hacia atrás, la tempes­ depositados en el polvo; sí, hasta
tad comenzó a empeorar. estuvieron a punto de ser sepulta­
15 Y sucedió que estábamos a dos con dolor en las aguas.
punto de ser tragados en las pro­ 19  Y también Jacob y José,
fundidades del mar. Y después siendo jóvenes todavía, y te­
que hubimos sido arrojados ha­ niendo necesidad de mucho sos­
cia atrás sobre las aguas durante tén, se acongojaron a causa de
cuatro días, mis hermanos em­ las aflicciones de su madre; y ni
pezaron a a ver que los juicios de a 
mi esposa con sus lágrimas y
Dios estaban sobre ellos, y que súplicas, ni tampoco mis hijos,
tendrían que perecer a menos que lograron ablandar el corazón de
se arrepintieran de sus iniquida­ mis hermanos y conseguir que
des. Por tanto, se llegaron a mí y estos me soltaran.
me desataron las ligaduras de las 20 Y no había nada sino el poder
muñecas, y he aquí, estas estaban de Dios, que amenazaba destruir­
sumamente hinchadas; y también los, que ablandara sus corazo­
se me habían hinchado mucho nes; así que, cuando se vieron
los tobillos, y el dolor era grande. próximos a ser sepultados en las
16 No obstante, acudía a mi Dios profundidades del mar, se arre­
y lo a alababa todo el día; y no pintieron de lo que habían he­
murmuré contra el Señor a causa cho conmigo, tanto así que me
de mis aflicciones. desataron.
17 Ahora bien, mi padre Lehi 21 Y aconteció que después que
les había dicho muchas cosas, y me hubieron soltado, he aquí,
también a los hijos de a Ismael; tomé la brújula, y funcionó con­
pero he aquí que ellos profe­ forme a mis deseos. Y ocurrió
rían muchas amenazas a cual­ que oré al Señor; y después de
quiera que hablara en mi favor; haber orado, los vientos cesaron,
13 a Mos. 1:17. 16 a Alma 36:28. 19 a 1 Ne. 7:19; 16:7.
15 a Hel. 12:3. 17 a 1 Ne. 7:4–20.
51 1 NEFI 18:22–19:3
y la tempestad se aplacó, y hubo Lehi de Jerusalén — Nefi habla de
gran calma. los sufrimientos y la crucifixión del
22 Y sucedió que yo, Nefi, di­ Señor — Los judíos serán desprecia-
rigí el barco de manera que na­ dos y esparcidos hasta los últimos
vegamos de nuevo hacia la tierra días, cuando vuelvan ellos al Señor.
prometida. Aproximadamente 588–570 a.C.
23 Y ocurrió que después que
Y aconteció que me mandó el
hubimos navegado por el espa­
Señor, por tanto, hice unas plan­
cio de muchos días, llegamos a
chas de metal para grabar sobre
la a tierra prometida; y avanza­
ellas la historia de mi pueblo.
mos sobre la tierra, y plantamos
Y sobre las a planchas que hice,
nuestras tiendas; y la llamamos
grabé la historia de mi b padre, y
la tierra prometida.
también nuestros viajes en el de­
24 Y aconteció que empezamos
sierto y las profecías de mi padre;
a cultivar la tierra y a plantar se­
y también muchas de mis propias
millas; sí, sembramos todas las se­
profecías he grabado sobre ellas.
millas que habíamos traído de la
2 Y yo no sabía en la ocasión en
tierra de Jerusalén; y sucedió que
que las hice que el Señor me man­
crecieron extraordinariamente;
daría hacer a estas planchas; por
por tanto, fuimos bendecidos en
tanto, la historia de mi padre, y
abundancia.
la genealogía de sus padres, y la
25 Y ocurrió que encontramos en
mayor parte de todo cuanto hici­
la tierra de promisión, mientras
mos en el desierto están grabadas
viajábamos por el desierto, que
sobre aquellas primeras planchas
había animales de toda especie en
de que he hablado; de modo que
los bosques; tanto la vaca como el
en las primeras planchas cier­
buey, y el asno, y el caballo, y la
tamente se hace más particular
cabra, y la cabra montés, y toda
mención de lo que aconteció antes
clase de animales silvestres, los
que yo hiciera b estas.
cuales el hombre podía utilizar.
3 Y después que hube hecho
Y hallamos toda clase de minera­
estas planchas, según me fue
les, tanto oro, como plata, como
mandado, yo, Nefi, recibí el man­
cobre.
damiento de que el ministerio
y las profecías, sus partes más
CAPÍTULO 19
claras y preciosas, se escribie­
Nefi hace unas planchas de metal y sen sobre a estas planchas; y que
graba en ellas la historia de su pue- las cosas que fuesen escritas se
blo — El Dios de Israel vendrá seis- guardaran para la instrucción
cientos años después de la salida de de mi pueblo que iba a poseer el
23 a GEE Tierra b 1 Ne. 1:16–17; b 1 Ne. 9:1–5.
prometida. 6:1–3. 3 a Jacob 1:1–4;
19 1 a GEE Planchas. 2 a 2 Ne. 5:30. 3:13–14; 4:1–4.
1 NEFI 19:4–10 52
país, y también para otros sabios b 
7 Porque las cosas que algunos
propósitos, los cuales son conoci­ hombres consideran que son de
dos al Señor. gran valor, tanto para el cuerpo
4 Por lo que yo, Nefi, grabé una como para el alma, otros las tie­
historia sobre las otras planchas, nen en a nada y las huellan bajo
la cual da una relación, o sea, da sus pies. Sí, hasta al mismo Dios
una relación más detallada de las de Israel b huellan los hombres
guerras, y contiendas y destruc­ bajo sus pies. Digo que lo huellan
ciones de mi pueblo. Y esto he he­ bajo sus pies, pero me expresaré
cho, y he mandado a mi pueblo lo de otra manera: lo estiman como
que debe hacer cuando yo ya no nada, y no dan oídos a la voz de
esté; y que estas planchas deben sus consejos.
transmitirse de una generación a 8 Y he aquí, él ha de a venir, se­
otra, o sea, de un profeta a otro, gún las palabras del ángel, b seis­
hasta recibir mandamientos adi­ cientos años después del tiempo
cionales del Señor. de la salida de mi padre de Je­
5 Y más adelante daré cuenta rusalén.
de cómo a hice estas planchas; y 9 Y el mundo, a causa de su ini­
ahora bien, he aquí, prosigo de quidad, lo juzgará como cosa de
acuerdo con lo que he hablado; y ningún valor; por tanto, lo azo­
esto lo hago para que se b conser­ tan, y él lo soporta; lo hieren y él
ven las cosas más sagradas para lo soporta. Sí, a escupen sobre él,
el conocimiento de mi pueblo. y él lo soporta, por motivo de su
6 Sin embargo, no escribo nada amorosa bondad y su longani­
sobre planchas a no ser que yo midad para con los hijos de los
lo considere a sagrado. Ahora hombres.
bien, si yerro, también los de 10 Y el a Dios de nuestros pa­
la antigüedad erraron; no que dres, que fueron b llevados fuera
quiera excusarme por causa de de Egipto, fuera de la servidum­
otros hombres, sino por motivo bre, y a quienes también pre­
de la b debilidad que hay en mí, servó en el desierto, sí, el c Dios
según la carne, quiero discul­ de Abraham, y de Isaac, y el Dios
parme. de Jacob se d entrega a sí mismo
3 b 1 Ne. 9:4–5; Éter 12:23–28. Mateo 27:30.
P. de Morm. 1:7; 7 a 2 Ne. 33:2; 10 a 2 Ne. 26:12;
DyC 3:19–20; 10:1–51. Jacob 4:14. Mos. 7:27; 27:30–31;
5 a 2 Ne. 5:28–33. b GEE Rebelión. Alma 11:38–39;
b GEE Escrituras — Las 8 a GEE Jesucristo — 3 Ne. 11:14–15.
Escrituras deben Profecías acerca de la b Éx. 3:2–10; 6:6;
preservarse. vida y la muerte de 1 Ne. 5:15; DyC 136:22.
6 a Véase la portada del Jesucristo. c Gén. 32:9; Mos. 7:19;
Libro de Mormón. b 1 Ne. 10:4; DyC 136:21.
GEE Santo (adjetivo). 2 Ne. 25:19. GEE Jehová.
b Morm. 8:13–17; 9 a Isa. 50:5–6; d GEE Expiación, expiar.
53 1 NEFI 19:11–16
como hombre, según las palabras los gemidos de la tierra, muchos
del ángel, en manos de hombres de los reyes de las islas del mar
inicuos para ser e levantado, según se verán constreñidos a exclamar
las palabras de f Zenoc, y para ser por el Espíritu de Dios: ¡El Dios
g 
crucificado, según las palabras de la naturaleza padece!
de Neum, y para ser enterrado 13 Y en cuanto a los que se ha­
en un h sepulcro, de acuerdo con llen en Jerusalén, dice el pro­
las palabras de i Zenós, palabras feta, serán a azotados por todos
que él habló tocante a tres días de los pueblos, porque b crucifican
j 
tinieblas, los cuales serán una se­ al Dios de Israel, y apartan sus
ñal de su muerte que se dará a los corazones, desechando señales y
que habitaren las islas del mar, y prodigios, y el poder y la gloria
más especialmente dada a los que del Dios de Israel.
son de la k casa de Israel. 14 Y porque apartan sus corazo­
11 Porque así habló el profeta: nes, dice el profeta, y han a despre­
Ciertamente el Señor Dios a vi­ ciado al Santo de Israel, vagarán
sitará a toda la casa de Israel en en la carne y perecerán, y serán
ese día; a algunos con su voz, a un b escarnio y un c oprobio, y se­
causa de su rectitud, para su in­ rán aborrecidos entre todas las
mensa alegría y salvación, y a naciones.
otros con los b truenos y relámpa­ 15 No obstante, dice el profeta,
gos de su poder, por tempestades, cuando llegue el día en que a no
por fuego, por humo y vapores de vuelvan más sus corazones con­
c 
tinieblas, y por el d hendimiento tra el Santo de Israel, entonces él
de la tierra y e montañas que se se acordará de los b convenios que
levantarán. hizo con sus padres.
12 Y a todas estas cosas cierta­ 16 Sí, entonces se acordará de
mente deben venir, dice el pro­ las a islas del mar; sí, y a todos
feta b Zenós. Y se henderán las los que son de la casa de Israel yo
c 
rocas de la tierra; y a causa de b 
recogeré de las cuatro partes de
10 e 3 Ne. 27:14. j 1 Ne. 12:4–5; b 2 Ne. 10:3.
f Alma 33:15; 34:7; Hel. 14:20, 27; 14 a Isa. 53:3–6;
Hel. 8:19–20; 3 Ne. 8:3, 19–23; 10:9. Mos. 14:3–6.
3 Ne. 10:15–16. k 3 Ne. 16:1–4. b GEE Judíos.
GEE Escrituras — 11 a 3 Ne. 9; c Deut. 28:37;
Escrituras que se han DyC 5:16. 1 Rey. 9:7;
perdido; Zenoc. b Hel. 14:20–27; 3 Ne. 16:9.
g 2 Ne. 6:9; 3 Ne. 8:5–23. 15 a 1 Ne. 22:11–12.
Mos. 3:9. c Lucas 23:44–45; b GEE Abraham,
GEE Crucifixión. 3 Ne. 8:19–20. convenio de (convenio
h Mateo 27:60; d 2 Ne. 26:5. abrahámico).
Lucas 23:53; e 3 Ne. 8:10. 16 a 1 Ne. 22:4;
2 Ne. 25:13. 12 a Hel. 14:20–28. 2 Ne. 10:21.
i Jacob 6:1; b Jacob 5:1. b Isa. 49:20–22.
Hel. 15:11. c Mateo 27:51. GEE Israel — La
GEE Zenós. 13 a Lucas 23:27–30. congregación de Israel.
1 NEFI 19:17–24 54
la tierra, dice el Señor, según las fin de que supieran acerca de
palabras del profeta Zenós. los hechos del Señor en otras
17 Sí, y toda la tierra a verá la tierras, entre los pueblos de la
salvación del Señor, dice el pro­ antigüedad.
feta; toda nación, tribu, lengua y 23 Y les leí muchas cosas que
pueblo serán bendecidos. estaban escritas en los a libros de
18 Y yo, Nefi, he escrito estas Moisés; pero a fin de convencer­
cosas a los de mi pueblo, para los más plenamente de que cre­
que tal vez los persuada a que se yeran en el Señor su Redentor,
acuerden del Señor su Redentor. les leí lo que escribió el profeta
19 Por tanto, hablo a toda la casa b 
Isaías; porque c comparé todas
de Israel, por si acaso llegasen a las Escrituras a nosotros mis­
obtener a estas cosas. mos para nuestro d provecho e
20 Pues he aquí, tengo impresio­ instrucción.
nes en el espíritu, que me agobian 24 Por tanto, les hablé, diciendo:
al grado de que se debilitan todas Escuchad las palabras del profeta,
mis coyunturas, por los que se vosotros que sois un resto de la
hallan en Jerusalén; porque si el casa de Israel, una a rama que ha
Señor en su misericordia no me sido desgajada; escuchad las pa­
hubiera manifestado lo concer­ labras del profeta que fueron es­
niente a ellos, así como lo había critas a toda la casa de Israel, y
hecho a los antiguos profetas, yo comparáoslas a vosotros mismos,
también habría perecido. para que podáis tener esperanza,
21 Y ciertamente él mostró a los así como vuestros hermanos de
antiguos a profetas todas las cosas quienes habéis sido separados;
b 
concernientes a ellos; y también porque de esta manera es como
mostró a muchos tocante a no­ el profeta ha escrito.
sotros; por tanto, es preciso que
sepamos lo que a ellos atañe, por­ CAPÍTULO 20
que está escrito sobre las planchas
de bronce. El Señor revela Sus propósitos a
22 Y aconteció que yo, Nefi, les Israel — Israel ha sido escogido
enseñé estas cosas a mis herma­ en el horno de la aflicción y ha de
nos; y sucedió que les leí muchas salir de Babilonia — Compárese
cosas que estaban grabadas so­ con Isaías 48. Aproximadamente
bre las a planchas de bronce, a 588–570 a.C.
17 a Isa. 40:4–5. 22 a 1 Ne. 22:1. c GEE Escrituras — El
19 a Enós 1:16; 23 a Éx. 17:14; 1 Ne. 5:11; valor de las Escrituras.
Morm. 5:12; 7:9–10. Moisés 1:40–41. d 2 Ne. 4:15.
21 a 2 Rey. 17:13; Amós 3:7. b 1 Ne. 15:20; 24 a Gén. 49:22–26;
GEE Profeta. 2 Ne. 25:4–6; 1 Ne. 15:12;
b 3 Ne. 10:16–17. 3 Ne. 23:1. 2 Ne. 3:4–5.
55 1 NEFI 20:1–15
Escuchad y oíd esto, oh casa de en que las oíste te fueron declara­
Jacob, que os llamáis del nombre das, para que no dijeras: He aquí,
de Israel, y habéis salido de las yo las sabía.
aguas de Judá, o sea, de las aguas 8 Sí, y tú no oíste ni supiste;
del a bautismo, los que juráis por sí, no se abrió desde entonces
el nombre del Señor y hacéis men­ tu oído; pues sabía yo que se­
ción del Dios de Israel, mas no rías muy desleal, y fuiste llamado
juráis ni en verdad ni en rectitud. a 
transgresor desde el vientre.
2 Y no obstante que de la a ciu­ 9 No obstante, por causa de mi
dad santa os hacéis nombrar, no a 
nombre diferiré mi ira, y para
os b apoyáis en el Dios de Israel, alabanza mía me contendré para
que es el Señor de los Ejércitos. no talarte.
Sí, el Señor de los Ejércitos es su 10 He aquí, te he purificado;
nombre. te he escogido en el horno de la
3 He aquí, yo he declarado las a 
aflicción.
cosas a anteriores desde el princi­ 11  Por mí, sí, por mi propia
pio; y salieron de mi boca, y las causa, lo haré, para que no sea
mostré. De improviso las mostré. amancillado mi a nombre; y mi
4 Y lo hice porque sabía que honra b no la daré a otro.
a 
eres obstinado, y tendón de hie­ 12 Óyeme, Jacob, y tú, Israel,
rro es tu cerviz, y tu frente de a quien llamé; pues yo mismo
bronce; soy; yo el a primero, yo el postrero
5 y te las he declarado aun desde también.
el principio; antes que sucedie­ 13 Mi mano a fundó también la
ran te las manifesté; y las mani­ tierra, y mi diestra extendió los
festé por temor de que dijeses: Mi cielos; los llamo, y se presentan
a 
ídolo las hizo; mis imágenes de juntamente.
escultura y de fundición manda­ 14 Juntaos todos vosotros y oíd:
ron estas cosas. ¿Quién entre ellos les ha anun­
6 Lo viste y lo oíste todo; y, ¿no ciado estas cosas? El Señor lo
queréis anunciarlo? Y que desde amó; sí, y a cumplirá su palabra
entonces te he mostrado cosas que por ellos ha declarado, y
nuevas, sí, cosas ocultas que no ejecutará su voluntad en b Babi­
sabías. lonia, y su brazo caerá sobre los
7 Ahora son creadas, y no desde caldeos.
el principio, ni aun antes del día 15 También dice el Señor: Yo,
20 1 a GEE Bautismo, 8 a Sal. 58:3. 12 a Apoc. 1:17; 22:13.
bautizar. 9 a 1 Sam. 12:22; GEE Alfa y Omega;
2 a Isa. 52:1. Sal. 23:3; Primogénito.
GEE Jerusalén. 1 Juan 2:12. 13 a Sal. 102:25.
b Es decir, confiar. 10 a GEE Adversidad. GEE Creación, crear.
3 a Isa. 46:9–10. 11 a Jer. 44:26. 14 a 1 Rey. 8:56;
4 a Es decir, Israel. b Isa. 42:8; DyC 64:31; 76:3.
5 a GEE Idolatría. Moisés 4:1–4. b GEE Babel, Babilonia.
1 NEFI 20:16–21:4 56
el Señor, he hablado; sí, lo llamé a esto, y más, no hay paz para los
a 

declarar, y lo traje; y él hará prós­ inicuos, dice el Señor.


pero su camino.
16 Allegaos a mí; no he hablado CAPÍTULO 21
en a secreto; desde el principio,
El Mesías será una luz a los gentiles
desde el momento en que se de­
y pondrá en libertad a los presos —
claró, yo he hablado; y el Señor
Israel será recogido con poder en
Dios me ha enviado, y su Espí­
los últimos días — Reyes serán sus
ritu.
ayos — Compárese con Isaías 49.
17 Y así dice el Señor, a Redentor
Aproximadamente 588–570 a.C.
tuyo, el Santo de Israel: Yo lo he
enviado; el Señor tu Dios que te Y además: ¡Oídme, oh casa de Is­
enseña provechosamente, que te rael, todos vosotros los que habéis
b 
guía por la vía por la que debes sido separados y echados fuera
andar, él lo ha hecho. por causa de la iniquidad de los
18 Oh, si hubieras escuchado pastores de mi pueblo; sí, todos
mis a mandamientos: habría sido vosotros que habéis sido sepa­
entonces tu paz como un río, y rados y esparcidos, quienes sois
tu rectitud cual las ondas del de mi pueblo, oh casa de Israel!
mar; ¡Oídme, a islas del mar, y escu­
19 y como la arena tu a descen­ chad, pueblos b lejanos! El Señor
dencia, y los renuevos de tus en­ me llamó desde el vientre; desde
trañas como los granitos de ella; las entrañas de mi madre hizo él
su nombre no habría sido cortado, mención de mi nombre.
ni raído de mi presencia. 2 Y puso mi boca como espada
20  a Salid de Babilonia, huid de aguda: me cubrió con la som­
entre los caldeos: declarad con bra de su mano, y me puso por
voz de cantos; publicadlo, lle­ saeta pulida; me guardó en su
vadlo hasta lo postrero de la tie­ aljaba;
rra; decid: Redimió el Señor a 3 y me dijo: ¡Mi a siervo eres tú,
Jacob, su b siervo. oh Israel; en ti seré glorificado!
21 Y no tuvieron a sed; los llevó 4 Pero yo dije: Por demás he
por los desiertos; les hizo brotar traba­jado, en vano y sin provecho
aguas de la b roca; hendió la peña, he consumido mi fuerza; cierta­
y salieron las aguas. mente mi causa está ante el Señor,
22 Y a pesar de haber hecho todo y mi obra con mi Dios.
16 a Isa. 45:19. 20 a Jer. 51:6; 22 a GEE Paz.
17 a GEE Redentor. DyC 133:5–14. 21 1 a 1 Ne. 22:4;
b GEE Inspiración, b Isa. 44:1–2, 21. 2 Ne. 10:20–22.
inspirar; Revelación. 21 a Isa. 41:17–20. b DyC 1:1.
18 a Ecle. 8:5. b Éx. 17:6; Núm. 20:11; 3 a Lev. 25:55;
19 a Gén. 22:15–19; 1 Ne. 17:29; Isa. 41:8;
Oseas 1:10. 2 Ne. 25:20. DyC 93:45–46.
57 1 NEFI 21:5–17
5 Ahora bien, dice el Señor — 10 No tendrán hambre ni sed, ni
que me a formó desde el vientre el calor ni el sol los afligirá; por­
para ser su siervo, para hacer vol­ que el que tiene de ellos miseri­
ver a él a Jacob— aun cuando cordia los guiará, y los conducirá
Israel no sea reunido, con todo, a manantiales de aguas.
glorioso seré ante los ojos del Se­ 11 Y tornaré en camino todos
ñor, y mi fortaleza será el Dios mis montes, y mis a calzadas se­
mío. rán elevadas.
6 Y dijo: Poco es que tú me seas 12 ¡Y entonces, oh casa de Is­
siervo para levantar las a tribus de rael, he aquí, a estos vendrán de
Jacob y restaurar los preservados lejos; y he aquí, estos del norte y
de Israel. También te pondré por del occidente; y estos de la tierra
b 
luz de los c gentiles, para que seas de Sinim!
mi salvación hasta lo postrero de 13 a ¡Cantad, oh cielos, y alégrate,
la tierra. oh tierra, porque serán asentados
7 Así dice el Señor, el Redentor los pies de los que están en el
de Israel, el Santo suyo, al me­ oriente! ¡Prorrumpid en alaban­
nospreciado del hombre, al abo­ zas, oh montes! porque ellos no
minado de las naciones, al siervo serán heridos más, pues el Señor
de soberanos: Reyes verán y se ha consolado a su pueblo, y de
levantarán; y príncipes también sus afligidos tendrá misericordia.
adorarán, a causa del Señor que 14 Mas he aquí, Sion ha dicho:
es fiel. El Señor me abandonó, y de mí
8 Así dice el Señor: ¡En el tiempo se ha olvidado mi Señor; pero él
propicio os he escuchado, oh islas mostrará que no.
del mar, y en el día de salvación 15 Porque, ¿puede una a mujer ol­
os he ayudado! Y os preservaré, vidar a su niño de pecho al grado
y a a mi siervo os daré por conve­ de no compadecerse del hijo de
nio del pueblo, para establecer sus entrañas? ¡Pues aun cuando
la tierra, para hacer heredar las ella se b olvidare, yo nunca me ol­
desoladas heredades; vidaré de ti, oh casa de Israel!
9 para que digáis a los a presos: 16 Pues he aquí, te tengo gra­
¡Salid!; y a los que están en b tinie­ bada en las a palmas de mis ma­
blas: ¡Manifestaos! En los caminos nos; tus muros están siempre
serán c apacentados, y en todas las delante de mí.
alturas habrá pastos para ellos. 17  Tus hijos se apresurarán
5 a Isa. 44:24. 3 Ne. 21:8–11; DyC 133:23–32.
6 a GEE Israel — Las doce Morm. 8:16, 25. 12 a Isa. 43:5–6.
tribus de Israel. 9 a GEE Salvación de los 13 a Isa. 44:23.
b DyC 103:8–10; muertos. 15 a GEE Mujer(es).
Abr. 2:10–11. b 2 Ne. 3:5. b Isa. 41:17; Alma 46:8;
c 3 Ne. 21:11. c Ezeq. 34:14. DyC 61:36.
8 a 2 Ne. 3:6–15; 11 a Isa. 62:10; 16 a Zac. 13:6.
1 NEFI 21:18–22:1 58
contra tus destructores; y los que y lamerán el polvo de tus pies; y
te a asolaron se apartarán de ti. sabrás que yo soy el Señor; por­
18 ¡Alza tus ojos y mira alrede­ que los que me c esperan no serán
dor; todos estos se han a reunido avergonzados.
y vendrán a ti! Y vivo yo, dice el 24 ¿Pues será quitada la presa al
Señor, que de todos serás vestida, poderoso?; o, ¿serán librados los
como de vestidura de adorno, y a 
cautivos legítimos?
de ellos serás ceñida como novia. 25 Pero así dice el Señor: Aun
19 Porque tus sitios desiertos y los cautivos le serán quitados al
desolados, y la tierra de tu des­ poderoso, y la presa del tirano
trucción, ahora serán demasiado será librada; porque contenderé
estrechos por causa de los mo­ con el que contienda contigo, y
radores; y los que te devoraban salvaré a tus hijos.
serán arrojados lejos. 26 Y a los que te oprimen haré
20 Los niños que tendrás, des­ a 
comer su propia carne; y con su
pués de haber perdido a los pri­ propia sangre serán embriagados
meros, dirán otra vez a tus oídos: como con vino; y b conocerá toda
Demasiado estrecho es para mí carne que yo, el Señor, soy tu Sal­
este sitio; dame lugar para que vador y tu Redentor, el c Fuerte
yo habite. de Jacob.
21 Entonces a dirás en tu cora­
zón: ¿Quién me engendró a es­ CAPÍTULO 22
tos, dado que he perdido a mis
Israel será esparcido sobre toda la faz
hijos, y estoy b desolada, cautiva
de la tierra — Los gentiles alimentarán
y voy errante de un lado a otro?
y nutrirán a Israel con el Evangelio en
¿Y quién crio a estos? He aquí,
los últimos días — Israel será congre-
fui abandonada; ¿dónde estuvie­
gado y se salvará, y los inicuos arderán
ron estos?
como rastrojo — El reino del diablo será
22 Así dice el Señor Dios: He
destruido y Satanás será atado. Aproxi-
aquí, yo alzaré mi mano a los
madamente 588–570 a.C.
a 
gentiles, y levantaré mi b estan­
darte al pueblo; y traerán en Y aconteció que después que
c 
brazos a tus hijos, y en hombros yo, Nefi, hube leído estas cosas
llevarán a tus hijas. que estaban grabadas sobre las
23 Y a reyes serán tus b ayos, y sus a 
planchas de bronce, mis herma­
reinas, tus nodrizas; con el rostro nos vinieron a mí, y me dijeron:
hacia la tierra se postrarán ante ti, ¿Qué significan estas cosas que
17 a 3 Ne. 21:12–20. b Isa. 11:12; 18:3. 24 a 1 Ne. 21:25.
18 a Miqueas 4:11–13. c 1 Ne. 22:8; 2 Ne. 10:8–9. 26 a 1 Ne. 22:13–14.
21 a Es decir, Sion. 23 a Isa. 60:16. b Mos. 11:22.
b Isa. 54:1; b 1 Ne. 22:6. c GEE Jehová.
Gál. 4:27. c 2 Ne. 6:13; 22 1 a 1 Ne. 19:22;
22 a Isa. 66:18–20. DyC 98:2; 133:10–11, 45. 2 Ne. 4:2.
59 1 NEFI 22:2–8
has leído? He aquí, ¿deben en­ confundidos a causa del Santo de
tenderse conforme a cosas que Israel, porque endurecerán sus
son espirituales, que se verifica­ corazones contra él; por lo que
rán según el espíritu, y no según serán dispersados entre todas
la carne? las naciones, y serán a odiados
2 Y yo, Nefi, les contesté: He por todos los hombres.
aquí, la voz del Espíritu las a ma­ 6  No obstante, después que
nifestó al profeta; porque por el sean a nutridos por los b genti­
b 
Espíritu son reveladas a los c pro­ les, y el Señor haya levantado
fetas todas las cosas que aconte­ su mano sobre los gentiles y
cerán a los hijos de los hombres los haya puesto por estandarte,
según la carne. y sus c hijos hayan sido llevados
3 Por tanto, lo que he leído tiene en los brazos de los gentiles, y
que ver con cosas a temporales así sus hijas sobre sus hombros,
como espirituales; porque parece he aquí, estas cosas de que se
que la casa de Israel será b disper­ habla son temporales; porque así
sada, tarde o temprano, sobre son los convenios del Señor con
toda la superficie de la tierra, y nuestros padres; y se refiere a
también entre todas las naciones. nosotros en los días venideros, y
4  Y he aquí, hay muchos de también a todos nuestros herma­
quienes ningún conocimiento nos que son de la casa de Israel;
tienen ya los que están en Jeru­ 7  y significa que viene el
salén; sí, la mayor parte de todas tiempo, después que toda la casa
las a tribus han sido b llevadas; y se de Israel haya sido dispersada y
encuentran esparcidas acá y allá confundida, en que el Señor Dios
sobre las c islas del mar; y dónde levantará una nación poderosa
se hallan, ninguno de nosotros entre los a gentiles, sí, sobre la su­
sabe, solo sabemos que se las han perficie de esta tierra; y nuestros
llevado. descendientes serán b esparcidos
5 Y desde que se las han lle­ por ellos.
vado, se han profetizado es­ 8  Y después que nuestra pos­
tas cosas concernientes a ellas, teridad haya sido dispersada, el
así como a todos aquellos que Señor Dios procederá a efectuar
más tarde serán dispersados y una a obra maravillosa entre los
2 a 2 Pe. 1:19–21. 4 a GEE Israel — Las diez c 1 Ne. 15:13.
b GEE Espíritu Santo. tribus perdidas de 7 a 3 Ne. 20:27.
c GEE Profecía, profetizar. Israel. b 1 Ne. 13:12–14;
3 a DyC 29:31–34. b 2 Ne. 10:22. 2 Ne. 1:11.
b 1 Ne. 10:12–14; c 1 Ne. 21:1; 8 a Isa. 29:14;
2 Ne. 25:14–16. 2 Ne. 10:8, 20. 1 Ne. 14:7;
GEE Israel — El 5 a 1 Ne. 19:14. 2 Ne. 27:26.
esparcimiento de 6 a 1 Ne. 21:23. GEE Restauración del
Israel. b GEE Gentiles. Evangelio.
1 NEFI 22:9–15 60
b 
gentiles, que será de gran va­ c 
su Salvador y su Redentor, el
d 

lor para nuestra posteridad; por e 


Fuerte de Israel.
tanto, se compara a que serán 13 Y la sangre de esa grande y
nutridos por los gentiles y lle­ a 
abominable iglesia, que es la ra­
vados en sus brazos y sobre sus mera de toda la tierra, se volverá
hombros. sobre su propia cabeza; porque
9 Y también será de a valor a los b 
guerrearán entre sí, y la espada
gentiles; y no solamente a los de sus c propias manos descen­
gentiles, sino b a toda la c casa de derá sobre su propia cabeza; y
Israel, para dar a conocer los d con­ se emborracharán con su propia
venios del Padre de los cielos con sangre.
Abraham, que dicen: En tu e pos­ 14 Y toda a nación que luche
teridad serán f benditas todas las contra ti, oh casa de Israel, se
familias de la tierra. volverá la una contra la otra, y
10 Y quisiera, mis hermanos, b 
caerán en la fosa que cavaron
que supieseis que no pueden ser para entrampar al pueblo del
bendecidas todas las familias de Señor. Y todos los que c combatan
la tierra, a menos que el Señor contra Sion serán destruidos, y
a 
desnude su brazo a los ojos de esa gran ramera que ha perver­
las naciones. tido las vías correctas del Señor,
11 Por lo que el Señor Dios pro­ sí, esa grande y abominable igle­
cederá a desnudar su brazo a los sia caerá a d tierra, y grande será
ojos de todas las naciones, al lle­ su caída.
var a efecto sus convenios y su 15  Porque he aquí, dice el
evangelio para con los que son profeta, se acerca rápidamente
de la casa de Israel. el tiempo en que Satanás no ten­
12 Por tanto, los sacará otra drá más poder sobre el corazón
vez de su cautividad, y serán de los hijos de los hombres; por­
a 
reunidos en las tierras de su que pronto se acerca el día en
herencia; y serán sacados de que todos los soberbios y todos
la obscuridad y de las b tinie­ los que obran inicuamente se­
blas; y sabrán que el c Señor es rán como a rastrojo; y está cerca
8 b 2 Ne. 10:10–11; f Gén. 12:2–3; iglesia del diablo.
3 Ne. 16:4–7; 3 Ne. 20:27; b 1 Ne. 14:3, 15–17.
Morm. 5:19. Abr. 2:9–11. c 1 Ne. 21:26.
c 1 Ne. 15:13–18; 10 a Isa. 52:10. 14 a Lucas 21:10.
3 Ne. 5:21–26; 21:7. 12 a GEE Israel — La b Isa. 60:12; 1 Ne. 14:3;
9 a 1 Ne. 14:1–5. congregación de Israel. DyC 109:25.
b 2 Ne. 30:1–7. b GEE Tinieblas c 2 Ne. 10:13; 27:3.
c 2 Ne. 29:13–14. espirituales. d Isa. 25:12.
d Deut. 4:31. c 2 Ne. 6:10–11. 15 a Isa. 5:23–24;
e GEE Abraham, d GEE Salvador. Nahúm 1:10; Mal. 4:1;
convenio de (convenio e GEE Jehová. 2 Ne. 15:24; 26:4–6;
abrahámico). 13 a GEE Diablo — La DyC 64:23–24; 133:64.
61 1 NEFI 22:16–23
el día en que han de ser que­ b 
vuestro Dios os levantará a un
mados. a 
profeta, semejante a mí; a él oi­
16 Pues está próximo el tiempo réis en todo lo que os dijere. Y
en que la plenitud de la a ira de sucederá que todos aquellos que
Dios será derramada sobre todos no quieran escuchar a ese profeta
los hijos de los hombres; porque serán b desarraigados de entre el
no consentirá que los inicuos des­ pueblo.
truyan a los justos. 21 Y ahora bien, yo, Nefi, os
17 Por lo tanto, a preservará a los declaro que este a profeta de
b 
justos por su poder, aun cuando quien habló Moisés era el Santo
tuviese que venir la plenitud de de Israel; por tanto, b juzgará con
su ira, y serán preservados los justicia.
justos aun hasta la destrucción 22 Y los justos no tienen por
de sus enemigos por fuego. Por qué temer, pues ellos son los que
tanto, los justos no tienen por qué no serán confundidos. Mas es
temer; porque así dice el profeta: el reino del diablo, el cual será
Se salvarán, aun como si fuese edificado entre los hijos de los
por fuego. hombres, el cual está establecido
18 He aquí, os digo, mis herma­ entre aquellos que se encuentran
nos, que estas cosas deben venir en la carne;
muy pronto; sí, debe haber sangre 23  porque pronto llegará el
y fuego y vapor de humo; y es tiempo en que todas las a iglesias
menester que sea sobre la super­ que se hayan establecido para ob­
ficie de esta tierra; y sobrevendrá tener ganancia, y todas las que
a los hombres según la carne, si es hayan sido edificadas para lograr
que endurecen sus corazones en poder sobre la carne, y las que se
contra del Santo de Israel. hayan fundado para hacerse b po­
19 Pues he aquí, los justos no pulares ante los ojos del mundo,
perecerán; porque ciertamente y aquellas que busquen las concu­
vendrá el tiempo en que todos piscencias de la carne, y las cosas
los que combatan contra Sion se­ del mundo, y cometan toda clase
rán talados. de iniquidades, en fin, todos los
20 Y el Señor ciertamente pre­ que pertenezcan al reino del diablo
parará una vía para su pueblo, a son los que deberán temer, c tem­
fin de cumplir las palabras que blar y estremecerse; ellos son los
habló Moisés, diciendo: El Señor que deben ser humillados hasta el
15 b Sal. 21:9; b 1 Ne. 17:33–40. Moisés 6:57.
3 Ne. 25:1; DyC 29:9. 20 a
Juan 4:19; 7:40. 23 a 1 Ne. 14:10;
GEE Tierra — La b DyC 133:63. 2 Ne. 26:20.
purificación de la 21 a
Deut. 18:15, 18; GEE Supercherías
tierra. Hech. 3:20–23; sacerdotales.
16 a 1 Ne. 14:17. 1 Ne. 10:4; b Lucas 6:26;
17 a 2 Ne. 30:10; 3 Ne. 20:23. Alma 1:3.
Moisés 7:61. b Sal. 98:9; c 2 Ne. 28:19.
1 NEFI 22:24–31 62
polvo; ellos son los que deben ser cosas deben acontecer según la
d 
consumidos como el rastrojo; y carne.
esto según las palabras del profeta. 28 Pero he aquí, todas las na­
24 Y rápidamente se acerca el ciones, tribus, lenguas y pue­
tiempo en que los justos han de blos vivirán con seguridad en
ser conducidos como a becerros de el Santo de Israel, si es que se
la manada, y el Santo de Israel ha a 
arrepienten.
de reinar con dominio, y fuerza, 29 Y ahora, yo, Nefi, concluyo,
y potestad, y gran gloria. porque no me atrevo aún a hablar
25 Y a recoge a sus hijos de las más tocante a estas cosas.
cuatro partes de la tierra; y cuenta 30 Por tanto, mis hermanos, qui­
a sus ovejas, y ellas lo conocen; y siera que consideraseis que las
habrá un redil y un b pastor; y él cosas que se han escrito en las
apacentará a sus ovejas, y en él a 
planchas de bronce son verda­
hallarán c pasto. deras; y testifican que el hombre
26 Y a causa de la rectitud del debe ser obediente a los manda­
pueblo del Señor, a Satanás no mientos de Dios.
tiene poder; por consiguiente, 31 Por lo tanto, no debéis supo­
no se le puede desatar por el es­ ner que mi padre y yo somos los
pacio de b muchos años; pues no únicos que las hemos atestiguado
tiene poder sobre el corazón del y también enseñado. Por tanto,
pueblo, porque el pueblo mora si sois obedientes a los a manda­
en rectitud, y el Santo de Israel mientos, y perseveráis hasta el
c 
reina. fin, seréis salvos en el postrer día.
27 Y ahora bien, he aquí, yo, Y así es. Amén.
Nefi, os declaro que todas estas

EL SEGUNDO LIBRO DE NEFI


Relación de la muerte de Lehi. Los hermanos de Nefi se rebelan en con­
tra de él. El Señor amonesta a Nefi a salir para el desierto. Sus viajes por
el desierto, etc.
23 d 2 Ne. 26:6. 26 a Apoc. 20:2; 28 a GEE Arrepentimiento,
24 a Amós 6:4; Alma 48:17; arrepentirse;
Mal. 4:2; 3 Ne. 25:2. DyC 43:31; 45:55; Perdonar.
25 a GEE Israel — La 88:110; 101:28. 30 a 2 Ne. 4:2.
congregación de Israel. GEE Diablo. 31 a Mateo 19:17.
b GEE Buen Pastor. b Jacob 5:76. GEE Mandamientos
c Sal. 23. c GEE Milenio. de Dios.
63 2 NEFI 1:1–9
CAPÍTULO 1 demás; una tierra que el Señor
Dios hizo convenio conmigo de
Lehi profetiza acerca de una tierra de
que sería una tierra para la he­
libertad — Los de su posteridad serán
rencia de mi posteridad. Sí, el
dispersados y afligidos si rechazan al
Señor me ha dado esta tierra por
Santo de Israel — Exhorta a sus hijos c 
convenio a mí y a mis hijos para
a ceñirse con la armadura de la recti-
siempre, y también para todos
tud. Aproximadamente 588–570 a.C.
aquellos que la mano del Señor

Y ACONTECIÓ que después


que yo, Nefi, hube concluido
de enseñar a mis hermanos, nues­
conduzca de otros países.
6 Por tanto, yo, Lehi, profetizo
según el Espíritu que obra en mí,
tro a padre Lehi les habló muchas que a nadie vendrá a esta tierra a
cosas también, y les recordó cuán menos que sea traído por la mano
grandes cosas el Señor había he­ del Señor.
cho por ellos al sacarlos de la tie­ 7  Por tanto, esta tierra está
rra de Jerusalén, a 
consagrada a quienes él traiga.
2 y les habló de sus a rebeliones Y en caso de que le sirvan se­
sobre las aguas, y de las mise­ gún los mandamientos que él ha
ricordias de Dios al salvarles la dado, será para ellos una tierra
vida, para que no fuesen hundi­ de b libertad; por lo que nunca
dos en el mar; serán reducidos al cautiverio; si
3 y también les habló tocante a tal sucediere, será por causa de
la tierra de promisión que habían la iniquidad; porque si abunda
obtenido, de cuán misericordioso la iniquidad, c maldita será la
había sido el Señor en advertir­ tierra por causa de ellos; pero
nos que saliéramos de la tierra para los justos será bendita para
de Jerusalén. siempre.
4 Porque he aquí, les dijo, he 8 Y he aquí, es prudente que esta
visto una a visión, por la cual yo tierra no llegue todavía al conoci­
sé que Jerusalén está destruida; miento de otras naciones; pues he
y si hubiésemos permanecido en aquí, muchas naciones sobrelle­
b 
Jerusalén, también habríamos narían la tierra, de modo que no
c 
perecido. habría lugar para una herencia.
5 Pero, dijo él, a pesar de nues­ 9 Por tanto, yo, Lehi, he obte­
tras aflicciones, hemos obtenido nido la promesa de que, a si aque­
una a tierra de promisión, una llos que el Señor Dios trae de la
tierra b escogida sobre todas las tierra de Jerusalén obedecen sus
1 1 a GEE Patriarca, c Alma 9:22. b 2 Ne. 10:11.
patriarcal. 5 a GEE Tierra prometida. GEE Libertad, libre.
2 a 1 Ne. 18:9–20. b Éter 2:9–10. c Alma 45:10–14, 16;
4 a GEE Visión. c GEE Convenio. Morm. 1:17;
b 2 Rey. 24:14–15; 6 a 2 Ne. 10:22. Éter 2:8–12.
Jer. 44:2; 1 Ne. 1:4; 7 a Mos. 29:32; 9 a 2 Ne. 4:4;
Hel. 8:20. Alma 46:10, 20. Alma 9:13.
2 NEFI 1:10–16 64
mandamientos, prosperarán so­
b 
poder, y les quitará la tierra de
bre la superficie de esta tierra y sus posesiones, y hará que sean
serán preservados de todas las b 
dispersados y afligidos.
demás naciones, a fin de que 12 Sí, al pasar de una generación
posean esta tierra para sí mis­ a otra habrá a efusión de sangre y
mos. Y en caso de que c guarden grandes calamidades entre ellos;
sus mandamientos, serán ben­ por lo tanto, hijos míos, quisiera
decidos sobre la superficie de que recordaseis, sí, quisiera que
la tierra; y no habrá quien los escuchaseis mis palabras.
moleste ni les quite la tierra de 13 ¡Oh que despertaseis; que
su herencia; y habitarán seguros despertaseis de ese profundo
para siempre. sueño, sí, del sueño del a in­
10 Pero he aquí, cuando llegue fierno, y os sacudieseis de las
el día en que degeneren en la in­ espantosas b cadenas que os tie­
credulidad, después de haber re­ nen atados, cadenas que sujetan
cibido tan grandes bendiciones a los hijos de los hombres a tal
de la mano del Señor —teniendo grado que son llevados cautivos
el conocimiento de la creación de al eterno c abismo de miseria y
la tierra y de todos los hombres, angustia!
conociendo las grandes y mara­ 14 ¡Despertad y levantaos del
villosas obras del Señor desde la polvo! ¡Escuchad las palabras
creación del mundo, habiéndo­ de un a padre tembloroso, cuyo
seles dado el poder para hacer cuerpo pronto tendréis que
todas las cosas por la fe; teniendo entregar a la fría y silenciosa
todos los mandamientos desde el b 
tumba, de donde ningún viajero
principio, y habiendo sido con­ puede volver; unos días más,
ducidos por su infinita bondad y seguiré el c camino de toda la
a esta preciosa tierra de promi­ tierra!
sión— he aquí, digo que si llega 15 Pero he aquí, el Señor ha a re­
el día en que rechacen al Santo dimido a mi alma del infierno;
de Israel, el verdadero a Mesías, he visto su gloria, y estoy para
su Redentor y su Dios, he aquí, siempre envuelto entre los b bra­
los juicios del que es justo des­ zos de su c amor.
cenderán sobre ellos. 16 Y mi deseo es que os acor­
11  Sí, él traerá sobre ellos a déis de observar los a estatutos
a 
otras naciones, a las que dará y los juicios del Señor; he aquí,
9 b Deut. 29:9. 13 a GEE Infierno. GEE Expiación, expiar.
c GEE Obediencia, b Alma 12:9–11. b Jacob 6:5;
obediente, obedecer. c 1 Ne. 15:28–30; Alma 5:33;
10 a GEE Mesías. Hel. 3:29–30. 3 Ne. 9:14.
11 a 1 Ne. 13:12–20; 14 a GEE Padres. c Rom. 8:39.
Morm. 5:19–20. b GEE Muerte física. GEE Amor.
b 1 Ne. 22:7. c Josué 23:14. 16 a Deut. 4:5–8;
12 a Morm. 1:11–19; 4:11. 15 a Alma 36:28. 2 Ne. 5:10–11.
65 2 NEFI 1:17–25
esta ha sido la ansiedad de mi unidos en todas las cosas, para
alma desde el principio. que no descendáis al cautiverio;
17 Mi corazón ha estado ago­ 22 para que no seáis maldeci­
biado de pesar de cuando en dos con una grave maldición;
cuando, pues he temido que por ni que tampoco traigáis el de­
la dureza de vuestros corazones, sagrado de un Dios a justo sobre
el Señor vuestro Dios viniese en vosotros para la destrucción, sí,
la plenitud de su a ira sobre voso­ la eterna destrucción del cuerpo
tros, y fueseis b talados y destrui­ y del alma.
dos para siempre; 23 Despertad, hijos míos; ceñíos
18 o que una maldición os sobre­ con la a armadura de la rectitud.
viniera por el espacio de a muchas Sacudíos de las cadenas con las
generaciones; y fueseis castigados cuales estáis sujetos, y salid de
por la espada y por el hambre, y fue­ la obscuridad, y levantaos del
seis aborrecidos, y llevados según la polvo.
voluntad y cautividad del b diablo. 24 No os rebeléis más en contra
19 ¡Oh hijos míos, que no os su­ de vuestro hermano, cuyas ma­
cedan estas cosas, sino que seáis nifestaciones han sido gloriosas,
un pueblo escogido y a favorecido y quien ha guardado los manda­
del Señor! Mas he aquí, hágase su mientos desde la época en que
voluntad, porque sus b vías son salimos de Jerusalén; y el cual
para siempre justas. ha sido un instrumento en las
20 Y él ha dicho: a Si guardáis mis manos de Dios para traernos a
b 
mandamientos, c prosperaréis en la tierra de promisión; porque si
la tierra; pero si no guardáis mis no hubiese sido por él, habríamos
mandamientos, seréis desechados perecido de a hambre en el de­
de mi presencia. sierto; no obstante, habéis inten­
21 Y ahora bien, para que mi tado b quitarle la vida; sí, y él ha
alma se regocije en vosotros, y mi padecido mucha angustia a causa
corazón salga de este mundo con de vosotros.
gozo por causa vuestra, a fin de 25 Y yo temo y tiemblo en ex­
que no sea yo llevado con pena tremo que por causa de vosotros
y dolor a la tumba, levantaos del él padezca de nuevo; porque he
polvo, hijos míos, y sed a hombres, aquí, lo habéis acusado de que
y estad resueltos en b una sola vo­ pretendió poder y a autoridad so­
luntad y con un solo corazón, bre vosotros; mas yo sé que él
17 a 2 Ne. 5:21–24; 20 a Jarom 1:9; 1 Rey. 2:2.
Alma 3:6–19. Mos. 1:6–7; b Moisés 7:18.
b Mos. 12:8. Alma 9:13–14. 22 a DyC 3:4.
18 a 1 Ne. 12:20–23. b Lev. 26:3–14; 23 a Efe. 6:11–17.
b GEE Diablo. Joel 2:23–26. 24 a 1 Ne. 16:32.
19 a GEE Escogido c Sal. 67:6; b 1 Ne. 16:37.
(adjetivo o sustantivo). Mos. 2:21–25. 25 a Gén. 37:9–11.
b Oseas 14:9. 21 a 1 Sam. 4:9;
2 NEFI 1:26–2:2 66
no ha procurado poder ni auto­ de la tierra de Jerusalén, y sé que
ridad sobre vosotros; sino que tú eres un amigo fiel de mi hijo
ha procurado la gloria de Dios y Nefi para siempre.
vuestro propio bienestar eterno. 31 Por lo tanto, porque has sido
26 Y habéis murmurado por­ fiel, tu posteridad será bendecida
que él ha sido claro con vosotros. a 
con su posteridad, para que vivan
Decís que ha recurrido a la a as­ prósperamente por largo tiempo
pereza; decís que se ha enojado sobre la faz de esta tierra; y nada,
con vosotros; mas he aquí, que su a menos que sea la iniquidad en­
severidad fue el rigor del poder tre ellos, dañará ni perturbará su
de la palabra de Dios que estaba prosperidad sobre la superficie de
en él; y lo que vosotros llamáis esta tierra para siempre.
ira fue la verdad, según la que se 32  Así pues, si guardáis los
halla en Dios, la cual él no pudo mandamientos del Señor, él ha
reprimir, expresándose intrépi­ consagrado esta tierra para la se­
damente concerniente a vuestras guridad de tu posteridad con la
iniquidades. de mi hijo.
27 Y es menester que el a poder
de Dios esté con él, aun hasta CAPÍTULO 2
mandaros que obedezcáis. Mas
La redención viene por medio del
he aquí, no fue él, sino el b Espíritu
Santo Mesías — La libertad para
del Señor que en él estaba, el cual
escoger (el albedrío) es esencial para
le c abrió la boca para que hablara,
la existencia y el progreso — Adán
de modo que no la podía cerrar.
cayó para que los hombres existie-
28 Y ahora bien, hijo mío, La­
sen — Los hombres son libres para
mán, y también Lemuel y Sam,
escoger la libertad y la vida eterna.
y también vosotros, hijos míos,
Aproximadamente 588–570 a.C.
que sois hijos de Ismael, he aquí,
si escucháis la voz de Nefi, no pe­ Y ahora, Jacob, te hablo a ti: Tú
receréis. Y si lo escucháis, os dejo eres mi a primer hijo nacido en los
una a bendición, sí, mi primera días de mi tribulación en el de­
bendición. sierto. Y he aquí, tú has padecido
29 Pero si no queréis escucharlo, aflicciones y mucho pesar en tu
retiro mi a primera bendición, sí, infancia a causa de la rudeza de
mi bendición, y quedará sobre él. tus hermanos.
30 Y ahora te hablo a ti, Zoram: 2 No obstante, Jacob, mi primer
He aquí, tú eres el a siervo de La­ hijo nacido en el desierto, tú co­
bán; no obstante, has sido traído noces la grandeza de Dios; y él
26 a Prov. 15:10; 27 a 1 Ne. 17:48. 29 a Abr. 1:3.
1 Ne. 16:2; b DyC 121:43. 30 a 1 Ne. 4:20, 35.
Moro. 9:4; c DyC 33:8. 31 a 2 Ne. 5:6.
DyC 121:41–43. 28 a GEE Primogenitura. 2 1 a 1 Ne. 18:7.
67 2 NEFI 2:3–10
consagrará tus aflicciones para 6 Por tanto, la redención viene
a 

tu provecho. en el Santo b Mesías y por medio


3 Por consiguiente, tu alma será de él, porque él es lleno de c gracia
bendecida, y vivirás en seguridad y de verdad.
con tu hermano Nefi; y tus días se 7 He aquí, él se ofrece a sí mismo
emplearán al servicio de tu Dios. en a sacrificio por el pecado, para
Por tanto, yo sé que tú estás redi­ satisfacer los fines de la ley, por
mido a causa de la justicia de tu todos los de corazón quebrantado
Redentor; porque has visto que y de espíritu contrito; y por na­
en la plenitud de los tiempos él die más se pueden satisfacer los
vendrá para traer la salvación a b 
fines de la ley.
los hombres. 8 Por lo tanto, cuán grande es
4 Y en tu juventud has a visto la importancia de dar a cono­
su gloria; por lo tanto, biena­ cer estas cosas a los habitantes
venturado eres, así como lo se­ de la tierra, para que sepan que
rán aquellos a favor de quienes ninguna carne puede morar en
él ejercerá su ministerio en la la presencia de Dios, a sino por
carne; porque el Espíritu es el medio de los méritos, y miseri­
mismo, ayer, hoy y para siempre. cordia, y gracia del Santo Me­
Y la vía está preparada desde la sías, quien da su vida, según la
caída del hombre, y la salvación carne, y la vuelve a tomar por el
es b gratuita. poder del Espíritu, para efectuar
5 Y los hombres son suficien­ la b resurrección de los muertos,
temente instruidos para a discernir siendo el primero que ha de re­
el bien del mal; y la ley es dada a sucitar.
los hombres. Y por la ley ninguna 9 De manera que él es las pri­
carne se b justifica, o sea, por la micias para Dios, pues él a interce­
ley los hombres son c desarraiga­ derá por todos los hijos de los
dos. Sí, por la ley temporal fueron hombres; y los que crean en él
desterrados; y también por la ley serán salvos.
espiritual perecen en cuanto a lo 10 Y por motivo de la a inter­
que es bueno, y llegan a ser des­ cesión hecha por todos, todos
dichados para siempre. los hombres vienen a Dios; de
4 a 2 Ne. 11:3; Alma 11:40–45; 12:16, b Rom. 10:4.
Jacob 7:5. 24; 42:6–11; 8 a 2 Ne. 25:20; 31:21;
b GEE Gracia. Hel. 14:15–18. Mos. 4:8; 5:8;
5 a Moro. 7:16. 6 a 1 Ne. 10:6; Alma 38:9.
b Rom. 3:20; 2 Ne. 25:20; b 1 Cor. 15:20;
2 Ne. 25:23; Alma 12:22–25. Alma 7:12; 12:24–25;
Alma 42:12–16. GEE Plan de redención. 42:23.
GEE Justificación, b GEE Mesías. GEE Resurrección.
justificar. c Juan 1:14, 17; 9 a Isa. 53;
c 1 Ne. 10:6; Moisés 1:6. Mos. 14:12; 15:8–9.
2 Ne. 9:6–38; 7 a GEE Expiación, expiar. 10 a GEE Redentor.
2 NEFI 2:11–16 68
modo que comparecen ante su 13 Y si decís que no hay ley, de­
a 

presencia para que él los b juzgue cís también que no hay pecado.
de acuerdo con la verdad y c san­ Si decís que no hay pecado, decís
tidad que hay en él. Por tanto, también que no hay rectitud. Y si
los fines de la ley que el Santo no hay rectitud, no hay felicidad.
ha dado, para la imposición del Y si no hay rectitud ni felicidad,
castigo que se ha fijado, el cual tampoco hay castigo ni miseria.
castigo que se ha fijado se halla Y si estas cosas no existen, Dios
en oposición a la felicidad que se b 
no existe. Y si no hay Dios, no­
ha fijado, para cumplir los fines sotros no existimos, ni la tierra;
de la d expiación; porque no habría habido crea­
11 porque es preciso que haya ción de cosas, ni para actuar ni
una a oposición en todas las cosas. para que se actúe sobre ellas; por
Pues de otro modo, mi primer consiguiente, todo se habría des­
hijo nacido en el desierto, no se vanecido.
podría llevar a efecto la rectitud 14 Y ahora bien, hijos míos, os
ni la iniquidad, ni tampoco la hablo estas cosas para vuestro
santidad ni la miseria, ni el bien provecho e instrucción; porque
ni el mal. De modo que todas las hay un Dios, y él ha a creado todas
cosas necesariamente serían un las cosas, tanto los cielos como la
solo conjunto; por tanto, si fuese tierra y todo cuanto en ellos hay;
un solo cuerpo, habría de perma­ tanto las cosas que actúan como
necer como muerto, no teniendo aquellas sobre las cuales se b actúa.
ni vida ni muerte, ni corrupción 15 Y para realizar sus eternos
ni incorrupción, ni felicidad ni a 
designios en cuanto al objeto
miseria, ni sensibilidad ni insen­ del hombre, después que hubo
sibilidad. creado a nuestros primeros pa­
12 Por lo tanto, tendría que ha­ dres, y los animales del campo,
ber sido creado en vano; de modo y las aves del cielo, y en fin, to­
que no habría habido ningún a ob­ das las cosas que se han creado,
jeto en su creación. Esto, pues, era menester una oposición; sí, el
habría destruido la sabiduría de b 
fruto c prohibido en oposición al
Dios y sus eternos designios, y d 
árbol de la vida, siendo dulce el
también el poder, y la misericor­ uno y amargo el otro.
dia, y la b justicia de Dios. 16 Por lo tanto, el Señor Dios le
10 b GEE Juicio final. para el hombre. Moisés 1:31, 39.
c GEE Santidad. b GEE Justicia. b Gén. 3:6;
d 2 Ne. 9:7, 21–22, 26; 13 a 2 Ne. 9:25. Alma 12:21–23.
Alma 22:14; 33:22; 34:9. b Alma 42:13. c Gén. 2:16–17;
11 a DyC 29:39; 122:5–9. 14 a GEE Creación, crear. Moisés 3:17.
GEE Adversidad. b DyC 93:30. d Gén. 2:9;
12 a DyC 88:25–26. 15 a Isa. 45:18; 1 Ne. 15:22, 36;
GEE Tierra — Se creó Alma 42:26; Alma 32:40.
69 2 NEFI 2:17–25
concedió al hombre que obrara a 
que se arrepintiesen mientras se
b 

por sí mismo. De modo que el hallaran en la carne; por lo tanto,


hombre no podía actuar por sí su estado llegó a ser un estado de
a menos que lo b atrajera lo uno c 
probación, y su tiempo fue pro­
o lo otro. longado, conforme a los manda­
17 Y yo, Lehi, de acuerdo con mientos que el Señor Dios dio a
las cosas que he leído, debo supo­ los hijos de los hombres. Porque
ner que un a ángel de Dios había él dio el mandamiento de que to­
b 
caído del cielo, según lo que está dos los hombres se arrepintieran;
escrito; por tanto, se convirtió en pues mostró a todos los hombres
un diablo, habiendo procurado que estaban d perdidos a causa de
lo malo ante Dios. la transgresión de sus padres.
18  Y porque había caído del 22  Pues, he aquí, si Adán no
cielo, y llegado a ser miserable hubiese transgredido, no habría
para siempre, a procuró igual­ caído, sino que habría permane­
mente la miseria de todo el gé­ cido en el Jardín de Edén. Y todas
nero humano. Por tanto, dijo a las cosas que fueron creadas ha­
b 
Eva, sí, esa antigua serpiente, brían permanecido en el mismo
que es el diablo, el padre de todas estado en que se hallaban después
las c mentiras, así le dijo: Come de ser creadas; y habrían perma­
del fruto prohibido, y no morirás, necido para siempre, sin tener fin.
sino que serás como Dios, d cono­ 23 Y no hubieran tenido a hijos;
ciendo el bien y el mal. por consiguiente, habrían per­
19 Y después que Adán y Eva manecido en un estado de ino­
hubieron a comido del fruto pro­ cencia, sin sentir gozo, porque
hibido, fueron echados del Jardín no conocían la miseria; sin hacer
de b Edén, para cultivar la tierra. lo bueno, porque no conocían el
20 Y tuvieron hijos, sí, la a familia pecado.
de toda la tierra. 24 Pero he aquí, todas las cosas
21 Y los días de los hijos de los han sido hechas según la sabi­
a 
hombres fueron prolongados, duría de aquel que todo lo a sabe.
según la voluntad de Dios, para 25  a Adán b cayó para que los
16 a 2 Ne. 10:23; b GEE Eva. b Alma 34:32.
Alma 12:31. c 2 Ne. 28:8; GEE Arrepentimiento,
GEE Albedrío. Moisés 4:4. arrepentirse.
b DyC 29:39–40. d Gén. 3:5; Alma 29:5; c GEE Mortal,
17 a GEE Diablo. Moro. 7:15–19. mortalidad.
b Isa. 14:12; 19 a Alma 12:31. d Jacob 7:12.
2 Ne. 9:8; GEE Caída de Adán y 23 a Moisés 5:11.
Moisés 4:3–4; Eva. 24 a GEE Trinidad.
Abr. 3:27–28. b GEE Edén. 25 a GEE Adán.
18 a 2 Ne. 28:19–23; 20 a DyC 138:38–39. b Moisés 6:48.
3 Ne. 18:18; 21 a Alma 12:24; GEE Caída de Adán
DyC 10:22–27. Moisés 4:23–25. y Eva.
2 NEFI 2:26–3:3 70
hombres existiesen; y existen los
c 
cautivar, de hundiros en el in­
a  b 

hombres para que tengan d gozo. fierno, a fin de poder reinar sobre
26 Y el a Mesías vendrá en la ple­ vosotros en su propio reino.
nitud de los tiempos, a fin de b re­ 30 Os he hablado estas pocas
dimir a los hijos de los hombres palabras a todos vosotros, hijos
de la caída. Y porque son redi­ míos, en los últimos días de mi
midos de la caída, han llegado a probación; y he escogido la buena
quedar c libres para siempre, dis­ parte, según las palabras del pro­
cerniendo el bien del mal, para feta. Y no tengo ninguna otra in­
actuar por sí mismos, y no para tención sino el eterno bienestar
que se actúe sobre ellos, a menos de vuestras almas. Amén.
que sea por el castigo de la d ley en
el grande y último día, según los CAPÍTULO 3
mandamientos que Dios ha dado.
José, en Egipto, vio a los nefitas en
27 Así pues, los hombres son a li­
visión — Profetizó en cuanto a José
bres según la carne; y les son da­
Smith, el vidente de los últimos días;
das todas las cosas que para ellos
en cuanto a Moisés, que libraría a Is-
son propias. Y son libres para b es­
rael; y en cuanto al advenimiento del
coger la libertad y la c vida eterna,
Libro de Mormón. Aproximadamente
por medio del gran Mediador de
588–570 a.C.
todos los hombres, o escoger la
cautividad y la muerte, según la Y ahora te hablo a ti, José, mi
cautividad y el poder del diablo; postrer hijo. Tú naciste en el de­
a 

pues él busca que todos los hom­ sierto de mis aflicciones; sí, tu
bres sean miserables como él. madre te dio a luz en la época de
28 Y ahora bien, hijos míos, qui­ mis mayores angustias.
siera que confiaseis en el gran 2 Y el Señor te consagre también
a 
Mediador y que escuchaseis sus a ti esta a tierra, la cual es una tie­
grandes mandamientos; y sed rra tan preciosa, por herencia tuya
fieles a sus palabras y escoged la y la herencia de tu posteridad
vida eterna, según la voluntad de con tus hermanos, para vuestra
su Santo Espíritu; seguridad para siempre, si es que
29 y no escojáis la muerte eterna guardáis los mandamientos del
según el deseo de la carne y la Santo de Israel.
iniquidad que hay en ella, que da 3  Y ahora bien, José, mi úl­
al espíritu del diablo el poder de timo hijo, a quien he traído del
25 c GEE Mortal, c Alma 42:27; 28 a GEE Mediador.
mortalidad. Hel. 14:30. 29 a Rom. 6:16–18;
d Moisés 5:10. d GEE Ley. Alma 12:11.
GEE Gozo; 27 a Gál. 5:1; b GEE Infierno.
Hombre(s). Moisés 6:56. 3 1 a 1 Ne. 18:7.
26 a GEE Mesías. b GEE Albedrío. 2 a 1 Ne. 2:20.
b GEE Plan de redención. c GEE Vida eterna. GEE Tierra prometida.
71 2 NEFI 3:4–12
desierto de mis aflicciones, el a él daré el mandamiento de que
Señor te bendiga para siempre, efectúe una obra para el fruto
porque tu posteridad no será en­ de tus lomos, sus hermanos, la
teramente a destruida. cual será de mucho valor para
4 Porque he aquí, tú eres el fruto ellos, aun para llevarlos al conoci­
de mis lomos; y yo soy descen­ miento de los convenios que yo
diente de a José que fue llevado he hecho con tus padres.
b 
cautivo a Egipto. Y grandes fue­ 8 Y le daré el mandamiento de
ron los convenios que el Señor que a no haga ninguna otra obra,
hizo con José. sino la que yo le mande. Y lo haré
5 Por lo tanto, José realmente grande a mis ojos, porque ejecu­
a 
vio nuestro día. Y recibió del Se­ tará mi obra.
ñor la promesa de que del fruto 9 Y será grande como a Moisés,
de sus lomos el Señor Dios levan­ de quien dije que os lo levantaría
taría una b rama c justa a la casa para b librar a mi pueblo, ¡oh casa
de Israel; no el Mesías, sino una de Israel!
rama que iba a ser desgajada, mas 10 Y levantaré a Moisés para
no obstante, sería recordada en librar a tu pueblo de la tierra de
los convenios del Señor de que Egipto.
el d Mesías sería manifestado a 11 Pero del fruto de tus lomos
ellos en los últimos días, con el levantaré a un vidente, y a él
espíritu de poder, para sacarlos daré a poder para llevar mi pa­
de las e tinieblas a la luz; sí, de la labra a los de tu descendencia;
obscuridad oculta y del cautiverio y no solamente para llevarles
a la libertad. mi palabra, dice el Señor, sino
6 Porque José en verdad testi­ para convencerlos de mi pala­
ficó diciendo: El Señor mi Dios bra que ya se habrá declarado
levantará a un a vidente, el cual entre ellos.
será un vidente escogido para los 12  Por lo tanto, el fruto de
del fruto de mis b lomos. tus lomos a escribirá, y el fruto
7 Sí, José verdaderamente dijo: de los lomos de b Judá c escri­
Así me dice el Señor: Levantaré a birá; y lo que escriba el fruto
un a vidente escogido del fruto de de tus lomos, y también lo que
tus lomos, y será altamente esti­ escriba el fruto de los lomos
mado entre los de tu simiente. Y de Judá, crecerán juntamente
3 a 2 Ne. 9:53. 1 Ne. 15:12; 19:24. b DyC 132:30.
4 a Gén. 39:1–2; 45:4; GEE Viña del Señor. 7 a GEE Smith, hijo, José.
49:22–26; c Jacob 2:25. 8 a DyC 24:7, 9.
1 Ne. 5:14–16. d 2 Ne. 6:14; 9 a Moisés 1:41.
b Gén. 37:29–36. DyC 3:16–20. b Éx. 3:7–10; 1 Ne. 17:24.
5 a TJS Gén. 50:24–38 e Isa. 42:16. 11 a DyC 5:3–4.
(Apéndice — Biblia); 6 a 3 Ne. 21:8–11; 12 a GEE Libro de Mormón.
2 Ne. 4:1–2. Morm. 8:16. b 1 Ne. 13:23–29.
b Gén. 49:22–26; GEE Vidente. c GEE Biblia.
2 NEFI 3:13–22 72
para confundir las falsas doc­
d 
para escribir. Mas no desataré
trinas, y poner fin a las conten­ su lengua para que hable mu­
ciones, y establecer la paz entre cho, porque no lo haré grande
los del fruto de tus lomos, y e lle­ en cuanto a la palabra. Pero le
varlos al f conocimiento de sus a 
escribiré mi ley, con el dedo de
padres en los postreros días, y mi propia mano, y prepararé a un
también al conocimiento de mis b 
portavoz para él.
convenios, dice el Señor. 18 Y también me dijo el Señor:
13 Y de la debilidad él será he­ Levantaré a uno para el fruto de
cho fuerte, el día en que mi obra tus lomos, y prepararé para él un
empiece entre todo mi pueblo portavoz. Y he aquí, le concederé
para restaurarte, oh casa de Israel, que escriba la escritura del fruto
dice el Señor. de tus lomos, para el fruto de tus
14 Y así profetizó José, diciendo: lomos; y el portavoz de tus lomos
He aquí, el Señor bendecirá a ese la declarará.
vidente, y los que traten de des­ 19 Y las palabras que él escriba
truirlo serán confundidos; porque serán las que yo en mi sabiduría
se cumplirá esta promesa que he juzgue conveniente que lleguen al
recibido del Señor tocante al fruto fruto de tus lomos; y será como si
de mis lomos. He aquí, estoy seguro los del a fruto de tus lomos les hu­
del cumplimiento de esta promesa; biesen clamado b desde el polvo,
15 y su a nombre será igual que el porque conozco su fe.
mío; y será igual que el b nombre 20 Y a clamarán desde el polvo;
de su padre. Y será semejante a sí, el arrepentimiento a sus her­
mí, porque aquello que el Señor manos, sí, aun después de haber
lleve a efecto por su mano, por pasado sobre ellos muchas gene­
el poder del Señor, guiará a mi raciones. Y sucederá que su cla­
pueblo a la salvación. mor saldrá, sí, según la sencillez
16 Sí, José así profetizó: Estoy de sus palabras.
seguro de esto, así como estoy 21 A causa de su fe sus a palabras
seguro de la promesa de Moi­ saldrán de mi boca a sus herma­
sés; porque el Señor me ha dicho: nos, que son el fruto de tus lomos;
a 
Preservaré a tu descendencia y la debilidad de sus palabras yo
para siempre. fortaleceré en su fe, a fin de que
17 Y ha dicho el Señor: Levan­ recuerden mi convenio que hice
taré a un Moisés; y le daré poder con tus padres.
en una vara, y le daré prudencia 22 Y ahora bien, he aquí, mi hijo
12 d Ezeq. 37:15–20; 15 a DyC 18:8. b Isa. 29:4;
1 Ne. 13:38–41; b JS—H 1:3. 2 Ne. 27:13; 33:13;
2 Ne. 29:8; 33:10–11. 16 a Gén. 45:1–8. Morm. 9:30;
e Moro. 1:4. 17 a Deut. 10:2, 4; Moro. 10:27.
f 1 Ne. 15:14; Moisés 2:1. 20 a 2 Ne. 26:16;
2 Ne. 30:5; b Éx. 4:16. Morm. 8:23.
Morm. 7:1, 5, 9–10. 19 a DyC 28:8. 21 a 2 Ne. 29:2.
73 2 NEFI 3:23–4:7
José, así fue como profetizó mi
a 
2 Porque he aquí, él verdadera­
padre de antaño. mente profetizó acerca de toda
23 Por lo tanto, bendito eres por su posteridad; y no hay muchas
causa de este convenio; porque a 
profecías mayores que las que él
tus descendientes no serán des­ escribió. Y profetizó concerniente
truidos, pues escucharán las pa­ a nosotros y nuestras generacio­
labras del libro. nes venideras; y está escrito en
24 Y se levantará entre ellos uno las planchas de bronce.
poderoso que efectuará mucho 3 Por tanto, luego que mi padre
bien, tanto en palabras como en hubo concluido de hablar con­
obras, siendo un instrumento en cerniente a las profecías de José,
las manos de Dios, con gran fe, llamó a la familia de Lamán, sus
para obrar potentes maravillas y hijos y sus hijas, y les dijo: He
realizar aquello que es grande a la aquí, mis hijos e hijas, vosotros
vista de Dios, para efectuar mucha que sois los hijos e hijas de mi
restauración a la casa de Israel y a 
primogénito, quisiera que escu­
a la posteridad de tus hermanos. chaseis mis palabras.
25 Y ahora bien, bendito eres tú, 4 Porque el Señor Dios ha dicho
José. He aquí, eres pequeño; escu­ que: a Al grado que guardéis mis
cha, por tanto, las palabras de tu mandamientos, prosperaréis en
hermano Nefi, y será hecho con­ el país; y si no guardáis mis man­
tigo de conformidad con las pa­ damientos, seréis desechados de
labras que he hablado. Recuerda mi presencia.
las palabras de tu padre, que está 5 Mas he aquí, mis hijos e hi­
para morir. Amén. jas, no puedo descender a la
tumba sin dejar sobre vosotros
CAPÍTULO 4 una a bendición; porque he aquí,
sé que si sois instruidos en la
Lehi aconseja y bendice a su posteri- b 
senda que debéis seguir, no la
dad — Muere y es sepultado — Nefi
abandonaréis.
se gloría en la bondad de Dios — Nefi
6  Por tanto, si sois maldeci­
pone su confianza en el Señor para
dos, he aquí, dejo mi bendición
siempre. Aproximadamente 588–
sobre vosotros, para que os sea
570 a.C.
quitada la maldición, y recaiga
Y ahora yo, Nefi, hablo res­
4 sobre la a cabeza de vuestros
pecto a las profecías de las padres.
cuales ha hablado mi padre, 7 Por tanto, a causa de mi ben­
concernientes a a José, que fue dición el Señor Dios a no permi­
llevado a Egipto. tirá que perezcáis; por tanto,
22 a 2 Ne. 3:5. 4 a 2 Ne. 1:9. 6 a DyC 68:25–29.
4 1 a Gén. 39:1–2. 5 a GEE Bendiciones 7 a 2 Ne. 30:3–6;
2 a 2 Ne. 3:5. patriarcales. DyC 3:17–18.
3 a GEE Primogénito. b Prov. 22:6.
2 NEFI 4:8–17 74
será misericordioso con vosotros
b 
él, mi padre envejeció. Y acon­
y con vuestra posteridad para teció que murió y fue sepultado.
siempre. 13 Y aconteció que no muchos
8 Y aconteció que luego que mi días después de su muerte, La­
padre hubo concluido de hablar mán, Lemuel y los hijos de Ismael
a los hijos de Lamán, hizo venir se enojaron conmigo a causa de
ante él a los hijos e hijas de Le­ las amonestaciones del Señor.
muel. 14 Porque yo, Nefi, me sentía
9 Y les habló diciendo: He aquí, constreñido a hablarles según
mis hijos e hijas, vosotros que sois la palabra de él; porque yo les
hijos e hijas de mi segundo hijo, había hablado muchas cosas, y
he aquí, os dejo la misma bendi­ también mi padre, antes de mo­
ción que dejé a los hijos e hijas rir; y muchas de estas palabras
de Lamán; por consiguiente, no están escritas sobre mis a otras
seréis destruidos por completo, planchas, porque una parte con
sino que al fin vuestra descen­ más historia está escrita sobre mis
dencia será bendecida. otras planchas.
10 Y ocurrió que cuando mi pa­ 15 Y sobre a estas escribo las co­
dre hubo concluido de hablar con sas de mi alma, y muchas de las
ellos, he aquí, se dirigió a los hi­ Escrituras que están grabadas
jos de a Ismael, sí, y a todos los sobre las planchas de bronce.
de su casa. Porque mi alma se deleita en las
11 Y luego que hubo acabado de Escrituras, y mi corazón las b me­
hablarles, habló a Sam, diciendo: dita, y las escribo para la c instruc­
Bendito eres tú y tu posteridad, ción y el beneficio de mis hijos.
pues heredarás el país, así como 16 He aquí, mi a alma se deleita
tu hermano Nefi; y tu posteridad en las cosas del Señor, y mi b cora­
será contada con la de él; y tú se­ zón medita continuamente en las
rás aun como tu hermano, y tu cosas que he visto y oído.
posteridad será como la suya, y 17 Sin embargo, a pesar de la
tú serás bendecido todos tus días. gran a bondad del Señor al mos­
12 Y aconteció que después que trarme sus grandes y maravillo­
mi padre, Lehi, hubo hablado a sas obras, mi corazón exclama:
todos los de su casa, según los ¡Oh, b miserable hombre que
sentimientos de su corazón y el soy! Sí, mi corazón se entristece
Espíritu del Señor que había en a causa de mi carne. Mi alma
7 b 1 Ne. 13:31; 15 a 1 Ne. 6:4–6. agradecimiento.
2 Ne. 10:18–19; b GEE Escrituras; b GEE Corazón.
Jacob 3:5–9; Meditar. 17 a 2 Ne. 9:10;
Hel. 15:12–13. c 1 Ne. 19:23. DyC 86:11.
10 a 1 Ne. 7:6. 16 a GEE Acción de b Rom. 7:24.
14 a 1 Ne. 1:16–17; 9:4. gracias, agradecido,
75 2 NEFI 4:18–32
se aflige a causa de mis iniqui­ condescendencia para con los hi­
dades. jos de los hombres los ha visitado
18 Me veo circundado a causa con tanta misericordia, a ¿por qué
de las tentaciones y pecados que ha de llorar mi corazón, y per­
tan fácilmente me a asedian. manecer mi alma en el valle del
19 Y cuando deseo regocijarme, dolor, y mi carne deshacerse, y
mi corazón gime a causa de mis mi fuerza desfallecer por causa
pecados; no obstante, sé en quién de mis aflicciones?
he confiado. 27 Y, ¿por qué he de a ceder al
20 Mi Dios ha sido mi apoyo; pecado a causa de mi carne? Sí,
él me ha guiado por entre mis ¿y por qué sucumbiré a las b ten­
aflicciones en el desierto; y me taciones, de modo que el maligno
ha preservado sobre las aguas tenga lugar en mi corazón para
del gran mar. destruir mi c paz y contristar mi
21 Me ha llenado con su a amor alma? ¿Por qué me enojo a causa
hasta consumir mi carne. de mi enemigo?
22 Ha confundido a mis a ene­ 28 ¡Despierta, alma mía! No des­
migos hasta hacerlos temblar de­ fallezcas más en el pecado. ¡Rego­
lante de mí. cíjate, oh corazón mío, y no des
23 He aquí, él ha oído mi clamor más lugar al a enemigo de mi alma!
durante el día, y me ha dado co­ 29 No vuelvas a enojarte a causa
nocimiento en a visiones durante de mis enemigos. No debilites mi
la noche. fuerza por motivo de mis aflic­
24 Y de día me he hecho osado ciones.
en ferviente a oración ante él; sí, 30 ¡Regocíjate, oh mi corazón, y
he elevado mi voz a las alturas; clama al Señor y dile: Oh Señor, te
y descendieron ángeles y me mi­ alabaré para siempre! Sí, mi alma
nistraron. se regocijará en ti, mi Dios, y la
25 Y mi cuerpo ha sido a con­ a 
roca de mi salvación.
ducido en las alas de su Espíritu 31 ¿Redimirás mi alma, oh Se­
hasta montañas muy altas; y mis ñor? ¿Me librarás de las manos
ojos han visto grandes cosas, sí, de mis enemigos? ¿Harás que yo
demasiado grandes para el hom­ tiemble al aparecer el a pecado?
bre; por lo tanto, se me mandó 32  ¡Estén cerradas continua­
que no las escribiera. mente delante de mí las puertas
26  Entonces, si he visto tan del infierno, pues quebrantado
grandes cosas, si el Señor en su está mi a corazón y contrito mi
18 a Rom. 7:21–23; 25 a 1 Ne. 11:1; 28 a GEE Diablo.
Heb. 12:1; Alma 7:15. Moisés 1:1–2. 30 a 1 Cor. 3:11.
21 a GEE Amor. 26 a Sal. 43:5. GEE Roca.
22 a 1 Ne. 17:52. 27 a Rom. 6:13. 31 a Rom. 12:9; Alma 13:12.
23 a GEE Visión. b GEE Tentación, tentar. 32 a GEE Corazón
24 a Stg. 5:16; 1 Ne. 2:16. c GEE Paz. quebrantado.
2 NEFI 4:33–5:6 76
espíritu! ¡No cierres, oh Señor, su incredulidad, los lamanitas son
las puertas de tu justicia delante separados de la presencia del Señor,
de mí, para que yo b ande por la son maldecidos, y se convierten en
senda del apacible valle, para que azote para los nefitas. Aproximada-
me ciña al camino llano! mente 588–559 a.C.
33 ¡Oh Señor, envuélveme con el
He aquí, sucedió que yo, Nefi,
manto de tu justicia! ¡Prepara, oh
clamé mucho al Señor mi Dios,
Señor, un camino para que escape
por motivo de la a ira de mis her­
delante de mis enemigos! ¡Ende­
manos.
reza mi sendero delante de mí! No
2 Pero he aquí, su ira aumentó
pongas tropiezo en mi camino, an­
contra mí, a tal grado que trataron
tes bien despeja mis vías ante mí;
de quitarme la vida.
y no obstruyas mi sendero, sino
3 Sí, murmuraron contra mí,
más bien las vías de mi enemigo.
diciendo: Nuestro hermano me­
34 ¡Oh Señor, en ti he puesto mi
nor piensa a gobernarnos, y nos
confianza, y en ti a confiaré para
ha sobrevenido mucha angustia
siempre! No pondré mi b confianza
por causa de él. Matémoslo, pues,
en el brazo de la carne; porque sé
para que ya no seamos afligidos
que maldito es aquel que c confía
más por causa de sus palabras.
en el brazo de la carne. Sí, maldito
Porque he aquí, no queremos que
es aquel que pone su confianza
él sea nuestro gobernante; pues a
en el hombre, o hace de la carne
nosotros, sus hermanos mayores,
su brazo.
nos corresponde gobernar a este
35 Sí, sé que Dios dará a liberal­
pueblo.
mente a quien pida. Sí, mi Dios
4 Ahora bien, no escribo sobre
me dará, si no b pido c impropia­
estas planchas todo lo que mur­
mente. Por lo tanto, elevaré hacia
muraron contra mí. Pero me basta
ti mi voz; sí, clamaré a ti, mi Dios,
con decir que trataron de qui­
roca de mi rectitud. He aquí, mi
tarme la vida.
voz ascenderá para siempre hacia
5 Y aconteció que el Señor me
ti, mi d roca y mi Dios sempiterno. a 
advirtió a mí, b Nefi, que me apar­
Amén.
tara de ellos y huyese al desierto,
con todos los que quisieran acom­
CAPÍTULO 5
pañarme.
Los nefitas se separan de los lamani- 6 Sucedió, pues, que yo, Nefi,
tas, cumplen con la ley de Moisés, y tomé a mi familia, y también a
edifican un templo — Por motivo de a 
Zoram y su familia, y a Sam, mi
32 b GEE Andar, andar con 35 a Stg. 1:5. Mos. 10:14–15.
Dios. b GEE Oración. 5 a GEE Inspiración,
34 a GEE Confianza, confiar. c Hel. 10:5. inspirar.
b Sal. 44:6–8. d Deut. 32:4. b Mos. 10:13.
c Jer. 17:5; 5 1 a 2 Ne. 4:13–14. 6 a 1 Ne. 4:35; 16:7;
Morm. 3:9; 4:8. 3 a 1 Ne. 16:37–38; 2 Ne. 1:30–32.
77 2 NEFI 5:7–16
hermano mayor, y su familia, y a bronce; y también la b esfera o
Jacob y José, mis hermanos me­ c 
brújula que la mano del Señor
nores, y también a mis hermanas había preparado para mi padre,
y a todos los que quisieron ir con­ de acuerdo con lo que se ha es­
migo. Y todos los que quisieron crito.
acompañarme eran aquellos que 13 Y aconteció que comenzamos
creían en las b amonestaciones y a prosperar en extremo, y a mul­
revelaciones de Dios; y por este tiplicarnos en el país.
motivo escucharon mis palabras. 14 Y yo, Nefi, tomé la a espada
7 Y llevamos nuestras tiendas de Labán, y conforme a ella hice
y todo cuanto nos fue posible, y muchas espadas, no fuera que,
viajamos por el desierto por el de algún modo, los del pueblo
espacio de muchos días. Y des­ que ahora se llamaban b lamani­
pués que hubimos viajado du­ tas cayeran sobre nosotros y nos
rante muchos días, plantamos destruyeran; porque yo conocía
nuestras tiendas. su odio contra mí y mis hijos y
8 Y mi pueblo quiso que diéra­ aquellos que eran llamados mi
mos el nombre de a Nefi a ese si­ pueblo.
tio; por tanto, lo llamamos Nefi. 15 Y enseñé a mi pueblo a cons­
9 Y todos los que se hallaban truir edificios y a trabajar con
conmigo optaron por llamarse el toda clase de madera, y de a hie­
a 
pueblo de Nefi. rro, y de cobre, y de bronce, y de
10 Y nos afanamos por cumplir acero, y de oro, y de plata y de
con los juicios, y los estatutos y minerales preciosos que había en
mandamientos del Señor en todas gran abundancia.
las cosas, según la a ley de Moisés. 16 Y yo, Nefi, edifiqué un a tem­
11 Y el Señor estaba con noso­ plo, y lo construí según el modelo
tros, y prosperamos en gran ma­ del b templo de Salomón, salvo
nera; porque plantamos semillas, que no se construyó de tantos
y a cambio, cosechamos abundan­ materiales c preciosos, pues no se
temente. Y empezamos a criar hallaban en esa tierra; por tanto,
rebaños, manadas y animales de no se pudo edificar como el tem­
toda clase. plo de Salomón. Pero la manera
12 Y yo, Nefi, también había de su construcción fue semejante
traído los anales que estaban a la del templo de Salomón; y su
grabados sobre las a planchas de obra fue sumamente hermosa.
6 b GEE Amonestación, GEE Planchas. P. de Morm. 1:13.
amonestar. b Mos. 1:16. b GEE Lamanitas.
8 a Omni 1:12, 27; c 1 Ne. 16:10, 16, 26; 15 a Éter 10:23.
Mos. 9:1–4; 28:1. 18:12, 21; 16 a GEE Templo, Casa del
9 a Jacob 1:13–14. Alma 37:38–47; Señor.
10 a 2 Ne. 11:4. DyC 17:1. b 1 Rey. 6;
GEE Ley de Moisés. 14 a 1 Ne. 4:9; 2 Cró. 3.
12 a Mos. 1:3–4. Jacob 1:10; c DyC 124:26–27.
2 NEFI 5:17–29 78
17 Y aconteció que yo, Nefi, obscuro, para que no atrajeran
hice que mi pueblo fuese a in­ a los de mi pueblo.
dustrioso y que trabajase con 22 Y así dice el Señor Dios: Haré
sus manos. que sean a aborrecibles a tu pue­
18 Y aconteció que ellos quisie­ blo, a no ser que se arrepientan
ron que yo fuera su a rey. Pero yo, de sus iniquidades.
Nefi, deseaba que no tuvieran rey; 23 Y malditos serán los descen­
no obstante, hice por ellos cuanto dientes de aquel que se a mezcle
estaba en mi poder. con la posteridad de ellos; porque
19 Y he aquí, se habían cum­ serán maldecidos con la misma
plido las palabras del Señor a mis maldición. Y el Señor lo habló;
hermanos, palabras que habló en y así fue.
cuanto a ellos, que yo sería su a go­ 24 Y a causa de la maldición que
bernante y su b maestro. Por tanto, vino sobre ellos, se convirtieron
yo había sido su gobernante y en un pueblo a ocioso, lleno de
maestro, según los mandatos del maldad y astucia, y cazaban ani­
Señor, hasta la ocasión en que tra­ males salvajes en el desierto.
taron de quitarme la vida. 25 Y el Señor Dios me dijo: Serán
20 Por tanto, se cumplió la pa­ un azote a tus descendientes para
labra que el Señor me habló, estimularlos a que se acuerden de
diciendo: Por cuanto ellos a no mí; y si no se acuerdan de mí, ni
quieren escuchar tus palabras, escuchan mis palabras, los azota­
serán b separados de la presencia rán hasta la destrucción.
del Señor. Y he aquí, fueron sepa­ 26 Y acaeció que yo, Nefi, a con­
rados de su presencia. sagré a Jacob y a José para que
21  Y él había hecho caer la fuesen sacerdotes y maestros so­
a 
maldición sobre ellos, sí, una bre la tierra de mi pueblo.
penosa maldición, a causa de su 27 Y aconteció que vivimos de
iniquidad. Porque he aquí, ha­ una manera feliz.
bían endurecido sus corazones 28 Y habían transcurrido treinta
contra él, de modo que se ha­ años desde que salimos de Jeru­
bían vuelto como un pedernal; salén.
por tanto, ya que eran blancos 29 Y yo, Nefi, había llevado los
y sumamente bellos y b delei­ anales de mi pueblo hasta enton­
tables, el Señor Dios hizo que ces sobre mis planchas, las que yo
los cubriese una c piel de color había hecho.
17 a Gén. 3:19; 21 a GEE Maldecir, matrimonio entre
DyC 42:42. maldiciones. personas de distintas
18 a Jacob 1:9, 11. b 4 Ne. 1:10. religiones.
19 a 1 Ne. 2:22. c 2 Ne. 26:33; 24 a GEE Ociosidad, ocioso.
b GEE Enseñar. 3 Ne. 2:14–16. 26 a Jacob 1:18–19;
20 a 2 Ne. 2:21. 22 a 1 Ne. 12:23. Mos. 23:17.
b Alma 9:14. 23 a GEE Matrimonio — El
79 2 NEFI 5:30–6:6
30 Y sucedió que el Señor Dios y habiendo sido consagrado por
me dijo: Haz a otras planchas; y mi hermano Nefi, a quien tenéis
grabarás sobre ellas muchas cosas por a rey o protector, y de quien
que son gratas a mis ojos, para el dependéis para que os dé segu­
beneficio de tu pueblo. ridad, he aquí, vosotros sabéis
31 Por tanto, yo, Nefi, para ser que os he hablado muchísimas
obediente a los mandatos del Se­ cosas.
ñor, fui e hice a estas planchas sobre 3 Sin embargo, os hablo otra
las cuales he grabado estas cosas. vez, porque anhelo el bienestar
32 Y grabé lo que es agradable a de vuestras almas. Sí, grande es
Dios. Y si mi pueblo se complace mi preocupación por vosotros, y
con las cosas de Dios, se compla­ a vosotros mismos os consta que
cerá con mis grabados que están siempre lo ha sido. Porque os he
sobre estas planchas. exhortado con toda diligencia y
33 Y si mi pueblo desea saber la os he enseñado las palabras de mi
parte más particular de la histo­ padre; y os he hablado tocante a
ria de mi pueblo, debe buscarla todas las cosas que están escritas,
en mis otras planchas. desde la creación del mundo.
34 Y bástame decir que habían 4 Y ahora bien, he aquí, quisiera
transcurrido cuarenta años, y ya hablaros acerca de cosas que son
habíamos tenido guerras y con­ y que están por venir; por tanto,
tiendas con nuestros hermanos. os leeré las palabras de a Isaías. Y
son las palabras que mi hermano
CAPÍTULO 6 ha deseado que os declare. Y os
hablo para vuestro bien, para que
Jacob narra la historia judía: El cau-
conozcáis y glorifiquéis el nombre
tiverio de los judíos en Babilonia y su
de vuestro Dios.
regreso; el ministerio y la crucifixión
5 Ahora bien, las palabras que
del Santo de Israel; la ayuda recibida
os leeré son las que habló Isaías
de los gentiles; y la restauración de
acerca de toda la casa de Israel;
los judíos en los últimos días cuando
por tanto, se os pueden compa­
crean en el Mesías. Aproximada-
rar, porque pertenecéis a la casa
mente 559–545 a.C.
de Israel. Y hay muchas cosas que
Las palabras de Jacob, hermano Isaías ha hablado, las cuales se os
de Nefi, las cuales habló al pue­ pueden comparar, pues sois de la
blo de Nefi: casa de Israel.
2 He aquí, amados hermanos 6 Y estas son las palabras: a Así
míos, que yo, Jacob, habiendo dice el Señor Dios: He aquí, yo
sido llamado por Dios y orde­ alzaré mi mano a los gentiles,
nado conforme a su santo orden, y levantaré mi b estandarte a los
30 a 1 Ne. 19:1–6. 6 2 a Jacob 1:9, 11. 6 a Isa. 49:22–23.
31 a GEE Planchas. 4 a 3 Ne. 23:1. b GEE Estandarte.
2 NEFI 6:7–14 80
pueblos; y traerán en brazos a 11 Por lo que, después que sean
tus hijos, y en hombros llevarán echados de un lado a otro, pues
a tus hijas. así dice el ángel, muchos serán
7 Y reyes serán tus ayos, y sus afligidos en la carne, y no se les
reinas, tus nodrizas; con el rostro permitirá perecer a causa de las
hacia la tierra se postrarán ante ti oraciones de los fieles; y serán
y lamerán el polvo de tus pies; y dispersados y heridos y odiados;
sabrás que yo soy el Señor; por­ sin embargo, el Señor será mi­
que los que me a esperan no serán sericordioso con ellos, para que
avergonzados. a 
cuando lleguen al b conocimiento
8 Y ahora yo, Jacob, quisiera ha­ de su Redentor, sean c reunidos
blar algo concerniente a estas pa­ de nuevo en las tierras de su he­
labras. Porque he aquí, el Señor rencia.
me ha manifestado que los que se 12 Y benditos son los a gentiles,
hallaban en a Jerusalén, de donde acerca de quienes el profeta ha
vinimos, han sido destruidos y escrito; porque he aquí, si es que
b 
llevados cautivos. se arrepienten y no luchan contra
9 No obstante, el Señor me ha Sion, ni se unen a esa grande y
mostrado que a volverán otra vez. b 
abominable iglesia, serán salvos;
Y también me ha mostrado que porque el Señor Dios cumplirá
el Señor Dios, el Santo de Israel, sus c convenios que ha hecho a sus
se ha de manifestar a ellos en la hijos; y por esta causa el profeta
carne; y que después que se haya ha escrito estas cosas.
manifestado, lo azotarán y lo 13 Por tanto, los que luchen con­
b 
crucificarán, según las palabras tra Sion y contra el pueblo del con­
del ángel que me lo comunicó. venio del Señor lamerán el polvo
10 Y después que hayan empe­ de sus pies; y el pueblo del Señor
dernido sus corazones y endure­ no será a avergonzado. Porque los
cido sus cervices contra el Santo del pueblo del Señor son aquellos
de Israel, he aquí, los a juicios del que lo b esperan; pues todavía es­
Santo de Israel vendrán sobre peran la venida del Mesías.
ellos. Y se aproxima el día en que 14 Y he aquí, según las pala­
serán heridos y afligidos. bras del profeta, el Mesías se
7 a DyC 133:45; Israel. congregación de Israel.
Moisés 1:6. 9 a 1 Ne. 10:3. 12 a 1 Ne. 14:1–2;
8 a Ester 2:6; b 1 Ne. 19:10, 13; 2 Ne. 10:9–10.
1 Ne. 7:13; Mos. 3:9; b GEE Diablo — La
2 Ne. 25:10; 3 Ne. 11:14–15. iglesia del diablo.
Omni 1:15; GEE Crucifixión. c GEE Abraham,
Hel. 8:20–21. 10 a Mateo 27:24–25. convenio de (convenio
b 2 Rey. 24:10–16; 11 a 1 Ne. 22:11–12; abrahámico).
25:1–12. 2 Ne. 9:2. 13 a 3 Ne. 22:4.
GEE Israel — El b Oseas 3:5. b Isa. 40:31; 1 Ne. 21:23;
esparcimiento de c GEE Israel — La DyC 133:45.
81 2 NEFI 6:15–7:4
dispondrá por segunda vez a re­
a 
CAPÍTULO 7
cuperarlos; por lo tanto, cuando
Jacob continúa leyendo en Isaías:
llegue el día en que en él crean,
Isaías habla en lenguaje mesiá-
él se b manifestará a ellos con po­
nico — El Mesías tendrá lengua de
der y gran gloria, hasta la c des­
sabios — Entregará Sus espaldas al
trucción de sus enemigos, y no
heridor — No será confundido —
será destruido ninguno que crea
Compárese con Isaías 50. Aproxi-
en él.
madamente 559–545 a.C.
15 Y los que no crean en él se­
rán a destruidos tanto por b fuego, Sí, porque esto dice el Señor: ¿Te
como por tempestades, y por tem­ he repudiado yo, o te he echado
blores de tierra, por la efusión de de mi lado para siempre? Pues
sangre y por c pestilencia y por así dice el Señor: ¿Dónde está la
hambre. Y sabrán que el Señor es carta de divorcio de tu madre? ¿A
Dios, el Santo de Israel. quién te he abandonado, o a cuál
16  a ¿Pues será quitada la presa de mis acreedores te he vendido?
al poderoso o será librado el b cau­ Sí, ¿a quién te he vendido? He
tivo legítimo? aquí, por vuestras maldades os
17  Empero así dice el Señor: habéis a vendido, y por vuestras
Aun los a cautivos le serán qui­ iniquidades es repudiada vues­
tados al poderoso, y la presa del tra madre.
tirano será librada; porque el Dios 2 Por tanto, cuando vine, no
b 
Fuerte c librará a su pueblo del hubo nadie; cuando a llamé, na­
convenio. Pues así dice el Señor: die respondió. Oh casa de Israel,
Yo contenderé con aquellos que ¿se ha acortado mi mano para no
contiendan contigo; redimir?; o, ¿no hay en mí po­
18 y a los que te oprimen daré der para librar? He aquí, con mi
de comer su propia carne; y con reprensión hago secar el b mar;
su propia sangre serán embria­ vuelvo sus c ríos en desiertos, sus
gados como con vino dulce; d 
peces hieden porque las aguas
y conocerá toda carne que se han secado, y mueren de sed.
yo, el Señor, soy tu Salvador 3 Visto de a obscuridad los cie­
y tu a Redentor, el b Fuerte de los, y de b cilicio hago su cubierta.
Jacob. 4 El Señor Dios me dio a lengua
14 a Isa. 11:11; 16 a Isa. 49:24–26. 7 1 a GEE Apostasía.
2 Ne. 25:17; 29:1. b Es decir, el pueblo 2 a Prov. 1:24–25;
b 2 Ne. 3:5. del convenio del Isa. 65:12; Alma 5:37.
c 1 Ne. 22:13–14. Señor, como dice en el b Éx. 14:21; Sal. 106:9;
15 a 2 Ne. 10:16; 28:15; vers. 17. DyC 133:68–69.
3 Ne. 16:8. 17 a 1 Ne. 21:25. c Josué 3:15–16.
GEE Últimos días, b GEE Jehová. d Éx. 7:21.
postreros días. c 2 Rey. 17:39. 3 a Éx. 10:21.
b Jacob 6:3. 18 a GEE Redentor. b Apoc. 6:12.
c DyC 97:22–26. b Gén. 49:24; Isa. 60:16. 4 a Lucas 2:46–47.
2 NEFI 7:5–8:6 82
de sabios para saber hablarte en que encendisteis. Esto os vendrá
sazón, oh casa de Israel. Cuando de mi mano: en angustia yaceréis.
estás cansada, él vela de aurora a
aurora; él abre mi oído para que CAPÍTULO 8
oiga como los sabios.
Jacob continúa leyendo en Isaías: En los
5  El Señor Dios me abrió el
últimos días, el Señor consolará a Sion
a 
oído, y no fui rebelde ni me torné
y recogerá a Israel — Los redimidos
atrás.
irán a Sion en medio de gran gozo —
6 Entregué mis espaldas al a heri­
Compárese con Isaías 51 y 52:1–2.
dor, y mis mejillas a los que arran­
Aproximadamente 559–545 a.C.
caban la barba. No escondí mi
rostro de la humillación ni del Oídme, los que seguís la rectitud.
esputo. Mirad a la a roca de donde fuisteis
7 Porque el Señor Dios me ayu­ cortados, y al hueco de la cantera
dará, de modo que no seré con­ de donde os sacaron.
fundido. Por eso he puesto mi 2 Mirad a Abraham vuestro a pa­
rostro como pedernal, y sé que dre, y a b Sara que os dio a luz;
no seré avergonzado. porque lo llamé a él solo, y lo
8 Y el Señor está cerca, y me jus­ bendije.
tifica. ¿Quién contenderá con­ 3 Porque el Señor consolará a
migo? Presentémonos juntos. a 
Sion; consolará todas sus sole­
¿Quién es mi adversario? Acér­ dades y tornará su b desierto en
quese a mí, y yo lo heriré con la Edén, y su soledad en huerto del
fuerza de mi boca. Señor. Allí habrá alegría y gozo,
9 Porque el Señor Dios me ayu­ alabanza y voz de melodía.
dará. Y todos los que me a conde­ 4 ¡Atiende a mi palabra, oh pue­
nen, he aquí, todos envejecerán blo mío, y escúchame, nación
como ropa de vestir, y la polilla mía!, porque de mí saldrá una
se los comerá. a 
ley y estableceré mi justicia para
10 ¿Quién hay entre vosotros b 
luz del pueblo.
que teme al Señor, que obedece 5 Cercana está mi justicia; sa­
la a voz de su siervo, que anda en lido ha mi a salvación, y mi brazo
tinieblas y carece de luz? juzgará a los pueblos. En mí es­
11 He aquí, todos vosotros que perarán las b islas, y en mi brazo
encendéis fuego, que os rodeáis confiarán.
de centellas, andad a la luz de 6 Alzad a los cielos vuestros
vuestro a fuego y de las centellas ojos, y mirad la tierra abajo;
5 a DyC 58:1. 8 1 a GEE Roca. 4 a O sea, enseñanza,
6 a Mateo 27:26; 2 a Gén. 17:1–8; doctrina. Isa. 2:3.
2 Ne. 9:5. DyC 132:49. GEE Evangelio.
9 a Rom. 8:31. b Gén. 24:36. b GEE Luz, luz de Cristo.
10 a DyC 1:38. 3 a GEE Sion. 5 a GEE Salvación.
11 a Jue. 17:6. b Isa. 35:1–2, 6–7. b 2 Ne. 10:20.
83 2 NEFI 8:7–19
porque los cielos se desvane­
a  b 
eres tú para temer al hombre,
b 

cerán como humo, y la tierra se que es mortal, y al hijo del hom­


c 
envejecerá como ropa de ves­ bre, que será como el c heno?
tir; y de igual manera perecerán 13 ¿Y para a olvidar al Señor tu
sus moradores. Pero mi salvación Hacedor, que extendió los cielos
será para siempre, y mi justicia no y fundó la tierra; y temer conti­
será abrogada. nuamente todos los días a causa
7 Oídme, los que conocéis la del furor del opresor, como si es­
rectitud, pueblo en cuyo cora­ tuviera presto para destruir? ¿Y
zón he escrito mi ley: No temáis en dónde está el furor del opre­
la afrenta del hombre, ni tengáis sor?
a 
miedo de sus ultrajes. 14 El cautivo desterrado se da
8 Porque como a vestidura los prisa para ser suelto, para que
comerá la polilla, como a la lana no muera en la celda, ni le falte
los consumirá el gusano. Pero mi su pan.
justicia permanecerá para siem­ 15 Pero yo soy el Señor tu Dios,
pre, y mi salvación de generación cuyas a olas se embravecieron;
en generación. el Señor de los Ejércitos es mi
9 ¡Despierta, despierta; vístete nombre.
de a poder, oh brazo del Señor! 16 Y en tu boca he puesto mis
Despierta como en los días anti­ palabras, y con la sombra de mi
guos. ¿No eres tú el que cortó a mano te cubrí, para yo extender
Rahab e hirió al dragón? los cielos, y fundar los cimientos
10 ¿No eres tú el que secó el mar, de la tierra, y decir a Sion: He
las aguas del gran abismo; quien aquí, tú eres mi a pueblo.
tornó las profundidades del mar 17 ¡Despierta, despierta, leván­
en camino, a para que pasaran los tate, oh Jerusalén, tú que has be­
redimidos? bido de la mano del Señor el a cáliz
11 Por tanto, los a redimidos del de su b furor; que has bebido los
Señor volverán e irán a Sion b can­ sedimentos del cáliz de temor
tando; y perpetuo gozo y san­ hasta vaciarlos!
tidad habrá sobre sus cabezas; 18 De todos los hijos que dio a
alegría y regocijo alcanzarán, y luz, no hay quien la guíe; ni quien
huirán el dolor y el c llanto. la tome de la mano, de todos los
12  a Yo soy aquel; sí, yo soy el hijos que crio.
que os consuela. He aquí, ¿quién 19 A ti han venido estos dos
6 a 2 Pe. 3:10. 9 a DyC 113:7–8. c Isa. 40:6–8;
b En hebreo, ser 10 a Isa. 35:8. 1 Pe. 1:24.
dispersados. 11 a GEE Redención, 13 a Jer. 23:27.
Sal. 102:25–27. redimido, redimir. 15 a 1 Ne. 4:2.
c En hebreo, b Isa. 35:10. 16 a 2 Ne. 3:9; 29:14.
descomponerse. c Apoc. 21:4. 17 a Isa. 29:9;
7 a Sal. 56:4, 11; 12 a DyC 133:47; 136:22. Jer. 25:15.
DyC 122:9. b Jer. 1:8. b Lucas 21:24.
2 NEFI 8:20–9:3 84
hijos que te compadecerán —
a 
CAPÍTULO 9
tu asolamiento y destrucción, y
Jacob explica que los judíos serán
el hambre y la espada— y, ¿con
reunidos en todas sus tierras de pro-
quién te consolaré yo?
misión — La Expiación rescata al
20 Tus hijos desfallecieron con
hombre de la Caída — Los cuerpos
excepción de estos dos; se hallan
de los muertos saldrán de la tumba;
tendidos en las encrucijadas de
y sus espíritus, del infierno y del
todas las calles; como toro sal­
paraíso — Serán juzgados — La
vaje en una red, llenos están del
Expiación rescata de la muerte, del
furor del Señor, de la reprensión
infierno, del diablo y del tormento
de tu Dios.
sin fin — Los justos serán salvos en
21 Por tanto, oye esto ahora, tú,
el reino de Dios — Se exponen las
afligida y a ebria, mas no de vino,
consecuencias del pecado — El Santo
22 así dice tu Señor, el Señor y
de Israel es el guardián de la puerta.
tu Dios que a aboga la causa de
Aproximadamente 559–545 a.C.
su pueblo: He aquí, he quitado
de tu mano el cáliz de temor, los Ahora bien, amados hermanos
sedimentos del cáliz de mi furor; míos, he leído estas cosas para
nunca más lo volverás a beber. que sepáis de los a convenios del
23 Sino lo a pondré en manos de Señor que ha concertado con toda
los que te afligen, los que dijeron a la casa de Israel,
tu alma: Póstrate para que pasemos 2 que él ha declarado a los ju­
por encima; y tú pusiste tu cuerpo díos por boca de sus santos pro­
como el suelo, y como la calle, para fetas, aun desde el principio, de
los que pasaran por encima. generación en generación, hasta
24 a ¡Despierta, despierta, vístete que llegue la época en que sean
de tu b poder, oh c Sion! ¡Vístete tus a 
restaurados a la verdadera igle­
ropas de hermosura, oh Jerusalén, sia y redil de Dios, cuando sean
ciudad santa! Porque d nunca más b 
reunidos en las c tierras de su he­
vendrá a ti el incircunciso ni el rencia, y sean establecidos en to­
inmundo. das sus tierras de promisión.
25 ¡Sacúdete del polvo, a leván­ 3 He aquí, mis amados herma­
tate y toma asiento, oh Jerusalén! nos, os hablo estas cosas para que
¡Suelta las b ataduras de tu cuello, os regocijéis y a levantéis vuestras
oh cautiva hija de Sion! cabezas para siempre, a causa de
19 a Apoc. 11:3. del polvo y sentarse Evangelio.
21 a 2 Ne. 27:4. con decoro, al ser al fin b GEE Israel — La
22 a Jer. 50:34. redimida. congregación de Israel.
23 a Zac. 12:9. b DyC 113:9–10. c 2 Ne. 10:7–8.
24 a Isa. 52:1–2. 9 1 a GEE Abraham, GEE Tierra prometida.
b DyC 113:7–8. convenio de (convenio 3 a TJS Sal. 24:7–10
c GEE Sion. abrahámico). (Apéndice — Biblia).
d Joel 3:17. 2 a 2 Ne. 6:11.
25 a Es decir, levantarse GEE Restauración del
85 2 NEFI 9:4–9
las bendiciones que el Señor Dios 7 Por tanto, es preciso que sea
conferirá a vuestros hijos. una a expiación b infinita, pues a
4 Porque sé que habéis escudri­ menos que fuera una expiación
ñado mucho, un gran número infinita, esta corrupción no po­
de vosotros, para saber acerca dría revestirse de incorrupción.
de cosas futuras; por tanto, yo sé De modo que el c primer juicio
que vosotros sabéis que nuestra que vino sobre el hombre habría
carne tiene que perecer y morir; tenido que d permanecer infinita­
no obstante, en nuestro a cuerpo mente. Y siendo así, esta carne
veremos a Dios. tendría que descender para pu­
5 Sí, yo sé que sabéis que él se drirse y desmenuzarse en su
manifestará en la carne a los de madre tierra, para no levantarse
Jerusalén, de donde vinimos, por­ jamás.
que es propio que sea entre ellos; 8 ¡Oh, la a sabiduría de Dios, su
pues conviene que el gran a Crea­ b 
misericordia y c gracia! Porque he
dor se deje someter al hombre en aquí, si la d carne no se levantara
la carne y muera por b todos los más, nuestros espíritus tendrían
hombres, a fin de que todos los que estar sujetos a ese ángel que
hombres queden sujetos a él. e 
cayó de la presencia del Dios
6 Porque así como la muerte ha Eterno, y se convirtió en el f dia­
pasado sobre todos los hombres, blo, para no levantarse más.
para cumplir el misericordioso 9 Y nuestros espíritus habrían
a 
designio del gran Creador, tam­ llegado a ser como él, y nosotros
bién es menester que haya un seríamos diablos, a ángeles de un
poder de b resurrección, y la re­ diablo, para ser b separados de
surrección debe venir al hombre la presencia de nuestro Dios y
por motivo de la c caída; y la caída permanecer con el padre de las
vino a causa de la transgresión; c 
mentiras, en la miseria como él;
y por haber caído el hombre, fue sí, iguales a ese ser que d engañó a
d 
desterrado de la presencia del nuestros primeros padres, quien
Señor. se e transforma casi en f ángel
4 a Job 19:26; 7 a GEE Expiación, expiar. Moisés 4:3–4;
Alma 11:41–45; 42:23; b Alma 34:10. Abr. 3:27–28.
Hel. 14:15; c Mos. 16:4–5; f GEE Diablo.
Morm. 9:13. Alma 42:6, 9, 14. 9 a Jacob 3:11;
5 a GEE Creación, crear. d Mos. 15:19. Alma 5:25, 39.
b Juan 12:32; 8 a Job 12:13; b Apoc. 12:7–9.
2 Ne. 26:24; Abr. 3:21. c GEE Mentiras.
3 Ne. 27:14–15. GEE Sabiduría. d Gén. 3:1–13;
6 a GEE Plan de redención. b GEE Misericordia, Mos. 16:3;
b GEE Resurrección. misericordioso. Moisés 4:5–19.
c GEE Caída de Adán y c GEE Gracia. e 2 Cor. 11:14;
Eva. d DyC 93:33–34. Alma 30:53.
d 2 Ne. 2:5. e Isa. 14:12; 2 Ne. 2:17–18; f DyC 129:8.
2 NEFI 9:10–15 86
de luz, e incita a los hijos de 13 ¡Oh cuán grande es el plan a 

los hombres a g combinaciones de nuestro Dios! Porque por otra


secretas de asesinato y a toda parte, el b paraíso de Dios ha de
especie de obras secretas de entregar los espíritus de los jus­
tinieblas. tos, y la tumba los cuerpos de los
10 ¡Oh cuán grande es la bondad justos; y el espíritu y el cuerpo
de nuestro Dios, que prepara un son c restaurados de nuevo el uno
medio para que escapemos de al otro, y todos los hombres se tor­
las garras de este terrible mons­ nan incorruptibles e d inmortales;
truo; sí, ese monstruo, a muerte y son almas vivientes, teniendo
e b infierno, que llamo la muerte un e conocimiento f perfecto se­
del cuerpo, y también la muerte mejante a nosotros en la carne,
del espíritu! salvo que nuestro conocimiento
11 Y a causa del medio de la será perfecto.
a 
liberación de nuestro Dios, el 14  Por lo que tendremos un
Santo de Israel, esta b muerte de la a 
conocimiento perfecto de toda
cual he hablado, que es la tempo­ nuestra b culpa, y nuestra impu­
ral, entregará sus muertos; y esta reza, y nuestra c desnudez; y los
muerte es la tumba. d 
justos, hallándose e vestidos de
12 Y esta a muerte de que he ha­ f 
pureza, sí, con el g manto de rec­
blado, que es la muerte espiri­ titud, tendrán un conocimiento
tual, entregará sus muertos; y perfecto de su gozo y de su rec­
esta muerte espiritual es el b in­ titud.
fierno. De modo que la muerte 15 Y acontecerá que cuando
y el infierno han de entregar sus todos los hombres hayan pa­
muertos, y el infierno ha de en­ sado de esta primera muerte a
tregar sus espíritus cautivos, y vida, de modo que hayan lle­
la tumba sus cuerpos cautivos, y gado a ser inmortales, deben
los cuerpos y los c espíritus de los comparecer ante el a tribunal
hombres serán d restaurados los del Santo de Israel; y entonces
unos a los otros; y es por el po­ viene el b juicio, y luego deben
der de la resurrección del Santo ser juzgados según el santo jui­
de Israel. cio de Dios.
9 g GEE Combinaciones d GEE Resurrección. Alma 5:18.
secretas. 13 a GEE Plan de redención. b GEE Culpa.
10 a Mos. 16:7–8; b DyC 138:14–19. c Morm. 9:5.
Alma 42:6–15. GEE Paraíso. d GEE Justo.
b GEE Infierno. c Alma 11:43. e Prov. 31:25.
11 a GEE Libertador. d GEE Inmortal, f GEE Pureza, puro.
b GEE Muerte física. inmortalidad. g DyC 109:76.
12 a GEE Muerte espiritual. e DyC 130:18–19. 15 a GEE Juicio final.
b DyC 76:81–85. f GEE Perfecto. b Sal. 19:9;
c GEE Espíritu. 14 a Mos. 3:25; 2 Ne. 30:9.
87 2 NEFI 9:16–24
16 Y tan cierto como vive el Se­ de Israel! Pues él libra a sus san­
a 

ñor, porque el Señor Dios lo ha tos de ese b terrible monstruo, el


dicho, y es su a palabra eterna que diablo y muerte e c infierno, y de
no puede b dejar de ser, aquellos ese lago de fuego y azufre, que es
que son justos serán justos to­ tormento sin fin.
davía, y los que son c inmundos 20 ¡Oh, cuán grande es la a santi­
serán d inmundos todavía; por lo dad de nuestro Dios! Pues él b sabe
tanto, los inmundos son el e dia­ todas las cosas, y no existe nada
blo y sus ángeles; e irán al f fuego sin que él lo sepa.
eterno, preparado para ellos; y 21 Y viene al mundo para a sal­
su tormento es como un g lago de var a todos los hombres, si estos
fuego y azufre, cuya llama as­ escuchan su voz; porque he aquí,
ciende para siempre jamás, y no él sufre los dolores de todos los
tiene fin. hombres, sí, los b dolores de toda
17 ¡Oh, la grandeza y la a jus­ criatura viviente, tanto hombres
ticia de nuestro Dios! Porque él como mujeres y niños, que perte­
ejecuta todas sus palabras, y han necen a la familia de c Adán.
salido de su boca, y su ley se debe 22 Y sufre esto a fin de que la
cumplir. resurrección llegue a todos los
18 Mas he aquí, los justos, los hombres, para que todos com­
a 
santos del Santo de Israel, aque­ parezcan ante él en el gran día
llos que han creído en el Santo de del juicio.
Israel, quienes han soportado las 23 Y él manda a todos los hom­
b 
cruces del mundo y menospre­ bres que se a arrepientan y se b bau­
ciado la vergüenza de ello, estos ticen en su nombre, teniendo
c 
heredarán el d reino de Dios que perfecta fe en el Santo de Israel,
fue preparado para ellos e desde la o no pueden ser salvos en el reino
fundación del mundo, y su gozo de Dios.
será completo para f siempre. 24  Y si no se arrepienten, ni
19 ¡Oh, la grandeza de la mise­ creen en su a nombre, ni se bauti­
ricordia de nuestro Dios, el Santo zan en su nombre, ni b perseveran
16 a 1 Rey. 8:56; 2 Ne. 28:23; b Alma 26:35;
DyC 1:38; DyC 63:17. DyC 38:2.
Moisés 1:4. 17 a GEE Justicia. 21 a GEE Salvación.
b DyC 56:11. 18 a GEE Santo (sustantivo). b DyC 18:11; 19:18.
c GEE Inmundicia, b Lucas 14:27. c GEE Adán.
inmundo. c DyC 45:58; 84:38. 23 a GEE Arrepentimiento,
d 1 Ne. 15:33–35; d GEE Exaltación. arrepentirse.
Alma 7:21; e Alma 13:3. b GEE Bautismo, bautizar.
Morm. 9:14; f GEE Vida eterna. 24 a GEE Jesucristo — El
DyC 88:35. 19 a DyC 108:8. tomar sobre sí el
e GEE Diablo. b 1 Ne. 15:35. nombre de Jesucristo.
f Mos. 27:28. c GEE Infierno. b GEE Perseverar.
g Apoc. 21:8; 20 a GEE Santidad.
2 NEFI 9:25–34 88
hasta el fin, deben ser condena­c 
flaquezas, y las necedades de los
dos; pues el Señor Dios, el Santo hombres! Cuando son c instruidos
de Israel, lo ha dicho. se creen d sabios, y no escuchan el
25 Por tanto, él ha dado una a ley; e 
consejo de Dios, porque lo me­
y donde b no se ha dado ninguna nosprecian, suponiendo que sa­
ley, no hay castigo; y donde no ben por sí mismos; por tanto, su
hay castigo, no hay condenación; sabiduría es locura, y de nada les
y donde no hay condenación, las sirve; y perecerán.
misericordias del Santo de Israel 29 Pero bueno es ser instruido,
tienen derecho a reclamarlos por si a hacen caso de los b consejos
motivo de la expiación; porque de Dios.
son librados por el poder de él. 30 Mas ¡ay de los a ricos, aque­
26 Porque la a expiación satis­ llos que son ricos según las co­
face lo que su b justicia demanda sas del mundo! Pues porque son
de todos aquellos a quienes c no ricos desprecian a los b pobres, y
se ha dado la d ley, por lo que son persiguen a los mansos, y sus co­
librados de ese terrible monstruo, razones están en sus tesoros; por
muerte e infierno, y del diablo, y tanto, su tesoro es su dios. Y he
del lago de fuego y azufre, que es aquí, su tesoro perecerá con ellos
tormento sin fin; y son restaura­ también.
dos a ese Dios que les dio e aliento, 31  ¡Ay de los sordos que no
el cual es el Santo de Israel. quieren a oír!, porque perecerán.
27 ¡Pero ay de aquel a quien la 32 ¡Ay de los ciegos que no quie­
a 
ley es dada; sí, que tiene todos ren ver!, porque perecerán también.
los mandamientos de Dios, como 33 ¡Ay de los incircuncisos de
nosotros, y que los quebranta, y corazón!, porque el conocimiento
malgasta los días de su probación, de sus iniquidades los herirá en
porque su estado es terrible! el postrer día.
28 ¡Oh ese sutil a plan del ma­ 34 ¡Ay del a embustero!, porque
ligno! ¡Oh las b vanidades, y las será arrojado al b infierno.
24 c GEE Condenación, e Gén. 2:7; b Jacob 4:10.
condenar. DyC 93:33; 30 a Lucas 12:34;
25 a Stg. 4:17. Abr. 5:7. 1 Tim. 6:10;
GEE Ley. 27 a Lucas 12:47–48. DyC 56:16.
b Rom. 4:15; 28 a Alma 28:13. b GEE Pobres.
2 Ne. 2:13; b GEE Vanidad, vano. 31 a Ezeq. 33:30–33;
Alma 42:12–24. c Lucas 16:15; Mateo 11:15;
GEE Responsabilidad, 2 Ne. 26:20; 28:4, 15. Mos. 26:28;
responsable. d Prov. 14:6; DyC 1:2, 11, 14;
26 a 2 Ne. 2:10; Jer. 8:8–9; Moisés 6:27.
Alma 34:15–16. Rom. 1:22. 34 a Prov. 19:9.
GEE Expiación, expiar. GEE Orgullo; GEE Honestidad,
b GEE Justicia. Sabiduría. honradez;
c Mos. 3:11. e Alma 37:12. Mentiras.
d Mos. 15:24; GEE Consejo. b GEE Infierno.
DyC 137:7. 29 a 2 Ne. 28:26.
89 2 NEFI 9:35–44
35 ¡Ay del asesino que mata in­
a 
toda impureza; mas los justos no
tencionalmente!, porque b morirá. las temen, porque aman la verdad
36 ¡Ay de los que cometen a for­ y no son perturbados.
nicaciones!, porque serán arroja­ 41 Así pues, amados hermanos
dos al infierno. míos, a venid al Señor, el Santo.
37 Sí, ¡ay de aquellos que a ado­ Recordad que sus sendas son jus­
ran ídolos!, porque el diablo de tas. He aquí, la b vía para el hom­
todos los diablos se deleita en bre es c angosta, mas se halla en
ellos. línea recta ante él; y el guardián
38 Y en fin, ¡ay de todos aque­ de la d puerta es el Santo de Israel;
llos que mueren en sus pecados!, y allí él no emplea ningún sir­
porque a volverán a Dios, y ve­ viente, y no hay otra entrada sino
rán su rostro y quedarán en sus por la puerta; porque él no puede
pecados. ser engañado, pues su nombre es
39 ¡Oh, mis amados hermanos, el Señor Dios.
recordad la horridez de trans­ 42 Y al que llamare, él abrirá;
gredir contra ese Dios Santo, y y los a sabios, y los instruidos, y
también lo horrendo que es su­ los que son ricos, que se b inflan
cumbir a las seducciones de ese a causa de su conocimiento y su
a 
astuto ser! Tened presente que sabiduría y sus riquezas, sí, es­
ser de b mente carnal es c muerte, tos son los que él desprecia; y a
y ser de mente espiritual es d vida menos que desechen estas cosas,
e 
eterna. y se consideren c insensatos ante
40 ¡Oh, amados hermanos míos, Dios y desciendan a las profun­
escuchad mis palabras! Recordad didades de la d humildad, él no
la grandeza del Santo de Israel. les abrirá.
No digáis que he hablado cosas 43 Mas las cosas del sabio y del
duras contra vosotros, porque prudente les serán a encubiertas
si lo hacéis, ultrajáis la a verdad; para siempre; sí, esa felicidad que
pues he hablado las palabras de está preparada para los santos.
vuestro Hacedor. Sé que las pala­ 44 ¡Oh, mis queridos herma­
bras de verdad son b duras contra nos, recordad mis palabras! He
35 a Éx. 20:13; d Prov. 11:19. 2 Ne. 33:9;
Mos. 13:21. e GEE Vida eterna. Hel. 3:29–30.
b GEE Pena de muerte. 40 a GEE Verdad. d 2 Ne. 31:9, 17–18;
36 a 3 Ne. 12:27–29. b 1 Ne. 16:2; 3 Ne. 14:13–14;
GEE Castidad. 2 Ne. 28:28; 33:5. DyC 43:7; 137:2.
37 a GEE Idolatría. 41 a 1 Ne. 6:4; 42 a Mateo 11:25.
38 a Alma 40:11, 13. Jacob 1:7; b GEE Orgullo.
39 a 2 Ne. 28:20–22; 32:8; Omni 1:26; c 1 Cor. 3:18–21.
Mos. 2:32; 4:14; Moro. 10:30–32. d GEE Humildad,
Alma 30:53. b 2 Ne. 31:17–21; humilde, humillar
b Rom. 8:6. Alma 37:46; (afligir).
GEE Carnal. DyC 132:22, 25. 43 a 1 Cor. 2:9–16.
c GEE Muerte espiritual. c Lucas 13:24;
2 NEFI 9:45–52 90
aquí, me quito mis vestidos y los ¿Atormentaría yo vuestras almas
sacudo ante vosotros; ruego al si vuestras mentes fueran puras?
Dios de mi salvación que me mire ¿Sería yo franco con vosotros, se­
con su ojo que a todo lo escudriña; gún la claridad de la verdad, si os
por tanto, sabréis, en el postrer hallaseis libres del pecado?
día, cuando todos los hombres 48 He aquí, si fueseis santos,
sean juzgados según sus obras, os hablaría de cosas santas; pero
que el Dios de Israel vio que b sa­ como no sois santos, y me consi­
cudí vuestras iniquidades de mi deráis como maestro, es menester
alma, y que me presento con ter­ que os a enseñe las consecuencias
sura ante él, y estoy c limpio de del b pecado.
vuestra sangre. 49 He aquí, mi alma aborrece el
45 ¡Oh, mis queridos hermanos, pecado, y mi corazón se deleita
apartaos de vuestros pecados! en la rectitud; y a alabaré el santo
Sacudid de vosotros las a cadenas nombre de mi Dios.
de aquel que quiere ataros fuer­ 50 Venid, hermanos míos, to­
temente; venid a aquel Dios que dos los que tengáis sed, venid a
es la b roca de vuestra salvación. las a aguas; y venga aquel que no
46  Preparad vuestras almas tiene dinero, y compre y coma; sí,
para ese día glorioso en que se venid y comprad vino y leche, sin
administrará a justicia al justo; sí, b 
dinero y sin precio.
el día del b juicio, a fin de que no 51 Por lo tanto, no gastéis dinero
os encojáis de miedo espantoso; en lo que no tiene valor, ni vues­
para que no recordéis vuestra ho­ tro a trabajo en lo que no puede
rrorosa c culpa con claridad, y os satisfacer. Escuchadme diligen­
sintáis constreñidos a exclamar: temente, y recordad las palabras
¡Santos, santos son tus juicios, oh que he hablado; y venid al Santo
Señor Dios d Todopoderoso; mas de Israel y b saciaos de lo que no
reconozco mi culpa; violé tu ley, perece ni se puede corromper, y
y mías son mis transgresiones; deléitese vuestra alma en la ple­
y el diablo me ha atrapado, por nitud.
lo que soy presa de su terrible 52 He aquí, amados hermanos
miseria! míos, recordad las palabras de
47 Mas he aquí, mis hermanos, vuestro Dios; orad a él conti­
¿conviene que yo os despierte a nuamente durante el día, y dad
la terrible realidad de estas cosas? a 
gracias a su santo nombre en
44 a Jacob 2:10. b GEE Juicio final. b Alma 42:27.
b Jacob 1:19. c Mos. 3:25. 51 a Isa. 55:1–2.
c Jacob 2:2; d 1 Ne. 1:14; b 2 Ne. 31:20; 32:3;
Mos. 2:28. Moisés 2:1. 3 Ne. 12:6.
45 a 2 Ne. 28:22; 48 a Alma 37:32. 52 a GEE Acción de
Alma 36:18. b GEE Pecado. gracias, agradecido,
b GEE Roca. 49 a 1 Ne. 18:16. agradecimiento.
46 a GEE Justicia. 50 a GEE Agua(s) viva(s).
91 2 NEFI 9:53–10:6
la noche. Alégrese vuestro co­ promesas para nosotros según
razón. la carne; por tanto, así como se
53 Y considerad cuán grandes me ha manifestado que muchos
son los a convenios del Señor, y de nuestros hijos perecerán en la
cuán grandes sus condescen­ carne a causa de la incredulidad,
dencias para con los hijos de los Dios, sin embargo, tendrá mise­
hombres; y a causa de su gran­ ricordia de muchos; y nuestros
deza, y su gracia y b misericor­ hijos serán restaurados para que
dia, nos ha prometido que los de obtengan aquello que les dará el
nuestra posteridad no serán com­ verdadero conocimiento de su
pletamente destruidos, según la Redentor.
carne, sino que los preservará; y 3 Por tanto, como os dije, debe
en generaciones futuras llegarán ser menester que Cristo —pues
a ser una c rama justa de la casa anoche me dijo el a ángel que
de Israel. ese sería su nombre— b venga
54 Y ahora bien, mis hermanos, entre los judíos, entre aquellos
quisiera hablaros más; pero ma­ que son de los más inicuos del
ñana os declararé el resto de mis mundo; y ellos lo c crucificarán.
palabras. Amén. Porque así conviene a nuestro
Dios, y no hay ninguna otra na­
CAPÍTULO 10 ción sobre la tierra que d crucifi­
caría a su e Dios.
Jacob explica que los judíos crucifica-
4 Porque si se efectuasen entre
rán a su Dios — Serán dispersados
otras naciones los grandes a mi­
hasta que empiecen a creer en Él —
lagros, se arrepentirían y sabrían
América será una tierra de libertad
que él es su Dios.
donde ningún rey gobernará  —
5 Mas a causa de a supercherías
Reconciliaos con Dios y lograd la
sacerdotales e iniquidades, los
salvación por medio de Su gracia.
de Jerusalén endurecerán su cer­
Aproximadamente 559–545 a.C.
viz contra él, para que sea cru­
Y ahora bien, yo, Jacob, os hablo cificado.
otra vez, amados hermanos míos, 6 Así que, por motivo de sus
concerniente a esta a rama justa de iniquidades, vendrán sobre ellos
la cual he hablado. destrucciones, hambres, pes­
2  Pues he aquí, las a prome­ tes y efusión de sangre; y los
sas que hemos logrado son que no sean destruidos serán
53 a GEE Convenio. 3 Ne. 5:21–26; 21:4–7. Mos. 3:9;
b GEE Misericordia, 3 a 2 Ne. 25:19; DyC 45:52–53.
misericordioso. Jacob 7:5; Moro. 7:22. d Lucas 23:20–24.
c GEE Viña del Señor. b GEE Jesucristo — e 1 Ne. 19:10.
10 1 a 1 Ne. 15:12–16; Profecías acerca de la 4 a GEE Milagros.
2 Ne. 3:5; vida y la muerte de 5 a Lucas 22:2.
Jacob 5:43–45. Jesucristo. GEE Supercherías
2 a 1 Ne. 22:8; c 1 Ne. 11:33; sacerdotales.
2 NEFI 10:7–17 92
dispersados entre todas las na­
a 
12 Y fortificaré esta tierra contra
ciones. todas las otras naciones.
7 Pero he aquí, así dice el a Se­ 13 Y el que a combata contra Sion
ñor Dios: b Cuando llegue el día b 
perecerá, dice Dios.
en que crean en mí, que yo soy 14 Porque quien levante rey
Cristo, he hecho convenio con contra mí, perecerá; pues yo, el
sus padres que entonces serán Señor, el a rey de los cielos, seré
restaurados en la carne, sobre la su rey, y eternamente seré una
tierra, a las tierras de su herencia. b 
luz para aquellos que oigan mis
8 Y acontecerá que serán a con­ palabras.
gregados de su larga dispersión, 15 Por lo tanto, por esta causa, a
desde las b islas del mar y desde fin de que se cumplan mis a con­
las cuatro partes de la tierra; y venios que he concertado con los
serán grandes a mis ojos las na­ hijos de los hombres, que reali­
ciones de los gentiles, dice Dios, zaré para ellos mientras estén en
en c llevarlos a las tierras de su la carne, he de destruir las obras
herencia. b 
secretas de c tinieblas, y de asesi­
9  a Sí, los reyes de los gentiles natos, y de abominaciones.
les serán por ayos, y sus reinas 16 De modo que quien pugne
por nodrizas; por tanto, grandes contra a Sion, tanto judío como
son las b promesas del Señor a los gentil, esclavo como libre, va­
gentiles, porque él lo ha dicho; y, rón como mujer, perecerá; pues
¿quién puede disputarlo? son b ellos los que constituyen la
10 Mas he aquí, esta tierra, dice ramera de toda la tierra; porque
Dios, será la tierra de tu herencia, c 
aquellos que d no son conmigo,
y los a gentiles serán bendecidos e 
contra mí son, dice nuestro
sobre la tierra. Dios.
11 Y esta tierra será una tierra 17 Porque a cumpliré mis prome­
de a libertad para los gentiles; y no sas que he hecho a los hijos de los
habrá b reyes sobre la tierra que se hombres, que realizaré para ellos
levanten sobre los gentiles. mientras estén en la carne.
6 a 1 Ne. 19:13–14. b 1 Ne. 22:8–9; GEE Combinaciones
GEE Israel — El DyC 3:19–20. secretas.
esparcimiento de 10 a 2 Ne. 6:12. c GEE Tinieblas
Israel. 11 a GEE Libertad, libre. espirituales.
7 a GEE Señor. b Mos. 29:31–32. 16 a GEE Sion.
b 2 Ne. 25:16–17. 13 a 1 Ne. 22:14, 19. b 1 Ne. 13:4–5.
8 a GEE Israel — La b Isa. 60:12. c 1 Ne. 14:10.
congregación 14 a Alma 5:50; d 1 Ne. 22:13–23;
de Israel. DyC 38:21–22; 2 Ne. 28:15–32;
b 1 Ne. 22:4; 128:22–23; 3 Ne. 16:8–15;
2 Ne. 10:20–22; Moisés 7:53. Éter 2:9.
DyC 133:8. b GEE Luz, luz de Cristo. e Mateo 12:30.
c 1 Ne. 22:8. 15 a GEE Convenio. 17 a DyC 1:38.
9 a Isa. 49:22–23. b Hel. 3:23.
93 2 NEFI 10:18–25
18 Por consiguiente, mis ama­ promesas del Señor para los que
dos hermanos, así dice nuestro se hallan en las a islas del mar;
Dios: Afligiré a tu posteridad por por tanto, ya que dice islas, debe
mano de los a gentiles; no obs­ haber más que esta, y también las
tante, ablandaré el corazón de los habitan nuestros hermanos.
gentiles para que les sean como 22 Porque he aquí, el Señor Dios
un padre; por tanto, los gentiles ha a llevado a algunos de la casa
serán b bendecidos y c contados en­ de Israel, de cuando en cuando,
tre los de la casa de Israel. según su voluntad y placer. Y
19 Por tanto, a consagraré esta ahora bien, he aquí, el Señor se
tierra a tu posteridad, y a aquellos acuerda de todos los que han sido
que sean contados entre los de tu dispersados; por tanto, se acuerda
posteridad, como la tierra de su de nosotros también.
herencia, para siempre; porque es 23 Anímense, pues, vuestros
una tierra escogida, me dice el Se­ corazones, y recordad que sois
ñor, sobre todas las otras tierras; a 
libres para b obrar por vosotros
por tanto, es mi voluntad que me mismos, para c escoger la vía de
adoren todos los hombres que en la muerte interminable, o la vía
ella moren, dice Dios. de la vida eterna.
20 Ahora bien, amados herma­ 24 Por tanto, mis amados her­
nos míos, en vista de que nues­ manos, reconciliaos con la volun­
tro clemente Dios nos ha dado tad de Dios, y no con la voluntad
tan gran conocimiento acerca del diablo y la carne; y recordad,
de estas cosas, acordémonos de después de haberos reconciliado
él, y dejemos a un lado nues­ con Dios, que tan solo en la a gra­
tros pecados, y no inclinemos cia de Dios, y por ella, sois b sal­
la cabeza, porque no somos de­ vos.
sechados; sin embargo, hemos 25 Así pues, Dios os levante de
sido a expulsados de la tierra de la muerte por el poder de la resu­
nuestra herencia; pero se nos ha rrección, y también de la muerte
guiado a una b tierra mejor, pues eterna por el poder de la a expia­
el Señor ha hecho del mar nues­ ción, a fin de que seáis recibidos
tro c camino, y nos hallamos en en el reino eterno de Dios, para
una d isla del mar. que lo alabéis por medio de la
2 1   P e ro g r a n d e s s o n l a s divina gracia. Amén.
18 a Lucas 13:28–30; 19 a 2 Ne. 3:2. 23 a GEE Albedrío.
DyC 45:7–30. 20 a 1 Ne. 2:1–4. b 2 Ne. 2:16.
b Efe. 3:6. b 1 Ne. 2:20. c Deut. 30:19.
c Gál. 3:7, 29; GEE Tierra prometida. 24 a GEE Gracia.
1 Ne. 14:1–2; c 1 Ne. 18:5–23. b GEE Salvación.
3 Ne. 16:13; d Isa. 11:10–12. 25 a GEE Expiación, expiar.
21:6, 22; 30:2; 21 a 1 Ne. 19:15–16; 22:4.
Abr. 2:9–11. 22 a 1 Ne. 22:4.
2 NEFI 11:1–8 94
CAPÍTULO 11 5 Y mi alma también se deleita
en los a convenios que el Señor ha
Jacob vio a su Redentor — La ley de
hecho a nuestros antepasados; sí,
Moisés simboliza a Cristo y prueba
mi alma se deleita en su gracia, y
que Él vendrá. Aproximadamente
en su justicia, y poder, y miseri­
559–545 a.C.
cordia en el gran y eterno plan de
Ahora bien, a Jacob habló muchas liberación de la muerte.
otras cosas a mi pueblo en esa 6 Y mi alma se deleita en com­
ocasión; sin embargo, solamente probar a mi pueblo que a salvo que
he hecho b escribir estas cosas, Cristo venga, todos los hombres
porque lo que he escrito me basta. deben perecer.
2 Y ahora yo, Nefi, escribo más 7 Porque si a no hay Cristo, no
de las palabras de a Isaías, porque hay Dios; y si Dios no existe,
mi alma se deleita en sus pala­ nosotros no existimos, porque
bras. Porque compararé sus pa­ no habría habido b creación. Mas
labras a mi pueblo, y las enviaré hay un Dios, y es Cristo; y él
a todos mis hijos, pues él verda­ viene en la plenitud de su pro­
deramente vio a mi b Redentor, tal pio tiempo.
como yo lo he visto. 8 Y ahora escribo algunas de
3 Y mi hermano Jacob también las palabras de Isaías, para que
lo a ha visto como lo he visto yo; aquellos de mi pueblo que vean
por tanto, transmitiré las palabras estas palabras eleven sus cora­
de ellos a mis hijos, para probar­ zones y se regocijen por todos
les que mis palabras son verdade­ los hombres. Ahora bien, estas
ras. Por tanto, ha dicho Dios, por son las palabras, y podéis com­
las palabras de b tres estableceré pararlas a vosotros y a todos los
mi palabra. No obstante, Dios en­ hombres.
vía más testigos y confirma todas
sus palabras. CAPÍTULO 12
4 He aquí, mi alma se deleita en
a 
comprobar a mi pueblo la verdad Isaías ve el templo de los postreros
de la b venida de Cristo; porque días, el recogimiento de Israel, el
con este fin se ha dado la c ley de juicio y la paz milenarios — Los
Moisés; y todas las cosas que han altivos y los inicuos serán humilla-
sido dadas por Dios al hombre, dos a la Segunda Venida — Compá-
desde el principio del mundo, rese con Isaías 2. Aproximadamente
son símbolo de él. 559–545 a.C.
11 1 a 2 Ne. 6:1–10. Éter 5:2–4; c 2 Ne. 5:10.
b 2 Ne. 31:1. DyC 5:11. 5 a GEE Abraham,
2 a 3 Ne. 23:1. 4 a 2 Ne. 31:2. convenio de (convenio
b GEE Redentor. b Jacob 4:5; abrahámico).
3 a 2 Ne. 2:3; Jarom 1:11; 6 a Mos. 3:15.
Jacob 7:5. Alma 25:15–16; 7 a 2 Ne. 2:13.
b 2 Ne. 27:12; Éter 12:19. b GEE Creación, crear.
95 2 NEFI 12:1–12
Lo que vio Isaías hijo de
12
a  b 
desamparado a tu pueblo, la casa
Amoz, concerniente a Judá y de Jacob, porque a llenos están de
Jerusalén: los modos de oriente, y escuchan
2 Y acontecerá en los postreros a los agoreros como los b filisteos,
días, que el a monte de la b casa y con los hijos de extranjeros se
del Señor será establecido como c 
enlazan.
cabeza de los c montes, y será 7 Su tierra también está llena de
exaltado sobre los collados, y plata y oro, sus tesoros no tienen
todas las naciones correrán ha­ fin; también su tierra está llena
cia él. de caballos, y sus carros son sin
3 Y vendrán muchos pueblos y número.
dirán: Venid, y subamos al monte 8 Su tierra también está llena
del Señor, a la casa del Dios de de a ídolos; adoran la obra de sus
Jacob; y nos enseñará acerca de propias manos, aquello que han
sus caminos, y a caminaremos por hecho sus mismos dedos.
sus sendas; porque de Sion saldrá 9 Y el hombre vil a no se inclina,
la b ley, y de Jerusalén la palabra ni el grande se humilla; por tanto,
del Señor. no lo perdones.
4 Y a juzgará entre las naciones, 10 ¡Oh malvados, meteos en la
y reprenderá a muchos pueblos; peña y a escondeos en el polvo!
y forjarán sus espadas en rejas de Porque el temor del Señor y la
arado, y sus lanzas en hoces. No gloria de su majestad os herirán.
alzará espada nación contra na­ 11 Y sucederá que la mirada al­
ción, ni se adiestrarán más para tiva del hombre será abatida, y
la guerra. la soberbia de los hombres será
5 Venid, oh casa de Jacob, y ca­ humillada, y solo el Señor será
minemos a la luz del Señor; sí, exaltado en aquel día.
venid, porque todos os habéis 12 Porque el a día del Señor de
a 
descarriado, cada cual por sus los Ejércitos pronto vendrá so­
sendas de maldad. bre todas las naciones, sí, sobre
6 Por lo que tú, oh Señor, has cada una; sí, sobre el b orgulloso
12 1 a En hebreo, khazah, GEE Sion. extranjeras.
que significa “prever”, b GEE Templo, Casa del Sal. 106:35.
lo que quiere decir Señor. b GEE Filisteos.
que Isaías recibió el c DyC 49:25. c En hebreo, se dan la
mensaje por medio de 3 a GEE Andar, andar con mano con, o hacen
una visión del Señor. Dios. convenio con.
b En los capítulos del 12 b En hebreo, enseñanza 8 a GEE Idolatría.
al 24 de 2 Nefi, Nefi o doctrina. 9 a Es decir, ante Dios; en
cita de las planchas de GEE Evangelio. lugar de ello, adora
bronce los capítulos 4 a 2 Ne. 21:2–9. ídolos.
del 2–14 de Isaías. Hay 5 a 2 Ne. 28:14; 10 a Alma 12:14.
algunas diferencias en Mos. 14:6; 12 a GEE Segunda venida de
el texto, en las cuales Alma 5:37. Jesucristo.
el lector debe fijarse. 6 a Es decir, llenos de b Mal. 4:1; 2 Ne. 23:11;
2 a Joel 3:17. enseñanzas y creencias DyC 64:24.
2 NEFI 12:13–13:5 96
y soberbio, y sobre todo el que se el temor del Señor vendrá sobre
ensalza; y serán abatidos. ellos, y los herirá la majestad
13 Sí, y el día del Señor vendrá de su gloria, cuando se levante
sobre todos los cedros del Lí­ para estremecer la tierra terri­
bano, porque son altos y ergui­ blemente.
dos; y sobre todas las encinas 22  a Dejaos del hombre, cuyo
de Basán; aliento está en su nariz; pues, ¿en
14 y sobre todos los montes al­ qué debe ser estimado?
tos, y sobre todos los collados; y
sobre todas las naciones que se CAPÍTULO 13
ensalcen, y sobre todo pueblo;
Judá y Jerusalén serán castigadas
15 y sobre toda torre alta, y so­
por su desobediencia — El Señor
bre todo muro reforzado;
litiga con Su pueblo y lo juzga —
16 y sobre todos los barcos del
Las hijas de Sion son maldecidas
a 
mar, y sobre toda nave de Tar­
y atormentadas por sus costum-
sis, y sobre todos los panoramas
bres mundanas — Compárese con
agradables.
Isaías 3. Aproximadamente 559–
17 Y la altivez del hombre será
545 a.C.
abatida, humillada será la sober­
bia de los hombres; y solo el Se­ Porque he aquí que el Señor, el
ñor será ensalzado en a aquel día. Señor de los Ejércitos, quita de
18 Y quitará por completo los Jerusalén y de Judá el apoyo y el
ídolos. sostén; todo sustento de pan, y
19 Y los hombres se meterán en todo socorro de agua;
las cavernas de las rocas y en las 2 el valiente y el hombre de gue­
cuevas de la tierra, porque el te­ rra, el juez y el profeta, el pru­
mor del Señor caerá sobre ellos y dente y el anciano;
la gloria de su majestad los herirá, 3 el capitán de cincuenta, y el
cuando se levante para estreme­ hombre respetable, y el conse­
cer la tierra terriblemente. jero, y el artífice diestro, y el há­
20 En aquel día a arrojará el hom­ bil orador.
bre a los topos y murciélagos sus 4 Y niños les pondré por prínci­
ídolos de plata y sus ídolos de oro pes, y niños pequeños serán sus
que se ha hecho para adorarlos; gobernantes.
21 para meterse en las hendi­ 5 Y el pueblo se hará violencia
duras de las rocas y en las ca­ unos a otros, y cada cual contra
vernas de los peñascos, porque su prójimo. El niño se portará
16 a La versión griega 12:16 tiene las dos. 22 a Es decir, dejad de
(Septuaginta) tiene una Sal. 48:7; Ezeq. 27:25. depender del hombre
frase que el hebreo no 17 a Es decir, el día de la mortal, el cual tiene
tiene, y el hebreo tiene venida del Señor en poco poder comparado
una frase que el griego gloria. con Dios.
no tiene; pero 2 Nefi 20 a En hebreo, abandonar. Moisés 1:10.
97 2 NEFI 13:6–18
altivamente con el anciano, y el 12 Los opresores de mi pueblo
villano contra el noble. son niños, y mujeres lo gobier­
6 Cuando el hombre tomare a su nan. ¡Oh pueblo mío, los que te
hermano, de la familia de su pa­ a 
guían te hacen errar, y pervierten
dre, y le dijere: Tú tienes manto, el curso de tus sendas!
sé tú nuestro gobernante, y no sea 13 El Señor se levanta para a li­
esta a ruina bajo tu mano, tigar, se pone en pie para juzgar
7 este jurará en aquel día, di­ al pueblo.
ciendo: No seré el a sanador, pues 14 Vendrá el Señor a juicio con­
en mi casa no hay ni pan ni qué tra los ancianos de su pueblo y
vestir; no me hagáis gobernante contra sus a príncipes; porque ha­
del pueblo. béis b devorado la c viña y el d des­
8 Pues a arruinada está Jerusalén, pojo del e pobre en vuestras casas.
y b Judá caída; porque sus lenguas 15 ¿Qué pretendéis? Majáis a
y sus obras han sido contra el mi pueblo, y moléis las caras de
Señor para provocar los ojos de los pobres, dice el Señor Dios de
su gloria. los Ejércitos.
9 La apariencia de sus rostros 16 Dice además el Señor: Por
testifica en contra de ellos, y pu­ cuanto las hijas de Sion son alti­
blica que su pecado es como el de vas, y andan con cuello erguido y
a 
Sodoma, y no lo pueden ocultar. ojos desvergonzados, y caminan
¡Ay de sus almas!, porque se han como si a bailaran, y producen
recompensado maldad para sí tintineo con los pies;
mismos. 17 herirá, pues, el Señor la mo­
10 Decid a los justos que a ellos llera de las hijas de Sion con
les irá a bien, porque comerán del sarna, y a descubrirá su desnu­
fruto de sus obras. dez.
11 ¡Ay de los impíos!, porque 18 En aquel día quitará el Señor
perecerán; pues el pago de sus la ostentación de sus ajorcas, y
manos vendrá sobre ellos. a 
redecillas, y b lunetas;
13 6 a Isa. 3:6. DyC 45:3–5. “avergonzarlas,
7 a En hebreo, el que 14 a En hebreo, humillarlas”.
venda una herida; gobernantes o líderes. 18 a Es probable que se
es decir, no puedo b En hebreo, consumido trate de redecillas
resolver vuestros o quemado. para el cabello. Las
problemas. c Isa. 5:7. autoridades en la
8 a Jer. 9:11. d Es decir, ganancia materia no siempre
b Lam. 1:3. ilícita. concuerdan con
9 a Gén. 19:1, 4–7, 24–25. e 2 Ne. 28:12–13. respecto a la índole de
GEE Homosexual, 16 a Es decir, caminar los adornos de mujer
comportamiento. con pasos cortos y que se mencionan en
10 a Deut. 12:28. rápidos de un los versículos 18–23.
12 a Isa. 9:16. modo afectado. b Es decir, adornos en
13 a En hebreo, contender. 17 a Modismo hebraico forma de luna en
Miq. 6:2; que significa cuarto creciente.
2 NEFI 13:19–14:6 98
19 los collares, y los brazaletes, déjanos llevar tu nombre para
y los a rebociños; quitar nuestro a oprobio.
20 las cofias, los adornos de las 2 En aquel día el a renuevo del
piernas, los tocados, los pomitos Señor será bello y glorioso, y el
de olor y los zarcillos; fruto de la tierra excelente y her­
21 los anillos, y los joyeles para moso para los de Israel que hayan
la nariz; escapado.
22 las a mudas de ropa de gala, 3 Y acontecerá que los que fue­
y los mantos, y las tocas, y las ren dejados en Sion, y los que
bolsas; quedaren en Jerusalén, serán lla­
23 los a espejos, y los linos finos, mados santos, todos los que en
y los rebozos, y los velos. Jerusalén estén inscritos entre los
24 Y sucederá que en lugar de vivientes,
perfumes, habrá hediondez; y 4 a cuando el Señor haya b lavado
a 
soga en lugar de cinturón; y en la inmundicia de las hijas de Sion,
lugar de cabellos peinados, cal­ y limpiado la sangre de Jerusalén
vicie; y en lugar de mantos, ci­ de en medio de ella con espíritu
licio; y b quemadura en lugar de de juicio y con espíritu de c ardi­
hermosura. miento.
25 Tus varones caerán a espada, 5 Y creará el Señor, sobre toda
y tus fuertes en la batalla. morada del monte de Sion, y so­
26 Y sus puertas se lamentarán bre sus asambleas, una a nube y
y enlutarán, y ella, desolada, se humo de día, y resplandor de
sentará en tierra. fuego y llamas de noche, porque
sobre toda la gloria de Sion habrá
CAPÍTULO 14 una defensa.
6 Y habrá un tabernáculo para
Sion y sus hijas serán redimidas y
sombra contra el calor del día, y
purificadas en el día milenario —
para a refugio y abrigo contra el
Compárese con Isaías 4. Aproxima-
turbión y contra el aguacero.
damente 559–545 a.C.
Y en aquel día siete mujeres CAPÍTULO 15
echarán mano de un hombre, di­
ciendo: Nuestro propio pan co­ La viña del Señor (Israel) será aso-
meremos, y con nuestra propia lada, y Su pueblo será esparcido —
ropa nos vestiremos; tan solo Les sobrevendrán calamidades en
19 a En hebreo, velos. la esclavitud). Señor haya purificado
22 a En hebreo, ropas 14 1 a Es decir, el estigma del la tierra.
resplandecientes. no haberse casado ni b GEE Lavado,
23 a O sea, ropas haber tenido hijos. lavamientos, lavar.
transparentes. 2 a Isa. 60:21; c Mal. 3:2–3; 4:1.
24 a En hebreo, andrajos. 2 Ne. 3:5; 5 a Éx. 13:21.
b O sea, señal de Jacob 2:25. 6 a Isa. 25:4;
quemadura (marca de 4 a Es decir, cuando el DyC 115:6.
99 2 NEFI 15:1–14
su estado apóstata y de esparci- los Ejércitos es la casa de Israel, y
miento — El Señor alzará estandarte los hombres de Judá son su planta
a las naciones y recogerá a Israel — deleitosa. Y él esperaba justicia,
Compárese con Isaías 5. Aproxima- y he aquí vileza; rectitud, y he
damente 559–545 a.C. aquí clamor.
8 ¡Ay de los que juntan a casa
Y entonces cantaré a mi muy con casa, hasta no haber más lu­
amado el a cantar de mi amado gar, para b quedar solos en medio
respecto de su viña. Mi amado de la tierra!
tenía una viña en un collado muy 159 En mis oídos ha dicho el Se­
fértil. ñor de los Ejércitos: En verdad,
2 Y la cercó y despedregó y la muchas casas han de quedar
plantó de a vides escogidas, y edi­ asoladas, y grandes y hermo­
ficó una torre en medio de ella, sas ciudades quedarán sin ha­
y también hizo un lagar; y espe­ bitantes.
raba que diese uvas, y dio uvas 10 Sí, diez yugadas de viña pro­
silvestres. ducirán un a bato; y un homer de
3 Ahora pues, oh habitantes de semilla producirá una efa.
Jerusalén y varones de Judá, juz­ 11 ¡Ay de los que se levantan
gad, os ruego, entre mí y mi viña. temprano por la mañana para
4 ¿Qué más podía hacerse por a 
seguir la embriaguez; que con­
mi viña que yo no haya hecho? tinúan hasta la noche, hasta que
¿Por qué, cuando esperaba que los enciende el b vino!
produjese uvas, uvas silvestres 12 Arpas, vihuelas, tamboriles,
produjo? flautas y vino hay en sus banque­
5 Pues ahora os diré lo que voy tes; mas no a observan la obra del
a hacer con mi viña: Le a quitaré Señor, ni consideran las obras de
su vallado, y será consumida; de­ sus manos.
rribaré su cerca, y será hollada; 13 Por tanto, mi pueblo ha ido
6 y la asolaré; no será podada ni en cautiverio, porque carece de
cavada, sino que en ella crecerán a 
conocimiento; y perecen de ham­
a 
cardos y espinos; también man­ bre sus nobles, y su multitud se
daré a las nubes que no b derra­ seca de sed.
men lluvia sobre ella. 14  Por tanto, el infierno en­
7 Porque la a viña del Señor de sanchó su seno, y abrió su boca
15 1 a Es decir, El profeta 5 a Sal. 80:12. los pobres.
compone el cántico o 6 a Isa. 7:23; 32:13. 10 a Ezeq. 45:10–11.
parábola poética de b Jer. 3:3. 11 a Prov. 23:30–32.
una viña, en el que 7 a GEE Viña del Señor. b GEE Palabra de
pone de manifiesto 8 a Miqueas 2:1–2. Sabiduría.
la misericordia de b Es decir, para quedarse 12 a Sal. 28:5.
Dios y la indiferencia a morar solos. Los ricos 13 a Oseas 4:6.
de Israel. terratenientes absorben GEE Conocimiento.
2 a Jer. 2:21. las pequeñas fincas de
2 NEFI 15:15–27 100
desmedidamente; y allá descen­ sus propios ojos, y prudentes de­
derá la gloria de ellos, y su mul­ lante de sí mismos!
titud, y su algazara, y el que en 22 ¡Ay de los que son valientes
ello se huelga. para beber vino, y varones fuertes
15 Y el hombre vil será humi­ para mezclar licores;
llado, y el varón poderoso será 23 que justifican al inicuo por
abatido, y los ojos del altivo se­ cohecho, y a quitan al justo su rec­
rán bajados. titud!
16 Mas el Señor de los Ejérci­ 24 Por tanto, así como el a fuego
tos será ensalzado en a juicio, y devora el b rastrojo, y la llama
el Dios Santo será santificado consume la c paja, su raíz será
en justicia. podredumbre, y sus flores se des­
17 Entonces los corderos pace­ vanecerán como polvo; porque
rán según su costumbre, y los han desechado la ley del Señor de
lugares desolados de los ricos los los Ejércitos, y han d despreciado
comerán los extraños. la palabra del Santo de Israel.
18 ¡Ay de los que arrastran la 25 Por esta causa se encendió el
iniquidad con cuerdas de a vani­ furor del Señor contra su pueblo,
dad, y el pecado b como si fuera y extendió contra él su mano, y lo
con coyundas de carro; hirió; y se estremecieron los colla­
19 quienes dicen: Dése prisa; dos, y sus cadáveres fueron des­
a 
haga presto su obra para que po­ trozados en medio de las calles.
damos b verla; acérquese y venga Con todo esto, no se ha aplacado
el consejo del Santo de Israel para su a ira, sino que aún está exten­
que lo conozcamos! dida su mano.
20 ¡Ay de los que a lo malo a lla­ 26  Y alzará a estandarte a las
man bueno, y a lo bueno malo; naciones de lejos, y les b silbará
que ponen b tinieblas por luz, y desde el cabo de la tierra; y he
luz por tinieblas; que ponen lo aquí que c vendrán presto y acele­
amargo por dulce, y lo dulce por radamente; y entre ellos no habrá
amargo! cansado, ni quien tropiece.
21 ¡Ay de los que son a sabios a 27  Nadie dormitará ni se
16 a GEE Jesucristo — b 1 Juan 1:6. Mos. 7:29–31.
Es juez. 21 a Prov. 3:5–7; d 2 Sam. 12:7–9.
18 a GEE Vanidad, vano. 2 Ne. 28:15. 25 a DyC 63:32;
b Es decir, están 23 a Es decir, quitan al justo Moisés 6:27.
amarrados a sus sus derechos legítimos. 26 a GEE Estandarte.
pecados como las 24 a Abd. 1:18; b El silbido será la
bestias a su carga. Mal. 4:1–2; señal del recogimiento.
19 a Jer. 17:15. 2 Ne. 20:17. Isa. 7:18;
b Es decir, no creerán en b Joel 2:5; 2 Ne. 29:2.
el Mesías sino hasta 1 Ne. 22:15, 23; c GEE Israel — La
que lo vean. 2 Ne. 26:4, 6; congregación de
20 a Moro. 7:14, 18; DyC 64:23–24; 133:64. Israel.
DyC 64:16; 121:16. c Lucas 3:17;
101 2 NEFI 15:28–16:10
dormirá; a ninguno le será de­ el rostro, con dos los pies, y con
satado el cinto de los lomos, ni dos volaban.
se le romperá la correa de sus 3 Y el uno exclamaba al otro,
zapatos; diciendo: ¡Santo, santo, santo es
28 sus flechas estarán aguzadas, el Señor de los Ejércitos; toda la
y todos sus arcos entesados; y los tierra está llena de su gloria!
cascos de sus caballos serán como 4 Y a la voz del que clamaba,
de pedernal, las ruedas de sus ca­ se estremecieron los a quiciales
rros como torbellino y su rugido de las puertas, y la casa se llenó
como de león. de humo.
29 Rugirán como a leoncillos; sí, 5 Entonces dije yo: ¡Ay de mí!,
bramarán y se echarán sobre la pues soy a perdido; porque soy
presa, y la llevarán seguros, y no hombre de labios inmundos, y
habrá quien se la quite. habito entre un pueblo de labios
30 Y en aquel día rugirán contra inmundos; por cuanto mis ojos
ellos como el bramido del mar; y han visto al Rey, el Señor de los
si miraren hacia la tierra, he aquí, Ejércitos.
tinieblas y tribulación, y la luz se 6 Entonces voló hacia mí uno de
obscurecerá en sus cielos. los serafines con un a carbón en­
cendido en la mano, el cual había
CAPÍTULO 16 tomado del altar con las tenazas;
7 y tocó con él sobre mi boca, y
Isaías ve al Señor — Son perdonados
dijo: He aquí, esto ha tocado tus
los pecados de Isaías — Él es llamado
labios, y tu a iniquidad es quitada,
a profetizar — Profetiza que los ju-
y borrado es tu pecado.
díos rechazarán las enseñanzas de
8 Y luego oí la voz del Señor
Cristo — Un resto volverá — Com-
decir: ¿A quién enviaré, y quién
párese con Isaías 6. Aproximada-
irá por nosotros? Entonces dije:
mente 559–545 a.C.
Heme aquí, envíame a mí.
En el a año en que murió el rey 9 Y él dijo: Ve y di a este pueblo:
Uzías, vi también al Señor sen­ Oíd bien, mas no entendieron; ved
tado sobre un trono alto y enal­ por cierto, mas no percibieron.
tecido, y las faldas de su ropa 10  Deja que se endurezca el
llenaban el templo. corazón de este pueblo, y que
2 Encima del trono estaban los se entorpezcan sus oídos, y que
a 
serafines; cada uno de ellos te­ sean cerrados sus ojos; no sea que
nía seis alas; con dos se cubrían vea con sus ojos, y a oiga con sus
29 a 3 Ne. 21:12–13. 5 a En hebreo, cortado, 6 a Es decir, un símbolo de
16 1 a Es decir, hacia 750 a.C. aniquilado; es purificación.
2 a GEE Querubines. decir, acongojado al 7 a GEE Remisión de
4 a En hebreo, temblaron reconocer tanto sus pecados.
los cimientos de los propios pecados como 10 a Mateo 13:14–15.
umbrales. los de su pueblo.
2 NEFI 16:11–17:10 102
oídos, y entienda con su corazón, árboles del bosque se sacuden
y sea convertido y sanado. con el viento.
11 Yo entonces dije: Señor, ¿hasta 3 Entonces dijo el Señor a Isaías:
cuándo? Y él respondió: Hasta Sal ahora a encontrar a Acaz, tú
que las ciudades queden asoladas y tu hijo a Sear-jasub, al extremo
y sin habitantes, y las casas sin del conducto del estanque supe­
hombre, y la tierra enteramente rior, por el camino del campo del
desierta; lavador;
12 y el Señor haya a echado lejos 4 y dile: Ten cuidado, y perma­
a los hombres, porque habrá gran nece tranquilo; a no temas, ni des­
desolación en medio de la tierra. fallezca tu corazón por estos dos
13 Mas todavía quedará una cabos de tizón encendidos que
décima parte, y volverá, y será humean, por causa de la furiosa
consumida; como el terebinto y ira de Rezín y de Siria, y del hijo
como la encina que guardan en sí de Remalías.
su substancia cuando echan sus 5 Porque Siria, Efraín y el hijo
hojas; así la santa semilla será su de Remalías han tomado mal
a 
substancia. acuerdo contra ti, diciendo:
6 Subamos contra Judá y hos­
CAPÍTULO 17 tiguémosla, y a abramos brecha
en ella para nosotros, y pongá­
Efraín y Siria guerrean contra
mosle rey en su centro; sí, al hijo
Judá — Cristo nacerá de una vir-
de Tabeel.
gen  — Compárese con Isaías 7.
7 Así dice el Señor Dios: No sub­
Aproximadamente 559–545 a.C.
sistirá ni acontecerá.
Y en los días de Acaz hijo de Jo­ 8 Porque la cabeza de Siria es
tam, hijo de Uzías, rey de Judá, Damasco, y la cabeza de Da­
aconteció que Rezín, rey de Siria, masco, Rezín; y dentro de se­
y Peca hijo de Remalías, rey de senta y cinco años, Efraín será
Israel, vinieron sobre Jerusalén quebrantado hasta dejar de ser
para combatirla, mas no pudieron pueblo.
prevalecer contra ella. 9 Y la cabeza de Efraín es Sa­
2 Y fue dado el aviso a la casa maria, y la cabeza de Samaria, el
de David, diciendo: Siria se ha hijo de Remalías. Si a no creéis, de
confederado con a Efraín. Y se le cierto no permaneceréis.
estremeció el corazón, y el co­ 10 Además, habló el Señor otra
razón de su pueblo, como los vez a Acaz, diciendo:
12 a 2 Rey. 17:18, 20. 17 2 a Es decir, a todo Israel 4 a Es decir, no te alarmes
13 a Es decir, al igual que del norte se le conoció ante el ataque; a esos
el árbol, aunque sus por el nombre de dos reyes les queda
hojas sean esparcidas, Efraín, que era la tribu poco fuego.
la vida y el potencial principal del norte. 6 a En hebreo, dividirla.
de producir semilla 3 a En hebreo, el 9 a 2 Cró. 20:20.
permanecen en él. remanente volverá.
103 2 NEFI 17:11–25
11 Pide para ti una señal del Se­
a 
en las hendiduras de las rocas,
ñor tu Dios; pídela ya sea abajo en y en todo zarzal y en toda mata.
lo profundo, o en lo alto arriba. 20 En aquel día a afeitará el Se­
12 Mas dijo Acaz: No pediré, ni ñor con navaja alquilada, por
a 
tentaré al Señor. los de la otra parte del río, por
13 Y él respondió: Oíd ahora el b rey de Asiria, la cabeza y pe­
vosotros, ¡oh casa de David! ¿Es los de los pies; y también raerá
cosa pequeña para vosotros mo­ la barba.
lestar a los hombres, que moles­ 21 Y acontecerá en aquel día
téis también a mi Dios? que un hombre a criará una vaca
14 Por tanto, el Señor mismo y dos ovejas;
os dará una señal: He aquí que 22 y acontecerá que por la abun­
una a virgen concebirá y dará a dancia de leche que ellas darán,
luz un hijo, y llamará su nombre comerá mantequilla; porque
b 
Emanuel. mantequilla y miel comerán to­
15 Mantequilla y miel comerá, dos los que permanecieren en
hasta que sepa desechar lo malo la tierra.
y escoger lo bueno. 23 Y sucederá que en aquel día,
16 Porque antes que el a niño todo lugar en donde había mil
sepa desechar lo malo y escoger vides que valían mil siclos de
lo bueno, la tierra que tú aborre­ a 
plata, se quedará para cardos
ces será abandonada de sus b dos y espinas.
reyes. 24 Con flechas y arcos los hom­
17 El Señor a traerá sobre ti, so­ bres entrarán allá, porque toda la
bre tu pueblo y sobre la casa de tierra será cardos y espinas.
tu padre, días cuales nunca han 25 Y a todos los collados que
venido desde el día en que b Efraín fueren cavados con azada, no lle­
se apartó de Judá, esto es, al rey garán por temor a los cardos y
de Asiria. espinas, mas serán para pasto
18 Y acontecerá que en aquel día de bueyes y para ser pisados de
el Señor a silbará a la mosca que a 
ganado menor.
está en la parte lejana de Egipto,
y a la abeja que se halla en la tie­ CAPÍTULO 18
rra de Asiria.
19 Y vendrán y se establecerán Cristo será por tropezadero y piedra
todas en los valles desolados, y de tropiezo — Buscad al Señor y no
11 a GEE Señal. 17 a 2 Cró. 28:19–21. b 2 Rey. 16:5–9.
12 a Es decir, poner a b 1 Rey. 12:16–19. 21 a Es decir, sólo
prueba. 18 a O sea, silbar; es decir, quedarán unos pocos
14 a GEE Virgen. dar la señal, convocar. sobrevivientes que se
b En hebreo, Dios con Isa. 5:26. basten a sí mismos.
nosotros. GEE Emanuel. 20 a Es decir, esa tierra será 23 a O sea, piezas de plata.
16 a 2 Ne. 18:4. despoblada por un 25 a En hebreo, ovejas, o
b 2 Rey. 15:30; 16:9. invasor extranjero. cabras.
2 NEFI 18:1–14 104
a los adivinos que atisban — Vol- sobre todos sus arroyos y pasará
veos a la ley y al testimonio para sobre todas sus riberas.
recibir orientación — Compárese 8 Y a fluirá por Judá; se desbor­
con Isaías 8. Aproximadamente dará e inundará; y llegará hasta
559–545 a.C. la garganta; y la extensión de sus
alas llenará la anchura de tu tie­
Además, la palabra del Señor me rra, ¡oh b Emanuel!
dijo: Toma una tabla grande, y 9 a ¡Reuníos, oh pueblos, y seréis
escribe en ella con caracteres de quebrantados! ¡Escuchad, todos
hombre tocante a a Maher-shalal- vosotros los de países lejanos;
hash-baz. ceñíos, y seréis quebrantados;
2 Y tomé por a testigos fieles para apercibíos, y seréis quebranta­
atestiguar, al sacerdote Urías y a dos!
Zacarías hijo de Jeberequías. 10 Reuníos en consejo, y será
3 Y me allegué a la a profetisa, y anulado; hablad palabra, y no
concibió y dio a luz un hijo. En­ permanecerá; a porque Dios está
tonces me dijo el Señor: Llámalo con nosotros.
Maher-shalal-hash-baz. 11  Porque el Señor de este
4  Pues he aquí, antes que el modo me habló con mano fuerte,
a 
niño b sepa decir: Padre mío y y me instruyó que no anduviese
madre mía, serán quitadas las por el camino de este pueblo,
riquezas de Damasco y el c des­ diciendo:
pojo de Samaria delante del rey 12 No llaméis a conspiración a
de Asiria. todo lo que este pueblo llama
5 Y me habló el Señor otra vez, conspiración; ni temáis lo que
diciendo: ellos temen, ni tengáis miedo.
6 Por cuanto este pueblo dese­ 13 Al Señor de los Ejércitos san­
cha las aguas de a Siloé, que co­ tificad; y a sea él vuestro temor, y
rren plácidamente, y se huelga sea él vuestro miedo.
con b Rezín y el hijo de Remalías; 14 Y él será por a santuario; pero
7 el Señor, pues, hará subir a so­ por tropezadero y b piedra de tro­
bre ellos las aguas del río, fuer­ piezo a las dos casas de Israel; por
tes y muchas, es decir, al rey de trampa y lazo a los habitantes de
Asiria y toda su gloria; y subirá Jerusalén.
18 1 a En hebreo, para b Isa. 7:1. 12 a Es decir, Judá no
precipitarse al despojo, 7 a Es decir, sobre Israel debe atenerse a
se apresura a la presa. del norte primero. confabulaciones
2 a GEE Testigo. 8 a Es decir, Asiria también secretas con otras
3 a Es decir, su esposa. penetrará en Judá. gentes por razones de
4 a 2 Ne. 17:16. b GEE Emanuel. seguridad.
b Isa. 8:4. 9 a Es decir, formar 13 a Es decir, ser reverente y
c 2 Rey. 15:29. alianzas. humilde ante Dios.
6 a Gén. 49:10; 10 a Es decir, Judá (la tierra 14 a Ezeq. 11:15–21.
TJS Gén. 50:24 de Emanuel) se salvará. b 1 Pe. 2:4–8;
(Apéndice — Biblia). Sal. 46:7. Jacob 4:14–15.
105 2 NEFI 18:15–19:4
15 Y muchos de ellos tropeza­
a 
y serán expulsados a las tinie­
rán y caerán; y serán quebranta­ blas.
dos, entrampados y apresados.
16 Ata el testimonio; sella la a ley CAPÍTULO 19
entre mis discípulos.
Isaías habla del Mesías — El pueblo
17 Y yo esperaré al Señor, el cual
que andaba en tinieblas verá una gran
a 
oculta su cara de la casa de Jacob,
luz — Un niño nos es nacido — Será el
y en él confiaré.
Príncipe de Paz y reinará sobre el trono
18 He aquí, yo y los hijos que el
de David — Compárese con Isaías 9.
Señor me ha dado somos a Israel
Aproximadamente 559–545 a.C.
por a señales y presagios de parte
del Señor de los Ejércitos, que ha­ Sin embargo, la obscuridad no
bita en el monte de Sion. será como lo fue en su oprobio,
19 Y cuando os dijeren: Pregun­ cuando él primero afligió ligera­
tad a los a evocadores, y a los b adi­ mente la a tierra de Zabulón y la
vinos que atisban y hablan entre de Neftalí, y después la angustió
dientes: c ¿No debe un pueblo con­ más penosamente por la costa
sultar a su Dios para que los vivos del mar Rojo, del otro lado del
oigan d de los muertos? Jordán, en Galilea de las naciones.
20 ¡A la ley y al testimonio! Y 2 El pueblo que andaba en a tinie­
si no a hablaren conforme a esta blas ha visto una gran luz; sobre
palabra, es porque no hay luz los que moraban en la tierra de
en ellos. la sombra de muerte, la luz ha
21 Y a pasarán por la tierra, du­ resplandecido.
ramente acosados y hambrientos; 3 Tú has multiplicado la nación
y acontecerá que cuando tengan y a aumentado el gozo; se alegran
hambre, se enojarán y maldecirán delante de ti, como se regocijan en
a su rey y a su Dios, y alzarán la la siega; como se alegran los hom­
vista hacia arriba. bres cuando se reparten el despojo.
22 Y mirarán hacia la tierra, y 4 Porque has quebrado el yugo
contemplarán tribulación y ti­ de su carga, y la vara de su hom­
nieblas, obscuridad de angustia; bro, y el cetro de su opresor.
15 a Mateo 21:42–44. precipitarse al 21 a Es decir, Israel
16 a En hebreo, despojo, se apresura sería llevado al
enseñanzas, a la presa”. cautiverio porque
o doctrina. 2 Ne. 17:3; 18:3. no escucharía y sería
GEE Evangelio. 19 a Lev. 20:6. desobediente.
17 a Isa. 54:8. b Es decir, hechiceros, 19 1 a Mateo 4:12–16.
18 a Es decir, el nombre evocadores. 2 a La “obscuridad” y
de Isaías y de sus c 1 Sam. 28:6–20. las “tinieblas” eran
hijos significan: d O sea, a favor de. la apostasía y el
“Jehová salva”, 20 a Es decir, los médiums cautiverio; la “gran
“El remanente espiritistas (también luz” es Cristo.
volverá”; y “Para en los vers. 21–22). 3 a Isa. 9:3.
2 NEFI 19:5–20 106
5 Porque toda batalla del gue­ esto, no se ha mitigado su ira, b 

rrero es con ruido estruendoso y sino que su mano aún está ex­
con vestidos revolcados en san­ tendida.
gre; pero esto será con quema­ 13 Pero el pueblo a no se vuelve
dura y pábulo de fuego. hacia aquel que lo castiga, ni
6 Porque un a niño nos es nacido, busca al Señor de los Ejércitos.
un hijo nos es dado; y sobre sus 14 Por tanto, el Señor cortará de
hombros estará el b principado; y Israel cabeza y cola, rama y caña,
se llamará su nombre Admirable, en un mismo día.
Consejero, Dios c Fuerte, d Padre 15 El anciano es la cabeza; y el
Eterno, Príncipe de e Paz. profeta que enseña mentiras es
7 Del aumento de su a dominio y la cola.
paz no b habrá fin, sobre el trono 16 Porque los caudillos de este
de David y sobre su reino, a fin pueblo lo hacen errar; y los que
de disponerlo y confirmarlo con ellos guían son destruidos.
juicio y con justicia, desde ahora 17 Por tanto, el Señor no se com­
y para siempre. El celo del Señor placerá en sus jóvenes, ni de sus
de los Ejércitos hará esto. huérfanos y viudas tendrá a mise­
8 El Señor envió su palabra a ricordia; porque todos son hipó­
Jacob, y cayó en a Israel. critas y malhechores, y toda boca
9 Y la sabrá todo el pueblo, hasta habla b necedades. Con todo esto,
Efraín y los habitantes de Sama­ no se ha mitigado su ira, sino que
ria, que con soberbia y altivez de su c mano aún está extendida.
corazón dicen: 18 Porque la maldad quema
19

10 Los ladrillos han caído, mas como fuego; devorará los car­
construiremos con piedra la­ dos y espinas; y levantará llama
brada; derribados han sido los en lo espeso de los bosques, y
sicómoros, mas los repondremos ascenderán como humo en re­
con cedros. molinos.
11 Por lo tanto, el Señor dispon­ 19 Por la ira del Señor de los
drá a los adversarios de a Rezín Ejércitos se obscurecerá la tierra,
contra él, y juntará a sus enemi­ y el pueblo será como pábulo de
gos; fuego; a nadie tendrá piedad de
12 los sirios por delante y los fi­ su hermano.
listeos por detrás, y a boca llena 20  Y el hombre arrebatará a
a 
devorarán a Israel. Con todo su diestra, y sentirá hambre; y
6 a Isa. 7:14; 8 a Es decir, el mensaje b Isa. 5:25; 10:4.
Lucas 2:11. profético que sigue 13 a Amós 4:6–12.
b Mateo 28:18. (vers. 8–21) es una 17 a GEE Misericordia,
c Tito 2:13–14. amonestación a las misericordioso.
d Alma 11:38–39, 44. diez tribus del norte, b 2 Ne. 9:28–29.
e Juan 14:27. llamadas Israel. c Jacob 5:47; 6:4.
7 a GEE Gobierno. 11 a 2 Rey. 16:5–9. 19 a Miqueas 7:2–6.
b Dan. 2:44. 12 a 2 Rey. 17:6, 18.
107 2 NEFI 19:21–20:13
comerá a su siniestra, y no que­
a 
y el báculo en su mano es a su in­
dará satisfecho; cada cual comerá dignación!
la carne de su propio brazo: 6 Lo enviaré a contra una nación
21  a Manasés a b Efraín, y Efraín hipócrita, y contra el pueblo de
a Manasés; y ambos estarán con­ mi ira le encargaré que se lleve
tra c Judá. Con todo esto, no se ha los despojos, y arrebate la presa,
mitigado su ira, sino que su mano y los pise como el lodo de las
aún está extendida. calles.
7 Aunque no es tal su designio,
CAPÍTULO 20 ni en su corazón lo piensa así; en
su corazón solo está el destruir
La destrucción de Asiria es un símbolo
y exterminar naciones no pocas.
de la destrucción de los inicuos a la Se-
8 Pues dice: ¿No son reyes todos
gunda Venida — Pocas personas que-
mis príncipes?
darán después que el Señor venga de
9 ¿No es Calno como Carque­
nuevo — El resto de los de Jacob volve-
mis, Hamat como Arfad, y Sama­
rán en ese día — Compárese con Isaías
ria como Damasco?
10. Aproximadamente 559–545 a.C.
10 Así como a mi mano ha fun­
¡Ay de aquellos que establecen dado los reinos de los ídolos, y
decretos injustos y ponen por es­ cuyas imágenes grabadas han
crito la opresión que prescriben, sobrepujado a las de Jerusalén y
2 para apartar del a juicio a los a las de Samaria,
necesitados y para quitar el de­ 11 ¿no haré con Jerusalén y sus
recho a los pobres de mi pueblo; ídolos como hice a Samaria y sus
para que las b viudas sean su presa ídolos?
y para robar a los huérfanos! 12  Por tanto, sucederá que
3 ¿Y qué haréis en el día de la cuando el Señor haya ejecutado
a 
visitación, y en la desolación que su obra completa sobre el monte
vendrá de lejos? ¿A quién iréis de Sion y Jerusalén, yo castigaré
para que os ayude? ¿En dónde el a fruto del soberbio corazón del
dejaréis vuestra gloria? rey de b Asiria y la gloria de su al­
4 Sin mí se doblegarán ante los tiva mirada.
cautivos, y entre los muertos cae­ 13 Porque a dice: Mediante el
rán. Con todo esto, no se ha mi­ poder de mi mano he hecho estas
tigado su ira, sino que su mano cosas, y con mi sabiduría, pues
aún está extendida. soy prudente; y he quitado los
5 ¡Oh asirio, la vara de mi ira, confines de los pueblos, y les he
20 a Deut. 28:53–57. 3 a Es decir, castigo. 12 a Es decir, la altiva
21 a GEE Manasés. 5 a Isa. 10:5. jactancia.
b GEE Efraín. 6 a Es decir, contra Israel. b Sof. 2:13.
c GEE Judá. 10 a Es decir, la mano del 13 a Es decir, el rey de
20 2 a O sea, Justicia. rey de Asiria Asiria (habla en los
b GEE Viuda. (vers. 10–11). vers. 13–14).
2 NEFI 20:14–26 108
saqueado sus tesoros y he derri­ su bosque serán en número que
bado, como hombre valiente, a un niño podrá contarlos.
los habitantes; 20 Y sucederá en a aquel día que
14 y mi mano halló, cual nido, el resto de Israel, y los que hayan
las riquezas del pueblo; y como escapado de la b casa de Jacob,
se recogen los huevos abandona­ nunca más se c apoyarán en aquel
dos, así recogí de toda la tierra; y que los hirió, sino que se apoya­
no hubo quien moviese el ala, ni rán con verdad en el Señor, el
abriese la boca, ni piase. Santo de Israel.
15  a ¿Se jactará el b hacha con­ 21 El a resto retornará, sí, el resto
tra aquel que con ella corta? ¿Se de Jacob, al Dios fuerte.
exaltará la sierra contra el que la 22 Porque aunque tu pueblo Is­
mueve? ¡Como si se enalteciese la rael fuere como la arena del mar,
vara contra aquel que la levanta, o sin embargo, un resto de él vol­
se engrandeciese el bastón como verá; la a consumación decretada
si no fuera palo! b 
rebosará en rectitud.
16 Por tanto, el Señor, el Señor 23  Porque el Señor Dios de
de los Ejércitos, enviará flaqueza los Ejércitos a hará la consuma­
entre sus robustos; y bajo a su glo­ ción ya determinada en toda la
ria encenderá una llama, como tierra.
llama de fuego. 24 Por lo tanto, así dice el Señor
17 Y la luz de Israel será por Dios de los Ejércitos: Pueblo mío
fuego, y su Santo por llama, y que moras en Sion, no temas al
quemarán y abrasarán en un día asirio. Con vara te herirá, y levan­
sus cardos y espinas; tará su palo contra ti a la a manera
18 y a consumirán la gloria de su de Egipto.
bosque y de su campo fructífero, 25 Mas de aquí a poco tiempo
alma y cuerpo; y serán como el cesarán la indignación y mi cólera
desfallecimiento de un abande­ para su destrucción.
rado. 26 Y el Señor de los Ejércitos
19 Y los árboles que a queden de levantará un azote contra él,
15 a En todas las metáforas desaparecerá b Es decir, aun cuando
de este versículo se completamente. sobrevenga el castigo,
formula la misma 19 a Es decir, el remanente habrá misericordia.
pregunta: ¿Prevalecerá del ejército de Asiria. 23 a Es decir, llevará a
el hombre (p. ej., el rey 20 a Es decir, los últimos cabo la destrucción
de Asiria) contra Dios? días. decretada.
b Es decir, ¿Prosperará b Amós 9:8–9. 24 a Es decir, como lo
el rey contra Dios? c Es decir, depender de. hicieron los egipcios
16 a Es decir, la del rey de 21 a Isa. 11:11–12. en tiempos anteriores.
Asiria (véanse también 22 a DyC 63:34. Éx. 1:13–14.
los vers. 17–19). GEE Mundo — El fin
18 a Es decir, Asiria del mundo.
109 2 NEFI 20:27–21:6
semejante a la matanza de Ma­ a 
CAPÍTULO 21
dián en la peña de Horeb; y así
La vara del tronco de Isaí (Cristo)
como su vara fue sobre el mar,
juzgará con justicia — En el Mi-
así la levantará él a la manera
lenio, el conocimiento de Dios cu-
de Egipto.
brirá la tierra — El Señor levantará
27 Y acontecerá en aquel día
estandarte a las naciones y recogerá
que será quitada su a carga de so­
a Israel — Compárese con Isaías 11.
bre tus hombros, y su yugo de tu
Aproximadamente 559–545 a.C.
cerviz; y el yugo será destruido a
causa de la b unción. Y saldrá una a vara del b tronco
28  a Ha llegado hasta Ayat, ha de c Isaí, y un vástago retoñará
pasado a Migrón; en Micmas ha de sus raíces.
guarecido sus carros. 2 Y sobre él reposará el a Espíritu
29 Han pasado el paso; se han del Señor; el espíritu de sabiduría
alojado en Geba; Ramá tiembla; y de entendimiento, el espíritu de
Gabaa de Saúl ha huido. consejo y de poder, el espíritu de
30 Alza la voz, ¡oh hija de Ga­ conocimiento y de temor del Señor;
lim! Haz que se oiga hasta Lais, 3 y le dará penetrante entendi­
¡oh pobre Anatot! miento en el temor del Señor; y
31 Madmena ha sido abando­ no a juzgará según la vista de sus
nada; los habitantes de Gebim se ojos, ni reprenderá por lo que oi­
juntan para huir. gan sus oídos;
32 Aún permanecerá él ese día 4 sino que con a justicia juzgará
en Nob; levantará su mano con­ a los pobres, y b reprenderá con
tra el monte de la hija de Sion, el equidad por los c mansos de la
collado de Jerusalén. tierra; y con la vara de su boca
33 He aquí, el Señor, Jehová de herirá la tierra, y con el aliento de
los Ejércitos, desgajará la rama sus labios matará al impío.
con terror; y serán talados los de 5 Y la justicia será el ceñidor de
a 
gran estatura, y los altivos serán sus lomos, y la fidelidad el cintu­
humillados. rón de sus a riñones.
34 Y cortará con hierro las espe­ 6 Y morará también el lobo con
suras de los bosques, y el Líbano el cordero, y el leopardo con el
caerá por mano de uno poderoso. cabrito se acostará; el becerro, el
26 a Gén. 25:1–2; Jue. 7:25. Señor contra ellos. Miqueas 5:2;
27 a Isa. 14:25. 33 a Hel. 4:12–13. Heb. 7:14. GEE Isaí.
b GEE Ungido, el. 21 1 a DyC 113:3–4. 2 a Isa. 61:1–3.
28 a Se describe el avance b DyC 113:1–2. 3 a Juan 7:24.
de los ejércitos c Isaí era el padre 4 a Sal. 72:2–4;
asirios hacia de David; se hace Mos. 29:12.
Jerusalén; en seguida referencia a la línea b En hebreo, decidir.
(vers. 33–34), se genealógica real de c GEE Mansedumbre,
describe, con sentido David en la que Jesús manso.
figurado, el juicio del había de nacer. 5 a O sea, cintura.
2 NEFI 21:7–16 110
leoncillo y el cebón andarán jun­ 13 La envidia de Efraín tam­
a 

tos, y un niño los pastoreará. bién se disipará, y los enemigos


7 Y la vaca y la osa pacerán, sus de Judá serán talados; b Efraín no
crías se echarán juntas; y el león envidiará a c Judá, ni Judá hosti­
comerá paja como el buey. gará a Efraín;
8 Y el niño de pecho jugará so­ 14 sino que a volarán sobre los
bre la cueva del a áspid, y el recién hombros de los filisteos hacia el
destetado extenderá su mano so­ occidente; saquearán juntos a los
bre la caverna de la víbora. de oriente; sobre Edom y Moab
9 No a dañarán, ni destruirán pondrán su mano, y los hijos de
en todo mi santo monte; porque Ammón los obedecerán.
la tierra estará llena del b conoci­ 15 Y el Señor destruirá del todo
miento del Señor, como las aguas la a lengua del mar de Egipto; y
cubren el mar. con su viento impetuoso exten­
10 Y en a aquel día habrá una derá su mano sobre el río, y lo
b 
raíz de Isaí, la cual estará puesta herirá en sus siete brazos y hará
por estandarte c al pueblo; los que los hombres pasen por él a
d 
gentiles la buscarán, y su des­ pie enjuto.
canso será glorioso. 16 Y habrá a camino real, desde
11 Y acontecerá en aquel día, Asiria, para el resto de su
que el Señor volverá a extender pueblo que hubiere quedado,
su mano, por a segunda vez, para como lo hubo para Israel el día
recobrar los restos de su pueblo en que subió de la tierra de
que quedaren, de Asiria, y de Egipto.
Egipto, y de Patros, y de Cus, y
de Elam, y de Sinar, y de Hamat, CAPÍTULO 22
y de las islas del mar.
12 Y levantará a estandarte a las En los días del Milenio todos los
naciones, y congregará a los b des­ hombres alabarán al Señor — Él
terrados de Israel, y c reunirá a los morará entre ellos — Compárese
dispersos de Judá de los cuatro con Isaías 12. Aproximadamente
cabos de la tierra. 559–545 a.C.
8 a Pequeña serpiente 12 a GEE Estandarte. se describen en
venenosa de Egipto. b 3 Ne. 15:15; 16:1–4. 1 Rey. 12:16–20). En
9 a Isa. 2:4. c Neh. 1:9; los últimos días se
GEE Milenio. 1 Ne. 22:10–12; reconciliarán.
b DyC 101:32–33; 130:9. DyC 45:24–25. Ezeq. 37:16–22.
10 a Es decir, los últimos GEE Israel — La GEE Envidia.
días. congregación de Israel. c GEE Judá.
JS—H 1:40. 13 a Jer. 3:18. 14 a Es decir, atacar las
b Rom. 15:12; b Las tribus encabezadas laderas occidentales
DyC 113:5–6. por Judá y Efraín que eran territorio
c O sea, a él. eran históricamente filisteo.
d DyC 45:9–10. adversarias (después 15 a Zac. 10:11.
11 a 2 Ne. 6:14; 25:17; 29:1. de los sucesos que 16 a Isa. 35:8; DyC 133:27.
111 2 NEFI 22:1–23:9
Y dirás en aquel día: ¡Te alabaré, 2 ¡Levantad bandera sobre lo
a 

oh Señor! Aunque estabas eno­ alto del monte, alzadles la voz;


jado conmigo, tu ira se ha apar­ señalad con la mano para que
tado, y me has consolado. entren por las puertas de los no­
2 He aquí, Dios es mi salvación; bles!
a 
confiaré y no temeré, porque el 3  He dado mandamiento a
Señor b Jehová es mi fortaleza y mis a santificados; he llamado
mi canción; y también ha llegado asimismo a mis valientes, por­
a ser salvación para mí. que mi ira no está sobre los
3 Por tanto, con gozo sacaréis que se huelgan con mi enalte­
a 
agua de las fuentes de la salvación. cimiento.
4 Y en aquel día diréis: a ¡Alabad 4 El estruendo de la multitud en
al Señor, aclamad su nombre, sus las montañas, como de un gran
obras pregonad entre el pueblo, pueblo, un tumultuoso ruido de
declarad que su nombre es en­ los a reinos de las naciones b con­
salzado! gregadas; el Señor de los Ejércitos
5  a ¡Cantad al Señor!, porque él dispone las tropas para la batalla.
ha hecho cosas admirables; esto 5 Vienen de un país lejano, de lo
es sabido por toda la tierra. postrero de los cielos, sí, el Señor
6  a ¡Da voces y canta, oh mora­ y las armas de su indignación,
dora de Sion!, porque grande es para destruir toda la tierra.
el Santo de Israel en medio de ti. 6 ¡Aullad, porque el día del Se­
ñor está cerca! Vendrá como des­
CAPÍTULO 23 trucción del Todopoderoso.
7 Por tanto, todas las manos se
La destrucción de Babilonia es un
debilitarán; el corazón de todo
símbolo de la destrucción que habrá
hombre desfallecerá;
a la Segunda Venida — Será un día
8 y se llenarán de miedo; angus­
de ira y de venganza — Babilonia (el
tias y dolores se apoderarán de
mundo) caerá para siempre — Com-
ellos; se mirarán asombrados los
párese con Isaías 13. Aproximada-
unos a los otros; sus rostros serán
mente 559–545 a.C.
como llamas.
Carga de b Babilonia que vio
a 
9 He aquí que el día del Señor
Isaías hijo de Amoz: viene, cruel, con indignación e
22 2 a Mos. 4:6; 6 a Isa. 54:1; destrucción final de
Hel. 12:1. Sof. 3:14. todo el mundo inicuo.
b Éx. 15:2; 23 1 a Es decir, un mensaje DyC 133:5, 7, 14.
Sal. 83:18. de fatalidad. GEE Babel, Babilonia.
GEE Jehová. b La histórica 2 a O sea, pendón.
3 a GEE Agua(s) viva(s). destrucción de la GEE Estandarte.
4 a GEE Acción de malvada Babilonia, 3 a O sea, santos.
gracias, agradecido, profetizada en Isa. 4 a Zac. 14:2–3.
agradecimiento. 13 y 14, se ha hecho b Zac. 12:3.
5 a DyC 136:28. símbolo de la
2 NEFI 23:10–22 112
ira ardiente para asolar la tierra; 18 Sus arcos también destroza­
y a raer de ella a los pecadores. rán a los mancebos; y no tendrán
10 Porque las estrellas de los cie­ compasión del fruto del vientre;
los y sus constelaciones no darán ni sus ojos perdonarán a los ni­
su luz; el a sol se obscurecerá al ños.
salir, y la luna no hará resplan­ 19 Y Babilonia, la gloria de los
decer su luz. reinos, a ornamento de la exce­
11 Y a castigaré al mundo por su lencia de los caldeos, vendrá a
maldad, y a los impíos por su ini­ ser como cuando Dios destruyó
quidad; y haré cesar la arrogan­ a b Sodoma y a Gomorra.
cia de los b soberbios, y abatiré la 20 Nunca más será a habitada, ni
altivez de los terribles. morarán en ella de generación en
12 Y haré al a varón más precioso generación; el árabe no plantará
que el oro fino, y más que el oro tienda allí, ni pastores tendrán
de Ofir al hombre. allí manadas;
13 Por tanto, haré temblar los 21 sino que las fieras del a de­
cielos, y la tierra se a moverá de sierto se echarán allí, y sus casas
su lugar en la ira del Señor de los estarán llenas de animales aullan­
Ejércitos, y en el día de su furiosa tes; y allí morarán búhos y allí
indignación. danzarán los b sátiros.
14 Y será como la corza a perse­ 22  Y los animales silvestres
guida, y como oveja sin pastor; y de las islas aullarán en sus de­
cada cual se volverá a su propio soladas a casas, y los b dragones
pueblo, y huirá a su propia tierra. en sus palacios deleitosos; y su
15 Todo el que fuere orgulloso tiempo está cerca, y su día no
será traspasado; sí, y todo el que será prolongado. Pues la destruiré
se hubiere juntado con los malos, prestamente; sí, porque tendré
caerá por la espada. misericordia de mi pueblo, mas
16 Sus niños también serán es­ los impíos perecerán.
trellados ante sus ojos; sus casas
serán saqueadas, y violadas sus CAPÍTULO 24
mujeres.
17 He aquí, incitaré contra ellos Israel será recogido y disfrutará
a los medos, quienes no estima­ de reposo milenario — Lucifer fue
rán la plata ni el oro, ni los co­ echado del cielo por su rebelión —
diciarán. Israel triunfará sobre Babilonia
9 a GEE Tierra — La 13 a GEE Tierra — El estado 20 a Jer. 50:3, 39–40.
purificación de la final de la tierra. 21 a Isa. 34:14–15.
tierra. 14 a O sea, el ciervo b En hebreo, machos
10 a GEE Mundo — El fin perseguido. cabríos, o demonios.
del mundo. 19 a Es decir, vanidad. 22 a En hebreo, palacios.
11 a Mal. 4:1. b Gén. 19:24–25; b En hebreo, (quizá)
b DyC 64:24. Deut. 29:23; chacales, perros
12 a Isa. 4:1–4. 2 Ne. 13:9. salvajes.
113 2 NEFI 24:1–13
(el mundo)  — Compárese con con golpe continuo, aquel que
Isaías 14. Aproximadamente 559– gobernaba a las naciones con
545 a.C. saña, es perseguido, y nadie lo
impide.
Porque el Señor tendrá piedad 7 Toda la tierra descansa y está
de Jacob, y todavía a escogerá a en paz; los hombres prorrumpen
Israel, y lo establecerá en su pro­ en a cantos.
pia tierra; y b extranjeros se junta­ 8 Sí, los a abetos se regocijan por
rán con ellos y se unirán a la casa causa de ti, y también los cedros
de Jacob. del Líbano, diciendo: Desde que
2  a Y los pueblos los tomarán y tú b caíste, no ha subido c cortador
los llevarán a su lugar; sí, desde contra nosotros.
lejos hasta los extremos de la tie­ 9 El a infierno abajo se conmueve
rra; y retornarán a sus b tierras de para recibirte a tu llegada; te ha
promisión. Y la casa de Israel los despertado a los b muertos, sí, a
poseerá, y la tierra del Señor será todos los príncipes de la tierra; a
para c siervos y siervas; y cautiva­ todos los reyes de las naciones ha
rán a aquellos de quienes fueron levantado de sus tronos.
cautivos; y regirán a sus opre­ 10 Todos estos darán voces y te
sores. dirán: ¿También tú te debilitaste
3 Y sucederá en aquel día, que como nosotros? ¿Como nosotros
el Señor te hará a descansar de tu has llegado a ser?
angustia y de tu temor, y del duro 11 Tu pompa descendió al se­
cautiverio en el que te viste obli­ pulcro; ya no se oye sonido de
gado a servir. tus liras; gusanos son tu lecho, y
4 Y acontecerá en aquel día, que gusanos te cubren.
tomarás este proverbio contra el 12  a ¡Cómo caíste del cielo,
rey de a Babilonia, y dirás: ¡Cómo oh b Lucifer, hijo de la mañana!
ha cesado el opresor, cómo ha fe­ ¡Has sido cortado hasta el suelo,
necido la ciudad de oro! tú que debilitabas a las nacio­
5 El Señor ha quebrantado la nes!
vara de los impíos, el cetro de los 13  Porque dijiste en tu cora­
gobernantes. zón: a Ascenderé hasta el cielo;
6 El que hería al pueblo en ira por encima de las estrellas de
24 1 a Zac. 1:17. 8 a En hebreo, cipreses. b En hebreo, lucero
b Isa. 60:3–5, 10. b Es decir, desde que matutino, hijo del alba.
2 a Es decir, otras moriste. Se habla de Lucifer
naciones ayudarán a c En hebreo, el cortador como del soberano
Israel. (de árboles) no ha del mundo inicuo
b GEE Tierra prometida. venido contra nosotros. (Babilonia), el que
c Isa. 60:14. 9 a GEE Infierno. gobierna toda maldad.
3 a Josué 1:13; DyC 84:24. b Es decir, espíritus GEE Diablo;
4 a GEE Babel, Babilonia. desincorporados. Lucifer o Lucero.
7 a Isa. 55:12. 12 a DyC 76:26. 13 a Moisés 4:1–4.
2 NEFI 24:14–27 114
Dios levantaré mi trono, y me b 
malhechores para siempre no
sentaré también sobre el monte será reconocida.
de la congregación, hacia los la­ 21 Preparad matanza para sus
dos del b norte; hijos por las a iniquidades de sus
14 ascenderé por encima de las padres; para que no se levanten,
alturas de las nubes; seré seme­ ni posean la tierra, ni llenen de
jante al Altísimo. ciudades la faz del mundo.
15  Mas tú precipitado serás 22 Porque yo me levantaré con­
hasta el infierno, a los lados del tra ellos, dice el Señor de los
a 
abismo. Ejércitos; y raeré de Babilonia
16 Te mirarán a de cerca los que el a nombre y residuo, hijo y b so­
te vieren, y te contemplarán y di­ brino, dice el Señor.
rán: ¿Es este el hombre que hizo 23 Y la convertiré en a morada de
temblar la tierra, que sacudió los avetoros y en lagunas de agua; y
reinos; la barreré con escoba de destruc­
17 que hizo del mundo un de­ ción, dice el Señor de los Ejércitos.
sierto, y destruyó sus ciudades, y 24 El Señor de los Ejércitos ha
nunca abrió la cárcel a sus presos? jurado, diciendo: Ciertamente
18 Todos los reyes de las na­ como lo he pensado, así sucederá;
ciones, sí, todos yacen en gloria, y como lo he propuesto, así será
cada uno en su a propia casa; confirmado;
19 mas tú echado eres de tu 25 que al a asirio traeré a mi tie­
sepulcro como a rama abomina­ rra, y en b mis collados lo hollaré;
ble, como residuo de aquellos entonces será apartado de ellos el
que fueron muertos, atravesa­ c 
yugo de él, y la carga de él será
dos por la espada, que descien­ quitada de sus hombros.
den a las piedras del b abismo; 26 a Este es el propósito que se ha
como cadáver hollado bajo los determinado sobre toda la tierra;
pies. y esta, la mano que se extiende
20  No serás sepultado junto sobre todas las naciones.
con ellos, porque has desolado 27 Porque el Señor de los Ejér­
tu tierra y has hecho perecer a citos ha propuesto y, ¿quién
tu pueblo; la a posteridad de los lo abrogará? Su mano está
13 b Es decir, la morada 19 a Es decir, rama ataque y a la derrota
de los dioses según rechazada, cortada y de Asiria en Judá,
la creencia de los desechada. 701 a.C. (vers. 24–27).
babilonios. b Es decir, el mismísimo 2 Rey. 19:32–37;
Sal. 48:2. fondo. Isa. 37:33–38.
15 a 1 Ne. 14:3. 20 a Sal. 21:10–11; 37:28. b Es decir, los montes de
16 a En hebreo, te b GEE Inicuo, iniquidad. Judá y de Israel.
mirarán con los 21 a Éx. 20:5. c Isa. 10:27.
ojos entrecerrados y 22 a Prov. 10:7. 26 a Es decir, al fin todas las
reflexionarán sobre ti. b Job 18:19. naciones mundanas
18 a Es decir, su sepultura 23 a Isa. 34:11–15. serán así derribadas.
familiar. 25 a El tema cambia al
115 2 NEFI 24:28–25:4
extendida y, ¿quién la hará tor­ Moisés y creen en Cristo, que es el
nar atrás? Santo de Israel. Aproximadamente
28 El a año en que murió el rey 559–545 a.C.
b 
Acaz fue esta carga.
Ahora bien, yo, Nefi, hablo algo
29 No te regocijes tú, Filistea
con relación a las palabras que
toda, por haberse quebrado la
he escrito, palabras que fueron
vara del que te hería; porque de
pronunciadas por boca de Isaías.
la raíz de la culebra saldrá el ás­
Pues he aquí, Isaías habló muchas
pid, y su fruto será una ardiente
cosas que a muchos de los de mi
serpiente voladora.
pueblo les fue a difícil compren­
30 Y los primogénitos de los po­
der, porque no saben concerniente
bres comerán, y los menesterosos
a la manera de profetizar entre
reposarán seguros; y haré morir
los judíos.
de hambre a tu raíz, y él matará
2 Porque yo, Nefi, no les he en­
a tu residuo.
señado muchas cosas respecto
31 ¡Aúlla, oh puerta! ¡Clama,
de las costumbres de los judíos;
oh ciudad! Tú, Filistea entera, di­
porque sus a obras fueron obras
suelta estás; porque del norte ven­
de tinieblas, y sus hechos fueron
drá un humo, y ninguno quedará
hechos de abominaciones.
solo en su tiempo determinado.
3 Por tanto, escribo a mi pueblo,
32 ¿Qué responderán entonces
a todos aquellos que en lo futuro
los mensajeros de las naciones?
reciban estas cosas que yo escribo,
Que el Señor fundó a a Sion, y que
para que conozcan los juicios de
los b pobres de su pueblo se c aco­
Dios y sepan que vienen sobre to­
gerán a ella.
das las naciones, según la palabra
que él ha declarado.
CAPÍTULO 25
4 Por tanto, escuchad, oh pue­
Nefi se deleita en la claridad — En blo mío, que sois de la casa de
los últimos días se entenderán las Israel, y dad oídos a mis pala­
profecías de Isaías — Los judíos vol- bras; pues aunque las palabras
verán de Babilonia, crucificarán al de Isaías no os son claras a vo­
Mesías y serán dispersados y azo- sotros, sin embargo, son claras
tados — Serán restaurados cuando para todos aquellos que son lle­
crean en el Mesías — Este vendrá nos del a espíritu de b profecía.
por vez primera seiscientos años des- Pero os declaro una profecía,
pués de haber salido Lehi de Jerusa- de acuerdo con el espíritu que
lén — Los nefitas observan la ley de hay en mí; por tanto, profetizaré
28 a Es decir, hacia 720 a.C., protegido. refugio en ella.
se profetizó esta b 2 Rey. 16:20. 25 1 a 2 Ne. 25:5–6.
destrucción acerca 32 a GEE Sion. 2 a 2 Rey. 17:13–20.
de los filisteos y se b Sof. 3:12. 4 a GEE Espíritu Santo.
vaticinó que Judá sería c O sea, buscarán b GEE Profecía, profetizar.
2 NEFI 25:5–11 116
según la claridad que en mí ha
c 
que se realicen, los hombres sa­
habido desde la ocasión en que brán de seguro.
salí de Jerusalén con mi padre; 8 Por tanto, son de a valor a los
porque, he aquí, mi alma se de­ hijos de los hombres; y a los que
leita en la claridad para con mi suponen que no lo son, yo hablaré
pueblo, a fin de que aprenda. más particularmente, y limitaré
5 Sí, y mi alma se deleita en mis palabras a mi b propio pueblo;
las palabras de a Isaías, porque porque sé que serán de gran valor
salí de Jerusalén, y mis ojos han para ellos en los c postreros días,
visto las cosas de los b judíos, y porque entonces las entenderán;
sé que ellos entienden las cosas por consiguiente, es para su bien
de los profetas, y no hay nin­ que las he escrito.
gún otro pueblo que entienda, 9 Y así como una generación
como ellos, las cosas que fueron ha sido a destruida entre los ju­
pronunciadas a los judíos, salvo díos a causa de la iniquidad, de
que sean instruidos conforme igual manera han sido destruidos
a la manera de las cosas de los de generación en generación, se­
judíos. gún sus iniquidades; y ninguno
6 Mas he aquí, yo, Nefi, no he de ellos ha sido destruido jamás
enseñado a mis hijos conforme a sin que se lo hayan b predicho los
la manera de los judíos; pero yo profetas del Señor.
mismo he morado en Jerusalén, 10 Por tanto, les ha sido dicho
por lo que sé acerca de las regio­ concerniente a la destrucción que
nes circunvecinas; y he mencio­ vendría sobre ellos inmediata­
nado a mis hijos acerca de los mente después que saliera mi
juicios de Dios que han a aconte­ padre de Jerusalén; sin embargo,
cido entre los judíos, de acuerdo endurecieron sus corazones, y
con todo lo que Isaías ha hablado, conforme a mi profecía, han sido
y no lo escribo. a 
destruidos, salvo aquellos que
7 Mas, he aquí, procedo con mi fueron b llevados cautivos a Ba­
propia profecía, de acuerdo con bilonia.
mi a claridad, en la que sé que 11 Y hablo esto a causa del es­
nadie puede errar; sin embargo, píritu que está en mí. Y a pesar
en los días en que se cumplan las de que han sido llevados, volve­
profecías de Isaías, en la época rán otra vez y poseerán la tierra
4 c 2 Ne. 31:3; 33:5–6; 8 a GEE Escrituras — El b Amós 3:7;
Jacob 4:13. valor de las Escrituras. 1 Ne. 1:13.
5 a 1 Ne. 19:23; b Enós 1:13–16; 10 a 1 Ne. 7:13;
3 Ne. 23:1. Morm. 5:12–15; 2 Ne. 6:8;
b GEE Judíos. DyC 3:16–20. Omni 1:15;
6 a 2 Ne. 6:8; c GEE Últimos días, Hel. 8:20–21.
Hel. 8:20–21. postreros días. b 2 Rey. 24:14;
7 a 2 Ne. 32:7; 9 a Jer. 39:4–10; Jer. 52:3–16.
Alma 13:23. Mateo 23:37–38.
117 2 NEFI 25:12–18
de Jerusalén; por tanto, serán nue­ 15 Por tanto, los a judíos serán
vamente a restaurados a la tierra dispersados entre todas las na­
b 

de su herencia. ciones; sí, y también c Babilonia


12  Pero he aquí, habrá entre será destruida; por consiguiente,
ellos guerras y rumores de gue­ otras naciones dispersarán a los
rras; y cuando llegue el día en judíos.
que el a Unigénito del Padre, sí, 16 Y después que hayan sido
el Padre del cielo y de la tierra, dispersados, y el Señor Dios los
se manifieste él mismo a ellos en haya azotado por otros pueblos,
la carne, he aquí, lo rechazarán por el espacio de muchas gene­
por causa de sus iniquidades, y raciones, sí, de generación en
la dureza de sus corazones, y lo generación, hasta que sean per­
duro de su cerviz. suadidos a a creer en Cristo, el
13 He aquí, lo a crucificarán; y Hijo de Dios, y la expiación, que
después de ser puesto en un b se­ es infinita para todo el género
pulcro por el espacio de c tres días, humano; y cuando llegue ese día
se d levantará de entre los muer­ en que crean en Cristo, y adoren
tos, con sanidad en sus alas; y to­ al Padre en su nombre, con co­
dos los que crean en su nombre razones puros y manos limpias,
serán salvos en el reino de Dios. y no esperen más a otro Mesías,
Por tanto, mi alma se deleita en entonces, en esa época, llegará el
profetizar concerniente a él, por­ día en que sea menester que crean
que he e visto su día, y mi corazón estas cosas.
magnifica su santo nombre. 17 Y el Señor volverá a extender
14 Y he aquí, acontecerá que su mano por segunda vez para
después que el a Mesías haya a 
restaurar a su pueblo de su es­
resucitado de entre los muer­ tado perdido y caído. Por tanto,
tos, y se haya manifestado a su él procederá a efectuar una b obra
pueblo, a cuantos quieran creer maravillosa y un prodigio entre
en su nombre, he aquí, Jerusalén los hijos de los hombres.
será b destruida otra vez; porque, 18 Por consiguiente, él les ma­
¡ay de aquellos que combatan nifestará sus a palabras, las cua­
contra Dios y el pueblo de su les los b juzgarán en el postrer
iglesia! día, porque les serán dadas con
11 a Esd. 1:1–4; 14 a GEE Mesías. GEE Restauración
Jer. 24:5–7. b Lucas 21:24; del Evangelio.
12 a GEE Unigénito. JS—M 1:1–18. b Isa. 29:14;
13 a Lucas 23:33. 15 a GEE Judíos. 2 Ne. 27:26;
b Juan 19:41–42; b Neh. 1:8–9; 3 Ne. 28:31–33.
1 Ne. 19:10. 2 Ne. 10:6. 18 a 2 Ne. 29:11–12;
c Lucas 24:6–7; c GEE Babel, Babilonia. 33:11, 14–15.
Mos. 3:10. 16 a 2 Ne. 10:6–9; 30:7; b GEE Juicio final.
d GEE Resurrección. Morm. 5:14.
e 1 Ne. 11:13–34. 17 a 2 Ne. 21:11–12; 29:1.
2 NEFI 25:19–23 118
el fin de convencerlos del
c 
brotara el agua; sí, he aquí os
verdadero Mesías que ellos digo que así como estas cosas
rechazaron; y para convencerlos son verdaderas, y como el Señor
de que no deben esperar más Dios vive, no hay otro e nombre
a un Mesías que ha de venir, dado debajo del cielo sino el de
pues no ha de venir otro, salvo este Jesucristo, de quien he ha­
que sea un d Mesías falso que blado, mediante el cual el hom­
engañe al pueblo; porque no bre pueda ser salvo.
hay sino un Mesías de quien 21 De modo que por esta causa
los profetas han hablado, y ese el Señor Dios me ha prometido
Mesías es el que los judíos re­ que estas cosas que a escribo se­
chazarán. rán guardadas, y preservadas
19 Pues, según las palabras de y entregadas a los de mi poste­
los profetas, el a Mesías viene ridad, de generación en gene­
b 
seiscientos años a partir de la ración, para que se cumpla la
ocasión en que mi padre salió promesa hecha a José, que su
de Jerusalén; y según las pala­ linaje no b perecería jamás, mien­
bras de los profetas, y también tras durase la tierra.
la palabra del c ángel de Dios, su 22 Por tanto, estas cosas irán
nombre será Jesucristo, el Hijo de generación en generación
de Dios. mientras dure la tierra; e irán de
20  Y ahora bien, hermanos acuerdo con la voluntad y deseo
míos, he hablado claramente de Dios; y por ellas serán a juzga­
para que no podáis errar; y como das las naciones que las posean,
vive el Señor Dios, que a sacó a según las palabras que están es­
Israel de la tierra de Egipto, y critas.
dio poder a Moisés para b sanar 23 Porque nosotros trabajamos
a las naciones después de haber diligentemente para escribir, a
sido mordidas por las serpientes fin de a persuadir a nuestros hijos,
ponzoñosas, si ponían sus ojos así como a nuestros hermanos,
en la c serpiente que él levantó a creer en Cristo y a reconci­
ante ellas, y también le dio po­ liarse con Dios; pues sabemos
der para que hiriera la d peña y que es por la b gracia por la que
18 c 2 Ne. 26:12–13. 1 Ne. 17:41. b Amós 5:15;
d GEE Anticristo. c Núm. 21:8–9; 2 Ne. 3:16;
19 a GEE Jesucristo — Alma 33:19; Alma 46:24–27.
Profecías acerca de la Hel. 8:14–15. 22 a 2 Ne. 29:11; 33:10–15;
vida y la muerte de d Éx. 17:6; 3 Ne. 27:23–27.
Jesucristo. Núm. 20:11; 23 a GEE Niño(s).
b 1 Ne. 10:4; 1 Ne. 17:29; 20:21. b Rom. 3:23–24;
3 Ne. 1:1, 13. e Oseas 13:4; 2 Ne. 2:4–10;
c 2 Ne. 10:3. Hech. 4:10–12; Mos. 13:32;
20 a Éx. 3:7–10; Mos. 5:8; Moisés 6:52. Alma 42:12–16;
1 Ne. 17:24, 31; 19:10. GEE Salvador. DyC 138:4.
b Juan 3:14; 21 a 2 Ne. 27:6–14. GEE Gracia.
119 2 NEFI 25:24–30
nos salvamos, después de hacer c 
cerviz; por tanto, os he hablado
cuanto podamos; claramente, para que no podáis
24  y a pesar de que creemos malentender. Y las palabras que
en Cristo, a observamos la ley de he hablado quedarán como
Moisés, y b esperamos anhelosa­ un b testimonio contra voso­
mente y con firmeza en Cristo, tros; pues bastan para c enseñar
hasta que la ley sea cumplida. a cualquier hombre la vía co­
25 Pues para este fin se dio la rrecta; porque la vía correcta
a 
ley; por tanto, para nosotros la consiste en creer en Cristo y no
ley ha b muerto, y somos vivifica­ negarlo; porque al negarlo, tam­
dos en Cristo a causa de nuestra bién negáis a los profetas y la
fe; guardamos, empero, la ley, a ley.
causa de los mandamientos. 29 Y ahora bien, he aquí, os digo
26 Y a hablamos de Cristo, nos que la vía correcta es creer en
regocijamos en Cristo, predica­ Cristo y no negarlo; y Cristo es
mos de Cristo, b profetizamos de el Santo de Israel; por tanto, de­
Cristo y escribimos según nuestras béis inclinaros ante él y adorarlo
profecías, para que c nuestros hijos con todo vuestro a poder, mente y
sepan a qué fuente han de acudir fuerza, y con toda vuestra alma; y
para la d remisión de sus pecados. si hacéis esto, de ninguna manera
27 Por lo tanto, hablamos concer­ seréis desechados.
niente a la ley para que nuestros 30 Y hasta donde fuere necesa­
hijos sepan que la ley ya no rige; rio, debéis observar las prácticas
y, entendiendo que la ley ya no y las a ordenanzas de Dios hasta
rige, a miren ellos adelante hacia que sea cumplida la ley que fue
aquella vida que está en Cristo, y dada a Moisés.
sepan con qué fin fue dada la ley. Y
para que, después de cumplirse la
CAPÍTULO 26
ley en Cristo, no endurezcan con­
tra él sus corazones, cuando la ley Cristo ejercerá Su ministerio entre
tenga que ser abrogada. los nefitas — Nefi prevé la destruc-
28 Y ahora bien, he aquí, pue­ ción de los de su pueblo — Estos ha-
blo mío, sois gente a dura de blarán desde el polvo — Los gentiles
23 c Stg. 2:14–26. b Rom. 7:4–6. significa tanto esperar
GEE Obras. 26 a Jacob 4:12; anhelosamente en
24 a Jacob 4:4–5. Jarom 1:11; Cristo como mirar
b La expresión en inglés Mos. 3:13. hacia lo futuro a Cristo.
“look forward to” b Lucas 10:23–24. 28 a Mos. 3:14.
que se traduce aquí c GEE Niño(s). b GEE Testimonio.
significa tanto esperar d GEE Remisión de c 2 Ne. 33:10.
anhelosamente en pecados. 29 a Deut. 6:5;
Cristo como mirar 27 a La expresión en inglés Mar. 12:29–31.
hacia lo futuro a Cristo. “look forward to” 30 a GEE Ordenanzas.
25 a GEE Ley de Moisés. que se traduce aquí
2 NEFI 26:1–9 120
establecerán iglesias falsas y combi- 5 Y a los que matan a los profe­
naciones secretas — El Señor prohíbe tas y a los santos, las profundi­
que los hombres empleen las super- dades de la tierra los a tragarán,
cherías sacerdotales. Aproximada- dice el Señor de los Ejércitos; y
mente 559–545 a.C. b 
montañas los cubrirán, y torbe­
llinos los arrebatarán, y edificios
Y después que Cristo haya a re­ caerán sobre ellos y los desme­
sucitado de entre los muertos, se nuzarán y reducirán a polvo.
os b manifestará a vosotros, mis 6 Y serán visitados con truenos,
hijos, y mis amados hermanos, y y relámpagos, y terremotos, y con
las palabras que él os hable serán toda clase de destrucciones; por­
la c ley que observaréis. que el fuego de la ira del Señor
2 Pues he aquí, os digo que he se encenderá contra ellos, y serán
visto que pasarán muchas genera­ como rastrojo, y el día que viene
ciones, y habrá grandes guerras y los consumirá, dice el Señor de
contiendas entre mi pueblo. los Ejércitos.
3 Y después que el Mesías haya 7 ¡Oh, el dolor y la angustia de
venido, se darán a mi pueblo mi alma por la pérdida de los de
a 
señales de su b nacimiento, y mi pueblo que serán muertos!
también de su muerte y resu­ Porque yo, Nefi, lo he visto, y
rrección; y grande y terrible será casi me consume ante la pre­
aquel día para los malvados, sencia del Señor; pero tengo que
porque perecerán; y perecen clamar a mi Dios: ¡Tus vías son
porque rechazan a los profetas a 
justas!
y a los santos, y los apedrean y 8 Pero he aquí, los justos que
los matan; por lo que el clamor escuchan las palabras de los pro­
de la c sangre de los santos ascen­ fetas y no los destruyen, sino
derá desde la tierra hasta Dios que a esperan anhelosamente y
en contra de ellos. con firmeza en Cristo, aguar­
4 Por tanto, el día que viene dando las señales que son de­
a 
abrasará a todos los soberbios y claradas, a pesar de todas las
a los que obran inicuamente, dice b 
persecuciones, he aquí, son
el Señor de los Ejércitos, porque ellos los que c no perecerán.
serán como rastrojo. 9 Mas el Hijo de Justicia se les
26 1 a 3 Ne. 11:1–12. c Gén. 4:10; “look forward to”
b 1 Ne. 11:7; 12:6. 2 Ne. 28:10; que se traduce aquí
c 3 Ne. 15:2–10. Morm. 8:27. significa tanto esperar
3 a 1 Ne. 12:4–6. 4 a 3 Ne. 8:14–24; 9:3, 9. anhelosamente en
GEE Señal. 5 a 1 Ne. 19:11; Cristo como mirar
b GEE Jesucristo — 3 Ne. 10:14. hacia lo futuro a Cristo.
Profecías acerca de la b 3 Ne. 8:10; 9:5–8. b GEE Persecución,
vida y la muerte de 7 a GEE Justicia. perseguir.
Jesucristo. 8 a La expresión en inglés c 3 Ne. 10:12–13.
121 2 NEFI 26:10–17
aparecerá; y él los sanará, y ten­
a  b 
señales y maravillas entre los hi­
drán c paz con él hasta que hayan jos de los hombres, según su fe.
transcurrido d tres generaciones, y 14 Mas he aquí, os profetizo con­
muchos de la e cuarta generación cerniente a los a postreros días, los
hayan fallecido en rectitud. días en que el Señor Dios b mani­
10 Y cuando estas cosas hayan festará estas cosas a los hijos de
transcurrido, sobrevendrá a mi los hombres.
pueblo una presta a destrucción; 15 Después que mi posteridad
porque a pesar del dolor de mi y la posteridad de mis hermanos
alma, yo la he visto; por tanto, sé hayan degenerado en la increduli­
que acontecerá; y ellos se venden dad, y hayan sido heridos por los
por nada; porque como recom­ gentiles; sí, después que el Señor
pensa de su orgullo y su necedad, Dios haya acampado en contra de
segarán destrucción; porque se ellos por todos lados, y los haya
entregan al diablo, y escogen las sitiado con baluarte y levantado
obras de tinieblas más bien que la fuertes contra ellos; y después que
luz; por tanto, tendrán que bajar hayan sido abatidos hasta el polvo,
al b infierno. aun hasta dejar de existir, con todo
11 Porque el Espíritu del Señor esto, las palabras de los justos serán
no a siempre luchará con el hom­ escritas, y las oraciones de los fieles
bre. Y cuando el Espíritu cesa de serán oídas, y todos los que hayan
luchar con el hombre, entonces degenerado en la incredulidad no
viene una presta destrucción, y serán olvidados;
esto contrista mi alma. 16 porque aquellos que serán
12 Y así como hablé acerca de destruidos les a hablarán desde
a 
convencer a los b judíos de que la tierra, y sus palabras susu­
Jesús es el c verdadero Cristo, es rrarán desde el polvo, y su voz
menester que los gentiles también será como uno que evoca a los
sean convencidos de que Jesús es espíritus; porque el Señor Dios
el Cristo, el Dios Eterno; le dará poder para que susurre
13  y que se manifiesta por concerniente a ellos, como si fuera
el poder del a Espíritu Santo a desde la tierra; y su habla susu­
cuantos en él creen; sí, a toda rrará desde el polvo.
nación, tribu, lengua y pue­ 17  Porque así dice el Señor
blo, obrando grandes milagros, Dios: a Escribirán las cosas que se
9 a 3 Ne. 11:8–15. b GEE Infierno. postreros días.
b 3 Ne. 17:7–9. 11 a Éter 2:15. b GEE Restauración del
c 4 Ne. 1:1–4. 12 a 2 Ne. 25:18. Evangelio.
d 1 Ne. 12:11–12; b 2 Ne. 30:7; 16 a Isa. 29:4;
3 Ne. 27:30–32. Morm. 5:14. Moro. 10:27;
e Alma 45:10–12; GEE Judíos. Moisés 7:62.
Hel. 13:9–10. c Morm. 3:21. GEE Libro de Mormón.
10 a Alma 45:9–14; 13 a GEE Espíritu Santo. 17 a 2 Ne. 29:12.
Morm. 8:1–9. 14 a GEE Últimos días,
2 NEFI 26:18–28 122
harán entre ellos, y serán escritas sí, el fundador del asesinato y
y selladas en un libro; y aquellos de las obras de tinieblas; sí, y los
que hayan degenerado en la in­ lleva del cuello con cordel de lino,
credulidad no las tendrán, por­ hasta que los ata para siempre ja­
que b procuran destruir las cosas más con sus fuertes cuerdas.
de Dios. 23  Porque he aquí, amados
18 Por tanto, así como los que hermanos míos, os digo que el
han sido destruidos fueron tala­ Señor Dios no obra en la obs­
dos prestamente, y la multitud curidad.
de sus fuertes será como el a ras­ 24 Él no hace nada a menos que
trojo que desaparece, sí, así dice sea para el beneficio del mundo;
el Señor Dios: Será en un instante, porque él a ama al mundo, al
repentinamente. grado de dar su propia vida para
19 Y sucederá que los que hayan traer a b todos los hombres a él.
degenerado en la incredulidad Por tanto, a nadie manda él que
serán a heridos por mano de los no participe de su salvación.
gentiles. 25 He aquí, ¿acaso exclama él
20 Y los gentiles se ensalzan con a alguien, diciendo: Apártate de
la a soberbia de sus ojos, y han mí? He aquí, os digo que no; antes
b 
tropezado a causa de lo grande bien, dice: a Venid a mí, vosotros,
de su c tropezadero, y han esta­ todos los extremos de la tierra,
blecido muchas d iglesias; sin em­ b 
comprad leche y miel sin dinero
bargo, menosprecian el poder y y sin precio.
los milagros de Dios, y se pre­ 26 He aquí, ¿ha mandado él a al­
dican su propia sabiduría y su guno que salga de las sinagogas,
propia e instrucción, para enrique­ o de las casas de adoración? He
cerse y f moler la faz de los pobres. aquí, os digo que no.
21 Y se edifican muchas iglesias 27 ¿Ha mandado él a alguien
que causan a envidias, y contien­ que no participe de su a salvación?
das, y malicia. He aquí, os digo que no, sino que
22 Y también existen a combi­ la ha b dado gratuitamente para
naciones secretas, como en los todos los hombres; y ha mandado
tiempos antiguos, según las com­ a su pueblo que persuada a todos
binaciones del diablo, porque él es los hombres a que se c arrepientan.
el fundador de todas estas cosas; 28  He aquí, ¿ha mandado el
17 b
Enós 1:14. e 2 Ne. 9:28; 25 a Alma 5:33–35;
18 a
Morm. 5:16–18. Morm. 9:7–8. 3 Ne. 9:13–14.
19 a
3 Ne. 16:8–9; 20:27–28. f Isa. 3:15; b Isa. 55:1–2.
20 a
GEE Orgullo. 2 Ne. 13:15. 27 a GEE Salvación.
b 1 Ne. 13:29, 34. 21 a GEE Envidia. b Efe. 2:8;
GEE Apostasía. 22 a GEE Combinaciones 2 Ne. 25:23.
c Ezeq. 14:4. secretas. c GEE Arrepentimiento,
d 1 Ne. 14:10; 22:23; 24 a Juan 3:16. arrepentirse.
Morm. 8:28. b 3 Ne. 27:14–15.
123 2 NEFI 26:29–27:1
Señor a alguien que no participe iniquidades viene del Señor,
de su bondad? He aquí, os digo: porque él hace lo que es bueno
No; sino que a todo hombre tiene entre los hijos de los hombres; y
tanto privilegio como cualquier nada hace que no sea claro para
otro, y a nadie se le prohíbe. los hijos de los hombres; y él in­
29 Él manda que no haya super­ vita a todos ellos a que vengan
cherías; porque he aquí, son a su­ a él y participen de su bondad;
percherías sacerdotales el que los y a nadie de los que a él vienen
hombres prediquen y se constitu­ a 
desecha, sean negros o blan­
yan a sí mismos como una luz al cos, esclavos o libres, varones
mundo, con el fin de obtener lu­ o mujeres; y se acuerda de los
cro y b alabanza del mundo; pero b 
paganos; y c todos son iguales
no buscan el bien de Sion. ante Dios, tanto los judíos como
30 He aquí, el Señor ha vedado los gentiles.
esto; por tanto, el Señor Dios ha
dado el mandamiento de que to­ CAPÍTULO 27
dos los hombres tengan a caridad,
Tinieblas y apostasía cubrirán la
y esta caridad es b amor. Y a menos
tierra en los últimos días — El Li-
que tengan caridad, no son nada.
bro de Mormón saldrá a luz — Tres
Por tanto, si tuviesen caridad,
testigos darán testimonio del li-
no permitirían que pereciera el
bro — El hombre instruido dirá que
obrero en Sion.
no puede leer el libro sellado — El
31 Mas el obrero en a Sion traba­
Señor ejecutará una obra maravi-
jará para Sion; porque si trabaja
llosa y un prodigio — Compárese
por b dinero, perecerá.
con Isaías 29. Aproximadamente
32 Y además, el Señor Dios ha
559–545 a.C.
a 
mandado a los hombres no co­
meter homicidio; no mentir; no Mas he aquí que en los a últimos
27

robar; no tomar el nombre del Se­ días, o sea, en los días de los
ñor su Dios en b vano; no envidiar; gentiles, sí, he aquí que todas
no tener malicia; no contender las naciones de los gentiles, y
unos con otros; no cometer for­ también los judíos, tanto los que
nicaciones; y no hacer ninguna vengan a esta tierra como los
de estas cosas; porque los que tal que se hallen sobre otras tierras,
hagan, perecerán. sí, sobre todas las tierras del
33  Porque ninguna de estas mundo, he aquí, estarán ebrios
28 a Rom. 2:11; b GEE Amor. 33 a Hech. 10:9–35, 44–45.
1 Ne. 17:33–35. 31 a GEE Sion. b Alma 26:37.
29 a GEE Supercherías b Jacob 2:17–19; c Rom. 2:11;
sacerdotales. DyC 11:7; 38:39. 1 Ne. 17:35.
b DyC 121:34–37. 32 a GEE Mandamientos 27 1 a GEE Últimos días,
30 a Moro. 7:47–48. de Dios. postreros días.
GEE Caridad. b GEE Profanidad.
2 NEFI 27:2–11 124
de iniquidad y de toda clase de os manifestará las palabras de un
a 

abominaciones. b 
libro; y serán las palabras de los
2 Y cuando venga ese día, los que han dormido.
visitará el Señor de los Ejércitos 7 Y he aquí, el libro estará a se­
con truenos y con terremotos, y llado; y en él habrá una b revela­
con un gran estruendo, y con bo­ ción de Dios, desde el principio
rrasca, y con tempestad, y con la del mundo, hasta su c fin.
a 
llama de fuego devorador. 8 Por lo tanto, a causa de las
3 Y todas las a naciones que b pug­ cosas que están a selladas, b no se
nen contra Sion y que la acongo­ entregarán estas cosas selladas en
jen serán como sueño de visión el día de las maldades y abomina­
nocturna; sí, les será como al ciones del pueblo. Por tanto, les
hambriento que sueña; y he aquí, será retenido el libro;
come, mas despierta y su alma 9 mas el libro será entregado a
está vacía; o como un sediento un a hombre, y él entregará las pa­
que sueña; y he aquí, bebe, pero labras del libro, que son las pala­
cuando despierta, está desfalle­ bras de aquellos que han dormido
cido, y su alma siente hambre; sí, en el polvo, y entregará estas pa­
aun así será con la multitud de labras a b otro;
todas las naciones que pugnen 10 mas no entregará las palabras
contra el monte de Sion. que están selladas, ni tampoco
4 Porque he aquí, todos vosotros entregará el libro. Porque el libro
que obráis iniquidad, deteneos será sellado por el poder de Dios,
y asombraos, porque gritaréis y y la revelación que fue sellada se
clamaréis; sí, estaréis ebrios, mas guardará en el libro hasta que lle­
no de vino; titubearéis, mas no gue el propio y debido tiempo del
de licor. Señor en que aparezcan; porque
5 Porque he aquí, el Señor ha he aquí, revelan todas las cosas
derramado sobre vosotros el espí­ desde la fundación del mundo
ritu de un profundo sueño; pues hasta su fin.
he aquí que habéis cerrado vues­ 11 Y vendrá el día en que las
tros ojos y rechazado a los profe­ palabras del libro, que fueron se­
tas; y a vuestros gobernantes y a lladas, se leerán desde los techos
los videntes él ha cubierto a causa de las casas; y serán leídas por el
de vuestra iniquidad. poder de Cristo, y se a revelarán a
6 Y acontecerá que el Señor Dios los hijos de los hombres todas las
2 a Isa. 24:6; 66:15–16; b 2 Ne. 26:16–17; 29:12. b 3 Ne. 26:9–12;
Jacob 6:3; GEE Libro de Mormón. Éter 4:5–6.
3 Ne. 25:1. 7 a Isa. 29:11–12; 9 a DyC 17:5–6.
3 a Isa. 29:7–8. Éter 3:25–27; 4:4–7. b JS—H 1:64–65.
b 1 Ne. 22:14. b Mos. 8:19. 11 a Lucas 12:3;
6 a Jarom 1:2; c Éter 13:1–12. Morm. 5:8;
Morm. 5:12–13. 8 a Éter 5:1. DyC 121:26–31.
125 2 NEFI 27:12–23
cosas jamás habidas entre ellos, gloria del mundo, y para obtener
y cuantas habrá aun hasta el fin a 
lucro dirán esto, y no para la glo­
de la tierra. ria de Dios.
12 Por tanto, el día en que se en­ 17 Y el hombre dirá: No puedo
tregue el libro al hombre de quien traer el libro, porque está sellado.
he hablado, quedará oculto dicho 18 Entonces dirá el instruido: No
libro de los ojos del mundo para puedo leerlo.
que no lo vea ojo alguno, salvo 19 Por tanto, acontecerá que el
a 
tres b testigos que lo verán por el Señor Dios de nuevo entregará
poder de Dios, además de aquel el libro y las palabras que con­
a quien el libro será entregado; y tiene al que no es instruido, el
testificarán de la verdad del libro cual dirá: No soy instruido.
y de las cosas que contiene. 20 Entonces el Señor Dios le
13 Y nadie más lo verá, sino dirá: Los instruidos no las leerán
unos pocos, conforme a la volun­ porque las han rechazado, y yo
tad de Dios, para dar testimonio puedo efectuar mi propia obra;
de su palabra a los hijos de los por tanto, tú leerás las palabras
hombres; porque el Señor Dios que yo te daré.
ha dicho que las palabras de los 21 a No toques las cosas que es­
fieles hablarían cual si fuera de tán selladas, pues las manifestaré
a 
entre los muertos. en mi propio y debido tiempo;
14 Por tanto, el Señor Dios pro­ porque mostraré a los hijos de los
cederá a sacar a luz las palabras hombres que puedo ejecutar mi
del libro; y en la boca de cuantos propia obra.
testigos a él le plazca, establecerá 22 Por tanto, cuando hayas leído
su palabra; y, ¡ay de aquel que a re­ las palabras que te he mandado,
chace la palabra de Dios! y obtenido los a testigos que te
15 Mas he aquí, acontecerá que he prometido, entonces sellarás
el Señor Dios dirá a aquel a quien otra vez el libro, y lo esconderás
entregará el libro: Toma estas pa­ para mis propósitos, a fin de que
labras que no están selladas y yo preserve las palabras que no
entrégalas a otro, para que las has leído, hasta que en mi propia
muestre al instruido, diciendo: sabiduría me parezca oportuno
Te ruego que a leas esto. Y el ins­ revelar todas las cosas a los hijos
truido dirá: Trae aquí el libro, y de los hombres.
yo las leeré. 23 Porque he aquí, yo soy Dios;
16 Y ahora bien, por causa de la y soy un Dios de a milagros; y
12 a 2 Ne. 11:3; Moro. 10:27. sacerdotales.
Éter 5:2–4; 14 a 2 Ne. 28:29–30; 21 a Éter 5:1.
DyC 5:11, 15; 17:1. Éter 4:8. 22 a GEE Testigos del Libro
b Deut. 19:15. 15 a Isa. 29:11–12; de Mormón.
13 a 2 Ne. 3:19–20; JS—H 1:65. 23 a GEE Milagros.
33:13–15; 16 a GEE Supercherías
2 NEFI 27:24–34 126
manifestaré al mundo que soy el construido del constructor: No
b 
mismo ayer, hoy y para siempre; tenía inteligencia?
y no obro entre los hijos de los 28 Pero he aquí, dice el Señor
hombres sino de c conformidad de los Ejércitos: Enseñaré a los
con su fe. hijos de los hombres que de aquí
24 Y otra vez acontecerá que a muy poco tiempo el Líbano se
el Señor dirá a aquel que lea las convertirá en campo fértil; y el
palabras que le han de ser entre­ campo fértil será apreciado como
gadas: un bosque.
25  a Por cuanto este pueblo se 29  a Y en aquel día los sordos
me acerca con su boca, y con sus oirán las palabras del libro, y los
labios me b honra, mas su corazón ojos de los ciegos verán de en
ha alejado de mí, y su temor para medio de la obscuridad y de las
conmigo le es inculcado por los tinieblas.
c 
preceptos de los hombres, 30 Y los a mansos también au­
26 procederé yo, por tanto, a eje­ mentarán, y su b gozo será en el Se­
cutar una a obra maravillosa entre ñor; y los pobres entre los hombres
este pueblo; sí, una b obra mara­ se regocijarán en el Santo de Israel.
villosa y un prodigio; porque la 31 Porque así como vive el Señor,
sabiduría de sus sabios e instrui­ verán que el a violento es reducido
dos perecerá, y el entendimiento a la nada, y es consumido el escar­
de sus prudentes será escondido. necedor; y todos los que velan por
27 Y, a ¡ay de aquellos que pro­ la iniquidad son talados;
curan con afán esconder sus de­ 32 y los que hacen a ofensor al
signios del Señor! Y sus obras hombre por una palabra, y tien­
se hacen en las tinieblas, y di­ den trampa al que reprende a la
cen: ¿Quién nos ve, y quién nos b 
puerta, y c apartan al justo por
conoce? Y dicen también: Cier­ una pequeñez.
tamente tu obra de trastornar 33 Por tanto, el Señor que redi­
las cosas de arriba abajo será mió a Abraham así dice, respecto
estimada como el barro del b al­ a la casa de Jacob: Ahora Jacob
farero. Mas he aquí, dice el Se­ no se avergonzará, ni su rostro
ñor de los Ejércitos, les mostraré se pondrá pálido.
que conozco todas sus obras. 34 Mas cuando él a vea a sus
¿Pues acaso dirá la obra del ar­ hijos, obra de mis manos, en
tífice: Él no me hizo? O, ¿dirá lo su centro, santificarán ellos mi
23 b Heb. 13:8. GEE Restauración del manso.
c Heb. 11; Evangelio. b DyC 101:36.
Éter 12:7–22. b Isa. 29:14; 31 a Isa. 29:20.
25 a Isa. 29:13. 2 Ne. 25:17. 32 a Lucas 11:54.
b Mateo 15:8. 27 a Isa. 29:15. b Amós 5:10.
c 2 Ne. 28:31. b Jer. 18:6. c 2 Ne. 28:16.
26 a 1 Ne. 22:8; 29 a Isa. 29:18. 34 a Isa. 29:23–24.
2 Ne. 29:1–2. 30 a GEE Mansedumbre,
127 2 NEFI 27:35–28:8
nombre y santificarán al Santo Señor! Y así hablarán todos los
de Jacob, y temerán al Dios de que hayan establecido iglesias,
Israel. mas no para el Señor;
35 Y también los que a erraron 4 y contenderán una con otra;
en espíritu vendrán al entendi­ y sus sacerdotes disputarán en­
miento; y los que murmuraron tre sí, y enseñarán con su a cono­
b 
aprenderán doctrina. cimiento, y negarán al Espíritu
Santo, el cual inspira a hablar.
CAPÍTULO 28 5 Y a niegan el b poder de Dios, el
Santo de Israel, y dicen al pueblo:
En los últimos días se establecerán
Escuchadnos y oíd nuestro pre­
muchas iglesias falsas — Enseña-
cepto; pues he aquí, hoy c no hay
rán doctrinas falsas, vanas e insen-
Dios, porque el Señor y Redentor
satas — Abundará la apostasía por
ha acabado su obra y ha dado su
motivo de los maestros falsos — El
poder a los hombres;
diablo enfurecerá el corazón de los
6 he aquí, escuchad mi precepto:
hombres — Él enseñará todo género
Si dijeren que hay un milagro he­
de doctrinas falsas. Aproximada-
cho por la mano del Señor, no lo
mente 559–545 a.C.
creáis, pues hoy ya no es un Dios
Y ahora bien, hermanos míos, he de a milagros; ya ha terminado
aquí que os he hablado según el su obra.
Espíritu me ha constreñido; por 7 Sí, y habrá muchos que dirán:
tanto, sé que ciertamente se han a 
Comed, bebed y divertíos, por­
de verificar. que mañana moriremos; y nos
2 Y las cosas que se escribirán, irá bien.
procedentes del a libro, serán de 8 Y también habrá muchos que di­
gran b valor para los hijos de los rán: Comed, bebed y divertíos; no
hombres, y particularmente para obstante, temed a Dios, pues él a jus­
nuestra posteridad, que es un tificará la comisión de unos cuan­
resto de la casa de Israel. tos pecados; sí, b mentid un poco,
3 Porque sucederá en aquel día aprovechaos de alguno por causa
que las a iglesias que se hayan es­ de sus palabras, tended c trampa
tablecido, mas no para el Señor, a vuestro prójimo; en esto no hay
dirán la una a la otra: ¡He aquí mal; y haced todas estas cosas, por­
que yo, yo soy la del Señor!; y di­ que mañana moriremos; y si es que
rán las demás: ¡Yo, yo soy la del somos culpables, Dios nos dará
35 a 2 Ne. 28:14; 4 Ne. 1:25–29; Alma 30:17–18.
DyC 33:4. Morm. 8:28, 32–38. 8 a Morm. 8:31.
b Dan. 12:4. 4 a 2 Ne. 9:28. b DyC 10:25;
28 2 a GEE Libro de Mormón. 5 a 2 Ne. 26:20. Moisés 4:4.
b 1 Ne. 13:34–42; 22:9; b 2 Tim. 3:5. GEE Mentiras.
3 Ne. 21:6. c Alma 30:28. c Prov. 26:27;
3 a 1 Cor. 1:10–13; 6 a Morm. 8:26; 9:15–26. 1 Ne. 14:3.
1 Ne. 22:23; 7 a 1 Cor. 15:32;
2 NEFI 28:9–19 128
algunos azotes, y al fin nos salva­ son enseñados por los preceptos
remos en el reino de Dios. de los hombres.
9 Sí, y habrá muchos que de esta 15 ¡Oh los a sabios, los instruidos
manera enseñarán falsas, vanas y los ricos que se inflan con el
e a insensatas b doctrinas; y se en­ b 
orgullo de sus corazones, y to­
greirán en sus corazones, y trata­ dos aquellos que predican falsas
rán afanosamente de ocultar sus doctrinas, y todos aquellos que
designios del Señor, y sus obras cometen fornicaciones y pervier­
se harán en las tinieblas. ten la vía correcta del Señor! c ¡Ay,
10 Y la a sangre de los santos cla­ ay, ay de ellos, dice el Señor Dios
mará desde el suelo contra ellos. Todopoderoso, porque serán arro­
11 Sí, todos se han salido de la jados al infierno!
a 
senda; se han b corrompido. 16 ¡Ay de aquellos que a repu­
12 A causa del a orgullo, y a dian al justo por una pequeñez
causa de falsos maestros y falsa y vilipendian lo que es bueno, y
doctrina, sus iglesias se han dicen que no vale nada! Porque
corrompido y se ensalzan; se llegará el día en que el Señor Dios
han infatuado a causa de su or­ visitará súbitamente a los habi­
gullo. tantes de la tierra; y el día en que
13 a Roban a los b pobres por mo­ hayan llegado al b colmo sus ini­
tivo de sus bellos santuarios; ro­ quidades, perecerán.
ban a los pobres por razón de sus 17 Mas he aquí, si los habitantes
ricas vestiduras; y persiguen a los de la tierra se arrepienten de sus
mansos y a los pobres de cora­ iniquidades y abominaciones, no
zón, porque se han engreído con serán destruidos, dice el Señor de
su c orgullo. los Ejércitos.
14 Llevan a erguida la cerviz, y 18 Mas he aquí, esa grande y
enhiesta la cabeza; sí, y por mo­ abominable iglesia, la a ramera
tivo del orgullo, de la iniquidad, de toda la tierra, tendrá que
de abominaciones y fornicacio­ b 
desplomarse, y grande será su
nes, todos se han b extraviado, caída.
salvo unos pocos que son los hu­ 19 Porque el reino del diablo
mildes discípulos de Cristo; sin ha de a estremecerse, y los que a
embargo, son guiados de tal ma­ él pertenezcan deben ser provo­
nera que a menudo yerran porque cados a arrepentirse, o el b diablo
9 a Ezeq. 13:3; b Morm. 8:28–41; b GEE Orgullo.
Hel. 13:29. DyC 33:4. c 3 Ne. 29:5.
b Mateo 15:9. 12 a Prov. 28:25. 16 a Isa. 29:21.
10 a Apoc. 6:9–11; 13 a Ezeq. 34:8. b Éter 2:9–10.
2 Ne. 26:3; b Hel. 4:12. 18 a Apoc. 19:2.
Morm. 8:27; c Alma 5:53. b 1 Ne. 14:3, 17.
Éter 8:22–24; 14 a Prov. 21:4. 19 a 1 Ne. 22:23.
DyC 87:7. b Isa. 53:6. b Alma 34:35.
11 a Hel. 6:31. 15 a Prov. 3:5–7.
129 2 NEFI 28:20–31
los prenderá con sus sempiternas 26 Sí, ¡ay de aquel que a escucha
c 
cadenas, y serán movidos a có­ los preceptos de los hombres, y
lera, y perecerán; niega el poder de Dios y el don
20 porque he aquí, en aquel día del Espíritu Santo!
él a enfurecerá los corazones de los 27 Sí, ¡ay de aquel que dice: He­
hijos de los hombres, y los agitará mos recibido, y no a necesitamos
a la ira contra lo que es bueno. más!
21 Y a otros los a pacificará y los 28 Y por fin, ¡ay de todos aque­
adormecerá con seguridad carnal, llos que tiemblan, y están a enoja­
de modo que dirán: Todo va bien dos a causa de la verdad de Dios!
en Sion; sí, Sion prospera, todo va Pues he aquí, aquel que está edi­
bien. Y así el b diablo engaña sus ficado sobre la b roca, la recibe con
almas, y los conduce astutamente gozo; y el que está fundado sobre
al infierno. un cimiento arenoso, tiembla por
22 Y he aquí, a otros los lisonjea miedo de caer.
y les cuenta que no hay a infierno; 29 ¡Ay del que diga: Hemos re­
y les dice: Yo no soy el diablo, cibido la palabra de Dios, y a no
porque no lo hay; y así les susu­ b 
necesitamos más de la palabra
rra al oído, hasta que los prende de Dios, porque ya tenemos su­
con sus terribles b cadenas, de las ficiente!
cuales no hay liberación. 30 Pues he aquí, así dice el Se­
23  Sí, son atrapados por la ñor Dios: Daré a los hijos de los
muerte y el infierno; y la muerte, hombres línea por línea, a pre­
el infierno y el diablo, y todos los cepto por precepto, un poco aquí
que hayan caído en su poder de­ y un poco allí; y benditos son
ben presentarse ante el trono de aquellos que escuchan mis pre­
Dios y ser a juzgados según sus ceptos y prestan atención a mis
obras, de donde tendrán que ir consejos, porque aprenderán b sa­
al lugar preparado para ellos, sí, biduría; pues a quien c reciba, le
un b lago de fuego y azufre, que daré d más; y a los que digan: Te­
es tormento sin fin. nemos bastante, les será quitado
24 Por tanto, ¡ay del reposado aun lo que tuvieren.
en Sion! 31 ¡Maldito es aquel que pone su
25 ¡Ay de aquel que exclama: a 
confianza en el hombre, o hace
Todo está bien! de la carne su brazo, o escucha
19 c Alma 12:11. b 2 Ne. 9:16, 19, 26. b 2 Ne. 29:3–10.
20 a DyC 10:20–27. 26 a 2 Ne. 9:29. 30 a Isa. 28:9–13;
21 a Morm. 8:31. 27 a Alma 12:10–11. DyC 98:12.
b 2 Ne. 9:39. 28 a 2 Ne. 9:40; 33:5. b GEE Sabiduría.
22 a GEE Infierno. GEE Rebelión. c Lucas 8:18.
b Alma 36:18. b Mateo 7:24–27. d Alma 12:10;
23 a GEE Jesucristo — GEE Roca. DyC 50:24.
Es juez; 29 a 2 Ne. 27:14; 31 a DyC 1:19–20.
Juicio final. Éter 4:8.
2 NEFI 28:32–29:5 130
los preceptos de los hombres, hecho a ti, Nefi, y también a tu
salvo cuando sus preceptos sean padre, que me acordaría de tu
dados por el poder del Espíritu posteridad; y que las a palabras
Santo! de tu posteridad procederían de
32  a ¡Ay de los gentiles, dice el mi boca a tu posteridad; y mis pa­
Señor Dios de los Ejércitos! Por­ labras b resonarán hasta los extre­
que no obstante que les exten­ mos de la tierra, por c estandarte
deré mi brazo de día en día, me a los de mi pueblo que son de la
negarán. Sin embargo, si se arre­ casa de Israel;
pienten y vienen a mí, seré mi­ 3 y porque mis palabras reso­
sericordioso con ellos, porque narán— muchos de los gentiles
mi b brazo está extendido todo dirán: ¡Una a Biblia! ¡Una Biblia!
el día, dice el Señor Dios de los ¡Tenemos una Biblia, y no puede
Ejércitos. haber más Biblia!
4 Mas así dice el Señor Dios:
CAPÍTULO 29 Oh necios, tendrán una Biblia; y
procederá de los a judíos, mi anti­
Muchos gentiles rechazarán el Libro
guo pueblo del convenio. ¿Y qué
de Mormón — Dirán: “No necesita-
agradecimiento manifiestan a los
mos más Biblia” — El Señor habla
judíos por la b Biblia que de ellos
a muchas naciones — Él juzgará
recibieron? Sí, ¿qué pretenden de­
al mundo de acuerdo con los libros
cir con eso los gentiles? ¿Recuer­
que se escriban. Aproximadamente
dan ellos los afanes y los trabajos
559–545 a.C.
y las aflicciones de los judíos, y su
Mas he aquí que habrá muchos diligencia para conmigo en llevar
—el día en que yo proceda a eje­ la salvación a los gentiles?
cutar una a obra maravillosa entre 5 Oh gentiles, ¿os habéis acor­
ellos, a fin de que yo recuerde mis dado de los judíos, mi antiguo pue­
b 
convenios que he hecho con los blo del convenio? No; sino que los
hijos de los hombres, para que ex­ habéis maldecido y a aborrecido, y
tienda mi mano por c segunda vez, no habéis procurado recuperarlos.
para restaurar a los de mi pueblo Mas he aquí, yo haré volver todas
que son de la casa de Israel; estas cosas sobre vuestra propia
2  y también para que yo re­ cabeza; porque yo, el Señor, no he
cuerde las promesas que te he olvidado a mi pueblo.
32 a 1 Ne. 14:6. 25:17. 3 a 1 Ne. 13:23–25.
b Jacob 5:47; 6:4. GEE Israel — La GEE Biblia;
29 1 a 2 Ne. 27:26. congregación de Israel. Libro de Mormón.
GEE Restauración del 2 a 2 Ne. 3:18–21. 4 a DyC 3:16.
Evangelio. b Isa. 5:26; GEE Judíos.
b GEE Abraham, 2 Ne. 15:26; b GEE Judá — El palo de
convenio de (convenio Moro. 10:28. Judá.
abrahámico). c 1 Ne. 21:22. 5 a 3 Ne. 29:8.
c 2 Ne. 6:14; 21:11–12; GEE Estandarte.
131 2 NEFI 29:6–13
6 ¡Oh necio, que dirás: Una Bi­ a 
terminada mi obra; ni se acabará
blia; tenemos una Biblia y no ne­ hasta el fin del hombre; ni desde
cesitamos más Biblia! ¿Tendríais entonces para siempre jamás.
una Biblia, de no haber sido por 10 Así que no por tener una Bi­
los judíos? blia debéis suponer que contiene
7 ¿No sabéis que hay más de todas mis a palabras; ni tampoco
una nación? ¿No sabéis que yo, debéis suponer que no he hecho
el Señor vuestro Dios, he a creado escribir otras más.
a todos los hombres, y que me 11 Porque mando a a todos los
acuerdo de los que viven en las hombres, tanto en el este, como en
b 
islas del mar; y que gobierno el oeste, y en el norte, así como en
arriba en los cielos y abajo en el sur y en las islas del mar, que
la tierra; y manifiesto mi pala­ b 
escriban las palabras que yo les
bra a los hijos de los hombres, hable; porque de los c libros que
sí, sobre todas las naciones de se escriban d juzgaré yo al mundo,
la tierra? cada cual según sus obras, con­
8 ¿Por qué murmuráis por tener forme a lo que esté escrito.
que recibir más de mi palabra? 12 Porque he aquí, hablaré a los
¿No sabéis que el testimonio de a 
judíos, y lo escribirán; y hablaré
a 
dos naciones os es un b testigo de también a los nefitas, y estos lo
que yo soy Dios, que me acuerdo b 
escribirán; y también hablaré a
tanto de una nación como de las otras tribus de la casa de Is­
otra? Por tanto, hablo las mis­ rael que he conducido lejos, y lo
mas palabras, así a una como a escribirán; y también hablaré a
otra nación. Y cuando las dos c na­ c 
todas las naciones de la tierra, y
ciones se junten, el testimonio de ellas lo escribirán.
las dos se juntará también. 13 Y acontecerá que los a judíos
9 Y hago esto para mostrar a tendrán las palabras de los nefi­
muchos que soy el a mismo ayer, tas, y los nefitas tendrán las pa­
hoy y para siempre; y que declaro labras de los judíos; y los nefitas
mis palabras según mi volun­ y los judíos tendrán las palabras
tad. Y no supongáis que porque de las b tribus perdidas de Israel;
hablé una b palabra, no puedo y estas poseerán las palabras de
hablar otra; porque aún no está los nefitas y los judíos.
6 a 1 Ne. 13:38. 9 a Heb. 13:8. 14–15. GEE Juicio final.
7 a GEE Creación, crear. b GEE Revelación. 12 a 1 Ne. 13:23–29.
b 1 Ne. 22:4. 10 a GEE Escrituras — Se b 1 Ne. 13:38–42;
8 a Ezeq. 37:15–20; profetiza la publicación 2 Ne. 26:17.
1 Ne. 13:38–41; de las Escrituras. c 2 Ne. 26:33.
2 Ne. 3:12. 11 a Alma 29:8. 13 a Morm. 5:12–14.
b Mateo 18:16. b 2 Tim. 3:16. b GEE Israel — Las
GEE Testigo. c GEE Libro de la vida. diez tribus perdidas
c Oseas 1:11. d 2 Ne. 25:22; 33:11, de Israel.
2 NEFI 29:14–30:6 132
14 Y sucederá que mi pueblo, arrepienten son el pueblo del
que es de la a casa de Israel, será a 
convenio del Señor; y cuantos
reunido sobre las tierras de sus b 
judíos no se arrepientan serán
posesiones; y mi palabra se reu­ talados; porque el Señor no hace
nirá también en b una. Y manifes­ convenio con nadie sino con
taré a los que luchen contra mi aquellos que se c arrepienten y
palabra y contra mi pueblo, que creen en su Hijo, que es el Santo
es de la c casa de Israel, que yo soy de Israel.
Dios, y que hice d convenio con 3 Y ahora quisiera profetizaros
Abraham de que me acordaría algo más acerca de los judíos y los
de su e posteridad f para siempre. gentiles. Porque después que apa­
rezca el libro de que he hablado,
CAPÍTULO 30 y se haya escrito para los gentiles
y sellado nuevamente para los fi­
Los gentiles convertidos serán con-
nes del Señor, habrá muchos que
tados entre los del pueblo del conve- a 
creerán las palabras que estén es­
nio — Muchos lamanitas y muchos
critas; y b ellos las llevarán al resto
judíos creerán en la palabra y llega-
de nuestra posteridad.
rán a ser deleitables — Israel será
4 Y entonces el resto de nuestra
restaurado y los inicuos serán des-
posteridad sabrá acerca de no­
truidos. Aproximadamente 559–
sotros: cómo fue que salimos de
545 a.C.
Jerusalén, y que ellos son descen­
Y ahora bien, he aquí, amados dientes de los judíos;
hermanos míos, quisiera habla­ 5 y el evangelio de Jesucristo
ros; porque yo, Nefi, no quisiera será declarado entre a ellos; por
permitiros suponer que sois más lo que b les será restaurado el c co­
justos de lo que serán los gentiles. nocimiento de sus padres, como
Pues he aquí, a no ser que guar­ también el conocimiento de Jesu­
déis los mandamientos de Dios, cristo que hubo entre sus padres.
todos pereceréis igualmente; y a 6  Y entonces se regocijarán;
causa de las palabras que se han porque sabrán que es una ben­
dicho, no debéis suponer que los dición para ellos de la mano
gentiles serán totalmente des­ de Dios; y las escamas de tinie­
truidos. blas empezarán a caer de sus
2  Porque he aquí, os digo ojos; y antes que pasen mu­
que cuantos de los gentiles se chas generaciones entre ellos, se
14 a Jer. 3:17–18. convenio de (convenio arrepentirse.
b Ezeq. 37:16–17. abrahámico). 3 a 3 Ne. 16:6–7.
c 1 Ne. 22:8–9. e DyC 132:30. b 1 Ne. 22:8–9.
d Gén. 12:1–3; f Gén. 17:7. 5 a 3 Ne. 21:3–7, 24–26.
1 Ne. 17:40; 30 2 a Gál. 3:26–29. b DyC 3:20.
3 Ne. 20:27; b Mateo 8:10–13. c 1 Ne. 15:14;
Abr. 2:9. GEE Judíos. 2 Ne. 3:12;
GEE Abraham, c GEE Arrepentimiento, Morm. 7:1, 9–10.
133 2 NEFI 30:7–18
convertirán en una gente pura y becerro, el leoncillo y el cebón
a 
deleitable. andarán juntos; y un niño los
7 Y acontecerá que los a judíos pastoreará.
que estén dispersos empezarán 13 Y la vaca y la osa pacerán; sus
también a creer en Cristo; y b co­ crías se echarán juntas; y el león
menzarán a congregarse sobre la comerá paja como el buey.
faz de la tierra; y cuantos crean 14 Y el niño de pecho jugará en
en Cristo también llegarán a ser la cueva del áspid, y el recién des­
una gente deleitable. tetado extenderá la mano sobre la
8 Y sucederá que el Señor Dios caverna del basilisco.
empezará su obra entre todas las 15 No dañarán, ni destruirán
naciones, tribus, lenguas y pue­ en todo mi santo monte; porque
blos, para llevar a cabo la res­ la tierra estará llena del conoci­
tauración de su pueblo sobre la miento del Señor, como las aguas
tierra. cubren el mar.
9 Y con justicia a juzgará el b Se­ 16 Por tanto, las cosas de a todas
ñor Dios a los pobres, y con equi­ las naciones serán divulgadas;
dad reprenderá por los c mansos sí, todas las cosas se darán a
de la tierra. Y herirá a la tierra b 
conocer a los hijos de los hom­
con la vara de su boca, y con el bres.
aliento de sus labios matará al 17 No hay nada secreto que no
impío. haya de ser a revelado; no hay
10 Porque rápidamente se acerca obra de tinieblas que no haya de
el a tiempo en que el Señor Dios salir a luz; nada hay sellado so­
ocasionará una gran b división bre la tierra que no haya de ser
entre el pueblo, y destruirá a los desatado.
inicuos; y c preservará a su pueblo, 18 Por tanto, todas las cosas que
sí, aun cuando tenga que d destruir han sido reveladas a los hijos
a los malvados por fuego. de los hombres serán reveladas
11 Y la a justicia será el ceñidor en aquel día; y Satanás a no ten­
de sus lomos, y la fidelidad el drá más poder sobre el corazón
cinturón de sus riñones. de los hijos de los hombres por
12  a Y entonces morará el lobo mucho tiempo. Y ahora, amados
con el cordero; y el leopardo hermanos míos, doy fin a mis
con el cabrito se acostará, y el palabras.
6 a DyC 49:24; 109:65. postreros días. 12 a Isa. 65:25.
7 a 2 Ne. 29:13–14. b DyC 63:53–54. GEE Milenio.
b 2 Ne. 25:16–17. c Moisés 7:61. 16 a DyC 101:32–35;
9 a 2 Ne. 9:15. d 1 Ne. 22:15–17, 23. 121:28–29.
b Isa. 11:4–9. GEE Tierra — La b Éter 4:6–7.
c GEE Mansedumbre, purificación de la 17 a DyC 1:2–3.
manso. tierra. 18 a Apoc. 20:1–3;
10 a GEE Últimos días, 11 a Isa. 11:5–9. Éter 8:26.
2 NEFI 31:1–10 134
CAPÍTULO 31 concerniente a ese profeta que
a 

el Señor me ha mostrado, el cual


Nefi explica por qué fue bautizado
ha de bautizar al b Cordero de
Cristo — Los hombres deben seguir
Dios, que quitará los pecados
a Cristo, ser bautizados, recibir el
del mundo.
Espíritu Santo y perseverar hasta el
5 Ahora bien, si el Cordero de
fin para ser salvos — El arrepenti-
Dios, que es santo, tiene necesi­
miento y el bautismo son la puerta
dad de ser a bautizado en el agua
que conduce a la senda estrecha y
para cumplir con toda justicia,
angosta — Los que guarden los man-
¡cuánto mayor es, entonces, la
damientos después de su bautismo
necesidad que tenemos nosotros,
tendrán la vida eterna. Aproxima-
siendo impuros, de ser bautiza­
damente 559–545 a.C.
dos, sí, en el agua!
Y ahora, amados hermanos míos, 6 Y ahora, quisiera preguntaros,
yo, Nefi, ceso de a profetizaros. Y amados hermanos míos, ¿cómo
no puedo escribir sino unas cuan­ cumplió el Cordero de Dios con
tas cosas que de cierto sé que han toda justicia bautizándose en el
de acontecer; ni tampoco puedo agua?
escribir más que unas pocas de 7  ¿No sabéis que era santo?
las palabras de mi hermano Jacob. Mas no obstante que era santo, él
2 Por tanto, las cosas que he es­ muestra a los hijos de los hombres
crito me bastan, con excepción que, según la carne, él se humilla
de unas pocas palabras que debo ante el Padre, y testifica al Padre
hablar acerca de la a doctrina de que le sería a obediente al observar
Cristo; por tanto, os hablaré cla­ sus mandamientos.
ramente, según la claridad de mis 8 Por tanto, después que fue
profecías. bautizado con agua, el Espí­
3 Porque mi alma se deleita en ritu Santo descendió sobre él en
la claridad; porque así es como a 
forma de b paloma.
el Señor Dios obra entre los hijos 9 Y además, esto muestra a los
de los hombres. Porque el Señor hijos de los hombres la angostura
Dios a ilumina el entendimiento; de la senda, y la estrechez de la
pues él habla a los hombres de a 
puerta por la cual ellos deben
acuerdo con el b idioma de ellos, entrar, habiéndoles él puesto el
para que entiendan. ejemplo por delante.
4  Por tanto, quisiera que re­ 10 Y dijo a los hijos de los hom­
cordaseis que os he hablado bres: a Seguidme. Por tanto, mis
31 1 a 2 Ne. 25:1–4. b GEE Cordero de Dios. 8 a 1 Ne. 11:27.
2 a 2 Ne. 11:6–7. 5 a Mateo 3:11–17. b GEE Paloma, señal de la.
3 a GEE Luz, luz de Cristo. GEE Bautismo, bautizar. 9 a 2 Ne. 9:41;
b DyC 1:24. 7 a Juan 5:30. 3 Ne. 14:13–14;
4 a 1 Ne. 10:7; 11:27. GEE Obediencia, DyC 22:4.
GEE Juan el Bautista. obediente, obedecer. 10 a Mateo 4:19; 8:22; 9:9.
135 2 NEFI 31:11–17
amados hermanos, ¿podemos se­ b 
del Hijo, diciendo: Después de
guir a Jesús, a menos que estemos haberos arrepentido de vuestros
dispuestos a guardar los manda­ pecados y testificado al Padre,
mientos del Padre? por medio del bautismo de agua,
11 Y el Padre dijo: Arrepentíos, que estáis dispuestos a guardar
arrepentíos y sed bautizados en el mis mandamientos, y habéis re­
nombre de mi Amado Hijo. cibido el bautismo de fuego y del
12 Y además, vino a mí la voz Espíritu Santo y podéis hablar
del Hijo, diciendo: A quien se con una nueva lengua, sí, con la
bautice en mi nombre, el Padre lengua de ángeles, si después de
a 
dará el Espíritu Santo, como a esto me a negáis, b mejor os habría
mí; por tanto, b seguidme y ha­ sido no haberme conocido.
ced las cosas que me habéis visto 15 Y oí la voz del Padre que de­
hacer. cía: Sí, las palabras de mi Amado
13 Por tanto, amados herma­ son verdaderas y fieles. Aquel
nos míos, sé que si seguís al Hijo que persevere hasta el fin, este
con íntegro propósito de corazón, será salvo.
sin acción hipócrita y sin engaño 16 Y ahora bien, amados herma­
ante Dios, sino con verdadera nos míos, por esto sé que a menos
intención, arrepintiéndoos de que el hombre a persevere hasta
vuestros pecados, testificando al el fin, siguiendo el b ejemplo del
Padre que estáis dispuestos a to­ Hijo del Dios viviente, no puede
mar sobre vosotros el nombre de ser salvo.
Cristo por medio del a bautismo, 17 Por tanto, haced las cosas
sí, siguiendo a vuestro Señor y que os he dicho que he visto que
Salvador y descendiendo al agua, hará vuestro Señor y Redentor;
según su palabra, he aquí, enton­ porque por esta razón se me han
ces recibiréis el Espíritu Santo; sí, mostrado, para que sepáis cuál es
entonces viene el b bautismo de la puerta por la que debéis entrar.
fuego y del Espíritu Santo; y en­ Porque la puerta por la cual de­
tonces podéis hablar con c lengua béis entrar es el arrepentimiento
de ángeles y prorrumpir en ala­ y el a bautismo en el agua; y en­
banzas al Santo de Israel. tonces viene una b remisión de
14 Mas he aquí, amados her­ vuestros pecados por fuego y por
manos míos, así vino a mí la voz el Espíritu Santo.
10 b Moro. 7:11; Santo; Fuego. 16 a Alma 5:13; 38:2;
DyC 56:2. c 2 Ne. 32:2–3. DyC 20:29.
12 a GEE Don del Espíritu 14 a Mateo 10:32–33; b GEE Jesucristo — El
Santo. Alma 24:30; ejemplo de Jesucristo.
b Lucas 9:57–62; DyC 101:1–5. 17 a Mos. 18:10.
Juan 12:26. GEE Pecado GEE Bautismo, bautizar.
13 a Gál. 3:26–27. imperdonable. b GEE Remisión de
b GEE Don del Espíritu b 2 Pe. 2:21. pecados.
2 NEFI 31:18–32:3 136
18 Y entonces os halláis en este hermanos míos, esta es la senda; a 

a 
estrecho y angosto b camino que y b no hay otro camino, ni c nom­
conduce a la vida eterna; sí, ha­ bre dado debajo del cielo por el
béis entrado por la puerta; ha­ cual el hombre pueda salvarse
béis obrado de acuerdo con los en el reino de Dios. Y ahora bien,
mandamientos del Padre y del he aquí, esta es la d doctrina de
Hijo; y habéis recibido el Espí­ Cristo, y la única y verdadera
ritu Santo, que da c testimonio doctrina del e Padre, y del Hijo,
del Padre y del Hijo, para que y del Espíritu Santo, que son f un
se cumpla la promesa hecha por Dios, sin fin. Amén.
él, que lo recibiríais si entrabais
en la senda. CAPÍTULO 32
19 Y ahora bien, amados her­
Los ángeles hablan por el poder del
manos míos, después de haber
Espíritu Santo — Los hombres deben
entrado en esta estrecha y angosta
orar y adquirir así el conocimiento
senda, quisiera preguntar si ya
que imparte el Espíritu Santo.
quedó a hecho todo. He aquí, os
Aproximadamente 559–545 a.C.
digo que no; porque no habéis
llegado hasta aquí sino por la Y ahora bien, he aquí, amados
palabra de Cristo, con b fe inque­ hermanos míos, supongo que es­
brantable en él, c confiando ínte­ taréis meditando en vuestros co­
gramente en los méritos de aquel razones en cuanto a lo que debéis
que es poderoso para salvar. hacer después que hayáis entrado
20  Por tanto, debéis a seguir en la senda. Mas he aquí, ¿por
adelante con firmeza en Cristo, qué meditáis estas cosas en vues­
teniendo un fulgor perfecto de tros corazones?
b 
esperanza y c amor por Dios y 2 ¿No os acordáis que os dije
por todos los hombres. Por tanto, que después que hubieseis a reci­
si marcháis adelante, d deleitán­ bido el Espíritu Santo, podríais
doos en la palabra de Cristo, y hablar con b lengua de ángeles?
e 
perseveráis hasta el fin, he aquí, ¿Y cómo podríais hablar con len­
así dice el Padre: Tendréis la vida gua de ángeles sino por el Espí­
eterna. ritu Santo?
21  Y ahora bien, amados 3  Los a ángeles hablan por el
18 a 1 Ne. 8:20. d Más literalmente: c GEE Jesucristo — El
b Prov. 4:18. “hacer banquete tomar sobre sí el
GEE Camino (vía). o festín”. Es decir, nombre de Jesucristo.
c Hech. 5:29–32. disfrutar de la palabra d Mateo 7:28;
19 a Mos. 4:10. de Dios como de un Juan 7:16–17.
b GEE Fe. banquete. e GEE Trinidad.
c DyC 3:20. e GEE Perseverar. f 3 Ne. 11:27, 35–36.
20 a GEE Andar, andar con 21 a Hech. 4:10–12; GEE Unidad.
Dios. 2 Ne. 9:41; Alma 37:46; 32 2 a 3 Ne. 9:20.
b GEE Esperanza. DyC 132:22, 25. b 2 Ne. 31:13.
c GEE Amor. b Mos. 3:17. 3 a GEE Ángeles.
137 2 NEFI 32:4–33:1
poder del Espíritu Santo; por 8 Y ahora bien, amados hermanos
lo que declaran las palabras de míos, percibo que aún estáis medi­
Cristo. Por tanto, os dije: b Delei­ tando en vuestros corazones; y me
taos en las palabras de Cristo; duele tener que hablaros concer­
porque he aquí, las palabras de niente a esto. Porque si escuchaseis
Cristo os dirán todas las cosas al Espíritu que enseña al hombre a
que debéis hacer. a 
orar, sabríais que os es menester
4 Por tanto, si después de haber orar; porque el b espíritu malo no
hablado yo estas palabras, no po­ enseña al hombre a orar, sino le
déis entenderlas, será porque no enseña que no debe orar.
a 
pedís ni llamáis; así que no sois 9 Mas he aquí, os digo que debéis
llevados a la luz, sino que debéis a 
orar siempre, y no desmayar; que
perecer en las tinieblas. nada debéis hacer ante el Señor,
5 Porque he aquí, os digo otra sin que primero oréis al Padre en
vez, que si entráis por la senda el b nombre de Cristo, para que él
y recibís el Espíritu Santo, él os os consagre vuestra acción, a fin de
mostrará todas las cosas que de­ que vuestra obra sea para el c bene­
béis hacer. ficio de vuestras almas.
6 He aquí, esta es la doctrina de
Cristo, y no se dará otra doctrina CAPÍTULO 33
sino hasta después que él se os
Las palabras de Nefi son verdade-
a 
manifieste en la carne. Y cuando
ras — Estas testifican de Cristo —
se os manifieste en la carne, las
Aquellos que crean en Cristo creerán
cosas que él os diga os esforzaréis
en las palabras de Nefi, las cuales se
por cumplir.
presentarán como testimonio ante
7  Y ahora bien, yo, Nefi, no
el tribunal del juicio. Aproximada-
puedo decir más; el Espíritu hace
mente 559–545 a.C.
cesar mis palabras, y quedo a so­
las para lamentar a causa de la Y ahora bien, yo, Nefi, no puedo
33

a 
incredulidad, y la maldad, y la escribir todas las cosas que se
ignorancia y la obstinación de los enseñaron entre mi pueblo; ni
hombres; porque no quieren bus­ soy tan a poderoso para escri­
car conocimiento, ni entender el bir como para hablar; porque
gran conocimiento, cuando les es cuando un hombre b habla por el
dado con claridad, sí, con toda la poder del Santo Espíritu, el po­
b 
claridad de la palabra. der del Espíritu Santo lo lleva al
3 b Más literalmente: 4 a GEE Pedir. GEE Diablo.
“hacer banquete 6 a 3 Ne. 11:8. 9 a 3 Ne. 20:1;
o festín”. Es decir, 7 a GEE Incredulidad. DyC 75:11.
disfrutar de la palabra b 2 Ne. 31:2–3; b Moisés 5:8.
de Dios como de un Jacob 4:13. c Alma 34:27.
banquete. Véase 8 a GEE Oración. 33 1 a Éter 12:23–24.
Jer. 15:16. b Mos. 4:14. b DyC 100:7–8.
2 NEFI 33:2–11 138
corazón de los hijos de los hom­ glorío en la verdad; me glorío en
bres. mi Jesús, porque él ha a redimido
2 Pero he aquí, hay muchos que mi alma del infierno.
a 
endurecen sus corazones con­ 7 Tengo a caridad para con mi
tra el Espíritu Santo, de modo pueblo, y gran fe en Cristo de que
que no tiene cabida en ellos; por ante su tribunal hallaré a muchas
tanto, desechan muchas cosas que almas sin mancha.
están escritas y las consideran 8 Tengo caridad para con el a ju­
como nada. dío; digo judío, porque me refiero
3 Mas yo, Nefi, he escrito lo que a aquellos de quienes vine.
he escrito; y lo estimo de gran a va­ 9 Tengo también caridad para
lor, especialmente para mi pue­ con los a gentiles. Mas he aquí,
blo. Porque continuamente b ruego para ninguno de estos puedo
por ellos de día, y mis ojos bañan tener esperanza, a menos que se
mi almohada de noche a causa de b 
reconcilien con Cristo y entren
ellos; y clamo a mi Dios con fe, y por la c puerta angosta, y d cami­
sé que él oirá mi clamor. nen por la e senda estrecha que
4 Y sé que el Señor Dios consa­ guía a la vida, y continúen en
grará mis oraciones para el bene­ la senda hasta el fin del día de
ficio de mi pueblo. Y las palabras probación.
que he escrito en debilidad se­ 10 Y ahora bien, mis amados
rán hechas a fuertes para ellos; hermanos, y también vosotros
pues los b persuaden a hacer el los judíos y todos los extremos
bien; les hacen saber acerca de de la tierra, escuchad estas pa­
sus padres; y hablan de Jesús, y labras y a creed en Cristo; y si no
los persuaden a creer en él y a creéis en estas palabras, creed
perseverar hasta el fin, que es la en Cristo. Y si creéis en Cristo,
c 
vida eterna. creeréis en estas b palabras, por­
5 Y hablan a ásperamente con­ que son las c palabras de Cristo,
tra el pecado, según la b claridad y él me las ha dado; y d enseñan
de la verdad; por tanto, nadie se a todos los hombres que deben
enojará con las palabras que he hacer lo bueno.
escrito, a menos que sea del es­ 11 Y si no son las palabras de
píritu del diablo. Cristo, juzgad; porque en el pos­
6 Me glorío en la claridad; me trer día Cristo os manifestará con
2 a Hel. 6:35–36. 2 Ne. 9:40. c 2 Ne. 9:41.
3 a GEE Escrituras — El b 2 Ne. 31:3; d GEE Andar, andar con
valor de las Escrituras. Jacob 4:13. Dios.
b Enós 1:9–12; 6 a GEE Redención, e Hel. 3:29–30;
P. de Morm. 1:8. redimido, redimir. DyC 132:22.
4 a Éter 12:26–27. 7 a GEE Caridad. 10 a GEE Creencia, creer.
b Moro. 7:13. 8 a GEE Judíos. b GEE Libro de Mormón.
c GEE Vida eterna. 9 a GEE Gentiles. c Moro. 10:27–29.
5 a 1 Ne. 16:1–3; b GEE Expiación, expiar. d 2 Ne. 25:28.
139 2 NEFI 33:12–JACOB 1:2
poder y gran gloria que son sus
a 
Adiós, hasta que venga ese gran
palabras; y ante su b tribunal nos día.
veremos cara a cara, vosotros y 14 Y vosotros, los que no que­
yo, y sabréis que él me ha man­ réis participar de la bondad de
dado escribir estas cosas, a pesar Dios, ni respetar las a palabras
de mi debilidad. de los judíos, ni mis b palabras,
12 Y ruego al Padre en el nom­ ni las palabras que saldrán de
bre de Cristo que muchos de no­ la boca del Cordero de Dios,
sotros, si no todos, nos salvemos he aquí, me despido de voso­
en su a reino, en ese grande y pos­ tros para siempre, porque estas
trer día. palabras os c condenarán en el
13  Y ahora bien, amados postrer día.
hermanos míos, todos los que 15 Pues lo que sello en la tierra
sois de la casa de Israel, y to­ será presentado contra vosotros
dos vosotros, ¡oh extremos de la ante el a tribunal del juicio; porque
tierra!, os hablo como la voz de así me lo ha mandado el Señor, y
uno que a clama desde el polvo: yo debo obedecer. Amén.

EL LIBRO DE JACOB
HERMANO DE NEFI

Palabras de su predicación a sus hermanos. Confunde a un hombre que


trata de derribar la doctrina de Cristo. Algunas palabras acerca de la his­
toria del pueblo de Nefi.
CAPÍTULO 1 Lehi había salido de Jerusalén;
por tanto, Nefi me dio a mí,
Jacob y José procuran persuadir a los a 
Jacob, un b mandato respecto
hombres a creer en Cristo y a guar-
de las c planchas menores sobre
dar Sus mandamientos — Muere
las cuales estas cosas están gra­
Nefi — Predomina la iniquidad en-
badas.
tre los nefitas. Aproximadamente
2 Y me dio a mí, Jacob, un man­
544–421 a.C.
dato de que escribiera sobre es­

1 P
ORQUE he aquí, aconteció
que ya habían pasado cin­
cuenta y cinco años desde que
tas planchas algunas de las cosas
que considerara yo más precio­
sas; y que no tratara más que
11 a Éter 5:4; 2 Ne. 26:16. [Jacob]
Moro. 7:35. 14 a GEE Biblia. 1 1 a GEE Jacob hijo de Lehi.
b Apoc. 20:12; b GEE Libro de Mormón. b Jacob 7:27.
Moro. 10:34. c 2 Ne. 29:11; c 2 Ne. 5:28–33;
12 a GEE Gloria celestial. Éter 4:8–10. Jacob 3:13–14.
13 a Isa. 29:4; 15 a P. de Morm. 1:11. GEE Planchas.
JACOB 1:3–11 140
ligeramente la historia de este provocación en los días de ten­
d 

pueblo, llamado el pueblo de tación, cuando los hijos de Israel


Nefi. estaban en el e desierto.
3 Porque dijo que la historia de 8 Por tanto, quisiera Dios que
su pueblo debería grabarse so­ persuadiéramos a todos los hom­
bre sus otras planchas, y que yo bres a no a rebelarse contra Dios
debía preservar estas planchas y para b provocarlo a ira, sino que
transmitirlas a mi posteridad, de todos los hombres creyeran en
generación en generación. Cristo y contemplaran su muerte,
4 Y que si hubiese predicaciones y sufrieran su c cruz, y soporta­
que fuesen sagradas, o revelación ran la vergüenza del mundo; por
que fuese grande, o profecías, yo tanto, yo, Jacob, tomo a mi cargo
debería grabar sus puntos prin­ cumplir con el mandato de mi
cipales sobre estas planchas, y hermano Nefi.
tratar estas cosas cuanto me fuera 9 Y Nefi empezaba a envejecer,
posible, por causa de Cristo y por y vio que pronto había de a morir;
el bien de nuestro pueblo. por tanto, b ungió a un hombre
5 Porque, por causa de la fe y el para que fuera rey y director de
gran afán, verdaderamente se nos su pueblo, según los reinados de
había hecho saber concerniente a los c reyes.
nuestro pueblo y las cosas que le 10 Y como el pueblo amaba a
habían de a sobrevenir. Nefi en extremo, porque había
6 Y también tuvimos muchas sido para ellos un gran protec­
revelaciones y el espíritu de mu­ tor, pues había empuñado la a es­
cha profecía; por tanto, sabíamos pada de Labán en su defensa, y
de a Cristo y su reino, que había había trabajado toda su vida por
de venir. su bienestar,
7 Por lo que trabajamos dili­ 11 por tanto, el pueblo quería
gentemente entre los de nuestro conservar la memoria de su nom­
pueblo, a fin de persuadirlos a bre, y a quienquiera que gober­
a 
venir a Cristo, y a participar de nara en su lugar, lo llamarían Nefi
la bondad de Dios, para que en­ segundo, Nefi tercero, etcétera,
traran en su b reposo, no fuera que según los reinados de los reyes;
de algún modo él jurase en su y así los llamó el pueblo, cuales­
ira que no c entrarían, como en la quiera que fuesen sus nombres.
5 a 1 Ne. 12. DyC 84:23–25. (Apéndice — Biblia);
6 a 1 Ne. 10:4–11; 19:8–14. d Heb. 3:8. Lucas 14:27.
7 a 2 Ne. 9:41; e Núm. 26:65; 9 a 2 Ne. 1:14.
Omni 1:26; 1 Ne. 17:23–31. b GEE Unción.
Moro. 10:32. 8 a GEE Rebelión. c 2 Ne. 6:2;
b GEE Descansar, b 1 Ne. 17:30; Jarom 1:7.
descanso (reposo). Alma 12:36–37; 10 a 1 Ne. 4:9; 2 Ne. 5:14;
c Núm. 14:23; Hel. 7:18. P. de Morm. 1:13;
Deut. 1:35–37; c TJS Mateo 16:25–26 Mos. 1:16; DyC 17:1.
141 JACOB 1:12–2:2
12 Y aconteció que Nefi murió. de este pueblo, por mano de
13 Ahora bien, los del pueblo Nefi.
que no eran a lamanitas eran b ne­ 19 Y magnificamos nuestro a ofi­
fitas; no obstante, se llamaban cio ante el Señor, tomando sobre
nefitas, jacobitas, josefitas, c zo­ nosotros la b responsabilidad, tra­
ramitas, lamanitas, lemuelitas e yendo sobre nuestra propia cabeza
ismaelitas. los pecados del pueblo si no le en­
14 Mas yo, Jacob, no los dis­ señábamos la palabra de Dios con
tinguiré en adelante por estos toda diligencia; para que, traba­
nombres, sino que a llamaré la­ jando con todas nuestras fuerzas,
manitas a los que busquen la su sangre no manchara nuestros
destrucción del pueblo de Nefi, vestidos; de otro modo, su c sangre
y a los que simpaticen con Nefi, caería sobre nuestros vestidos, y
llamaré b nefitas, o c pueblo de no seríamos hallados sin mancha
Nefi, según los reinados de los en el postrer día.
reyes.
15 Y aconteció que el pueblo de CAPÍTULO 2
Nefi, bajo el reinado del segundo
Jacob condena el amor a las riquezas,
rey, empezó a ser duro de corazón
el orgullo y la falta de castidad — Los
y a entregarse un tanto a prácticas
hombres pueden buscar riquezas con
inicuas, deseando tener muchas
el fin de ayudar a sus semejantes —
a 
esposas y concubinas, a seme­
El Señor manda que ningún varón
janza de David en la antigüedad,
de entre los nefitas puede tener más
y también Salomón, su hijo.
de una esposa — El Señor se deleita
16 Sí, y también empezaron
en la castidad de las mujeres. Aproxi-
a buscar mucho oro y plata, y
madamente 544–421 a.C.
a ensalzarse un tanto en el or­
gullo. Palabras que Jacob, hermano de
17 Por tanto, yo, Jacob, les hablé Nefi, dirigió al pueblo de Nefi,
estas palabras, mientras les en­ después de la muerte de Nefi:
señaba en el a templo, habiendo 2 Pues bien, mis amados her­
2

primeramente obtenido mi b man­ manos, yo, Jacob, según la res­


dato del Señor. ponsabilidad bajo la cual me
18 Porque yo, Jacob, y mi her­ hallo ante Dios, de magnificar
mano José, habíamos sido a con­ mi oficio con seriedad, y para
sagrados sacerdotes y maestros limpiar mis vestidos de vuestros
13 a Enós 1:13; b 2 Ne. 4:11. por Dios, llamamiento.
DyC 3:18. c 2 Ne. 5:9. 18 a 2 Ne. 5:26.
b GEE Nefitas. 15 a
DyC 132:38–39. 19 a GEE Oficial, oficio.
c 1 Ne. 4:35; 17 a
2 Ne. 5:16. b DyC 107:99–100.
4 Ne. 1:36–37. GEE Templo, Casa del GEE Mayordomía,
14 a Mos. 25:12; Señor. mayordomo.
Alma 2:11. b GEE Llamado, llamado c 2 Ne. 9:44.
JACOB 2:3–12 142
pecados, he subido hoy hasta el palabra de Dios; sí, la palabra
a 

templo para declararos la pala­ que sana el alma herida.


bra de Dios. 9 Por tanto, agobia mi alma el
3 Y vosotros mismos sabéis que que sea constreñido, por el es­
hasta aquí he sido diligente en el tricto mandamiento que recibí de
oficio de mi llamamiento; pero Dios, a amonestaros según vues­
hoy me agobia el peso de un de­ tros delitos y agravar las heridas
seo y afán mucho mayor por el de los que ya están heridos, en
bien de vuestras almas, que el que lugar de consolarlos y sanar sus
hasta ahora he sentido. heridas; y a los que no han sido
4 Pues he aquí, hasta ahora ha­ heridos, en lugar de que se a delei­
béis sido obedientes a la palabra ten con la placentera palabra de
del Señor que os he dado. Dios, colocar puñales para tras­
5 Mas he aquí, escuchadme y pasar sus almas y herir sus deli­
sabed que con la ayuda del om­ cadas mentes.
nipotente Creador del cielo y de 10 Mas a pesar de la magnitud
la tierra, puedo hablaros tocante de la tarea, debo obrar según los
a vuestros a pensamientos, cómo estrictos a mandamientos de Dios,
es que ya empezáis a obrar en el y hablaros concerniente a vues­
pecado, pecado que para mí es tras iniquidades y abominacio­
muy abominable, sí, y abomina­ nes, en presencia de los puros
ble para Dios. de corazón y los de corazón que­
6 Sí, contrista mi alma, y me brantado, y bajo la mirada del
hace encoger de vergüenza ante ojo b penetrante del Dios Omni­
la presencia de mi Hacedor, el te­ potente.
ner que testificaros concerniente 11 Por tanto, debo deciros la
a la maldad de vuestros cora­ verdad, conforme a la a claridad
zones. de la palabra de Dios. Porque he
7 Y también me apena tener que aquí, al dirigirme al Señor, la pa­
ser tan a audaz en mis palabras labra vino a mí, diciendo: Jacob,
relativas a vosotros, delante de sube hasta el templo mañana, y
vuestras esposas e hijos, muchos declara a este pueblo la palabra
de los cuales son de sentimien­ que te daré.
tos sumamente tiernos, b castos 12 Y ahora bien, he aquí, her­
y delicados ante Dios, cosa que manos míos, esta es la palabra
agrada a Dios; que os declaro, que muchos de
8 y supongo que han subido vosotros habéis empezado a
hasta aquí para oír la agradable buscar oro, plata y toda clase de
2 5 a Alma 12:3; 9 a Más literalmente: 10 a GEE Mandamientos de
DyC 6:16. “hacer banquete Dios.
GEE Trinidad. o festín”. Es decir, b 2 Ne. 9:44.
7 a DyC 121:43. disfrutar de la palabra 11 a 2 Ne. 25:4;
b GEE Virtud. de Dios como de un 31:2–3.
8 a Alma 31:5. banquete.
143 JACOB 2:13–22
minerales preciosos que tan co­
a 
hermanos como a vosotros mis­
piosamente abundan en esta tie­ mos; y sed afables con todos y
rra, que para vosotros y vuestra liberales con vuestros a bienes,
posteridad es una b tierra de pro­ para que b ellos sean ricos como
misión. vosotros.
13 Y tan benignamente os ha 18 Pero antes de buscar a rique­
favorecido la mano de la pro­ zas, buscad el b reino de Dios.
videncia, que habéis obtenido 19 Y después de haber logrado
muchas riquezas; y porque al­ una esperanza en Cristo obten­
gunos de vosotros habéis ad­ dréis riquezas, si las buscáis; y las
quirido más abundantemente buscaréis con el fin de a hacer bien:
que vuestros hermanos, os a en­ para vestir al desnudo, alimentar
vanecéis con el orgullo de vues­ al hambriento, libertar al cautivo
tros corazones, y andáis con el y suministrar auxilio al enfermo
cuello erguido y la cabeza en y al afligido.
alto por causa de vuestras ropas 20  Y ahora bien, hermanos
costosas, y perseguís a vuestros míos, os he hablado acerca del
hermanos porque suponéis que orgullo; y aquellos de vosotros
sois mejores que ellos. que habéis afligido a vuestro
14  Y ahora bien, hermanos prójimo, y lo habéis perseguido
míos, ¿suponéis que Dios os jus­ a causa del orgullo de vuestros
tifica en esto? He aquí, os digo corazones por las cosas que Dios
que no; antes bien, os condena; os dio, ¿qué tenéis que decir de
y si persistís en estas cosas, sus esto?
juicios os sobrevendrán acelera­ 21 ¿No creéis que tales cosas
damente. son abominables para aquel
15 ¡Oh, si él os mostrara que que creó toda carne? Y ante su
puede traspasaros, y que con una vista un ser es tan precioso como
mirada de su ojo puede humilla­ el otro. Y toda carne viene del
ros hasta el polvo! polvo; y con el mismo fin él los
16 ¡Oh, si os librara de esta ini­ ha creado: para que guarden sus
quidad y abominación! ¡Oh, si a 
mandamientos y lo glorifiquen
escuchaseis la palabra de sus man­ para siempre.
damientos, y no permitieseis que 22 Y ahora ceso de hablaros con­
este a orgullo de vuestros corazo­ cerniente a este orgullo. Y si no
nes destruyera vuestras almas! fuera que debo hablaros de un
17  Considerad a vuestros crimen más grave, mi corazón
12 a 1 Ne. 18:25; 16 a GEE Orgullo. 2 Ne. 26:31; DyC 6:7.
Hel. 6:9–11; 17 a GEE Bienestar; GEE Riquezas.
Éter 10:23. Limosna. b Lucas 12:22–31.
b 1 Ne. 2:20. b 4 Ne. 1:3. 19 a Mos. 4:26.
GEE Tierra prometida. 18 a 1 Rey. 3:11–13; 21 a DyC 11:20;
13 a Morm. 8:35–39. Marcos 10:17–27; Abr. 3:25–26.
JACOB 2:23–34 144
se regocijaría grandemente a 29 Por lo tanto, este pueblo guar­
causa de vosotros. dará mis mandamientos, dice el
23 Mas la palabra de Dios me Señor de los Ejércitos, o a maldita
agobia a causa de vuestros deli­ sea la tierra por su causa.
tos más graves. Porque he aquí, 30 Porque si yo quiero levantar
dice el Señor: Este pueblo em­ a 
posteridad para mí, dice el Señor
pieza a aumentar en la iniqui­ de los Ejércitos, lo mandaré a mi
dad; no entiende las Escrituras, pueblo; de lo contrario, mi pueblo
porque trata de justificar sus for­ obedecerá estas cosas.
nicaciones, a causa de lo que se 31 Porque yo, el Señor, he visto
escribió acerca de David y su hijo el dolor y he oído el lamento de
Salomón. las hijas de mi pueblo en la tierra
24 He aquí, David y a Salomón de Jerusalén; sí, y en todas las tie­
en verdad tuvieron muchas b es­ rras de mi pueblo, a causa de las
posas y concubinas, cosa que para iniquidades y abominaciones de
mí fue abominable, dice el Señor. sus maridos.
25 Por tanto, el Señor dice así: 32 Y no permitiré, dice el Señor
He sacado a este pueblo de la tie­ de los Ejércitos, que el clamor de
rra de Jerusalén por el poder de las bellas hijas de este pueblo, que
mi brazo, a fin de levantar para he conducido fuera de la tierra de
mí una rama a justa del fruto de Jerusalén, ascienda a mí contra
los lomos de José. los varones de mi pueblo, dice el
26 Por tanto, yo, el Señor Dios, Señor de los Ejércitos.
no permitiré que los de este pue­ 33 Porque no llevarán cautivas
blo hagan como hicieron los de la a las hijas de mi pueblo, a causa
antigüedad. de su ternura, sin que yo los visite
27 Por tanto, hermanos míos, con una terrible maldición, aun
oídme y escuchad la palabra del hasta la destrucción; porque no
Señor: Pues entre vosotros ningún cometerán a fornicaciones como
hombre tendrá sino a una esposa; los de la antigüedad, dice el Señor
y concubina no tendrá ninguna; de los Ejércitos.
28 porque yo, el Señor Dios, me 34 Y ahora bien, he aquí, her­
deleito en la a castidad de las mu­ manos míos, sabéis que estos
jeres. Y las fornicaciones son una mandamientos fueron dados a
abominación para mí; así dice el nuestro padre Lehi; por tanto, los
Señor de los Ejércitos. habéis conocido antes; y habéis
24 a 1 Rey. 11:1; 2 Ne. 3:5; 29 a Éter 2:8–12.
Neh. 13:25–27. Alma 26:36. 30 a Mal. 2:15;
b 1 Rey. 11:1–3; GEE Lehi, padre DyC 132:61–66.
Esd. 9:1–2; de Nefi. 33 a GEE Inmoralidad
DyC 132:38–39. 27 a DyC 42:22; 49:16. sexual;
25 a Gén. 49:22–26; GEE Matrimonio. Sensual, sensualidad.
Amós 5:15; 28 a GEE Castidad.
145 JACOB 2:35–3:6
incurrido en una gran condena­ de corazón puro, levantad vues­
ción, porque habéis hecho estas tra cabeza y recibid la placentera
cosas que no debíais haber hecho. palabra de Dios, y a deleitaos en
35 He aquí, habéis cometido su amor!; pues podéis hacerlo
a 
mayores iniquidades que nues­ para siempre, si vuestras mentes
tros hermanos los lamanitas. son b firmes.
Habéis quebrantado los corazo­ 3 ¡Pero ay, ay de vosotros que no
nes de vuestras tiernas esposas sois puros de corazón, que hoy os
y perdido la confianza de vues­ halláis a inmundos ante Dios!, por­
tros hijos por causa de los malos que a menos que os arrepintáis,
ejemplos que les habéis dado; y la tierra será maldecida por causa
los sollozos de sus corazones as­ vuestra; y los lamanitas, que no
cienden a Dios contra vosotros. Y son inmundos como vosotros,
a causa de lo estricto de la pala­ aunque b maldecidos con severa
bra de Dios que desciende contra maldición, os azotarán aun hasta
vosotros, han perecido muchos la destrucción.
corazones, traspasados de pro­ 4 Y el tiempo velozmente viene
fundas heridas. en que, a menos que os arrepin­
táis, ellos poseerán la tierra de
CAPÍTULO 3 vuestra herencia, y el Señor Dios
a 
apartará a los justos de entre vo­
Los puros de corazón reciben la pla-
sotros.
centera palabra de Dios — La recti-
5 He aquí que los lamanitas,
tud de los lamanitas es mayor que
vuestros hermanos, a quienes
la de los nefitas — Jacob amonesta
aborrecéis por su inmundicia y la
contra la fornicación, la lascivia y
maldición que les ha venido sobre
todo pecado. Aproximadamente 544–
la piel, son más justos que voso­
421 a.C.
tros; porque no han a olvidado el
Mas he aquí que yo, Jacob, qui­ mandamiento del Señor que fue
siera dirigirme a vosotros, los que dado a nuestro padre, de no tener
sois puros de corazón. Confiad en sino una esposa y ninguna con­
Dios con mentes firmes, y orad a cubina, y que no se cometieran
él con suma fe, y él os consolará fornicaciones entre ellos.
en vuestras aflicciones, y abogará 6 Y se esfuerzan por guardar
por vuestra causa, y hará que la este mandamiento; por tanto,
justicia descienda sobre los que a causa de esta observancia en
buscan vuestra destrucción. cumplir con este mandamiento,
2 ¡Oh todos vosotros que sois el Señor Dios no los destruirá,
35 a Jacob 3:5–7. de Dios como de un b 1 Ne. 12:23.
3 2 a Más literalmente: banquete. 4 a Omni 1:5–7, 12–13.
“hacer banquete b Alma 57:26–27. 5 a Jacob 2:35.
o festín”. Es decir, 3 a GEE Inmundicia,
disfrutar del amor inmundo.
JACOB 3:7–14 146
sino que será misericordioso
a 
mis palabras; estimulad las facul­
para con ellos, y algún día llega­ tades de vuestras almas; sacudíos
rán a ser un pueblo bendito. para que a despertéis del sueño de
7 He aquí, sus maridos a aman a la muerte; y libraos de los sufri­
sus esposas, y sus esposas aman mientos del b infierno para que no
a sus maridos, y sus esposos y lleguéis a ser c ángeles del diablo,
esposas aman a sus hijos; y su para ser echados en ese lago de
incredulidad y su odio contra fuego y azufre que es la segunda
vosotros se deben a la iniquidad d 
muerte!
de sus padres; por tanto, ¿cuánto 12 Ahora bien, yo, Jacob, hablé
mejores sois vosotros que ellos a muchas cosas más al pueblo de
la vista de vuestro gran Creador? Nefi, amonestándolo contra la
8  ¡Oh hermanos míos, temo a 
fornicación y la b lascivia y toda
que a no ser que os arrepintáis clase de pecados, declarándole
de vuestros pecados, su piel será las terribles consecuencias de es­
más blanca que vuestra piel, tas cosas.
cuando seáis llevados con ellos 13 Y ni la centésima parte de los
ante el trono de Dios! actos de este pueblo, que empe­
9 Por tanto, os doy un manda­ zaba ya a ser numeroso, se puede
miento, el cual es la palabra de escribir sobre a estas planchas; pero
Dios, que no los injuriéis más a muchos de sus hechos están escri­
causa del color obscuro de su piel, tos sobre las planchas mayores, y
ni tampoco debéis ultrajarlos por sus guerras, y sus contenciones, y
su inmundicia; antes bien, debéis los reinados de sus reyes.
recordar vuestra propia inmundi­ 14 Estas planchas se llaman las
cia y recordar que la de ellos vino planchas de Jacob, y fueron he­
por causa de sus padres. chas por la mano de Nefi. Y doy
10 Por tanto, debéis recordar a fin a estas palabras.
vuestros a hijos, cómo habéis afli­
gido sus corazones a causa del CAPÍTULO 4
ejemplo que les habéis dado; y
recordad también que por mo­ Todos los profetas adoraron al Padre
tivo de vuestra inmundicia po­ en el nombre de Cristo — El acto de
déis llevar a vuestros hijos a la Abraham de ofrecer a su hijo Isaac
destrucción, y sus pecados serán fue una semejanza de Dios y de Su
acumulados sobre vuestra cabeza Unigénito — Los hombres deben re-
en el postrer día. conciliarse con Dios por medio de la
11 ¡Oh hermanos míos, escuchad Expiación — Los judíos rechazarán
6 a 2 Ne. 4:3, 6–7; 11 a Alma 5:6–9. b GEE Concupiscencia;
Hel. 15:10–13. b GEE Infierno. Inicuo, iniquidad.
7 a GEE Amor; c 2 Ne. 9:8–9. 13 a 1 Ne. 19:1–4;
Familia. d GEE Muerte espiritual. Jacob 1:1–4.
10 a GEE Niño(s). 12 a GEE Fornicación.
147 JACOB 4:1–7
la piedra que sirve de fundamento. gloria muchos siglos antes de
Aproximadamente 544–421 a.C. su venida; y no solamente te­
níamos nosotros una esperanza
Ahora bien, he aquí, aconteció de su gloria, sino también todos
que yo, Jacob, había ministrado los santos b profetas que vivieron
mucho a mi pueblo de palabra (y antes que nosotros.
no puedo escribir sino muy pocas 5 He aquí, ellos creyeron en
de mis palabras por lo difícil que Cristo y a adoraron al Padre en
es grabar nuestras palabras sobre su nombre; y también nosotros
planchas), y sabemos que lo que adoramos al Padre en su nom­
escribamos sobre planchas debe bre. Y con este fin guardamos
permanecer; la b ley de Moisés, dado que
2 mas lo que escribamos sobre c 
orienta nuestras almas hacia
cualquiera otra cosa que no sea él; y por esta razón se nos san­
planchas, ha de perecer y desva­ tifica como obra justa, así como
necerse; pero podemos escribir le fue contado a Abraham en el
sobre planchas unas cuantas pa­ desierto el ser obediente a los
labras que darán a nuestros hi­ mandamientos de Dios al ofre­
jos, y también a nuestros amados cer a su hijo Isaac, que es una
hermanos, una pequeña medida semejanza de Dios y de su d Hijo
de conocimiento concerniente a Unigénito.
nosotros, o sea, a sus padres; 6 Por tanto, escudriñamos los
3 y en esto nos regocijamos; y profetas, y tenemos muchas reve­
obramos diligentemente para gra­ laciones y el espíritu de a profecía;
bar estas palabras sobre planchas, y teniendo todos estos b testimo­
esperando que nuestros amados nios, logramos una esperanza, y
hermanos y nuestros hijos las re­ nuestra fe se vuelve inquebran­
ciban con corazones agradecidos, table, al grado de que verdade­
y las consideren para que sepan ramente podemos c mandar en el
con gozo, no con pesar, ni con d 
nombre de Jesús, y los árboles
desprecio, lo que atañe a sus pri­ mismos nos obedecen, o los mon­
meros padres. tes, o las olas del mar.
4 Porque hemos escrito estas 7 No obstante, el Señor Dios
cosas para este fin, que sepan nos manifiesta nuestra a debili­
que nosotros a sabíamos de Cristo dad para que sepamos que es
y teníamos la esperanza de su por su gracia y sus grandes
4 4 a GEE Jesucristo. Jarom 1:11; GEE Unigénito.
b Lucas 24:25–27; Mos. 13:27, 30; 6 a GEE Profecía, profetizar.
Jacob 7:11; Alma 25:15–16. b GEE Testigo.
Mos. 13:33–35; GEE Ley de Moisés. c GEE Poder.
DyC 20:26. c Gál. 3:24. d Hech. 3:6–16;
5 a Moisés 5:8. d Gén. 22:1–14; 3 Ne. 8:1.
b 2 Ne. 25:24; Juan 3:16–18. 7 a Éter 12:27.
JACOB 4:8–14 148
condescendencias para con los reconciliaos con él por medio de
hijos de los hombres por las que la a expiación de Cristo, su b Uni­
tenemos poder para hacer estas génito Hijo, y podréis obtener
cosas. la c resurrección, según el poder
8 ¡He aquí, grandes y maravillo­ de la resurrección que está en
sas son las obras del Señor! ¡Cuán Cristo, y ser presentados como
a 
inescrutables son las profundi­ las d primicias de Cristo a Dios,
dades de sus b misterios; y es im­ teniendo fe y habiendo obtenido
posible que el hombre descubra una buena esperanza de gloria
todos sus caminos! Y nadie hay en él, antes que se manifieste en
que c conozca sus d sendas a menos la carne.
que le sean reveladas; por tanto, 12 Y ahora bien, amados míos, no
no despreciéis, hermanos, las re­ os maravilléis de que os diga estas
velaciones de Dios. cosas; pues, ¿por qué no hablar de
9 Pues he aquí, por el poder de la a expiación de Cristo, y lograr
su a palabra el b hombre apareció un perfecto conocimiento de él, así
sobre la faz de la tierra, la cual fue como el conocimiento de una resu­
creada por el poder de su palabra. rrección y del mundo venidero?
Por tanto, si Dios pudo hablar, y 13 He aquí, mis hermanos, el
el mundo fue; y habló, y el hom­ que profetizare, profetice al en­
bre fue creado, ¿por qué, pues, tendimiento de los hombres;
no ha de poder mandar la c tierra porque el a Espíritu habla la
o la obra de sus manos sobre su verdad, y no miente. Por tanto,
superficie, según su voluntad y habla de las cosas como real­
placer? mente b son, y de las cosas como
10 Por tanto, hermanos, no pro­ realmente serán; así que estas
curéis a aconsejar al Señor, antes cosas nos son manifestadas c cla­
bien aceptad el consejo de su ramente para la salvación de
mano. Porque he aquí, vosotros nuestras almas. Mas he aquí,
mismos sabéis que él aconseja nosotros no somos los únicos
con b sabiduría, con justicia y con testigos de estas cosas; porque
gran misericordia sobre todas Dios las declaró también a los
sus obras. profetas de la antigüedad.
11 Así pues, amados hermanos, 14  Pero he aquí, los judíos
8 a Rom. 11:33–36. b GEE Creación, crear; b Heb. 5:9.
b DyC 19:10; 76:114. Hombre(s). c GEE Resurrección.
GEE Misterios de Dios. c Hel. 12:8–17. d Mos. 15:21–23; 18:9;
c 1 Cor. 2:9–16; 10 a 2 Ne. 9:28–29; Alma 40:16–21.
Alma 26:21–22. Alma 37:12, 37; 12 a 2 Ne. 25:26.
GEE Conocimiento. DyC 3:4, 13. 13 a GEE Espíritu Santo;
d Isa. 55:8–9. b GEE Omnisciente; Verdad.
9 a Morm. 9:17; Sabiduría. b DyC 93:24.
Moisés 1:32. 11 a GEE Expiación, expiar. c Alma 13:23.
149 JACOB 4:15–5:4
fueron un pueblo de dura cer­
a 
no ser que de algún modo se de­
viz; y b despreciaron las palabras bilite mi firmeza en el Espíritu, y
de claridad, y mataron a los pro­ tropiece por motivo de mi gran
fetas, y procuraron cosas que ansiedad por vosotros.
no podían entender. Por tanto,
a causa de su c ceguedad, la cual CAPÍTULO 5
vino por traspasar lo señalado,
Jacob cita las palabras de Zenós en
es menester que caigan; porque
cuanto a la alegoría del olivo cultivado
Dios les ha quitado su claridad
y el olivo silvestre — Estos son una
y les ha entregado muchas cosas
similitud de Israel y los gentiles —
que d no pueden entender, porque
Se representan el esparcimiento y el
así lo desearon; y porque así lo
recogimiento de Israel — Se hacen
desearon, Dios lo ha hecho, a fin
alusiones a los nefitas y a los lamani-
de que tropiecen.
tas y a toda la casa de Israel — Los
15 Y ahora el Espíritu me im­
gentiles serán injertados en Israel —
pulsa a mí, Jacob, a profetizar,
Finalmente la viña será quemada.
porque percibo por las indicacio­
Aproximadamente 544–421 a.C.
nes del Espíritu que hay en mí,
que a causa del a tropiezo de los He aquí, hermanos míos, ¿no os
judíos, ellos b rechazarán la c roca acordáis de haber leído las pala­
sobre la cual podrían edificar y bras del profeta a Zenós, las cuales
tener fundamento seguro. habló a la casa de Israel, diciendo:
16 Mas he aquí que esta a roca, 2 ¡Escuchad, oh casa de Israel, y
según las Escrituras, llegará a ser oíd las palabras mías, que soy un
el grande, y el último, y el único y profeta del Señor!
seguro b fundamento sobre el cual 3 Porque he aquí, así dice el Se­
los judíos podrán edificar. ñor: Te compararé, oh casa de
17 Y ahora bien, amados míos, a 
Israel, a un b olivo cultivado que
¿cómo será posible que estos, des­ un hombre tomó y nutrió en su
pués de haber rechazado el fun­ c 
viña; y creció y envejeció y em­
damento seguro, puedan a jamás pezó a d secarse.
edificar sobre él, para que sea la 4 Y acaeció que salió el amo de
principal piedra angular? la viña, y vio que su olivo empe­
18 He aquí, amados hermanos zaba a secarse, y dijo: Lo podaré,
míos, os aclararé este misterio, a y cavaré alrededor de él, y lo
14 a Mateo 23:37–38; 1 Cor. 1:23; DyC 29:30.
2 Ne. 25:2. 2 Ne. 18:13–15. 5 1 a GEE Zenós.
b 2 Cor. 11:3; b 1 Ne. 10:11. 3 a Ezeq. 36:8.
1 Ne. 19:7; c GEE Piedra del ángulo; GEE Israel.
2 Ne. 33:2. Roca. b Rom. 11:17–24.
c Isa. 44:18; 16 a Sal. 118:22–23. GEE Olivo.
Rom. 11:25. b Isa. 28:16; c DyC 101:44.
d 2 Ne. 25:1–2. Hel. 5:12. GEE Viña del Señor.
15 a Isa. 8:13–15; 17 a Mateo 19:30; d GEE Apostasía.
JACOB 5:5–17 150
nutriré para que tal vez eche se cavara alrededor, y se podara
ramas nuevas y tiernas, y no y se nutriera, y dijo a su siervo:
perezca. Me aflige que tenga que perder
5 Y aconteció que lo podó, y este árbol; por tanto, para que
cavó alrededor de él, y lo nutrió tal vez pueda yo preservar sus
según su palabra. raíces a fin de que no perezcan y
6 Y sucedió que después de mu­ pueda yo preservarlas para mí,
chos días empezó a echar algunos he hecho esto.
retoños pequeños y tiernos, mas 12 Por tanto, ve; cuida el árbol y
he aquí, la copa principal empezó nútrelo, según mis palabras.
a secarse. 13  Y estos yo a pondré en la
7 Y ocurrió que lo vio el amo parte más baja de mi viña, donde
de la viña, y dijo a su siervo: Me bien me parezca, esto no te in­
aflige que tenga que perder este cumbe; y lo hago a fin de preser­
árbol; por tanto, ve, y arranca las var para mí las ramas naturales
ramas de un olivo a silvestre y tráe­ del árbol; y también con objeto
melas aquí; y arrancaremos esas de guardar para mí su fruto para
ramas principales que empiezan la estación; porque me aflige que
a marchitarse, y las echaremos en tenga que perder este árbol y su
el fuego para que se quemen. fruto.
8 Y he aquí, dijo el Señor de 14 Y aconteció que el Señor de
la viña, tomaré muchas de es­ la viña se marchó, y escondió las
tas ramas nuevas y tiernas y las ramas naturales del olivo cul­
injertaré donde yo quiera, y no tivado en las partes más bajas
importa si acaso la raíz de este ár­ de la viña, unas en una parte y
bol perece, yo puedo preservar su otras en otra, según su voluntad
fruto para mí; por tanto, tomaré y placer.
estas ramas nuevas y tiernas, y las 15 Y sucedió que pasó mucho
injertaré donde yo quiera. tiempo, y el Señor de la viña dijo
9 Toma las ramas del olivo sil­ a su siervo: Ven, descendamos a
vestre, e injértalas en a lugar de la viña para que podamos traba­
ellas; y estas que he cortado, las jar en ella.
echaré al fuego y las quemaré, a 16 Y aconteció que el Señor de la
fin de que no obstruyan el terreno viña y también su siervo bajaron
de mi viña. a la viña a trabajar; y sucedió que
10 Y aconteció que el siervo del el siervo dijo a su amo: He aquí,
Señor de la viña hizo según la mira; contempla el árbol.
palabra de su amo, e injertó las 17 Y ocurrió que el Señor de
ramas del olivo a silvestre. la viña miró y vio el árbol en
11 Y el Señor de la viña hizo que el que se habían injertado las
7 a Rom. 11:17, 24. 10 a GEE Gentiles.
9 a Rom. 1:13. 13 a 1 Ne. 10:12.
151 JACOB 5:18–26
ramas del olivo silvestre; y ha­ a su amo: ¿Cómo fue que viniste
bía retoñado y comenzado a dar aquí a plantar este árbol, o esta
a 
fruto; y vio que era bueno, y su rama del árbol? Porque he aquí,
fruto era semejante al fruto na­ era el sitio más estéril de todo el
tural. terreno de tu viña.
18 Y dijo al siervo: He aquí, las 22 Y le dijo el Señor de la viña:
ramas del árbol silvestre han al­ No me aconsejes. Yo sabía que
canzado la humedad de la raíz, era un lugar estéril; por eso te
por lo que la raíz ha producido dije que lo he nutrido tan largo
mucha fuerza; y a causa de la mu­ tiempo, y tú ves que ha dado mu­
cha fuerza de la raíz, las ramas sil­ cho fruto.
vestres han dado fruto cultivado. 23 Y aconteció que el Señor de
Así que, si no hubiéramos injer­ la viña dijo a su siervo: Mira acá,
tado estas ramas, el árbol habría he aquí, he plantado otra rama
perecido. Y he aquí, ahora guar­ del árbol también; y tú sabes que
daré mucho fruto que el árbol ha esta parte del terreno era peor que
producido; y su fruto lo guardaré la primera. Pero mira el árbol. Lo
para mí mismo, para la estación. he nutrido todo este tiempo, y
19 Y sucedió que el Señor de la ha producido mucho fruto; por
viña dijo al siervo: Ven, vamos tanto, recógelo y guárdalo para
a la parte más baja de la viña, y la estación a fin de que yo lo pre­
veamos si las ramas naturales del serve para mí mismo.
árbol no han dado mucho fruto 24 Y aconteció que el Señor de la
también, a fin de que pueda yo viña dijo otra vez a su siervo: Mira
guardar su fruto para la estación, acá y ve otra a rama que también
para mí mismo. he plantado; he aquí, también la
20  Y aconteció que fueron a he nutrido, y ha producido fruto.
donde el amo había escondido 25 Y dijo al siervo: Mira hacia
las ramas naturales del árbol, y acá y ve la última. He aquí, esta
dijo al siervo: Mira estas; y vio la he plantado en terreno a bueno,
que la a primera había dado mu­ y la he nutrido todo este tiempo;
cho fruto, y también vio que era y solo parte del árbol ha dado
bueno. Y dijo al siervo: Toma de fruto cultivado, y la b otra parte
su fruto y guárdalo para la esta­ del árbol ha producido fruto sil­
ción, a fin de que yo lo preserve vestre; he aquí, he nutrido este
para mí mismo; pues, dijo él, lo árbol igual que los otros.
he nutrido mucho tiempo, y ha 26 Y sucedió que el Señor de
producido fruto abundante. la viña dijo al siervo: Arranca
21 Y aconteció que el siervo dijo las ramas que no han producido
17 a Juan 15:16. Alma 16:17; b 3 Ne. 10:12–13.
20 a Jacob 5:39. 3 Ne. 15:21–24.
24 a Ezeq. 17:22–24; 25 a 1 Ne. 2:20.
JACOB 5:27–38 152
fruto bueno y échalas en el
a 
trabajo, de nada me sirve; y me
fuego. aflige ahora que tenga que perder
27 Mas he aquí, el siervo le dijo: este árbol.
Podémoslo, y cavemos alrededor 33 Y el Señor de la viña dijo al
de él, y nutrámoslo un poco más, a siervo: ¿Qué haremos por el árbol,
fin de que tal vez te dé buen fruto, para que de nuevo pueda yo preser­
para que lo guardes para la estación. var buen fruto de él para mí mismo?
28 Y aconteció que el Señor de 34 Y el siervo dijo a su amo: He
la viña y su siervo nutrieron to­ aquí, a causa de que injertaste las
dos los árboles frutales de la viña. ramas del olivo silvestre, estas
29 Y aconteció que había pa­ han nutrido sus raíces, de modo
sado mucho tiempo, y el Señor que están vivas y no han pere­
de la viña dijo a su a siervo: Ven, cido; por tanto, ves que están bue­
descendamos a la viña para que nas todavía.
trabajemos de nuevo en ella. Por­ 35 Y aconteció que el Señor de
que he aquí, se acerca el b tiempo, la viña dijo a su siervo: Ningún
y el c fin viene pronto; por tanto, provecho me deja el árbol, y sus
debo guardar fruto para la esta­ raíces no me benefician nada, en
ción, para mí mismo. tanto que produzca mal fruto.
30 Y sucedió que el Señor de 36 No obstante, sé que las raí­
la viña y el siervo descendieron ces son buenas; y para mi propio
a la viña; y llegaron al árbol cu­ fin las he preservado; y a causa
yas ramas naturales habían sido de su mucha fuerza, hasta aquí
arrancadas, y se habían injertado han producido buen fruto de las
las ramas silvestres en su lugar; y ramas silvestres.
he aquí, estaba cargado de toda 37 Mas he aquí, las ramas sil­
a 
clase de fruto. vestres han crecido y han a sobre­
31 Y aconteció que el Señor de pujado a sus raíces; y debido a
la viña probó el fruto, cada clase que las ramas silvestres han so­
según su número. Y el Señor de brepujado a las raíces, ha produ­
la viña dijo: He aquí, por largo cido mucho fruto malo; y porque
tiempo hemos nutrido este árbol, ha producido tanto fruto malo,
y he guardado para mí mucho ves que ya empieza a perecer; y
fruto, para la estación. pronto llegará a la madurez para
32  Pero he aquí, esta vez ha ser echado al fuego, a menos que
producido mucho fruto, y no algo hagamos para preservarlo.
hay a ninguno que sea bueno. Y 38 Y aconteció que el Señor de
he aquí, hay toda clase de fruto la viña dijo a su siervo: Descen­
malo; y no obstante todo nuestro damos a los parajes más bajos
26 a Mateo 7:15–20; b GEE Últimos días, 30 a GEE Apostasía.
Alma 5:36; postreros días. 32 a JS—H 1:19.
DyC 97:7. c 2 Ne. 30:10; 37 a DyC 45:28–30.
29 a DyC 101:55; 103:21. Jacob 6:2.
153 JACOB 5:39–48
de la viña, y veamos si las ramas buen fruto, y parte de él dio fruto sil­
naturales han producido también vestre; y porque no le arranqué sus
mal fruto. ramas y las eché al fuego, he aquí,
39 Y aconteció que descendieron han sobrepujado a la rama buena de
a los parajes más bajos de la viña. modo que esta se ha secado.
Y ocurrió que vieron que el fruto 46 Y ahora bien, he aquí, no obs­
de las ramas naturales se había co­ tante todo el cuidado que hemos
rrompido también; sí, el a primero, dado a mi viña, sus árboles se han
y el segundo, y el último también; corrompido, de modo que no dan
y todos se habían corrompido. buen fruto; y yo había esperado
40 Y el fruto a silvestre del último preservar a estos, a fin de haber
había sobrepujado a esa parte del guardado su fruto para la estación,
árbol que produjo buen fruto, de para mí mismo. Mas he aquí, se
tal modo que la rama se había han vuelto como el olivo silves­
marchitado y secado. tre, y no valen nada sino para ser
41 Y aconteció que el Señor de la a 
cortados y echados al fuego; y
viña lloró, y dijo al siervo: a ¿Qué me aflige que tenga que perderlos.
más pude haber hecho por mi 47 ¿Pero qué más pude yo ha­
viña? ber hecho en mi viña? ¿He rela­
42 He aquí, yo sabía que todo el jado mi mano de modo que no la
fruto de la viña, exceptuando es­ he nutrido? No, la he nutrido y
tos, se había corrompido. Y ahora cavado alrededor; la he podado
estos, que en un tiempo habían y abonado; y he a extendido la
producido buen fruto, se han co­ mano casi todo el día, y el b fin se
rrompido también; y ahora todos acerca. Y me aflige que tenga que
los árboles de mi viña para nada talar todos los árboles de mi viña,
sirven sino para ser cortados y y echarlos en el fuego para que
echados en el fuego. sean quemados. ¿Quién es el que
43 Y he aquí que este último, ha corrompido mi viña?
cuya rama se ha marchitado, lo 48 Y acaeció que el siervo dijo
planté en un terreno a fértil; sí, el a su amo: ¿No será la altura de
que para mí era el más escogido tu viña? ¿No habrán sobrepu­
de todos los demás parajes de jado sus ramas a las raíces que
mi viña. son buenas? Y a causa de que las
44 Y tú viste que también de­ ramas han sobrepujado a sus raí­
rribé lo que a obstruía este pedazo ces, he aquí que aquellas crecie­
de tierra, a fin de que yo pudiera ron más aprisa que la fuerza de
plantar este árbol en su lugar. las raíces, tomando fuerza para
45 Y viste que parte de él produjo sí mismas. He aquí, digo: ¿No
39 a Jacob 5:20, 23, 25. 44 a Éter 13:20–21. b GEE Mundo — El
40 a Morm. 6:6–18. 46 a 3 Ne. 27:11. fin del mundo.
41 a 2 Ne. 26:24. 47 a 2 Ne. 28:32;
43 a 2 Ne. 1:5. Jacob 6:4.
JACOB 5:49–60 154
será esta la causa de la corrupción suficiente fuerza tal vez me pro­
de los árboles de tu viña? duzcan buen fruto, y me gloríe
49 Y aconteció que el Señor de aún en el fruto de mi viña.
la viña dijo al siervo: Vayamos y 55 Y aconteció que tomaron del
cortemos los árboles de la viña y árbol natural que se había vuelto
echémoslos al fuego para que no silvestre, e injertaron en los ár­
obstruyan el terreno de mi viña, boles naturales que también se
porque he hecho todo. ¿Qué más habían vuelto silvestres.
pude yo haber hecho por mi viña? 56 Y también tomaron de los
50 Mas he aquí, el siervo dijo al árboles naturales que se habían
Señor de la viña: Déjala un poco vuelto silvestres, e injertaron en
a 
más. su árbol original.
51 Y dijo el Señor: Sí, la dejaré 57 Y el Señor de la viña dijo al
un poco más, porque me aflige siervo: No arranques las ramas
que tenga que perder los árboles silvestres de los árboles, sino
de mi viña. aquellas que son las más amargas;
52 Por tanto, tomemos algu­ y en ellas injertarás de acuerdo
nas de las a ramas de estos que con lo que he dicho.
he plantado en las partes más 58 Y de nuevo nutriremos los
bajas de mi viña, e injertémoslas árboles de la viña, y podaremos
en el árbol del cual procedieron; sus ramas; y arrancaremos de los
y arranquemos del árbol esas ra­ árboles aquellas ramas que han
mas cuyo fruto es el más amargo, madurado, que deben perecer, y
e injertemos en su lugar las ramas las echaremos al fuego.
naturales del árbol. 59 Y hago esto para que quizá
53 Y haré esto para que no pe­ sus raíces se fortalezcan a causa
rezca el árbol, a fin de que quizá de su buena calidad; y que, a
preserve sus raíces para mi pro­ causa del cambio de ramas, lo
pio fin. bueno sobrepuje a lo malo.
54 Y he aquí, todavía están vivas 60 Y porque he preservado las
las raíces de las ramas naturales ramas naturales y sus raíces, y
del árbol que planté donde me pa­ he injertado nuevamente las ra­
reció bien; por tanto, a fin de que mas naturales en su árbol origi­
yo las conserve también para mi nal y he preservado las raíces de
propio fin, tomaré de las ramas de su árbol original, para que quizá
este árbol, y las a injertaré en ellas. los árboles de mi viña produz­
Sí, injertaré en ellas las ramas de can nuevamente buen a fruto;
su árbol original, para que yo pre­ y que yo tenga de nuevo gozo
serve también las raíces para mí, en el fruto de mi viña, y tal vez
para que cuando lleguen a tener me alegre en extremo porque he
50 a Jacob 5:27. congregación de Israel. 60 a Isa. 27:6.
52 a GEE Israel — La 54 a 1 Ne. 15:12–16.
155 JACOB 5:61–71
preservado las raíces y las ramas resulten demasiado fuertes para
del primer fruto; el injerto, y este perezca, y pierda
61 ve, pues, y llama a siervos yo los árboles de mi viña.
para que b trabajemos diligente­ 66 Porque me aflige que tenga
mente con todo nuestro empeño que perder los árboles de mi viña;
en la viña, a fin de que podamos por tanto, quitarás lo malo a me­
preparar el camino para que yo dida que crezca lo bueno, para
produzca otra vez el fruto natu­ que la raíz y la copa tengan igual
ral, el cual es bueno y más pre­ fuerza, hasta que lo bueno sobre­
cioso que cualquier otro fruto. puje a lo malo, y lo malo sea talado
62 Por tanto, vayamos y traba­ y echado en el fuego, a fin de que
jemos con nuestra fuerza esta no obstruya el terreno de mi viña;
última vez; porque he aquí, se y así barreré lo malo de mi viña.
acerca el fin, y esta es la última 67 Y de nuevo injertaré las ra­
vez que podaré mi viña. mas del árbol natural en el árbol
63 Injerta las ramas; empieza natural;
por las a últimas, para que sean las 68 e injertaré las ramas del árbol
primeras, y que las primeras sean natural en las ramas naturales
las últimas; y cava alrededor de del árbol; y así las juntaré otra
los árboles, viejos así como nue­ vez para que produzcan el fruto
vos, los primeros y los últimos; y natural, y serán uno.
los últimos y los primeros, a fin 69 Y lo malo será a echado fuera,
de que todos sean nutridos de sí, fuera de todo el terreno de mi
nuevo por la postrera vez. viña; pues he aquí, tan solo esta
64 Por tanto, cava alrededor de vez podaré mi viña.
ellos, y pódalos, y abónalos de 70 Y aconteció que el Señor de
nuevo por última vez, porque la viña envió a su a siervo, y este
el fin se acerca. Y si acaso estos fue e hizo lo que el Señor le había
últimos injertos crecen y produ­ mandado, y trajo otros siervos; y
cen el fruto natural, entonces les eran b pocos.
prepararás el camino para que 71  Y les dijo el Señor de la
crezcan. viña: Id y a trabajad en la viña
65 Y a medida que empiecen a con vuestro poder. Porque he
crecer, quitarás las ramas que dan aquí, esta es la b última vez que
fruto amargo, según la fuerza y nutriré mi viña; porque el fin se
el tamaño de las buenas; y no aproxima y la estación viene rá­
a 
quitarás todas las ramas malas pidamente; y si vosotros traba­
de una vez, no sea que las raíces jáis conmigo con vuestro poder,
61 a Jacob 6:2; 65 a DyC 86:6–7. 71 a Mateo 21:28;
DyC 24:19. 69 a 1 Ne. 22:15–17, 23; Jacob 6:2–3;
b DyC 39:11, 13, 17. 2 Ne. 30:9–10. DyC 33:3–4.
63 a 1 Ne. 13:42; 70 a DyC 101:55; 103:21. b DyC 39:17;
Éter 13:10–12. b 1 Ne. 14:12. 43:28–30.
JACOB 5:72–77 156
os regocijaréis en el fruto que
c 
voluntad; y he preservado el fruto
recogeré para mí mismo, para el natural que es bueno, aun como
tiempo que pronto llegará. lo fue en el principio. Y a benditos
72 Y sucedió que los siervos fue­ sois, porque a causa de que habéis
ron y trabajaron con todas sus sido diligentes en obrar conmigo
fuerzas; y el Señor de la viña tam­ en mi viña, y habéis guardado
bién trabajó con ellos; y en todo mis mandamientos, y me habéis
obedecieron los mandatos del traído otra vez el fruto b natural,
Señor de la viña. de modo que mi viña ya no está
73 Y empezó de nuevo a pro­ más corrompida, y lo malo se ha
ducirse el fruto natural en la echado fuera, he aquí, os regoci­
viña; y las ramas naturales co­ jaréis conmigo a causa del fruto
menzaron a crecer y a medrar en de mi viña.
sumo grado; y empezaron luego 76  Pues he aquí, por a mucho
a arrancarse las ramas silvestres tiempo guardaré del fruto de mi viña
y a echarse fuera; y conservaron para mí mismo, para la estación, la
iguales la raíz y la copa, según cual se aproxima velozmente; y por
su fuerza. la última vez he nutrido mi viña, y
74 Y así trabajaron con toda di­ la he podado, y he cavado alrededor
ligencia, según los mandamien­ de ella, y la he abonado; por tanto,
tos del Señor de la viña, sí, hasta guardaré de su fruto para mí mismo,
que lo malo hubo sido echado de por mucho tiempo, de acuerdo con
la viña, y el Señor hubo logrado lo que he hablado.
para sí que los árboles volviesen 77 Y cuando llegue la ocasión
nuevamente al fruto natural; y en que nuevamente vuelva el mal
llegaron a ser como a un cuerpo; y fruto a mi viña, entonces haré
los frutos fueron iguales, y el Se­ recoger lo bueno y lo malo; y lo
ñor de la viña había preservado bueno preservaré para mí, y lo
para sí mismo el fruto natural, malo arrojaré a su propio lugar.
que fue sumamente precioso para Y entonces viene la a estación y el
él desde el principio. fin; y haré que mi viña sea b que­
75 Y aconteció que cuando el mada con fuego.
Señor de la viña vio que su fruto
era bueno y que su viña ya no CAPÍTULO 6
estaba corrompida, llamó a sus
siervos y les dijo: He aquí, hemos El Señor recobrará a Israel en los
nutrido mi viña esta última vez; últimos días — El mundo será que-
y veis que he obrado según mi mado con fuego  — Los hombres
71 c DyC 18:10–16. 76 a 1 Ne. 22:24–26. 43:29–33; 88:110–116.
74 a DyC 38:27. GEE Milenio. b GEE Mundo — El fin
75 a 1 Ne. 13:37. 77 a Apoc. 20:2–10; del mundo.
b GEE Israel. DyC 29:22–24;
157 JACOB 6:1–9
deben seguir a Cristo para evitar el 5 Por tanto, amados hermanos
lago de fuego y azufre. Aproximada- míos, os suplico con palabras
mente 544–421 a.C. solemnes que os arrepintáis y
vengáis con íntegro propósito
Y ahora bien, he aquí, mis her­ de corazón, y os a alleguéis a Dios
manos, como os dije que iba a como él se allega a vosotros. Y
profetizar, he aquí, esta es mi pro­ mientras su b brazo de misericor­
fecía: Que las cosas que habló este dia se extienda hacia vosotros
profeta a Zenós concernientes a los a la luz del día, no endurezcáis
de la casa de Israel, en las cuales vuestros corazones.
los comparó a un olivo cultivado, 6 Sí, hoy mismo, si queréis oír
ciertamente han de acontecer. su voz, no endurezcáis vuestros
2 Y el día en que el Señor de corazones; pues, ¿por qué que­
nuevo extienda su mano por se­ réis a morir?
gunda vez para a recobrar a su 7 Porque he aquí, después de
pueblo será el día, sí, aun la úl­ haber sido nutridos por la buena
tima vez, en que los b siervos del palabra de Dios todo el día, ¿pro­
Señor saldrán con c potestad de duciréis mal fruto, para que seáis
él para d nutrir y podar su e viña; a 
talados y echados en el fuego?
y después de eso, pronto vendrá 8 He aquí, ¿rechazaréis estas
el f fin. palabras? ¿Rechazaréis las pa­
3 ¡Y cuán benditos los que ha­ labras de los profetas; y recha­
yan trabajado diligentemente en zaréis todas las palabras que se
su viña! ¡Y cuán malditos los que han hablado en cuanto a Cristo,
sean echados a su propio lugar! después que tantos han hablado
Y el mundo será a quemado con acerca de él?, ¿y negaréis la buena
fuego. palabra de Cristo y el poder de
4 ¡Y cuán misericordioso es nues­ Dios y el a don del Espíritu Santo,
tro Dios para con nosotros!, porque y apagaréis el Santo Espíritu, y
él se acuerda de la casa de a Israel, haréis irrisión del gran plan de
de las raíces así como de las ramas; redención que se ha dispuesto
y les extiende sus b manos todo el para vosotros?
día; y son una gente c obstinada y 9 ¿No sabéis que si hacéis estas
contenciosa; pero cuantos no endu­ cosas, el poder de la redención
rezcan sus corazones serán salvos y de la resurrección que está en
en el reino de Dios. Cristo os llevará a presentaros
6 1 a Jacob 5:1. e GEE Viña del Señor. 5 a GEE Unidad.
2 a 1 Ne. 22:10–12; f 2 Ne. 30:10. b Alma 5:33–34;
DyC 110:11. 3 a 2 Ne. 27:2; 3 Ne. 9:14.
GEE Restauración del Jacob 5:77; 6 a Ezeq. 18:21–23.
Evangelio. 3 Ne. 25:1. 7 a Alma 5:51–52;
b Jacob 5:61. 4 a 2 Sam. 7:24. 3 Ne. 27:11–12.
c 1 Ne. 14:14. b Jacob 5:47. 8 a GEE Don del Espíritu
d Jacob 5:71. c Mos. 13:29. Santo.
JACOB 6:10–7:6 158
con vergüenza y con terrible entre el pueblo de Nefi un hom­
a 
culpa ante el b tribunal de Dios? bre que se llamaba Sherem.
10 Y según el poder de la a jus­ 2 Y aconteció que empezó a pre­
ticia, porque la justicia no puede dicar entre los del pueblo, y a de­
ser negada, tendréis que ir a aquel clararles que no habría ningún
b 
lago de fuego y azufre, cuyas Cristo; y predicó muchas cosas
llamas son inextinguibles y cuyo que lisonjeaban al pueblo; e hizo
humo asciende para siempre ja­ esto para derribar la doctrina de
más; y este lago de fuego y azufre Cristo.
es c tormento d sin fin. 3 Y trabajó diligentemente para
11 ¡Oh amados hermanos míos, desviar el corazón del pueblo, a
arrepentíos, pues, y entrad por la tal grado que desvió a muchos
a 
puerta estrecha, y continuad en corazones; y sabiendo él que yo,
el camino que es angosto, hasta Jacob, tenía fe en Cristo, que ha­
que obtengáis la vida eterna! bía de venir, buscó mucho una
12 ¡Oh, sed a prudentes! ¿Qué oportunidad para verse conmigo.
más puedo decir? 4 Y era un hombre instruido,
13 Por último, me despido de pues tenía un conocimiento per­
vosotros, hasta que os vuelva a fecto de la lengua del pueblo; por
ver ante el placentero tribunal tanto, podía emplear mucha li­
de Dios, tribunal que hiere al sonja y mucha elocuencia, según
malvado con a terrible espanto y el poder del diablo.
miedo. Amén. 5 Y tenía la esperanza de des­
prenderme de la fe, a pesar de las
CAPÍTULO 7 muchas a revelaciones y lo mucho
que yo había visto concerniente a
Sherem niega a Cristo, contiende
estas cosas; porque yo en verdad
con Jacob, demanda una señal y es
había visto ángeles, y me habían
herido por Dios — Todos los pro-
ministrado. Y también había oído
fetas han hablado de Cristo y Su
la voz del Señor hablándome con
expiación — Los nefitas han pa-
sus propias palabras de cuando
sado su vida errantes, nacidos en
en cuando; por tanto, yo no podía
la tribulación, y aborrecidos por
ser descarriado.
los lamanitas. Aproximadamente
6  Y aconteció que me vino a
544–421 a.C.
ver, y de esta manera me habló,
Y aconteció que después de diciendo: Hermano Jacob, mu­
transcurrir algunos años, vino cho he buscado la oportunidad
9 a Mos. 15:26. GEE Infierno. 12 a Morm. 9:28.
GEE Culpa. c GEE Condenación, 13 a Alma 40:14.
b GEE Juicio final. condenar. 7 5 a 2 Ne. 11:3;
10 a GEE Justicia. d DyC 19:10–12. Jacob 2:11.
b 2 Ne. 28:23. 11 a 2 Ne. 9:41.
159 JACOB 7:7–17
para hablar contigo, porque he 12 Y esto no es todo. Se me ha
oído, y también sé, que mucho manifestado, porque he oído y
andas, predicando lo que llamas el visto; y también me lo ha ma­
evangelio o la doctrina de Cristo. nifestado el a poder del Espíritu
7 Y has desviado a muchos de Santo; por consiguiente, yo sé
los de este pueblo, de manera que que si no se efectuara una expia­
pervierten la vía correcta de Dios ción, se b perdería todo el género
y no a guardan la ley de Moisés, humano.
que es la vía correcta; y convier­ 13  Y aconteció que me dijo:
tes la ley de Moisés en la adora­ Muéstrame una a señal mediante
ción de un ser que dices vendrá este poder del Espíritu Santo, por
de aquí a muchos siglos. Y ahora medio del cual sabes tanto.
bien, he aquí, yo, Sherem, te de­ 14 Y le dije: ¿Quién soy yo para
claro que esto es una blasfemia, que tiente a Dios para que te
pues nadie sabe en cuanto a ta­ muestre una señal en esto que
les cosas; porque nadie b puede tú sabes que es a verdad? Sin em­
declarar lo que está por venir. Y bargo, la negarás, porque eres
así era como Sherem contendía del b diablo. No obstante, no sea
contra mí. hecha mi voluntad; mas si Dios
8 Mas he aquí que el Señor Dios te hiriere, séate por señal de que
derramó su a Espíritu en mi alma, él tiene poder tanto en el cielo
de tal modo que lo confundí en como en la tierra; y también de
todas sus palabras. que Cristo vendrá. ¡Y sea hecha tu
9 Y le dije: ¿Niegas tú al Cristo voluntad, oh Señor, y no la mía!
que ha de venir? Y él dijo: Si hu­ 15 Y sucedió que cuando yo, Ja­
biera un Cristo, no lo negaría; cob, hube hablado estas palabras,
mas sé que no hay Cristo, ni lo ha el poder del Señor vino sobre él,
habido, ni jamás lo habrá. de tal modo que cayó a tierra. Y
10 Y le dije: ¿Crees tú en las Es­ sucedió que fue alimentado por
crituras? Y dijo él: Sí. el espacio de muchos días.
11 Y le dije yo: Entonces no las 16 Y aconteció que él dijo al
entiendes; porque en verdad tes­ pueblo: Reuníos mañana, por­
tifican de Cristo. He aquí, te digo que voy a morir; por tanto, de­
que ninguno de los profetas ha seo hablar al pueblo antes que
escrito ni a profetizado sin que yo muera.
haya hablado concerniente a este 17 Y aconteció que a la mañana
Cristo. siguiente la multitud se hallaba
7 a Jacob 4:5. Mos. 13:33–35; b 2 Ne. 2:21.
b Alma 30:13. DyC 20:26. 13 a Mateo 16:1–4;
8 a GEE Inspiración, GEE Jesucristo. Alma 30:43–60.
inspirar. 12 a GEE Espíritu Santo; GEE Señal.
11 a Apoc. 19:10; Trinidad — Dios el 14 a Alma 30:41–42.
1 Ne. 10:5; Jacob 4:4; Espíritu Santo. b Alma 30:53.
JACOB 7:18–26 160
reunida; y les habló claramente oído mi clamor y contestado mi
y negó las cosas que les había oración.
enseñado, y confesó al Cristo y 23  Y sucedió que la paz y el
el poder del Espíritu Santo y la amor de Dios nuevamente se
ministración de ángeles. restablecieron entre el pueblo; y
18 Y les dijo claramente que ha­ a 
escudriñaron las Escrituras; y no
bía sido a engañado por el poder hicieron más caso de las palabras
del b diablo. Y habló del infierno, de este hombre inicuo.
y de la eternidad, y del castigo 24 Y aconteció que se idearon
eterno. muchos medios para a rescatar
19 Y dijo: Temo que haya come­ a los lamanitas y restaurarlos al
tido el a pecado imperdonable, conocimiento de la verdad; mas
pues he mentido a Dios; porque todo fue en b vano, porque se de­
negué al Cristo, y dije que creía leitaban en c guerras y en el d derra­
en las Escrituras, y estas en ver­ mamiento de sangre, y abrigaban
dad testifican de él. Y porque he un e odio eterno contra nosotros,
mentido a Dios de este modo, sus hermanos; y de continuo bus­
temo mucho que mi situación sea caban el modo de destruirnos por
b 
terrible; pero me confieso a Dios. el poder de sus armas.
20 Y acaeció que después que 25 Por tanto, el pueblo de Nefi
hubo dicho estas palabras, no se fortificó contra ellos con sus
pudo hablar más, y a entregó el armas y con todo su poder, con­
espíritu. fiando en el Dios y a roca de su
21 Y cuando los de la multi­ salvación; por tanto, pudieron ser,
tud hubieron presenciado que él hasta el momento, vencedores de
había dicho estas cosas cuando sus enemigos.
estaba a punto de entregar el es­ 26 Y aconteció que yo, Jacob,
píritu, se asombraron en extremo; empecé a envejecer; y como la
tanto así que el poder de Dios historia de este pueblo se lleva en
descendió sobre ellos, y fueron las a otras planchas de Nefi, con­
a 
dominados de modo que caye­ cluyo, por tanto, esta relación, de­
ron a tierra. clarando que la he escrito según
22 Y ahora bien, esto me com­ mi mejor conocimiento, diciendo
plació a mí, Jacob, porque lo que el tiempo se nos ha pasado,
había pedido a mi Padre que y nuestras b vidas también han
estaba en el cielo; pues él había pasado como si fuera un sueño,
18 a Alma 30:53. 21 a Alma 19:6. e 2 Ne. 5:1–3;
GEE Engañar, engaño. 23 a Alma 17:2. Mos. 28:2.
b GEE Diablo. 24 a Enós 1:20. 25 a GEE Roca.
19 a GEE Pecado b Enós 1:14. 26 a 1 Ne. 19:1–6;
imperdonable. c Mos. 10:11–18. Jarom 1:14–15.
b Mos. 15:26. d Jarom 1:6; GEE Planchas.
20 a Jer. 28:15–17. Alma 26:23–25. b Stg. 4:14.
161 JACOB 7:27–ENÓS 1:6
pues somos un pueblo solitario Por tanto, dije a mi hijo a Enós:
y solemne, errantes, desterrados Toma estas planchas. Y le declaré
de Jerusalén, nacidos en la tri­ lo que mi hermano Nefi me había
bulación, en un desierto, y abo­ b 
mandado, y prometió obedecer
rrecidos por nuestros hermanos, los mandamientos. Y doy fin a
cosa que ha provocado guerras y mis escritos sobre estas planchas,
contenciones; de manera que nos y lo que he escrito ha sido poco;
hemos lamentado en el curso de y me despido del lector, espe­
nuestras vidas. rando que muchos de mis her­
27 Y yo, Jacob, vi que pronto ten­ manos lean mis palabras. Adiós,
dría que descender al sepulcro. hermanos.

EL LIBRO DE ENÓS
Enós ora con potente oración y logra 3 He aquí, salí a cazar bestias en
el perdón de sus pecados — La voz los bosques; y las palabras que
del Señor penetra su mente, y le pro- frecuentemente había oído a mi
mete salvación para los lamanitas en padre hablar, en cuanto a la vida
un día futuro — Los nefitas procuran eterna y el a gozo de los santos,
restaurar a los lamanitas — Enós se b 
penetraron mi corazón profun­
regocija en su Redentor. Aproxima- damente.
damente 420 a.C. 4 Y mi alma tuvo a hambre; y
me b arrodillé ante mi Hacedor,

H
b 
E aquí, aconteció que yo,
a 
Enós, sabía que mi padre
era un varón justo, pues me c ins­
y clamé a él con potente c oración
y súplica por mi propia alma;
y clamé a él todo el día; sí, y
truyó en su idioma y también me cuando anocheció, aún elevaba
crio en d disciplina y amonestación mi voz en alto hasta que llegó a
del Señor —y bendito sea el nom­ los cielos.
bre de mi Dios por ello— 5 Y vino a mí una a voz, diciendo:
2 y os diré de la a lucha que tuve Enós, tus pecados te son perdona­
ante Dios, antes de recibir la b re­ dos, y serás bendecido.
misión de mis pecados. 6 Y yo, Enós, sabía que Dios no
27 a Enós 1:1. 2 a Gén. 32:24–32; Alma 36:17–21.
b Jacob 1:1–4. Alma 8:10. 4 a 2 Ne. 9:51;
GEE Arrepentimiento, 3 Ne. 12:6.
[Enós] arrepentirse. b GEE Reverencia.
1 1 a GEE Enós hijo de Jacob. b GEE Remisión de c GEE Oración.
b 2 Ne. 2:2–4. pecados. 5 a GEE Revelación.
c 1 Ne. 1:1–2. 3 a GEE Gozo.
d Efe. 6:4. b 1 Ne. 10:17–19;
ENÓS 1:7–16 162
podía mentir; por tanto, mi culpa 12 Y aconteció que después que
fue expurgada. hube a orado y me hube afanado
7 Y dije yo: Señor, ¿cómo se lleva con toda diligencia, me dijo el Se­
esto a efecto? ñor: Por tu fe, te concederé con­
8  Y él me dijo: Por tu a fe en forme a tus b deseos.
Cristo, a quien nunca jamás has 13 Y ahora bien, he aquí, este
oído ni visto. Y pasarán muchos era el deseo que anhelaba de él:
años antes que él se manifieste Que si acaso mi pueblo, el pueblo
en la carne; por tanto, ve, tu fe te nefita, cayera en transgresión, y
ha b salvado. fuera de algún modo a destruido,
9  Ahora bien, sucedió que y los lamanitas no lo fueran, que
cuando hube oído estas palabras, el Señor Dios b preservara una
empecé a a anhelar el bienestar historia de mi pueblo, los nefitas,
de mis hermanos los nefitas; por aun cuando fuera por el poder de
tanto, b derramé toda mi alma a su santo brazo, para que algún
Dios por ellos. día futuro fuera c llevada a los la­
10 Y mientras así me hallaba lu­ manitas, para que tal vez fueran
chando en el espíritu, he aquí, la d 
conducidos a la salvación;
voz del Señor de nuevo penetró 14 porque por ahora nuestros
mi a mente, diciendo: Visitaré a tus esfuerzos para restaurarlos a la
hermanos según su diligencia en verdadera fe han sido en a vano.
guardar mis mandamientos. Les Y juraron en su ira que, de ser
he b dado esta tierra, y es una tie­ posible, b destruirían nuestros ana­
rra santa; y no la c maldigo sino les junto con nosotros, y también
por causa de iniquidad. Por tanto, todas las tradiciones de nuestros
visitaré a tus hermanos según lo padres.
que he dicho; y sus transgresio­ 15 Por tanto, sabiendo yo que
nes haré bajar con dolor sobre su el Señor Dios podía a preservar
propia cabeza. nuestros anales, le suplicaba con­
11 Y después que yo, Enós, hube tinuamente, pues él me había
oído estas palabras, mi fe en el Se­ dicho: Cualquier cosa que pidas
ñor empezó a ser inquebrantable; con fe, creyendo que recibirás
y oré a él con mucho y prolon­ en el nombre de Cristo, la ob­
gado ahínco por mis hermanos, tendrás.
los lamanitas. 16 Y yo tenía fe, y le imploré al
8 a Éter 3:12–13. inspirar; Mente. Alma 37:2.
GEE Fe. b 1 Ne. 2:20. c Alma 37:19;
b Mateo 9:22. c Éter 2:7–12. Éter 12:22; DyC 3:18.
9 a 1 Ne. 8:12; 12 a Morm. 5:21; 9:36. d Alma 9:17.
Alma 36:24. b Sal. 37:4; 14 a Jacob 7:24.
b 2 Ne. 33:3; 1 Ne. 7:12; b Morm. 6:6.
P. de Morm. 1:8; Hel. 10:5. 15 a GEE Escrituras — Las
Alma 34:26–27. 13 a Morm. 6:1, 6. Escrituras deben
10 a GEE Inspiración, b P. de Morm. 1:6–11; preservarse.
163 ENÓS 1:17–26
Señor que preservara los anales;
a  b 
que carne cruda; y de continuo
e hizo convenio conmigo de que trataban de destruirnos.
los c haría llegar a los lamanitas en 21 Y aconteció que el pueblo de
el propio y debido tiempo de él. Nefi cultivó la tierra, y a produjo
17 Y yo, Enós, sabía que se haría toda clase de granos y de frutos, y
según el convenio que él había crio rebaños de reses, y manadas
hecho; por tanto, mi alma quedó de toda clase de ganado, y cabras
tranquila. y cabras monteses, y también mu­
18 Y me dijo el Señor: Tus pa­ chos caballos.
dres también me han solicitado 22 Y hubo muchísimos a profetas
esto; y les será concedido según entre nosotros; y la gente era b obs­
su fe; porque su fe fue semejante tinada y dura de entendimiento.
a la tuya. 23 Y no había nada, salvo un
19 Y sucedió que yo, Enós, an­ extremado a rigor, b predicación y
duve entre el pueblo de Nefi, pro­ profecías de guerras y contiendas
fetizando de cosas venideras y y destrucciones, y c recordándoles
dando testimonio de las cosas que continuamente la muerte, y la
yo había oído y visto. duración de la eternidad, y los
20 Y testifico que el pueblo de juicios y poder de Dios, y todas
Nefi procuró diligentemente res­ estas cosas, agitándolos d cons­
taurar a los lamanitas a la ver­ tantemente para mantenerlos
dadera fe en Dios. Pero nuestros en el temor del Señor. Y digo
a 
esfuerzos fueron en vano, pues que nada, salvo estas cosas y
su odio era implacable, y se de­ mucha claridad en el habla, po­
jaron llevar de su mala natu­ dría evitar que se precipitaran
raleza, por lo que se hicieron rápidamente a la destrucción. Y
salvajes y feroces, y una gente de esta manera es como escribo
b 
sanguinaria, llena de c idolatría acerca de ellos.
e inmundicia, alimentándose de 24 Y vi guerras entre los nefi­
animales de rapiña, viviendo en tas y los lamanitas en el curso de
tiendas y andando errantes por mis días.
el desierto, con una faja corta 25 Y sucedió que empecé a en­
de piel alrededor de los lomos, vejecer; y ya habían transcurrido
y con la cabeza afeitada; y su ciento setenta y nueve años desde
destreza se hallaba en el d arco, el tiempo en que nuestro padre
en la cimitarra y en el hacha. Y Lehi a salió de Jerusalén.
muchos de ellos no comían más 26 Y vi que pronto tendría que
16 a 3 Ne. 5:13–15; c Mos. 9:12. 23 a 1 Ne. 16:2;
DyC 3:19–20; 10:46–50. GEE Idolatría. 2 Ne. 33:5.
b GEE Libro de Mormón. d Mos. 10:8. b GEE Predicar.
c 2 Ne. 27:6. 21 a Mos. 9:9. c Hel. 12:3.
20 a Moro. 9:6. 22 a P. de Morm. 1:16–18. d Jarom 1:12; Alma 31:5.
b Jarom 1:6. b Jarom 1:3. 25 a 1 Ne. 2:2–4.
ENÓS 1:27–JAROM 1:4 164
descender a mi sepultura, ha­ reposo, que es con mi Redentor,
a 

biendo sido influido por el porque sé que en él reposaré. Y


poder de Dios a predicar y a me regocijo en el día en que mi
profetizar a este pueblo y de­ ser b mortal se vestirá de c inmor­
clarar la palabra según la ver­ talidad, y estaré delante de él;
dad que está en Cristo; y la he entonces veré su faz con placer,
declarado todos mis días, y en y él me dirá: Ven a mí, tú, que
ello me he regocijado más que bendito eres; hay un lugar pre­
en lo del mundo. parado para ti en las d mansiones
27 Y pronto iré al lugar de mi de mi Padre. Amén.

EL LIBRO DE JAROM
Los nefitas guardan la ley de Moi- escribir de lo que mis padres han
sés, miran adelante hacia la venida escrito? ¿Acaso no han revelado
de Cristo y prosperan en la tierra — ellos el plan de salvación? Os digo
Muchos profetas trabajan con dili- que sí; y esto me basta.
gencia para conservar al pueblo en 3 He aquí, conviene que se haga
el camino de la verdad. Aproxima- mucho entre este pueblo, a causa
damente 399–361 a.C. de la dureza de sus corazones, y
la sordera de sus oídos, y la cegue­

A HORA bien, he aquí, yo, Ja­


rom, escribo unas pocas pa­
labras de acuerdo con el mandato
dad de sus mentes, y la a dureza de
sus cervices; no obstante, Dios es
misericordioso en sumo grado con
de mi padre, Enós, para que sea ellos, y hasta ahora no los ha b ba­
preservada nuestra a genealogía. rrido de la superficie de la tierra.
2 Y como a estas planchas son b pe­ 4 Y hay muchos entre nosotros
queñas, y ya que estas cosas se que reciben muchas a revelacio­
c 
escriben con el propósito de be­ nes, porque no todos son obsti­
neficiar a nuestros hermanos los nados. Y todos los que no son de
d 
lamanitas, es preciso, pues, que dura cerviz, y tienen fe, gozan
escriba un poco; pero no escribiré de b comunión con el Santo Es­
lo de mis profecías ni de mis reve­ píritu, el cual se manifiesta a los
laciones. Pues, ¿qué más podría yo hijos de los hombres según su fe.
27 a
GEE Descansar, [Jarom] 3 a Enós 1:22–23.
descanso (reposo). 1 1 a 1 Ne. 3:12; 5:14. b Éter 2:8–10.
b GEE Mortal, mortalidad. 2 a Jacob 3:14; Omni 1:1. 4 a Alma 26:22; Hel. 11:23;
c GEE Inmortal, b 1 Ne. 6. DyC 107:18–19.
inmortalidad. c GEE Escrituras — El GEE Revelación.
d Juan 14:2–3; Éter 12:32–34; valor de las Escrituras. b GEE Espíritu Santo.
DyC 72:4; 98:18. d 2 Ne. 27:6; Morm. 5:12.
165 JAROM 1:5–11
5 Y ahora bien, he aquí, habían en edificios, y en mecanismos,
pasado ya doscientos años, y el y también en hierro y cobre, y
pueblo de Nefi se había hecho en bronce y acero, elaborando
fuerte en el país. Se esforzaban todo género de herramientas de
por a guardar la ley de Moisés y varias clases para cultivar la tie­
santificar el día de b reposo ante rra, y a armas de guerra, sí, la fle­
el Señor. Y no c profanaban ni cha puntiaguda, y la aljaba, y el
tampoco d blasfemaban; y las le­ dardo, y la jabalina y todo pre­
yes del país eran sumamente parativo para la guerra.
estrictas. 9 Y estando así preparados para
6 Y estaban esparcidos sobre hacer frente a los lamanitas, estos
gran parte de la superficie de la no prevalecieron contra nosotros,
tierra, y los lamanitas también. Y sino que se cumplió la palabra
estos eran mucho más numerosos que el Señor habló a nuestros pa­
que los nefitas, y se deleitaban en dres, diciendo: Según guardéis
el a asesinato y bebían la sangre de mis mandamientos, prosperaréis
animales. en la tierra.
7 Y sucedió que muchas veces 10 Y aconteció que los profetas
vinieron a la batalla contra no­ del Señor amonestaron al pue­
sotros, los nefitas. Pero nuestros blo de Nefi, según la palabra
a 
reyes y dirigentes eran grandes de Dios, que si ellos no guar­
hombres en la fe del Señor; y en­ daban los mandamientos, sino
señaron a la gente las vías del que caían en transgresión, se­
Señor; por lo tanto, resistimos a rían a destruidos de sobre la faz
los lamanitas y los lanzamos de de la tierra.
nuestras b tierras, y empezamos a 11 Por tanto, los profetas y los
fortificar nuestras ciudades, y los sacerdotes y los maestros tra­
sitios de nuestra herencia, cuales­ bajaron diligentemente, exhor­
quiera que fuesen. tando con toda longanimidad
8 Y nos multiplicamos en sumo al pueblo a la diligencia, en­
grado, y nos extendimos sobre señando la a ley de Moisés y el
la superficie de la tierra, y lle­ objeto para el cual fue dada, per­
gamos a ser sumamente ricos en suadiéndolos a b mirar adelante
oro, y en plata y en cosas precio­ hacia el Mesías y a creer en su
sas, y en finas obras de madera, venida c como si ya se hubiese
5 a 2 Ne. 25:24; 7 a Jacob 1:9, 11, 15. que se traduce aquí
Alma 34:13–14. b P. de Morm. 1:14. significa tanto esperar
b Éx. 35:2. 8 a Mos. 10:8. anhelosamente en
GEE Día de reposo. 10 a 1 Ne. 12:19–20; Cristo como mirar
c GEE Profanidad. Omni 1:5. hacia lo futuro a Cristo.
d GEE Blasfemar, 11 a Jacob 4:5; Véase 2 Ne. 11:4;
blasfemia. Alma 25:15–16. Éter 12:18–19.
6 a Jacob 7:24; b La expresión en inglés c 2 Ne. 25:24–27;
Enós 1:20. “look forward to” Mos. 3:13; 16:6.
JAROM 1:12–OMNI 1:4 166
verificado. Y fue de esta manera 14 Y yo, Jarom, no escribo más,
como les enseñaron. porque las planchas son peque­
12 Y sucedió que por obrar así, ñas. Pero he aquí, hermanos míos,
evitaron que los del pueblo fue­ podéis recurrir a las a otras plan­
sen a destruidos de sobre la faz de chas de Nefi, pues he aquí, sobre
la tierra; pues b compungieron sus ellas está grabada la historia de
corazones con la palabra, exhor­ nuestras guerras, según los es­
tándolos sin cesar a que se arre­ critos de los reyes, o lo que ellos
pintieran. hicieron escribir.
13 Y aconteció que habían transcu­ 15 Y entrego estas planchas en
rrido doscientos treinta y ocho años manos de mi hijo Omni, para que
en guerras y contiendas y disensio­ se lleven según los a mandamien­
nes, durante gran parte del tiempo. tos de mis padres.

EL LIBRO DE OMNI
Omni, Amarón, Quemis, Abinadom para preservar a mi pueblo, los
y Amalekí, cada uno, a su vez, lle- nefitas, de caer en manos de los
van los anales — Mosíah descubre el lamanitas, sus enemigos. Mas he
pueblo de Zarahemla, el cual había aquí, en cuanto a mí, yo soy ini­
llegado de Jerusalén en la época de cuo, y no he guardado los esta­
Sedequías — Mosíah es nombrado tutos y mandamientos del Señor
rey — Los mulekitas habían descu- como debía haberlo hecho.
bierto a Coriántumr, el último de los 3 Y sucedió que habían trans­
jareditas — El rey Benjamín sucede currido doscientos setenta y seis
a Mosíah — Los hombres deben ofre- años, y habíamos tenido muchas
cer su alma como ofrenda a Cristo. épocas de paz; y habíamos tenido
Aproximadamente 323–130 a.C. muchas épocas de serias guerras
y derramamiento de sangre. Sí,

H E aquí, sucedió que yo, Omni,


habiéndome mandado mi pa­
dre Jarom que escribiera algo so­
y en fin habían pasado doscien­
tos ochenta y dos años, y yo había
guardado estas planchas según
bre estas planchas, para preservar los a mandatos de mis padres; y las
nuestra genealogía, entregué a mi hijo Amarón. Y así
2 quisiera, por tanto, que supie­ termino.
seis que durante el curso de mi 4 Y ahora yo, Amarón, escribo
vida combatí mucho con la espada las cosas que vaya a escribir, y
12 a Éter 2:10. 14 a 1 Ne. 9:2–4. [Omni]
b Alma 31:5. 15 a Jacob 1:1–4. 1 3 a Jacob 1:1–4; Jarom 1:15.
167 OMNI 1:5–14
que son pocas, en el libro de mi los lamanitas en defensa de mis
padre. hermanos.
5 He aquí, sucedió que habían 11 Y he aquí, la historia de este
pasado ya trescientos veinte años, pueblo está grabada sobre plan­
y la parte más inicua de los nefitas chas que guardan los reyes, según
fue a destruida. las generaciones; y yo no sé de
6 Porque el Señor no quiso per­ ninguna revelación salvo lo que
mitir, después que los hubo sa­ se ha escrito, ni profecía tampoco;
cado de la tierra de Jerusalén, y por tanto, es suficiente lo que está
guardado y preservado de caer escrito. Y con esto concluyo.
en las manos de sus enemigos, sí, 12 He aquí, soy Amalekí hijo de
no quiso permitir que dejasen de Abinadom. He aquí, os hablaré
verificarse las palabras que habló algo concerniente a Mosíah, que
a nuestros padres, diciendo: Si no fue hecho rey de la tierra de Za­
guardáis mis mandamientos, no rahemla; pues he aquí, le advirtió
prosperaréis en la tierra. el Señor que huyera de la tierra
7 Por tanto, el Señor los visitó de a Nefi, y que cuantos quisieran
con grandes juicios; no obstante, escuchar la voz del Señor también
preservó a los justos para que no deberían b partir de la tierra con él
perecieran, y los libró de las ma­ hacia el desierto.
nos de sus enemigos. 13 Y sucedió que obró según
8 Y sucedió que entregué las el Señor le había mandado. Y
planchas a mi hermano Quemis. cuantos quisieron escuchar la
9 Ahora yo, Quemis, lo poco que voz del Señor salieron de la tie­
escribo lo hago en el mismo libro rra para el desierto, y fueron
que mi hermano; pues he aquí, vi conducidos por muchas predi­
que lo último que escribió, él lo caciones y profecías. Y continua­
escribió de su propia mano; y lo mente fueron amonestados por
escribió el mismo día en que me la palabra de Dios, y guiados
lo entregó. Y de este modo lleva­ por el poder de su brazo a través
mos los anales, porque es según del desierto, hasta que llegaron
los mandamientos de nuestros a la tierra que se llama la tierra
padres. Y así termino. de Zarahemla.
10 He aquí, yo, Abinadom, soy 14  Y descubrieron a un pue­
hijo de Quemis. He aquí, sucedió blo llamado el pueblo de a Zara­
que vi mucha guerra y contención hemla. Ahora bien, hubo gran
entre mi pueblo, los nefitas, y los alegría entre el pueblo de Zara­
lamanitas; y con mi propia espada hemla; y también Zarahemla se
he quitado la vida a muchos de regocijó en extremo porque el
5 a Jarom 1:9–10. b Jacob 3:4.
12 a 2 Ne. 5:6–9. 14 a GEE Zarahemla.
OMNI 1:15–25 168
Señor había enviado al pueblo a 
unieron; y Mosíah fue nom­
b 

de Mosíah con las b planchas de brado para ser su rey.


bronce que contenían los anales 20 Y acaeció que en los días de
de los judíos. Mosíah se le trajo una piedra
15 Y he aquí, sucedió que Mo­ grande con grabados; y él a inter­
síah descubrió que la a gente de pretó los grabados por el don y
Zarahemla había salido de Jerusa­ poder de Dios.
lén en la época en que b Sedequías, 21 Y relataban la historia de un
rey de Judá, fue llevado cautivo tal a Coriántumr y la matanza de
a Babilonia. su pueblo. Y el pueblo de Zara­
16 Y viajaron por el desierto, y hemla descubrió a Coriántumr; y
la mano del Señor los condujo, a vivió con ellos por el término de
través de las grandes aguas, a la nueve lunas.
tierra donde Mosíah los encon­ 22 También relataban algunas
tró; y allí habían morado desde palabras acerca de los padres de
aquel tiempo. Coriántumr. Y sus primeros pa­
17 Y en la época en que Mosíah dres vinieron de la a torre, en la
los descubrió, habían llegado a ocasión en que el Señor b confun­
ser numerosos en extremo. No dió el lenguaje del pueblo; y el
obstante, habían tenido muchas rigor del Señor cayó sobre ellos,
guerras y graves contiendas, y de de acuerdo con sus juicios, que
cuando en cuando habían caído son justos; y sus c huesos se hallan
por la espada; y su idioma se había esparcidos en la tierra del norte.
corrompido, y no habían llevado 23 He aquí yo, Amalekí, nací en
a 
anales consigo, y negaban la exis­ los días de Mosíah, y he vivido
tencia de su Creador; y ni Mosíah hasta ver su muerte; y su hijo
ni su pueblo podían entenderlos. a 
Benjamín reina en su lugar.
18  Pero aconteció que Mo­ 24 Y he aquí, he visto una gue­
síah hizo que se les enseñara su rra seria en los días del rey Benja­
idioma. Y sucedió que después de mín, y mucho derramamiento de
haber sido instruidos en el idioma sangre entre nefitas y lamanitas.
de Mosíah, Zarahemla dio una Mas he aquí, que los nefitas los
genealogía de sus padres, según superaron en gran manera; sí,
su memoria; y está escrita, mas a tal grado que el rey Benjamín
no en estas planchas. arrojó a los lamanitas de la tierra
19 Y aconteció que el pueblo de Zarahemla.
de Zarahemla y el de Mosíah se 25 Y aconteció que empecé a
14 b 1 Ne. 3:3, 19–20; 19 a Mos. 25:13. 22 a Éter 1:1–5.
5:10–22. b Omni 1:12. b Gén. 11:6–9;
15 a Mos. 25:2. 20 a Mos. 8:13–19. Mos. 28:17;
b Jer. 39:1–10; GEE Vidente. Éter 1:33.
Hel. 8:21. 21 a Éter 12:1. c Mos. 8:8.
17 a Mos. 1:2–6. GEE Coriántumr. 23 a P. de Morm. 1:3.
169 OMNI 1:26–PALABRAS DE MORMÓN 1:1
envejecer; y no teniendo des­ 27 Y ahora quisiera decir algo
cendencia, y sabiendo que el rey concerniente a cierto grupo que
a 
Benjamín es un varón justo ante fue al desierto para volver a la tie­
el Señor, le b entregaré, por tanto, rra de Nefi; porque había muchos
estas planchas, exhortando a to­ que deseaban poseer la tierra de
dos los hombres a que vengan a su herencia.
Dios, el Santo de Israel, y crean 28 De modo que partieron para
en la profecía y en revelaciones y el desierto. Y su caudillo, siendo
en la ministración de ángeles, en un hombre fuerte, poderoso y
el don de hablar en lenguas, en obstinado, provocó, por tanto,
el don de interpretación de len­ una contienda entre ellos; y todos,
guas, y en todas las cosas que son menos cincuenta, fueron a muertos
c 
buenas; porque nada hay, que sea en el desierto, y estos retornaron
bueno, que no venga del Señor; y a la tierra de Zarahemla.
lo que es malo viene del diablo. 29 Y aconteció que también lle­
26 Y ahora bien, mis amados varon consigo a otros, hasta un
hermanos, quisiera que a vinieseis número considerable, y otra vez
a Cristo, el cual es el Santo de Is­ emprendieron su viaje para el
rael, y participaseis de su salva­ desierto.
ción y del poder de su redención. 30 Y yo, Amalekí, tenía un her­
Sí, venid a él y b ofrecedle vuestras mano que también fue con ellos; y
almas enteras como c ofrenda, y desde entonces nada he sabido de
continuad d ayunando y orando, ellos. Y estoy para descender a mi
y perseverad hasta el fin; y así sepultura; y a estas planchas están
como vive el Señor, seréis salvos. llenas. Y doy fin a mi narración.

LAS PALABRAS DE MORMÓN


Mormón compendia las planchas ma-
yores de Nefi — Coloca las planchas
menores junto con las otras planchas —
Y AHORA bien, yo, a Mormón,
estando a punto de entregar
en manos de mi hijo Moroni los
El rey Benjamín establece la paz en la anales que he estado haciendo,
tierra. Aproximadamente 385 d.C. he aquí que he presenciado casi
25 a P. de Morm. 1:17–18; Alma 29:2; Moro. 10:32. [Palabras de Mormón]
Mos. 29:13. b GEE Sacrificios. 1 1 a 3 Ne. 5:9–12;
b P. de Morm. 1:10. c 3 Ne. 9:20. Morm. 1:1–4; 8:1, 4–5.
c Alma 5:40; Éter 4:12; d GEE Ayunar, ayuno. GEE Mormón, profeta
Moro. 7:15–17. 28 a Mos. 9:1–4. nefita.
26 a Jacob 1:7; 30 a 1 Ne. 6.
PALABRAS DE MORMÓN 1:2–9 170
toda la destrucción de mi pueblo, día de hoy, y cuantas se extienden
los nefitas. más allá de este día ciertamente
2 Y es después de a muchos siglos se cumplirán,
de la venida de Cristo, cuando en­ 5 escogí, por tanto, a estas co­
trego estos anales en manos de mi sas para concluir mi relato sobre
hijo; y supongo que él presenciará ellas, y tomaré de las b planchas de
la completa destrucción de los Nefi este resto de mi registro; y
de mi pueblo. Pero Dios conceda no puedo escribir ni la c centésima
que él les sobreviva, a fin de que parte de las cosas de mi pueblo.
escriba algo concerniente a ellos, 6 Mas he aquí, tomaré estas
y un poco concerniente a Cristo, planchas que contienen estas
para que tal vez algún día pueda profecías y revelaciones, y las
b 
beneficiarlos. pondré con el resto de mis ana­
3 Y ahora hablo algo referente les, porque me son preciosas, y
a lo que he escrito; porque des­ sé que serán preciosas para mis
pués que hube hecho un a com­ hermanos.
pendio de las b planchas de Nefi, 7 Y hago esto para un a sabio
hasta el reinado de este rey Ben­ propósito; pues así se me su­
jamín, del cual habló Amalekí, surra, de acuerdo con las im­
busqué entre los c anales que ha­ presiones del Espíritu del Señor
bían sido entregados en mis ma­ que está en mí. Y ahora bien, no
nos, y encontré estas planchas sé todas las cosas; mas el Señor
que contenían esta breve narra­ b 
sabe todas las cosas que han de
ción de los profetas, desde Jacob suceder; por tanto, él obra en mí
hasta el reinado de este rey d Ben­ para que yo proceda conforme a
jamín, y también muchas de las su voluntad.
palabras de Nefi. 8 Y mi a oración a Dios es concer­
4 Y a complacido con las cosas niente a mis hermanos, que ellos
que se hallan escritas en estas vuelvan una vez más al conoci­
planchas, a causa de las profe­ miento de Dios, sí, la redención
cías de la venida de Cristo, y sa­ de Cristo, para que de nuevo sean
biendo mis padres que muchas de un pueblo b deleitable.
ellas se han cumplido — sí, y yo 9  Y ahora yo, Mormón, pro­
también sé que se han cumplido cedo a concluir mis anales, los
cuantas cosas se han profetizado cuales tomo de las planchas de
concernientes a nosotros hasta el Nefi; y lo hago según el saber y
2 a Morm. 6:5–6. 4 a 1 Ne. 6:5. 7 a 1 Ne. 9:5; 19:3;
b DyC 3:16–20. 5 a Es decir, las cosas que DyC 3:12–20; 10:1–19,
3 a DyC 10:44. le han complacido y 30–47.
b DyC 10:38–40. que se mencionan en el b GEE Omnisciente.
c Mos. 1:6; Hel. 3:13–15; vers. 4. 8 a 2 Ne. 33:3–4;
Morm. 4:23. b 1 Ne. 9:2. Enós 1:11–12.
d Omni 1:23. c 3 Ne. 5:8–11; 26:6–12. b 2 Ne. 30:6.
171 PALABRAS DE MORMÓN 1:10–18
el entendimiento que Dios me 14 Y con la fuerza del Señor pug­
ha dado. naron contra sus enemigos, hasta
10 Por lo que, aconteció que des­ que hubieron matado a muchos
pués que Amalekí hubo a entre­ miles de los lamanitas. Y suce­
gado estas planchas en manos del dió que contendieron contra los
rey Benjamín, este las tomó y las lamanitas hasta que los hubieron
puso con las b otras planchas que echado fuera de las tierras de su
contenían anales que los c reyes herencia.
habían transmitido de generación 15 Y ocurrió que después de
en generación, hasta los días del haber habido falsos a Cristos, y
rey Benjamín. de haber sido cerradas sus bo­
11 Y fueron transmitidas de ge­ cas, y ellos castigados según sus
neración en generación, desde el delitos;
rey Benjamín hasta que han lle­ 16 y después de haber habido
gado a a mis manos. Y yo, Mor­ falsos profetas y falsos predicado­
món, ruego a Dios que sean res y maestros entre el pueblo, y
preservadas desde hoy en ade­ después de haber sido castigados
lante. Y sé que serán preservadas, todos estos según sus delitos; y
porque sobre ellas están escri­ después de haber habido mucha
tas grandes cosas, por las cuales contención y muchas deserciones
mi pueblo y sus hermanos serán a los lamanitas, he aquí, sucedió
b 
juzgados en el grande y postrer que el rey Benjamín, con la ayuda
día, según la palabra de Dios que de los santos a profetas que había
está escrita. entre su pueblo
12 Y ahora bien, en cuanto a este 17 —pues he aquí, el rey Benja­
rey Benjamín, él tuvo algunas mín era un hombre a santo y rei­
contiendas entre su propio pue­ naba sobre su pueblo con justicia;
blo. y había muchos santos hombres
13 Y sucedió también que los en el país, y declaraban la pa­
ejércitos de los lamanitas descen­ labra de Dios con b poder y con
dieron de la a tierra de Nefi para autoridad; y ejercían mucha c se­
pelear contra su pueblo. Mas he veridad a causa de la obstinación
aquí, el rey Benjamín reunió a sus del pueblo—
ejércitos y les hizo frente; y luchó 18 así pues, con la ayuda de es­
con la fuerza de su propio brazo, tos, trabajando con todas las fuer­
con la b espada de Labán. zas de su cuerpo y las facultades
10 a
Omni 1:25, 30. 33:11–15; 15 a GEE Anticristo.
b 1 Ne. 9:4. 3 Ne. 27:23–27. 16 a Enós 1:22.
c Jarom 1:14. 13 a Omni 1:12. 17 a Alma 13:26.
11 a
3 Ne. 5:8–12; b 1 Ne. 4:9; 2 Ne. 5:14; b Alma 17:2–3.
Morm. 1:1–5. Jacob 1:10; c Moro. 9:4;
b 2 Ne. 25:18; 29:11; Mos. 1:16; DyC 17:1. DyC 121:41–43.
MOSÍAH 1:1–5 172
de su alma entera, y lo mismo nuevamente estableció la paz en
los profetas, el rey Benjamín el país.

EL LIBRO DE MOSÍAH
CAPÍTULO 1 grabados sobre las planchas de
bronce, diciendo: Hijos míos, qui­
El rey Benjamín enseña a sus hijos
siera que recordaseis que si no
el idioma y las profecías de sus pa-
fuera por estas a planchas, que
dres — Se habían preservado su re-
contienen estos anales y estos
ligión y su civilización por motivo
mandamientos, habríamos pade­
de los anales que estaban grabados
cido en la b ignorancia, aun ahora
en las diversas planchas — Mosíah
mismo, no conociendo los miste­
es nombrado rey y se le encomiendan
rios de Dios;
los anales y otras cosas. Aproxima-
4 porque no habría sido posible
damente 130–124 a.C.
que nuestro padre Lehi hubiese

Y ENTONCES no hubo más


contiendas en toda la a tierra
de Zarahemla, entre todo el pue­
recordado todas estas cosas para
haberlas enseñado a sus hijos,
de no haber sido por la ayuda de
blo que pertenecía al rey Benja­ estas planchas; porque habiendo
mín, de modo que el rey Benjamín sido instruido en el a idioma de los
gozó de una paz continua todo el egipcios, él pudo leer estos graba­
resto de sus días. dos y enseñarlos a sus hijos, para
2 Y aconteció que tenía tres hi­ que así estos los enseñaran a sus
jos; y les puso por nombre Mo­ hijos, y de este modo cumplieran
síah, Helorum y Helamán. E hizo los mandamientos de Dios, aun
que fueran a instruidos en todo el hasta el tiempo actual.
b 
idioma de sus padres, a fin de 5 Os digo, hijos míos, que si no
que así llegaran a ser hombres de fuera por estas cosas, las cuales
entendimiento; y que supiesen se han guardado y a preservado
concerniente a las profecías que por la mano de Dios para que
habían sido declaradas por boca nosotros pudiéramos b leer y en­
de sus padres, las cuales les fueron tender acerca de sus c misterios, y
entregadas por la mano del Señor. siempre tener sus mandamientos
3 Y también los instruyó con ante nuestros ojos, aun nuestros
respecto a los anales que estaban padres habrían degenerado en la
1 1 a Omni 1:13. 3 a GEE Planchas. Escrituras deben
2 a Mos. 4:14–15; b Alma 37:8–9. preservarse.
DyC 68:25, 28. 4 a JS—H 1:64. b Deut. 6:6–8.
b Morm. 9:32. 5 a GEE Escrituras — Las c GEE Misterios de Dios.
173 MOSÍAH 1:6–14
incredulidad, y habríamos sido 10 De modo que mandó traer
como nuestros hermanos, los la­ a Mosíah a su presencia; y estas
manitas, que nada saben de es­ son las palabras que le habló, di­
tas cosas, y ni siquiera las creen ciendo: Hijo mío, quisiera que hi­
cuando se las enseñan, a causa de cieses una proclamación por toda
las d tradiciones de sus padres, las esta tierra, entre toda esta gente, o
cuales no son correctas. sea, el a pueblo de Zarahemla y el
6 ¡Oh hijos míos, quisiera que re­ pueblo de Mosíah que viven en
cordaseis que estas palabras son la tierra, para que por este medio
verdaderas, y también que estos se reúnan; porque mañana pro­
anales son a verdaderos! Y he aquí, clamaré a este mi pueblo por mi
también las planchas de Nefi, que propia boca, que tú eres b rey y
contienen los anales y las palabras gobernante de este pueblo que
de nuestros padres desde el tiempo el Señor Dios nos ha dado.
en que salieron de Jerusalén hasta 11 Y además, daré a los de este
ahora, son verdaderas; y podemos pueblo un a nombre, para que de
saber de su certeza porque las te­ ese modo se destaquen sobre to­
nemos ante nuestros ojos. dos los pueblos que el Señor Dios
7 Y ahora bien, hijos míos, qui­ ha traído de la tierra de Jerusa­
siera que os acordaseis de a es­ lén; y lo hago porque han sido
cudriñarlas diligentemente, diligentes en guardar los man­
para que en esto os beneficiéis; damientos del Señor.
y quisiera que b guardaseis los 12 Y les daré un nombre que ja­
mandamientos de Dios para más será borrado, sino por causa
que c prosperéis en la tierra, de de a transgresión.
acuerdo con las d promesas que 13 Sí, y te digo además, que si
el Señor hizo a nuestros padres. este pueblo altamente favorecido
8 Y muchas cosas más enseñó el del Señor cae en a transgresión, y
rey Benjamín a sus hijos, que no se convierte en una gente per­
están escritas en este libro. versa y adúltera, el Señor los en­
9 Y aconteció que después que tregará, para que así lleguen a
el rey Benjamín hubo acabado de ser b débiles como sus hermanos;
enseñar a sus hijos, envejeció, y vio y no los c preservará más por su
que muy pronto debía ir por el ca­ incomparable y milagroso poder,
mino de toda la tierra; por tanto, le como hasta aquí ha preservado a
pareció oportuno conferir el reino nuestros padres.
a uno de sus hijos. 14  Porque te digo que si no
5 d Mos. 10:11–17. Alma 50:20–22. 11 a Mos. 5:8–12.
6 a 1 Ne. 1:3; c Sal. 122:6; 12 a GEE Pecado.
2 Ne. 33:10–11; 1 Ne. 2:20. 13 a Heb. 6:4–6.
Moro. 10:27. d Alma 9:12–14. b Hel. 4:24–26.
7 a GEE Escrituras. 10 a Omni 1:14. c DyC 103:8–10.
b Mos. 2:22; b Mos. 2:30.
MOSÍAH 1:15–2:4 174
hubiese extendido su brazo para las palabras que su padre les
la preservación de nuestros pa­ hablaría.
dres, estos habrían caído en ma­
nos de los lamanitas, y habrían CAPÍTULO 2
sido víctimas de su odio.
El rey Benjamín habla a los de
15 Y sucedió que después que
su pueblo — Refiere la equidad,
el rey Benjamín hubo acabado
justicia y espiritualidad de su
de hablar estas palabras a su hijo,
reino — Les aconseja servir a su
le encargó todos los asuntos del
Rey Celestial — Los que se rebe-
reino.
len contra Dios padecerán una
16 Y además, le encargó los
angustia semejante a un fuego
anales que estaban grabados
inextinguible. Aproximadamente
sobre las a planchas de bronce;
124 a.C.
y también las planchas de Nefi;
y también la b espada de Labán Y sucedió que después que Mo­
y la c esfera o director que con­ síah hubo hecho lo que su padre
dujo a nuestros padres por el de­ le había mandado, y hubo procla­
sierto, la cual la mano del Señor mado por toda la a tierra, el pue­
preparó para que por ese medio blo se congregó de todas partes, a
fuesen dirigidos, cada cual se­ fin de subir hasta el templo para
gún la atención y diligencia que oír las palabras que el rey Benja­
a él le daban. mín les iba a hablar.
17 Por tanto, dado que no fue­ 2  Y hubo un número muy
ron fieles, no prosperaron ni pro­ crecido, sí, tantos así que no
gresaron en su viaje, sino que los contaron; porque se habían
fueron a impelidos hacia atrás e multiplicado extremadamente,
incurrieron en el desagrado de y se habían hecho grandes en
Dios; y por tanto, fueron heridos el país.
con hambre y severas afliccio­ 3 Y también llevaron de las a pri­
nes para hacerles recordar sus micias de sus rebaños, para que
deberes. ofrecieran b sacrificios y c holocaus­
18 Y aconteció, pues, que Mo­ tos d según la ley de Moisés;
síah fue e hizo lo que su padre 4 y también para que dieran
le había mandado, y proclamó gracias al Señor su Dios, que los
a toda la gente que se hallaba había sacado de la tierra de Je­
en la tierra de Zarahemla, para rusalén, y los había librado de
que así se reuniera, a fin de las manos de sus enemigos, y les
subir hasta el templo para oír había a designado hombres justos
16 a Mos. 1:3. 17 a 1 Ne. 18:12–13. c 1 Ne. 5:9.
b 1 Ne. 4:8–19; 2 1 a Es decir, todo el d 2 Ne. 25:24;
P. de Morm. 1:13; territorio nefita. Alma 30:3; 34:13–14.
DyC 17:1. 3 a Gén. 4:4. 4 a GEE Llamado, llamado
c 1 Ne. 16:10. b GEE Sacrificios. por Dios, llamamiento.
175 MOSÍAH 2:5–12
como maestros, y también a un
b 
palabras que él hablase fuesen
hombre justo para ser su rey, el escritas y enviadas a aquellos que
cual había establecido la paz en la se hallaban fuera del alcance de
c 
tierra de Zarahemla, y les había su voz, para que también estos
enseñado a d guardar los manda­ recibiesen sus palabras.
mientos de Dios, a fin de que se 9 Y estas son las palabras que
regocijaran y estuvieran llenos él a habló e hizo escribir: Herma­
de e amor para con Dios y todos nos míos, todos los que os habéis
los hombres. congregado, vosotros que podéis
5 Y aconteció que, cuando lle­ oír las palabras que os declararé
garon al templo, plantaron sus hoy; porque no os he mandado
tiendas en los alrededores, cada subir hasta aquí para b tratar livia­
hombre según su a familia, que se namente las palabras que os ha­
componía de su esposa, y sus hi­ ble, sino para que me c escuchéis,
jos y sus hijas, y los hijos e hijas y abráis vuestros oídos para que
de estos, desde el mayor hasta el podáis oír, y vuestros d corazones
menor, cada familia separada la para que podáis entender, y vues­
una de la otra. tras e mentes para que los f miste­
6 Y plantaron sus tiendas alre­ rios de Dios sean desplegados a
dedor del templo, cada hombre vuestra vista.
con la puerta de su a tienda dando 10  No os he mandado subir
hacia el templo, para que así se hasta aquí para que me a temáis,
quedaran en sus tiendas y oyeran ni para que penséis que yo de mí
las palabras que el rey Benjamín mismo sea más que un ser mortal.
les iba a hablar; 11  Sino que soy como vo­
7 porque tan grande era la mul­ sotros, sujeto a toda clase de
titud, que el rey Benjamín no po­ enfermedades de cuerpo y
día enseñarles a todos dentro de mente; sin embargo, he sido
los muros del templo; de modo elegido por este pueblo, y un­
que hizo construir una torre, gido por mi padre, y la mano
para que por ese medio su pue­ del Señor permitió que yo fuese
blo oyera las palabras que él les gobernante y rey de este pue­
iba a hablar. blo; y su incomparable poder
8 Y aconteció que empezó a ha­ me ha guardado y preservado,
blar a su pueblo desde la torre; y para serviros con todo el poder,
no todos podían oír sus palabras, mente y fuerza que el Señor me
a causa de lo inmenso de la mul­ ha concedido.
titud; por tanto, mandó que las 12  Os digo que así se me ha
4 b Mos. 18:18–22. 5 a GEE Familia. d Mos. 12:27;
GEE Enseñar. 6 a Éx. 33:8–10. 3 Ne. 19:33.
c Omni 1:12–15. 9 a Mos. 8:3. e GEE Mente.
d Juan 15:10. b DyC 6:12. f GEE Misterios de Dios.
e GEE Amor. c GEE Escuchar. 10 a GEE Temor.
MOSÍAH 2:13–21 176
permitido emplear mis días en 17 Y he aquí, os digo estas cosas
vuestro servicio, aun hasta el día para que aprendáis a sabiduría;
de hoy; y no he procurado de vo­ para que sepáis que cuando os
sotros a oro, ni plata, ni ninguna halláis al b servicio de vuestros
otra clase de riquezas; c 
semejantes, solo estáis al servicio
13 ni he permitido que se os en­ de vuestro Dios.
cierre en calabozos, ni que os es­ 18 He aquí, me habéis llamado
clavicéis los unos a los otros, ni vuestro rey; y si yo, a quien lla­
que asesinéis, ni depredéis, ni ro­ máis vuestro rey, trabajo para
béis, ni cometáis adulterio; ni tam­ a 
serviros, ¿no debéis trabajar
poco he permitido que cometáis vosotros para serviros unos a
iniquidad en forma alguna, y os he otros?
enseñado que debéis guardar los 19 Y he aquí también, si yo, a
mandamientos del Señor, en todas quien llamáis vuestro rey, quien
las cosas que él os ha mandado, ha pasado sus días a vuestro ser­
14 y aun yo mismo he a trabajado vicio, y sin embargo, ha estado al
con mis propias manos a fin de servicio de Dios, merezco algún
poder serviros, y que no fueseis agradecimiento de vosotros, ¡oh,
abrumados con tributos, ni que cómo debéis dar a gracias a vues­
cayera sobre vosotros cosa al­ tro Rey Celestial!
guna que fuese pesada de llevar; 20 Os digo, mis hermanos, que
y de todas estas cosas que he ha­ si diereis todas las gracias y a ala­
blado, vosotros mismos sois tes­ banza que vuestra alma entera
tigos este día. es capaz de poseer, a ese b Dios
15 Con todo, hermanos míos, no que os ha creado, y os ha guar­
he hecho estas cosas para vana­ dado y preservado, y ha hecho
gloriarme, ni las digo para acusa­ que os regocijéis, y os ha con­
ros por ese medio, sino que hablo cedido que viváis en paz unos
estas cosas para que sepáis que con otros,
hoy puedo responder ante Dios 21 os digo que si sirvieseis a
con la a conciencia limpia. aquel que os ha creado desde el
16 He aquí, os digo que por ha­ principio, y os está preservando
beros dicho que había empleado día tras día, dándoos aliento para
mi vida en vuestro servicio, no que podáis vivir, moveros y obrar
deseo yo jactarme, pues sola­ según vuestra a propia voluntad, y
mente he estado al servicio de aun sustentándoos momento tras
Dios. momento, digo que si lo sirvieseis
12 a Hech. 20:33–34. DyC 42:29–31. gracias, agradecido,
14 a 1 Cor. 9:18. GEE Servicio. agradecimiento.
15 a GEE Conciencia. c GEE Hermano(s), 20 a 1 Ne. 18:16.
17 a GEE Sabiduría. hermana(s). b GEE Trinidad.
b Mateo 25:40; 18 a Mateo 20:26–27. 21 a GEE Albedrío.
Stg. 1:27; 19 a GEE Acción de
177 MOSÍAH 2:22–31
con toda vuestra alma, todavía 27 Por tanto, como os dije que
seríais servidores b improductivos. os había servido, a andando con
22 Y he aquí, todo cuanto él os la conciencia limpia delante de
requiere es que guardéis sus man­ Dios, así en esta ocasión os he
damientos; y os ha prometido hecho congregar, a fin de que
que si a guardáis sus b mandamien­ se me halle sin culpa, y vuestra
tos, prosperaréis en la tierra; y él b 
sangre no sea sobre mí cuando
nunca c varía de lo que ha dicho; comparezca para que Dios me
por tanto, si d guardáis sus man­ juzgue por las cosas que me ha
damientos, él os bendice y os hace mandado concerniente a voso­
prosperar. tros.
23 Y ahora bien, en primer lugar, 28 Os digo que os he hecho con­
él os ha creado y os ha concedido gregar para que pueda a limpiar
vuestras vidas, por lo que le sois mis vestidos de vuestra sangre,
deudores. en este período de tiempo en que
24 Y en segundo lugar, él re­ estoy a punto de descender a mi
quiere que hagáis lo que os ha sepultura, para descender en paz,
mandado; y si lo hacéis, él os y mi b espíritu inmortal se una a
a 
bendice inmediatamente; y por los c coros celestes, para cantar
tanto, os ha pagado. Y aún le sois alabanzas a un Dios justo.
deudores; y lo sois y lo seréis para 29 Y además, os digo que os he
siempre jamás; así pues, ¿de qué hecho congregar a fin de declara­
tenéis que jactaros? ros que ya no puedo ser vuestro
25 Y ahora pregunto: ¿Podéis de­ maestro ni vuestro rey;
cir algo de vosotros mismos? Os 30 porque aun ahora mismo mi
respondo: No. No podéis decir que cuerpo entero tiembla en extremo,
sois aun como el polvo de la tierra; mientras me esfuerzo en hablaros;
sin embargo, fuisteis a creados del mas el Señor Dios me sostiene y
b 
polvo de la tierra; mas he aquí, me ha permitido que os hable; y
este pertenece a quien os creó. me ha mandado que os declare
26 Y ni yo, sí, yo, a quien lla­ hoy que mi hijo Mosíah es rey y
máis vuestro rey, soy mejor de gobernante vuestro.
lo que sois vosotros, porque soy 31  Y ahora bien, hermanos
del polvo también. Y veis que míos, quisiera que obraseis como
he envejecido, y que estoy para lo habéis hecho hasta ahora.
entregar esta forma mortal a su Así como habéis guardado mis
madre tierra. mandamientos y también los de
21 b Lucas 17:7–10. d DyC 14:7; 58:2–3. 27 a GEE Andar, andar con
22 a Lev. 25:18–19; 24 a GEE Bendecido, Dios.
2 Ne. 1:9. bendecir, bendición. b Jacob 1:19.
b GEE Mandamientos de 25 a GEE Creación, crear. 28 a Jacob 2:2.
Dios. b Gén. 3:19; b GEE Espíritu.
c DyC 3:1–2. Jacob 2:21. c Morm. 7:7.
MOSÍAH 2:32–38 178
mi padre, y habéis prosperado, que nuestro padre Lehi salió de
y se os ha librado de caer en Jerusalén;
manos de vuestros enemigos, 35 y además, todo aquello que
de igual manera, si guardáis nuestros padres han declarado
los mandamientos de mi hijo, o hasta ahora. Y he aquí también,
sea, los mandamientos de Dios hablaron aquello que el Señor
que él os comunicará, prospera­ les mandó; por tanto, son justos
réis en la tierra, y vuestros ene­ y verdaderos.
migos no tendrán poder sobre 36 Y ahora bien, os digo, herma­
vosotros. nos míos, que después de haber
32 Mas cuidaos, ¡oh pueblo mío!, sabido y de haber sido instruidos
no sea que surjan a contenciones en todas estas cosas, si transgre­
entre vosotros, y optéis por obe­ dís y obráis contra lo que se ha
decer al espíritu malo, del cual hablado, de modo que os sepa­
habló mi padre Mosíah. ráis del Espíritu del Señor, para
33 Porque he aquí, se ha de­ que no tenga cabida en vosotros
cretado un, ¡ay! para aquel que para guiaros por las sendas de
quiera obedecer ese espíritu; pues la sabiduría, a fin de que seáis
si opta por obedecerlo, y perma­ bendecidos, prosperados y pre­
nece y muere en sus pecados, servados,
bebe a condenación para su pro­ 37 os digo que el hombre que
pia alma; porque recibe como sa­ esto hace, ese se declara en a rebe­
lario un castigo b eterno, por haber lión manifiesta contra Dios; por
violado la ley de Dios contra su tanto, prefiere obedecer al mal
propio conocimiento. espíritu y se convierte en enemigo
34 Os digo que no hay ninguno de toda rectitud; por tanto, el Se­
de entre vosotros, salvo vues­ ñor no tiene lugar en él, porque
tros niños pequeños que no han no habita en templos b impuros.
sido instruidos en cuanto a es­ 38 De manera que si ese hombre
tas cosas, que no sepa que estáis no se a arrepiente, y permanece
eternamente en deuda con vues­ y muere enemigo de Dios, las
tro Padre Celestial de entregarle demandas de la divina b justicia
todo lo que tenéis y sois; y ade­ despiertan en su alma inmortal
más que no haya sido instruido un vivo sentimiento de su pro­
concerniente a los anales que pia c culpa que lo hace retroce­
contienen las profecías que han der de la presencia del Señor, y
sido declaradas por los santos le llena el pecho de culpa, do­
profetas, aun hasta la época en lor y angustia, que es como un
32 a 3 Ne. 11:29–30. 37 a Mos. 3:12; 38 a
GEE Arrepentimiento,
33 a GEE Condenación, Hel. 8:24–25. arrepentirse.
condenar. GEE Rebelión. b GEE Justicia.
b DyC 19:6, 10–12. b Alma 7:21. c GEE Culpa.
179 MOSÍAH 2:39–3:5
fuego inextinguible, cuya llama le brotará de cada poro al expiar los
asciende para siempre jamás. pecados del mundo — Su nombre
39 Y ahora os digo que la a mi­ es el único mediante el cual llega
sericordia no puede reclamar a la salvación — Los seres humanos
ese hombre; por tanto, su des­ pueden despojarse del hombre na-
tino final es padecer un tormento tural y hacerse santos por medio de
sin fin. la Expiación — El tormento de los
40 ¡Oh todos vosotros, ancia­ inicuos será como un lago de fuego
nos, y también vosotros, jó­ y azufre. Aproximadamente 124 a.C.
venes, y vosotros, niños, que
Y otra vez quisiera llamaros la
podéis entender mis palabras,
atención, hermanos míos, porque
porque os he hablado clara­
tengo algo más que declararos;
mente para que podáis enten­
pues he aquí, tengo cosas que de­
der, os ruego que despertéis el
ciros sobre lo que está por venir.
a 
recuerdo de la terrible situación
2 Y las cosas que os diré me han
de aquellos que han caído en
sido reveladas por un a ángel de
transgresión!
Dios. Y me dijo: Despierta; y des­
41 Y además, quisiera que con­
perté; y he aquí que él estaba ante
sideraseis el bendito y a feliz es­
mí.
tado de aquellos que guardan los
3 Y me dijo: Despierta y oye las
mandamientos de Dios. Porque
palabras que te voy a decir; pues
he aquí, ellos son b bendecidos en
he aquí, vengo a declararte a ale­
todas las cosas, tanto temporales
gres nuevas de gran gozo.
como espirituales; y si continúan
4 Porque el Señor ha oído tus
c 
fieles hasta el fin, son recibidos
oraciones, y ha juzgado en cuanto
en el d cielo, para que así moren
a tu rectitud y me ha enviado
con Dios en un estado de inter­
para declarártelas, a fin de que te
minable felicidad. ¡Oh recordad,
regocijes; y para que las declares
recordad que estas cosas son ver­
a los de tu pueblo, a fin de que
daderas!, porque el Señor Dios lo
ellos también se llenen de gozo.
ha declarado.
5 Porque he aquí que viene el
tiempo, y no está muy distante,
CAPÍTULO 3
en que con poder, el a Señor Om­
El rey Benjamín continúa su dis- nipotente que reina, que era y
curso — El Señor Omnipotente mi- que es de eternidad en eternidad,
nistrará entre los hombres en un descenderá del cielo entre los
tabernáculo de barro — La sangre hijos de los hombres; y morará
39 a Alma 34:8–9, 15–16. GEE Gozo. 3 2 a GEE Ángeles.
GEE Misericordia, b GEE Bendecido, 3 a Lucas 2:10–11.
misericordioso. bendecir, bendición. 5 a GEE Jehová.
40 a Alma 5:18. c DyC 6:13.
41 a 4 Ne. 1:15–18. d GEE Cielo.
MOSÍAH 3:6–13 180
en un tabernáculo de barro, e
b 
de todo esto, lo considerarán
irá entre los hombres efectuando como hombre, y dirán que está
grandes c milagros, tales como c 
endemoniado, y lo d azotarán, y
sanar a los enfermos, levantar a lo e crucificarán.
los muertos, hacer que los cojos 10 Y al a tercer día b resucitará de
anden, y que los ciegos reciban entre los muertos; y he aquí, se
su vista, y que los sordos oigan, presenta para c juzgar al mundo;
y curar toda clase de enferme­ y he aquí, todas estas cosas se
dades. hacen para que descienda un
6 Y echará fuera los a demonios, justo juicio sobre los hijos de los
o los malos espíritus que moran hombres.
en el corazón de los hijos de los 11 Pues he aquí, y también su
hombres. a 
sangre b expía los pecados de
7 Y he aquí, sufrirá a tentacio­ aquellos que han c caído por la
nes, y dolor en el cuerpo, b ham­ transgresión de Adán, que han
bre, sed y fatiga, aún más de lo muerto sin saber la voluntad de
que el hombre puede c sufrir sin Dios concerniente a ellos, o que
morir; pues he aquí, la d sangre le han pecado por d ignorancia.
brotará de cada poro, tan grande 12  ¡Mas ay, ay de aquel que
será su e angustia por la iniqui­ sabe que se está a rebelando con­
dad y abominaciones de su pue­ tra Dios! Porque a ninguno de
blo. estos viene la salvación, sino por
8 Y se llamará a Jesucristo, el medio del arrepentimiento y la fe
b 
Hijo de Dios, el c Padre del cielo en el b Señor Jesucristo.
y de la tierra, el Creador de todas 13 Y el Señor Dios ha enviado
las cosas desde el principio; y su a sus santos profetas entre todos
d 
madre se llamará e María. los hijos de los hombres, para
9 Y he aquí, él viene a los suyos, declarar estas cosas a toda fa­
para que la a salvación llegue a los milia, nación y lengua, para que
hijos de los hombres, mediante la así, quienes creyesen que Cristo
b 
fe en su nombre; y aun después habría de venir, esos mismos
5 b Mos. 7:27; b Alma 7:10. 10 a Mateo 16:21;
Alma 7:9–13. c Hel. 14:12; 3 Ne. 9:15. 2 Ne. 25:13;
c Mateo 4:23–24; d Mateo 1:16; Hel. 14:20–27.
Hech. 2:22; 1 Ne. 11:14–21. b GEE Resurrección.
1 Ne. 11:31. e GEE María, madre de c GEE Juicio, juzgar.
GEE Milagros. Jesús. 11 a GEE Sangre.
6 a Marcos 1:32–34. 9 a GEE Salvación. b GEE Expiación, expiar.
7 a GEE Tentación, tentar. b GEE Fe. c GEE Caída de Adán y
b Mateo 4:1–2. c Juan 8:48. Eva.
c DyC 19:15–18. d Marcos 15:15. d 2 Ne. 9:25–26.
d Lucas 22:44. e Lucas 18:33; 12 a Mos. 2:36–38;
e Isa. 53:4–5. 1 Ne. 19:10; Hel. 8:25.
8 a GEE Trinidad — Dios el 2 Ne. 10:3. GEE Rebelión.
Hijo. GEE Crucifixión. b GEE Señor.
181 MOSÍAH 3:14–21
recibiesen la remisión de sus
a 
su juicio es justo; y el niño que
pecados y se regocijasen con un muere en su infancia no perece;
gozo sumamente grande, b aun mas los hombres beben conde­
como si él ya hubiese venido en­ nación para sus propias almas,
tre ellos. a menos que se humillen y se
14 Con todo, el Señor Dios vio a 
vuelvan como niños pequeños,
que su pueblo era gente de dura y crean que la salvación fue, y
cerviz, y les designó una ley, sí, es, y ha de venir en la sangre
la a ley de Moisés. b 
expiatoria de Cristo, el Señor
15 Y les mostró muchas señales, Omnipotente, y por medio de
y maravillas, y a símbolos, y figu­ ella.
ras, concernientes a su venida; 19 Porque el hombre a natural
y también les hablaron santos es enemigo de Dios, y lo ha sido
profetas referente a su venida; y desde la b caída de Adán, y lo
sin embargo, endurecieron sus será para siempre jamás, a me­
corazones, y no comprendieron nos que se c someta al influjo del
que la b ley de Moisés nada logra d 
Santo Espíritu, y se despoje del
salvo que sea por la expiación de hombre natural, y se haga e santo
su sangre. por la expiación de Cristo el Se­
16 Y aun si fuese posible que ñor, y se vuelva como un f niño:
los a niños pequeños pecasen, no sumiso, manso, humilde, pa­
podrían salvarse; mas te digo que ciente, lleno de amor y dispuesto
son b benditos; pues he aquí, así a someterse a cuanto el Señor
como en Adán, o por naturaleza, juzgue conveniente infligir sobre
ellos caen, así también la sangre él, tal como un niño se somete a
de Cristo expía sus pecados. su padre.
17 Y además, te digo que a no se 20  Y además, te digo que
dará otro nombre, ni otra senda vendrá el día en que el a cono­
ni medio, por el cual la b salvación cimiento de un Salvador se es­
llegue a los hijos de los hombres, parcirá por b toda nación, tribu,
sino en el nombre de c Cristo, el lengua y pueblo.
Señor Omnipotente, y por medio 21 Y he aquí, cuando llegue ese
de ese nombre. día, nadie, salvo los niños pe­
18 Pues he aquí, él juzga, y queños, será hallado a sin culpa
13 a GEE Remisión de 17 a Hech. 4:10–12; b GEE Caída de Adán y
pecados. 2 Ne. 31:21. Eva.
b 2 Ne. 25:24–27; b GEE Salvación. c 2 Cró. 30:8.
Jarom 1:11. c GEE Jesucristo — El d Moro. 10:4–5.
14 a GEE Ley de Moisés. tomar sobre sí el GEE Espíritu Santo.
15 a GEE Jesucristo — nombre de Jesucristo. e GEE Santo (sustantivo).
Simbolismos o 18 a Mateo 18:3. f 3 Ne. 9:22.
símbolos de Jesucristo. b Mos. 4:2; Hel. 5:9. 20 a DyC 3:16.
b Mos. 13:27–32. 19 a 1 Cor. 2:11–14; b GEE Obra misional.
16 a GEE Niño(s). Mos. 16:2–3. 21 a GEE Responsabilidad,
b Moro. 8:8–9. GEE Hombre natural. responsable.
MOSÍAH 3:22–4:2 182
ante Dios, sino por el arrepenti­ lago de fuego y azufre, cuyas
b 

miento y la fe en el nombre del llamas son inextinguibles, y cuyo


Señor Dios Omnipotente. humo asciende para siempre ja­
22 Y aun ahora, cuando hayas más. Así me ha mandado el Se­
enseñado a los de tu pueblo las ñor. Amén.
cosas que el Señor tu Dios te ha
mandado, ya no son hallados en­ CAPÍTULO 4
tonces sin culpa a la vista de Dios,
El rey Benjamín continúa su dis-
sino de acuerdo con las palabras
curso — La salvación llega por causa
que te he hablado.
de la Expiación — Creed en Dios
23 Y ahora he declarado las pa­
para que seáis salvos — Retened la
labras que el Señor Dios me ha
remisión de vuestros pecados me-
mandado.
diante la fidelidad — Impartid de
24 Y así dice el Señor: Estarán
vuestros bienes a los pobres — Ha-
como reluciente testimonio contra
ced todas las cosas con prudencia y
los de este pueblo en el día del jui­
en orden. Aproximadamente 124 a.C.
cio, y por ellas serán juzgados, todo
hombre según sus obras, ya sea que Y ahora bien, aconteció que
fueren buenas o que fueren malas. cuando el rey Benjamín hubo
25 Y si fueren malas, serán con­ concluido de hablar las palabras
signados al horrendo a espectáculo que le habían sido comunicadas
de su propia culpa y abominacio­ por el ángel del Señor, miró a su
nes, que los hará retroceder de la alrededor hacia la multitud, y he
presencia del Señor a un estado aquí, habían caído a tierra, por­
de b miseria y tormento sin fin, de que el a temor del Señor había ve­
donde no podrán ya volver; por nido sobre ellos.
tanto, han bebido condenación 2 Y se habían visto a sí mismos
para sus propias almas. en su propio estado a carnal, aún
26 Por consiguiente, han bebido b 
menos que el polvo de la tierra.
de la copa de la ira de Dios, la cual Y todos a una voz clamaron, di­
tan imposible le sería a la justicia ciendo: ¡Oh, ten misericordia, y
negársela, como haberle negado a aplica la sangre c expiatoria de
a 
Adán que cayera por participar Cristo para que recibamos el per­
del b fruto prohibido; por tanto, la dón de nuestros pecados, y sean
c 
misericordia ya no podría recla­ purificados nuestros corazones;
marlos para siempre jamás. porque creemos en Jesucristo, el
27 Y su a tormento es como un Hijo de Dios, que d creó el cielo y la
25 a Alma 5:18; 12:14–15. c GEE Misericordia, 4 1 a GEE Temor.
b Morm. 8:38. misericordioso. 2 a GEE Carnal.
26 a Morm. 9:12. 27 a GEE Culpa. b Hel. 12:7–8.
b Gén. 3:1–12; b 2 Ne. 9:16; c Mos. 3:18;
2 Ne. 2:15–19; Jacob 6:10; Hel. 5:9.
Alma 12:21–23. DyC 76:36. d GEE Creación, crear.
183 MOSÍAH 4:3–10
tierra y todas las cosas; el cual ba­ la salvación a aquel que pusiera
jará entre los hijos de los hombres! su d confianza en el Señor y fuera
3 Y aconteció que después de diligente en guardar sus man­
que hubieron hablado estas pala­ damientos, y perseverara en la
bras, el Espíritu del Señor descen­ fe hasta el fin de su vida, quiero
dió sobre ellos, y fueron llenos de decir la vida del cuerpo mortal—
gozo, habiendo recibido la a remi­ 7 digo que este es el hombre
sión de sus pecados, y teniendo que recibe la salvación, por me­
paz de b conciencia a causa de la dio de la expiación que fue pre­
gran c fe que tenían en Jesucristo parada desde la fundación del
que había de venir, según las pa­ mundo para todo el género hu­
labras que el rey Benjamín les mano que ha existido desde la
había hablado. a 
caída de Adán, o que existe, o
4 Y el rey Benjamín abrió otra que existirá jamás hasta el fin
vez su boca y empezó a hablar­ del mundo.
les, diciendo: Mis amigos y her­ 8 Y este es el medio por el cual
manos, parentela y pueblo mío, viene la salvación. Y a no hay otra
quisiera otra vez llamaros la aten­ salvación aparte de esta de que se
ción, para que podáis oír y enten­ ha hablado; ni hay tampoco otras
der el resto de las palabras que condiciones según las cuales el
os hable. hombre pueda ser salvo, sino por
5 Porque he aquí, si el conoci­ las que os he dicho.
miento de la bondad de a Dios en 9 Creed en Dios; creed que él
esta ocasión ha despertado en existe, y que creó todas las co­
vosotros el sentido de vuestra sas, tanto en el cielo como en la
nulidad y vuestro estado indigno tierra; creed que él tiene toda a sa­
y caído biduría y todo poder, tanto en el
6 —os digo que si habéis llegado cielo como en la tierra; creed que
al a conocimiento de la bondad de el hombre no b comprende todas
Dios, y de su incomparable po­ las cosas que el Señor puede com­
der, y su sabiduría, su paciencia prender.
y su longanimidad para con los 10 Y además, creed que debéis
hijos de los hombres; y también la a 
arrepentiros de vuestros peca­
b 
expiación que ha sido preparada dos, y abandonarlos, y humillaros
desde la c fundación del mundo, a ante Dios, y pedid con sinceridad
fin de que por ese medio llegara de corazón que él os b perdone;
3 a GEE Remisión de d Sal. 36:7; Mos. 3:17.
pecados. 2 Ne. 22:2; 9 a Rom. 11:33–34;
b GEE Conciencia. Hel. 12:1. Jacob 4:8–13.
c GEE Fe. GEE Confianza, confiar. b Isa. 55:9.
5 a Moisés 1:10. 7 a GEE Caída de Adán y 10 a GEE Arrepentimiento,
6 a GEE Trinidad. Eva. arrepentirse.
b GEE Expiación, expiar. 8 a Hech. 4:12; b DyC 61:2.
c Mos. 15:19. 2 Ne. 31:21;
MOSÍAH 4:11–18 184
y ahora bien, si creéis todas estas
c 
a cada uno según lo que le co­
cosas, mirad que las d hagáis. rresponda.
11 Y otra vez os digo, según dije 14 Ni permitiréis que vuestros
antes, que así como habéis lle­ a 
hijos anden hambrientos ni des­
gado al conocimiento de la gloria nudos, ni consentiréis que que­
de Dios, o si habéis sabido de su branten las leyes de Dios, ni que
bondad, y a probado su amor, y ha­ b 
contiendan y riñan unos con
béis recibido la b remisión de vues­ otros y sirvan al diablo, que es
tros pecados, lo que ocasiona tan el maestro del pecado, o sea, el
inmenso gozo en vuestras almas, espíritu malo de quien nuestros
así quisiera que recordaseis y retu­ padres han hablado, ya que él es
vieseis siempre en vuestra memo­ el enemigo de toda rectitud.
ria la grandeza de Dios, y vuestra 15 Mas les a enseñaréis a b andar
propia c nulidad, y su d bondad y por las vías de la verdad y la serie­
longanimidad para con vosotros, dad; les enseñaréis a c amarse mu­
indignas criaturas, y os humilla­ tuamente y a servirse el uno al otro.
seis aun en las profundidades de 16 Y además, vosotros mismos
la e humildad, f invocando el nom­ a 
socorreréis a los que necesiten
bre del Señor diariamente, y per­ vuestro socorro; impartiréis de
maneciendo firmes en la fe de lo vuestros bienes al necesitado; y
que está por venir, que fue anun­ no permitiréis que el b mendigo
ciado por boca del ángel. os haga su petición en vano, y sea
12 Y he aquí, os digo que si ha­ echado fuera para perecer.
céis esto, siempre os regocijaréis, 17 Tal vez a dirás: El hombre ha
y seréis llenos del a amor de Dios y traído sobre sí su miseria; por
siempre b retendréis la remisión de tanto, detendré mi mano y no
vuestros pecados; y aumentaréis le daré de mi alimento, ni le im­
en el conocimiento de la gloria partiré de mis bienes para evitar
de aquel que os creó, o sea, en el que padezca, porque sus castigos
conocimiento de lo que es justo son justos.
y verdadero. 18 Mas, ¡oh hombre!, yo te digo
13 Y no tendréis deseos de in­ que quien esto hiciere tiene gran
juriaros el uno al otro, sino de necesidad de arrepentirse; y a
vivir a pacíficamente, y de dar menos que se arrepienta de lo
10 c Mateo 7:24–27. f GEE Oración. Moisés 6:58.
d 2 Ne. 31:19–21. 12 a GEE Amor. GEE Enseñar.
11 a Alma 36:24–26. b Mos. 4:26; b GEE Andar, andar con
b GEE Remisión de Alma 4:13–14; 5:26–35; Dios.
pecados. DyC 20:31–34. c Mos. 18:21.
c Moisés 1:10. 13 a GEE Pacificador. 16 a GEE Caridad;
d Éx. 34:6; 14 a 1 Tim. 5:8; Servicio.
Moro. 8:3. DyC 83:4. b Deut. 15:7–11;
e GEE Humildad, b GEE Contención, Prov. 21:13;
humilde, humillar contienda. Isa. 10:1–2.
(afligir). 15 a DyC 68:25–28; 17 a Prov. 17:5.
185 MOSÍAH 4:19–27
que ha hecho, perece para siem­ también vuestra vida pertenece;
pre, y no tiene parte en el reino y con todo, ninguna petición ha­
de Dios. céis, ni os arrepentís de lo que
19 Pues he aquí, ¿no somos to­ habéis hecho.
dos mendigos? ¿No dependemos 23 Os digo: ¡Ay de tal hombre,
todos del mismo Ser, sí, de Dios, porque sus bienes perecerán con
por todos los bienes que tenemos; él! Y digo estas cosas a los que son
por alimento y vestido; y por oro a 
ricos en lo que toca a las cosas de
y plata y por las riquezas de toda este mundo.
especie que poseemos? 24 Y además, digo a los pobres,
20 Y he aquí, ahora mismo ha­ vosotros que no tenéis, y sin em­
béis estado invocando su nombre, bargo, tenéis suficiente para pa­
suplicando la remisión de vues­ sar de un día al otro; me refiero
tros pecados. ¿Y ha permitido él a todos vosotros que rehusáis al
que hayáis pedido en vano? No; mendigo porque no tenéis; qui­
él ha derramado su Espíritu sobre siera que en vuestros corazones
vosotros, y ha hecho que vuestros dijeseis: No doy porque no tengo,
corazones se llenaran de a alegría, mas si tuviera, a daría.
y ha hecho callar vuestras bocas 25 Ahora bien, si decís esto en
de modo que no pudisteis ex­ vuestros corazones, quedáis sin
presaros, tan extremadamente culpa; de otro modo, sois a con­
grande fue vuestro gozo. denados; y vuestra condenación
21 Y ahora bien, si Dios, que os es justa, pues codiciáis lo que no
ha creado, de quien dependéis habéis recibido.
por vuestras vidas y por todo 26 Y ahora bien, por causa de estas
lo que tenéis y sois, os concede cosas que os he hablado —es decir,
cuanta cosa justa le pedís con fe, a fin de retener la remisión de vues­
creyendo que recibiréis, ¡oh cómo tros pecados de día en día, para que
debéis entonces a impartiros el a 
andéis sin culpa ante Dios— qui­
uno al otro de vuestros bienes! siera que de vuestros bienes b die­
22 Y si a juzgáis al hombre que os seis al c pobre, cada cual según lo
pide de vuestros bienes para no que tuviere, tal como d alimentar
perecer, y lo condenáis, cuánto al hambriento, vestir al desnudo,
más justa será vuestra condena­ visitar al enfermo, y ministrar para
ción por haberle b negado vuestros su alivio, tanto espiritual como tem­
bienes, los cuales no os pertene­ poralmente, según sus necesidades.
cen a vosotros sino a Dios, a quien 27 Y mirad que se hagan todas
20 a GEE Gozo. 23 a DyC 56:16. c Zac. 7:10;
21 a GEE Bienestar; 24 a Marcos 12:44. Alma 1:27.
Servicio. 25 a DyC 56:17. GEE Limosna.
22 a Mateo 7:1–2; 26 a GEE Andar, andar con d Isa. 58:10–11;
Juan 7:24. Dios. DyC 104:17–18.
b 1 Juan 3:17. b Jacob 2:17–19.
MOSÍAH 4:28–5:5 186
estas cosas con prudencia y or­ fe — Entonces son llamados por el
den; porque no se exige que un nombre de Cristo — El rey Benjamín
hombre corra más a aprisa de lo los exhorta a ser firmes e inmutables
que sus fuerzas le permiten. Y en buenas obras. Aproximadamente
además, conviene que sea dili­ 124 a.C.
gente, para que así gane el ga­
Y ahora bien, aconteció que
lardón; por tanto, todas las cosas
cuando el rey Benjamín hubo
deben hacerse en orden.
hablado así a su pueblo, mandó
28 Y quisiera que recordaseis
indagar entre ellos, deseando sa­
que el que de entre vosotros pida
ber si creían las palabras que les
prestado a su vecino, debe devol­
había hablado.
ver aquello que pide prestado, de
2 Y todos clamaron a una voz,
acuerdo con lo que prometa; pues
diciendo: Sí, creemos todas las
de lo contrario, cometeréis pecado
palabras que nos has hablado;
y tal vez hagáis que vuestro ve­
y además, sabemos de su cer­
cino peque también.
teza y verdad por el Espíritu del
29 Y por último, no puedo deci­
Señor Omnipotente, el cual ha
ros todas las cosas mediante las
efectuado un potente a cambio en
cuales podéis cometer pecado;
nosotros, o sea, en nuestros cora­
porque hay varios modos y me­
zones, por lo que ya no tenemos
dios, tantos que no puedo enu­
más disposición a obrar b mal, sino
merarlos.
a hacer lo bueno continuamente.
30 Pero esto puedo deciros, que
3 Y también nosotros mismos,
si no os a cuidáis a vosotros mis­
por medio de la infinita bondad
mos, y vuestros b pensamientos,
de Dios y las manifestaciones de
y vuestras c palabras y vuestras
su Espíritu, tenemos grandes vi­
obras, y si no observáis los man­
siones de aquello que está por
damientos de Dios ni perseveráis
venir; y si fuere necesario, podría­
en la fe de lo que habéis oído con­
mos profetizar de todas las cosas.
cerniente a la venida de nuestro
4 Y es la fe que hemos tenido
Señor, aun hasta el fin de vuestras
en las cosas que nuestro rey nos
vidas, debéis perecer. Y ahora
ha hablado lo que nos ha llevado
bien, ¡oh hombre!, recuerda, y
a este gran conocimiento, por lo
no perezcas.
que nos regocijamos con un gozo
tan sumamente grande.
CAPÍTULO 5
5 Y estamos dispuestos a con­
Los santos llegan a ser hijos e hi- certar un a convenio con nuestro
jas de Cristo por medio de la Dios de hacer su voluntad y ser
27 a DyC 10:4. GEE Pensamientos. GEE Nacer de Dios,
30 a Alma 12:14. c Mateo 15:18–20. nacer de nuevo.
GEE Velar. GEE Profanidad. b Alma 19:33.
b Marcos 7:18–23. 5 2 a Alma 5:14. 5 a Mos. 18:10.
187 MOSÍAH 5:6–13
obedientes a sus mandamien­ con Dios de ser obedientes hasta
tos en todas las cosas que él nos el fin de vuestras vidas.
mande, todo el resto de nuestros 9 Y sucederá que quien hiciere
días, para que no traigamos so­ esto, se hallará a la diestra de
bre nosotros un tormento b sin fin, Dios, porque sabrá el nombre
como lo ha declarado el c ángel, por el cual es llamado; pues será
para que no bebamos del cáliz de llamado por el nombre de Cristo.
la ira de Dios. 10 Y acontecerá que quien no
6  Ahora bien, estas palabras tome sobre sí el nombre de Cristo,
eran las que de ellos deseaba el tendrá que ser llamado por algún
rey Benjamín; y por lo tanto, les a 
otro nombre; por tanto, se hallará
dijo: Habéis declarado las pala­ a la b izquierda de Dios.
bras que yo deseaba; y el con­ 11 Y quisiera que también recor­
venio que habéis hecho es un daseis que este es el a nombre que
convenio justo. dije que os daría, el cual nunca
7 Ahora pues, a causa del con­ sería borrado, sino por transgre­
venio que habéis hecho, seréis sión; por tanto, tened cuidado de
llamados a progenie de Cristo, hi­ no transgredir, para que el nom­
jos e hijas de él, porque he aquí, bre no sea borrado de vuestros
hoy él os ha b engendrado espiri­ corazones.
tualmente; pues decís que vues­ 12 Yo os digo: Quisiera que os
tros c corazones han cambiado por acordaseis de a conservar siempre
medio de la fe en su nombre; por escrito este nombre en vuestros
tanto, habéis d nacido de él y ha­ corazones para que no os halléis
béis llegado a ser sus e hijos y sus a la izquierda de Dios, sino que
hijas. oigáis y conozcáis la voz por la
8 Y bajo este a título sois b librados, cual seréis llamados, y también el
y c no hay otro título por medio nombre por el cual él os llamará.
del cual podáis ser librados. No 13 Porque ¿cómo a conoce un
hay otro d nombre dado por el cual hombre al amo a quien no ha
venga la salvación; por tanto, qui­ servido, que es un extraño para
siera que e tomaseis sobre vosotros él, y se halla lejos de los pensa­
el nombre de Cristo, todos voso­ mientos y de las intenciones de su
tros que habéis hecho convenio corazón?
5 b Mos. 3:25–27. nacer de nuevo. e Hech. 11:26;
c Mos. 3:2. e DyC 11:30. Alma46:15.
7 a Mos. 27:24–26; 8 a O sea, encabezamiento. 10 a Alma 5:38–39.
Moisés 6:64–68. Es decir, Cristo es la b Mateo 25:33.
GEE Hijos e hijas de cabeza. 11 a Mos. 1:11–12.
Dios. b Rom. 6:18; GEE Jesucristo — El
b GEE Engendrado, Gál. 5:1; tomar sobre sí el
engendrar. Hel. 14:30. nombre de Jesucristo.
c GEE Corazón. c Hech. 4:10, 12; 12 a DyC 18:23–25.
d Mos. 15:10–11. Alma 21:9. 13 a Mos. 26:24–27.
GEE Nacer de Dios, d Mos. 26:18.
MOSÍAH 5:14–6:7 188
14 Y además, ¿toma un hom­ que no hubiese hecho convenio
bre un asno que pertenece a su y tomado sobre sí el nombre de
vecino, y lo guarda? Yo os digo Cristo.
que no; ni siquiera permitirá que 3  Y además, aconteció que
pazca entre sus rebaños, sino que cuando el rey Benjamín hubo
lo ahuyentará y lo echará fuera. dado fin a todas estas cosas, y
Os digo que así será entre voso­ hubo consagrado a su hijo a Mo­
tros si no sabéis el nombre por el síah para que fuera el gobernante
cual se os llame. y rey de su pueblo, y le hubo
15 Por tanto, quisiera que fueseis dado todo cargo concerniente al
firmes e inmutables, abundando reino, y también hubo b nombrado
siempre en buenas obras para sacerdotes para c enseñar al pue­
que Cristo, el Señor Dios Omni­ blo, a fin de que así pudiesen oír y
potente, pueda a sellaros como su­ saber los mandamientos de Dios,
yos, a fin de que seáis llevados al y despertar en ellos el recuerdo
cielo, y tengáis salvación sin fin, y del d juramento que habían he­
vida eterna mediante la sabiduría, cho, despidió a la multitud; y se
y poder, y justicia, y misericordia volvieron, cada cual, según sus
de aquel que b creó todas las cosas familias, a sus propias casas.
en el cielo y en la tierra, el cual es 4 Y a Mosíah empezó a reinar en
Dios sobre todo. Amén. lugar de su padre. Y comenzó a
reinar en el trigésimo año de su
CAPÍTULO 6 vida; y en total habían transcu­
rrido unos cuatrocientos setenta
El rey Benjamín registra los nombres
y seis años desde el b tiempo en
de los del pueblo y nombra sacerdotes
que Lehi salió de Jerusalén.
para que les enseñen — Mosíah reina
5 Y el rey Benjamín vivió tres
como rey justo. Aproximadamente
años más, y murió.
124–121 a.C.
6 Y sucedió que el rey Mosíah
Y ahora bien, el rey Benjamín anduvo en las sendas del Señor,
consideró prudente, después de y observó sus juicios y sus estatu­
haber acabado de hablar al pue­ tos, y guardó sus mandamientos
blo, a tomar los nombres de todos en todas las cosas que el Señor
los que habían hecho convenio le mandó.
con Dios de guardar sus manda­ 7 Y el rey Mosíah hizo que su
mientos. pueblo labrara la tierra. Y tam­
2 Y sucedió que no hubo ni un bién él mismo labraba la tierra
alma, salvo los niños pequeños, para que así a no fuese oneroso a
15 a
GEE Santificación; 6 1 a DyC 128:8. d Mos. 5:5–7.
Vocación (llamamiento) 3 a Mos. 1:10; 2:30. 4 a GEE Mosíah hijo de
y elección. b GEE Ordenación, Benjamín.
b Col. 1:16; Mos. 4:2; ordenar. b 1 Ne. 1:4.
Alma 11:39. c Alma 4:7. 7 a 2 Cor. 11:9.
189 MOSÍAH 7:1–10
su pueblo, a fin de obrar de ellos uno llamado Ammón, un
acuerdo con lo que su padre ha­ hombre fuerte y poderoso, y des­
bía hecho en todas las cosas. Y no cendiente de Zarahemla; y tam­
hubo contención entre todo su bién era su caudillo.
pueblo por el espacio de tres años. 4 Y no sabían el rumbo que de­
bían seguir en el desierto para
CAPÍTULO 7 subir a la tierra de Lehi-Nefi; por
tanto, anduvieron errantes mu­
Ammón descubre la tierra de Lehi-
chos días por el desierto, sí, hasta
Nefi, donde reina Limhi — El pueblo
cuarenta días anduvieron errantes.
de Limhi se halla bajo el yugo de los
5 Y después que hubieron an­
lamanitas — Limhi relata la historia
dado errantes cuarenta días, lle­
de ellos — Un profeta (Abinadí) ha-
garon a un collado al norte de la
bía testificado que Cristo es el Dios y
tierra de a Shilom, y allí plantaron
el Padre de todas las cosas — Aque-
sus tiendas.
llos que siembren inmundicia se-
6 Y Ammón tomó a tres de sus
garán el torbellino, y aquellos que
hermanos, y se llamaban Ama­
depositen su confianza en el Señor
lekí, Helem y Hem, y descendie­
serán librados. Aproximadamente
ron a la tierra de a Nefi.
121 a.C.
7 Y he aquí que dieron con el rey
Y ahora bien, aconteció que des­ del pueblo que vivía en la tierra de
pués que hubo tenido paz conti­ Nefi y en la tierra de Shilom; y los
nua por el término de tres años, rodeó la guardia del rey, y fueron
el rey Mosíah tuvo deseos de sa­ apresados y atados y encarcelados.
ber de la gente que a fue a morar 8 Y ocurrió que después de ha­
a la tierra de Lehi-Nefi, o sea, a ber estado en la cárcel dos días,
la ciudad de Lehi-Nefi; porque su los llevaron otra vez delante del
pueblo nada había sabido de ellos rey, y les soltaron las ligaduras; y
desde la ocasión en que salieron estaban ante el rey, y se les permi­
de la tierra de b Zarahemla; de tió, o más bien, se les mandó que
modo que lo importunaban con respondieran a las preguntas que
su insistencia. él les hiciera.
2 Y sucedió que el rey Mosíah 9  Y les dijo: He aquí, yo soy
concedió que dieciséis de los a 
Limhi hijo de Noé, que fue hijo
hombres fuertes del pueblo su­ de Zeniff, quien salió de la tierra
biesen a la tierra de Lehi-Nefi de Zarahemla para heredar esta
para indagar concerniente a sus tierra que era la tierra de sus
hermanos. padres, y el cual fue hecho rey
3 Y ocurrió que al día siguiente por la voz del pueblo.
emprendieron el viaje, e iba con 10 Y ahora deseo saber la razón
7 1 a Omni 1:27–30. 5 a Mos. 9:6, 8, 14. 9 a Mos. 11:1.
b Omni 1:13. 6 a 2 Ne. 5:8.
MOSÍAH 7:11–19 190
por la cual os habéis atrevido a gravoso de soportar. Y he aquí,
aproximaros a los muros de la ciu­ nuestros hermanos ahora nos libra­
dad, cuando yo mismo me hallaba rán de nuestro cautiverio, o sea, de
fuera de la puerta con mis guar­ las manos de los lamanitas, y sere­
dias. mos sus esclavos; porque es mejor
11 Y por este motivo he permi­ ser esclavos de los nefitas que pa­
tido que fueseis preservados, para gar tributo al rey de los lamanitas.
que yo pudiera interrogaros, pues 16 Y ahora bien, el rey Limhi
de otro modo, habría hecho que mandó a sus guardias que no vol­
mis guardias os ejecutaran. Os es vieran a atar a Ammón ni a sus
permitido hablar. hermanos, sino hizo que fueran al
12 Y ahora bien, cuando Ammón collado que se hallaba al norte de
vio que le era permitido hablar, Shilom, y trajeran a sus hermanos
fue y se inclinó ante el rey; y, le­ a la ciudad para que comieran,
vantándose otra vez, dijo: ¡Oh bebieran y descansaran de los tra­
rey!, estoy muy agradecido ante bajos de su viaje; porque habían
Dios hoy día por estar vivo aún, padecido muchas cosas; habían
y porque se me permite hablar; padecido hambre, sed y fatiga.
y trataré de hablar osadamente; 17 Y ahora bien, aconteció que al
13 porque estoy seguro de que día siguiente, el rey Limhi envió
si me hubieses conocido, no ha­ una proclamación a todos los de
brías permitido que me pusieran su pueblo, a fin de que se congre­
estas ligaduras. Pues soy Ammón, gasen en el a templo para oír las
descendiente de Zarahemla, y palabras que él les iba a hablar.
he subido desde la tierra de a Za­ 18 Y acaeció que cuando se hu­
rahemla para indagar tocante a bieron congregado, les habló de
nuestros hermanos que Zeniff este modo, diciendo: ¡Oh pueblo
trajo de aquella tierra. mío, levantad vuestras cabezas
14 Y ocurrió que luego que hubo y consolaos!, porque he aquí, el
oído las palabras de Ammón, tiempo está próximo, o no está
Limhi se alegró en extremo, y muy lejano, cuando ya no estare­
dijo: Ahora sé de seguro que mis mos sujetos a nuestros enemigos
hermanos que se hallaban en la a pesar de que nuestras muchas
tierra de Zarahemla viven aún. luchas han sido en vano; sin em­
Y ahora me regocijaré, y mañana bargo, creo que todavía queda
haré que mi pueblo se regocije por hacer una lucha eficaz.
también. 19 Por tanto, levantad vuestras
15 Porque he aquí, nos hallamos cabezas y regocijaos, y poned
bajo el yugo de los lamanitas, y vuestra confianza en a Dios, en ese
se nos ha a impuesto un tributo Dios que fue el Dios de Abraham,
13 a Omni 1:12–15. 17 a 2 Ne. 5:16.
15 a Mos. 19:15. 19 a Éx. 3:6; 1 Ne. 19:10.
191 MOSÍAH 7:20–27
de Isaac y de Jacob; y además, ese y nuestros hatos; y el rey de los
Dios que b sacó a los hijos de Israel lamanitas nos exige la mitad de
de la tierra de Egipto, e hizo que cuanto tenemos o poseemos, o
cruzaran a pie el mar Rojo sobre nuestras vidas.
tierra seca, y los alimentó con 23 Y bien, ¿no es esto gravoso
c 
maná para que no pereciesen en de soportar? ¿Y no es grande esta
el desierto; y muchas otras cosas aflicción nuestra? He aquí, cuán
hizo él por ellos. gran razón tenemos nosotros para
20 Y además, ese mismo Dios ha lamentarnos.
a 
traído a nuestros padres de la tie­ 24 Sí, os digo que grandes son
rra de Jerusalén, y ha sostenido y las razones que tenemos para la­
preservado a su pueblo, aun hasta mentarnos; porque he aquí, cuán­
ahora; y he aquí, es por causa de tos de nuestros hermanos han
nuestras iniquidades y abomi­ sido muertos, y su sangre ha sido
naciones que él nos ha traído al derramada en vano, y todo por
cautiverio. causa de la iniquidad.
21 Y todos vosotros sois hoy tes­ 25 Porque si este pueblo no hu­
tigos de que Zeniff, que fue hecho biese caído en la transgresión, el
rey de este pueblo, con un a exceso Señor no habría permitido que este
de celo por heredar la tierra de gran mal les hubiera sobrevenido.
sus padres, fue engañado por la Mas he aquí, no quisieron oír sus
astucia y estratagema del rey La­ palabras, sino que surgieron con­
mán, quien hizo un tratado con el tenciones entre ellos, al grado de
rey Zeniff, y entregó en sus manos verter sangre entre ellos mismos.
la posesión de parte de la tierra, 26 Y han matado a un a profeta
o sea, la ciudad de Lehi-Nefi, la del Señor; sí, un hombre escogido
ciudad de Shilom y la tierra cir­ de Dios que les habló de sus ini­
cunvecina; quidades y abominaciones, y pro­
22 e hizo todo esto con el único fetizó de muchas cosas que han
objeto de a subyugar o esclavizar de acontecer, sí, aun la venida
a este pueblo. Y he aquí, nosotros de Cristo.
actualmente pagamos tributo al 27  Y porque les declaró que
rey de los lamanitas, que equi­ Cristo era el a Dios, el Padre de
vale a la mitad de nuestro maíz, todas las cosas, y que tomaría
y de nuestra cebada, y aun de sobre sí la imagen de hombre,
todos nuestros granos, sean de y sería la b imagen conforme a la
la clase que fueren; y la mitad cual el hombre fue creado en el
del aumento de nuestros rebaños principio; en otras palabras, dijo
19 b Éx. 12:40–41; 20 a 1 Ne. 2:1–4. b Gén. 1:26–28;
Alma 36:28. 21 a Mos. 9:1–3. Éter 3:14–17;
c Éx. 16:15, 35; 22 a Mos. 10:18. DyC 20:17–18.
Núm. 11:7–8; 26 a Mos. 17:12–20.
Josué 5:12. 27 a GEE Trinidad.
MOSÍAH 7:28–8:5 192
que el hombre fue creado a ima­ CAPÍTULO 8
gen de c Dios, y que Dios bajaría
Ammón enseña al pueblo de Limhi —
entre los hijos de los hombres, y
Se entera de las veinticuatro planchas
tomaría sobre sí carne y sangre, e
jareditas — Los videntes pueden tra-
iría sobre la faz de la tierra.
ducir anales antiguos — No hay don
28 Y ahora bien, porque dijo
mayor que el que posee un vidente.
esto, le quitaron la vida; e hicie­
Aproximadamente 121 a.C.
ron muchas cosas más que traje­
ron sobre ellos la ira de Dios. Por Y aconteció que después que el
tanto, ¿quién se puede asombrar rey Limhi hubo acabado de ha­
de que se hallen en el cautiverio, blar a su pueblo, porque les dijo
y sean heridos con tan grandes muchas cosas, y solo algunas de
aflicciones? ellas he escrito en este libro, él
29 Porque he aquí, el Señor ha relató a su pueblo todo lo concer­
dicho: No a socorreré a los de mi niente a sus hermanos que se ha­
pueblo en el día de su transgre­ llaban en la tierra de Zarahemla.
sión, sino que obstruiré sus ca­ 2 E hizo que Ammón se presen­
minos para que no prosperen; y tara ante la multitud, y le refiriese
sus hechos serán como piedra de todo cuanto había sucedido a sus
tropiezo delante de ellos. hermanos desde la época en que
30 Y también dice: Si mi pueblo Zeniff partió de la tierra, hasta
siembra a inmundicia, b segará el el tiempo en que él mismo vino
tamo de ella en el torbellino; y su de allí.
efecto es veneno. 3 Y Ammón también les declaró
31 Y dice además: Si mi pue­ las últimas palabras que el rey
blo siembra inmundicia segará Benjamín les había enseñado,
el a viento oriental, el cual trae y las explicó al pueblo del rey
destrucción inmediata. Limhi para que entendieran
32 Y ahora bien, he aquí, la pro­ todas las palabras que él habló.
mesa del Señor se ha cumplido, y 4 Y sucedió que después de ha­
vosotros sois heridos y afligidos. ber hecho todo esto, el rey Limhi
33 Mas si os a tornáis al Señor despidió a la multitud e hizo que
con íntegro propósito de corazón, cada uno se volviera a su propia
y ponéis vuestra confianza en él, y casa.
le servís con toda la diligencia del 5 Y ocurrió que hizo que le lle­
alma, si hacéis esto, él, de acuerdo varan a Ammón las planchas
con su propia voluntad y deseo, que contenían los a anales de su
os librará del cautiverio. pueblo, desde el tiempo en que
27 c Mos. 13:33–34; 15:1–4. inmundo. 31 a Jer. 18:17;
29 a 1 Sam. 12:15; b Gál. 6:7–8; Mos. 12:6.
2 Cró. 24:20. DyC 6:33. 33 a Morm. 9:6.
30 a GEE Inmundicia, GEE Siega. 8 5 a Mos. 9–22.
193 MOSÍAH 8:6–14
salieron de la tierra de Zara­ cobre, y están perfectamente con­
hemla, para que él las leyera. servados.
6 Ahora bien, en cuanto Ammón 11 Y más aún, han traído espa­
hubo leído la historia, el rey lo das cuyas guarniciones se han
interrogó para saber si podía in­ consumido, y cuyas hojas estaban
terpretar idiomas; y le respondió carcomidas de herrumbre; y no
Ammón que no podía. hay en la tierra quien pueda in­
7 Y le dijo el rey: Hallándome terpretar el lenguaje o los graba­
apesadumbrado por las afliccio­ dos que están sobre las planchas.
nes de mi pueblo, hice que cua­ Por esto te dije: ¿Puedes traducir?
renta y tres de los de mi pueblo 12 Y te pregunto además: ¿Sa­
emprendieran un recorrido por el bes tú de alguien que pueda tra­
desierto, para que por ese medio ducir? Porque deseo que estos
hallasen la tierra de Zarahemla, anales sean traducidos a nuestro
a fin de apelar a nuestros her­ idioma; pues quizá nos darán co­
manos para que nos libraran del nocimiento de un resto del pue­
cautiverio. blo que ha sido destruido, del
8 Y estuvieron perdidos en el cual procedieron estos anales; o
desierto por el espacio de muchos tal vez nos harán saber de este
días, y a pesar de su diligencia, mismo pueblo que ha sido des­
no encontraron la tierra de Zara­ truido; y deseo saber la causa de
hemla, sino que retornaron aquí su destrucción.
después de haber viajado por 13 Luego Ammón le dijo: Puedo
una tierra entre muchas aguas, y de seguro decirte, oh rey, de un
de haber descubierto una región hombre que puede a traducir los
llena de huesos de hombres y anales; pues él tiene algo con lo
bestias, y también estaba cubierta que puede mirar y traducir todos
de ruinas de edificios de todas los anales que son de fecha anti­
clases; y descubrieron una tierra gua; y es un don de Dios. Y las co­
que había sido habitada por un sas se llaman b intérpretes, y nadie
pueblo tan numeroso como las puede mirar en ellos a menos que
huestes de Israel. le sea mandado, no sea que bus­
9 Y como testimonio de la ver­ que lo que no debe, y así perezca.
dad de las cosas que habían di­ Y a quien se le manda mirar en
cho, han traído a veinticuatro ellos, a ese se le llama c vidente.
planchas que están llenas de gra­ 14 Y he aquí, el rey del pueblo
bados, y son de oro puro. que se halla en la tierra de Zara­
10 Y he aquí, también han traído hemla es el hombre a quien se
a 
petos, los cuales son de gran manda hacer estas cosas, y es el
tamaño; y son de b bronce y de que tiene este alto don de Dios.
9 a Éter 1:1–2. b Éter 10:23. b GEE Urim y Tumim.
10 a Éter 15:15. 13 a Mos. 28:10–17. c GEE Vidente.
MOSÍAH 8:15–9:2 194
15 Y dijo el rey que un vidente entendimiento de los hijos de los
es mayor que un profeta. hombres, pues ni buscan sabidu­
16 Y Ammón dijo que un vidente ría, ni desean que a ella los rija!
es también revelador y profeta; y 21 Sí, son como un rebaño sil­
que no hay mayor don que un hom­ vestre que huye del pastor, y se
bre pueda tener, a menos que posea esparce, y es perseguido y devo­
el poder de Dios, que nadie puede rado por los animales de la selva.
tener; sin embargo, el hombre puede
recibir gran poder de Dios.
Los Anales de Zeniff — Un relato
17 Mas un vidente puede saber
de su pueblo desde la época en que
de cosas que han pasado y tam­
salieron de la tierra de Zarahemla
bién de cosas futuras; y por este
hasta la época en que fueron libra­
medio todas las cosas serán re­
dos de las manos de los lamanitas.
veladas, o mejor dicho, las cosas
secretas serán manifestadas, y las Comprende los capítulos del 9 al 22.
cosas ocultas saldrán a la luz; y lo
que no es sabido, ellos lo darán a CAPÍTULO 9
conocer; y también manifestarán
Zeniff conduce a un grupo de los de
cosas que de otra manera no se
Zarahemla para poseer la tierra de
podrían saber.
Lehi-Nefi — El rey lamanita les per-
18 Así Dios ha dispuesto un me­
mite poseer la tierra — Hay guerra
dio para que el hombre, por la fe,
entre los lamanitas y el pueblo de Ze-
pueda efectuar grandes milagros;
niff. Aproximadamente 200–187 a.C.
por tanto, llega a ser un gran be­
neficio para sus semejantes. Yo, Zeniff, habiendo sido ins­
19 Y ahora bien, cuando Ammón truido en todo el idioma de los
hubo acabado de hablar estas pala­ nefitas y habiendo tenido conoci­
bras, el rey se regocijó en extremo miento de la a tierra de Nefi, o sea,
y dio gracias a Dios, diciendo: Sin la tierra de la primera herencia de
duda estas planchas encierran un nuestros padres, y habiendo sido
a 
gran misterio, y estos intérpretes enviado como espía entre los la­
fueron indudablemente prepara­ manitas para que observase sus
dos con objeto de desplegar todos fuerzas —a fin de que nuestro
los misterios de esta índole a los ejército cayera sobre ellos y los
hijos de los hombres. destruyera— mas cuando vi lo
20 ¡Oh cuán maravillosas son bueno que había entre ellos, no
las obras del Señor, y cuán largo quise que fuesen destruidos.
tiempo soporta él a su pueblo; sí, 2 Por tanto, contendí con mis
y cuán ciego e impenetrable es el hermanos en el desierto, pues
19 a Éter 3:21–28; 4:4–5. femenino en hebreo Mateo 11:19.
20 a Es decir, sabiduría, y griego. 9 1 a 2 Ne. 5:5–8;
también un sustantivo Prov. 9:1; Omni 1:12.
195 MOSÍAH 9:3–13
quería que nuestro jefe hiciera 7 Y también mandó que su gente
un tratado con ellos; pero siendo saliera de esa tierra; y yo y mi
hombre severo y sanguinario, él pueblo entramos en ella a fin de
mandó que me quitaran la vida; poseerla.
mas fui rescatado por la efusión 8 Y empezamos a construir edi­
de mucha sangre; porque padre ficios y a reparar los muros de la
luchó contra padre, y hermano ciudad; sí, las murallas de la ciu­
contra hermano, hasta que la ma­ dad de Lehi-Nefi y de la ciudad
yor parte de nuestro ejército fue de Shilom.
destruida en el desierto; y los que 9 Y empezamos a cultivar la
sobrevivimos retornamos a la tie­ tierra, sí, con toda clase de se­
rra de Zarahemla a comunicar ese millas, con semillas de maíz, de
relato a sus esposas y a sus hijos. trigo y de cebada, con neas y con
3 Y sin embargo, yo, con un ex­ sheum, y con semillas de toda
ceso de celo por heredar la tie­ clase de frutas; y empezamos a
rra de nuestros padres, junté a multiplicarnos y a prosperar en
cuantos deseaban ir para poseer la tierra.
la tierra, y de nuevo emprendi­ 10 Ahora bien, fue por la astu­
mos nuestro viaje al desierto para cia y artimaña del rey Lamán,
subir a aquella tierra; mas fui­ para a reducir a mi pueblo a la
mos heridos con hambre y graves servidumbre, que él cedió la tie­
aflicciones, pues éramos tardos rra para que la poseyéramos no­
en acordarnos del Señor nues­ sotros.
tro Dios. 11 Por tanto, sucedió que des­
4 No obstante, después de andar pués que hubimos vivido en la
errantes por el desierto muchos tierra por el término de doce
días, plantamos nuestras tiendas años, el rey Lamán empezó a in­
en el lugar en que nuestros her­ quietarse, por si de alguna ma­
manos habían perecido, el cual nera mi pueblo se hacía fuerte
se hallaba cerca de la tierra de en la tierra, y así ellos no podrían
nuestros padres. dominarlo y esclavizarlo.
5 Y aconteció que con cuatro de 12 Porque eran una gente pere­
mis hombres entré otra vez en la zosa e a idólatra; por tanto, desea­
ciudad hasta donde estaba el rey, ban hacernos sus esclavos a fin de
a fin de conocer su disposición, y hartarse con el trabajo de nuestras
saber si podía ir con mi pueblo y manos; sí, para saciarse con los
poseer la tierra en paz. rebaños de nuestros campos.
6 Y entré a ver al rey, el cual hizo 13 Por tanto, aconteció que el
pacto conmigo para que yo po­ rey Lamán comenzó a incitar a
seyera la tierra de Lehi-Nefi y la su pueblo para que contendiera
tierra de Shilom. con el mío; por lo que empezó a
10 a Mos. 7:21–22. 12 a Enós 1:20. GEE Idolatría.
MOSÍAH 9:14–10:5 196
haber guerras y contiendas en manos ayudé a enterrar a sus
la tierra. muertos. Y he aquí, para nuestro
14 Porque en el decimotercer gran pesar y lamentación, dos­
año de mi reinado en la tierra de cientos setenta y nueve de nues­
Nefi, estando mi pueblo abre­ tros hermanos fueron muertos.
vando y apacentando sus rebaños
y cultivando sus tierras, allá al sur CAPÍTULO 10
de la tierra de Shilom vino sobre
Muere el rey Lamán — Los de su
ellos una numerosa hueste de la­
pueblo son salvajes y feroces, y creen
manitas, y empezaron a matarlos
en tradiciones falsas — Zeniff y su
y a llevarse sus rebaños y el maíz
pueblo prevalecen en contra de ellos.
de sus campos.
Aproximadamente 187–160 a.C.
15 Sí, y ocurrió que huyeron, to­
dos aquellos a quienes no alcan­ Y sucedió que de nuevo empe­
zaron, hasta la ciudad de Nefi, y zamos a establecer el reino y a
me pidieron protección. poseer otra vez la tierra en paz.
16 Y aconteció que los armé con Y mandé hacer armas de guerra
arcos y con flechas, con espadas y de todas clases, para que de ese
con cimitarras, con mazas y con modo yo tuviera armas para mi
hondas, y con cuanto género de pueblo, para el día en que los
armas pudimos inventar; y yo y lamanitas volvieran a la guerra
mi pueblo salimos a la batalla en contra mi pueblo.
contra de los lamanitas. 2 Y puse guardias alrededor de
17 Sí, con la fuerza del Señor la tierra, a fin de que los lamanitas
salimos a la batalla contra los la­ no cayesen de nuevo de impro­
manitas; porque yo y mi pueblo viso sobre nosotros y nos destru­
clamamos fervientemente al Se­ yesen; y así protegí a mi pueblo y
ñor para que nos librara de las mis rebaños, y evité que cayeran
manos de nuestros enemigos, en manos de nuestros enemigos.
porque se despertó en nosotros 3 Y sucedió que heredamos la
el recuerdo de la liberación de tierra de nuestros padres durante
nuestros padres. muchos años; sí, por el espacio de
18 Y Dios a oyó nuestro clamor veintidós años.
y contestó nuestras oraciones; y 4 E hice que los hombres cultiva­
salimos con su fuerza; sí, salimos ran la tierra y produjeran a granos
contra los lamanitas, y en un día y frutos de todas clases.
y una noche matamos a tres mil 5 E hice que las mujeres hilaran
cuarenta y tres; los matamos hasta y se afanaran, y trabajaran y tejie­
que los hubimos expulsado de ran toda suerte de linos finos; sí, y
nuestra tierra. a 
telas de todas clases para que cu­
19 Y yo mismo con mis propias briéramos nuestra desnudez; y así
18 a Mos. 29:20. 10 4 a Mos. 9:9. 5 a Alma 1:29.
197 MOSÍAH 10:6–14
prosperamos en la tierra, así goza­ 10 Y aconteció que salimos a la
mos de continua paz en la tierra batalla contra los lamanitas, y
por el espacio de veintidós años. hasta yo, en mi avanzada edad,
6 Y aconteció que el rey a Lamán fui a la batalla contra los lamani­
murió, y su hijo empezó a reinar tas. Y ocurrió que salimos a la lid
en su lugar. Y empezó a incitar a con la a fuerza del Señor.
su pueblo a rebelarse en contra 11 Ahora bien, los lamanitas
del mío; así que comenzaron a nada sabían concerniente al Señor
prepararse para la guerra y para ni a la fuerza del Señor; por tanto,
venir a la batalla contra mi pue­ confiaban en su propia fuerza.
blo. Con todo, eran gente fuerte, se­
7 Mas yo había enviado a mis gún la fuerza del hombre.
espías a los alrededores de la tie­ 12 Eran un pueblo a salvaje, fe­
rra de a Shemlón, para descubrir roz y sanguinario, creyentes en la
sus preparativos, para guardarme b 
tradición de sus padres, que era
de ellos a fin de que no vinieran esta: Creían que fueron echados
sobre mi pueblo y lo destruyeran. de la tierra de Jerusalén a causa
8 Y sucedió que subieron por el de las iniquidades de sus padres,
lado norte de la tierra de Shilom, y que sus hermanos los ultraja­
con sus numerosas huestes: hom­ ron en el desierto, y que también
bres a armados con b arcos y con fueron agraviados mientras cru­
flechas, con espadas y con cimi­ zaban el mar.
tarras, con piedras y con hondas; 13 Y más aún, que los habían
y llevaban afeitada y desnuda la tratado injustamente mientras se
cabeza, y estaban ceñidos con hallaban en la tierra de su a pri­
una faja de cuero alrededor de mera herencia, después de ha­
sus lomos. ber atravesado el mar; y todo
9 Y aconteció que hice que las esto porque Nefi fue más fiel en
mujeres y los niños de mi pueblo guardar los mandamientos del
se ocultaran en el desierto; e hice Señor; por tanto, fue b favorecido
también que todos mis hombres del Señor porque el Señor oyó
ancianos que podían llevar armas, sus oraciones y las contestó; y
así como todos mis hombres jó­ él tomó el mando en su viaje por
venes que podían portar armas, el desierto.
se reunieran para ir a la batalla 14 Y sus hermanos se enojaron
contra los lamanitas; y los colo­ con él porque no a entendían la
qué en sus filas, cada hombre se­ manera de proceder del Señor; y
gún su edad. también se b irritaron con él sobre
6 a Mos. 9:10–11; 24:3. 10 a GEE Confianza, confiar. b 1 Ne. 17:35.
7 a Mos. 11:12. 12 a Alma 17:14. 14 a 1 Ne. 15:7–11.
8 a Jarom 1:8. b 2 Ne. 5:1–3. b 1 Ne. 18:10–11.
b Alma 3:4–5. 13 a 1 Ne. 18:23.
MOSÍAH 10:15–11:3 198
las aguas, porque endurecieron los echamos de nuestra tierra, y
sus corazones contra el Señor. los matamos con gran mortandad,
15 Y además, se enfurecieron tantos que no los contamos.
con él cuando hubieron llegado 21 Y aconteció que de nuevo
a la tierra prometida, porque de­ volvimos a nuestra propia tierra,
cían que él había arrebatado de y mi pueblo empezó otra vez a
sus manos el a mando del pueblo; guardar sus rebaños y a cultivar
y trataron de matarlo. sus tierras.
16 Y además, se ensañaron con 22 Y ahora bien, yo, habiendo
él porque salió para el desierto, envejecido, conferí el reino a uno
como el Señor le había mandado, de mis hijos; por tanto, no digo
y llevó consigo los a anales que es­ más. Y ruego que el Señor ben­
taban grabados en las planchas de diga a mi pueblo. Amén.
bronce, porque decían ellos que
él los había b robado. CAPÍTULO 11
17 Y por tanto, han enseñado
El rey Noé reina inicuamente — Se de-
a sus hijos a que los aborrezcan,
leita en una vida desenfrenada con sus
y que los asesinen, y que les ro­
esposas y concubinas — Abinadí pro-
ben y los despojen, y que hagan
fetiza que el pueblo caerá en el cauti-
cuanto puedan para destruirlos;
verio — El rey Noé procura quitarle la
por tanto, sienten un odio eterno
vida. Aproximadamente 160–150 a.C.
contra los hijos de Nefi.
18 Precisamente por esta causa, Y sucedió que Zeniff confirió el
el rey Lamán, mediante su astucia reino a Noé, uno de sus hijos; por
y mentirosa estratagema, y sus tanto, Noé empezó a reinar en su
halagadoras promesas, me en­ lugar; y no anduvo por las sendas
gañó, para que trajera a mi pueblo de su padre.
a esta tierra, a fin de que ellos lo 2 Pues he aquí, no guardó los
destruyeran; sí, y hemos padecido mandamientos de Dios, sino que
todos estos años en la tierra. anduvo en pos de los deseos de
19 Y ahora bien, yo, Zeniff, des­ su propio corazón. Y tuvo muchas
pués de haber dicho todas estas esposas y a concubinas. E b hizo
cosas acerca de los lamanitas a los que su pueblo pecara e hiciera lo
de mi pueblo, los animé a que sa­ que era abominable delante del
lieran a luchar con toda su fuerza Señor. Sí, cometieron c fornicacio­
y pusieran su confianza en el Se­ nes y toda clase de iniquidades.
ñor; por tanto, luchamos contra 3  E impuso un tributo de la
ellos cara a cara. quinta parte de cuanto poseían:
20 Y aconteció que nuevamente la quinta parte de su oro y de su
15 a 2 Ne. 5:3. 11 2 a Jacob 3:5. c 2 Ne. 28:15.
16 a 2 Ne. 5:12. b 1 Rey. 14:15–16;
b Alma 20:10, 13. Mos. 29:31.
199 MOSÍAH 11:4–14
plata, y la quinta parte de su ziff,
a 
fina, y estaba adornado de oro y
y de su cobre, y de su bronce y de plata y cosas preciosas.
su hierro; y la quinta parte de sus 10 Y también mandó que sus ar­
animales cebados, y también la tesanos elaboraran toda clase de
quinta parte de todos sus granos. obras finas dentro de los muros
4 E hizo todo esto para soste­ del templo: de madera fina, y de
nerse a sí mismo, y a sus esposas cobre, y de bronce.
y a sus concubinas; y también a 11 Y los asientos que se reser­
sus sacerdotes y a las esposas y varon para los sumos sacerdotes,
las concubinas de ellos; de este que eran más altos que todos los
modo había cambiado los asun­ demás asientos, él los adornó con
tos del reino. oro puro; e hizo construir un an­
5  Pues destituyó a todos los tepecho delante de ellos, sobre el
sacer­dotes que su padre había con­ cual podían sostener sus cuerpos y
sagrado, y en su lugar consagró a sus brazos mientras hablaban fal­
otros, aquellos que se envanecían sas y vanas palabras a su pueblo.
con el orgullo de sus corazones. 12 Y ocurrió que edificó una a to­
6 Sí, y de esta manera eran man­ rre cerca del templo, sí, una torre
tenidos en su pereza y en su ido­ muy alta, tan alta así que desde
latría y sus fornicaciones, con los su cima podía ver la tierra de Shi­
tributos que el rey Noé había im­ lom, y también la tierra de Shem­
puesto sobre los de su pueblo; de lón, que poseían los lamanitas;
modo que trabajaban mucho para y aun podía ver toda la región
sostener la iniquidad. circunvecina.
7 Sí, y también se volvieron 13 Y aconteció que hizo construir
idólatras, porque los engaña­ muchos edificios en la tierra de
ron las vanas y lisonjeras pala­ Shilom; e hizo que se construyera
bras del rey y de los sacerdotes, una gran torre sobre el collado que
porque les hablaban palabras estaba al norte de la tierra de Shi­
lisonjeras. lom, el cual había sido un refugio
8 Y sucedió que el rey Noé cons­ para los hijos de Nefi cuando hu­
truyó muchos edificios elegantes yeron de la tierra; e hizo esto con
y espaciosos; y los adornó con las riquezas que obtenía mediante
obras finas de madera, y con toda los tributos de su pueblo.
clase de cosas preciosas, de oro y 14 Y sucedió que entregó su co­
de plata, de hierro, de bronce, de razón a sus riquezas; y pasaba el
ziff y de cobre. tiempo en vivir desenfrenada­
9 Y también edificó para sí un mente con sus esposas y sus con­
amplio palacio, y un trono en me­ cubinas; y también sus sacerdotes
dio, todo lo cual era de madera pasaban el tiempo con rameras.
3 a En hebreo, “resplandeciente”, y a 12 a Mos. 19:5–6.
palabra parecida a “enchapar en metal”.
MOSÍAH 11:15–26 200
15 Y aconteció que plantó viñas ellos un hombre que se llamaba
en varias partes del país; y cons­ a 
Abinadí; y salió entre ellos y em­
truyó lagares e hizo vino en abun­ pezó a profetizar, diciendo: He
dancia; por tanto, se convirtió en aquí, así dice el Señor, y así me
a 
bebedor de vino, y lo mismo hizo ha mandado, diciendo: Ve y di a
su pueblo. esta gente: Así dice el Señor: ¡Ay
16 Y sucedió que los lamanitas de los de este pueblo!, porque he
empezaron a venir sobre su pue­ visto sus abominaciones, y sus
blo, sobre grupos pequeños, y a iniquidades, y sus fornicaciones,
matarlos en sus campos, y mien­ y a menos que se arrepientan, los
tras cuidaban sus rebaños. visitaré con mi ira.
17 Y el rey Noé envió guardias 21 Y a menos que se arrepien­
a los alrededores de la tierra para tan y se vuelvan al Señor su
contenerlos, mas no envió un nú­ Dios, he aquí, los entregaré en
mero suficiente, y los lamanitas manos de sus enemigos; sí, y
cayeron sobre ellos y los mataron, serán reducidos al a cautiverio,
y se llevaron muchos de sus reba­ y serán afligidos por mano de
ños fuera de la tierra; así empe­ sus enemigos.
zaron los lamanitas a destruirlos 22 Y sucederá que sabrán que yo
y a derramar su odio sobre ellos. soy el Señor su Dios, y que soy un
18 Y aconteció que el rey Noé Dios a celoso, que visito las iniqui­
envió a sus tropas en contra de dades de mi pueblo.
ellos, y los lamanitas fueron re­ 23 Y acontecerá que a menos
chazados, o sea, los hicieron re­ que este pueblo se arrepienta y
troceder por un tiempo, por lo se vuelva al Señor su Dios, será
que volvieron, regocijándose con llevado al cautiverio; y nadie lo
su botín. librará, salvo el Señor, el Dios To­
19 Y ahora bien, a causa de esta dopoderoso.
gran victoria, se envanecieron 24 Sí, y acontecerá que cuando
con el orgullo de sus corazones, ellos clamen a mí, seré a lento en
y se a jactaron de su propia fuerza, oír sus lamentos; sí, y permitiré
diciendo que cincuenta de ellos que sus enemigos los aflijan.
podían contra miles de los lama­ 25 Y a menos que se arrepien­
nitas; y así se jactaban y se delei­ tan en cilicio y ceniza, y clamen
taban en la sangre y en verter la fuertemente al Señor su Dios, no
sangre de sus hermanos; y esto a a 
oiré sus ruegos ni los libraré de
causa de la iniquidad de su rey y sus aflicciones; y así dice el Señor,
sacerdotes. y así me ha mandado.
20 Y aconteció que había entre 26  Y acaeció que cuando les
15 a GEE Palabra de 20 a GEE Abinadí. Deut. 6:15; Mos. 13:13.
Sabiduría. 21 a Mos. 12:2; 20:21; 24 a Miqueas 3:4;
19 a DyC 3:4. 21:13–15; 23:21–23. Mos. 21:15.
GEE Orgullo. 22 a Éx. 20:5; 25 a Isa. 1:15; 59:2.
201 MOSÍAH 11:27–12:4
hubo hablado Abinadí estas pa­ a enseñarles los Diez Mandamientos.
labras, se enojaron con él y tra­ Aproximadamente 148 a.C.
taron de quitarle la vida; mas el
Y aconteció que después de dos
Señor lo libró de sus manos.
años, Abinadí vino entre ellos
27  Ahora bien, cuando el
disfrazado, de modo que no lo
rey Noé se hubo enterado de
conocieron, y empezó a profeti­
las palabras que Abinadí ha­
zar entre ellos, diciendo: Así me
bía hablado al pueblo, también
ha mandado el Señor, diciendo:
se llenó de ira y dijo: ¿Quién
Abinadí, ve y profetiza a los de
es Abinadí, para que yo y mi
mi pueblo, porque han endure­
pueblo seamos juzgados por
cido su corazón en contra de mis
él? O, a ¿quién es el Señor para
palabras; no se han arrepentido
que traiga sobre mi pueblo tan
de sus malas obras; por lo tanto,
grande aflicción?
los a visitaré con mi ira; sí, con mi
28 Os mando traer aquí a Abi­
furiosa ira los visitaré en sus ini­
nadí para matarlo, porque él ha
quidades y abominaciones.
dicho estas cosas para incitar a
2 Sí, ¡ay de esta generación! Y el
los de mi pueblo a la ira unos con
Señor me dijo: Extiende tu mano
otros, y para suscitar contencio­
y profetiza, diciendo: Así dice
nes entre los de mi pueblo; por
el Señor: Acontecerá que los de
tanto, lo mataré.
esta generación, a causa de sus
29 Y los ojos del pueblo se ha­
iniquidades, serán llevados al
llaban a cegados; por tanto, b endu­ a 
cautiverio, y serán heridos en
recieron sus corazones contra las
la b mejilla; sí, y por los hombres
palabras de Abinadí, y trataron de
serán impelidos y muertos; y los
apresarlo desde ese momento en
buitres del aire y los perros, sí, y
adelante. Y el rey Noé endureció
los animales salvajes devorarán
su corazón contra la palabra del
su carne.
Señor, y no se arrepintió de sus
3 Y acontecerá que la a vida del
malas obras.
rey Noé se estimará igual que un
vestido en un b horno ardiente;
CAPÍTULO 12
porque sabrá que yo soy el Señor.
Abinadí es encarcelado por profetizar 4 Y acontecerá que heriré a este
la destrucción del pueblo y la muerte pueblo mío con penosas afliccio­
del rey Noé — Los sacerdotes falsos nes; sí, con hambre y con a pesti­
citan las Escrituras y fingen observar lencia; y haré que b aúllen todo
la ley de Moisés — Abinadí comienza el día.
27 a Éx. 5:2; 12 1 a Isa. 65:6. b Mos. 19:20.
Mos. 12:13. 2 a Mos. 11:21; 20:21; 4 a DyC 97:26.
29 a Moisés 4:4. 21:13–15; 23:21–23. b Mos. 21:9–10.
b Alma 33:20; b Mos. 21:3–4.
Éter 11:13. 3 a Mos. 12:10.
MOSÍAH 12:5–18 202
5 Sí, y haré que les aten cargas
a 
12  Y además, dice que serás
sobre sus espaldas; y serán arrea­ como la flor del cardo, que cuando
dos como mudos asnos. está completamente madura, si el
6 Y acontecerá que enviaré gra­ viento sopla, es arrastrada sobre
nizo entre ellos, y los herirá; y la faz de la tierra; y afirma que el
también serán heridos por el Señor lo ha declarado. Y dice que
a 
viento oriental; y los b insectos todo esto te sobrevendrá a menos
también abrumarán sus tierras y que te arrepientas; y esto a causa
devorarán su grano. de tus iniquidades.
7 Y serán heridos con gran pes­ 13 Y ahora bien, oh rey, ¿qué
tilencia; y haré todo esto por mo­ gran mal has hecho, o qué gran­
tivo de sus a iniquidades y sus des pecados ha cometido tu pue­
abominaciones. blo para que Dios nos condene, o
8 Y acontecerá que, a menos que este hombre nos juzgue?
se arrepientan, los a destruiré to­ 14 Y he aquí, oh rey, nos halla­
talmente de sobre la faz de la tie­ mos sin culpa, y tú, oh rey, no has
rra; sin embargo, dejarán tras sí pecado; por lo tanto, este hombre
un b registro, y lo preservaré para ha mentido concerniente a ti, y ha
otras naciones que poseerán la profetizado en vano.
tierra; sí, esto haré para que yo 15  Y he aquí, somos fuertes;
revele las abominaciones de este no caeremos en la esclavitud ni
pueblo a otras naciones. Y mu­ seremos llevados cautivos por
chas cosas profetizó Abinadí con­ nuestros enemigos; sí, y tú has
tra este pueblo. prosperado en la tierra, y también
9 Y aconteció que se enojaron has de prosperar.
con él; y lo aprehendieron y lo lle­ 16 Mira, aquí está el hombre; lo
varon atado ante el rey, y dijeron entregamos en tus manos; pue­
al rey: He aquí, hemos traído ante des hacer con él lo que bien te
ti a un hombre que ha profetizado parezca.
el mal concerniente a tu pueblo, y 17 Y sucedió que el rey Noé hizo
dice que Dios lo destruirá. que fuese encarcelado Abinadí; y
10 Y también profetiza lo malo dio órdenes de que se convocara
en cuanto a tu vida, y dice que tu a los a sacerdotes, para reunirse
vida será semejante a un vestido en concilio con ellos sobre lo que
en un horno ardiente. debía hacer con él.
11 Y más aún, dice que serás 18 Y aconteció que le dijeron al
como una caña; sí, como una caña rey: Tráelo aquí para que lo inte­
seca del campo, la cual las bestias rroguemos; y el rey mandó que
pisan y es hollada con los pies. fuese traído ante ellos.
5 a Mos. 21:3. b Éx. 10:1–12. b Morm. 8:14–16.
6 a Jer. 18:17; 7 a DyC 3:18. 17 a Mos. 11:11.
Mos. 7:31. 8 a Alma 45:9–14.
203 MOSÍAH 12:19–32
19 Y empezaron a interrogarlo saber de mí lo que estas cosas
con el fin de confundirlo, para así significan?
tener de qué acusarlo; pero él les 26 Yo os digo: ¡Ay de vosotros
respondió intrépidamente e hizo por pervertir las vías del Señor!
frente a todas sus preguntas, sí, Porque si entendéis estas cosas,
los llenó de asombro; pues los no las habéis enseñado. Por tanto,
a 
resistió en todas sus pregun­ habéis pervertido las vías del Se­
tas y los confundió en todas sus ñor.
palabras. 27  No habéis aplicado vues­
20 Y sucedió que uno de ellos le tros corazones para a entender;
dijo: ¿Qué significan las palabras por tanto, no habéis sido sabios.
que están escritas, y que nuestros ¿Qué, pues, enseñáis a este pue­
padres han enseñado, diciendo: blo?
21  a ¡Cuán hermosos sobre las 28 Y dijeron: Enseñamos la ley
montañas son los pies de aquel de Moisés.
que trae buenas nuevas; que 29 Y de nuevo les dijo: Si en­
publica la paz; que trae gratas señáis la a ley de Moisés, ¿cómo
nuevas del bien; que publica la es que no la cumplís? ¿Por qué
salvación; que dice a Sion: Tu entregáis vuestros corazones a
Dios reina; las riquezas? ¿Por qué cometéis
22 tus centinelas levantarán la b 
fornicaciones y disipáis vuestro
voz; unánimes cantarán, porque vigor con rameras, sí, y hacéis que
verán ojo a ojo cuando el Señor este pueblo cometa pecado, de
haga volver a Sion! modo que el Señor tenga motivo
23 ¡Prorrumpid en alegría! ¡Can­ para enviarme a profetizar contra
tad juntamente lugares desolados este pueblo, sí, aun un gran mal
de Jerusalén, porque el Señor ha contra este pueblo?
consolado a su pueblo, ha redi­ 30  ¿No sabéis que hablo la
mido a Jerusalén!; verdad? Sí, sabéis que hablo
24 el Señor ha desnudado su la verdad, y deberíais temblar
santo a brazo a la vista de todas ante Dios.
las naciones, y todos los extremos 31 Y sucederá que seréis heridos
de la tierra verán la salvación de por vuestras iniquidades, pues
nuestro Dios? habéis dicho que enseñáis la ley
25  Y luego les dijo Abinadí: de Moisés. Y, ¿qué sabéis concer­
¿Sois vosotros a sacerdotes, y de­ niente a la ley de Moisés? a ¿Viene
cís que enseñáis a este pueblo, la salvación por la ley de Moisés?
y que entendéis el espíritu de ¿Qué decís vosotros?
profecía, y sin embargo, queréis 32 Y respondieron y dijeron que
19 a DyC 100:5–6. 25 a Mos. 11:5. b GEE Adulterio.
21 a Isa. 52:7–10; 27 a GEE Entender, 31 a Mos. 3:15; 13:27–32;
Nahúm 1:15. entendimiento. Alma 25:16.
24 a 1 Ne. 22:11. 29 a GEE Ley de Moisés.
MOSÍAH 12:33–13:7 204
la salvación venía por la ley de individuo, y matadlo; porque,
Moisés. ¿qué tenemos que ver con él?
33 Mas les dijo Abinadí: Sé que Pues está loco.
si guardáis los mandamientos de 2  Y avanzaron y trataron de
Dios, seréis salvos; sí, si guardáis echarle mano; mas él los resistió,
los mandamientos que el Señor y les dijo:
dio a Moisés en el monte de a Si­ 3 No me toquéis, porque Dios os
naí, diciendo: herirá si me echáis mano, porque
34  a Yo soy el Señor tu Dios, no he comunicado el mensaje que
que te he b sacado de la tierra de el Señor me mandó que diera; ni
Egipto, de la casa de servidum­ tampoco os he dicho lo que a pe­
bre. disteis que dijera; por tanto, Dios
35 No tendrás a otro Dios de­ no permitirá que yo sea destruido
lante de mí. en este momento.
36 No te harás ninguna imagen 4 Mas debo cumplir los man­
tallada, ni ninguna semejanza de damientos que Dios me ha man­
cosa alguna que esté arriba en el dado; y porque os he dicho la
cielo, ni de cosas que estén abajo verdad, estáis enojados conmigo.
en la tierra. Y más aún, porque he hablado la
37  Y luego les dijo Abinadí: palabra de Dios, me habéis juz­
¿Habéis hecho todo esto? Yo os gado de estar loco.
digo: No; no lo habéis hecho. ¿Y 5 Y ahora bien, aconteció que
habéis a enseñado a este pueblo después que Abinadí hubo
que debe observar todas estas hablado estas palabras, el
cosas? Os digo que no; no lo ha­ pueblo del rey Noé no se atre­
béis hecho. vió a echarle mano, porque el
Espíritu del Señor estaba sobre
CAPÍTULO 13 él, y su rostro a resplandecía con
un brillo extraordinario, aun
Abinadí es protegido por poder di-
como el de Moisés en el monte
vino — Enseña los Diez Manda-
de Sinaí, mientras hablaba con
mientos — La salvación no viene por
el Señor.
la ley de Moisés únicamente — Dios
6 Y habló Abinadí con a poder y
mismo efectuará la Expiación y redi-
autoridad de Dios; y continuó sus
mirá a Su pueblo. Aproximadamente
palabras, diciendo:
148 a.C.
7 Vosotros veis que no tenéis po­
Y ahora bien, cuando el rey der para matarme; por tanto, con­
hubo oído estas palabras, dijo cluyo mi mensaje. Sí, y percibo
a sus sacerdotes: Llevaos a este que os a hiere hasta el corazón,
33 a Éx. 19:9, 16–20; 1 Ne. 17:40; Mos. 7:19. 13 3 a Mos. 12:20–24.
Mos. 13:5. 35 a Oseas 13:4. 5 a Éx. 34:29–35.
34 a Éx. 20:2–4. GEE Idolatría. 6 a GEE Poder.
b Éx. 12:51; 37 a Mos. 13:25–26. 7 a 1 Ne. 16:2.
205 MOSÍAH 13:8–25
porque os digo la verdad acerca el Señor no tendrá sin culpa
de vuestras iniquidades. al que tomare su nombre en
8 Sí, y mis palabras os llenan vano.
de maravilla, de asombro y de 16 Acuérdate del día de a reposo
cólera. para santificarlo.
9 Mas doy fin a mi mensaje; y 17 Seis días trabajarás, y harás
entonces no importa a dónde toda tu obra;
vaya, con tal de que yo sea salvo. 18 mas el día séptimo, el reposo
10 Mas esto os digo: Lo que ha­ del Señor tu Dios, no harás nin­
gáis conmigo después de esto, gún trabajo, tú, ni tu hijo, ni tu
será como a símbolo y sombra de hija, ni tu criado, ni tu criada, ni
cosas venideras. tu ganado, ni el extranjero que se
11 Y ahora os leo el resto de los halle dentro de tus puertas;
a 
mandamientos de Dios, porque 19 porque en a seis días el Señor
percibo que no están escritos en hizo el cielo, y la tierra, y el mar,
vuestros corazones; percibo que y todo lo que en ellos hay; por
habéis estudiado y enseñado la consiguiente, el Señor bendijo el
iniquidad la mayor parte de vues­ día de reposo y lo santificó.
tras vidas. 20 a Honra a tu padre y a tu ma­
12 Ahora bien, recordaréis que dre, para que se prolonguen tus
os dije: No te harás ninguna ima­ días sobre la tierra que el Señor
gen tallada, ni ninguna seme­ tu Dios te da.
janza de cosas que estén arriba 21 No a matarás.
en el cielo, o que estén abajo en 22 No cometerás a adulterio. No
la tierra, o en las aguas debajo de b 
robarás.
la tierra. 23 No dirás a falso testimonio
13 Y además: No te postrarás contra tu prójimo.
ante ellas, ni las servirás; porque 24 No a codiciarás la casa de tu
yo, el Señor tu Dios, soy un Dios prójimo, no codiciarás la mujer
celoso, que visito las iniquidades de tu prójimo, ni su criado, ni su
de los padres sobre los hijos, hasta criada, ni su buey, ni su asno, ni
la tercera y la cuarta generación cosa alguna que sea de tu pró­
de los que me aborrecen; jimo.
14 y manifiesto misericordia a 25  Y aconteció que después
miles de los que me aman y guar­ que Abinadí hubo dado fin a
dan mis mandamientos. estas palabras, les dijo: ¿Ha­
15 No tomarás el nombre del béis enseñado a este pueblo que
Señor tu Dios en vano; porque debe procurar hacer todas estas
10 a Mos. 17:13–19; 20 a Marcos 7:10. b GEE Robar, robo, hurtar,
Alma 25:10. 21 a Mateo 5:21–22; hurto.
11 a Éx. 20:1–17. DyC 42:18. 23 a Prov. 24:28.
16 a GEE Día de reposo. GEE Asesinato. GEE Mentiras.
19 a Gén. 1:31. 22 a GEE Adulterio. 24 a GEE Codiciar.
MOSÍAH 13:26–35 206
cosas, a fin de guardar estos 31 Mas he aquí, os digo que to­
mandamientos? das estas cosas eran a símbolos de
26 Os digo que no; porque si lo cosas futuras.
hubieseis hecho, el Señor no ha­ 32 Y bien, ¿entendieron la ley?
bría hecho que yo viniera y pro­ Os digo que no; no todos enten­
fetizara el mal sobre este pueblo. dieron la ley; y esto a causa de la
27 Ahora bien, habéis dicho dureza de sus corazones; pues no
que la salvación viene por la entendían que ningún hombre
ley de Moisés. Yo os digo que podía ser salvo a sino por medio
es preciso que guardéis la a ley de la redención de Dios.
de Moisés aún; mas os digo que 33 Pues he aquí, ¿no les pro­
vendrá el tiempo cuando ya b no fetizó Moisés concerniente a la
será necesario guardar la ley de venida del Mesías, y que Dios
Moisés. redimiría a su pueblo? Sí, y aun
28 Y además, os digo que la a sal­ a 
todos los profetas que han pro­
vación no viene solo por la b ley; fetizado desde el principio del
y si no fuera por la c expiación mundo, ¿no han hablado ellos
que Dios mismo efectuará por más o menos acerca de estas co­
los pecados e iniquidades de los sas?
de su pueblo, estos inevitable­ 34 ¿No han dicho ellos que a Dios
mente perecerían, a pesar de la mismo bajaría entre los hijos de
ley de Moisés. los hombres, y tomaría sobre sí la
29 Y ahora os digo que se hizo forma de hombre, e iría con gran
necesario que se diera una ley a poder sobre la faz de la tierra?
los hijos de Israel, sí, una ley muy 35 Sí, y, ¿no han dicho también
a 
estricta; porque eran una gente que llevaría a efecto la a resu­
de dura cerviz, b presta para hacer rrección de los muertos, y que él
el mal y lenta para acordarse del mismo sería oprimido y afligido?
Señor su Dios;
30 por tanto, les fue dada una CAPÍTULO 14
a 
ley; sí, una ley de prácticas y
b 
ordenanzas, una ley que tenían Isaías habla en cuanto al Mesías —
que c observar estrictamente de Se exponen la humillación y los su-
día en día, para conservar vivo frimientos del Mesías — Él hace
en ellos el recuerdo de Dios y su de Su alma ofrenda por el pecado e
deber para con él. intercede por los transgresores —
27 a GEE Ley de Moisés. Alma 25:15–16. Alma 25:15.
b 3 Ne. 9:19–20; 15:4–5. c GEE Expiación, expiar. GEE Simbolismo.
28 a Gál. 2:16. 29 a Josué 1:7–8. 32 a 2 Ne. 25:23–25.
GEE Redención, b Alma 46:8. 33 a 1 Ne. 10:5;
redimido, redimir; 30 a Éx. 20. Jacob 4:4; 7:11.
Salvación. b GEE Ordenanzas. 34 a Mos. 7:27; 15:1–3.
b Gál. 2:21; c Jacob 4:5. GEE Trinidad.
Mos. 3:14–15; 31 a Mos. 16:14; 35 a Isa. 26:19; 2 Ne. 2:8.
207 MOSÍAH 14:1–12
Compárese con Isaías 53. Aproxi- no abrió su boca; fue llevado
a 

madamente 148 a.C. como b cordero al degolladero, y


como la oveja permanece muda
Sí, ¿no dice Isaías: Quién ha creído ante sus trasquiladores, así él no
nuestro mensaje, y a quién se ha abrió su boca.
manifestado el brazo del Señor? 8 De la prisión y del juicio fue
2 Porque crecerá delante de él quitado; y, ¿quién declarará su
como una planta tierna, y como generación? Porque fue arrancado
raíz de tierra seca; no hay en él de la tierra de los vivientes; por
parecer ni hermosura; y cuando las transgresiones de mi pueblo
lo veamos, no habrá en él buen fue herido.
parecer para que lo deseemos. 9 Con los inicuos dispuso él su
3 Despreciado y rechazado de sepultura, y con los a ricos fue en
los hombres; varón de dolores su muerte; porque no había hecho
y experimentado en quebranto; b 
mal, ni hubo engaño en su boca.
y como que escondimos de él el 10  Mas quiso el Señor que­
rostro; fue menospreciado y no brantarlo; le ha causado aflic­
lo estimamos. ción; cuando hagas de su alma
4 Ciertamente él ha a llevado ofrenda por el pecado, él verá
nuestros b pesares y sufrido nues­ su a linaje, prolongará sus días
tros dolores; sin embargo, lo he­ y el placer del Señor prosperará
mos tenido por golpeado, herido en su mano.
de Dios y afligido. 11 Verá el afán de su alma, y
5 Mas él herido fue por nuestras quedará satisfecho; con su cono­
a 
transgresiones, golpeado por cimiento, mi justo siervo justifi­
nuestras iniquidades; y el castigo cará a muchos; porque a llevará
de nuestra paz fue sobre él; y con las iniquidades de ellos.
sus llagas somos b sanados. 12 Por tanto, le repartiré una
6 Todos nosotros nos hemos des­ porción con los grandes; y él di­
carriado como a ovejas, nos hemos vidirá el botín con los fuertes,
apartado, cada cual por su pro­ porque derramó su alma hasta
pio camino; y el Señor ha puesto la muerte, y fue contado con los
sobre él las iniquidades de todos transgresores; y llevó los pecados
nosotros. de muchos e a intercedió por los
7 Fue oprimido y afligido, pero transgresores.
14 4 a Alma 7:11–12. 7 a Marcos 15:3. 10 a Mos. 15:10–13.
b Mateo 8:17. GEE Jesucristo. 11 a Lev. 16:21–22;
5 a Mos. 15:9; b GEE Cordero de Dios; 1 Pe. 3:18;
Alma 11:40. Pascua. DyC 19:16–19.
b 1 Pe. 2:24–25. 9 a Mateo 27:57–60; 12 a 2 Ne. 2:9;
6 a Mateo 9:36; Marcos 15:27, 43–46. Mos. 15:8;
2 Ne. 28:14; GEE José de Arimatea. Moro. 7:27–28.
Alma 5:37. b Juan 19:4.
MOSÍAH 15:1–10 208
CAPÍTULO 15 burle de él, y lo azote, y lo eche
b 

fuera, y lo c repudie.
Por qué Cristo es el Padre así como
6 Y tras de todo esto, después de
el Hijo — Él intercederá por los hi-
obrar muchos grandes milagros
jos de los hombres y tomará sobre sí
entre los hijos de los hombres,
las transgresiones de los de Su pue-
será conducido, sí, a según dijo
blo — Ellos y todos los santos pro-
Isaías: Como la oveja permanece
fetas son Su posteridad — Él lleva a
muda ante el trasquilador, así él
efecto la Resurrección — Los niños
no b abrió su boca.
pequeños tienen vida eterna. Aproxi-
7 Sí, aun de este modo será lle­
madamente 148 a.C.
vado, a crucificado y muerto, la
Y luego les dijo Abinadí: Qui­ carne quedando sujeta hasta la
siera que entendieseis que a Dios muerte, la b voluntad del Hijo
mismo descenderá entre los hijos siendo absorbida en la voluntad
de los hombres, y b redimirá a su del Padre.
pueblo. 8 Y así Dios rompe las a ligadu­
2 Y porque a morará en la carne, ras de la muerte, habiendo lo­
será llamado el Hijo de Dios, y grado la b victoria sobre la muerte;
habiendo sujetado la carne a la dando al Hijo poder para c in­
voluntad del b Padre, siendo el terceder por los hijos de los
Padre y el Hijo, hombres,
3 el Padre a porque fue b conce­ 9 habiendo ascendido al cielo,
bido por el poder de Dios; y el henchidas de misericordia sus
Hijo, por causa de la carne; por entrañas, lleno de compasión por
lo que llega a ser el Padre e Hijo; los hijos de los hombres; interpo­
4 y son a un Dios, sí, el verda­ niéndose entre ellos y la justicia;
dero b Padre c Eterno del cielo y habiendo quebrantado los lazos
de la tierra. de la muerte, tomado sobre a sí
5 Y así la carne, habiéndose suje­ la iniquidad y las transgresiones
tado al Espíritu, o el Hijo al Padre, de ellos, habiéndolos redimido
siendo un Dios, a sufre tentacio­ y b satisfecho las exigencias de la
nes, pero no cede a ellas, sino justicia.
que permite que su pueblo se 10  Y ahora os digo: ¿Quién
15 1 a 1 Tim. 3:16; 3 a DyC 93:4. 6 a Isa. 53:7.
Mos. 13:33–34. b Lucas 1:31–33; b Lucas 23:9;
GEE Jesucristo. Mos. 3:8–9; Alma 7:10; Juan 19:9; Mos. 14:7.
b GEE Redención, 3 Ne. 1:14. 7 a GEE Crucifixión.
redimido, redimir. 4 a Deut. 6:4; Juan 17:20–23. b Lucas 22:42; Juan 6:38;
2 a Mos. 3:5; 7:27; GEE Trinidad. 3 Ne. 11:11.
Alma 7:9–13. b Mos. 3:8; Hel. 14:12; 8 a Mos. 16:7; Alma 22:14.
b Isa. 64:8; 3 Ne. 9:15; Éter 4:7. b Oseas 13:14;
Juan 10:30; 14:8–10; c Alma 11:39. 1 Cor. 15:55–57.
Mos. 5:7; 5 a Lucas 4:2; Heb. 4:14–15. c 2 Ne. 2:9.
Alma 11:38–39; b Juan 19:1. 9 a Isa. 53; Mos. 14:5–12.
Éter 3:14. c Marcos 8:31; Lucas 17:25. b GEE Expiación, expiar.
209 MOSÍAH 15:11–21
declarará su generación? He aquí, han publicado la salvación y di­
os digo que cuando su alma haya cen a Sion: ¡Tu Dios reina!
sido tornada en ofrenda por el 15 Y, ¡oh cuán hermosos fueron
pecado, él verá su a posteridad. sus pies sobre las montañas!
Y ahora, ¿qué decís vosotros? 16 Y más aún: ¡Cuán hermosos
¿Quién será su posteridad? son sobre las montañas los pies
11 He aquí, os digo que quien ha de aquellos que aún están publi­
oído las palabras de los a profetas, cando la paz!
sí, todos los santos profetas que 17 Y además: ¡Cuán hermosos
han profetizado concerniente a la son sobre las montañas los pies
venida del Señor, os digo que to­ de aquellos que en lo futuro pu­
dos aquellos que han escuchado blicarán la paz; sí, desde hoy en
sus palabras y creído que el Se­ adelante y para siempre!
ñor redimirá a su pueblo, y han 18 Y he aquí, os digo que esto no
esperado anhelosamente ese día es todo. Porque, ¡cuán hermosos
para la remisión de sus pecados, son sobre las montañas los a pies
os digo que estos son su posteri­ de aquel que trae buenas nuevas,
dad, o sea, son los herederos del que es el fundador de la b paz, sí,
b 
reino de Dios. el Señor, que ha redimido a su
12 Porque estos son aquellos pueblo; sí, aquel que ha conce­
cuyos pecados a él ha tomado dido la salvación a su pueblo!
sobre sí; estos son aquellos por 19 Porque si no fuera por la re­
quienes ha muerto, para redimir­ dención que ha hecho por su pue­
los de sus transgresiones. Y bien, blo, la cual fue preparada desde
¿no son ellos su posteridad? la a fundación del mundo, os digo
13 Sí, ¿y no lo son los profe­ que de no haber sido por esto,
tas, todo aquel que ha abierto todo el género humano habría
su boca para profetizar, que no b 
perecido.
ha caído en transgresión, quiero 20 Mas he aquí, las ligaduras de
decir, todos los santos profetas la muerte serán quebrantadas; y
desde el principio del mundo? el Hijo reinará y tendrá poder
Os digo que ellos son su pos­ sobre los muertos; por tanto, lle­
teridad. vará a efecto la resurrección de
14 Y estos son los que han a pu­ los muertos.
blicado la paz, los que han traído 21 Y viene una resurrección,
gratas nuevas del bien, los que sí, una a primera resurrección; sí,
10 a Isa. 53:10; 12 a Mos. 14:12; 18 a 3 Ne. 20:40;
Mos. 5:7; 27:25; Alma 7:13; 11:40–41. DyC 128:19.
Moro. 7:19. 14 a Isa. 52:7; b Juan 16:33.
11 a DyC 84:36–38. Rom. 10:15; GEE Paz.
b GEE Reino de Dios o de 1 Ne. 13:37; 19 a Mos. 4:6.
los cielos; Mos. 12:21–24. b 2 Ne. 9:6–13.
Salvación. GEE Obra misional. 21 a Alma 40:16–21.
MOSÍAH 15:22–31 210
una resurrección de aquellos que aquellos que han perecido en
han existido, que existen y que sus pecados desde el principio
existirán hasta la resurrección de del mundo, que por su propia
Cristo, pues así será llamado él. voluntad se han rebelado contra
22 Y la resurrección de todos Dios, que han sabido los manda­
los profetas, y todos aquellos que mientos de Dios, y no quisieron
han creído en sus palabras, o sea, observarlos, d estos son los que
todos aquellos que han guardado e 
no tienen parte en la primera
los mandamientos de Dios, se rea­ resurrección.
lizará en la primera resurrección; 27  Por tanto, ¿no deberíais
por tanto, ellos son la primera re­ temblar? Porque la salvación no
surrección. viene a ninguno de estos, por
23 Estos son levantados para cuanto el Señor no ha redimido
a 
vivir con Dios, el cual los ha re­ a ninguno de los tales; ni tam­
dimido; de modo que tienen vida poco puede redimirlos; porque
eterna por medio de Cristo, el el Señor no puede contradecirse
cual ha b quebrantado las ataduras a sí mismo; pues no puede negar
de la muerte. a la a justicia cuando esta reclama
24 Y estos son los que tienen lo suyo.
parte en la primera resurrección; 28 Y ahora bien, os digo que ven­
y estos son los que han muerto en drá el tiempo en que la salvación
su ignorancia, antes que Cristo del Señor será a declarada a toda
viniese, no habiéndoseles decla­ nación, tribu, lengua y pueblo.
rado la a salvación. Y así el Señor 29 ¡Sí, tus a centinelas levantarán
efectúa la restauración de estos; sus voces, oh Señor! Unánimes
y participan en la primera resu­ cantarán, porque verán ojo a ojo,
rrección, o sea, tienen vida eterna, cuando el Señor hiciere volver
habiéndolos redimido el Señor. a Sion.
25 Y los a niños pequeños tam­ 30 ¡Prorrumpid en gozo! ¡Can­
bién tienen vida eterna. tad juntamente, soledades de
26 Mas he aquí, a temed y tem­ Jerusalén! Porque el Señor ha con­
blad ante Dios; porque tenéis solado a su pueblo, ha redimido
razón para temblar; pues el Se­ a Jerusalén.
ñor no redime a ninguno de los 31 El Señor ha desnudado su
que se b rebelan contra él, y c mue­ santo brazo a la vista de todas
ren en sus pecados; sí, todos las naciones, y todos los extremos
23 a Sal. 24:3–4; GEE Salvación — La 1 Ne. 15:32–33;
1 Ne. 15:33–36; salvación de los niños Moro. 10:26.
DyC 76:50–70. pequeños. d Alma 40:19.
b GEE Muerte física. 26 a Deut. 5:29; e DyC 76:81–86.
24 a 2 Ne. 9:25–26; Jacob 6:9. 27 a Alma 34:15–16; 42:1.
DyC 137:7. b 1 Ne. 2:21–24. 28 a GEE Obra misional.
25 a DyC 29:46; 137:10. c Ezeq. 18:26; 29 a GEE Velar.
211 MOSÍAH 16:1–8
de la tierra verán la salvación de que toda la humanidad llegara
nuestro Dios. a ser carnal, sensual y diabólica,
e 
discerniendo el mal del bien, y
CAPÍTULO 16 sujetándose al diablo.
4 De modo que toda la huma­
Dios redime a los hombres de su es-
nidad estaba a perdida; y he aquí,
tado caído y perdido — Los que son
se habría perdido eternamente
de naturaleza carnal permanecen
si Dios no hubiese rescatado a
como si no hubiera habido reden-
su pueblo de su estado caído y
ción — Cristo hace posible la re-
perdido.
surrección a la vida sin fin o a la
5 Pero recordad que quien per­
condenación sin fin. Aproximada-
siste en su propia naturaleza a car­
mente 148 a.C.
nal, y sigue las sendas del pecado
Y ahora bien, aconteció que des­ y la rebelión contra Dios, per­
pués que Abinadí hubo hablado manece en su estado caído, y el
estas palabras, extendió la mano diablo tiene todo poder sobre él.
y dijo: Vendrá el día en que todos Por tanto, queda como si no se
verán la a salvación del Señor; en hubiera hecho ninguna b reden­
que toda nación, tribu, lengua y ción, siendo enemigo de Dios;
pueblo verán ojo a ojo, y b confe­ y también el diablo es enemigo
sarán ante Dios que sus juicios de Dios.
son justos. 6 Ahora bien, si Cristo no hu­
2 Y entonces los malvados serán biese venido al mundo, hablando
a 
echados fuera, y tendrán motivo de cosas futuras a como si ya hu­
para aullar y b llorar, lamentar y biesen acontecido, no habría ha­
crujir los dientes; y esto porque bido redención.
no quisieron escuchar la voz del 7 Y si Cristo no hubiese resu­
Señor; por tanto, el Señor no los citado de los muertos, o si no
redime. hubiese roto las ligaduras de
3 Porque son a carnales y dia­ la muerte, para que el sepulcro
bólicos, y el b diablo tiene poder no tuviera victoria, ni la muerte
sobre ellos; sí, aquella antigua a 
aguijón, no habría habido resu­
serpiente que c engañó a nuestros rrección.
primeros padres, que fue la causa 8  Mas hay una a resurrec­
de su d caída; que fue la causa de ción; por tanto, no hay victoria
16 1 a GEE Salvación. b 2 Ne. 9:8–9. GEE Carnal.
b Mos. 27:31. GEE Diablo. b GEE Redención,
2 a DyC 63:53–54. c Gén. 3:1–13; redimido, redimir.
b Mateo 13:41–42; Moisés 4:5–19. 6 a Mos. 3:13.
Lucas 13:28; d GEE Caída de Adán 7 a Oseas 13:14;
Alma 40:13. y Eva. Mos. 15:8, 20.
3 a Gál. 5:16–25; e 2 Ne. 2:17–18, 22–26. 8 a Alma 42:15.
Mos. 3:19. 4 a Alma 42:6–14. GEE Resurrección.
GEE Hombre natural. 5 a Alma 41:11.
MOSÍAH 16:9–17:2 212
para el sepulcro, y el aguijón 13 Y ahora bien, ¿no debéis tem­
de la b muerte es consumido en blar y arrepentiros de vuestros
Cristo. pecados, y recordar que sola­
9  Él es la a luz y la vida del mente en Cristo y mediante él
mundo; sí, una luz que es infi­ podéis ser salvos?
nita, que nunca se puede extin­ 14 Así pues, si enseñáis la a ley
guir; sí, y también una vida que de Moisés, enseñad también que
es infinita, para que no haya más es un símbolo de aquellas cosas
muerte. que están por venir;
10 Y esto que es mortal se ves­ 15 enseñadles que la redención
tirá de a inmortalidad, y esta viene por medio de Cristo el Se­
corrupción se vestirá de inco­ ñor, que es el verdadero a Padre
rrupción, y todos serán llevados Eterno. Amén.
a b comparecer ante el tribunal de
Dios, para ser c juzgados por él CAPÍTULO 17
según sus obras, ya fueren bue­
Alma cree las palabras de Abinadí
nas o malas;
y las escribe — Abinadí padece la
11 si fueren buenas, a la resu­
muerte por fuego — Profetiza en-
rrección de una a vida sin fin y
fermedades y muerte por fuego so-
felicidad, y si fueren malas, a la
bre sus asesinos. Aproximadamente
resurrección de una b condena­
148 a.C.
ción sin fin, pues son entregados
al diablo que los ha sujetado, lo Y aconteció que cuando Abinadí
cual es la condenación; hubo concluido estas palabras, el
12 habiendo obrado según su rey mandó a los a sacerdotes que
propia voluntad y deseos carna­ se lo llevaran e hiciesen que pa­
les; nunca habiendo invocado al deciera la muerte.
Señor mientras los brazos de la 2 Pero había entre ellos uno
a 
misericordia se extendían ha­ cuyo nombre era a Alma, tam­
cia ellos; porque los brazos de bién descendiente de Nefi. Y era
la misericordia se extendieron un hombre joven, y b creyó las
hacia ellos, y no quisieron; ha­ palabras que Abinadí había ha­
biendo sido amonestados por sus blado, porque estaba enterado
iniquidades, y sin embargo, no de la iniquidad que Abinadí ha­
las abandonaron; y se les mandó bía declarado contra ellos; por
arrepentirse, y con todo, no qui­ tanto, empezó a interceder con
sieron arrepentirse. el rey para que no se enojara con
8 b Isa. 25:8; inmortalidad. misericordioso.
1 Cor. 15:54–55; b GEE Juicio final. 14 a
GEE Ley de Moisés.
Morm. 7:5. c Alma 41:3–6. 15 a
Mos. 3:8; 5:7; Éter 3:14.
9 a DyC 88:5–13. 11 a GEE Vida eterna. 17 1 a
Mos. 11:1, 5–6.
GEE Luz, luz de Cristo. b GEE Condenación, 2 a Mos. 23:6, 9–10.
10 a Alma 40:2. condenar. GEE Alma, padre.
GEE Inmortal, 12 a GEE Misericordia, b Mos. 26:15.
213 MOSÍAH 17:3–18
Abinadí, sino que le permitiera Y si me matas, derramarás sangre
partir en paz. a 
inocente, y esto también quedará
3 Pero el rey se irritó más, e hizo como testimonio en contra de ti
que Alma fuera echado de entre en el postrer día.
ellos, y envió a sus siervos tras de 11 Y ahora el rey Noé estaba a
él para que lo mataran. punto de soltarlo, porque temía
4 Mas él huyó de ellos y se es­ su palabra; sí, tenía miedo de que
condió, de modo que no lo halla­ los juicios de Dios cayeran so­
ron. Y estando escondido muchos bre él.
días, a escribió todas las palabras 12 Mas los sacerdotes dieron vo­
que Abinadí había hablado. ces contra Abinadí, y empezaron
5 Y sucedió que el rey mandó a a acusarlo, diciendo: Ha vitupe­
sus guardias que rodearan a Abi­ rado al rey. Por tanto, el rey fue
nadí y se lo llevaran; y lo ataron incitado a la ira en contra de él,
y lo echaron en la cárcel. y lo entregó para que lo mataran.
6 Y después de tres días, ha­ 13 Y sucedió que se lo llevaron
biendo consultado con sus sacer­ y lo ataron; y torturaron su carne
dotes, mandó el rey que fuera con brasas, sí, hasta la muerte.
llevado otra vez ante él. 14 Y cuando las llamas empe­
7 Y le dijo: Abinadí, hemos en­ zaban a quemarlo, clamó a ellos,
contrado una acusación contra ti, diciendo:
y mereces la muerte. 15  He aquí, así como habéis
8 Porque has dicho que a Dios obrado conmigo, así acontecerá
mismo bajará entre los hijos de los que vuestros descendientes harán
hombres; y ahora, a causa de esto que muchos padezcan los dolores
se te quitará la vida, a menos que que yo padezco, sí, los dolores
te retractes de todas las palabras de la a muerte por fuego; y esto
que has hablado para mal contra porque creen en la salvación del
mí y mi pueblo. Señor su Dios.
9 Luego le dijo Abinadí: Te digo 16 Y ocurrirá que vosotros seréis
que no me retractaré de las pala­ afligidos con toda clase de en­
bras que te he hablado concer­ fermedades, a causa de vuestras
nientes a este pueblo, porque son iniquidades.
verdaderas; y para que sepas que 17 Sí, y seréis a heridos por todos
son ciertas, he permitido que yo lados, y seréis echados y dispersa­
caiga en tus manos. dos de un lado al otro, así como una
10 Sí, y padeceré aun hasta la manada de ganado silvestre es aco­
muerte, y no me retractaré de sada por salvajes y feroces bestias.
mis palabras, y permanecerán 18 Y en aquel día os cazarán,
como testimonio en contra de ti. y caeréis en manos de vuestros
4 a GEE Escrituras. 10 a Alma 60:13. Alma 25:4–12.
8 a Mos. 13:25, 33–34. 15 a Mos. 13:9–10; 17 a Mos. 21:1–5, 13.
MOSÍAH 17:19–18:8 214
enemigos; y entonces padeceréis, de Cristo, y su resurrección y as­
así como yo padezco, los dolores censión al cielo.
de la a muerte por fuego. 3 Y enseñaba a cuantos querían
19 Así ejecuta Dios su a ven­ oír su palabra. Y los instruía se­
ganza sobre aquellos que des­ cretamente para que no llegara a
truyen a su pueblo. ¡Oh Dios, oídos del rey. Y muchos creyeron
recibe mi alma! en sus palabras.
20 Y ahora bien, cuando Abinadí 4 Y aconteció que cuantos le cre­
hubo dicho estas palabras, cayó, yeron fueron a un a lugar llamado
habiendo padecido la muerte por Mormón, nombre que había reci­
fuego; sí, habiéndosele ejecutado bido del rey, y el cual se hallaba
porque no quiso negar los man­ en las fronteras del país, y a ve­
damientos de Dios, habiendo se­ ces, o sea, por estaciones, estaba
llado la verdad de sus palabras infestado de animales salvajes.
con su muerte. 5 Y ahora bien, había en Mor­
món una fuente de agua pura, y
CAPÍTULO 18 Alma allí acudía; y cerca del agua
había un paraje poblado de árbo­
Alma predica secretamente — De-
les pequeños, donde se ocultaba,
clara el convenio del bautismo y
durante el día, de las pesquisas
bautiza en las aguas de Mormón —
del rey.
Organiza la Iglesia de Cristo y
6 Y aconteció que cuantos le
ordena sacerdotes — Estos se man-
creían, se dirigían allí para oír
tienen con el trabajo de sus manos
sus palabras.
y enseñan al pueblo — Alma y su
7  Y sucedió que después de
pueblo huyen del rey Noé al desierto.
muchos días, se hallaba reunido
Aproximadamente 147–145 a.C.
un buen número en el paraje de
Y sucedió que Alma, quien había Mormón, para oír las palabras de
huido de los siervos del rey Noé, Alma. Sí, todos los que creían en
se a arrepintió de sus pecados e su palabra se habían reunido para
iniquidades, y fue secretamente oírlo. Y les a enseñó, y les predicó
entre el pueblo, y empezó a ense­ el arrepentimiento y la redención
ñar las palabras de Abinadí; y la fe en el Señor.
2 sí, concerniente a lo que había 8 Y aconteció que les dijo: He
de venir, y también acerca de la aquí las aguas de Mormón (por­
resurrección de los muertos y la que así se llamaban); y ya que
a 
redención del pueblo, que iba a a 
deseáis entrar en el b redil de
realizarse por medio del b poder, Dios y ser llamados su pueblo,
y los padecimientos, y la muerte y estáis c dispuestos a llevar las
18 a Mos. 19:18–20. redimido, redimir. 8 a DyC 20:37.
19 a GEE Venganza. b GEE Expiación, expiar. b GEE Iglesia de
18 1 a Mos. 23:9–10. 4 a Alma 5:3. Jesucristo.
2 a GEE Redención, 7 a Alma 5:11–13. c GEE Compasión.
215 MOSÍAH 18:9–17
cargas los unos de los otros para palabras, el Espíritu del Señor
a 

que sean ligeras; vino sobre él, y dijo: Helam, te­


9 sí, y estáis dispuestos a llorar niendo b autoridad del Dios To­
con los que lloran; sí, y a consolar dopoderoso, te c bautizo como
a los que necesitan de consuelo, testimonio de que has hecho
y ser a testigos de Dios en todo convenio de servirle hasta que
tiempo, y en todas las cosas y en mueras en cuanto al cuerpo mor­
todo lugar en que estuvieseis, tal; y sea derramado sobre ti el
aun hasta la muerte, para que Espíritu del Señor, y concédate
seáis redimidos por Dios, y seáis él vida eterna mediante la d re­
contados con los de la b primera dención de Cristo, a quien él ha
resurrección, para que tengáis preparado desde la e fundación
c 
vida eterna; del mundo.
10 os digo ahora, si este es el de­ 14 Y después que Alma hubo
seo de vuestros corazones, ¿qué dicho estas palabras, él y Helam
os impide ser a bautizados en el se a sepultaron juntamente en el
nombre del Señor, como testimo­ agua; y se levantaron y salieron
nio ante él de que habéis concer­ del agua regocijándose, pues fue­
tado un b convenio con él de que ron llenos del Espíritu.
lo serviréis y guardaréis sus man­ 15 Y de nuevo tomó Alma a otro,
damientos, para que él derrame y entró por segunda vez en el
su Espíritu más abundantemente agua, y lo bautizó como había
sobre vosotros? hecho con el primero, solo que
11 Y ahora bien, cuando los del no se sumergió a sí mismo otra
pueblo hubieron oído estas pala­ vez en el agua.
bras, batieron sus manos de gozo 16 Y de esta manera bautizó a
y exclamaron: Ese es el deseo de todos los que fueron al paraje
nuestros corazones. de Mormón, y eran en número
12 Y luego sucedió que Alma unas doscientas cuatro almas; sí,
tomó a Helam, que era uno de y fueron a bautizados en las aguas
los primeros, y fue y entró en de Mormón, y fueron llenos de la
el agua, y clamó, diciendo: ¡Oh b 
gracia de Dios.
Señor, derrama tu Espíritu sobre 17 Y fueron llamados la iglesia
tu siervo para que haga esta obra de Dios, o la a iglesia de Cristo,
con santidad de corazón! desde ese tiempo en adelante. Y
13 Y cuando hubo dicho estas aconteció que quienquiera que
9 a GEE Obra misional; 13 a GEE Espíritu Santo. 14 a GEE Bautismo,
Testificar; b AdeF 1:5. bautizar — Por
Testigo. GEE Sacerdocio. inmersión.
b Mos. 15:21–26. c 3 Ne. 11:23–26; 16 a Mos. 25:18.
c GEE Vida eterna. DyC 20:72–74. b GEE Gracia.
10 a 2 Ne. 31:17. d GEE Redención, 17 a 3 Ne. 26:21; 27:3–8.
GEE Bautismo, bautizar. redimido, redimir. GEE Iglesia de
b GEE Convenio. e Moisés 4:2; 5:9. Jesucristo.
MOSÍAH 18:18–29 216
era bautizado por el poder y au­ sacerdotes, a quienes él había or­
toridad de Dios, era agregado a denado, a trabajaran con sus pro­
su iglesia. pias manos para su sostén.
18  Y aconteció que Alma, 25 Y se designó un día de cada
teniendo a autoridad de Dios, semana en el que debían reunirse
ordenó sacerdotes; sí, un sacer­ para enseñar al pueblo y para
dote por cada cincuenta de ellos a 
adorar al Señor su Dios; y tam­
ordenó él para predicarles y bién habían de juntarse cuantas
para b enseñarles en cuanto a las veces les fuera posible.
cosas pertenecientes al reino de 26 Y los sacerdotes no habían de
Dios. depender del pueblo para su sos­
19 Y les mandó que no ense­ tén; sino que por su obra habían
ñaran nada, sino las cosas que de recibir la a gracia de Dios, a fin
él había enseñado, y que habían de fortalecerse en el Espíritu, te­
sido declaradas por boca de los niendo el b conocimiento de Dios,
santos profetas. para enseñar con poder y autori­
20 Sí, les mandó que no a pre­ dad de Dios.
dicaran nada, salvo el arrepen­ 27 Y además, Alma mandó que
timiento y la fe en el Señor, que el pueblo de la iglesia diera de
había redimido a su pueblo. sus bienes, a cada uno de confor­
21 Y les mandó que no hubiera midad con lo que tuviera; si tenía
a 
contenciones entre uno y otro, en más abundancia, debía dar
sino que fijasen su vista hacia más abundantemente; y del que
adelante con b una sola mira, te­ tenía poco, solo poco se debía re­
niendo una fe y un bautismo, querir; y al que no tuviera, se le
teniendo entrelazados sus cora­ habría de dar.
zones con c unidad y amor el uno 28 Y así debían dar de sus bie­
para con el otro. nes, de su propia y libre voluntad
22 Y así les mandó predicar. Y y buenos deseos para con Dios, a
así se convirtieron en a hijos de aquellos sacerdotes que estuvie­
Dios. ran necesitados, sí, y a toda alma
23 Y les mandó que observaran desnuda y menesterosa.
el día de a reposo y lo santificaran; 29 Y esto les dijo él a ellos, ha­
y también que todos los días die­ biéndoselo mandado Dios; y
ran gracias al Señor su Dios. a 
anduvieron rectamente ante
24 Y además, les mandó que los Dios, b ayudándose el uno al otro
18 a GEE Sacerdocio. c GEE Unidad. 25 a GEE Adorar.
b GEE Enseñar. 22 a Mos. 5:5–7; 26 a GEE Gracia.
20 a DyC 15:6; 18:14–16. Moisés 6:64–68. b GEE Conocimiento.
21 a 3 Ne. 11:28–30. 23 a Mos. 13:16–19; 27 a Hech. 2:44–45;
GEE Contención, DyC 59:9–12. 4 Ne. 1:3.
contienda. 24 a Hech. 20:33–35; 29 a GEE Andar, andar con
b Mateo 6:22; Mos. 27:3–5; Dios.
DyC 88:67–68. Alma 1:26. b GEE Bienestar.
217 MOSÍAH 18:30–19:7
temporal y espiritualmente, CAPÍTULO 19
según sus necesidades y caren­
Gedeón intenta matar al rey Noé —
cias.
Los lamanitas invaden la tierra —
30 Y ahora bien, aconteció que
El rey Noé padece la muerte por
todo esto se hizo en Mormón,
fuego — Limhi reina como monarca
sí, al lado de las a aguas de Mor­
tributario. Aproximadamente 145–
món, en el bosque inmediato a las
121 a.C.
aguas de Mormón; sí, el paraje de
Mormón, las aguas de Mormón, Y aconteció que el ejército del
el bosque de Mormón, ¡cuán her­ rey volvió, después de haber bus­
mosos son a los ojos de aquellos cado en vano al pueblo del Señor.
que allí llegaron al conocimiento 2 Y ahora bien, he aquí, las fuer­
de su Redentor; sí, y cuán bendi­ zas del rey eran pequeñas, pues
tos son, porque le cantarán ala­ habían sido reducidas, y empezó
banzas para siempre! a haber una división entre el resto
31 Y se hicieron estas cosas en del pueblo.
las a fronteras del país, para que 3 Y la parte menor empezó a
no llegaran al conocimiento del proferir amenazas contra el rey,
rey. y empezó a haber una gran con­
32 Mas he aquí, sucedió que el tención entre ellos.
rey, habiendo descubierto un mo­ 4 Ahora bien, había entre ellos
vimiento entre los del pueblo, en­ un hombre que se llamaba Ge­
vió a sus siervos para vigilarlos. deón; y como era un hombre
Por tanto, el día en que estaban fuerte y enemigo del rey, sacó,
reuniéndose para oír la palabra por tanto, su espada y juró en su
del Señor fueron denunciados ira que mataría al rey.
ante el rey. 5 Y aconteció que peleó con el
33 Y el rey dijo que Alma es­ rey, y cuando el rey vio que es­
taba incitando al pueblo a que taba a punto de vencerlo, huyó,
se rebelara contra él; por tanto, y corrió, y se subió a la a torre que
envió a su ejército para que los estaba cerca del templo.
destruyera. 6 Y Gedeón lo siguió, y estaba
34 Y aconteció que Alma y el a punto de subir a la torre para
pueblo del Señor se a enteraron matar al rey, y este dirigió la mi­
de la venida del ejército del rey; rada hacia la tierra de Shemlón,
por tanto, tomaron sus tiendas y y he aquí que el ejército de los
sus familias, y partieron para el lamanitas estaba ya dentro de las
desierto. fronteras del país.
35 Y eran en número unas cua­ 7 Y luego el rey gritó con toda
trocientas cincuenta almas. la angustia de su alma, diciendo:
30 a Mos. 26:15. 34 a Mos. 23:1.
31 a Mos. 18:4. 19 5 a Mos. 11:12.
MOSÍAH 19:8–22 218
Gedeón, perdóname la vida, por­ condición de que pusieran al rey
que los lamanitas están ya sobre Noé en manos de los lamanitas,
nosotros, y nos destruirán; sí, des­ y que entregaran sus bienes, sí, la
truirán a mi pueblo. mitad de todo lo que poseían: la
8 Ahora bien, el rey no estaba mitad de su oro, su plata y todas
tan interesado en su pueblo, como sus cosas preciosas, y así debían
en su propia vida; sin embargo, pagar tributo al rey de los lama­
Gedeón le perdonó la vida. nitas de año en año.
9 Y el rey mandó al pueblo que 16 Ahora bien, entre los cautivos
huyera delante de los lamanitas, se hallaba uno de los hijos del rey,
y él mismo salió delante de ellos; cuyo nombre era a Limhi.
y huyeron al desierto con sus mu­ 17 Y Limhi no deseaba que su
jeres y sus hijos. padre fuese destruido; sin em­
10 Y sucedió que los lamanitas bargo, Limhi, siendo hombre
los persiguieron, y los alcanzaron justo, no ignoraba las iniquida­
y empezaron a matarlos. des de su padre.
11 Y sucedió que mandó el rey 18 Y aconteció que Gedeón en­
que todos los hombres abandona­ vió hombres al desierto secreta­
ran a sus esposas e hijos, y huye­ mente para buscar al rey y a los
sen de los lamanitas. que estaban con él; y sucedió que
12 Ahora bien, hubo muchos dieron con el pueblo en el de­
que no quisieron abandonarlos, sierto, con todos menos el rey y
sino que prefirieron quedarse y sus sacerdotes.
perecer con ellos. Y los demás 19 Ahora bien, los del pueblo
abandonaron a sus esposas e hi­ habían jurado en sus corazones
jos, y huyeron. que volverían a la tierra de Nefi;
13 Y aconteció que aquellos que y si sus esposas e hijos habían
permanecieron con sus esposas y sido asesinados, así como los que
sus hijos hicieron que sus bellas se habían quedado con ellos, pro­
hijas avanzaran e intercedieran curarían vengarse y perecerían
con los lamanitas para que no también con ellos.
los mataran. 20 Y el rey les mandó que no
14 Y sucedió que los lamanitas volvieran; y se enojaron con el
se compadecieron de ellos, por­ rey, e hicieron que padeciera, aun
que los cautivó la hermosura de hasta la a muerte por fuego.
sus mujeres. 21 Y estaban a punto de prender a
15 De manera que los lamani­ los sacerdotes también, y quitarles
tas les perdonaron la vida, y los la vida, y estos huyeron de ellos.
tomaron cautivos y los llevaron 22 Y aconteció que estaban ya
de vuelta a la tierra de Nefi, y les para volver a la tierra de Nefi,
permitieron poseer la tierra con la y dieron con los hombres de
16 a Mos. 7:9. 20 a Mos. 17:13–19; Alma 25:11.
219 MOSÍAH 19:23–20:6
Gedeón. Y los hombres de Ge­ lamanitas no los molestaron ni
deón les refirieron todo lo que trataron de destruirlos.
había acontecido a sus esposas
y sus hijos, y que los lamanitas CAPÍTULO 20
les habían concedido que pose­
Los sacerdotes del rey Noé raptan
yeran la tierra, pagándoles como
a algunas de las hijas de los lama-
tributo la mitad de todo cuanto
nitas — Los lamanitas emprenden
poseyeran.
la guerra contra Limhi y su pue-
23 Y el pueblo informó a la gente
blo — Los lamanitas son rechaza-
de Gedeón que habían matado al
dos y pacificados. Aproximadamente
rey, y que sus sacerdotes habían
145–123 a.C.
huido de ellos al interior del de­
sierto. Y había en Shemlón un paraje
24 Y aconteció que después de donde las hijas de los lamanitas
haber terminado la ceremonia, se reunían para cantar, para bailar
volvieron a la tierra de Nefi, re­ y para divertirse.
gocijándose porque sus esposas e 2  Y aconteció que un día se
hijos no habían sido asesinados; hallaba reunido un reducido
y dijeron a Gedeón lo que habían número de ellas para cantar y
hecho con el rey. bailar.
25 Y aconteció que el rey de los 3 Ahora bien, los sacerdotes del
lamanitas les a juró que su pueblo rey Noé, avergonzados de volver
no los mataría. a la ciudad de Nefi, sí, y temiendo
26 Y también Limhi, siendo hijo también que el pueblo les matara,
del rey, habiéndole conferido a el no se atrevían a volver a sus es­
pueblo el reino, juró al rey de los posas y sus hijos.
lamanitas que su pueblo le paga­ 4 Y habiendo permanecido en el
ría tributo, sí, la mitad de todo lo desierto, y habiendo descubierto
que poseían. a las hijas de los lamanitas, se
27 Y aconteció que Limhi em­ ocultaron y las acecharon;
pezó a instituir el reino y a esta­ 5 y cuando no había más que
blecer la paz entre el pueblo. unas pocas de ellas reunidas
28 Y el rey de los lamanitas puso para bailar, ellos salieron de sus
guardias alrededor de la tierra, para lugares secretos, y las tomaron
retener al pueblo de Limhi, con ob­ y se las llevaron al desierto;
jeto de que no partiera para el de­ sí, se llevaron a veinticuatro
sierto; y mantenía a sus guardias con de las hijas de los lamanitas al
el tributo que recibía de los nefitas. desierto.
29 Y el rey Limhi gozó de paz 6 Y aconteció que cuando los
continua en su reino por el es­ lamanitas echaron de menos a
pacio de dos años, porque los sus hijas, se enojaron contra los
25 a Mos. 21:3. 26 a Mos. 7:9.
MOSÍAH 20:7–18 220
del pueblo de Limhi, pues pen­ las heridas, y lo llevaron ante
saron que había sido el pueblo Limhi, y dijeron: He aquí el rey
de Limhi. de los lamanitas; habiendo sido
7 Por tanto, hicieron avanzar sus herido, cayó entre sus muertos,
ejércitos; sí, hasta el rey mismo y lo abandonaron, y he aquí, lo
marchó a la cabeza de su pueblo; hemos traído ante ti; y ahora ma­
y subieron a la tierra de Nefi para témoslo.
destruir al pueblo de Limhi. 14 Pero les dijo Limhi: No lo
8 Ahora bien, Limhi los había mataréis, antes bien traedlo acá
descubierto desde la torre, sí, él para que yo lo vea. Y lo trajeron.
descubrió todos sus preparativos Y le dijo Limhi: ¿Por qué razón
para la guerra; por tanto, reunió has venido a la guerra contra mi
a su pueblo y les puso una em­ pueblo? He aquí, mi pueblo no
boscada en los campos y en los ha violado el a juramento que te
bosques. hice; ¿por qué, pues, habríais de
9 Y aconteció que cuando llega­ quebrantar vosotros el juramento
ron los lamanitas, el pueblo de que hicisteis a mi pueblo?
Limhi empezó a caer sobre ellos 15 Y luego dijo el rey: He que­
desde sus emboscadas, y comen­ brantado mi juramento porque
zaron a matarlos. los de tu pueblo se llevaron a las
10 Y ocurrió que la batalla se hijas de mi pueblo; por tanto, en
hizo sumamente violenta, pues mi enojo hice que mi pueblo vi­
pelearon como los leones por su niese a la guerra contra el tuyo.
presa. 16 Ahora bien, Limhi nada ha­
11 Y sucedió que el pueblo de bía oído respecto de este asunto;
Limhi empezó a echar a los la­ por tanto, dijo: Buscaré entre mi
manitas delante de ellos, a pesar pueblo, y quien haya hecho tal
de que su número no era ni la cosa perecerá. De manera que
mitad del de los lamanitas. Mas mandó hacer una pesquisa entre
ellos a luchaban por sus vidas, y el pueblo.
por sus esposas, y por sus hijos; 17 Y cuando a Gedeón, que era
por lo tanto, se esforzaron y com­ el capitán del rey, oyó estas co­
batieron como dragones. sas, fue al rey y le dijo: Te ruego
12 Y aconteció que hallaron en­ que te refrenes y no busques entre
tre el número de sus muertos al este pueblo, ni lo culpes de esto.
rey de los lamanitas; aunque no 18 ¿Pues no te acuerdas de los
estaba muerto, pues había sido sacerdotes de tu padre, a quienes
herido y abandonado en el campo este pueblo trató de destruir? ¿Y
de batalla, tan precipitada había no están ellos en el desierto? ¿Y
sido la fuga de su pueblo. no son ellos los que se han robado
13 Y lo recogieron y le vendaron a las hijas de los lamanitas?
20 11 a Alma 43:45. 14 a Mos. 19:25–26. 17 a Mos. 19:4–8.
221 MOSÍAH 20:19–21:5
19 Y ahora bien, he aquí, declara lamanitas se inclinó ante ellos, e
al rey estas cosas, para que él las intercedió a favor del pueblo de
diga a su pueblo, y se pacifiquen Limhi.
con nosotros; porque he aquí, ya 26 Y cuando los lamanitas vie­
se están preparando para venir ron a los del pueblo de Limhi,
contra nosotros; y ves también que venían sin armas, les tuvie­
que somos pocos. ron a compasión y se pacificaron
20 Y he aquí, vienen con sus nu­ con ellos, y volvieron con su rey
merosas huestes; y a menos que en paz a su propia tierra.
el rey los pacifique con nosotros,
pereceremos. CAPÍTULO 21
21 ¿Pues no se han a cumplido
Los lamanitas hieren y derrotan al
las palabras de Abinadí que él
pueblo de Limhi — Llega Ammón y
profetizó contra nosotros? Y todo
el pueblo de Limhi se convierte — Le
esto porque no quisimos oír las
hablan a Ammón de las veinticua-
palabras del Señor, ni abandonar
tro planchas jareditas. Aproximada-
nuestras iniquidades.
mente 122–121 a.C.
22 Y ahora pacifiquemos al rey,
y sujetémonos al juramento que Y aconteció que Limhi y su pue­
le hemos hecho, porque es mejor blo volvieron a la ciudad de Nefi,
que estemos en el cautiverio que y nuevamente empezaron a habi­
perder nuestras vidas; por tanto, tar la tierra en paz.
demos fin al derramamiento de 2 Y aconteció que después de
tanta sangre. muchos días, los lamanitas empe­
23 Y Limhi declaró al rey todas zaron otra vez a incitarse a la ira
las cosas concernientes a su pa­ contra los nefitas, y empezaron a
dre y a los a sacerdotes que habían introducirse por las fronteras de
huido al desierto, a quienes atri­ la tierra circunvecina.
buyó el rapto de sus hijas. 3 Ahora bien, no se atrevían a ma­
24 Y aconteció que el rey se pa­ tarlos, a causa del juramento que
cificó con el pueblo de Limhi, y su rey había hecho a Limhi; pero
les dijo: Salgamos sin armas a los golpeaban en las a mejillas e im­
encontrar a mi pueblo; y os ase­ ponían su autoridad sobre ellos; y
guro con juramento, que los de empezaron a poner pesadas b cargas
mi pueblo no matarán al vues­ sobre sus hombros, y a arrearlos
tro. como lo harían a un mudo asno.
25 Y aconteció que siguieron al 4 Sí, se hizo todo esto para que
rey, y salieron sin armas a encon­ se cumpliera la palabra del Señor.
trar a los lamanitas. Y sucedió que 5 Y las aflicciones de los nefitas
los encontraron; y el rey de los eran grandes; y no había manera
21 a Mos. 12:1–8. 26 a GEE Compasión. b Mos. 12:5.
23 a Mos. 19:21, 23. 21 3 a Mos. 12:2.
MOSÍAH 21:6–18 222
de que se libraran de las manos y los que no fueron muertos se
de los lamanitas, porque estos los volvieron a la ciudad de Nefi.
habían cercado por todos lados. 13 Y se humillaron aun hasta el
6 Y aconteció que el pueblo em­ polvo, sujetándose al yugo de la
pezó a quejarse al rey a causa de esclavitud, sometiéndose a ser he­
sus aflicciones, y empezaron a ridos, y a ser arreados de un lado
sentir deseos de salir a la bata­ a otro y a llevar cargas, según la
lla en contra de los lamanitas. voluntad de sus enemigos.
Y molestaron gravemente al rey 14  Y se a humillaron hasta lo
con sus quejas; por lo que él les más profundo de la humildad y
permitió que obrasen según sus clamaron fuertemente a Dios; sí,
deseos. todo el día clamaban ellos a su
7 Y se congregaron otra vez, y Dios para que los librara de sus
se pusieron sus armaduras, y sa­ aflicciones.
lieron contra los lamanitas para 15 Ahora bien, el Señor fue a lento
echarlos fuera de su tierra. en oír su clamor a causa de sus
8 Y aconteció que los lamanitas iniquidades; sin embargo, oyó sus
los vencieron y los rechazaron, y clamores y empezó a ablandar el
mataron a muchos de ellos. corazón de los lamanitas, de modo
9 Y hubo gran a llanto y lamen­ que empezaron a aligerar sus car­
tación entre los del pueblo de gas; no obstante, el Señor no juzgó
Limhi, la viuda llorando por su oportuno librarlos del cautiverio.
marido, el hijo y la hija llorando 16 Y ocurrió que empezaron a
por su padre, y los hermanos por prosperar gradualmente en la
sus hermanos. tierra, y comenzaron a producir
10 Ahora bien, había muchas grano con más abundancia, y re­
viudas en la tierra, y lloraban con baños y ganados; de modo que
todas sus fuerzas día tras día, por­ no padecieron hambre.
que se había apoderado de ellas 17 Mas había un gran número
un temor inmenso a los lamanitas. de mujeres, mayor que el que ha­
11 Y aconteció que sus continuos bía de hombres; por tanto, el rey
llantos provocaron al resto del Limhi mandó que cada hombre
pueblo de Limhi a la ira contra a 
diera para el sostén de las b viu­
los lamanitas; y salieron a la ba­ das y sus hijos, a fin de que no
talla otra vez; pero se vieron nue­ perecieran de hambre; e hicieron
vamente rechazados, sufriendo esto a causa del gran número que
muchas pérdidas. había sido muerto.
12 Sí, y salieron aun por tercera 18  Ahora bien, el pueblo de
vez, y sufrieron la misma suerte; Lim­h i se conservaba unido en
9 a Mos. 12:4. (afligir). 17 a Mos. 4:16, 26.
14 a Mos. 29:20. 15 a Prov. 15:29; b GEE Viuda.
GEE Humildad, Mos. 11:23–25;
humilde, humillar DyC 101:7–9.
223 MOSÍAH 21:19–30
un cuerpo hasta donde le era po­ 24 Mas cuando supo que no lo
sible; y aseguraron sus granos y eran, sino que más bien eran sus
sus rebaños; hermanos, y que estos habían ve­
19 y el rey mismo no arriesgaba nido de la tierra de Zarahemla, se
su persona fuera de los muros de llenó de un gozo inmenso.
la ciudad sin llevar a sus guardias 25 Ahora bien, antes de la lle­
consigo, temiendo caer de una u gada de Ammón, el rey Limhi ha­
otra manera en manos de los la­ bía enviado un a pequeño número
manitas. de hombres en b busca de la tierra
20 E hizo que su pueblo vigi­ de Zarahemla; mas no pudieron
lara la tierra circunvecina, por si dar con ella, y se perdieron en el
acaso de alguna manera podían desierto.
aprehen­der a aquellos sacer­dotes 26 Sin embargo, hallaron una
que habían huido al desierto, tierra que había sido poblada; sí,
quienes habían raptado a las una tierra que estaba cubierta de
a 
hijas de los lamanitas, y quienes a 
huesos secos; sí, una tierra que
habían hecho caer sobre ellos tan había sido poblada y destruida; y
grande destrucción. habiendo creído que era la tierra
21 Pues deseaban aprehender­ de Zarahemla, ellos se volvieron
los para castigarlos; porque ha­ a la tierra de Nefi, llegando a los
bían entrado de noche en la tierra confines del país no muchos días
de Nefi, y se habían llevado su antes de la venida de Ammón.
grano y muchas de sus cosas pre­ 27 Y llevaron consigo una his­
ciosas; por tanto, los estaban ace­ toria, sí, una historia del pueblo
chando. cuyos huesos habían hallado; y
22 Y aconteció que no hubo más estaba grabada sobre planchas
disturbios entre los lamanitas y de metal.
el pueblo de Limhi, aun hasta el 28 Ahora bien, Limhi nueva­
tiempo en que a Ammón y sus her­ mente se llenó de alegría al sa­
manos llegaron a la tierra. ber, por boca de Ammón, que el
23 Y el rey, hallándose fuera de rey Mosíah tenía un a don de Dios
las puertas de la ciudad con sus mediante el cual podía interpre­
guardias, descubrió a Ammón y tar tales grabados; sí, y Ammón
a sus hermanos; y suponiendo se regocijó también.
que eran los sacerdotes de Noé, 29 No obstante, Ammón y sus
hizo que fueran aprehendidos, hermanos se llenaron de tristeza
atados y echados en la a cárcel. Y porque tantos de sus hermanos
si hubieran sido los sacerdotes de habían sido muertos;
Noé, los habría mandado matar. 30 y también porque el rey Noé
20 a Mos. 20:5. 25 a Mos. 8:7. 28 a Omni 1:20–22;
22 a Mos. 7:6–13. b Mos. 7:14. Mos. 28:11–16.
23 a Hel. 5:21. 26 a Mos. 8:8.
MOSÍAH 21:31–22:3 224
y sus sacerdotes habían provo­ a servir a Dios con todo su cora­
cado al pueblo a cometer tantos zón; no obstante, aplazaron la
pecados y maldades contra Dios; ocasión; y más adelante se a dará
y también lamentaron la a muerte el relato de su bautismo.
de Abinadí, así como la b partida 36 Y ahora todo el a afán de Am­
de Alma y de la gente que salió món y sus hombres, y el del rey
con él, los cuales habían formado Limhi y su pueblo, era librarse de
una iglesia de Dios mediante la las manos de los lamanitas y del
fuerza y el poder de Dios, y la fe cautiverio.
en las palabras que Abinadí había
declarado. CAPÍTULO 22
31 Sí, lamentaron su partida,
Se hacen planes para que el pueblo
porque no sabían a dónde habían
se libre del yugo de los lamanitas —
huido. Y gustosamente se habrían
Se emborracha a los lamanitas — El
unido a ellos, porque también
pueblo se escapa, vuelve a Zarahemla
estos habían concertado un con­
y se hace súbdito del rey Mosíah.
venio con Dios, de servirle y guar­
Aproximadamente 121–120 a.C.
dar sus mandamientos.
32 Y ahora bien, desde la llegada Y aconteció que Ammón y el
de Ammón, el rey Limhi también rey Limhi empezaron a consultar
había hecho convenio con Dios, con el pueblo en cuanto a cómo
así como muchos de los de su podrían librarse del cautiverio;
pueblo, de servirle y guardar sus y aun hicieron reunir a todo el
mandamientos. pueblo; y así obraron para saber
33 Y aconteció que el rey Limhi el parecer del pueblo tocante al
y muchos de su pueblo deseaban asunto.
ser bautizados; mas no había en 2 Y aconteció que no hallaron ma­
la tierra quien tuviera la a autori­ nera de librarse del cautiverio, sino
dad de Dios. Y Ammón se negó el de tomar a sus mujeres e hijos,
a hacer esto, por considerarse un y sus rebaños, sus manadas y sus
siervo indigno. tiendas, y huir al desierto; porque
34 Por tanto, no se organizaron siendo tan numerosos los lamani­
en iglesia en esa ocasión, espe­ tas, era imposible que el pueblo
rando en el Espíritu del Señor. de Limhi contendiera con ellos,
Ahora deseaban ser como Alma y creyendo poder librarse de la ser­
sus hermanos, que habían huido vidumbre por medio de la espada.
al desierto. 3 Y aconteció que Gedeón se
35 Estaban deseosos de ser bau­ adelantó y llegó ante el rey, y le
tizados como atestación y testi­ dijo: ¡Oh rey!, hasta ahora has
monio de que estaban dispuestos oído muchas veces mis palabras,
30 a Mos. 17:12–20. 33 a GEE Autoridad. 36 a O sea, los estudios, los
b Mos. 18:34–35. 35 a Mos. 25:17–18. planes, etc.
225 MOSÍAH 22:4–16
cuando hemos combatido con vino como regalo; y ellos bebieron
nuestros hermanos los lamanitas. abundantemente del vino que el
4 Y ahora bien, ¡oh rey!, si no rey Limhi les había enviado.
me has juzgado de ser siervo im­ 11 Y aconteció que el pueblo del
productivo, o si hasta aquí tú has rey Limhi salió de noche para el
escuchado en algún grado mis desierto con sus rebaños y sus
palabras, y te han sido útiles, así manadas, y rodearon por la tierra
deseo que escuches mis palabras de Shilom en el desierto, y fijaron
en esta ocasión, y seré tu servi­ su curso hacia la tierra de Zara­
dor y rescataré a este pueblo de hemla, y Ammón y sus hermanos
la servidumbre. los iban guiando.
5 Y le concedió el rey que ha­ 12 Y habían llevado consigo al
blara; y Gedeón le dijo: desierto todo su oro, su plata y
6 He aquí, el pasaje que queda sus cosas preciosas que podían
hacia atrás, que atraviesa el muro acarrear, y también sus provisio­
posterior, a espaldas de la ciudad. nes; y emprendieron su viaje.
Los lamanitas, o sea, los guardias 13 Y después de estar en el de­
de los lamanitas, se emborrachan sierto muchos días, llegaron a la
de noche; expidamos, pues, una tierra de Zarahemla, y se unieron
proclamación entre todos los de al pueblo de Mosíah y fueron sus
este pueblo, que junten sus reba­ súbditos.
ños y ganados, para arrearlos al 14 Y sucedió que Mosíah los re­
desierto durante la noche. cibió con gozo; y también recibió
7 Y yo iré conforme a tu man­ sus a anales, así como los b anales
dato, y pagaré el último tributo que había encontrado el pueblo
de vino a los lamanitas, y se em­ de Limhi.
borracharán; y saldremos por el 15 Y aconteció que cuando los la­
pasaje secreto, a la izquierda de manitas descubrieron que el pueblo
su campo, cuando se hallen bo­ de Limhi había partido de la tierra
rrachos y dormidos. durante la noche, enviaron un ejér­
8 Así partiremos con nuestras cito al desierto para perseguirlos.
mujeres y nuestros hijos, nues­ 16 Y después de perseguirlos
tros rebaños y nuestros ganados dos días, no pudieron seguir más
para el desierto; y viajaremos bor­ el rastro; por tanto, se perdieron
deando la tierra de Shilom. en el desierto.
9 Y sucedió que el rey escuchó
las palabras de Gedeón.
Una relación de Alma y del pueblo
10 Y el rey Limhi hizo que su
del Señor, que fueron echados al
pueblo juntara sus rebaños; y en­
desierto por el pueblo del rey Noé.
vió el tributo de vino a los lama­
nitas; y también les envió más Comprende los capítulos 23 y 24.
22 14 a Mos. 8:5. b Mos. 8:9.
MOSÍAH 23:1–13 226
CAPÍTULO 23 otra, ni un hombre se considerará
mejor que otro; os digo pues, no
Alma se niega a ser rey — Presta
conviene que tengáis rey.
servicio como sumo sacerdote — El
8 Sin embargo, si fuera posible
Señor disciplina a Su pueblo y los
que siempre tuvieseis hombres
lamanitas se apoderan de la tierra de
justos por reyes, bien os sería te­
Helam — Amulón, jefe de los sacer-
ner rey.
dotes inicuos del rey Noé, gobierna
9 Mas recordad la a iniquidad
bajo el monarca lamanita. Aproxi-
del rey Noé y sus sacerdotes;
madamente 145–121 a.C.
y yo mismo b caí en la trampa e
Ahora bien, Alma, habiendo sido hice muchas cosas abominables
advertido por el Señor de que las a la vista del Señor, lo que me
tropas del rey Noé caerían sobre ocasionó angustioso arrepenti­
ellos, y habiéndolo hecho saber a miento;
su pueblo, por tanto, reunieron sus 10 no obstante, después de mu­
rebaños, y tomaron de su grano, y cha a tribulación, el Señor oyó mi
salieron para el desierto, seguidos clamor y contestó mis oraciones,
por las tropas del rey Noé. y me ha hecho instrumento en
2 Y el Señor los fortaleció, de sus manos para traer a b tantos
modo que la gente del rey Noé de vosotros al conocimiento de
no pudo alcanzarlos para des­ su verdad.
truirlos. 11 Sin embargo, en esto no me
3 Y por el espacio de ocho días glorío, porque soy indigno de
huyeron en el desierto. gloriarme.
4 Y llegaron a una tierra, sí, una 12 Y ahora os digo, el rey Noé
tierra muy hermosa y placentera, os ha oprimido, y habéis sido es­
una tierra de aguas puras. clavos de él y de sus sacerdotes,
5 Y plantaron sus tiendas, y em­ y ellos os han conducido a la ini­
pezaron a labrar la tierra y co­ quidad; por tanto, fuisteis atados
menzaron a construir edificios; con las a cadenas de la iniquidad.
sí, eran industriosos y trabajaron 13 Y ahora bien, ya que habéis
mucho. sido librados de estas ligaduras
6 Y la gente deseaba que Alma por el poder de Dios, sí, de las
fuera su rey, porque su pueblo manos del rey Noé y su pueblo,
lo amaba. y también de las ligaduras de
7 Mas él les dijo: He aquí, no la iniquidad, así deseo que os
es prudente que tengamos rey; a 
mantengáis firmes en esta b liber­
porque así dice el Señor: a No es­ tad con que habéis sido liberta­
timaréis a una carne más que a dos, y que no confiéis en c ningún
23 7 a Mos. 27:3–5. 10 a DyC 58:4. b GEE Libertad, libre.
9 a Prov. 16:12; b Mos. 18:35. c Mos. 29:13.
Mos. 11:1–15. 12 a 2 Ne. 28:19–22.
b Mos. 17:1–4. 13 a Gál. 5:1.
227 MOSÍAH 23:14–29
hombre para que sea rey sobre su pueblo; sí, él prueba su b pa­
vosotros. ciencia y su fe.
14 Ni confiéis en nadie para 22 Sin embargo, quien pone su
que sea vuestro a maestro ni a 
confianza en él será b enaltecido
vuestro ministro, a menos que en el postrer día. Sí, y así fue con
sea un hombre de Dios, que este pueblo.
ande en sus vías y guarde sus 23 Porque he aquí, os mostraré
mandamientos. que fueron reducidos a la servi­
15 Así instruyó Alma a su pue­ dumbre, y nadie podía librarlos
blo, a fin de que cada uno a amara sino el Señor su Dios, sí, el Dios
a su prójimo como a sí mismo, de Abraham e Isaac y Jacob.
para que no hubiese b contención 24 Y sucedió que los libró, y
entre ellos. les manifestó su gran poder; y
16 Y Alma era su a sumo sacer­ grande fue el gozo de ellos.
dote, por ser el fundador de su 25 Porque he aquí, aconteció que
iglesia. mientras se hallaban en la tierra
17 Y sucedió que nadie recibía de Helam, sí, en la ciudad de He­
a 
autoridad para predicar ni para lam, mientras labraban el terreno
enseñar, sino de Dios, por medio circunvecino, he aquí, un ejército
de Alma. Por tanto, él consagraba lamanita se hallaba en las fronte­
a todos los sacerdotes y a todos ras de la tierra.
los maestros de ellos; y nadie era 26 Ocurrió entonces que los her­
consagrado a menos que fuera manos de Alma huyeron de sus
hombre justo. campos y se reunieron en la ciu­
18 Por tanto, velaban por su dad de Helam; y temieron en gran
pueblo, y lo a sustentaban con co­ manera por motivo de la llegada
sas pertenecientes a la rectitud. de los lamanitas.
19  Y ocurrió que empezaron 27 Pero salió Alma y fue entre
a prosperar grandemente en la ellos, y los exhortó a que no te­
tierra; y la llamaron la tierra de mieran, sino que se acordaran del
Helam. Señor su Dios, y él los libraría.
20 Y aconteció que se multiplica­ 28 Por tanto, calmaron sus te­
ron y prosperaron en sumo grado mores y empezaron a implorar al
en la tierra de Helam; y edificaron Señor que ablandara el corazón
una ciudad a la que llamaron la de los lamanitas, a fin de que les
ciudad de Helam. perdonaran la vida, y la de sus
21  Con todo, el Señor consi­ esposas y de sus hijos.
dera conveniente a disciplinar a 29  Y aconteció que el Señor
14 a Mos. 18:18–22. Sacerdocio. b GEE Paciencia.
15 a GEE Amor. 18 a 1 Tim. 4:6. 22 a GEE Confianza, confiar.
b 3 Ne. 11:28–29. 21 a Hel. 12:3; b 1 Ne. 13:37.
16 a Mos. 26:7. DyC 98:21.
17 a GEE Autoridad; GEE Castigar, castigo.
MOSÍAH 23:30–24:2 228
ablandó el corazón de los lama­ hubo enseñado el camino que
nitas. Y Alma y sus hermanos conducía a la tierra de Nefi, los
avanzaron y se entregaron en ma­ lamanitas no quisieron cumplir
nos de ellos; y los lamanitas se po­ su promesa, sino que pusieron
sesionaron de la tierra de Helam. a 
guardias alrededor de la tierra
30 Ahora bien, los ejércitos la­ de Helam, sobre Alma y sus her­
manitas que habían seguido al manos.
pueblo del rey Limhi habían es­ 38 Y los demás partieron para
tado perdidos en el desierto por la tierra de Nefi; y parte de ellos
muchos días. retornaron a la tierra de Helam
31 Y he aquí, habían encontrado y llevaron consigo a las esposas
a aquellos sacerdotes del rey Noé y también a los hijos de los guar­
en un paraje que llamaron Amu­ dias que habían dejado atrás.
lón; y estos habían empezado a 39 Y el rey de los lamanitas le
poseer el país de Amulón y a la­ había concedido a Amulón que
brar la tierra. fuese rey y gobernante de su pue­
32 Y el nombre del jefe de esos blo que se hallaba en la tierra de
sacerdotes era Amulón. Helam; no obstante, no tendría
33  Y aconteció que Amulón poder para hacer cosa alguna que
suplicó a los lamanitas; y envió fuese contraria a la voluntad del
también a las mujeres de estos rey de los lamanitas.
sacerdotes, que eran las a hijas de
los lamanitas, para que abogaran CAPÍTULO 24
con sus hermanos por que no des­
Amulón persigue a Alma y a su
truyesen a sus maridos.
pueblo — Se les quitará la vida si
34  Y los lamanitas tuvieron
oran — El Señor alivia sus cargas
a 
compasión de Amulón y sus
para que les parezcan ligeras — Los
hermanos, y no los destruyeron
libra de la servidumbre y vuelven a
a causa de sus esposas.
Zarahemla. Aproximadamente 145–
35 Y Amulón y sus hermanos
120 a.C.
se unieron a los lamanitas, y an­
daban por el desierto buscando Y aconteció que Amulón halló
la tierra de Nefi cuando descu­ gracia a los ojos del rey de los la­
brieron la tierra de Helam, que manitas; por tanto, este les con­
poseían Alma y sus hermanos. cedió a él y a sus hermanos que
36 Y aconteció que los lamanitas fuesen nombrados maestros de
prometieron a Alma y a sus herma­ su pueblo; sí, del pueblo que se
nos que si les indicaban el camino hallaba en la tierra de Shemlón,
que conducía a la tierra de Nefi, les y en la tierra de Shilom, y en la
concederían su vida y su libertad. tierra de Amulón.
37 Pero después que Alma les 2 Porque los lamanitas habían
33 a Mos. 20:3–5. 34 a GEE Compasión. 37 a Mos. 24:8–15.
229 MOSÍAH 24:3–14
tomado posesión de todas estas y a hacer que sus hijos persiguie­
tierras; por lo tanto, el rey de los ran a los hijos de ellos.
lamanitas había nombrado reyes 9  Porque Amulón conocía a
en todas estas tierras. Alma y sabía que había sido a uno
3 Ahora bien, el nombre del rey de los sacerdotes del rey, y que
de los lamanitas era Lamán, ha­ era el que creyó en las palabras
biéndosele dado el nombre de su de Abinadí, y fue echado de ante
padre, y se llamaba, por tanto, el el rey, y por tanto, estaba enojado
rey Lamán. Y era rey de un pue­ con él; pues estaba sujeto al rey
blo numeroso. Lamán; sin embargo, ejerció au­
4 Y nombró maestros de entre toridad sobre ellos y les impuso
los hermanos de Amulón para b 
tareas y les fijó capataces.
todas las tierras que poseía su 10 Y aconteció que fueron tan
pueblo; y así se empezó a ense­ grandes sus aflicciones, que em­
ñar el idioma de Nefi entre todo pezaron a clamar fervorosamente
el pueblo de los lamanitas. a Dios.
5 Y eran gente amigable los unos 11 Y Amulón les mandó que ce­
con los otros; no obstante, no co­ saran sus clamores, y les puso
nocían a Dios; ni les enseñaron los guardias para vigilarlos, a fin de
hermanos de Amulón cosa alguna que al que descubriesen invo­
concerniente al Señor su Dios, ni cando a Dios fuese muerto.
la ley de Moisés, ni les enseñaron 12 Y Alma y su pueblo no alza­
las palabras de Abinadí; ron la voz al Señor su Dios, pero
6 pero sí les enseñaron que de­ sí le a derramaron sus corazones;
bían llevar sus anales, y que se y él entendió los pensamientos de
escribiesen unos a otros. sus corazones.
7 Y así los lamanitas empezaron 13 Y aconteció que la voz del Se­
a aumentar en riquezas, y comen­ ñor vino a ellos en sus aflicciones,
zaron a negociar unos con otros diciendo: Alzad vuestras cabezas
y a fortalecerse; y comenzaron a y animaos, pues sé del convenio
ser gente astuta y sabia, según que habéis hecho conmigo; y yo
la sabiduría del mundo; sí, una haré convenio con mi pueblo y lo
gente muy sagaz que se deleitaba libraré del cautiverio.
en todo género de iniquidades y 14 Y también aliviaré las cargas
pillaje, menos entre sus propios que pongan sobre vuestros hom­
hermanos. bros, de manera que no podréis
8  Y ahora bien, sucedió que sentirlas sobre vuestras espal­
Amulón empezó a imponer su das, mientras estéis en servi­
a 
autoridad sobre Alma y sus her­ dumbre; y esto haré yo para que
manos; y comenzó a perseguirlos me seáis a testigos en lo futuro, y
24 8 a DyC 121:39. b Mos. 21:3–6. 14 a GEE Testigo.
9 a Mos. 17:1–4; 23:9. 12 a GEE Oración.
MOSÍAH 24:15–25:1 230
para que sepáis de seguro que yo, gracias a Dios porque había
a 

el Señor Dios, visito a mi pueblo sido misericordioso con ellos, y


en sus b aflicciones. aliviado sus cargas, y los había
15 Y aconteció que las cargas librado del cautiverio; porque
que se imponían sobre Alma y sus estaban en servidumbre, y na­
hermanos fueron aliviadas; sí, el die podía librarlos sino el Señor
Señor los a fortaleció de modo que su Dios.
pudieron soportar sus b cargas con 22 Y dieron gracias a Dios, sí,
facilidad, y se sometieron alegre todos sus hombres y todas sus
y c pacientemente a toda la volun­ mujeres y todos sus niños que
tad del Señor. podían hablar elevaron sus voces
16 Y sucedió que era tan grande en alabanzas a su Dios.
su fe y su paciencia, que la voz 23 Y ahora el Señor dijo a Alma:
del Señor vino a ellos otra vez, Date prisa, y sal tú y este pueblo
diciendo: Consolaos, porque ma­ de esta tierra, porque los lama­
ñana os libraré del cautiverio. nitas han despertado y te persi­
17 Y dijo a Alma: Tú irás delante guen; por tanto, sal de esta tierra,
de este pueblo, y yo iré contigo, y yo detendré a los lamanitas en
y libraré a este pueblo del a cau­ este valle para que no persigan
tiverio. más a este pueblo.
18 Y aconteció que durante la 24 Y aconteció que salieron del
noche Alma y su pueblo juntaron valle y emprendieron su viaje por
sus rebaños y también parte de su el desierto.
grano; sí, toda la noche estuvieron 25 Y después de haber estado
reuniendo sus rebaños. en el desierto doce días, llega­
19 Y en la mañana el Señor hizo ron a la tierra de Zarahemla; y
que cayera un a profundo sueño el rey Mosíah también los recibió
sobre los lamanitas; sí, y todos sus con gozo.
capataces se hallaban profunda­
mente dormidos. CAPÍTULO 25
20 Y Alma y su pueblo partieron
Los del pueblo de Zarahemla (mule-
para el desierto; y luego que hu­
kitas) se convierten en nefitas — Se
bieron viajado todo el día, plan­
enteran de la gente de Alma y de la
taron sus tiendas en un valle,
de Zeniff — Alma bautiza a Limhi y
y dieron al valle el nombre de
a todo su pueblo — Mosíah autoriza
Alma, porque él los guio por el
a Alma para que organice la Iglesia
desierto.
de Dios. Aproximadamente 120 a.C.
21  Sí, y en el valle de Alma
expresaron efusivamente sus 25 Entonces el rey Mosíah hizo
14 b GEE Adversidad. GEE Paciencia. gracias, agradecido,
15 a Mateo 11:28–30. 17 a GEE Cautiverio. agradecimiento.
b Alma 31:38; 33:23. 19 a 1 Sam. 26:12.
c DyC 54:10. 21 a GEE Acción de
231 MOSÍAH 25:2–14
que se congregase todo el pue­ llenos de un gozo sumamente
blo. grande.
2 Ahora bien, no había tantos de 9 Por otra parte, cuando pensa­
los hijos de Nefi, o sea, tantos de ron en sus hermanos que habían
aquellos que eran descendientes sido muertos por los lamanitas, se
de Nefi, como de los del a pueblo llenaron de tristeza, y aun derra­
de Zarahemla, el cual era descen­ maron muchas lágrimas de dolor.
diente de b Mulek, y de aquellos 10 Además, cuando pensaron
que salieron con él al desierto. en la cercana bondad de Dios y
3 Y no eran tantos los del pue­ su poder para libertar a Alma y
blo de Nefi y los del pueblo de sus hermanos de las manos de los
Zarahemla, como lo eran los la­ lamanitas y de la servidumbre,
manitas; sí, no eran ni la mitad alzaron la voz y dieron gracias
de su número. a Dios.
4 Y ahora bien, todo el pueblo 11 Y más aún, cuando pensaron
de Nefi se hallaba reunido, y en los lamanitas, que eran sus
también todo el pueblo de Zara­ hermanos, y en su condición de
hemla; y se hallaban congregados pecado y corrupción, se llenaron
en dos grupos. de a dolor y angustia por el bien­
5 Y sucedió que Mosíah leyó, estar de sus b almas.
e hizo que se leyeran los anales 12 Y aconteció que aquellos que
de Zeniff a su pueblo; sí, leyó los eran hijos de Amulón y sus her­
anales del pueblo de Zeniff desde manos, quienes se habían casado
la época en que salieron de la tie­ con las hijas de los lamanitas, se
rra de Zarahemla, hasta que vol­ disgustaron con la conducta de
vieron otra vez. sus padres y no quisieron llevar
6 Y también leyó la narración de más el nombre de sus padres;
Alma y sus hermanos, y todas sus por consiguiente, adoptaron el
aflicciones, desde el día en que sa­ nombre de Nefi, para ser llama­
lieron de la tierra de Zarahemla, dos hijos de Nefi y ser contados
hasta la ocasión en que volvieron. entre los que eran llamados ne­
7 Y cuando Mosíah hubo termi­ fitas.
nado de leer los anales, su pueblo 13  Ahora bien, todos los del
que moraba en el país se llenó de pueblo de Zarahemla fueron a con­
admiración y asombro. tados entre los nefitas, y se hizo
8  Pues no sabían ellos qué así porque el reino no se había
pensar, porque cuando vieron a conferido a nadie sino a aquellos
aquellos que habían sido a libra­ que eran descendientes de Nefi.
dos del cautiverio, se sintieron 14  Y aconteció que cuando
25 2 a Omni 1:13–19. 8 a Mos. 22:11–13. b GEE Alma — El valor
b Hel. 6:10. 11 a Mos. 28:3–4; de las almas.
GEE Mulek. Alma 13:27. 13 a Omni 1:19.
MOSÍAH 25:15–26:1 232
Mosíah hubo concluido de hablar grupos llamados iglesias; y cada
y de leer al pueblo, fue su deseo iglesia tenía sus sacerdotes y sus
que Alma también les hablara. maestros; y todo sacerdote pre­
15 Y Alma les habló mientras dicaba la palabra según le era
se hallaban reunidos en grandes comunicada por boca de Alma.
grupos; y fue de grupo en grupo, 22 Y así, a pesar de que había
predicando al pueblo el arrepen­ muchas iglesias, todas eran a una,
timiento y la fe en el Señor. sí, la iglesia de Dios; porque nada
16 Y exhortó al pueblo de Limhi se predicaba en todas ellas sino el
y sus hermanos, todos aquellos arrepentimiento y la fe en Dios.
que habían sido librados de la 23 Ahora pues, eran siete las
servidumbre, a que recordaran iglesias que había en la tierra de
que fue el Señor quien los libró. Zarahemla. Y sucedió que quie­
17 Y sucedió que después que nes deseaban tomar sobre sí el
Alma hubo enseñado al pueblo a 
nombre de Cristo, o sea, el de
muchas cosas, y hubo acabado de Dios, se unían a las iglesias de
hablarles, que el rey Limhi sintió Dios;
deseos de bautizarse; y todo su 24  y se llamaban el a pueblo
pueblo sintió el deseo de bauti­ de Dios. Y el Señor derramó su
zarse también. Espíritu sobre ellos, y fueron
18 Por tanto, Alma entró en el bendecidos, y prosperaron en
agua y los a bautizó; sí, los bau­ la tierra.
tizó de la manera como lo hizo
con sus hermanos en las b aguas CAPÍTULO 26
de Mormón; sí, y cuantos bautizó
Los incrédulos conducen al pecado
pertenecieron a la iglesia de Dios;
a muchos miembros de la Iglesia —
y esto por causa de su creencia en
Se promete a Alma la vida eterna —
las palabras de Alma.
Aquellos que se arrepientan y sean
19 Y aconteció que el rey Mosíah
bautizados lograrán el perdón —
le concedió a Alma que estable­
Los miembros de la Iglesia que ha-
ciera iglesias por toda la tierra de
yan pecado y que se arrepientan
Zarahemla, y le dio a poder para
y se confiesen a Alma y al Señor
ordenar sacerdotes y maestros en
serán perdonados; de lo contrario,
cada iglesia.
no serán contados entre los de la
20 Ahora bien, se hizo así por­
Iglesia. Aproximadamente 120–
que era tanta la gente, que un
100 a.C.
solo maestro no podía dirigirla;
ni todos podían oír la palabra de Y aconteció que había muchos
Dios en una asamblea; de los de la nueva generación
21 se reunían, pues, en diferentes que no pudieron entender las
18 a Mos. 21:35. 22 a Mos. 18:17. nombre de Jesucristo.
b Mos. 18:8–17. 23 a GEE Jesucristo — El 24 a GEE Convenio.
19 a GEE Sacerdocio. tomar sobre sí el
233 MOSÍAH 26:2–14
palabras del rey Benjamín, pues sacerdotes; y estos los llevaron
eran niños pequeños en la oca­ ante Alma, que era el a sumo
sión en que él habló a su pueblo; sacerdote.
y no creían en la tradición de sus 8  Ahora bien, el rey Mosíah
padres. había dado a Alma la autoridad
2 No creían lo que se había di­ sobre la iglesia.
cho tocante a la resurrección de 9 Y aconteció que Alma no sabía
los muertos, ni tampoco creían nada de ellos; pero había muchos
lo concerniente a la venida de testigos en contra de ellos; sí, la
Cristo. gente se presentaba y testificaba
3 Así que, por motivo de su in­ de su iniquidad en abundancia.
credulidad no podían a entender 10 Tal cosa no había sucedido
la palabra de Dios; y se endure­ en la iglesia previamente; por
cieron sus corazones. tanto, Alma se turbó en su espí­
4  Y no quisieron bautizarse ritu, e hizo que fueran llevados
ni tampoco unirse a la iglesia. ante el rey.
Y constituyeron un pueblo se­ 11 Y le dijo al rey: He aquí el
parado en cuanto a su fe, y así gran número que hemos traído
quedaron desde entonces, en su ante ti, a quienes sus hermanos
estado a carnal e inicuo, porque no acusan; sí, y han sido sorprendi­
querían invocar al Señor su Dios. dos en diversas iniquidades. Y no
5 Ahora bien, durante el reinado se arrepienten de sus maldades;
de Mosíah, sus números no eran por tanto, los hemos traído ante
ni la mitad de los del pueblo de ti para que tú los juzgues según
Dios; mas por causa de las a di­ sus delitos.
sensiones entre los hermanos, se 12  Mas el rey Mosíah dijo a
hicieron más numerosos. Alma: He aquí, yo no los juzgo;
6 Porque sucedió que con sus por tanto, los a entrego en tus ma­
palabras lisonjeras engañaron a nos para ser juzgados.
muchos que eran de la iglesia, y 13 Y el espíritu de Alma nue­
les hicieron cometer muchos pe­ vamente se turbó; y fue y pre­
cados; de modo que se hizo ne­ guntó al Señor qué debía hacer en
cesario que cuando aquellos que cuanto a ese asunto, porque temía
fueran de la iglesia cometieran hacer lo malo a la vista de Dios.
pecado, esta debía a amonestarlos. 14 Y sucedió que después que
7 Y aconteció que fueron lle­ hubo derramado su alma entera
vados ante los sacerdotes, y los a Dios, la voz del Señor vino a él,
maestros los entregaron a los diciendo:
26 3 a GEE Entender, Contención, contienda. 7 a Mos. 29:42.
entendimiento. 6 a Alma 5:57–58; 6:3. 12 a DyC 42:78–93.
4 a GEE Hombre natural. GEE Amonestación,
5 a GEE Apostasía; amonestar.
MOSÍAH 26:15–29 234
15  Bendito eres tú, Alma, y recibas, deberá creer en mi nom­
benditos son aquellos que fue­ bre; y yo lo b perdonaré liberal­
ron bautizados en las a aguas mente.
de Mormón. Bendito eres por 23 Porque soy yo quien a tomo
causa de tu extremada b fe en tan sobre mí los pecados del mundo;
solo las palabras de mi siervo porque soy yo el que he b creado al
Abinadí. hombre; y soy yo el que concedo
16 Y benditos son ellos a causa un lugar a mi diestra al que crea
de su extremada fe en tan solo hasta el fin.
las palabras que tú les has ha­ 24 Porque he aquí, en mi nom­
blado. bre son llamados; y si me a cono­
17 Y bendito eres porque has cen, saldrán; y tendrán un lugar
establecido una a iglesia entre este a mi diestra eternamente.
pueblo; y serán establecidos, y 25  Y acontecerá que cuando
ellos serán mi pueblo. suene la a segunda trompeta, en­
18 Sí, bendito es este pueblo que tonces saldrán los que nunca me
está dispuesto a llevar mi a nom­ b 
conocieron, y comparecerán ante
bre; porque en mi nombre serán mí.
llamados; y son míos. 26 Y entonces sabrán que yo soy
19 Y porque me has consultado el Señor su Dios, que soy su Re­
concerniente al transgresor, ben­ dentor; mas ellos no quisieron ser
dito eres. redimidos.
20 Mi siervo eres tú; y hago con­ 27 Y entonces les confesaré que
venio contigo de que tendrás la jamás los a conocí; e b irán al fuego
a 
vida eterna; y me servirás y sal­ c 
eterno, preparado para el diablo
drás en mi nombre y reunirás y sus ángeles.
mis ovejas. 28  Por tanto, te digo que al
21 Y el que quiera oír mi voz que no quiera a escuchar mi voz,
será mi a oveja; y lo recibirás en no lo admitirás en mi iglesia,
la iglesia, y yo también lo reci­ porque a este no lo recibiré en el
biré. último día.
22 Porque he aquí, esta es mi 29 Te digo, por tanto: Ve; y al
iglesia: Quienquiera que sea que transgrediere contra mí, lo
a 
bautizado, será bautizado para a 
juzgarás de b acuerdo con los
arrepentimiento. Y aquel a quien pecados que haya cometido; y si
15 a Mos. 18:30. Vida eterna. 25 a DyC 88:99, 109.
b Mos. 17:2. GEE Fe. 21 a GEE Buen Pastor. b DyC 76:81–86.
17 a Mos. 25:19–24. 22 a 2 Ne. 9:23. 27 a Mateo 7:21–23.
18 a Mos. 1:11; 5:8. GEE Bautismo, bautizar. b Lucas 13:27.
GEE Jesucristo — El b GEE Perdonar; c DyC 76:43–44.
tomar sobre sí el Remisión de pecados. 28 a 2 Ne. 9:31; DyC 1:14.
nombre de Jesucristo. 23 a GEE Redentor. 29 a GEE Juicio, juzgar.
20 a GEE Elección; b GEE Creación, crear. b GEE Responsabilidad,
Elegidos; 24 a Juan 17:3. responsable.
235 MOSÍAH 26:30–39
c 
confiesa sus pecados ante ti y contados entre el pueblo de la
mí, y se d arrepiente con since­ iglesia; y sus nombres fueron a bo­
ridad de corazón, a este has de rrados.
e 
perdonar, y yo lo perdonaré 37 Y sucedió que Alma reguló
también. todos los asuntos de la iglesia; y
30 Sí, y a cuantas veces mi pueblo empezaron nuevamente a tener
se b arrepienta, le perdonaré sus paz y a prosperar grandemente en
transgresiones contra mí. los asuntos de la iglesia, andando
31 Y también os a perdonaréis con circunspección ante Dios, ad­
vuestras ofensas los unos a los mitiendo a muchos y bautizando
otros; porque en verdad os digo a muchos.
que el que no perdona las ofensas 38 Y todas estas cosas hicieron
de su prójimo, cuando este dice Alma y sus consiervos que diri­
que se arrepiente, tal ha traído gían la iglesia, andando con toda
sobre sí la condenación. diligencia, enseñando la palabra
32 Y ahora te digo: Ve; y el que de Dios en todas las cosas, pade­
no quiera arrepentirse de sus pe­ ciendo toda clase de aflicciones y
cados no será contado entre mi sufriendo persecuciones de todos
pueblo; y esto se observará desde aquellos que no pertenecían a la
ahora en adelante. iglesia de Dios.
33 Y aconteció que cuando Alma 39 Y amonestaban a sus herma­
hubo oído estas palabras, las es­ nos, y también recibían a amones­
cribió para conservarlas, y para tación, cada uno por la palabra de
juzgar al pueblo de la iglesia se­ Dios, de acuerdo con sus pecados,
gún los mandamientos de Dios. o sea, los pecados que había co­
34 Y aconteció que Alma fue y, metido, habiéndoles mandado
de acuerdo con la palabra del Se­ Dios que b oraran sin cesar y die­
ñor, juzgó a los que habían sido ran c gracias en todas las cosas.
sorprendidos en la iniquidad.
35 Y a quienes se arrepintieron CAPÍTULO 27
de sus pecados, y los a confesa­
ron, él los contó entre el pueblo Mosíah prohíbe la persecución y es-
de la iglesia; tablece la igualdad — Alma, hijo, y
36 y los que no quisieron confe­ los cuatro hijos de Mosíah procuran
sar sus pecados, ni arrepentirse destruir la Iglesia — Se les aparece
de su iniquidad, tales no fueron un ángel y les manda que abandonen
29 c 3 Ne. 1:25. Hech. 3:19–20; GEE Excomunión;
GEE Confesar, Mos. 29:19–20. Libro de la vida.
confesión. 31 a 3 Ne. 13:14–15; 39 a GEE Amonestación,
d GEE Arrepentimiento, DyC 64:9–10. amonestar.
arrepentirse. 35 a GEE Confesar, b 2 Ne. 32:8–9.
e GEE Perdonar. confesión. c GEE Acción de
30 a Moro. 6:8. 36 a Éx. 32:33; gracias, agradecido,
b Ezeq. 33:11, 15–16; Alma 1:24. agradecimiento.
MOSÍAH 27:1–10 236
su camino de maldad — Alma queda enfermedad o de gran necesidad;
mudo — Todo el género humano debe y haciendo estas cosas, abunda­
nacer otra vez para lograr la salva- ron en la b gracia de Dios.
ción — Alma y los hijos de Mosíah 6 Y otra vez empezó a haber
proclaman gratas nuevas. Aproxi- mucha paz en el país; y la gente
madamente 100–92 a.C. comenzó a ser muy numerosa y a
esparcirse sobre la superficie de la
Y sucedió que las persecuciones tierra, sí, hacia el norte y hacia el
que los incrédulos infligían sobre sur, al este y al oeste, edificando
la iglesia llegaron a ser tan gra­ grandes ciudades y aldeas en to­
ves que los de la iglesia empeza­ das partes de la tierra.
ron a murmurar y a quejarse a 7 Y el Señor los visitó y los hizo
los que los dirigían concerniente prosperar, y llegaron a ser un
al asunto; y ellos se quejaron a pueblo numeroso y rico.
Alma. Y Alma presentó el caso 8 Ahora bien, los hijos de Mo­
ante el rey de ellos, Mosíah, y síah se hallaban entre los incré­
este consultó con sus sacerdotes. dulos; y también se contaba entre
2 Y aconteció que el rey Mosíah ellos uno de los a hijos de Alma,
envió una proclamación por todo llamado Alma, igual que su pa­
el país de que ningún incrédulo dre; no obstante, se convirtió en
debía a perseguir a persona al­ un hombre muy malvado e b idó­
guna que perteneciera a la igle­ latra. Y era un hombre de muchas
sia de Dios. palabras, y lisonjeó mucho al pue­
3  Y se estableció un estricto blo; por lo que indujo a muchos
mandamiento entre todas las igle­ de los del pueblo a que imitaran
sias de que no debía haber per­ sus iniquidades.
secuciones entre ellos; que debía 9 Y llegó a ser un gran estorbo
haber a igualdad entre todos los para la prosperidad de la iglesia
hombres; de Dios, a granjeándose el cora­
4 que no permitieran que el or­ zón del pueblo, causando mucha
gullo ni la soberbia alteraran su disensión entre la gente, dando
a 
paz; que todo hombre b estimara oportunidad para que el enemigo
a su prójimo como a sí mismo, de Dios ejerciera su poder sobre
trabajando con sus propias manos ellos.
para su sostén. 10 Ahora bien, aconteció que
5 Sí, y todos sus sacerdotes y mientras se ocupaba en des­
maestros debían a trabajar con sus truir la iglesia de Dios, porque
propias manos para su sostén en iba secretamente con los hijos de
todos los casos, salvo en los de Mosíah, tratando de destruir la
27 2 a GEE Persecución, b GEE Estimar. Alma.
perseguir. 5 a Mos. 18:24, 26. b GEE Idolatría.
3 a Mos. 23:7; 29:32. b GEE Gracia. 9 a 2 Sam. 15:1–6.
4 a GEE Paz. 8 a GEE Alma hijo de
237 MOSÍAH 27:11–20
iglesia y descarriar al pueblo del la tierra?, ¿y no me ves ante ti? Y
Señor, cosa contraria a los man­ soy enviado de Dios.
damientos de Dios, y aun del rey, 16 Ahora te digo: Ve, y recuerda
11 pues como ya os dije, mien­ la cautividad de tus padres en
tras iban aquí y allá a rebelándose la tierra de Helam y en la tierra
contra Dios, he aquí, se les b apa­ de Nefi; y recuerda cuán gran­
reció el c ángel del Señor; y des­ des cosas él ha hecho por ellos;
cendió como en una nube; y les pues estaban en servidumbre,
habló como con voz de trueno y él los ha a libertado. Y ahora
que hizo temblar el suelo sobre te digo, Alma, sigue tu camino,
el cual estaban; y no trates más de destruir la
12 y tan grande fue su asom­ iglesia, para que las oraciones
bro que cayeron por tierra, y no de ellos sean contestadas, aun
comprendieron las palabras que cuando tú, por ti mismo, quieras
les habló. ser desechado.
13 Sin embargo, clamó otra vez, 17 Y sucedió que estas fueron
diciendo: Alma, levántate y acér­ las últimas palabras que el ángel
cate, pues, ¿por qué persigues habló a Alma, y se fue.
tú la iglesia de Dios? Porque el 18 Y luego Alma y los que esta­
Señor ha dicho: a Esta es mi igle­ ban con él cayeron al suelo otra
sia, y yo la estableceré; y nada la vez, porque grande fue su asom­
hará caer sino la transgresión de bro; pues con sus propios ojos ha­
mi pueblo. bían visto a un ángel del Señor; y
14 Y dijo además el ángel: He su voz fue como trueno, que con­
aquí, el Señor ha oído las a oracio­ movió la tierra; y comprendieron
nes de su pueblo, y también las que no había nada, sino el poder
oraciones de su siervo Alma, que de Dios, que pudiera sacudir la
es tu padre; porque él ha orado tierra y hacerla temblar como si
con mucha fe en cuanto a ti, para fuera a partirse.
que seas traído al conocimiento 19 Ahora bien, fue tan grande
de la verdad; por tanto, con este el asombro de Alma que quedó
fin he venido para convencerte mudo, de modo que no pudo
del poder y la autoridad de Dios, abrir la boca; sí, y quedó tan dé­
para que las b oraciones de sus bil que no pudo mover las manos;
siervos sean contestadas según por tanto, lo alzaron los que es­
su fe. taban con él, y lo llevaron inerte,
15  Y he aquí, ¿puedes ahora sí, hasta dejarlo tendido ante su
disputar el poder de Dios? Pues, padre.
he aquí, ¿no hace mi voz temblar 20 Y repitieron a su padre todo
11 a GEE Rebelión. c GEE Ángeles. 14 a Alma 10:22.
b Hech. 9:1–9; 13 a GEE Jesucristo — Es b Morm. 9:36–37.
Alma 8:15. cabeza de la Iglesia. 16 a Mos. 23:1–4.
MOSÍAH 27:21–31 238
lo que les había sucedido; y su Dios, convirtiéndose en sus hijos
padre se regocijó, porque sabía e hijas;
que era el poder de Dios. 26 y así llegan a ser nuevas cria­
21 E hizo que se reuniera una turas; y a menos que hagan esto,
multitud para que presenciaran de a ningún modo pueden heredar
lo que el Señor había hecho por el reino de Dios.
su hijo, y también por los que es­ 27 Os digo que de no ser así,
taban con él. deberán ser desechados; y esto
22 E hizo que se reunieran los lo sé, porque yo estaba a punto
sacerdotes; y empezaron a ayu­ de ser desechado.
nar y a rogar al Señor su Dios que 28 No obstante, después de pa­
abriera la boca de Alma para que sar mucha tribulación, arrepin­
pudiera hablar, y también para tiéndome casi hasta la muerte,
que sus miembros recibieran su el Señor en su misericordia ha
fuerza, a fin de que los ojos del tenido a bien arrebatarme de un
pueblo fueran abiertos para ver a 
fuego eterno, y he nacido de
y conocer la bondad y gloria de Dios.
Dios. 29 Mi alma ha sido redimida
23 Y aconteció que después que de la hiel de amargura, y de los
hubieron ayunado y orado por el lazos de iniquidad. Me hallaba
espacio de dos días y dos noches, en el más tenebroso abismo; mas
los miembros de Alma recobra­ ahora veo la maravillosa luz de
ron su fuerza, y se puso de pie y Dios. a Atormentaba mi alma un
comenzó a hablarles, diciéndoles suplicio eterno; mas he sido res­
que se animaran; catado, y mi alma no siente más
24 porque, dijo él, me he arre­ dolor.
pentido de mis pecados, y el Se­ 30 Rechacé a mi Redentor, y ne­
ñor me ha a redimido; he aquí, he gué lo que nuestros padres habían
nacido del Espíritu. declarado; mas ahora, para que
25 Y el Señor me dijo: No te ma­ prevean que él vendrá, y que se
ravilles de que todo el género hu­ acuerda de toda criatura que ha
mano, sí, hombres y mujeres, toda creado, él se manifestará a todos.
nación, tribu, lengua y pueblo, 31 Sí, a toda rodilla se doblará, y
deban a nacer otra vez; sí, nacer toda lengua confesará ante él. Sí,
de Dios, ser b cambiados de su es­ en el postrer día, cuando todos
tado c carnal y caído, a un estado los hombres se presenten para
de rectitud, siendo redimidos por ser b juzgados por él, entonces
24 a 2 Ne. 2:6–7. GEE Nacer de Dios, 29 a Mos. 2:38.
GEE Redención, nacer de nuevo. 31 a Filip. 2:9–11;
redimido, redimir. b Mos. 3:19; 16:3. Mos. 16:1–2;
25 a Rom. 6:3–11; c GEE Carnal. DyC 88:104.
Mos. 5:7; Alma 5:14; 26 a Juan 3:5. b GEE Jesucristo — Es
Moisés 6:59. 28 a 2 Ne. 9:16. juez.
239 MOSÍAH 27:32–28:2
confesarán que él es Dios; y los todas las cosas que habían visto
que vivan c sin Dios en el mundo y explicando las profecías y las
entonces confesarán que el jui­ Escrituras a cuantos deseaban
cio de un castigo eterno sobre oírlos.
ellos es justo; y se estremecerán 36 Y así fueron instrumentos
y temblarán, y se encogerán bajo en las manos de Dios para llevar
la mirada de su ojo d que todo lo a muchos al conocimiento de la
penetra. verdad, sí, al conocimiento de su
32 Y aconteció que de allí en Redentor.
adelante, Alma y los que esta­ 37 ¡Y cuán benditos son! Pues
ban con él cuando el ángel se les a 
publicaron la paz; proclamaron
apareció empezaron a enseñar al b 
gratas nuevas del bien; y de­
pueblo, viajando por toda la a tie­ clararon al pueblo que el Señor
rra, proclamando a todo el pueblo reina.
las cosas que habían oído y visto,
y predicando la palabra de Dios CAPÍTULO 28
con mucha tribulación, persegui­
Los hijos de Mosíah recibirán la vida
dos en gran manera por los que
eterna — Salen a predicar a los la-
eran incrédulos, y golpeados por
manitas — Valiéndose de las dos
muchos de ellos.
piedras de vidente Mosíah traduce
33 Pero a pesar de todo esto, im­
las planchas jareditas. Aproximada-
partieron mucho consuelo a los
mente 92 a.C.
de la iglesia, confirmando su fe
y exhortándolos con longanimi­ Ahora bien, aconteció que des­
dad y mucho afán a guardar los pués que los a hijos de Mosíah
mandamientos de Dios. hubieron hecho todas estas cosas,
34 Y cuatro de ellos eran los a hi­ llevaron un pequeño número de
jos de Mosíah; y se llamaban Am­ personas consigo, y volvieron a
món, y Aarón, y Omner e Himni; su padre el rey, y le expresaron su
y estos eran los nombres de los deseo de que les concediera subir
hijos de Mosíah. a la tierra de b Nefi, con aquellos
35 Y viajaron por toda la tie­ que habían escogido, para predi­
rra de Zarahemla y entre todo car las cosas que habían oído, e
el pueblo que se hallaba bajo el impartir la palabra de Dios a sus
reinado del rey Mosíah, esfor­ hermanos los lamanitas,
zándose celosamente por repa­ 2 para que tal vez los traje­
rar todos los daños que habían ran al conocimiento del Señor
causado a la iglesia, confesando su Dios, y los convencieran de
todos sus pecados, proclamando la iniquidad de sus padres; y quizá
31 c Alma 41:11. 34 a GEE Ammón hijo de GEE Predicar.
d GEE Trinidad. Mosíah. b GEE Evangelio.
32 a Es decir, por todo el 37 a Isa. 52:7; 28 1 a Mos. 27:34.
territorio nefita. Mos. 15:14–17. b Omni 1:12–13; Mos. 9:1.
MOSÍAH 28:3–14 240
pudieran curarlos de su odio a 
eterna; y yo libraré a tus hijos
a 

por los nefitas, para que también de las manos de los lamanitas.
fueran conducidos a regocijarse 8 Y aconteció que Mosíah con­
en el Señor su Dios, para que cedió que fuesen e hiciesen de
fuesen amigables los unos con acuerdo con lo que solicitaban.
los otros y no hubiese más con­ 9 Y a emprendieron su viaje ha­
tenciones en toda la tierra que cia el desierto para ir a predicar
el Señor su Dios les había dado. la palabra entre los lamanitas; y
3 Pues estaban deseosos de que más adelante haré una b relación
la salvación fuese declarada a toda de sus hechos.
criatura, porque no podían a sopor­ 10 Ahora bien, el rey Mosíah
tar que b alma humana alguna pe­ no tenía a quien conferir el reino,
reciera; sí, aun el solo pensamiento porque no hubo ninguno de sus
de que alma alguna tuviera que hijos que quisiera aceptarlo.
padecer un c tormento sin fin los 11 Por tanto, tomó los anales
hacía estremecer y temblar. que estaban grabados sobre las
4 Y así obró en ellos el Espíritu a 
planchas de bronce, y también
del Señor, porque habían sido las planchas de Nefi, y todas las
los más a viles pecadores. Y el Se­ cosas que él había guardado y
ñor, en su infinita b misericordia, preservado de acuerdo con los
juzgó prudente perdonarlos; no mandamientos de Dios, después
obstante, padecieron mucha an­ de traducir y hacer que se escri­
gustia de alma por causa de sus biera la historia que estaba sobre
iniquidades, sufriendo mucho, las b planchas de oro que el pueblo
y temiendo ser rechazados para de Limhi había encontrado, las
siempre. cuales le fueron entregadas por
5 Y aconteció que durante mu­ mano de Limhi;
chos días le suplicaron a su padre 12 y esto lo hizo por motivo del
que los dejara subir a la tierra de gran anhelo de su pueblo; porque
Nefi. estaban deseosos en extremo de
6 Y el rey Mosíah fue y preguntó saber acerca de aquel pueblo que
al Señor si debía dejar ir a sus hi­ había sido destruido.
jos entre los lamanitas para pre­ 13 Y las tradujo por medio de
dicar la palabra. aquellas dos a piedras que estaban
7 Y el Señor dijo a Mosíah: Dé­ colocadas en los dos aros de un arco.
jalos ir; porque muchos creerán 14 Ahora bien, estas cosas fue­
en sus palabras, y tendrán vida ron preparadas desde el principio,
2 a Jacob 7:24. c Jacob 6:10; 9 a Alma 17:6–9.
3 a Alma 13:27; DyC 19:10–12. b Alma 17–26.
3 Ne. 17:14; 4 a Mos. 27:10. 11 a GEE Planchas de bronce.
Moisés 7:41. b GEE Misericordia, b GEE Planchas de oro.
b GEE Alma — El valor misericordioso. 13 a GEE Urim y Tumim.
de las almas. 7 a Alma 19:22–23.
241 MOSÍAH 28:15–29:3
y se transmitieron de generación había guardado, y las entregó a
en generación con objeto de in­ Alma, el hijo de Alma; sí, todos
terpretar idiomas; los anales, y también los b intérpre­
15 y la mano del Señor las ha tes, y se los entregó; y le mandó
preservado y guardado, para que que los guardara y c preservara,
él pudiera manifestar, a toda cria­ y también que llevara una histo­
tura que ocupase la tierra, las ini­ ria del pueblo, y los transmitiera
quidades y abominaciones de su de generación en generación, así
pueblo; como se habían transmitido desde
16 y el que tiene estos objetos es el tiempo en que Lehi salió de
llamado a vidente, según la cos­ Jerusalén.
tumbre de los días antiguos.
17 Ahora bien, después que Mo­ CAPÍTULO 29
síah hubo acabado de traducir
Mosíah propone que se elijan jue-
estos anales, he aquí, daban una
ces en lugar de un rey — Los reyes
historia del pueblo a exterminado,
inicuos conducen a su pueblo al pe-
desde la época en que fueron des­
cado — Alma, hijo, es nombrado juez
truidos remontándose hasta la
superior por la voz del pueblo —
construcción de la b gran torre,
También es el sumo sacerdote encar-
cuando el Señor c confundió el
gado de la Iglesia — Mueren Mosíah
lenguaje del pueblo y fueron es­
y el padre de Alma. Aproximada-
parcidos por toda la superficie de
mente 92–91 a.C.
la tierra, sí, y aun desde esa época
hasta la creación de Adán. Ahora bien, cuando Mosíah
18 Y esta narración hizo que el hubo hecho esto, indagó por
pueblo de Mosíah se afligiera en todo el país, entre todo el pue­
extremo, sí, se llenaron de tris­ blo, para enterarse de su parecer
teza; no obstante, les proporcionó concerniente a quién había de
mucho conocimiento, y en esto se ser su rey.
regocijaron. 2 Y aconteció que la voz del
19 Y se escribirá este relato más pueblo se expresó, diciendo: De­
adelante; pues he aquí, conviene seamos que tu hijo Aarón sea
que todos se enteren de las co­ nuestro rey y nuestro gober­
sas que se han escrito en esta nante.
historia. 3 Pero Aarón había subido a la
20 Y como ya os he dicho, des­ tierra de Nefi, de modo que el
pués que el rey Mosíah hubo rey no podía conferirle el reino;
hecho esto, tomó las planchas ni lo habría aceptado Aarón; ni
de a bronce y todas las cosas que ninguno de los otros a hijos de
16 a Mos. 8:13–18. c Gén. 11:6–9. Escrituras deben
GEE Vidente. 20 a Alma 37:3–10. preservarse.
17 a Mos. 8:7–12. b GEE Urim y Tumim. 29 3 a Mos. 27:34.
b Éter 1:1–5. c GEE Escrituras — Las
MOSÍAH 29:4–14 242
Mosíah tampoco estaba dis­ también este pueblo cometieran
puesto a asumir el reino. mucho pecado.
4 Por tanto, el rey Mosíah se co­ 10 Ahora bien, seamos pruden­
municó otra vez con el pueblo; sí, tes; preveamos estas cosas y ha­
aun les mandó un escrito, y estas gamos aquello que asegurará la
fueron las palabras que se escri­ paz de este pueblo.
bieron, y decían: 11 Por tanto, seré vuestro rey el
5 He aquí, pueblo mío, o her­ resto de mis días; sin embargo,
manos míos, porque como a ta­ a 
nombremos b jueces para que juz­
les os estimo, deseo que meditéis guen a este pueblo según nuestra
sobre el asunto que se os suplica ley; y arreglaremos de otra ma­
considerar, por cuanto deseáis nera los asuntos de este pueblo,
tener a rey. pues nombraremos hombres sa­
6 Ahora bien, os declaro que bios como jueces, quienes juz­
aquel a quien el reino pertenece garán a este pueblo según los
por derecho ha declinado el reino, mandamientos de Dios.
y no quiere asumir el reino. 12 Ahora bien, es mejor que el
7 Y si se nombrara a otro en su hombre sea juzgado por Dios más
lugar, he aquí, temo que surgi­ bien que por el hombre, porque
rían contenciones entre vosotros; los juicios de Dios son siempre
y quién sabe si mi hijo, a quien justos, mas los juicios del hombre
pertenece el reino, se tornaría a la no siempre lo son.
ira y se llevaría tras sí a una parte 13 Por tanto, si fuese posible que
de este pueblo, lo cual ocasionaría tuvieseis por reyes a hombres a jus­
guerras y contiendas entre voso­ tos que establecieran las leyes de
tros, que serían la causa del derra­ Dios y juzgaran a este pueblo se­
mamiento de mucha sangre y de la gún sus mandamientos, sí, si tu­
perversión de las vías del Señor, sí, vieseis por reyes a hombres que
y destruirían las almas de muchos. hicieran lo que mi padre b Benjamín
8 Os digo, por tanto, que seamos hizo por este pueblo, os digo que si
prudentes y consideremos estas tal fuese siempre el caso, entonces
cosas, porque no tenemos ningún convendría que siempre tuvieseis
derecho de destruir a mi hijo, ni reyes para que os gobernaran.
de destruir a otro que fuese nom­ 14 Y aun yo mismo he obrado
brado en su lugar. con todo el poder y las facul­
9 Y si mi hijo se volviese nue­ tades que he poseído, para en­
vamente a su orgullo y cosas va­ señaros los mandamientos de
nas, se retractaría de lo que había Dios y para establecer la paz en
dicho y reclamaría su derecho todo el país, a fin de que no hu­
al reino, cosa que haría que él y biera guerras ni contenciones, ni
5 a 1 Sam. 8:9–19. b Éx. 18:13–24. b P. de Morm. 1:17–18.
11 a Mos. 29:25–27. 13 a Mos. 23:8, 13–14.
243 MOSÍAH 29:15–26
robo, ni rapiña, ni asesinatos, ni aquellos que ponen su d confianza
iniquidades de ninguna clase. en él.
15 Y a quienquiera que ha co­ 21 Y he aquí, os digo que no
metido iniquidad, he a casti­ podéis destronar a un rey inicuo
gado de acuerdo con el delito sino mediante mucha contención
que ha cometido, según la ley y el derramamiento de mucha
que nos han dado nuestros sangre.
padres. 22 Pues he aquí, tiene sus a cóm­
16 Ahora bien, os digo que por plices en iniquidad y conserva a
motivo de que no todos los hom­ sus guardias alrededor de él; y
bres son justos, no conviene que deshace las leyes de los que han
tengáis un rey o reyes para que reinado en justicia antes de él; y
os gobiernen. huella con sus pies los manda­
17 Pues he aquí, ¡cuánta a iniqui­ mientos de Dios;
dad un rey b malo hace cometer; sí, 23 y formula leyes y las envía
y cuán grande destrucción! entre su pueblo; sí, leyes según
18 Sí, acordaos del rey Noé, su su propia a maldad; y al que no
a 
iniquidad y sus abominaciones, y las obedece, hace que sea des­
también la iniquidad y las abomi­ truido; y contra los que se re­
naciones de su pueblo. Conside­ belan envía sus ejércitos para
rad la gran destrucción que cayó combatirlos, y si puede, los des­
sobre ellos; y también a causa de truye; y de este modo es como
sus iniquidades fueron reducidos un rey inicuo pervierte las vías
a la b servidumbre. de toda rectitud.
19 Y si no hubiese sido por la 24 Y ahora bien, he aquí, os
interposición de su omnisciente digo: No conviene que tales abo­
Creador, y esto a causa de su sin­ minaciones vengan sobre voso­
cero arrepentimiento, inevitable­ tros.
mente habrían permanecido en el 25 Por tanto, escoged jueces,
cautiverio hasta ahora. por medio de la voz de este pue­
20 Mas he aquí, los libró porque blo, para que seáis juzgados de
se a humillaron ante él; y porque acuerdo con las leyes que nues­
b 
clamaron a él poderosamente, tros padres os han dado, las cua­
los libró del cautiverio; y así es les son correctas, y fueron dadas
como en todos los casos el Señor a ellos por la mano del Señor.
obra con su poder entre los hi­ 26 Ahora bien, no es cosa co­
jos de los hombres, extendiendo mún que la voz del pueblo de­
su brazo de c misericordia hacia see algo que sea contrario a lo
15 a Alma 1:32–33. Mos. 12:1–8; c Ezeq. 33:11, 15–16;
17 a Alma 46:9–10. Éter 6:22–23. Mos. 26:30.
b Mos. 23:7–9. 20 a Mos. 21:13–15. d GEE Confianza, confiar.
18 a Mos. 11:1–15. b Éx. 2:23–25; 22 a 1 Rey. 12:8–14.
b 1 Sam. 8:10–18; Alma 43:49–50. 23 a GEE Inicuo, iniquidad.
MOSÍAH 29:27–36 244
que es justo; pero sí es común que esta tierra, especialmente entre
la parte menor del pueblo desee este mi pueblo; mas deseo que
lo que no es justo; por tanto, esto esta tierra sea una tierra de b li­
observaréis y tendréis por ley: bertad, y que c todo hombre goce
Trataréis vuestros asuntos según igualmente de sus derechos y pri­
la voz del pueblo. vilegios, en tanto que el Señor juz­
27 Y a si llega la ocasión en que gue conveniente que habitemos y
la voz del pueblo escoge la ini­ heredemos la tierra, sí, mientras
quidad, entonces es cuando los permanezca cualquiera de los de
juicios de Dios descenderán sobre nuestra posteridad sobre la super­
vosotros; sí, entonces es cuando él ficie de la tierra.
os visitará con gran destrucción, 33 Y muchas cosas más les es­
sí, como hasta aquí la ha man­ cribió el rey Mosíah, haciéndoles
dado sobre esta tierra. ver todas las pruebas y tribula­
28 Ahora bien, si tenéis jueces, ciones de un rey justo; sí, todas
y ellos no os juzgan según la ley las congojas del alma por su pue­
que ha sido dada, podéis hacer blo; y también todas las quejas
que sean juzgados por un juez del pueblo a su rey; y les explicó
superior. todo esto.
29 Y si vuestros jueces supe­ 34 Y les dijo que tales cosas no
riores no dictaren juicios justos, debían existir; sino que la carga
haréis que un número pequeño debía estar sobre todo el pueblo,
de vuestros jueces menores se para que todo hombre llevara su
reúna, y ellos juzgarán a vuestros parte.
jueces superiores, según la voz 35 Y también les hizo ver todas
del pueblo. las desventajas bajo las cuales
30 Y os mando que hagáis estas se afanarían si los gobernaba un
cosas en el temor del Señor; y os rey inicuo;
ordeno que hagáis esto, y que 36 sí, todas las iniquidades y
no tengáis rey; para que si este abominaciones, y todas las gue­
pueblo comete pecados e iniqui­ rras y contenciones, y derrama­
dades, estos recaigan sobre su miento de sangre, y el hurto y
propia cabeza. la rapiña, y la comisión de for­
31 Pues he aquí, os digo que las nicaciones y toda clase de ini­
iniquidades de sus reyes han cau­ quidades que no pueden ser
sado los pecados de mucha gente; enumeradas, diciéndoles que
por tanto, sus iniquidades recaen aquellas cosas no debían existir,
sobre la cabeza de sus reyes. que eran expresamente repug­
32 Y ahora deseo yo que esta nantes a los mandamientos de
a 
desigualdad deje de existir en Dios.
27 a Alma 10:19. b 2 Ne. 1:7; 10:11. c Alma 27:9.
32 a Alma 30:11. GEE Libertad, libre.
245 MOSÍAH 29:37–47
37 Y aconteció que después que 41 Y sucedió que nombraron
el rey Mosíah hubo enviado estas a 
jueces para que los gobernaran
palabras entre los del pueblo, es­ o juzgaran según la ley; y así lo
tos quedaron convencidos de la hicieron en toda la tierra.
verdad de sus palabras. 42 Y aconteció que Alma fue
38 Por tanto, abandonaron sus nombrado para ser el primer juez
deseos de tener rey, y se sintieron superior; y era también el sumo
ansiosos en extremo de que todo sacerdote, habiéndole conferido
hombre tuviese igual oportuni­ su padre el oficio, y habiéndole
dad por toda la tierra; sí, y todo encargado todos los asuntos de
hombre expresó el deseo de estar la iglesia.
dispuesto a responder por sus 43  Y ocurrió que Alma a an­
propios pecados. duvo en los caminos del Señor,
39 Aconteció, por tanto, que se y guardó sus mandamientos, y
reunieron en grupos por toda juzgó con justicia; y hubo conti­
la tierra, para dar su parecer nua paz en la tierra.
concerniente a quiénes habrían 44 Y así empezó el gobierno de
de ser sus jueces para juzgarlos los jueces en toda la tierra de Za­
de acuerdo con la a ley que les rahemla, entre todo el pueblo que
había sido dada; y se alegra­ se llamaba nefitas; y Alma fue el
ron en extremo a causa de la primer juez superior.
b 
libertad que se les había con­ 45 Y sucedió que falleció su pa­
cedido. dre, teniendo ya ochenta y dos
40 Y aumentó el amor que sen­ años de edad, y habiendo vivido
tían por Mosíah; sí, lo estimaban para cumplir los mandamientos
más que a cualquier otro hom­ de Dios.
bre; porque no lo tenían por un 46 Y aconteció que Mosíah falle­
tirano que buscaba ganancias, sí, ció también, en el trigésimotercer
ese lucro que corrompe el alma; año de su reinado, a la edad de
porque él no les había exigido ri­ a 
sesenta y tres años; y hacía por
quezas, ni se había deleitado en todo quinientos nueve años desde
derramar sangre; sino que había la ocasión en que Lehi salió de
establecido la a paz en la tierra, Jerusalén.
y había concedido a su pueblo 47 Y así terminó el reinado de
que se librara de toda clase de los reyes sobre el pueblo de Nefi;
servidumbre; por tanto, lo esti­ y así llegaron a su fin los días de
maban, sí, extraordinariamente, Alma, que fue el fundador de la
en sumo grado. iglesia de ellos.
39 a Alma 1:14. 41 a Mos. 29:11. 46 a Mos. 6:4.
b GEE Libertad, libre. 43 a GEE Andar, andar con
40 a GEE Pacificador. Dios.
EL LIBRO DE ALMA
HIJO DE ALMA

La narración de Alma, que era hijo de Alma, y el primer juez superior


del pueblo de Nefi, y también el sumo sacerdote que presidía la Iglesia.
Una relación del gobierno de los jueces y de las guerras y contenciones
que hubo entre el pueblo. Además, la narración de una guerra entre los
nefitas y los lamanitas, según los anales de Alma, el primer juez superior.
CAPÍTULO 1 a 
hombre para ser juzgado, un
hombre de gran estatura y nota­
Nehor enseña doctrinas falsas, es-
ble por su mucha fuerza.
tablece una iglesia, introduce la
3 Y este había andado entre el
superchería sacerdotal y mata a Ge-
pueblo, predicándole lo que él
deón — Nehor es ejecutado por motivo a 
decía ser la palabra de Dios,
de sus crímenes — Se difunden entre b 
importunando a la iglesia, de­
el pueblo la superchería sacerdotal y
clarando que todo sacerdote y
las persecuciones — Los sacerdotes se
maestro debía hacerse c popular;
sostienen con su propio trabajo, el pue-
y que no d debían trabajar con sus
blo cuida de los pobres y la Iglesia pros-
manos, sino que el pueblo debía
pera. Aproximadamente 91–88 a.C.
sostenerlos.

A HORA bien, sucedió que en el


primer año del gobierno de los
jueces, que de allí en adelante con­
4 Y también testificaba al pueblo
que todo el género humano se
salvaría en el postrer día, y que
tinuó sobre el pueblo de Nefi, pues no tenían por qué temer ni tem­
el rey Mosíah se había a ido por la blar, sino que podían levantar la
vía de toda la tierra, habiendo pe­ cabeza y regocijarse; porque el
leado la buena batalla, andando Señor había creado a todos los
rectamente ante Dios, no dejando hombres, y también los había re­
quien reinara en su lugar; sin em­ dimido a todos; y al fin todos los
bargo, había establecido b leyes que hombres tendrían vida eterna.
el pueblo reconocía; por tanto, te­ 5 Y sucedió que tanto enseñó
nían la obligación de someterse a estas cosas, que muchos creyeron
las leyes que él había formulado. en sus palabras, y fueron tantos
2 Y aconteció que en el primer que comenzaron a sostenerlo y a
año del gobierno de Alma en el darle dinero.
asiento judicial, le llevaron un 6 Y empezó a envanecerse con
1 1 a Mos. 29:46. 2 a Alma 1:15. 1 Ne. 22:23.
b Jarom 1:5; 3 a Ezeq. 13:3. d Mos. 18:24, 26; 27:5.
Alma 4:16; b GEE Anticristo.
Hel. 4:22. c Lucas 6:26;
247 ALMA 1:7–16
el orgullo de su corazón, y a introducido la superchería sa­
a 

usar ropa muy lujosa; sí, y aun cerdotal entre este pueblo. Y he
empezó a establecer una a igle­ aquí, no solo eres culpable de
sia de acuerdo con lo que pre­ dicha superchería, sino que has
dicaba. tratado de imponerla por la es­
7 Y aconteció que yendo a pre­ pada; y si la superchería sacer­
dicar a los que creían en su pa­ dotal fuese impuesta sobre este
labra, dio con un hombre que pueblo, resultaría en su entera
pertenecía a la iglesia de Dios, sí, destrucción.
uno de sus maestros, y empezó a 13 Y tú has derramado la sangre
disputar vigorosamente con él, a de un hombre justo, sí, un hombre
fin de descarriar al pueblo de la que ha hecho mucho bien entre
iglesia; mas el hombre lo resistió, este pueblo; y si te perdonásemos,
amonestándolo con las a palabras su sangre vendría sobre nosotros
de Dios. por a venganza.
8 Y este hombre se llamaba a Ge­ 14 Por tanto, se te a condena a
deón; y era el mismo que fue el morir, conforme a la ley que nos
instrumento en las manos de Dios ha dado Mosíah, nuestro último
para librar del cautiverio al pue­ rey, y la cual este pueblo ha re­
blo de Limhi. conocido; por tanto, este pueblo
9 Ahora bien, porque Gedeón lo debe sujetarse a la ley.
resistió con las palabras de Dios, 15 Y aconteció que lo tomaron
se encolerizó con Gedeón, y sacó —y se llamaba a Nehor— y lo
su espada y empezó a darle gol­ llevaron a la cima del cerro
pes. Y Gedeón estaba ya muy en­ Manti, y allí se le hizo admi­
trado en años; por tanto, no pudo tir, o mejor dicho, admitió entre
aguantar sus golpes, de modo que los cielos y la tierra, que lo que
a 
murió por la espada. había enseñado al pueblo era
10 Y el pueblo de la iglesia apre­ contrario a la palabra de Dios;
hendió al hombre que lo mató, y y allí padeció una b muerte ig­
fue llevado ante Alma para ser nominiosa.
a 
juzgado según los crímenes que 16 No obstante, no cesó con
había cometido. esto la difusión de la super­
11 Y sucedió que compareció chería sacerdotal en la tie­
ante Alma y se defendió con mu­ rra; porque había muchos que
cha audacia. amaban las vanidades del
12 Mas Alma le dijo: He aquí, mundo, y salieron predicando
esta es la primera vez que se ha doctrinas falsas; y lo hicieron
6 a 1 Ne. 14:10. 10 a Mos. 29:42. 13 a GEE Venganza.
7 a GEE Palabra de Dios. 12 a 2 Ne. 26:29. 14 a GEE Pena de muerte.
8 a Mos. 20:17; 22:3. GEE Supercherías 15 a Alma 1:2.
9 a Alma 6:7. sacerdotales. b Deut. 13:1–9.
ALMA 1:17–26 248
por causa de las riquezas y los
a 
no debía haber persecución entre
a 

honores. ellos mismos.


17  Sin embargo, no se atre­ 22  Sin embargo, hubo entre
vían a a mentir, por si llegaba a ellos muchos que empezaron a
saberse, por miedo a la ley, por­ llenarse de orgullo, y a conten­
que los embusteros eran casti­ der acaloradamente con sus ad­
gados; por tanto, aparentaban versarios, aun hasta golpearse;
predicar según su creencia, y sí, se daban puñetazos el uno al
la ley no podía ejercer poder otro.
alguno en ningún hombre por 23 Esto aconteció en el segundo
b 
su creencia. año del gobierno de Alma, y fue
18 Y no se atrevían a a hurtar, por causa de mucha aflicción para la
temor a la ley, porque estos eran iglesia; sí, fue la causa de mucha
castigados; ni tampoco se atrevían tribulación en ella.
a robar ni a asesinar, porque el 24 Porque muchos de ellos en­
b 
asesino era castigado con la pena durecieron sus corazones, y sus
de c muerte. nombres fueron a borrados, de
19 Pero aconteció que los que modo que no los recordaron más
no pertenecían a la iglesia de entre el pueblo de Dios. Y tam­
Dios empezaron a perseguir a bién muchos se b retiraron de en­
los que pertenecían a ella y ha­ tre ellos.
bían tomado sobre sí el nombre 25  Ahora bien, esto fue una
de Cristo. dura prueba para los que se
20 Sí, los perseguían y los inju­ mantuvieron constantes en la
riaban con toda clase de palabras, fe; sin embargo, fueron firmes
y esto a causa de su humildad; e inamovibles en guardar los
porque no eran orgullosos a sus mandamientos de Dios, y so­
propios ojos, y porque se im­ brellevaron a pacientemente la
partían mutuamente la palabra persecución que se les imponía.
de Dios, sin a dinero y sin precio. 26  Y cuando los sacerdotes
21 Ahora bien, había una es­ dejaban su trabajo para impar­
tricta ley entre el pueblo de la tir la palabra de Dios a los del
iglesia, que ningún hombre que pueblo, estos también dejaban
perteneciese a la iglesia se pu­ sus a labores para oír la palabra
siera a perseguir a aquellos que de Dios. Y después que el sacer­
no pertenecían a la iglesia, y que dote les había impartido la
16 a GEE Riquezas; hurto. Alma 6:3.
Vanidad, vano. b GEE Asesinato. GEE Excomunión.
17 a GEE Honestidad, c GEE Pena de muerte. b Alma 46:7.
honradez; 20 a Isa. 55:1–2. GEE Apostasía.
Mentiras. 21 a GEE Persecución, 25 a GEE Paciencia.
b Alma 30:7–12; perseguir. 26 a Mos. 18:24, 26;
AdeF 1:11. 24 a Éx. 32:33; 27:3–5.
18 a GEE Robar, robo, hurtar, Mos. 26:36;
249 ALMA 1:27–33
palabra de Dios, todos volvían ninguno que estuviese b desnudo,
diligentemente a sus labores; y o que estuviese hambriento, o se­
el sacerdote no se consideraba diento, o enfermo, o que no hu­
mejor que sus oyentes, porque biese sido nutrido; y no ponían
el predicador no era de más es­ el corazón en las riquezas; por
tima que el oyente, ni el maes­ consiguiente, eran generosos con
tro era mejor que el discípulo; todos, ora ancianos, ora jóvenes,
y así todos eran iguales y todos esclavos o libres, varones o muje­
trabajaban, todo hombre b según res, pertenecieran o no a la iglesia,
su fuerza. sin hacer c distinción de personas,
27 Y de conformidad con lo que si estaban necesitadas.
tenía, todo hombre a repartía de 31 Y así prosperaron y llegaron a
sus bienes a los b pobres, y a los ser mucho más ricos que los que
necesitados, y a los enfermos y no pertenecían a su iglesia.
afligidos; y no usaban ropa cos­ 32 Porque los que no pertene­
tosa; no obstante, eran aseados y cían a su iglesia se entregaban a
atractivos. las hechicerías, y a la a idolatría o
28 Y así dispusieron los asuntos el b ocio, y a c chismes, d envidias y
de la iglesia; y así empezaron nue­ contiendas; vestían ropas costo­
vamente a tener continua paz, a sas, se e ensalzaban en el orgullo
pesar de todas sus persecuciones. de sus propios ojos, perseguían,
29 Ahora bien, debido a la esta­ mentían, hurtaban, robaban y
bilidad de la iglesia, empezaron cometían fornicaciones y asesi­
a a enriquecerse en gran manera, natos y toda clase de maldad;
teniendo en abundancia todas las sin embargo, se ponía en vigor la
cosas que necesitaban: una abun­ ley contra los transgresores hasta
dancia de rebaños y manadas, y donde era posible.
toda clase de animales cebados, 33 Y sucedió que por aplicár­
y también una abundancia de seles así la ley, cada uno pade­
grano, y de oro, y de plata y de ciendo de acuerdo con lo que
objetos preciosos, y abundancia había hecho, se apaciguaron más,
de b seda y de lino de fino tejido, y no se atrevieron a cometer ini­
y de toda clase de buenas telas quidad alguna que se supiera, de
sencillas. modo que hubo mucha paz entre
30 Y así, en sus a prósperas cir­ el pueblo de Nefi hasta el quinto
cunstancias no desatendían a año del gobierno de los jueces.
26 b Mos. 4:27; b Alma 4:6. c GEE Calumnias.
DyC 10:4. 30 a Jacob 2:17–19. d GEE Envidia.
27 a GEE Limosna. b GEE Pobres. e Jacob 2:13;
b Lucas 18:22; c Alma 16:14; Alma 31:25;
Mos. 4:26; DyC 1:35. Morm. 8:28.
DyC 42:29–31. 32 a GEE Idolatría. GEE Orgullo.
29 a GEE Riquezas. b GEE Ociosidad, ocioso.
ALMA 2:1–12 250
CAPÍTULO 2 pueblo por toda la tierra, todo
hombre según su opinión, ya
Amlici intenta hacerse rey y lo re-
fuera a favor o en contra de
chaza la voz del pueblo — Sus par-
Amlici, en grupos separados,
tidarios lo hacen rey — Los amlicitas
ocasionando muchas disputas y
combaten contra los nefitas y son
grandes a contenciones entre unos
derrotados — Los lamanitas y los
y otros.
amlicitas unen sus fuerzas y son
6 Y así se reunieron para expre­
vencidos — Alma mata a Amlici.
sar sus opiniones concernientes
Aproximadamente 87 a.C.
al asunto; y las presentaron ante
Y aconteció que al principio del los jueces.
quinto año de su gobierno, em­ 7 Y aconteció que la voz del
pezó a surgir la contención entre pueblo resultó en contra de
el pueblo, pues cierto hombre Amlici, de modo que no fue he­
llamado Amlici —hombre muy cho su rey.
astuto, sí, versado en la sabiduría 8 Ahora bien, esto causó mu­
del mundo, siendo de la orden del cha alegría en el corazón de los
hombre que asesinó a a Gedeón que estaban en contra de él; pero
con la espada, y que fue ejecutado Amlici incitó a la ira a aquellos
según la ley— que estaban a su favor en contra
2 y este Amlici se había atraído a de los que no lo apoyaban.
muchos con su astucia; sí, a tantos 9 Y ocurrió que se reunieron y
que empezaron a ser muy fuertes; consagraron a Amlici para que
y comenzaron a esforzarse por esta­ fuese su rey.
blecer a Amlici como rey del pueblo. 10 Y cuando Amlici fue nom­
3 Ahora bien, esto alarmó mucho brado su rey, les mandó que to­
a la gente de la iglesia, y también a maran las armas en contra de sus
todos aquellos que no habían sido hermanos; y lo hizo para subyu­
atraídos por las persuasiones de garlos a él.
Amlici; porque sabían que, según 11  Ahora bien, la gente de
su ley, la a voz del pueblo debía Amlici se distinguía con el nom­
instituir aquellas cosas. bre de Amlici, llamándose a amli­
4 Por tanto, si Amlici llegara citas; y los demás se llamaban
a granjearse la voz del pueblo, b 
nefitas o el pueblo de Dios.
dado que era un hombre per­ 12 Por tanto, los nefitas esta­
verso, los a privaría de sus dere­ ban enterados del intento de los
chos y privilegios de la iglesia; amlicitas, y, por consiguiente, se
porque su intención era destruir prepararon para enfrentarse a
la iglesia de Dios. ellos; sí, se armaron con espadas
5  Y sucedió que se reunió el y con cimitarras, con arcos y con
2 1 a Alma 1:8. 4 a Alma 10:19; 11 a Alma 3:4.
3 a Mos. 29:25–27; Hel. 5:2. b Jacob 1:13–14;
Alma 4:16. 5 a 3 Ne. 11:29. Mos. 25:12; Alma 3:11.
251 ALMA 2:13–24
flechas, con piedras y con hondas, que empezaron a huir delante
y con todo género de a armas de de ellos.
guerra de todas clases. 19  Y sucedió que los nefitas
13 Y así quedaron preparados persiguieron a los amlicitas todo
para hacer frente a los amlicitas ese día, y los mataron con tan
al tiempo de su llegada. Y se nom­ grande estrago, que el número
braron capitanes, y capitanes ma­ de los amlicitas a muertos llegó
yores, y capitanes en jefe, según a doce mil quinientas treinta y
sus números. dos almas; y de los nefitas fue­
14 Y aconteció que Amlici armó ron muertas seis mil quinientas
a sus hombres con todo género de sesenta y dos almas.
armas de guerra de todas clases; 20 Y acaeció que cuando Alma
y también nombró jefes y caudi­ ya no pudo perseguir más a los
llos sobre su gente para que los amlicitas, hizo que su gente plan­
condujeran a la guerra contra sus tara sus tiendas en el a valle de Ge­
hermanos. deón, valle que así se llamaba por
15 Y sucedió que los amlicitas Gedeón, a quien b Nehor mató con
llegaron al cerro Amnihu, que la espada; y en este valle los ne­
quedaba al este del a río Sidón, el fitas levantaron sus tiendas para
cual pasaba junto a la b tierra de pasar la noche.
Zarahemla, y allí empezaron a 21 Y Alma envió espías para que
hacer la guerra a los nefitas. siguieran al resto de los amlicitas,
16 Ahora bien, Alma, que era a fin de poder saber sus planes y
a 
juez superior y gobernador del sus conspiraciones, para que por
pueblo de Nefi, fue con su gente, ese medio él se guardara de ellos,
sí, con sus capitanes y capitanes a fin de evitar que su pueblo fuese
en jefe, sí, a la cabeza de sus ejér­ destruido.
citos, a combatir a los amlicitas. 22 Y los que envió a vigilar el
17 Y empezaron a matar a los campo de los amlicitas se llama­
amlicitas sobre el cerro al este ban Zeram, y Amnor, y Manti,
del Sidón. Y los amlicitas con­ y Limher; estos fueron los que
tendieron contra los nefitas con partieron con sus hombres para
gran vigor, al grado que muchos espiar el campo de los amlicitas.
de los nefitas cayeron ante los 23 Y aconteció que por la ma­
amlicitas. ñana retornaron al campo de los
18 Sin embargo, el Señor forta­ nefitas con gran prisa, asombra­
leció la mano de los nefitas, de dos en gran manera, y llenos de
modo que hirieron a los amlici­ mucho temor, diciendo:
tas con tan grande mortandad, 24 He aquí, seguimos el campo
12 a Mos. 10:8; b Omni 1:13–15. 20 a Alma 6:7.
Hel. 1:14. 16 a Mos. 29:42. b Alma 1:7–15; 14:16.
15 a Alma 3:3. 19 a Alma 3:1–2, 26; 4:2.
ALMA 2:25–37 252
de los amlicitas, y con gran
a 
Señor, ten misericordia y salva
asombro vimos a una numerosa mi vida a fin de que yo sea un
hueste de lamanitas en la tierra instrumento en tus manos para
de Minón, más allá de la tierra salvar y preservar a este pueblo!
de Zarahemla, en dirección de la 31 Y cuando Alma hubo dicho
tierra de b Nefi; y he aquí, los amli­ estas palabras, contendió de nuevo
citas se han unido a ellos; contra Amlici; y a tal grado fue
25 y han caído sobre nuestros fortalecido, que mató a Amlici con
hermanos en esa tierra; y están la espada.
huyendo ante ellos con sus re­ 32 Y también se batió con el rey
baños, y sus esposas, y sus niños de los lamanitas, pero el rey huyó
hacia nuestra ciudad; y a menos de Alma, y envió a sus guardias
que nos demos prisa, se apode­ para contender con él.
rarán de nuestra ciudad, y nues­ 33 Mas Alma, con sus guardias,
tros padres, y nuestras esposas combatió con los guardias del rey
y nuestros niños serán muertos. de los lamanitas hasta que los
26 Y aconteció que los del pue­ mató y los hizo retroceder.
blo de Nefi alzaron sus tiendas 34 Y así despejó el terreno, o más
y partieron del valle de Gedeón bien la ribera, que se hallaba al
hacia su ciudad, que era la ciudad oeste del río Sidón, arrojando a las
de a Zarahemla. aguas del Sidón los cuerpos de los
27 Y he aquí, mientras estaban lamanitas muertos, a fin de que su
cruzando el río Sidón, los lamanitas pueblo tuviera espacio para pasar
y los amlicitas, casi tan a numerosos y contender con los lamanitas y los
como las arenas del mar, cayeron amlicitas que se hallaban del lado
sobre ellos para destruirlos. occidental del río Sidón.
28 Sin embargo, la mano del 35 Y aconteció que cuando todos
Señor a fortaleció a los nefitas, ha­ hubieron cruzado el río Sidón,
biéndole ellos rogado fervoro­ los lamanitas y los amlicitas em­
samente que los librara de las pezaron a huir delante de ellos,
manos de sus enemigos; por a pesar de ser tan numerosos que
tanto, el Señor oyó su clamor y no podían ser contados.
los fortaleció, y los lamanitas y 36 Y huyeron delante de los ne­
los amlicitas cayeron ante ellos. fitas hacia el desierto que se ha­
29 Y aconteció que Alma luchó con llaba al oeste y al norte, más allá
Amlici cara a cara con la espada; y de las fronteras de la tierra; y los
lucharon tenazmente uno con otro. nefitas los persiguieron con vigor
30 Y sucedió que Alma, siendo y los mataron.
un hombre de Dios y teniendo 37  Sí, les salieron por to­
mucha a fe, clamó, diciendo: ¡Oh das partes, y fueron muertos y
24 a Alma 3:4, 13–18. 26 a Omni 1:14, 18. 28 a Deut. 31:6.
b 2 Ne. 5:8. 27 a Jarom 1:6. 30 a GEE Fe.
253 ALMA 2:38–3:8
perseguidos, hasta esparcirlos muchos de sus campos de grano,
por el oeste y por el norte, hasta hollados por las huestes de hom­
que llegaron al desierto que se lla­ bres.
maba Hermounts; y era esa parte 3 Y cuantos lamanitas y amli­
del yermo que estaba infestada de citas perecieron sobre la ribera
animales salvajes y voraces. del río Sidón fueron arrojados en
38 Y aconteció que muchos mu­ las a aguas del río; y he aquí, sus
rieron de sus heridas en el de­ huesos se hallan en las b profun­
sierto, y fueron devorados por didades del mar, y son muchos.
aquellos animales y también por 4 Y los a amlicitas se distinguían
los buitres del aire; y sus huesos de los nefitas porque se habían
han sido descubiertos y amonto­ b 
marcado con rojo la frente, a la
nados sobre la tierra. manera de los lamanitas; sin em­
bargo, no se habían rapado la ca­
CAPÍTULO 3 beza como los lamanitas.
5 Pues estos se rapaban la ca­
Los amlicitas se habían hecho una
beza; y andaban a desnudos, con
marca, de acuerdo con las profecías —
excepción de una faja de piel que
Los lamanitas habían sido maldecidos
ceñían alrededor de sus lomos, y
por su rebelión — Los hombres traen
también su armadura que lleva­
sobre sí su propia maldición — Los
ban ceñida alrededor de ellos, y
nefitas derrotan a otro ejército lama-
sus arcos, y sus flechas, y sus pie­
nita. Aproximadamente 87–86 a.C.
dras y sus hondas, etcétera.
Y sucedió que los nefitas que no 6 Y la piel de los lamanitas era
fueron a muertos por las armas de obscura, conforme a la señal que
guerra, luego que hubieron sepul­ fue puesta sobre sus padres, la
tado a los que habían perecido cual fue una a maldición sobre ellos
—y el número de los muertos no por motivo de su transgresión y su
se contó a causa de la magnitud rebelión en contra de sus herma­
de su número— después que hu­ nos Nefi, Jacob, José y Sam, que
bieron sepultado a sus muertos, fueron hombres justos y santos.
todos se volvieron a sus tierras 7 Y sus hermanos intentaron
y sus casas, y a sus esposas y a destruirlos; por lo tanto, fueron
sus hijos. maldecidos; y el Señor Dios puso
2 Ahora bien, muchas mujeres una a señal sobre ellos, sí, sobre
y muchos niños habían perecido Lamán y Lemuel, y también so­
por la espada, así como gran bre los hijos de Ismael y en las
cantidad de sus rebaños y mana­ mujeres ismaelitas.
das; y también fueron destruidos 8 Y se hizo esto para distinguir
3 1 a Alma 2:19; 4:2. b Alma 3:13–19. 6 a 2 Ne. 5:21; 26:33.
3 a Alma 2:15. 5 a Enós 1:20; GEE Maldecir,
b Alma 44:22. Mos. 10:8; maldiciones.
4 a Alma 2:11. Alma 42:18–21. 7 a 1 Ne. 12:23.
ALMA 3:9–19 254
a su posteridad de la posteridad estas son las palabras que él dijo
de sus hermanos, para que por a Nefi: He aquí, he maldecido
ese medio el Señor Dios preser­ a los lamanitas, y pondré sobre
vara a su pueblo, a fin de que ellos una señal para que ellos y su
no se a mezclaran ni creyeran en posteridad queden separados de
b 
tradiciones incorrectas que cau­ ti y de tu posteridad, desde hoy
sarían su destrucción. en adelante y para siempre, salvo
9 Y aconteció que quien mez­ que se arrepientan de su iniqui­
claba su simiente con la de los la­ dad y se a vuelvan a mí, para que
manitas traía la misma maldición yo tenga misericordia de ellos.
sobre sus descendientes. 15 Y además: Pondré una se­
10 Por tanto, todo el que se de­ ñal sobre aquel que mezcle su
jaba desviar por los lamanitas re­ simiente con la de tus hermanos,
cibía ese nombre, y le era puesta para que sean maldecidos tam­
una señal. bién.
11 Y aconteció que quienes no 16 Y además: Pondré una señal
creían en las a tradiciones de los sobre el que pelee contra ti y tu
lamanitas, sino que creían en posteridad.
aquellos anales que fueron traí­ 17 Y digo también que quien se
dos de la tierra de Jerusalén, así separe de ti, no se llamará más tu
como en las tradiciones de sus pa­ posteridad; y te bendeciré a ti, y
dres, que eran correctas, y creían al que fuere llamado tu descen­
en los mandamientos de Dios y dencia, desde hoy en adelante y
los guardaban, eran llamados los para siempre; y estas fueron las
nefitas, o el pueblo de Nefi, desde promesas del Señor a Nefi y a su
entonces en adelante. posteridad.
12 Y son ellos los que han lle­ 18 Ahora bien, los amlicitas no
vado los a anales verdaderos de sabían que estaban cumpliendo
su pueblo, y también del pueblo las palabras de Dios cuando em­
de los lamanitas. pezaron a marcarse la frente; sin
13 Ahora volveremos otra vez embargo, se habían a rebelado
a los amlicitas, porque también abiertamente contra Dios; por
sobre ellos fue puesta una a se­ tanto, fue menester que la mal­
ñal; sí, ellos mismos se pusieron dición cayera sobre ellos.
la señal; sí, una marca roja sobre 19 Ahora bien, quisiera que en­
la frente. tendieseis que ellos trajeron so­
14 De este modo queda cum­ bre sí mismos la a maldición; y de
plida la palabra de Dios, porque igual manera todo hombre que
8 a GEE Matrimonio — Alma 9:16. 14 a 2 Ne. 30:4–6.
El matrimonio entre 11 a Alma 17:9–11. 18 a 4 Ne. 1:38.
personas de distintas 12 a Mos. 1:6; GEE Rebelión.
religiones. Éter 4:6–11. 19 a 2 Ne. 5:21–25;
b Mos. 10:11–18; 13 a Alma 3:4. Alma 17:15.
255 ALMA 3:20–4:3
es maldecido trae sobre sí su pro­ acuerdo con el espíritu que qui­
pia condenación. sieron obedecer, ya fuese un es­
20 Aconteció, pues, que no mu­ píritu bueno, ya malo.
chos días después de la batalla 27 Pues todo hombre recibe su
que emprendieron en la tierra a 
salario de aquel a quien quiere
de Zarahemla los lamanitas y b 
obedecer, y esto según las pala­
amlicitas, otro ejército lamanita bras del espíritu de profecía; por
vino sobre el pueblo de Nefi, en tanto, sea hecho conforme a la
el a mismo lugar donde el primer verdad. Y así terminó el quinto
ejército se había batido con los año del gobierno de los jueces.
amlicitas.
21 Y sucedió que se envió un CAPÍTULO 4
ejército para echarlos de su tierra.
Alma bautiza a miles de conversos —
22 Y el propio Alma, por estar
Surge la iniquidad en la Iglesia y el
afligido con una a herida, no fue
progreso de esta disminuye — Nefíah
esta vez a la batalla contra los
es nombrado juez superior — Alma,
lamanitas,
en calidad de sumo sacerdote, se de-
23 sino que envió contra ellos un
dica al ministerio. Aproximadamente
numeroso ejército, el cual subió y
86–83 a.C.
mató a muchos de los lamanitas,
y echó al resto de ellos fuera de Y sucedió que en el sexto año
las fronteras de su tierra. del gobierno de los jueces sobre
24 Y entonces volvieron otra vez el pueblo de Nefi, no hubo con­
y empezaron a establecer la paz tenciones ni guerras en la a tierra
en la tierra, sin ser molestados de Zarahemla.
por sus enemigos durante algún 2  Mas el pueblo estaba afli­
tiempo. gido, sí, sumamente afligido por
25 Ahora bien, todas estas cosas la a pérdida de sus hermanos, y
se hicieron, sí, todas estas gue­ también por la pérdida de sus
rras y contiendas comenzaron y rebaños y manadas, y por la pér­
terminaron en el quinto año del dida de sus campos de grano que
gobierno de los jueces. los lamanitas habían hollado y
26 Y en un año millares y dece­ destruido.
nas de millares de almas fueron 3 Y eran tan grandes sus aflic­
enviadas al mundo eterno, para ciones, que no había quien no
recibir su a recompensa conforme tuviera motivo para lamentarse;
a sus obras, ya fuesen buenas o y creían que eran los juicios
fuesen malas; para recibir felici­ de Dios enviados sobre ellos a
dad eterna o miseria eterna, de causa de sus iniquidades y sus
20 a Alma 2:24. Alma 5:41–42. obediente, obedecer.
22 a Alma 2:29–33. b Rom. 6:16; 4 1 a Omni 1:12–19.
26 a GEE Obras. Hel. 14:29–31. 2 a Alma 2:19; 3:1–2, 26.
27 a Mos. 2:31–33; GEE Obediencia,
ALMA 4:4–11 256
abominaciones; por consiguiente, a 
consagrado para ser maestros,
se despertó en ellos el recuerdo sacerdotes y élderes en la iglesia;
de su deber. sí, muchos de ellos se sintieron
4 Y empezaron a establecer la afligidos en extremo por la iniqui­
iglesia más completamente; sí, dad que vieron que había surgido
y muchos fueron a bautizados en entre los de su pueblo.
las aguas de Sidón y se unieron a 8 Porque vieron y observaron
la iglesia de Dios; sí, los bautizó con gran dolor que los del pueblo
Alma, a quien su padre, Alma, ha­ de la iglesia empezaban a ensal­
bía consagrado b sumo sacerdote zarse en el a orgullo de sus ojos,
del pueblo de la iglesia. y a fijar sus corazones en las ri­
5 Y sucedió que en el año sép­ quezas y en las cosas vanas del
timo del gobierno de los jueces mundo, de modo que empeza­
hubo unas tres mil quinientas ron a despreciarse unos a otros,
almas que se unieron a la a iglesia y a perseguir a aquellos que b no
de Dios y se bautizaron. Y así ter­ creían conforme a la propia vo­
minó el séptimo año del gobierno luntad y placer de ellos.
de los jueces sobre el pueblo de 9 Y así, en este octavo año del
Nefi; y hubo continua paz todo gobierno de los jueces, empezó
ese tiempo. a haber grandes a contenciones
6 Y aconteció que en el año oc­ entre los de la iglesia; sí, había
tavo del gobierno de los jueces, b 
envidias y conflictos, malicia,
los de la iglesia empezaron a lle­ persecución y orgullo, aun ex­
narse de orgullo por motivo de cediendo al orgullo de aquellos
sus grandes a riquezas, y sus b de­ que no pertenecían a la iglesia
licadas sedas, y sus linos de te­ de Dios.
jidos finos, y por motivo de sus 10 Y así terminó el año octavo del
muchos rebaños y manadas, y gobierno de los jueces; y la iniqui­
su oro y su plata, y toda clase de dad de los de la iglesia fue un gran
objetos preciosos que habían ob­ tropiezo para los que no pertene­
tenido por su industria; y en to­ cían a ella; y así la iglesia empezó
das estas cosas se envanecieron a detenerse en su progreso.
en el orgullo de sus ojos, porque 11 Y sucedió que al principio
empezaron a usar vestidos muy del año nono, Alma vio la ini­
costosos. quidad de la iglesia, y también
7 Ahora bien, esto fue causa de vio que el a ejemplo de la iglesia
mucha aflicción para Alma, sí, y empezaba a conducir a los que
para muchos de los que él había eran incrédulos de una iniquidad
4 a Mos. 18:10–17. b Alma 1:29. 9 a GEE Contención,
b Mos. 29:42. 7 a GEE Autoridad. contienda.
5 a Mos. 25:18–23; 8 a GEE Orgullo; b GEE Envidia.
3 Ne. 26:21. Vanidad, vano. 11 a 2 Sam. 12:14;
6 a GEE Riquezas. b Alma 1:21. Alma 39:11.
257 ALMA 4:12–19
a otra, causando con ello la des­ sobre ellos amontonaba el resto
trucción del pueblo. de su pueblo, y viendo toda su
12 Sí, vio una desigualdad muy a 
desigualdad, comenzó a afligirse
grande entre el pueblo, algunos en extremo; sin embargo, no le
que se ensalzaban en su orgullo, faltó el Espíritu del Señor.
despreciando a otros, volviendo 16 Y escogió a un hombre sabio
las espaldas al a necesitado y al de entre los élderes de la iglesia,
desnudo, y a aquellos que tenían y lo facultó, según la a voz del
b 
hambre, y a los que tenían sed, pueblo, para que tuviera el poder
y a los que estaban enfermos y de decretar b leyes, de conformi­
afligidos. dad con las que se habían dado,
13 Ahora bien, esto fue un gran y ponerlas en vigor conforme
motivo de lamentaciones entre a la iniquidad y los delitos del
el pueblo, mientras que otros se pueblo.
humillaban, socorriendo a los 17 Y este hombre se llamaba
que necesitaban su socorro, a sa­ Nefíah, y fue nombrado a juez
ber, a repartiendo de sus bienes superior; y ocupó el asiento ju­
al pobre y al necesitado, dando dicial para juzgar y gobernar al
de comer al hambriento y su­ pueblo.
friendo toda clase de b afliccio­ 18 Ahora bien, Alma no le con­
nes por c causa de Cristo, quien cedió el oficio de ser sumo sacer­
había de venir según el espíritu dote sobre la iglesia, sino que
de profecía, retuvo el oficio de sumo sacer­
14  a esperando anhelosamente dote para sí; mas entregó a Nefíah
ese día, b reteniendo de ese modo el asiento judicial.
la remisión de sus pecados; lle­ 19 E hizo esto para poder salir
nándose de gran c alegría a causa él a mismo entre los de su pueblo,
de la resurrección de los muertos, o sea, entre el pueblo de Nefi,
de acuerdo con la voluntad y el a fin de predicarles la b palabra
poder y la liberación de Jesucristo de Dios para c despertar en ellos
de las ligaduras de la muerte. el d recuerdo de sus deberes, y
15 Y ahora bien, aconteció que para abatir, por medio de la pa­
Alma, habiendo visto las afliccio­ labra de Dios, todo el orgullo y
nes de los humildes discípulos las artimañas, y todas las con­
de Dios y las persecuciones que tenciones que había entre su
12 a Isa. 3:14; significa tanto esperar 15 a
DyC 38:27; 49:20.
Jacob 2:17. anhelosamente en 16 a
Alma 2:3–7.
b Mos. 4:26. Cristo como mirar b Alma 1:1, 14, 18.
13 a GEE Limosna. hacia lo futuro a Cristo. 17 a
Alma 50:37.
b GEE Adversidad. b Mos. 4:12; 19 a
Alma 7:1.
c 2 Cor. 12:10. Alma 5:26–35. b Alma 31:5;
14 a La expresión en inglés GEE Justificación, DyC 11:21–22.
“look forward to” justificar. c Enós 1:23.
que se traduce aquí c GEE Gozo. d Mos. 1:17; Hel. 12:3.
ALMA 4:20–5:5 258
pueblo, porque no vio otra ma­ Aconteció, pues, que Alma em­
nera de rescatarlos sino con la pezó a a proclamar la palabra de
fuerza de un e testimonio puro en b 
Dios al pueblo, primero en la
contra de ellos. tierra de Zarahemla, y desde allí
20 Y así, a principios del año por toda la tierra.
nono del gobierno de los jueces 2 Y estas son las palabras que,
sobre el pueblo de Nefi, Alma en­ según su propio registro, habló
tregó el asiento judicial a a Nefíah, al pueblo de la iglesia que se ha­
y se concretó completamente al llaba establecida en la ciudad de
b 
sumo sacerdocio del santo or­ Zarahemla, diciendo:
den de Dios, y a dar testimonio 3 Yo, Alma, habiendo sido a con­
de la palabra, de acuerdo con el sagrado por mi padre Alma para
espíritu de revelación y profecía. ser b sumo sacerdote sobre la igle­
sia de Dios, ya que él tenía el po­
der y la c autoridad de Dios para
Las palabras que Alma, el Sumo
hacer estas cosas, he aquí, os
Sacerdote según el santo orden
digo que él empezó a estable­
de Dios, proclamó al pueblo en
cer una iglesia en la tierra que se
sus ciudades y aldeas por todo
hallaba en las fronteras de Nefi;
el país.
sí, la d tierra que era llamada la
Comenzando con el capítulo 5. tierra de Mormón; sí, y bautizó
a sus hermanos en las aguas de
Mormón.
CAPÍTULO 5
4 Y he aquí, os digo que fueron
Para lograr la salvación, los hom- a 
librados de las manos del pueblo
bres deben arrepentirse y guardar los del rey Noé por la misericordia y
mandamientos, nacer de nuevo, puri- el poder de Dios.
ficar sus vestidos mediante la sangre 5 Y después de esto, he aquí,
de Cristo, ser humildes, despojarse fueron reducidos a la a servidum­
del orgullo y de la envidia, y hacer las bre por la mano de los lamanitas
obras de rectitud — El Buen Pastor en el desierto; sí, os digo que se
llama a Su pueblo — Los que hacen hallaban en el cautiverio, y nue­
obras malas son hijos del diablo — vamente el Señor los libró de la
Alma testifica de la veracidad de su b 
servidumbre por el poder de su
doctrina y manda a los hombres que palabra; y se nos trajo a esta tie­
se arrepientan — Los nombres de los rra, y aquí empezamos a estable­
justos serán escritos en el libro de la cer la iglesia de Dios por toda esta
vida. Aproximadamente 83 a.C. tierra también.
19 e GEE Testimonio. b Alma 5:61. d Mos. 18:4;
20 a Alma 8:12. 3 a GEE Ordenación, 3 Ne. 5:12.
b Mos. 29:42; ordenar. 4 a Mos. 23:1–3.
Alma 5:3, 44, 49. b Alma 4:4, 18, 20. 5 a Mos. 23:37–39; 24:8–15.
5 1 a Alma 4:19. c Mos. 18:13; 3 Ne. 11:25. b Mos. 24:17.
259 ALMA 5:6–15
6 Y ahora, he aquí os digo, her­ 10 Y os pregunto ahora: ¿Según
manos míos, vosotros los que per­ qué condiciones son a salvos? Sí,
tenecéis a esta iglesia, ¿habéis ¿en qué se fundaban para espe­
retenido suficientemente en la rar la salvación? ¿Por qué motivo
memoria el cautiverio de vues­ fueron librados de las ligaduras
tros padres? Sí, ¿y habéis retenido de la muerte, sí, y de las cadenas
suficientemente en la memoria la del infierno también?
misericordia y longanimidad de 11 He aquí, os lo puedo decir.
Dios para con ellos? Y además, ¿No creyó mi padre Alma en las
¿habéis retenido suficientemente palabras que se declararon por
en la memoria que él ha rescatado boca de a Abinadí? ¿Y no fue él
sus almas del infierno? un santo profeta? ¿No habló las
7 He aquí, él cambió sus cora­ palabras de Dios, y las creyó mi
zones; sí, los despertó de un pro­ padre Alma?
fundo sueño, y despertaron en 12 Y según su fe, se realizó un
cuanto a Dios. He aquí, se halla­ potente a cambio en su corazón.
ban en medio de la obscuridad; He aquí, os digo que todo esto
no obstante, la luz de la sempi­ es verdad.
terna palabra iluminó sus almas; 13  Y he aquí, él a predicó la
sí, los tenían ceñidos las a ligadu­ palabra a vuestros padres, y
ras de la muerte y las b cadenas en sus corazones también se
del infierno, y los esperaba una efectuó un potente cambio; y
eterna destrucción. se humillaron, y pusieron su
8 Y os pregunto ahora, herma­ b 
confianza en el Dios verdadero
nos míos: ¿Fueron destruidos? y c viviente. Y he aquí, fueron
He aquí, os digo que no; no lo fieles hasta el d fin; por tanto,
fueron. fueron salvos.
9  Y os pregunto también: 14  Y a h o r a o s p re g u n t o ,
¿Fueron quebrantadas las liga­ hermanos míos de la iglesia:
duras de la muerte, y desatadas ¿Habéis a nacido espiritualmente
las cadenas del infierno que los de Dios? ¿Habéis recibido su
tenían atados? Os digo que sí; imagen en vuestros rostros?
fueron desatadas, y sus almas ¿Habéis experimentado este po­
se ensancharon, y cantaron del tente b cambio en vuestros cora­
amor que redime. Y os digo que zones?
son salvos. 15 ¿Ejercéis la fe en la redención
7 a Mos. 15:8. convertir. Alma 22:15.
b Alma 12:11; 13 a Mos. 18:7. GEE Nacer de Dios,
DyC 138:23. b GEE Confianza, confiar. nacer de nuevo.
10 a GEE Plan de redención; c Morm. 9:28; b Rom. 8:11–17;
Salvación. DyC 20:19. Mos. 5:2; Moisés 6:65.
11 a Mos. 17:1–4. d GEE Perseverar. GEE Conversión,
12 a GEE Conversión, 14 a Mos. 27:24–27; convertir.
ALMA 5:16–24 260
de aquel que os creó? ¿Miráis
a  b 
de Dios grabada en vuestros sem­
hacia adelante con el ojo de la blantes?
fe y veis este cuerpo mortal le­ 20 Os digo: ¿Podéis pensar en
vantado en inmortalidad, y esta ser salvos cuando os habéis so­
corrupción c levantada en inco­ metido para quedar a sujetos al
rrupción, para presentaros ante diablo?
Dios y ser d juzgados de acuerdo 21 Os digo que en aquel día sa­
con las obras que se han hecho en bréis que no podéis ser a salvos;
el cuerpo mortal? porque nadie puede ser salvo a me­
16 Os digo: ¿Podéis imaginaros nos que sus b vestidos hayan sido
oír la voz del Señor en aquel día, lavados hasta quedar blancos; sí,
diciéndoos: Venid a mí, a benditos, sus vestidos deben ser c purificados
porque, he aquí, vuestras obras hasta quedar limpios de toda man­
han sido obras de rectitud sobre cha, mediante la sangre de aquel de
la faz de la tierra? quien nuestros padres han hablado,
17 ¿O suponéis que podréis el cual habrá de venir para redimir
mentir al Señor en aquel día, a su pueblo de sus pecados.
y a decir: Señor, nuestras obras 22 Y os pregunto ahora, her­
han sido justas sobre la faz de manos míos: ¿Cómo se sentirá
la tierra; y que entonces él os cualquiera de vosotros, si com­
salvará? parecéis ante el tribunal de Dios,
18 O de lo contrario, ¿podéis con vuestros vestidos mancha­
imaginaros llevados ante el tri­ dos de a sangre y de toda clase de
bunal de Dios con vuestras almas b 
inmundicia? He aquí, ¿qué tes­
llenas de culpa y remordimiento, tificarán todas estas cosas contra
teniendo un recuerdo de toda vosotros?
vuestra culpa; sí, un a recuerdo 23 He aquí, ¿no a testificarán que
perfecto de todas vuestras ini­ sois asesinos, sí, y también que
quidades; sí, un recuerdo de ha­ sois culpables de todo género de
ber desafiado los mandamientos iniquidades?
de Dios? 24  He aquí, hermanos míos,
19 Os digo: ¿Podréis mirar a ¿suponéis que semejante ser
Dios en aquel día con un corazón pueda tener un lugar donde
puro y manos limpias? ¿Podréis sentarse en el reino de Dios,
alzar la vista, teniendo la a imagen con a Abraham, con Isaac, y con
15 a GEE Creación, crear. d GEE Juicio final. b 1 Ne. 12:10;
b La expresión en inglés 16 a Mateo 25:31–46. Alma 13:11–13;
“look forward to” 17 a 3 Ne. 14:21–23. 3 Ne. 27:19–20.
que se traduce aquí 18 a Ezeq. 20:43; c GEE Pureza, puro.
significa tanto esperar 2 Ne. 9:14; Mos. 3:25; 22 a Isa. 59:3.
anhelosamente en Alma 11:43. b GEE Inmundicia,
Cristo como mirar 19 a 1 Juan 3:1–3. inmundo.
hacia lo futuro a Cristo. 20 a Mos. 2:32. 23 a Isa. 59:12.
c GEE Resurrección. 21 a GEE Salvación. 24 a Lucas 13:28.
261 ALMA 5:25–34
Jacob, y también todos los santos aquí, debéis disponeros pron­
profetas, cuyos vestidos están tamente; porque el reino de los
limpios y se hallan sin mancha, cielos pronto se acerca, y el que
puros y blancos? no esté preparado no tendrá vida
25 Os digo que no; y a menos eterna.
que hagáis a nuestro Creador 29 He aquí, digo: ¿Hay entre vo­
embustero desde el principio, o sotros quien no esté despojado de
penséis que ha mentido desde el la a envidia? Os digo que este no
principio, no podéis suponer que está preparado; y quisiera que se
tales seres puedan hallar lugar preparase pronto, porque la hora
en el reino de los cielos; sino que está cerca, y no sabe cuándo lle­
serán echados fuera, porque son gará el momento; porque tal per­
a 
hijos del reino del diablo. sona no se halla sin culpa.
26 Y ahora os digo, hermanos 30 Y además, os digo: ¿Hay en­
míos, si habéis experimentado tre vosotros quien se a burle de su
un a cambio en el corazón, y si hermano, o que acumule persecu­
habéis sentido el deseo de cantar ciones sobre él?
la b canción del amor que redime, 31 ¡Ay de tal persona, porque no
quisiera preguntaros: c ¿Podéis está preparada; y el tiempo está
sentir esto ahora? cerca en que debe arrepentirse, o
27 ¿Habéis caminado, conser­ no puede ser salva!
vándoos a irreprensibles delante 32  Sí, ¡ay de todos vosotros,
de Dios? Si os tocase morir en a 
obradores de iniquidad! ¡Arre­
este momento, ¿podríais decir, pentíos, arrepentíos, porque el
dentro de vosotros, que habéis Señor Dios lo ha dicho!
sido suficientemente b humildes? 33 He aquí, él invita a a todos
¿que vuestros vestidos han sido los hombres, pues a todos ellos
lavados y blanqueados mediante se extienden los b brazos de mise­
la sangre de Cristo, que vendrá ricordia, y él dice: Arrepentíos, y
para c redimir a su pueblo de sus os recibiré.
pecados? 34 Sí, dice él: a Venid a mí, y par­
28 He aquí, ¿os halláis despo­ ticiparéis del b fruto del árbol de
jados del a orgullo? Si no, yo os la vida; sí, comeréis y beberéis c li­
digo que no estáis preparados bremente del d pan y de las aguas
para comparecer ante Dios. He de la vida;
25 a 2 Ne. 9:9. humilde, humillar 3 Ne. 18:25.
26 a GEE Conversión, (afligir). b Jacob 6:5;
convertir. c GEE Redención, 3 Ne. 9:14.
b Alma 26:13. redimido, redimir. 34 a 2 Ne. 26:24–28;
c Mos. 4:12; 28 a GEE Orgullo. 3 Ne. 9:13–14.
DyC 20:31–34. 29 a GEE Envidia. b 1 Ne. 8:11; 15:36.
27 a GEE Justificación, 30 a GEE Calumnias. c 2 Ne. 9:50–51;
justificar. 32 a Sal. 5:5. Alma 42:27.
b GEE Humildad, 33 a Alma 19:36; d GEE Pan de Vida.
ALMA 5:35–44 262
35 sí, venid a mí y haced obras puede negarlo? He aquí, os digo
de rectitud, y no seréis talados y que quien niega esto es un c em­
arrojados al fuego. bustero e d hijo del diablo.
36 Porque he aquí, el tiempo 40 Porque os digo que todo lo
está cerca en que todo aquel que que es a bueno viene de Dios; y
no a diere buen fruto, o sea, el que todo lo que es malo, del diablo
no hiciere las obras de rectitud, procede.
tendrá razón para gritar y lamen­ 41 Por lo tanto, si un hombre
tarse. hace a buenas obras, él escucha la
37 ¡Oh obradores de iniquidad, voz del buen pastor y lo sigue;
vosotros que os habéis engreído pero el que hace malas obras, este
con las a vanidades del mundo, se convierte en b hijo del diablo,
vosotros que habéis declarado porque escucha su voz y lo sigue.
conocer las sendas de la rectitud, 42 Y el que hace esto tendrá
y, sin embargo, os habéis b desca­ que recibir de él su a salario; por
rriado como c ovejas sin pastor, consiguiente, recibe como su b sa­
no obstante que un pastor os ha lario la c muerte, en cuanto a las
d 
llamado, y os está llamando aún, cosas que pertenecen a la recti­
pero vosotros no queréis e escu­ tud, ya que está muerto a toda
char su voz! buena obra.
38 He aquí, os digo que el buen 43  Y ahora bien, hermanos
a 
pastor os llama; sí, y os llama míos, quisiera que me escucha­
en su propio nombre, el cual es seis, porque hablo con la fuerza
el nombre de Cristo; y si no que­ de mi alma; porque, he aquí, os
réis dar b oídos a la voz del c buen he hablado claramente de modo
pastor, al d nombre por el cual sois que no podéis errar, o sea, he ha­
llamados, he aquí, no sois las ove­ blado según los mandamientos
jas del buen pastor. de Dios.
39 Y si no sois las ovejas del 44  Porque soy llamado para
buen pastor, ¿de qué a rebaño sois? hablar de este modo, según el
He aquí, os digo que el b diablo es a 
santo orden de Dios que está
vuestro pastor, y vosotros sois de en Cristo Jesús; sí, se me manda
su rebaño; y ahora bien, ¿quién que me levante y testifique a este
36 a Mateo 3:10; 7:15–20; b Lev. 26:14–20; Éter 4:12;
3 Ne. 14:19; DyC 101:7. Moro. 7:12, 15–17.
DyC 97:7. c 3 Ne. 15:24; 18:31. 41 a 3 Ne. 14:16–20.
37 a GEE Vanidad, vano. d Mos. 5:8; GEE Obras.
b 2 Ne. 12:5; 28:14; Alma 34:38. b Mos. 16:3–5;
Mos. 14:6. 39 a Mateo 6:24; Alma 11:23.
c Mateo 9:36. Lucas 16:13. 42 a Alma 3:26–27;
d Prov. 1:24–27; b Mos. 5:10. DyC 29:45.
Isa. 65:12. GEE Diablo. b Rom. 6:23.
e Jer. 26:4–5; c 1 Juan 2:22. c Hel. 14:16–18.
Alma 10:6. d 2 Ne. 9:9. GEE Muerte espiritual.
38 a GEE Buen Pastor. 40 a Omni 1:25; 44 a Alma 13:6.
263 ALMA 5:45–52
pueblo las cosas que han hablado sí, los pecados de todo hombre
nuestros padres concernientes a que crea firmemente en su nom­
lo que está por venir. bre.
45 Y esto no es todo. ¿No su­ 49 Y ahora os digo que este es el
ponéis que a sé de estas cosas yo a 
orden según el cual soy llamado,
mismo? He aquí, os testifico que sí, para predicar a mis amados
yo sé que estas cosas de que he hermanos, sí, y a todo el que mora
hablado son verdaderas. Y, ¿cómo sobre la tierra; sí, a predicar a to­
suponéis que yo sé de su certeza? dos, ora ancianos o jóvenes, ora
46 He aquí, os digo que el Santo esclavos o libres; sí, os digo, a los
Espíritu de Dios me las hace a sa­ de edad avanzada y también a
ber. He aquí, he b ayunado y orado los de edad mediana y a la nueva
muchos días para poder saber es­ generación; sí, para declararles
tas cosas por mí mismo. Y ahora que deben arrepentirse y b nacer
sé por mí mismo que son verda­ de nuevo.
deras; porque el Señor Dios me 50 Sí, el Espíritu así dice: Arre­
las ha manifestado por su Santo pentíos todos vosotros, extremos
Espíritu; y este es el espíritu de de la tierra, porque el reino de
c 
revelación que está en mí. los cielos está cerca; sí, el Hijo de
47 Y además, os digo que así se Dios viene en su a gloria, en su
me ha revelado, que las palabras fuerza, majestad, poder y domi­
que nuestros padres han hablado nio. Sí, amados hermanos míos,
son verdaderas, aun de confor­ os digo que el Espíritu dice: He
midad con el espíritu de profecía aquí la gloria del b Rey de toda la
que en mí se halla, el cual también tierra; y también el Rey del cielo
es por la manifestación del Espí­ brillará muy pronto entre todos
ritu de Dios. los hijos de los hombres.
48 Os digo yo que sé por mí 51 Y me dice también el Espí­
mismo, que cuanto os diga con­ ritu, sí, me clama con voz po­
cerniente a lo que ha de venir tente, diciendo: Ve y di a los de
es verdad; y os digo que sé que este pueblo: Arrepentíos, porque
Jesucristo vendrá; sí, el Hijo, el a menos que os arrepintáis, de
Unigénito del Padre, lleno de ningún modo podréis heredar el
gracia, de misericordia y de ver­ reino de los a cielos.
dad. Y he aquí, él es el que viene 52 Y además, os digo que el Es­
a quitar los pecados del mundo, píritu declara: He aquí, el a hacha
45 a GEE Testimonio. nacer de nuevo. DyC 38:21–22;
46 a 1 Cor. 2:9–16. 50 a GEE Gloria; 128:22–23;
b GEE Ayunar, ayuno. Segunda venida de Moisés 7:53.
c GEE Revelación. Jesucristo. GEE Jesucristo;
49 a GEE Llamado, llamado b Sal. 24; Reino de Dios o de los
por Dios, llamamiento; Mateo 2:2; cielos.
Sacerdocio. Lucas 23:2; 51 a GEE Cielo.
b GEE Nacer de Dios, 2 Ne. 10:14; 52 a Lucas 3:9; DyC 97:7.
ALMA 5:53–60 264
está puesta a la raíz del árbol; por arrojados al fuego, a menos que
lo tanto, todo árbol que no pro­ se arrepientan prontamente.
duzca buen fruto, será b talado 57 Y a todos vosotros que deseáis
y echado al fuego; sí, un fuego seguir la voz del a buen pastor,
que no puede ser consumido, un ahora os digo: Salid de entre los
fuego inextinguible. He aquí, y te­ inicuos, y conservaos b aparte, y no
ned presente, el Santo lo ha dicho. toquéis sus cosas inmundas; pues
53 Y ahora os digo, amados her­ he aquí, sus nombres serán c borra­
manos míos: ¿Podéis resistir estas dos, a fin de que los nombres de
palabras? Sí, ¿podéis desechar los inicuos no sean contados entre
estas cosas y a hollar con los pies los nombres de los justos, para que
al Santo de Israel? Sí, ¿podéis in­ se cumpla la palabra de Dios, que
flaros con el b orgullo de vuestros dice: Los nombres de los inicuos
corazones? Sí, ¿persistiréis aún no serán mezclados con los nom­
en usar ropas c costosas y en po­ bres de los de mi pueblo;
ner vuestros corazones en las va­ 58 porque los nombres de los
nidades del mundo, en vuestras justos serán escritos en el a libro
d 
riquezas? de la vida, y a ellos les conce­
54 Sí, ¿persistiréis en suponer deré una herencia a mi diestra. Y
que unos sois mejores que otros? ahora bien, hermanos míos, ¿qué
Sí, ¿persistiréis en perseguir a tenéis que decir en contra de esto?
vuestros hermanos que se hu­ Os digo que si habláis en contra
millan y caminan según el santo de ello, nada importa; porque la
orden de Dios, en virtud de lo palabra de Dios debe cumplirse.
cual han entrado en esta iglesia 59 Pues, ¿qué pastor hay entre
—habiendo sido a santificados por vosotros que, teniendo muchas
el Santo Espíritu— y hacen obras ovejas, no las vigila para que no
dignas de arrepentimiento? entren los lobos y devoren su re­
55  Sí, ¿persistiréis en volver baño? Y he aquí, si un lobo entra
vuestras espaldas al a pobre y al en medio de su rebaño, ¿no lo
necesitado, y en negarles vues­ echa fuera? Sí, y por último, si
tros bienes? puede destruirlo, lo hará.
56  Y por último, a todos vo­ 60 Y ahora os digo que el buen
sotros que queréis persistir en pastor os llama; y si escucháis
vuestra iniquidad, os digo que su voz, os conducirá a su redil y
estos son los que serán talados y seréis sus ovejas; y él os manda
52 b Jacob 5:46; 6:7; DyC 56:16–18. Neh. 9:2;
3 Ne. 27:11–12. 54 a GEE Santificación. 2 Tes. 3:6;
53 a 1 Ne. 19:7. 55 a Sal. 109:15–16; DyC 133:5, 14.
b GEE Orgullo. Jacob 2:17; c Deut. 29:20;
c 2 Ne. 28:11–14; Hel. 6:39–40. Moro. 6:7;
Morm. 8:36–39. 57 a GEE Buen Pastor. DyC 20:8.
d Sal. 62:10; b Esd. 6:21; 9:1; 58 a GEE Libro de la vida.
265 ALMA 5:61–6:7
que no dejéis entrar ningún lobo 3 Y también sucedió que aque­
rapaz entre vosotros, para que no llos que eran de la iglesia y que
seáis destruidos. no se a arrepintieron de sus ini­
61  Y ahora bien, yo, Alma, quidades ni se humillaron ante
os mando, con las palabras de Dios —me refiero a los que se
a 
aquel que me ha mandado a habían ensalzado en el b orgullo
mí, que os esforcéis por cum­ de sus corazones— estos fueron
plir con las palabras que os he desechados, y sus nombres fueron
hablado. c 
borrados, de modo que no los
62 Os hablo por vía de manda­ contaban entre los de los justos.
miento a vosotros que pertenecéis 4 Y así empezaron a establecer
a la iglesia; y por vía de invitación el orden de la iglesia en la ciudad
os hablo a los que no pertenecéis de Zarahemla.
a ella, diciendo: Venid y bautizaos 5 Ahora bien, quisiera que en­
para arrepentimiento, a fin de que tendieseis que la palabra de Dios
también participéis del fruto del era accesible a todos; que a na­
a 
árbol de la vida. die se le negaba el privilegio de
congregarse para oír la palabra
CAPÍTULO 6 de Dios.
6 No obstante, se mandó a los
La Iglesia en Zarahemla se purifica
hijos de Dios que se congregaran
y se pone en orden — Alma va a Ge-
frecuentemente, y se unieran en
deón a predicar. Aproximadamente a 
ayuno y ferviente oración por el
83 a.C.
bien de las almas de aquellos que
Y sucedió que después que hubo no conocían a Dios.
concluido de hablar a los de la 7 Y sucedió que después que
iglesia establecida en la ciudad de hubo formulado estas reglas,
Zarahemla, Alma a ordenó sacer­ Alma se retiró de ellos, sí, de la
dotes y b élderes por la imposición iglesia que se hallaba en la ciu­
de sus c manos, según el orden de dad de Zarahemla, y cruzó al
Dios, para presidir la iglesia y lado este del río Sidón, al a valle
d 
velar por ella. de Gedeón, donde se había edifi­
2 Y aconteció que de los que no cado una ciudad que se llamaba
pertenecían a la iglesia, quienes se Gedeón, la cual se hallaba en el
arrepentían de sus pecados, eran valle llamado Gedeón, el nombre
a 
bautizados para arrepentimiento de aquel a quien Nehor b mató
y recibidos en la iglesia. con la espada.
61 a Alma 5:44. manos. Mos. 26:36;
62 a 1 Ne. 8:10; 11:21–23. d DyC 52:39. Alma 1:24; 5:57–58.
6 1 a GEE Ordenación, 2 a GEE Bautismo, bautizar. GEE Excomunión.
ordenar. 3 a Mos. 26:6. 6 a GEE Ayunar, ayuno.
b GEE Élder (anciano). b GEE Orgullo. 7 a Alma 2:20.
c GEE Imposición de c Éx. 32:33; b Alma 1:9.
ALMA 6:8–7:6 266
8 Y Alma fue a la iglesia que se las palabras de mi boca, pues me
hallaba establecida en el valle de he visto totalmente limitado al
Gedeón, y empezó a declarar la b 
tribunal, con tantos asuntos que
palabra de Dios según la revela­ no pude visitaros antes.
ción de la verdad de la palabra 2 Y ni aun en esta ocasión habría
que sus padres habían hablado y podido venir, si no fuera que se
de acuerdo con el espíritu de pro­ ha a dado el asiento judicial a otro
fecía que estaba en él, conforme para que gobierne en mi lugar. Y
al a testimonio de Jesucristo, el el Señor con gran misericordia
Hijo de Dios, que habría de ve­ me ha concedido que venga a
nir para redimir a su pueblo de vosotros.
sus pecados, y de acuerdo con 3  Y he aquí, he venido con
el santo orden mediante el cual grandes esperanzas y con mu­
Alma había sido llamado. Y así cho anhelo de hallar que os ha­
está escrito. Amén. bíais humillado ante Dios y que
habíais continuado suplicando
su gracia; de hallar que estabais
Las palabras de Alma que, según
sin culpa ante él, y de no halla­
sus propios anales, dirigió al pue­
ros en el terrible dilema en que
blo de Gedeón.
estaban vuestros hermanos en
Comprende el capítulo 7. Zarahemla.
4 Pero bendito sea el nombre de
CAPÍTULO 7 Dios, porque me ha dado a saber,
sí, me ha concedido el inmenso
Cristo nacerá de María — Él soltará
gozo de saber que nuevamente
las ligaduras de la muerte y tomará
se hallan fundados en la senda
sobre sí los pecados de Su pueblo —
de la justicia de Dios.
Aquellos que se arrepientan, se bau-
5 Y confío en que, según el Es­
ticen y guarden los mandamientos
píritu de Dios que está en mí,
tendrán la vida eterna — La inmun-
también pueda yo sentir gozo
dicia no puede heredar el reino de
por causa de vosotros; no obs­
Dios — Se requieren la humildad, la
tante, no deseo que mi gozo por
fe, la esperanza y la caridad. Aproxi-
vosotros venga a causa de tantas
madamente 83 a.C.
aflicciones y angustia que he sen­
He aquí, amados hermanos míos, tido por los hermanos de Zara­
ya que se me ha permitido venir hemla; porque he aquí, mi gozo
a vosotros, trataré, por tanto, de por causa de ellos viene después
a 
hablaros en mi lenguaje, sí, por de pasar por mucha aflicción y
mi propia boca, en vista de que es angustia.
la primera vez que os hablo con 6 Mas he aquí, confío en que
8 a Apoc. 19:10. b Mos. 29:42.
7 1 a Alma 4:19. 2 a Alma 4:16–18.
267 ALMA 7:7–13
no os halléis en un estado de andad por sus sendas, que son
tanta incredulidad como lo esta­ rectas; porque he aquí, el reino
ban vuestros hermanos; espero de los cielos está cerca, y el Hijo
que no os hayáis envanecido con de Dios b viene sobre la faz de la
el orgullo de vuestros corazones; tierra.
sí, confío en que no hayáis puesto 10 Y he aquí, a nacerá de b Ma­
vuestros corazones en las rique­ ría, en Jerusalén, que es la c tierra
zas y las vanidades del mundo; sí, de nuestros antepasados, y
confío en que no adoréis a ídolos, siendo ella d virgen, un vaso
sino que adoréis al Dios verda­ precioso y escogido, a quien se
dero y b viviente, y que esperéis hará sombra y e concebirá por el
anhelosamente, con una fe sem­ poder del Espíritu Santo, dará
piterna, la remisión de vuestros a luz un hijo, sí, aun el Hijo de
pecados que ha de venir. Dios.
7 Pues he aquí, os digo que mu­ 11 Y él saldrá, sufriendo dolores,
chas cosas han de venir; y he aquí, a 
aflicciones y tentaciones de todas
hay una que es más importante clases; y esto para que se cumpla
que todas las otras, pues he aquí, la palabra que dice: Tomará sobre
no está muy lejos el a día en que sí los dolores y las b enfermedades
el Redentor viva y venga entre de su pueblo.
su pueblo. 12 Y tomará sobre sí la a muerte,
8 He aquí, no digo que vendrá para soltar las ligaduras de la
entre nosotros mientras esté mo­ muerte que sujetan a su pueblo;
rando en su cuerpo terrenal; pues y sus b debilidades tomará él so­
he aquí, el Espíritu no me ha di­ bre sí, para que sus entrañas sean
cho que tal sería el caso. Ahora llenas de misericordia, según la
bien, con respecto a ello, no sé; carne, a fin de que según la carne
pero esto sí sé: que el Señor Dios sepa cómo c socorrer a los de su
tiene poder para hacer todas las pueblo, de acuerdo con las debi­
cosas que van de conformidad lidades de ellos.
con su palabra. 13 Ahora bien, el Espíritu a sabe
9 Mas he aquí, el Espíritu me todas las cosas; sin embargo, el
ha dicho esto: Proclama a este Hijo de Dios padece según la
pueblo, diciendo: a Arrepentíos carne, a fin de b tomar sobre sí los
y preparad la vía del Señor, y pecados de su pueblo, para borrar
6 a 2 Ne. 9:37; GEE María, madre de 12 a 2 Ne. 2:8;
Hel. 6:31. Jesús. Alma 12:24–25.
b Dan. 6:26. c 1 Cró. 9:3; 2 Cró. 15:9; GEE Crucifixión.
7 a Alma 9:26. 1 Ne. 1:4; 3 Ne. 20:29. b Es decir, enfermedades
9 a Mateo 3:2–4; d 1 Ne. 11:13–21. físicas.
Alma 9:25. e Mateo 1:20; Mos. 15:3. c Heb. 2:18; 4:15;
b Mos. 3:5; 7:27; 15:1–2. 11 a Isa. 53:3–5; DyC 62:1.
10 a Isa. 7:14; Mos. 14:3–5. 13 a GEE Trinidad.
Lucas 1:27. b Es decir, enfermedades b Mos. 15:12.
b Mos. 3:8. físicas. GEE Expiación, expiar.
ALMA 7:14–22 268
sus transgresiones según el poder sé que las creéis es por la mani­
de su liberación; y he aquí, este festación del Espíritu que hay en
es el testimonio que hay en mí. mí. Y ahora, por motivo de que
14 Ahora os digo que debéis vuestra fe es grande en esto, sí,
arrepentiros y a nacer de nuevo; concerniente a lo que os he ha­
pues el Espíritu dice que si no na­ blado, grande es mi gozo.
céis otra vez, no podéis heredar 18 Porque como os dije desde el
el reino de los cielos. Venid, pues, principio, deseaba mucho que no
y sed bautizados para arrepenti­ estuvieseis en el estado de dilema
miento, a fin de que seáis lavados semejante a vuestros hermanos; y
de vuestros pecados, para que he hallado que se han realizado
tengáis fe en el Cordero de Dios, mis deseos.
que quita los pecados del mundo, 19 Porque percibo que andáis por
que es poderoso para salvar y las sendas de la rectitud. Veo que os
para limpiar de toda iniquidad. halláis en el camino que conduce al
15 Sí, os digo, venid y no te­ reino de Dios; sí, percibo que estáis
máis, y desechad todo pecado, enderezando sus a sendas.
pecado que fácilmente os a en­ 20 Veo que se os ha hecho saber,
vuelve, que os liga hasta la des­ por el testimonio de su palabra,
trucción; sí, venid y adelantaos, que él no puede a andar en sendas
y manifestad a vuestro Dios tortuosas; ni se desvía de aquello
que estáis dispuestos a arrepen­ que ha dicho; ni hay en él sombra
tiros de vuestros pecados y a de apartarse de la derecha a la
concertar un convenio con él de izquierda, o del bien al mal; por
guardar sus mandamientos, y tanto, su curso es un giro eterno.
testificádselo hoy, yendo a las 21 Y él no habita en templos
aguas del bautismo. a 
impuros; y ni la suciedad ni
16 Y el que hiciere esto y guar­ cosa inmunda alguna pueden
dare los mandamientos de Dios ser recibidas en el reino de Dios;
de allí en adelante, se acordará por tanto, os digo que vendrá el
que le digo, sí, se acordará que le tiempo, sí, y será en el postrer
he dicho, según el testimonio del día, en que el que sea b inmundo
Santo Espíritu que testifica en mí, permanecerá en su inmundicia.
que tendrá la vida eterna. 22 Y ahora bien, mis queridos
17 Y ahora bien, amados her­ hermanos, os he dicho estas co­
manos míos, ¿creéis estas cosas? sas a fin de despertar en voso­
He aquí, os digo que sí, yo sé que tros el sentido de vuestro deber
las creéis; y la forma en que yo para con Dios, para que andéis
14 a GEE Nacer de Dios, Alma 37:12; b 1 Ne. 15:33–35;
nacer de nuevo. DyC 3:2. 2 Ne. 9:16;
15 a 2 Ne. 4:18. 21 a 1 Cor. 3:16–17; 6:19; Morm. 9:14;
19 a Mateo 3:3. Mos. 2:37; DyC 88:35.
20 a 1 Ne. 10:19; Alma 34:36.
269 ALMA 7:23–8:4
sin culpa delante de él, para que vuestras casas y tierras, y sobre
caminéis según el santo orden vuestros rebaños y manadas y
de Dios, conforme al cual se os todo cuanto poseáis, sobre vues­
ha recibido. tras mujeres y vuestros hijos, se­
23 Y ahora quisiera que fueseis gún vuestra fe y buenas obras,
a 
humildes, que fueseis sumisos y desde ahora en adelante y para
dóciles; fáciles de ser tratables; lle­ siempre. Y así he dicho. Amén.
nos de paciencia y longanimidad;
siendo moderados en todas las co­ CAPÍTULO 8
sas; siendo diligentes en guardar
Alma predica y bautiza en Melek —
los mandamientos de Dios en todo
Es rechazado en Ammoníah y parte
momento; pidiendo las cosas que
de allí — Un ángel le manda que
necesitéis, tanto espirituales como
vuelva y proclame el arrepentimiento
temporales; siempre dando gracias
al pueblo — Amulek lo recibe y los
a Dios por las cosas que recibís.
dos predican en Ammoníah. Aproxi-
24 Y mirad que tengáis a fe, espe­
madamente 82 a.C.
ranza y caridad, y entonces siem­
pre abundaréis en buenas obras. Y sucedió que Alma retornó de
25  Y el Señor os bendiga y la a tierra de Gedeón, después
guarde vuestros vestidos sin de haber enseñado al pueblo de
mancha, para que al fin seáis lle­ Gedeón muchas cosas que no
vados para sentaros en el reino pueden ser escritas, habiendo
de los cielos con Abraham, Isaac establecido allí el orden de la
y Jacob, y los santos profetas que iglesia, como lo había hecho an­
han existido desde el principio teriormente en la tierra de Zara­
del mundo, para jamás salir, con­ hemla, sí, volvió a su propia casa
servando vuestros vestidos sin en Zarahemla, para descansar de
a 
mancha, así como los de ellos las obras que había efectuado.
están sin mancha. 2 Y así terminó el año nono del
26 Y ahora bien, amados herma­ gobierno de los jueces sobre el
nos míos, os he hablado estas pa­ pueblo de Nefi.
labras de acuerdo con el Espíritu 3 Y ocurrió que a principios del
que testifica dentro de mí, y mi décimo año del gobierno de los
alma se regocija en extremo por jueces sobre el pueblo de Nefi,
motivo de la suma diligencia y Alma salió de allí y viajó a la tie­
cuidado con que habéis atendido rra de Melek, al oeste del a río Si­
a mi palabra. dón, cerca de las fronteras del
27 Y ahora bien, repose sobre desierto.
vosotros la a paz de Dios, y sobre 4 Y empezó a enseñar al pueblo
23 a GEE Humildad, 24 a 1 Cor. 13; Éter 12:30–35; 27 a GEE Paz.
humilde, humillar Moro. 7:33–48. 8 1 a Alma 2:20; 6:7.
(afligir). 25 a 2 Pe. 3:14. 3 a Alma 16:6–7.
ALMA 8:5–15 270
en la tierra de Melek de conformi­ concediera bautizarlos para arre­
dad con el a santo orden de Dios, pentimiento.
por medio del cual había sido lla­ 11 Sin embargo, endurecieron
mado; y empezó a enseñar al pue­ sus corazones, y le dijeron: He
blo por toda la tierra de Melek. aquí, sabemos que eres Alma; y
5  Y sucedió que vino a él la sabemos que eres sumo sacerdote
gente de todos los contornos de de la iglesia que has establecido
la tierra que estaba del lado del en muchas partes de la tierra, se­
desierto. Y se bautizaron por toda gún vuestra tradición; pero no­
la tierra; sotros no somos de tu iglesia, y
6 de modo que cuando hubo no creemos en tan insensatas tra­
concluido su obra en Melek, se diciones.
fue de allí y viajó tres días hacia 12 Y ahora sabemos que por no
el norte de la tierra de Melek; y ser de tu iglesia, tú no tienes nin­
llegó a una ciudad que se llamaba guna autoridad sobre nosotros; y
Ammoníah. tú has entregado el asiento judi­
7 Ahora bien, entre el pueblo de cial a a Nefíah, de modo que no
Nefi era costumbre dar a sus tie­ eres nuestro juez superior.
rras, ciudades y aldeas, sí, a todas 13 Ahora bien, cuando el pueblo
sus pequeñas aldeas, el nombre hubo dicho esto y resistido todas
de su primer poseedor; y así fue sus palabras, y lo hubo ultrajado,
con la tierra de Ammoníah. y escupido sobre él, y hecho que
8 Y ocurrió que cuando hubo fuese echado de su ciudad, él par­
llegado a la ciudad de Ammo­ tió de allí y se dirigió hacia la ciu­
níah, Alma empezó a predicarles dad llamada Aarón.
la palabra de Dios. 14 Y aconteció que mientras
9 Pero Satanás se había a apode­ viajaba hacia allá, agobiado por
rado en sumo grado del corazón la aflicción, pasando por mu­
de los habitantes de la ciudad cha a tribulación y angustia en
de Ammoníah; por lo tanto, no el alma por causa de la iniqui­
quisieron escuchar las palabras dad de la gente que se hallaba
de Alma. en la ciudad de Ammoníah, su­
10 No obstante, Alma se a esforzó cedió que mientras agobiaba a
mucho en el espíritu, b bregando Alma esta aflicción, he aquí, se
con Dios en c ferviente oración le apareció un b ángel del Señor,
para que derramara su Espíritu diciendo:
sobre el pueblo que se hallaba 15 Bendito eres, Alma; por tanto,
en la ciudad; y que también le levanta la cabeza y regocíjate,
4 a DyC 107:2–4. DyC 10:20. 12 a Alma 4:20.
GEE Sacerdocio de 10 a Alma 17:5. 14 a GEE Adversidad.
Melquisedec. b Enós 1:1–12. b Alma 10:7–10, 20.
9 a 2 Ne. 28:19–22; c 3 Ne. 27:1. GEE Oración. GEE Ángeles.
271 ALMA 8:16–28
pues tienes mucho por qué ale­ 21 Y sucedió que este hombre lo
grarte; pues has sido fiel en guar­ recibió en su casa; y se llamaba
dar los mandamientos de Dios, a 
Amulek; y trajo pan y carne y
desde la ocasión en que recibiste los puso delante de Alma.
de él tu primer mensaje. He aquí, 22 Y ocurrió que Alma comió
yo soy quien te lo a comuniqué. pan y quedó satisfecho; y a ben­
16 Y he aquí, soy enviado para dijo a Amulek y a su casa, y dio
mandarte que vuelvas a la ciudad gracias a Dios.
de Ammoníah y prediques otra 23 Y después que hubo comido
vez a los habitantes de esa ciu­ y quedado satisfecho, dijo a Amu­
dad; sí, predícales. Sí, diles que lek: Soy Alma, y soy el a sumo
a menos que se arrepientan, el sacer­dote de la iglesia de Dios en
Señor Dios los a destruirá. toda esta tierra.
17 Pues he aquí, ahora mismo 24 Y he aquí, he sido llamado
están proyectando destruir la li­ para predicar la palabra de
bertad de tu pueblo (pues así dice Dios entre todo este pueblo, de
el Señor), cosa que es contraria acuerdo con el espíritu de re­
a los estatutos y juicios y man­ velación y profecía; y estuve
damientos que él ha dado a su en esta tierra, y no quisieron
pueblo. recibirme, sino que me a echa­
18 Y aconteció que después que ron fuera y estaba a punto de
hubo recibido su mensaje del volver las espaldas a esta tierra
ángel del Señor, Alma se volvió para siempre.
prestamente a la tierra de Am­ 25 Mas he aquí, se me ha man­
moníah. Y entró en la ciudad por dado que vuelva otra vez y pro­
otro camino; sí, por el que queda fetice a este pueblo; sí, y que
al sur de la ciudad de Ammoníah. testifique en contra de ellos con­
19 Y tuvo hambre al entrar en cerniente a sus iniquidades.
la ciudad, y dijo a un hombre: 26 Y ahora bien, Amulek, ben­
¿Quieres dar algo de comer a un dito eres tú porque me has ali­
humilde siervo de Dios? mentado y hospedado; porque
20 Y le dijo el hombre: Soy ne­ tenía hambre, pues había ayu­
fita, y sé que eres un santo profeta nado muchos días.
de Dios, porque tú eres el hombre 27 Y Alma permaneció muchos
de quien un a ángel dijo en una días con Amulek, antes de empe­
visión: Tú lo recibirás. Por tanto, zar a predicar al pueblo.
ven conmigo a mi casa, y te daré 28 Y sucedió que el pueblo se
de mi alimento; y sé que serás una envileció aún más en sus iniqui­
bendición para mí y para mi casa. dades.
15 a Mos. 27:11–16. 21 a GEE Amulek. 13:1–20.
16 a Alma 9:12, 18, 24. 22 a Alma 10:11. 24 a Alma 8:13.
20 a Alma 10:7–9. 23 a Alma 5:3, 44, 49;
ALMA 8:29–9:6 272
29 Y llegó la palabra a Alma, CAPÍTULO 9
diciendo: Ve; y también di a mi
Alma manda al pueblo de Ammoníah
siervo Amulek que salga y pro­
que se arrepienta — El Señor será
fetice a este pueblo, diciendo:
misericordioso para con los lamanitas
a 
Arrepentíos, porque así dice
en los últimos días — Si los nefitas
el Señor: A menos que os arre­
abandonan la luz, serán destruidos
pintáis, visitaré a este pueblo
por los lamanitas — El Hijo de Dios
en mi ira; sí, y no desviaré mi
viene pronto — Él redimirá a aque-
furiosa ira.
llos que se arrepientan, se bauticen
30  Y salió Alma, y también
y tengan fe en Su nombre. Aproxi-
Amulek, entre el pueblo para
madamente 82 a.C.
declararle las palabras de Dios;
y fueron llenos del Espíritu Y además, yo, Alma, habién­
Santo. dome mandado Dios que tomara
31 Y les fue dado tal a poder, a Amulek y fuera y predicara de
que no pudieron ser encerrados nuevo a este pueblo, o sea, el
en calabozos, ni fue posible que pueblo que vivía en la ciudad de
hombre alguno los matara; sin Ammoníah, sucedió que al em­
embargo, no ejercieron su b poder pezar yo a predicarles, ellos co­
sino hasta que fueron atados con menzaron a contender conmigo
cuerdas y echados en la cárcel. Y diciendo:
se hizo así para que el Señor ma­ 2 ¿Quién eres tú? ¿Te supones
nifestara su poder en ellos. que vamos a creer en el testimo­
32 Y sucedió que salieron y em­ nio de a un hombre, aunque nos
pezaron a predicar y a profetizar predicara que la tierra iba a de­
al pueblo, de acuerdo con el es­ jar de ser?
píritu y el poder que el Señor les 3 Mas no entendían las palabras
había dado. que hablaban; pues no sabían que
la tierra iba a dejar de ser.
4 Y también dijeron: No creere­
Las palabras de Alma y también
mos en tus palabras, aunque pro­
las palabras de Amulek, que se
fetices que esta gran ciudad ha de
declararon al pueblo que se ha­
ser destruida en a un día.
llaba en la tierra de Ammoníah.
5 Ahora bien, ellos no sabían
Además, son encarcelados y li­
que Dios podía hacer tan mara­
brados por el milagroso poder de
villosas obras, porque eran gente
Dios que estaba en ellos, según
de corazón empedernido y dura
los anales de Alma.
cerviz.
Comprende los capítulos del 9 al 14. 6 Y dijeron: a ¿Quién es Dios,
29 a Alma 9:12, 18. 31 a 1 Ne. 1:20. 4 a Alma 16:9–10.
GEE Arrepentimiento, b Alma 14:17–29. 6 a Éx. 5:2; Mos. 11:27;
arrepentirse. 9 2 a Deut. 17:6. Moisés 5:16.
273 ALMA 9:7–16
que no envía a este pueblo más
b 
ningún modo podréis heredar el
autoridad que la de un hombre reino de Dios. Mas he aquí, no
para declararle la verdad de co­ es esto todo: él os ha mandado
sas tan grandes y maravillosas? arrepentir, o de lo contrario, os
7  Y avanzaron para asirme, a 
destruirá completamente de so­
mas he aquí, no lo hicieron. Y bre la superficie de la tierra; sí, os
los enfrenté con intrepidez para visitará con su ira, y en su b furiosa
declararles, sí, les testifiqué osa­ ira él no se desviará.
damente, diciendo: 13 He aquí, ¿no os acordáis de
8 He aquí, ¡oh a generación mal­ las palabras que habló a Lehi, di­
vada y perversa, cómo os habéis ciendo: a Si guardáis mis manda­
olvidado de la tradición de vues­ mientos, prosperaréis en la tierra?
tros padres! Sí, ¡qué pronto os Y además se ha dicho: Si no guar­
habéis olvidado de los manda­ dáis mis mandamientos, seréis se­
mientos de Dios! parados de la presencia del Señor.
9 ¿No os acordáis que nuestro 14 Ahora quisiera que recorda­
padre Lehi fue traído de Jerusa­ seis que los lamanitas, por cuanto
lén por la a mano de Dios? ¿No no han guardado los mandamien­
os acordáis que él guio a todos a tos de Dios, han sido a separados
través del desierto? de la presencia del Señor. Vemos,
10 ¿Y habéis olvidado tan pronto pues, que la palabra del Señor se
cuántas veces él libró a nuestros ha cumplido en esto, y los lamani­
padres de las manos de sus ene­ tas han quedado separados de su
migos, y los preservó de ser des­ presencia, desde el principio de
truidos, sí, por las manos de sus sus transgresiones en esta tierra.
propios hermanos? 15 Os digo, sin embargo, que
11 Sí, y de no haber sido por su será más a tolerable para ellos en
incomparable poder, y su mise­ el día del juicio, que para voso­
ricordia, y su longanimidad para tros, si permanecéis en vuestros
con nosotros, inevitablemente pecados; sí, y aun más tolerable
habríamos sido barridos de la para ellos en esta vida que para
faz de la tierra mucho antes de vosotros, a menos que os arre­
esta época, y quizá habríamos pintáis.
sido condenados a un estado de 16 Porque son muchas las pro­
a 
interminable miseria y angustia. mesas que se a extienden a los la­
12 He aquí, ahora os digo que manitas; pues es por causa de las
él os manda que os arrepintáis; b 
tradiciones de sus padres que
y a menos que os arrepintáis, de han permanecido en su estado
6 b Alma 10:12. b Alma 8:29. Alma 38:1.
8 a Alma 10:17–25. 13 a 2 Ne. 1:20; 15 a Mateo 11:22, 24.
9 a 1 Ne. 2:1–7. Mos. 1:7; 16 a Alma 17:15.
11 a Mos. 16:11. Alma 37:13. b Mos. 10:12 (véanse los
12 a Alma 8:16; 10:19, 23, 27. 14 a 2 Ne. 5:20–24; versículos 11–17).
ALMA 9:17–23 274
de ignorancia; por tanto, el Señor
c 
manifestado, de acuerdo con sus
a 

les será misericordioso y d prolon­ deseos, y su fe y oraciones, todas


gará su existencia en la tierra. las cosas concernientes a lo que
17 Y un día se les a persuadirá a ha sido, a lo que es y a lo que está
creer en su palabra, y a saber de por venir;
la incorrección de las tradiciones 21 después de haberlos visi­
de sus padres; y muchos de ellos tado el Espíritu de Dios; ha­
se salvarán, porque el Señor será biendo conversado con ángeles
misericordioso con todos los que y habiéndoles hablado la voz
b 
invocaren su nombre. del Señor; y teniendo el espí­
18 Mas he aquí, os digo que ritu de profecía y el espíritu de
si persistís en vuestra iniqui­ revelación, y también muchos
dad, vuestros días no serán dones, el don de hablar en len­
prolongados sobre la tierra, por­ guas, y el don de predicar, y el
que los a lamanitas serán envia­ don del Espíritu Santo, y el don
dos contra vosotros; y si no os de a traducir;
arrepentís, vendrán en un día 22 sí, y después que Dios los
que no sabéis, y seréis visitados a 
rescató de la tierra de Jerusa­
con una b destrucción completa; lén por la mano del Señor; des­
y será según la furiosa c ira del pués de haber sido librados del
Señor. hambre y de la enfermedad, y
19 Porque no os permitirá que de todo género de dolencias de
viváis en vuestras iniquidades toda clase; después de haber
para destruir a su pueblo. Os digo sido fortalecidos en la guerra
que no; más bien permitiría que para que no fuesen destruidos;
los lamanitas a destruyesen a todo después de haber sido libra­
su pueblo que es llamado el pue­ dos del b cautiverio una vez tras
blo de Nefi, si acaso llegare a b caer otra, y guardados y preservados
en pecados y transgresiones, des­ hasta hoy; y han sido prospe­
pués de haber tenido tanta luz y rados hasta ser ricos en todas
tanto conocimiento dados por el las cosas;
Señor su Dios; 23 he aquí, os digo que si este
20 sí, después de haber sido un pueblo, que ha recibido tantas
pueblo tan altamente favorecido bendiciones de la mano del Se­
del Señor; sí, después de haber ñor, transgrediere contra la luz y
sido favorecidos más que cual­ conocimiento que tiene, os digo
quiera otra nación, tribu, lengua que si tal fuere el caso, que si ca­
o pueblo; después de habérseles yere en transgresión, será mucho
16 c Mos. 3:11. b Alma 16:9. 20 a GEE Revelación.
d Hel. 15:10–12. c Alma 8:29. 21 a Omni 1:20;
17 a Enós 1:13. 19 a 1 Ne. 12:15, 19–20; Mos. 8:13–19; 28:11–17.
b Alma 38:5; DyC 3:8. Alma 45:10–14. 22 a 2 Ne. 1:4.
18 a Alma 16:2–3. b Alma 24:30. b Mos. 27:16.
275 ALMA 9:24–34
más tolerable para los lamanitas
a 
acuerdo con lo que hayan sido; si
que para ellos. han sido justas, b segarán la salva­
24 Porque he aquí, las a promesas ción de sus almas, según el poder
del Señor se extienden a los lama­ y liberación de Jesucristo; y si han
nitas, mas no son para vosotros si sido malas, segarán la c condena­
transgredís; porque, ¿no ha pro­ ción de sus almas, según el poder
metido expresamente el Señor, y y cautividad del diablo.
decretado firmemente, que si os 29 Ahora bien, he aquí, esta es
rebeláis contra él, seréis entera­ la voz del ángel que proclama al
mente destruidos de sobre la faz pueblo.
de la tierra? 30 Y ahora bien, mis a amados her­
25 Y por esta causa, para que manos, porque sois mis hermanos
no seáis destruidos, el Señor ha y habíais de ser amados, y debíais
enviado a su ángel para visitar dar frutos dignos de arrepenti­
a muchos de los de su pueblo, miento, ya que vuestros corazones
declarándoles que deben salir y se han endurecido por completo
clamar fuertemente a este pueblo, contra la palabra de Dios, y sois un
diciendo: a Arrepentíos, porque el pueblo b perdido y caído.
reino de los cielos está cerca; 31 Ahora bien, aconteció que
26 y de aquí a a pocos días el Hijo cuando yo, Alma, hube hablado
de Dios vendrá en su gloria; y estas palabras, he aquí, el pueblo
su gloria será la gloria del b Uni­ se enojó conmigo porque les dije
génito del Padre, lleno de c gra­ que eran gente de corazón obsti­
cia, equidad y verdad; lleno de nado y de dura a cerviz.
paciencia, d misericordia y lon­ 32 Y también se enojaron con­
ganimidad, pronto para e oír los migo porque les dije que eran un
clamores de su pueblo y contestar pueblo perdido y caído, y trata­
sus oraciones. ron de asirme para encarcelarme.
27 Y he aquí, viene para a redimir 33 Pero sucedió que el Señor no
a aquellos que sean b bautizados permitió que se apoderaran de
para arrepentimiento, por medio mí en esa ocasión y me echaran
de la fe en su nombre. en la cárcel.
28 Por tanto, preparad la vía del 34 Y aconteció que Amulek se
Señor, porque está cerca la hora adelantó y empezó a predicarles
en que todos los hombres reci­ también. Mas no todas las a pala­
birán el pago de sus a obras, de bras de Amulek se han escrito;
23 a Mateo 11:22–24. d GEE Misericordia, b Sal. 7:16.
24 a 2 Ne. 30:4–6; misericordioso. c GEE Condenación,
DyC 3:20. e Deut. 26:7. condenar.
25 a Alma 7:9; Hel. 5:32. 27 a GEE Redención, 30 a 1 Juan 4:11.
26 a Alma 7:7. redimido, redimir. b Alma 12:22.
b GEE Unigénito. b GEE Bautismo, bautizar. 31 a 2 Ne. 25:28; Mos. 3:14.
c GEE Gracia. 28 a DyC 1:10; 6:33. 34 a Alma 10.
ALMA 10:1–7 276
no obstante, parte de ellas se han muchas riquezas por medio de
escrito en este libro. mi industria.
5 No obstante todo esto, nunca
CAPÍTULO 10 he sabido mucho acerca de las
sendas del Señor ni de sus a mis­
Lehi era descendiente de Mana-
terios ni de su maravilloso po­
sés — Amulek relata el mandato del
der. Dije que nunca había sabido
ángel de que atendiera a Alma —
mucho de estas cosas; mas he
Las oraciones de los justos hacen
aquí, me equivoco, porque he
que el pueblo sea preservado — Los
visto mucho de sus misterios y
abogados y los jueces inicuos esta-
de su maravilloso poder; sí, aun
blecen el fundamento de la destruc-
en la preservación de la vida de
ción del pueblo. Aproximadamente
este pueblo.
82 a.C.
6 Sin embargo, endurecí mi cora­
Estas son las a palabras que zón, porque fui a llamado muchas
b 
Amulek predicó al pueblo que veces, y no quise b oír; de modo
se hallaba en la tierra de Ammo­ que sabía concerniente a estas
níah, diciendo: cosas, mas no quería saber; por lo
2 Soy Amulek; soy hijo de Gid­ tanto, seguí rebelándome contra
dona, que era hijo de Ismael, que Dios, en la iniquidad de mi cora­
era descendiente de Aminadí; y zón, hasta el cuarto día de este
fue aquel mismo Aminadí que séptimo mes, en el décimo año
interpretó la escritura que se ha­ del gobierno de los jueces.
llaba sobre el muro del templo, 7 Mientras me dirigía a ver a un
la cual fue escrita por el dedo pariente muy cercano, he aquí, se
de Dios. me apareció un a ángel del Señor
3 Y Aminadí era descendiente y me dijo: Amulek, vuélvete a
de Nefi, que era hijo de Lehi, que tu propia casa porque darás de
vino de la tierra de Jerusalén, y el comer a un profeta del Señor; sí,
cual era descendiente de a Mana­ un hombre santo que es un va­
sés, que era hijo de b José, el que rón escogido de Dios; porque ha
fue c vendido para Egipto por sus b 
ayunado muchos días a causa
hermanos. de los pecados de este pueblo,
4 Y he aquí, soy también hom­ y tiene hambre; y lo c recibirás
bre de no poca reputación en­ en tu casa y lo alimentarás, y él
tre todos los que me conocen; te bendecirá a ti y a tu casa; y la
sí, tengo muchos parientes y bendición del Señor reposará so­
a 
amigos, y también he logrado bre ti y tu casa.
10 1 a Alma 9:34. c Gén. 37:29–36. 7 a Alma 8:20.
b Alma 8:21–29. 4 a Alma 15:16. b Alma 5:46; 6:6.
3 a Gén. 41:51; 5 a GEE Misterios de Dios. GEE Ayunar, ayuno.
1 Cró. 9:3. 6 a Alma 5:37. c Hech. 10:30–35.
b GEE José hijo de Jacob. b DyC 39:9.
277 ALMA 10:8–17
8 Y sucedió que obedecí la voz 13 Sin embargo, hubo algunos
del ángel, y me volví rumbo a entre ellos que pensaron interro­
mi casa. Y mientras allí me di­ garlos para que por medio de sus
rigía, encontré al a hombre del astutas a tretas pudieran enredarlos
cual me dijo el ángel: Lo recibi­ con sus propias palabras, a fin de
rás en tu casa; y he aquí, era este obtener testimonio contra ellos,
mismo hombre que os ha estado con objeto de entregarlos a sus
hablando concerniente a las co­ jueces para que fueran juzgados
sas de Dios. de acuerdo con la ley, y fueran
9 Y me dijo el ángel que es un ejecutados o encarcelados, según
hombre a santo; por tanto, yo sé el crimen que pudieran fraguar o
que es un hombre santo, porque atestiguar en contra de ellos.
lo declaró un ángel de Dios. 14 Ahora bien, estos hombres
10 Y además, sé que las cosas de que buscaban la manera de des­
que ha testificado son verdade­ truirlos eran a abogados que el
ras; porque he aquí, os digo: Así pueblo empleaba o nombraba
como vive el Señor, ha enviado a para administrar la ley cuando
su a ángel para manifestarme estas había procesos, o sea, cuando se
cosas; y ha hecho esto mientras juzgaban los delitos del pueblo
este Alma ha b morado en mi casa. ante los jueces.
11 Pues he aquí, ha a bendecido 15 Y estos abogados estaban ver­
mi casa, me ha bendecido a mí, y sados en todos los artificios y as­
a las mujeres de mi casa, y a mis tucia del pueblo; y esto era para
hijos, y a mi padre, y a mis pa­ habilitarlos a fin de que fueran
rientes; sí, ha bendecido a todos diestros en su profesión.
los de mi parentela, y la bendición 16 Y sucedió que empezaron
del Señor ha descendido sobre a interrogar a Amulek para así
nosotros, de acuerdo con las pa­ hacer que se contradijera en sus
labras que habló. palabras, o impugnar las palabras
12 Ahora bien, cuando Amulek que hablara.
hubo pronunciado estas palabras, 17 Ahora bien, no sabían que
el pueblo comenzó a asombrarse, Amulek podía conocer sus in­
viendo que había a más de un tes­ tenciones. Pero ocurrió que al
tigo que daba testimonio de las comenzar a interrogarlo, él a per­
cosas de que se les acusaba, y cibió sus pensamientos, y les
también de las cosas que habían dijo: ¡Oh b generación malvada
de venir, de acuerdo con el es­ y perversa, vosotros, abogados e
píritu de profecía que había en hipócritas, puesto que estáis po­
ellos. niendo los cimientos del diablo!;
8 a Alma 8:19–21. 11 a Alma 8:22. 14:18.
9 a GEE Santo (adjetivo). 12 a Alma 9:6. 17 a Alma 12:3; 18:20, 32;
10 a Alma 11:30–31. 13 a Alma 11:21. DyC 6:16.
b Alma 8:27. 14 a Alma 10:24; 11:20–21; b Mateo 3:7; Alma 9:8.
ALMA 10:18–26 278
porque estáis armando asechan­ c 
el hambre, por pestilencia y por
zas y trampas para enredar a los la espada.
santos de Dios. 23 Mas es por las a oraciones de
18 Estáis tramando planes para los justos que sois preservados;
a 
pervertir las sendas de los justos ahora pues, si desecháis a los jus­
y traer la ira de Dios sobre vues­ tos de entre vosotros, entonces
tras cabezas, hasta destruir por el Señor no detendrá su mano,
completo a este pueblo. sino que en su furiosa ira ven­
19 Sí, bien dijo Mosíah, nuestro drá contra vosotros; entonces se­
último rey, cuando estaba para réis afligidos por el hambre, por
entregar el reino —no teniendo a pestilencia, y por la espada; y el
quien dejarlo y mandando que este b 
tiempo pronto viene, a menos
pueblo se gobernara por su propia que os arrepintáis.
voz— sí, bien dijo él que si llegaba 24 Y sucedió que los del pue­
el día en que la voz de este pueblo blo se irritaron aún más contra
a 
escogiera la iniquidad, es decir, Amulek, y gritaron, diciendo:
si llegaba la ocasión en que los de Este hombre vilipendia nuestras
este pueblo cayeran en transgre­ leyes, que son justas, y a nues­
sión, se hallarían prestos para ser tros sabios abogados que hemos
destruidos. elegido.
20 Y ahora os digo que el Señor 25  Pero Amulek extendió su
bien juzga vuestras iniquidades; mano y les gritó con mayor
bien proclama a este pueblo por fuerza, diciendo: ¡Oh generación
la voz de sus a ángeles: Arrepen­ malvada y perversa! ¿Por qué ha­
tíos, arrepentíos, porque el reino brá asido Satanás tan fuertemente
de los cielos está cerca. vuestros corazones?, ¿por qué
21 Sí, bien anuncia por la voz de queréis someteros a él para que
sus ángeles: a Descenderé entre mi os domine, para a cegar vuestros
pueblo con equidad y justicia en ojos al grado de no querer enten­
mis manos. der, de acuerdo con su verdad, las
22 Sí, y os digo que si no fuera palabras que se hablan?
por las a oraciones de los justos 26 Pues he aquí, ¿he testificado
que actualmente hay en la tierra, en contra de vuestra ley? Es que
ahora mismo seríais visitados con no entendéis. Decís que he ha­
una destrucción completa; sin blado contra vuestra ley; mas no
embargo, no sería por un b dilu­ es así, sino que he hablado a fa­
vio, como sucedió con la gente vor de vuestra ley, para vuestra
en los días de Noé, sino sería por condenación.
17 c DyC 10:21–27. 21 a Mos. 13:34. GEE Diluvio en los
18 a Hech. 13:10. 22 a Stg. 5:16; tiempos de Noé.
19 a Mos. 29:27; Mos. 27:14–16. 23 a GEE Oración.
Alma 2:3–7; Hel. 5:2. b Gén. 8:21; b Alma 34:32–35.
20 a Alma 8:14–16; 13:22. 3 Ne. 22:8–10. 25 a 2 Cor. 4:4; Alma 14:6.
279 ALMA 10:27–11:4
27 Y he aquí, os digo que la ini­ la Resurrección. Aproximadamente
quidad de vuestros a abogados y 82 a.C.
vuestros jueces está empezando
Ahora bien, en la ley de Mosíah
a establecer el fundamento de la
constaba que todo el que fuera
destrucción de este pueblo.
juez de la ley, o aquellos que fue­
28 Y aconteció que cuando Amu­
ran nombrados jueces, habían
lek hubo hablado estas palabras,
de percibir su salario de acuerdo
el pueblo gritó en contra de él,
con el tiempo que emplearan en
diciendo: Ahora sabemos que este
juzgar a los que les llevaban para
hombre es hijo del diablo, porque
ser juzgados.
nos ha a mentido; pues ha vitupe­
2 Así que, si un hombre era deu­
rado nuestra ley. Y ahora dice que
dor de otro, y no le pagaba la
no ha hablado en contra de ella.
deuda, se daba la queja al juez; y
29 Y además, ha vituperado a
este ejercía su autoridad y despa­
nuestros abogados y a nuestros
chaba oficiales para que llevaran
jueces.
al deudor ante él; y él juzgaba al
30 Y sucedió que los abogados
hombre de acuerdo con la ley y
inculcaron en sus corazones que
la evidencia presentada en contra
se acordaran de aquellas cosas
de él; y así se obligaba al deu­
contra él.
dor a pagar lo que debía, o se le
31 Y había entre ellos uno cuyo
despojaba de lo que tenía, o se le
nombre era Zeezrom. Y era el
echaba de entre la gente por es­
principal a acusador de Amulek
tafador y ladrón.
y Alma, siendo uno de los más
3 Y el juez recibía sus honorarios
diestros entre ellos, pues trami­
según su tiempo: un senine de
taba muchos asuntos entre los
oro por día, o un senum de plata,
del pueblo.
que equivalía a un senine de oro;
32 Ahora bien, la mira de estos
y esto de acuerdo con la ley que
abogados era el lucro; y lograban
se había dado.
sus ganancias según su empleo.
4 Y estos son los nombres de las
diferentes monedas de su oro y
CAPÍTULO 11
de su plata según su valor; y los
Se describe el sistema monetario de nombres provienen de los nefitas,
los nefitas — Amulek disputa con porque no contaban según el modo
Zeezrom — Cristo no salvará a las de los judíos que vivían en Jerusa­
personas en sus pecados — Sola- lén; ni medían como lo hacían los
mente los que hereden el reino de judíos, sino que habían alterado su
los cielos serán salvos — Todos los modo de contar y medir, de acuerdo
hombres se levantarán en inmorta- con la voluntad y circunstancias
lidad — No hay muerte después de del pueblo en cada generación,
27 a Lucas 11:45–52. 28 a Alma 14:2. 31 a Alma 11:20–36.
ALMA 11:5–25 280
hasta el gobierno de los jueces 19 Y un antión de oro equivalía
que fueron a establecidos por el a tres shiblones.
rey Mosíah. 20 Ahora bien, era con el único
5 Ahora bien, su computación objeto de lucrar, pues les paga­
es la siguiente: Un senine de oro, ban según sus servicios, por lo
un seón de oro, un shum de oro que incitaban a la gente a moti­
y un limna de oro; nes y a toda clase de desórdenes y
6 un senum de plata, un amnor maldades, para tener más trabajo
de plata, un ezrom de plata y un con objeto de a obtener dinero,
ontí de plata. de acuerdo con los litigios que
7 Un senum de plata equivalía les eran presentados; por tanto,
a un senine de oro, y el uno o el agitaron al pueblo contra Alma
otro valía una medida de cebada, y Amulek.
y también una medida de toda 21 Y este Zeezrom empezó a in­
otra clase de grano. terrogar a Amulek, diciendo: ¿Me
8 Ahora bien, el valor de un seón responderás a algunas preguntas
de oro era el doble del valor de que voy a hacerte? Y Zeezrom era
un senine; un hombre diestro en los a artifi­
9 y el valor de un shum de oro cios del diablo a fin de destruir lo
era el doble del de un seón; que era bueno; por lo que dijo a
10 y un limna de oro equivalía Amulek: ¿Me contestarás las pre­
al valor de todos. guntas que te voy a hacer?
11 Y un amnor de plata valía 22 Y le dijo Amulek: Sí, si va de
dos senumes; acuerdo con el a Espíritu del Señor
12 y un ezrom de plata valía que hay en mí; porque nada diré
cuatro senumes; que sea contrario al Espíritu del
13 y un ontí equivalía al valor Señor. Y le dijo Zeezrom: He aquí
de todos. seis ontíes de plata; te los daré to­
14 Ahora bien, este era el valor dos si niegas la existencia de un
de las cantidades menores de su Ser Supremo.
manera de calcular: 23 Luego dijo Amulek: a ¡Oh hijo
15 Un shiblón era la mitad de del infierno! ¿Por qué me b tientas?
un senum; por tanto, un shiblón ¿Ignoras tú que los justos no ce­
valía media medida de cebada; den a tales tentaciones?
16 y un shiblum era la mitad de 24 ¿Crees que no hay Dios? Yo
un shiblón; te digo: No, tú sabes que hay un
17 y un léah era la mitad de un Dios, pero le tienes más amor a
shiblum. ese a lucro que a él.
18 Estas, pues, eran sus cantida­ 25 Y ahora me has mentido ante
des según su manera de contar. Dios. Tú me dijiste: He aquí, te
11 4 a Mos. 29:40–44. 22 a GEE Espíritu Santo. 24 a 1 Tim. 6:10;
20 a Alma 10:32. 23 a Alma 5:41. Tito 1:11.
21 a Alma 10:13. b GEE Tentación, tentar.
281 ALMA 11:26–41
daré estos seis ontíes que son de 36  Luego Amulek le dijo de
gran valor, cuando en tu corazón nuevo: He aquí, tú has mentido;
tenías la intención de retenerlos; pues dices que hablé como si tu­
y solo era tu deseo que yo negara viera la autoridad para mandar a
al Dios verdadero y viviente, y así Dios, porque dije que no salvará
tuvieras motivo para destruirme. a su pueblo en sus pecados.
Mas he aquí que por este gran 37 Y te vuelvo a decir que no
mal recibirás tu recompensa. puede salvarlos en sus a pecados;
26 Y Zeezrom le dijo: ¿Dices tú porque yo no puedo negar su pa­
que hay un Dios verdadero y vi­ labra, y él ha dicho que b ninguna
viente? cosa impura puede heredar el
27 Y dijo Amulek: Sí, hay un c 
reino del cielo; por tanto, ¿cómo
Dios verdadero y viviente. podéis ser salvos a menos que
28 Y Zeezrom dijo: ¿Hay más heredéis el reino de los cielos?
de un Dios? Así que no podéis ser salvos en
29 Y él respondió: No. vuestros pecados.
30 Luego Zeezrom le dijo otra 38 Luego Zeezrom de nuevo le
vez: ¿Cómo sabes estas cosas? dijo: ¿Es el Hijo de Dios el mismo
31 Y él dijo: Un a ángel me las ha Padre Eterno?
manifestado. 39 Y le dijo Amulek: Sí, él es el
32  Y Zeezrom dijo otra vez: a 
Padre Eterno mismo del cielo y
¿Quién es el que vendrá? ¿Es el de la tierra, y de b todas las cosas
Hijo de Dios? que en ellos hay; es el principio
33 Y él le dijo: Sí. y el fin, el primero y el último;
34 Y Zeezrom nuevamente dijo: 40 y vendrá al a mundo para b re­
¿Salvará a su pueblo a en sus peca­ dimir a su pueblo; y c tomará sobre
dos? Y Amulek contestó y le dijo: sí las transgresiones de aquellos
Te digo que no, porque le es im­ que crean en su nombre; y estos
posible negar su palabra. son los que tendrán vida eterna,
35  Entonces Zeezrom dijo al y a nadie más viene la salvación.
pueblo: Mirad que recordéis es­ 41 Por tanto, los malvados per­
tas cosas; pues él ha dicho que manecen como si no se hubiese
no hay sino un Dios; no obstante, hecho a ninguna redención, a
dice que el Hijo de Dios vendrá, menos que sea el rompimiento
mas no salvará a su pueblo, como de las ligaduras de la muerte;
si tuviese él la autoridad para pues he aquí, viene el día en
mandar a Dios. que b todos se levantarán de los
31 a Alma 10:7–10. c GEE Reino de Dios o de 1 Juan 2:2;
34 a Hel. 5:10–11. los cielos. Mos. 14:5; 15:12;
37 a 1 Cor. 6:9–10. 39 a Isa. 9:6. DyC 19:16–19.
b 1 Ne. 15:33; b Col. 1:16; Mos. 4:2. 41 a Alma 12:18;
Alma 40:26; 40 a GEE Mundo. DyC 88:33.
3 Ne. 27:19. b Rom. 11:26–27. b Apoc. 20:12–13;
GEE Impío. c Éx. 34:6–7; Isa. 53:5; Alma 42:23.
ALMA 11:42–46 282
muertos y comparecerán delante del cuerpo mortal y también
de Dios, y serán c juzgados según acerca de la a resurrección del
sus obras. cuerpo mortal. Te digo que este
42 Ahora bien, hay una muerte cuerpo mortal se b levanta como
que se llama la muerte temporal; cuerpo c inmortal, es decir, de la
y la muerte de Cristo desatará las muerte, sí, de la primera muerte
a 
ligaduras de esta muerte tempo­ a vida, de modo que no pueden
ral, de modo que todos se levan­ d 
morir ya más; sus espíritus se
tarán de esta muerte. unirán a sus cuerpos para no ser
43 El espíritu y el cuerpo serán separados nunca más; por lo que
a 
reunidos otra vez en su perfecta esta unión se torna e espiritual e
forma; los miembros así como las inmortal, para no volver a ver
coyunturas serán restaurados a corrupción.
su propia forma, tal como nos ha­ 46 Ahora bien, cuando Amulek
llamos ahora; y seremos llevados hubo hablado estas palabras, el
ante Dios, conociendo tal como pueblo comenzó a asombrarse
ahora conocemos, y tendremos en extremo otra vez, y Zeezrom
un vivo b recuerdo de toda nues­ empezó también a temblar. Y así
tra c culpa. terminaron las palabras de Amu­
44 Pues bien, esta restauración lek, o sea, esto es todo lo que he
vendrá sobre todos, tanto viejos escrito.
como jóvenes, esclavos así como
libres, varones así como mujeres, CAPÍTULO 12
malvados así como justos; y no se
perderá ni un solo pelo de su ca­ Alma habla con Zeezrom — Los mis-
beza, sino que todo será a restable­ terios de Dios se dan a conocer úni-
cido a su perfecta forma, o en el camente a los fieles — Los hombres
cuerpo, cual se encuentra ahora, son juzgados por sus pensamientos,
y serán llevados a comparecer creencias, palabras y obras — Los
ante el tribunal de Cristo el Hijo, y inicuos padecerán la muerte espi-
Dios el b Padre, y el Santo Espíritu, ritual — Esta vida terrenal es un
que son c un Eterno Dios, para ser estado de probación — El plan de
d 
juzgados según sus obras, sean redención lleva a efecto la Resurrec-
buenas o malas. ción y, por medio de la fe, la remisión
45 Ahora bien, he aquí, te he de los pecados — Los que se arre-
hablado concerniente a la muerte pienten tienen derecho a reclamar la
41 c GEE Juicio final. 44 a Alma 41:12–15. DyC 88:16.
42 a Alma 12:16. b GEE Trinidad — Dios el b GEE Resurrección.
43 a 2 Ne. 9:13; Padre. c GEE Inmortal,
Alma 40:23. c 3 Ne. 11:27, 36. inmortalidad.
b 2 Ne. 9:14; GEE Trinidad. d Apoc. 21:4;
Mos. 3:25; Alma 5:18. d Apoc. 20:12–13. DyC 63:49; 88:116.
c GEE Culpa. 45 a Alma 40:23; e 1 Cor. 15:44.
283 ALMA 12:1–9
misericordia por medio del Hijo Uni- recordaras que lo que a ti te digo,
génito. Aproximadamente 82 a.C. lo digo a todos.
6 Y he aquí, os digo a todos que
Entonces Alma, notando que esto fue una trampa del adver­
las palabras de Amulek habían sario, la cual ha tendido para en­
callado a Zeezrom, pues vio que trampar a este pueblo, a fin de
Amulek lo había sorprendido en sujetaros a él, para ligaros con
sus a mentiras y ardides para des­ sus a cadenas y encadenaros a la
truirlo, y viendo que Zeezrom, destrucción sempiterna, según el
b 
consciente de su culpabilidad, poder de su cautiverio.
empezaba a temblar, Alma abrió 7  Ahora bien, cuando Alma
su boca y comenzó a hablarle y a hubo hablado estas palabras,
afirmar las palabras de Amulek, Zeezrom empezó a temblar so­
y a explicar las cosas, o aclarar las bremanera, porque más y más
Escrituras más de lo que Amulek se convencía del poder de Dios;
había hecho. y también estaba convencido de
2 Y las palabras que Alma ha­ que Alma y Amulek sabían de él,
bló a Zeezrom las oyó la gente pues se había convencido de que
que se hallaba alrededor; porque conocían los pensamientos e in­
era grande la multitud, y de este tenciones de su corazón; porque
modo habló él: les era dado el poder para saber
3 Bien, Zeezrom, ya que se te de aquellas cosas de acuerdo con
ha sorprendido en tus mentiras el espíritu de profecía.
y artificios, pues no solamente 8 Y Zeezrom empezó a interro­
has mentido a los hombres, sino garlos solícitamente a fin de sa­
que has mentido a Dios; porque ber más concerniente al reino de
he aquí, él conoce todos tus a pen­ Dios. Y dijo a Alma: ¿Qué signi­
samientos, y ya ves que tus pen­ fica esto que ha dicho Amulek,
samientos nos son manifestados con respecto a la resurrección
por su Espíritu; de los muertos, que todos se le­
4 y ves que sabemos que tu plan vantarán de los muertos, justos
era un plan sutilísimo, según la así como injustos, y que serán
astucia del diablo, para mentir llevados para comparecer ante
y engañar a este pueblo, a fin de Dios para ser juzgados según sus
incitarlo contra nosotros para que obras?
nos injuriaran y echaran fuera. 9 Y Alma empezó a explicarle
5 Y este fue un plan de tu a ad­ estas cosas, diciendo: A muchos
versario; y él ha ejercido su po­ les es concedido conocer los
der en ti. Ahora quisiera que a 
misterios de Dios; sin embargo,
12 1 a Alma 11:20–38. Alma 10:17; 6 a Alma 5:7–10.
b GEE Conciencia. DyC 6:16. 9 a Alma 26:22.
3 a Jacob 2:5; 5 a GEE Diablo. GEE Misterios de Dios.
ALMA 12:10–16 284
se les impone un mandamiento grado de que no se halla en no­
estricto de que no han de darlos sotros, entonces nuestra con­
a conocer b sino de acuerdo con dición será terrible, porque
aquella porción de su palabra que seremos condenados.
él concede a los hijos de los hom­ 14 Porque nuestras a palabras
bres, conforme a la atención y la nos condenarán, sí, todas nues­
diligencia que le rinden. tras obras nos condenarán; no nos
10 Y, por tanto, el que a endurece hallaremos sin mancha, y nues­
su corazón recibe la b menor por­ tros pensamientos también nos
ción de la palabra; y al que c no condenarán. Y en esta terrible
endurece su corazón le es d dada la condición no nos atreveremos a
mayor parte de la palabra, hasta mirar a nuestro Dios, sino que
que le es concedido conocer los nos daríamos por felices si pu­
misterios de Dios al grado de co­ diéramos mandar a las piedras y
nocerlos por completo. b 
montañas que cayesen sobre no­
11 Y a los que endurecen sus sotros, para que nos c escondiesen
corazones les es dada la menor de su presencia.
a 
porción de la palabra, hasta que 15 Mas esto no puede ser; ten­
b 
nada saben concerniente a sus dremos que ir y presentarnos ante
misterios; y entonces el diablo los él en su gloria, y en su poder, y
lleva cautivos y los guía según su en su fuerza, majestad y dominio,
voluntad hasta la destrucción. y reconocer, para nuestra eterna
Esto es lo que significan las c ca­ a 
vergüenza, que todos sus b juicios
denas del d infierno. son rectos; que él es justo en todas
12 Y Amulek ha hablado con sus obras y que es misericordioso
claridad acerca de la a muerte y de con los hijos de los hombres, y que
ser levantados de esta existencia tiene todo poder para salvar a todo
mortal a un estado de inmortali­ hombre que crea en su nombre y
dad, y ser llevados ante el tribu­ dé fruto digno de arrepentimiento.
nal de Dios para ser b juzgados 16  Y ahora bien, he aquí, os
según nuestras obras. digo que entonces viene una
13 Así que, si nuestros cora­ muerte, sí, una segunda a muerte,
zones se han endurecido, sí, la cual es una muerte espiri­
si hemos endurecido nuestros tual; entonces es cuando aquel
corazones contra la palabra, al que muera en sus pecados, en
9 b Juan 16:12; Alma 29:8; 11 a Mateo 25:29. Stg. 3:6;
3 Ne. 26:8–11; Éter 4:7. b GEE Apostasía. Mos. 4:29–30.
10 a 2 Ne. 28:27; c Juan 8:34; b Oseas 10:8; 2 Ne. 26:5.
Éter 4:8. 2 Ne. 28:19. c Job 34:22;
b DyC 93:39. d Prov. 9:18; 2 Ne. 2:29. 2 Ne. 12:10.
c GEE Humildad, GEE Infierno. 15 a Mos. 3:25.
humilde, humillar 12 a Alma 11:41–45. b 2 Pe. 2:9.
(afligir). b GEE Juicio final. GEE Justicia.
d 2 Ne. 28:30; DyC 50:24. 14 a Mateo 12:36; 16 a GEE Muerte espiritual.
285 ALMA 12:17–24
cuanto a la muerte temporal,
b  a 
querubines y una espada en­
c 
padecerá también una muerte cendida al oriente del Jardín de
espiritual; sí, morirá en cuanto a b 
Edén, no fuese que nuestros pri­
las cosas que atañen a la rectitud. meros padres entrasen y comie­
17 Entonces es cuando sus tor­ sen del fruto del árbol de la vida
mentos serán como un a lago de y viviesen para siempre? Vemos,
fuego y azufre, cuya llama as­ pues, que ninguna posibilidad ha­
ciende para siempre jamás; en­ bía de que viviesen para siempre.
tonces es cuando serán ligados 22 Luego le dijo Alma: Esto es
a una sempiterna destrucción, lo que estaba a punto de explicar.
según el poder y cautividad de Vemos que Adán a cayó por co­
Satanás, pues él los habrá suje­ mer del b fruto prohibido, según
tado a su voluntad. la palabra de Dios; y así vemos
18  Os digo que entonces se que por su caída, toda la huma­
hallarán como si no se hubiese nidad llegó a ser pueblo c perdido
hecho a ninguna redención; por­ y caído.
que no pueden ser redimidos de 23 Y he aquí, te digo que de ha­
acuerdo con la justicia de Dios; y ber sido posible que Adán hu­
no pueden b morir, dado que no biese a comido del fruto del árbol
hay más corrupción. de la vida en esa ocasión, no ha­
19 Y sucedió que cuando Alma bría habido muerte, y la palabra
hubo terminado de hablar estas habría resultado nula, y habría
palabras, la gente empezó a asom­ colocado a Dios en el papel de
brarse más; embustero, porque él había dicho:
20 pero había un tal Antiona, b 
Si comieres, de cierto morirás.
el cual era un gobernante princi­ 24  Y vemos que la a muerte
pal entre ellos, que se adelantó y viene sobre el género humano;
le dijo: ¿Qué es esto que has di­ sí, la muerte de que ha hablado
cho de que el hombre resucitará Amulek, que es la muerte tem­
de los muertos y será cambiado poral; no obstante, se le conce­
de este estado mortal al a inmor­ dió un tiempo al b hombre en el
tal, y que el alma nunca puede cual pudiera arrepentirse; así
morir? que esta vida llegó a ser un es­
21  ¿Qué significa la Escri­ tado de probación; un tiempo de
tura que dice que Dios colocó c 
preparación para presentarse
16 b Alma 11:40–45. 20 a GEE Inmortal, 2 Ne. 2:15–19;
c 1 Ne. 15:33; inmortalidad. Mos. 3:26.
Alma 40:26. 21 a Gén. 3:24; Alma 42:2; c Mos. 16:4–5.
17 a Apoc. 19:20; 21:8; Moisés 4:31. 23 a Alma 42:2–9.
Mos. 3:27. GEE Querubines. b Gén. 2:17.
18 a Alma 11:41. b GEE Edén. 24 a GEE Muerte física.
b Apoc. 21:4; 22 a GEE Caída de Adán y b 2 Ne. 2:21;
Alma 11:45; Eva. Moisés 5:8–12.
DyC 63:49. b Gén. 3:6; c Alma 34:32–35.
ALMA 12:25–32 286
ante Dios; un tiempo de prepa­ que estos supieran acerca de las
rarse para ese estado sin fin del cosas que él había dispuesto para
cual hemos hablado, que viene ellos;
después de la resurrección de los 29 por tanto, envió a ángeles para
muertos. conversar con ellos, los cuales hi­
25 Ahora bien, si no hubiese cieron que los hombres contem­
sido por el a plan de redención, plaran la gloria de Dios.
que fue establecido desde la fun­ 30 Y de allí en adelante empe­
dación del mundo, no habría ha­ zaron los hombres a invocar su
bido b resurrección de los muertos; nombre; por tanto, Dios a conversó
mas se instituyó un plan de re­ con ellos y les hizo saber del b plan
dención que llevará a efecto la de redención que se había pre­
resurrección de los muertos, de parado desde la c fundación del
la cual se ha hablado. mundo; y esto él les manifestó
26 Y he aquí, si nuestros pri­ según su fe y arrepentimiento y
meros padres hubieran podido sus obras santas.
participar del a árbol de la vida, 31 Por tanto, dio a mandamien­
habrían sido miserables para tos a los hombres, habiendo es­
siempre, no teniendo un estado tos transgredido previamente los
preparatorio; y de este modo, b 
primeros mandamientos concer­
el b plan de redención se habría nientes a las cosas que eran tempo­
frustrado, y la palabra de Dios rales, llegando a ser como dioses,
hubiera quedado nula y sin c 
discerniendo el bien del mal, co­
efecto. locándose, o siendo colocados, en
27 Mas he aquí, no fue así, an­ condiciones de d actuar según su
tes bien se a decretó que los hom­ voluntad y placer, ya para hacer
bres deben morir; y después de el mal, ya para hacer el bien;
la muerte deben presentarse para 32 por tanto, después de haber­
ser b juzgados, sí, ese mismo jui­ les dado a a conocer el plan de
cio de que hemos hablado, que redención, Dios les dio manda­
es el fin. mientos de no cometer iniqui­
28 Y después que Dios hubo dad, el castigo de lo cual sería
dispuesto que estas cosas sobre­ una segunda b muerte, que era
vinieran a los hombres, he aquí, una muerte eterna respecto de
vio entonces que era necesario las cosas pertenecientes a la
25 a GEE Plan de redención. DyC 42:48. Dios.
b 2 Ne. 2:8; b GEE Juicio final. b Gén. 2:16–17;
Alma 7:12; 42:23. 29 a Moro. 7:25, 31; 2 Ne. 2:18–19.
26 a Gén. 2:9; DyC 29:42. c Gén. 3:22–23;
1 Ne. 15:36; 30 a Moisés 5:4–5; 6:51. Moisés 4:11.
Alma 32:40. b GEE Plan de redención. d 2 Ne. 2:16.
b Alma 34:8–16; 42:6–28; c Mos. 18:13; GEE Albedrío.
Moisés 6:59–62. Alma 13:3, 5, 7–8. 32 a Moisés 5:4–9.
27 a Job 7:1; Heb. 9:27; 31 a GEE Mandamientos de b GEE Muerte espiritual.
287 ALMA 12:33–13:1
rectitud; porque en estos el plan la última muerte, así como la
de redención no tendría poder, primera.
pues de acuerdo con la suprema 37 Así pues, hermanos míos, ya
bondad de Dios, las obras de la que sabemos estas cosas, y son
c 
justicia no podían ser destruidas. verdaderas, arrepintámonos y
33 Pero Dios llamó a los hom­ no endurezcamos nuestros cora­
bres, en el nombre de su Hijo zones para no a provocar al Señor
(pues este era el plan de reden­ nuestro Dios a que haga descen­
ción que se estableció), diciendo: der su ira sobre nosotros en estos,
Si os arrepentís, y no endurecéis sus segundos mandamientos que
vuestros corazones, entonces ten­ nos ha dado; mas entremos en el
dré misericordia de vosotros por b 
descanso de Dios, que está pre­
medio de mi Hijo Unigénito; parado según su palabra.
34  por tanto, el que se arre­
pienta, y no endurezca su cora­ CAPÍTULO 13
zón, tendrá derecho a reclamar
Los hombres son llamados a ser su-
la a misericordia, por medio de mi
mos sacerdotes por causa de su gran
Hijo Unigénito, para la b remisión
fe y buenas obras — Deben enseñar
de sus pecados; y ellos entrarán
los mandamientos — Mediante la
en mi c descanso.
rectitud son santificados y entran
35 Y el que endureciere su co­
en el reposo del Señor — Melqui-
razón, y cometiere iniquidad, he
sedec fue uno de estos — Ángeles
aquí, juro en mi ira que no entrará
declaran alegres nuevas por todas
en mi descanso.
partes — Declararán la realidad de
36  Y ahora bien, hermanos
la venida de Cristo. Aproximada-
míos, he aquí, os digo que si
mente 82 a.C.
endurecéis vuestros corazones,
no entraréis en el descanso del Y además, hermanos míos, qui­
Señor; por tanto, vuestra ini­ siera dirigir vuestros pensamien­
quidad lo provoca a que él en­ tos hacia la época en que el Señor
víe su ira sobre vosotros como Dios dio estos mandamientos a
en la a primera provocación, sí, sus hijos; y quisiera que os acor­
según su palabra en la última daseis de que el Señor Dios a or­
provocación como también en denó sacerdotes, según su santo
la primera, para la eterna b des­ orden, que era según el orden de
trucción de vuestras almas; por su Hijo, para enseñar estas cosas
tanto, según su palabra, para al pueblo.
32 c Mos. 15:27; c GEE Descansar, 37 a 1 Ne. 17:30;
Alma 34:15–16; 42:15. descanso (reposo). Jacob 1:8;
34 a GEE Misericordia, 36 a Jacob 1:7–8; Hel. 7:18.
misericordioso. Alma 42:6, 9, 14. b Alma 13:6–9.
b GEE Remisión de b GEE Condenación, 13 1 a Abr. 2:9, 11.
pecados. condenar.
ALMA 13:2–9 288
2 Y esos sacerdotes fueron orde­ que sus hermanos; así se preparó
nados según el a orden de su Hijo, este santo llamamiento desde la
de una b manera que haría saber al fundación del mundo para aque­
pueblo el modo de esperar anhe­ llos que no endurecieran sus cora­
losamente a su Hijo para recibir zones, haciéndose en la expiación
la redención. y por medio de la expiación del
3 Y esta es la manera conforme Hijo Unigénito, que fue prepa­
a la cual fueron ordenados, ha­ rado;
biendo sido a llamados y b pre­ 6 y así son llamados mediante
parados desde la c fundación este santo llamamiento y ordena­
del mundo de acuerdo con la dos al sumo sacerdocio del santo
d 
presciencia de Dios, por causa orden de Dios, para enseñar sus
de su fe excepcional y buenas mandamientos a los hijos de los
obras, habiéndoseles concedido hombres, para que también en­
primeramente e escoger el bien tren en su a reposo;
o el mal; por lo que, habiendo 7 este sumo sacerdocio era se­
escogido el bien y ejercido gún el orden de su Hijo, el cual
una f fe sumamente grande, son orden existía desde la fundación
g 
llamados con un santo llama­ del mundo, o en otras palabras,
miento, sí, con ese santo llama­ es a sin principio de días ni fin de
miento que, con una redención años, preparado de eternidad en
preparatoria y de conformidad eternidad, según b su presciencia
con ella, se dispuso para tales de todas las cosas;
seres. 8 ahora bien, de esta manera los
4 Y así, por motivo de su fe, han a 
ordenaban: Eran llamados con
sido a llamados a este santo llama­ un santo llamamiento, y orde­
miento, mientras que otros recha­ nados con una santa ordenanza,
zaban el Espíritu de Dios a causa y tomaban sobre sí el sumo sa­
de la dureza de sus corazones y la cerdocio del santo orden; y este
ceguedad de su mente, cuando de llamamiento, ordenanza y sumo
no haber sido por esto, hubieran sacerdocio no tienen principio
podido tener tan grande b privile­ ni fin;
gio como sus hermanos. 9 por tanto, llegan a ser a sumos
5 O en una palabra, al principio sacerdotes para siempre, según
se hallaban en la a misma posición el orden del Hijo, el Unigénito
2 a DyC 107:2–4. e GEE Albedrío. GEE Descansar,
b Alma 13:16. f GEE Fe. descanso (reposo).
3 a DyC 127:2. g GEE Llamado, llamado 7 a Heb. 7:3.
GEE Elección; por Dios, llamamiento; b GEE Trinidad.
Preordenación. Sacerdocio. 8 a DyC 84:33–42.
b DyC 138:55–56. 4 a Éter 12:10. GEE Sacerdocio de
c Alma 12:25, 30. b 1 Ne. 17:32–35. Melquisedec.
GEE Vida preterrenal. 5 a 2 Ne. 26:28. 9 a GEE Sumo sacerdote.
d DyC 38:2. 6 a Alma 12:37; 16:17.
289 ALMA 13:10–18
del Padre, el cual no tiene prin­ 14 Sí, humillaos así como el pue­
cipio de días ni fin de años, y es blo en los días de a Melquisedec,
lleno de b gracia, equidad y ver­ quien también fue un sumo sacer­
dad. Y así es. Amén. dote según este mismo orden de
10 Pues como decía respecto al que he hablado, que también
santo orden, o sea, este a sumo sa­ tomó sobre sí el sumo sacerdo­
cerdocio, hubo muchos que fue­ cio para siempre.
ron ordenados y llegaron a ser 15 Y fue a este mismo Melqui­
sumos sacerdotes de Dios; y fue sedec a quien a Abraham pagó
por motivo de su fe excepcional b 
diezmos; sí, aun nuestro padre
y b arrepentimiento, y su recti­ Abraham pagó como diezmo una
tud ante Dios, porque prefirieron décima parte de todo lo que poseía.
arrepentirse y obrar rectamente 16 Y estas a ordenanzas se confe­
más bien que perecer; rían según esta manera, para que
11 por tanto, fueron llamados por ese medio el pueblo esperara
según este santo orden, y fue­ anhelosamente al Hijo de Dios,
ron a santificados, y sus b vestidos ya que era un b símbolo de su or­
fueron blanqueados mediante la den, es decir, era su orden, y esto
sangre del Cordero. para esperar anhelosamente de él
12 Ahora bien, ellos, después la remisión de sus pecados a fin
de haber sido a santificados por de entrar en el reposo del Señor.
el b Espíritu Santo, habiendo sido 17 Pues bien, este Melquisedec
blanqueados sus vestidos, en­ era rey de la tierra de Salem; y
contrándose c puros y sin man­ su pueblo había aumentado en
cha ante Dios, no podían ver el la iniquidad y abominaciones;
d 
pecado sino con e repugnancia; sí, se habían extraviado todos; se
y hubo muchos, muchísimos, que habían entregado a todo género
fueron purificados y entraron en de iniquidades;
el reposo del Señor su Dios. 18 pero Melquisedec, habiendo
13 Y ahora bien, hermanos míos, ejercido una fe poderosa, y re­
quisiera que os humillaseis ante cibido el oficio del sumo sa­
Dios y dieseis a frutos dignos de cerdocio según el a santo orden
arrepentimiento, para que tam­ de Dios, predicó el arrepenti­
bién podáis entrar en ese reposo. miento a su pueblo. Y he aquí,
9 b 2 Ne. 2:6. GEE Santificación. DyC 84:14.
GEE Gracia. b GEE Espíritu Santo. GEE Melquisedec.
10 a DyC 84:18–22. c GEE Pureza, puro. 15 a
GEE Abraham.
b GEE Arrepentimiento, d Mos. 5:2; b Gén. 14:18–20;
arrepentirse. Alma 19:33. Mal. 3:8–10.
11 a Moisés 6:59–60. e Prov. 8:13; GEE Diezmar, diezmo.
b 1 Ne. 12:10; Alma 37:29. 16 a GEE Ordenanzas.
Alma 5:21–27; 13 a Lucas 3:8. b GEE Simbolismo.
3 Ne. 27:19–20. 14 a TJS Gén. 14:25–40 18 a GEE Sacerdocio de
12 a Rom. 8:1–9. (Apéndice — Biblia); Melquisedec.
ALMA 13:19–27 290
se arrepintieron; y Melquisedec somos peregrinos en una tie­
b 

estableció la paz en la tierra du­ rra extraña; por tanto, somos


rante sus días; por tanto, fue lla­ altamente favorecidos, porque
mado el príncipe de paz, pues nos han sido declaradas estas
era rey de Salem; y reinó bajo su alegres nuevas en todas partes
padre. de nuestra viña.
19 Hubo a muchos antes que él, 24 Porque he aquí, a ángeles las
y también hubo muchos después, están declarando a muchos en
mas b ninguno fue mayor que él; nuestra tierra en este tiempo, y
por tanto, han hecho de él men­ esto con objeto de preparar el co­
ción más particular. razón de los hijos de los hombres
20 Bien, no necesito detallar el para recibir su palabra al tiempo
asunto; lo que he dicho puede ser de su venida en su gloria.
suficiente. He aquí, tenéis las a Es­ 25 Y ahora solamente espera­
crituras por delante, y si queréis mos oír las alegres nuevas de su
b 
tergiversarlas, será para vuestra venida que nos serán declaradas
destrucción. por la boca de ángeles; porque
21 Y ocurrió que cuando les hubo el tiempo viene, y a no sabemos
dicho estas palabras, Alma extendió cuán pronto será. Quisiera Dios
su mano hacia ellos y clamó con voz que fuera en mis días; pero sea
potente, diciendo: Ahora es el mo­ más tarde o más temprano, en
mento de a arrepentirse, porque el ello me regocijaré.
día de la salvación se acerca; 26 Y por la boca de ángeles se
22 sí, y por la a boca de ángeles hará saber a hombres a justos y
la voz del Señor lo declara a to­ santos, al tiempo de su venida,
das las naciones; sí, lo declara para que se cumplan las palabras
para que reciban alegres nuevas de nuestros padres, de conformi­
de gran gozo; sí, y proclama es­ dad con lo que han hablado con­
tas alegres nuevas entre todo su cerniente a él, que fue de acuerdo
pueblo; sí, aun a aquellos que se con el espíritu de profecía que
hallan esparcidos sobre la super­ había en ellos.
ficie de la tierra; por tanto, han 27  Y ahora bien, hermanos
llegado hasta nosotros. míos, a deseo desde lo más ín­
23  Y nos son manifestadas timo de mi corazón, sí, con gran
en términos a claros para que angustia, aun hasta el dolor, que
entendamos, de modo que no escuchéis mis palabras, y de­
erremos; y se hace así porque sechéis vuestros pecados, y no
19 a Hel. 8:18; 21 a GEE Arrepentimiento, 24 a Alma 10:10; 39:19.
DyC 84:6–16; arrepentirse. 25 a 1 Ne. 10:4;
107:40–55. 22 a Alma 10:20. 3 Ne. 1:13.
b DyC 107:1–4. 23 a 2 Ne. 25:7–8; 31:3; 32:7; 26 a Amós 3:7;
20 a GEE Escrituras. Jacob 4:13; Éter 12:39. Lucas 2:8–11.
b 2 Pe. 3:16; Alma 41:1. b Jacob 7:26. 27 a Mos. 28:3.
291 ALMA 13:28–14:5
demoréis el día de vuestro arre­ perseguidores son muertos. Aproxi-
pentimiento; madamente 82–81 a.C.
28 sino que os humilléis ante
Y sucedió que después que Alma
el Señor, e invoquéis su santo
concluyó de hablar a los del pue­
nombre, y a veléis y oréis ince­
blo, muchos de ellos creyeron
santemente, para que no seáis
en sus palabras, y empezaron a
b 
tentados más de lo que podáis
arrepentirse y a escudriñar las
resistir, y así seáis guiados por a 
Escrituras.
el Santo Espíritu, volviéndoos
2 Pero la mayor parte de ellos
humildes, c mansos, sumisos, pa­
deseaban destruir a Alma y a
cientes, llenos de amor y de toda
Amulek, porque estaban irrita­
longanimidad;
dos con Alma a causa de la a cla­
29  a teniendo fe en el Señor; te­
ridad de sus palabras a Zeezrom;
niendo la esperanza de que re­
y también decían que Amulek les
cibiréis la vida eterna; siempre
había b mentido, y había vitupe­
teniendo el b amor de Dios en
rado su ley, y también a sus abo­
vuestros corazones para que en
gados y jueces.
el postrer día seáis enaltecidos y
3 Y también estaban enojados
entréis en su c reposo.
con Alma y Amulek; y porque
30 Y el Señor os conceda el arre­
habían testificado tan claramente
pentimiento para que no provo­
contra sus maldades, procuraban
quéis su ira sobre vosotros, para
deshacerse de ellos secretamente.
que no seáis atados con las ca­
4 Mas aconteció que no lo hi­
denas del a infierno, para que no
cieron, sino que los tomaron y
sufráis la segunda b muerte.
los ataron con fuertes cuerdas, y
31 Y Alma habló muchas otras
los llevaron ante el juez superior
palabras al pueblo, las cuales no
de la tierra.
están escritas en este libro.
5 Y se presentó el pueblo y tes­
tificó contra ellos, declarando
CAPÍTULO 14
que habían vituperado la ley, así
Alma y Amulek son encarcela- como a sus abogados y jueces de
dos y golpeados — Los creyentes la tierra, y a toda la gente que
y sus Santas Escrituras son echa- había en la tierra; y que también
dos al fuego — El Señor recibe a habían testificado que no había
estos mártires en gloria — Los mu- sino un Dios, y que iba a en­
ros de la cárcel se parten y caen — viar a su Hijo entre los hombres,
Alma y Amulek son liberados, y sus pero que este no los salvaría; y
28 a
GEE Oración; 29 a Alma 7:24. Infierno.
Velar. b DyC 20:31; 76:116. b GEE Muerte espiritual.
b 1 Cor. 10:13. GEE Caridad. 14 1 a 2 Rey. 22:8–13.
c GEE Mansedumbre, c DyC 84:24. GEE Escrituras.
manso; 30 a GEE Condenación, 2 a Alma 12:3–7.
Paciencia. condenar; b Alma 10:27.
ALMA 14:6–14 292
muchas otras cosas semejantes arrojaron también al fuego para
testificó la gente contra Alma y ser quemados y destruidos por
Amulek. Y esto se hizo ante el fuego.
juez superior de la tierra. 9 Y ocurrió que tomaron a Alma
6 Y aconteció que Zeezrom se y Amulek y los llevaron al lugar
hallaba asombrado de las pala­ del martirio para que presencia­
bras que se habían hablado; y ran la destrucción de los que eran
sabía también acerca de la ce­ consumidos por el fuego.
guedad de la mente que él ha­ 10  Y cuando Amulek vio los
bía causado entre el pueblo con dolores de las mujeres y los ni­
sus palabras mentirosas; y su ños que se consumían en la ho­
alma empezó a sentirse a ator­ guera, se condolió también, y dijo
mentada por la b conciencia de a Alma: ¿Cómo podemos presen­
su propia culpa; sí, empeza­ ciar esta horrible escena? Exten­
ron a rodearlo los dolores del damos, pues, nuestras manos y
infierno. ejerzamos el a poder de Dios que
7 Y sucedió que empezó a cla­ está en nosotros, y salvémoslos
mar al pueblo, diciendo: He aquí, de las llamas.
yo soy a culpable, y estos hombres 11 Mas le dijo Alma: El Espí­
son sin mancha ante Dios. Y em­ ritu me constriñe a no extender la
pezó a abogar por ellos desde mano; pues he aquí, el Señor los
ese momento, mas el pueblo lo recibe para sí mismo en a gloria; y
escarneció diciendo: ¿Estás tú él permite que el pueblo les haga
también poseído del diablo? Y esto, según la dureza de sus co­
escupieron sobre él y lo b echaron razones, para que los b juicios que
de entre ellos; y también a todos en su ira envíe sobre ellos sean
los que creían en las palabras justos; y la c sangre del d inocente
que Alma y Amulek les habían será un testimonio en su contra,
hablado; y los echaron fuera, y sí, y clamará fuertemente contra
enviaron hombres para que los ellos en el postrer día.
apedrearan. 12  Entonces Amulek dijo a
8 Y juntaron a sus esposas e hi­ Alma: He aquí, quizá nos que­
jos, y mandaron echar al fuego men a nosotros también.
a todo aquel que creía, o al que 13 Y Alma dijo: Hágase según la
se le había enseñado a creer en voluntad del Señor. Mas he aquí,
la palabra de Dios; y también nuestra obra no se ha cumplido;
trajeron sus anales, que conte­ por tanto, no nos quemarán.
nían las Santas Escrituras, y los 14 Y aconteció que cuando se
6 a Alma 15:5. 10 a Alma 8:30–31. DyC 103:3.
b GEE Conciencia. 11 a GEE Gloria. GEE Justicia.
7 a Alma 11:21–37. b Sal. 37:8–13; c GEE Mártir, martirio.
b Alma 15:1. Alma 60:13; d Mos. 17:10.
293 ALMA 14:15–23
hubieron consumido los cuerpos palabras de este pueblo? ¿Igno­
de los que habían sido echados al ráis que tengo poder para echaros
fuego, como también los anales en las llamas? Y les mandó que
que habían arrojado junto con hablaran; mas ellos no le contes­
ellos, el juez superior de la tierra taron nada.
vino y se puso delante de Alma 20 Y sucedió que se retiraron y
y Amulek, estando ellos atados, se fueron, mas volvieron al día
y los golpeó en las mejillas con siguiente; y el juez golpeó a Alma
la mano, y les dijo: Después de y a Amulek de nuevo en las me­
lo que habéis visto, ¿predicaréis jillas. Y muchos también avan­
otra vez a los de este pueblo que zaron y los golpearon, diciendo:
serán arrojados en un a lago de ¿Os pondréis otra vez a juzgar a
fuego y azufre? este pueblo y a condenar nuestra
15 He aquí, ya veis que no tu­ ley? Si tenéis tan grande poder,
visteis poder para salvar a los que ¿por qué no os a libertáis a voso­
habían sido arrojados al fuego; ni tros mismos?
tampoco los ha salvado Dios por­ 21 Y les dijeron muchas cosas
que eran de vuestra fe. Y el juez semejantes, crujiendo los dien­
los golpeó otra vez en las mejillas, tes, y escupiendo sobre ellos, y
y les preguntó: ¿Qué decís en fa­ diciendo: ¿Cómo nos veremos
vor de vosotros mismos? cuando seamos condenados?
16 Y este juez era de la orden y 22 Y muchas cosas semejantes,
la fe de a Nehor, aquel que mató sí, toda suerte de cosas pareci­
a Gedeón. das les dijeron; y así se burlaron
17 Y aconteció que ni Alma ni de ellos por muchos días. Y los
Amulek le contestaron; y los abo­ privaron de alimento para que
feteó otra vez, y los entregó a los padecieran hambre, y de agua
oficiales para que los echaran en para que tuvieran sed; y también
la cárcel. les quitaron la ropa para que es­
18 Y cuando habían estado tres tuvieran desnudos; y así estaban
días en la prisión, vinieron mu­ atados con fuertes cuerdas, y en­
chos a abogados, y jueces, y sacer­ cerrados en la cárcel.
dotes, y maestros, que eran de la 23 Y aconteció, después de ha­
fe de Nehor; y entraron en la cár­ ber padecido así por muchos días
cel para verlos, y les preguntaron (y fue el duodécimo día del dé­
en cuanto a muchas palabras; mas cimo mes, del décimo año del
no les contestaron nada. gobierno de los jueces sobre el
19 Y aconteció que el juez se pueblo de Nefi), que el juez su­
puso delante de ellos y les dijo: perior de la tierra de Ammo­
¿Por qué no respondéis a las níah, y muchos de sus maestros
14 a Alma 12:17. 18 a Alma 10:14; 11:20.
16 a Alma 1:7–15. 20 a Mateo 27:39–43.
ALMA 14:24–15:1 294
y abogados, fueron a la prisión 28 Y Alma y Amulek salieron de
donde Alma y Amulek se halla­ la prisión, y no sufrieron daño,
ban atados con cuerdas. porque el Señor les había conce­
24 Y llegó ante ellos el juez su­ dido poder según su fe que estaba
perior y los golpeó nuevamente, en Cristo. Y salieron luego de la
y les dijo: Si tenéis el poder de cárcel; y fueron a soltados de sus
Dios, libraos de estas ligaduras, ligaduras; y la prisión había caído
y entonces creeremos que el Se­ a tierra, y todos los que estaban
ñor destruirá a este pueblo según dentro de sus paredes murieron,
vuestras palabras. menos Alma y Amulek; y estos
25 Y sucedió que todos avanza­ se dirigieron luego a la ciudad.
ron y los golpearon, diciéndoles 29 Y los del pueblo, habiendo
las mismas palabras, aun hasta oído un gran estruendo, llega­
el último; y cuando este les hubo ron corriendo en multitudes para
hablado, el a poder de Dios des­ saber la causa; y cuando vieron
cendió sobre Alma y Amulek, y se salir a Alma y Amulek de la pri­
levantaron y se pusieron de pie. sión, y que los muros de esta ha­
26  Y Alma clamó, diciendo: bían caído, se apoderó de ellos un
¿Cuánto tiempo, oh Señor, sufri­ pavor inmenso, y huyeron de la
remos estas grandes a aflicciones? presencia de Alma y Amulek, así
¡Oh Señor!, fortalécenos según como una cabra con su cría huye
nuestra fe que está en Cristo hasta de dos leones; y así huyeron ellos
tener el poder para librarnos. Y de la presencia de Alma y Amulek.
rompieron las cuerdas con las que
estaban atados; y cuando los del CAPÍTULO 15
pueblo vieron esto, empezaron a
Alma y Amulek van a Sidom y es-
huir, porque el temor a la destruc­
tablecen una iglesia — Alma sana
ción cayó sobre ellos.
a Zeezrom, el cual se une a la Igle-
27 Y aconteció que su temor fue
sia — Muchos son bautizados, y la
tan grande que cayeron al suelo y
Iglesia prospera — Alma y Amulek
no llegaron a la puerta que con­
parten para Zarahemla. Aproxima-
ducía fuera de la a prisión; y la
damente 81 a.C.
tierra se estremeció fuertemente,
y los muros de la cárcel se partie­ Y sucedió que se mandó a Alma
ron en dos y cayeron al suelo; y y Amulek que salieran de aque­
al caer mataron al juez superior lla ciudad; y partieron y llega­
y a los abogados y sacerdotes y ron a la tierra de Sidom; y he
maestros que habían golpeado a aquí, en ese lugar hallaron a to­
Alma y a Amulek. dos los que habían salido de la
25 a Alma 8:31. DyC 121:7–8. 28 a Jacob 4:6;
26 a Stg. 5:10–11; 27 a Hech. 16:26; 3 Ne. 28:19–22.
Mos. 17:10–20; Éter 12:13.
295 ALMA 15:2–15
tierra de Ammoníah, los cuales
a 
6 Y aconteció que Alma le dijo,
habían sido b expulsados y ape­ tomándolo de la mano: a ¿Crees
dreados porque creyeron en las en el poder de Cristo para salvar?
palabras de Alma. 7 Y él respondió y dijo: Sí, creo
2 Y les relataron todo lo que ha­ todas las palabras que has ense­
bía sido de sus a esposas e hijos, ñado.
y también concerniente a ellos y 8 Y dijo Alma: Si crees en la re­
al b poder que los había librado. dención de Cristo, tú puedes ser
3 Y también Zeezrom yacía en­ a 
sanado.
fermo en Sidom, con una fiebre 9 Y él dijo: Sí, yo creo según tus
ardiente causada por las grandes palabras.
tribulaciones mentales que sus 10 Entonces Alma clamó al Se­
a 
iniquidades le habían ocasionado; ñor, diciendo: ¡Oh Señor Dios
porque creía que Alma y Amulek nuestro, ten misericordia de este
ya no existían, y que habían sido hombre y a sánalo según su fe que
muertos a causa de la iniquidad está en Cristo!
de él. Y este gran pecado, con sus 11 Y cuando Alma hubo dicho
muchos otros pecados, tanto le estas palabras, Zeezrom de un
atormentaban su mente, que se a 
salto se puso de pie y empezó a
agravó y no hallaba liberación; andar; y esto causó un gran asom­
por tanto, empezó a consumirlo bro entre todo el pueblo, y la no­
una fiebre abrasadora. ticia de ello se extendió por toda
4 Mas cuando oyó que Alma y la tierra de Sidom.
Amulek se hallaban en la tierra 12 Y Alma bautizó a Zeezrom en
de Sidom, su corazón empezó a el Señor; y desde entonces empezó
animarse, e inmediatamente les Zeezrom a predicar al pueblo.
envió un mensaje, rogando que 13 Y Alma estableció una iglesia
fuesen a verlo. en la tierra de Sidom, y consa­
5 Y sucedió que ellos fueron gró sacerdotes y maestros en la
inmediatamente, en atención al tierra para que bautizaran en el
mensaje que les había enviado; y Señor a todos los que desearan
entraron en la casa de Zeezrom; bautizarse.
y lo hallaron en cama, enfermo y 14 Y aconteció que hubo mu­
muy grave de una fiebre ardiente; chos; porque llegaron en grupos
y también su mente estaba su­ de toda la comarca alrededor de
mamente afligida por causa de Sidom, y fueron bautizados.
sus iniquidades; y al verlos les 15 Mas en cuanto a los habitan­
extendió la mano, y les suplicó tes que se hallaban en la tierra de
que lo sanaran. Ammoníah, continuaron siendo
15 1 a Alma 16:2–3, 9, 11. b Alma 14:28. 8 a GEE Sanar, sanidades.
b Alma 14:7. 3 a Alma 14:6–7. 10 a Marcos 2:1–12.
2 a Alma 14:8–14. 6 a Marcos 9:23. 11 a Hech. 3:1–11.
ALMA 15:16–16:3 296
una gente de corazón empeder­ CAPÍTULO 16
nido y dura cerviz; y no se arre­
Los lamanitas destruyen a la gente
pintieron de sus pecados, pues
de Ammoníah — Zoram dirige a los
atribuían al diablo todo el poder
nefitas al triunfo sobre los lamani-
de Alma y Amulek; porque eran
tas — Alma, Amulek y muchos otros
de la fe de a Nehor, y no creían en
predican la palabra — Enseñan que,
el arrepentimiento de sus pecados.
después de Su resurrección, Cristo se
16 Y sucedió que Alma y Amu­
aparecerá a los nefitas. Aproximada-
lek —y Amulek había a abando­
mente 81–77 a.C.
nado todo su oro, su plata y sus
objetos preciosos que se hallaban Y sucedió que en el año undé­
en la tierra de Ammoníah, por cimo del gobierno de los jueces
la palabra de Dios; y había sido sobre el pueblo de Nefi, el día
b 
rechazado por los que antes eran cinco del segundo mes —ha­
sus amigos, y también por su pa­ biendo existido mucha paz en
dre y sus parientes. la tierra de Zarahemla, pues no
17 Por tanto, después que Alma había habido guerras ni conten­
hubo establecido la iglesia en Si­ ciones por determinado número
dom, viendo un gran a cambio, sí, de años, aun hasta el quinto día
viendo que el pueblo había refre­ del segundo mes del año undé­
nado el orgullo de sus corazones cimo— resonó por todo el país
y que había empezado a b humi­ el grito de guerra.
llarse ante Dios, y a reunirse en 2 Porque he aquí, los ejércitos
sus santuarios para c adorar a Dios de los lamanitas habían pasado
ante el altar, d velando y orando las fronteras del país, por el lado
sin cesar que fuesen librados de del desierto, sí, hasta la ciudad
Satanás, y de la e muerte y de la de a Ammoníah, y empezaron a
destrucción— matar a la gente y a destruir la
18 pues como dije, habiendo ciudad.
visto Alma todas estas cosas, 3 Y aconteció que antes que los
tomó consigo a Amulek y se di­ nefitas pudieran levantar un ejér­
rigió a la tierra de Zarahemla, cito suficiente para rechazarlos
y lo llevó a su propia casa, y lo del país, ya habían a destruido a la
atendió en sus tribulaciones y lo gente que se hallaba en la ciudad
fortaleció en el Señor. de Ammoníah, como también a
19 Y así terminó el año décimo algunos en las fronteras de la tie­
del gobierno de los jueces sobre rra de Noé, y a otros los llevaron
el pueblo de Nefi. cautivos al desierto.
15 a Alma 1:2–15. 17 a Alma 16:21. d GEE Oración;
16 a Lucas 14:33; b GEE Humildad, Velar.
Alma 10:4. humilde, humillar e GEE Muerte espiritual.
b GEE Persecución, (afligir). 16 2 a Alma 15:1, 15–16.
perseguir. c GEE Adorar. 3 a Alma 9:18.
297 ALMA 16:4–13
4 Y sucedió que los nefitas de­ habían llevado, y no se había per­
seaban rescatar a los que habían dido ni uno solo de los cautivos.
sido llevados cautivos al desierto. Y sus hermanos los llevaron para
5 Por tanto, aquel que había sido que poseyeran sus propias tierras.
nombrado capitán en jefe de los 9 Y así terminó el año undécimo
ejércitos de los nefitas (y se lla­ de los jueces, y los lamanitas ha­
maba Zoram, y tenía dos hijos, bían sido echados del país, y el
Lehi y Aha), sabiendo él y sus dos pueblo de Ammoníah había sido
hijos que Alma era el sumo sacer­ a 
destruido; sí, toda alma viviente
dote de la iglesia, y habiendo oído de los ammoniahitas había sido
que tenía el espíritu de profecía, b 
destruida, y también su gran
se dirigieron a él y desearon saber ciudad, la cual decían que Dios
de él a dónde quería el Señor que no podía destruir a causa de su
fueran en el desierto en busca de grandeza.
sus hermanos que los lamanitas 10 Mas he aquí que en un a solo
se habían llevado cautivos. día quedó desolada; y los perros
6 Y ocurrió que Alma a preguntó y las bestias feroces del desierto
al Señor concerniente al asunto. Y destrozaron los cadáveres.
Alma volvió y les dijo: He aquí, 11 Sin embargo, después de mu­
los lamanitas cruzarán el río Si­ chos días se amontonaron sus ca­
dón en la tierra desierta del sur, dáveres sobre la faz de la tierra, y
bien lejos, más allá de las fron­ los cubrieron superficialmente. Y
teras de la tierra de Manti. Y he tan grande era la hediondez, que
aquí, allí los encontraréis, al este por muchos años la gente no fue
del río Sidón, y allí el Señor os a tomar posesión de la tierra de
entregará a vuestros hermanos Ammoníah. Y la llamaron la De­
que los lamanitas han llevado solación de los Nehores; porque
cautivos. eran de la fe de a Nehor los que
7 Y sucedió que Zoram y sus hi­ perecieron; y sus tierras queda­
jos cruzaron el río Sidón con sus ron desoladas.
ejércitos y marcharon más allá de 12 Y los lamanitas no volvieron
las fronteras de Manti, en la tierra a la guerra contra los nefitas hasta
desierta del sur que quedaba al el año decimocuarto del gobierno
este del río Sidón. de los jueces sobre el pueblo de
8 Y embistieron a los ejércitos Nefi. Y así, durante tres años, el
de los lamanitas, y los lamani­ pueblo de Nefi gozó de continua
tas fueron esparcidos y echados paz en toda la tierra.
al desierto; y rescataron a sus 13 Y Alma y Amulek salieron
hermanos que los lamanitas se a predicar el arrepentimiento al
6 a Alma 43:23–24. Morm. 6:15–22. 10 a Alma 9:4.
9 a Alma 8:16; 9:18–24; b Alma 25:1–2. 11 a Alma 1:15; 24:28–30.
ALMA 16:14–21 298
pueblo en sus templos, y en sus
a 
envidias, y contiendas, y malicia
c 

santuarios, y también en sus b si­ y vituperios; y el hurto, el robo,


nagogas, las cuales se habían el pillaje, el asesinato, la comi­
construido a la manera de los ju­ sión de adulterio, y todo género
díos. de lujuria, proclamando que tales
14 Y comunicaban la palabra de cosas no debían existir;
Dios sin cesar a cuantos querían 19  declarando las cosas que
oírlos, y no hacían a acepción de pronto habían de acontecer; sí,
personas. proclamando la a venida del Hijo
15 Y así salieron Alma, Amulek de Dios, sus padecimientos y
y también muchos otros que ha­ muerte, y también la resurrec­
bían sido elegidos para la obra, ción de los muertos.
a predicar la palabra en todo el 20 Y muchos del pueblo pre­
país. Y se generalizó el estable­ guntaron acerca del lugar donde
cimiento de la iglesia por toda el Hijo de Dios había de venir; y
la comarca, en toda la región cir­ se les enseñó que se a aparecería
cunvecina, entre todo el pueblo a ellos b después de su resurrec­
de los nefitas. ción; y el pueblo oyó esto con
16 Y a no había desigualdad entre gran gozo y alegría.
ellos; y el Señor derramó su Espí­ 21  Y después que la iglesia
ritu sobre toda la faz de la tierra quedó establecida por toda la
a fin de preparar la mente de los tierra —habiéndose logrado la
hijos de los hombres, o sea, pre­ a 
victoria sobre el diablo, y predi­
parar sus b corazones para recibir cándose la palabra de Dios en su
la palabra que se enseñaría entre pureza en toda la tierra y derra­
ellos en el día de su venida, mando el Señor sus bendiciones
17 a fin de que no se endurecie­ sobre la gente— así terminó el
ran contra la palabra, para que no año decimocuarto del gobierno
fuesen incrédulos y procediesen a de los jueces sobre el pueblo de
la destrucción; sino que recibieran Nefi.
la palabra con gozo, y que, como
a 
rama, fuesen injertados en la ver­
dadera b vid para que entraran en Una relación de los hijos de Mo­
el c reposo del Señor su Dios. síah, que renunciaron a sus de­
18 Y los a sacerdotes que salieron rechos al reino por la palabra de
entre la gente predicaron con­ Dios y subieron a la tierra de Nefi
tra toda mentira, y b engaños, y para predicar a los lamanitas; sus
13 a
2 Ne. 5:16. 17 a Jacob 5:24. Profecías acerca de la
b Alma 21:4–6, 20. b GEE Viña del Señor. vida y la muerte de
14 a
Alma 1:30. c Alma 12:37; 13:10–13. Jesucristo.
16 a
Mos. 18:19–29; 18 a Alma 15:13. 20 a 2 Ne. 26:9;
4 Ne. 1:3. b GEE Engañar, engaño. 3 Ne. 11:7–14.
b GEE Corazón c GEE Envidia. b 1 Ne. 12:4–6.
quebrantado. 19 a GEE Jesucristo — 21 a Alma 15:17.
299 ALMA 17:1–8
padecimientos y liberación, según 3 Mas esto no es todo; se habían
los anales de Alma. dedicado a mucha a oración y ayuno;
Comprende los capítulos del 17 al 27. por tanto, tenían el espíritu de pro­
fecía y el espíritu de revelación, y
CAPÍTULO 17 cuando b enseñaban, lo hacían con
poder y autoridad de Dios.
Los hijos de Mosíah tienen el espíritu
4 Y habían estado enseñando la
de profecía y de revelación — Cada
palabra de Dios entre los lamani­
cual va por su propio camino para
tas por el espacio de catorce años,
declarar la palabra a los lamanitas —
y habían logrado mucho a éxito en
Ammón va a la tierra de Ismael y se b 
traer a muchos al conocimiento
hace siervo del rey Lamoni — Ammón
de la verdad; sí, por el poder de
salva los rebaños del rey y mata a los
sus palabras muchos fueron traí­
enemigos de este junto a las aguas de
dos ante el altar de Dios para in­
Sebús. Versículos 1–3, aproximada-
vocar su nombre y c confesar sus
mente 77 a.C.; versículo 4, aproxima-
pecados ante él.
damente 91–77 a.C.; y versículos 5–39,
5 Y estas son las circunstancias
aproximadamente 91 a.C.
que los acompañaron en sus viajes,
Y aconteció que mientras Alma pues pasaron muchas aflicciones;
iba viajando hacia el sur, de la padecieron mucho, tanto corpo­
tierra de Gedeón a la tierra de ral como mentalmente, tal como
Manti, he aquí, para asombro hambre, sed, fatiga y también se
suyo, a encontró a los b hijos de a 
esforzaron mucho en el espíritu.
Mosíah que viajaban hacia la tie­ 6 Ahora bien, estos fueron sus
rra de Zarahemla. viajes: Se a despidieron de su pa­
2 Estos hijos de Mosíah estaban dre Mosíah en el primer año de
con Alma en la ocasión en que el los jueces, después de haber b re­
ángel se le apareció por a primera husado el reino que su padre de­
vez; por tanto, Alma se alegró mu­ seaba conferirles, y que también
chísimo de ver a sus hermanos; y era la voluntad del pueblo;
lo que aumentó más su gozo fue 7 no obstante, partieron de la tie­
que aún eran sus hermanos en el rra de Zarahemla, y llevaron sus
Señor; sí, y se habían fortalecido en espadas, y sus lanzas, sus arcos,
el conocimiento de la verdad; por­ sus flechas y sus hondas; e hicieron
que eran hombres de sano enten­ esto para proveerse de alimento
dimiento, y habían b escudriñado mientras estuvieran en el desierto.
diligentemente las Escrituras para 8  Y así partieron para el de­
conocer la palabra de Dios. sierto, con su grupo que habían
17 1 a Alma 27:16. Oración. c GEE Confesar,
b Mos. 27:34. b GEE Enseñar — Enseñar confesión.
2 a Mos. 27:11–17. con el Espíritu. 5 a Alma 8:10.
b GEE Escrituras. 4 a Alma 29:14. 6 a Mos. 28:1, 5–9.
3 a GEE Ayunar, ayuno; b GEE Obra misional. b Mos. 29:3.
ALMA 17:9–17 300
escogido, para subir a la tierra de tierra de los lamanitas, se sepa­
a 

Nefi a predicar la palabra de Dios raron unos de otros, confiando


a los lamanitas. en el Señor en que se volverían a
9 Y sucedió que viajaron mu­ reunir al fin de su b cosecha; por­
chos días por el desierto, y ayu­ que creían que la obra que habían
naron y a oraron mucho para que emprendido era grande.
el Señor concediera que una por­ 14 Y ciertamente era grande,
ción de su Espíritu los acompa­ porque habían emprendido la
ñase y estuviese con ellos, a fin predicación de la palabra de Dios
de que fuesen un b instrumento a un pueblo a salvaje, empeder­
en las manos de Dios para llevar nido y feroz; un pueblo que se de­
a sus hermanos, los lamanitas, si leitaba en asesinar a los nefitas, y
posible fuese, al conocimiento de en robarles y despojarlos; y tenían
la verdad, al conocimiento de la el corazón puesto en las rique­
depravación de las c tradiciones zas, o sea, en el oro, y la plata y
de sus padres, las cuales no eran las piedras preciosas; sí, además,
correctas. procuraban posesionarse de estas
10 Y sucedió que el Señor los a vi­ cosas asesinando y despojando,
sitó con su b Espíritu, y les dijo: Sed para no tener que trabajar por
c 
consolados; y fueron consolados. ellas con sus propias manos.
11 Y les dijo también el Señor: 15 De modo que eran un pueblo
Id entre los lamanitas, vuestros muy indolente; muchos de ellos
hermanos, y estableced mi pala­ adoraban ídolos, y la a maldición
bra; empero seréis a pacientes en de Dios había caído sobre ellos a
las congojas y aflicciones, para causa de las b tradiciones de sus
que les deis buenos ejemplos en padres; sin embargo, las prome­
mí; y os haré instrumentos en mis sas del Señor se extendían a ellos
manos, para la salvación de mu­ mediante las condiciones del arre­
chas almas. pentimiento.
12 Y aconteció que se anima­ 16 Por esta a causa, pues, fue
ron los corazones de los hijos que los hijos de Mosíah habían
de Mosíah, así como los que emprendido la obra, para que
estaban con ellos, para ir a los quizá los condujeran al arrepen­
lamanitas a declararles la pala­ timiento; para que tal vez los tra­
bra de Dios. jeran al conocimiento del plan de
13 Y sucedió que cuando hubie­ redención.
ron llegado a las fronteras de la 17 De manera que se separaron
9 a Alma 25:17. b GEE Espíritu Santo. 14 a Mos. 10:12.
GEE Oración. c Alma 26:27. 15 a Alma 3:6–19;
b Mos. 23:10; 11 a Alma 20:29. 3 Ne. 2:15–16.
Alma 26:3. GEE Paciencia. b Alma 9:16–24; 18:5.
c Alma 3:10–12. 13 a Alma 21:1. 16 a Mos. 28:1–3.
10 a DyC 5:16. b Mateo 9:37.
301 ALMA 17:18–29
unos de otros, y fueron entre Ammón, e hizo que le soltaran las
ellos, cada uno a solas, según la ligaduras; y quería que él tomara
palabra y poder de Dios que le por esposa a una de sus hijas.
era concedido. 25 Mas le dijo Ammón: No, sino
18 Ahora bien, siendo Ammón el seré tu siervo. Por tanto, Ammón
principal entre ellos, o más bien él se hizo siervo del rey Lamoni. Y
les ministraba, se separó de ellos sucedió que lo pusieron con otros
después de haberlos a bendecido siervos para que cuidara los reba­
según sus varias circunstancias, ños de Lamoni, según la costum­
habiéndoles comunicado la pala­ bre de los lamanitas.
bra de Dios, o ministrado a ellos 26 Y después de haber estado
antes de su partida; y así iniciaron tres días al servicio del rey, mien­
sus respectivos viajes por el país. tras iba con los siervos lamanitas,
19 Y Ammón fue a la tierra de llevando sus rebaños al abreva­
Ismael, que así se llamaba por los dero que se llamaba las aguas de
hijos de a Ismael, los cuales tam­ Sebús, y todos los lamanitas lle­
bién se hicieron lamanitas. vaban allí sus rebaños para que
20 Y al entrar Ammón en la tie­ bebieran,
rra de Ismael, los lamanitas lo 27 de modo que mientras Am­
tomaron y lo ataron como acos­ món y los siervos del rey lleva­
tumbraban atar a todos los nefitas ban sus rebaños al abrevadero,
que caían en sus manos y llevar­ he aquí, un cierto número de
los ante el rey; y así se dejaba al lamanitas, que ya habían estado
gusto del rey matarlos, o retener­ allí para abrevar sus rebaños, se
los en el cautiverio, o echarlos en levantaron y dispersaron los re­
la cárcel, o desterrarlos, según su baños de Ammón y los siervos
voluntad y placer. del rey, y los esparcieron de tal
21 Y así Ammón fue llevado ante modo que huyeron por todas
el rey que gobernaba en la tierra partes.
de Ismael; y se llamaba Lamoni, y 28  Entonces los siervos del
era descendiente de Ismael. rey empezaron a murmurar, di­
22 Y el rey preguntó a Ammón ciendo: Ahora el rey nos matará
si era su deseo vivir en esa tierra como lo ha hecho con nuestros
entre los lamanitas, o sea, entre hermanos, porque sus rebaños
el pueblo del rey. fueron dispersados por la maldad
23 Y le dijo Ammón: Sí; deseo de estos hombres. Y empezaron
morar entre este pueblo por al­ a llorar amargamente, diciendo:
gún tiempo; sí, y quizá hasta el ¡He aquí, nuestros rebaños ya es­
día que muera. tán esparcidos!
24 Y sucedió que el rey Lamoni 29 Y lloraban por temor a per­
quedó muy complacido con der la vida. Ahora bien, cuando
18 a GEE Bendecido, bendecir, bendición. 19 a 1 Ne. 7:4–6.
ALMA 17:30–39 302
Ammón vio esto, se le llenó de de sus hombres podía matarlo a su
gozo el corazón, porque dijo: Ma­ gusto, pues no sabían que el Señor
nifestaré mi poder, o sea, el poder había prometido a Mosíah que a li­
que está en mí, a estos mis con­ braría a sus hijos de las manos de
siervos, recogiendo estos rebaños ellos; ni sabían nada en cuanto al
para el rey, a fin de ganar el cora­ Señor; por tanto, se deleitaban en
zón de mis consiervos, para enca­ la destrucción de sus hermanos,
minarlos a creer en mis palabras. y por esta razón avanzaron para
30 Y tales eran los pensamientos esparcir los rebaños del rey.
de Ammón, al ver las aflicciones 36 Pero a Ammón se adelantó y
de aquellos a quienes él llamaba empezó a arrojarles piedras con
sus hermanos. su honda; sí, con gran fuerza
31 Y ocurrió que los alentó con lanzó piedras contra ellos; y así
sus palabras, diciendo: Herma­ mató a b cierto número de ellos,
nos míos, sed de buen ánimo, y de modo que empezaron a asom­
vayamos a buscar los rebaños, y brarse de su poder; no obstante,
los recogeremos y los traeremos estaban enojados por causa de
otra vez al abrevadero; y así pre­ sus hermanos muertos, y estaban
servaremos los rebaños del rey, y resueltos a hacerlo caer; viendo,
no nos matará. pues, que c no podían pegarle con
32  Y sucedió que salieron a sus piedras, avanzaron con mazas
buscar los rebaños, y siguieron a para matarlo.
Ammón; y corrieron con mucha 37 Mas he aquí, que con su es­
ligereza y atajaron los rebaños pada Ammón le cortaba el brazo
del rey y los juntaron en el abre­ a todo el que levantaba la maza
vadero otra vez. para herirlo; porque resistió sus
33 Y aquellos hombres se dis­ golpes, hiriéndoles los brazos con
pusieron otra vez para esparcir el filo de su espada, al grado que
sus rebaños; pero Ammón dijo a empezaron a asombrarse y a huir
sus hermanos: Cercad los reba­ delante de él; sí, y eran no pocos
ños para que no huyan; yo voy en número; y los hizo huir por la
a contender con estos hombres fuerza de su brazo.
que dispersan nuestros rebaños. 38 Y habían caído seis de ellos
34 Hicieron, por tanto, lo que por la honda, mas solo a su cabeci­
Ammón les mandó, y él avanzó lla mató con la espada; y Ammón
y se dispuso a contender con los cortó cuantos brazos se levantaron
que estaban cerca de las aguas de contra él, y no fueron pocos.
Sebús; y eran no pocos en número. 39  Y cuando los hubo hecho
35 Por tanto, no temían a Am­ huir bastante lejos, regresó; y
món, porque suponían que uno dieron agua a sus rebaños, y los
35 a Mos. 28:7; 36 a Éter 12:15. c Alma 18:3.
Alma 19:22–23. b Alma 18:16.
303 ALMA 18:1–7
llevaron otra vez a los pastos del esto sí sabemos, que los enemi­
rey; y entonces se presentaron de­ gos del rey a no lo pueden matar;
lante del rey llevando los brazos ni pueden esparcir los rebaños
que Ammón había cortado con su del rey cuando él se halla con no­
espada, que eran los de aquellos sotros, por causa de su destreza y
que intentaron matarlo; y los lle­ gran fuerza; por tanto, sabemos
varon al rey como testimonio de que es amigo del rey. Y ahora bien,
las cosas que habían hecho. ¡oh rey!, no creemos que un hom­
bre tenga tanto poder, pues sa­
CAPÍTULO 18 bemos que no se le puede matar.
4 Y cuando el rey oyó estas pa­
El rey Lamoni supone que Ammón
labras, les dijo: Ahora sé que es el
es el Gran Espíritu — Ammón en-
Gran Espíritu; y ha descendido en
seña al rey acerca de la Creación,
esta ocasión para preservar vuestras
los tratos de Dios con los hombres y
vidas, a fin de que a no os matara
la redención que viene por medio de
como lo hice con vuestros herma­
Cristo — Lamoni cree y cae a tierra
nos. Este es el Gran Espíritu de
como si estuviera muerto. Aproxi-
quien han hablado nuestros padres.
madamente 90 a.C.
5 Y esta era la tradición de La­
Y aconteció que el rey Lamoni moni, la cual había recibido de su
hizo que sus siervos se presen­ padre, que había un a Gran Espí­
taran y testificaran de todas las ritu. Pero a pesar de que creían
cosas que habían visto concer­ que había un Gran Espíritu, su­
nientes al asunto. ponían que todo lo que hacían
2 Y cuando todos hubieron dado era justo; no obstante, Lamoni
testimonio de lo que habían pre­ empezó a temer en sumo grado
senciado, y el rey se enteró de la por miedo de haber hecho mal
fidelidad de Ammón al defen­ con matar a sus siervos;
der sus rebaños, y también de 6 pues había quitado la vida a
su gran poder en luchar contra muchos de ellos porque sus her­
aquellos que trataron de matarlo, manos les habían dispersado sus
se asombró en extremo y dijo: Se­ rebaños en el abrevadero; y por­
guramente es algo más que un que les habían esparcido sus re­
hombre. He aquí, ¿no será este baños fueron muertos.
el Gran Espíritu, que envía tan 7 Y era la costumbre de estos
grandes castigos sobre este pue­ lamanitas colocarse cerca de las
blo por motivo de sus asesinatos? aguas de Sebús para esparcir los
3 Y respondieron ellos al rey, y rebaños del pueblo, y así lle­
dijeron esto: Si es el Gran Espíritu varse a su propia tierra muchos
o un hombre, no sabemos; mas de los que eran esparcidos, pues
18 3 a Alma 17:34–38. 5 a Alma 19:25–27.
4 a Alma 17:28–31. GEE Trinidad.
ALMA 18:8–20 304
entre ellos era una manera de rey, pues consideraban que sus
robar. reyes eran poderosos; y por eso
8 Y sucedió que el rey Lamoni le dijo: Rabbánah, el rey desea
preguntó a sus siervos, diciendo: que te quedes.
¿En dónde está este hombre que 14 De modo que Ammón se vol­
tiene tan grande poder? vió hacia el rey y le dijo: ¿Qué quie­
9  Y le dijeron: He aquí, está res que haga por ti, oh rey? Mas el
dando de comer a tus caballos. rey no le contestó por el espacio de
Ahora bien, antes que salieran una hora, según el tiempo de ellos,
a abrevar sus rebaños, el rey ha­ porque no sabía qué decirle.
bía mandado a sus siervos que 15 Y sucedió que Ammón le dijo
prepararan sus caballos y carros otra vez: ¿Qué deseas de mí? Mas
y lo llevaran a la tierra de Nefi; el rey no le contestó.
porque el padre de Lamoni, que 16 Y aconteció que Ammón, es­
era el rey de toda esa tierra, ha­ tando lleno del Espíritu de Dios,
bía mandado preparar una gran percibió los a pensamientos del
fiesta en la tierra de Nefi. rey. Y le dijo: ¿Es porque has oído
10 Y cuando oyó el rey Lamoni que defendí a tus siervos y tus
que Ammón estaba preparando rebaños, y maté a siete de sus
sus caballos y sus carros, se asom­ hermanos con la honda y con la
bró más a causa de la fidelidad de espada, y les corté los brazos a
Ammón, y dijo: Ciertamente no otros, a fin de defender tus re­
ha habido entre todos mis sier­ baños y tus siervos? ¿He aquí,
vos ninguno que haya sido tan es esto lo que causa tu asombro?
fiel como este hombre; pues se 17 Yo te digo: ¿A qué se debe
acuerda de todas mis órdenes que te maravilles tanto? He aquí,
para ejecutarlas. soy un hombre, y soy tu siervo;
11 Ahora de seguro sé que es el por tanto, cualquier cosa que de­
Gran Espíritu, y quisiera que vi­ sees, que sea justa, yo la haré.
niese a verme, pero no me atrevo. 18 Y cuando el rey hubo oído
12 Y aconteció que cuando hubo estas palabras, se maravilló de
alistado los caballos y los carros nuevo, porque vio que Ammón
para el rey y sus siervos, Ammón podía a discernir sus pensamien­
entró en donde estaba el rey, y ob­ tos; mas no obstante, el rey La­
servó que el semblante del rey ha­ moni abrió su boca, y le dijo:
bía cambiado; por tanto, estaba a ¿Quién eres? ¿Eres tú ese Gran
punto de retirarse de su presencia. Espíritu que b sabe todas las cosas?
13 Y le dijo uno de los siervos 19 Le respondió Ammón, y dijo:
del rey: Rabbánah, que interpre­ No lo soy.
tado significa poderoso o gran 20 Y dijo el rey: ¿Cómo sabes
16 a Alma 12:3. don de.
18 a GEE Discernimiento, b GEE Trinidad.
305 ALMA 18:21–36
los pensamientos de mi corazón? todas las cosas que hay sobre la
Puedes hablar sin temor y de­ tierra; mas no sé de los cielos.
cirme concerniente a estas cosas; 30 Y le dijo Ammón: El cielo es
y dime, también, con qué poder un lugar donde moran Dios y to­
mataste y cortaste los brazos a dos sus santos ángeles.
mis hermanos que esparcieron 31 Y el rey Lamoni dijo: ¿Está
mis rebaños. por encima de la tierra?
21 Ahora bien, si me explicas 32 Y dijo Ammón: Sí, y su mi­
concerniente a estas cosas, te daré rada está sobre todos los hijos
cuanto deseares; y si necesario de los hombres; y conoce todos
fuere, te protegeré con mis ejér­ los a pensamientos e intenciones
citos; pero sé que eres más pode­ del corazón; porque por su mano
roso que todos ellos; no obstante, todos fueron creados desde el
te concederé cuanto de mí desees. principio.
22  Entonces Ammón, siendo 33 Y dijo el rey Lamoni: Creo to­
prudente pero sin malicia, dijo das estas cosas que has hablado.
a Lamoni: ¿Escucharás mis pa­ ¿Eres enviado por Dios?
labras, si te digo mediante qué 34  Y Ammón le dijo: Soy un
poder hago estas cosas? Esto es hombre; y en el principio el a hom­
lo que de ti deseo. bre fue creado a imagen de Dios;
23 Y le respondió el rey, y dijo: y su Santo Espíritu me ha llamado
Sí, creeré todas tus palabras. Y así para b enseñar estas cosas a los de
ingeniosamente lo a comprometió. este pueblo, a fin de que lleguen
24 Y Ammón empezó a hablarle al conocimiento de lo que es justo
a 
osadamente, y le dijo: ¿Crees que y verdadero;
hay un Dios? 35 y mora en mí parte de ese
25 Y él respondió, y le dijo: Ig­ a 
Espíritu, el cual me da b conoci­
noro lo que eso significa. miento, y también poder, de con­
26  Y entonces dijo Ammón: formidad con mi fe y mis deseos
¿Crees tú que existe un Gran Es­ que están en Dios.
píritu? 36 Y cuando Ammón hubo di­
27 Y él contestó: Sí. cho estas palabras, empezó por
28 Y dijo Ammón: Este es Dios. la creación del mundo, y tam­
Y dijo de nuevo Ammón: ¿Crees bién la creación de Adán; y le
que este Gran Espíritu, que es declaró todas las cosas concer­
Dios, creó todas las cosas que hay nientes a la caída del hombre, y
en el cielo y en la tierra? le a repitió y explicó los anales y
29 Y él dijo: Sí, creo que ha creado las Santas b Escrituras del pueblo,
23 a Y así ingeniosamente DyC 6:16. inspirar.
Ammón lo 34 a Mos. 7:27; Éter 3:13–16. b GEE Conocimiento.
comprometió. b GEE Enseñar — 36 a Mos. 1:4;
24 a Alma 38:12. Enseñar con el Espíritu. Alma 22:12; 37:9.
32 a Amós 4:13; 3 Ne. 28:6; 35 a GEE Inspiración, b GEE Escrituras.
ALMA 18:37–19:5 306
las cuales los profetas habían de­
c 
estuviera muerto por el espacio
clarado, aun hasta la época en que de dos días y dos noches; y su
su padre Lehi salió de Jerusalén. esposa y sus hijos e hijas llora­
37 Y también les relató (porque ron por él según la costumbre
se dirigía al rey y a sus siervos) de los lamanitas, lamentando en
todos los viajes de sus padres por extremo su pérdida.
el desierto, y todos sus padeci­
mientos de hambre y sed, y sus CAPÍTULO 19
afanes, etcétera.
Lamoni recibe la luz de la vida sem-
38 Y les refirió también concer­
piterna y ve al Redentor — Los de
niente a las rebeliones de Lamán
su casa caen a tierra dominados por
y Lemuel y los hijos de Ismael, sí,
el Espíritu y muchos de ellos ven án-
les relató todas sus rebeliones; y les
geles — Ammón es preservado mi-
explicó todos los anales y las Escri­
lagrosamente — Bautiza a muchos
turas, desde la época en que Lehi
y establece una iglesia entre ellos.
salió de Jerusalén hasta entonces.
Aproximadamente 90 a.C.
39 Mas eso no es todo; porque
les explicó el a plan de redención Y sucedió que después de dos
que fue preparado desde la fun­ días y dos noches, estaban ya para
dación del mundo; y también les llevar su cuerpo y ponerlo en un
hizo saber concerniente a la ve­ sepulcro que habían hecho con el
nida de Cristo, y les dio a conocer fin de sepultar a sus muertos.
todas las obras del Señor. 2 Y la reina, habiendo oído de la
40 Y sucedió que después que fama de Ammón, le mandó decir
hubo dicho todas estas cosas, y que deseaba que él fuera a verla.
las explicó al rey, este creyó todas 3 Y ocurrió que Ammón hizo lo
sus palabras; que se le mandó, y entró a ver a
41 y empezó a clamar al Señor, la reina y le preguntó qué deseaba
diciendo: ¡Oh Señor, ten miseri­ que él hiciera.
cordia! ¡Según tu abundante a mi­ 4 Y le dijo ella: Los siervos de
sericordia que has tenido para mi marido me han hecho saber
con el pueblo de Nefi, tenla para que eres un a profeta de un Dios
mí y mi pueblo! Santo, y que tienes el poder de
42 Y cuando hubo dicho esto, hacer muchas obras grandes en
cayó a tierra como si estuviera su nombre.
muerto. 5  Por tanto, si tal es el caso,
43  Y aconteció que sus sier­ quisiera que fueses a ver a mi
vos lo levantaron y lo llevaron marido, porque ha estado ten­
a su esposa, y lo tendieron sobre dido en su cama por el espacio
una cama; y permaneció como si de dos días y dos noches; y dicen
36 c Hech. 3:18–21. 41 a GEE Misericordia, 19 4 a GEE Profeta.
39 a GEE Plan de redención. misericordioso.
307 ALMA 19:6–14
algunos que no está muerto, pero 10 Y le dijo Ammón: Bendita
otros afirman que está muerto, y eres por tu fe excepcional; y te
que hiede, y que debería ser se­ digo, mujer, que nunca ha habido
pultado; mas según mi parecer tan grande a fe entre todo el pue­
no hiede. blo nefita.
6 Y esto era lo que Ammón de­ 11 Y sucedió que ella veló cerca
seaba, pues sabía que el rey La­ de la cama de su marido, desde
moni se hallaba bajo el poder de ese momento hasta la hora del
Dios; sabía que el obscuro a velo día siguiente que Ammón había
de incredulidad se estaba disi­ señalado para que él se levantara.
pando de su mente, y la b luz que 12 Y sucedió que se levantó, se­
iluminaba su mente, que era la gún las palabras de Ammón; y
luz de la gloria de Dios, que era al levantarse, extendió la mano
una maravillosa luz de su bon­ hacia la mujer, y le dijo: ¡Bendito
dad, sí, esta luz había infundido sea el nombre de Dios, y bendita
tal gozo en su alma, que la nube eres tú!
de obscuridad se había desvane­ 13 Porque ciertamente como tú
cido, y la luz de la vida sempi­ vives, he aquí, he visto a mi Re­
terna se había encendido dentro dentor; y vendrá, y a nacerá de
de su alma; sí, sabía que esto ha­ una b mujer, y redimirá a todo ser
bía dominado el cuerpo natural humano que crea en su nombre.
del rey, y que había sido trans­ Y cuando hubo dicho estas pa­
portado en Dios. labras, se le hinchió el corazón,
7 Por tanto, esto que la reina le y cayó otra vez de gozo; y cayó
solicitó era lo único que él de­ también la reina, dominada por
seaba. Así pues, entró para ver el Espíritu.
al rey según lo que la reina había 14 Y viendo Ammón que el Es­
deseado de él; y vio al rey, y supo píritu del Señor se derramaba,
que no estaba muerto. según sus a oraciones, sobre los
8  Y dijo a la reina: No está lamanitas, sus hermanos, que ha­
muerto, sino que duerme en Dios, bían sido la causa de tanta tris­
y mañana se levantará otra vez; teza entre los nefitas, o sea, entre
por tanto, no lo enterréis. todo el pueblo de Dios, por mo­
9 Y le dijo Ammón: ¿Crees tú tivo de sus iniquidades y de sus
esto? Y ella le dijo: No tengo más b 
tradiciones, cayó él de rodillas
testimonio que tu palabra y la y empezó a derramar su alma
palabra de nuestros siervos; no en oración y acción de gracias
obstante, creo que se hará según a Dios por lo que había hecho
lo que has dicho. por sus hermanos; y también
6 a 2 Cor. 4:3–4. GEE Fe. Jesucristo.
GEE Velo. 13 a GEE Jesucristo — b 1 Ne. 11:13–21.
b GEE Luz, luz de Cristo. Profecías acerca de la 14 a DyC 42:14.
10 a Lucas 7:9. vida y la muerte de b Mos. 1:5.
ALMA 19:15–23 308
cayó, dominado de gozo; de
c 
en tierra al rey y a la reina y sus
modo que los tres habían d caído siervos; y todos yacían allí como
a tierra. si estuvieran muertos; y también
15 Ahora bien, cuando los sier­ vieron a Ammón, y he aquí, era
vos del rey vieron que habían nefita.
caído, empezaron también a cla­ 19 Y comenzó la gente a mur­
mar a Dios, porque el temor del murar entre sí, diciendo algunos
Señor se había apoderado de ellos que era un gran mal que había
también, pues eran a los que se ha­ caído sobre ellos o sobre el rey y
bían presentado delante del rey su casa, porque él había permi­
y le habían testificado del gran tido que el nefita a permaneciera
poder de Ammón. en la tierra.
16 Y sucedió que invocaron con 20 Mas otros los reprendieron
ahínco el nombre del Señor, hasta diciendo: El rey ha traído este
que todos hubieron caído a tierra, mal sobre su casa porque mató a
salvo una mujer lamanita cuyo sus siervos cuyos rebaños habían
nombre era Abish, la cual se ha­ sido dispersados en las a aguas
bía convertido al Señor muchos de Sebús.
años antes a causa de una notable 21 Y también los reprendieron
visión de su padre; aquellos hombres que habían es­
17 de modo que se había con­ tado en las aguas de Sebús y ha­
vertido al Señor, y nunca lo ha­ bían a esparcido los rebaños que
bía dado a conocer. Por tanto, pertenecían al rey; porque esta­
cuando vio que todos los siervos ban enfurecidos con Ammón a
de Lamoni habían caído a tierra, causa del número de sus herma­
y que también su ama, la reina, y nos que él había matado en las
el rey y Ammón se hallaban caí­ aguas de Sebús, mientras defen­
dos en el suelo, supo que era el día los rebaños del rey.
poder de Dios, y pensando que 22  Y uno de ellos, cuyo her­
esa oportunidad de hacer saber mano había a caído por la espada
a la gente lo que había sucedido de Ammón, enojado en extremo
entre ellos, y que el contemplar con este, sacó su espada y avanzó
aquella escena los a haría creer en para dejarla caer sobre Ammón,
el poder de Dios, corrió, pues, de a fin de matarlo; y al levantar la
casa en casa, haciéndolo saber al espada para herirlo, he aquí, cayó
pueblo. muerto.
18 Y empezaron a juntarse en la 23  Así vemos que a Ammón
casa del rey. Y vino una multitud, no se le podía matar, porque el
y para su asombro, vieron caídos a 
Señor había dicho a Mosíah, su
14 c GEE Gozo. 17 a Mos. 27:14. 21 a Alma 17:27; 18:3.
d Alma 27:17. 19 a Alma 17:22–23. 22 a Alma 17:38.
15 a Alma 18:1–2. 20 a Alma 17:26; 18:7. 23 a Mos. 28:7; Alma 17:35.
309 ALMA 19:24–33
padre: Lo protegeré, y será he­ había hecho que se reuniera la
cho con él según tu fe; por tanto, multitud, y cuando vio la conten­
Mosíah lo b encomendó al Señor. ción que había entre ellos, se con­
24  Y sucedió que cuando la tristó hasta derramar lágrimas.
multitud vio que el hombre que 29 Y sucedió que fue y tomó a
levantó la espada para matar la reina de la mano, para tal vez
a Ammón había caído muerto, levantarla del suelo; y en cuanto
el terror se apoderó de ellos, y le tocó la mano, ella se puso de
no se atrevieron a extender la pie y clamó en alta voz, diciendo:
mano para tocarlo, ni a ninguno ¡Oh bendito Jesús, que me ha sal­
de aquellos que habían caído; y vado de un a terrible infierno! ¡Oh
empezaron a maravillarse nueva­ Dios bendito, ten b misericordia de
mente entre sí acerca de cuál sería este pueblo!
la causa de ese gran poder, o qué 30 Y cuando hubo dicho esto,
significarían todas aquellas cosas. trabó las manos, rebosando de
25 Y aconteció que hubo mu­ gozo y hablando muchas palabras
chos entre ellos que dijeron que que no fueron comprendidas; y
Ammón era el a Gran Espíritu, y hecho esto, tomó de la mano al
otros decían que lo había enviado rey Lamoni, y he aquí, este se le­
el Gran Espíritu; vantó y se puso en pie.
26 pero otros los reprendían a 31 Y en el acto, viendo él la con­
todos, diciendo que era un mons­ tención entre los de su pueblo,
truo enviado por los nefitas para se adelantó y empezó a repren­
atormentarlos. derlos y a enseñarles las a pala­
27 Y había algunos que decían bras que había oído de la boca
que el Gran Espíritu había en­ de Ammón; y cuantos oyeron sus
viado a Ammón para afligirlos palabras creyeron y se convirtie­
por causa de sus iniquidades; y ron al Señor.
que era el Gran Espíritu que siem­ 32  Pero hubo muchos entre
pre había atendido a los nefitas, ellos que no quisieron oír sus
que siempre los había librado palabras; por tanto, siguieron
de sus manos; y decían que ese su camino.
Gran Espíritu era el que había 33 Y aconteció que cuando Am­
destruido a tantos de sus herma­ món se levantó, también él les
nos, los lamanitas. ministró, y lo mismo hicieron
28 Y así la contención entre ellos todos los siervos de Lamoni; y
empezó a ser sumamente acalo­ todos declararon al pueblo la
rada. Y mientras así se hallaban misma cosa: Que había habido
contendiendo, llegó la a criada que un a cambio en sus corazones, y
23 b GEE Confianza, confiar. 29 a 1 Ne. 14:3. 31 a Alma 18:36–39.
25 a Alma 18:2–5. b GEE Misericordia, 33 a GEE Nacer de Dios,
28 a Alma 19:16. misericordioso. nacer de nuevo.
ALMA 19:34–20:8 310
que ya no tenían más deseos de rey tratará de quitarte la vida;
hacer lo b malo. pero irás a la tierra de Middoni;
34 Y he aquí, muchos declararon pues he aquí, tu hermano Aarón
al pueblo que habían visto a ánge­ y también Muloki y Amma se ha­
les y habían conversado con ellos; llan en la cárcel.
y así les habían hablado acerca de 3 Y aconteció que cuando hubo
Dios y de su justicia. oído esto, Ammón dijo a Lamoni:
35 Y sucedió que hubo muchos He aquí, mi hermano y mis com­
que creyeron en sus palabras; y pañeros se hallan encarcelados
cuantos creyeron, fueron a bau­ en Middoni, y voy para liber­
tizados; y se convirtieron en un tarlos.
pueblo justo, y establecieron una 4 Entonces Lamoni le dijo a Am­
iglesia entre ellos. món: Sé que con la a fuerza del
36  Y así se inició la obra del Señor puedes hacer todas las co­
Señor entre los lamanitas; así sas. Mas he aquí, iré contigo a la
empezó el Señor a derramar su tierra de Middoni, porque el rey
Espíritu sobre ellos; y vemos de esa tierra, cuyo nombre es An­
que su brazo se extiende a a todo tiomno, es mi amigo; por tanto,
pueblo que quiera arrepentirse y voy a la tierra de Middoni para
creer en su nombre. congraciarme con el rey, y él sa­
cará a tus hermanos de la b cárcel.
CAPÍTULO 20 Luego le dijo Lamoni: ¿Quién te
dijo que tus hermanos estaban
El Señor envía a Ammón a Middoni
encarcelados?
para que libre a sus hermanos encar-
5 Y Ammón le dijo: Nadie me
celados — Ammón y Lamoni se en-
lo ha dicho sino Dios; y me dijo:
cuentran con el padre de Lamoni, que
Ve y libra a tus hermanos, porque
es rey de toda esa tierra — Ammón
están en la cárcel en la tierra de
obliga al anciano rey a aprobar la li-
Middoni.
beración de sus hermanos. Aproxi-
6 Y cuando Lamoni hubo oído
madamente 90 a.C.
esto, hizo que sus siervos alista­
Y sucedió que después que hu­ ran sus a caballos y sus carros.
bieron establecido una iglesia en 7 Y dijo a Ammón: Ven, iré con­
esa tierra, el rey Lamoni deseó que tigo a la tierra de Middoni, y allí
Ammón lo acompañara a la tierra abogaré con el rey para que saque
de Nefi, para presentarlo a su padre. a tus hermanos de la cárcel.
2 Y la voz del Señor llegó a Am­ 8  Y acaeció que mientras
món, diciendo: No subirás a la Ammón y Lamoni se dirigían
tierra de Nefi, pues he aquí, el allá, encontraron al padre de
33 b Mos. 5:2; 35 a GEE Bautismo, bautizar. 20 4 a Alma 26:12.
Alma 13:12. 36 a 2 Ne. 26:33; b Alma 20:28–30.
34 a GEE Ángeles. Alma 5:33. 6 a Alma 18:9–10.
311 ALMA 20:9–22
Lamoni, que era rey de todaa 
que son hombres justos y profetas
esa tierra. santos del Dios verdadero.
9 Y he aquí, el padre de Lamoni 16 Y cuando su padre hubo oído
le dijo: ¿Por qué no concurriste a estas palabras, se enojó con él y
la a fiesta el gran día en que festejé sacó su espada para derribarlo
a mis hijos y a mi pueblo? a tierra.
10 Y también dijo: ¿Adónde vas 17 Pero Ammón se adelantó, y
con este nefita, que es uno de los le dijo: He aquí, no matarás a tu
hijos de un a mentiroso? hijo; no obstante, a mejor sería que
11 Y aconteció que Lamoni le él cayera y no tú; porque he aquí,
dijo adonde iba, porque tenía él se ha b arrepentido de sus peca­
miedo de ofenderlo. dos; mas si tú, en este momento
12 Y también le explicó la causa cayeses en tu ira, tu alma no po­
de su demora en su propio reino, dría ser salva.
por lo que no había asistido a la 18 Y conviene, además, que te
fiesta que su padre había prepa­ reprimas; porque si a mataras a tu
rado. hijo, siendo él inocente, su sangre
13 Y cuando Lamoni le hubo clamaría desde el suelo al Señor
dicho todas estas cosas, he aquí, su Dios, para que la venganza ca­
para asombro de él, su padre se yera sobre ti; y tal vez perderías
enojó con él y dijo: Lamoni, vas a tu b alma.
librar a estos nefitas que son hijos 19 Y cuando Ammón le hubo di­
de un embustero. He aquí, él robó cho estas palabras, aquel respon­
a nuestros padres; y ahora sus dió, diciendo: Sé que si yo matase
hijos han venido también entre a mi hijo, derramaría sangre ino­
nosotros a fin de engañarnos con cente; porque eres tú quien has
sus astucias y sus mentiras, para tratado de destruirlo.
despojarnos otra vez de nuestros 20 Y extendió su mano para ma­
bienes. tar a Ammón; pero este le resis­
14 Luego el padre de Lamoni le tió sus golpes, y además le hirió
ordenó que matara a Ammón con el brazo de manera que no pudo
la espada. Y también le mandó hacer uso de él.
que no fuera para la tierra de 21 Y cuando el rey vio que Am­
Mid­doni, sino que volviera con món podía matarlo, empezó a su­
él a la tierra de a Ismael. plicarle que le perdonara la vida.
15 Mas le dijo Lamoni: No ma­ 22 Pero Ammón levantó su es­
taré a Ammón, ni volveré a la pada y le dijo: He aquí, te he­
tierra de Ismael, sino que iré a la riré a menos que me concedas
tierra de Middoni para librar a los que saquen a mis hermanos de
hermanos de Ammón, porque sé la prisión.
8 a Alma 22:1. 14 a Alma 17:19. 18 a GEE Asesinato.
9 a Alma 18:9. 17 a Alma 48:23. b DyC 42:18.
10 a Mos. 10:12–17. b Alma 19:12–13.
ALMA 20:23–30 312
23 Entonces el rey, temiendo per­ hablado su hijo Lamoni; por
der la vida, dijo: Si me perdonas tanto, estaba a deseoso de apren­
la vida, te concederé cuanto me derlas.
pidas, hasta la mitad del reino. 28 Y aconteció que Ammón y La­
24 Y cuando Ammón vio que moni prosiguieron su viaje hacia
había hecho según su voluntad la tierra de Middoni. Y Lamoni
con el anciano rey, le dijo: Si con­ halló gracia a los ojos del rey de
cedes que mis hermanos sean sa­ esa tierra; por tanto, sacaron de
cados de la prisión, y también la prisión a los hermanos de Am­
que Lamoni retenga su reino, y món.
que ya no estés enojado con él, 29 Y cuando Ammón los vio,
sino que le permitas obrar según se entristeció mucho, porque he
sus propios deseos en a cualquier aquí, se hallaban desnudos y te­
cosa que él considere, entonces te nían la piel sumamente excoriada,
perdonaré la vida; de otro modo, por haber estado atados con fuer­
te derribaré a tierra. tes cuerdas; y también habían pa­
25 Y cuando Ammón hubo di­ decido hambre, sed y toda clase
cho estas palabras, empezó el rey de aflicciones; sin embargo, fue­
a alegrarse a causa de su vida. ron a pacientes en todos sus su­
26 Y cuando vio que Ammón frimientos.
no tenía ningún deseo de des­ 30 Pues resultó que fue su suerte
truirlo, y cuando vio también el haber caído en manos de gente
gran amor que tenía por su hijo más obstinada y más dura de cer­
Lamoni, se asombró en sumo viz; por tanto, no quisieron hacer
grado, y dijo: Porque todo lo que caso de sus palabras, y los habían
has deseado es que libre a tus her­ expulsado, y los habían golpeado,
manos y permita que mi hijo La­ y echado de casa en casa y de lu­
moni retenga su reino, he aquí, te gar en lugar hasta que llegaron
concederé que mi hijo retenga su a la tierra de Middoni; y allí los
reino desde ahora y para siempre; aprehendieron y echaron en la
y no lo gobernaré más. cárcel, y los ataron con a fuertes
27 Y te concederé también que cuerdas, y los tuvieron encarcela­
tus hermanos sean sacados de dos muchos días, y fueron libra­
la cárcel, y que tú y tus herma­ dos por Lamoni y Ammón.
nos vengáis a verme en mi reino,
porque tendré muchos deseos de
Una relación de la predicación de
verte. Pues el rey estaba suma­
Aarón y Muloki y sus compañe­
mente asombrado de las palabras
ros entre los lamanitas.
que Ammón había hablado, así
como de las palabras que había Comprende los capítulos del 21 al 25.
24 a Alma 21:21–22. humilde, humillar 29 a Alma 17:11.
27 a GEE Humildad, (afligir). 30 a Alma 26:29.
313 ALMA 21:1–8
CAPÍTULO 21 de los nehores; porque muchos
de los amalekitas y de los amu­
Aarón enseña a los amalekitas
lonitas pertenecían a la orden de
acerca de Cristo y Su expiación —
los nehores.
Aarón y sus hermanos son encar-
5 Por tanto, al entrar Aarón en
celados en Middoni — Después
una de sus sinagogas para predi­
de ser librados, enseñan en las si-
car a la gente, y mientras les es­
nagogas y logran convertir a mu-
taba hablando, he aquí, se levantó
chas personas — Lamoni concede
un amalekita y empezó a conten­
la libertad religiosa al pueblo en la
der con él, diciendo: ¿Qué es eso
tierra de Ismael. Aproximadamente
que has testificado? ¿Has visto tú
90–77 a.C.
a un a ángel? ¿Por qué a nosotros
Ahora bien, cuando Ammón y no se nos aparecen ángeles? He
sus hermanos se a separaron en aquí, ¿no es esta gente tan buena
las fronteras de la tierra de los como la tuya?
lamanitas, he aquí que Aarón em­ 6 También dices que a menos
prendió su viaje a la tierra que que nos arrepintamos, perece­
los lamanitas llamaban Jerusa­ remos. ¿Cómo es que sabes tú
lén, nombre dado en memoria el pensamiento e intención de
del país natal de sus padres; y se nuestros corazones? ¿Cómo sa­
encontraba allá, en las fronteras bes que tenemos de qué arre­
de Mormón. pentirnos? ¿Cómo sabes que
2 Y los lamanitas, los amalekitas no somos un pueblo justo? He
y el pueblo de a Amulón habían aquí, hemos edificado santua­
edificado una gran ciudad que rios, y nos reunimos para adorar
se llamaba Jerusalén. a Dios. Creemos por cierto que
3 Ahora bien, los lamanitas eran Dios salvará a todos los hom­
de por sí bastante obstinados, bres.
mas los amalekitas y los amulo­ 7 Entonces le dijo Aarón: ¿Crees
nitas lo eran aún más; por tanto, que el Hijo de Dios vendrá para
hicieron endurecer el corazón de redimir al género humano de sus
los lamanitas para que aumenta­ pecados?
ran en la maldad y en sus abo­ 8  Y le dijo el hombre: No
minaciones. creemos que sepas tal cosa.
4 Y sucedió que Aarón llegó a No creemos en estas insensa­
la ciudad de Jerusalén, y primero tas tradiciones. No creemos
empezó a predicar a los amaleki­ que tú sepas de a cosas futu­
tas. Y comenzó a predicarles en ras, ni tampoco creemos que
sus sinagogas, pues habían edi­ tus padres ni nuestros pa­
ficado sinagogas según la a orden dres supieron concerniente a
21 1 a Alma 17:13, 17. Alma 25:4–9. 5 a Mos. 27:11–15.
2 a Mos. 24:1; 4 a Alma 1:2–15. 8 a Jacob 7:1–8.
ALMA 21:9–21 314
las cosas que hablaron, de lo de Lamoni y Ammón, y fueron
que está por venir. alimentados y vestidos.
9 Y Aarón empezó a explicar­ 15 Y salieron otra vez para de­
les las Escrituras concernientes clarar la palabra; y así fueron li­
a la venida de Cristo y también brados de la cárcel por primera
la resurrección de los muertos; vez; y así habían padecido.
y que a no habría redención para 16 E iban por dondequiera que
la humanidad, salvo que fuese los guiaba el a Espíritu del Señor,
por la muerte y padecimientos predicando la palabra de Dios en
de Cristo, y la b expiación de su toda sinagoga de los amalekitas,
sangre. o en toda asamblea de los lamani­
10 Y aconteció que al empezar a tas, en donde los admitían.
explicarles estas cosas, se enoja­ 17 Y sucedió que el Señor em­
ron con él y empezaron a hacerle pezó a bendecirlos de tal modo
burla; y no quisieron escuchar las que llevaron a muchos al cono­
palabras que hablaba. cimiento de la verdad; sí, a con­
11 Por tanto, cuando vio que no vencieron a muchos de que
querían oír sus palabras, salió de habían pecado, y de que las tra­
la sinagoga y llegó a una aldea diciones de sus padres no eran
que se llamaba Ani-Anti, y allí correctas.
encontró a Muloki, predicándo­ 18 Y aconteció que Ammón y
les la palabra; y también a Amma Lamoni volvieron de la tierra de
y sus hermanos. Y contendieron Middoni a la tierra de Ismael, que
con muchos sobre la palabra. era la tierra de su herencia.
12 Y aconteció que vieron que 19 Y el rey Lamoni no quiso per­
los del pueblo endurecían sus mitir que Ammón lo sirviera ni
corazones; por tanto, partieron y que fuera su siervo,
llegaron a la tierra de Middoni; y 20 sino que hizo edificar sina­
predicaron la palabra a muchos, gogas en la tierra de Ismael; e
y pocos creyeron en las palabras hizo que se reunieran los de su
que enseñaban. pueblo, o sea, aquellos a quienes
13 Sin embargo, Aarón y cierto él gobernaba.
número de sus hermanos fueron 21 Y se regocijó en ellos y les
aprehendidos y encarcelados; y enseñó muchas cosas. Y también
los demás huyeron de la tierra les declaró que eran un pueblo
de Middoni a las regiones inme­ que se hallaba bajo la autoridad
diatas. de él, y que eran un pueblo li­
14 Y los que fueron encarcelados bre; que se hallaban libres de
a 
padecieron muchas cosas; y fue­ las opresiones del rey, su pa­
ron librados por la intervención dre; porque su padre le había
9 a Mos. 5:8; b GEE Expiación, expiar. 16 a Alma 22:1.
Alma 38:9. 14 a Alma 20:29. 17 a DyC 18:44.
315 ALMA 21:22–22:7
concedido que gobernara al pueblo la tierra de Ismael; y era el padre
que se hallaba en la tierra de Ismael de Lamoni.
y en toda la región circunvecina. 2 Y sucedió que entró a verlo en
22 Y también les declaró que go­ el palacio del rey, con sus herma­
zarían de la a libertad de adorar al nos, y se inclinó delante del rey,
Señor su Dios según sus deseos, y le dijo: He aquí, ¡oh rey!, somos
en cualquier lugar en que estu­ los hermanos de Ammón, a quie­
vieran, si este se encontraba en la nes tú has a librado de la cárcel.
tierra que estaba bajo la autoridad 3 Y ahora, ¡oh rey!, si tú nos con­
del rey Lamoni. cedes la vida, seremos tus siervos.
23 Y Ammón predicó al pue­ Y les dijo el rey: Levantaos, por­
blo del rey Lamoni; y aconteció que os concederé vuestras vidas,
que les enseñó todas las cosas y no permitiré que seáis mis sier­
concernientes a la rectitud. Y los vos; pero sí insistiré en que me
exhortaba diariamente con toda ministréis, porque mi mente ha
diligencia, y ellos prestaban aten­ estado algo perturbada por razón
ción a su palabra, y eran celosos de la generosidad y grandeza de
en guardar los mandamientos las palabras de vuestro hermano
de Dios. Ammón; y deseo saber la causa
por la cual él no ha subido desde
CAPÍTULO 22 Middoni contigo.
4 Y Aarón dijo al rey: He aquí, el
Aarón enseña al padre de Lamoni
Espíritu del Señor lo ha llamado
acerca de la Creación, la Caída de
a otra parte; ha ido a la tierra de
Adán y el plan de redención por me-
Ismael a instruir al pueblo de
dio de Cristo — El rey y todos los de
Lamoni.
su casa se convierten — Se explica la
5 Luego el rey les dijo: ¿Qué
forma en que se dividía la tierra entre
es esto que habéis dicho concer­
los nefitas y los lamanitas. Aproxi-
niente al Espíritu del Señor? He
madamente 90–77 a.C.
aquí, esto es lo que me turba.
Y ahora bien, mientras Ammón 6 Y además, ¿qué significa esto
así enseñaba al pueblo de La­ que Ammón dijo: a Si os arrepen­
moni continuamente, volvere­ tís, seréis salvos, y si no os arre­
mos a la historia de Aarón y sus pentís, seréis desechados en el
hermanos; porque después que postrer día?
partió de la tierra de Middoni, 7 Y Aarón le respondió y le dijo:
el Espíritu lo a guio a la tierra de ¿Crees que hay un Dios? Y le
Nefi hasta la casa del rey que dijo el rey: Sé que los amalekitas
gobernaba toda esa tierra, b salvo dicen que hay un Dios, y les he
22 a DyC 134:1–4; 22 1 a Alma 21:16–17. 6 a Alma 20:17–18.
AdeF 1:11. b Alma 21:21–22.
GEE Libertad, libre. 2 a Alma 20:26.
ALMA 22:8–16 316
concedido que edifiquen santua­ preparado desde la fundación
c 

rios a fin de que se reúnan para del mundo, por medio de Cristo,
adorarlo. Y si ahora tú dices que para cuantos quisieran creer en
hay un Dios, he aquí, yo a creeré. su nombre.
8 Y cuando Aarón oyó esto, 14 Y en vista de que el hom­
su corazón empezó a regoci­ bre había a caído, este no podía
jarse y dijo: He aquí, ciertamente b 
merecer nada de sí mismo; mas
como tú vives, ¡oh rey!, hay un los padecimientos y muerte de
Dios. Cristo c expían sus pecados me­
9 Y dijo el rey: ¿Es Dios aquel diante la fe y el arrepentimiento,
a 
Gran Espíritu que trajo a nues­ etcétera; y que él quebranta las
tros padres de la tierra de Jeru­ ligaduras de la muerte, para arre­
salén? batarle la victoria a la d tumba, y
10 Y Aarón le dijo: Sí, él es ese que el aguijón de la muerte sea
Gran Espíritu, y él ha a creado to­ consumido en la esperanza de
das las cosas, tanto en el cielo gloria; y Aarón le explicó todas
como en la tierra. ¿Crees esto? estas cosas al rey.
11 Y dijo él: Sí, creo que el Gran 15 Y aconteció que después que
Espíritu creó todas las cosas, y de­ Aarón le hubo explicado estas
seo que me informes concerniente cosas, dijo el rey: a ¿Qué haré
a todas estas cosas y a creeré tus para lograr esta vida eterna de
palabras. que has hablado? Sí, ¿qué haré
12 Y aconteció que al ver que el para b nacer de Dios, desarrai­
rey creería sus palabras, Aarón gando de mi pecho este espí­
empezó por la creación de Adán, ritu inicuo, y recibir el Espíritu
a 
leyendo al rey las Escrituras, de de Dios para que sea lleno de
cómo creó Dios al hombre a su gozo, y no sea desechado en el
propia imagen, y que Dios le dio postrer día? He aquí, dijo él,
mandamientos, y que, a causa de daré c cuanto poseo; sí, abando­
la transgresión, el hombre había naré mi reino a fin de recibir este
caído. gran gozo.
13 Y Aarón le explicó las Escri­ 16 Mas Aarón le dijo: Si tú a de­
turas, desde la a creación de Adán, seas esto, si te arrodillas delante
exponiéndole la caída del hom­ de Dios, sí, si te arrepientes de
bre, y su estado carnal, y tam­ todos tus pecados y te postras
bién el b plan de redención que fue ante Dios e invocas con fe su
7 a DyC 46:13–14. c 2 Ne. 9:18. 1 Cor. 15:55.
9 a Alma 18:18–28. 14 a GEE Caída de Adán y 15 a Hech. 2:37.
10 a GEE Creación, crear. Eva. b Alma 5:14, 49.
11 a GEE Creencia, creer. b 2 Ne. 25:23; c Mateo 13:44–46;
12 a 1 Ne. 5:10–18; Alma 42:10–25. 19:16–22.
Alma 37:9. c Alma 34:8–16. 16 a GEE Conversión,
13 a Gén. 1:26–28. GEE Expiación, expiar. convertir.
b GEE Plan de redención. d Isa. 25:8;
317 ALMA 22:17–26
nombre, creyendo que recibirás, 21 Y cuando la reina vio el te­
entonces obtendrás la b esperanza mor de los siervos, también ella
que deseas. empezó a sentir gran miedo de
17 Y sucedió que cuando Aarón que le sobreviniera algún mal. Y
hubo dicho estas palabras, el rey mandó a sus siervos que fueran y
se a inclinó de rodillas ante el Se­ llamaran al pueblo para que ma­
ñor, sí, se postró hasta el polvo, taran a Aarón y a sus hermanos.
y b clamó fuertemente diciendo: 22 Ahora bien, cuando Aarón
18 ¡Oh Dios!, Aarón me ha di­ vio la determinación de la reina,
cho que hay un Dios; y si hay un y conociendo también la dureza
Dios, y si tú eres Dios, ¿te darías de corazón del pueblo, temió que
a conocer a mí?, y abandonaré to­ se reuniera una multitud y que
dos mis pecados para conocerte, hubiera una gran contienda y dis­
y para que sea levantado de en­ turbio entre ellos; por tanto, ex­
tre los muertos y sea salvo en el tendió su mano y levantó al rey
postrer día. Y cuando el rey hubo del suelo, y le dijo: Levántate.
dicho estas palabras, cayó como Y él se puso de pie y recobró su
herido de muerte. fuerza.
19 Y aconteció que sus siervos 23 Esto se efectuó en presen­
corrieron e informaron a la reina cia de la reina y muchos de los
de lo que le había pasado al rey. siervos. Y cuando lo vieron, se
Y fue ella a donde estaba el rey; maravillaron en gran manera
y cuando lo vio tendido como si y empezaron a temer. Y el rey
estuviera muerto, y también a se adelantó y empezó a a minis­
Aarón y a sus hermanos de pie trarles. Y a tal grado ejerció su
allí como si ellos hubiesen sido ministerio, que toda su casa se
la causa de su caída, se enojó con b 
convirtió al Señor.
ellos y mandó que sus siervos, o 24 Y se había reunido una mul­
sea, los siervos del rey, los pren­ titud, a causa de la orden de la
dieran y los mataran. reina, y empezaron a surgir se­
20 Mas los siervos habían visto rias murmuraciones entre ellos
la causa de la caída del rey; por por causa de Aarón y sus her­
tanto, no se atrevieron a echar manos.
mano a Aarón y sus hermanos, 25 Mas el rey se adelantó entre
e intercedieron ante la reina, di­ ellos y les asistió. Y se apacigua­
ciendo: ¿Por qué nos mandas ma­ ron con Aarón y los que estaban
tar a estos hombres, cuando uno con él.
de ellos es más a poderoso que 26 Y sucedió que cuando el rey
todos nosotros? Por tanto, caere­ vio que el pueblo se había pa­
mos ante ellos. cificado, hizo que Aarón y sus
16 b Éter 12:4. 20 a Alma 18:1–3. Predicar.
17 a DyC 5:24. 23 a GEE Enseñar; b GEE Conversión,
b GEE Oración. Ministrar, ministro; convertir.
ALMA 22:27–32 318
hermanos se pusieran en medio echado. Y así los nefitas se halla­
de la multitud, y que les predica­ ban casi rodeados por los lama­
ran la palabra. nitas; sin embargo, los nefitas se
27 Y aconteció que el rey envió habían posesionado de toda la
una a proclamación por toda la parte norte de la tierra que co­
tierra, entre todos los de su pue­ lindaba con el desierto, en los
blo que vivían en sus dominios, manantiales del río Sidón, del
los que se hallaban en todas las este al oeste, por el lado del de­
regiones circunvecinas, los cua­ sierto; por el norte hasta llegar
les colindaban con el mar por el a la tierra que llamaban a Abun­
este y el oeste, y estaban sepa­ dancia.
rados de la tierra de b Zarahemla 30 Y lindaba con la tierra que
por una angosta faja de terreno ellos llamaban a Desolación, la
desierto que se extendía desde cual estaba tan al norte, que lle­
el mar del este hasta el mar del gaba hasta la tierra que había sido
oeste, y por las costas del mar, poblada y sus habitantes destrui­
y los límites del desierto que se dos, de b cuyos huesos ya hemos
hallaba hacia el norte, cerca de hablado, la cual fue descubierta
la tierra de Zarahemla, por las por el pueblo de Zarahemla, por
fronteras de Manti, cerca de los ser el sitio de su c primer desem­
manantiales del río Sidón, yendo barque.
del este hacia el oeste; y así esta­ 31 Y de allí llegaron hasta el de­
ban separados los lamanitas de sierto del sur. De modo que a la
los nefitas. tierra hacia el norte se la llamó
28 Ahora bien, la parte más a pe­ a 
Desolación, y a la tierra hacia
rezosa de los lamanitas vivía en el sur, se la llamó Abundancia,
el desierto, y moraba en tiendas; que es la tierra que está llena de
y se hallaban esparcidos por el toda clase de animales silvestres,
desierto hacia el oeste, en la tie­ parte de los cuales habían llegado
rra de Nefi; sí, y también al oeste de la tierra del norte en busca de
de la tierra de Zarahemla, en las alimento.
fronteras a orillas del mar, y en 32 Pues bien, la a distancia no
el oeste en la tierra de Nefi, en era sino de día y medio de viaje
el sitio de la primera herencia para un nefita, por la línea de
de sus padres, y así a lo largo Abundancia y la tierra de Deso­
del mar. lación, desde el mar del este al
29 Y también había muchos la­ del oeste; y así la tierra de Nefi
manitas hacia el este cerca del y la tierra de Zarahemla casi se
mar, donde los nefitas los habían hallaban rodeadas de agua, y
27 a Alma 23:1–4. 30 a Alma 50:34; 31 a Hel. 3:5–6.
b Omni 1:13–17. Morm. 4:1–3. 32 a Hel. 4:7.
28 a 2 Ne. 5:22–25. b Mos. 8:7–12; 28:11–19.
29 a Alma 52:9; 63:5. c Hel. 6:10.
319 ALMA 22:33–23:4
había una pequeña lengua de
b 
no debían echar mano a Ammón,
tierra entre la tierra hacia el norte ni a Aarón, ni a Omner, ni a Himni,
y la tierra hacia el sur. ni a ninguno de sus hermanos que
33 Y sucedió que los nefitas ha­ anduviesen predicando la palabra
bían poblado la tierra de Abun­ de Dios, en cualquier lugar donde
dancia, desde el mar del este se hallaran, en la parte de su tierra
hasta el del oeste; y así los nefitas, que fuese.
en su sabiduría, habían cercado 2 Sí, envió un decreto entre ellos,
con sus guardias y ejércitos a los que no debían prenderlos para
lamanitas por el sur, para que de atarlos, ni echarlos a la cárcel; ni
ese modo no tuvieran más pose­ tampoco debían escupir sobre
siones en el norte, y así no pudie­ ellos, ni golpearlos, ni echarlos
ran invadir la tierra hacia el norte. de sus sinagogas, ni azotarlos; ni
34 Por tanto, los lamanitas no tampoco debían apedrearlos, sino
podían tener más posesiones sino que tendrían entrada libre a sus
en la tierra de Nefi y en el desierto casas y también a sus templos y
que la rodeaba. Así que en esto santuarios;
fueron prudentes los nefitas, pues 3 y así podrían salir a predicar
como los lamanitas eran sus ene­ la palabra según sus deseos; por­
migos, así no los acometerían por que el rey se había convertido al
todos lados; y también tendrían Señor, así como toda su casa; por
un país donde refugiarse según tanto, envió su proclamación a su
sus deseos. pueblo por toda la tierra, a fin de
35 Y ahora, después de haber que la palabra de Dios no fuese
dicho esto, vuelvo a la historia de obstruida, sino que se extendiera
Ammón y Aarón, Omner e Himni por toda esa tierra, para que su
y sus hermanos. pueblo se convenciera concer­
niente a las inicuas a tradiciones
CAPÍTULO 23 de sus padres, y se convencieran
de que todos ellos eran herma­
Se proclama la libertad religiosa —
nos, y que no habían de matar,
Se convierten los lamanitas de siete
ni despojar, ni robar, ni cometer
tierras y ciudades — Se ponen el
adulterio, ni cometer ninguna
nombre de anti-nefi-lehitas y son li-
clase de iniquidad.
brados de la maldición — Los ama-
4  Y aconteció que cuando el
lekitas y los amulonitas rechazan
rey hubo enviado esta procla­
la verdad. Aproximadamente 90–
mación, Aarón y sus hermanos
77 a.C.
fueron de ciudad en ciudad, y
Y he aquí, sucedió que el rey de de una casa de adoración a otra,
los lamanitas envió una a procla­ estableciendo iglesias y consa­
mación entre todo su pueblo, que grando sacerdotes y maestros
32 b Alma 50:34. 23 1 a Alma 22:27. 3 a Alma 26:24.
ALMA 23:5–17 320
entre los lamanitas por toda esa tie­ que se hallaba en la ciudad de
rra, para que predicaran y enseña­ Nefi;
ran la palabra de Dios entre ellos; 12 y también el pueblo lama­
y así fue como empezaron ellos a nita que se hallaba en la tierra de
lograr mucho éxito. a 
Shilom, y los que se hallaban en
5 Y miles llegaron al conoci­ la tierra de Shemlón, y en la ciu­
miento del Señor, sí, miles llega­ dad de Lemuel, y en la ciudad de
ron a creer en las a tradiciones de Shimnilom.
los nefitas; y se les enseñó lo que 13 Y estos son los nombres de las
contenían los b anales y las profe­ ciudades lamanitas que se a con­
cías que se han transmitido aun virtieron al Señor; y son estos los
hasta estos días. que abandonaron las armas de su
6 Y tan cierto como vive el Se­ rebelión; sí, todas sus armas de
ñor, que cuantos creyeron, o sea, guerra; y todos eran lamanitas.
cuantos llegaron al conocimiento 14 Y los amalekitas no se a con­
de la verdad por la predicación de virtieron, salvo uno solo; ni nin­
Ammón y sus hermanos, según el guno de los b amulonitas; antes
espíritu de revelación y de profe­ bien endurecieron sus corazones,
cía, y el poder de Dios que obraba como también el corazón de los
milagros en ellos, sí, os digo, que lamanitas en esa parte de la tie­
así como vive el Señor, cuantos rra donde vivían; sí, y todas sus
lamanitas creyeron en su predi­ aldeas y todas sus ciudades.
cación y fueron a convertidos al 15 Por tanto, hemos nombrado
Señor, b nunca más se desviaron. todas las ciudades de los lama­
7 Porque se convirtieron en un nitas en las que se arrepintieron
pueblo justo; abandonaron las y llegaron al conocimiento de la
armas de su rebelión de modo verdad, y fueron convertidos.
que no pugnaron más en contra 16 Y aconteció que el rey y los
de Dios, ni tampoco en contra de que se convirtieron deseaban te­
ninguno de sus hermanos. ner un nombre, para que por ese
8 Y estos son a los que fueron medio se distinguieran de sus
convertidos al Señor: hermanos; por tanto, consultó el
9 El pueblo lamanita que se ha­ rey con Aarón y muchos de sus
llaba en la tierra de Ismael; sacerdotes, concerniente al nom­
10 y también el pueblo lama­ bre que debían adoptar para dis­
nita que se hallaba en la tierra tinguirse.
de Middoni; 17 Y sucedió que se pusieron el
11 y también el pueblo lamanita nombre de a anti-nefi-lehitas; y
5 a Alma 37:19. convertir. 13 a Alma 53:10.
b Alma 63:12. b Alma 27:27. 14 a Alma 24:29.
GEE Escrituras. 8 a Alma 26:3, 31. b Mos. 23:31–39.
6 a GEE Conversión, 12 a Mos. 22:8, 11. 17 a GEE Anti-nefi-lehitas.
321 ALMA 23:18–24:8
fueron llamados por ese nom­ hijo, y le dio el nombre de Anti-
bre, y dejaron de ser llamados Nefi-Lehi.
lamanitas. 4 Y murió el rey precisamente
18 Y empezaron a ser una gente el año en que los lamanitas em­
muy industriosa; sí, y se volvie­ pezaron sus preparativos para la
ron amistosos con los nefitas; por guerra contra el pueblo de Dios.
lo tanto, establecieron relaciones 5 Ahora bien, cuando Ammón
con ellos, y la a maldición de Dios y sus hermanos, y todos los que
no los siguió más. lo habían acompañado, vieron
los preparativos de los lamanitas
CAPÍTULO 24 para destruir a sus hermanos, se
dirigieron a la tierra de Midián,
Los lamanitas atacan al pueblo de
donde Ammón encontró a todos
Dios — Los anti-nefi-lehitas se re-
sus hermanos; y de allí fueron a la
gocijan en Cristo y son visitados
tierra de Ismael a fin de reunirse
por ángeles — Prefieren padecer la
en a consejo con Lamoni y también
muerte antes que defenderse — Se
con su hermano Anti-Nefi-Lehi
convierten más lamanitas. Aproxi-
acerca de lo que debían hacer
madamente 90–77 a.C.
para defenderse de los lamanitas.
Y aconteció que los amalekitas y 6 Y no hubo uno solo de los que
los amulonitas y los lamanitas que se habían convertido al Señor que
se hallaban en la tierra de Amulón, quisiera tomar las armas contra
y también en la tierra de Helam, y sus hermanos; ni siquiera prepa­
los que estaban en la tierra de a Je­ rativos de guerra quisieron hacer;
rusalén, y en resumen, en todas sí, y también su rey les mandó
las tierras circunvecinas, que no que no lo hicieran.
habían sido convertidos ni habían 7 Y estas son las palabras que
tomado sobre sí el nombre de b Anti- dirigió al pueblo concerniente al
Nefi-Lehi, fueron provocados a ira asunto: Doy gracias a mi Dios,
contra sus hermanos por los ama­ amado pueblo mío, porque nues­
lekitas y los amulonitas. tro gran Dios en su bondad nos
2 Y su odio contra ellos llegó ha enviado estos hermanos nues­
a ser sumamente intenso, a tal tros, los nefitas, para predicarnos
grado que empezaron a rebelarse y para convencernos concerniente
contra su rey, al punto de que ya a las a tradiciones de nuestros ini­
no quisieron que fuera su rey; por cuos padres.
tanto, tomaron las armas contra el 8 Y he aquí, doy gracias a mi
pueblo de Anti-Nefi-Lehi. gran Dios por habernos dado
3 Y el rey confirió el reino a su una porción de su Espíritu para
18 a 1 Ne. 2:23; 24 1 a Alma 21:1. 7 a Mos. 1:5.
2 Ne. 30:5–6; b Alma 25:1, 13.
3 Ne. 2:14–16. 5 a Alma 27:4–13.
ALMA 24:9–16 322
ablandar nuestros corazones, de Retengamos nuestras espadas
modo que hemos iniciado rela­ para que no se manchen con la
ciones con estos hermanos, los sangre de nuestros hermanos;
nefitas. porque si las manchásemos otra
9 Y he aquí, también le agra­ vez, quizá ya no podrían ser a lim­
dezco a mi Dios que, por haber piadas por medio de la sangre del
iniciado estas relaciones, nos ha­ Hijo de nuestro gran Dios, que
yamos convencido de nuestros será derramada para la expiación
a 
pecados y de los muchos asesi­ de nuestros pecados.
natos que hemos cometido. 14 Y el gran Dios ha tenido mi­
10 Y también le doy gracias a mi sericordia de nosotros, y nos ha
Dios, sí, a mi gran Dios, porque dado a conocer estas cosas para
nos ha concedido que nos arre­ que no perezcamos; sí, nos ha
pintamos de estas cosas, y tam­ dado a conocer estas cosas an­
bién porque nos ha a perdonado ticipadamente, porque él ama
nuestros muchos pecados y ase­ nuestras a almas así como ama a
sinatos que hemos cometido, y nuestros hijos; por consiguiente,
ha depurado nuestros corazones en su misericordia nos visita por
de toda b culpa, por los méritos medio de sus ángeles, para que el
de su Hijo. b 
plan de salvación nos sea dado a
11 Pues he aquí, hermanos míos, conocer, tanto a nosotros como a
en vista de que (por ser nosotros las generaciones futuras.
los más perdidos de todos los 15 ¡Oh cuán misericordioso es
hombres) nos ha costado tanto nuestro Dios! Y he aquí, ya que
arrepentirnos de todos nuestros nos ha costado tanto lograr que
pecados y de los muchos asesina­ nos sean quitadas nuestras man­
tos que hemos cometido, y lograr chas, y que nuestras espadas se
que Dios los a quitara de nuestros vuelvan lustrosas, escondámoslas
corazones, porque a duras penas a fin de que conserven su brillo,
pudimos arrepentirnos lo sufi­ como testimonio a nuestro Dios en
ciente ante Dios para que él qui­ el día final, el día en que seamos
tara nuestra mancha; llevados para comparecer ante él
12 ahora pues, muy amados her­ para ser juzgados, de que no he­
manos míos, ya que Dios ha qui­ mos manchado nuestras espadas
tado nuestras manchas, y nuestras en la sangre de nuestros herma­
espadas se han vuelto lustrosas, no nos, desde que él nos comunicó
las manchemos más con la sangre su palabra y nos limpió por ello.
de nuestros hermanos. 16 Y ahora bien, hermanos míos,
13  He aquí, os digo que no. si nuestros hermanos intentan
9 a DyC 18:44. 11 a Isa. 53:4–6. de las almas.
10 a Dan. 9:9. 13 a Apoc. 1:5. b GEE Plan de redención.
b GEE Culpa. 14 a GEE Alma — El valor
323 ALMA 24:17–24
destruirnos, he aquí, esconde­ enterraron sus armas de guerra
remos nuestras espadas, sí, las en bien de la paz.
enterraremos en lo profundo de 20 Y sucedió que sus hermanos,
la tierra para que se conserven los lamanitas, hicieron los prepa­
lustrosas, como testimonio en rativos para la guerra, y llegaron
el último día, de que nunca las a la tierra de Nefi con la intención
hemos usado; y si nuestros her­ de destruir al rey y poner a otro
manos nos destruyen, he aquí, en su lugar, y también destruir
a 
iremos a nuestro Dios y sere­ al pueblo de Anti-Nefi-Lehi en
mos salvos. toda la tierra.
17 Y aconteció que cuando el rey 21 Ahora bien, cuando los del
hubo dado fin a estas palabras, pueblo vieron que venían contra
estando reunido todo el pueblo, ellos, salieron a encontrarlos, y
tomaron ellos sus espadas y to­ se a postraron hasta la tierra ante
das las armas que se usaban para ellos y empezaron a invocar el
derramar sangre humana, y las nombre del Señor; y en esta ac­
a 
enterraron profundamente en titud se hallaban cuando los la­
la tierra. manitas empezaron a caer sobre
18 E hicieron esto porque, a su ellos y a matarlos con la espada.
modo de ver, era un testimonio 22 Y así, sin encontrar resisten­
a Dios, y también a los hombres, cia alguna, mataron a mil y cinco
de que a nunca más volverían a de ellos; y sabemos que son ben­
usar armas para derramar sangre ditos, porque han ido a morar
humana; y esto hicieron, prome­ con su Dios.
tiendo y haciendo b convenio con 23 Y cuando los lamanitas vie­
Dios de que antes que derramar ron que sus hermanos no huían
la sangre de sus hermanos, ellos de la espada, ni se volvían a la
c 
darían sus propias vidas; y antes derecha ni a la izquierda, sino que
que privar a un hermano, ellos se tendían y a perecían, y alababan
le darían; y antes que pasar sus a Dios aun en el acto mismo de
días en la ociosidad, trabajarían perecer por la espada,
asiduamente con sus manos. 24  sí, cuando los lamanitas
19 Y así vemos que cuando estos vieron esto, se a abstuvieron de
lamanitas llegaron a conocer la matarlos; y hubo muchos cuyos
verdad y a creer en ella, se man­ corazones se habían b conmovido
tuvieron a firmes, y prefirieron dentro de ellos por los de sus her­
padecer hasta la muerte antes manos que habían caído por la
que pecar; y así vemos que en­ espada, pues se arrepintieron de
terraron sus armas de paz, o sea, lo que habían hecho.
16 a Alma 40:11–15. c GEE Sacrificios. 24 a Alma 25:1.
17 a Hel. 15:9. 19 a GEE Fe. b GEE Compasión.
18 a Alma 53:11. 21 a Alma 27:3.
b GEE Convenio. 23 a Alma 26:32.
ALMA 24:25–25:4 324
25 Y aconteció que arrojaron al claramente que después que un
suelo sus armas de guerra y no las pueblo ha sido a iluminado por
quisieron volver a tomar, porque el Espíritu de Dios, y ha poseído
los atormentaban los asesinatos un gran b conocimiento de las co­
que habían cometido; y se postra­ sas concernientes a la rectitud, y
ron, igual que sus hermanos, con­ entonces c cae en el pecado y la
fiando en la clemencia de aquellos transgresión, llega a ser más em­
que tenían las armas alzadas para pedernido, y así su condición es
matarlos. d 
peor que si nunca hubiese cono­
26 Y sucedió que el número de cido estas cosas.
los que se unieron al pueblo de
Dios aquel día fue mayor que el CAPÍTULO 25
de los que habían sido muertos; y
Se extienden las agresiones lama-
aquellos que habían muerto eran
nitas — Los descendientes de los
personas justas; por tanto, no te­
sacer­dotes de Noé perecen, tal como
nemos razón para dudar que se
lo profetizó Abinadí — Se convier-
a 
salvaron.
ten muchos lamanitas y se unen al
27 Y no había un solo hombre
pueblo de Anti-Nefi-Lehi — Creen en
inicuo entre los que perecieron;
Cristo y observan la ley de Moisés.
pero hubo más de mil que llega­
Aproximadamente 90–77 a.C.
ron al conocimiento de la verdad;
así vemos que el Señor obra de Y he aquí, aconteció que aquellos
muchas a maneras para la salva­ lamanitas se irritaron más porque
ción de su pueblo. habían matado a sus hermanos;
28 Y la mayoría de los lama­ por tanto, juraron vengarse de los
nitas que mataron a tantos de nefitas; y por lo pronto no inten­
sus hermanos eran amalekitas y taron más destruir al pueblo de
amulonitas, de los cuales la ma­ a 
Anti-Nefi-Lehi,
yor parte pertenecía a la a orden 2 sino que tomaron sus ejércitos
de los b nehores. y fueron a las fronteras de la tie­
29 Y entre los que se unieron al rra de Zarahemla, y cayeron sobre
pueblo del Señor, no hubo a nin­ los que se hallaban en la tierra de
guno que fuese amalekita o amu­ Ammoníah, y los a destruyeron.
lonita, o que perteneciese a la 3 Y después de esto tuvieron
orden de Nehor, sino que eran muchas batallas con los nefitas,
descendientes directos de Lamán en las cuales fueron rechazados
y Lemuel. y destruidos.
30  Y así podemos discernir 4  Y entre los lamanitas que
26 a Apoc. 14:13. 29 a Alma 23:14. Alma 9:19.
27 a Isa. 55:8–9; 30 a Mateo 12:45. GEE Apostasía.
Alma 37:6–7. b Heb. 10:26; d 2 Pe. 2:20–21.
28 a Alma 21:4. Alma 47:36. 25 1 a GEE Anti-nefi-lehitas.
b Alma 1:15; 2:1, 20. c 2 Ne. 31:14; 2 a Alma 8:16; 16:9.
325 ALMA 25:5–14
murieron, se hallaban casi todos 9 Y he aquí, los lamanitas los
los a descendientes de Amulón y persiguen hasta el día de hoy; y
sus hermanos, que eran los sacer­ así se cumplieron las palabras de
dotes de Noé; y perecieron por Abinadí respecto de los descen­
mano de los nefitas; dientes de los sacerdotes que hi­
5 y el resto de ellos, habiendo cieron que él padeciera la muerte
huido al desierto del este, y ha­ por fuego.
biendo usurpado el poder y la 10 Porque les dijo: Lo que a ha­
autoridad sobre los lamanitas, gáis conmigo será un símbolo de
hicieron que muchos de los lama­ cosas futuras.
nitas a muriesen por fuego a causa 11 Y Abinadí fue el primero que
de su creencia; padeció la a muerte por fuego, por
6 porque muchos de a ellos, des­ causa de su fe en Dios; y lo que
pués de haber padecido muchas quiso decir fue que muchos pa­
pérdidas y tantas aflicciones, em­ decerían la muerte por fuego, así
pezaron a recordar las b palabras como él había padecido.
que Aarón y sus hermanos les 12 Y dijo a los sacerdotes de Noé
habían predicado en su tierra; de que sus descendientes causarían
modo que empezaron a descreer que a muchos los mataran de la
las c tradiciones de sus padres, y misma manera como él lo fue,
a creer en el Señor, y que él daba y que ellos serían esparcidos y
gran poder a los nefitas; y así se muertos, así como la oveja que
convirtieron muchos de ellos en no tiene pastor es perseguida y
el desierto. muerta por animales feroces; y
7 Y aconteció que aquellos cau­ he aquí, se cumplieron estas pa­
dillos que eran el resto de los labras, porque fueron dispersados
descendientes de a Amulón hi­ por los lamanitas, y acosados y
cieron que se aplicara la pena de heridos.
b 
muerte, sí, a cuantos creyeran en 13 Y aconteció que cuando los
estas cosas. lamanitas vieron que no po­
8 Ahora bien, este martirio hizo dían dominar a los nefitas, se
que muchos de sus hermanos se volvieron a su propia tierra;
llenaran de ira; y empezó a haber y muchos se fueron a vivir a
contiendas en el desierto; y los la tierra de Ismael y a la tierra
lamanitas empezaron a a perse­ de Nefi, y se unieron al pueblo
guir y a matar a los descendien­ de Dios, que era el pueblo de
tes de Amulón y sus hermanos; a 
Anti-Nefi-Lehi.
y estos huyeron al desierto del 14 Y también ellos a enterraron
este. sus armas de guerra, como lo
4 a Mos. 23:35. c Alma 26:24. 10 a Mos. 13:10.
5 a Mos. 17:15. 7 a Alma 21:3; 24:1, 28–30. 11 a Mos. 17:13.
6 a Es decir, los lamanitas. b GEE Mártir, martirio. 13 a Alma 23:16–17.
b Alma 21:9. 8 a Mos. 17:18. 14 a Alma 24:15; 26:32.
ALMA 25:15–26:5 326
habían hecho sus hermanos; CAPÍTULO 26
y empezaron a ser una gente
Ammón se gloría en el Señor — El
justa; y caminaron por las vías
Señor fortalece a los fieles y les da co-
del Señor y se esforzaron por
nocimiento — Por medio de la fe, los
observar sus mandamientos y
hombres pueden llevar a miles de al-
estatutos.
mas al arrepentimiento — Dios tiene
15 Sí, y observaban la ley de
todo poder y comprende todas las
Moisés; porque era necesario que
cosas. Aproximadamente 90–77 a.C.
la observaran todavía, pues no
se había cumplido enteramente. Y estas son las palabras de Am­
Mas a pesar de la a ley de Moisés, món a sus hermanos, las cuales
esperaban anhelosamente la ve­ dicen así: Mis hermanos, y herma­
nida de Cristo, considerando la nos míos en la fe, he aquí, os digo,
ley mosaica como un b símbolo cuán gran motivo tenemos para
de su venida y creyendo que de­ regocijarnos, porque, ¿pudimos
bían guardar aquellas prácticas habernos imaginado, cuando a sa­
c 
exteriores hasta que él les fuese limos de la tierra de Zarahemla,
revelado. que Dios nos concedería tan gran­
16 Pero no creían que la a salva­ des bendiciones?
ción viniera por la b ley de Moisés, 2 Y ahora os pregunto: ¿Qué
sino que la ley de Moisés servía bendiciones grandes nos ha con­
para fortalecer su fe en Cristo; cedido? ¿Podéis decirlo?
y así, mediante la fe, retenían la 3 He aquí, respondo por vosotros;
c 
esperanza de salvación eterna, porque nuestros hermanos los la­
confiando en el espíritu de pro­ manitas se hallaban en la obscu­
fecía que habló de aquellas cosas ridad, sí, aun en el más tenebroso
que habían de venir. abismo; mas he aquí, a ¡cuántos de
17  Y he aquí que Ammón, ellos han sido guiados a ver la ma­
Aarón, Omner, Himni y sus her­ ravillosa luz de Dios! Y esta es la
manos se regocijaron grande­ bendición que se ha conferido so­
mente por el éxito que habían bre nosotros, que hemos sido he­
logrado entre los lamanitas, chos b instrumentos en las manos de
viendo que el Señor les había Dios para realizar esta gran obra.
concedido conforme a sus a ora­ 4 He aquí, a miles de ellos se re­
ciones, y que también les había gocijan, y han sido traídos al re­
cumplido su palabra en cada dil de Dios.
detalle. 5  He aquí, el a campo estaba
15 a Jacob 4:5; 13:27–33. 3 a Alma 23:8–13.
Jarom 1:11. b 2 Ne. 11:4. b 2 Cor. 4:5;
GEE Ley de Moisés. c 1 Tes. 5:8–9. Mos. 23:10.
b Mos. 3:14–15; 16:14. 17 a Alma 17:9. 4 a Alma 23:5.
c Mos. 13:29–32. 26 1 a Mos. 28:9; 5 a Juan 4:35–37;
16 a Mos. 12:31–37; Alma 17:6–11. DyC 4:4.
327 ALMA 26:6–15
maduro, y benditos sois voso­ Ammón hubo dicho estas pala­
tros, porque metisteis la b hoz y bras, lo reprendió su hermano Aa­
segasteis con vuestro poder; sí, rón, diciendo: Ammón, temo que
trabajasteis todo el día; ¡y he aquí tu gozo te conduzca a la jactancia.
el número de vuestras c gavillas! 11 Pero Ammón le dijo: No me
Y serán recogidas en los graneros a 
jacto de mi propia fuerza ni en
para que no se desperdicien. mi propia sabiduría, mas he aquí,
6 Sí, las tormentas no las abati­ mi b gozo es completo; sí, mi cora­
rán en el postrer día; sí, ni serán zón rebosa de gozo, y me regoci­
perturbadas por los torbellinos; jaré en mi Dios.
mas cuando venga la a tempes­ 12 Sí, yo sé que nada soy; en
tad, serán reunidas en su lugar cuanto a mi fuerza, soy débil;
para que la tempestad no pene­ por tanto, no me a jactaré de mí
tre hasta donde estén; sí, ni serán mismo, sino que me gloriaré en
impelidas por los fuertes vientos mi Dios, porque con su b fuerza
a donde el enemigo quiera lle­ puedo hacer todas las cosas; sí,
varlas. he aquí que hemos obrado mu­
7 Mas he aquí, se hallan en ma­ chos grandes milagros en esta
nos del Señor de la a cosecha, y tierra, por los cuales alabaremos
son suyas, y las b levantará en el su nombre para siempre jamás.
postrer día. 13 He aquí, a cuántos miles de
8  ¡Bendito sea el nombre de nuestros hermanos ha librado él
nuestro Dios! a ¡Cantémosle loor; de los tormentos del a infierno,
sí, demos b gracias a su santo nom­ y se sienten movidos a b cantar
bre, porque él obra rectitud para del amor redentor; y esto por el
siempre! poder de su palabra que está en
9  Porque si no hubiésemos nosotros; por consiguiente, ¿no
subido desde la tierra de Za­ tenemos mucha razón para re­
rahemla, estos, nuestros carísi­ gocijarnos?
mos y amados hermanos que 14 Sí, tenemos razón de alabarlo
tanto nos han amado, aún se para siempre, porque es el Más
hallarían atormentados por su Alto Dios, y ha soltado a nues­
a 
odio contra nosotros, sí, y ha­ tros hermanos de las a cadenas
brían sido también extranjeros del infierno.
para con Dios. 15 Sí, se hallaban rodeados de
10  Y aconteció que cuando eternas tinieblas y destrucción;
5 b Joel 3:13. b GEE Acción de Alma 29:9.
c DyC 33:7–11; 75:2, 5. gracias, agradecido, b Sal. 18:32–40;
6 a Hel. 5:12; agradecimiento. Filip. 4:13;
3 Ne. 14:24–27. 9 a Mos. 28:1–2. 1 Ne. 17:3.
7 a GEE Siega. 11 a 2 Cor. 7:14. 13 a GEE Infierno.
b Mos. 23:22; b DyC 18:14–16. b Alma 5:26.
Alma 36:28. GEE Gozo. 14 a Alma 12:11.
8 a DyC 25:12. 12 a Jer. 9:24;
ALMA 26:16–24 328
mas he aquí, él los ha traído a su por así decirlo, cuando pienso en
a 
luz eterna; sí, a eterna salvación; ello! He aquí, él no ejerció su jus­
y los circunda la incomparable ticia sobre nosotros, sino que en
munificencia de su amor; sí, y su gran misericordia nos ha hecho
hemos sido instrumentos en sus salvar ese sempiterno a abismo de
manos para realizar esta grande muerte y de miseria, para la sal­
y maravillosa obra. vación de nuestras almas.
16  Por lo tanto, a gloriémo­ 21 Y he aquí, hermanos míos,
nos; sí, nos b gloriaremos en el ¿qué a hombre natural hay que
Señor; sí, nos regocijaremos conozca estas cosas? Os digo que
porque es completo nuestro no hay quien b conozca estas cosas
gozo; sí, alabaremos a nuestro sino el compungido.
Dios para siempre. He aquí, 22 Sí, al que se a arrepiente y
¿quién puede gloriarse dema­ ejerce la b fe y produce buenas
siado en el Señor? Sí, ¿y quién obras y ora continuamente sin
podrá decir demasiado de su cesar, a este le es permitido co­
gran poder, y de su c misericor­ nocer los c misterios de Dios; sí,
dia y de su longanimidad para a este le será permitido revelar
con los hijos de los hombres? cosas que nunca han sido revela­
He aquí, os digo que no puedo das; sí, y a este le será concedido
expresar ni la más mínima parte llevar a miles de almas al arre­
de lo que siento. pentimiento, así como a nosotros
17 ¿Quién se hubiera imaginado se nos ha permitido traer a estos
que nuestro Dios fuera tan mise­ nuestros hermanos al arrepenti­
ricordioso como para sacarnos miento.
de nuestro estado terrible, peca­ 23 ¿No os acordáis, hermanos
minoso y corrompido? míos, que dijimos a nuestros her­
18 He aquí, salimos aun con manos en la tierra de Zarahemla
ira, con potentes amenazas, para que subíamos a la tierra de Nefi
a 
destruir su iglesia. para predicar a nuestros herma­
19 ¿Por qué, entonces, no nos nos los lamanitas, y que se bur­
entregó a una terrible destruc­ laron de nosotros?
ción? Sí, ¿por qué no dejó caer la 24 Pues nos dijeron: ¿Suponéis
espada de su justicia sobre noso­ que podéis traer a los lamanitas
tros y nos condenó a la desespe­ al conocimiento de la verdad?
ración eterna? ¿Suponéis que podéis convencer
20 ¡Oh, casi se me va el alma, a los lamanitas de la incorrección
15 a GEE Luz, luz de Cristo. 18 a Mos. 27:8–10. 22 a Alma 36:4–5.
16 a Rom. 15:17; 20 a 2 Ne. 1:13; GEE Arrepentimiento,
1 Cor. 1:31. Hel. 3:29–30. arrepentirse.
b 2 Cor. 10:15–18; 21 a GEE Hombre natural. b GEE Fe.
DyC 76:61. b 1 Cor. 2:9–16; c GEE Misterios de Dios.
c Sal. 36:5–6. Jacob 4:8.
329 ALMA 26:25–33
de las tradiciones de sus padres,
a 
y les hemos enseñado; y los he­
cuando son un pueblo tan b obs­ mos instruido en sus calles, sí, y
tinado, cuyo corazón se deleita los hemos instruido sobre sus co­
en el derramamiento de sangre; llados; y también hemos entrado
cuyos días los han pasado en la en sus templos y sus sinagogas
más vil iniquidad; cuyas sendas y les hemos enseñado; y nos han
han sido las sendas del transgre­ echado fuera, y hemos sido objeto
sor desde el principio? Recorda­ de burlas, y han escupido sobre
réis, hermanos míos, que así se nosotros y golpeado nuestras me­
expresaron. jillas, y hemos sido apedreados y
25 Y además dijeron: Tomemos aprehendidos y atados con fuer­
las armas contra ellos para que tes cuerdas y puestos en la pri­
los destruyamos a ellos y su ini­ sión; y por el poder y sabiduría de
quidad de sobre la tierra, no sea Dios hemos salido libres otra vez.
que nos invadan y nos destruyan. 30 Y hemos sufrido toda clase de
26 Mas he aquí, amados herma­ aflicciones, y todo esto para que
nos míos, vinimos al desierto, tal vez pudiéramos ser el medio
no con la intención de destruir a de salvar a algún alma; y nos ima­
nuestros hermanos, sino con ob­ ginamos que nuestro a gozo sería
jeto de salvar, tal vez, algunas de completo, si quizá pudiéramos
sus almas. ser el medio de salvar a algunos.
27 Y cuando nuestros corazones 31 He aquí, ahora podemos ex­
se hallaban desanimados, y es­ tender la vista y ver los frutos de
tábamos a punto de regresar, he nuestra labor; y, ¿son pocos? Os
aquí, el Señor nos a consoló, y nos digo que no; son a muchos. Sí, y
dijo: Id entre vuestros hermanos podemos testificar de su since­
los lamanitas, y sufrid con b pa­ ridad, por motivo de su amor
ciencia vuestras c aflicciones, y os por sus hermanos y por nosotros
daré el éxito. también.
28 Y he aquí, hemos venido y 32 Porque, he aquí, prefieren
hemos estado entre ellos, y hemos a 
sacrificar sus vidas antes que
sido pacientes en nuestros padeci­ arrebatar la vida aun a su ene­
mientos, y hemos soportado todo migo; y han b enterrado sus armas
género de privaciones; sí, hemos de guerra profundamente en la
viajado de casa en casa, confiando tierra a causa de su amor por sus
en las misericordias del mundo; hermanos.
no solamente en las misericordias 33 Y he aquí, ahora os pregunto:
del mundo, sino en las de Dios. ¿Ha habido amor tan grande en
29 Y hemos entrado en sus casas toda la tierra? He aquí, os digo
24 a Mos. 10:11–17. c Alma 20:29–30. 32 a Alma 24:20–24.
b Mos. 13:29. GEE Adversidad. b Alma 24:15.
27 a Alma 17:9–11. 30 a DyC 18:15–16.
b GEE Paciencia. 31 a Alma 23:8–13.
ALMA 26:34–27:2 330
que no, no lo ha habido, ni aun 37 Ahora bien, hermanos míos,
entre los nefitas. vemos que Dios se acuerda de
34 Porque he aquí, ellos toma­ todo a pueblo, sea cual fuere la
rían las armas contra sus herma­ tierra en que se hallaren; sí, él
nos; no se dejarían matar. Pero tiene contado a su pueblo, y sus
he aquí cuántos de estos han entrañas de misericordia cubren
sacrificado sus vidas; y sabe­ toda la tierra. Este es mi gozo y
mos que han ido a su Dios por mi gran agradecimiento; sí, y daré
causa de su amor y por su odio gracias a mi Dios para siempre.
al pecado. Amén.
35 Ahora bien, ¿no tenemos ra­
zón para regocijarnos? Sí, os digo CAPÍTULO 27
que desde el principio del mundo
El Señor manda a Ammón que con-
no ha habido hombres que tuvie­
duzca al pueblo de Anti-Nefi-Lehi
sen tan grande razón para regoci­
a un lugar donde esté seguro — Al
jarse como nosotros la tenemos;
encontrarse con Alma, el gozo de
sí, y mi gozo se desborda, hasta
Ammón es tan grande que se le ago-
el grado de gloriarme en mi Dios;
tan las fuerzas — Los nefitas ceden
porque él tiene todo a poder, toda
a sus hermanos del pueblo de Anti-
sabiduría y todo entendimiento;
Nefi-Lehi la tierra de Jersón — Se les
él b comprende todas las cosas, y
llama el pueblo de Ammón. Aproxi-
es un Ser c misericordioso, aun
madamente 90–77 a.C.
hasta la salvación, para con aque­
llos que quieran arrepentirse y Y aconteció que cuando aque­
creer en su nombre. llos lamanitas que habían ido a la
36 Ahora bien, si esto es jactan­ guerra contra los nefitas vieron,
cia, así me jactaré; porque esto es después de sus muchos esfuer­
mi vida y mi luz, mi gozo y mi zos por destruirlos, que era en
salvación, y mi redención de la vano procurar su destrucción,
angustia eterna. Sí, bendito sea el se volvieron otra vez a la tierra
nombre de mi Dios que ha tenido de Nefi.
presente a este pueblo, el cual es 2 Y sucedió que los amalekitas
una a rama del árbol de Israel, y estaban llenos de ira a causa de
se ha perdido de su tronco en una sus pérdidas; y cuando vieron que
tierra extraña; sí, digo yo, bendito no podían vengarse de los nefitas,
sea el nombre de mi Dios que ha empezaron a agitar al pueblo a
velado por nosotros, b peregrinos la ira en contra de sus a herma­
en una tierra extraña. nos, el pueblo de b Anti-Nefi-Lehi;
35 a GEE Poder. 36 a Gén. 49:22–26; 2 Ne. 26:33.
b DyC 88:41. Jacob 2:25; 5:25. 27 2 a Alma 43:11.
c GEE Misericordia, b Jacob 7:26. b Alma 25:1.
misericordioso. 37 a Hech. 10:34–35; GEE Anti-nefi-lehitas.
331 ALMA 27:3–15
por lo tanto, empezaron a des­ 9 Mas le dijo Ammón: Es contra
truirlos otra vez. la ley de nuestros hermanos, que
3 Y este pueblo a nuevamente se fue establecida por mi padre, que
negó a tomar las armas, y se de­ haya a esclavos entre ellos; por
jaron matar según la voluntad de tanto, descendamos y confiemos
sus enemigos. en la misericordia de nuestros
4 Ahora bien, cuando Ammón hermanos.
y sus hermanos vieron esta obra 10 Mas el rey le dijo: Pregunta
de destrucción entre aquellos al Señor; y si él nos dice que va­
que tanto amaban, y entre aque­ yamos, iremos; de otro modo,
llos que tanto los habían amado pereceremos en la tierra.
—porque los trataban como si 11 Y aconteció que Ammón fue
fuesen ángeles enviados de Dios y preguntó al Señor, y el Señor
para salvarlos de una eterna des­ le dijo:
trucción— por tanto, cuando Am­ 12 Saca a este pueblo de esta
món y sus hermanos vieron esta tierra para que no perezca; pues
extensa obra de destrucción, fue­ Satanás tiene fuertemente asido el
ron movidos a compasión y a di­ corazón de los amalekitas, quie­
jeron al rey: nes incitan a los lamanitas a la ira
5 Reunamos a este pueblo del en contra de sus hermanos, para
Señor y descendamos a la tierra que los maten; por tanto, sal de
de Zarahemla, a nuestros herma­ esta tierra; y benditos son los de
nos los nefitas, y huyamos de las este pueblo en esta generación,
manos de nuestros enemigos para porque los preservaré.
que no seamos destruidos. 13 Y sucedió que Ammón fue y
6 Mas les dijo el rey: He aquí, los le declaró al rey todas las palabras
nefitas nos destruirán a causa de que el Señor le había dicho.
los muchos asesinatos y pecados 14 Y reunieron a toda su gente,
que contra ellos hemos cometido. sí, a todo el pueblo del Señor; y
7 Y dijo Ammón: Iré y pregun­ juntaron todos sus rebaños y ha­
taré al Señor, y si él nos dice que tos, y salieron de la tierra, y lle­
vayamos a nuestros hermanos, garon al desierto que dividía la
¿iréis vosotros? tierra de Nefi de la de Zarahemla,
8 Y le dijo el rey: Sí, si el Señor y llegaron cerca de las fronteras
nos dice que vayamos, iremos a de la tierra.
nuestros hermanos y seremos sus 15 Y aconteció que Ammón les
esclavos hasta compensarlos por dijo: He aquí, yo y mis hermanos
los muchos asesinatos y pecados iremos a la tierra de Zarahemla, y
que hemos cometido en contra vosotros os quedaréis aquí hasta
de ellos. que volvamos; y probaremos
3 a Alma 24:21–26. 4 a Alma 24:5. 9 a Mos. 2:13; 29:32, 38, 40.
ALMA 27:16–25 332
el corazón de nuestros hermanos 22 Y sucedió que vino la voz del
para ver si quieren que entréis en pueblo diciendo: He aquí, cede­
su tierra. remos la tierra de Jersón, que se
16 Y mientras Ammón viajaba halla al este junto al mar, y co­
por la tierra, sucedió que él y sus linda con la tierra de Abundan­
hermanos se encontraron con cia, y queda al sur de la tierra de
Alma en el a lugar de que se ha Abundancia; y esta tierra de Jer­
hablado; y he aquí, fue un en­ són es la que daremos a nuestros
cuentro gozoso. hermanos por herencia.
17 Y tan grande fue el a gozo de 23  Y he aquí, colocaremos a
Ammón que lo colmó; sí, se exta­ nuestros ejércitos entre la tierra
sió en el gozo de su Dios, al grado de Jersón y la tierra de Nefi para
de que se le b agotaron las fuerzas; proteger a nuestros hermanos en
y cayó a tierra c otra vez. la tierra de Jersón; y hacemos esto
18 ¿Y no fue este un gozo in­ por nuestros hermanos a causa de
menso? He aquí, este es un gozo su temor a empuñar las armas en
que nadie recibe sino el que ver­ contra de sus hermanos, no sea
daderamente se arrepiente y hu­ que cometan pecado; y este gran
mildemente busca la felicidad. temor suyo provino a causa del
19 Y el gozo de Alma, al encon­ profundo arrepentimiento ha­
trar a sus hermanos, fue verdade­ bido en ellos por motivo de sus
ramente grande, como también el muchos asesinatos y su terrible
gozo de Aarón, de Omner y de iniquidad.
Himni; mas he aquí que su gozo 24 Y he aquí, haremos esto por
no sobrepujó a sus fuerzas. nuestros hermanos, para que he­
20  Y sucedió, entonces, que reden la tierra de Jersón; y los
Alma condujo a sus hermanos de protegeremos de sus enemigos
regreso a la tierra de Zarahemla, con nuestros ejércitos, con la con­
aun hasta su propia casa. Y fueron dición de que nos den una parte
y relataron al a juez superior todo de sus bienes para ayudarnos, a
cuanto les había acontecido en la fin de sostener nuestros ejércitos.
tierra de Nefi, entre sus hermanos 25 Y aconteció que cuando Am­
los lamanitas. món hubo oído esto, se volvió,
21 Y aconteció que el juez supe­ y también Alma con él, al pue­
rior envió una proclamación por blo de Anti-Nefi-Lehi en el de­
todo el país, en la que deseaba sierto, donde habían plantado
saber la voz del pueblo respecto a sus tiendas, y les hizo saber to­
la admisión de sus hermanos, que das estas cosas. Y Alma tam­
eran el pueblo de Anti-Nefi-Lehi. bién les relató su a conversión,
16 a Alma 17:1–4. b 1 Ne. 1:7. 20 a Alma 4:16–18.
17 a GEE Gozo. c Alma 19:14. 25 a Mos. 27:10–24.
333 ALMA 27:26–28:4
con Ammón, Aarón y sus her­ CAPÍTULO 28
manos.
Los lamanitas son derrotados en
26 Y sucedió que causó un gozo
una batalla tremenda — Decenas
inmenso entre ellos. Y descen­
de millares mueren — Los malos son
dieron a la tierra de Jersón, y to­
condenados a un estado de angustia
maron posesión de esa tierra; y
interminable; los justos logran una
los nefitas los llamaron el pueblo
felicidad perpetua. Aproximadamente
de Ammón; por tanto, se distin­
77–76 a.C.
guieron por ese nombre de allí
en adelante. Y aconteció que después que el
27 Y se hallaban entre el pueblo pueblo de Ammón quedó esta­
de Nefi, y también eran conta­ blecido en la tierra de a Jersón, y
dos entre el pueblo que era de la se hubo organizado también una
iglesia de Dios. Y se distinguían iglesia en la tierra de Jersón, y los
por su celo para con Dios, y tam­ ejércitos de los nefitas fueron co­
bién para con los hombres; pues locados alrededor de la tierra de
eran completamente a honrados y Jersón, sí, por todas las fronteras
rectos en todas las cosas; y eran que circundaban la tierra de Za­
b 
firmes en la fe de Cristo, aun rahemla, he aquí, los ejércitos de
hasta el fin. los lamanitas habían seguido a
28 Y miraban con el mayor ho­ sus hermanos al desierto.
rror el derramar la sangre de sus 2 De modo que se libró una ba­
hermanos; y nunca se les pudo talla tremenda; sí, como nunca
inducir a tomar las armas con­ se había conocido entre todos los
tra sus hermanos; y no veían la habitantes de la tierra, desde el
muerte con ningún grado de te­ día en que Lehi salió de Jerusa­
rror, a causa de su esperanza y lén; sí, y decenas de millares de
conceptos de Cristo y la resu­ los lamanitas fueron muertos y
rrección; por tanto, para ellos la esparcidos.
muerte era consumida por la vic­ 3 Sí, y también hubo una ma­
toria de Cristo sobre ella. tanza tremenda entre el pueblo de
29 Por consiguiente, padecían la Nefi; sin embargo, los lamanitas
a 
muerte más terrible y afrentosa fueron a rechazados y dispersados,
que sus hermanos pudieran infli­ y el pueblo de Nefi volvió otra
girles, antes que tomar la espada vez a su tierra.
o la cimitarra para herirlos. 4 Y fue un tiempo en que se oyó
30 De modo que eran un pueblo gran llanto y lamentación por
celoso y amado, un pueblo alta­ toda la tierra, entre todo el pue­
mente favorecido del Señor. blo de Nefi;
27 a GEE Honestidad, b Alma 23:6. 28 1 a Alma 27:22; 30:1, 19.
honradez. 29 a Alma 24:20–23. 3 a Alma 30:1.
ALMA 28:5–14 334
5 sí, el lamento de las viudas están consumiéndose en monto­
a 

llorando por sus maridos, y de nes sobre la superficie de la tierra;


los padres llorando por sus hijos, sí, y muchos miles b lloran por la
y la hija por el hermano, sí, y el pérdida de sus parientes, porque
hermano por el padre; de modo tienen motivo para temer, según
que el grito de angustia se oía en­ las promesas del Señor, que sean
tre todos ellos, llorando por sus condenados a un estado de an­
parientes que habían perecido. gustia interminable.
6 Y ciertamente fue un día lúgu­ 12 Por otra parte, muchos otros
bre; sí, un tiempo de solemnidad, miles lamentan por cierto la pér­
y un tiempo de mucho a ayuno y dida de sus parientes; no obs­
oración. tante, se regocijan y se alegran en
7 Y así termina el año decimo­ la esperanza, y aun saben, según
quinto del gobierno de los jueces las a promesas del Señor, que se­
sobre el pueblo de Nefi; rán levantados para morar a la
8 y este es el relato de Ammón diestra de Dios, en un estado de
y sus hermanos, sus jornadas en felicidad perpetua.
la tierra de Nefi, sus padecimien­ 13 Y así vemos cuán grande es la
tos en la tierra, sus congojas y sus a 
desigualdad del hombre a causa
aflicciones, su a incomprensible del pecado y la transgresión y el
gozo, y la acogida y seguridad poder del diablo, que viene por los
de los hermanos en la tierra de astutos b planes que ha urdido para
Jersón. Y el Señor, el Redentor de enredar el corazón de los hombres.
todos los hombres, bendiga sus 14 Y así vemos el gran llama­
almas para siempre. miento de diligencia a los hom­
9 Y esta es la narración de las bres para obrar en las a viñas del
guerras y contenciones entre los Señor; y así vemos el gran mo­
nefitas, y también de las guerras tivo del dolor, como también del
entre los nefitas y lamanitas; y el gozo: dolor a causa de la muerte
año decimoquinto del gobierno y destrucción entre los hombres,
de los jueces ha concluido. y gozo a causa de la b luz de Cristo
10 Y desde el año primero al de­ para vida.
cimoquinto, se ha consumado la
destrucción de muchos miles de CAPÍTULO 29
vidas; sí, se ha desarrollado una es­
cena terrible de efusión de sangre. Alma desea proclamar el arrepenti-
11 Y los cuerpos de muchos mi­ miento con celo angélico — El Señor
les yacen bajo la tierra, mientras concede maestros a todas las nacio-
que los cuerpos de muchos miles nes — Alma se regocija en la obra del
6 a Alma 30:2. DyC 42:45–46. 14 a GEE Viña del Señor.
8 a Alma 27:16–19. 12 a Alma 11:41. b GEE Luz, luz de Cristo.
11 a Alma 16:11. 13 a 1 Ne. 17:35.
b Alma 48:23; b 2 Ne. 9:28.
335 ALMA 29:1–11
Señor y en el éxito de Ammón y sus el gozo o el remordimiento de
hermanos. Aproximadamente 76 a.C. b 
conciencia.
6 Ahora bien, en vista de que sé
¡Oh, si fuera yo un ángel y se me estas cosas, ¿por qué he de desear
concediera el deseo de mi corazón, algo más que hacer la obra a la
para salir y hablar con la trompeta que he sido llamado?
de Dios, con una voz que estre­ 7 ¿Por qué he de desear ser un
meciera la tierra, y proclamar el ángel para poder hablar a todos
arrepentimiento a todo pueblo! los extremos de la tierra?
2 Sí, declararía yo a toda alma, 8 Pues he aquí, el Señor les con­
como con voz de trueno, el arre­ cede a a todas las naciones que, de
pentimiento y el plan de reden­ su propia nación y b lengua, ense­
ción: Que deben arrepentirse y ñen su palabra, sí, con sabiduría,
a 
venir a nuestro Dios, para que cuanto él c juzgue conveniente que
no haya más dolor sobre toda la tengan; por lo tanto, vemos que
superficie de la tierra. el Señor aconseja en sabiduría, de
3 Mas he aquí, soy hombre, y conformidad con lo que es justo
peco en mi deseo; porque debe­ y verdadero.
ría estar conforme con lo que el 9 Sé lo que el Señor me ha man­
Señor me ha concedido. dado, y en ello me glorío. Y no me
4 No debería, en mis deseos, a 
glorío en mí mismo, sino en lo
perturbar los firmes decretos de que el Señor me ha mandado; sí,
un Dios justo, porque sé que él y esta es mi gloria, que quizá sea
concede a los hombres según lo un instrumento en las manos de
que a deseen, ya sea para muerte Dios para conducir a algún alma al
o para vida; sí, sé que él concede arrepentimiento; y este es mi gozo.
a los hombres, sí, les decreta de­ 10 Y he aquí, cuando veo a mu­
cretos que son inalterables, según chos de mis hermanos verdadera­
la b voluntad de ellos, ya sea para mente arrepentidos, y que vienen
salvación o destrucción. al Señor su Dios, mi alma se llena
5 Sí, y sé que el bien y el mal de gozo; entonces recuerdo a lo
han llegado ante todos los hom­ que el Señor ha hecho por mí, sí,
bres; y quien no puede discernir que ha oído mi oración; sí, enton­
el bien del mal, no es culpable; ces recuerdo su misericordioso
mas el que a conoce el bien y el brazo que extendió hacia mí.
mal, a este le es dado según sus 11 Sí, y me acuerdo también
deseos, sea que desee el bien de la cautividad de mis padres;
o el mal, la vida o la muerte, porque ciertamente sé que el
29 2 a Omni 1:26; Moro. 7:15–19. b DyC 90:11.
3 Ne. 21:20. GEE Discernimiento, c Alma 12:9–11.
4 a Sal. 37:4. don de. 9 a Alma 26:12.
b GEE Albedrío. b GEE Conciencia. 10 a Mos. 27:11–31.
5 a 2 Ne. 2:18, 26; 8 a 2 Ne. 29:12.
ALMA 29:12–30:3 336
Señor los libró de la servidum­
a 
mis palabras, así como he dicho.
bre, y así estableció su iglesia; Amén.
sí, el Señor Dios, el Dios de
Abraham, el Dios de Isaac, y el CAPÍTULO 30
Dios de Jacob, los libró del cau­
Korihor, el anticristo, se burla de
tiverio.
Cristo, de la Expiación y del espí-
12 Sí, siempre he recordado el
ritu de profecía — Enseña que no
cautiverio de mis padres, y ese
hay Dios, ni caída del hombre, ni
mismo Dios que los a libró de las
castigo por el pecado, ni Cristo —
manos de los egipcios, los libró
Alma testifica que Cristo vendrá y
de la servidumbre.
que todas las cosas indican que hay
13 Sí, y ese mismo Dios estable­
un Dios — Korihor exige una señal
ció su iglesia entre ellos, sí, y ese
y queda mudo — El diablo se le ha-
mismo Dios me ha llamado con
bía aparecido a Korihor en forma de
un santo llamamiento para que
ángel y le había enseñado lo que de-
predique la palabra a este pueblo,
bía decir — Atropellan a Korihor y
y me ha concedido mucho éxito,
lo pisotean hasta que muere. Aproxi-
en lo cual mi a gozo es cabal.
madamente 76–74 a.C.
14 Pero no me regocijo en mi
propio éxito solamente, sino que He aquí, aconteció que después
mi gozo es más completo a causa que el a pueblo de Ammón quedó
del a éxito de mis hermanos que establecido en la tierra de Jer­
han subido a la tierra de Nefi. són, sí, y también después que
15 He aquí, han trabajado sobre­ los lamanitas fueron b arrojados
manera, y han producido mucho del país, y sus muertos fueron se­
fruto; y cuán grande será su re­ pultados por la gente de esa tierra
compensa. 2 —y no fueron contados sus
16 Y cuando pienso en el éxito muertos por ser tan numerosos,
de estos mis hermanos, se trans­ ni tampoco lo fueron los de los
porta mi alma como si fuera a nefitas— aconteció que después
separarse del cuerpo, tan grande que hubieron sepultado a sus
es mi gozo. muertos, y también después de
17 Y ahora conceda Dios que es­ los días de ayuno, de llanto y
tos mis hermanos se sienten en el de oración (y fue durante el año
reino de Dios; sí, y también todos decimosexto del gobierno de los
aquellos que son el fruto de sus jueces sobre el pueblo de Nefi),
obras, para que ya no salgan más, empezó a haber continua paz por
sino que lo alaben para siempre; y toda la tierra.
Dios conceda que se haga según 3 Sí, y el pueblo se esforzaba en
11 a Mos. 24:16–21; 13 a DyC 18:14–16. GEE Anti-nefi-lehitas.
Alma 5:3–5. 14 a Alma 17:1–4. b Alma 28:1–3.
12 a Éx. 14:30–31. 30 1 a Alma 27:25–26.
337 ALMA 30:4–16
guardar los mandamientos del Se­ robaba, también se le castigaba;
ñor; y obedecía estrictamente las y si hurtaba, también era casti­
a 
ordenanzas de Dios, según la ley gado; y si cometía adulterio, era
de Moisés; porque se le enseñaba también castigado; sí, por todas
a b observar la ley de Moisés hasta estas iniquidades se le castigaba.
que fuese cumplida. 11 Porque había una ley de que
4 Y así fue que no hubo distur­ todos los hombres debían ser
bios entre el pueblo en todo el año juzgados según sus delitos. Sin
decimosexto del gobierno de los embargo, no había ninguna ley
jueces sobre el pueblo de Nefi. contra la creencia de un hombre;
5 Y sucedió que a principios del por tanto, era castigado solo por
año decimoséptimo del gobierno los delitos que hubiese cometido;
de los jueces hubo continua paz. por tanto, todos se hallaban en
6 Pero sucedió que a fines del posición a igual.
año decimoséptimo llegó un hom­ 12 Y este anticristo, cuyo nom­
bre a la tierra de Zarahemla, y era bre era Korihor (y la ley no podía
un a anticristo, porque empezó constreñirlo), empezó a predicar
a predicar al pueblo contra las al pueblo que no habría ningún
profecías que habían declarado Cristo. Y de esta manera predi­
los profetas concernientes a la caba, diciendo:
venida de Cristo. 13 ¡Oh vosotros que estáis sub­
7 Pues no había ley alguna con­ yugados por una loca y vana es­
tra la a creencia de ningún hom­ peranza! ¿Por qué os sujetáis con
bre; porque era expresamente semejantes locuras? ¿Por qué es­
contrario a los mandamientos peráis a un Cristo? Pues ningún
de Dios que hubiera una ley que hombre puede saber acerca de lo
colocara a los hombres en posi­ porvenir.
ción desigual. 14 He aquí, estas cosas que lla­
8 Porque así dicen las Escrituras: máis profecías, que decís que las
a 
Escogeos hoy a quién sirváis. transmiten los santos profetas, he
9 De modo que si un hombre aquí, no son más que insensatas
deseaba servir a Dios, tenía el tradiciones de vuestros padres.
privilegio; o más bien, si creía en 15 ¿Cómo sabéis que son cier­
Dios, tenía el privilegio de ser­ tas? He aquí, no podéis saber
virlo; pero si no creía en él, no de las cosas que no a veis; por lo
había ley que lo castigara. tanto, no podéis saber si habrá
10 Mas si asesinaba, era casti­ un Cristo.
gado con la pena de a muerte; y si 16  Miráis hacia lo futuro, y
3 a GEE Ley de Moisés. 7 a Alma 1:17. 11 a Mos. 29:32.
b 2 Ne. 25:24–27; 8 a Josué 24:15. 15 a Éter 12:5–6.
Alma 25:15. GEE Albedrío.
6 a GEE Anticristo. 10 a GEE Pena de muerte.
ALMA 30:17–26 338
decís que veis la remisión de tierra de Gedeón, y empezó a
vuestros pecados. Mas he aquí, predicarles también; y he aquí,
esto no es sino el efecto de una no tuvo mucho éxito, porque lo
mente desvariada; y este tras­ tomaron y lo ataron y lo lleva­
torno mental resulta de las tra­ ron ante el sumo sacerdote, y
diciones de vuestros padres que también el juez superior del país.
os inducen a creer en cosas que 22  Y aconteció que el sumo
no existen. sacer­dote le dijo: ¿Por qué andas
17 Y muchas otras cosas pareci­ pervirtiendo las vías del Señor?
das les habló, diciéndoles que no ¿Por qué enseñas a este pueblo
se podía hacer ninguna expiación que no habrá Cristo, para inte­
por los pecados de los hombres, rrumpir su gozo? ¿Por qué hablas
sino que en esta vida a cada uno contra todas las profecías de los
le tocaba de acuerdo con su ha­ santos profetas?
bilidad; por tanto, todo hombre 23 Y el nombre del sumo sacer­
prosperaba según su genio, todo dote era Giddona. Y Korihor le
hombre conquistaba según su dijo: Porque no enseño las in­
fuerza; y no era ningún crimen sensatas tradiciones de vuestros
el que un hombre hiciese cosa padres, y porque no enseño a este
cualquiera. pueblo a subyugarse bajo las in­
18 Y así les predicaba, desviando sensatas ordenanzas y prácticas
el corazón de muchos, haciéndo­ establecidas por antiguos sacer­
les erguir sus cabezas en su ini­ dotes para usurpar poder y au­
quidad; sí, incitando a muchas toridad sobre ellos, para tenerlos
mujeres, y también hombres, a en la ignorancia, a fin de que no
cometer fornicaciones, diciéndo­ levanten la cabeza, sino que se
les que cuando moría el hombre, humillen de acuerdo con vues­
allí terminaba todo. tras palabras.
19 Y este hombre fue también a 24 Decís que este es un pueblo
la tierra de Jersón para predicar libre. He aquí, os digo que se ha­
estas cosas entre los del pueblo de lla en el cautiverio. Decís que esas
Ammón, que en un tiempo fueron antiguas profecías son verdade­
el pueblo de los lamanitas. ras. He aquí, os digo que no sa­
20 Mas he aquí, estos fueron béis si son verdaderas.
más prudentes que muchos de 25 Decís que este es un pueblo
los nefitas, porque lo tomaron y culpable y caído a causa de la
lo ataron y lo llevaron ante Am­ transgresión de un padre. He
món, que era un sumo sacerdote aquí, os digo que un niño no
de ese pueblo. es culpable por causa de sus
21 Y sucedió que hizo que fuese padres.
echado de esa tierra. Y llegó a la 26 También decís que Cristo
339 ALMA 30:27–34
vendrá. Mas he aquí, os digo el juez superior que gobernaba
que no sabéis si habrá un todo el país.
Cristo. Y también decís que 30 Y aconteció que cuando fue
será muerto por los a pecados llevado ante Alma y el juez supe­
del mundo; rior, continuó del mismo modo
27 y así lleváis a este pueblo en que en la tierra de Gedeón; sí,
pos de las insensatas tradiciones prosiguió hasta a blasfemar.
de vuestros padres y conforme 31 Y prorrumpió en palabras
a vuestros propios deseos; y los muy a altaneras delante de Alma,
tenéis sometidos, como si fuera y vilipendió a los sacerdotes y a
en el cautiverio, para saciaros del los maestros, acusándolos de des­
trabajo de sus manos, de modo viar al pueblo en pos de las tontas
que no se atreven a levantar la tradiciones de sus padres, a fin de
vista con valor, ni se atreven a hartarse con el trabajo del pueblo.
gozar de sus propios derechos y 32 Entonces le dijo Alma: Tú
privilegios. sabes que no nos aprovechamos
28 Sí, no se atreven a hacer uso del trabajo de este pueblo; pues
de lo que les pertenece, no sea he aquí, yo he trabajado, desde el
que ofendan a sus sacerdotes, los principio del gobierno de los jue­
cuales los uncen al yugo según ces hasta ahora, con mis propias
sus deseos, y les han hecho creer, manos para mi sostén, a pesar
por sus tradiciones, y sus sueños, de mis muchos viajes por el país
caprichos, visiones y misterios para declarar la palabra de Dios
fingidos, que si no obran con­ a mi pueblo.
forme a sus palabras, ofenderán a 33 Y a pesar del mucho trabajo
algún ser desconocido que dicen que he hecho en la iglesia, nunca
que es Dios, un ser que nunca se he recibido ni siquiera un a se­
ha visto ni conocido, que nunca nine por mi trabajo, ni tampoco
existió ni existirá. ninguno de mis hermanos, sino
29 Ahora bien, cuando el sumo al ocupar el asiento judicial; y en
sacerdote y el juez superior vie­ este caso, hemos recibido sola­
ron la dureza de su corazón, mente según la ley por nuestro
sí, cuando vieron que vilipen­ tiempo.
diaba aun a Dios, no quisieron 34 De modo que si no recibi­
responder a sus palabras, sino mos nada por nuestro trabajo
que hicieron que fuese atado; y en la iglesia, ¿qué nos beneficia
lo entregaron en manos de los trabajar en la iglesia, aparte de
oficiales, y lo enviaron a la tie­ declarar la verdad para regoci­
rra de Zarahemla, para que allí jarnos en el a gozo de nuestros
compareciera ante Alma y ante hermanos?
26 a Isa. 53:4–7. blasfemia. 33 a Alma 11:3.
30 a GEE Blasfemar, 31 a Hel. 13:22. 34 a GEE Gozo.
ALMA 30:35–47 340
35 ¿Por qué dices, pues, que le me muestras una señal para que
a 

predicamos a este pueblo para lu­ me convenza de que hay un Dios,


crar, cuando tú de ti mismo sabes sí, muéstrame que tiene poder, y
que no recibimos nada? ¿Crees entonces quedaré convencido de
tú que engañamos a este pueblo la verdad de tus palabras.
y que eso es lo que causa tanto 44 Mas Alma le dijo: Ya has te­
gozo en sus corazones? nido bastantes señales; ¿quieres
36 Y Korihor le respondió: Sí. tentar a tu Dios? ¿Dirás: Mués­
37  Y entonces Alma le dijo: trame una señal, cuando tienes
¿Crees que hay un Dios? el testimonio de a todos estos tus
38 Y él contestó: No. hermanos, y también de todos los
39 Y Alma le dijo: ¿Negarás nue­ santos profetas? Las Escrituras es­
vamente que hay un Dios, y ne­ tán delante de ti; sí, y b todas las
garás también al Cristo? Pues he cosas indican que hay un Dios, sí,
aquí, te digo: Yo sé que hay un aun la c tierra y todo cuanto hay
Dios, y también que Cristo vendrá. sobre ella, sí, y su d movimiento,
40 Ahora bien, ¿qué evidencia sí, y también todos los e planetas
tienes de que no hay a Dios, o de que se mueven en su orden regu­
que Cristo no va a venir? Te digo lar testifican que hay un Creador
que no tienes ninguna salvo tu Supremo.
propia palabra únicamente. 45 ¿Y a pesar de esto andas des­
41 Mas he aquí, yo tengo todas viando el corazón de este pueblo,
las cosas como a testimonio de testificándole que no hay Dios?
que estas cosas son verdaderas; y ¿Negarás todavía, a pesar de to­
también tú tienes todas las cosas dos estos testimonios? Y dijo él:
como testimonio para ti de que Sí, negaré, a menos que me mues­
son verdaderas; y, ¿las negarás? tres una señal.
¿Crees que estas cosas son ver­ 46 Y aconteció que Alma le dijo:
daderas? He aquí, estoy afligido por causa
42 He aquí, yo sé que lo crees, de la dureza de tu corazón, sí, que
pero estás poseído de un espíritu aún quieras resistir al espíritu de
de mentira, y has desechado el la verdad, para que sea destruida
Espíritu de Dios de manera que tu alma.
no puede tener cabida en ti; pero 47 Mas he aquí, a mejor es que
el diablo tiene poder sobre ti, y te tu alma se pierda a que seas el
lleva de un lado al otro, inven­ medio de llevar a muchas almas
tando artimañas para destruir a a la destrucción por tus men­
los hijos de Dios. tiras y tus palabras lisonjeras;
43 Y Korihor le dijo a Alma: Si por tanto, si vuelves a negar, he
40 a Sal. 14:1. GEE Señal. c Job 12:7–10.
41 a GEE Testigo. 44 a Mos. 13:33–34. d Hel. 12:11–15.
43 a Jacob 7:13–21; b Sal. 19:1; e Moisés 6:63.
DyC 46:8–9. DyC 88:47. 47 a 1 Ne. 4:13.
341 ALMA 30:48–57
aquí, Dios te herirá a fin de que apareció en forma de ángel, y me
b 

quedes mudo, para que nunca dijo: Ve y rescata a este pueblo,


más abras la boca para engañar porque todos se han extraviado
otra vez a los de este pueblo. en pos de un Dios desconocido.
48 Entonces Korihor le dijo: No Y me dijo: c No hay Dios; sí, y me
niego la existencia de un Dios, enseñó lo que había de decir. Y
mas no creo que haya un Dios; he enseñado sus palabras; y las
y también digo que tú no sabes enseñé porque deleitaban a la
que hay un Dios; y a menos que mente d carnal; y las enseñé hasta
me muestres una señal, no creeré. que hube logrado mucho éxito,
49 Y Alma le dijo: Esto te daré al grado que realmente llegué
por señal: a Quedarás mudo según a creer que eran ciertas; y por
mis palabras; y digo que en el esta razón me opuse a la verdad,
nombre de Dios quedarás mudo hasta traer esta gran maldición
de modo que no podrás expre­ sobre mí.
sarte más. 54 Y cuando hubo expresado
50 Y cuando Alma hubo dicho esto, le suplicó a Alma que rogara
estas palabras, Korihor quedó a Dios, para que le fuese quitada
mudo, según las palabras de la maldición.
Alma, de modo que ya no podía 55 Mas le dijo Alma: Si te fuera
expresarse. quitada esta maldición, de nuevo
51 Ahora bien, cuando el juez volverías a desviar el corazón de
superior vio esto, extendió su este pueblo; por tanto, hágase
mano y escribió a Korihor, di­ contigo según la voluntad del
ciendo: ¿Estás convencido del Señor.
poder de Dios? ¿En quién que­ 56 Y sucedió que la maldición
rías que Alma te manifestara su no fue quitada a Korihor; sino
señal? ¿Querías que afligiera a que lo echaron fuera, y andaba
otros para mostrarte una señal? de casa en casa, mendigando sus
He aquí, te ha mostrado una se­ alimentos.
ñal; y ahora, ¿disputarás más? 57 Y la noticia de lo que le ha­
52 Y Korihor extendió la mano bía sucedido a Korihor fue publi­
y escribió, diciendo: Sé que estoy cada inmediatamente por todo
mudo, porque no puedo hablar; el país; sí, el juez superior envió
y sé que nada, sino el poder de la proclamación a todo el pueblo
Dios, pudo haber traído esto so­ de la tierra, declarando a los que
bre mí; sí, y yo siempre a he sabido habían creído en las palabras de
que había un Dios. Korihor que debían arrepentirse
53  Mas he aquí, me ha a en­ sin demora, no fuese que les so­
gañado el diablo; pues se me brevinieran los mismos castigos.
49 a 2 Cró. 13:20. 53 a Jacob 7:14. c Sal. 10:4.
52 a Alma 30:42. b 2 Cor. 11:14; 2 Ne. 9:9. d GEE Carnal.
ALMA 30:58–31:5 342
58  Y aconteció que todos se zoramitas estaban pervirtiendo
convencieron de la iniquidad de las vías del Señor, y que Zoram,
Korihor; por tanto, todos se con­ su jefe, estaba induciendo el co­
virtieron de nuevo al Señor; y esto razón de los del pueblo a que se
dio fin a la iniquidad que Korihor a 
postraran ante b ídolos mudos,
promulgó. Y Korihor iba de casa su corazón empezó nuevamente
en casa, mendigando pan para a c afligirse a causa de la iniqui­
su sostén. dad del pueblo.
59 Y aconteció que mientras iba 2 Porque le era motivo de mu­
entre el pueblo, sí, entre unos que cho a pesar a Alma saber de la ini­
se habían separado de los nefitas y quidad entre su pueblo; por tanto,
habían tomado el nombre de zora­ su corazón se afligió en extremo
mitas, por ser guiados por un hom­ por causa de la separación de los
bre llamado Zoram, y mientras iba zoramitas de los nefitas.
entre ellos, he aquí, lo atropellaron 3 Ahora bien, los zoramitas se
y lo pisotearon hasta que murió. habían reunido en una tierra que
60 Y así vemos el fin de aquel llamaban Antiónum, situada al
que pervierte las vías del Señor; y este de la tierra de Zarahemla,
así vemos que el a diablo no b am­ que se hallaba casi contigua a la
parará a sus hijos en el postrer costa del mar, al sur de la tierra
día, sino que los arrastra acele­ de Jersón, que también colindaba
radamente al c infierno. con el desierto del sur, el cual es­
taba lleno de lamanitas.
CAPÍTULO 31 4 Y los nefitas temían en gran
manera que los zoramitas esta­
Alma encabeza una misión para traer
blecieran relaciones con los lama­
de nuevo al redil a los zoramitas
nitas, y resultara en una pérdida
apóstatas — Los zoramitas niegan
muy grande para los nefitas.
a Cristo, creen en un concepto falso
5 Y como la a predicación de la
de elección y adoran con oraciones b 
palabra tenía gran propensión
fijas — Los misioneros se ven llenos
a c impulsar a la gente a hacer
del Espíritu Santo — Sus aflicciones
lo que era justo —sí, había sur­
son consumidas en el gozo de Cristo.
tido un efecto más potente en la
Aproximadamente 74 a.C.
mente del pueblo que la espada
Y sucedió que después del
31 o cualquier otra cosa que les ha­
fin de Korihor, habiendo reci­ bía acontecido— por tanto, Alma
bido Alma noticias de que los consideró prudente que pusieran
60 a GEE Diablo. b 2 Ne. 9:37. Alma 4:19.
b Alma 3:26–27; 5:41–42; GEE Idolatría. GEE Predicar.
DyC 29:45. c Alma 35:15. b Heb. 4:12; Jacob 2:8;
c GEE Infierno. 2 a Mos. 28:3; 3 Ne. 17:14; Alma 36:26.
31 1 a Éx. 20:5; Moisés 7:41. c Jarom 1:11–12;
Mos. 13:13. 5 a Enós 1:23; DyC 11:2.
343 ALMA 31:6–17
a prueba la virtud de la palabra se congregaban un día de la se­
de Dios. mana, el cual llamaban el día del
6 Así pues, tomó a Ammón, a Señor; y adoraban de una manera
Aarón y a Omner; y dejó a Himni que Alma y sus hermanos nunca
en la iglesia de Zarahemla; mas habían visto;
llevó consigo a los primeros tres, 13 porque habían erigido en el
y también a Amulek y a Zeezrom, centro de su sinagoga una plata­
los cuales se hallaban en Melek; y forma que llegaba más alto que la
también llevó a dos de sus hijos. cabeza, y en cuya parte superior
7 Pero no llevó al mayor de sus solo cabía una persona.
hijos, que se a llamaba Helamán; y 14 De manera que el que de­
los nombres de los que llevó con­ seaba a adorar, tenía que ir y ocu­
sigo eran Shiblón y Coriantón; y par esta parte superior, y extender
estos son los nombres de los que las manos hacia el cielo, y clamar
fueron con él entre los b zoramitas en voz alta, diciendo:
para predicarles la palabra. 15 ¡Santo, Santo Dios; creemos
8 Y los zoramitas eran a disiden­ que eres Dios, y creemos que eres
tes nefitas; por lo tanto, les había santo, y que fuiste un espíritu, y
sido predicada la palabra de Dios. que eres un espíritu y que serás
9 Pero habían a caído en grandes un espíritu para siempre!
errores, pues no se esforzaban 16 ¡Santo Dios, creemos que tú
por guardar los mandamientos nos has separado de nuestros
de Dios ni sus estatutos, según herma­n os; y no creemos en la
la ley de Moisés. tradición de nuestros hermanos
10 Ni tampoco observaban las que les fue transmitida por las
prácticas de la iglesia, de perse­ puerilidades de sus padres; mas
verar en la oración y súplicas a creemos que nos has a escogido
Dios diariamente para no entrar para ser tus b santos hijos; y tam­
en tentación. bién nos has dado a conocer que
11 Sí, y en fin, pervertían las no habrá Cristo!
vías del Señor en muchísimos 17 ¡Mas tú eres el mismo ayer,
casos; por lo tanto, por esta ra­ hoy y para siempre; y nos has
zón, Alma y sus hermanos fue­ a 
elegido para que seamos sal­
ron a su tierra para predicarles vos, mientras que todos los que
la palabra. nos rodean son elegidos para ser
12 Y cuando llegaron a su tie­ arrojados por tu ira al infierno;
rra, he aquí, para su asombro y por esta santidad, oh Dios,
hallaron que los zoramitas ha­ te damos gracias; y también te
bían edificado sinagogas, y que damos gracias porque nos has
7 a GEE Helamán hijo de 8 a Alma 24:30. 16 a Alma 38:13–14.
Alma. 9 a GEE Apostasía. b Isa. 65:3, 5.
b Alma 30:59. 14 a Mateo 6:1–7. 17 a GEE Vanidad, vano.
ALMA 31:18–30 344
elegido, a fin de que no seamos vio esto, se angustió su corazón,
a 

llevados en pos de las necias tra­ pues vio que eran una gente ini­
diciones de nuestros hermanos cua y perversa; sí, vio que sus
que los someten a una creencia corazones estaban puestos en el
en Cristo, lo que conduce sus co­ oro, y en la plata, y en toda clase
razones a apartarse lejos de ti, de objetos finos.
Dios nuestro! 25 Sí, y también vio que por mo­
18 Y de nuevo te damos las gra­ tivo de su orgullo sus corazones
cias, oh Dios, porque somos un se a ensalzaban con gran jactancia.
pueblo electo y santo. Amén. 26  Y elevó su voz al cielo y
19 Y aconteció que después que a 
exclamó, diciendo: ¡Oh Señor!,
Alma, sus hermanos y sus hijos ¿hasta cuándo permitirás que tus
hubieron oído estas oraciones, se siervos moren aquí en la carne,
asombraron sobremanera. para presenciar tan grave iniqui­
20 Pues he aquí, cada uno iba y dad entre los hijos de los hom­
ofrecía estas mismas oraciones. bres?
21 Y el nombre que daban a este 27 He aquí, ¡oh Dios!, te a invo­
sitio era Rameúmptom, que in­ can; y sin embargo, sus corazones
terpretado quiere decir el santo son consumidos en su orgullo. He
púlpito. aquí, ¡oh Dios!, te llaman con su
22 Y desde este púlpito ofrecía, boca a la vez que se han engreído,
cada uno de ellos, la misma ora­ hasta b inflarse grandemente, con
ción a Dios, dando las gracias a las vanidades del mundo.
su Dios porque los había esco­ 28 He ahí, ¡oh Dios mío!, sus
gido, y porque no los llevó en suntuosos vestidos, y sus anillos,
pos de la tradición de sus her­ sus a brazaletes, sus ornamentos
manos, y porque sus corazones de oro y todos sus objetos precio­
no fueron cautivados para creer sos con que se adornan; y he aquí,
en cosas venideras, de las cuales sus corazones están puestos en
nada sabían. estas cosas, y aun así te invocan,
23 Y después que todos los del diciendo: Gracias te damos, ¡oh
pueblo daban gracias de esta Dios!, porque te somos un pueblo
manera, regresaban a sus casas, escogido, mientras que los otros
a 
sin volver a hablar de su Dios perecerán.
hasta que nuevamente se junta­ 29 Sí, y dicen que tú les has
ban alrededor del santo púlpi­to dado a conocer que no habrá
para ofrecer gracias según su Cristo.
manera. 30  ¡Oh Señor Dios!, ¿hasta
24 Ahora bien, cuando Alma cuándo consentirás que exista
23 a Stg. 1:21–25. Alma 1:32. b GEE Orgullo.
24 a Gén. 6:5–6. 26 a Moisés 7:41–58. 28 a Isa. 3:16–24.
25 a Jacob 2:13; 27 a Isa. 29:13.
345 ALMA 31:31–32:1
tal perversidad e infidelidad en­ 36 Y aconteció que cuando Alma
tre este pueblo? ¡Oh Señor, dame hubo dicho estas palabras, a puso
fuerzas para sobrellevar mis fla­ sus b manos sobre todos aquellos
quezas; porque soy débil, y seme­ que estaban con él. Y he aquí, al
jante iniquidad entre este pueblo imponerles las manos, fueron lle­
contrista mi alma! nos del Espíritu Santo.
31  ¡Oh Señor, mi corazón se 37 Y tras esto se separaron unos
halla afligido en sumo grado; de otros, a sin preocuparse por lo
consue­la mi alma a en Cristo! que habían de comer, ni por lo
¡Oh Señor, concédeme que tenga que habían de beber, ni por lo que
fuerzas para sufrir con pacien­ habían de vestir.
cia estas aflicciones que vendrán 38 Y el Señor les proveyó a fin
sobre mí, a causa de la iniquidad de que no padeciesen hambre,
de este pueblo! ni tuviesen sed; sí, y también les
32 ¡Oh Señor, consuela mi alma dio fuerza para que no padecie­
y concédeme el éxito, así como sen ningún género de a aflicciones
a mis consiervos que se hallan que no fuesen consumidas en el
conmigo; sí, Ammón y Aarón y gozo de Cristo. Y esto aconteció
Omner, como también Amulek según la oración de Alma; y esto
y Zeezrom, y también mis a dos porque oró con b fe.
hijos! Sí, conforta a todos estos,
¡oh Señor! Sí, consuela sus almas CAPÍTULO 32
en Cristo.
Alma enseña a los pobres, cuyas aflic-
33  ¡Concédeles que tengan
ciones los habían humillado — La fe
fuerza para poder sobrellevar las
es una esperanza en aquello que no se
aflicciones que les sobrevendrán
ve y que es verdadero — Alma testi-
por motivo de las iniquidades de
fica que ángeles ministran a hombres,
este pueblo!
a mujeres y a niños — Alma com-
34 ¡Oh Señor, a concédenos lograr
para la palabra a una semilla — Esta
el éxito al traerlos nuevamente a
se debe plantar y nutrir — Enton-
ti en Cristo!
ces crece hasta llegar a ser un árbol
35 ¡He aquí, sus a almas son pre­
del cual se recoge el fruto de la vida
ciosas, oh Señor, y muchos de
eterna. Aproximadamente 74 a.C.
ellos son nuestros hermanos; por
tanto, danos, oh Señor, poder y Y acaeció que salieron y em­
sabiduría para que podamos traer pezaron a predicar al pueblo la
a estos, nuestros hermanos, nue­ palabra de Dios, entrando en
vamente a ti! sus sinagogas y en sus casas; sí,
31 a Juan 16:33. 36 a 3 Ne. 18:36–37. 38 a Mateo 5:10–12;
32 a Alma 31:7. b GEE Imposición de Mos. 24:13–15;
34 a 2 Ne. 26:33. manos. Alma 33:23.
35 a GEE Alma — El valor 37 a Mateo 6:25–34; b GEE Fe.
de las almas. 3 Ne. 13:25–34.
ALMA 32:2–12 346
y aun predicaron la palabra en a causa de nuestra suma pobreza;
sus calles. y no tenemos un lugar para ado­
2 Y sucedió que después de tra­ rar a nuestro Dios. He aquí, c ¿qué
bajar mucho entre ellos, empe­ haremos?
zaron a tener éxito entre la clase 6 Y cuando Alma oyó esto, vol­
a 
pobre; pues he aquí, estos eran vió su rostro directamente hacia
echados de las sinagogas a causa él, y los observó con gran gozo;
de la pobreza de sus ropas. porque vio que sus a aflicciones
3 Por tanto, no les era permi­ realmente los habían b humillado,
tido entrar en sus sinagogas para y que se hallaban c preparados
adorar a Dios porque eran consi­ para oír la palabra.
derados como la hez; por tanto, 7 Por tanto, no dijo más a la
eran pobres; sí, sus hermanos los otra multitud; sino que extendió
consideraban como la escoria; de la mano y clamó a los que veía,
modo que eran a pobres en cuanto aquellos que en verdad estaban
a las cosas del mundo, y también arrepentidos, y les dijo:
eran pobres de corazón. 8 Veo que sois a mansos de co­
4 Y mientras Alma estaba ense­ razón; y si es así, benditos sois.
ñando y hablando al pueblo so­ 9 He aquí, vuestro hermano ha
bre el cerro Onida, fue a él una dicho: ¿Qué haremos?, porque
gran multitud compuesta de somos echados de nuestras sina­
aquellos de quienes hemos es­ gogas, de modo que no podemos
tado hablando, de aquellos que adorar a nuestro Dios.
eran a pobres de corazón a causa 10 He aquí, os digo: ¿Suponéis
de su pobreza en cuanto a las co­ que no podéis a adorar a Dios más
sas del mundo. que en vuestras sinagogas?
5 Y llegaron a Alma; y el prin­ 11 Y además, quisiera preguntar:
cipal entre ellos le dijo: He aquí, ¿Suponéis que no debéis adorar
a 
¿qué harán estos, mis hermanos? a Dios sino una vez por semana?
Pues son despreciados por todos 12 Yo os digo que está bien que
los hombres a causa de su po­ seáis echados de vuestras sina­
breza; sí, y más particularmente gogas, para que seáis humildes
por nuestros sacerdotes, porque y aprendáis a sabiduría; porque
nos han b echado de nuestras si­ es necesario que aprendáis sabi­
nagogas, que con tanto trabajo duría; porque es por motivo de
hemos edificado con nuestras que sois echados, debido a que
propias manos; y nos han echado vuestros hermanos os desprecian
32 2 a GEE Pobres. c Hech. 2:37–38. DyC 101:8.
3 a Alma 34:40. 6 a GEE Adversidad. 8 a Mateo 5:3–5.
4 a GEE Pobres — Pobres b GEE Humildad, 10 a GEE Adorar.
en espíritu. humilde, humillar 12 a Ecle. 4:13.
5 a Prov. 18:23. (afligir).
b Alma 33:10. c Alma 16:16–17;
347 ALMA 32:13–23
a causa de vuestra suma pobreza,
b 
nos muestras una a señal del cielo,
que habéis llegado a la humildad de seguro luego sabremos; y en­
de corazón; pues necesariamente tonces creeremos.
se os hace ser humildes. 18 Ahora yo os pregunto: ¿Es
13 Y porque sois obligados a ser fe esto? He aquí, os digo que no;
humildes, benditos sois; porque porque si un hombre sabe una
en ocasiones el hombre, si se ve cosa, no tiene necesidad de a creer,
obligado a ser humilde, busca el porque la sabe.
arrepentimiento; y de seguro, el 19 Y ahora bien, ¿cuánto más
que se arrepienta hallará miseri­ maldito es aquel que a conoce la
cordia; y quien halle misericor­ voluntad de Dios y no la cumple,
dia y a persevere hasta el fin, será que el que solo cree o solamente
salvo. tiene motivo para creer, y cae en
14 Y como ya os he dicho, que transgresión?
por haber sido obligados a ser 20 Ahora bien, sobre este asunto
humildes, fuisteis bendecidos, vosotros habéis de juzgar. He
¿no suponéis que son más ben­ aquí, os digo que así es por una
decidos aún aquellos que se hu­ parte como lo es por la otra; y a
millan verdaderamente a causa todo hombre se hará según sus
de la palabra? obras.
15 Sí, el que verdaderamente 21 Y ahora bien, como decía con­
se humille y se arrepienta de sus cerniente a la a fe: La fe no es tener
pecados, y persevere hasta el fin, un conocimiento perfecto de las
será bendecido; sí, bendecido mu­ cosas; de modo que si tenéis fe,
cho más que aquellos que se ven tenéis b esperanza en cosas que
obligados a ser humildes por c 
no se ven, y que son verdaderas.
causa de su extrema pobreza. 22 Y ahora bien, he aquí, ahora
16 Por tanto, benditos son aque­ os digo, y quisiera que recorda­
llos que se a humillan sin verse seis, que Dios es misericordioso
obligados a ser humildes; o más para con todos los que creen en su
bien, en otras palabras, bendito nombre; por tanto, él desea ante
es el que cree en la palabra de todo que creáis, sí, en su palabra.
Dios, y es bautizado sin obstina­ 23 Y ahora bien, él comunica
ción de corazón; sí, sin habérsele su palabra a los hombres por
llevado a conocer la palabra, o medio de ángeles; sí, a no solo a
siquiera compelido a saber, an­ los hombres, sino a las mujeres
tes de creer. también. Y esto no es todo; mu­
17 Sí, hay muchos que dicen: Si chas veces les son dadas a los
12 b Prov. 16:8. 17 a GEE Señal. b GEE Esperanza.
13 a Alma 38:2. 18 a Éter 12:12, 18. c Éter 12:6.
16 a GEE Humildad, 19 a Juan 15:22–24. 23 a Joel 2:28–29.
humilde, humillar 21 a Juan 20:29;
(afligir). Heb. 11.
ALMA 32:24–33 348
b 
niños palabras que confunden al y no la echáis fuera por vuestra
sabio y al erudito. d 
incredulidad, resistiendo al Es­
24 Y ahora bien, amados her­ píritu del Señor, he aquí, em­
manos míos, ya que habéis de­ pezará a hincharse en vuestro
seado saber de mí qué debéis pecho; y al sentir esta sensación
hacer, porque sois afligidos y de crecimiento, empezaréis a de­
desechados —y no quiero que cir dentro de vosotros: Debe ser
penséis que es mi intención juz­ que esta es una semilla buena, o
garos sino de acuerdo con lo que que la palabra es buena, porque
es verdad— empieza a ensanchar mi alma;
25 porque no quiero decir que sí, empieza a iluminar mi e en­
todos vosotros habéis sido com­ tendimiento; sí, empieza a ser
pelidos a humillaros; porque ver­ deliciosa para mí.
daderamente creo yo que entre 29 He aquí, ¿no aumentaría esto
vosotros hay algunos que se hu­ vuestra fe? Os digo que sí; sin
millarían, pese a las circunstan­ embargo, no ha llegado a ser un
cias en que se hallaran. conocimiento perfecto.
26 Pues como dije acerca de la 30 Mas he aquí, al paso que la
fe, que no era un conocimiento semilla se hincha y brota y em­
perfecto, así es con mis palabras. pieza a crecer, entonces no podéis
No podéis, al principio, saber a menos que decir que la semilla es
la perfección acerca de su vera­ buena; pues he aquí, se hincha y
cidad, así como tampoco la fe es brota y empieza a crecer. Y, he
un conocimiento perfecto. aquí, ¿no fortalecerá esto vues­
27 Mas he aquí, si despertáis y tra fe? Sí, fortalecerá vuestra fe,
aviváis vuestras facultades hasta porque diréis: Sé que esta es una
experimentar con mis palabras, y buena semilla; porque, he aquí,
ejercitáis un poco de fe, sí, aun­ brota y empieza a crecer.
que no sea más que un a deseo de 31 Y he aquí, ¿estáis seguros
creer, dejad que este deseo obre ahora de que es una semilla
en vosotros, sí, hasta creer de tal buena? Os digo que sí; porque
modo que deis cabida a una por­ toda semilla produce según su
ción de mis palabras. propia a especie.
28 Compararemos, pues, la pa­ 32  Por tanto, si una semilla
labra a una a semilla. Ahora bien, crece, es semilla buena; pero si
si dais lugar para que sea sem­ no crece, he aquí que no es buena;
brada una b semilla en vuestro por lo tanto, es desechada.
c 
corazón, he aquí, si es una se­ 33 Y he aquí, por haber pro­
milla verdadera, o semilla buena, bado el experimento y sembrado
23 b Mateo 11:25; 27 a Marcos 11:24. d Mateo 17:20.
Lucas 10:21; 28 a Alma 33:1. e GEE Entender,
3 Ne. 26:14–16; b Lucas 8:11. entendimiento.
DyC 128:18. c GEE Corazón. 31 a Gén. 1:11–12.
349 ALMA 32:34–42
la semilla, y porque esta se hin­ 38 Mas si desatendéis el árbol,
a 

cha, y brota, y empieza a crecer, y sois negligentes en nutrirlo, he


sabéis por fuerza que la semilla aquí, no echará raíz; y cuando el
es buena. calor del sol llegue y lo abrase,
34 Y ahora bien, he aquí, ¿es se secará porque no tiene raíz, y
perfecto vuestro a entendimiento? lo arrancaréis y lo echaréis fuera.
Sí, vuestro conocimiento es per­ 39 Y esto no es porque la semilla
fecto en esta cosa, y vuestra b fe no haya sido buena, ni tampoco
queda inactiva; y esto porque sa­ es porque su fruto no sea desea­
béis, pues sabéis que la palabra ha ble; sino porque vuestro a terreno
henchido vuestras almas, y tam­ es estéril y no queréis nutrir el
bién sabéis que ha brotado, que árbol; por tanto, no podréis ob­
vuestro entendimiento empieza tener su fruto.
a iluminarse y vuestra c mente 40 Y por lo mismo, si no culti­
comienza a ensancharse. váis la palabra, mirando hacia
35 Luego, ¿no es esto verdadero? adelante con el ojo de la fe a su
Os digo que sí, porque es a luz; y fruto, nunca podréis recoger el
lo que es luz, es bueno, porque fruto del a árbol de la vida.
se puede discernir; por tanto, de­ 41 Pero si cultiváis la palabra,
béis saber que es bueno; y ahora sí, y nutrís el árbol mientras em­
bien, he aquí, ¿es perfecto vuestro piece a crecer, mediante vuestra
conocimiento después de haber fe, con gran diligencia y con a pa­
gustado esta luz? ciencia, mirando hacia adelante
36 He aquí, os digo que no; ni a su fruto, echará raíz; y he aquí,
tampoco debéis dejar a un lado será un árbol que b brotará para
vuestra fe, porque tan solo habéis vida sempiterna.
ejercitado vuestra fe para sembrar 42 Y a causa de vuestra a dili­
la semilla, a fin de llevar a cabo gencia, y vuestra fe y vuestra
el experimento para saber si la paciencia al nutrir la palabra
semilla era buena. para que eche raíz en vosotros,
37 Y he aquí, a medida que el he aquí que con el tiempo reco­
árbol empiece a crecer, diréis: geréis su b fruto, el cual es su­
Nutrámoslo con gran cuidado mamente precioso, y el cual es
para que eche raíz, crezca y nos más dulce que todo lo dulce, y
produzca fruto. Y he aquí, si lo más blanco que todo lo blanco,
cultiváis con mucho cuidado, sí, y más puro que todo lo puro;
echará raíz, y crecerá, y dará y comeréis de este fruto hasta
fruto. quedar satisfechos, de modo
34 a GEE Conocimiento. 38 a GEE Apostasía. b Alma 33:23;
b Éter 3:19. 39 a Mateo 13:5. DyC 63:23.
c GEE Mente. 40 a Gén. 2:9; 42 a GEE Diligencia.
35 a Juan 3:18–21. 1 Ne. 15:36. b 1 Ne. 8:10–12.
GEE Luz, luz de Cristo. 41 a GEE Paciencia.
ALMA 32:43–33:10 350
que no tendréis hambre ni os han enseñado, es que no las
tendréis sed. entendéis.
43 Entonces, hermanos míos, se­ 3 ¿No recordáis haber leído lo
garéis el galardón de vuestra fe, que a Zenós, el profeta de la anti­
y vuestra diligencia, y paciencia, güedad, ha dicho concerniente a
y longanimidad, esperando que la oración o b adoración?
el árbol os dé fruto. 4 Porque dijo: Eres misericor­
dioso, ¡oh Dios!, porque has
CAPÍTULO 33 oído mi oración, aun cuando me
hallaba en el desierto; sí, fuiste
Zenós enseñó que los hombres deben
misericordioso cuando oré con­
orar y adorar en todo lugar, y que los
cerniente a aquellos que eran mis
juicios se apartan a causa del Hijo — a 
enemigos, y tú los volviste a mí.
Zenoc enseñó que la misericordia se
5 Sí, ¡oh Dios!, y fuiste misericor­
concede a causa del Hijo — Moisés
dioso conmigo cuando te invoqué
levantó en el desierto un símbolo
en mi a campo, cuando clamé a ti
del Hijo de Dios. Aproximadamente
en mi oración, y tú me oíste.
74 a.C.
6 Y además, ¡oh Dios!, cuando
Y después que Alma hubo ha­ volví a mi casa, me oíste en mi
blado estas palabras, le manda­ oración.
ron preguntar si habían de creer 7 Y cuando entré en mi a apo­
en a un Dios para obtener este sento y oré a ti, ¡oh Señor!, tú me
fruto del cual había hablado, o oíste.
cómo debían sembrar la b semilla, 8 Sí, eres misericordioso con tus
o sea, la palabra a que se había hijos, cuando te invocan para ser
referido, la cual él dijo que debía oídos de ti, y no de los hombres;
sembrarse en sus corazones, o y tú los oirás.
de qué manera debían empezar 9 Sí, ¡oh Dios!, tú has sido mi­
a ejercitar su fe. sericordioso conmigo y has oído
2 Y Alma les dijo: He aquí, ha­ mis súplicas en medio de tus con­
béis dicho que a no podéis adorar gregaciones.
a vuestro Dios porque sois echa­ 10 Sí, y también me has escu­
dos de vuestras sinagogas. Mas chado cuando mis enemigos me
he aquí, os digo que si suponéis han a desechado y despreciado; sí,
que no podéis adorar a Dios, os oíste mis lamentos, y se encendió
equivocáis gravemente, y de­ tu enojo contra mis enemigos, y
béis escudriñar las b Escrituras; los visitaste en tu ira con acele­
si suponéis que esto es lo que rada destrucción.
33 1 a 2 Ne. 31:21; 3 a GEE Escrituras — 4 a Mateo 5:44.
Mos. 15:2–4. Escrituras que se han 5 a Alma 34:20–25.
b Alma 32:28–43. perdido; 7 a Mateo 6:5–6;
2 a Alma 32:5. Zenós. Alma 34:26.
b Alma 37:3–10. b GEE Adorar. 10 a Alma 32:5.
351 ALMA 33:11–22
11 Y me oíste por motivo de mis no son estos los únicos que han
aflicciones y mi sinceridad; y es hablado concerniente al Hijo de
a causa de tu Hijo que has sido Dios.
tan misericordioso conmigo; por 19 He aquí, a Moisés habló de él;
tanto, clamaré a ti en todas mis sí, y he aquí, fue b levantado un
aflicciones, porque en ti está mi c 
símbolo en el desierto, para que
gozo; pues a causa de tu Hijo has quien mirara a él, viviera; y mu­
apartado tus juicios de mí. chos miraron y vivieron.
12  Y entonces les dijo Alma: 20 Pero fueron pocos los que
¿Creéis estas a Escrituras que los comprendieron el significado de
antiguos escribieron? esas cosas, y esto a causa de la du­
13 He aquí, si las creéis, debéis reza de sus corazones. Mas hubo
creer lo que a Zenós dijo; pues he muchos que fueron tan obstina­
aquí, declaró: A causa de tu Hijo dos que no quisieron mirar; por
has apartado tus juicios. tanto, perecieron. Ahora bien,
14 Y ahora bien, hermanos míos, la razón por la que no quisieron
quisiera preguntar si habéis leído mirar fue que no creyeron que
las Escrituras. Y si lo habéis he­ los a sanaría.
cho, ¿cómo podéis no creer en el 21 Oh hermanos míos, si fuerais
Hijo de Dios? sanados con tan solo mirar para
15 Porque a no está escrito que quedar sanos, ¿no miraríais in­
solamente Zenós habló de estas mediatamente?; o, ¿preferiríais
cosas, sino también b Zenoc ha­ endurecer vuestros corazones en
bló de ellas. la incredulidad, y ser perezosos y
16 Pues he aquí que él dijo: Es­ no mirar, para así perecer?
tás enojado, ¡oh Señor!, con los de 22 Si es así, ¡ay de vosotros! Pero
este pueblo, porque no quieren si no, mirad y a empezad a creer
comprender tus misericordias en el Hijo de Dios, que vendrá
que les has concedido a causa de para redimir a los de su pueblo,
tu Hijo. y que padecerá y morirá para b ex­
17 Y así veis, hermanos míos, piar los pecados de ellos; y que se
que un segundo profeta de la an­ c 
levantará de entre los muertos,
tigüedad ha testificado del Hijo lo cual efectuará la d resurrección,
de Dios, y porque la gente no a fin de que todos los hombres
quiso entender sus palabras, lo comparezcan ante él, para ser
a 
apedrearon hasta la muerte. juzgados en el día postrero, sí, el
18 Mas he aquí, esto no es todo; día del juicio, según sus e obras.
12 a GEE Escrituras. 19 a Deut. 18:15, 18; 20 a 1 Ne. 17:40–41.
13 a Alma 34:7. Alma 34:7. 22 a Alma 32:27–28.
15 a Jacob 4:4. b Juan 3:14; b Alma 22:14; 34:8–9.
b 1 Ne. 19:10; Hel. 8:14–15. c GEE Resurrección.
Alma 34:7. c Núm. 21:9; d Alma 11:44.
17 a GEE Mártir, martirio. 2 Ne. 25:20; Mos. 3:15. e GEE Obras.
ALMA 33:23–34:8 352
23 Y ahora bien, hermanos míos, enseñaron ampliamente estas co­a 

quisiera que a plantaseis esta pa­ sas antes de vuestra disensión de


labra en vuestros corazones, y al entre nosotros.
empezar a hincharse, nutridla con 3 Y como le habéis pedido a mi
vuestra fe. Y he aquí, llegará a ser amado hermano que os haga sa­
un árbol que b crecerá en vosotros ber lo que debéis hacer, a causa
para vida sempiterna. Y entonces de vuestras aflicciones; y él os ha
Dios os conceda que sean ligeras dicho algo para preparar vuestras
vuestras c cargas mediante el gozo mentes; sí, y os ha exhortado a
de su Hijo. Y todo esto lo podéis que tengáis fe y paciencia;
hacer si queréis. Amén. 4 sí, a que tengáis la fe sufi­
ciente para a plantar la palabra
CAPÍTULO 34 en vuestros corazones, para que
probéis el experimento de su
Amulek testifica que la palabra está
bondad.
en Cristo para la salvación — Si no
5 Y hemos visto que el gran in­
se efectúa una expiación, todo el gé-
terrogante que ocupa vuestras
nero humano deberá perecer — Toda
mentes es si la palabra está en el
la ley de Moisés señala hacia el sa-
Hijo de Dios, o si no ha de haber
crificio del Hijo de Dios — El plan
Cristo.
eterno de la redención se basa en la fe
6 Y también habéis visto que mi
y en el arrepentimiento — Orad por
hermano os ha comprobado mu­
bendiciones materiales y espiritua-
chas veces, que la a palabra está en
les — Esta vida es cuando el hombre
Cristo para la salvación.
debe prepararse para comparecer ante
7 Mi hermano ha recurrido a
Dios — Labrad vuestra salvación
las palabras de Zenós, de que la
con temor ante Dios. Aproximada-
redención viene por medio del
mente 74 a.C.
Hijo de Dios; y también a las pa­
Y aconteció que después que labras de Zenoc; y también se ha
Alma les hubo hablado estas referido a Moisés, para probar
palabras, se sentó en el suelo, y que estas cosas son verdaderas.
a 
Amulek se levantó y empezó a 8 Y he aquí, ahora yo os a tes­
instruirlos, diciendo: tificaré de mí mismo que estas
2 Hermanos míos, me parece cosas son verdaderas. He aquí,
imposible que ignoréis las co­ os digo que yo sé que Cristo ven­
sas que se han hablado concer­ drá entre los hijos de los hombres
nientes a la venida de Cristo, de para tomar sobre sí las transgre­
quien nosotros enseñamos que es siones de su pueblo, y que b ex­
el Hijo de Dios; sí, yo sé que se os piará los pecados del mundo,
23 a Alma 33:1; 34:4. 34 1 a Alma 8:21. 8 a GEE Testificar.
b Alma 32:41; 2 a Alma 16:13–21. b GEE Expiación, expiar.
DyC 63:23. 4 a Alma 33:23.
c Alma 31:38. 6 a Juan 1:1, 14.
353 ALMA 34:9–17
porque el Señor Dios lo ha preciso que se ponga, a fin al de­
dicho. rramamiento de sangre; entonces
9 Porque es necesario que se rea­ quedará cumplida la b ley de Moi­
lice una a expiación; pues según el sés; sí, será totalmente cumplida,
gran b plan del Dios Eterno, debe sin faltar ni una jota ni una tilde,
efectuarse una expiación, o de lo y nada se habrá perdido.
contrario, todo el género humano 14 Y he aquí, este es el a signifi­
inevitablemente debe perecer; sí, cado entero de la b ley, pues todo
todos se han endurecido; sí, todos ápice señala a ese gran y postrer
han c caído y están perdidos, y, c 
sacrificio; y ese gran y postrer
de no ser por la expiación que sacrificio será el Hijo de Dios, sí,
es necesario que se haga, deben infinito y eterno.
perecer. 15 Y así él trae la a salvación a
10 Porque es preciso que haya cuantos crean en su nombre; ya
un gran y postrer a sacrificio; sí, que es el propósito de este úl­
no un sacrificio de hombre, ni de timo sacrificio poner en efecto
bestia, ni de ningún género de las entrañas de misericordia,
ave; pues no será un sacrificio hu­ que sobrepujan a la justicia y
mano, sino debe ser un b sacrificio proveen a los hombres la ma­
c 
infinito y eterno. nera de tener b fe para arrepen­
11 Y no hay hombre alguno que timiento.
sacrifique su propia sangre, la cual 16 Y así la a misericordia satis­
expíe los pecados de otro. Y si un face las exigencias de la b justicia,
hombre mata, he aquí, ¿tomará y ciñe a los hombres con bra­
nuestra ley, que es a justa, la vida zos de seguridad; mientras que
de su hermano? Os digo que no. aquel que no ejerce la fe para
12 Sino que la ley exige la vida arrepentimiento queda expuesto
de aquel que ha cometido a ho­ a las exigencias de toda la ley de
micidio; por tanto, no hay nada, la c justicia; por lo tanto, única­
a no ser una expiación infinita, mente para aquel que tiene fe
que responda por los pecados para arrepentimiento se reali­
del mundo. zará el gran y eterno d plan de
13 De modo que es menester la redención.
que haya un gran y postrer sacri­ 17 Por tanto, hermanos míos,
ficio; y entonces se pondrá, o será Dios os conceda empezar a
9 a Alma 33:22. Mos. 29:25. b O sea, la fe
b Alma 12:22–33; 12 a GEE Asesinato; que conduce al
Moisés 6:62. Pena de muerte. arrepentimiento.
c GEE Caída de Adán y 13 a 3 Ne. 9:17, 19–20. 16 a GEE Misericordia,
Eva. b 3 Ne. 15:5. misericordioso.
10 a Moisés 5:6–7. 14 a Alma 30:3. b GEE Justicia.
b GEE Sacrificios. b GEE Ley de Moisés. c Alma 12:32.
c 2 Ne. 9:7. c DyC 138:35. d GEE Plan de redención.
11 a Deut. 24:16; 15 a GEE Salvación.
ALMA 34:18–32 354
ejercitar vuestra fe para arre­
a 
como por el bienestar de los que
pentimiento, para que empecéis os rodean.
a b implorar su santo nombre, a 28 Y he aquí, amados hermanos
fin de que tenga misericordia de míos, os digo que no penséis que
vosotros; esto es todo; porque si después
18 sí, imploradle misericordia, de haber hecho todas estas cosas,
porque es poderoso para salvar. volvéis la espalda al a indigente
19 Sí, humillaos y persistid en y al desnudo, y no visitáis al en­
la oración a él. fermo y afligido, y si no b dais de
20 Clamad a él cuando estéis en vuestros bienes, si los tenéis, a
vuestros campos, sí, por todos los necesitados, os digo que si no
vuestros rebaños. hacéis ninguna de estas cosas, he
21 a Clamad a él en vuestras ca­ aquí, vuestra c oración es en d vano
sas, sí, por todos los de vuestra y no os vale nada, y sois como los
casa, tanto por la mañana, como hipócritas que niegan la fe.
al mediodía y al atardecer. 29 Por tanto, si no os acordáis de
22 Sí, clamad a él contra el poder ser a caritativos, sois como la esco­
de vuestros enemigos. ria que los refinadores desechan
23 Sí, a clamad a él contra el b dia­ (por no tener valor) y es hollada
blo, que es el enemigo de toda por los hombres.
c 
rectitud. 30 Y ahora bien, hermanos míos,
24 Clamad a él por las cosechas después de haber recibido voso­
de vuestros campos, a fin de que tros tantos testimonios, ya que
prosperéis en ellas. las Santas Escrituras testifican de
25 Clamad por los rebaños de estas cosas, yo quisiera que vinie­
vuestros campos para que au­ seis y dieseis a fruto para arrepen­
menten. timiento.
26 Mas esto no es todo; de­ 31 Sí, quisiera que vinieseis y
béis derramar vuestra alma en no endurecieseis más vuestros
vuestros a aposentos, en vues­ corazones; porque he aquí, hoy
tros sitios secretos y en vuestros es el tiempo y el a día de vues­
yermos. tra salvación; y por tanto, si os
27 Sí, y cuando no estéis cla­ arrepentís y no endurecéis vues­
mando al Señor, dejad que a re­ tros corazones, inmediatamente
bosen vuestros b corazones, obrará para vosotros el gran plan
entregados continuamente en ora­ de redención.
ción a él por vuestro bienestar, así 32  Porque he aquí, esta vida
17 a GEE Fe. c GEE Rectitud, recto. c Mateo 15:7–8.
b GEE Oración. 26 a Mateo 6:5–6. d Moro. 7:6–8.
21 a Sal. 5:1–3; 27 a GEE Meditar. 29 a GEE Caridad.
3 Ne. 18:21. b GEE Corazón. 30 a Mateo 3:8;
23 a 3 Ne. 18:15, 18. 28 a GEE Pobres. Alma 13:13.
b GEE Diablo. b GEE Limosna. 31 a Rom. 13:11–12.
355 ALMA 34:33–39
es cuando el hombre debe prepa­ a 
vosotros; y este es el estado final
rarse para comparecer ante Dios; sí, del malvado.
el día de esta vida es el día en que 36 Y sé esto, porque el Señor ha
el hombre debe ejecutar su obra. dicho que no mora en templos
33  Y como os dije antes, ya a 
impuros, sino en los corazones
que habéis tenido tantos testi­ de los b justos es donde mora; sí,
monios, os ruego, por tanto, que y también ha dicho que los justos
no a demoréis el día de vuestro se sentarán en su reino, para ya
b 
arrepentimiento hasta el fin; no volver a salir; y sus vestidos
porque después de este día de serán blanqueados por medio de
vida, que se nos da para prepa­ la sangre del Cordero.
rarnos para la eternidad, he aquí 37 Y ahora bien, amados herma­
que si no mejoramos nuestro nos míos, quisiera que recordaseis
tiempo durante esta vida, enton­ estas cosas, y que a labraseis vues­
ces viene la c noche de d tinieblas tra salvación con temor ante Dios;
en la cual no se puede hacer obra y que no negaseis más la venida
alguna. de Cristo;
34 No podréis decir, cuando os 38 que no a contendieseis más
halléis ante esa terrible a crisis: Me en contra del Espíritu Santo, sino
arrepentiré, me volveré a mi Dios. que lo recibieseis, y que toma­
No, no podréis decir esto; porque seis sobre vosotros el b nombre
el mismo espíritu que posea vues­ de Cristo; que os humillaseis aun
tros cuerpos al salir de esta vida, hasta el polvo y c adoraseis a Dios,
ese mismo espíritu tendrá poder en cualquier lugar en que estu­
para poseer vuestro cuerpo en viereis, en espíritu y en verdad;
aquel mundo eterno. y que vivieseis cada día en d ac­
35 Porque si habéis demorado el ción de gracias por las muchas
día de vuestro arrepentimiento, misericordias y bendiciones que
aun hasta la muerte, he aquí, os él confiere sobre vosotros.
habéis a sujetado al espíritu del 39 Sí, y también os exhorto, her­
diablo y él os b sella como cosa manos míos, a estar continua­
suya; por tanto, se ha retirado mente a prontos para orar para
de vosotros el Espíritu del Señor que no seáis desviados por las
y no tiene cabida en vosotros, y b 
tentaciones del diablo, para que
el diablo tiene todo poder sobre no os venza, ni lleguéis a ser
32 a 2 Ne. 2:21; 34 a Alma 40:13–14. b Mos. 5:8; Alma 5:38.
Alma 12:24; 42:4–6. 35 a 2 Ne. 28:19–23. c GEE Adorar.
33 a Hel. 13:38; b 2 Ne. 9:9. d Sal. 69:30;
DyC 45:2. 36 a Mos. 2:37; Alma 7:21; DyC 59:7.
b GEE Arrepentimiento, Hel. 4:24. GEE Acción de
arrepentirse. b GEE Justo. gracias, agradecido,
c Juan 9:4; DyC 45:17. 37 a Filip. 2:12. agradecimiento.
d GEE Muerte espiritual; 38 a GEE Contención, 39 a GEE Velar.
Tinieblas espirituales. contienda. b GEE Tentación, tentar.
ALMA 34:40–35:9 356
sus súbditos en el último día; por­ a causa de la palabra, porque des­
que he aquí, él no os recompensa truía sus a artimañas; por tanto, no
con c ninguna cosa buena. quisieron escuchar las palabras.
40 Y ahora bien, amados herma­ 4 Y enviaron y reunieron por
nos míos, quisiera exhortaros a toda esa tierra a todos los habi­
que tengáis a paciencia, y que so­ tantes, y consultaron con ellos
portéis toda clase de aflicciones; acerca de las palabras que se ha­
que no b vituperéis a aquellos que bían hablado.
os desechan a causa de vuestra 5  Mas sus gobernantes, sus
suma pobreza, no sea que lleguéis sacer­dotes y sus maestros no per­
a ser pecadores como ellos; mitieron que el pueblo conociera
41 sino que tengáis paciencia y sus deseos; por tanto, inquirieron
soportéis esas congojas, con una privadamente la opinión de todo
firme esperanza de que algún día el pueblo.
descansaréis de todas vuestras 6 Y aconteció que después de
aflicciones. haberse enterado de la opinión de
todo el pueblo, los que estaban a
CAPÍTULO 35 favor de las palabras que habían
hablado Alma y sus hermanos
La predicación de la palabra destruye
fueron desterrados del país; y
las artimañas de los zoramitas — Ex-
eran muchos; y también llegaron
pulsan a los convertidos, los cuales
a la tierra de Jersón.
se unen al pueblo de Ammón en Jer-
7 Y sucedió que Alma y sus her­
són — Alma se aflige por la iniqui-
manos les ministraron.
dad de su pueblo. Aproximadamente
8 Ahora bien, el pueblo de los
74 a.C.
zoramitas se enojó con el pue­
Y aconteció que después que blo de Ammón que estaba en Jer­
Amulek hubo dado fin a estas són; y el gobernante principal de
palabras, se separaron de la mul­ los zoramitas, siendo un hombre
titud y se fueron a la tierra de muy inicuo, se comunicó con los
Jersón. del pueblo de Ammón, instán­
2 Sí, y el resto de los hermanos, dolos a que echaran fuera de su
después que hubieron predicado tierra a cuantos de los de ellos
la palabra a los zoramitas, llega­ llegaran a esa tierra.
ron también a la tierra de Jersón. 9  Y profirió muchas amena­
3 Y sucedió que cuando los más zas contra ellos. Mas el pueblo
influyentes de entre los zoramitas de Ammón no tuvo miedo de
se hubieron consultado concer­ sus palabras; por tanto, no los
niente a las palabras que les ha­ echaron fuera, sino que recibie­
bían sido predicadas, se irritaron ron a todos los zoramitas pobres
39 c Alma 30:60. b DyC 31:9. sacerdotales.
40 a GEE Paciencia. 35 3 a GEE Supercherías
357 ALMA 35:10–16
que llegaron a ellos; y los alimen­
a 
tierra de Jersón, y han tomado las
taron y los vistieron y les dieron armas para defenderse a sí mis­
tierras por herencia y los atendie­ mos, y a sus esposas, sus hijos y
ron según sus necesidades. sus tierras.
10 Y esto provocó a los zorami­ 15 Y Alma estaba afligido por
tas a la ira contra el pueblo de la iniquidad de su pueblo, sí, por
Ammón, y empezaron a mez­ las guerras, y la efusión de sangre
clarse con los lamanitas, y a inci­ y contiendas que existían entre
tarlos también a ira contra ellos. ellos; y habiendo salido a declarar
11 Y así los zoramitas y los la­ la palabra, o enviado para decla­
manitas empezaron a hacer pre­ rar la palabra a los habitantes de
parativos para la guerra contra todas las ciudades, y viendo que
el pueblo de Ammón y también el corazón del pueblo empezaba
contra los nefitas. a endurecerse y a sentirse a ofen­
12 Y así acabó el año decimosép­ dido a causa de lo estricto de la
timo del gobierno de los jueces palabra, su corazón se angustió
sobre el pueblo de Nefi. en extremo.
13 Y el pueblo de Ammón par­ 16 Por tanto, hizo que sus hijos se
tió de la tierra de Jersón y se fue reunieran para dar a cada uno de
a la tierra de Melek, y dio lugar ellos su a encargo, separadamente,
en la tierra de Jersón a los ejér­ respecto de las cosas concernientes
citos de los nefitas, a fin de que a la rectitud. Y tenemos una rela­
contendieran con los ejércitos de ción de sus mandamientos que
los lamanitas y los ejércitos de les dio, según su propia historia.
los zoramitas; y así empezó una
guerra entre los lamanitas y los
Los mandamientos de Alma a su
nefitas en el decimoctavo año del
hijo Helamán.
gobierno de los jueces; y más ade­
lante se hará una a relación de sus Comprende los capítulos 36 y 37.
guerras.
14 Y Alma, Ammón y sus her­
CAPÍTULO 36
manos, y también los dos hijos
de Alma, regresaron a la tierra Alma testifica a Helamán acerca de
de Zarahemla, después de haber su conversión tras haber visto a un
sido instrumentos en las manos ángel — Padeció las penas de un
de Dios para llevar a a muchos de alma condenada, invocó el nombre
los zoramitas al arrepentimiento; de Jesús y entonces nació de Dios —
y cuantos se arrepintieron fueron Un dulce gozo llenó su alma — Vio
expulsados de su tierra; pero tie­ concursos de ángeles que alababan
nen tierras para su herencia en la a Dios — Muchos conversos han
9 a Mos. 4:26. 14 a Alma 35:6. mayordomo.
GEE Bienestar. 15 a GEE Apostasía.
13 a Alma 43:3. 16 a GEE Mayordomía,
ALMA 36:1–12 358
probado y visto como él ha probado estas cosas, no por dignidad al­
c 

y visto. Aproximadamente 74 a.C. guna en mí.


6 Porque yo andaba con los hijos
Hijo mío, da oído a mis
a 
de Mosíah, tratando de a destruir
palabras, porque te juro que al la iglesia de Dios; mas he aquí,
grado que guardes los manda­ Dios envió a su santo ángel para
mientos de Dios, prosperarás detenernos en el camino.
en la tierra. 7 Y he aquí, nos habló como
2 Quisiera que hicieses lo que con voz de trueno, y toda la
yo he hecho, recordando el cau­ tierra a tembló bajo nuestros pies;
tiverio de nuestros padres; por­ y todos caímos al suelo porque
que estaban en el a cautiverio, y el b temor del Señor nos sobre­
nadie podía rescatarlos salvo que vino.
fuese el b Dios de Abraham, y el 8 Mas he aquí, la voz me dijo:
Dios de Isaac, y el Dios de Jacob; ¡Levántate! Y me levanté y me
y él de cierto, los libró en sus puse de pie y vi al ángel.
aflicciones. 9 Y me dijo: A menos que tú, por
3 Y ahora bien, ¡oh mi hijo Hela­ ti mismo, quieras ser destruido,
mán!, he aquí, estás en tu juven­ no trates más de destruir la igle­
tud, y te suplico, por tanto, que sia de Dios.
escuches mis palabras y apren­ 10 Y aconteció que caí al suelo; y
das de mí; porque sé que quie­ por el espacio de a tres días y tres
nes pongan su confianza en Dios noches no pude abrir mi boca, ni
serán sostenidos en sus a tribula­ hacer uso de mis miembros.
ciones, y sus dificultades y aflic­ 11 Y el ángel me dijo más cosas
ciones, y serán b enaltecidos en el que mis hermanos oyeron, mas
postrer día. yo no las oí. Porque al oír las pa­
4 Y no quisiera que pensaras labras —a menos que tú, por ti
que yo a sé de mí mismo; no de mismo, quieras ser destruido, no
lo temporal, sino de lo espiri­ trates más de destruir la iglesia
tual; no de la mente b carnal, sino de Dios— me sentí herido de tan
de Dios. grande temor y asombro de que
5 Ahora bien, he aquí, te digo tal vez fuese destruido, que caí al
que si no hubiese a nacido de suelo y no oí más.
Dios, b no habría sabido estas co­ 12  Pero me martirizaba un
sas; pero por boca de su santo tormento a eterno, porque mi
ángel, Dios me ha hecho saber alma estaba atribulada en sumo
36 1 a Hel. 5:9–14. 4 a 1 Cor. 2:11; c GEE Dignidad, digno.
2 a Mos. 23:23; Alma 5:45–46. 6 a Mos. 27:10.
24:17–21. GEE Conocimiento. 7 a Mos. 27:18.
b Éx. 3:6; b GEE Carnal. b GEE Temor —
Alma 29:11. 5 a GEE Nacer de Dios, Temor de Dios.
3 a Rom. 8:28. nacer de nuevo. 10 a Mos. 27:19–23.
b Mos. 23:21–22. b Alma 26:21–22. 12 a DyC 19:11–15.
359 ALMA 36:13–24
grado, y atormentada por todos de mi corazón: ¡Oh Jesús, Hijo de
mis pecados. Dios, ten misericordia de mí que
13 Sí, me acordaba de todos mis estoy a en la hiel de amargura, y
pecados e iniquidades, por causa ceñido con las eternas b cadenas
de los cuales yo era a atormentado de la muerte!
con las penas del infierno; sí, veía 19 Y he aquí que cuando pensé
que me había rebelado contra mi esto, ya no me pude acordar más
Dios y que no había guardado sus de mis dolores; sí, dejó de a ator­
santos mandamientos. mentarme el recuerdo de mis pe­
14 Sí, y había asesinado a mu­ cados.
chos de sus hijos, o más bien, los 20 Y, ¡oh qué a gozo, y qué luz
había conducido a la destrucción; tan maravillosa fue la que vi! Sí,
sí, y por último, mis iniquidades mi alma se llenó de un gozo tan
habían sido tan grandes que el profundo como lo había sido mi
solo pensar en volver a la presen­ dolor.
cia de mi Dios atormentaba mi 21 Sí, hijo mío, te digo que no
alma con indecible horror. podía haber cosa tan intensa ni
15 ¡Oh si a fuera desterrado — tan amarga como mis dolores. Sí,
pensaba yo— y aniquilado en hijo mío, y también te digo que
cuerpo y alma, a fin de no ser por otra parte no puede haber
llevado para comparecer ante la cosa tan intensa y dulce como lo
presencia de mi Dios para ser juz­ fue mi gozo.
gado por mis b obras! 22 Sí, me pareció ver —así como
16 Y por tres días y tres noches nuestro padre a Lehi vio— a Dios
me vi atormentado, sí, con las sentado en su trono, rodeado de
penas de un alma a condenada. innumerables concursos de ánge­
17 Y aconteció que mientras así les en actitud de estar cantando y
me agobiaba este tormento, mien­ alabando a su Dios; sí, y mi alma
tras me a atribulaba el recuerdo anheló estar allí.
de mis muchos pecados, he aquí, 23 Mas he aquí, mis miembros
también me acordé de haber oído recobraron su a fuerza, y me puse
a mi padre profetizar al pueblo de pie, y manifesté al pueblo que
concerniente a la venida de un había b nacido de Dios.
Jesucristo, un Hijo de Dios, para 24  Sí, y desde ese día, aun
expiar los pecados del mundo. hasta ahora, he trabajado sin ce­
18 Y al concentrarse mi mente en sar para traer almas al arrepen­
este pensamiento, clamé dentro timiento; para traerlas a a probar
13 a GEE Culpa. 17 a 2 Cor. 7:10. 20 a GEE Gozo.
15 a Apoc. 6:15–17; 18 a Es decir, con intenso 22 a 1 Ne. 1:8.
Alma 12:14. remordimiento. 23 a Moisés 1:10.
b Alma 41:3; b 2 Ne. 9:45; 28:22; b Alma 5:14.
DyC 1:9–10. Alma 12:11; GEE Nacer de Dios,
16 a GEE Condenación, Moisés 7:26. nacer de nuevo.
condenar. 19 a GEE Culpa. 24 a 1 Ne. 8:12; Mos. 4:11.
ALMA 36:25–37:2 360
el sumo gozo que yo probé; para la servidumbre y del cautiverio
a 

que también nazcan de Dios y de cuando en cuando, hasta este


sean b llenas del Espíritu Santo. día. Y yo siempre he retenido el
25 Sí, y he aquí, ¡oh hijo mío!, el recuerdo de su cautiverio; sí, y tú
Señor me concede un gozo extre­ también debes recordar su cauti­
madamente grande en el fruto de verio como lo he hecho yo.
mis obras; 30 Mas he aquí, hijo mío, esto
26 porque a causa de la a pala­ no es todo; porque tú debes sa­
bra que él me ha comunicado, ber, como yo sé, que al a grado
he aquí, muchos han nacido de que guardes los mandamientos
Dios, y han probado como yo de Dios, prosperarás en la tierra;
he probado, y han visto ojo a y debes saber también que si no
ojo, como yo he visto; por tanto, guardas los mandamientos de
ellos saben acerca de estas cosas Dios, serás separado de su pre­
de que he hablado, como yo sé; y sencia. Y esto es según su palabra.
el conocimiento que tengo viene
de Dios. CAPÍTULO 37
27 Y he sido sostenido en tribu­
Las planchas de bronce y otras Es-
laciones y dificultades de todas
crituras se conservan para conducir
clases, sí, y en todo género de
a las almas a la salvación — Los ja-
aflicciones; sí, Dios me ha librado
reditas fueron destruidos por motivo
de la cárcel, y de ligaduras, y de la
de su iniquidad — Los juramentos y
muerte; sí, y pongo mi confianza
los convenios secretos de ellos deben
en él, y todavía me a librará.
esconderse del pueblo — Consulta
28 Y sé que me a levantará en el
al Señor en todos tus hechos — Así
postrer día para morar con él en
como la Liahona guio a los nefitas,
b 
gloria; sí, y lo alabaré para siem­
de igual manera la palabra de Cristo
pre; porque ha c sacado a nuestros
guía a los hombres a la vida eterna.
padres de Egipto y ha hundido a
Aproximadamente 74 a.C.
los d egipcios en el mar Rojo; y por
su poder guio a nuestros padres Y ahora, Helamán, hijo mío, te
a la tierra prometida; sí, y los ha mando que tomes los a anales que
librado de la servidumbre y del me han sido b confiados;
cautiverio de cuando en cuando. 2 y también te mando que lle­
29 Sí, y también ha sacado a ves una historia de este pueblo,
nuestros padres de la tierra de como lo he hecho yo, sobre las
Jerusalén; y por su sempiterno planchas de Nefi; y que conser­
poder también los ha librado de ves sagradas todas estas cosas
24 b 2 Ne. 32:5; 28 a 3 Ne. 15:1. Alma 5:5–6.
3 Ne. 9:20. b GEE Gloria. 30 a 2 Ne. 1:9–11;
GEE Espíritu Santo. c Éx. 12:51. Alma 50:19–22.
26 a Alma 31:5. d Éx. 14:26–27. 37 1 a Alma 45:2–8.
27 a Sal. 34:17. 29 a Mos. 24:17; 27:16; b Mos. 28:20.
361 ALMA 37:3–12
que he guardado, así como yo las 8 Y hasta aquí ha sido según
he preservado; porque se conser­ la sabiduría de Dios que estas
van para un a sabio propósito. cosas sean preservadas; pues he
3 Y estas a planchas de bronce aquí, han a ensanchado la memo­
que contienen estos grabados, ria de este pueblo, sí, y han con­
que tienen sobre ellas la narración vencido a muchos del error de
de las Sagradas Escrituras y la ge­ sus caminos, y los han traído al
nealogía de nuestros antecesores, conocimiento de su Dios para la
aun desde el principio, salvación de sus almas.
4 he aquí, nuestros padres han 9 Sí, te digo que si no a hubiese
profetizado que deben ser con­ sido por estas cosas que estos
servadas y entregadas de una anales contienen, las cuales es­
generación a otra, y que deben tán sobre estas planchas, Am­
ser guardadas y preservadas por món y sus hermanos no habrían
la mano del Señor hasta que va­ podido b convencer a tantos miles
yan a toda nación, tribu, lengua de los lamanitas de las tradiciones
y pueblo, a fin de que lleguen a erróneas de sus padres; sí, estos
saber de los a misterios que con­ anales y sus c palabras los lleva­
tienen. ron al arrepentimiento, es decir,
5 Y he aquí, si son conservadas, los llevaron al conocimiento del
deben retener su brillo; sí, y reten­ Señor su Dios, y a regocijarse en
drán su brillo; sí, y también todas Jesucristo su Redentor.
las planchas que contienen lo que 10 ¿Y quién sabe si no serán el
es escritura sagrada. medio para traer a muchos miles
6 Ahora bien, tal vez pienses que de ellos al conocimiento de su
esto es a locura de mi parte; mas Redentor, sí, y también a muchos
he aquí, te digo que por medio miles de nuestros obstinados her­
de cosas b pequeñas y sencillas se manos nefitas que hoy endurecen
realizan grandes cosas; y en mu­ sus corazones en el pecado y las
chos casos, los pequeños medios iniquidades?
confunden a los sabios. 11 Y todavía no me han sido re­
7 Y el Señor Dios se vale de a me­ velados plenamente estos miste­
dios para realizar sus grandes y rios; por tanto, me refrenaré.
eternos designios; y por medios 12 Y quizás sea suficiente si so­
muy b pequeños el Señor confunde lamente digo que se conservan
a los sabios y realiza la salvación para un sabio propósito, el cual
de muchas almas. es conocido por Dios; porque él
2 a Enós 1:13–18; 4 a GEE Misterios de Dios. 8 a 2 Tim. 3:15–17;
P. de Morm. 1:6–11; 6 a 1 Cor. 2:14. Mos. 1:3–5.
Alma 37:9–12. b 1 Ne. 16:28–29; 9 a Mos. 1:5.
3 a 1 Ne. 5:10–19. DyC 64:33; 123:15–17. b Alma 18:36; 22:12.
GEE Planchas de 7 a Isa. 55:8–9. c GEE Evangelio.
bronce. b 2 Rey. 5:1–14.
ALMA 37:13–21 362
dirige con sabiduría todas sus
a 
es poderoso para cumplir todas
obras, y sus sendas son rectas, y sus palabras.
su curso es b un giro eterno. 17 Porque él cumplirá todas las
13 ¡Oh recuerda, recuerda, hijo promesas que te haga, pues ha
mío, Helamán, cuán a estrictos cumplido sus promesas que él ha
son los mandamientos de Dios! hecho a nuestros padres.
Y él ha dicho: b Si guardáis mis 18 Porque les prometió que a pre­
mandamientos, c prosperaréis en servaría estas cosas para un sabio
la tierra; pero si no guardáis sus propósito suyo, a fin de manifes­
mandamientos, seréis desechados tar su poder a las generaciones
de su presencia. futuras.
14 Y ahora recuerda, hijo mío, 19 Y he aquí, ha cumplido un
que Dios te ha a confiado estas propósito, sí, la restauración de
cosas que son b sagradas, que él a 
muchos miles de los lamanitas
ha conservado sagradas, y que al conocimiento de la verdad; y en
también guardará y preservará ellas él ha manifestado su poder, y
para un c sabio propósito suyo, también manifestará aún en ellas
para manifestar su poder a las su poder a generaciones b futuras;
generaciones futuras. por tanto, serán preservadas.
15 Y ahora bien, he aquí, te 20 Por lo que te mando, hijo mío,
digo por el espíritu de profecía, Helamán, que seas diligente en
que si quebrantas los manda­ cumplir todas mis palabras, y
mientos de Dios, he aquí, estas que seas diligente en guardar los
cosas que son sagradas te serán mandamientos de Dios tal como
quitadas por el poder de Dios, y están escritos.
serás entregado a Satanás para 21 Y ahora te hablaré acerca de
que te zarandee como tamo ante aquellas a veinticuatro planchas;
el viento. que las guardes para que sean
16 Pero si guardas los manda­ manifestados a este pueblo los
mientos de Dios y cumples con misterios, y las obras de tinie­
estas cosas que son sagradas, blas, y sus hechos b secretos, o
según el Señor te mande (pues sea, los hechos secretos de aquel
debes recurrir al Señor en todas pueblo que fue destruido; sí,
las cosas que tengas que hacer que todos sus asesinatos, y ro­
con ellas), he aquí, ningún po­ bos, y sus pillajes, y todas sus
der de la tierra ni del infierno te maldades y abominaciones
las puede a quitar, porque Dios puedan ser manifestados a este
12 a 2 Ne. 9:28; Jacob 4:10. Alma 50:20. 19 a Alma 23:5.
b 1 Ne. 10:19; 14 a DyC 3:5. b Enós 1:13;
Alma 7:20. b GEE Santo (adjetivo). Morm. 7:8–10.
13 a 2 Ne. 9:41. c 1 Ne. 9:3–6. 21 a Éter 1:1–5.
b Alma 9:13; 3 Ne. 5:22. 16 a JS—H 1:59. b GEE Combinaciones
c Mos. 1:7; 18 a DyC 5:9. secretas.
363 ALMA 37:22–30
pueblo; sí, y que preserves estos 27 Y ahora bien, hijo mío, te
c 
intérpretes. mando que retengas todos sus
22 Porque he aquí, el Señor juramentos, y sus pactos, y sus
vio que su pueblo empezaba a acuerdos en sus abominaciones
obrar en tinieblas, sí, a cometer secretas; y todas sus a señales y
asesinatos y abominaciones en sus prodigios retendrás para que
secreto; por tanto, dijo el Señor este pueblo no los conozca, no
que si no se arrepentían, serían sea que por ventura también cai­
destruidos de sobre la superficie gan en las tinieblas y sean des­
de la tierra. truidos.
23 Y dijo el Señor: Prepararé 28  Porque he aquí, hay una
para mi siervo Gazelem una a 
maldición sobre toda esta tie­
a 
piedra que brillará en las tinie­ rra de que sobrevendrá una des­
blas hasta dar luz, a fin de ma­ trucción a todos los obradores
nifestar a los de mi pueblo que de tinieblas, según el poder de
me sirven, sí, para manifestarles Dios, cuando lleguen al colmo;
los hechos de sus hermanos, sí, por tanto, es mi deseo que este
sus obras secretas, sus obras de pueblo no sea destruido.
obscuridad, y sus maldades y 29 Por consiguiente, esconde­
abominaciones. rás de este pueblo esos planes
24 Y se prepararon estos intér­ secretos de sus juramentos y sus
pretes, hijo mío, para que se cum­ a 
pactos, y solamente le darás a
pliera la palabra que Dios habló, conocer sus maldades, sus asesi­
diciendo: natos y sus abominaciones; y le
25  a Sacaré de las tinieblas a la enseñarás a b aborrecer tales mal­
luz todos sus hechos secretos y dades y abominaciones y asesi­
sus abominaciones; y a menos natos; y también debes enseñarle
que se arrepientan, los b destruiré que esta gente fue destruida por
de sobre la superficie de la tierra; motivo de sus maldades y abo­
y descubriré todos sus secretos y minaciones y asesinatos.
abominaciones a toda nación que 30 Porque he aquí, asesinaron a
en lo futuro posea la tierra. todos los profetas del Señor que
26 Y vemos, hijo mío, que no se llegaron entre ellos para declarar­
arrepintieron; por tanto, han sido les en cuanto a sus iniquidades;
destruidos, y hasta ahora se ha y la sangre de los que asesinaron
cumplido la palabra de Dios; sí, clamó al Señor su Dios para que
sus abominaciones secretas han los vengara de aquellos que fue­
salido de las tinieblas, y nos han ron sus asesinos; y así los juicios
sido reveladas. de Dios descendieron sobre estos
21 c GEE Urim y Tumim. b Mos. 21:26. Éter 2:7–12.
23 a Mos. 8:13. 27 a Hel. 6:22. 29 a Hel. 6:25.
25 a DyC 88:108–110. 28 a Alma 45:16; b Alma 13:12.
ALMA 37:31–41 364
obradores de tinieblas y de com­ tu corazón se funden en el Señor
binaciones secretas. para siempre.
31 Sí, y maldita sea la tierra por 37  a Consulta al Señor en todos
siempre jamás para esos obrado­ tus hechos, y él te dirigirá para
res de tinieblas y combinaciones bien; sí, cuando te acuestes por
secretas, aun hasta su destruc­ la noche, acuéstate en el Señor,
ción, a menos que se arrepientan para que él te cuide en tu sueño; y
antes que lleguen al colmo. cuando te levantes por la mañana,
32 Y ahora bien, hijo mío, re­ rebose tu corazón de b gratitud a
cuerda las palabras que te he Dios; y si haces estas cosas, serás
hablado; no confíes esos pla­ enaltecido en el postrer día.
nes secretos a este pueblo, antes 38 Y ahora, hijo mío, tengo algo
bien, inculca en ellos un a odio que decir concerniente a lo que
perpetuo contra el pecado y la nuestros padres llaman esfera
iniquidad. o director, o que ellos llamaron
33  a Predícales el arrepenti­ a 
Liahona, que interpretado quiere
miento y la fe en el Señor Jesu­ decir brújula; y el Señor la pre­
cristo; enséñales a humillarse, y paró.
a ser b mansos y humildes de co­ 39 Y he aquí, ningún hombre
razón; enséñales a resistir toda puede trabajar con tan singular
c 
tentación del diablo, con su fe maestría. Y he aquí, fue prepa­
en el Señor Jesucristo. rada para mostrar a nuestros
34  Enséñales a no cansarse padres el camino que habían de
nunca de las buenas obras, sino seguir por el desierto.
a ser mansos y humildes de cora­ 40 Y obró por ellos según su
zón; porque estos hallarán a des­ a 
fe en Dios; por tanto, si tenían
canso para sus almas. fe para creer que Dios podía ha­
35  ¡Oh recuerda, hijo mío, y cer que aquellas agujas indicaran
aprende a sabiduría en tu juven­ el camino que debían seguir, he
tud; sí, aprende en tu juventud aquí, así sucedía; por tanto, se
a guardar los mandamientos de obró para ellos este milagro, así
Dios! como muchos otros milagros que
36 Sí, e a implora a Dios todo tu diariamente se obraban por el po­
sostén; sí, sean todos tus hechos der de Dios.
en el Señor, y dondequiera que 41 Sin embargo, por motivo de
fueres, sea en el Señor; deja que que se efectuaron estos milagros
todos tus pensamientos se dirijan por medios a pequeños, se les ma­
al Señor; sí, deja que los afectos de nifestaron obras maravillosas.
32 a 2 Ne. 4:31. 34 a Mateo 11:28–30. b DyC 46:32.
33 a GEE Predicar. 35 a GEE Sabiduría. 38 a 1 Ne. 16:10; 18:12;
b GEE Mansedumbre, 36 a GEE Oración. DyC 17:1.
manso. 37 a Jacob 4:10; 40 a 1 Ne. 16:28.
c GEE Tentación, tentar. DyC 3:4. 41 a Alma 37:6–7.
365 ALMA 37:42–38:2
Mas fueron perezosos y se olvi­ así les fue dispuesto, para que
daron de ejercer su fe y diligencia, c 
viviesen si miraban; así también
y entonces esas obras maravillo­ es con nosotros. La vía está pre­
sas cesaron, y no progresaron en parada, y si queremos mirar, po­
su viaje. dremos vivir para siempre.
42 Por tanto, se demoraron en 47 Y ahora bien, hijo mío, ase­
el desierto, o sea, no siguieron un gúrate de cuidar estas cosas sa­
curso directo, y fueron afligidos gradas; sí, asegúrate de acudir a
con hambre y sed por causa de Dios para que vivas. Ve entre este
sus transgresiones. pueblo y declara la palabra y sé
43 Y ahora quisiera que enten­ sensato. Adiós, hijo mío.
dieses, hijo mío, que estas cosas
tienen un significado simbólico;
Los mandamientos de Alma a su
porque así como nuestros padres
hijo Shiblón.
no prosperaron por ser lentos en
prestar atención a esta brújula (y Comprende el capítulo 38.
estas cosas eran temporales), así es
con las cosas que son espirituales. CAPÍTULO 38
44  Pues he aquí, tan fácil es
Shiblón fue perseguido por causa de
prestar atención a la a palabra de
la rectitud — La salvación está en
Cristo, que te indicará un curso
Cristo, el cual es la vida y la luz del
directo a la felicidad eterna, como
mundo — Refrena todas tus pasio-
lo fue para nuestros padres pres­
nes. Aproximadamente 74 a.C.
tar atención a esta brújula que les
señalaba un curso directo a la tie­ Hijo mío, da oído a mis palabras,
rra prometida. porque te digo, como dije a He­
45 Y ahora digo: ¿No se ve en lamán, que al grado que guardes
esto un símbolo? Porque tan cierto los mandamientos de Dios, pros­
como este director trajo a nuestros perarás en la tierra; y si no guar­
padres a la tierra prometida por das los mandamientos de Dios,
haber seguido sus indicaciones, serás separado de su presencia.
así las palabras de Cristo, si segui­ 2 Y ahora bien, hijo mío, con­
mos su curso, nos llevan más allá fío en que tendré gran gozo en
de este valle de dolor a una tierra ti, por tu firmeza y tu fidelidad
de promisión mucho mejor. para con Dios; porque así como
46  Oh hijo mío, no seamos has empezado en tu juventud
a 
perezosos por la facilidad que a confiar en el Señor tu Dios,
presenta la b senda; porque así su­ así espero que a continúes obe­
cedió con nuestros padres; pues deciendo sus mandamientos;
44 a Sal. 119:105; 1 Ne. 11:25; b Juan 14:5–6; c Juan 11:25;
Hel. 3:29–30. 2 Ne. 9:41; 31:17–21; Hel. 8:15; 3 Ne. 15:9.
46 a 1 Ne. 17:40–41. DyC 132:22, 25. 38 2 a Alma 63:1–2.
ALMA 38:3–14 366
porque bendito es el que perse­ b 
días y tres noches me vi en el más
vera hasta el fin. amargo dolor y angustia de alma;
3 Te digo, hijo mío, que ya he y no fue sino hasta que imploré
tenido gran gozo en ti por razón misericordia al Señor Jesucristo
de tu fidelidad y tu diligencia, tu que recibí la a remisión de mis pe­
paciencia y tu longanimidad entre cados. Pero he aquí, clamé a él y
los a zoramitas. hallé paz para mi alma.
4 Porque sé que estuviste atado; 9 Y te he dicho esto, hijo mío,
sí, y también sé que fuiste ape­ para que aprendas sabiduría,
dreado por motivo de la palabra; para que aprendas de mí que a no
y sobrellevaste con a paciencia to­ hay otro modo o medio por el
das estas cosas, porque el Señor cual el hombre pueda ser salvo,
estaba b contigo; y ahora sabes que sino en Cristo y por medio de él.
el Señor te libró. He aquí, él es la vida y la b luz del
5 Y ahora bien, hijo mío, Shi­ mundo. He aquí, él es la palabra
blón, quisiera que recordaras que de verdad y de rectitud.
en proporción a tu a confianza en 10 Y así como has empezado a
Dios, serás b librado de tus tribu­ enseñar la palabra, así quisiera
laciones, y tus c dificultades, y tus yo que continuases enseñando;
aflicciones, y serás enaltecido en y quisiera que fueses diligente
el postrer día. y moderado en todas las cosas.
6 Y no quisiera que pensaras, 11 Procura no ensalzarte en el
hijo mío, que sé estas cosas de orgullo; sí, procura no a jactarte
mí mismo, sino que el Espíritu de de tu propia sabiduría, ni de tu
Dios que está en mí es el que me mucha fuerza.
da a conocer estas cosas; porque 12 Usa valentía, mas no prepo­
si no hubiera a nacido de Dios, no tencia; y procura también refrenar
las habría sabido. todas tus pasiones para que estés
7 Mas he aquí, el Señor en su lleno de amor; procura evitar la
gran misericordia envió a su a án­ ociosidad.
gel para declararme que debía 13 No ores como lo hacen los zo­
cesar la obra de b destrucción en­ ramitas, pues has visto que ellos
tre su pueblo. Sí, y he visto a un oran para ser oídos de los hom­
ángel cara a cara, y me habló, y bres y para ser alabados por su
su voz fue como el trueno, y sa­ sabiduría.
cudió toda la tierra. 14 No digas: Oh Dios, te doy
8 Y ocurrió que durante tres gracias porque somos a mejores
2 b 2 Ne. 31:15–20; b Mateo 11:28–30. b Alma 26:17–18; 36:6–11.
3 Ne. 15:9; 27:6, 16–17. c DyC 3:8; 121:7–8. 8 a GEE Remisión de
3 a Alma 31:7. 6 a Alma 36:26; pecados.
4 a GEE Paciencia. DyC 5:16. 9 a Hel. 5:9.
b Rom. 8:35–39. GEE Nacer de Dios, b Mos. 16:9.
5 a Alma 36:27. nacer de nuevo. 11 a GEE Orgullo.
GEE Confianza, confiar. 7 a Mos. 27:11–17. 14 a Alma 31:16.
367 ALMA 38:15–39:8
que nuestros hermanos, sino di de los zoramitas, como lo hizo tu
a 

más bien: Oh Señor, perdona mi hermano. Y esto es lo que tengo


b 
indignidad, y acuérdate de mis en contra de ti: Tú seguiste jactán­
hermanos con misericordia. Sí, dote de tu fuerza y tu sabiduría.
reconoce tu indignidad ante Dios 3 Y esto no es todo, hijo mío. Tú
en todo tiempo. hiciste lo que para mí fue penoso;
15 Y el Señor bendiga tu alma y porque abandonaste el ministerio
te reciba en el postrer día en su y te fuiste a la tierra de Sirón, en
reino, para sentarte en paz. Ahora las fronteras de los lamanitas, tras
ve, hijo mío, y enseña la palabra la a ramera Isabel.
a este pueblo. Sé sensato. Adiós, 4 Sí, ella se a conquistó el cora­
hijo mío. zón de muchos; pero no era ex­
cusa para ti, hijo mío. Tú debiste
haber atendido al ministerio que
Los mandamientos de Alma a su
se te confió.
hijo Coriantón.
5 ¿No sabes tú, hijo mío, que
Comprende los capítulos del 39 al 42. a 
estas cosas son una abominación
a los ojos del Señor; sí, más abo­
minables que todos los pecados,
CAPÍTULO 39 salvo el derramar sangre inocente
o el negar al Espíritu Santo?
El pecado sexual es una abomina-
6 Porque he aquí, si a niegas al
ción — Los pecados de Coriantón im-
Espíritu Santo, una vez que haya
pidieron que los zoramitas recibieran
morado en ti, y sabes que lo nie­
la palabra — La redención de Cristo
gas, he aquí, es un pecado que
es retroactiva para la salvación de los
es b imperdonable; sí, y al que
fieles que la antecedieron. Aproxima-
asesina contra la luz y el conoci­
damente 74 a.C.
miento de Dios, no le es fácil ob­
Hijo mío, tengo algo más que tener c perdón; sí, hijo mío, te digo
decirte de lo que dije a tu her­ que no le es fácil obtener perdón.
mano; porque he aquí, ¿no has 7 Y ahora bien, hijo mío, qui­
observado la constancia de tu her­ siera Dios que no hubieses sido
mano, su fidelidad y su diligencia a 
culpable de tan gran delito. No
al guardar los mandamientos de persistiría en hablar de tus deli­
Dios? He aquí, ¿no te ha dado un tos, para atormentar tu alma, si
buen ejemplo? no fuera para tu bien.
2 Porque tú no hiciste tanto caso 8 Mas he aquí, tú no puedes
de mis palabras, entre el pueblo ocultar tus delitos de Dios; y a
14 b Lucas 18:10–14. 5 a GEE Inmoralidad c DyC 64:10.
39 2 a Alma 38:3. sexual. GEE Perdonar.
3 a GEE Sensual, 6 a DyC 76:35–36. 7 a GEE Culpa.
sensualidad. b GEE Pecado
4 a Prov. 7:6–27. imperdonable.
ALMA 39:9–18 368
menos que te arrepientas, se le­ 13 que te vuelvas al Señor con
vantarán como testimonio contra toda tu mente, poder y fuerza;
ti en el postrer día. que no induzcas más el corazón
9 Hijo mío, quisiera que te arre­ de los demás a hacer lo malo, sino
pintieses y abandonases tus pe­ más bien, vuelve a ellos, y a reco­
cados, y no te dejases llevar más noce tus faltas y la maldad que
por las a concupiscencias de tus hayas cometido.
ojos, sino que te b refrenaras de 14  a No busques las riquezas ni
todas estas cosas; porque a menos las vanidades de este mundo,
que hagas esto, de ningún modo porque he aquí, no las puedes
podrás heredar el reino de Dios. llevar contigo.
¡Oh recuerda, y comprométete, y 15 Y ahora bien, hijo mío, qui­
abstente de estas cosas! siera decirte algo concerniente a
10  Y te mando que te com­ la venida de Cristo. He aquí, te
prometas a consultar con tus digo que él es el que ciertamente
hermanos mayores en tus em­ vendrá a quitar los pecados del
presas; porque he aquí, eres jo­ mundo; sí, él viene para declarar
ven, y necesitas ser nutrido por a su pueblo las gratas nuevas de
tus hermanos. Y atiende a sus la salvación.
consejos. 16 Y este fue, hijo mío, el mi­
11 No te dejes llevar por nin­ nisterio al cual fuiste llamado,
guna cosa vana ni insensata; no para declarar estas alegres nue­
permitas que el diablo incite tu vas a este pueblo, a fin de prepa­
corazón otra vez en pos de esas rar sus mentes; o más bien, para
inicuas rameras. He aquí, oh que la salvación viniera a ellos, a
hijo mío, cuán gran iniquidad fin de que preparen la mente de
has traído sobre los a zoramitas; sus a hijos para oír la palabra en
porque al observar ellos tu b con­ el tiempo de su venida.
ducta, no quisieron creer en mis 17 Y ahora tranquilizaré un poco
palabras. tu mente sobre este punto. He
12 Y ahora el Espíritu del Se­ aquí, te maravillas de por qué se
ñor me dice: a Manda a tus hijos deben saber estas cosas tan anti­
que hagan lo bueno, no sea que cipadamente. He aquí te digo, ¿no
desvíen el corazón de muchos es un alma tan preciosa para Dios
hasta la destrucción. Por tanto, ahora, como lo será en el tiempo
hijo mío, te mando, en el temor de su venida?
de Dios, que te abstengas de tus 18 ¿No es tan necesario que el
iniquidades; plan de redención se dé a conocer
9 a GEE Carnal. 12 a GEE Enseñar; Jacob 2:18–19;
b 3 Ne. 12:30. Mandamientos de DyC 6:6–7; 68:31–32.
11 a Alma 35:2–14. Dios. 16 a GEE Familia — Las
b Rom. 2:21–23; 14:13; 13 a Mos. 27:34–35. responsabilidades de
Alma 4:11. 14 a Mateo 6:25–34; los padres.
369 ALMA 39:19–40:9
a este pueblo, así como a sus hi­ conoce sino Dios mismo. Pero te
jos? manifiesto una cosa que he pre­
19 ¿No le es tan fácil al Señor en­ guntado diligentemente a Dios
viar a su ángel en esta época para para saber concerniente a la re­
declarar estas gozosas nuevas a surrección.
nosotros tanto como a nuestros 4 He aquí, se ha señalado una
hijos, como lo será después del época en que todos se a levanta­
tiempo de su venida? rán de los muertos. Mas cuándo
vendrá este tiempo, nadie lo sabe;
CAPÍTULO 40 pero Dios sabe la hora que está
señalada.
Cristo lleva a cabo la resurrección
5 Ahora bien, con respecto a que
de todos los hombres — Los muertos
si habrá una primera, o una a se­
que han sido justos van al paraíso y
gunda o una tercera vez en que
los malvados a las tinieblas de afuera
los hombres han de resucitar de
para esperar el tiempo de su resurrec-
los muertos, nada importa; pues
ción — Todo será restablecido a su
Dios b sabe todas estas cosas; y
propia y perfecta forma en la Resu-
bástame saber que tal es el caso:
rrección. Aproximadamente 74 a.C.
que hay un tiempo señalado en
Y ahora bien, hijo mío, he aquí que todos se levantarán de los
algo más que quisiera decirte, muertos.
porque veo que tu mente está 6 Debe haber, pues, un intervalo
preocupada con respecto a la re­ entre el tiempo de la muerte y el
surrección de los muertos. de la resurrección.
2 He aquí, te digo que no hay 7 Y ahora quisiera preguntar:
resurrección, o en otras palabras, ¿Qué sucede con las a almas de
quiero decir que este cuerpo mor­ los hombres desde este tiempo
tal no se reviste de a inmortalidad, de la muerte hasta el momento
esta corrupción no se b reviste de señalado para la resurrección?
incorrupción, sino c hasta después 8 Ahora bien, nada importa si hay
de la venida de Cristo. más de una época señalada para
3 He aquí, él efectúa la a resurrec­ que resuciten los hombres, porque
ción de los muertos. Mas he aquí, no todos mueren de una vez, y esto
hijo mío, la resurrección no ha no importa; todo es como un día
llegado aún. Ahora bien, te des­ para Dios, y solo para los hombres
cubro un misterio; no obstante, está medido el tiempo.
hay muchos b misterios que c per­ 9 Por tanto, se ha designado a
manecen ocultos, que nadie los los hombres una época en que
40 2 a Mos. 16:10–13. 3 a GEE Resurrección. DyC 43:18; 76:85.
GEE Inmortal, b GEE Misterios de Dios. b GEE Trinidad.
inmortalidad. c DyC 25:4; 124:41. 7 a Alma 40:21;
b 1 Cor. 15:53–54. 4 a Juan 5:28–29. DyC 138.
c 1 Cor. 15:20. 5 a Mos. 26:24–25; GEE Alma.
ALMA 40:10–16 370
han de resucitar de los muertos; del Espíritu del Señor, porque
y hay un intervalo entre el tiempo escogieron las malas obras en
de la muerte y el de la resurrec­ lugar de las buenas; por lo que
ción. Y ahora bien, concerniente el espíritu del diablo entró
a este espacio de tiempo, qué su­ en ellos y se posesionó de su
cede con las almas de los hombres casa— estos serán echados a las
es lo que he preguntado diligen­ a 
tinieblas de afuera; habrá
temente al Señor para saber; y b 
llantos y lamentos y el crujir
es acerca de esto de lo que yo sé. de dientes, y esto a causa de su
10 Y cuando llegue el tiempo propia iniquidad, pues fueron
en que todos resuciten, entonces llevados cautivos por la volun­
sabrán que Dios conoce todas las tad del diablo.
a 
épocas que le están señaladas al 14 Así que este es el estado de
hombre. las almas de los a malvados; sí,
11 Ahora bien, respecto al estado en tinieblas y en un estado de te­
del alma entre la a muerte y la re­ rrible y b espantosa espera de la
surrección, he aquí, un ángel me ardiente indignación de la ira de
ha hecho saber que los espíritus Dios sobre ellos; y así permanecen
de todos los hombres, en cuanto en este c estado, como los justos en
se separan de este cuerpo mortal, el paraíso, hasta el tiempo de su
sí, los espíritus de todos los hom­ resurrección.
bres, sean buenos o malos, son 15 Ahora bien, hay algunos que
llevados de b regreso a ese Dios han entendido que este estado de
que les dio la vida. felicidad y este estado de miseria
12 Y sucederá que los espíritus del alma, antes de la resurrección,
de los que son justos serán reci­ era una primera resurrección. Sí,
bidos en un estado de a felicidad admito que puede llamarse resu­
que se llama b paraíso: un estado rrección, el levantarse del espí­
de c descanso, un estado de d paz, ritu o el alma, y su consignación
donde descansarán de todas sus a la felicidad o a la miseria, de
aflicciones, y de todo cuidado y acuerdo con las palabras que se
pena. han hablado.
13 Y entonces acontecerá que 16 Y he aquí, también se ha di­
los espíritus de los malvados, cho que hay una a primera b re­
sí, los que son malos —pues he surrección, una resurrección de
aquí, no tienen parte ni porción todos cuantos hayan existido,
10 a Hech. 17:26. c GEE Descansar, 14 a DyC 138:20.
11 a Lucas 16:22–26; descanso (reposo). b Jacob 6:13;
1 Pe. 3:18–19; 4:6; d DyC 45:46. Moisés 7:1.
DyC 76:71–74; 138. GEE Paz. c Alma 34:34.
b Ecle. 12:7; 2 Ne. 9:38. 13 a GEE Infierno. 16 a Jacob 4:11;
12 a GEE Gozo. b Mateo 8:12; Mos. 15:21–23.
b GEE Paraíso. Mos. 16:2. b GEE Resurrección.
371 ALMA 40:17–26
existen o existirán, hasta la re­ sí digo, que hay un a intervalo
surrección de Cristo de entre los entre la muerte y la resurrección
muertos. del cuerpo, y un estado del alma
17 Ahora bien, no suponemos en b felicidad o en c miseria, hasta
que esta primera resurrección, el tiempo que Dios ha señalado
de que se ha hablado en estos para que se levanten los muer­
términos, sea la resurrección de tos, y sean reunidos el alma y el
las almas y su a consignación a la cuerpo, y d llevados a comparecer
felicidad o a la miseria. No pue­ ante Dios, y ser juzgados según
des suponer que esto es lo que sus obras.
quiere decir. 22 Sí, esto lleva a efecto la res­
18 He aquí, te digo que no; sino tauración de aquellas cosas que
que significa la reunión del alma se han declarado por boca de los
con el cuerpo, de los que hayan profetas.
existido desde los días de Adán 23 El a alma será b restaurada al
hasta la a resurrección de Cristo. c 
cuerpo, y el cuerpo al alma; sí,
19 Mas si las almas y los cuer­ y todo miembro y coyuntura se­
pos de aquellos de quienes se ha rán restablecidos a su cuerpo;
hablado serán reunidos todos de sí, ni un cabello de la cabeza se
una vez, los malos así como los perderá, sino que todo será res­
justos, no lo digo; bástame de­ tablecido a su propia y perfecta
cir que todos se levantarán; o en forma.
otras palabras, su resurrección se 24 Y ahora bien, hijo mío, esta es
verificará a antes que la de aque­ la restauración que se ha a anun­
llos que mueran después de la ciado por boca de los profetas.
resurrección de Cristo. 25 Y entonces los justos resplan­
20 Y no digo, hijo mío, que su decerán en el reino de Dios.
resurrección venga al tiempo de 26 Mas he aquí, una terrible
la de Cristo; mas, he aquí, lo doy a 
muerte sobreviene a los inicuos;
como mi opinión, que las almas porque mueren en cuanto a las
y los cuerpos de los justos serán cosas concernientes a la recti­
reunidos al tiempo de la resurrec­ tud; pues son impuros, y nada
ción de Cristo y su a ascensión al b 
impuro puede heredar el reino
cielo. de Dios; sino que son echados
21  Mas si esto sucederá al fuera y consignados a partici­
tiempo de la resurrección de él par de los frutos de sus labo­
o después, no lo digo; pero esto res o sus obras, que han sido
17 a DyC 76:17, 32, 50–51. c GEE Infierno. Alma 11:40–45.
18 a Mateo 27:52–53. d Alma 42:23. c GEE Cuerpo.
19 a Mos. 15:26. 23 a Es decir, el espíritu. 24 a Isa. 26:19.
20 a GEE Ascensión. DyC 88:15–17. 26 a 1 Ne. 15:33;
21 a Lucas 23:39–43. GEE Alma. Alma 12:16.
b GEE Paraíso. b 2 Ne. 9:12–13; b Alma 11:37.
ALMA 41:1–7 372
malas; y beben los sedimentos justicia de Dios que los hombres
a 

de una amarga copa. sean b juzgados según sus c obras;


y si sus hechos fueron buenos en
CAPÍTULO 41 esta vida, y buenos los deseos
de sus corazones, que también
En la Resurrección, los hombres re-
sean ellos d restituidos a lo que es
sucitan a un estado de felicidad sin
bueno en el postrer día.
fin o a una miseria interminable —
4 Y si sus obras son malas, les
La maldad nunca fue felicidad — Los
serán a restituidas para mal. Por
hombres que se hallan en un estado
tanto, todas las cosas serán resta­
carnal se encuentran sin Dios en el
blecidas a su propio orden; todo
mundo — En la Restauración, toda
a su forma natural — la b morta­
persona recibe de nuevo las carac-
lidad levantada en inmortalidad;
terísticas y los atributos que haya
la c corrupción en incorrupción —
logrado en el estado terrenal. Aproxi-
levantado a una felicidad d sin fin
madamente 74 a.C.
para heredar el reino de Dios, o
Y ahora bien, hijo mío, tengo algo a una miseria interminable para
que decirte sobre la restauración heredar el reino del diablo; uno
de que se ha hablado; porque he por una parte y otro por la otra;
aquí, algunos han a tergiversado 5 uno levantado a la dicha, de
las Escrituras y se han b desviado acuerdo con sus deseos de feli­
lejos a causa de esto. Y veo que tu cidad, o a lo bueno, según sus
mente también ha estado preocu­ deseos del bien; y el otro al mal,
pada en cuanto a este asunto; mas según sus deseos de maldad; por­
he aquí, te lo explicaré. que así como ha deseado hacer
2 Te digo, hijo mío, que el plan mal todo el día, así recibirá su
de la restauración es indispensa­ recompensa de maldad cuando
ble en la justicia de Dios, porque venga la noche.
es necesario que todas las cosas 6 Y así sucede por la otra parte.
sean restablecidas a su propio or­ Si se ha arrepentido de sus peca­
den. He aquí, es preciso y justo, dos y ha deseado la rectitud hasta
según el poder y la resurrección el fin de sus días, de igual manera
de Cristo, que el alma del hom­ será recompensado en rectitud.
bre sea restituida a su cuerpo, y 7  a Estos son los redimidos del
que al cuerpo le sean restauradas Señor; sí, los que son librados,
todas sus a partes. los que son rescatados de esa in­
3  Y es indispensable en la terminable noche de tinieblas, y
41 1 a 2 Pe. 1:20; 3:16; Responsabilidad, DyC 138:17.
Alma 13:20. responsable. GEE Resurrección.
b GEE Apostasía. c GEE Obras. c 1 Cor. 15:51–55.
2 a Alma 40:23. d Hel. 14:31. d GEE Vida eterna.
3 a GEE Justicia. 4 a Alma 42:28. 7 a DyC 76:50–70.
b GEE Juicio, juzgar; b 2 Ne. 9:12–13;
373 ALMA 41:8–15
así se sostienen o caen; pues he ponerla en una condición que se
aquí, son sus b propios jueces, ya opone a su naturaleza?
para obrar el bien o para obrar 13 Oh, hijo mío, tal no es el
el mal. caso; sino que el significado de
8  Y los decretos de Dios son la palabra restauración es volver
a 
inalterables; por tanto, se ha pre­ de nuevo mal por mal, o car­
parado el camino para que todo nal por carnal, o diabólico por
aquel que quiera, ande por él y diabólico; bueno por lo que es
sea salvo. bueno, recto por lo que es recto,
9 Y ahora bien, he aquí, hijo mío, justo por lo que es justo, mise­
no te arriesgues a a una ofensa más ricordioso por lo que es miseri­
contra tu Dios sobre esos puntos cordioso.
de doctrina, en los cuales hasta 14 Por tanto, hijo mío, procura
ahora te has arriesgado a come­ ser misericordioso con tus her­
ter pecados. manos; trata con a justicia, b juzga
10 No vayas a suponer, porque con rectitud, y haz lo c bueno sin
se ha hablado concerniente a la cesar; y si haces todas estas co­
restauración, que serás restau­ sas, entonces recibirás tu galar­
rado del pecado a la felicidad. dón; sí, la d misericordia te será
He aquí, te digo que la a maldad restablecida de nuevo; la justicia
nunca fue felicidad. te será restaurada otra vez; se te
11 Y así, hijo mío, todos los restituirá un justo juicio nueva­
hombres que se hallan en un mente; y se te recompensará de
estado a natural, o más bien di­ nuevo con lo bueno.
ría, en un estado b carnal, están 15 Porque lo que de ti salga,
en la hiel de amargura y en las volverá otra vez a ti, y te será
ligaduras de la iniquidad; se en­ restituido; por tanto, la palabra
cuentran c sin Dios en el mundo, restauración condena al pecador
y han obrado en contra de la más plenamente, y en nada lo
naturaleza de Dios; por tanto, justifica.
se hallan en un estado que es
contrario a la naturaleza de la CAPÍTULO 42
felicidad.
12 Y he aquí, ¿significa la pala­ El estado terrenal es un tiempo de
bra restauración tomar una cosa probación que permite al hombre
de un estado natural y colocarla arrepentirse y servir a Dios — La
en un estado innatural, o sea, Caída trajo la muerte temporal y
7 b 2 Ne. 2:26; Alma 42:27; Isa. 57:20–21; 14 a
GEE Honestidad,
Hel. 14:30. Hel. 13:38. honradez.
GEE Albedrío. 11 a Mos. 3:19. b Juan 7:24; DyC 11:12.
8 a DyC 1:38. GEE Hombre natural. c DyC 6:13; 58:27–28.
9 a DyC 42:23–28. b GEE Carnal. d GEE Misericordia,
10 a Sal. 32:10; c Efe. 2:12. misericordioso.
ALMA 42:1–8 374
espiritual sobre todo el género hu- y tomara también del árbol de la
mano  — La redención se realiza vida, y comiera y viviera para
por medio del arrepentimiento — siempre, el Señor Dios colocó
Dios mismo expía los pecados del querubines y la espada encen­
mundo — La misericordia es para dida, para que el hombre no co­
aquellos que se arrepienten — Todos miera del fruto.
los demás quedan sujetos a la justicia 4 Y así vemos que le fue conce­
de Dios — La misericordia viene a dido al hombre un tiempo para
causa de la Expiación — Solo se sal- que se arrepintiera; sí, un a tiempo
van los que verdaderamente se arre- de probación, un tiempo para
pienten. Aproximadamente 74 a.C. arrepentirse y servir a Dios.
5 Porque he aquí, si Adán hu­
Y ahora bien, hijo mío, percibo biese extendido su mano inme­
que hay algo más que inquieta diatamente, y comido del árbol
tu mente, algo que no puedes de la vida, habría vivido para
comprender, y es concerniente a siempre, según la palabra de
la a justicia de Dios en el castigo Dios, sin tener un tiempo para
del pecador; porque tratas de su­ arrepentirse; sí, y también habría
poner que es una injusticia que sido vana la palabra de Dios, y se
el pecador sea consignado a un habría frustrado el gran plan de
estado de miseria. salvación.
2 He aquí, hijo mío, te explicaré 6 Mas he aquí, le fue señalado al
esto. Pues, he aquí, luego que el hombre que a muriera —por tanto,
Señor Dios a expulsó a nuestros como fueron separados del árbol
primeros padres del Jardín de de la vida, así iban a ser separa­
b 
Edén, para cultivar la tierra de dos de la faz de la tierra— y el
la que fueron tomados, sí, sacó hombre se vio perdido para siem­
al hombre, y colocó al extremo pre; sí, se tornó en b hombre caído.
oriental del Jardín de Edén c que­ 7 Y ahora bien, ves por esto que
rubines, y una espada encendida nuestros primeros padres fueron
que daba vueltas por todos la­ a 
separados de la presencia del
dos, para guardar el d árbol de Señor, tanto temporal como es­
la vida, piritualmente; y así vemos que
3 vemos, pues, que el hombre llegaron a ser personas libres de
había llegado a ser como Dios, seguir su propia b voluntad.
conociendo el bien y el mal; y 8 Y he aquí, no era prudente
para que no extendiera su mano, que el hombre fuese rescatado
42 1 a 2 Ne. 26:7; c GEE Querubines. Eva.
Mos. 15:26–27. d Gén. 2:9. 7 a 2 Ne. 2:5; 9:6;
GEE Justicia. 4 a Alma 34:32–33. Hel. 14:16.
2 a Gén. 3:23–24; 6 a GEE Muerte física. GEE Muerte espiritual.
Moisés 4:28–31. b Mos. 16:3–5. b GEE Albedrío.
b GEE Edén. GEE Caída de Adán y
375 ALMA 42:9–17
de esta muerte temporal, por­ probatorio, sí, este estado pre­
que esto habría destruido el gran paratorio; porque a menos que
a 
plan de felicidad. fuera por estas condiciones, la
9 Por tanto, como el alma nunca misericordia no podría surtir
podía morir, y ya que la a caída efecto, salvo que destruyese la
había traído una muerte espi­ obra de la justicia. Pero la obra
ritual, así como una temporal, de la justicia no podía ser des­
sobre todo el género humano, truida; de ser así, Dios c dejaría
es decir, fueron separados de la de ser Dios.
presencia del Señor, se hizo me­ 14 Y así vemos que toda la hu­
nester que la humanidad fuese manidad se hallaba a caída, y que
rescatada de esta muerte espi­ estaba en manos de la b justicia; sí,
ritual. la justicia de Dios que los sometía
10 Por tanto, ya que se habían para siempre a estar separados de
vuelto a carnales, sensuales y dia­ su presencia.
bólicos por b naturaleza, este c es­ 15 Ahora bien, no se podría rea­
tado de probación llegó a ser para lizar el plan de la misericordia
ellos un estado para prepararse; salvo que se efectuase una expia­
se tornó en un estado prepara­ ción; por tanto, Dios mismo a ex­
torio. pía los pecados del mundo, para
11 Y ten presente, hijo mío, que realizar el plan de la b misericor­
de no ser por el plan de redención dia, para apaciguar las demandas
(dejándolo a un lado), sus almas de la c justicia, para que Dios sea
serían a miserables en cuanto ellos un Dios d perfecto, justo y miseri­
murieran, por estar separados de cordioso también.
la presencia del Señor. 16 Mas el arrepentimiento no
12 Y no habría medio de redimir podía llegar a los hombres a me­
al hombre de este estado caído, nos que se fijara un castigo, igual­
que él mismo se había ocasionado mente a eterno como la vida del
por motivo de su propia desobe­ alma, opuesto al plan de la feli­
diencia; cidad, tan eterno también como
13 por tanto, según la justicia, la vida del alma.
el a plan de redención no podía 17 Y, ¿cómo podría el hombre
realizarse sino de acuerdo con arrepentirse, a menos que a pe­
las condiciones del b arrepenti­ cara? ¿Cómo podría pecar, si no
miento del hombre en este estado hubiese b ley? Y, ¿cómo podría
8 a Alma 34:9; Moisés 6:62. 13 a GEE Plan de redención. GEE Expiación, expiar.
9 a GEE Caída de Adán y b GEE Arrepentimiento, b GEE Misericordia,
Eva. arrepentirse. misericordioso.
10 a GEE Carnal. c 2 Ne. 2:13–14. c GEE Justicia.
b GEE Hombre natural. 14 a Alma 22:13–14. d 3 Ne. 12:48.
c GEE Mortal, b 2 Ne. 2:5. 16 a DyC 19:10–12.
mortalidad. 15 a 2 Ne. 9:7–10; 17 a GEE Pecado.
11 a 2 Ne. 9:7–9. Mos. 16:7–8. b Rom. 4:15.
ALMA 42:18–28 376
haber una ley sin que hubiese resurrección de los muertos; y
c 

un castigo? la resurrección de los muertos


18 Mas se fijó un castigo, y se lleva a los hombres de d regreso
dio una ley justa, la cual trajo el a la presencia de Dios; y así son
remordimiento de a conciencia al restaurados a su presencia, para
hombre. ser e juzgados según sus obras, de
19 Ahora bien, de no haberse acuerdo con la ley y la justicia.
dado una ley de que el hombre 24 Pues he aquí, la justicia ejerce
que a asesina debe morir, ¿tendría todos sus derechos, y también la
miedo de morir si matase? misericordia reclama cuanto le
20 Y también, si no hubiese nin­ pertenece; y así, nadie se salva
guna ley contra el pecado, los sino los que verdaderamente se
hombres no tendrían miedo de arrepienten.
pecar. 25 ¿Qué, supones tú que la mi­
21 Y si no se hubiese dado a nin­ sericordia puede robar a la a jus­
guna ley, ¿qué podría hacer la ticia? Te digo que no, ni un ápice.
justicia si los hombres pecasen? Si fuera así, Dios dejaría de ser
¿O la misericordia? Pues no ten­ Dios.
drían derecho a reclamar al hom­ 26 Y de este modo realiza Dios
bre. sus grandes y eternos a propósitos,
22 Mas se ha dado una ley, y que fueron preparados b desde la
se ha fijado un castigo, y se ha fundación del mundo. Y así se
concedido un a arrepentimiento, realiza la salvación y la reden­
el cual la misericordia reclama; ción de los hombres, y también
de otro modo, la justicia reclama su destrucción y miseria.
al ser humano y ejecuta la ley, y 27 Por tanto, oh hijo mío, a el
la ley impone el castigo; pues de que quiera venir, puede venir a
no ser así, las obras de la justicia beber libremente de las aguas de
serían destruidas, y Dios dejaría la vida; y quien no quiera venir,
de ser Dios. no está obligado a venir; pero en
23 Mas Dios no cesa de ser Dios, el postrer día le será b restaurado
y la a misericordia reclama al que según sus c hechos.
se arrepiente; y la misericordia 28 Si ha deseado hacer lo a malo,
viene a causa de la b expiación; y no se ha arrepentido durante
y la expiación lleva a efecto la sus días, he aquí, lo malo le será
18 a GEE Conciencia. c 2 Ne. 2:8; 9:4; b Alma 13:3;
19 a GEE Asesinato. Alma 7:12; 11:41–45; 3 Ne. 1:14.
21 a 2 Ne. 9:25–26; 12:24–25; Hel. 14:15–18; 27 a Alma 5:34;
Mos. 3:11. Morm. 9:13. Hel. 14:30.
22 a GEE Arrepentimiento, d Alma 40:21–24. GEE Albedrío.
arrepentirse. e GEE Juicio final. b Alma 41:15.
23 a GEE Misericordia, 25 a GEE Justicia. c Isa. 59:18;
misericordioso. 26 a 2 Ne. 2:14–30; Apoc. 20:12.
b GEE Expiación, expiar. Moisés 1:39. 28 a Alma 41:2–5.
377 ALMA 42:29–43:6
devuelto, según la restauración su libertad, sus familias y su re-
de Dios. ligión — Los ejércitos de Moroni
29 Y ahora bien, hijo mío, qui­ y de Lehi rodean a los lamanitas.
siera que no dejaras que te pertur­ Aproximadamente 74 a.C.
baran más estas cosas, y solo deja
Y aconteció que los hijos de
que te preocupen tus pecados,
Alma salieron entre el pueblo
con esa zozobra que te conducirá
para declararle la palabra. Y el
al arrepentimiento.
mismo Alma no pudo descansar,
30 ¡Oh hijo mío, quisiera que no
y también salió.
negaras más la justicia de Dios!
2 Y no diremos más acerca de su
No trates de excusarte en lo más
predicación, sino que predicaron
mínimo a causa de tus pecados,
la palabra y la verdad de acuerdo
negando la justicia de Dios. Deja,
con el espíritu de profecía y re­
más bien, que la justicia de Dios,
velación; y predicaron según el
y su misericordia y su longani­ a 
santo orden de Dios, mediante
midad dominen por completo
el cual se les había llamado.
tu corazón; y permite que esto te
3 Y vuelvo ahora a una narración
a 
humille hasta el polvo.
de las guerras entre los nefitas y
31 Y ahora bien, oh hijo mío,
los lamanitas, en el año decimoc­
eres llamado por Dios para pre­
tavo del gobierno de los jueces.
dicar la palabra a este pueblo.
4 Porque he aquí, aconteció que
Ve, hijo mío; declara la palabra
los a zoramitas se hicieron lamani­
con verdad y con circunspección,
tas; por tanto, al principio del año
para que lleves almas al arrepen­
decimoctavo, los nefitas vieron que
timiento, a fin de que el gran plan
los lamanitas venían contra ellos;
de misericordia pueda reclamar­
de modo que hicieron preparati­
las. Y Dios te conceda según mis
vos para la guerra, sí, reunieron
palabras. Amén.
sus ejércitos en la tierra de Jersón.
5 Y ocurrió que los lamanitas vi­
CAPÍTULO 43
nieron con sus miles; y llegaron
Alma y sus hijos predican la pa- a la tierra de Antiónum, que es
labra  — Los zoramitas y otros la tierra de los zoramitas; y era
disidentes nefitas se hacen lamani- su caudillo un hombre llamado
tas — Los lamanitas emprenden la Zerahemna.
guerra contra los nefitas — Moroni 6 Y como los amalekitas eran
arma a los nefitas con armadura pro- por naturaleza de una disposi­
tectora — El Señor revela a Alma ción más ruin y sanguinaria que
la estrategia de los lamanitas — los lamanitas, Zerahemna, por
Los nefitas defienden sus hogares, tanto, nombró capitanes en jefe
30 a GEE Humildad, (afligir). Melquisedec.
humilde, humillar 43 2 a GEE Sacerdocio de 4 a Alma 35:2–14; 52:33.
ALMA 43:7–18 378
sobre los lamanitas, y todos eran tanto, les dieron tierras para su
amalekitas y zoramitas. herencia.
7 E hizo esto con objeto de pre­ 13 Y el pueblo de Ammón en­
servar el odio que sentían contra tregó a los nefitas gran parte de
los nefitas, a fin de subyugarlos sus bienes para sostener a sus
para realizar sus designios. ejércitos; y así los nefitas se vieron
8 Pues he aquí, sus intenciones compelidos a hacer frente ellos
eran incitar a la ira a los lamanitas solos a los lamanitas, los cuales
contra los nefitas; e hizo esto para eran un conjunto de los hijos de
usurpar un gran poder sobre ellos, Lamán y Lemuel y los hijos de
y también para subyugar a los ne­ Ismael, y todos los disidentes ne­
fitas, sometiéndolos al cautiverio. fitas, que eran amalekitas y zora­
9 Ahora bien, el propósito de los mitas, y los a descendientes de los
nefitas era proteger sus tierras y sacerdotes de Noé.
sus casas, sus a esposas y sus hijos, 14 Y estos descendientes eran
para preservarlos de las manos casi tan numerosos como los ne­
de sus enemigos; y también pre­ fitas; y así los nefitas se vieron
servar sus derechos y sus privi­ obligados a combatir contra sus
legios, sí, y también su b libertad, hermanos hasta la efusión de san­
para poder adorar a Dios según gre.
sus deseos. 15 Y ocurrió que al juntarse los
10 Porque sabían que si llegaban ejércitos de los lamanitas en la
a caer en manos de los lamanitas, tierra de Antiónum, he aquí, los
estos destruirían a cualquiera que ejércitos de los nefitas estaban
en a espíritu y en verdad b ado­ preparados para hacerles frente
rara a Dios, el Dios verdadero y en la tierra de Jersón.
viviente. 16 Y el jefe de los nefitas, o sea,
11 Sí, y también sabían del extre­ el hombre que había sido nom­
mado odio de los lamanitas para brado capitán en jefe de los nefi­
con sus a hermanos, quienes eran tas —y el capitán en jefe tomó el
el pueblo de Anti-Nefi-Lehi, los mando de todos los ejércitos de
cuales se llamaban el pueblo de los nefitas— y se llamaba Moroni;
Ammón. Y estos no querían tomar 17 y Moroni tomó todo el mando
las armas, sí, habían hecho un con­ y dirección de sus guerras. Y no
venio y no lo querían quebrantar; tenía más que veinticinco años
por tanto, si caían en manos de los de edad cuando fue nombrado
lamanitas serían destruidos. capitán en jefe de los ejércitos de
12 Y los nefitas no iban a per­ los nefitas.
mitir que fuesen destruidos; por 18 Y aconteció que se encontró
9 a Alma 44:5; 46:12. b GEE Adorar. 13 a Alma 25:4.
b GEE Libertad, libre. 11 a Alma 24:1–3, 5, 20; 25:1,
10 a Juan 4:23–24. 13; 27:2, 21–26.
379 ALMA 43:19–27
con los lamanitas en las fronte­ los ejércitos de Moroni supieran
ras de Jersón, y su gente estaba hacia dónde se habían dirigido.
armada con espadas, con cimi­ 23 Pero sucedió que tan pronto
tarras y con toda clase de armas como salieron para el desierto,
de guerra. Moroni envió espías a vigilar su
19 Y cuando los ejércitos de los campo; y sabiendo también de las
lamanitas vieron que el pueblo de profecías de Alma, Moroni le en­
Nefi, o que Moroni, había prepa­ vió ciertos hombres para pedirle
rado a su gente con petos y con que preguntara al Señor a hacia
broqueles, sí, y con escudos tam­ dónde habían de marchar los ejér­
bién para protegerse la cabeza, citos de los nefitas para defen­
y también estaban vestidos con derse de los lamanitas.
ropa gruesa 24 Y ocurrió que la palabra del
20 —y el ejército de Zerahemna Señor vino a Alma, y él informó
no se hallaba preparado con nin­ a los mensajeros de Moroni que
guna de estas cosas; solamente los ejércitos de los lamanitas es­
tenían sus espadas y sus cimi­ taban rodeando por el desierto
tarras, sus arcos y sus flechas, para llegar a la tierra de Manti, a
sus piedras y sus hondas; y es­ fin de iniciar un ataque contra la
taban a desnudos, con excepción parte más débil del pueblo. Y esos
de una piel que llevaban ceñida mensajeros fueron y comunicaron
alrededor de sus lomos; sí, todos la noticia a Moroni.
estaban desnudos, menos los zo­ 25 Y Moroni, dejando parte de
ramitas y los amalekitas; su ejército en la tierra de Jersón,
21 mas no iban armados con no fuese que de algún modo una
petos ni con escudos— por tanto, parte de los lamanitas entrase en
temieron en gran manera a los esa tierra y tomase posesión de la
ejércitos de los nefitas por causa ciudad, tomó el resto de su ejér­
de su armadura, a pesar de ser su cito y marchó a la tierra de Manti.
número mucho mayor que el de 26 E hizo que toda la gente de
los nefitas. aquella parte del país se reuniera
22 Y he aquí, aconteció que no para la lucha contra los lamanitas,
se atrevieron a avanzar contra a fin de a defender sus tierras y su
los nefitas en las fronteras de país, sus derechos y sus liberta­
Jersón; por tanto, salieron de la des; por tanto, estaban prepara­
tierra de Antiónum para el de­ dos para la hora de la llegada de
sierto, e hicieron un rodeo en el los lamanitas.
desierto, allá por los manantia­ 27 Y ocurrió que Moroni hizo
les del río Sidón, para llegar a la que su ejército se escondiera en
tierra de Manti y tomar posesión el valle que se hallaba cerca de
de ella; porque no suponían que la ribera del río Sidón, del lado
20 a Enós 1:20. 23 a Alma 48:16. 26 a DyC 134:11.
ALMA 43:28–40 380
oeste del mismo río, en el de­ del cerro, que era dirigido por
sierto. un hombre llamado a Lehi, y este
28 Y Moroni colocó espías alre­ condujo a sus tropas por el lado
dedor, a fin de saber cuándo lle­ del este y rodeó a los lamanitas
garía el ejército de los lamanitas. por la retaguardia.
29 Y como Moroni conocía la in­ 36 Y ocurrió que cuando vieron
tención de los lamanitas, que era que los nefitas venían contra ellos
destruir a sus hermanos, o domi­ por la retaguardia, los lamanitas
narlos y llevarlos al cautiverio, a se volvieron y empezaron a con­
fin de establecer un reino para sí tender con el ejército de Lehi.
mismos en toda esa tierra; 37 Y empezó la mortandad en
30 y sabiendo también que el ambos lados, pero fue más terri­
único deseo de los nefitas era pre­ ble entre los lamanitas, porque
servar sus tierras, su a libertad y su a desnudez quedaba expuesta
su iglesia, no consideró, por tanto, a los fuertes golpes de los ne­
que fuera pecado defenderlos me­ fitas con sus espadas y cimita­
diante la estratagema; de modo rras, que herían de muerte casi a
que se enteró, por medio de sus cada golpe.
espías, del rumbo que iban a to­ 38 Mientras que de la otra parte,
mar los lamanitas. de cuando en cuando caía un
31 Por consiguiente, dividió su hombre entre los nefitas por la
ejército, y trajo una parte de ellos espada y la pérdida de sangre, ya
al valle y los escondió al este y al que tenían protegidas las partes
sur del cerro Ripla; más vitales del cuerpo, o sea, que
32 y ocultó al resto en el valle las partes más vitales del cuerpo
del oeste, al oeste del río Sidón, y estaban protegidas de los golpes
así hasta las fronteras de la tierra de los lamanitas por sus a petos,
de Manti. sus escudos y sus cascos; y así los
33 Y habiendo colocado así a su nefitas sembraron la muerte entre
ejército según su deseo, quedó los lamanitas.
preparado para recibirlos. 39 Y aconteció que los lamanitas
34 Y acaeció que los lamanitas se espantaron a causa de la gran
subieron por el norte del cerro, destrucción entre ellos, al grado
donde se hallaba escondida una de que empezaron a huir hacia
parte del ejército de Moroni. el río Sidón.
35 Y luego que los lamanitas 40 Y Lehi y sus hombres los
hubieron pasado el cerro Ripla, y persiguieron; y fueron ahuyen­
entrado en el valle, y empezado tados por Lehi hasta dentro de
a cruzar el río Sidón, el ejército las aguas de Sidón, y atravesa­
que se hallaba escondido al sur ron las aguas de Sidón; y Lehi
30 a Alma 46:12, 35. 37 a Alma 3:5.
35 a Alma 49:16. 38 a Alma 44:8–9.
381 ALMA 43:41–50
detuvo a sus ejércitos en la ri­ b 
libertades, sus esposas y sus
bera del río Sidón, para que no hijos, y todo cuanto poseían; sí,
lo cruzaran. por sus ritos de adoración y su
41 Y sucedió que Moroni y sus iglesia.
fuerzas salieron al encuentro de 46 Y estaban haciendo lo que
los lamanitas en el valle del lado sentían que era su a deber para
opuesto del río Sidón, y empe­ con su Dios; porque el Señor les
zaron a caer sobre ellos y a ma­ había dicho, y también a sus pa­
tarlos. dres: b Si no sois culpables de la
42 Y los lamanitas huyeron de c 
primera ofensa, ni de la segunda,
ellos otra vez hacia la tierra de no os dejaréis matar por mano de
Manti; y de nuevo los acometie­ vuestros enemigos.
ron los ejércitos de Moroni. 47 Y además, el Señor ha di­
43 Ahora bien, en esta ocasión cho: a Defenderéis a vuestras fa­
los lamanitas lucharon extraor­ milias aun hasta la efusión de
dinariamente; sí, jamás se había sangre. Así que, por esta causa
sabido que los lamanitas comba­ los nefitas luchaban contra los
tieran con tan extremadamente lamanitas, para defenderse a sí
grande fuerza y valor; no, ni aun mismos, y a sus familias, y sus
desde el principio. tierras, su país, sus derechos y
44 Y los animaban los a zorami­ su religión.
tas y los amalekitas, que eran sus 48 Y aconteció que cuando los
principales capitanes y caudillos, hombres de Moroni vieron la
y también Zerahemna, su capi­ ferocidad e ira de los lamanitas,
tán en jefe, o caudillo principal y estuvieron a punto de retroce­
comandante; sí, pelearon como der y huir de ellos. Y Moroni,
dragones, y muchos de los nefitas percibiendo su intención, envió
perecieron por su mano; sí, por­ e inspiró sus corazones con estos
que partieron en dos muchos de pensamientos, sí, pensamientos
sus cascos, y atravesaron muchos de sus tierras, de su libertad, sí,
de sus petos, y a muchos les cor­ de estar libres del cautiverio.
taron los brazos; y de este modo 49 Y aconteció que se volvieron
fue como los lamanitas atacaron contra los lamanitas, y a clamaron
en su furiosa ira. a una voz al Señor su Dios, a fa­
45 No obstante, inspiraba a los vor de su libertad y de estar libres
nefitas una causa mejor, pues del cautiverio.
no estaban a luchando por mo­ 50 Y empezaron a resistir a los
narquía ni poder, sino que lu­ lamanitas con vigor; y en esa
chaban por sus hogares y sus misma hora en que oraron al
44 a Alma 43:6. b Alma 48:14; 47 a DyC 134:11.
45 a Alma 44:5. DyC 98:33–36. 49 a Éx. 2:23–25;
b GEE Libertad, libre. c 3 Ne. 3:21; Mos. 29:20.
46 a GEE Deber. DyC 98:23–24.
ALMA 43:51–44:5 382
Señor por su libertad, los lama­ en nuestras manos; sin embargo,
nitas empezaron a huir delante de no queremos mataros.
ellos, y huyeron hasta las aguas 2 He aquí, no hemos venido a
de Sidón. luchar contra vosotros para de­
51 Ahora bien, los lamanitas rramar vuestra sangre en busca
eran más numerosos, sí, eran más de poder; ni tampoco deseamos
del doble del número de los nefi­ imponer el yugo del cautiverio
tas; no obstante, fueron persegui­ sobre ninguno. Pero esta es pre­
dos hasta quedar reunidos en un cisamente la razón por la cual ha­
grupo, en el valle sobre la ribera béis venido contra nosotros; sí, y
del río Sidón. estáis enfurecidos con nosotros a
52 De modo que los ejércitos de causa de nuestra religión.
Moroni los cercaron; sí, por am­ 3 Mas ya veis que el Señor está
bos lados del río, pues he aquí con nosotros, y veis que os ha
que al este se hallaban los hom­ entregado en nuestras manos. Y
bres de Lehi. ahora quisiera que entendieseis
53  Por tanto, cuando Zera­ que esto se hace con nosotros por
hemna vio a los hombres de causa de nuestra religión y nues­
Lehi al este del río Sidón, y a tra fe en Cristo. Y ya veis que no
los ejércitos de Moroni al oeste podéis destruir esta, nuestra fe.
del río, y que los nefitas los te­ 4 Veis ahora que esta es la ver­
nían cercados, el terror se apo­ dadera fe de Dios; sí, veis que
deró de ellos. Dios nos sostendrá y guardará
54 Y Moroni, viendo su terror, y preservará mientras le seamos
mandó a sus hombres que para­ fieles a él, a nuestra fe y a nuestra
ran de derramar su sangre. religión; y nunca permitirá el Se­
ñor que seamos destruidos, a no
CAPÍTULO 44 ser que caigamos en transgresión
y neguemos nuestra fe.
Moroni manda a los lamanitas hacer
5  Y ahora yo os mando, Ze­
un pacto de paz o resignarse a ser
rahemna, en el nombre de ese
destruidos — Zerahemna rechaza
omnipotente Dios que ha forta­
la oferta y la batalla se reanuda —
lecido nuestros brazos de modo
Los ejércitos de Moroni derrotan a
que hemos logrado poder sobre
los lamanitas. Aproximadamente
vosotros, por nuestra fe, por nues­
74–73 a.C.
tra religión, y por a nuestros ri­
Y sucedió que pararon y se reti­ tos de adoración, y por nuestra
raron a un paso de ellos. Y Mo­ iglesia, y por el sagrado sostén
roni dijo a Zerahemna: He aquí, que debemos a nuestras espo­
Zerahemna, a no queremos ser sas y nuestros hijos, por esa b li­
sanguinarios. Tú sabes que estáis bertad que nos une a nuestras
44 1 a Alma 43:45. 5 a GEE Ordenanzas. b GEE Libertad, libre.
383 ALMA 44:6–13
tierras y a nuestra patria; sí, y que nos ha entregado en vues­
también por la conservación de la tras manos; sino que creemos que
sagrada palabra de Dios, a la que es vuestra astucia lo que os ha
debemos toda nuestra felicidad; preservado de nuestras espadas.
y por todo lo que más amamos; He aquí, son vuestros a petos y
6 sí, y esto no es todo; por todo vuestros escudos lo que os ha
el anhelo que tenéis de vivir, os preservado.
mando que nos entreguéis vues­ 10 Y cuando Zerahemna hubo
tras armas de guerra, y no de­ acabado de hablar estas palabras,
rramaremos vuestra sangre, sino Moroni le devolvió la espada y
que os perdonaremos la vida, si las armas de guerra que había
os vais por vuestro camino y no recibido, diciendo: He aquí, ter­
volvéis más a guerrear contra minaremos la lucha.
nosotros. 11 Porque no puedo retractarme
7 Y si no hacéis esto, he aquí, de las palabras que he hablado;
estáis en nuestras manos, y man­ por tanto, así como vive el Señor,
daré a mis hombres que caigan so­ no os iréis, a menos que os vayáis
bre vosotros e inflijan en vuestros con un juramento de que no vol­
cuerpos las heridas de muerte, de veréis a la lucha contra nosotros.
modo que seáis exterminados; y Y ya que estáis en nuestras manos,
entonces veremos quién tendrá derramaremos vuestra sangre en
poder sobre este pueblo; sí, ve­ el suelo, u os someteréis a las con­
remos quiénes serán llevados al diciones que os he propuesto.
cautiverio. 12 Y cuando Moroni hubo di­
8 Y acaeció que cuando Zera­ cho estas palabras, Zerahemna
hemna hubo oído estas palabras, recogió su espada, y se enojó con
se adelantó y entregó su espada Moroni, y se lanzó hacia él para
y su cimitarra y su arco en ma­ matarlo; mas al levantar su es­
nos de Moroni, y le dijo: He aquí pada, he aquí, uno de los solda­
nuestras armas de guerra; te las dos de Moroni le asestó un golpe
entregaremos, mas no nos per­ que la echó por tierra y le quebró
mitiremos haceros un a juramento la empuñadura; y también hirió a
que sabemos que quebrantare­ Zerahemna, de modo que le cortó
mos, y también nuestros hijos; el cuero cabelludo, el cual cayó al
mas toma nuestras armas de gue­ suelo. Y Zerahemna se retiró de
rra, y déjanos salir para el de­ ellos entre sus soldados.
sierto; de otro modo, retendremos 13  Y sucedió que el soldado
nuestras espadas, y venceremos que se hallaba cerca, el mismo
o moriremos. que había herido a Zerahemna,
9 He aquí, no somos de vuestra tomó del cabello la piel que ha­
fe; no creemos que sea Dios el bía caído al suelo, y la colocó en
8 a GEE Juramento. 9 a Alma 43:38.
ALMA 44:14–24 384
la punta de su espada, y la ex­ que todos estaban a punto de ser
tendió hacia ellos, diciendo en destruidos, clamó fuertemente a
voz alta: Moroni, prometiéndole que él y su
14 Así como ha caído al suelo pueblo harían un pacto con ellos
este cuero cabelludo, que es el de que a nunca más volverían a la
de vuestro caudillo, así caeréis guerra contra ellos, si les perdo­
vosotros a tierra, si no entregáis naban la vida a los que quedaban.
vuestras armas de guerra y salís 20 Y aconteció que Moroni hizo
con un convenio de paz. que cesara otra vez la matanza
15 Y hubo muchos que, al oír entre el pueblo. Y recogió las ar­
estas palabras y al ver el cuero mas de guerra de los lamanitas;
cabelludo sobre la espada, fue­ y después que hubieron hecho un
ron heridos de temor; y muchos a 
pacto de paz con él, se les permi­
avanzaron y echaron sus armas tió salir para el desierto.
de guerra a los pies de Moroni, 21 Y no se contó el número de
e hicieron un a pacto de paz. Y a sus muertos a causa de ser tan
cuantos hicieron pacto se les per­ inmenso; sí, el número de sus
mitió salir para el desierto. muertos fue grande en extremo,
16 Ahora bien, aconteció que así entre los nefitas como entre
Zerahemna estaba enfurecido, e los lamanitas.
incitó al resto de sus soldados a la 22 Y aconteció que echaron sus
ira, para que lucharan con mayor muertos en las aguas de Sidón, y
fuerza contra los nefitas. han sido llevados y han quedado
17 Y Moroni estaba irritado por sepultados en las profundidades
la terquedad de los lamanitas; del mar.
por tanto, mandó a su gente que 23 Y los ejércitos de los nefitas, o
cayera encima de ellos y los ex­ sea, de Moroni, se volvieron y lle­
terminara. Y acaeció que empeza­ garon a sus hogares y a sus tierras.
ron a matarlos; sí, y los lamanitas 24 Y así terminó el año deci­
combatieron con sus espadas y moctavo del gobierno de los jue­
con su fuerza. ces sobre el pueblo de Nefi. Y así
18 Mas he aquí, su piel desnuda concluyeron los anales de Alma
y sus cabezas descubiertas estaban que fueron escritos sobre las plan­
expuestas a las afiladas espadas chas de Nefi.
de los nefitas. Sí, he aquí, fueron
acribillados y heridos; sí, y caye­
ron con suma rapidez ante las es­ La historia del pueblo de Nefi
padas de los nefitas y empezaron y sus guerras y disensiones en
a ser derribados, tal como lo había los días de Helamán, según los
profetizado el soldado de Moroni. anales que Helamán escribió en
19 Entonces Zerahemna, al ver sus días.
15 a 1 Ne. 4:37; Alma 50:36. 19 a Alma 47:6. 20 a Alma 62:16–17.
385 ALMA 45:1–13
Comprende los capítulos del 45 al 62. mandamientos con todo mi co­
razón.
8 Entonces le dijo Alma: Bendito
CAPÍTULO 45 eres; y el Señor te hará a prosperar
en esta tierra.
Helamán cree las palabras de
9 Mas he aquí, tengo algo que
Alma — Alma profetiza la destruc- a 
profetizarte; pero lo que yo te
ción de los nefitas — Bendice y mal-
profetice, no lo divulgarás; sí, lo
dice la tierra — Puede ser que Alma
que yo te profetice no se dará a
haya sido arrebatado por el Espíritu,
conocer sino hasta que la profecía
como lo fue Moisés — Aumenta la
sea cumplida; por tanto, escribe
disensión en la Iglesia. Aproximada-
las palabras que voy a decir.
mente 73 a.C.
10 Y estas son las palabras: He
Y he aquí, aconteció que el pue­ aquí, según el espíritu de revela­
blo de Nefi se regocijó en extremo ción que hay en mí, yo percibo
porque el Señor de nuevo lo había que este mismo pueblo, los ne­
librado de las manos de sus ene­ fitas, degenerará en la a incredu­
migos; por tanto, le dieron gracias lidad dentro de b cuatrocientos
al Señor su Dios; sí, y a ayunaron años a partir de la época en que
y oraron mucho, y adoraron a Jesucristo se manifieste a ellos.
Dios con un gozo inmensamente 11 Sí, y entonces verán guerras
grande. y pestilencias; sí, hambres y el
2 Y sucedió en el año decimono­ derramamiento de sangre, hasta
veno del gobierno de los jueces que el pueblo de Nefi sea a exter­
sobre el pueblo de Nefi, que Alma minado.
fue a su hijo Helamán, y le dijo: 12 Sí, y esto porque degenerarán
¿Crees las palabras que te hablé en la incredulidad, y se tornarán
concernientes a estos a anales que a las obras de tinieblas y a lascivia
se han llevado? y toda clase de iniquidades; sí, te
3 Y Helamán le dijo: Sí; yo creo. digo que porque pecarán contra
4 Y agregó Alma: ¿Crees en Je­ tan grande luz y conocimiento,
sucristo, que ha de venir? sí, te digo que desde ese día, no
5 Y él dijo: Sí, creo todas las pa­ morirá toda la cuarta generación
labras que tú has hablado. antes que venga esta gran ini­
6 Y Alma añadió enseguida: quidad.
a 
¿Guardarás mis mandamien­ 13 Y cuando llegue ese gran día,
tos? he aquí, rápidamente se aproxima
7  Y él dijo: Sí, guardaré tus la hora en que los que hoy son,
45 1 a GEE Ayunar, ayuno. 8 a 1 Ne. 4:14; b 1 Ne. 12:10–15; Hel. 13:9;
2 a Alma 37:1–5; 50:38. Alma 48:15–16, 25. Morm. 8:6–7.
6 a GEE Mandamientos 9 a GEE Profecía, profetizar. 11 a Jarom 1:10;
de Dios; Obediencia, 10 a GEE Apostasía; Morm. 8:2–3, 6–7.
obediente, obedecer. Incredulidad. 12 a GEE Concupiscencia.
ALMA 45:14–22 386
o sea, la posteridad de los que Zarahemla como si fuera a la tie­
hoy se cuentan entre el pueblo de rra de Melek. Y ocurrió que no
Nefi, a no se contarán más entre el se volvió a saber de él; y de su
pueblo de Nefi. muerte y de su entierro, nada
14 Mas quienes quedaren, y no sabemos.
fueren destruidos en ese grande 19 He aquí, esto sí sabemos, que
y terrible día, serán a contados fue un hombre justo; y se afirmó
entre los lamanitas, y se volve­ en la iglesia que fue arrebatado
rán como ellos, todos, menos por el Espíritu, o a sepultado por
unos pocos que se llamarán los la mano del Señor, así como lo
discípulos del Señor; y a estos fue Moisés. Mas he aquí, las Es­
los lamanitas los perseguirán crituras dicen que el Señor tomó
b 
hasta que sean exterminados. a Moisés para sí; y suponemos
Y a causa de la iniquidad, esta que también ha recibido a Alma
profecía será cumplida. para sí en el espíritu; por tanto,
15 Y sucedió que después que es por esta razón que nada sabe­
Alma hubo dicho estas cosas a mos concerniente a su muerte y
Helamán, lo bendijo, y a sus otros entierro.
hijos también; asimismo bendijo 20 Y aconteció, al principio del
la tierra por el bien de los a justos. año decimonoveno del gobierno
16 Y declaró: Así dice el Señor de los jueces sobre el pueblo de
Dios: a Maldita será la tierra, sí, Nefi, que Helamán salió entre el
esta tierra, para la destrucción de pueblo para declararle la palabra.
toda nación, tribu, lengua y pue­ 21 Pues he aquí, a causa de sus
blo que obre inicuamente, cuando guerras con los lamanitas, y las
haya llegado al colmo; y así como muchas pequeñas disensiones y
he dicho acontecerá, porque esta disturbios que había habido en­
es la maldición y la b bendición tre los del pueblo, se hizo nece­
de Dios sobre la tierra, porque sario que se declarase entre ellos
el Señor no puede considerar el la a palabra de Dios; sí, y que se
pecado con el más c mínimo grado estableciera una reglamentación
de tolerancia. en toda la iglesia.
17 Y cuando Alma hubo dicho 22 Por tanto, Helamán y sus
estas palabras, bendijo a la a igle­ hermanos salieron para estable­
sia; sí, a todos aquellos que per­ cer la iglesia de nuevo en toda
maneciesen firmes en la fe desde la tierra, sí, en toda ciudad por
ese tiempo en adelante. toda la tierra que poseía el pue­
18  Y cuando Alma hubo he­ blo de Nefi. Y acaeció que nom­
cho esto, salió de la tierra de braron sacerdotes y maestros por
13 a Hel. 3:16. 16 a 2 Ne. 1:7; Alma 37:31; 17 a GEE Iglesia de
14 a Moro. 9:24. Éter 2:8–12. Jesucristo.
b Moro. 1:1–3. b DyC 130:21. 19 a GEE Seres trasladados.
15 a Alma 46:10; 62:40. c DyC 1:31. 21 a Alma 31:5.
387 ALMA 45:23–46:9
toda la tierra, en todas las llenos de ira contra sus hermanos
iglesias. era un hombre grande y fuerte; y
23 Y sucedió que después que se llamaba Amalickíah.
Helamán y sus hermanos hubie­ 4 Y Amalickíah ambicionaba ser
ron nombrado sacerdotes y maes­ rey; y los que estaban irritados
tros en las iglesias, surgió una también querían que él fuera su
a 
disensión entre ellos, y no qui­ rey; y estos eran, en su mayoría,
sieron hacer caso de las palabras los a jueces menores del país, y
de Helamán y sus hermanos; codiciaban el poder.
24 sino que se volvieron orgu­ 5 Y los habían persuadido las
llosos, envaneciéndose su cora­ adulaciones de Amalickíah, de
zón por motivo de sus enormes que si lo apoyaban y lo instituían
a 
riquezas; por tanto, se hicieron como su rey, él los pondría por
ricos a sus b propios ojos, y no qui­ gobernantes sobre el pueblo.
sieron hacer caso de las palabras 6 Así los arrastró Amalickíah
de ellos, para andar rectamente a las disensiones, a pesar de las
ante Dios. predicaciones de Helamán y sus
hermanos; sí, a pesar del suma­
CAPÍTULO 46 mente atento cuidado con que
velaban por la iglesia, pues eran
Amalickíah conspira para hacerse
sumos sacerdotes de la iglesia.
rey — Moroni levanta el estandarte
7 Y hubo muchos en la iglesia
de la libertad — Anima al pueblo a
que creyeron en las lisonjeras pa­
defender su religión — Los creyen-
labras de Amalickíah; por tanto,
tes verdaderos son llamados cristia-
se separaron de la iglesia; y así,
nos — Se preservará un resto de la
los asuntos del pueblo de Nefi se
posteridad de José — Amalickíah y
hallaban sumamente inestables y
los disidentes huyen a la tierra de
peligrosos, no obstante su gran
Nefi — Los que no sostienen la causa a 
victoria que habían logrado sobre
de la libertad son ejecutados. Aproxi-
los lamanitas, y sus grandes ale­
madamente 73–72 a.C.
grías que habían sentido por ha­
Y aconteció que cuantos no qui­ berlos librado la mano del Señor.
sieron escuchar las palabras de 8 Así vemos cuán rápidamente se
Helamán y sus hermanos se unie­ olvidan del Señor su Dios los hijos
ron contra ellos. de los hombres; sí, cuán a prestos
2 Y he aquí, estaban irritados en son para cometer iniquidad y de­
extremo, a tal grado que estaban jarse llevar por el maligno.
resueltos a quitarles la vida. 9  Sí, y también vemos la
3 Y el jefe de los que estaban gran a maldad que un hombre
23 a 3 Ne. 11:28–29. 46 4 a Mos. 29:11, 28–29. 9 a Mos. 29:17–18.
24 a GEE Riquezas. 7 a Alma 44:19–20.
b GEE Orgullo. 8 a Hel. 12:2, 4–5.
ALMA 46:10–20 388
sumamente inicuo hace que ocu­ pertenecían a la iglesia, así eran
rra entre los hijos de los hombres. llamados por aquellos que no
10  Sí, vemos que por ser un eran de la iglesia de Dios.
hombre de sutiles artimañas, y 15 Y los que pertenecían a la
un hombre de muchas palabras iglesia eran fieles; sí, todos los
lisonjeras, Amalickíah incitó el que eran creyentes verdaderos en
corazón de mucha gente a obrar Cristo gozosamente tomaron so­
inicuamente; sí, y a tratar de des­ bre sí el a nombre de Cristo, o sea,
truir la iglesia de Dios, y destruir b 
cristianos, como les decían, por
el fundamento de a libertad que motivo de su creencia en Cristo
Dios les había concedido, o sea, que había de venir.
la bendición que Dios había en­ 16 Y por tanto, Moroni rogó en
viado sobre la faz de la tierra por esa ocasión que fuese favorecida
el bien de los b justos. la causa de los cristianos y la li­
11 Y aconteció que cuando Mo­ bertad de la tierra.
roni, que era el comandante en 17 Y sucedió que después que
a 
jefe de los ejércitos nefitas, supo hubo derramado su alma a Dios,
de estas disensiones, se enojó con dio a todo el territorio que se ha­
Amalickíah. llaba al sur de la tierra de a Deso­
12 Y sucedió que rasgó su tú­ lación, sí, y en una palabra, a toda
nica; y tomó un trozo y escribió esa tierra, así en el norte como en
en él: a En memoria de nuestro el sur el nombre: Una tierra esco­
Dios, nuestra religión, y libertad, gida y la tierra de libertad.
y nuestra paz, nuestras esposas 18 Y dijo: Ciertamente Dios no
y nuestros hijos; y lo colocó en el permitirá que nosotros, que so­
extremo de un asta. mos despreciados porque toma­
13 Y se ajustó su casco y su peto mos sobre nosotros el nombre de
y sus escudos, y se ciñó los lo­ Cristo, seamos hollados y des­
mos con su armadura; y tomó el truidos sino hasta que lo pro­
asta, en cuyo extremo se hallaba voquemos por nuestras propias
su túnica rasgada (y la llamó el transgresiones.
estandarte de la libertad), y se 19 Y cuando Moroni hubo dicho
inclinó hasta el suelo y rogó fer­ estas palabras, fue entre el pue­
vorosamente a su Dios, que las blo, haciendo ondear en el aire el
bendiciones de libertad descan­ trozo rasgado de su a ropa, para
saran sobre sus hermanos mien­ que todos vieran la inscripción
tras permaneciese un grupo de que había escrito sobre la parte
cristianos para poseer la tierra, rasgada, y clamando en alta voz,
14 porque todos los creyentes diciendo:
verdaderos de Cristo, quienes 20 He aquí, todos aquellos que
10 a 2 Ne. 1:7; Mos. 29:32. 12 a Neh. 4:14; b Hech. 11:26; 1 Pe. 4:16.
b 2 Ne. 1:7. Alma 44:5. 17 a Alma 22:30–31.
11 a Alma 43:16–17. 15 a Mos. 5:7–9. 19 a GEE Estandarte.
389 ALMA 46:21–28
quieran preservar este estan­ sus hermanos hicieron pedazos;
darte sobre la tierra, vengan con sí, y ahora acordémonos de guar­
la fuerza del Señor y hagan con­ dar los mandamientos de Dios,
venio de que mantendrán sus o nuestros hermanos harán pe­
derechos y su religión, para que dazos nuestras ropas, y seremos
el Señor Dios los bendiga. echados en la cárcel, o vendidos,
21 Y aconteció que cuando Mo­ o muertos.
roni hubo proclamado estas pa­ 24 Sí, preservemos nuestra li­
labras, he aquí, los del pueblo bertad como un a resto de José.
vinieron corriendo, ceñidos sus Sí, recordemos las palabras de
lomos con sus armaduras, ras­ Jacob, antes de su muerte, pues
gando sus vestidos en señal o he aquí, vio que parte del resto de
como convenio de que no aban­ la túnica de José se había conser­
donarían al Señor su Dios; o en vado y no se había deteriorado.
otras palabras, que si llegaban Y dijo: Así como este resto de la
a quebrantar los mandamien­ ropa de mi hijo se ha conservado,
tos de Dios, o caían en trans­ así preservará Dios un b resto de la
gresión, y se a avergonzaban de posteridad de mi hijo, y la tomará
tomar sobre ellos el nombre de para sí, mientras que el resto de
Cristo, el Señor los destrozaría la posteridad de José perecerá, así
así como ellos habían rasgado como el resto de su túnica.
sus vestidos. 25 Y he aquí, esto entristece mi
22 Y este fue el convenio que hi­ alma; no obstante, se deleita mi
cieron, y arrojaron sus vestidos a alma en mi hijo por esa parte de
los pies de Moroni, diciendo: Ha­ su posteridad que Dios tomará
cemos convenio con nuestro Dios para sí.
de que seremos destruidos, como 26 He aquí, así fue como se ex­
lo fueron nuestros hermanos en presó Jacob.
la tierra del norte, si llegamos a 27 Y ahora bien, ¿quién puede
caer en transgresión; sí, él puede saber si el resto de los descendien­
arrojarnos a los pies de nuestros tes de José, que perecerán como
enemigos, así como hemos arro­ su túnica, no son estos que se han
jado nuestros vestidos a tus pies, separado de nosotros? Sí, y aun
para ser hollados, si caemos en lo seremos nosotros mismos si no
transgresión. nos mantenemos firmes en la fe
23 Y Moroni les dijo: He aquí, de Cristo.
somos un resto de la posteridad 28 Y aconteció que cuando Mo­
de Jacob; sí, somos un resto de la roni hubo dicho estas palabras,
a 
posteridad de b José, cuya c túnica fue, y también envió a todas las
21 a 1 Ne. 8:25–28; 1 Ne. 5:14–15. 24 a Amós 5:15;
Morm. 8:38. b GEE José hijo de Jacob. 3 Ne. 5:21–24; 10:17.
23 a Gén. 49:22–26; c Gén. 37:3, 31–36. b 2 Ne. 3:5–24; Éter 13:6–7.
ALMA 46:29–38 390
partes del país en donde había dispuesto; y se dirigió al de­
disensiones, y reunió a todos los sierto y atajó las fuerzas de
que estaban deseosos de conser­ Amalickíah.
var su libertad, con objeto de opo­ 33 Y sucedió que huyó Amali­
nerse a Amalickíah y a los que se ckíah con un pequeño número de
habían separado, que se llamaban sus hombres, y los demás fueron
amalickiahitas. entregados en manos de Moroni y
29 Y ocurrió que cuando Ama­ llevados a la tierra de Zarahemla.
lickíah vio que los del pueblo de 34  Ahora bien, Moroni, ha­
Moroni eran más numerosos que biendo sido a nombrado por los
los amalickiahitas, y también vio jueces superiores y la voz del pue­
que su gente estaba dudando de blo, tenía, por consiguiente, po­
la justicia de la causa que habían der, de acuerdo con su voluntad,
emprendido, temiendo, por tanto, entre los ejércitos de los nefitas,
no lograr su objeto, tomó a los de para establecer y ejercer autori­
su pueblo que quisieron ir y par­ dad sobre ellos.
tió para la tierra de Nefi. 35 Y aconteció que a todo ama­
30 Pero a Moroni no le pare­ lickiahita que se negaba a hacer
ció conveniente que los lamani­ pacto de sostener la causa de la
tas fuesen fortalecidos más; por libertad, a fin de preservar un
consiguiente, pensó atajar a los gobierno libre, él hizo que tal
del pueblo de Amalickíah, o to­ fuese ejecutado; y muy pocos
marlos y hacerlos volver, y eje­ hubo que rechazaron el pacto
cutar a Amalickíah; sí, porque de libertad.
sabía que este provocaría a los 36 Y sucedió, también, que hizo
lamanitas a la ira contra ellos, que se enarbolara el estandarte de
y los incitaría a que salieran a la libertad sobre todas las torres
combatirlos; y sabía que Ama­ que se hallaban en toda la tie­
lickíah lo haría para lograr sus rra que poseían los nefitas; y así,
propósitos. Moroni plantó el estandarte de la
31 Por tanto, Moroni juzgó pru­ libertad entre los nefitas.
dente tomar sus ejércitos, que se 37 Y de nuevo empezaron a te­
habían reunido y armado, y ha­ ner paz en el país, y así preserva­
bían hecho pacto de conservar ron la paz en la tierra hasta cerca
la paz. Y acaeció que tomó su del fin del año decimonoveno del
ejército y marchó con sus tien­ gobierno de los jueces.
das para el desierto a fin de de­ 38  Y Helamán y los a sumos
tener el paso de Amalickíah en sacer­d otes también mantuvie­
el desierto. ron el orden en la iglesia; sí, por
32  Y aconteció que obró de el espacio de cuatro años tuvieron
a c u e rd o c o n l o q u e h a b í a mucha paz y gozo en la iglesia.
34 a Alma 43:16. 38 a Alma 46:6.
391 ALMA 46:39–47:5
39 Y acaeció que hubo muchos lamanitas expidió una proclama­
que murieron, a creyendo firme­ ción por toda su tierra, entre todo
mente que el Señor Jesucristo su pueblo, de que se juntasen otra
había redimido sus almas; por vez para ir a la lucha contra los
lo que salieron del mundo con nefitas.
regocijo. 2 Y ocurrió que después que se
40 Y hubo algunos que murieron hubo circulado la proclamación
de fiebres, que en ciertas épocas entre ellos, tuvieron gran temor;
del año eran muy frecuentes en el sí, temían disgustar al rey, y tam­
país —pero no murieron tantos de bién temían ir a la lucha contra
las fiebres, por razón de las exce­ los nefitas, no fuera que les cos­
lentes cualidades de las muchas tara la vida. Y sucedió que no
a 
plantas y raíces que Dios había quisieron, o sea, la mayor parte
preparado para destruir la causa de ellos no quiso obedecer las
de aquellas enfermedades, a las órdenes del rey.
cuales la gente estaba sujeta por 3 Y luego aconteció que el rey
la naturaleza del clima— se encolerizó por motivo de su
41 pero hubo muchos que mu­ desobediencia; por tanto, dio a
rieron de vejez; y los que murie­ Amalickíah el mando de la parte
ron en la fe de Cristo son a felices de su ejército que fue obediente a
en él, como debemos suponer. sus órdenes, y le mandó que fuera
y los obligara a tomar las armas.
CAPÍTULO 47 4 Y he aquí, esto era lo que Ama­
lickíah deseaba; pues siendo un
Amalickíah se vale de la traición,
hombre muy hábil para lo malo,
el asesinato y la intriga para ha-
ideó en su corazón un plan para
cerse rey de los lamanitas — Los
destronar al rey de los lamanitas.
disidentes nefitas son más inicuos
5 Y ahora bien, había logrado
y feroces que los lamanitas. Aproxi-
el mando de esas partes de los
madamente 72 a.C.
lamanitas que estaban a favor
Volvemos ahora, en nuestros del rey, y buscó granjearse la vo­
anales, a Amalickíah y a los que luntad de aquellos que no eran
a 
huyeron con él al desierto; pues obedientes; de modo que avanzó
he aquí, él había tomado a los al sitio que se llamaba a Onida,
que lo habían seguido, y se fue porque allí habían huido to­
a la b tierra de Nefi entre los la­ dos los lamanitas; pues habían
manitas, e incitó a los lamani­ descubierto que el ejército se
tas a la ira contra el pueblo de acercaba, y pensando que iba
Nefi, al grado de que el rey de los para destruirlos, huyeron, por
39 a Moro. 7:3, 41. 47 1 a Alma 46:33. 5 a Alma 32:4.
40 a DyC 89:10. b 2 Ne. 5:5–8;
41 a Apoc. 14:13. Omni 1:12–13.
ALMA 47:6–17 392
tanto, a Onida, al lugar de las 12 Y aconteció que cuando vio
armas. que no podía conseguir que Le­
6 Y habían nombrado a un hom­ honti bajara de la montaña, Ama­
bre como rey y caudillo sobre lickíah ascendió al monte casi
ellos, habiendo fijado en sus men­ hasta el campo de Lehonti; y en­
tes una firme resolución de que vió por cuarta vez su comunica­
no los obligarían a ir contra los ción a Lehonti, pidiéndole que
nefitas. bajara y que llevara a sus guar­
7 Y sucedió que se habían reu­ dias consigo.
nido en la cima de la montaña que 13 Y sucedió que cuando Le­
se llamaba Antipas, en prepara­ honti hubo descendido con sus
ción para la batalla. guardias hasta donde estaba
8 Mas no era la intención de Amalickíah, este le propuso que
Amalickíah entrar en batalla con bajara con su ejército durante la
ellos de acuerdo con las órdenes noche, y cercara en sus campa­
del rey; sino que, he aquí, su de­ mentos a aquellos sobre quienes
signio era granjearse la buena el rey le había dado el mando, y
voluntad de los ejércitos de los que los entregaría en manos de
lamanitas, a fin de colocarse a la Lehonti, si este lo nombraba a
cabeza de ellos, y destronar al rey él (Amalickíah) jefe segundo de
y apoderarse del reino. todo el ejército.
9 Y he aquí, hizo que su ejército 14 Y ocurrió que Lehonti bajó
plantara sus tiendas en el valle con sus hombres y cercaron a los
que se encontraba cerca del monte hombres de Amalickíah; de modo
Antipas. que antes de despertar, al romper
10 Y aconteció que al llegar la el día, estaban rodeados por los
noche envió una embajada secreta ejércitos de Lehonti.
al monte Antipas, pidiendo al jefe 15 Y aconteció que cuando se
de los que se hallaban sobre el vieron cercados, le suplicaron a
monte, cuyo nombre era Lehonti, Amalickíah que les permitiera
que bajara al pie de la montaña unirse a sus hermanos para que
porque deseaba hablar con él. no fuesen destruidos. Y esto era
11 Y sucedió que cuando Le­ precisamente lo que Amalickíah
honti recibió el mensaje, no se deseaba.
atrevió a bajar al pie de la mon­ 16 Y acaeció que entregó a sus
taña. Y ocurrió que Amalickíah hombres, a contrario a las órdenes
le envió una segunda comuni­ del rey. Y esto era lo que procu­
cación, solicitando que bajara. raba Amalickíah, para realizar su
Y acaeció que Lehonti no quiso proyecto de destronar al rey.
bajar; y Amalickíah envió por 17 Ahora bien, era costumbre
tercera vez. de los lamanitas, si mataban a su
16 a Alma 47:3.
393 ALMA 47:18–32
caudillo principal, nombrar al jefe 26 He aquí, los siervos del rey
segundo en su lugar. le han dado una puñalada en el
18 Y sucedió que Amalickíah corazón; y ha caído, y ellos han
hizo que uno de sus siervos admi­ huido. He aquí, venid y ved.
nistrase veneno a Lehonti, poco a 27 Y sucedió que Amalickíah
poco, hasta que murió. dio órdenes de que sus ejérci­
19 Y cuando murió Lehonti, los tos avanzaran para ver qué le
lamanitas nombraron a Amali­ había sucedido al rey; y cuando
ckíah como su jefe y comandante llegaron al lugar y hallaron al
general. rey tendido en su sangre, Ama­
20 Y ocurrió que Amalickíah lickíah fingió estar lleno de ira,
marchó con sus ejércitos (porque y dijo: Quienquiera que haya
había logrado sus deseos) a la tie­ amado al rey salga a perseguir
rra de Nefi, a la ciudad de Nefi, a sus siervos para quitarles la
que era la ciudad principal. vida.
21  Y el rey salió con sus 28 Y aconteció que al oír estas
guardias para recibirlo, pues su­ palabras, todos los que amaban
ponía que Amalickíah había obe­ al rey avanzaron y salieron tras
decido sus órdenes, y que había los siervos del rey.
reunido a tan grande ejército para 29 Y cuando estos vieron que
ir a la batalla contra los nefitas. los perseguía un ejército, nue­
22 Mas he aquí, al salir el rey a vamente se llenaron de miedo; y
recibirlo, Amalickíah hizo que sus huyeron al desierto, y llegaron a
siervos salieran a encontrar al rey. la tierra de Zarahemla, y se unie­
Y fueron y se postraron delante ron al a pueblo de Ammón.
del rey, como para reverenciarlo 30 Y el ejército que los perseguía
a causa de su grandeza. se volvió, habiéndolos seguido
23 Y sucedió que el rey exten­ en vano; y así Amalickíah se con­
dió la mano para levantarlos, quistó el corazón del pueblo por
como se acostumbraba entre los medio de su fraude.
lamanitas, en señal de paz, cos­ 31 Y sucedió que a la mañana
tumbre que habían tomado de siguiente entró en la ciudad de
los nefitas. Nefi con sus ejércitos y tomó po­
24 Y aconteció que cuando hubo sesión de la ciudad.
levantado del suelo al primero, 32 Y aconteció que cuando la
he aquí, este apuñaló al rey en reina supo que habían matado
el corazón; y el rey cayó a tierra. al rey —porque Amalickíah ha­
25 Y los siervos del rey huyeron, bía enviado una embajada a la
y los siervos de Amalickíah pre­ reina para informarle que el rey
gonaron, diciendo: había sido asesinado por sus
29 a Alma 43:11–12. GEE Anti-nefi-lehitas.
ALMA 47:33–48:2 394
siervos, y que él los había perse­ nefitas, sí, habiendo sido instrui­
guido con su ejército, pero que dos en el mismo b conocimiento
fue en vano porque lograron es­ del Señor, no obstante, es extraño
caparse— relatar que no mucho después de
33  de manera que cuando la sus disensiones, ellos se volvieron
reina recibió este mensaje, con­ más duros e c impenitentes, y más
testó a Amalickíah, pidiéndole salvajes, inicuos y feroces que
que perdonara a los habitantes de los lamanitas, empapándose en
la ciudad; y también le manifestó las tradiciones de los lamanitas,
su deseo de que fuera a verla, y entregándose a la indolencia y a
también le pidió que llevara tes­ toda clase de lascivias; sí, olvi­
tigos con él para testificar concer­ dándose enteramente del Señor
niente a la muerte del rey. su Dios.
34 Y acaeció que Amalickíah
llevó al mismo siervo que había CAPÍTULO 48
asesinado al rey, y a todos los que
Amalickíah incita a los lamanitas
estuvieron con él; y entraron en
contra los nefitas — Moroni prepara
donde estaba la reina, al lugar
a su pueblo para defender la causa de
donde se sentaba; y todos le tes­
los cristianos — Moroni se regocija
tificaron que el rey había sido ase­
en la libertad e independencia, y es
sinado por sus propios siervos; y
un poderoso hombre de Dios. Aproxi-
dijeron también: Han huido; ¿no
madamente 72 a.C.
testifica esto en contra de ellos? Y
así convencieron a la reina, con­ Y aconteció que en cuanto hubo
cerniente a la muerte del rey. logrado Amalickíah el reino, em­
35 Y sucedió que Amalickíah pezó a incitar el corazón de los la­
procuró el favor de la reina, y la manitas contra el pueblo de Nefi;
tomó por esposa; y así, por medio sí, nombró algunos hombres para
de su fraude, y con la ayuda de sus que desde sus torres hablaran a
astutos siervos, consiguió el reino; los lamanitas en contra de los
sí, fue reconocido como rey en nefitas.
toda esa tierra, entre todo el pue­ 2 Y así incitó sus corazones en
blo lamanita, que se a componía de contra de los nefitas, a tal grado
los lamanitas y los lemuelitas y los que para fines del año deci­
ismaelitas, y todos los disidentes monoveno del gobierno de los
nefitas, desde el reinado de Nefi jueces, habiendo realizado sus
hasta el tiempo presente. designios hasta este punto, sí,
36 Ahora bien, estos a disidentes, habiendo sido nombrado rey de
teniendo la misma instrucción los lamanitas, también quiso rei­
y la misma información que los nar sobre toda la tierra, sí, sobre
35 a Jacob 1:13–14. b Heb. 10:26–27; c Jer. 8:12.
36 a GEE Apostasía. Alma 24:30.
395 ALMA 48:3–13
todos los que se hallaban en esa muros de piedra para cercarlos,
tierra, nefitas así como lamanitas. en los contornos de sus ciudades
3 Había, por tanto, logrado su y en las fronteras de sus tierras;
propósito, pues había endure­ sí, por toda la tierra.
cido el corazón de los lamanitas 9 Y en sus fortificaciones más
y cegado sus mentes, y los había débiles colocó el mayor número
incitado a la ira, a tal grado que de hombres; y así fortificó y re­
había reunido una hueste nume­ forzó la tierra que poseían los
rosa para ir a la batalla en contra nefitas.
de los nefitas. 10 Y de este modo se estuvo pre­
4 Porque estaba resuelto, debido parando para a defender su liber­
al crecido número de los de su tad, sus tierras, sus esposas, sus
pueblo, a subyugar a los nefitas hijos y su paz, a fin de vivir para
y reducirlos al cautiverio. el Señor su Dios, y preservar lo
5 De modo que nombró capita­ que sus enemigos llamaban la
nes en a jefe de entre los zoramitas, causa de los cristianos.
por estar estos más familiarizados 11  Y era Moroni un hombre
con la fuerza de los nefitas, y sus fuerte y poderoso, un hombre
sitios de refugio, y los puntos más de un a entendimiento perfecto;
vulnerables de sus ciudades; por sí, un hombre que no se deleitaba
tanto, los puso por capitanes en en derramar sangre; un hombre
jefe sobre sus ejércitos. cuya alma se regocijaba en la
6 Y sucedió que levantaron su libertad e independencia de su
campo y se dirigieron hacia la tie­ país, y en que sus hermanos se
rra de Zarahemla por el desierto. libraran de la servidumbre y la
7  Ahora bien, aconteció que esclavitud;
mientras Amalickíah así había 12 sí, un hombre cuyo corazón
estado adquiriendo poder por se henchía de agradecimiento a su
medio del fraude y del engaño, Dios por los muchos privilegios
Moroni, por otra parte, había es­ y bendiciones que otorgaba a su
tado a preparando la mente de los pueblo; un hombre que trabajaba
del pueblo para que fueran fieles en gran manera por el a bienestar
al Señor su Dios. y la seguridad de su pueblo.
8 Sí, él había estado fortale­ 13 Sí, y era un hombre firme en
ciendo los ejércitos de los nefitas la fe de Cristo; y había a jurado
y construyendo pequeños fuertes defender a su pueblo, sus dere­
o sitios de refugio, levantando chos, su país y su religión, aun
parapetos de tierra alrededor de cuando tuviera que derramar
sus ejércitos, y erigiendo también su sangre.
48 5 a Alma 43:6. 11 a GEE Entender, 13 a Alma 46:20–22.
7 a Alma 49:8. entendimiento.
10 a Alma 46:12–13. 12 a GEE Bienestar.
ALMA 48:14–23 396
14 Ahora bien, se enseñaba a semejante a Ammón, el hijo de
los nefitas a defenderse con­ Mosíah; sí, y como los otros hijos
tra sus enemigos, aun hasta la de Mosíah; sí, y también como
efusión de sangre, si necesario Alma y sus hijos, porque todos
fuese; sí, y también se les ense­ ellos eran hombres de Dios.
ñaba a a nunca provocar a nadie, 19 Y he aquí, Helamán y sus
sí, y a nunca levantar la espada, hermanos no prestaban menor
salvo que fuese contra un ene­ servicio al pueblo que Moroni;
migo, y que fuese para defender porque predicaban la palabra de
sus vidas. Dios y bautizaban para arrepen­
15 Y esta era su fe, que si lo ha­ timiento a cuantos querían oír
cían, Dios los prosperaría en la sus palabras.
tierra, o en otras palabras, si eran 20 Y así fue que salieron, y los
fieles en guardar los mandamien­ del pueblo se a humillaron a causa
tos de Dios, él los prosperaría en de las palabras de ellos, al grado
la tierra; sí, los amonestaría a huir de que fueron altamente b favo­
o a prepararse para la guerra, se­ recidos del Señor, y así se vieron
gún el peligro en que se vieran; libres de guerras y contenciones
16 y también, que Dios les ma­ entre ellos, sí, por el espacio de
nifestaría a dónde debían ir para cuatro años.
defenderse de sus enemigos, y 21 Mas como ya he dicho, a fi­
haciendo esto, el Señor los libra­ nes del año decimonoveno, sí, a
ría; y esta era la fe de Moroni, y pesar de la paz que había entre
su corazón se gloriaba en ello; ellos, se vieron obligados, contra
no en la a efusión de sangre, sino su voluntad, a contender con sus
en hacer bien, en preservar a su hermanos los lamanitas.
pueblo, sí, en obedecer los man­ 22 Sí, y en resumen, no obstante
damientos de Dios, sí, y en resistir su mucha renuencia, sus guerras
la iniquidad. con los lamanitas no cesaron du­
17 Sí, en verdad, en verdad os rante muchos años.
digo que si todos los hombres 23 Y les a pesaba tener que to­
hubieran sido, y fueran y pudie­ mar las armas en contra de los
ran siempre ser como Moroni, lamanitas, porque no se delei­
he aquí, los poderes mismos del taban en la efusión de sangre;
infierno se habrían sacudido para sí, y no solo eso, sino que los
siempre; sí, el a diablo jamás ten­ afligía ser ellos el medio por el
dría poder sobre el corazón de los cual tantos de sus hermanos se­
hijos de los hombres. rían enviados de este mundo
18  He aquí, era un hombre a un mundo eterno, sin estar
14 a Alma 43:46–47; 16 a Alma 55:19. humilde, humillar
3 Ne. 3:20–21; 17 a 1 Ne. 22:26; (afligir).
Morm. 3:10–11; 3 Ne. 6:15. b 1 Ne. 17:35.
DyC 98:16. 20 a GEE Humildad, 23 a DyC 42:45.
397 ALMA 48:24–49:7
preparados para presentarse para defenderse de las flechas y
ante su Dios. piedras de los lamanitas, pues
24 Sin embargo, no podían per­ he aquí, luchaban con piedras y
mitirse entregar sus vidas para con flechas.
que sus a esposas e hijos fueran 3 He aquí, dije que la ciudad de
masacrados por la bárbara cruel­ a 
Ammoníah había sido recons­
dad de aquellos que en un tiempo truida. Os digo que sí, que fue
fueron sus hermanos; sí, y se ha­ reconstruida en parte; y porque
bían b separado de su iglesia, y se los lamanitas la habían destruido
habían ido de entre ellos y salido una vez, a causa de la iniquidad
para destruirlos, uniéndose a los del pueblo, pensaron que nueva­
lamanitas. mente les sería presa fácil.
25 Sí, no podían soportar que 4 Mas he aquí, cuán grande fue
sus hermanos se regocijaran en la su desengaño; porque los nefitas
sangre de los nefitas, mientras hu­ habían levantado un parapeto
biese quien guardara los manda­ de tierra alrededor de ellos, tan
mientos de Dios, pues la promesa alto que los lamanitas no podían
del Señor era que si guardaban lanzar contra ellos sus piedras y
sus mandamientos prosperarían flechas con buen efecto, ni tam­
en la tierra. poco podían caer sobre ellos sino
por la entrada.
CAPÍTULO 49 5 Y en esta ocasión los capitanes
principales de los lamanitas se
Los invasores lamanitas no pueden
asombraron en extremo, a causa
tomar las ciudades fortificadas de
del acierto de los nefitas en pre­
Ammoníah y Noé — Amalickíah
parar sus plazas fuertes.
maldice a Dios y jura beber la san-
6 Pues los caudillos de los la­
gre de Moroni — Helamán y sus
manitas habían pensado, a causa
hermanos continúan fortaleciendo
de su gran número, sí, habían su­
a la Iglesia. Aproximadamente
puesto que tendrían el privilegio
72 a.C.
de caer sobre ellos como antes lo
Y sucedió que en el undécimo habían hecho; sí, y también se
mes del año decimonoveno, el día habían preparado con escudos
diez del mes, se vio que los ejérci­ y con petos; y también se habían
tos de los lamanitas se acercaban preparado con vestidos de pieles,
hacia la tierra de Ammoníah. sí, vestidos muy gruesos para cu­
2 Y he aquí, la ciudad había sido brir su desnudez.
reconstruida, y Moroni había co­ 7 Y habiéndose preparado de
locado un ejército cerca de los esta manera, pensaron que fácil­
límites de la ciudad, y habían mente dominarían y sujetarían
levantado un parapeto de tierra a sus hermanos bajo el yugo del
24 a Alma 46:12. b GEE Apostasía. 49 3 a Alma 16:2–3, 9, 11.
ALMA 49:8–18 398
cautiverio, o los matarían y los había fortificado, o sea, que ha­
masacrarían a su gusto. bía construido a fortalezas para
8 Pero he aquí, para su mayor cada ciudad en toda la tierra cir­
asombro, ellos estaban a prepara­ cunvecina; por tanto, marcharon
dos para recibirlos de una manera adelante a la tierra de Noé con
como nunca se había conocido una firme resolución; sí, sus capi­
entre los hijos de Lehi. Y estaban tanes principales se adelantaron y
preparados para combatir a los juraron que destruirían a la gente
lamanitas según las instrucciones de aquella ciudad.
de Moroni. 14 Mas he aquí, para su asombro,
9 Y sucedió que los lamanitas, o la ciudad de Noé, que antes había
sea, los amalickiahitas, se asom­ sido un punto débil, ahora, debido
braron en sumo grado de ver su a Moroni, se había hecho fuerte,
manera de prepararse para la sí, y aun excedía a la fuerza de la
guerra. ciudad de Ammoníah.
10 Ahora bien, si el rey Amali­ 15 Y he aquí, en esto Moroni fue
ckíah hubiera llegado de la a tierra sabio; pues había supuesto que
de Nefi a la cabeza de su ejército, se espantarían ante la ciudad de
quizás habría hecho que los la­ Ammoníah; y como la ciudad de
manitas atacaran a los nefitas en Noé previamente había sido la
la ciudad de Ammoníah, porque parte más débil de la tierra, con­
he aquí, a él no le importaba la siguientemente marcharían allí
sangre de su pueblo. para dar batalla; y así sucedió
11 Mas he aquí, Amalickíah no conforme a sus deseos.
vino en persona a la batalla. Y sus 16 Y he aquí, Moroni había nom­
capitanes principales no osaron brado a Lehi para ser el capitán
atacar a los nefitas en la ciudad de en jefe de los hombres de esa ciu­
Ammoníah, pues Moroni había dad; y era el a mismo Lehi que lu­
alterado el manejo de los asuntos chó con los lamanitas en el valle
entre los nefitas, al grado de que al este del río Sidón.
los lamanitas se vieron frustrados 17  Y he aquí, sucedió que
a causa de sus lugares de refugio cuando los lamanitas descubrie­
y no pudieron asaltarlos. ron que Lehi tenía el mando de
12 Por tanto, se retiraron al de­ la ciudad, se vieron otra vez con­
sierto, y levantaron su campo y trariados, pues temían a Lehi en
marcharon hacia la tierra de Noé, sumo grado; sin embargo, sus ca­
pensando que sería el segundo pitanes en jefe habían jurado ata­
sitio más favorable para atacar a car la ciudad; por tanto, hicieron
los nefitas. avanzar a sus ejércitos.
13 Pues no sabían que Moroni 18 Pero he aquí, los lamanitas
8 a Alma 48:7–10. Omni 1:12; 13 a Alma 48:8.
10 a 2 Ne. 5:8; Alma 47:1. 16 a Alma 43:35.
399 ALMA 49:19–27
no podían entrar en sus plazas llenaron en parte con sus cuerpos
fuertes sino por la entrada, a muertos y heridos.
causa de la altura del parapeto 23 Y así los nefitas dominaron en
que se había erigido, y la pro­ todo a sus enemigos; y así inten­
fundidad del foso que se había taron los lamanitas destruir a los
cavado alrededor, excepto a la nefitas hasta que fueron muertos
entrada. todos sus capitanes en jefe; sí, y
19 Y así los nefitas estaban pre­ murieron más de mil lamanitas,
parados para destruir a todos mientras que, por otra parte, no
los que intentaran ascender por fue muerta ni una sola alma de
cualquier otro lado para penetrar los nefitas.
en el fuerte, lanzándoles piedras 24 Hubo unos cincuenta que
y flechas. fueron heridos, los cuales habían
20 Y así se hallaban preparados, estado expuestos a las flechas de
sí, un grupo de sus hombres más los lamanitas en la entrada, pero
fuertes, con sus espadas y sus los protegieron sus escudos, y
hondas, para derribar a cuantos sus petos, y sus cascos, de modo
intentaran penetrar en su plaza que solo recibieron heridas en
fuerte por la entrada; y así esta­ las piernas, muy graves muchas
ban preparados para defenderse de ellas.
contra los lamanitas. 25 Y aconteció que cuando los
21 Y sucedió que los capitanes de lamanitas vieron que todos sus
los lamanitas llevaron a sus ejér­ capitanes en jefe habían sido
citos frente al lugar de la entrada, muertos, huyeron al desierto. Y
y empezaron a contender con los sucedió que volvieron a la tierra
nefitas, con objeto de penetrar en de Nefi para informar a su rey
su plaza fuerte; pero he aquí, fue­ Amalickíah, que era nefita de na­
ron rechazados varias veces, de cimiento, concerniente a sus gran­
tal manera que fueron heridos con des pérdidas.
una inmensa mortandad. 26 Y ocurrió que se enfureció
22 Y cuando vieron que no po­ en extremo con su pueblo, por­
dían dominar a los nefitas por la que no había realizado su de­
entrada, empezaron a socavar sus seo en cuanto a los nefitas; no
terraplenes, a fin de hacer un pa­ los había sujetado al yugo del
saje para llegar a los ejércitos de cautiverio.
ellos, para combatir con igualdad; 27 Sí, se enfureció en extremo;
pero he aquí que en esta tentativa y a maldijo a Dios, y también a
fueron arrasados por las piedras Moroni, haciendo b juramento
y las flechas que les lanzaron; y de que bebería su sangre; y esto
en lugar de llenar sus fosos, de­ porque Moroni había guardado
rrumbando los terraplenes, los los mandamientos de Dios,
27 a GEE Blasfemar, blasfemia. b Hech. 23:12.
ALMA 49:28–50:9 400
haciendo los preparativos para empezaran a levantar montones
salvaguardar a su pueblo. de tierra alrededor de todas las
28 Y sucedió, por otra parte, que ciudades, por toda la tierra que
el pueblo de Nefi dio a gracias al poseían los nefitas.
Señor su Dios por su incompara­ 2 Y sobre estos montones de tie­
ble poder en librarlos de las ma­ rra hizo colocar vigas, sí, obras de
nos de sus enemigos. maderos erigidas a la altura de un
29 Y así concluyó el año decimo­ hombre, alrededor de las ciudades.
noveno del gobierno de los jueces 3 E hizo que sobre estas obras
sobre el pueblo de Nefi. de maderos se construyeran es­
30 Sí, y hubo paz continua entre tacadas por todos lados; y eran
ellos, y sumamente grande pros­ altas y fuertes.
peridad en la iglesia a causa de su 4 E hizo que se erigieran torres
atención y diligencia que daban a más altas que estas estacadas, e
la palabra de Dios, la cual les era hizo construir resguardos en es­
declarada por Helamán, Shiblón, tas torres, para que las piedras
Coriantón, y Ammón y sus herma­ y las flechas de los lamanitas no
nos, sí, y por todos los que habían los hirieran.
sido ordenados según el a santo 5 Y las dispusieron para lanzar
orden de Dios, habiendo sido bau­ piedras desde su cumbre, según
tizados para arrepentimiento y en­ su voluntad y fuerza, y matar a
viados a predicar entre el pueblo. quien intentara aproximarse a las
murallas de la ciudad.
CAPÍTULO 50 6 Así fue como Moroni preparó
fortificaciones alrededor de todas
Moroni fortifica las tierras de los ne-
las ciudades en toda esa tierra,
fitas — Construyen muchas ciuda-
contra la llegada de sus enemigos.
des nuevas — Los nefitas padecieron
7 Y aconteció que Moroni hizo
guerras y destrucciones en los días de
que avanzaran sus ejércitos al
sus iniquidades y abominaciones —
desierto del este; sí, y fueron y
Teáncum derrota a Moriantón y a
arrojaron a todos los lamanitas
sus disidentes — Muere Nefíah y su
que estaban en el desierto del este
hijo Pahorán ocupa el asiento judi-
hasta sus propias tierras, las cua­
cial. Aproximadamente 72–67 a.C.
les se hallaban al sur de la tierra
Y aconteció que Moroni no cesó de Zarahemla;
de hacer preparativos para la gue­ 8 y la tierra de Nefi se extendía
rra ni para defender a su pueblo en línea recta del mar del este al
de los lamanitas, porque al princi­ del oeste.
pio del año veinte del gobierno de 9 Y sucedió que cuando Mo­
los jueces, él hizo que sus ejércitos roni hubo echado a todos los
28 a GEE Acción de agradecimiento.
gracias, agradecido, 30 a Alma 43:2.
401 ALMA 50:10–21
lamanitas del desierto del este, del mar del este, y hacia el sur,
que se hallaba al norte de las tie­ cerca de la línea de las posesiones
rras de sus propias posesiones, de los lamanitas.
hizo que los habitantes que es­ 14 E iniciaron también la fun­
taban en la tierra de Zarahemla dación de una ciudad entre la de
y en el territorio circunvecino se Moroni y la de Aarón, uniendo las
fuesen al desierto del este, hasta fronteras de Aarón y Moroni; y a
las fronteras cercanas al mar, y la ciudad o tierra, ellos dieron el
tomaran posesión del país. nombre de Nefíah.
10 Y también colocó ejércitos al 15 Y en ese mismo año también
sur, en las fronteras de sus po­ empezaron a construir muchas
sesiones, e hizo que levantaran ciudades en el norte, una de un
a 
fortificaciones para proteger a modo particular, a la que dieron el
sus ejércitos y a su pueblo de las nombre de Lehi, la cual se hallaba
manos de sus enemigos. en el norte junto a la orilla del mar.
11 Y así aisló todas las fortifica­ 16 Y así concluyó el año veinte.
ciones de los lamanitas en el de­ 17 Y en estas prósperas circuns­
sierto del este; sí, y también en el tancias se encontraba el pueblo
oeste, fortificando la línea diviso­ de Nefi a principios del año vein­
ria entre los nefitas y lamanitas, tiuno del gobierno de los jueces
entre la tierra de Zarahemla y la sobre el pueblo de Nefi.
tierra de Nefi, desde el mar del 18 Y prosperaron muchísimo,
oeste, pasando por los manantia­ y se hicieron muy ricos; sí, y se
les del río Sidón; y los nefitas po­ multiplicaron y se hicieron fuer­
seían toda la tierra hacia el norte; tes en la tierra.
sí, toda la tierra que se hallaba al 19 Y así vemos cuán misericor­
norte de la tierra de Abundancia, diosos y justos son todos los actos
según la voluntad de ellos. del Señor para el cumplimiento de
12 Y así Moroni, con sus ejérci­ todas sus palabras a los hijos de los
tos, que aumentaban de día en hombres; sí, podemos ver que aun
día a causa de la seguridad de la en esta ocasión se confirman sus pa­
protección que sus obras les oca­ labras que él habló a Lehi, diciendo:
sionaban, trató de hacer cesar la 20 Benditos sois tú y tus hijos; y
fuerza y el poder de los lamanitas ellos serán bendecidos, y al grado
sobre las tierras de sus posesio­ que guarden mis mandamientos,
nes, para que no tuvieran nin­ ellos prosperarán en la tierra. Mas
guna potestad sobre ellas. recuerda que si no guardan mis
13 Y aconteció que los nefitas mandamientos, serán a separados
iniciaron la fundación de una ciu­ de la presencia del Señor.
dad, y dieron a la ciudad el nom­ 21 Y vemos que estas promesas
bre de Moroni; y se hallaba cerca se han verificado en el pueblo de
50 10 a Alma 49:18–22. 20 a DyC 1:14.
ALMA 50:22–32 402
Nefi; porque han sido sus riñas ellos, al grado de que los de Mo­
y sus contenciones, sí, sus ase­ riantón tomaron las armas contra
sinatos y sus robos, su idolatría, sus hermanos, y estaban resueltos
sus fornicaciones y sus abomi­ a matarlos con la espada.
naciones que había entre ellos, 27 Mas he aquí, los que poseían
lo que les trajo sus guerras y sus la tierra de Lehi huyeron al cam­
destrucciones. pamento de Moroni y le pidieron
22 Y aquellos que fueron fieles ayuda, pues he aquí, en ellos no
en guardar los mandamientos estaba el mal.
del Señor fueron librados en toda 28 Y sucedió que cuando los del
ocasión, mientras que millares de pueblo de Moriantón, que eran
sus hermanos inicuos han sido guiados por un hombre llamado
condenados al cautiverio, o a pe­ Moriantón, se enteraron de que
recer por la espada, o a degenerar el pueblo de Lehi había huido al
en la incredulidad y mezclarse campamento de Moroni, temieron
con los lamanitas. en extremo, no fuese que el ejér­
23  Pero he aquí, jamás hubo cito de Moroni diera sobre ellos
época más a dichosa entre el pue­ y los destruyera.
blo de Nefi, desde el tiempo de 29 Por tanto, Moriantón inculcó
Nefi, que en los días de Moroni, en sus corazones que debían huir
sí, en esta época, en el año vein­ a la tierra que quedaba al norte, la
tiuno del gobierno de los jueces. cual se hallaba cubierta de gran­
24 Y aconteció que el año vein­ des extensiones de agua, y to­
tidós del gobierno de los jueces mar posesión de la tierra hacia
terminó también en paz; sí, y tam­ el norte.
bién el año veintitrés. 30 Y he aquí, habrían realizado
25 Y sucedió que al principiar este plan (cosa que habría sido
el año veinticuatro del gobierno motivo de lamentar), mas he aquí,
de los jueces, también hubiera Moriantón, siendo muy iracundo,
habido paz entre el pueblo de se enojó con una de sus siervas, a
Nefi, de no haber sido por una la cual acometió y golpeó mucho.
a 
contención que surgió entre ellos 31 Y aconteció que ella huyó y
concerniente a la tierra de Lehi y llegó al campamento de Moroni, y
la tierra de Moriantón, que colin­ le comunicó todo lo concerniente
daba con la de Lehi; y ambas se al asunto, y también las inten­
hallaban junto a la orilla del mar. ciones de ellos de huir a la tierra
26 Porque he aquí, el pueblo hacia el norte.
que poseía la tierra de Moriantón 32 Y he aquí, el pueblo que se
reclamaba parte de la tierra de hallaba en la tierra de Abun­
Lehi; por lo que empezó a haber dancia, o mejor dicho, Moroni,
una acalorada contención entre temía que estos escucharan las
23 a Mos. 2:41. 25 a GEE Contención, contienda.
403 ALMA 50:33–40
palabras de Moriantón y se unie­ una unión entre ellos y los del
ran a la gente de él, y así tomaran pueblo de Lehi; y también ellos
posesión de aquellas partes de fueron restablecidos en sus tie­
la tierra, cosa que hubiera origi­ rras.
nado graves consecuencias entre 37 Y aconteció que en el mismo
el pueblo de Nefi, sí, consecuen­ año en que volvió a establecerse
cias que hubieran ocasionado la la paz entre el pueblo de Nefi,
pérdida de su a libertad. murió Nefíah, el segundo juez
33 Por tanto, Moroni envió un superior, habiendo ocupado el
ejército con sus pertrechos, para asiento judicial con perfecta rec­
atajar al pueblo de Moriantón a titud delante de Dios.
fin de contener su fuga hacia la 38 Sin embargo, se había negado
tierra del norte. a recibir de Alma esos anales y
34 Y aconteció que no los alcanza­ esas cosas que Alma y sus padres
ron sino hasta que hubieron llegado estimaban como sumamente sa­
a las fronteras de la tierra de a Deso­ grados; por tanto, Alma los había
lación; y allí los atajaron, cerca del entregado a su hijo Helamán.
estrecho paso que conducía, por el 39 He aquí, sucedió que nom­
lado del mar, a la tierra del norte, sí, braron al hijo de Nefíah para ocu­
por el mar, al oeste y al este. par el asiento judicial en el lugar
35  Y sucedió que el ejército de su padre; sí, fue nombrado
que fue enviado por Moroni, al juez superior y gobernador del
mando de un hombre llamado pueblo, con un juramento y la
Teáncum, se encontró con el pue­ ordenanza sagrada de juzgar con
blo de Moriantón; y tan obstinado rectitud, y de preservar la paz y
se mostró el pueblo de Morian­ la libertad del pueblo, y conce­
tón (incitado por su iniquidad y derle sus sagrados privilegios
sus palabras lisonjeras), que em­ de adorar al Señor su Dios, sí, de
pezó una batalla entre ellos, en la sostener y mantener la causa de
cual Teáncum mató a Moriantón, Dios toda su vida, y juzgar a los
y derrotó a los de su ejército, y malvados según sus delitos.
los tomó prisioneros y regresó 40 Y he aquí, se llamaba Paho­
al campamento de Moroni. Y así rán. Y Pahorán ocupó el asiento
concluyó el año veinticuatro del de su padre, y empezó a gobernar
gobierno de los jueces sobre el al pueblo de Nefi a la conclusión
pueblo de Nefi. del año veinticuatro.
36 Y así fue llevado de regreso el
pueblo de Moriantón. Y habiendo CAPÍTULO 51
ellos hecho pacto de guardar la
paz, fueron restablecidos en la Los realistas procuran modificar la
tierra de Moriantón, y se efectuó ley y establecer un rey — Pahorán y
32 a GEE Libertad, libre. 34 a Alma 46:17.
ALMA 51:1–9 404
los hombres libres reciben el apoyo de 5 Y sucedió que aquellos que
la voz del pueblo — Moroni obliga querían que Pahorán fuese desti­
a los realistas a defender su país o tuido del asiento judicial fueron
padecer la muerte — Amalickíah y llamados realistas, porque de­
los lamanitas se apoderan de muchas seaban que se modificara la ley
ciudades fortificadas — Teáncum re- de tal manera que se derribara el
chaza la invasión lamanita y mata a gobierno libre y se estableciera
Amalickíah en su tienda. Aproxima- un rey sobre el país.
damente 67–66 a.C. 6 Y los que deseaban que Pahorán
continuase como juez superior de
Y aconteció que a principios del la tierra tomaron sobre sí el nom­
año veinticinco del gobierno de bre de hombres libres; y así hubo
los jueces sobre el pueblo de Nefi, esta división entre ellos, porque
habiendo ellos establecido la paz los hombres libres habían jurado o
entre el pueblo de Lehi y el pueblo hecho pacto de mantener sus dere­
de Moriantón, en lo concerniente a chos y los privilegios de su religión
sus tierras, y habiendo comenzado mediante un gobierno libre.
el año veinticinco en paz, 7 Y sucedió que la voz del pue­
2 aunque no conservaron por mu­ blo decidió este asunto de su con­
cho tiempo una paz completa en la tención. Y aconteció que la voz
tierra, porque empezó a surgir en­ del pueblo se declaró a favor de
tre el pueblo una disensión concer­ los hombres libres, y Pahorán re­
niente a Pahorán, el juez superior; tuvo el asiento judicial, lo cual
porque he aquí, parte del pueblo causó mucho regocijo entre los
deseaba que se modificaran algu­ hermanos de Pahorán, así como
nos puntos particulares de la ley. entre muchos de los amigos de la
3 Pero he aquí, Pahorán no quiso libertad, los cuales también hicie­
modificar ni permitir que se mo­ ron callar a los realistas, de modo
dificara la ley; de modo que no que no se atrevieron a oponerse,
atendió a los que habían expre­ sino que se vieron obligados a
sado su parecer en un memorial mantener la causa de la libertad.
con respecto a la modificación 8 Ahora bien, los que estaban a
de la ley. favor de los reyes eran personas
4 Por tanto, aquellos que estaban de a ilustre linaje que deseaban
deseosos de que se modificara la ser reyes; y los apoyaban aque­
ley se enojaron con él, y no qui­ llos que ambicionaban poder y
sieron que continuase como juez autoridad sobre el pueblo.
superior de la tierra; de modo que 9  Pero he aquí, fue esta una
se provocó una disputa acalorada época muy crítica para que hu­
sobre el asunto; pero no llegó a la biera tales disensiones entre el
efusión de sangre. pueblo de Nefi; pues he aquí,
51 8 a GEE Orgullo.
405 ALMA 51:10–18
Amalickíah de nuevo había in­ tomar las armas para defender
citado el corazón del pueblo la­ su país.
manita contra el pueblo de los 14 Y sucedió que cuando Mo­
nefitas, y estaba reuniendo solda­ roni vio esto, y también vio que
dos de todas partes de su tierra, y los lamanitas estaban llegando a
armándolos, y preparándose para las fronteras de la tierra, se enojó en
la guerra con toda diligencia; por­ extremo a causa de la obstinación
que había a jurado beber la sangre de aquellos a quienes él tan diligen­
de Moroni. temente había procurado preservar;
10 Mas he aquí, ya veremos que sí, se enojó en extremo; se le llenó
la promesa que él hizo resultó de­ el alma de ira en contra de ellos.
satinada; no obstante, se preparó 15 Y aconteció que envió un me­
a sí mismo y a sus ejércitos para morial, con la voz del pueblo, al
ir a la batalla contra los nefitas. gobernador del país, pidiéndole
11 Mas sus ejércitos no eran tan que lo leyera, y le diera a él (Mo­
numerosos como antes lo habían roni) la facultad o para obligar a
sido, a causa de los muchos miles aquellos disidentes a defender su
que habían perecido por mano de país o para quitarles la vida.
los nefitas; mas no obstante sus 16 Porque su primera conside­
grandes pérdidas, Amalickíah ración era hacer cesar aquellas
había reunido a un ejército ad­ contiendas y disensiones entre el
mirablemente grande, por lo que pueblo; pues he aquí, esto había
no tuvo miedo de ir a la tierra de sido previamente una causa de
Zarahemla. toda su destrucción. Y sucedió
12 Sí, aun Amalickíah mismo que fue concedido de acuerdo
llegó al frente de los lamanitas. con la voz del pueblo.
Y fue en el año veinticinco del 17 Y aconteció que Moroni dio
gobierno de los jueces; y esto fue órdenes de que su ejército mar­
al mismo tiempo en que empe­ chara contra aquellos realis­
zaban a allanar sus contenciones tas para abatir su orgullo y su
concernientes a Pahorán, el juez grandeza, y humillarlos hasta el
superior. polvo, o hacerles tomar las armas
13 Y aconteció que cuando los y apoyar la causa de la libertad.
hombres que eran llamados rea­ 18 Y ocurrió que los ejércitos
listas supieron que los lamanitas marcharon en contra de ellos; y
venían a la batalla contra ellos, abatieron su orgullo y su gran­
se alegraron en su corazón; y se deza, al grado de que al levantar
negaron a tomar las armas; por­ sus armas de guerra para pelear
que tan irritados estaban con el contra los hombres de Moroni,
juez superior, y también con los fueron talados y derribados a
a 
hombres libres, que no quisieron tierra.
9 a Alma 49:26–27. 13 a Alma 46:10–16.
ALMA 51:19–28 406
19 Y sucedió que hubo cuatro Amalickíah se apoderó de la ciu­
mil de esos a disidentes que fue­ dad, sí, se posesionó de todas sus
ron talados por la espada; y sus fortificaciones.
jefes que no murieron en la bata­ 24 Y los que huyeron de la ciu­
lla fueron tomados y encarcela­ dad de Moroni llegaron a la ciu­
dos, porque no hubo tiempo para dad de Nefíah; y también los
juzgarlos en esa ocasión. habitantes de la ciudad de Lehi
20 Y el resto de aquellos disiden­ se reunieron y se prepararon, y
tes, más bien que caer a tierra por quedaron listos para hacer frente
la espada, se rindieron al a estan­ a los lamanitas en la batalla.
darte de la libertad, y se les obligó 25 Pero aconteció que Amali­
a izar el estandarte sobre sus to­ ckíah no permitió que los lamani­
rres, y en sus ciudades, y a tomar tas marcharan contra la ciudad de
las armas en defensa de su país. Nefíah para combatir, sino que los
21 Y así acabó Moroni con aque­ detuvo junto a las costas del mar,
llos realistas, de modo que no dejando hombres en cada ciudad
hubo nadie que fuese conocido para mantenerla y defenderla.
por el apelativo de realista; y así 26 Y así avanzó, apoderándose
dio fin a la obstinación y orgullo de muchas ciudades: la ciudad
de aquellos que decían tener san­ de Nefíah, y la ciudad de Lehi,
gre noble; y fueron obligados a y la ciudad de Moriantón, y la
humillarse igual que sus herma­ ciudad de Omner, y la ciudad
nos y a luchar valientemente por de Gid, y la ciudad de Mulek,
su libertad del cautiverio. todas las cuales se hallaban si­
22 Pero he aquí, ocurrió que tuadas en las fronteras del este,
mientras a Moroni estaba resol­ junto al mar.
viendo las guerras y contiendas 27 Y así, por la astucia de Ama­
entre los de su propio pueblo, e lickíah, los lamanitas con sus in­
imponiéndoles la paz y la civili­ numerables huestes se habían
zación, y haciendo arreglos para apoderado de muchas ciudades,
prepararse para la guerra contra todas las cuales estaban fortifica­
los lamanitas, he aquí, estos ha­ das sólidamente de acuerdo con
bían entrado en la tierra de Mo­ las a fortificaciones de Moroni; y
roni, que estaba situada junto al todas las cuales proporcionaban
mar. plazas fuertes para los lamanitas.
23 Y sucedió que los nefitas no 28  Y sucedió que avanzaron
tenían suficientes fuerzas en la hasta las fronteras de la tierra de
ciudad de Moroni; por tanto, Abundancia, arrojando a los ne­
Amalickíah los desalojó, matando fitas delante de ellos y matando
a muchos de ellos; y sucedió que a muchos.
19 a Alma 60:16. 22 a GEE Moroni, capitán.
20 a Alma 46:12–13. 27 a Alma 48:8–9.
407 ALMA 51:29–52:2
29 Pero ocurrió que les salió al jabalina en el corazón; y causó
encuentro Teáncum, el mismo instantáneamente la muerte del
que había a matado a Moriantón rey, de modo que no despertó a
y atajado a su pueblo en su fuga. sus siervos.
30 Y sucedió que igualmente de­ 35 Y volvió a escondidas a su
tuvo a Amalickíah, mientras este propio campamento; y he aquí,
marchaba con su numeroso ejér­ sus hombres estaban durmiendo;
cito para posesionarse de la tierra y los despertó y les dijo todo lo
de Abundancia, como también de que había hecho.
la tierra hacia el norte. 36 Y mandó que su ejército se
31 Mas he aquí que se contrarió aprestara, no fuese que los la­
al ser rechazado por Teáncum y manitas hubieran despertado y
sus hombres, porque eran gran­ vinieran contra ellos.
des guerreros; pues cada uno de 37 Y así concluye el año veinti­
los hombres de Teáncum sobrepu­ cinco del gobierno de los jueces
jaba a los lamanitas en su fuerza y sobre el pueblo de Nefi; y así ter­
en su destreza guerrera, al grado minan los días de Amalickíah.
de que lograron aventajar a los
lamanitas. CAPÍTULO 52
32 Y sucedió que los acosaron,
Ammorón sucede a Amalickíah como
a tal grado que los mataron aun
rey de los lamanitas  — Moroni,
hasta que obscureció. Y aconte­
Teáncum y Lehi dirigen a los nefi-
ció que Teáncum y sus hombres
tas en una guerra victoriosa contra
plantaron sus tiendas en las fron­
los lamanitas — Se vuelve a tomar
teras de la tierra de Abundancia;
la ciudad de Mulek, y Jacob el zora-
y Amalickíah plantó sus tiendas
mita cae muerto. Aproximadamente
sobre las playas, en los linderos
66–64 a.C.
a orillas del mar; y así fueron re­
chazados. Y sucedió que en el año vein­
33 Y sucedió que cuando hubo tiséis del gobierno de los jueces
anochecido, Teáncum y su siervo sobre el pueblo de Nefi, he aquí,
salieron furtivamente de noche, cuando despertaron los lamanitas
y entraron en el campamento de en la primera mañana del primer
Amalickíah; y he aquí, el sueño mes, he aquí, descubrieron que
había vencido a los lamanitas por Amalickíah yacía muerto en su
motivo de su mucha fatiga, cau­ propia tienda; y vieron también
sada por los trabajos y el calor que Teáncum estaba listo para
del día. combatirlos ese día.
34 Y sucedió que Teáncum se 2 Y cuando los lamanitas vie­
introdujo secretamente en la ron esto, tuvieron miedo; y
tienda del rey, y le hincó una abandonaron su propósito de
29 a Alma 50:35.
ALMA 52:3–12 408
marchar a la tierra del norte, y 8 Y Moroni también le envió
retrocedieron con todo su ejército órdenes de retener a todos los
a la ciudad de Mulek, y buscaron prisioneros que cayeran en sus
protección en sus fortificaciones. manos; porque como los lama­
3 Y sucedió que el hermano de nitas habían tomado a muchos
Amalickíah fue nombrado rey prisioneros, él debía retener a
del pueblo; y se llamaba Ammo­ todos los prisioneros lamanitas
rón; de modo que se nombró al como rescate de aquellos que los
rey Ammorón, hermano del rey lamanitas habían capturado.
Amalickíah, para reinar en su 9 Y también le envió órdenes de
lugar. que fortificara la tierra de Abun­
4 Y acaeció que dio órdenes de dancia y asegurara el a estrecho
que su pueblo conservara aque­ paso que conducía a la tierra del
llas ciudades que ellos habían norte, no fuese que los lamanitas
tomado por la efusión de sangre; tomasen ese punto y tuvieran el
porque no habían tomado nin­ poder para acosarlos por todos
guna ciudad sin que hubieran lados.
perdido mucha sangre. 10 Y Moroni también le hizo sa­
5 Y ahora bien, Teáncum vio que ber sus deseos de que fuera fiel en
los lamanitas estaban resueltos conservar esa parte de la tierra, y
a conservar esas ciudades que que aprovechara toda oportuni­
habían tomado, así como aque­ dad para acometer a los lamanitas
llas partes de la tierra de las que en aquella parte, hasta donde pu­
se habían apoderado; y viendo diera, por si tal vez lograba vol­
también la enormidad de su nú­ ver a tomar, por estratagema o de
mero, no le pareció conveniente alguna otra manera, las ciudades
a Teáncum intentar atacarlos en que les habían arrebatado de sus
sus fuertes, manos; y que también fortificara
6 sino que detuvo a sus hom­ y reforzara las ciudades circun­
bres en los alrededores, como si vecinas que no habían caído en
estuviera preparándose para la manos de los lamanitas.
guerra; sí, y verdaderamente se 11 Y también le dijo: Me uniría a
estaba preparando para defen­ vosotros, mas he aquí, los lama­
derse contra ellos, a levantando nitas están sobre nosotros en las
muros alrededor y disponiendo fronteras de la tierra por el mar
sitios de refugio. del oeste; y he aquí, marcho con­
7 Y aconteció que así continuó tra ellos; por lo tanto, no puedo
preparándose para la guerra, ir a vosotros.
hasta que Moroni le hubo enviado 12  Y el rey (Ammorón) ha­
un gran número de hombres para bía salido de la tierra de Zara­
reforzar su ejército. hemla, y había informado a la
52 6 a Alma 50:1–6; 53:3–5. 9 a Alma 22:32; Morm. 2:29.
409 ALMA 52:13–21
reina concerniente a la muerte ciudad de Mulek y avanzar con
de su hermano; y había reunido su ejército contra los lamanitas;
un gran número de hombres, y pero vio que era imposible ven­
había marchado contra los nefi­ cerlos mientras estuviesen dentro
tas en las fronteras junto al mar de sus fortificaciones; por tanto,
del oeste. abandonó su propósito y se vol­
13 Y de este modo estaba tra­ vió a la ciudad de Abundancia
tando de hostigar a los nefitas y para esperar la llegada de Mo­
llevarse tras de sí a una parte de roni, a fin de reforzar su ejército.
las fuerzas nefitas a aquella parte 18 Y aconteció que Moroni llegó
de la tierra, y al mismo tiempo con su ejército a la tierra de Abun­
había mandado a aquellos que dancia, a fines del año veintisiete
había dejado para ocupar las ciu­ del gobierno de los jueces sobre
dades que había tomado, que el pueblo de Nefi.
también ellos acosaran a los nefi­ 19 Y a principios del año vein­
tas en las fronteras cerca del mar tiocho, Moroni, Teáncum y mu­
del este, y tomaran posesión de chos de los capitanes en jefe
sus tierras hasta donde les fuera tuvieron un consejo de guerra
posible, según la fuerza de sus para decidir qué debían hacer
ejércitos. para que los lamanitas salieran
14 Y en esas peligrosas circuns­ a la batalla contra ellos, o de al­
tancias se encontraban los nefitas gún modo atraerlos para sacarlos
a la conclusión del año veintiséis de sus fuertes, a fin de vencer­
del gobierno de los jueces sobre los y tomar otra vez la ciudad
el pueblo de Nefi. de Mulek.
15 Pero he aquí, aconteció que 20  Y sucedió que mandaron
en el año veintisiete del gobierno embajadas al ejército de los la­
de los jueces, Teáncum, por ór­ manitas, que protegía la ciudad
denes de Moroni —y este había de Mulek, a su caudillo, cuyo
colocado ejércitos para proteger nombre era Jacob, invitándolo
las fronteras del sur y del oeste de a que saliera con sus ejércitos
la tierra, y había iniciado la mar­ para enfrentarse con ellos en
cha hacia la tierra de Abundancia las llanuras entre las dos ciu­
para ayudar a Teáncum con sus dades. Mas he aquí, Jacob, que
hombres a reconquistar las ciuda­ era zoramita, no quiso salir con
des que habían perdido— su ejército para enfrentarse con
16 y ocurrió que Teáncum había ellos en el llano.
recibido órdenes de atacar la ciu­ 21 Y aconteció que Moroni, no
dad de Mulek, y reconquistarla, teniendo esperanzas de enfren­
de ser posible. tarse con ellos en iguales circuns­
17 Y sucedió que Teáncum hizo tancias, ideó, por tanto, un plan
los preparativos para atacar la para engañar a los lamanitas
ALMA 52:22–32 410
para que salieran de sus forta­ marchaba con el resto al encuen­
lezas. tro de los lamanitas, cuando vol­
22 Por lo tanto, hizo que Teán­ vieran de perseguir a Teáncum.
cum tomara un pequeño número 27 Y sucedió que los lamanitas
de hombres y marchara cerca de persiguieron a Teáncum hasta
la costa del mar; y Moroni y su que llegaron cerca de la ciudad
ejército marcharon de noche por de Abundancia, y entonces les
el desierto, al oeste de la ciudad salieron al encuentro Lehi y un
de Mulek; y así, por la mañana, pequeño ejército, que habían que­
cuando los guardias de los la­ dado para proteger la ciudad.
manitas hubieron descubierto a 28 Y he aquí, cuando los capi­
Teáncum, corrieron y se lo dijeron tanes en jefe de los lamanitas
a Jacob, su caudillo. vieron que Lehi con su ejército
23 Y acaeció que los ejércitos de marchaba contra ellos, huyeron
los lamanitas avanzaron contra con mucha confusión, temiendo
Teáncum, suponiendo que con su no poder llegar a la ciudad de
número podrían vencer a Teán­ Mulek antes que los alcanzara
cum por motivo de su reducido Lehi; porque estaban fatigados
número. Y al ver Teáncum que a causa de su marcha, y los hom­
los ejércitos de los lamanitas ve­ bres de Lehi se hallaban des­
nían contra él, empezó a retro­ cansados.
ceder hacia el norte por la costa 29 Ahora bien, los lamanitas no
del mar. sabían que Moroni había estado
24 Y ocurrió que cuando los la­ a su retaguardia con su ejército;
manitas vieron que empezaba a y todo lo que temían era a Lehi y
huir, cobraron ánimo y lo persi­ a sus hombres.
guieron vigorosamente. Y mien­ 30 Y Lehi no deseaba alcanzar­
tras Teáncum iba así alejando a los sino hasta que encontrasen a
los lamanitas, que lo perseguían Moroni y su ejército.
en vano, he aquí, Moroni dio 31 Y sucedió que antes que los
órdenes de que parte de su ejér­ lamanitas hubiesen retrocedido
cito que lo acompañaba, entrara mucho, los nefitas los rodearon,
en la ciudad y tomara posesión los hombres de Moroni por un
de ella. lado, y los de Lehi por el otro,
25 Y así lo hicieron, y mataron todos ellos descansados y llenos
a todos los que habían quedado de vigor; mas los lamanitas esta­
para proteger la ciudad, sí, a to­ ban fatigados a causa de su larga
dos los que no quisieron entregar marcha.
sus armas de guerra. 32 Y Moroni mandó a sus hom­
26 Y así se había apoderado Mo­ bres que cayeran sobre ellos hasta
roni de la ciudad de Mulek con que hubiesen entregado sus ar­
parte de su ejército, mientras él mas de guerra.
411 ALMA 52:33–53:2
33 Y aconteció que Jacob, siendo que no quisieron; y aquellos que
su caudillo, siendo también a zora­ no quisieron entregar sus espa­
mita, y teniendo un espíritu indo­ das fueron prendidos y atados,
mable, encabezó a los lamanitas y les fueron quitadas sus armas
a la batalla con extremada furia de guerra, y los obligaron a mar­
contra Moroni. char con sus hermanos a la tierra
34 Pues como Moroni estorbaba de Abundancia.
el curso de su marcha, por tanto, 40 Y el número de prisioneros
Jacob estaba resuelto a matarlos que tomaron fue mayor que el nú­
y a abrirse paso hasta la ciudad mero de los que habían muerto;
de Mulek. Mas he aquí, Moroni sí, mayor que el número de los
y sus hombres eran más fuertes; que habían muerto de ambas par­
por lo tanto, no cedieron el paso tes.
a los lamanitas.
35 Y aconteció que pelearon de CAPÍTULO 53
ambos lados con mucha furia;
Se emplea a los prisioneros lamanitas
y hubo muchos muertos, tanto
para fortificar la ciudad de Abun-
de una parte como de otra; sí, y
dancia — Las disensiones entre los
Moroni fue herido, y Jacob cayó
nefitas dan lugar a las victorias lama-
muerto.
nitas — Helamán toma el mando de
36 Y con tal ímpetu acometió
los dos mil jóvenes del pueblo de Am-
Lehi su retaguardia, con sus hom­
món. Aproximadamente 64–63 a.C.
bres fuertes, que los lamanitas
de la retaguardia entregaron sus Y sucedió que les pusieron guar­
armas de guerra; y los demás, en dias a los prisioneros lamanitas,
su mucha confusión, no sabían y los obligaron a que fueran y en­
por dónde ir o atacar. terraran a sus muertos, sí, y tam­
37 Y Moroni, viendo su confu­ bién a los muertos de los nefitas,
sión, les dijo: Si traéis vuestras y Moroni les puso guardias para
armas de guerra y las entregáis, vigilarlos mientras desempeña­
he aquí, cesaremos de derramar ban sus trabajos.
vuestra sangre. 2 Y a Moroni fue a la ciudad de
38 Y acaeció que cuando los la­ Mulek, acompañado de Lehi,
manitas hubieron oído estas pala­ y tomó el mando de la ciudad,
bras, sus capitanes en jefe, todos y lo confirió a Lehi. Y he aquí,
los que no habían muerto en la este Lehi era el que había estado
batalla, avanzaron y echaron sus con Moroni en la mayor parte
armas de guerra a los pies de Mo­ de todas sus batallas; y era un
roni, y también mandaron a sus hombre semejante a Moroni, y se
hombres que hicieran lo mismo. regocijaban en la seguridad del
39 Mas he aquí, hubo muchos uno y del otro; sí, se amaban el
33 a Alma 31:12. 53 2 a Alma 48:16–17.
ALMA 53:3–10 412
uno al otro; y también los amaba más fuertes de los lamanitas en la
todo el pueblo de Nefi. tierra de Nefi; y así también había
3 Y sucedió que después que construido un fuerte para retener
los lamanitas hubieron acabado a sus prisioneros.
de enterrar a sus muertos, como 7 Y sucedió que no intentó más
también a los muertos de los ne­ presentar batalla contra los lama­
fitas, los condujeron de regreso a nitas ese año, sino que empleó a
la tierra de Abundancia; y Teán­ sus hombres en preparativos de
cum, por órdenes de Moroni, les guerra, sí, y en la construcción
hizo emprender la obra de cavar de fortificaciones para protegerse
un foso alrededor de la tierra, o de los lamanitas, sí, y en la tarea
sea, la ciudad de Abundancia. de liberar a sus mujeres e hijos
4 E hizo que levantaran un a pa­ del hambre y de la aflicción, y
rapeto de maderos sobre el borde en la de proveer víveres para su
interior del foso; y echaron la tie­ ejército.
rra del foso contra el parapeto 8 Y aconteció que los ejércitos
de vigas; y así hicieron trabajar a de los lamanitas sobre el mar del
los lamanitas hasta que hubieron oeste, hacia el sur, durante la au­
cercado la ciudad de Abundancia sencia de Moroni motivada por
con una fuerte muralla de vigas algunas intrigas entre los nefitas,
y tierra de una altura extraordi­ las que causaron disensiones en­
naria. tre ellos, habían ganado algún
5  Y esta ciudad se convirtió terreno a los nefitas, sí, al grado
desde entonces en una plaza su­ de que se habían apoderado de
mamente fuerte; y en esta ciudad varias de sus ciudades en aquella
guardaron a los prisioneros lama­ parte de la tierra.
nitas; sí, dentro de una muralla 9 Y así, por causa de la iniquidad
que les habían hecho levantar con entre ellos, sí, por las disensiones
sus propias manos. Pues Moroni e intrigas entre ellos mismos, los
se vio obligado a hacer que los nefitas se vieron en las más críti­
lamanitas trabajaran porque era cas circunstancias.
fácil vigilarlos mientras trabaja­ 10 Y he aquí, ahora tengo algo
ban; y él quería disponer de todas que decir concerniente a a los del
sus fuerzas cuando atacara a los pueblo de Ammón, que en un
lamanitas. principio eran lamanitas, pero
6 Y aconteció que de este modo que se habían b convertido al
Moroni había logrado una vic­ Señor mediante Ammón y sus
toria sobre uno de los mayores hermanos, o mejor dicho, por
ejércitos de los lamanitas, y se el poder y la palabra de Dios; y
había apoderado de la ciudad de habían sido conducidos a la tie­
Mulek, que era una de las plazas rra de Zarahemla, y los nefitas
4 a Alma 50:2–3. 10 a Alma 27:24–26. b Alma 23:8–13.
413 ALMA 53:11–21
los habían protegido desde en­ 16 Mas he aquí, aconteció que
tonces. tenían muchos hijos que no ha­
11  Y por motivo de su jura­ bían concertado ningún convenio
mento, se les había refrenado de de que no tomarían sus armas de
tomar las armas contra sus her­ guerra para defenderse contra
manos; porque habían hecho ju­ sus enemigos; por tanto, cuantos
ramento de a no verter más sangre; podían portar armas se reunieron
y de acuerdo con su juramento, en esa ocasión, y se hicieron lla­
hubieran perecido; sí, ellos se ha­ mar nefitas.
brían dejado caer en manos de sus 17 E hicieron un convenio de lu­
hermanos, si no hubiera sido por char por la libertad de los nefitas,
la compasión y gran amor que sí, de proteger la tierra hasta con
Ammón y sus hermanos habían su vida; sí, hicieron convenio de
sentido por ellos. que jamás renunciarían a su a li­
12 Y por esta razón fueron con­ bertad, sino que lucharían en toda
ducidos a la tierra de Zarahemla; ocasión para proteger a los nefitas
y desde entonces los habían a pro­ y a sí mismos del cautiverio.
tegido los nefitas. 18 Y he aquí, hubo dos mil de
13  Pero sucedió que cuando estos jóvenes que concertaron
vieron el peligro, y las muchas este convenio y tomaron sus ar­
aflicciones y tribulaciones que mas de guerra para defender su
los nefitas padecían por ellos, se patria.
llenaron de compasión y sintie­ 19 Y he aquí, como hasta enton­
ron a deseos de tomar las armas ces nunca habían sido desventaja
en defensa de su país. alguna para los nefitas, se torna­
14 Pero he aquí, cuando esta­ ron, en esta ocasión, en un fuerte
ban ya para tomar sus armas de apoyo; porque tomaron sus armas
guerra, los convencieron las per­ de guerra y quisieron que Hela­
suasiones de Helamán y sus her­ mán fuese su caudillo.
manos, pues estaban a punto de 20 Y todos ellos eran jóvenes, y
a 
quebrantar el b juramento que sumamente valientes en cuanto a
habían hecho. a 
intrepidez, y también en cuanto
15 Y Helamán temía que de ha­ a vigor y actividad; mas he aquí,
cerlo perderían sus almas. Por esto no era todo; eran hombres
tanto, todos los que habían concer­ que en todo momento se mante­
tado este convenio se vieron obli­ nían b fieles a cualquier cosa que
gados a ver a sus hermanos vadear les fuera confiada.
sus dificultades, en sus peligrosas 21 Sí, eran hombres verídicos y
circunstancias en esta época. serios, pues se les había enseñado
11 a Alma 24:17–19. 14 a Núm. 30:2. GEE Libertad, libre.
12 a Alma 27:23. b GEE Juramento. 20 a GEE Valor, valiente.
13 a Alma 56:7. 17 a Alma 56:47. b GEE Integridad.
ALMA 53:22–54:7 414
a guardar los mandamientos de prisioneros que él había tomado,
Dios y a a andar rectamente ante él. no se hallaba ni una sola mujer ni
22 Y aconteció que Helamán un solo niño; por lo tanto, Mo­
marchó al frente de sus a dos mil roni recurrió a una estratagema
soldados jóvenes para ayudar para conseguir de los lamanitas
al pueblo en las fronteras de la el mayor número posible de pri­
tierra hacia el sur, cerca del mar sioneros nefitas.
del oeste. 4  De modo que escribió una
23 Y así concluyó el año veinti­ epístola y la envió con el siervo
ocho del gobierno de los jueces de Ammorón, el mismo que había
sobre el pueblo de Nefi. traído una epístola a Moroni. Y
estas son las palabras que escribió
CAPÍTULO 54 a Ammorón, diciendo:
5 He aquí, Ammorón, te he es­
Ammorón y Moroni hacen gestiones
crito algunas palabras tocante a
para efectuar el canje de prisione-
esta guerra que has emprendido
ros — Moroni exige que los lamanitas
contra mi pueblo, o mejor dicho,
se retiren y cesen sus ataques asesi-
que tu a hermano ha emprendido
nos — Ammorón exige que los nefitas
en contra de ellos, y la cual estás
entreguen sus armas y se sujeten a los
aún resuelto a continuar después
lamanitas. Aproximadamente 63 a.C.
de su muerte.
Y sucedió que a principios del 6 He aquí, quisiera decirte algo
año veintinueve del gobierno de concerniente a la a justicia de Dios
los jueces, a Ammorón mandó de­ y la espada de su omnipotente
cir a Moroni que deseaba un canje ira que se cierne sobre vosotros,
de prisioneros. a menos que os arrepintáis y reti­
2 Y aconteció que para Moroni réis vuestros ejércitos hasta vues­
esta solicitud fue motivo de mu­ tras propias tierras, o sea, la tierra
cho gozo, porque deseaba que las de vuestras posesiones, que es la
provisiones que se impartían para tierra de Nefi.
el sostén de los prisioneros lama­ 7 Sí, quisiera decirte estas cosas
nitas fuesen para el sostén de su si fueras capaz de hacerles caso;
propio pueblo; y además, deseaba sí, te diría concerniente a ese ho­
contar con su propio pueblo para rrible a infierno que está pronto
reforzar su ejército. para recibir a tales b asesinos
3 Ahora bien, los lamanitas ha­ como tú y tu hermano lo habéis
bían tomado cautivos a muchas sido, a menos que os arrepintáis
mujeres y niños, y entre todos los y renunciéis a vuestros propó­
prisioneros de Moroni, o sea, los sitos asesinos, y os retiréis con
21 a GEE Andar, andar con 54 1 a Alma 52:3. 7 a GEE Infierno.
Dios. 5 a Alma 48:1. b Alma 47:18, 22–24.
22 a Alma 56:3–5. 6 a GEE Justicia. GEE Asesinato.
415 ALMA 54:8–18
vuestras tropas a vuestras pro­ nuestra primera herencia; sí, y
a 

pias tierras. será sangre por sangre, sí, vida


8 Pero así como anteriormente por vida; y os acometeré hasta
habéis desechado estas cosas, y que seáis destruidos de sobre la
habéis luchado contra el pue­ faz de la tierra.
blo del Señor, de igual manera 13  He aquí, estoy con ira, lo
puedo esperar que lo volváis a mismo que mi pueblo; habéis in­
hacer. tentado asesinarnos, y nosotros
9 Mas he aquí, estamos prepara­ solo hemos procurado defender­
dos para recibiros; sí, y a menos nos. Mas he aquí, si intentáis de
que renunciéis a vuestros propó­ nuevo destruirnos, nosotros pro­
sitos, he aquí, causaréis que la ira curaremos destruiros a vosotros;
de ese Dios que habéis rechazado sí, y nos esforzaremos por obtener
caiga sobre vosotros para vuestra nuestra tierra, la tierra de nuestra
completa destrucción. primera herencia.
10 Pero así como vive el Señor, 14 Ahora concluyo mi epístola.
nuestros ejércitos vendrán sobre Soy Moroni, uno de los jefes del
vosotros, a menos que os retiréis, pueblo de los nefitas.
y de aquí a poco seréis visitados 15 Y aconteció que al recibir Am­
con muerte, porque retendremos morón esta epístola, se enojó; y
nuestras ciudades y nuestras tie­ escribió otra epístola a Moroni,
rras; sí, y preservaremos nues­ y estas son las palabras que es­
tra religión y la causa de nuestro cribió, diciendo:
Dios. 16 Soy Ammorón, rey de los la­
11 Pero he aquí, me parece que manitas; soy hermano de Amali­
te hablo de estas cosas en vano; ckíah, a quien habéis a asesinado.
o me parece que eres un a hijo del He aquí, vengaré su sangre sobre
infierno; concluiré, pues, mi epís­ vosotros; sí, y caeré sobre voso­
tola, diciéndote que no canjearé tros con mis ejércitos, porque no
prisioneros, sino con la condición temo vuestras amenazas.
de que entreguéis un hombre y su 17 Pues he aquí, vuestros pa­
esposa y sus hijos por cada pri­ dres agraviaron a sus hermanos,
sionero; si tal fuere el caso, haré al grado de robarles su a derecho
el canje. de gobernar, cuando justamente
12 Y he aquí, si no haces esto, les pertenecía.
marcharé contra vosotros con mis 18  Mas he aquí, si entregáis
ejércitos; sí, armaré aun a las mu­ vuestras armas, y os sujetáis
jeres y los niños, e iré contra vo­ a que os gobiernen aquellos a
sotros y os seguiré hasta vuestra quienes legítimamente perte­
propia tierra, que es la tierra de nece el gobierno, entonces haré
11 a Juan 8:42–44. 16 a Alma 51:34. Mos. 10:12–17.
12 a 2 Ne. 5:5–8. 17 a 2 Ne. 5:1–4;
ALMA 54:19–55:5 416
que mi pueblo abandone sus ar­ CAPÍTULO 55
mas y deje de estar en guerra.
Moroni se niega a canjear prisio-
19 He aquí, has proferido mu­
neros — Se induce a los guardias
chas amenazas contra mí y contra
lamanitas a embriagarse y se libera
mi pueblo; mas he aquí, tus ame­
a todos los prisioneros nefitas — Se
nazas no nos intimidan.
toma la ciudad de Gid sin derrama-
20 No obstante, con gusto con­
miento de sangre. Aproximadamente
cederé el canje de prisioneros,
63–62 a.C.
de acuerdo con tu proposición, a
fin de conservar mis provisiones Y sucedió que cuando Moroni
para mis hombres de guerra; y hubo recibido esta epístola, se
emprenderemos una guerra que enojó aún más, porque sabía que
será sin fin, ya para subyugar a Ammorón tenía un conocimiento
los nefitas a nuestra autoridad, o perfecto de su a fraude; sí, sabía
exterminarlos para siempre. que Ammorón sabía que no era
21 Y concerniente a ese Dios una causa justa la que lo había
que, según dices, hemos recha­ llevado a emprender la guerra
zado, he aquí, no conocemos a contra el pueblo de Nefi.
tal ser; ni vosotros tampoco; pero 2 Y dijo: He aquí, no canjearé
aun suponiendo que existiera se­ prisioneros con Ammorón, a me­
mejante ser, bien puede ser que nos que renuncie a su propósito,
él nos haya hecho a nosotros así como le he expresado en mi epís­
como a vosotros. tola; porque no le permitiré que
22 Y si es que hay un diablo y un adquiera más poder del que ha
infierno, he aquí, ¿no os enviará conseguido.
él allí para vivir con mi hermano 3  He aquí, conozco el lugar
al cual habéis asesinado, de quien donde guardan los lamanitas a
insinuáis que ha ido a tal lugar? los de mi pueblo que han tomado
Pero he aquí, estas cosas no im­ prisioneros; y ya que Ammorón
portan. no ha aceptado lo de mi epístola,
23 Soy Ammorón, y soy descen­ he aquí, le haré según mis pala­
diente de a Zoram, aquel a quien bras; sí, sembraré muerte entre
vuestros padres obligaron y tra­ ellos hasta que pidan la paz.
jeron de Jerusalén. 4 Y ocurrió que cuando Moroni
24 Y he aquí, soy un intrépido hubo dicho estas palabras, hizo
lamanita; he aquí, se ha empren­ que se buscara entre sus hombres,
dido esta guerra para vengar por si acaso hallaba entre ellos a
sus agravios, y para mantener uno que fuera descendiente de
y obtener sus derechos al go­ Lamán.
bierno; y concluyo mi epístola 5 Y sucedió que encontraron a
a Moroni. uno, cuyo nombre era Lamán; y
23 a 1 Ne. 4:31–35. 55 1 a Alma 47:12–35.
417 ALMA 55:6–19
era uno de los siervos del rey
a 
13 Y sucedió que bebieron del
que Amalickíah había asesinado. vino liberalmente; y les fue agra­
6 Y Moroni hizo que Lamán y un dable al gusto; por lo tanto, bebie­
pequeño número de sus hombres ron más abundantemente; y era
fueran a los guardias que vigila­ fuerte, pues se había preparado
ban a los nefitas. para que tuviera fuerza.
7 Y los nefitas estaban bajo cus­ 14 Y aconteció que bebieron y se
todia en la ciudad de Gid; por lo alegraron; y dentro de poco todos
tanto, Moroni designó a Lamán, estaban ebrios.
e hizo que lo acompañara un re­ 15 Y cuando Lamán y sus hom­
ducido número de hombres. bres vieron que todos estaban
8 Y cuando anocheció, Lamán borrachos y durmiendo profun­
fue a los guardias que estaban damente, se volvieron a Moroni,
vigilando a los nefitas, y he aquí, y le refirieron todas las cosas que
lo vieron venir y le gritaron; pero habían acontecido.
él les dijo: No temáis; he aquí, soy 16 Ahora bien, esto resultó de
lamanita. Nos hemos escapado de acuerdo con el proyecto de Mo­
los nefitas, y están dormidos; y roni, y él había preparado a sus
he aquí, hemos traído de su vino hombres con armas de guerra; y
con nosotros. fue a la ciudad de Gid, mientras
9 Y cuando los lamanitas oye­ los lamanitas se hallaban pro­
ron estas palabras, lo recibieron fundamente dormidos y ebrios,
con gozo, y le dijeron: Danos de y echaron armas de guerra a los
tu vino para que bebamos; nos prisioneros, de modo que todos
alegramos de que hayas traído quedaron armados
vino contigo, porque estamos 17  —sí, hasta sus mujeres, y
cansados. cuantos de sus niños eran capa­
10 Pero Lamán les dijo: Guar­ ces de manejar armas de guerra—
demos nuestro vino hasta que cuando Moroni hubo armado a
salgamos a la batalla contra los todos aquellos prisioneros; y se
nefitas. Pero estas palabras solo hizo todo esto en profundo si­
les estimularon sus deseos de be­ lencio.
ber del vino; 18 Sin embargo, si hubieran
11 porque, dijeron ellos, estamos despertado a los lamanitas,
cansados; por tanto, bebamos del he aquí estaban borrachos, y
vino, y dentro de poco recibire­ los nefitas los habrían podido
mos nuestra ración de vino, la matar.
cual nos fortalecerá para salir 19 Mas he aquí, este no era el
contra los nefitas. deseo de Moroni; pues no se de­
12 Y Lamán les dijo: Podéis ha­ leitaba en el asesinato ni en el
cer lo que bien os parezca. a 
derramamiento de sangre, antes
5 a Alma 47:29. 19 a Alma 48:16.
ALMA 55:20–32 418
bien se deleitaba en salvar a su lamanitas, a quienes había he­
pueblo de la destrucción; y por cho prisioneros, emprendieran
esta razón, para no incurrir en la a obra de reforzar las fortifi­
una injusticia, no quiso caer sobre caciones alrededor de la ciudad
los lamanitas en su borrachera y de Gid.
destruirlos. 26 Y sucedió que cuando hubo
20 Pero había logrado sus de­ fortificado la ciudad de Gid con­
seos; pues había armado a los forme a sus deseos, hizo que sus
prisioneros nefitas que estaban prisioneros fuesen conducidos a
dentro de las murallas de la ciu­ la ciudad de Abundancia; y tam­
dad, y los había habilitado para bién resguardó esa ciudad con
que tomaran posesión de aque­ una fuerza sumamente poderosa.
llos sitios que estaban dentro de 27 Y ocurrió que a pesar de to­
las murallas. das las intrigas de los lamanitas,
21 Y entonces hizo que los hom­ los nefitas retuvieron y protegie­
bres que estaban con él se aparta­ ron a todos los prisioneros que
ran a un paso de ellos y cercaran habían tomado, y también conser­
a los ejércitos lamanitas. varon todo el terreno y la ventaja
22 Y he aquí, esto se hizo de no­ que habían reconquistado.
che, de modo que al despertar los 28 Y ocurrió que así empezaron
lamanitas a la mañana siguiente, otra vez los nefitas a triunfar y
vieron que estaban cercados por los a recuperar sus derechos y sus
nefitas por fuera, y que por dentro privilegios.
sus prisioneros estaban armados. 29 Muchas veces intentaron los
23 Y así vieron que los nefitas los lamanitas rodearlos de noche,
tenían en su poder; y en estas cir­ pero en estas tentativas perdieron
cunstancias comprendieron que muchos prisioneros.
no era conveniente que pelearan 30 Y muchas veces intentaron
contra los nefitas; de modo que hacer beber de su vino a los nefi­
sus capitanes en jefe les pidieron tas, a fin de matarlos con veneno
sus armas de guerra, y las lleva­ o por embriaguez.
ron y las echaron a los pies de los 31 Pero he aquí, los nefitas no
nefitas, pidiendo misericordia. fueron lentos en a acordarse del
24 Y he aquí, esto era lo que Mo­ Señor su Dios en su hora de aflic­
roni deseaba. Los hizo prisioneros ción. No podían hacerlos caer en
de guerra y tomó posesión de la sus trampas; sí, no bebían de su
ciudad, e hizo libertar a todos los vino sin que primero dieran de
prisioneros nefitas; y se unieron él a algunos de los prisioneros
al ejército de Moroni, y lo refor­ lamanitas.
zaron en gran manera. 32  Y así tuvieron cuidado de
25 Y aconteció que hizo que los no dejarse administrar veneno;
25 a Alma 53:3–5. 31 a Alma 62:49–51.
419 ALMA 55:33–56:8
porque si el vino envenenaba a un escribió, diciendo: Mi muy amado
lamanita, también envenenaría a hermano Moroni, tanto en el Se­
un nefita; y así hacían con todos ñor como en las tribulaciones de
sus licores. nuestra guerra; he aquí, mi que­
33 Y aconteció que llegó a ser rido hermano, tengo algo que
preciso que Moroni hiciera pre­ decirte concerniente a nuestra
parativos para atacar la ciudad de guerra en esta parte de la tierra.
Moriantón, pues he aquí, los lama­ 3 He aquí, a dos mil de los hijos
nitas, con su trabajo, habían forti­ de aquellos hombres que Ammón
ficado la ciudad de Moriantón, de trajo de la tierra de Nefi —y ya
tal manera que se había convertido estás enterado de que estos eran
en una plaza sumamente fuerte. descendientes de Lamán, el hijo
34  Y continuamente estaban mayor de nuestro padre Lehi;
trayendo nuevas fuerzas a esa 4 y no necesito repetirte concer­
ciudad, y también nuevos abas­ niente a sus tradiciones ni a su in­
tecimientos de provisiones. credulidad, pues tú sabes acerca
35 Y así concluyó el año veinti­ de todas estas cosas—
nueve del gobierno de los jueces 5  por tanto, bástame decirte
sobre el pueblo de Nefi. que dos mil de estos jóvenes han
tomado sus armas de guerra, y
CAPÍTULO 56 pidieron que yo fuese su jefe; y
hemos salido para defender nues­
Helamán envía una epístola a Moroni
tro país.
en la que le relata el estado de la guerra
6 Y también sabes del a convenio
con los lamanitas — Antipus y Hela-
que hicieron sus padres de que
mán logran una gran victoria sobre
no tomarían las armas de guerra
los lamanitas — Los dos mil jóvenes
en contra de sus hermanos para
bajo el mando de Helamán luchan con
derramar sangre.
fuerza milagrosa, y ninguno de ellos
7  Mas en el año veintiséis,
muere. Versículo 1, aproximadamente
cuando vieron nuestras afliccio­
62 a.C.; versículos 2–19, aproxima-
nes y tribulaciones que padecía­
damente 66 a.C.; y versículos 20–57,
mos por ellos, se hallaban a punto
aproximadamente 65–64 a.C.
de a violar el convenio que habían
Y sucedió que al principiar el hecho, y tomar sus armas de gue­
año treinta del gobierno de los rra en nuestra defensa.
jueces, el segundo día del primer 8  Pero yo no quise permitir­
mes, Moroni recibió una epístola les que violaran este convenio
de Helamán en la que le relataba que habían hecho, creyendo
los asuntos del pueblo en aquella que Dios nos fortalecería, de tal
parte de la tierra. modo que no padeceríamos más
2 Y estas son las palabras que por motivo de la observancia
56 3 a Alma 53:22. 6 a Alma 24:17–18. 7 a Alma 53:13–15.
ALMA 56:9–20 420
del juramento que habían y la ciudad de Cumeni, y la ciu­
hecho. dad de Antipara.
9 Pero he aquí una cosa en la 15 Y estas son las ciudades que
cual podemos regocijarnos mu­ poseían cuando llegué a la ciudad
cho; porque sucedió que en el año de Judea; y hallé a Antipus y sus
veintiséis, yo, Helamán, marché hombres trabajando con todas sus
al frente de estos dos mil jóvenes fuerzas para fortificar la ciudad.
hasta la ciudad de Judea para 16 Sí, y se hallaban abatidos,
ayudar a Antipus, a quien habías tanto en el cuerpo como en el es­
nombrado jefe sobre el pueblo en píritu, porque habían combatido
aquella parte de la tierra. valientemente durante el día y
10 E incorporé a mis dos mil trabajado de noche para conser­
hijos (porque son dignos de ser var sus ciudades; así que habían
llamados hijos) al ejército de An­ padecido grandes aflicciones de
tipus, y con esta fuerza él se re­ todas clases.
gocijó en extremo; pues he aquí, 17 Y ahora estaban resueltos
los lamanitas habían reducido a vencer en ese sitio, o a morir;
su ejército, porque las fuerzas de por tanto, bien podrás imaginarte
ellos habían matado a un gran que esta pequeña fuerza que traje
número de nuestros hombres, conmigo, sí, esos hijos míos, les
por lo cual tenemos motivo para proporcionó gran esperanza y
lamentarnos. mucho gozo.
11 No obstante, podemos conso­ 18 Y aconteció que cuando los
larnos en esto, que han muerto en lamanitas vieron que Antipus ha­
la causa de su patria y de su Dios; bía recibido más fuerzas para su
sí, y son a felices. ejército, se vieron obligados, por
12 Y los lamanitas también ha­ órdenes de Ammorón, a no salir
bían retenido a muchos prisione­ a la batalla contra la ciudad de
ros, todos los cuales son capitanes Judea, ni contra nosotros.
en jefe, porque a ningún otro han 19 Y así el Señor nos favoreció;
dejado con vida. Y suponemos porque si nos hubieran acometido
que se hallan en este momento en nuestra debilidad, tal vez ha­
en la tierra de Nefi, si es que no brían destruido nuestro pequeño
los han matado. ejército; pero en esto fuimos pre­
13 Y estas son las ciudades de servados.
las cuales los lamanitas se han po­ 20  Ammorón les había man­
sesionado derramando la sangre dado que conservaran aquellas
de tantos de nuestros valientes ciudades que habían tomado. Y
hombres: así terminó el año veintiséis. Y
14 La tierra de Manti o ciudad a principios del año veintisiete,
de Manti, y la ciudad de Zeezrom, nos habíamos preparado para
11 a Alma 28:12.
421 ALMA 56:21–34
la defensa, tanto nuestra ciudad muchas provisiones de los pa­
como nosotros mismos. dres de mis dos mil hijos.
21 Y deseábamos que los lama­ 28 Y también nos fueron envia­
nitas viniesen contra nosotros; dos dos mil hombres de la tierra
porque no queríamos atacarlos de Zarahemla. Y así quedamos
en sus plazas fuertes. prevenidos con diez mil hom­
22 Y aconteció que mantuvimos bres, y provisiones para ellos,
espías en los alrededores, con ob­ y también para sus mujeres y
jeto de reconocer los movimientos sus hijos.
de los lamanitas, para que no nos 29 Y los lamanitas, viendo que
pasaran de noche ni de día para así de día en día nuestras fuer­
lanzar un ataque contra nuestras zas aumentaban, y que llegaban
otras ciudades que se hallaban provisiones para nuestro sostén,
al norte. empezaron a temer, y comenza­
23  Porque sabíamos que en ron a salir para ver si les era po­
aquellas ciudades no eran sufi­ sible acabar con el suministro de
cientemente fuertes para hacerles provisiones y refuerzos que nos
frente; por tanto, queríamos caer llegaba.
sobre su retaguardia, en caso de 30 Y cuando vimos que los la­
que pasaran junto a nosotros, y manitas empezaban a inquietarse
así acometerlos por la retaguar­ de esta manera, quisimos emplear
dia al mismo tiempo que fue­ contra ellos alguna estratagema.
sen atacados por la vanguardia. Por lo tanto, Antipus me dio la
Pensábamos que los podríamos orden de salir con mis pequeños
vencer; mas, he aquí, nos vimos hijos hacia una ciudad inmediata,
frustrados en estos nuestros como si estuviéramos llevando
deseos. provisiones allá.
24 No se atrevían a pasar con 31 Y habíamos de pasar cerca
todo su ejército por donde está­ de la ciudad de Antipara, como
bamos, ni se atrevían a pasar con si fuéramos a la ciudad más allá,
parte de él, no fuese que no tuvie­ sobre las orillas del mar.
ran la fuerza suficiente y cayeran. 32 Y sucedió que salimos, como
25  Ni tampoco se atrevían a si lleváramos nuestras provisio­
marchar contra la ciudad de Za­ nes, para ir a aquella ciudad.
rahemla; ni osaban atravesar los 33 Y ocurrió que salió Antipus
manantiales del río Sidón, hacia con parte de su ejército, dejando
la ciudad de Nefíah; el resto para la defensa de la ciu­
26 y así, con sus fuerzas estaban dad. Pero no salió hasta que yo
resueltos a conservar las ciudades hube partido con mi pequeño
que habían tomado. ejército, y me acerqué a la ciudad
27 Y ocurrió que en el segundo de Antipara.
mes de este año, nos llegaron 34 Y el ejército más fuerte de
ALMA 56:35–46 422
los lamanitas se hallaba apostado volverse a la derecha ni a la iz­
en la ciudad de Antipara; sí, el quierda por temor a quedar ro­
más numeroso. deados; ni yo tampoco quería
35 Y aconteció que cuando sus volverme a un lado ni al otro por
espías se lo hubieron informado, miedo de que me alcanzaran, y no
salieron con su ejército y marcha­ pudiéramos sostenernos en con­
ron contra nosotros. tra de ellos, y nos mataran y se
36 Y sucedió que huimos delante escaparan; de modo que huimos
de ellos hacia el norte. Y así lleva­ por el desierto todo ese día hasta
mos en pos de nosotros al ejército que obscureció.
más fuerte de los lamanitas; 41 Y acaeció que nuevamente, al
37 sí, hasta una distancia consi­ rayar el alba, vimos a los lamani­
derable, de tal modo que cuando tas encima de nosotros, y huimos
vieron al ejército de Antipus que delante de ellos.
los perseguía vigorosamente, no 42 Pero aconteció que no nos
se volvieron ni a la derecha ni a habían perseguido gran distan­
la izquierda, sino que continua­ cia cuando hicieron alto; y era la
ron su marcha en línea recta tras mañana del tercer día del sép­
de nosotros; y suponemos que timo mes.
su intención era matarnos antes 43 Y no sabíamos si los había al­
que Antipus los alcanzara, y esto canzado Antipus, pero dije a mis
para no ser rodeados por nuestros hombres: He aquí no sabemos si
hombres. se han detenido con objeto de
38 Y viendo Antipus nuestro pe­ que marchemos contra ellos para
ligro, aceleró la marcha de su ejér­ apresarnos en su trampa;
cito; pero he aquí, llegó la noche; 44 por lo tanto, ¿qué decís, hijos
por tanto, ellos no nos alcanza­ míos? ¿Queréis ir a combatirlos?
ron, ni pudo Antipus alcanzarlos 45 Y te digo, mi amado hermano
a ellos; por lo tanto, acampamos Moroni, que jamás había visto yo
durante la noche. tan grande a valor, no, ni aun entre
39 Y aconteció que antes de ra­ todos los nefitas.
yar el alba, he aquí, ya venían 46 Pues como yo siempre los
los lamanitas detrás de noso­ había llamado hijos míos (pues
tros. Ahora bien, no teníamos la eran todos muy jóvenes), he
fuerza suficiente para contender aquí, me contestaron de esta
con ellos; sí, yo no quise permi­ manera: Padre, he aquí, nues­
tir que mis hijitos cayesen en sus tro Dios está con nosotros y no
manos; por tanto, continuamos nos dejará caer; así pues, avan­
nuestra marcha, y nos dirigimos cemos. No mataríamos a nues­
hacia el desierto. tros hermanos si nos dejasen en
40  Y ellos no se atrevían a paz; por tanto, avancemos, no sea
45 a Alma 53:20–21.
423 ALMA 56:47–57
que derroten al ejército de An­ sobre su retaguardia con sus dos
tipus. mil, y empezaron a matarlos en
47 Hasta entonces nunca habían gran cantidad, al grado que todo
combatido; no obstante, no te­ el ejército de los lamanitas se de­
mían la muerte, y estimaban más tuvo y se volvió contra Helamán.
la a libertad de sus padres que sus 53 Y cuando la gente de Anti­
propias vidas; sí, sus b madres les pus vio que los lamanitas se ha­
habían enseñado que si no duda­ bían vuelto, reconcentraron a sus
ban, Dios los libraría. hombres y otra vez acometieron
48 Y me repitieron las palabras la retaguardia de los lamanitas.
de sus madres, diciendo: No du­ 54 Y aconteció, entonces, que no­
damos que nuestras madres lo sotros, el pueblo de Nefi, la gente
sabían. de Antipus y yo con mis dos mil,
49 Y aconteció que me volví con rodeamos a los lamanitas y los
mis dos mil jóvenes contra esos matamos; sí, al grado de que se
lamanitas que nos habían perse­ vieron obligados a entregar sus
guido. Y he aquí, los ejércitos de armas y rendirse como prisione­
Antipus los habían alcanzado, ros de guerra.
y había principiado una batalla 55 Y aconteció que cuando se
terrible. nos rindieron, he aquí, conté a
50 Y el ejército de Antipus, fati­ aquellos jóvenes que habían com­
gado de tan larga marcha en tan batido conmigo, temiendo que
poco tiempo, estaba a punto de muchos de ellos hubiesen per­
caer en manos de los lamanitas; dido la vida.
y si yo no hubiera vuelto con mis 56 Pero he aquí, para mi ma­
dos mil, los lamanitas habrían lo­ yor alegría hallé que a ni una sola
grado su propósito. alma había caído a tierra; sí, y
51 Porque Antipus había caído habían combatido como con la
por la espada, así como muchos fuerza de Dios; sí, nunca se había
de sus caudillos, por motivo de su sabido que hombres combatie­
fatiga ocasionada por la rapidez ran con tan milagrosa fuerza; y
de su marcha; por tanto, los hom­ con tanto ímpetu cayeron sobre
bres de Antipus, confusos por la los lamanitas, que los llenaron
muerte de sus caudillos, empe­ de espanto; y por esta razón los
zaron a ceder ante los lamanitas. lamanitas se rindieron como pri­
52 Y sucedió que los lamani­ sioneros de guerra.
tas se animaron y comenzaron 57 Y como no teníamos lugar
a perseguirlos; y así los lamani­ para nuestros prisioneros, a fin
tas estaban persiguiéndolos con de vigilarlos para que no se
gran vigor, cuando Helamán cayó los llevaran los ejércitos de los
47 a Alma 53:16–18. GEE Madre.
b Alma 57:21. 56 a Alma 57:25; 58:39.
ALMA 57:1–9 424
lamanitas, los enviamos, por marchar contra la ciudad de An­
tanto, a la tierra de Zarahemla, tipara.
y con ellos a una parte de los 4  Pero la gente de Antipara
hombres de Antipus que no abandonó la ciudad, y huyó a
murieron; y tomé al resto y los las otras ciudades que poseían,
incorporé con mis jóvenes a am­ para fortificarlas; y de este modo
monitas, y marchamos de re­ la ciudad de Antipara cayó en
greso a la ciudad de Judea. nuestras manos.
5 Y así concluyó el año veinti­
CAPÍTULO 57 ocho del gobierno de los jueces.
6 Y sucedió que a principios del
Helamán relata la toma de la ciu-
año veintinueve, recibimos un
dad de Antipara, la rendición de
abastecimiento de provisiones de
la ciudad de Cumeni y la defensa
la tierra de Zarahemla y sus alre­
posterior de esta — Los jóvenes
dedores, y también un refuerzo
ammonitas luchan con valentía;
de seis mil hombres para nuestro
todos son heridos, pero ninguno de
ejército, además de sesenta de
ellos muere — Gid da un informe
los a hijos de los ammonitas que
de la muerte y huida de los prisio-
habían llegado para unirse a sus
neros lamanitas. Aproximadamente
hermanos, mi pequeña compa­
63 a.C.
ñía de dos mil. Y he aquí, éramos
Y aconteció que recibí una epís­ fuertes; sí, y nos trajeron abun­
tola del rey Ammorón, en la que dancia de provisiones.
me decía que si yo le entregaba 7 Y aconteció que era nuestro
los prisioneros de guerra que ha­ deseo trabar batalla con el ejército
bíamos tomado, él nos entregaría que estaba colocado para proteger
la ciudad de Antipara. la ciudad de Cumeni.
2 Pero envié una epístola al rey, 8 Y he aquí, te manifestaré que
de que estábamos seguros de que no tardamos en realizar nuestro
nuestras fuerzas eran suficientes deseo; sí, con nuestro fuerte ejér­
para tomar la ciudad de Anti­ cito, o sea, con una parte de nues­
para con nuestras tropas; y que tro fuerte ejército, rodeamos la
con entregarle los prisioneros por ciudad de Cumeni durante la no­
esa ciudad nos consideraríamos che, un poco antes que recibieran
imprudentes, y que solo entre­ un abastecimiento de provisiones.
garíamos nuestros prisioneros a 9  Y ocurrió que estuvimos
canje de otros. acampados alrededor de la ciu­
3 Y Ammorón rechazó mi epís­ dad durante varias noches; pero
tola, porque no quería hacer el dormíamos sobre nuestras espa­
canje de prisioneros; por lo tanto, das y poníamos guardias, a fin
empezamos los preparativos para de que los lamanitas no cayeran
57 a Alma 27:26; 53:10–11, 16. 57 6 a Alma 53:16–18.
425 ALMA 57:10–19
sobre nosotros durante la noche que se hubieron entregado como
y nos mataran, cosa que intenta­ prisioneros de guerra.
ron muchas veces; pero cuantas 15 Por tanto, nos fue menester
veces lo intentaron, se vertió su o quitarles la vida o custodiarlos,
sangre. espada en mano, hasta la tierra de
10 Llegaron por fin sus provi­ Zarahemla; y además, nuestras
siones, y estaban ya a punto de provisiones apenas eran suficien­
entrar en la ciudad durante la no­ tes para nuestra propia gente, a
che. Y en lugar de ser lamanitas, pesar de lo que habíamos tomado
éramos nosotros los nefitas; por de los lamanitas.
tanto, nos apoderamos de ellos y 16 Y en estas circunstancias crí­
de sus provisiones. ticas, llegó a ser un asunto grave
11 Y no obstante que los lama­ determinar concerniente a estos
nitas quedaron privados de su prisioneros de guerra. No obs­
sostén de esta manera, aún esta­ tante, determinamos enviarlos a
ban resueltos a retener la ciudad; la tierra de Zarahemla; por tanto,
por tanto, se hizo necesario que escogimos una parte de nues­
tomáramos aquellas provisiones tros hombres, y les encargamos
y las enviáramos a Judea, y nues­ nuestros prisioneros para des­
tros prisioneros a la tierra de Za­ cender con ellos a la tierra de
rahemla. Zarahemla.
12 Y acaeció que no habían pa­ 17 Pero sucedió que volvieron
sado muchos días, cuando los a la mañana siguiente; mas no
lamanitas empezaron a perder les preguntamos acerca de los
toda esperanza de recibir ayuda; prisioneros, porque he aquí, los
por tanto, entregaron la ciudad lamanitas ya estaban sobre noso­
en nuestras manos; y así había­ tros, y volvieron oportunamente
mos realizado nuestros proyectos para salvarnos de caer en manos
de apoderarnos de la ciudad de de los lamanitas. Pues he aquí,
Cumeni. Ammorón había enviado en su
13 Pero ocurrió que nuestros pri­ auxilio un nuevo abastecimiento
sioneros eran tan numerosos que, de provisiones y también un nu­
a pesar de nuestro gran número, meroso ejército.
nos vimos obligados a emplear 18 Y sucedió que los hombres
todas nuestras fuerzas para vigi­ que habíamos enviado con los
larlos, o quitarles la vida. prisioneros llegaron oportuna­
14 Porque he aquí, se subleva­ mente para contenerlos cuando
ban en grandes números, y pe­ estaban a punto de vencernos.
leaban con piedras, con palos o 19 Pero he aquí, mi pequeña
cualquier cosa que llegara a sus compañía de dos mil sesenta
manos, de modo que matamos a combatió desesperadamente; sí,
más de dos mil de ellos después se mantuvieron firmes ante los
ALMA 57:20–30 426
lamanitas e hicieron morir a cuan­ uno solo de ellos había perecido;
tos se les oponían. sí, y no hubo entre ellos uno solo
20 Y mientras que el resto de que no hubiese recibido muchas
nuestro ejército se encontraba a heridas.
punto de ceder ante los lamanitas, 26 Y su preservación fue asom­
he aquí, estos dos mil sesenta per­ brosa para todo nuestro ejército;
manecieron firmes e impávidos. sí, que ellos hubiesen sido libra­
21 Sí, y obedecieron y procura­ dos mientras que hubo un millar
ron cumplir con exactitud toda de nuestros hermanos que fueron
orden; sí, y les fue hecho según muertos. Y lo atribuimos con jus­
su fe; y me acordé de las palabras ticia al milagroso a poder de Dios,
que, según me dijeron, sus a ma­ por motivo de su extraordinaria
dres les habían enseñado. b 
fe en lo que se les había enseñado
22 Y he aquí, es a estos, mis hi­ a creer: que había un Dios justo,
jos, y a los hombres que habíamos y que todo aquel que no dudara,
elegido para escoltar a los prisio­ sería preservado por su maravi­
neros, a quienes debemos esta lloso poder.
gran victoria; porque fueron ellos 27 Esta, pues, fue la fe de aque­
los que vencieron a los lamanitas; llos de que he hablado; son jóve­
por tanto, los hicieron retroceder nes, y sus mentes son firmes, y
hasta la ciudad de Manti. ponen su confianza en Dios con­
23 Y nosotros retuvimos nuestra tinuamente.
ciudad de Cumeni, y no fuimos 28 Y ocurrió que después de ha­
todos destruidos por la espada; ber atendido a nuestros heridos,
no obstante, habíamos sufrido y de haber enterrado a nuestros
grandes bajas. muertos, y también a los muertos
24 Y aconteció que después de de los lamanitas, que eran mu­
haber huido los lamanitas, inme­ chos, he aquí, interrogamos a Gid
diatamente di órdenes de que mis concerniente a los prisioneros con
hombres que habían sido heri­ los que habían empezado a des­
dos fuesen recogidos de entre los cender a la tierra de Zarahemla.
muertos, e hice que les vendaran 29 Y era Gid el capitán en jefe de
sus heridas. la escolta que se había nombrado
25 Y aconteció que doscientos, para custodiarlos hasta allá.
de mis dos mil sesenta, se habían 30 Y estas son las palabras que
desmayado por la pérdida de san­ Gid me dijo: He aquí, partimos
gre. Sin embargo, mediante la para descender a la tierra de
bondad de Dios, y para nuestro Zarahemla con nuestros prisio­
gran asombro, y también para el neros. Y aconteció que encon­
gozo de todo nuestro ejército, a ni tramos a los espías de nuestros
21 a Alma 56:47–48. 26 a GEE Poder.
25 a Alma 56:56. b GEE Fe.
427 ALMA 57:31–58:4
ejércitos, que habían sido envia­ en que las almas de los que han
dos para vigilar el campamento muerto hayan a entrado en el re­
de los lamanitas. poso de su Dios.
31 Y nos gritaron, diciendo: He
aquí, los ejércitos de los lamani­ CAPÍTULO 58
tas marchan hacia la ciudad de
Helamán, Gid y Teómner se apoderan
Cumeni; y he aquí, caerán sobre
de la ciudad de Manti por medio de
ellos, sí, y destruirán a nuestra
una estratagema — Huyen los la-
gente.
manitas — Los hijos del pueblo de
32 Y sucedió que nuestros pri­
Ammón son preservados al defen-
sioneros oyeron sus gritos, lo que
der firmemente su libertad y su fe.
hizo que cobraran ánimo; y se re­
Aproximadamente 63–62 a.C.
belaron contra nosotros.
33 Y aconteció que por motivo Y he aquí, aconteció que ahora
de su rebelión, hicimos que nues­ nuestro siguiente objetivo era to­
tras espadas descendieran sobre mar la ciudad de Manti; pero he
ellos. Y ocurrió que se lanzaron aquí, no había manera de hacer­
en masa contra nuestras espa­ les salir de la ciudad con nuestras
das, con lo cual resultó muerta pequeñas fuerzas. Pues he aquí,
la mayor parte de ellos; y los de­ se acordaban de lo que previa­
más se abrieron paso y huyeron mente les habíamos hecho; por
de nosotros. consiguiente, no podíamos a en­
34 Y he aquí, cuando huyeron y gañarlos para que salieran de sus
no los pudimos alcanzar, empren­ plazas fuertes.
dimos la marcha rápidamente 2 Y tan numerosos eran, mucho
hacia la ciudad de Cumeni; y he más que nuestro ejército, que no
aquí, llegamos a tiempo para ayu­ nos atrevíamos a atacarlos en sus
dar a nuestros hermanos a retener plazas fuertes.
la ciudad. 3 Sí, y se hizo necesario que pusié­
35 Y he aquí, nuevamente somos ramos a nuestros hombres a defen­
librados de las manos de nuestros der aquellas partes de la tierra que
enemigos. Y bendito es el nombre habíamos recuperado de nuestras
de nuestro Dios porque, he aquí, él posesiones; de manera que fue me­
es quien nos ha librado; sí, el que ha nester esperar hasta que recibiéra­
hecho esta gran cosa por nosotros. mos más refuerzos de la tierra de
36 Y acaeció que cuando yo, He­ Zarahemla, y también un nuevo
lamán, hube oído estas palabras abastecimiento de provisiones.
de Gid, me llené de un gozo muy 4 Y sucedió que envié una em­
grande a causa de la bondad de bajada al gobernador de nuestra
Dios en protegernos para que no tierra para darle a conocer las
pereciéramos todos; sí, y confío circunstancias de nuestro pueblo.
36 a Alma 12:34. 58 1 a Alma 52:21; 56:30.
ALMA 58:5–14 428
Y ocurrió que esperamos para re­ tierra para nuestra caída y entera
cibir provisiones y fuerzas de la destrucción.
tierra de Zarahemla. 10 Por lo tanto, derramamos
5 Pero he aquí que esto nos be­ nuestras almas a Dios en oración,
nefició muy poco; porque los pidiéndole que nos fortaleciera y
lamanitas también estaban reci­ nos librara de las manos de nues­
biendo muchas fuerzas de día en tros enemigos, sí, y que también
día, y también muchas provisio­ nos diera la fuerza para retener
nes; y tales eran nuestras circuns­ nuestras ciudades, nuestras tie­
tancias en esta época. rras y nuestras posesiones para
6 Y los lamanitas salían en con­ el sostén de nuestro pueblo.
tra de nosotros de cuando en 11 Sí, y sucedió que el Señor
cuando, resueltos a destruirnos nuestro Dios nos consoló con la
por estratagema; no obstante, no seguridad de que nos libraría;
podíamos ir a la batalla contra sí, de tal modo que habló paz a
ellos por motivo de sus refugios nuestras almas, y nos concedió
y sus plazas fuertes. una gran fe, e hizo que en él pu­
7 Y sucedió que esperamos en siéramos la esperanza de nuestra
estas difíciles circunstancias por liberación.
el espacio de muchos meses, hasta 12 Y cobramos ánimo con nues­
que estábamos a punto de perecer tro pequeño refuerzo que había­
por falta de alimentos. mos recibido, y se hizo fija en
8 Pero acaeció que recibimos nosotros la determinación de
víveres, los cuales venían custo­ vencer a nuestros enemigos, y
diados por un ejército de dos mil a 
preservar nuestras tierras y po­
hombres para auxiliarnos; y esta sesiones, nuestras esposas y nues­
fue toda la ayuda que recibimos tros hijos, y la causa de nuestra
para defendernos nosotros mis­ b 
libertad.
mos y a nuestro país de caer en 13 Y así avanzamos con toda
manos de nuestros enemigos; sí, nuestra fuerza contra los lama­
para contender contra un ene­ nitas que estaban en la ciudad
migo que era innumerable. de Manti; y plantamos nuestras
9 Y la causa de estos aprietos tiendas por el lado del desierto
nuestros, o sea, el motivo por el que se hallaba cerca de la ciu­
cual no nos mandaban más fuer­ dad.
zas, nosotros lo ignorábamos; por 14 Y sucedió que a la mañana si­
tanto, nos afligimos y también guiente, cuando los lamanitas vie­
nos llenamos de temor, no fuese ron que estábamos a la orilla del
que de algún modo los juicios de desierto que se hallaba cerca de
Dios descendieran sobre nuestra la ciudad, mandaron sus espías
12 a Alma 46:12–13; Morm. 2:23. b GEE Libertad, libre.
429 ALMA 58:15–24
alrededor de nosotros para des­ 19 Y sucedió que los lamanitas
cubrir el número y la fuerza de nos persiguieron con gran rapi­
nuestro ejército. dez, porque estaban sumamente
15  Y aconteció que, cuando deseosos de alcanzarnos para ma­
vieron que no éramos muy fuer­ tarnos; por lo tanto, nos siguieron
tes según nuestro número, y te­ hasta el desierto; y pasamos por
miendo que los aisláramos de sus en medio de Gid y Teómner de
provisiones a menos que salieran tal manera que los lamanitas no
a luchar contra nosotros y nos los descubrieron.
mataran, y suponiendo también 20 Y aconteció que cuando hu­
que podrían destruirnos fácil­ bieron pasado los lamanitas, o
mente con sus numerosas hues­ sea, cuando hubo pasado el ejér­
tes, empezaron, por tanto, sus cito, Gid y Teómner salieron de
preparativos para salir a la batalla donde estaban escondidos y cor­
contra nosotros. taron el paso a los espías lama­
16 Y cuando vimos que se esta­ nitas para que no volviesen a la
ban preparando para venir contra ciudad.
nosotros, he aquí, hice que Gid se 21 Y ocurrió que, habiéndolos
escondiese en el desierto con un aislado, corrieron a la ciudad y
pequeño número de hombres, y cayeron sobre los guardias que
que también Teómner y un pe­ habían quedado para defender
queño número de hombres se la ciudad, de tal manera que
ocultaran en el desierto. los destruyeron y ocuparon la
17 Y Gid y sus hombres esta­ ciudad.
ban a la derecha, y los otros a la 22 Y se logró esto porque los
izquierda; y cuando se hubieron lamanitas permitieron que todo
ocultado de esa manera, he aquí, su ejército, salvo unos cuantos
yo permanecí, con el resto de mi guardias, se dejara llevar al de­
ejército, en el mismo lugar donde sierto.
primeramente habíamos plantado 23 Y ocurrió que por este medio
nuestras tiendas, para la ocasión Gid y Teómner se habían apo­
en que los lamanitas salieran a derado de sus plazas fuertes. Y
la batalla. aconteció que después de haber
18  Y aconteció que salieron viajado mucho por el desierto, fi­
los lamanitas con su numeroso jamos nuestro curso hacia la tierra
ejército en contra de nosotros. Y de Zarahemla.
cuando hubieron salido, y esta­ 24 Y cuando los lamanitas vie­
ban a punto de caer sobre noso­ ron que iban marchando hacia
tros con la espada, hice que mis la tierra de Zarahemla, temieron
hombres, aquellos que estaban en gran manera, no fuese que se
conmigo, retrocedieran hacia el tratara de un plan para llevar­
desierto. los a la destrucción; por tanto,
ALMA 58:25–38 430
empezaron a retroceder de nuevo hallan en esta ocasión en nuestro
al desierto, sí, por el mismo ca­ poder; y nuestros padres, y nues­
mino por el que habían venido. tras mujeres, y nuestros hijos es­
25 Y he aquí, llegó la noche y tán volviendo a sus casas, todos
plantaron sus tiendas, porque los menos aquellos que los lamani­
capitanes en jefe de los lamanitas tas han tomado presos y se han
habían supuesto que los nefitas llevado.
estarían rendidos por motivo de 32 Mas he aquí, nuestros ejér­
su marcha; y pensando que ha­ citos son pequeños para retener
bían perseguido a todo el ejército, tan gran número de ciudades y
ningún cuidado tenían concer­ tan grandes posesiones.
niente a la ciudad de Manti. 33 Mas he aquí, confiamos en
26 Y aconteció que al caer la no­ nuestro Dios, que nos ha dado la
che, hice que mis hombres no victoria en esas tierras, a tal grado
durmieran, sino que emprendie­ que hemos adquirido aquellas ciu­
ran la marcha por otro camino dades y tierras que eran nuestras.
hacia la tierra de Manti. 34 Ahora bien, no sabemos el
27 Y debido a esta, nuestra mar­ motivo por el cual el gobierno
cha nocturna, he aquí, cuando no nos concede más fuerzas; ni
amaneció nos encontrábamos más estos hombres que han venido a
allá de los lamanitas, de manera nosotros saben por qué no hemos
que llegamos antes que ellos a la recibido mayores fuerzas.
ciudad de Manti. 35 He aquí, no sabemos si habéis
28 Y así sucedió que, por medio fracasado y os habéis llevado las
de esta estratagema, nos apode­ fuerzas para esa parte de la tie­
ramos de la ciudad de Manti sin rra; si así es, no es nuestro deseo
la efusión de sangre. murmurar.
29 Y aconteció que cuando los 36 Mas si no es así, he aquí, te­
ejércitos de los lamanitas se acer­ memos que haya alguna a disen­
caron a la ciudad, y vieron que sión en el gobierno, de modo que
estábamos preparados para resis­ no mandan más hombres en nues­
tirlos, se asombraron en extremo tro auxilio; porque sabemos que
y les sobrevino un gran temor, a son más numerosos que los que
tal grado que huyeron al desierto. han enviado.
30 Sí, y acaeció que los ejérci­ 37 Mas he aquí, no importa. Con­
tos de los lamanitas huyeron de fiamos en que Dios nos a librará, no
toda esta parte de la tierra. Pero obstante lo débiles que estén nues­
he aquí, se han llevado consigo a tros ejércitos, sí, y nos librará de
muchas mujeres y niños. las manos de nuestros enemigos.
31 Y a las ciudades que los la­ 38 He aquí, estamos en el año
manitas habían tomado, todas se veintinueve, en las postrimerías,
31 a Alma 56:14. 36 a Alma 61:1–5. 37 a 2 Rey. 17:38–39.
431 ALMA 58:39–59:5
y ocupamos nuestras tierras; y lamanitas se apoderan de la ciudad de
los lamanitas han huido a la tie­ Nefíah — Moroni se irrita contra el
rra de Nefi. gobierno. Aproximadamente 62 a.C.
39 Y estos hijos del pueblo de
Y aconteció que en el año treinta
Ammón, de quienes he hablado
del gobierno de los jueces sobre
tan favorablemente, están con­
el pueblo de Nefi, después que
migo en la ciudad de Manti; y el
Moroni hubo recibido y leído la
Señor los ha sostenido, sí, y los a 
epístola de Helamán, se regocijó
ha librado de caer por la espada,
en sumo grado por el bienestar, sí,
a tal grado que a ni uno solo de
el gran éxito que Helamán había
ellos ha muerto.
tenido en apoderarse de las tie­
40 Mas he aquí, han recibido
rras que habían perdido.
muchas heridas; no obstante,
2 Sí, y lo dio a conocer a toda
permanecen firmes en esa a liber­
su gente, en toda la tierra que ro­
tad con la que Dios los ha hecho
deaba la parte donde él se hallaba,
libres; y son diligentes en acor­
para que se regocijaran también.
darse del Señor su Dios de día en
3 Y sucedió que inmediatamente
día; sí, se esfuerzan por obedecer
envió a una epístola a b Pahorán,
sus estatutos y sus juicios y sus
solicitando que hiciera reunir
mandamientos continuamente;
hombres para fortalecer a Hela­
y su fe es fuerte en las profecías
mán, o sea, los ejércitos de Hela­
concernientes a lo que está por
mán, de modo que este pudiera
venir.
fácilmente defender aquella parte
41 Y ahora bien, mi amado her­
del país que tan milagrosamente
mano Moroni, que el Señor nues­
había logrado reconquistar.
tro Dios, que nos ha redimido y
4 Y aconteció que cuando Mo­
nos ha hecho libres, te conserve
roni hubo enviado esta epístola a
continuamente en su presencia;
la tierra de Zarahemla, él empezó
sí, y que favorezca a este pueblo,
otra vez a idear un plan para con­
al grado de que tengáis éxito en
quistar el resto de las posesiones
posesionaros de todo lo que los
y ciudades que los lamanitas les
lamanitas nos han quitado, que
habían quitado.
era para nuestro sostén. Y ahora,
5 Y sucedió que mientras Mo­
he aquí, concluyo mi epístola. Soy
roni así se estaba preparando para
Helamán hijo de Alma.
ir a la batalla contra los lama­
nitas, he aquí, el pueblo de Ne­
CAPÍTULO 59
fíah, que se había congregado
Moroni pide a Pahorán que refuerce de la ciudad de Moroni, de la
los ejércitos de Helamán  — Los ciudad de Lehi y de la ciudad de
39 a Alma 56:56. 59 1 a Alma 56:1. b Alma 50:40.
40 a GEE Libertad, libre. 3 a Alma 60:1–3.
ALMA 59:6–60:3 432
Moriantón, fue acometido por los las maldades del pueblo; y esto
lamanitas. por razón de los triunfos de los
6 Sí, incluso los que habían sido lamanitas sobre ellos.
obligados a huir de la tierra de 13  Y sucedió que Moroni se
Manti y de las regiones inme­ irritó contra el gobierno a causa
diatas habían llegado y se ha­ de su a indiferencia en lo concer­
bían unido a los lamanitas en esta niente a la libertad de su país.
parte de la tierra.
7 Así que, siendo sumamente CAPÍTULO 60
numerosos, y llegándoles refuer­
Moroni se queja a Pahorán de la ne-
zos día tras día, avanzaron contra
gligencia del gobierno para con los
el pueblo de Nefíah, por órdenes
ejércitos — El Señor permite que los
de Ammorón, y empezaron a ma­
justos sean muertos — Los nefitas
tarlos con extremada mortandad.
deben usar todo su poder y medios
8  Y eran tan numerosos sus
para librarse de sus enemigos — Mo-
ejércitos, que el resto del pueblo
roni amenaza luchar contra el go-
de Nefíah se vio obligado a huir
bierno a menos que se proporcione
delante de ellos; y llegaron y se
ayuda a sus ejércitos. Aproximada-
unieron al ejército de Moroni.
mente 62 a.C.
9 Ahora bien, como Moroni ha­
bía supuesto que mandarían hom­ Y sucedió que escribió otra vez al
bres a la ciudad de Nefíah para gobernador de la tierra, que era Pa­
ayudar al pueblo a retener esa ciu­ horán, y estas son las palabras que
dad, y sabiendo que era más fácil escribió, diciendo: He aquí, dirijo
impedir que la ciudad cayese en mi epístola a Pahorán, de la ciudad
manos de los lamanitas que vol­ de Zarahemla, el cual es el a juez su­
vérsela a quitar, pensó que defen­ perior y gobernador de la tierra, y
derían esa ciudad con facilidad. también a todos los que este pueblo
10 Por lo tanto, retuvo todas sus ha elegido para gobernar y dirigir
tropas para preservar los sitios los asuntos de esta guerra.
que había reconquistado. 2 Porque he aquí, tengo algo que
11 Y ahora bien, cuando vio Mo­ decirles por vía de reprobación;
roni que se había perdido la ciu­ pues he aquí, vosotros mismos sa­
dad de Nefíah, se apesadumbró béis que se os ha nombrado para
en extremo y empezó a dudar, a reclutar hombres y armarlos con
causa de las maldades del pue­ espadas y con cimitarras, y con
blo, si no caerían en manos de todo género de armas de guerra
sus hermanos. de todas clases, y enviarlos contra
12 Y así sucedió con todos sus los lamanitas, en cualquier parte
capitanes en jefe. También duda­ que invadiesen nuestra tierra.
ron y se maravillaron a causa de 3  Y he aquí, os digo que yo
13 a Alma 58:34; 61:2–3. 60 1 a Alma 50:39–40.
433 ALMA 60:4–13
mismo, y también mis hombres, les habéis negado vuestras pro­
así como Helamán y sus hom­ visiones, a tal grado que mu­
bres, hemos padecido sumamente chos han combatido y dado sus
grandes sufrimientos; sí, aun vidas por motivo de su gran an­
hambre, sed, fatiga y aflicciones siedad que sentían por el bien­
de toda clase. estar de este pueblo, sí, y lo han
4 Mas he aquí, no murmuraría­ hecho cuando estaban a punto
mos ni nos quejaríamos, si esto de a perecer de hambre, a causa
fuera todo lo que hemos pade­ de vuestra gran negligencia para
cido. con ellos.
5 Mas he aquí, grande ha sido 10 Y ahora bien, amados herma­
la matanza entre nuestro pueblo; nos míos —porque deberíais ser
sí, miles han caído por la espada, amados; sí, y deberíais haberos
mientras que pudo haber sido preocupado más diligentemente
diferente, si hubieseis propor­ por el bienestar y la libertad de
cionado a nuestros ejércitos sufi­ los de este pueblo; pero he aquí,
ciente fuerza y ayuda. Sí, grande los habéis descuidado a tal grado
ha sido vuestra negligencia para que la sangre de miles de ellos
con nosotros. descenderá sobre vuestra cabeza
6 Y he aquí, ahora deseamos sa­ pidiendo venganza; sí, porque
ber la causa de esta sumamente conocidos le eran a Dios todos
grande negligencia; sí, deseamos sus clamores y todos sus pade­
conocer el motivo de vuestro es­ cimientos—
tado insensible. 11 he aquí, ¿os imagináis que
7 ¿Creéis que podéis sentaros podríais sentaros en vues­
sobre vuestros tronos en un es­ tros tronos y que, debido a la
tado de insensible estupor, mien­ inmen­s a bondad de Dios, vo­
tras vuestros enemigos están sotros podríais no hacer nada y
sembrando la muerte alrededor él os libraría? He aquí, si habéis
de vosotros? Sí, mientras ase­ supuesto esto, lo habéis hecho
sinan a miles de vuestros her­ en vano.
manos; 12  a ¿Suponéis que, por haber
8 sí, los mismos que han con­ sido muertos tantos de vuestros
fiado en que les deis protección, hermanos, ha sido a causa de su
sí, que os han colocado en posi­ iniquidad? Os digo que si habéis
ción tal que podíais haberlos ayu­ supuesto esto, habéis supuesto
dado, sí, podíais haberles enviado en vano; porque os digo, hay mu­
tropas para haberlos reforzado, y chos que han caído por la espada;
haber salvado a miles de ellos de y he aquí, es para vuestra conde­
caer por la espada. nación;
9 Mas he aquí, esto no es todo; 13  porque el Señor permite
9 a Alma 58:7. 12 a Lucas 13:1–5.
ALMA 60:14–20 434
que los justos sean muertos para
a 
efusión de sangre entre nosotros;
que su justicia y juicios sobreven­ sí, si hubiésemos avanzado con­
gan a los malos. Por tanto, no de­ tra ellos con la fuerza del Señor,
béis suponer que se pierden los habríamos dispersado a nuestros
justos porque los matan; mas he enemigos porque se habría efec­
aquí, entran en el reposo del Se­ tuado según el cumplimiento de
ñor su Dios. la palabra de él.
14 Y he aquí, os digo que mu­ 17 Mas he aquí, ahora los lama­
cho temo que los castigos de Dios nitas vienen sobre nosotros, apo­
desciendan sobre este pueblo por derándose de nuestras tierras y
razón de su extremada desidia; asesinando a nuestro pueblo con
sí, por la desidia de nuestro go­ la espada, sí, a nuestras mujeres
bierno y su extremada negligen­ y a nuestros hijos, y también se
cia para con sus hermanos, sí, los están llevando cautivos, ha­
para con los que han perecido. ciéndoles padecer aflicciones de
15 Porque si no hubiera sido todas clases; y esto a causa de la
por la a perversidad que comenzó gran perversidad de aquellos que
primeramente por los que están a aspiran al poder y a la autoridad,
la cabeza, habríamos resistido a sí, esos realistas.
nuestros enemigos y así no hubie­ 18 Pero, ¿por qué he de exten­
ran logrado poder sobre nosotros. derme tanto concerniente a este
16 Sí, de no haber sido por la asunto? Porque no sabemos si a
a 
guerra que surgió entre noso­ lo mejor vosotros mismos estáis
tros; sí, si no hubiese sido por ambicionando la autoridad. No
esos b realistas que causaron tanta sabemos si a lo mejor vosotros
efusión de sangre entre nosotros mismos sois traidores a vuestro
mismos; sí, si cuando estábamos país.
contendiendo entre nosotros mis­ 19 ¿O es que nos habéis desa­
mos, hubiésemos unido nues­ tendido porque os halláis en el
tras fuerzas como previamente centro de nuestro país y estáis
lo hemos hecho; sí, de no haber rodeados de seguridad, por lo
sido por ese anhelo de poder y que no hacéis que se nos man­
autoridad que sobre nosotros tu­ den alimentos, así como hom­
vieron esos realistas; si hubiesen bres, para fortalecer nuestros
sido fieles a la causa de nuestra ejércitos?
libertad y se hubiesen unido a 20 ¿Os habéis olvidado de los
nosotros y salido en contra de mandamientos del Señor vues­
nuestros enemigos, en lugar de tro Dios? Sí, ¿habéis olvidado la
alzar sus espadas contra noso­ cautividad de nuestros padres?
tros, que fue la causa de tanta ¿Habéis olvidado las muchas
13 a Alma 14:10–11; 15 a Alma 51:9, 13. b Alma 51:5, 8.
DyC 42:46–47. 16 a Alma 51:16–19.
435 ALMA 60:21–29
veces que hemos sido librados 25 Y a menos que aceptéis mi
de las manos de nuestros ene­ epístola, y declaréis y me mani­
migos? festéis un a espíritu verdadero de
21 ¿O suponéis que el Señor libertad, y os esforcéis por forta­
aún nos librará mientras noso­ lecer y reforzar nuestros ejérci­
tros nos sentamos sobre nuestros tos, y les suministréis alimentos
tronos sin hacer uso de los me­ para su manutención, he aquí,
dios que el Señor ha dispuesto dejaré parte de mis hombres li­
para nosotros? bres para preservar esta parte de
22 Sí, ¿os sentaréis ociosos mien­ nuestra tierra, y los encomendaré
tras os rodean millares, sí, dece­ a la fuerza y las bendiciones de
nas de millares que también se Dios, para que ningún otro poder
sientan ociosos, mientras que al­ obre contra ellos,
rededor, en las fronteras del país, 26 y esto por motivo de su gran
millares están cayendo por la es­ fe y de su paciencia en sus tribu­
pada, sí, heridos y sangrientos? laciones,
23 ¿Os suponéis que Dios os ten­ 27 y vendré a vosotros; y si hu­
drá sin culpa mientras os sentáis biere entre vosotros quien aspirare
inertes y presenciáis estas cosas? a la libertad, sí, aun cuando quede
He aquí, os digo que no. Ahora siquiera una chispa de libertad,
bien, quisiera que recordaseis que he aquí, instigaré insurrecciones
Dios ha dicho que lo a interior del entre vosotros hasta que aquellos
vaso se ha de limpiar primero, y que quieren usurpar el poder y la
entonces lo exterior se limpiará autoridad dejen de existir.
también. 28 Sí, he aquí, no temo ni vues­
24 Y a menos que os arrepintáis tro poder ni vuestra autoridad,
de lo que habéis hecho, y empe­ sino es mi a Dios a quien yo temo;
céis a ser diligentes, y nos enviéis y es de acuerdo con sus manda­
víveres y hombres, y también a mientos que yo tomo mi espada
Helamán, para que él conserve las para defender la causa de mi país;
partes de nuestro país que ha re­ y es por motivo de vuestra ini­
conquistado, y para que nosotros quidad que hemos sufrido tantas
también reconquistemos el resto pérdidas.
de nuestras posesiones en estas 29 He aquí, ya es tiempo, sí,
partes, he aquí, será conveniente la hora está cerca en que, salvo
que no luchemos más contra los que os afanéis por la defensa de
lamanitas hasta que primero ha­ vuestro país y de vuestros pe­
yamos limpiado lo interior de queñitos, la a espada de la justi­
nuestro vaso, sí, la gran cabeza cia ya se cierne sobre vosotros;
de nuestro gobierno. sí, y caerá sobre vosotros y os
23 a Mateo 23:25–26. 28 a Hech. 5:26–29. 3 Ne. 2:19.
25 a Alma 51:6; 61:15. 29 a Hel. 13:5;
ALMA 60:30–61:3 436
visitará hasta vuestra completa rápidamente de vuestras provi­
destrucción. siones y de vuestros hombres, y
30 He aquí, espero ayuda de también a Helamán.
vosotros; y a menos que nos su­ 35 Y he aquí, si no lo hacéis así,
ministréis auxilio, he aquí, vengo marcharé al instante hacia voso­
contra vosotros, sí, en la tierra de tros; porque Dios no permitirá
Zarahemla, y os heriré con la es­ que perezcamos de hambre; por
pada al grado de que no tendréis tanto, él nos dará de vuestros ali­
más poder para impedir el pro­ mentos, aunque tenga que ser a
greso de este pueblo en la causa fuerza de espada. Mirad, pues,
de nuestra libertad. que cumpláis la palabra de Dios.
31 Pues he aquí, el Señor no con­ 36 He aquí, soy Moroni, vuestro
sentirá que viváis y aumentéis en capitán en jefe. No a busco po­
vuestras iniquidades para des­ der, sino que trato de abatirlo.
truir a su justo pueblo. No busco los honores del mundo,
32 He aquí, ¿podéis suponer sino la gloria de mi Dios y la li­
que el Señor os preservará a vo­ bertad y el bienestar de mi país.
sotros y vendrá a juicio contra Y así concluyo mi epístola.
los lamanitas, cuando han sido
las tradiciones de sus padres lo CAPÍTULO 61
que ha provocado su odio, sí, y
Pahorán informa a Moroni de la in-
lo han intensificado aquellos di­
surrección y rebelión contra el go-
sidentes que se han separado de
bierno — Los realistas se apoderan de
nosotros, mientras que vuestra
Zarahemla y conciertan una alianza
iniquidad proviene de vuestro
con los lamanitas — Pahorán solicita
amor por la gloria y las vanidades
ayuda militar contra los rebeldes.
del mundo?
Aproximadamente 62 a.C.
33 Sabéis que transgredís las le­
yes de Dios, y sabéis que las ho­ Y he aquí, aconteció que poco
lláis con vuestros pies. He aquí, después que hubo enviado su
el Señor me dice: Si los que ha­ epístola al gobernador del país,
béis nombrado gobernadores no Moroni recibió una epístola de
se arrepienten de sus pecados a 
Pahorán, el gobernador. Y estas
e iniquidades, iréis a la batalla son las palabras que recibió:
contra ellos. 2 Yo, Pahorán, gobernador de este
34 Y he aquí, yo, Moroni, estoy país, envío estas palabras a Moroni,
obligado, según el convenio que capitán en jefe del ejército. He aquí,
he hecho de obedecer los manda­ Moroni, te digo que no me regocijo
mientos de mi Dios; por lo tanto, por vuestras grandes a aflicciones,
quisiera que os sujetaseis a la sí, ello contrista mi alma.
palabra de Dios, y me enviaseis 3 Mas he aquí, hay quienes se
36 a DyC 121:39–42. 61 1 a Alma 50:39–40. 2 a Alma 60:3–9.
437 ALMA 61:4–14
regocijan en vuestras aflicciones; ha concertado una alianza con él;
sí, al grado de que se han suble­ y en esta alianza ha convenido en
vado contra mí, y también los retener la ciudad de Zarahemla,
de mi pueblo que son a hombres retención que él supone hará po­
libres; sí, y los que se han suble­ sible que los lamanitas conquis­
vado son sumamente numerosos. ten el resto de la tierra, y él sería
4 Y son esos que han tratado de nombrado rey de este pueblo,
arrebatarme el asiento judicial cuando los lamanitas lo hayan
los que han sido los causantes conquistado.
de esta gran iniquidad; porque 9 Ahora bien, me has censurado
se han valido de muchas lison­ en tu epístola, pero no importa;
jas y han desviado el corazón de no estoy enojado, antes bien, me
mucha gente, lo cual será la causa regocijo en la grandeza de tu co­
de grave aflicción entre nosotros; razón. Yo, Pahorán, no ambiciono
ellos han detenido nuestras provi­ el poder, sino únicamente retener
siones, y han intimidado a nues­ mi asiento judicial, a fin de con­
tros hombres libres de modo que servar los derechos y la libertad
no han ido a vosotros. de mi pueblo. Mi alma permanece
5 Y he aquí, me han hecho re­ firme en esa libertad en la que
troceder ante ellos, y he huido Dios nos ha hecho a libres.
a la tierra de Gedeón con cuan­ 10 Y he aquí, resistiremos la ini­
tos hombres me ha sido posible quidad aun hasta el derrama­
reunir. miento de sangre. Nosotros no
6 Y he aquí, he enviado una pro­ verteríamos la sangre de los la­
clamación por toda esta parte de manitas si permaneciesen en su
la tierra; y he aquí, se nos están propia tierra.
uniendo diariamente a tomar las 11 No verteríamos la sangre de
armas en defensa de su país y su nuestros hermanos, si no se al­
a 
libertad, y para vengar nuestros zaran en rebeldía y tomaran la
agravios. espada contra nosotros.
7 Y han venido a nosotros, a tal 12 Nos someteríamos al yugo
grado que aquellos que se han al­ de la servidumbre si lo exigiera la
zado en rebeldía contra nosotros justicia de Dios, o si él nos man­
son desafiados; sí, al punto de dara que lo hiciéramos.
que nos temen, y no se atreven a 13 Mas he aquí, él no nos manda
salir a la batalla contra nosotros. que nos sujetemos a nuestros ene­
8 Se han apoderado de la tierra, migos, sino que pongamos en
o sea, de la ciudad de Zarahemla; él nuestra a confianza, y él nos
se han nombrado un rey, y este ha librará.
escrito al rey de los lamanitas, y 14  Por lo tanto, mi querido
3 a Alma 51:6–7. 9 a Juan 8:31–36; 13 a GEE Confianza, confiar;
6 a GEE Libertad, libre. DyC 88:86. Fe.
ALMA 61:15–62:2 438
hermano Moroni, resistamos al hacer, si sería justo marchar con­
mal, y el mal que no podamos tra nuestros hermanos.
resistir con nuestras palabras, sí, 20 Pero has dicho que a menos
tal como las rebeliones y disen­ que se arrepientan, el Señor te ha
siones, a resistámoslo con nues­ mandado ir contra ellos.
tras espadas para que retengamos 21 Procura a fortalecer a Lehi y a
nuestra libertad, para que nos Teáncum en el Señor; diles que no
regocijemos en el gran privilegio teman porque Dios los librará, sí,
de nuestra iglesia y en la causa de y también a todos aquellos que se
nuestro Redentor y nuestro Dios. mantienen firmes en esa libertad
15 Por lo tanto, ven a mí rápi­ con que Dios los ha hecho libres.
damente con unos pocos de tus Y ahora concluyo mi epístola a mi
hombres, y deja el resto al mando amado hermano Moroni.
de Lehi y de Teáncum; dales fa­
cultad para conducir la guerra CAPÍTULO 62
en esa parte de la tierra, según el
Moroni parte para ayudar a Pahorán
a 
Espíritu de Dios, que también
en la tierra de Gedeón — Se ejecuta
es el espíritu de libertad que está
a los realistas que se niegan a defen-
en ellos.
der su país — Pahorán y Moroni se
16 He aquí, les he enviado al­
apoderan nuevamente de la ciudad de
gunas provisiones para que no
Nefíah — Muchos de los lamanitas se
perezcan hasta que puedas ve­
unen al pueblo de Ammón — Teán-
nir a mí.
cum mata a Ammorón y es muerto
17 Reúne cuantas fuerzas pue­
a su vez — Los lamanitas son arro-
das en el curso de tu marcha hacia
jados de la tierra, y se establece la
acá, y marcharemos rápidamente
paz — Helamán vuelve al ministerio
contra esos disidentes, con la
y edifica a la Iglesia. Aproximada-
fuerza de nuestro Dios según la
mente 62–57 a.C.
fe que hay en nosotros.
18 Y nos apoderaremos de la Y aconteció que cuando Moroni
ciudad de Zarahemla a fin de ob­ hubo recibido esta epístola, su
tener más víveres para enviar a corazón cobró ánimo y se llenó
Lehi y a Teáncum; sí, marchare­ de un gozo sumamente grande
mos contra ellos con la fuerza del a causa de la fidelidad de Paho­
Señor, y daremos fin a esta gran rán, de que no era él también un
iniquidad. a 
traidor a la libertad ni a la causa
19 Así pues, Moroni, me ale­ de su patria.
gro de haber recibido tu epístola, 2 Pero también se afligió en ex­
porque me hallaba algo inquieto tremo por la iniquidad de los que
concerniente a lo que deberíamos habían desalojado a Pahorán del
14 a Alma 43:47. GEE Espíritu Santo. 62 1 a Alma 60:18.
15 a 2 Cor. 3:17. 21 a Zac. 10:12.
439 ALMA 62:3–13
asiento judicial; sí, en una pala­ 8  Y he aquí que Pacus fue
bra, por motivo de aquellos que muerto y sus hombres fueron to­
se habían sublevado contra su mados prisioneros; y Pahorán fue
país y también contra su Dios. restablecido en su asiento judicial.
3 Y sucedió que Moroni llevó 9 Y a los hombres de Pacus se
consigo a un pequeño número les hizo su juicio, según la ley, y
de hombres, según los deseos de también a esos realistas que ha­
Pahorán, y dio a Lehi y Teáncum bían sido tomados y encarcelados;
el mando del resto de su ejército, y los a ejecutaron según la ley; sí,
y emprendió su marcha hacia la todos esos hombres de Pacus y
tierra de Gedeón. esos realistas, que más bien que
4 Y enarboló el a estandarte de tomar las armas en defensa de
b 
libertad en cuanto lugar entró, y su país querían luchar contra él,
reunió a cuantos refuerzos pudo fueron ejecutados.
en su marcha hacia la tierra de 10 Y así se hizo preciso que se
Gedeón. observara estrictamente esta ley
5 Y sucedió que miles se congre­ para la seguridad de su patria;
garon en torno de su estandarte y sí, y a cualquiera que hallaban
tomaron sus espadas en defensa negando su libertad, le ejecu­
de su libertad para no caer en el taban sin dilación, de acuerdo
cautiverio. con la ley.
6 Y así, cuando Moroni hubo 11 Y así concluyó el año treinta
reunido a cuantos hombres pudo del gobierno de los jueces sobre
durante su marcha, llegó a la tie­ el pueblo de Nefi; y Moroni y
rra de Gedeón; y juntando sus Pahorán habían restaurado la
fuerzas con las de Pahorán, lle­ paz a la tierra de Zarahemla, en­
garon a ser sumamente fuertes, tre su propio pueblo, habiendo
sí, más fuertes aún que los hom­ impuesto la muerte a todos los
bres de Pacus, que era el a rey de que no eran fieles a la causa de
aquellos disidentes que habían la libertad.
expulsado a los b hombres libres 12 Y aconteció que a principios
de la tierra de Zarahemla y se del año treinta y uno del gobierno
habían apoderado de esa tierra. de los jueces sobre el pueblo de
7 Y aconteció que Moroni y Pa­ Nefi, Moroni inmediatamente
horán descendieron con sus ejér­ hizo que se mandasen provisio­
citos hasta la tierra de Zarahemla, nes a Helamán, y que también
y marcharon contra la ciudad, y se enviara un ejército de seis mil
se enfrentaron con los hombres hombres para ayudarle a preser­
de Pacus, de modo que salieron var aquella parte de la tierra.
a la batalla. 13  Y también hizo que se
4 a Alma 46:12–13, 36. b GEE Libertad, libre. b Alma 51:5–7.
GEE Estandarte. 6 a Alma 61:4–8. 9 a GEE Pena de muerte.
ALMA 62:14–25 440
mandara un ejército de seis mil multitudes, los lamanitas no se
hombres, con cantidad suficiente atrevieron a salir contra ellos;
de víveres, a los ejércitos de Lehi por tanto, no salieron a la bata­
y de Teáncum. Y aconteció que se lla ese día.
hizo esto con objeto de fortificar 20 Y al caer la noche, Moroni sa­
el país contra los lamanitas. lió en la obscuridad de la noche y
14 Y sucedió que Moroni y Pa­ subió a lo alto de la muralla para
horán, dejando un grupo consi­ espiar en qué parte de la ciudad
derable de hombres en la tierra acampaban los lamanitas con sus
de Zarahemla, emprendieron su ejércitos.
marcha con un ejército numeroso 21 Y ocurrió que se hallaban
hacia la tierra de Nefíah, resuel­ hacia el oriente, cerca de la en­
tos a conquistar a los lamanitas trada; y todos estaban dormidos.
de esa ciudad. Y Moroni se volvió a su ejército e
15 Y sucedió que mientras avan­ hizo que prepararan rápidamente
zaban hacia esa tierra, capturaron fuertes cuerdas y escalas, para
a un grupo grande de lamanitas, descolgarse desde lo alto de la
y mataron a muchos de ellos y se muralla a la parte interior.
apoderaron de sus provisiones y 22 Y aconteció que Moroni hizo
sus armas de guerra. que sus hombres avanzaran y
16 Y acaeció que después de subieran a lo alto de la muralla,
haberlos capturado, les hicieron y se descolgaran en esa parte
concertar un pacto de que no vol­ de la ciudad, sí, el lado occi­
verían a tomar sus armas de gue­ dental, donde no estaban acam­
rra contra los nefitas. pados los lamanitas con sus
17 Y cuando hubieron hecho ejércitos.
este pacto, los enviaron a habitar 23 Y sucedió que todos se des­
con el pueblo de Ammón; y eran colgaron dentro de la ciudad du­
como unos cuatro mil los que no rante la noche, por medio de sus
habían perecido. fuertes cuerdas y sus escalas; de
18 Y sucedió que cuando los hu­ modo que al amanecer, ya todos
bieron enviado, continuaron su estaban dentro de los muros de
marcha hacia la tierra de Nefíah. la ciudad.
Y aconteció que cuando hubieron 24 Y cuando despertaron los la­
llegado a la ciudad, plantaron sus manitas y vieron que los ejércitos
tiendas en las llanuras de Nefíah, de Moroni estaban dentro de los
cerca de esa ciudad. muros, se atemorizaron en ex­
19 Y Moroni deseaba que los tremo, a tal grado que huyeron
lamanitas salieran a la bata­ por el paso.
lla contra ellos en las llanuras; 25 Y cuando vio Moroni que
pero conociendo su extraordina­ huían delante de él, hizo que
rio valor, y viendo sus grandes sus hombres avanzaran contra
441 ALMA 62:26–35
ellos; y mataron a muchos, y a 31 Y acaeció que cuando vieron
muchos otros los cercaron y los los lamanitas que Moroni mar­
tomaron prisioneros; y el resto chaba contra ellos, nuevamente
de ellos huyó a la tierra de Mo­ se atemorizaron y huyeron ante
roni, que se hallaba cerca de las el ejército de Moroni.
playas del mar. 32 Y sucedió que Moroni y su
26 Y así Moroni y Pahorán se ejército los persiguieron de ciu­
habían apoderado de la ciudad dad en ciudad, hasta que se en­
de Nefíah sin la pérdida de una contraron con Lehi y Teáncum; y
sola alma; y hubo muchos de los los lamanitas huyeron de Lehi y
lamanitas que fueron muertos. Teáncum por las tierras cerca de
27 Y aconteció que muchos de las orillas del mar, hasta que lle­
los lamanitas que eran prisione­ garon a la tierra de Moroni.
ros desearon unirse al a pueblo 33 Y los ejércitos de los lamani­
de Ammón y ser un pueblo libre. tas se habían reunido todos, de
28 Y sucedió que a cuantos lo modo que se hallaban en un solo
desearon, les fue concedido según grupo en la tierra de Moroni; y
sus deseos. Ammorón, el rey de los lamani­
29 De modo que todos los pri­ tas, estaba también con ellos.
sioneros lamanitas se unieron al 34 Y aconteció que Moroni y
pueblo de Ammón, y empeza­ Lehi y Teáncum acamparon con
ron a trabajar en sumo grado, la­ sus ejércitos en los alrededores de
brando la tierra, cultivando toda las fronteras de la tierra de Mo­
especie de granos y criando reba­ roni, de modo que los lamanitas
ños y ganados de todas clases; y quedaron rodeados en la frontera
así se vieron los nefitas aliviados por el desierto al sur, y en la fron­
de un gran peso; sí, al grado de tera por el desierto al este.
que fueron aliviados de todos los 35 Y así acamparon durante la
prisioneros lamanitas. noche. Pues he aquí, los nefitas,
30 Y ahora bien, aconteció que y los lamanitas también, se ha­
después que hubo ocupado la llaban fatigados por motivo de
ciudad de Nefíah —habiendo la extensa marcha; por tanto, no
tomado muchos prisioneros, lo intentaron ninguna estratagema
cual redujo apreciablemente los durante la noche, excepto Teán­
ejércitos de los lamanitas, y ha­ cum; porque estaba irritado en
biendo rescatado a muchos nefi­ extremo en contra de Ammorón,
tas que habían sido prisioneros, al punto de que él consideraba
cosa que reforzó considerable­ que Ammorón y su hermano
mente su ejército— Moroni par­ Amalickíah habían sido la a causa
tió de la tierra de Nefíah para la de aquella grande y larga gue­
tierra de Lehi. rra entre ellos y los lamanitas,
27 a GEE Anti-nefi-lehitas. 35 a Alma 48:1.
ALMA 62:36–44 442
la cual había sido el motivo de 40 Y había habido asesinatos,
tantas batallas y efusión de san­ y contenciones, y disensiones, y
gre, sí, y de tanta hambre. toda clase de iniquidades entre el
36 Y sucedió que Teáncum, en pueblo de Nefi; no obstante, por
su ira, entró en el campo de los el bien de los a justos, sí, a causa
lamanitas, y se descolgó de las de las oraciones de los justos, fue­
murallas de la ciudad. Y fue de ron preservados.
sitio en sitio, con una cuerda, de 41 Mas he aquí, por motivo de
modo que halló al rey; y le a arrojó la sumamente larga continuación
una jabalina que lo hirió cerca de la guerra entre los nefitas y
del corazón. Pero he aquí, el rey los lamanitas, muchos se habían
despertó a sus siervos antes de vuelto insensibles por motivo de
morir, por lo que persiguieron a la extremadamente larga dura­
Teáncum y lo mataron. ción de la guerra; y muchos se
37 Y sucedió que cuando Lehi ablandaron a causa de sus a aflic­
y Moroni supieron que Teán­ ciones, al grado de que se humi­
cum había muerto, se afligieron llaron delante de Dios con la más
en extremo; porque he aquí, ha­ profunda humildad.
bía sido un hombre que había 42 Y ocurrió que después que
luchado valerosamente por su hubo fortificado aquellas partes
patria, sí, un verdadero amigo de la tierra que más expuestas
de la libertad; y había padecido estaban a los lamanitas, hasta
muchísimas aflicciones suma­ que quedaron suficientemente
mente graves. Mas he aquí, ha­ fuertes, Moroni volvió a la ciu­
bía muerto, y había seguido el dad de Zarahemla; y Helamán
camino de toda la tierra. también se volvió al lugar de su
38 Y ocurrió que a la mañana herencia; y nuevamente quedó
siguiente, Moroni avanzó y cayó establecida la paz entre el pue­
sobre los lamanitas, a tal grado blo de Nefi.
que los hirieron con gran estrago; 43 Y Moroni entregó el mando
y los arrojaron de la tierra; y los de sus ejércitos a su hijo, cuyo
lamanitas huyeron, así que no nombre era Moroníah; y se retiró
volvieron contra los nefitas en a su propia casa a fin de pasar el
esa época. resto de sus días en paz.
39 Y así llegó a su fin el año 44  Y Pahorán volvió a su
treinta y uno del gobierno de los asiento judicial; y Helamán em­
jueces sobre el pueblo de Nefi; prendió otra vez la predicación
y así habían tenido guerras, y de la palabra de Dios al pueblo;
efusión de sangre, y hambre, y pues por causa de tantas gue­
aflicción por el espacio de mu­ rras y contenciones, se había he­
chos años. cho necesario que de nuevo se
36 a Alma 51:33–34. 40 a Alma 45:15–16. 41 a GEE Adversidad.
443 ALMA 62:45–63:4
hiciera una reglamentación en hicieron fuertes y prosperaron
la iglesia. en la tierra.
45 Por tanto, Helamán y sus her­ 52 Y sucedió que se hicieron to­
manos salieron y declararon la das estas cosas. Y murió Hela­
palabra de Dios con mucho poder, mán en el año treinta y cinco del
a 
convenciendo a mucha gente de gobierno de los jueces sobre el
sus iniquidades, lo que los hizo pueblo de Nefi.
arrepentirse de sus pecados y ser
bautizados para el Señor su Dios. CAPÍTULO 63
46 Y ocurrió que otra vez esta­
Shiblón y, después de él, Helamán
blecieron la iglesia de Dios por
se hacen cargo de los anales sagra-
toda la tierra.
dos — Muchos nefitas viajan a la
47 Sí, y se establecieron regla­
tierra del norte — Hagot construye
mentos concernientes a la ley; y
barcos que navegan en el mar del
fueron elegidos sus a jueces y jue­
oeste — Moroníah vence a los la-
ces superiores.
manitas en una batalla. Aproxima-
48 Y el pueblo de Nefi una vez
damente 56–52 a.C.
más empezó a a prosperar en la
tierra, y de nuevo comenzó a mul­ Y ocurrió que a principios del
tiplicarse y a hacerse sumamente año treinta y seis del gobierno
fuerte en la tierra. Y comenzaron de los jueces sobre el pueblo de
a hacerse muy ricos. Nefi, a Shiblón se hizo cargo de los
49 Mas no obstante sus rique­ b 
sagrados objetos que Alma había
zas, su poder y su prosperidad, entregado a Helamán.
no se ensalzaron en el orgullo de 2 Y Shiblón era un hombre justo;
sus ojos, ni fueron lentos en acor­ y anduvo rectamente ante Dios,
darse del Señor su Dios, sino que y procuró hacer el bien conti­
se humillaron profundamente nuamente, y guardar los man­
delante de él. damientos del Señor su Dios; y su
50 Sí, recordaban cuán gran­ hermano también lo hizo.
des cosas había hecho el Señor 3 Y sucedió que murió Moroni
por ellos: cómo los había librado también; y así concluyó el año
de la muerte, y del cautiverio, y treinta y seis del gobierno de los
de cárceles, y de todo género de jueces.
aflicciones, y los había rescatado 4  Y aconteció que en el año
de las manos de sus enemigos. treinta y siete del gobierno de
51 Y oraban al Señor su Dios los jueces, hubo una compañía
continuamente, al grado de numerosa de hombres, sí, la can­
que él los bendijo de acuerdo tidad de cinco mil cuatrocien­
con su palabra, de modo que se tos hombres, con sus esposas
45 a DyC 18:44. 48 a Alma 50:20. b Alma 37:1–12.
47 a Mos. 29:39. 63 1 a Alma 38:1–2. GEE Santo (adjetivo).
ALMA 63:5–15 444
y sus hijos, que salieron de la tie­ 10  Y aconteció que en el año
rra de Zarahemla para la tierra treinta y nueve del gobierno de
que se hallaba al a norte. los jueces, también murió Shiblón;
5 Y acaeció que Hagot, siendo y Coriantón había partido para la
un hombre de extraordina­ tierra del norte en un barco, para
ria curiosidad, fue, por tanto, y llevar provisiones a la gente que
construyó un barco sumamente había ido a aquella tierra.
grande en los confines de la tierra 11 Por tanto, fue menester que
de Abundancia, cerca de la tierra Shiblón entregara, antes de mo­
de Desolación, y lo echó a la mar rir, aquellos objetos sagrados al
del oeste, cerca de la a estrecha hijo de a Helamán, que también
lengua de tierra que conducía a se llamaba Helamán, habiéndo­
la tierra del norte. sele dado el nombre de su padre.
6  Y he aquí, entraron en él 12  Y he aquí, todos aquellos
muchos de los nefitas y se hicie­ a 
grabados que se hallaban en ma­
ron a la mar con muchas provi­ nos de Helamán se escribieron y
siones, y también muchas mujeres se enviaron entre los hijos de los
y niños; y se dirigieron hacia hombres por toda la tierra, con
el norte. Y así concluyó el año excepción de aquellas partes que
treinta y siete. Alma había mandado que b no se
7 Y en el año treinta y ocho, este enviaran.
hombre construyó otros barcos. 13 No obstante, aquellas co­
Y el primer barco también vol­ sas debían guardarse sagradas,
vió, y muchos otros entraron en y a transmitirse de una genera­
él; y también llevaron consigo ción a otra; por tanto, se habían
gran cantidad de provisiones, y entregado en este año a Hela­
partieron otra vez hacia la tierra mán, antes de la muerte de Shi­
del norte. blón.
8 Y acaeció que nunca más se 14 Y también ocurrió que en este
volvió a saber de ellos; y supo­ año hubo algunos disidentes que
nemos que se ahogaron en las se habían unido a los lamanitas;
profundidades del mar. Y suce­ y de nuevo fueron provocados a
dió que otro barco también se la ira contra los nefitas.
hizo a la vela; y adónde fue no 15  Y también en este mismo
lo sabemos. año llegaron con un ejército nu­
9  Y sucedió que en este año meroso para la guerra contra el
hubo mucha gente que salió ha­ pueblo de a Moroníah, o sea, el
cia la tierra del a norte; y así con­ ejército de Moroníah, en la cual
cluyó el año treinta y ocho. fueron vencidos y arrojados
4 a Alma 22:31. 11 a Véase el b Alma 37:27–32.
5 a Alma 22:32; encabezamiento del 13 a Alma 37:4.
Éter 10:20. libro de Helamán. 15 a Alma 62:43.
9 a Hel. 3:11–12. 12 a Alma 18:36.
445 ALMA 63:16–HELAMÁN 1:6
otra vez a sus propias tierras, su­ 17 Y así concluyó la narración
friendo grandes pérdidas. de Alma y de Helamán, su hijo, y
16 Y así terminó el año treinta y también de Shiblón, que era hijo
nueve del gobierno de los jueces de Alma.
sobre el pueblo de Nefi.

EL LIBRO DE HELAMÁN
Un relato de los nefitas. Sus guerras, contiendas y disensiones. También
las profecías de muchos santos profetas, antes de la venida de Cristo, se­
gún los anales de Helamán, que era hijo de Helamán, y también según
los anales de sus hijos, hasta la venida de Cristo. Además, se convierten
muchos lamanitas. Un relato de la conversión de estos. Un relato de la
rectitud de los lamanitas y de las iniquidades y las abominaciones de los
nefitas, según los anales de Helamán y de sus hijos, hasta la venida de
Cristo, relato que se llama el Libro de Helamán.
CAPÍTULO 1 contención concerniente a cuál de
los hermanos, que eran hijos de
Pahorán, hijo, llega a ser el juez su-
Pahorán, iba a ocupar el asiento
perior y es asesinado por Kishku-
judicial.
men — Pacumeni ocupa el asiento
3 Y estos son los nombres de los
judicial — Coriántumr dirige los
que se disputaban el asiento judi­
ejércitos lamanitas, se apodera de
cial, quienes también causaron la
Zarahemla y mata a Pacumeni —
contención entre el pueblo: Paho­
Moroníah derrota a los lamanitas y
rán, Paanqui y Pacumeni.
se vuelve a apoderar de Zarahemla;
4 Ahora bien, estos no eran
Coriántumr es muerto. Aproxima-
todos los hijos de Pahorán,
damente 52–50 a.C.
porque tenía muchos, sino que

Y HE aquí, aconteció que al


principiar el año cuarenta
del gobierno de los jueces sobre
eran los que se disputaban el
asiento judicial; por tanto, oca­
sionaron tres divisiones entre
el pueblo de Nefi, empezó a sur­ el pueblo.
gir una grave dificultad entre el 5 Sucedió, sin embargo, que la
pueblo nefita. a 
voz del pueblo eligió a Pahorán
2  Porque he aquí, a Pahorán para ser juez superior y goberna­
había muerto, y había seguido dor del pueblo de Nefi.
el camino de toda la tierra; por 6 Y sucedió que cuando Pacu­
tanto, comenzó a haber una grave meni vio que no podía obtener
1 2 a Alma 50:40. 5 a Mos. 29:26–29.
HELAMÁN 1:7–17 446
el asiento judicial, se unió a la voz el pueblo de tal manera que no
del pueblo. pudieron descubrirlos a todos;
7 Pero he aquí, Paanqui y aque­ pero a cuantos hallaron, los con­
llos del pueblo que querían que denaron a a muerte.
él los gobernara, se enojaron en 13 Y he aquí, de acuerdo con la
extremo; por tanto, estaba a punto voz del pueblo, nombraron a Pa­
de incitarlos a que se sublevaran cumeni para que fuera juez su­
contra sus hermanos. perior y gobernador del pueblo,
8 Y aconteció que cuando es­ para regir en lugar de su hermano
taba para hacer esto, he aquí, lo Pahorán; y fue según su derecho.
apresaron y lo juzgaron según la Y todo esto ocurrió en el año cua­
voz del pueblo, y fue condenado renta del gobierno de los jueces;
a muerte, porque se había rebe­ y llegó a su fin.
lado y había intentado destruir la 14 Y acaeció que en el año cua­
a 
libertad del pueblo. renta y uno del gobierno de los
9  Mas cuando aquellos que jueces, los lamanitas juntaron un
querían que él fuese su gober­ ejército innumerable, y lo arma­
nador vieron que había sido ron con espadas, y con cimitarras,
condenado a muerte, se enoja­ y con arcos, y flechas, y cascos, y
ron; y he aquí, enviaron a un tal con petos, y con toda especie de
Kishkumen al asiento judicial de escudos de varias clases.
Pahorán, el cual asesinó a Paho­ 15 Y llegaron otra vez para tra­
rán mientras ocupaba el asiento bar la batalla con los nefitas; y los
judicial. guiaba un hombre que se llamaba
10 Y los siervos de Pahorán lo Coriántumr, y era descendiente
persiguieron; pero he aquí, fue de Zarahemla; y era un disidente
tan rápida la fuga de Kishkumen, de entre los nefitas, y un hombre
que nadie pudo alcanzarlo. fuerte y de grande estatura.
11 Y volvió a aquellos que lo 16 Por lo que, el rey de los lama­
habían enviado, y todos hicie­ nitas, cuyo nombre era Tubalot
ron pacto, jurando por su eterno hijo de a Ammorón, suponiendo
Hacedor, que no dirían a nadie que Coriántumr, por ser tan po­
que Kishkumen había asesinado deroso, podría hacer frente a los
a Pahorán. nefitas con su fuerza y gran sabi­
12 Por lo tanto, Kishkumen no duría, al grado de que con man­
fue reconocido entre el pueblo darlo sometería a los nefitas,
de Nefi, porque se hallaba disfra­ 17 incitó, por tanto, a los la­
zado en la ocasión en que asesinó manitas a la ira, y reunió a sus
a Pahorán. Y Kishkumen y los ejércitos, y les nombró a Corián­
de su banda, que habían hecho tumr para que fuera su caudillo,
pacto con él, se mezclaron entre y les mandó que emprendieran
8 a GEE Libertad, libre. 12 a GEE Pena de muerte. 16 a Alma 52:3.
447 HELAMÁN 1:18–27
la marcha hacia la tierra de Za­ fuerte de toda esa tierra, cobró
rahemla para luchar contra los ánimo su corazón al grado de
nefitas. que se dispuso a avanzar contra
18 Y sucedió que por razón de toda la tierra.
tanta contención y tanta dificul­ 23 Así que no se detuvo en la
tad en el gobierno, no habían con­ tierra de Zarahemla, sino que em­
servado guardias suficientes en prendió la marcha con un ejército
la tierra de Zarahemla; porque grande hacia la ciudad de Abun­
no se habían supuesto que los la­ dancia; pues tenía la determina­
manitas se atreverían a invadir el ción de avanzar y abrirse paso
centro de sus tierras para atacar la con la espada para apoderarse
gran ciudad de Zarahemla. de las partes de la tierra hacia
19 Pero sucedió que Coriántumr el norte.
marchó al frente de su numerosa 24 Y creyendo que las fuerzas
hueste, y cayó sobre los habitan­ principales de los nefitas se en­
tes de la ciudad; y su marcha fue contraban en el centro de la tie­
tan sumamente rápida, que no rra, marchó adelante sin darles
hubo tiempo para que los nefitas tiempo para reunirse, sino en pe­
reunieran sus ejércitos. queños grupos; y de esta manera
20  Por lo tanto, Coriántumr se lanzaban sobre ellos y los ha­
mató a los guardias que estaban cían caer a tierra.
a la entrada de la ciudad, y con 25 Pero he aquí que esta marcha
todo su ejército entró en ella, y de Coriántumr por el centro de
mataron a cuantos los resistían, sus tierras dio a Moroníah una
a tal grado que tomaron toda la gran ventaja, a pesar de la mag­
ciudad. nitud del número de nefitas que
21 Y sucedió que Pacumeni, habían perecido.
que era el juez superior, huyó 26 Pues he aquí, Moroníah no
delante de Coriántumr hasta los había supuesto que los lamanitas
muros de la ciudad. Y aconteció se atreverían a invadir el centro
que Coriántumr lo hirió contra la de la tierra, sino que asaltarían
muralla de tal modo que murió; las ciudades fronterizas como
y así llegaron a su fin los días de lo habían hecho hasta entonces;
Pacumeni. por tanto, Moroníah había hecho
22 Y ahora bien, cuando Corián­ que sus ejércitos fuertes protegie­
tumr vio que tenía en su poder ran aquellas partes cerca de las
la ciudad de Zarahemla, y vio fronteras.
que los nefitas habían huido de­ 27 Mas he aquí, los lamanitas
lante de ellos, y que los habían no se habían atemorizado, como
matado, y que los habían ence­ él quería, sino que habían en­
rrado en prisiones, y que él se trado en el centro de la tierra y se
había apoderado de la plaza más habían apoderado de la capital,
HELAMÁN 1:28–2:4 448
que era la ciudad de Zarahemla; de Zarahemla, e hizo que los pri­
y marchaban por las partes prin­ sioneros lamanitas abandonaran
cipales de la tierra, matando al el país en paz.
pueblo con gran mortandad, 34 Y así concluyó el año cua­
tanto hombres, como mujeres y renta y uno del gobierno de los
niños, apoderándose de muchas jueces.
ciudades y de muchas plazas
fuertes. CAPÍTULO 2
28 Pero cuando Moroníah se dio
Helamán hijo de Helamán, llega a
cuenta de esto, envió inmediata­
ser juez superior — Gadiantón di-
mente a Lehi con un ejército para
rige la banda de Kishkumen — Un
que los atajara antes que llegaran
siervo de Helamán mata a Kish-
a la tierra de Abundancia.
kumen y la banda de Gadiantón
29 Y así lo hizo; y los atajó an­
huye al desierto. Aproximadamente
tes que llegaran a la tierra de
50–49 a.C.
Abundancia, y les dio la bata­
lla, de modo que empezaron Y aconteció que en el año cua­
a retroceder hacia la tierra de renta y dos del gobierno de los
Zarahemla. jueces, después que Moroníah
30 Y sucedió que Moroníah los hubo restablecido la paz entre
atajó en su retirada y los comba­ los nefitas y los lamanitas, he
tió, de modo que se tornó en una aquí que no había quien ocu­
batalla muy sangrienta; sí, pere­ pase el asiento judicial; por tanto,
cieron muchos, y entre el número empezó a haber de nuevo una
de los que murieron también fue contención entre el pueblo con­
hallado a Coriántumr. cerniente a quién debía ocupar
31  Y he aquí, los lamanitas el puesto.
no podían retroceder, ni por el 2 Y ocurrió que la voz del pue­
norte, ni por el sur, ni por el este, blo eligió a Helamán hijo de He­
ni por el oeste, porque los nefi­ lamán, para ocupar el asiento
tas los tenían rodeados por to­ judicial.
das partes. 3 Mas he aquí, a Kishkumen, que
32 Y así Coriántumr había pre­ había asesinado a Pahorán, se
cipitado a los lamanitas en me­ puso al acecho para destruir tam­
dio de los nefitas, a tal grado que bién a Helamán; y lo apoyaron los
estaban en su poder; y él mismo de su banda, quienes habían con­
pereció, y los lamanitas se rin­ certado un pacto para que nadie
dieron en manos de los nefitas. supiera de su iniquidad.
33 Y ocurrió que Moroníah se 4  Porque había un tal a Ga­
apoderó nuevamente de la ciudad diantón, el cual era sumamente
30 a Hel. 1:15. 4 a GEE Gadiantón,
2 3 a Hel. 1:9. ladrones de.
449 HELAMÁN 2:5–14
experto en muchas palabras, y 9  Y esto agradó extremada­
también en su sutileza para llevar mente a Kishkumen, pues pensó
a cabo la obra secreta de asesinato que iba a poder cumplir su de­
y robo; por tanto, llegó a ser jefe signio; pero he aquí, mientras
de la banda de Kishkumen. se dirigían al asiento judicial,
5 De manera que los lisonjeó, así el siervo de Helamán apuñaló
como a Kishkumen, diciéndoles a Kishkumen en el corazón, de
que si lo colocaban en el asiento manera que cayó muerto sin un
judicial, concedería que los que solo gemido. Corrió entonces el
pertenecían a su banda fuesen siervo y le comunicó a Helamán
colocados en puestos de poder todo lo que había visto, y oído,
y autoridad entre el pueblo; por y hecho.
tanto, Kishkumen procuró des­ 10 Y aconteció que Helamán
truir a Helamán. mandó aprehender a esa banda
6  Y sucedió que mientras se de ladrones y asesinos secretos,
dirigía hacia el asiento judicial a fin de ejecutarlos según la ley.
para destruir a Helamán, he aquí, 11 Mas he aquí, cuando Gadian­
uno de los siervos de Helamán, tón se enteró de que Kishkumen
que había ido de noche y había no volvía, temió ser destruido;
logrado, usando un disfraz, un por lo tanto, hizo que su banda
conocimiento de los planes que lo siguiera. Y huyeron de la tie­
había urdido esta banda para des­ rra, por un camino secreto, al
truir a Helamán, desierto; de modo que cuando
7 aconteció que al encontrar a Helamán los mandó aprehender,
Kishkumen, le dio una señal; por no pudieron hallarlos en ninguna
lo que este le divulgó el objeto de parte.
su pretensión, suplicándole que lo 12 Y en adelante se dirá más de
condujera al asiento judicial para este Gadiantón; y de este modo
asesinar a Helamán. concluyó el año cuarenta y dos
8 Y cuando el siervo de Hela­ del gobierno de los jueces sobre
mán se enteró de todo lo que ha­ el pueblo de Nefi.
bía en el corazón de Kishkumen, 13 Y he aquí, a la conclusión de
y que su intención era asesinar, este libro veréis que este a Gadian­
y que también el objeto de los tón probó ser la ruina, sí, casi la
que pertenecían a su banda era completa destrucción del pueblo
matar, y robar, y obtener poder de Nefi.
(y este era su a secreto plan y su 14 He aquí, no me refiero al fin
combinación), el siervo de Hela­ del libro de Helamán, sino al fin del
mán le dijo a Kishkumen: Vamos libro de Nefi, del cual he tomado
al asiento judicial. toda la relación que he escrito.
8 a 2 Ne. 10:15. secretas.
GEE Combinaciones 13 a Hel. 6:18; 4 Ne. 1:42.
HELAMÁN 3:1–11 450
CAPÍTULO 3 habitantes que habían heredado
la tierra previamente.
Muchos nefitas emigran a la tierra
6 Y no había parte del país que
del norte — Construyen casas de
estuviese desolada, salvo por falta
cemento y llevan muchos anales —
de madera; pero a causa de la in­
Decenas de miles de personas se
mensidad de la a destrucción del
convierten y son bautizadas — La
pueblo que antes había habitado
palabra de Dios conduce a los hom-
la tierra, la llamaron b desolada.
bres a la salvación — Nefi hijo de
7 Y no había sino muy poca ma­
Helamán, ocupa el asiento judicial.
dera sobre la superficie de la tie­
Aproximadamente 49–39 a.C.
rra, por lo que la gente que fue
Y aconteció que en el año cua­ allá se volvió sumamente experta
renta y tres del gobierno de los en obras de cemento; por tanto,
jueces, no hubo contenciones en­ construyeron casas de cemento
tre el pueblo de Nefi, aparte de un en las cuales habitaron.
poco de orgullo que se manifestó 8 Y sucedió que se multiplica­
en la iglesia, lo que causó unas ron y se extendieron, y salieron
leves disensiones entre la gente, de la tierra del sur para la tie­
las cuales quedaron resueltas ha­ rra del norte, y se diseminaron
cia fines del año cuarenta y tres. a tal grado que empezaron a cu­
2 Y no hubo contención entre la brir la superficie de toda esa tie­
gente durante el año cuarenta y rra, desde el mar del sur hasta el
cuatro; ni hubo mucha contención mar del norte, y desde el a mar del
en el año cuarenta y cinco. oeste hasta el mar del este.
3 Y ocurrió que en el año cua­ 9 Y los que se hallaban en la tie­
renta y seis, sí, hubo mucha con­ rra del norte vivían en tiendas y
tención y muchas disensiones, en casas de cemento, y dejaban
por las cuales hubo muchísimos crecer cuanto árbol brotara de
que salieron de la tierra de Zara­ la faz de la tierra, para que en lo
hemla, y se dirigieron a la tierra sucesivo tuvieran madera para
del a norte, para heredar la tierra. construir sus casas, sí, sus ciuda­
4 Y viajaron una inmensa dis­ des, y sus templos, y sus sinago­
tancia, a tal grado que llegaron a gas, y sus santuarios, y toda clase
a 
grandes extensiones de aguas y de edificios.
muchos ríos. 10 Y aconteció que por estar tan
5 Sí, y se esparcieron por todas sumamente escasa la madera en
partes de aquella tierra, por to­ la tierra del norte, enviaban mu­
dos los parajes que no habían cha por medio de a embarcaciones.
quedado desolados y sin madera, 11 Y así habilitaron a la gente
por motivo de los numerosos de la tierra del norte para que
3 3 a Alma 63:4. 6 a Mos. 21:25–27. 8 a Alma 22:27, 32.
4 a Mos. 8:8; Morm. 6:4. b Alma 22:31. 10 a Alma 63:5–8.
451 HELAMÁN 3:12–22
edificasen muchas ciudades, superficie de la tierra, y se han
tanto de madera como de ce­ mezclado con los lamanitas hasta
mento. b 
dejar de llamarse nefitas, vol­
12 Y aconteció que muchos que viéndose inicuos, y salvajes, y
eran del a pueblo de Ammón, que feroces, sí, hasta convertirse en
eran lamanitas de nacimiento, lamanitas.
partieron también para esa tie­ 17 Y vuelvo ahora a mi narra­
rra. ción; por tanto, lo que he referido
13  Y hay muchos anales de había sucedido después de haber
los hechos de este pueblo, con­ habido grandes contiendas, y al­
servados por muchos de los de borotos, y guerras, y disensiones
este pueblo, anales particulares entre el pueblo de Nefi.
y muy extensos concernientes 18 Y concluyó el año cuarenta
a ellos. y seis del gobierno de los jueces.
14 Mas he aquí, no puede in­ 19 Y aconteció que hubo toda­
cluirse en esta obra la centésima vía gran contención en la tierra
parte de los hechos de este pue­ durante el año cuarenta y siete,
blo, sí, la historia de los lamanitas sí, y también en el año cuarenta
y de los nefitas, y sus guerras, y y ocho.
contiendas, y disensiones, y sus 20 No obstante, Helamán ocupó
predicaciones, y sus profecías, y el asiento judicial con justicia y
sus embarcaciones y construc­ equidad; sí, se esforzó por obser­
ción de barcos, y su edificación var los estatutos, y los juicios, y
de a templos, y de sinagogas, y los mandamientos de Dios; e hizo
de sus santuarios; y su rectitud, lo que era recto a la vista de Dios
y sus iniquidades, y sus asesina­ continuamente; y anduvo en las
tos, y sus robos, y sus pillajes, y vías de su padre, de tal modo que
todo género de abominaciones y prosperó en la tierra.
fornicaciones. 21 Y ocurrió que tuvo dos hijos.
15 Pero he aquí, hay muchos Al mayor dio el nombre de a Nefi,
libros y muchos anales de todas y al menor el nombre de b Lehi. Y
clases; y los han llevado mayor­ empezaron a crecer en el Señor.
mente los nefitas. 22 Y aconteció que hacia fines
16 Y los nefitas los han a trans­ del año cuarenta y ocho del go­
mitido de una generación a otra, bierno de los jueces sobre el pue­
sí, hasta que han caído en trans­ blo de Nefi, empezaron a cesar,
gresión y han sido asesinados, ro­ en grado pequeño, las guerras
bados y perseguidos, y echados, y contiendas entre el pueblo de
y muertos, y esparcidos sobre la los nefitas.
12 a Alma 27:21–26. 16 a 1 Ne. 5:16–19; Helamán.
14 a 2 Ne. 5:16; Alma 37:4. b GEE Lehi, misionero
Jacob 1:17; b Alma 45:12–14. nefita.
3 Ne. 11:1. 21 a GEE Nefi hijo de
HELAMÁN 3:23–34 452
23 Y sucedió que en el año cua­ creer en el nombre de Jesucristo,
renta y nueve del gobierno de los que es el Hijo de Dios.
jueces se estableció una paz con­ 29 Sí, vemos que todo aquel que
tinua en la tierra, todo menos las quiera, puede asirse a la a palabra
combinaciones secretas que a Ga­ de Dios, que es b viva y poderosa,
diantón, el ladrón, había estable­ que partirá por medio toda la
cido en las partes más pobladas astucia, los lazos y las artimañas
de la tierra, combinaciones que en del diablo, y guiará al hombre de
aquel tiempo no eran del conoci­ Cristo por un camino estrecho y
miento de aquellos que estaban a c 
angosto, a través de ese eterno
la cabeza del gobierno; por tanto, d 
abismo de miseria que se ha dis­
no fueron destruidas. puesto para hundir a los inicuos,
24 Y ocurrió que en este mismo 30 y depositará su alma, sí, su
año hubo una prosperidad suma­ alma inmortal, a la a diestra de
mente grande en la iglesia, de tal Dios en el reino de los cielos, para
modo que miles se unieron a la sentarse con Abraham, con Isaac,
iglesia y fueron bautizados para y con Jacob, y con todos nuestros
arrepentimiento. santos padres, para no salir más.
25 Y tan grande fue la prospe­ 31 Y en este año hubo gozo con­
ridad de la iglesia, y tantas las tinuo en la tierra de Zarahemla,
bendiciones que se derrama­ y en todas las regiones circun­
ron sobre el pueblo, que aun los vecinas, sí, en toda la tierra que
propios sumos sacerdotes y poseían los nefitas.
maestros se maravillaron en 32 Y aconteció que hubo paz
extremo. y un gozo inmenso durante el
26 Y aconteció que la obra del resto del año cuarenta y nueve;
Señor prosperó, a tal grado que sí, y también hubo continua paz
se bautizaron muchas almas e y gran gozo en el año cincuenta
ingresaron a la iglesia de Dios, sí, del gobierno de los jueces.
hasta decenas de miles. 33 Y en el año cincuenta y uno
27 Así vemos que el Señor es del gobierno de los jueces tam­
misericordioso para con todos bién hubo paz, con excepción del
aquellos que, con la sinceridad orgullo que empezó a insinuarse
de su corazón, quieran invocar en la iglesia; no dentro de la igle­
su santo nombre. sia de Dios, sino en el corazón de
28 Sí, así vemos que la a puerta aquellos que profesaban pertene­
del cielo está abierta para b to­ cer a ella.
dos, sí, para todos los que quieran 34 Y se ensalzaron en el a orgullo,
23 a Hel. 2:4. 29 a GEE Palabra de Dios. d 1 Ne. 15:28–30.
28 a 2 Ne. 31:9, 17. b Heb. 4:12; 30 a Mateo 25:33–34.
b Hech. 10:28; DyC 11:2. 34 a GEE Orgullo.
Rom. 2:10–11. c 2 Ne. 9:41; 33:9.
453 HELAMÁN 3:35–4:5
al grado de perseguir a muchos les sobrevienen a los nefitas por mo-
de sus hermanos. Y esta fue una tivo de su maldad — La Iglesia de-
iniquidad muy grande que hizo cae, y el pueblo se vuelve débil, igual
que la parte más humilde del pue­ que los lamanitas. Aproximadamente
blo sufriera grandes persecucio­ 38–30 a.C.
nes y pasara muchas aflicciones.
Y sucedió que en el año cincuenta
35 No obstante, a ayunaron y
y cuatro hubo muchas disensio­
b 
oraron frecuentemente, y se vol­
nes en la iglesia, y también hubo
vieron más y más fuertes en su
una a contienda entre el pueblo,
c 
humildad, y más y más firmes en
al grado de que se derramó mu­
la fe de Cristo, hasta henchir sus
cha sangre.
almas de gozo y de consolación;
2 Y los rebeldes fueron muertos
sí, hasta la d purificación y e santi­
y echados de la tierra, y se fueron
ficación de sus corazones, santi­
al rey de los lamanitas.
ficación que viene de f entregar el
3 Y aconteció que trataron de
corazón a Dios.
incitar a los lamanitas a la guerra
36  Y sucedió que el año cin­
contra los nefitas; mas he aquí,
cuenta y dos también concluyó
los lamanitas temían en extremo,
en paz, salvo el desmedidamente
a tal grado que no quisieron es­
grande orgullo que había entrado
cuchar las palabras de aquellos
en el corazón del pueblo; y fue
disidentes.
por motivo de sus grandes a rique­
4 Pero acaeció que en el año cin­
zas y su prosperidad en la tierra;
cuenta y seis del gobierno de los
y aumentaba en ellos día tras día.
jueces, hubo a disidentes que se
37 Y aconteció que Helamán
pasaron de los nefitas a los lama­
murió en el año cincuenta y tres
nitas; y junto con los otros logra­
del gobierno de los jueces; y Nefi,
ron provocarlos a la ira contra los
su hijo mayor, empezó a gobernar
nefitas; y todo aquel año se estu­
en su lugar. Y ocurrió que ocupó
vieron preparando para la guerra.
el asiento judicial con justicia y
5 Y en el año cincuenta y siete
equidad; sí, guardó los manda­
fueron a la batalla contra los ne­
mientos de Dios y anduvo en las
fitas, y dieron principio a la obra
vías de su padre.
de muerte; sí, al grado de que
en el año cincuenta y ocho del
CAPÍTULO 4
gobierno de los jueces logra­
Los disidentes nefitas y los lamanitas ron apoderarse de la tierra de
unen sus fuerzas y se apoderan de la Zarahemla; sí, y también de to­
tierra de Zarahemla — Las derrotas das las tierras, hasta la que se
35 a GEE Ayunar, ayuno. (afligir). Mos. 3:19.
b GEE Oración. d GEE Pureza, puro. 36 a GEE Riquezas.
c GEE Humildad, e GEE Santificación. 4 1 a 3 Ne. 11:29.
humilde, humillar f 2 Cró. 30:8; 4 a Hel. 5:17.
HELAMÁN 4:6–14 454
encontraba cerca de la tierra de ellos; sí, y se hallaba también en­
Abundancia. tre aquellos que profesaban per­
6 Y los nefitas y los ejércitos tenecer a la iglesia de Dios.
de Moroníah fueron rechazados 12 Y fue por el a orgullo de sus
hasta la tierra de Abundancia. corazones, por razón de sus
7 Y allí se fortificaron contra los inmen­sas b riquezas, sí, fue a causa
lamanitas desde el mar del oeste de haber oprimido a los c pobres,
hasta el este; y esta línea que ha­ negando su alimento a los que
bían fortificado, y en la cual ha­ tenían hambre, y sus vestidos a
bían apostado sus tropas para los que estaban desnudos, e hi­
defender su país del norte, era riendo a sus humildes hermanos
una jornada de un día para un en sus mejillas, burlándose de lo
nefita. que era sagrado, negando el es­
8 Y así fue como esos disidentes píritu de profecía y de revelación,
nefitas, con la ayuda de un nume­ asesinando, robando, mintiendo,
roso ejército lamanita, se habían hurtando, cometiendo adulterio,
apoderado de todas las posesio­ levantándose en grandes contien­
nes de los nefitas que se hallaban das y desertando y yéndose a la
en la tierra del sur; y todo esto tierra de Nefi, entre los lamanitas.
aconteció en los años cincuenta 13 Y a causa de su gran perver­
y ocho y cincuenta y nueve del sidad y su a jactancia de su propio
gobierno de los jueces. poder, fueron abandonados a su
9 Y sucedió que en el año se­ propia fuerza; de modo que no
senta del gobierno de los jueces, prosperaron, sino que los lama­
Moroníah y sus ejércitos lograron nitas los afligieron, e hirieron, y
ocupar muchas partes del país; sí, echaron delante de ellos, hasta
reconquistaron muchas ciudades que los nefitas habían perdido la
que habían caído en manos de los posesión de casi todas sus tierras.
lamanitas. 14 Pero he aquí, Moroníah pre­
10 Y aconteció que en el año se­ dicó muchas cosas al pueblo por
senta y uno del gobierno de los motivo de su iniquidad, y tam­
jueces, lograron recuperar hasta bién a Nefi y Lehi, que eran los
la mitad de sus posesiones. hijos de Helamán, predicaron
11 Ahora bien, ni estas grandes muchas cosas a los del pueblo,
pérdidas para los nefitas ni la te­ sí, y les profetizaron muchas
rrible mortandad que hubo en­ cosas concernientes a sus ini­
tre ellos habrían acontecido, de quidades, y lo que les sobreven­
no haber sido por su maldad y dría si no se arrepentían de sus
su abominación que había entre pecados.
12 a Abd. 1:3–4; 2 Ne. 9:42. 14 a Hel. 3:21.
DyC 101:42. c DyC 42:30–31.
b 1 Tim. 6:17; 13 a GEE Orgullo.
455 HELAMÁN 4:15–26
15 Y sucedió que se arrepintie­ 22 y que habían alterado y ho­
ron; y a medida que se arrepen­ llado con los pies las a leyes de
tían, comenzaban a prosperar. Mosíah, o sea, aquello que el Se­
16 Porque cuando vio Moroníah ñor le mandó que diera al pueblo;
que se arrepintieron, se aventuró y vieron que se habían corrom­
a conducirlos de un lugar a otro, pido sus leyes, y que ellos se ha­
y de ciudad en ciudad, hasta que bían vuelto un pueblo inicuo, a
lograron recuperar la mitad de tal grado que eran inicuos a se­
todas sus propiedades y la mitad mejanza de los lamanitas.
de todas sus tierras. 23 Y por motivo de su iniqui­
17 Y así concluyó el año sesenta dad, la iglesia había empezado
y uno del gobierno de los jueces. a a decaer; y comenzaron a dejar
18 Y aconteció que en el año se­ de creer en el espíritu de profe­
senta y dos del gobierno de los cía y en el espíritu de revelación;
jueces, Moroníah no pudo recu­ y los juicios de Dios se cernían
perar más posesiones de los la­ sobre ellos.
manitas. 24 Y vieron que se habían vuelto
19 De manera que abandona­ a 
débiles como sus hermanos los
ron su proyecto de reconquistar lamanitas, y que el Espíritu del
el resto de sus tierras, porque tan Señor no los preservaba más; sí,
numerosos eran los lamanitas, se había apartado de ellos, porque
que les fue imposible a los nefitas el b Espíritu del Señor no habita en
sobrepujarlos; por lo que Moro­ templos c impuros;
níah puso a todos sus ejércitos a 25 por lo tanto, el Señor cesó de
defender aquellas partes que él preservarlos por su milagroso e
había tomado. incomparable poder, porque ha­
20 Y sucedió, por motivo de la bían caído en un estado de a in­
magnitud del número de los la­ credulidad y terrible iniquidad;
manitas, que los nefitas temieron y vieron que los lamanitas eran
en gran manera, no fuese que los sumamente más numerosos que
vencieran, y fueran hollados, y ellos, y que a menos que se b alle­
muertos y destruidos. garan al Señor su Dios, tendrían
21 Sí, empezaron a recordar las que perecer inevitablemente.
profecías de Alma, y también 26 Pues he aquí, vieron que la
las palabras de Mosíah; y vie­ fuerza de los lamanitas era tan
ron que habían sido una gente grande como la suya propia,
dura de cerviz, y que habían hombre por hombre. Y de este
despreciado los mandamientos modo habían caído en esta gran
de Dios; transgresión; sí, de esta manera
22 a Alma 1:1. b GEE Espíritu Santo. 25 a GEE Incredulidad.
23 a GEE Apostasía. c Mos. 2:37; b Jacob 6:5.
24 a Mos. 1:13. Alma 7:21; 34:36.
HELAMÁN 5:1–8 456
se habían vuelto débiles, a causa de ellos; y renunció al asiento
a 

de su transgresión, en el término judicial, y se dedicó a predicar la


de a no muchos años. palabra de Dios todo el resto de
sus días, y también su hermano
CAPÍTULO 5 Lehi, todo el resto de sus días;
5 porque se acordaban de las
Nefi y Lehi se dedican a predicar —
palabras que su padre Helamán
Sus nombres los inducen a regir sus
les había hablado. Y estas son las
vidas conforme al modelo de sus an-
palabras que había hablado:
tepasados — Cristo redime a aque-
6 He aquí, hijos míos, quiero
llos que se arrepienten — Nefi y Lehi
que os acordéis de guardar los
logran convertir a muchos, son en-
mandamientos de Dios; y quisiera
carcelados y son envueltos como por
que declaraseis al pueblo estas
fuego — Una nube de obscuridad
palabras. He aquí, os he dado los
cubre a trescientas personas — Tiem-
nombres de nuestros primeros
bla la tierra, y una voz manda a los a 
padres que salieron de la tierra
hombres que se arrepientan — Nefi y
de Jerusalén; y he hecho esto para
Lehi conversan con ángeles, y los de
que cuando recordéis vuestros
la multitud son rodeados por fuego.
nombres, los recordéis a ellos; y
Aproximadamente 30 a.C.
cuando os acordéis de ellos, re­
Y aconteció que en este mismo cordéis sus obras; y cuando re­
año, he aquí, a Nefi entregó el cordéis sus obras, sepáis por qué
asiento judicial a un hombre lla­ se dice y también se escribe, que
mado Cezóram. eran b buenos.
2 Porque como la a voz del pue­ 7 Por lo tanto, hijos míos, qui­
blo establecía sus leyes y sus go­ siera que hicieseis lo que es bueno,
biernos, y los que b escogieron lo a fin de que se diga, y también se
malo eran más numerosos que escriba, de vosotros, así como se
los que eligieron lo bueno, esta­ ha dicho y escrito de ellos.
ban, por tanto, madurando para 8 Y ahora bien, hijos míos, he
la destrucción, porque se habían aquí, hay algo más que deseo
corrompido las leyes. de vosotros, y este deseo es que
3 Sí, y no solo esto; eran un pue­ no hagáis estas cosas para va­
blo de dura cerviz, a tal grado que nagloriaros, sino que hagáis es­
no podían ser gobernados por la tas cosas para haceros un a tesoro
ley ni por la justicia, sino para su en el cielo; sí, el cual es eterno
destrucción. y no se desvanece; sí, para que
4 Y sucedió que Nefi estaba fas­ tengáis ese b precioso don de la
tidiado a causa de la iniquidad vida eterna que, según tenemos
26 a Alma 46:8; Hel. 12:3–4. b Alma 10:19. b 2 Ne. 33.
5 1 a Hel. 3:37. 4 a Alma 4:15–20. 8 a 3 Ne. 13:19–21.
2 a Mos. 29:25–27. 6 a 1 Ne. 1:1, 5. b DyC 14:7.
457 HELAMÁN 5:9–17
motivo para suponer, se ha con­ el diablo lance sus impetuo­
cedido a nuestros padres. sos vientos, sí, sus dardos en el
9 ¡Oh recordad, recordad, hi­ torbellino, sí, cuando todo su
jos míos, las a palabras que el rey granizo y furiosa c tormenta os
Benjamín habló a su pueblo! Sí, azoten, esto no tenga poder para
recordad que no hay otra ma­ arrastraros al abismo de miseria
nera ni medio por los cuales el y angustia sin fin, a causa de la
hombre pueda ser salvo, sino roca sobre la cual estáis edifi­
por la sangre b expiatoria de Je­ cados, que es un fundamento
sucristo, que ha de venir; sí, recor­ seguro, un fundamento sobre
dad que él viene para c redimir al el cual, si los hombres edifican,
d 
mundo. no caerán.
10 Y acordaos también de las 13 Y sucedió que estas fueron
a 
palabras que Amulek habló a las palabras que Helamán a en­
Zeezrom en la ciudad de Ammo­ señó a sus hijos; sí, les enseñó
níah; pues le dijo que el Señor muchas cosas que no se han es­
de cierto vendría para redimir crito, y también muchas cosas que
a su pueblo; pero que no ven­ están escritas.
dría para redimirlos en sus pe­ 14 Y se acordaron de sus pala­
cados, sino para redimirlos de bras; y por tanto, guardando los
sus pecados. mandamientos de Dios, salieron
11 Y ha recibido poder, que le ha a enseñar la palabra de Dios entre
sido dado del Padre, para redimir todo el pueblo de Nefi, comen­
a los hombres de sus pecados por zando por la ciudad de Abun­
motivo del arrepentimiento; por dancia.
tanto, ha a enviado a sus ángeles 15 Y de allí fueron a la ciudad
para declarar las nuevas de las de Gid; y de la ciudad de Gid a
condiciones del arrepentimiento, la ciudad de Mulek;
el cual conduce al poder del Re­ 16 y así, de una ciudad a otra,
dentor, para la salvación de sus hasta que hubieron ido entre todo
almas. el pueblo de Nefi que se hallaba
12 Y ahora bien, recordad, hi­ en la tierra del sur; y de allí fue­
jos míos, recordad que es sobre ron a la tierra de Zarahemla, entre
la a roca de nuestro Redentor, el los lamanitas.
cual es Cristo, el Hijo de Dios, 17 Y sucedió que predicaron
donde debéis establecer vuestro con gran poder, a tal grado
b 
fundamento, para que cuando que confundieron a muchos de
9 a Mos. 2:9. personas que DyC 6:34; Moisés 7:53.
b Mos. 3:17–18. no obedecen los GEE Piedra del ángulo;
GEE Expiación, expiar. mandamientos. Roca.
c GEE Redención, 10 a Alma 11:34. b Isa. 28:16; Jacob 4:16.
redimido, redimir. 11 a Alma 13:24–25. c 3 Ne. 14:25, 27.
d GEE Mundo — Las 12 a Mateo 7:24–27; 13 a Mos. 1:4.
HELAMÁN 5:18–28 458
aquellos disidentes que se ha­
a 
prisión para sacarlos a fin de ma­
bían apartado de los nefitas, tarlos.
de modo que se adelantaron y 23 Y sucedió que Nefi y Lehi
confesaron sus pecados, y fue­ fueron envueltos como por
ron bautizados para arrepen­ a 
fuego, de modo que no se
timiento, e inmediatamente atrevieron a echarles mano por
volvieron a los nefitas para tra­ miedo de ser quemados. No obs­
tar de repararles los agravios tante, Nefi y Lehi no se que­
que habían causado. maban; y se hallaban como si
18 Y acaeció que Nefi y Lehi pre­ estuviesen en medio del fuego,
dicaron a los lamanitas con tan y no se quemaban.
gran poder y autoridad, porque 24 Y cuando vieron que los ro­
se les había dado poder y auto­ deaba un a pilar de fuego, y que
ridad para a hablar, y también les no los quemaba, sus corazones
había sido indicado lo que debían cobraron ánimo.
hablar, 25 Porque vieron que los lamani­
19 por lo tanto, hablaron, para tas no se atrevían a echarles mano;
el gran asombro de los lamani­ ni se atrevían a acercárseles, sino
tas, hasta a convencerlos, a tal que estaban como si hubieran que­
grado que ocho mil de los lama­ dado mudos de asombro.
nitas que se hallaban en la tierra 26 Y ocurrió que Nefi y Lehi
de Zarahemla y sus alrededores se adelantaron y empezaron a
fueron bautizados para arrepen­ hablarles, diciendo: No temáis,
timiento, y se convencieron de la porque he aquí, es Dios quien os
iniquidad de las tradiciones de ha manifestado esta maravilla,
sus padres. con lo cual os es mostrado que no
20 Y sucedió que Nefi y Lehi podéis echar mano de nosotros
partieron de allí para ir a la tie­ para matarnos.
rra de Nefi. 27 Y he aquí, cuando hubieron
21 Y aconteció que los capturó dicho estas palabras, tembló la tie­
un ejército lamanita, y los echaron rra fuertemente, y los muros de la
en la a prisión, sí, en la misma pri­ prisión se sacudieron como si es­
sión en que los siervos de Limhi tuviesen a punto de caer al suelo;
habían echado a Ammón y sus pero he aquí, no cayeron; y los que
hermanos. se hallaban en la prisión eran lama­
22 Y después de haber estado nitas y nefitas que eran disidentes.
muchos días en la prisión, sin 28  Y sucedió que los cubrió
alimento, he aquí, llegaron a la una nube de a obscuridad, y se
17 a Hel. 4:4. convertir; 24 a Éx. 14:24; 1 Ne. 1:6;
18 a DyC 100:5–8. Obra misional. DyC 29:12;
GEE Profecía, profetizar. 21 a Mos. 7:6–7; 21:23. JS—H 1:16.
19 a GEE Conversión, 23 a Éx. 3:2. 28 a Éx. 14:20.
459 HELAMÁN 5:29–41
apoderó de ellos un espantoso e nube de tinieblas que los cubría;
imponente temor. sí, y también estaban sin poder
29 Y aconteció que llegó una a voz moverse debido al temor que les
como si hubiera provenido de en­ había sobrevenido.
cima de la nube de obscuridad, di­ 35 Y había entre ellos uno que
ciendo: Arrepentíos, arrepentíos, era nefita de nacimiento, que ha­
y no intentéis más destruir a mis bía pertenecido en otro tiempo a
siervos, a quienes os he enviado la iglesia de Dios, pero se había
para declarar buenas nuevas. separado de ella.
30 Y ocurrió que cuando oyeron 36 Y sucedió que se volvió y, he
esta voz, y percibieron que no era aquí, vio los semblantes de Nefi
una voz de trueno, ni una voz de y Lehi a través de la nube de ti­
un gran ruido tumultuoso, mas nieblas; y he aquí, a brillaban en
he aquí, era una a voz apacible gran manera, aun como los ros­
de perfecta suavidad, cual si hu­ tros de ángeles. Y vio que alzaron
biese sido un susurro, y penetraba sus ojos al cielo; y se hallaban en
hasta el alma misma; actitud de estar hablando o diri­
31 y a pesar de la suavidad de la giendo la voz a algún ser a quien
voz, he aquí, la tierra tembló fuer­ contemplaban.
temente, y otra vez se sacudieron 37 Y ocurrió que este hombre
los muros de la prisión como si gritó a los de la multitud para que
fueran a derribarse; y he aquí, no se volvieran y miraran. Y he aquí,
se disipó la nube de tinieblas que les fue dado poder para volverse
los había envuelto. y mirar; y vieron las caras de Nefi
32 Y he aquí, nuevamente vino y de Lehi.
la voz, diciendo: Arrepentíos, 38 Y dijeron al hombre: He aquí,
arrepentíos, porque el reino de ¿qué significan todas estas co­
los cielos está cerca; y no procu­ sas, y con quién conversan estos
réis más destruir a mis siervos. Y hombres?
sucedió que la tierra tembló de 39 Y este hombre se llamaba
nuevo y los muros se sacudieron. Amínadab, y les dijo: Conversan
33 Y también por tercera vez con los ángeles de Dios.
vino la voz, y les habló palabras 40 Y sucedió que le dijeron los
maravillosas que el hombre no lamanitas: a ¿Qué haremos para
puede expresar; y temblaron otra que sea quitada esta nube de ti­
vez los muros, y se estremeció la nieblas que nos cubre?
tierra, como si fuera a partirse. 41 Y les dijo Amínadab: Debéis
34 Y aconteció que los lamani­ a 
arrepentiros y clamar a la voz,
tas no podían huir a causa de la hasta que tengáis b fe en Cristo,
29 a 3 Ne. 11:3–14. 36 a Éx. 34:29–35; 41 a
GEE Arrepentimiento,
30 a 1 Rey. 19:12; Hech. 6:15. arrepentirse.
DyC 85:6. 40 a Hech. 2:37–39. b GEE Fe.
HELAMÁN 5:42–6:1 460
de quien os enseñaron Alma, vieron abrirse los cielos; y des­
a 

Amulek y Zeezrom; y cuando cendieron ángeles del cielo y les


hagáis esto, será quitada la nube ministraron.
de tinieblas que os cubre. 49 Y eran como unas trescientas
42 Y aconteció que empezaron almas las que vieron y oyeron es­
todos a clamar a la voz de aquel tas cosas; y les fue mandado que
que había hecho temblar la tierra; fueran y no se maravillaran, ni
sí, clamaron hasta que se dispersó tampoco dudaran.
la nube de tinieblas. 50 Y ocurrió que fueron, y ejer­
43 Y sucedió que cuando mira­ cieron su ministerio entre el
ron a su derredor, y vieron que pueblo, declarando en todas las
se había disipado la nube de ti­ regiones inmediatas las cosas que
nieblas que los cubría, he aquí, habían oído y visto, de tal manera
vieron que estaban a rodeados, que se convencieron de ellas la
sí, cada uno de ellos, por una co­ mayor parte de los lamanitas, a
lumna de fuego. causa de la grandeza de las evi­
44 Y Nefi y Lehi estaban en me­ dencias que habían recibido.
dio de ellos; sí, se hallaban ro­ 51 Y cuantos se a convencieron
deados; sí, se hallaban como si dejaron sus armas de guerra, así
estuvieran en medio de llamas de como su odio y las tradiciones de
fuego; sin embargo, ni los dañó ni sus padres.
incendió los muros de la prisión; 52 Y sucedió que entregaron a
y fueron llenos de ese a gozo que los nefitas las tierras de sus po­
es inefable y lleno de gloria. sesiones.
45 Y he aquí, el a Santo Espíritu
de Dios descendió del cielo y en­ CAPÍTULO 6
tró en sus corazones; y fueron lle­
Los lamanitas justos predican a los
nos como de fuego, y b expresaron
nefitas inicuos — Ambos pueblos
palabras maravillosas.
prosperan durante una época de paz
46 Y sucedió que llegó a ellos
y abundancia — Lucifer, el autor del
una voz; sí, una voz agradable,
pecado, incita el corazón de los inicuos
cual si fuera un susurro, diciendo:
y el de los ladrones de Gadiantón al
47  a ¡Paz, paz a vosotros por
asesinato y a las abominaciones —
motivo de vuestra fe en mi Bien
Los ladrones se apoderan del gobierno
Amado, que era desde la funda­
nefita. Aproximadamente 29–23 a.C.
ción del mundo!
48 Y cuando oyeron esto, al­ Y aconteció que todas estas
zaron la vista como para ver de cosas se habían efectuado para
dónde venía la voz; y he aquí, cuando concluyó el año sesenta
43 a 3 Ne. 17:24; 19:14. Éter 12:14. 48 a 1 Ne. 1:8.
44 a GEE Gozo. b GEE Dones del Espíritu. 51 a Alma 31:5.
45 a 3 Ne. 9:20; 47 a GEE Paz.
461 HELAMÁN 6:2–12
y dos del gobierno de los jueces, y 7 Y he aquí, hubo paz en toda
los lamanitas, la mayoría de ellos, la tierra, de modo que los nefitas
se habían vuelto un pueblo justo, iban a cualquier parte de la tierra
al grado de que su a rectitud exce­ que querían, ya fuera entre los
día a la de los nefitas, debido a su nefitas o los lamanitas.
firmeza y su constancia en la fe. 8 Y aconteció que también los
2 Porque he aquí, había muchos lamanitas iban a donde querían,
de los nefitas que se habían vuelto bien fuese entre los lamanitas, o
a 
insensibles e impenitentes y ex­ entre los nefitas; y así tenían in­
tremadamente inicuos, a tal ex­ tercambio libre los unos con los
tremo que rechazaban la palabra otros, para comprar y vender, y
de Dios y toda predicación y pro­ para sacar utilidades, según sus
fecía que llegaba entre ellos. deseos.
3 No obstante, los miembros de 9 Y sucedió que tanto los lama­
la iglesia se alegraron muchísimo nitas como los nefitas se hicieron
por la conversión de los lamani­ sumamente ricos; y tenían gran
tas, sí, por la iglesia de Dios que abundancia de oro, y de plata, y
se había establecido entre ellos. de toda clase de metales precio­
Y unos y otros se a hermanaron, sos, tanto en la tierra del sur como
y se regocijaron unos con otros, en la tierra del norte.
y sintieron gran gozo. 10 Ahora bien, la tierra del sur
4 Y ocurrió que muchos de los se llamaba Lehi, y la del norte se
lamanitas descendieron a la tie­ llamaba a Mulek, por el hijo de Se­
rra de Zarahemla, y declararon a dequías; porque el Señor condujo
los nefitas la forma en que fueron a Mulek a la tierra del norte, y a
a 
convertidos, y los exhortaron a Lehi a la tierra del sur.
la fe y al arrepentimiento. 11 Y he aquí, había en ambas tie­
5 Sí, y muchos predicaron con rras toda clase de oro, y de plata,
sumamente grande poder y au­ y de minerales preciosos de todo
toridad, de modo que conduje­ género; y había también ingenio­
ron a muchos a la más profunda sos artífices que trabajaban y refi­
humildad, para ser los humildes naban toda especie de minerales;
discípulos de Dios y el Cordero. y de este modo se hicieron ricos.
6 Y sucedió que muchos de los 12 Cultivaron grano en abun­
lamanitas partieron para la tierra dancia, tanto en el norte como
del norte; y Nefi y Lehi fueron en el sur; y prosperaron sobre­
también a la a tierra del norte para manera, así en el norte como en
predicar al pueblo. Y así concluyó el sur. Y se multiplicaron y se
el año sesenta y tres. hicieron sumamente fuertes en
6 1 a Hel. 13:1. 4 a GEE Conversión, Hel. 3:11–12.
2 a Rom. 1:28–32. convertir. 10 a Mos. 25:2–4;
3 a GEE Hermandad. 6 a Alma 63:4–9; Hel. 8:21.
HELAMÁN 6:13–22 462
la tierra. Y criaron muchos reba­ secretos, y a robar y hurtar, para
a 

ños y hatos, sí, muchos animales obtener riquezas.


gordos. 18 Y he aquí, estos asesinos y
13 Y he aquí, sus mujeres traba­ ladrones eran una banda que ha­
jaban e hilaban, y elaboraban toda bían formado Kishkumen y a Ga­
clase de telas, de lino finamente diantón. Y sucedió que aun entre
tejido y ropa de toda especie para los nefitas había muchos de los de
cubrir su desnudez. Y así pasó en la banda de Gadiantón. Mas he
paz el año sesenta y cuatro. aquí, eran más numerosos entre
14 Y en el año sesenta y cinco la parte más inicua de los lama­
también tuvieron gran gozo y nitas; y eran conocidos como los
paz, sí, y mucha predicación y ladrones y asesinos de Gadiantón.
muchas profecías concernientes 19 Y fueron ellos los que asesi­
a lo que estaba por venir. Y así naron a Cezóram, el juez superior,
pasó el año sesenta y cinco. y a su hijo, mientras ocupaban el
15 Y ocurrió que en el año se­ asiento judicial; y he aquí, no los
senta y seis del gobierno de los descubrieron.
jueces, he aquí, a Cezóram fue ase­ 20 Y sucedió que cuando los la­
sinado por mano desconocida manitas descubrieron que había
mientras se hallaba en el asiento ladrones entre ellos, se afligie­
judicial. Y aconteció que en ese ron en extremo; y se valieron de
mismo año también fue asesinado cuantos medios había en su poder
su hijo, a quien el pueblo había para destruirlos de sobre la faz
nombrado en su lugar. Y así ter­ de la tierra.
minó el año sesenta y seis. 21 Mas he aquí, Satanás incitó
16 Y a principios del año sesenta el corazón de la mayoría de los
y siete, empezó de nuevo el pue­ nefitas, a tal grado que se unie­
blo a tornarse sumamente inicuo. ron a esas bandas de ladrones, y
17 Porque he aquí, el Señor los participaron en sus pactos y sus
había bendecido tan largo tiempo juramentos de que se protegerían
con las riquezas del mundo, y se preservarían unos a otros en
que no habían sido provocados cualesquiera circunstancias difí­
a la ira, a guerras, ni al derra­ ciles en que se encontrasen, a fin
mamiento de sangre; por consi­ de que no fuesen castigados por
guiente, empezaron a poner sus sus asesinatos, y sus robos, y sus
corazones en sus riquezas; sí, hurtos.
empezaron a buscar la manera 22  Y acaeció que tenían sus
de obtener el lucro a fin de ele­ a 
señas, sí, sus señas y sus pala­
varse unos sobre otros; por tanto, bras secretas; y esto a fin de re­
empezaron a cometer asesinatos conocer al hermano que hubiese
15 a Hel. 5:1. 18 a Hel. 2:4, 12–13. secretas.
17 a 3 Ne. 9:9. 22 a GEE Combinaciones
463 HELAMÁN 6:23–31
concertado el pacto, para que, su hermano Abel, el mundo no lo
cualquiera que fuese la iniqui­ sabría. Y desde entonces conspiró
dad que su hermano cometiera, con Caín y sus secuaces.
no lo perjudicara su hermano, ni 28 Y es también aquel mismo
tampoco aquellos que pertenecie­ ser el que inculcó en el corazón
ran a la banda y hubieran hecho del pueblo el a construir una torre
este pacto. suficientemente alta para llegar
23 Y así podrían asesinar, y ro­ al cielo. Y fue el mismo ser que
bar, y hurtar, y cometer fornica­ engañó a ese pueblo que vino a
ciones y toda clase de iniquidades esta tierra de aquella torre; el que
en oposición a las leyes de su pa­ esparció las obras de tinieblas y
tria, así como a las leyes de su de abominaciones sobre toda la
Dios. superficie de la tierra, hasta que
24 Y cualquiera de los que per­ arrastró al pueblo a una destruc­
teneciesen a esa banda que reve­ ción b completa y a un infierno
lase al mundo sus a iniquidades eterno.
y sus abominaciones, debía ser 29 Sí, es el mismo ser que in­
juzgado, no según las leyes de culcó en el corazón de a Gadiantón
su patria, sino de acuerdo con que continuara las obras de tinie­
las leyes de su iniquidad, las cua­ blas y de asesinatos secretos; y él
les les habían dado Gadiantón y lo ha propagado desde el princi­
Kishkumen. pio del hombre hasta hoy.
25 Y he aquí, son estos a juramen­ 30 Y he aquí, es él el a autor de
tos y pactos secretos los que Alma todo pecado; y he aquí, él pro­
mandó a su hijo que nunca se di­ paga sus obras de tinieblas y ase­
vulgaran al mundo, no fuera que sinatos secretos, y les transmite
llegasen a ser un medio para con­ sus conspiraciones, y sus jura­
ducir al pueblo a la destrucción. mentos, y sus pactos, y sus planes
26 Y he aquí, estos juramentos y de terrible maldad, de generación
pactos a secretos no llegaron a Ga­ en generación, de acuerdo con el
diantón de los anales confiados a dominio que logre en el corazón
Helamán; mas he aquí, los inculcó de los hijos de los hombres.
en el corazón de Gadiantón aquel 31 Y he aquí, él había logrado
b 
mismo ser que indujo a nuestros mucho dominio en el corazón
primeros padres a que comiesen de los nefitas; sí, al grado de que
del fruto prohibido; se habían vuelto sumamente ini­
27 sí, aquel mismo ser que cons­ cuos; sí, y la mayor parte de ellos
piró con a Caín, que si asesinaba a se habían apartado del camino
24 a GEE Inicuo, iniquidad. Moisés 4:6–12. 29 a Hel. 2:4–13.
25 a Alma 37:27–32. 27 a Moisés 5:18–33. 30 a Alma 5:39–42;
26 a Moisés 5:29, 49–52. 28 a Gén. 11:1–4; Éter 1:3. Moro. 7:12, 17;
b 3 Ne. 6:28; b Éter 8:9, 15–25. Moisés 4:4.
HELAMÁN 6:32–41 464
de la rectitud, y hollaron con los
a 
más inicua de ellos, de modo que
pies los mandamientos de Dios, esta banda de ladrones quedó
y se apartaron a sus propios ca­ enteramente destruida entre los
minos, y se fabricaron ídolos con lamanitas.
su oro y su plata. 38 Y aconteció, por otra parte,
32 Y sucedió que todas estas ini­ que los nefitas los reforzaron y
quidades vinieron sobre ellos en los apoyaron, empezando por
el término de a no muchos años, los más perversos de entre ellos,
al grado de que la mayor parte hasta que se hubieron extendido
había venido sobre ellos en el año por toda la tierra de los nefitas,
sesenta y siete del gobierno de los y hubieron seducido a la mayor
jueces sobre el pueblo de Nefi. parte de los justos, hasta que
33 Y aumentaron en sus iniqui­ hubieron llegado a creer en sus
dades en el año sesenta y ocho obras, y participar de su botín, y
también, para la gran tristeza y unirse a ellos en sus secretos ase­
lamentación de los justos. sinatos y combinaciones.
34 Y así vemos que los nefitas 39 Y de este modo lograron la
empezaron a degenerar en la in­ administración exclusiva del go­
credulidad, y a aumentar en la bierno, al grado de que hollaron
perversidad y abominaciones, con los pies, e hirieron y maltra­
mientras que los lamanitas em­ taron y volvieron la espalda a
pezaron a crecer en gran manera los a pobres y a los mansos, y a
en el conocimiento de su Dios; sí, los humildes discípulos de Dios.
empezaron a guardar sus estatu­ 40 Y así vemos que se hallaban
tos y mandamientos, y a caminar en un estado terrible, y que esta­
en verdad y rectitud delante de él. ban a madurando para una des­
35 Y así vemos que el Espíritu trucción sempiterna.
del Señor empezó a a retirarse de 41 Y sucedió que así concluyó el
los nefitas a causa de la iniquidad año sesenta y ocho del gobierno de
y la dureza de sus corazones. los jueces sobre el pueblo de Nefi.
36 Y así vemos que el Señor co­
menzó a derramar su Espíritu
sobre los lamanitas, por motivo La profecía de Nefi, el Hijo de
de su inclinación y disposición a Helamán  — Dios amenaza al
creer en sus palabras. pueblo de Nefi con visitarlo en su
37 Y sucedió que los lamanitas ira, hasta su entera destrucción,
persiguieron a la banda de ladro­ a menos que se arrepienta de sus
nes de Gadiantón; y predicaron iniquidades. Dios hiere a los del
la palabra de Dios entre la parte pueblo de Nefi con una peste; se
31 a 1 Ne. 19:7. DyC 121:37. DyC 56:16.
32 a Alma 46:8. 39 a Sal. 109:16; 40 a Hel. 5:2; 11:37;
35 a Mos. 2:36; Alma 5:54–56; DyC 18:6.
465 HELAMÁN 7:1–10
arrepienten y vuelven a él. Samuel, del gobierno, para regir y obrar
un lamanita, profetiza a los nefitas. según su voluntad, a fin de ob­
tener riquezas y la gloria del
Comprende los capítulos del 7 al 16. a 
mundo, y además, para más
fácilmente cometer adulterio, y
CAPÍTULO 7 robar, y matar, y obrar según sus
propios deseos—
Nefi es rechazado en el norte y vuelve
6 y esta gran iniquidad había so­
a Zarahemla — Ora en la torre de su
brevenido a los nefitas en el espa­
jardín y luego dice al pueblo que si
cio de no muchos años; y cuando
no se arrepiente perecerá. Aproxima-
Nefi vio esto, su corazón se llenó
damente 23–21 a.C.
de dolor dentro de su pecho, y ex­
He aquí, aconteció que en el año clamó con la angustia de su alma:
sesenta y nueve del gobierno de los 7 ¡Oh, si hubiese vivido en los
jueces sobre los nefitas, Nefi, el hijo días en que mi padre Nefi primero
de Helamán, a volvió de la tierra salió de la tierra de Jerusalén, para
del norte a la tierra de Zarahemla, haberme regocijado con él en la
2 porque había ido entre los que tierra de promisión! Entonces su
se hallaban en la tierra del norte, pueblo era fácil de tratar, firme
y les predicó la palabra de Dios, y en guardar los mandamientos de
les profetizó muchas cosas; Dios, y tardo en dejarse llevar a la
3 y ellos rechazaron todas sus iniquidad; y era pronto para escu­
palabras, de modo que no pudo char las palabras del Señor.
permanecer entre ellos, y volvió 8 Sí, si hubiesen sido aquellos
a su país natal. días los míos, entonces mi alma
4 Y al ver al pueblo en un estado se habría regocijado en la rectitud
de tan terrible iniquidad, y que de mis hermanos.
aquellos ladrones de Gadiantón 9 Pero he aquí, es mi comisión
ocupaban los asientos judiciales que estos sean mis días, y que mi
—habiendo usurpado el poder alma sea llena de angustia por la
y la autoridad del país, pasando iniquidad de mis hermanos.
por alto los mandamientos de 10  Y he aquí, esto aconteció
Dios y en ningún sentido siendo en una torre que se hallaba en
rectos ante él, negando la justicia el jardín de Nefi, jardín que es­
a los hijos de los hombres, taba cerca del camino real que
5 condenando a los justos por conducía al mercado princi­
motivo de su rectitud, dejando pal que había en la ciudad de
ir impunes al culpable y al mal­ Zarahemla; así que Nefi se ha­
vado por causa de su dinero; y bía arrodillado en esta torre
además de esto, siendo sosteni­ que estaba en su jardín, la cual
dos en sus puestos, a la cabeza también se hallaba cerca de la
7 1 a Hel. 6:6. 5 a Mateo 13:22; 16:26.
HELAMÁN 7:11–22 466
puerta del jardín que daba al ca­ a 
¿Por qué deseáis morir? ¡Vol­
mino real. veos, volveos al Señor vuestro
11 Y sucedió que pasaron cier­ Dios! ¿Por qué os ha abando­
tos hombres por allí, y vieron a nado él?
Nefi en la torre mientras derra­ 18 Es porque habéis endurecido
maba su alma a Dios; y corrieron vuestros corazones; sí, no queréis
y dijeron al pueblo lo que habían escuchar la voz del a buen pastor;
visto; y vino la gente en multitu­ sí, lo habéis b provocado a la ira
des para conocer la causa de tanta contra vosotros.
lamentación por las maldades del 19 Y a menos que os arrepintáis,
pueblo. he aquí, en lugar de a juntaros, él
12 Y cuando se levantó Nefi, vio os dispersará, de modo que seréis
las multitudes de personas que se por comida a los perros y a los
habían reunido. animales salvajes.
13 Y sucedió que abrió su boca y 20 Oh, ¿cómo pudisteis haber ol­
les dijo: He aquí, a ¿por qué razón vidado a vuestro Dios, el mismo
os habéis congregado? ¿para qué día en que os ha librado?
os hable de vuestras iniquidades? 21 Mas he aquí, lo hacéis para
14 ¡Sí, porque he subido a mi to­ obtener lucro, para ser alabados
rre para derramar mi alma a mi por los hombres, sí, y para adqui­
Dios, a causa del gran pesar de mi rir oro y plata. Y habéis puesto
corazón por motivo de vuestras vuestros corazones en las rique­
iniquidades! zas y en las cosas vanas de este
15 Y por razón de mi llanto y a 
mundo, por las cuales asesináis,
lamentaciones os habéis reu­ y robáis, y hurtáis, y levantáis
nido, y os maravilláis; sí, y te­ b 
falso testimonio contra vuestro
néis gran necesidad de estar prójimo, y cometéis toda clase de
admirados; sí, deberíais estar iniquidades.
maravillados de haberos dejado 22 Y por esta causa os sobreven­
llevar de modo que el diablo ha drá el infortunio, a menos que os
asido tan fuertemente vuestros arrepintáis. Porque si no os arre­
corazones. pentís, he aquí, esta gran ciudad,
16 Sí, ¿cómo pudisteis haber ce­ y también todas esas grandes ciu­
dido a las seducciones de aquel dades que están alrededor, que se
que está tratando de lanzar vues­ hallan en la tierra de nuestra po­
tras almas a una miseria sin fin y sesión, os serán quitadas de modo
angustia interminable? que no habrá lugar en ellas para
17 ¡Oh, arrepentíos, arrepentíos! vosotros; porque he aquí, el Señor
13 a Mateo 3:5–8. Alma 5:38–41, 57–60. 19 a 3 Ne. 10:4–7.
17 a Ezeq. 18:23, 31–32. GEE Buen Pastor. 21 a GEE Mundano, lo.
18 a Ezeq. 34:12; b Jacob 1:8; b Éx. 20:16;
Juan 10:14–16; Alma 12:36–37. Mateo 15:19–20.
467 HELAMÁN 7:23–8:3
no os dará la fuerza para resistir
a 
28 Y a menos que os arrepintáis,
a vuestros enemigos, como lo ha pereceréis; sí, aun vuestras tierras
hecho hasta ahora. os serán arrebatadas, y seréis des­
23 Porque he aquí, así dice el Se­ truidos de sobre la faz de la tierra.
ñor: No manifestaré mi fuerza a 29 He aquí, no os digo de mí
los inicuos, a uno más que al otro, mismo que sucederán estas co­
salvo a los que se arrepientan de sas, porque no es de mí mismo
sus pecados y escuchen mis pa­ que a sé estas cosas; mas he aquí,
labras. Por tanto, quisiera que sé que son verdaderas porque el
comprendieseis, hermanos míos, Señor Dios me las ha hecho saber;
que será a mejor para los lamanitas por tanto, testifico que sucederán.
que para vosotros, a menos que
os arrepintáis. CAPÍTULO 8
24  Porque he aquí, ellos son
Los jueces corruptos procuran incitar
más justos que vosotros, porque
al pueblo en contra de Nefi — Abra-
no han pecado en contra de ese
ham, Moisés, Zenós, Zenoc, Ezías,
gran conocimiento que vosotros
Isaías, Jeremías, Lehi y Nefi, todos
habéis recibido; por lo tanto, el
ellos testificaron de Cristo — Por
Señor será misericordioso con
inspiración, Nefi anuncia el asesinato
ellos; sí, a prolongará sus días y
del juez superior. Aproximadamente
aumentará su posteridad, aun
23–21 a.C.
cuando vosotros seáis completa­
mente b destruidos, a menos que Y aconteció que cuando Nefi
os arrepintáis. hubo dicho estas palabras, he
25 Sí, ¡ay de vosotros a causa de aquí, estaban presentes unos
esa gran abominación que ha sur­ hombres que eran jueces, los
gido entre vosotros; y os habéis cuales también pertenecían a la
unido a ella, sí, a esa banda a secreta banda secreta de Gadiantón; y se
que fue establecida por Gadiantón! llenaron de ira y gritaron contra
26 Sí, ¡os sobrevendrá el a infor­ él, diciendo al pueblo: ¿Por qué
tunio por motivo de ese orgullo no prendéis a este hombre, y lo
que habéis dejado que entre en lleváis para que sea condenado
vuestros corazones, que os ha en­ según el delito que ha cometido?
salzado más de lo que es bueno, 2 ¿Por qué miráis a este hombre,
por motivo de vuestras grandes y lo escucháis vilipendiar a este
b 
riquezas! pueblo y nuestra ley?
27 Sí, ¡ay de vosotros a causa 3 Porque he aquí, Nefi les ha­
de vuestras iniquidades y abo­ bía hablado concerniente a la co­
minaciones! rrupción de su ley; sí, muchas
22 a Mos. 7:29. DyC 5:33. 26 a Isa. 5:8–25.
23 a Hel. 15:11–15. b Alma 9:19. b Jacob 2:13.
24 a Alma 9:16; 25 a Hel. 3:23. 29 a Alma 5:45–46.
HELAMÁN 8:4–13 468
cosas les declaró Nefi que no se tocante a nuestras iniquidades. Y
pueden escribir; y nada dijo que he aquí, son muchas, y él a sabe
fuese contrario a los mandamien­ todas las cosas que nos sobre­
tos de Dios. vendrán tan cierto como conoce
4 Y aquellos jueces estaban irri­ nuestras iniquidades;
tados contra él, porque les a ha­ 9 sí, y he aquí, si no hubiese sido
bló claramente concerniente a profeta, no habría podido testifi­
sus obras secretas de tinieblas; car concerniente a esas cosas.
sin embargo, no osaron ellos 10 Y sucedió que los que querían
mismos echar mano de él, pues destruir a Nefi se contuvieron a
temían que el pueblo clamara causa de su temor, de modo que
contra ellos. no le echaron mano. Por tanto,
5 Por tanto, gritaron al pueblo, empezó a hablarles de nuevo,
diciendo: ¿Por qué permitís que viendo que se había granjeado el
nos injurie este hombre? Pues, favor de algunos, a tal grado que
he aquí, él condena a todo este los otros tuvieron miedo.
pueblo hasta la destrucción; sí, y 11 De modo que se sintió cons­
también dice que estas grandes treñido a hablarles más, diciendo:
ciudades nuestras nos han de ser He aquí, hermanos míos, ¿no ha­
arrebatadas, de modo que no ha­ béis leído que Dios dio poder a un
brá lugar en ellas para nosotros. hombre, sí, a Moisés, para herir
6 Y sabemos que esto es impo­ las aguas del a mar Rojo, y se di­
sible, porque he aquí, somos po­ vidieron a un lado y a otro, de tal
derosos, y nuestras ciudades son modo que los israelitas, que fue­
grandes; por tanto, nuestros ene­ ron nuestros padres, pasaron por
migos no pueden tener dominio tierra seca, y las aguas volvieron
sobre nosotros. sobre los ejércitos de los egipcios
7 Y ocurrió que así incitaron al y se los tragaron?
pueblo a la ira en contra de Nefi, 12 Y he aquí, si Dios dio a este
y suscitaron contenciones entre hombre tanto poder, ¿por qué,
ellos; porque hubo algunos que pues, disputáis entre vosotros, y
gritaron: Dejad a este hombre en decís que él no me ha dado poder
paz, porque es un hombre bueno para saber acerca de los juicios
y las cosas que él dice ciertamente que caerán sobre vosotros si no
acontecerán, a menos que nos os arrepentís?
arrepintamos; 13 Mas he aquí, no solamente
8 sí, he aquí, todos los castigos negáis mis palabras, sino tam­
de que nos ha testificado caerán bién negáis todas las palabras
sobre nosotros; porque sabemos que nuestros padres han decla­
que nos ha testificado con acierto rado, y también las palabras que
8 4 a 1 Ne. 16:2–3. 11 a Éx. 14:16; Mos. 7:19; DyC 8:2–3;
8 a Hel. 7:29. 1 Ne. 17:26; Moisés 1:25.
469 HELAMÁN 8:14–22
habló este hombre, Moisés, a 19 Y ahora bien, quisiera que
quien le fue dado tanto poder, sí, supieseis que aun desde la
las palabras que él ha hablado con­ época de Abraham ha habido
cernientes a la venida del Mesías. muchos profetas que han tes­
14 Sí, ¿no testificó él que ven­ tificado de estas cosas; sí, he
dría el Hijo de Dios? Y así como aquí, el profeta a Zenós testificó
él a levantó la serpiente de bronce osadamente; y por tal razón lo
en el desierto, así será levantado mataron;
aquel que ha de venir. 20  y he aquí, también a Ze­
15 Y así como cuantos miraron noc, y también Ezías, y también
a esa serpiente a vivieron, de la b 
Isaías, y c Jeremías (Jeremías fue
misma manera cuantos miraren el mismo profeta que testificó de
al Hijo de Dios con fe, teniendo la destrucción de d Jerusalén), y
un espíritu contrito, b vivirán, sí, ahora sabemos que Jerusalén fue
esa vida que es eterna. destruida, según las palabras de
16 Y he aquí, no solo Moisés tes­ Jeremías. ¿Entonces, por qué no
tificó de estas cosas, sino también ha de venir el Hijo de Dios, según
a 
todos los santos profetas, desde su profecía?
los días de él aun hasta los días 21 ¿Y negaréis ahora que la ciu­
de Abraham. dad de a Jerusalén fue destruida?
17 Sí, y he aquí, a Abraham vio ¿Diréis que los b hijos de Sede­
la venida del Mesías, y se llenó quías no fueron muertos, todos
de alegría y se regocijó. salvo c Mulek? Sí, ¿y no veis que
18 Sí, y he aquí, os digo que la posteridad de Sedequías está
Abraham no fue el único que con nosotros, y que fue echada
supo de estas cosas, sino que de la tierra de Jerusalén? Mas he
hubo a muchos, antes de los días aquí esto no es todo:
de Abraham, que fueron llama­ 22  Nuestro padre Lehi fue
dos según el orden de Dios, sí, echado de Jerusalén porque tes­
según el b orden de su Hijo; y esto tificó de estas cosas. Nefi tam­
con objeto de que se mostrase a bién dio testimonio de estas
los del pueblo, muchos miles de cosas, y también casi todos nues­
años antes de su venida, que la tros padres, sí, hasta el día de
redención vendría a ellos. hoy; sí, han dado testimonio de
14 a Núm. 21:6–9; 16 a Jacob 4:4–5; 7:11. Escrituras que se han
2 Ne. 25:20; 17 a Gén. 22:8–14; Juan 8:56. perdido.
Alma 33:19–22. 18 a Alma 13:19; b Isa. 53.
GEE Jesucristo — DyC 84:6–16; 136:37. c 1 Ne. 5:13; 7:14.
Simbolismos o b GEE Sacerdocio de d Jer. 26:18; 1 Ne. 1:4.
símbolos de Jesucristo. Melquisedec. 21 a 2 Ne. 6:8; Omni 1:15.
15 a 1 Ne. 17:41; 19 a Alma 34:7. b 2 Rey. 25:7;
Alma 37:45–47; 20 a 1 Ne. 19:10; Jer. 39:6; 52:10.
3 Ne. 15:9. 3 Ne. 10:15–16. c Ezeq. 17:22–23;
b Juan 11:25. GEE Escrituras — Hel. 6:10.
HELAMÁN 8:23–9:2 470
la venida de Cristo, y han mi­
a 
judicial e investigad; he aquí,
rado hacia adelante, y se han re­ vuestro juez ha sido asesinado,
gocijado en su día que está por y a yace en su propia sangre; y
venir. lo ha asesinado su b hermano,
23 Y he aquí, él es Dios, y está que ambiciona ocupar el asiento
con ellos, y se manifestó a ellos, judicial.
de modo que él los redimió; y 28 Y he aquí, ambos pertenecen
ellos lo glorificaron a causa de lo a vuestra banda secreta, cuyos
que está por venir. a 
autores son Gadiantón y ese ser
24 Y ahora bien, ya que sabéis maligno que trata de destruir las
estas cosas, y no las podéis negar almas de los hombres.
a menos que mintáis, habéis, por
tanto, pecado en esto, porque ha­ CAPÍTULO 9
béis rechazado todas estas cosas a
Los mensajeros encuentran al juez
pesar de tantas evidencias que ha­
superior muerto en el asiento ju-
béis recibido; sí, vosotros habéis
dicial — Son encarcelados y más
recibido a todas las cosas, tanto las
adelante se les pone en libertad —
cosas que están en el cielo como
Por inspiración, Nefi identifica a
todas las cosas que están en la
Seántum como el asesino — Algunos
tierra, como testimonio de que
aceptan a Nefi como profeta. Aproxi-
son verdaderas.
madamente 23–21 a.C.
25 Mas he aquí, habéis recha­
zado la verdad y os habéis a rebe­ Y he aquí, aconteció que cuando
lado contra vuestro santo Dios; y Nefi hubo hablado estas pala­
aun hoy mismo, en lugar de ha­ bras, ciertos hombres que es­
ceros b tesoros en los cielos, donde taban entre ellos corrieron al
nada corrompe, y donde nada asiento judicial; sí, y eran cinco
impuro puede entrar, estáis acu­ los que fueron, y decían entre sí,
mulando ira para vosotros, para mientras iban:
el día del c juicio. 2 He aquí, ahora sabremos con
26 Sí, aun ahora mismo, a causa certeza si este hombre es profeta
de vuestros asesinatos, y vuestra y si Dios le ha mandado que nos
a 
fornicación e iniquidad, estáis profetice cosas tan maravillosas.
madurando para la eterna destruc­ He aquí, nosotros no creemos
ción; sí, y os sobrevendrá pronto, que lo haya hecho; ni creemos
a menos que os arrepintáis. que sea profeta; no obstante, si
27  Sí, he aquí, está ahora a resulta cierto lo que ha dicho
vuestras puertas; sí, id al asiento concerniente al juez superior,
22 a GEE Jesucristo — Moisés 6:63. 121:23–25.
Profecías acerca de la 25 a Mos. 2:36–38; 3:12. 26 a GEE Fornicación.
vida y la muerte de b Hel. 5:8; 27 a Hel. 9:3, 15.
Jesucristo. 3 Ne. 13:19–21. b Hel. 9:6, 26–38.
24 a Alma 30:44; c DyC 10:20–23; 28 a Hel. 6:26–30.
471 HELAMÁN 9:3–14
que está muerto, entonces creere­ encarcelaron. Y se expidió una
mos que las otras palabras que ha proclamación de que el juez ha­
hablado son también verdaderas. bía sido asesinado, y que se había
3 Y ocurrió que corrieron con aprehendido y encarcelado a los
todas sus fuerzas, y llegaron al homicidas.
asiento judicial; y he aquí, el juez 10 Y sucedió que a la mañana
superior había caído a tierra, y siguiente, el pueblo se juntó para
a 
yacía en su propia sangre. hacer duelo y para a ayunar en el
4 Y he aquí, cuando vieron esto, sepelio del gran juez superior que
se asombraron en extremo, a tal había sido asesinado.
grado que cayeron al suelo; por­ 11 Y asimismo, aquellos jue­
que no habían creído las pala­ ces que estuvieron presentes en
bras de Nefi concernientes al juez el jardín de Nefi y oyeron sus
superior. palabras también asistieron al
5 Pero ahora, cuando vieron, sepelio.
creyeron; y se apoderó de ellos el 12 Y sucedió que inquirieron
temor de que descendieran sobre entre el pueblo, diciendo: ¿Dónde
el pueblo todos los castigos que están los cinco que fueron envia­
Nefi había declarado; por tanto, dos para indagar concerniente a
temblaron y cayeron al suelo. que si estaba muerto el juez su­
6 E inmediatamente después perior? Y contestaron y dijeron:
que el juez fue asesinado —y su Respecto de esos cinco hombres
hermano, disfrazado, lo había que decís que habéis enviado,
apuñalado y había huido— los nada sabemos; pero hay cinco que
siervos del juez corrieron y avi­ son los asesinos, a quienes hemos
saron al pueblo, pregonando el echado en la cárcel.
asesinato entre ellos; 13 Y aconteció que los jueces
7 y he aquí, el pueblo se juntó pidieron que los trajeran; y los
en el sitio del asiento judicial; y trajeron, y he aquí, eran los cinco
he aquí, para su asombro vieron que fueron enviados; y he aquí,
a aquellos cinco hombres que ha­ los jueces los interrogaron para
bían caído al suelo. saber concerniente al asunto, y
8 Y he aquí, el pueblo no sabía ellos les refirieron todo cuanto
nada acerca de la multitud que se habían hecho, diciendo:
había reunido en el a jardín de Nefi; 14 Corrimos y llegamos al sitio
por tanto, dijeron entre sí: Estos del asiento judicial, y cuando
hombres son los que han asesi­ vimos todas las cosas, precisa­
nado al juez, y Dios los ha herido mente cual Nefi las había testifi­
para que no huyan de nosotros. cado, nos asombramos a tal grado
9 Y aconteció que se apodera­ que caímos al suelo; y cuando
ron de ellos, y los ataron y los nos recobramos de nuestro
9 3 a Hel. 8:27. 8 a Hel. 7:10. 10 a GEE Ayunar, ayuno.
HELAMÁN 9:15–27 472
asombro, he aquí, nos encerraron reconoce tu delito; he aquí este di­
en la prisión. nero, y además, te perdonaremos
15 Ahora bien, en cuanto al ase­ la vida, si nos lo haces saber y ad­
sinato de este hombre, no sabe­ mites el pacto que has hecho con él.
mos quién lo habrá hecho; y solo 21 Pero Nefi les dijo: ¡Oh a insen­
sabemos esto, que corrimos y vi­ satos, incircuncisos de corazón,
nimos, según vuestros deseos, y pueblo ciego y b duro de cerviz!
he aquí, estaba muerto, según las ¿Sabéis cuánto tiempo el Señor
palabras de Nefi. vuestro Dios os permitirá que
16 Aconteció, entonces, que los continuéis en vuestro estado pe­
jueces explicaron el asunto al pue­ caminoso?
blo, y clamaron contra Nefi, di­ 22 Ya deberíais empezar a gri­
ciendo: He aquí, sabemos que tar y a a lamentaros a causa de
este Nefi debe haberse convenido la gran destrucción que ahora
con alguien para matar al juez, y mismo os espera, a menos que
luego divulgárnoslo, a fin de con­ os arrepintáis.
vertirnos a su fe, para enaltecerse 23  He aquí, decís que me he
como un gran hombre, elegido de puesto de acuerdo con un hombre
Dios y un profeta. para que asesinara a Seezóram,
17 Y he aquí, ahora descubrire­ nuestro juez superior. Mas he aquí,
mos a este hombre, y confesará su os digo que esto se debe a que os
delito, y nos hará saber el verda­ he testificado para que supieseis de
dero asesino de este juez. este asunto; sí, como testimonio a
18 Y ocurrió que el día del sepe­ vosotros de que tenía conocimiento
lio pusieron en libertad a aquellos de la perversidad y las abominacio­
cinco. No obstante, estos riñeron nes que hay entre vosotros.
a los jueces por las palabras que 24 Y porque he hecho esto, de­
habían proferido contra Nefi, y cís que me he puesto de acuerdo
contendieron con ellos, uno por con un hombre para que hiciera
uno, al grado de que los confun­ esta cosa; sí, porque os he mos­
dieron. trado esta señal, estáis enojados
19 No obstante, los jueces hicieron conmigo, y procuráis destruir
que Nefi fuese aprehendido y atado mi vida.
y llevado ante la multitud; y empe­ 25 Y he aquí, ahora os mostraré
zaron a interrogarlo de diferentes otra señal, y veré si en esto pro­
maneras, a fin de hacerle contra­ curaréis destruirme.
decirse para condenarlo a muerte; 26 He aquí, os digo: Id a la casa
20 y le dijeron: Tú eres cómplice; de Seántum, que es el a hermano
¿quién es el hombre que ha co­ de Seezóram, y decidle:
metido este asesinato? Dínoslo, y 27 ¿Se ha puesto de acuerdo
21 a Hech. 7:51. 22 a Mos. 7:24.
b GEE Rebelión. 26 a Hel. 8:27.
473 HELAMÁN 9:28–10:1
contigo Nefi, el profeta fingido, Seántum negó; y también según
que profetiza tanto mal sobre este las palabras, él confesó.
pueblo, para asesinar a Seezóram, 38 Y fue traído para comprobar
tu hermano? que él era el verdadero asesino,
28 Y he aquí, él os dirá: No. de modo que dieron su libertad
29 Entonces le diréis: ¿Has ase­ a los cinco, lo mismo que a Nefi.
sinado tú a tu hermano? 39 Y hubo algunos de los nefi­
30 Y se llenará de miedo, y no tas que creyeron en las palabras
sabrá qué responder. Y he aquí, de Nefi; y hubo también algunos
os lo negará; y aparentará estar que creyeron por causa del testi­
asombrado y os declarará que es monio de los cinco, porque estos
inocente. se habían convertido mientras
31 Mas he aquí, lo examinaréis, estuvieron en la prisión.
y hallaréis sangre en las faldas de 40 Y hubo algunos de los del
su manto. pueblo que dijeron que Nefi era
32 Y cuando hayáis visto esto, profeta.
diréis: ¿De dónde viene esta san­ 41 Y hubo otros que dijeron: He
gre? ¿Acaso no sabemos que es la aquí, es un dios; porque si no fuera
sangre de tu hermano? un dios, no podría saber de todas
33 Entonces temblará, y se pon­ las cosas; pues he aquí, nos ha
drá pálido, como si le hubiese lle­ declarado los pensamientos de
gado la muerte. nuestros corazones, y también nos
34 Y luego diréis vosotros: Por ha dicho cosas; y aun ha traído a
este temor y esta palidez que ha nuestro conocimiento el verdadero
venido a tu semblante, he aquí, asesino de nuestro juez superior.
sabemos que eres culpable.
35 Y entonces vendrá sobre él CAPÍTULO 10
mayor temor; y luego os confe­
El Señor da a Nefi el poder para se-
sará, y no negará más que él ha
llar — Recibe el poder para atar y
cometido este asesinato.
desatar en la tierra y en el cielo —
36 Y luego os dirá que yo, Nefi,
Manda al pueblo que se arrepienta, o
no sé nada concerniente al asunto
si no, perecerá — El Espíritu lo lleva
a menos que me haya sido dado
de multitud en multitud. Aproxima-
por el poder de Dios. Y entonces
damente 21–20 a.C.
sabréis que soy un hombre hon­
rado, y que soy enviado de Dios Y aconteció que surgió una divi­
a vosotros. sión entre el pueblo, de tal modo
37 Y aconteció que fueron e hi­ que se separaron, unos por un
cieron de acuerdo con lo que Nefi lado y otros por otro, y siguieron
les había dicho. Y he aquí, las pala­ sus caminos, dejando a Nefi solo
bras que él había dicho resultaron mientras se hallaba en medio de
ciertas; pues según las palabras, ellos.
HELAMÁN 10:2–13 474
2 Y sucedió que Nefi se dirigió la tierra con hambre, y con pesti­
a 

hacia su propia casa, a meditando lencia y destrucción, de acuerdo con


sobre las cosas que le había ma­ la iniquidad de este pueblo.
nifestado el Señor. 7 He aquí, te doy poder, de que
3 Y acaeció que mientras así cuanto a sellares en la tierra, sea
meditaba —hallándose muy sellado en los cielos; y cuanto de­
desanimado por motivo de la satares en la tierra, sea desatado
perversidad de los nefitas, sus en los cielos; y así tendrás poder
secretas obras de tinieblas, y sus entre este pueblo.
asesinatos, y sus robos, y toda 8 De manera que si dijeres a este
clase de iniquidades— sucedió templo que se parta por la mitad,
que mientras meditaba de esta será hecho.
manera en su corazón, he aquí, 9 Y si dijeres a esta a montaña:
llegó a él una voz, diciendo: Derrúmbate y vuélvete llana, así
4 Bienaventurado eres tú, Nefi, será hecho.
por las cosas que has hecho; por­ 10 Y he aquí, si dijeres que Dios
que he visto que has declarado herirá a este pueblo, así acontecerá.
a 
infatigablemente a este pueblo 11  Y ahora bien, he aquí, te
la palabra que te he dado. Y no mando que vayas y declares a
les has tenido miedo, ni te has este pueblo que así dice el Señor
afanado por tu b propia vida, an­ Dios, que es el Todopoderoso: A
tes bien, has procurado mi c vo­ menos que os arrepintáis, seréis
luntad y el cumplimiento de mis heridos, sí, hasta la a destrucción.
mandamientos. 12 Y he aquí, sucedió que cuando
5 Y porque has hecho esto tan el Señor hubo hablado estas pa­
infatigablemente, he aquí, te ben­ labras a Nefi, este se detuvo y no
deciré para siempre, y te haré po­ llegó a su propia casa, sino que
deroso en palabra y en hecho, en se volvió a las multitudes que se
fe y en obras; sí, al grado de que hallaban esparcidas sobre la su­
a 
todas las cosas te serán hechas perficie de la tierra y empezó a de­
según tu b palabra, porque tú c no clararles la palabra del Señor que
pedirás lo que sea contrario a mi se le había hablado concerniente a
voluntad. su destrucción, si no se arrepentían.
6 He aquí, tú eres Nefi, y yo soy 13 Y he aquí, a pesar del gran
Dios. He aquí, te lo declaro, en pre­ milagro que Nefi había efec­
sencia de mis ángeles, que tendrás tuado en hacerles saber tocante
poder sobre este pueblo, y herirás a la muerte del juez superior,
10 2 a GEE Meditar. b Enós 1:12. sellar.
4 a GEE Diligencia. c 2 Ne. 4:35; 9 a Mateo 17:20;
b GEE Sacrificios. DyC 46:30. Jacob 4:6;
c 3 Ne. 11:11. 6 a Hel. 11:4–18. Morm. 8:24;
5 a 3 Ne. 18:20; 7 a Mateo 16:19. Éter 12:30.
DyC 88:63–65. GEE Sellamiento, 11 a Hel. 5:2.
475 HELAMÁN 10:14–11:6
endurecieron sus corazones y no revelaciones — Los ladrones de Ga-
escucharon las palabras del Señor. diantón se hacen fuertes en la tierra.
14 Por tanto, Nefi les declaró Aproximadamente 20–6 a.C.
la palabra del Señor, diciendo: A
Y aconteció que en el año se­
menos que os arrepintáis, así dice
tenta y dos del gobierno de los
el Señor, seréis heridos aun hasta
jueces, aumentaron las contencio­
la destrucción.
nes, de tal modo que hubo gue­
15 Y aconteció que cuando Nefi
rras por toda la tierra, entre todo
les hubo declarado la palabra, he
el pueblo de Nefi.
aquí, aun así endurecieron sus co­
2 Y era esta banda a secreta de
razones, y no quisieron escuchar
ladrones la que perpetraba esta
sus palabras; por tanto, lo vitu­
obra de destrucción e iniquidad;
peraron y trataron de apoderarse
y esta guerra duró todo aquel
de él para arrojarlo en la prisión.
año; y también continuó durante
16 Mas he aquí, el poder de Dios
el año setenta y tres.
fue con él; y no pudieron apo­
3 Y sucedió que en este año Nefi
derarse de él para encarcelarlo,
clamó al Señor, diciendo:
porque el Espíritu lo arrebató y
4 ¡Oh Señor, no permitas que
lo llevó de entre ellos.
este pueblo sea destruido por
17 Y sucedió que así fue en el
la espada! Más bien, ¡oh Señor!,
Espíritu, de multitud en multitud,
haya a hambre sobre la tierra
declarando la palabra de Dios,
para hacerles recordar al Señor
hasta que se la hubo declarado a
su Dios, y tal vez se arrepientan
todos ellos, o sea, la hubo man­
y se vuelvan a ti.
dado entre todo el pueblo.
5 Y así fue hecho, según las pa­
18 Y aconteció que no quisieron
labras de Nefi. Y hubo un hambre
escuchar sus palabras; y comenzó
muy severa en la tierra, entre todo
a haber disensiones, de tal modo
el pueblo de Nefi. Y así continuó
que hubo división entre ellos y
el hambre en el año setenta y cua­
empezaron a matarse unos a otros
tro; y cesó la destrucción por la
con la espada.
espada, pero se agravó por causa
19 Y así concluyó el año setenta
del hambre.
y uno del gobierno de los jueces
6 Y continuó esta obra de des­
sobre el pueblo de Nefi.
trucción también en el año se­
tenta y cinco; porque la tierra
CAPÍTULO 11
fue herida de modo que quedó
Nefi persuade al Señor a que cambie seca, y no produjo grano en la
la guerra por el hambre — Muchas época del grano; y toda la tierra
personas perecen — Se arrepienten, fue herida, así entre los lama­
y Nefi clama al Señor para que envíe nitas como entre los nefitas, de
lluvia — Nefi y Lehi reciben muchas modo que fueron afligidos a tal
11 2 a Hel. 6:18–24; 11:25–26. 4 a 1 Rey. 17:1; Hel. 10:6.
HELAMÁN 11:7–18 476
grado que perecieron por millares 13 ¡Oh Señor, escúchame y con­
en las partes más inicuas del país. cede que sea hecho según mis
7 Y ocurrió que los del pueblo palabras, y envía a lluvia sobre la
vieron que estaban a punto de faz de la tierra para que produzca
perecer de hambre, y empezaron su fruto, y su grano en la época
a a acordarse del Señor su Dios, y del grano!
también empezaron a acordarse 14 Oh Señor, tú escuchaste a mis
de las palabras de Nefi. palabras cuando dije: Haya ham­
8 Y los del pueblo empezaron a bre, para que cese la destrucción
suplicar a sus jueces superiores por la espada. Y sé que también
y a sus jefes que dijeran a Nefi: en esta ocasión escucharás mis
He aquí, sabemos que eres un palabras, porque dijiste: Si este
hombre de Dios; suplica, pues, al pueblo se arrepiente, lo perdo­
Señor nuestro Dios que aparte de naré.
nosotros esta hambre, no sea que 15 Sí, ¡oh Señor!, tú ves que se
se cumplan todas las a palabras han arrepentido a causa del ham­
que has hablado concernientes a bre y la peste y la destrucción que
nuestra destrucción. les han sobrevenido.
9 Y aconteció que los jueces ha­ 16 Y ahora, oh Señor, ¿no aparta­
blaron a Nefi según las palabras rás tu ira y probarás otra vez si te
que se habían solicitado. Y suce­ servirán? Y si así fuere, oh Señor,
dió que cuando Nefi vio que el puedes bendecirlos de acuerdo
pueblo se había arrepentido, y con tus palabras que has hablado.
se había humillado y vestido de 17 Y aconteció que en el año se­
cilicio, clamó otra vez al Señor, tenta y seis, el Señor apartó su in­
diciendo: dignación del pueblo e hizo que
10 Oh Señor, he aquí, este pue­ la a lluvia cayera sobre la tierra, de
blo se arrepiente; y ha extermi­ modo que produjo su fruto en la
nado de entre ellos la banda de época de su fruto. Y sucedió que
Gadiantón, de modo que ha de­ produjo su grano en la época de
saparecido; y han escondido sus su grano.
planes secretos en la tierra. 18 Y he aquí, el pueblo se re­
11 Y ahora, oh Señor, apártese gocijó y glorificó a Dios, y se
de ellos tu ira a causa de su hu­ llenó de alegría toda la faz de
mildad, y apacígüese tu enojo con la tierra; y no intentaron más
la destrucción de esos hombres destruir a Nefi, sino que lo es­
inicuos que ya has talado. timaron como un a gran profeta
12 ¡Oh Señor, desvía tu ira, sí, tu y varón de Dios, que tenía gran
ardiente ira, y haz que cese esta poder y autoridad que Dios le
hambre en esta tierra! había dado.
7 a Hel. 12:3. 13 a 1 Rey. 18:1, 41–46. 17 a Deut. 11:13–17.
8 a Hel. 10:11–14. 14 a Hel. 11:4. 18 a Hel. 10:5–11.
477 HELAMÁN 11:19–28
19 Y he aquí, su hermano Lehi 24 Y aconteció que en el año
no era a menos grande que él en ochenta del gobierno de los jue­
cuanto a las cosas concernientes ces sobre el pueblo de Nefi, hubo
a la rectitud. un cierto número de los disiden­
20 Y así aconteció que el pueblo tes nefitas que algunos años antes
de Nefi empezó a prosperar de se habían pasado a los lamanitas
nuevo en la tierra, y comenzaron y habían tomado sobre sí el nom­
a edificar sus lugares desiertos, bre de lamanitas, y también cierto
y empezaron a multiplicarse y número que eran descendien­
a extenderse hasta que cubrie­ tes verdaderos de los lamanitas,
ron toda la superficie de la tierra, habiendo sido incitados a la ira
tanto hacia el norte como hacia el por aquellos, es decir, aquellos
sur, desde el mar del oeste hasta disidentes, que emprendieron,
el mar del este. por tanto, una guerra contra sus
21 Y ocurrió que el año setenta hermanos.
y seis concluyó en paz. Y el año 25  Y cometían asesinatos y
setenta y siete también comenzó robos; y entonces se refugia­
en paz; y la a iglesia se extendió ban en las montañas, y en el
por toda la faz de la tierra, y la desierto, y en parajes secretos,
mayor parte del pueblo, tanto la­ ocultándose para que no los
manitas como nefitas, pertenecía descubriesen, aumentando sus
a la iglesia; y hubo una paz muy números diariamente a causa
grande en la tierra; y así concluyó de que había disidentes que se
el año setenta y siete. unían a ellos.
22 Y también gozaron de paz 26 Y así con el tiempo, sí, en el
en el año setenta y ocho, con ex­ término de no muchos años, se
cepción de unas pocas controver­ convirtieron en una banda suma­
sias concernientes a los puntos de mente grande de ladrones; y bus­
doctrina que los profetas habían caron todos los planes secretos de
establecido. Gadiantón; y así llegaron ellos a
23 Y en el año setenta y nueve ser los ladrones de Gadiantón.
empezó a haber muchas conten­ 27 Y he aquí, estos ladrones cau­
ciones. Pero sucedió que Nefi, saron grandes estragos, sí, una
Lehi y muchos de sus hermanos gran destrucción, así entre el pue­
que sabían concerniente a los ver­ blo de Nefi, como también entre
daderos puntos de la doctrina, el pueblo de los lamanitas.
pues recibían muchas a revelacio­ 28 Y sucedió que se hizo ne­
nes diariamente; por lo tanto, pre­ cesario que se diera fin a esta
dicaron al pueblo, de modo que obra de destrucción; de modo
hicieron cesar sus contenciones que enviaron un ejército de hom­
ese mismo año. bres fuertes al desierto y a las
19 a Hel. 5:36–44. 21 a GEE Iglesia de Jesucristo. 23 a Alma 26:22; DyC 107:19.
HELAMÁN 11:29–12:2 478
montañas, a fin de buscar esa de nuevo los hizo acordarse del
banda de ladrones y destruirlos. Señor su Dios.
29 Mas he aquí, sucedió que en 35 Y así concluyó el año ochenta
ese mismo año el ejército fue re­ y uno del gobierno de los jueces.
chazado aun hasta sus propias 36 Y en el año ochenta y dos,
tierras; y así concluyó el año empezaron otra vez a a olvidarse
ochenta del gobierno de los jue­ del Señor su Dios. Y empezaron
ces sobre el pueblo de Nefi. a aumentar en su iniquidad du­
30 Y ocurrió que al comenzar el rante el año ochenta y tres; y no
año ochenta y uno, salieron otra enmendaron su conducta en el
vez contra esta banda de ladro­ año ochenta y cuatro.
nes, y destruyeron a muchos; y 37 Y aconteció que en el año
también entre ellos hubo mucha ochenta y cinco, se afianzaron
destrucción. cada vez más en su orgullo y en
31 Y de nuevo se vieron obliga­ su iniquidad; y así, otra vez es­
dos a volver del desierto y de las taban madurando para la des­
montañas a sus propias tierras, trucción.
por razón del extremadamente 38 Y así concluyó el año ochenta
crecido número de esos ladrones y cinco.
que infestaban las montañas y el
desierto. CAPÍTULO 12
32 Y aconteció que así concluyó
Los hombres son inconstantes, in-
este año. Y continuaron aumen­
sensatos y prontos a cometer ini-
tando los ladrones y haciéndose
quidad — El Señor disciplina a Su
fuertes, al grado de que desafia­
pueblo — La insignificancia de los
ron a todos los ejércitos de los ne­
hombres se compara con el poder de
fitas, y de los lamanitas también; e
Dios — En el día del juicio, los hom-
hicieron descender un temor muy
bres tendrán la vida sempiterna o la
grande sobre la gente por toda la
condenación sempiterna. Aproxima-
superficie de la tierra.
damente 6 a.C.
33  Sí, porque cayeron sobre
muchas partes de la tierra, y les Y así podemos ver cuán falso e
causaron grandes destrozos; sí, inconstante es el corazón de los
mataron a muchos, y a otros se hijos de los hombres; sí, podemos
llevaron cautivos al desierto; sí, ver que el Señor en su grande e
y más particularmente a sus mu­ infinita bondad bendice y hace
jeres y sus niños. a 
prosperar a aquellos que en él
34 Ahora bien, esta gran calami­ ponen su b confianza.
dad que sobrevino a los del pue­ 2 Sí, y podemos ver que es pre­
blo por causa de sus iniquidades, cisamente en la ocasión en que
36 a Alma 46:8. b Sal. 36:7–8; 2 Ne. 22:2; GEE Confianza,
12 1 a 2 Cró. 26:5; Sal. 1:2–3. Mos. 4:6. confiar.
479 HELAMÁN 12:3–13
hace prosperar a su pueblo, sí, prestos para jactarse y cometer
en el aumento de sus campos, sus toda clase de aquello que es ini­
hatos y sus rebaños, y en oro, en quidad; y cuán lentos son en acor­
plata y en toda clase de objetos darse del Señor su Dios y en dar
preciosos de todo género y arte; oído a sus consejos; sí, cuán len­
preservando sus vidas y librán­ tos son en b andar por las vías de
dolos de las manos de sus enemi­ la prudencia!
gos; ablandando el corazón de sus 6 He aquí, no desean que los
enemigos para que no les decla­ a 
gobierne y reine sobre ellos el
ren guerras; sí, y en una palabra, Señor su Dios que los ha b creado;
haciendo todas las cosas para el a pesar de su gran benevolen­
bienestar y felicidad de su pue­ cia y su misericordia para con
blo; sí, entonces es la ocasión en ellos, desprecian sus consejos,
que a endurecen sus corazones, y y no quieren que él sea su guía.
se olvidan del Señor su Dios, y 7 ¡Oh cuán grande es la a insigni­
b 
huellan con los pies al Santo; sí, ficancia de los hijos de los hom­
y esto a causa de su comodidad bres; sí, son menos aún que el
y su extrema prosperidad. polvo de la tierra!
3 Y así vemos que excepto que 8 Porque he aquí, el polvo de la
el Señor a discipline a su pueblo tierra se mueve acá y allá, par­
con muchas aflicciones, sí, a me­ tiéndose por la mitad según el
nos que lo visite con muerte y mandato de nuestro gran y sem­
con terror, y con hambre y con piterno Dios.
toda clase de pestilencias, no se 9 Sí, he aquí, ante su voz tiem­
b 
acuerda de él. blan y se a estremecen las colinas
4 ¡Oh cuán insensatos y cuán y las montañas.
vanos, cuán malignos y diabó­ 10 Y por el a poder de su voz son
licos, y cuán a prontos a cometer despedazadas y se vuelven llanas,
iniquidad y cuán lentos en ha­ sí, semejantes a un valle.
cer lo bueno son los hijos de los 11 Sí, por el poder de su voz
hombres! ¡Sí, cuán prestos son a tiembla a toda la tierra;
escuchar las palabras del maligno 12 sí, por el poder de su voz, se
y a poner su b corazón en las va­ cimbran los fundamentos, aun
nidades del mundo! hasta el mismo centro.
5 ¡Sí, cuán prestos están para 13 Sí, y si dice a la tierra: Mué­
ensalzarse en el a orgullo; sí, cuán vete, se mueve.
2 a GEE Apostasía. Heb. 3:12. b DyC 60:4.
b Alma 5:53; 5 a Prov. 29:23. 7 a Isa. 40:15, 17;
3 Ne. 28:35. GEE Orgullo. Mos. 4:19;
3 a Mos. 23:21; b GEE Andar, andar con Moisés 1:10.
DyC 98:21; 101:8. Dios. 9 a 3 Ne. 22:10.
b Amós 4:6–11. 6 a Isa. 45:9; 10 a 1 Ne. 17:46.
4 a Éx. 32:8. DyC 58:30; 11 a Morm. 5:23;
b Mateo 15:19; Moisés 7:32–33. Éter 4:9.
HELAMÁN 12:14–26 480
14 Sí, y si dice a la tierra: Vuél­
a  b 
esta razón, para que los hombres
vete atrás, para que se c alargue el sean salvos, se ha declarado el
día muchas horas, es hecho. arrepentimiento.
15  Y así, según su palabra, la 23 Por tanto, benditos son aque­
tierra se vuelve hacia atrás, y al llos que quieran arrepentirse y es­
hombre le parece que el sol se ha cuchar la voz del Señor su Dios,
quedado estacionario; sí, y he aquí, porque son estos los que serán
así es, porque ciertamente la tierra a 
salvos.
es la que se mueve y no el sol. 24 Y Dios conceda, en su gran
16 Y he aquí, también, si dice a plenitud, que los hombres sean
las a aguas del gran mar: b Secaos, llevados al arrepentimiento y las
así es hecho. buenas obras, para que les sea res­
17 He aquí, si dice a esta mon­ taurada gracia por a gracia, según
taña: Levántate y a ve y cae sobre sus obras.
esa ciudad, para que sea ente­ 25 Y yo quisiera que todos los
rrada, he aquí, se hace. hombres fuesen salvos. Pero lee­
18  Y he aquí, si un hombre mos que habrá algunos que serán
a 
oculta un tesoro en la tierra, y desechados en el gran y postrer
el Señor dijere: b Maldito sea, por día, sí, que serán echados de la
motivo de la iniquidad de aquel presencia del Señor;
que lo ha escondido, he aquí, será 26 sí, que serán condenados a
maldito. un estado de miseria sin fin, en
19 Y si el Señor dijere: Maldito cumplimiento de las palabras que
seas para que nadie te encuentre dicen: Los que hayan hecho el
desde hoy para siempre jamás, he bien, tendrán a vida sempiterna;
aquí, nadie lo obtiene desde en­ y los que hayan hecho el mal, re­
tonces para siempre jamás. cibirán b condenación sempiterna.
20 Y he aquí, si el Señor dijere Y así es. Amén.
a un hombre: Maldito seas para
siempre por causa de tus iniqui­
La profecía de Samuel el Lama­
dades, será hecho.
nita a los nefitas.
21 Y si el Señor dijere: Por causa
de tus iniquidades serás separado Comprende los capítulos del 13 al 15.
de mi presencia, él hará que así sea.
22 ¡Y ay de aquel a quien él di­
CAPÍTULO 13
jere esto! Porque así se hará con
aquel que obre iniquidad, y no Samuel el Lamanita profetiza la des-
podrá ser salvo. De modo que por trucción de los nefitas, a menos que
14 a Josué 10:12–14. 17 a 3 Ne. 8:10. 26 a Mateo 25:46;
b Isa. 38:7–8. 18 a Morm. 1:18; Éter 14:1. Juan 5:28–29;
c 2 Rey. 20:8–11. b Hel. 13:17. Rom. 6:13.
16 a Mateo 8:27. 23 a GEE Salvación. b GEE Condenación,
b Isa. 44:27; 51:10. 24 a GEE Gracia. condenar.
481 HELAMÁN 13:1–10
se arrepientan — Ellos y sus rique- en el corazón que diga a los de
zas son maldecidos — Rechazan y este pueblo que la a espada de la
apedrean a los profetas, los rodean justicia se cierne sobre ellos; y no
los demonios y buscan la felicidad pasarán cuatrocientos años sin
cometiendo iniquidades. Aproxima- que caiga sobre ellos la espada
damente 6 a.C. de la justicia.
6 Sí, una grave a destrucción es­
Y sucedió que en el año ochenta pera a los de este pueblo, y cier­
y seis persistieron los nefitas to­ tamente les sobrevendrá, y nada
davía en sus maldades, sí, en puede salvar a los de este pue­
gran iniquidad, mientras que los blo sino el arrepentimiento y la
a 
lamanitas se esforzaron riguro­ fe en el Señor Jesucristo, que de
samente por guardar los manda­ seguro vendrá al mundo, y pade­
mientos de Dios, según la ley de cerá muchas cosas y morirá por
Moisés. su pueblo.
2 Y aconteció que en este año un 7 Y he aquí, un a ángel del Señor
tal Samuel, un lamanita, llegó a la me lo ha declarado, y él impartió
tierra de Zarahemla y empezó a b 
alegres nuevas a mi alma. Y he
predicar al pueblo. Y ocurrió que aquí, fui enviado a vosotros para
por muchos días predicó el arre­ declarároslo también, a fin de que
pentimiento al pueblo, y lo echa­ recibieseis buenas nuevas; pero
ron fuera, y se hallaba a punto de he aquí, no quisisteis recibirme.
regresar a su propia tierra. 8 Por tanto, así dice el Señor:
3 Mas he aquí, vino a él la voz Debido a la dureza del corazón
del Señor de que volviera otra del pueblo de los nefitas, a menos
vez y profetizara al pueblo to­ que se arrepientan, les quitaré mi
das las cosas que le vinieran al palabra, y les a retiraré mi Espíritu,
a 
corazón. y no los toleraré más, y volveré
4 Y aconteció que no permitie­ el corazón de sus hermanos en
ron que él entrase en la ciudad; contra de ellos.
por tanto, fue y se subió sobre la 9 Y no pasarán a cuatrocientos
muralla, y extendió la mano y años sin que yo haga que sean
clamó en alta voz, y profetizó al heridos; sí, los visitaré con la es­
pueblo todas las cosas que el Se­ pada, y con hambre, y con pes­
ñor le puso en el corazón. tilencia.
5 Y les dijo: He aquí, yo, Samuel, 10 Sí, los visitaré en mi ardiente
un lamanita, declaro las palabras ira, y habrá algunos de la a cuarta
del Señor que él pone en mi co­ generación, de vuestros enemi­
razón; y he aquí, él me ha puesto gos, que vivirán para presenciar
13 1 a Hel. 15:4–5. 6 a Alma 45:10–14; 8 a Hel. 6:35.
3 a DyC 100:5. Hel. 15:17. 9 a Alma 45:10–12.
5 a Alma 60:29; 7 a Alma 13:26. 10 a 1 Ne. 12:12; 2 Ne. 26:9;
3 Ne. 2:19. b Isa. 52:7. 3 Ne. 27:32.
HELAMÁN 13:11–20 482
vuestra completa destrucción; y Gedeón, por la iniquidad y abo­
esto de seguro sucederá, a menos minaciones que hay en ella!
que os arrepintáis, dice el Señor; 16 Sí, ¡ay de todas las ciudades
y los de la cuarta generación cau­ que se hallan en la tierra circunve­
sarán vuestra destrucción. cina, que están en posesión de los
11 Pero si os arrepentís y os vol­ nefitas, por causa de la iniquidad
véis al Señor vuestro Dios, yo y abominaciones que hay en ellas!
desviaré mi ira, dice el Señor; sí, 17 Y he aquí, vendrá una a mal­
así dice el Señor: Benditos son dición sobre la tierra, dice el Se­
los que se arrepienten y se a vuel­ ñor de los Ejércitos, por causa del
ven a mí; pero, ¡ay del que no se pueblo que se halla sobre la tierra;
arrepienta! sí, por motivo de sus iniquidades
12 Sí, a ¡ay de esta gran ciudad y sus abominaciones.
de Zarahemla, porque he aquí, 18 Y acontecerá, dice el Señor de
es por causa de los que son justos los Ejércitos, sí, nuestro grande
que se ha salvado! Sí, ¡ay de esta y verdadero Dios, que quienes
gran ciudad, porque yo percibo, a 
oculten sus tesoros en la tierra
dice el Señor, que hay muchos, no los encontrarán más, por causa
sí, la mayor parte de los de esta de la gran maldición de la tie­
gran ciudad, que endurecerán su rra, a menos que sea un hombre
corazón contra mí, dice el Señor! justo y los esconda para los fines
13 Pero benditos son los que se del Señor.
arrepientan, porque a ellos los 19 Porque yo dispongo, dice el
salvaré. Pues he aquí, si no fuera Señor, que escondan sus tesoros
por los justos que hay en esta para mis fines; y malditos sean
gran ciudad, he aquí, yo haría aquellos que no los escondan para
que descendiera a fuego del cielo mis propósitos; porque nadie es­
y la destruyera. conde sus tesoros para mí, a me­
14 Mas he aquí, es por el bien nos que sean los justos; y aquel
de los justos que es perdonada. que no oculte su tesoro para mí,
Pero he aquí, viene el tiempo, maldito es, y también el tesoro;
dice el Señor, que cuando echéis y nadie lo redimirá a causa de la
a los justos de entre vosotros, maldición de la tierra.
entonces os hallaréis maduros 20 Y llegará el día en que ocul­
para la destrucción. Sí, ¡ay de tarán sus tesoros, porque han
esta gran ciudad por motivo de puesto sus corazones en las ri­
la iniquidad y abominaciones quezas; y porque tienen puesto
que hay en ella! el corazón en sus riquezas, y
15  Sí, y, ¡ay de la ciudad de ocultarán sus tesoros cuando
11 a 3 Ne. 10:5–7. 2 Rey. 1:9–16; 18 a Morm. 1:18;
12 a 3 Ne. 8:8, 24; 9:3. 3 Ne. 9:11. Éter 14:1.
13 a Gén. 19:24; 17 a Hel. 12:18.
483 HELAMÁN 13:21–28
huyan de sus enemigos; y porque piedras, y los matáis, y les ha­
no los ocultarán para mis fines, céis toda suerte de iniquidades,
malditos serán ellos y también así como lo hacían los de la an­
sus tesoros; y en aquel día serán tigüedad!
heridos, dice el Señor. 25 Y ahora bien, cuando ha­
21 He aquí, vosotros, los habi­ bláis, decís: Si hubiéramos vi­
tantes de esta gran ciudad, a escu­ vido en los días de nuestros
chad mis palabras; sí, escuchad a 
padres de la antigüedad, no
las palabras que el Señor habla; habríamos muerto a los profetas;
porque he aquí, él dice que sois no los hubiéramos apedreado ni
malditos por motivo de vuestras echado fuera.
riquezas, y vuestras riquezas son 26 He aquí, sois peores que ellos;
malditas también, porque habéis porque así como vive el Señor, si
puesto vuestro corazón en ellas, y viene un a profeta entre vosotros
no habéis escuchado las palabras y os declara la palabra del Señor,
de aquel que os las dio. la cual testifica de vuestros pe­
22  No os acordáis del Señor cados e iniquidades, os b irritáis
vuestro Dios en las cosas con que con él, y lo echáis fuera y buscáis
os ha bendecido, mas siempre toda clase de maneras para des­
recordáis vuestras a riquezas, no truirlo; sí, decís que es un c profeta
para dar gracias al Señor vuestro falso, que es un pecador y que es
Dios por ellas; sí, vuestros cora­ del diablo, porque d testifica que
zones no se allegan al Señor, sino vuestras obras son malas.
que se hinchan con desmedido 27 Mas he aquí, si un hombre
b 
orgullo hasta la jactancia, y la llegare entre vosotros y dijere:
mucha vanidad, c envidias, riñas, Haced esto, y no hay mal; haced
malicia, persecuciones, asesina­ aquello, y no padeceréis; sí, dirá:
tos, y toda clase de iniquidades. Andad según el orgullo de vues­
23 Por esta razón el Señor Dios tros propios corazones; sí, id en
ha hecho venir una maldición pos del orgullo de vuestros ojos, y
sobre esta tierra, y también so­ haced cuanto vuestro corazón de­
bre vuestras riquezas, y esto por see; y si un hombre viniere entre
motivo de vuestras iniquidades. vosotros y dijere esto, lo recibiréis
24 Sí, ¡ay de este pueblo, a causa y diréis que es a profeta.
de este tiempo que ha llegado en 28  Sí, lo engrandeceréis y le
que a echáis fuera a los profetas, daréis de vuestros bienes; le da­
y os burláis de ellos, y les arrojáis réis de vuestro oro y de vuestra
21 a GEE Escuchar. 24 a 2 Cró. 36:15–16; c Mateo 13:57.
22 a Lucas 12:34. 1 Ne. 1:20. d Gál. 4:16.
GEE Mundano, lo; 25 a Hech. 7:51. 27 a Miqueas 2:11.
Riquezas. 26 a 2 Cró. 18:7; GEE Supercherías
b GEE Orgullo. Lucas 16:31. sacerdotales.
c GEE Envidia. b Isa. 30:9–10.
HELAMÁN 13:29–38 484
plata, y lo cubriréis con vestidos el día en que nos dio nuestras
suntuosos; y porque os habla pa­ riquezas, y entonces no se ha­
labras a lisonjeras y dice que todo brían vuelto deleznables para que
está bien, no halláis falta alguna las perdiéramos; porque he aquí,
en él. nuestras riquezas han huido de
29 ¡Oh generación inicua y per­ nosotros!
versa; pueblo empedernido y 34 ¡He aquí, dejamos aquí una
duro de cerviz! ¿Cuánto tiempo herramienta, y para la mañana
suponéis que el Señor os va a tole­ ya no está; y he aquí, se nos des­
rar? Sí, ¿hasta cuándo os dejaréis poja de nuestras espadas el día
llevar por guías a insensatos y b cie­ en que las hemos buscado para
gos? Sí, ¿hasta cuándo c preferiréis la batalla!
las tinieblas a la d luz? 35 Sí, hemos escondido nues­
30 Sí, he aquí, la ira del Señor ya tros tesoros, y se nos han escu­
está encendida contra vosotros; rrido por causa de la maldición
he aquí, él ha maldecido la tierra de la tierra.
por motivo de vuestra iniquidad. 36 ¡Oh, si nos hubiésemos arre­
31 Y he aquí, se acerca la hora pentido el día en que vino a noso­
en que maldecirá vuestras rique­ tros la palabra del Señor! Porque
zas, de modo que se volverán he aquí, la tierra está maldita,
a 
deleznables, al grado que no las y todas las cosas se han vuelto
podréis conservar; y en los días deleznables, y no podemos re­
de vuestra pobreza no las podréis tenerlas.
retener. 37 He aquí, nos rodean los de­
32 Y en los días de vuestra po­ monios; sí, cercados estamos por
breza, clamaréis al Señor; y cla­ los ángeles de aquel que ha tra­
maréis en vano, porque vuestra tado de destruir nuestras almas.
desolación ya está sobre voso­ He aquí, grandes son nuestras
tros, y vuestra destrucción está iniquidades. ¡Oh Señor!, ¿no pue­
asegurada; y entonces lloraréis y des apartar tu ira de nosotros? Y
gemiréis en ese día, dice el Señor estas serán vuestras palabras en
de los Ejércitos; y entonces os la­ aquellos días.
mentaréis y diréis: 38 Mas he aquí, vuestros a días
33  ¡Oh, a si me hubiese arre­ de probación ya pasaron; habéis
pentido, y no hubiese muerto a b 
demorado el día de vuestra sal­
los profetas, ni los hubiese b ape­ vación hasta que es eternamente
dreado ni echado fuera! Sí, en ese tarde ya, y vuestra destrucción
día diréis: ¡Oh, si nos hubiésemos está asegurada; sí, porque to­
acordado del Señor nuestro Dios dos los días de vuestra vida
28 a 2 Tim. 4:3–4. d Job 24:13. 38 a Morm. 2:15.
29 a 2 Ne. 28:9. 31 a Morm. 1:17–18. b Alma 34:33–34.
b Mateo 15:14. 33 a Morm. 2:10–15.
c Juan 3:19. b Mateo 23:37.
485 HELAMÁN 13:39–14:10
habéis procurado aquello que no no habrá obscuridad en la noche
podíais obtener, y habéis bus­ anterior a su venida, al grado de
cado la c felicidad cometiendo que a los hombres les parecerá
iniquidades, lo cual es contrario que es de día.
a la naturaleza de esa justicia que 4 Por tanto, habrá un día y una
existe en nuestro gran y Eterno noche y un día, como si fuera un
Caudillo. solo día y no hubiera noche; y
39 ¡Oh habitantes del país, oh, si esto os será por señal; porque os
escuchaseis mis palabras! Y ruego percataréis de la salida del sol y
que se aparte de vosotros la ira también de su puesta; por tanto,
del Señor, y que os arrepintáis y sabrán de seguro que habrá dos
seáis salvos. días y una noche; sin embargo, no
se obscurecerá la noche; y será la
CAPÍTULO 14 noche antes que a él nazca.
5 Y he aquí, aparecerá una a es­
Samuel predice que habrá luz du-
trella nueva, tal como nunca ha­
rante la noche y que aparecerá
béis visto; y esto también os será
una estrella nueva cuando nazca
por señal.
Cristo — Cristo redime al género
6 Y he aquí, esto no es todo, ha­
humano de la muerte temporal y de
brá muchas señales y prodigios
la espiritual — Entre las señales de
en el cielo.
Su muerte, habrá tres días de tinie-
7 Y acontecerá que os llenaréis
blas, se partirán las rocas y habrá
de asombro y admiración, a tal
grandes cataclismos. Aproximada-
grado que a caeréis al suelo.
mente 6 a.C.
8 Y sucederá que el que a creyere
Y aconteció que a Samuel el La­ en el Hijo de Dios, tendrá vida
manita profetizó muchísimas sempiterna.
otras cosas que no pueden es­ 9 Y he aquí, así me ha mandado
cribirse. el Señor, por medio de su ángel,
2 Y les dijo: He aquí, os doy que viniera y os dijera esto; sí,
una señal; porque han de pasar me ha mandado que os profeti­
cinco años más y, he aquí, en­ zara estas cosas; sí, me ha dicho:
tonces viene el Hijo de Dios para Clama a este pueblo: Arrepentíos,
redimir a todos los que crean en y preparad la vía del Señor.
su nombre. 10  Y ahora bien, porque soy
3 Y he aquí, esto os daré por lamanita, y os he hablado las
a 
señal al tiempo de su venida: palabras que el Señor me ha man­
porque he aquí, habrá grandes dado, y porque fue duro para
luces en el cielo, de modo que vosotros, os enojáis conmigo, y
38 c Alma 41:10–11. Profecías acerca de la 3 Ne. 1:21.
14 1 a Hel. 13:2. vida y la muerte de 7 a 3 Ne. 1:16–17.
3 a 3 Ne. 1:15. Jesucristo. 8 a Juan 3:16.
4 a GEE Jesucristo — 5 a Mateo 2:1–2;
HELAMÁN 14:11–20 486
tratáis de destruirme, y me habéis primera muerte, esa muerte es­
a 
echado de entre vosotros. piritual; porque, hallándose b se­
11 Y oiréis mis palabras, pues parados de la presencia del Señor
para este propósito me he subido por la c caída de Adán, todos los
a las murallas de esta ciudad, hombres son considerados como
a fin de que oigáis y sepáis de si estuvieran d muertos, tanto en lo
los juicios de Dios que os espe­ que respecta a cosas temporales
ran por causa de vuestras ini­ como a cosas espirituales.
quidades, y también para que 17 Pero he aquí, la resurrección
conozcáis las condiciones del de Cristo a redime al género hu­
arrepentimiento; mano, sí, a toda la humanidad,
12 y también para que sepáis de y la trae de vuelta a la presencia
la venida de Jesucristo, el Hijo del Señor.
de Dios, el a Padre del cielo y de 18 Sí, y lleva a efecto la condi­
la tierra, el Creador de todas las ción del arrepentimiento, que
cosas desde el principio; y para aquel que se arrepienta no será
que sepáis acerca de las señales talado y arrojado al fuego; pero
de su venida, con objeto de que el que no se arrepienta será talado
creáis en su nombre. y echado en el fuego; y viene otra
13 Y si a creéis en su nombre, os vez sobre ellos una muerte espi­
arrepentiréis de todos vuestros ritual; sí, una segunda muerte,
pecados, para que de ese modo porque quedan nuevamente sepa­
logréis una remisión de ellos por rados de las cosas que conciernen
medio de los b méritos de él. a la justicia.
14 Y he aquí, os doy, además, otra 19 Por tanto, arrepentíos, arre­
señal, sí, una señal de su muerte. pentíos, no sea que por saber es­
15 Pues he aquí, de cierto tiene tas cosas, y por no cumplirlas, os
que morir para que venga la a sal­ dejéis caer bajo condenación, y
vación; sí, a él le corresponde y se seáis arrastrados a esta segunda
hace necesario que muera para muerte.
efectuar la b resurrección de los 20 Mas he aquí, como os dije
muertos, a fin de que por este concerniente a otra a señal, una
medio los hombres sean llevados señal de su muerte, he aquí, el
a la presencia del Señor. día en que padezca la muerte, se
16 Sí, he aquí, esta muerte lleva b 
obscurecerá el sol, y rehusará
a efecto la resurrección, y a redime daros su luz; y también la luna
a todo el género humano de la y las estrellas; y no habrá luz
10 a Hel. 13:2. 15 a GEE Salvador. Eva.
12 a Mos. 3:8; b Alma 42:23. d GEE Muerte espiritual.
3 Ne. 9:15; Éter 4:7. GEE Resurrección. 17 a GEE Redención,
GEE Jesucristo. 16 a GEE Plan de redención. redimido, redimir.
13 a Hech. 16:30–31. b Alma 42:6–9. 20 a 3 Ne. 8:5–25.
b DyC 19:16–20. c GEE Caída de Adán y b Lucas 23:44.
487 HELAMÁN 14:21–31
sobre la superficie de esta tierra 26 Y he aquí, así me ha hablado
durante c tres días, sí, desde la el a ángel; porque me dijo que ha­
hora en que sufra la muerte, hasta bría truenos y relámpagos por el
el momento en que resucite de espacio de muchas horas.
entre los muertos. 27 Y me dijo que mientras du­
21 Sí, en el momento en que en­ rasen los truenos y relámpagos y
tregue el espíritu, habrá a truenos la tempestad, se verificarían estas
y relámpagos por el espacio de cosas; y que a tinieblas cubrirían la
muchas horas, y la tierra se con­ faz de toda la tierra por el espacio
moverá y temblará; y las rocas de tres días.
que están sobre la faz de la tie­ 28 Y me dijo el ángel que muchos
rra, que se hallan tanto sobre la verán mayores cosas que estas, con
tierra como por debajo, y que hoy el fin de que crean que a estas seña­
sabéis que son macizas, o que la les y prodigios se habrían de veri­
mayor parte son una masa sólida, ficar por toda la superficie de esta
se harán b pedazos; tierra, con objeto de que no haya
22 sí, se partirán por la mitad, más motivo para la incredulidad
y para siempre jamás después entre los hijos de los hombres,
se a hallarán con grietas y hen­ 29 y esto con objeto de que aque­
diduras, y en fragmentos sobre llos que crean sean salvos, y so­
la superficie de toda la tierra, sí, bre los que no crean descienda
tanto encima de la tierra como un justo a juicio; y también, si son
por debajo. condenados, traen sobre sí su pro­
23 Y he aquí, habrá grandes tem­ pia condenación.
pestades; y habrá muchas mon­ 30 Así pues, recordad, recordad,
tañas que serán hechas llanas, a mis hermanos, que el que perece,
semejanza de un valle, y habrá perece por causa de sí mismo; y
muchos parajes que ahora se lla­ quien comete iniquidad, lo hace
man valles, que se convertirán en contra sí mismo; pues he aquí,
montañas de una altura inmensa. sois a libres; se os permite obrar
24 Y muchas calzadas se harán por vosotros mismos; pues he
pedazos, y muchas a ciudades aquí, Dios os ha dado el b conoci­
quedarán desoladas. miento y os ha hecho libres.
25 Y se abrirán muchos a sepul­ 31 Él os ha concedido que a dis­
cros, y entregarán a un gran nú­ cernáis el bien del mal, y os ha
mero de sus muertos; y muchos concedido que b escojáis la vida
santos se aparecerán a muchos. o la muerte; y podéis hacer lo
20 c Mos. 3:10. 3 Ne. 23:9–11. Moisés 6:56.
21 a 3 Ne. 8:6. 26 a Alma 13:26. GEE Albedrío.
b 3 Ne. 10:9. 27 a 1 Ne. 19:10; 3 Ne. 8:3. b GEE Conocimiento.
22 a 3 Ne. 8:18. 28 a 1 Ne. 12:4–5. 31 a Moro. 7:16.
24 a 3 Ne. 9:3–12. 29 a GEE Juicio final. b 2 Ne. 2:28–29;
25 a Mateo 27:50–54; 30 a 2 Ne. 2:26–29; Alma 3:26–27.
HELAMÁN 15:1–7 488
bueno, y ser restaurados a lo
c 
en los días de sus iniquidades,
que es bueno, es decir, que os porque los ama.
sea restituido lo que es bueno; 4 Mas he aquí, hermanos míos,
o podéis hacer lo malo, y hacer ha aborrecido a los lamanitas por­
que lo que es malo os sea resti­ que sus obras han sido continua­
tuido. mente malas, y esto por motivo
de la iniquidad de la a tradición
CAPÍTULO 15 de sus padres. Mas he aquí, les
ha llegado la salvación por medio
El Señor disciplinó a los nefitas por-
de la predicación de los nefitas; y
que los amaba — Los lamanitas con-
para este fin el Señor ha b prolon­
vertidos son firmes e inmutables en
gado sus días.
la fe — El Señor será misericordioso
5 Y quisiera que os fijaseis en
con los lamanitas en los días postre-
que la a mayor parte de ellos se
ros. Aproximadamente 6 a.C.
hallan en la senda de su deber,
Y ahora bien, amados hermanos y andan con circunspección de­
míos, he aquí, os declaro que a lante de Dios, y se esfuerzan por
menos que os arrepintáis, vues­ guardar sus mandamientos y sus
tras casas os quedarán a desiertas. estatutos y sus juicios, de acuerdo
2 Sí, a menos que os arrepintáis, con la ley de Moisés.
vuestras mujeres tendrán sobrado 6 Sí, os digo que la mayor parte
motivo para lamentarse el día en de ellos están haciendo esto, y
que estén criando; porque inten­ con infatigable diligencia se es­
taréis escapar, y no habrá lugar tán esforzando por traer al resto
de refugio; sí, ¡ay de las que es­ de sus hermanos al conocimiento
tén a encintas, porque con el peso de la verdad; por tanto, son mu­
no podrán huir; por tanto, serán chos los que se unen a su número
atropelladas y abandonadas para diariamente.
perecer! 7 Y he aquí, sabéis por vosotros
3 Sí, ¡ay de los de este pueblo mismos, porque lo habéis presen­
llamado el pueblo de Nefi, a me­ ciado, que cuantos de ellos llegan
nos que se arrepientan cuando al conocimiento de la verdad, y a
vean todas estas señales y pro­ saber de las inicuas y abominables
digios que les serán manifesta­ tradiciones de sus padres, y son
dos! Pues he aquí, han sido un conducidos a creer las Santas Es­
pueblo escogido del Señor; sí, crituras, sí, las profecías escritas de
él ha amado a los del pueblo los santos profetas, que los llevan
de Nefi, y los ha a disciplinado a la fe en el Señor y al arrepenti­
también; sí, los ha disciplinado miento, esa fe y arrepentimiento
31 c Alma 41:3–5. 3 a Prov. 3:12; 4 a GEE Tradiciones.
15 1 a Mateo 23:37–38. Heb. 12:5–11; b Alma 9:16.
2 a Mateo 24:19. DyC 95:1. 5 a Hel. 13:1.
489 HELAMÁN 15:8–17
que efectúan un cambio de cora­
a 
hermanos los lamanitas; y a pesar
zón en ellos; de las muchas aflicciones que ex­
8 por lo tanto, cuantos han lle­ perimentarán, y no obstante que
gado a este punto, sabéis por vo­ serán b echados de un lado al otro
sotros mismos que son a firmes e sobre la superficie de la tierra, y
inmutables en la fe, y en aquello serán perseguidos y heridos y dis­
con lo que se les ha hecho libres. persados, sin tener lugar donde
9 Y también sabéis que han a en­ refugiarse, el Señor será c miseri­
terrado sus armas de guerra, y cordioso con ellos.
temen empuñarlas, no sea que 13 Y esto de acuerdo con la pro­
de alguna manera ellos pequen; fecía de que serán a traídos otra
sí, veis que tienen miedo de pe­ vez al conocimiento verdadero,
car, pues he aquí, se dejan ho­ que es el conocimiento de su Re­
llar y matar por sus enemigos, y dentor y de su gran y verdadero
no alzan la espada en contra de b 
pastor, y serán contados entre
ellos; y esto a causa de su fe en sus ovejas.
Cristo. 14 Por tanto, os digo que será
10 Y por motivo de su firmeza, a 
mejor para ellos que para voso­
cuando llegan a creer en aque­ tros, a menos que os arrepintáis.
llo que creen, por causa, pues, 15 Porque he aquí, si a ellos les
de su firmeza, una vez que son a 
hubiesen sido mostradas las pode­
iluminados, he aquí, el Señor los rosas obras que os han sido mani­
bendecirá y prolongará sus días festadas a vosotros, sí, a estos que
a pesar de su iniquidad. han degenerado en la incredulidad
11 Sí, aunque degeneraren en la por motivo de las tradiciones de
incredulidad, el Señor a prolon­ sus padres, podéis ver por vosotros
gará sus días hasta que llegue mismos que jamás habrían vuelto a
el tiempo del cual han hablado degenerar en la incredulidad.
nuestros padres, y también el 16 Por tanto, dice el Señor: No
profeta b Zenós y muchos otros los destruiré completamente, sino
profetas, concerniente a la c res­ que haré que en el día de mi pru­
tauración de nuestros hermanos, dencia se vuelvan a mí de nuevo,
los lamanitas, nuevamente al co­ dice el Señor.
nocimiento de la verdad. 17 Y he aquí, ahora dice el Se­
12 Sí, os digo que en los postre­ ñor concerniente al pueblo de
ros tiempos se han extendido las los nefitas: Si no se arrepienten
a 
promesas del Señor a nuestros y se esfuerzan por cumplir mi
7 a GEE Conversión, b Hel. 8:19. Jacob 3:5–6.
convertir. c 2 Ne. 30:5–8. 13 a 3 Ne. 16:12.
8 a Alma 23:6; 27:27; 12 a Enós 1:12–13. b GEE Buen Pastor.
3 Ne. 6:14. b Morm. 5:15. 14 a Hel. 7:23.
9 a Alma 24:17–19. c 1 Ne. 13:31; 15 a Mateo 11:20–23.
11 a Alma 9:16. 2 Ne. 10:18–19;
HELAMÁN 16:1–7 490
voluntad, los destruiré comple­
a 
grado de que fueron a Nefi para
tamente por su incredulidad, dice ser bautizados.
el Señor, no obstante las muchas 4 Porque he aquí, Nefi estaba
poderosas obras que yo he reali­ bautizando, y profetizando, y pre­
zado entre ellos; y así como vive dicando, proclamando el arrepen­
el Señor, acontecerán estas cosas, timiento al pueblo, mostrando
dice el Señor. señales y prodigios, y obrando
a 
milagros entre el pueblo, a fin
CAPÍTULO 16 de que supieran que el Cristo
b 
pronto debía venir,
Nefi bautiza a los nefitas que creen a
5 hablándoles de cosas que en
Samuel — Las piedras y las flechas
breve se verificarían, para que
de los nefitas inicuos no pueden ma-
supieran y se acordaran, en el
tar a Samuel — Algunos endurecen
día de su cumplimiento, que se
su corazón y otros ven ángeles — Los
las habían hecho saber de ante­
incrédulos dicen que no es razonable
mano, a fin de que creyeran; por
creer en Cristo ni en Su venida a Je-
tanto, cuantos creyeron en las
rusalén. Aproximadamente 6–1 a.C.
palabras de Samuel fueron a Nefi
Y sucedió que hubo muchos que para ser bautizados, pues llega­
oyeron las palabras que Samuel ban arrepintiéndose y confesando
el Lamanita habló desde las mu­ sus pecados.
rallas de la ciudad. Y cuantos 6 Pero la mayor parte de ellos
creyeron en su palabra fueron y no creyeron en las palabras de
buscaron a Nefi; y cuando fueron Samuel; por tanto, cuando vieron
y lo hallaron, le confesaron sus que no podían herirlo con sus pie­
pecados y no negaron, deseando dras ni con sus flechas, gritaron a
ser bautizados en el Señor. sus capitanes, diciendo: Prended
2 Pero cuantos no creyeron en a este individuo y atadlo, porque
las palabras de Samuel se enoja­ está poseído de un diablo; y por
ron con él; y le arrojaron piedras el poder del diablo que está en él,
sobre la muralla, y también mu­ no podemos herirlo con nuestras
chos lanzaron flechas contra él piedras ni con nuestras flechas;
mientras se hallaba sobre la mu­ por tanto, tomadlo y atadlo, y
ralla; mas el Espíritu del Señor llevadlo.
estaba con él, de modo que no 7 Y mientras avanzaban para
pudieron herirlo con sus piedras echarle mano, he aquí, se dejó
ni con sus flechas. caer desde la muralla, y huyó
3 Y cuando vieron que no po­ de sus tierras, sí, hasta su propio
dían herirlo, hubo muchos más país, y empezó a predicar y a pro­
que creyeron en sus palabras, al fetizar entre su propio pueblo.
17 a Hel. 13:6–10. 16 4 a GEE Milagros. b Hel. 14:2.
491 HELAMÁN 16:8–21
8 Y he aquí, nunca más se vol­ todos salvo la parte más creyente
vió a saber de él entre los nefitas; de ellos, tanto entre los nefitas
y así se hallaban los asuntos del como entre los lamanitas, y em­
pueblo. pezaron a confiar en su propia
9 Y así concluyó el año ochenta fuerza y en su a propia sabiduría,
y seis del gobierno de los jueces diciendo:
sobre el pueblo de Nefi. 16 Algunas cosas, de entre tan­
10 Y así concluyó también el tas, pudieron haber adivinado
año ochenta y siete del gobierno acertadamente; mas he aquí, sa­
de los jueces, permaneciendo la bemos que todas estas obras gran­
mayoría del pueblo en su orgu­ des y maravillosas de que se ha
llo e iniquidad, y la menor parte hablado no pueden suceder.
andando con más circunspección 17 Y empezaron a raciocinar y a
ante Dios. disputar entre sí, diciendo:
11 Y estas fueron las condiciones 18  a No es razonable que venga
que prevalecieron también en el tal ser como un Cristo; si así es, y
año ochenta y ocho del gobierno si fuere el Hijo de Dios, el Padre
de los jueces. del cielo y de la tierra, como se ha
12 Y en el año ochenta y nueve dicho, ¿por qué no se nos ha de
del gobierno de los jueces hubo manifestar a nosotros así como a
muy poco cambio en los asuntos aquellos que estén en Jerusalén?
del pueblo, salvo que la gente 19 Sí, ¿por qué no se ha de mos­
empezó a obstinarse más en la trar en esta tierra, así como en la
iniquidad, y a cometer más y más tierra de Jerusalén?
de aquello que era contrario a los 20 Mas he aquí, nosotros sabe­
mandamientos de Dios. mos que esta es una inicua a tra­
13 Pero aconteció que en el año dición que nos han transmitido
noventa del gobierno de los jue­ nuestros padres, para hacernos
ces, se manifestaron a grandes se­ creer en una cosa grande y mara­
ñales y prodigios al pueblo; y villosa que ha de acontecer, pero
b 
empezaron a cumplirse las pa­ no entre nosotros, sino en una
labras de los profetas. tierra que se halla muy lejana, tie­
14 Y se aparecieron a ángeles a rra que no conocemos; por tanto,
los hombres, a hombres sabios, pueden mantenernos en la igno­
y les declararon buenas nuevas rancia, porque no podemos b dar
de gran gozo; de modo que en fe con nuestros propios ojos de
este año empezaron a cumplirse que son verdaderas.
las Escrituras. 21 Y ellos, por medio de la as­
15 No obstante, el pueblo em­ tucia y misteriosos artificios del
pezó a endurecer su corazón, maligno, obrarán algún gran
13 a 3 Ne. 1:4. 15 a Isa. 5:21. b Éter 12:5–6, 19.
b Hel. 14:3–7. 18 a Alma 30:12–13.
14 a Alma 13:26. 20 a GEE Tradiciones.
HELAMÁN 16:22–3 NEFI 1:2 492
misterio que nosotros no pode­ toda la faz de la tierra, a fin de
mos comprender, el cual nos su­ endurecer el corazón de la gente
jetará para que seamos siervos contra lo que era bueno y contra
de sus palabras y siervos de ellos lo que estaba por venir.
también, puesto que dependemos 23 Y a pesar de las señales y los
de ellos para que nos enseñen la prodigios que se realizaban en­
palabra; y así nos conservarán tre los del pueblo del Señor, y los
en la ignorancia todos los días muchos milagros que obraban,
de nuestra vida si nos somete­ Satanás logró gran poder sobre
mos a ellos. el corazón del pueblo en toda la
22 Y muchas más cosas insen­ faz de la tierra.
satas y a vanas se imaginaron en 24 Y así concluyó el año noventa
sus corazones; y se hallaban muy del gobierno de los jueces sobre
agitados porque Satanás los inci­ el pueblo de Nefi.
taba continuamente a cometer ini­ 25 Y así terminó el libro de He­
quidades; sí, anduvo sembrando lamán, de acuerdo con los anales
rumores y contenciones sobre de Helamán y sus hijos.

TERCER NEFI
EL LIBRO DE NEFI
HIJO DE NEFI, QUE ERA HIJO DE HELAMÁN

Y Helamán era hijo de Helamán, que era hijo de Alma, el hijo de Alma,
el cual era descendiente de Nefi, que era hijo de Lehi, quien salió de Je­
rusalén el primer año del reinado de Sedequías, rey de Judá.
CAPÍTULO 1 ladrones de Gadiantón asesinan a
muchos. Aproximadamente 1–4 d.C.
Nefi hijo de Helamán, parte de la
tierra, y su hijo Nefi conserva los
anales — Aunque abundan las se-
ñales y las maravillas, los inicuos
Y ACONTECIÓ que el año no­
venta y uno había concluido,
y habían pasado a seiscientos años
hacen planes para matar a los jus- de la época en que Lehi salió de
tos — Llega la noche del nacimiento Jerusalén; y fue el año en que La­
de Cristo — Se da la señal y aparece coneo era juez superior y gober­
una nueva estrella — Aumentan nador en toda la tierra.
las mentiras y los engaños, y los 2  Y Nefi hijo de Helamán,
22 a GEE Vanidad, vano. [3 Nefi] 1 1 a 2 Ne. 25:19.
493 3 NEFI 1:3–14
había partido de la tierra de Za­ aquellas cosas que se habían de­
rahemla, dando a su hijo a Nefi, clarado.
que era su hijo mayor, el cargo 8 Mas he aquí, esperaban firme­
concerniente a las b planchas de mente la llegada de ese día y esa
bronce y todos los anales que ha­ noche y otro día, que serían como
bían sido conservados, y todas un solo día, como si no hubiera
aquellas cosas que se habían guar­ noche, a fin de saber que su fe no
dado sagradas desde la salida de había sido en vano.
Lehi de Jerusalén. 9 Y sucedió que los incrédulos
3 Entonces salió de esa tierra, y fijaron un día en el cual se habría
nadie sabe a adónde se fue; y su de aplicar la a pena de muerte a
hijo Nefi llevó los anales en su todos aquellos que creyeran en
lugar, sí, los anales de este pueblo. esas tradiciones, a menos que se
4  Y sucedió que a principios verificase la señal que había indi­
del año noventa y dos, he aquí, cado el profeta Samuel.
empezaron a cumplirse más ple­ 10 Y ocurrió que cuando Nefi
namente las profecías de los pro­ hijo de Nefi, vio esta iniquidad
fetas; porque empezó a haber de su pueblo, su corazón se afli­
mayores señales y mayores mi­ gió en extremo.
lagros entre el pueblo. 11 Y acaeció que fue y se postró
5 Pero hubo algunos que empe­ en tierra y clamó fervorosamente
zaron a decir que ya había pasado a su Dios a favor de su pueblo, sí,
el tiempo para que se cumplieran aquellos que estaban a punto de
las palabras que a habló Samuel el ser destruidos por motivo de su
Lamanita. fe en la tradición de sus padres.
6 Y empezaron a reírse de sus 12 Y sucedió que a todo ese día
hermanos, diciendo: He aquí, ya imploró fervorosamente al Señor,
se pasó el tiempo, y no se han y he aquí, la voz del Señor vino a
cumplido las palabras de Samuel; él, diciendo:
de modo que han sido en vano 13 Alza la cabeza y sé de buen
vuestro gozo y vuestra fe concer­ ánimo, pues he aquí, ha llegado el
nientes a esto. momento; y esta noche se dará la
7 Y aconteció que hicieron un señal, y a mañana vengo al mundo
gran alboroto por toda la tierra; para mostrar al mundo que he de
y las personas que creían empe­ cumplir todas las cosas que he
zaron a apesadumbrarse en gran hecho b declarar por boca de mis
manera, no fuese que de algún santos profetas.
modo no llegaran a verificarse 14 He aquí, a vengo a los míos
2 a GEE Nefi hijo de Nefi, 9 a GEE Mártir, martirio. Profecías acerca de la
hijo de Helamán. 12 a Enós 1:4; vida y la muerte de
b Alma 37:3–5. Alma 5:46. Jesucristo.
3 a 3 Ne. 2:9. 13 a Lucas 2:10–11. 14 a Juan 1:11.
5 a Hel. 14:2–4. b GEE Jesucristo —
3 NEFI 1:15–24 494
para cumplir todas las cosas que
b 
esas cosas por muchos años, y
he dado a conocer a los hijos de que la señal que se había indicado
los hombres desde la c fundación ya estaba a la vista; y empezaron
del mundo, y para hacer la vo­ a temer por motivo de su iniqui­
luntad d así la del Padre como la dad e incredulidad.
del Hijo: la del Padre por causa 19 Y sucedió que no hubo obs­
de mí, y la del Hijo por causa de curidad durante toda esa noche,
mi carne. He aquí, ha llegado el sino que estuvo tan claro como
momento y esta noche se dará si fuese mediodía. Y aconteció
la señal. que en la mañana el sol salió de
15 Y aconteció que se cumplie­ nuevo, según su orden natural;
ron las palabras que se dieron a y entendieron que ese era el día
Nefi, tal como fueron dichas; por­ en que había de a nacer el Señor,
que he aquí, a la puesta del sol, por motivo de la señal que se ha­
a 
no hubo obscuridad; y el pueblo bía dado.
empezó a asombrarse porque no 20 Y habían acontecido, sí, todas
hubo obscuridad al caer la noche. las cosas, toda partícula, según las
16 Y hubo muchos, que no ha­ palabras de los profetas.
bían creído las palabras de los 21  Y aconteció también que
profetas, que a cayeron a tierra apareció una nueva a estrella, de
y se quedaron como si estuvie­ acuerdo con la palabra.
sen muertos, pues sabían que se 22 Y sucedió que de allí en ade­
había frustrado el gran b plan de lante Satanás empezó a esparcir
destrucción que habían tramado mentiras entre el pueblo, para
contra aquellos que creían en las endurecer sus corazones, a fin de
palabras de los profetas; porque que no creyeran en aquellas seña­
la señal que se había indicado es­ les y prodigios que habían visto;
taba ya presente. pero a pesar de estas mentiras y
17 Y empezaron a comprender engaños, la mayor parte del pue­
que el Hijo de Dios pronto apa­ blo creyó y se convirtió al Señor.
recería; sí, en una palabra, todos 23 Y ocurrió que Nefi salió en­
los habitantes sobre la faz de toda tre el pueblo, y también muchos
la tierra, desde el oeste hasta el otros, bautizando para arrepen­
este, tanto en la tierra del norte timiento, con lo cual hubo una
como en la tierra del sur, se asom­ gran a remisión de pecados. Y así,
braron a tal extremo que cayeron el pueblo de nuevo empezó a go­
al suelo; zar de paz en la tierra.
18 porque sabían que los pro­ 24  Y no hubo contenciones,
fetas habían dado testimonio de con excepción de unos pocos
14 b Mateo 5:17–18. 16 a Hel. 14:7. Hel. 14:5.
c Alma 42:26. b 3 Ne. 1:9. 23 a GEE Remisión de
d DyC 93:3–4. 19 a Lucas 2:1–7. pecados.
15 a Hel. 14:3. 21 a Mateo 2:1–2;
495 3 NEFI 1:25–2:1
que empezaron a predicar, inten­ hubo muchos disidentes nefitas
tando probar por medio de las Es­ que se refugiaron entre ellos; y
crituras, que ya no era a necesario esto causó mucha tristeza a los
observar la ley de Moisés; mas en nefitas que permanecieron en la
esto erraron, por no haber enten­ tierra.
dido las Escrituras. 29 Y también hubo causa de
25 Pero acaeció que no tardaron mucha tristeza entre los lama­
en convertirse, y se convencieron nitas; porque he aquí, tenían
del error en que se hallaban, por­ muchos hijos que crecieron y
que se les hizo saber que la ley aumentaron en años hasta actuar
no se había a cumplido todavía, por sí mismos, y unos que eran
y que era necesario que se cum­ a 
zoramitas los indujeron, con sus
pliera sin faltar un ápice; sí, llegó mentiras y sus palabras adulado­
a ellos la palabra de que era ne­ ras, a unirse a esos ladrones de
cesario que se cumpliese; sí, que Gadiantón.
ni una jota ni una tilde pasaría 30 Y así fueron afligidos también
sin que todo se cumpliese; por los lamanitas, y empezaron a de­
tanto, en este mismo año se les caer en cuanto a su fe y rectitud,
hizo saber su error, y b confesaron por causa de la iniquidad de la
sus faltas. nueva generación.
26 Y así concluyó el año noventa
y dos, trayendo alegres nuevas al CAPÍTULO 2
pueblo por motivo de las señales
La iniquidad y las abominaciones
que se manifestaron, conforme a
aumentan entre el pueblo — Los
las palabras de profecía de todos
nefitas y los lamanitas se unen
los santos profetas.
para defenderse de los ladrones de
27 Y aconteció que el año no­
Gadiantón — Los lamanitas con-
venta y tres también pasó en paz,
vertidos se vuelven blancos y son
con excepción de los a ladrones
llamados nefitas. Aproximadamente
de Gadiantón, que habitaban las
5–16 d.C.
montañas e infestaban el país;
porque tan fuertes eran sus gua­ Y sucedió que así pasó el año
ridas y escondrijos, que el pue­ noventa y cinco también, y el
blo no pudo vencerlos; por tanto, pueblo comenzó a olvidarse de
cometieron muchos asesinatos y aquellas señales y prodigios que
causaron gran mortandad entre había presenciado, y a asom­
el pueblo. brarse cada vez menos de una
28 Y sucedió que empezaron a señal o prodigio del cielo, de tal
aumentar considerablemente en modo que comenzaron a endu­
el año noventa y cuatro, porque recer sus corazones, y a cegar
24 a Alma 34:13. b Mos. 26:29. ladrones de.
25 a Mateo 5:17–18. 27 a GEE Gadiantón, 29 a Alma 30:59.
3 NEFI 2:2–12 496
sus mentes, y a no creer todo lo esta ocasión en que se manifestó
que habían visto y oído, la señal, o sea, desde la venida de
2  imaginándose alguna cosa Cristo; por tanto, habían pasado
vana en sus corazones, que aque­ ya nueve años.
llo se efectuaba por los hombres 9 Y Nefi, el padre de aquel Nefi
y por el poder del diablo para ex­ que tenía a su cargo los anales,
traviar y a engañar el corazón del a 
no volvió a la tierra de Zara­
pueblo. De este modo Satanás de hemla, ni se le pudo hallar en
nuevo se apoderó del corazón de toda la tierra.
los del pueblo, al grado que les 10 Y sucedió que a pesar de las
cegó los ojos y los condujo a creer muchas predicaciones y profecías
que la doctrina de Cristo era una que se difundieron entre ellos, el
cosa insensata y vana. pueblo perseveró en su iniquidad;
3 Y ocurrió que el pueblo empezó y así pasó también el año décimo;
a aumentar en la iniquidad y en y el año once igualmente pasó en
las abominaciones; y no creyeron la iniquidad.
que se manifestarían más señales 11 Y sucedió que en el año trece
ni prodigios; y Satanás a andaba empezó a haber guerras y con­
por todas partes extraviando el tiendas por toda la tierra; por­
corazón de los del pueblo, ten­ que los ladrones de Gadiantón
tándolos y haciéndoles cometer se habían hecho tan numerosos,
grandes iniquidades en la tierra. y mataban a tantos de los del
4 Y así pasó el año noventa y pueblo, y asolaban tantas ciu­
seis; y también el año noventa y dades, y causaban tanta mortan­
siete; asimismo el año noventa y dad y estragos por toda la tierra,
ocho, y el noventa y nueve; que fue menester que todo el
5 y también habían transcurrido pueblo, nefitas así como lama­
cien años desde los días de a Mo­ nitas, tomase las armas contra
síah, que había sido rey de los ellos.
nefitas. 12 Por tanto, todos los lama­
6 Y habían pasado seiscientos nitas que se habían convertido
nueve años desde que Lehi había al Señor se unieron a sus her­
salido de Jerusalén. manos, los nefitas, y se vieron
7 Y habían pasado nueve años obligados, para proteger sus vi­
desde la ocasión en que se ma­ das, y a sus mujeres y sus hijos,
nifestó la señal de que hablaron a tomar las armas contra aque­
los profetas, tocante a que Cristo llos ladrones de Gadiantón; sí,
vendría al mundo. y también para preservar sus
8 Ahora bien, los nefitas empe­ derechos, y los privilegios de
zaron a calcular su tiempo desde su iglesia y de su adoración a
2 2 a GEE Engañar, engaño. 5 a Mos. 29:46–47.
3 a DyC 10:27. 9 a 3 Ne. 1:2–3.
497 3 NEFI 2:13–3:3
Dios, y su independencia y su
a 
cernía sobre ellos, al grado de
b 
libertad. que estaban a punto de ser heri­
13 Y sucedió que antes que hu­ dos por ella; y esto a causa de su
biese concluido este año trece, iniquidad.
amenazó a los nefitas una des­
trucción completa a causa de esta CAPÍTULO 3
guerra, que había llegado a ser
Giddiani, el jefe de la banda de Ga-
grave en extremo.
diantón, exige que Laconeo y los ne-
14 Y aconteció que aquellos la­
fitas se rindan y que entreguen sus
manitas que se habían unido con
tierras — Laconeo nombra a Gidgid-
los nefitas fueron contados entre
doni para que sea el capitán princi-
estos.
pal de los ejércitos — Los nefitas se
15 Y les fue quitada su a maldi­
congregan en Zarahemla y en la tie-
ción, y su piel se tornó b blanca
rra de Abundancia para defenderse.
como la de los nefitas;
Aproximadamente 16–18 d.C.
16 y sus jóvenes varones y sus
hijas llegaron a ser sumamente Y sucedió que en el año dieciséis
bellos, y fueron contados entre los desde la venida de Cristo, Laco­
nefitas, y fueron llamados nefitas. neo, gobernador de la tierra, reci­
Y así concluyó el año trece. bió una epístola del jefe y caudillo
17 Y sucedió que al empezar el de esta banda de ladrones; y estas
año catorce continuó la guerra eran las palabras que habían sido
entre los ladrones y el pueblo de escritas, y decían:
Nefi, y se agravó en extremo; no 2 Laconeo, excelentísimo gober­
obstante, los nefitas aventajaron nador principal de la tierra: He
en algo a los bandidos, al grado aquí, te escribo esta epístola, y
de que los echaron de sus tierras a te doy el más amplio elogio por
las montañas y a sus escondrijos. causa de tu firmeza, y también
18 Y así concluyó el año catorce. por la firmeza de tu pueblo, al
Y en el año quince vinieron con­ mantener lo que suponéis que
tra el pueblo de Nefi; y debido a es vuestro derecho y libertad; sí,
la iniquidad de los nefitas, y sus bien perseveráis, como si os sos­
muchas contenciones y disensio­ tuviese la mano de un dios, en
nes, los ladrones de Gadiantón la defensa de vuestra libertad, y
lograron aventajarlos de muchas vuestras propiedades y vuestro
maneras. país, o lo que así llamáis vosotros.
19 Y así concluyó el año quince, 3 Y me parece una lástima, ex­
y así se encontraba el pueblo en celentísimo Laconeo, que seáis
un estado de muchas aflicciones; tan insensatos y tan vanos para
y la a espada de la destrucción se suponer que podéis sosteneros
12 a GEE Libertad, libre. 15 a Alma 17:15; 23:18. Jacob 3:8.
b GEE Libertad, libre. b 2 Ne. 5:21; 30:6; 19 a Alma 60:29.
3 NEFI 3:4–12 498
contra tantos hombres valientes destruidos; pero si no hacéis esto,
que tengo bajo mis órdenes, que te aseguro con juramento que el
en estos momentos están sobre mes que viene daré órdenes de
las armas, y que esperan con gran que mis ejércitos vengan contra
ansiedad la orden: Caed sobre los vosotros; y no detendrán su mano
nefitas, y destruidlos. ni perdonarán, sino que os ma­
4 Y yo conozco su indomable tarán y os herirán con la espada
espíritu, habiéndolos puesto a hasta que seáis aniquilados.
prueba en el campo de batalla, y 9 He aquí, soy Giddiani; y soy
sabiendo del odio eterno que os el caudillo de esta a sociedad se­
tienen, por motivo de los nume­ creta de Gadiantón; y sé que esta
rosos agravios que les habéis cau­ sociedad y sus obras son b buenas;
sado; por tanto, si descendieran y son de c fecha antigua y nos han
sobre vosotros, os visitarían con sido transmitidas.
una completa destrucción. 10 Y te escribo esta epístola, La­
5 Por tanto, he escrito esta epís­ coneo, y confío en que entrega­
tola, sellándola con mi propia réis vuestras tierras y vuestras
mano, interesándome en vuestro posesiones sin efusión de sangre,
bienestar, por motivo de vues­ a fin de que recuperen sus dere­
tra firmeza en lo que creéis ser chos y gobierno los de mi pueblo,
justo, y vuestro noble espíritu en que se han separado de vosotros
el campo de batalla. por causa de vuestra iniquidad
6 Por tanto, te escribo pidiendo al privarlos de sus derechos al
que entreguéis vuestras ciuda­ gobierno; y a menos que hagáis
des, vuestras tierras y vuestras esto, yo vengaré sus agravios. Soy
posesiones a este pueblo mío, Giddiani.
antes que caiga sobre vosotros 11 Y aconteció que cuando Laco­
con la espada y os sobrevenga la neo recibió esta epístola, se asom­
destrucción. bró en extremo por motivo de la
7 O en otros términos, someteos audacia de Giddiani en exigir la
y uníos a nosotros, y familiarizaos tierra de los nefitas, y también en
con nuestras obras a secretas, y amenazar al pueblo y vengar los
convertíos en hermanos nues­ agravios de aquellos que jamás
tros para que seáis iguales a no­ habían recibido agravio alguno, a
sotros; no nuestros esclavos, sino no ser que se hubieran a agraviado
nuestros hermanos y consocios de a sí mismos pasándose a aquellos
toda nuestra substancia. perversos y abominables ladrones.
8 Y he aquí, te a afirmo con jura­ 12 Mas he aquí, este Laconeo,
mento que si hacéis esto, no seréis el gobernador, era un hombre
3 7 a Hel. 6:22–26. secretas. Moisés 5:29, 49–52.
8 a Éter 8:13–14. b Alma 30:53. 11 a Hel. 14:30.
9 a GEE Combinaciones c Hel. 6:26–30;
499 3 NEFI 3:13–22
justo, y no se amedrentó por las los ejércitos de los nefitas para
amenazas y demandas de un a la­ que los dirigiesen en la ocasión
drón; por tanto, no hizo caso de la en que los ladrones salieran del
epístola de Giddiani, el caudillo desierto en contra de ellos.
de los ladrones, antes bien, hizo 18 Y fue nombrado el que había
que su pueblo le suplicara fuerza de ser el principal de todos los
al Señor, para cuando los ladrones capitanes en jefe y comandante
descendieran contra ellos. supremo de todos los ejércitos
13 Sí, envió una proclamación de los nefitas, y se llamaba a Gid­
entre todo el pueblo de que jun­ giddoni.
tasen a sus mujeres y a sus hijos, 19 Y era costumbre entre todos
sus hatos y sus rebaños y toda su los nefitas escoger como capitanes
substancia, excepto sus terrenos, en jefe (salvo en sus épocas de
en un lugar. iniquidad) a alguno que tuviese
14 E hizo que se construyeran el espíritu de revelación y tam­
fortificaciones alrededor de ellos, bién de a profecía; por tanto, este
y que la fuerza de ellas fuese Gidgiddoni era un gran profeta
grande en extremo; e hizo que entre ellos, como también lo era
los ejércitos, tanto de los nefitas el juez superior.
como de los lamanitas, o sea, de 20 Y el pueblo dijo a Gidgid­
todos los que se contaban entre doni: Ora al Señor, y subamos a
los nefitas, se colocasen alrededor las montañas y al desierto para
como guardias para vigilarlos y caer sobre los ladrones y destruir­
para protegerlos de los ladrones los en sus propias tierras.
día y noche. 21 Pero Gidgiddoni les dijo:
15 Sí, y les dijo: Así como vive el No lo a permita el Señor; porque
Señor, a menos que os arrepintáis si marchásemos contra ellos,
de todas vuestras iniquidades, el Señor nos b entregaría en sus
e imploréis al Señor, de ningún manos; por consiguiente, nos
modo seréis librados de las manos prepararemos en el centro de
de esos ladrones de Gadiantón. nuestras tierras y reuniremos a
16 Y tan grandes y maravillosas todos nuestros ejércitos; y no sal­
fueron las palabras y las profe­ dremos en contra de ellos, sino
cías de Laconeo, que infundie­ que esperaremos hasta que ven­
ron temor en todo el pueblo; y se gan contra nosotros; por tanto,
esforzaron con todo su vigor por así como vive el Señor que si así
obrar de acuerdo con las palabras lo hacemos, él los entregará en
de Laconeo. nuestras manos.
17 Y sucedió que Laconeo nom­ 22  Y sucedió que en el año
bró capitanes en jefe sobre todos diecisiete, hacia fines del año,
12 a Alma 54:5–11; 18 a 3 Ne. 6:6. 21 a Alma 48:14.
3 Ne. 4:7–10. 19 a GEE Profecía, profetizar. b 1 Sam. 14:12.
3 NEFI 3:23–4:3 500
la proclamación de Laconeo había y que se fortalecieran con arma­
circulado por toda la superficie de dura, y con escudos y con bro­
la tierra; y habían reunido sus ca­ queles, según sus instrucciones.
ballos, y sus carros, y su ganado,
y todos sus hatos y rebaños, y su CAPÍTULO 4
grano, y todos sus bienes, y se
Los ejércitos nefitas derrotan a los
dirigieron por miles y decenas de
ladrones de Gadiantón — Matan
miles hasta que todos hubieron
a Giddiani y cuelgan a Zemnaríah,
llegado al sitio que se había se­
su sucesor — Los nefitas alaban al
ñalado para que se juntasen, a fin
Señor por sus triunfos. Aproxima-
de defenderse de sus enemigos.
damente 19–22 d.C.
23 Y el lugar señalado fue la
tierra de Zarahemla y la tierra Y aconteció que a fines del año
que estaba entre la tierra de Za­ dieciocho, aquellos ejércitos de
rahemla y la de Abundancia, sí, ladrones se habían apercibido
hasta la línea que corría entre la para la batalla, y empezaron a
tierra de Abundancia y la tierra bajar y a salir de las colinas, y de
de Desolación. las montañas, y del desierto, y de
24 Y hubo muchos miles de los sus fortalezas y sus lugares secre­
que se llamaban nefitas que se tos, y empezaron a apoderarse de
congregaron en esta tierra; y La­ las tierras, tanto las que se halla­
coneo hizo que se reunieran en ban en la tierra del sur como en
la tierra del sur por motivo de la la tierra del norte, y comenzaron
gran maldición que había sobre a ocupar todos los terrenos que
la a tierra del norte. habían sido a abandonados por los
25 Y se fortificaron contra sus nefitas, y las ciudades que habían
enemigos; y moraron en una re­ quedado desiertas.
gión y como un solo grupo; y te­ 2 Mas he aquí, no había ni ani­
mieron las palabras que Laconeo males silvestres ni caza en aque­
había pronunciado, al grado de llas tierras que los nefitas habían
que se arrepintieron de todos sus abandonado; y no había caza para
pecados, y elevaban sus oracio­ los ladrones sino en el desierto.
nes al Señor su Dios para que los 3 Y los ladrones no podían sub­
a 
librara en la ocasión en que sus sistir sino en el desierto, por la
enemigos vinieran a la batalla falta de alimento; porque los ne­
contra ellos. fitas habían dejado asoladas sus
26 Y estaban sumamente afligi­ tierras, y habían recogido sus ha­
dos a causa de sus enemigos. Y tos y sus rebaños y todo cuanto
Gidgiddoni mandó que hicieran tenían, y se hallaban reunidos en
a 
armas de guerra de toda clase, un solo grupo.
24 a Alma 22:31. 26 a 2 Ne. 5:14.
25 a GEE Confianza, confiar. 4 1 a 3 Ne. 3:13–14, 22.
501 3 NEFI 4:4–13
4 Por consiguiente, no había ma­ causa de su armadura y por ha­
nera de que los ladrones robaran berse teñido con sangre.
ni obtuvieran alimentos, a no ser 8 Y aconteció que cuando vieron
que fueran a la batalla contra los la apariencia del ejército de Gid­
nefitas; y los nefitas se hallaban diani, todos los ejércitos de los
en un solo grupo, y era grande su nefitas cayeron al suelo, y alzaron
número, y se habían provisto de sus voces al Señor su Dios para
víveres y de caballos, y ganado, y que los preservara y los librara de
rebaños de toda clase, para poder las manos de sus enemigos.
subsistir por el término de siete 9 Y sucedió que cuando vieron
años, durante el cual tenían la es­ esto, los ejércitos de Giddiani em­
peranza de destruir a los ladrones pezaron a gritar fuertemente a
de sobre la faz de la tierra; y así causa de su gozo, pues habían
concluyó el año dieciocho. supuesto que los nefitas habían
5 Y sucedió que en el año die­ caído de miedo, por el terror de
cinueve, Giddiani vio que era sus ejércitos.
preciso que fuera a la batalla 10 Pero en esto se engañaron,
contra los nefitas, porque no porque los nefitas no les tenían
tenían otro medio de subsistir miedo; pero sí a temían a su Dios,
sino por el robo, el pillaje y el y le suplicaron su protección; por
asesinato. tanto, cuando los ejércitos de Gid­
6 Y no se atrevían a extenderse diani los arremetieron, se halla­
sobre la faz de la tierra para culti­ ban preparados para resistirlos,
var grano, no fuese que los nefitas sí, les hicieron frente con la fuerza
cayeran sobre ellos y los mataran. del Señor.
De modo que Giddiani dio órde­ 11 Y empezó la batalla en este
nes a sus ejércitos de que fueran sexto mes; y grande y terrible
a la batalla contra los nefitas ese fue la batalla, sí, grande y terri­
año. ble fue la carnicería, a tal grado
7 Y ocurrió que fueron a la ba­ que nunca se había conocido tan
talla; y fue en el sexto mes; y he grande mortandad entre todo el
aquí, grande y terrible fue el día pueblo de Lehi desde que salió
en que se presentaron para la ba­ de Jerusalén.
talla; e iban ceñidos a la manera 12 Y no obstante las a amenazas
de ladrones; y llevaban una piel y juramentos que había proferido
de cordero alrededor de los lo­ Giddiani, he aquí, los nefitas los
mos, y se habían teñido con san­ batieron, al grado que retrocedie­
gre, y llevaban rapada la cabeza, ron ante ellos.
y se habían cubierto con cascos; 13 Y ocurrió que a Gidgiddoni
y grande y terrible era el aspecto dio órdenes de que sus ejércitos
de los ejércitos de Giddiani por habían de perseguirlos hasta los
10 a GEE Temor. 12 a 3 Ne. 3:1–10. 13 a 3 Ne. 3:18.
3 NEFI 4:14–26 502
confines del desierto, y que no 19 y por la falta de víveres en­
perdonaran a ninguno de los que tre los ladrones; pues he aquí, no
cayeran en sus manos por el ca­ tenían nada sino carne con qué
mino; y así los persiguieron y los subsistir, y obtenían esta carne
mataron hasta los confines del de­ en el desierto.
sierto, sí, hasta que hubieron cum­ 20 Y aconteció que escaseó la
plido las órdenes de Gidgiddoni. a 
caza en el desierto, a tal extremo
14 Y sucedió que Giddiani, que que los ladrones estaban a punto
se había sostenido y luchado de perecer de hambre.
con intrepidez, fue perseguido 21 Y los nefitas continuamente
cuando huyó; y hallándose fati­ estaban haciendo salidas, de día
gado de tanto pelear, lo alcanza­ y de noche, y cayendo sobre sus
ron y lo mataron. Y así llegó a su ejércitos, y destrozándolos por
fin Giddiani el ladrón. miles y por decenas de miles.
15 Y aconteció que los ejércitos 22 Y así se implantó en la gente
de los nefitas se volvieron a su de Zemnaríah el deseo de aban­
plaza fuerte. Y se pasó ese año donar su proyecto, debido a la
diecinueve, y los ladrones no vol­ destrucción tan grande que les
vieron a la batalla; ni volvieron sobrevenía de día y de noche.
tampoco en el año veinte. 23 Y sucedió que Zemnaríah
16 Y ni en el año veintiuno vinie­ mandó a sus fuerzas que levan­
ron a la batalla, sino que llegaron taran el sitio y emprendieran la
por todos lados para poner sitio marcha hacia las partes más leja­
al pueblo nefita; porque suponían nas de la tierra del norte.
que si aislaban al pueblo de Nefi de 24 Y Gidgiddoni, enterado de
sus tierras, y los rodeaban por to­ su propósito, y sabiendo de su
das partes y les cortaban todos sus debilidad, por motivo de la falta
privilegios con el exterior, los obli­ de víveres y el grande estrago que
garían a rendirse según sus deseos. se había hecho entre ellos, envió,
17 Y se habían nombrado a otro por tanto, sus tropas durante la
caudillo que se llamaba Zemna­ noche y les cortó la retirada, y
ríah; por tanto, fue Zemnaríah el colocó a sus ejércitos por donde
que hizo que se pusiera el sitio. habían de retroceder.
18 Mas he aquí, esto resultó ven­ 25 E hicieron esto durante la
tajoso para los nefitas; porque noche, y se adelantaron a los la­
era imposible que los ladrones drones, de modo que al amane­
sostuvieran el sitio el tiempo su­ cer, cuando estos se pusieron en
ficiente para causar efecto alguno marcha, se encontraron con las
en los nefitas, por motivo de sus fuerzas de los nefitas, tanto a su
muchas provisiones que tenían frente como a su retaguardia.
almacenadas, 26 Y los bandidos que estaban
20 a 1 Ne. 18:25.
503 3 NEFI 4:27–5:3
hacia el sur también quedaron 33 Y sus corazones rebosaron de
aislados de sus guaridas. Y todas alegría, hasta el derramamiento
estas cosas se hicieron por órde­ de muchas lágrimas, por razón
nes de Gidgiddoni. de la inmensa bondad de Dios
27 Y hubo muchos miles de ellos en librarlos de las manos de sus
que se entregaron como prisione­ enemigos; y sabían que había sido
ros a los nefitas, y al resto de ellos por su arrepentimiento y humil­
los mataron. dad que habían sido librados de
28 Y tomaron a Zemnaríah, su una destrucción eterna.
caudillo, y lo colgaron de un ár­
bol, sí, de la copa del árbol hasta CAPÍTULO 5
que murió. Y después de haberlo
Los nefitas se arrepienten y aban-
colgado, talaron el árbol y clama­
donan sus pecados  — Mormón
ron en alta voz, diciendo:
escribe la historia de su pueblo y
29 El Señor conserve a los de su
le declara la palabra sempiterna —
pueblo en rectitud y en santidad de
Israel será recogido de su larga
corazón, para que se eche por tierra
dispersión. Aproximadamente 22–
a todos los que procuren matarlos
26 d.C.
por medio del poder y de las secre­
tas combinaciones, tal como se ha Y he aquí, no hubo alma viviente,
echado por tierra a este hombre. entre todo el pueblo de los nefitas,
30 Y se regocijaron, y de nuevo que dudara en lo más mínimo de
clamaron a una voz, diciendo: El las palabras que todos los santos
a 
Dios de Abraham, y el Dios de profetas habían hablado; porque
Isaac, y el Dios de Jacob proteja sabían que era necesario que se
a este pueblo en justicia, en tanto cumplieran.
que b invoque el nombre de su 2 Y sabían que era menester que
Dios, pidiéndole protección. Cristo hubiese venido, por mo­
31 Y sucedió que prorrumpieron tivo de las muchas señales que
unánimes en cantos y a alabanzas se habían dado, de acuerdo con
a su Dios, por el gran beneficio las palabras de los profetas; y por
que les había otorgado, guardán­ causa de las cosas que ya se ha­
dolos de caer en las manos de sus bían verificado, todos sabían que
enemigos. era necesario que se cumplieran
32 Sí, y clamaron: a ¡Hosanna al todas las cosas de acuerdo con lo
Más Alto Dios! Y dieron voces, que se había hablado.
diciendo: ¡Bendito sea el nombre 3 Por tanto, abandonaron to­
del Señor Dios b Todopoderoso, el dos sus pecados, y sus abomi­
Más Alto Dios! naciones, y sus fornicaciones, y
30 a Alma 29:11. GEE Acción de 32 a GEE Hosanna.
b Éter 4:15. gracias, agradecido, b 1 Ne. 1:14.
31 a Alma 26:8. agradecimiento. GEE Trinidad.
3 NEFI 5:4–16 504
sirvieron a Dios con toda diligen­ 9 Pero he aquí, hay anales que
a 

cia de día y de noche. contienen todos los hechos de este


4 Y después de haber tomado pueblo; y Nefi hizo una narración
cautivos a todos los ladrones, a tal más breve pero verdadera.
grado que no se escapó ninguno 10 De manera que he escrito mi
de los que no murieron, encerra­ registro de estas cosas según los
ron a sus presos en la prisión, anales de Nefi, los cuales se gra­
e hicieron que se les predicase baron sobre las planchas que se
la palabra de Dios; y cuantos se llamaban las planchas de Nefi.
arrepintieron de sus pecados e 11 Y he aquí, hago el registro
hicieron pacto de que no comete­ sobre planchas que he hecho con
rían más asesinatos, fueron pues­ mis propias manos.
tos en a libertad. 12 Y he aquí, me llamo a Mor­
5 Pero todos cuantos no hicieron món, llamado así por la b tierra
pacto y continuaron con aque­ de Mormón, la tierra en la cual
llos asesinatos secretos en el co­ Alma estableció la iglesia entre el
razón, sí, a todo el que hallaban pueblo, sí, la primera iglesia que
profiriendo amenazas contra sus se estableció entre ellos después
hermanos, lo condenaban y cas­ de su transgresión.
tigaban según la ley. 13 He aquí, soy discípulo de
6  Y así acabaron con todas Jesucristo, el Hijo de Dios. He
aquellas inicuas, secretas y sido llamado por él para declarar
abominables combinaciones, su palabra entre los de su pue­
mediante las cuales se habían blo, a fin de que alcancen la vida
cometido tantas iniquidades y sempiterna.
tantos asesinatos. 14  Y ha sido menester, de
7 Y así había concluido el año acuerdo con la voluntad de Dios,
a 
veintidós, y el año veintitrés a fin de que se cumplan, según su
también; y el veinticuatro y el fe, las oraciones de los que han
veinticinco; y así habían pasado muerto, que fueron santos, que yo
veinticinco años. haga una a relación de estas cosas
8 Y habían sucedido muchas que se han verificado;
cosas que, a los ojos de algunos, 15 sí, una breve historia de lo
habían sido grandes y maravi­ que ha transcurrido desde la
llosas; sin embargo, no todas se época en que Lehi salió de Jeru­
pueden escribir en este libro; sí, salén, hasta el presente.
este libro no puede contener ni 16 Así que hago mi narración de
la a centésima parte de lo que se los anales que han escrito aque­
llevó a cabo entre tanta gente en llos que fueron antes de mí, hasta
el término de veinticinco años. que empezó mi época;
5 4 a GEE Libertad, libre. 9 a Hel. 3:13–15. Alma 5:3.
7 a 3 Ne. 2:8. 12 a Morm. 1:1–5. 14 a Enós 1:13–18;
8 a 3 Ne. 26:6–12. b Mos. 18:4; DyC 3:19–20.
505 3 NEFI 5:17–6:2
17 y luego hago una relación de
a 
descendientes de Jacob que se
lo que he visto con mis propios ojos. hallan dispersos sobre toda la
18 Y sé que el relato que hago es superficie de la tierra.
un relato cierto y verdadero; sin 25 Y tal como ha hecho convenio
embargo, hay muchas cosas que, con toda la casa de Jacob, así se
de acuerdo con nuestro idioma, cumplirá, en su debido tiempo, el
no podemos a escribir. convenio que ha concertado con
19 Y ahora concluyo mis pala­ la casa de Jacob, para la a restau­
bras concernientes a mí, y pro­ ración de toda la casa de Jacob al
cedo a dar mi relato de las cosas conocimiento del convenio que él
que han ocurrido antes de mí. ha hecho con ellos.
20 Soy Mormón, y soy descen­ 26 Y entonces a conocerán a su
diente directo de Lehi. Tengo mo­ Redentor, que es Jesucristo, el Hijo
tivo para bendecir a mi Dios y a de Dios; y entonces serán recogi­
mi Salvador Jesucristo, porque dos de las cuatro partes de la tie­
sacó a nuestros padres de la tie­ rra a sus propios países, de donde
rra de Jerusalén (y a nadie lo supo han sido dispersados; sí, así como
sino él y aquellos a quienes sacó vive el Señor, así sucederá. Amén.
de esa tierra), y porque nos ha
dado, a mí y a mi pueblo, tanto CAPÍTULO 6
conocimiento para la salvación
Los nefitas prosperan — Surgen el or-
de nuestras almas.
gullo, las riquezas y la distinción de cla-
21 Ciertamente él ha bendecido
ses — La Iglesia se deshace por motivo
a la a casa de b Jacob, y ha sido c mi­
de las disensiones — Satanás lleva al
sericordioso para con los descen­
pueblo a rebelarse abiertamente — Mu-
dientes de José.
chos profetas proclaman el arrepenti-
22 Y al a grado que los hijos de
miento y son muertos — Sus asesinos
Lehi han guardado sus manda­
conspiran para apoderarse del gobierno.
mientos, él los ha bendecido y los
Aproximadamente 26–30 d.C.
ha hecho prosperar de acuerdo
con su palabra. Y sucedió que en el año veintiséis
23 Sí, y de seguro volverá a traer los nefitas volvieron todos a sus
a un a resto de la posteridad de propias tierras, todo hombre con
José al b conocimiento del Señor su familia, sus rebaños y hatos,
su Dios. sus caballos y su ganado, y cuan­
24 Y tan cierto como vive el Se­ tas cosas le pertenecían.
ñor, a reunirá de las cuatro partes 2 Y aconteció que no habían con­
de la tierra a todo el resto de los sumido todas sus provisiones;
17 a Morm. 1:1. c Deut. 33:13–17. La congregación de
18 a Éter 12:25. 22 a 2 Ne. 1:20. Israel.
20 a 1 Ne. 4:36. 23 a Alma 46:24. 25 a 3 Ne. 16:5.
21 a GEE Israel. b 2 Ne. 3:12. 26 a 2 Ne. 30:5–8;
b Gén. 32:28. 24 a GEE Israel — 3 Ne. 20:29–34.
3 NEFI 6:3–14 506
por tanto, llevaron consigo todo caminos que conducían de ciu­
cuanto no habían comido, de todo dad a ciudad, de tierra a tierra y
su grano de todas clases, y su oro, de un sitio a otro.
y su plata y todas sus cosas pre­ 9 Y así se pasó el año veintiocho,
ciosas, y volvieron a sus propias y la gente tuvo paz continua.
tierras y posesiones, tanto hacia 10 Pero aconteció que en el año
el norte como hacia el sur, así en veintinueve empezaron a surgir
la tierra del norte como en la tie­ algunas disputas entre los del
rra del sur. pueblo; y algunos se ensalzaron
3 Y a los ladrones que habían hasta el a orgullo y la jactancia, por
hecho pacto de observar la paz razón de sus sumamente grandes
de la tierra, que deseaban seguir riquezas, sí, al grado de causar
siendo lamanitas, les concedie­ grandes persecuciones;
ron terrenos, según su número, 11 porque había muchos comer­
a fin de que mediante su trabajo ciantes en la tierra, y también mu­
tuvieran de qué vivir; y así esta­ chos abogados y muchos oficiales.
blecieron la paz en toda la tierra. 12 Y empezó el pueblo a dis­
4  Y de nuevo empezaron a tinguirse por clases, según sus
prosperar y a hacerse grandes; a 
riquezas y sus oportunidades
y pasaron los años veintiséis y para instruirse; sí, algunos eran
veintisiete, y hubo gran orden en ignorantes a causa de su po­
la tierra; y habían formulado sus breza, y otros recibían abundante
leyes de acuerdo con la equidad instrucción por motivo de sus
y la justicia. riquezas.
5 Y no había nada en toda la tie­ 13 Algunos se ensalzaban en el
rra que impidiera que el pueblo orgullo, y otros eran sumamente
prosperase continuamente, a no humildes; unos devolvían injuria
ser que cayeran en transgresión. por injuria, mientras que otros
6 Y fueron Gidgiddoni y el juez sufrían injuria y a persecución y
Laconeo y los que habían sido toda clase de aflicciones, y no se
nombrados jefes, los que esta­ volvían e b injuriaban a su vez,
blecieron esta paz tan grande en sino que eran humildes y contri­
la tierra. tos delante de Dios.
7 Y sucedió que hubo muchas 14 Y así surgió una gran desi­
ciudades que se construyeron gualdad en toda la tierra, de tal
de nuevo, y se repararon muchas modo que empezó a deshacerse la
ciudades antiguas. iglesia; sí, a tal grado que en el año
8  Y se construyeron muchas treinta se deshizo la iglesia en toda
calzadas, y se abrieron muchos la tierra, con excepción de entre
6 10 a GEE Orgullo. 13 a
GEE Persecución, 4 Ne. 1:34;
12 a 1 Tim. 6:17–19; perseguir. DyC 98:23–25.
Hel. 4:12. b Mateo 5:39;
507 3 NEFI 6:15–23
unos pocos lamanitas que se ha­ Laconeo el asiento de su padre y
bían convertido a la verdadera fe; y gobernaba al pueblo ese año.
no quisieron separarse de ella, por­ 20 Y empezó a haber hombres
que eran firmes, inquebrantables e a 
inspirados del cielo y enviados,
inmutables; y estaban dispuestos que anduvieron entre el pueblo
a guardar los mandamientos del en toda la tierra, predicando y
Señor con toda a diligencia. testificando intrépidamente de
15 Ahora bien, la causa de esta los pecados e iniquidades del
iniquidad del pueblo era esta: Sa­ pueblo, y testificándoles con­
tanás tenía gran poder, al grado cerniente a la redención que el
de incitar a los del pueblo a come­ Señor haría por su pueblo, o en
ter toda clase de iniquidades y a otros términos, la resurrección
inflarlos de orgullo, tentándolos de Cristo; y testificaron intrépi­
a que procuraran poder, y autori­ damente acerca de su b muerte y
dad, y riquezas, y las cosas vanas sus padecimientos.
del mundo. 21 Y hubo muchos de los del
16 Y así desvió Satanás el cora­ pueblo que se enojaron en ex­
zón del pueblo para que come­ tremo a causa de aquellos que tes­
tiera todo género de iniquidades; tificaban de estas cosas; y los que
de modo que no había gozado de se enojaban eran principalmente
paz sino pocos años. los jueces superiores y aquellos
17  Y así, al principiar el año que a habían sido sumos sacerdo­
treinta —habiendo sido entrega­ tes y abogados; sí, todos aquellos
dos los del pueblo, durante mu­ que eran abogados se irritaron
cho tiempo, a ser llevados por las contra los que daban testimonio
a 
tentaciones del diablo doquier de estas cosas.
que él quería llevarlos, y a co­ 22 Y no había abogado, ni juez,
meter cualquier iniquidad que ni sumo sacerdote, que tuviera
él deseaba— a principios de este el poder para condenar a muerte
año, el año treinta, se hallaban en a una persona, a menos que el
un estado de terrible iniquidad. gobernador de la tierra firmara
18 Y no pecaban en la a ignoran­ la sentencia.
cia, porque conocían la voluntad 23 Y hubo muchos de aquellos
de Dios tocante a ellos, pues se la que testificaron de las cosas con­
habían enseñado; de modo que cernientes a Cristo, y que testifi­
se b rebelaban intencionalmente caron intrépidamente, a quienes
contra Dios. los jueces prendieron y ejecuta­
19 Y fue en los días de Laconeo ron secretamente, de modo que
hijo de Laconeo, porque ocupaba el conocimiento de su muerte
14 a GEE Diligencia. 20 a
GEE Inspiración, Expiación, expiar.
17 a GEE Tentación, tentar. inspirar; 21 a DyC 121:36–37.
18 a Mos. 3:11. Profeta. GEE Apostasía.
b GEE Rebelión. b GEE Crucifixión;
3 NEFI 6:24–7:3 508
no llegó al gobernador de la tie­ aquellos que eran culpables de
rra sino hasta después de estar asesinato.
muertos. 30 Y desafiaron la ley y los de­
24 Y ahora bien, he aquí, esto rechos de su patria; e hicieron un
era contrario a las leyes de la tie­ pacto uno con otro de destruir al
rra, que se le quitara la vida a un gobernador y de establecer un
hombre a menos que se tuviera a 
rey sobre la tierra, a fin de que ya
autorización del gobernador de no fuese libre, sino que estuviera
la tierra. sujeta a reyes.
25 Por tanto, se presentó una
queja en la tierra de Zarahemla, CAPÍTULO 7
ante el gobernador de la tierra,
Asesinan al juez superior, destruyen
contra esos jueces que habían con­
el gobierno, y el pueblo se divide
denado a muerte a los profetas
en tribus — Jacob, un anticristo,
del Señor en contravención de
llega a ser rey de una confedera-
la ley.
ción de tribus — Nefi predica el
26 Y sucedió que los tomaron y
arrepentimiento y la fe en Cristo —
los llevaron ante el juez para ser
Ángeles le ministran diariamente
juzgados del crimen que habían
y él levanta a su hermano de los
cometido, según la a ley que había
muertos — Muchos se arrepienten
sido dada por el pueblo.
y son bautizados. Aproximadamente
27 Y aconteció que aquellos
30–33 d.C.
jueces tenían muchos amigos y
parientes; y el resto, sí, casi to­ Ahora bien, he aquí, os mostraré
dos los abogados y sumos sacer­ que no establecieron rey en la tie­
dotes se juntaron y se unieron a rra; pero en este mismo año, sí, en
los parientes de aquellos jueces el año treinta, destruyeron sobre
que iban a ser juzgados según el asiento judicial, sí, asesinaron
la ley. al juez superior de la tierra.
28 E hicieron un a pacto unos con 2 Y hubo división entre el pue­
otros, sí, ese pacto que imponían blo, unos en contra de otros; y se
los de la antigüedad, pacto que separaron los unos de los otros
el b diablo dio y administró para en tribus, cada hombre según su
combinarse contra toda rectitud. familia y sus parientes y amigos;
29 De modo que se combinaron y así destruyeron el gobierno de
contra el pueblo del Señor, e hi­ la tierra.
cieron un pacto de destruirlo y 3 Y cada tribu nombró a un jefe
de librar del poder de la justicia, o caudillo para que la gobernase;
que estaba a punto de adminis­ y así se convirtieron en tribus y
trarse de acuerdo con la ley, a jefes de tribus.
26 a Mos. 29:25; Alma 1:14. secretas. 30 a 1 Sam. 8:5–7;
28 a GEE Combinaciones b Hel. 6:26–30. Alma 51:5.
509 3 NEFI 7:4–14
4 Y he aquí, no había hombre la voz contra los profetas que tes­
entre ellos que no tuviese mu­ tificaron de Jesús.
cha familia y muchos parientes 11 Y sucedió que no eran tan
y amigos; por tanto, sus tri­ fuertes en número como lo eran
bus llegaron a ser sumamente las tribus del pueblo, que se man­
grandes. tenían unidas, salvo que eran sus
5 Y se hizo todo esto, y aún no jefes los que establecían sus leyes,
había guerras entre ellos; y toda cada cual según su tribu; no obs­
esta iniquidad había venido sobre tante, eran enemigos; pero a pesar
el pueblo porque se había a entre­ de que no eran una gente justa,
gado al poder de Satanás. estaban unidos, sin embargo, en
6 Y fueron destruidos los regla­ su odio por los que habían hecho
mentos del gobierno, debido a pacto para destruir el gobierno.
las a combinaciones secretas de 12 Por lo que Jacob, viendo que
los amigos y parientes de aque­ sus enemigos eran más nume­
llos que habían asesinado a los rosos que ellos, siendo rey de la
profetas. banda, mandó, por tanto, a los
7 Y causaron una fuerte conten­ de su pueblo que huyeran a la
ción en la tierra, al grado de que parte más lejana del norte, y allí
casi toda la parte más justa del establecieran un a reino para sí
pueblo se había vuelto inicua; mismos, hasta que se unieran a
sí, entre ellos no había sino unos ellos los disidentes (porque los
pocos hombres justos. halagó, diciéndoles que habría
8  Y así, no habían transcu­ muchos disidentes), y tuvieran
rrido ni seis años, cuando ya la la fuerza suficiente para luchar
mayor parte del pueblo se había contra las tribus del pueblo; y así
apartado de su rectitud, como el lo hicieron.
perro que vuelve a su a vómito, 13 Y fue tan rápida su marcha,
o la puerca a revolcarse en el que no se pudo impedir hasta
fango. que ya habían avanzado fuera
9  Y los de esta combinación del alcance del pueblo. Y así con­
secreta, que habían traído tan cluyó el año treinta; y así se ha­
grande iniquidad sobre el pue­ llaban los asuntos del pueblo
blo, se reunieron y pusieron a la de Nefi.
cabeza de ellos a un hombre que 14 Y aconteció que en el año
llamaban Jacob; treinta y uno se hallaban divi­
10  y lo llamaron su rey; por didos en tribus, cada hombre
tanto, quedó constituido en rey de según su familia, parientes y ami­
esta banda perversa; y era uno de gos; no obstante, habían llegado
los principales que habían alzado a un acuerdo de que no irían a
7 5 a Rom. 6:13–16; 6 a 2 Ne. 9:9. 2 Pe. 2:22.
Alma 10:25. 8 a Prov. 26:11; 12 a 3 Ne. 6:30.
3 NEFI 7:15–23 510
la guerra unos contra otros; pero con él, sí, porque tenía mayor po­
no estaban unidos en lo que con­ der que ellos; pues a no era posi­
cernía a sus leyes y su sistema de ble que descreyeran sus palabras,
gobierno, porque se habían esta­ pues tan grande era su fe en el
blecido según la voluntad de los Señor Jesucristo que ángeles le
que eran sus jefes y sus caudillos. ministraban diariamente.
Pero sí establecieron leyes muy 19  Y en el nombre de Jesús
estrictas de que una tribu no de­ echaba fuera demonios y a espí­
bía agraviar a otra; de modo que ritus inmundos; y aun levantó a
hasta cierto punto tuvieron paz un hermano suyo de los muertos,
en la tierra; no obstante, sus co­ después que el pueblo lo hubo
razones se apartaron del Señor su apedreado y matado.
Dios, y apedreaban a los profetas 20 Y el pueblo lo vio y lo presen­
y los echaban fuera de entre ellos. ció, y se irritó contra él a causa de
15 Y sucedió que a Nefi —habién­ su poder; y también obró él a mu­
dolo visitado ángeles, y también chos otros milagros en el nombre
la voz del Señor; por tanto, ha­ de Jesús a la vista del pueblo.
biendo visto ángeles, y siendo tes­ 21 Y aconteció que concluyó
tigo ocular, y habiéndosele dado el año treinta y uno, y no hubo
poder para saber concerniente sino unos pocos que se convir­
al ministerio de Cristo, y siendo tieron al Señor; pero cuantos se
también testigo ocular del rápido convirtieron, manifestaron en
retroceso del pueblo de la recti­ verdad al pueblo que los había
tud a sus iniquidades y abomi­ visitado el poder y el Espíritu de
naciones; Dios que había en Jesucristo, en
16 afligido, pues, por la dureza quien creían.
de sus corazones y la ceguedad 22 Y todos aquellos de quienes
de sus mentes— salió entre ellos echaron demonios, y fueron sa­
ese mismo año, y empezó a pro­ nados de sus enfermedades y sus
clamar, osadamente, el arrepen­ dolencias, manifestaron con toda
timiento y la remisión de los verdad al pueblo que el Espíritu
pecados por medio de la fe en el de Dios había obrado en ellos, y
Señor Jesucristo. que habían sido sanados; y tam­
17 Y les ministró muchas cosas bién mostraron señales y efec­
a ellos; y no todas se pueden es­ tuaron algunos milagros entre
cribir, y parte de ellas no bastaría; el pueblo.
por tanto, no se escriben en este 23 Y así concluyó el año treinta
libro. Y Nefi ministró con a poder y dos también. Y al principiar el
y gran autoridad. año treinta y tres, Nefi clamó a
18 Y aconteció que se enojaron los del pueblo, y les predicó el
15 a 3 Ne. 1:2. 18 a 2 Ne. 33:1; Alma 4:19. Espíritus inmundos.
17 a GEE Poder. 19 a GEE Espíritu — 20 a 3 Ne. 8:1.
511 3 NEFI 7:24–8:9
arrepentimiento y la remisión de Jesús, y no había hombre alguno
pecados. que pudiera hacer un milagro en
24 Ahora bien, quisiera que re­ el nombre de Jesús, a menos que
cordaseis también, que no hubo estuviese enteramente limpio de
ni uno de los que llegaron a arre­ su iniquidad;
pentirse que no fuese a bautizado 2 sucedió, pues, que si este hom­
en el agua. bre no se equivocó en el cálculo
25  Por tanto, Nefi ordenó a de nuestro tiempo, el año a treinta
hombres a este ministerio, a fin y tres había pasado;
de que cuantos viniesen a ellos 3 y el pueblo se puso a aguar­
fuesen bautizados en el agua; y dar con gran anhelo la señal que
esto como atestación y testimo­ había dado el profeta Samuel el
nio ante Dios, y para el pueblo, Lamanita, sí, la ocasión en que
de que se habían arrepentido y habría tres días de a tinieblas sobre
habían recibido la a remisión de la faz de la tierra.
sus pecados. 4 Y empezaron a surgir graves
26 Y hubo muchos, al comenzar dudas y disputas entre el pueblo,
este año, que se bautizaron para a pesar de tantas a señales que se
arrepentimiento; y así pasó la ma­ habían manifestado.
yor parte del año. 5 Y sucedió que en el año treinta
y cuatro, en el cuarto día del pri­
CAPÍTULO 8 mer mes, se desató una gran
tormenta, como jamás se había
Tempestades, terremotos, incendios,
conocido en toda la tierra.
torbellinos y convulsiones natu-
6 Y hubo también una grande
rales testifican de la crucifixión
y horrenda tempestad; y hubo
de Cristo — Muchas personas son
terribles a truenos de tal modo
destruidas  — Las tinieblas cu-
que b sacudían toda la tierra
bren la tierra durante tres días —
como si estuviera a punto de
Los sobrevivientes lamentan su
dividirse.
destino. Aproximadamente 33–
7 Y hubo relámpagos extrema­
34 d.C.
damente resplandecientes, como
Ahora bien, aconteció que según nunca se habían visto en toda la
nuestros anales, y sabemos que tierra.
son verdaderos, porque, he aquí, 8 Y se incendió la a ciudad de
un hombre justo llevaba los ana­ Zarahemla.
les, porque en verdad hizo mu­ 9 Y se hundió la ciudad de Mo­
chos a milagros en el b nombre de roni en las profundidades del
24 a GEE Bautismo, bautizar. Morm. 9:18–19. 3 Ne. 10:9.
25 a DyC 20:37. b Hech. 3:6; Jacob 4:6. 4 a GEE Crucifixión.
GEE Remisión de 2 a 3 Ne. 2:8. 6 a 1 Ne. 19:11; Hel. 14:21.
pecados. 3 a 1 Ne. 19:10; b Mateo 27:45, 50–51.
8 1 a 3 Ne. 7:19–20; Hel. 14:20, 27; 8 a 4 Ne. 1:7–8.
3 NEFI 8:10–23 512
m a r, y s u s h a b i t a n t e s s e motivo de las tempestades, y los
ahogaron. truenos, y los relámpagos, y los
10 Y se amontonó la tierra sobre temblores de tierra.
la ciudad de Moroníah, de modo 18 Y he aquí, las a rocas se partie­
que en lugar de la ciudad, apare­ ron; fueron despedazadas sobre
ció una enorme montaña. la superficie de toda la tierra, de
11 Y hubo una destrucción grande tal modo que se hallaron hechas
y terrible en la tierra del sur. pedazos, y partidas y hendidas,
12 Pero he aquí, hubo una des­ sobre toda la faz de la tierra.
trucción mucho más grande y te­ 19 Y aconteció que cuando cesa­
rrible en la tierra del norte; pues ron los truenos, y los relámpagos,
he aquí, toda la faz de la tierra y la tormenta, y la tempestad, y
fue alterada por causa de la tem­ los temblores de la tierra —pues
pestad, y los torbellinos, y los he aquí, duraron como unas a tres
truenos, y los relámpagos, y los horas; y algunos dijeron que fue
sumamente violentos temblores más tiempo; no obstante, todas
de toda la tierra; estas grandes y terribles cosas
13 y se rompieron las a calzadas, acontecieron en el espacio de
y se desnivelaron los caminos, y unas tres horas— he aquí, en­
muchos terrenos llanos se hicie­ tonces hubo tinieblas sobre la faz
ron escabrosos. de la tierra.
14  Y se a hundieron muchas 20 Y sucedió que hubo densa
grandes y notables ciudades, y obscuridad sobre toda la faz de la
muchas se incendiaron, y muchas tierra, de tal manera que los ha­
fueron sacudidas hasta que sus bitantes que no habían caído po­
edificios cayeron a tierra, y sus dían a sentir el b vapor de tinieblas;
habitantes murieron, y los sitios 21  y no podía haber luz por
quedaron desolados. causa de la obscuridad, ni velas,
15 Y hubo algunas ciudades que ni antorchas; ni podía encenderse
permanecieron; pero el daño que el fuego con su leña menuda y
sufrieron fue sumamente grande, bien seca, de modo que no podía
y muchos de sus habitantes mu­ haber ninguna luz.
rieron. 22 Y no se veía luz alguna, ni
16 Y hubo algunos que fueron fuego, ni vislumbre, ni el sol, ni
arrebatados por el torbellino; y la luna, ni las estrellas, por ser tan
nadie sabe a dónde fueron a parar, densos los vapores de obscuridad
solo saben que fueron arrebatados. que había sobre la faz de la tierra.
17 Y así quedó desfigurada la 23 Y sucedió que duró por el
superficie de toda la tierra por espacio de a tres días, de modo
13 a Hel. 14:24; 18 a Hel. 14:21–22. b 1 Ne. 12:5; 19:11.
3 Ne. 6:8. 19 a Lucas 23:44. 23 a 1 Ne. 19:10.
14 a 1 Ne. 12:4. 20 a Éx. 10:21–22.
513 3 NEFI 8:24–9:7
que no se vio ninguna luz; y hubo Y sucedió que se oyó una a voz
grandes lamentaciones, gritos y entre todos los habitantes de la
llantos continuamente entre todo tierra, por toda la superficie de
el pueblo; sí, grandes fueron los esta tierra, clamando:
gemidos del pueblo por motivo 2 ¡Ay, ay, ay de este pueblo! a ¡Ay
de las tinieblas y la gran destruc­ de los habitantes de toda la tie­
ción que les había sobrevenido. rra, a menos que se arrepientan;
24 Y en un lugar se les oía la­ porque el diablo se b ríe y sus án­
mentarse, diciendo: ¡Oh, si nos geles se regocijan, a causa de la
hubiésemos arrepentido antes muerte de los bellos hijos e hijas
de este grande y terrible día, y de mi pueblo; y es por motivo de
entonces se habrían salvado nues­ sus iniquidades y abominaciones
tros hermanos, y no se hubieran que han caído!
quemado en aquella gran ciudad 3  He aquí, he quemado con
de a Zarahemla! fuego la gran ciudad de Zara­
25 Y en otro lugar se les oía que­ hemla, y los habitantes de ella.
jarse y lamentarse, diciendo: ¡Oh, 4 Y he aquí, he hecho que esa
si nos hubiésemos arrepentido gran ciudad de Moroni se hunda
antes de este grande y terrible día, en las profundidades del mar, y
y no hubiésemos matado y ape­ que se ahoguen sus habitantes.
dreado y echado fuera a los pro­ 5 Y he aquí, he cubierto de tierra
fetas, entonces nuestras madres esa gran ciudad de Moroníah, y
y nuestras bellas hijas y nuestros los habitantes de ella, para ocul­
niños habrían sido preservados, tar sus iniquidades y sus abomi­
y no enterrados en esa gran ciu­ naciones de ante mi faz, para que
dad de Moroníah! Y así, grandes la sangre de los profetas y de los
y terribles eran los gemidos del santos no ascienda más hasta mí
pueblo. en contra de ellos.
6 Y he aquí, hice que se hundiera
CAPÍTULO 9 la ciudad de Gilgal, y que sus ha­
bitantes fueran sepultados en lo
En medio de las tinieblas, la voz de profundo de la tierra;
Cristo proclama la destrucción de 7 sí, y la ciudad de Oníah y sus
muchas personas y ciudades por mo- habitantes, y la de Mocum y
tivo de sus iniquidades — Cristo sus habitantes, y la ciudad de Jeru­
también proclama Su divinidad, salén y sus habitantes; y he hecho
anuncia que la ley de Moisés se ha que las a aguas ocupen sus
cumplido e invita a los hombres a lugares, para ocultar sus malda­
venir a Él y ser salvos. Aproxima- des y abominaciones de ante mi
damente 34 d.C. faz, a fin de que la sangre de los
24 a Hel. 13:12. 3 Ne. 11:10. b Moisés 7:26.
9 1 a 1 Ne. 19:11; 2 a Mateo 11:20–21. 7 a Ezeq. 26:19.
3 NEFI 9:8–15 514
profetas y de los santos no suba fuera a los profetas y apedrear
más hasta mí en contra de ellos. a los que envié para declararles
8 Y he aquí, la ciudad de Ga­ concerniente a sus iniquidades y
diandi, y la ciudad de Gadiomna, sus abominaciones.
y la ciudad de Jacob, y la ciu­ 11 Y por haberlos expulsado a
dad de Gimgimno, todas estas he todos, de modo que no había jus­
hecho que se hundan y he for­ tos entre ellos, envié a fuego y los
mado a lomas y valles en su lugar; destruí, para que sus maldades
y he enterrado a sus habitantes y sus abominaciones quedaran
en las entrañas de la tierra para ocultas de ante mi faz, a fin de
ocultar sus maldades y abomina­ que la sangre de los profetas y de
ciones de ante mi faz, para que los santos que envié entre ellos no
la sangre de los profetas y de los clamara a mí b desde la tierra en
santos no ascienda más hasta mí contra de ellos.
en contra de ellos. 12 Y he hecho que vengan a mu­
9 Y he aquí, esa gran ciudad de chas grandes destrucciones sobre
Jacobugat, donde habitaba el pue­ esta tierra, y sobre este pueblo, a
blo del rey Jacob, he hecho que­ causa de su iniquidad y sus abo­
mar con fuego por causa de sus minaciones.
pecados y sus iniquidades que 13 ¡Oh vosotros, todos los que
sobrepujaban a toda la iniquidad habéis sido a preservados porque
de la tierra entera, por motivo de fuisteis más justos que ellos!, ¿no
sus a secretos asesinatos y com­ os volveréis a mí ahora, y os arre­
binaciones; porque fueron ellos pentiréis de vuestros pecados, y
los que destruyeron la paz de mi os convertiréis para que yo os
pueblo y el gobierno de la tierra; b 
sane?
por tanto, los he hecho quemar, 14 Sí, en verdad os digo que si
para b destruirlos de ante mi faz, a 
venís a mí, tendréis b vida eterna.
para que la sangre de los profetas He aquí, mi c brazo de misericor­
y de los santos no ascienda más dia se extiende hacia vosotros;
hasta mí en contra de ellos. y a cualquiera que venga, yo lo
10 Y he aquí, he hecho que sean recibiré; y benditos son los que
quemadas con fuego la ciudad vienen a mí.
de Lamán, y la ciudad de Josh, y 15 He aquí, soy Jesucristo, el
la ciudad de Gad, y la ciudad de Hijo de Dios. Yo a creé los cielos
Kishkumen, y los habitantes de y la tierra, y todas las cosas que
ellas, por sus maldades al echar en ellos hay. Era con el Padre
8 a 1 Ne. 19:11. 12 a 3 Ne. 8:8–10, 14. b Juan 3:16.
9 a Hel. 6:17–18, 21. 13 a 3 Ne. 10:12. c Alma 19:36.
b Mos. 12:8. b Jer. 3:22; 15 a Juan 1:1–3;
11 a
2 Rey. 1:9–16; 3 Ne. 18:32. Col. 1:16;
Hel. 13:13. 14 a 2 Ne. 26:24–28; Hel. 14:12;
b Gén. 4:10. Alma 5:33–36. Éter 4:7; DyC 14:9.
515 3 NEFI 9:16–10:2
desde el principio. Yo soy en el
b 
motivo de su fe en mí, y no lo
Padre, y el Padre en mí; y en mí supieron.
ha glorificado el Padre su nom­ 21  He aquí, he venido al
bre. mundo para traer redención al
16 Vine a los míos, y los míos mundo, para salvar al mundo
a 
no me recibieron. Y las Escritu­ del pecado.
ras concernientes a mi venida se 22 Por tanto, al que se a arrepin­
han cumplido. tiere y viniere a mí como un b niño
17 Y a cuantos me han recibido, pequeñito, yo lo recibiré, porque
les he a concedido llegar a ser hijos de los tales es el reino de Dios.
de Dios; y así haré yo con cuan­ He aquí, por estos he c dado mi
tos crean en mi nombre, porque vida, y la he vuelto a tomar; así
he aquí, la b redención viene por pues, arrepentíos y venid a mí,
mí, y en mí se ha cumplido la c ley vosotros, extremos de la tierra, y
de Moisés. sed salvos.
18 Yo soy la a luz y la vida del
mundo. Soy el b Alfa y la Omega, CAPÍTULO 10
el principio y el fin
Reina el silencio en la tierra durante
19 Y vosotros ya a no me ofre­
muchas horas — La voz de Cristo
ceréis más el derramamiento de
promete juntar a los de Su pueblo así
sangre; sí, vuestros sacrificios y
como la gallina junta a sus pollue-
vuestros holocaustos cesarán,
los — La parte más justa del pueblo
porque no aceptaré ninguno de
es preservada. Aproximadamente
vuestros sacrificios ni vuestros
34–35 d.C.
holocaustos.
20 Y me ofreceréis como a sa­ Y he aquí, aconteció que
crificio un corazón quebrantado todos los habitantes de la tierra
y un espíritu contrito. Y al que oyeron estas palabras, y fueron
venga a mí con un corazón que­ testigos de ello. Y después de
brantado y un espíritu contrito, estas palabras, hubo silencio en
lo b bautizaré con fuego y con el la tierra por el término de mu­
Espíritu Santo, así como los la­ chas horas;
manitas fueron bautizados con 2 porque tan grande fue el asom­
fuego y con el Espíritu Santo al bro de los del pueblo, que cesa­
tiempo de su conversión, por ron de lamentarse y de gemir
15 b Juan 17:20–22; Celestial. 20 a 3 Ne. 12:19;
3 Ne. 11:27; 19:23, 29. b GEE Redención, DyC 20:37.
16 a Juan 1:11; redimido, redimir. b 2 Ne. 31:13–14.
DyC 6:21. c 3 Ne. 12:19, 46–47; 22 a GEE Arrepentimiento,
17 a Juan 1:12. 15:2–9. arrepentirse.
GEE Hijos e hijas de 18 a GEE Luz, luz de Cristo. b Marcos 10:15;
Dios; Hombre(s) — Su b Apoc. 1:8. Mos. 3:19;
potencial para llegar a GEE Alfa y Omega. 3 Ne. 11:37–38.
ser como nuestro Padre 19 a Alma 34:13. c Juan 10:15–18.
3 NEFI 10:3–13 516
por la pérdida de sus parientes 8 Y sucedió que después que la
que habían perecido; de manera gente hubo oído estas palabras,
que hubo silencio en toda la tierra he aquí, empezaron a llorar y a
por el espacio de muchas horas. gemir otra vez por la pérdida de
3 Y aconteció que llegó de nuevo sus parientes y amigos.
una voz al pueblo, y todo el pue­ 9 Y aconteció que así pasaron
blo oyó y dio testimonio de ella, los tres días. Y era la mañana, y se
que decía: disipó la a obscuridad de sobre la
4 ¡Oh pueblo de estas a grandes faz de la tierra, y cesó la tierra de
ciudades que han caído, que sois temblar, y dejaron de hendirse las
descendientes de Jacob, sí, que rocas, y terminaron los espanto­
sois de la casa de Israel, cuántas sos gemidos, y se acabaron todos
veces os he juntado como la ga­ los sonidos tumultuosos.
llina junta sus polluelos bajo las 10 Y se integró la tierra otra vez,
alas, y os he b nutrido! y se afirmó; y cesaron los lamen­
5 Y además, a ¡cuántas veces os tos, y el llanto, y los gemidos de
hubiera juntado como la gallina los que quedaron vivos; y su lloro
junta sus polluelos bajo las alas, se tornó en gozo, y sus lamenta­
oh pueblo de la casa de Israel ciones en alabanzas y en acción
que habéis caído; sí, oh pueblo de gracias al Señor Jesucristo, su
de la casa de Israel, que habitáis Redentor.
en Jerusalén, así como vosotros 11 Y hasta aquí se a cumplieron
los que habéis caído; sí, cuántas las Escrituras que los profetas ha­
veces os hubiera juntado como la bían declarado.
gallina junta sus polluelos, y no 12 Y fue la parte a más justa del
quisisteis! pueblo la que se salvó, y fueron
6 ¡Oh vosotros de la casa de Is­ los que recibieron a los profetas
rael, a quienes he a preservado, y no los apedrearon; y fueron los
cuántas veces os juntaré como la que no habían vertido la sangre
gallina junta sus polluelos bajo de los santos, los que no murie­
las alas, si os arrepentís y b vol­ ron.
véis a mí con íntegro propósito 13 Y fueron preservados y no
de c corazón! fueron hundidos y sepultados
7 Pero si no, oh casa de Israel, en la tierra; ni fueron ahogados
los lugares de tus habitaciones en las profundidades del mar; ni
serán hechos desiertos hasta la fueron quemados por el fuego,
época del cumplimiento del a con­ ni murieron aplastados bajo al­
venio hecho con tus padres. gún peso; ni fueron arrebatados
10 4 a 3 Ne. 8:14. 6 a 3 Ne. 9:13. 7 a GEE Convenio.
b 1 Ne. 17:3. b 1 Sam. 7:3; Hel. 13:11; 9 a 3 Ne. 8:19.
5 a Mateo 23:37; 3 Ne. 24:7. 11 a Hech. 3:18–20.
DyC 43:24–25. c Ezeq. 36:26. 12 a 2 Ne. 26:8; 3 Ne. 9:13.
517 3 NEFI 10:14–19
por el torbellino; ni fueron domi­ que habían sido preservados, les
nados por el vapor de humo y de fueron manifestados grandes fa­
obscuridad. vores, y se derramaron grandes
14 Y ahora bien, quien lea, en­ bendiciones sobre su cabeza, al
tienda; el que tenga las Escrituras, grado que poco después de la
a 
escudríñelas, y vea y considere si a 
ascensión de Cristo al cielo, él
todas estas muertes y destruccio­ verdaderamente se manifestó
nes causadas por el fuego, y por a ellos,
el humo, y por las tempestades, 19  a mostrándoles su cuerpo y
y por los torbellinos, y por la tie­ ejerciendo su ministerio a favor
rra que se b abrió para recibirlos, de ellos; y más adelante se hará
y todas estas cosas, no son para una relación de su ministerio.
dar cumplimiento a las profecías Por tanto, concluyo mis palabras
de muchos de los santos profetas. por ahora.
15 He aquí, os digo: Sí, muchos
han testificado de estas cosas a la
Jesucristo se manifestó a los del
venida de Cristo, y los a mataron
pueblo de Nefi, mientras se ha­
porque testificaron de estas cosas.
llaba reunida la multitud en la
16 Sí, el profeta a Zenós testificó
tierra de Abundancia, y les mi­
de estas cosas, y también Zenoc
nistró; y de esta manera se les
habló concerniente a ellas, porque
manifestó.
ellos testificaron particularmente
tocante a nosotros, que somos el Comprende los capítulos del 11 al 26.
resto de su posteridad.
17 He aquí, nuestro padre Jacob
CAPÍTULO 11
también testificó concerniente a
un a resto de la posteridad de José. El Padre da testimonio de Su Hijo
Y he aquí, ¿no somos un resto Amado  — Cristo aparece y pro-
de la posteridad de José? Y estas clama Su expiación — Los del pue-
cosas que testifican de nosotros, blo palpan las marcas de las heridas
¿no están escritas en las planchas en Sus manos, en Sus pies y en Su
de bronce que nuestro padre Lehi costado — La multitud exclama ¡Ho-
trajo de Jerusalén? sanna! — Él establece el método y la
18 Y sucedió que a la conclusión manera del bautismo — El espíritu
del año treinta y cuatro, he aquí, de contención es del diablo — La
os mostraré que a los del pue­ doctrina de Cristo es que los hombres
blo de Nefi que fueron preser­ deben creer, ser bautizados y recibir
vados, y también a aquellos que el Espíritu Santo. Aproximadamente
habían sido llamados lamanitas, 34 d.C.
14 a
GEE Escrituras — El 15 a GEE Mártir, martirio. 3 Ne. 5:23–24.
valor de las Escrituras. 16 a Hel. 8:19–20. 18 a Hech. 1:9–11.
b 1 Ne. 19:11; 17 a 2 Ne. 3:4–5; 19 a 3 Ne. 11:12–15.
2 Ne. 26:5. Alma 46:24;
3 NEFI 11:1–12 518
Y aconteció que se hallaba reu­ 6 Y he aquí, la tercera vez en­
nida una gran multitud del pue­ tendieron la voz que oyeron; y
blo de Nefi en los alrededores del les dijo:
templo que se encontraba en la 7 He aquí a mi a Hijo Amado,
tierra de Abundancia, y estaban b 
en quien me complazco, en
maravillándose y asombrándose quien he glorificado mi nom­
entre sí, y mostrándose los unos bre: a él oíd.
a los otros el a grande y maravi­ 8 Y aconteció que al entender,
lloso cambio que se había veri­ dirigieron la vista hacia el cielo
ficado. otra vez; y he aquí, a vieron a un
2 Y también estaban conver­ Hombre que descendía del cielo;
sando acerca de este Jesucristo, y estaba vestido con una túnica
de quien se había dado la a señal blanca; y descendió y se puso en
tocante a su muerte. medio de ellos. Y los ojos de toda
3 Y aconteció que mientras así la multitud se fijaron en él, y no
conversaban, unos con otros, se atrevieron a abrir la boca, ni si­
oyeron una a voz como si vi­ quiera el uno al otro, y no sabían
niera del cielo; y miraron alre­ lo que significaba, porque supo­
dedor, porque no entendieron nían que era un ángel que se les
la voz que oyeron; y no era una había aparecido.
voz áspera ni una voz fuerte; no 9 Y aconteció que extendió la
obstante, y a pesar de ser una mano, y habló al pueblo, di­
voz b suave, penetró hasta lo más ciendo:
profundo de los que la oyeron, 10 He aquí, yo soy Jesucristo, de
de tal modo que no hubo parte quien los profetas testificaron que
de su cuerpo que no hiciera es­ vendría al mundo.
tremecer; sí, les penetró hasta 11 Y he aquí, soy la a luz y la
el alma misma, e hizo arder sus vida del mundo; y he bebido de
corazones. la amarga b copa que el Padre me
4 Y sucedió que de nuevo oye­ ha dado, y he glorificado al Pa­
ron la voz, y no la entendieron. dre, c tomando sobre mí los pe­
5 Y nuevamente por tercera vez cados del mundo, con lo cual me
oyeron la voz, y aguzaron el oído he sometido a la d voluntad del
para escucharla; y tenían la vista Padre en todas las cosas desde el
fija en dirección del sonido; y mi­ principio.
raban atentamente hacia el cielo, 12 Y sucedió que cuando Jesús
de donde venía el sonido. hubo hablado estas palabras,
11 1 a 3 Ne. 8:11–14. 7 a Mateo 3:17; 17:5; b Mateo 26:39, 42.
2 a Hel. 14:20–27. JS—H 1:17. c Juan 1:29;
3 a Deut. 4:33–36; b 3 Ne. 9:15. DyC 19:18–19.
Hel. 5:29–33. 8 a 1 Ne. 12:6; d Marcos 14:36;
b 1 Rey. 19:11–13; 2 Ne. 26:1. Juan 6:38;
DyC 85:6. 11 a GEE Luz, luz de Cristo. DyC 19:2.
519 3 NEFI 11:13–25
toda la multitud cayó al suelo; cayeron a los pies de Jesús, y lo
pues recordaron que se había a 
adoraron.
a 
profetizado entre ellos que Cristo 18 Y aconteció que le habló a
se les manifestaría después de su a 
Nefi (porque Nefi se hallaba en­
ascensión al cielo. tre la multitud), y le mandó que
13 Y ocurrió que les habló el Se­ se acercara.
ñor, diciendo: 19 Y se levantó Nefi, y se acercó
14  Levantaos y venid a mí, y se inclinó ante el Señor, y le besó
para que a metáis vuestras ma­ los pies.
nos en mi costado, y para que 20 Y el Señor le mandó que se
también b palpéis las marcas de levantara; y se levantó y se puso
los clavos en mis manos y en de pie ante él.
mis pies, a fin de que sepáis 21 Y el Señor le dijo: Te doy a po­
que soy el c Dios de Israel, y el der para que b bautices a los de
Dios de toda la d tierra, y que he este pueblo cuando yo haya as­
sido muerto por los pecados del cendido al cielo otra vez.
mundo. 22 Y además, el Señor llamó a
15 Y aconteció que los de la a 
otros, y les habló de igual ma­
multitud se adelantaron y me­ nera, y les dio poder para bau­
tieron las manos en su costado, tizar. Y les dijo: De esta manera
y palparon las marcas de los cla­ bautizaréis; y b no habrá disputas
vos en sus manos y en sus pies; entre vosotros.
y esto hicieron, yendo uno por 23 De cierto os digo que a quie­
uno, hasta que todos hubieron nes se arrepientan de sus pecados
llegado; y vieron con los ojos y a causa de vuestras a palabras,
palparon con las manos, y su­ y b deseen ser bautizados en mi
pieron con certeza, y dieron tes­ nombre, de esta manera los bau­
timonio de que a era él, de quien tizaréis: He aquí, descenderéis y,
habían escrito los profetas que c 
estando de pie en el agua, en mi
había de venir. nombre los bautizaréis.
16 Y cuando todos hubieron ido 24 Y he aquí, estas son las pala­
y comprobado por sí mismos, bras que pronunciaréis, llamán­
exclamaron a una voz, diciendo: dolos por su nombre, diciendo:
17 ¡Hosanna! ¡Bendito sea el 25 Habiéndoseme dado a auto­
nombre del Más Alto Dios! Y ridad de Jesucristo, yo te bautizo
12 a Alma 16:20. después de Su muerte. b GEE Bautismo,
14 a Juan 20:27. 17 a GEE Adorar. bautizar — Requisitos
b Lucas 24:36–39; 18 a 3 Ne. 1:2, 10. del bautismo.
DyC 129:2. 21 a GEE Poder. c 3 Ne. 19:10–13.
c Isa. 45:3; b GEE Bautismo, bautizar. 25 a Mos. 18:13;
3 Ne. 15:5. 22 a 1 Ne. 12:7; DyC 20:73.
d 1 Ne. 11:6. 3 Ne. 12:1. GEE Bautismo,
15 a GEE Jesucristo — Las b 3 Ne. 18:34. bautizar — Con la
apariciones de Cristo 23 a 3 Ne. 12:2. debida autoridad.
3 NEFI 11:26–37 520
en el nombre del Padre, y del
b 
verdad os digo que os declararé
Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. mi a doctrina.
26 Y entonces los a sumergiréis 32 Y esta es mi a doctrina, y es la
en el agua, y saldréis del agua. doctrina que el Padre me ha dado;
27 Y según esta manera bauti­ y yo doy b testimonio del Padre,
zaréis en mi nombre, porque he y el Padre da testimonio de mí, y
aquí, de cierto os digo que el Pa­ el c Espíritu Santo da testimonio
dre, y el Hijo, y el Espíritu Santo del Padre y de mí; y yo testifico
son a uno; y yo soy en el Padre, y que el Padre manda a todos los
el Padre en mí, y el Padre y yo hombres, en todo lugar, que se
somos uno. arrepientan y crean en mí.
28 Y de acuerdo con lo que os 33 Y cualquiera que crea en mí,
he mandado, así bautizaréis; y y sea a bautizado, este será b salvo;
no habrá a disputas entre voso­ y son ellos los que c heredarán el
tros, como hasta ahora ha habido; reino de Dios.
ni habrá disputas entre vosotros 34 Y quien no crea en mí, ni sea
concernientes a los puntos de mi bautizado, será condenado.
doctrina, como hasta aquí las ha 35 De cierto, de cierto os digo
habido. que esta es mi doctrina, y del Pa­
29 Porque en verdad, en ver­ dre yo doy testimonio de ella; y
dad os digo que aquel que tiene quien en mí a cree, también cree en
el a espíritu de b contención no es el Padre; y el Padre le testificará a
mío, sino es del diablo, que es el él de mí, porque lo visitará b con
padre de la contención, y él irrita fuego y con el c Espíritu Santo.
los corazones de los hombres, 36 Y así dará el Padre testimonio
para que contiendan con ira unos de mí, y el Espíritu Santo le dará
con otros. testimonio del Padre y de mí, por­
30 He aquí, esta no es mi doc­ que el Padre, y yo, y el Espíritu
trina, agitar con ira el corazón de Santo somos uno.
los hombres, el uno contra el otro; 37 Y también os digo que de­
antes bien mi doctrina es esta, que béis arrepentiros, y a volveros
se acaben tales cosas. como un niño pequeñito, y ser
31  He aquí, en verdad, en bautizados en mi nombre, o de
25 b GEE Trinidad. Mos. 23:15. GEE Bautismo,
26 a GEE Bautismo, GEE Contención, bautizar —
bautizar — Por contienda. Indispensable.
inmersión. b TJS Efe. 4:26 b GEE Salvación.
27 a Juan 17:20–22; (Apéndice — Biblia); c GEE Gloria celestial.
3 Ne. 28:10; Mos. 2:32–33. 35 a Éter 4:12.
Morm. 7:7; 31 a 2 Ne. 31:2–21. b 3 Ne. 9:20; 12:2.
DyC 20:28. 32 a GEE Doctrina de Cristo. c GEE Espíritu Santo.
28 a 1 Cor. 1:10; b 1 Juan 5:7. 37 a Marcos 10:15;
Efe. 4:11–14; c 3 Ne. 28:11; Lucas 18:17;
DyC 38:27. Éter 5:4. Mos. 3:19;
29 a 2 Tim. 2:23–24; 33 a Marcos 16:16. 3 Ne. 9:22.
521 3 NEFI 11:38–12:2
ninguna manera recibiréis estas como Él y Su Padre son perfectos —
cosas. Compárese con Mateo 5. Aproxima-
38 Y otra vez os digo que debéis damente 34 d.C.
arrepentiros, y ser bautizados
Y aconteció que cuando Jesús
en mi nombre, y volveros como
hubo hablado estas palabras
un niño pequeñito, o de ningún
a Nefi y a los que habían sido
modo heredaréis el reino de Dios.
llamados (y llegaba a a doce el
39 De cierto, de cierto os digo
número de los que habían sido
que esta es mi doctrina; y los que
llamados, y recibieron el poder
a 
edifican sobre esto, edifican so­
y la autoridad para bautizar), he
bre mi roca, y las b puertas del in­
aquí, él extendió la mano hacia
fierno no prevalecerán en contra
la multitud, y les proclamó, di­
de ellos.
ciendo: b Bienaventurados sois si
40 Y quienes declaren más o
prestáis atención a las palabras de
menos que esto, y lo establezcan
estos doce que yo he c escogido de
como mi doctrina, tales proce­
entre vosotros para ejercer su mi­
den del mal, y no están fundados
nisterio en bien de vosotros y ser
sobre mi roca; sino que edifican
vuestros siervos; y a ellos les he
sobre un cimiento de a arena, y
dado poder para que os bauticen
las puertas del infierno estarán
en el agua; y después que seáis
abiertas para recibirlos, cuando
bautizados en el agua, he aquí,
vengan las inundaciones y los
os bautizaré con fuego y con el
azoten los vientos.
Espíritu Santo. Por tanto, biena­
41 Por tanto, id a este pueblo,
venturados sois si creéis en mí y
y declarad las palabras que he
sois bautizados, después que me
hablado, hasta los extremos de
habéis visto y sabéis que yo soy.
la tierra.
2 Y también, más bienaventu­
rados son aquellos que a crean
CAPÍTULO 12
en vuestras palabras por razón
Jesús llama a los doce discípulos y de que testificaréis que me ha­
los comisiona — Pronuncia ante béis visto y que sabéis que yo
los nefitas un discurso semejante al soy. Sí, bienaventurados son los
Sermón del Monte — Expone las que crean en vuestras palabras,
Bienaventuranzas — Sus enseñan- y b desciendan a lo profundo
zas superan la ley de Moisés y tienen de la humildad y sean bautiza­
precedencia sobre ella — Manda a dos, porque serán visitados c con
los hombres que sean perfectos, así fuego y con el Espíritu Santo, y
39 a Mateo 7:24–29; 12 1 a 3 Ne. 13:25. llamamiento.
Hel. 5:12. b GEE Bendecido, 2 a DyC 46:13–14.
GEE Roca. bendecir, bendición. GEE Creencia, creer.
b 3 Ne. 18:12–13. c GEE Llamado, llamado b Éter 4:13–15.
40 a 3 Ne. 14:24–27. por Dios, c 3 Ne. 11:35; 19:13.
3 NEFI 12:3–18 522
recibirán una remisión de sus pe­ y os alegraréis en extremo, pues
cados. grande será vuestro a galardón en
3 Sí, bienaventurados son los los cielos; porque así persiguieron
a 
pobres en espíritu que b vienen a los profetas que fueron antes de
a mí, porque de ellos es el reino vosotros.
de los cielos. 13 De cierto, de cierto os digo
4 Y además, bienaventurados que os doy a vosotros ser la a sal
son todos los que lloran, porque de la tierra; pero si la sal pierde
ellos serán consolados. su sabor, ¿con qué será salada la
5  Y bienaventurados son los tierra? De allí en adelante la sal
a 
mansos, porque ellos heredarán no servirá para nada sino para
la b tierra. ser echada fuera y hollada por
6 Y bienaventurados son todos los hombres.
los que padecen a hambre y b sed 14 En verdad, en verdad os digo
de c rectitud, porque ellos serán que os doy a vosotros ser la luz
llenos del Espíritu Santo. de este pueblo. Una ciudad que
7 Y bienaventurados son los a mi­ se asienta sobre una colina no se
sericordiosos, porque ellos alcan­ puede ocultar.
zarán misericordia. 15 He aquí, ¿encienden los hom­
8 Y bienaventurados son todos bres una a vela y la ponen debajo
los de corazón a puro, porque ellos de un almud? No, sino en un can­
b 
verán a Dios. delero; y da luz a todos los que
9 Y bienaventurados son todos están en la casa;
los a pacificadores, porque ellos 16  por lo tanto, así alumbre
serán llamados b hijos de Dios. vuestra a luz delante de este pue­
10 Y bienaventurados son to­ blo, de modo que vean vues­
dos los que son a perseguidos por tras buenas obras, y glorifiquen
causa de mi nombre, porque de a vuestro Padre que está en los
ellos es el reino de los cielos. cielos.
11  Y bienaventurados sois 17 No penséis que he venido
cuando por mi causa los hom­ para abrogar la ley ni los profetas.
bres os vituperen y os persigan, No he venido para abrogar, sino
y falsamente digan toda clase de para cumplir;
mal contra vosotros; 18 porque en verdad os digo
12 porque tendréis gran gozo que ni una jota ni una tilde ha
3 a DyC 56:17–18. 6 a 2 Ne. 9:51; Enós 1:4. Dios.
GEE Humildad, b Jer. 29:13. 10 a DyC 122:5–9.
humilde, humillar c Prov. 21:21. GEE Persecución,
(afligir). 7 a GEE Misericordia, perseguir.
b Mateo 11:28–30. misericordioso. 12 a Éter 12:4.
5 a Rom. 12:16; Mos. 3:19. 8 a GEE Pureza, puro. 13 a DyC 101:39–40.
GEE Mansedumbre, b DyC 93:1. GEE Sal.
manso. 9 a GEE Pacificador. 15 a Lucas 8:16.
b GEE Tierra. b GEE Hijos e hijas de 16 a 3 Ne. 18:24.
523 3 NEFI 12:19–32
pasado de la ley, sino en mí toda
a 
25 Reconcíliate cuanto antes
se ha cumplido. con tu adversario, mientras te en­
19 Y he aquí, os he dado la ley cuentres en el camino con él, no
y los mandamientos de mi Pa­ sea que en cualquier momento
dre para que creáis en mí, que os te prenda, y seas echado en la
arrepintáis de vuestros pecados cárcel.
y vengáis a mí con un a corazón 26 En verdad, en verdad te digo
quebrantado y un espíritu con­ que de ningún modo saldrás de
trito. He aquí, tenéis los manda­ allí hasta que hayas pagado el
mientos ante vosotros, y la b ley se último senine. Y mientras te ha­
ha cumplido. lles en la prisión, ¿podrás pa­
20 Por tanto, venid a mí y sed gar aun siquiera un a senine?
salvos; porque en verdad os digo De cierto, de cierto te digo
que a menos que guardéis mis que no.
mandamientos, que ahora os he 27  He aquí, fue escrito por
dado, de ningún modo entraréis los antiguos que no cometerás
en el reino de los cielos. a 
adulterio;
21 Habéis oído que ha sido di­ 28 mas yo os digo que quien
cho por los de tiempos antiguos, y mire a una mujer para a codiciarla
también lo tenéis escrito ante vo­ ya ha cometido adulterio en su
sotros: No a matarás; y cualquiera corazón.
que matare estará expuesto al jui­ 29 He aquí, os doy el manda­
cio de Dios. miento de que no permitáis que
22 Pero yo os digo que quien se ninguna de estas cosas entre en
enoje con su hermano corre peli­ vuestro a corazón,
gro de su juicio. Y cualquiera que 30 porque mejor es que os pri­
diga a su hermano: Raca, quedará véis de estas cosas, tomando así
expuesto al concilio; y el que le vuestra a cruz, que ser arrojados
diga: Insensato, estará en peligro en el infierno.
del fuego del infierno. 31 Ha sido escrito, que quien
23 Por tanto, si vienes a mí, o de­ repudiare a su esposa, le dé carta
seas venir a mí, y te acuerdas de de a divorcio.
que tu hermano tiene algo contra ti, 32  En verdad, en verdad os
24 ve luego a tu hermano, y a re­ digo que el que a repudie a su
concíliate primero con él, y luego esposa, salvo por causa de b for­
ven a mí con íntegro propósito de nicación, hace que ella cometa
corazón, y yo te recibiré. c 
adulterio; y cualquiera que se
18 a GEE Ley de Moisés. DyC 42:18. 29 a Hech. 8:22.
19 a 3 Ne. 9:20. 24 a GEE Perdonar. 30 a Mateo 10:38; 16:24;
GEE Corazón 26 a Alma 11:3. Lucas 9:23.
quebrantado. 27 a 2 Ne. 9:36; 31 a GEE Divorcio.
b 3 Ne. 9:17. DyC 59:6. 32 a Marcos 10:11–12.
21 a Éx. 20:13; 28 a DyC 42:23. b GEE Fornicación.
Mos. 13:21; GEE Concupiscencia. c GEE Adulterio.
3 NEFI 12:33–13:2 524
case con la divorciada, comete los que os aborrecen, y orad por
b 

adulterio. los que os ultrajan y os persiguen;


33 Y además está escrito: No te 45 para que seáis hijos de vues­
perjurarás, sino que cumplirás al tro Padre que está en los cielos;
Señor tus a juramentos; pues él hace salir su sol sobre los
34 mas en verdad, en verdad os malos y sobre los buenos.
digo: No a juréis de ninguna ma­ 46 Por tanto, estas cosas que
nera; ni por el cielo, porque es el existían en la antigüedad, que se
trono de Dios; hallaban bajo la ley, se han cum­
35 ni por la tierra, porque es el plido todas en mí.
estrado de sus pies; 47 Las cosas a antiguas han pa­
36 ni tampoco jurarás por tu sado, y todas las cosas se han
cabeza, porque no puedes hacer vuelto nuevas.
negro o blanco un solo cabello; 48 Por tanto, quisiera que fue­
37 antes bien, sea vuestro hablar: seis a perfectos así como yo, o
Sí, sí; No, no; porque lo que sea como vuestro Padre que está en
más que esto, es malo. los cielos es perfecto.
38 Y he aquí, está escrito: a Ojo
por ojo y diente por diente; CAPÍTULO 13
39 mas yo os digo que no de­
Jesús enseña a los nefitas la manera de
béis a resistir al mal, antes bien al
orar — Deben acumular tesoros en los
que te hiera en la mejilla derecha,
cielos — Manda a los doce discípulos
b 
vuélvele también la otra.
que en su ministerio no se afanen por
40 Y si alguien te demanda ante
las cosas temporales — Compárese con
la ley, y te quita la túnica, déjale
Mateo 6. Aproximadamente 34 d.C.
también la capa.
41 Y quien te obligue a ir una En verdad, en verdad os digo,
milla, ve con él dos. quisiera que dieseis a limosnas a
42 Al que te pida, a dale; y al que los pobres; mas guardaos de dar
quiera de ti tomar prestado, no se vuestras limosnas delante de los
lo rehúses. hombres para ser vistos de ellos;
43 Y he aquí, está escrito tam­ de otra manera, ningún galardón
bién que amarás a tu prójimo, y tenéis de vuestro Padre que está
aborrecerás a tu enemigo; en los cielos.
44 mas he aquí, yo os digo: Amad 2  Por tanto, cuando hagáis
a vuestros a enemigos, bendecid a vuestra limosna, no toquéis
los que os maldicen, haced bien a trompeta delante de vosotros,
33 a GEE Juramento. b GEE Paciencia. 47 a 3 Ne. 15:2, 7;
34 a GEE Profanidad. 42 a Jacob 2:17–19; DyC 22:1.
38 a Lev. 24:20. Mos. 4:22–26. 48 a Mateo 5:48;
39 a 3 Ne. 6:13; 44 a Prov. 24:17; 3 Ne. 27:27.
4 Ne. 1:34; Alma 48:23. GEE Perfecto.
DyC 98:23–32. b Hech. 7:59–60. 13 1 a GEE Limosna.
525 3 NEFI 13:3–21
como lo hacen los hipócritas en 11 Y perdónanos nuestras deu­
las sinagogas y en las calles, para das, como nosotros perdonamos
tener a gloria de los hombres. En a nuestros deudores.
verdad os digo que ya tienen su 12 Y a no nos dejes caer en tenta­
recompensa. ción, mas líbranos del mal.
3 Mas cuando tú hagas limosna, 13 Porque tuyo es el reino, y el
no sepa tu mano izquierda lo que poder, y la gloria, para siempre.
hace tu derecha; Amén.
4 a fin de que tu limosna sea 14 Porque si a perdonáis a los
en secreto; y tu Padre que ve en hombres sus ofensas, os perdo­
lo secreto, te recompensará en nará también a vosotros vuestro
público. Padre Celestial;
5 Y cuando a ores, no seas como 15 mas si no perdonáis a los
los hipócritas, porque les gusta hombres sus ofensas, vuestro Pa­
orar de pie en las sinagogas y en dre tampoco perdonará vuestras
las esquinas de las calles, para ser ofensas.
vistos de los hombres. En verdad 16 Además, cuando a ayunéis,
os digo que ya tienen su recom­ no seáis como los hipócritas, de
pensa. semblante triste, porque desfigu­
6 Mas tú, cuando ores, entra en ran sus rostros para mostrar a los
tu aposento, y cuando hayas ce­ hombres que ayunan. En verdad
rrado la puerta, ora a tu Padre os digo que ya tienen su galardón.
que está en secreto; y tu Padre, 17 Mas tú, cuando ayunes, unge
que ve en lo secreto, te recom­ tu cabeza y lava tu rostro;
pensará en público. 18 para que no muestres a los
7 Y al orar, no uséis vanas repe­ hombres que ayunas, sino a tu
ticiones, como los paganos; pues Padre, que está en a secreto; y tu
ellos creen que por su mucha par­ Padre, que ve en lo secreto, te re­
lería serán oídos. compensará en público.
8 No seáis, por tanto, como ellos; 19 No os acumuléis tesoros so­
porque vuestro Padre a sabe las bre la tierra, donde la polilla y el
cosas que necesitáis antes que le moho corrompen, y los ladrones
pidáis. minan y roban;
9 De esta a manera, pues, b orad: 20 sino acumulaos a tesoros en
c 
Padre nuestro que estás en los los cielos, donde ni la polilla ni
cielos, santificado sea tu nombre. el moho corrompen, y donde los
10 Sea hecha tu voluntad en la ladrones no minan ni roban.
tierra así como en el cielo. 21 Porque donde esté vuestro
2 a DyC 121:34–35. c GEE Trinidad — Dios el DyC 64:9. GEE Perdonar.
5 a GEE Oración. Padre. 16 a Isa. 58:5–7.
8 a DyC 84:83. 12 a TJS Mateo 6:14 GEE Ayunar, ayuno.
9 a Mateo 6:9–13. (Apéndice — Biblia). 18 a DyC 38:7.
b GEE Oración. 14 a Mos. 26:30–31; 20 a Hel. 5:8; 8:25.
3 NEFI 13:22–14:1 526
tesoro, allí estará también vues­ 28 Y por el vestido, ¿por qué os
tro corazón. afanáis? Considerad los lirios del
22 La a luz del cuerpo es el ojo; campo cómo crecen: No trabajan,
por tanto, si tu ojo es puro, todo ni hilan;
tu cuerpo estará lleno de luz. 29 y sin embargo, os digo, que
23 Pero si tu ojo es malo, todo tu ni aun Salomón, en toda su glo­
cuerpo estará lleno de tinieblas. ria, se vistió como uno de estos.
Por tanto, si la luz que hay en ti es 30 Por tanto, si Dios viste así la
tinieblas, ¡cuán grandes no serán hierba del campo, que hoy es, y
esas tinieblas! mañana se echa en el horno, así
24 Ningún hombre puede a ser­ os vestirá él, si vosotros no sois
vir a dos señores, porque o abo­ de poca fe.
rrecerá al uno y amará al otro, o 31 No os afanéis, pues, diciendo:
se allegará al uno y despreciará ¿Qué comeremos o qué beberemos,
al otro. No podéis servir a Dios o con qué nos hemos de vestir?
y a b Mamón. 32 Porque vuestro Padre Celes­
25 Y aconteció que cuando Je­ tial sabe que tenéis necesidad de
sús hubo hablado estas palabras, todas estas cosas.
miró hacia los doce que había ele­ 33 Mas buscad primeramente
gido, y les dijo: Acordaos de las el a reino de Dios y su justicia, y
palabras que he hablado. Porque todas estas cosas os serán aña­
he aquí, vosotros sois aquellos a didas.
quienes he escogido para ejercer 34 Así que, no os afanéis por el
el a ministerio entre este pueblo. día de mañana, porque el día de
Os digo, pues: b No os afanéis por mañana traerá su afán por sus
vuestra vida, qué habéis de comer propias cosas. Basta el día para
o qué habéis de beber; ni tampoco su propio mal.
por vuestro cuerpo, con qué lo
habéis de vestir. ¿No es la vida CAPÍTULO 14
más que el alimento, y el cuerpo
Jesús manda: No juzguéis; pedid
más que el vestido?
a Dios; guardaos de los falsos pro-
26 Mirad las aves del cielo, pues
fetas — Él promete la salvación a
no siembran, ni tampoco siegan,
aquellos que hagan la voluntad del
ni recogen en alfolíes; sin em­
Padre — Compárese con Mateo 7.
bargo, vuestro Padre Celestial
Aproximadamente 34 d.C.
las alimenta. ¿No sois vosotros
mucho mejores que ellas? Y aconteció que cuando Jesús
27 ¿Quién de vosotros, por mu­ hubo hablado estas palabras, se
cho que se afane, podrá añadir un volvió de nuevo hacia la mul­
codo a su estatura? titud y abrió otra vez su boca,
22 a DyC 88:67. significa riquezas. DyC 84:79–85.
24 a 1 Sam. 7:3. 25 a GEE Ministrar, ministro. 33 a Lucas 12:31.
b Palabra aramea que b Alma 31:37–38;
527 3 NEFI 14:2–21
diciendo: De cierto, de cierto os Padre que está en los cielos dará
digo: a No juzguéis, para que no buenas cosas a los que le piden?
seáis juzgados. 12 Así que, cuantas cosas que­
2  a Porque con el juicio con que ráis que los hombres os hagan a
juzguéis, seréis juzgados; y con vosotros, así a haced vosotros con
la medida con que midáis, se os ellos, porque esto es la ley y los
volverá a medir. profetas.
3 Y, ¿por qué miras la paja que 13 Entrad por la a puerta estre­
está en el ojo de tu hermano, mas cha; porque b ancha es la puerta, y
no te fijas en la viga que está en espacioso el camino, que conduce
tu propio ojo? a la perdición, y muchos son los
4 O, ¿cómo dirás a tu hermano: que entran por ella;
Déjame sacar la paja de tu ojo, y he 14 porque estrecha es la a puerta,
aquí, hay una viga en tu propio ojo? y b angosto el camino que conduce
5 ¡Hipócrita!, saca primero la a la vida, y c pocos son los que la
a 
viga de tu propio ojo; y enton­ hallan.
ces verás claramente para sacar la 15 Guardaos de los a falsos pro­
paja del ojo de tu hermano. fetas, que vienen a vosotros con
6 No deis lo que es a santo a los vestidos de ovejas, mas por den­
perros, ni echéis vuestras perlas tro son lobos rapaces.
delante de los cerdos; no sea que 16 Por sus frutos los conoceréis.
las huellen con sus pies y se vuel­ ¿Se recogen uvas de los espinos,
van y os despedacen. o higos de los cardos?
7 a Pedid, y se os dará; buscad, y 17 De igual manera, todo árbol
hallaréis; llamad, y se os abrirá. bueno produce buen fruto; mas
8 Porque todo el que pide, re­ un árbol malo da mal fruto.
cibe; y el que busca, halla; y al 18 Un árbol bueno no puede
que llama, se le abrirá. producir mal fruto, ni un árbol
9 O, ¿qué hombre hay de voso­ malo puede producir buen fruto.
tros, que si su hijo pide pan, le 19 Todo árbol que a no da buen
dará una piedra, fruto es cortado y echado en el fuego.
10 o si pide un pescado, le dará 20 Así que, por sus a frutos los
una serpiente? conoceréis.
11 Pues si vosotros, siendo malos, 21 No todo el que me dice: Se­
sabéis dar buenas dádivas a vues­ ñor, Señor, entrará en el reino
tros hijos, ¿cuánto más vuestro de los cielos; sino el que hace la
14 1 a TJS Mateo 7:1–2 12 a GEE Compasión. 15 a Jer. 23:21–32;
(Apéndice — Biblia); 13 a Lucas 13:24; 2 Ne. 28:9, 12, 15.
Juan 7:24. 3 Ne. 27:33. 19 a Mateo 3:10;
2 a Morm. 8:19. b DyC 132:25. Alma 5:36–41;
5 a Juan 8:3–11. 14 a 2 Ne. 9:41; 31:9, 17–18; DyC 97:7.
6 a GEE Santo (adjetivo). DyC 22. 20 a Lucas 6:43–45;
7 a 3 Ne. 27:29. b 1 Ne. 8:20. Moro. 7:5.
GEE Oración. c 1 Ne. 14:12.
3 NEFI 14:22–15:5 528
voluntad de mi Padre que está refirió en Jerusalén — Por causa de
en los cielos. la iniquidad, el pueblo del Señor en
22  En aquel día muchos me Jerusalén no sabe acerca de las ove-
a 
dirán: Señor, Señor, ¿no hemos jas esparcidas de Israel. Aproxima-
profetizado en tu nombre, y en damente 34 d.C.
tu nombre no hemos echado de­
Y aconteció que cuando Jesús
monios, y no hemos hecho, en
hubo concluido estas palabras,
tu nombre, muchas obras mila­
miró alrededor a la multitud, y
grosas?
les dijo: He aquí, habéis oído las
23  Y entonces les declararé:
cosas que enseñé antes que as­
Nunca os a conocí, b apartaos de
cendiera a mi Padre; por tanto, a
mí, obradores de iniquidad.
cualquiera que se acuerde de es­
24 Por tanto, cualquiera que oye
tas palabras mías, y las a haga, lo
estas palabras mías, y las hace, b 
exaltaré en el postrer día.
lo compararé a un hombre pru­
2 Y sucedió que cuando Jesús
dente que edificó su casa sobre
hubo dicho estas palabras, perci­
una a roca;
bió que había algunos entre ellos
25 y descendió la a lluvia, y vi­
que se maravillaban, y se pregun­
nieron los torrentes, y soplaron
taban qué deseaba él concerniente
los vientos, y dieron con ímpetu
a la a ley de Moisés; porque no
contra aquella casa; y no b cayó,
entendían la palabra de que las
porque estaba fundada sobre una
cosas viejas habían pasado, y que
roca.
todas las cosas se habían vuelto
26 Y todo el que me oye estas
nuevas.
palabras, y no las hace, será com­
3 Y les dijo: No os maravilléis
parado al hombre insensato que
de que os dije que las cosas anti­
edificó su casa sobre la a arena:
guas habían pasado, y que todas
27 y descendió la lluvia, y vinie­
las cosas se habían vuelto nuevas.
ron los torrentes, y soplaron los
4 He aquí, os digo que se ha
vientos, y dieron con ímpetu con­
cumplido la a ley que fue dada a
tra aquella casa; y cayó, y grande
Moisés.
fue su caída.
5 He aquí, soy a yo quien di la
ley, y soy el que hice convenio
CAPÍTULO 15
con mi pueblo Israel; por tanto,
Jesús anuncia que la ley de Moisés la ley se cumple en mí, porque he
se ha cumplido en Él — Los nefitas venido para b cumplir la ley; por
son las otras ovejas a quienes Él se tanto, tiene fin.
22 a Alma 5:17. b Prov. 12:7. 4 a Mos. 13:27–31;
23 a Mos. 5:13; 26:24–27. 26 a 3 Ne. 11:40. 3 Ne. 9:17–20.
b Lucas 13:27. 15 1 a
Stg. 1:22. 5 a 1 Cor. 10:1–4;
24 a GEE Roca. b 1 Ne. 13:37; 3 Ne. 11:14.
25 a Alma 26:6; DyC 5:35. GEE Jehová.
Hel. 5:12. 2 a GEE Ley de Moisés. b Alma 34:13.
529 3 NEFI 15:6–21
6 He aquí, yo no abrogo a los
a 
15 Ni en ningún tiempo me ha
profetas; porque cuantos no se dado mandamiento el Padre de
han cumplido en mí, en verdad que les hablara concerniente a las
os digo que todos se cumplirán. a 
otras tribus de la casa de Israel,
7 Y porque os dije que las cosas que el Padre ha conducido fuera
antiguas han pasado, no abrogo de su tierra.
lo que se ha hablado concerniente 16 Solo esto me mandó el Padre
a las cosas que están por venir. que les dijera:
8 Porque he aquí, el a convenio 17 Que tengo otras ovejas que
que hice con mi pueblo no se ha no son de este redil; aquellas
cumplido enteramente; mas la también debo yo traer, y oirán
ley que se dio a Moisés tiene su mi voz; y habrá un rebaño y un
fin en mí. a 
pastor.
9 He aquí, yo soy la a ley y la 18 Ahora bien, por motivo de la
b 
luz. Mirad hacia mí, y perseve­ obstinación y la incredulidad, no
rad hasta el fin, y c viviréis; porque a 
comprendieron mi palabra; por
al que d persevere hasta el fin, le tanto, me mandó el Padre que no
daré vida eterna. les dijese más tocante a esto.
10 He aquí, os he dado los a man­ 19 Pero de cierto os digo que el
damientos; guardad, pues, mis Padre me ha mandado, y yo os
mandamientos. Y esto es la ley y lo digo, que fuisteis separados
los profetas, porque ellos en ver­ de entre ellos por motivo de su
dad b testificaron de mí. iniquidad; por tanto, es debido
11 Y sucedió que cuando Jesús a su iniquidad que no saben de
hubo hablado estas palabras, vosotros.
dijo a aquellos doce que él había 20 Y en verdad, os digo, ade­
escogido: más, que el Padre ha separado
12 Vosotros sois mis discípulos; de ellos a las otras tribus; y es a
y sois una luz a este pueblo, que causa de su iniquidad que no sa­
es un resto de la casa de a José. ben de ellas.
13 Y he aquí, esta es la a tierra de 21 Y de cierto os digo que vo­
vuestra herencia; y el Padre os la sotros sois aquellos de quienes
ha dado. dije: Tengo a otras ovejas que
14 Y en ninguna ocasión me ha no son de este redil; aquellas
dado mandamiento el Padre de también debo yo traer, y oirán
que lo a revelase a vuestros her­ mi voz; y habrá un rebaño y un
manos en Jerusalén. pastor.
6 a 3 Ne. 23:1–5. 10 a 3 Ne. 12:20. GEE Israel — Las diez
8 a 3 Ne. 5:24–26. b Mos. 13:33. tribus perdidas de
9 a 2 Ne. 26:1. 12 a GEE José hijo de Jacob. Israel.
b GEE Luz, luz de Cristo. 13 a 1 Ne. 18:22–23. 17 a GEE Buen Pastor.
c Juan 11:25; DyC 84:44. 14 a 3 Ne. 5:20. 18 a DyC 10:59.
d GEE Perseverar. 15 a 3 Ne. 16:1–4. 21 a Juan 10:14–16.
3 NEFI 15:22–16:5 530
22 Y no me comprendieron, por­ tiempo me he manifestado a
que pensaron que eran los a gen­ ellos.
tiles; porque no entendieron que, 3 Mas he recibido el manda­
por medio de su predicación, los miento del Padre de que vaya a
gentiles se b convertirían. a 
ellos, para que oigan mi voz y
23 Ni me entendieron que dije sean contados entre mis ovejas,
que oirán mi voz; ni me compren­ a fin de que haya un rebaño y un
dieron que los a gentiles en ningún pastor; por tanto, voy para mani­
tiempo habrían de oír mi voz; que festarme a ellos.
no me manifestaría a ellos sino 4 Y os mando que escribáis es­
por el b Espíritu Santo. tas a palabras después que me
24 Mas he aquí, vosotros ha­ vaya, para que si se da el caso
béis oído a mi voz, y también me de que mi pueblo en Jerusalén,
habéis visto; y sois mis ovejas, y aquellos que me han visto y han
contados sois entre los que el Pa­ estado conmigo en mi ministe­
dre me ha b dado. rio, no le piden al Padre en mi
nombre recibir conocimiento
CAPÍTULO 16 por medio del Espíritu Santo,
acerca de vosotros, como tam­
Jesús visitará a otras ovejas perdidas
bién de las otras tribus, de las
de Israel — En los últimos días, el
cuales nada saben, estas pala­
Evangelio irá a los gentiles y después
bras que escribáis se preserven
a la casa de Israel — Los del pueblo
y sean manifestadas a los b gen­
del Señor verán ojo a ojo cuando Él
tiles, para que mediante la ple­
haga volver a Sion. Aproximada-
nitud de los gentiles, el resto de
mente 34 d.C.
la posteridad de aquellos, que
Y en verdad, en verdad os digo será esparcido sobre la faz de
que tengo a otras ovejas que no la tierra a causa de su incredu­
son de esta tierra, ni de la tierra lidad, sea recogido, o sea, lle­
de Jerusalén, ni de ninguna de las vado al c conocimiento de mí, su
partes de esa tierra circundante Redentor.
donde he estado para ejercer mi 5 Entonces los a reuniré de las
ministerio. cuatro partes de la tierra; y enton­
2 Porque aquellos de quienes ces cumpliré el b convenio que el
hablo son los que todavía no Padre ha hecho con todo el pue­
han oído mi voz; ni en ningún blo de la c casa de Israel.
22 a GEE Gentiles. 16 1 a 3 Ne. 15:15. c Ezeq. 20:42–44;
b Hech. 10:34–48. GEE Israel — Las diez 3 Ne. 20:13.
23 a Mateo 15:24. tribus perdidas de 5 a GEE Israel — La
b 1 Ne. 10:11. Israel. congregación de
GEE Espíritu Santo. 3 a 3 Ne. 17:4. Israel.
24 a Alma 5:38; 4 a GEE Escrituras. b 3 Ne. 5:24–26.
3 Ne. 16:1–5. b 1 Ne. 10:14; c 1 Ne. 22:9;
b Juan 6:37; DyC 27:14. 3 Ne. 21:6. 3 Ne. 21:26–29.
531 3 NEFI 16:6–15
6 Y benditos son los gentiles
a 
evangelio, y se envanezcan por
a 

por motivo de su creencia en mí, el orgullo de su corazón sobre


mediante el b Espíritu Santo, que todas las naciones y sobre todos
les testifica de mí y del Padre. los pueblos de la tierra, y estén
7 He aquí que debido a su creen­ llenos de toda clase de mentiras,
cia en mí, dice el Padre, y a causa y de engaños, y de maldades, y
de vuestra incredulidad, oh casa de todo género de hipocresía, y
de Israel, la verdad llegará a los asesinatos, y b supercherías sacer­
gentiles en los a últimos días, para dotales, y fornicaciones, y abomi­
que les sea manifestada la pleni­ naciones secretas; y si cometen
tud de estas cosas. todas estas cosas, y rechazan la
8 Pero, ¡ay de los gentiles incré­ plenitud de mi evangelio, he aquí,
dulos!, dice el Padre —pues aun dice el Padre, retiraré la plenitud
cuando han venido sobre la su­ de mi evangelio de entre ellos.
perficie de esta tierra, y han a dis­ 11 Y entonces a recordaré mi con­
persado a mi pueblo que es de la venio que he concertado con los
casa de Israel; y han b echado de de mi pueblo, oh casa de Israel,
entre ellos a mi pueblo que es de y les llevaré mi evangelio.
la casa de Israel, y lo han hollado; 12 Y te mostraré, oh casa de Is­
9 y a causa de las misericordias rael, que los gentiles no tendrán
del Padre para con los gentiles, poder sobre ti, antes bien me acor­
así como de los juicios del Padre daré de mi convenio contigo, oh
sobre mi pueblo que es de la casa casa de Israel, y llegarás al a co­
de Israel, de cierto, de cierto os nocimiento de la plenitud de mi
digo que después de todo esto, y evangelio.
luego que yo haya hecho que los 13 Pero si los gentiles se arre­
de mi pueblo que son de la casa pienten y vuelven a mí, dice el
de Israel sean heridos, y afligidos, Padre, he aquí, serán a contados
y a muertos, y que sean echados de entre los de mi pueblo, oh casa
entre ellos, y que sean aborrecidos de Israel.
por ellos, y sean entre ellos objeto 14 Y no permitiré que los de mi
de escarnio y oprobio— pueblo, que son de la casa de Is­
10 y así manda el Padre que rael, vayan entre ellos y los hue­
os diga: El día en que los gen­ llen bajo sus pies, dice el Padre.
tiles pequen contra mi evange­ 15  Pero si no se vuelven a
lio, y rechacen la plenitud de mi mí, ni escuchan mi voz, yo les
6 a 1 Ne. 13:30–42; 8 a 1 Ne. 13:14; Morm. 5:20.
2 Ne. 30:3. Morm. 5:9, 15. 12 a Hel. 15:12–13.
b 2 Ne. 32:5; b 3 Ne. 20:27–29. 13 a Gál. 3:7, 29;
3 Ne. 11:32, 35–36. 9 a Amós 9:1–4. 1 Ne. 15:13–17;
GEE Espíritu Santo. 10 a Morm. 8:35–41. 2 Ne. 10:18;
7 a GEE Restauración del b 2 Ne. 26:29. 3 Ne. 30:2;
Evangelio. 11 a 3 Ne. 21:1–11; Abr. 2:9–11.
3 NEFI 16:16–17:6 532
permitiré, sí, permitiré que los pueblo con palabras que no se pue-
de mi pueblo, oh casa de Israel, den escribir — Los ángeles minis-
pasen por en medio de ellos y los tran a los pequeñitos y estos son
a 
huellen, y serán como la sal que rodeados de fuego. Aproximada-
ha perdido su sabor, que desde mente 34 d.C.
entonces para nada es buena sino
He aquí, sucedió que cuando Je­
para ser arrojada y hollada bajo
sús hubo hablado estas palabras,
los pies de mi pueblo, oh casa
de nuevo miró alrededor hacia la
de Israel.
multitud, y les dijo: He aquí, mi
16 De cierto, de cierto os digo a 
tiempo está cerca.
que así me ha mandado el Padre:
2 Veo que sois débiles, que no
Que dé a este pueblo esta tierra
podéis a comprender todas mis
por herencia.
palabras que el Padre me ha man­
17 Y entonces se cumplirán las
dado que os hable en esta ocasión.
a 
palabras del profeta Isaías, que
3 Por tanto, id a vuestras ca­
dicen:
sas, y a meditad las cosas que os
18 a Tus b centinelas levantarán la
he dicho, y pedid al Padre en mi
voz; unánimes cantarán, porque
nombre que podáis entender; y
verán ojo a ojo cuando el Señor b 
preparad vuestras mentes para
hiciere volver a Sion. c 
mañana, y vendré a vosotros otra
19 ¡Prorrumpid en alegría! ¡Can­
vez.
tad juntamente, lugares desolados
4 Pero ahora a voy al Padre, y
de Jerusalén! Porque el Señor ha
también voy a b mostrarme a las
consolado a su pueblo, ha redi­ c 
tribus perdidas de Israel, porque
mido a Jerusalén.
no están perdidas para el Padre,
20 El Señor ha desnudado su
pues él sabe a dónde las ha lle­
santo brazo a la vista de todas
vado.
las naciones, y todos los extre­
5 Y sucedió que cuando Jesús
mos de la tierra verán la salva­
hubo hablado así, de nuevo di­
ción de Dios.
rigió la vista alrededor hacia la
multitud, y vio que estaban llo­
CAPÍTULO 17
rando, y lo miraban fijamente,
Jesús exhorta a los del pueblo a como si le quisieran pedir que
meditar en Sus palabras y a pedir permaneciese un poco más con
entendimiento en sus oraciones — ellos.
Sana a los enfermos — Ora por el 6  Y les dijo: He aquí, mis
15 a Miqueas 5:8–15; GEE Velar. b DyC 132:3.
3 Ne. 20:16–19; 17 1 a Para regresar a la c 3 Ne. 19:2.
21:12–21; presencia del Padre. 4 a 3 Ne. 18:39.
DyC 87:5. Véase el vers. 4. b 3 Ne. 16:1–3.
17 a 3 Ne. 20:11–12. 2 a Juan 16:12; c GEE Israel — Las diez
18 a Isa. 52:8–10. DyC 78:17–18. tribus perdidas de
b Ezeq. 33:1–7. 3 a GEE Meditar. Israel.
533 3 NEFI 17:7–17
entrañas rebosan de compasión
a 
en el suelo alrededor de él, y Jesús
por vosotros. estuvo en medio; y la multitud
7 ¿Tenéis enfermos entre voso­ cedió el paso hasta que todos le
tros? Traedlos aquí. ¿Tenéis cojos, fueron traídos.
o ciegos, o lisiados, o mutilados, o 13 Y aconteció que cuando los
leprosos, o atrofiados, o sordos, o hubieron traído a todos, y Jesús
quienes estén afligidos de manera estaba en medio, mandó a los de
alguna? Traedlos aquí y yo los sa­ la multitud que se a arrodillasen
naré, porque tengo compasión de en el suelo.
vosotros; mis entrañas rebosan de 14 Y sucedió que cuando se hu­
misericordia. bieron arrodillado en el suelo,
8  Pues percibo que deseáis gimió Jesús dentro de sí, y dijo:
que os muestre lo que he hecho Padre, a turbado estoy por causa
por vuestros hermanos en Jeru­ de la iniquidad del pueblo de la
salén, porque veo que vuestra casa de Israel.
a 
fe es b suficiente para que yo 15  Y cuando hubo pronun­
os sane. ciado estas palabras, se arrodilló
9 Y sucedió que cuando hubo él mismo también en el suelo; y
hablado así, toda la multitud, de he aquí, oró al Padre, y las cosas
común acuerdo, se acercó, con sus que oró no se pueden escribir, y
enfermos, y sus afligidos, y sus los de la multitud que lo oyeron,
cojos, y sus ciegos, y sus mudos, y dieron testimonio.
todos los que padecían cualquier 16 Y de esta manera testifican:
aflicción; y los a sanaba a todos, Jamás el a ojo ha visto ni el oído
según se los llevaban. escuchado, antes de ahora, tan
10 Y todos ellos, tanto los que grandes y maravillosas cosas
habían sido sanados, como los como las que vimos y oímos que
que estaban sanos, se postraron Jesús habló al Padre;
a sus pies y lo adoraron; y cuan­ 17 y no hay a lengua que pueda
tos, por la multitud pudieron hablar, ni hombre alguno que
acercarse, le a besaron los pies, al pueda escribir, ni corazón de
grado de que le bañaron los pies hombre que pueda concebir tan
con sus lágrimas. grandes y maravillosas cosas
11  Y aconteció que mandó como las que vimos y oímos a
que trajesen a sus a niños peque­ Jesús hablar; y nadie puede con­
ñitos. ceptuar el gozo que llenó nuestras
12 De modo que trajeron a sus almas cuando lo oímos rogar por
niños pequeñitos, y los colocaron nosotros al Padre.
6 a GEE Compasión. 3 Ne. 26:15. Hech. 20:36.
8 a Lucas 18:42. 10 a Lucas 7:38. 14 a Moisés 7:41.
b 2 Ne. 27:23; 11 a Mateo 19:13–14; 16 a Isa. 64:4; 1 Cor. 2:9;
Éter 12:12. 3 Ne. 26:14, 16. DyC 76:10, 114–119.
9 a Mos. 3:5; 13 a Lucas 22:41; 17 a 2 Cor. 12:4.
3 NEFI 17:18–18:7 534
18 Y aconteció que cuando Jesús CAPÍTULO 18
hubo concluido de orar al Padre,
Jesús instituye la Santa Cena entre los
se levantó; pero era tan grande el
nefitas — Les manda orar siempre en
a 
gozo de la multitud, que fueron
Su nombre — Los que comen Su carne
dominados.
y beben Su sangre indignamente son
19 Y sucedió que Jesús les habló,
condenados — Da a los discípulos el
y mandó que se levantaran.
poder para conferir el Espíritu Santo.
20 Y se levantaron del suelo, y
Aproximadamente 34 d.C.
les dijo: Benditos sois a causa de
vuestra fe. Y ahora he aquí, es Y aconteció que Jesús mandó
completo mi gozo. a sus discípulos que le llevasen
21 Y cuando hubo dicho estas a 
pan y vino.
palabras, a lloró, y la multitud dio 2 Y mientras fueron a traer el
testimonio de ello; y tomó a sus pan y el vino, mandó a la mul­
niños pequeños, uno por uno, y titud que se sentara en el suelo.
los b bendijo, y rogó al Padre por 3 Y cuando los discípulos hubie­
ellos. ron llegado con a pan y vino, tomó
22 Y cuando hubo hecho esto, el pan y lo partió y lo bendijo; y
lloró de nuevo; dio a los discípulos y les mandó
23 y habló a la multitud, y les que comiesen.
dijo: Mirad a vuestros pequeñitos. 4 Y cuando hubieron comido y
24 Y he aquí, al levantar la vista fueron llenos, mandó que dieran
para ver, dirigieron la mirada al a la multitud.
cielo, y vieron abrirse los cielos, 5 Y cuando la multitud comió
y vieron ángeles que descendían y fue llena, dijo a los discípulos:
del cielo cual si fuera en medio He aquí, uno de vosotros será or­
de fuego; y bajaron y a cercaron denado; y a él le daré poder para
a aquellos pequeñitos, y fueron a 
partir pan y bendecirlo y darlo a
rodeados de fuego; y los ángeles los de mi iglesia, a todos los que
les ministraron. crean y se bauticen en mi nombre.
25 Y la multitud vio y oyó y 6 Y siempre procuraréis hacer
dio testimonio; y saben que su esto, tal como yo lo he hecho, así
testimonio es verdadero, por­ como he partido pan y lo he ben­
que todos ellos vieron y oye­ decido y os lo he dado.
ron, cada cual por sí mismo; y 7 Y haréis esto en a memoria de
llegaba su número a unas dos mi cuerpo que os he mostrado.
mil quinientas almas; y se com­ Y será un testimonio al Padre de
ponía de hombres, mujeres y que siempre os acordáis de mí.
niños. Y si os acordáis siempre de mí,
18 a GEE Gozo. 24 a Hel. 5:23–24, 43–45. 5 a Moro. 4.
21 a Juan 11:35. 18 1 a Mateo 26:26–28. 7 a Moro. 4:3.
b Marcos 10:14–16. 3 a GEE Santa Cena.
535 3 NEFI 18:8–21
tendréis mi Espíritu para que esté arenoso; y cuando caiga la llu­
con vosotros. via, y vengan los torrentes, y so­
8 Y sucedió que cuando hubo plen los vientos, y den contra
dicho estas palabras, mandó a ellos, a caerán, y las b puertas del
sus discípulos que tomaran del infierno están ya abiertas para
vino de la copa y bebieran de él, recibirlos.
y que dieran también a los de la 14 Por tanto, benditos sois voso­
multitud para que bebiesen. tros, si guardáis mis mandamien­
9 Y aconteció que así lo hicieron, tos que el Padre me ha mandado
y bebieron y fueron llenos; y die­ que os dé.
ron a los de la multitud, y estos 15 De cierto, de cierto os digo
bebieron y fueron llenos. que debéis velar y a orar siempre,
10 Y cuando los discípulos hu­ no sea que el diablo os tiente, y
bieron hecho esto, Jesús les dijo: seáis llevados cautivos por él.
Benditos sois por esto que habéis 16 Y así como he orado entre
hecho; porque esto cumple mis vosotros, así oraréis en mi igle­
mandamientos, y esto testifica al sia, entre los de mi pueblo que se
Padre que estáis dispuestos a ha­ arrepientan y se bauticen en mi
cer lo que os he mandado. nombre. He aquí, yo soy la a luz;
11 Y siempre haréis esto por yo os he dado el b ejemplo.
todos los que se arrepientan y 17 Y ocurrió que cuando Jesús
se bauticen en mi nombre; y lo hubo hablado estas palabras a sus
haréis en memoria de mi san­ discípulos, se volvió de nuevo a
gre, que he vertido por vosotros, la multitud, y dijo:
para que testifiquéis al Padre que 18 He aquí, en verdad, en ver­
siempre os acordáis de mí. Y si dad os digo que debéis velar y
os acordáis siempre de mí, ten­ orar siempre, no sea que entréis
dréis mi Espíritu para que esté en tentación; porque a Satanás de­
con vosotros. sea poseeros para zarandearos
12 Y os doy el mandamiento de como a trigo.
que hagáis estas cosas. Y si hacéis 19 Por tanto, siempre debéis orar
siempre estas cosas, benditos sois, al Padre en mi nombre;
porque estáis edificados sobre 20 y a cualquier cosa que pidáis
mi a roca. al Padre en mi nombre, si es justa,
13 Pero aquellos que de entre creyendo que recibiréis, he aquí,
vosotros hagan más o menos que os será concedida.
esto, no están edificados sobre 21  a Orad al Padre en vuestras
mi roca, sino sobre un cimiento familias, siempre en mi nombre,
12 a GEE Roca. 16 a GEE Luz, luz de Cristo. DyC 10:22–27.
13 a GEE Apostasía. b GEE Jesucristo — El 20 a Mateo 21:22;
b 3 Ne. 11:39. ejemplo de Jesucristo. Hel. 10:5; Moro. 7:26;
15 a Alma 34:17–27. 18 a Lucas 22:31; DyC 88:63–65.
GEE Oración. 2 Ne. 2:17–18; 21 a Alma 34:21.
3 NEFI 18:22–32 536
para que sean bendecidos vues­ cumplir otros mandamientos que
b 

tras esposas y vuestros hijos. él me ha dado.


22 Y he aquí, os reuniréis con 28 Y he aquí, este es el manda­
frecuencia; y a nadie le prohibi­ miento que yo os doy, que no per­
réis estar con vosotros cuando mitáis que ninguno a sabiendas
os reunáis, sino permitidles que a 
participe b indignamente de mi
se alleguen a vosotros, y no los carne y de mi sangre, cuando las
vedéis; administréis;
23 sino que a oraréis por ellos, y 29 porque quien come mi carne
no los echaréis fuera; y si sucede y bebe mi a sangre b indignamente,
que vienen a vosotros a menudo, come y bebe condenación para su
rogaréis al Padre por ellos en mi alma; por tanto, si sabéis que un
nombre. hombre no es digno de comer y
24  Alzad, pues, vuestra a luz beber de mi carne y de mi sangre,
para que brille ante el mundo. se lo prohibiréis.
He aquí, yo soy la b luz que de­ 30 No obstante, no lo a echaréis
béis sostener en alto: aquello que de entre vosotros, sino que le mi­
me habéis visto hacer. He aquí, nistraréis y oraréis al Padre por
habéis visto que he orado al Pa­ él en mi nombre; y si acontece
dre, y todos vosotros habéis sido que se arrepiente y es bautizado
testigos. en mi nombre, entonces lo reci­
25 Y habéis visto que he man­ biréis, y le daréis de mi carne y
dado que a ninguno de vosotros sangre.
se alejara, sino más bien he man­ 31  Pero si no se arrepiente,
dado que vinieseis a mí, a fin de no será contado entre los de
que b palpaseis y vieseis; así ha­ mi pueblo, a fin de que no des­
réis vosotros al mundo; y el que truya a mi pueblo, pues he aquí,
quebranta este mandamiento, se conozco a a mis ovejas, y están
deja llevar a la tentación. contadas.
26 Y sucedió que cuando Jesús 32 No obstante, no lo echaréis
hubo hablado estas palabras, vol­ de vuestras sinagogas ni de vues­
vió de nuevo la vista a los discí­ tros lugares donde adoráis, por­
pulos que había escogido, y les que debéis continuar ministrando
dijo: por estos; pues no sabéis si tal
27 He aquí, de cierto, de cierto os vez vuelvan, y se arrepientan, y
digo, os doy otro mandamiento, vengan a mí con íntegro propó­
y luego debo ir a mi a Padre para sito de corazón, y yo los a sane;
23 a 3 Ne. 18:30. Padre. b DyC 46:4.
24 a Mateo 5:16. b 3 Ne. 16:1–3. 30 a DyC 46:3.
b Mos. 16:9. 28 a 1 Cor. 11:27–30. 31 a Juan 10:14;
25 a Alma 5:33. b Morm. 9:29. Alma 5:38; 3 Ne. 15:24.
b 3 Ne. 11:14–17. 29 a GEE Sangre; 32 a 3 Ne. 9:13–14;
27 a GEE Trinidad — Dios el Santa Cena. DyC 112:13.
537 3 NEFI 18:33–19:4
y vosotros seréis el medio de CAPÍTULO 19
traerles la salvación.
Los doce discípulos ministran al
33 Por tanto, observad estas pa­
pueblo y oran para recibir el Es-
labras que yo os he mandado,
píritu Santo — Los discípulos son
para que no incurráis en a con­
bautizados y reciben el Espíritu
denación; porque, ¡ay de aquel a
Santo y la ministración de ánge-
quien el Padre condene!
les — Jesús ora, con palabras que
34 Y os doy estos mandamientos
no se pueden escribir — Él da tes-
por motivo de las disputas que ha
timonio de la fe extremadamente
habido entre vosotros. Y benditos
grande de esos nefitas. Aproxima-
sois si a no hubiere disputas entre
damente 34 d.C.
vosotros.
35 Y ahora voy al Padre, porque Y sucedió que cuando Jesús hubo
conviene que vaya al Padre a por ascendido al cielo, se dispersó la
el bien de vosotros. multitud, y todo hombre tomó a
36 Y aconteció que cuando Jesús su esposa y sus hijos, y volvió a
hubo dado fin a estas palabras, su propia casa.
tocó con la a mano a los b discípu­ 2 Y se divulgó inmediatamente
los que había elegido, uno por entre el pueblo, antes que llegara
uno, hasta que los hubo tocado la noche, que la multitud había
a todos, y les hablaba a medida visto a Jesús, y que él había ejer­
que los tocaba. cido su ministerio entre ellos, y
37 Y la multitud no oyó las pa­ que por la mañana otra vez se iba
labras que él habló; por tanto, a mostrar a la multitud.
no dio testimonio; pero los discí­ 3 Sí, y aun durante toda la no­
pulos dieron testimonio de que che se divulgaron las nuevas con­
les dio el a poder para conferir el cernientes a Jesús; y a tal grado
b 
Espíritu Santo. Y más adelante se esparcieron entre el pueblo,
os mostraré que este testimonio que hubo muchos, sí, un número
es verdadero. extremadamente grande, que
38 Y sucedió que cuando Jesús trabajaron afanosamente toda
los hubo tocado a todos, llegó una la noche para poder estar a la
a 
nube y cubrió a la multitud, de mañana siguiente en el paraje
modo que no veían a Jesús. donde Jesús se iba a mostrar a
39 Y mientras los cubría, él par­ la multitud.
tió de entre ellos y ascendió al 4  Y sucedió que por la ma­
cielo. Y los discípulos vieron y ñana, cuando la multitud se ha­
dieron testimonio de que ascen­ llaba reunida, he aquí, Nefi y
dió de nuevo al cielo. su hermano, a quien él había
33 a GEE Condenación, Moro. 7:27–28; DyC 29:5. 37 a GEE Poder.
condenar. 36 a GEE Imposición de b GEE Don del Espíritu
34 a 3 Ne. 11:28–30. manos. Santo.
35 a 1 Juan 2:1; 2 Ne. 2:9; b 1 Ne. 12:7; 3 Ne. 19:4. 38 a Éx. 19:9, 16.
3 NEFI 19:5–20 538
levantado de entre los muer­ 11 Y sucedió que Nefi entró en
a 

tos, y cuyo nombre era Timo­ el agua, y fue bautizado.


teo, como también su hijo, cuyo 12 Y salió del agua y empezó a
nombre era Jonás, y también bautizar; y bautizó a todos aque­
Matoni, y Matoníah, su her­ llos a quienes Jesús había esco­
mano, y Kumen, y Kumenoni, gido;
y Jeremías, y Shemnón, y Jonás, 13 y aconteció que cuando to­
y Sedequías, e Isaías —y estos dos fueron a bautizados, y hubie­
eran los nombres de los discípu­ ron salido del agua, el Espíritu
los que Jesús había escogido— Santo descendió sobre ellos, y
y aconteció que avanzaron y fueron llenos del b Espíritu Santo
se colocaron en medio de la y de fuego.
multitud. 14 Y he aquí, fueron a envueltos
5 Y he aquí, tan grande era la cual si fuera por fuego; y descen­
multitud, que hicieron que se di­ dió del cielo, y la multitud lo vio
vidiese en doce grupos. y dio testimonio; y descendieron
6 Y los doce instruyeron a la ángeles del cielo, y les ministraron.
multitud; y he aquí, hicieron que 15 Y sucedió que mientras los
la multitud se arrodillase en el ángeles estaban ministrando a los
suelo y orase al Padre en el nom­ discípulos, he aquí, Jesús llegó y
bre de Jesús. se puso en medio de ellos y les
7 Y los discípulos oraron tam­ ministró.
bién al Padre en el nombre de Je­ 16 Y aconteció que habló a la
sús. Y aconteció que se levantaron multitud, y mandó que se arro­
y ministraron al pueblo. dillaran otra vez en el suelo, y
8 Y cuando hubieron ministrado que sus discípulos se arrodilla­
las mismas palabras que Jesús ha­ sen también.
bía hablado, sin variar en nada las 17 Y sucedió que cuando todos
palabras que Jesús había hablado, se hubieron puesto de rodillas en
he aquí, se arrodillaron de nuevo el suelo, mandó a sus discípulos
y oraron al Padre en el nombre que orasen.
de Jesús. 18 Y he aquí, empezaron a orar;
9 Y oraron por lo que más desea­ y oraron a Jesús, llamándolo su
ban; y su deseo era que les fuese Señor y su Dios.
dado el a Espíritu Santo. 19 Y sucedió que Jesús se apartó
10 Y cuando hubieron orado de entre ellos, y se alejó de ellos un
de este modo, descendieron a la poco y se inclinó a tierra, y dijo:
orilla del agua, y los siguió la 20 Padre, gracias te doy por­
multitud. que has dado el Espíritu Santo
19 9 a 3 Ne. 9:20. b 3 Ne. 12:2; Santo.
11 a 3 Ne. 11:23. Morm. 7:10. 14 a Hel. 5:23–24, 43–45;
13 a GEE Bautismo, bautizar. GEE Don del Espíritu 3 Ne. 17:24.
539 3 NEFI 19:21–33
a estos que he escogido; y es 26  Y Jesús les dijo: Seguid
por su creencia en mí que los he orando; y ellos no cesaban de
escogido de entre el mundo. orar.
21 Padre, te ruego que des el Es­ 27 Y otra vez se apartó de ellos
píritu Santo a todos los que crean y se alejó un poco y se inclinó a
en sus palabras. tierra; y oró de nuevo al Padre,
22 Padre, les has dado el Espí­ diciendo:
ritu Santo porque creen en mí; y 28 Padre, te doy las gracias por
ves que creen en mí, porque los haber a purificado a los que he
oyes, y oran a mí; y oran a mí escogido, por causa de su fe, y
porque estoy con ellos. ruego por ellos, y también por
23 Y ahora, Padre, te ruego por los que han de creer en sus pala­
ellos, y también por todos aque­ bras, para que sean purificados
llos que han de creer en sus pala­ en mí, mediante la fe en sus pa­
bras, para que crean en mí, para labras, así como ellos son puri­
que yo sea en ellos a como tú, Pa­ ficados en mí.
dre, eres en mí, para que seamos 29  Padre, no te ruego por el
b 
uno. mundo, sino por los que me has
24 Y aconteció que cuando Jesús dado a del mundo, a causa de su
hubo orado así al Padre, volvió a fe, para que sean purificados en
sus discípulos, y he aquí, conti­ mí, para que yo sea en ellos como
nuaban orando a él sin cesar; y no tú, Padre, eres en mí, para que
a 
multiplicaban muchas palabras, seamos uno, para que yo sea glo­
porque les era manifestado lo que rificado en ellos.
debían b suplicar, y estaban llenos 30  Y cuando Jesús hubo ha­
de anhelo. blado estas palabras, vino otra
25 Y ocurrió que Jesús los ben­ vez a sus discípulos, y he aquí,
dijo mientras le dirigían sus ora­ oraban a él constantemente, sin
ciones; y la sonrisa de su faz cesar; y de nuevo él les sonrió;
fue sobre ellos, y los iluminó y he aquí, estaban a blancos, aun
la luz de su a semblante; y he como Jesús.
aquí, estaban tan b blancos como 31 Y aconteció que otra vez se
el semblante y como los alejó un poco y oró al Padre;
vestidos de Jesús; y he aquí, su 32 y la lengua no puede expresar
blancura excedía a toda blan­ las palabras que oró, ni pueden
cura, sí, no podía haber sobre ser a escritas por hombre alguno
la tierra cosa tan blanca como las palabras que oró.
su blancura. 33  Y la multitud oyó y da
23 a 3 Ne. 9:15. 25 a Núm. 6:23–27. 88:74–75.
b Juan 17:21–23. b GEE Transfiguración — GEE Pureza, puro.
GEE Unidad. Seres transfigurados. 29 a Juan 17:6.
24 a Mateo 6:7. 28 a Moro. 7:48; 30 a Mateo 17:2.
b DyC 46:30. DyC 50:28–29; 32 a DyC 76:116.
3 NEFI 19:34–20:10 540
testimonio; y se abrieron sus co­ que no cesaran de orar en sus
a 

razones, y comprendieron en sus corazones.


corazones las palabras que él oró. 2 Y les mandó que se levantaran
34 No obstante, tan grandes y y se pusieran de pie. Y se levan­
maravillosas fueron las palabras taron y se pusieron de pie.
que oró, que no pueden ser escri­ 3 Y sucedió que partió pan de
tas, ni tampoco puede el hombre nuevo y lo bendijo, y dio de co­
a 
expresarlas. mer a los discípulos.
35 Y aconteció que cuando Je­ 4 Y cuando hubieron comido,
sús hubo concluido de orar, vol­ les mandó que partieran pan, y
vió a sus discípulos, y les dijo: dieran a la multitud;
Jamás he visto a fe tan grande 5 y cuando hubieron dado a la
entre todos los judíos; por tanto, multitud, les dio también vino
no pude mostrarles tan grandes para que bebiesen, y les mandó
milagros, por motivo de su b in­ que dieran a la multitud.
credulidad. 6 Ahora bien, ni los discípulos ni
36 En verdad os digo que no hay la multitud habían llevado a pan
ninguno de ellos que haya visto ni vino;
cosas tan grandes como las que 7 pero verdaderamente les a dio
habéis visto vosotros, ni que haya de comer pan y de beber vino
oído tan grandes cosas como las también.
que vosotros habéis oído. 8 Y les dijo: El que a come de este
pan, come de mi cuerpo para su
CAPÍTULO 20 alma; y el que bebe de este vino,
bebe de mi sangre para su alma;
Jesús proporciona milagrosamente
y su alma nunca tendrá hambre
pan y vino, y de nuevo administra
ni sed, sino que será llena.
el sacramento a los del pueblo — El
9 Y cuando toda la multitud
resto de Jacob será llevado al conoci-
hubo comido y bebido, he aquí,
miento del Señor su Dios y heredará
fueron llenos del Espíritu; y cla­
las Américas — Jesús es el profeta
maron a una voz y dieron gloria
semejante a Moisés, y los nefitas son
a Jesús, a quien veían y oían.
hijos de los profetas — Otros de los
10 Y sucedió que cuando todos
del pueblo del Señor serán recogi-
le hubieron dado gloria, Jesús les
dos en Jerusalén. Aproximadamente
dijo: He aquí, ahora cumplo el
34 d.C.
mandamiento que el Padre me
Y sucedió que mandó a la mul­ ha dado concerniente a este pue­
titud y también a sus discípulos blo, que es un resto de la casa de
que dejasen de orar; y les mandó Israel.
34 a 2 Cor. 12:4; GEE Incredulidad. 7 a Juan 6:9–14.
3 Ne. 17:17. 20 1 a 2 Ne. 32:9; 8 a Juan 6:50–58;
35 a GEE Fe. Mos. 24:12. 3 Ne. 18:7.
b Mateo 13:58. 6 a Mateo 14:19–21. GEE Santa Cena.
541 3 NEFI 20:11–22
11 Os acordaréis que os hablé las manadas de ovejas, el cual,
y dije que cuando se cumplie­ si pasa por en medio, b huella y
sen las a palabras de b Isaías —he despedaza, y nadie las puede
aquí, están escritas, las tenéis ante librar.
vosotros; por lo tanto, escudri­ 17 Tu mano se levantará sobre
ñadlas— tus adversarios, y todos tus ene­
12 y en verdad, en verdad os migos serán talados.
digo que cuando se cumplan, 18 Y yo a recogeré a mi pueblo
entonces será el cumplimiento como el hombre que junta sus
del a convenio que el Padre ha gavillas en la era.
hecho con su pueblo, oh casa 19 Porque haré a mi pueblo, con
de Israel. el cual el Padre ha hecho con­
13 Y entonces los a restos, que venio, sí, tu a cuerno yo haré de
estarán b dispersados sobre la faz hierro, y tus uñas de bronce. Y
de la tierra, serán c recogidos del desmenuzarás a muchos pueblos;
este y del oeste, y del sur y del y consagraré al Señor sus rique­
norte; y serán llevados al d cono­ zas, y sus bienes al Señor de toda
cimiento del Señor su Dios, que la tierra. Y he aquí, yo soy quien
los ha redimido. lo hago.
14 Y el Padre me ha mandado 20 Y sucederá, dice el Padre,
que os dé esta a tierra por heren­ que en aquel día la a espada de
cia. mi justicia se cernerá sobre ellos;
15 Y os digo que si los gentiles y a menos que se arrepientan
no se a arrepienten después de caerá sobre ellos, dice el Padre,
la bendición que reciban, des­ sí, sobre todas las naciones de
pués que hayan dispersado a mi los gentiles.
pueblo, 21 Y acontecerá que estable­
16 entonces vosotros, que sois ceré a mi a pueblo, oh casa de
un resto de la casa de Jacob, iréis Israel.
entre ellos; y estaréis en medio 22 Y he aquí, estableceré a este
de aquellos que serán muchos; pueblo en esta tierra, para el
y seréis entre ellos como un león cumplimiento del a convenio
entre los animales del bosque, que hice con Jacob, vuestro pa­
y como cachorro de a león entre dre; y será una b Nueva Jerusalén.
11 a 3 Ne. 16:17–20; c GEE Israel — La 19 a
Miqueas 4:13.
23:1–3. congregación de Israel. 20 a
3 Ne. 29:4.
b 2 Ne. 25:1–5; d 3 Ne. 16:4–5. 21 a
3 Ne. 16:8–15.
Morm. 8:23. 14 a GEE Tierra prometida. 22 a
Gén. 49:22–26;
12 a 3 Ne. 15:7–8. 15 a 3 Ne. 16:10–14. DyC 57:2–3.
13 a 3 Ne. 16:11–12; 16 a Morm. 5:24; b Isa. 2:2–5;
21:2–7. DyC 19:27. 3 Ne. 21:23–24;
b GEE Israel — El b Miqueas 5:8–9; Éter 13:1–12;
esparcimiento de 3 Ne. 16:14–15; 21:12. DyC 84:2–4.
Israel. 18 a Miqueas 4:12. GEE Nueva Jerusalén.
3 NEFI 20:23–32 542
Y los poderes del cielo estarán el Padre el convenio que hizo con
entre este pueblo; sí, c yo mismo Abraham, diciendo: a En tu pos­
estaré en medio de vosotros. teridad serán benditas todas las
23 He aquí, yo soy aquel de familias de la tierra, hasta el de­
quien Moisés habló, diciendo: rramamiento del Espíritu Santo
El Señor vuestro Dios os levan­ sobre los gentiles por medio de
tará a un a profeta, de vuestros mí, y esta bendición a los b gen­
hermanos, semejante a mí; a él tiles los hará más fuertes que to­
oiréis en todas las cosas que os dos, por lo que dispersarán a mi
dijere. Y sucederá que toda alma pueblo, oh casa de Israel.
que no escuchare a ese profeta 28 Y serán un a azote al pueblo
será desarraigada de entre el de esta tierra. No obstante, si
pueblo. cuando hayan recibido la pleni­
24 En verdad os digo, sí, y a to­ tud de mi evangelio endurecen
dos los profetas desde Samuel sus corazones en contra de mí,
y los que le siguen, cuantos haré volver sus iniquidades so­
han hablado, han testificado de bre sus propias cabezas, dice el
mí. Padre.
25  Y he aquí, vosotros sois 29 Y me a acordaré del convenio
los hijos de los profetas; y sois que he hecho con mi pueblo; y
de la casa de Israel; y sois del he hecho convenio con ellos de
a 
convenio que el Padre concertó que los b recogería en mi propio
con vuestros padres, diciendo a y debido tiempo, y que otra vez
Abraham: Y b en tu posteridad les daría por herencia la c tierra
serán benditas todas las familias de sus padres, que es la tierra de
de la tierra. d 
Jerusalén, que para ellos es la
26 Porque el Padre me ha le­ tierra prometida para siempre,
vantado para venir a vosotros dice el Padre.
primero, y me envió a bendeci­ 30 Y sucederá que llegará el día
ros, a apartando a cada uno de en que les será predicada la ple­
vosotros de vuestras iniquidades; nitud de mi evangelio;
y esto, porque sois los hijos del 31 y a creerán en mí, que soy
convenio. Jesucristo, el Hijo de Dios; y ora­
27 Y después que hayáis sido rán al Padre en mi nombre.
bendecidos, entonces cumplirá 32 Entonces levantarán la voz
22 c Isa. 59:20–21; 25 a GEE Abraham, 28 a 3 Ne. 16:8–9.
Mal. 3:1; convenio de (convenio 29 a Isa. 44:21;
3 Ne. 24:1. abrahámico). 3 Ne. 16:11–12.
23 a Deut. 18:15–19; b Gén. 12:1–3; 22:18. b GEE Israel — La
Hech. 3:22–23; 26 a Prov. 16:6. congregación de Israel.
1 Ne. 22:20–21. 27 a Gál. 3:8; c Amós 9:14–15.
24 a Hech. 3:24–26; 2 Ne. 29:14; d GEE Jerusalén.
1 Ne. 10:5; Abr. 2:9. 31 a 3 Ne. 5:21–26;
Jacob 7:11. b 3 Ne. 16:6–7. 21:26–29.
543 3 NEFI 20:33–46
sus centinelas, y cantarán uná­
a 
son los pies del que les trae
nimes; porque verán ojo a ojo. buenas nuevas; que b publica
33 Entonces los juntará de nuevo la paz; que les trae gratas
el Padre, y les dará Jerusalén por nuevas del bien; que publica
tierra de su herencia. salvación; que dice a Sion: Tu
34  Entonces prorrumpirán Dios reina!
en gozo: a ¡Cantad juntamente, 41 Y entonces se oirá el pregón:
lugares desolados de Jerusalén; a 
¡Apartaos, apartaos, salid de ahí,
porque el Padre ha consolado no toquéis lo que es b inmundo;
a su pueblo, ha redimido a Je­ salid de en medio de ella; sed
rusalén! c 
limpios los que lleváis los vasos
35 El Padre ha desnudado su del Señor!
santo brazo a la vista de todas 42 Porque a no saldréis con prisa
las naciones; y todos los extre­ ni iréis huyendo; porque el Se­
mos de la tierra verán la salva­ ñor irá delante de vosotros, y el
ción del Padre; y el Padre y yo Dios de Israel será vuestra reta­
somos uno. guardia.
36 Entonces se realizará lo que 43 He aquí, mi siervo obrará
está escrito: a ¡Despierta, despierta prudentemente; será exaltado y
otra vez, y vístete de tu forta­ alabado y puesto muy en alto.
leza, oh Sion; vístete tus ropas de 44 Así como muchos se admira­
hermosura, oh Jerusalén, ciudad ron de ti —tan desfigurado era su
santa; porque nunca más vendrá aspecto, más que cualquier hom­
a ti incircunciso ni inmundo! bre, y su forma más que la de los
37 ¡Sacúdete del polvo; leván­ hijos de los hombres—
tate, toma asiento, oh Jerusalén; 45 así a rociará él a muchas nacio­
suéltate las ataduras de tu cuello, nes; ante él los reyes cerrarán la
oh cautiva hija de Sion! boca; porque verán lo que no les
38 Porque así dice el Señor: Os había sido contado, y considera­
habéis vendido por nada, y sin rán lo que no habían oído.
dinero seréis redimidos. 46 En verdad, en verdad os
39 En verdad, en verdad os digo digo que todas estas cosas cier­
que los de mi pueblo conocerán tamente se verificarán, tal como
mi nombre, sí, en aquel día sabrán el Padre me lo ha mandado. En­
que yo soy el que hablo. tonces se cumplirá este convenio
40 Y entonces dirán: a ¡Cuán que el Padre ha hecho con su
hermosos sobre las montañas pueblo; y entonces a Jerusalén
32 a Isa. 52:8; GEE Sion. 41 a Isa. 52:11–15.
3 Ne. 16:18–20. 40 a Isa. 52:7; Nahúm 1:15; b GEE Limpio e inmundo.
GEE Velar. Mos. 15:13–18; c DyC 133:5.
34 a Isa. 52:9. DyC 128:19. 42 a 3 Ne. 21:29.
36 a Isa. 52:1–3; b Marcos 13:10; 45 a Isa. 52:15.
DyC 113:7–10. 1 Ne. 13:37. 46 a Éter 13:5, 11.
3 NEFI 21:1–7 544
volverá a ser habitada por mi saber estas cosas, y del Padre
a 

pueblo, y será la tierra de su procedan de ellos a vosotros,


herencia. 4 porque es según la sabiduría
del Padre que sean establecidos en
CAPÍTULO 21 esta tierra e instituidos como pue­
blo a libre por el poder del Padre,
Israel será recogido cuando salga a
para que estas cosas procedan de
luz el Libro de Mormón — Los gen-
ellos a un resto de vuestra posteri­
tiles serán establecidos como pueblo
dad, a fin de que se cumpla el b con­
libre en América — Si creen y obe-
venio del Padre, el cual ha hecho
decen, se salvarán; de lo contrario,
con su pueblo, oh casa de Israel;
serán talados y destruidos — Israel
5 por tanto, cuando estas obras,
edificará la Nueva Jerusalén y las
y las obras que desde ahora en
tribus perdidas volverán. Aproxi-
adelante se hagan entre vosotros,
madamente 34 d.C.
procedan a de los gentiles a vues­
Y de cierto os digo, os doy una tra b posteridad, que degenerará
señal para que sepáis la a época en en la incredulidad por causa de
que estarán a punto de acontecer la maldad,
estas cosas —que recogeré a mi 6  porque así conviene al Pa­
pueblo de su larga dispersión, oh dre que proceda de los a genti­
casa de Israel, y estableceré otra les, para que muestre su poder
vez entre ellos mi Sion; a los gentiles, a fin de que estos,
2 y he aquí, esto es lo que os daré si no endurecen sus corazones,
por señal— porque en verdad os se arrepientan y vengan a mí y
digo que cuando se den a cono­ sean bautizados en mi nombre y
cer a los gentiles estas cosas que conozcan los verdaderos puntos
os declaro, y que más adelante os de mi doctrina, para que sean
declararé de mí mismo, y por el b 
contados entre los de mi pueblo,
poder del Espíritu Santo que os oh casa de Israel;
será dado por el Padre, a fin de 7 y cuando sucedan estas co­
que ellos sepan acerca de este pue­ sas, de modo que vuestra a pos­
blo que es un resto de la casa de teridad empiece a conocerlas,
Jacob, y concerniente a este pueblo entonces les será por señal, para
mío que será esparcido por ellos; que sepan que la obra del Pa­
3 en verdad, en verdad os digo, dre ha empezado ya, para dar
que cuando el Padre les haga cumplimiento al convenio que ha
21 1 a GEE Últimos días, GEE Abraham, 6 a 1 Ne. 10:14;
postreros días. convenio de (convenio Jacob 5:54;
3 a Éter 4:17; abrahámico). 3 Ne. 16:4–7.
JS—H 1:34–36. 5 a 3 Ne. 26:8. b Gál. 3:7, 29;
4 a 1 Ne. 13:17–19; b 2 Ne. 30:4–5; 3 Ne. 16:13;
DyC 101:77–80. Morm. 5:15; Abr. 2:9–11.
b Morm. 5:20. DyC 3:18–19. 7 a 3 Ne. 5:21–26.
545 3 NEFI 21:8–21
hecho al pueblo que es de la casa ovejas, el cual, si pasa por en me­
de Israel. dio, b huella y despedaza, y nadie
8 Y cuando venga ese día, su­ las puede librar.
cederá que los reyes cerrarán su 13 Su mano se levantará sobre
boca; porque verán lo que no les sus adversarios, y todos sus ene­
había sido declarado, y conside­ migos serán talados.
rarán lo que no habían oído. 14 Sí, ¡ay de los gentiles, a me­
9 Porque en aquel día hará el nos que se a arrepientan! Porque
Padre, por mi causa, una obra sucederá en aquel día, dice el Pa­
que será una obra grande y a ma­ dre, que haré matar tus caballos
ravillosa entre ellos; y habrá en­ de en medio de ti, y haré destruir
tre ellos quienes no lo creerán, tus carros;
aun cuando un hombre se lo 15 y talaré las ciudades de tu
declare. tierra, y derribaré todas tus pla­
10 Mas he aquí, la vida de mi zas fuertes;
siervo estará en mi mano; por 16 y exterminaré de tu tierra
tanto, no lo dañarán, aunque las hechicerías, y no tendrás más
sea a herido por causa de ellos. adivinos;
No obstante, yo lo sanaré, por­ 17 tus a imágenes grabadas tam­
que les mostraré que mi b sabi­ bién destruiré, así como tus escul­
duría es mayor que la astucia del turas de en medio de ti, y nunca
diablo. más adorarás las obras de tus
11 Acontecerá, pues, que los que manos;
no crean en mis palabras, que 18 y arrancaré tus bosques de
soy Jesucristo, las cuales el Padre entre ti, y asolaré tus ciudades.
hará que a él lleve a los gentiles, y 19 Y acontecerá que todas las
le otorgará el poder para que las a 
mentiras, y falsedades, y envi­
lleve a los gentiles (se hará aun dias, y contiendas, y supercherías
como dijo Moisés), serán b desa­ sacerdotales, y fornicaciones, se­
rraigados de entre los de mi pue­ rán extirpadas.
blo que son del convenio. 20 Porque sucederá, dice el Pa­
12 Y los de mi pueblo, que son dre, que en aquel día talaré de
un resto de Jacob, estarán en me­ entre mi pueblo a cualquiera que
dio de los gentiles, sí, en medio no se arrepienta y venga a mi Hijo
de ellos como a león entre los ani­ Amado, oh casa de Israel.
males del bosque, y como cacho­ 21 Y ejecutaré venganza y fu­
rro de león entre las manadas de ror sobre ellos, así como sobre
9 a Isa. 29:14; 11 a 2 Ne. 3:6–15; 14 a 2 Ne. 10:18; 33:9.
Hech. 13:41; 1 Ne. 22:8. Morm. 8:16, 25. 17 a Éx. 20:3–4;
GEE Restauración del b DyC 1:14. Mos. 13:12–13;
Evangelio. 12 a Miqueas 5:8–15; DyC 1:16.
10 a DyC 135:1–3. 3 Ne. 20:16. GEE Idolatría.
b DyC 10:43. b 3 Ne. 16:13–15. 19 a 3 Ne. 30:2.
3 NEFI 21:22–22:3 546
los paganos, tal como nunca ha fin de que invoquen al Padre en
llegado a sus oídos. mi nombre.
22 Pero si se arrepienten y es­ 28 Sí, y entonces empezará la
cuchan mis palabras, y no endu­ obra, y el Padre preparará la vía,
recen sus corazones, a estableceré entre todas las naciones, por la
mi iglesia entre ellos; y entrarán cual su pueblo pueda a volver a
en el convenio, y serán b contados la tierra de su herencia.
entre este resto de Jacob, al cual 29 Y saldrán de todas las nacio­
he dado esta tierra por herencia. nes; y no saldrán de a prisa, ni irán
23 Y ayudarán a mi pueblo, el huyendo, porque yo iré delante
resto de Jacob, y también a cuan­ de ellos, dice el Padre, y seré su
tos de la casa de Israel vengan, a retaguardia.
fin de que construyan una ciu­
dad que será llamada la a Nueva CAPÍTULO 22
Jerusalén.
En los últimos días, Sion y sus esta-
24 Y entonces ayudarán a mi
cas serán establecidas, e Israel será
pueblo que esté disperso sobre
recogido con misericordia y ter-
toda la faz de la tierra, para que
nura — Ellos triunfarán — Compá-
sean congregados en la Nueva
rese con Isaías 54. Aproximadamente
Jerusalén.
34 d.C.
25 Y entonces el a poder del cielo
descenderá entre ellos, y también Entonces se realizará lo que está
b 
yo estaré en medio. escrito: ¡Canta, oh estéril, tú que
26 Y entonces empezará la obra no dabas a luz! ¡Prorrumpe en
del Padre en aquel día, sí, cuando a 
cánticos, y da voces de júbilo,
sea predicado este evangelio entre tú que nunca estuviste de parto!,
el resto de este pueblo. De cierto porque más son los hijos de la
os digo que en ese día a empezará desolada que los de la casada,
la obra del Padre entre todos los dice el Señor.
dispersos de mi pueblo, sí, aun 2 Ensancha el sitio de tu tienda,
entre las tribus que han estado y extiéndanse las cortinas de tus
b 
perdidas, las cuales el Padre ha habitaciones; no seas escasa,
sacado de Jerusalén. alarga tus cuerdas, y haz más
27 Sí, empezará la obra entre fuertes tus a estacas;
todos los a dispersos de mi pue­ 3 porque hacia la mano derecha
blo, y el Padre preparará la vía y hacia la izquierda te extende­
por la cual puedan venir a mí, a rás; y tu posteridad heredará
22 a GEE Dispensaciones. b Isa. 2:2–4; 27 a 3 Ne. 16:4–5.
b 2 Ne. 10:18–19; 3 Ne. 24:1. 28 a GEE Israel — La con­
3 Ne. 16:13. 26 a 1 Ne. 14:17; gregación de Israel.
23 a 3 Ne. 20:22; 3 Ne. 21:6–7. 29 a Isa. 52:12;
Éter 13:1–12. b GEE Israel — Las diez 3 Ne. 20:42.
GEE Nueva Jerusalén. tribus perdidas de 22 1 a GEE Cantar.
25 a 1 Ne. 13:37. Israel. 2 a GEE Estaca.
547 3 NEFI 22:4–17
las naciones gentiles, y hará
a 
convenio de mi paz, dice el Señor
que se habiten las ciudades que tiene misericordia de ti.
desoladas. 11  ¡Oh afligida, azotada por
4 No temas, porque no serás la tempestad, y sin hallar con­
avergonzada, ni te perturbes, por­ suelo! He aquí que yo cimentaré
que no serás a abochornada; por­ tus a piedras con bellos colores, y
que te olvidarás del oprobio de con zafiros echaré tus cimientos.
tu juventud, y no te acordarás 12 Tus ventanas haré de ágatas,
del reproche de tu juventud, y y tus puertas de carbúnculos, y
del reproche de tu viudez nunca todos tus recintos haré de piedras
más te acordarás. deleitables.
5 Porque tu Hacedor, tu Ma­ 13 Y a todos tus hijos serán ins­
rido, el Señor de los Ejércitos es su truidos por el Señor; y grande
nombre; y tu Redentor, el Santo será la paz de tus hijos.
de Israel, será llamado el Dios de 14 En a rectitud serás estable­
toda la tierra. cida; estarás lejos de la opresión,
6 Porque como a mujer dejada porque no temerás, y del terror,
y afligida de espíritu, te llamó el porque no se acercará a ti.
Señor, y como a esposa de la ju­ 15 He aquí, de cierto se han de
ventud, cuando fuiste repudiada, reunir en contra de ti, mas no por
dice tu Dios. parte mía; quien se juntare en
7 Por un breve momento te dejé, contra de ti, caerá por tu causa.
mas con grandes misericordias te 16 He aquí, he creado al herrero
recogeré. que sopla el carbón en el fuego,
8 Con un poco de ira escondí mi y que saca la herramienta para
rostro de ti por un momento, mas su obra; y he creado al asolador
con misericordia eterna tendré para destruir.
a 
compasión de ti, dice el Señor 17  Ninguna arma forjada en
tu Redentor. contra de ti prosperará; y toda
9 Porque a así como las b aguas lengua que se levantare contra
de Noé; porque así como he ju­ ti en juicio, tú condenarás. Esta
rado que las aguas de Noé nunca es la herencia de los siervos del
más cubrirán la tierra, asimismo Señor, y su rectitud viene de mí,
he jurado que contigo no me eno­ dice el Señor.
jaré.
10  Porque los a montes desa­ CAPÍTULO 23
parecerán y los collados serán
quitados, pero mi bondad no se Jesús aprueba las palabras de
b 
apartará de ti, ni será quitado el Isaías  — Manda al pueblo que
3 a GEE Gentiles. 9 a Isa. 54:9. b Sal. 94:14; DyC 35:25.
4 a 2 Ne. 6:7, 13. b GEE Diluvio en los 11 a Apoc. 21:18–21.
8 a GEE Misericordia, tiempos de Noé. 13 a Jer. 31:33–34.
misericordioso. 10 a Isa. 40:4. 14 a GEE Rectitud, recto.
3 NEFI 23:1–14 548
escudriñe los profetas — Se agre- escribieseis otras Escrituras que
gan a los anales de ellos las palabras no tenéis.
de Samuel el Lamanita concernientes 7 Y aconteció que dijo a Nefi:
a la Resurrección. Aproximadamente Trae los anales que habéis lle­
34 d.C. vado.
8 Y cuando Nefi llevó los ana­
Y he aquí, ahora os digo que de­ les, y los puso ante él, Jesús los
béis a escudriñar estas cosas. Sí, miró y dijo:
un mandamiento os doy de que 9  En verdad os digo que yo
escudriñéis estas cosas diligen­ mandé a mi siervo, a Samuel el
temente, porque grandes son las Lamanita, que testificara a este
palabras de b Isaías. pueblo que el día en que el Pa­
2 Pues él ciertamente habló en dre glorificara su nombre en mí
lo que respecta a todas las cosas habría b muchos c santos que se
concernientes a mi pueblo que es d 
levantarían de entre los muertos,
de la casa de Israel; por tanto, es y aparecerían a muchos, y les mi­
menester que él hable también a nistrarían. Y les dijo: ¿No fue así?
los gentiles. 10 Y sus discípulos le contesta­
3 Y todas las cosas que habló se ron, y dijeron: Sí, Señor, Samuel
han cumplido, y se a cumplirán, profetizó según tus palabras, y
de conformidad con las palabras todas se cumplieron.
que habló. 11 Y Jesús les dijo: ¿Por qué no
4 Por tanto, escuchad mis pala­ habéis escrito esto, que muchos
bras; escribid las cosas que os he santos se levantaron, y se apa­
dicho; y de acuerdo con el tiempo recieron a muchos, y les minis­
y la voluntad del Padre, irán a los traron?
gentiles. 12 Y sucedió que Nefi se acordó
5 Y quienes escuchen mis pala­ de que aquello no se había escrito.
bras, y se arrepientan y sean bau­ 13 Y acaeció que Jesús mandó
tizados, se salvarán. Escudriñad que se escribiera; de modo que
los a profetas, porque muchos son se escribió, de acuerdo con lo que
los que testifican de estas cosas. él mandó.
6 Y aconteció que cuando Je­ 14  Y aconteció que cuando
sús hubo dicho estas palabras, Jesús hubo a explicado en una
les volvió a hablar, después que todas las Escrituras que ellos ha­
les hubo explicado todas las Es­ bían escrito, les mandó que en­
crituras que habían recibido, y señaran las cosas que él les había
les dijo: He aquí, quisiera que explicado.
23 1 a GEE Escrituras. 3 a 3 Ne. 20:11–12. c GEE Santo (sustantivo).
b 2 Ne. 25:1–5; 5 a Lucas 24:25–27. d Mateo 27:52–53.
Morm. 8:23. 9 a Hel. 13:2. GEE Resurrección.
GEE Isaías. b Hel. 14:25. 14 a Lucas 24:44–46.
549 3 NEFI 24:1–10
CAPÍTULO 24 4 Entonces la ofrenda de Judá y
de Jerusalén será grata al Señor,
El mensajero del Señor preparará el
como en los días antiguos, y como
camino para la Segunda Venida —
en años anteriores.
Cristo se sentará para juzgar — Se
5 Y yo me acercaré a vosotros
manda a Israel que pague los diez-
para juicio; y seré pronto testigo
mos y las ofrendas — Se escribe un
contra los hechiceros, y los adúl­
libro de memorias — Compárese
teros, y contra los que juran en
con Malaquías 3. Aproximadamente
falso, y contra los que defrau­
34 d.C.
dan en su salario al jornalero, a la
Y sucedió que les mandó escribir viuda y al a huérfano, y agravian
las palabras que el Padre había al extranjero, y no me temen, dice
dado a Malaquías, las cuales él el Señor de los Ejércitos.
les diría. Y aconteció que después 6 Porque yo soy el Señor, y no
que fueron escritas, él las explicó. cambio; por consiguiente, no sois
Y estas son las palabras que les consumidos, hijos de Jacob.
habló, diciendo: Así dijo el Padre 7 Aun desde los días de vuestros
a Malaquías: He aquí, enviaré a padres os habéis a apartado de
mi a mensajero, y él preparará el mis ordenanzas, y no las habéis
camino delante de mí, y repenti­ guardado. b Volveos a mí, y yo me
namente vendrá a su templo el volveré a vosotros, dice el Señor
Señor a quien buscáis, sí, el men­ de los Ejércitos. Mas vosotros de­
sajero del convenio, en quien os cís: ¿En qué hemos de volvernos?
deleitáis; he aquí, vendrá, dice el 8 ¿Robará el hombre a Dios?
Señor de los Ejércitos. Mas vosotros me habéis robado.
2 ¿Y quién podrá a soportar el Pero decís: ¿En qué te hemos ro­
día de su venida? ¿Y quién podrá bado? En los a diezmos y en las
estar en pie cuando él aparezca? b 
ofrendas.
Porque es como b fuego purifica­ 9 Malditos sois con maldición,
dor y como jabón de lavadores. porque vosotros, toda esta nación,
3 Y se sentará como refinador y me habéis robado.
purificador de plata; y purificará 10 Traed todos los a diezmos al
a los a hijos de Leví, y los refinará alfolí para que haya alimento en
como al oro y a la plata, para que mi casa; y probadme ahora en
b 
ofrezcan al Señor una ofrenda en esto, dice el Señor de los Ejérci­
rectitud. tos, si no os abriré las ventanas
24 1 a DyC 45:9. purificación de la b Hel. 13:11;
2 a 3 Ne. 25:1. tierra. 3 Ne. 10:6;
b Zac. 13:9; 3 a Deut. 10:8; Moro. 9:22.
DyC 128:24. DyC 84:31–34. 8 a GEE Diezmar, diezmo.
GEE Segunda venida b DyC 13. b GEE Ofrenda.
de Jesucristo; 5 a Stg. 1:27. 10 a DyC 64:23; 119.
Tierra — La 7 a GEE Apostasía.
3 NEFI 24:11–25:4 550
de los cielos, y derramaré sobre integre mis joyas; y los perdo­
a 

vosotros una b bendición tal que naré como el hombre que perdona
no haya donde contenerla. a su hijo que le sirve.
11 Y reprenderé al devorador 18 Entonces vosotros os volve­
por el bien de vosotros, y no des­ réis y a discerniréis entre los justos
truirá los frutos de vuestra tierra; y los malos; entre el que sirve a
ni vuestra viña en los campos Dios y el que no le sirve.
dará su fruto antes de tiempo,
dice el Señor de los Ejércitos. CAPÍTULO 25
12 Y todas las naciones os lla­
En la Segunda Venida, los soberbios
marán bienaventurados, porque
y los inicuos serán quemados como
seréis tierra deleitosa, dice el Se­
rastrojo — Elías el Profeta volverá
ñor de los Ejércitos.
antes de ese día grande y terrible —
13 Fuertes han sido vuestras
Compárese con Malaquías 4. Aproxi-
palabras contra mí, dice el Señor.
madamente 34 d.C.
No obstante, vosotros decís: ¿Qué
hemos hablado contra ti? Porque he aquí, viene el día que
14 Habéis dicho: En vano es ser­ a 
arderá como un horno; y todos los
vir a Dios; ¿y qué nos aprovecha b 
soberbios, sí, y todos los que obran
haber guardado sus ordenanzas, inicuamente serán rastrojo; y aquel
y haber andado afligidos delante día que viene los abrasará, dice el
del Señor de los Ejércitos? Señor de los Ejércitos, de modo que
15 Y ahora llamamos dichosos no les dejará ni raíz ni rama.
a los soberbios; sí, los que obran 2 Pero para vosotros que teméis
iniquidad son ensalzados; sí, aun mi nombre, surgirá el a Hijo de
son librados los que tientan a Dios. Justicia, con sanidad en sus alas;
16 Entonces los que temían al y saldréis, y os b criaréis como c ter­
Señor a hablaron a menudo, cada neros en el establo.
uno a su compañero; y el Señor 3 Y a hollaréis a los malvados;
escuchó y oyó; y fue escrito un porque serán como cenizas bajo
b 
libro de memorias delante de él las plantas de vuestros pies el día
para aquellos que temían al Señor en que yo haga esto, dice el Señor
y pensaban en su nombre. de los Ejércitos.
17 Y serán míos, dice el Señor 4 Recordad la ley de Moisés, mi
de los Ejércitos, el día en que yo siervo, la cual le decreté en a Horeb
10 b GEE Bendecido, don de. tierra.
bendecir, bendición. 25 1 a Isa. 24:6; b 2 Ne. 20:33.
16 a Moro. 6:5. 1 Ne. 22:15; GEE Orgullo.
b DyC 85:9; 3 Ne. 24:2; 2 a Éter 9:22.
Moisés 6:5. DyC 29:9; 64:23–24; b DyC 45:58.
GEE Libro de 133:64; c Amós 6:4;
memorias. JS—H 1:37. 1 Ne. 22:24.
17 a DyC 101:3. GEE Tierra — La 3 a 3 Ne. 21:12.
18 a GEE Discernimiento, purificación de la 4 a Éx. 3:1–6.
551 3 NEFI 25:5–26:8
para todo Israel, con los estatutos época en que él viniera en su
y juicios. a 
gloria; sí, todas las cosas que
5 He aquí, yo os enviaré a a Elías habrían de suceder sobre la faz
el Profeta antes que venga el b día de la tierra, hasta que los b ele­
grande y terrible del Señor; mentos se derritieran con calor
6 y él a volverá el corazón de los abrasador, y la tierra se c plegara
padres a los hijos, y el corazón de como un rollo, y pasaran los cie­
los hijos a sus padres, no sea que los y la tierra;
yo venga y hiera la tierra con una 4 y hasta el a grande y postrer día
maldición. en que todos los pueblos, y todas
las familias, y todas las naciones y
CAPÍTULO 26 lenguas b comparezcan ante Dios
para ser juzgados por sus obras,
Jesús explica todas las cosas desde el
ya fueren buenas o malas;
principio hasta el fin — Los niños,
5 si fueren buenas, a la a resu­
aun los más pequeñitos, hablan co-
rrección de vida sempiterna; y si
sas maravillosas que no se pueden
fueren malas, a la resurrección de
escribir — Los de la Iglesia de Cristo
condenación; por lo que consti­
tienen todas las cosas en común.
tuyen un paralelo, lo uno por un
Aproximadamente 34 d.C.
lado y lo otro por el otro, según
Y acaeció que cuando Jesús hubo la misericordia, y la b justicia, y
declarado estas cosas, las explicó la santidad que hay en Cristo, el
a la multitud; y les explicó todas cual existía desde c antes del prin­
las cosas, grandes así como pe­ cipio del mundo.
queñas. 6 Y ahora bien, no puede escri­
2 Y dijo: a Estas Escrituras que birse en este libro ni la a centésima
no habíais tenido con vosotros, el parte de las cosas que Jesús ver­
Padre mandó que yo os las diera; daderamente enseñó al pueblo;
porque en su sabiduría dispuso 7 pero he aquí, las a planchas de
que se dieran a las generaciones Nefi contienen la mayor parte de
futuras. las cosas que enseñó al pueblo.
3 Y les explicó todas las cosas, 8 Y he escrito estas cosas, que
aun desde el principio hasta la son la menor parte de lo que
5 a 2 Rey. 2:1–2; 3 Ne. 24–25. b Mos. 16:10–11.
DyC 2:1; 110:13–16; 3 a GEE Jesucristo — La GEE Juicio final.
128:17–18. gloria de Jesucristo. 5 a Dan. 12:2;
GEE Elías el Profeta; b Amós 9:13; Juan 5:29.
Salvación de los 2 Pe. 3:10, 12; b GEE Justicia.
muertos; Morm. 9:2. c Éter 3:14.
Sellamiento, sellar. GEE Mundo — El fin GEE Jesucristo — La
b GEE Segunda venida del mundo; Tierra — La existencia premortal de
de Jesucristo. purificación de la tierra. Cristo.
6 a DyC 2:2. c Morm. 5:23. 6 a Juan 21:25;
26 2 a Es decir, Mal. 3–4, 4 a Hel. 12:25; 3 Ne. 5:8.
citados en 3 Ne. 28:31. 7 a GEE Planchas.
3 NEFI 26:9–19 552
enseñó al pueblo; y las he escrito cosas grandes y maravillosas a
con objeto de que nuevamente sus padres, mayores aún que las
lleguen a de los gentiles a este pue­ que él había revelado al pueblo; y
blo, según las palabras que Jesús desató la lengua de ellos de modo
ha hablado. que pudieron expresarse.
9  Y cuando hayan recibido 15 Y aconteció que después que
esto, que conviene que obtengan hubo ascendido al cielo —la se­
primero para probar su fe, y si gunda vez que se había mani­
sucede que creen estas cosas, en­ festado a ellos, y había vuelto al
tonces les serán manifestadas las Padre, después de haber a sanado
a 
cosas mayores. a todos sus enfermos y sus cojos,
10 Y si sucede que no creen estas y abierto los ojos de sus ciegos,
cosas, entonces les serán a reteni­ y destapado los oídos de los sor­
das las cosas mayores, para su dos, y aun había efectuado toda
condenación. clase de sanidades entre ellos, y
11 He aquí, estaba a punto de levantado a un hombre de en­
escribirlas, cuantas se grabaron tre los muertos, y manifestado
sobre las planchas de Nefi, pero el a ellos su poder, y ascendido al
Señor lo prohibió, diciendo: Pon­ Padre—
dré a a prueba la fe de mi pueblo. 16 he aquí, sucedió que al día
12 Por lo que, yo, Mormón, es­ siguiente se reunió la multitud, y
cribo las cosas que el Señor me ha oyó y vio a estos niños; sí, aun los
mandado. Y ahora yo, Mormón, más a pequeñitos abrieron su boca
concluyo mis palabras, y procedo y hablaron cosas maravillosas; y
a escribir las cosas que se me han las cosas que dijeron, se prohibió
mandado. que hombre alguno las escribiera.
13 Por tanto, quisiera que en­ 17 Y aconteció que los a discí­
tendieseis que el Señor verdade­ pulos que Jesús había escogido
ramente enseñó al pueblo por el empezaron desde entonces a
espacio de tres días; y tras esto, b 
bautizar y enseñar a cuantos ve­
se les a manifestaba con frecuen­ nían a ellos; y cuantos se bautiza­
cia, y partía b pan a menudo, y lo ron en el nombre de Jesús fueron
bendecía, y se lo daba. llenos del Espíritu Santo.
14 Y sucedió que enseñó y mi­ 18 Y muchos de ellos vieron y
nistró a los a niños de la multitud oyeron cosas indecibles, que a no
de que se ha hablado; y b soltó es lícito escribir.
la lengua de ellos, y declararon 19 Y enseñaron y se ministraron
8 a 3 Ne. 21:5–6. GEE Santa Cena. Sanar, sanidades.
9 a Éter 4:4–10. 14 a 3 Ne. 17:11–12. 16 a Mateo 11:25.
10 a Alma 12:9–11. b Alma 32:23; 17 a 3 Ne. 19:4–13.
11 a Éter 12:6. 3 Ne. 26:16. b 4 Ne. 1:1.
13 a Juan 21:14. 15 a 3 Ne. 17:9. 18 a 3 Ne. 26:11.
b 3 Ne. 20:3–9. GEE Milagros;
553 3 NEFI 26:20–27:9
el uno al otro; y tenían todas las
a 
iglesia; porque hay disputas en­
cosas en b común, todo hombre tre el pueblo concernientes a este
obrando en justicia uno con otro. asunto.
20 Y sucedió que hicieron todas 4 Y el Señor les dijo: De cierto,
las cosas, así como Jesús se lo ha­ de cierto os digo: ¿Por qué es que
bía mandado. este pueblo ha de murmurar y
21 Y los que fueron bautizados disputar a causa de esto?
en el nombre de Jesús, fueron lla­ 5 ¿No han leído las Escrituras
mados la a iglesia de Cristo. que dicen que debéis tomar so­
bre vosotros el a nombre de Cristo,
CAPÍTULO 27 que es mi nombre? Porque por
este nombre seréis llamados en
Jesús les manda que den el nombre de
el postrer día;
Él a la Iglesia — Su misión y su sacri-
6 y el que tome sobre sí mi nom­
ficio expiatorio constituyen Su Evan-
bre, y a persevere hasta el fin, este
gelio — Se manda a los hombres que
se salvará en el postrer día.
se arrepientan y sean bautizados para
7 Por tanto, cualquier cosa que
que sean santificados por el Espíritu
hagáis, la haréis en mi nombre, de
Santo — Ellos han de ser aun como
modo que daréis mi nombre a la
Jesús. Aproximadamente 34–35 d.C.
iglesia; y en mi nombre pediréis
Y sucedió que mientras los discí­ al Padre que bendiga a la iglesia
pulos de Jesús andaban viajando por mi causa.
y predicando las cosas que habían 8 ¿Y cómo puede ser a mi b iglesia
oído y visto, y bautizando en el salvo que lleve mi nombre? Por­
nombre de Jesús, sucedió que se que si una iglesia lleva el nombre
hallaban congregados los discípu­ de Moisés, entonces es la iglesia
los y a unidos en poderosa oración de Moisés; o si se le da el nom­
y b ayuno. bre de algún hombre, entonces es
2 Y Jesús se les a manifestó de la iglesia de ese hombre; pero si
nuevo, porque pedían al Padre lleva mi nombre, entonces es mi
en su nombre; y vino Jesús y se iglesia, si es que están fundados
puso en medio de ellos, y les dijo: sobre mi evangelio.
¿Qué queréis que os dé? 9 En verdad os digo que vo­
3 Y ellos le dijeron: Señor, de­ sotros estáis edificados sobre
seamos que nos digas el nombre mi evangelio. Por tanto, cua­
por el cual hemos de llamar esta lesquiera cosas que llaméis, las
19 a 4 Ne. 1:3. b Alma 6:6. tomar sobre sí el
b GEE Consagrar, ley de GEE Ayunar, ayuno. nombre de Jesucristo.
consagración. 2 a 3 Ne. 26:13. 6 a 3 Ne. 15:9.
21 a Mos. 18:17. GEE Jesucristo — Las 8 a DyC 115:4.
GEE Iglesia de apariciones de Cristo b GEE Jesucristo — Es
Jesucristo. después de Su muerte. cabeza de la Iglesia.
27 1 a DyC 29:6. 5 a GEE Jesucristo — El
3 NEFI 27:10–19 554
llamaréis en mi nombre; de modo comparecer ante mí, para ser
que si pedís al Padre, por la igle­ c 
juzgados por sus obras, ya fue­
sia, si lo hacéis en mi nombre, el ren buenas o malas;
Padre os escuchará; 15 y por esta razón he sido a le­
10 y si es que la iglesia está edifi­ vantado; por consiguiente, de
cada sobre mi evangelio, entonces acuerdo con el poder del Padre,
el Padre manifestará sus propias atraeré a mí mismo a todos los
obras en ella. hombres, para que sean juzgados
11 Pero si no está edificada so­ según sus obras.
bre mi evangelio, y está fundada 16 Y sucederá que cualquiera
en los hechos de los hombres, o que se a arrepienta y se b bautice en
en las obras del diablo, de cierto mi nombre, será lleno; y si c per­
os digo que gozarán de su obra severa hasta el fin, he aquí, yo lo
por un tiempo, y de aquí a poco tendré sin culpa ante mi Padre el
viene el fin, y son a cortados y día en que me presente para juz­
echados en el fuego, de donde gar al mundo.
no se vuelve. 17 Y aquel que no persevera
12 Pues sus obras los a siguen, hasta el fin, este es el que también
porque es por sus obras que son es cortado y echado en el fuego,
talados; recordad, pues, las cosas de donde nunca más puede vol­
que os he dicho. ver, por motivo de la a justicia del
13 He aquí, os he dado mi a evan­ Padre.
gelio, y este es el evangelio que 18 Y esta es la palabra que él
os he dado: que vine al mundo a ha dado a los hijos de los hom­
cumplir la b voluntad de mi Padre, bres; y por esta razón él cumple
porque mi Padre me envió. las palabras que ha dado; y no
14 Y mi Padre me envió para miente, sino que cumple todas
que fuese a levantado sobre la sus palabras.
cruz; y que después de ser le­ 19 Y a nada impuro puede entrar
vantado sobre la cruz, pudiese en su reino; por tanto, nada entra
b 
atraer a mí mismo a todos los en su b reposo, sino aquellos que
hombres, para que así como he han c lavado sus vestidos en mi
sido levantado por los hombres, sangre, mediante su fe, y el arre­
así también los hombres sean pentimiento de todos sus pecados
levantados por el Padre, para y su fidelidad hasta el fin.
11 a Alma 5:52. 2 Ne. 9:5; GEE Perseverar.
12 a Apoc. 14:13; DyC 27:18. 17 a GEE Justicia.
DyC 59:2. c GEE Jesucristo — Es 19 a Alma 11:37.
13 a DyC 76:40–42. juez. b DyC 84:24.
GEE Evangelio. 15 a GEE Expiación, expiar. GEE Descansar,
b Juan 6:38–39. 16 a GEE Arrepentimiento, descanso (reposo).
14 a 1 Ne. 11:32–33; arrepentirse. c Apoc. 1:5; 7:14;
Moisés 7:55. b GEE Bautismo, bautizar. Alma 5:21, 27; 13:11–13.
b Juan 6:44; c 1 Ne. 13:37.
555 3 NEFI 27:20–32
20 Y este es el mandamiento: consiguiente, el mundo será juz­
a 
Arrepentíos, todos vosotros, gado por los libros que se escri­
extremos de la tierra, y venid ban.
a mí y sed b bautizados en mi 27 Y sabed que a vosotros seréis
nombre, para que seáis c santi­ los jueces de este pueblo, según el
ficados por la recepción del Es­ juicio que yo os daré, el cual será
píritu Santo, a fin de que en el justo. Por lo tanto, ¿qué b clase de
postrer día os presentéis ante mí hombres habéis de ser? En verdad
d 
sin mancha. os digo, aun c como yo soy.
21 En verdad, en verdad os digo 28 Y ahora a voy al Padre. Y de
que este es mi evangelio; y voso­ cierto os digo, cualesquiera cosas
tros sabéis las cosas que debéis que pidáis al Padre en mi nombre,
hacer en mi iglesia; pues las obras os serán concedidas.
que me habéis visto hacer, esas 29 Por consiguiente, a pedid, y
también las haréis; porque aque­ recibiréis; llamad, y se os abrirá;
llo que me habéis visto hacer, eso porque el que pide, recibe; y al
haréis vosotros. que llama, se le abrirá.
22 De modo que si hacéis estas 30 Y, he aquí, mi gozo es grande,
cosas, benditos sois, porque se­ aun hasta la plenitud, por causa
réis enaltecidos en el postrer día. de vosotros, y también de esta
23 Escribid las cosas que habéis generación; sí, y aun el Padre se
visto y oído, salvo aquellas que regocija, y también todos los san­
están a prohibidas. tos ángeles, por causa de vosotros
24 Escribid los hechos de este y los de esta generación; porque
pueblo, que serán, tal como se a 
ninguno de ellos se pierde.
ha escrito, de aquello que ya ha 31 He aquí, quisiera que me
pasado. entendieseis, porque me refiero
25 Pues he aquí, por los libros a los de a esta generación que
que se han escrito, y los que se b 
ahora viven; y ninguno de ellos
escribirán, será a juzgado este pue­ se pierde; y mi c gozo es com­
blo, porque por medio de ellos pleto en ellos.
serán dadas a conocer sus b obras 32 Pero he aquí, me aflijo por
a los hombres. motivo de los de la a cuarta ge­
26 Y he aquí, todas las cosas neración a partir de esta, porque
son a escritas por el Padre; por serán llevados cautivos por él,
20 a Éter 4:18. b 1 Ne. 15:32–33. 28 a Juan 20:17.
b GEE Bautismo, 26 a 3 Ne. 24:16. 29 a Mateo 7:7;
bautizar — GEE Libro de la vida. 3 Ne. 14:7.
Indispensable. 27 a 1 Ne. 12:9–10; 30 a Juan 17:12.
c GEE Santificación. Morm. 3:19. 31 a 3 Ne. 28:23.
d DyC 4:2. b GEE Jesucristo — El b 3 Ne. 9:11–13; 10:12.
23 a 3 Ne. 26:16. ejemplo de Jesucristo. c GEE Gozo.
25 a 2 Ne. 33:10–15; c Mateo 5:48; 32 a 2 Ne. 26:9–10;
P. de Morm. 1:11. 3 Ne. 12:48. Alma 45:10, 12.
3 NEFI 27:33–28:7 556
así como lo fue el hijo de perdi­ diciéndoles: ¿Qué es lo que de­
ción; porque me venderán por seáis de mí después que haya ido
plata y por oro, y por aquello al Padre?
que la b polilla corrompe, y que 2 Y contestaron todos, salvo tres,
los ladrones minan y hurtan. Y diciendo: Deseamos que después
en aquel día los visitaré, sí, ha­ que hayamos vivido hasta la edad
ciendo volver sus obras sobre sus del hombre, que nuestro minis­
propias cabezas. terio al cual nos has llamado se
33 Y aconteció que cuando Je­ termine, a fin de que vengamos
sús hubo concluido estas pa­ presto a ti en tu reino.
labras, dijo a sus discípulos: 3 Y él les dijo: Benditos sois por­
Entrad por la a puerta estrecha, que deseasteis esto de mí; por
porque estrecha es la puerta, y tanto, después que hayáis llegado
angosto el camino que conduce a los setenta y dos años de edad,
a la vida, y pocos son los que lo vendréis a mí en mi reino; y con­
hallan; pero ancha es la puerta, migo hallaréis a reposo.
y espacioso el camino que con­ 4 Y cuando les hubo hablado,
duce a la muerte, y muchos son se volvió hacia los tres y les
los que lo transitan, hasta que dijo: ¿Qué queréis que haga por
llega la noche, en la que nadie vosotros, cuando haya ido al
puede trabajar. Padre?
5 Y se contristó el corazón de
CAPÍTULO 28 ellos, porque no se atrevían a de­
cirle lo que deseaban.
Nueve de los doce discípulos desean,
6 Y él les dijo: He aquí, a conozco
y se les promete una herencia en el
vuestros pensamientos, y ha­
reino de Cristo cuando mueran —
béis deseado lo que de mí de­
Los Tres Nefitas desean, y se les
seó b Juan, mi amado, quien me
concede, poder sobre la muerte para
acompañó en mi ministerio, an­
permanecer en la tierra hasta que
tes que yo fuese levantado por
Jesús venga de nuevo — Son tras-
los judíos.
ladados y ven cosas que no es lícito
7 Por tanto, más benditos sois
declarar, y ahora se encuentran mi-
vosotros, porque a nunca proba­
nistrando entre los hombres. Aproxi-
réis la b muerte; sino que vivi­
madamente 34–35 d.C.
réis para ver todos los hechos
Y sucedió que cuando Jesús del Padre para con los hijos de
hubo dicho estas palabras, habló los hombres, aun hasta que se
a sus discípulos, uno por uno, cumplan todas las cosas según la
32 b Mateo 6:19–21; 28 3 a GEE Descansar, DyC 7:1–4.
3 Ne. 13:19–21. descanso (reposo). 7 a 4 Ne. 1:14;
33 a Mateo 7:13–14; 6 a Amós 4:13; Morm. 8:10–11;
3 Ne. 14:13–14; Alma 18:32. Éter 12:17.
DyC 22. b Juan 21:21–23; b GEE Seres trasladados.
557 3 NEFI 28:8–19
voluntad del Padre, cuando yo al cielo, y oyeron y vieron cosas
venga en mi gloria con los c po­ inefables.
deres del cielo. 14 Y se les a prohibió hablar; ni
8 Y nunca padeceréis los dolores tampoco les fue dado el poder
de la muerte; sino que cuando yo para declarar las cosas que vie­
venga en mi gloria, seréis cam­ ron y oyeron;
biados de la a mortalidad a la b in­ 15 y no supieron decir si es­
mortalidad en un abrir y cerrar de taban en el cuerpo o fuera del
ojos; y entonces seréis bendecidos cuerpo; porque les pareció como
en el reino de mi Padre. una a transfiguración habida en
9 Y además, no sentiréis dolor ellos, como que fueron cambia­
mientras viváis en la carne, ni dos de este cuerpo de carne a un
pesar, sino por los pecados del estado inmortal, de modo que
mundo; y haré todo esto por mo­ pudieron contemplar las cosas
tivo de lo que habéis deseado de de Dios.
mí, porque habéis deseado a traer 16 Pero sucedió que de nuevo
a mí las almas de los hombres, ejercieron su ministerio sobre la
mientras exista el mundo. faz de la tierra; sin embargo, no
10 Y por esta causa tendréis a ple­ ministraron en cuanto a las co­
nitud de gozo; y os sentaréis en sas que habían visto y oído, por
el reino de mi Padre; sí, vuestro causa del mandamiento que les
gozo será completo, así como el fue dado en el cielo.
Padre me ha dado plenitud de 17  A h o r a b i e n , s i f u e ro n
gozo; y seréis tal como yo soy, y mortales o inmortales, desde
yo soy tal como el Padre; y el Pa­ el día de su transfiguración, no
dre y yo somos b uno. lo sé;
11 Y el a Espíritu Santo da testi­ 18 pero esto sí sé, según la his­
monio del Padre y de mí; y el Pa­ toria que se ha dado, que salieron
dre da el Espíritu Santo a los hijos sobre la superficie de la tierra,
de los hombres por mi causa. y ministraron a todo el pueblo,
12 Y sucedió que cuando Jesús agregando a la iglesia a cuan­
hubo hablado estas palabras, tocó tos creían en sus predicaciones,
a cada uno de ellos con su dedo, bautizándolos; y cuantos fueron
menos a los tres que habían de bautizados recibieron el Espíritu
quedar, y entonces partió. Santo.
13 Y he aquí, se abrieron los cie­ 19 Y eran arrojados en la prisión
los, y ellos fueron a arrebatados por aquellos que no pertenecían
7 c 3 Ne. 20:22. 9 a Filip. 1:23–24; 13 a 2 Cor. 12:2–4.
8 a 3 Ne. 28:36–40. DyC 7:5–6. 14 a DyC 76:114–116.
GEE Mortal, 10 a DyC 84:36–38. 15 a Moisés 1:11.
mortalidad. b Juan 17:20–23. GEE Transfiguración.
b GEE Inmortal, 11 a 2 Ne. 31:17–21;
inmortalidad. 3 Ne. 11:32.
3 NEFI 28:20–33 558
a la iglesia. Y las prisiones no
a 
porque están escondidos del
podían contenerlos, porque se mundo.
partían por la mitad. 26 Mas he aquí, yo los he visto,
20 Y eran arrojados en la tierra; y ellos me han ministrado.
pero herían la tierra con la pa­ 27 Y he aquí, se hallarán entre
labra de Dios, de tal modo que los gentiles, y los gentiles no los
por su a poder eran librados de conocerán.
las profundidades de la tierra; y, 28 También estarán entre los
por tanto, no podían cavar fosos judíos, y los judíos no los cono­
de hondura suficiente para con­ cerán.
tenerlos. 29 Y cuando el Señor lo consi­
21 Y tres veces fueron arroja­ dere propio en su sabiduría, su­
dos en un a horno, y no recibieron cederá que ejercerán su ministerio
daño alguno. entre todas las tribus a esparcidas
22 Y dos veces fueron arrojados de Israel, y entre todas las nacio­
en un a foso de animales feroces; nes, tribus, lenguas y pueblos; y
y he aquí, jugaron con las fieras de entre ellos llevarán muchas al­
como un niño con un cordero mas a Jesús, a fin de que se cum­
de leche, y no recibieron ningún plan sus deseos, y también por
daño. causa del poder convincente de
23 Y ocurrió que así anduvieron Dios que hay en ellos.
entre todo el pueblo de Nefi, y 30 Y son como los a ángeles de
predicaron el a evangelio de Cristo Dios; y si ruegan al Padre en el
a todos los habitantes sobre la faz nombre de Jesús, pueden mani­
de la tierra; y estos se convirtieron festarse a cualquier hombre que
al Señor, y se unieron a la iglesia les parezca conveniente.
de Cristo; y así fue bendecido el 31 Por tanto, ellos efectuarán
pueblo de b esa generación, según obras grandes y maravillosas,
las palabras de Jesús. antes del día a grande y futuro,
24 Y ahora yo, Mormón, dejo de cuando todos ciertamente ten­
escribir concerniente a estas cosas drán que comparecer ante el tri­
por un tiempo. bunal de Cristo;
25 He aquí, estaba a punto de 32 sí, aun entre los gentiles eje­
escribir los a nombres de aquellos cutarán ellos una obra a grande
que nunca habían de probar la y maravillosa, antes de ese día
muerte, pero el Señor lo prohi­ de juicio.
bió; por lo tanto, no los escribo, 33  Y si tuvieseis todas las
19 a Hech. 16:26; 4 Ne. 1:33. Israel; Israel — Las
Alma 14:26–28. 23 a GEE Evangelio. diez tribus perdidas
20 a Morm. 8:24. b 3 Ne. 27:30–31. de Israel.
21 a Dan. 3:22–27; 25 a 3 Ne. 19:4. 30 a GEE Ángeles.
4 Ne. 1:32. 29 a GEE Israel — El 31 a Hel. 12:25; 3 Ne. 26:4–5.
22 a Dan. 6:16–23; esparcimiento de 32 a 2 Ne. 25:17.
559 3 NEFI 28:34–29:2
Escrituras que relatan todas las ni pesar, sino por los pecados del
obras maravillosas de Cristo, mundo.
sabríais, según las palabras de 39 Mas este cambio no fue igual
Cristo, que estas cosas cierta­ al que se verificará en el postrer
mente vendrán. día; pero se efectuó un cambio en
34 Y, ¡ay de aquel que a no es­ ellos, de modo que Satanás no tu­
cuche las palabras de Jesús, ni a viera poder sobre ellos, para que no
b 
aquellos que él haya escogido y pudiera a tentarlos; y fueron b san­
enviado entre ellos! Porque quie­ tificados en la carne, a fin de que
nes no reciben las palabras de fuesen c santos, y no los pudiesen
Jesús ni las palabras de aquellos contener los poderes de la tierra.
que él ha enviado, no lo reciben 40 Y en este estado habrían de
a él; y por consiguiente, él no re­ permanecer hasta el día del juicio
cibirá a los tales en el postrer día; de Cristo; y en ese día habrían de
35 y mejor sería para ellos no pasar por un cambio mayor, y ser
haber nacido. ¿Pues suponéis que recibidos en el reino del Padre para
os será posible evitar la justicia nunca más salir, sino para morar
de un Dios ofendido, que ha sido con Dios eternamente en los cielos.
a 
hollado bajo los pies de los hom­
bres, para que por ese medio vi­ CAPÍTULO 29
niese la salvación?
La aparición del Libro de Mormón es
36 Y ahora bien, he aquí, res­
una señal de que el Señor ha empe-
pecto de lo que hablé concer­
zado a recoger a Israel y a cumplir
niente a aquellos que el Señor ha
Sus convenios — Los que rechacen
escogido, sí, los tres que fueron
Sus revelaciones y dones de los pos-
arrebatados a los cielos, que no
treros días serán maldecidos. Aproxi-
sabía yo si habían sido purifica­
madamente 34–35 d.C.
dos de la mortalidad a la inmor­
talidad, Y ahora bien, he aquí os digo
37 he aquí, después que escribí, que cuando el Señor, en su sabi­
he preguntado al Señor, y él me duría, juzgue prudente que a lle­
ha manifestado que es necesario guen estas cosas a los gentiles,
que se efectúe un cambio en sus según su palabra, entonces sa­
cuerpos, o de lo contrario, será bréis que ya empieza a cumplirse
menester que prueben la muerte; el b convenio que el Padre ha he­
38 por tanto, para que no tuvie­ cho con los hijos de Israel, con­
sen que probar la muerte, se ve­ cerniente a su restauración a las
rificó un a cambio en sus cuerpos, tierras de su herencia.
a fin de que no padeciesen dolor 2  Y podréis saber que las
34 a Éter 4:8–12. 38 a GEE Seres trasladados. c GEE Santidad.
b GEE Profeta. 39 a GEE Tentación, tentar. 29 1 a 2 Ne. 30:3–8.
35 a Hel. 12:2. b GEE Santificación. b Morm. 5:14, 20.
3 NEFI 29:3–30:2 560
palabras del Señor, que han perdición, para quien no hubo
declarado los santos profetas, misericordia, según la palabra
se cumplirán todas; y no ten­ de Cristo.
dréis que decir que el Señor a de­ 8 Sí, y ya no tenéis que a escar­
mora su venida a los hijos de necer ni b desdeñar a los judíos, ni
Israel. hacer burla de c ellos, ni de nin­
3 Y no tenéis por qué imagina­ guno del resto de la casa de Is­
ros en vuestros corazones que son rael; porque he aquí, el Señor se
en vano las palabras que se han acuerda de su convenio con ellos,
hablado, pues he aquí, el Señor y hará con ellos según lo que ha
se acordará del convenio que ha jurado.
hecho con su pueblo de la casa 9 Por tanto, no vayáis a suponer
de Israel. que podéis volver la mano dere­
4 Y cuando veáis que estas pa­ cha del Señor a la izquierda, para
labras aparecen entre vosotros, que no ejecute su juicio para el
no desdeñéis ya más los hechos cumplimiento del convenio que
del Señor, porque la a espada de ha hecho a la casa de Israel.
su b justicia se halla en su diestra;
y he aquí, si en aquel día despre­ CAPÍTULO 30
ciáis sus obras, él hará que pronto
Se manda a los gentiles de los últi-
os alcance.
mos días arrepentirse, venir a Cristo
5 a ¡Ay de aquel que b desdeñe los
y ser contados entre los de la casa
hechos del Señor; sí, ay de aquel
de Israel. Aproximadamente 34–
que c niegue al Cristo y sus obras!
35 d.C.
6 Sí, a ¡ay de aquel que niegue
las revelaciones del Señor, y del ¡Oíd, oh gentiles, y escuchad las
que diga que el Señor ya no obra palabras de Jesucristo, el Hijo del
por revelación, ni por profecía, Dios viviente, las cuales él me ha
ni por b dones, ni por lenguas, ni a 
mandado que hable concerniente
por sanidades, ni por el poder del a vosotros! Pues he aquí, él me
Espíritu Santo! manda escribir, diciendo:
7 Sí, y, ¡ay de aquel que en ese 2 ¡Tornaos, todos vosotros a gen­
día diga, para obtener a lucro, que tiles, de vuestros caminos de
Jesucristo no puede hacer b nin­ maldad; y b arrepentíos de vues­
gún milagro! Porque el que diga tras obras malas, de vuestras
esto vendrá a ser como el c hijo de mentiras y engaños, y de vuestras
2 a Lucas 12:45–48. 6 a Morm. 9:7–11, 15. 8 a 1 Ne. 19:14.
4 a 3 Ne. 20:20. b GEE Dones del Espíritu. b 2 Ne. 29:4–5.
b GEE Justicia. 7 a GEE Supercherías c GEE Judíos.
5 a 2 Ne. 28:15–16. sacerdotales. 30 1 a 3 Ne. 5:12–13.
b Morm. 8:17; b 2 Ne. 28:4–6; 2 a GEE Gentiles.
Éter 4:8–10. Morm. 9:15–26. b GEE Arrepentimiento,
c Mateo 10:32–33. c GEE Hijos de perdición. arrepentirse.
561 4 NEFI 1:1–5
fornicaciones, y de vuestras abo­ venid a mí, y sed bautizados en
minaciones secretas, y vuestras mi nombre para que recibáis la
idolatrías, y vuestros asesinatos, y remisión de vuestros pecados,
vuestras supercherías sacerdota­ y seáis llenos del Espíritu Santo,
les, y vuestras envidias, y vuestras para que seáis c contados entre los
contiendas, y de todas vuestras de mi pueblo que son de la casa
iniquidades y abominaciones, y de Israel!

CUARTO NEFI
EL LIBRO DE NEFI
QUE ES HIJO DE NEFI, UNO DE LOS DISCÍPULOS DE JESUCRISTO

Una relación del pueblo de Nefi, según sus anales.


Todos los nefitas y los lamanitas se con- 2 Y ocurrió que en el año treinta
vierten al Señor — Tienen todas las y seis se convirtió al Señor toda
cosas en común, obran milagros y pros- la gente sobre toda la faz de la
peran en la tierra — Al cabo de dos tierra, tanto nefitas como lama­
siglos, surgen divisiones, iniquidades, nitas; y no había contenciones ni
iglesias falsas y persecuciones — Des- disputas entre ellos, y obraban
pués de trescientos años, tanto los nefitas rectamente unos con otros.
como los lamanitas se vuelven inicuos — 3 Y tenían en común a todas las
Ammarón esconde los anales sagrados. cosas; por tanto, no había ricos
Aproximadamente 35–321 d.C. ni pobres, esclavos ni libres, sino
que todos fueron hechos libres,

Y ACONTECIÓ que pasó el


año treinta y cuatro, y tam­
bién el treinta y cinco; y he aquí,
y participantes del don celestial.
4  Y sucedió que pasó el año
treinta y siete también, y conti­
los discípulos de Jesús habían es­ nuó la paz en la tierra.
tablecido una iglesia de Cristo en 5 Y los discípulos de Jesús efec­
todas las tierras circunvecinas. Y tuaban grandes y maravillosas
cuantos iban a ellos, y se arrepen­ obras, de tal manera que a sana­
tían verdaderamente de sus peca­ ban a los enfermos, y resucita­
dos, eran bautizados en el nombre ban a los muertos, y hacían que
de Jesús; y también recibían el los cojos anduvieran, y que los
Espíritu Santo. ciegos recibieran su vista, y que
2 c Gál. 3:27–29; Abr. 2:10. 3 Ne. 26:19.
2 Ne. 10:18–19; GEE Consagrar, ley de
3 Ne. 16:10–13; [4 Nefi] consagración.
21:22–25; 1 3 a Hech. 4:32; 5 a GEE Sanar, sanidades.
4 NEFI 1:6–16 562
los sordos oyeran; y obraban toda prácticas y ordenanzas de la ley
a  b 

clase de b milagros entre los hijos de Moisés, sino que se guiaban


de los hombres; y no obraban mi­ por los mandamientos que habían
lagros salvo que fuera en el nom­ recibido de su Señor y su Dios,
bre de Jesús. perseverando en el c ayuno y en la
6  Y así pasó el año treinta y oración, y reuniéndose a menudo,
ocho, y también los años treinta tanto para orar como para escu­
y nueve, y cuarenta y uno y char la palabra del Señor.
cuarenta y dos, sí, hasta el año 13 Y sucedió que no hubo con­
cuarenta y nueve, y también el tención entre todos los habitantes
cincuenta y uno, y el cincuenta y sobre toda la tierra, mas los dis­
dos; sí, hasta que hubieron pasado cípulos de Jesús obraban grandes
cincuenta y nueve años. milagros.
7 Y el Señor los prosperó en gran 14 Y ocurrió que pasó el año se­
manera sobre la tierra; sí, al grado tenta y uno, y también el año se­
de que nuevamente edificaron tenta y dos; sí, y por último, hasta
ciudades donde se habían incen­ que hubo pasado el año setenta y
diado las otras. nueve; sí, y aun cien años habían
8 Sí, y aun la gran a ciudad de pasado, y los discípulos que Je­
Zarahemla hicieron reconstruir. sús había seleccionado se habían
9 Pero hubo muchas ciudades ido todos al a paraíso de Dios, con
que se habían a hundido, y las excepción de los b tres que habían
aguas habían aparecido en su lu­ de permanecer; y fueron c orde­
gar; por tanto, estas ciudades no nados otros d discípulos en lugar
pudieron ser reedificadas. de ellos; y también muchos de
10 Y he aquí, aconteció que el los de aquella generación habían
pueblo de Nefi se hizo fuerte, y muerto ya.
se multiplicó con gran rapidez, y 15 Y ocurrió que a no había con­
llegó a ser un pueblo a hermoso y tenciones en la tierra, a causa del
deleitable en extremo. amor de Dios que moraba en el
11 Y se casaban y se daban en corazón del pueblo.
matrimonio, y fueron bendeci­ 16  Y a no había envidias, ni
dos de acuerdo con la multitud contiendas, ni tumultos, ni for­
de las promesas que el Señor les nicaciones, ni mentiras, ni ase­
había hecho. sinatos, ni b lascivias de ninguna
12 Y ya no se guiaban por las especie; y ciertamente no podía
5 b Juan 14:12. b GEE Ley de Moisés. ordenar.
GEE Milagros. c Moro. 6:5; d GEE Discípulo.
8 a 3 Ne. 8:8. DyC 88:76–77. 15 a GEE Paz.
9 a 3 Ne. 9:4, 7. 14 a GEE Paraíso. 16 a GEE Unidad.
10 a Morm. 9:6. b 3 Ne. 28:3–9. b GEE Concupiscencia.
12 a 2 Ne. 25:30; GEE Seres trasladados.
3 Ne. 15:2–8. c GEE Ordenación,
563 4 NEFI 1:17–27
haber un pueblo más dichoso
c 
las planchas de Nefi, y también
entre todos los que habían sido está escrita en el libro de Nefi,
creados por la mano de Dios. que es este libro.
17 No había ladrones, ni ase­ 22 Y sucedió que habían trans­
sinos, ni lamanitas, ni ninguna currido doscientos años; y todos
especie de -itas, sino que eran los de la segunda generación ha­
a 
uno, hijos de Cristo y herederos bían muerto, con excepción de
del reino de Dios. unos pocos.
18 ¡Y cuán bendecidos fueron! 23 Y yo, Mormón, quiero que
Porque el Señor los bendijo en sepáis que el pueblo se había mul­
todas sus obras; sí, fueron ben­ tiplicado de tal manera que se
decidos y prosperaron hasta que hallaba esparcido por toda la faz
hubieron transcurrido ciento diez de la tierra, y que habían llegado
años; y la primera generación a ser sumamente ricos, por razón
después de Cristo había muerto de su prosperidad en Cristo.
ya, y no había contención en toda 24 Y ahora bien, en este año, el
la tierra. doscientos uno, empezó a haber
19 Y sucedió que Nefi, el que entre ellos algunos que se ensal­
llevaba estos últimos anales, mu­ zaron en el a orgullo, tal como el
rió (y llevaba la historia sobre lucir ropas costosas, y toda clase
las a planchas de Nefi); y su hijo de perlas finas, y de las cosas lu­
Amós la continuó en su lugar; y josas del mundo.
también lo hizo sobre las plan­ 25 Y de ahí en adelante ya no
chas de Nefi. tuvieron sus bienes y posesiones
20 Y la llevó ochenta y cuatro en a común entre ellos.
años, y todavía continuaba la paz 26 Y empezaron a dividirse en
en el país, con excepción de una clases; y empezaron a estable­
pequeña parte del pueblo que se cer a iglesias para sí con objeto de
había rebelado contra la iglesia y b 
lucrar; y comenzaron a negar la
tomado sobre sí el nombre de la­ verdadera iglesia de Cristo.
manitas; así que otra vez empezó 27 Y sucedió que cuando hu­
a haber lamanitas en la tierra. bieron transcurrido doscientos
21  Y aconteció que Amós diez años, ya había en la tierra
también murió (y fue a los un gran número de iglesias; sí,
ciento noventa y cuatro años había muchas iglesias que pro­
de la venida de Cristo), y su hijo, fesaban conocer al Cristo, y sin
Amós, llevó la historia en su lu­ embargo, a negaban la mayor
gar; y también la escribió sobre parte de su evangelio, de tal
16 c Mos. 2:41; 19 a GEE Planchas. Morm. 8:32–38.
Alma 50:23. 24 a GEE Orgullo. b DyC 10:56.
GEE Gozo. 25 a 4 Ne. 1:3. GEE Supercherías
17 a Juan 17:21. 26 a 1 Ne. 22:23; sacerdotales.
GEE Sion. 2 Ne. 28:3; 27 a GEE Apostasía.
4 NEFI 1:28–38 564
modo que toleraban toda clase un cordero; y salían de entre ellos
de iniquidades, y administraban sin recibir daño alguno.
lo que era sagrado a quienes les 34 No obstante, los del pueblo
estaba b prohibido por motivo de endurecieron su corazón, porque
no ser dignos. los guiaron muchos sacerdotes y
28 Y esta a iglesia se multiplicó en profetas falsos a establecer mu­
gran manera por causa de la ini­ chas iglesias y a cometer toda
quidad, y por el poder de Satanás clase de iniquidades. Y a herían al
que se apoderó de sus corazones. pueblo de Jesús; pero el pueblo de
29 Y además, había otra igle­ Jesús no les devolvía el mal. Y así
sia que negaba al Cristo; y estos degeneraron en la incredulidad
a 
perseguían a los de la verdadera e iniquidad de año en año, hasta
iglesia de Cristo por su humildad que hubieron pasado doscientos
y creencia en Cristo, y los despre­ treinta años.
ciaban por causa de los muchos 35 Y sucedió que en este año,
milagros que se efectuaban en­ sí, en el año doscientos treinta y
tre ellos. uno, hubo una gran división en­
30 Por tanto, ejercían poder y tre el pueblo.
autoridad sobre los discípulos 36 Y aconteció que en este año
de Jesús que permanecieron con se levantó un grupo que fue lla­
ellos, y los echaban en a prisiones; mado nefitas, y eran verdaderos
pero por el poder de la palabra de creyentes en Cristo; y entre estos
Dios, que estaba en ellos, las pri­ se encontraban aquellos que los
siones se partían en dos, y salían lamanitas llamaban jacobitas, y
ellos haciendo grandes milagros josefitas, y zoramitas;
entre el pueblo. 37 por tanto, los verdaderos cre­
31 No obstante, y a pesar de yentes en Cristo y los verdaderos
todos estos milagros, el pueblo adoradores de Cristo (entre los
endureció su corazón e intentó cuales se hallaban los a tres dis­
matarlos, así como los judíos de cípulos de Jesús que habían de
Jerusalén procuraron matar a Je­ quedar) eran llamados nefitas, y
sús, según la palabra de él. jacobitas, y josefitas, y zoramitas.
32 Y los arrojaban en a hornos 38  Y aconteció que aquellos
encendidos; y salían sin recibir que rechazaban el evangelio
ningún daño. eran llamados lamanitas, lemue­
33 Y también los echaban en a fo­ litas e ismaelitas; y estos no de­
sos de animales feroces, y jugaban generaron en la incredulidad,
con las fieras como un niño con sino que intencionalmente se
27 b 3 Ne. 18:28–29. 30 a 3 Ne. 28:19–20. DyC 98:23–27.
28 a GEE Diablo — La 32 a Dan. 3:26–27; 37 a 3 Ne. 28:6–7;
iglesia del diablo. 3 Ne. 28:21. Morm. 8:10–11.
29 a GEE Persecución, 33 a 3 Ne. 28:22.
perseguir. 34 a 3 Ne. 12:39;
565 4 NEFI 1:39–49
rebelaron contra el evangelio
a 
a afligirse los discípulos por los
de Cristo; y enseñaron a sus hi­ a 
pecados del mundo.
jos a no creer, así como sus pa­ 45 Y ocurrió que, cuando hubie­
dres degeneraron desde el ron pasado trescientos años, tanto
principio. el pueblo de los nefitas como el de
39 Y fue por motivo de la ini­ los lamanitas se habían vuelto su­
quidad y abominación de sus mamente inicuos, los unos iguales
padres, así como fue en el prin­ que los otros.
cipio. Y les a enseñaron a odiar 46 Y aconteció que los ladrones
a los hijos de Dios, tal como se de Gadiantón se extendieron por
había enseñado a los lamanitas toda la superficie de la tierra; y
a aborrecer a los hijos de Nefi no había quien fuese justo salvo
desde el principio. los discípulos de Jesús. Y acumu­
40 Y ocurrió que habían transcu­ laban y guardaban oro y plata en
rrido doscientos cuarenta y cuatro abundancia; y traficaban en mer­
años, y así se hallaban los asuntos caderías de toda clase.
del pueblo. Y la parte más inicua 47 Y sucedió que cuando hubie­
del pueblo se hizo fuerte, y llegó ron transcurrido trescientos cinco
a ser mucho más numerosa que años (y el pueblo seguía todavía
los del pueblo de Dios. en su iniquidad), murió Amós; y
41 Y continuaron estableciendo su hermano Ammarón llevó los
iglesias para sí, y adornándolas anales en su lugar.
con todo género de objetos pre­ 48 Y aconteció que cuando hu­
ciosos. Y así transcurrieron dos­ bieron pasado trescientos veinte
cientos cincuenta años, y también años, Ammarón, siendo constre­
doscientos sesenta años. ñido por el Espíritu Santo, ocultó
42 Y sucedió que la parte ini­ los a anales que eran sagrados —
cua del pueblo empezó otra vez sí, todos los anales sagrados que
a reconstituir los juramentos y se habían transmitido de gene­
las a combinaciones secretas de ración en generación, los cuales
Gadiantón. eran sagrados— aun hasta el año
43 Y también los del pueblo, trescientos veinte desde la venida
que eran llamados el pueblo de de Cristo.
Nefi, empezaron a tener orgullo 49 Y los ocultó para los fines del
en su corazón, a causa de sus Señor, con objeto de que a volvie­
inmensas riquezas, y se envane­ ran otra vez al resto de la casa de
cieron igual que sus hermanos, Jacob, según las profecías y las
los lamanitas. promesas del Señor. Y así con­
44 Y desde entonces empezaron cluyen los anales de Ammarón.
38 a GEE Rebelión. secretas. 49 a Enós 1:13.
39 a Mos. 10:17. 44 a 3 Ne. 28:9.
42 a GEE Combinaciones 48 a Hel. 3:13, 15–16.
EL LIBRO DE MORMÓN
CAPÍTULO 1 dejarás en el lugar donde se hallan;
y sobre las planchas de Nefi graba­
Ammarón da instrucciones a Mor-
rás todas las cosas que hayas obser­
món concernientes a los anales sagra-
vado concernientes a este pueblo.
dos — Comienza la guerra entre los
5 Y yo, Mormón, siendo descen­
nefitas y los lamanitas — Se retira
diente de a Nefi (y el nombre de mi
a los Tres Nefitas — Prevalecen la
padre era Mormón), recordé las
iniquidad, la incredulidad, los sor-
cosas que Ammarón me mandó.
tilegios y las hechicerías. Aproxima-
6 Y sucedió que teniendo yo
damente 321–326 d.C.
once años de edad, mi padre me

Y AHORA yo, a Mormón, hago


una b relación de las cosas que
he visto y oído; y la llamo el Libro
llevó a la tierra del sur, sí, hasta
la tierra de Zarahemla.
7 Toda la superficie de la tierra ha­
de Mormón. bía quedado cubierta de edificios,
2 Y más o menos en la época en y los habitantes eran casi tan nu­
que a Ammarón ocultó los anales merosos como las arenas del mar.
para los fines del Señor, vino a 8 Y sucedió que en este año em­
mí (tendría yo unos diez años de pezó a haber una guerra entre los
edad, y empezaba a b adquirir al­ nefitas, que se componían de los
guna instrucción en la ciencia de nefitas, y los jacobitas, y los jose­
mi pueblo), y me dijo Ammarón: fitas y los zoramitas; y esta guerra
Veo que eres un niño sensato, y fue entre los nefitas, y los lamani­
presto para observar; tas, los lemuelitas y los ismaelitas.
3  por lo tanto, cuando tengas 9 Ahora bien, los lamanitas, le­
unos veinticuatro años de edad, muelitas e ismaelitas se llamaban
quisiera que recordaras las cosas lamanitas; y los dos partidos eran
que hayas observado concernientes los nefitas y los lamanitas.
a este pueblo, y cuando llegues a 10 Y aconteció que empezó la
esa edad, ve a la tierra de Antum, guerra entre ellos en las fronteras
a una colina que se llamará a Shim; de Zarahemla, junto a las aguas
y allí he depositado para los fines de Sidón.
del Señor todos los santos grabados 11 Y sucedió que los nefitas ha­
concernientes a este pueblo. bían reunido un número muy
4 Y he aquí, tomarás contigo las crecido de hombres, que pasaba
a 
planchas de Nefi, y las demás las aun de treinta mil. Y acaeció que
1 1 a GEE Mormón, 2 a 4 Ne. 1:47–49. 4 a P. de Morm. 1:1, 11.
profeta nefita. b Mos. 1:3–5. GEE Planchas.
b 3 Ne. 5:11–18. 3 a Éter 9:3. 5 a 3 Ne. 5:12, 20.
567 MORMÓN 1:12–2:1
en este mismo año hubo un nú­ tierra fue maldecida por causa
a 

mero de batallas, en las cuales de ellos.


los nefitas derrotaron a los la­ 18 Y estos ladrones de Gadian­
manitas y mataron a muchos de tón, que se hallaban entre los
ellos. lamanitas, infestaban la tierra,
12  Y ocurrió que los lamani­ a tal grado que los habitantes
tas abandonaron su propósito, empezaron a ocultar sus a teso­
y hubo paz en la tierra; y duró la ros en la tierra; y se hicieron de­
paz por el término de unos cua­ leznables, porque el Señor había
tro años, de modo que no hubo maldecido la tierra, de tal manera
efusión de sangre. que no podían conservarlos ni
13 Pero prevaleció la maldad recuperarlos.
sobre la faz de toda la tierra, de 19 Y aconteció que hubo sorti­
manera que el Señor retiró a sus legios, y hechicerías, y encanta­
a 
amados discípulos, y cesó la obra mientos; y el poder del maligno
de milagros y sanidades debido a se extendió por toda la faz de la
la iniquidad del pueblo. tierra, hasta cumplirse todas las
14 Y no hubo a dones del Señor, palabras de Abinadí y también
y el b Espíritu Santo no descendió de Samuel el Lamanita.
sobre ninguno, por causa de su
iniquidad e c incredulidad. CAPÍTULO 2
15 Y habiendo llegado yo a la
Mormón encabeza los ejércitos de
edad de quince años, y siendo de
los nefitas — Hay sangre y mor-
carácter algo serio, por tanto, me
tandad por la faz de la tierra — Los
visitó el Señor, y probé y conocí
nefitas se quejan y se lamentan con
la bondad de Jesús.
la aflicción de los condenados — Su
16 E intenté predicar a este pue­
día de gracia ha pasado — Mormón
blo, pero me fue cerrada la boca, y
obtiene las planchas de Nefi — Conti-
se me prohibió que les predicara;
núan las guerras. Aproximadamente
pues he aquí, se habían a rebelado
327–350 d.C.
intencionalmente contra su Dios;
y los amados discípulos fueron Y sucedió que en ese mismo año
b 
retirados de la tierra, a causa de empezó de nuevo a haber guerra
la iniquidad del pueblo. entre los nefitas y los lamanitas.
17 Mas yo permanecí entre ellos, Y a pesar de mi juventud, yo era
pero me fue prohibido que les de grande estatura; por tanto, el
predicara por motivo de la du­ pueblo de Nefi me nombró para
reza de sus corazones; y debido que fuese su caudillo, o sea, el
a la dureza de sus corazones, la caudillo de sus ejércitos.
13 a 3 Ne. 28:2, 12. 16 a GEE Rebelión. 18 a Hel. 13:18–20;
14 a Moro. 10:8–18, 24. b Morm. 8:10. Éter 14:1–2.
b GEE Espíritu Santo. 17 a 2 Ne. 1:7;
c GEE Incredulidad. Alma 45:10–14, 16.
MORMÓN 2:2–13 568
2 Aconteció, pues, que a los die­ hubo sangre y mortandad por
ciséis años de edad salí contra toda la faz de la tierra, así entre
los lamanitas a la cabeza de un los nefitas como entre los lama­
ejército nefita; de modo que ya nitas; y por toda la superficie de
habían transcurrido trescientos la tierra había una revolución
veintiséis años. completa.
3 Y ocurrió que en el año tres­ 9 Y los lamanitas tenían un rey,
cientos veintisiete, los lamani­ y se llamaba Aarón; y vino contra
tas vinieron contra nosotros con nosotros con un ejército de cua­
una fuerza sumamente grande, al renta y cuatro mil. Y he aquí, yo le
grado de que llenaron de temor hice frente con cuarenta y dos mil.
a mis ejércitos; de modo que no Y aconteció que lo derroté con
quisieron luchar, y empezaron mi ejército, de modo que huyó
a retroceder hacia los países del delante de mí. Y he aquí, ocurrió
norte. todo esto, y habían pasado ya
4 Y sucedió que llegamos a la trescientos treinta años.
ciudad de Angola, y tomamos 10  Y sucedió que los nefitas
posesión de la ciudad, e hici­ empezaron a arrepentirse de su
mos los preparativos para de­ iniquidad, y a llorar tal como lo
fendernos de los lamanitas. Y había profetizado el profeta Sa­
aconteció que fortificamos la muel; porque he aquí, nadie po­
ciudad con nuestra fuerza; pero día conservar lo que era suyo,
a pesar de todas nuestras fortifi­ por motivo de los ladrones, y los
caciones, los lamanitas vinieron bandidos, y los asesinos, y las
sobre nosotros y nos echaron de artes mágicas, y las brujerías que
la ciudad. había en la tierra.
5 Y también nos arrojaron de la 11 De modo que empezó a haber
tierra de David. quejidos y lamentaciones en toda
6 Y emprendimos la marcha y la tierra a causa de estas cosas; y
llegamos a la tierra de Josué, que con más particularidad entre el
se hallaba en las fronteras del pueblo de Nefi.
oeste cerca del mar. 12 Y sucedió que cuando yo,
7 Y aconteció que reunimos a Mormón, vi sus lamentos, y sus
nuestro pueblo con toda la rapi­ quejidos, y su pesar delante del
dez posible, para concentrarlo en Señor, mi corazón empezó a rego­
un solo grupo. cijarse dentro de mí, conociendo
8 Pero he aquí, la tierra estaba las misericordias y la longanimi­
llena de ladrones y lamanitas; dad del Señor, suponiendo, por
y no obstante la gran destruc­ tanto, que él sería misericordioso
ción que se cernía sobre los de con ellos para que se tornaran de
mi pueblo, no se arrepintieron nuevo en un pueblo justo.
de sus iniquidades; de modo que 13 Pero he aquí, fue en vano
569 MORMÓN 2:14–23
este gozo mío, porque su aflic­a 
de Ammarón, y tomado las plan­
ción no era para arrepentimiento, chas de Nefi, y preparé una his­
por motivo de la bondad de Dios, toria según sus palabras.
sino que era más bien el pesar de 18 Y sobre las planchas de Nefi
los b condenados, porque el Señor hice una relación completa de
no siempre iba a permitirles que todas las iniquidades y abomina­
hallasen c felicidad en el pecado. ciones; mas sobre estas a planchas
14 Y no venían a Jesús con a co­ me abstuve de hacer un relato
razones quebrantados y espíritus completo de sus iniquidades y
contritos, antes bien, b maldecían sus abominaciones; porque he
a Dios, y deseaban morir. No obs­ aquí, desde que he sido capaz de
tante, luchaban con la espada por observar las vías de los hombres,
sus vidas. ha estado delante de mis ojos una
15 Y aconteció que mi aflicción escena continua de maldades y
nuevamente volvió a mí, y vi que abominaciones.
el a día de b gracia c había pasado 19 Y, ¡ay de mí por causa de sus
para ellos, tanto temporal como iniquidades; porque mi corazón
espiritualmente; porque vi que se ha visto lleno de pesar por ra­
miles de ellos eran talados en re­ zón de sus maldades, todos mis
belión manifiesta contra su Dios, días! No obstante, sé que yo seré
y amontonados como estiércol a 
enaltecido en el postrer día.
sobre la superficie de la tierra. 20 Y sucedió que en este año, el
Y así habían pasado trescientos pueblo de Nefi otra vez fue perse­
cuarenta y cuatro años. guido y echado. Y aconteció que
16 Y ocurrió que en el año tres­ fuimos acosados hasta que hubi­
cientos cuarenta y cinco, los ne­ mos llegado al norte, a la tierra
fitas empezaron a huir delante que se llamaba Shem.
de los lamanitas; y fueron perse­ 21 Y ocurrió que fortificamos la
guidos aun hasta que llegaron a ciudad de Shem, y recogimos a
la tierra de Jasón antes que fuera cuantos nos fue posible de nues­
posible detenerlos en su retirada. tro pueblo para que tal vez los
17 Y la ciudad de Jasón se ha­ libráramos de la destrucción.
llaba situada no lejos de la a tierra 22 Y aconteció que en el año
donde Ammarón había deposi­ trescientos cuarenta y seis, los
tado los anales para los fines del lamanitas empezaron a acome­
Señor, con objeto de que no fue­ ternos otra vez.
sen destruidos. Y he aquí, yo ha­ 23 Y aconteció que hablé a los
bía ido, de acuerdo con la palabra de mi pueblo, y los exhorté con
2 13 a 2 Cor. 7:10; 14 a GEE Corazón b GEE Gracia.
Alma 42:29. quebrantado. c Jer. 8:20; DyC 56:16.
b GEE Condenación, b GEE Blasfemar, 17 a Morm. 1:1–4.
condenar. blasfemia. 18 a GEE Planchas.
c Alma 41:10. 15 a Hel. 13:38. 19 a Mos. 23:22; Éter 4:19.
MORMÓN 2:24–3:4 570
mucha energía, para que resis­ mediante el cual quedaron divi­
tieran valientemente frente a los didas las tierras de nuestra he­
lamanitas, y a lucharan por sus rencia.
mujeres, y sus hijos, y sus casas, 29 Y los lamanitas nos cedieron
y sus hogares. la región del norte, sí, hasta el
24 Y mis palabras los impul­ a 
estrecho pasaje que conducía a
saron un tanto a tener vigor, al la región del sur; y nosotros di­
grado de que no huyeron de los mos a los lamanitas toda la tie­
lamanitas, sino que los resistieron rra del sur.
osadamente.
25 Y ocurrió que con un ejército CAPÍTULO 3
de treinta mil hombres, comba­
Mormón proclama el arrepentimiento
timos contra una fuerza de cin­
a los nefitas — Logran una gran vic-
cuenta mil; y sucedió que los
toria y se jactan de su propia fuerza —
resistimos con tal firmeza que
Mormón se niega a dirigirlos, y sus
huyeron delante de nosotros.
oraciones por ellos carecen de fe — El
26 Y aconteció que cuando hu­
Libro de Mormón invita a las doce
yeron, los perseguimos con nues­
tribus de Israel a creer en el Evange-
tros ejércitos, y de nuevo tuvimos
lio. Aproximadamente 360–362 d.C.
un encuentro con ellos y los de­
rrotamos. No obstante, la fuerza Y sucedió que los lamanitas no
del Señor no estaba con noso­ volvieron de nuevo a la bata­
tros; sí, nos vimos abandonados lla sino hasta después de haber
a tal grado que el Espíritu del transcurrido diez años más. Y
Señor no moraba en nosotros; he aquí, yo había ocupado a mi
por tanto, nos habíamos vuelto pueblo, los nefitas, en preparar
débiles como nuestros hermanos. sus tierras y sus armas para el día
27 Y se afligió mi corazón por de la batalla.
motivo de esta gran calamidad 2 Y aconteció que el Señor me
de mi pueblo, causada por su dijo: Clama a este pueblo: Arre­
iniquidad y sus abominaciones. pentíos, y venid a mí, y sed bau­
Mas he aquí, avanzamos contra tizados, y estableced de nuevo
los lamanitas y los ladrones de mi iglesia, y seréis preservados.
Gadiantón, hasta que de nuevo 3 Y amonesté a este pueblo, pero
tomamos posesión de las tierras fue en vano; y no comprendieron
de nuestra herencia. que era el Señor el que los había
28 Y había pasado el año tres­ librado, y les había concedido una
cientos cuarenta y nueve. Y en el oportunidad para arrepentirse. Y
año trescientos cincuenta concer­ he aquí, endurecieron sus corazo­
tamos un tratado con los lamani­ nes contra el Señor su Dios.
tas y los ladrones de Gadiantón, 4 Y aconteció que después de
23 a Mos. 20:11; Alma 43:45. 29 a Alma 22:32.
571 MORMÓN 3:5–15
haber pasado este décimo año, los cielos que vengarían la sangre
haciendo, en total, trescientos se­ de sus hermanos que habían sido
senta años desde la venida de muertos por sus enemigos.
Cristo, el rey de los lamanitas me 10 Y juraron por los cielos, y
envió una epístola en la que me también por el trono de Dios, que
hizo saber que se estaban prepa­ a 
irían a la batalla contra sus ene­
rando para venir de nuevo a la migos, y los talarían de sobre la
batalla contra nosotros. faz de la tierra.
5 Y sucedió que hice que mi pue­ 11 Y sucedió que desde esa oca­
blo se congregara en la tierra de sión yo, Mormón, me negué por
Desolación, en una ciudad que se completo a ser comandante y
hallaba en las fronteras, cerca del caudillo de este pueblo, a causa
pasaje estrecho que conducía a la de su iniquidad y sus abomina­
tierra del sur. ciones.
6 Y allí situamos a nuestros ejér­ 12 He aquí, yo los había diri­
citos para detener los ejércitos gido; a pesar de sus iniquidades,
de los lamanitas, para que no se muchas veces los había dirigido
apoderaran de ninguna de nues­ a la batalla; y los había amado
tras tierras; por tanto, nos for­ con todo mi corazón, de acuerdo
tificamos contra ellos con toda con el a amor de Dios que había en
nuestra fuerza. mí; y todo el día se había derra­
7  Y aconteció que en el año mado mi alma en oración a Dios
trescientos sesenta y uno, los la­ a favor de ellos; sin embargo, fue
manitas llegaron a la ciudad de b 
sin fe, debido a la dureza de sus
Desolación para luchar contra corazones.
nosotros; y sucedió que los de­ 13 Y tres veces los he librado
rrotamos ese año, de manera que de las manos de sus enemigos,
se volvieron a sus propias tierras. y no se han arrepentido de sus
8 Y en el año trescientos sesenta pecados.
y dos, volvieron otra vez a la ba­ 14 Y cuando hubieron jurado
talla; y de nuevo los derrotamos, por todo lo que nuestro Señor
y matamos a un gran número de y Salvador Jesucristo les había
ellos, y sus muertos fueron arro­ a 
prohibido, que irían contra sus
jados al mar. enemigos para combatir y ven­
9 Ahora bien, por motivo de gar la sangre de sus hermanos,
esta cosa notable que mi pueblo, he aquí, la voz del Señor vino a
los nefitas, había logrado, em­ mí, diciendo:
pezaron a a jactarse de su propia 15 Mía es la a venganza, y yo
fuerza, y comenzaron a jurar ante b 
pagaré; y porque este pueblo
3 9 a 2 Ne. 4:34. 12 a GEE Amor. 15 a GEE Venganza.
10 a 3 Ne. 3:20–21; b Morm. 5:2. b DyC 82:23.
Morm. 4:4. 14 a 3 Ne. 12:34–37.
MORMÓN 3:16–4:2 572
no se arrepintió después que lo toda alma que pertenece a toda
hube librado, he aquí, será des­ la b familia humana de Adán; y
truido de sobre la faz de la tierra. debéis presentaros para ser juz­
16 Y sucedió que terminante­ gados por vuestras obras, ya sean
mente me negué a marchar con­ buenas o malas;
tra mis enemigos, e hice lo que el 21 y también para que a creáis
Señor me había mandado; y fui en el evangelio de Jesucristo que
testigo pasivo para manifestar al tendréis entre vosotros; y también
mundo las cosas que yo vi y oí, para que los b judíos, el pueblo del
según las manifestaciones del Es­ convenio del Señor, tengan otro
píritu que había dado testimonio c 
testigo, aparte de aquel a quien
de cosas venideras. vieron y oyeron, de que Jesús, a
17 Por tanto, os escribo a a voso­ quien mataron, era el d verdadero
tros, gentiles, y también a voso­ Cristo y el verdadero Dios.
tros, casa de Israel, que cuando 22 Y si tan solo pudiera persua­
comience la obra, os halléis a diros a a todos vosotros, extremos
punto de prepararos para volver de la tierra, a que os arrepintieseis
a la tierra de vuestra herencia; y os preparaseis para comparecer
18 sí, he aquí, escribo a todos ante el tribunal de Cristo.
los extremos de la tierra; sí, a vo­
sotras, doce tribus de Israel, que CAPÍTULO 4
seréis a juzgadas según vuestras
Continúan la guerra y las matan-
obras por los doce que Jesús esco­
zas — Los inicuos castigan a los
gió en la tierra de Jerusalén para
inicuos — Jamás había habido una
que fuesen sus discípulos.
iniquidad mayor entre toda la casa
19 Y escribo también al resto de
de Israel — Se ofrecen mujeres y ni-
este pueblo, que igualmente será
ños en sacrificio a los ídolos — Los
juzgado por los a doce que Jesús
lamanitas empiezan a ahuyentar a
escogió en esta tierra; y estos se­
los nefitas delante de ellos. Aproxi-
rán juzgados por los otros doce
madamente 363–375 d.C.
que Jesús escogió en la tierra de
Jerusalén. Y aconteció que en el año tres­
20 Y el Espíritu me manifiesta cientos sesenta y tres, los nefitas
estas cosas; por lo tanto, os es­ salieron de la tierra de Desolación
cribo a todos vosotros. Y por esta con sus ejércitos para combatir a
razón os escribo, para que sepáis los lamanitas.
que todos tendréis que compare­ 2 Y aconteció que los ejércitos
cer ante el a tribunal de Cristo, sí, de los nefitas fueron rechazados
17 a 2 Ne. 30:3–8; 19 a 1 Ne. 12:9–10. c 2 Ne. 25:18.
3 Ne. 29:1. 20 a GEE Juicio final. d 2 Ne. 26:12;
18 a Mateo 19:28; b DyC 27:11. Mos. 7:27.
Lucas 22:29–30; 21 a DyC 3:20. 22 a Alma 29:1.
DyC 29:12. b GEE Judíos.
573 MORMÓN 4:3–14
hasta la tierra de Desolación; y habían hecho huir a los lamanitas,
mientras todavía se hallaban can­ se jactaron otra vez de su fuerza;
sados, cayó sobre ellos una nueva y salieron confiados en su propio
tropa de lamanitas; y hubo una poder, y nuevamente tomaron la
recia batalla, al grado de que los ciudad de Desolación.
lamanitas se posesionaron de la 9  Y todas estas cosas habían
ciudad de Desolación, y mata­ acontecido, y perecieron miles
ron a muchos de los nefitas, y de ambas partes, tanto entre los
tomaron un gran número de pri­ nefitas como entre los lamanitas.
sioneros. 10 Y sucedió que ya había pa­
3 Y el resto huyó y se incorporó sado el año trescientos sesenta
a los habitantes de la ciudad de y seis, y vinieron otra vez los
Teáncum; y esta se hallaba situada lamanitas a la batalla contra los
en la frontera, por la costa del nefitas; y sin embargo, los nefi­
mar, y también estaba próxima a tas no se arrepentían de lo malo
la ciudad de Desolación. que habían cometido, sino que
4 Y fue a porque los ejércitos de persistían continuamente en su
los nefitas acometieron a los la­ iniquidad.
manitas, que empezaron a ser 11 Y es imposible que la len­
destruidos; pues de no haber sido gua relate, o que el hombre es­
por eso, los lamanitas no los ha­ criba una descripción completa
brían vencido. de la horrible escena de sangre
5 Pero he aquí, los castigos de y mortandad que existía entre el
Dios sobrevendrán a los inicuos; y pueblo, así nefitas como lama­
es por los inicuos que los inicuos nitas; y todo corazón se había
son a castigados; porque son ellos endurecido, de modo que se de­
los que incitan el corazón de los leitaban en derramar sangre con­
hijos de los hombres a derramar tinuamente.
sangre. 12  Y jamás había habido tan
6 Y sucedió que los lamanitas grande a iniquidad entre todos
hicieron preparativos para avan­ los hijos de Lehi, ni aun entre
zar contra la ciudad de Teáncum. toda la casa de Israel, según las
7 Y ocurrió que en el año tres­ palabras del Señor, como la que
cientos sesenta y cuatro los lama­ había entre este pueblo.
nitas avanzaron contra la ciudad 13 Y sucedió que los lamanitas
de Teáncum, con objeto de apo­ se apoderaron de la ciudad de De­
derarse de ella también. solación, y fue porque su a número
8 Y aconteció que los nefitas los excedía al de los nefitas.
rechazaron y los hicieron huir. 14 Y también marcharon con­
Y cuando los nefitas vieron que tra la ciudad de Teáncum, y
4 4 a Morm. 3:10. 12 a Gén. 6:5; 13 a Morm. 5:6.
5 a DyC 63:33. 3 Ne. 9:9.
MORMÓN 4:15–5:2 574
arrojaron de ella a sus habitantes, 21 Y cuando los acometieron por
y tomaron muchos prisioneros, segunda vez, los nefitas fueron re­
tanto mujeres como niños, y los chazados y destrozados con una
ofrecieron como sacrificio a sus mortandad grande en extremo; y
a 
ídolos. sus mujeres y sus hijos de nuevo
15 Y en el año trescientos sesenta fueron sacrificados a los ídolos.
y siete aconteció que los nefitas, fu­ 22 Y sucedió que los nefitas huye­
riosos porque los lamanitas habían ron de ellos otra vez, llevando con­
sacrificado a sus mujeres y a sus sigo a todos los habitantes, tanto de
hijos, marcharon contra los lamani­ las ciudades como de las aldeas.
tas, poseídos de una ira sumamente 23 Y ahora bien, yo, Mormón,
grande, de manera que nuevamente viendo que los lamanitas estaban
vencieron a los lamanitas y los echa­ a punto de subyugar la tierra, fui,
ron fuera de sus tierras. por consiguiente, a la colina de
16 Y los lamanitas no volvieron a 
Shim, y recogí todos los anales
contra los nefitas sino hasta el año que Ammarón había escondido
trescientos setenta y cinco. para los fines del Señor.
17 Y en este año cayeron sobre
los nefitas con todas sus fuerzas; CAPÍTULO 5
y no fueron contados a causa de
Mormón nuevamente dirige a los
su inmenso número.
ejércitos nefitas en cruentas batallas
18 Y a desde esa ocasión no vol­
de terrible mortandad — El Libro
vieron los nefitas a aventajar a los
de Mormón aparecerá para conven-
lamanitas, sino que empezaron a
cer a todo Israel de que Jesús es el
ser arrasados por ellos, así como
Cristo — Por motivo de su increduli-
el rocío ante el sol.
dad, los lamanitas serán dispersados,
19 Y aconteció que los lamanitas
y el Espíritu dejará de luchar con
cayeron sobre la ciudad de Deso­
ellos — En los últimos días, recibirán
lación; y se libró una batalla su­
el Evangelio de parte de los gentiles.
mamente violenta en la tierra de
Aproximadamente 375–384 d.C.
Desolación, en la cual vencieron
a los nefitas. Y aconteció que fui entre los
20 Y huyeron nuevamente de­ nefitas, y me arrepentí del a jura­
lante de los lamanitas, y llegaron mento que había hecho de que
a la ciudad de Boaz; y allí hicieron nunca más volvería a ayudarles;
frente a los lamanitas con extraor­ y otra vez me dieron el mando
dinario valor, al grado de que los de sus ejércitos, pues me veían
lamanitas no los vencieron sino como si yo pudiera librarlos de
hasta que vinieron sobre ellos por sus aflicciones.
segunda vez. 2 Pero he aquí, yo no abrigaba
14 a GEE Idolatría. 23 a Morm. 1:3.
18 a Morm. 3:3. 5 1 a Morm. 3:11.
575 MORMÓN 5:3–11
ninguna esperanza, porque cono­
a 
los lamanitas se libraron, y aque­
cía los juicios del Señor que habrían llos cuya huida no superó a los
de venir sobre ellos; porque no se lamanitas fueron derribados y
arrepentían de sus iniquidades, destruidos.
sino que luchaban por sus vidas 8 Y he aquí que yo, Mormón,
sin invocar a aquel Ser que los creó. no deseo atormentar las almas
3 Y aconteció que los lamanitas de los hombres, pintándoles tan
vinieron contra nosotros luego terrible escena de sangre y mor­
que hubimos huido a la ciudad tandad que se presentó ante mis
de Jordán; pero he aquí, fueron ojos; pero, sabiendo yo que estas
rechazados, de modo que no to­ cosas ciertamente se darán a co­
maron la ciudad en esa ocasión. nocer, y que toda cosa que está
4 Y aconteció que vinieron otra oculta será a revelada desde los
vez contra nosotros, y retuvimos techos de las casas,
la ciudad. Y había otras ciudades 9 y además, que el conocimiento
que los nefitas retenían, plazas de estas cosas debe a llegar al resto
fuertes que les impedían el paso, de este pueblo, y también a los
de modo que no podían penetrar gentiles que el Señor ha dicho que
en el país que se hallaba ante no­ b 
dispersarán a este pueblo, y lo con­
sotros, para destruir a los habi­ siderarán como nada entre ellos,
tantes de nuestra tierra. escribo, por lo tanto, un c breve
5 Y ocurrió que aquellas tierras compendio, no atreviéndome a dar
que habíamos dejado atrás, cuyos cuenta completa de las cosas que he
habitantes no fueron recogidos, visto, por motivo del mandamiento
los lamanitas las destruyeron; y que he recibido, y también para que
sus pueblos, y aldeas, y ciudades no os aflijáis demasiado por la ini­
fueron quemados con fuego; y quidad de este pueblo.
así pasaron trescientos setenta y 10 Y ahora bien, he aquí, declaro
nueve años. esto a su posteridad y también a
6 Y sucedió que en el año tres­ los gentiles que se preocupan por
cientos ochenta, los lamanitas vi­ la casa de Israel, que comprenden
nieron a la batalla contra nosotros y saben de dónde vienen sus ben­
otra vez, y les hicimos frente con diciones.
valor; pero todo fue en vano, por­ 11 Porque sé que ellos sentirán
que eran tan grandes sus núme­ pesar por la calamidad de la casa
ros que hollaron al pueblo nefita de Israel; sí, se afligirán por la
bajo sus pies. destrucción de este pueblo; se la­
7 Y ocurrió que nuevamente mentarán de que este pueblo no
huimos, y aquellos cuya huida se hubiera arrepentido para ser
fue más veloz que la marcha de recibido en los brazos de Jesús.
2 a Morm. 3:12. 2 Ne. 27:11; DyC 1:3. b 3 Ne. 16:8.
8 a Lucas 12:2–3; 9 a 4 Ne. 1:49. c Morm. 1:1.
MORMÓN 5:12–21 576
12 Y se escriben estas cosas para
a 
habido entre los lamanitas; y esto
el b resto de la casa de Jacob; y se a causa de su incredulidad y su
escriben de esta manera porque idolatría.
Dios sabe que la iniquidad no se 16 Pues he aquí, el Espíritu del
las manifestará a ellos; y se c ocul­ Señor ya ha dejado de a luchar con
tarán para los propósitos del Se­ sus padres; y están sin Cristo y sin
ñor, a fin de que aparezcan en su Dios en el mundo; y son echados
debido tiempo. de un lado para otro como b paja
13 Y este es el mandamiento que que se lleva el viento.
he recibido; y he aquí, aparecerán 17 En un tiempo fueron un pue­
según el mandamiento del Señor, blo deleitable; y tuvieron a Cristo
cuando él, en su sabiduría, lo juz­ por a pastor suyo; sí, Dios el Padre
gue prudente. los guiaba.
14 Y he aquí, irán a los incrédu­ 18 Mas ahora, he aquí que Sa­
los entre los a judíos; e irán con tanás los a lleva, tal como tamo
este fin: que sean b convencidos que se lleva el viento, o como el
de que Jesús es el Cristo, el Hijo barco que, sin velas ni ancla, ni
del Dios viviente; para que el Pa­ cosa alguna con qué dirigirlo, es
dre realice, por medio de su muy azotado por las olas; y así como
Amado, su grande y eterno pro­ la nave son ellos.
pósito de restaurar a los judíos, o 19 Y he aquí, el Señor ha reser­
sea, a toda la casa de Israel, a la vado sus bendiciones, que ellos
tierra de su herencia, que el Señor pudieron haber recibido en la
su Dios les ha dado, para el cum­ tierra, para los a gentiles que po­
plimiento de su c convenio; seerán la tierra.
15 y también para que la pos­ 20 Mas he aquí, sucederá que
teridad de a este pueblo crea más los gentiles los perseguirán y es­
plenamente su evangelio, el cual parcirán; y después que hayan
b 
irá de los gentiles a ellos; porque sido perseguidos y esparcidos por
este pueblo será c dispersado, y los gentiles, he aquí, entonces el
d 
llegará a ser una gente de color Señor se a acordará del b convenio
obscuro, inmunda y aborrecible, que hizo con Abraham y con toda
sobrepujando a la descripción la casa de Israel.
de cuanto se haya visto entre 21 Y el Señor también recordará
nosotros; sí, y aun lo que haya las a oraciones de los justos, las
12 a Enós 1:16; c 3 Ne. 29:1–3. 17 a GEE Buen Pastor.
Hel. 15:11–13. 15 a 3 Ne. 21:3–7, 24–26. 18 a 2 Ne. 28:21.
GEE Libro de Mormón. b 1 Ne. 13:20–29, 38; 19 a 3 Ne. 20:27–28.
b DyC 3:16–20. Morm. 7:8–9. 20 a 3 Ne. 16:8–12.
c Morm. 8:4, 13–14; c 1 Ne. 10:12–14; b GEE Abraham,
Moro. 10:1–2. 3 Ne. 16:8. convenio de (convenio
14 a 2 Ne. 29:13; 30:7–8. d 2 Ne. 26:33. abrahámico).
GEE Judíos. 16 a Gén. 6:3; Éter 2:15. 21 a Enós 1:12–18;
b 2 Ne. 25:16–17. b Sal. 1:4. Morm. 9:36–37.
577 MORMÓN 5:22–6:6
cuales se han dirigido a él a fa­ de Cumorah, en las inmediacio­
vor de ellos. nes de un cerro llamado Cumo­
22  Y entonces, oh gentiles, rah, y allí les presentáramos la
¿cómo podréis hallaros ante el batalla.
poder de Dios sin que os arre­ 3 Y sucedió que el rey de los la­
pintáis y os volváis de vuestros manitas me concedió aquello que
inicuos caminos? había solicitado.
23 ¿No sabéis que estáis en las 4 Y ocurrió que emprendimos la
manos de Dios? ¿No sabéis que marcha a la tierra de Cumorah,
él tiene todo poder, y que por su y plantamos nuestras tiendas en
gran a mandato la tierra se b ple­ derredor del cerro Cumorah; y se
gará como un rollo? hallaba en una región de muchas
24 Por tanto, arrepentíos y hu­ aguas, ríos y fuentes; y aquí es­
millaos ante él, no sea que se le­ perábamos obtener ventaja sobre
vante en justicia contra vosotros; los lamanitas.
no sea que un resto de la posteri­ 5 Y cuando habían transcu­
dad de Jacob vaya entre vosotros rrido trescientos ochenta y
como a león, y os despedace, y no cuatro años, nosotros había­
haya nadie para librar. mos recogido a todo el resto de
nuestro pueblo en la tierra de
CAPÍTULO 6 Cumorah.
6  Y ocurrió que cuando hu­
Los nefitas se reúnen en la tierra de
bimos reunido en uno a todo
Cumorah para las batallas finales —
nuestro pueblo en la tierra de
Mormón esconde los anales sagrados
Cumorah, he aquí que yo, Mor­
en el cerro Cumorah — Los lama-
món, empezaba a envejecer; y
nitas triunfan, y la nación nefita es
sabiendo que iba a ser la última
destruida — Centenas de millares
lucha de mi pueblo, y habién­
de personas perecen por la espada.
dome mandado el Señor que no
Aproximadamente 385 d.C.
permitiera que los sagrados ana­
Y ahora concluyo mi relato con­ les transmitidos por nuestros
cerniente a la a destrucción de mi padres cayesen en manos de los
pueblo, los nefitas. Y sucedió que lamanitas (porque los lamanitas
marchamos delante de los lama­ los destruirían), hice, por tanto,
nitas. a 
esta relación de las planchas
2 Y yo, Mormón, escribí una de Nefi, y b escondí en el cerro
epístola al rey de los lamanitas, Cumorah todos los anales que
y le pedí que nos permitiera jun­ se me habían confiado por la
tar a nuestro pueblo en la a tierra mano del Señor, con excepción
23 a Hel. 12:8–17. 6 1 a 1 Ne. 12:19; 2 a Éter 9:3.
b 3 Ne. 26:3. Jarom 1:10; 6 a GEE Planchas.
24 a Miqueas 5:8; Alma 45:9–14; b Éter 15:11.
3 Ne. 20:15–16. Hel. 13:5–11.
MORMÓN 6:7–18 578
de estas pocas planchas que en­
c 
12 Y también vimos a los diez
tregué a mi hijo d Moroni. mil de mi pueblo que había acau­
7 Y sucedió que mi pueblo, con dillado mi hijo Moroni.
sus esposas y sus hijos, vieron 13 Y he aquí, los diez mil de
a los a ejércitos de los lamani­ Gidgiddona habían caído, y él en
tas que marchaban hacia ellos; medio de ellos.
y con ese horrible temor a la 14 Y había caído Lámah con sus
muerte que llena el pecho de to­ diez mil; y Gilgal había caído con
dos los inicuos, esperaron que sus diez mil; y Límhah había caído
llegaran. con sus diez mil; y Jeneum había
8 Y aconteció que vinieron a la caído con sus diez mil; y habían
batalla contra nosotros, y toda caído Cumeníah, y Moroníah, y
alma se llenó de espanto a causa Antiónum, y Shiblom, y Shem, y
de la inmensidad de sus números. Josh, cada uno con sus diez mil.
9 Y sucedió que cayeron sobre 15 Y sucedió que hubo diez más
mi pueblo con la espada, y con que cayeron por la espada, cada
el arco, y con la flecha, y con el uno con sus diez mil, sí, había
hacha, y con toda clase de armas caído a todo mi pueblo, salvo los
de guerra. veinticuatro que estaban con­
10 Y ocurrió que talaron a mis migo, y también unos pocos que
hombres, sí, a los diez mil que se se habían escapado a los países
hallaban conmigo, y yo caí herido del sur, y otros pocos que se ha­
en medio de ellos; y pasaron de bían pasado a los lamanitas; y su
largo por donde yo estaba, de carne, y sus huesos, y su sangre
modo que no acabaron con mi yacen sobre la faz de la tierra, ha­
vida. biéndolos abandonado las manos
11 Y cuando hubieron pasado de los que los mataron, para des­
por en medio y derribado a a todos componerse en el suelo, y para
los de mi pueblo, salvo a veinti­ deshacerse y regresar a su ma­
cuatro de nosotros (entre los cua­ dre tierra.
les se hallaba mi hijo Moroni), y 16 Y mi alma se partió de angus­
habiendo sobrevivido nosotros a tia a causa de los de mi pueblo
los que murieron de nuestro pue­ que habían muerto, y exclamé:
blo, a la mañana siguiente, des­ 17 ¡Oh bello pueblo, cómo pu­
pués que los lamanitas hubieron disteis apartaros de las vías del
vuelto a sus campamentos, vimos, Señor! ¡Oh bello pueblo, cómo
desde la cima del cerro Cumorah, pudisteis rechazar a ese Jesús que
a los diez mil de mi pueblo que esperaba con los brazos abiertos
fueron talados, al frente de los para recibiros!
cuales había estado yo. 18  He aquí, si no hubieseis
6 c P. de Morm. 1:2. 7 a 1 Ne. 12:15. Hel. 15:17.
d Morm. 8:1. 11 a 1 Ne. 12:19–20; 15 a Alma 9:24.
579 MORMÓN 6:19–7:6
hecho esto, no habríais caído. de Mormón. Aproximadamente
Mas he aquí, habéis caído, y lloro 385 d.C.
vuestra pérdida.
Y ahora bien, he aquí, quisiera
19 ¡Oh bellos hijos e hijas, voso­
hablar un poco al a resto de este
tros, padres y madres, vosotros,
pueblo que ha sido preservado,
esposos y esposas, pueblo bello,
si es que Dios les concede mis
cómo pudisteis haber caído!
palabras, para que sepan acerca
20 Pero he aquí, habéis desapa­
de las cosas de sus padres; sí, os
recido, y mi dolor no puede ha­
hablo a vosotros, un resto de la
ceros volver.
casa de Israel, y estas son las pa­
21 Y pronto viene el día en que
labras que yo hablo:
vuestra parte mortal se revestirá
2 Sabed que sois de la a casa de
de inmortalidad, y estos cuer­
Israel.
pos que hoy se descomponen
3 Sabed que debéis llegar hasta
en corrupción, pronto se trans­
el arrepentimiento, o no podéis
formarán en a incorruptibles; y
ser salvos.
entonces tendréis que presen­
4 Sabed que debéis abandonar
taros ante el tribunal de Cristo
vuestras armas de guerra; y no
para ser juzgados según vues­
deleitaros más en el derrama­
tras obras; y si tal fuere que sois
miento de sangre, y no volver
justos, entonces benditos sois
a tomarlas, salvo que Dios os lo
con vuestros padres que os han
mande.
precedido.
5 Sabed que debéis llegar al a co­
22 ¡Oh, si os hubieseis arrepen­
nocimiento de vuestros padres, y
tido antes que cayera sobre voso­
a arrepentiros de todos vuestros
tros esta grande destrucción! Mas
pecados e iniquidades, y b creer
he aquí, habéis desaparecido, y
en Jesucristo, que él es el Hijo de
el Padre, sí, el Padre Eterno del
Dios, y que los judíos lo mataron,
cielo, conoce vuestro estado; y él
y que por el poder del Padre ha
obra con vosotros de acuerdo con
resucitado, con lo cual ha logrado
su a justicia y b misericordia.
la c victoria sobre la tumba; y en él
también es consumido el aguijón
CAPÍTULO 7
de la muerte.
Mormón invita a los lamanitas de 6 Y él lleva a efecto la a resurrec­
los postreros días a creer en Cristo, ción de los muertos, mediante
aceptar Su Evangelio y ser sal- la cual los hombres se levan­
vos — Todos los que crean en la tarán para presentarse ante su
Biblia creerán también en el Libro b 
tribunal.
21 a 1 Cor. 15:53–54. 7 1 a Hel. 15:11–13. c Isa. 25:8; Mos. 16:7–8.
22 a GEE Justicia. 2 a Alma 10:3. 6 a GEE Resurrección.
b GEE Misericordia, 5 a 2 Ne. 3:12. b GEE Jesucristo —
misericordioso. b GEE Creencia, creer; Fe. Es juez; Juicio final.
MORMÓN 7:7–8:3 580
7 Y él ha efectuado la redención
a 
siguiendo el ejemplo de nues­
a 

del mundo, por lo cual a aquel tro Salvador, de conformidad


que en el día del juicio sea ha­ con lo que él nos ha mandado,
llado b sin culpa ante él, le será entonces os irá bien en el día del
concedido c morar en la presencia juicio. Amén.
de Dios, en su reino, para cantar
alabanzas eternas con los d coros CAPÍTULO 8
celestes, al Padre, y al Hijo, y al
Los lamanitas persiguen y des-
Espíritu Santo, que son e un Dios,
truyen a los nefitas — El Libro de
en un estado de f felicidad que no
Mormón aparecerá por el poder de
tiene fin.
Dios — Se declaran calamidades
8 Por tanto, arrepentíos y sed
sobre los que respiren ira y contien-
bautizados en el nombre de Jesús,
das contra la obra del Señor — La
y asíos al a evangelio de Cristo,
historia nefita aparecerá en una
que no solo en estos anales os será
época de iniquidad, degeneración y
presentado, sino también en los
apostasía. Aproximadamente 400–
b 
anales que llegarán c de los judíos
421 d.C.
a los gentiles, anales que vendrán
de los gentiles d a vosotros. He aquí que yo, a Moroni, doy fin
9 Porque he aquí, se escriben al b registro de mi padre Mormón.
a 
estos con el fin de que b creáis He aquí, no tengo sino pocas co­
en aquellos; y si creéis en aque­ sas que escribir, cosas que mi pa­
llos, también creeréis en estos; y dre me ha mandado.
si creéis en estos, sabréis concer­ 2  Sucedió, pues, que tras la
niente a vuestros padres, y tam­ a 
grande y tremenda batalla en
bién las obras maravillosas que Cumorah, he aquí, los b lamani­
se efectuaron entre ellos por el tas persiguieron a los nefitas que
poder de Dios. se habían escapado a las tierras
10 Y sabréis también que sois del sur, hasta que todos fueron
un resto de la descendencia de destruidos.
Jacob; por tanto, sois contados 3 Y mi padre también murió a
entre los del pueblo del primer manos de ellos, y yo quedo a solo
convenio; y si es que creéis en para escribir el triste relato de la
Cristo, y sois bautizados, pri­ destrucción de mi pueblo. Mas
mero en el agua, y después con he aquí, han desaparecido, y yo
fuego y con el Espíritu Santo, cumplo el mandamiento de mi
7 a GEE Redención, e DyC 20:28. b 1 Ne. 13:38–41.
redimido, redimir. GEE Trinidad. 10 a 2 Ne. 31:5–9.
b GEE Justificación, f GEE Gozo. 8 1 a GEE Moroni hijo de
justificar. 8 a GEE Evangelio. Mormón.
c 1 Ne. 10:21; b GEE Biblia. b GEE Planchas.
DyC 76:62; c 2 Ne. 29:4–13. 2 a Morm. 6:2–15.
Moisés 6:57. d 1 Ne. 13:38. b DyC 3:18.
d Mos. 2:28. 9 a GEE Libro de Mormón. 3 a Moro. 9:22.
581 MORMÓN 8:4–15
padre. Y no sé si me matarán lamanitas y ladrones que exis­
a 

o no. ten sobre la faz de la tierra.


4 Por tanto, escribiré y escon­ 10 Y no hay quien conozca al
deré los anales en la tierra; y no verdadero Dios salvo los a discí­
importa a dónde yo vaya. pulos de Jesús, quienes perma­
5 He aquí, mi padre ha prepa­ necieron en la tierra hasta que
rado a estos anales, y ha escrito la iniquidad de la gente fue tan
el objeto de ellos. Y he aquí, yo grande que el Señor no les permi­
también lo escribiría, si tuviera tió b permanecer con el pueblo; y
espacio en las b planchas; pero nadie sabe si están o no sobre la
no lo tengo, y mineral no tengo, faz de la tierra.
porque me hallo solo. Mi padre 11 Mas he aquí, mi a padre y yo
ha sido muerto en la batalla, y los hemos visto, y ellos nos han
todos mis parientes, y no tengo ministrado.
amigos ni adónde ir; y cuánto 12 Y quien reciba esta historia,
tiempo el Señor permitirá que yo y no la condene por las imperfec­
viva, no lo sé. ciones que haya en ella, tal per­
6 He aquí, han pasado a cuatro­ sona sabrá de a cosas mayores que
cientos años desde la venida de estas. He aquí, soy Moroni; y si
nuestro Señor y Salvador. fuera posible, os daría a conocer
7 Y he aquí, los lamanitas han todas las cosas.
perseguido a mi pueblo, los ne­ 13 He aquí, ceso de hablar con­
fitas, de ciudad en ciudad y de cerniente a este pueblo. Soy hijo
lugar en lugar, hasta que no de Mormón y mi padre era a des­
existen ya; y grande ha sido su cendiente de Nefi.
a 
caída; sí, grande y asombrosa 14 Y soy el mismo que a esconde
es la destrucción de mi pueblo, esta historia para los fines del
los nefitas. Señor; mas las planchas en que
8 Y he aquí, es la mano del Se­ se halla no tienen ningún valor,
ñor lo que lo ha hecho. Y he aquí, por causa del mandamiento del
también los lamanitas están en Señor. Porque él ciertamente dice
a 
guerra unos contra otros; y toda que nadie las obtendrá b para lu­
la superficie de esta tierra es un crar; mas la historia que contie­
ciclo continuo de asesinatos y de nen es de gran valor, y a aquel
derramamiento de sangre; y na­ que la saque a luz, el Señor lo
die sabe el fin de la guerra. bendecirá.
9  Y he aquí, no digo más de 15 Porque nadie puede tener
ellos, porque ya no hay sino el poder para sacarla a luz salvo
5 a Morm. 2:17–18. 9 a Morm. 2:8. 11 a 3 Ne. 28:24–26.
b Morm. 6:6. 10 a 3 Ne. 28:7; Éter 12:17. 12 a 3 Ne. 26:6–11.
6 a Alma 45:10. GEE Discípulos nefitas, 13 a 3 Ne. 5:20.
7 a 1 Ne. 12:2–3. los tres. 14 a Moro. 10:1–2.
8 a 1 Ne. 12:20–23. b Morm. 1:16. b JS—H 1:46.
MORMÓN 8:16–25 582
que le sea dado de Dios; porque 21 Y el que respire iras y con­
Dios dispone que se haga con la tiendas contra la obra del Señor, y
a 
mira puesta únicamente en la contra el pueblo del convenio del
gloria de Dios, o para el benefi­ Señor, que es la casa de Israel, y
cio del antiguo y por tan largo diga: Destruiremos la obra del Se­
tiempo dispersado pueblo del ñor, y el Señor no se acordará del
convenio del Señor. convenio que ha hecho con la casa
16 Y bendito sea a aquel que sa­ de Israel, tal persona está en peligro
que esto a luz; porque se b sacará de ser talada y arrojada al fuego;
de las tinieblas a la luz, según la 22 porque los eternos a designios
palabra de Dios; sí, será sacado del Señor han de seguir adelante,
de la tierra, y brillará de entre las hasta que se cumplan todas sus
tinieblas y llegará al conocimiento promesas.
del pueblo; y se realizará por el 23 Escudriñad las profecías de
poder de Dios. a 
Isaías. He aquí, no puedo escri­
17 Y si hay a errores, son errores birlas. Sí, he aquí, os digo que
del hombre. Mas he aquí, no sa­ aquellos santos que me han prece­
bemos que haya errores; no obs­ dido, que han poseído esta tierra,
tante, Dios sabe todas las cosas; b 
clamarán, sí, desde el polvo cla­
por tanto, cuídese aquel que b con­ marán al Señor; y así como vive
dene, no sea que corra peligro del el Señor, se acordará del convenio
fuego del infierno. que ha hecho con ellos.
18 Y el que diga: Mostradme o 24 Y él conoce sus a oraciones,
seréis heridos, cuídese, no sea que que se hicieron a favor de sus
mande lo que el Señor ha prohibido. hermanos. Y él conoce su fe, por­
19 Porque he aquí, el que preci­ que en su nombre pudieron mo­
pitadamente a juzgue, precipitada­ ver b montañas; y en su nombre
mente será también juzgado; pues pudieron hacer que temblara la
según sus obras, será su paga; por tierra; y por el poder de su pa­
tanto, aquel que hiera será, a su labra hicieron que se derribaran
vez, herido del Señor. las c prisiones; sí, ni aun el horno
20 He aquí lo que dicen las Escri­ ardiente pudo dañarlos, ni las
turas: El hombre no herirá ni tam­ bestias salvajes, ni las serpientes
poco juzgará; porque el juicio es venenosas, por motivo del poder
mío, dice el Señor, y la venganza de su palabra.
es mía también, y yo pagaré. 25  Y he aquí, sus a oraciones
15 a DyC 4:5. Éter 4:8. b Isa. 29:4;
16 a 2 Ne. 3:6–7, 11, 13–14. 19 a TJS Mateo 7:1–2 2 Ne. 3:19–20; 26:16.
b Isa. 29:18; (Apéndice — Biblia); 24 a Enós 1:12–18;
2 Ne. 27:29. 3 Ne. 14:1–2; Morm. 9:36; DyC 10:46.
17 a Morm. 9:31, 33; Moro. 7:14. b Jacob 4:6; Hel. 10:9.
Éter 12:23–28. 22 a DyC 3:3. c Alma 14:27–29.
b 3 Ne. 29:5; 23 a 3 Ne. 20:11; 23:1. 25 a Morm. 5:21.
583 MORMÓN 8:26–34
también fueron a favor de aquel 31 Sí, sucederá en un día en que
a quien el Señor habría de conce­ habrá grandes contaminaciones
der sacar a luz estas cosas. sobre la superficie de la tierra:
26 Y no es menester que nadie habrá asesinatos, y robos, y men­
diga que no saldrán, pues cierta­ tiras, y engaños, y fornicaciones,
mente saldrán, porque el Señor y toda clase de abominaciones;
lo ha dicho; porque a de la tierra cuando habrá muchos que di­
han de salir, por mano del Señor, rán: Haz esto, o haz aquello, y
y nadie puede impedirlo; y suce­ no a importa, porque en el postrer
derá en una época en que se dirá día el Señor b sostendrá al que tal
que ya no existen los b milagros; hiciere. Pero, ¡ay de tales, porque
y será como si alguien hablase de se hallan en la c hiel de amargura y
c 
entre los muertos. en los lazos de la iniquidad!
27 Y sucederá en un día en que 32 Sí, sucederá en un día en que
la a sangre de los santos clamará se habrán establecido iglesias que
al Señor, por motivo de las b com­ dirán: Venid a mí, y por vues­
binaciones secretas y las obras de tro dinero seréis perdonados de
obscuridad. vuestros pecados.
28 Sí, sucederá en un día en que 33  ¡Oh pueblo inicuo, y per­
se negará el poder de Dios; y las verso, y obstinado! ¿Por qué os
a 
iglesias se habrán corrompido habéis establecido iglesias para
y ensalzado en el orgullo de sus obtener a lucro? ¿Por qué habéis
corazones; sí, en un día en que b 
tergiversado la santa palabra
los directores y maestros de las de Dios, para traer la c condena­
iglesias se envanecerán con el or­ ción sobre vuestras almas? He
gullo de sus corazones, hasta el aquí, examinad las revelaciones
grado de envidiar a aquellos que de Dios; pues, he aquí, llegará el
pertenecen a sus iglesias. tiempo, en aquel día, en que se
29 Sí, sucederá en un día en que cumplirán todas estas cosas.
a 
se oirá de fuegos, y tempestades, 34 He aquí, el Señor me ha mos­
y b vapores de humo en países ex­ trado cosas grandes y maravi­
tranjeros; llosas concernientes a lo que se
30 y también se oirá de a guerras, realizará en breve, en ese día en
rumores de guerras y terremotos que aparezcan estas cosas entre
en diversos lugares. vosotros.
26 a Isa. 29:4; 2 Ne. 33:13. secretas. 1 Ne. 14:15–17.
b Morm. 9:15–26; 28 a 2 Tim. 3:1–7; 31 a 2 Ne. 28:21–22.
Moro. 7:27–29, 33–37. 1 Ne. 14:9–10; b 2 Ne. 28:8.
c 2 Ne. 26:15–16; 2 Ne. 28:3–32; DyC 33:4. c Alma 41:11.
Morm. 9:30; 29 a Joel 2:28–32; 33 a GEE Supercherías
Moro. 10:27. 2 Ne. 27:2–3. sacerdotales.
27 a Éter 8:22–24; b 1 Ne. 19:11; b 1 Ne. 13:26–29.
DyC 87:6–7. DyC 45:39–42. c GEE Condenación,
b GEE Combinaciones 30 a Mateo 24:6; condenar.
MORMÓN 8:35–9:2 584
35 He aquí, os hablo como si permitís que el hambriento, y el
os hallaseis presentes, y sin em­ necesitado, y el desnudo, y el en­
bargo, no lo estáis. Pero he aquí, fermo, y el afligido pasen a vues­
Jesucristo me os ha mostrado, y tro lado, sin hacerles caso?
conozco vuestras obras. 40 Sí, ¿por qué formáis vuestras
36 Y sé que a andáis según el or­ a 
abominaciones secretas para ob­
gullo de vuestros corazones; y tener lucro, y dais lugar a que las
no hay sino unos pocos que no viudas y también los huérfanos
se b envanecen por el orgullo de lloren ante el Señor, y también que
sus corazones, al grado de vestir la sangre de sus padres y sus mari­
c 
ropas suntuosas, y de llegar a la dos clame al Señor, desde el suelo,
envidia, las contiendas, la ma­ venganza sobre vuestra cabeza?
licia y las persecuciones, y toda 41 He aquí, la espada de la ven­
clase de iniquidades; y vuestras ganza se cierne sobre vosotros;
iglesias, sí, sin excepción, se han y pronto viene el día en que él
contaminado a causa del orgullo a 
vengará la sangre de los santos
de vuestros corazones. en vosotros, porque no soportará
37 Porque he aquí, amáis el a di­ más sus clamores.
nero, y vuestros bienes, y vues­
tros costosos vestidos, y el adorno CAPÍTULO 9
de vuestras iglesias, más de lo
Moroni llama al arrepentimiento a
que amáis a los pobres y los ne­
aquellos que no creen en Cristo —
cesitados, los enfermos y los afli­
Él proclama a un Dios de milagros,
gidos.
que da revelaciones y derrama dones
38 ¡Oh vosotros, corruptos, vo­
y señales sobre los fieles — Los mila-
sotros, hipócritas, vosotros, maes­
gros cesan por causa de la increduli-
tros, que os vendéis por lo que se
dad — Las señales siguen a aquellos
corrompe! ¿Por qué habéis man­
que creen — Se exhorta a los hom-
cillado la santa iglesia de Dios?
bres a ser prudentes y guardar los
¿Por qué os a avergonzáis de to­
mandamientos. Aproximadamente
mar sobre vosotros el nombre de
401–421 d.C.
Cristo? ¿Por qué no consideráis
que es mayor el valor de una feli­ Y ahora hablo también concer­
cidad sin fin que esa b miseria que niente a aquellos que no creen
jamás termina? ¿Es acaso por mo­ en Cristo.
tivo de la c alabanza del mundo? 2 He aquí, ¿creeréis en el día
39 ¿Por qué os adornáis con lo de vuestra visitación —he aquí,
que no tiene vida, y sin embargo, cuando venga el Señor, sí, ese
36 a GEE Andar, 38 a Rom. 1:16; c 1 Ne. 13:9.
andar con Dios. 2 Tim. 1:8; 40 a GEE Combinaciones
b Jacob 2:13. 1 Ne. 8:25–28; secretas.
c Alma 5:53. Alma 46:21. 41 a 1 Ne. 22:14.
37 a 2 Ne. 28:9–16. b Mos. 3:25.
585 MORMÓN 9:3–12
a 
gran día cuando la tierra se ple­
b 
Jesús, para que quizá se os halle
gará como un rollo, y los elemen­ sin mancha, c puros, hermosos y
tos se c derretirán con ardiente blancos, en aquel grande y pos­
calor, sí, ese gran día en que seréis trer día, habiendo sido purifica­
llevados para comparecer ante el dos por la sangre del d Cordero.
Cordero de Dios— diréis entonces 7 Y también os hablo a vosotros
que no hay Dios? que a negáis las revelaciones de
3 ¿Seguiréis entonces negando al Dios y decís que ya han cesado,
Cristo, o podréis mirar al Cordero que no hay revelaciones, ni pro­
de Dios? ¿Suponéis que moraréis fecías, ni dones, ni sanidades, ni
con él, estando conscientes de hablar en lenguas, ni la b interpre­
vuestra culpa? ¿Suponéis que po­ tación de lenguas.
dríais ser felices morando con ese 8 He aquí, os digo que aquel
santo Ser, mientras atormentara que niega estas cosas no conoce
vuestras almas una sensación de el a evangelio de Cristo; sí, no ha
culpa de haber siempre violado leído las Escrituras; y si las ha
sus leyes? leído, no las b comprende.
4 He aquí, os digo que seríais 9 Pues, ¿no leemos que Dios es
más desdichados, morando en el a mismo ayer, hoy y para siem­
la presencia de un Dios santo y pre, y que en él no hay variación
justo, con la conciencia de vuestra ni sombra de cambio?
impureza ante él, que si vivierais 10 Ahora bien, si os habéis ima­
con las almas a condenadas en el ginado a un dios que varía, y en
b 
infierno. quien hay sombra de cambio, en­
5 Porque he aquí, cuando se os tonces os habéis imaginado a un
haga ver vuestra a desnudez de­ dios que no es un Dios de milagros.
lante de Dios, y también la gloria 11 Mas he aquí, yo os mostraré
de Dios y la santidad de Jesu­ a un Dios de milagros, sí, el Dios
cristo, ello encenderá una llama de Abraham, y el Dios de Isaac, y
de fuego inextinguible en voso­ el Dios de Jacob; y es ese mismo
tros. a 
Dios que creó los cielos y la tie­
6 a Volveos, pues, oh b incrédulos, rra, y todas las cosas que hay en
volveos al Señor; clamad fervien­ ellos.
temente al Padre en el nombre de 12 He aquí, él creó a Adán, y
9 2 a Mal. 4:5; b GEE Infierno. 8 a GEE Evangelio.
3 Ne. 28:31. 5 a 2 Ne. 9:14. b Mateo 22:29.
b Morm. 5:23; 6 a Ezeq. 18:23, 32; 9 a Heb. 13:8;
DyC 63:20–21. DyC 98:47. 1 Ne. 10:18–19;
GEE Mundo — El fin b GEE Incredulidad. Alma 7:20; Moro. 8:18;
del mundo. c GEE Pureza, puro. DyC 20:12.
c Amós 9:13; d GEE Cordero de Dios. 11 a Gén. 1:1;
3 Ne. 26:3. 7 a 3 Ne. 29:6–7. Mos. 4:2;
4 a GEE Condenación, b 1 Cor. 12:7–10; DyC 76:20–24.
condenar. AdeF 1:7. GEE Jesucristo.
MORMÓN 9:13–20 586
por Adán vino la caída del
a  b 
pasado ya todas estas cosas de
hombre. Y por causa de la caída que he hablado? ¿Ha llegado ya
del hombre, vino Jesucristo, sí, el fin? He aquí, os digo que no; y
el Padre y el Hijo; y a causa de Dios no ha cesado de ser un Dios
Jesucristo vino la c redención del de milagros.
hombre. 16  He aquí, ¿no son maravi­
13 Y a causa de la redención llosas a nuestros ojos las cosas
del hombre, que vino por Jesu­ que Dios ha hecho? Sí, y, ¿quién
cristo, son llevados de vuelta a puede comprender las maravillo­
la presencia del Señor; sí, en esto sas a obras de Dios?
son redimidos todos los hom­ 17 ¿Quién dirá que no fue un
bres, porque la muerte de Cristo milagro que por su a palabra exis­
hace efectiva la a resurrección, la tan los cielos y la tierra; que por
cual lleva a cabo una redención el poder de su palabra el hombre
de un b sueño eterno, del cual haya sido b creado del c polvo de
todos los hombres despertarán, la tierra, y que por el poder de
por el poder de Dios cuando su palabra se hayan verificado
suene la trompeta; y saldrán, milagros?
pequeños así como grandes, 18 ¿Y quién dirá que Jesucristo
y todos comparecerán ante su no obró muchos grandes a mila­
tribunal, redimidos y libres gros? Y hubo muchos grandes
de esta c ligadura eterna de la milagros que se efectuaron por
muerte, la cual es una muerte mano de los apóstoles.
temporal. 19 Y si entonces se hicieron a mi­
14 Y entonces viene el a juicio lagros, ¿por qué ha dejado Dios
del Santo sobre ellos; y entonces de ser un Dios de milagros, y si­
viene el momento en que el que gue siendo todavía un Ser inmu­
es b impuro continuará siendo im­ table? Y he aquí, os digo que él
puro; y el que es justo continuará no cambia; si así fuese, dejaría de
siendo justo; el que es feliz per­ ser Dios; y él no cesa de ser Dios,
manecerá feliz y el que es infeliz y es un Dios de milagros.
será infeliz todavía. 20 Y el motivo por el cual cesa
15 Y ahora bien, a todos voso­ de obrar a milagros entre los hijos
tros que os habéis imaginado a un de los hombres es porque ellos
dios que a no puede hacer mila­ degeneran en la incredulidad,
gros, quisiera preguntaros: ¿Han y se apartan de la vía correcta,
12 a Mos. 3:26. 14 a GEE Juicio final. b GEE Creación, crear.
b GEE Caída de Adán y b Alma 7:21; DyC 88:35. c Gén. 2:7;
Eva. 15 a Moro. 7:35–37; Mos. 2:25.
c GEE Redención, DyC 35:8. 18 a Juan 6:14.
redimido, redimir. GEE Milagros. 19 a DyC 63:7–10.
13 a Hel. 14:15–18. 16 a Sal. 40:5; DyC 76:114; 20 a Jue. 6:11–13;
b DyC 43:18. Moisés 1:3–5. Éter 12:12–18;
c DyC 138:16. 17 a Jacob 4:9. Moro. 7:35–37.
587 MORMÓN 9:21–29
y desconocen al Dios en quien Señor? ¿Quién despreciará las
debían poner su b confianza. obras del Señor? ¿Quién despre­
21 He aquí, os digo que quien ciará a los hijos de Cristo? Con­
crea en Cristo, sin dudar nada, siderad, todos vosotros que sois
a 
cuanto pida al Padre en el nom­ b 
despreciadores de las obras del
bre de Cristo, le será concedido; Señor, porque os asombraréis y
y esta promesa es para todos, aun pereceréis.
hasta los extremos de la tierra. 27 Oh, no despreciéis, pues, ni
22 Porque he aquí, así dijo Jesu­ os asombréis, antes bien, escu­
cristo, el Hijo de Dios, a sus discí­ chad las palabras del Señor, y
pulos que iban a permanecer, sí, y pedid al Padre, en el nombre de
también a todos sus discípulos, a Jesús, cualquier cosa que necesi­
oídos de la multitud: a Id por todo téis. No dudéis, mas sed creyen­
el mundo, y predicad el evangelio tes; y empezad, como en los días
a toda criatura; antiguos, y a allegaos al Señor con
23 y el que creyere y fuere bau­ todo vuestro b corazón, y c labrad
tizado, será salvo; mas el que no vuestra propia salvación con te­
creyere, será a condenado; mor y temblor ante él.
24 y estas a señales seguirán a los 28 Sed a prudentes en los días
que crean: En mi nombre echarán de vuestra probación; despojaos
fuera b demonios; hablarán nuevas de toda impureza; no pidáis para
lenguas; alzarán serpientes, y si dar satisfacción a vuestras b con­
bebieren cosa mortífera, no los cupiscencias, sino pedid con una
dañará; pondrán sus c manos so­ resolución inquebrantable, para
bre los enfermos, y ellos sanarán; que no cedáis a ninguna tenta­
25 y a quien crea en mi nombre, ción, sino que sirváis al verdadero
sin dudar nada, yo le a confirmaré c 
Dios viviente.
todas mis palabras, aun hasta los 29 Cuidaos de ser bautizados
extremos de la tierra. a 
indignamente; cuidaos de to­
26 Y ahora bien, he aquí, ¿quién mar el sacramento de Cristo b in­
puede resistir las obras del Se­ dignamente, antes bien, mirad
ñor? a ¿Quién puede negar sus que hagáis todas las cosas c dig­
palabras? ¿Quién se levantará namente, y hacedlo en el nom­
contra la omnipotente fuerza del bre de Jesucristo, el Hijo del
20 b GEE Confianza, confiar. c GEE Bendición de los c Filip. 2:12.
21 a Mateo 21:22; enfermos. 28 a Jacob 6:12.
3 Ne. 18:20. 25 a GEE Revelación; b GEE Concupiscencia.
22 a Marcos 16:15–16. Testimonio. c Alma 5:13.
GEE Obra misional. 26 a 3 Ne. 29:4–7. 29 a GEE Bautismo,
23 a GEE Condenación, b Prov. 13:13. bautizar — Requisitos
condenar. 27 a Moro. 10:30–32. del bautismo.
24 a Marcos 16:17–18. b Josué 22:5; b 1 Cor. 11:27–30;
GEE Señal. DyC 64:22, 34. 3 Ne. 18:28–32.
b Hech. 16:16–18. GEE Corazón. c GEE Dignidad, digno.
MORMÓN 9:30–37 588
Dios viviente; y si hacéis esto, y 34 Pero el Señor sabe las cosas
perseveráis hasta el fin, de nin­ que hemos escrito, y también
guna manera seréis desechados. que ningún otro pueblo conoce
30 He aquí, os hablo como si a ha­ nuestra lengua; y por motivo de
blara de entre los muertos; por­ que ningún otro pueblo conoce
que sé que tendréis mis palabras. nuestra lengua, por lo tanto, él
31 No me condenéis por mi a im­ ha preparado los a medios para
perfección, ni a mi padre por causa su interpretación.
de su imperfección, ni a los que han 35 Y se escriben estas cosas para
escrito antes de él; más bien, dad que limpiemos nuestros vestidos
gracias a Dios que os ha manifes­ de la sangre de nuestros herma­
tado nuestras imperfecciones, para nos, que han degenerado en la
que aprendáis a ser más sabios de a 
incredulidad.
lo que nosotros lo hemos sido. 36 Y he aquí, estas cosas que
32 Y he aquí, hemos escrito es­ hemos a deseado concernientes
tos anales según nuestro cono­ a nuestros hermanos, sí, aun su
cimiento, en los caracteres que restauración al conocimiento
entre nosotros se llaman egipcio de Cristo, están de acuerdo
a 
reformado; y los hemos transmi­ con las oraciones de todos los
tido y alterado conforme a nues­ santos que han morado en la
tra manera de hablar. tierra.
33 Y si nuestras planchas hubie­ 37 Y el Señor Jesucristo les con­
sen sido suficientemente amplias, ceda que sean contestadas sus
habríamos escrito en hebreo; pero oraciones según su fe; y Dios el
también hemos alterado el he­ Padre se acuerde del convenio
breo; y si hubiésemos podido que ha hecho con la casa de Is­
escribir en hebreo, he aquí, no rael, y los bendiga para siempre,
habríais tenido ninguna imper­ mediante la fe en el nombre de
fección en nuestros anales. Jesucristo. Amén.

EL LIBRO DE ÉTER
La historia de los jareditas, tomada de las veinticuatro planchas que encontró
el pueblo de Limhi en la época del rey Mosíah.
30 a Morm. 8:26; 32 a 1 Ne. 1:2; DyC 17:1.
Moro. 10:27. Mos. 1:4. 35 a 2 Ne. 26:15.
31 a Morm. 8:17; 34 a Mos. 8:13–18; 36 a Morm. 8:24–26;
Éter 12:22–28, 35. Éter 3:23, 28; DyC 10:46–49.
589 ÉTER 1:1–31
CAPÍTULO 1 de la narración, desde la torre
hasta la época en que fueron des­
Moroni compendia los escritos de
truidos.
Éter — Se declara la genealogía de
6 Y de esta manera hago la rela­
Éter — No se confunde el lenguaje de
ción: El que escribió estos anales
los jareditas en la Torre de Babel —
fue a Éter, y él era descendiente de
El Señor promete conducirlos a una
Coriantor.
tierra escogida y hacer de ellos una
7 Coriantor era hijo de Morón;
gran nación.
8 y Morón era hijo de Etem;

Y AHORA yo, a Moroni, pro­


cedo a hacer una relación de
esos antiguos habitantes que fue­
9 y Etem era hijo de Ahah;
10 y Ahah era hijo de Set;
11 y Set era hijo de Shiblón;
ron destruidos por la b mano del 12 y Shiblón era hijo de Com;
Señor sobre la superficie de este 13 y Com era hijo de Corián­
país del norte. tum;
2  Y tomo mi relación de las 14 y Coriántum era hijo de Am­
a 
veinticuatro planchas que en­ nigadda;
contró el pueblo de Limhi; y se 15  y Amnigadda era hijo de
llama el Libro de Éter. Aarón;
3 Y como supongo que la pri­ 16 y Aarón era descendiente de
mera parte de esta narración Het, que era hijo de Heartom;
—que habla concerniente a la 17 y Heartom era hijo de Lib;
creación del mundo, y también 18 y Lib era hijo de Kish;
de Adán, y una relación desde 19 y Kish era hijo de Corom;
esa época aun hasta la gran a to­ 20 y Corom era hijo de Leví;
rre, y cuantas cosas acontecieron 21 y Leví era hijo de Kim;
entre los hijos de los hombres 22 y Kim era hijo de Moriantón;
hasta ese tiempo— se halla entre 23 y Moriantón era descendiente
los judíos, de Riplákish;
4 no escribo, pues, esas cosas 24 y Riplákish era hijo de Shez;
que ocurrieron desde los a días 25 y Shez era hijo de Het;
de Adán hasta esa época; pero 26 y Het era hijo de Com;
se hallan sobre las planchas, y 27 y Com era hijo de Corián­
el que las encuentre estará fa­ tum;
cultado para obtener la historia 28 y Coriántum era hijo de Emer;
completa. 29 y Emer era hijo de Omer;
5 Mas he aquí, no hago la re­ 30 y Omer era hijo de Shule;
lación completa, sino una parte 31 y Shule era hijo de Kib;
1 1 a GEE Moroni hijo de Éter 15:33. el mismo período de
Mormón. 3 a Omni 1:22; Génesis 1–10.
b Morm. 5:23; Mos. 28:17; 6 a Éter 12:2; 15:34.
DyC 87:6–7. Hel. 6:28.
2 a Alma 37:21; 4 a Es decir, lo que abarca
ÉTER 1:32–43 590
32 y Kib era hijo de Oríah, que a echar de esta tierra, y si nos va
era hijo de Jared. a echar de la tierra, suplícale que
33 Y dicho a Jared vino de la gran nos indique a dónde hemos de ir.
torre con su hermano y sus fami­ ¿Y quién sabe si el Señor no nos
lias, y con algunos otros y sus fa­ llevará a una región que sea la
milias, en la época en que el Señor más a favorecida de toda la tierra?
b 
confundió el lenguaje del pueblo, Y si así fuere, seámosle fieles al
y juró en su ira que serían disper­ Señor, a fin de que la recibamos
sados por toda la c superficie de por herencia nuestra.
la tierra; y conforme a la palabra 39 Y sucedió que el hermano de
del Señor fue dispersada la gente. Jared suplicó al Señor conforme a
34 Y como el a hermano de Jared lo dicho por boca de Jared.
era un hombre grande y dotado 40 Y ocurrió que el Señor es­
de mucha fuerza, y altamente cuchó al hermano de Jared, y se
favorecido del Señor, Jared, su compadeció de él, y le dijo:
hermano, le dijo: Suplica al Señor 41 Ve y recoge tus rebaños, ma­
que no nos confunda de modo cho y hembra de cada especie, y
que no entendamos nuestras pa­ también de las semillas de la tie­
labras. rra, de toda clase; y tus a familias;
35 Y sucedió que el hermano y también tu hermano Jared y su
de Jared suplicó al Señor, y el Se­ familia; y también tus b amigos y
ñor se compadeció de Jared; por sus familias, y los amigos de Jared
tanto, no confundió el lenguaje y sus familias.
de Jared; y Jared y su hermano 42 Y cuando hayas hecho esto,
no fueron confundidos. a 
irás a la cabeza de ellos al valle
36 Entonces Jared dijo a su her­ que está al norte. Y allí te encon­
mano: Suplica de nuevo al Señor, traré, e iré b delante de ti a una
pues tal vez aparte su ira de aque­ región que es c favorecida sobre
llos que son nuestros amigos, para todas las regiones de la tierra.
que no confunda su lenguaje. 43 Y allí os bendeciré a ti y a
37 Y ocurrió que el hermano de tus descendientes; y de tu pos­
Jared suplicó al Señor, y el Señor teridad, y de la posteridad de
tuvo compasión de sus amigos y tu hermano, y de los que irán
de las familias de ellos también, contigo, levantaré para mí una
y no fueron confundidos. nación grande. Y no habrá sobre
38 Y aconteció que Jared habló toda la superficie de la tierra na­
otra vez a su hermano, diciendo: ción mayor que la que yo levan­
Ve y pregunta al Señor si nos va taré para mí de tu posteridad. Y
33 a GEE Jared. 38 a GEE Tierra prometida. Abr. 2:3.
b Gén. 11:6–9. 41 a Éter 6:20. b DyC 84:88.
c Mos. 28:17. b Éter 6:16. c 1 Ne. 13:30.
34 a GEE Jared, hermano de. 42 a 1 Ne. 2:1–2;
591 ÉTER 2:1–9
así obraré contigo, porque me descendió el Señor y habló con
has suplicado todo este largo el hermano de Jared; y estaba en
tiempo. una a nube, y el hermano de Jared
no lo vio.
CAPÍTULO 2 5  Y ocurrió que el Señor les
mandó que salieran para el de­
Los jareditas se preparan para su viaje
sierto; sí, a aquella parte donde
a una tierra prometida — Es una tie-
ningún hombre jamás había es­
rra escogida en la cual los hombres
tado. Y sucedió que el Señor fue
deben servir a Cristo o, de lo contra-
delante de ellos, y les habló mien­
rio, serán exterminados — El Señor
tras estaba en una a nube, y les dio
habla al hermano de Jared durante tres
instrucciones por dónde habían
horas — Los jareditas construyen bar-
de viajar.
cos — El Señor le indica al hermano
6 Y aconteció que viajaron por el
de Jared que proponga la manera de
desierto, y construyeron barcos,
iluminar los barcos.
en los cuales atravesaron muchas
Y sucedió que Jared y su her­ aguas, y la mano del Señor los
mano, y sus familias, y también guiaba continuamente.
los amigos de Jared y de su her­ 7 Y no quiso el Señor permitir
mano, y sus familias, descendie­ que se detuvieran del otro lado
ron al valle que se hallaba al norte del mar, en el desierto, sino dis­
(y el nombre del valle era a Nim­ puso que avanzaran hasta llegar
rod, nombre tomado del gran ca­ a la a tierra de promisión, que era
zador), junto con sus rebaños que una tierra escogida sobre todas
habían recogido, macho y hembra las demás, la cual el Señor Dios
de toda especie. había preservado para un pue­
2 Y también tendieron trampas blo justo.
para coger aves del cielo; y prepa­ 8 Y había jurado en su ira al her­
raron una vasija en la que llevaron mano de Jared que quienes po­
consigo los peces de las aguas. seyeran esta tierra de promisión,
3 Y también llevaron con ellos desde entonces y para siempre,
deseret, que interpretado signi­ deberían a servirlo a él, el verda­
fica abeja obrera; y así llevaron dero y único Dios, o serían b ex­
consigo enjambres de abejas, y terminados cuando cayera sobre
toda variedad de cuanto había ellos la plenitud de su ira.
sobre la faz de la tierra, semillas 9 Y así podemos ver los decre­
de todas clases. tos de Dios concernientes a esta
4 Y sucedió que cuando hubie­ tierra: Que es una tierra de pro­
ron llegado al valle de Nimrod, misión; y cualquier nación que
2 1 a Gén. 10:8. 5 a Éx. 13:21–22. b Jarom 1:3, 10;
4 a Núm. 11:25; 7 a 1 Ne. 4:14. Alma 37:28;
DyC 34:7–9; GEE Tierra prometida. Éter 9:20.
JS—H 1:68. 8 a Éter 13:2.
ÉTER 2:10–16 592
la posea servirá a Dios, o será paraje el nombre de Moriáncumer;
exterminada cuando la plenitud y vivían en tiendas; y vivieron en
de su ira caiga sobre ella. Y la ple­ tiendas a la orilla del mar por el
nitud de su ira descenderá sobre término de cuatro años.
ella cuando haya madurado en 14 Y aconteció que a la conclu­
la iniquidad. sión de los cuatro años, el Señor
10 Porque he aquí, esta es una vino otra vez al hermano de Ja­
tierra escogida sobre todas las de­ red, y estaba en una nube, y habló
más; por tanto, aquel que la posea con él. Y por el espacio de tres ho­
servirá a Dios o será exterminado, ras habló el Señor con el hermano
porque es el eterno decreto de de Jared, y lo a reprendió porque
Dios. Y no es sino hasta cuando no se había acordado de b invocar
llega al a colmo la iniquidad entre el nombre del Señor.
los hijos de la tierra, que son b ex­ 15 Y el hermano de Jared se arre­
terminados. pintió del mal que había come­
11 Y esto viene a vosotros, oh tido, e invocó el nombre del Señor
a 
gentiles, para que conozcáis los a favor de sus hermanos que esta­
decretos de Dios, para que os arre­ ban con él. Y el Señor le dijo: Os
pintáis y no continuéis en vuestras perdonaré vuestros pecados a ti y
iniquidades hasta llegar al colmo, a tus hermanos; pero no pecaréis
para que no hagáis venir sobre vo­ más, porque debéis recordar que
sotros la plenitud de la ira de Dios, mi a Espíritu no siempre b luchará
como lo han hecho hasta ahora los con el hombre; por tanto, si pe­
habitantes de la tierra. cáis hasta llegar al colmo, seréis
12 He aquí, esta es una tierra desechados de la presencia del
escogida, y cualquier nación que Señor. Y estos son mis pensamien­
la posea se verá a libre de la es­ tos tocante a la tierra que os daré
clavitud, y del cautiverio, y de por herencia; porque será una
todas las otras naciones debajo tierra c escogida sobre todas las
del cielo, si tan solo b sirve al Dios demás.
de la tierra, que es Jesucristo, el 16 Y dijo el Señor: Poneos a tra­
cual ha sido manifestado por las bajar y construid barcos a se­
cosas que hemos escrito. mejanza de los que hasta ahora
13 Y ahora prosigo mi narración; habéis hecho. Y sucedió que el
porque he aquí, aconteció que el hermano de Jared se puso a tra­
Señor condujo a Jared y a sus her­ bajar, y sus hermanos también, y
manos hasta ese gran mar que se­ construyeron barcos a la manera
para las tierras. Y al llegar al mar, de los que habían hecho antes,
plantaron sus tiendas; y dieron al de acuerdo con las a instrucciones
10 a 2 Ne. 28:16. b Isa. 60:12. b Gén. 6:3; 2 Ne. 26:11;
b 1 Ne. 17:37–38. 14 a GEE Castigar, castigo. Morm. 5:16.
11 a 2 Ne. 28:32. b GEE Oración. c Éter 9:20.
12 a GEE Libertad, libre. 15 a Éter 15:19. 16 a 1 Ne. 17:50–51.
593 ÉTER 2:17–25
del Señor. Y eran pequeños, y 22 Y clamó de nuevo al Señor,
eran ligeros sobre las aguas, así diciendo: He aquí, oh Señor, he
como la ligereza de un ave sobre obrado según me lo has man­
el agua. dado; y he preparado los barcos
17 Y se construyeron de una para mi pueblo, y he aquí, no hay
manera sumamente a ajustada, luz en ellos. ¿Vas a permitir, oh
de modo que podían contener Señor, que crucemos estas gran­
agua como un vaso; y el fondo des aguas en la obscuridad?
estaba ajustado como un vaso, y 23 Y el Señor dijo al hermano de
los costados estaban ajustados de Jared: ¿Qué quieres que yo haga
la misma manera; y los extremos para que tengáis luz en vuestros
terminaban en punta; y también barcos? Porque he aquí, no po­
la cubierta estaba ajustada como déis tener ventanas, pues serían
un vaso; y su longitud era la de hechas pedazos; ni llevaréis fuego
un árbol; y la puerta, al cerrarse, con vosotros, porque no os dirigi­
quedaba ajustada a semejanza réis por la luz del fuego.
de un vaso. 24 Pues he aquí, seréis como una
18 Y sucedió que el hermano de ballena en medio del mar; porque
Jared clamó al Señor, diciendo: las inmensas olas estallarán con­
¡Oh Señor!, he efectuado la obra tra vosotros. No obstante, yo os
que me has mandado, y he cons­ sacaré otra vez de las profundi­
truido los barcos según tú me has dades del mar; porque de mi boca
dirigido. han salido los a vientos, y también
19 Y he aquí, oh Señor, no hay he enviado yo las b lluvias y los
luz en ellos; ¿a dónde nos he­ diluvios.
mos de dirigir? Y también pe­ 25 Y he aquí, yo os preparo con­
receremos, porque en ellos no tra todas estas cosas; porque no
podremos respirar sino el aire podéis atravesar este gran mar, a
que contengan; por consiguiente, menos que yo os prepare contra
pereceremos. las olas del mar, y los vientos que
20 Y el Señor dijo al hermano de han salido, y los diluvios que ven­
Jared: He aquí, harás una aber­ drán. Por tanto, ¿qué deseas que
tura en la cubierta, y también en prepare para vosotros, a fin de que
el fondo; y cuando te falte aire, tengáis luz cuando seáis sumergi­
destaparás la abertura y recibirás dos en las profundidades del mar?
aire. Y si sucede que os entra el
agua, he aquí, cerrarás la abertura CAPÍTULO 3
para que no perezcáis en el mar.
21 Y ocurrió que el hermano de El hermano de Jared ve el dedo del
Jared así lo hizo, según lo que el Señor al tocar Este las dieciséis pie-
Señor le había mandado. dras — Cristo le muestra el cuerpo
17 a Éter 6:7. 24 a Éter 6:5. b Sal. 148:8.
ÉTER 3:1–8 594
de Su espíritu al hermano de Jared — nosotros. ¡Oh Señor!, ten piedad
Es imposible impedir que penetren el de mí, y aparta tu ira de este tu
velo aquellos que poseen un conoci- pueblo, y no permitas que atra­
miento perfecto — Se proporcionan viese este furioso abismo en la
intérpretes para que puedan salir a obscuridad; sino mira estas cosas
luz los anales de los jareditas. que he fundido de la roca.
4 Y sé, oh Señor, que tú tienes
Y sucedió que el hermano de Ja­ todo a poder, y que puedes hacer
red (y era ocho el número de los cuanto quieras para el beneficio
barcos que habían sido prepara­ del hombre. Por tanto, toca estas
dos) subió al monte que llamaban piedras con tu dedo, oh Señor, y
el monte de Shelem, a causa de su disponlas para que brillen en la
extremada altura, y de una roca obscuridad; y nos iluminarán en
fundió dieciséis piedras peque­ los barcos que hemos preparado,
ñas; y eran blancas y diáfanas, para que tengamos luz mientras
como cristal transparente; y las atravesemos el mar.
llevó en sus manos a la cima del 5 He aquí, oh Señor, tú puedes
monte, y nuevamente clamó al hacer esto. Sabemos que puedes
Señor, diciendo: manifestar gran poder, que a pa­
2 ¡Oh Señor, has dicho que he­ rece pequeño al entendimiento
mos de estar rodeados por las de los hombres.
olas! Y ahora, he aquí, oh Señor, 6 Y sucedió que cuando el her­
no te enojes con tu siervo a causa mano de Jared hubo dicho estas
de su debilidad delante de ti; por­ palabras, he aquí, el a Señor ex­
que sabemos que tú eres santo y tendió su mano y tocó las pie­
habitas en los cielos, y que somos dras, una por una, con su dedo.
indignos delante de ti; por causa Y fue quitado el b velo de ante los
de la a caída nuestra b naturaleza se ojos del hermano de Jared, y vio
ha tornado mala continuamente; el dedo del Señor; y era como el
no obstante, oh Señor, tú nos has dedo de un hombre, a semejanza
dado el mandamiento de invo­ de carne y sangre; y el hermano
carte, para que recibamos de ti de Jared cayó delante del Señor,
según nuestros deseos. porque fue herido de temor.
3 He aquí, oh Señor, tú nos has 7 Y el Señor vio que el hermano
castigado por causa de nuestra de Jared había caído al suelo, y le
iniquidad; y nos has echado, y dijo el Señor: Levántate, ¿por qué
durante estos muchos años hemos has caído?
estado en el desierto; no obstante, 8 Y dijo al Señor: Vi el dedo del
has sido a misericordioso para con Señor, y tuve miedo de que me
3 2 a GEE Caída de Adán y 3 a Éter 1:34–43. 1 Ne. 16:29.
Eva. 4 a GEE Poder. 6 a GEE Jesucristo.
b Mos. 3:19. 5 a Isa. 55:8–9; b Éter 12:19, 21.
595 ÉTER 3:9–20
hiriese; porque no sabía que el jamás ha creído en mí el hombre
a 

Señor tuviese carne y sangre. como tú lo has hecho. ¿Ves que eres
9 Y el Señor le dijo: A causa de creado a mi propia b imagen? Sí, en
tu fe has visto que tomaré sobre el principio todos los hombres fue­
mí a carne y sangre; y jamás ha ron creados a mi propia imagen.
venido a mí hombre alguno con 16 He aquí, este cuerpo que ves
tan grande fe como la que tú tie­ ahora es el cuerpo de mi a espíritu;
nes; porque de no haber sido así, y he creado al hombre a semejanza
no hubieras podido ver mi dedo. del cuerpo de mi espíritu; y así
¿Viste más que esto? como me aparezco a ti en el espíritu,
10  Y él contestó: No; Señor, apareceré a mi pueblo en la carne.
muéstrate a mí. 17 Y ahora bien, dado que yo,
11 Y le dijo el Señor: ¿Creerás las Moroni, dije que no podía hacer
palabras que hablaré? una relación completa de estas
12 Y él le respondió: Sí, Señor, cosas que están escritas, bástame,
sé que hablas la verdad, porque por tanto, decir que Jesús se mos­
eres un Dios de verdad, y a no tró a este hombre en el espíritu,
puedes mentir. según la manera y a semejanza
13 Y cuando hubo dicho estas del mismo cuerpo con que se
palabras, he aquí, el Señor se le a 
mostró a los nefitas.
a 
mostró, y dijo: b Porque sabes 18 Y ejerció su ministerio por él,
estas cosas, eres redimido de la tal como ministró a los nefitas; y
caída; por tanto, eres traído de todo esto para que este hombre
nuevo a mi presencia; por con­ supiera que era Dios, por causa
siguiente yo me c manifiesto a ti. de las muchas grandes obras que
14 He aquí, yo soy el que fue el Señor le había mostrado.
preparado desde la fundación del 19 Y debido al conocimiento de
mundo para a redimir a mi pue­ este hombre, no se le pudo im­
blo. He aquí, soy Jesucristo. Soy pedir que viera dentro del a velo;
el b Padre y el Hijo. En mí todo el y vio el dedo de Jesús, y cuando
género humano tendrá c vida, y la vio, cayó de temor, porque sabía
tendrá eternamente, sí, aun cuan­ que era el dedo del Señor; y para
tos crean en mi nombre; y llega­ él dejó de ser fe, porque supo sin
rán a ser mis d hijos y mis hijas. ninguna duda.
15 Y nunca me he mostrado al 20  Por lo que, teniendo este
hombre a quien he creado, porque conocimiento perfecto de Dios,
9 a GEE Carne; Cristo. 15 a GEE Creencia, creer.
Jesucristo; 14 a GEE Redención, b Gén. 1:26–27;
Mortal, mortalidad. redimido, redimir; Mos. 7:27;
12 a Heb. 6:18. Redentor. DyC 20:17–18.
13 a DyC 67:10–11. b Mos. 15:1–4. 16 a GEE Espíritu.
b Enós 1:6–8. c Mos. 16:9. 17 a 3 Ne. 11:8–10.
c GEE Jesucristo — La d GEE Hijos e hijas de 19 a GEE Velo.
existencia premortal de Dios.
ÉTER 3:21–4:1 596
fue imposible impedirle ver den­
a 
en que podía mostrarle todas las
c 

tro del velo; por tanto, vio a Jesús, cosas, estas le serían manifesta­
y él le ministró. das; por tanto, el Señor no podía
21 Y sucedió que el Señor dijo ocultarle nada, porque sabía que
al hermano de Jared: He aquí, no el Señor podía mostrarle todas
permitirás que vayan al mundo las cosas.
estas cosas que has visto y oído, 27 Y el Señor le dijo: Escribe es­
sino hasta que llegue el a tiempo tas cosas y a séllalas; y en mi pro­
en que he de glorificar mi nombre pio y debido tiempo las mostraré
en la carne; de modo que guarda­ a los hijos de los hombres.
rás las cosas que has visto y oído, 28  Y sucedió que el Señor le
y no las manifestarás a ningún mandó que sellara las dos a pie­
hombre. dras que había recibido, y que
22 Y he aquí, cuando vengas a no las mostrara sino hasta que el
mí, las escribirás y las sellarás Señor las manifestase a los hijos
a fin de que nadie pueda inter­ de los hombres.
pretarlas; porque las escribirás
en un lenguaje que no se podrá CAPÍTULO 4
leer.
Se le manda a Moroni sellar los es-
23  Y he aquí, te daré estas
critos del hermano de Jared — No
a 
dos piedras, y también las se­
serán revelados sino hasta que los
llarás junto con las cosas que
hombres tengan fe aun como la del
escribas.
hermano de Jared — Cristo manda
24 Porque he aquí, he confun­
a los hombres creer en Sus palabras
dido el idioma que escribirás; por
y en las de Sus discípulos — Se da
tanto, haré que en mi propio y
a los hombres el mandamiento de
debido tiempo estas piedras cla­
arrepentirse, creer en el Evangelio
rifiquen a los ojos de los hombres
y ser salvos.
las cosas que tú escribirás.
25 Y cuando el Señor hubo ha­ Y el Señor mandó al hermano de
blado estas palabras, mostró al Jared que descendiera del monte,
hermano de Jared a todos los ha­ de la presencia del Señor, y a escri­
bitantes de la tierra que había biera las cosas que había visto; y
habido, y también todos los que fue prohibido que se dieran a los
había de haber; y no los ocultó hijos de los hombres, sino b hasta
de su vista, aun hasta los cabos después que él fuese levantado
de la tierra. sobre la cruz; y por esta causa las
26 Porque le había dicho ante­ guardó el rey Mosíah, para que
riormente que a si b creía en él y no llegasen al mundo sino hasta
20 a Éter 12:19–21. 26 a Éter 3:11–13. 28 a DyC 17:1.
21 a Éter 4:1. b GEE Creencia, creer. 4 1 a Éter 12:24.
23 a GEE Urim y Tumim. c Éter 4:4. GEE Escrituras.
25 a Moisés 1:8. 27 a 2 Ne. 27:6–8. b Éter 3:21.
597 ÉTER 4:2–12
después que Cristo se manifestara desplegar ante ellos todas mis re­
a su pueblo. velaciones, dice Jesucristo, el Hijo
2 Y después que Cristo verdade­ de Dios, el b Padre de los cielos y
ramente se hubo manifestado a su de la tierra, y de todas las cosas
pueblo, él mandó que se dieran que en ellos hay.
a conocer. 8 Y el que a contienda contra la
3 Y ahora bien, después de esto, palabra del Señor, maldito sea; y
todos han degenerado en la incre­ el que b niegue estas cosas, maldito
dulidad; y no queda nadie sino sea; porque a estos no mostraré
los lamanitas, y estos han de­ c 
cosas mayores, dice Jesucristo;
sechado el evangelio de Cristo; porque yo soy el que habla.
por tanto, se me manda que las 9 Y por mi mandato se abren y
a 
oculte otra vez en la tierra. se a cierran los cielos; y por mi pa­
4 He aquí, he escrito sobre estas labra temblará la b tierra; y por mi
planchas las mismas cosas que mandato sus habitantes pasarán,
vio el hermano de Jared; y jamás como si fuera por fuego.
se manifestaron cosas mayores 10 Y el que no cree mis palabras
que las que le fueron mostradas no cree a mis discípulos; y si es
al hermano de Jared. que yo no hablo, juzgad vosotros;
5 Por tanto, el Señor me ha man­ porque en el a postrer día sabréis
dado que las escriba; y las he es­ que yo soy el que habla.
crito. Y me mandó que las a sellara; 11 Pero al que a crea estas cosas
y también me ha mandado que que he hablado, yo lo visitaré con
selle su interpretación; así que he las manifestaciones de mi Espí­
sellado los b intérpretes, de acuerdo ritu, y sabrá y dará testimonio.
con el mandamiento del Señor. Porque por mi Espíritu b sabrá
6 Porque el Señor me dijo: No irán que estas cosas son c verdaderas;
a los gentiles sino hasta el día en porque persuade a los hombres a
que se arrepientan de su iniquidad, hacer lo bueno.
y se vuelvan puros ante el Señor. 12 Y cualquier cosa que per­
7 Y el día en que ejerzan la fe en suada a los hombres a hacer lo
mí, dice el Señor, así como lo hizo bueno viene de mí; porque el
el hermano de Jared, para que a 
bien de nadie procede, sino de
se a santifiquen en mí, entonces mí. Yo soy el mismo que conduce
les manifestaré las cosas que vio a los hombres a todo lo bueno;
el hermano de Jared, aun hasta el que b no crea mis palabras,
3 a Morm. 8:14. Morm. 8:17. 10 a 2 Ne. 33:10–15.
5 a Éter 5:1. b 2 Ne. 27:14; 28:29–30. 11 a DyC 5:16.
b DyC 17:1; c Alma 12:10–11; b GEE Testimonio.
JS—H 1:52. 3 Ne. 26:9–10. c Éter 5:3–4;
GEE Urim y Tumim. 9 a 1 Rey. 8:35; Moro. 10:4–5.
7 a GEE Santificación. DyC 77:8. 12 a Alma 5:40;
b Mos. 3:8. b Hel. 12:8–18; Moro. 7:16–17.
8 a 3 Ne. 29:5–6; Morm. 5:23. b 3 Ne. 28:34.
ÉTER 4:13–5:1 598
tampoco me creerá a mí: que yo Acordaos, cuando veáis estas co­
soy; y aquel que no me crea, no sas, sabréis que el tiempo está
creerá al Padre que me envió. cerca en que efectivamente serán
Pues he aquí, yo soy el Padre, yo manifestadas.
soy la c luz, y la d vida, y la verdad 17 Por tanto, a cuando recibáis
del mundo. esta historia, sabréis que la obra
13  a ¡Venid a mí, oh gentiles, y del Padre ha empezado sobre
os mostraré las cosas mayores, el toda la faz de la tierra.
conocimiento que se ha ocultado 18  a Arrepentíos, pues, todos
a causa de la incredulidad! vosotros los extremos de la tie­
14 ¡Venid a mí, oh casa de Israel, rra, y venid a mí, y creed en mi
y os será a manifestado cuán gran­ evangelio y sed b bautizados en
des cosas el Padre ha reservado mi nombre; porque el que crea y
para vosotros desde la fundación sea bautizado, será salvo; mas el
del mundo; y no han llegado a que no crea, será condenado; y las
vosotros por motivo de la incre­ c 
señales seguirán a los que crean
dulidad! en mi nombre.
15 He aquí, cuando rasguéis ese 19 Y bendito es aquel que sea ha­
velo de incredulidad que os hace llado a fiel a mi nombre en el pos­
permanecer en vuestro espantoso trer día, porque será enaltecido
estado de iniquidad, y dureza de para morar en el reino preparado
corazón, y ceguedad de mente, para él b desde la fundación del
entonces las cosas grandes y ma­ mundo. Y he aquí, yo soy quien
ravillosas que han estado a ocultas lo ha hablado. Amén.
de vosotros desde el principio del
mundo, sí, cuando invoquéis al CAPÍTULO 5
Padre en mi nombre, con un co­
Tres testigos y la obra misma consti-
razón quebrantado y un espíritu
tuirán un testimonio de la veracidad
contrito, entonces sabréis que el
del Libro de Mormón.
Padre se ha acordado del conve­
nio que hizo con vuestros padres, Y yo, Moroni, he escrito las pala­
oh casa de Israel. bras que se me mandaron, según
16 Entonces serán manifestadas mi memoria; y te he dicho las co­
a los ojos de todo el pueblo mis sas que he a sellado; por tanto, no
a 
revelaciones que he hecho que las toques con el fin de traducir­
sean escritas por mi siervo Juan. las; porque esto te está prohibido,
12 c GEE Luz, luz de Cristo. 17 a 3 Ne. 21:1–9, 28. 19 a Mos. 2:41;
d Juan 8:12; 18 a 3 Ne. 27:20; DyC 6:13.
Alma 38:9. Moro. 7:34. GEE Jesucristo — El
13 a 3 Ne. 12:2–3. b Juan 3:3–5. tomar sobre sí el
14 a DyC 121:26–29. GEE Bautismo, nombre de Jesucristo.
15 a 2 Ne. 27:10. bautizar — b 2 Ne. 9:18.
16 a Apoc. 1:1; Indispensable. 5 1 a 2 Ne. 27:7–8, 21;
1 Ne. 14:18–27. c GEE Dones del Espíritu. Éter 4:4–7.
599 ÉTER 5:2–6:5
a menos que en lo futuro Dios lo Y ahora yo, Moroni, procedo a
juzgue prudente. dar la historia de Jared y su her­
2 Y he aquí, tal vez tengas el pri­ mano.
vilegio de mostrar las planchas a 2 Porque sucedió que después
a 
aquellos que ayudarán a sacar a que el Señor hubo preparado las
luz esta obra; a 
piedras que el hermano de Ja­
3 y por el poder de Dios se mos­ red había llevado al monte, el
trarán a a tres; por tanto, b sabrán hermano de Jared descendió del
con certeza que estas cosas son monte, y colocó las piedras en los
c 
verdaderas. barcos que se habían preparado,
4 Y en boca de tres a testigos se una en cada extremo; y he aquí,
establecerán estas cosas; y el tes­ dieron luz a los barcos.
timonio de tres, y esta obra, en 3 Y así hizo el Señor que las pie­
la cual se mostrará el poder de dras brillaran en las tinieblas para
Dios y también su palabra, de la dar luz a los hombres, mujeres y
cual el Padre, y el Hijo, y el Espí­ niños, a fin de que no atravesa­
ritu Santo dan testimonio; y todo ran las grandes aguas en la obs­
esto se levantará como testimonio curidad.
contra el mundo en el postrer día. 4 Y sucedió que cuando hubie­
5 Y si es que se arrepienten y ron preparado todo género de
a 
vienen al Padre en el nombre de alimentos, para que con ellos pu­
Jesús, serán recibidos en el reino dieran subsistir sobre las aguas,
de Dios. así como alimentos para sus re­
6  Y ahora bien, si es que no baños y hatos, y cualquier bestia
tengo autoridad para estas cosas, o animal o ave que llevasen con­
juzgad vosotros; porque sabréis sigo, he aquí, cuando hubieron
que tengo autoridad cuando me hecho todas estas cosas, entraron
veáis, y comparezcamos delante en sus naves o barcos y se hicie­
de Dios en el postrer día. Amén. ron a la mar, encomendándose al
Señor su Dios.
CAPÍTULO 6 5 Y ocurrió que el Señor Dios
hizo que soplara un a viento fu­
Los vientos impelen los barcos ja- rioso sobre la superficie de las
reditas a la tierra prometida — El aguas, hacia la tierra prometida;
pueblo alaba al Señor por Su bon- y así fueron echados de un lado
dad — Oríah es nombrado rey — a otro por el viento sobre las olas
Mueren Jared y su hermano. del mar.
2 a 2 Ne. 27:12–14; encabezamiento Libro de Mormón.
DyC 5:9–15. de DyC 17 y los 5 a Morm. 9:27;
3 a 2 Ne. 11:3; 27:12. versículos 1–3; véase Moro. 10:30–32.
b DyC 5:25. también “El Testimonio 6 2 a Éter 3:3–6.
c Éter 4:11. de Tres Testigos” en las 5 a Éter 2:24–25.
4 a Véase el primeras páginas del
ÉTER 6:6–19 600
6 Y aconteció que muchas veces impelidos sobre las aguas por
fueron sepultados en las profun­ trescientos cuarenta y cuatro
didades del mar, a causa de las gi­ días.
gantescas olas que rompían sobre 12 Y desembarcaron en las pla­
ellos, y también por las grandes yas de la tierra prometida. Y al
y terribles tempestades causadas pisar sus pies las playas de la tie­
por la fuerza del viento. rra prometida, se postraron sobre
7 Y sucedía que, cuando eran la faz de la tierra y se humillaron
sepultados en el abismo, no ha­ ante el Señor, y vertieron lágrimas
bía agua que los dañara, pues sus de gozo ante el Señor, por causa
barcos estaban a ajustados como de la abundancia de sus tiernas
un b vaso, y también estaban ajus­ misericordias sobre ellos.
tados como el c arca de Noé; por 13 Y aconteció que salieron so­
tanto, cuando los envolvían las bre la faz de la tierra, y empeza­
muchas aguas, imploraban al Se­ ron a cultivar el terreno.
ñor, y él los sacaba otra vez a la 14 Y Jared tenía cuatro hijos;
superficie de las aguas. y se llamaban Jacom, y Gilga, y
8 Y ocurrió que el viento no dejó Maha, y Oríah.
de soplar hacia la tierra prome­ 15 Y el hermano de Jared tam­
tida mientras estuvieron sobre bién engendró hijos e hijas.
las aguas; y de este modo fueron 16 Y los a amigos de Jared y de
impelidos ante el viento. su hermano eran en total unas
9  Y le a cantaban alabanzas veintidós almas; y también ellos
al Señor; sí, el hermano de Ja­ engendraron hijos e hijas antes de
red le cantaba alabanzas al Se­ llegar a la tierra de promisión; y
ñor, y le daba b gracias y loor así empezaron a ser numerosos.
todo el día; y cuando llegaba la 17 Y se les enseñó a a andar hu­
noche, no cesaban de alabar al mildemente delante del Señor;
Señor. y también recibían b instrucción
10 Y así fueron impulsados hacia de lo alto.
adelante; y ningún monstruo del 18 Y aconteció que empezaron a
mar podía despedazarlos, ni ba­ extenderse sobre la faz de la tie­
llena alguna podía hacerles daño; rra, y a multiplicarse, y a cultivar
y tenían luz continuamente, así el terreno; y se hicieron fuertes
cuando se hallaban encima del en la tierra.
agua como cuando estaban de­ 19 Y el hermano de Jared em­
bajo de ella. pezó a envejecer, y vio que
11  Y de este modo fueron pronto tendría que descender a
7 a Éter 2:17. 9 a GEE Cantar. 17 a
GEE Andar, andar con
b O sea, como un cuenco b 1 Cró. 16:7–9; Dios.
o plato hondo. Alma 37:37; b GEE Revelación.
c Gén. 6:14; DyC 46:32.
Moisés 7:43. 16 a Éter 1:41.
601 ÉTER 6:20–7:4
la tumba; por tanto, dijo a Jared: 27 Y ocurrió que tampoco los
Reunamos a nuestro pueblo para hijos de Jared quisieron, todos
contarlo, a fin de saber qué desea menos uno; y Oríah fue ungido
de nosotros antes que bajemos a para que fuera rey del pueblo.
nuestra sepultura. 28 Y empezó a reinar, y el pueblo
20 Y, consiguientemente, se hizo comenzó a prosperar; y se hicie­
reunir al pueblo. Y el número de ron sumamente ricos.
los hijos e hijas del hermano de 29 Y sucedió que murió Jared, y
Jared era veintidós almas; y el su hermano también.
número de los hijos e hijas de 30 Y aconteció que Oríah an­
Jared era doce, cuatro de ellos duvo humildemente delante del
varones. Señor, y tuvo presente cuán gran­
21 Y aconteció que contaron a des cosas el Señor había hecho
los de su pueblo; y después de por su padre, y también enseñó
haberlos contado, desearon saber a su pueblo cuán grandes cosas el
de ellos qué querían que ellos hi­ Señor había hecho por sus padres.
cieran antes que descendiesen a
la tumba. CAPÍTULO 7
22 Y sucedió que el pueblo les
Oríah reina con rectitud — Se esta-
pidió que a ungieran a uno de sus
blecen los reinos rivales de Shule y
hijos para que fuese rey sobre
Cohor en medio de la usurpación y
ellos.
las contiendas — Los profetas con-
23 Y he aquí, esto los afligió. Y
denan la iniquidad y la idolatría del
el hermano de Jared les dijo: Esto
pueblo, que luego se arrepiente.
ciertamente a conduce al cauti­
verio. Y ocurrió que Oríah juzgó sobre
24 Pero Jared dijo a su hermano: la tierra con rectitud todos sus
Permíteles tener rey. Y, por tanto, días, que fueron muchos.
les dijo: Elegid un rey de entre 2 Y engendró hijos e hijas; sí,
nuestros hijos, al que queráis. engendró treinta y uno, de los
25 Y ocurrió que eligieron al pri­ cuales veintitrés eran varones.
mogénito del hermano de Jared; y 3 Y aconteció que también en­
su nombre era Pagag. Y aconteció gendró a Kib en su vejez. Y acae­
que este rehusó, y no quiso ser ció que Kib reinó en su lugar. Y
su rey. Y el pueblo quería que su Kib engendró a Corihor.
padre lo obligara, mas su padre 4  Y cuando Corihor tenía
no quiso; y les mandó que nunca treinta y dos años de edad, se
obligaran a nadie a ser su rey. rebeló contra su padre, y fue y
26 Y sucedió que eligieron a to­ habitó en la tierra de Nehor; y
dos los hermanos de Pagag, y no engendró hijos e hijas, los cua­
quisieron aceptar. les fueron muy bellos; por tanto,
22 a GEE Unción. 23 a 1 Sam. 8:10–18; Mos. 29:16–23.
ÉTER 7:5–19 602
Corihor atrajo a muchos en pos el pueblo se había hecho suma­
de él. mente numeroso.
5 Y cuando hubo reunido un ejér­ 12 Y sucedió que Shule también
cito, subió a la tierra de Morón, engendró muchos hijos e hijas.
donde habitaba el rey, y lo tomó 13 Y Corihor se arrepintió de
cautivo, con lo cual se cumplió la los muchos males que había co­
a 
palabra del hermano de Jared de metido; por tanto, Shule le dio
que serían conducidos al cautiverio. autoridad en su reino.
6 Y la tierra de Morón, donde 14 Y aconteció que Corihor tuvo
moraba el rey, estaba situada muchos hijos e hijas; y entre los
cerca de la tierra que los nefitas hijos de Corihor había uno que se
llamaban Desolación. llamaba Noé.
7 Y sucedió que Kib vivió en el 15 Y sucedió que Noé se rebeló
cautiverio, así como su pueblo, en contra del rey Shule, y tam­
bajo su hijo Corihor, hasta llegar bién contra su padre Corihor, y
a una edad muy avanzada; no se atrajo a su hermano Cohor, y
obstante, Kib engendró a Shule también a todos sus hermanos y
en su vejez, mientras todavía se a muchos de los del pueblo.
hallaba cautivo. 16 Y aconteció que presentó ba­
8 Y sucedió que Shule se enojó talla contra el rey Shule, en la
con su hermano; y Shule se hizo que conquistó la tierra de su pri­
fuerte, y llegó a ser potente en mera herencia; y se hizo rey de
cuanto a la fuerza del hombre; y esa parte de la tierra.
también fue potente en criterio. 17 Y sucedió que de nuevo com­
9 Por tanto, fue a la colina de batió al rey Shule; y tomó a Shule,
Efraín, donde fundió mineral de el rey, y lo llevó cautivo a Morón.
la colina, e hizo espadas de acero 18 Y sucedió que estando él a
para aquellos que había llevado punto de quitarle la vida, los hijos
tras de sí; y después que los hubo de Shule entraron furtivamente
armado con espadas, volvió a la de noche en la casa de Noé y lo
ciudad de Nehor y presentó bata­ mataron, y derribaron la puerta
lla contra su hermano Corihor; y de la prisión, y sacaron a su pa­
por este medio conquistó el reino, dre, y lo colocaron sobre su trono
y lo restituyó a su padre Kib. en su propio reino.
10 Y por esto que Shule había 19  Por lo que el hijo de Noé
hecho, su padre le confirió el edificó su reino en su lugar; sin
reino; por tanto, empezó a rei­ embargo, no obtuvieron más do­
nar en lugar de su padre. minio sobre el rey Shule; y el
11 Y aconteció que juzgó con pueblo que se hallaba bajo el go­
justicia; y extendió su reino sobre bierno del rey Shule prosperó
toda la faz de la tierra, porque grandemente y se hizo fuerte.
7 5 a Éter 6:23.
603 ÉTER 7:20–8:5
20 Y el país quedó dividido; hecho por sus padres, trayéndolos
y hubo dos reinos: el reino de a a través del gran mar a la tierra
Shule, y el reino de Cohor hijo prometida; de modo que juzgó
de Noé. con justicia todos sus días.
21 Y Cohor hijo de Noé, hizo que
su pueblo fuera a la batalla contra CAPÍTULO 8
Shule, en la que este los derrotó
Hay luchas y contiendas por el
y mató a Cohor.
reino — Para matar al rey, Akish esta-
22 Y Cohor tenía un hijo llamado
blece una combinación secreta regida
Nimrod; y Nimrod entregó el reino
por un juramento — Las combinacio-
de Cohor a Shule, y halló gracia
nes secretas son del diablo y causan
ante los ojos de Shule; por tanto,
la destrucción de las naciones — Se
este lo colmó de favores y obró en
amonesta a los gentiles modernos en
el reino de Shule según sus deseos.
cuanto a la combinación secreta que
23  Y en el reinado de Shule
procurará destruir la libertad de todas
también llegaron entre el pue­
las tierras, naciones y países.
blo profetas, enviados del Señor,
profetizando que las iniquidades Y sucedió que Shule engendró a
y la a idolatría del pueblo estaban Omer, y este reinó en su lugar. Y
trayendo una maldición sobre la Omer engendró a Jared; y Jared
tierra, y que serían destruidos si engendró hijos e hijas.
no se arrepentían. 2 Y Jared se sublevó contra su
24 Y aconteció que el pueblo ul­ padre, y fue y habitó en la tierra
trajó a los profetas, y se burló de de Het. Y sucedió que lisonjeó a
ellos. Y sucedió que el rey Shule muchos, por motivo de sus pala­
sometió a juicio a todos los que bras astutas, hasta que hubo lo­
injuriaban a los profetas. grado la mitad del reino.
25 Y expidió una ley por toda la 3 Y cuando hubo logrado la mi­
tierra, la cual facultaba a los pro­ tad del reino, le hizo la guerra
fetas para ir a donde quisieran; a su padre, y llevó cautivo a su
y a causa de esto se logró que el padre; y lo hizo servir en el cau­
pueblo se arrepintiera. tiverio;
26 Y por haberse arrepentido el 4 y en los días del reinado de
pueblo de sus iniquidades e ido­ Omer, este permaneció cautivo la
latrías, el Señor los perdonó, y mitad de sus días. Y ocurrió que
empezaron otra vez a prosperar engendró hijos e hijas, entre ellos
en la tierra. Y aconteció que Shule a Esrom y Coriántumr;
engendró hijos e hijas en su vejez. 5  y estos se enojaron en ex­
27 Y no hubo más guerras en tremo por los actos de Jared, su
los días de Shule; y recordó las hermano, al grado de que reu­
grandes cosas que el Señor había nieron un ejército y le hicieron
23 a GEE Idolatría. 27 a Éter 6:4, 12.
ÉTER 8:6–16 604
la guerra a Jared. Y aconteció que 11 Y Omer era amigo de Akish;
lo combatieron de noche. por tanto, cuando Jared hubo
6 Y sucedió que cuando hubie­ mandado llamar a Akish, la hija
ron destruido al ejército de Jared, de Jared bailó delante de él y le
estaban a punto de matarlo a él agradó, de tal modo que la deseó
también; y les suplicó que no lo por esposa. Y aconteció que dijo a
mataran, y que él entregaría el Jared: Dámela por esposa.
reino a su padre. Y sucedió que 12 Y Jared le dijo: Te la daré si
le perdonaron la vida. me traes la cabeza de mi padre,
7 Y Jared se apesadumbró en el rey.
gran manera por causa de la 13 Y sucedió que Akish reunió
pérdida del reino, porque tenía a toda su parentela en la casa de
puesto el corazón en el reino y Jared, y les dijo: ¿Me juraréis que
en la gloria del mundo. me seréis fieles en lo que exija de
8  Entonces la hija de Jared, vosotros?
siendo hábil en extremo, y viendo 14 Y aconteció que todos le a ju­
la tristeza de su padre, se propuso raron por el Dios del cielo, y tam­
idear un plan mediante el cual bién por los cielos, y también por
devolvería el reino a su padre. la tierra y por su cabeza, que el
9 Ahora bien, la hija de Jared era que se opusiera a la ayuda que
sumamente bella. Y sucedió que Akish deseara, perdería la cabeza;
habló con su padre, y le dijo: ¿Por y quien divulgara cualquiera de
qué está mi padre tan triste? ¿No las cosas que Akish les diera a
ha leído él los anales que nues­ conocer, perdería la vida.
tros padres trajeron a través del 15 Y ocurrió que así se pusieron
gran mar? He aquí, ¿no hay en de acuerdo con Akish. Y él les
ellos una relación concerniente a administró los a juramentos que
los antiguos, de cómo por medio fueron dados por los antiguos
de sus a planes secretos lograron que también ambicionaban po­
reinos y gran gloria? der, juramentos que habían sido
10 Ahora pues, envíe mi padre transmitidos desde b Caín, que fue
por Akish, el hijo de Kimnor; y he asesino desde el principio.
aquí, soy bella, y a bailaré delante 16 Y los preservó el poder del
de él, y le agradaré, de modo que diablo para administrar estos ju­
me deseará por esposa. Por tanto, ramentos a los del pueblo, a fin
si te pide que me des a él por es­ de conservarlos en la obscuri­
posa, entonces le dirás: Te la daré, dad, para ayudar a quienes am­
si me traes la cabeza de mi padre, bicionaran el poder a obtenerlo
el rey. y a asesinar, y robar, y mentir, y
8 9 a Hel. 6:26–30; 10 a Marcos 6:22–28. 15 a GEE Juramento.
3 Ne. 6:28; 14 a GEE Blasfemar, b Gén. 4:7–8;
Moisés 5:51–52. blasfemia. Moisés 5:28–30.
605 ÉTER 8:17–25
cometer toda clase de iniquidades la sangre de sus santos, que fuere
a 

y fornicaciones. vertida por ellos, clame siempre a


17 Y fue la hija de Jared quien le él desde el suelo pidiendo b ven­
puso en el corazón que indagara ganza, sin que él los vengue.
esas cosas de tiempo antiguo; y 23 Por lo tanto, oh gentiles, está
Jared lo puso en el corazón de en la sabiduría de Dios que se
Akish; por lo que Akish las ad­ os muestren estas cosas, a fin de
ministró a sus parientes y amigos, que así os arrepintáis de vues­
desviándolos por medio de lison­ tros pecados, y no permitáis que
jeras promesas para que hicieran os dominen estas combinaciones
cuanto él deseaba. asesinas, que se instituyen para
18 Y aconteció que formaron una adquirir a poder y riquezas, ni que
a 
combinación secreta, tal como los os sobrevenga la obra, sí, la obra
de tiempo antiguo, la cual com­ misma de destrucción; sí, aun
binación es lo más abominable y la espada de la justicia del Dios
perverso sobre todas las cosas, a Eterno caerá sobre vosotros para
la vista de Dios; vuestra derrota y destrucción, si
19 porque el Señor no obra por permitís que existan estas cosas.
medio de combinaciones secretas, 24 Por consiguiente, el Señor os
ni quiere que los hombres viertan manda que cuando veáis surgir
sangre, sino que lo ha prohibido estas cosas entre vosotros, que
en todas las cosas, desde el prin­ despertéis a un conocimiento de
cipio del hombre. vuestra terrible situación, por mo­
20 Y yo, Moroni, no escribo la tivo de esta combinación secreta
manera de sus juramentos y com­ que existirá entre vosotros; o, ¡ay
binaciones, porque se me ha he­ de ella, a causa de la sangre de los
cho saber que existen entre todos que han sido asesinados! Porque
los pueblos, y se hallan entre los desde el polvo claman ser venga­
lamanitas; dos de ella, y también de los que
21 y han causado la a destrucción la establecieron.
de este pueblo del cual ahora es­ 25 Porque sucede que quien la
toy hablando, y también la des­ establece procura destruir la a li­
trucción del pueblo de Nefi. bertad de todas las tierras, na­
22 Y cualquier nación que favo­ ciones y países; y lleva a cabo
rezca tales combinaciones secretas la destrucción de todo pueblo,
para adquirir poder y riquezas, porque la edifica el diablo, que
hasta que se extiendan sobre la es el padre de todas las men­
nación, he aquí, será destruida; tiras; sí, ese mismo embustero
porque el Señor no permitirá que que b sedujo a nuestros primeros
18 a GEE Combinaciones b GEE Venganza. b Gén. 3:1–13;
secretas. 23 a 1 Ne. 22:22–23; 2 Ne. 9:9;
21 a Hel. 6:28. Moisés 6:15. Mos. 16:3;
22 a Morm. 8:27, 40–41. 25 a GEE Libertad, libre. Moisés 4:5–19.
ÉTER 8:26–9:9 606
padres; sí, ese mismo mentiroso su familia, y viajó por muchos
que ha provocado al hombre a días, y pasó a un lado del cerro
asesinar desde el principio; que a 
Shim, y pasó por el sitio b donde
ha endurecido el corazón de los fueron destruidos los nefitas; y
hombres al grado de que han ase­ de allí se dirigió hacia el este, y
sinado a los profetas, y los han llegó a un paraje llamado Ablom,
apedreado y desechado desde el a orillas del mar; y allí plantó su
principio. tienda, y sus hijos y sus hijas, y
26 Por lo tanto, se me manda a toda su familia también, salvo
mí, Moroni, escribir estas cosas, Jared y su familia.
para que sea destruido el mal, y 4 Y aconteció que Jared fue un­
llegue el tiempo en que Satanás gido rey sobre el pueblo, por ma­
a 
no tenga más poder en el cora­ nos inicuas; y dio a su hija por
zón de los hijos de los hombres, esposa a Akish.
sino que sean b persuadidos a ha­ 5 Y sucedió que Akish procuró
cer el bien constantemente, a fin quitarle la vida a su suegro; y se
de que vengan a la fuente de toda dirigió a aquellos a quienes había
rectitud y sean salvos. juramentado con el juramento
de los antiguos, y le cortaron la
CAPÍTULO 9 cabeza a su suegro mientras se
hallaba sentado sobre su trono
El reino pasa de uno a otro por
dando audiencia a su pueblo.
descendencia, intrigas y asesina-
6 Porque tan grande había sido
tos — Emer vio al Hijo de Justi-
la diseminación de esta inicua y
cia — Muchos profetas proclaman
secreta sociedad, que había co­
el arrepentimiento — Un hambre
rrompido el corazón de todo el
muy grande y serpientes venenosas
pueblo; de modo que Jared fue
afligen al pueblo.
asesinado sobre su trono, y Akish
Y ahora yo, Moroni, prosigo mi reinó en su lugar.
relación. Sucedió, pues, que a 7 Y sucedió que Akish empezó
causa de las a combinaciones se­ a tener celos de su hijo; de modo
cretas de Akish y sus amigos, he que lo encerró en la prisión, y lo
aquí, derrocaron el reino de Omer. tuvo con poco o nada que comer,
2 No obstante, el Señor tuvo mi­ hasta que murió.
sericordia de Omer, y también de 8 Y el hermano del que murió (y
sus hijos e hijas que no procura­ se llamaba Nimra) se irritó contra
ban su destrucción. su padre por lo que había hecho
3 Y el Señor avisó a Omer en un con su hermano.
sueño que saliera de la tierra; de 9  Y aconteció que Nimra
modo que se alejó de la tierra con juntó a un pequeño número de
26 a 1 Ne. 22:26. Moro. 7:12–17. 3 a Morm. 1:3; 4:23.
b 2 Ne. 33:4; 9 1 a Éter 8:13–17. b Morm. 6:1–15.
607 ÉTER 9:10–22
hombres y huyó de la tierra, y se grandemente bajo su reinado; y
fue a vivir con Omer. en el espacio de sesenta y dos
10 Y sucedió que Akish engen­ años se habían hecho fuertes en
dró a otros hijos, y estos se gran­ extremo, de modo que llegaron a
jearon el corazón del pueblo, a ser sumamente ricos,
pesar de que ellos le habían ju­ 17 pues tenían toda clase de fru­
rado cometer toda clase de ini­ tas y granos, y de sedas, y de lino
quidades de conformidad con lo fino, y de oro, y de plata, y de ob­
que él deseara. jetos preciosos;
11 Y los del pueblo de Akish codi­ 18 y también todo género de
ciaban las riquezas, así como Akish ganado, de bueyes, y vacas, y de
ambicionaba el poder; por tanto, ovejas, y de cerdos, y de cabras,
los hijos de Akish les ofrecieron y también muchas otras clases de
dinero, por medio de lo cual se ga­ animales que eran útiles para el
naron a la mayor parte del pueblo. sustento del hombre.
12 Y empezó a haber una guerra 19 Y también tenían a caballos y
entre Akish y los hijos de Akish, asnos, y había elefantes y curelo­
la cual duró por el espacio de mu­ mes y cumomes, todos los cuales
chos años, sí, hasta la destrucción eran útiles para el hombre, y más
de casi toda la gente del reino, sí, particularmente los elefantes y
todos salvo treinta almas y aque­ curelomes y cumomes.
llos que huyeron con la familia 20 Y así fue como el Señor de­
de Omer. rramó sus bendiciones sobre esta
13 Por tanto, Omer fue resti­ tierra, que era a escogida sobre
tuido a la tierra de su herencia. todas las demás tierras; y mandó
14 Y sucedió que Omer empezó que quienes poseyeran la tierra,
a envejecer; no obstante, en su la poseyeran para los fines del Se­
vejez engendró a Emer; y ungió ñor, o serían b destruidos cuando
a Emer por rey para que reinara hubiesen madurado en la iniqui­
en su lugar. dad; porque sobre estos, dice el
15 Y después de haber ungido Señor, derramaré la plenitud de
a Emer por rey, gozó de paz en la mi ira.
tierra por el espacio de dos años, y 21 Y Emer juzgó con rectitud to­
murió, habiendo visto días extre­ dos los días de su vida, y engendró
madamente numerosos, los cuales muchos hijos e hijas; y engendró a
fueron llenos de angustia. Y ocu­ Coriántum, y ungió a Coriántum
rrió que Emer reinó en su lugar, y para que reinara en su lugar.
siguió los pasos de su padre. 22 Y después que hubo ungido
16 Y el Señor de nuevo empezó a Coriántum para que reinara
a retirar la maldición de sobre la en su lugar, vivió cuatro años, y
tierra, y la casa de Emer prosperó gozó de paz en la tierra; sí, aun
19 a 1 Ne. 18:25. 20 a Éter 2:15. b Éter 2:8–11.
ÉTER 9:23–34 608
vio al Hijo de Justicia, y se rego­
a 
un hambre muy grande, en la
cijó, y se glorió en su día; y mu­ que serían destruidos si no se
rió en paz. arrepentían.
23 Y acaeció que Coriántum an­ 29 Pero el pueblo no creyó en las
duvo por las sendas de su padre, palabras de los profetas, sino que
y edificó muchas grandes ciu­ los echaron fuera; y arrojaron a al­
dades, y administró lo que era gunos en fosos y los dejaron para
bueno a su pueblo todos los días que muriesen. Y aconteció que
de su vida. Y sucedió que no tuvo hicieron todas estas cosas según
hijos sino hasta una edad muy el mandato del rey Het.
avanzada. 30 Y ocurrió que empezó a ha­
24 Y aconteció que murió su ber una gran escasez en la tierra,
esposa, de ciento y dos años de y los habitantes empezaron a ser
edad. Y sucedió que Coriántum, destruidos con suma rapidez
en su vejez, tomó a una joven por por razón de la escasez, pues
esposa, y engendró hijos e hijas; y no había lluvia sobre la faz de
vivió hasta ciento cuarenta y dos la tierra.
años de edad. 31 Y también aparecieron ser­
25 Y aconteció que engendró a pientes venenosas sobre la super­
Com, y Com reinó en su lugar; y ficie de la tierra, y envenenaron a
reinó cuarenta y nueve años, y mucha gente. Y sucedió que sus
engendró a Het; y engendró tam­ rebaños empezaron a huir de las
bién otros hijos e hijas. serpientes venenosas hacia la tie­
26 Y el pueblo se había exten­ rra del sur, que los nefitas llama­
dido de nuevo sobre toda la faz ban a Zarahemla.
de la tierra, y otra vez empezó a 32 Y aconteció que muchos de
haber una iniquidad sumamente ellos perecieron en el camino; no
grande sobre la faz de la tierra; y obstante, hubo algunos que hu­
Het comenzó a adoptar nueva­ yeron a la tierra del sur.
mente los planes secretos de los 33 Y ocurrió que el Señor hizo
tiempos antiguos, para destruir que no los persiguieran más las
a su padre. a 
serpientes, sino que obstruyeran
27 Y sucedió que destronó a su el camino para que la gente no
padre, pues lo mató con su propia pudiera pasar, y para que cual­
espada; y reinó en su lugar. quiera que intentara pasar, cayera
28 Y de nuevo llegaron profe­ por las serpientes venenosas.
tas a la tierra, proclamándoles el 34 Y sucedió que el pueblo si­
arrepentimiento, sí, que debían guió el rastro de los animales,
preparar el camino del Señor, o y devoró los cuerpos muertos
caería una maldición sobre la de los que caían por el camino
faz de la tierra; sí, que habría hasta que los consumieron todos.
22 a 3 Ne. 25:2. 31 a Omni 1:13. 33 a Núm. 21:6–9.
609 ÉTER 9:35–10:8
Ahora bien, cuando los del pue­ inmensas riquezas, lo cual de
blo vieron que iban a morir, em­ nuevo trajo la paz a su padre.
pezaron a a arrepentirse de sus 4 Y sucedió que su padre fundó
iniquidades, y a clamar al Señor. muchas ciudades sobre la superfi­
35 Y aconteció que cuando se cie de esa tierra, y el pueblo otra
hubieron a humillado suficiente­ vez comenzó a esparcirse por
mente ante el Señor, él envió la toda la tierra. Y vivió Shez hasta
lluvia sobre la faz de la tierra; y una edad sumamente avanzada,
el pueblo comenzó a revivir, y y engendró a Riplákish, y murió;
empezó a haber frutos en las tie­ y Riplákish reinó en su lugar.
rras del norte, y en todas las tie­ 5 Y ocurrió que Riplákish no
rras circunvecinas. Y les mostró hizo lo que era recto a los ojos
el Señor su poder para librarlos del Señor, porque tuvo muchas
del hambre. esposas y a concubinas; e impuso
sobre los hombros del pueblo lo
CAPÍTULO 10 que era difícil de sobrellevar; sí,
les impuso pesados tributos; y
Un rey sucede a otro — Algunos de
con los tributos construyó mu­
los reyes son justos; otros son ini-
chos suntuosos edificios.
cuos — Cuando la rectitud preva-
6 Y se edificó un trono extrema­
lece, el Señor bendice al pueblo y lo
damente hermoso; y construyó
hace prosperar.
muchas prisiones, y a los que no
Y sucedió que Shez, que era des­ querían sujetarse a los tributos,
cendiente de Het — pues Het había los echaba en la prisión; y a quie­
perecido por motivo del hambre, nes no podían pagar tributos, los
como también toda su familia, me­ encerraba en la prisión; y hacía
nos Shez — empezó, pues, Shez a que trabajaran continuamente
restablecer a un pueblo abatido. para su sostén; y al que se negaba
2 Y aconteció que Shez recordó a trabajar, hacía que lo mataran.
la destrucción de sus padres, y es­ 7 De modo que logró toda su obra
tableció un reino justo; porque re­ exquisita, sí, aun su oro fino hacía
cordó lo que el Señor había hecho que se refinara en la prisión, y hacía
al traer a Jared y a su hermano que allí fuese elaborada toda suerte
a a través del mar; y anduvo por de obras preciosas. Y sucedió que
las sendas del Señor; y engendró afligió al pueblo con sus fornicacio­
hijos e hijas. nes y sus abominaciones.
3 Y su hijo mayor, que se lla­ 8 Y cuando hubo reinado por el
maba Shez, se rebeló contra él; espacio de cuarenta y dos años,
pero Shez fue herido por mano el pueblo se levantó en rebe­
de un ladrón, a causa de sus lión en contra de él; y empezó
34 a Alma 34:34; 35 a DyC 5:24. 5 a Jacob 3:5;
DyC 101:8. 10 2 a Éter 6:1–12. Mos. 11:2.
ÉTER 10:9–19 610
a haber guerra otra vez en la tie­ por lo que no fue favorecido por
rra, al grado de que mataron a el Señor.
Riplákish, y echaron a sus des­ 14 Y su hermano se levantó en
cendientes de la tierra. rebelión en contra de él, y por
9 Y sucedió que después del este medio lo redujo al cautive­
transcurso de muchos años, Mo­ rio; y permaneció cautivo todos
riantón, que era descendiente de sus días; y engendró hijos e hijas
Riplákish, reunió un ejército de en el cautiverio; y en su vejez en­
desterrados, y fue e hizo la gue­ gendró a Leví, y murió.
rra al pueblo, y se apoderó de 15 Y ocurrió que Leví sirvió en
muchas ciudades; y la guerra se el cautiverio durante cuarenta y
agravó muchísimo, y duró por dos años, tras la muerte de su pa­
el espacio de muchos años; y él dre. Y le hizo la guerra al rey de
logró subyugar a toda la tierra, la tierra, y por este medio logró
y se estableció como rey de toda para sí el reino.
la tierra. 16 Y después que hubo logrado
10 Y después de haberse estable­ para sí el reino, hizo lo que era
cido como rey, aligeró las cargas justo a los ojos del Señor; y el pue­
del pueblo, con lo cual se atrajo la blo prosperó en la tierra; y él vivió
simpatía del pueblo, y lo ungie­ hasta una edad muy avanzada, y
ron para que fuera su rey. engendró hijos e hijas; y también
11  Y obró rectamente con el engendró a Corom, a quien ungió
pueblo, mas no consigo mismo, por rey en su lugar.
por motivo de sus muchas forni­ 17 Y sucedió que Corom hizo lo
caciones; por consiguiente, fue que era recto a los ojos del Señor
desechado de la presencia del todos sus días; y engendró mu­
Señor. chos hijos e hijas; y después de
12 Y sucedió que Moriantón edi­ haber vivido muchos años, mu­
ficó muchas ciudades, y durante rió, así como el resto de los de la
su reinado el pueblo se hizo su­ tierra; y Kish reinó en su lugar.
mamente rico, tanto en edificios 18 Y ocurrió que Kish también
como en oro y plata, y en cosechas murió, y Lib reinó en su lugar.
de granos, y en hatos y rebaños, y 19 Y aconteció que Lib también
en aquellas cosas que les habían hizo lo que era recto a los ojos
sido restituidas. del Señor. Y en los días de Lib
13 Y vivió Moriantón hasta una fueron destruidas las serpientes
edad muy avanzada, y entonces a 
venenosas; de modo que fueron
engendró a Kim; y Kim reinó en a las tierras del sur con objeto de
lugar de su padre, y reinó ocho procurar alimento para la gente
años, y murió su padre. Y aconte­ del país, porque la región abun­
ció que Kim no reinó con rectitud, daba en animales del bosque. Y
19 a Éter 9:31.
611 ÉTER 10:20–33
el mismo Lib llegó a ser gran ca­ que hubiera prosperado más por
zador. la mano del Señor; y se hallaban
20 Y construyeron una ciudad en una tierra escogida sobre to­
grande cerca de la estrecha lengua das las demás, porque el Señor
de tierra, cerca del paraje donde lo había dicho.
el mar divide la tierra. 29  Y sucedió que Lib vivió
21 Y reservaron la tierra del sur muchos años, y engendró hijos
como despoblado para la caza. Y e hijas; y asimismo engendró a
toda la faz de la tierra del norte Heartom.
se hallaba cubierta de habitantes. 30 Y acaeció que Heartom reinó
22 Y eran sumamente indus­ en lugar de su padre. Y cuando
triosos; y compraban y vendían Heartom hubo reinado veinticua­
y traficaban unos con otros, a fin tro años, he aquí, le fue quitado
de sacar ganancia. el reino. Y sirvió muchos años
23 Y trabajaban toda clase de en el cautiverio, sí, aun el resto
minerales, y elaboraban el oro, la de sus días.
plata, el a hierro, el bronce y toda 31 Y engendró a Het; y Het vi­
clase de metales; y los sacaban de vió en el cautiverio toda su vida.
la tierra; por tanto, levantaron in­ Y Het engendró a Aarón, y Aarón
mensos montones de tierra para pasó todos sus días en el cautive­
obtener minerales, de oro, y de rio; y engendró a Amnigadda, y
plata, y de hierro, y de cobre; e también Amnigadda vivió cau­
hicieron toda clase de obras finas. tivo todos sus días; y engendró
24 Y tenían sedas y lino fina­ a Coriántum, y Coriántum moró
mente tejido; y hacían toda clase en la cautividad todos sus días; y
de telas para cubrir su desnudez. engendró a Com.
25 Y fabricaban toda clase de he­ 32 Y aconteció que Com se atrajo
rramientas para cultivar la tierra, la mitad del reino. Y cuarenta y
tanto para arar, como para sem­ dos años reinó sobre la mitad del
brar, para segar, como para aza­ reino; y salió a la guerra contra
donar, como también para trillar. el rey Amgid, y lucharon por el
26 Y hacían toda clase de he­ término de muchos años, durante
rramientas, con las cuales hacían los cuales Com venció a Amgid,
trabajar sus animales. y logró apoderarse del resto del
27 Y elaboraban toda clase de reino.
armas de guerra. Y confecciona­ 33 Y en los días de Com empezó
ban toda clase de artículos de una a haber ladrones en la tierra; y
elaboración sumamente fina. adoptaron los planes antiguos,
28 Y nunca pudo haber un pue­ y administraron a juramentos
blo más bendecido que ellos, ni a la manera de los antiguos,
23 a 2 Ne. 5:15. 33 a GEE Combinaciones secretas; Juramento.
ÉTER 10:34–11:12 612
y procuraron otra vez destruir testificado que vendría una mal­
el reino. dición muy grande sobre esa tie­
34 Y Com los combatió mucho; rra, y también sobre el pueblo; y
sin embargo, no prevaleció so­ que habría una inmensa destruc­
bre ellos. ción entre ellos, como jamás había
habido sobre la faz de la tierra, y
CAPÍTULO 11 sus huesos serían como a monto­
nes de tierra sobre la faz del país,
Guerras, disensiones e iniquidad
a menos que se arrepintiesen de
predominan en la vida de los jaredi-
sus iniquidades.
tas — Profetas predicen la completa
7 Y no escucharon la voz del Se­
destrucción de los jareditas a menos
ñor por razón de sus inicuas com­
que se arrepientan — El pueblo re-
binaciones; por tanto, empezó a
chaza las palabras de los profetas.
haber guerras y contiendas en toda
Y también en los días de Com la tierra, y también muchas ham­
vinieron muchos profetas, y pro­ bres y pestilencias, al grado que
fetizaron de la destrucción de hubo una gran destrucción como
aquel gran pueblo, a menos que nunca se había conocido sobre la
se arrepintieran, se volvieran al superficie de la tierra; y todo esto
Señor, y abandonaran sus asesi­ aconteció en los días de Shiblom.
natos e iniquidades. 8 Y empezó el pueblo a arrepen­
2 Y sucedió que el pueblo re­ tirse de su iniquidad; y a medida
chazó a los profetas, y huyeron que lo hacían, el Señor tenía a mi­
a Com para que los protegiera, sericordia de ellos.
pues el pueblo quería destruirlos. 9 Y sucedió que Shiblom fue
3 Y le profetizaron a Com mu­ asesinado, y Set fue reducido al
chas cosas; y fue bendecido todo cautiverio; y vivió cautivo todos
el resto de sus días. sus días.
4 Y vivió hasta una edad muy 10 Y sucedió que Ahah, su hijo,
avanzada, y engendró a Shiblom; se apoderó del reino; y reinó so­
y Shiblom reinó en su lugar. Y el bre el pueblo toda su vida. Y co­
hermano de Shiblom se rebeló en metió toda clase de iniquidades
contra de él, y empezó a haber en sus días, con lo cual hizo que
una guerra sumamente grande se vertiera mucha sangre; y sus
por toda la tierra. días fueron pocos.
5 Y sucedió que el hermano de 11 Y Etem, que era descendiente
Shiblom hizo que mataran a todos de Ahah, tomó posesión del reino;
los profetas que profetizaban de y en sus días también hizo lo que
la destrucción del pueblo; era inicuo.
6 y hubo una gran calamidad 12 Y sucedió que en los días de
en toda la tierra, porque habían Etem llegaron muchos profetas,
11 6 a Omni 1:22; Éter 14:21. 8 a GEE Misericordia, misericordioso.
613 ÉTER 11:13–12:1
y profetizaron de nuevo al pue­ también vinieron muchos profe­
blo; sí, profetizaron que el Señor tas, y profetizaron cosas grandes
los destruiría completamente de y maravillosas; y proclamaron el
sobre la faz de la tierra, a menos arrepentimiento al pueblo, y que
que se arrepintieran de sus ini­ a menos que se arrepintieran, el
quidades. Señor Dios ejecutaría a juicio con­
13 Y acaeció que el pueblo en­ tra ellos hasta su completa des­
dureció su corazón, y no quiso trucción;
a 
hacer caso de sus palabras; y los 21 y que el Señor Dios, por su
profetas se lamentaron y se reti­ poder, enviaría o traería a a otro
raron de entre el pueblo. pueblo a poseer la tierra, del
14 Y sucedió que Etem juzgó mismo modo que había traído a
inicuamente todos sus días; y en­ sus padres.
gendró a Morón. Y sucedió que 22  Y ellos rechazaron todas
Morón reinó en su lugar; y tam­ las palabras de los profetas, por
bién él hizo lo malo a los ojos del causa de su sociedad secreta y sus
Señor. inicuas abominaciones.
15 Y aconteció que surgió una 23 Y acaeció que Coriantor en­
a 
rebelión entre el pueblo, a causa gendró a a Éter y murió, después
de aquella combinación secreta de haber vivido en el cautiverio
que se instituyó para adquirir po­ todos sus días.
der y riquezas; y se levantó entre
ellos un hombre muy diestro en CAPÍTULO 12
la iniquidad, y le hizo la guerra
El profeta Éter exhorta al pueblo
a Morón, en la cual conquistó la
a creer en Dios — Moroni relata
mitad del reino; y retuvo la mitad
las maravillas y los milagros que se
del reino por muchos años.
efectúan por medio de la fe — La fe
16 Y ocurrió que Morón lo ven­
permitió al hermano de Jared ver a
ció y recuperó otra vez el reino.
Cristo — El Señor da debilidad a los
17 Y aconteció que se levantó
hombres para que sean humildes —
otro hombre poderoso; y era des­
Por medio de la fe, el hermano de
cendiente del hermano de Jared.
Jared causó que el monte de Zerín
18 Y sucedió que derrocó a Mo­
se apartara — La fe, la esperanza y
rón, y se apoderó del reino; de
la caridad son esenciales para la sal-
modo que Morón vivió en el cau­
vación — Moroni vio a Jesús cara
tiverio todo el resto de sus días;
a cara.
y engendró a Coriantor.
19 Y ocurrió que Coriantor vivió Y sucedió que Éter vivió en los
en el cautiverio todos sus días. días de Coriántumr; y a Corián­
20 Y en los días de Coriantor tumr era rey de toda la tierra.
13 a Mos. 16:2. 20 a GEE Juicio, juzgar. 23 a Éter 1:6; 15:33–34.
15 a GEE Rebelión. 21 a Éter 13:20–21. 12 1 a Éter 13:13–31.
ÉTER 12:2–12 614
2 Y Éter era profeta del Se­
a 
veis, porque no recibís ningún
ñor; por tanto, Éter salió en los testimonio sino hasta después
días de Coriántumr y empezó a de la d prueba de vuestra fe.
profetizar al pueblo, porque no 7 Porque fue por la fe que Cristo
se le podía b restringir, debido se manifestó a nuestros padres,
al Espíritu del Señor que había después que él hubo resucitado
en él. de los muertos; y no se manifestó
3 Porque a clamaba desde la a ellos sino hasta después que tu­
mañana hasta la puesta del sol, vieron fe en él; por consiguiente,
exhortando a los del pueblo a fue indispensable que algunos
creer en Dios para arrepenti­ tuvieran fe en él, puesto que no
miento, no fuese que quedaran se mostró al mundo.
b 
destruidos, diciéndoles que por 8 Pero por motivo de la fe de los
medio de la c fe todas las cosas hombres, él se ha manifestado al
se cumplen: mundo, y ha glorificado el nom­
4 de modo que los que creen bre del Padre, y preparado un
en Dios pueden tener la firme medio por el cual otros pueden
a 
esperanza de un mundo me­ ser partícipes del don celestial,
jor, sí, aun un lugar a la diestra para que tengan esperanza en las
de Dios; y esta esperanza viene cosas que no han visto.
por la fe, proporciona un b ancla 9 Por lo tanto, vosotros tam­
a las almas de los hombres y bién podéis tener esperanza, y
los hace seguros y firmes, abun­ participar del don, si tan solo
dando siempre en c buenas obras, tenéis fe.
siendo impulsados a d glorificar 10 He aquí, fue por la fe que
a Dios. los de la antigüedad fueron a lla­
5 Y acaeció que Éter profetizó mados según el santo orden de
al pueblo cosas grandes y mara­ Dios.
villosas, las cuales no creyeron, 11 Por tanto, la ley de Moisés
porque no las veían. se dio por la fe. Mas en el don de
6 Y ahora yo, Moroni, quisiera su Hijo, Dios ha preparado un
hablar algo concerniente a es­ camino más a excelente; y es por
tas cosas. Quisiera mostrar al la fe que se ha cumplido.
mundo que la a fe es las cosas 12 Porque si no hay a fe entre
que se b esperan y c no se ven; por los hijos de los hombres, Dios
tanto, no contendáis porque no no puede hacer ningún b milagro
2 a GEE Éter. c 1 Cor. 15:58. GEE Llamado, llamado
b Jer. 20:9; Enós 1:26; d 3 Ne. 12:16. por Dios, llamamiento.
Alma 43:1. 6 a Heb. 11:1. 11 a 1 Cor. 12:31.
3 a DyC 112:5. b Rom. 8:24–25. 12 a 2 Ne. 27:23; Mos. 8:18;
b Éter 11:12, 20–22. c Alma 32:21. Moro. 7:37;
c GEE Fe. d 3 Ne. 26:11; DyC 35:8–11.
4 a GEE Esperanza. DyC 105:19; 121:7–8. b Mateo 13:58;
b Heb. 6:19. 10 a Alma 13:3–4. Morm. 9:20.
615 ÉTER 12:13–24
entre ellos; por tanto, no se mos­ 20 Y he aquí, hemos visto en
tró sino hasta después de su fe. estos anales que uno de estos
13 He aquí, fue la fe de Alma fue el hermano de Jared; porque
y de Amulek lo que hizo que se tan grande era su fe en Dios, que
derribara la a prisión. cuando Dios extendió su a dedo,
14 He aquí, fue la fe de Nefi y no lo pudo ocultar de la vista del
de Lehi lo que obró el a cambio en hermano de Jared, por motivo de
los lamanitas, de modo que fue­ la palabra que le había hablado,
ron bautizados con fuego y con palabra que había logrado por
el b Espíritu Santo. medio de la fe.
15 He aquí, fue la fe de a Am­ 21 Y después que el hermano
món y de sus hermanos lo que de Jared hubo visto el dedo del
b 
obró tan gran milagro entre los Señor, debido a la a promesa que
lamanitas. por la fe había obtenido el her­
16  Sí, y todos cuantos han mano de Jared, el Señor no pudo
obrado a milagros los han obrado ocultarle nada de su vista; por
por la b fe, tanto aquellos que fue­ consiguiente, le mostró todas las
ron antes de Cristo, como los que cosas, porque ya no se le podía
fueron después de él. mantener fuera del b velo.
17 Y fue por la fe que los tres 22 Y es por la fe que mis padres
discípulos obtuvieron la promesa han obtenido la a promesa de que
de que a no gustarían la muerte; estas cosas han de llegar a sus her­
y no obtuvieron la promesa sino manos por medio de los gentiles;
hasta después de tener fe. por tanto, el Señor me ha man­
18 Y en ningún tiempo persona al­ dado, sí, aun Jesucristo mismo.
guna ha obrado milagros sino hasta 23 Y le dije: Señor, los gentiles
después de su fe; por tanto, primero se burlarán de estas cosas, debido
creyeron en el Hijo de Dios. a nuestra a debilidad en escribir;
19 Y hubo muchos cuya fe era porque tú, Señor, nos has hecho
tan sumamente fuerte, aun a an­ fuertes en palabras por la fe, pero
tes de la venida de Cristo, que no no nos has hecho b fuertes para es­
se les pudo impedir penetrar el cribir; porque concediste que to­
b 
velo, sino que realmente vieron dos los de este pueblo declarasen
con sus propios ojos las cosas que mucho, por motivo del Espíritu
habían visto con el ojo de la fe; y Santo que tú les has dado;
se regocijaron. 24  y tú has hecho que no
13 a Alma 14:26–29. b Heb. 11:7–40. GEE Velo.
14 a Hel. 5:50–52. 17 a 3 Ne. 28:7; 20 a Éter 3:4.
b Hel. 5:45; Morm. 8:10–12. 21 a Éter 3:25–26.
3 Ne. 9:20. 19 a 2 Ne. 11:1–4; b Éter 3:20;
15 a Alma 17:29–39. Jacob 4:4–5; DyC 67:10–13.
b Es decir, como se relata Jarom 1:11; 22 a Enós 1:13.
en Alma 17–26. Alma 25:15–16. 23 a Morm. 8:17; 9:33.
16 a GEE Milagros. b Éter 3:6. b 2 Ne. 33:1.
ÉTER 12:25–33 616
podamos escribir sino poco, a que la fe, la esperanza y la cari­
a 

causa de la torpeza de nuestras dad conducen a mí, la fuente de


manos. He aquí, no nos has he­ toda rectitud.
cho fuertes en a escribir, como al 29 Y yo, Moroni, habiendo oído
hermano de Jared; porque le con­ estas palabras, me consolé, y
cediste que las cosas que él escri­ dije: ¡Oh Señor, hágase tu justa
biera fuesen tan potentes como voluntad!, porque sé que obras
tú lo eres, al grado de dominar con los hijos de los hombres se­
al hombre al leerlas. gún su fe;
25 También has hecho grandes 30 porque el hermano de Jared
y potentes nuestras palabras, al dijo al monte de Zerín: a ¡Apár­
grado de que no las podemos es­ tate!; y se apartó. Y si él no hu­
cribir; así que, cuando escribimos, biera tenido fe, el monte no se
vemos nuestra debilidad, y trope­ habría movido; por tanto, tú
zamos por la manera de colocar obras después que los hombres
nuestras palabras; y temo que los tienen fe.
gentiles se a burlen de nuestras 31 Pues así te manifestaste a
palabras. tus discípulos; porque después
26 Y cuando hube dicho esto, que tuvieron a fe y hablaron en tu
el Señor me habló, diciendo: Los nombre, te mostraste a ellos con
insensatos hacen a burla, mas se gran poder.
lamentarán; y mi gracia es sufi­ 32 Y también me acuerdo de que
ciente para los mansos, para que has dicho que tienes preparada
no saquen provecho de vuestra una morada para el hombre, sí,
debilidad; entre las a mansiones de tu Padre,
27 y si los hombres vienen a mí, en lo cual el hombre puede tener
les mostraré su a debilidad. b Doy una b esperanza más excelente;
a los hombres debilidad para que por tanto, el hombre debe tener
sean humildes; y basta mi c gra­ esperanza, o no puede recibir una
cia a todos los hombres que se herencia en el lugar que tú has
d 
humillan ante mí; porque si se preparado.
humillan ante mí, y tienen fe en 33  Y además, recuerdo que
mí, entonces haré que las cosas tú has dicho que has a amado
e 
débiles sean fuertes para ellos. al mundo, aun al grado de dar
28 He aquí, mostraré a los gen­ tu vida por el mundo, a fin de
tiles su debilidad, y les mostraré volverla a tomar, con objeto de
24 a GEE Lenguaje (o DyC 1:28. 30 a Mateo 17:20;
lengua). GEE Humildad, Jacob 4:6;
25 a 1 Cor. 2:14. humilde, humillar Hel. 10:6, 9. GEE Poder.
26 a Gál. 6:7. (afligir). 31 a GEE Fe.
27 a Jacob 4:7. e Lucas 9:46–48; 32 a Juan 14:2; Enós 1:27;
b Éx. 4:11; 1 Cor. 1:27. 2 Cor. 12:9. DyC 72:4; 98:18.
c GEE Gracia. 28 a 1 Cor. 13; b GEE Esperanza.
d Lucas 18:10–14; Moro. 7:39–47. 33 a Juan 3:16–17.
617 ÉTER 12:34–13:2
preparar un lugar para los hijos los hombres sabrán que mis b ves­
de los hombres. tidos no se han manchado con
34 Y ahora sé que este a amor vuestra sangre.
que has tenido por los hijos 39 Y entonces sabréis que he
de los hombres es la caridad; a 
visto a Jesús, y que él ha hablado
por tanto, a menos que los hom­ conmigo b cara a cara, y que me
bres tengan caridad, no pueden dijo con sencilla humildad, en mi
heredar ese lugar que has pre­ propio idioma, así como un hom­
parado en las mansiones de tu bre lo dice a otro, concerniente a
Padre. estas cosas.
35 Por lo que sé, por esto que 40 Y no he escrito sino unas po­
has dicho, que si los gentiles no cas, a causa de mi debilidad en
tienen caridad, por motivo de escribir.
nuestra debilidad, tú los probarás 41 Y ahora quisiera exhortaros a
y les quitarás su a talento, sí, aun a 
buscar a este Jesús de quien han
lo que hayan recibido, y lo darás escrito los profetas y apóstoles,
a los que tengan más abundan­ a fin de que la gracia de Dios el
temente. Padre, y también del Señor Jesu­
36 Y sucedió que le imploré cristo, y del Espíritu Santo, que da
al Señor que diera a gracia a los b 
testimonio de ellos, esté y perma­
gentiles, para que tuvieran ca­ nezca en vosotros para siempre
ridad. jamás. Amén.
37  Y aconteció que el Señor
me dijo: Si no tienen caridad, es CAPÍTULO 13
cosa que nada tiene que ver con­
Éter habla de una Nueva Jerusalén
tigo; tú has sido fiel; por tanto,
que edificaría en América la poste-
tus vestidos estarán a limpios. Y
ridad de José — Profetiza, lo echan
porque has visto tu b debilidad,
fuera, escribe la historia de los ja-
serás fortalecido, aun hasta sen­
reditas y predice la destrucción de
tarte en el lugar que he prepa­
estos — La guerra se extiende por
rado en las mansiones de mi
toda la tierra.
Padre.
38 Y ahora yo, Moroni, me des­ Y ahora yo, Moroni, procedo a
pido de los gentiles, sí, y también concluir mi relato concerniente a
de mis hermanos a quienes amo, la destrucción del pueblo del cual
hasta que nos encontremos ante el he estado escribiendo.
a 
tribunal de Cristo, donde todos 2  Pues he aquí, rechazaron
34 a Moro. 7:47. 37 a DyC 38:42; 88:74–75; 39 a GEE Jesucristo — Las
GEE Amor; 135:4–5. apariciones de Cristo
Caridad. b Éter 12:27. después de Su muerte.
35 a Mateo 25:14–30. 38 a GEE Jesucristo — b Gén. 32:30; Éx. 33:11.
GEE Don; Talento. Es juez. 41 a DyC 88:63; 101:38.
36 a GEE Gracia. b Jacob 1:19. b 3 Ne. 11:32.
ÉTER 13:3–11 618
todas las palabras de Éter; porque 7 Porque así como José llevó a
él verdaderamente les habló de su padre a la tierra de a Egipto, de
todas las cosas, desde el principio modo que allí murió, el Señor con­
del hombre; y de que después que siguientemente sacó a un resto de
se hubieron a retirado las aguas de la descendencia de José de la tierra
la superficie de esta tierra, llegó de Jerusalén, para ser misericor­
a ser una tierra escogida sobre dioso con la posteridad de José, a
todas las demás, una tierra esco­ fin de que no b pereciera, tal como
gida del Señor; por tanto, el Señor fue misericordioso con el padre de
quiere que lo b sirvan a él todos José para que no pereciera.
los hombres que habiten sobre 8 De manera que el resto de los
la faz de ella; de la casa de José se establecerán
3  y de que era el sitio de la sobre esta a tierra, y será la tierra
a 
Nueva Jerusalén que b descen­ de su herencia; y levantarán una
dería del cielo, y el santo santua­ ciudad santa para el Señor, se­
rio del Señor. mejante a la Jerusalén antigua; y
4 He aquí, Éter vio los días de b 
no serán confundidos más, hasta
Cristo, y habló de una a Nueva que llegue el fin, cuando la tierra
Jerusalén sobre esta tierra. deje de ser.
5 Y habló también concerniente 9 Y habrá un cielo a nuevo, y una
a la casa de Israel, y la a Jerusalén tierra nueva; y serán semejantes
de donde b Lehi habría de venir — a los antiguos, salvo que los anti­
que después que fuese destruida, guos habrán dejado de ser, y todas
sería reconstruida, una ciudad las cosas se habrán vuelto nuevas.
santa para el Señor; por tanto, no 10 Y entonces viene la Nueva
podría ser una nueva Jerusalén, Jerusalén; y benditos son los que
porque ya había existido en la an­ moren en ella, porque son aque­
tigüedad; pero sería reconstruida, llos cuyos vestidos son hechos
y llegaría a ser una c ciudad santa a 
blancos mediante la sangre del
del Señor; y sería edificada para Cordero; y son ellos los que están
la casa de Israel— contados entre el resto de los de
6 y que sobre esta tierra se edifi­ la posteridad de José, que eran de
caría una a Nueva Jerusalén para la casa de Israel.
el resto de la posteridad de b José, 11 Y entonces viene también
para lo cual ha habido un c símbolo. la antigua Jerusalén; y benditos
13 2 a Gén. 7:11–24; 8:3. 3 Ne. 20:29–36. 8 a GEE Tierra prometida.
b Éter 2:8. 6 a DyC 42:9; 45:66–67; b Moro. 10:31.
3 a 3 Ne. 20:22; 21:23–24. 84:2–5; 9 a 2 Pe. 3:10–13;
GEE Nueva Jerusalén. AdeF 1:10. Apoc. 21:1;
b Apoc. 3:12; 21:2. b GEE José hijo de Jacob. 3 Ne. 26:3;
4 a GEE Sion. c Alma 46:24. DyC 101:23–25.
5 a GEE Jerusalén. GEE Simbolismo. 10 a Apoc. 7:14;
b 1 Ne. 1:18–20. 7 a Gén. 46:2–7; 47:6. 1 Ne. 12:10–11;
c Apoc. 21:10; b 2 Ne. 3:5. Alma 5:27.
619 ÉTER 13:12–21
son sus habitantes, porque han de iniquidad, de que ya se ha
sido lavados en la sangre del Cor­ hablado.
dero; y son los que fueron espar­ 16 Y Coriántumr, habiéndose
cidos y a recogidos de las cuatro adiestrado en todas las artes de
partes de la tierra y de los países guerra, y en toda la astucia del
del b norte, y participan del cum­ mundo, combatió, por tanto, a los
plimiento del convenio que Dios que trataban de destruirlo.
hizo con c Abraham, su padre. 17 Pero no se arrepintió, ni tam­
12 Y cuando sucedan estas co­ poco sus bellos hijos e hijas; ni los
sas, se cumplirá la Escritura que bellos hijos e hijas de Cohor; ni
dice: Hay quienes fueron los a pri­ los bellos hijos e hijas de Corihor;
meros, que serán los postreros; y y en fin, no hubo ninguno de los
quienes fueron los postreros, que bellos hijos e hijas sobre la faz de
serán los primeros. toda la tierra que se arrepintiese
13 Y estaba a punto de escribir de sus pecados.
más, pero me está prohibido; pero 18 Aconteció, pues, que en el
grandes y maravillosas fueron primer año en que moró Éter en
las profecías de Éter; mas los del la cavidad de la roca, hubo mucha
pueblo lo tuvieron en poco y lo gente que murió por la espada de
echaron fuera; y él se ocultaba aquellas a combinaciones secretas,
en el hueco de una roca durante que peleaban contra Coriántumr
el día, y salía de noche para ver para lograr apoderarse del reino.
las cosas que sobrevendrían al 19 Y sucedió que los hijos de
pueblo. Coriántumr combatieron mucho
14 Y mientras vivía en el hueco y se desangraron mucho.
de una roca, anotó el resto de esta 20 Y en el segundo año, la palabra
historia, presenciando de noche del Señor vino a Éter de que debía
las destrucciones que descendían ir y profetizar a a Coriántumr que
sobre el pueblo. si se arrepentía él, y toda su casa, el
15 Y sucedió que en ese mismo Señor le daría el reino y perdonaría
año en que lo echaron de entre la vida a los del pueblo;
el pueblo, empezó una guerra 21 de lo contrario, serían des­
muy grande entre el pueblo, truidos, así como toda su casa,
porque hubo muchos que se con excepción de él. Y él viviría
levantaron, los cuales eran solamente para presenciar el cum­
hombres poderosos, e intenta­ plimiento de las profecías que
ron destruir a Coriántumr por se habían hablado concernientes
medio de sus secretos planes a a otro pueblo que recibiría la
11 a
GEE Israel — La abrahámico). 18 a Éter 8:9–26.
congregación de Israel. 12 a Marcos 10:31; 20 a Éter 12:1–2.
b DyC 133:26–35. 1 Ne. 13:42; 21 a Omni 1:19–21;
c GEE Abraham, Jacob 5:63; Éter 11:21.
convenio de (convenio DyC 90:9.
ÉTER 13:22–14:2 620
tierra por herencia suya; y Co­ nuevo le salió a la batalla en las
riántumr sería sepultado por llanuras; y he aquí, venció a Co­
ellos; y toda alma sería destruida, riántumr, y lo hizo retroceder
salvo b Coriántumr. hasta el valle de Gilgal.
22 Y sucedió que Coriántumr 30 Y Coriántumr volvió a la ba­
no se arrepintió, ni los de su casa, talla contra Shared en el valle de
ni los del pueblo; y las guerras Gilgal, en la cual derrotó a Shared
no cesaron; e intentaron matar a y lo mató.
Éter, pero él huyó de ellos y se 31 Y Shared hirió a Coriántumr
refugió otra vez en la cavidad en el muslo, por lo que no salió
de la roca. a la batalla por el término de dos
23 Y sucedió que se levantó Sha­ años, durante los cuales toda la
red, el cual también hizo la gue­ gente sobre la faz de la tierra es­
rra a Coriántumr; y lo derrotó, al taba derramando sangre, y no
grado de que en el tercer año lo había quien la detuviera.
redujo al cautiverio.
24 Y en el cuarto año, los hijos de CAPÍTULO 14
Coriántumr vencieron a Shared,
La iniquidad del pueblo trae
y de nuevo entregaron el reino a
una maldición sobre la tierra —
su padre.
Coriántumr emprende la guerra
25 Y empezó a haber guerra so­
contra Gilead, después contra
bre toda la superficie de la tierra,
Lib y después contra Shiz — San-
cada cual, con su banda, comba­
gre y mortandad cubren la tierra.
tiendo por lo que deseaba.
26 Y había ladrones, y en resu­ Y empezó a haber una grande
men, toda clase de iniquidades maldición sobre toda la tie­
a 

sobre toda la faz de la tierra. rra a causa de la iniquidad del


27 Y aconteció que Coriántumr pueblo, por lo cual, si un hom­
estaba irritado en extremo contra bre dejaba su herramienta o es­
Shared, y marchó a la batalla con­ pada sobre su alacena, o en el
tra él con sus ejércitos; y con gran lugar donde solía guardarla,
ira tuvieron un encuentro, y fue he aquí, a la mañana siguiente,
en el valle de Gilgal; y la batalla no la podía encontrar, tan
se agravó muchísimo. grande era la maldición sobre
28 Y ocurrió que Shared pe­ esa tierra.
leó contra él por el término de 2 Así que todo hombre tomó en­
tres días. Y sucedió que Corián­ tre sus manos lo que era suyo, y
tumr lo derrotó y lo persiguió ni pedía prestado ni prestaba; y
hasta que llegó a las llanuras de todo hombre conservaba el puño
Heslón. de su espada en su mano dere­
29 Y aconteció que Shared de cha, en defensa de su propiedad,
21 b Éter 15:29–32. 14 1 a Hel. 12:18; 13:17–23; Morm. 1:17–18; 2:10–14.
621 ÉTER 14:3–17
su vida y la de sus esposas e y se llamaba Lib, y era un hombre
hijos. de gran estatura, mayor que la de
3 Y ahora bien, después del es­ cualquier otro hombre entre todo
pacio de dos años, y después de el pueblo.
la muerte de Shared, he aquí, se 11 Y aconteció que en el primer
levantó el hermano de Shared y año de Lib, Coriántumr subió a
fue a la batalla contra Corián­ la tierra de Morón y dio batalla
tumr, en la cual este lo venció a Lib.
y lo persiguió hasta el desierto 12 Y acaeció que sostuvo una
de Akish. lucha con Lib, en la cual Lib le
4 Y acaeció que el hermano de asestó un golpe en el brazo y lo
Shared le dio batalla en el desierto dejó herido; no obstante, el ejér­
de Akish; y la lucha se agravó en cito de Coriántumr arremetió con­
extremo, y muchos miles cayeron tra Lib, por lo que este huyó hacia
por la espada. la frontera a orillas del mar.
5 Y sucedió que Coriántumr 13 Y ocurrió que Coriántumr lo
le puso sitio en el desierto; y el persiguió; y Lib le hizo frente a
hermano de Shared salió del de­ orillas del mar.
sierto durante la noche, y mató 14 Y sucedió que Lib hirió al
a una parte del ejército de Co­ ejército de Coriántumr, de modo
riántumr, mientras estaban que huyeron de nuevo al desierto
borrachos. de Akish.
6 Y avanzó a la tierra de Morón, 15 Y sucedió que Lib lo per­
y se colocó sobre el trono de Co­ siguió hasta que llegó a las lla­
riántumr. nuras de Agosh. Y Coriántumr
7  Y sucedió que Coriántumr se había llevado consigo a todo
moró con su ejército en el desierto el pueblo mientras huía de Lib
por el término de dos años, y du­ en aquella parte de la tierra por
rante este tiempo recibió gran donde huía.
fuerza para su ejército. 16 Y cuando llegó a las llanu­
8 Y el hermano de Shared, que ras de Agosh, dio batalla a Lib,
se llamaba Gilead, también reci­ y lo hirió hasta que murió; no
bió gran fuerza para su ejército, obstante, el hermano de Lib vino
por causa de las combinaciones contra Coriántumr en su lugar, y
secretas. la batalla se agravó en extremo,
9 Y aconteció que su sumo sacer­ por lo cual Coriántumr huyó otra
dote lo asesinó mientras se ha­ vez delante del ejército del her­
llaba sentado sobre el trono. mano de Lib.
10 Y sucedió que a él lo asesinó 17 Y el nombre del hermano de
uno de los miembros de las com­ Lib era Shiz. Y sucedió que Shiz
binaciones secretas en un paso persiguió a Coriántumr, y des­
oculto, y obtuvo el reino para sí; truyó muchas ciudades; y mataba
ÉTER 14:18–30 622
tanto a mujeres como a niños, e del Señor que llegó a Éter fue
incendiaba las ciudades. que Coriántumr no caería por la
18 Y el temor a Shiz se esparció espada.
por toda la tierra; sí, por toda 25 Y así vemos que el Señor los
la tierra se oía el grito: ¿Quién visitó con la plenitud de su ira,
puede resistir al ejército de Shiz? y su iniquidad y abominaciones
¡He aquí, barre la tierra por donde habían preparado la vía para su
pasa! eterna destrucción.
19 Y sucedió que los del pue­ 26 Y sucedió que Shiz persiguió
blo empezaron a congregarse en a Coriántumr hacia el este, aun
ejércitos por toda la superficie de hasta las fronteras junto al mar, y
la tierra. allí combatió a Shiz por el espacio
20 Y se dividieron; y parte de de tres días.
ellos huyeron al ejército de Shiz, 27 Y tan terrible fue la destruc­
y parte de ellos al ejército de Co­ ción entre los ejércitos de Shiz,
riántumr. que las gentes empezaron a te­
21 Y tan grande y tan larga había ner miedo, y comenzaron a huir
sido la guerra, y tanto había du­ ante los ejércitos de Coriántumr;
rado aquel cuadro de efusión de y huyeron a la tierra de Corihor,
sangre y mortandad, que toda la y exterminaban a los habitantes
superficie de la tierra se hallaba delante de ellos, a todos los que
cubierta de a cadáveres. no querían unirse a ellos.
22 Y tan rápida y acelerada era 28 Y plantaron sus tiendas en el
la guerra, que no quedaba nadie valle de Corihor; y Coriántumr
para sepultar a los muertos, sino plantó las suyas en el valle de
que marchaban de una efusión Shurr. Este valle de Shurr estaba
de sangre a otra, dejando los ca­ situado cerca del cerro Comnor;
dáveres, tanto de hombres como por tanto, Coriántumr reunió a
de mujeres y de niños, tirados a sus ejércitos sobre el cerro Com­
flor de tierra, para convertirse en nor, e hizo tocar la trompeta a los
presa de los a gusanos de la carne. ejércitos de Shiz para invitarlos
23 Y el hedor se extendió por la al combate.
faz de la tierra, sí, por toda la su­ 29 Y sucedió que avanzaron,
perficie de la tierra; por lo que el pero fueron rechazados; y volvie­
pueblo se sintió molesto de día y ron por segunda vez, y de nuevo
de noche por causa del mal olor. fueron rechazados. Y sucedió que
24 No obstante, Shiz no cesó de llegaron por tercera vez, y el com­
perseguir a Coriántumr; porque bate se agravó en extremo.
había jurado vengarse de Corián­ 30 Y aconteció que Shiz hirió a
tumr por la sangre de su hermano Coriántumr de modo que le oca­
que había sido muerto; y la voz sionó muchas heridas profundas;
21 a Éter 11:6. 22 a Isa. 14:9–11.
623 ÉTER 14:31–15:10
y se desmayó Coriántumr por la alma se afligió y no quiso ser
pérdida de sangre, y lo llevaron consolada.
como si estuviese muerto. 4 Y acaeció que escribió una
31 Y tan grande fue la pérdida epístola a Shiz, pidiéndole que
de hombres, mujeres y niños en perdonara al pueblo, y él renun­
ambos partidos, que Shiz dio ór­ ciaría al reino por consideración
denes a su pueblo de no perseguir a las vidas de los del pueblo.
a los ejércitos de Coriántumr; de 5 Y aconteció que cuando Shiz
modo que se volvieron a su cam­ hubo recibido su epístola, él es­
pamento. cribió una epístola a Coriántumr,
de que si se entregaba, a fin de
CAPÍTULO 15 que él lo matara con su propia
espada, perdonaría la vida de los
Millones de jareditas mueren en
del pueblo.
las batallas — Shiz y Coriántumr
6 Y sucedió que el pueblo no
reúnen a toda la gente para un com-
se arrepintió de su iniquidad;
bate mortal — El Espíritu del Se-
y la gente de Coriántumr se
ñor deja de luchar con ellos — La
llenó de ira contra la gente de
nación jaredita es completamente
Shiz; y la gente de Shiz se llenó
destruida — Solo Coriántumr queda
de ira contra la gente de Co­
con vida.
riántumr; por lo que la gente de
Y ocurrió que cuando Corián­ Shiz fue a la batalla contra la de
tumr se hubo recuperado de sus Coriántumr.
heridas, empezó a recordar las 7 Y cuando Coriántumr vio que
a 
palabras que Éter le había ha­ estaba a punto de caer, de nuevo
blado. huyó delante de la gente de Shiz.
2 Vio que ya habían sido muer­ 8 Y aconteció que llegó a las
tos por la espada cerca de dos aguas de Ripliáncum, que inter­
millones de los de su pueblo, pretado significa grande, o que
y empezó a afligírsele el cora­ sobrepuja a todo; así que al lle­
zón; sí, habían sido muertos dos gar a estas aguas, plantaron sus
millones de hombres valientes, tiendas; y Shiz también plantó
y también sus esposas y sus sus tiendas cerca de ellos; y, por
hijos. tanto, al día siguiente salieron al
3 Y empezó a arrepentirse del combate.
mal que había hecho; empezó 9 Y sucedió que se libró una ba­
a recordar las palabras que talla sumamente violenta, en la
por boca de todos los profetas cual Coriántumr fue herido de
se habían hablado, y vio que nuevo, y se desmayó por la pér­
hasta entonces se habían cum­ dida de sangre.
plido sin faltar un ápice; y su 10 Y ocurrió que los ejércitos de
15 1 a Éter 13:20–21.
ÉTER 15:11–20 624
Coriántumr arremetieron contra lucharon todo ese día, y no triun­
los hombres de Shiz, de modo que faron.
los vencieron y los hicieron retro­ 16 Y aconteció que al llegar la
ceder ante ellos; y huyeron hacia noche, se hallaban rendidos de
el sur, y plantaron sus tiendas en cansancio y se retiraron a sus
un lugar llamado Ogat. campamentos; y después que se
11 Y aconteció que el ejército hubieron retirado a sus campa­
de Coriántumr plantó sus tien­ mentos, empezaron a gemir y a
das junto al cerro Rama; y era el lamentarse por los que habían
mismo cerro en donde mi padre muerto entre su pueblo; y tan
Mormón a ocultó los anales que grandes eran sus gritos, gemidos
eran sagrados, para los fines del y lamentos, que hendían el aire en
Señor. sumo grado.
12 Y sucedió que reunieron a 17 Y sucedió que a la mañana
toda la gente que no había pere­ siguiente de nuevo salieron a la
cido sobre toda la faz de la tierra, batalla; y grande y terrible fue
con excepción de Éter. aquel día; sin embargo, no triun­
13 Y aconteció que Éter presen­ faron; y cuando llegó la noche,
ció todos los hechos del pueblo; otra vez hendieron el aire con sus
y vio que la gente que estaba por lamentos, sus gritos y gemidos
Coriántumr se juntó al ejército de por la pérdida de los que habían
Coriántumr; y que la gente que muerto de su pueblo.
estaba por Shiz se unió al ejército 18 Y sucedió que Coriántumr
de Shiz. de nuevo escribió una epístola a
14 De manera que durante cua­ Shiz, pidiendo que no volviera
tro años estuvieron recogiendo al al combate, sino que tomara el
pueblo, a fin de juntar a todos los reino y perdonara la vida de los
que se hallaban sobre la super­ del pueblo.
ficie de la tierra, y para recibir 19 Y he aquí, el Espíritu del Se­
cuanta fuerza les fuera posible ñor había dejado de luchar con
lograr. ellos, y a Satanás se había apo­
15 Y sucedió que cuando todos derado completamente de sus
se hubieron unido, cada cual al corazones; porque se habían en­
ejército que prefería, con sus es­ tregado a la dureza de sus co­
posas y sus hijos —habiendo ar­ razones y a la ceguedad de sus
mado a los hombres, así como mentes, a fin de que fuesen des­
a las mujeres y a los niños, con truidos; por tanto, volvieron a la
armas de guerra, con escudos, y batalla.
a 
petos, y cascos, y estando vesti­ 20 Y ocurrió que combatieron
dos para la guerra— marcharon todo ese día, y al llegar la noche
el uno contra el otro a la batalla; y durmieron sobre sus espadas.
11 a Morm. 6:6. 15 a Mos. 8:7–10. 19 a GEE Diablo.
625 ÉTER 15:21–34
21 Y a la mañana siguiente lu­ juró en su ira que mataría a Co­
charon hasta que llegó la noche. riántumr o perecería por la es­
22 Y cuando llegó la noche, es­ pada.
taban a ebrios de ira, así como el 29 Por tanto, los persiguió, y a
hombre que está borracho de la mañana siguiente los alcanzó;
vino; y de nuevo durmieron so­ y pelearon otra vez con sus es­
bre sus espadas. padas. Y aconteció que cuando
23 Y a la mañana siguiente vol­ a 
todos hubieron caído por la es­
vieron a luchar; y cuando llegó la pada, menos Coriántumr y Shiz,
noche, todos habían caído por la he aquí, Shiz se había desmayado
espada salvo cincuenta y dos de por la pérdida de sangre.
la gente de Coriántumr, y sesenta 30 Y ocurrió que después de ha­
y nueve de la gente de Shiz. berse apoyado Coriántumr sobre
24 Y sucedió que durmieron so­ su espada, de modo que descansó
bre sus espadas aquella noche, y a un poco, le cortó la cabeza a Shiz.
la mañana siguiente reanudaron 31 Y sucedió que después que
el combate, y lucharon con todas le hubo cortado a Shiz la cabeza,
sus fuerzas con sus espadas y sus este se alzó sobre sus manos y
escudos todo ese día. cayó; y después de esforzarse por
25 Y cuando llegó la noche que­ alcanzar aliento, murió.
daban treinta y dos de la gente de 32 Y aconteció que a Coriántumr
Shiz, y veintisiete de la gente de cayó a tierra, y se quedó como si
Coriántumr. no tuviera vida.
26 Y sucedió que comieron y 33 Y el Señor habló a Éter y le
durmieron, y se prepararon para dijo: Sal. Y salió, y vio que se ha­
morir a la mañana siguiente. Y bían cumplido todas las pala­
eran hombres grandes y fuertes bras del Señor; y concluyó sus
en cuanto a la fuerza del hombre. a 
anales (y ni la centésima parte
27 Y ocurrió que pelearon por he escrito yo); y los escondió de
el espacio de tres horas, y caye­ tal modo que el pueblo de Limhi
ron desmayados por la pérdida los encontró.
de sangre. 34 Y las últimas palabras que
28 Y aconteció que, habiéndose a 
Éter escribió son estas: Si el Se­
recobrado lo suficiente para cami­ ñor quiere que yo sea trasladado,
nar, los hombres de Coriántumr o que sufra la voluntad del Señor
estaban a punto de huir por sus en la carne, no importa, con tal
vidas; pero he aquí, se levantó que yo me salve en el reino de
Shiz, y también sus hombres, y Dios. Amén.
22 a Moro. 9:23. 33 a Mos. 8:9; 34 a Éter 12:2.
29 a Éter 13:20–21. Alma 37:21–31;
32 a Omni 1:20–22. Éter 1:1–5.
EL LIBRO DE MORONI
CAPÍTULO 1 CAPÍTULO 2
Moroni escribe para el beneficio de los Jesús dio a los doce discípulos ne-
lamanitas — Se mata a todo nefita fitas poder para conferir el don del
que no niegue al Cristo. Aproxima- Espíritu Santo. Aproximadamente
damente 401–421 d.C. 401–421 d.C.

A HORA bien, yo, a Moroni,


después de haber acabado
de compendiar los anales del pue­
Las palabras de Cristo, las cuales
habló a sus a discípulos, los doce
que había escogido, al imponerles
blo de Jared, había pensado no las manos.
escribir más, pero no he perecido 2 Y los llamó por su nombre,
todavía; y no me doy a conocer diciendo: Pediréis al Padre en mi
a los lamanitas, no sea que me nombre, con poderosa oración;
destruyan. y después que hayáis hecho
2 Porque he aquí, sus a guerras esto, tendréis a poder para que
entre ellos mismos son extrema­ a aquel a quien impongáis las
damente furiosas; y por motivo b 
manos, c le confiráis el Espíritu
de su odio, b matan a todo nefita Santo; y en mi nombre lo confe­
que no niegue al Cristo. riréis, porque así lo hacen mis
3 Y yo, Moroni, no a negaré al apóstoles.
Cristo; de modo que ando errante 3 Y Cristo les habló estas pala­
por donde puedo, para proteger bras al tiempo de su primera apa­
mi propia vida. rición; y la multitud no las oyó,
4 Por consiguiente, escribo unas mas los discípulos sí las oyeron;
pocas cosas más, contrario a lo y sobre todos aquellos a los que
que había supuesto; porque ha­ a 
impusieron las manos, descendió
bía pensado no escribir más; pero el Espíritu Santo.
escribo unas cuantas cosas más,
que tal vez sean de valor a mis CAPÍTULO 3
hermanos los lamanitas en algún
Los élderes ordenan presbíteros y
día futuro, según la voluntad del
maestros mediante la imposición
Señor.
de manos. Aproximadamente 401–
421 d.C.
1 1 a GEE Moroni hijo de 3 a Mateo 10:32–33; b GEE Imposición de
Mormón. 3 Ne. 29:5. manos.
2 a 1 Ne. 12:20–23. 2 1 a 3 Ne. 13:25. c 3 Ne. 18:37.
b Alma 45:14. 2 a GEE Poder. 3 a Hech. 19:6.
627 MORONI 3:1–5:2
La forma en que los discípulos, 2 Y se arrodillaban con la iglesia,
que eran llamados los a élderes de y oraban al Padre en el nombre de
la iglesia, b ordenaban presbíteros Cristo, diciendo:
y maestros: 3 Oh Dios, Padre Eterno, en el
2 Después de haber orado al nombre de Jesucristo, tu Hijo, te
Padre en el nombre de Cristo, les pedimos que bendigas y santifi­
imponían las manos, y decían: ques este a pan para las almas de
3 En el nombre de Jesucristo, te todos los que participen de él,
ordeno para que seas presbítero para que lo coman en b memo­
(o si fuera maestro, te ordeno para ria del cuerpo de tu Hijo, y tes­
que seas maestro) para predicar el tifiquen ante ti, oh Dios, Padre
arrepentimiento y la a remisión de Eterno, que están dispuestos a
pecados, por medio de Jesucristo, tomar sobre sí el c nombre de tu
mediante la perseverancia en la fe Hijo, y a recordarle siempre, y a
en su nombre hasta el fin. Amén. guardar sus mandamientos que
4 Y de este modo a ordenaban él les ha dado, para que siempre
presbíteros y maestros, según los puedan tener su d Espíritu con­
b 
dones y llamamientos de Dios a sigo. Amén.
los hombres; y los ordenaban por
el c poder del Espíritu Santo que CAPÍTULO 5
había en ellos. Se expone la forma de administrar el
vino sacramental. Aproximadamente
CAPÍTULO 4 401–421 d.C.
Se expone la forma en que los élde-
La a manera de administrar el vino.
res y los presbíteros administran el
He aquí, tomaban la copa y decían:
pan sacramental. Aproximadamente
2 Oh Dios, Padre Eterno, en el
401–421 d.C.
nombre de Jesucristo, tu Hijo, te
La a forma en que sus b élderes pedimos que bendigas y santi­
y presbíteros administraban la fiques este a vino para las almas
carne y la sangre de Cristo a la de todos los que lo beban, para
iglesia; y las c administraban de que lo hagan en b memoria de la
acuerdo con los mandamientos sangre de tu Hijo, que por ellos
de Cristo; por tanto, sabemos que se derramó; para que testifiquen
la manera es correcta; y el élder ante ti, oh Dios, Padre Eterno,
o el presbítero las administraba. que siempre se acuerdan de él,
3 1 a Alma 6:1. Moro. 6:9. tomar sobre sí el
GEE Élder (anciano). 4 1 a 3 Ne. 18:1–7. nombre de Jesucristo.
b GEE Ordenación, b GEE Élder (anciano). d GEE Espíritu Santo.
ordenar. c DyC 20:76–77. 5 1 a 3 Ne. 18:8–11;
3 a GEE Remisión de 3 a GEE Santa Cena. DyC 20:78–79.
pecados. b Lucas 22:19; 2 a DyC 27:2–4.
4 a DyC 18:32; 20:60. 1 Cor. 11:23–24; GEE Santa Cena.
b GEE Don. 3 Ne. 18:7. b Lucas 22:19–20;
c 1 Ne. 13:37; c GEE Jesucristo — El 1 Cor. 11:25.
MORONI 6:1–9 628
para que puedan tener su Espíritu a 
purificado, eran contados entre
consigo. Amén. los del pueblo de la iglesia de
Cristo; y se inscribían sus b nom­
CAPÍTULO 6 bres, a fin de que se hiciese me­
moria de ellos y fuesen nutridos
Las personas que se arrepienten son
por la buena palabra de Dios,
bautizadas y hermanadas en la Igle-
para guardarlos en la vía correcta,
sia — Los miembros de la Iglesia que
para conservarlos continuamente
se arrepienten son perdonados — Las c 
atentos a orar, d confiando sola­
reuniones se dirigen por el poder del
mente en los méritos de Cristo,
Espíritu Santo. Aproximadamente
que era el e autor y perfecciona­
401–421 d.C.
dor de su fe.
Y ahora hablo concerniente al 5 Y la a iglesia se reunía a b me­
a 
bautismo. He aquí, eran bau­ nudo para c ayunar y orar, y para
tizados élderes, presbíteros y hablar unos con otros concer­
maestros; y no eran bautizados niente al bienestar de sus almas.
a menos que dieran frutos apro­ 6 Y se reunían con frecuencia
piados para manifestar que eran para participar del pan y vino, en
b 
dignos de ello. memoria del Señor Jesús.
2 Ni tampoco recibían a nadie 7 Y se esforzaban estrictamente
para el bautismo, a menos que por que a no hubiese iniquidad
viniese con un a corazón que­ entre ellos; y a quienes hallaban
brantado y un espíritu contrito, que habían cometido iniquidad, y
y testificase a la iglesia que verda­ eran condenados ante los b élderes
deramente se había arrepentido por c tres testigos de la iglesia, y si
de todos sus pecados. no se arrepentían ni d confesaban,
3 Y a nadie recibían para el bau­ sus nombres eran e borrados, y no
tismo, a menos que a tomara sobre sí eran contados entre el pueblo de
el nombre de Cristo, teniendo la de­ Cristo.
terminación de servirle hasta el fin. 8 Mas a cuantas veces se arrepen­
4 Y después que habían sido tían y pedían perdón, con verda­
recibidos por el bautismo, y el dera intención, se les b perdonaba.
poder del Espíritu Santo ha­ 9 Y los de la iglesia a dirigían
bía obrado en ellos y los había sus reuniones de acuerdo con las
6 1 a GEE Bautismo, bautizar. 3 Ne. 18:15–18. GEE Élder (anciano).
b GEE Dignidad, digno. d 2 Ne. 31:19; DyC 3:20. c DyC 42:80–81.
2 a GEE Corazón e Heb. 12:2. GEE Testigo.
quebrantado. 5 a GEE Iglesia de d GEE Confesar,
3 a GEE Jesucristo — El Jesucristo. confesión.
tomar sobre sí el b 3 Ne. 18:22; 4 Ne. 1:12; e Éx. 32:33; DyC 20:83.
nombre de Jesucristo. DyC 88:76. GEE Excomunión.
4 a GEE Pureza, puro. c GEE Ayunar, ayuno. 8 a Mos. 26:30–31.
b DyC 20:82. 7 a DyC 20:54. b GEE Perdonar.
c Alma 34:39; b Alma 6:1. 9 a DyC 20:45; 46:2.
629 MORONI 7:1–9
manifestaciones del Espíritu, y permite hablaros en esta oca­
por el poder del b Espíritu Santo; sión.
porque conforme los guiaba el po­ 3 Por tanto, quisiera hablaros
der del Espíritu Santo, bien fuese a vosotros que sois de la iglesia,
predicar, o exhortar, orar, suplicar que sois los pacíficos discípulos
o cantar, así se hacía. de Cristo, y que habéis logrado la
esperanza necesaria mediante la
CAPÍTULO 7 cual podéis entrar en el a reposo
del Señor, desde ahora en ade­
Se hace la invitación a entrar en el
lante, hasta que tengáis reposo
reposo del Señor — Orad con ver-
con él en el cielo.
dadera intención — El Espíritu de
4 Y juzgo esto de vosotros, mis
Cristo habilita a los hombres para
hermanos, por razón de vuestra
discernir el bien del mal — Satanás a 
conducta pacífica para con los
persuade a los hombres a negar a
hijos de los hombres.
Cristo y hacer lo malo — Los profetas
5 Porque me acuerdo de la pa­
manifiestan la venida de Cristo —
labra de Dios, que dice: Por sus
Por medio de la fe, se efectúan los mi-
obras los a conoceréis; porque si
lagros y los ángeles ministran — Los
sus obras son buenas, ellos tam­
hombres deben tener la esperanza de
bién son buenos.
obtener la vida eterna y deben alle-
6 Porque he aquí, Dios ha dicho
garse a la caridad. Aproximadamente
que un hombre, siendo a malo, no
401–421 d.C.
puede hacer lo que es bueno; por­
Y ahora yo, Moroni, escribo unas que si presenta una ofrenda, o si
pocas de las palabras que mi pa­ b 
ora a Dios, a menos que lo haga
dre Mormón habló concernientes con verdadera intención, de nada
a la a fe, a la esperanza y a la cari­ le aprovecha.
dad; porque de esta manera habló 7 Porque he aquí, no se le cuenta
al pueblo, mientras les enseñaba como obra buena.
en la sinagoga que habían cons­ 8  Pues he aquí, si un hom­
truido como sitio donde adorar. bre, siendo a malo, presenta una
2 Y ahora yo, Mormón, os ha­ ofrenda, lo hace de b mala gana;
blo a vosotros, amados her­ de modo que le es contado como
manos míos; y es por la gracia si hubiese retenido la ofrenda;
de Dios el Padre, y nuestro por tanto, se le tiene por malo
Señor Jesucristo, y su santa vo­ ante Dios.
luntad, debido al don del a llama­ 9 E igualmente le es contado
miento que me hizo, que se me por mal a un hombre si ora y
9 b GEE Espíritu Santo. por Dios, llamamiento. 6 a Mateo 7:15–18.
7 1 a 1 Cor. 13; 3 a GEE Descansar, b Alma 34:28.
Éter 12:3–22, 27–37; descanso (reposo). GEE Oración.
Moro. 8:14; 10:20–23. 4 a 1 Juan 2:6; DyC 19:23. 8 a Prov. 15:8.
2 a GEE Llamado, llamado 5 a 3 Ne. 14:15–20. b DyC 64:34.
MORONI 7:10–18 630
no lo hace con verdadera in­
a 
15 Pues he aquí, mis hermanos,
tención de corazón; sí, y nada le os es concedido a juzgar, a fin de
aprovecha, porque Dios no recibe que podáis discernir el bien del
a ninguno de estos. mal; y la manera de juzgar es tan
10 Por tanto, un hombre, siendo clara, a fin de que sepáis con un
malo, no puede hacer lo que es perfecto conocimiento, como la
bueno; ni presentará una ofrenda luz del día lo es de la obscuridad
buena. de la noche.
11 Porque he aquí, una a fuente 16 Pues he aquí, a todo hom­
amarga no puede dar agua buena; bre se da el a Espíritu de Cristo
ni tampoco puede una fuente para que sepa b discernir el bien
buena dar agua amarga; de modo del mal; por tanto, os muestro la
que si un hombre es siervo del manera de juzgar; porque toda
diablo, no puede seguir a Cristo; cosa que invita a hacer lo bueno,
y si b sigue a Cristo, no puede ser y persuade a creer en Cristo, es
siervo del diablo. enviada por el poder y el don de
12 Por consiguiente, todo lo que Cristo, por lo que sabréis, con
es a bueno viene de Dios, y lo que un conocimiento perfecto, que
es b malo viene del diablo; porque es de Dios.
el diablo es enemigo de Dios, y 17 Pero cualquier cosa que per­
lucha contra él continuamente, e suade a los hombres a hacer lo
invita e induce a c pecar y a hacer a 
malo, y a no creer en Cristo, y
lo que es malo sin cesar. a negarlo, y a no servir a Dios,
13 Mas he aquí, lo que es de entonces sabréis, con un conoci­
Dios invita e induce a hacer lo miento perfecto, que es del dia­
bueno continuamente; de manera blo; porque de este modo obra el
que todo aquello que a invita e in­ diablo, porque él no persuade a
duce a hacer lo bueno, y a amar ningún hombre a hacer lo bueno,
a Dios y a servirle, es b inspirado no, ni a uno solo; ni lo hacen sus
por Dios. ángeles; ni los que a él se sujetan.
14 Tened cuidado, pues, ama­ 18 Ahora bien, mis hermanos,
dos hermanos míos, de que no en vista de que conocéis la luz
juzguéis que lo que es a malo sea por la cual podéis juzgar, la cual
de Dios, ni que lo que es bueno es la a luz de Cristo, cuidaos de
y de Dios sea del diablo. juzgar equivocadamente; porque
9 a Stg. 1:6–7; 5:16; c Hel. 6:30. 16 a GEE Conciencia;
Moro. 10:4. GEE Pecado. Luz, luz de Cristo.
11 a Stg. 3:11–12. 13 a 2 Ne. 33:4; b Gén. 3:5;
b Mateo 6:24; Éter 8:26. 2 Ne. 2:5, 18, 26;
2 Ne. 31:10–13; b GEE Inspiración, Mos. 16:3; Alma 29:5;
DyC 56:2. inspirar. Hel. 14:31.
12 a Stg. 1:17; 14 a Isa. 5:20; 17 a GEE Pecado.
1 Juan 4:1–2; 2 Ne. 15:20. 18 a Mos. 16:9;
Éter 4:12. 15 a GEE Discernimiento, DyC 50:24; 88:7–13.
b Alma 5:39–42. don de. GEE Luz, luz de Cristo.
631 MORONI 7:19–29
con el mismo juicio con que juz­
b 
tración de ángeles, y por toda
a 

guéis, seréis también juzgados. palabra que salía de la boca de


19 Por tanto, os suplico, herma­ Dios, empezaron los hombres a
nos, que busquéis diligentemente ejercitar la fe en Cristo; y así, por
en la a luz de Cristo, para que po­ medio de la fe, se aferraron a todo
dáis discernir el bien del mal; y si lo bueno; y así fue hasta la venida
os aferráis a todo lo bueno, y no de Cristo.
lo condenáis, ciertamente seréis 26 Y después que vino, los hom­
b 
hijos de Cristo. bres también fueron salvos por la
20 Y ahora bien, hermanos míos, fe en su nombre; y por la fe llegan
¿cómo es posible que os aferréis a ser hijos de Dios. Y tan cierta­
a todo lo bueno? mente como Cristo vive, habló
21 Ahora llegamos a esa fe de la estas palabras a nuestros padres,
cual dije que hablaría; y os indi­ diciendo: a Cuanto le pidáis al Pa­
caré la forma en que podéis afe­ dre en mi nombre, que sea bueno,
rraros a todo lo bueno. con fe creyendo que recibiréis, he
22 Porque he aquí, a sabiendo aquí os será concedido.
Dios todas las cosas, dado que 27 Por tanto, amados hermanos
existe de eternidad en eternidad, míos, ¿han cesado los a milagros
he aquí, él envió b ángeles para mi­ porque Cristo ha subido a los cie­
nistrar a los hijos de los hombres, los, y se ha sentado a la diestra
para manifestar concerniente a la de Dios para b reclamar del Pa­
venida de Cristo; y que en Cristo dre sus derechos de misericordia
habría de venir todo lo bueno. que él tiene sobre los hijos de los
23 Y Dios también declaró a los hombres?
profetas, por su propia boca, que 28 Porque él ha cumplido los fi­
Cristo vendría. nes de la ley, y reclama a todos los
24 Y he aquí, de diversos modos que tienen fe en él; y los que tie­
manifestó cosas que eran bue­ nen fe en él se a allegarán a todo lo
nas a los hijos de los hombres; y bueno; por tanto, él b aboga por la
todas las cosas que son buenas causa de los hijos de los hombres;
vienen de Cristo; de lo contrario, y mora eternamente en los cielos.
los hombres se hallaban a caídos, 29  Y porque ha hecho esto,
y ninguna cosa buena podía lle­ ¿han cesado los milagros, mis
gar a ellos. queridos hermanos? He aquí, os
25 De modo que por la minis­ digo que no; ni han cesado los
18 b TJS Mateo 7:1–2 22 a GEE Trinidad. b Isa. 53:12;
(Apéndice — Biblia); b Moisés 5:58. Mos. 14:12.
Lucas 6:37; GEE Ángeles. 28 a Rom. 12:9;
Juan 7:24. 24 a 2 Ne. 2:5. DyC 98:11.
19 a DyC 84:45–46. 25 a Alma 12:28–30. b 1 Juan 2:1;
b Mos. 15:10–12; 27:25. 26 a 3 Ne. 18:20. 2 Ne. 2:9.
GEE Hijos e hijas de GEE Oración. GEE Abogado.
Dios. 27 a GEE Milagros.
MORONI 7:30–39 632
ángeles de ministrar a los hijos de hermanos míos, si resulta que
los hombres. estas cosas de que os hablo son
30 Porque he aquí, se sujetan a verdaderas, y en el a postrer día
él para ejercer su ministerio de Dios os mostrará con b poder y
acuerdo con la palabra de su man­ gran gloria que son verdaderas,
dato, manifestándose a los que y si son verdaderas, ¿ha cesado
tienen una fe fuerte y una mente el día de los milagros?
firme en toda forma de santidad. 36 ¿O han cesado los ángeles de
31 Y el oficio de su ministerio aparecer a los hijos de los hom­
es llamar a los hombres al arre­ bres? ¿O les ha a retenido él el po­
pentimiento; y cumplir y llevar a der del Espíritu Santo? ¿O lo hará,
efecto la obra de los convenios del mientras dure el tiempo, o exista
Padre, los cuales él ha hecho con la tierra, o haya sobre la faz de
los hijos de los hombres; y pre­ ella un hombre a quien salvar?
parar la vía entre los hijos de los 37 He aquí, os digo que no; por­
hombres, declarando la palabra que es por la fe que se obran a mi­
de Cristo a los vasos escogidos lagros; y es por la fe que aparecen
del Señor, para que den testimo­ ángeles y ejercen su ministerio a
nio de él. favor de los hombres; por tanto,
32 Y obrando de este modo, el si han cesado estas cosas, ¡ay de
Señor Dios prepara la senda para los hijos de los hombres, porque
que el resto de los hombres ten­ es a causa de la b incredulidad, y
gan a fe en Cristo, a fin de que el todo es inútil!
Espíritu Santo tenga cabida en sus 38 Porque, según las palabras
corazones, según su poder; y de de Cristo, ningún hombre puede
este modo el Padre lleva a efecto ser salvo a menos que tenga fe en
los convenios que ha hecho con su nombre; por tanto, si estas co­
los hijos de los hombres. sas han cesado, la fe también ha
33 Y Cristo ha dicho: a Si tenéis fe cesado; y terrible es la condición
en mí, tendréis poder para hacer del hombre, pues se halla como
cualquier cosa que me sea b con­ si no se hubiera efectuado reden­
veniente. ción alguna.
34 Y él ha dicho: a Arrepentíos, 39 Mas he aquí, mis amados
todos vosotros, extremos de la hermanos, opino de vosotros co­
tierra, y venid a mí, y sed bauti­ sas mejores, porque juzgo que
zados en mi nombre, y tened fe tenéis fe en Cristo a causa de
en mí, para que seáis salvos. vuestra mansedumbre; porque
35  Y ahora bien, amados si no tenéis fe en él, entonces no
32 a GEE Fe. Éter 4:18. 37 a Mateo 13:58;
33 a Mateo 17:20. 35 a DyC 35:8. Morm. 9:20;
b DyC 88:64–65. b 2 Ne. 33:11. Éter 12:12–18.
34 a 3 Ne. 27:20; 36 a Moro. 10:4–5, 7, 19. b Moro. 10:19–24.
633 MORONI 7:40–48
sois dignos de ser contados entre
a 
si no tiene caridad, no es nada;
el pueblo de su iglesia. por tanto, es necesario que tenga
40 Y además, amados hermanos caridad.
míos, quisiera hablaros concer­ 45 Y la a caridad es sufrida y es
niente a la a esperanza. ¿Cómo benigna, y no tiene b envidia, ni
podéis lograr la fe, a menos que se envanece, no busca lo suyo,
tengáis esperanza? no se irrita fácilmente, no piensa
41 Y, ¿qué es lo que habéis de el mal, no se regocija en la iniqui­
a 
esperar? He aquí, os digo que dad, sino se regocija en la verdad;
debéis tener b esperanza, por todo lo sufre, todo lo cree, todo lo
medio de la expiación de Cristo espera, todo lo soporta.
y el poder de su resurrección, 46 Por tanto, amados hermanos
en que seréis levantados a c vida míos, si no tenéis caridad, no sois
eterna, y esto por causa de vues­ nada, porque la caridad nunca
tra fe en él, de acuerdo con la deja de ser. Allegaos, pues, a la
promesa. caridad, que es mayor que todo,
42 De manera que si un hombre porque todas las cosas han de
tiene a fe, es b necesario que tenga perecer;
esperanza; porque sin fe no puede 47 pero la a caridad es el b amor
haber esperanza. puro de Cristo, y permanece para
43 Y además, he aquí os digo siempre; y a quien la posea en el
que el hombre no puede te­ postrer día, le irá bien.
ner fe ni esperanza, a menos 48 Por consiguiente, amados
que sea a manso y humilde de hermanos míos, a pedid al Padre
corazón. con toda la energía de vuestros
44 Porque si no, su a fe y su es­ corazones, que seáis llenos de
peranza son vanas, porque na­ este amor que él ha otorgado
die es aceptable a Dios sino los a todos los que son b discípu­
mansos y humildes de corazón; los verdaderos de su Hijo Jesu­
y si un hombre es manso y hu­ cristo; para que lleguéis a ser
milde de corazón, y b confiesa hijos de Dios; para que cuando
por el poder del Espíritu Santo él aparezca, c seamos semejan­
que Jesús es el Cristo, es menes­ tes a él, porque lo veremos tal
ter que tenga caridad; porque como es; para que tengamos esta
39 a GEE Dignidad, digno. 43 a GEE Mansedumbre, GEE Caridad.
40 a Éter 12:4. manso. b Josué 22:5.
GEE Esperanza. 44 a Alma 7:24; GEE Amor.
41 a DyC 138:14. Éter 12:28–34. 48 a GEE Oración.
b Tito 1:2; Jacob 4:4; b Lucas 12:8–9. b GEE Jesucristo — El
Alma 25:16; GEE Confesar, ejemplo de Jesucristo;
Moro. 9:25. confesión; Testimonio. Obediencia, obediente,
c GEE Vida eterna. 45 a 1 Cor. 13. obedecer.
42 a GEE Fe. b GEE Envidia. c 1 Juan 3:1–3;
b Moro. 10:20. 47 a 2 Ne. 26:30. 3 Ne. 27:27.
MORONI 8:1–9 634
esperanza; para que seamos pu­ d 
en extremo, porque me aflige que
rificados así como él es puro. surjan a contenciones entre voso­
Amén. tros.
5 Porque, si he sabido la verdad,
CAPÍTULO 8 ha habido disputas entre voso­
tros concernientes al bautismo de
El bautismo de los niños pequeños
vuestros niños pequeños.
es una terrible iniquidad — Los
6 Hijo mío, quisiera que trabaja­
niños pequeños viven en Cristo por
ras diligentemente para extirpar
motivo de la Expiación — La fe, el
de entre vosotros este craso error;
arrepentimiento, la mansedumbre
porque para tal propósito he es­
y la humildad de corazón, la recep-
crito esta epístola.
ción del Espíritu Santo y la per-
7 Porque inmediatamente des­
severancia hasta el fin conducen
pués que hube sabido estas cosas
a la salvación. Aproximadamente
de vosotros, pregunté al Señor
401–421 d.C.
concerniente al asunto. Y la a pala­
Una epístola de mi a padre Mor­ bra del Señor vino a mí por el po­
món, escrita a mí, Moroni; y me der del Espíritu Santo, diciendo:
la escribió poco después de mi 8  Escucha las palabras de
llamamiento al ministerio; y de Cristo, tu Redentor, tu Señor y
esta manera me escribió él, di­ tu Dios: He aquí, vine al mundo
ciendo: no para llamar a los justos al
2 Mi amado hijo Moroni, me re­ arrepentimiento, sino a los pe­
gocijo en extremo de que tu Señor cadores; los a sanos no necesitan
Jesucristo te haya tenido presente, de médico sino los que están en­
y te haya llamado a su ministerio fermos; por tanto, los niños b pe­
y a su santa obra. queños son c sanos, porque son
3 Yo siempre te tengo presente incapaces de cometer d pecado;
en mis oraciones, rogando sin por tanto, la maldición de e Adán
cesar a Dios el Padre, en el nom­ les es quitada en mí, de modo
bre de su Santo Hijo, Jesús, que que no tiene poder sobre ellos;
por su infinita a bondad y b gracia y la ley de la f circuncisión se ha
te conserve mediante la perse­ abrogado en mí.
verancia en la fe en su nombre 9 Y de esta manera me mani­
hasta el fin. festó el Espíritu Santo la pala­
4 Y ahora, hijo mío, te hablaré bra de Dios; por tanto, amado
concerniente a lo que me aflige hijo mío, sé que es una solemne
48 d 3 Ne. 19:28–29. 7 a GEE Palabra de Dios. e 2 Ne. 2:25–27.
GEE Pureza, puro. 8 a Marcos 2:17. GEE Caída de Adán
8 1 a P. de Morm. 1:1. b Marcos 10:13–16. y Eva.
3 a Mos. 4:11. c Mos. 3:16; f Gén. 17:10–11.
b GEE Gracia. DyC 74:7. GEE Circuncisión.
4 a 3 Ne. 11:22, 28; 18:34. d GEE Pecado.
635 MORONI 8:10–19
burla ante Dios que bauticéis a porque no tiene a fe, ni espe­
los niños pequeños. ranza, ni caridad; por tanto, si
10 He aquí, te digo que esto en­ fuere talado mientras tenga tal
señarás: El arrepentimiento y el pensamiento, tendrá que bajar
bautismo a los que son a responsa­ al infierno.
bles y capaces de cometer pecado; 15 Porque terrible es la iniqui­
sí, enseña a los padres que deben dad de suponer que Dios salva
arrepentirse y ser bautizados, y a un niño a causa del bautismo,
humillarse como sus b niños pe­ mientras que otro debe perecer
queños, y se salvarán todos ellos porque no tuvo bautismo.
con sus pequeñitos. 16 ¡Ay de aquellos que pervier­
11 Y sus a niños pequeños no tan de esta manera las vías del Se­
necesitan el arrepentimiento, ni ñor!, porque perecerán, salvo que
tampoco el bautismo. He aquí, el se arrepientan. He aquí, hablo con
bautismo es para arrepentimiento valentía, porque tengo a autoridad
a fin de cumplir los mandamien­ de Dios; y no temo lo que el hom­
tos para la b remisión de pecados. bre haga, porque el b amor perfecto
12 Mas los a niños pequeños vi­ c 
desecha todo temor.
ven en Cristo, aun desde la fun­ 17 Y me siento lleno de a caridad,
dación del mundo; de no ser así, que es amor eterno; por tanto,
Dios es un Dios parcial, y tam­ todos los niños son iguales ante
bién un Dios variable que hace mí; por tanto, amo a los b niños
b 
acepción de personas; porque, pequeñitos con un amor perfecto;
¡cuántos son los pequeñitos que y son todos iguales y participan
han muerto sin el bautismo! de la salvación.
13 De modo que si los niños pe­ 18 Porque yo sé que Dios no es
queños no pudieran salvarse sin un Dios parcial, ni un ser varia­
ser bautizados, estos habrían ido ble; sino que es a inmutable de
a un infierno sin fin. b 
eternidad en eternidad.
14 He aquí, te digo que el que 19  Los a niños pequeños no
supone que los niños pequeños pueden arrepentirse; por consi­
tienen necesidad del bautismo guiente, es una terrible iniqui­
se halla en la hiel de la amargura dad negarles las misericordias
y en las cadenas de la iniquidad, puras de Dios, porque todos
10 a GEE Responsabilidad, b GEE Remisión de 16 a GEE Autoridad.
responsable. pecados. b GEE Amor.
b GEE Humildad, 12 a DyC 29:46–47; 93:38. c 1 Juan 4:18.
humilde, humillar b Efe. 6:9; 17 a GEE Caridad.
(afligir); 2 Ne. 26:33; b Mos. 3:16–19.
Niño(s). DyC 38:16. 18 a Alma 7:20;
11 a GEE Bautismo, 14 a 1 Cor. 13; Morm. 9:9.
bautizar — Requisitos Éter 12:6; GEE Trinidad.
del bautismo; Moro. 7:25–28; b Moro. 7:22.
Niño(s). 10:20–23. 19 a Lucas 18:15–17.
MORONI 8:20–28 636
viven en él por motivo de su mi­ b 
miento es para aquellos que están
sericordia. bajo condenación y bajo la maldi­
20 Y el que diga que los niños ción de una ley violada.
pequeños necesitan el bautismo 25 Y las primicias del a arrepenti­
niega las misericordias de Cristo miento es el b bautismo; y el bau­
y desprecia su a expiación y el po­ tismo viene por la fe para cumplir
der de su redención. los mandamientos; y el cumpli­
21 ¡Ay de estos, porque están en miento de los mandamientos trae
peligro de muerte, a infierno y un la c remisión de los pecados;
b 
tormento sin fin! Lo digo osada­ 26 y la remisión de los pecados
mente; Dios me lo ha mandado. trae la a mansedumbre y la hu­
Escuchad estas palabras y obede­ mildad de corazón; y por motivo
cedlas, o testificarán contra voso­ de la mansedumbre y la humil­
tros ante el c tribunal de Cristo. dad de corazón viene la visita­
22 Porque he aquí, todos los ni­ ción del b Espíritu Santo, el cual
ños pequeñitos a viven en Cristo, c 
Consolador llena de d esperanza
y también todos aquellos que es­ y de e amor perfecto, amor que
tán sin b ley. Porque el poder de la perdura por la f diligencia en la
c 
redención surte efecto en todos g 
oración, hasta que venga el fin,
aquellos que no tienen ley; por cuando todos los h santos morarán
tanto, el que no ha sido conde­ con Dios.
nado, o sea, el que no está bajo 27 He aquí, hijo mío, te escri­
condenación alguna, no puede biré otra vez, si no salgo pronto
arrepentirse; y para tal el bau­ contra los lamanitas. He aquí, el
tismo de nada sirve; a 
orgullo de esta nación, o sea, el
23 antes bien, es una burla ante pueblo de los nefitas, ha sido la
Dios, el negar las misericordias causa de su destrucción a menos
de Cristo y el poder de su Santo que se arrepientan.
Espíritu, y el poner la confianza 28 Ruega por ellos, hijo mío, a
en a obras muertas. fin de que venga a ellos el arre­
24 He aquí, hijo mío, esto no pentimiento. Pero he aquí, temo
debe ser así; porque el a arrepenti­ que el Espíritu ya ha dejado de
19 b GEE Misericordia, b Hech. 17:30; pecados.
misericordioso. DyC 76:71–72. 26 a GEE Mansedumbre,
20 a GEE Expiación, expiar; c GEE Redención, manso.
Plan de redención. redimido, redimir. b GEE Espíritu Santo.
21 a GEE Infierno. 23 a DyC 22:2. c GEE Consolador.
b Jacob 6:10; 24 a GEE Arrepentimiento, d GEE Esperanza.
Mos. 28:3; arrepentirse. e 1 Pe. 1:22;
DyC 19:10–12. 25 a GEE Bautismo, 1 Ne. 11:22–25.
c GEE Jesucristo — Es bautizar — Requisitos f GEE Diligencia.
juez. del bautismo. g GEE Oración.
22 a GEE Salvación — La b Moisés 6:58–60. h GEE Santo (sustantivo).
salvación de los niños c DyC 76:52. 27 a DyC 38:39.
pequeños. GEE Remisión de GEE Orgullo.
637 MORONI 8:29–9:7
a 
luchar con ellos; y en esta parte 3 Y ahora bien, he aquí, hijo mío,
de la tierra están procurando tam­ temo que los lamanitas destruyan
bién destruir todo poder y auto­ a los de este pueblo; porque no se
ridad que viene de Dios; y están arrepienten, y Satanás de conti­
b 
negando al Espíritu Santo. nuo los está provocando a la ira
29 Y después de rechazar tan unos contra otros.
grande conocimiento, hijo mío, de­ 4 He aquí, continuamente estoy
ben perecer en breve, para que se afanándome con ellos; y cuando
cumplan las profecías que habla­ les hablo la palabra de Dios con
ron los profetas, así como las pala­ a 
severidad, tiemblan y se enojan
bras de nuestro Salvador mismo. conmigo; y cuando no empleo la
30 Adiós, hijo mío, hasta que te severidad, endurecen el corazón
escriba, o te vuelva a ver. Amén. contra la palabra; por tanto, temo
que el Espíritu del Señor ha ce­
sado de b luchar con ellos.
La segunda epístola de Mormón
5 Porque es tan grande su ira,
a su hijo Moroni.
que me parece que no temen la
Comprende el capítulo 9. muerte; y han perdido su amor,
el uno para con el otro; y siempre
CAPÍTULO 9 están a sedientos de sangre y de
venganza.
Tanto los nefitas como los lamanitas
6 Y ahora bien, mi querido hijo,
se han depravado y degenerado —
pese a su dureza, trabajemos a dili­
Se torturan y se asesinan unos a
gentemente; porque si dejamos de
otros — Mormón suplica que la gra- b 
obrar, incurriremos en la conde­
cia y la bondad de Dios acompañen
nación. Porque tenemos una obra
a Moroni para siempre. Aproxima-
que debemos efectuar mientras
damente 401 d.C.
estemos en este tabernáculo de
Mi amado hijo, te escribo otra vez barro, a fin de vencer al enemigo
para que sepas que estoy vivo to­ de toda rectitud, y dar reposo
davía; pero escribo algo de aque­ a nuestras almas en el reino de
llo que es penoso. Dios.
2 Porque he aquí, he tenido una 7 Y ahora escribo un poco con­
reñida batalla con los lamanitas, cerniente a los padecimientos
en la cual no vencimos; y Ar­ de este pueblo, porque según
queanto ha caído por la espada, las noticias que he recibido de
y también Luram y Emrón; sí, y Amorón, he aquí, los lamanitas
hemos perdido un gran número tienen muchos prisioneros que
de nuestros mejores hombres. tomaron de la torre de Sherriza;
28 a Morm. 5:16. 9 4 a 2 Ne. 1:26–27; 6 a GEE Diligencia.
b Alma 39:6. DyC 121:41–43. b Jacob 1:19;
GEE Pecado b DyC 1:33. Enós 1:20.
imperdonable. 5 a Morm. 4:11–12. GEE Deber.
MORONI 9:8–20 638
y había entre ellos hombres, mu­ oh Dios, y oculta sus pecados, e
jeres y niños. iniquidad, y abominaciones, de
8 Y a los maridos y padres de ante tu faz!
estas mujeres y niños los han ma­ 16 Y además, hijo mío, hay mu­
tado; y alimentan a las mujeres chas a viudas y sus hijas que per­
con la carne de sus esposos, y a manecen en Sherriza; y la parte de
los niños con la carne de sus pa­ las provisiones que los lamanitas
dres; y no les dan sino un poco no se llevaron, he aquí, el ejército
de agua. de Zenefi la ha tomado consigo,
9 Mas no obstante esta gran abo­ y a ellas las ha dejado para que
minación de los lamanitas, no anden errando por donde puedan
excede a la de nuestro pueblo en hallar alimento; y muchas ancia­
Moriántum. Pues he aquí, han to­ nas se desmayan por el camino,
mado cautivas a muchas de las hi­ y mueren.
jas de los lamanitas; y después de 17 Y el ejército que está conmigo
privarlas de lo que era más caro y es débil; y los ejércitos de los la­
precioso que todas las cosas, que manitas me separan de Sherriza;
es la a castidad y la b virtud, y cuantos se han pasado al ejér­
10 después de haber hecho esto, cito de a Aarón han sido víctimas
las asesinaron de la manera más de su espantosa brutalidad.
cruel, torturando sus cuerpos 18 ¡Oh, la depravación de mi
hasta la muerte; y después que pueblo! No tienen ni orden ni mi­
han hecho esto, devoran sus cuer­ sericordia. He aquí, no soy más
pos como bestias salvajes, a causa que un hombre, y no tengo más
de la dureza de sus corazones; y fuerza que la de un hombre, y ya
lo hacen como señal de valor. no me es posible poner en vigor
11 Oh mi amado hijo, ¿cómo mis órdenes.
puede un pueblo como este, que 19 Y ellos se han empedernido
está sin civilización en su perversidad; y son igual­
12 (y solo han pasado unos po­ mente brutales, pues no perdonan
cos años desde que era un pueblo a nadie, ni a jóvenes ni a ancianos;
deleitable y civilizado), y se deleitan en todo menos en lo
13 oh hijo mío, cómo puede un que es bueno; y los padecimientos
pueblo como este, que se deleita de nuestras mujeres y nuestros
en tanta abominación, hijos por toda la faz de esta tierra
14 cómo podemos esperar que sobrepujan a todas las cosas; sí, la
Dios a detenga su mano en juicio lengua no lo puede expresar, ni se
contra nosotros? puede escribir.
15 He aquí, mi corazón exclama: 20 Ahora bien, hijo mío, no ha­
¡Ay de este pueblo! ¡Ven en juicio, blo más de esta horrible escena.
9 a GEE Castidad. 14 a Alma 10:23. 17 a Morm. 2:9.
b GEE Virtud. 16 a GEE Viuda.
639 MORONI 9:21–10:2
He aquí, tú conoces la iniquidad hasta la muerte; sino Cristo te
de los de este pueblo; sabes que anime, y sus a padecimientos y
no tienen principios y han per­ muerte, y la manifestación de su
dido toda sensibilidad; y sus ini­ cuerpo a nuestros padres, y su
quidades a sobrepujan a las de los misericordia y longanimidad, y
lamanitas. la esperanza de su gloria y de la
21 He aquí, hijo mío, no puedo b 
vida eterna, reposen en tu c mente
encomendarlos a Dios, no sea que para siempre.
él me castigue. 26 Y la gracia de Dios el Padre,
22  Mas he aquí, hijo mío, te cuyo trono está en las alturas de
encomiendo a Dios, y confío en los cielos, y de nuestro Señor
Cristo que te salvarás; y le pido a Jesucristo, que se sienta a la a dies­
Dios que te a conserve la vida para tra de su poder, hasta que todas
que seas testigo o del regreso de las cosas le sean sujetas, te acom­
este pueblo a él, o de su entera pañe y quede contigo para siem­
destrucción; porque yo sé que pre. Amén.
deben perecer, a menos que se
b 
arrepientan y vuelvan a él. CAPÍTULO 10
23 Y si perecen, será como los
Se recibe un testimonio del Libro de
jareditas, por motivo de la obsti­
Mormón por el poder del Espíritu
nación de sus corazones en a bus­
Santo — Los dones del Espíritu se
car sangre y b venganza.
dan a los fieles — Los dones espiri-
24 Y si es que perecen, sabemos
tuales siempre acompañan a la fe —
que un gran número de nues­
Las palabras de Moroni hablan desde
tros hermanos se han a pasado
el polvo — Venid a Cristo, perfec-
a los lamanitas, y que muchos
cionaos en Él y santificad vuestras
otros también desertarán a ellos.
almas. Aproximadamente 421 d.C.
Escribe, pues, algunas cosas, si
eres preservado y yo muero y no Y ahora yo, Moroni, escribo algo
te veo más; pero confío en que según me parezca bien; y escribo
pueda verte pronto, porque tengo a mis hermanos los a lamanitas; y
unos anales sagrados que quisiera quiero que sepan que ya han pa­
b 
entregarte. sado más de cuatrocientos veinte
25 Hijo mío, sé fiel en Cristo; y años desde que se dio la señal de
que las cosas que he escrito no la venida de Cristo.
te aflijan, para apesadumbrarte 2 Y a sello estos anales, después
20 a Hel. 6:34–35. 24 a Alma 45:14. Mos. 5:9; Alma 28:12.
22 a Morm. 8:3. b Morm. 6:6. 10 1 a DyC 10:48.
b Mal. 3:7; 25 a GEE Expiación, expiar. 2 a Morm. 8:4, 13–14.
Hel. 13:11; b GEE Vida eterna. GEE Escrituras —
3 Ne. 10:6; 24:7. c GEE Mente. Se profetiza la
23 a Morm. 4:11–12. 26 a Lucas 22:69; publicación de las
b Éter 15:15–31. Hech. 7:55–56; Escrituras.
MORONI 10:3–17 640
que os haya hablado unas pala­ los hombres, lo mismo hoy, y ma­
bras por vía de exhortación. ñana, y para siempre.
3 He aquí, quisiera exhortaros a 8 Y además os exhorto, hermanos
que, cuando leáis estas cosas, si míos, a que no neguéis los a dones
Dios juzga prudente que las leáis, de Dios, porque son muchos, y
recordéis cuán misericordioso ha vienen del mismo Dios. Y hay
sido el Señor con los hijos de los b 
diversas maneras de administrar
hombres, desde la creación de estos dones, pero es el mismo Dios
Adán hasta el tiempo en que re­ que obra todas las cosas en todo; y
cibáis estas cosas, y que lo a medi­ se dan a los hombres por las ma­
téis en vuestros b corazones. nifestaciones del Espíritu de Dios
4 Y cuando recibáis estas cosas, para beneficiarlos.
quisiera exhortaros a que a pre­ 9 Porque he aquí, a a uno le es
guntéis a Dios el Eterno Padre, dado por el Espíritu de Dios b en­
en el nombre de Cristo, si b no son señar la palabra de sabiduría;
verdaderas estas cosas; y si pe­ 10 y a otro, enseñar la palabra
dís con un corazón c sincero, con de conocimiento por el mismo
d 
verdadera intención, teniendo Espíritu;
e 
fe en Cristo, él os f manifestará la 11 y a otro, una a fe sumamente
g 
verdad de ellas por el poder del grande; y a otro, los dones de b sa­
Espíritu Santo; nar por el mismo Espíritu;
5 y por el poder del Espíritu 12 y además, a otro, obrar pode­
Santo podréis a conocer la b verdad rosos a milagros;
de todas las cosas. 13 y además, a otro, profetizar
6 Y cualquier cosa que es buena, concerniente a todas las cosas;
es justa y verdadera; por lo tanto, 14 y además, a otro, ver ángeles
nada que sea bueno niega al y espíritus ministrantes;
Cristo, antes bien, reconoce que 15 y además, a otro, todo género
él existe. de lenguas;
7 Y por el poder del Espíritu 16 y además, a otro, la interpre­
Santo podréis saber que él existe; tación de idiomas y diversas cla­
por lo que quisiera exhortaros a ses de a lenguas.
que no neguéis el poder de Dios; 17  Y todos estos dones vie­
porque él obra por poder, a de nen por el Espíritu de Cristo; y
acuerdo con la fe de los hijos de vienen a todo hombre, respec­
3 a Deut. 11:18–19. d Stg. 1:5–7; Moro. 7:9. 8 a GEE Dones del Espíritu.
GEE Meditar. e GEE Fe. b DyC 46:15.
b Deut. 6:6–7. f GEE Revelación. 9 a 1 Cor. 12:8–11;
4 a GEE Oración. g GEE Verdad. DyC 46:8–29.
b 1 Ne. 13:39; 14:30; 5 a DyC 35:19. b DyC 88:77–79, 118.
Mos. 1:6; GEE Discernimiento, 11 a GEE Fe.
Éter 4:10–11; 5:3. don de; Testimonio. b GEE Sanar, sanidades.
c GEE Honestidad, b Juan 8:32. 12 a GEE Milagros.
honradez. 7 a 1 Ne. 10:17–19. 16 a GEE Lenguas, don de.
641 MORONI 10:18–29
tivamente, de acuerdo con su en que dejen de existir entre vo­
voluntad. sotros el poder y los dones de
18 Y quisiera exhortaros, mis Dios, será a por causa de la b in­
amados hermanos, a que tengáis credulidad.
presente que a toda buena dádiva 25 Y, ¡ay de los hijos de los hom­
viene de Cristo. bres si tal fuere el caso; porque
19 Y quisiera exhortaros, mis a 
no habrá entre vosotros quien
amados hermanos, a que recor­ haga lo bueno, no, ni uno solo!
déis que él es el a mismo ayer, hoy Porque si hubiere entre vosotros
y para siempre, y que todos estos quien hiciere lo bueno, será por el
dones de que he hablado, que son poder y los dones de Dios.
espirituales, jamás cesarán, mien­ 26 Y, ¡ay de aquellos que hagan
tras permanezca el mundo, sino cesar estas cosas y a mueran, por­
por la b incredulidad de los hijos que mueren en sus b pecados y
de los hombres. no pueden ser salvos en el reino
20 Por tanto, debe haber a fe; y de Dios! Y lo digo de acuerdo
si debe haber fe, también debe con las palabras de Cristo, y no
haber esperanza; y si debe haber miento.
esperanza, debe haber caridad 27 Y os exhorto a que recordéis
también. estas cosas; pues se acerca rápida­
21 Y a menos que tengáis a cari­ mente el día en que sabréis que no
dad, de ningún modo seréis sal­ miento, porque me veréis ante el
vos en el reino de Dios; ni seréis tribunal de Dios; y el Señor Dios
salvos en el reino de Dios si no os dirá: ¿No os declaré mis a pala­
tenéis fe; ni tampoco, si no tenéis bras, que fueron escritas por este
esperanza. hombre, como uno que b clamaba
22 Y si no tenéis esperanza, os de entre los muertos, sí, como uno
hallaréis en la desesperación; y la que hablaba desde el c polvo?
desesperación viene por causa de 28 Declaro estas cosas para el
la iniquidad. cumplimiento de las profecías.
23 Y Cristo verdaderamente dijo Y he aquí, procederán de la boca
a nuestros padres: a Si tenéis fe, del Dios sempiterno; y su pala­
podréis hacer todas las cosas que bra a resonará de generación en
me sean convenientes. generación.
24 Y ahora hablo a todos los ex­ 29 Y Dios os mostrará que lo que
tremos de la tierra: Si llega el día he escrito es verdadero.
18 a Stg. 1:17. 24 a Moro. 7:37. b Juan 8:21.
19 a Heb. 13:8. b GEE Incredulidad. 27 a 2 Ne. 33:10–11.
b Moro. 7:37. 25 a TJS Sal. 14:1–7 b 2 Ne. 3:19–20;
20 a Éter 12:3–37. (Apéndice — Biblia); 27:13; 33:13;
21 a 1 Cor. 13; Rom. 3:10–12. Morm. 9:30.
Moro. 7:1, 42–48. 26 a Ezeq. 18:26–27; c Isa. 29:4.
GEE Caridad. 1 Ne. 15:32–33; 28 a 2 Ne. 29:2.
23 a Moro. 7:33. Mos. 15:26.
MORONI 10:30–34 642
30 Y otra vez quisiera exhor­ la gracia de Dios sois perfectos en
taros a que a vinieseis a Cristo, y Cristo, de ningún modo podréis
procuraseis toda buena dádiva; y negar el poder de Dios.
que b no tocaseis el don malo, ni 33 Y además, si por la gracia
la cosa impura. de Dios sois perfectos en Cristo
31 ¡Y a despierta y levántate del y no negáis su poder, entonces
polvo, oh Jerusalén; sí, y vístete sois a santificados en Cristo por la
tus ropas hermosas, oh hija de gracia de Dios, mediante el derra­
b 
Sion; y c fortalece tus d estacas, y mamiento de la b sangre de Cristo,
extiende tus linderos para siem­ que está en el convenio del Padre
pre, a fin de que ya e no seas más para la c remisión de vuestros pe­
confundida, y se cumplan los con­ cados, a fin de que lleguéis a ser
venios que el Padre Eterno te ha d 
santos, sin mancha.
hecho, oh casa de Israel! 34 Y ahora me despido de to­
32 Sí, a venid a Cristo, y b per­ dos. Pronto iré a a descansar en
feccionaos en él, y absteneos de el b paraíso de Dios, hasta que mi
toda impiedad, y si os abstenéis c 
espíritu y mi cuerpo de nuevo se
de toda impiedad, y c amáis a Dios d 
reúnan, y sea llevado triunfante
con todo vuestro poder, mente y por el e aire, para encontraros ante
fuerza, entonces su gracia os es el f agradable tribunal del gran
suficiente, para que por su d gracia g 
Jehová, el h Juez Eterno de vivos
seáis perfectos en Cristo; y si por y muertos. Amén.
30 a 1 Ne. 6:4; Jacob 1:7; d GEE Santidad.
Morm. 9:27; Omni 1:26. 34 a GEE Descansar,
Éter 5:5. b Mateo 5:48; descanso (reposo).
b Alma 5:57. 3 Ne. 12:48. b GEE Paraíso.
31 a Isa. 52:1–2. GEE Perfecto. c GEE Espíritu.
b GEE Sion. c DyC 4:2; 59:5–6. d GEE Resurrección.
c Isa. 54:2. d 2 Ne. 25:23. e 1 Tes. 4:17.
d GEE Estaca. 33 a GEE Santificación. f Jacob 6:13.
e Éter 13:8. b GEE Expiación, expiar. g GEE Jehová.
32 a Mateo 11:28; c GEE Remisión de h GEE Jesucristo — Es
2 Ne. 26:33; pecados. juez.

FIN
DOCTRINA Y
CON VENIOS
DE LA IGLESIA DE JESUCRISTO
DE LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS

CON T I EN E RE V EL ACION ES DADAS A


JOSÉ SM I T H EL PROF ETA

CON ADI TA M EN TOS DE SUS SUCESORES


EN L A PRESI DENCI A DE L A IGLESI A
TA BL A DE M AT ER I A S

Introducción .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  V
Tabla cronológica  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  X
Secciones .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  1
Declaraciones Oficiales .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .   339
I N T RODUCCIÓN

E l libro de Doctrina y Convenios es una colección de revelaciones


divinas y declaraciones inspiradas que se han dado para el esta-
blecimiento y la regulación del reino de Dios sobre la tierra en los días
postreros. Aun cuando la mayor parte de las secciones se dirigen a
miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días,
los mensajes, amonestaciones y exhortaciones son para el beneficio de
todo el género humano y contienen una invitación a todas las personas,
dondequiera que estén, a escuchar la voz del Señor Jesucristo, que les
habla para su bienestar temporal y su salvación sempiterna.
La mayor parte de las revelaciones de esta recopilación se recibie-
ron por medio de José Smith, hijo, el primer Profeta y Presidente de
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Otras se
expidieron por medio de algunos de sus sucesores en la Presidencia
(véanse los encabezamientos de DyC 135, 136 y 138, así como las De-
claraciones Oficiales 1 y 2).
El libro de Doctrina y Convenios es una de las obras canónicas de
la Iglesia junto con la Santa Biblia, el Libro de Mormón y la Perla de
Gran Precio. Sin embargo, Doctrina y Convenios es singular porque
no es una traducción de un documento antiguo, sino que es de origen
moderno y fue dado por Dios mediante Sus profetas escogidos para
la restauración de Su santa obra y el establecimiento del reino de Dios
sobre la tierra en estos días. En las revelaciones, uno escucha la tierna
pero firme voz del Señor Jesucristo, que habla de nuevo en la dispen-
sación del cumplimiento de los tiempos; y la obra que con ello se inicia
es en preparación para Su segunda venida, en cumplimiento de las
palabras de todos los santos profetas desde el principio del mundo, y
de conformidad con ellas.
José Smith, hijo, nació el 23 de diciembre de 1805 en Sharon, condado
de Windsor, Vermont, EE. UU. En su niñez, se trasladó con su familia
a la ciudad que en la actualidad se conoce como Manchester, que se
encuentra en la parte occidental de Nueva York. Fue mientras vivía allí,
en la primavera de 1820, cuando tenía catorce años de edad, que recibió
su primera visión, en la cual le visitaron en persona Dios, el Padre
Eterno, y Su Hijo Jesucristo. Se le dijo en esa visión que la verdadera
Iglesia de Jesucristo, que se había establecido en la época del Nuevo
Testamento, y la cual había administrado la plenitud del Evangelio,
no existía ya sobre la tierra. Siguieron otras manifestaciones divinas
en las cuales fue instruido por muchos ángeles; le fue mostrado que
Dios tenía una obra especial para él sobre la tierra, y que por medio
de él la Iglesia de Jesucristo sería restaurada en la tierra.
Introducción VI

Con el transcurso del tiempo, José Smith, con ayuda divina, quedó
capacitado para traducir y publicar el Libro de Mormón. Mientras tanto,
él y Oliver Cowdery habían sido ordenados al Sacerdocio Aarónico por
Juan el Bautista en mayo de 1829 (véase DyC 13), y poco después, los
antiguos apóstoles Pedro, Santiago y Juan los ordenaron al Sacerdocio
de Melquisedec (véase DyC 27:12). Siguieron otras ordenaciones en
las cuales Moisés, Elías el Profeta, Elías y muchos profetas antiguos
les confirieron llaves correspondientes al sacerdocio (véase DyC 110;
128:18, 21). Estas ordenaciones fueron, de hecho, una restauración de
la autoridad divina al hombre sobre la tierra. El 6 de abril de 1830, bajo
dirección celestial, el profeta José Smith organizó la Iglesia, por lo que
la Iglesia verdadera de Jesucristo una vez más funciona como institu-
ción entre los hombres, con la autoridad para enseñar el Evangelio y
administrar las ordenanzas de salvación. (Véase DyC 20 y la Perla de
Gran Precio, José Smith—Historia 1).
Estas revelaciones sagradas se recibieron como respuesta a la ora-
ción, en épocas de necesidad, y surgieron de situaciones reales de la
vida, vividas por personas también reales. El Profeta y los que con él
se asociaban buscaron orientación divina, y estas revelaciones certifi-
can que la recibieron. En las revelaciones, uno ve la restauración y el
despliegue del evangelio de Jesucristo y la introducción de la dispen-
sación del cumplimiento de los tiempos. También se manifiestan en
estas revelaciones el movimiento de la Iglesia hacia el oeste, de Nueva
York y Pensilvania a Ohio, a Misuri, a Illinois y, por último a la Gran
Cuenca del oeste de los Estados Unidos, así como los grandes esfuerzos
de los miembros de la Iglesia que procuraban establecer Sion sobre la
tierra en los tiempos modernos.
Varias de las primeras secciones tienen que ver con asuntos relaciona-
dos con la traducción y la publicación del Libro de Mormón (véanse las
secciones 3, 5, 10, 17, 19). Algunas secciones posteriores indican la obra
del profeta José Smith en la preparación de una traducción inspirada
de la Biblia, durante la cual se recibieron muchas de las importantes
secciones doctrinales (véanse, por ejemplo, las secciones 37, 45, 73, 76,
77, 86, 91 y 132, cada una de las cuales tiene una relación directa con
la traducción de la Biblia).
En las revelaciones, se expone la doctrina del Evangelio con explica-
ciones acerca de principios fundamentales tales como la naturaleza del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, el origen del hombre, la realidad
de Satanás, el propósito de la vida terrenal, la necesidad de la obedien-
cia, la necesidad del arrepentimiento, las obras del Santo Espíritu, las
ordenanzas y las prácticas que corresponden a la salvación, el destino
de la tierra, las condiciones futuras del hombre después de la Resurrec-
ción y el Juicio, lo eterno de la relación conyugal y la naturaleza eterna
VII Introducción

de la familia. De igual manera, se indica el despliegue gradual de la


estructura administrativa de la Iglesia con el llamamiento de obispos,
de la Primera Presidencia, del Consejo de los Doce y de los Setenta,
así como el establecimiento de otros oficios y cuórums presidentes.
Por último, el testimonio que se da de Jesucristo —de Su divinidad,
Su majestad, Su perfección, Su amor y Su poder redentor— hace de
este libro una obra de gran valor para la familia humana y “de tal
estima para la Iglesia como las riquezas de toda la tierra” (véase el
encabezamiento de DyC 70).
Las revelaciones fueron escritas originalmente por los escribientes
de José Smith, y los miembros de la Iglesia compartían con entusiasmo
copias manuscritas el uno con el otro. A fin de crear un registro per-
manente, los escribientes pronto copiaron esas revelaciones en libros
de registro manuscritos que los líderes de la Iglesia utilizaron para
preparar las revelaciones que se iban a imprimir. José y esos primeros
santos consideraban las revelaciones del mismo modo que considera-
ban a la Iglesia: viviente, dinámica y sujeta a refinamiento con reve-
lación adicional. Además, se daban cuenta de que era probable que se
hubieran producido errores involuntarios en el proceso de copiar las
revelaciones y de prepararlas para su publicación. Por lo tanto, en 1831,
una conferencia de la Iglesia le pidió a José Smith que “corrigiera esos
errores o faltas que podría encontrar por el Espíritu Santo”.
Después que las revelaciones fueron revisadas y corregidas, los
miembros de la Iglesia de Misuri comenzaron a publicar un libro inti-
tulado A Book of Commandments for the Government of the Church of Christ
(Un Libro de Mandamientos para el Gobierno de la Iglesia de Cristo),
el cual contenía muchas de las primeras revelaciones del Profeta; sin
embargo, ese primer intento de publicar dichas revelaciones llegó a
su fin cuando un populacho destruyó la imprenta de los santos en el
condado de Jackson, el 20 de julio de 1833.
Al enterarse de la destrucción de la imprenta de Misuri, José Smith
y otros líderes de la Iglesia comenzaron los preparativos para publicar
las revelaciones en Kirtland, Ohio. A fin de, una vez más, corregir
errores, aclarar términos y reconocer el progreso de la doctrina y la
organización de la Iglesia, José Smith supervisó la edición del texto de
algunas revelaciones con objeto de prepararlas para su publicación en
1835 como Doctrine and Covenants of the Church of the Latter Day Saints
(Doctrina y Convenios de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días).
José Smith autorizó otra edición de Doctrina y Convenios, la que se
publicó pocos meses después del martirio del Profeta, en 1844.
Los primeros Santos de los Últimos Días tenían en alta estima las
revelaciones y las consideraban como mensajes de Dios. En una oca-
sión, a finales de 1831, varios élderes de la Iglesia dieron testimonio
Introducción VIII
solemne de que el Señor les había testificado a sus almas en cuanto a
la verdad de las revelaciones. Ese testimonio se publicó en la edición
de Doctrina y Convenios de 1835 como el testimonio escrito de los
Doce Apóstoles:

TESTIMONIO DE LOS
DOCE APÓSTOLES CON RESPECTO A LA VERACIDAD DEL
LIBRO DE DOCTRINA Y CONVENIOS
El testimonio de los Testigos del Libro de los Mandamientos del Señor,
mandamientos que Él dio a su Iglesia por medio de José Smith, hijo, a
quien la voz de la Iglesia nombró para este propósito:
Estamos dispuestos, pues, a testificar a todo el género humano,
a toda criatura sobre la faz de la tierra, que el Señor ha testificado
a nuestras almas, por medio del Espíritu Santo, derramado sobre
nosotros, que se dieron estos mandamientos por la inspiración
de Dios, que son benéficos para todos los hombres y que cierta-
mente son verdaderos.
Damos este testimonio al mundo, siendo el Señor nuestra
ayuda; y es por medio de la gracia de Dios el Padre, y de su Hijo
Jesucristo, por la que se nos concede este privilegio de dar este
testimonio al mundo, en lo cual nos regocijamos extraordinaria-
mente, orando siempre al Señor para que los hijos de los hombres
se beneficien por este medio.
Los nombres de los Doce fueron:
Thomas B. Marsh Orson Hyde William Smith
David W. Patten William E. McLellin Orson Pratt
Brigham Young Parley P. Pratt John F. Boynton
Heber C. Kimball Luke S. Johnson Lyman E. Johnson
En ediciones sucesivas de Doctrina y Convenios, se han agregado
revelaciones adicionales y otros asuntos oficiales, tal cual se recibían
y los aceptaban las asambleas o conferencias competentes de la Igle-
sia. En la edición de 1876, preparada por el élder Orson Pratt bajo la
dirección de Brigham Young, se arreglaron las revelaciones en forma
cronológica y se agregaron nuevos encabezamientos, junto con intro-
ducciones históricas.
Empezando con la edición de 1835, también se incluyó una serie
de siete lecciones teológicas que llevaban el título de Lectures on Faith
(Discursos sobre la fe). Estas se habían preparado para usarse en la Es-
cuela de los Profetas, en Kirtland, Ohio, en 1834–1835. Aun cuando sean
útiles como doctrina e instrucción, esos discursos se han suprimido
de Doctrina y Convenios desde la edición en inglés de 1921, porque
no se dieron ni se presentaron como revelaciones a toda la Iglesia.
IX Introducción
En la edición de 1981 de Doctrina y Convenios en inglés se incluyeron
tres documentos por primera vez. Estos constituyen las secciones 137 y
138, que establecen los fundamentos para la salvación de los muertos;
y la Declaración Oficial 2, en la que se anuncia que todos los varones
que sean miembros dignos de la Iglesia pueden ser ordenados al sa-
cerdocio sin tomar en consideración su raza ni su color.
En cada edición nueva de Doctrina y Convenios se han corregido
errores del pasado y se ha agregado nueva información, en particu-
lar las partes históricas de los encabezamientos de las secciones. La
presente edición refina fechas y nombres de lugares aún más y lleva a
cabo otras correcciones. Dichos cambios se han realizado para poner
el material de conformidad con la más precisa información histórica.
Esta última edición presenta otras características especiales, entre las
que se encuentran mapas revisados, que muestran los sitios geográ-
ficos principales en los que se recibieron las revelaciones, además de
fotografías de los lugares de la historia de la Iglesia, pasajes correla-
cionados, encabezamientos de secciones y resúmenes de temas que
han sido mejorados, todo lo cual se ha diseñado para ayudar al lector
a entender y a regocijarse en el mensaje que el Señor ha dado en Doc-
trina y Convenios. Los datos de los encabezamientos correspondientes
a las secciones se han tomado de Historia Manuscrita de la Iglesia y
de la publicación History of the Church (Historia de la Iglesia) (referida
en forma colectiva en los encabezamientos como la historia de José
Smith) y de Joseph Smith Papers (Documentos de José Smith).
X
TABLA CRONOLÓGICA DE MATERIAS

Fecha Lugar Secciones


1823 Septiembre Manchester, Nueva York
         . . . . . . . . . . . 2
1828 Julio Harmony, Pensilvania
         . . . . . . . . . . . 3
1829 Febrero Harmony, Pensilvania
         . . . . . . . . . . . 4
Marzo Harmony, Pensilvania
         . . . . . . . . . . . 5
Abril Harmony, Pensilvania
         . . . . . . . . 6, 7, 8, 9, 10
Mayo Harmony, Pensilvania
         . . . . . . . . 11, 12, 13*
Junio Fayette, Nueva York
       . . . . . . . . 14, 15, 16, 17, 18
Verano Manchester, Nueva York
         . . . . . . . . . . . 19
1830 Condado de Wayne, Nueva York
               . . . . . . . . 74
Abril Fayette, Nueva York
       . . . . . . . . . . . 20*, 21
Abril Manchester, Nueva York
         . . . . . . . . . . 22, 23
Julio Harmony, Pensilvania
         . . . . . . . . .24, 25, 26
Agosto Harmony, Pensilvania
         . . . . . . . . . . . 27
Septiembre Fayette, Nueva York
       . . . . . . . . . 28, 29, 30, 31
Octubre Manchester, Nueva York
         . . . . . . . . . . . 32
Octubre Fayette, Nueva York
       . . . . . . . . . . . . 33
Noviembre Fayette, Nueva York
       . . . . . . . . . . . . 34
Diciembre Fayette, Nueva York
       . . . . . . . . . 35*, 36*, 37*
1831 Enero Fayette, Nueva York
       . . . . . . . . . . 38, 39, 40
Febrero Kirtland, Ohio
   . . . . . . . . . . .41, 42, 43, 44
Marzo Kirtland, Ohio
   . . . . . . . . . . .45, 46, 47, 48
Mayo Kirtland, Ohio
   . . . . . . . . . . . . . 49, 50
Mayo Thompson,     . . . . . . . . . . . . .
Ohio 51
Junio Kirtland, Ohio
   . . . . . . . . . 52, 53, 54, 55, 56
Julio Sion, condado de Jackson, Misuri
                 . . . . . . . 57
Agosto Sion, condado de Jackson, Misuri
                 . . . . . . 58, 59
Agosto Independence, Misuri
         . . . . . . . . . . . 60
Agosto Río Misuri,       . . . . . . . . . . . .
Misuri 61
Agosto Chariton, Misuri
     . . . . . . . . . . . . . 62
Agosto Kirtland, Ohio
   . . . . . . . . . . . . . . 63
Septiembre Kirtland, Ohio
   . . . . . . . . . . . . . . 64
Octubre Hiram, Ohio . . . . . . . . . . . . . . 65, 66
Noviembre Hiram, Ohio . . . . . . . . . . 1, 67, 68, 69, 70, 133
Diciembre Hiram, Ohio . . . . . . . . . . . . . . . 71
Diciembre Kirtland, Ohio
   . . . . . . . . . . . . . . 72
1832 Enero Hiram, Ohio . . . . . . . . . . . . . . . 73
Enero Amherst, Ohio
   . . . . . . . . . . . . . . 75
Febrero Hiram, Ohio . . . . . . . . . . . . . . . 76
Marzo Hiram, Ohio . . . . . . . . . . . .77, 79, 80, 81
Marzo Kirtland, Ohio
   . . . . . . . . . . . . . . 78
* En el sitio indicado, o cerca de allí.
XI
Fecha Lugar Secciones
Abril Independence, Misuri
         . . . . . . . . . . 82, 83
Agosto Hiram, Ohio   . . . . . . . . . . . . . . 99
Septiembre Kirtland, Ohio
   . . . . . . . . . . . . . . 84
Noviembre Kirtland, Ohio
   . . . . . . . . . . . . . . 85
Diciembre Kirtland, Ohio
   . . . . . . . . . . . 86, 87*, 88
1833 Febrero Kirtland, Ohio
   . . . . . . . . . . . . . . 89
Marzo Kirtland, Ohio
   . . . . . . . . . . . 90, 91, 92
Mayo Kirtland, Ohio
   . . . . . . . . . . . . . . 93
Junio Kirtland, Ohio
   . . . . . . . . . . . . . 95, 96
Agosto Kirtland, Ohio
   . . . . . . . . . . . 94, 97, 98
Octubre Perrysburg, Nueva York
         . . . . . . . . . . 100
Diciembre Kirtland, Ohio
   . . . . . . . . . . . . . 101
1834 Febrero Kirtland, Ohio
   . . . . . . . . . . . . 102, 103
Abril Kirtland, Ohio
   . . . . . . . . . . . . . 104*
Junio Río Fishing, Misuri
         . . . . . . . . . . 105
Noviembre Kirtland, Ohio
   . . . . . . . . . . . . . 106
1835 Abril Kirtland, Ohio
   . . . . . . . . . . . . . 107
Agosto Kirtland, Ohio
   . . . . . . . . . . . . . 134
Diciembre Kirtland, Ohio
   . . . . . . . . . . . . . 108
1836 Enero Kirtland, Ohio
   . . . . . . . . . . . . . 137
Marzo Kirtland, Ohio
   . . . . . . . . . . . . . 109
Abril Kirtland, Ohio
   . . . . . . . . . . . . . 110
Agosto Salem, Massachusetts
         . . . . . . . . . . 111
1837 Julio Kirtland, Ohio
   . . . . . . . . . . . . . 112
1838 Marzo Far West, Misuri
       . . . . . . . . . . . 113*
Abril Far West, Misuri
       . . . . . . . . . . 114, 115
Mayo Spring Hill, condado de Daviess,
Misuri  . . . . . . . . . . . . . . 116
Julio Far West, Misuri
       . . . . . . . 117, 118, 119, 120
1839 Marzo La cárcel de Liberty, condado de
Clay, Misuri
     . . . . . . . . . .121, 122, 123
1841 Enero Nauvoo, Illinois
     . . . . . . . . . . . . 124
Marzo Nauvoo, Illinois
     . . . . . . . . . . . . 125
Julio Nauvoo, Illinois
     . . . . . . . . . . . . 126
1842 Septiembre Nauvoo, Illinois
     . . . . . . . . . . . 127, 128
1843 Febrero Nauvoo, Illinois
     . . . . . . . . . . . . 129
Abril Ramus, Illinois
   . . . . . . . . . . . . . 130
Mayo Ramus, Illinois
   . . . . . . . . . . . . . 131
Julio Nauvoo, Illinois
     . . . . . . . . . . . . 132
1844 Junio Nauvoo, Illinois
     . . . . . . . . . . . . 135
1847 Enero Winter Quarters (ahora Nebraska)
             . . . . . . . . 136
1890 Octubre Salt Lake City, Utah
       . . . . . Declaración Oficial 1
1918 Octubre Salt Lake City, Utah
       . . . . . . . . . . . 138
1978 Junio Salt Lake City, Utah
       . . . . . Declaración Oficial 2

* En el sitio indicado, o cerca de allí.


DOCTRINA Y CONVENIOS
SECCIÓN 1
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta, el 1º de noviembre
de 1831, durante una conferencia especial de los élderes de la Iglesia,
efectuada en Hiram, Ohio. Antes de esta ocasión, se habían recibido
muchas revelaciones del Señor, y la compilación de ellas para publi-
carse en forma de libro fue uno de los asuntos principales que se apro-
baron en la conferencia. Esta sección constituye el prefacio del Señor
de las doctrinas, los convenios y los mandamientos que se han dado
en esta dispensación.
1–7, La voz de amonestación se dirige que no vea, ni oído que no oiga,
a todo pueblo; 8–16, La apostasía y ni c corazón que no sea penetrado.
la maldad preceden a la Segunda Ve- 3 Y los a rebeldes serán traspa­
nida; 17–23, José Smith es llamado sados de mucho pesar; porque
para restaurar en la tierra las verda- se b pregonarán sus iniquidades
des y los poderes del Señor; 24–33, desde los techos de las casas, y sus
Sale a luz el Libro de Mormón y se hechos secretos serán revelados.
establece la Iglesia verdadera; 34–36, 4 Y la a voz de amonestación irá a
La paz será quitada de la tierra; 37– todo pueblo por boca de mis dis­
39, Escudriñad estos mandamientos. cípulos, a quienes he escogido en
estos b últimos días.

E SCUCHAD, oh pueblo de mi
a 
iglesia, dice la voz de aquel
que mora en las alturas, y cuyos
5 E irán y no habrá quien los de­
tenga, porque yo, el Señor, los he
mandado.
b 
ojos están sobre todos los hom­ 6 He aquí, esta es mi a autoridad
bres; sí, de cierto digo: c Escuchad, y la autoridad de mis siervos, así
pueblos lejanos; y vosotros los que como mi prefacio para el libro de
estáis sobre las islas del mar, oíd mis mandamientos que les he dado
juntamente. para que os sea b publicado, oh ha­
2 Porque, en verdad, la a voz del bitantes de la tierra.
Señor se dirige a todo hombre, y 7 Por tanto, a temed y temblad,
no hay b quien escape; ni habrá ojo oh pueblo, porque se b cumplirá
1 1 a 3 Ne. 27:3; c GEE Corazón. Obra misional.
DyC 20:1. 3 a GEE Rebelión. b GEE Últimos días,
GEE Iglesia de b Lucas 8:17; 12:3; postreros días.
Jesucristo. 2 Ne. 27:11; 6 a GEE Jesucristo — Su
b DyC 38:7–8. Morm. 5:8. autoridad.
GEE Trinidad. 4 a Ezeq. 3:17–21; b DyC 72:21.
c Deut. 32:1. DyC 63:37. 7 a Deut. 5:29;
2 a DyC 133:16. GEE Amonestación, Ecle. 12:13.
b Filip. 2:9–11. amonestar; b DyC 1:38.
Doctrina y Convenios 1:8–18 2
lo que yo, el Señor, he decretado en Señor; y vendrá el día en que
ellos. aquellos que no b oyeren la voz
8 Y de cierto os digo, que a los del Señor, ni la voz de sus sier­
que salgan para llevar estas nuevas vos, ni prestaren c atención a las
a los habitantes de la tierra, les es palabras de los profetas y apósto­
dado poder para a sellar, tanto en les, serán d desarraigados de entre
la tierra como en el cielo, al incré­ el pueblo;
dulo y al b rebelde; 15 porque se han a desviado de
9 sí, en verdad, sellarlos para mis b ordenanzas y han c violado
el día en que la a ira de Dios sea mi d convenio sempiterno.
derramada sin medida sobre los 16 No a buscan al Señor para esta­
b 
malvados; blecer su justicia, antes todo hom­
10  para el a día en que el Se­ bre anda por su b propio c camino, y
ñor venga a b recompensar a en pos de la d imagen de su propio
cada hombre según sus c obras, dios, cuya imagen es a semejanza
y d medir a cada cual con la me­ del mundo y cuya substancia es la
dida con que haya medido a su de un ídolo que se e envejece y pe­
prójimo. recerá en f Babilonia, sí, Babilonia
11 Por tanto, la voz del Señor la grande que caerá.
habla hasta los extremos de la tie­ 17 Por tanto, yo, el Señor, sa­
rra, para que oigan todos los que biendo las calamidades que so­
quieran oír: brevendrían a los a habitantes de la
12 Preparaos, preparaos para lo tierra, llamé a mi siervo José Smith,
que ha de venir, porque el Señor hijo, y le hablé desde los cielos y
está cerca; le di mandamientos;
13 y la a ira del Señor está encen­ 18 y también a otros di manda­
dida, y su b espada es limpiada en mientos de proclamar estas cosas
el cielo y caerá sobre los habitantes al mundo; y todo esto para que
de la tierra. se cumpliese lo que escribieron
14 Y será revelado el a brazo del los profetas:
8 a GEE Sellamiento, DyC 6:33. c GEE Apostasía.
sellar. d Mateo 7:2. d GEE Nuevo y
b GEE Rebelión. 13 a DyC 63:6. sempiterno convenio.
9 a Apoc. 19:15–16; b Ezeq. 21:3; 16 a Mateo 6:33.
1 Ne. 22:16–17. DyC 35:14. b Isa. 53:6.
b Mos. 16:2; 14 a Isa. 53:1. c DyC 82:6.
JS—M 1:31, 55. b 2 Ne. 9:31; d Éx. 20:4;
10 a GEE Segunda venida de Mos. 26:28. 3 Ne. 21:17.
Jesucristo. c DyC 11:2. GEE Idolatría.
b Ezeq. 7:4; d Hech. 3:23; e Isa. 50:9.
DyC 56:19. Alma 50:20; f DyC 64:24; 133:14.
GEE Jesucristo — DyC 50:8; 56:3. GEE Babel, Babilonia;
Es juez. 15 a Josué 23:16; Mundano, lo.
c Prov. 24:12; Isa. 24:5. 17 a Isa. 24:1–6.
Alma 9:28; 41:2–5; b GEE Ordenanzas.
3 Doctrina y Convenios 1:19–32
19 Lo a débil del mundo vendrá y 28  y para que cuando fuesen
abatirá lo fuerte y poderoso, para a 
humildes, fuesen fortalecidos y
que el hombre no aconseje a su bendecidos desde lo alto, y reci­
prójimo, ni ponga su b confianza bieran b conocimiento de cuando
en el brazo de la carne; en cuando.
20 sino que todo hombre a hable 29 Y para que mi siervo José
en el nombre de Dios el Señor, el Smith, hijo, después de haber re­
Salvador del mundo; cibido los anales de los nefitas,
21 para que también la fe au­ tuviera el poder para traducir
mente en la tierra; el a Libro de Mormón mediante
22 para que se establezca mi a con­ l a m i s e r i c o rd i a y e l p o d e r
venio sempiterno; de Dios.
23 para que la plenitud de mi 30 Y también, para que aque­
a 
evangelio sea b proclamada por llos a quienes se dieron estos
los c débiles y sencillos hasta los mandamientos tuviesen el a po­
cabos de la tierra, y ante reyes y der para establecer los cimientos
gobernantes. de esta b iglesia y de hacerla salir
24 He aquí, soy Dios, y lo he de­ de la obscuridad y de las c tinie­
clarado; estos a mandamientos son blas, la única d iglesia verdadera
míos, y se dieron a mis siervos en y viviente sobre la faz de toda
su debilidad, según su manera la tierra, con la cual yo, el Se­
de b hablar, para que alcanzasen ñor, estoy bien e complacido, ha­
c 
entendimiento; blando a la iglesia colectiva y no
25 y para que cuando errasen, individualmente,
fuese manifestado; 31  porque yo, el Señor, no
26 y para que cuando buscasen puedo considerar el a pecado
a 
sabiduría, fuesen instruidos; con el más mínimo grado de
27 y para que cuando pecasen, tolerancia.
fueran a disciplinados para que se 32  No obstante, el que se
b 
arrepintieran; arrepienta y cumpla los
19 a Hech. 4:13; 24 a 2 Ne. 33:10–11; 30 a DyC 1:4–5, 17–18.
1 Cor. 1:27; Moro. 10:27–28. b GEE Iglesia de
DyC 35:13; 133:58–59. b 2 Ne. 31:3; Éter 12:39. Jesucristo de los
GEE Mansedumbre, c DyC 50:12. Santos de los Últimos
manso. GEE Entender, Días, La;
b 2 Ne. 28:31. entendimiento. Restauración del
GEE Confianza, 26 a Stg. 1:5; DyC 42:68. Evangelio.
confiar. GEE Sabiduría. c GEE Tinieblas
20 a GEE Testificar. 27 a GEE Castigar, castigo. espirituales.
22 a DyC 39:11. b GEE Arrepentimiento, d Efe. 4:5, 11–14.
GEE Convenio; arrepentirse. GEE Iglesia verdadera,
Nuevo y sempiterno 28 a GEE Humildad, señales de la.
convenio. humilde, humillar e DyC 38:10.
23 a GEE Evangelio. (afligir). 31 a Alma 45:16;
b GEE Obra misional. b GEE Conocimiento. DyC 24:2.
c 1 Cor. 1:26–29. 29 a GEE Libro de Mormón. GEE Pecado.
Doctrina y Convenios 1:33–39 4
mandamientos del Señor será der sobre sus santos, y reinará en
a  b 
a 
perdonado; c 
medio de ellos, y bajará en d juicio
33 y al que a no se arrepienta, le sobre e Idumea, o sea, el mundo.
será b quitada aun la luz que haya 37  Escudriñad estos a manda­
recibido; porque mi c Espíritu no mientos porque son verdaderos y
d 
luchará siempre con el hombre, fidedignos, y las profecías y b pro­
dice el Señor de los Ejércitos. mesas que contienen se cumpli­
34 Y de nuevo, de cierto os digo, rán todas.
oh habitantes de la tierra: Yo, el Se­ 38 Lo que yo, el Señor, he dicho,
ñor, estoy dispuesto a hacer saber yo lo he dicho, y no me disculpo;
estas cosas a a toda carne; y aunque pasaren los cielos y la
35  porque no hago a acepción tierra, mi a palabra no pasará, sino
de personas, y quiero que todo que toda será b cumplida, sea por
hombre sepa que el b día viene mi propia c voz o por la voz de mis
con rapidez; la hora no es aún, d 
siervos, es lo e mismo.
mas está próxima, cuando la c paz 39 Porque he aquí, el Señor es
será quitada de la tierra, y el d dia­ Dios, y el a Espíritu da testimonio,
blo tendrá poder sobre su propio y el testimonio es verdadero, y la
dominio. b 
verdad permanece para siempre
36 Y también el Señor tendrá po­ jamás. Amén.

SECCIÓN 2
Un extracto de la historia de José Smith refiriéndose a las palabras del
ángel Moroni dirigidas a José Smith el Profeta, mientras este se ha-
llaba en casa de su padre en Manchester, Nueva York, la noche del 21
de septiembre de 1823. Moroni fue el último de una larga sucesión de
historiadores que habían preparado los anales que ahora se presentan
32 a DyC 58:42–43. b GEE Últimos días, 38 a 2 Rey. 10:10;
GEE Perdonar. postreros días. Mateo 5:18; 24:35;
33 a Mos. 26:32. c DyC 87:1–2. 2 Ne. 9:16;
b Alma 24:30; GEE Paz; JS—M 1:35.
DyC 60:2–3. Señales de los tiempos. b DyC 101:64.
c GEE Espíritu Santo. d GEE Diablo. c Deut. 18:18;
d Gén. 6:3; 36 a GEE Santo (sustantivo). DyC 18:33–38; 21:5.
2 Ne. 26:11; b GEE Jesucristo — El GEE Revelación;
Morm. 5:16; reinado milenario de Voz.
Éter 2:15; Cristo. d GEE Profeta.
Moro. 9:4. c Zac. 2:10–11; e GEE Autoridad;
34 a Mateo 28:19; DyC 29:11; 84:118–119. Sostenimiento de
DyC 1:2; 42:58. d GEE Juicio, juzgar. líderes de la Iglesia.
35 a Deut. 10:17; e GEE Mundo. 39 a 1 Juan 5:6;
Hech. 10:34; 37 a GEE Escrituras. DyC 20:27; 42:17.
Moro. 8:12; DyC 38:16. b DyC 58:31; 62:6; 82:10. b GEE Verdad.
5 Doctrina y Convenios 2:1–3:4
al mundo como el Libro de Mormón. (Compárese con Malaquías 4:5–6;
también las secciones 27:9; 110:13–16 y 128:18).
1, Elías el Profeta ha de revelar el del b grande y terrible día del
sacerdocio; 2–3, En el corazón de los Señor.
hijos se plantan las promesas hechas 2 Y a él plantará en el corazón de
a los padres. los hijos las b promesas hechas a los
padres, y el corazón de los hijos se
He aquí, yo os revelaré el sacer­ volverá hacia sus padres.
docio, por conducto de a Elías 3 De no ser así, toda la tierra sería
el Profeta, antes de la venida totalmente asolada a su venida.

SECCIÓN 3
Revelación dada a José Smith el Profeta en Harmony, Pensilvania, en
julio de 1828, con referencia a la pérdida de 116 páginas del manus-
crito traducidas de la primera parte del Libro de Mormón, que llevaba
el nombre del libro de Lehi. El Profeta con renuencia había permitido
que esas páginas pasaran de sus manos a las de Martin Harris, el cual
había actuado durante un breve período de tiempo como escribiente en
la traducción del Libro de Mormón. La revelación se dio por medio del
Urim y Tumim. (Véase la sección 10).
1– 4, La vía del Señor es un giro torcidas, ni se vuelve a la dere­
eterno; 5–15, José Smith debe arre- cha ni a la izquierda, ni se aparta
pentirse o perderá el don de tradu- de lo que ha dicho; por tanto, sus
cir; 16–20, El Libro de Mormón sale sendas son rectas y su b vía es un
a luz para salvar a la posteridad giro eterno.
de Lehi. 3 Recuerda, recuerda que no es
la a obra de Dios la que se frustra,
Las a obras, los designios y los pro­ sino la de los hombres;
pósitos de Dios no se pueden frus­ 4 porque aun cuando un hom­
trar ni tampoco pueden reducirse bre reciba muchas revelaciones,
a la nada. y tenga poder para hacer muchas
2 Porque a Dios no anda por vías obras poderosas, y sin embargo
2 1 a Mal. 4:5–6; b DyC 34:6–9; 2 a Alma 7:20.
3 Ne. 25:5–6; 43:17–26. GEE Trinidad.
DyC 110:13–15; 2 a DyC 27:9; 98:16–17. b 1 Ne. 10:18–19;
128:17; b GEE Salvación de DyC 35:1.
JS—H 1:38–39. los muertos; 3 a Hech. 5:38–39;
GEE Elías el Sellamiento, sellar. Morm. 8:22;
Profeta; 3 1 a Sal. 8:3–9; DyC 10:43.
Llaves del sacerdocio. DyC 10:43.
Doctrina y Convenios 3:5–17 6
se jacta de su propia fuerza, y
a 
de lo que has hecho contrario al
desprecia los b consejos de Dios, mandamiento que te di, y todavía
y sigue los dictados de su propia eres escogido, y eres llamado de
voluntad y de sus deseos c carna­ nuevo a la obra.
les, tendrá que caer e incurrir en la 11 A menos que hagas esto, se­
d 
venganza de un Dios justo. rás desamparado, y llegarás a ser
5 He aquí, se te confiaron estas como los demás hombres, y no
cosas, pero cuán estrictos fueron tendrás más don.
tus mandamientos; y recuerda 12 Y al entregar lo que a tradu­
también las promesas que te fue­ jiste por la visión y el poder que
ron hechas, si no los quebrantabas. Dios te había dado, entregaste lo
6 Y he aquí, con cuánta frecuen­ que era sagrado en manos de un
cia has a transgredido los manda­ b 
hombre inicuo,
mientos y las leyes de Dios, y has 13 que ha despreciado los con­
seguido las b persuasiones de los sejos de Dios y quebrantado las
hombres. más santas promesas hechas ante
7 Pues he aquí, no debiste haber Dios, y ha confiado en su propio
a 
temido al hombre más que a Dios. juicio y se ha a jactado de su propia
Aunque los hombres desdeñan los sabiduría.
consejos de Dios y b desprecian sus 14 Y esta es la razón por la cual
palabras, has perdido tus privilegios por una
8 sin embargo, tú debiste haber temporada;
sido fiel; y con su brazo extendido, 15 porque has permitido que el
él te hubiera defendido de todos consejo de tu a director sea hollado
los a dardos encendidos del b ad­ desde el principio.
versario; y habría estado contigo 16 Sin embargo, mi obra avan­
en todo momento de c dificultad. zará, pues por cuanto el conoci­
9 He aquí, tú eres José, y se te miento de un a Salvador ha venido
escogió para hacer la obra del Se­ al mundo, mediante el b testimonio
ñor, pero caerás por motivo de la de los judíos, así también llegará
transgresión, si no estás prevenido. a mi pueblo el c conocimiento de
10 Mas recuerda que Dios es mi­ un Salvador,
sericordioso; arrepiéntete, pues, 17 y a los a nefitas, a los jacobitas,
4 a DyC 84:73. b DyC 45:29; 46:7. b GEE Diablo.
GEE Orgullo. 7 a Sal. 27:1; c Alma 38:5.
b Jacob 4:10; Lucas 9:26; 12 a DyC 1:29; 5:4.
Alma 37:37. DyC 122:9. b DyC 10:6–8.
GEE Consejo; GEE Temor; 13 a GEE Orgullo.
Mandamientos de Valor, valiente. 15 a Es decir, el Señor.
Dios. b Lev. 26:42–43; 16 a GEE Salvador.
c GEE Carnal. 1 Ne. 19:7; b 1 Ne. 13:23–25;
d GEE Venganza. Jacob 4:8–10. 2 Ne. 29:4–6.
6 a DyC 5:21; 8 a Efe. 6:16; 1 Ne. 15:24; c Mos. 3:20.
JS—H 1:28–29. DyC 27:17. 17 a 2 Ne. 5:8–9.
7 Doctrina y Convenios 3:18– 4:5
a los josefitas y a los zoramitas, se preservan estas b planchas
mediante el testimonio de sus que contienen esta historia, a fin
padres, de que se cumplan las c promesas
18 y este a testimonio llegará al del Señor a su pueblo;
conocimiento de los b lamanitas, 20 y para que los a lamanitas lle­
los lemuelitas y los ismaelitas, que guen al conocimiento de sus pa­
c 
degeneraron en la incredulidad a dres, y sepan de las promesas del
causa de la iniquidad de sus pa­ Señor, y b crean en el evangelio y
dres, a quienes el Señor permitió tengan c confianza en los méritos
que d destruyeran a sus hermanos, de Jesucristo, y sean d glorificados
los nefitas, a causa de sus malda­ por medio de la fe en su nombre,
des y abominaciones. y se salven mediante su arrepen­
19 Y para este a propósito mismo timiento. Amén.

SECCIÓN 4
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a su padre, Joseph
Smith, padre, en Harmony, Pensilvania, en febrero de 1829.
1–4, El servicio fiel salva a los mi- mente y fuerza, para que apa­
nistros del Señor; 5–6, Los atributos rezcáis d sin culpa ante Dios en el
divinos los califican para el minis- último día.
terio; 7, Se deben procurar las cosas 3 De modo que, si tenéis deseos
de Dios. de servir a Dios, sois a llamados a
la obra;
He aquí, una a obra maravillosa 4 pues he aquí, el a campo blanco
está a punto de aparecer entre los está ya para la b siega; y he aquí,
hijos de los hombres. quien mete su hoz con su fuerza
2  Por tanto, oh vosotros que c 
atesora para sí, de modo que no
os embarcáis en el a servicio de perece, sino que trae salvación a
Dios, mirad que le b sirváis con su alma;
todo vuestro c corazón, alma, 5 y a fe, b esperanza, c caridad y
18 a GEE Libro de Mormón. d Moro. 7:26, 38. 3 Ne. 27:20.
b 2 Ne. 5:14; 4 1 a Isa. 29:14; 3 a DyC 11:4, 15; 36:5;
Enós 1:13–18. 1 Ne. 14:7; 22:8; 63:57.
c 2 Ne. 26:15–16. DyC 6:1; 18:44. GEE Llamado, llamado
d Morm. 8:2–3. GEE Restauración del por Dios, llamamiento.
19 a 1 Ne. 9:3, 5. Evangelio. 4 a Juan 4:35;
b GEE Planchas de oro. 2 a GEE Servicio. Alma 26:3–5;
c 3 Ne. 5:14–15; b Josué 22:5; DyC 11:3; 33:3, 7.
DyC 10:46–50. 1 Sam. 7:3; b GEE Siega.
20 a 2 Ne. 30:3–6; DyC 20:19; 76:5. c 1 Tim. 6:19.
DyC 28:8; 49:24. c GEE Corazón; 5 a GEE Fe.
b Morm. 3:19–21. Mente. b GEE Esperanza.
c 2 Ne. 31:19; Moro. 6:4. d 1 Cor. 1:8; Jacob 1:19; c GEE Caridad.
Doctrina y Convenios 4:6–5:6 8
amor, con la mira puesta única­
d  e 
la paciencia, la bondad frater­
b 

mente en la f gloria de Dios, lo ca­ nal, piedad, caridad, c humildad,


lifican para la obra. d 
diligencia.
6 Tened presente la fe, la a vir­ 7  a Pedid, y recibiréis; llamad, y
tud, el conocimiento, la templanza, se os abrirá. Amén.

SECCIÓN 5
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Harmony, Pen-
silvania, en marzo de 1829, a solicitud de Martin Harris.
1–10, Esta generación recibirá la 3 y te he requerido concertar un
palabra del Señor por medio de José convenio conmigo, de no mostrar­
Smith; 11–18, Tres testigos darán las sino a las a personas a quienes
testimonio del Libro de Mormón; yo te mandé; y no tienes b poder
19–20, La palabra del Señor se ve- alguno sobre ellas salvo que yo te
rificará como en épocas anteriores; lo conceda.
21–35, Martin Harris podrá arre- 4 Y tienes un don para traducir
pentirse y ser uno de los testigos. las planchas; y este es el primer
don que te conferí; y te he man­
He aquí, te digo que por cuanto mi dado no profesar tener ningún otro
siervo a Martin Harris ha deseado don sino hasta que mi propósito
un testimonio de mi mano de que se cumpla en esto; porque no te
tú, mi siervo José Smith, hijo, tie­ concederé ningún otro don hasta
nes las b planchas de las cuales has que se realice.
testificado y dado fe de haber re­ 5 En verdad, te digo que sobre­
cibido de mí, vendrán angustias a los habitantes
2 y ahora bien, he aquí, esto le de la tierra si a no escuchan mis
dirás: Aquel que te habló, te dijo: palabras;
Yo, el Señor, soy Dios, y te he en­ 6 porque más adelante serás a or­
tregado estas cosas a ti, mi siervo denado, y saldrás, y comunicarás
José Smith, hijo, y te he mandado mis b palabras a los hijos de los
que seas a testigo de ellas; hombres.
5 d GEE Amor. 2 Ne. 32:4. Testigos”, en las
e Sal. 141:8; Mateo 6:22; GEE Oración. primeras páginas del
Morm. 8:15. 5 1 a DyC 5:23–24; Libro de Mormón.
f GEE Gloria. JS—H 1:61. b 2 Ne. 3:11.
6 a GEE Virtud. b GEE Planchas de oro. 5 a Jer. 26:4–5;
b GEE Paciencia. 2 a GEE Testigo. Alma 5:37–38;
c GEE Humildad, 3 a 2 Ne. 27:13. DyC 1:14.
humilde, humillar Véase también “ 6 a DyC 20:2–3.
(afligir). El Testimonio de GEE Ordenación,
d GEE Diligencia. Tres Testigos” y “El ordenar.
7 a Mateo 7:7–8; Testimonio de Ocho b 2 Ne. 29:7.
9 Doctrina y Convenios 5:7–20
7 He aquí, si no quieren a creer testimonio entre los de esta gene­
mis palabras, no te creerían a ti, ración, en esta época en que co­
mi siervo José, aunque te fuese po­ mienza a surgir mi b iglesia y a salir
sible mostrarles todas estas cosas del desierto, clara como la c luna,
que te he encomendado. resplandeciente como el sol e im­
8 ¡Oh, esta a incrédula y b porfiada ponente como un ejército con sus
generación! Mi enojo está encen­ pendones.
dido en contra de ella. 15 Y enviaré el testimonio de tres
9 He aquí, en verdad te digo, a 
testigos de mi palabra.
he a reservado esas cosas que te 16 Y he aquí, a los que a creyeren
he confiado a ti, mi siervo José, en mis palabras b visitaré con la
para un sabio propósito mío, y c 
manifestación de mi d Espíritu; y
será revelado a las generaciones e 
nacerán de mí, sí, del agua y del
futuras; Espíritu:
10 pero esta generación recibirá 17  —y debes esperar todavía
mi palabra por medio de ti; un poco, porque aún no has sido
11 y además de tu testimonio, el a 
ordenado—
a 
testimonio de tres de mis siervos 18 y su testimonio también saldrá
que llamaré y ordenaré, y a quie­ para a condenar a los de esta gene­
nes mostraré estas cosas; y sal­ ración, si endurecen sus corazones
drán con mis palabras dadas por en contra de ellos;
medio de ti. 19 porque se desatará una a plaga
12 Sí, sabrán con certeza que es­ asoladora entre los habitantes de la
tas cosas son verdaderas, porque tierra, y seguirá derramándose de
desde el cielo se lo declararé. cuando en cuando, si b no se arre­
13 Les daré poder para que mi­ pienten, hasta que quede c vacía la
ren y contemplen estas cosas tal tierra, y sus habitantes sean con­
como son; sumidos y enteramente destruidos
14 y a a ningún otro concederé por el resplandor de mi d venida.
este poder, de recibir este mismo 20 He aquí, te digo estas cosas,
7 a Lucas 16:27–31; 15 a DyC 17. 18 a 1 Ne. 14:7;
DyC 63:7–12. GEE Testigos del Libro DyC 20:13–15.
8 a GEE Incredulidad. de Mormón. 19 a DyC 29:8; 35:11;
b Morm. 8:33. 16 a Éter 4:11. 43:17–27.
GEE Orgullo. b 1 Ne. 2:16. GEE Señales de los
9 a Alma 37:18. c DyC 8:1–3. tiempos;
11 a 2 Ne. 27:12; d GEE Espíritu Santo. Últimos días, postreros
Éter 5:3–4; e GEE Bautismo, días.
DyC 17:1–5. bautizar; b GEE Arrepentimiento,
14 a 2 Ne. 27:13. Don del Espíritu arrepentirse.
b GEE Iglesia de Santo; c Isa. 24:1, 5–6.
Jesucristo; Nacer de Dios, nacer d Isa. 66:15–16;
Restauración del de nuevo. DyC 133:41.
Evangelio. 17 a GEE Autoridad; GEE Segunda venida de
c DyC 105:31; 109:73. Ordenación, ordenar. Jesucristo.
Doctrina y Convenios 5:21–33 10
así como anuncié al pueblo la
a 
han sido mostradas por el poder
destrucción de Jerusalén; y se de Dios; y estas son las palabras
verificará mi b palabra en esta que él dirá.
ocasión como se ha verificado 27 Mas si niega esto, quebran­
antes. tará el convenio que previamente
21 Y ahora, mi siervo José, te hizo conmigo, y he aquí, será
mando que te arrepientas y cami­ condenado.
nes más rectamente ante mí, y no 28 Y ahora, a menos que se hu­
cedas más a las persuasiones de mille y confiese ante mí las cosas
los hombres; malas que ha hecho, y haga con­
22 y que seas firme en a guardar venio conmigo de que guardará
los mandamientos que te he dado; mis mandamientos, y ejerza la fe
y si haces esto, he aquí, te concedo en mí, he aquí, le digo que no re­
la vida eterna, aun cuando te b qui­ cibirá tal manifestación, porque no
ten la vida. le permitiré ver las cosas de las que
23 Y ahora nuevamente te ha­ he hablado.
blo, mi siervo José, concerniente al 29 Y si esto sucediere, te mando,
a 
hombre que desea el testimonio: mi siervo José, que le digas que
24 He aquí, le digo que se en­ no haga más, ni me impor­
salza y no se humilla suficiente­ tune más concerniente a este
mente delante de mí; mas si se asunto.
postra ante mí, y se humilla con 30 Y si tal fuere el caso, he aquí,
ferviente oración y fe, con sin­ José, te digo que cuando hayas
ceridad de corazón, entonces le traducido unas páginas más, te
concederé que a mire las cosas que detengas un tiempo, sí, hasta que
desea ver. otra vez te lo mande; entonces po­
25 Y entonces dirá a los de esta drás traducir de nuevo.
generación: He aquí, yo he visto 31 Y a menos que hagas esto, he
las cosas que el Señor ha mostrado aquí, no tendrás más don, y yo re­
a José Smith, hijo, y ciertamente cogeré las cosas que te he confiado.
a 
sé que son verdaderas, porque 32 Y porque preveo la asechanza
las he visto, pues se me han mos­ para destruirte, sí, preveo que si mi
trado por el poder de Dios y no siervo Martin Harris no se humilla
del hombre. y recibe un testimonio de mi mano,
26 Y yo, el Señor, le mando a mi caerá en transgresión;
siervo Martin Harris que no les ha­ 33  y hay muchos que te ace­
ble más acerca de estas cosas, sino chan para a destruirte de sobre
que solo diga: Las he visto, y me la faz de la tierra; y por esta
20 a 1 Ne. 1:18; b Alma 60:13; las primeras páginas
2 Ne. 25:9. DyC 6:30; 135. del Libro de Mormón.
b DyC 1:38. 23 a DyC 5:1. 25 a Éter 5:3.
22 a GEE Obediencia, 24 a Véase “El Testimonio 33 a DyC 10:6; 38:13, 28.
obediente, obedecer. de Tres Testigos”, en
11 Doctrina y Convenios 5:34–6:7
causa, para que tus días se alar­ para que cumplas lo que te he
guen, te he dado estos manda­ mandado.
mientos. 35 Y si eres a fiel en guardar mis
34 Sí, por esta causa dije: De­ mandamientos, serás b enaltecido
tente y espera hasta que te mande, en el postrer día. Amén.
y te a proporcionaré los medios

SECCIÓN 6
Revelación dada a José Smith el Profeta y a Oliver Cowdery en Har-
mony, Pensilvania, en abril de 1829. Oliver Cowdery comenzó su obra
como escribiente en la traducción del Libro de Mormón el 7 de abril
de 1829. Ya había recibido una manifestación divina de la veracidad
del testimonio del Profeta con respecto a las planchas sobre las cuales
estaba grabada la historia del Libro de Mormón. El Profeta preguntó
al Señor por medio del Urim y Tumim y recibió esta respuesta.
1–6, Los obreros del campo del Señor 3 He aquí, el a campo blanco está
logran la salvación; 7–13, No hay ya para la siega; por tanto, quien
don mayor que el de la salvación; deseare cosechar, meta su hoz con
14–27, El testimonio de la verdad su fuerza y siegue mientras dure
se recibe por el poder del Espíritu; el día, a fin de que atesore para su
28–37, Mirad hacia Cristo y haced alma la salvación sempiterna en el
el bien continuamente. reino de Dios.
4 Sí, quien a meta su hoz y coseche
Una obra grande y a maravillosa es llamado por Dios.
está a punto de aparecer entre los 5 Por consiguiente, si me a pe­
hijos de los hombres. dís, recibiréis; si llamáis, se os
2 He aquí, yo soy Dios; escuchad abrirá.
mi a palabra que es viva y pode­ 6 Ahora, ya que habéis pedido,
rosa, más b cortante que una espada he aquí, os digo: Guardad mis
de dos filos, que penetra hasta par­ mandamientos y a procurad sa­
tir las coyunturas y los tuétanos; car a luz y establecer la causa
por consiguiente, prestad atención de b Sion;
a mis palabras. 7  a no busquéis b riquezas sino
34 a 1 Ne. 3:7. 2 a Heb. 4:12; Apoc. 1:16; 6 a 1 Ne. 13:37.
35 a Éx. 15:26; DyC 27:1. b GEE Sion.
DyC 11:20. b Hel. 3:29; DyC 33:1. 7 a Alma 39:14;
b Juan 6:39–40; 3 a Juan 4:35; DyC 68:31.
1 Tes. 4:17; 3 Ne. 15:1; DyC 31:4; 33:3; 101:64. b 1 Rey. 3:10–13;
DyC 9:14; 17:8; 4 a Apoc. 14:15–19; Mateo 19:23;
75:16, 22. Alma 26:5; Jacob 2:18–19.
6 1 a Isa. 29:14; DyC 11:3–4, 27. GEE Mundano, lo;
DyC 4; 18:44. 5 a Mateo 7:7–8. Riquezas.
Doctrina y Convenios 6:8–18 12
sabiduría; y he aquí, los mis­
c  d 
13  Si haces lo bueno, sí, y te
terios de Dios os serán revela­ a 
conservas b fiel hasta el c fin, se­
dos, y entonces seréis ricos. He rás salvo en el reino de Dios,
aquí, rico es el que tiene la e vida que es el máximo de todos los
eterna. dones de Dios; porque no hay
8 De cierto, de cierto os digo, que don más grande que el de la
se os concederá según lo que de d 
salvación.
mí deseareis; y si queréis, seréis 14 De cierto, de cierto te digo,
el medio para hacer mucho bien bendito eres por lo que has he­
en esta generación. cho; porque me has a consultado,
9 No prediquéis sino el a arre­ y he aquí, cuantas veces lo has
pentimiento a esta generación; hecho, has recibido instrucción
guardad mis mandamientos, y de mi Espíritu. De lo contrario,
ayudad a que salga a luz mi obra, no habrías llegado al lugar donde
según mis mandamientos, y seréis ahora estás.
bendecidos. 15 He aquí, tú sabes que me has
10 He aquí, tienes un don, y ben­ preguntado y yo te iluminé la
dito eres a causa de tu don. Re­ a 
mente; y ahora te digo estas co­
cuerda que es a sagrado y viene sas para que sepas que te ha ilumi­
de arriba; nado el Espíritu de verdad;
11  y si a preguntas, conocerás 16 sí, te las digo para que sepas
b 
misterios grandes y maravillo­ que no hay quien a conozca tus
sos; por tanto, ejercerás tu c don pensamientos y las intenciones de
para descubrir misterios, a fin de tu b corazón sino Dios.
traer a muchos al conocimiento de 17 Te digo estas cosas para que
la verdad, sí, de d convencerlos del te sean por testimonio de que las
error de sus caminos. palabras o la obra que tú has es­
12 No des a conocer tu don a na­ tado escribiendo son a verdaderas.
die, sino a los que son de tu fe. 18  Por tanto, sé a diligente;
No trates con liviandad las a cosas b 
apoya fielmente a mi siervo
sagradas. José en cualquier circunstancia
7 c GEE Sabiduría. b Mateo 11:25; d GEE Salvación.
d DyC 42:61, 65. 13:10–11; 14 a GEE Oración.
GEE Misterios de Alma 12:9. 15 a GEE Mente.
Dios. c GEE Don; 16 a 1 Cró. 28:9;
e DyC 14:7. Dones del Espíritu. Mateo 12:25;
9 a Alma 29:9; d Stg. 5:20; Heb. 4:12;
DyC 15:6; 18:14–15; Alma 62:45; Mos. 24:12;
34:6. DyC 18:44. 3 Ne. 28:6.
GEE Arrepentimiento, 12 a Mateo 7:6. GEE Omnisciente.
arrepentirse; 13 a 1 Ne. 15:24. b 1 Rey. 8:39.
Obra misional. b Mos. 2:41; 17 a DyC 18:2.
10 a DyC 63:64. Éter 4:19; 18 a GEE Diligencia.
11 a DyC 102:23; DyC 51:19; 63:47. b DyC 124:95–96.
JS—H 1:18, 26. c GEE Perseverar.
13 Doctrina y Convenios 6:19–31
difícil en que se encontrare por 25 Y he aquí, si lo deseas de mí,
causa de la palabra. te concederé un don para a traducir,
19 Amonéstalo en sus faltas y igual que mi siervo José.
también recibe amonestación de él. 26 De cierto, de cierto te digo,
Sé paciente; sé sensato; sé mode­ hay a anales que contienen mucho
rado; ten paciencia, fe, esperanza de mi evangelio, los cuales se han
y caridad. retenido por causa de la b iniquidad
20 He aquí, tú eres Oliver, y te del pueblo;
he hablado a causa de tus deseos; 27 y ahora te mando, si tienes
por tanto, a atesora estas palabras deseos buenos —deseos de allegar
en tu corazón. Sé fiel y diligente tesoros para ti en los cielos— que
en guardar los mandamientos de ayudes con tu don a sacar a luz
Dios, y te estrecharé entre los bra­ aquellas partes de mis a Escrituras
zos de mi amor. que se han ocultado por causa de
21  He aquí, soy Jesucristo, el la iniquidad.
a 
Hijo de Dios. Soy el mismo que 28 Y ahora bien, he aquí, ahora
vine a los b míos, y los míos no me os doy, a ti y también a mi siervo
recibieron. Soy la c luz que brilla en José, las llaves de este don que
las d tinieblas, y las tinieblas no la hará salir a luz este ministerio; y
comprenden. por boca de dos o tres a testigos se
22 De cierto, de cierto te digo: Si establecerá toda palabra.
deseas más a testimonio, piensa en 29 De cierto, de cierto os digo,
la noche en que me imploraste en que si rechazan mis palabras y
tu corazón, a fin de b saber tocante esta parte de mi evangelio y mi­
a la verdad de estas cosas. nisterio, benditos sois, porque no
23 ¿No hablé a paz a tu mente en os pueden hacer más de lo que me
cuanto al asunto? ¿Qué mayor b tes­ hicieron a mí.
timonio puedes tener que de Dios? 30 Y aun cuando a hicieren con
24 Y ahora bien, he aquí, ahora vosotros lo que hicieron conmigo,
has recibido un testimonio; por­ benditos sois, porque b moraréis
que si te he declarado cosas que conmigo en c gloria.
ningún hombre conoce, ¿no has 31  Mas si no a rechazan mis
recibido un testimonio? palabras que se establecerán por
20 a Éter 3:21; DyC 84:85. b GEE Discernimiento, b GEE Inicuo, iniquidad.
21 a GEE Jesucristo. don de. 27 a DyC 35:20.
b Juan 1:10–12; 23 a GEE Paz. 28 a Deut. 19:15;
Hech. 3:13–17; b 1 Juan 5:9; 2 Cor. 13:1;
3 Ne. 9:16; DyC 18:2. 2 Ne. 27:12–14;
DyC 45:8. 25 a Mos. 8:13; DyC 128:3.
c Juan 1:5; DyC 5:4; 9:1–5, 10. 30 a DyC 5:22; 135.
DyC 10:58. 26 a DyC 8:1; 9:2. GEE Mártir, martirio.
GEE Luz, luz de Cristo. GEE Escrituras — b Apoc. 3:21.
d GEE Tinieblas Se profetiza la c GEE Gloria.
espirituales. publicación de las 31 a 3 Ne. 16:10–14;
22 a O sea, evidencia. Escrituras. DyC 20:8–15.
Doctrina y Convenios 6:32–7:3 14
el testimonio que será dado, ben­
b 
haced lo bueno; aunque se combi­
ditos son, y entonces vosotros ten­ nen en contra de vosotros la tierra
dréis gozo en el fruto de vuestras y el infierno, pues si estáis edifi­
labores. cados sobre mi a roca, no pueden
32 De cierto, de cierto os digo, prevalecer.
como dije a mis discípulos: Donde 35 He aquí, no os condeno; id
estén dos o tres a congregados en y a no pequéis más; cumplid con
mi nombre, respecto de una cosa, solemnidad la obra que os he
he aquí, allí estaré yo en b medio de mandado.
ellos, así como estoy yo en medio 36 a Mirad hacia mí en todo pen­
de vosotros. samiento; no dudéis; no temáis.
33 No tengáis a miedo, hijos míos, 37  a Mirad las heridas que tras­
de hacer lo bueno, porque lo que pasaron mi costado, y también
b 
sembréis, eso mismo cosecharéis. las marcas de los b clavos en mis
Por tanto, si sembráis lo bueno, manos y pies; sed fieles; guar­
también cosecharéis lo bueno para dad mis mandamientos y c he­
vuestra recompensa. redaréis el d reino de los cielos.
34 Así que, no temáis, rebañito; Amén.

SECCIÓN 7
Revelación dada a José Smith el Profeta y a Oliver Cowdery en Harmony,
Pensilvania, en abril de 1829, cuando preguntaron, por medio del Urim
y Tumim, si Juan, el discípulo amado, había permanecido en la carne o
había muerto. La revelación es una versión traducida del relato escrito
por Juan en un pergamino que él mismo escondió.
1–3, Juan el Amado vivirá hasta que lo que quieras pedir te será
venga el Señor; 4–8, Pedro, San- concedido.
tiago y Juan poseen las llaves del 2 Y yo le dije: Señor, dame poder
Evangelio. sobre la a muerte, para que viva y
traiga almas a ti.
Y el Señor me dijo: a Juan, mi 3 Y el Señor me dijo: De cierto,
amado, ¿qué b deseas? Pues de cierto te digo, que porque
31 b GEE Testimonio. 1 Cor. 10:1–4; Hel. 5:12; b GEE Crucifixión.
32 a Mateo 18:19–20. DyC 10:69; 18:4, 17; c Mateo 5:3, 10;
GEE Unidad. 33:13; 3 Ne. 12:3, 10.
b DyC 29:5; 38:7. Moisés 7:53. d GEE Reino de Dios o de
33 a GEE Valor, valiente. GEE Roca. los cielos.
b Gál. 6:7–8; 35 a Juan 8:3–11. 7 1 a GEE Juan hijo de
Mos. 7:30–31; 36 a Isa. 45:22; DyC 43:34. Zebedeo.
Alma 9:28; DyC 1:10. 37 a GEE Jesucristo — Las b 3 Ne. 28:1–10.
34 a Sal. 71:3; apariciones de Cristo 2 a Lucas 9:27.
Mateo 7:24–25; después de Su muerte. GEE Muerte física.
15 Doctrina y Convenios 7:4–8:1
deseas esto, a permanecerás hasta mayor; por tanto, lo haré como
que yo venga en mi b gloria, y c pro­ llama de fuego y como ángel
fetizarás ante naciones, tribus, len­ a 
ministrante; él ministrará en
guas y pueblos. bien de los que serán b herede­
4 Y por esta razón dijo el Señor a ros de salvación, que moran en
Pedro: Si quiero que él quede hasta la c tierra.
que yo venga, ¿qué tiene que ver 7 Y haré que tú ministres en bien
contigo? Porque su deseo fue traer de él y de tu hermano Santiago; y a
almas a mí, mas tú deseaste venir vosotros tres os daré este poder y
presto a mí en mi a reino. las a llaves de este ministerio hasta
5 Te digo, Pedro, que este fue un que yo venga.
buen deseo; pero mi amado ha de­ 8 De cierto os digo, que a los
seado hacer más, o sea, una obra dos se os concederá de acuerdo
mayor aún entre los hombres, de con vuestros deseos, porque am­
la que hasta ahora ha realizado. bos os a regocijáis en lo que habéis
6 Sí, él ha emprendido una obra deseado.

SECCIÓN 8
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Oliver Cowdery,
en Harmony, Pensilvania, en abril de 1829. En el curso de la traduc-
ción del Libro de Mormón, Oliver, que continuaba sirviendo de ama-
nuense, escribiendo lo que el Profeta le dictaba, sintió el deseo de ser
investido con el don de traducir. El Señor respondió a su súplica con-
cediéndole esta revelación.
1–5, La revelación viene por el poder conocimiento de cuantas cosas
b 

del Espíritu Santo; 6–12, El conoci- pidieres con fe, con un cora­
c 

miento de los misterios de Dios y el zón sincero, creyendo que reci­


poder para traducir anales antiguos birás conocimiento concerniente
vienen por la fe. a los grabados sobre d anales an­
tiguos, que son de antaño, los
Oliver Cowdery, de cierto, de
a 
cuales contienen aquellas par­
cierto te digo: Así como vive el tes de mis Escrituras de que se
Señor, que es tu Dios y tu Re­ ha hablado por la e manifestación
dentor, que ciertamente recibirás de mi Espíritu.
3 a Juan 21:20–23. 6 a DyC 130:5. sacerdocio.
GEE Seres trasladados. b DyC 76:86–88. 8 a GEE Gozo.
b GEE Gloria; c Juan 10:8–11; 8 1 a JS—H 1:66.
Segunda venida de DyC 77:14. GEE Cowdery, Oliver.
Jesucristo. 7 a Mateo 16:19; b GEE Conocimiento.
c Apoc. 10:11. Hech. 15:7; c GEE Oración.
4 a GEE Reino de Dios o de JS—H 1:72. d DyC 6:26–27; 9:2.
los cielos. GEE Llaves del e DyC 5:16.
Doctrina y Convenios 8:2–9:1 16
2 Sí, he aquí, hablaré a tu mente
a 
8 No dudes, pues, porque es el
y a tu b corazón por medio del c Es­ don de Dios; y lo tendrás en tus
píritu Santo que vendrá sobre ti y manos y harás obras maravillosas;
morará en tu corazón. y ningún poder te lo podrá arre­
3 Ahora, he aquí, este es el espí­ batar de las manos, porque es la
ritu de revelación; he aquí, es el obra de Dios.
espíritu mediante el cual Moisés 9 De modo que, cualquier cosa
condujo a los hijos de Israel a tra­ que me pidas que te diga por ese
vés del a mar Rojo sobre tierra seca. medio, te la concederé, y recibi­
4 Por tanto, este es tu don; em­ rás conocimiento concerniente
péñate en él y serás bendecido, a ella.
porque te librará de las manos de 10 Recuerda que sin a fe no pue­
tus enemigos, pues de no ser así, des hacer nada; por tanto, pide con
te matarían y llevarían tu alma a fe. No juegues con estas cosas; no
la destrucción. b 
pidas lo que no debes.
5 ¡Oh, acuérdate de estas a pala­ 11 Pide que se te conceda conocer
bras y guarda mis mandamientos! los misterios de Dios y que puedas
Recuerda que este es tu don. a 
traducir y recibir conocimiento de
6 Ahora bien, este no es tu único todos esos antiguos anales que han
don, porque tienes otro don, el cual sido escondidos, que son sagrados;
es el don de Aarón; he aquí, te ha y según tu fe te será hecho.
manifestado muchas cosas; 12  He aquí, soy yo quien lo
7 he aquí, no hay otro poder, sino he hablado; y soy el mismo
el de Dios, que haga que este don que te hablé desde el principio.
de Aarón esté contigo. Amén.

SECCIÓN 9
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Oliver Cowdery
en Harmony, Pensilvania, en abril de 1829. Se amonesta a Oliver a
ser paciente y se le insta a conformarse, por lo pronto, con escribir lo
que le dicte el traductor, en lugar de intentar traducir.
1– 6, Todavía han de traducirse He aquí, hijo mío, te digo
otros anales antiguos; 7–14, El que a causa de no haber a tra­
Libro de Mormón se traduce por ducido conforme a lo que
el estudio y por la confirmación deseaste de mí, y de haber em­
espiritual. pezado de nuevo a b escribir por
2 a DyC 9:7–9. Deut. 11:4; 10 a GEE Fe.
GEE Revelación. 1 Ne. 4:2; b DyC 88:63–65.
b GEE Corazón. Mos. 7:19. 11 a DyC 9:1, 10.
c GEE Espíritu Santo. GEE Mar Rojo. 9 1 a DyC 8:1, 11.
3 a Éx. 14:13–22; 5 a Deut. 11:18–19. b JS—H 1:67.
17 Doctrina y Convenios 9:2–14
mi siervo José Smith, hijo, así qui­ arda dentro de ti; por tanto, e sen­
d 

siera yo que continuases hasta tirás que está bien.


concluir estos anales que le he 9 Mas si no estuviere bien, no
confiado a él. sentirás tal cosa, sino que te so­
2 Y entonces, he aquí, te daré po­ brevendrá un a estupor de pensa­
der para ayudar a traducir a otros miento que te hará olvidar lo que
b 
anales que tengo. está mal; por lo tanto, no puedes
3 Ten paciencia, hijo mío, por­ escribir lo que es sagrado a no ser
que es según mi sabiduría, y no es que lo recibas de mí.
oportuno que traduzcas por ahora. 10 Ahora, si hubieses sabido esto,
4 He aquí, la obra a la cual has habrías podido a traducir; sin em­
sido llamado es la de escribir por bargo, no es oportuno que traduz­
mi siervo José. cas ahora.
5 Y he aquí, es por motivo de 11 He aquí, cuando comenzaste
que no continuaste como al co­ fue oportuno; mas tuviste a miedo,
mienzo, cuando empezaste a y ha pasado el momento, y ahora
traducir, que te he quitado este ya no conviene;
privilegio. 12 porque, ¿no ves que le he dado
6 No te a quejes, hijo mío, porque a mi siervo a José fuerza suficiente
es según mi sabiduría el haber mediante la cual esto se compensa?
obrado contigo de esta manera. Y a ninguno de vosotros dos he
7 He aquí, no has entendido; has condenado.
supuesto que yo te lo concede­ 13 Haz esto que te he mandado,
ría cuando no pensaste sino en y prosperarás. Sé fiel y no cedas a
pedirme. ninguna a tentación.
8 Pero he aquí, te digo que debes 14 Consérvate firme en la a obra a
a 
estudiarlo en tu mente; entonces la cual te he b llamado, y ni un cabe­
has de b preguntarme si está bien; llo de tu cabeza se perderá, y en el
y si así fuere, haré que tu c pecho postrer día serás c enaltecido. Amén.

SECCIÓN 10
Revelación dada a José Smith el Profeta en Harmony, Pensilvania, proba-
blemente alrededor de abril de 1829, aunque ciertas partes podrían haberse
2 a Se refiere a otras Traducción de (TJS). 9 a DyC 10:2.
traducciones, entre b DyC 6:26; 8:1. 10 a
DyC 8:11.
ellas, la Traducción 6 a GEE Murmurar. 11 a
GEE Temor.
de José Smith de la 8 a GEE Meditar. 12 a
DyC 18:8.
Biblia en inglés y el b GEE Oración. 13 a
GEE Tentación, tentar.
Libro de Abraham, c Lucas 24:32. 14 a
1 Cor. 16:13.
en las que Oliver d GEE Inspiración, b GEE Llamado, llamado
Cowdery ayudó como inspirar; por Dios, llamamiento.
escribiente. Testimonio. c Alma 13:29;
GEE José Smith, e DyC 8:2–3. DyC 17:8.
Doctrina y Convenios 10:1–10 18
recibido incluso en el verano de 1828. En esta el Señor le informa a José
de los cambios que hombres perversos habían hecho en las 116 páginas
manuscritas de la traducción del libro de Lehi, en el Libro de Mormón.
Estas páginas manuscritas se habían perdido de las manos de Martin
Harris, a quien se habían confiado las hojas provisionalmente. (Véase el
encabezamiento de la sección 3). El vil designio consistía en esperar hasta
que se tradujera de nuevo la materia que contenían las páginas robadas,
y entonces desacreditar al traductor mostrando las discrepancias causa-
das por los cambios. En el Libro de Mormón se indica que el demonio ha-
bía concebido este propósito inicuo y que el Señor lo sabía aun mientras
Mormón, el antiguo historiador nefita, hacía el compendio de las planchas
acumuladas (véase Las Palabras de Mormón 1:3–7).
1–26, Satanás incita a hombres ini- trabajes más de lo que tus b fuer­
cuos a oponerse a la obra del Señor; zas y los medios proporcionados
27–33, Su propósito es procurar des- te permitan traducir; mas sé c dili­
truir las almas de los hombres; 34–52, gente hasta el fin.
El Evangelio ha de ir a los lamanitas 5  a Ora siempre para que salgas
y a todas las naciones por medio del triunfante; sí, para que venzas a
Libro de Mormón; 53–63, El Señor Satanás y te libres de las manos de
establecerá Su Iglesia y Su Evangelio los siervos de Satanás que apoyan
entre los hombres; 64–70, Recogerá en su obra.
Su Iglesia a los que se arrepientan y 6 He aquí, han procurado a des­
salvará a los obedientes. truirte; sí, hasta el b hombre en
quien has confiado ha intentado
He aquí, te digo que por haber en­ destruirte.
tregado en manos de un hombre 7 Y por esta razón dije que es un
a 
inicuo esos escritos para lo cual se hombre inicuo, porque ha procu­
te dio el poder de traducirlos por rado llevarse las cosas que te han
medio del b Urim y Tumim, ahora sido confiadas; y también ha in­
los has perdido. tentado destruir tu don.
2 Y al mismo tiempo perdiste tu 8 Y por haber entregado los escri­
don y se ofuscó tu a mente. tos en sus manos, he aquí, hombres
3 No obstante, otra vez te es a res­ perversos te los han quitado.
taurado; procura, por tanto, ser fiel, 9 De modo que los has entre­
y sigue hasta concluir el resto de la gado, sí, aquello que era sagrado,
traducción como has empezado. a la maldad.
4  No corras más a aprisa, ni 10 Y he aquí, a Satanás ha incitado
10 1 a DyC 3:1–15. b Éx. 18:13–26. 6 a DyC 5:32–33; 38:13.
b GEE Urim y Tumim. c Mateo 10:22. b DyC 5:1–2.
2 a GEE Mente. GEE Diligencia. 10 a GEE Diablo.
3 a DyC 3:10. 5 a 3 Ne. 18:15–21.
4 a Mos. 4:27. GEE Oración.
19 Doctrina y Convenios 10:11–26
sus corazones a cambiar las pala­ mentido en sus palabras, y que
bras que has hecho escribir, o sea, no tiene ningún don ni poder;
que has traducido, las cuales han 19 así lo destruiremos, como tam­
salido de tus manos. bién la obra; y haremos esto para
11 Y he aquí, te digo que por ha­ que al final no seamos avergonza­
ber cambiado ellos las palabras, dos, y para obtener la gloria del
ahora dicen lo contrario de lo que mundo.
tradujiste e hiciste escribir. 20 De cierto, de cierto te digo, que
12 Y de esta manera el diablo Satanás ejerce un gran dominio en
ha procurado poner en marcha sus corazones y los a incita a la b ini­
un plan astuto para destruir esta quidad contra lo bueno;
obra; 21 y a corruptos están sus corazo­
13 porque les ha puesto en el nes y llenos de b maldades y abo­
corazón hacer esto para que, min­ minaciones; y c aman las d tinieblas
tiendo, digan que te han a sor­ más bien que la luz, porque sus
prendido en las palabras que has e 
hechos son malos; por tanto, no
fingido haber traducido. recurren a mí.
14 De cierto te digo, que no per­ 22 a Satanás los incita a fin de b con­
mitiré que Satanás realice su per­ ducir sus almas a la destrucción.
verso designio en esto. 23 Y así ha ideado un plan astuto,
15 Porque he aquí, les ha puesto pensando destruir la obra de Dios;
en el corazón hacer que tientes al pero lo demandaré de las manos
Señor tu Dios, al pedir traducirlo de ellos, y se tornará para su ver­
de nuevo. güenza y condenación en el día
16 Y entonces, he aquí, dicen y del a juicio.
piensan en sus corazones: Vere­ 24 Sí, él incita sus corazones a la
mos si Dios le ha dado el poder ira contra esta obra.
de traducir; si es así, le dará poder 25 Sí, les dice: Engañad y ace­
otra vez; chad para poder destruir; he aquí,
17 y si Dios le da poder otra vez, en esto no hay daño. Y así los li­
o si traduce de nuevo, es decir, si sonjea y les dice que no es pe­
produce las mismas palabras, he cado a mentir para sorprender a
aquí, las tenemos con nosotros y un hombre en la mentira, a fin
las hemos alterado; de destruirlo.
18  de manera que no estarán 26 Y de este modo los halaga y
de acuerdo, y diremos que ha los a conduce hasta que arrastra
13 a Jer. 5:26. GEE Tinieblas DyC 121:23–25.
20 a 2 Ne. 28:20–22. espirituales. 25 a 2 Ne. 2:18; 28:8–9;
b GEE Pecado. e Juan 3:18–21; Alma 10:17;
21 a DyC 112:23–24. DyC 29:45. Moisés 4:4.
b GEE Inicuo, iniquidad. 22 a 2 Ne. 2:17–18. GEE Mentiras.
c Moisés 5:13–18. b GEE Tentación, tentar. 26 a GEE Apostasía.
d Mos. 15:26. 23 a Hel. 8:25;
Doctrina y Convenios 10:27–39 20
sus almas al infierno; y así hace
b 
para que en ella la obra no salga
que caigan en su propio c ardid. a luz.
27 Y así va y viene, a acá y allá so­ 34 Pero mira, aquí hay sabiduría;
bre la tierra, procurando b destruir y porque te manifiesto a sabiduría,
las almas de los hombres. y te doy mandamientos en cuanto
28 De cierto, de cierto te digo: a lo que has de hacer respecto
¡Ay de aquel que miente para a en­ de estas cosas, no lo muestres al
gañar, porque supone que otro mundo hasta haber terminado el
miente para engañar!, porque trabajo de la traducción.
no se exime a tales de la b justicia 35 No te maravilles de que te dije:
de Dios. Aquí hay sabiduría, no lo muestres
29 Y he aquí, han cambiado estas al mundo; pues yo dije que no lo
palabras, porque Satanás les dice muestres al mundo a fin de que
que tú los has engañado; y así los seas preservado.
adula para que cometan iniqui­ 36 He aquí, no te digo que no lo
dad, a fin de hacer que a tientes al muestres a los justos;
Señor tu Dios. 37 pero como no siempre pue­
30 He aquí, te digo que no vol­ des juzgar quiénes son a justos, o
verás a traducir aquellas palabras como no siempre puedes discer­
que han salido de tus manos; nir a los malvados de los justos,
31 porque he aquí, no realiza­ es por lo que te digo que guardes
rán sus malos designios de men­ b 
silencio hasta que yo considere
tir contra esas palabras. Pues, propio dar a conocer al mundo
he aquí, si produces las mismas todas las cosas concernientes al
palabras, dirán que has men­ asunto.
tido y que has fingido tradu­ 38 Y ahora de cierto te digo, que
cir, pero que tú mismo te has un relato de las a cosas que has es­
contradicho. crito, que han desaparecido de tus
32 Y he aquí, publicarán esto, manos, está grabado en las b plan­
y Satanás endurecerá el corazón chas de Nefi;
del pueblo, agitándolo a la ira en 39 sí, y recordarás que en esos
contra de ti, para que no crean mis escritos se decía que se hallaba
palabras. una relación más particular de
33 Así piensa a Satanás vencer estas cosas en las planchas de
tu testimonio en esta generación, Nefi.
26 b GEE Infierno. 29 a Mateo 4:7. que lo que contenían
c Prov. 29:5–6; 33 a GEE Diablo. las 116 páginas que
1 Ne. 14:3. 34 a GEE Sabiduría. se perdieron se había
27 a Job 1:7. 37 a Mateo 23:28. traducido de una
b 2 Ne. 28:19–23; b Éx. 14:14. parte de las planchas
DyC 76:28–29. 38 a En el prefacio de la llamada el “Libro de
28 a GEE Engañar, engaño. primera edición del Lehi”.
b Rom. 2:3. Libro de Mormón, b GEE Planchas.
GEE Justicia. el Profeta explicaba
21 Doctrina y Convenios 10:40–55
40 Y debido a que el relato gra­ 48 sí, y esta fue su fe: que mi
bado en las planchas de Nefi habla evangelio, el cual les entregué a
más particularmente de las cosas fin de que lo predicasen en sus
que en mi sabiduría quisiera traer días, llegara a sus hermanos los
al conocimiento del pueblo en esta a 
lamanitas, y también a todos los
historia, que hubieren llegado a ser lama­
41 traducirás, por tanto, lo que nitas a causa de sus disensiones.
está grabado en las a planchas de 49 Mas esto no es todo: su fe en
Nefi hasta llegar al reinado del rey sus oraciones era que este evan­
Benjamín, o hasta llegar a lo que gelio también se diera a conocer,
has traducido y retenido; si acaso otras naciones llegasen a
42 y he aquí, lo publicarás como poseer esta tierra;
la relación de Nefi; y así confun­ 50 y así dejaron sobre esta tierra
diré a los que han alterado mis una bendición en sus oraciones,
palabras. para que quien creyese en este
43 No permitiré que destruyan evangelio sobre esta tierra, tuviera
mi obra; sí, les mostraré que mi la vida eterna;
sabiduría es más potente que la 51 sí, que este fuese accesible
astucia del diablo. para todos, de la nación, tribu,
44 He aquí, ellos solo tienen una lengua o pueblo que fueren.
parte, o sea, un compendio del re­ 52 Y ahora bien, he aquí, según
lato de Nefi. su fe en sus oraciones traeré esta
45 He aquí, hay muchas cosas parte de mi evangelio al conoci­
grabadas en las planchas de Nefi miento de mi pueblo. He aquí, no
que dan mayor claridad a mi evan­ la traigo para destruir lo que han
gelio; por tanto, me es prudente recibido, sino para aumentarlo.
que traduzcas esta primera parte 53 Y por esta causa he dicho: Si
de los grabados de Nefi y la inclu­ los de esta generación no endu­
yas en esta obra. recen sus corazones, estableceré
46 Y he aquí, el resto de esta a obra entre ellos mi iglesia.
contiene todas aquellas partes de 54  Ahora, no digo esto para
mi b evangelio que mis santos pro­ destruir mi iglesia, sino para
fetas, sí, y también mis discípulos, edificarla.
c 
pidieron en sus oraciones que lle­ 55 Por lo tanto, quienes pertene­
garan a este pueblo. cen a mi iglesia no necesitan a te­
47 Y les dije que les sería a conce­ mer, porque los tales b heredarán
dido según su b fe en sus oraciones; el c reino de los cielos.
41 a P. de Morm. 1:3–7. 9:34–37. 55 a GEE Temor.
46 a GEE Libro de 47 a 3 Ne. 5:13–15; b Mateo 5:10.
Mormón. DyC 3:19–20. c GEE Reino de Dios o
b GEE Evangelio. b GEE Fe. de los cielos.
c Enós 1:12–18; 48 a Moro. 10:1–5;
Morm. 8:24–26; DyC 109:65–66.
Doctrina y Convenios 10:56–69 22
56 Pero aquellos que no me te­ a 
sí, y la única doctrina que hay
men ni guardan mis mandamien­ en mí.
tos, sino que establecen b iglesias 63 Y hago esto para establecer
para sí para c lucrar, sí, y todos los mi evangelio, a fin de que no
que obran inicuamente y edifican haya tanta contención; sí, a Sa­
el reino del diablo, sí, de cierto, tanás incita el corazón del pue­
de cierto te digo, que son ellos blo para que b contiendan sobre
a quienes inquietaré y haré que los puntos de mi doctrina; y en
tiemblen y se estremezcan hasta el estas cosas yerran, porque c per­
centro. vierten las Escrituras y no las
57  He aquí, soy Jesucristo, el entienden.
a 
Hijo de Dios. Vine a los míos, y 64 Por tanto, les descubriré este
los míos no me recibieron. gran misterio;
58 Soy la a luz que brilla en las 65 pues he aquí, los a juntaré como
tinieblas, y las tinieblas no la la gallina junta a sus polluelos de­
comprenden. bajo de sus alas, si no endurecen
59  Soy aquel que dije a mis sus corazones;
d i s c í p u l o s : a O t r a s b o v e j a s 66 sí, si quieren venir, pueden
tengo que no son de este re­ hacerlo, y beber de las a aguas de
dil; y hubo muchos que c no me la vida libremente.
entendieron. 67 He aquí, esta es mi doctrina:
60 Y le mostraré a este pueblo que quienes se arrepienten y a vienen a
tenía otras ovejas, y que eran una mí, tales son mi b iglesia.
rama de la a casa de Jacob; 68 Quien a declare más o menos
61 y le daré a conocer sus obras que esto no es de mí, sino que está
maravillosas que hicieron en mi en b contra de mí; por consiguiente,
nombre; no es de mi iglesia.
62 sí, y también sacaré a luz mi 69 Y ahora bien, he aquí, a los
evangelio que les fue enseñado, y que son de mi iglesia, y perseve­
he aquí, no negarán lo que tú has ran en ella hasta el fin, estableceré
recibido, sino que lo edificarán y sobre mi a roca, y las b puertas del
pondrán de manifiesto los pun­ infierno no prevalecerán en contra
tos verdaderos de mi a doctrina, de ellos.
56 a Ecle. 12:13–14. 62 a 3 Ne. 11:31–40. b GEE Iglesia de
b GEE Diablo — La 63 a GEE Diablo. Jesucristo.
iglesia del diablo. b GEE Contención, 68 a 3 Ne. 11:40.
c 4 Ne. 1:26. contienda. b Lucas 11:23.
57 a Rom. 1:4. c 2 Pe. 3:16. 69 a GEE Roca.
58 a DyC 6:21. 65 a Lucas 13:34; b Mateo 16:18;
59 a Juan 10:16. 3 Ne. 10:4–6; 2 Ne. 4:31–32;
b GEE Buen Pastor. DyC 43:24. DyC 17:8; 128:10.
c 3 Ne. 15:16–18. 66 a GEE Agua(s) viva(s).
60 a GEE Viña del Señor. 67 a Mateo 11:28–30.
23 Doctrina y Convenios 10:70–11:8
70 Y ahora, recuerda las palabras mundo, tu Redentor, tu b Señor y tu
de aquel que es la vida y la a luz del Dios. Amén.

SECCIÓN 11
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a su hermano Hyrum
Smith, en Harmony, Pensilvania, en mayo de 1829. Esta revelación se
recibió por medio del Urim y Tumim en respuesta a la pregunta y sú-
plica de José. En la historia de José Smith se infiere que esta revelación
se recibió después de la restauración del Sacerdocio Aarónico.
1–6, Los obreros de la viña lograrán su fuerza y siegue mientras dure
la salvación; 7–14, Busca sabiduría, el día, a fin de que b atesore para
proclama el arrepentimiento, confía su alma la salvación c sempiterna
en el Espíritu; 15–22, Guarda los en el reino de Dios.
mandamientos y estudia la palabra 4 Sí, quien meta su a hoz y coseche
del Señor; 23–27, No niegues el es- es llamado por Dios.
píritu de revelación y de profecía; 5 Por consiguiente, si me a pi­
28–30, Aquellos que reciban a Cristo des, recibirás; si llamas, se te
llegarán a ser hijos de Dios. abrirá.
6 Ahora, ya que has pedido, he
Una obra grande y maravillosa
a 
aquí, te digo: Guarda mis manda­
está a punto de aparecer entre los mientos y procura sacar a luz y
hijos de los hombres. establecer la causa de a Sion.
2 He aquí, yo soy Dios; a escucha 7 No busques a riquezas sino b sa­
mi b palabra que es viva y c pode­ biduría; y he aquí, los misterios de
rosa, más d cortante que una espada Dios te serán revelados, y entonces
de dos filos, que penetra hasta par­ serás rico. He aquí, rico es el que
tir las coyunturas y los tuétanos; tiene la vida eterna.
por consiguiente, presta atención 8 De cierto, de cierto te digo, que
a mi palabra. se te concederá según lo que de
3 He aquí, el campo a blanco está mí deseares; y si quieres, serás el
ya para la siega; por tanto, quien medio para hacer mucho bien en
deseare cosechar, meta su hoz con esta generación.
70 a GEE Luz, luz de b Heb. 4:12. 5 a GEE Oración.
Cristo. c Alma 4:19; 31:5. 6 a Isa. 52:7–8;
b GEE Jesucristo. d Hel. 3:29–30; DyC 66:11.
11 1 a Isa. 29:14; DyC 6:2. GEE Sion.
DyC 4. 3 a DyC 12:3. 7 a 1 Rey. 3:11–13;
GEE Restauración del b Lucas 18:22; Hel. 5:8. 2 Ne. 26:31;
Evangelio. c 1 Tim. 6:19. Jacob 2:17–19;
2 a 1 Ne. 15:23–25; 4 a Apoc. 14:15; DyC 38:39.
DyC 1:14; 84:43–45. DyC 14:3–4. b GEE Sabiduría.
Doctrina y Convenios 11:9–22 24
9  No prediques sino el arre­
a  b 
vayas a suponer que eres lla­
pentimiento a esta generación. mado a predicar sino hasta que
Guarda mis mandamientos y se te a llame.
ayuda a que salga a luz mi obra, 16 Espera un poco más, hasta
c 
según mis mandamientos, y serás que tengas mi palabra, mi a roca,
bendecido. mi iglesia y mi evangelio, para que
10 He aquí, tienes un a don, o ten­ con certeza conozcas mi doctrina.
drás un don, si de mí lo deseas con 17 Y entonces, he aquí, conforme
fe, con un b corazón sincero, cre­ a tus deseos, sí, de acuerdo con tu
yendo en el poder de Jesucristo, o fe te será hecho.
en mi poder que te habla; 18  Guarda mis mandamien­
11 porque he aquí, soy yo el que tos; guarda silencio; invoca a mi
hablo; he aquí, soy la a luz que bri­ Espíritu;
lla en las tinieblas, y por mi b poder 19  sí, a allégate a mí con todo
te doy estas palabras. tu corazón para que ayudes a
12 Y ahora, de cierto, de cierto revelar esas cosas de las que se
te digo: Pon tu a confianza en ha hablado, sí, la traducción de
ese b Espíritu que induce a ha­ mi obra; sé paciente hasta que lo
cer lo bueno, sí, a obrar justa­ realices.
mente, a c andar d humildemente, 20  He aquí, esta es tu obra:
a e juzgar con rectitud; y este es mi a 
Guardar mis mandamientos,
Espíritu. sí, con todo tu poder, mente y
13 De cierto, de cierto te digo: Te fuerza.
daré de mi Espíritu, el cual a ilumi­ 21 No intentes declarar mi pa­
nará tu b mente y llenará tu alma labra, sino primero procura a ob­
de c gozo; tenerla, y entonces será desatada
14 y entonces conocerás, o por tu lengua; luego, si lo deseas, ten­
este medio sabrás, todas las cosas drás mi Espíritu y mi palabra, sí,
que de mí deseares, que correspon­ el poder de Dios para convencer a
den a la a rectitud, con fe, creyendo los hombres.
en mí que recibirás. 22 Mas por ahora guarda silencio;
15 He aquí, te mando que no estudia a mi palabra que ha salido
9 a DyC 19:21–22. 1 Juan 4:1–6. GEE Autoridad;
b GEE Arrepentimiento, c GEE Andar, andar con Llamado, llamado por
arrepentirse. Dios. Dios, llamamiento.
c DyC 105:5. d GEE Humildad, 16 a DyC 6:34.
10 a DyC 46:8–12. humilde, humillar GEE Roca.
b Lucas 8:15. (afligir). 19 a Jacob 6:5;
11 a GEE Luz, luz de e Mateo 7:1–5; DyC 98:11.
Cristo. Alma 41:14–15. 20 a GEE Obediencia,
b GEE Poder. 13 a DyC 76:12. obediente, obedecer.
12 a DyC 84:116. b GEE Mente. 21 a Alma 17:2–3;
GEE Confianza, c GEE Gozo. DyC 84:85.
confiar. 14 a GEE Rectitud, recto. 22 a Es decir, la Biblia.
b Rom. 8:1–9; 15 a AdeF 1:5.
25 Doctrina y Convenios 11:23–12:2
entre los hijos de los hombres, y 26  Por lo tanto, a atesora en
también b estudia c mi palabra que tu corazón hasta el tiempo en
saldrá entre ellos, o lo que ahora que, según mi sabiduría, has
se está traduciendo, sí, hasta que de salir.
hayas logrado todo cuanto d con­ 27 He aquí, hablo a todos los que
cederé a los hijos de los hombres tienen deseos buenos y han a me­
en esta generación, y entonces se tido sus hoces para segar.
añadirán a esto todas las cosas. 28 He aquí, soy a Jesucristo, el
23 He aquí, tú eres a Hyrum, mi Hijo de Dios. Soy la vida y la b luz
hijo; b busca el reino de Dios, y to­ del mundo.
das las cosas serán añadidas según 29 Soy el mismo que vine a los
lo que es justo. míos, y los míos no me recibieron;
24 a Edifica sobre mi roca, la cual 30 mas de cierto, de cierto te digo,
es mi b evangelio; que a cuantos me reciban daré el
25 no niegues el espíritu de a re­ a 
poder de llegar a ser b hijos de
velación ni el espíritu de b profecía, Dios, sí, a los que crean en mi nom­
porque, ¡ay de aquel que niega bre. Amén.
estas cosas!

SECCIÓN 12
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Joseph Knight,
padre, en Harmony, Pensilvania, en mayo de 1829. Joseph Knight
creía en las declaraciones de José Smith referentes a que tenía en sus
manos las planchas del Libro de Mormón, así como el trabajo de la
traducción que entonces se estaba efectuando, y en varias ocasiones
había prestado ayuda material a José Smith y a su escribiente, lo cual
les permitió continuar traduciendo. A solicitud de Joseph Knight, el
Profeta preguntó al Señor y recibió esta revelación.
1–6, Los obreros de la viña lograrán Una obra grande y maravillosa
a 

la salvación; 7–9, Todos los que ten- está a punto de aparecer entre los
gan deseos de ayudar en la obra del hijos de los hombres.
Señor y que posean las cualidades 2 He aquí, yo soy Dios; escucha
necesarias pueden hacerlo. mi palabra que es viva y poderosa,
22 b GEE Escrituras — El b GEE Evangelio. 28 a GEE Jesucristo.
valor de las 25 a GEE Revelación. b GEE Luz, luz de
Escrituras. b Apoc. 19:10. Cristo.
c Es decir, el Libro de GEE Profecía, 30 a Juan 1:12.
Mormón. profetizar. b GEE Hijos e hijas de
d Alma 29:8. 26 a Deut. 11:18; Dios.
23 a JS—H 1:4. DyC 6:20; 43:34; 12 1 a Véanse en DyC
b Mateo 6:33. JS—M 1:37. 11:1–6, pasajes
24 a Mateo 7:24–27. 27 a GEE Obra misional. correlacionados.
Doctrina y Convenios 12:3–13:1 26
más cortante que una espada de aquí, te digo: Guarda mis manda­
dos filos, que penetra hasta partir mientos y procura sacar a luz y
las coyunturas y los tuétanos; por establecer la causa de Sion.
consiguiente, presta atención a mi 7 He aquí, te hablo a ti y también
palabra. a todos aquellos que tienen deseos
3 He aquí, el campo blanco está de hacer salir a luz y establecer
ya para la siega; por tanto, quien esta obra.
quisiere cosechar, meta su hoz con 8 Y nadie puede ayudar en ella
su fuerza y siegue mientras dure a menos que sea a humilde y lleno
el día, a fin de que atesore para su de b amor, y tenga c fe, d esperanza
alma la salvación sempiterna en el y e caridad, y sea moderado en to­
reino de Dios. das las cosas, cualesquiera que le
4 Sí, quien meta su hoz y coseche fueren confiadas.
es llamado por Dios. 9 He aquí, yo soy la luz y la vida
5 Por consiguiente, si me pides, del mundo, el que hablo estas pala­
recibirás; si llamas, se te abrirá. bras. Por tanto, escucha con tu po­
6 Ahora, ya que has pedido, he der, y entonces eres llamado. Amén.

SECCIÓN 13
Un extracto de la historia de José Smith en la que se relata la ordena-
ción del Profeta y de Oliver Cowdery al Sacerdocio Aarónico cerca de
Harmony, Pensilvania, el 15 de mayo de 1829. La ordenación se efec-
tuó bajo las manos de un ángel, quien declaró ser Juan, el mismo que
es llamado Juan el Bautista en el Nuevo Testamento. El ángel explicó
que obraba bajo la dirección de Pedro, Santiago y Juan, los Apóstoles
de la antigüedad, quienes poseían las llaves del sacerdocio mayor, que
era conocido como el Sacerdocio de Melquisedec. Se prometió a José y
a Oliver que en la ocasión oportuna se les conferiría este sacerdocio
mayor. (Véase la sección 27:7–8, 12).
Se declaran las llaves y los poderes el cual tiene las llaves del mi­
del Sacerdocio Aarónico. nisterio de c ángeles, y del evan­
gelio de d arrepentimiento, y
Sobre vosotros, mis consiervos, del e bautismo por inmersión
en el nombre del Mesías, a con­ para la remisión de pecados; y
fiero el b Sacerdocio de Aarón, este sacerdocio nunca más será
8 a GEE Humildad, e GEE Caridad. Aarónico.
humilde, humillar 13 1 a JS—H 1:68–75. c GEE Ángeles.
(afligir). GEE Ordenación, d GEE Arrepentimiento,
b GEE Amor. ordenar. arrepentirse.
c GEE Fe. b DyC 27:8; 84:18–34. e GEE Bautismo,
d GEE Esperanza. GEE Sacerdocio bautizar.
27 Doctrina y Convenios 14:1–8
quitado de la tierra, hasta que ofrezcan al Señor un sacrificio en
los f hijos de Leví de nuevo g 
rectitud.

SECCIÓN 14
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a David Whitmer,
en Fayette, Nueva York, en junio de 1829. La familia Whitmer se ha-
bía interesado en gran manera en la traducción del Libro de Mormón.
El Profeta estableció su residencia en la casa de Peter Whitmer, padre,
donde habitó hasta que el trabajo de la traducción se completó y se ob-
tuvo el título de propiedad literaria del libro que se iba a imprimir. Tres
de los hijos de la familia Whitmer, habiendo recibido cada uno de ellos
un testimonio en cuanto a la autenticidad de la obra, se interesaron
profundamente en el asunto de su deber individual. Esta revelación
y las dos que siguen (secciones 15 y 16) se dieron en respuesta a la
pregunta que se hizo por medio del Urim y Tumim. Más tarde, David
Whitmer llegó a ser uno de los Tres Testigos del Libro de Mormón.
1–6, Los obreros de la viña lograrán su fuerza y siegue mientras dure
la salvación; 7–8, La vida eterna es el día, a fin de que atesore para su
el mayor de los dones de Dios; 9–11, alma la salvación sempiterna en el
Cristo creó los cielos y la tierra. reino de Dios.
4 Sí, quien meta su hoz y coseche
Una obra grande y maravillosa
a 
es llamado por Dios.
está a punto de aparecer entre los 5 Por consiguiente, si me pides,
hijos de los hombres. recibirás; si llamas, se te abrirá.
2 He aquí, yo soy Dios; escucha 6 Procura sacar a luz y establecer
mi palabra que es viva y poderosa, mi Sion. Guarda mis mandamien­
más cortante que una espada de tos en todas las cosas.
dos filos, que penetra hasta partir 7 Y si a guardas mis mandamien­
las coyunturas y los tuétanos; por tos y b perseveras hasta el fin,
consiguiente, presta atención a mi tendrás la c vida eterna, que es el
palabra. mayor de todos los dones de Dios.
3 He aquí, el campo blanco está 8 Y acontecerá que si pides al
ya para la siega; por tanto, quien Padre en mi nombre, con fe, cre­
quisiere cosechar, meta su hoz con yendo, recibirás el a Espíritu Santo,
1 f Véase, al final de José DyC 128:24. Mos. 2:22, 41;
Smith—Historia, g GEE Rectitud, recto. DyC 58:2.
el relato de Oliver 14 1 a Véanse en DyC b GEE Perseverar.
Cowdery sobre la 11:1–6, pasajes c 2 Ne. 31:20;
restauración del correlacionados. DyC 6:13.
Sacerdocio Aarónico. 7 a Lev. 26:3–12; GEE Vida eterna.
Deut. 10:8; 1 Cró. 6:48; Juan 15:10; 8 a GEE Espíritu Santo.
Doctrina y Convenios 14:9–15:6 28
el cual inspira a hablar, para que 10 por tanto, he de llevar la a ple­
seas b testigo de las cosas que c oirás nitud de mi evangelio, de los b gen­
y verás, y también para que decla­ tiles a la casa de Israel.
res el arrepentimiento a los de esta 11 Y he aquí, tú eres David, y eres
generación. llamado para ayudar; cosa que
9 He aquí, soy a Jesucristo, el b Hijo si haces, y eres fiel, serás bende­
del c Dios viviente, el que d hice los cido espiritual así como temporal­
cielos y la e tierra, una f luz que no mente, y grande será tu galardón.
se puede esconder en las g tinieblas; Amén.

SECCIÓN 15
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a John Whitmer,
en Fayette, Nueva York, en junio de 1829 (véase el encabezamiento de
la sección 14). El mensaje es íntima e impresionantemente personal,
puesto que el Señor habla de lo que únicamente John Whitmer y Él
mismo sabían. Más tarde, John Whitmer llegó a ser uno de los Ocho
Testigos del Libro de Mormón.
1–2, El brazo del Señor se extiende 4 porque muchas veces has de­
sobre toda la tierra; 3–6, Predicar seado saber de mí lo que para ti
el Evangelio y salvar almas es lo de sería de mayor valor.
mayor valor. 5 He aquí, bendito eres por esto,
y por haber declarado mis palabras
Da oído, mi siervo John, y escucha que, de conformidad con mis man­
las palabras de Jesucristo, tu Señor damientos, yo te he comunicado.
y Redentor. 6 Y ahora bien, he aquí, te digo
2 Pues he aquí, te hablo con clari­ que lo que será de mayor valor
dad y con a poder, porque mi brazo para ti será a declarar el arrepenti­
cubre toda la tierra. miento a este pueblo, a fin de que
3  Y te declararé lo que nin­ traigas almas a mí, para que con
gún hombre sabe, sino tú y yo ellas b reposes en el c reino de mi
únicamente, d 
Padre. Amén.
8 b Mos. 18:8–10. DyC 20:19. JS—H 1:34.
GEE Testigo. d Juan 1:1–3, 14; b GEE Gentiles.
c Véase “El Testimonio 3 Ne. 9:15; 15 2 a Hel. 3:29–30.
de Tres Testigos” en las DyC 45:1. GEE Poder.
primeras páginas del GEE Creación, crear. 6 a DyC 18:15–16.
Libro de Mormón. e Abr. 4:12, 24–25. GEE Obra misional.
9 a Mos. 4:2; f 2 Sam. 22:29. b GEE Descansar,
DyC 76:20–24. GEE Luz, luz de Cristo. descanso (reposo).
b Rom. 1:4. g GEE Tinieblas c GEE Reino de Dios o
c Dan. 6:26; espirituales. de los cielos.
Alma 7:6; 10 a DyC 20:8–9; d GEE Padre Celestial.
29 Doctrina y Convenios 16:1–17:1

SECCIÓN 16
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Peter Whitmer,
hijo, en Fayette, Nueva York, en junio de 1829 (véase el encabezamiento
de la sección 14). Más tarde, Peter Whitmer, hijo, llegó a ser uno de
los Ocho Testigos del Libro de Mormón.
1–2, El brazo del Señor se extiende 4 porque muchas veces has de­
sobre toda la tierra; 3–6, Predicar seado saber de mí lo que para ti
el Evangelio y salvar almas es lo de sería de mayor valor.
mayor valor. 5 He aquí, bendito eres por esto,
y por haber declarado mis palabras
Da oído, mi siervo Peter, y escu­
a 
que, de conformidad con mis man­
cha las palabras de Jesucristo, tu damientos, yo te he comunicado.
Señor y Redentor. 6 Y ahora bien, he aquí, te digo
2 Pues he aquí, te hablo con clari­ que lo que será de mayor valor
dad y con poder, porque mi brazo para ti será declarar el arrepenti­
cubre toda la tierra. miento a este pueblo, a fin de que
3  Y te declararé lo que nin­ traigas almas a mí, para que con
gún hombre sabe, sino tú y yo ellas reposes en el reino de mi Pa­
únicamente, dre. Amén.

SECCIÓN 17
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Oliver Cowdery,
a David Whitmer y a Martin Harris, en Fayette, Nueva York, en junio
de 1829, antes de que vieran ellos las planchas grabadas que contenían
el relato del Libro de Mormón. José y su escribiente, Oliver Cowdery, se
habían enterado, por medio de la traducción de las planchas del Libro
de Mormón, de que tres testigos especiales serían designados (véase
Éter 5:2–4; 2 Nefi 11:3; 27:12). Oliver Cowdery, David Whitmer y
Martin Harris se sintieron impulsados por un deseo inspirado a ser
los tres testigos especiales. El Profeta preguntó al Señor y, como res-
puesta, se dio esta revelación por medio del Urim y Tumim.
1– 4, Por medio de la fe, los Tres He aquí, os digo que tenéis
Testigos verán las planchas y otros que confiar en mi palabra, y si
objetos sagrados; 5–9, Cristo da tes- lo hacéis con íntegro propósito
timonio de la divinidad del Libro de de corazón, a veréis las b plan­
Mormón. chas, y también el pectoral, la
16 1 a Véanse en DyC 15 pa­ Éter 5:2–4; DyC 5:15. primeras páginas del
sajes correlacionados Véase también “El Libro de Mormón.
similares. Testimonio de Tres b Morm. 6:6; JS—H 1:52.
17 1 a 2 Ne. 27:12; Testigos” en las GEE Planchas.
Doctrina y Convenios 17:2–9 30
c 
espada de Labán, el Urim y Tu­
d 
así como mi siervo José Smith, hijo,
mim que le fue dado al e hermano las vio; porque es por mi poder que
de Jared en el monte, cuando habló él las ha visto, y porque tenía fe.
f 
cara a cara con el Señor, así como 6 Y ha traducido el a libro, sí, la
los g directores milagrosos que re­ b 
parte que le he mandado; y vive
cibió Lehi mientras se hallaba en vuestro Señor y vuestro Dios, que
el desierto, en las inmediaciones es verdadero.
del h mar Rojo. 7 Por tanto, habéis recibido el
2 Y será por vuestra fe que se os mismo poder, la misma fe y el
concederá verlas, sí, mediante esa mismo don que él;
fe que tuvieron los profetas de la 8 y si cumplís estos últimos man­
antigüedad. damientos míos que os he dado,
3 Y después de haber logrado fe, las a puertas del infierno no pre­
y de haberlas visto con vuestros valecerán en contra de vosotros;
ojos, a testificaréis de ellas por el porque mi b gracia os es suficiente
poder de Dios; y seréis c enaltecidos en el postrer
4 y haréis esto para que mi siervo día.
José Smith, hijo, no sea destruido, 9 Y yo, Jesucristo, vuestro a Se­
para que en esta obra realice yo ñor y Dios, os lo he hablado, a fin
mis propósitos justos para con los de realizar mis propósitos justos
hijos de los hombres. para con los hijos de los hombres.
5 Y testificaréis de haberlas visto, Amén.

SECCIÓN 18
Revelación dada a José Smith el Profeta, a Oliver Cowdery y a David
Whitmer en Fayette, Nueva York, en junio de 1829. De acuerdo con
el Profeta, esta revelación dio a conocer “el llamamiento de los doce
apóstoles en estos últimos días y también instrucciones relacionadas
con la edificación de la Iglesia”.
1–5, Las Escrituras indican cómo grande; 17–25, Para lograr la salva-
se ha de edificar la Iglesia; 6–8, El ción, los hombres deben tomar sobre
mundo está madurando en la iniqui- sí el nombre de Cristo; 26–36, Se
dad; 9–16, El valor de las almas es revelan el llamamiento y la misión
1 c 1 Ne. 4:8–9; g 1 Ne. 16:10, 16, 26–29; 8 a Mateo 16:18;
2 Ne. 5:14; Alma 37:38–47. 3 Ne. 11:39;
Jacob 1:10; h 1 Ne. 2:5. DyC 10:69.
Mos. 1:16. 3 a GEE Testificar; b GEE Gracia.
d GEE Urim y Tumim. Testigo. c 1 Ne. 13:37;
e Éter 3. 6 a GEE Libro de Mormón. 3 Ne. 27:14–15, 22;
f Gén. 32:30; Éx. 33:11; b 2 Ne. 27:22; DyC 9:14.
Moisés 1:2. 3 Ne. 26:7–10. 9 a GEE Señor.
31 Doctrina y Convenios 18:1–12
de los Doce; 37–39, Oliver Cowdery 7 Por tanto, ya que has sido a bau­
y David Whitmer han de buscar a tizado por mano de mi siervo José
los Doce; 40–47, Para lograr la sal- Smith, hijo, según lo que le he
vación, los hombres deben arrepen- mandado, él ha cumplido con lo
tirse, ser bautizados y guardar los que le mandé.
mandamientos. 8  Ahora, no te maravilles de
que lo haya llamado para mi pro­
He aquí, a causa de lo que tú, mi pósito particular, el cual me es
siervo Oliver Cowdery, has de­ conocido; por lo que, si es a dili­
seado saber de mí, te digo estas gente en b guardar mis manda­
palabras: mientos, será c bendecido para
2 He aquí, te he manifestado por vida eterna; y su nombre es
mi Espíritu en varias ocasiones, d 
José.
que las cosas que has escrito son 9 Y ahora, Oliver Cowdery, te ha­
a 
verdaderas; por tanto, sabes que blo a ti, y también a David Whit­
son verdaderas. mer, por vía de mandamiento,
3 Y si sabes que son verdaderas, porque he aquí, mando a todos
he aquí, te mando que confíes en los hombres en todas partes que se
las cosas que están a escritas; arrepientan; y os hablo a vosotros,
4 porque en ellas se hallan escri­ como a Pablo mi a apóstol, porque
tas todas las cosas concernientes sois llamados con el mismo llama­
al fundamento de mi iglesia, mi miento que él.
a 
evangelio y mi b roca. 10  Recordad que el a valor de
5 De modo que si edificas mi las b almas es grande a la vista de
iglesia sobre el fundamento de Dios;
mi evangelio y mi roca, las puer­ 11 porque he aquí, el Señor vues­
tas del infierno no prevalecerán en tro a Redentor padeció la b muerte
contra de ti. en la carne; por tanto, c sufrió el
6 He aquí, el a mundo está ma­ d 
dolor de todos los hombres, a fin
durando en la iniquidad; y es pre­ de que todo hombre pudiese arre­
ciso que sean instados los hijos de pentirse y venir a él.
los hombres, tanto los b gentiles 12  Y ha a resucitado de entre
como la casa de Israel, a que se los muertos, para traer a todos
arrepientan. los hombres a él, mediante
18 2 a DyC 6:15–17. 8 a GEE Diligencia. b GEE Alma.
3 a DyC 98:11. b GEE Obediencia, 11 a GEE Redentor.
GEE Escrituras — obediente, obedecer. b GEE Crucifixión.
El valor de las c GEE Bendecido, c GEE Redención,
Escrituras. bendecir, bendición. redimido, redimir.
4 a GEE Evangelio. d 2 Ne. 3:14–15. d Isa. 53:4–5.
b GEE Roca. GEE Smith, hijo, José. GEE Expiación, expiar.
6 a GEE Mundo. 9 a Rom. 1:1. 12 a GEE Resurrección.
b GEE Gentiles. 10 a GEE Alma — El valor
7 a JS—H 1:70–71. de las almas.
Doctrina y Convenios 18:13–27 32
las condiciones del arrepenti­ b 
20  No contendáis en contra de
a 

miento. ninguna iglesia, a menos que sea


13 ¡Y cuán grande es su a gozo por la b iglesia del diablo.
el alma que se arrepiente! 21 Tomad sobre vosotros el a nom­
14 Así que, sois llamados a a pro­ bre de Cristo, y b declarad la verdad
clamar el arrepentimiento a este con c solemnidad.
pueblo. 22 Y cuantos se arrepientan y se
15 Y si acontece que trabajáis to­ a 
bauticen en mi nombre —el cual
dos vuestros días proclamando el es Jesucristo— y b perseveren hasta
arrepentimiento a este pueblo y me el fin, tales serán salvos.
traéis aun cuando fuere una sola 23 He aquí, Jesucristo es el a nom­
a 
alma, ¡cuán grande será vuestro bre dado por el Padre, y no hay
gozo con ella en el reino de mi otro nombre dado, mediante el
Padre! cual el hombre pueda ser salvo;
16 Y ahora, si vuestro gozo será 24 así que, es preciso que todos
grande con un alma que me hayáis los hombres tomen sobre sí el nom­
traído al a reino de mi Padre, ¡cuán bre dado por el Padre, porque por
grande no será vuestro b gozo si me ese nombre serán llamados en el
c 
trajereis muchas almas! postrer día;
17 He aquí, tenéis mi evange­ 25 por tanto, si no saben el a nom­
lio ante vosotros, y mi roca y mi bre por el cual son llamados, no
a 
salvación. hay lugar para ellos en el b reino
18  a Pedid al Padre en mi b nom­ de mi Padre.
bre con fe, creyendo que recibi­ 26 Y ahora bien, he aquí, hay
réis, y tendréis el Espíritu Santo, otros que son llamados a declarar
que manifiesta todas las cosas que mi evangelio, tanto a los a gentiles
son c convenientes a los hijos de los como a los judíos;
hombres. 27 sí, doce; y los a Doce serán
19 Y si no tenéis a fe, b esperanza mis discípulos, y tomarán sobre
y c caridad, no podréis hacer sí mi nombre; y los Doce serán
nada. aquellos que desearen tomar
12 b DyC 19:4–18. 18 a GEE Oración. b DyC 100:5–8.
GEE Arrepentimiento, b Juan 15:16. c Rom. 12:3.
arrepentirse. c DyC 88:63–65. 22 a GEE Bautismo,
13 a Lucas 15:7. 19 a GEE Fe. bautizar.
14 a Alma 29:1–2; b GEE Esperanza. b GEE Perseverar.
DyC 34:5–6; 63:57. c GEE Caridad. 23 a Mal. 1:11;
15 a GEE Alma — El valor 20 a 2 Tim. 2:23–24; Hech. 4:12;
de las almas. 3 Ne. 11:29–30. Mos. 3:17;
16 a GEE Reino de Dios b GEE Diablo — La Hel. 3:28–29.
o de los cielos. iglesia del diablo. 25 a Mos. 5:9–14.
b Alma 26:11. 21 a 2 Ne. 31:13; b GEE Gloria celestial.
GEE Gozo. Mos. 5:8; 26 a DyC 90:8–9; 112:4.
c GEE Obra misional. 3 Ne. 27:5; 27 a GEE Apóstol.
17 a GEE Salvación. DyC 20:37.
33 Doctrina y Convenios 18:28– 44
sobre sí mi b nombre con íntegro las declara; porque os son dadas
propósito de corazón. por mi Espíritu, y por mi poder
28 Y si desearen tomar sobre sí las podéis leer los unos a los otros;
mi nombre con íntegro propósito y si no fuera por mi poder, no po­
de corazón, serán llamados para ir dríais tenerlas.
por todo el a mundo a predicar mi 36 Por tanto, podéis a testificar
b 
evangelio a c toda criatura. que habéis oído mi voz y que co­
29 Y son ellos los que de mí son nocéis mis palabras.
ordenados para a bautizar en mi 37  Y ahora bien, he aquí, te
nombre, de acuerdo con lo que concedo a ti, Oliver Cowdery, y
está escrito; también a David Whitmer, que
30 y lo que está escrito lo tenéis busquéis a los Doce, los cuales ten­
ante vosotros; por lo que debéis drán los deseos de que he hablado;
cumplirlo de acuerdo con las pa­ 38 y por sus deseos y sus a obras
labras que están escritas. los conoceréis.
31 Y ahora, os hablo a vosotros, 39 Y cuando los hayáis encon­
los a Doce: He aquí, mi gracia os trado, les enseñaréis estas cosas.
es suficiente; tenéis que andar con 40 Y os postraréis y a adoraréis al
rectitud delante de mí, y no pecar; Padre en mi nombre.
32 y he aquí, sois vosotros los 41  Y habéis de predicar al
que sois ordenados por mí para mundo, diciendo: Debéis arrepen­
a 
ordenar presbíteros y maestros; tiros y bautizaros en el nombre de
para declarar mi evangelio, b de Jesucristo;
acuerdo con el poder del Espíritu 42  porque todos los hombres
Santo que está en vosotros, y según deben arrepentirse y bautizarse,
los c llamamientos y dones de Dios y no únicamente los hombres,
a los hombres. sino las mujeres y los niños
33 Y yo, Jesucristo, vuestro Señor que hayan llegado a la edad de
y vuestro Dios, lo he hablado. a 
responsabilidad.
34 Estas a palabras no son de hom­ 43 Y ahora, después de haber re­
bres, ni de hombre, sino mías; por cibido vosotros esto, debéis guar­
tanto, testificaréis que son de mí, dar mis a mandamientos en todas
y no del hombre. las cosas;
35 Porque es mi a voz la que os 44 y por conducto de vuestras
27 b DyC 27:12. GEE Ordenación, 38 a GEE Obras.
28 a Mar. 16:15–16. ordenar. 40 a GEE Adorar.
b GEE Evangelio. b 2 Pe. 1:21; 42 a DyC 20:71; 29:47;
c DyC 1:2; 42:58. DyC 68:3–4. 68:27.
29 a 3 Ne. 11:21–28; c DyC 20:27. GEE Responsabilidad,
DyC 20:72–74. 34 a GEE Escrituras. responsable.
31 a DyC 107:23–35. 35 a DyC 1:38. 43 a GEE Mandamientos
32 a Moro. 3; GEE Voz. de Dios.
DyC 20:60; 107:58. 36 a GEE Testificar.
Doctrina y Convenios 18:45–19:5 34
manos haré una obra maravillosa
a 
46 Y después de haber recibido
entre los hijos de los hombres, para esto, si a no guardáis mis manda­
b 
convencer a muchos de ellos de mientos, no podréis salvaros en el
sus pecados, para que se arrepien­ reino de mi Padre.
tan y lleguen al reino de mi Padre. 47 He aquí, yo, Jesucristo, vues­
45 Así que, las bendiciones que tro Señor, Dios y Redentor, lo
os doy son a superiores a todas las he hablado por el poder de mi
cosas. Espíritu. Amén.

SECCIÓN 19
Revelación dada por medio de José Smith en Manchester, Nueva York,
probablemente en el verano de 1829. En su historia, el Profeta la pre-
senta como “un mandamiento de Dios, y no del hombre, a Martin
Harris, dado por Aquel que es Eterno”.
1–3, Cristo tiene todo poder; 4–5, hecho para b sujetar a mí todas las
Todos los hombres deben arrepen- cosas—
tirse o padecer; 6–12, Castigo eterno 3 reteniendo todo a poder, aun el
es castigo de Dios; 13–20, Cristo de b destruir a Satanás y sus obras
ha padecido por todos, para que no al c fin del mundo, y el último gran
tengan que sufrir, si se arrepienten; día del juicio que pronunciaré so­
21–28, Predica el Evangelio de arre- bre los habitantes del mundo, d juz­
pentimiento; 29–41, Declara buenas gando a cada hombre de acuerdo
nuevas. con sus e obras y las cosas que haya
hecho.
Yo soy el a Alfa y la Omega, b Cristo 4 Y en verdad, todo hombre tiene
el Señor; sí, soy él, el principio y el que a arrepentirse o b padecer, por­
fin, el Redentor del mundo. que yo, Dios, soy c sin fin.
2 Habiendo ejecutado y a cum­ 5  Por tanto, no a abrogaré los
plido la voluntad de aquel juicios que pronuncie, sino que
de quien soy, a saber, el Pa­ sobrevendrán los lamentos, llo­
dre, tocante a mí —habiéndolo ros, b gemidos y crujir de dientes,
44 a Isa. 29:14; 2 a Juan 17:4; d GEE Juicio final.
DyC 4:1. 3 Ne. 11:11. e GEE Obras.
b Alma 36:12–19; 62:45. b Filip. 3:21. 4 a GEE Arrepentimiento,
45 a DyC 84:35–38. 3 a GEE Poder. arrepentirse.
46 a DyC 82:3. b Isa. 14:12–17; b Lucas 13:3;
19 1 a Apoc. 1:8, 11; 1 Juan 3:8; Hel. 14:19.
3 Ne. 9:18; 1 Ne. 22:26; c Moisés 1:3.
DyC 35:1; 61:1. DyC 88:111–115. 5 a DyC 56:4; 58:32.
GEE Alfa y Omega. c GEE Mundo — El fin b Mateo 13:42.
b GEE Jesucristo. del mundo.
35 Doctrina y Convenios 19:6–20
sí, a los que se hallaren a mi 14 y es por mi omnipotencia que
c 
izquierda. los has recibido;
6 Sin embargo, a no está escrito 15 así que, te mando que te arre­
que no tendrá fin este tormento, pientas; arrepiéntete, no sea que
sino que está escrito b tormento sin te hiera con la vara de mi boca,
fin. y con mi enojo, y con mi ira, y
7 Además, está escrito a condena- sean tus a padecimientos dolo­
ción eterna; de modo que es más rosos; cuán dolorosos no lo sa­
explícito que otras Escrituras, a fin bes; cuán intensos no lo sabes;
de que obre en el corazón de los sí, cuán difíciles de aguantar no
hijos de los hombres, enteramente lo sabes.
para la gloria de mi nombre. 16  Porque he aquí, yo, Dios,
8 Os explicaré, por tanto, este he a padecido estas cosas por to­
misterio, porque os conviene saber, dos, para que b no padezcan, si se
así como a mis apóstoles. c 
arrepienten;
9 Os hablo a vosotros que sois 17  mas si no se arrepienten,
escogidos en esto, como si fue­ tendrán que a padecer así como
seis uno, para que entréis en mi yo;
a 
reposo. 18 padecimiento que hizo que
10 Pues he aquí, el a misterio de yo, Dios, el mayor de todos, tem­
la divinidad, ¡cuán grande es! Por­ blara a causa del dolor y sangrara
que, he aquí, yo soy sin fin, y el por cada poro y padeciera, tanto
castigo que por mi mano se da es en el cuerpo como en el espíritu,
castigo sin fin, porque b Sin Fin es y deseara a no tener que beber la
mi nombre. De ahí que: amarga copa y desmayar.
11  a Castigo eterno es castigo de 19  Sin embargo, gloria sea al
Dios. Padre, bebí, y a acabé mis prepa­
12 Castigo sin fin es castigo de rativos para con los hijos de los
Dios. hombres.
13 Por lo que, te mando que te 20 Por lo que otra vez te mando
arrepientas y guardes los a man­ que te arrepientas, no sea que te hu­
damientos que en mi nombre has mille con mi omnipotencia; y que
recibido de las manos de mi siervo a 
confieses tus pecados para que
José Smith, hijo; no sufras estos castigos de que he
5 c Mateo 25:41–43. b Moisés 1:3; 7:35. pecados.
6 a DyC 76:105–106; GEE Sin Fin. 17 a DyC 29:17.
138:59. 11 a Mateo 25:46. 18 a Lucas 22:42–44.
b DyC 76:33, 44–45. 13 a DyC 5:2; 10:6–7; 17. 19 a Juan 17:4; 19:30.
7 a Hel. 12:25–26; 15 a Alma 36:11–19. 20 a Núm. 5:6–7;
DyC 29:44. 16 a Alma 11:40–41. Mos. 26:29;
9 a GEE Descansar, GEE Expiación, expiar. DyC 58:43; 64:7.
descanso (reposo). b GEE Misericordia, GEE Confesar,
10 a Jacob 4:8; misericordioso. confesión.
DyC 76:114–116. c GEE Remisión de
Doctrina y Convenios 19:21–33 36
hablado, los cuales en muy pe­ a 
gentiles, a fin de que pronto vaya
queño grado, sí, en grado mínimo a los b judíos, de quienes los lama­
probaste en la ocasión en que retiré nitas son un c resto, para que crean
mi Espíritu. en el evangelio y no esperen más la
21 Y te mando que a no predi­ llegada de un d Mesías que ya vino.
ques más que el arrepentimiento, 28 Y además, te mando que a ores
y que b no muestres estas co­ b 
vocalmente así como en tu co­
sas al mundo hasta que me sea razón; sí, ante el mundo como
prudente. también en secreto; así en público
22 Porque por ahora no pueden como en privado.
a 
tolerar carne, sino que deben 29 Y tú a declararás gozosas nue­
recibir b leche; por tanto, no de­ vas; sí, publícalo sobre las montañas
ben saber estas cosas, no sea que y en todo lugar alto, y entre todo
perezcan. pueblo que te sea permitido ver.
23 Aprende de mí y escucha mis 30 Y lo harás con toda humildad,
palabras; a camina en la b manse­ a 
confiando en mí, no denigrando
dumbre de mi Espíritu, y en mí a los que denigran.
tendrás c paz. 31 Y de a dogmas no hablarás,
24 Yo soy a Jesucristo; vine por la sino que declararás el arrepen­
voluntad del Padre, y su voluntad timiento y la b fe en el Salvador,
cumplo. y la c remisión de pecados por el
25 Y además, te mando no a co­ d 
bautismo y por e fuego, sí, por el
diciar la b mujer de tu prójimo, ni f 
Espíritu Santo.
atentar contra la vida de tu prójimo. 32 He aquí, este es un a manda­
26 Y también te mando no codi­ miento grande, y el último que te
ciar tus propios bienes, sino dar daré concerniente a este asunto,
liberalmente de ellos para impri­ porque esto bastará para tu con­
mir el Libro de Mormón, el cual ducta diaria hasta el fin de tu vida.
contiene la a verdad y la palabra 33 Y si desprecias estos a consejos,
de Dios, te sobrevendrá la miseria; sí, hasta
27  que es mi palabra a los tu destrucción y la de tus bienes.
21 a DyC 11:9. 26 a GEE Verdad. 31 a 2 Tim. 2:23–24.
b JS—H 1:42. 27 a GEE Gentiles. b GEE Fe.
22 a DyC 78:17–18. b GEE Judíos. c GEE Remisión de
b Heb. 5:11–14; c Omni 1:14–19; pecados.
DyC 50:40. Mos. 25:2–4; d GEE Bautismo,
23 a Moro. 7:3–4. Hel. 8:21; bautizar.
b GEE Mansedumbre, 3 Ne. 2:12–16. e Mateo 3:11.
manso. d GEE Mesías. f GEE Don del Espíritu
c GEE Paz. 28 a 1 Tim. 2:8. Santo.
24 a GEE Jesucristo. GEE Oración. 32 a DyC 58:26–29.
25 a GEE Codiciar. b DyC 20:47, 51; 23:6. 33 a GEE Mandamientos
b Éx. 20:17; 29 a GEE Obra misional. de Dios.
1 Cor. 7:2–4. 30 a GEE Confianza,
GEE Adulterio. confiar.
37 Doctrina y Convenios 19:34– 41
34  a Da una parte de tus bienes, 38  a Ora siempre, y b derramaré
sí, parte de tus terrenos, y todo mi Espíritu sobre ti, y grande será
menos lo necesario para el sostén tu bendición, sí, más grande que
de tu familia. si lograras los tesoros de la tie­
35 Paga la a deuda que has b con­ rra y corrupción en la medida
traído con el impresor. Líbrate de correspondiente.
la c servidumbre. 39 He aquí, ¿puedes leer esto sin
36 a Deja tu casa y tu hogar, salvo regocijarte y sin que se exalte tu
cuando desees ver a los de tu corazón de alegría?
familia; 40  ¿O puedes seguir errante
37 y a habla libremente a todos; sí, como guía ciego?
predica, exhorta, declara la b verdad 41  ¿O puedes ser a humilde y
en voz alta con el son de regocijo, manso, y conducirte prudente­
diciendo: ¡Hosanna, hosanna, ben­ mente delante de mí? Sí, b ven a
dito sea el nombre de Dios el Señor! mí, tu Salvador. Amén.

SECCIÓN 20
Revelación sobre la organización y el gobierno de la Iglesia, dada por medio
de José Smith el Profeta en Fayette, Nueva York, o cerca de allí. Ciertas par-
tes de esta revelación pueden haberse dado incluso en el verano de 1829. Es
probable que la revelación completa, conocida en esa época como los Artícu-
los y los Convenios, se haya registrado poco después del 6 de abril de 1830
(el día en que la Iglesia fue organizada). El Profeta escribió: “Recibimos de
Él [Jesucristo] lo siguiente, por el espíritu de profecía y revelación, lo que
no solamente nos dio mucha información, sino que también nos señaló el
día preciso en el cual, de acuerdo con Su voluntad y mandamiento, había-
mos de proceder a organizar Su Iglesia una vez más aquí sobre la tierra”.
1–16, El Libro de Mormón demuestra los deberes de los élderes, de los pres-
la divinidad de la obra de los últimos bíteros, de los maestros y de los diá-
días; 17–28, Se afirman las doctrinas conos; 68–74, Se revelan los deberes
de la Creación, la Caída, la Expiación de los miembros, la bendición de los
y el bautismo; 29–37, Se declaran las niños y el modo de bautizar; 75–84,
leyes que rigen el arrepentimiento, la Se dan las oraciones para la Santa
justificación, la santificación y el bau- Cena y los reglamentos para dirigir
tismo; 38–67, Se hace un resumen de a los miembros de la Iglesia.
34 a Hech. 4:34–35. c Prov. 22:7. b Prov. 1:23;
35 a GEE Deuda. 36 a Mateo 19:29. Hech. 2:17.
b Es decir, pagar la 37 a DyC 58:47; 68:8; 71:7. 41 a GEE Humildad,
publicación de la b DyC 75:4. humilde, humillar
primera edición del 38 a Lucas 18:1; 2 Ne. 32:9; (afligir).
Libro de Mormón. DyC 10:5. b Mateo 11:28–30.
Doctrina y Convenios 20:1–12 38
El origen de la Iglesia de Cristo
a  b 
6 pero después de arrepentirse
en estos últimos días, habiendo y de humillarse sinceramente,
transcurrido mil ochocientos mediante la fe, Dios le ministró
treinta años desde la venida por conducto de un santo a ángel,
de nuestro Señor y Salvador cuyo b semblante era como relám­
Jesucristo en la carne; habiendo pago, y cuyos vestidos eran pu­
sido debidamente c organizada y ros y blancos, más que cualquiera
establecida de acuerdo con las le­ otra blancura;
yes del país, por la voluntad y el 7 y le dio mandamientos que lo
mandamiento de Dios, en el cuarto inspiraron;
mes y el sexto día del mes que es 8 y le dio poder de lo alto para
llamado abril, traducir el Libro de Mormón,
2 mandamientos que fueron da­ por los a medios preparados de
dos a José Smith, hijo, el cual fue antemano,
a 
llamado por Dios y ordenado 9  el cual contiene la historia
b 
apóstol de Jesucristo, para ser el de un pueblo caído, y la a pleni­
primer c élder de esta iglesia; tud del b evangelio de Jesucristo
3 y a Oliver Cowdery, también a los gentiles y también a los
llamado por Dios, apóstol de judíos;
Jesucristo, para ser el segundo 10 el cual se dio por inspiración,
élder de esta iglesia, y ordenado y se confirma a a otros por la mi­
bajo su mano; nistración de ángeles, y por ellos
4 y esto de acuerdo con la gracia se b declara al mundo;
de nuestro Señor y Salvador 11 probando al mundo que las
Jesucristo, a quien sea toda la glo­ Santas Escrituras son a verdaderas,
ria, ahora y para siempre. Amén. y que Dios b inspira a los hombres
5 Después de habérsele manifes­ y los llama a su c santa obra en esta
tado verdaderamente a este primer edad y generación, así como en las
élder que había recibido la remi­ antiguas;
sión de sus pecados, de nuevo se 12 demostrando por este medio
vio a envuelto en las vanidades del que él es el a mismo Dios ayer, hoy
mundo; y para siempre. Amén.
20 1 a JS—H 1:2. c GEE Élder (anciano). primeras páginas del
b 3 Ne. 27:1–8. 5 a JS—H 1:28–29. Libro de Mormón.
GEE Iglesia de 6 a JS—H 1:30–35. 11 a GEE Escrituras — El
Jesucristo de los GEE Ángeles. valor de las
Santos de los b Mateo 28:2–3. Escrituras.
Últimos Días, La; 8 a GEE Urim y Tumim. b GEE Inspiración,
Iglesia, nombre 9 a JS—H 1:34. inspirar.
de la. b GEE Evangelio. c GEE Santo (adjetivo).
c DyC 21:3. 10 a Moro. 7:29–32; 12 a Heb. 13:8;
2 a GEE Autoridad; DyC 5:11. 1 Ne. 10:18–19;
Llamado, b Véase “El Testimonio Morm. 9:9–10;
llamado por Dios, de Tres Testigos” y DyC 35:1; 38:1–4.
llamamiento. “El Testimonio de
b GEE Apóstol. Ocho Testigos” en las
39 Doctrina y Convenios 20:13–26
13 Teniendo, pues, tan grandes y que él fuese el único ser a quien
testigos, por ellos será juzgado el c 
adorasen.
mundo, sí, cuantos desde ahora 20  Pero por transgredir estas
en adelante lleguen a tener cono­ santas leyes, el hombre se volvió
cimiento de esta obra. a 
sensual y b diabólico, y llegó a ser
14 Y los que la reciban con fe, y c 
hombre caído.
obren con a rectitud, recibirán una 21 Por tanto, el Dios Omnipo­
b 
corona de vida eterna; tente dio a su a Hijo Unigénito,
15 mas para quienes endurezcan como está escrito en esas Escritu­
sus corazones en la a incredulidad ras que de él se han dado.
y la rechacen, se tornará para su 22 Sufrió a tentaciones pero no
propia condenación. hizo caso de ellas.
16 Porque el Señor Dios lo ha 23 Fue a crucificado, murió y b re­
hablado; y nosotros, los élderes sucitó al tercer día;
de la iglesia, hemos oído y damos 24  y a ascendió al cielo, para
testimonio de las palabras de la sentarse a la diestra del b Padre,
gloriosa Majestad en las alturas, para reinar con omnipotencia
a quien sea la gloria para siempre de acuerdo con la voluntad del
jamás. Amén. Padre;
17  Por estas cosas a sabemos 25 a fin de que fueran salvos
que hay un b Dios en el cielo, in­ cuantos a creyeran y se bautizaran
finito y eterno, de eternidad en en su santo nombre, y b persevera­
eternidad el mismo Dios inmuta­ ran con fe hasta el fin;
ble, el organizador de los cielos y 26  no solo los que creyeron
de la tierra, y de todo cuanto en después que él vino en la carne,
ellos hay; en el a meridiano de los tiempos,
18 y que a creó al hombre, varón sino que tuviesen vida eterna
y hembra, según su propia b ima­ todos los que fueron desde el
gen, y a su propia semejanza él principio, sí, todos cuantos exis­
los creó; tieron antes que él viniese, quie­
19 y les dio mandamientos de nes creyeron en las palabras de
que lo a amaran y lo b sirvieran a él, los b santos profetas, que hablaron
el único Dios verdadero y viviente, conforme fueron inspirados por el
14 a GEE Rectitud, recto. Mateo 22:37; 23 a GEE Crucifixión.
b GEE Exaltación; Moro. 10:32; b GEE Resurrección.
Vida eterna. DyC 59:5–6. 24 a GEE Ascensión.
15 a GEE Incredulidad. b Deut. 6:13–15. b GEE Padre Celestial;
17 a DyC 76:22–23. GEE Servicio. Trinidad — Dios el
b Josué 2:11. c GEE Adorar. Padre.
GEE Trinidad. 20 a GEE Sensual, 25 a DyC 35:2; 38:4; 45:5, 8;
18 a GEE Creación, crear. sensualidad. 68:9; 76:51–53.
b Gén. 1:26–27; b GEE Diablo. b GEE Perseverar.
Mos. 7:27; c GEE Hombre natural. 26 a DyC 39:1–3.
Éter 3:14–17. 21 a GEE Unigénito. b Jacob 4:4; 7:11;
19 a Deut. 11:1; 22 a Mateo 4:1–11; 27:40. Mos. 13:33.
Doctrina y Convenios 20:27–37 40
don del Espíritu Santo y testi­
c  d 
33 por lo tanto, cuídese la iglesia
ficaron verdaderamente de él en y ore siempre, no sea que caiga en
todas las cosas, a 
tentación;
27 así como los que vinieran des­ 34 sí, y cuídense aun los que son
pués y creyeran en los a dones y lla­ santificados.
mamientos de Dios por el Espíritu 35 Y sabemos que estas cosas
Santo, el cual b da testimonio del son verdaderas y concuerdan
Padre y del Hijo; con las revelaciones de Juan,
28 los cuales, Padre, Hijo y Espí­ no a añadiendo ni quitando a la
ritu Santo, son a un Dios, infinito y profecía de su libro, ni a las San­
eterno, sin fin. Amén. tas b Escrituras, ni a las revela­
29  Y sabemos que es preciso ciones de Dios que de aquí en
que todos los hombres se a arre­ adelante vendrán por el don y
pientan y crean en el nombre de el poder del Espíritu Santo, la
Jesucristo, y adoren al Padre en su c 
voz de Dios o la ministración
nombre y perseveren con b fe en su de ángeles.
nombre hasta el fin, o no podrán 36 Y el Señor Dios lo ha hablado;
ser c salvos en el reino de Dios. y honra, poder y gloria sean da­
30 Y sabemos que la a justifica­ dos a su santo nombre, hoy y para
ción por la b gracia de nuestro Se­ siempre. Amén.
ñor y Salvador Jesucristo es justa 37 Además, por vía de mandamiento
y verdadera; a la iglesia concerniente a la manera
31  y también sabemos que del bautismo: Todos los que se hu­
la a santificación por la gracia millen ante Dios, y deseen a bau­
de nuestro Señor y Salvador tizarse, y vengan con b corazones
Jesucristo es justa y verdadera, quebrantados y con espíritus con­
para con todos los que aman y tritos, y testifiquen ante la iglesia
sirven a Dios con toda su b alma, que se han arrepentido verdade­
mente y fuerza. ramente de todos sus pecados, y
32 Pero existe la posibilidad de que están dispuestos a tomar sobre
que el hombre a caiga de la gracia sí el c nombre de Jesucristo, con la
y se aleje del Dios viviente; d 
determinación de servirle hasta
26 c Moisés 5:58. b GEE Fe. 35 a Apoc. 22:18–19.
GEE Espíritu Santo. c GEE Plan de redención; b GEE Escrituras.
d GEE Jesucristo — Salvación. c DyC 18:33–36.
Profecías acerca de la 30 a GEE Justificación, 37 a GEE Bautismo,
vida y la muerte de justificar. bautizar.
Jesucristo. b GEE Gracia. b GEE Corazón
27 a DyC 18:32. 31 a GEE Santificación. quebrantado.
b DyC 42:17. b Deut. 6:5; c Mos. 5:7–9; 18:8–10.
28 a Juan 17:20–22; Moro. 10:32. GEE Jesucristo — El
3 Ne. 11:27, 36. 32 a GEE Apostasía; tomar sobre sí el
GEE Trinidad. Rebelión. nombre de
29 a GEE Arrepentimiento, 33 a GEE Tentación, Jesucristo.
arrepentirse. tentar. d GEE Perseverar.
41 Doctrina y Convenios 20:38–55
el fin, y verdaderamente manifies­ predicar, b enseñar, exponer, ex­
ten por sus e obras que han recibido hortar, bautizar y administrar la
del Espíritu de Cristo para la f remi­ santa cena,
sión de sus pecados, serán recibi­ 47 y visitar la casa de todos los
dos en su iglesia por el bautismo. miembros, y exhortarlos a a orar
38 El deber de los élderes, presbíte- b 
vocalmente, así como en secreto,
ros, maestros, diáconos y miembros de y a cumplir con todos los deberes
la Iglesia de Cristo: Un a apóstol es c 
familiares.
un élder, y es suyo el llamamiento 48 Y también puede a ordenar
de b bautizar; a otros presbíteros, maestros y
39 y a ordenar a otros élderes, diáconos.
presbíteros, maestros y diáconos; 49 Y ha de hacerse cargo de las
40 y a administrar el pan y el vino, reuniones cuando no esté presente
emblemas de la carne y sangre de ningún élder;
Cristo, 50 mas cuando esté presente un
41 y a confirmar por la imposi­ élder, solamente ha de predicar, en­
ción de b manos a los que se bauti­ señar, exponer, exhortar y bautizar;
zan en la iglesia, para que reciban 51 y visitar la casa de todos los
el bautismo de fuego y del c Es­ miembros, exhortándolos a orar
píritu Santo, de acuerdo con las vocalmente, así como en secreto,
Escrituras; y a cumplir con todos los deberes
42 y enseñar, exponer, exhortar, familiares.
bautizar y velar por la iglesia; 52 En todos estos deberes, el pres­
43 y confirmar a los miembros bítero debe a ayudar al élder, si la
de la iglesia por la imposición de ocasión lo requiere.
manos y el otorgamiento del Es­ 53 El deber del a maestro es b ve­
píritu Santo; lar siempre por los miembros
44 y hacerse cargo de todas las de la iglesia, y estar con ellos y
reuniones. fortalecerlos;
45 Los élderes han de a dirigir las 54 y cuidar de que no haya ini­
reuniones según los guíe el Espíritu quidad en la iglesia, ni a aspereza
Santo, de acuerdo con los manda­ entre uno y otro, ni mentiras, ni
mientos y revelaciones de Dios. difamaciones, ni b calumnias;
46 El deber del a presbítero es 55 y ver que los miembros de la
37 e Stg. 2:18. b GEE Imposición de b DyC 19:28.
GEE Obras. manos. c GEE Familia.
f GEE Remisión de c GEE Don del Espíritu 48 a GEE Ordenación,
pecados. Santo. ordenar.
38 a GEE Apóstol. 45 a Moro. 6:9; DyC 46:2. 52 a DyC 107:14.
b 3 Ne. 11:21–22. 46 a DyC 84:111; 107:61. 53 a GEE Maestro,
39 a Moro. 3; GEE Presbítero, Sacerdocio Aarónico.
DyC 107:58. Sacerdocio Aarónico. b GEE Atalaya, atalayar.
40 a GEE Santa Cena. b GEE Enseñar. 54 a 1 Tes. 5:11–13.
41 a DyC 33:11, 14–15; 55:3. 47 a 1 Tim. 2:8. b GEE Calumnias.
Doctrina y Convenios 20:56–68 42
iglesia se reúnan con frecuencia, y licencia de otros élderes, por el
también ver que todos los miem­ a 
voto de la b iglesia a la que perte­
bros cumplan con sus deberes. nezcan, o de las conferencias.
56 Y se hará cargo de las reu­ 64  Todo presbítero, maes­
niones si está ausente el élder o tro o diácono que fuere orde­
presbítero, nado por un presbítero, puede
57  y los a diáconos le ayuda­ pedirle un certificado en esa
rán siempre en todos sus debe­ ocasión, el cual a certificado, al
res en la iglesia, si la ocasión lo presentarse a un élder, le dará el
requiere. derecho de recibir una licencia
58 Pero ni los maestros ni los diá­ que lo autorizará para desem­
conos tienen la autoridad para peñar los deberes de su llama­
bautizar, administrar la santa cena, miento, o la puede recibir de una
ni imponer las manos; conferencia.
59 deben, sin embargo, amones­ 65  No se a ordenará a nin­
tar, exponer, exhortar, enseñar e guna persona a oficio alguno en
invitar a todos a venir a Cristo. esta iglesia, donde exista una
60 Todo a élder, presbítero, maes­ rama de ella debidamente or­
tro y diácono será ordenado de ganizada, sin el b voto de dicha
acuerdo con los dones y b llama­ c 
iglesia;
mientos de Dios para él; y será 66 pero donde no haya una rama
ordenado por el poder del Espí­ de la iglesia en donde pueda pe­
ritu Santo que está en aquel que dirse el voto, los élderes presiden­
lo ordena. tes, los obispos viajantes, los del
61 Los varios élderes que com­ sumo consejo, los sumos sacer­
ponen esta Iglesia de Cristo de­ dotes y los élderes pueden tener
ben reunirse en conferencia el privilegio de ordenar.
cada tres meses, o de cuando en 67  Todo presidente del sumo
cuando, de conformidad con lo sacerdocio (o élder presidente),
que determine y señale dicha a 
obispo, miembro del sumo con­
conferencia; sejo y b sumo sacerdote debe ser
62 y las referidas conferencias ordenado bajo la dirección de
han de atender a cualquier asunto un c sumo consejo o conferencia
de la iglesia que fuere necesario general.
en esa ocasión. 68 El a deber de los miembros des-
63  Los élderes recibirán su pués de ser recibidos por el bautismo:
57 a GEE Diácono. de la palabra iglesia es b DyC 26:2.
60 a GEE Élder (anciano). unidad, una referencia GEE Común acuerdo.
b GEE Llamado, a la congregación local c O sea, unidad.
llamado por Dios, de la Iglesia. 67 a GEE Obispo.
llamamiento. 64 a DyC 20:84; 52:41. b GEE Sumo sacerdote.
63 a GEE Común acuerdo. 65 a GEE Ordenación, c GEE Sumo consejo.
b Aquí, el significado ordenar. 68 a GEE Deber.
43 Doctrina y Convenios 20:69–77
Los élderes o los presbíteros deben tiene autoridad de Jesucristo para
disponer de tiempo suficiente para bautizar, entrará en el agua con la
explicar al b entendimiento de los persona que se haya presentado
miembros todas las cosas concer­ para el bautismo, y dirá, llamán­
nientes a la Iglesia de Cristo, antes dola por su nombre: Habiendo
que estos tomen la c santa cena y sido comisionado por Jesucristo,
sean confirmados por la imposi­ yo te bautizo en el nombre del
ción de las d manos de los élderes, Padre, y del Hijo, y del Espíritu
a fin de que se hagan todas las co­ Santo. Amén.
sas en orden. 74 Entonces la a sumergirá en el
69 Y los miembros manifestarán agua, y saldrán del agua.
ante la iglesia, así como ante los 75 Conviene que la iglesia se
élderes, por su andar y conversa­ reúna a menudo para a tomar el
ción piadosos, que son dignos de pan y el vino en b memoria del Se­
ello, andando en a santidad delante ñor Jesús;
del Señor, para que haya b obras 76 y el élder o presbítero lo ad­
y fe, de acuerdo con las Santas ministrará; y de esta a manera lo
Escrituras. hará: Se arrodillará con la iglesia
70 Todo miembro de la Iglesia e invocará al Padre en solemne
de Cristo que tenga hijos deberá oración, diciendo:
traerlos a los élderes ante la iglesia, 77 Oh Dios, Padre Eterno, en el
quienes les impondrán las manos nombre de Jesucristo, tu Hijo, te
en el nombre de Jesucristo y los pedimos que bendigas y santi­
a 
bendecirán en su nombre. fiques este a pan para las almas
71 Nadie puede ser recibido en la de todos los que participen de
Iglesia de Cristo a no ser que haya él, para que lo coman en memo­
llegado a la edad de a responsabi­ ria del cuerpo de tu Hijo, y b tes­
lidad ante Dios, y sea capaz de tifiquen ante ti, oh Dios, Padre
b 
arrepentirse. Eterno, que están dispuestos a
72 El a bautismo se debe adminis­ c 
tomar sobre sí el nombre de tu
trar de la siguiente manera a todos Hijo, y a recordarle siempre, y a
los que se arrepientan: d 
guardar sus mandamientos que
73 El que es llamado por Dios y él les ha dado, para que siempre
68 b GEE Entender, 71 a DyC 18:42; 29:47; bautizar — Por
entendimiento. 68:25–27. inmersión.
c GEE Santa Cena. GEE Bautismo, 75 a Hech. 20:7.
d GEE Imposición de bautizar — Requisitos b GEE Santa Cena.
manos. del bautismo; 76 a Moro. 4.
69 a GEE Santidad. Responsabilidad, 77 a Lucas 22:19.
b Stg. 2:14–17. responsable. b Mos. 18:8–10;
70 a GEE Bendecido, b GEE Arrepentimiento, DyC 20:37.
bendecir, bendición — arrepentirse. c Mos. 5:8–12.
Bendición de los 72 a 3 Ne. 11:22–28. d GEE Obediencia,
niños. 74 a GEE Bautismo, obediente, obedecer.
Doctrina y Convenios 20:78–84 44
puedan tener su Espíritu consigo.
e 
82 con una lista de los nombres
a 

Amén. de los varios miembros que se ha­


78 La a manera de administrar yan unido a la iglesia desde la úl­
el vino: Tomará también la b copa tima conferencia, o mandarla por
y dirá: conducto de algún presbítero, para
79 Oh Dios, Padre Eterno, en el que uno de los élderes, nombrado
nombre de Jesucristo, tu Hijo, te de cuando en cuando por los otros
pedimos que bendigas y santi­ élderes, guarde en un libro una
fiques este a vino para las almas lista formal de los nombres de to­
de todos los que lo beban, para dos los miembros de la iglesia;
que lo hagan en memoria de la 83 y también, para que se bo­
sangre de tu Hijo, que por ellos rren del registro general de nom­
se derramó; para que testifiquen bres de la iglesia los de aquellos
ante ti, oh Dios, Padre Eterno, que hayan sido a expulsados
que siempre se acuerdan de él, de esta.
para que puedan tener su Espíritu 84 Todos los miembros que se
consigo. Amén. trasladen de la a iglesia donde re­
80 Cualquier miembro de la Igle­ sidan a una b iglesia en donde no
sia de Cristo que transgrediere o sean conocidos, pueden llevar
fuere sorprendido en alguna falta, una carta que haga constar que
será tratado según las Escrituras. son miembros inscritos y dignos;
81 Será el deber de las varias y puede firmar dicho certificado
a 
iglesias, que componen la Iglesia cualquier élder o presbítero que
de Cristo, mandar a uno o más de conozca personalmente al miem­
sus maestros para que asistan a las bro a quien se expida la carta, o
diversas conferencias efectuadas pueden firmarlo los maestros o
por los élderes de la iglesia, diáconos de la iglesia.

SECCIÓN 21
Revelación dada a José Smith el Profeta en Fayette, Nueva York, el 6 de
abril de 1830. Se dio esta revelación en el día de la organización de la
Iglesia, en la fecha indicada, en el hogar de Peter Whitmer, padre. Par-
ticiparon en esto seis hombres que previamente habían sido bautizados.
Por voto unánime, estas personas expresaron su deseo y determinación
de organizarse, de acuerdo con los mandamientos de Dios (véase la sec-
ción 20). También votaron a favor de aceptar y sostener a José Smith,
hijo, y a Oliver Cowdery como los oficiales presidentes de la Iglesia.
77 e Juan 14:16. 81 a O sea, unidades. Moro. 6:7.
78 a Moro. 5. 82 a Moro. 6:4. GEE Excomunión.
b Lucas 22:20. 83 a Éx. 32:33; 84 a O sea, unidad.
79 a DyC 27:2–4. Alma 5:57; b O sea, unidad.
45 Doctrina y Convenios 21:1–9
Mediante la imposición de manos, José entonces ordenó a Oliver élder
de la Iglesia y, de la misma manera, Oliver ordenó a José. Después de
la administración de la Santa Cena, José y Oliver pusieron sus manos
sobre la cabeza de los participantes, individualmente, para otorgarles el
Espíritu Santo y confirmar a cada uno de ellos miembro de la Iglesia.
1–3, José Smith es llamado para ser 5 porque recibiréis su a palabra
vidente, traductor, profeta, apóstol con toda fe y paciencia como si
y élder; 4–8, Su palabra dirigirá la viniera de mi propia boca.
causa de Sion; 9–12, Los santos cree- 6 Porque si hacéis estas cosas,
rán en sus palabras al hablar él por las a puertas del infierno no pre­
la inspiración del Consolador. valecerán contra vosotros; sí, y
Dios el Señor dispersará los pode­
He aquí, se llevará entre vosotros res de las b tinieblas de ante voso­
una a historia; y en ella serás lla­ tros, y hará c sacudir los cielos para
mado b vidente, traductor, profeta, vuestro bien y para la d gloria de
c 
apóstol de Jesucristo, élder de la su nombre.
iglesia por la voluntad de Dios 7 Porque, así dice Dios el Se­
el Padre, y la gracia de tu Señor ñor: Yo lo he inspirado para im­
Jesucristo, pulsar la causa de a Sion con gran
2 habiendo sido a inspirado por poder para hacer lo bueno, y co­
el Espíritu Santo para poner los nozco su diligencia, y he oído sus
cimientos de ella y edificarla para oraciones.
la fe santísima. 8 Sí, he visto su llanto por Sion,
3 Dicha a iglesia se b organizó y se y haré que no llore más por ella;
estableció en el año de tu Señor porque han llegado los días en que
de mil ochocientos treinta, en el él se regocijará por la a remisión
cuarto mes y en el sexto día del de sus pecados y por la manifes­
mes llamado abril. tación de mis bendiciones sobre
4 Por tanto, vosotros, es decir, sus obras.
la iglesia, daréis oído a todas sus 9  Porque he aquí, a bendeciré
a 
palabras y mandamientos que con poderosa bendición a todos
os dará según los reciba, an­ los que obraren en mi b viña, y
dando delante de mí con toda creerán en sus palabras que por
b 
santidad; mi conducto le son dadas por el
21 1 a DyC 47:1; 69:3–8; 85:1. b DyC 20:1. b Col. 1:12–13.
b GEE Vidente. 4 a GEE Escrituras. c DyC 35:24.
c GEE Apóstol. b GEE Santidad. d GEE Gloria.
2 a GEE Inspiración, 5 a DyC 1:38. 7 a GEE Sion.
inspirar. GEE Profeta; 8 a DyC 20:5–6.
3 a GEE Iglesia de Sostenimiento de 9 a 1 Ne. 13:37;
Jesucristo de los líderes de la Iglesia. Jacob 5:70–76.
Santos de los Últimos 6 a Mateo 16:18; b GEE Viña del Señor.
Días, La. DyC 10:69.
Doctrina y Convenios 21:10–22:4 46
c 
Consolador, el cual manifiesta
d 
para ti, en que eres élder bajo su
que Jesús fue e crucificado por mano, siendo él el a primero para
f 
hombres inicuos, por los peca­ ti, a fin de que puedas ser un élder
dos del g mundo, sí, para la remi­ de esta Iglesia de Cristo, que lleva
sión de pecados al de h corazón mi nombre;
contrito. 12 y el primer predicador de esta
10 Por tanto, me es conveniente iglesia a sus miembros y ante el
que él sea a ordenado por ti, Oliver mundo; sí, ante los gentiles; sí, y
Cowdery, mi apóstol; así dice Dios el Señor, he aquí, a
11 siendo esto una ordenanza los a judíos también. Amén.

SECCIÓN 22
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Manchester,
Nueva York, el 16 de abril de 1830. Se dio esta revelación a la Iglesia
debido a que algunos que previamente se habían bautizado deseaban
unirse a la Iglesia sin bautizarse de nuevo.
1, El bautismo es un convenio nuevo no podéis entrar por la puerta
y sempiterno; 2–4, Se requiere el estrecha por la a ley de Moisés,
bautismo autorizado. ni tampoco por vuestras b obras
muertas.
He aquí, os digo que he hecho 3 Porque es a causa de vuestras
abrogar todos los convenios a an­ obras muertas que yo he hecho que
tiguos con respecto a esto; y este se establezcan para mí este último
es un convenio b nuevo y sempi­ convenio y esta iglesia, tal como en
terno, el mismo que fue desde el la antigüedad.
principio. 4 Por tanto, entrad por la a puerta
2 Por consiguiente, aunque un como yo he mandado, y b no pre­
hombre se bautice cien veces, tendáis aconsejar a vuestro Dios.
de nada le aprovecha, porque Amén.
9 c GEE Consolador. 10 a GEE Ordenación, 2 a Gál. 2:16.
d GEE Testificar. ordenar. GEE Ley de Moisés.
e GEE Crucifixión. 11 a DyC 20:2. b Moro. 8:23–26.
f GEE Pecado. 12 a 1 Ne. 13:42; 4 a Mateo 7:13–14;
g 1 Juan 2:2. DyC 19:27; 90:8–9. Lucas 13:24;
GEE Mundo — 22 1 a Heb. 8:13; 2 Ne. 9:41; 31:9, 17–18;
Las personas que 3 Ne. 12:46–47. 3 Ne. 14:13–14.
no obedecen los b DyC 66:2. GEE Bautismo,
mandamientos. GEE Convenio; bautizar.
h GEE Corazón Nuevo y sempiterno b Jacob 4:10.
quebrantado. convenio.
47 Doctrina y Convenios 23:1–7

SECCIÓN 23
Una serie de cinco revelaciones dadas por medio de José Smith el Pro-
feta en Manchester, Nueva York, en abril de 1830, a Oliver Cowdery,
Hyrum Smith, Samuel H. Smith, Joseph Smith, padre, y Joseph Kni-
ght, padre. Como resultado del ferviente deseo de las cinco personas
nombradas de saber en cuanto a sus deberes respectivos, el Profeta
preguntó al Señor y recibió una revelación para cada persona.
1–7, Se llama a estos primeros discí- algunas palabras, porque tú tam­
pulos a predicar, a exhortar y a for- poco estás bajo condenación, y tu
talecer la Iglesia. llamamiento es exhortar y forta­
lecer a la iglesia; y todavía no has
He aquí, Oliver, te hablo unas po­ sido llamado a predicar ante el
cas palabras. He aquí, bendito eres mundo. Amén.
y no estás bajo condenación. Mas 5 He aquí, te hablo a ti, Joseph,
cuídate del a orgullo, no sea que unas palabras; porque tú tampoco
entres en b tentación. estás bajo condenación, y también
2 Da a conocer tu llamamiento tu llamamiento es exhortar y forta­
a la iglesia, y también ante el lecer a la iglesia; y este es tu deber
mundo, y se abrirá tu corazón para desde ahora en adelante y para
predicar la verdad desde ahora en siempre. Amén.
adelante y para siempre. Amén. 6 He aquí, por estas palabras te
3 He aquí, Hyrum, te hablo estas manifiesto a ti, Joseph Knight, que
pocas palabras; porque tú tam­ has de tomar tu a cruz, para lo cual
poco estás bajo condenación, y debes b orar c vocalmente ante el
abierto está tu corazón y desa­ mundo, así como en secreto, y con
tada tu lengua; y tu llamamiento tu familia, y entre tus amigos, y en
es exhortar y a fortalecer a la iglesia todo lugar.
de continuo. Por tanto, tu deber 7 Y he aquí, tu deber es a unirte
es para con la iglesia para siem­ a la iglesia verdadera, y dejar que
pre, y esto a causa de tu familia. tus palabras sean de exhortación
Amén. continuamente, para que recibas
4  He aquí, a Samuel, te hablo la recompensa del obrero. Amén.

SECCIÓN 24
Revelación dada a José Smith el Profeta y a Oliver Cowdery en Har-
mony, Pensilvania, en julio de 1830. Aunque todavía no habían pasado
23 1 a GEE Orgullo. 6 a Mateo 10:38; 7 a GEE Bautismo,
b GEE Tentación, tentar. 3 Ne. 12:30. bautizar —
3 a DyC 81:4–5; 108:7. b GEE Oración. Indispensable.
4 a JS—H 1:4. c DyC 20:47, 51.
Doctrina y Convenios 24:1–10 48
cuatro meses desde la organización de la Iglesia, ya se había inten-
sificado la persecución, y los líderes tuvieron que buscar protección
aislándose parcialmente. Las tres revelaciones que siguen se dieron en
esta ocasión para fortalecerlos, animarlos e instruirlos.
1–9, José Smith es llamado a traducir, a Dios en mi nombre, y escribiendo
predicar y explicar las Escrituras; las cosas que te serán dadas por el
10–12, Oliver Cowdery es llamado a 
Consolador, y explicando todas
a predicar el Evangelio; 13–19, Se las Escrituras a la iglesia.
revela la ley concerniente a los mi- 6 Y se te dará en el momento pre­
lagros, a las maldiciones, al sacudir ciso lo que has de a decir y escribir;
el polvo de los pies de uno y a salir y ellos lo escucharán, o les enviaré
sin bolsa ni alforja. una maldición en lugar de una
bendición.
He aquí, fuiste llamado y escogido 7 Porque dedicarás todo tu a servi­
para escribir el Libro de Mormón, cio a Sion; y en esto tendrás fuerza.
y a mi ministerio; y te he elevado 8 Sé a paciente en las b afliccio­
de tus aflicciones y te he acon­ nes, porque tendrás muchas;
sejado, de manera que has sido pero c sopórtalas, pues he aquí,
librado de todos tus enemigos, y estoy contigo hasta el d fin de tus
de los poderes de Satanás y de las días.
tinieblas. 9 Mas para los trabajos tempora­
2 No obstante, no hay justifica­ les no tendrás fuerza, porque este
ción para tus a transgresiones; pero no es tu llamamiento. Dedícate a
ve, y no peques más. tu a llamamiento y tendrás lo nece­
3 a Magnifica tu oficio; y después sario para magnificar tu oficio, y
de sembrar y asegurar tus cam­ para explicar todas las Escrituras,
pos, ve prestamente a la b iglesia y continuar imponiendo las manos
que está en c Colesville, Fayette y confirmando las iglesias.
y Manchester, y te d sustenta­ 10 Y tu hermano Oliver conti­
rán; y los bendeciré espiritual y nuará anunciando mi nombre al
temporalmente; mundo y también a la iglesia. Y
4 pero si no te reciben, les man­ no ha de suponer que puede
daré una maldición en lugar de decir lo suficiente en cuanto a
una bendición. mi causa; y he aquí, estoy con él
5 Y tú has de continuar invocando hasta el fin.
24 2 a DyC 1:31–32. 5 a GEE Consolador. 8 a GEE Paciencia.
3 a Jacob 1:19; 2:2. 6 a Éx. 4:12; b GEE Adversidad.
b O sea, las unidades Mateo 10:19–20; c GEE Perseverar.
de la Iglesia Lucas 12:11–12; d Mateo 28:20.
organizadas en Hel. 5:18–19; 9 a GEE Mayordomía,
esos lugares. DyC 84:85; 100:5–8; mayordomo.
c DyC 26:1; 37:2. Moisés 6:32.
d DyC 70:12. 7 a GEE Servicio.
49 Doctrina y Convenios 24:11–19
11 En mí tendrá gloria, y no de en contra de ellos como testimo­
sí mismo, ya sea en debilidad nio, y limpiándoos los pies junto
o en fortaleza, bien sea cautivo al camino.
o libre; 16 Y acontecerá que mandaréis
12 y en todo tiempo y en todo que sea herida en mi nombre cual­
lugar, de día y de noche, abrirá quier persona que descargue la
su boca y a declarará mi evange­ mano con violencia sobre vosotros;
lio como con voz de b trompeta. Y y he aquí, en mi propio tiempo
le daré fuerza como no se conoce los heriré conforme a vuestras
entre los hombres. palabras.
13 No exijáis a milagros, a no ser 17 Y a quien litigare contra ti, la
que os lo b mande, sino para c echar ley lo maldecirá.
fuera d demonios, e sanar enfermos, 18 Y no llevarás ni a bolsa, ni al­
y para resistir f serpientes ponzoño­ forja, ni bordones, ni dos prendas
sas y venenos mortíferos. de vestir; porque en la hora de tu
14  Y no haréis a estas cosas a necesidad la iglesia te suministrará
menos que os lo pidan aquellos lo que fuere necesario de comida
que lo deseen, a fin de que se y de vestido, de zapatos, dinero
cumplan las Escrituras; porque y alforja.
obraréis conforme a lo que está 19  Porque has sido llamado
escrito. para a podar mi viña vigorosa­
15 Y en cualquier lugar donde mente, sí, por última vez; sí, y
a 
entréis, y no os reciban en mi también todos aquellos a quie­
nombre, dejaréis una maldición nes has b ordenado, y obrarán de
en vez de una bendición, sacu­ conformidad con esta norma.
diendo el b polvo de vuestros pies Amén.

SECCIÓN 25
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Harmony, Pen-
silvania, en julio de 1830 (véase el encabezamiento de la sección 24).
En esta revelación se manifiesta la voluntad del Señor a Emma Smith,
esposa del Profeta.
12 a GEE Predicar. f Hech. 28:3–9; 99:4–5.
b DyC 34:6. DyC 84:71–72; 18 a Mateo 10:9–10;
13 a GEE Milagros; 124:98–99. Lucas 10:4;
Señal. 14 a GEE Bendición de los DyC 84:78–79.
b 1 Ne. 17:50. enfermos. 19 a Jacob 5:61–74;
c Mar. 16:17. 15 a Mateo 10:11–15. DyC 39:17; 71:4.
d GEE Espíritu — b Mar. 6:11; b GEE Ordenación,
Espíritus inmundos. Lucas 10:11; ordenar.
e GEE Sanar, sanidades. DyC 60:15; 75:19–22;
Doctrina y Convenios 25:1–12 50
1–6, Emma Smith, dama elegida, es marido, en sus tribulaciones, con
llamada a ayudar y a consolar a su palabras consoladoras, con el es­
esposo; 7–11, También es llamada a píritu de mansedumbre.
servir de escribiente, a explicar las 6 Y lo acompañarás cuando salga,
Escrituras y a seleccionar himnos; y le serás por escribiente, mien­
12–14, La canción de los justos es tras no haya otro que escriba por
una oración al Señor; 15–16, Los él, a fin de que yo mande a mi
principios de la obediencia que se siervo Oliver Cowdery a donde
mencionan en esta revelación se apli- yo quiera.
can a todos. 7  Y serás a ordenada por su
mano para explicar las Escritu­
Escucha la voz del Señor tu Dios ras y para exhortar a la iglesia, de
mientras te hablo, Emma Smith, acuerdo con lo que te indique mi
hija mía, porque de cierto te digo Espíritu.
que todos los que a reciben mi 8 Porque pondrá sus a manos so­
evangelio son hijos e hijas en mi bre ti, y recibirás el Espíritu Santo;
b 
reino. y dedicarás tu tiempo a escribir, y
2 Te doy una revelación concer­ a aprender mucho.
niente a mi voluntad; y si eres fiel y 9 Y no tienes por qué temer, por­
a 
andas por las sendas de la b virtud que tu marido te sustentará en la
delante de mí, te preservaré la vida iglesia; porque para ellos es su
y recibirás una c herencia en Sion. a 
llamamiento, a fin de que les sean
3 He aquí, tus a pecados te son b 
reveladas todas las cosas que yo
perdonados, y eres una dama ele­ quiera, conforme a su fe.
gida a quien he b llamado. 10 Y de cierto te digo que dese­
4 No murmures a causa de las co­ charás las a cosas de este b mundo y
sas que no has visto, porque se han c 
buscarás las de uno mejor.
retenido de ti y del mundo para 11 Y también te será concedido
mi sabio propósito en un tiempo hacer una selección de a himnos
futuro. sagrados, de acuerdo con lo que
5 Y el oficio de tu llamamiento te sea indicado, para el uso de mi
consistirá en ser un a consuelo iglesia, lo cual es de mi agrado.
para mi siervo José Smith, hijo, tu 12  Porque mi alma se deleita
25 1 a Juan 1:12. 3 a Mateo 9:2. llamamiento;
GEE Hijos e hijas de b GEE Llamado, Profeta.
Dios. llamado por Dios, b GEE Profecía,
b GEE Reino de Dios o llamamiento. profetizar;
de los cielos. 5 a GEE Compasión. Revelación.
2 a GEE Andar, andar 7 a O sea, apartada. 10 a GEE Codiciar;
con Dios. GEE Apartamiento. Riquezas.
b GEE Virtud. 8 a GEE Imposición de b GEE Mundano, lo.
c DyC 52:42; 64:30; manos. c Éter 12:4.
101:18. 9 a GEE Llamado, 11 a GEE Himnos.
GEE Sion. llamado por Dios,
51 Doctrina y Convenios 25:13–26:2
en el a canto del b corazón; sí, la can­ b 
orgullo. Deléitese tu alma en tu
ción de los justos es una oración marido y en la gloria que recibirá.
para mí, y será contestada con una 15 Guarda mis mandamientos
bendición sobre su cabeza. continuamente, y recibirás una a co­
13 Por consiguiente, eleva tu co­ rona de b justicia. Y si no haces esto,
razón y regocíjate, y adhiérete a los c 
no podrás venir a donde yo estoy.
convenios que has hecho. 16 Y de cierto, de cierto te digo,
14 Continúa con el espíritu de que esta es mi a voz a todos.
a 
mansedumbre y cuídate del Amén.

SECCIÓN 26
Revelación dada a José Smith el Profeta, a Oliver Cowdery y a John
Whitmer en Harmony, Pensilvania, en julio de 1830 (véase el enca-
bezamiento de la sección 24).
1, Se les manda estudiar las Escritu- requerido, hasta después de sa­
ras y predicar; 2, Se confirma la ley lir hacia el oeste para celebrar la
del común acuerdo. próxima conferencia; y entonces
se os hará saber lo que tendréis
He aquí, os digo que dedicaréis que hacer.
vuestro tiempo al a estudio de 2 Y todas las cosas se harán de
las Escrituras, a la predicación, a 
común acuerdo en la iglesia,
y a la confirmación de la b igle­ con mucha oración y fe, porque
sia en c Colesville, y al cultivo de recibiréis todas las cosas por la
vuestros terrenos, conforme sea fe. Amén.

SECCIÓN 27
Revelación dada a José Smith el Profeta en Harmony, Pensilvania, en
agosto de 1830. Durante los preparativos para un servicio religioso,
en el cual iba a administrarse el sacramento del pan y del vino, José
salió a conseguir el vino. Se encontró con un mensajero celestial y re-
cibió esta revelación, parte de la cual se escribió en esa oportunidad y
el resto en el siguiente mes de septiembre. Hoy se usa agua en lugar
del vino en los servicios sacramentales de la Iglesia.
12 a 1 Cró. 16:9. 15 a GEE Corona; valor de las Escrituras.
GEE Cantar. Exaltación. b O sea, unidad.
b GEE Corazón. b GEE Justicia. c DyC 24:3; 37:2.
14 a GEE Mansedumbre, c Juan 7:34. 2 a 1 Sam. 8:7;
manso. 16 a DyC 1:38. Mos. 29:26.
b GEE Orgullo. 26 1 a GEE Escrituras — El GEE Común acuerdo.
Doctrina y Convenios 27:1–9 52
1–4, Se indican los emblemas que se la tierra; y con Moroni, a quien
b 

han de usar al participar del sacra- he enviado para revelaros el Li­


mento; 5–14, Cristo y Sus siervos de bro de Mormón, que contiene la
todas las dispensaciones han de par- plenitud de mi evangelio eterno,
ticipar de dicho sacramento; 15–18, y a quien he encomendado las
Tomad sobre vosotros toda la arma- llaves de los anales del c palo de
dura de Dios. Efraín;
6 y también con a Elías, a quien he
Escucha la voz de Jesucristo, tu encomendado las llaves de llevar
Señor, tu Dios y tu Redentor, cuya a cabo la restauración de todas las
palabra es a viva y poderosa. cosas concernientes a los últimos
2 Porque he aquí, te digo que no días, que se han declarado por
importa lo que comáis o bebáis al boca de todos los santos profetas
tomar el a sacramento, si es que lo desde el principio del mundo;
hacéis con la mira puesta única­ 7 y también con Juan hijo de Za­
mente en mi b gloria, recordando carías, a quien él a (Elías) visitó y
ante el Padre mi cuerpo que fue sa­ prometió que tendría un hijo cuyo
crificado por vosotros, y mi c sangre nombre sería b Juan, y que este sería
que se derramó para la d remisión lleno del espíritu de Elías;
de vuestros pecados. 8 y os he enviado a este Juan a
3 Por tanto, os doy el manda­ vosotros, mis siervos José Smith,
miento de no comprar vino, ni hijo, y Oliver Cowdery, para or­
bebidas alcohólicas a vuestros denaros al primer a sacerdocio que
enemigos; habéis recibido, a fin de que fue­
4 de modo que, no beberéis de seis llamados y b ordenados como
ninguno, a menos que sea recién c 
Aarón;
hecho por vosotros; sí, en este 9 y también con a Elías el Profeta,
reino de mi Padre que se edifi­ al que he encomendado las llaves
cará sobre la tierra. del poder de b volver el corazón de
5 He aquí, así me parece sabio; los padres a los hijos, y el corazón
por tanto, no os maravilléis, por­ de los hijos a los padres, para que
que la hora viene cuando a beberé toda la tierra no sea herida con una
del fruto de la vid con vosotros en maldición;
27 1 a Hel. 3:29; c Ezeq. 37:16. b GEE Ordenación,
DyC 6:2. GEE Efraín — El palo ordenar.
2 a GEE Santa Cena. de Efraín o palo de c Éx. 28:1–3, 41;
b GEE Gloria. José. DyC 107:13.
c GEE Sangre. 6 a GEE Elías. 9 a 1 Rey. 17:1–22;
d GEE Remisión de 7 a Lucas 1:17–19. 2 Rey. 1–2;
pecados. b Lucas 1:13; DyC 2; 110:13–16;
5 a Mateo 26:29; DyC 84:27–28. JS—H 1:38–39.
Mar. 14:25; 8 a DyC 13. GEE Elías el Profeta.
Lucas 22:18. GEE Sacerdocio b GEE Genealogía.
b JS—H 1:30–34. Aarónico.
53 Doctrina y Convenios 27:10–18
10 y también con José, y con Ja­ 15 Por tanto, alzad vuestros co­
cob, Isaac y Abraham, vuestros razones y regocijaos, y ceñid vues­
padres, por quienes permanecen tros lomos y tomad sobre vosotros
las a promesas; toda mi a armadura, para que po­
11 y también con Miguel, o sea, dáis resistir el día malo, después
a 
Adán, el padre de todos, el prín­ de haber hecho todo, a fin de que
cipe de todos, el anciano de días; podáis b persistir.
12 y también con Pedro, Santiago 16 Seguid firmes, pues, estando
y Juan, a quienes os he enviado a a 
ceñidos vuestros lomos con la
vosotros, por medio de los cuales b 
verdad, llevando puesta la c coraza
os he a ordenado y confirmado para de la d rectitud y calzados vuestros
ser b apóstoles y c testigos especia­ pies con la preparación del evan­
les de mi nombre, y para poseer gelio de e paz, el cual he mandado
las llaves de vuestro ministerio y a mis f ángeles que os entreguen;
de las mismas cosas que les revelé 17 tomando el escudo de la fe
a ellos; con el cual podréis apagar todos
13 a quienes he a encomendado los a dardos encendidos de los
las b llaves de mi reino y una c dis­ malvados;
pensación del d evangelio para los 18 y tomad el yelmo de la sal­
e 
últimos tiempos; y para el f cum­ vación, así como la espada de mi
plimiento de los tiempos, en la Espíritu, que derramaré sobre vo­
cual juntaré en g una todas las co­ sotros, y mi palabra que os reve­
sas, tanto las que están en el cielo, laré; y estad de acuerdo en todo
como las que están en la tierra; lo que me pidiereis y sed fieles
14 y también con todos aquellos hasta que yo venga, y seréis a arre­
que mi Padre me ha a dado de en­ batados, para que donde yo estoy
tre el mundo. vosotros b también estéis. Amén.

SECCIÓN 28
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Oliver Cowdery
en Fayette, Nueva York, en septiembre de 1830. Hiram Page, miembro
10 a GEE Abraham, c GEE Dispensaciones. b Mal. 3:2;
convenio de (convenio d GEE Evangelio. DyC 87:8.
abrahámico). e Jacob 5:71; 16 a Isa. 11:5.
11 a GEE Adán. DyC 43:28–30. b GEE Verdad.
12 a JS—H 1:72. f Efe. 1:9–10; c Isa. 59:17.
GEE Sacerdocio de DyC 112:30; 124:41. d GEE Rectitud, recto.
Melquisedec. g DyC 84:100. e 2 Ne. 19:6.
b GEE Apóstol. 14 a Juan 6:37; 17:9, 11; f DyC 128:19–21.
c Hech. 1:8. 3 Ne. 15:24; 17 a 1 Ne. 15:24;
13 a Mateo 16:19. DyC 50:41–42; 84:63. DyC 3:8.
b GEE Llaves del 15 a Rom. 13:12; 18 a 1 Ne. 13:37; DyC 17:8.
sacerdocio. Efe. 6:11–18. b Juan 14:3.
Doctrina y Convenios 28:1–10 54
de la Iglesia, tenía cierta piedra y profesaba estar recibiendo, con
ayuda de esta, revelaciones concernientes a la edificación de Sion y
el orden de la Iglesia. Estas afirmaciones habían engañado a varios
miembros y habían influido erróneamente aun en Oliver Cowdery.
Poco antes de una conferencia que se había convocado, el Profeta pre-
guntó fervientemente al Señor concerniente al asunto y recibió esta
revelación.
1–7, José Smith posee las llaves de de mandamiento a la iglesia, pue­
los misterios, y solamente él recibe des hacerlo.
revelaciones para la Iglesia; 8–10, 5  Pero no has de escribir por
Oliver Cowdery ha de predicar a los vía de mandamiento, sino por
lamanitas; 11–16, Satanás engañó a sabiduría;
Hiram Page y le comunicó revela- 6 y no has de mandar al que te
ciones falsas. es por cabeza, y por cabeza de la
iglesia;
He aquí, a Oliver, te digo que se 7 porque yo le he dado las a lla­
te concederá que la iglesia te oiga ves de los b misterios, y de las re­
en cualquier cosa que les b enseñes velaciones selladas, hasta que les
por el c Consolador, tocante a las nombre a otro en su lugar.
revelaciones y los mandamientos 8 Y ahora bien, he aquí, te digo
que he dado. que irás a los a lamanitas y les pre­
2 Pero he aquí, de cierto, de cierto dicarás mi b evangelio; y si reciben
te digo, que a nadie será nombrado tus enseñanzas, harás establecer
para recibir mandamientos y re­ mi iglesia entre ellos; y tendrás
velaciones en esta iglesia sino mi revelaciones, pero no las escribas
siervo b José Smith, hijo, porque los por vía de mandamiento.
recibe así como Moisés. 9 Y ahora bien, he aquí, te digo
3 Y tú has de ser obediente a las que no se ha revelado, ni sabe
cosas que le dé, tal como a Aarón, hombre alguno dónde se edifi­
para declarar fielmente a la iglesia cará la a ciudad de b Sion, pero se
los mandamientos y las revelacio­ revelará más adelante. He aquí,
nes con poder y b autoridad. te digo que será en las fronteras
4 Y si en cualquier ocasión el cerca de los lamanitas.
Consolador te inspira a a hablar o 10 No has de partir de este lu­
enseñar, o en todo tiempo por vía gar sino hasta después de la
28 1 a DyC 20:3. GEE Smith, hijo, José. b GEE Misterios de Dios.
b GEE Enseñar — 3 a GEE Aarón, hermano 8 a 2 Ne. 3:18–22;
Enseñar con el de Moisés. DyC 30:5–6; 32:1–3.
Espíritu. b GEE Autoridad. b DyC 3:19–20.
c GEE Consolador. 4 a Éx. 4:12–16; 9 a DyC 57:1–3.
2 a DyC 35:17–18; 43:4. DyC 24:5–6. b DyC 52:42–43.
b 2 Ne. 3:14–20. 7 a DyC 64:5; 84:19. GEE Sion.
55 Doctrina y Convenios 28:11–29:3
conferencia; y por la voz de dicha 13 Porque es preciso que todas
conferencia mi siervo José será las cosas se hagan con orden y de
nombrado para presidirla, y lo que a 
común acuerdo en la iglesia, por
él te diga, eso dirás. la oración de fe.
11 Y además, irás a tu hermano, 14 Y ayudarás a poner en orden
Hiram Page, a entre tú y él a so­ todas estas cosas, de acuerdo con
las, y le dirás que las cosas que los convenios de la iglesia, antes
él ha escrito mediante esa piedra de emprender tu viaje entre los
no son mías, y que b Satanás lo lamanitas.
c 
engaña; 15 Y te será a indicado, desde el
12 porque he aquí, no se le han tiempo de tu salida hasta el de tu
señalado estas cosas, ni a ninguno regreso, lo que has de hacer.
de los de esta iglesia le será desig­ 16 Y en todo tiempo abrirás tu
nada cosa alguna que sea contraria boca para declarar mi evangelio
a los convenios de ella. con el son de regocijo. Amén.

SECCIÓN 29
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta, en presencia de
seis élderes, en Fayette, Nueva York, en septiembre de 1830. Se dio
esta revelación algunos días antes de la conferencia que comenzó el 26
de septiembre de 1830.
1–8, Cristo recoge a Sus escogidos; Escuchad la voz de Jesucristo,
9–11, Su venida iniciará el Milenio; vuestro Redentor, el Gran a Yo Soy,
12–13, Los Doce juzgarán a todo cuyo brazo de b misericordia ha c ex­
Israel; 14–21, Señales, plagas y de- piado vuestros pecados;
solaciones precederán a la Segunda 2  quien a juntará a su pueblo
Venida; 22–28, La última resurrec- como la gallina junta a sus pollue­
ción y el juicio final se verificarán los debajo de sus alas, sí, a cuantos
después del Milenio; 29–35, Para el escuchen mi voz, se b humillen ante
Señor todas las cosas son espiritua- mí y me invoquen con poderosa
les; 36–39, El diablo y sus huestes oración.
fueron expulsados del cielo para ten- 3 He aquí, de cierto, de cierto
tar al hombre; 40–45, La Caída y la os digo que en esta ocasión
Expiación traen la salvación; 46–50, vuestros pecados os son a per­
Los niños pequeños son redimidos donados, por tanto, recibís estas
por medio de la Expiación. cosas; mas acordaos de no pecar
11 a Mateo 18:15. 29 1 a GEE YO SOY. 3 Ne. 10:4–6.
b Apoc. 20:10. b GEE Misericordia, b GEE Humildad,
c DyC 43:5–7. misericordioso. humilde, humillar
13 a GEE Común acuerdo. c GEE Expiación, expiar. (afligir).
15 a 2 Ne. 32:3, 5. 2 a Mateo 23:37; 3 a GEE Perdonar.
Doctrina y Convenios 29:4–12 56
más, no sea que os sobrevengan 9 Porque la hora está cerca, y
peligros. próximo está el día cuando la
4  De cierto os digo, que sois tierra estará madura; y todos
esco­gidos de entre el mundo para los a soberbios y los que ha­
declarar mi evangelio con el son cen maldad serán como b ras­
de regocijo, como con a voz de trojo, y yo los c abrasaré, dice
trompeta. el Señor de los Ejércitos, a fin
5  Elevad vuestros corazones de que no exista maldad en la
y alegraos, porque yo estoy en tierra;
a 
medio de vosotros, y soy vues­ 10 porque la hora está cerca, y lo
tro b intercesor ante el Padre; y que a hablaron mis apóstoles se ha
es su buena voluntad daros el de cumplir; porque acontecerá tal
c 
reino. como dijeron;
6 Y como está escrito: Recibiréis 11 porque con poder y gran glo­
cuanto a pidiereis con b fe, si estáis ria me revelaré desde los cielos,
c 
unidos en oración de acuerdo con con todas sus a huestes, y moraré
mi mandato. en b rectitud con los hombres sobre
7  Y sois llamados para efec­ la tierra c mil años, y los malvados
tuar el a recogimiento de mis no permanecerán.
b 
escogidos; porque estos c escu­ 12  Y además, de cierto, de
chan mi voz y no endurecen su cierto os digo, y ha salido como
d 
corazón. un firme decreto por la volun­
8 Por tanto, del Padre ha salido el tad del Padre, que mis a após­
decreto de que serán a recogidos en toles, los Doce que estuvieron
un solo lugar sobre la faz de esta conmigo durante mi ministerio
tierra, a fin de b preparar su cora­ en Jerusalén, estarán a mi dies­
zón, y que se preparen en todas tra, el día de mi venida en una
las cosas para el día en que se de­ columna de b fuego, ataviados
rramen c tribulaciones y desolación con vestidos de rectitud, y con
sobre los malvados. coronas sobre sus cabezas, en
4 a Alma 29:1–2; b Mar. 13:20; 64:24; 88:94; 101:23–25;
DyC 19:37; 30:9. DyC 84:34. 133:64.
5 a Mateo 18:20; GEE Elegidos. GEE Tierra — La
DyC 6:32; 38:7; c Alma 5:37–41. purificación de la
88:62–63. d GEE Corazón. tierra.
b GEE Abogado. 8 a DyC 45:64–66; 57:1. 10 a GEE Segunda venida
c GEE Reino de Dios o de b DyC 58:6–9; 78:7. de Jesucristo.
los cielos. c DyC 5:19; 43:17–27. 11 a JS—M 1:37.
6 a Mateo 21:22; 9 a 2 Ne. 20:33; b GEE Rectitud, recto.
Juan 14:13. 3 Ne. 25:1. c GEE Jesucristo — El
b Mar. 11:24. GEE Orgullo. reinado milenario de
c 3 Ne. 27:1–2; b Nahúm 1:10; Cristo;
DyC 84:1. Mal. 4:1; Milenio.
7 a GEE Israel — La 1 Ne. 22:15, 23; 12 a GEE Apóstol.
congregación de JS—H 1:37. b Isa. 66:15–16;
Israel. c DyC 45:57; 63:34, 54; DyC 130:7; 133:41.
57 Doctrina y Convenios 29:13–22
gloria igual que yo, para d juzgar
c 
sangre no los limpiará si no me
c 

a toda la casa de Israel, sí, a cuan­ escuchan.


tos me hayan amado y guardado 18 Por lo tanto, yo, Dios el Señor,
mis mandamientos, y a ningún enviaré moscas sobre la faz de la
otro. tierra, las cuales se prenderán de
13 Porque sonará una a trompeta sus habitantes, y comerán su carne
larga y fuertemente, así como en y harán que se críen gusanos en
el monte de Sinaí, y toda la tie­ ellos;
rra temblará; y b saldrán, sí, c los 19 y serán atadas sus lenguas
que murieron en mí, para re­ a fin de que no a hablen con­
cibir una d corona de rectitud tra mí; y la carne se les caerá
y ser revestidos e así como yo, de los huesos, y los ojos de las
para estar conmigo, a fin de que cuencas;
seamos uno. 20 y acontecerá que las a bestias
14 Mas he aquí, os digo que antes del monte y las aves del aire los
que llegue este gran a día, el b sol se devorarán.
obscurecerá y la luna se tornará en 21 Y la grande y a abominable
sangre; las estrellas caerán del cielo iglesia, que es la b ramera de toda
y habrá c señales mayores arriba en la tierra, será derribada por c fuego
el cielo y abajo en la tierra; devorador, de acuerdo con lo de­
15 y habrá lloro y a lamentos entre clarado por boca de Ezequiel el
las huestes de los hombres; profeta, quien habló de estas cosas,
16 y se enviará una fuerte a tor­ las cuales no han acontecido, pero
menta de granizo para destruir las vivo yo, que ciertamente d aconte­
cosechas de la tierra. cerán, porque no han de reinar las
17  Y acontecerá que a causa abominaciones.
de la iniquidad del mundo, me 22 Y además, de cierto, de cierto
a 
vengaré de los b malvados, por os digo, que cuando hayan ter­
cuanto no se arrepienten; por­ minado los a mil años y los hom­
que la copa de mi indigna­ bres de nuevo empiecen a negar
ción está llena; pues he aquí, mi a su Dios, entonces perdonaré
12 c GEE Gloria; Jesucristo. DyC 19:16–18.
Jesucristo — La gloria b Joel 2:10; 19 a Zac. 14:12.
de Jesucristo. JS—M 1:33. 20 a Isa. 18:6;
d Mateo 19:28; c GEE Señales de los Ezeq. 39:17;
Lucas 22:30; tiempos. Apoc. 19:17–18.
1 Ne. 12:9; 15 a Mateo 13:42. 21 a GEE Diablo — La
Morm. 3:18–19. 16 a Ezeq. 38:22; iglesia del diablo.
13 a DyC 43:18; 45:45. Apoc. 11:19; 16:21. b Apoc. 19:2.
b DyC 76:50. 17 a Apoc. 16:7–11; c Joel 1:19–20; 2:3;
c DyC 88:97; 133:56. 2 Ne. 30:10; DyC 97:25–26.
d GEE Corona; JS—M 1:53–55. GEE Tierra — La
Exaltación. GEE Venganza. purificación de la
e DyC 76:94–95; b GEE Inicuo, iniquidad. tierra.
84:35–39. c 1 Juan 1:7; d DyC 1:38.
14 a GEE Segunda venida de Alma 11:40–41; 22 a GEE Milenio.
Doctrina y Convenios 29:23–34 58
la tierra solamente por un corto b 
de volver, pues no pueden venir
tiempo; a a donde yo estoy, porque no tie­
23 y vendrá el a fin, y el cielo y la nen poder.
tierra serán consumidos y b pasa­ 30 Mas recordad que no todos
rán, y habrá un cielo nuevo y una mis juicios son dados a los hom­
c 
tierra nueva. bres; y tal como las palabras han
24 Porque todas las cosas viejas salido de mi boca, así se cumpli­
a 
pasarán, y todo será hecho nuevo, rán, para que lo a primero sea pos­
el cielo y la tierra, y toda la pleni­ trero, y lo postrero sea primero en
tud de ellos, tanto hombres como todas las cosas que he creado por
bestias, las aves del aire, y los pe­ la palabra de mi poder, que es el
ces del mar; poder de mi Espíritu.
25 y ni un a cabello ni una mota 31 Porque por el poder de mi
se perderán, porque es la obra de Espíritu las he a creado; sí, todas
mis manos. las cosas, tanto b espirituales como
26 Mas he aquí, de cierto os digo temporales:
que antes que pase la tierra, a Mi­ 32  primero a espirituales, en­
guel, mi b arcángel, tocará su c trom­ seguida temporales, que es el
peta, y entonces todos los muertos principio de mi obra; y además,
d 
despertarán, porque se abrirán primero temporales y enseguida
sus sepulcros y e saldrán, sí, todos; espirituales, que es el fin de
27 y serán reunidos los a justos a mi obra,
mi b derecha para vida eterna; y a 33 hablándoos para que enten­
los malvados, a mi izquierda, me dáis con naturalidad; mas para
avergonzaré reconocerlos ante mi mí no tienen a fin mis obras, ni
Padre. principio; pero os es dado para
28 Por tanto, les diré: a Apartaos que comprendáis, porque me lo
de mí, malditos, al b fuego eterno, habéis preguntado y estáis de
preparado para el c diablo y sus acuerdo.
ángeles. 34 Por tanto, de cierto os digo
29 Y ahora bien, he aquí, os digo que para mí todas las cosas son
que en ningún tiempo he decla­ espirituales; y en ninguna oca­
rado por mi propia boca que han sión os he dado una ley que
22 b Apoc. 20:3; 26 a GEE Adán; DyC 29:41.
DyC 43:30–31; Miguel. b DyC 43:33.
88:110–111. b GEE Arcángel. c GEE Diablo.
23 a Mateo 24:14. c 1 Cor. 15:52–55. 29 a Juan 7:34; DyC 76:112.
GEE Mundo — El fin d GEE Inmortal, 30 a Mateo 19:30;
del mundo. inmortalidad; 1 Ne. 13:42.
b Mateo 24:35; Resurrección. 31 a GEE Creación, crear.
JS—M 1:35. e Juan 5:28–29. b Moisés 3:4–5.
c GEE Tierra — El estado 27 a GEE Justo. 32 a GEE Creación
final de la tierra. b Mateo 25:33. espiritual.
24 a Apoc. 21:1–4. GEE Juicio final. 33 a Sal. 111:7–8;
25 a Alma 40:23. 28 a Mateo 25:41; Moisés 1:4.
59 Doctrina y Convenios 29:35– 43
fuese temporal, ni a ningún hom­ si nunca tuviesen lo b amargo, no
bre, ni a los hijos de los hombres, podrían conocer lo dulce.
ni a Adán, vuestro padre, a quien 40 Aconteció, pues, que el diablo
yo creé. tentó a Adán, y este comió del a fruto
35 He aquí, yo le concedí que prohibido y transgredió el manda­
fuese su propio a agente; y le di miento, por lo que vino a quedar
mandamientos; pero ningún man­ b 
sujeto a la voluntad del diablo, por
damiento temporal le di, porque haber cedido a la tentación.
mis b mandamientos son espiri­ 41 Por tanto, yo, Dios el Señor,
tuales; no son naturales ni tem­ hice que fuese a echado del Jardín
porales, ni tampoco son carnales de b Edén, de mi presencia, a causa
ni sensuales. de su transgresión, y en esto mu­
36 Y aconteció que Adán, ha­ rió c espiritualmente, que es la pri­
biendo sido tentado por el diablo, mera muerte, la misma que es la
pues, he aquí, a este existió antes última d muerte, que es espiritual,
que Adán, porque se b rebeló con­ y la cual se pronunciará sobre los
tra mí, diciendo: Dame tu c honra, inicuos cuando yo diga: Apartaos,
la cual es mi d poder; y también e 
malditos.
alejó de mí a la e tercera parte de 42 Mas he aquí, os digo que yo,
las f huestes del cielo, a causa de Dios el Señor, les concedí, a Adán
su g albedrío; y a su posteridad, que no a murie­
37 y fueron arrojados abajo, y sen, en cuanto a la muerte tempo­
así llegaron a ser el a diablo y sus ral, hasta que yo, Dios el Señor,
b 
ángeles; enviara b ángeles para declararles
38 y he aquí, hay un lugar prepa­ el c arrepentimiento y la d redención
rado para ellos desde el principio, mediante la fe en el nombre de mi
el cual es el a infierno. e 
Hijo Unigénito.
39 Y es menester que el diablo 43  Y así, yo, Dios el Señor,
a 
tiente a los hijos de los hombres, le señalé al hombre los días de
de otra manera estos no podrían su a probación, para que por su
ser sus propios agentes; porque muerte natural se b levantara en
35 a GEE Albedrío. 37 a GEE Diablo. b GEE Edén.
b GEE Mandamientos b 2 Pe. 2:4; Judas 1:6; c GEE Muerte espiritual.
de Dios. Moisés 7:26. d Alma 40:26.
36 a DyC 76:25–26; GEE Ángeles. e DyC 29:27–28;
Moisés 4:1–4. 38 a GEE Infierno. 76:31–39.
b GEE Concilio de los 39 a Moisés 4:3–4. 42 a 2 Ne. 2:21.
cielos. GEE Tentación, tentar. GEE Muerte física.
c GEE Honra, honrar b Moisés 6:55. b Alma 12:28–30.
(honor). 40 a Gén. 3:6; c GEE Arrepentimiento,
d Isa. 14:12–14; Moisés 4:7–13. arrepentirse.
DyC 76:28–29. b 2 Ne. 10:24; d GEE Redención,
e Apoc. 12:3–4. Mos. 16:3–5; redimido, redimir.
f DyC 38:1; 45:1. Alma 5:41–42. e Moisés 5:6–8.
GEE Vida preterrenal. 41 a GEE Caída de Adán 43 a Alma 12:24; 42:10.
g GEE Albedrío. y Eva. b GEE Resurrección.
Doctrina y Convenios 29:44–30:2 60
inmortalidad a la vida eterna, sí,
c  d 
Satanás para tentar a los niños
a 

aun cuantos creyeren; pequeños, sino hasta cuando em­


44 y los que no creyeren, a a con­ piezan a ser b responsables ante mí;
denación eterna; porque no pueden 48 porque a ellos les es dado con­
ser redimidos de su caída espiritual, forme a mi voluntad, según me
debido a que no se arrepienten; plazca, a fin de que se requieran
45 pues aman las tinieblas más grandes cosas de las manos de
bien que la luz, y sus a hechos son sus a padres.
malos, y reciben su b salario de 49 Y además os digo, ¿a quién de
aquel a quien quieren obedecer. los que tienen conocimiento no le
46 Pero he aquí, os digo que los he mandado yo que se arrepienta?
a 
niños pequeños son b redimidos 50 Y en cuanto al que no tiene
desde la fundación del mundo, a 
entendimiento, queda en mí hacer
mediante mi Unigénito; de acuerdo con lo que está escrito.
47 por tanto, no pueden pecar, Y ahora no os declaro más en esta
porque no le es dado poder a ocasión. Amén.

SECCIÓN 30
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a David Whitmer,
a Peter Whitmer, hijo, y a John Whitmer en Fayette, Nueva York, en
septiembre de 1830, tras la conferencia de tres días que se realizó en
Fayette, pero antes de la partida de los élderes de la Iglesia. El conte-
nido de esta sección se publicó originalmente como tres revelaciones;
el Profeta lo combinó en una sola sección para la edición de 1835 de
Doctrina y Convenios.
1– 4, Se reprende a David Whit- He aquí, a David, te digo que
mer por no haber servido diligente- has b temido al hombre, y no
mente; 5–8, Peter Whitmer, hijo, ha has c confiado en que yo te for­
de acompañar a Oliver Cowdery en talecería, como debiste haberlo
una misión a los lamanitas; 9–11, hecho,
John Whitmer es llamado a predicar 2  sino que tus pensamientos
el Evangelio. han estado en las cosas de la
43 c Moisés 1:39. Alma 3:26–27; responsable.
GEE Inmortal, 5:41–42; 30:60. 48 a DyC 68:25.
inmortalidad. 46 a Moro. 8:8, 12; 50 a DyC 137:7–10.
d GEE Vida eterna. DyC 93:38. GEE Entender,
44 a DyC 19:7–12. GEE Niño(s). entendimiento.
GEE Condenación, b DyC 74:7. 30 1 a GEE Whitmer, David.
condenar. GEE Redención, b Hech. 5:29.
45 a Juan 3:18–20; redimido, redimir. c 2 Cró. 16:7–9.
DyC 93:31–32. 47 a GEE Tentación, tentar.
b Mos. 2:32–33; b GEE Responsabilidad,
61 Doctrina y Convenios 30:3–11
tierra más que en las que son de
a 
hacia mí continuamente en ora­
mí, tu Creador, y en el ministerio ción y fe, para la liberación de él
al cual has sido llamado; y no has y la tuya; porque le he dado poder
prestado atención a mi Espíritu, para edificar mi a iglesia entre los
ni a los que han sido nombrados b 
lamanitas.
sobre ti, sino que te han persua­ 7 Y a nadie he nombrado conse­
dido aquellos a quienes no he jero a sobre él en la iglesia, concer­
mandado. niente a los asuntos de ella, sino a
3 Por tanto, quedas a solas para su hermano, José Smith, hijo.
consultarme por ti mismo, y a re­ 8 Por tanto, presta atención a es­
flexionar sobre las cosas que has tas cosas y sé diligente en guardar
recibido. mis mandamientos, y serás bende­
4 Y tu hogar será la casa de tu cido para vida eterna. Amén.
padre hasta que te dé otros man­ 9 He aquí, mi siervo John, te digo
damientos. Y te dedicarás al a mi­ que desde ahora en adelante em­
nisterio en la iglesia, y ante el pezarás a a proclamar mi evange­
mundo, y en las regiones circun­ lio como con la b voz de trompeta.
vecinas. Amén. 10 Y tu obra será donde vive tu
5 He aquí, a Peter, te digo que em­ hermano Philip Burroughs y en
prenderás tu b viaje con tu hermano la región circunvecina, sí, donde­
Oliver; porque ha llegado la c hora quiera que te oigan, hasta que te
en que me es prudente que abras mande ir a otra parte.
tu boca para declarar mi evangelio; 11 Y toda tu obra será en Sion,
por tanto, no temas, sino da oído con toda tu alma, desde ahora en
a las palabras y al d consejo que te adelante; sí, siempre abrirás tu
dé tu hermano. boca por mi causa, no a temiendo
6 Y padece con él en todas sus lo que pueda hacer el b hombre,
aflicciones, elevando tu corazón porque yo estoy c contigo. Amén.

SECCIÓN 31
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Thomas B.
Marsh en septiembre de 1830. La ocasión fue inmediatamente des-
pués de una conferencia de la Iglesia (véase el encabezamiento
2 a DyC 25:10. d GEE Consejo; 7 a DyC 20:2–3.
3 a GEE Meditar. Sostenimiento de 9 a DyC 15:6.
4 a GEE Ministrar, líderes de la Iglesia. b DyC 33:2.
ministro; 6 a GEE Iglesia de 11 a GEE Temor;
Servicio. Jesucristo de los Valor, valiente.
5 a GEE Whitmer, hijo, Santos de los Últimos b Isa. 51:7.
Peter. Días, La. c Mateo 28:19–20.
b DyC 32:1–3. b DyC 3:20; 49:24.
c DyC 11:15. GEE Lamanitas.
Doctrina y Convenios 31:1–12 62
de la sección 30). Thomas B. Marsh se había bautizado en una fecha
anterior de ese mismo mes y había sido ordenado élder en la Iglesia
antes de recibirse esta revelación.
1–6, Thomas B. Marsh es llamado a son b perdonados, y tus espaldas
predicar el Evangelio y se le asegura serán cargadas de c gavillas, por­
el bienestar de su familia; 7–13, Se que el d obrero es digno de su sa­
le aconseja que sea paciente, que ore lario. Por consiguiente, tu familia
siempre y que siga lo que le indique vivirá.
el Consolador. 6 He aquí, de cierto te digo, apár­
tate de ellos por un corto tiempo
Thomas, hijo mío, bendito eres
a 
solamente y declara mi palabra, y
por motivo de tu fe en mi obra. yo prepararé un lugar para ellos.
2 He aquí, te han sobrevenido 7 Sí, a abriré el corazón de los del
muchas aflicciones a causa de pueblo, y te recibirán; y estableceré
tu familia; sin embargo, te ben­ la iglesia por tu mano;
deciré a ti y a tu familia, sí, a 8  y los a fortalecerás y prepa­
tus pequeñitos; y viene el día en rarás para la hora en que serán
que creerán y conocerán la ver­ congregados.
dad, y serán uno contigo en mi 9 Ten a paciencia en las b tribulacio­
iglesia. nes; no ultrajes a los que ultrajan.
3 Alza tu corazón y regocíjate, Gobierna tu c casa con mansedum­
porque la hora de tu misión ha lle­ bre y sé constante.
gado; y será desatada tu lengua y 10 He aquí, te digo que serás cual
declararás a buenas nuevas de gran médico para la iglesia, pero no
gozo a esta generación. para los del mundo, porque no te
4  a Declararás las cosas que han recibirán.
sido reveladas a mi siervo José 11 Sigue tu camino, doquier que
Smith, hijo. Comenzarás desde sea mi voluntad, y el a Consolador
ahora a predicar, sí, a cosechar en te indicará lo que has de hacer y a
el campo que ya está b blanco para dónde has de ir.
ser quemado. 12  a Ora siempre, para que no
5 Por tanto, a mete tu hoz con entres en b tentación y pierdas tu
toda tu alma, y tus pecados te galardón.
31 1 a GEE Marsh, b GEE Perdonar. c GEE Familia — Las
Thomas B. c DyC 79:3. responsabilidades de
3 a Isa. 52:7; d Lucas 10:3–11; los padres.
Lucas 2:10–11; DyC 75:24. 11 a GEE Consolador;
Mos. 3:3–5. 7 a GEE Conversión, Espíritu Santo.
4 a Mos. 18:19; convertir. 12 a 3 Ne. 18:17–21.
DyC 42:12; 52:36. 8 a DyC 81:5; 108:7. GEE Oración.
b DyC 4:4–6. 9 a GEE Paciencia. b GEE Tentación, tentar.
5 a Apoc. 14:15. b GEE Adversidad.
63 Doctrina y Convenios 31:13–32:5
13 Sé a fiel hasta el fin y, he aquí, mías, sí, de Jesucristo, tu Reden­
estoy b contigo. Estas palabras no tor, por la c voluntad del Padre.
son de hombre ni de hombres, sino Amén.

SECCIÓN 32
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Parley P. Pratt y
a Ziba Peterson, en Manchester, Nueva York, a principios de octubre
de 1830. Los élderes sintieron un profundo interés en los lamanitas,
de cuyas bendiciones predichas la Iglesia se había enterado por medio
del Libro de Mormón. Como consecuencia, se suplicó que el Señor in-
dicara Su voluntad en cuanto a si en esa época debían enviarse élderes
a las tribus indias del oeste. Siguió entonces la revelación.
1–3, Parley P. Pratt y Ziba Peterson y Peter Whitmer, hijo, al desierto
son llamados para predicar a los la- entre los b lamanitas.
manitas y para acompañar a Oliver 3 Y también irá con ellos a Ziba
Cowdery y a Peter Whitmer, hijo; Peterson; y yo mismo los acom­
4–5, Deben orar para entender las pañaré y estaré b entre ellos; y soy
Escrituras. su c intercesor ante el Padre, y nada
prevalecerá en contra de ellos.
Y ahora, concerniente a mi siervo 4 Y a observarán lo que está es­
Parley P. Pratt, he aquí, le digo:
a 
crito y no dirán que han recibido
Vivo yo, que es mi voluntad que ninguna otra b revelación; y orarán
declare mi evangelio y b aprenda siempre para que yo lo c aclare a su
de mí, y sea manso y humilde de d 
entendimiento.
corazón. 5 Y darán oído a estas palabras,
2  Y le he señalado que a vaya sin liviandad, y yo los bendeciré.
con mis siervos Oliver Cowdery Amén.

SECCIÓN 33
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Ezra Thayre y a Nor-
throp Sweet en Fayette, Nueva York, en octubre de 1830. Al presentarse
esta revelación, en la historia de José Smith se afirma que “el Señor. . .
siempre está dispuesto a instruir a los que diligentemente buscan con fe”.
13 a GEE Perseverar. 2 a DyC 28:8; 30:5. DyC 84:43–44.
b Mateo 28:20. b DyC 3:18–20. b DyC 28:2.
c GEE Jesucristo — Su 3 a DyC 58:60. c JS—H 1:74.
autoridad. b Mateo 18:20; d GEE Entender,
32 1 a GEE Pratt, Parley DyC 6:32; 38:7. entendimiento.
Parker. c GEE Abogado.
b Mateo 11:28–30. 4 a 1 Ne. 15:25;
Doctrina y Convenios 33:1–10 64
1–4, Se llaman obreros para declarar por completo; y no hay quien haga
el Evangelio en la hora undécima; lo c bueno salvo unos pocos; y estos
5–6, La Iglesia está establecida, y d 
yerran en muchos casos a causa
los escogidos han de ser recogidos; de las e supercherías sacerdota­
7–10, Arrepentíos, porque el reino les, porque todos tienen mentes
de los cielos está cerca; 11–15, La corruptas.
Iglesia está edificada sobre la roca del 5 Y de cierto, de cierto os digo,
Evangelio; 16–18, Preparaos para la que he a establecido esta b iglesia y
venida del Esposo. la he llamado del desierto.
6 Y así a reuniré a mis escogidos
He aquí, os digo, mis siervos Ezra de los b cuatro extremos de la tie­
y Northrop, destapad vuestros rra, sí, a cuantos crean en mí y es­
oídos y escuchad la voz del Se­ cuchen mi voz.
ñor vuestro Dios, cuya a palabra 7 Sí, de cierto, de cierto os digo,
es viva y poderosa, más cortante que el campo blanco está ya para
que una espada de dos filos, que la siega; por tanto, meted vuestras
penetra hasta partir las coyun­ hoces, y cosechad con todo vuestro
turas y los tuétanos, el alma y poder, mente y fuerza.
el espíritu; y discierne los pen­ 8  a Abrid vuestra boca y será
samientos y las b intenciones del llena, y seréis como b Nefi el de
corazón. antaño, que salió de Jerusalén al
2 Porque de cierto, de cierto os desierto.
digo, que sois llamados a alzar 9 Sí, abrid vuestra boca sin cesar,
vuestras voces como con el a son de y vuestras espaldas serán cargadas
trompeta, para declarar mi evan­ de a gavillas, porque he aquí, estoy
gelio a una generación corrupta y con vosotros.
perversa. 10 Sí, abrid vuestra boca y será
3  Porque he aquí, el a campo llena, y decid: a Arrepentíos,
blanco está ya para la siega; y es arrepentíos y preparad la vía
la hora b undécima, y la c última del Señor, y enderezad sus sen­
vez que llamaré obreros a mi viña. das; porque el reino de los cielos
4 Y se ha a corrompido mi b viña está cerca;
33 1 a Heb. 4:12; b GEE Viña del Señor. 6 a GEE Israel — La
Hel. 3:29–30. c Rom. 3:12; congregación de
b Alma 18:32; DyC 35:12. Israel.
DyC 6:16. d 2 Ne. 28:14. b 1 Ne. 19:15–17.
2 a Isa. 58:1. e GEE Supercherías 8 a DyC 88:81.
3 a Juan 4:35; sacerdotales. b 2 Ne. 1:26–28.
DyC 4:4; 12:3; 14:3. 5 a GEE Restauración del 9 a Sal. 126:6;
b Mateo 20:1–16. Evangelio. Alma 26:3–5;
c Jacob 5:71; b GEE Iglesia de DyC 75:5.
DyC 43:28. Jesucristo de los 10 a Mateo 3:1–3.
4 a 2 Ne. 28:2–14; Santos de los Últimos
Morm. 8:28–41. Días, La.
65 Doctrina y Convenios 33:11–34:2
11 sí, arrepentíos y a bautícese 15 Y por la imposición de a ma­
cada uno de vosotros para la remi­ nos b confirmaréis en mi igle­
sión de sus pecados; sí, bautizaos sia a quienes tengan fe, y yo les
en el agua, y entonces vendrá el conferiré el c don del Espíritu
bautismo de fuego y del Espíritu Santo.
Santo. 16 Y el Libro de Mormón y las
12 He aquí, de cierto, de cierto Santas a Escrituras de mí proceden
os digo, este es mi a evangelio; y para vuestra b instrucción; y el po­
recordad que deberán tener fe en der de mi Espíritu c vivifica todas
mí, o de ninguna manera podrán las cosas.
salvarse; 17 Por lo tanto, sed fieles, orando
13 y sobre esta a roca edificaré mi siempre, llevando arregladas y
iglesia; sí, sobre esta roca estáis encendidas vuestras lámparas, y
edificados, y si perseveráis, las una provisión de aceite, a fin de
b 
puertas del infierno no prevale­ que estéis listos a la venida del
cerán contra vosotros. a 
Esposo.
14 Y recordaréis los a reglamentos 18  Porque he aquí, de cierto,
y los convenios de la iglesia para de cierto os digo, que yo a vengo
observarlos. pronto. Así sea. Amén.

SECCIÓN 34
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Orson Pratt en
Fayette, Nueva York, el 4 de noviembre de 1830. El hermano Pratt
tenía diecinueve años de edad en aquel tiempo. Se había convertido y
bautizado seis semanas antes cuando oyó por primera vez la predica-
ción del Evangelio restaurado de labios de su hermano mayor, Parley P.
Pratt. Esta revelación se recibió en el hogar de Peter Whitmer, padre.
1–4, Los fieles llegan a ser hijos de Orson, hijo mío, escucha, oye y
a 

Dios por medio de la Expiación; 5–9, ve lo que te diré yo, Dios el Señor,
La predicación del Evangelio prepara Jesucristo tu Redentor,
el camino para la Segunda Venida; 2 la a luz y la vida del mundo,
10–12, La profecía viene por el poder una luz que brilla en las tinieblas,
del Espíritu Santo. y las tinieblas no la comprenden;
11 a GEE Bautismo, DyC 42:13. 17 a Mateo 25:1–13.
bautizar. 15 a GEE Imposición de GEE Esposo.
12 a 3 Ne. 27:13–22. manos. 18 a Apoc. 22:20.
13 a GEE Roca. b DyC 20:41. GEE Segunda venida
b Mateo 16:16–19; c GEE Don del Espíritu de Jesucristo.
DyC 10:69–70. Santo. 34 1 a GEE Pratt, Orson.
14 a Es decir, DyC 20 (véase 16 a GEE Escrituras. 2 a Juan 1:1–5.
el encabezamiento de b 2 Tim. 3:16. GEE Luz, luz de
la sección 20); c Juan 6:63. Cristo.
Doctrina y Convenios 34:3–12 66
3 el que de tal manera amó al
a 
8 Y será un día grande al tiempo
a 

mundo que b dio su propia vida, de mi venida, porque todas las na­
para que cuantos crean lleguen a ciones b temblarán.
ser c hijos de Dios. Por tanto, eres 9 Pero antes que venga ese día
mi hijo; grande, el sol se obscurecerá y la
4 y a bendito eres, porque has luna se tornará en sangre; y las
creído; estrellas se negarán a brillar y al­
5 y más bendito eres, porque te he gunas caerán; y grandes destruc­
a 
llamado a predicar mi evangelio: ciones esperan a los malvados.
6 a alzar tu voz como con voz de 10 Por tanto, alza tu voz a sin ce­
trompeta, larga y fuertemente, y sar, porque ha hablado Dios el
a a proclamar el arrepentimiento a Señor; profetiza, pues, y te será
una corrupta y perversa genera­ dado por el b poder del Espíritu
ción, preparando la vía del Señor Santo.
para su b segunda venida. 11 Y si eres fiel, he aquí, yo estoy
7 Porque he aquí, de cierto, de contigo hasta que venga;
cierto te digo, que está próxima la 12 y de cierto, de cierto te digo,
a 
hora en que vendré en una b nube vengo pronto. Soy tu Señor y Re­
con poder y gran gloria. dentor. Así sea. Amén.

SECCIÓN 35
Revelación dada a José Smith el Profeta y a Sidney Rigdon en Fayette,
Nueva York, o cerca de allí, el 7 de diciembre de 1830. En esos días, el
Profeta se ocupaba casi a diario en hacer una traducción de la Biblia.
Se comenzó la traducción en junio de 1830, y tanto Oliver Cowdery
como John Whitmer habían servido de escribientes. En vista de que
para esa fecha habían sido llamados a otros deberes, se llamó a Sidney
Rigdon por nombramiento divino para que le sirviera de escribiente
al Profeta en esta obra (véase el versículo 20). Como prefacio al regis-
tro de esta revelación, en la historia de José Smith se indica: “En di-
ciembre vino Sidney Rigdon [de Ohio] para consultar al Señor, y con
él vino Edward Partridge. . . Poco después de la llegada de estos dos
hermanos, así habló el Señor”.
3 a Juan 3:16; 15:13. Dios. b Lucas 21:27.
GEE Amor. 4 a Juan 20:29. 8 a Joel 2:11;
b GEE Expiación, expiar; 5 a GEE Llamado, Mal. 4:5;
Redención, redimido, llamado por Dios, DyC 43:17–26.
redimir; Redentor. llamamiento. GEE Segunda venida
c Juan 1:9–12; 6 a DyC 6:9. de Jesucristo.
Rom. 8:14, 16–17; b GEE Segunda venida b Isa. 64:2.
Moisés 6:64–68. de Jesucristo. 10 a Isa. 58:1.
GEE Hijos e hijas de 7 a Apoc. 1:3. b 2 Pe. 1:21.
67 Doctrina y Convenios 35:1–10
1–2, El modo como pueden los hom- 4  Bendito eres, porque harás
bres llegar a ser los hijos de Dios; grandes cosas. He aquí, fuiste en­
3–7, Sidney Rigdon es llamado para viado, como lo fue a Juan, a fin de
bautizar y conferir el Espíritu Santo; preparar la vía delante de mí, y de­
8–12, Las señales y los milagros se lante de b Elías el Profeta, que había
efectúan por la fe; 13–16, Los sier- de venir, y no lo supiste.
vos del Señor trillarán a las naciones 5 Bautizaste en el agua para arre­
por el poder del Espíritu; 17–19, José pentimiento, pero a no recibieron el
Smith posee las llaves de los miste- Espíritu Santo;
rios; 20–21, Los elegidos soportarán 6  pero ahora te doy el man­
el día de la venida del Señor; 22–27, damiento de a bautizar en agua,
Israel será salvo. y recibirán el b Espíritu Santo
por la imposición de c manos,
Escuchad la voz del a Señor vues­ como lo hacían los antiguos
tro Dios, el b Alfa y la Omega, el apóstoles.
principio y el fin, cuya c vía es un 7 Y acontecerá que se efectuará
giro eterno, el d mismo hoy que una obra grande en la tierra entre
ayer y para siempre. los a gentiles, porque se manifes­
2 Soy Jesucristo, el Hijo de Dios, tarán su insensatez y sus abomi­
que fui a crucificado por los peca­ naciones ante los ojos de toda la
dos del mundo, sí, por cuantos gente.
b 
crean en mi nombre, a fin de que 8 Porque yo soy Dios, y mi brazo
lleguen a ser c hijos de Dios, d uno no se ha a acortado; y mostraré b mi­
en mí, como yo soy e uno en el Pa­ lagros, c señales y maravillas a to­
dre, como el Padre es uno en mí, dos los que d crean en mi nombre.
para que seamos uno. 9 Y quienes pidan con a fe en mi
3 He aquí, de cierto, de cierto nombre, b echarán fuera c demonios;
le digo a mi siervo Sidney: He d 
sanarán a los enfermos; harán que
puesto mis ojos en ti y en tus los ciegos reciban la vista, que los
obras. He oído tus oraciones y sordos oigan, los mudos hablen y
te he preparado para una obra los cojos anden.
mayor. 10  Y pronto viene la hora en
35 1 a GEE Señor. GEE Unidad. Santo.
b Apoc. 1:8. e GEE Trinidad. c GEE Imposición de
GEE Alfa y Omega. 4 a Mal. 3:1; manos.
c 1 Ne. 10:19; Mateo 11:10; 7 a GEE Gentiles.
DyC 3:2. 1 Ne. 11:27; 8 a Isa. 50:2; 59:1.
d Heb. 13:8; DyC 84:27–28. b GEE Milagros.
DyC 38:1–4; 39:1–3. b 3 Ne. 25:5–6; c GEE Señal.
2 a GEE Crucifixión. DyC 2:1; 110:13–15. d GEE Creencia, creer.
b DyC 20:25; 45:5, 8. 5 a Hech. 19:1–6. 9 a GEE Fe.
c GEE Hijos e hijas de 6 a GEE Bautismo, b Mar. 16:17.
Dios. bautizar. c Mar. 1:21–45.
d Juan 17:20–23. b GEE Don del Espíritu d GEE Sanar, sanidades.
Doctrina y Convenios 35:11–21 68
que se mostrarán grandes cosas a de mi venida, porque ya está
los hijos de los hombres; d 
próxima;
11 mas a sin fe no se manifes­ 16 y aprenderán la parábola de
tará cosa alguna, sino b desola­ la a higuera, porque ahora mismo
ciones sobre c Babilonia, la cual el verano se aproxima.
ha hecho que todas las naciones 17 Y he enviado la a plenitud de
beban del vino de la ira de sus mi evangelio por conducto de mi
d 
fornicaciones. siervo b José; y en debilidad lo he
12 Y no hay a quien haga lo bueno bendecido;
salvo aquellos que están dispues­ 18 y le he dado las a llaves del
tos a recibir la plenitud de mi misterio de aquellas cosas que
evangelio, que he enviado a esta han sido b selladas, sí, cosas que
generación. han existido desde la c fundación
13 Por tanto, llamo a lo a débil del del mundo, y las que vendrán
mundo, a aquellos que son b indoc­ desde ahora hasta el tiempo de
tos y despreciados, para trillar a mi venida, si persevera en mí;
las naciones por el poder de mi y si no, yo pondré a otro en su
Espíritu. lugar.
14 Y su brazo será mi brazo, y 19 Por tanto, vela por él para que
yo seré su a escudo y su broquel; su fe no falte, y se concederá por
y ceñiré sus lomos y lucharán por el a Consolador, el b Espíritu Santo,
mí varonilmente; y sus b enemigos que sabe todas las cosas.
estarán debajo de sus pies; y de­ 20 Y un mandamiento te doy, que
jaré c caer la espada en su defensa, a 
escribas por él; y se darán las Es­
y por el d fuego de mi indignación crituras, tal como se hallan en mi
los preservaré. propio seno, para la salvación de
15  Y se predicará el evange­ mis b escogidos;
lio a los a pobres y a los b man­ 21 porque oirán mi a voz y me
sos, y estarán c esperando la hora verán, y no estarán dormidos, y
11 a DyC 63:11–12. c 2 Pe. 3:10–13; c DyC 128:18.
b DyC 5:19–20. DyC 39:23; 45:39; 19 a Juan 14:16, 26; 15:26.
c GEE Babel, Babilonia. Moisés 7:62. GEE Consolador.
d Apoc. 18:2–4. d DyC 63:53. b GEE Espíritu Santo.
12 a Rom. 3:10–12; 16 a Mateo 24:32; 20 a En esa época, el
DyC 33:4; 38:10–11; DyC 45:36–38; Profeta estaba
84:49. JS—M 1:38. traduciendo, por
13 a 1 Cor. 1:27; GEE Señales de los revelación, la
DyC 1:19–23; 124:1. tiempos. Biblia, y Sidney
b Hech. 4:13. 17 a DyC 42:12. Rigdon fue llamado
14 a 2 Sam. 22:2–3. b DyC 135:3. para servir de
b DyC 98:34–38. 18 a DyC 84:19. escribiente.
c DyC 1:13–14. b Dan. 12:9; b GEE Elegidos.
d DyC 128:24. Mateo 13:35; 21 a Joel 2:11;
15 a Mateo 11:5. 2 Ne. 27:10–11; DyC 43:17–25; 88:90;
b GEE Mansedumbre, Éter 4:4–7; 133:50–51.
manso. JS—H 1:65.
69 Doctrina y Convenios 35:22–36:2
soportarán el día de mi c venida;
b 
y haré b estremecer los cielos para
porque serán purificados, tal como vuestro beneficio, y c Satanás tem­
yo soy d puro. blará, y Sion se d regocijará sobre
22 Y ahora a te digo, permanece los collados y florecerá;
con él y él viajará contigo; no lo 25 e a Israel será b salvo en mi pro­
abandones, y de seguro acontece­ pio y debido tiempo; y será con­
rán estas cosas. ducido por las c llaves que he dado,
23  Y a cuando no estés escri­ para nunca más ser confundido.
biendo, he aquí, a él se le conce­ 26 Alzad vuestros corazones y
derá profetizar; y tú predicarás regocijaos; vuestra a redención se
mi evangelio y citarás a b los santos aproxima.
profetas para comprobar las pala­ 27 No temáis, pequeña grey, el
bras de él, según le sean dadas. a 
reino es vuestro hasta que yo
24  a Guardad todos los manda­ venga. He aquí, b vengo pronto.
mientos y convenios que os ligan; Así sea. Amén.

SECCIÓN 36
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Edward Partri-
dge cerca de Fayette, Nueva York, el 9 de diciembre de 1830 (véase
el encabezamiento de la sección 35). En la historia de José Smith se
indica que Edward Partridge “era un modelo de piedad y uno de los
grandes hombres del Señor”.
1–3, El Señor pone Su mano sobre te son perdonados tus pecados, y
Edward Partridge por conducto de eres llamado a predicar mi evan­
las manos de Sidney Rigdon; 4–8, gelio como con voz de trompeta;
Todo hombre que recibe el Evange- 2 y pondré sobre ti mi a mano
lio y el sacerdocio es llamado a salir por conducto de las de mi
a predicar. siervo Sidney Rigdon, y recibi­
rás mi Espíritu, el Espíritu Santo,
Así dice el Señor Dios, el a Fuerte sí, el b Consolador, que te ense­
de Israel: He aquí, te digo, mi ñará las cosas c apacibles del
siervo b Edward, bendito eres, y reino;
21 b Mal. 3:2–3. b DyC 21:6. de los cielos.
c GEE Segunda venida de c 1 Ne. 22:26. b Apoc. 22:20.
Jesucristo. d GEE Gozo. 36 1 a GEE Jehová;
d GEE Pureza, puro. 25 a GEE Israel. Jesucristo.
22 a DyC 100:9–11. b Isa. 45:17; b DyC 41:9–11.
23 a Es decir, cuando Sidney 1 Ne. 19:15–16; 22:12. 2 a GEE Imposición de
Rigdon no estuviera c GEE Llaves del manos.
escribiendo. sacerdocio. b GEE Consolador;
b Es decir, las Escrituras. 26 a Lucas 21:28. Espíritu Santo.
24 a DyC 103:7. 27 a GEE Reino de Dios o c DyC 42:61.
Doctrina y Convenios 36:3–37:4 70
3 y lo declararás en voz alta, di­ miento, diciendo: Salvaos de esta
a 

ciendo: ¡Hosanna, bendito sea el generación perversa, y salid del


nombre del Más Alto Dios! fuego, aborreciendo aun hasta
4 Y ahora te doy este llamamiento las b ropas contaminadas con la
y mandamiento concerniente a to­ carne.
dos los hombres: 7 Y se dará este mandamiento a
5 Que cuantos vengan ante mis los élderes de mi iglesia, para que
siervos Sidney Rigdon y José todo hombre que lo acepte con
Smith, hijo, y acepten este llama­ sencillez de corazón sea ordenado
miento y mandamiento, serán a or­ y enviado tal como lo he hablado.
denados y enviados a b predicar 8 Soy Jesucristo, el Hijo de Dios;
el evangelio sempiterno entre las por tanto, ciñe tus lomos y vendré
naciones, súbitamente a mi a templo. Así sea.
6 para proclamar el arrepenti­ Amén.

SECCIÓN 37
Revelación dada a José Smith el Profeta y a Sidney Rigdon cerca de
Fayette, Nueva York, en diciembre de 1830. Aquí se da el primer man-
damiento con respecto a un recogimiento en esta dispensación.
1–4, Se convoca a los santos a con- que se encuentre, y más especial­
gregarse en Ohio. mente en a Colesville, porque he
aquí, me suplican con mucha fe.
He aquí, os digo que no es pru­ 3 Y además, un mandamiento
dente que a traduzcáis más hasta doy a la iglesia, que me es pru­
que os trasladéis a Ohio, y esto a dente que se congreguen en a Ohio,
causa del enemigo y para vuestro para cuando regrese a ellos mi
bienestar. siervo Oliver Cowdery.
2 Y además, os digo que no iréis 4 He aquí, en esto hay sabidu­
sino hasta que hayáis predicado mi ría, y a escoja todo varón por sí
evangelio en aquellas partes y for­ mismo hasta que yo venga. Así
talecido la iglesia en dondequiera sea. Amén.
5 a DyC 63:57. 8 a Mal. 3:1. 3 a Es decir, en el estado
GEE Ordenación, 37 1 a Es decir, la de Ohio.
ordenar. traducción de la DyC 38:31–32.
b GEE Predicar. Biblia, que ya 4 a GEE Albedrío.
6 a Hech. 2:40. estaba en marcha.
b Judas 1:23. 2 a DyC 24:3; 26:1.
71 Doctrina y Convenios 38:1–8

SECCIÓN 38
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Fayette, Nueva
York, el 2 de enero de 1831. La ocasión fue una conferencia de la
Iglesia.
1–6, Cristo creó todas las cosas; 7–8, mundo fue a hecho, y todas las co­
Él se halla en medio de Sus santos, sas llegaron a existir por mí.
que pronto lo verán; 9–12, Toda 4 Soy el mismo que he llevado
carne se ha corrompido delante de la a Sion de Enoc a mi propio seno;
Él; 13–22, Él ha reservado una tie- y de cierto digo, aun por cuantos
rra prometida para Sus santos por han b creído en mi nombre, porque
el tiempo y por la eternidad; 23–27, yo soy Cristo, y en mi propio nom­
Se manda a los santos ser uno y es- bre, en virtud de la c sangre que he
timarse unos a otros como hermanos; derramado, he abogado por ellos
28–29, Se predicen guerras; 30–33, ante el Padre.
Se dará a los santos poder de lo alto e 5 Mas he aquí, he guardado al
irán a todas las naciones; 34–42, Se resto de los a inicuos en b cade­
manda a los miembros de la Iglesia nas de tinieblas hasta el c juicio
velar por los pobres y por los nece- del gran día que vendrá al fin de
sitados, y buscar las riquezas de la la tierra;
eternidad. 6 y así haré que sean guardados
los inicuos que no quieren oír mi
Así dice el Señor vuestro Dios, voz, antes endurecen sus corazo­
Jesucristo, el Gran a Yo Soy, el Alfa nes; y, ¡ay, ay, ay de ellos!
y la Omega, el b principio y el fin, el 7 Pero he aquí, de cierto, de cierto
mismo que contempló la vasta ex­ os digo, que mis a ojos están sobre
pansión de la eternidad y todas las vosotros. Estoy en b medio de vo­
c 
huestes seráficas del cielo d antes sotros y no me podéis ver;
que el mundo fuese e hecho; 8 pero pronto vendrá el día en
2 el mismo que a conoce todas las que me a veréis, y sabréis que yo
cosas, porque b todas están presen­ soy; porque el velo de tinieblas en
tes ante mis ojos. breve será rasgado, y el que no esté
3 Soy el mismo que hablé, y el b 
purificado no c soportará el día.
38 1 a GEE YO SOY. GEE Creación, crear. b 2 Pe. 2:4;
b Apoc. 1:8. 4 a TJS Gén. 14:25–40 Judas 1:6.
c DyC 45:1. (Apéndice — Biblia) ; GEE Infierno.
d GEE Vida preterrenal. DyC 45:11–14; c GEE Juicio final.
e Sal. 90:2. 76:66–67; 84:99–100; 7 a DyC 1:1.
2 a DyC 88:41; Moisés 7:18–21. b DyC 6:32; 29:5.
Moisés 1:35. GEE Sion. 8 a Apoc. 22:4–5.
GEE Omnisciente. b DyC 20:25; 35:2; GEE Segunda venida de
b Prov. 5:21; 45:3–5. Jesucristo.
2 Ne. 9:20. c GEE Expiación, expiar. b GEE Pureza, puro.
3 a Sal. 33:6–9. 5 a GEE Injusticia, injusto. c Mal. 3:2.
Doctrina y Convenios 38:9–21 72
9 Por tanto, ceñid vuestros lo­ ahora en adelante; no temáis, por­
b 

mos y estad apercibidos. He aquí, que el reino es vuestro.


el a reino es vuestro, y el enemigo 16 Y para vuestra salvación os
no triunfará. doy un mandamiento, porque he
10  En verdad os digo que os escuchado vuestras oraciones, y
halláis a limpios, mas no todos; los a pobres se han quejado delante
y con ningún otro estoy bien de mí, y a los b ricos yo los hice, y
b 
complacido. toda carne es mía, y no hago c acep­
11 Porque toda a carne se ha co­ ción de personas.
rrompido delante de mí; y los po­ 17 Y he hecho rica la tierra, y he
deres de las b tinieblas prevalecen aquí, es el a estrado de mis pies;
en la tierra, entre los hijos de los por tanto, de nuevo pondré mi pie
hombres, en presencia de todas las sobre ella.
huestes de los cielos. 18 Y os ofrezco y estimo conve­
12 Por lo que reina el silencio, y niente daros riquezas más grandes,
toda la eternidad a padece, y los sí, una tierra de promisión, una
b 
ángeles esperan el gran manda­ tierra en la que fluye leche y miel,
miento de c segar la tierra para jun­ sobre la que no habrá maldición
tar la d cizaña y e quemarla; y he cuando el Señor venga;
aquí, el enemigo se ha combinado. 19 y os la daré como tierra de
13 Y ahora os descubro un mis­ vuestra herencia, si es que la pro­
terio, una cosa que se halla en curáis con todo vuestro corazón.
las cámaras secretas, para llevar 20 Y este será mi convenio con
a cabo vuestra a destrucción con vosotros, la recibiréis como tierra
el transcurso del tiempo, y no lo de vuestra herencia y como a heren­
supisteis; cia de vuestros hijos para siempre,
14 pero ahora os lo digo, y ben­ mientras dure la tierra, y la posee­
ditos sois, no por causa de vuestra réis otra vez en la eternidad, para
iniquidad ni por vuestros corazo­ nunca más volver a pasar.
nes incrédulos; porque en verdad, 21 Mas de cierto os digo, que
algunos de vosotros sois culpables vendrá tiempo cuando no ten­
ante mí, pero seré misericordioso dréis rey ni gobernante, porque
para con vuestras flaquezas. yo seré vuestro a rey y velaré por
15 Por tanto, sed a fuertes desde vosotros.
9 a Lucas 6:20. 12 a Moisés 7:41. c Hech. 10:34;
GEE Reino de Dios b DyC 86:3–7. Moro. 8:11–12;
o de los cielos. c GEE Siega. DyC 1:34–35.
10 a GEE Limpio e d DyC 88:94; 101:65–66. 17 a 1 Ne. 17:39;
inmundo. e Mateo 13:30. Abr. 2:7.
b DyC 1:30. 13 a DyC 5:32–33. 20 a DyC 45:58.
11 a Isa. 1:3–4; 15 a GEE Valor, valiente. 21 a Zac. 14:9;
DyC 33:4. b GEE Temor — Temor 2 Ne. 10:14;
b Miq. 3:6; al hombre. Alma 5:50.
DyC 112:23; 16 a Mos. 4:16–18.
Moisés 7:61–62. b 1 Sam. 2:7.
73 Doctrina y Convenios 38:22–34
22 Por tanto, escuchad mi voz y lejanos, y decís que pronto ha­
a 
seguidme, y seréis un b pueblo li­ brá grandes guerras en países
bre; y no tendréis más leyes que las lejanos, mas no conocéis el cora­
mías cuando yo venga, porque soy zón de los hombres en vuestro
vuestro c legislador; y, ¿qué cosa propio país.
hay que detenga mi mano? 30 Os digo estas cosas a causa de
23 Pero en verdad os digo, a en­ vuestras oraciones; por lo tanto,
señaos los unos a los otros, de a 
atesorad b sabiduría en vuestro
acuerdo con el oficio al cual os he seno, no sea que la maldad de
llamado; los hombres os revele estas co­
24 y a estime cada hombre a su sas por medio de su iniquidad,
hermano como a sí mismo, y de una manera que retumbará en
ponga en práctica la b virtud y la vuestros oídos con una voz más
c 
santidad delante de mí. fuerte que la que sacudirá la tie­
25 Y de nuevo os digo, estime rra; mas si estáis preparados, no
cada hombre a su hermano como temeréis.
a sí mismo. 31 Y para que os escapéis del po­
26 Porque, ¿quién de vosotros, si der del enemigo y vengáis a mí,
tiene doce hijos que le sirven obe­ un a pueblo justo, sin b mancha e
dientemente, y no hace acepción irreprochable,
de ellos, dice a uno: Vístete de gala 32 fue por lo que os di el man­
y siéntate aquí; y al otro: Vístete de damiento de trasladaros a a Ohio;
harapos y siéntate allí, podrá luego y allí os daré mi b ley, y allí seréis
mirarlos y decir soy justo? c 
investidos con poder de lo alto;
27 He aquí, esto os lo he dado por 33 y desde allí a irán a todas las
parábola, y es como yo soy. Yo os naciones los que yo quisiere, y
digo: Sed a uno; y si no sois uno, les será dicho lo que han de ha­
no sois míos. cer; porque tengo reservada una
28 Y además, os digo que el ene­ gran obra, pues Israel será b salvo
migo en las cámaras secretas busca y lo guiaré por donde yo quiera, y
vuestra a vida. ningún poder c detendrá mi mano.
29  Oís de a guerras en países 34 Y ahora, doy a la iglesia en
22 a Juan 10:27. c GEE Santidad. e íntegro.
b GEE Jesucristo — El 27 a Juan 17:21–23; b 2 Pe. 3:14.
reinado milenario de 1 Cor. 1:10; 32 a DyC 37:3.
Cristo. Efe. 4:11–14; b DyC 42.
c Isa. 33:22; 3 Ne. 11:28–30; c Lucas 24:49;
Miq. 4:2; Moisés 7:18. DyC 39:15; 95:8;
DyC 45:59. GEE Unidad. 110:9–10.
23 a DyC 88:77–79, 118, 122. 28 a DyC 5:33; 38:13. 33 a GEE Obra misional.
GEE Enseñar. 29 a DyC 45:26, 63; 87:1–5; b Isa. 45:17;
24 a Deut. 17:20; 130:12. Jer. 30:10;
1 Cor. 4:6. 30 a JS—M 1:37. DyC 136:22.
b DyC 46:33. b GEE Sabiduría. c Dan. 4:35.
GEE Virtud. 31 a O sea, un pueblo santo
Doctrina y Convenios 38:35– 42 74
estas partes el mandamiento de daros, seréis los más ricos de to­
nombrar a ciertos hombres de en­ dos los pueblos, porque tendréis
tre ellos, y estos deberán ser nom­ las riquezas de la eternidad; y es
brados por la a voz de la iglesia; menester que las b riquezas de la
35 y atenderán a los pobres y a tierra sean mías para dar; mas cui­
los necesitados, y les suministra­ daos del c orgullo, no sea que lle­
rán a auxilio a fin de que no sufran; guéis a ser como los d nefitas de la
y los enviarán al lugar que les he antigüedad.
mandado; 40 Y además, os digo que os doy
36 y su obra será administrar el mandamiento de que todo hom­
los asuntos de los bienes de esta bre, tanto el que sea élder, presbí­
iglesia. tero, o maestro, así como también
37 Y los que tengan granjas que el miembro, se dedique con su
no puedan vender, que las dejen fuerza, con el trabajo de sus a ma­
o las alquilen, según les parezca nos, a preparar y a realizar las co­
mejor. sas que he mandado.
38 Procurad que se conserven 41 Y sea vuestra a predicación la
todas las cosas; y cuando los hom­ voz de b amonestación, cada hom­
bres sean a investidos con poder de bre a su vecino, con mansedumbre
lo alto, y enviados, han de juntarse y humildad.
todas estas cosas en el seno de la 42 Y a salid de entre los inicuos.
iglesia. Salvaos. Sed limpios, los que lle­
39 Y si buscáis las a riquezas que váis los vasos del Señor. Así sea.
según su voluntad el Padre quiere Amén.

SECCIÓN 39
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a James Covel en
Fayette, Nueva York, el 5 de enero de 1831. James Covel, que había
sido ministro metodista durante unos cuarenta años, hizo convenio
con el Señor de obedecer cualquier mandamiento que el Señor le diera
por conducto de José el Profeta.
1–4, Los santos fieles tienen el poder 15–21, Los siervos del Señor han de
de llegar a ser hijos de Dios; 5–6, Re- predicar el Evangelio antes de la Se-
cibir el Evangelio es recibir a Cristo; gunda Venida; 22–24, Aquellos que
7–14, Se le manda a James Covel bau- reciban el Evangelio serán recogidos
tizarse y obrar en la viña del Señor; por el tiempo y por la eternidad.
34 a GEE Común acuerdo. b Hageo 2:8. b GEE Amonestación,
35 a GEE Bienestar. c GEE Orgullo. amonestar.
38 a GEE Investidura. d Moro. 8:27. 42 a Isa. 52:11.
39 a Jacob 2:17–19; 40 a 1 Cor. 4:12.
DyC 11:7. 41 a GEE Predicar.
75 Doctrina y Convenios 39:1–14
Escucha y oye la voz de aquel que 9 no obstante, has conocido mu­
existe de a eternidad en eternidad, cha tristeza, porque me has re­
el Gran b Yo Soy, sí, Jesucristo, chazado muchas veces a causa
2 la a luz y la vida del mundo; una del orgullo y de los afanes del
luz que brilla en las tinieblas y las a 
mundo.
tinieblas no la comprenden; 10 Pero he aquí, los días de tu
3 el mismo que vine a los míos en liberación han llegado, si escu­
el a meridiano de los tiempos, pero chas mi voz que te dice: Levántate
los míos no me recibieron; y a bautízate, y lava tus pecados,
4 mas a cuantos me recibieron, invocando mi nombre, y recibi­
les di el poder de llegar a ser mis rás mi Espíritu y una bendición
a 
hijos; y en igual manera, a cuantos mayor que cualquiera que hayas
me recibieren, les daré poder para conocido.
llegar a ser mis hijos. 11 Y si haces esto, te he preparado
5 Y de cierto, de cierto te digo, para una obra mayor. Predicarás
que el que recibe mi evangelio, la plenitud de mi evangelio que
me a recibe a mí; y quien no re­ he enviado en estos últimos días,
cibe mi evangelio, tampoco me el convenio que he enviado para
recibe a mí. a 
recobrar a los de mi pueblo, que
6 Y este es mi a evangelio: Arre­ son de la casa de Israel.
pentimiento y bautismo en el agua, 12  Y acontecerá que el poder
tras lo cual viene el b bautismo de a 
descansará sobre ti; tendrás una
fuego y del Espíritu Santo, sí, el fe grande, y estaré contigo e iré
Consolador, el cual manifiesta to­ delante de tu faz.
das las cosas y c enseña las cosas 13  Eres llamado para a obrar
apacibles del reino. en mi viña y edificar mi iglesia
7 Y ahora bien, he aquí, te digo, y b establecer Sion, a fin de que
mi siervo a James, he observado tus se regocije sobre los collados y
obras y te conozco. c 
florezca.
8 Y de cierto te digo, tu corazón 14 He aquí, de cierto, de cierto
es recto delante de mí ahora; y he te digo que no eres llamado para
aquí, he conferido grandes bendi­ ir a las tierras del Este, sino para
ciones sobre tu cabeza; ir a Ohio.
39 1 a Heb. 13:8; de Dios. 9 a Mateo 13:22.
DyC 20:12; 35:1; 5 a Juan 13:20. 10 a DyC 40.
38:1–4. 6 a GEE Arrepentimiento, GEE Bautismo,
b Éx. 3:14. arrepentirse; bautizar.
GEE Jehová. Bautismo, bautizar; 11 a GEE Israel — La
2 a GEE Luz, luz de Evangelio. congregación de
Cristo. b GEE Espíritu Santo; Israel.
3 a DyC 20:26; Nacer de Dios, nacer 12 a 2 Cor. 12:9.
Moisés 6:57, 62. de nuevo. 13 a Mateo 20:1–16.
4 a Juan 1:12. c DyC 42:61. b Isa. 52:8.
GEE Hijos e hijas 7 a DyC 40:1. c DyC 117:7.
Doctrina y Convenios 39:15– 40:2 76
15 Y si es que mi pueblo se con­ alta: El reino de los cielos se ha
grega en Ohio, he reservado una acercado; clamando: ¡Hosanna!
a 
bendición cual no se conoce en­ ¡Bendito sea el nombre del Más
tre los hijos de los hombres, y Alto Dios!
será vertida sobre su cabeza. Y de 20 Ve y bautiza con agua, prepa­
allí saldrán hombres a b todas las rando la vía delante de mi faz para
c 
naciones. la hora de mi a venida.
16 He aquí, de cierto, de cierto 21 Porque el tiempo está cerca;
te digo, que la gente en Ohio me ningún hombre a sabe el b día ni la
suplica con mucha fe, pensando hora; mas de cierto llegará.
que retendré mi juicio de sobre 22 El que recibe estas cosas me re­
las naciones, pero no puedo negar cibe a mí; y será reunido conmigo
mi palabra. por el tiempo y por la eternidad.
17 Por tanto, trabaja con tu poder 23  Y además, sucederá que a
y llama a obreros fieles a mi viña cuantos bautices con agua, les im­
para que la a poden por última vez. pondrás las a manos y recibirán el
18 Y si se arrepienten y reciben b 
don del Espíritu Santo, y c espe­
la plenitud de mi evangelio, y se rarán las señales de mi d venida y
santifican, detendré el a juicio de me conocerán.
mi mano. 24 Y he aquí, vengo pronto. Así
19 Sal, por tanto, diciendo en voz sea. Amén.

SECCIÓN 40
Revelación dada a José Smith el Profeta y a Sidney Rigdon en Fayette, Nueva
York, el 6 de enero de 1831. Antes del registro de esta revelación, en la his-
toria de José Smith se indica: “Por cuanto James [Covel] rechazó la palabra
del Señor y volvió a sus principios y compañeros anteriores, el Señor nos
dio a mí y a Sidney Rigdon la siguiente revelación” (véase la sección 39).
1–3, El temor de la persecución y fue recto ante mí, porque hizo con­
los afanes del mundo hacen que se venio conmigo de obedecer mi
rechace el Evangelio. palabra.
2 Y a recibió la palabra con ale­
He aquí, de cierto os digo, que el gría, pero enseguida lo tentó
corazón de mi siervo a James Covel Satanás, y el temor a la b persecución
15 a DyC 38:32; 95:8; 20 a GEE Segunda venida de c Apoc. 3:3;
110:8–10. Jesucristo. DyC 35:15; 45:39–44.
b DyC 1:2. 21 a JS—M 1:40. d 2 Pe. 3:10–14.
c GEE Obra misional. b Mateo 24:36. 40 1 a DyC 39:7–11.
17 a Jacob 5:61–75; 23 a GEE Imposición de 2 a Mar. 4:16–19.
DyC 24:19. manos. b Mateo 13:20–22.
18 a GEE Jesucristo — Es b GEE Don del Espíritu GEE Persecución,
juez. Santo. perseguir.
77 Doctrina y Convenios 40:3– 41:7
y los afanes del mundo hicieron mi convenio, y queda en mí
que c rechazara la palabra. hacer con él como bien me parezca.
3 Por consiguiente, quebrantó Amén.

SECCIÓN 41
Revelación dada a la Iglesia por medio de José Smith el Profeta, en Kirtland,
Ohio, el 4 de febrero de 1831. En esta revelación se instruye al Profeta y
a los élderes de la Iglesia a orar para recibir la “ley” de Dios (véase la sec-
ción 42). José Smith apenas había llegado a Kirtland desde Nueva York, y
Leman Copley, un miembro de la Iglesia que residía en el poblado cercano
de Thompson, Ohio, “solicitó que el hermano José y Sidney [Rigdon]. . .
vivieran con él y él les proporcionaría casas y provisiones”. En la siguiente
revelación, se aclara en donde deben vivir José y Sidney y también se llama
a Edward Partridge para ser el primer obispo de la Iglesia.
1–3, Los élderes gobernarán la Igle- 3 y por vuestra oración de fe reci­
sia por el espíritu de revelación; 4–6, biréis mi a ley para que sepáis cómo
Los discípulos verdaderos recibirán gobernar mi iglesia y poner todas
y obedecerán la ley del Señor; 7–12, las cosas en orden delante de mí.
Edward Partridge es nombrado 4 Y cuando a venga seré vues­
obispo de la Iglesia. tro b gobernante; y he aquí, vengo
pronto, y cuidaréis de que se
Escuchad y dad oído, oh pueblo guarde mi ley.
mío, dice el Señor y vuestro Dios, 5  El que a recibe mi ley y la
vosotros que me oís, y a quienes b 
guarda, tal es mi discípulo; y el
me deleito en a bendecir con la ma­ que dice que recibe mi ley y no la
yor de todas las bendiciones; y a guarda, no es mi discípulo, y será
vosotros que habéis b profesado mi c 
expulsado de entre vosotros;
nombre y no me oís, os c maldeciré 6 porque no es propio que las co­
con las más graves de todas las sas que pertenecen a los hijos del
maldiciones. reino sean dadas a aquellos que
2 Escuchad, oh élderes de mi igle­ no son dignos, ni a los a perros, ni
sia a quienes he llamado; he aquí, que se echen las b perlas delante de
os doy el mandamiento de con­ los cerdos.
gregaros para que os pongáis de 7 Y además, conviene que se le
a 
acuerdo en cuanto a mi palabra; edifique a mi siervo José Smith,
2 c GEE Apostasía. 3 a DyC 42. 5 a Mateo 7:24.
41 1 a GEE Bendecido, 4 a Zac. 14:9; DyC 45:59. b Stg. 1:22–25;
bendecir, bendición. GEE Jesucristo — El DyC 42:60.
b DyC 56:1–4; 112:24–26. reinado milenario de c DyC 50:8–9.
c Deut. 11:26–28; Cristo. GEE Excomunión.
1 Ne. 2:23. b GEE Segunda venida de 6 a Mateo 15:26.
2 a GEE Unidad. Jesucristo. b Mateo 7:6.
Doctrina y Convenios 41:8– 42:1 78
hijo, una casa en donde vivir y
a 
10 para encargarse de todas las
b 
traducir. cosas que en mis leyes se le de­
8 Asimismo, conviene que mi signaren, el día en que yo las dé.
siervo Sidney Rigdon viva como 11 Y esto porque su corazón es
mejor le parezca, si es que guarda puro delante de mí, porque es se­
mis mandamientos. mejante a a Natanael de la antigüe­
9  Y además, he llamado a mi dad, en quien no hay b engaño.
siervo a Edward Partridge; y doy el 12 Se os dan estas palabras y son
mandamiento de que sea nombrado puras ante mí; por tanto, tened
por la voz de la iglesia y que sea or­ cuidado de cómo las consideráis,
denado b obispo de la iglesia, y que porque vuestras almas responde­
deje su comercio para c dedicar todo rán por ellas en el día del juicio.
su tiempo al servicio de la iglesia; Así sea. Amén.

SECCIÓN 42
Revelación dada en dos partes por medio de José Smith el Profeta en
Kirtland, Ohio, los días 9 y 23 de febrero de 1831. La primera parte,
que comprende del versículo 1 al 72, se recibió en presencia de doce
élderes y en cumplimiento de la promesa que el Señor había hecho pre-
viamente de que la “ley” se daría en Ohio (véase la sección 38:32). La
segunda parte va del versículo 73 al 93. El Profeta especifica que esta
revelación “abarca la ley de la Iglesia”.
1–10, Los élderes son llamados a predi- bendiciones del sacerdocio y por la fe;
car el Evangelio, a bautizar conversos 53–60, Las Escrituras rigen a la Igle-
y a edificar la Iglesia; 11–12, Deben ser sia y se han de proclamar al mundo;
llamados y ordenados y han de ense- 61–69, El sitio de la Nueva Jerusalén
ñar los principios del Evangelio que se y los misterios del reino han de ser re-
encuentran en las Escrituras; 13–17, velados; 70–73, Los bienes consagra-
Han de enseñar y profetizar por el po- dos se han de usar para apoyar a los
der del Espíritu; 18–29, Se manda a los oficiales de la Iglesia; 74–93, Se dan a
santos no matar, ni robar, ni mentir, ni conocer las leyes que rigen la fornica-
codiciar, ni cometer adulterio ni hablar ción, el adulterio, el asesinato, el robo
mal de los demás; 30–39, Se indican y la confesión de pecados.
las leyes que rigen la consagración de
bienes; 40–42, Se condenan el orgu- Escuchad, oh élderes de mi igle­
llo y la ociosidad; 43–52, Los enfer- sia, que os habéis congregado en
mos han de ser sanados por medio de mi nombre, a saber, Jesucristo el
7 a DyC 42:71. 9 a DyC 36:1. c DyC 51.
b Es decir, traducir la b DyC 72:9–12; 107:68–75. 11 a Juan 1:47.
Biblia. DyC 45:60–61. GEE Obispo. b GEE Engañar, engaño.
79 Doctrina y Convenios 42:2–12
Hijo del Dios viviente, el Salva­ agua, diciendo: Arrepentíos, arre­
dor del mundo, por cuanto creéis pentíos, que el reino de los cielos
en mi nombre y guardáis mis se acerca.
mandamientos. 8 Y desde este lugar iréis a las re­
2 De nuevo os digo, estad aten­ giones del oeste; y donde halléis a
tos, y escuchad y obedeced la a ley quienes os reciban, allí edificaréis
que os daré. mi iglesia;
3 Porque de cierto os digo, que 9 hasta que llegue el tiempo en
por cuanto os habéis juntado se­ que os sea revelado de lo alto,
gún el a mandamiento que os di, cuándo ha de ser preparada la a ciu­
y estáis de acuerdo b tocante a dad de la b Nueva Jerusalén, para
esta cosa, y habéis pedido al Pa­ que seáis c congregados en uno, a
dre en mi nombre, así también fin de que seáis mi d pueblo y sea
recibiréis. yo vuestro Dios.
4  He aquí, de cierto os digo, 10  Y además, os digo que mi
que os doy este primer man­ siervo a Edward Partridge ocupará
damiento de que salgáis en mi el oficio al cual lo he nombrado. Y
nombre, cada uno de voso­ sucederá que si transgrediere, se
tros, con excepción de mis sier­ nombrará a b otro en su lugar. Así
vos José Smith, hijo, y Sidney sea. Amén.
Rigdon. 11 Asimismo, os digo que a nin­
5  Y a ellos les doy el man­ guno le será permitido salir a a pre­
damiento de salir por un corto dicar mi evangelio ni a edificar mi
tiempo, y por el poder del a Espí­ iglesia, a menos que sea b ordenado
ritu será manifestado cuándo han por alguien que tenga autoridad,
de volver. y sepa la iglesia que tiene c autori­
6 Y saldréis por el poder de mi dad, y que ha sido debidamente
Espíritu, de a dos en dos, predi­ ordenado por las autoridades de
cando mi evangelio en mi nom­ la iglesia.
bre, alzando vuestras voces como 12 Y además, los a élderes, pres­
si fuera con el son de trompeta, bíteros y maestros de esta igle­
declarando mi palabra cual ánge­ sia b enseñarán los principios de
les de Dios. mi evangelio, que se encuentran
7 Y saldréis y bautizaréis en el en la c Biblia y en el d Libro de
42 2 a DyC 58:23. AdeF 1:10. c GEE Autoridad;
GEE Ley. GEE Nueva Jerusalén. Sacerdocio.
3 a DyC 38:32. c GEE Israel — La con­ 12 a GEE Élder (anciano).
b Mateo 18:19. gregación de Israel. b Mos. 18:19–20;
5 a GEE Espíritu Santo. d Zac. 8:8. DyC 52:9, 36.
6 a Mar. 6:7. 10 a DyC 41:9–11; 124:19. GEE Enseñar.
GEE Obra misional. b DyC 64:40. c GEE Biblia.
9 a DyC 57:1–2. 11 a GEE Predicar. d GEE Escrituras — El
b Éter 13:2–11; b GEE Llamado, llamado valor de las
DyC 45:66–71; 84:2–5; por Dios, llamamiento; Escrituras;
Moisés 7:62; Ordenación, ordenar. Libro de Mormón.
Doctrina y Convenios 42:13–30 80
Mormón, en el cual se halla la ple­ 21 No mentirás; el que mienta y
a 

nitud del e evangelio. no se arrepienta, será expulsado.


13 Y observarán los a convenios 22 a Amarás a tu esposa con todo
y reglamentos de la iglesia para tu corazón, y te b allegarás a ella y
cumplirlos, y esto es lo que en­ a ninguna otra.
señarán, conforme el Espíritu los 23 Y el que mirare a una mujer
dirija. para a codiciarla negará la fe, y no
14 Y se os dará el Espíritu por tendrá el Espíritu; y si no se arre­
la a oración de fe; y si no recibís el piente, será expulsado.
b 
Espíritu, no enseñaréis. 24 No cometerás a adulterio; y el
15 Y todo esto procuraréis hacer que cometa adulterio y no se arre­
como yo he mandado en cuanto pienta, será expulsado.
a vuestras enseñanzas, hasta 25 Mas al que haya cometido
que se reciba la plenitud de mis adulterio, y se a arrepienta de todo
a 
Escrituras. corazón, y lo deseche, y no lo haga
16 Y al elevar vuestras voces por más, lo has de b perdonar.
medio del a Consolador, hablaréis 26 Mas si lo hiciere a otra vez,
y profetizaréis conforme a lo que no será perdonado, sino que será
me parezca bien; expulsado.
17 pues he aquí, el Consolador 27 No a hablarás mal de tu pró­
sabe todas las cosas, y da testimo­ jimo, ni le causarás ningún
nio del Padre y del Hijo. daño.
18 Y ahora bien, he aquí, hablo 28 Tú sabes que mis leyes en
a la iglesia. No a matarás; y el que cuanto a estas cosas están en mis
b 
matare no tendrá perdón ni en Escrituras; el que peque, y no se
este mundo ni en el venidero. arrepienta, será a expulsado.
19 Y de nuevo digo, no matarás; 29  Si me a amas, me b servi­
mas el que matare, a morirá. rás y c guardarás todos mis
20 No a hurtarás; el que hurte y mandamientos.
no se arrepienta, será expulsado. 30 Y he aquí, te acordarás de
12 e GEE Evangelio. 2 Ne. 9:35; DyC 63:16.
13 a Es decir, DyC 20 (véase Mos. 13:21–24; GEE Concupiscencia.
el encabezamiento de 3 Ne. 12:21–37. 24 a GEE Adulterio.
la sección 20). b GEE Asesinato. 25 a GEE Arrepentimiento,
14 a DyC 63:64. 19 a GEE Pena de muerte. arrepentirse.
GEE Oración. 20 a GEE Robar, robo, b Juan 8:3–11.
b GEE Enseñar — hurtar, hurto. GEE Perdonar.
Enseñar con el 21 a GEE Honestidad, 26 a 2 Pe. 2:20–22;
Espíritu; honradez; DyC 82:7.
Espíritu Santo. Mentiras. 27 a GEE Chismes.
15 a DyC 42:56–58. 22 a GEE Amor; 28 a GEE Excomunión.
16 a 1 Cor. 2:10–14; Matrimonio. 29 a Juan 14:15, 21.
DyC 68:2–4. b Gén. 2:23–24; b GEE Servicio.
GEE Consolador. Efe. 5:25, 28–33. c GEE Obediencia,
18 a Éx. 20:13–17; 23 a Mateo 5:28; obediente, obedecer.
Mateo 5:21–37; 3 Ne. 12:28;
81 Doctrina y Convenios 42:31–39
los a pobres, y b consagrarás para su para suministrar de cuando en
c 
sostén lo que tengas para darles cuando a los que no tengan, para
de tus bienes, mediante un con­ que todo hombre que esté ne­
venio y un título que no pueden cesitado sea abastecido amplia­
ser violados. mente y reciba de acuerdo con sus
31 Y al a dar de vuestros bienes necesidades.
a los b pobres, a mí lo haréis; y se 34 Por tanto, el resto se guardará
depositarán ante el c obispo de mi en mi almacén para suministrarse
iglesia y sus consejeros, dos de los a los pobres y a los necesitados,
élderes o sumos sacerdotes, a quie­ de acuerdo con lo que indiquen
nes él nombre o haya nombrado y el sumo consejo de la iglesia, y el
d 
apartado para ese propósito. obispo y su consejo;
32 Y sucederá que una vez depo­ 35 y para comprar terrenos para
sitados ante el obispo de mi igle­ el beneficio público de la iglesia,
sia, y después que él haya recibido y construir casas de adoración, y
estos testimonios referentes a la edificar la a Nueva Jerusalén, que
a 
consagración de los bienes de mi más adelante será revelada,
iglesia, de que no pueden ser re­ 36 a fin de que mi pueblo del
tirados de ella, según mis man­ convenio se congregue como uno
damientos, todo hombre se hará en aquel día en que yo a vendré a
b 
responsable ante mí, c administra­ mi b templo. Y esto lo hago para la
dor de sus propios bienes o de los salvación de mi pueblo.
que haya recibido por consagra­ 37 Y acontecerá que el que pe­
ción, cuanto sea suficiente para él care, y no se arrepintiere, será a ex­
y su d familia. pulsado de la iglesia, y no se le
33 Y además, si después de esta devolverá lo que haya b consagrado
primera consagración, que cons­ a los pobres y a los necesitados
tituye un a resto que ha de con­ de mi iglesia, o en otras palabras,
sagrarse al obispo, hubiere en a mí;
la iglesia, o en manos de cual­ 38 porque por cuanto lo a hacéis
quiera de sus individuos, más al más pequeño de estos, a mí lo
propiedades de las necesarias hacéis.
para su sostén, se depositarán 39 Porque sucederá que lo que
30 a Mos. 4:16–26; 32 a DyC 51:4. 36 a DyC 36:8.
Alma 1:27. b DyC 72:3–11. b Mal. 3:1.
GEE Pobres. GEE Responsabilidad, 37 a DyC 41:5; 50:8–9.
b GEE Consagrar, ley de responsable. GEE Excomunión.
consagración. c GEE Mayordomía, b GEE Consagrar, ley de
c GEE Bienestar. mayordomo. consagración.
31 a Mos. 2:17. d DyC 51:3. 38 a Mateo 25:34–40.
GEE Limosna. 33 a DyC 42:55; 51:13; GEE Bienestar;
b GEE Pobres. 119:1–3. Caridad.
c GEE Obispo. 35 a GEE Nueva Jerusalén;
d GEE Apartamiento. Sion.
Doctrina y Convenios 42:40–55 82
hablé por boca de mis profetas esperanza de una resurrección
d 

será cumplido; porque de las ri­ gloriosa.


quezas de aquellos que de entre los 46 Y acontecerá que los que mue­
gentiles aceptaren mi evangelio, yo ran en mí no gustarán la a muerte,
consagraré para los pobres de mi porque les será b dulce;
pueblo que son de la casa de Israel. 47 y quienes no mueran en mí,
40 Y además, no serás a altivo de ¡ay de ellos!, porque su muerte es
corazón; sean todos tus b vestidos amarga.
sencillos, y su belleza la belleza 48 Y además, sucederá que el que
de la obra de tus propias manos; tuviere a fe en mí para ser b sanado,
41 y háganse todas las cosas con y no estuviere c señalado para mo­
pureza ante mí. rir, sanará.
42 No serás a ocioso; porque el 49 El que tuviere fe para ver, verá.
ocioso no comerá el pan ni vestirá 50 El que tuviere fe para oír, oirá.
la ropa del trabajador. 51 El cojo que tuviere fe para sal­
43 Y los que de entre vosotros tar, saltará.
estén a enfermos, y no tengan fe 52 Y los que no tengan fe para
para ser sanados, pero creyeren, hacer estas cosas, mas crean en
serán nutridos con toda ternura, mí, tendrán el poder de llegar a
con hierbas y alimento senci­ ser a hijos míos; y en tanto que no
llo, y esto no por mano de un quebranten mis leyes, b soportarás
enemigo. sus c dolencias.
44 Y los élderes de la iglesia, dos 53 Permanecerás firme en el lugar
o más, serán llamados, y orarán de tu a mayordomía.
por ellos y les impondrán las a ma­ 54 No te llevarás el vestido de tu
nos en mi nombre; y si murieren, hermano; pagarás por lo que reci­
b 
morirán para mí; y si vivieren, bas de tu hermano.
vivirán para mí. 55 Y si a obtienes más de lo ne­
45  a Viviréis juntos en b amor, al cesario para tu sostén, lo entrega­
grado de que c lloraréis por los que rás a mi b almacén, para que todo
mueran, y más particularmente se haga de acuerdo con lo que
por aquellos que no tengan la he dicho.
40 a Prov. 16:5. DyC 63:49. Heb. 9:27;
GEE Orgullo. 45 a 1 Juan 4:16, 20–21. DyC 122:9.
b GEE Modestia. b GEE Amor. 52 a GEE Hijos e hijas de
42 a DyC 68:30–32. c Alma 28:11–12. Dios.
GEE Ociosidad, d 1 Cor. 15:19–22. b Rom. 15:1.
ocioso. GEE Esperanza. GEE Hermandad.
43 a GEE Enfermedad, 46 a GEE Muerte física. c O sea, sus debilidades
enfermo. b Apoc. 14:13. físicas y espirituales.
44 a GEE Bendición de los 48 a DyC 46:19. 53 a GEE Mayordomía,
enfermos; GEE Fe. mayordomo.
Imposición de manos. b GEE Sanar, sanidades. 55 a DyC 82:17–19;
b Rom. 14:8; c Ecle. 3:1–2; 119:1–3.
Apoc. 14:13; Hech. 17:26; b DyC 42:34; 51:13.
83 Doctrina y Convenios 42:56–69
56 Pedirás, y se darán mis a Es­ 63 Y he aquí, acontecerá que mis
crituras según lo que yo he in­ siervos serán enviados al este y al
dicado, y serán b preservadas y oeste, al norte y al sur.
protegidas; 64 Y aun ahora, el que fuere al
57 y es menester que calles en este indique a los que se convier­
cuanto a ellas, y que no las ense­ tan que huyan al a oeste; y esto
ñes hasta que las hayas recibido como consecuencia de lo que
en su plenitud. acontecerá en la tierra, y por
58 Y te doy el mandamiento de motivo de las b combinaciones
que entonces las enseñes a todos secretas.
los hombres; porque se enseñarán 65  He aquí, observarás todas
a a todas las naciones, tribus, len­ estas cosas, y grande será tu ga­
guas y pueblos. lardón; porque a vosotros os
59 Aceptarás como mi ley, para es concedido conocer los mis­
gobernar mi iglesia, las cosas que terios del reino, pero no así al
has recibido, que te han sido dadas mundo.
como ley en mis Escrituras. 66 Observaréis las leyes que ha­
60  Y aquel que a obre de con­ béis recibido y seréis fieles.
formidad con estas cosas será 67  Y más adelante recibiréis
salvo, y el que no las haga será a 
convenios de la iglesia, los su­
b 
condenado, si continúa de esa ficientes para que os establez­
manera. cáis, tanto aquí como en la Nueva
61 Si pides, recibirás a revelación Jerusalén.
tras revelación, b conocimiento so­ 68  Por tanto, el que carezca
bre conocimiento, a fin de que co­ de a sabiduría, pídamela, y le
nozcas los c misterios y las cosas daré abundantemente y sin
d 
apacibles, aquello que trae e gozo, reproche.
aquello que trae la vida eterna. 69 Elevad vuestros corazones y
62 Preguntarás, y te será reve­ regocijaos, porque a vosotros se
lado en mi propio y debido tiempo os ha dado el a reino, o en otras
dónde se edificará la a Nueva palabras, las b llaves de la iglesia.
Jerusalén. Así sea. Amén.
56 a DyC 45:60–61. 61 a GEE Revelación. secretas.
b GEE Escrituras — El b Abr. 1:2. 67 a DyC 82:11–15.
valor de las GEE Conocimiento; 68 a Stg. 1:5.
Escrituras. Testimonio. GEE Sabiduría.
58 a DyC 1:2. c DyC 63:23. 69 a GEE Reino de
60 a DyC 41:5. GEE Misterios Dios o de los
GEE Obediencia, de Dios. cielos.
obediente, d DyC 39:6. b Mateo 16:19;
obedecer. e GEE Gozo. DyC 65:2.
b Moisés 5:15. 62 a DyC 57:1–5. GEE Llaves del
GEE Condenación, 64 a DyC 45:64. sacerdocio.
condenar. b GEE Combinaciones
Doctrina y Convenios 42:70–83 84
70 Los presbíteros y los maes­
a  b 
ninguno de ellos entre vosotros,
tros tendrán sus c mayordomías, si son casados;
así como los miembros. 77 y si no son casados, deben
71 Y las familias de los élderes arrepentirse de todos sus pe­
o de los sumos sacerdotes, que cados, o de otra manera no los
sean nombrados para ayudar al recibiréis.
obispo como consejeros en todas 78 Además, toda persona que
las cosas, recibirán su sostén de los pertenezca a esta Iglesia de Cristo
bienes que se hayan a consagrado procurará guardar todos los man­
al obispo para el alivio de los po­ damientos y convenios de la
bres y otros propósitos, como se iglesia.
ha mencionado antes; 79 Y sucederá que si de entre vo­
72 o recibirán una remuneración sotros alguien a matare, será entre­
justa por todos sus servicios, bien gado para ser juzgado, de acuerdo
sea una mayordomía u otra cosa, con las leyes del país; porque re­
como el obispo y sus consejeros cordad que no tiene perdón; y será
mejor lo consideren y decidan. comprobado de acuerdo con la ley
73  Y también el obispo reci­ del país.
birá su sostén, o una remunera­ 80 Y si algún hombre o alguna
ción justa por sus servicios en la mujer cometiere adulterio, él o
iglesia. ella serán juzgados ante dos o
74 He aquí, de cierto os digo, que más élderes de la iglesia; y dos
las personas que de entre vosotros testigos de la iglesia, y no del
hayan repudiado a sus compañe­ enemigo, confirmarán toda pa­
ros por causa de a fornicación, o en labra contra él o contra ella; pero
otras palabras, si testifican ante si hubiere más de dos testigos,
vosotros con toda humildad de será mejor.
corazón que así ha sucedido, no 81 No obstante, él o ella serán
las desecharéis de entre vosotros. condenados por boca de dos tes­
75 Mas si halláis que algunos tigos; y los élderes expondrán el
han dejado a sus compañeros por caso ante la iglesia, y esta alzará
causa de a adulterio, y ellos mismos sus manos contra él o contra ella,
son los ofensores, serán b desecha­ para que se les juzgue conforme a
dos de entre vosotros, si viven sus la ley de Dios.
compañeros. 82 Y es preciso que el obispo tam­
76 Y os digo además, seréis a vi­ bién esté presente, de ser posible.
gilantes y cuidadosos, con toda 83 Y así obraréis en todos los ca­
diligencia, a fin de no recibir a sos que se presenten ante vosotros.
70 a
GEE Presbítero, mayordomo. 75 a GEE Adulterio.
Sacerdocio Aarónico. 71 a GEE Consagrar, ley de b GEE Excomunión.
b GEE Maestro, consagración. 76 a GEE Atalaya, atalayar.
Sacerdocio Aarónico. 74 a GEE Fornicación; 79 a GEE Asesinato.
c GEE Mayordomía, Inmoralidad sexual.
85 Doctrina y Convenios 42:84– 43:2
84 Y si un hombre o una mujer 90 Y si tu hermano o tu hermana
robare, él o ella serán entregados ofende a muchos, él o ella serán
a la ley del país. a 
reprendidos ante muchos.
85 Y si a hurtare, él o ella serán 91  Y si alguien ofende públi­
entregados a la ley del país. camente, él o ella serán repren­
86 Y si a mintiere, él o ella serán didos públicamente, para que
entregados a la ley del país. se avergüencen. Y si no confe­
87 Y si él o ella cometiere cual­ saren, serán entregados a la ley
quier clase de iniquidad, serán en­ de Dios.
tregados a la ley, sí, la ley de Dios. 92 Si alguien ofende en secreto,
88 Y si tu a hermano o tu hermana él o ella serán reprendidos en se­
te b ofende, te apartarás con él o con creto, para que tengan la opor­
ella a solas; y si él o ella c confiesa, tunidad de confesar en secreto
os reconciliaréis. ante aquel o aquella que hayan
89 Y si él o ella no confiesa, has ofendido, y ante Dios, para que la
de entregarlo o entregarla a la igle­ iglesia no hable con reproche de él
sia, no a los miembros, sino a los o de ella.
élderes; y se hará en una reunión, 93 Y así obraréis en todas las
y esto no ante el mundo. cosas.

SECCIÓN 43
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio,
en febrero de 1831. En esa época, algunos que falsamente declaraban
ser reveladores turbaron a algunos miembros de la Iglesia. El Profeta
preguntó al Señor y recibió esta comunicación dirigida a los élderes de
la Iglesia. La primera parte se relaciona con asuntos del gobierno de
la Iglesia; la segunda parte contiene una amonestación que los élderes
deben comunicar a las naciones de la tierra.
1–7, Las revelaciones y los manda- y por medio de las fuerzas de la natura-
mientos vienen únicamente por me- leza; 29–35, Han de llegar el Milenio y
dio del que es nombrado; 8–14, Los el momento en que Satanás será atado.
santos son santificados al obrar con toda
santidad ante el Señor; 15–22, Élderes Escuchad, oh élderes de mi igle­
son enviados a proclamar el arrepenti- sia, y dad oído a las palabras que
miento y a preparar a los hombres para os hablaré.
el gran día del Señor; 23–28, El Señor 2 Porque he aquí, de cierto, de
llama a los hombres por Su propia voz cierto os digo, que habéis recibido
85 a GEE Robar, robo, Mentiras. c GEE Confesar,
hurtar, hurto. 88 a GEE Hermano(s), confesión.
86 a GEE Honestidad, hermana(s). 90 a GEE Castigar, castigo.
honradez; b Mateo 18:15–17.
Doctrina y Convenios 43:3–15 86
un mandamiento que será por conduciros, y cómo dirigir mi igle­
a 
ley a mi iglesia, por conducto de sia, y cómo obrar de conformidad
aquel a quien os he nombrado para con los puntos de mi ley y mis
recibir b mandamientos y revelacio­ mandamientos que he dado.
nes de mi mano. 9 Y así seréis instruidos en la ley
3 Y esto sabréis con certeza, que de mi iglesia, y seréis a santificados
no se os ha nombrado a ningún por lo que habéis recibido, y os
otro para que reciba mandamien­ obligaréis a obrar con toda santi­
tos y revelaciones, hasta que él sea dad ante mí,
llevado, si a persevera en mí. 10 a fin de que, si hacéis esto,
4 Pero de cierto, de cierto os digo, se a añada gloria al reino que ha­
que a ningún otro será nombrado a béis recibido. Si no lo hacéis, os
este don sino por medio de él; por­ será b quitado aun lo que habéis
que si le fuere quitado, no tendrá recibido.
poder sino para nombrar a otro 11 Depuraos de la a iniquidad que
en su lugar. hay entre vosotros; santificaos de­
5 Y esto os será por ley: No reci­ lante de mí;
biréis como revelaciones ni como 12 y si deseáis las glorias del
mandamientos las enseñanzas reino, nombrad a mi siervo José
de ninguno que se presente ante Smith, hijo, y a sostenedlo ante mí
vosotros; con la oración de fe.
6 y esto os lo doy para que no 13  Y además, os digo que si
seáis a engañados, y para que se­ deseáis los a misterios del reino,
páis que no son de mí. proporcionadle alimento, ropa y
7 Porque en verdad os digo, que cualquiera otra cosa que necesite
el que es a ordenado por mí en­ para cumplir la obra que le he
trará por la b puerta y será orde­ mandado;
nado, como os he dicho antes, 14 y si no lo hacéis, él permane­
para enseñar las revelaciones que cerá para el beneficio de los que lo
habéis recibido y que recibiréis han recibido, a fin de que yo aparte
por medio de aquel a quien yo he para mí un pueblo a puro.
nombrado. 15 De nuevo digo, escuchad, él­
8 Y ahora bien, he aquí, un man­ deres de mi iglesia, a quienes he
damiento os doy, que al estar reu­ nombrado: No sois enviados para
nidos os a instruyáis y os edifiquéis que se os enseñe, sino para a en­
unos a otros, para que sepáis cómo señar a los hijos de los hombres
43 2 a DyC 42. 7 a GEE Ordenación, 10 a Alma 12:10.
b GEE Mandamientos ordenar. b Mar. 4:25.
de Dios; b Mateo 7:13–14; 11 a GEE Pecado.
Revelación. 2 Ne. 9:41; 31:9, 17–18; 12 a GEE Sostenimiento de
3 a Juan 15:4. 3 Ne. 14:13–14; líderes de la Iglesia.
4 a DyC 28:2–3. DyC 22. 13 a GEE Misterios de Dios.
6 a DyC 46:7. 8 a DyC 88:77. 14 a GEE Pureza, puro.
GEE Engañar, engaño. 9 a GEE Santificación. 15 a GEE Obra misional.
87 Doctrina y Convenios 43:16–25
las cosas que yo he puesto en voces desde los extremos de la
vuestras manos por el poder de tierra, hablando a los oídos de to­
mi b Espíritu; dos los vivientes, diciendo: Arre­
16 y a vosotros se os a enseñará de pentíos y preparaos para el gran
lo alto. b Santificaos y seréis c inves­ día del Señor?
tidos con poder, para que impar­ 22 Sí, ¿y cuando los relámpagos
táis como yo he hablado. resplandezcan desde el este hasta
17 Escuchad, pues he aquí, el el oeste, y llegue el clamor de sus
a 
gran b día del Señor está cerca. voces a todos los vivientes, ha­
18 Porque viene el día en que ciendo zumbar los oídos de todos
el Señor hará resonar su a voz los que oigan, diciendo: Arrepen­
desde el cielo; los cielos se b es­ tíos, porque el gran día del Señor
tremecerán y la tierra c temblará, ha llegado?
y la d trompeta de Dios sonará 23 Y además, el Señor emitirá
larga y fuertemente, y dirá a las su voz desde los cielos, diciendo:
naciones dormidas: e ¡Levantaos, ¡Escuchad, oh naciones de la tie­
santos, y vivid; f quedaos, peca­ rra, y oíd las palabras del Dios
dores, y g dormid hasta que llame que os hizo!
otra vez! 24 ¡Oh vosotras, naciones de la
19 Por lo tanto, ceñid vuestros tierra, cuántas veces os hubiera
lomos, no sea que se os halle entre juntado como la a gallina junta a
los inicuos. sus polluelos debajo de sus alas,
20 Levantad vuestras voces sin mas b no quisisteis!
cesar. Llamad a las naciones a 25 ¡Cuántas veces os he a llamado
que se arrepientan, tanto ancia­ por boca de mis b siervos y por la
nos como jóvenes, ora esclavos o c 
ministración de ángeles, y por mi
libres, diciendo: Preparaos para el propia voz y por la de los truenos
gran día del Señor; y la de los relámpagos y la de las
21 porque si yo, que soy hom­ tempestades; y por la voz de te­
bre, alzo mi voz y os llamo al rremotos y de fuertes granizadas,
arrepentimiento, y me aborrecéis, y la de d hambres y pestilencias
¿qué diréis cuando venga el día de todas clases; y por el gran so­
en que los a truenos hagan oír sus nido de una trompeta, y por la voz
15 b GEE Enseñar — GEE Segunda venida de DyC 88:90.
Enseñar con el Jesucristo. 24 a Mateo 23:37;
Espíritu. 18 a Joel 2:11; 3 Ne. 10:4–6.
16 a GEE Inspiración, DyC 133:50. b GEE Rebelión.
inspirar. b Joel 2:10; 3:16; 25 a Hel. 12:2–4.
b GEE Santificación. DyC 45:48. b Mateo 23:34.
c Lucas 24:49; c DyC 88:87. GEE Profeta.
DyC 38:32; 95:8–9; d DyC 29:13; 45:45. c DyC 7:6; 130:4–5.
110:8–10. e GEE Resurrección. d Jer. 24:10;
17 a Mal. 4:5; f DyC 76:85; 88:100–101. Amós 4:6;
DyC 2:1; 34:6–9. g Morm. 9:13–14. DyC 87:6;
b DyC 29:8. 21 a 2 Ne. 27:2; JS—M 1:29.
Doctrina y Convenios 43:26–35 88
del juicio y de la misericordia todo
e 
31 Porque Satanás será atado;
a  b 

el día; y por la voz de gloria y de y cuando de nuevo quede libre,


honra y la de las riquezas de la reinará solamente una c corta tem­
vida eterna, y os hubiera salvado porada, y entonces vendrá el d fin
con una salvación f sempiterna, mas de la tierra.
no quisisteis! 32 Y el que viviere en a rectitud
26 He aquí, ha llegado el día en será b cambiado en un abrir y cerrar
que la copa de la ira de mi indig­ de ojos, y la tierra pasará como si
nación está llena. fuera por fuego.
27 He aquí, en verdad os digo, 33 Y los inicuos irán al a fuego
que estas son las palabras del Se­ inextinguible, y ningún hombre en
ñor vuestro Dios. la tierra sabe el fin de ellos, ni lo
28 Por tanto, trabajad, a trabajad sabrá jamás, sino hasta que com­
en mi viña por última vez; por vez parezcan delante de mí en b juicio.
postrera llamad a los habitantes 34 Escuchad estas palabras. He
de la tierra. aquí, soy Jesucristo, el a Salvador
29 Porque en mi propio y debido del mundo. b Atesorad estas cosas
tiempo a vendré sobre la tierra en en vuestro corazón, y c reposen en
juicio, y mi pueblo será redimido vuestra d mente las e solemnidades
y reinará conmigo sobre la tierra. de la eternidad.
30 Porque vendrá el gran a Mile­ 35  Sed a sobrios. Guardad to­
nio, del cual he hablado por boca dos mis mandamientos. Así sea.
de mis siervos. Amén.

SECCIÓN 44
Revelación dada a José Smith el Profeta y a Sidney Rigdon en Kirtland,
Ohio, en la última parte del mes de febrero de 1831. De conformidad
con los requisitos aquí expuestos, la Iglesia dispuso efectuar una con-
ferencia a principios del siguiente mes de junio.
1–3, Los élderes deben reunirse en de acuerdo con las leyes del país y
conferencia; 4–6, Han de organizarse cuidar de los pobres.
25 e GEE Misericordia, 31 a 1 Ne. 22:26. GEE Resurrección.
misericordioso. GEE Diablo. 33 a Mateo 3:12.
f GEE Inmortal, b DyC 45:55; 84:100; b GEE Jesucristo — Es
inmortalidad; 88:110. juez.
Salvación; c Apoc. 20:3; 34 a GEE Salvador.
Vida eterna. Jacob 5:77; b JS—M 1:37.
28 a Jacob 5:71; DyC 29:22. c GEE Meditar.
DyC 33:3. d GEE Mundo — El fin d GEE Mente.
GEE Viña del Señor. del mundo. e DyC 84:61; 100:7–8.
29 a GEE Segunda venida de 32 a GEE Rectitud, recto. 35 a Rom. 12:3;
Jesucristo. b 1 Cor. 15:51–52; DyC 18:21.
30 a GEE Milenio. DyC 63:51; 101:31.
89 Doctrina y Convenios 44:1–6
He aquí, así os dice el Señor organizaros b conforme a las leyes
a vosotros, mis siervos: Me es del hombre;
prudente que los élderes de 5 a fin de que vuestros a enemigos
mi iglesia sean convocados del no tengan poder sobre vosotros, y
oriente, del poniente, del norte y seáis preservados en todas las co­
del sur, por carta o de alguna otra sas; para que os sea posible guar­
manera. dar mis leyes y sea deshecha toda
2 Y sucederá que, si son fieles y traba con que el enemigo procura
ejercen la fe en mí, derramaré so­ destruir a mi pueblo.
bre ellos mi a Espíritu en el día en 6 He aquí, os digo que es pre­
que se congreguen. ciso que a visitéis a los pobres y a
3 Y acontecerá que irán a las re­ los necesitados, y les suministréis
giones inmediatas y a predicarán el auxilio para que sean amparados,
arrepentimiento a la gente. hasta que se hagan todas las cosas
4 Y serán a convertidos muchos, conforme a mi ley que habéis reci­
de modo que tendréis poder para bido. Amén.

SECCIÓN 45
Revelación dada a la Iglesia por medio de José Smith el Profeta en
Kirtland, Ohio, el 7 de marzo de 1831. Como prefacio, al registrarse
esta revelación, la historia de José Smith declara que “en esta época de
la Iglesia. . . se publicaban y se hacían circular muchas noticias falsas. . .
y disparates para impedir que la gente investigara la obra, y abrazara la
fe. . . Mas para la alegría de los santos. . . recibí lo siguiente”.
1–5, Cristo es nuestro intercesor ante la Segunda Venida; 48–53, Cristo
el Padre; 6–10, El Evangelio es un asentará el pie sobre el monte de los
mensajero para preparar el camino Olivos y los judíos verán las heridas
delante del Señor; 11–15, Enoc y sus en Sus manos y en Sus pies; 54–59,
hermanos fueron recibidos por el Se- El Señor reinará durante el Milenio;
ñor; 16–23, Cristo reveló las señales 60–62, Se manda al Profeta que co-
de Su venida cual se dieron sobre mience la traducción del Nuevo Tes-
el monte de los Olivos; 24–38, El tamento, mediante lo cual se daría
Evangelio será restaurado, se cum- a conocer información importante;
plirán los tiempos de los gentiles y 63–75, Se manda a los santos congre-
una enfermedad desoladora cubrirá garse y edificar la Nueva Jerusalén,
la tierra; 39–47, Señales, maravi- a la cual vendrán personas de todas
llas y la Resurrección acompañarán las naciones.
44 2 a Hech. 2:17. convertir. 6 a Stg. 1:27.
3 a GEE Predicar. b DyC 98:5–7. GEE Bienestar;
4 a GEE Conversión, 5 a 2 Ne. 4:33. Compasión.
Doctrina y Convenios 45:1–11 90
Escuchad, oh pueblo de mi igle­ a 
juntamente, y oíd mi voz mientras
sia, vosotros a quienes el b reino ha dure el tiempo llamado a hoy, y no
sido dado; escuchad y dad oído al endurezcáis vuestros corazones.
que puso los fundamentos de la 7 Porque, de cierto os digo, que
tierra, que c hizo los cielos y todas soy el a Alfa y la Omega, el prin­
sus huestes, y por quien fueron cipio y el fin, la luz y la vida del
hechas todas las cosas que viven, mundo, una b luz que resplandece
se mueven y tienen su ser. en las tinieblas y las tinieblas no la
2 Y de nuevo os digo, escuchad comprenden.
mi voz, no sea que la a muerte os 8 Vine a los míos, y los míos no
sobrevenga; a la b hora en que me­ me recibieron; mas a cuantos me
nos lo penséis, el verano habrá recibieron les di el a poder de ha­
pasado, y la c siega habrá termi­ cer muchos b milagros y de lle­
nado, y vuestras almas estarán gar a ser los c hijos de Dios; y a
sin salvar. los que d creyeron en mi nombre
3 Escuchad al que es vuestro a in­ les di poder para obtener la e vida
tercesor con el Padre, que aboga eterna.
por vuestra causa ante él, 9 Y así he enviado al mundo mi
4 diciendo: Padre, ve los a padeci­ a 
convenio b sempiterno, a fin de
mientos y la muerte de aquel que que sea una luz al mundo y un
no b pecó, en quien te complaciste; c 
estandarte a mi pueblo, y para
ve la sangre de tu Hijo que fue de­ que lo busquen los d gentiles, y
rramada, la sangre de aquel que sea un e mensajero delante de mi
diste para que tú mismo fueses faz, preparando el camino delante
c 
glorificado; de mí.
5 por tanto, Padre, perdona a es­ 10 Por tanto, venid a él, y ra­
tos mis hermanos que a creen en mi zonaré con el que viniere, como
nombre, para que vengan a mí y con los hombres en los días anti­
tengan b vida sempiterna. guos, y os enseñaré mi a potente
6 Escuchad, oh pueblo de mi igle­ razonamiento.
sia, y vosotros los élderes escuchad 11 Por tanto, escuchad unánimes
45 1 a GEE Iglesia de GEE Expiación, expiar. d GEE Creencia, creer;
Jesucristo. b Heb. 4:15. Fe.
b DyC 50:35. c Juan 12:28. e DyC 14:7.
c Jer. 14:22; 5 a DyC 20:25; 35:2; 38:4. 9 a Jer. 31:31–34;
3 Ne. 9:15; b Juan 3:16. Morm. 5:20.
DyC 14:9. 6 a Heb. 3:13; b GEE Nuevo y
GEE Creación, crear. DyC 64:23–25. sempiterno convenio.
2 a Alma 34:33–35. 7 a Apoc. 1:8; 21:6; c 2 Ne. 29:2.
b Mateo 24:44. DyC 19:1. d Isa. 42:6;
c Jer. 8:20; b Juan 1:5. 2 Ne. 10:9–18.
DyC 56:16. 8 a Mateo 10:1. e Mal. 3:1.
GEE Siega. GEE Poder. 10 a Isa. 41:21;
3 a DyC 62:1. b GEE Milagros. DyC 50:10–12.
GEE Abogado. c GEE Hijos e hijas de
4 a DyC 19:18–19. Dios.
91 Doctrina y Convenios 45:12–25
y dejad que os muestre mi sabi­ cómo vendrá el día de la reden­
duría, la sabiduría de aquel que ción y también la c restauración del
decís es el Dios de a Enoc y de sus Israel d disperso.
hermanos, 18 Y ahora veis este templo que
12 que fueron a separados de la se halla en Jerusalén, al cual lla­
tierra y a quienes recibí: una b ciu­ máis la casa de Dios, y vuestros
dad reservada hasta que venga un enemigos dicen que esta casa ja­
día de rectitud, un día anhelado más caerá.
por todos los hombres santos, y no 19 Mas en verdad os digo, que
lo hallaron a causa de la maldad y la desolación vendrá sobre esta
las abominaciones; generación como ladrón en la no­
13 y confesaron que eran a extran­ che, y este pueblo será destruido
jeros y peregrinos en la tierra; y dispersado entre todas las
14 mas recibieron la a promesa naciones.
de que lo hallarían y lo verían en 20 Y este templo que ahora veis
la carne. será derribado, de manera que no
15 Por tanto, escuchad y razonaré quedará una piedra sobre otra.
con vosotros, y os hablaré y pro­ 21 Y acontecerá que esta genera­
fetizaré, como con los hombres en ción de judíos no pasará sin que se
días antiguos. verifique toda la desolación que os
16 Y lo manifestaré claramente, he dicho acerca de ellos.
como lo a manifesté a mis discí­ 22 Decís que sabéis que el a fin
pulos cuando estuve ante ellos del mundo viene; decís también
en la carne, y les hablé diciendo: que sabéis que los cielos y la tie­
Por cuanto me habéis preguntado rra pasarán;
acerca de las b señales de mi venida, 23 y en esto decís verdad, porque
en el día en que venga en mi gloria así es; mas estas cosas que yo os
en las nubes del cielo para cumplir he dicho no pasarán sino hasta que
las promesas que yo hice a vues­ todo se cumpla.
tros padres, 24 Y esto os he dicho acerca de
17 pues ya que habéis conside­ Jerusalén; y cuando venga ese día,
rado como un cautiverio la larga será a esparcido un resto entre to­
a 
ausencia de vuestro b espíritu das las naciones;
fuera del cuerpo, yo os enseñaré 25  mas serán a recogidos de
11 a Moisés 7:69. 16 a Mateo 24; GEE Israel — El
12 a TJS Gén. 14:30–34 Lucas 21:7–36; esparcimiento de
(Apéndice — Biblia); JS—M 1. Israel.
DyC 38:4; b GEE Segunda venida 22 a GEE Mundo — El fin
Moisés 7:21. de Jesucristo. del mundo.
b Moisés 7:62–64. 17 a DyC 138:50. 24 a 2 Ne. 25:15.
GEE Sion. b GEE Espíritu. 25 a Neh. 1:9;
13 a Heb. 11:13; c GEE Israel — La Isa. 11:12–14;
1 Pe. 2:11. congregación de 1 Ne. 22:10–12;
14 a Heb. 11:8–13; Israel. 2 Ne. 21:12–14.
Moisés 7:63. d 1 Ne. 10:12–14.
Doctrina y Convenios 45:26– 40 92
nuevo; pero quedarán hasta voces y maldecirán a Dios, y
b 

después del cumplimiento de los morirán.


tiempos de los b gentiles. 33 Y también habrá a terremotos en
26 Y en a ese día se oirá de b gue­ diversos lugares, y muchas devas­
rras y rumores de guerras, y toda taciones; sin embargo, los hombres
la tierra estará en conmoción, y endurecerán su corazón contra mí y
c 
desmayará el corazón de los hom­ levantarán la b espada el uno contra
bres y dirán que Cristo d demora el otro, y unos a otros se matarán.
su venida hasta el fin de la tierra. 34 Y cuando yo el Señor hube
27  Y el amor de los hombres hablado estas palabras a mis dis­
se enfriará, y abundará la cípulos, se turbaron.
iniquidad. 35  Y les dije: No os a turbéis,
28 Y cuando llegue el tiempo de porque cuando todas estas cosas
los a gentiles, resplandecerá una acontezcan, sabréis que se cumpli­
b 
luz entre los que se asientan en rán las promesas que os han sido
tinieblas, y será la plenitud de mi hechas.
evangelio; 36 Y cuando la luz empiece a ma­
29 mas no lo a reciben, porque no nifestarse, les será semejante a una
perciben la luz, y apartan de mí su parábola que os enseñaré:
b 
corazón a causa de los c preceptos 37  Miráis y observáis la a hi­
de los hombres. guera, y la veis con vuestros ojos;
30  Y en esa generación serán y cuando empieza a retoñar y sus
cumplidos los tiempos de los hojas todavía están tiernas, decís
gentiles. que el verano ya está próximo;
31  Y vivirán hombres en esa 38 así será en aquel día cuando
generación que no morirán hasta vean todas estas cosas, entonces
que vean una a plaga arrasadora, sabrán que la hora está cerca.
porque una enfermedad desola­ 39 Y acontecerá que el que me
dora cubrirá la tierra. a 
teme estará b esperando que lle­
32  Pero mis discípulos a esta­ gue el gran c día del Señor, sí, las
rán en lugares santos y no se­ d 
señales de la venida del e Hijo del
rán movidos; pero entre los Hombre.
inicuos, los hombres alzarán sus 40 Y verán señales y maravillas,
25 b Lucas 21:24. b Mateo 15:8–9. GEE Obediencia,
26 a GEE Últimos días, c DyC 3:6–8; 46:7; obediente, obedecer;
postreros días. JS—H 1:19. Temor — Temor de
b DyC 87; 31 a DyC 5:19–20; 97:22–25. Dios.
JS—M 1:23. 32 a DyC 101:21–22, 64. b 2 Pe. 3:10–13;
c Lucas 21:26. b Apoc. 16:11, 21. DyC 35:15–16;
d 2 Pe. 3:3–10. 33 a DyC 43:18; 88:87–90. Moisés 7:62.
28 a 1 Ne. 15:13. b DyC 63:33. c GEE Segunda venida de
b GEE Luz, luz de Cristo; 35 a Mateo 24:6. Jesucristo.
Restauración del 37 a Mar. 13:28; d GEE Señales de los
Evangelio. Lucas 21:29–31. tiempos.
29 a Juan 1:5. 39 a DyC 10:55–56. e GEE Hijo del Hombre.
93 Doctrina y Convenios 45:41–54
porque se manifestarán arriba en por en medio, y b temblará la tie­
los cielos y abajo en la tierra. rra y se tambaleará, y también
41 Y verán sangre y a fuego y va­ se c estremecerán los cielos.
pores de humo. 49 Y el Señor emitirá su voz,
42 Y antes que venga el día del y todos los confines de la tie­
Señor, el a sol se obscurecerá, y la rra la oirán; y las naciones de
luna se tornará en sangre, y las es­ la tierra se a lamentarán, y los
trellas caerán del cielo. que hayan reído descubrirán su
43 Y el resto será congregado en insensatez.
este lugar; 50 Y la calamidad oprimirá al
44 y entonces me buscarán, y burlador, y el mofador será consu­
he aquí, vendré; y me verán en mido; y los que se desvelan para
las nubes del cielo, revestido de obrar iniquidad serán talados y
poder y gran a gloria, con todos echados al fuego.
los santos ángeles; y el que no 51 Y entonces me a mirarán los
m e e s t é b e s p e r a n d o s e r á b 
judíos y dirán: ¿Qué heridas
desarraigado. son estas en tus manos y en tus
45 Pero antes que caiga el brazo pies?
del Señor, un ángel tocará su 52 Entonces sabrán que yo soy
a 
trompeta, y los santos que hayan el Señor, porque les diré: Estas
dormido b saldrán para recibirme son las heridas con que fui a he­
en la c nube. rido en casa de mis amigos. Soy
46 Por tanto, si habéis dormido el que fue levantado. Soy Jesús
en a paz, benditos sois, porque que fue b crucificado. Soy el Hijo
como ahora me veis y sabéis que de Dios.
yo soy, así b vendréis a mí y c vivi­ 53 Y entonces a llorarán a causa
rán vuestras almas, y vuestra re­ de sus iniquidades; y se lamen­
dención será perfeccionada; y los tarán porque persiguieron a
santos saldrán de los cuatro extre­ su b rey.
mos de la tierra. 54 Y entonces serán redimidas
47 Entonces el a brazo del Señor las naciones a paganas, y los que
caerá sobre las naciones. no conocieron ninguna ley tendrán
48 Y entonces el Señor pondrá su parte en la primera b resurrección;
pie sobre este a monte, y se partirá y les será c tolerable.
41 a DyC 29:21; 97:25–26. c 1 Tes. 4:16–17. 51 a Zac. 12:10.
42 a Joel 2:10; Apoc. 6:12; 46 a Alma 40:12. b GEE Judíos.
DyC 88:87; 133:49. b Isa. 55:3. 52 a Zac. 13:6.
44 a GEE Jesucristo — La c GEE Vida eterna. b GEE Crucifixión.
gloria de Jesucristo. 47 a DyC 1:12–16. 53 a Apoc. 1:7.
b Mateo 24:43–51; 48 a Zac. 14:4. b Lucas 23:38;
Mar. 13:32–37. b DyC 43:18; 88:87. Juan 19:3, 14–15.
45 a DyC 29:13; 43:18. c Joel 3:16; 54 a Ezeq. 36:23; 39:21.
b DyC 88:96–97. DyC 49:23. b GEE Resurrección.
GEE Resurrección. 49 a DyC 87:6. c DyC 75:22.
Doctrina y Convenios 45:55–67 94
55 Y a Satanás será b atado, para preparados para las cosas que
que no tenga cabida en el corazón vendrán.
de los hijos de los hombres. 62 Porque de cierto os digo que
56 Y en aquel a día, cuando yo os esperan grandes cosas;
venga en mi gloria, se cumplirá la 63 oís de a guerras en países ex­
parábola que hablé acerca de las tranjeros; mas he aquí, os digo que
diez b vírgenes. están cerca, aun a vuestras puertas,
57 Porque aquellos que son pru­ y dentro de pocos años oiréis de
dentes y han recibido la a verdad, y guerras en vuestras propias tierras.
han tomado al Santo Espíritu por 64  Por tanto, yo, el Señor, he
b 
guía, y no han sido c engañados, dicho: Salid de las regiones del
de cierto os digo que estos no serán a 
Este; congregaos, vosotros los él­
talados ni echados al d fuego, sino deres de mi iglesia; id a las tierras
que aguantarán el día. del oeste, llamad a los habitan­
58 Y les será dada la a tierra por tes al arrepentimiento, y al grado
b 
herencia; y se multiplicarán y se que se arrepientan, establecedme
harán fuertes, y sus hijos c crecerán iglesias.
sin pecado hasta d salvarse. 65  Y con corazones y mentes
59  Porque el Señor estará en unánimes juntad vuestras rique­
a 
medio de ellos y su gloria estará zas para que a compréis una he­
sobre ellos, y él será su rey y su redad que más adelante os será
b 
legislador. designada.
60 Y ahora bien, he aquí, os digo 66  Y se llamará la a Nueva
que no os será permitido saber más Jerusalén, una b tierra de c paz,
concerniente a este capítulo, sino una ciudad de d refugio, un lugar
hasta que sea traducido el a Nuevo de seguridad para los santos del
Testamento, y en él se darán a co­ Más Alto Dios;
nocer todas estas cosas; 67 y la a gloria del Señor estará
61 por tanto, ahora os concedo allí, y el terror del Señor tam­
traducirlo, a fin de que estéis bién estará allí, de tal manera
55 a GEE Diablo. c DyC 63:51; 101:29–31. 64 a DyC 42:64.
b Apoc. 20:2; d GEE Salvación. 65 a DyC 63:27.
1 Ne. 22:26; 59 a DyC 29:11; 104:59. 66 a Éter 13:5–6;
DyC 43:31; 88:110. b Gén. 49:10; Moisés 7:62;
56 a GEE Segunda venida de Zac. 14:9; AdeF 1:10.
Jesucristo. DyC 38:21–22. GEE Nueva Jerusalén;
b Mateo 25:1–13; 60 a GEE José Smith, Sion.
DyC 63:54. Traducción de (TJS). b DyC 57:1–3.
57 a GEE Verdad. Véase también c GEE Paz.
b GEE Espíritu Santo. Selecciones de la d Isa. 4:6;
c JS—M 1:37. Traducción de José DyC 115:6.
d DyC 29:7–9; 63:34; Smith de la Biblia en 67 a DyC 64:41–43;
64:23–24; 101:22–25. inglés. 97:15–18.
58 a GEE Milenio. 63 a DyC 38:29; 87:1–5; GEE Jesucristo — La
b Mateo 5:5. 130:12. gloria de Jesucristo.
95 Doctrina y Convenios 45:68– 46:1
que los inicuos no llegarán a ella, 72 Y ahora os digo: No permitáis
y se llamará Sion. que estas cosas vayan al mundo
68 Y acontecerá entre los inicuos, hasta que yo lo considere opor­
que todo hombre que no tome la es­ tuno, para que cumpláis esta obra
pada contra su prójimo tendrá que a la vista del pueblo y a los ojos de
huir a Sion para hallar seguridad. vuestros enemigos, a fin de que no
69 Y se a recogerán en ella de to­ se den cuenta de vuestras obras
das las naciones debajo del cielo; y sino hasta que hayáis efectuado
será el único pueblo que no estará aquello que os he mandado;
en guerra el uno contra el otro. 73 para que cuando lo sepan, con­
70 Y se dirá entre los inicuos: sideren estas cosas.
No subamos a combatir contra 74 Porque cuando el Señor apa­
Sion, porque sus habitantes son rezca, será a terrible para ellos, de
terribles; por tanto, no podemos modo que el temor se apoderará
prevalecer. de ellos, y se mantendrán alejados
71 Y acontecerá que los justos se­ y temblarán.
rán recogidos de entre todas las na­ 75 Y todas las naciones temerán
ciones, y vendrán a Sion entonando a causa del terror del Señor y del
canciones de gozo sempiterno. poder de su fuerza. Así sea. Amén.

SECCIÓN 46
Revelación dada a la Iglesia por medio de José Smith el Profeta en
Kirtland, Ohio, el 8 de marzo de 1831. En esa temprana época de la
Iglesia, aún no se había elaborado un sistema uniforme para dirigir
los servicios de la Iglesia. Sin embargo, se había generalizado hasta
cierto grado la costumbre de admitir en las reuniones sacramentales
y en otras asambleas de la Iglesia únicamente a los miembros y a los
investigadores sinceros. En esta revelación se expresa la voluntad del
Señor concerniente a la reglamentación y dirección de las reuniones y
Su guía al procurar y al discernir los dones del Espíritu.
1–2, Los élderes han de dirigir las de estos dones; 27–33, Se da poder
reuniones conforme los guíe el Santo a los oficiales que dirigen la Iglesia
Espíritu; 3–6, Los que buscan la para discernir los dones del Espíritu.
verdad no deben ser excluidos de los
servicios sacramentales; 7–12, Pedid Escuchad, oh pueblo de mi
a Dios y buscad los dones del Espí- iglesia, porque en verdad os
ritu; 13–26, Se enumeran algunos digo que estas cosas os fueron
69 a Deut. 30:3; DyC 33:6.
Jer. 32:37–39; 74 a Sof. 2:11.
Doctrina y Convenios 46:2–11 96
declaradas para vuestro provecho
a 
lo que el Espíritu os testifique, eso
e instrucción. quisiera yo que hicieseis con toda
2 Pero a pesar de las cosas que b 
santidad de corazón, andando
están escritas, siempre se ha con­ rectamente ante mí, c considerando
cedido a los a élderes de mi iglesia el fin de vuestra salvación, ha­
desde el principio, y siempre será ciendo todas las cosas con ora­
así, b dirigir todas las reuniones ción y d acción de gracias, para que
conforme los oriente y los guíe el no seáis e seducidos por espíritus
Santo Espíritu. malos, ni por doctrinas de f de­
3  Sin embargo, se os manda monios, ni por los g mandamien­
nunca a desechar a nadie de vues­ tos de los hombres; porque unos
tros servicios públicos, los que se son de los hombres y otros de los
verifican ante el mundo. demonios.
4 También se os manda no de­ 8  Por tanto, cuidaos a fin de
sechar de vuestras reuniones que no os engañen; y para que
sacramentales a ninguno que per­ no seáis engañados, a buscad di­
tenezca a la a iglesia; sin embargo, ligentemente los mejores dones,
si alguien ha transgredido, b no le recordando siempre para qué son
permitáis participar sino hasta que dados;
se haya reconciliado. 9 porque de cierto os digo, que
5 Y además, os digo que no dese­ se dan para el beneficio de los
charéis de vuestros servicios sacra­ que me aman y guardan todos
mentales a nadie que sinceramente mis mandamientos, y de los que
esté buscando el reino; esto lo digo procuran hacerlo; para que se be­
con respecto a los que no pertene­ neficien todos los que me bus­
cen a la iglesia. can o me piden, y que no piden
6 Y además os digo, concerniente a 
señales para b satisfacer sus
a vuestras a reuniones de confirma­ concupiscencias.
ción, que si hubiere algunos que 10 Y además, de cierto os digo,
no fueren de la iglesia, que since­ quisiera que siempre recordaseis
ramente estén buscando el reino, y retuvieseis en vuestras a mentes
no los desecharéis. cuáles son esos b dones que se dan
7 Mas en todo se os manda a pedir a la iglesia.
a Dios, el cual da liberalmente; y 11 Porque no a todos se da cada
46 1 a 2 Tim. 3:16–17. confirmación de los e 1 Tim. 4:1–4;
2 a Alma 6:1. recién bautizados. DyC 43:5–7.
b Moro. 6:9; 7 a Stg. 1:5–6; f GEE Diablo.
DyC 20:45. DyC 88:63. g DyC 3:6–7; 45:29.
3 a 3 Ne. 18:22–25. b GEE Santidad. 8 a 1 Cor. 12:31.
GEE Hermandad. c GEE Meditar. 9 a GEE Señal.
4 a GEE Iglesia de d Sal. 100; b Stg. 4:3.
Jesucristo. Alma 34:38. 10 a GEE Mente.
b 3 Ne. 18:26–32. GEE Acción de b 1 Cor. 14:12.
GEE Santa Cena. gracias, agradecido, GEE Dones del
6 a Es decir, de la agradecimiento. Espíritu.
97 Doctrina y Convenios 46:12–31
uno de los dones; pues hay muchos 19 Y además, a unos les es dado
dones, y a a todo hombre le es dado tener a fe para ser sanados;
un don por el Espíritu de Dios. 20 y a otros, fe para a sanar.
12 A algunos les es dado uno y 21 Y además, a algunos les es
a otros otro, para que así todos se dado obrar a milagros;
beneficien. 22 y a otros, a profetizar;
13 A algunos el Espíritu Santo da 23 y a otros, a discernir espíritus.
a a saber que Jesucristo es el Hijo de 24 Y además, a algunos les es
Dios, y que fue crucificado por los dado hablar en a lenguas;
pecados del mundo; 25 y a otros, la interpretación de
14 a otros les es dado a creer en lenguas;
las palabras de aquellos, para que 26 y todos estos a dones vienen
también tengan vida eterna, si con­ de Dios, para el beneficio de los
tinúan fieles. b 
hijos de Dios.
15 Y además, el Espíritu Santo 27 Y al a obispo de la iglesia, y a
hace saber a algunos las a diferen­ cuantos Dios nombrare y ordenare
cias de administración, conforme para velar por la iglesia y ser sus
a lo que fuere agradable al mismo élderes, les será concedido b discer­
Señor, según su voluntad, acomo­ nir todos esos dones, no sea que
dando sus misericordias a las con­ haya entre vosotros alguno que
diciones de los hijos de los hombres. profesare tenerlos y, sin embargo,
16 Y además, a algunos les es dado no sea de Dios.
por el Espíritu Santo discernir las 28 Y acontecerá que el que pi­
diversidades de operaciones, si es diere en el a Espíritu, recibirá en
que son de Dios, para que las mani­ el Espíritu;
festaciones del Espíritu sean dadas 29 para que a algunos les sea con­
a todo hombre para su provecho. cedido tener todos estos dones,
17 Y además, de cierto os digo, para que haya una cabeza, a fin
que a algunos les es dada, por el de que todo miembro se beneficie
Espíritu de Dios, la palabra de con ello.
a 
sabiduría; 30 El que a pide en el b Espíritu,
18 a otros, la palabra de a cono­ pide según la c voluntad de Dios;
cimiento, para que se instruya por tanto, es hecho conforme a lo
a todos a ser sabios y a tener que pide.
conocimiento. 31 Y además, os digo que todas
11 a 1 Cor. 12:4–11. GEE Fe. Dios.
13 a GEE Testimonio. 20 a GEE Sanar, sanidades. 27 a GEE Obispo.
14 a 3 Ne. 12:2. 21 a GEE Milagros. b GEE Discernimiento,
GEE Creencia, creer. 22 a GEE Profecía, don de.
15 a Moro. 10:8. profetizar. 28 a DyC 88:64–65.
17 a Moro. 10:9. 23 a Moisés 1:13–15. 30 a DyC 50:29.
GEE Sabiduría. 24 a GEE Lenguas, don de. b GEE Espíritu Santo.
18 a GEE Conocimiento. 26 a Moro. 10:8–19. c 2 Ne. 4:35.
19 a DyC 42:48–52. b GEE Hijos e hijas de
Doctrina y Convenios 46:32– 47:4 98
las cosas deben hacerse en el nom­ cualquier bendición con que seáis
bre de Cristo, cualquier cosa que bendecidos.
hagáis en el Espíritu; 33 Y debéis practicar la a virtud y
3 2   y h a b é i s d e d a r a g r a ­ la b santidad delante de mí constan­
cias a Dios en el Espíritu por temente. Así sea. Amén.

SECCIÓN 47
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio,
el 8 de marzo de 1831. John Whitmer, quien ya había prestado servicio
como secretario del Profeta, al principio dudó cuando se le pidió que pres-
tara servicio como historiador y registrador, y tomara el lugar de Oliver
Cowdery. John escribió: “Preferiría no hacerlo, pero reparé en que debe-
ría hacerse la voluntad del Señor, y si Él lo desea, deseo que lo manifieste
mediante José el Vidente”. Después que José Smith recibió esta revelación,
John Whitmer aceptó y prestó servicio en el oficio al que fue nombrado.
1–4, Se designa a John Whitmer para 2 Además, de cierto te digo que
que lleve la historia de la Iglesia y sea también puede alzar su voz en las
escribiente del Profeta. asambleas, cuando sea oportuno.
3 Y además, te digo que le será
He aquí, me es prudente que mi designado llevar continuamente
siervo John escriba y lleve una el registro y la historia de la igle­
a 
historia sistemática, y que cola­ sia; porque he llamado a Oliver
bore contigo, mi siervo José, trans­ Cowdery a otro cargo.
cribiendo todas las cosas que te 4 Por tanto, si es fiel, le será dado
serán impartidas, hasta que se le por el a Consolador el escribir estas
llame a otros deberes. cosas. Así sea. Amén.

SECCIÓN 48
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio,
el 10 de marzo de 1831. El Profeta había preguntado al Señor en cuanto
a la manera de proceder en la adquisición de terrenos para establecer
a los santos. Era un asunto importante en vista de la emigración de
los miembros de la Iglesia del este de los Estados Unidos, en cumpli-
miento del mandamiento del Señor de congregarse en Ohio (véanse
las secciones 37:1–3; 45:64).
32 a 1 Cró. 16:8–15; GEE Acción de b GEE Santidad.
1 Tes. 1:2; gracias, agradecido, 47 1 a DyC 69:2–8; 85:1–2.
Alma 37:37; agradecimiento. 4 a GEE Consolador;
DyC 59:7, 21. 33 a GEE Virtud. Espíritu Santo.
99 Doctrina y Convenios 48:1–6
1–3, Los santos radicados en Ohio de- rectitud, para que con el tiempo
ben compartir sus terrenos con sus her- podáis a comprar tierra para una
manos; 4–6, Los santos han de comprar herencia, b sí, para la ciudad.
tierras, edificar una ciudad y seguir 5 Todavía no será revelado el lu­
el consejo de sus oficiales presidentes. gar; pero después que vuestros
hermanos vengan del Este, serán
Es necesario que permanezcáis nombrados a ciertos hombres a
por lo pronto en los sitios donde quienes les será b manifestado el
moráis, como convenga a vuestras lugar, o sea, les será revelado.
circunstancias. 6 Y serán nombrados para com­
2 Y en caso de que tengáis terre­ prar los terrenos, y para princi­
nos, a compartiréis estos con los piar a poner los fundamentos de la
hermanos del Este; a 
ciudad; y entonces comenzaréis a
3 y en caso de que no tengáis te­ congregaros con vuestras familias,
rrenos, cómprenlos ellos por ahora cada hombre según su b familia, de
en las regiones inmediatas, como acuerdo con sus circunstancias y
bien les parezca, porque es nece­ como le sea designado por la pre­
sario que tengan donde vivir por sidencia y el obispo de la iglesia,
el momento. conforme a las leyes y a los man­
4 Es menester que ahorréis todo damientos que habéis recibido, y
el dinero que os sea posible, y que recibiréis más adelante. Así
que obtengáis cuanto podáis en sea. Amén.

SECCIÓN 49
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Sidney Rigdon,
Parley P. Pratt y Leman Copley en Kirtland, Ohio, el 7 de mayo de
1831. Leman Copley había aceptado el Evangelio, pero todavía con-
servaba algunas de las enseñanzas de la secta de los tembladores (So-
ciedad Unida de Creyentes en la Segunda Aparición de Cristo), a la
cual él previamente había pertenecido. Algunas de las creencias de
los tembladores eran que ya se había efectuado la segunda venida de
Cristo y que se había aparecido en forma de mujer: Ann Lee. Ellos no
consideraban esencial el bautismo en el agua. Rechazaban el matri-
monio y creían en una vida dedicada al celibato total. Algunos tem-
bladores también prohibían comer carne. En la historia de José Smith
se indica lo siguiente como prefacio de esta revelación: “A fin de te-
ner [una] comprensión más perfecta en cuanto al asunto, pregunté al
Señor y recibí lo siguiente”. En la revelación se refutan algunos de los
48 2 a GEE Bienestar. 45:65–67. 6 a GEE Nueva Jerusalén.
4 a DyC 57:4–5. 5 a DyC 57:6–8. b DyC 51:3.
b DyC 42:35–36; b DyC 57:1–3.
Doctrina y Convenios 49:1–8 100
conceptos básicos del grupo de los tembladores. Los hermanos previa-
mente mencionados llevaron una copia de la revelación a la comuni-
dad de los tembladores (cerca de Cleveland, Ohio) y se la leyeron en su
totalidad, pero fue rechazada.
1–7, El día y la hora de la venida que ha recibido de ellos, sino de
de Cristo permanecerán incógnitos acuerdo con lo que vosotros, mis
hasta que Él venga; 8–14, Los hom- siervos, le a enseñaréis; y si así lo
bres deben arrepentirse, creer en el hace, lo bendeciré; de otro modo
Evangelio y obedecer las ordenanzas no prosperará.
para obtener la salvación; 15–16, El 5 Así dice el Señor; pues yo soy
matrimonio es decretado por Dios; Dios, y he a mandado a mi Uni­
17–21, Se aprueba el comer carne; génito Hijo al mundo para la
22–28, Sion prosperará y los lama- b 
redención del mundo, y he de­
nitas florecerán como la rosa antes cretado que el que lo reciba será
de la Segunda Venida. salvo, y el que no lo reciba será
c 
condenado;
Escuchad mi palabra, mis siervos 6  e hicieron con el a Hijo del
Sidney, Parley y Leman; porque he Hombre como quisieron; y él ha
aquí, de cierto os digo, que os doy tomado su poder a la b diestra
el mandamiento de ir a a predicar a de su c gloria, y ahora reina en los
los tembladores mi evangelio que cielos, y reinará hasta que des­
habéis recibido, tal cual lo habéis cienda a la tierra para subyugar
recibido. a todos sus enemigos d debajo
2 He aquí, os digo que ellos de­ de sus pies, y la hora ya está
sean conocer la verdad en parte, próxima;
pero no toda, porque no son a rec­ 7  yo, Dios el Señor, lo he ha­
tos delante de mí y es necesario blado; mas la hora y el a día nin­
que se arrepientan. gún hombre sabe, ni los ángeles
3 Por lo cual os mando, mis sier­ del cielo, ni lo sabrán hasta que
vos Sidney y Parley, que les pre­ él venga.
diquéis el evangelio. 8 Por tanto, es mi voluntad que
4 Y mi siervo Leman será or­ todo hombre se arrepienta; por­
denado a esta obra para que ra­ que todos están bajo a pecado,
zone con ellos, no conforme a lo salvo los que he apartado para
49 1 a GEE Predicar. redimido, redimir; d 1 Cor. 15:25;
2 a Hech. 8:21. Redentor. DyC 76:61.
4 a GEE Evangelio; c GEE Condenación, 7 a Mateo 24:36;
Verdad. condenar. Mar. 13:32–37;
5 a Juan 3:16–17; 6 a GEE Hijo del Hombre. Apoc. 16:15;
DyC 132:24. b Hech. 7:55–56; DyC 133:11.
GEE Jesucristo — Su DyC 76:20–23. 8 a Gál. 3:22;
autoridad. c GEE Jesucristo — La Mos. 16:3–5.
b GEE Redención, gloria de Jesucristo.
101 Doctrina y Convenios 49:9–23
mí, hombres b santos de los cuales matrimonio lo decretó Dios para
b 

no sabéis. el hombre.
9 Os digo, pues, que os he man­ 16 Por tanto, es lícito que tenga
dado mi a convenio sempiterno, una a esposa, y los dos serán b una
el mismo que existió desde el sola carne, y todo esto para que
principio. la c tierra cumpla el objeto de su
10 Y lo que he prometido, lo he creación;
cumplido, y las a naciones de la 17 y para que sea llena con la
tierra se b inclinarán a él; y si no lo medida del hombre, conforme a
hacen de sí mismas, serán derri­ la a creación de este b antes que el
badas, porque lo que ahora de sí mundo fuera hecho.
mismo se ensalza será c despojado 18 Y quien manda abstenerse de
de poder. la a carne, para que el hombre no
11 Por tanto, os doy el manda­ la coma, no es ordenado por Dios;
miento de a ir entre los de este pue­ 19 porque he aquí, las a bestias del
blo y decirles, como mi apóstol campo, las aves del cielo y lo que
de la antigüedad, cuyo nombre viene de la tierra se han ordenado
era Pedro: para el uso del hombre como ali­
12 Creed en el nombre del Señor mento y vestido, y para que tenga
Jesús, que estuvo en la tierra, y que en abundancia.
ha de venir, el principio y el fin; 20 Pero no se ha dispuesto que
13 a arrepentíos y sed bautizados un hombre a posea más que otro;
en el nombre de Jesucristo, según por consiguiente, el b mundo yace
el santo mandamiento, para la re­ en el pecado.
misión de pecados; 21 ¡Y ay de aquel que a vierte san­
14 y el que hiciere esto recibirá gre, o desperdicia carne, no te­
el a don del Espíritu Santo, por la niendo necesidad!
imposición de las b manos de los 22 Y además, de cierto os digo,
élderes de la iglesia. que el Hijo del Hombre no a viene
15 Y además, de cierto os digo, en forma de mujer, ni de hombre
que quien a prohíbe casarse no que viaja por la tierra.
es ordenado por Dios, porque el 23 Por tanto, no seáis a engañados,
8 b Heb. 13:2; Santo. GEE Creación, crear.
3 Ne. 28:25–29. b GEE Imposición de b GEE Vida preterrenal.
9 a Gén. 17:7; DyC 66:2. manos. 18 a Gén. 9:3;
GEE Nuevo y 15 a 1 Tim. 4:1–3. 1 Tim. 4:1–3.
sempiterno convenio. b Gén. 2:18, 24; 19 a DyC 89:10–13.
10 a Zac. 2:11; 1 Cor. 11:11. 20 a Hech. 4:32;
DyC 45:66–69; GEE Matrimonio. DyC 51:3; 70:14; 78:6.
97:18–21. 16 a Jacob 2:27–30. b GEE Mundano, lo.
b Isa. 60:14. b Gén. 2:24; 21 a TJS Gén. 9:10–15
c Mateo 23:12. Mateo 19:5–6. (Apéndice — Biblia).
11 a GEE Obra misional. c GEE Tierra — Se creó 22 a GEE Segunda venida
13 a 3 Ne. 27:19–20. para el hombre. de Jesucristo.
14 a GEE Don del Espíritu 17 a Moisés 3:4–5. 23 a Mateo 24:4–5.
Doctrina y Convenios 49:24–50:2 102
sino continuad con firmeza, es­ b 
y se regocijará en las montañas, y
perando que los cielos se estre­ será congregada en el lugar que
mezcan y la tierra tiemble y se he señalado.
tambalee como un borracho, y que 26 He aquí, os digo, id como os
los c valles sean levantados, y las he mandado; arrepentíos de todos
d 
montañas rebajadas, y que sean vuestros pecados; a pedid y recibi­
allanados los lugares escabrosos; réis; llamad y se os abrirá.
y todo esto cuando el ángel toque 27 He aquí, iré delante de voso­
su e trompeta. tros y seré vuestra a retaguardia; y
24 Pero antes que venga el gran estaré en b medio de vosotros y no
día del Señor, a Jacob prosperará en seréis c confundidos.
el desierto, y los lamanitas b flore­ 28  He aquí, soy Jesucristo, y
cerán como la rosa. vengo a pronto. Así sea. Amén.
25 Sion a florecerá en los b collados

SECCIÓN 50
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio,
el 9 de mayo de 1831. En la historia de José Smith se indica que algunos
de los élderes no entendían las manifestaciones de los diferentes espí-
ritus que andan por la tierra y que se dio esta revelación en respuesta
a su pregunta especial sobre el asunto. Los así llamados fenómenos
espirituales no eran raros entre los miembros, algunos de los cuales
afirmaban estar recibiendo visiones y revelaciones.
1–5, Hay muchos espíritus falsos son contestadas; 37–46, Cristo es el
que andan por la tierra; 6–9, Ay de Buen Pastor y la Roca de Israel.
los hipócritas y de aquellos que son
separados de la Iglesia; 10–14, Los Escuchad, oh élderes de mi igle­
élderes deben predicar el Evangelio sia, y dad oído a la voz del Dios
por el Espíritu; 15–22, Es preciso viviente; y prestad atención a las
que tanto los predicadores como los palabras de sabiduría que os serán
oyentes sean iluminados por el Espí- dadas, según lo que habéis pre­
ritu; 23–25, Lo que no edifica no es guntado y acordado, en relación
de Dios; 26–28, Los fieles son posee- con la iglesia y los espíritus que
dores de todas las cosas; 29–36, Las andan por la tierra.
oraciones de los que son purificados 2  He aquí, de cierto os digo,
23 b 2 Pe. 3:12; b Isa. 35:1; 2 Ne. 30:5–6; 26 a DyC 88:63.
DyC 45:39. 3 Ne. 21:22–25; 27 a Isa. 52:12.
c Isa. 40:4; DyC 109:74. DyC 3:20; 109:65. b 3 Ne. 20:22.
d Miq. 1:3–4. 25 a DyC 35:24. c 1 Pe. 2:6;
e Mateo 24:29–31. b Gén. 49:26; DyC 84:116.
24 a 3 Ne. 5:21–26. 2 Ne. 12:2–3. 28 a DyC 1:12.
103 Doctrina y Convenios 50:3–17
que hay muchos espíritus que son iglesia, y a razonemos juntos para
a 
falsos, los cuales se han esparcido que entendáis;
por la tierra, engañando al mundo. 11 razonemos así como un hom­
3 Y también a Satanás ha inten­ bre razona con otro, cara a cara.
tado engañaros, para destruiros. 12 Ahora bien, cuando el hom­
4 He aquí, yo, el Señor, os he ob­ bre razona, es comprendido por
servado, y he visto abominacio­ el hombre, porque razona como
nes en la iglesia que a profesa mi hombre; así también yo, el Señor,
nombre. razonaré con vosotros para que
5 Pero benditos son aquellos que a 
comprendáis.
son fieles y a perseveran, sea en 13  Por tanto, yo, el Señor, os
vida o muerte, porque heredarán hago esta pregunta: ¿A qué se os
la vida eterna. a 
ordenó?
6 Pero, ¡ay de los que son a enga­ 14 A predicar mi evangelio por
ñadores e hipócritas! Porque, así el a Espíritu, sí, el b Consolador
dice el Señor, los traeré a juicio. que fue enviado para enseñar la
7 He aquí, de cierto os digo, hay verdad.
a 
hipócritas entre vosotros, los cua­ 15 Y entonces recibisteis a espíri­
les han engañado a algunos, cosa tus que no pudisteis comprender,
que ha dado b poder al c adver­ y los recibisteis como si hubieran
sario; pero he aquí, d estos serán sido de Dios; ¿y se os puede justi­
rescatados; ficar en esto?
8 mas los hipócritas serán des­ 16 He aquí, vosotros mismos con­
cubiertos y a desarraigados, sea en testaréis esta pregunta; sin em­
vida o muerte, según mi voluntad; bargo, seré misericordioso con
y, ¡ay de los que son separados de vosotros; el que de entre vosotros
mi iglesia!, porque estos son ven­ es débil será hecho a fuerte de aquí
cidos por el mundo. en adelante.
9 Por tanto, cuídese cada hombre, 17 De cierto os digo, el que es
no sea que haga lo que no es recto ordenado por mí y enviado a
y verdadero ante mí. a 
predicar la palabra de verdad
10 Y ahora venid, dice el Señor por el Consolador, en el Espí­
por el Espíritu a los élderes de su ritu de verdad, ¿la predica por el
50 2 a DyC 129. Alma 34:28. ordenar.
GEE Espíritu — b Mos. 27:8–9. 14 a DyC 43:15.
Espíritus inmundos. c GEE Diablo. GEE Enseñar —
3 a Lucas 22:31; d Es decir, los que hayan Enseñar con el
3 Ne. 18:18. sido engañados. Espíritu.
4 a GEE Jesucristo — El 8 a DyC 1:14; 56:3; 64:35. b GEE Consolador.
tomar sobre sí el GEE Excomunión. 15 a GEE Discernimiento,
nombre de Jesucristo. 10 a Isa. 1:18; don de.
5 a GEE Perseverar. DyC 45:10. 16 a Éter 12:23–27.
6 a GEE Engañar, engaño. 12 a DyC 1:24. 17 a GEE Obra misional;
7 a Mateo 23:13–15; 13 a GEE Ordenación, Predicar.
Doctrina y Convenios 50:18–32 104
Espíritu de verdad o de alguna
b 
el mayor, a pesar de ser el menor
a 

otra manera? y el b siervo de todos.


18 Y si es de alguna otra manera, 27 Por tanto, es a poseedor de to­
no es de Dios. das las cosas; porque todas las co­
19 Y además, el que recibe la pa­ sas le están sujetas, tanto en los
labra de verdad, ¿la recibe por el cielos como en la tierra, la vida y
Espíritu de verdad o de alguna la luz, el Espíritu y el b poder, en­
otra manera? viados por la voluntad del Padre
20 Si es de alguna otra manera, mediante Jesucristo su Hijo.
no es de Dios. 28 Pero ningún hombre posee
21 Por tanto, ¿cómo es que no todas las cosas, a menos que sea
podéis comprender y saber que a 
purificado y b limpiado de todo
el que recibe la palabra por el Es­ pecado.
píritu de verdad, la recibe como 29 Y si sois purificados y lim­
la predica el Espíritu de verdad? piados de todo pecado, a pediréis
22 De manera que, el que la pre­ cuanto quisiereis en el nombre de
dica y el que la recibe se com­ Jesús y se cumplirá.
prenden el uno al otro, y ambos 30 Mas sabed esto, que os será in­
son a edificados y se b regocijan dicado lo que debéis pedir; y como
juntamente. sois nombrados para estar a la a ca­
23 Y lo que no edifica no es de beza, los espíritus se os sujetarán.
Dios, y es a tinieblas. 31  Por tanto, acontecerá que
24 Lo que es de Dios es a luz; y si veis manifestado un a espíritu
el que recibe luz y b persevera en que no podéis comprender, y no
Dios, recibe c más luz, y esa luz se recibís a ese espíritu, pediréis al
hace más y más resplandeciente Padre en el nombre de Jesús; y
hasta el día perfecto. si él no os da a conocer ese es­
25 Y además, de cierto os digo, y píritu, entonces sabréis que no
lo digo para que sepáis la a verdad, es de Dios.
a fin de que desechéis las tinieblas 32 Y os será dado a poder sobre
de entre vosotros: ese espíritu; y proclamaréis contra
26 El que es ordenado por Dios y dicho espíritu en voz alta, que no
enviado, este es nombrado para ser es de Dios;
17 b DyC 6:15. b Juan 15:4–5, 10. GEE Pureza, puro;
GEE Espíritu Santo; c 2 Ne. 28:30. Santificación.
Verdad. 25 a Juan 8:32. b 1 Juan 1:7–9.
22 a 1 Cor. 14:26. 26 a Mateo 23:11. 29 a Hel. 10:5;
b Juan 4:36. b Mar. 10:42–45. DyC 46:30.
23 a GEE Tinieblas GEE Servicio. GEE Oración.
espirituales. 27 a DyC 76:5–10, 53–60; 30 a GEE Autoridad.
24 a 1 Juan 2:8–11; 84:34–41. 31 a 1 Juan 4:1.
Moro. 7:14–19; b GEE Poder. GEE Espíritu —
DyC 84:45–47; 88:49. 28 a 3 Ne. 19:28–29; Espíritus inmundos.
GEE Luz, luz de Cristo. DyC 88:74–75. 32 a Mateo 10:1.
105 Doctrina y Convenios 50:33– 46
33 no con acusaciones a injuriosas, les impida hacer lo que yo les he
para que no seáis vencidos; ni con señalado.
b 
jactancia ni regocijo, para que no 39 Por tanto, no queda justificado
seáis asidos por él. mi siervo a Edward Partridge en
34  Aquel que de Dios reciba, esto; no obstante, arrepiéntase y
acredíteselo a Dios, y regocíjese será perdonado.
de que Dios lo considere digno 40 He aquí, sois niños pequeños y
de recibir. no podéis a soportar todas las cosas
35 Y escuchando y haciendo estas por ahora; debéis b crecer en c gracia
cosas que habéis recibido y las que y en el conocimiento de la d verdad.
en adelante recibiréis —y el Padre 41 a No temáis, b pequeñitos, por­
os ha dado el a reino y el b poder que sois míos, y yo he c vencido al
para vencer todas las cosas que mundo, y vosotros sois de aquellos
por él no son ordenadas— que mi Padre me ha d dado;
36 he aquí, de cierto os digo, ben­ 42 y ninguno de los que el Padre
ditos sois vosotros que ahora estáis me ha dado se a perderá.
escuchando estas palabras mías de 43 Y el Padre y yo somos a uno. Yo
la boca de mi siervo, porque vues­ soy en el Padre y el Padre en mí; y
tros pecados os son a perdonados. por cuanto me habéis recibido, vo­
37  Salgan mi siervo Joseph sotros sois en mí y yo en vosotros.
Wakefield, con quien estoy bien 44 Por tanto, estoy en medio de
complacido, y mi siervo a Parley P. vosotros, y soy el a buen pastor y
Pratt, entre las b iglesias para la b roca de Israel. El que edifique
fortalecerlas con la palabra de sobre esta c roca d nunca caerá.
c 
exhortación; 45 Y viene el día en que oiréis
38  y también mi siervo John mi voz y me a veréis, y sabréis que
Corrill, o cuantos de mis sier­ yo soy.
vos sean ordenados a este ofi­ 46  a Velad, pues, para que estéis
cio; y obren en la a viña; y nadie b 
apercibidos. Así sea. Amén.
33 a Judas 1:9. 40 a 3 Ne. 17:2–3; 3 Ne. 11:35–36.
b DyC 84:67, 73. DyC 78:17–18. GEE Trinidad.
35 a GEE Reino de Dios b 1 Cor. 3:2–3; 44 a Juan 10:14–15.
o de los cielos. DyC 19:22–23. GEE Buen Pastor.
b 1 Juan 4:4; c GEE Gracia. b Gén. 49:24;
DyC 63:20, 47. d GEE Verdad. 1 Pe. 2:4–8.
36 a DyC 58:42–43. 41 a 1 Juan 4:18. GEE Piedra del
GEE Perdonar. b GEE Hijos e hijas de ángulo.
37 a GEE Pratt, Parley Dios. c 1 Cor. 10:1–4.
Parker. c Juan 16:33. GEE Jesucristo;
b O sea, las unidades d Juan 10:27–29; 17:2; Roca.
de la Iglesia. 3 Ne. 15:24; d Hel. 5:12.
c DyC 97:3–5. DyC 27:14; 84:63. 45 a DyC 67:10–13.
38 a GEE Viña del Señor. 42 a Juan 17:12; 46 a GEE Atalaya,
39 a GEE Partridge, 3 Ne. 27:30–31. atalayar.
Edward. 43 a Juan 17:20–23; b Alma 34:32–33.
Doctrina y Convenios 51:1–8 106
SECCIÓN 51
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Thompson,
Ohio, el 20 de mayo de 1831. En esos días empezaron a llegar a Ohio
los santos que emigraban de los estados del Este, y fue necesario ha-
cer arreglos definitivos para su establecimiento. En vista de que este
asunto correspondía particularmente al oficio del obispo, el obispo
Edward Partridge solicitó instrucciones en cuanto al asunto y el Pro-
feta le preguntó al Señor.
1–8, Edward Partridge es nombrado 4 Y al señalarle a algún hombre
para regular las mayordomías y las su porción, mi siervo Edward Par­
propiedades; 9–12, Los santos deben tridge le expedirá una escritura
actuar con honradez y recibir par- que le asegurará su porción para
tes iguales; 13–15, Deben tener un que la retenga, sí, este derecho y
almacén del obispo y organizar las heredad en la iglesia, hasta que
propiedades de acuerdo con la ley transgrediere, y la voz de la iglesia,
del Señor; 16–20, Ohio será un sitio de acuerdo con las leyes y a conve­
provisional de recogimiento. nios de esta, lo considerare indigno
de pertenecer a ella.
Escúchame, dice el Señor tu Dios, 5 Y si transgrede, y no se le estima
y hablaré a mi siervo a Edward digno de pertenecer a la iglesia, no
Partridge y le daré instrucciones; tendrá poder para reclamar la parte
porque es menester que reciba ins­ que haya consagrado al obispo para
trucciones tocante a la manera de los pobres y los necesitados de mi
organizar a este pueblo. iglesia; por tanto, no retendrá lo
2 Porque es necesario que sean que haya dado, sino que solamente
organizados conforme a mis a le­ tendrá derecho a la parte que haya
yes; si es de otro modo, serán recibido por escritura.
desarraigados. 6 Y así se confirmarán todas las
3 Por tanto, señalen Edward Par­ cosas de a acuerdo con las b leyes
tridge y aquellos a quienes él ha del país.
escogido, con los cuales estoy bien 7 Y desígnesele a este pueblo lo
complacido, su porción a este pue­ que le pertenece.
blo, a cada hombre a igual, según 8 Y en cuanto al a dinero que le
su familia, conforme a sus circuns­ quedare a este pueblo, nómbre­
tancias, carencias y b necesidades. sele un agente que tome el b dinero
51 1 a GEE Partridge, 4 Ne. 1:2–3. GEE Convenio.
Edward. 4 a Es decir, a la sección 6 a 1 Pe. 2:13;
2 a DyC 42:30–39; 105:5. 20 se le llama los DyC 98:5–7.
GEE Consagrar, ley de Artículos y los b DyC 58:21–22.
consagración. Convenios de la Iglesia 8 a DyC 84:104.
3 a DyC 49:20. de Cristo. b DyC 104:15–18.
b Hech. 2:44–45; DyC 33:14; 42:13.
107 Doctrina y Convenios 51:9–20
para proporcionar alimentos y familia, en tanto que esté ocupado
ropa según las necesidades del en este servicio.
pueblo. 15 Y así concedo a este pueblo el
9 Y trátense a honradamente todos privilegio de organizarse conforme
los hombres, y sean iguales entre a mis a leyes.
este pueblo, y reciban lo mismo, 16 Y les consagro a esta tierra por
para que seáis b uno, tal como os una corta temporada, hasta que
he mandado. yo, el Señor, disponga para ellos
10 Y no permitáis que lo que per­ de otra manera, y les mande salir
tenece a este pueblo le sea quitado de aquí;
y dado al de a otra iglesia. 17 y no les es señalada la hora ni
11 Por consiguiente, si otra a igle­ el día; por tanto, establézcanse en
sia quiere recibir dinero de esta, esta tierra como si fueran a vivir
reintégreselo de acuerdo con lo en ella muchos años, y redundará
que convengan. en provecho de ellos.
12 Y esto se hará por medio del 18 He aquí, esto le servirá de mo­
obispo o del agente, el que será delo a mi siervo Edward Partridge
nombrado por la a voz de la iglesia. para otros lugares, en todas las
13 Y además, desígnele el obispo a 
iglesias.
un a almacén a esta iglesia; y guár­ 19 Y el que fuere hallado a mayor­
dense en manos del obispo todas domo fiel, justo y sabio entrará en
las cosas, tanto dinero como víve­ el b gozo de su Señor y heredará la
res, que excedan a las b necesidades vida eterna.
de este pueblo. 20 De cierto te digo, soy Jesucristo,
14 Y también retenga él algo para el cual a viene pronto, a la b hora que
sus propias necesidades y las de su no pensáis. Así sea. Amén.

SECCIÓN 52
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a los élderes de la Iglesia
en Kirtland, Ohio, el 6 de junio de 1831. Se había celebrado una confe-
rencia en Kirtland, la cual había empezado el día 3 y terminado el día 6
de junio. En esa conferencia se efectuaron las primeras ordenaciones es-
pecíficas correspondientes al oficio de sumo sacerdote, y se discernieron y
se reprendieron ciertas manifestaciones de espíritus falsos y engañadores.
9 a GEE Honestidad, unidad. Ohio.
honradez. 12 a GEE Común acuerdo. 18 a O sea, en todas las
b DyC 38:27. 13 a DyC 42:55. unidades de la Iglesia.
GEE Unidad. GEE Almacén. 19 a Mateo 24:45–47.
10 a Es decir, a otra rama b DyC 42:33–34, 55; GEE Mayordomía,
de la Iglesia, y no a 82:17–19. mayordomo.
otra denominación 15 a DyC 51:2. b GEE Gozo.
religiosa. 16 a Es decir, la región 20 a Apoc. 22:6–16.
11 a O sea, otra rama o alrededor de Kirtland, b Mateo 24:44.
Doctrina y Convenios 52:1–14 108
1–2, Se designa que la siguiente con- dará a conocer la tierra de vues­
a 

ferencia se ha de efectuar en Misuri; tra herencia.


3–8, Nombramiento de ciertos élde- 6 Y si no son fieles, serán desa­
res para que viajen juntos; 9–11, Los rraigados, tal como yo quiera y me
élderes deben enseñar lo que han es- parezca bien.
crito los apóstoles y profetas; 12–21, 7 Y además, de cierto os digo, em­
Los que son iluminados por el Espí- prendan cuanto antes su viaje mis
ritu producen frutos de alabanza y siervos Lyman Wight y John Corrill;
sabiduría; 22–44, Varios élderes son 8 y también salgan mis siervos
nombrados para predicar el Evange- John Murdock y Hyrum Smith para
lio durante su viaje a Misuri para el mismo lugar, yendo por Detroit.
asistir a la conferencia. 9 Y viajen desde allí, predicando
la palabra por el camino, no di­
He aquí, así dice el Señor a los él­ ciendo a sino las cosas escritas por
deres que ha a llamado y escogido los b profetas y apóstoles, y lo que
en estos últimos días por la voz de el c Consolador les enseñe mediante
su Espíritu, la oración de fe.
2 diciendo: Yo, el Señor, os haré 10 Vayan de a dos en dos, y así
saber lo que quiero que hagáis prediquen por el camino a toda
desde ahora hasta la próxima con­ congregación, bautizando en el
ferencia, la cual se verificará en b 
agua, e imponiendo las c manos a
Misuri, sobre la a tierra que b consa­ la orilla del agua.
graré a los de mi pueblo, que son 11 Porque así dice el Señor: Acor­
un c resto de Jacob, y a los que son taré mi obra en a justicia, porque
herederos conforme al d convenio. vienen días en que enviaré juicio
3 Por tanto, de cierto os digo, hasta lograr la victoria.
emprendan su viaje mis siervos 12 Y cuídese mi siervo Lyman
José Smith, hijo, y Sidney Rigdon, Wight, porque Satanás desea a za­
en cuanto hagan los preparativos randearlo como a tamo.
para salir de sus casas, y diríjanse 13 Y he aquí, el que es a fiel será
a la tierra de Misuri. hecho gobernante sobre muchas
4 Y si me son fieles, se les hará cosas.
saber lo que han de hacer; 14 Y además, os daré una norma
5 y también, si son fieles, se les en todas las cosas, para que
52 1 a GEE Llamado, (convenio 10 a Mar. 6:7;
llamado por Dios, abrahámico). DyC 61:35.
llamamiento. 5 a DyC 57:1–3. b Juan 1:26.
2 a DyC 57:1–3. 9 a Mos. 18:19–20. c Hech. 8:14–17.
b DyC 58:57; 84:3–4. b DyC 42:12; 52:36. 11 a O sea, en rectitud.
c Sal. 135:4; GEE Escrituras. Rom. 9:28.
3 Ne. 5:21–26. c GEE Consolador; 12 a Lucas 22:31;
d Abr. 2:6–11. Enseñar — Enseñar 3 Ne. 18:17–18.
GEE Abraham, con el Espíritu; 13 a Mateo 25:23;
convenio de Espíritu Santo. DyC 132:53.
109 Doctrina y Convenios 52:15–33
no seáis engañados; porque Sata­ cando también la palabra por el
nás anda por la tierra engañando camino.
a las naciones. 24 Y además, emprendan su viaje
15 Por consiguiente, al que ora, mis siervos a Edward Partridge y
cuyo espíritu es a contrito, yo lo Martin Harris, junto con mis sier­
b 
acepto, si es que obedece mis vos Sidney Rigdon y José Smith,
c 
ordenanzas. hijo.
16 El que habla, cuyo espíritu 25 También vayan mis siervos
es contrito, cuyo lenguaje es hu­ David Whitmer y Harvey Whitlock
milde y edifica, tal es de Dios, si a esa misma tierra, predicando por
obedece mis ordenanzas. el camino.
17  Y además, el que tiemble 26 Y salgan para la misma tie­
bajo mi poder será a fortalecido, rra mis siervos a Parley P. Pratt y
y dará frutos de alabanza y b sa­ b 
Orson Pratt, predicando por el
biduría, de acuerdo con las re­ camino.
velaciones y las verdades que os 27 Vayan también mis siervos So­
he dado. lomon Hancock y Simeon Carter a
18 Y además, el que es vencido esa misma tierra, predicando por
y a no da buenos frutos, conforme el camino;
a esta norma, no es de mí. 28 y emprendan también su viaje
19  Por tanto, mediante esta mis siervos Edson Fuller y Jacob
norma a discerniréis a los espíritus Scott.
en todos los casos bajo los cielos. 29  Viajen también mis sier­
20 Y los días han llegado; según vos Levi W. Hancock y Zebedee
la fe de los hombres, así les será Coltrin;
a 
hecho. 30 y también mis siervos Rey­
21 He aquí, se da este manda­ nolds Cahoon y Samuel H. Smith;
miento a todos los élderes que he 31 y mis siervos Wheeler Baldwin
escogido. y William Carter vayan también;
22 Y además, de cierto os digo, 32 y sean ordenados mis siervos
salgan también mis siervos a Tho­ a 
Newel Knight y Selah J. Griffin, y
mas B. Marsh y Ezra Thayre para emprendan también su viaje.
la misma tierra, predicando la pa­ 33 Sí, de cierto digo, viajen to­
labra por el camino. dos estos al mismo lugar por
23 Y además, salgan mis sier­ diversos caminos; y el uno no
vos Isaac Morley y Ezra Booth edificará sobre el a fundamento del
para la misma tierra, predi­ otro, ni seguirá sus pisadas.
15 a GEE Corazón 18 a Mateo 3:10. 24 a GEE Partridge, Edward.
quebrantado. 19 a GEE Discernimiento, 26 a GEE Pratt, Parley
b DyC 97:8. don de. Parker.
c GEE Ordenanzas. 20 a Mateo 8:5–13. b GEE Pratt, Orson.
17 a DyC 66:8; 133:58. 22 a DyC 56:5. 32 a DyC 56:6–7.
b GEE Sabiduría. GEE Marsh, Thomas B. 33 a Rom. 15:20.
Doctrina y Convenios 52:34–53:1 110
34 El que sea fiel será protegido y 40 Y recordad en todas las cosas
bendecido con mucho a fruto. a los a pobres y a los b necesitados,
35 Y además os digo, vayan mis a los enfermos y a los afligidos,
siervos Joseph Wakefield y Solomon porque el que no hace estas cosas
Humphrey a las tierras del Este; no es mi discípulo.
36 obren entre sus familias, no 41 Y además, lleven consigo mis
a 
declarando nada sino las cosas siervos José Smith, hijo, Sidney
de los profetas y apóstoles, aquello Rigdon y Edward Partridge, una
que han b visto y oído y que c creen a 
recomendación de la iglesia; y
con certeza, para que se cumplan también procúrese uno para mi
las profecías. siervo Oliver Cowdery.
37 Por motivo de transgresión, 42 Y así, tal como he dicho, si
a 
quítese a Heman Basset lo que sois fieles, os congregaréis para
se le entregó, y confiérasele a regocijaros en la tierra de a Misuri,
Simonds Ryder. la cual es la tierra de vuestra
38 Y además, de cierto os digo, b 
herencia, y que ahora es la tierra
sean a ordenados b presbíteros Jared de vuestros enemigos.
Carter y George James. 43 Pero he aquí que yo, el Señor,
39 a Vigilen las b iglesias los élde­ apresuraré la fundación de la ciu­
res que queden, y declaren la pala­ dad en su tiempo y coronaré a los
bra en las regiones circunvecinas; fieles con a gozo y regocijo.
y trabajen con sus propias manos 44  He aquí, soy Jesucristo, el
a fin de que no se practiquen la Hijo de Dios, y los a enalteceré en
c 
idolatría ni la maldad. el postrer día. Así sea. Amén.

SECCIÓN 53
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Algernon Sidney
Gilbert, en Kirtland, Ohio, el 8 de junio de 1831. A solicitud de Sid-
ney Gilbert, el Profeta consultó al Señor en cuanto a la obra y nom-
bramiento del hermano Gilbert en la Iglesia.
1–3, El llamamiento y elección de He aquí, te digo, mi siervo Sid­
Sidney Gilbert en la Iglesia es el de ney Gilbert, que he oído tus ora­
ser ordenado élder; 4–7, También ciones; y has recurrido a mí para
ha de servir como agente del obispo. que el Señor tu Dios te manifieste
34 a Juan 15:16; 38 a DyC 79:1. GEE Pobres.
DyC 18:15–16. b GEE Presbítero, b GEE Bienestar.
36 a Mos. 18:19–20; Sacerdocio Aarónico. 41 a DyC 20:64.
DyC 52:9. 39 a Alma 6:1. 42 a GEE Sion.
b Juan 3:11. b O sea, las unidades. b DyC 25:2; 57:1–3.
c GEE Creencia, creer. c GEE Idolatría. 43 a GEE Gozo.
37 a Mateo 25:25–30. 40 a DyC 104:15–18. 44 a DyC 88:96–98.
111 Doctrina y Convenios 53:2–54:1
lo concerniente a tu llamamiento obispo designará, de conformidad
y a elección en la iglesia que yo, el con los mandamientos que se da­
Señor, he levantado en estos días. rán más adelante.
2 He aquí, yo, el Señor, que fui 5 Y además, de cierto te digo que
a 
crucificado por los pecados del debes emprender tu viaje con mis
mundo, te doy el mandamiento siervos José Smith, hijo, y Sidney
de b renunciar al mundo. Rigdon.
3 Toma sobre ti mi ordenación, 6 He aquí, estas son las primeras
sí, la de élder, para predicar la fe ordenanzas que recibirás; y el resto
y el arrepentimiento y la a remisión se manifestará en un tiempo futuro,
de pecados, según mi palabra, y la de acuerdo con tu obra en mi viña.
recepción del Santo Espíritu por la 7 Y además, quisiera que apren­
imposición de b manos; dieras que solo se salva aquel que
4  y también para ser a agente a 
persevera hasta el fin. Así sea.
de esta iglesia en el lugar que el Amén.

SECCIÓN 54
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Newel Knight en
Kirtland, Ohio, el 10 de junio de 1831. Los miembros de la Iglesia que
vivían en Thompson, Ohio, se hallaban divididos en cuanto a lo que
tenía que ver con la consagración de propiedades. Se manifestaban el
egoísmo y la avaricia. Después de su misión a los tembladores (véase
el encabezamiento de la sección 49), Leman Copley había quebrantado
su convenio de consagrar su amplia hacienda como lugar de herencia
para los santos que llegaban procedentes de Colesville, Nueva York.
Como consecuencia de ello, Newel Knight (líder de los miembros que
residían en Thompson) y otros élderes habían acudido al Profeta para
preguntarle cómo debían proceder. El Profeta preguntó al Señor y re-
cibió esta revelación, en la que se manda a los miembros de Thompson
que dejen la hacienda de Leman Copley y viajen a Misuri.
1–6, Los santos deben guardar el He aquí, así dice el Señor, el a Alfa
convenio del Evangelio para obte- y la Omega, el principio y el fin,
ner misericordia; 7–10, Deben ser el mismo que fue b crucificado por
pacientes en la tribulación. los pecados del mundo:
53 1 a GEE Elección; Mundo. 84:113.
Elegidos; Vocación 3 a GEE Remisión de 7 a GEE Perseverar.
(llamamiento) y pecados. 54 1 a Apoc. 1:8;
elección. b GEE Imposición de DyC 19:1.
2 a GEE Crucifixión. manos. GEE Alfa y Omega.
b GEE Mundano, lo; 4 a DyC 57:6, 8–10, 14–15; b GEE Crucifixión.
Doctrina y Convenios 54:2–55:1 112
2 He aquí, de cierto, de cierto 7 Por tanto, levantaos y huid de
te digo, que tú, mi siervo Newel la tierra, no sea que vuestros ene­
Knight, deberás permanecer firme migos os acometan; y emprended
en el llamamiento al cual te he vuestro viaje, y nombrad a quien
nombrado. deseéis para que sea vuestro líder
3 Y si tus hermanos desean esca­ y pague dinero por vosotros.
par de sus enemigos, arrepiéntanse 8 Y así iréis a las regiones del
de todos sus pecados, y sean ver­ oeste, a la tierra de a Misuri, hasta
daderamente a humildes y contri­ las fronteras de los lamanitas.
tos ante mí. 9 Y acabado el viaje, he aquí, os
4 Y ya que se ha quebrantado el digo, ganaos la a vida a la manera
a 
convenio que hicieron conmigo, de los hombres hasta que yo os
ahora queda b nulo y sin efecto. prepare lugar.
5 ¡Y ay de aquel por quien vino 10 Y además, sed a pacientes en
esta a ofensa!, porque mejor le hu­ la tribulación hasta que yo b venga;
biera sido que se hubiese ahogado he aquí, vengo pronto y mi galar­
en lo profundo del mar. dón está conmigo, y los que tem­
6 Mas benditos son aquellos que prano me han c buscado hallarán
han guardado el convenio y ob­ d 
reposo para sus almas. Así sea.
servado el mandamiento, porque Amén.
obtendrán a misericordia.

SECCIÓN 55
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a William W. Phelps,
en Kirtland, Ohio, el 14 de junio de 1831. William W. Phelps, que era
impresor, acababa de llegar a Kirtland con su familia. El Profeta recu-
rrió al Señor para obtener información respecto de él.
1–3, William W. Phelps es llamado que será el sitio donde efectuará esta
y escogido para ser bautizado y ser obra.
ordenado élder y predicar el Evange-
lio; 4, También ha de escribir libros He aquí, así te dice el Señor, sí,
para los niños de las escuelas de la el Señor de toda la a tierra, a ti,
Iglesia; 5–6, Debe viajar a Misuri, mi siervo William, eres llamado
3 a GEE Humildad, 6 a GEE Misericordia, c Prov. 8:17.
humilde, humillar misericordioso. GEE Oración.
(afligir). 8 a DyC 52:42. d Mateo 11:28–30.
4 a DyC 42:30–39. 9 a 1 Tes. 4:11. GEE Descansar,
GEE Consagrar, ley de 10 a GEE Paciencia. descanso (reposo).
consagración. b Apoc. 22:12. 55 1 a Deut. 10:14;
b DyC 58:32–33. GEE Segunda venida de 1 Ne. 11:6;
5 a Mateo 18:6–7. Jesucristo. 2 Ne. 29:7.
113 Doctrina y Convenios 55:2–56:1
y escogido; y después de b bauti­ 4  Y además, serás ordenado
zarte en el agua, si lo haces con la para ayudar a mi siervo Oliver
mira puesta únicamente en mi glo­ Cowdery en la obra de imprimir,
ria, obtendrás la remisión de tus seleccionar y escribir a libros para
pecados y la recepción del Santo las escuelas de esta iglesia, a fin
Espíritu mediante la imposición de que también los niños peque­
de c manos; ños reciban instrucción ante mí, lo
2 y entonces serás ordenado él­ cual me complace.
der de esta iglesia por mano de 5 Y además, de cierto te digo que
mi siervo José Smith, hijo, para por esta causa viajarás con mis
predicar el arrepentimiento y la siervos José Smith, hijo, y Sidney
a 
remisión de pecados por medio Rigdon, para que te a establezcas en
del bautismo en el nombre de la tierra de tu herencia, con objeto
Jesucristo, el Hijo del Dios viviente. de hacer esta obra.
3 Y tendrás poder para dar el 6 Además, salga también con
Santo Espíritu a quienes impu­ ellos mi siervo Joseph Coe. Lo que
sieres las manos, si son contritos resta será manifestado más tarde,
delante de mí. según mi voluntad. Amén.

SECCIÓN 56
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio,
el 15 de junio de 1831. En esta revelación se reprende a Ezra Thayre
por no obedecer una revelación anterior (el “mandamiento” al que se
hace referencia en el versículo 8), que José Smith había recibido para él,
en la que se instruye a Thayre con respecto a sus deberes en la granja
de Frederick G. Williams, donde vivía Thayre. En la siguiente reve-
lación también se revoca el llamado de Thayre de viajar a Misuri con
Thomas B. Marsh (véase la sección 52:22).
1–2, Los santos deben tomar su cruz los pobres que son puros de corazón,
y seguir al Señor para lograr la sal- porque ellos heredarán la tierra.
vación; 3–13, El Señor manda y
revoca, y los desobedientes son de- Escuchad, oh pueblo que a pro­
sarraigados; 14–17, Ay de los ricos fesáis mi nombre, dice el Señor
que no ayudan a los pobres, y ay vuestro Dios; porque he aquí,
de los pobres cuyo corazón no está mi enojo está encendido con­
quebrantado; 18–20, Benditos son tra los rebeldes, y conocerán
1 b
GEE Bautismo, manos. 4 a DyC 88:118; 109:7, 14.
bautizar. 2 a GEE Remisión de 5 a Amós 9:15.
c GEE Imposición de pecados. 56 1 a DyC 41:1.
Doctrina y Convenios 56:2–15 114
mi brazo y mi indignación en el preciso que mi siervo Ezra Thayre
día de b visitación e ira sobre las se arrepienta de su a orgullo y
naciones. egoísmo, y obedezca el manda­
2 Y el que no tome su a cruz y me miento anterior que le di, respecto
b 
siga, y guarde mis mandamientos, al lugar en donde vive.
no será salvo. 9 Y si hace esto, ya que no habrá
3 He aquí, yo, el Señor, mando; división de la tierra, será nom­
y el que no a obedezca será b desa­ brado aún para ir a la tierra de
rraigado en mi propio y debido Misuri;
tiempo, después que yo haya 10 de otra manera, recibirá el
mandado y el mandamiento sea dinero que ha pagado, y partirá
quebrantado. del lugar, y será a separado de mi
4 Por lo que, yo, el Señor, mando iglesia, dice el Señor Dios de los
y a revoco, conforme me plazca; y Ejércitos;
todo esto recaerá sobre la cabeza 11 y aunque pasen el cielo y la
de los b rebeldes, dice el Señor. tierra, estas palabras no a pasarán,
5  Por consiguiente, revoco el sino que se cumplirán.
mandamiento dado a mis siervos 12 Y si mi siervo José Smith, hijo,
a 
Thomas B. Marsh y Ezra Thayre, tiene que pagar el dinero, he aquí,
y doy un mandamiento nuevo a yo, el Señor, se lo devolveré en la
mi siervo Thomas, de emprender tierra de Misuri, a fin de que sean
cuanto antes su viaje a la tierra de recompensados aquellos de quie­
Misuri, y mi siervo Selah J. Griffin nes él recibiere, de acuerdo con lo
también irá con él. que hagan;
6 Porque he aquí, revoco el man­ 13 porque conforme con lo que
damiento que se dio a mis siervos hagan, recibirán, sí, en terrenos
Selah J. Griffin y Newel Knight, para su herencia.
como consecuencia de las rebelio­ 14 He aquí, así dice el Señor a
nes y dura cerviz de mi pueblo que mi pueblo: Tenéis mucho que ha­
se encuentra en Thompson. cer y mucho de que arrepentiros;
7 Por tanto, permanezca con ellos porque he aquí, vuestros peca­
mi siervo Newel Knight, y cuan­ dos han ascendido hasta mí y no
tos quieran ir, pueden ir, siem­ son perdonados, porque procuráis
pre que sean contritos ante mí, a 
aconsejaros de acuerdo con vues­
y él los guiará a la tierra que he tras propias maneras.
señalado. 15 Y vuestros corazones no es­
8  Y además, os digo, que es tán satisfechos; y no obedecéis
1 b Isa. 10:3–4; GEE Jesucristo — El 5 a GEE Marsh, Thomas B.
Morm. 9:2; ejemplo de Jesucristo. 8 a GEE Orgullo.
DyC 1:13–14; 124:10. 3 a GEE Obediencia, 10 a GEE Excomunión.
2 a Lucas 14:27. obediente, obedecer. 11 a 2 Ne. 9:16.
b 1 Pe. 2:21; b DyC 1:14–16; 50:8. 14 a Jacob 4:10.
2 Ne. 31:10–13; 4 a DyC 58:31–33.
Moro. 7:11. b GEE Rebelión.
115 Doctrina y Convenios 56:16–20
la verdad, antes os a deleitáis en la codicia; que no queréis trabajar
b 

iniquidad. con vuestras propias manos!


16 ¡Ay de vosotros, a hombres ri­ 18 Pero benditos los a pobres que
cos, que no queréis b dar de vues­ son puros de corazón, cuyos cora­
tros bienes a los c pobres!, porque zones están b quebrantados y cuyos
vuestras d riquezas corrompe­ espíritus son contritos, porque ve­
rán vuestras almas; y esta será rán el c reino de Dios que viene con
vuestra lamentación en el día de poder y gran gloria para liberar­
visitación, de juicio y de indig­ los; porque la grosura de la d tierra
nación: ¡La e siega ha pasado, el será suya.
verano ha terminado y mi alma 19 Porque he aquí, el Señor ven­
no se ha salvado! drá, y con él su a galardón; y re­
17 ¡Ay de vosotros los a pobres, compensará a cada hombre, y los
cuyos corazones no están quebran­ pobres se regocijarán;
tados, cuyos espíritus no son con­ 20 y su posteridad a heredará la
tritos y cuyos vientres no están tierra de generación en genera­
satisfechos; cuyas manos no se abs­ ción, para siempre jamás. Y ahora
tienen de echarse sobre los bienes termino de hablaros. Así sea.
ajenos; cuyos ojos están llenos de Amén.

SECCIÓN 57
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Sion, condado
de Jackson, Misuri, el 20 de julio de 1831. De conformidad con el man-
damiento del Señor de viajar a Misuri, donde Él revelaría “la tierra de
vuestra herencia” (sección 52), los élderes habían viajado desde Ohio
hasta el límite occidental de Misuri. José Smith contempló el estado
de los lamanitas y se preguntó: “¿Cuándo florecerá el desierto como
la rosa? ¿Cuándo será edificada Sion en su gloria, y en dónde estará
Tu templo al cual vendrán todas las naciones en los postreros días?”.
Subsiguientemente, recibió esta revelación.
1–3, Independence, Misuri, es el sitio tierras y recibir heredades en esa
para la ciudad de Sion y para el tem- región; 8–16, Sidney Gilbert debe
plo; 4–7, Los santos deben comprar establecer un comercio, William W.
15 a Alma 41:10; 3 Ne. 27:11. Alma 34:33–35; b GEE Corazón
16 a Jer. 17:11; 2 Ne. 9:30. DyC 45:2. quebrantado.
b GEE Limosna. 17 a Mos. 4:24–27; c GEE Reino de Dios o de
c Prov. 14:31; DyC 42:42; 68:30–32. los cielos.
Alma 5:55–56. b GEE Codiciar. d GEE Tierra.
GEE Pobres. 18 a Mateo 5:3, 8; 19 a Apoc. 22:12; DyC 1:10.
d Stg. 5:3. Lucas 6:20; 3 Ne. 12:3. 20 a Mateo 5:5;
e Jer. 8:20; GEE Pobres. DyC 45:56–58.
Doctrina y Convenios 57:1–10 116
Phelps ha de ser impresor y Oliver 6 Y ocupe mi siervo Sidney Gil­
Cowdery debe revisar y preparar el bert el puesto al cual lo he nom­
material para que se publique. brado, para recibir el dinero, ser
a 
agente de la iglesia, comprar
Escuchad, oh élderes de mi igle­ terrenos en todas las regiones
sia, dice el Señor vuestro Dios, circunvecinas, en tanto se haga
vosotros que conforme a mis con rectitud y como lo dicte la
mandamientos os habéis congre­ prudencia.
gado en esta tierra, la a tierra de 7 Y ocupe mi siervo a Edward
b 
Misuri, la cual he señalado y c con­ Partridge el puesto al cual lo he
sagrado para el d recogimiento de nombrado, y b reparta entre los
los santos. santos sus heredades tal como he
2 Por tanto, esta es la tierra pro­ mandado; como también aquellos
metida y el a sitio para la ciudad que él ha nombrado para que le
de b Sion. ayuden.
3  Y así dice el Señor vuestro 8 Y además, de cierto os digo,
Dios, aquí hay sabiduría, si es radíquese en este lugar mi siervo
que queréis recibirla. He aquí, el Sidney Gilbert, y establezca un
lugar que ahora se llama Inde­ comercio para vender sin fraude
pendence es el lugar central; y el mercancías, y obtener dinero, a fin
sitio para el a templo se halla ha­ de comprar terrenos para el bene­
cia el oeste, en un solar no lejos ficio de los santos, así como para
del juzgado. obtener todo lo que necesiten los
4 Por tanto, es prudente que los discípulos para establecerse en sus
santos a compren el terreno y tam­ heredades.
bién toda parcela hacia el oeste, 9 Y también obtenga una licencia
aun hasta la línea que corre di­ mi siervo Sidney Gilbert —he aquí,
rectamente entre el b judío y el en esto hay sabiduría, y el que lee,
gentil; entienda— para enviar mercancías
5 así como todo terreno que co­ también a la gente, por conducto
linda con la llanura, hasta donde de quienes él determine, en cali­
mis discípulos puedan a comprar dad de empleados a su servicio;
terrenos. He aquí, esto es pru­ 10 y de este modo suministre a
dente, a fin de que los b adquieran mis santos, a fin de que se pre­
como herencia eterna. dique mi evangelio a los que se
57 1 a DyC 29:7–8; b GEE Sion. 101:68–74.
45:64–66. 3 a DyC 58:57; 97:15–17. b DyC 56:20.
b DyC 52:42. 4 a DyC 48:4. 6 a DyC 53.
c DyC 61:17. b Es decir, judío se refiere 7 a DyC 58:24.
d GEE Israel — La a los lamanitas, y GEE Partridge,
congregación de gentil, a los pobladores Edward.
Israel. blancos. b DyC 41:9–11;
2 a DyC 28:9; 42:9, 62. 5 a DyC 58:49, 51; 58:14–18.
117 Doctrina y Convenios 57:11–58:1
hallan en a tinieblas y en la región 14 Y así establézcanse en la tie­
de b sombra de muerte. rra de Sion aquellos de quienes
11 Y además, de cierto os digo, he hablado, tan pronto como sea
radíquese en este lugar mi siervo posible, junto con sus familias,
a 
William W. Phelps, y establézcase para cumplir estas cosas tal como
como b impresor de la iglesia. he hablado.
12 Y he aquí, si el mundo recibe 15 Y ahora, concerniente al re­
sus escritos —en esto hay sabidu­ cogimiento: Hagan los prepara­
ría— obtenga con rectitud lo que tivos el obispo y el agente para
él pueda para el bien de los santos. aquellas familias a las cuales se
13 Y ayúdele mi siervo a Oliver ha mandado venir a esta tierra,
Cowdery, tal como yo he man­ tan rápidamente como sea po­
dado, en cualquier lugar que yo sible, y establézcanlas en sus
le indique, a copiar, corregir y se­ heredades.
leccionar, para que todas las cosas 16 Y más tarde se darán instruc­
sean rectas ante mí, y de acuerdo ciones adicionales al resto de los
con lo que el Espíritu confirme por élderes y de los miembros. Así
conducto de él. sea. Amén.

SECCIÓN 58
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Sion, condado
de Jackson, Misuri, el 1º de agosto de 1831. Anteriormente, el primer
domingo después de la llegada del Profeta y su grupo al condado de
Jackson, Misuri, se había efectuado un servicio religioso y se había re-
cibido a dos miembros por medio del bautismo. Durante esa semana,
llegaron, junto con otros, santos de Colesville, procedentes de la rama
de Thompson (véase la sección 54). Muchos anhelaban saber la volun-
tad del Señor concerniente a ellos en ese nuevo sitio de recogimiento.
1–5, Aquellos que soporten la tribu- Señor manda y revoca; 34–43, Para
lación serán coronados con gloria; 6– arrepentirse, los hombres deben con-
12, Los santos deben prepararse para fesar sus pecados y abandonarlos;
las bodas del Cordero y la cena del 44–58, Los santos deben comprar
Señor; 13–18, Los obispos son jueces su heredad y congregarse en Misuri;
en Israel; 19–23, Los santos deben 59–65, Se debe predicar el Evangelio
obedecer las leyes del país; 24–29, a toda criatura.
Los hombres deben emplear su albe-
drío para hacer lo bueno; 30–33, El Escuchad, oh élderes de mi
10 a Isa. 9:2; espirituales. b DyC 58:37, 40–41.
Mateo 4:16. b Sal. 23:4. 13 a GEE Cowdery, Oliver.
GEE Tinieblas 11 a GEE Phelps, William W.
Doctrina y Convenios 58:2–15 118
iglesia, y dad oído a mi palabra, dar testimonio de la tierra so­
y de mí aprended mi voluntad en bre la cual se hallará la a Sion
cuanto a vosotros, y también con­ de Dios;
cerniente a a esta tierra a la cual os 8  y también para que se pre­
he mandado. pare un banquete de manjares
2 Porque de cierto os digo, bien­ suculentos para los a pobres; sí,
aventurado es el que a guarda una fiesta de gruesos tuétanos,
mis mandamientos, sea en vida o de vino b purificado bien refi­
b 
muerte; y el que es c fiel en la d tri­ nado, para que sepa la tierra que
bulación tendrá mayor galardón las palabras de los profetas no
en el reino de los cielos. fallarán;
3 Por lo pronto no podéis ver con 9  sí, una cena de la casa del
vuestros ojos naturales el designio Señor, bien preparada, a la cual
de vuestro a Dios concerniente a las serán convidadas todas las
cosas que vendrán más adelante, naciones.
ni la b gloria que seguirá después 10 Primero los ricos y los instrui­
de mucha tribulación. dos, los sabios y los nobles;
4 Porque tras mucha a tribulación 11 y después viene el día de mi
vienen las b bendiciones. Por tanto, poder; entonces los pobres, los co­
viene el día en que seréis c corona­ jos, los ciegos y los sordos vendrán
dos con mucha d gloria; la hora no a las a bodas del Cordero, y come­
es aún, mas está cerca. rán la b cena del Señor, preparada
5 Recordad esto que os digo de para el gran día que ha de venir.
antemano, para que lo a consideréis 12 He aquí, yo, el Señor, lo he
en el corazón y recibáis lo que está hablado.
por venir. 13 Y para que el a testimonio salga
6 He aquí, de cierto os digo, por de Sion, sí, de la boca de la ciudad
esta causa os he enviado: para que de la herencia de Dios;
seáis obedientes, y vuestros co­ 14 sí, por esta causa os he en­
razones estén a preparados para viado aquí, y he escogido a mi
b 
testificar de las cosas que han de siervo a Edward Partridge y le he
venir; designado su misión en esta tierra.
7 y para que tengáis el honor 15 Pero si no se arrepiente de sus
de poner el fundamento y de pecados, que son la incredulidad
58 1 a DyC 57:1–8. b GEE Bendecido, 8 a GEE Pobres.
2 a Mos. 2:22. bendecir, bendición. b Isa. 25:6.
b 1 Pe. 4:6. c GEE Corona; 11 a Mateo 22:1–14;
c 2 Tes. 1:4. Exaltación. Apoc. 19:9;
d GEE Adversidad. d Rom. 8:17–18; DyC 65:3.
3 a GEE Trinidad. DyC 136:31. b Lucas 14:16–24.
b GEE Gloria. 5 a Deut. 11:18–19. 13 a Miq. 4:2.
4 a Sal. 30:5; 6 a DyC 29:8. 14 a GEE Partridge,
DyC 101:2–7; b GEE Testimonio. Edward.
103:11–14; 109:76. 7 a GEE Sion.
119 Doctrina y Convenios 58:16–29
y la dureza de corazón, cuídese, presentar. He aquí, en esto hay
no sea que a caiga. sabiduría.
16 He aquí, le es designada su 24 Y ahora, según dije concer­
misión, y no se volverá a dar. niente a mi siervo Edward Par­
17 Y el que desempeñe esta mi­ tridge, esta es la tierra de su
sión es nombrado para ser a juez residencia y de los que ha escogido
en Israel, como fue en los días para ser sus consejeros; y también
antiguos, para repartir las tie­ la tierra de la residencia de aquel
rras de la herencia de Dios a sus que he nombrado para encargarse
b 
hijos; de mi a almacén;
18 y para juzgar a su pueblo por 25 por lo tanto, traigan ellos sus
el testimonio de los justos, y con la familias a esta tierra, según lo que
ayuda de sus consejeros, conforme determinen entre sí y conmigo.
a las leyes del reino dadas por los 26 Porque he aquí, no conviene
a 
profetas de Dios. que yo mande en todas las cosas;
19 Pues de cierto os digo que se porque el que es compelido en
guardará mi ley en esta tierra. todo es un siervo a perezoso y no
20 No piense ningún hombre ser sabio; por tanto, no recibe galar­
gobernante; más bien, gobierne dón alguno.
Dios, según el designio de su vo­ 27 De cierto digo que los hombres
luntad, al que juzga, o en otras pa­ deben estar a anhelosamente consa­
labras, al que aconseja o se sienta grados a una causa buena, y hacer
en el tribunal. muchas cosas de su propia volun­
21 Ninguno quebrante las a leyes tad y efectuar mucha b justicia;
del país, porque quien guarda las 28  porque el poder está en
leyes de Dios no tiene necesidad ellos, y en esto vienen a ser sus
de infringir las leyes del país. propios a agentes. Y en tanto que
22 Sujetaos, pues, a las potestades los hombres hagan lo bueno, de
existentes, hasta que reine a aquel ninguna manera perderán su
cuyo derecho es reinar, y someta recompensa.
a todos sus enemigos debajo de 29 Mas el que no hace nada hasta
sus pies. que se le mande, y recibe un man­
23 He aquí, las a leyes que habéis damiento con corazón dudoso, y
recibido de mi mano son las leyes lo cumple desidiosamente, ya es
de la iglesia, y así las habéis de a 
condenado.
15 a 1 Cor. 10:12. AdeF 1:12. DyC 107:99–100.
17 a DyC 107:72–74. GEE Gobierno. 27 a GEE Diligencia;
GEE Obispo. 22 a GEE Jesucristo; Obras.
b GEE Hijos e hijas de Mesías; b O sea, Justicia.
Dios. Milenio. 28 a GEE Albedrío.
18 a GEE Profeta. 23 a GEE Ley. 29 a GEE Condenación,
21 a Lucas 20:22–26; 24 a DyC 51:13; 70:7–11. condenar.
DyC 98:4–10; 26 a Mateo 24:45–51;
Doctrina y Convenios 58:30– 46 120
30 ¿Quién soy yo, que hice ala 
40  Ocupe también mi siervo
hombre, dice el Señor, para tener a 
William W. Phelps el puesto al
sin culpa al que no guarda mis cual lo he nombrado, y reciba su
mandamientos? heredad en la tierra;
31 ¿Quién soy yo, dice el Señor, 41  y también él tiene necesi­
para a prometer y no cumplir? dad de arrepentirse, pues yo,
32  Mando, y los hombres no el Señor, no estoy muy compla­
obedecen; a revoco, y no reciben cido con él, porque pretende so­
la bendición. bresalir, y no es suficientemente
33 Entonces dicen en su cora­ manso delante de mí.
zón: Esta no es la obra del Señor, 42 He aquí, quien se ha a arre­
porque sus promesas no se cum­ pentido de sus pecados es b per­
plen. Pero, ¡ay de tales!, porque donado; y yo, el Señor, c no los
su recompensa yace a abajo, y no recuerdo más.
es de arriba. 43 Por esto podréis saber si un
34 Y ahora os doy instrucciones hombre se arrepiente de sus peca­
adicionales en cuanto a esta tierra. dos: He aquí, los a confesará y los
35 Me es prudente que mi siervo b 
abandonará.
Martin Harris dé un ejemplo a la 44  Y ahora, de cierto digo
iglesia, a entregando su dinero al tocante al resto de los élderes
obispo de ella. de mi iglesia: No llegará en mu­
36 Además, esto es una ley para chos años todavía la hora en que
todo hombre que venga a esta tie­ han de recibir su heredad en
rra para recibir una heredad; y hará esta tierra, a menos que lo de­
con su dinero lo que la ley indique. seen por la oración de fe y eso
37 Y también conviene que se de acuerdo con lo que el Señor
compren terrenos en Indepen­ les señale.
dence para el sitio del almacén y 45 Pues he aquí, ellos a reunirán
también para la a imprenta. al pueblo desde los extremos de
38 Y mi siervo Martin Harris re­ la tierra.
cibirá otras instrucciones del Espí­ 46  Por tanto, congregaos; y
ritu, a fin de que reciba su heredad aquellos que no son nombrados
como bien le parezca; para quedarse en esta tierra, pre­
39 y arrepiéntase de sus peca­ diquen el evangelio en las regiones
dos, pues busca la a alabanza del inmediatas; y vuelvan después a
mundo. sus hogares.
30 a Isa. 45:9–10; DyC 121:34–37. GEE Confesar,
Hel. 12:6. 40 a GEE Phelps, William W. confesión.
31 a DyC 1:37–38; 82:10. 42 a GEE Arrepentimiento, b DyC 82:7.
32 a DyC 56:3–4. arrepentirse. 45 a Deut. 33:17.
33 a DyC 29:45. b Isa. 1:18. GEE Israel — La
35 a DyC 42:30–32. GEE Perdonar. congregación de
37 a DyC 57:11–12. c Isa. 43:25. Israel.
39 a 2 Ne. 26:29; 43 a DyC 19:20; 64:7.
121 Doctrina y Convenios 58:47–60
47 Prediquen por el camino y 54 Y además, si se obtienen te­
a 
den testimonio de la verdad en rrenos, mándense obreros de
todo lugar, llamando al arrepen­ toda clase a esta tierra, para tra­
timiento al rico, al noble y al ple­ bajar por el bien de los santos
beyo, y al pobre. de Dios.
48 Y establezcan a iglesias, si se 55 Háganse todas estas cosas con
arrepienten los habitantes de la orden; y anuncie el obispo o el
tierra. agente de la iglesia los privile­
49 Y por la voz de la iglesia, nóm­ gios de las tierras, de cuando en
brese un agente para la iglesia en cuando.
Ohio, para que reciba dinero a fin 56 Y hágase la obra del recogi­
de comprar tierras en a Sion. miento no con prisa ni huyendo,
50 Y le doy a mi siervo Sidney sino como lo aconsejen los élderes
Rigdon el mandamiento de a escri­ de la iglesia en las conferencias,
bir una descripción de la tierra de de acuerdo con el conocimiento
Sion y una declaración de la volun­ q u e re c i b a n d e c u a n d o e n
tad de Dios, según se lo manifieste cuando.
el Espíritu; 57 Y consagre y dedique esta
51  asimismo, una epístola y tierra al Señor, mi siervo Sidney
una subscripción que serán pre­ Rigdon, así como el sitio para el
sentadas en todas las a iglesias, a 
templo.
a fin de obtener dinero que se 58 Y convóquese una conferen­
pondrá en manos del obispo, en cia; y habiéndose hecho, regre­
manos de él o del agente, como sen mis siervos Sidney Rigdon
mejor le parezca o él lo indique, y José Smith, hijo, y acompáñe­
para comprar tierras que sean los también Oliver Cowdery, para
una heredad para los hijos de cumplir lo que resta de la obra
Dios. que les he señalado en su pro­
52  Porque he aquí, de cierto pia tierra, y lo demás conforme
os digo, el Señor quiere que a lo que se a determinare en las
los discípulos y los hijos de los conferencias.
hombres abran su corazón, aun 59 Y ningún hombre regrese de
hasta comprar todos los terre­ esta tierra sin a dar testimonio por
nos de esta región, en cuanto el camino de lo que sabe y de cierto
sea posible. cree.
53 He aquí, en esto hay sabiduría. 60 Quítese a Ziba Peterson lo que
Hagan esto, no sea que no reciban le ha sido conferido, y permanezca
a 
herencia, sino por el derrama­ como miembro de la iglesia, y obre
miento de sangre. con sus propias manos, junto con
47 a DyC 68:8. 50 a DyC 63:55–56. 97:10–17.
48 a Es decir, ramas de la 51 a O sea, unidades. 58 a GEE Común acuerdo.
Iglesia. 53 a DyC 63:27–31. 59 a GEE Testimonio.
49 a GEE Sion. 57 a DyC 57:3; 84:3–5, 31;
Doctrina y Convenios 58:61–59:3 122
los hermanos, hasta que sea su­ 63 Y también vuelvan ellos, pre­
ficientemente a disciplinado por dicando el evangelio por el ca­
todos sus pecados; porque no los mino, testificando acerca de las
confiesa, y piensa esconderlos. cosas que les son reveladas.
61 Convoquen también una con­ 64 Porque en verdad, el pregón
ferencia en esta tierra los demás tiene que salir desde este lugar
élderes de esta iglesia que vienen a todo el mundo y a los lejanos
acá, algunos de los cuales son extremos de la tierra; el evange­
extremadamente bendecidos, sí, lio ha de ser a predicado a toda
sobremanera. criatura, y las b señales seguirán a
62  Y dirija mi siervo Edward los que crean.
Partridge la conferencia que ellos 65 Y he aquí, el Hijo del Hombre
efectúen. a 
viene. Amén.

SECCIÓN 59
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Sion, condado
de Jackson, Misuri, el 7 de agosto de 1831. Antes de esta revelación,
se consagró la tierra, como el Señor lo había mandado, y se dedicó el
sitio para el futuro templo. En el día en que se recibió esta revelación,
falleció Polly Knight, la esposa de Joseph Knight, padre; ella fue el pri-
mer miembro de la Iglesia que murió en Sion. Los primeros miembros
se referían a esta revelación como “la instrucción a los santos sobre la
forma de guardar el día de reposo, y el modo de ayunar y orar”.
1–4, Los santos fieles de Sion serán en mi gloria, de acuerdo con mis
bendecidos; 5–8, Han de amar y servir mandamientos.
al Señor y guardar Sus mandamien- 2 Porque los que vivan a hereda­
tos; 9–19, al santificar el día del Señor, rán la tierra; y los que b mueran
los santos son bendecidos temporal y descansarán de todos sus trabajos,
espiritualmente; 20–24, Se promete a y sus obras los seguirán; y recibi­
los justos paz en este mundo y vida rán una c corona en las d mansio­
eterna en el mundo venidero. nes de mi Padre que he preparado
para ellos.
He aquí, dice el Señor, benditos son 3 Sí, benditos son aquellos cu­
aquellos que han subido a esta tie­ yos pies descansan sobre la tierra
rra con la a mira puesta únicamente de Sion, que han obedecido mi
60 a GEE Castigar, castigo. DyC 88:67. c GEE Corona;
64 a GEE Predicar. 2 a Mateo 5:5; Exaltación.
b GEE Señal. DyC 63:20, 48–49. d Juan 14:2;
65 a GEE Segunda venida b Apoc. 14:13. DyC 72:4; 76:111; 81:6;
de Jesucristo. GEE Muerte física; 98:18.
59 1 a Mateo 6:22–24; Paraíso.
123 Doctrina y Convenios 59:4–16
evangelio; porque recibirán como día que se te ha señalado para des­
recompensa las cosas buenas de cansar de tus obras y a rendir tus
la tierra, la cual producirá con su devociones al Altísimo;
a 
fuerza. 11 sin embargo, tus votos se ofre­
4 Y también serán coronados con cerán en rectitud todos los días y
bendiciones de arriba, sí, y con a todo tiempo;
mandamientos no pocos, y con 12 pero recuerda que en este, el
a 
revelaciones a su tiempo, aque­ día del Señor, ofrecerás tus a ofren­
llos que son b fieles y c diligentes das y tus sacramentos al Altísimo,
delante de mí. b 
confesando tus pecados a tus her­
5 Por tanto, les doy un manda­ manos, y ante el Señor.
miento que dice así: a Amarás al 13 Y en este día no harás ninguna
Señor tu Dios con todo tu b cora­ otra cosa sino preparar tus alimen­
zón, alma, mente y fuerza; y en el tos con sencillez de corazón, a fin
nombre de Jesucristo lo c servirás. de que tus a ayunos sean perfectos,
6 Amarás a tu a prójimo como a ti o en otras palabras, que tu b gozo
mismo. No b hurtarás; no cometerás sea cabal.
c 
adulterio; no d matarás, ni harás 14 De cierto, esto es ayunar y
ninguna cosa semejante. orar, o en otras palabras, regoci­
7 Darás las a gracias al Señor tu jarse y orar.
Dios en todas las cosas. 15 Y si hacéis estas cosas con a ac­
8 Ofrecerás un a sacrificio al Señor ción de gracias, con b corazones y
tu Dios en b rectitud, sí, el de un semblantes c alegres, no con mucha
corazón quebrantado y un c espí­ d 
risa, porque esto es pecado, sino
ritu contrito. con corazones felices y semblan­
9 Y para que más íntegramente te tes alegres,
conserves a sin mancha del mundo, 16  de cierto os digo, que si
irás a la casa de oración y ofrecerás hacéis esto, la abundancia de la
tus sacramentos en mi b día santo; tierra será vuestra, las bestias
10 porque, en verdad, este es un del campo y las aves del cielo, y
3 a Gén. 4:12; hurtar, hurto. tiempo, de los talentos
Moisés 5:37. c GEE Adulterio. o de los bienes de una
4 a DyC 42:61; 76:7; 98:12; d GEE Asesinato. persona al servicio de
121:26–29. 7 a Sal. 92:1; Alma 37:37; Dios y del prójimo.
GEE Revelación. DyC 46:32. GEE Sacrificios.
b GEE Dignidad, digno. GEE Acción de b GEE Confesar,
c GEE Diligencia. gracias, agradecido, confesión.
5 a Deut. 11:1; agradecimiento. 13 a GEE Ayunar, ayuno.
Mateo 22:37; 8 a GEE Sacrificios. b GEE Gozo.
Moro. 10:32; b GEE Rectitud, recto. 15 a GEE Acción de
DyC 20:19. c GEE Corazón gracias, agradecido,
GEE Amor. quebrantado. agradecimiento.
b GEE Corazón. 9 a Stg. 1:27. b Prov. 17:22.
c GEE Servicio. b GEE Día de reposo. c Éx. 25:2;
6 a GEE Hermandad. 10 a GEE Adorar. DyC 64:34.
b GEE Robar, robo, 12 a Es decir, ofrendas del d DyC 88:69.
Doctrina y Convenios 59:17–60:2 124
lo que trepa a los árboles y anda para usarse con juicio, no en ex­
sobre la tierra; ceso, ni por extorsión.
17 sí, y la hierba y las cosas bue­ 21 Y en nada a ofende el hombre
nas que produce la tierra, ya sea a Dios, ni contra ninguno está en­
para alimento, o vestidura, o ca­ cendida su ira, sino contra aque­
sas, alfolíes, huertos, jardines llos que b no confiesan su mano
o viñas; en todas las cosas y no obedecen
18 sí, todas las cosas que de la sus mandamientos.
a 
tierra salen, en su sazón, son he­ 22 He aquí, esto va de acuerdo
chas para el beneficio y el uso a la ley y los profetas; por tanto,
del hombre, tanto para agra­ no me molestéis más en cuanto a
dar la vista como para alegrar el este asunto.
corazón; 23 Aprended, más bien, que el
19 sí, para ser alimento y vesti­ que hiciere obras a justas recibirá
dura, para gustar y oler, para vi­ su b galardón, sí, la c paz en este
gorizar el cuerpo y animar el alma. mundo, y la d vida eterna en el
20 Y complace a Dios haber dado mundo venidero.
todas estas cosas al hombre; por­ 24 Yo, el Señor, lo he hablado, y
que para este fin fueron creadas, el Espíritu da testimonio. Amén.

SECCIÓN 60
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Independence,
condado de Jackson, Misuri, el 8 de agosto de 1831. En esa ocasión,
los élderes que habían viajado al condado de Jackson y participaron
en la dedicación de la tierra y del sitio del templo deseaban saber qué
debían hacer.
1–9, Los élderes han de predicar el volver con presteza a la tierra de
Evangelio entre las congregaciones donde vinieron: He aquí, me com­
de los inicuos; 10–14, No deben des- place que hayáis venido acá;
perdiciar el tiempo, ni esconder sus 2 mas con algunos no estoy muy
talentos; 15–17, Pueden lavar sus complacido, porque no quieren
pies como testimonio en contra de abrir su a boca, sino que b esconden
aquellos que rechacen el Evangelio. el talento que les he dado, a causa
del c temor de los hombres. ¡Ay de
He aquí, así dice el Señor a los estos!, porque mi enojo está encen­
élderes de su iglesia que han de dido en contra de ellos.
18 a GEE Tierra. bendecir, bendición. b Lucas 8:16, 18.
21 a GEE Ofender. c Mateo 11:28–30. c Mateo 25:14–30.
b Job 1:21. GEE Paz. GEE Temor — Temor al
23 a GEE Justo. d DyC 14:7. hombre.
b GEE Bendecido, 60 2 a Efe. 6:19–20.
125 Doctrina y Convenios 60:3–17
3 Y acontecerá que si no me son imparta mi siervo a Edward Par­
más fieles, les será a quitado aun tridge una porción a mis élderes
lo que tienen. a quienes se ha mandado regresar;
4 Porque yo, el Señor, reino en 11 y el que pueda, repóngalo
los cielos y entre las a huestes de la por medio del agente; y al que no
tierra; y en el día en que yo inte­ pueda, no se le exigirá.
gre mis b joyas, todos los hombres 12 Y ahora, hablo del resto que
sabrán qué es lo que declara el ha de venir a esta tierra.
poder de Dios. 13 He aquí, se les ha enviado a
5 Mas de cierto, os hablaré con­ predicar mi evangelio entre las
cerniente a vuestro viaje a la tierra congregaciones de los inicuos; por
de donde vinisteis. Hágase o cóm­ tanto, les doy este mandamiento:
prese un barco, según os parezca No a desperdiciarás tu tiempo, ni
bien, a mí me es igual, y empren­ esconderás tu b talento en la tierra
ded vuestro viaje con presteza al para que no sea conocido.
lugar llamado Saint Louis. 14 Y después que hayas subido
6  Y de allí viajen mis sier­ a la tierra de Sion, y hayas pro­
vos Sidney Rigdon, José Smith, clamado mi palabra, volverás
hijo, y Oliver Cowdery hasta pronto, proclamando mi palabra
Cincinnati; entre las congregaciones de los
7 y alcen la voz en este lugar y impíos, no con prisa, ni con a ira ni
declaren mi palabra a viva voz, contención.
sin ira ni duda, alzando manos 15 Y sacudirás el a polvo de tus
santas sobre ellos. Porque puedo pies contra aquellos que no te re­
haceros a santos, y os son b perdo­ ciban, no en su presencia, no sea
nados vuestros pecados. que los provoques, sino en secreto;
8 Y salgan de Saint Louis los de­ y lava tus pies como testimonio en
más, de dos en dos, y prediquen contra de ellos en el día del juicio.
la palabra, no con prisa, entre las 16 He aquí, esto os es suficiente,
congregaciones de los impíos, y es la voluntad del que os ha
hasta que vuelvan a las a iglesias enviado.
de donde vinieron. 17 Y por boca de mi siervo José
9 Y todo esto por el bien de las Smith, hijo, será manifestado lo
iglesias; para este objeto los he concerniente a Sidney Rigdon y
mandado. a Oliver Cowdery. El resto, más
10 Y del dinero que yo le he dado, tarde. Así sea. Amén.
3 a Mar. 4:25; b GEE Perdonar. DyC 82:18.
DyC 1:33. 8 a O sea, unidades. 14 a Prov. 14:29.
4 a Alma 43:50. 10 a GEE Partridge, 15 a Mateo 10:14;
b Isa. 62:3; Edward. Lucas 9:5;
Zac. 9:16; 13 a DyC 42:42. Hech. 13:51;
Mal. 3:17; GEE Ociosidad, DyC 24:15; 75:20;
DyC 101:3. ocioso. 84:92.
7 a GEE Santidad. b Mateo 25:24–30;
Doctrina y Convenios 61:1–10 126
SECCIÓN 61
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a orillas del río
Misuri, en McIlwaine’s Bend, el 12 de agosto de 1831. En su viaje de
regreso a Kirtland, el Profeta y diez élderes habían viajado por el río
Misuri en canoas. Al tercer día del viaje, tropezaron con muchos pe-
ligros. El élder William W. Phelps, en una visión a la luz del día, vio
al destructor andar con poder sobre la faz de las aguas.
1–12, El Señor ha decretado muchas para que deis testimonio; he
destrucciones sobre las aguas; 13–22, aquí, hay muchos peligros sobre
Juan maldijo las aguas, y el destruc- las aguas, y especialmente desde
tor anda sobre la faz de ellas; 23–29, ahora en adelante;
Algunos tienen poder para mandar 5  porque yo, el Señor, he de­
a las aguas; 30–35, Los élderes han cretado en mi ira muchas des­
de viajar de dos en dos y predicar el trucciones sobre las aguas; sí, y
Evangelio; 36–39, Deben prepararse especialmente sobre estas.
para la venida del Hijo del Hombre. 6 No obstante, toda carne está
en mi mano, y el que de entre
He aquí, escuchad la voz del que vosotros sea fiel no perecerá en
tiene todo a poder, que es de eter­ el agua.
nidad en eternidad, el b Alfa y la 7 Conviene, pues, que mis sier­
Omega, el principio y el fin. vos Sidney Gilbert y a William W.
2  He aquí, de cierto os dice Phelps salgan rápidamente para
el Señor, oh élderes de mi igle­ cumplir con su encargo y misión.
sia que os habéis congregado en 8 Sin embargo, no os permití salir
este lugar, cuyos pecados ahora sino hasta que fueseis a disciplina­
os son perdonados, porque yo, dos por todos vuestros pecados, a
el Señor, a perdono los pecados y fin de que seáis uno y no perezcáis
soy b misericordioso con aquellos en la b maldad;
que los c confiesan con corazones 9 mas ahora, de cierto os digo, es
humildes; mi voluntad que os separéis. Por
3 mas de cierto os digo, que no tanto, tomen a sus compañeros an­
es menester que esta compañía en­ teriores mis siervos Sidney Gilbert
tera de mis élderes viaje con prisa y William W. Phelps, y emprendan
sobre las aguas, mientras los habi­ su viaje con prisa para cumplir
tantes de ambos lados perecen en su misión, y por medio de la fe
la incredulidad. vencerán;
4 No obstante, lo he permitido 10 y si son fieles, serán preser­
61 1 a GEE Poder. b GEE Misericordia, 7 a GEE Phelps, William W.
b GEE Alfa y Omega. misericordioso. 8 a GEE Castigar, castigo.
2 a Mos. 4:10–11. c GEE Confesar, b GEE Inicuo, iniquidad.
GEE Perdonar. confesión.
127 Doctrina y Convenios 61:11–28
vados; y yo, el Señor, estaré con 20 Yo, el Señor, estuve enojado
ellos. ayer con vosotros, mas hoy se ha
11 Y tomen los otros lo que nece­ apartado mi ira.
siten de ropa. 21 Por tanto, tocante a aque­
12 Lleve consigo mi siervo Sid­ llos de quienes he dicho que
ney Gilbert lo que no hace falta, salgan con prisa, de nuevo os
según lo que acordéis. digo, emprendan su viaje cuanto
13 Y ahora bien, he aquí, os di un antes.
a 
mandamiento sobre estas cosas 22 Y después de un corto tiempo,
para vuestro b bien; y yo, el Señor, si cumplen su misión, a mí me es
razonaré con vosotros como con igual que vayan por agua o por
los hombres en la antigüedad. tierra; hágase conforme a lo que
14 He aquí, yo, el Señor, en el más tarde les sea manifestado, se­
principio bendije las a aguas; mas gún su criterio.
en los postreros días, b maldije las 23 Y ahora, concerniente a mis
aguas por boca de mi siervo Juan. siervos Sidney Rigdon, José
15 Por lo que, vendrán días en Smith, hijo, y Oliver Cowdery: No
que ninguna carne estará a salvo viajen otra vez sobre las aguas,
sobre las aguas. salvo por el canal, al ir a sus
16 Y se dirá en días venideros hogares; o en otras palabras, no
que nadie puede subir a la tierra viajarán sobre las aguas, sino por
de Sion sobre las aguas, salvo el el canal.
que es recto de corazón. 24  He aquí, yo, el Señor, he
17 Y así como yo, el Señor, en el señalado a mis santos la manera
principio a maldije la tierra, así en de viajar, y he aquí, esta es la
los últimos días la he bendecido, manera: Después de partir del
en su tiempo, para el uso de mis canal, irán por tierra, por cuanto
santos, a fin de que participen de se les ha mandado viajar y subir a
su grosura. la tierra de Sion;
18 Y ahora os doy un manda­ 25 y harán como los hijos de Is­
miento, y lo que digo a uno lo digo rael, a asentando su campamento
a todos, de prevenir a vuestros her­ por el camino.
manos concerniente a estas aguas, 26 Y he aquí, daréis este manda­
para que no viajen sobre ellas, no miento a todos vuestros hermanos.
sea que se debilite su fe y caigan 27 No obstante, a quien se dé
en trampas; a 
poder para mandar a las aguas,
19 yo, el Señor, he decretado, y a este le hará el Espíritu conocer
el destructor anda sobre la faz de todos sus caminos;
las aguas, y no revoco el decreto. 28  por tanto, haga lo que el
13 a
GEE Mandamientos 14 a Gén. 1:20. 25 a Núm. 9:18.
de Dios. b Apoc. 8:8–11. 27 a GEE Poder;
b DyC 21:6. 17 a Moisés 4:23. Sacerdocio.
Doctrina y Convenios 61:29–39 128
Espíritu del Dios viviente le mande, 34 Y si hacen esto, limpiarán sus
a 

bien sea sobre la tierra o sobre las vestidos y quedarán sin mancha
aguas, según lo que yo me pro­ ante mí.
ponga hacer de ahora en adelante. 35  Y viajen juntos, o de a dos
29 Y a vosotros os es manifestado en dos, como les parezca mejor,
el curso, o sea, la vía por la que pero no se separen mis siervos
han de viajar los santos del cam­ Reynolds Cahoon y Samuel H.
pamento del Señor. Smith, con quienes estoy muy
30 Y además, de cierto os digo, complacido, hasta que lleguen a
mis siervos Sidney Rigdon, José sus hogares, y esto para un sabio
Smith, hijo, y Oliver Cowdery, no propósito mío.
han de abrir su boca entre las con­ 36 Y ahora de cierto os digo, y
gregaciones de los inicuos, sino lo que digo a uno lo digo a todos:
hasta que lleguen a Cincinnati; Sed de buen ánimo, a hijitos, por­
31 y en ese lugar alzarán sus vo­ que estoy en b medio de vosotros,
ces a Dios contra esa gente, sí, a y no os he c abandonado;
aquel cuya ira está encendida en 37 y por cuanto os habéis hu­
contra de su maldad, un pueblo millado ante mí, vuestras son las
casi a maduro para la destrucción. bendiciones del a reino.
32 Y de allí vayan ellos a las con­ 38 Ceñid vuestros lomos, y sed
gregaciones de sus hermanos, por­ a 
vigilantes y sensatos, mirando
que ahora mismo sus obras hacen hacia la venida del Hijo del Hom­
más falta entre ellos que entre las bre, porque viene a la hora que
congregaciones de los impíos. no pensáis.
33 Y ahora, concerniente a los 39  a Orad siempre para que no
demás, viajen y a declaren la pa­ entréis en b tentación, a fin de que
labra entre las congregaciones podáis aguantar el día de su ve­
de los inicuos, a medida que sea nida, ya sea en vida o en muerte.
manifestada. Así sea. Amén.

SECCIÓN 62
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta, a orillas del río
Misuri, en Chariton, Misuri, el 13 de agosto de 1831. En ese día, el
Profeta y su grupo, que viajaban de Independence a Kirtland, encon-
traron a varios élderes que se dirigían a la tierra de Sion, y, después
de saludos gozosos, el Profeta recibió esta revelación.
31 a Alma 37:31; Hel. 13:14; Mos. 2:28. 1 Ne. 21:14–15.
DyC 101:11. 35 a GEE Obra misional. 37 a DyC 50:35.
33 a GEE Predicar; 36 a Juan 13:33. 38 a GEE Atalaya, atalayar.
Testificar. b Mateo 18:20. 39 a GEE Oración.
34 a 2 Ne. 9:44; Jacob 2:2; c Isa. 41:15–17; b GEE Tentación, tentar.
129 Doctrina y Convenios 62:1–9
1–3, Los testimonios quedan escritos 5 Y entonces podréis volver para
en los cielos; 4–9, Los élderes deben testificar, sí, ya sea juntos, o de dos
viajar y predicar según su juicio y en dos, como os parezca bien, a mí
conforme los dirija el Espíritu. me es igual; solamente sed fieles
y a declarad las buenas nuevas a
He aquí, escuchad, oh élderes de los habitantes de la tierra, o entre
mi iglesia, dice el Señor, vuestro las congregaciones de los inicuos.
Dios, sí, Jesucristo, vuestro a inter­ 6 He aquí, yo, el Señor, os he con­
cesor, que conoce las flaquezas del gregado para que se cumpla la
hombre y sabe cómo b socorrer a los promesa de que los fieles de entre
que son c tentados. vosotros serían preservados y se
2 Y de cierto, mis ojos están sobre regocijarían juntos en la tierra de
los que todavía no han subido a la Misuri. Yo, el Señor, prometo a los
tierra de Sion; por tanto, vuestra fieles y no puedo a mentir.
misión no se ha cumplido aún. 7 Yo, el Señor, estoy dispuesto,
3 Sin embargo, benditos sois, por­ y si alguno de vosotros desea ir
que el a testimonio que habéis dado a caballo, o en mula, o por carro,
se ha b escrito en el cielo para que lo recibirá esta bendición, si la recibe
vean los ángeles; y ellos se regoci­ de mano del Señor con un corazón
jan a causa de vosotros, y vuestros a 
agradecido en todas las cosas.
c 
pecados os son perdonados. 8 Queda en vosotros hacer estas
4  Y ahora, continuad vuestro cosas según vuestro juicio y las
viaje. Congregaos en la tierra de indicaciones del Espíritu.
a 
Sion; y efectuad una reunión y 9 He aquí, el a reino es vuestro; y
regocijaos juntos, y ofreced un sa­ estoy siempre b con los fieles. Así
cramento al Altísimo. sea. Amén.

SECCIÓN 63
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland,
Ohio, el 30 de agosto de 1831. El Profeta, Sidney Rigdon y Oliver
Cowdery habían llegado a Kirtland el 27 de agosto, tras su visita a
Misuri. En la historia de José Smith se describe esta revelación: “En
estos días de la infancia de la Iglesia, había un gran anhelo de recibir
la palabra del Señor concerniente a todo asunto que de alguna ma-
nera se relacionara con nuestra salvación; y por ser la tierra de Sion el
62 1 a DyC 45:3–4. GEE Testimonio. 7 a GEE Acción de
GEE Abogado. b GEE Libro de la vida. gracias, agradecido,
b Heb. 2:18; c DyC 84:61. agradecimiento.
Alma 7:12. 4 a DyC 57:1–2. 9 a DyC 61:37.
c GEE Tentación, tentar. 5 a GEE Obra misional. b Mateo 28:20.
3 a Lucas 12:8–9. 6 a Éter 3:12.
Doctrina y Convenios 63:1–11 130
objeto temporal más importante del momento ante nosotros, le pedí al
Señor más información sobre el recogimiento de los santos, la compra
de terrenos y otros asuntos”.
1–6, Un día de ira sobrevendrá a 3 que tiene a bien tomar a los que
los inicuos; 7–12, Las señales vie- quiere a tomar, y preservar en vida
nen por la fe; 13–19, Los de cora- a los que quiere preservar;
zón adúltero negarán la fe y serán 4 que edifica de acuerdo con su
arrojados al lago de fuego; 20, Los propia voluntad y placer; y des­
fieles recibirán una herencia sobre truye cuando le place, y tiene po­
la tierra transfigurada; 21, No se ha der para echar el alma al infierno.
revelado aún el relato completo de los 5 He aquí, yo, el Señor, emito mi
acontecimientos acaecidos sobre el voz, y será obedecida.
monte de la Transfiguración; 22–23, 6 Por tanto, de cierto digo: Cuí­
Los obedientes reciben los misterios dese el inicuo, y el rebelde tema y
del reino; 24–31, Se han de comprar tiemble, y selle sus labios el incré­
tierras o heredades en Sion; 32–35, dulo, porque el a día de la ira les
El Señor decreta guerras, y los ini- sobrevendrá como b torbellino, y
cuos matan a los inicuos; 36–48, Los toda carne c sabrá que yo soy Dios.
santos se han de congregar en Sion y 7  Y aquel que buscare seña­
proporcionar dinero para edificarla; les verá a señales, mas no para
49–54, Se aseguran las bendiciones salvación.
sobre los fieles en la Segunda Ve- 8 En verdad os digo que hay en­
nida, en la Resurrección y durante tre vosotros quienes buscan seña­
el Milenio; 55–58, Este es un día de les, y los ha habido aun desde el
amonestación; 59–66, Aquellos que principio;
usan el nombre del Señor sin auto- 9 pero he aquí, la fe no viene por
ridad lo toman en vano. las señales, mas las señales siguen
a los que creen.
Escuchad, oh pueblo, abrid vues­ 10 Sí, las señales vienen por la a fe,
tro corazón y dad oído desde le­ no por la voluntad de los hombres,
jos; escuchad, vosotros los que os ni como les plazca, sino por la vo­
llamáis el pueblo del Señor, oíd su luntad de Dios.
palabra y su voluntad concerniente 11 Sí, las señales vienen por la
a vosotros. fe para producir obras podero­
2 Sí, en verdad os digo, escuchad sas, porque sin a fe ningún hom­
la voz de aquel cuya ira está en­ bre agrada a Dios; y con el que
cendida en contra de los inicuos Dios está enojado, no está bien
y los a rebeldes; complacido; por tanto, a estos no
63 2 a GEE Rebelión. Jesucristo. GEE Señal.
3 a GEE Muerte física. b Jer. 30:23. 10 a Moro. 7:37.
6 a GEE Justicia; c Isa. 49:26. GEE Fe.
Segunda venida de 7 a DyC 46:9. 11 a Heb. 11:6.
131 Doctrina y Convenios 63:12–24
muestra señales, sino en b ira para hechicero, tendrán su parte en ese
su c condenación. d 
lago que arde con fuego y azufre,
12 Por tanto, yo, el Señor, no estoy que es la e segunda muerte.
complacido con los que de entre 18  De cierto digo, que estos
vosotros han buscado señales y no tendrán parte en la a primera
prodigios para lograr la fe, y no en resurrección.
bien de los hombres para mi gloria. 19 Y ahora bien, he aquí, yo, el
13 Sin embargo, doy mandamien­ Señor, os digo que no sois a justifi­
tos, y muchos se han apartado de cados, porque estas cosas existen
mis mandamientos y no los han entre vosotros.
guardado. 20 Sin embargo, el que a perse­
14 Hubo entre vosotros a adúlteros vere con fe y haga mi voluntad,
y adúlteras, algunos de los cuales vencerá; y recibirá una b herencia
se han apartado de vosotros, y to­ sobre la tierra cuando venga el día
davía permanecen otros que más de la transfiguración;
adelante serán descubiertos. 21 cuando la a tierra sea b transfi­
15 Cuídense los tales, y arrepién­ gurada según el modelo que les
tanse cuanto antes, no sea que el fue mostrado a mis apóstoles so­
juicio venga sobre ellos como un bre el c monte, relato cuya plenitud
ardid, y se manifieste su insensa­ todavía no habéis recibido.
tez, y sus obras los sigan ante los 22 Y ahora, de cierto os digo,
ojos del pueblo. como dije que os haría saber mi
16 Y de cierto os digo, como ya voluntad a vosotros, he aquí, os
he dicho, el que a mira a una mujer la daré a conocer, no por vía de
para b codiciarla, o si alguien co­ mandamiento, porque hay mu­
mete c adulterio en su corazón, no chos que no procuran guardar mis
tendrá el Espíritu, sino que negará mandamientos.
la fe y temerá. 23 Mas a quien guarde mis man­
17 Por lo que, yo, el Señor, he damientos concederé los a misterios
dicho que los a temerosos, los in­ de mi reino, y serán en él un ma­
crédulos, y todos los b mentirosos nantial de b aguas vivas que c brota
y quienquiera que ame y c obre para vida sempiterna.
la mentira, y el fornicario y el 24  Y ahora bien, he aquí, la
11 b DyC 35:11. 2 Ne. 9:8–19, 26; 28:23; 21 a GEE Tierra — El estado
c DyC 88:65. Jacob 6:10; final de la tierra.
14 a DyC 42:24–25. Alma 12:16–18; b GEE Mundo — El fin
16 a Mateo 5:27–28; DyC 76:36. del mundo.
DyC 42:23–26. GEE Infierno. c Mateo 17:1–3.
b GEE Concupiscencia. e GEE Muerte espiritual. 23 a Alma 12:9–11;
c GEE Adulterio. 18 a Apoc. 20:6. DyC 42:61; 84:19;
17 a Apoc. 21:8. 19 a GEE Justificación, 107:18–19.
b GEE Mentiras. justificar. b GEE Agua(s) viva(s).
c Apoc. 22:15; 20 a DyC 101:35. c Juan 4:14.
DyC 76:103. b Mateo 5:5;
d Apoc. 19:20; DyC 59:2; 88:25–26.
Doctrina y Convenios 63:25–39 132
voluntad del Señor vuestro Dios 33 He jurado en mi ira y he de­
concerniente a sus santos es que cretado a guerras sobre la faz de la
se reúnan juntamente en la tie­ tierra, y los inicuos matarán a los
rra de Sion, no con prisa, no sea inicuos, y el temor se apoderará
que haya confusión, lo cual trae de todo hombre;
pestilencia. 34 y también los a santos ape­
25 He aquí la tierra de a Sion. Yo, nas escaparán; sin embargo,
el Señor, la tengo en mis propias yo, el Señor, estoy con ellos,
manos; y b descenderé en el cielo, de la
26  no obstante, yo, el Señor, presencia de mi Padre, y a los c mal­
doy a a César las cosas que son de vados los consumiré con d fuego
César. inextinguible.
27 Por tanto, yo, el Señor, quiero 35 Y he aquí, esto no es aún, sino
que compréis las tierras, para ya pronto.
que aventajéis al mundo y ten­ 36 Por tanto, viendo que yo, el
gáis derecho sobre él, a fin de que Señor, he decretado todas estas co­
los del mundo no sean agitados sas sobre la faz de la tierra, quiero
a la ira. que mis santos se congreguen en
28 Porque a Satanás agita sus co­ la tierra de Sion;
razones a la ira contra vosotros, y 37 y que todo hombre tome la
al derramamiento de sangre. a 
rectitud en sus manos y la fide­
29 Por tanto, la tierra de Sion no lidad sobre sus lomos, y levante
se obtendrá sino por compra o por la b voz de amonestación a los ha­
sangre, de otra manera no habrá bitantes de la tierra; y declare,
heredad para vosotros. tanto por palabra como por fuga,
30 Y si fuere por compra, he aquí, que la c desolación sobrevendrá
benditos sois; a los inicuos.
31  y si fuere por sangre, por 38 Por tanto, arreglen sus asun­
cuanto os es vedado verter sangre, tos temporales mis discípulos
he aquí, vuestros enemigos estarán de Kirtland, que moran en esta
sobre vosotros, y seréis azotados granja.
de ciudad en ciudad y de sinagoga 39  Disponga del terreno mi
en sinagoga, y no quedarán sino siervo Titus Billings, quien lo
pocos para recibir una heredad. tiene a su cargo, a fin de estar
32 Yo, el Señor, estoy enojado con preparado para hacer su viaje a
los inicuos; les niego mi Espíritu a la tierra de Sion la primavera en­
los habitantes de la tierra. trante, junto con los que moran
25 a GEE Sion. 34 a GEE Santo (sustantivo). 101:23–25, 66.
26 a Lucas 20:25; b GEE Segunda venida de GEE Inicuo, iniquidad.
DyC 58:21–23. Jesucristo. d GEE Fuego.
GEE Gobierno. c Mateo 3:12; 37 a GEE Rectitud, recto.
28 a GEE Diablo. 2 Ne. 26:6; b DyC 1:4.
33 a GEE Guerra. DyC 45:57; 64:24; c Isa. 47:11.
133 Doctrina y Convenios 63:40–53
sobre dicho terreno, salvo aque­ 47 El que sea a fiel y persevere,
llos que yo reserve para mí, los vencerá al mundo.
cuales no saldrán hasta que yo les 48 El que mande tesoros a la tie­
mande. rra de Sion recibirá una a herencia
40 Y remítase a la tierra de Sion en este mundo, y sus obras lo se­
todo el dinero disponible, ya guirán, y además, un galardón en
sea mucho o poco, me es igual, el mundo venidero.
a quienes he nombrado para 49  Sí, y bienaventurados los
recibirlo. muertos que a mueran en el Señor
41 He aquí, yo, el Señor, daré desde ahora en adelante. Cuando
poder a mi siervo José Smith, el Señor venga, y las cosas vie­
hijo, para que pueda a discernir, jas b dejen de ser, y todas las cosas
por medio del Espíritu, a los que se tornen nuevas, se c levantarán
han de subir a la tierra de Sion, y de los muertos y no d morirán
a aquellos de mis discípulos que después, y recibirán una heren­
permanecerán. cia ante el Señor en la ciudad
42 Retenga mi siervo Newel K. santa.
Whitney su tienda o, en otras pala­ 50 Y el que viva cuando el Señor
bras, la tienda, por un corto tiempo venga, y haya guardado la fe, a ben­
todavía. dito es; sin embargo, le es señalado
43 Sin embargo, aporte todo el b 
morir a la edad del hombre.
dinero que pueda, para que se 51 Por tanto, los a niños b crecerán
mande a la tierra de Sion. hasta envejecer; los ancianos mori­
44  He aquí, estas cosas están rán; mas no dormirán en el polvo,
en sus propias manos; obre él de antes serán c cambiados en un abrir
acuerdo con la prudencia. y cerrar de ojos.
45 De cierto digo, ordénesele 52 Así que, por esta causa los
agente de los discípulos que per­ apóstoles predicaron al mundo la
manezcan, y confiérasele este resurrección de los muertos.
poder; 53 Estas cosas son las que ha­
46 y visite cuanto antes las igle­ béis de esperar; y hablando se­
sias, junto con mi siervo Oliver gún la manera del Señor, están
Cowdery, explicándoles estas co­ ahora a a las puertas, y en un
sas. He aquí, esta es mi voluntad, tiempo que está por venir, sí, en
recoger fondos en la forma en que el día de la venida del Hijo del
yo he indicado. Hombre.
41 a GEE Discernimiento, c GEE Resurrección. b GEE Muerte física.
don de. d Apoc. 21:4; 51 a GEE Milenio.
47 a Mos. 2:41; Alma 11:45; b Isa. 65:20–22;
DyC 6:13. DyC 88:116. DyC 45:58; 101:29–31.
48 a DyC 101:18. GEE Inmortal, c 1 Cor. 15:51–52;
49 a Apoc. 14:13; inmortalidad. DyC 43:32.
DyC 42:44–47. 50 a GEE Bendecido, 53 a DyC 35:15.
b 2 Cor. 5:17. bendecir, bendición.
Doctrina y Convenios 63:54–66 134
54 Y hasta aquella hora habrá 60  He aquí, soy el Alfa y la
a 

vírgenes insensatas entre las sen­


a 
Omega, sí, Jesucristo.
satas; y en esa hora se hará una 61 Por tanto, cuídense todos los
separación completa de los justos hombres de cómo toman mi a nom­
y los malvados; y en aquel día en­ bre en sus labios;
viaré a mis ángeles para b extirpar 62 porque he aquí, de cierto os
a los inicuos y arrojarlos al fuego digo, que hay muchos que están
inextinguible. bajo esta condenación, que toman
55 Y ahora bien, he aquí, de cierto el nombre del Señor y lo usan en
os digo, yo, el Señor, no estoy com­ vano sin tener autoridad.
placido con mi siervo a Sidney Rig­ 63 Arrepiéntanse, pues, de sus
don; se b enalteció en su corazón y pecados los de la iglesia; y yo, el
no aceptó consejos, antes contristó Señor, los reconoceré; de lo contra­
al Espíritu; rio, serán desarraigados.
56 por tanto, su a escrito no es 64 Recordad que lo que viene de
aceptable ante el Señor, y prepa­ arriba es a sagrado, y debe b expre­
rará otro; y si el Señor no lo recibe, sarse con cuidado y por constre­
he aquí, no ocupará más el puesto ñimiento del Espíritu; y en esto
al cual lo he nombrado. no hay condenación, y c mediante
57 Y además, de cierto os digo, la oración recibís el Espíritu; por
sean ordenados a este poder a los tanto, si no hay esto, permanece la
que con mansedumbre desean en condenación.
su corazón b llamar a los pecadores 65  Búsquense un hogar mis
al arrepentimiento. siervos José Smith, hijo, y Sid­
58 Porque este es un día de amo­ ney Rigdon, según se lo mani­
nestación y no de muchas pala­ fieste el Espíritu por medio de la
bras. Porque yo, el Señor, no seré a 
oración.
burlado en los últimos días. 66 Falta vencer estas cosas me­
59 He aquí, yo de arriba soy, y diante la paciencia, para que
mi poder yace abajo. Estoy sobre quienes tal hagan reciban un más
todas las cosas, y en todo, y en me­ excelente y eterno a peso de b gloria,
dio de todo, y a escudriño todas las o de lo contrario, una mayor con­
cosas; y vendrá el día en que todas denación. Amén.
las cosas me estarán sujetas.
54 a Mateo 25:1–13; b DyC 18:14–15. 64 a GEE Santo (adjetivo).
DyC 45:56–59. GEE Amonestación, b GEE Reverencia.
b Mos. 16:2. amonestar; c DyC 42:14.
55 a GEE Rigdon, Sidney. Obra misional. 65 a GEE Oración.
b GEE Orgullo. 59 a 1 Cor. 2:10. 66 a 2 Cor. 4:17.
56 a DyC 58:50. 60 a GEE Alfa y Omega. b Rom. 8:18;
57 a DyC 4:3–6. 61 a GEE Profanidad. DyC 58:4; 136:31.
135 Doctrina y Convenios 64:1–9

SECCIÓN 64
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a los élderes de la
Iglesia en Kirtland, Ohio, el 11 de septiembre de 1831. El Profeta se
estaba preparando para trasladarse a Hiram, Ohio, para reanudar su
trabajo de la traducción de la Biblia, que se había dejado de lado mien-
tras estuvo en Misuri. Un grupo de hermanos, a quienes se les había
mandado viajar a Sion (Misuri), se hallaban diligentemente ocupados
haciendo los preparativos para salir en octubre. En esa época de tanta
actividad, se recibió esta revelación.
1–11, Se manda a los santos que se 4 Seré misericordioso para con
perdonen unos a otros, no sea que vosotros, porque os he dado el
permanezca en ellos el mayor pecado; reino.
12–22, Los que no se arrepientan han 5 Y las a llaves de los misterios
de comparecer ante la Iglesia; 23–25, del reino no le serán quitadas a
El que es diezmado no será quemado a mi siervo José Smith, hijo, por los
la venida del Señor; 26–32, Se amo- medios que he señalado, mientras
nesta a los santos a evitar las deudas; viva, si obedece mis b ordenanzas.
33–36, Los rebeldes serán desterrados 6 Hay quienes han buscado mo­
de Sion; 37–40, La Iglesia juzgará a tivo contra él sin causa;
las naciones; 41–43, Sion florecerá. 7 no obstante, él ha pecado; mas
de cierto os digo, que yo, el Señor,
He aquí, así os dice el Señor vues­ a 
perdono los pecados de aquellos
tro Dios: Oh élderes de mi iglesia, que los b confiesan ante mí y pi­
escuchad y oíd, y recibid mi volun­ den perdón, si no han pecado de
tad concerniente a vosotros. c 
muerte.
2 Pues de cierto os digo, es mi 8 En la antigüedad mis discípu­
voluntad que a venzáis al mundo; los buscaron a motivo el uno contra
por tanto, tendré b compasión de el otro, y no se perdonaron unos
vosotros. a otros en su corazón; y por esta
3 Hay entre vosotros quienes han maldad fueron afligidos y b disci­
pecado; pero de cierto os digo, so­ plinados con severidad.
lamente por esta vez, para mi pro­ 9  Por tanto, os digo que de­
pia a gloria y para la salvación de béis a perdonaros los unos a los
las almas, que os he b perdonado otros; pues el que no b perdona
vuestros pecados. las ofensas de su hermano, queda
64 2 a 1 Juan 5:4. b GEE Ordenanzas. 8 a GEE Contención,
b GEE Compasión. 7 a GEE Perdonar; contienda.
3 a Moisés 1:39. Remisión de pecados. b GEE Castigar, castigo.
b Isa. 43:25. b Núm. 5:6–7; 9 a Mar. 11:25–26;
5 a DyC 28:7; 84:19. DyC 19:20; 58:43. DyC 82:1.
GEE Llaves del GEE Confesar, confesión. b Mateo 6:14–15;
sacerdocio. c DyC 76:31–37. Efe. 4:32.
Doctrina y Convenios 64:10–23 136
condenado ante el Señor, por­ 17 Y he aquí, también mi siervo
que en él permanece el mayor a 
Edward Partridge ha pecado, y
pecado. b 
Satanás procura destruir su alma;
10  Yo, el Señor, a perdonaré a mas cuando se les haga saber estas
quien sea mi voluntad perdonar, cosas, y se arrepientan de lo malo,
mas a vosotros os es requerido serán perdonados.
b 
perdonar a todos los hombres. 18 Y ahora, de cierto os digo, me
11 Y debéis decir en vuestros co­ conviene que dentro de unas se­
razones: a Juzgue Dios entre tú y manas, mi siervo Sidney Gilbert
yo, y te premie de acuerdo con vuelva a su negocio y a su agencia
tus b hechos. en la tierra de Sion;
12 Y traeréis ante la a iglesia al 19 y que se dé a conocer a mis
que no se arrepienta de sus peca­ discípulos lo que él ha visto y oído,
dos, ni los confiese, y haréis con para que no perezcan. Y por esta
él según lo que las Escrituras os causa he dicho estas cosas.
dicen, ya sea por mandamiento o 20 Y además, os digo que para
por revelación. que mi siervo Isaac Morley no
13 Y haréis esto para que Dios sea a tentado más de lo que pueda
sea glorificado; no porque no resistir, y aconseje erróneamente
perdonáis, no teniendo compa­ para vuestro perjuicio, yo mandé
sión, sino para que seáis justifi­ vender su granja.
cados a los ojos de la ley, para 21  No quiero que mi siervo
que no ofendáis al que es vuestro Frederick G. Williams venda su
legislador. granja, porque yo, el Señor, de­
14 En verdad, os digo que por seo retener una firme posesión
esta causa haréis estas cosas. en la tierra de Kirtland por el pe­
15 He aquí, yo, el Señor, me enojé ríodo de cinco años, durante el
con el que fue mi siervo, Ezra cual no destruiré a los inicuos,
Booth, así como con mi siervo para que así pueda salvar a
Isaac Morley, porque no guardaron algunos.
la ley, ni tampoco el mandamiento; 22 Y después de ese día, yo, el
16 buscaron lo malo en su co­ Señor, no tendré por a culpable a
razón, y yo, el Señor, retuve mi nadie que suba con un corazón
Espíritu. a Condenaron por malo sincero a la tierra de Sion; porque
aquello en que no había mal; no yo, el Señor, requiero el b corazón
obstante, he perdonado a mi siervo de los hijos de los hombres.
Isaac Morley. 23 He aquí, el tiempo presente es
10 a Éx. 33:19; 12 a DyC 42:80–93. 20 a GEE Tentación,
Alma 39:6; 16 a 2 Ne. 15:20; tentar.
DyC 56:14. DyC 121:16. 22 a GEE Culpa.
b Mos. 26:29–31. 17 a GEE Partridge, b Éx. 35:5;
11 a 1 Sam. 24:12. Edward. DyC 59:15; 64:34.
b 2 Tim. 4:14. b GEE Diablo.
137 Doctrina y Convenios 64:24–35
llamado a hoy hasta la b venida del se ha dicho que el Señor no ha de
Hijo del Hombre; y en verdad, es tomar cuando él quiera, y pagar
un día de c sacrificio y de requerir como bien le parezca.
el diezmo de mi pueblo, porque 29  De modo que, siendo vo­
el que es d diezmado no será e que­ sotros agentes, estáis en la obra
mado en su venida. del Señor; y lo que hagáis con­
24 Porque después del día de forme a su voluntad es asunto del
hoy viene la a quema —esto es, Señor.
hablando según la manera del Se­ 30 Y él os ha puesto para abaste­
ñor— porque de cierto os digo, cer a sus santos en estos últimos
mañana todos los b soberbios y los días, a fin de que obtengan una
que hacen maldad serán como ras­ a 
heredad en la tierra de Sion.
trojo; y yo los quemaré, porque 31 Y he aquí, que yo, el Señor
soy el Señor de los Ejércitos; y no —y mis a palabras son ciertas y
perdonaré a ninguno que se quede no b fallarán— os declaro que la
en c Babilonia. obtendrán.
25 Por tanto, si me creéis, traba­ 32 Mas todas las cosas tienen que
jaréis mientras dure lo que es lla­ acontecer en su hora.
mado hoy. 33 Por tanto, no os a canséis de
26 No conviene que mis siervos, hacer lo bueno, porque estáis po­
a 
Newel K. Whitney y Sidney Gil­ niendo los cimientos de una gran
bert, vendan su b tienda y bienes obra. Y de las b cosas pequeñas pro­
que tienen aquí; porque no es pru­ ceden las grandes.
dente, sino hasta que suba a la 34 He aquí, el Señor a requiere
tierra de Sion el resto de los miem­ el b corazón y una mente bien dis­
bros de la iglesia que quedan en puesta; y los de buena voluntad
este lugar. y los c obedientes comerán de la
27 He aquí, en mis leyes está abundancia de la tierra de Sion en
dicho, o sea, prohibido, contraer estos postreros días.
a 
deudas con vuestros enemigos; 35 Y los a rebeldes serán b des­
28 mas he aquí, en ningún tiempo terrados de la tierra de Sion, y
23 a DyC 45:6; 64:24–25. tierra. b DyC 76:3.
b GEE Segunda venida de b Mal. 3:15; 33 a Gál. 6:9.
Jesucristo. 2 Ne. 12:12; 23:11. b DyC 123:16.
23 c GEE Sacrificios. GEE Orgullo. 34 a Miq. 6:8.
d Mal. 3:10–11. c DyC 1:16. b Deut. 32:46;
GEE Diezmar, diezmo. GEE Babel, Babilonia. Josué 22:5;
e Mal. 4:1; 26 a GEE Whitney, Morm. 9:27.
3 Ne. 25:1; Newel K. GEE Corazón.
JS—H 1:37. b DyC 57:8. c Isa. 1:19.
24 a Isa. 66:15–16. 27 a GEE Deuda. GEE Obediencia,
GEE Mundo — El fin 30 a DyC 63:48. obediente, obedecer.
del mundo; 31 a Mar. 13:31; 35 a GEE Rebelión.
Tierra — La 2 Ne. 31:15; b DyC 41:5; 50:8–9; 56:3.
purificación de la DyC 1:37–38. GEE Excomunión.
Doctrina y Convenios 64:36–65:2 138
serán expulsados y no heredarán fueren apóstoles y profetas serán
a 

la tierra. descubiertos.
36 Porque, de cierto os digo, los 40 Y aun el a obispo, que es b juez,
rebeldes no son de la sangre de y sus consejeros serán condenados,
a 
Efraín; por consiguiente, serán si no son fieles en sus c mayordo­
desarraigados. mías; y d otros serán instalados en
37 He aquí, en estos postreros su lugar.
días, yo, el Señor, he hecho a mi 41 Porque, he aquí, os digo que
iglesia semejante a un juez que a 
Sion florecerá, y la b gloria del
se sienta en un monte, o sea, en Señor descansará sobre ella;
un lugar alto, para juzgar a las 42 y será por a estandarte al pue­
naciones. blo, y vendrán a ella de toda na­
38  Pues sucederá que los ha­ ción debajo de los cielos.
bitantes de Sion a juzgarán to­ 43 Y llegará el día en que las na­
das las cosas pertenecientes a ciones de la tierra a temblarán a
Sion. causa de ella, y temerán por mo­
39 Y probarán a los mentirosos tivo de sus poderosos. El Señor lo
y a los hipócritas, y los que no ha proferido. Amén.

SECCIÓN 65
Revelación sobre la oración dada por medio de José Smith el Profeta
en Hiram, Ohio, el 30 de octubre de 1831.
1–2, Las llaves del reino de Dios se son hasta los cabos de la tierra; sí,
han entregado al hombre sobre la tie- cuya voz se dirige a los hombres:
rra, y la causa del Evangelio triun- a 
Preparad la vía del Señor, ende­
fará; 3–6, El reino milenario de los rezad sus sendas.
cielos descenderá y se unirá al reino 2 Las a llaves del b reino de Dios
de Dios sobre la tierra. han sido entregadas al hom­
bre en la tierra, y de allí rodará
Escuchad y oíd una voz como el evangelio hasta los extremos
de uno enviado de lo alto, uno de ella, como la c piedra cortada
potente y poderoso, cuyas salidas del monte, no con mano, ha de
36 a Deut. 33:16–17. d DyC 107:99–100. Mateo 3:3;
38 a Isa. 2:3–4; 41 a GEE Sion. Juan 1:23.
DyC 133:21. b DyC 45:67; 84:4–5; 2 a Mateo 16:19;
39 a Apoc. 2:2. 97:15–20. DyC 42:69.
GEE Apóstol. GEE Gloria. GEE Llaves del
40 a GEE Obispo. 42 a GEE Estandarte. sacerdocio.
b DyC 58:17; 107:72–74. 43 a Isa. 60:14; b DyC 90:1–5.
c GEE Mayordomía, DyC 97:19–20. c Dan. 2:34–45.
mayordomo. 65 1 a Isa. 40:3;
139 Doctrina y Convenios 65:3–66:3
rodar, hasta que d llene toda la los cuales el Hijo del Hombre a des­
tierra. cenderá en el cielo, b revestido del
3 Sí, una voz que proclama: Pre­ resplandor de su c gloria, para re­
parad la vía del Señor, disponed la cibir el d reino de Dios establecido
a 
cena del Cordero, aparejad para sobre la tierra.
el b Esposo. 6 Por tanto, extiéndase el a reino
4 Orad al Señor, invocad su santo de Dios, para que venga el b reino
nombre, dad a conocer sus maravi­ de los cielos, a fin de que tú, oh
llosas obras entre el pueblo. Dios, seas glorificado en los cie­
5 Implorad al Señor, a fin de que los así como en la tierra, para
su reino se extienda sobre la faz que tus enemigos sean venci­
de la tierra, para que sus habitan­ dos; porque c tuya es la honra, el
tes lo reciban y estén preparados poder, y la gloria, para siempre
para los días que han de venir, en jamás. Amén.

SECCIÓN 66
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Hiram, Ohio,
el 29 de octubre de 1831. William E. McLellin le había pedido en se-
creto al Señor que le hiciera saber mediante el Profeta la respuesta a
cinco preguntas que José Smith desconocía. A solicitud de McLellin,
el Profeta consultó al Señor y recibió esta revelación.
1–4, El convenio sempiterno es la mundo, sí, de cuantos a creen en
plenitud del Evangelio; 5–8, Los mi nombre.
élderes han de predicar, testificar y 2 De cierto te digo, bendito eres
razonar con la gente; 9–13, El fiel por haber recibido mi a convenio
servicio en el ministerio asegura una sempiterno, sí, la plenitud de mi
herencia de vida eterna. evangelio, enviado a los hijos de
los hombres para que tengan b vida
He aquí, así dice el Señor a mi y lleguen a ser partícipes de las
siervo William E. McLellin: Ben­ glorias que serán reveladas en los
dito eres, por cuanto te has apar­ postreros días, como lo escribie­
tado de tus iniquidades y has ron los profetas y los apóstoles en
recibido mis verdades, dice el Se­ días antiguos.
ñor tu Redentor, el Salvador del 3 De cierto te digo, mi siervo
2 d Sal. 72:19. b GEE Esposo. c 1 Cró. 29:11;
GEE Daniel — El libro 5 a Mateo 24:30. Mateo 6:13.
de Daniel; b Sal. 93:1. 66 1 a Juan 1:12.
Últimos días, c GEE Gloria. GEE Creencia, creer.
postreros días. d Dan. 2:44. 2 a GEE Nuevo y
3 a Mateo 22:1–14; 6 a GEE Reino de Dios o sempiterno convenio.
Apoc. 19:9; de los cielos. b Juan 10:10;
DyC 58:11. b Apoc. 11:15. 3 Ne. 5:13.
Doctrina y Convenios 66:4–13 140
William, te encuentras limpio, mas y dale tus instrucciones; y el que
no del todo; arrepiéntete, pues, de fuere fiel será a fortalecido en
las cosas que no me complacen, dice todo lugar, y yo, el Señor, iré con
el Señor, porque él te las a mostrará. vosotros.
4 Y ahora, en verdad, yo, el Se­ 9 Pon tus a manos sobre los enfer­
ñor, te enseñaré lo que quiero con mos, y b sanarán. No vuelvas hasta
respecto a ti, o sea, lo que es mi que yo, el Señor, te lo mande. Ten
voluntad concerniente a ti. paciencia en la aflicción. c Pide, y
5 He aquí, de cierto te digo, es mi recibirás; llama, y se te abrirá.
voluntad que a proclames mi evan­ 10 Procura no verte abrumado.
gelio de tierra en tierra, y de ciu­ Abandona toda iniquidad. No co­
dad en ciudad, sí, en las regiones metas a adulterio: una tentación
circunvecinas donde no se haya que te ha molestado.
proclamado. 11 a Obedece estas palabras, por­
6 No demores muchos días en que son verdaderas y fieles; y mag­
este lugar; no subas todavía a la nificarás tu oficio e impulsarás a
tierra de Sion; pero lo que puedas muchos hasta b Sion con c cantos
enviar, envíalo; fuera de eso, no de gozo perpetuo sobre su cabeza.
pienses en tus bienes. 12 a Persevera en estas cosas hasta
7 a Ve a las tierras del Este, b testi­ el fin, y tendrás una b corona de vida
fica en todo lugar, a todo pueblo, eterna a la diestra de mi Padre, que
en sus sinagogas, razonando con es lleno de gracia y de verdad.
la gente. 13 De cierto, así dice el Señor tu
8  Vaya contigo mi siervo Sa­ a 
Dios, tu Redentor, sí, Jesucristo.
muel H. Smith; no lo abandones, Amén.

SECCIÓN 67
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Hiram, Ohio, a prin-
cipios de noviembre de 1831. Hubo en la ocasión una conferencia especial,
en la cual se consideró y se aprobó la publicación de las revelaciones que
ya se habían recibido del Señor por medio del Profeta (véase el encabeza-
miento de la sección 1). William W. Phelps había establecido recientemente
la imprenta de la Iglesia en Independence, Misuri. La conferencia decidió
publicar las revelaciones en un libro intitulado Book of Commandments
3 a Jacob 4:7; Imposición de manos. GEE Cantar.
Éter 12:27. b Mateo 9:18. 12 a 2 Tim. 3:14–15;
5 a Mar. 16:15. GEE Sanar, sanidades. 2 Ne. 31:20.
7 a DyC 75:6. c Stg. 1:5. b Isa. 62:3;
b GEE Testimonio. 10 a GEE Adulterio. Mateo 25:21;
8 a DyC 52:17; 133:58. 11 a DyC 35:24. 1 Pe. 5:4.
9 a GEE Bendición de los b DyC 11:6. 13 a GEE Trinidad — Dios el
enfermos; c Isa. 35:10; DyC 45:71. Hijo.
141 Doctrina y Convenios 67:1–10
(El Libro de Mandamientos) e imprimir 10.000 ejemplares (los que, de-
bido a dificultades imprevistas, se redujeron más tarde a 3.000 ejemplares).
Muchos de los hermanos dieron solemne testimonio de que las revelaciones
recopiladas hasta entonces para publicarse eran ciertamente verdaderas,
según lo que les testificó el Espíritu Santo que se derramó sobre ellos. En
la historia de José Smith se indica que, después de haberse recibido la re-
velación conocida como la sección 1, surgió cierta conversación con res-
pecto al lenguaje usado en las revelaciones. Siguió la presente revelación.
1–3, El Señor escucha las oraciones mi siervo José Smith, hijo; y su
de Sus élderes y vela por ellos; 4–9, a 
lenguaje y sus imperfecciones
Desafía a la persona más sabia a re- habéis conocido, y en vuestro co­
producir la menor de Sus revelacio- razón habéis procurado conoci­
nes; 10–14, Los élderes fieles serán miento para poder expresaros en
vivificados por el Espíritu y verán un lenguaje superior al suyo. Esto
la faz de Dios. también lo sabéis.
6 Ahora, escoged del Libro de
He aquí, escuchad, oh a élderes de Mandamientos el menor de entre
mi iglesia que os habéis congre­ ellos, y nombrad al que de voso­
gado, cuyas oraciones he oído, tros sea el más a sabio;
cuyos corazones conozco y cuyos 7 y si hay entre vosotros alguien
deseos han ascendido a mí. que pueda hacer uno semejante,
2 He aquí, mis a ojos están sobre entonces sois justificados al decir
vosotros, y los cielos y la tierra es­ que no sabéis que son verdaderos;
tán en mis manos, y las riquezas 8 mas si no podéis hacer uno se­
de la eternidad son mías para dar. mejante, estáis bajo condenación si
3 Os esforzasteis en creer que re­ no a testificáis que son verdaderos.
cibiríais la bendición que se os ha­ 9 Porque sabéis que no hay in­
bía ofrecido; mas he aquí, de cierto justicia en ellos, y lo que es a justo
os digo que existían a temores en desciende de lo alto, del Padre de
vuestros corazones, y en verdad, las b luces.
esta es la razón por la que no la 10 Y además, de cierto os digo
recibisteis. que es vuestro el privilegio, y os
4 Y ahora yo, el Señor, os doy un hago una promesa a vosotros los
a 
testimonio de la verdad de estos que habéis sido ordenados a este
mandamientos que se hallan de­ ministerio, que si os despojáis de
lante de vosotros. toda a envidia y b temor, y os c humi­
5 Vuestros ojos han estado sobre lláis delante de mí, porque no sois
67 1 a GEE Élder (anciano). 6 a 2 Ne. 9:28–29, 42. 10 a GEE Celo, celos, celoso.
2 a Sal. 34:15. 8 a GEE Testigo. b GEE Temor.
3 a GEE Temor. 9 a Moro. 7:15–18. c GEE Humildad,
4 a GEE Testimonio; b Stg. 1:17; humilde, humillar
Verdad. DyC 50:24; 84:45; (afligir).
5 a DyC 1:24. 88:49.
Doctrina y Convenios 67:11–68:3 142
suficientemente humildes, el velo d 
13 No podéis aguantar ahora la
se rasgará, y me e veréis y sabréis presencia de Dios, ni la ministra­
que yo soy, no con la mente carnal ción de ángeles; por consiguiente,
o natural, sino con la espiritual. continuad con a paciencia hasta
11 Porque ningún a hombre en la b 
perfeccionaros.
carne ha visto a Dios jamás, a me­ 14 No volváis atrás en vuestras
nos que haya sido vivificado por mentes, y cuando seáis a dignos,
el Espíritu de Dios. veréis y sabréis en mi propio y
12 Ni puede a hombre natural al­ debido tiempo lo que os fue con­
guno aguantar la presencia de Dios, ferido por la mano de mi siervo
ni conforme a la mente carnal. José Smith, hijo. Amén.

SECCIÓN 68
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Hiram, Ohio, el 1º
de noviembre de 1831, como respuesta a una súplica de que se diera a co-
nocer la voluntad del Señor con respecto a Orson Hyde, Luke S. Johnson,
Lyman E. Johnson y William E. McLellin. Aun cuando parte de esa reve-
lación se dirigió a estos cuatro hombres, mucho de su contenido se refiere
a toda la Iglesia. Esta revelación se amplió bajo la dirección de José Smith,
cuando se publicó en la edición de 1835 de Doctrina y Convenios.
1–5, Cuando son inspirados por el Mi siervo Orson Hyde fue llamado
Espíritu Santo, las palabras de los mediante su ordenación para pro­
élderes son Escritura; 6–12, Los él- clamar el evangelio sempiterno
deres han de predicar y bautizar, y por el a Espíritu del Dios viviente,
las señales acompañarán a los ver- de pueblo en pueblo, y de tierra en
daderos creyentes; 13–24, El primo- tierra, entre las congregaciones de
génito de entre los hijos de Aarón los inicuos, en sus sinagogas, ra­
puede servir de Obispo Presidente zonando con ellos y declarándoles
(es decir, poseer las llaves de la presi- todas las Escrituras.
dencia como obispo) bajo la dirección 2  Y he aquí, esta es la norma
de la Primera Presidencia; 25–28, Se para todos los que fueron orde­
manda a los padres enseñar el Evan- nados a este sacerdocio, cuya mi­
gelio a sus hijos; 29–35, Los santos sión de que salgan les ha sido
deben observar el día del Señor, tra- indicada;
bajar diligentemente y orar. 3 y esta es la norma para ellos:
10 d GEE Velo. (Apéndice — Biblia); GEE Paciencia.
e DyC 88:68; 93:1; 97:16. DyC 84:19–22; b Mateo 5:48;
11 a TJS Éx. 33:20, 23 Moisés 1:11, 14. 3 Ne. 12:48.
(Apéndice — Biblia); 12 a Mos. 3:19. 14 a GEE Dignidad, digno.
Juan 1:18; 6:46; GEE Hombre natural. 68 1 a GEE Espíritu Santo.
TJS 1 Juan 4:12 13 a Rom. 2:7.
143 Doctrina y Convenios 68:4–17
Hablarán conforme los inspire el
a 
10 Y el que creyere será bende­
Espíritu Santo. cido con a señales que le acompa­
4 Y lo que hablen cuando sean ñarán, tal como está escrito.
inspirados por el a Espíritu Santo 11 Y a vosotros os será permitido
será Escritura, será la voluntad del conocer las a señales de los tiempos,
Señor, será la intención del Señor, y las señales de la venida del Hijo
será la palabra del Señor, será la del Hombre;
voz del Señor y el b poder de Dios 12  Y se os dará el poder de
para salvación. a 
sellar para vida eterna a todos
5 He aquí, esta es la promesa del de quienes el Padre testifique.
Señor a vosotros, oh mis siervos. Amén.
6 Sed de buen ánimo, pues, y a no 13 Y ahora, en cuanto a los asun­
temáis, porque yo, el Señor, estoy tos, aparte de los convenios y man­
con vosotros y os ampararé; y tes­ damientos, estos son:
tificaréis de mí, sí, Jesucristo, que 14 Quedan por ser apartados más
soy el Hijo del Dios viviente; que adelante, en el debido tiempo del
fui, que soy y que he de venir. Señor, otros a obispos en la iglesia,
7 Esta es la palabra del Señor a ti, los cuales ejercerán su ministerio
mi siervo a Orson Hyde, y también como el primero.
a Luke Johnson, a Lyman Johnson 15 Por consiguiente, han de ser
y a William E. McLellin, mis sier­ a 
sumos sacerdotes dignos, y se­
vos, y a todos los fieles élderes de rán nombrados por la b Primera
mi iglesia. Presidencia del Sacerdocio de
8 a Id por todo el mundo, b predi­ Melquisedec, a menos que sean
cad el evangelio a toda c criatura, descendientes literales de c Aarón;
obrando mediante la d autoridad 16 y si son descendientes literales
que os he dado, e bautizando en el de a Aarón, tienen el derecho legal
nombre del Padre, y del Hijo, y del de ocupar el obispado, si son los
Espíritu Santo. primogénitos de entre los hijos
9 Y a el que creyere y fuere bauti­ de Aarón;
zado, será b salvo; y el que no cre­ 17 porque el primogénito po­
yere, será c condenado. see el derecho de la presidencia
3 a 2 Pe. 1:21; d GEE Autoridad. GEE Sellamiento,
DyC 18:32; 42:16; e GEE Bautismo, sellar.
100:5. bautizar. 14 a GEE Obispo.
4 a GEE Espíritu Santo; 9 a Mar. 16:16; 15 a DyC 72:1.
Revelación. DyC 20:25. b GEE Primera
b Rom. 1:16. b GEE Salvación. Presidencia.
6 a Isa. 41:10. c GEE Condenación, c GEE Aarón, hermano
7 a GEE Hyde, Orson. condenar. de Moisés.
8 a DyC 1:2; 63:37. 10 a GEE Señal. 16 a DyC 107:15–17.
b GEE Obra misional; 11 a GEE Señales de los GEE Sacerdocio
Predicar. tiempos. Aarónico.
c Mar. 16:15. 12 a DyC 1:8; 132:49.
Doctrina y Convenios 68:18–27 144
de este sacerdocio y las llaves o
a 
bajo las manos de la Presidencia
autoridad de este. ya nombrada.
18 Ningún hombre tiene el dere­ 22 Y además, ningún obispo o
cho legal de ocupar este oficio, de sumo sacerdote que fuere apar­
tener las llaves de este sacerdocio, tado para este ministerio ha de ser
salvo que sea a descendiente literal juzgado ni condenado por delito
y el primogénito de Aarón. alguno, sino ante la a Primera Pre­
19 Pero en vista de que un a sumo sidencia de la iglesia;
sacerdote del Sacerdocio de Mel­ 23 y si es hallado culpable ante
quisedec tiene la autoridad para esta Presidencia, por testimonio
funcionar en todos los oficios me­ irrefutable, será condenado;
nores, él puede desempeñar el 24 y si se arrepiente será a perdo­
oficio de b obispo cuando no se nado, de acuerdo con los convenios
encuentre a un descendiente li­ y los mandamientos de la iglesia.
teral de Aarón, siempre que sea 25 Y además, si hay a padres que
llamado, apartado y ordenado a tengan hijos en Sion o en cual­
este poder por mano de la Pri­ quiera de sus b estacas organizadas,
mera Presidencia del Sacerdocio y no les c enseñen a comprender la
de Melquisedec. doctrina del arrepentimiento, de
20 Y un descendiente literal de la fe en Cristo, el Hijo del Dios vi­
Aarón también debe ser desig­ viente, del bautismo y del don del
nado por esta Presidencia, y con­ Espíritu Santo por la imposición
siderado digno, y por mano de de manos, al llegar a la edad de
ellos ser a ungido y b ordenado; d 
ocho años, el e pecado será sobre
de otra manera, no queda legal­ la cabeza de los padres.
mente autorizado para oficiar en su 26 Porque esta será una ley para
sacerdocio. los habitantes de a Sion, o en cual­
21 Mas en virtud del decreto con­ quiera de sus estacas que se hayan
cerniente a su derecho del sacer­ organizado.
docio que desciende de padre a 27 Y sus hijos serán a bautiza­
hijo, pueden reclamar su unción, dos para la b remisión de sus pe­
si en cualquier momento pueden cados cuando tengan c ocho años
comprobar su linaje, o lo deter­ de edad, y recibirán la imposición
minan por revelación del Señor de manos.
17 a GEE Llaves del 22 a GEE Primera DyC 29:46–48.
sacerdocio. Presidencia. 26 a GEE Sion.
18 a Éx. 40:12–15; 24 a GEE Perdonar. 27 a GEE Bautismo,
DyC 84:18; 25 a GEE Familia — Las bautizar.
107:13–16, 70–76. responsabilidades b GEE Remisión de
19 a GEE Sumo sacerdote. de los padres. pecados.
b GEE Obispo. b GEE Estaca. c GEE Responsabilidad,
20 a GEE Unción. c GEE Enseñar. responsable.
b GEE Ordenación, d DyC 18:42; 20:71.
ordenar. e Jacob 1:19;
145 Doctrina y Convenios 68:28–69:1
28 Y también enseñarán a sus de la eternidad, antes sus ojos es­
hijos a a orar y a andar rectamente tán llenos de avaricia.
delante del Señor. 32 Estas cosas no deben ser, y tie­
29 Y los habitantes de Sion tam­ nen que ser desechadas de entre
bién observarán el a día del Señor ellos; por consiguiente, lleve mi
para santificarlo. siervo Oliver Cowdery estas pa­
30 Y en vista de que se les manda labras a la tierra de Sion.
trabajar, los habitantes de Sion tam­ 33 Y un mandamiento les doy:
bién han de recordar sus tareas con Quien no cumpla con sus a oracio­
toda fidelidad, porque se tendrá nes ante el Señor en el momento
presente al ocioso ante el Señor. debido, hágase b memoria de él
31 Ahora, yo, el Señor, no estoy ante el juez de mi pueblo.
bien complacido con los habitantes 34 Estas a palabras son verdaderas
de Sion, porque hay a ociosos entre y fieles; por tanto, no las violéis, ni
ellos; y sus hijos también están cre­ tampoco b quitéis de ellas.
ciendo en la b iniquidad; tampoco 35  He aquí, soy el a Alfa y la
c 
buscan con empeño las riquezas Omega, y b vengo pronto. Amén.

SECCIÓN 69
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Hiram, Ohio, el
11 de noviembre de 1831. La recopilación de revelaciones que se tenía
por objeto publicar en breve se había aprobado en la conferencia espe­
cial del 1–2 de noviembre. El día 3 de noviembre se agregó la revelación
que aparece en esta obra como la sección 133, a la que más tarde se le
llamó el Apéndice. A Oliver Cowdery se le había nombrado previamente
para que llevara el manuscrito de las revelaciones y los mandamientos
recopilados a Independence, Misuri, con el fin de que se publicaran.
También debía llevar consigo el dinero que se había aportado para la
edificación de la Iglesia en Misuri. En esta revelación se le instruye a
John Whitmer que acompañe a Oliver Cowdery, y también se le indica
a Whitmer que viaje y recopile material histórico relacionado con su
llamamiento de historiador y registrador.
1–2, John Whitmer ha de acompañar Escuchadme, dice el Señor vues­
a Oliver Cowdery a Misuri; 3–8, tro Dios, por el bien de mi siervo
También ha de predicar, recopilar, a 
Oliver Cowdery. No me parece
anotar y escribir datos históricos. prudente que se le confíen los
28 a GEE Oración. c DyC 6:7. b DyC 20:35; 93:24–25.
29 a DyC 59:9–12. 33 a GEE Oración. 35 a GEE Alfa y Omega.
GEE Día de reposo. b GEE Castigar, castigo; b DyC 1:12.
31 a GEE Ociosidad, ocioso. Juicio, juzgar. 69 1 a GEE Cowdery, Oliver.
b GEE Inicuo, iniquidad. 34 a Apoc. 22:6.
Doctrina y Convenios 69:2–70:1 146
mandamientos ni el dinero que lle­ 6 porque la tierra de Sion será la
vará a la tierra de Sion, salvo que cabecera, así como el lugar para
vaya con él uno que sea leal y fiel. recibir y hacer todas estas cosas.
2 Por tanto, yo, el Señor, dispongo 7 No obstante, viaje mi siervo
que mi siervo a John Whitmer acom­ John Whitmer varias veces de un
pañe a mi siervo Oliver Cowdery. lugar a otro, de iglesia en iglesia,
3 Y también que él continúe escri­ para que más fácilmente adquiera
biendo y recopilando una a historia conocimiento,
de todas las cosas importantes que 8 predicando y explicando, escri­
él observe y sepa concernientes a biendo, copiando, seleccionando
mi iglesia; y obteniendo todas las cosas que
4  y además, que reciba a con­ sean para el bien de la iglesia,
sejo y ayuda de mi siervo Oliver y para las generaciones futuras
Cowdery y de otros. que crecerán en la tierra de a Sion,
5 Y también mis siervos que an­ para poseerla de generación en
dan por la tierra deben enviar un generación para siempre jamás.
informe de sus a mayordomías a la Amén.
tierra de Sion;

SECCIÓN 70
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Hiram, Ohio, el 12
de noviembre de 1831. En la historia del Profeta, se indica que se efectua-
ron cuatro conferencias especiales, desde el 1º de noviembre hasta el día 12
inclusive. En la última de esas asambleas, se consideró la gran importancia
de las revelaciones que más tarde se publicarían como Book of Comman-
dments (El Libro de Mandamientos), posteriormente llamado Doctrina y
Convenios. Esta revelación se dio después que la conferencia votó que las
revelaciones eran “de tal estima para la Iglesia como las riquezas de toda
la tierra”. En la historia de José Smith se hace referencia a las revelacio-
nes como “el fundamento de la Iglesia en estos últimos días, así como un
beneficio para el mundo, que manifiesta que de nuevo se han confiado al
hombre las llaves de los misterios del reino de nuestro Salvador”.
1–5, Se nombran mayordomos para He aquí, escuchad, oh habitantes
publicar las revelaciones; 6–13, de Sion, y todos vosotros los de mi
Aquellos que obran en las cosas es- iglesia que estáis lejos, y oíd la pa­
pirituales son dignos de su salario; labra del Señor que comunico a mi
14–18, Los santos deben ser iguales siervo José Smith, hijo, y también a
en cuanto a las cosas temporales. mis siervos Martin Harris, Oliver
2 a GEE Whitmer, John. 4 a GEE Consejo. mayordomo.
3 a DyC 47:1–3; 85:1. 5 a GEE Mayordomía, 8 a GEE Sion.
147 Doctrina y Convenios 70:2–18
Cowdery, John Whitmer, Sidney 11 sí, ni el obispo, ni el a agente
Rigdon y William W. Phelps, por que se encarga del almacén del Se­
vía de mandamiento a ellos. ñor, ni el que es nombrado a una
2  Porque les doy un manda­ mayordomía en cosas temporales.
miento; por consiguiente, escuchad 12 El que es nombrado para ad­
y oíd, porque así les dice el Señor: ministrar cosas espirituales es
3 Yo, el Señor, los he nombrado a 
digno de su salario; así como los
y ordenado a mayordomos de las que son nombrados a una mayor­
revelaciones y mandamientos que domía para administrar en cosas
les he dado, y que en lo porvenir temporales;
les daré; 13 sí, y más abundantemente, y
4 y les exigiré un informe de esta esta abundancia les es multipli­
mayordomía en el día del juicio. cada por las manifestaciones del
5 Por tanto, yo los he nombrado, Espíritu.
y esta es su obra en la iglesia de 14 No obstante, en vuestras cosas
Dios: administrar estas cosas y lo temporales seréis a iguales, y esto
que a ellas atañe, sí, los beneficios no de mala gana; de lo contrario,
que rindan. se retendrá la abundancia de las
6 Por tanto, les doy el manda­ manifestaciones del Espíritu.
miento de no dar estas cosas a la 15  Ahora, doy este a manda­
iglesia ni al mundo; miento a mis siervos para su be­
7 no obstante, si reciben más de neficio, mientras permanezcan,
lo que se requiera para sus nece­ como manifestación de mis ben­
sidades y carencias, se entregará a diciones sobre su cabeza, y como
mi a almacén; recompensa de su b diligencia y
8 y se consagrarán los beneficios para su seguridad;
para los habitantes de Sion y sus 16 por alimento y por a vestido;
generaciones, si llegan a ser a he­ por heredad; por casas y terrenos,
rederos de acuerdo con las leyes en cualesquiera circunstancias que
del reino. yo, el Señor, los coloque y donde­
9 He aquí, esto es lo que el Se­ quiera que yo, el Señor, los envíe.
ñor requiere de todo hombre en 17 Porque sobre a muchas cosas
su a mayordomía, tal como yo, el han sido fieles, y han hecho bien,
Señor, le he señalado, o en lo por­ por cuanto no han pecado.
venir le señale a cualquier hombre. 18 He aquí, yo, el Señor, soy a mi­
10 Y he aquí, ninguno de los que sericordioso y los bendeciré, y en­
pertenecen a la iglesia del Dios vi­ trarán en el gozo de estas cosas.
viente queda exento de esta ley; Así sea. Amén.
70 3 a 1 Cor. 4:1; 11 a DyC 57:6. b GEE Diligencia.
DyC 72:20. 12 a Lucas 10:7. 16 a DyC 59:16–20.
7 a DyC 72:9–10. 14 a DyC 49:20. 17 a Mateo 25:21–23.
8 a DyC 38:20. GEE Consagrar, ley de 18 a GEE Misericordia,
9 a GEE Mayordomía, consagración. misericordioso.
mayordomo. 15 a Deut. 10:12–13.
Doctrina y Convenios 71:1–11 148
SECCIÓN 71
Revelación dada a José Smith el Profeta y a Sidney Rigdon en Hiram,
Ohio, el 1º de diciembre de 1831. El Profeta había continuado la tra-
ducción de la Biblia, con Sidney Rigdon como su escribiente, hasta que
se recibió esta revelación, ocasión en la cual se suspendió temporal-
mente dicha obra, a fin de que pudieran cumplir con las instrucciones
que se dan en esta revelación. Los hermanos debían salir a predicar a
fin de calmar los sentimientos hostiles que habían surgido contra la
Iglesia como resultado de la publicación de unas cartas que escribió
Ezra Booth, quien había apostatado.
1–4, José Smith y Sidney Rigdon son vía para los mandamientos y
enviados a proclamar el Evangelio; las revelaciones que han de
5–11, Los enemigos de los santos se- venir.
rán confundidos. 5 Ahora, he aquí, esto es pru­
dente; quien lee, que a entienda y
He aquí, así os dice el Señor a vo­ también b reciba;
sotros, mis siervos José Smith, hijo, 6 porque a quien reciba le será
y a Sidney Rigdon: Ciertamente dado más a abundantemente, a sa­
ha llegado el tiempo en que es ber, poder.
necesario y oportuno que abráis 7  a Confundid, pues, a vuestros
vuestra boca para b proclamar mi enemigos; b invitadlos a discutir
evangelio, las cosas del reino, ex­ con vosotros en público y en pri­
plicando sus c misterios por me­ vado; y si sois fieles, será manifes­
dio de las Escrituras, de acuerdo tada su vergüenza.
con la porción del Espíritu y del 8 Por tanto, dejadlos que propon­
poder que se os dará según mi gan sus potentes razonamientos en
voluntad. contra del Señor.
2 De cierto os digo, proclamad 9 De cierto, así os dice el Señor,
al mundo en las regiones circun­ no hay a arma forjada en contra de
vecinas, y también en la iglesia, vosotros que haya de prosperar;
durante una temporada, hasta que 10 y si hombre alguno alza su
se os avise. voz en contra de vosotros, será
3 En verdad, esta es una misión confundido en mi propio y debido
que os doy por un tiempo. tiempo.
4 Por tanto, obrad en mi viña. 11 Así que, guardad mis manda­
Llamad a los habitantes de la mientos; son verdaderos y fieles.
tierra, y testificad y preparad la Así sea. Amén.
71 1 a GEE Rigdon, Sidney. entendimiento. b DyC 63:37; 68:8–9.
b GEE Obra misional. b Alma 12:9–11. 9 a Isa. 54:17.
c DyC 42:61, 65. 6 a Mateo 13:12.
5 a GEE Entender, 7 a Moisés 7:13–17.
149 Doctrina y Convenios 72:1–9

SECCIÓN 72
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, el
4 de diciembre de 1831. Varios élderes y miembros se habían reunido para
aprender su deber y recibir mayor edificación en cuanto a las enseñanzas
de la Iglesia. Esta sección es una compilación de tres revelaciones que se
recibieron el mismo día. En los versículos del 1 al 8 se da a conocer el lla-
mamiento de Newel K. Whitney como obispo. Este fue entonces llamado
y ordenado, tras lo cual se recibieron los versículos del 9 al 23, en los que
se da información adicional en cuanto a los deberes del obispo. De allí en
adelante, se dieron los versículos del 24 al 26, en los que se proporcionan
instrucciones concernientes al recogimiento en Sion.
1–8, Los élderes deben entregar un esta vida es considerado digno de
informe de su mayordomía al obispo; heredar las b mansiones preparadas
9–15, El obispo se encarga de admi- para él por mi Padre.
nistrar el almacén y de velar por los 5 De cierto os digo, los élderes de
pobres y los necesitados; 16–26, Los la iglesia en esta parte de mi a viña
obispos deben certificar la dignidad entregarán un informe de su ma­
de los élderes. yordomía al obispo que nombraré
en esta parte de mi viña.
Escuchad y oíd la voz del Señor, 6 Estas cosas se registrarán para
oh vosotros que os habéis congre­ entregarse al obispo en Sion.
gado, que sois los a sumos sacer­ 7 Y el deber del a obispo se hará
dotes de mi iglesia, a quienes se saber mediante los mandamientos
han dado el b reino y el poder. que se han dado, así como por la
2 Porque de cierto, así dice el voz de la conferencia.
Señor, me es oportuno que se os 8 Y ahora, de cierto os digo, mi
nombre un a obispo a vosotros, o siervo a Newel K. Whitney es el
de entre vosotros, para la iglesia hombre que será nombrado y
en esta parte de la viña del Señor. ordenado a este poder. Esta es
3  Y de cierto, en esto habéis la voluntad del Señor vuestro
obrado sabiamente, porque el Se­ Dios, vuestro Redentor. Así sea.
ñor requiere de la mano de todo Amén.
a 
mayordomo, que dé b cuenta de su 9 La palabra del Señor que, ade­
c 
mayordomía, tanto en el tiempo más de la ley ya dada, hace sa­
como en la eternidad. ber el deber del obispo que le
4 Porque el que es fiel y a sabio en ha sido ordenado a la iglesia en
72 1 a DyC 68:14–19. mayordomo. 5 a GEE Viña del Señor.
b GEE Reino de Dios o b DyC 42:32; 104:11–13. 7 a DyC 42:31; 46:27;
de los cielos. c Lucas 19:11–27. 58:17–18; 107:87–88.
2 a GEE Obispo. 4 a Mateo 24:45–47. 8 a GEE Whitney,
3 a GEE Mayordomía, b DyC 59:2. Newel K.
Doctrina y Convenios 72:10–24 150
esta parte de la viña, el cual es el dirigido al obispo en Sion, hace a
siguiente: todo hombre aceptable, y satisface
10 Administrar el a almacén del todo requisito para una heredad,
Señor; recibir los fondos de la igle­ y para ser recibido como b mayor­
sia en esta parte de la viña; domo sabio y obrero fiel;
11 recibir los informes de los él­ 18 de otra manera, no será acep­
deres, como ya se ha mandado, y tado por el obispo de Sion.
a 
atender a sus necesidades; y ellos 19 Y ahora, de cierto os digo,
pagarán por lo que reciban, si tie­ que todo élder que dé cuenta al
nen con qué pagar; obispo de la iglesia en esta parte
12  a fin de que también esto de la viña, sea recomendado por
se consagre para el bienestar de la iglesia o las iglesias en donde
la iglesia, para los pobres y los esté obrando, a fin de que él y sus
necesitados. cuentas queden aprobados en to­
13 Y en cuanto al que a no tenga das las cosas.
con qué pagar, se entregará la 20 Y además, mis siervos que
cuenta al obispo de Sion, el cual son nombrados administradores
pagará la deuda con lo que el Se­ de los a intereses literarios de la
ñor ponga en sus manos. iglesia tienen el derecho de pedir
14 Y las labores de los fieles que auxilio al obispo u obispos en to­
obran en cosas espirituales, admi­ das las cosas;
nistrando el evangelio y las cosas 21 para que se publiquen las a re­
del reino a la iglesia y al mundo, velaciones y vayan a los cabos de
responderán por la deuda ante el la tierra; para que también ellos
obispo en a Sion; obtengan fondos que beneficiarán
15 de manera que proviene de a la iglesia en todas las cosas;
la iglesia; porque según la a ley, 22 para que también ellos se ha­
todo hombre que venga a Sion gan dignos de ser aprobados en
debe poner todas las cosas ante el todas las cosas, y de ser contados
obispo en Sion. como mayordomos sabios.
16 Y ahora, de cierto os digo, que 23 Y ahora bien, he aquí, esto
como todo élder en esta parte de servirá de norma a todas las es­
la viña tiene que dar cuenta de parcidas ramas de mi iglesia, en
su mayordomía al obispo de esta cualquier parte en que estén es­
parte de la viña, tablecidas. Y ahora doy fin a mis
17  un a certificado del juez u palabras. Amén.
obispo de esta parte de la viña, 24 Unas breves palabras, además
10 a DyC 70:7–11; 78:3. término Sion se em­ GEE Consagrar, ley de
GEE Almacén. pleaba tanto para desig­ consagración.
11 a DyC 75:24. nar un lugar específico 17 a DyC 20:64, 84.
13 a GEE Pobres. (el condado de Jackson, b DyC 42:32.
14 a O sea, que está en Sion, Misuri) como una con­ 20 a DyC 70:3–5.
porque en los primeros dición (véase DyC 97:21). 21 a GEE Doctrina y
días de la Iglesia, el 15 a DyC 42:30–31. Convenios.
151 Doctrina y Convenios 72:25–73:6
de las leyes del reino, con respecto los élderes de la iglesia o un cer­
a los miembros de la iglesia, aque­ tificado del obispo;
llos que el Santo Espíritu a designe 26 de otra manera, el que suba a
para subir a Sion, y los que tengan la tierra de Sion no será conside­
el privilegio de subir allá: rado mayordomo sabio. Esto es
25  Lleven consigo, para el también una norma. Amén.
obispo, un certificado de tres de

SECCIÓN 73
Revelación dada a José Smith el Profeta y a Sidney Rigdon en Hiram,
Ohio, el 10 de enero de 1832. Desde los primeros días del anterior
mes de diciembre, el Profeta y Sidney se habían ocupado en predicar,
y por este medio se logró disminuir en gran manera los sentimientos
desfavorables que habían surgido contra la Iglesia (véase el encabeza-
miento de la sección 71).
1–2, Los élderes han de continuar pre- siervos José Smith, hijo, y Sidney
dicando; 3–6, José Smith y Sidney Rig- Rigdon, dice el Señor, es a menester
don han de continuar la traducción de reanudar la b traducción;
la Biblia hasta que quede terminada. 4 y en tanto que sea práctico, pre­
dicar en las regiones circunvecinas
Porque de cierto, así dice el Se­ hasta el tiempo de la conferen­
ñor, me conviene que a continúen cia; y después, conviene continuar
predicando el evangelio y exhor­ el trabajo de la traducción hasta
tando a las iglesias en las regiones terminarla.
circunvecinas, hasta el tiempo de 5 Sea esto por norma a los élderes
la conferencia; hasta que se imparta conocimiento
2 y entonces, he aquí, la a voz de adicional, así como está escrito.
la conferencia les señalará sus mi­ 6 Ahora, no os doy más en esta
siones respectivas. ocasión. a Ceñid vuestros lomos y
3 Ahora, de cierto os declaro, mis sed sensatos. Así sea. Amén.

SECCIÓN 74
Revelación dada a José Smith el Profeta en el condado de Wayne, Nueva
York, en 1830. Aun antes de la organización de la Iglesia, habían
24 a GEE Llamado, DyC 57–68. predicar el evangelio.
llamado por Dios, 2 a DyC 20:63. DyC 71:2.
llamamiento. 3 a Anteriormente, a José b DyC 45:60–61; 76:15.
73 1 a Es decir, los que y a Sidney se les había GEE José Smith,
estaban en el campo mandado dejar de Traducción de (TJS).
misional; véase traducir la Biblia para 6 a 1 Pe. 1:13.
Doctrina y Convenios 74:1–7 152
surgido preguntas sobre la manera correcta de bautizar, lo que condujo
al Profeta a buscar respuestas sobre el asunto. En la historia de José
Smith, se indica que esta revelación es una explicación de 1 Corintios
7:14, un pasaje de Escrituras que se había usado con frecuencia para
justificar el bautismo de los niños pequeños.
1–5, Pablo exhorta a la Iglesia de su 4 Y aconteció que los hijos, ha­
época a no observar la ley de Moisés; biéndose criado bajo la sujeción
6–7, Los niños pequeños son santos de la ley de Moisés, se guiaban por
y son santificados por medio de la las a tradiciones de sus padres y no
Expiación. creían en el evangelio de Cristo,
de manera que llegaron a ser
Porque el marido a incrédulo es impuros.
santificado por la mujer, y la mujer 5 Fue, pues, por esta causa que el
incrédula por el marido; pues de apóstol escribió a los de la iglesia,
otra manera vuestros hijos serían dándoles un mandamiento, no del
inmundos, mientras que ahora Señor, sino de sí mismo, de que el
son santos. creyente no se a uniera al incrédulo,
2 En los días de los apóstoles se a menos que se abrogara la b ley de
observaba la ley de la circuncisión Moisés entre ellos,
entre todos los judíos que no creían 6 para que sus hijos permane­
en el evangelio de Jesucristo. ciesen incircuncisos, y que fuese
3 Y aconteció que surgió una abrogada la tradición que decía
a 
contienda grande entre el pueblo que los niños pequeños son impu­
concerniente a la ley de la b circun­ ros, porque existía entre los judíos;
cisión, porque el marido incré­ 7 mas los a niños pequeños son
dulo deseaba que sus hijos fuesen b 
santos, porque son c santificados
circuncidados y se sujetasen a la por la d expiación de Jesucristo;
c 
ley de Moisés, la cual había sido y esto es lo que significan las
cumplida. Escrituras.

SECCIÓN 75
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Amherst, Ohio,
el 25 de enero de 1832. Esta sección comprende dos revelaciones di-
ferentes (la primera va de los versículos 1 al 22, y la segunda, de los
versículos 23 al 36) que se dieron el mismo día. La ocasión fue una
74 1 a 1 Cor. 7:14–19. 5 a GEE Matrimonio — DyC 29:46–47; 137:10.
3 a Hech. 15:1–35; El matrimonio entre b GEE Santo (adjetivo).
Gál. 2:1–5. personas de distintas c GEE Salvación — La
b GEE Circuncisión. religiones. salvación de los niños
c GEE Ley de Moisés. b 2 Ne. 25:24–27. pequeños.
4 a GEE Tradiciones. 7 a Moro. 8:8–15; d GEE Expiación, expiar.
153 Doctrina y Convenios 75:1–13
conferencia en la que José Smith fue sostenido y ordenado Presidente
del Sumo Sacerdocio. Ciertos élderes deseaban saber más en cuanto a
sus deberes inmediatos. Le siguieron estas revelaciones.
1–5, Los élderes fieles que predi- 6 Por tanto, de cierto digo a mi
can el Evangelio lograrán la vida siervo William E. McLellin, que
eterna; 6–12, Se debe orar para re- a 
revoco la comisión que le di de ir
cibir al Consolador, el cual enseña a las regiones del Este;
todas las cosas; 13–22, Los élderes 7 y le doy una nueva comisión
juzgarán a aquellos que rechacen su y un nuevo mandamiento, en el
mensaje; 23–36, Las familias de los cual yo, el Señor, lo a reprendo
misioneros deben recibir ayuda de la por las b murmuraciones de su
Iglesia. corazón;
8 y pecó; no obstante, lo perdono
De cierto, de cierto os digo yo, que y otra vez le digo: Ve a las regio­
hablo por la a voz de mi Espíritu, sí, nes del Sur.
el b Alfa y la Omega, vuestro Señor 9 Y vaya con él mi siervo Luke
y vuestro Dios: Johnson, y proclamen las cosas
2 Escuchad, oh vosotros que ha­ que les he mandado,
béis presentado vuestros nombres 10 invocando el nombre del Se­
para salir a proclamar mi evange­ ñor para que venga el a Consolador,
lio y a podar mi b viña. que les enseñará todas las cosas
3 He aquí, os digo que es mi vo­ que les sean necesarias,
luntad que salgáis y no demoréis, 11 a orando siempre para no des­
que no estéis a ociosos, sino que mayar; y si hacen esto, estaré con
obréis con vuestro poder, ellos hasta el fin.
4 alzando vuestra voz como con 12 He aquí, esta es la voluntad
el son de trompeta, a proclamando del Señor vuestro Dios en cuanto
la b verdad de acuerdo con las reve­ a vosotros. Así sea. Amén.
laciones y los mandamientos que 13 Y además, de cierto así dice
os he dado. el Señor: Emprendan su viaje
5 Así que, si sois fieles, seréis a las regiones del este mis sier­
premiados con muchas a gavillas vos a Orson Hyde y b Samuel H.
y b coronados con c honor, d gloria, Smith, y proclamen las cosas
e 
inmortalidad y f vida eterna. que les he mandado; y si son
75 1 a GEE Revelación. 5 a Sal. 126:6; 6 a DyC 66.
b Apoc. 1:8. Alma 26:5. 7 a GEE Castigar, castigo.
GEE Alfa y Omega. b GEE Corona. b GEE Murmurar;
2 a Jacob 5:62. c GEE Honra, honrar Pensamientos.
b GEE Viña del Señor. (honor). 10 a Juan 14:26.
3 a GEE Ociosidad, d GEE Gloria. GEE Consolador.
ocioso. e GEE Inmortal, 11 a 2 Ne. 32:9.
4 a GEE Obra misional. inmortalidad. 13 a GEE Hyde, Orson.
b DyC 19:37. f GEE Vida eterna. b GEE Smith, Samuel H.
Doctrina y Convenios 75:14–28 154
fieles, he aquí, estaré con ellos
c 
para los de esa casa; por tanto,
hasta el fin. a 
ceñid vuestros lomos, sed fieles y
14 Y además de cierto digo a mis venceréis todas las cosas, y seréis
siervos Lyman Johnson y a Orson enaltecidos en el postrer día. Así
Pratt, que también ellos viajen a sea. Amén.
las regiones del Este; y he aquí, 23 Y además, así os dice el Se­
estoy con ellos también hasta ñor a vosotros, oh élderes de mi
el fin. iglesia, que habéis presentado
15 Y además, digo a mis siervos vuestros nombres a fin de sa­
Asa Dodds y Calves Wilson, que ber su voluntad concerniente
también ellos viajen a las regiones a vosotros:
del oeste, y proclamen mi evange­ 24 He aquí, os digo que es el
lio como les he mandado. deber de la iglesia ayudar a sos­
16 Y el que sea fiel vencerá todas tener a las familias de estos, y
las cosas y será a enaltecido en el también a las familias de los que
postrer día. son llamados y han de ser envia­
17 Y además, digo a mis siervos dos al mundo para proclamarle el
Major N. Ashley y Burr Riggs, que evangelio.
viajen también a la región del Sur. 25  Por tanto, yo, el Señor, os
18 Sí, viajen todos estos como doy este mandamiento de bus­
les he mandado, yendo de casa en car lugares para vuestras familias,
casa, de aldea en aldea y de ciudad hasta donde vuestros herma­
en ciudad. nos estén dispuestos a abrir su
19 Y en cualquier casa donde en­ corazón.
tréis y os reciban, dejad allí vuestra 26 Y cuantos puedan obtener lu­
bendición. gares para sus familias y auxilio
20 Y de cualquier casa donde en­ de la iglesia para ellas, no dejen
tréis y no os reciban, saldréis de allí de ir al mundo, bien sea al este o
enseguida, y a sacudiréis el polvo al oeste, al norte o al sur.
de vuestros pies como testimonio 27 Pidan, y recibirán; llamen, y
en contra de ellos. les será abierto; y les será revelado
21 Y os llenaréis de a gozo y ale­ de lo alto, sí por el a Consolador,
gría; y sabed esto, que en el día del adonde han de ir.
juicio seréis b jueces de los de esa 28 Y además, de cierto os digo
casa, y los condenaréis; que todo hombre que tiene la obli­
22 y será más tolerable para el gación de a mantener a su propia
pagano en el día del juicio que b 
familia, hágalo, y de ninguna
13 c Mateo 28:19–20. 21 a Mateo 5:11–12. GEE Espíritu Santo.
14 a GEE Pratt, Orson. b GEE Juicio, juzgar. 28 a 1 Tim. 5:8;
16 a DyC 5:35. 22 a Efe. 6:14; DyC 83:2.
20 a Mateo 10:14; DyC 27:15–18. b GEE Familia.
Lucas 10:11–12; 27 a 2 Ne. 32:5;
DyC 24:15; 60:15. DyC 8:2.
155 Doctrina y Convenios 75:29–36
manera perderá su corona; y obre 32 también mis siervos Hyrum
en la iglesia. Smith y Reynolds Cahoon;
29 Sea a diligente cada cual en to­ 33 también mis siervos Daniel
das las cosas. No habrá lugar en Stanton y Seymour Brunson;
la iglesia para el b ocioso, a no ser 34 así como mis siervos Sylvester
que se arrepienta y enmiende sus Smith y Gideon Carter;
costumbres. 35 y de la misma manera mis
30 Únanse, pues, en el ministe­ siervos Ruggles Eames y Stephen
rio mis siervos Simeon Carter y Burnett;
Emer Harris; 36 y también mis siervos Mi­
31  como también mis siervos cah B. Welton y Eden Smith. Así
Ezra Thayre y a Thomas B. Marsh; sea. Amén.

SECCIÓN 76
Visión manifestada a José Smith el Profeta y a Sidney Rigdon en Hiram,
Ohio, el 16 de febrero de 1832. Como prefacio al registro de esta visión,
en la historia de José Smith se indica: “A mi regreso de la conferencia de
Amherst, reanudé la traducción de las Escrituras. Según las varias reve-
laciones que se habían recibido, era patente que se habían quitado de la
Biblia muchos puntos importantes relacionados con la salvación del hom-
bre, o que se habían perdido antes de que se recopilara. Parecía de por sí
evidente, a juzgar por las verdades que quedaban, que si Dios premiaba
a cada uno de acuerdo con las obras hechas en la carne, el término ‘cielo’,
al referirse a la morada eterna de los santos, tenía que incluir más de un
reino. Consiguientemente. . . mientras traducíamos el Evangelio según
San Juan, el hermano Rigdon y yo vimos la siguiente visión”. El Profeta
estaba traduciendo Juan 5:29 en el momento en que se recibió esta visión.
1–4, El Señor es Dios; 5–10, Los mis- demás logran algún grado de salva-
terios del reino serán revelados a todos ción; 50–70, Se describen la gloria y
los fieles; 11–17, Todos saldrán o en el galardón de los seres exaltados en
la resurrección de los justos o en la el reino celestial; 71–80, Aquellos que
de los injustos; 18–24, Los habitantes heredarán el reino terrestre; 81–113,
de muchos mundos son engendrados El estado de los que se hallarán en la
hijos e hijas para Dios por medio de gloria telestial, en la terrestre y en la
la expiación de Jesucristo; 25–29, Un celestial; 114–119, Los fieles podrán
ángel de Dios cayó y se convirtió en el ver y comprender los misterios del
diablo; 30–49, Los hijos de perdición Reino de Dios mediante el poder del
padecen condenación eterna; todos los Espíritu Santo.
29 a GEE Diligencia. b GEE Ociosidad, ocioso. 31 a GEE Marsh, Thomas B.
Doctrina y Convenios 76:1–13 156
a 
¡Oíd, oh cielos, escucha, oh tie­ 8 Sí, aun las maravillas de la eter­
rra, y regocijaos, vosotros los ha­ nidad sabrán ellos, y las cosas ve­
bitantes de ellos, porque el Señor nideras les enseñaré, sí, cosas de
es b Dios, y aparte de él c no hay muchas generaciones.
d 
Salvador! 9 Y su a sabiduría será grande, y
2 a Grande es su sabiduría, b mara­ su b entendimiento llegará hasta
villosas son sus vías, y la magnitud el cielo; y ante ellos perecerá la
de sus obras nadie la puede saber. sabiduría de los sabios y se c des­
3 Sus a propósitos nunca fraca­ vanecerá el entendimiento del
san, ni hay quien pueda detener prudente.
su mano. 10 Porque por mi a Espíritu los
4 De eternidad en eternidad él b 
iluminaré, y por mi c poder les
es el a mismo, y sus años nunca se revelaré los secretos de mi volun­
b 
acaban. tad; sí, cosas que d ojo no vio, ni
5 Porque así dice el Señor: Yo, el oído oyó, ni han llegado siquiera
Señor, soy a misericordioso y be­ al corazón del hombre.
nigno para con los que me b temen, 11 Nosotros, José Smith, hijo, y
y me deleito en honrar a los que Sidney Rigdon, estando a en el Es­
me c sirven en rectitud y en verdad píritu el día dieciséis de febrero,
hasta el fin. del año de nuestro Señor mil ocho­
6  Grande será su galardón y cientos treinta y dos,
eterna será su a gloria. 12 fueron abiertos nuestros a ojos
7 Y a ellos les a revelaré todos e iluminados nuestros entendi­
los b misterios, sí, todos los mis­ mientos por el poder del b Espíritu,
terios ocultos de mi reino desde al grado de poder ver y compren­
los días antiguos, y por siglos fu­ der las cosas de Dios,
turos, les haré saber la buena dis­ 13 aun aquellas cosas que exis­
posición de mi voluntad tocante tieron desde el principio, antes
a todas las cosas pertenecientes a que el mundo fuese, las cuales el
mi reino. Padre decretó por medio de su
76 1 a Isa. 1:2. Heb. 1:12. entendimiento.
b Jer. 10:10. 5 a Éx. 34:6; c Isa. 29:14;
GEE Trinidad — Dios Sal. 103:8. 2 Ne. 9:28–29.
el Hijo. GEE Misericordia, 10 a Moro. 10:5.
c Isa. 43:11; misericordioso. b GEE Revelación;
Oseas 13:4. b Deut. 6:13; Testimonio.
d GEE Salvador. Josué 4:23–24. c GEE Poder.
2 a 2 Ne. 2:24; GEE Reverencia; d Isa. 64:4;
DyC 38:1–3. Temor. 1 Cor. 2:9;
b Apoc. 15:3. c DyC 4:2. 3 Ne. 17:15–17;
3 a 1 Rey. 8:56; 6 a GEE Gloria celestial. DyC 76:114–116.
DyC 1:38; 64:31. 7 a DyC 42:61; 59:4; 98:12; 11 a Apoc. 1:10.
4 a Heb. 13:8; 121:26–33. 12 a DyC 110:1; 137:1;
DyC 35:1; 38:1–4; b GEE Misterios de Dios. 138:11, 29.
39:1–3. 9 a GEE Sabiduría. b GEE Transfiguración.
b Sal. 102:25–27; b GEE Entender,
157 Doctrina y Convenios 76:14–25
Hijo Unigénito, que estaba en 20 Y vimos la a gloria del Hijo, a
el seno del Padre aun desde el la b diestra del c Padre, y recibimos
a 
principio, de su plenitud;
14 de quien damos testimonio, y 21 y vimos a los santos a ángeles y
el testimonio que damos es la ple­ a los que son b santificados delante
nitud del evangelio de Jesucristo, de su trono, adorando a Dios y al
que es el Hijo, a quien vimos y con Cordero, y lo c adoran para siem­
el cual a conversamos en la b visión pre jamás.
celestial. 22 Y ahora, después de los mu­
15 Porque mientras hacíamos la chos testimonios que se han dado
a 
traducción que el Señor nos había de él, este es el a testimonio, el úl­
designado, llegamos al versículo timo de todos, que nosotros damos
veintinueve del quinto capítulo de él: ¡Que b vive!
de Juan, que nos fue revelado así: 23 Porque lo a vimos, sí, a la dies­
16 Hablando de la resurrección tra de b Dios; y oímos la voz testi­
de los muertos, concerniente a ficar que él es el c Unigénito del
los que a oirán la voz del b Hijo del Padre;
Hombre: 24 que por a él, por medio de él
17 Y saldrán; los que hayan he­ y de él los b mundos son y fue­
cho el a bien, en la b resurrección de ron creados, y sus habitantes son
los c justos; y los que hayan hecho engendrados c hijos e hijas para
el mal, en la resurrección de los Dios.
injustos. 25 Y esto también vimos, de lo
18 Ahora, a causa de esto nos cual damos testimonio, que un
maravillamos, porque nos fue re­ a 
ángel de Dios que tenía autori­
velado por el Espíritu. dad delante de Dios, el cual se
19 Y mientras a meditábamos en rebeló en contra del Hijo Unigé­
estas cosas, el Señor tocó los ojos nito, a quien el Padre amaba y el
de nuestro entendimiento y fue­ cual estaba en el seno del Padre,
ron abiertos, y la gloria del Señor fue arrojado de la presencia de
brilló alrededor. Dios y del Hijo,
13 a Moisés 4:2. c GEE Trinidad — Dios el GEE Unigénito.
14 a DyC 109:57. Padre. 24 a Heb. 1:1–3;
b GEE Visión. 21 a Mateo 25:31; 3 Ne. 9:15;
15 a GEE José Smith, DyC 130:6–7; 136:37. DyC 14:9; 93:8–10.
Traducción de (TJS). b GEE Santificación. b Moisés 1:31–33; 7:30.
16 a Juan 5:28. c GEE Adorar. GEE Creación, crear.
b GEE Hijo del Hombre. 22 a GEE Testimonio. c Hech. 17:28, 29;
17 a GEE Obras. b DyC 20:17. Heb. 12:9.
b GEE Resurrección. 23 a GEE Jesucristo — Las GEE Hijos e hijas de
c Hech. 24:15. apariciones de Cristo Dios.
19 a GEE Meditar. después de Su muerte. 25 a DyC 29:36–39;
20 a GEE Jesucristo — La b GEE Trinidad — Dios el Moisés 4:1–4.
gloria de Jesucristo. Padre. GEE Diablo.
b Hech. 7:56. c Juan 1:14.
Doctrina y Convenios 76:26– 40 158
26 y fue llamado Perdición, por­ 33 porque son vasos de ira, con­
que los cielos lloraron por él; y era denados a padecer la ira de Dios
a 
Lucifer, un hijo de la mañana. con el diablo y sus ángeles en la
27 Y vimos; y he aquí, ¡ha a caído, eternidad;
un hijo de la mañana ha caído! 34 concerniente a los cuales he
28 Y mientras nos hallábamos dicho que no hay a perdón en este
aún en el Espíritu, el Señor nos mundo ni en el venidero,
mandó que escribiésemos la vi­ 35 habiendo a negado al Santo
sión; porque vimos a Satanás, la Espíritu después de haberlo reci­
a 
serpiente antigua, sí, el b diablo, bido, y habiendo negado al Uni­
que se c rebeló contra Dios y pro­ génito del Padre, b crucificándolo
curó usurpar el reino de nuestro para sí mismos y exponiéndolo a
Dios y su Cristo; vituperio.
29 por tanto, les hace la a guerra a 36 Estos son los que irán al a lago
los santos de Dios, y los rodea por de fuego y azufre, con el diablo y
todos lados. sus ángeles,
30 Y vimos una visión de los su­ 37 y los únicos sobre quienes
frimientos de aquellos a quienes tendrá poder alguno la segunda
hizo la guerra y venció, porque la a 
muerte;
voz del Señor vino a nosotros con 38 sí, en verdad, los a únicos que
estas palabras: no serán redimidos en el debido
31 Así dice el Señor concerniente tiempo del Señor, después de pa­
a todos los que conocen mi poder, decer su ira.
y han llegado a participar de él, y 39 Porque todos los demás a sal­
se dejaron a vencer a causa del po­ drán en la b resurrección de los
der del diablo, y niegan la verdad muertos, mediante el triunfo y
y se rebelan contra mi poder. la gloria del c Cordero, que fue
32 Estos son los a hijos de b perdi­ muerto, que estaba en el seno del
ción, de quienes digo que mejor Padre desde antes que los mundos
hubiera sido para ellos no haber fuesen hechos.
nacido; 40 Y este es el a evangelio, las
26 a Isa. 14:12–17. 34 a Mateo 12:31–32. 37 a GEE Muerte espiritual.
GEE Lucifer o Lucero. GEE Perdonar. 38 a GEE Hijos de
27 a Lucas 10:18. 35 a 2 Pe. 2:20–22; perdición.
28 a Apoc. 12:9. Alma 39:6. 39 a Es decir, redimidos;
b GEE Diablo. GEE Pecado véase el versículo 38.
c GEE Guerra en los imperdonable. Todos serán
cielos. b Heb. 6:4–6; resucitados. Véase
29 a Apoc. 13:7; 1 Ne. 19:7; Alma 11:41–45.
2 Ne. 2:18; 28:19–23. DyC 132:27. GEE Vivificar.
31 a GEE Apostasía. 36 a Apoc. 19:20; 20:10; b GEE Resurrección.
32 a GEE Hijos de 21:8; c GEE Jesucristo.
perdición. 2 Ne. 9:16; 28:23; 40 a 3 Ne. 27:13–22.
b DyC 76:26; Alma 12:16–18; GEE Evangelio;
Moisés 5:22–26. DyC 63:17. Plan de redención.
159 Doctrina y Convenios 76:41–52
buenas nuevas, que la voz de los 47 sin embargo, yo, el Señor, lo
cielos nos testificó: manifiesto en visión a muchos,
41 Que vino al mundo, sí, Je­ pero enseguida lo cierro otra
sús, para ser a crucificado por vez;
el mundo y para b llevar los pe­ 48 por consiguiente, no compren­
cados del c mundo, y para d san­ den el fin, la anchura, la altura,
tificarlo y e limpiarlo de toda la a profundidad ni la miseria de
iniquidad; ello, ni tampoco hombre alguno,
42  para que por medio de él sino los que son b ordenados a esta
fuesen a salvos todos aquellos a c 
condenación.
quienes el Padre había puesto 49 Y oímos la voz decir: Escribid
en su poder y había hecho me­ la visión, porque he aquí, este es el
diante él; fin de la visión de los padecimien­
43 y él glorifica al Padre y salva tos de los impíos.
todas las obras de sus manos, me­ 50 Y otra vez testificamos, por­
nos a esos hijos de perdición que que vimos y oímos, y este es el
niegan al Hijo después que el Pa­ a 
testimonio del evangelio de
dre lo ha revelado. Cristo concerniente a los que sal­
44 Por tanto, a todos salva él me­ drán en la b resurrección de los
nos a ellos; estos irán al a castigo justos:
b 
perpetuo, que es castigo sin fin, 51 Estos son los que recibieron
castigo eterno, para reinar con el el testimonio de Jesús, y a creyeron
c 
diablo y sus ángeles por la eterni­ en su nombre, y fueron b bautiza­
dad, donde su d gusano no muere dos según la c manera de su sepul­
y el fuego no se apaga, lo cual es tura, siendo d sepultados en el agua
su tormento; en su nombre; y esto de acuerdo
45 y ni el a fin de ello, ni el lugar, con el mandamiento que él
ni su tormento, ningún hombre ha dado,
lo sabe; 52  para que, guardando los
46  ni tampoco fue, ni es, ni mandamientos, fuesen a lavados
será revelado al hombre, salvo y b limpiados de todos sus pe­
a quienes se hacen participantes cados, y recibiesen el Santo Es­
de ello; píritu por la imposición de las
41 a GEE Crucifixión. c GEE Diablo. b GEE Bautismo,
b Isa. 53:4–12; d Isa. 66:24; bautizar.
Heb. 9:28. Mar. 9:43–48. c DyC 128:13.
c 1 Juan 2:1–2. 45 a DyC 29:28–29. d Rom. 6:3–5.
d GEE Santificación. 48 a Apoc. 20:1. GEE Bautismo,
e GEE Redención, b Es decir, sentenciados bautizar — Por
redimido, redimir. o entregados. inmersión.
42 a GEE Salvación. c Alma 42:22. 52 a 2 Ne. 9:23;
44 a GEE Condenación, 50 a GEE Testimonio. Moro. 8:25–26.
condenar. b GEE Resurrección. b GEE Pureza, puro.
b DyC 19:6–12. 51 a DyC 20:25–27, 37.
Doctrina y Convenios 76:53–67 160
manos del que es ordenado y se­
c  d 
cosas futuras, todas son suyas,
llado para ejercer este e poder; y ellos son de Cristo y Cristo es
53 y son quienes vencen por la fe, de Dios.
y son a sellados por el b Santo Espí­ 60 Y a vencerán todas las cosas.
ritu de la promesa, que el Padre 61  Por tanto, nadie se a glo­
derrama sobre todos los que son ríe en el hombre, más bien
justos y fieles. b 
gloríese en Dios, el cual c subyu­
54 Estos son los que constituyen gará a todo enemigo debajo de
la Iglesia del a Primogénito. sus pies.
55 Son aquellos en cuyas manos 62 Estos a morarán en la b presen­
el Padre ha entregado a todas las cia de Dios y de su Cristo para
cosas; siempre jamás.
56 son a sacerdotes y reyes que 63 Estos son a los que él traerá
han recibido de su plenitud y de consigo cuando b venga en las nu­
su gloria; bes del cielo para c reinar en la tie­
57 y son a sacerdotes del Altísimo, rra sobre su pueblo.
según el orden de Melquisedec, 64 Son los que tendrán parte en
que fue según el orden de b Enoc, la a primera resurrección.
que fue según el c orden del Hijo 65 Son quienes saldrán en la a re­
Unigénito. surrección de los justos.
58 De modo que, como está es­ 66  Son los que han venido al
crito, son a dioses, sí, los b hijos a 
monte de b Sion y a la ciudad del
de c Dios. Dios viviente, el lugar celestial, el
59  Por consiguiente, a todas más santo de todos.
las cosas son suyas, sea vida 67 Son los que se han allegado
o muerte, o cosas presentes o a una hueste innumerable de
52 c GEE Don del Espíritu b Gén. 5:21–24. c DyC 49:6.
Santo; GEE Enoc. 62 a Sal. 15:1–3; 24:3–4;
Imposición de manos. c DyC 107:1–4. 1 Ne. 15:33–34;
d GEE Ordenación, 58 a Sal. 82:1, 6; Moisés 6:57.
ordenar. Juan 10:34–36. b DyC 130:7.
e GEE Autoridad. GEE Hombre(s) — Su GEE Vida eterna.
53 a GEE Sellamiento, sellar. potencial para llegar 63 a DyC 88:96–98.
b Efe. 1:13; a ser como nuestro GEE Segunda venida de
DyC 88:3–5. Padre Celestial. Jesucristo.
GEE Santo Espíritu de b GEE Hijos e hijas de b Mateo 24:30.
la promesa. Dios. c DyC 58:22.
54 a Heb. 12:23; c DyC 121:32. GEE Jesucristo — El
DyC 93:21–22. GEE Trinidad. reinado milenario de
GEE Primogénito. 59 a Lucas 12:42–44; Cristo.
55 a 2 Pe. 1:3–4; 3 Ne. 28:10; 64 a Apoc. 20:6.
DyC 50:26–28; DyC 84:36–38. 65 a GEE Resurrección.
84:35–38. 60 a Apoc. 3:5; 21:7. 66 a Isa. 24:23;
56 a Éx. 19:6; 61 a Juan 5:41–44; Heb. 12:22–24;
Apoc. 1:5–6; 20:6. 1 Cor. 3:21–23. Apoc. 14:1;
57 a GEE Sacerdote, b 2 Ne. 33:6; DyC 84:2; 133:56.
Sacerdocio de Alma 26:11–16. b GEE Sion.
Melquisedec. GEE Gloria.
161 Doctrina y Convenios 76:68–82
ángeles, a la asamblea general e fuesen juzgados según los hom­
iglesia de a Enoc y del b Primogénito. bres en la carne;
68 Son aquellos cuyos nombres 74 quienes no recibieron el a tes­
están a escritos en el cielo, donde timonio de Jesús en la carne, mas
Dios y Cristo son los b jueces de después lo recibieron.
todo. 75 Estos son los hombres ho­
69 Son hombres a justos hechos norables de la tierra que fueron
b 
perfectos mediante Jesús, el me­ cegados por las artimañas de los
diador del c nuevo convenio, que hombres.
obró esta perfecta d expiación de­ 76 Son los que reciben de su glo­
rramando su propia e sangre. ria, mas no de su plenitud.
70  Estos son aquellos cuyos 77 Son los que reciben de la pre­
cuerpos son a celestiales, cuya sencia del Hijo, mas no de la ple­
b 
gloria es la del c sol, sí, la gloria nitud del Padre.
de Dios, el más alto de todos, 78 Por consiguiente, son a cuerpos
de cuya gloria está escrito que terrestres y no son cuerpos celes­
tiene como símbolo el sol del tiales, y difieren en gloria como la
firmamento. luna difiere del sol.
71 Y además, vimos el a mundo 79 Estos son aquellos que no son
terrestre, y he aquí, estos son los de a 
valientes en el testimonio de Je­
lo terrestre, cuya gloria se distin­ sús; así que, no obtienen la corona
gue de la gloria de los de la iglesia en el reino de nuestro Dios.
del Primogénito que han recibido 80 Y este es el fin de la visión que
la plenitud del Padre, así como vimos de lo terrestre, que el Señor
la de la b luna difiere del sol en el nos mandó escribir mientras toda­
firmamento. vía estábamos en el Espíritu.
72 He aquí, estos son los que mu­ 81 Y además, vimos la gloria de
rieron a sin b ley; lo a telestial, la gloria de lo menor,
73 y también los que son los a es­ así como la gloria de las estrellas
píritus de los hombres encerrados difiere de la gloria de la luna en el
en b prisión, a quienes el Hijo visitó firmamento.
y c predicó el d evangelio, para que 82 Estos son los que no recibieron
67 a DyC 45:9–12. 70 a DyC 88:28–29; 131:1–4; GEE Infierno;
b Heb. 12:23; 137:7–10. Salvación de los
DyC 76:53–54. GEE Gloria celestial. muertos.
GEE Primogénito. b DyC 137:1–4. c 1 Pe. 3:19–20; 4:6;
68 a GEE Libro de la vida. c Mateo 13:43. DyC 138:28–37.
b GEE Jesucristo — Es 71 a DyC 88:30. d GEE Evangelio.
juez. GEE Gloria terrestre. 74 a GEE Testimonio.
69 a DyC 129:3; 138:12. b 1 Cor. 15:40–41. 78 a 1 Cor. 15:40–42.
b Moro. 10:32–33. 72 a DyC 137:7, 9. 79 a DyC 56:16.
c GEE Nuevo y b GEE Ley. 81 a DyC 88:31.
sempiterno convenio. 73 a Alma 40:11–14. GEE Gloria telestial.
d GEE Expiación, expiar. GEE Espíritu.
e GEE Sangre. b DyC 88:99; 138:8.
Doctrina y Convenios 76:83–101 162
el evangelio de Cristo ni el testi­
a 
celestial, que sobrepuja a todas las
monio de Jesús. cosas; donde Dios, el Padre, reina
83 Son los que no niegan al Santo en su trono para siempre jamás;
Espíritu. 93 ante cuyo trono todas las cosas
84 Son aquellos que son arrojados se inclinan en humilde a reveren­
al a infierno. cia, y le rinden gloria para siem­
85 Son estos los que no serán re­ pre jamás.
dimidos del a diablo sino hasta la 94 Los que moran en su a presen­
b 
última resurrección, hasta que cia son la iglesia del b Primogénito;
el Señor, Cristo el c Cordero, haya y ven como son vistos, y c conocen
cumplido su obra. como son conocidos, habiendo
86 Son los que no reciben de recibido de su plenitud y de su
su plenitud en el mundo eterno, d 
gracia;
sino del Santo Espíritu por me­ 95 y él los hace a iguales en poder,
dio de la ministración de lo en fuerza y en dominio.
terrestre; 96 Y la gloria de lo celestial es
87 y lo terrestre, por la a ministra­ una, así como la gloria del a sol
ción de lo celestial. es una.
88 Y lo telestial también lo recibe 97 Y la gloria de lo terrestre es
por la ministración de ángeles que una, así como es una la gloria de
son designados para ministrar por la luna.
ellos, o sea, que son nombrados 98 Y la gloria de lo telestial es una,
para ser sus espíritus ministran­ así como la gloria de las estrellas es
tes; porque serán herederos de la una; porque como una estrella es
salvación. diferente de otra en gloria, así difie­
89 Y así vimos en la visión celes­ ren uno y otro en gloria en el mundo
tial la gloria de lo telestial, que so­ telestial;
brepuja a toda comprensión; 99 porque estos son los que di­
90 y ningún hombre la conoce cen ser de a Pablo, y de Apolos, y
sino aquel a quien Dios la ha de Cefas.
revelado. 100  Son los que declaran ser
91 Y así vimos la gloria de lo te­ unos de uno y otros de otro: unos
rrestre, que excede a la gloria de de Cristo y otros de Juan, unos de
lo telestial en todas las cosas, sí, Moisés, unos de Elías, unos
en gloria, en poder, en fuerza y de Esaías, unos de Isaías, y otros
en dominio. de Enoc;
92 Y así vimos la gloria de lo 1 0 1   m a s n o re c i b i e ro n e l
82 a DyC 138:21. DyC 43:18; 88:100–101. c 1 Cor. 13:12.
84 a 2 Ne. 9:12; c GEE Cordero de Dios. d GEE Gracia.
Alma 12:11. 87 a DyC 138:37. 95 a DyC 29:13; 78:5–7;
GEE Infierno. 93 a GEE Reverencia. 84:38; 88:107; 132:20.
85 a GEE Diablo. 94 a DyC 130:7. 96 a 1 Cor. 15:40–41.
b Alma 11:41; b GEE Primogénito. 99 a 1 Cor. 3:4–7, 22.
163 Doctrina y Convenios 76:102–114
evangelio, ni el testimonio de Je­ poder y reinar para siempre
sús, ni a los profetas, ni el a conve­ jamás.
nio sempiterno. 109 Mas he aquí, vimos la glo­
102 En fin, todos estos son los ria y los habitantes del mundo
que no serán reunidos con los san­ telestial, y eran tan innumerables
tos para ser a arrebatados con la como las estrellas en el firmamento
b 
iglesia del Primogénito y recibi­ del cielo, o como las arenas en las
dos en la nube. playas del mar;
103  a Estos son los b mentirosos 110 y oímos la voz del Señor de­
y los hechiceros, los c adúlteros y cir: Todos estos doblarán la rodilla,
los fornicarios, y quienquiera que y toda lengua a confesará al que se
ama y obra mentira. sienta sobre el trono para siempre
104 Son los que padecen la a ira jamás;
de Dios en la tierra. 111 porque serán juzgados de
105 Son los que padecen la a ven­ acuerdo con sus obras, y cada
ganza del fuego eterno. hombre recibirá, conforme a sus
106 Son aquellos que son arro­ propias a obras, su dominio corres­
jados al a infierno, y b padecen la pondiente en las b mansiones que
ira de c Dios Todopoderoso hasta están preparadas;
el d cumplimiento de los tiem­ 112 y serán siervos del Altísimo;
pos, cuando Cristo haya e subyu­ mas a a donde Dios y Cristo b mo­
gado a todo enemigo debajo de ran no podrán venir, por los siglos
sus pies y haya f perfeccionado de los siglos.
su obra; 113 Este es el fin de la visión que
107  cuando entregue el reino vimos, que se nos mandó escri­
y lo presente sin mancha al bir mientras estábamos aún en el
Padre, diciendo: He vencido y a pi­ Espíritu.
sado, yo solo, el b lagar, sí, el la­ 114 Pero a grandes y maravillo­
gar del furor de la ira del Dios sas son las obras del Señor y los
Omnipotente. b 
misterios de su reino que él nos
108  Entonces será coronado enseñó, los cuales sobrepujan a
con la corona de su gloria, para toda comprensión en gloria, en
sentarse sobre el a trono de su poder y en dominio,
101 a GEE Nuevo y 106 a GEE Infierno. Mos. 27:31.
sempiterno convenio. b DyC 19:3–20. 111 a Apoc. 20:12–13.
102 a 1 Tes. 4:16–17; c DyC 87:6. GEE Obras.
DyC 88:96–98. d Efe. 1:10. b Juan 14:2;
b DyC 78:21. e 1 Cor. 15:24–28. DyC 59:2; 81:6.
103 a Apoc. 21:8; f Heb. 10:14. 112 a DyC 29:29.
DyC 63:17–18. 107 a Apoc. 19:15; b Apoc. 21:23–27.
b GEE Mentiras. DyC 88:106; 133:46–53. 114 a Apoc. 15:3;
c GEE Adulterio. b Gén. 49:10–12; Morm. 9:16–18;
104 a GEE Condenación, Isa. 63:1–3. Moisés 1:3–5.
condenar. 108 a DyC 137:3. b Jacob 4:8.
105 a Judas 1:7. 110 a Filip. 2:9–11;
Doctrina y Convenios 76:115–77:3 164
115 los cuales nos mandó no es­ privilegio de ver y conocer por sí
cribir mientras estábamos aún en mismos,
el Espíritu, y no es a lícito que el 118 para que por el poder y la
hombre los declare; manifestación del Espíritu, mien­
116 ni tampoco es el hombre a ca­ tras estén en la carne, puedan
paz de darlos a conocer, porque aguantar su presencia en el mundo
solo se ven y se b comprenden por de gloria.
el poder del Santo Espíritu que 119 Y a Dios y al Cordero sean la
Dios confiere a los que lo aman y gloria, la honra y el dominio para
se purifican ante él; siempre jamás. Amén.
117  a quienes concede este

SECCIÓN 77
Revelación dada a José Smith el Profeta en Hiram, Ohio, aproximada-
mente en marzo de 1832. En la historia de José Smith se indica: “En
relación con la traducción de las Escrituras, recibí la siguiente expli-
cación del Apocalipsis o la Revelación de San Juan”.
1–4, Los animales tienen espíritu der por los cuatro seres vivien­
y morarán en felicidad eterna; 5– tes de los que habla el mismo
7, Esta tierra tiene una existencia versículo?
temporal de 7.000 años; 8–10, Va- R.– Son expresiones a metafóricas
rios ángeles restauran el Evangelio que usa Juan el Revelador para
y ministran sobre la tierra; 11, Los describir los b cielos, el c paraíso
144.000 son sellados; 12–14, Cristo de Dios, la d felicidad del hombre,
vendrá al principio del séptimo mi- y la de los animales, y de lo que
lenio; 15, Serán levantados dos pro- se arrastra y de las aves del cielo;
fetas a la nación judía. siendo lo espiritual a semejanza de
lo temporal, y lo temporal a seme­
Pregunta.– ¿Qué es el a mar de vi­ janza de lo espiritual; el e espíritu
drio del que habla Juan en el capí­ del hombre a semejanza de su per­
tulo 4, versículo 6, del Apocalipsis? sona, como también el espíritu de
Respuesta.– Es la b tierra en su los f animales y toda otra criatura
estado santificado, inmortal y que Dios ha creado.
c 
eterno. 3 P.– ¿Están limitados los cua­
2  P.– ¿Qué hemos de enten­ tro seres vivientes a animales
115 a 2 Cor. 12:4. c GEE Gloria celestial; d GEE Gozo.
116 a 3 Ne. 17:15–17; Tierra — El estado e Éter 3:15–16;
19:32–34. final de la tierra. Abr. 5:7–8.
b 1 Cor. 2:10–12. 2 a GEE Simbolismo. GEE Espíritu.
77 1 a DyC 130:6–9. b GEE Cielo. f Moisés 3:19.
b DyC 88:17–20, 25–26. c GEE Paraíso.
165 Doctrina y Convenios 77:4–9
particulares, o representan clases 7 P.– ¿Qué hemos de entender
u órdenes? por los siete sellos con que estaba
R.– Están limitados a cuatro ani­ sellado?
males particulares, mostrados a R.– Que el primer sello contiene
Juan para representar la gloria de las cosas de los a primeros mil años;
las clases de seres en su orden o el segundo, las de los siguientes
a 
esfera de creación decretados, mil años, y así hasta el séptimo.
en cuanto al gozo de su b felicidad 8 P.– ¿Qué hemos de entender
eterna. por los cuatro ángeles de los que se
4 P.– ¿Qué hemos de entender habla en el capítulo 7, y versículo
por los ojos y las alas que tenían 1, del Apocalipsis?
los seres vivientes? R.– Que son cuatro ángeles en­
R.– Sus ojos son una representa­ viados de Dios, a quienes es dado
ción de luz y a conocimiento, es de­ poder sobre las cuatro partes de
cir, están llenos de conocimiento; y la tierra, para salvar la vida y
sus alas representan el b poder para para destruir; son los que tienen
moverse, para obrar, etc. el a evangelio eterno para darlo a
5 P.– ¿Qué hemos de entender toda nación, tribu, lengua y pue­
por los veinticuatro a ancianos de blo, y tienen el poder de cerrar
los que habla Juan? los cielos, de sellar para vida o de
R.– Hemos de entender que echar abajo a las b regiones de las
estos ancianos que Juan vio ha­ tinieblas.
bían sido b fieles en la obra del 9 P.– ¿Qué hemos de entender
ministerio, y habían muerto. por el ángel que asciende del
Pertenecían a las c siete iglesias oriente, versículo 2, capítulo 7, del
y estaban entonces en el paraíso Apocalipsis?
de Dios. R.– Que el ángel que asciende del
6 P.– ¿Qué hemos de entender oriente es aquel a quien es dado
por el libro que Juan vio, a sellado el sello del Dios viviente sobre las
por fuera con siete sellos? doce tribus de a Israel; por consi­
R.– Que contiene la voluntad, los guiente, clama a los cuatro ángeles
b 
misterios y las obras revelados de que tienen el evangelio eterno, di­
Dios; las cosas ocultas de su eco­ ciendo: No hagáis daño a la tierra,
nomía concernientes a esta c tierra ni al mar, ni a los árboles, hasta que
durante los siete mil años de su hayamos sellado en sus b frentes
permanencia, o sea, su duración a los siervos de nuestro Dios. Y
temporal. si queréis recibirlo, este es c Elías,
3 a DyC 93:30; b Apoc. 14:4–5. 8 a Apoc. 14:6–7.
Moisés 3:9. c Apoc. 1:4. b Mateo 8:11–12; 22:1–14;
b DyC 93:33–34. 6 a Apoc. 5:1. DyC 133:71–73.
4 a GEE Conocimiento. b GEE Misterios de Dios. 9 a Apoc. 7:4–8.
b GEE Poder. c GEE Tierra. b Ezeq. 9:4.
5 a Apoc. 4:4, 10. 7 a DyC 88:108–110. c GEE Elías.
Doctrina y Convenios 77:10–15 166
que habría de venir a congregar a milenio, el Señor Dios santifi­d 

las tribus de Israel y a d restaurar cará la tierra, consumará la sal­


todas las cosas. vación del hombre y e juzgará y
10 P.– ¿En qué tiempo se cumpli­ f 
redimirá todas las cosas, salvo
rán las cosas de las que se habla en lo que no haya puesto en su po­
este capítulo? der, cuando él haya sellado todo
R.– Se cumplirán en el a sexto mi­ hasta el fin de todas las cosas; y el
lenio, o sea, cuando sea abierto el son de las trompetas de los siete
sexto sello. ángeles es la preparación y termi­
11 P.– ¿Qué hemos de entender nación de su obra al comenzar el
por los a ciento cuarenta y cuatro séptimo milenio, la preparación
mil sellados de entre las tribus de de la vía antes de la hora de su
Israel, doce mil de cada tribu? venida.
R.– Que aquellos que son sella­ 13 P.– ¿Cuándo se cumplirán las
dos son b sumos sacerdotes, or­ cosas que están escritas en el capí­
denados según el santo orden de tulo 9 del Apocalipsis?
Dios para administrar el evan­ R.– Se cumplirán después que
gelio eterno; porque son estos sea abierto el séptimo sello, antes
los que son ordenados de entre de la venida de Cristo.
toda nación, tribu, lengua y pue­ 14 P.– ¿Qué hemos de enten­
blo, por los ángeles a quienes es der por el libro pequeño que
dado poder sobre las naciones Juan a comió, tal como se men­
de la tierra para traer a cuan­ ciona en el capítulo 10 del
tos quieran venir a la iglesia del Apocalipsis?
c 
Primogénito. R.– Hemos de entender que fue
12  P.– ¿Qué hemos de enten­ una misión y ordenanza para él,
der por el son de a trompetas que de b recoger a las tribus de Israel;
se menciona en el capítulo 8 del he aquí, este es Elías, el cual,
Apocalipsis? como está escrito, tiene que ve­
R.– Que así como Dios hizo el nir y c restaurar todas las cosas.
mundo en seis días, y en el sép­ 15 P.– ¿Qué se da a entender por
timo día acabó su obra y la b san­ los dos a testigos, en el capítulo 11
tificó, y también formó al hombre del Apocalipsis?
del c polvo de la tierra, de igual R.– Son dos profetas que le serán
manera, al principiar el séptimo levantados a la b nación judía en los
9 d GEE Restauración del Éx. 20:11; 31:12–17; redimido, redimir.
Evangelio. Mos. 13:16–19; 14 a Ezeq. 2:9–10; 3:1–4;
10 a Apoc. 6:12–17. Moisés 3:1–3; Apoc. 10:10.
11 a Apoc. 14:3–5. Abr. 5:1–3. b GEE Israel — La
b GEE Sumo sacerdote. c Gén. 2:7. congregación de
c DyC 76:51–70. d DyC 88:17–20. Israel.
GEE Primogénito. e GEE Jesucristo — Es c Mateo 17:11.
12 a Apoc. 8:2. juez. 15 a Apoc. 11:1–14.
b Gén. 2:1–3; f GEE Redención, b GEE Judíos.
167 Doctrina y Convenios 78:1– 4
postreros días, en la época de la
c 
congregado y hayan edificado la
restauración, para profetizar a los
d 
ciudad de Jerusalén en la e tierra
judíos, después que estos se hayan de sus padres.

SECCIÓN 78
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio,
el 1º de marzo de 1832. En ese día, el Profeta y otros líderes se ha-
bían reunido para analizar asuntos de la Iglesia. En esta revelación
se le instruye inicialmente al Profeta, a Sidney Rigdon y a Newel K.
Whitney que viajen a Misuri y organicen los asuntos mercantiles y
editoriales de la Iglesia mediante la creación de una “firma” que su-
pervisaría esas labores y generaría fondos para el establecimiento de
Sion y para el beneficio de los pobres. Dicha firma, conocida como la
Firma Unida, se organizó en abril de 1832 y se disolvió en 1834 (véase
la sección 82). Poco tiempo después de su disolución, y bajo la direc-
ción de José Smith, la frase “los asuntos del almacén para los pobres”
reemplazó a “establecimientos mercantiles y editoriales” en la revela-
ción, y la palabra “orden” reemplazó a la palabra “firma”.
1–4, Los santos deben organizarse y 2 y oíd el a consejo de aquel que
establecer un almacén; 5–12, El uso os ha b ordenado de lo alto, que
prudente de sus bienes conducirá a hablará en vuestros oídos las pa­
los miembros a la salvación; 13–14, labras de sabiduría, a fin de que
La Iglesia debe ser independiente de halléis salvación en lo que habéis
los poderes terrenales; 15–16, Miguel presentado ante mí, dice el Señor
(Adán) sirve bajo la dirección del Dios.
Muy Santo (Cristo); 17–22, Benditos 3 Pues de cierto os digo, ha lle­
son los fieles, porque ellos heredarán gado la hora y está cerca; y he aquí,
todas las cosas. es necesario que haya una a orga­
nización de mi pueblo, a fin de
El Señor habló a José Smith, hijo, reglamentar y establecer los asun­
diciendo: Escuchadme, dice el Se­ tos del b almacén para los c pobres
ñor vuestro Dios, vosotros que de entre mi pueblo, tanto en este
habéis sido ordenados al a sumo lugar como en la tierra de d Sion,
sacerdocio de mi iglesia, y que os 4 como establecimiento y orden
habéis congregado; permanentes y sempiternos para
15 c
GEE Últimos días, 78 1 a GEE Sacerdocio de 3 a DyC 82:11–12, 15–21.
postreros días. Melquisedec. b DyC 72:9–10; 83:5–6.
d GEE Restauración del 2 a GEE Consejo. c DyC 42:30–31.
Evangelio. b GEE Ordenación, GEE Bienestar.
e Amós 9:14–15. ordenar. d DyC 57:1–2.
Doctrina y Convenios 78:5–17 168
mi iglesia, a fin de adelantar la 12 Y quien lo violare perderá su
causa que habéis abrazado, para oficio y estado en la iglesia, y será
la salvación del hombre y la glo­ entregado a los a bofetones de Sa­
ria de vuestro Padre que está en tanás hasta el día de la redención.
los cielos; 13 He aquí, esta es la prepara­
5 para que seáis a iguales en los ción con la cual os preparo, y el
vínculos de cosas celestiales, sí, y fundamento y la norma que os
de cosas terrenales también, a fin doy, mediante los cuales podréis
de obtener cosas celestiales. cumplir los mandamientos que
6 Porque si no sois iguales en os son dados;
las cosas terrenales, no podéis ser 14 a fin de que mediante mi pro­
iguales en la consecución de cosas videncia, no obstante las a tribu­
celestiales; laciones que os sobrevengan, la
7 pues si queréis que os dé un lu­ iglesia se sostenga independiente
gar en el mundo a celestial, es pre­ de todas las otras criaturas bajo el
ciso que os b preparéis, c haciendo mundo celestial;
lo que os he mandado y requerido. 15 para que ascendáis hasta al­
8 Y ahora, de cierto así dice el canzar la a corona preparada para
Señor, conviene que vosotros que vosotros, y seáis hechos b gober­
constituís esta a orden hagáis todas nantes sobre muchos reinos, dice
las cosas para mi b gloria; Dios el Señor, el Santo de Sion, el
9 o en otras palabras, siéntense cual ha establecido los cimientos
mis siervos Newel K. Whitney, de c Adán-ondi-Ahmán;
José Smith, hijo, y Sidney Rigdon 16 y el que ha nombrado a a Mi­
en concilio con los santos que es­ guel por príncipe vuestro, y le ha
tán en Sion; asentado los pies, y lo ha puesto
10 de otra manera, a Satanás pro­ en alto, y le ha dado las llaves de
curará desviar sus corazones de la la salvación bajo el consejo y di­
verdad, de manera que sean cega­ rección del Muy Santo, que es sin
dos y no comprendan las cosas que principio de días ni fin de vida.
están preparadas para ellos. 17 De cierto, de cierto os digo,
11 Por tanto, os doy el manda­ sois niños pequeños, y todavía
miento de prepararos y organi­ no habéis entendido cuán gran­
zaros por medio de un vínculo o des bendiciones el Padre tiene en
a 
convenio sempiterno que no se sus propias manos y ha preparado
puede violar. para vosotros;
5 a DyC 49:20. b Moisés 1:39. Exaltación.
GEE Consagrar, ley de 10 a GEE Diablo. b Apoc. 5:10;
consagración. 11 a GEE Convenio. DyC 76:56–60; 132:19.
7 a GEE Gloria celestial. 12 a 1 Cor. 5:5; c GEE Adán-ondi-
b DyC 29:8; 132:3. DyC 82:21; 104:8–10. Ahmán.
c DyC 82:10. 14 a DyC 58:2–4. 16 a DyC 27:11; 107:54–55.
8 a DyC 92:1. 15 a GEE Corona; GEE Adán.
169 Doctrina y Convenios 78:18–79:4
18 y no podéis a sobrellevar ahora 20 Haced, pues, las cosas que os
todas las cosas; no obstante, sed de he mandado, dice vuestro Reden­
buen ánimo, porque yo os b guiaré. tor, el Hijo a Ahmán, el cual prepara
De vosotros son el reino y sus ben­ todas las cosas antes de b llevaros;
diciones, y las riquezas de la c eter­ 21 porque sois la a iglesia del Pri­
nidad son vuestras. mogénito, y él os b arrebatará en
19  Y el que reciba todas las una nube, y señalará a cada hom­
cosas con a gratitud será glorifi­ bre su porción.
cado; y le serán añadidas las cosas 22 Y el que es a mayordomo fiel
de esta tierra, hasta b cien tantos, y b sabio heredará c todas las cosas.
sí, y más. Amén.

SECCIÓN 79
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Hiram, Ohio,
el 12 de marzo de 1832.
1–4, Jared Carter es llamado a pre- nuevas de gran gozo, sí, el evan­
dicar el evangelio por medio del gelio eterno.
Consolador. 2 Y enviaré sobre él al a Consola­
dor, que le enseñará la verdad y el
De cierto te digo, que es mi vo­ camino que debe seguir;
luntad que mi siervo Jared Carter 3 y si es fiel, lo coronaré de nuevo
vaya otra vez a las tierras del este, con gavillas.
de un lugar a otro, y de ciudad en 4  Por tanto, regocíjese tu co­
ciudad, mediante el poder de la razón, mi siervo Jared Carter, y
a 
ordenación con que ha sido or­ a 
no temas, dice tu Señor, que es
denado, para proclamar alegres Jesucristo. Amén.

SECCIÓN 80
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Stephen
Burnett, en Hiram, Ohio, el 7 de marzo de 1832.
18 a Juan 16:12; agradecimiento. b DyC 72:3–4.
3 Ne. 17:2–3; b Mateo 19:29. c DyC 84:38.
DyC 50:40. 20 a DyC 95:17. 79 1 a DyC 52:38.
b DyC 112:10. b 1 Tes. 4:17. GEE Ordenación,
c GEE Vida eterna. 21 a DyC 76:53–54. ordenar.
19 a Mos. 2:20–21. b DyC 88:96–98. 2 a Juan 14:26.
GEE Acción de 22 a GEE Mayordomía, GEE Consolador.
gracias, agradecido, mayordomo. 4 a DyC 68:5–6.
Doctrina y Convenios 80:1–81:3 170

1–5, Stephen Burnett y Eden Smith 3 Por tanto, id y predicad mi


son llamados a predicar en cualquier evangelio, bien sea al norte o al
lugar que ellos escojan. sur, al este o al oeste, no importa,
porque no podréis errar.
De cierto, así te dice el Señor, mi 4 Por consiguiente, declarad las
siervo Stephen Burnett: Ve, ve en­ cosas que habéis oído, y que cier­
tre los del mundo y a predica el tamente creéis y a sabéis que son
evangelio a toda criatura a quien verdaderas.
llegue el son de tu voz. 5 He aquí, esta es la voluntad del
2 Y por cuanto deseas un compa­ que os ha a llamado, vuestro Re­
ñero, te doy a mi siervo Eden Smith. dentor, sí, Jesucristo. Amén.

SECCIÓN 81
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Hiram, Ohio, el
15 de marzo de 1832. Frederick G. Williams es llamado para ser sumo
sacerdote y consejero de la Presidencia del Sumo Sacerdocio. Los ana-
les históricos indican que cuando se recibió esta revelación en marzo
de 1832, se llamó a Jesse Gause al oficio de consejero de José Smith en
la Presidencia. Sin embargo, cuando dejó de actuar de conformidad
con ese nombramiento, el llamamiento se transfirió a Frederick G.
Williams. La revelación (fechada en marzo de 1832) debe considerarse
como un paso hacia la organización formal de la Primera Presidencia,
en la que se requería específicamente el oficio de consejero en ese grupo
y se explicaba la dignidad de dicho nombramiento. El hermano Gause
sirvió por un tiempo pero fue excomulgado de la Iglesia en diciembre
de 1832. El hermano Williams fue ordenado al oficio de referencia el
18 de marzo de 1833.
1–2, La Primera Presidencia siem- llamamiento al cual eres llamado, a
pre posee las llaves del reino; 3–7, saber, el de ser a sumo sacerdote en
Si Frederick G. Williams es fiel en mi iglesia y consejero de mi siervo
su ministerio, logrará la vida eterna. José Smith, hijo,
2 a quien he dado las a llaves del
De cierto, de cierto te digo, mi reino, que siempre correspon­
siervo Frederick G. Williams: Es­ den a la b presidencia del sumo
cucha la voz del que habla, la pala­ sacerdocio;
bra del Señor tu Dios, y atiende al 3 por tanto, en verdad lo reco­
80 1 a Mar. 16:15. llamamiento. b DyC 107:8–9, 22.
4 a GEE Testimonio. 81 1 a GEE Sumo sacerdote. GEE Primera
5 a GEE Llamado, 2 a GEE Llaves del Presidencia.
llamado por Dios, sacerdocio.
171 Doctrina y Convenios 81:4–82:2
nozco a él, y lo bendeciré; y tam­ 5 De manera que, sé fiel; ocupa
bién a ti, si eres fiel en a consejo, en el oficio al que te he nombrado;
el oficio al que te he nombrado, en a 
socorre a los débiles, levanta las
tus oraciones siempre, vocalmente manos caídas y b fortalece las rodi­
así como en tu corazón, en público llas c debilitadas.
y en secreto; y también en tu mi­ 6 Y si eres fiel hasta el fin, reci­
nisterio de proclamar el evangelio birás una corona de a inmortali­
en la tierra de los vivientes y entre dad, así como la b vida eterna en
tus hermanos. las c mansiones que he preparado
4 Y en el cumplimiento de estas en la casa de mi Padre.
cosas realizarás el mayor beneficio 7 He aquí, estas son las palabras
para tus semejantes, y adelantarás del Alfa y la Omega, sí, Jesucristo.
la a gloria de aquel que es tu Señor. Amén.

SECCIÓN 82
Revelación dada a José Smith el Profeta en Independence, condado de
Jackson, Misuri, el 26 de abril de 1832. La ocasión fue un concilio de
sumos sacerdotes y élderes de la Iglesia. En el concilio, José Smith fue
sostenido como Presidente del Sumo Sacerdocio, oficio al cual previa-
mente había sido ordenado en una conferencia de sumos sacerdotes,
élderes y miembros en Amherst, Ohio, el 25 de enero de 1832 (véase el
encabezamiento de la sección 75). En esta revelación se reiteran instruc-
ciones dadas en una revelación anterior (sección 78) de establecer una
firma, conocida como la Firma Unida (bajo la dirección de José Smith,
el término “orden” reemplazó al término “firma”), con el objeto de re-
glamentar las labores mercantiles y editoriales de la Iglesia.
1–4, Donde mucho se da, mucho se siervos, que por cuanto os habéis
requiere; 5–7, Las tinieblas reinan en a 
perdonado el uno al otro vuestras
el mundo; 8–13, El Señor está obli- transgresiones, así también yo, el
gado cuando hacemos lo que Él dice; Señor, os perdono.
14–18, Sion debe aumentar en belleza 2 No obstante, hay entre vosotros
y santidad; 19–24, Todo hombre debe algunos que han pecado extrema­
procurar el bienestar de su prójimo. damente; sí, a todos vosotros habéis
pecado; mas de cierto os digo, te­
De cierto, de cierto os digo, mis ned cuidado de aquí en adelante
3 a Es decir, en recibir b DyC 108:7. c Juan 14:2–3;
y dar consejo, y en c Isa. 35:3. DyC 59:2; 106:8.
sus funciones como 6 a GEE Inmortal, 82 1 a Mateo 6:14–15;
consejero. inmortalidad. DyC 64:9–11.
4 a Moisés 1:39. b GEE Exaltación; 2 a Rom. 3:23.
5 a Mos. 4:15–16. Vida eterna.
Doctrina y Convenios 82:3–14 172
y absteneos de pecar, no sea que de conduciros delante de mí, a
a 

desciendan graves juicios sobre fin de que se torne para vuestra


vuestra cabeza. salvación.
3 Porque de aquel a quien a mu­ 10 Yo, el Señor, estoy a obligado
cho se da, mucho se b requiere; y cuando hacéis lo que os digo; mas
el que c peque contra mayor d luz, cuando no hacéis lo que os digo,
mayor condenación recibirá. ninguna promesa tenéis.
4 Pedís a revelaciones en mi nom­ 11 Por tanto, de cierto os digo,
bre, y os las concedo; y si no ob­ conviene que mis siervos Edward
serváis mis palabras que os doy, Partridge y Newel K. Whitney, A.
os hacéis transgresores; y b justicia Sidney Gilbert y Sidney Rigdon,
y juicio son el castigo que pres­ y mi siervo José Smith, y John
cribe mi ley. Whitmer y Oliver Cowdery, y
5 Por tanto, lo que digo a uno W. W. Phelps y Martin Harris se
lo digo a todos: a Velad, porque el a 
unan por medio de un vínculo y
b 
adversario extiende sus dominios convenio que no puede ser que­
y las c tinieblas reinan; brantado por transgresión, sin
6 y la ira de Dios se enciende que inmediatamente siga el jui­
contra los habitantes de la tierra; y cio, en lo que toca a vuestras ma­
nadie hace lo bueno, porque todos yordomías respectivas,
se han a extraviado. 12 para administrar los asuntos
7 Y ahora, yo, el Señor, en verdad de los pobres y todas las cosas
os digo que no os imputaré ningún pertenecientes al obispado, tanto
a 
pecado; id y no pequéis más; pero en la tierra de Sion como en la de
los pecados b anteriores volverán Kirtland;
al alma que peque, dice el Señor 13 porque he consagrado la tierra
vuestro Dios. de Kirtland en mi propio y debido
8 Y además, os digo que os doy tiempo para el beneficio de los
un a mandamiento nuevo para santos del Altísimo, y para una
que entendáis mi voluntad con­ a 
estaca de Sion.
cerniente a vosotros; 14  Porque Sion debe aumen­
9 o en otras palabras, os doy ins­ tar en belleza y santidad; sus
trucciones en cuanto a la manera fronteras se han de ensanchar;
3 a Lucas 12:48; b GEE Justicia. 10 a Josué 23:14;
Stg. 4:17. 5 a GEE Atalaya, atalayar. 1 Rey. 8:23;
GEE Responsabilidad, b GEE Diablo. DyC 1:38; 130:20–21.
responsable. c GEE Tinieblas GEE Bendecido,
b GEE Mayordomía, espirituales. bendecir, bendición;
mayordomo. 6 a Rom. 3:12; Obediencia, obediente,
c GEE Apostasía; DyC 1:16. obedecer.
Pecado. 7 a GEE Pecado. 11 a DyC 78:3–7, 11–15.
d Juan 15:22–24. b DyC 1:32–33; 58:43. 13 a Isa. 33:20; 54:2.
GEE Luz, luz de Cristo. 8 a Juan 13:34. GEE Estaca.
4 a GEE Revelación. 9 a DyC 43:8.
173 Doctrina y Convenios 82:15–24
deben fortalecerse sus estacas; sí, bienestar de su prójimo, y ha­
de cierto os digo, a Sion se ha de ciendo todas las cosas con la a mira
levantar y vestirse con sus b ropas puesta únicamente en la gloria de
hermosas. Dios.
15  Por consiguiente, os doy 20 Os he dado esta a orden como
este mandamiento de ligaros por orden sempiterna a vosotros y a
medio de este convenio, y se hará vuestros sucesores, en tanto que
según las leyes del Señor. no pequéis.
16  He aquí, también esto me 21 Y el alma que pecare contra
es prudente, para provecho este convenio, y endureciere en
vuestro. contra de él su corazón, será tra­
17 Y seréis a iguales, o en otras tada de acuerdo con las leyes de
palabras, tendréis el mismo de­ mi iglesia y entregada a los a bofe­
recho a los bienes, para el mejor tones de Satanás hasta el día de la
manejo de los asuntos de vues­ redención.
tras mayordomías, cada hombre 22 Y ahora de cierto os digo, y
según sus carencias y necesidades esto es prudente, ganaos amigos
si estas son justas, por medio de las a riquezas de mal­
18 y todo esto para el beneficio dad, y no os destruirán.
de la iglesia del Dios viviente, a 23 Dejadme a mí el juicio, por­
fin de que todo hombre mejore que es mío, y yo a pagaré. Paz a
su a talento, y cada uno gane otros vosotros; mis bendiciones os
talentos, sí, hasta cien tantos, para acompañan.
guardarlos en el b almacén del Se­ 24 Porque todavía es vuestro el
ñor, para que lleguen a ser bienes a 
reino, y para siempre jamás lo
comunes de toda la iglesia, será, si no caéis de vuestra firmeza.
19  buscando cada cual el Así sea. Amén.

SECCIÓN 83
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Independence,
Misuri, el 30 de abril de 1832. Se recibió esta revelación mientras el
Profeta se hallaba reunido en concilio con sus hermanos.
14 a GEE Sion. Dones del Espíritu. y griega es Mamón,
b Isa. 52:1; b DyC 42:30–34, 55; que significa riquezas.
DyC 113:7–8. 119:1–3. Lucas 16:9.
17 a DyC 51:3. GEE Almacén. 23 a Rom. 12:19;
GEE Consagrar, ley de 19 a DyC 88:67. Morm. 3:15.
consagración. GEE Ojo(s). 24 a Lucas 12:32;
18 a Mateo 25:14–30; 20 a GEE Orden Unida. DyC 64:3–5.
DyC 60:13. 21 a DyC 104:8–10. GEE Reino de Dios o
GEE Don; 22 a La palabra aramea de los cielos.
Doctrina y Convenios 83:1–6 174
1–4, Las mujeres y los niños tienen confraternidad en la iglesia; no
el derecho de recibir sostén de sus es- obstante, podrán permanecer en
posos y padres respectivamente; 5–6, sus heredades según las leyes del
Las viudas y los huérfanos tienen el país.
derecho de recurrir a la Iglesia para 4 Todos los a niños tienen el de­
su sostén. recho de recibir el sostén de sus
padres hasta que sean mayores
De cierto, así dice el Señor, además de edad.
de las leyes de la iglesia referentes 5 Y después de eso, pueden re­
a las mujeres y a los niños, aquellos currir a la iglesia, o en otras pala­
que pertenecen a la iglesia, que han bras, al a almacén del Señor, si sus
a 
perdido a sus esposos o padres: padres no tienen los medios para
2 Las mujeres tienen el a derecho darles heredades.
de recibir sostén de sus maridos 6 Y se mantendrá el almacén por
hasta que estos mueran; y si ellas medio de las consagraciones de la
no han transgredido, tendrán con­ iglesia; y se proveerá lo necesario a
fraternidad en la iglesia. las a viudas y a los huérfanos, como
3 Y si no son fieles, no tendrán también a los b pobres. Amén.

SECCIÓN 84
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio,
los días 22 y 23 de septiembre de 1832. Durante el mes de septiembre,
los élderes habían empezado a volver de sus misiones en los estados del
este y a informar de sus obras. Fue mientras se hallaban reunidos en
esta época de gozo que se recibió la siguiente comunicación. El Profeta
la llama una revelación sobre el sacerdocio.
1–5, La Nueva Jerusalén y el templo eterna por medio del juramento y el
serán edificados en Misuri; 6–17, Se convenio del sacerdocio; 45–53, El
da la línea del sacerdocio desde Moi- Espíritu de Cristo ilumina a los hom-
sés hasta Adán; 18–25, El sacerdocio bres, y el mundo yace en el pecado;
mayor posee la llave del conocimiento 54–61, Los santos deben testificar
de Dios; 26–32, El sacerdocio me- de las cosas que han recibido; 62–76,
nor tiene la llave del ministerio de Han de predicar el Evangelio, y se-
ángeles y el Evangelio preparatorio; guirán las señales; 77–91, Los élde-
33–44, Los hombres logran la vida res han de salir sin bolsa ni alforja,
83 1 a Stg. 1:27. GEE Almacén. DyC 42:30–39.
2 a 1 Tim. 5:8. 6 a GEE Viuda. GEE Pobres.
4 a Mos. 4:14. b Mos. 4:16–26;
5 a DyC 78:3. Hel. 4:11–13;
175 Doctrina y Convenios 84:1–15
y el Señor se encargará de atender 4 De cierto, esta es la palabra del
a sus necesidades; 92–97, Plagas Señor, que la ciudad de la a Nueva
y maldiciones aguardan a aquellos Jerusalén sea edificada mediante
que rechacen el Evangelio; 98–102, el recogimiento de los santos, co­
Se da el nuevo cántico de la reden- menzando en este lugar, sí, el sitio
ción de Sion; 103–110, Ocupe cada para el b templo que se edificará en
hombre su propio oficio y trabaje en esta generación.
su propio llamamiento; 111–120, Los 5 Porque en verdad, no pasará
siervos del Señor han de proclamar toda esta generación sin que se le
la abominación desoladora de los úl- edifique una casa al Señor, y una
timos días. nube descansará sobre ella, que
será la a gloria del Señor que lle­
Una revelación de Jesucristo a nará la casa.
su siervo José Smith, hijo, y a seis 6  Y los hijos de Moisés, de
élderes, cuando unieron sus co­ acuerdo con el Santo Sacerdocio
razones y a elevaron sus voces que Moisés recibió de a manos de
al cielo. su suegro b Jetro;
2 Sí, la palabra del Señor concer­ 7 y Jetro lo recibió de manos de
niente a su iglesia, establecida en Caleb;
los últimos días para la a restau­ 8 y Caleb de manos de Eliú;
ración de su pueblo, como lo ha 9 y Eliú de manos de Jeremías;
declarado por boca de sus b profe­ 10 y Jeremías de manos de Gad;
tas, así como para el recogimiento 11 y Gad de manos de Esaías;
de sus c santos sobre el d monte de 12 y Esaías lo recibió de las ma­
Sion, el cual será la ciudad de la nos de Dios.
e 
Nueva Jerusalén, 13 Esaías también vivió en los
3  ciudad que será edificada, días de Abraham, y por él fue
empezando desde el terreno del bendecido.
a 
templo, señalado por el dedo del 14 Y a Abraham recibió el sacerdo­
Señor, en las fronteras occidentales cio de manos de b Melquisedec, que
del estado de Misuri, y el cual se a su vez lo recibió por medio del
consagró por mano de José Smith, linaje de sus padres, hasta c Noé,
hijo, y otros con quienes el Señor 15 y de Noé hasta a Enoc, por me­
estaba bien complacido. dio del linaje de sus padres;
84 1 a GEE Oración. DyC 76:66; 84:32; 5 a DyC 45:67; 64:41–43;
2 a GEE Israel — La 133:18, 56. 97:15–20; 109:12, 37.
congregación de e Éter 13:2–11; 6 a GEE Imposición de
Israel. DyC 42:8–9; 45:66–67; manos.
b Hech. 3:19–21. AdeF 1:10. b GEE Jetro.
c GEE Santo GEE Nueva Jerusalén. 14 a GEE Abraham.
(sustantivo). 3 a DyC 57:3. b GEE Melquisedec.
d Isa. 2:2–5; 4 a GEE Nueva Jerusalén. c GEE Noé, patriarca
Heb. 12:22; b GEE Templo, Casa del bíblico.
Apoc. 14:1; Señor. 15 a GEE Enoc.
Doctrina y Convenios 84:16–27 176
16 y de Enoc a Abel, que fue
a 
22 porque sin esto, ningún hom­a 

muerto por la b conspiración de su bre puede ver la faz de Dios, sí, el


hermano, y quien, por mandato Padre, y vivir.
de Dios, c recibió el sacerdocio de 23  a Moisés claramente enseñó
manos de su padre d Adán, el pri­ esto a los hijos de Israel en el
mer hombre; desierto, y procuró diligente­
17 y este a sacerdocio continúa mente b santificar a los de su pue­
en la iglesia de Dios en todas las blo, a fin de que c vieran la faz de
generaciones, y es sin principio de Dios;
días ni fin de años. 24 mas a endurecieron sus cora­
18 Y el Señor también confirmó zones y no pudieron aguantar su
un a sacerdocio sobre b Aarón y presencia; por tanto, el Señor en su
su descendencia, por todas sus b 
ira, porque su ira se había encen­
generaciones; y este sacerdocio dido en contra de ellos, juró que
también continúa y c permanece mientras estuviesen en el desierto
para siempre con el sacerdocio que no c entrarían en su reposo, el cual
es según el orden más santo de es la plenitud de su gloria.
Dios. 25 Por consiguiente, tomó a a Moi­
19 Y este sacerdocio mayor admi­ sés de entre ellos, y el Santo b Sa­
nistra el evangelio y posee la llave cerdocio también;
de los a misterios del reino, sí, la 26 y continuó el a sacerdocio me­
llave del b conocimiento de Dios. nor, que tiene la b llave del c mi­
20  Así que, en sus a ordenan­ nisterio de ángeles y el evangelio
zas se manifiesta el poder de la preparatorio,
divinidad. 27  el cual es el evangelio de
21 Y sin sus ordenanzas y la a au­ a 
arrepentimiento y de b bautismo,
toridad del sacerdocio, el poder de y la c remisión de pecados, y la
la divinidad no se manifiesta a los d 
ley de los mandamientos e car­
hombres en la carne; nales, que el Señor en su ira
16 a GEE Abel. 21 a GEE Autoridad; Heb. 4:1–11.
b Moisés 5:29–32. Sacerdocio. 25 a Deut. 34:1–5.
c DyC 107:40–57. 22 a DyC 67:11. b GEE Sacerdocio de
d GEE Adán. 23 a Éx. 19:5–11; 33:11. Melquisedec.
17 a Alma 13:1–19; b GEE Santificación. 26 a GEE Sacerdocio
Abr. 2:9, 11. c Éx. 24:9–11; Aarónico.
GEE Sacerdocio de DyC 93:1. b DyC 13.
Melquisedec. 24 a Éx. 20:18–21; 32:8; c DyC 107:20.
18 a GEE Sacerdocio Deut. 9:23; 27 a GEE Arrepentimiento,
Aarónico. 1 Ne. 17:30–31, 42. arrepentirse.
b GEE Aarón, hermano b Sal. 95:8; b GEE Bautismo,
de Moisés. Heb. 3:8–11; bautizar.
c DyC 13. Jacob 1:7–8; c GEE Remisión de
19 a DyC 63:23; 107:18–19. Alma 12:36. pecados.
GEE Misterios de Dios. c TJS Éx. 34:1–2 d GEE Ley de Moisés.
b Abr. 1:2. (Apéndice — Biblia); e Heb. 7:11–16.
20 a GEE Ordenanzas. Núm. 14:23;
177 Doctrina y Convenios 84:28–39
hizo que continuara en la casa esta generación, en el b lugar con­
de Aarón entre los hijos de Israel sagrado como he indicado—
hasta f Juan, a quien Dios levantó, 32 y los hijos de Moisés y de Aa­
pues fue g lleno del Espíritu Santo rón, cuyos hijos sois vosotros, se­
desde el vientre de su madre. rán llenos de la a gloria del Señor
28 Porque se bautizó mientras sobre el b monte de Sion en la casa
estaba aún en su niñez, y cuando del Señor; y también muchos que
tenía ocho días de edad, el ángel he llamado y enviado para edificar
de Dios lo ordenó para este poder, mi c iglesia.
con el objeto de derribar el reino de 33 Porque quienes son a fieles
los judíos y a enderezar las sendas hasta obtener estos dos b sacerdo­
del Señor ante la faz de su pueblo, cios de los cuales he hablado, y
a fin de prepararlo para la venida magnifican su llamamiento, son
del Señor, en cuya mano se halla c 
santificados por el Espíritu para
b 
todo poder. la renovación de sus cuerpos.
29 Y además, los oficios de élder 34 Llegan a ser los hijos de Moi­
y obispo son a dependencias nece­ sés y de Aarón, y la a descendencia
sarias que corresponden al sacer­ de b Abraham, y la iglesia y reino,
docio mayor. y los c elegidos de Dios.
30 Y además, los oficios de maes­ 35 Y también todos los que reci­
tro y diácono son dependencias ben este sacerdocio, a mí me reci­
necesarias que pertenecen al sa­ ben, dice el Señor;
cerdocio menor, sacerdocio que se 36 porque el que recibe a mis
confirmó sobre Aarón y sus hijos. siervos, me a recibe a mí;
31 De manera que, como dije 37 y el que me a recibe a mí, recibe
concerniente a los hijos de Moi­ a mi Padre;
sés —porque los hijos de Moi­ 38 y el que recibe a mi Padre,
sés y también los hijos de Aarón recibe el reino de mi Padre; por
ofrecerán una a ofrenda y un sa­ tanto, a todo lo que mi Padre tiene
crificio aceptables en la casa del le será dado.
Señor, la cual se le edificará en 39 Y esto va de acuerdo con el
27 f GEE Juan el Bautista. DyC 76:66; 84:2; convenio de
g Lucas 1:15. 133:56. (convenio
28 a Isa. 40:3; c GEE Iglesia de abrahámico).
Mateo 3:1–3; Jesucristo. c GEE Elegidos.
Juan 1:23. 33 a GEE Dignidad, digno. 36 a Mateo 10:40–42;
b Mateo 28:18; b GEE Sacerdocio. Lucas 10:16;
Juan 17:2; c GEE Santificación. DyC 112:20.
1 Pe. 3:22; 34 a Gál. 3:29; 37 a Juan 13:20.
DyC 93:16–17. Abr. 2:9–11. 38 a Lucas 12:43–44;
29 a DyC 107:5. GEE Abraham — La Rom. 8:32;
31 a DyC 128:24. descendencia de Apoc. 21:7;
b DyC 57:3. Abraham. 3 Ne. 28:10;
32 a GEE Gloria. b DyC 132:30–32. DyC 132:18–20.
b Heb. 12:22; GEE Abraham, GEE Exaltación.
Doctrina y Convenios 84:40–54 178
juramento y el convenio que co­
a 
hombre que viene al mundo; y el
rresponden a este sacerdocio. Espíritu ilumina a todo hombre
40 Así que, todos los que reci­ en el mundo que escucha la voz
ben el sacerdocio reciben este ju­ del Espíritu.
ramento y convenio de mi Padre, 47 Y todo aquel que escucha la
que él no puede quebrantar, ni voz del Espíritu, viene a Dios, sí,
tampoco puede ser traspasado. el Padre.
41 Pero el que a violare este conve­ 48 Y el Padre le a enseña concer­
nio, después de haberlo recibido, niente al b convenio que él ha reno­
y lo abandonare totalmente, b no vado y confirmado sobre vosotros,
recibirá perdón de los pecados en el cual os es confirmado por vues­
este mundo ni en el venidero. tro bien; y no solo por el bien de
42 Y, ¡ay! de todos aquellos que vosotros, sino del mundo entero.
no obtengan este sacerdocio que 49 Y todo el a mundo yace en el
habéis recibido, el cual ahora con­ pecado, y gime bajo la b obscuridad
firmo por mi propia voz desde los y la servidumbre del pecado.
cielos sobre vosotros que estáis 50 Y por esto sabréis que están
presentes este día; y aun os he en­ bajo la a servidumbre del b pecado,
comendado a las huestes celestia­ porque no vienen a mí.
les y a mis a ángeles. 51  Porque quien no viene a
43  Y ahora os doy el manda­ mí está bajo la servidumbre del
miento de tener cuidado, en pecado.
cuanto a vosotros mismos, de es­ 52 Y el que no recibe mi voz no
tar diligentemente a atentos a las conoce a mi voz, y no es mío.
palabras de vida eterna. 53 Y de esta manera podréis dis­
44 Porque a viviréis de toda pa­ cernir a los justos de los inicuos, y
labra que sale de la boca de Dios. saber que el a mundo entero b gime
45 Porque la a palabra del Señor es bajo el c pecado y la obscuridad
verdad, y lo que es b verdad es luz, ahora mismo.
y lo que es luz es Espíritu, a saber, 54  Y en ocasiones pasadas
el Espíritu de Jesucristo. vuestras mentes se han ofuscado
46 Y el Espíritu da a luz a b todo a causa de la a incredulidad, y
39 a GEE Juramento GEE Palabra de Dios. b GEE Tinieblas
y convenio del b GEE Verdad. espirituales.
sacerdocio. 46 a GEE Conciencia; 50 a Gál. 4:9.
41 a GEE Apostasía. Luz, luz de Cristo. b GEE Pecado.
b DyC 76:34–38; 132:27. b Juan 1:9; 52 a Juan 10:27.
42 a DyC 84:88. DyC 93:2. 53 a GEE Mundo.
43 a 1 Ne. 15:23–25; 48 a GEE Inspiración, b Rom. 8:22;
DyC 1:14. inspirar. Moisés 7:48.
44 a Deut. 8:3; b GEE Convenio; c GEE Mundano, lo.
Mateo 4:4; Nuevo y sempiterno 54 a GEE Incredulidad.
DyC 98:11. convenio.
45 a Sal. 33:4. 49 a 1 Juan 5:19.
179 Doctrina y Convenios 84:55–70
por haber tratado ligeramente las y en el espíritu de oración, en dar
cosas que habéis recibido, testimonio a todo el mundo de las
55 y esta incredulidad y a vanidad cosas que os son comunicadas.
han traído la condenación sobre 62 a Id, pues, por todo el mundo;
toda la iglesia. y a cualquier lugar a donde
56 Y esta condenación pesa so­ no podáis ir, enviad, para que
bre los hijos de Sion, sí, todos de vosotros salga el testimo­
ellos; nio a todo el mundo y a toda
57 y permanecerán bajo esta con­ criatura.
denación hasta que se arrepientan 63 Y como dije a mis apóstoles,
y recuerden el nuevo a convenio, a así os digo a vosotros, porque sois
saber, el b Libro de Mormón y los mis a apóstoles, sí, sumos sacer­
mandamientos c anteriores que les dotes de Dios: Vosotros sois los
he dado, no solo de hablar, sino que mi Padre me ha b dado; sois
de d obrar de acuerdo con lo que mis c amigos;
he escrito, 64 por tanto, así como dije a mis
58 a fin de que den frutos dignos apóstoles, de nuevo os digo que
para el reino de su Padre; de lo toda a alma que b crea en vuestras
contrario, queda por derramarse palabras y se bautice en el agua
un azote y juicio sobre los hijos para la c remisión de los pecados,
de Sion. recibirá el d Espíritu Santo.
59 Porque, ¿han de contaminar 65 Y estas a señales seguirán a los
los hijos del reino mi tierra santa? que creen:
De cierto os digo que no. 66 En mi nombre harán muchas
60  En verdad, en verdad os a 
obras maravillosas;
digo a vosotros que ahora escu­ 67 en mi a nombre echarán fuera
cháis mis a palabras, que son mi demonios;
voz, benditos sois si recibís estas 68 en mi nombre a sanarán a los
cosas; enfermos;
61 porque yo os a perdonaré vues­ 69 en mi nombre abrirán los ojos
tros pecados con este manda­ de los ciegos y destaparán los oí­
miento: Que os conservéis firmes dos de los sordos;
en vuestras mentes en b solemnidad 70 y la lengua del mudo hablará;
55 a GEE Vanidad, vano. 62 a Mar. 16:15; c GEE Remisión de
57 a Jer. 31:31–34. DyC 1:2–5. pecados.
b GEE Libro de Mormón. GEE Obra misional. d GEE Don del Espíritu
c 1 Ne. 13:40–41. 63 a GEE Apóstol. Santo.
d Stg. 1:22–25; b 3 Ne. 15:24; 65 a Mar. 16:17–18.
DyC 42:13–15. DyC 50:41–42. GEE Señal.
60 a DyC 18:34–36. c Juan 15:13–15; 66 a GEE Obras.
61 a Dan. 9:9. DyC 93:45. 67 a Mateo 17:14–21.
GEE Perdonar. 64 a GEE Alma. 68 a GEE Sanar, sanidades.
b DyC 43:34; 88:121; b Mar. 16:15–16.
100:7. GEE Creencia, creer.
Doctrina y Convenios 84:71–83 180
71 y si alguien les administra ve­ a 
77 Y además, os digo, mis ami­
neno, no los dañará; gos, porque desde ahora os lla­
72 y la ponzoña de la serpiente no maré mis amigos, conviene que
tendrá poder para hacerles daño. os dé este mandamiento para que
73 Pero un mandamiento les doy, lleguéis a ser como mis amigos
que no se a jacten de estas cosas en los días en que viajaba con
ni hablen de ellas ante el mundo; ellos para predicar el evangelio
porque os son dadas para vuestro con mi poder;
provecho y para salvación. 78 porque no les permití llevar
74 En verdad, en verdad os digo, a 
bolsa, ni alforja, ni tampoco dos
que aquellos que no crean en vues­ prendas de vestir.
tras palabras, ni se a bauticen en el 79 He aquí, os envío para probar
agua en mi nombre para la remi­ al mundo, y el obrero es digno de
sión de sus pecados, a fin de recibir su a salario.
el Espíritu Santo, serán b condena­ 80 Y ningún hombre que salga
dos y no entrarán en el reino de y a predique este b evangelio del
mi Padre, donde mi Padre y yo reino, sin dejar de continuar fiel
estamos. en todas las cosas, sentirá fatigada
75 Y esta revelación y manda­ o entenebrecida su mente, ni su
miento dado a vosotros está en cuerpo, miembros ni coyunturas;
vigor desde esta misma hora en y ni un c cabello de su cabeza caerá
todo el mundo; y el evangelio a tierra inadvertido. Y no padecerá
es para todos los que no lo han hambre ni sed.
recibido. 81 Por tanto, no os a afanéis por
76 Pero de cierto os digo a to­ el día de mañana, por lo que ha­
dos aquellos a quienes se ha dado béis de comer o beber, ni con qué
el reino: Es preciso que de vo­ os habéis de vestir.
sotros les sea predicado a ellos, 82 Pues considerad los lirios del
para que se arrepientan de sus campo, cómo crecen; no trabajan ni
obras inicuas anteriores; porque hilan; y los reinos del mundo, con
merecen ser reprochados por mo­ toda su gloria, no se visten como
tivo de sus corazones malos de ninguno de ellos.
incredulidad, así como vuestros 83 Porque vuestro a Padre que
hermanos en Sion por su rebe­ está en los cielos b sabe que te­
lión contra vosotros en el tiempo néis necesidad de todas estas
en que os envié. cosas.
71 a Mar. 16:18; GEE Bautismo, 80 a GEE Obra misional.
Hech. 28:3–9; bautizar — b GEE Evangelio.
DyC 24:13; 124:98–100. Indispensable. c Lucas 21:18.
73 a DyC 105:24. b Juan 3:18. 81 a Mateo 6:25–28.
GEE Orgullo. 78 a Mateo 10:9–10; 83 a GEE Padre Celestial.
74 a 2 Ne. 9:23; DyC 24:18. b Mateo 6:8.
DyC 76:50–52. 79 a DyC 31:5.
181 Doctrina y Convenios 84:84–98
84 Así que, dejad que el día de de ningún modo a perderá su
mañana se haga a cargo de su pro­ galardón.
pio afán. 91 Y el que no haga estas cosas,
85 Ni os preocupéis tampoco de no es mi discípulo; en esto cono­
antemano por a lo que habéis de de­ ceréis a a mis discípulos.
cir; mas b atesorad constantemente 92 Apartaos de quien no os re­
en vuestras mentes las palabras de ciba, y estando a solas, a lavaos los
vida, y os será c dado en la hora pies con agua, agua pura, sea en
precisa la porción que le será me­ tiempo de frío o de calor, y dad
dida a cada hombre. testimonio de ello a vuestro Padre
86  De modo que ninguno de que está en los cielos, y no volváis
vosotros —porque este manda­ más a tal hombre.
miento es para todos los a fieles 93 Y haced lo mismo en cual­
de la iglesia que son llamados de quier aldea o ciudad en donde
Dios al ministerio— lleve, desde entréis.
esta hora, bolsa ni alforja al sa­ 94 Sin embargo, buscad diligen­
lir a proclamar este evangelio del temente y no desmayéis; y, ¡ay de
reino. aquella casa, o aldea, o ciudad que
87 He aquí, os a envío para repro­ os rechace a vosotros, vuestras pa­
bar al mundo por todos sus hechos labras o vuestro testimonio concer­
inicuos, y para enseñarle acerca de niente a mí!
un juicio que ha de venir. 95 ¡Ay, vuelvo a decir, de aquella
88 Y quienes os a reciban, allí es­ casa, aldea o ciudad que os rechace
taré yo también, porque iré delante a vosotros, o vuestras palabras, o
de vuestra faz. Estaré a vuestra vuestro testimonio de mí!
diestra y a vuestra siniestra, y mi 96 Porque yo, el a Omnipotente,
Espíritu estará en vuestro corazón, he puesto mis manos sobre las
y mis b ángeles alrededor de voso­ naciones para b azotarlas por sus
tros, para sosteneros. c 
iniquidades.
89 El que os reciba, a mí me re­ 97 Y se derramarán plagas, y no
cibe; y os alimentará y os vestirá serán quitadas de la tierra hasta
y os dará dinero. que haya cumplido mi obra, la
90  Y el que os alimente, u os cual se ha de a acortar en b justicia,
proporcione vestido o dinero, 98 hasta que me conozcan todos
84 a Mateo 6:34. Espíritu. Mar. 9:41.
85 a Mateo 10:19–20; 86 a Mateo 24:44–46; 91 a Juan 13:35.
Lucas 12:11–12; DyC 58:26–29; 92 a Mateo 10:14;
DyC 100:6. 107:99–100. Lucas 9:5;
b 2 Ne. 31:20; 87 a GEE Obra misional. DyC 60:15.
Alma 17:2–3; 88 a Mateo 10:40; 96 a GEE Omnipotente.
DyC 6:20; 11:21–26. Juan 13:20. b DyC 1:13–14.
GEE Meditar. b DyC 84:42. c GEE Inicuo, iniquidad.
c GEE Enseñar — GEE Ángeles. 97 a Mateo 24:22.
Enseñar con el 90 a Mateo 10:42; b O sea, en rectitud.
Doctrina y Convenios 84:99–107 182
los que quedaren, desde el menor sean atribuidos a nuestro Dios;
hasta el mayor, y sean llenos del porque en él abundan la
conocimiento del Señor, y a vean a 
misericordia,
ojo a ojo, y alcen sus voces, y al la justicia, gracia, verdad y b paz,
unísono b canten este nuevo cán­ para siempre jamás. Amén.
tico, diciendo: 103 Y además, de cierto, de cierto
99 El Señor de nuevo ha traído os digo, conviene que todo hombre
a Sion; que salga a predicar mi evangelio
el Señor ha a redimido a su pueblo, eterno, si tiene familia y le obse­
b 
Israel, quian dinero, se lo envíe o lo uti­
conforme a la c elección de d gracia, lice para beneficiarla, conforme a
la cual se llevó a cabo por la fe lo que el Señor le indique, porque
y el e convenio de sus padres. así me parece bien.
100 El Señor ha redimido a su 104 Y todos los que no tengan fa­
pueblo, milias, y reciban a dinero, envíenlo
y Satanás está a atado, y el tiempo al obispo de Sion, o al obispo de
ha dejado de ser. Ohio, a fin de que se consagre para
El Señor ha reunido en b una todas la preparación y publicación de las
las cosas. revelaciones y al establecimiento
El Señor ha bajado a c Sion desde de Sion.
lo alto. 105 Y si alguien os da un abrigo
Ha hecho d subir a Sion desde o un traje, tomad el viejo y dadlo a
abajo. los a pobres, e id gozosos por vues­
101 La a tierra ha estado de parto tro camino.
y ha dado a luz su fuerza; 106 Y si de entre vosotros uno es
y la verdad está establecida en sus fuerte en el Espíritu, a lleve con­
entrañas; sigo al que es débil, a fin de que
y los cielos le han sonreído; sea edificado con toda b manse­
y está revestida con la b gloria de dumbre para que se haga fuerte
su Dios, también.
porque él está en medio de su 107 Llevad, pues, con vosotros
pueblo. a los que son ordenados con el
102 Gloria y honra, y poder y a 
sacerdocio menor, y enviadlos
fortaleza, delante de vosotros para fijar
98 a Isa. 52:8. 100 a Apoc. 20:2–3; misericordioso.
b Sal. 96:1; Apoc. 15:3; DyC 43:31; 45:55; b GEE Paz.
DyC 25:12; 133:56. 88:110. 104 a DyC 51:8–9, 12–13.
GEE Cantar. b Efe. 1:10; DyC 27:13. 105 a GEE Pobres — Pobres
99 a Apoc. 5:9; DyC 43:29. c DyC 45:11–14; en cuanto a bienes
b GEE Israel. Moisés 7:62–64. materiales.
c GEE Elección. GEE Sion. 106 a GEE Hermandad.
d GEE Gracia. d DyC 76:102; 88:96. b GEE Mansedumbre,
e GEE Abraham, 101 a GEE Tierra. manso.
convenio de (convenio b GEE Gloria. 107 a GEE Sacerdocio
abrahámico). 102 a GEE Misericordia, Aarónico.
183 Doctrina y Convenios 84:108–119
citas, preparar la vía y cumplir con 114 No obstante, vaya el obispo
los compromisos que vosotros mis­ a la ciudad de Nueva York, y a las
mos no podáis cumplir. de Albany y de Boston, y amoneste
108 He aquí, así fue como mis a la gente de esas ciudades, con el
apóstoles me edificaron mi iglesia son del evangelio, en voz alta, de
en los días antiguos. la a desolación y destrucción com­
109 Por tanto, a ocupe cada hom­ pleta que les espera si rechazan
bre su propio oficio, y trabaje en su estas cosas.
propio llamamiento; y no diga la 115  Porque si rechazan estas
cabeza a los pies que no tiene nece­ cosas, se acerca la hora de su
sidad de ellos; porque sin los pies, juicio, y su casa les será dejada
¿cómo podrá sostenerse el cuerpo? a 
desierta.
110 También el cuerpo tiene ne­ 116  a Confíe él en mí y no será
cesidad de cada a miembro, para b 
confundido; y ni uno de sus c ca­
que todos se edifiquen juntamente, bellos caerá a tierra inadvertido.
para que el sistema se conserve 117 Y de cierto os digo a voso­
perfecto. tros, el resto de mis siervos, salid
111 Y he aquí, los a sumos sacer­ a vuestros distintos llamamien­
dotes deben viajar, y también los tos, según os lo permitan vues­
élderes y los b presbíteros; mas los tras circunstancias, a las grandes
c 
diáconos y los d maestros deben y notables ciudades y pueblos,
ser nombrados para e velar por la reprobando en a justicia al mundo
iglesia y para ser sus ministros por todos sus hechos injustos e
residentes. inmundos, exponiéndoles clara
112 Y el obispo Newel K. Whit­ y comprensiblemente la abomi­
ney también debe viajar por entre nación desoladora de los últimos
todas las iglesias, buscando a los días.
pobres para a satisfacer sus nece­ 118 Porque con vosotros, dice el
sidades, haciendo b humildes a los Señor Todopoderoso, a hendiré sus
ricos y a los orgullosos. reinos; no solamente b sacudiré la
113  También ha de emplear a tierra, sino que los cielos estrella­
un a agente para encargarse de los dos temblarán.
asuntos seculares bajo su dirección. 119  Porque yo, el Señor, he
109 a El idioma inglés da d GEE Maestro, el término justicia
lugar a una segunda Sacerdocio Aarónico. connota dignidad,
interpretación: “désele e GEE Atalaya, atalayar. integridad y
a cada hombre la 112 a GEE Bienestar. santidad.
oportunidad de b DyC 56:16. 118 a Dan. 2:44–45.
ocupar su propio 113 a DyC 90:22. b Joel 2:10;
oficio. . .”. 114 a DyC 1:13–14. DyC 43:18; 45:33, 48;
110 a 1 Cor. 12:12–23. 115 a Lucas 13:35. 88:87, 90.
111 a GEE Sumo sacerdote. 116 a GEE Confianza, confiar. GEE Señales de los
b GEE Presbítero, b Sal. 22:5; 1 Pe. 2:6. tiempos;
Sacerdocio Aarónico. c Mateo 10:29–31. Últimos días,
c GEE Diácono. 117 a En las Escrituras postreros días.
Doctrina y Convenios 84:120–85:7 184
extendido mi mano para ejercer soy, y que vendré y reinaré con
a  b 

los poderes del cielo; no lo podéis mi pueblo.


ver ahora, pero dentro de un corto 120 Soy el a Alfa y la Omega, el
plazo lo veréis, y sabréis que yo principio y el fin. Amén.

SECCIÓN 85
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio,
el 27 de noviembre de 1832. Esta sección es parte de una carta del Pro-
feta a William W. Phelps, que vivía en Independence, Misuri. Contesta
las preguntas acerca de los santos que se habían trasladado a Sion pero
que no habían seguido el mandamiento de consagrar sus propiedades
y, por ende, no habían recibido sus heredades de acuerdo con el orden
establecido en la Iglesia.
1–5, En Sion, las heredades han de consagración, conforme a su ley,
a 

recibirse por medio de la consagra- que él ha dado, para b diezmar a su


ción; 6–12, Uno poderoso y fuerte pueblo, a fin de prepararlo para
dará a los santos sus heredades res- el día de la c venganza y el fuego.
pectivas en Sion. 4 Ni tampoco se guardará su ge­
nealogía, ni ha de hallarse en nin­
Es el deber del secretario del Se­ guno de los registros o historia de
ñor, a quien él ha nombrado, llevar la iglesia.
una historia y un a registro general 5 Ni sus nombres, ni los nombres
de la iglesia de todas las cosas que de sus padres, ni los de sus hijos
acontezcan en Sion, y de todos los se hallarán escritos en el a libro de
que b consagren bienes y reciban la ley de Dios, dice el Señor de los
legalmente heredades del obispo; Ejércitos.
2 así como su manera de vivir, 6 Sí, así dice la a voz suave y apa­
su fe y sus obras; y también de los cible que a través de todas las co­
apóstatas que se aparten después sas susurra y b penetra, y a menudo
de recibir sus heredades. hace estremecer mis huesos mien­
3 Es contrario a la voluntad y tras se manifiesta, diciendo:
al mandamiento de Dios que es­ 7 Y sucederá que yo, Dios el Se­
tén inscritos con los del pueblo ñor, enviaré a uno poderoso y
de Dios los nombres de aquellos fuerte, con el cetro de poder en
que no reciban su heredad por su mano, revestido de luz como
119 a DyC 1:12, 35–36; 85 1 a DyC 21:1; 47:1; 69:3–6. DyC 97:25–26.
29:9–11; 45:59. b DyC 42:30–35. 5 a GEE Libro de la vida.
GEE Segunda venida 3 a GEE Consagrar, ley 6 a 1 Rey. 19:11–12;
de Jesucristo. de consagración. Hel. 5:30–31;
b GEE Milenio. b GEE Diezmar, diezmo. 3 Ne. 11:3–7.
120 a GEE Alfa y Omega. c Mal. 3:10–11, 17; b Heb. 4:12.
185 Doctrina y Convenios 85:8–86:3
un manto, cuya boca hablará pa­ dos y se les señalará su porción
labras, palabras eternas, mientras entre los incrédulos, en donde es
que sus entrañas serán una fuente el b lloro y el crujir de dientes.
de verdad, para poner en orden la 10 No digo yo estas cosas de mí
casa de Dios y para disponer por mismo; por tanto, tal como habla
sorteo las heredades de los santos el Señor, así también cumplirá.
cuyos nombres, junto con los de 11 Y los del sumo sacerdocio, así
sus padres e hijos, estén inscritos como los del sacerdocio menor y
en el libro de la ley de Dios; los miembros, cuyos nombres no
8 mientras que aquel hombre, que se hallen escritos en el a libro de la
fue llamado por Dios y nombrado, ley, o se descubra que han b aposta­
que extienda su mano para sostener tado, o que han sido c separados de
el a arca de Dios, caerá por el dardo la iglesia, no tendrán herencia entre
de la muerte, como el árbol herido los santos del Altísimo en aquel día;
por el fulgente golpe del rayo. 12 por consiguiente, les será he­
9 Y todos aquellos cuyos nombres cho como a los hijos del sacerdote,
no estén asentados en el a libro de cual está escrito en el capítulo se­
memorias, no hallarán herencia en gundo, versículos sesenta y uno y
aquel día, antes serán desarraiga­ sesenta y dos de Esdras.

SECCIÓN 86
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio,
el 6 de diciembre de 1832. Se recibió esta revelación mientras el Profeta
estaba revisando y preparando el manuscrito de la traducción de la Biblia.
1–7, El Señor explica el significado apóstoles fueron los sembradores
de la parábola del trigo y la cizaña; de la semilla;
8–11, También explica las bendiciones 3 y al dormirse estos, el gran per­
del sacerdocio para aquellos que son seguidor de la iglesia, el apóstata,
herederos legítimos según la carne. la ramera, a Babilonia, que hace que
todas las naciones beban de su copa,
De cierto, así dice el Señor a vo­ en cuyos corazones reina el ene­
sotros mis siervos, concerniente a migo, sí, Satanás, se sienta para rei­
la a parábola del trigo y la cizaña: nar; he aquí, este siembra la cizaña;
2  He aquí, de cierto os digo, por tanto, la cizaña ahoga el trigo
el campo era el mundo, y los y hace huir a la b iglesia al desierto,
8 a 2 Sam. 6:6–7; memorias. DyC 101:64–67.
1 Cró. 13:9–10. b DyC 19:5. 3 a Apoc. 17:1–9.
GEE Arca del convenio. 11 a GEE Libro de la vida. GEE Babel, Babilonia.
9 a 3 Ne. 24:16; b GEE Apostasía. b Apoc. 12:6, 14.
Moisés 6:5–6. c GEE Excomunión.
GEE Libro de 86 1 a Mateo 13:6–43;
Doctrina y Convenios 86:4–11 186
4 Mas he aquí, en los postreros
a 
8 De modo que, así os dice el Se­
días, aun ahora mientras el Señor ñor a vosotros en quienes ha con­
comienza a sacar a luz la palabra, tinuado el a sacerdocio por el linaje
y la hierba está brotando y todavía de vuestros padres,
está tierna, 9 porque sois a herederos legíti­
5 he aquí, de cierto os digo, los mos, según la carne, y habéis sido
a 
ángeles claman al Señor día y no­ b 
escondidos del mundo con Cristo
che, y están preparados y espe­ en Dios,
rando ser enviados a b segar los 10 por tanto, vuestra vida y el
campos; sacerdocio han permanecido, y
6 mas el Señor les dice: No arran­ es necesario que permanezcan
quéis la cizaña mientras la hierba por medio de vosotros y de vues­
todavía está tierna (porque de tro linaje hasta la a restauración
cierto es débil vuestra fe), no sea de todas las cosas que se han de­
que destruyáis también el trigo. clarado por boca de todos los
7 Dejad, pues, que crezcan jun­ santos profetas desde el principio
tos el trigo y la cizaña hasta que del mundo.
la cosecha esté enteramente ma­ 11 Así que, benditos sois si per­
dura; entonces primero recogeréis severáis en mi bondad, siendo una
el trigo de entre la cizaña, y des­ a 
luz a los gentiles, y por medio de
pués de recoger el trigo, he aquí, este sacerdocio, un salvador para
la cizaña será atada en haces, y el mi pueblo b Israel. El Señor lo ha
campo quedará para ser quemado. dicho. Amén.

SECCIÓN 87
Revelación y profecía sobre la guerra, dada por medio de José Smith el
Profeta, en Kirtland, Ohio, o cerca de allí, el 25 de diciembre de 1832.
Durante esa época, prevalecían en los Estados Unidos las disputas en
cuanto a la esclavitud y a la anulación de los impuestos federales de
Carolina del Sur. En la historia de José Smith se indica que “la apa-
rición de problemas entre las naciones” son cada vez “más visibles”
para el Profeta “que lo que habían sido previamente desde que la Igle-
sia comenzó su jornada de salir del desierto”.
1–4, Se predice la guerra entre los esta- Grandes calamidades descenderán
dos del norte y los estados del sur; 5–8, sobre todos los habitantes de la tierra.
4 a GEE Últimos días, Melquisedec. 10 a Hech. 3:19–21.
postreros días. 9 a Abr. 2:9–11. GEE Restauración del
5 a DyC 38:12. GEE Abraham, Evangelio.
b GEE Siega. convenio de (convenio 11 a Isa. 49:6.
8 a DyC 113:8. abrahámico). b DyC 109:59–67.
GEE Sacerdocio de b Isa. 49:2–3.
187 Doctrina y Convenios 87:1–8
De cierto, así dice el Señor con­ irritarán extremadamente y hos­
cerniente a las guerras que pronto tigarán a los gentiles con severa
acaecerán, comenzando por la rebe­ aflicción.
lión de a Carolina del Sur, de las cua­ 6 Y así, con la espada y por el
les finalmente resultarán la muerte derramamiento de sangre se han
y la miseria de muchas almas; de a lamentar los habitantes de la
2 y vendrá el tiempo en que se de­ tierra; y con b hambre, plagas, terre­
rramará la a guerra sobre todas las motos, truenos del cielo, y también
naciones, empezando en ese lugar. con violentos e intensos relámpa­
3 Porque he aquí, los estados del gos, se hará sentir a los habitantes
sur se dividirán en contra de los de la tierra la ira, la indignación y
del norte, y los estados del sur la mano c disciplinaria de un Dios
llamarán a otras naciones, aun el Omnipotente, hasta que la consu­
país de la Gran Bretaña, como es mación decretada haya destruido
llamado, y estas también llamarán d 
por completo a todas las naciones;
a otras para defenderse de otras 7 a fin de que cesen de ascender
naciones; y entonces se derramará desde la tierra a los oídos del Se­
la a guerra sobre todas las naciones. ñor de a Sabaot, el clamor de los
4 Y acontecerá, después de mu­ santos, y de la b sangre de ellos,
chos días, que los a esclavos se pidiendo que sean vengados de
sublevarán contra sus amos, los sus enemigos.
cuales serán movilizados y disci­ 8 Por tanto, a permaneced en lu­
plinados para la guerra. gares santos y no seáis movidos,
5 Y también acontecerá que el hasta que venga el día del Señor;
resto de los que hayan quedado porque he aquí, viene b pronto, dice
en la tierra se movilizarán y se el Señor. Amén.

SECCIÓN 88
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio,
el 27 y el 28 de diciembre de 1832, y el 3 de enero de 1833. El Profeta
la designó como la “ ‘hoja de olivo’. . . tomada del Árbol del Paraíso,
el mensaje de paz del Señor a nosotros”. La revelación se dio después
que ciertos sumos sacerdotes oraron en una conferencia “por separado
y en voz alta al Señor con el fin de que Él nos revele Su voluntad con-
cerniente a la edificación de Sion”.
87 1 a DyC 130:12–13. 6 a DyC 29:14–21; 45:49. Stg. 5:4;
2 a Joel 3:9–16; b JS—M 1:29. DyC 88:2; 95:7.
Mateo 24:6–7; c GEE Castigar, castigo. b Éter 8:22–24.
DyC 45:26, 63; 63:33. d GEE Mundo — El fin 8 a Mateo 24:15;
3 a DyC 45:68–69. del mundo. DyC 45:32; 101:21–22.
4 a DyC 134:12. 7 a Rom. 9:29; b Apoc. 3:11.
Doctrina y Convenios 88:1–7 188
1–5, Los santos fieles reciben ese Con- De cierto, así dice el Señor a los
solador que es la promesa de vida que os habéis reunido para reci­
eterna; 6–13, La Luz de Cristo dirige bir su voluntad concerniente a
y gobierna todas las cosas; 14–16, La vosotros:
Resurrección viene por medio de la 2 He aquí, esto es agradable a
Redención; 17–31, La obediencia a la vuestro Señor, y los ángeles se a re­
ley celestial, terrestre o telestial pre- gocijan a causa de vosotros; las
para a los hombres para esos reinos y b 
ofrendas de vuestras oraciones
glorias respectivos; 32–35, Aquellos han subido a los oídos del Señor
que disponen permanecer en el pecado de c Sabaot y están inscritas en el
permanecen sucios aún; 36–41, Todos d 
libro de los nombres de los san­
los reinos son gobernados por la ley; tificados, a saber, los del mundo
42–45, Dios ha dado una ley a todas celestial.
las cosas; 46–50, El hombre compren- 3  Por tanto, ahora os envío a
derá aun a Dios; 51–61, La parábola vosotros, mis amigos, otro a Con­
del hombre que envía a sus siervos al solador, el b Santo Espíritu de la
campo y los visita por turno; 62–73, promesa, para que permanezca
Allegaos al Señor y veréis Su faz; en vuestros corazones; y este
74–80, Santificaos y enseñaos unos otro Consolador es el mismo que
a otros la doctrina del reino; 81–85, prometí a mis discípulos, según
Todo hombre que ha sido amonestado se halla escrito en el testimonio
debe amonestar a su prójimo; 86–94, de Juan.
Señales, conmociones de los elementos 4 Este Consolador es la promesa
y ángeles preparan el camino para la que os doy de a vida eterna, sí, la
venida del Señor; 95–102, Trompetas b 
gloria del reino celestial;
angelicales llaman a los muertos a 5 y esta gloria es la de la iglesia
levantarse según su orden; 103–116, del a Primogénito, sí, de Dios, el
Trompetas angelicales proclaman la más santo de todos, mediante
restauración del Evangelio, la caída de Jesucristo su Hijo,
Babilonia y la batalla del gran Dios; 6 a quien ascendió a lo alto, como
117–126, Buscad conocimiento, esta- también b descendió debajo de
bleced una casa de Dios [un templo] todo, por lo que c comprendió to­
y vestíos con el vínculo de la caridad; das las cosas, a fin de que estuviese
127–141, Se establece el orden de la en todas las cosas y a través de to­
Escuela de los Profetas, incluso la das las cosas, la d luz de la verdad,
ordenanza del lavamiento de los pies. 7 la cual verdad brilla. Esta es
88 2 a Lucas 15:10. 3 a Juan 14:16. 6 a GEE Jesucristo.
b Hech. 10:1–4. b DyC 76:53. b DyC 122:8.
GEE Oración. GEE Santo Espíritu de GEE Expiación, expiar.
c Rom. 9:29; la promesa. c GEE Omnisciente.
Stg. 5:4; 4 a DyC 14:7. d DyC 93:2, 8–39.
DyC 95:7. b GEE Gloria celestial. GEE Luz, luz de Cristo;
d GEE Libro de la vida. 5 a GEE Primogénito. Verdad.
189 Doctrina y Convenios 88:8–21
la a luz de Cristo. Como tam­ ha hecho por vosotros, se lleva
bién él está en el sol, y es la luz a efecto la resurrección de los
del sol, y el poder por el cual fue muertos.
b 
hecho. 15 Y el a espíritu y el b cuerpo son
8 Como también está en la luna, el c alma del hombre.
y es la luz de la luna, y el poder 16 Y la a resurrección de los muer­
por el cual fue hecha; tos es la redención del alma.
9 como también la luz de las es­ 17  Y la redención del alma
trellas, y el poder por el cual fue­ viene por medio del que vivi­
ron hechas. fica todas las cosas, en cuyo seno
10 Y la tierra también, y el poder se ha decretado que los a pobres
de ella, sí, la tierra sobre la cual y los b mansos de la c tierra la
a 
estáis. heredarán.
11  Y la luz que brilla, que os 18 Por tanto, es menester que sea
alumbra, viene por medio de aquel santificada de toda injusticia, a fin
que ilumina vuestros ojos, y es la de estar preparada para la a gloria
misma luz que vivifica vuestro celestial;
a 
entendimiento, 19  porque después de haber
12 a la cual procede de la presen­ cumplido la medida de su crea­
cia de Dios para b llenar la inmen­ ción, será coronada de a gloria,
sidad del espacio, sí, con la presencia de Dios el
13 la luz que existe en a todas las Padre;
cosas, que da b vida a todas las co­ 20 para que los cuerpos que son
sas, que es la c ley por la cual se del reino celestial la a posean para
gobiernan todas las cosas, sí, el siempre jamás; porque para este
poder de Dios que se sienta sobre b 
fin fue hecha y creada, y para este
su trono, que existe en el seno de fin ellos son c santificados.
la eternidad, que está en medio de 21 Y aquellos que no son san­
todas las cosas. tificados por la ley que os he
14 Ahora, de cierto os digo que dado, a saber, la ley de Cristo,
mediante la a redención que se deberán heredar otro reino, ya
7 a Moro. 7:15–19; DyC 88:36–38. 17 a GEE Pobres.
DyC 84:45. GEE Ley. b GEE Mansedumbre,
b Gén. 1:16. 14 a GEE Expiación, expiar; manso.
GEE Creación, crear. Plan de redención. c GEE Tierra — El estado
10 a Moisés 2:1. 15 a GEE Espíritu; final de la tierra.
11 a GEE Entender, Hombre(s) — El 18 a GEE Gloria celestial.
entendimiento. hombre, hijo espiritual 19 a DyC 130:7–9.
12 a GEE Luz, luz de de nuestro Padre 20 a DyC 38:20.
Cristo. Celestial. b Moisés 1:39.
b Jer. 23:24. b GEE Cuerpo. GEE Hombre(s) — Su
13 a Col. 1:16–17. c Gén. 2:7. potencial para llegar
b Deut. 30:20; GEE Alma. a ser como nuestro
DyC 10:70. 16 a Alma 11:42. Padre Celestial.
c Job 38; GEE Resurrección. c GEE Santificación.
Doctrina y Convenios 88:22–35 190
sea un reino terrestre o un reino de la cual vuestro cuerpo sea
telestial. vivificado.
b 

22 Porque el que no es capaz de 29 Vosotros los que seáis vivifi­


obedecer la a ley de un reino celes­ cados por una porción de la gloria
tial, no puede soportar una gloria a 
celestial, recibiréis entonces de
celestial. ella, sí, una plenitud.
23 Y el que no puede obedecer la 30 Y los que sean vivificados por
ley de un reino terrestre, no puede una porción de la a gloria terrestre,
soportar una a gloria terrestre. recibirán entonces de ella, sí, una
24 Y el que no puede obedecer la plenitud.
ley de un reino telestial, no puede 31 Y también los que sean vivifi­
soportar una a gloria telestial; por cados por una porción de la a gloria
tanto, no es digno de un reino telestial, recibirán entonces de ella,
de gloria. Por consiguiente, de­ sí, una plenitud.
berá soportar un reino que no es 32 Y los que queden serán a vi­
de gloria. vificados también; sin embargo,
25 Y además, de cierto os digo volverán otra vez a su propio lugar
que la a tierra obedece la ley de un para gozar de lo que están b dis­
reino celestial, porque cumple la puestos a recibir, porque no qui­
medida de su creación y no tras­ sieron gozar de lo que pudieron
pasa la ley; haber recibido.
26 así que, será a santificada; sí, 33 Porque, ¿en qué se beneficia el
a pesar de que b morirá, será vivi­ hombre a quien se le confiere un
ficada de nuevo; y aguantará el don, si no lo recibe? He aquí, ni
poder que la vivifica, y los c justos se regocija con lo que le es dado,
la d heredarán. ni se regocija en aquel que le dio
27 Porque a pesar de que mue­ la dádiva.
ren, también ellos se a levantarán, 34 Y además, de cierto os digo
b 
cuerpos espirituales. que lo que la ley gobierna, también
28  Aquellos que son de un preserva, y por ella es perfeccio­
espíritu celestial recibirán el nado y a santificado.
mismo cuerpo que fue el cuerpo 35 Aquello que a traspasa una ley,
natural; sí, vosotros recibi­ y no se rige por la ley, antes pro­
réis vuestros cuerpos, y vuestra cura ser una ley a sí mismo, y dis­
a 
gloria será aquella por medio pone permanecer en el pecado, y
22 a DyC 105:5. d Mateo 5:5; ser como nuestro
23 a GEE Gloria terrestre. DyC 45:58; 59:2; 63:49. Padre Celestial.
24 a GEE Gloria telestial. 27 a GEE Resurrección. 30 a GEE Gloria terrestre.
25 a GEE Tierra. b 1 Cor. 15:44. 31 a GEE Gloria telestial.
26 a GEE Tierra — El estado 28 a GEE Juicio final. 32 a Alma 11:41–45.
final de la tierra. b DyC 43:32; 63:51; b GEE Albedrío.
b GEE Mundo — El fin 101:31. 34 a GEE Santificación.
del mundo. 29 a GEE Gloria celestial; 35 a GEE Rebelión.
c 2 Pe. 3:11–14. Hombre(s) — Su
GEE Justo. potencial para llegar a
191 Doctrina y Convenios 88:36– 47
del todo permanece en el pecado, alrededor de él; y él está sobre to­
no puede ser santificado por la ley, das las cosas, y en todas las cosas,
ni por la b misericordia, ni por la y por en medio de todas las cosas,
c 
justicia ni por el juicio. Por tanto, y circunda todas las cosas; y todas
tendrá que permanecer d sucio aún. las cosas son por él, y de él, sí,
36 A todos los reinos se ha dado Dios, para siempre jamás.
una ley; 42 Y además, de cierto os digo, él
37 y hay muchos a reinos; pues ha dado una ley a todas las cosas,
no hay espacio en el cual no haya mediante la cual se mueven en sus
reino; ni hay reino en el cual no a 
tiempos y estaciones;
haya espacio, bien sea un reino 43 y sus cursos son fijos, sí, los
mayor o menor. cursos de los cielos y de la tierra,
38 Y a cada reino se le ha dado que comprenden la tierra y todos
una a ley; y para cada ley también los planetas.
hay ciertos límites y condiciones. 44 Y se dan a luz unos a otros
39 Todos los seres que no se su­ en sus tiempos y estaciones, en
jetan a esas a condiciones no son sus minutos, en sus horas, sus
b 
justificados. días, sus semanas, sus meses y
40  Porque la a inteligencia se sus años. Todos estos son b un
allega a la inteligencia; la b sabidu­ año para Dios, mas no para el
ría recibe a la sabiduría; la c verdad hombre.
abraza a la verdad; la d virtud ama 45 La tierra rueda sobre sus alas,
a la virtud; la e luz se allega a la y el a sol da su luz de día, y la luna
luz; la misericordia tiene f compa­ da su luz de noche, y las estre­
sión de la misericordia y reclama llas también dan su luz, a medida
lo suyo; la justicia sigue su curso que ruedan sobre sus alas en su
y reclama lo suyo; el juicio va ante gloria, en medio del b poder de
la faz de aquel que se sienta sobre Dios.
el trono y gobierna y ejecuta todas 46 ¿A qué compararé estos reinos
las cosas. para que comprendáis?
41 Él a comprende todas las co­ 47 He aquí, todos estos son rei­
sas, y todas las cosas están de­ nos, y el hombre que ha visto a
lante de él, y todas las cosas están cualquiera o al menor de ellos,
35 b GEE Misericordia, justificar. DyC 38:1–3.
misericordioso. 40 a GEE Inteligencia(s). GEE Omnisciente.
c GEE Justicia. b GEE Sabiduría. 42 a Dan. 2:20–22;
d Apoc. 22:11; c GEE Verdad. Abr. 3:4–19.
1 Ne. 15:33–35; d GEE Virtud. 44 a GEE Luz, luz de
2 Ne. 9:16; e GEE Luz, luz de Cristo.
Alma 7:21. Cristo. b Sal. 90:4;
37 a DyC 78:15. f GEE Compasión. 2 Pe. 3:8.
38 a DyC 88:13. 41 a 1 Juan 3:20; 45 a Gén. 1:16;
39 a DyC 130:20–21. 1 Ne. 9:6; Abr. 4:16.
b GEE Justificación, 2 Ne. 9:20; b DyC 88:7–13.
Doctrina y Convenios 88:48–64 192
ha visto a Dios obrando en su ma­
a 
57 Entonces se retiró del primero
jestad y poder. para visitar también al segundo, y
48 Os digo que lo ha visto; sin al tercero, y al cuarto, y así hasta
embargo, aquel que vino a los a su­ el duodécimo.
yos no fue comprendido. 58 Y así, todos recibieron la luz
49 La a luz en las tinieblas resplan­ del semblante de su señor, cada
dece, y las tinieblas no la compren­ hombre en su hora, en su tiempo
den; no obstante, el día vendrá en y en su sazón,
que b comprenderéis aun a Dios, 59 empezando por el primero, y
siendo vivificados en él y por él. así hasta el a último; y desde el úl­
50 Entonces sabréis que me ha­ timo hasta el primero; y desde el
béis visto, que yo soy, y que soy primero hasta el último;
la luz verdadera que en vosotros 60 cada hombre en su propio or­
está, y que vosotros estáis en mí; de den hasta que se cumplió su hora,
lo contrario no podríais abundar. de acuerdo con lo que su señor le
51  He aquí, compararé estos había mandado, para que su se­
reinos a un hombre que tiene un ñor se glorificara en él, y él en su
campo, y envió a sus siervos a ca­ señor, a fin de que todos fuesen
var en él. glorificados.
52 Y dijo al primero: Ve y trabaja 61 Por consiguiente, compararé
en el campo, y en la primera hora todos estos reinos y sus a habitan­
vendré a ti, y verás el gozo de mi tes a esta parábola, cada reino en
semblante. su hora y en su tiempo y su sazón,
53 Y dijo al segundo: Ve tú tam­ de acuerdo con el decreto que Dios
bién al campo, y en la segunda ha establecido.
hora te visitaré con el gozo de mi 62 Y además, de cierto os digo,
semblante; mis a amigos, os dejo estas palabras
54 y también al tercero, diciendo: para que las b meditéis en vuestro
Te visitaré; corazón, junto con este manda­
55  y al cuarto, y así hasta el miento que os doy, de c llamarme
duodécimo. mientras estoy cerca.
56 Y el señor del campo visitó al 63  a Allegaos a mí, y yo me alle­
primero en la primera hora, y per­ garé a vosotros; b buscadme dili­
maneció con él toda aquella hora, y gentemente, y me c hallaréis; pedid,
se alegró con la luz del semblante y recibiréis; llamad, y se os abrirá;
de su señor. 64 cualquier cosa que le a pidáis
47 a Alma 30:44; b Juan 17:3; 63 a Zac. 1:3;
Moisés 1:27–28; 6:63; DyC 93:1, 28. Stg. 4:8;
Abr. 3:21. 59 a Mateo 20:1–16. Apoc. 3:20.
48 a Juan 1:11; 61 a DyC 76:24. b 1 Cró. 28:9;
3 Ne. 9:16; 62 a DyC 84:63; 93:45. Éter 12:41;
DyC 39:1–4. b GEE Meditar. DyC 101:38.
49 a DyC 6:21; 50:23–24; c Isa. 55:6; Stg. 1:5; c DyC 4:7; 49:26.
84:45–47. DyC 46:7. 64 a GEE Oración.
193 Doctrina y Convenios 88:65–76
al Padre en mi nombre os será lugar, y convocad una asamblea
dada, si es para vuestro b bien; solemne de aquellos que son los
65 y si pedís algo que no os a con­ primeros obreros en este último
viene, se tornará para vuestra reino.
b 
condenación. 71 E invoquen al Señor los que
66 He aquí, lo que oís es como la han sido a amonestados por ellos
a 
voz de uno que clama en el de­ en sus viajes, y mediten en sus co­
sierto —en el desierto, porque no razones, por una corta temporada,
lo podéis ver— mi voz, porque mi la amonestación que han recibido.
voz es b Espíritu; mi Espíritu es ver­ 72 He aquí, yo me encargaré de
dad; la c verdad perdura y no tiene vuestros rebaños, y levantaré él­
fin; y si está en vosotros, abundará. deres y los enviaré a ellos.
67 Y si vuestra mira está puesta 73 He aquí, apresuraré mi obra
a 
únicamente en mi b gloria, vuestro en su tiempo.
cuerpo entero será lleno de luz y 74 Y os doy a vosotros, que sois
no habrá tinieblas en vosotros; y los primeros a obreros en este úl­
el cuerpo lleno de luz c comprende timo reino, el mandamiento de
todas las cosas. que os reunáis, y de que os organi­
68 Por tanto, a santificaos para céis, os preparéis y b santifiquéis; sí,
que vuestras b mentes se enfoquen purificad vuestro corazón y c lim­
únicamente en Dios, y vendrán piad vuestras manos y vuestros
los días en que lo c veréis, porque pies ante mí, para que yo os haga
os descubrirá su faz; y será en su d 
limpios;
propio tiempo y a su propia ma­ 75 a fin de que yo testifique a
nera, y de acuerdo con su propia vuestro a Padre, y vuestro Dios y mi
voluntad. Dios, que sois limpios de la sangre
69  Recordad la grande y úl­ de esta perversa generación; para
tima promesa que os he hecho; que yo cumpla esta promesa, esta
desechad vuestros pensamientos grande y última promesa que os
a 
ociosos y b risa excesiva de entre he hecho, cuando sea mi voluntad.
vosotros. 76  También os doy el man­
70 Deteneos, deteneos, en este damiento de perseverar en la
64 b DyC 18:18; 46:28–30. c Prov. 28:5; DyC 93:28. 74 a Mateo 20:1, 16.
65 a Stg. 4:3. GEE Discernimiento, b Lev. 20:7–8;
b DyC 63:7–11. don de. 3 Ne. 19:28–29;
66 a Isa. 40:3; 1 Ne. 17:13; 68 a GEE Santificación. DyC 50:28–29; 133:62.
Alma 5:37–38; b GEE Mente. c GEE Limpio e inmundo.
DyC 128:20. c DyC 67:10–13; 93:1; d Éter 12:37.
b GEE Espíritu Santo; 97:15–17. 75 a GEE Hombre(s) — El
Luz, luz de Cristo. 69 a Mateo 12:36; hombre, hijo espiritual
c GEE Verdad. Mos. 4:29–30; de nuestro Padre
67 a Mateo 6:22; Alma 12:14. Celestial;
Lucas 11:34–36; b DyC 59:15; 88:121. Padre Celestial;
DyC 82:19. 71 a GEE Amonestación, Trinidad — Dios el
b Juan 7:18. amonestar. Padre.
Doctrina y Convenios 88:77–86 194
oración y el ayuno desde ahora
a  b 
ha sido amonestado, amoneste a
b 

en adelante. su prójimo.
77  Y os mando que os a ense­ 82 Por tanto, quedan sin excusa,
ñéis el uno al otro la b doctrina del y sus pecados descansan sobre su
reino. propia cabeza.
78 Enseñaos diligentemente, y 83 El que a temprano me b busca,
mi a gracia os acompañará, para me hallará, y no será abandonado.
que seáis más perfectamente b ins­ 84 Permaneced, pues, y traba­
truidos en teoría, en principio, en jad diligentemente, para que seáis
doctrina, en la ley del evangelio, perfeccionados en vuestro minis­
en todas las cosas que pertenecen terio de ir entre los a gentiles por
al reino de Dios, que os conviene última vez, cuantos la boca del
comprender; Señor llame, para b atar la ley y se­
79  de cosas tanto en el a cielo llar el testimonio, y preparar a los
como en la tierra, y debajo de la santos para la hora del juicio que
tierra; cosas que han sido, que son ha de venir;
y que pronto han de acontecer; 85 a fin de que sus almas esca­
cosas que existen en el país, co­ pen de la ira de Dios, la a abomi­
sas que existen en el extranjero; nación desoladora que espera a
las b guerras y perplejidades de los malvados, tanto en este mundo
las naciones, y los juicios que se como en el venidero. De cierto os
ciernen sobre el país; y también el digo, continúen en la viña aquellos
conocimiento de los países y de que no son los primeros élderes,
los reinos, hasta que la boca del Señor los
80 a fin de que estéis prepara­ b 
llame, porque su tiempo no ha
dos en todas las cosas, cuando de llegado aún; sus vestidos no es­
nuevo os envíe a magnificar el tán c limpios de la sangre de esta
llamamiento al cual os he nom­ generación.
brado y la misión con la que os he 86 Perseverad en la a libertad me­
comisionado. diante la cual se os hace b libres; no
81 He aquí, os envié para a tes­ os c enredéis en el d pecado, sino
tificar y amonestar al pueblo, y queden e limpias vuestras manos
conviene que todo hombre que hasta que el Señor venga.
76 a GEE Oración. GEE Amonestación, DyC 112:33.
b GEE Ayunar, ayuno. amonestar. GEE Pureza, puro.
77 a GEE Enseñar. 83 a Alma 37:35. 86 a Mos. 5:8.
b GEE Doctrina de b Deut. 4:29–31; GEE Libertad, libre.
Cristo. Jer. 29:12–14; b Juan 8:36.
78 a GEE Gracia. DyC 54:10. GEE Albedrío;
b DyC 88:118; 90:15; 84 a JS—H 1:41. Libertad, libre.
93:53. b Isa. 8:16–17. c Gál. 5:1.
79 a GEE Cielo. 85 a Mateo 24:15. d GEE Pecado.
b GEE Guerra. b DyC 11:15. e Job 17:9;
81 a GEE Testificar. c 1 Ne. 12:10–11; Sal. 24:4;
b DyC 63:58. Jacob 1:19; 2:2; Alma 5:19.
195 Doctrina y Convenios 88:87–96
87 Porque de aquí a poco tiempo, habitantes de la tierra, porque el
la a tierra b temblará y se tambaleará juicio de nuestro Dios ha llegado.
como un borracho; y el c sol escon­ He aquí, el b Esposo viene; salid a
derá su faz y se negará a dar luz; recibirlo.
y la luna será bañada en d sangre; 93 E inmediatamente aparecerá
y las e estrellas se irritarán extre­ una a gran señal en el cielo, y todo
madamente, y se lanzarán hacia pueblo la verá juntamente.
abajo como el higo que cae de la 94 Y otro ángel tocará su trom­
higuera. peta, diciendo: Esa a grande
88 Y después de vuestro testimo­ b 
iglesia, la c madre de las abomi­
nio vienen la ira y la indignación naciones, que hizo que todas las
sobre el pueblo. naciones bebieran del vino de la
89 Porque después de vuestro ira de su d fornicación, que persi­
testimonio viene el testimonio de gue a los santos de Dios, que de­
a 
terremotos que causarán gemidos rrama su sangre, la misma que se
en el centro de la tierra, y los hom­ sienta sobre muchas aguas y sobre
bres caerán al suelo y no podrán las islas del mar, he aquí, ella es
permanecer en pie. la e cizaña de la tierra; es atada en
90 Y también viene el testimo­ haces; sus ligaduras son afianza­
nio de la a voz de truenos, y la voz das y nadie las puede soltar; por
de relámpagos, y la voz de tem­ tanto, está presta para ser f que­
pestades, y la voz de las olas del mada. Y él tocará su trompeta larga
mar que se precipitan allende sus y fuertemente, y todas las naciones
límites. la oirán.
91 Y todas las cosas estarán en 95 Y habrá a silencio en el cielo por
a 
conmoción; y de cierto, desfalle­ espacio de media hora; e inmedia­
cerá el corazón de los hombres, tamente después se desplegará el
porque el temor vendrá sobre todo velo del cielo, como un b rollo que
pueblo. se desenvuelve después de haber
92 Y a ángeles volarán por en me­ sido arrollado, y la c faz del Señor
dio del cielo, clamando en voz alta, será descubierta.
tocando la trompeta de Dios, di­ 96  Y los santos que se hallen
ciendo: Preparaos, preparaos, oh sobre la tierra, que estén vivos,
87 a Isa. 13:4–13. DyC 133:17. d Apoc. 14:8.
b DyC 43:18. b Mateo 25:1–13; e Mateo 13:38.
c Joel 2:10; DyC 33:17; 133:10, 19. f DyC 64:23–24;
DyC 45:42; 133:49. 93 a Mateo 24:30; 101:23–25.
d Apoc. 6:12. Lucas 21:25–27. GEE Tierra — La
e Joel 3:15. GEE Señales de los purificación de la
89 a DyC 45:33. tiempos. tierra.
90 a Apoc. 8:5; 94 a 1 Ne. 13:4–9. 95 a DyC 38:12.
DyC 43:17–25. b GEE Diablo — La b Apoc. 6:14.
91 a DyC 45:26. iglesia del diablo. c GEE Segunda venida
92 a Apoc. 8:13; c Apoc. 17:5. de Jesucristo.
Doctrina y Convenios 88:97–106 196
serán vivificados y arrebatadosa 
hasta que pasen los mil años, ni
b 

para recibirlo. volverán a vivir hasta el fin de la


97 Y los que hayan dormido en tierra.
sus sepulcros a saldrán, porque se­ 102 Y sonará otra trompeta, que
rán abiertos sus sepulcros; y tam­ es la cuarta trompeta, diciendo: Se
bién ellos serán arrebatados para encuentran entre los que han de
recibirlo en medio del pilar del quedar hasta ese grande y postrer
cielo. día, sí, el fin, quienes permanece­
98 Ellos son de Cristo, las a pri­ rán a sucios aún.
micias, los que descenderán con él 103 Y otra trompeta sonará, la
primero, y los que se encuentran cual es la quinta trompeta, y es
en la tierra y en sus sepulcros, que el quinto ángel que vuela por en
son los primeros en ser arrebata­ medio del cielo y entrega el a evan­
dos para recibirlo; y todo esto por gelio eterno a todas las naciones,
la voz del son de la trompeta del tribus, lenguas y pueblos;
ángel de Dios. 104 y este será el sonido de su
99 Y después de esto, otro ángel trompeta, diciendo a todo pue­
tocará, y será la segunda trom­ blo, tanto en el cielo como en la
peta; y entonces viene la reden­ tierra y debajo de la tierra; porque
ción de los que son de Cristo a a 
todo oído lo oirá, y toda rodilla
su venida, los que han recibido se b doblará, y toda lengua con­
su parte en aquella a prisión pre­ fesará, al escuchar el sonido de
parada para ellos, a fin de que la trompeta, que dice: c Temed a
recibiesen el evangelio y fuesen Dios y dad gloria al que se sienta
b 
juzgados según los hombres en sobre el trono, para siempre ja­
la carne. más; porque la hora de su juicio ha
100 Y además, sonará otra trom­ llegado.
peta, que es la tercera trompeta; 105 Y además, otro ángel, que es
y entonces vienen los a espíritus el sexto ángel, tocará su trompeta,
de los hombres que han de ser diciendo: ¡Ha a caído la que hizo
juzgados, y que se hallan bajo que todas las naciones bebieran del
b 
condenación. vino de la ira de su fornicación; ha
101 Y estos son el resto de los caído, ha caído!
a 
muertos; y no vuelven a vivir sino 106 Y otro ángel más, que es el
96 a 1 Tes. 4:16–17. Alma 11:41; Evangelio.
97 a DyC 29:13; 45:45–46; DyC 43:18; 76:85. 104 a Apoc. 5:13.
133:56. b GEE Condenación, b Isa. 45:23;
GEE Resurrección. condenar. Filip. 2:9–11.
98 a 1 Cor. 15:23. 101 a Apoc. 20:5. c GEE Reverencia;
99 a DyC 76:73; 138:8. b GEE Milenio. Temor — Temor de
GEE Salvación de los 102 a GEE Inmundicia, Dios.
muertos. inmundo. 105 a Apoc. 14:8;
b 1 Pe. 4:6. 103 a Apoc. 14:6–7. DyC 1:16.
100 a Apoc. 20:12–13; GEE Restauración del
197 Doctrina y Convenios 88:107–118
séptimo ángel, tocará su trompeta, y no será desatado por espacio de
diciendo: ¡Consumado es; consu­ c 
mil años.
mado es! El a Cordero de Dios ha 111 Y entonces quedará a suelto
b 
vencido y c pisado él solo el lagar, por una corta temporada, para
sí, el lagar del furor de la ira del reunir a sus ejércitos.
Dios Omnipotente. 112 Y a Miguel, el séptimo ángel,
107 Y entonces serán coronados el arcángel, reunirá a sus ejércitos,
los ángeles con la gloria de la po­ sí, las huestes del cielo.
tencia de él, y los a santos serán 113 Y el diablo reunirá a sus ejér­
llenos de la b gloria de él, y reci­ citos, las huestes del infierno, e irá
birán su c herencia y serán hechos a la batalla contra Miguel y sus
d 
iguales con él. ejércitos.
108 Y entonces el primer ángel 114 Y entonces viene la a bata­
hará sonar de nuevo su trompeta lla del gran Dios; y el diablo y
en los oídos de todos los vivien­ sus ejércitos serán arrojados a
tes, y a revelará los hechos secretos su propio lugar, para que nunca
de los hombres y las prodigiosas más tengan poder sobre los
obras de Dios durante el b primer santos.
milenio. 115 Porque Miguel peleará sus
109 Y entonces el segundo ángel batallas, y vencerá al que a ambi­
tocará su trompeta y revelará las ciona el trono de aquel que sobre
obras secretas de los hombres, y él se sienta, sí, el Cordero.
los pensamientos e intenciones 116 Esta es la gloria de Dios y los
de su corazón, y las prodigiosas a 
santificados; y nunca más verán
obras de Dios durante el segundo la b muerte.
milenio. 117 Por tanto, de cierto os digo,
110 Y así, hasta que el séptimo mis a amigos, convocad vuestra
ángel toque su trompeta; y es­ asamblea solemne como os he
tará de pie sobre la tierra y sobre mandado.
el mar, y jurará en el nombre del 118 Y por cuanto no todos tie­
que se sienta sobre el trono, que nen fe, buscad diligentemente
el a tiempo dejará de ser; y b Sata­ y a enseñaos el uno al otro pa­
nás será atado, aquella serpiente labras de b sabiduría; sí, buscad
antigua que es llamada el diablo, palabras de sabiduría de los
106 a GEE Cordero de Dios. 110 a DyC 84:100. 116 a GEE Exaltación;
b 1 Cor. 15:25. b Apoc. 20:1–3; Santificación.
c Isa. 63:3–4; 1 Ne. 22:26; b Apoc. 21:4;
Apoc. 19:15; DyC 101:28. Alma 11:45; 12:18;
DyC 76:107; 133:50. GEE Diablo. DyC 63:49.
107 a GEE Santo (sustantivo). c GEE Milenio. GEE Inmortal,
b GEE Gloria celestial. 111 a DyC 29:22; 43:30–31. inmortalidad.
c GEE Exaltación. 112 a GEE Miguel. 117 a DyC 109:6.
d DyC 76:95. 114 a Apoc. 16:14. 118 a DyC 88:76–80.
108 a Alma 37:25; DyC 1:3. 115 a Isa. 14:12–17; GEE Enseñar.
b DyC 77:6–7. Moisés 4:1–4. b GEE Sabiduría.
Doctrina y Convenios 88:119–129 198
mejores libros; buscad conoci­
c 
con otros como el evangelio lo
miento, tanto por el estudio como requiere.
por la fe. 124 Cesad de ser a ociosos; cesad
119 Organizaos; preparad todo lo de ser impuros; cesad de b criticaros
que fuere necesario; y estableced el uno al otro; cesad de dormir más
una a casa, sí, una casa de oración, de lo necesario; acostaos temprano
una casa de ayuno, una casa de para que no os fatiguéis; levan­
fe, una casa de instrucción, una taos temprano para que vuestros
casa de gloria, una casa de orden, cuerpos y vuestras mentes sean
una casa de Dios; vigorizados.
120 para que vuestras entradas 125 Y sobre todo, vestíos, como
sean en el nombre del Señor; vues­ con un manto, con el vínculo de
tras salidas sean en el nombre del la a caridad, que es el vínculo de
Señor; y todas vuestras salutacio­ la perfección y de la b paz.
nes sean en el nombre del Señor, 126  a Orad siempre para que no
con las manos extendidas hacia desmayéis, hasta que yo b venga.
el Altísimo. He aquí, vendré presto y os tomaré
121 Por consiguiente, a cesad de para mí. Amén.
todas vuestras conversaciones 127 Y además, el orden de la casa
livianas, de toda b risa, de todos preparada para la presidencia de
vuestros deseos de c concupiscen­ la a escuela de los profetas, estable­
cia, de todo vuestro d orgullo y cida para su instrucción en todas
frivolidad y de todos vuestros las cosas que les convienen, sí,
hechos malos. para todos los b oficiales de la igle­
122  Nombrad de entre voso­ sia, o en otras palabras, aquellos
tros a un maestro; y no tomen to­ que son llamados al ministerio en
dos la palabra al mismo tiempo, la iglesia, comenzando por los su­
sino hable uno a la vez y escu­ mos sacerdotes, hasta los diáconos,
chen todos lo que él dijere, para 128 y este será el orden de la casa
que cuando todos hayan ha­ de la presidencia de la escuela: El
blado, todos sean edificados de que sea nombrado presidente o
todos y cada hombre tenga igual maestro ocupará su lugar en la
privilegio. casa que será preparada para él.
123 Mirad que os a améis los unos 129 De manera que será el pri­
a los otros; cesad de ser b codicio­ mero en la casa de Dios, en un lu­
sos; aprended a compartir unos gar desde el cual los congregados
118 c DyC 55:4; 109:7, 14. c GEE Carnal. 125 a GEE Caridad.
119 a DyC 95:3; 97:10–17; d GEE Orgullo. b GEE Paz.
109:2–9; 115:8. 123 a GEE Amor. 126 a GEE Oración.
GEE Templo, Casa del b GEE Codiciar. b DyC 1:12.
Señor. 124 a GEE Ociosidad, ocioso. 127 a GEE Escuela de los
121 a DyC 43:34; 100:7. b DyC 64:7–10. profetas.
b DyC 59:15; 88:69. GEE Calumnias. b GEE Oficial, oficio.
199 Doctrina y Convenios 88:130–141
que estén en la casa puedan oír sus manos extendidas hacia el cielo,
palabras atenta y distintamente, al presidente o al maestro con
sin hablar en voz alta. esta misma oración y convenio,
130 Y al entrar en la casa de Dios, o diciendo Amén, en señal de
porque ha de ser el primero en la acuerdo.
casa —he aquí, esto es bello, para 136 He aquí, de cierto os digo,
que sirva él de ejemplo— esta es una norma para vosotros
131 a entréguese él en oración, de en cuanto a la manera de salu­
rodillas ante Dios, en señal o me­ daros el uno al otro en la casa
moria del convenio sempiterno. de Dios, en la escuela de los
132 Y cuando alguien entre des­ profetas.
pués de él, levántese el maestro, 137 Y se os manda hacer esto con
y con las manos extendidas direc­ oración y acción de gracias, se­
tamente hacia el cielo, salude a su gún lo que os inspire a decir el
hermano o hermanos con estas Espíritu en todos vuestros hechos
palabras: en la casa del Señor, en la escuela
133 ¿Eres hermano, o sois herma­ de los profetas, para que llegue a
nos? Os saludo en el nombre del ser un santuario, un tabernáculo
Señor Jesucristo, en señal o me­ del Santo Espíritu para vuestra
moria del convenio sempiterno, a 
edificación.
convenio en el cual os recibo en 138 Y no recibiréis entre vosotros
a 
confraternidad, con una deter­ a nadie en esta escuela, a menos
minación que es fija, inalterable e que esté limpio de la a sangre de
inmutable, de ser vuestro amigo y esta generación;
b 
hermano por la gracia de Dios en 139 y será recibido mediante la
los lazos de amor, de andar con­ ordenanza del a lavamiento de
forme a todos los mandamientos los pies, porque para este fin fue
de Dios, irreprensible, con acción instituida.
de gracias, para siempre jamás. 140 Y además, el presidente o
Amén. élder presidente de la iglesia ad­
134  Y el que sea hallado in­ ministrará la ordenanza del lava­
digno de este saludo no tendrá miento de los pies.
cabida entre vosotros; porque 141 Se comenzará con oración;
no le permitiréis que a profane y después de a participar del pan
mi casa. y del vino, ha de ceñirse según el
135 Y el que entra y es fiel ante b 
modelo dado en el capítulo deci­
mí, y es un hermano, o si son motercero del testimonio de Juan
hermanos, saludarán, con las concerniente a mí. Amén.
131 a GEE Adorar. 134 a DyC 97:15–17; 139 a GEE Lavado,
133 a GEE Hermandad. 110:7–8. lavamientos, lavar.
b GEE Hermano(s), 137 a DyC 50:21–24. 141 a GEE Santa Cena.
hermana(s). 138 a DyC 88:74–75, 84–85. b Juan 13:4–17.
Doctrina y Convenios 89:1–8 200
SECCIÓN 89
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio,
el 27 de febrero de 1833. El hecho de que algunos hermanos de aquella
época usaran tabaco en sus reuniones llevó al Profeta a meditar en el
asunto, y consiguientemente preguntó al Señor en cuanto a ello. Esta
revelación, conocida como la Palabra de Sabiduría, fue el resultado.
1–9, Se proscribe el uso del vino, 4  He aquí, de cierto, así os
de las bebidas fuertes, del tabaco dice el Señor: Por motivo de las
y de las bebidas calientes; 10–17, a 
maldades y designios que exis­
Se decretan las hierbas, las frutas, ten y que existirán en el cora­
la carne y el grano para el uso del zón de b hombres conspiradores
hombre y de los animales; 18–21, en los últimos días, os he c amo­
La obediencia a las leyes del Evan- nestado y os prevengo, dándoos
gelio, incluso a la Palabra de Sabi- esta palabra de sabiduría por
duría, trae bendiciones temporales y revelación:
espirituales. 5 Que si entre vosotros hay quien
beba a vino o bebidas fuertes, he
Una a Palabra de Sabiduría para aquí, no es bueno ni propio a los
el beneficio del consejo de sumos ojos de vuestro Padre, sino cuando
sacerdotes reunido en Kirtland, os reunís para ofrecerle vuestros
y la iglesia, y también los santos sacramentos.
de Sion 6 Y he aquí, este debe ser vino,
2 —para ser enviada por vía de sí, a vino puro de la uva de la vid,
salutación; no por mandamiento de vuestra propia hechura.
ni restricción, sino por revela­ 7 Y además, las a bebidas fuer­
ción y la palabra de sabiduría, tes no son para el vientre, sino
demostrando el orden y la a vo­ para el lavamiento de vuestros
luntad de Dios en la salvación tem­ cuerpos.
poral de todos los santos en los 8 Y además, el tabaco no es para
últimos días— el a cuerpo ni para el vientre, y no
3 dada como un principio con es bueno para el hombre, sino que
a 
promesa, adaptada a la capacidad es una hierba para magulladu­
del débil y del más débil de todos ras y para todo ganado enfermo,
los b santos, que son o que pueden que se ha de usar con juicio y
ser llamados santos. destreza.
89 1 a GEE Palabra de 4 a GEE Engañar, engaño. 1 Cor. 6:10.
Sabiduría. b GEE Combinaciones 6 a DyC 27:1–4.
2 a DyC 29:34. secretas. 7 a Prov. 20:1; 23:29–35.
GEE Mandamientos c GEE Amonestación, 8 a 1 Cor. 3:16–17.
de Dios. amonestar. GEE Cuerpo.
3 a DyC 89:18–21. 5 a Lev. 10:9–11;
b GEE Santo (sustantivo). Isa. 5:11–12;
201 Doctrina y Convenios 89:9–21
9 Y además, las bebidas calien­ tiempo de carestía y hambre
tes no son para el cuerpo ni para extremada.
el vientre. 16 Todo grano es bueno para
10 Y además, de cierto os digo alimentar al hombre, así como
que Dios ha dispuesto toda a hierba también el fruto de la vid; lo que
saludable para la constitución, na­ produce fruto, ya sea dentro de la
turaleza y uso del hombre: tierra, ya sea arriba de la tierra;
11 Cada hierba en su sazón y 17 sin embargo, el trigo para el
cada fruta en su sazón; todas es­ hombre, el maíz para el buey, la
tas para usarse con prudencia y avena para el caballo, el centeno
a 
acción de gracias. para las aves, los puercos y toda
12 Sí, también la a carne de las bestia del campo, y la cebada para
b 
bestias y de las aves del cielo, yo, todo animal útil y para bebidas
el Señor, he dispuesto para el uso moderadas, así como también
del hombre, con acción de gra­ otros granos.
cias; sin embargo, han de usarse 18  Y todos los santos que se
c 
limitadamente; acuerden de guardar y hacer es­
13 y a mí me complace que no se tas cosas, rindiendo obediencia a
usen, sino en temporadas de in­ los mandamientos, recibirán a sa­
vierno, o de frío, o hambre. lud en el ombligo y médula en los
14 Se ha dispuesto todo a grano huesos;
para el uso del hombre y de las 19 y hallarán a sabiduría y gran­
bestias, como sostén de vida; no des tesoros de b conocimiento, sí,
solamente para el hombre, sino tesoros escondidos;
para las bestias del campo, las aves 20 y a correrán sin fatigarse, y an­
del cielo y todo animal silvestre darán sin desmayar.
que corre o se arrastra sobre la 21 Y yo, el Señor, les a prometo
tierra; que el ángel destructor b pasará de
15 y a estos Dios los ha hecho ellos, como de los hijos de Israel, y
para el uso del hombre, solo en no los matará. Amén.

SECCIÓN 90
Revelación dada a José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio,
el 8 de marzo de 1833. Esta revelación constituye un paso adi-
cional en el establecimiento de la Primera Presidencia (véase el
10 a Es decir, plantas. Lev. 11:1–8. b GEE Conocimiento;
Gén. 1:29; b 1 Tim. 4:3–4; Testimonio.
DyC 59:17–20. DyC 49:18–21. 20 a Isa. 40:31.
11 a GEE Acción de c DyC 59:20. 21 a DyC 84:80.
gracias, agradecido, 14 a Dan. 1:6–20. b Éx. 12:23, 29.
agradecimiento. 18 a Prov. 3:8.
12 a Gén. 9:3; 19 a GEE Sabiduría.
Doctrina y Convenios 90:1–10 202
encabezamiento de la sección 81); como consecuencia de ella, los con-
sejeros mencionados fueron ordenados el 18 de marzo de 1833.
1–5, Las llaves del reino se han en- de Dios, tengan a cuidado de cómo
tregado a José Smith y, por medio de los estiman, no sea que los menos­
él, a la Iglesia; 6–7, Sidney Rigdon y precien, y con ello incurran en la
Frederick G. Williams han de servir condenación, y tropiecen y caigan
en la Primera Presidencia; 8–11, El cuando desciendan las tempesta­
Evangelio debe predicarse a las na- des y soplen los vientos y vengan
ciones de Israel, a los gentiles y a los las b lluvias, y den con ímpetu con­
judíos, y todo hombre lo escuchará en tra su casa.
su propia lengua; 12–18, José Smith 6 Y además, de cierto digo a tus
y sus consejeros deben poner en or- hermanos, Sidney Rigdon y Fre­
den los asuntos de la Iglesia; 19–37, derick G. Williams, que también
El Señor exhorta a varias personas sus pecados les son perdonados,
a andar rectamente y a servir en Su y se les considera igual que a ti en
reino. la posesión de las llaves de este
último reino;
Así dice el Señor: De cierto, de 7 y también, mediante tu admi­
cierto te digo, hijo mío, te son a per­ nistración, las llaves de la a escuela
donados tus pecados, según tu de los profetas que he mandado
petición, porque tus oraciones y organizar;
las oraciones de tus hermanos han 8 para que con esto se perfeccio­
llegado a mis oídos. nen en su ministerio para la sal­
2 Por tanto, bendito eres de aquí vación de Sion, y de las naciones
en adelante, tú que posees las a lla­ de Israel y cuantos de los gentiles
ves del reino que te fueron dadas, creyeren;
b 
reino que está surgiendo por úl­ 9 para que por tu administra­
tima vez. ción reciban ellos la palabra, y por
3 De cierto te digo, las llaves de medio de su administración salga
este reino nunca te serán quitadas la palabra hasta los cabos de la
mientras estés en el mundo, ni tierra, a primero a los b gentiles y
tampoco en el venidero; entonces, he aquí, volverán a los
4 no obstante, por tu conducto judíos.
se darán los a oráculos a otro, sí, a 10 Y entonces vendrá el día en
la iglesia. que el brazo del Señor se a mani­
5 Y quienes reciban los oráculos festará con poder para convencer a
90 1 a GEE Perdonar. Rom. 3:2; Heb. 5:12; profetas.
2 a DyC 65:2. DyC 124:39, 126. 9 a Mateo 19:30;
GEE Llaves del GEE Profecía, Éter 13:10–12.
sacerdocio. profetizar. b 1 Ne. 13:42;
b GEE Reino de Dios o 5 a DyC 1:14. DyC 107:33; 133:8.
de los cielos. b Mateo 7:26–27. 10 a DyC 43:23–27;
4 a Hech. 7:38; 7 a GEE Escuela de los 88:84, 87–92.
203 Doctrina y Convenios 90:11–23
las naciones, las naciones paganas, todos los asuntos de esta iglesia y
la casa de b José, del evangelio de reino.
su salvación. 17 No os a avergoncéis, ni os sin­
11  Porque acontecerá que en táis confundidos; mas sed amo­
aquel día todo hombre a oirá la nestados en toda vuestra altivez
plenitud del evangelio en su pro­ y b orgullo, porque esto tiende un
pia lengua y en su propio idioma, lazo a vuestras almas.
por conducto de los que son b or­ 18 Poned vuestras casas en or­
denados a este c poder, mediante la den; apartad lejos de vosotros la
administración del d Consolador, a 
pereza y la b inmundicia.
derramado sobre ellos para revelar 19 Ahora, de cierto te digo, pre­
a Jesucristo. párese una casa, lo más pronto que
12 Y ahora, de cierto os digo, sea posible, para la familia de tu
os doy el mandamiento de con­ consejero y escribiente, a saber,
tinuar en el a ministerio y en la Frederick G. Williams.
presidencia. 20 Y continúe con su familia mi
13 Y cuando hayáis terminado anciano siervo, a Joseph Smith, pa­
la traducción de los profetas, ha­ dre, en la casa donde ahora reside;
béis de a presidir los asuntos de la y no sea vendida hasta que la boca
iglesia y de la b escuela de allí en del Señor lo diga.
adelante; 21 Y permanezca mi consejero,
14 y de cuando en cuando, según a saber, a Sidney Rigdon, donde
lo manifieste el Consolador, reci­ ahora reside hasta que la boca del
bir a revelaciones para aclarar los Señor lo diga.
b 
misterios del reino; 22 Y procure con diligencia el
15 y poner en orden las iglesias, obispo conseguir un a agente; y sea
y a estudiar y b aprender, y familia­ un hombre que tenga ahorradas
rizaros con todos los libros bue­ b 
riquezas, un hombre de Dios y
nos y con los c idiomas, lenguas y fuerte en su fe,
pueblos. 23 para que así pueda liquidar
16 Y este será vuestro cargo y toda deuda; a fin de que el alma­
misión toda vuestra vida: Presi­ cén del Señor no caiga en descré­
dir los consejos y poner en orden dito ante los ojos del pueblo.
10 b Gén. 49:22–26; b GEE Escuela de los b DyC 88:121.
1 Ne. 15:13–14. profetas. GEE Orgullo.
11 a GEE Obra misional. 14 a GEE Revelación. 18 a DyC 58:26–29.
b GEE Llamado, b GEE Misterios de Dios. GEE Ociosidad,
llamado por Dios, 15 a DyC 88:76–80, 118; ocioso.
llamamiento; 93:53. b DyC 38:42.
Ordenación, ordenar. b DyC 107:99–100; 20 a GEE Smith, padre,
c GEE Sacerdocio. 130:18–19. Joseph.
d GEE Consolador. c GEE Lenguaje (o 21 a GEE Rigdon, Sidney.
12 a GEE Ministrar, lengua). 22 a DyC 84:112–113.
ministro. 17 a Rom. 1:16; b Jacob 2:17–19.
13 a DyC 107:91–92. 2 Ne. 6:13.
Doctrina y Convenios 90:24–37 204
24 Escudriñad diligentemente,
a 
31 para que se establezca en paz,
orad siempre, sed creyentes, y c to­
b 
en tanto que sea fiel, y no pase sus
das las cosas obrarán juntamente días en ocio de allí en adelante.
para vuestro bien, si andáis en 32 Y he aquí, de cierto te digo
la rectitud y recordáis el d conve­ que has de escribir este manda­
nio que habéis hecho el uno con miento y decir a tus hermanos
el otro. de Sion, con saludo cariñoso, que
25 Sean pequeñas vuestras a fami­ también te he llamado para a pre­
lias, especialmente la de mi siervo sidir a Sion en mi propio y debido
anciano, Joseph Smith, padre, en tiempo.
cuanto al número de los que no 33 Por tanto, cesen de moles­
son de vuestras familias; tarme en cuanto a este asunto.
26 a fin de que aquellas cosas 34 He aquí, te digo que tus her­
que se os han proporcionado para manos que están en Sion empiezan
llevar a cabo mi obra no os sean a arrepentirse, y los ángeles se re­
quitadas y dadas a los que no son gocijan a causa de ellos.
dignos, 35 No obstante, no estoy bien
27 y así se os impida cumplir las complacido con muchas cosas;
cosas que os he mandado. y no estoy bien complacido con
28 Y además, de cierto te digo, es mis siervos a William E. McLellin
mi voluntad que mi sierva Vienna y Sidney Gilbert; y también el
Jaques reciba dinero para sus gas­ obispo y otros tienen mucho de
tos y suba a la tierra de Sion; que arrepentirse.
29 y el resto del dinero me sea 36 Pero de cierto te digo, que yo,
consagrado, y ella sea recom­ el Señor, contenderé con a Sion y
pensada en mi propio y debido litigaré con sus fuertes, y la b dis­
tiempo. ciplinaré hasta que triunfe y se
30 De cierto te digo, me parece c 
purifique ante mí.
conveniente que ella suba a la tie­ 37 Porque no será quitada de su
rra de Sion y reciba una heredad lugar. Yo, el Señor, lo he decretado.
de manos del obispo; Amén.

SECCIÓN 91
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio,
el 9 de marzo de 1833. En esos días, el Profeta se hallaba ocupado en
24 a GEE Diligencia. d GEE Convenio. 35 a DyC 66:1; 75:6–9.
b GEE Oración. 25 a Es decir, los pobres que 36 a GEE Sion.
c Esd. 8:22; estaban al cuidado de b GEE Castigar, castigo.
Rom. 8:28; Joseph Smith padre. c GEE Pureza, puro.
DyC 100:15; 122:7–8. 32 a DyC 107:91–92.
205 Doctrina y Convenios 91:1–92:2

la traducción del Antiguo Testamento. Habiendo llegado a esa parte de


los escritos antiguos que se conoce como los libros apócrifos, se dirigió
al Señor y recibió esta instrucción.
1–3, Los libros apócrifos, en su no son verdaderas, que son inter­
mayoría, se han traducido correc- polaciones de los hombres.
tamente, pero contienen muchas in- 3 De cierto os digo, que no es
terpolaciones de los hombres que necesario que los libros apócrifos
no son verdaderas; 4–6, Beneficia- sean traducidos.
rán a los que sean iluminados por el 4 Por tanto, quien los lea, que
Espíritu. a 
entienda, porque el Espíritu ma­
nifiesta la verdad;
De cierto, así dice el Señor concer­ 5 y el que sea iluminado por el
niente a los a libros apócrifos: Con­ a 
Espíritu logrará beneficio de ellos;
tienen muchas cosas verdaderas, 6 y el que no reciba por medio del
y en su mayoría se han traducido Espíritu no puede beneficiarse. Por
correctamente; consiguiente, no es necesario que
2 hay muchas cosas en ellos que sean traducidos. Amén.

SECCIÓN 92
Revelación dada a José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, el 15 de
marzo de 1833. En la revelación se le instruye a Frederick G. Williams,
que recientemente había sido nombrado consejero de José Smith, en
cuanto a sus deberes relacionados con la Firma Unida (véanse los en-
cabezamientos de las secciones 78 y 82).
1–2, Un mandamiento concerniente admitirlo en la orden. Lo que digo
a la admisión en la orden unida. a uno lo digo a todos.
2 Y además, te digo a ti, mi siervo
De cierto, así dice el Señor, doy Frederick G. Williams, tú serás un
a la a orden unida, organizada miembro activo en esta orden; y
conforme al mandamiento pre­ en tanto que seas fiel en guardar
viamente dado, una revelación y todos los mandamientos anterio­
mandamiento concerniente a mi res, serás bendecido para siempre.
siervo Frederick G. Williams, de Amén.
91 1 a GEE Apócrifos. 5 a GEE Espíritu Santo; 92 1 a DyC 82:11, 15–21.
4 a GEE Entender, Inspiración, GEE Orden Unida.
entendimiento. inspirar.
Doctrina y Convenios 93:1–8 206
SECCIÓN 93
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio,
el 6 de mayo de 1833.
1–5, Todos los que son fieles verán b 
invoque mi nombre, c obedezca
al Señor; 6–18, Juan dio testimonio mi voz y guarde mis manda­
de que el Hijo de Dios recibió gracia mientos, d verá mi e faz y sabrá que
sobre gracia hasta que recibió la ple- yo soy;
nitud de la gloria del Padre; 19–20, 2 y que yo soy la a luz verdadera
Los hombres fieles que progresen de que ilumina a todo hombre que
gracia en gracia también recibirán viene al mundo;
de Su plenitud; 21–22, Aquellos que 3 y que soy a en el Padre, y el Pa­
son engendrados por medio de Cristo dre en mí, y el Padre y yo somos
constituyen la Iglesia del Primogé- uno,
nito; 23–28, Cristo recibió la pleni- 4 el Padre, a porque me b dio de su
tud de toda la verdad y, por medio plenitud, y el Hijo, porque estuve
de la obediencia, el hombre también en el mundo, e hice de la c carne mi
puede lograrlo; 29–32, El hombre fue tabernáculo y habité entre los hijos
en el principio con Dios; 33–35, Los de los hombres.
elementos son eternos y el hombre 5 Estuve en el mundo y recibí de
puede recibir una plenitud de gozo mi Padre, y sus a obras plenamente
en la Resurrección; 36–37, La gloria se manifestaron.
de Dios es la inteligencia; 38–40, Los 6 Y a Juan vio la plenitud de mi
niños son inocentes ante Dios por b 
gloria y dio testimonio de ella;
motivo de la redención de Cristo; y la plenitud del c testimonio
41–53, Se manda a los hermanos que de Juan más adelante ha de ser
están a la cabeza de la Iglesia poner revelada.
en orden a sus familias. 7 Y él dio testimonio, diciendo:
Vi su gloria, que él era en el
De cierto, así dice el Señor: Acon­ a 
principio, antes que el mundo
tecerá que toda alma que a dese­ fuese;
che sus pecados y venga a mí, 8 así que, en el principio era el
93 1 a GEE Arrepentimiento, (Apéndice — Biblia). c Lucas 1:26–35; 2:4–14;
arrepentirse; 2 a Juan 1:4–9; 3 Ne. 1:12–14;
Dignidad, digno. DyC 14:9; 84:45–47; Éter 3:14–16.
b Joel 2:32. 88:6–7. 5 a Juan 5:36; 10:25;
c GEE Obediencia, GEE Luz, luz de 14:10–12.
obediente, obedecer. Cristo. 6 a Juan 1:34.
d Éx. 33:11; 3 a Juan 10:25–38; b GEE Jesucristo — La
DyC 38:7–8; 17:20–23; gloria de Jesucristo.
67:10–12; 88:68; DyC 50:43–45. c Juan 20:30–31.
101:23; 130:3. 4 a Mos. 15:1–7. 7 a Juan 1:1–3, 14; 17:5;
GEE Consolador. b GEE Jesucristo — Su DyC 76:39.
e TJS 1 Juan 4:12 autoridad.
207 Doctrina y Convenios 93:9–22
a 
Verbo, porque él era el Verbo, sí, sobre él en forma de c paloma y
el mensajero de salvación, reposó sobre él; y vino una voz
9  la a luz y el b Redentor del de los cielos, que decía: Este es mi
mundo; el Espíritu de verdad que d 
Hijo Amado.
vino al mundo, porque el mundo 16 Y yo, Juan, testifico que re­
fue hecho por él, y en él estaban la cibió la plenitud de la gloria del
vida y la luz de los hombres. Padre;
10 Los mundos por él fueron 17 y recibió a todo b poder, tanto
a 
hechos, y por él los hombres en el cielo como en la tierra, y la
fueron hechos; todas las cosas gloria del c Padre fue con él, porque
fueron hechas por él, mediante moró en él.
él y de él. 18 Y acontecerá que si sois fieles,
11 Y yo, Juan, doy testimonio de recibiréis la plenitud del testimo­
que vi su gloria, como la gloria nio de Juan.
del Unigénito del Padre, lleno de 19 Os digo estas palabras para
gracia y de verdad, sí, el Espíritu que comprendáis y sepáis cómo
de verdad que vino y moró en la a 
adorar, y sepáis qué adoráis, para
carne, y habitó entre nosotros. que vengáis al Padre en mi nom­
12 Y yo, Juan, vi que no recibió bre, y en el debido tiempo recibáis
de la a plenitud al principio, mas de su plenitud.
recibía b gracia sobre gracia; 20 Porque si guardáis mis a man­
13 y no recibió de la plenitud al damientos, recibiréis de su b ple­
principio, sino que continuó de nitud y seréis c glorificados en mí
a 
gracia en gracia hasta que recibió como yo lo soy en el Padre; por lo
la plenitud; tanto, os digo, recibiréis d gracia
14 y por esto fue llamado el a Hijo sobre gracia.
de Dios, porque no recibió de la 21 Y ahora, de cierto os digo, yo
plenitud al principio. estuve en el a principio con el Pa­
15 Y yo, a Juan, doy testimonio, dre, y soy el b Primogénito;
y he aquí, los cielos fueron abier­ 22  y todos los que por me­
tos, y el b Espíritu Santo descendió dio de mí son engendrados, son
8 a GEE Jehová; 15 a Juan 1:29–34. GEE Adorar.
Jesucristo. b GEE Espíritu Santo. 20 a DyC 50:28.
9 a GEE Luz, luz de c GEE Paloma, señal b Juan 1:16;
Cristo. de la. DyC 84:36–39.
b GEE Redentor. d Mateo 3:16–17. c Juan 17:4–5, 22.
10 a Heb. 1:1–3; 17 a Mateo 28:18; GEE Hombre(s) — Su
DyC 76:24; Juan 17:2; potencial para llegar
Moisés 1:31–33. 1 Pe. 3:22. a ser como nuestro
12 a Filip. 2:6–11. b GEE Jesucristo — Su Padre Celestial.
b Juan 1:16–17. autoridad; d GEE Gracia.
13 a Lucas 2:52. Poder. 21 a Juan 1:1–2;
14 a Lucas 1:31–35; c GEE Trinidad — Dios 1 Pe. 1:19–20;
DyC 6:21. el Padre. Moisés 4:2.
GEE Trinidad — Dios 19 a Juan 4:21–26; 17:3; b GEE Primogénito.
el Hijo. Hech. 17:22–25.
Doctrina y Convenios 93:23–36 208
a 
partícipes de esa gloria, y son la
b 
30 Toda verdad es independiente
iglesia del Primogénito. para a obrar por sí misma en aque­
23 Vosotros también estuvisteis lla esfera en que Dios la ha colo­
en el principio a con el Padre; lo cado, así como toda inteligencia;
que es Espíritu, sí, el Espíritu de de otra manera, no hay existencia.
verdad; 31 He aquí, esto constituye el
24 y la a verdad es el b conoci­ a 
albedrío del hombre y la conde­
miento de las cosas como son, nación del hombre; porque b clara­
como eran y como han de ser; mente les es manifestado lo que
25 y lo que sea a más o menos existió desde el principio, y no
que esto es el espíritu de aquel reciben la luz.
inicuo que fue b mentiroso desde 32  Y todo hombre cuyo espí­
el principio. ritu no recibe la a luz está bajo
26 El Espíritu de a verdad es de condenación.
Dios. Yo soy el Espíritu de verdad, 33 Porque el hombre es a espíritu.
y Juan dio testimonio de mí, di­ Los b elementos son eternos; y espí­
ciendo: Él recibió la plenitud de la ritu y elemento, inseparablemente
verdad, sí, aun de toda la verdad; unidos, reciben una plenitud de
27 y ningún hombre recibe la gozo;
a 
plenitud, a menos que guarde 34 y cuando están a separados, el
sus mandamientos. hombre no puede recibir una ple­
28 El que a guarda sus manda­ nitud de b gozo.
mientos recibe verdad y b luz, hasta 35 Los a elementos son el taber­
que es glorificado en la verdad y náculo de Dios; sí, el hombre es
c 
sabe todas las cosas. el tabernáculo de Dios, a saber,
29 También el hombre fue en el b 
templos; y el templo que fuere
a 
principio con Dios. La b inteligen­ profanado, Dios lo destruirá.
cia, o sea, la luz de verdad, no fue 36 La a gloria de Dios es la b inte­
creada ni hecha, ni tampoco lo ligencia, o en otras palabras, c luz
puede ser. y verdad.
22 a 1 Pe. 5:1; b DyC 50:24; 84:45. hombre, hijo espiritual
DyC 133:57. GEE Luz, luz de Cristo. de nuestro Padre
b GEE Gloria celestial. c Juan 17:3; Celestial.
23 a GEE Hombre(s) — El DyC 88:49, 67. b DyC 131:7–8; 138:17.
hombre, hijo espiritual 29 a Abr. 3:18. GEE Resurrección.
de nuestro Padre GEE Hombre(s); 34 a 2 Ne. 9:8–10.
Celestial. Vida preterrenal. b GEE Gozo.
24 a GEE Verdad. b GEE Inteligencia(s). 35 a DyC 130:22.
b GEE Conocimiento. 30 a 2 Ne. 2:13–27. b 1 Cor. 3:16–17.
25 a DyC 20:35. 31 a GEE Albedrío. 36 a GEE Gloria;
b Juan 8:44; 2 Ne. 2:18; b Deut. 30:11–14; Jesucristo — La gloria
Moisés 4:4. DyC 84:23–24. de Jesucristo.
26 a Juan 14:6. 32 a GEE Luz, luz de Cristo; b DyC 130:18–19;
27 a GEE Perfecto. Verdad. Abr. 3:19.
28 a GEE Obediencia, 33 a DyC 77:2; Abr. 5:7–8. GEE Inteligencia(s).
obediente, obedecer. GEE Hombre(s) — El c DyC 88:6–13.
209 Doctrina y Convenios 93:37–50
37 La luz y la verdad desechan a Sidney Rigdon, que en ciertas
aquel a inicuo. cosas no ha guardado los man­
38 Todos los espíritus de los hom­ damientos en cuanto a sus hijos;
bres fueron a inocentes en el princi­ por tanto, ponga en orden su casa
pio; y habiéndolo b redimido Dios primero.
de la c caída, el hombre llegó a que­ 45 De cierto le digo a mi siervo
dar de nuevo en su estado de in­ José Smith, hijo, o en otras pala­
fancia, d inocente delante de Dios. bras, os llamaré a amigos, porque
39 Y aquel inicuo viene y a des­ sois mis amigos y tendréis una
poja a los hijos de los hombres de herencia conmigo
la luz y la verdad, por medio de 46 —os llamé a siervos por causa
la desobediencia, y a causa de las del mundo, y sois sus siervos por
b 
tradiciones de sus padres. mi causa—
40 Pero yo os he mandado criar 47 y ahora, de cierto le digo a
a vuestros a hijos en la luz y la mi siervo José Smith, hijo: No has
verdad. guardado los mandamientos, y de­
41  Mas de cierto te digo, mi bes ser a reprendido ante el Señor;
siervo Frederick  G. Williams, 48  es necesario que los de tu
que tú has continuado bajo esta a 
familia se arrepientan y abando­
condenación; nen algunas cosas, y que atiendan
42 no has a enseñado a tus hi­ con mayor diligencia a tus pala­
jos e hijas la luz y la verdad, con­ bras, o serán quitados de su lugar.
forme a los mandamientos; y 49 Lo que digo a uno lo digo a
aquel inicuo todavía tiene poder todos; a orad en todo tiempo, no
sobre ti, y esta es la causa de tu sea que aquel inicuo logre po­
aflicción. der en vosotros y os quite de
43 Y ahora te doy un manda­ vuestro lugar.
miento: Si quieres verte libre, has 50 Mi siervo Newel K. Whitney,
de poner tu propia casa en a orden, obispo de mi iglesia, también tiene
porque hay en tu casa muchas co­ necesidad de ser reprendido, y
sas que no son rectas. de poner en orden a su familia,
44 De cierto le digo a mi siervo y procurar que sean más diligentes
37 a Moisés 1:12–16. GEE Salvación — La DyC 68:25–31.
GEE Diablo. salvación de los niños 43 a 1 Tim. 3:4–5.
38 a GEE Inocencia, pequeños. 45 a DyC 84:63; 88:62.
inocente. 39 a Mateo 13:18–19; 46 a Lev. 25:55;
b Mos. 27:24–26; 2 Cor. 4:3–4; 1 Ne. 21:3–8.
Moisés 5:9; Alma 12:9–11. GEE Servicio.
AdeF 1:3. b Ezeq. 20:18–19; 47 a DyC 95:1–2.
GEE Redención, Alma 3:8. GEE Castigar, castigo.
redimido, redimir. GEE Tradiciones. 48 a GEE Familia — Las
c GEE Caída de Adán y 40 a GEE Familia — Las responsabilidades de
Eva. responsabilidades de los hijos.
d Moro. 8:8, 12, 22; los padres. 49 a 3 Ne. 18:15–21.
DyC 29:46–47. 42 a 1 Sam. 3:11–13;
Doctrina y Convenios 93:51–94:7 210
y atentos en el hogar, y que oren Frederick G. Williams, y les será
siempre, o serán quitados de su dado según la oración de fe; y si
a 
lugar. guardáis mis palabras, no seréis
51 Ahora os digo, mis amigos, confundidos en este mundo ni en
emprenda su viaje con rapidez mi el venidero.
siervo Sidney Rigdon, y también 53  Y de cierto os digo, es mi
proclame el a año agradable del voluntad que os deis prisa para
Señor y el evangelio de salvación, a 
traducir mis Escrituras y para
conforme a las palabras que yo le b 
adquirir un c conocimiento de la
dé; y por vuestra oración unánime historia, y de los países y de los
de fe lo sostendré. reinos, y de las leyes de Dios y de
52  Y apresúrense también los hombres, y todo esto para la
mis siervos José Smith, hijo, y salvación de Sion. Amén.

SECCIÓN 94
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio,
el 2 de agosto de 1833. Hyrum Smith, Reynolds Cahoon y Jared Carter
son nombrados para formar un comité de construcción de la Iglesia.
1–9, Un mandamiento relacionado de la presidencia, de recibir reve­
con la construcción de una casa para laciones; y para la obra del minis­
la obra de la Presidencia; 10–12, Se terio de la a presidencia en todas
ha de edificar una casa para imprimir; las cosas pertenecientes a la iglesia
13–17, Se señalan ciertas heredades. y al reino.
4 De cierto os digo, que el salón
Y además, de cierto os digo, mis interior medirá cincuenta y cinco
amigos, os mando dar principio
a 
pies de ancho por sesenta y cinco
a la obra de proyectar y preparar de largo.
el comienzo y fundación de la ciu­ 5 Habrá un salón abajo y otro
dad de la b estaca de Sion, aquí en arriba, conforme al modelo que
la tierra de Kirtland, principiando después os será dado.
por mi casa. 6 Y se dedicará al Señor desde
2 Y he aquí, debe hacerse según su fundamento, según el orden
el a modelo que os he dado. del sacerdocio, de acuerdo con el
3 Conságreseme el primer solar modelo que os será indicado más
hacia el sur a fin de edificarle una adelante.
casa a la presidencia, para la obra 7 Y se dedicará íntegramente
50 a DyC 64:40. b DyC 88:76–80, 118. 2 a DyC 52:14–15.
51 a Lucas 4:19. c GEE Conocimiento. 3 a DyC 107:9, 22.
53 a GEE José Smith, 94 1 a DyC 93:45.
Traducción de (TJS). b GEE Estaca.
211 Doctrina y Convenios 94:8–95:1
al Señor para la obra de la cimientos, para la obra de impri­
presidencia. mir, en todas las cosas que yo os
8 Y no consentiréis que ninguna mande, para que sea santa, sin
a 
cosa inmunda entre en ella; y mi mancha, de acuerdo con el mo­
b 
gloria estará allí, y mi presencia delo en todas las cosas según os
estará allí. sea dado.
9 Mas si entrare allí alguna a cosa 13 Y en el tercer solar, mi siervo
inmunda, mi gloria no estará allí, Hyrum Smith recibirá su heredad.
ni mi presencia entrará en ella. 14 Y en los solares primero y se­
10 Y además, de cierto os digo, gundo hacia el norte, mis siervos
se me dedicará el segundo solar Reynolds Cahoon y Jared Carter
hacia el sur a fin de que se me edi­ recibirán sus heredades,
fique una casa para el trabajo de 15 para que hagan la obra que
a 
imprimir la b traducción de mis les he señalado, de formar un co­
Escrituras y cualquiera otra cosa mité para construir mis casas, de
que os mande. acuerdo con el mandamiento que
11 Y el salón interior será de cin­ yo, Dios el Señor, os he dado.
cuenta y cinco pies de ancho por 16 No se han de edificar estas dos
sesenta y cinco de largo, y habrá casas hasta que os dé un manda­
un salón abajo y otro arriba. miento en cuanto a ellas.
12 Y esta casa será consagrada 17 Y ahora no os doy más en esta
totalmente al Señor desde sus ocasión. Amén.

SECCIÓN 95
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio,
el 1º de junio de 1833. Esta revelación es una continuación de las ins-
trucciones divinas de edificar una casa de adoración e instrucción, la
casa del Señor (véase la sección 88:119–136).
1–6, Se reprende a los santos por adoración y para la escuela de los
no haber construido la casa del Se- Apóstoles.
ñor; 7–10, El Señor desea usar Su
casa para investir a los de Su pue- De cierto, así dice el Señor a vo­
blo con poder de lo alto; 11–17, La sotros a quienes amo, y a los
casa se ha de dedicar como sitio de que amo también a disciplino
8 a Lucas 19:45–46; 10 a DyC 104:58–59. Heb. 12:5–11;
DyC 109:16–20. b GEE José Smith, Hel. 15:3;
b 1 Rey. 8:10–11. Traducción de (TJS). DyC 101:4–5; 105:6.
GEE Gloria. 95 1 a Deut. 11:1–8; GEE Castigar, castigo.
9 a DyC 97:15–17. Prov. 13:18;
Doctrina y Convenios 95:2–13 212
para que les sean perdonados sus
b 
ayunos y vuestros lamentos suban
b 

pecados, porque con la disciplina a los oídos del Señor de c Sabaot,


preparo un medio para c librarlos que interpretado quiere decir el
de la d tentación en todas las cosas, d 
creador del primer día, el princi­
y yo os he amado. pio y el fin.
2 Es necesario, pues, que seáis 8 Sí, de cierto os digo, os mandé
disciplinados y quedéis reprendi­ edificar una casa, en la cual me
dos delante de mi faz; propongo a investir con poder de
3 porque habéis cometido un pe­ lo alto a los que he escogido;
cado muy grave contra mí, al no 9 porque esta es la a promesa del
haber considerado en todas las co­ Padre para vosotros; por tanto, os
sas el gran mandamiento que os he mando permanecer, así como mis
dado concerniente a la edificación apóstoles en Jerusalén.
de mi a casa; 10 No obstante, mis siervos co­
4 para la preparación con la cual metieron un pecado muy grave;
me propongo preparar a mis após­ y surgieron a contenciones en la
toles para que a poden mi viña por b 
escuela de los profetas, lo cual
última vez, a fin de que realice mi me acongojó mucho, dice vuestro
b 
obra extraña, para que c derrame Señor; por consiguiente, les mandé
mi Espíritu sobre toda carne. salir para que fueran disciplinados.
5 Mas he aquí, de cierto os digo 11 De cierto os digo, es mi vo­
que hay entre vosotros muchos luntad que edifiquéis una casa. Si
que han sido ordenados, a quienes guardáis mis mandamientos, ten­
he llamado, pero pocos de ellos dréis poder para construirla.
son a escogidos. 12 Si no a guardáis mis manda­
6  Los que no son escogidos mientos, el b amor del Padre no
han cometido un pecado muy permanecerá con vosotros; por
grave, pues andan en a tinieblas al tanto, andaréis en tinieblas.
mediodía. 13 Ahora, he aquí sabiduría y
7 Y por esta causa os di el manda­ la voluntad del Señor: Edifíquese
miento de convocar vuestra a asam­ la casa, no según la manera del
blea solemne, a fin de que vuestros mundo, porque no os permito
1 b GEE Perdonar. Joel 2:28; b GEE Ayunar, ayuno.
c 1 Cor. 10:13. DyC 19:38. c GEE Jehová.
d GEE Tentación, tentar. GEE Dones del d GEE Creación, crear.
3 a Hageo 1:7–11; Espíritu; 8 a DyC 38:32; 39:15;
DyC 88:119. Espíritu Santo. 43:16; 110:9–10.
GEE Templo, Casa del 5 a Mateo 20:16; GEE Investidura.
Señor. DyC 105:35–37; 9 a Lucas 24:49.
4 a Jacob 5:61–75; 121:34–40. 10 a GEE Contención,
DyC 24:19; 33:3–4. GEE Elección. contienda.
GEE Viña del Señor. 6 a GEE Tinieblas b GEE Escuela de los
b Isa. 28:21; espirituales. profetas.
DyC 101:95. 7 a DyC 88:70, 74–82, 12 a Juan 15:10.
c Prov. 1:23; 117–120. b 1 Juan 2:10, 15.
213 Doctrina y Convenios 95:14–96:5
vivir conforme a la manera del ofrendas sacramentales y para
mundo; vuestra predicación, vuestros ayu­
14 edificadla, pues, de acuerdo nos y oraciones, y para a ofrecerme
con el modelo que mostraré a tres vuestros más santos deseos, dice
de vosotros, a quienes nombraréis vuestro Señor.
y ordenaréis a este poder. 17 Y dedicadme la parte supe­
15 Y el tamaño del salón será de rior del salón para la escuela de
cincuenta y cinco pies de ancho mis apóstoles, dice el Hijo a Ah­
por sesenta y cinco de largo, en la mán; o en otras palabras, Alfa; o
parte interior. en otras palabras, Omega; a sa­
16 Y me dedicaréis la parte baja ber, Jesucristo vuestro b Señor.
del salón interior para vuestras Amén.

SECCIÓN 96
Revelación dada a José Smith el Profeta en la cual se indica el orden de
la ciudad o estaca de Sion de Kirtland, Ohio, el 4 de junio de 1833. Se
dio de ejemplo a los santos radicados en Kirtland. La ocasión fue una
conferencia de sumos sacerdotes, y el tema principal que se consideró
fue la manera de disponer de ciertos terrenos, conocidos como la ha-
cienda French, que la Iglesia poseía cerca de Kirtland. En vista de que
en la conferencia no se pudo llegar a un acuerdo en cuanto a quién
debía hacerse cargo de la hacienda, todos consintieron en consultar al
Señor en cuanto al asunto.
1, La Estaca de Sion de Kirtland debe que se os ha señalado, sobre el cual
fortalecerse; 2–5, El obispo es el que me propongo edificar mi santa casa.
ha de dividir las heredades de los 3 Y además, divídase en solares,
santos; 6–9, John Johnson ha de ser según fuere prudente, para el be­
miembro de la orden unida. neficio de los que buscan hereda­
des, conforme a lo que determinéis
He aquí, os digo, os muestro sabi­ entre vosotros en concilio.
duría para que sepáis cómo obrar 4 Tened cuidado, pues, de aten­
concerniente a este asunto, porque der a este asunto y a la porción que
me es conveniente que se forta­ sea necesaria para el beneficio de
lezca a esta estaca que he estable­ mi a orden, con objeto de llevar mi
cido para la fuerza de Sion. palabra a los hijos de los hombres.
2  Por tanto, hágase cargo mi 5 Porque he aquí, de cierto os
siervo Newel K. Whitney del lugar digo, esto es lo que me es más
16 a DyC 59:9–14. 96 1 a Isa. 33:20; 54:2. GEE Orden Unida.
17 a DyC 78:20. GEE Estaca.
b GEE Señor. 4 a DyC 78:3–4.
Doctrina y Convenios 96:6–97:3 214
conveniente, que salga mi pa­ José y partícipe de las bendicio­
a 

labra a los hijos de los hombres nes de la promesa hecha a sus


con objeto de sojuzgar sus cora­ padres—
zones para vuestro bien. Así sea. 8 de cierto os digo, me es opor­
Amén. tuno que sea miembro de la orden,
6 Y además, de cierto os digo, que para que ayude a llevar mi palabra
me es prudente y oportuno que mi a los hijos de los hombres.
siervo John Johnson, cuya ofrenda 9 Por tanto, lo ordenaréis para
he aceptado y cuyas oraciones he esta bendición, y procurará dili­
oído, a quien hago promesa de gentemente liquidar los graváme­
vida eterna, si guarda mis manda­ nes que pesan sobre la casa que se
mientos desde ahora en adelante os ha señalado, para que él more
7 —porque es descendiente de en ella. Así sea. Amén.

SECCIÓN 97
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio,
el 2 de agosto de 1833. Esta revelación se refiere particularmente a
los asuntos de los santos que se hallaban en Sion, condado de Jack-
son, Misuri, en respuesta a la petición del Profeta al Señor de que les
proporcionara información. En esos días, los miembros de la Iglesia
establecidos en Misuri estaban pasando por una severa persecución
y, el 23 de julio de 1833, se les había obligado a firmar un acuerdo de
salir del condado de Jackson.
1–2, Muchos de los santos radicados de mi Espíritu, para mostraros mi
en Sion (condado de Jackson, Misuri) voluntad concerniente a vuestros
son bendecidos por su fidelidad; 3–5, hermanos en la tierra de a Sion,
Se encomia a Parley P. Pratt por sus muchos de los cuales son verda­
tareas en la escuela de Sion; 6–9, deramente humildes y procuran
Aquellos que cumplen sus convenios diligentemente adquirir sabiduría
son aceptados por el Señor; 10–17, y hallar la verdad.
Se ha de construir en Sion una casa 2 De cierto, de cierto os digo, ben­
en donde los puros de corazón verán ditos son, porque prevalecerán;
a Dios; 18–21, Sion es los puros de pues yo, el Señor, manifiesto mi­
corazón; 22–28, Sion se librará del sericordia a todos los a mansos, y a
azote del Señor si es fiel. cuantos sea mi voluntad, a fin de
que yo sea justificado cuando los
De cierto os digo, mis amigos, os traiga a juicio.
hablo con mi voz, que es la voz 3  He aquí, concerniente a la
7 a GEE José hijo de Jacob. 2 a Mateo 5:5;
97 1 a GEE Sion. Mos. 3:19.
215 Doctrina y Convenios 97:4–15
a 
escuela en Sion, os digo que yo, 9 Porque yo, el Señor, los haré
el Señor, estoy bien complacido producir como un árbol muy fruc­
con que exista una escuela en Sion, tífero plantado en buena tierra,
y también con mi siervo b Parley P. junto a un arroyo de aguas puras,
Pratt, porque permanece en mí. que produce mucho fruto precioso.
4 Y si persevera en mí, seguirá 10 De cierto os digo, es mi volun­
presidiendo la escuela en la tierra tad que se me edifique una a casa
de Sion hasta que yo le dé otros en la tierra de Sion, semejante al
mandamientos. b 
modelo que os he dado.
5 Y lo bendeciré con multiplici­ 11 Sí, edifíquese cuanto antes con
dad de bendiciones en la expo­ los diezmos de mi pueblo.
sición de todas las Escrituras y 12 He aquí, este es el a diezmo y el
misterios para la edificación de sacrificio que yo, el Señor, requiero
la escuela y de la iglesia en Sion. de las manos de ellos, a fin de que
6 Y en cuanto al resto de la es­ se me edifique una b casa para la
cuela, yo, el Señor, estoy dis­ salvación de Sion;
puesto a ser misericordioso; no 13 un lugar de a acción de gracias
obstante, hay quienes deben ser para todos los santos, y un sitio de
a 
disciplinados, y sus obras serán instrucción para todos aquellos
descubiertas. que son llamados a la obra del mi­
7 El a hacha está puesta a la raíz nisterio en sus varios llamamientos
de los árboles; y todo árbol que y oficios;
no dé buen b fruto será cortado y 14 a fin de que se perfeccionen
echado en el fuego. Yo, el Señor, en el a entendimiento de su minis­
lo he declarado. terio, en teoría, en principio y en
8 De cierto os digo, que todos doctrina, en todas las cosas perte­
los que de entre ellos saben que necientes al b reino de Dios sobre
su a corazón es b sincero y está la tierra, las c llaves del cual se os
quebrantado, y su espíritu es han conferido.
contrito, y están c dispuestos a 15 Y si mi pueblo me edifica una
cumplir sus convenios con d sacri­ casa en el nombre del Señor, y no
ficio, sí, cualquier sacrificio que permite que entre en ella ninguna
yo, el Señor, mandare, estos son a 
cosa inmunda para profanarla, mi
e 
aceptados por mí. b 
gloria descansará sobre ella.
3 a GEE Escuela de los honradez. gracias, agradecido,
profetas. c DyC 64:34. agradecimiento.
b GEE Pratt, Parley Parker. d GEE Sacrificios. 14 a GEE Entender,
6 a GEE Castigar, castigo. e DyC 52:15; 132:50. entendimiento.
7 a Mateo 3:10. 10 a DyC 57:3; 88:119; b GEE Reino de Dios o de
b Lucas 6:43–45; 124:51. los cielos.
Alma 5:36, 52; b DyC 115:14–16. c GEE Llaves del
3 Ne. 14:15–20. 12 a GEE Diezmar, diezmo. sacerdocio.
8 a GEE Corazón b GEE Templo, Casa del 15 a DyC 94:9; 109:20–21.
quebrantado. Señor. b Hageo 2:7;
b GEE Honestidad, 13 a GEE Acción de DyC 84:5.
Doctrina y Convenios 97:16–28 216
16 Sí, y mi a presencia estará allí, como el torbellino; y, ¿quién podrá
porque vendré a ella; y todos b los escapar de ella?
de corazón puro que allí entren 23 El a azote del Señor pasará de
verán a Dios. noche y de día, y su rumor afligirá
17 Mas si fuere profanada, no a todo pueblo; sí, y no cesará hasta
vendré a ella, ni mi gloria estará que venga el Señor;
allí; porque no entraré en templos 24 porque se ha encendido la in­
impuros. dignación del Señor en contra de
18 Y ahora bien, he aquí, si Sion sus abominaciones y todas sus
hace estas cosas, a prosperará, y se obras inicuas.
ensanchará y llegará a ser gloriosa 25 Sin embargo, Sion a escapará
en extremo, y muy grande y muy si procura hacer todo lo que le he
terrible. mandado.
19 Y las a naciones de la tierra 26 Mas si no procura hacer lo que
la honrarán y dirán: Ciertamente le he mandado, la a visitaré según
b 
Sion es la ciudad de nuestro Dios, todas sus obras, con penosa aflic­
e indudablemente Sion no puede ción, con b pestilencia, con plagas,
caer ni ser quitada de su lugar, con la espada, con c venganza y
porque Dios está allí, y la mano d 
fuego devorador.
del Señor está allí; 27 Sin embargo, léasele a sus oí­
20 y él ha jurado por el poder dos esta sola vez, que yo, el Señor,
de su fuerza ser su salvación y su he aceptado su ofrenda; y si no
alto a refugio. peca más, a ninguna de estas cosas
21 Por tanto, de cierto, así dice le sobrevendrá;
el Señor: Regocíjese Sion, porque 28 y la a bendeciré con bendicio­
esta es a Sion: los puros de cora­ nes, y multiplicaré una multipli­
zón; por consiguiente, regocíjese cidad de bendiciones sobre ella y
Sion mientras se lamentan todos sobre sus generaciones para siem­
los inicuos. pre jamás, dice el Señor, vuestro
22 Porque he aquí, la a venganza Dios. Amén.
vendrá pronto sobre los impíos,

SECCIÓN 98
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, el 6
de agosto de 1833. Esta revelación vino como consecuencia de la persecución
16 a DyC 110:1–10. 20 a 2 Sam. 22:3. 26 a DyC 84:54–59.
b Mateo 5:8; 21 a Moisés 7:18. b Lucas 21:10–13.
DyC 67:10–13; 88:68. GEE Pureza, puro; Sion. c Mal. 4:1–3;
GEE Pureza, puro. 22 a GEE Venganza. 3 Ne. 21:20–21.
18 a DyC 90:24; 100:15. 23 a Isa. 28:14–19; d Joel 1:15–20.
19 a Isa. 60:14; Zac. 2:10–12; DyC 45:31. 27 a Ezeq. 18:27.
DyC 45:66–70; 49:10. 25 a 2 Ne. 6:13–18; 28 a GEE Bendecido,
b GEE Nueva Jerusalén. DyC 63:34; JS—M 1:20. bendecir, bendición.
217 Doctrina y Convenios 98:1–7
de que eran objeto los santos en Misuri. El aumento de asentamientos de
miembros de la Iglesia en Misuri preocupó a otros pobladores, quienes se
sintieron amenazados ante el número de los santos, las influencias políticas
y económicas, así como las diferencias culturales y religiosas. En julio de
1833, un populacho destruyó propiedades de la Iglesia, cubrió con brea y
plumas a dos miembros de la Iglesia y demandó que los santos se fueran
del condado de Jackson. Aunque indudablemente habían llegado al Pro-
feta en Kirtland algunas noticias de los problemas que había en Misuri
(a una distancia de casi 1.450 kilómetros), no habría podido enterarse de
la gravedad de la situación en esta fecha, sino por medio de la revelación.
1–3, Las aflicciones que padezcan los han entrado en los oídos del Señor
santos serán para su bien; 4–8, Los de Sabaot, y están inscritas con
santos deben apoyar la ley constitu- este sello y testimonio: El Señor
cional del país; 9–10, Se debe apoyar a ha jurado y decretado que serán
hombres honrados, sabios y rectos para otorgadas.
el gobierno secular; 11–15, Aquellos 3 Por lo tanto, él os concede esta
que pierdan su vida en la causa del promesa, con un convenio inmu­
Señor tendrán vida eterna; 16–18, table de que serán cumplidas; y
Renunciad a la guerra y proclamad la todas las cosas con que habéis sido
paz; 19–22, Se reprende a los santos a 
afligidos obrarán juntamente para
que viven en Kirtland y se les manda vuestro bien y para la gloria de mi
que se arrepientan; 23–32, El Señor nombre, dice el Señor.
revela Sus leyes concernientes a las 4 Y ahora, de cierto os digo, con­
persecuciones y aflicciones que se im- cerniente a las leyes del país, es mi
ponen sobre Su pueblo; 33–38, La gue- voluntad que mi pueblo procure
rra se justifica únicamente cuando el hacer todo cuanto yo le mande.
Señor la ordena; 39–48, Los santos 5 Y la a ley del país que es b cons­
deben perdonar a sus enemigos, los titucional, que apoya ese principio
cuales, si se arrepienten, también se de libertad en la preservación de
librarán de la venganza del Señor. derechos y privilegios, pertenece
a toda la humanidad y es justifi­
De cierto os digo, mis amigos, a no cable ante mí.
temáis, consuélense vuestros cora­ 6 Por tanto, yo, el Señor, os jus­
zones; sí, regocijaos para siempre, tifico, así como a vuestros herma­
y en todas las cosas dad b gracias; nos de mi iglesia, en apoyar la que
2 a esperando pacientemente en el fuere la ley constitucional del país;
Señor, porque vuestras oraciones 7 y en cuanto a la ley del hombre,
98 1 a DyC 68:6. Isa. 30:18–19; DyC 58:21; 134:5.
b GEE Acción de DyC 133:45. b DyC 101:77–80; 109:54.
gracias, agradecido, 3 a DyC 122:7. GEE Constitución;
agradecimiento. GEE Adversidad. Libertad, libre.
2 a Sal. 27:14; 5 a 1 Pe. 2:13–14;
Doctrina y Convenios 98:8–21 218
lo que sea más o menos que esto, hasta la muerte, a fin de que seáis
c 

del mal proviene. hallados dignos.


8 Yo, Dios el Señor, os hago a li­ 15 Porque si no permanecéis en
bres; por consiguiente, sois verda­ mi convenio, no sois dignos de mí.
deramente libres; y la ley también 16 Por tanto, a renunciad a la b gue­
os hace libres. rra y proclamad la c paz, y procu­
9 Sin embargo, cuando los a ini­ rad diligentemente hacer d volver el
cuos gobiernan, el pueblo se corazón de los hijos a sus padres, y
lamenta. el corazón de los padres a los hijos;
10 Por tanto, debe buscarse dili­ 17 y además, el corazón de los
gentemente a hombres a honrados a 
judíos a los profetas, y los pro­
y sabios, y a hombres buenos y sa­ fetas a los judíos; no sea que yo
bios debéis esforzaros por apoyar; venga y hiera toda la tierra con
de lo contrario, lo que sea menos una maldición, y toda carne sea
que esto del mal procede. consumida ante mí.
11 Y os doy un mandamiento, 18 No se turbe vuestro corazón,
que vosotros desechéis todo lo porque en la casa de mi Padre a mu­
malo y os alleguéis a todo lo chas moradas hay, y he preparado
bueno, y que viváis de acuerdo lugar para vosotros; y donde mi
con toda a palabra que sale de la Padre y yo estamos, allí también
boca de Dios. estaréis vosotros.
12 Porque él a dará a los fieles 19 He aquí, yo, el Señor, no es­
línea sobre línea, precepto tras toy bien complacido con muchos
precepto; y en esto os b pondré a de los que son de la iglesia en
prueba y os probaré. Kirtland;
13 Y el que a diere su vida en mi 20 porque no abandonan sus pe­
causa, por mi nombre, la hallará cados, ni sus malas costumbres, ni
otra vez, sí, vida eterna. el orgullo de sus corazones, ni su
14 No a temáis, pues, a vuestros codicia ni todas sus cosas abomi­
enemigos, porque he decretado nables, para observar las palabras
en mi corazón b probaros en todas de sabiduría y de vida eterna que
las cosas, dice el Señor, para ver si yo les he dado.
permanecéis en mi convenio aun 21 De cierto os digo, que yo, el
8 a Juan 8:32; DyC 42:61. 16 a Alma 48:14.
2 Cor. 3:17. b Abr. 3:25–26. GEE Pacificador.
GEE Albedrío; 13 a Lucas 9:24; b GEE Guerra.
Libertad, libre. DyC 101:35–38; c GEE Paz.
9 a Prov. 29:2. 103:27–28. d Mal. 4:5–6;
10 a GEE Honestidad, GEE Mártir, martirio. DyC 2:1–2.
honradez. 14 a Neh. 4:14; 17 a GEE Judíos.
11 a Deut. 8:3; DyC 122:9. 18 a Juan 14:2;
Mateo 4:4; b DyC 124:55. DyC 59:2; 76:111; 81:6.
DyC 84:43–44. c Apoc. 2:10;
12 a Isa. 28:10; DyC 136:31, 39.
219 Doctrina y Convenios 98:22–33
Señor, los a disciplinaré y haré lo traído a juicio delante de mí, en­
que yo tenga a bien, si no se arre­ tonces os aseguraréis de a advertirle
pienten y observan todo lo que les en mi nombre que no venga más
he dicho. contra vosotros, ni contra vuestra
22 Y de nuevo os digo, si procu­ familia, ni tampoco contra los hijos
ráis a hacer todo lo que os mando, de vuestros hijos hasta la tercera y
yo, el Señor, apartaré toda ira e in­ la cuarta generación.
dignación de vosotros, y las b puer­ 29 Y si entonces viene contra vo­
tas del infierno no prevalecerán en sotros o vuestros hijos, o los hijos
contra de vosotros. de vuestros hijos hasta la tercera
23 Ahora os hablo concerniente o la cuarta generación, entregaré
a vuestras familias: Si los hom­ a vuestro enemigo en vuestras
bres os a hieren a vosotros o a manos;
vuestras familias una vez, y lo so­ 30 y entonces si lo perdonáis, se­
portáis con paciencia, sin injuriar­ réis recompensados por vuestra
los ni procurar vengaros, seréis rectitud; y también vuestros hijos
recompensados; y los hijos de vuestros hijos, hasta
24 mas si no lo soportáis con la tercera y la cuarta generación.
paciencia, os será contado por 31 Sin embargo, está en vuestras
m e d i d a j u s t a a i m p a r t i d a a manos; y si le pagáis de acuerdo
vosotros. con sus obras, quedáis justifica­
25 Y además, si vuestro ene­ dos; si ha atentado contra vues­
migo os hiere por segunda vez, tra vida, y peligra vuestra vida
y no injuriáis a vuestro enemigo, a causa de él, vuestro enemigo
mas lo soportáis pacientemente, está en vuestras manos y quedáis
vuestra recompensa será cien justificados.
tantos más; 32 He aquí, esta es la ley que di
26 y además, si os hiere por ter­ a mi siervo Nefi, y a tus a padres
cera vez, y lo soportáis con a pa­ José, y Jacob, e Isaac, y Abraham,
ciencia, vuestra recompensa os y a todos mis profetas y apóstoles
será cuadruplicada; antiguos.
27 y estos tres testimonios acu­ 33 Y además, esta es la a ley que
sarán a vuestro enemigo si no se di a mis antiguos: que no salie­
arrepiente, y no serán borrados. sen a la guerra contra ninguna
28 Y ahora, de cierto os digo, si nación, tribu, lengua o pue­
dicho enemigo se escapa de mi blo, salvo que yo, el Señor, se lo
venganza, de modo que no es mandara.
21 a Mos. 23:21; DyC 33:12–13. 26 a GEE Paciencia.
Hel. 12:3. 23 a Lucas 6:29; 28 a GEE Amonestación,
GEE Castigar, castigo. Alma 43:46–47. amonestar.
22 a GEE Obediencia, GEE Persecución, 32 a DyC 27:10.
obediente, obedecer. perseguir. 33 a Deut. 20:10;
b Mateo 16:17–18; 24 a Mateo 7:1–2. Alma 48:14–16.
Doctrina y Convenios 98:34– 48 220
34 Y si alguna nación, lengua o arrepiente la primera vez, aun así
pueblo proclamaba la guerra en lo perdonaréis.
contra de ellos, primero izaran un 42 Y si os agravia la segunda vez,
estandarte de a paz a esa nación, y no se arrepiente, aun así habéis
lengua o pueblo; de perdonarlo.
35 y si ese pueblo no aceptaba la 43 Y si os agravia por tercera vez,
oferta de paz, ni la segunda, ni la y no se arrepiente, también habéis
tercera vez, habían de traer estos de perdonarlo.
testimonios ante el Señor; 44 Mas si os agravia la cuarta vez,
36 entonces, yo, el Señor, les daba no lo habéis de perdonar, sino que
un mandamiento, y los justificaba traeréis estos testimonios ante el
para salir a luchar contra esa na­ Señor; y no serán borrados hasta
ción, lengua o pueblo. que se arrepienta y os reponga con
37 Y yo, el Señor, a peleaba sus ba­ cuatro tantos en todas las cosas en
tallas, y las batallas de sus hijos, y que él os haya agraviado.
de los hijos de sus hijos, hasta que 45 Y si hace esto, lo perdonaréis
se vengaban de todos sus enemi­ de todo corazón; y si no lo hace,
gos, hasta la tercera y la cuarta yo, el Señor, os a vengaré de vuestro
generación. enemigo cien veces;
38 He aquí, esta es la norma para 46 y de sus hijos, y de los hijos
todo pueblo, dice el Señor tu Dios, de los hijos de todos los que me
para que haya justificación delante odien, hasta la a tercera y la cuarta
de mí. generación.
39 Y además, de cierto os digo, 47 Mas si los hijos se arrepienten,
que si vuestro enemigo, después o los hijos de sus hijos, y se a tor­
de haber venido contra vosotros la nan al Señor su Dios, con todo su
primera vez, se arrepiente y viene corazón, alma, mente y fuerza, y
a vosotros a pediros perdón, lo restituyen con cuatro tantos todas
perdonaréis, y no lo tendréis por sus ofensas que cometieron ellos o
más tiempo como testimonio con­ sus padres, o los padres de sus pa­
tra él; dres, entonces se apartará de ellos
40 y así hasta la segunda y la vuestra indignación;
tercera vez; y cuantas veces vues­ 48 y no vendrá más sobre ellos la
tro enemigo se arrepienta de las a 
venganza, dice el Señor vuestro
ofensas que haya cometido contra Dios, y sus ofensas nunca más se­
vosotros, lo a perdonaréis, hasta se­ rán presentadas como testimonio
tenta veces siete. en contra de ellos ante el Señor.
41  Y si os agravia y no se Amén.
34 a DyC 105:38–41. DyC 64:9–11. 47 a Mos. 7:33;
37 a Josué 23:10; GEE Perdonar. Morm. 9:6.
Isa. 49:25. 45 a Morm. 8:20. 48 a Ezeq. 18:19–23.
40 a Mateo 18:21–22; 46 a Deut. 5:9–10.
221 Doctrina y Convenios 99:1–8

SECCIÓN 99
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a John Murdock,
el 29 de agosto de 1832, en Hiram, Ohio. John Murdock había estado
predicando el Evangelio durante más de un año mientras sus hijos
(huérfanos de madre tras la muerte de su esposa, Julia Clapp, en abril
de 1831), residían con otras familias en Ohio.
1–8, John Murdock es llamado a pro- 4 Y quienes te rechacen, serán
clamar el Evangelio, y quienes le re- rechazados de mi Padre y de su
a 

ciban, reciben al Señor y obtendrán casa, y limpiarás tus b pies en lu­


misericordia. gares secretos por el camino como
testimonio contra ellos.
He aquí, así dice el Señor a mi 5 Y he aquí, a vengo pronto para
siervo John Murdock: Eres llamado hacer b juicio, a fin de convencer a
para ir a las regiones del este, de todos de sus obras inicuas que han
casa en casa, de pueblo en pueblo cometido en contra de mí, como
y de ciudad en ciudad, a proclamar está escrito de mí en el libro.
mi evangelio sempiterno a sus ha­ 6 Y ahora, de cierto te digo, no
bitantes, en medio de la a persecu­ conviene que salgas hasta que se
ción e iniquidad. provea para tus hijos, y sean envia­
2 Y el que te a reciba, me recibe a dos con bondad al obispo en Sion.
mí; y tendrás el poder para decla­ 7 Y después de pocos años, si lo
rar mi palabra con la b demostra­ deseas de mí, también podrás ir
ción de mi Santo Espíritu. a la buena tierra para poseer tu
3 Y quienes te reciban a como ni­ heredad;
ños pequeños, recibirán mi b reino; 8 de otra manera, continuarás
y benditos son, porque alcanzarán proclamando mi evangelio a hasta
c 
misericordia. que seas llevado. Amén.

SECCIÓN 100
Revelación dada a José Smith el Profeta y a Sidney Rigdon en Perrys-
burg, Nueva York, el 12 de octubre de 1833. Estos dos hermanos, ha-
biéndose alejado de sus familias durante varios días, sintieron alguna
inquietud en cuanto a ellas.
99 1 a GEE Persecución, de los cielos. b Judas 1:14–15.
perseguir. c GEE Misericordia, GEE Jesucristo — Es
2 a Mateo 10:40. misericordioso. juez.
b 1 Cor. 2:4–5. 4 a Juan 12:44–50. 8 a Mateo 19:29.
3 a Mateo 18:1–6. b DyC 75:19–22.
b GEE Reino de Dios o 5 a DyC 1:11–14.
Doctrina y Convenios 100:1–14 222
1–4, José y Sidney han de predicar 7 Mas os doy el mandamiento
el Evangelio para la salvación de al- de que cualquier cosa que a decla­
mas; 5–8, Les será dado en la hora réis en mi nombre se declare con
precisa lo que deban decir; 9–12, solemnidad de corazón, con el es­
Sidney ha de ser el portavoz y José píritu de b mansedumbre, en todas
será un revelador, y potente en tes- las cosas.
timonio; 13–17, El Señor levantará 8 Y os prometo que si hacéis esto,
a un pueblo puro, y los obedientes se derramará el a Espíritu Santo
serán salvos. para testificar de todas las cosas
que habléis.
De cierto, así os dice el Señor a vo­ 9 Y me es prudente que tú, mi
sotros, mis amigos a Sidney y b José, siervo Sidney, seas a portavoz para
vuestras familias están bien; es­ este pueblo; sí, en verdad, te or­
tán en mis manos y haré con ellas denaré para este llamamiento, sí,
como me parezca bien, porque en de ser portavoz de mi siervo José.
mí se halla todo poder. 10 A él lo facultaré para ser po­
2 Por tanto, seguidme y escuchad tente en a testimonio;
los consejos que os daré. 11 y a ti te facultaré para ser a po­
3 He aquí, tengo mucha gente en tente en explicar todas las Escritu­
este lugar, en las regiones inmedia­ ras, a fin de que seas su portavoz;
tas; y se abrirá una puerta eficaz y él será para ti un b revelador, para
en las regiones circunvecinas en que sepas la certeza de todas las
estas tierras del este. cosas pertenecientes a mi reino
4 Por consiguiente, yo, el Señor, sobre la tierra.
os he permitido venir a este lugar; 12  Continuad, pues, vuestro
pues así me era conveniente para viaje, y regocíjense vuestros cora­
la a salvación de almas. zones, porque he aquí, estoy con
5 Por tanto, de cierto os digo, vosotros hasta el fin.
alzad vuestra voz a este pueblo; 13 Y ahora os doy una palabra
a 
expresad los pensamientos que concerniente a a Sion. Aunque sea
pondré en vuestro corazón, y no disciplinada por un corto tiempo,
seréis confundidos delante de los Sion será b redimida.
hombres; 14 Vuestros hermanos, mis sier­
6 porque os será a dado en la hora, vos a Orson Hyde y John Gould,
sí, en el momento preciso, lo que están en mis manos; y si guardan
habéis de decir. mis mandamientos, se salvarán.
100 1 a GEE Rigdon, Sidney. 7 a DyC 84:61. 10 a GEE Testificar.
b GEE Smith, hijo, José. b GEE Mansedumbre, 11 a Alma 17:2–3.
4 a GEE Salvación. manso. b DyC 124:125.
5 a Hel. 5:18; 8 a 2 Ne. 33:1–4. 13 a GEE Sion.
DyC 68:3–4. 9 a Éx. 4:14–16; b DyC 84:99; 105:9–10,
6 a Mateo 10:19–20; 2 Ne. 3:17–18; 31, 37.
DyC 84:85. DyC 124:103–104. 14 a GEE Hyde, Orson.
223 Doctrina y Convenios 100:15–101:4
15 Por tanto, consuélense vues­ pueblo a puro que me servirá en
tros corazones, porque a todas las rectitud.
cosas obrarán juntamente para el 17 Y todos los que a invoquen el
bien de los que andan en rectitud, nombre del Señor y guarden sus
así como para la santificación de mandamientos, serán salvos. Así
la iglesia. sea. Amén.
16 Porque levantaré para mí un

SECCIÓN 101
Revelación dada a José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, los días
16 y 17 de diciembre de 1833. En esos días, los santos que se habían
congregado en Misuri estaban padeciendo graves persecuciones. El
populacho los había echado de sus hogares en el condado de Jackson;
y algunos de los santos habían intentado establecerse en los condados
de Van Buren, de Lafayette y de Ray, pero la persecución los siguió
hasta allí. El grupo principal de los santos se hallaba entonces en el
condado de Clay, Misuri. Abundaban las amenazas de muerte contra
las personas que eran de la Iglesia. Los santos que estaban en el con-
dado de Jackson habían perdido muebles, ropa, ganado y otros bienes
personales, y muchos de sus sembrados habían sido destruidos.
1–8, Los santos son disciplinados y insistir en que se les haga justicia por
afligidos por motivo de sus transgre- los daños recibidos, conforme a la pa-
siones; 9–15, La indignación del Señor rábola de la mujer y el juez injusto.
caerá sobre las naciones, pero Su pue-
blo será recogido y consolado; 16–21, De cierto te digo, concerniente a
Sion y sus estacas serán establecidas; tus hermanos que han sido afligi­
22–31, Se expone la naturaleza de la dos, a perseguidos y b expulsados
vida durante el Milenio; 32–42, Los de la tierra de su herencia,
santos serán entonces bendecidos y 2 yo, el Señor, he permitido que
recompensados; 43–62, La parábola les sobrevenga la a tribulación con
del noble y los olivos representa las que han sido afligidos, por motivo
dificultades y la redención final de de sus b transgresiones;
Sion; 63–75, Los santos deben conti- 3 no obstante, los poseeré y serán
nuar congregándose; 76–80, El Señor a 
míos el día en que yo venga para
estableció la Constitución de los Esta- integrar mis joyas.
dos Unidos; 81–101, Los santos deben 4 Por tanto, es preciso que sean
15 a Rom. 8:28; 101 1 a GEE Persecución, b Mos. 7:29–30;
DyC 90:24; 105:40. perseguir. DyC 103:4; 105:2–10.
16 a GEE Pureza, puro. b DyC 103:1–2, 11; 3 a Isa. 62:3;
17 a Joel 2:32; 109:47. Mal. 3:17;
Alma 38:4–5. 2 a DyC 58:3–4. DyC 60:4.
Doctrina y Convenios 101:5–18 224
a 
disciplinados y probados, así te he dado, que dejaría caer la a es­
como b Abraham, a quien se le pada de mi indignación en defensa
mandó ofrecer a su único hijo. de mi pueblo; y tal como yo he di­
5 Porque todos los que no quie­ cho, así acontecerá.
ren soportar la disciplina, an­ 11 Pronto se derramará mi indig­
tes me a niegan, no pueden ser nación sin medida sobre las nacio­
b 
santificados. nes; y lo haré cuando la copa de su
6 He aquí, te digo que había ri­ iniquidad se a llene.
ñas, y a contiendas, y b envidias, y 12 Y en aquel día todo el que se
disputas, y deseos c sensuales y encuentre sobre la a atalaya, o en
codiciosos entre ellos; y como re­ otras palabras, todo mi Israel, será
sultado de estas cosas, profanaron salvo.
sus heredades. 13 Y los que han estado esparci­
7 Fueron lentos en a escuchar la dos serán a congregados.
voz del Señor su Dios; por con­ 14 Y todos los que se hayan a la­
siguiente, el Señor su Dios es mentado serán consolados.
lento en escuchar sus oraciones 15 Y todos los que hayan dado
y en contestarlas en el día de sus su a vida por mi nombre serán
dificultades. coronados.
8 En los días de paz estimaron 16 Consuélense, pues, vuestros
ligeramente mi consejo, mas en el corazones en lo concerniente a
día de sus a dificultades por nece­ Sion, porque toda carne está en
sidad se b allegan a mí. mis a manos; quedaos tranquilos
9 De cierto te digo, que no obs­ y b sabed que yo soy Dios.
tante sus pecados, mis entrañas 17  a Sion no será quitada de su
están llenas de a compasión por lugar, a pesar de que sus hijos han
ellos. Yo no los b desecharé com­ sido esparcidos.
pletamente, y en el día de la c ira 18  Los que permanezcan y
me acordaré de tener misericordia. sean de corazón puro volverán a
10 He jurado, y se ha decretado sus a heredades, ellos y sus hijos,
en un mandamiento anterior que con b cantos de gozo sempiterno,
4 a DyC 95:1–2; 136:31. Alma 5:38. GEE Israel — La
GEE Castigar, castigo. 8 a Hel. 12:3. congregación de
b Gén. 22:1–14; b Hech. 17:27; Israel.
Jacob 4:5. Alma 32:5–16. 14 a Mateo 5:4.
GEE Abraham. 9 a GEE Compasión; 15 a Mateo 10:39.
5 a Mateo 10:32–33; Misericordia, GEE Mártir, martirio.
Rom. 1:16; misericordioso. 16 a Moisés 6:32.
2 Ne. 31:14. b Jer. 30:11. b Éx. 14:13–14;
b GEE Santificación. c DyC 98:21–22. Sal. 46:10.
6 a GEE Contención, 10 a DyC 1:13–14. 17 a GEE Sion.
contienda. 11 a Hel. 13:14; 18 a DyC 103:11–14.
b GEE Envidia. Éter 2:9–11. b Isa. 35:10;
c GEE Concupiscencia. 12 a GEE Atalaya, atalayar. DyC 45:71.
7 a Isa. 59:2; 13 a Deut. 30:3–6; GEE Cantar.
Mos. 11:22–25; 21:15; 1 Ne. 10:14.
225 Doctrina y Convenios 101:19–32
para c edificar los lugares asolados peces del mar, que more sobre la
de Sion; faz de la tierra, será b consumida;
19 y todas estas cosas para que 25  y también lo que fuere de
se cumplan los profetas. elemento se a derretirá con calor
20 Y he aquí, no se ha designado abrasador; y todas las cosas serán
otro a lugar sino el que he indicado; hechas b nuevas, a fin de que mi co­
ni se designará otro lugar, aparte nocimiento y c gloria moren sobre
del que he señalado para la obra toda la tierra.
de recoger a mis santos, 26 Y en ese día la a enemistad del
21 hasta que llegue el día en que hombre y la enemistad de las bes­
no haya más lugar para ellos; y tias, sí, la enemistad de toda carne,
entonces les señalaré otros luga­ b 
cesará ante mi faz.
res que tengo, y se llamarán a es­ 27 Y en ese día se le concederá a
tacas, para las cortinas o la fuerza cualquier hombre cuanto pidiere;
de Sion. 28 y en ese día a Satanás no ten­
22 He aquí, es mi voluntad que drá poder para tentar a ningún
todos los que invoquen mi nom­ hombre;
bre, y me adoren de acuerdo con 29 y no habrá a pesar, porque no
mi evangelio eterno, se a congre­ habrá muerte.
guen y b permanezcan en lugares 30 En ese día el a niño no morirá
santos, sino hasta que sea viejo; y su vida
23 y se preparen para la revela­ será como la edad de un árbol;
ción que ha de venir, cuando el 31 y cuando muera, no dormirá,
a 
velo que cubre mi templo, en mi es decir, en la tierra, mas será
tabernáculo, el cual esconde la tie­ a 
transformado en un abrir y ce­
rra, será quitado, y toda carne me rrar de ojos; y será b arrebatado, y
b 
verá juntamente. su reposo será glorioso.
24 Y toda cosa a corruptible, bien 32 Sí, en verdad te digo que el
sea del hombre o de las bestias a 
día en que el Señor venga, él b re­
del campo, las aves del cielo o los velará todas las cosas:
18 c Amós 9:13–15; de Jesucristo. b GEE Paz.
DyC 84:2–5; 103:11. 24 a DyC 29:24. 28 a Apoc. 20:2–3;
20 a DyC 57:1–4. b Sof. 1:2–3; 1 Ne. 22:26;
21 a DyC 82:13–14; Mal. 4:1; DyC 88:110.
115:6, 17–18. DyC 88:94; 29 a Apoc. 21:4.
GEE Estaca. JS—H 1:37. 30 a Isa. 65:20–22;
22 a GEE Israel — La 25 a Amós 9:5; DyC 63:51.
congregación de 2 Pe. 3:10–14. 31 a 1 Cor. 15:52;
Israel. GEE Tierra — La DyC 43:32.
b Mateo 24:15; purificación de la b 1 Tes. 4:16–17.
DyC 45:32; 115:6. tierra. 32 a DyC 29:11.
23 a GEE Velo. b Apoc. 21:5. GEE Milenio.
b Isa. 40:5; c GEE Milenio. b DyC 121:26–28.
DyC 38:8; 93:1. 26 a Isa. 11:6–9.
GEE Segunda venida GEE Enemistad.
Doctrina y Convenios 101:33– 46 226
33 cosas que han pasado y cosas a 
de los hombres; de modo que, si
ocultas que ningún hombre cono­ esa sal de la tierra pierde su sa­
ció; cosas de la tierra, mediante las bor, he aquí, a partir de entonces
cuales fue hecha, y su propósito y no sirve para nada sino para ser
estado final; echada fuera y hollada bajo los
34 cosas sumamente preciosas; pies de los hombres.
cosas que están arriba y cosas que 41 He aquí sabiduría en cuanto a
están abajo; cosas que están den­ muchos de los hijos de Sion, pero
tro de la tierra y sobre la tierra y no todos; se descubrió que eran
en el cielo. transgresores, y por tanto, es pre­
35  Y todos los que padezcan ciso que sean a disciplinados.
a 
persecución por mi nombre, y la 42 El que se a ensalza será hu­
soporten con fe, aunque les sea re­ millado; y el que se b humilla será
querido dar su vida por mi b causa, ensalzado.
aun así participarán de toda esta 43 Y ahora os manifestaré una
gloria. parábola para que sepáis mi vo­
36 Por tanto, no temáis ni aun a luntad en cuanto a la redención
la a muerte; porque en este mundo de Sion.
vuestro gozo no es completo, pero 44  Cierto a noble tenía un te­
en mí vuestro b gozo es cumplido. rreno muy escogido; y dijo a sus
37 De manera que no os afanéis siervos: Id a mi b viña, sí, a ese te­
por el cuerpo, ni por la vida del rreno tan escogido, y plantad doce
cuerpo; mas afanaos por el a alma olivos;
y por la vida del alma. 45 y poned a centinelas alrededor
38 Y a buscad siempre la faz del de ellos, y edificad una torre para
Señor, para que con b paciencia re­ que uno vigile el terreno circun­
tengáis vuestras almas, y tendréis vecino y sea el atalaya, a fin de
vida eterna. que mis olivos no sean derriba­
39 Cuando los hombres son lla­ dos cuando venga el enemigo a
mados a mi a evangelio eterno, y despojar y tomar para sí el fruto
pactan con un convenio sempi­ de mi viña.
terno, se les considera como la 46 Entonces los siervos del no­
b 
sal de la tierra y el sabor de los ble fueron e hicieron lo que su
hombres. señor les mandó. Plantaron los
40 Son llamados para ser el sabor olivos, los cercaron de vallado,
33 a GEE Misterios de Dios. b GEE Paciencia. b Lucas 18:14.
35 a DyC 63:20. 39 a GEE Nuevo y GEE Humildad,
GEE Persecución, sempiterno convenio. humilde, humillar
perseguir. b Mateo 5:13; (afligir).
b DyC 98:13. DyC 103:10. 44 a DyC 103:21–22.
36 a GEE Muerte física. 41 a GEE Castigar, castigo. b GEE Viña del Señor.
b GEE Gozo. 42 a Abd. 1:3–4; 45 a Ezeq. 33:2, 7;
37 a GEE Alma. Lucas 14:11; 3 Ne. 16:18.
38 a 2 Cró. 7:14; DyC 93:1. Hel. 4:12–13. GEE Atalaya, atalayar.
227 Doctrina y Convenios 101:47–63
pusieron centinelas y comenzaron habríais podido prepararos y evi­
a construir una torre. tar que el enemigo derribara el va­
47 Y mientras todavía estaban po­ llado, y salvar mi viña de la mano
niendo los cimientos, empezaron del destructor.
a decir entre sí: ¿Y qué necesidad 55 Y el señor de la viña dijo a uno
tiene mi señor de esta torre? de sus siervos: Ve y junta al resto
48 Y consultaron ellos entre sí de mis siervos, y toma a toda la
largo tiempo, diciendo: ¿Qué ne­ fuerza de mi casa, mis guerreros,
cesidad tiene mi señor de esta mis jóvenes y también los de edad
torre, siendo esta una época madura entre todos mis siervos,
de paz? los cuales constituyen la fuerza de
49 ¿No se pudiera dar este dinero mi casa, salvo los que he indicado
a los cambistas? Pues no hay nece­ que permanezcan,
sidad de estas cosas. 56 e id luego a la tierra de mi viña
50 Y mientras discordaban entre y redimid mi viña, porque es mía;
sí, se volvieron muy perezosos y la he comprado con dinero.
no hicieron caso de los manda­ 57 Id, pues, inmediatamente a mi
mientos de su señor. tierra; derribad los muros de mis
51 Y llegó de noche el enemigo, y enemigos; echad abajo su torre y
derribó el a cerco; y los siervos del esparcid a sus guardias.
noble se levantaron atemorizados 58 Y si se juntan en contra de
y huyeron; y el enemigo destruyó vosotros, a vengadme de mis ene­
sus obras y derribó los olivos. migos, a fin de que en breve yo
52 Ahora, he aquí, el noble, el se­ venga con el resto de mi casa para
ñor de la viña, visitó a sus siervos, poseer la tierra.
y les dijo: ¡Cómo! ¿Qué ha causado 59 Y dijo el siervo a su señor:
este grave daño? ¿Cuándo sucederán estas cosas?
53 ¿No os precisaba haber hecho 60  Y él contestó a su siervo:
lo que os mandé y —después de Cuando sea mi voluntad. Ve
haber plantado la viña, construido presto; haz todas las cosas que te
el vallado alrededor y puesto guar­ he mandado;
das en los muros— haber edifi­ 61 y esto será mi sello y bendición
cado también la torre, colocado sobre ti: Mayordomo fiel y a sabio
un atalaya en ella y vigilado mi en medio de mi casa, b gobernante
viña para que el enemigo no os en mi reino.
sobreviniese, en vez de quedaros 62 Y salió luego su siervo e hizo
dormidos? todo cuanto le mandó su señor; y
54 He aquí, el atalaya de la torre a 
después de muchos días todo se
habría visto al enemigo cuando cumplió.
todavía estaba lejos; y entonces 63 Y además, de cierto os digo,
51 a Isa. 5:1–7. 58 a DyC 97:22–24; 105:15. 62 a DyC 105:37.
55 a DyC 103:22, 29–30; 61 a DyC 78:22.
105:16, 29–30. b Mateo 25:20–23.
Doctrina y Convenios 101:64–76 228
os mostraré mi sabiduría en cuanto el mandamiento que os he dado
a todas las iglesias, si es que es­ concerniente a estas cosas,
tán dispuestas a dejarse guiar de 70 el cual dice o enseña que se
una manera recta y propia para su a 
compren con dinero cuantos terre­
salvación, nos se puedan obtener por dinero,
64 a fin de que la obra de con­ en las regiones que colindan con
gregar a mis santos continúe, para la tierra que he designado como la
que los establezca en mi nombre tierra de Sion, para el comienzo del
en a lugares santos; porque ha recogimiento de mis santos;
llegado la hora de la b cosecha, y 71 todos los terrenos que puedan
es menester que se c cumpla mi comprarse en el condado de Jack­
palabra. son y en los condados circunveci­
65 Por tanto, he de juntar a los nos, y dejad el resto en mi mano.
de mi pueblo, de acuerdo con la 72 Ahora, de cierto os digo, jun­
parábola del trigo y la a cizaña, a ten todas las iglesias su dinero;
fin de que se guarde el trigo en háganse estas cosas en su tiempo,
los graneros para poseer la vida mas no con a prisa, y procurad te­
eterna, y ellos sean coronados de ner preparadas todas las cosas de­
b 
gloria celestial, cuando yo venga lante de vosotros.
en el reino de mi Padre para re­ 73 Desígnense hombres honra­
compensar a cada hombre con­ dos, hombres sabios, y enviadlos
forme a sus obras; a comprar estos terrenos.
66 en tanto que la cizaña será 74 Y si las iglesias del este, al ser
atada en manojos, y sus fajas se­ edificadas, escuchan este consejo,
rán fuertes, para ser a quemada con podrán comprar terrenos y con­
fuego inextinguible. gregarse en ellos; y de esta manera
67 Así que, un mandamiento les podrán establecer Sion.
doy a todas las iglesias, que conti­ 75 Ahora mismo ya hay almace­
núen congregándose en los sitios nado lo suficiente, sí, en abundan­
que he nombrado. cia, para redimir a Sion y poblar
68 No obstante, como os he dicho sus yermos, para nunca más ser
en un mandamiento anterior, no se derribada, si las iglesias que llevan
lleve a cabo vuestro a recogimiento mi nombre estuvieran a dispuestas
con prisa ni huyendo; antes sean a oír mi voz.
preparadas todas las cosas delante 76 Y además, os digo que es mi
de vosotros. voluntad que aquellos que han
69 Y para que todo quede prepa­ sido dispersados por sus ene­
rado delante de vosotros, observad migos sigan insistiendo para
64 a DyC 87:8. DyC 86:1–7. 68 a DyC 58:56.
b DyC 33:3, 7. b GEE Gloria celestial. 70 a DyC 63:27–29.
GEE Siega. 66 a Nahúm 1:5; 72 a Isa. 52:10–12.
c DyC 1:38. Mateo 3:12; 75 a Alma 5:37–39.
65 a Mateo 13:6–43; DyC 38:12; 63:33–34.
229 Doctrina y Convenios 101:77–92
obtener indemnización y reden­ ciudad una viuda, y vino a él,
ción, por medio de los que os go­ diciendo: Hazme justicia de mi
biernan y tienen potestad sobre adversario.
vosotros, 84 Y no lo quiso hacer por algún
77 de acuerdo con las leyes y la tiempo; pero después dijo dentro
a 
constitución del pueblo que yo de sí: Aunque ni temo a Dios ni
he permitido que se establecieran, respeto a hombre; sin embargo,
y que deben preservarse para los porque esta viuda me molesta, le
b 
derechos y la protección de toda haré justicia, no sea que viniendo
carne, conforme a principios jus­ continuamente me fastidie.
tos y santos; 85 Así compararé a los hijos de
78 para que todo hombre obre en Sion.
doctrina y principio pertenecien­ 86 Insistan a los pies del juez;
tes a lo futuro, de acuerdo con el 87 y si este no les hace caso, in­
a 
albedrío moral que yo le he dado, sistan a los pies del gobernador;
para que todo hombre b responda 88  y si el gobernador no les
por sus propios pecados en el día hace caso, insistan a los pies del
del c juicio. presidente;
79 Por tanto, no es justo que un 89 y si el presidente no les hace
hombre sea esclavo de otro. caso, entonces el Señor se levan­
80 Y para este fin he establecido tará y saldrá de su a morada oculta,
la a Constitución de este país, por y en su furor afligirá a la nación;
mano de hombres sabios que le­ 90 y en su ardiente indignación
vanté para este propósito mismo, y furiosa ira talará, en su tiempo,
y redimí la tierra por el b derrama­ a los inicuos, infieles e injustos
miento de sangre. a 
mayordomos, y les señalará su
81 Ahora, ¿a qué compararé a los porción entre los hipócritas y los
hijos de Sion? Los compararé a la b 
incrédulos;
a 
parábola de la mujer y el juez in­ 91 sí, en las tinieblas de afuera,
justo, porque los hombres deben donde es el a lloro, el llanto y el
b 
orar siempre y no desmayar, la crujir de dientes.
cual dice: 92  Orad, pues, para que lle­
82 Había en una ciudad un juez guen hasta sus oídos vuestras
que ni temía a Dios ni respetaba lamentaciones, a fin de que yo
a hombre. tenga a misericordia de ellos para
83  Había también en aquella que no les sobrevengan estas cosas.
77 a GEE Gobierno. GEE Constitución. b Apoc. 21:8.
b GEE Libertad, libre. b 1 Ne. 13:13–19. GEE Incredulidad.
78 a GEE Albedrío. 81 a Lucas 18:1–8. 91 a Mateo 25:30;
b GEE Responsabilidad, b GEE Oración. DyC 19:5; 29:15–17;
responsable. 89 a Isa. 45:15; 124:8.
c GEE Juicio final. DyC 121:1, 4; 123:6. 92 a GEE Misericordia,
80 a 2 Ne. 1:7–9; 90 a GEE Mayordomía, misericordioso.
DyC 98:5–6. mayordomo.
Doctrina y Convenios 101:93–102:1 230
93 Lo que os he dicho tiene que enemigos lo que yo he designado,
verificarse, para que todos los por consentimiento de aquellos
hombres queden sin a excusa; que a llevan mi nombre;
94  para que los hombres sa­ 98 porque es un pecado muy pe­
bios y los gobernantes oigan noso y grave contra mí y contra mi
y sepan aquello que jamás han pueblo, a causa de las cosas que he
a 
considerado; decretado y que en breve sobre­
95 para que yo proceda a llevar a vendrán a las naciones.
efecto mi acto, mi a acto extraño, y 99 Es mi voluntad, pues, que mi
a realizar mi obra, mi obra extraña, pueblo reclame y retenga sus dere­
a fin de que los hombres b discier­ chos en lo que les he señalado, aun­
nan a los justos de los malos, dice que no se les permita morar allí.
vuestro Dios. 100 No obstante, no digo que
96 Y además os digo, es contrario no morarán allí; porque si produ­
a mi mandamiento y voluntad que cen frutos y obras dignos para mi
mi siervo Sidney Gilbert venda a reino, morarán allí.
mis enemigos mi a almacén que he 101 Construirán, y otro no lo a he­
designado para mi pueblo. redará; plantarán viñas, y comerán
97 No sea profanado por mis de su fruto. Así sea. Amén.

SECCIÓN 102
Acta de la organización del primer sumo consejo de la Iglesia en Kirtland,
Ohio, el 17 de febrero de 1834. Escribieron el acta original los élderes
Oliver Cowdery y Orson Hyde. El Profeta corrigió el acta al día siguiente
y un día después las actas corregidas fueron aceptadas unánimemente por
el sumo consejo, como “una forma y constitución del sumo consejo” de la
Iglesia. Los versículos del 30 al 32, que tienen que ver con el Consejo de los
Doce Apóstoles, fueron añadidos en 1835 bajo la dirección de José Smith
cuando se preparaba esta sección para publicarla en Doctrina y Convenios.
1–8, Se nombra un sumo consejo Este día se reunió un concilio ge­
para allanar las dificultades serias neral de veinticuatro sumos sacer­
que surjan en la Iglesia; 9–18, Se dotes, por revelación, en casa de
explica la manera de proceder para José Smith, hijo, y procedieron a
examinar los casos; 19–23, El presi- organizar el a sumo consejo de la
dente del consejo dará el fallo; 24–34, Iglesia de Cristo, el cual se ha­
Se explica la manera de apelar. bría de componer de doce sumos
93 a Rom. 1:18–21. b Mal. 3:18. 125:2.
94 a Isa. 52:15; GEE Discernimiento, 101 a Isa. 65:21–22.
3 Ne. 20:45; 21:8. don de. GEE Milenio.
95 a Isa. 28:21; 96 a GEE Almacén. 102 1 a GEE Sumo consejo.
DyC 95:4. 97 a DyC 103:4; 112:25–26;
231 Doctrina y Convenios 102:2–11
sacerdotes y de uno o tres presi­ 6 Se aprobó por votación: Que el
dentes, según lo requiriera el caso. sumo consejo no tendrá poder para
2 El sumo consejo fue designado funcionar si no están presentes
por revelación, con objeto de alla­ siete de los consejeros ya nombra­
nar dificultades serias que pudie­ dos, o sus sucesores debidamente
ran surgir en la iglesia, las cuales ni designados.
la iglesia ni el a consejo del obispo 7  Estos siete estarán faculta­
pudiesen arreglar a satisfacción dos para nombrar a otros sumos
de las partes. sacer­dotes, a quienes consideren
3 La voz del concilio reconoció dignos y capaces de obrar en vez
como presidentes a José Smith, de los consejeros ausentes.
hijo, Sidney Rigdon y Frederick G. 8 Se aprobó por votación: Que
Williams; y por la voz unánime cuando exista una vacante, por
del concilio se eligió a Joseph causa de la muerte de cualquiera
Smith, padre, John Smith, Joseph de los susodichos consejeros, o
Coe, John Johnson, Martin Harris, sea quitado de su oficio por trans­
John S. Carter, Jared Carter, Oliver gresión, o se halle fuera de la
Cowdery, Samuel H. Smith, Or­ jurisdicción de este gobierno ecle­
son Hyde, Sylvester Smith y Luke siástico, se llenará dicha vacante
Johnson, sumos sacerdotes, para por nombramiento del presidente
constituir un consejo residente de o presidentes, y será sancionado
la iglesia. por el voto de un concilio general
4 Se preguntó a los consejeros ya de sumos sacerdotes, convocado
nombrados si aceptaban su nom­ a tal fin, para obrar en nombre
bramiento, y si obrarían en ese de la iglesia.
oficio conforme a la ley del cielo, 9  El presidente de la iglesia,
a lo cual todos respondieron que que también es presidente del
aceptaban su nombramiento y que consejo, es nombrado por a reve­
ocuparían su puesto de acuerdo lación, y b reconocido en su ad­
con la gracia de Dios sobre ellos ministración por la voz de la
conferida. iglesia.
5  El número de los integran­ 10 Y corresponde a la dignidad
tes del concilio que votaron en de su oficio presidir el consejo de
nombre de la iglesia, y por ella, la iglesia; y es su privilegio contar
para nombrar a los consejeros con la ayuda de otros dos presi­
previamente mencionados, fue dentes, nombrados de la misma
de cuarenta y tres, a saber: nueve forma en que él lo fue.
sumos sacerdotes, diecisiete él­ 11 Y en caso de estar ausente
deres, cuatro presbíteros y trece uno o ambos de los que son
miembros. nombrados para ayudarle, él
2 a DyC 107:72–74. b GEE Sostenimiento de
9 a GEE Revelación. líderes de la Iglesia.
Doctrina y Convenios 102:12–23 232
tiene la autoridad para presidir al acusado, y prevenir insulto e
el consejo sin ayudantes; y en injusticia.
caso de que él mismo esté au­ 18 En todos los casos el acusador
sente, los otros presidentes tie­ y el acusado tendrán el privilegio
nen la autoridad para presidir de hablar por sí mismos ante el
en su lugar, ambos o cualquiera consejo, después de haberse es­
de ellos. cuchado la evidencia, y después
12  Al ser organizado formal­ de que los consejeros nombrados
mente un sumo consejo de la Igle­ para discutir el caso hayan termi­
sia de Cristo, conforme al modelo nado de hablar.
anterior, será el deber de los doce 19 Escuchada la evidencia, y ha­
consejeros echar suertes por nú­ biendo hablado los consejeros, el
meros, para ver cuál de los doce acusador y el acusado, el presi­
hablará primero, comenzando por dente dará el fallo conforme al
el número uno y así sucesivamente entendimiento que tenga del caso,
hasta el doce. y pedirá a los doce consejeros que
13 Cuando se reúna este con­ lo ratifiquen por medio de su voto.
sejo para examinar algún caso, 20 Mas si después de oír impar­
los doce consejeros determinarán cialmente la evidencia y alega­
si es difícil o no; si no lo es, solo tos, los consejeros restantes que
dos de los consejeros hablarán al no hayan hablado, o cualquiera
respecto, conforme a la forma ya de ellos, descubren algún error
mencionada. en el fallo del presidente, pueden
14 Mas si se considera difícil, se­ manifestarlo, y se oirá de nuevo
rán nombrados cuatro; y si es más la causa.
difícil, seis; pero en ningún caso se 21 Y si después de repasarse cui­
nombrarán más de seis para que dadosamente, se aduce más luz
hablen. tocante al asunto, se modificará el
15 El acusado tiene derecho, en fallo correspondientemente.
todos los casos, a la mitad del 22 Mas en caso de no aparecer
consejo para prevenir insulto o ninguna luz adicional, se hará de­
injusticia. finitivo el fallo original, y la mayo­
16 Y examinada la evidencia, los ría del consejo tendrá la autoridad
consejeros designados para hablar para determinarlo.
presentarán el caso en su aspecto 23 En caso de dificultad, respecto
verdadero ante el consejo; y todo a a doctrina o principio, si lo escrito
hombre debe hablar con equidad no fuere suficiente para aclarar
y a justicia. el caso en la mente del consejo,
17 Los consejeros que saquen nú­ el presidente podrá consultar y
meros pares, esto es, 2, 4, 6, 8, 10 recibir la voluntad del Señor por
y 12, son los que han de defender b 
revelación.
16 a GEE Justicia. 23 a Núm. 9:8. b GEE Revelación.
233 Doctrina y Convenios 102:24–34
24 Los sumos sacerdotes, cuando 30 Hay una diferencia entre el
anden fuera, están facultados para sumo consejo o sumos sacer­dotes
convocar y organizar un consejo viajantes, y el sumo a consejo via­
conforme a la manera ya mencio­ jante integrado por los doce b após­
nada, para resolver dificultades toles, en lo concerniente a sus
cuando las partes o cualquiera de decisiones.
ellas lo soliciten. 31  Del fallo de los primeros
25  Y dicho consejo de sumos puede haber apelación, mas no
sacer­d otes tendrá la autoridad del de los segundos.
para nombrar a uno de los de su 32 Solamente las autoridades ge­
número para que presida tal con­ nerales de la iglesia pueden lla­
sejo interinamente. mar a estos a cuentas, en caso de
26 Será el deber de dicho consejo transgresión.
hacer llegar inmediatamente una 33 Se acordó: Que el presidente
copia del acta de lo acontecido, o los presidentes de la cabecera
con una exposición completa de de la Primera Presidencia de la
las declaraciones adjunta a su de­ Iglesia queden facultados para
cisión, al sumo consejo de la ca­ determinar si las causas apeladas
becera de la Primera Presidencia merecen una nueva audiencia, des­
de la Iglesia. pués de examinar la apelación y
27 Si cualquiera de las partes las evidencias y declaraciones que
no queda satisfecha con el fallo la acompañen.
de dicho consejo, puede apelar al 34 Los doce consejeros entonces
sumo consejo de la cabecera de la procedieron a echar suertes, o sea,
Primera Presidencia de la Iglesia, a votar, para determinar quién ha­
y conseguir una reexaminación, bría de tomar la palabra primero,
y allí se dará curso a dicho caso y resultó lo siguiente, a saber: 1,
de acuerdo con la manera ya ex­ Oliver Cowdery; 2, Joseph Coe;
puesta, como si nunca se hubiera 3, Samuel H. Smith; 4, Luke John­
dado tal fallo. son; 5, John S. Carter; 6, Sylvester
28 Solamente en los casos más Smith; 7, John Johnson; 8, Orson
a 
difíciles de asuntos eclesiásticos Hyde; 9, Jared Carter; 10, Joseph
se convocará este consejo de sumos Smith, padre; 11, John Smith; 12,
sacerdotes viajantes; y ningún caso Martin Harris.
común u ordinario será suficiente Después de la oración se dio por
para convocarlo. terminada la conferencia.
29 Los sumos sacerdotes que via­ Oliver Cowdery,
jen o residan en otras partes están Orson Hyde,
autorizados para decir si es nece­ Secretarios
sario convocar o no tal consejo.
28 a DyC 107:78. 30 a DyC 107:23–24, 35–38. b GEE Apóstol.
Doctrina y Convenios 103:1–8 234
SECCIÓN 103
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio,
el 24 de febrero de 1834. Se recibió esta revelación después que Par-
ley P. Pratt y Lyman Wight llegaron a Kirtland, Ohio, procedentes
de Misuri, para hablar con el Profeta en cuanto al alivio de las tri-
bulaciones de los santos y la restauración de estos a sus tierras en el
condado de Jackson.
1–4, La razón por la que el Señor la medida de sus iniquidades y se
permitió que los santos del condado llene su copa;
de Jackson fueran perseguidos; 5–10, 4 y para que aquellos que llevan
Los santos prevalecerán si guardan mi nombre sean a disciplinados una
los mandamientos; 11–20, La re- corta temporada con una grave y
dención de Sion vendrá por poder, y penosa disciplina, porque no b es­
el Señor irá al frente de Su pueblo; cucharon del todo los preceptos y
21–28, Los santos deben congregarse mandamientos que les di.
en Sion y los que den su vida la ha- 5 Pero de cierto os digo, que he
llarán de nuevo; 29–40, Se llama a promulgado un decreto que han
varios hermanos para que organicen de realizar los de mi pueblo, si
el Campo de Sion y vayan a la tierra desde esta misma hora escuchan el
de Sion; se les promete la victoria si a 
consejo que yo, el Señor su Dios,
son fieles. les daré.
6 He aquí, empezarán a preva­
De cierto os digo, mis amigos, lecer en contra de mis enemigos
he aquí, os daré una revelación desde esta misma hora, porque yo
y mandamiento para que sepáis lo he decretado.
cómo a obrar en el desempeño de 7 Y esforzándose por a observar
vuestros deberes concernientes a la todas las palabras que yo, el Señor
salvación y b redención de vuestros su Dios, les declare, jamás cesarán
hermanos que han sido esparcidos de prevalecer, hasta que los b reinos
en la tierra de Sion; del mundo sean sometidos debajo
2  a expulsados y heridos por la de mis pies, y sea c dada la tierra
mano de mis enemigos, sobre quie­ a los d santos para e poseerla para
nes derramaré mi ira sin medida siempre jamás.
en mi propio tiempo. 8 Pero si no a guardan mis man­
3 Porque los he tolerado hasta damientos ni procuran observar
ahora para que a llegue al colmo todas mis palabras, los reinos
103 1 a DyC 43:8. b DyC 101:2; 105:2–6. c Dan. 7:27.
b DyC 101:43–62. 5 a GEE Consejo. d GEE Santo (sustantivo).
2 a DyC 101:1; 109:47. 7 a DyC 35:24. e DyC 38:20.
3 a Alma 14:10–11; 60:13. GEE Obediencia, 8 a Mos. 1:13;
4 a DyC 95:1. obediente, obedecer. DyC 82:10.
GEE Castigar, castigo. b Dan. 2:44.
235 Doctrina y Convenios 103:9–23
del mundo prevalecerán en contra pueblo un varón que lo guiará,
de ellos. como a Moisés guio a los hijos de
9 Porque fueron puestos para ser Israel.
una a luz al mundo, y ser los salva­ 17 Porque vosotros sois hijos de
dores de los hombres; Israel y de la a descendencia de
10 y por cuanto no son salva­ Abraham; y es menester sacaros
dores de hombres, son como la de la servidumbre con poder y con
a 
sal que ha perdido su sabor, y brazo extendido.
entonces no sirve sino para ser 18 Y tal como fueron guiados
echada fuera y hollada por los vuestros padres en el principio, así
hombres. será la redención de Sion.
11 Mas de cierto os digo, he de­ 19 No desmaye, pues, vuestro
cretado que vuestros hermanos corazón, porque no os digo como
que han sido esparcidos vuelvan dije a vuestros padres: Mi a ángel
a las a tierras de su herencia y edifi­ subirá delante de vosotros, pero
quen los lugares asolados de Sion. mi b presencia no.
12  Porque tras a mucha tribu­ 20 Sino que a vosotros os digo:
lación, como os he dicho en un Mis a ángeles subirán delante de
mandamiento anterior, viene la vosotros, y también mi presen­
bendición. cia; y con el tiempo b poseeréis la
13  He aquí, esta es la bendi­ buena tierra.
ción que he prometido después 21 De cierto, de cierto os digo
de vuestras tribulaciones y las que mi siervo José Smith, hijo, es
de vuestros hermanos: Vues­ el a hombre a quien comparé con el
tra redención y la redención de siervo al cual el Señor de la b viña
vuestros hermanos, sí, su restau­ habló en la parábola que os he
ración en la tierra de Sion para referido.
establecerse, y nunca más ser 22  Por consiguiente, diga mi
derribados. siervo José Smith, hijo, a la a fuerza
14  No obstante, si profanan de mi casa, a mis jóvenes y a los
sus heredades, serán derribados; de edad madura: Congregaos en
porque no los perdonaré si las la tierra de Sion, en la tierra que
profanan. he comprado con dinero que se
15 He aquí, os digo, la redención me ha consagrado.
de Sion tiene que venir por poder; 23 Y envíen todas las iglesias
16  por tanto, levantaré a mi hombres sabios con sus fondos,
9 a 1 Ne. 21:6. GEE Moisés. b DyC 84:18–24.
10 a Mateo 5:13–16; 17 a GEE Abraham — La 20 a Éx. 14:19–20.
DyC 101:39–40. descendencia de b DyC 100:13.
11 a DyC 101:18. Abraham; 21 a DyC 101:55–58.
12 a Apoc. 7:13–14; Abraham, convenio b GEE Viña del Señor.
DyC 58:4; 112:13. de (convenio 22 a DyC 35:13–14;
16 a Éx. 3:2–10; abrahámico). 105:16, 29–30.
DyC 107:91–92. 19 a GEE Ángeles.
Doctrina y Convenios 103:24–37 236
y compren terrenos como se lo
a 
en número de diez, de veinte, de
he mandado. cincuenta o de cien, hasta que ha­
24 Y si mis enemigos os acome­ yan llegado a un total de quinien­
ten para echaros de mi buena a tie­ tos de los de la b fuerza de mi casa.
rra, que yo he consagrado para 31 He aquí, esta es mi voluntad;
ser la tierra de Sion, sí, de vues­ pedid y recibiréis; pero los hom­
tras propias tierras, después de bres a no siempre obedecen mi
estos testimonios que me hayáis voluntad.
traído contra ellos, vosotros los 32 De manera que, si no podéis
maldeciréis; obtener quinientos, procurad di­
25 y a quien maldijereis, yo mal­ ligentemente obtener por ventura
deciré; y vosotros me vengaréis de trescientos.
mis enemigos. 33 Y si no podéis conseguir tres­
26 Y mi presencia estará con vo­ cientos, procurad diligentemente
sotros cuando me a venguéis de obtener por ventura cien.
mis enemigos, hasta la tercera y 34 Mas de cierto os digo, un man­
la cuarta generación de los que damiento os doy, que no subiréis a
me aborrecen. la tierra de Sion hasta que hayáis
27 Ningún hombre tema dar su reunido a cien de los de la fuerza
vida por mi causa; porque quien de mi casa, para que suban con
a 
dé su vida por mi causa, la hallará vosotros a la tierra de Sion.
de nuevo. 35 Así pues, como os dije, pedid y
28 Y el que no esté dispuesto a recibiréis; orad sinceramente a fin
dar su vida por mi causa no es mi de que quizá mi siervo José Smith,
discípulo. hijo, vaya con vosotros, y presida
29 Es mi voluntad que mi siervo en medio de mi pueblo, y organice
a 
Sidney Rigdon levante su voz en mi reino en la tierra a consagrada,
las congregaciones de las regiones y establezca a los hijos de Sion
del este, preparando a las iglesias sobre las leyes y los mandamien­
para que guarden los mandamien­ tos que se os han dado y que se
tos que les he dado en cuanto a la os darán.
restauración y redención de Sion. 36 Toda victoria y toda gloria
30 Es mi voluntad que no vuel­ os es realizada mediante vuestra
van mis siervos a Parley P. Pratt y a 
diligencia, fidelidad y b oracio­
Lyman Wight a la tierra de sus her­ nes de fe.
manos, hasta que obtengan compa­ 37 Viaje mi siervo Parley P. Pratt
ñías que suban a la tierra de Sion, con mi siervo José Smith, hijo.
23 a DyC 42:35–36; 57:5–7; Lucas 9:24; 31 a DyC 82:10.
58:49–51; 101:68–74. DyC 98:13–15; 124:54. 35 a DyC 84:31.
24 a DyC 29:7–8; 45:64–66; 29 a GEE Rigdon, Sidney. 36 a GEE Diligencia.
57:1–2. 30 a GEE Pratt, Parley b DyC 104:79–82.
26 a DyC 97:22. Parker.
27 a Mateo 10:39; b DyC 101:55.
237 Doctrina y Convenios 103:38–104:4
38 Salga mi siervo Lyman Wight Orson Hyde y Orson Pratt a donde
con mi siervo Sidney Rigdon. les aconseje mi siervo José Smith,
39 Acompañe mi siervo Hyrum hijo, para realizar el cumplimiento
Smith a mi siervo Frederick G. de estos mandamientos que os he
Williams. dado, y dejad en mis manos lo que
40  Vayan juntos mis siervos resta. Así sea. Amén.

SECCIÓN 104
Revelación dada a José Smith el Profeta, en Kirtland, Ohio, o cerca de
allí, el 23 de abril de 1834, concerniente a la Firma Unida (véanse los
encabezamientos de las secciones 78 y 82). La ocasión fue probable-
mente una reunión de consejo de los miembros de la Firma Unida, en
la cual se habían tomado en consideración las apremiantes necesidades
temporales de la Iglesia. En una reunión previa de dicha firma, el 10
de abril, se había determinado que se disolviera la organización. En
esta revelación se indica que, en lugar de ello, la firma se reorganice;
sus propiedades debían dividirse entre los miembros de la firma como
sus mayordomías. Bajo la dirección de José Smith, la frase “Firma
Unida” se reemplazó más tarde con “Orden Unida” en la revelación.
1–10, Los santos serán maldecidos por doy consejo y un mandamiento
sus transgresiones en contra de la or- concerniente a todos los bienes de
den unida; 11–16, El Señor abastece a la orden, la cual mandé organizar y
Sus santos según Su propia manera; establecer para que fuera una a or­
17–18, La ley del Evangelio rige el cui- den unida, una orden sempiterna
dado de los pobres; 19–46, Se designan para el beneficio de mi iglesia y
las mayordomías y las bendiciones de para la salvación de los hombres
varios de los hermanos; 47–53, La or- hasta que yo venga;
den unida de Kirtland y la de Sion de- 2 con la promesa inalterable e in­
ben funcionar separadamente; 54–66, mutable de que si eran fieles aque­
Se establece la tesorería sagrada del Se- llos a quienes yo mandé, serían
ñor para la impresión de las Escrituras; bendecidos con una multiplicidad
67–77, La tesorería general de la orden de bendiciones;
unida debe funcionar sobre la base del 3 mas por cuanto no fueron fie­
común acuerdo; 78–86, Los miembros les, estuvieron a punto de recibir
de la orden unida deben pagar todas una maldición.
sus deudas, y el Señor los librará de la 4 Por consiguiente, ya que algu­
servidumbre económica. nos de mis siervos no han guar­
dado el mandamiento, sino que
De cierto os digo, mis amigos, os han quebrantado el convenio por
104 1 a DyC 78:3–15. GEE Orden Unida.
Doctrina y Convenios 104:5–18 238
motivo de su avaricia, y con pa­
a 
bofetones de Satanás; y no ten­
labras fingidas, los he maldecido drá poder para a traer mal sobre
con una maldición muy grave y vosotros.
penosa. 11 Me es prudente; por tanto, os
5 Porque yo, el Señor, he deter­ mando que os organicéis y le seña­
minado en mi corazón que si se léis a cada cual su a mayordomía;
descubre que cualquiera de los 12  para que todo hombre me
que pertenecen a la orden es de­ rinda cuentas de la mayordomía
clarado transgresor, o en otras pa­ que le sea designada.
labras, si quebranta el convenio 13 Porque conviene que yo, el
que os liga, él será maldito en su Señor, haga a todo hombre a res­
vida, y será hollado por quien yo ponsable, como b mayordomo de
disponga, las bendiciones terrenales que he
6 porque yo, el Señor, no seré dispuesto y preparado para mis
a 
burlado en estas cosas; criaturas.
7 y todo esto para que los ino­ 14 Yo, el Señor, extendí los cielos
centes que haya entre vosotros no y a formé la tierra, b hechura de mis
sean condenados con los injustos, propias manos; y todas las cosas
ni se escapen los culpables que se que en ellos hay son mías.
hallen entre vosotros; porque yo, 15 Y es mi propósito abastecer a
el Señor, os he prometido una a co­ mis santos, porque todas las cosas
rona de gloria a mi diestra. son mías.
8 De manera que, si sois transgre­ 16 Pero es preciso que se haga a
sores, no podréis escapar de mi ira mi propia a manera; y he aquí, esta
durante vuestra vida. es la forma en que yo, el Señor, he
9 Si sois a separados por trans­ decretado abastecer a mis santos,
gresión, no podréis escapar de los para que los b pobres sean exalta­
b 
bofetones de c Satanás sino hasta dos, de modo que los ricos sean
el día de la redención. humildes.
10 Y ahora os doy el poder desde 17 Porque la a tierra está llena, y
esta misma hora para que, si hay hay suficiente y de sobra; sí, yo
entre vosotros alguien que per­ preparé todas las cosas, y he con­
tenezca a la orden, y es hallado cedido a los hijos de los hombres
transgresor y no se arrepiente que sean sus propios b agentes.
de la maldad, lo entreguéis a los 18 De manera que, si alguno toma
4 a GEE Codiciar. 11 a DyC 42:32. 16 a DyC 105:5.
6 a Gál. 6:7–9. GEE Mayordomía, GEE Bienestar.
7 a Isa. 62:3; mayordomo. b 1 Sam. 2:7–8;
DyC 76:56. 13 a GEE Responsabilidad, Lucas 1:51–53;
GEE Gloria. responsable. DyC 88:17.
9 a GEE Excomunión. b DyC 72:3–5, 16–22. 17 a DyC 59:16–20.
b DyC 82:21. 14 a Isa. 42:5; 45:12. GEE Tierra.
c GEE Diablo. GEE Creación, crear. b GEE Albedrío.
10 a DyC 109:25–27. b Sal. 19:1; 24:1.
239 Doctrina y Convenios 104:19–34
de la a abundancia que he creado, y 26 Dedique mi siervo Martin Ha­
no reparte su porción a los b pobres rris su dinero a la proclamación de
y a los necesitados, conforme a la mi palabra, como lo indique mi
c 
ley de mi evangelio, en el d infierno siervo José Smith, hijo.
alzará los ojos con los malvados, 27 Además, reciba mi siervo Fre­
estando en tormento. derick G. Williams el sitio donde
19 Y ahora, de cierto os digo, actualmente reside.
concerniente a los bienes de la 28 Y désele a mi siervo Oliver
a 
orden: Cowdery el solar que se ha seña­
20 Apártesele a mi siervo Sid­ lado, contiguo a la casa que será
ney Rigdon, como su mayordo­ para la imprenta, el cual es el so­
mía, el sitio donde ahora reside lar número uno; así como también
y el terreno de la curtiduría, para el terreno sobre el cual reside su
que se sostenga mientras esté padre.
obrando en mi viña, de acuerdo 29 Y entréguense la imprenta y
con lo que yo disponga, cuando se todas sus pertenencias a mis sier­
lo mande. vos Frederick G. Williams y Oliver
21 Y hágase todo conforme al Cowdery.
acuerdo de la orden, y el con­ 30 Y esto constituirá su mayordo­
sentimiento o voz unánime de mía que se les designará.
la orden radicada en la tierra de 31 Y si son fieles, he aquí, los ben­
Kirtland. deciré y multiplicaré bendiciones
22 Y esta mayordomía y bendi­ sobre ellos.
ción yo, el Señor, le confiero a mi 32 Y este es el principio de la ma­
siervo Sidney Rigdon por bendi­ yordomía que les he señalado a
ción sobre él y sobre su descenden­ ellos y a su descendencia después
cia después de él; de ellos.
23 y multiplicaré bendiciones 33 Y si son fieles, multiplicaré
sobre él, si es humilde delante bendiciones sobre ellos y su des­
de mí. cendencia después de ellos, sí, una
24 Además, señálesele a mi siervo multiplicidad de bendiciones.
Martin Harris, como su mayordo­ 34 Además, désele a mi siervo
mía, y de su descendencia después John Johnson la casa en que vive,
de él, el solar que mi siervo John así como la heredad, todo menos
Johnson recibió a cambio de su el terreno que se ha reservado para
heredad anterior; la a edificación de mis casas, que es
25 y si es fiel, multiplicaré bendi­ parte de esa heredad, y aquellos
ciones sobre él y sobre su descen­ solares que se han apartado para
dencia después de él. mi siervo Oliver Cowdery.
18 a Lucas 3:11; Mos. 4:26; d Lucas 16:20–31.
Stg. 2:15–16. DyC 52:40. 19 a GEE Orden Unida.
b Prov. 14:21; c DyC 42:30. 34 a DyC 94:3, 10.
Doctrina y Convenios 104:35– 49 240
35 Y si es fiel, multiplicaré ben­ 42 Y si guarda fielmente los man­
diciones sobre él. damientos que le he dado, multi­
36 Y es mi voluntad que él venda plicaré bendiciones sobre él y su
los solares que se han destinado descendencia después de él, sí,
para edificar la ciudad de mis san­ una multiplicidad de bendiciones.
tos, según se lo indique la a voz del 43  Además, apártesele a mi
Espíritu, y conforme al parecer y a siervo José Smith, hijo, el terreno
la voz de la orden. que se ha destinado para construir
37 Y este es el principio de la ma­ mi casa, el cual mide doscientos
yordomía que le he señalado como dos metros de fondo por sesenta
bendición a él y a su descendencia de ancho; apártesele también la
después de él. heredad sobre la cual reside ahora
38 Y si es fiel, multiplicaré una su padre;
multiplicidad de bendiciones so­ 44 y este es el principio de la
bre él. mayordomía que he señalado
39 Además, señálense a mi siervo por bendición sobre él y sobre su
a 
Newel K. Whitney las casas y el padre.
terreno donde ahora reside, y el 45 Porque he aquí, le he reser­
solar y edificio que ocupa el es­ vado una heredad a su a padre para
tablecimiento mercantil; también su sostén; por tanto, él será con­
el terreno de la esquina al sur de tado con los de la casa de mi siervo
dicho establecimiento y aquel José Smith, hijo.
sobre el cual se halla la fábrica 46 Y multiplicaré bendiciones so­
de potasa. bre la casa de mi siervo José Smith,
40 Todo esto le he señalado a mi hijo, si es fiel, sí, una multiplicidad
siervo Newel K. Whitney como de bendiciones.
su mayordomía, como bendición 47  Ahora os doy un manda­
sobre él y sobre su descenden­ miento tocante a Sion: No estaréis
cia después de él, para el benefi­ ligados por más tiempo a vues­
cio del establecimiento mercantil tros hermanos de Sion como orden
de mi orden que he establecido unida, sino de este modo:
para mi estaca en la tierra de 48 Después de organizaros, os
Kirtland. llamaréis la Orden Unida de la
41 Sí, en verdad, esta es la ma­ a 
Estaca de Sion, de la ciudad de
yordomía que le he señalado a mi Kirtland; y vuestros hermanos,
siervo Newel K. Whitney, a saber, después de organizarse, se llama­
este establecimiento mercantil en­ rán la Orden Unida de la Ciudad
tero, a él y a su a agente, y a su des­ de Sion.
cendencia después de él. 49  Y se organizarán en sus
36 a GEE Revelación. 45 a DyC 90:20. 48 a DyC 82:13; 94:1;
39 a GEE Whitney, Newel K. GEE Smith, padre, 109:59.
41 a DyC 84:112–113. Joseph. GEE Estaca.
241 Doctrina y Convenios 104:50–64
propios nombres y en su propia 57 Mas de cierto os digo, os he
representación; y tramitarán sus puesto por mayordomos de mi
asuntos en su propia representa­ casa, sí, mayordomos en verdad.
ción y en sus propios nombres; 58 Y con este propósito os he
50  y vosotros tramitaréis los mandado organizar, sí, para im­
vuestros en vuestra propia repre­ primir a mis palabras, la plenitud
sentación, y en vuestros propios de mis Escrituras, las revelacio­
nombres. nes que os he dado y las que
51 Y he mandado que se haga más adelante os daré de cuando
esto para vuestra salvación, y tam­ en cuando,
bién para la salvación de ellos, por 59 con objeto de edificar mi igle­
motivo de su a expulsión, y por lo sia y mi reino sobre la tierra, y pre­
que ha de venir. parar a mi pueblo para el a tiempo,
52 Habiéndose quebrantado los muy cerca ya, en que b moraré con
a 
convenios, por motivo de trans­ ellos.
gresión, con b avaricia y palabras 60 Y prepararéis una tesorería
fingidas, para vosotros, y la consagraréis a
53 quedáis, por tanto, separa­ mi nombre;
dos de vuestros hermanos como 61 y nombraréis a uno de entre
orden unida, de modo que desde vosotros para que se encargue de
esta hora ya no estáis ligados a la tesorería, y será ordenado con
ellos sino de esta manera, como esta bendición.
ya dije, mediante préstamos que 62 Y se le pondrá un sello a la te­
determine esta orden en consejo, sorería, y todas las cosas sagradas
conforme a lo que vuestras cir­ se depositarán en ella; y ninguno
cunstancias permitan y la voz del de vosotros dirá que es de él, ni
consejo disponga. parte alguna de ella, porque os
54 Además, os doy un manda­ pertenecerá a todos vosotros en
miento concerniente a la mayor­ común.
domía que os he designado: 63  Os la entrego desde esta
55 He aquí, son míos todos estos misma hora; y ahora procurad
bienes, o de lo contrario, vana es hacer uso de la mayordomía que
vuestra fe y sois hipócritas, y los os he señalado, excluyendo las
convenios que habéis hecho con­ cosas sagradas, con el fin de im­
migo quedan deshechos; primir estas cosas sagradas como
56 y si los bienes son míos, en­ he dicho.
tonces sois a mayordomos; de otra 64 Y se guardará el a producto de
manera, no sois mayordomos. las cosas sagradas en la tesorería,
51 a DyC 109:47. mayordomo. b DyC 1:35–36; 29:9–11.
52 a GEE Convenio. 58 a GEE José
Smith, 64 a Es decir, las ganancias
b GEE Codiciar. Traducción de (TJS). o ingresos.
56 a GEE Mayordomía, 59 a GEE Milenio.
Doctrina y Convenios 104:65–80 242
y se le pondrá un sello; y nadie lo el común acuerdo de la orden:
usará ni lo sacará de la tesorería, Que si alguno de entre vosotros
ni se quitará el sello que se le haya dice al tesorero: Tengo necesi­
fijado, sino por la voz de la orden dad de esto para ayudarme en
o por mandamiento. mi mayordomía,
65 Y así guardaréis en la tesorería 73 ya fueren cinco dólares, o diez
el producto de las cosas sagradas, dólares, veinte, cincuenta o cien, el
para propósitos sacrosantos. tesorero le proporcionará la canti­
66 Y se llamará la tesorería sa­ dad solicitada para ayudarle en su
grada del Señor; y se le pondrá mayordomía,
un sello, a fin de que se conserve 74 hasta que se descubra que es
santa y consagrada ante el Señor. transgresor, y se manifieste cla­
67 Además, se preparará otra te­ ramente ante el consejo de la or­
sorería, y se le designará un teso­ den que es un mayordomo infiel
rero para que se encargue de ella, e a imprudente.
y se le fijará un sello; 75 Pero mientras goce de plena
68 y todo el dinero que recibáis confraternidad, y sea fiel y sabio
en vuestras mayordomías, como en su mayordomía, esto le será por
resultado de haber mejorado los prueba ante el tesorero para que
bienes que os he designado, ya no se lo niegue.
fueren casas, terrenos, ganado o lo 76 Mas en caso de transgresión,
que sea, salvo los santos y sagra­ el tesorero estará sujeto al consejo
dos escritos que me he reservado y a la voz de la orden.
para propósitos sacrosantos, se de­ 77 Y en caso de que el tesorero
positará en la tesorería en cuanto sea hallado mayordomo infiel e
se reciba, en cantidades de cien, imprudente, comparecerá ante el
cincuenta, veinte, diez o cinco. consejo y la voz de la orden, y será
69 O en otras palabras, si alguno quitado de su puesto, y se nom­
de vosotros gana cinco dólares, brará a a otro en su lugar.
échelos en la tesorería; o si gana 78 Además, de cierto os digo en
diez, o veinte, o cincuenta, o cien, cuanto a vuestras deudas, he aquí,
haga lo mismo; es mi voluntad que las a paguéis
70 y ninguno de vosotros diga b 
todas;
que es suyo; porque no ha de lla­ 79 y es mi voluntad que os a hu­
marse suyo, no, ni parte alguna. milléis delante de mí y obtengáis
71 No se usará ninguna parte de esta bendición por vuestra b di­
ello, ni se sacará de la tesorería, ligencia, humildad y la oración
sino por la voz y el común acuerdo de fe.
de la orden. 80 Y si sois diligentes y humil­
72 Y en esto consistirá la voz y des, y ejercitáis la a oración de fe,
74 a Lucas 16:1–12. b GEE Deuda. (afligir).
77 a DyC 107:99–100. 79 a GEE Humildad, b GEE Diligencia.
78 a DyC 42:54. humilde, humillar 80 a Stg. 5:15.
243 Doctrina y Convenios 104:81–105:1
he aquí, ablandaré el corazón de de cientos o miles, hasta obtener lo
vuestros acreedores, hasta que os suficiente para libraros de la servi­
envíe los medios para libraros. dumbre, es vuestro el privilegio.
81 Por tanto, escribid luego a 85 Hipotecad los bienes que he
Nueva York, escribid conforme puesto en vuestras manos esta sola
a lo que dictare mi a Espíritu, y vez, firmando de común acuerdo
ablandaré el corazón de vuestros o de otra manera, como os parezca
acreedores para que sea quitado bien.
de sus mentes el deseo de afligiros. 86 Os doy este privilegio sola­
82 Y si vosotros sois a humildes mente esta vez; y he aquí, si pro­
y fieles, e invocáis mi nombre, he cedéis a hacer las cosas que he
aquí, os daré la b victoria. puesto delante de vosotros, de
83 Os hago la promesa de que por acuerdo con mis mandamientos,
esta vez seréis librados de vuestra todas estas cosas son mías, y vo­
servidumbre. sotros sois mis mayordomos, y el
84 Si tenéis la oportunidad de amo no permitirá que sea desbara­
conseguir préstamos en cantidades tada su casa. Así sea. Amén.

SECCIÓN 105
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a orillas del río
Fishing, Misuri, el 22 de junio de 1834. Bajo el liderazgo del Profeta,
los santos de Ohio y de otras regiones marcharon hacia Misuri en una
expedición más tarde conocida como el Campo de Sion; su objetivo era
escoltar a los santos que habían sido expulsados de Misuri, de regreso a
sus tierras en el condado de Jackson. Ciertos habitantes de Misuri, que
habían perseguido anteriormente a los santos, temían la represalia del
Campo de Sion y se adelantaron atacando a algunos santos que vivían
en el condado de Clay, Misuri. Después que el gobernador de Misuri re-
tiró su promesa de apoyo a los santos, José Smith recibió esta revelación.
1–5, Sion se edificará de acuerdo en los contiguos; 31–34, Los élderes
con la ley celestial; 6–13, La reden- han de recibir una investidura en la
ción de Sion se posterga un corto casa del Señor que se encuentra en
tiempo; 14–19, El Señor peleará las Kirtland; 35–37, Los santos que sean
batallas de Sion; 20–26, Al congre- llamados y también escogidos serán
garse, los santos deben ser pruden- santificados; 38–41, Los santos iza-
tes y no deben jactarse de las obras rán un estandarte de paz al mundo.
poderosas; 27–30, Deben comprarse
terrenos en el condado de Jackson y De cierto os digo a vosotros que os
81 a GEE Espíritu Santo. DyC 67:10.
82 a Lucas 14:11; b DyC 103:36.
Doctrina y Convenios 105:2–15 244
habéis congregado para saber mi librará en la hora de dificultad, de
voluntad en cuanto a la a redención lo contrario, no subiremos a Sion y
de mi pueblo afligido: retendremos nuestro dinero.
2 He aquí, os digo que si no fuera 9 Por tanto, a causa de las a trans­
por las a transgresiones de mi pue­ gresiones de mi pueblo, me con­
blo, en lo que a la iglesia respecta, viene que mis élderes esperen un
y no a individuos, bien habrían corto tiempo la redención de Sion;
sido redimidos ya. 10 para que ellos mismos se pre­
3 Pero he aquí, no han aprendido paren, y mi pueblo sea instruido
a ser obedientes en las cosas que con mayor perfección, y adquiera
requerí de sus manos, sino que es­ experiencia, y sepa más cabal­
tán llenos de toda clase de iniqui­ mente lo concerniente a su a deber
dad, y no a dan de sus bienes a los y a las cosas que de sus manos
pobres ni a los afligidos entre ellos, requiero;
como corresponde a los santos; 11 y esto no puede llevarse a
4 ni están a unidos conforme a la cabo sino hasta que mis a élderes
unión que requiere la ley del reino sean b investidos con poder de
celestial; lo alto.
5 y no se puede edificar a a Sion 12 Pues he aquí, he preparado
b 
sino de acuerdo con los principios una magna investidura y bendi­
de la c ley del reino celestial; de otra ción que a derramaré sobre ellos,
manera, no la puedo recibir para si son fieles y siguen siendo hu­
mí mismo. mildes delante de mí.
6  Y es necesario que mi pue­ 13 De modo que me conviene
blo sea a disciplinado hasta que que mis élderes esperen un corto
aprenda la b obediencia, si es me­ tiempo la redención de Sion.
nester, por las cosas que padece. 14 Porque he aquí, no exijo de
7  No hablo de aquellos que sus manos que peleen las bata­
son designados para guiar a mi llas de Sion, pues como dije en
pueblo, los cuales son los a pri­ un mandamiento anterior —y así
meros élderes de mi iglesia, por­ cumpliré— yo a pelearé vuestras
que no todos ellos están bajo esta batallas.
condenación; 15  He aquí, yo he enviado al
8 sino hablo de mis iglesias fuera a 
destructor para deshacer y aso­
de aquí. Hay muchos que dirán: lar a mis enemigos; y de aquí a
¿Dónde está su Dios? He aquí, los muy pocos años no quedarán
105 1 a DyC 100:13. b DyC 104:15–16. 10 a GEE Deber.
2 a DyC 104:4–5, 52. c DyC 88:22. 11 a GEE Élder (anciano).
3 a Hech. 5:1–11; 6 a DyC 95:1–2. b DyC 38:32; 95:8.
DyC 42:30. GEE Castigar, castigo. GEE Investidura.
GEE Consagrar, ley b GEE Obediencia, 12 a DyC 110.
de consagración. obediente, obedecer. 14 a Josué 10:12–14;
4 a DyC 78:3–7. 7 a DyC 20:2–3. Isa. 49:25; DyC 98:37.
5 a GEE Sion. 9 a DyC 103:4. 15 a DyC 1:13–14.
245 Doctrina y Convenios 105:16–29
para profanar mi heredad, ni para oraciones y humilde ante mí todo
b 
blasfemar mi nombre en las tie­ mi pueblo que mora en las regio­
rras que he c consagrado para el nes contiguas, y no dé a conocer
recogimiento de mis santos. las cosas que le he revelado, hasta
16 He aquí, he mandado a mi que yo juzgue prudente que sean
siervo José Smith, hijo, decir a la reveladas.
a 
fuerza de mi casa, sí, mis gue­ 24 No habléis de juicios ni os
rreros, mis jóvenes y los de edad a 
jactéis de vuestra fe y obras po­
madura, que se junten para redi­ derosas, sino congregaos cuidado­
mir a mi pueblo, volcar las torres samente, cuantos podáis, en una
de mis enemigos y esparcir a sus región, según el sentimiento del
b 
atalayas; pueblo lo permita;
17 mas la fuerza de mi casa no ha 25 y he aquí, os daré favor y gra­
escuchado mis palabras. cia ante los ojos de los del pueblo,
18 Pero ya que hay algunos que a fin de que gocéis de a paz y segu­
han atendido a mis palabras, he ridad mientras les decís: Juzgad
preparado una bendición e a in­ y hacednos justicia conforme a la
vestidura para ellos, si continúan ley, y recompensadnos por nues­
fieles. tros ultrajes.
19 He oído sus oraciones y acep­ 26 He aquí, os digo, mis amigos,
taré su ofrenda; y me es menester de esta manera hallaréis gracia
traerlos hasta este punto para po­ ante los ojos del pueblo, hasta que
ner a prueba su a fe. el a ejército de Israel llegue a ser
20 Ahora de cierto os digo, un muy grande.
mandamiento os doy: De los que 27 Y ablandaré el corazón del
han venido hasta acá, quédense pueblo, de cuando en cuando,
en estas regiones cuantos puedan como ablandé el corazón de a Fa­
hacerlo; raón, hasta que mi siervo José
21 y aquellos que no puedan que­ Smith, hijo, y mis élderes, a quie­
darse, que tengan familia en el nes he nombrado, tengan tiempo
este, quédense por una corta tem­ para reunir la fuerza de mi casa,
porada conforme a lo que les in­ 28 y para enviar a hombres sabios
dique mi siervo José; a cumplir lo que he mandado con­
22 porque yo lo aconsejaré en cerniente a la b compra de todos los
cuanto a este asunto, y todas las terrenos que se puedan adquirir en
cosas que él les declare serán el condado de Jackson, así como en
cumplidas. los contiguos.
23 Sea muy fiel, devoto en sus 29 Porque es mi voluntad que se
15 b DyC 112:24–26. b GEE Atalaya, atalayar. 25 a GEE Paz.
GEE Blasfemar, 18 a DyC 110:8–10. 26 a Joel 2:11.
blasfemia. 19 a GEE Fe. 27 a Gén. 47:1–12.
c DyC 84:3–4; 103:35. 24 a DyC 84:73. 28 a DyC 101:73.
16 a DyC 101:55; 103:22, 30. GEE Orgullo. b DyC 42:35–36.
Doctrina y Convenios 105:30– 41 246
compren estos terrenos y, ya ad­ mandado edificar a mi nombre en
quiridos, que mis santos los po­ la tierra de Kirtland;
sean de acuerdo con las a leyes de 34 y que los mandamientos que
consagración que he dado. he dado en cuanto a Sion y su a ley
30 Y después que se compren se ejecuten y se cumplan después
estos terrenos, no tendré por cul­ de su redención.
pables a los a ejércitos de Israel si 35 Hubo un día para a llamar,
toman posesión de sus propios pero ha llegado la hora de que
terrenos que previamente compra­ haya un día para escoger; y escó­
ron con su dinero, si derriban las jase a los que son b dignos.
torres de mis enemigos que estén 36 Y le será manifestado a mi
sobre ellos, y esparcen a sus ata­ siervo, por la voz del Espíritu,
layas, y me b vengan de mis ene­ quiénes son los a escogidos; y se­
migos hasta la tercera y la cuarta rán b santificados;
generación de los que me odian. 37 y si obedecen el a consejo que
31 Pero primero hágase mi ejér­ reciben, tendrán el poder de hacer
cito muy numeroso, y a santifíquese todas las cosas que atañen a Sion,
delante de mí, para que llegue a después de muchos días.
ser resplandeciente como el sol, 38 De nuevo os digo, proponed
claro como la b luna y sean sus pen­ la paz, no solamente a la gente que
dones imponentes a los ojos de os ha afligido, sino a todos;
todas las naciones; 39 e izad un a estandarte de b paz,
32 para que los reinos de este y proclamad la paz hasta los ex­
mundo se vean constreñidos a re­ tremos de la tierra.
conocer que el reino de Sion es de 40 Proponed la paz a los que os
hecho el a reino de nuestro Dios y han afligido, conforme a la voz del
su Cristo; b sujetémonos, pues, a Espíritu que esté en vosotros, y a to­
sus leyes. das las cosas obrarán juntamente
33 De cierto os digo, me es opor­ para vuestro bienestar.
tuno que los primeros élderes de 41 Por tanto, sed fieles; y he aquí,
mi iglesia reciban su a investidura mirad, a estoy con vosotros hasta el
de lo alto en mi casa, la cual he fin. Así sea. Amén.
29 a DyC 42:30. GEE Reino de Dios o de b GEE Dignidad, digno.
GEE Consagrar, ley de los cielos. 36 a DyC 95:5.
consagración; b GEE Gobierno. GEE Escogido (adjetivo
Orden Unida. 33 a DyC 95:8–9. o sustantivo).
30 a DyC 35:13–14; 101:55; GEE Investidura. b GEE Santificación.
103:22, 26. 34 a La sección 42 de 37 a GEE Consejo.
b DyC 97:22. Doctrina y Convenios 39 a GEE Estandarte.
31 a GEE Santificación. se conoce como la b GEE Paz.
b Cant. 6:10; “Ley”. 40 a Rom. 8:28;
DyC 5:14; 109:73. 35 a GEE Llamado, llamado DyC 90:24; 100:15.
32 a Apoc. 11:15. por Dios, llamamiento. 41 a Mateo 28:19–20.
247 Doctrina y Convenios 106:1–8

SECCIÓN 106
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio,
el 25 de noviembre de 1834. Esta revelación se dirige a Warren A.
Cowdery, hermano mayor de Oliver Cowdery.
1–3, Warren A. Cowdery es nom- 4 Además, de cierto os digo que
brado oficial presidente local; 4–5, la a venida del Señor se b aproxima,
La Segunda Venida no sorprenderá y sorprenderá al mundo como c la­
a los hijos de luz como ladrón; 6–8, drón en la noche.
Grandes bendiciones acompañan el 5 Por tanto, ceñid vuestros lo­
servicio fiel en la Iglesia. mos para que seáis hijos de a luz,
y no os b sorprenda ese día como
Es mi voluntad que mi siervo Wa­ ladrón.
rren A. Cowdery sea nombrado 6 Y además, de cierto os digo que
y ordenado sumo sacerdote pre­ hubo gozo en los cielos cuando mi
sidente de mi iglesia en la tie­ siervo Warren se humilló ante mi
rra de a Freedom y las regiones cetro y se apartó de las artimañas
circunvecinas; de los hombres;
2 y que predique mi evangelio 7 así que, bendito es mi siervo
sempiterno y alce su voz para Warren, porque seré misericor­
amonestar al pueblo, no solo en dioso para con él; y no obstante la
su propia región, sino en los con­ a 
vanidad de su corazón, lo enalte­
dados adyacentes; ceré si se humilla ante mí.
3 y dedique su tiempo entero a 8 Y le daré a gracia y confianza
este alto y santo llamamiento que para que se sostenga firme; y si
ahora le doy, a buscando con dili­ continúa siendo un testigo fiel
gencia el b reino del cielo y su jus­ y una luz a la iglesia, he prepa­
ticia, y todas las cosas necesarias rado para él una corona en las
serán añadidas, porque el c obrero b 
mansiones de mi Padre. Así sea.
es digno de su salario. Amén.

SECCIÓN 107
Revelación sobre el sacerdocio, dada por medio de José Smith el Profeta
en Kirtland, Ohio, alrededor de abril de 1835. Aunque esta sección se
anotó en 1835, los registros históricos afirman que la mayoría de los
106 1 a Es decir, la ciu­ c Mateo 10:10; b Apoc. 16:15.
dad de Freedom, DyC 31:5. 7 a GEE Vanidad, vano.
Nueva York, y sus 4 a Stg. 5:8. 8 a GEE Gracia.
alrededores. b GEE Últimos días, b Juan 14:2;
3 a Mateo 6:33. postreros días. Éter 12:32–34;
b GEE Reino de Dios o c 1 Tes. 5:2. DyC 59:2; 76:111; 81:6;
de los cielos. 5 a GEE Luz, luz de Cristo. 98:18.
Doctrina y Convenios 107:1–8 248
versículos del 60 al 100 incluyen una revelación dada por medio de
José Smith el 11 de noviembre de 1831. Esta sección estuvo relacio-
nada con la organización del Cuórum de los Doce en febrero y marzo
de 1835. El Profeta probablemente la pronunció en presencia de aque-
llos que se estaban preparando para partir el 3 de mayo de 1835, en la
primera misión del cuórum.
1–6, Hay dos sacerdocios: el de Mel- a saber, el de a Melquisedec y el
quisedec y el Aarónico; 7–12, Los que b 
Aarónico, que incluye el Levítico.
poseen el Sacerdocio de Melquisedec 2 La razón por la cual el primero
tienen poder para oficiar en todos los se llama Sacerdocio de Melquise­
oficios de la Iglesia; 13–17, El obis- dec es que a Melquisedec fue un
pado preside el Sacerdocio Aarónico, gran sumo sacerdote.
el cual administra las ordenanzas 3 Antes de su época se llamaba
exteriores; 18–20, El Sacerdocio de el Santo Sacerdocio según el a Orden
Melquisedec posee las llaves de to- del Hijo de Dios.
das las bendiciones espirituales; el 4 Mas por respeto o a reverencia
Sacerdocio Aarónico posee las llaves al nombre del Ser Supremo, para
del ministerio de ángeles; 21–38, La evitar la demasiado frecuente re­
Primera Presidencia, los Doce y los petición de su nombre, la iglesia en
Setenta constituyen los cuórums pre- los días antiguos dio a ese sacer­
sidentes, cuyas decisiones deben es- docio el nombre de Melquisedec, o
tar sujetas a la unidad y a la rectitud; sea, el Sacerdocio de Melquisedec.
39–52, El orden patriarcal descendió 5 Todas las otras autoridades u
por linaje desde Adán hasta Noé; oficios de la iglesia son a depen­
53–57, Los santos de la antigüedad dencias de este sacerdocio.
se reunieron en Adán-ondi-Ahmán, 6  Pero hay dos divisiones o
y el Señor se les apareció; 58–67, Los cabezas principales: una es el
Doce deben organizar a los oficiales Sacerdocio de Melquisedec, y la
de la Iglesia; 68–76, Los obispos son otra es el Sacerdocio Aarónico o
jueces comunes en Israel; 77–84, La a 
Levítico.
Primera Presidencia y los Doce cons- 7 El oficio de a élder corresponde
tituyen los consejos más altos de la al Sacerdocio de Melquisedec.
Iglesia; 85–100, Los presidentes del 8  El Sacerdocio de Melquise­
sacerdocio gobiernan a sus cuórums dec posee el derecho de presidir,
respectivos. y tiene poder y a autoridad so­
bre todos los oficios en la iglesia
En la iglesia hay dos sacerdocios, en todas las edades del mundo,
107 1 a GEE Sacerdocio de (Apéndice — Biblia); 4 a GEE Reverencia.
Melquisedec. DyC 84:14. 5 a DyC 84:29; 107:14.
b GEE Sacerdocio GEE Melquisedec. 6 a Deut. 10:8–9.
Aarónico. 3 a Alma 13:3–19; 7 a GEE Élder (anciano).
2 a TJS Gén. 14:25–40 DyC 76:57. 8 a GEE Autoridad.
249 Doctrina y Convenios 107:9–20
para administrar en las cosas para administrar las ordenanzas
espirituales. exteriores.
9  La a presidencia del sumo 15 El a obispado es la presidencia
sacerdocio, según el orden de de este sacerdocio, y posee las lla­
Melquisedec, tiene el derecho ves o autoridad de este.
de oficiar en todos los oficios de 16 Ningún hombre tiene el dere­
la iglesia. cho legal de ocupar este oficio, de
10 Los a sumos sacerdotes según poseer las llaves de este sacerdo­
el orden del Sacerdocio de Melqui­ cio, a menos que sea un a descen­
sedec tienen el b derecho de oficiar diente literal de Aarón.
en su propio puesto, bajo la direc­ 17 Pero en vista de que un sumo
ción de la presidencia, para ad­ sacerdote del Sacerdocio de Mel­
ministrar las cosas espirituales, y quisedec tiene la autoridad para
también en el oficio de élder, pres­ oficiar en todos los oficios meno­
bítero (del orden levítico), maestro, res, él puede desempeñar el oficio
diácono y miembro. de obispo cuando no se encuentre
11 Cuando el sumo sacerdote no a un descendiente literal de Aarón,
esté presente, un élder tiene el de­ siempre que sea llamado, apartado
recho de oficiar en su lugar. y a ordenado a este poder por ma­
12 El sumo sacerdote y el élder nos de la b Presidencia del Sacer­
deben administrar las cosas espi­ docio de Melquisedec.
rituales, de acuerdo con los conve­ 18 El poder y la autoridad del
nios y mandamientos de la iglesia; sacerdocio mayor, o sea, el de
y tienen el derecho de oficiar en Melquisedec, consiste en tener las
todos estos oficios de la iglesia a 
llaves de todas las bendiciones
cuando no esté presente una au­ espirituales de la iglesia:
toridad mayor. 19 tener el privilegio de reci­
13 El segundo sacerdocio es lla­ bir los a misterios del reino de los
mado el a Sacerdocio de Aarón, cielos, ver abiertos los cielos, co­
porque se confirió a b Aarón y a municarse con la b asamblea ge­
su descendencia por todas sus neral e iglesia del Primogénito,
generaciones. y gozar de la comunión y pre­
14 Se llama el sacerdocio me­ sencia de Dios el Padre y de Je­
nor porque es una a dependencia sús, el c mediador del nuevo
del mayor, o sea, el Sacerdocio convenio.
de Melquisedec, y tiene el poder 20 El poder y la autoridad del
9 a DyC 81:2; 107:22, 14 a DyC 20:52; 107:5. sacerdocio.
65–67, 91–92. 15 a GEE Obispo. 19 a Alma 12:9–11;
10 a GEE Sumo sacerdote. 16 a DyC 68:14–21; DyC 63:23; 84:19–22.
b DyC 121:34–37. 107:68–76. GEE Misterios de Dios.
13 a GEE Sacerdocio 17 a GEE Ordenación, b Heb. 12:22–24.
Aarónico. ordenar. c GEE Mediador.
b GEE Aarón, hermano b DyC 68:15.
de Moisés. 18 a GEE Llaves del
Doctrina y Convenios 107:21–31 250
sacerdocio menor, o sea, el de Aa­ de la iglesia en los deberes de su
rón, consiste en poseer las a lla­ llamamiento.
ves del ministerio de ángeles y 26  Y constituyen un cuórum,
en administrar las b ordenanzas igual en autoridad que el de los
exteriores, la letra del evangelio, doce testigos especiales o apósto­
el c bautismo de arrepentimiento les antes nombrados.
para la d remisión de pecados, de 27 Y toda decisión que tome cual­
acuerdo con los convenios y los quiera de estos cuórums se hará
mandamientos. por la voz unánime del cuórum;
21 Necesariamente hay presiden­ es decir, todos los miembros de
tes, o proceden o son nombrados cada uno de los cuórums tienen
oficiales presidentes, de entre los que llegar a un acuerdo en cuanto
que son ordenados a los varios a sus decisiones, a fin de que estas
oficios de estos dos sacerdocios. tengan el mismo poder o validez
22 Del a Sacerdocio de Melquise­ entre sí,
dec, tres b Sumos Sacerdotes Pre­ 28 una mayoría puede constituir
sidentes, escogidos por el cuerpo, un cuórum cuando las circunstan­
nombrados y ordenados a ese ofi­ cias impidan que se haga de otra
cio, y c sostenidos por la confianza, manera,
fe y oraciones de la iglesia, forman 29 de no ser así, sus decisiones
un cuórum de la Presidencia de la no tienen derecho a las mismas
iglesia. bendiciones que en la antigüedad
23 Los a doce consejeros viajantes recibían los acuerdos de un cuó­
son llamados para ser los Doce rum de tres presidentes, los cuales
b 
Apóstoles, o sea, testigos especia­ eran ordenados según el orden de
les del nombre de Cristo en todo el Melquisedec, y eran hombres jus­
mundo, y así se distinguen de los tos y santos.
otros oficiales de la iglesia en los 30 Las decisiones de estos cuó­
deberes de su llamamiento. rums, o cualquiera de ellos, se de­
24  Y constituyen un cuórum, ben tomar con toda a rectitud, con
igual en autoridad y poder que los santidad y humildad de corazón,
tres presidentes ya mencionados. mansedumbre y longanimidad, y
25 Los a Setenta también son lla­ con fe, y b virtud, y conocimiento,
mados para predicar el evange­ templanza, paciencia, piedad, ca­
lio y ser testigos especiales a los riño fraternal y caridad;
gentiles y en todo el mundo, y así 31  porque existe la promesa
se distinguen de otros oficiales de que si abundan estas cosas
20 a DyC 13; 84:26–27. Melquisedec. 25 a GEE Setenta.
b GEE Ordenanzas. b DyC 90:3, 6; 107:9, 30 a DyC 121:36.
c GEE Bautismo, 65–67, 78–84, 91–92. GEE Rectitud, recto.
bautizar. c GEE Sostenimiento de b DyC 121:41.
d GEE Remisión de líderes de la Iglesia. GEE Virtud.
pecados. 23 a DyC 107:33–35.
22 a GEE Sacerdocio de b GEE Apóstol.
251 Doctrina y Convenios 107:32– 42
en ellos, no serán a sin fruto forman un cuórum igual en au­
en cuanto al conocimiento del toridad, con respecto a los asun­
Señor. tos de la iglesia, en todas sus
32 Y en caso de que estos cuó­ decisiones, que el cuórum de la
rums tomen alguna decisión presidencia o el sumo consejo
con injusticia, se podrá presen­ viajante.
tar ante una asamblea general 37 El sumo consejo de Sion cons­
de los varios cuórums, los cua­ tituye un cuórum igual en autori­
les constituyen las autoridades dad, respecto de los asuntos de la
espirituales de la iglesia; de otra iglesia, en todas sus decisiones,
manera, no se puede apelar de que los consejos de los Doce en las
su decisión. estacas de Sion.
33 Los Doce son un Sumo Con­ 38 Es el deber del sumo consejo
sejo Presidente Viajante, para ofi­ viajante, cuando necesite ayuda,
ciar en el nombre del Señor bajo llamar a los a Setenta, en lugar de
la dirección de la Presidencia de otros, para atender a los varios
la iglesia, de acuerdo con la ins­ llamamientos de predicar y admi­
titución del cielo; para edificar la nistrar el evangelio.
iglesia y regular todos los asun­ 39 Es el deber de los Doce or­
tos de ella en todas las naciones, denar ministros a evangelistas en
primero a los a gentiles y luego a todas las ramas grandes de la igle­
los judíos. sia, según les sea designado por
34  Los Setenta obrarán en el revelación.
nombre del Señor bajo la direc­ 40 El orden de este sacerdocio se
ción de los a Doce, o sea, el sumo confirmó para descender de padre
consejo viajante, edificando la igle­ a hijo; y por derecho pertenece a
sia y regulando todos los asun­ los descendientes literales del li­
tos de ella en todas las naciones, naje escogido, al cual se hicieron
primero a los gentiles y luego a las promesas.
los judíos; 41 Este orden se instituyó en los
35 enviándose a los Doce, te­ días de a Adán, y descendió por b li­
niendo ellos las llaves, para naje de la siguiente manera:
abrir la puerta por medio de la 42 De Adán a a Set, a quien Adán
proclamación del evangelio de ordenó a la edad de sesenta y
Jesucristo, primeramente a los nueve años; y tres años antes de
gentiles y luego a los judíos. la muerte de Adán, este lo bendijo,
36  En las estacas de Sion los y recibió la promesa de Dios, por
a 
sumos consejos residentes conducto de su padre, de que su
31 a 2 Pe. 1:5–8. 36 a GEE Sumo consejo. b Gén. 5;
33 a 1 Ne. 13:42; 38 a GEE Setenta. DyC 84:6–16;
3 Ne. 16:4–13; 39 a GEE Evangelista; Moisés 6:10–25.
DyC 90:8–9. Patriarca, patriarcal. 42 a GEE Set.
34 a DyC 112:21. 41 a GEE Adán.
Doctrina y Convenios 107:43–56 252
posteridad sería la elegida del Se­ con Dios trescientos sesenta y
ñor, y que sería preservada hasta cinco años, de manera que tenía
el fin de la tierra; cuatrocientos treinta años de edad
43 porque Set fue un hombre cuando fue b trasladado.
a 
perfecto, y su b semejanza era la 50 a Matusalén tenía cien años de
imagen expresa de su padre, al edad cuando fue ordenado por
grado de que se parecía a su padre Adán.
en todas las cosas, y solamente por 51 Lamec tenía treinta y dos años
su edad se podía distinguir entre de edad cuando fue ordenado por
uno y otro. Set.
44 Enós fue ordenado a la edad 52 a Noé tenía diez años de edad
de ciento treinta y cuatro años y cuando fue ordenado por mano
cuatro meses, por mano de Adán. de Matusalén.
45  Dios llamó a Cainán en el 53 Tres años antes de su muerte,
desierto cuando este tenía cua­ Adán llamó a Set, Enós, Cainán,
renta años de edad; y encontró Mahalaleel, Jared, Enoc y Matusa­
a Adán mientras viajaba al país lén, todos ellos a sumos sacerdotes,
de Shedolamak. Ochenta y siete junto con el resto de los de su pos­
años tenía cuando recibió su teridad que eran justos, al valle de
ordenación. b 
Adán-ondi-Ahmán, y allí les con­
46 Mahalaleel tenía cuatrocientos firió su última bendición.
noventa y seis años y siete días de 54 Y el Señor se les apareció, y se
edad cuando fue ordenado por levantaron y bendijeron a a Adán,
mano de Adán, quien también lo y lo llamaron b Miguel, el príncipe,
bendijo. el arcángel.
47 Jared tenía doscientos años de 55 Y el Señor le dio consuelo a
edad cuando recibió su ordenación Adán, y le dijo: Te he puesto para
por mano de Adán, por quien tam­ estar a la cabeza; multitud de na­
bién fue bendecido. ciones saldrán de ti, y tú les serás
48  a Enoc tenía veinticinco años por a príncipe para siempre.
de edad cuando fue ordenado 56 Y Adán se puso de pie en me­
por mano de Adán; y tenía se­ dio de la congregación, y a pe­
senta y cinco años, y Adán lo sar de que lo agobiaba el peso de
bendijo. sus años, lleno del Espíritu Santo,
49 Y Enoc vio al Señor y anduvo a 
predijo todo cuanto habría de so­
con él, y estuvo delante de su faz brevenir a su posteridad hasta la
continuamente; y a caminó Enoc última generación.
43 a GEE Perfecto. b GEE Seres trasladados. GEE Adán-ondi-Ahmán.
b Gén. 5:3. 50 a GEE Matusalén. 54 a DyC 128:21.
48 a GEE Enoc. 52 a GEE Noé, patriarca GEE Adán.
49 a Gén. 5:22; bíblico. b GEE Miguel.
Heb. 11:5; 53 a GEE Sumo sacerdote. 55 a DyC 78:16.
Moisés 7:69. b DyC 78:15; 116. 56 a Moisés 5:10.
253 Doctrina y Convenios 107:57–72
57 Todas estas cosas se escri­ presidente del sumo sacerdocio
bieron en el libro de Enoc, y se de la iglesia,
testificará de ellas a su debido 66 o en otras palabras, el a Sumo
tiempo. Sacerdote Presidente de todo el
58 También es el deber de los sumo sacerdocio de la iglesia.
a 
Doce b ordenar y organizar a to­ 67  De él procede la adminis­
dos los otros oficiales de la igle­ tración de las ordenanzas y las
sia, de acuerdo con la revelación bendiciones para la iglesia, por la
que dice: a 
imposición de manos.
59 A la Iglesia de Cristo en la 68 De manera que, el oficio de
tierra de Sion, además de las a le­ obispo no es igual, porque el oficio
yes de la iglesia referentes a sus de a obispo consiste en administrar
asuntos: todas las cosas temporales;
60 De cierto os digo, dice el Se­ 69  sin embargo, debe esco­
ñor de las Huestes, es menester gerse al obispo de entre los del
que haya a élderes presidentes para a 
sumo sacerdocio, a menos que
presidir a los que tengan el oficio sea un b descendiente literal de
de élder; Aarón;
61 y también a presbíteros para 70 pues a menos que sea un des­
presidir a quienes tengan el oficio cendiente literal de Aarón, no
de presbítero; puede poseer las llaves de ese
62 y también maestros para a pre­ sacerdocio.
sidir a los que tengan el oficio de 71 Sin embargo, se puede apartar
maestro, de igual manera; y tam­ a un sumo sacerdote, es decir, se­
bién los diáconos. gún el orden de Melquisedec, para
63 Por tanto, de diácono a maes­ administrar las cosas temporales,
tro, de maestro a presbítero y de las cuales conocerá por el Espíritu
presbítero a élder, respectiva­ de verdad;
mente, según sean nombrados, 72 y también para ser a juez en Is­
de acuerdo con los convenios y los rael, para tramitar los asuntos de
mandamientos de la iglesia. la iglesia y juzgar a los transgreso­
64 Entonces sigue el sumo sacer­ res, según el testimonio que fuere
docio, que es el mayor de todos. presentado ante él de conformidad
65  Por consiguiente, es me­ con las leyes, con la ayuda de sus
nester que se nombre a uno del consejeros que haya escogido o
sumo sacerdocio para presi­ que escogiere de entre los élderes
dir al sacerdocio; y se le llamará de la iglesia.
58 a GEE Apóstol. 62 a DyC 107:85–86. 69 a GEE Sacerdocio de
b GEE Ordenación, 66 a DyC 107:9, 91–92. Melquisedec.
ordenar. GEE Presidente. b DyC 68:14–24; 84:18;
59 a DyC 43:2–9. 67 a GEE Imposición de 107:13–17.
60 a DyC 107:89–90. manos. 72 a DyC 58:17–18.
61 a DyC 107:87. 68 a GEE Obispo.
Doctrina y Convenios 107:73–85 254
73 Este será el deber del obispo 79 Y la presidencia del consejo
que no sea descendiente literal de del sumo sacerdocio tendrá el po­
Aarón, pero al que se haya confe­ der de llamar a otros sumos sacer­
rido el sumo sacerdocio según el dotes, hasta doce, para que ayuden
orden de Melquisedec. como consejeros; y de esta manera
74 Así que, será un juez, sí, un la presidencia del sumo sacerdocio
juez común entre los habitantes y sus consejeros tendrán el poder
de Sion, o en una estaca de Sion, o de decidir en cuanto al testimo­
cualquier rama de la iglesia donde nio, de acuerdo con las leyes de
sea apartado para este ministerio, la iglesia.
hasta que se ensanchen las fron­ 80 Y después de esta decisión,
teras de Sion, y se haga necesario ya no se recordará más ante el
tener otros obispos o jueces en Sion Señor; porque este es el consejo
o en otras partes. más alto de la iglesia de Dios, y
75  Y si son nombrados otros el que da el fallo final cuando hay
obispos, estos han de obrar en el controversias respecto de asuntos
mismo oficio. espirituales.
76 Pero un descendiente literal 81  Ninguno de los miembros
de Aarón tiene el derecho legal de la iglesia queda exento de este
a la presidencia de este sacer­ consejo.
docio, a las a llaves de este mi­ 82 Y si transgrediere un presi­
nisterio, para obrar en el oficio dente del sumo sacerdocio, se le
de obispo independientemente, llamará ante el consejo común de
sin consejeros, para actuar como la iglesia, al cual ayudarán doce
juez en Israel, salvo cuando consejeros del sumo sacerdocio;
se juzgue a un presidente del 83 y el fallo que dicten sobre su
sumo sacerdocio, según el orden cabeza será el fin de toda contro­
de Melquisedec. versia respecto de él.
77 Y la decisión de cualquiera de 84 Así que, a nadie se exime de la
estos consejos irá de acuerdo con a 
justicia y las leyes de Dios, para
el mandamiento que dice: que todas las cosas se hagan con
78 Además, de cierto os digo, los orden y solemnidad ante él, de
asuntos más importantes y los ca­ acuerdo con la verdad y la rectitud.
sos más a difíciles de la iglesia, en 85 Y además, de cierto os digo,
caso de disconformidad con el fa­ el deber del presidente del ofi­
llo del obispo o de los jueces, serán cio de a diácono es presidir a
remitidos y llevados al consejo de doce diáconos, sentarse en con­
la iglesia, ante la b presidencia del cilio con ellos y b enseñarles sus
sumo sacerdocio. deberes, edificándose el uno al
76 a GEE Llaves del b DyC 68:22. b DyC 38:23;
sacerdocio. 84 a GEE Justicia. 88:77–79, 118.
78 a DyC 102:13, 28. 85 a GEE Diácono.
255 Doctrina y Convenios 107:86–99
otro conforme a lo indicado en los traductor y c profeta, teniendo to­
convenios; dos los d dones de Dios, los cuales
86 y también el deber del presi­ él confiere sobre el cabeza de la
dente del oficio de los a maestros iglesia.
es presidir a veinticuatro maes­ 93 Y va de acuerdo con la visión
tros, y sentarse en concilio con que demuestra el orden de los
ellos, enseñándoles los deberes a 
Setenta, que los presidan siete
de su oficio, cual se indican en los presidentes, escogidos de entre el
convenios. número de los setenta;
87 Y también el deber del presi­ 94 y el séptimo de estos presiden­
dente del Sacerdocio de Aarón es tes ha de presidir a los seis;
presidir a cuarenta y ocho a pres­ 95  y estos siete presidentes
bíteros, sentarse en concilio con han de escoger a otros setenta,
ellos y enseñarles los deberes de además de los primeros setenta
su oficio, cual se indica en los a los cuales pertenecen, y han
convenios. de presidirlos.
88 Este presidente ha de ser un 96  y también a otros setenta,
a 
obispo, porque este es uno de los hasta setenta veces siete, si por
deberes de este sacerdocio. necesidad la obra de la viña lo
89 Además, el deber del presi­ requiere.
dente del oficio de los élderes es 97  Y estos setenta han de ser
presidir a noventa y seis a élde­ a 
ministros viajantes, a los gen­
res, sentarse en concilio con ellos tiles primeramente y también a
y enseñarles de acuerdo con los los judíos.
convenios. 98 Mientras que otros oficiales
90 Esta presidencia es distinta de de la iglesia, que no pertenezcan
la de los setenta, y se ha dispuesto a los Doce ni a los Setenta, no obs­
para los que no a viajan por todo tante que estén ocupando oficios
el mundo. tan elevados y de tanta responsa­
91 Además, el deber del presi­ bilidad en la iglesia, no tienen la
dente del oficio del sumo sacerdo­ responsabilidad de viajar entre to­
cio es a presidir a toda la iglesia, y das las naciones, sino que han de
ser semejante a b Moisés. viajar conforme lo permitan sus
92 He aquí, en esto hay sabidu­ circunstancias.
ría; sí, ser a vidente, b revelador, 99  Por tanto, a aprenda todo
86 a DyC 20:53–60. b DyC 28:2; 103:16–21. 97 a DyC 124:138–139.
GEE Maestro, 92 a Mos. 8:13–18. 99 a El inglés da lugar
Sacerdocio Aarónico. GEE Vidente. a una segunda
87 a GEE Presbítero, b GEE Revelación. interpretación:
Sacerdocio Aarónico. c DyC 21:1. “désele a todo varón
88 a GEE Obispo. GEE Profeta. la oportunidad de
89 a GEE Élder (anciano). d GEE Dones del Espíritu. aprender su deber. . .”
90 a DyC 124:137. 93 a DyC 107:38.
91 a DyC 107:9, 65–67. GEE Setenta.
Doctrina y Convenios 107:100–108:8 256
varón su deber, así como a obrar
b 
y quien no aprenda su deber y no
con toda c diligencia en el oficio al se presente aprobado, no será con­
cual fuere nombrado. siderado digno de permanecer. Así
100 El que sea a perezoso no será sea. Amén.
considerado b digno de permanecer,

SECCIÓN 108
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio,
el 26 de diciembre de 1835. Se recibió esta sección a solicitud de Ly-
man Sherman, previamente ordenado setenta, quien había acudido
al Profeta para solicitar una revelación que le hiciera saber su deber.
1–3, A Lyman Sherman se le per- que se convoque la a asamblea so­
donan sus pecados; 4–5, Ha de ser lemne de mis siervos; entonces
contado entre los principales élde- serás recordado con los primeros
res de la Iglesia; 6–8, Es llamado a de mis élderes y recibirás el dere­
predicar el Evangelio y a fortalecer cho, por medio de la ordenación,
a sus hermanos. con el resto de mis élderes que he
escogido.
De cierto, así te dice el Señor, mi 5 He aquí, esta es la a promesa
siervo Lyman: Te son perdonados del Padre para ti, si continúas fiel;
tus pecados, porque has obedecido 6 y te será cumplida el día en
mi voz al venir aquí esta mañana que tengas el derecho de a predi­
para recibir consejo del que yo he car mi evangelio, dondequiera
nombrado. que te mande, desde entonces en
2 a Repose, por tanto, tu alma en adelante.
cuanto a tu condición espiritual, y 7 Por tanto, a fortalece a tus her­
no resistas más mi voz. manos en todas tus conversacio­
3 Levántate y ten más cuidado nes, en todas tus oraciones, en
desde ahora en adelante, de ob­ todas tus exhortaciones y en to­
servar los votos que has hecho y dos tus hechos.
que haces, y serás bendecido con 8 Y he aquí, estoy contigo para
bendiciones sumamente grandes. bendecirte y a librarte para siem­
4  Espera con paciencia hasta pre. Amén.
99 b GEE Deber. b GEE Dignidad, 5 a DyC 82:10.
c GEE Diligencia. digno. 6 a GEE Obra misional.
100 a DyC 58:26–29. 108 2 a GEE Descansar, 7 a Lucas 22:31–32.
GEE Ociosidad, descanso (reposo). 8 a 2 Ne. 9:19.
ocioso. 4 a DyC 109:6–10.
257 Doctrina y Convenios 109:1–8

SECCIÓN 109
Oración que se ofreció en la dedicación del Templo de Kirtland, Ohio,
el 27 de marzo de 1836. De acuerdo con la declaración escrita del Pro-
feta, esta oración le fue dada por revelación.
1–5, El Templo de Kirtland se ha edi- 4  Y ahora te pedimos, Padre
ficado para que el Hijo del Hombre Santo, en el nombre de Jesu­
tenga un lugar para manifestarse; cristo, el Hijo de tu seno, en cuyo
6–21, Debe ser una casa de oración, nombre solamente puede admi­
de ayuno, de fe, de instrucción, de nistrarse la salvación a los hijos
gloria, de orden, una casa de Dios; de los hombres, te pedimos, oh
22–33, Sean confundidos los impe- Señor, que aceptes esta a casa, la
nitentes que se oponen al pueblo del b 
obra de las manos de nosotros
Señor; 34–42, Salgan los santos con tus siervos, la cual nos mandaste
poder a recoger a los justos en Sion; edificar.
43–53, Sean librados los santos de 5 Porque tú sabes que hemos
las cosas terribles que se derrama- hecho esta obra en medio de
rán sobre los inicuos en los postreros gran tribulación; y de nuestra
días; 54–58, Prepárense las naciones pobreza hemos dado de nues­
y los pueblos y las iglesias para el tros bienes para construir una
Evangelio; 59–67, Sean redimidos a 
casa a tu nombre, a fin de que
los judíos, los lamanitas y todo Is- el Hijo del Hombre tenga un
rael; 68–80, Sean los santos corona- lugar para manifestarse a su
dos con gloria y honra, y logren la pueblo.
salvación eterna. 6 Y en vista de que has decla­
rado en una a revelación, dada a
Gracias damos a tu nombre, oh
a 
nosotros, en la cual nos llamas
Señor Dios de Israel, tú que guar­ tus amigos, diciendo: Convo­
das b convenios y muestras mise­ cad vuestra asamblea solemne
ricordia a tus siervos que andan como os he mandado;
en rectitud delante de ti con todo 7 y por cuanto no todos tienen
su corazón; fe, buscad diligentemente y en­
2 tú que has mandado a tus sier­ señaos el uno al otro palabras de
vos que a edifiquen una casa a tu sabiduría; sí, buscad palabras
nombre en este sitio [Kirtland]. de sabiduría de los mejores libros;
3 Y ahora ves, oh Señor, que tus buscad conocimiento, tanto por
siervos han obrado conforme a tu el estudio como por la fe;
mandamiento. 8 organizaos; preparad todo lo
109 1 a Alma 37:37; b Dan. 9:4. Señor.
DyC 46:32. GEE Convenio. b 2 Ne. 5:16.
GEE Acción de gra­ 2 a DyC 88:119. 5 a DyC 124:27–28.
cias, agradecido, 4 a 1 Rey. 9:3. 6 a DyC 88:117–120.
agradecimiento. GEE Templo, Casa del
Doctrina y Convenios 109:9–23 258
que fuere necesario; y estableced aprendan palabras de sabiduría
una casa, sí, una casa de oración, de los mejores libros, y que bus­
una casa de ayuno, una casa de fe, quen conocimiento, tanto por el
una casa de instrucción, una casa estudio como por la fe, así como
de gloria, una casa de orden, una tú has dicho;
casa de Dios; 15 y que crezcan en ti y reciban
9 para que vuestras entradas sean la plenitud del Espíritu Santo; y se
en el nombre del Señor; vuestras organicen de acuerdo con tus leyes
salidas sean en el nombre del Se­ y se preparen para recibir cuanto
ñor; y todas vuestras salutacio­ fuere necesario;
nes sean en el nombre del Señor, 16 y que sea esta una casa de ora­
con las manos extendidas hacia el ción, una casa de ayuno, una casa
Altísimo. de fe, una casa de gloria y de Dios,
10 Y ahora, Padre Santo, te roga­ sí, tu casa;
mos que nos ayudes con tu gracia 17 que todas las entradas de tu
a nosotros, tu pueblo, al convocar pueblo en esta casa sean en el nom­
nuestra asamblea solemne, a fin bre del Señor;
de que se haga para honra tuya y 18 que todas sus salidas de esta
para tu divina aceptación; casa sean en el nombre del Señor;
11 y de una manera que seamos 19 que todas sus salutaciones
considerados dignos, ante tu vista, sean en el nombre del Señor, con
de lograr el cumplimiento de las manos santas extendidas hacia el
a 
promesas hechas a nosotros, tu Altísimo;
pueblo, en las revelaciones que se 20 y que no se permita entrar en
nos han dado; tu casa ninguna a cosa impura para
12 para que tu a gloria descanse profanarla;
sobre tu pueblo y sobre esta, tu 21 y cuando tu pueblo transgre­
casa, que ahora te dedicamos, a diere, quienquiera que sea, se arre­
fin de que sea santificada y con­ pienta cuanto antes y vuelva a ti y
sagrada, y para que tu santa halle gracia ante tus ojos, y séanle
presencia esté continuamente restauradas las bendiciones que
en ella; tú has decretado que se derramen
13 y para que todas las personas sobre los que te a reverencien en
que pasen por el umbral de la casa tu casa.
del Señor sientan tu poder y se 22 Te rogamos, Padre Santo, que
sientan constreñidas a reconocer tus siervos salgan de esta casa ar­
que tú la has santificado y que es mados con tu poder, y que tu nom­
tu casa, lugar de tu santidad. bre esté sobre ellos, y los rodee tu
14 Y concede, Padre Santo, que gloria, y tus a ángeles los guarden;
todos los que adoren en esta casa 23  y que de este sitio lleven
11 a DyC 38:32; 105:11–12, 12 a GEE Gloria. 21 a GEE Reverencia.
18, 33. 20 a DyC 94:8–9; 97:15–17. 22 a GEE Ángeles.
259 Doctrina y Convenios 109:24–37
nuevas sumamente grandes y glo­ se arrepienten cuando se les pro­
riosas, en verdad, hasta los a cabos clame el evangelio sempiterno
de la tierra, a fin de que sepan que a sus oídos;
esta es tu obra y que has extendido 30 y que todas sus obras sean
tu mano para cumplir lo que has desmenuzadas y arrolladas por
hablado por boca de los profetas el a granizo y por los juicios que
tocante a los últimos días. mandarás sobre ellos en tu ira,
24 Te pedimos, Padre Santo, que para que se dé fin a las b mentiras y
establezcas al pueblo que ado­ calumnias en contra de tu pueblo.
rará y honorablemente retendrá 31 Porque tú sabes, oh Señor,
un nombre y una posición en esta que tus siervos han sido inocen­
tu casa, por todas las generaciones tes delante de ti al testificar de tu
y por la eternidad; nombre, a causa de lo cual han
25 que ninguna arma a forjada en padecido estas cosas.
contra de ellos prospere; que caiga 32 Por tanto, suplicamos ante ti
en su propio b foso aquel que lo una cabal y completa liberación
cave para ellos; de este a yugo;
26 que ninguna combinación ini­ 33 quítalo, oh Señor; quítalo por
cua tenga el poder para levantarse tu poder del cuello de tus siervos,
y a vencer a los de tu pueblo, sobre para que nos levantemos en me­
quienes se ponga tu b nombre en dio de esta generación y hagamos
esta casa; tu obra.
27 y si se levanta contra este pue­ 34 Oh Jehová, ten misericordia
blo gente alguna, enciéndase tu de este pueblo; y por cuanto to­
enojo en contra de ellos; dos los hombres a pecan, perdona
28 y si hieren a este pueblo, tú las transgresiones de tu pueblo, y
los herirás; pelearás por tu pue­ sean borradas para siempre jamás.
blo como lo hiciste en el día de 35 Permite que la a unción de tus
la batalla, para que sean libra­ ministros sea sellada sobre ellos
dos de las manos de todos sus con poder de lo alto.
enemigos. 36 Cúmplase en estos, como se
29  Te rogamos, Padre Santo, hizo en aquellos el día de Pente­
que confundas, asombres, aver­ costés; derrámese sobre tu pueblo
güences y llenes de confusión a el don de a lenguas, sí, b lenguas re­
todos los que han esparcido ca­ partidas como de fuego, así como
lumnias por el mundo en con­ su interpretación.
tra de tu siervo o siervos, si no 37  E hínchase tu casa con tu
23 a DyC 1:2. 30 a Isa. 28:17; GEE Pecado.
25 a Isa. 54:17. Mos. 12:6; 35 a GEE Unción.
b Prov. 26:27; DyC 29:16. 36 a GEE Lenguas, don de.
1 Ne. 14:3; 22:14. b 3 Ne. 21:19–21. b Hech. 2:1–3.
26 a DyC 98:22. 32 a GEE Yugo.
b 1 Rey. 8:29. 34 a Rom. 3:23; 5:12.
Doctrina y Convenios 109:38– 49 260
gloria, como con un viento fuerte
a 
semejantes; preciosas son sus a al­
e impetuoso. mas ante ti;
38 Pon sobre tus siervos el a tes­ 44 pero tiene que cumplirse tu
timonio del convenio, para que al palabra. Ayuda a tus siervos a de­
salir a proclamar tu palabra b se­ cir, favoreciéndolos tu a gracia: Sea
llen la ley y preparen el corazón hecha tu voluntad, oh Señor, y no
de tus santos para todos aque­ la nuestra.
llos juicios que estás a punto de 45 Sabemos que por boca de tus
mandar en tu ira sobre los habi­ profetas tú has decretado cosas
tantes de la c tierra, a causa de sus terribles concernientes a los mal­
transgresiones, a fin de que tu pue­ vados en los a últimos días, y que
blo no desmaye en el día de la derramarás tus juicios sin medida;
tribulación. 46 por tanto, oh Señor, salva a tu
39 Y cuando entren tus siervos en pueblo de las calamidades de los
cualquier ciudad, y sus habitantes inicuos; habilita a tus siervos para
reciban su testimonio, concede tu sellar la ley y atar el testimonio, a
paz y salvación a esa ciudad para fin de que queden preparados para
que de ella recojan a los justos, y el día del fuego.
con cantos de gozo sempiterno 47 Te rogamos, Padre Santo, que
vayan a a Sion o a sus estacas, los te acuerdes de los que han sido ex­
sitios por ti designados; pulsados de la tierra de su herencia
40 y hasta que esto se cumpla, por los habitantes del condado de
no permitas que tus juicios caigan Jackson, Misuri. Quita, oh Señor,
sobre esa ciudad. este yugo de aflicción que se les
41 Y cuando entren tus siervos ha impuesto.
en cualquier ciudad, y sus habi­ 48 Tú sabes, oh Señor, que han
tantes no reciban el testimonio de sido severamente oprimidos y
tus siervos, y estos los exhorten a afligidos por hombres inicuos; y
salvarse de esta generación per­ nuestros corazones se a inundan
versa, hágase a esa ciudad con­ de tristeza a causa de sus gravo­
forme a lo que has dicho por boca sas cargas.
de tus profetas. 49 Oh Señor, a ¿por cuánto tiempo
42 Mas te rogamos, oh Jehová, permitirás que este pueblo soporte
que libres a tus siervos de sus ma­ esta aflicción, y que los llantos de
nos y los purifiques de la sangre sus inocentes lleguen a tus oídos,
de ellos. y su b sangre ascienda como testi­
43 Oh Señor, no nos deleitamos monio delante de ti, sin manifestar
en la destrucción de nuestros tu testimonio en favor de ellos?
37 a DyC 84:5; 109:12. purificación de la 45 a GEE Últimos días,
GEE Gloria. tierra. postreros días.
38 a GEE Testimonio. 39 a Isa. 35:10. 48 a GEE Compasión.
b Isa. 8:16; DyC 1:8. 43 a GEE Alma. 49 a Sal. 13:1–2.
c GEE Tierra — La 44 a GEE Gracia. b GEE Mártir, martirio.
261 Doctrina y Convenios 109:50–62
50 Ten a misericordia, oh Señor, testimonio de tu nombre; para que
del populacho inicuo que ha ex­ sus prejuicios cedan ante la a ver­
pulsado a tu pueblo, a fin de que dad, y tu pueblo halle gracia ante
cese de saquear y se arrepienta los ojos de todos;
de sus pecados, si es que puede 57 para que todos los cabos de la
arrepentirse; tierra sepan que nosotros, tus sier­
51 pero si no lo hace, desnuda tu vos, hemos a oído tu voz, y que tú
brazo, oh Señor, y a redime lo que nos has enviado;
señalaste como Sion a tu pueblo. 58 para que tus siervos, los hijos
52 Y si no puede ser de otra ma­ de Jacob, recojan a los justos de
nera, para que la causa de tu pue­ entre todos ellos con el fin de edifi­
blo no fracase ante ti, enciéndase car una ciudad santa a tu nombre,
tu ira y descienda sobre ellos tu como tú les has mandado.
indignación, a fin de que sean ta­ 59 Te pedimos que le señales a
lados, raíz y rama, de debajo de Sion otras a estacas, además de esta
los cielos; que has nombrado, a fin de que se
53 mas si se arrepienten, tú eres desarrolle con gran poder y majes­
benigno y misericordioso, y apar­ tad el b recogimiento de tu pueblo
tarás tu ira al mirar la faz de tu y se c acorte tu obra mediante la
Ungido. rectitud.
54 Ten misericordia, oh Señor, de 60  Ahora, oh Señor, hemos
todas las naciones de la tierra; ten pronunciado ante ti estas pala­
misericordia de los gobernantes de bras tocante a las revelaciones y
nuestro país; permite que queden los mandamientos que nos has
establecidos para siempre jamás dado a nosotros, los que he­
los principios de la a Constitución mos sido identificados con los
de nuestro país que defendieron a 
gentiles.
tan honorable y noblemente nues­ 61  Mas tú sabes que sientes
tros antepasados. un gran amor por todos los hi­
55 Acuérdate de los reyes, los jos de Jacob, que han estado es­
príncipes, los nobles y los grandes parcidos en las montañas largo
de la tierra, y de todo pueblo, y de tiempo, en un día nublado y
las iglesias, de todos los pobres, obscuro.
los necesitados y los afligidos de 62 Te rogamos, por tanto, que
la tierra, tengas misericordia de los hijos
56 para que se ablanden sus co­ de Jacob, para que desde esta
razones cuando tus siervos salgan misma hora comience a Jerusalén
de tu casa, oh Jehová, para dar a ser redimida;
50 a GEE Misericordia, 56 a GEE Verdad. c Mateo 24:22.
misericordioso. 57 a DyC 20:16; 76:22–24. 60 a 1 Ne. 13:1–32;
51 a DyC 100:13; 105:2. 59 a Isa. 54:2. 15:13–18.
54 a 1 Pe. 2:13–15; b GEE Israel — La 62 a 3 Ne. 20:29.
DyC 98:5–7; 101:77, 80. congregación de GEE Jerusalén.
GEE Constitución. Israel.
Doctrina y Convenios 109:63–74 262
63 y empiece a quebrantarse el 70 Ten misericordia de todos sus
yugo de servidumbre de sobre la parientes cercanos, para que sean
casa de a David; destrozados y arrastrados sus pre­
64 y los hijos de a Judá comiencen juicios como ante un diluvio; a fin
a volver a las b tierras que diste a de que se conviertan y sean redi­
Abraham, su padre. midos con Israel y sepan que tú
65 Y haz que el a resto de Jacob, eres Dios.
que ha sido maldecido y azotado a 71 Acuérdate, oh Señor, de los
causa de su transgresión, se b con­ presidentes, sí, de todos los pre­
vierta de su condición indómita y sidentes de tu iglesia, para que
salvaje a la plenitud del evangelio los exalte a ellos tu mano dere­
eterno; cha, con todas sus familias y
66 para que abandone sus ar­ parientes cercanos, para que se
mas sangrientas y haga cesar sus perpetúen sus nombres en memo­
rebeliones. ria sempiterna de generación en
67 Y permite que todo el resto generación.
esparcido de a Israel, que ha sido 72 Trae a tu memoria, oh Señor,
hostilizado hasta los cabos de la a todos los de tu iglesia, y a todas
tierra, llegue al conocimiento de sus familias y parientes cercanos,
la verdad, crea en el Mesías, sea con todos sus enfermos y afligidos,
redimido de la opresión y se re­ con todos los pobres y mansos de
gocije delante de ti. la tierra, a fin de que el a reino que
68 Oh Señor, acuérdate de tu has establecido, no con mano, lle­
siervo, José Smith, hijo, y de gue a ser una gran montaña y llene
todas sus aflicciones y persecu­ toda la tierra;
ciones —que ha hecho a convenio 73 para que tu iglesia salga del
con b Jehová y ha hecho voto con­ desierto de las tinieblas, y res­
tigo, oh Fuerte Dios de Jacob— así plandezca hermosa como la a luna,
como de los mandamientos que esclarecida como el sol e impo­
le has dado y de que ha procu­ nente como un ejército con sus
rado sinceramente obedecer tu pendones;
voluntad. 74 y sea ataviada como una es­
69 Ten misericordia, oh Señor, de posa para aquel día en que qui­
su esposa e hijos, para que sean tarás el velo de los cielos y harás
exaltados en tu presencia y los pre­ que las montañas se a derritan ante
serve tu mano protectora. tu presencia, y sean alzados los
63 a GEE David. Alma 46:23–24; congregación de Israel.
64 a Zac. 12:6–9; 3 Ne. 20:15–21; 68 a GEE Convenio.
Mal. 3:4; DyC 19:27. b GEE Jehová.
DyC 133:13, 35. b 2 Ne. 30:6; 72 a Dan. 2:44–45;
GEE Judá. 3 Ne. 21:20–22. DyC 65:2.
b Gén. 17:1–8. GEE Conversión, 73 a Cant. 6:10;
GEE Tierra prometida. convertir. DyC 5:14; 105:31.
65 a 2 Ne. 30:3; 67 a GEE Israel — La 74 a DyC 133:21–22, 40.
263 Doctrina y Convenios 109:75–80
b 
valles y allanados los lugares ás­ justicia, juicio, misericordia y un
peros, a fin de que tu gloria llene sinfín de plenitud, de eternidad
la tierra; en eternidad.
75 para que al llamar la trompeta 78 ¡Escucha, escucha, escúchanos,
a los muertos, podamos ser a arre­ oh Señor! Responde a estas peti­
batados en la nube para recibirte, ciones, y acepta para ti la dedica­
a fin de que siempre estemos con ción de esta casa, obra de nuestras
el Señor; manos, que hemos edificado a tu
76 para que se hallen limpios nombre;
nuestros vestidos y seamos ata­ 79 y también esta iglesia, para
viados con a mantos de rectitud, poner sobre ella tu nombre. Ayú­
con palmas en nuestras manos y danos por el poder de tu Espíritu
b 
coronas de gloria sobre nuestra para que podamos unir nuestras
cabeza, y seguemos c gozo eterno voces a las de los fulgurosos y res­
por todos nuestros d sufrimientos. plandecientes a serafines que ro­
77  Oh Señor, Dios Todopo­ dean tu trono, con aclamaciones
deroso, óyenos en nuestras pe­ de alabanza, cantando: ¡Hosanna
ticiones y contéstanos desde a Dios y al b Cordero!
los cielos, tu santa habitación, 80 Y permite que estos, tus ungi­
donde te sientas en tu trono, dos, sean a revestidos de salvación,
con a gloria, honra, poder, ma­ y que tus santos prorrumpan en
jestad, fuerza, dominio, verdad, voces de gozo. Amén y Amén.

SECCIÓN 110
Visiones manifestadas a José Smith el Profeta y a Oliver Cowdery
en el Templo de Kirtland, Ohio, el 3 de abril de 1836. La ocasión fue
un servicio dominical. En la historia de José Smith se indica: “Por la
tarde, ayudé a los otros presidentes a repartir la Santa Cena del Señor
a los de la Iglesia, recibiéndola de los Doce, a quienes correspondía
el privilegio de oficiar en la mesa sagrada ese día. Después de haber
realizado ese servicio a mis hermanos, me retiré al púlpito, estando
los velos tendidos, y me arrodillé con Oliver Cowdery en solemne y
silenciosa oración. Al levantarnos, después de orar, se nos manifestó
a los dos la siguiente visión”.
74 b Isa. 40:4; 2 Ne. 9:14. DyC 58:4.
Lucas 3:5; b GEE Corona; 77 a GEE Gloria.
DyC 49:23. Exaltación. 79 a Isa. 6:1–2.
75 a 1 Tes. 4:17. c GEE Gozo. b GEE Cordero de Dios.
76 a Apoc. 7:13–15; d Heb. 12:1–11; 80 a Sal. 132:16.
Doctrina y Convenios 110:1–11 264
1–10, El Señor Jehová se aparece 6 Regocíjese el corazón de vues­
en su gloria y acepta el Templo de tros hermanos, así como el cora­
Kirtland como Su casa; 11–12, Apa- zón de todo mi pueblo, que con
recen, primero, Moisés y, después, su fuerza ha a construido esta casa
Elías, cada uno, y entregan sus lla- a mi nombre.
ves y dispensaciones; 13–16, Vuelve 7 Porque he aquí, he a aceptado
Elías el Profeta y entrega las llaves esta b casa, y mi nombre estará
de su dispensación de acuerdo con lo aquí; y me manifestaré a mi pue­
prometido por Malaquías. blo en misericordia en esta casa.
8 Sí, a apareceré a mis siervos y
El a velo fue retirado de nuestras les hablaré con mi propia voz,
mentes, y los b ojos de nuestro en­ si mi pueblo guarda mis man­
tendimiento fueron abiertos. damientos y no b profana esta
2 Vimos al Señor sobre el baran­ c 
santa casa.
dal del púlpito, delante de noso­ 9 Sí, el corazón de millares y de­
tros; y debajo de sus pies había un cenas de millares se regocijará en
pavimento de oro puro del color gran manera como consecuencia
del ámbar. de las a bendiciones que han de ser
3 Sus a ojos eran como llama de derramadas, y la b investidura con
fuego; el cabello de su cabeza era que mis siervos han sido investi­
blanco como la nieve pura; su dos en esta casa.
b 
semblante brillaba más que el res­ 10 Y la fama de esta casa se exten­
plandor del sol; y su c voz era como derá hasta los países extranjeros;
el estruendo de muchas aguas, sí, y este es el principio de la bendi­
la voz de d Jehová, que decía: ción que se a derramará sobre la
4 Soy el a primero y el último; cabeza de los de mi pueblo. Así
soy el que b vive, soy el que fue sea. Amén.
muerto; soy vuestro c abogado ante 11 Después de cerrarse esta a vi­
el Padre. sión, los cielos nuevamente nos
5 He aquí, vuestros pecados os fueron abiertos; y se apareció b Moi­
son a perdonados; os halláis lim­ sés ante nosotros y nos entregó las
pios delante de mí; por tanto, alzad c 
llaves del d recogimiento de Israel
la cabeza y regocijaos. de las cuatro partes de la tierra, y
110 1 a GEE Velo. c GEE Abogado. b DyC 95:8.
b DyC 76:12, 19; 5 a GEE Perdonar. GEE Investidura.
136:32; 138:11. 6 a DyC 109:4–5. 10 a DyC 105:12.
3 a Apoc. 1:14. 7 a 2 Cró. 7:16. 11 a GEE Visión.
b Apoc. 1:16; b GEE Templo, Casa del b Mateo 17:3.
JS—H 1:17. Señor. c GEE Llaves del
c Ezeq. 43:2; 8 a DyC 50:45. sacerdocio.
Apoc. 1:15; b DyC 97:15–17. d Jacob 6:2;
DyC 133:21–22. c GEE Santo (adjetivo). DyC 29:7.
d GEE Jehová. 9 a Gén. 12:1–3; GEE Israel — La
4 a GEE Primogénito. DyC 39:15; congregación de
b Deut. 5:24. Abr. 2:8–11. Israel.
265 Doctrina y Convenios 110:12–111:2
de la conducción de las diez tribus mente el tiempo del cual se ha­
desde el país del e norte. bló por boca de Malaquías,
12  Después de esto, apareció testificando que él [Elías el Pro­
a 
Elías y entregó la b dispensación feta] sería enviado antes que
del c evangelio de Abraham, di­ viniera el día grande y terrible
ciendo que en nosotros y en nues­ del Señor,
tra descendencia serían bendecidas 15 para hacer a volver el corazón
todas las generaciones después de de los padres a los hijos, y el de
nosotros. los hijos a los padres, para que el
13  Concluida esta visión, se mundo entero no fuera herido con
nos desplegó otra visión grande una maldición.
y gloriosa; porque a Elías el Pro­ 16 Por tanto, se entregan en vues­
feta, que fue b llevado al cielo sin tras manos las llaves de esta dis­
gustar la muerte, se apareció ante pensación; y por esto sabréis que
nosotros, y dijo: el a día grande y terrible del Señor
14 He aquí, ha llegado plena­ está cerca, sí, a las puertas.

SECCIÓN 111
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Salem, Massa-
chusetts, el 6 de agosto de 1836. En esa época, los oficiales dirigentes
de la Iglesia se hallaban sumamente endeudados por motivo de sus
obras en el ministerio. Tras oír que una crecida cantidad de dinero
estaría a disposición de ellos en Salem, el Profeta, Sidney Rigdon,
Hyrum Smith y Oliver Cowdery viajaron a ese lugar desde Kirtland,
Ohio, para investigar el particular y a la vez predicar el Evangelio.
Los hermanos tramitaron varios asuntos relacionados con la Iglesia
y predicaron un poco. Cuando se manifestó que no iba a haber dinero
disponible, regresaron a Kirtland. Varios de los elementos que se des-
tacan en el trasfondo de este acontecimiento se reflejan en las palabras
de esta revelación.
1–5, El Señor se encarga de las ne- Yo, el Señor vuestro Dios, no es­
cesidades materiales de Sus siervos; toy disgustado con vuestro viaje
6–11, Obrará misericordiosamente hasta acá, no obstante vuestras
con Sion y dispondrá todas las cosas imprudencias.
para el bien de Sus siervos. 2  Tengo mucho tesoro para
11 e DyC 133:26–32. c Gál. 3:6–29. 15 a JS—H 1:38–39.
GEE Israel — Las diez GEE Abraham, GEE Genealogía;
tribus perdidas de convenio de (convenio Salvación de los
Israel. abrahámico). muertos.
12 a GEE Elías. 13 a GEE Elías el Profeta. 16 a GEE Últimos días,
b GEE Dispensaciones. b GEE Seres trasladados. postreros días.
Doctrina y Convenios 111:3–112:1 266
vosotros en esta ciudad, para el porque obraré misericordiosa­
beneficio de Sion, y muchas per­ mente con ella.
sonas en este lugar, a quienes reco­ 7 Permaneced en este lugar y en
geré a su debido tiempo por medio las regiones circunvecinas;
de vosotros, para el bienestar 8 y el sitio donde es mi voluntad
de Sion. que principalmente os detengáis,
3 Conviene, pues, que lleguéis os será manifestado por la a paz y
a conocer a hombres de esta ciu­ el poder de mi Espíritu que fluirá
dad, según seáis guiados y os sea hacia vosotros.
indicado. 9 Podéis alquilar este sitio; e in­
4 Y acontecerá que a su debido quirid diligentemente en lo que
tiempo pondré esta ciudad en concierne a los habitantes y a los
vuestras manos, para que tengáis fundadores más antiguos de esta
poder sobre ella, de modo que no ciudad;
descubrirán vuestras cosas secre­ 10 pues hay más de un tesoro
tas; y su riqueza en cuanto a oro y para vosotros en esta ciudad.
plata será vuestra. 11 Por tanto, sed a prudentes como
5 No os preocupéis por vuestras la serpiente, y al mismo tiempo sin
a 
deudas, porque os daré el poder pecado; y yo dispondré todas las
de pagarlas. cosas para vuestro b bienestar, en
6 No os inquietéis tocante a Sion, cuanto podáis recibirlas. Amén.

SECCIÓN 112
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Thomas B. Marsh,
en Kirtland, Ohio, el 23 de julio de 1837, concerniente a los Doce
Apóstoles del Cordero. Esta revelación se recibió el mismo día en que
los élderes Heber C. Kimball y Orson Hyde predicaron el Evangelio
en Inglaterra por primera vez. Thomas B. Marsh era entonces el Pre-
sidente del Cuórum de los Doce Apóstoles.
1–10, Los Doce han de enviar el únicamente aquellos que crean y sean
Evangelio y alzar la voz de amones- bautizados serán salvos; 30–34, La
tación a todas las naciones y pue- Primera Presidencia y los Doce po-
blos; 11–15, Deben tomar su cruz, seen las llaves de la dispensación del
seguir a Jesús y apacentar Sus ove- cumplimiento de los tiempos.
jas; 16–20, Los que reciben a la Pri-
mera Presidencia reciben al Señor; De cierto, así te dice el Señor,
21–29, Tinieblas cubren la tierra, y mi siervo Thomas: He oído tus
111 5 a DyC 64:27–29. GEE Paz. b Rom. 8:28;
8 a DyC 27:16. 11 a Mateo 10:16. DyC 90:24; 100:15.
267 Doctrina y Convenios 112:2–13
oraciones, y tus ofrendas han su­ la obra. Sean calzados tus pies tam­
bido delante de mí como a me­ bién, porque eres escogido, y tu
morial en favor de aquellos, tus camino queda entre las montañas
hermanos, que fueron escogidos y entre muchas naciones.
para dar testimonio de mi nombre 8 Y por tu palabra muchos de
y b enviarlo entre todas las nacio­ los soberbios serán a humillados,
nes, lenguas, tribus y pueblos, y a y muchos de los humildes serán
quienes se ordenó por conducto ensalzados.
de mis siervos. 9  Tu voz será un reproche al
2 De cierto te digo, ha habido transgresor; y ante tu reprensión
algunas cosas en tu corazón, y en cese la perversidad de la lengua
cuanto a ti, con las que yo, el Señor, del calumniador.
no quedé muy complacido. 10 Sé a humilde; y el Señor tu Dios
3  No obstante, ya que te has te llevará de la mano y dará res­
a 
humillado, serás ensalzado; por puesta a tus oraciones.
tanto, te son perdonados todos 11 Conozco tu corazón y he oído
tus pecados. tus oraciones concernientes a tus
4 Sea de buen a ánimo tu corazón hermanos. No seas parcial para
ante mi faz; y tú testificarás de mi con ellos, a amándolos más que a
nombre no solamente a los b gen­ muchos otros, antes sea tu amor
tiles, sino a los c judíos también; y por ellos como por ti mismo; y
enviarás mi palabra a los extremos abunde tu amor por todos los
de la tierra. hombres y por todos los que aman
5 a Contiende, pues, mañana tras mi nombre.
mañana; y día tras día hágase oír 12 Y ruega por tus hermanos, los
tu b voz amonestadora; y al anoche­ Doce. Amonéstalos severamente
cer no dejen dormir tus palabras a por causa de mi nombre, y sean
los habitantes de la tierra. amonestados por todos sus pe­
6  Sea señalada tu morada en cados; y sed fieles a mi a nombre
Sion, y no te a cambies de casa; por­ delante de mí.
que yo, el Señor, tengo una obra 13 Y después de sus a tentacio­
grande para ti en la publicación nes y de mucha b tribulación, he
de mi nombre entre los hijos de aquí, yo, el Señor, los buscaré; y
los hombres. si no se obstina su corazón ni se
7 Por tanto, a ciñe tus lomos para endurece su cerviz en contra de
112 1 a Hech. 10:4. b DyC 1:4–5. Caridad.
b DyC 18:28. 6 a Sal. 125:1. 12 a GEE Jesucristo —El
3 a Mateo 23:12; 7 a Efe. 6:13–17. tomar sobre sí el
Lucas 14:11. 8 a GEE Humildad, nombre de Jesucristo.
4 a Mateo 9:2; humilde, humillar 13 a GEE Tentación, tentar.
Juan 16:33. (afligir). b Juan 16:33;
b DyC 18:6; 90:8–9. 10 a Prov. 18:12. Apoc. 7:13–14;
c DyC 19:27. 11 a Mateo 5:43–48. DyC 58:3–4.
5 a Judas 1:3. GEE Amor;
Doctrina y Convenios 112:14–26 268
mí, serán convertidos y yo los
c 
20  Quien recibe mi palabra,
a 

sanaré. me recibe a mí; y quien me re­


14 Ahora te digo, y lo que te digo cibe a mí, recibe a los de la Pri­
a ti lo digo a todos los Doce: Le­ mera Presidencia, a quienes he
vantaos y ceñid vuestros lomos, enviado, a quienes te he puesto
tomad vuestra a cruz, venid en pos por consejeros, por causa de mi
de mí y b apacentad mis ovejas. nombre.
15 No seáis soberbios; no os a su­ 21 Y además, te digo que a quie­
blevéis en contra de mi siervo José, nesquiera que envíes en mi nom­
porque de cierto os digo que es­ bre, por la voz de tus hermanos los
toy con él, y mi mano lo prote­ a 
Doce, debidamente recomenda­
gerá; y las b llaves que a él le he dos y b autorizados por ti, tendrán
dado, como también a vosotros, el poder para abrir la puerta de mi
no le serán quitadas hasta que reino en cualquier nación a donde
yo venga. los mandes,
16 De cierto te digo, mi siervo 22 si se humillan delante de mí,
Thomas, tú eres el hombre al cual permanecen en mi palabra y dan
he escogido para poseer las llaves a 
oído a la voz de mi Espíritu.
de mi reino, en lo que concierne a 23 De cierto, de cierto te digo,
los Doce, entre todas las naciones, a 
tinieblas cubren la tierra, y densa
17 a fin de que seas mi siervo obscuridad la mente del pueblo, y
para abrir la puerta del reino en to­ toda carne se ha b corrompido de­
dos los lugares a donde mi siervo lante de mi faz.
José y mis siervos a Sidney y b Hy­ 24 He aquí, la a venganza viene
rum no puedan ir; presto sobre los habitantes de la
18 pues sobre ellos he puesto la tierra, un día de ira, de fuego, de
carga de todas las iglesias por una desolación, de b llanto, de lloro y
corta temporada. de lamentación; y como un torbe­
19 Por tanto, ve a donde ellos llino vendrá sobre toda la faz de
te manden, y yo estaré contigo; y la tierra, dice el Señor.
sea cual fuere el lugar donde pro­ 25 Y a empezará sobre mi casa,
clames mi nombre, te será abierta y de mi casa se extenderá, dice el
una puerta a eficaz para que reciban Señor;
mi palabra. 26  primero entre aquellos de
13 c 3 Ne. 18:32. sacerdocio. 23 a Isa. 60:2;
GEE Conversión, 17 a GEE Rigdon, Sidney. Miq. 3:6;
convertir. b GEE Smith, Hyrum. DyC 38:11.
14 a Mateo 16:24; 19 a 1 Cor. 16:9; GEE Apostasía —
TJS Mateo 16:25–26 DyC 118:3. Apostasía de la Iglesia
(Apéndice — Biblia); 20 a DyC 84:35–38. cristiana primitiva.
Lucas 9:23. 21 a DyC 107:34–35. b DyC 10:20–23.
b Juan 21:15–17. b GEE Autoridad. 24 a GEE Venganza.
15 a GEE Rebelión. 22 a GEE Escuchar; b DyC 124:8.
b DyC 28:7. Obediencia, obediente, 25 a 1 Pe. 4:17–18.
GEE Llaves del obedecer.
269 Doctrina y Convenios 112:27–34
vosotros que habéis a profesado cuales se encierra la c dispensación
conocer mi nombre, dice el Señor, del cumplimiento de los tiempos,
y no me habéis b conocido, y ha­ 31 Poder que vosotros tenéis, jun­
béis c blasfemado en contra de mí tamente con todos los que han
en medio de mi casa, dice el Señor. recibido una dispensación en cual­
27 Por tanto, mirad que no os quiera ocasión, desde el principio
inquietéis por los asuntos de mi de la creación;
iglesia en este lugar, dice el Señor. 32  porque, de cierto os digo,
28 Sino a purificad vuestro cora­ las a llaves de la dispensación, las
zón delante de mí, y entonces b id cuales habéis recibido, han b des­
por todo el mundo y predicad mi cendido desde los padres, y por
evangelio a toda criatura que no último, se han enviado del cielo
lo haya recibido; a vosotros.
29  y el que a creyere y fuere 33 De cierto os digo, he aquí,
b 
bautizado, será salvo; y el que cuán grande es vuestro llama­
no creyere ni se bautizare, será miento. a Purificad vuestro cora­
c 
condenado. zón y vuestros vestidos, no sea
30 Porque a vosotros, los a Doce, que la sangre de esta generación
y a los de la b Primera Presidencia, sea b requerida de vuestras manos.
quienes son nombrados con voso­ 34 Sed fieles hasta que yo venga,
tros para ser vuestros consejeros pues a vengo presto; y mi galardón
y líderes, se os ha dado el poder viene conmigo para recompensar a
de este sacerdocio, para los últi­ todo hombre según sus b obras. Soy
mos días y por última vez, en los el Alfa y la Omega. Amén.

SECCIÓN 113
Respuestas a ciertas preguntas sobre los escritos de Isaías, dadas por José
Smith el Profeta, en Far West, Misuri, o cerca de allí, en marzo de 1838.
1–6, Se identifican el tronco de esparcidos de Sion tienen derecho
Isaí, la vara que saldrá del tronco al sacerdocio y se les llama a volver
y la raíz de Isaí; 7–10, Los restos al Señor.
26 a Mateo 7:21–23; DyC 20:25–26. GEE Dispensaciones.
DyC 41:1; 56:1. b GEE Bautismo, 32 a DyC 110:11–16.
b Lucas 6:46; bautizar. GEE Llaves del
Mos. 26:24–27; c GEE Condenación, sacerdocio.
3 Ne. 14:21–23. condenar. b Abr. 1:2–3.
c GEE Blasfemar, 30 a GEE Apóstol. 33 a Jacob 1:19.
blasfemia. b GEE Primera b DyC 72:3.
28 a GEE Pureza, puro. Presidencia. 34 a Apoc. 22:7, 12;
b Mar. 16:15–16. c Efe. 1:10; DyC 49:28; 54:10.
29 a Morm. 9:22–23; DyC 27:13; 124:40–42. b GEE Obras.
Doctrina y Convenios 113:1–114:1 270
¿Quién es el tronco de Isaí, del
a 
Vístete de poder, oh Sion, y a qué
cual se habla en los versículos 1, pueblo se refería Isaías?
2, 3, 4 y 5 del capítulo 11 de Isaías? 8 Se estaba refiriendo a los que
2 De cierto, así dice el Señor, es Dios llamaría en los últimos días,
Cristo. los cuales habrían de tener el po­
3 ¿Qué es la vara mencionada en der del sacerdocio para estable­
el primer versículo del capítulo cer de nuevo a a Sion y efectuar la
11 de Isaías, que saldrá del tronco redención de Israel. Vestirse de
de Isaí? b 
poder significa vestirse con la
4 He aquí, así dice el Señor: Es un autoridad del sacerdocio, al que
siervo en las manos de Cristo, que ella, Sion, tiene c derecho por linaje;
en parte desciende de Isaí, así como también para recuperar el poder
de a Efraín, o sea, de la casa de José, que había perdido.
a quien se ha dado mucho b poder. 9 ¿Qué hemos de entender por
5 ¿Qué es la raíz de Isaí, de la cual el segundo versículo que dice
se habla en el décimo versículo del que Sion suelte las ataduras de
capítulo once? su cuello?
6 He aquí, así dice el Señor: Es 10 Hemos de entender que se
un descendiente de Isaí, así como exhorta a los restos a esparcidos a
de José, a quien por derecho per­ que b vuelvan al Señor de quien se
tenecen el sacerdocio y las a llaves apartaron; y si lo hacen, el Señor
del reino, y será por b estandarte y ha prometido que les hablará, o
para el c recogimiento de mi pueblo sea, les dará revelaciones. Véanse
en los postreros días. los versículos 6, 7 y 8. Las ataduras
7 Preguntas hechas por Elias Hig­ de su cuello son las maldiciones de
bee: ¿Qué quiere decir el manda­ Dios sobre ella, o sea, sobre el resto
miento dado en el primer versículo de Israel en su estado de esparci­
del capítulo 52 de Isaías, que dice: miento entre los gentiles.

SECCIÓN 114
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Far West,
Misuri, el 11 de abril de 1838.
1–2, Los cargos de la Iglesia que ocu- De cierto, así dice el Señor, con­
pen aquellos que no sean fieles se viene que mi siervo David  W.
darán a otros. Patten arregle todos sus negocios
113 1 a GEE Isaí. sacerdocio. b DyC 82:14.
4 a Gén. 41:50–52; b DyC 45:9. c GEE Primogenitura.
DyC 133:30–34. GEE Estandarte. 10 a GEE Israel — El esparci­
GEE Efraín. c GEE Israel — La miento de Israel.
b GEE Poder. congregación de Israel. b Oseas 3:4–5;
6 a GEE Llaves del 8 a GEE Sion. 2 Ne. 6:11.
271 Doctrina y Convenios 114:2–115:6
cuanto antes, y liquide sus mercan­ 2 Porque de cierto, así dice el
cías, para que cumpla una misión Señor, por cuanto hay entre voso­
para mí la primavera entrante, tros algunos que niegan mi nom­
acompañado de otros, sí, doce, bre, se a instalará a otros en b lugar
incluyéndose él, para testificar de de ellos y recibirán su obispado.
mi nombre y llevar alegres nuevas Amén.
a todo el mundo.

SECCIÓN 115
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Far West, Mi-
suri, el 26 de abril de 1838, en la que se da a conocer la voluntad de
Dios concerniente a la edificación de ese lugar y de la casa del Señor.
Esta revelación se dirige a los oficiales presidentes de la Iglesia y a los
miembros de ella.
1– 4, El Señor da a Su Iglesia el del sumo consejo de mi iglesia en
nombre de La Iglesia de Jesucristo Sion, porque así se llamará, y a
de los Santos de los Últimos Días; todos los élderes y pueblo de mi
5–6, Sion y sus estacas son sitios de Iglesia de Jesucristo de los Santos
defensa y de refugio para los santos; de los Últimos Días esparcidos por
7–16, Se manda a los santos edifi- todo el mundo;
car una casa del Señor en Far West; 4 porque así se llamará mi a igle­
17–19, José Smith posee las llaves del sia en los postreros días, a saber,
reino de Dios sobre la tierra. b 
La Iglesia de Jesucristo de los San­
tos de los Últimos Días.
De cierto, así te dice el Señor, a ti, 5 De cierto os digo a todos: a Le­
mi siervo a José Smith, hijo, y tam­ vantaos y brillad, para que vues­
bién a mis siervos b Sidney Rigdon tra luz sea un b estandarte a las
y c Hyrum Smith, así como a tus naciones;
consejeros que son, y que sean 6 a fin de que el a recogimiento
nombrados más adelante; en la tierra de b Sion y sus c estacas
2 como también a ti, mi siervo sea para defensa y para d refugio
a 
Edward Partridge, y a tus contra la tempestad y contra la ira,
consejeros; cuando sea e derramada sin mezcla
3 y también a mis siervos fieles sobre toda la tierra.
114 2 a DyC 118:1, 6. b GEE Iglesia de congregación de Israel.
b DyC 64:40. Jesucristo de los Santos b GEE Sion.
115 1 a GEE Smith, hijo, José. de los Últimos Días, c DyC 101:21.
b GEE Rigdon, Sidney. La. GEE Estaca.
c GEE Smith, Hyrum. 5 a Isa. 60:1–3. d Isa. 25:1, 4;
2 a GEE Partridge, b Isa. 11:12. DyC 45:66–71.
Edward. GEE Estandarte. e Apoc. 14:10;
4 a 3 Ne. 27:4–8. 6 a GEE Israel — La DyC 1:13–14.
Doctrina y Convenios 115:7–116:1 272
7 Sea para mí la ciudad de Far West 14 sino constrúyase una casa a mi
una tierra a santa y consagrada; y se nombre de acuerdo con el a modelo
llamará santísima, porque es santa que les mostraré.
la tierra sobre la cual os halláis. 15 Y si mi pueblo no la construye
8 Por tanto, os mando a edificarme conforme al modelo que yo mues­
una casa para el recogimiento de tre a su presidencia, no la aceptaré
mis santos, a fin de que me b adoren. de sus manos.
9 Iníciese esta obra, así como los 16 Pero si mi pueblo la edifica
cimientos y una labor preparatoria, de acuerdo con el modelo que yo
el verano que viene; muestre a su presidencia, a saber,
10 désele principio el día cuatro mi siervo José y sus consejeros,
de julio próximo, y desde ese día entonces la aceptaré de las manos
en adelante trabaje mi pueblo di­ de mi pueblo;
ligentemente para construir una 17 y además, de cierto os digo,
casa a mi nombre; es mi voluntad que se edifique la
11 y de aquí a a un año comiencen ciudad de Far West rápidamente
de nuevo a poner los cimientos de mediante el recogimiento de mis
mi b casa. santos;
12 Así trabajen con diligencia de 18 y que también se designen
allí en adelante hasta terminarla, otros lugares como a estacas en las
desde la piedra angular hasta el regiones inmediatas, según lo que
techo, hasta que no quede nada se le indique a mi siervo José de
incompleto. cuando en cuando.
13 De cierto os digo, no contrai­ 19 Pues he aquí, estaré con él y
gan más deudas mi siervo José, lo santificaré delante del pueblo;
ni mi siervo Sidney, ni mi siervo porque a él he dado las a llaves de
Hyrum, para la edificación de una este reino y ministerio. Así sea.
casa a mi nombre; Amén.

SECCIÓN 116
Revelación dada a José Smith el Profeta cerca de la Balsadera de Wight,
en un lugar llamado Spring Hill, en el condado de Daviess, Misuri,
el 19 de mayo de 1838.
El Señor da a Spring Hill el nombre visitar a su pueblo, o sea, donde se
de a Adán-ondi-Ahmán, porque es el sentará el c Anciano de Días, como
lugar, dijo él, al cual vendrá b Adán a lo declaró Daniel el profeta.
7 a GEE Santo (adjetivo). 14 a Heb. 8:5; DyC 97:10. 116 1 a DyC 78:15.
8 a DyC 88:119; 95:8. 18 a DyC 101:21. GEE Adán-ondi-
b GEE Adorar. GEE Estaca. Ahmán.
11 a DyC 118:5. 19 a GEE Llaves del b GEE Adán.
b DyC 124:45–54. sacerdocio. c Dan. 7:13–14, 22.
273 Doctrina y Convenios 117:1–11

SECCIÓN 117
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Far West,
Misuri, el 8 de julio de 1838, concerniente a los deberes inmediatos de
William Marks, Newel K. Whitney y Oliver Granger.
1–9, Los siervos del Señor no de- mar y las bestias de las monta­
ben codiciar las cosas materiales, ñas? ¿No he hecho yo la tierra?
pues “¿qué son los bienes para el ¿No dirijo los a destinos de to­
Señor?”; 10–16, Han de abando- dos los ejércitos de las naciones
nar su pequeñez de alma, y sus sa- de la tierra?
crificios han de ser sagrados para 7  Por tanto, ¿no haré yo que
el Señor. los a yermos retoñen, florezcan y
produzcan en abundancia?, dice
De cierto, así dice el Señor, arre­ el Señor.
glen sus negocios rápidamente mis 8 ¿No hay suficiente lugar en las
siervos William Marks y Newel K. colinas de a Adán-ondi-Ahmán,
Whitney, y emprendan su viaje y en los llanos de Olaha b Shine­
de la tierra de Kirtland antes que hah, o sea, la c tierra donde moró
yo, el Señor, mande otra vez las Adán, para que tengáis que co­
nieves sobre la tierra. diciar lo que no es más que una
2 Despierten, levántense y salgan gota, y despreciar las cosas más
sin demorar, porque yo, el Señor, importantes?
lo mando. 9 Subid acá, pues, a la tierra de
3 Por tanto, si demoran, no les mi pueblo, sí, a Sion.
irá bien. 10 Sea a fiel mi siervo William
4 Arrepiéntanse de todos sus pe­ Marks sobre pocas cosas, y lle­
cados y de todos sus deseos codi­ gará a gobernar muchas cosas.
ciosos delante de mí, dice el Señor; Presida él en medio de mi pue­
pues, ¿qué son los a bienes para blo en la ciudad de Far West, y
mí?, dice el Señor. sea bendecido con las bendiciones
5  Entréguense las propie­ de mi pueblo.
dades de Kirtland para liqui­ 11  Avergüéncese mi siervo
dar las a deudas, dice el Señor. Newel K. Whitney de la banda a ni­
Entregadlas, dice él, y lo que colaíta y de todas sus b abominacio­
quede, permanezca en vuestras nes secretas, así como de toda su
manos. pequeñez de alma delante de mí,
6 Pues, ¿no tengo yo las aves de dice el Señor, y suba a la tierra de
los cielos, y también los peces del Adán-ondi-Ahmán y sea c obispo
117 4 a DyC 104:14. DyC 49:24–25. 10 a Mateo 25:23.
5 a DyC 104:78. 8 a DyC 116. 11 a Apoc. 2:6, 15.
6 a Hech. 17:26; GEE Adán-ondi-Ahmán. b GEE Combinaciones
1 Ne. 17:36–39. b Abr. 3:13. secretas.
7 a Isa. 35:1; c GEE Edén. c GEE Obispo.
Doctrina y Convenios 117:12–118:5 274
para mi pueblo, no de nombre sino de Sion; y en el debido tiempo será
de hecho, dice el Señor. comerciante en mi nombre para
12 Y además, os digo que tengo el beneficio de mi pueblo, dice el
presente a mi siervo a Oliver Gran­ Señor.
ger. He aquí, de cierto le digo que 15 Por consiguiente, ningún hom­
su nombre se guardará en memo­ bre menosprecie a mi siervo Oliver
ria sagrada de generación en ge­ Granger, sino descansen sobre él
neración para siempre jamás, dice para siempre jamás las bendicio­
el Señor. nes de mi pueblo.
13 Por tanto, luche seriamente 16 Y además, de cierto os digo,
por la redención de la Primera acuérdense todos mis siervos de
Presidencia de mi Iglesia, dice el la tierra de Kirtland del Señor su
Señor; y cuando caiga, se levantará Dios, y también de mi casa, para
nuevamente, porque su a sacrificio guardarla y conservarla santa, y
será más sagrado para mí que su para derribar a los cambistas de di­
ganancia, dice el Señor. nero en mi propio y debido tiempo,
14 Por tanto, suba luego a la tierra dice el Señor. Así sea. Amén.

SECCIÓN 118
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Far West,
Misuri, el 8 de julio de 1838, en respuesta a la súplica: “Indícanos,
oh Señor, tu voluntad en cuanto a los Doce”.
1–3, El Señor abastecerá a las fami- desde esa hora; y si lo hacen con
lias de los Doce; 4–6, Se llenan las corazones sumisos, con manse­
vacantes que había en el Cuórum de dumbre, a humildad y b longani­
los Doce. midad, yo, el Señor, les prometo
abastecer a sus familias; y les será
De cierto, así dice el Señor: Con­ abierta una puerta eficaz desde
vóquese una conferencia inme­ ahora en adelante.
diatamente; organícense los Doce 4  Salgan ellos la primavera
y sean nombrados hombres para próxima para cruzar las grandes
a 
reemplazar a los que han caído. aguas, y allá promulguen mi evan­
2 Quédese mi siervo a Thomas en gelio en su plenitud y den testimo­
la tierra de Sion una temporada nio de mi nombre.
para publicar mi palabra. 5 Despídanse de mis santos en
3 Continúen predicando los otros la ciudad de Far West el veintiséis
12 a Es decir, el agente que 13 a GEE Sacrificios. 3 a GEE Humildad,
dejó el Profeta para 118 1 a Hech. 1:13, 16–17, humilde, humillar
que pusiera en 22–26. (afligir).
orden sus asuntos 2 a GEE Marsh, b GEE Perseverar.
en Kirtland. Thomas B.
275 Doctrina y Convenios 118:6–119:5
del próximo mes de abril, en el siervo Wilford Woodruff, como
sitio donde se edificará mi casa, también a mi siervo Willard
dice el Señor. Richards, para que ocupen el lu­
6 Nómbrese a mi siervo John gar de aquellos que han caído,
Taylor, y también a mi siervo y notifíqueseles oficialmente su
John  E. Page, y además a mi nombramiento.

SECCIÓN 119
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Far West, Misuri,
el 8 de julio de 1838, en respuesta a su súplica: “¡Oh Señor! Indica a tus
siervos cuánto requieres de las propiedades de tu pueblo como diezmo”.
La ley del diezmo, cual se conoce hoy, no se había dado a la Iglesia an-
tes de esta revelación. La palabra diezmo empleada en la oración que se
acaba de citar, así como en revelaciones anteriores (64:23; 85:3; 97:11),
se había referido no tan solo a una décima parte, sino a todas las ofrendas
voluntarias, o sea, donaciones, a los fondos de la Iglesia. El Señor había
dado previamente a la Iglesia la ley de consagración y la mayordomía
de bienes, la cual los miembros (principalmente los élderes que dirigían)
aceptaron por medio de un convenio que había de ser sempiterno. Por
motivo de que muchos de ellos no cumplieron con ese convenio, el Se-
ñor la retiró por un tiempo y en su lugar dio la ley del diezmo a toda
la Iglesia. El Profeta le preguntó al Señor cuántos de los bienes de ellos
requería Él para propósitos sagrados. La respuesta fue esta revelación.
1–5, Los santos han de dar sus bienes 3  Y esto será el principio del
sobrantes y, después de eso, dar, como diezmo de mi pueblo.
a 

diezmo, la décima parte de su interés 4  Y después de esto, todos


anualmente; 6–7, Tal procedimiento aquellos que hayan entregado
santificará la tierra de Sion. este diezmo pagarán la dé­
cima parte de todo su inte­
De cierto, así dice el Señor, re­ rés anualmente; y esta les será
quiero que todos sus bienes a so­ por ley fija para siempre, para
brantes se pongan en manos del mi santo sacerdocio, dice el
obispo de mi iglesia en Sion, Señor.
2  para la construcción de mi 5 De cierto os digo, acontecerá
a 
casa, para poner el fundamento que todos los que se reúnan en
de Sion, para el sacerdocio y para la tierra de a Sion serán diezma­
las deudas de la Presidencia de dos de todas sus propiedades so­
mi iglesia. brantes y observarán esta ley, o
119 1 a DyC 42:33–34, 55; 2 a DyC 115:8. GEE Diezmar, diezmo.
51:13; 82:17–19. 3 a Mal. 3:8–12; DyC 64:23. 5 a DyC 57:2–3.
Doctrina y Convenios 119:6–121:3 276
no serán considerados dignos de y juicios, para que sea la más
permanecer entre vosotros. santa, he aquí, de cierto os digo,
6 Y os digo que si mi pueblo no no será para vosotros una tierra
observa esta ley para guardarla de Sion.
santa, ni me santifica la tierra de 7 Y esto servirá de norma a to­
a 
Sion por esta ley, a fin de que das las a estacas de Sion. Así sea.
en ella se guarden mis estatutos Amén.

SECCIÓN 120
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Far West, Mi-
suri, el 8 de julio de 1838, en la cual se hace saber la disposición de
los bienes entregados como diezmo, como se indica en la revelación
anterior, la sección 119.
De cierto, así dice el Señor, ha lle­ por el obispo y su consejo, y por
gado el tiempo de que disponga de mi sumo consejo, así como por mi
a 
ellos un consejo integrado por la propia voz dirigida a ellos, dice el
Primera Presidencia de mi iglesia, Señor. Así sea. Amén.

SECCIÓN 121
Oración y profecías escritas por José Smith el Profeta en una epístola
a la Iglesia mientras se hallaba preso en la cárcel de Liberty, Misuri,
fechadas el 20 de marzo de 1839. El Profeta, con varios compañeros,
había pasado meses en prisión. Sus peticiones y apelaciones dirigidas
a las autoridades ejecutivas y judiciales no habían remediado.
1–6, El Profeta suplica al Señor sacerdocio debe ejercerse únicamente
que se acuerde de los santos que con rectitud.
están padeciendo; 7–10, El Señor
le habla paz; 11–17, Malditos son Oh Dios, ¿en dónde estás? ¿Y
todos los que con falsedad acusan dónde está el pabellón que cubre
de transgresión a los del pueblo del tu a morada oculta?
Señor; 18–25, No tendrán derecho 2 a ¿Hasta cuándo se detendrá tu
al sacerdocio y serán condenados; mano, y tu ojo, sí, tu ojo puro, con­
26–32, Se prometen revelaciones templará desde los cielos eternos
gloriosas a los que perseveren va- los agravios de tu pueblo y de tus
lientemente; 33–40, La razón por siervos, y penetrarán sus lamentos
la que muchos son los llamados en tus oídos?
y pocos los escogidos; 41– 46, El 3 Sí, oh Señor, a ¿hasta cuándo
6 a GEE Sion. 120 1 a Es decir, los diezmos. 2 a Hab. 1:2.
7 a GEE Estaca. 121 1 a Sal. 13:1–2; 102:1–2. 3 a DyC 109:49.
277 Doctrina y Convenios 121:4–16
sufrirán estas injurias y opre­ 10 No eres aún como a Job; no
siones ilícitas, antes que tu co­ contienden en contra de ti tus ami­
razón se ablande y tus entrañas gos, ni te acusan de transgredir,
se llenen de compasión por como hicieron con Job.
ellos? 11 La esperanza de los que te
4 Oh Señor Dios a Todopoderoso, acusan de transgresión será des­
Creador de los cielos, la tierra, los hecha, y sus maquinaciones se
mares y cuantas cosas hay en ellos, disiparán como desaparece la a es­
que dominas y sometes al diablo, carcha ante los cálidos rayos del
y al obscuro y tenebroso domi­ sol naciente;
nio del Seol, extiende tu mano; 12 y también Dios ha fijado su
deja que tu ojo penetre; que tu mano y sello para mudar los a tiem­
pabellón se descorra; que ya no pos y las estaciones, y ofuscar sus
quede cubierta tu b morada oculta mentes para que no entiendan
por más tiempo; inclínese tu oído; sus obras maravillosas; para que
ablándese tu corazón y conmué­ los pruebe y los sorprenda en su
vanse tus entrañas de compasión propia astucia;
por nosotros. 13 también porque sus corazo­
5 Permite que tu enojo se en­ nes se han corrompido, y para
cienda en contra de nuestros que las cosas que quieren oca­
enemigos; y en el furor de tu co­ sionar a otros, y se deleitan en
razón, a vénganos de nuestras que otros las padezcan, les so­
injurias con tu espada. brevengan a a ellos mismos en
6 Acuérdate de tus santos que grado sumo;
sufren, oh Dios nuestro, y tus sier­ 14 a fin de que también se vean
vos se regocijarán en tu nombre frustrados y se desvanezcan sus
para siempre. esperanzas;
7 Hijo mío, paz a tu alma; tu 15 y de aquí a pocos años, ellos y
a 
adversidad y tus aflicciones su posteridad serán arrasados de
no serán más que por un breve debajo de los cielos, dice Dios, que
momento; no quedará ni uno de ellos para
8 y entonces, si lo a sobrellevas estar junto al muro.
bien, Dios te exaltará; triunfarás 16 Malditos sean todos los que
sobre todos tus enemigos. alcen el calcañar contra mis a un­
9  Tus a amigos te sostienen, y gidos, dice el Señor, clamando
te saludarán de nuevo con co­ que han b pecado cuando no
razones fervientes y manos pecaron delante de mí, antes
amistosas. hicieron lo que era propio a mis
4 a GEE Omnipotente. GEE Perseverar. 13 a Prov. 28:10; 1 Ne. 14:3.
b DyC 123:6. 9 a DyC 122:3. 16 a 1 Sam. 26:9;
5 a Lucas 18:7–8. 10 a GEE Job. Sal. 105:15.
7 a GEE Adversidad. 11 a Éx. 16:14. b 2 Ne. 15:20;
8 a 1 Pe. 2:19–23. 12 a Dan. 2:21. Moro. 7:14, 18.
Doctrina y Convenios 121:17–31 278
ojos y lo que yo les mandé, dice reservado en su sazón un juicio b 

el Señor. repentino para todos ellos;


17 Mas los que claman transgre­ 25 porque para cada hombre hay
sión lo hacen porque son siervos una a hora señalada, de acuerdo
del pecado, y ellos mismos son con sus b obras.
a 
hijos de la desobediencia. 26 Dios os dará a conocimiento
18 Y los que juran falsamente por medio de su b Santo Espíritu,
contra mis siervos para causarles sí, por el inefable c don del Espíritu
la servidumbre y la muerte, Santo, conocimiento que no se ha
19 ¡ay de ellos!; por haber a ofen­ revelado desde el principio del
dido a mis pequeñitos serán ve­ mundo hasta ahora;
dados de las b ordenanzas de 27 el cual nuestros antepasados
mi casa. con ansiosa expectativa han aguar­
20 Su a cesta no se llenará, sus dado a que se revelara en los pos­
casas y graneros desaparecerán, treros tiempos, hacia los cuales sus
y ellos mismos serán odiados de mentes fueron orientadas por los
quienes los lisonjeaban. ángeles, como que se hallaba reser­
21 No tendrán derecho al a sacer­ vado para la plenitud de su gloria;
docio, ni su posteridad después de 28 una ocasión futura en la que
ellos de generación en generación. a 
nada se retendrá, sea que haya
22  a Mejor les hubiera sido que un Dios o muchos b dioses, serán
se les hubiera colgado una pie­ manifestados.
dra de molino al cuello, y se hu­ 29  Todos los tronos y domi­
bieran ahogado en lo profundo nios, principados y potestades,
del mar. serán a revelados y señalados a
23 ¡Ay de todos aquellos que todos los que valientemente ha­
molestan a los de mi pueblo, y yan perseverado en el evangelio
los acosan, y asesinan, y testifican de Jesucristo.
contra ellos, dice el Señor de las 30 Y también, si se han fijado
Huestes! La a generación de víboras a 
límites a los cielos, los mares o
no se escapará de la condenación la tierra seca, o el sol, la luna o las
del infierno. estrellas,
24 He aquí, mis ojos a ven y co­ 31 todos los tiempos de sus re­
nocen todas sus obras, y tengo voluciones, todos los días, meses
17 a Efe. 5:6. GEE Juicio, juzgar. 98:12.
19 a Mateo 18:6. 25 a Job 7:1; b Sal. 82:1, 6;
GEE Ofender. DyC 122:9. Juan 10:34–36;
b GEE Ordenanzas. b GEE Obras. 1 Cor. 8:5–6;
20 a Deut. 28:15–20. 26 a Dan. 2:20–22; DyC 76:58; 132:20;
21 a GEE Sacerdocio. AdeF 1:9. Abr. 4:1; 5:1–2.
22 a Mateo 18:6; GEE Revelación. 29 a DyC 101:32.
DyC 54:5. b DyC 8:2–3. 30 a Job 26:7–14;
23 a Mateo 12:34. c GEE Don del Espíritu Sal. 104:5–9;
24 a GEE Omnisciente. Santo. Hech. 17:26.
b Hel. 8:25. 28 a DyC 42:61; 76:7–8;
279 Doctrina y Convenios 121:32–39
y años señalados; y todos los días que no aprenden esta lección
de sus días, meses y años, y todas única:
sus glorias, leyes y tiempos fijos, 36 Que los a derechos del sacer­
serán revelados en los días de la docio están inseparablemente
a 
dispensación del cumplimiento unidos a los b poderes del cielo,
de los tiempos, y que estos no pueden ser go­
32 conforme con lo decretado bernados ni manejados sino
en medio del a Concilio del b Dios conforme a los principios de la
Eterno de todos los otros dio­ c 
rectitud.
ses, antes que este mundo fuese, 37 Es cierto que se nos pueden
que habría de reservarse para conferir; pero cuando intentamos
su cumplimiento y fin, cuando a 
encubrir nuestros b pecados, o sa­
todo hombre ha de entrar en su tisfacer nuestro c orgullo, nuestra
eterna c presencia y en su d reposo vana ambición, o ejercer mando,
inmortal. dominio o compulsión sobre las
33 ¿Hasta cuándo pueden per­ almas de los hijos de los hom­
manecer impuras las aguas que bres, en cualquier grado de in­
corren? ¿Qué poder hay que de­ justicia, he aquí, los cielos se
tenga los cielos? Tan inútil le se­ d 
retiran, el Espíritu del Señor es
ría al hombre extender su débil ofendido, y cuando se aparta, se
brazo para contener el río Mi­ acabó el sacerdocio o autoridad
suri en su curso decretado, o de tal hombre.
volverlo hacia atrás, como evi­ 38  He aquí, antes que se dé
tar que el Todopoderoso derrame cuenta, queda abandonado a sí
a 
conocimiento desde el cielo so­ mismo para dar a coces contra el
bre la cabeza de los Santos de aguijón, para b perseguir a los san­
los Últimos Días. tos y combatir contra Dios.
34 He aquí, muchos son los a lla­ 39 Hemos aprendido, por tristes
mados, y pocos los b escogidos. ¿Y experiencias, que la a naturaleza y
por qué no son escogidos? disposición de casi todos los hom­
35  Porque a tal grado han bres, en cuanto reciben un poco
puesto su corazón en las cosas de autoridad, como ellos supo­
de este a mundo, y aspiran tanto nen, es comenzar inmediatamente
a los b honores de los hombres, a ejercer injusto dominio.
31 a GEE Dispensaciones. GEE Conocimiento. Sacerdocio.
32 a GEE Concilio de los 34 a Mateo 20:16; 22:1–14; b GEE Poder.
cielos. DyC 95:5–6. c GEE Rectitud, recto.
b Deut. 10:17. GEE Llamado, llamado 37 a Prov. 28:13.
c GEE Hombre(s) — Su por Dios, llamamiento. b GEE Pecado.
potencial para llegar b GEE Escogido (adjetivo c GEE Orgullo.
a ser como nuestro o sustantivo). d DyC 1:33.
Padre Celestial. 35 a GEE Mundano, lo. 38 a Hech. 9:5.
d GEE Descansar, b Mateo 6:2; b GEE Persecución,
descanso (reposo). 2 Ne. 26:29. perseguir.
33 a DyC 128:19. 36 a GEE Autoridad; 39 a GEE Hombre natural.
Doctrina y Convenios 121:40–122:4 280
40 Por tanto, muchos son llama­ 44 para que sepa que tu fideli­
dos, pero pocos son escogidos. dad es más fuerte que los lazos
41 Ningún poder o influencia de la muerte.
se puede ni se debe mantener en 45 Deja también que tus entra­
virtud del sacerdocio, sino por ñas se llenen de caridad para con
a 
persuasión, por b longanimidad, todos los hombres, y para con los
benignidad, mansedumbre y por de la familia de la fe, y deja que la
amor sincero; a 
virtud engalane tus b pensamien­
42  por bondad y por conoci­ tos incesantemente; entonces tu
miento puro, lo cual engrande­ confianza se fortalecerá en la pre­
cerá en gran manera el alma sin sencia de Dios; y la doctrina del
a 
hipocresía y sin b malicia; sacerdocio destilará sobre tu alma
43 a reprendiendo en el momento como c rocío del cielo.
oportuno con b severidad, cuando 46 El a Espíritu Santo será tu com­
lo induzca el Espíritu Santo; y pañero constante, y tu cetro, un
entonces demostrando mayor cetro inmutable de justicia y de
c 
amor hacia el que has repren­ verdad; y tu b dominio será un do­
dido, no sea que te considere su minio eterno, y sin ser compelido
enemigo; fluirá hacia ti para siempre jamás.

SECCIÓN 122
La palabra del Señor a José Smith el Profeta mientras este se hallaba
preso en la cárcel de Liberty, Misuri. Esta sección constituye un frag-
mento de una epístola a la Iglesia fechada el 20 de marzo de 1839 (véase
el encabezamiento de la sección 121).
1–4, Los extremos de la tierra inda- 2 en tanto que los puros de co­
garán el nombre de José Smith; 5–7, razón, los sabios, los nobles y los
Todos sus peligros y tribulaciones le virtuosos buscarán a consejo, au­
servirán de experiencia y serán para toridad y bendiciones de tu mano
su bien; 8–9, El Hijo del Hombre ha constantemente.
descendido debajo de todo ello. 3 El testimonio de traidores nunca
volverá a tu pueblo en contra de ti.
Los extremos de la tierra inda­ 4 Y aunque su influencia te lance
garán tu a nombre, los necios se en dificultades y tras rejas y muros,
burlarán de ti y el infierno se en­ se te estimará con honor; y a de aquí
colerizará en tu contra; a poco tu voz será más terrible
41 a 1 Pe. 5:1–3. estrictez. DyC 128:19.
b 2 Cor. 6:4–6. c GEE Amor; 46 a GEE Espíritu Santo.
42 a Stg. 3:17. Caridad. b Dan. 7:13–14.
b GEE Engañar, engaño. 45 a GEE Virtud. 122 1 a JS—H 1:33.
43 a GEE Castigar, castigo. b GEE Pensamientos. 2 a GEE Consejo.
b O sea, con claridad y c Deut. 32:1–2; 4 a DyC 121:7–8.
281 Doctrina y Convenios 122:5–9
entre tus enemigos que el b león fe­ 7 si eres echado en el foso o en
roz, a causa de tu rectitud, y tu Dios manos de homicidas, y eres con­
te amparará para siempre jamás. denado a muerte; si eres arrojado
5 Si te es requerido pasar tribula­ al a abismo; si las bravas olas cons­
ciones; si te encuentras en peligro piran contra ti; si el viento hura­
entre hermanos falsos; si estás en canado se hace tu enemigo; si los
peligro entre ladrones; si peligras cielos se ennegrecen y todos los
en tierra o mar; elementos se combinan para obs­
6 si se te acusa con todo género de truir la vía; y sobre todo, si las
acusaciones falsas; si te acometen puertas mismas del b infierno se
tus enemigos; si te apartan del lado abren de par en par para tragarte,
de tu padre y madre, hermanos y entiende, hijo mío, que todas estas
hermanas; si con la espada desen­ cosas te servirán de c experiencia,
vainada tus enemigos te arrebatan y serán para tu bien.
del seno de tu esposa y de tu fami­ 8 El a Hijo del Hombre ha b descen­
lia, y tu hijo mayor, que solo tiene dido debajo de todo ello. ¿Eres tú
seis años de edad, se prende de tu mayor que él?
ropa, diciendo: Padre mío, padre 9 Por tanto, persevera en tu ca­
mío, ¿por qué no puedes quedarte mino, y el sacerdocio a quedará
con nosotros? Padre mío, ¿qué van contigo; porque los b límites de
a hacer contigo estos hombres?; y ellos están señalados, y no los pue­
si entonces lo echan de tu lado a den traspasar. Tus c días son conoci­
fuerza de espada, y te arrastran a dos y tus años no serán acortados;
la cárcel, y tus enemigos te rodean d 
no temas, pues, lo que pueda ha­
como a lobos que buscan la sangre cer el hombre, porque Dios estará
del cordero; contigo para siempre jamás.

SECCIÓN 123
El deber de los santos con relación a sus perseguidores, cual lo escribió José
Smith el Profeta mientras se hallaba preso en la cárcel en Liberty, Misuri.
Esta sección constituye un fragmento de una epístola a la Iglesia fechada
el 20 de marzo de 1839 (véase el encabezamiento de la sección 121).
1–6, Los santos deben recopilar mismo espíritu que instituyó los
y publicar un relato de sus sufri- credos falsos conduce también a la
mientos y persecuciones; 7–10, El persecución de los santos; 11–17,
4 b
3 Ne. 20:16–21; 21:12. 2 Ne. 2:11. d Neh. 4:14;
6 a Lucas 10:3. 8 a GEE Hijo del Hombre. Sal. 56:4; 118:6;
7 a Jonás 2:3–6. b Heb. 2:9, 17–18; Prov. 3:5–6;
b 2 Sam. 22:5–7; DyC 76:107; 88:6. Isa. 51:7;
JS—H 1:15–16. 9 a DyC 90:3. Lucas 12:4–5;
c 2 Cor. 4:17; b Hech. 17:26. 2 Ne. 8:7;
Heb. 12:10–11; c DyC 121:25. DyC 3:7; 98:14.
Doctrina y Convenios 123:1–9 282
Muchas personas de entre todas las que nuestro Padre Celestial nos ha
sectas aún recibirán la verdad. mandado hacer, antes que poda­
mos reclamar plena y cabalmente
Además, sugerimos que conside­ el cumplimiento de esa promesa
réis la conveniencia de que todos que lo llamará de su a morada
los santos recopilen lo que sepan oculta; y también para que toda
de todos los hechos, sufrimientos la nación quede sin excusa, antes
y abusos que les ha ocasionado el que él descargue la fuerza de su
pueblo de este estado; brazo poderoso.
2 y también de todas las propie­ 7 Es una obligación imperiosa
dades y el monto de los daños que que tenemos para con Dios y los
han sufrido, tanto de reputación y ángeles, ante quienes nos presenta­
lesiones personales, como de bie­ remos, así como para con nosotros
nes raíces; mismos, nuestras esposas e hijos
3 y además, los nombres de to­ que han sido agobiados por la an­
das las personas que hayan to­ gustia, tristeza y congoja, bajo la
mado parte en sus opresiones, mano más detestable del homici­
hasta donde se puedan obtener y dio, la tiranía y la opresión, apoya­
averiguar. dos, incitados y sostenidos por la
4 Y tal vez se pueda nombrar a influencia de ese espíritu que tan
un comité para investigar estas fuertemente ha remachado los cre­
cosas y recoger declaraciones y dos de los padres, quienes han he­
deposiciones, y también juntar redado mentiras, en el corazón de
las publicaciones difamatorias los hijos, y ha llenado el mundo de
que circulan; confusión, y se ha estado haciendo
5 y todas las que hay en las re­ cada vez más fuerte, y es ahora la
vistas y enciclopedias, así como fuente misma de toda corrupción,
todas las historias difamatorias y la a tierra entera gime bajo el peso
ya publicadas y las que se están de su iniquidad.
escribiendo, con sus autores, a 8 Es un a yugo de hierro, una li­
fin de exponer la concatenación gadura fuerte; son las esposas y
completa de perversidad diabó­ cadenas, las ataduras y grilletes
lica e imposiciones nefarias y ase­ mismos del infierno.
sinas que se han cometido contra 9 De manera que es un deber
este pueblo, imperioso que tenemos, no solo
6 para no solamente publicarlas para con nuestras propias esposas
al mundo entero, sino para pre­ e hijos, sino para con las viudas y
sentarlas a los jefes del gobierno los huérfanos, cuyos maridos y
en todo su aspecto tenebroso e padres han sido a asesinados bajo
infernal como el último esfuerzo su mano de hierro,
123 6 a DyC 101:89; 121:1, 4. 8 a GEE Yugo.
7 a Moisés 7:48–49. 9 a DyC 98:13; 124:54.
283 Doctrina y Convenios 123:10–17
10 hechos tenebrosos y envile­ de las tinieblas, hasta donde las
cedores que son suficientes para sepamos; y en verdad estas se ma­
hacer que el infierno mismo se es­ nifiestan de los cielos;
tremezca y se quede despavorido 14 de manera que se debe atender
y pálido, y que las manos del pro­ a estas cosas con gran diligencia.
pio diablo tiemblen y se paralicen. 15 Ningún hombre las considere
11 Y además, es una obligación como cosas pequeñas, porque hay
imperiosa que tenemos para con mucho en lo futuro, perteneciente
la generación que va creciendo a los santos, que depende de estas
y para con todos los puros de cosas.
corazón; 16 Hermanos, vosotros sabéis
12 porque todavía hay muchos que un barco muy grande se a bene­
en la tierra, entre todas las sec­ ficia mucho en una tempestad, con
tas, partidos y denominaciones, un timón pequeño que lo acomoda
que son a cegados por la sutil as­ al vaivén del viento y de las olas.
tucia de los hombres que acechan 17 Por tanto, muy queridos her­
para engañar, y no llegan a la ver­ manos, hagamos con a buen ánimo
dad solo porque b no saben dónde cuanta cosa esté a nuestro alcance;
hallarla; y entonces podremos permanecer
13 por lo tanto, consumamos y tranquilos, con la más completa
agotemos nuestras vidas dando seguridad, para ver la b salvación
a conocer todas las a cosas ocultas de Dios y que se revele su brazo.

SECCIÓN 124
Revelación dada a José Smith el Profeta en Nauvoo, Illinois, el 19 de
enero de 1841. A causa de las persecuciones y los procedimientos ilíci-
tos cada vez más numerosos, tramados contra ellos por las autoridades
públicas, los santos se habían visto obligados a salir de Misuri. La orden
exterminadora expedida por Lilburn W. Boggs, gobernador de Misuri,
fechada el 27 de octubre de 1838, no les había dejado otro recurso. En
1841, cuando se dio esta revelación, los santos habían edificado la ciu-
dad de Nauvoo en el sitio que anteriormente había ocupado el pueblo de
Commerce, Illinois, y allí se había establecido la cabecera de la Iglesia.
1–14, Se le manda a José Smith hacer Unidos, a los gobernadores y a los
una proclamación solemne del Evan- soberanos de todas las naciones;
gelio al presidente de los Estados 15–21, Hyrum Smith, David W.
12 a Col. 2:8; 13 a 1 Cor. 4:5. DyC 64:33.
DyC 76:75. 16 a Stg. 3:4; 17 a DyC 59:15.
b 1 Ne. 8:21–23. Alma 37:6–7; b Éx. 14:13.
Doctrina y Convenios 124:1–8 284
Patten, Joseph Smith, padre, y otros y de esta estaca que he asentado
a 

de entre los vivos y de entre los para ser una piedra angular de
muertos son bendecidos por su in- Sion, la cual ha de ser bruñida con
tegridad y sus virtudes; 22–28, Se la exquisitez que es a semejanza de
manda a los santos edificar en Nau- un palacio.
voo una casa de alojamiento para 3 Se hará esta proclamación a
los forasteros, así como un templo; todos los a reyes del mundo, hasta
29–36, El bautismo por los muer- sus cuatro ángulos, al honorable
tos debe efectuarse en los templos; presidente electo, a los eminen­
37–44, El pueblo del Señor siempre tes gobernadores de la nación
edifica templos para efectuar en ellos en que vives y a todas las na­
ordenanzas santas; 45–55, Se exime ciones de la tierra esparcidas en
a los santos de edificar el templo en el extranjero.
el condado de Jackson por motivo de 4 Escríbase con el espíritu de
la opresión de sus enemigos; 56–83, a 
mansedumbre y por el poder del
Se dan instrucciones para la edifica- Espíritu Santo, que estará en ti al
ción del Mesón de Nauvoo; 84–96, escribirla;
Hyrum Smith es llamado a ocupar el 5 porque por el Espíritu Santo
oficio de patriarca y recibir las llaves se te concederá saber mi voluntad
y ocupar el lugar de Oliver Cowdery; concerniente a dichos reyes y au­
97–122, Se dan consejos a William toridades, sí, lo que les acontecerá
Law y a otros hermanos en cuanto a en lo porvenir.
sus obras; 123–145, Se nombran ofi- 6 Porque he aquí, estoy a punto
ciales generales y locales, junto con de mandarles que presten atención
sus deberes y afiliación en cuanto a a la luz y a la gloria de Sion, por­
sus cuórums. que ha llegado la hora señalada
para favorecerla.
De cierto, así te dice el Señor, mi 7 Por tanto, exhórtalos con una
siervo José Smith, estoy bien com­ fuerte proclamación y con tu tes­
placido con la ofrenda y los reco­ timonio, sin temerlos, porque son
nocimientos que has hecho; porque como la a hierba, y toda su gloria
para este fin te he levantado, para es como la flor de la hierba que
manifestar mi sabiduría por medio pronto cae, para que también que­
de las a cosas débiles de la tierra. den sin excusa,
2 Tus oraciones son aceptas de­ 8 y para que yo los visite en el
lante de mí, y como respuesta te día de la visitación, cuando des­
digo que ahora eres llamado para cubra la faz de mi velo, para se­
hacer inmediatamente una procla­ ñalar la porción del opresor
mación solemne de mi evangelio entre los hipócritas, donde es el
124 1 a 1 Cor. 1:26–28; Mateo 10:18; 7 a Sal. 103:15–16;
DyC 1:19; 35:13. DyC 1:23. Isa. 40:6–8;
2 a GEE Estaca. 4 a GEE Mansedumbre, 1 Pe. 1:24–25.
3 a Sal. 119:46; manso.
285 Doctrina y Convenios 124:9–19
crujir de dientes, si rechazan a
a 
bendito es mi siervo a Hyrum
mis siervos y mi testimonio que Smith, porque yo, el Señor, lo amo
les he revelado. a causa de la b integridad de su co­
9 Además, los visitaré y ablan­ razón, y porque él ama lo que es
daré sus corazones, muchos de justo ante mí, dice el Señor.
ellos para vuestro beneficio, a fin 16 Además, mi siervo John C.
de que halléis gracia ante sus ojos, Bennett te ayudará en la obra de
para que vengan a la a luz de la ver­ enviar mi palabra a los reyes y
dad, y los gentiles a la exaltación pueblos de la tierra, y te sosten­
y enaltecimiento de Sion. drá a ti, mi siervo José Smith, en
10 Porque el día de mi visitación la hora de aflicción; y no fallará
viene pronto, a la a hora que no su recompensa, si acepta a consejo.
pensáis; y, ¿dónde habrá seguri­ 17 Y a causa de su amor, será
dad para mi pueblo y refugio para grande; porque si hace esto, será
aquellos que quedaren? mío, dice el Señor. He visto la obra
11 ¡Despertad, oh reyes de la tie­ que ha hecho, la cual acepto si con­
rra! ¡Venid, oh venid con vuestro tinúa, y lo coronaré con bendicio­
oro y con vuestra plata en auxilio nes y gran gloria.
de mi pueblo, a la casa de las hi­ 18 Y además, te digo que es mi
jas de Sion! voluntad que mi siervo Lyman
12 Y además, de cierto te digo, Wight siga predicando a favor de
ayúdete mi siervo Robert  B. Sion, con el espíritu de manse­
Thompson a escribir dicha procla­ dumbre, confesándome ante el
mación, porque estoy bien compla­ mundo; y lo sostendré como en
cido con él y con que permanezca a 
alas de águila; y engendrará glo­
contigo. ria y honra tanto para él como para
13 Por tanto, escuche él tu con­ mi nombre.
sejo, y lo bendeciré con multipli­ 19 Para que, cumplida su obra,
cidad de bendiciones; sea fiel y yo lo reciba, como recibí a mi
verídico desde ahora en adelante siervo a David Patten, que está
en todas las cosas, y será grande conmigo ahora, y también a mi
ante mis ojos. siervo b Edward Partridge y a mi
14  Pero recuerde que de sus anciano siervo c Joseph Smith, pa­
manos le requeriré que me rinda dre, que se sienta a la diestra d de
cuentas de su a mayordomía. Abraham; y bendito y santo es él,
15 Y además, de cierto te digo, porque es mío.
8 a Mateo 8:12; 14 a GEE Mayordomía, 19 a DyC 124:130.
Alma 40:13; mayordomo. GEE Patten, David W.
DyC 101:91; 112:24. 15 a GEE Smith, Hyrum. b GEE Partridge,
9 a Isa. 60:1–4. b GEE Integridad. Edward.
GEE Luz, luz de Cristo. 16 a GEE Consejo. c GEE Smith, padre,
10 a Mateo 24:44; 18 a Éx. 19:4; Joseph.
JS—M 1:48. Isa. 40:31. d DyC 137:5.
Doctrina y Convenios 124:20–30 286
20  Además, te digo que mi administrarla no permite que sea
siervo George Miller es sin a en­ contaminada. Será santa, o el Señor
gaño; se puede confiar en él por vuestro Dios no morará en ella.
motivo de la integridad de su co­ 25 Y además, de cierto os digo,
razón; y por el amor que él tiene vengan desde lejos todos mis
por mi testimonio, yo, el Señor, santos;
lo amo. 26 y enviad mensajeros velo­
21 Por tanto, te digo que sello ces, sí, mensajeros escogidos, y
sobre su cabeza el oficio de un decidles: Venid, vosotros, con
a 
obispado, semejante a mi siervo todo vuestro oro, vuestra plata,
Edward Partridge, para que reciba vuestras piedras preciosas y to­
las consagraciones de mi casa, a das vuestras antigüedades; y con
fin de que confiera bendiciones todos aquellos que tengan cono­
sobre la cabeza de los pobres de cimiento de antigüedades, que
mi pueblo, dice el Señor. Nadie quieran venir, vengan, y traigan
desprecie a mi siervo George, el boj, el abeto y el pino, junto
porque él me honrará. con todos los árboles preciosos
22 Edifiquen una a casa en mi de la tierra;
nombre mi siervo George, y mi 27 y con hierro, cobre, bronce,
siervo Lyman, y mi siervo John cinc y todas vuestras cosas pre­
Snider y otros, tal como mi siervo ciosas de la tierra; y edificad una
José les muestre, en el sitio que él a 
casa a mi nombre, para que en ella
también les indicará. b 
more el Altísimo.
23 Y será una casa de hospedaje, 28 Porque no existe lugar sobre
una casa en donde el forastero la tierra a donde él pueda venir a
que venga de lejos pueda alojarse; a 
restaurar otra vez lo que estaba
sea, pues, una casa buena, digna perdido para vosotros, o lo que él
de toda aceptación, para que el ha quitado, a saber, la plenitud del
a 
viajero cansado goce de salud y sacerdocio.
seguridad mientras reflexione so­ 29  Porque no hay una a pila
bre la palabra del Señor, y la b pie­ bautismal sobre la tierra en
dra angular que le he señalado la que mis santos puedan ser
a Sion. b 
bautizados por los que han
24 Esta casa será una habitación muerto,
sana, si se edifica a mi nombre, 30 porque esta ordenanza per­
y si el que sea nombrado para tenece a mi casa, y no me puede
20 a GEE Engañar, 27 a DyC 109:5. b 1 Cor. 15:29;
engaño. GEE Templo, Casa del DyC 127:6; 138:33.
21 a DyC 41:9. Señor. GEE Bautismo,
GEE Obispo. b Éx. 25:8; bautizar — Bautismo
22 a DyC 124:56–60. DyC 97:15–17. por los muertos;
23 a Deut. 31:12; 28 a GEE Restauración del Salvación de los
Mateo 25:35, 38. Evangelio. muertos.
b DyC 124:2. 29 a DyC 128:13.
287 Doctrina y Convenios 124:31–39
ser aceptable, sino en los días de partes, no me serán aceptables,
vuestra pobreza, durante los cua­ dice el Señor.
les no podéis edificarme una casa. 36 Porque se ha decretado que
31 Pero os mando a todos vo­ en Sion, y en sus estacas, y en Je­
sotros, mis santos, que me a edi­ rusalén, esos sitios que he seña­
fiquéis una casa; y os concedo el lado como a refugio, han de ser los
tiempo suficiente para que me la lugares designados para vuestros
edifiquéis; y durante este tiempo bautismos por vuestros muertos.
vuestros bautismos me serán 37 Además, de cierto os digo,
aceptables. ¿cómo podré aceptar vuestros a la­
32 Mas he aquí, vuestros bau­ vamientos, si no los efectuáis en
tismos por vuestros muertos no una casa que hayáis erigido a mi
me serán aceptables al cabo de nombre?
este plazo; y si no habéis hecho 38  Porque por esta causa le
estas cosas para cuando termine mandé a Moisés que construyera
el plazo, seréis rechazados como un a tabernáculo, para que lo lleva­
iglesia, junto con vuestros muer­ ran consigo por el desierto, y que
tos, dice el Señor vuestro Dios. construyera una b casa en la tierra
33  Porque de cierto os digo, de promisión, a fin de que se re­
vuestros bautismos por vues­ velaran las ordenanzas que habían
tros muertos no me pueden ser estado ocultas desde antes que el
aceptables después que hayáis mundo fuese.
tenido el tiempo suficiente para 39 Por tanto, de cierto os digo
edificarme una casa, donde co­ que vuestras a unciones y lava­
rresponde la ordenanza del bau­ mientos, y vuestros b bautismos
tismo por los muertos, para por los muertos, y vuestras c asam­
quienes se instituyó desde antes bleas solemnes y memoriales para
de la fundación del mundo; vuestros d sacrificios por medio de
34 porque en ella se confieren los hijos de Leví, y para vuestros
las a llaves del santo sacerdo­ oráculos en vuestros e lugares san­
cio, a fin de que recibáis honra tísimos en donde recibís conver­
y gloria. saciones, y vuestros estatutos y
35 Y pasado dicho tiempo, vues­ juicios, para el principio de las re­
tros bautismos por los muertos, velaciones y fundamento de Sion,
efectuados por los que se en­ y para la gloria, honra e investi­
cuentren esparcidos en otras dura de todos sus habitantes, son
31 a DyC 97:10. 38 a Éx. 25:1–9; 33:7. Ordenanza vicaria.
34 a DyC 110:14–16. GEE Tabernáculo. c DyC 88:117.
GEE Llaves del b GEE Templo, Casa del d DyC 13; 84:31; 128:24;
sacerdocio. Señor. JS—H 1:69.
36 a Isa. 4:5–6. 39 a Éx. 29:7. e Ezeq. 41:4;
37 a GEE Lavado, GEE Unción. DyC 45:32; 87:8;
lavamientos, lavar. b GEE Ordenanzas — 101:22.
Doctrina y Convenios 124:40–51 288
conferidos mediante la ordenanza 47  Y acontecerá que si edifi­
de mi santa casa, que a mi pueblo cáis una casa a mi nombre, y no
siempre se le manda construir a hacéis las cosas que yo mando,
mi santo nombre. no realizaré el a juramento que
40 Y de cierto os digo, edifíquese os hago, ni cumpliré las prome­
esta casa a mi nombre, para que en sas que esperáis de mis manos,
ella pueda yo revelar mis ordenan­ dice el Señor.
zas a mi pueblo; 48 Porque a en lugar de bendicio­
41 porque me propongo a reve­ nes, vosotros, por vuestras propias
lar a mi iglesia cosas que han es­ obras, traéis maldiciones, ira, in­
tado b escondidas desde antes de dignación y juicios sobre vuestra
la fundación del mundo, cosas propia cabeza, a causa de vuestras
que pertenecen a la dispensación insensateces y todas vuestras abo­
del c cumplimiento de los tiempos. minaciones que cometéis ante mí,
42 Y le a mostraré a mi siervo José dice el Señor.
todas las cosas concernientes a esta 49 De cierto, de cierto os digo,
casa, y su sacerdocio, y el sitio so­ que cuando doy un mandamiento
bre el cual se ha de edificar. a cualquiera de los hijos de los
43 Y la construiréis en el lugar hombres de hacer una obra en mi
donde habéis proyectado, porque nombre, y estos, con todas sus
es el sitio que os he escogido para fuerzas y con todo lo que tienen,
construirla. procuran hacer dicha obra, sin que
44 Si trabajáis con todo vuestro cese su a diligencia, y sus enemigos
poder, yo consagraré ese lugar vienen sobre ellos y les impiden
para que sea a santo. la ejecución de ella, he aquí, me
45 Y si los de mi pueblo escuchan conviene no b exigirla más a esos
mi voz, y la voz de mis a siervos hijos de los hombres, sino aceptar
que he nombrado para guiar a mi sus ofrendas.
pueblo, he aquí, de cierto os digo 50 Y la iniquidad y violación de
que no serán quitados de su lugar. mis santas leyes y mandamientos
46 Mas si no escuchan mi voz, a 
visitaré sobre la cabeza de aque­
ni la voz de estos hombres que llos que impidieron mi obra, hasta
he nombrado, no serán bendeci­ la tercera y la cuarta b generación,
dos, porque contaminan mi tierra mientras c no se arrepientan y me
santa, y mis santas ordenanzas y aborrezcan, dice Dios el Señor.
estatutos, y mis santas palabras 51 Así que, por esta causa yo
que yo les doy. he aceptado las ofrendas de
41 a AdeF 1:9. 45 a DyC 1:38. 50 a Mos. 12:1.
b DyC 121:26–32. GEE Profeta. b Deut. 5:9;
c Efe. 1:9–10; 47 a GEE Juramento. DyC 98:46–47.
DyC 27:13; 112:30. 48 a Deut. 28:15. c GEE Arrepentimiento,
42 a DyC 95:14–17. 49 a GEE Diligencia. arrepentirse.
44 a GEE Santo (adjetivo). b DyC 56:4; 137:9.
289 Doctrina y Convenios 124:52–62
aquellos a quienes mandé que alojamiento de forasteros, edifi­
edificasen una ciudad y una a casa cadla a mi nombre, y lleve sobre
a mi nombre en el b condado de ella mi nombre, y haya lugar en
Jackson, Misuri, y cuyos enemi­ ella para mi siervo José y su casa,
gos se lo impidieron, dice el Señor de generación en generación.
vuestro Dios. 57 Porque he confirmado esta
52 Y a juicio, ira, indignación, unción sobre su cabeza, a fin de
llanto, angustia y crujir de dien­ que su bendición también sea so­
tes devolveré sobre su cabeza hasta bre la cabeza de su posteridad
la tercera y la cuarta generación, después de él.
mientras no se arrepientan y me 58 Y como dije a a Abraham, to­
aborrezcan, dice el Señor vuestro cante a las familias de la tierra,
Dios. así también le digo a mi siervo
53 Y os hago de esto un ejemplo José: En ti y en tu b simiente se­
para vuestro consuelo, en lo que rán benditas las familias de
concierne a todos aquellos a quie­ la tierra.
nes se ha mandado hacer alguna 59 Por consiguiente, haya lugar
obra, y las manos de sus enemigos en esa casa para mi siervo José
y la opresión se lo han impedido, y para su posteridad después
dice el Señor vuestro Dios. de él, de generación en genera­
54  Porque soy el Señor vues­ ción, para siempre jamás, dice
tro Dios, y salvaré a todos los el Señor.
de vuestros hermanos que fue­ 60 Y sea el nombre de esa casa el
ron de a corazón puro, y que han Mesón de Nauvoo; y sea una habi­
sido b muertos en la tierra de tación deleitosa para el hombre, y
Misuri, dice el Señor. un lugar de reposo para el viajero
55 Además, de cierto os digo, fatigado, para que contemple la
de nuevo os mando construir una gloria de Sion y la gloria de esta,
a 
casa a mi nombre en este lugar, su piedra del ángulo;
para que b probéis ante mí que sois 61 a fin de que también reciba
fieles en todas las cosas que os el consejo de aquellos a quienes
mando, para que yo os bendiga y he puesto para que sean como
os corone con honra, inmortalidad a 
plantas de renombre y como
y vida eterna. b 
centinelas en sus muros.
56 Y ahora os digo, en cuanto 62 He aquí, de cierto os digo,
a mi a casa de huéspedes que os organícense mis siervos George
he mandado construir para el Miller, Lyman Wight, John
51 a DyC 115:11. 55 a
DyC 127:4. GEE Abraham,
b GEE Condado de b Abr. 3:25. convenio de (convenio
Jackson, Misuri 56 a
DyC 124:22–24. abrahámico).
(EE. UU.). 58 a
Gén. 12:3; 22:18; 61 a Isa. 61:3;
52 a DyC 121:11–23. Abr. 2:11. Ezeq. 34:29.
54 a GEE Pureza, puro. GEE Abraham. b GEE Atalaya, atalayar.
b DyC 98:13; 103:27–28. b DyC 110:12.
Doctrina y Convenios 124:63–75 290
Snider y Peter Haws, y nómbrese 70 Además, de cierto os digo, si
a uno de ellos presidente de su mis siervos George Miller, Lyman
cuórum con objeto de construir Wight, John Snider y Peter Haws
esa casa. reciben capital en sus manos, ya
63 Y formarán una institución sea dinero o bienes que representen
mediante la cual puedan reunir el valor real del dinero, no usarán
capital para la edificación de esa parte alguna de ese capital para
casa. otro propósito sino el de esa casa.
64 Y no recibirán menos de cin­ 71 Y si destinan cualquier parte
cuenta dólares por cada acción de de ese capital a otro objeto ajeno al
esa casa, y se les permitirá recibir de esa casa, sin el consentimiento
hasta quince mil dólares de una del accionista, y no reponen con
sola persona por acciones de di­ cuatro tantos el valor del capital
cha casa. que hayan destinado a otro uso,
65 Pero no se les permitirá acep­ serán maldecidos y quitados de
tar más de quince mil dólares de su lugar, dice el Señor Dios; por­
capital de una sola persona; que yo, el Señor, soy Dios, y no
66 ni les será permitido recibir he de ser a burlado en ninguna de
menos de cincuenta dólares de estas cosas.
una sola persona, por una acción 72 De cierto os digo, compre mi
de esa casa. siervo José acciones de esa casa,
67 Y no se les permitirá recibir a de manos de ellos, como le pa­
persona alguna como accionista de rezca bien; pero mi siervo José no
esa casa, a menos que entregue en puede invertir más de quince mil
sus manos el valor de las acciones dólares de capital en esa casa, ni
al recibirlas; menos de cincuenta; ni tampoco
68 y recibirá acciones de esa casa podrá hacerlo ningún otro hom­
en proporción a la cantidad que bre, dice el Señor.
entregue en sus manos; pero si no 73 Y también hay otros que de­
entrega nada en sus manos, no re­ sean saber mi voluntad concer­
cibirá acciones de la casa. niente a ellos, porque me lo han
69 Y si alguien entrega dinero pedido.
en sus manos, será a cambio de 74 Por tanto, os digo en cuanto a
acciones de esa casa, para él y su mi siervo Vinson Knight, si quiere
posteridad después de él, de gene­ hacer mi voluntad, compre accio­
ración en generación, mientras él y nes de esa casa para él y para su
sus herederos retengan esas accio­ posteridad después de él, de ge­
nes y no las vendan o traspasen de neración en generación.
sus manos, por su voluntad y acto 75 Y alce su voz larga y fuerte­
propios, si queréis obedecer mi vo­ mente en medio del pueblo, para
luntad, dice el Señor vuestro Dios. a 
abogar la causa de los pobres y
71 a Gál. 6:7. 75 a Prov. 31:9.
291 Doctrina y Convenios 124:76–87
los necesitados, y no flaquee, ni su bien le parezca, para él y su poste­
corazón desmaye; y b aceptaré sus ridad después de él, de generación
ofrendas, porque no serán para mí en generación.
como las de Caín, porque él será 82 Invierta capital en esa casa mi
mío, dice el Señor. siervo William Law, para él y su
76 Regocíjese su familia y aparten posteridad después de él, de ge­
su corazón de la congoja, porque lo neración en generación.
he escogido y ungido, y se le hon­ 83  Si quiere obedecer mi vo­
rará en medio de su casa, porque luntad, no lleve a su familia a
le perdonaré todos sus pecados, las regiones del este, es decir, a
dice el Señor. Amén. Kirtland; no obstante, yo, el Se­
77 De cierto os digo, invierta ca­ ñor, edificaré a Kirtland, pero
pital en esa casa mi siervo Hyrum tengo preparado un azote para sus
como bien le parezca, para él y su habitantes.
posteridad después de él, de ge­ 84 Y en cuanto a mi siervo Almon
neración en generación. Babbitt, hay muchas cosas que no
78 Invierta capital en esa casa me complacen; he aquí, ambiciona
mi siervo Isaac Galland, porque imponer su propio criterio en lugar
yo, el Señor, lo amo por la obra del consejo que yo he ordenado, sí,
que ha hecho, y perdonaré todos el de la Presidencia de mi iglesia;
sus pecados; por consiguiente, sea y levanta un a becerro de oro para
tenido en memoria por su parte que mi pueblo lo adore.
en esa casa, de generación en 85  No se a vaya de este lugar
generación. nadie que haya venido aquí con
79 Nómbrese entre vosotros a la intención de obedecer mis
mi siervo Isaac Galland, y ordé­ mandamientos.
nelo y bendígalo mi siervo Wi­ 86 Si viven aquí, vivan para mí;
lliam Marks, para que vaya con y si mueren, mueran para mí;
mi siervo Hyrum a cumplir la porque aquí a descansarán de to­
obra que mi siervo José les in­ dos sus afanes, y continuarán sus
dique, y serán grandemente obras.
bendecidos. 87 Por tanto, confíe mi siervo
80 Invierta capital en esa casa William en mí, y cese de temer
mi siervo William Marks, como en cuanto a su familia por causa
bien le parezca, para él y para de la enfermedad que hay en la
su posteridad, de generación en tierra. Si me a amáis, guardad mis
generación. mandamientos, y la enfermedad
81 Invierta capital en esa casa mi de la tierra b redundará en gloria
siervo Henry G. Sherwood, como para vosotros.
75 b Gén. 4:4–5; 86 a Apoc. 14:13. 87 a Juan 14:15.
Moisés 5:18–28. GEE Descansar, b DyC 121:8; 122:7.
84 a Éx. 32:2–4. descanso (reposo);
85 a Lucas 9:62. Paraíso.
Doctrina y Convenios 124:88–97 292
88  Salga mi siervo William y 93 para que cualquiera que él
proclame mi evangelio sempiterno bendiga sea bendecido, y cual­
en voz alta y con gran gozo, según quiera que él a maldiga sea malde­
lo inspire mi a Espíritu, a los habi­ cido; para que lo que b atare en la
tantes de Warsaw, y también a los tierra sea atado en los cielos, y lo
habitantes de Carthage y de Bur­ que desatare en la tierra sea desa­
lington, así como a los de Madison, tado en los cielos.
y espere paciente y diligentemente 94 Y desde ahora en adelante, lo
instrucciones adicionales en mi nombro profeta, a vidente y reve­
conferencia general, dice el Señor. lador de mi iglesia, así como mi
89 Si quiere obedecer mi volun­ siervo José;
tad, escuche de aquí en adelante 95 a fin de que también obre de
el consejo de mi siervo José, y con común acuerdo con mi siervo José,
su ganancia apoye la a causa de y de él reciba consejo, y mi siervo
los pobres y publique b la nueva José le mostrará las a llaves me­
traducción de mi santa palabra a diante las cuales podrá pedir y
los habitantes de la tierra. recibir, y ser coronado con igual
90 Y si hace esto, lo a bendeciré bendición, gloria, honra, sacerdo­
con multiplicidad de bendiciones, cio y dones del sacerdocio que en
de manera que no será abando­ un tiempo se confirieron al que fue
nado, ni su descendencia tendrá mi siervo b Oliver Cowdery;
que b mendigar pan. 96 para que mi siervo Hyrum
91 Además, de cierto os digo, sea testifique de las cosas que le mos­
nombrado, ordenado y ungido traré, a fin de que su nombre se
mi siervo William como consejero guarde en memoria honorable,
de mi siervo José, en lugar de mi de generación en generación para
siervo Hyrum, para que mi siervo siempre jamás.
Hyrum ocupe el oficio de Sacer­ 97  Reciba también mi siervo
docio y a Patriarca que le señaló William Law las llaves mediante
su padre por bendición y también las cuales pueda pedir y recibir
por derecho; bendiciones; sea a humilde y sin
92 para que desde ahora en ade­ b 
engaño delante de mí, y reci­
lante tenga las llaves de las a bendi­ birá de mi Espíritu, sí, el c Con­
ciones patriarcales sobre la cabeza solador, que le manifestará la
de todo mi pueblo; verdad de todas las cosas y le
88 a GEE Trinidad — Dios el 91 a DyC 107:39–40. GEE Vidente.
Espíritu Santo. GEE Patriarca, 95 a DyC 6:28.
89 a DyC 78:3. patriarcal. b GEE Cowdery, Oliver.
b Es decir, la traducción 92 a GEE Bendiciones 97 a GEE Humildad,
de José Smith de la patriarcales. humilde, humillar
Biblia en inglés. 93 a DyC 132:45–47. (afligir).
90 a GEE Bendecido, b Mateo 16:19. b GEE Engañar, engaño.
bendecir, bendición. GEE Sellamiento, sellar. c GEE Consolador.
b Sal. 37:25. 94 a DyC 107:91–92.
293 Doctrina y Convenios 124:98–112
indicará, en la hora precisa, lo que para que quede sano; y nueva­
ha de decir. mente alzará su voz sobre las mon­
98 Y estas a señales lo seguirán: tañas, y será un a portavoz delante
b 
Sanará a los enfermos, echará de mi faz.
fuera demonios y será librado de 105 Venga y radique a su familia
los que quieran administrarle ve­ en la vecindad donde reside mi
neno mortífero; siervo José.
99 y será conducido por sendas 106 Y en todas sus jornadas alce
donde la serpiente a venenosa no su voz como con el son de trom­
podrá herir su calcañar; y se re­ peta, amonestando a los habi­
montará en la b imaginación de tantes de la tierra a huir de la ira
sus pensamientos como si fuera venidera.
en alas de águila. 107 Ayúdenle a mi siervo José,
100 Y si dispongo que resucite a él, y también mi siervo William
los muertos, no detenga él su voz. Law, a hacer una solemne a procla­
101 Proclame, pues, mi siervo mación a los reyes de la tierra, así
William en alta voz y sin cesar, como antes os he dicho.
con gozo y regocijo y hosannas, a 108 Si mi siervo Sidney quiere
aquel que se sienta para siempre hacer mi voluntad, no traslade a
jamás sobre el trono, dice el Señor su familia a las a regiones del este,
vuestro Dios. sino múdeles su habitación, tal
102 He aquí, os digo, tengo re­ como he dicho.
servada una misión para mi siervo 109 He aquí, no es mi voluntad
William y para mi siervo Hyrum, que él procure encontrar seguridad
y solamente para ellos; y per­ y refugio fuera de la ciudad que
manezca en casa mi siervo José os he señalado, a saber, la ciudad
porque hace falta. El resto os lo de a Nauvoo.
mostraré después. Así sea. Amén. 110 De cierto os digo, que aún
103 Además, de cierto os digo, si ahora, si quiere escuchar mi voz,
mi siervo a Sidney quiere servirme le irá bien. Así sea. Amén.
y ser consejero de mi siervo José, 111 Y además, de cierto os digo,
levántese y venga y ocupe el ofi­ compre acciones mi siervo Amos
cio de su llamamiento, y humíllese Davies de aquellos que he nom­
delante de mí. brado para construir una casa de
104 Y si me ofrece una ofrenda alojamiento, que es el Mesón de
y reconocimientos aceptables, y Nauvoo.
permanece con mi pueblo, he aquí, 112 Haga él esto si quiere tener
yo, el Señor vuestro Dios, lo sanaré parte; y escuche el consejo de
98 a Mar. 16:17–18. Isa. 40:31. 107 a DyC 124:2–4.
GEE Dones del Espíritu. 103 a GEE Rigdon, Sidney. 108 a DyC 124:82–83.
b GEE Sanar, sanidades. 104 a Éx. 4:14–16; 109 a GEE Nauvoo, Illinois
99 a DyC 84:71–73. 2 Ne. 3:17–18; (EE. UU.).
b Éx. 19:4; DyC 100:9–11.
Doctrina y Convenios 124:113–124 294
mi siervo José y trabaje con sus de Mormón y en las revelaciones
propias manos para ganarse la que os he dado, dice el Señor vues­
confianza de los hombres. tro Dios;
113 Y cuando se haya mostrado 120 porque lo que sea a más o me­
fiel en todas las cosas que le sean nos que esto, de mal procede, y
confiadas, sí, aun cuando fueren será acompañado de maldiciones
pocas, se le pondrá por a mayor­ y no de bendiciones, dice el Señor
domo sobre muchas; vuestro Dios. Así sea. Amén.
114  a humíllese, pues, para que 121 Además, de cierto os digo,
sea exaltado. Así sea. Amén. reciban los miembros integrantes
115 Además, de cierto os digo del cuórum del Mesón de Nau­
que si mi siervo Robert D. Fos­ voo justa remuneración por toda
ter quiere obedecer mi voz, cons­ su labor en la construcción de di­
trúyale una casa a mi siervo José, cha casa; y sean sus sueldos según
de acuerdo con el contrato que convengan entre sí, en cuanto a
ha concertado con él, según las su precio.
oportunidades que de cuando en 122 Y si es menester, aporte cada
cuando se le presenten. accionista su porción de los suel­
116 Arrepiéntase de toda su ne­ dos de ellos para su sostén, dice el
cedad, y vístase de a caridad; y cese Señor; de otra manera, recibirán
de obrar el mal, y deseche todas acciones de esa casa por su trabajo.
sus palabras ásperas; Así sea. Amén.
117 y compre también acciones 123 De cierto os digo, ahora os
del cuórum del Mesón de Nauvoo nombro a los a oficiales corres­
para él y su posteridad después de pondientes a mi sacerdocio, para
él, de generación en generación; que tengáis las b llaves de este, sí,
118  y obedezca el consejo de el Sacerdocio que es según el or­
mis siervos José, y Hyrum, y den de c Melquisedec, que es se­
William Law, así como a las au­ gún el orden de mi Unigénito
toridades que he llamado para Hijo.
establecer los cimientos de Sion; 124 Primeramente os nombro
y para siempre jamás le irá bien. a Hyrum Smith para ser vuestro
Así sea. Amén. a 
patriarca, para poseer las bendi­
119 Además, de cierto os digo, ciones de b sellar en mi iglesia, sí, el
ninguno ha de comprar acciones Santo Espíritu de la c promesa, me­
del cuórum del Mesón de Nau­ diante el cual sois d sellados para el
voo, a menos que crea en el Libro día de la redención, a fin de que
113 a Mateo 25:14–30. 123 a GEE Oficial, oficio. patriarcal.
114 a Mateo 23:12; b GEE Llaves del b GEE Sellamiento, sellar.
DyC 101:42. sacerdocio. c DyC 76:53; 88:3–4.
116 a Col. 3:14. c GEE Sacerdocio de GEE Santo Espíritu de
GEE Caridad. Melquisedec. la promesa.
120 a Mateo 5:37; DyC 98:7. 124 a GEE Patriarca, d Efe. 4:30.
295 Doctrina y Convenios 124:125–137
no lleguéis a caer, no obstante Harris, Charles C. Rich, Thomas
la e hora de tentación que pueda Grover, Newel Knight, David
sobreveniros. Dort, Dunbar Wilson —a Seymour
125 Os nombro a mi siervo José Brunson lo he tomado para mí;
para ser élder presidente de toda nadie toma su sacerdocio, pero
mi iglesia, para ser traductor, re­ se puede nombrar a otro al
velador, a vidente y profeta. mismo sacerdocio en su lugar; y
126 Le doy a él por consejeros de cierto os digo, en su lugar sea
a mis siervos Sidney Rigdon y ordenado a este llamamiento mi
William Law, para que constituyan siervo Aaron Johnson— David
un cuórum y Primera Presidencia, Fullmer, Alpheus Cutler y William
a fin de recibir los a oráculos para Huntington.
toda la iglesia. 133 Además, os nombro a Don C.
127 Os nombro a mi siervo a Bri­ Smith para ser presidente de un
gham Young para ser presidente cuórum de sumos sacerdotes,
del consejo viajante de los Doce, 134 ordenanza que se instituye
128  a quienes tienen las lla­ con el propósito de habilitar a
ves para abrir la autoridad de aquellos que serán nombrados
mi reino en los cuatro ángulos presidentes residentes o siervos
de la tierra, y para b enviar, des­ sobre diversas a estacas esparcidas
pués de eso, mi palabra a toda fuera de aquí;
criatura. 135 y también pueden viajar, si
129  Son: Heber  C. Kimball, lo desean, pero más bien son orde­
Parley P. Pratt, Orson Pratt, Or­ nados presidentes residentes; este
son Hyde, William Smith, John es el oficio de su llamamiento, dice
Taylor, John  E. Page, Wilford el Señor vuestro Dios.
Woodruff, Willard Richards, 136 Le nombro como consejeros a
George A. Smith; Amasa Lyman y a Noah Packard,
130 a a David Patten lo he b to­ para que presidan el cuórum de
mado para mí; he aquí, nadie le sumos sacerdotes de mi iglesia,
quita su sacerdocio; pero de cierto dice el Señor.
os digo, se puede nombrar a otro 137 Y además, os digo que os
al mismo llamamiento. nombro a John A. Hicks, Samuel
131 Además, os digo que os nom­ Williams y Jesse Baker, y este sa­
bro a un a sumo consejo para que cerdocio presidirá el cuórum de
sea la piedra angular de Sion, a 
élderes, el cual se ha instituido
132  a saber, Samuel Bent, para los ministros residentes;
Henry G. Sherwood, George W. no obstante, pueden viajar, pero
124 e Apoc. 3:10. 128 a GEE Apóstol. 134 a GEE Estaca.
125 a DyC 21:1. b Mar. 16:15. 137 a DyC 107:11–12, 89–90.
GEE Vidente. 130 a GEE Patten, David W. GEE Élder (anciano);
126 a DyC 90:4–5. b DyC 124:19. Cuórum.
127 a GEE Young, Brigham. 131 a GEE Sumo consejo.
Doctrina y Convenios 124:138–125:2 296
son ordenados para ser minis­ quiere recibirlo, para presidir el
tros residentes de mi iglesia, dice a 
obispado. Las instrucciones en
el Señor. cuanto a dicho obispado os son
138  Y además, os nombro a dadas en el libro de b Doctrina y
Joseph Young, Josiah Butterfield, Convenios.
Daniel Miles, Henry Herriman, 142 Y además os digo, a Samuel
Zera Pulsipher, Levi Hancock Rolfe y a sus consejeros como
y James Foster para presidir el presbíteros, y el presidente de los
cuórum de a setentas, maestros y sus consejeros, y tam­
139 cuórum que se ha instituido bién el presidente de los diáco­
para que los élderes viajantes tes­ nos y sus consejeros, y también
tifiquen de mi nombre en todo el el presidente de la estaca y sus
mundo, donde los envíe el sumo consejeros.
consejo viajante, mis apóstoles, 143 Os he designado los oficios
para preparar el camino delante anteriores, junto con sus llaves
de mi faz. correspondientes, en calidad de
140  La diferencia entre este auxilios y gobernaciones, para la
cuórum y el de los élderes es obra del ministerio y para a perfec­
que uno ha de viajar continua­ cionar a mis santos.
mente, y el otro ha de presidir 144 Y un mandamiento os doy,
las iglesias de vez en cuando; que llenéis todos estos oficios, y
uno tiene la responsabilidad de a 
aprobéis o desaprobéis en mi con­
presidir de cuando en cuando, ferencia general a las personas cu­
y el otro no tiene la responsabi­ yos nombres he mencionado;
lidad de presidir, dice el Señor 145 y que preparéis salas para to­
vuestro Dios. dos estos oficios en mi casa cuando
141 Además, os digo que os nom­ la edifiquéis a mi nombre, dice
bro a Vinson Knight, Samuel H. el Señor vuestro Dios. Así sea.
Smith y Shadrac Roundy, si este Amén.

SECCIÓN 125
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Nauvoo, Illinois,
en marzo de 1841, concerniente a los santos del territorio de Iowa.
1–4, Los santos han de edificar ciu- ¿Cuál es la voluntad del Señor
dades y congregarse en las estacas concerniente a los santos del te­
de Sion. rritorio de Iowa?
2 De cierto, así os dice el Señor, si
138 a GEE Setenta. Convenios. GEE Común acuerdo.
141 a DyC 68:14; 107:15. 143 a Efe. 4:11–14.
b GEE Doctrina y 144 a DyC 26:2.
297 Doctrina y Convenios 125:3–127:1
los que a llevan mi nombre y están 3  Edifiquen una ciudad a mi
tratando de ser mis santos quie­ nombre sobre el terreno que está
ren hacer mi voluntad y guardar frente a la ciudad de Nauvoo, y
mis mandamientos concernien­ désele el nombre de a Zarahemla.
tes a ellos, congréguense en los 4 Y los que vengan del este, del
lugares que les señalaré por me­ oeste, del norte y del sur, con de­
dio de mi siervo José y edifiquen seos de morar en ella, establezcan
ciudades a mi nombre, a fin de su heredad en ella, así como en la
que estén preparados para lo que ciudad de a Nashville, o en la de
está reservado para una época que Nauvoo, y en todas las b estacas
está por venir. que he indicado, dice el Señor.

SECCIÓN 126
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en la casa de Brigham
Young en Nauvoo, Illinois, el 9 de julio de 1841. En ese tiempo,
Brigham Young era Presidente del Cuórum de los Doce Apóstoles.
1–3, Se encomia a Brigham Young pasado, pues tu ofrenda me es
por sus obras y se le releva de viajar aceptable.
al extranjero en lo futuro. 2 He visto tu a obra y tu afán en
tus viajes por mi nombre.
Querido y muy amado her­ 3 Por tanto, te mando enviar mi
mano a Brigham Young, de cierto, palabra a todas partes y velar es­
así te dice el Señor: Brigham, mi pecialmente por tu a familia, desde
siervo, ya no te es requerido se­ ahora en adelante y para siempre.
pararte de tu familia como en lo Amén.

SECCIÓN 127
Epístola de José Smith el Profeta a los Santos de los Últimos Días de
Nauvoo, Illinois, la cual contiene instrucciones en cuanto al bautismo
por los muertos, fechada en Nauvoo, Illinois, el 1º de septiembre de 1842.
1–4, José Smith se gloría en la perse- En vista de que el Señor me ha
cución y en la tribulación; 5–12, Se revelado que mis enemigos,
deben llevar registros relativos a los tanto en Misuri como en este es­
bautismos por los muertos. tado, nuevamente me persiguen;
125 2 a GEE Jesucristo — 3 a GEE Zarahemla. 126 1 a GEE Young, Brigham.
El tomar sobre 4 a Es decir, Nashville, 2 a GEE Obras.
sí el nombre de condado de Lee, Iowa. 3 a GEE Familia.
Jesucristo. b GEE Estaca.
Doctrina y Convenios 127:2–5 298
y ya que me persiguen sin causa,
a 
mismos. Dios conoce todas es­
y no tienen la más mínima som­ tas cosas, si son buenas o ma­
bra o matiz de justicia o derecho las. No obstante, suelo nadar en
de su parte en la formulación de aguas profundas. Todo esto ha
sus acusaciones contra mí; y por llegado a ser lo más natural para
cuanto todos sus pretextos están mí y, como Pablo, siento deseos
fundados en las más negras de de gloriarme en la d tribulación,
las falsedades, me ha parecido porque hasta hoy el Dios de mis
conveniente y sabio salir de aquí padres me ha librado de todo ello,
por un corto tiempo, por mi pro­ y de aquí en adelante me librará;
pia seguridad y la de este pueblo. pues he aquí, triunfaré de todos
Quisiera decir a todos aquellos mis enemigos, porque el Señor
con quienes hago negocio, que Dios lo ha dicho.
he dejado mis asuntos en ma­ 3 Regocíjense, pues, todos los
nos de agentes y secretarios que santos y alégrense en gran ma­
tramitarán todo asunto de una nera, porque el a Dios de Is­
manera puntual y debida, y se rael es su Dios, y él señalará
encargarán de que se paguen to­ una justa medida de retribu­
das mis deudas en el momento ción sobre la cabeza de todos sus
oportuno, disponiendo de bie­ opresores.
nes o de otra manera, según el 4  Además, de cierto así dice
caso lo requiera o las circuns­ el Señor: Continúese sin cesar
tancias lo permitan. Cuando yo la obra de mi a templo, así como
sepa que la tempestad ha pasado todas las obras que os he seña­
por completo, volveré otra vez a lado; y redóblense vuestra b dili­
vosotros. gencia, perseverancia, paciencia
2 En cuanto a los a peligros por y obras, y de ningún modo per­
los que se me requiere pasar, me deréis vuestro galardón, dice el
parecen cosa pequeña, ya que la Señor de las Huestes. Y si os c per­
b 
envidia y la ira del hombre han siguen, así persiguieron a los pro­
sido mi suerte común en todos fetas y a los hombres justos que
los días de mi vida; y la razón fueron antes de vosotros. Para
me es un misterio, a no ser que todo esto hay una recompensa en
desde antes de fundarse el mundo los cielos.
yo fuera c ordenado para algún 5 Y además, os declaro unas pa­
fin bueno o malo, como queráis labras referentes al a bautismo por
llamarlo. Juzgad por vosotros vuestros b muertos.
127 1 a Job 2:3; c GEE Preordenación. perseguir.
Mateo 5:10–12; d 2 Cor. 6:4–5. 5 a GEE Bautismo,
1 Pe. 2:20–23. GEE Adversidad. bautizar — Bautismo
2 a Sal. 23. 3 a 3 Ne. 11:12–14. por los muertos.
GEE Persecución, 4 a DyC 124:55. b GEE Salvación de los
perseguir. b GEE Diligencia. muertos.
b GEE Envidia. c GEE Persecución,
299 Doctrina y Convenios 127:6–12
6 De cierto, así os dice el Señor 10 Diré a todos los santos que
concerniente a vuestros muertos: anhelé, con un anhelo sumamente
Al a bautizarse alguno de vosotros grande, haber podido dirigirles la
por sus muertos, esté presente un palabra desde el púlpito sobre el
b 
registrador para que sea testigo tema del bautismo por los muer­
ocular de vuestros bautismos; oiga tos el domingo entrante. Pero en
él con sus oídos, para que testifi­ vista de que no está en mi poder,
que de una verdad, dice el Señor; escribiré la palabra del Señor sobre
7 a fin de que todo lo que regis­ este tema, de cuando en cuando, y
tréis, sea a registrado en los cielos; os la enviaré por correo, junto con
lo que b atéis en la tierra, sea atado muchas otras cosas.
en los cielos; lo que desatéis en la 11 Por ahora doy fin a mi carta
tierra, sea desatado en los cielos; por falta de tiempo; porque el ene­
8 porque estoy a punto de a res­ migo está prevenido, y como dijo el
taurar en la tierra muchas cosas Salvador: Viene el a príncipe de este
pertenecientes al b sacerdocio, dice mundo, mas no tiene nada en mí.
el Señor de las Huestes. 12 He aquí, mi oración a Dios es
9 Además, guárdense en orden que os salvéis todos vosotros; y me
todos los a registros, para que se de­ suscribo como vuestro siervo en
positen en los archivos de mi santo el Señor, profeta y a vidente de La
templo, a fin de que se guarden en Iglesia de Jesucristo de los Santos
memoria de generación en genera­ de los Últimos Días.
ción, dice el Señor de los Ejércitos. José Smith

SECCIÓN 128
Epístola de José Smith el Profeta a La Iglesia de Jesucristo de los San-
tos de los Últimos Días, que contiene instrucciones adicionales sobre
el bautismo por los muertos; fechada en Nauvoo, Illinois, el 6 de sep-
tiembre de 1842.
1–5, Los registradores locales y bautismal es una semejanza del se-
generales deben dar fe de los bau- pulcro; 15–17, Elías el Profeta res-
tismos por los muertos que se efec- tauró el poder referente al bautismo
túen; 6–9, Sus registros tendrán por los muertos; 18–21, Se han res-
validez y se llevan tanto en la tierra taurado todas las llaves, los poderes
como en los cielos; 10–14, La pila y las autoridades de dispensaciones
6 a 1 Cor. 15:29; Evangelio. (Apéndice — Biblia).
DyC 128:13, 18. b GEE Sacerdocio de GEE Diablo.
b DyC 128:2–4, 7. Melquisedec. 12 a DyC 124:125.
7 a GEE Libro de la vida. 9 a DyC 128:24. GEE Vidente.
b GEE Sellamiento, sellar. 11 a Juan 14:30;
8 a GEE Restauración del TJS Juan 14:30
Doctrina y Convenios 128:1–5 300
pasadas; 22–25, Se proclaman ale- y la relación completa de todo el
gres y gloriosas nuevas a favor de asunto, nombrando también a
los vivos y de los muertos. unas tres personas que hayan es­
tado presentes, si es que las hubo,
Conforme a lo que os comuni­ las cuales en cualquier momento
qué en mi carta, antes de partir de que se les requiera puedan certi­
casa, que de cuando en cuando os ficar lo ocurrido, a fin de que en
escribiría para daros información boca de dos o tres a testigos se con­
concerniente a muchos asuntos, firme toda palabra.
en esta reanudo el tema del a bau­ 4 Entonces, haya un registrador
tismo por los muertos, porque es general, a quien se entreguen es­
lo que parece ocupar mi mente e tos otros registros, acompañados
introducirse con más fuerza en de constancias, firmadas por ellos
mis sentimientos, desde que me mismos, que certifiquen que el re­
persiguen mis enemigos. gistro que han hecho es verdadero.
2 Os escribí unas palabras de Entonces el registrador general de
revelación en cuanto a un regis­ la iglesia anotará lo registrado en
trador. He recibido unas pocas el libro general de la iglesia, con
impresiones adicionales con re­ las constancias y todos los testigos
ferencia a este asunto, las cuales que asistieron, junto con su propia
ahora confirmo. Es decir, se expuso declaración de que él ciertamente
en mi carta anterior que debe ha­ cree que lo declarado y registrado
ber un a registrador, el cual debe es verdadero, basado en su co­
ser testigo ocular, y también oír nocimiento del carácter general
con sus oídos, para que registre de dichos varones y su nombra­
una verdad ante el Señor. miento por la iglesia. Y cuando se
3 Ahora, a este respecto, sería haga esto en el libro general de la
muy difícil que un solo registra­ iglesia, el registro será tan santo,
dor estuviera presente en todo y cumplirá la ordenanza tal como
momento para atender a todos si él hubiera visto con sus ojos, y
los detalles. Para evitar esta difi­ oído con sus oídos, y lo hubiera
cultad, en cada barrio de la ciudad asentado en el libro general de la
se puede nombrar un registrador iglesia.
que sea hábil para tomar notas 5 Os parecerá que este orden de
precisas; y ejerza él mucho esmero cosas es muy minucioso, pero per­
y exactitud al levantar un acta de mítaseme deciros que solo es para
todo lo transcurrido, dando fe en obedecer la voluntad de Dios, aco­
su registro que vio con sus ojos y modándonos a la ordenanza y pre­
oyó con sus oídos, haciendo cons­ paración que el Señor ordenó y
tar la fecha, los nombres, etcétera, dispuso antes de la fundación del
128 1 a GEE Bautismo, por los muertos. 3 a GEE Testigo.
bautizar — Bautismo 2 a DyC 127:6.
301 Doctrina y Convenios 128:6–9
mundo, para la a salvación de los del sacerdocio, por la revelación
muertos que fallecieran sin el b co­ de Jesucristo, mediante el cual se
nocimiento del evangelio. concede que lo que b atéis en la tie­
6 Además, quiero que recordéis rra sea atado en los cielos, y lo que
que Juan el Revelador estaba con­ desatéis en la tierra sea desatado
siderando precisamente este tema en los cielos. En otras palabras,
referente a los muertos, cuando de­ tomando otro punto de vista de
claró, como está escrito en el Apo­ la traducción, aquello que regis­
calipsis, capítulo 20, versículo 12: tréis en la tierra será registrado en
Y vi a los muertos, grandes y peque- los cielos, y lo que no registréis en
ños, de pie ante Dios; y los libros fue- la tierra no será registrado en los
ron abiertos, y otro libro fue abierto, cielos; porque de los libros serán
el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados vuestros muertos, según
juzgados los muertos por las cosas que sus propias obras, bien sea que
estaban escritas en los libros, según ellos mismos hayan efectuado las
sus obras. c 
ordenanzas en persona, o bien
7 Veréis por este pasaje que los por medio de sus propios agen­
libros fueron abiertos, y que se tes, de acuerdo con la ordenanza
abrió otro libro, que es el a libro que Dios ha preparado para su
de la vida; pero los muertos fue­ d 
salvación, desde antes de la fun­
ron juzgados por las cosas que dación del mundo, conforme a
estaban escritas en los libros, se­ los registros que hayan llevado
gún sus obras; por consiguiente, de sus muertos.
los libros mencionados deben ser 9 A algunos les parecerá muy
los que contenían el relato de sus atrevida esta doctrina que discu­
obras, y se refieren a los b regis­ timos: un poder que registra o ata
tros que se llevan en la tierra. Y en la tierra y también en los cielos.
el libro que era el de la vida es el Sin embargo, en todas las edades
registro que se lleva en los cielos; del mundo, cada vez que el Señor
así que el principio concuerda ex­ ha dado una a dispensación del sa­
presamente con la doctrina que cerdocio a un hombre o grupo de
se os manda en la revelación con­ hombres, por revelación efectiva,
tenida en la carta que os escribí siempre se ha dado este poder.
antes de salir de casa: que todo lo De manera que, todo cuanto esos
que registrareis quede registrado hombres hicieron con b autoridad,
en los cielos. en el nombre del Señor, y lo hicie­
8 Ahora, la naturaleza de esta ron verdadera y fielmente, y lleva­
ordenanza consiste en el a poder ron un registro adecuado y fiel de
5 a GEE Salvación de los GEE Libro de la vida. c GEE Ordenanzas.
muertos. b DyC 21:1. d GEE Salvación de los
b 1 Pe. 4:6. 8 a GEE Poder; muertos.
7 a Apoc. 20:12; Sacerdocio. 9 a GEE Dispensaciones.
DyC 127:6–7. b GEE Sellamiento, sellar. b GEE Autoridad.
Doctrina y Convenios 128:10–15 302
ello, esto llegó a ser una ley en la que salen de sus sepulcros; de
tierra y en los cielos, y, de acuerdo modo que se instituyó esta orde­
con los decretos del gran c Jehová, nanza para establecer una relación
no podía anularse. Esta palabra es con la ordenanza del bautismo por
verdadera. ¿Quién la puede oír? los muertos, siendo a semejanza
10 Y además, he aquí el prece­ de ellos.
dente, Mateo, capítulo 16, ver­ 13 Por consiguiente, se instituyó
sículos 18 y 19: Mas yo también te la a pila bautismal como una b se­
digo que tú eres Pedro, y sobre esta mejanza del sepulcro, y se mandó
roca edificaré mi iglesia, y las puer- colocar debajo del lugar donde
tas del infierno no prevalecerán con- los vivos suelen congregarse,
tra ella. Y a ti te daré las llaves del para representar a los vivos y a
reino de los cielos, y todo lo que ates los muertos, y para que todas las
en la tierra será atado en los cielos; y cosas tengan su semejanza, y para
todo lo que desates en la tierra será que concuerden unas con otras;
desatado en los cielos. lo terrenal correspondiendo a lo
11  Ahora, el gran e impor­ celestial, como lo ha declarado
tante secreto de todo el asunto, Pablo en 1 Corintios, capítulo 15,
y el summum bonum de todo el versículos 46 al 48.
tema que tenemos por delante 14 Mas lo espiritual no es primero,
consiste en obtener los pode­ sino lo animal; luego lo espiritual. El
res del Santo Sacerdocio. Al que primer hombre es de la tierra, terrenal;
se dan estas a llaves no se le di­ el segundo hombre, que es el Señor, es
ficulta obtener conocimiento de del cielo. Cual el terrenal, tales tam-
los hechos relacionados con la bién los terrenales; y cual el celestial,
b 
salvación de los hijos de los hom­ tales también los celestiales. Y cual
bres, tanto de los vivos como de los registros en la tierra relaciona­
los muertos. dos con vuestros muertos, debida­
12 He aquí a gloria y b honra, c in­ mente llevados, tales también los
mortalidad y vida eterna: La orde­ registros en los cielos. Este, pues,
nanza del bautismo en el agua, el es el poder de a sellar y ligar, y en
ser d sumergidos en ella a fin de que un sentido de la palabra, las b llaves
sea a semejanza de los muertos, del reino que consisten en la llave
para que un principio concuerde del c conocimiento.
con el otro; el ser sumergidos en el 15 Y ahora, mis muy queridos
agua y salir de ella es a semejanza hermanos y hermanas, permíta­
de la resurrección de los muertos seme aseguraros que estos son
9 c GEE Jehová. c GEE Inmortal, 14 a GEE Sellamiento, sellar.
11 a GEE Llaves del inmortalidad. b GEE Llaves del
sacerdocio. d GEE Bautismo, sacerdocio.
b GEE Salvación. bautizar — Por c TJS Lucas 11:53
12 a GEE Gloria. inmersión. (Apéndice — Biblia).
b GEE Honra, honrar 13 a DyC 124:29.
(honor). b GEE Simbolismo.
303 Doctrina y Convenios 128:16–18
principios referentes a los muer­ corazón de los hijos hacia los padres,
tos y a los vivos que no se pue­ no sea que yo venga y hiera la tierra
den desatender, en lo que atañe con maldición.
a nuestra salvación. Porque su 18 Pude haber dado una a tra­
a 
salvación es necesaria y esencial ducción más clara de esto, pero
para la nuestra, como dice Pablo para mi objeto tiene suficiente
tocante a los padres: que ellos sin claridad tal como está. Basta sa­
nosotros no pueden ser b perfec­ ber, en este caso, que la tierra será
cionados, ni tampoco podemos herida con una maldición, a me­
nosotros ser perfeccionados sin nos que entre los padres y los hi­
nuestros muertos. jos exista un b eslabón conexivo
16 Ahora, en cuanto al bautismo de alguna clase, tocante a algún
por los muertos, os citaré otro pa­ asunto u otro; y he aquí, ¿cuál es
saje de Pablo, 1 Corintios, capí­ ese asunto? Es el c bautismo por los
tulo 15, versículo 29: De otro modo, muertos. Pues sin ellos nosotros
¿qué harán los que se bautizan por los no podemos perfeccionarnos, ni
muertos, si en ninguna manera los ellos pueden perfeccionarse sin
muertos resucitan? ¿Por qué, pues, nosotros. Ni tampoco podemos
se bautizan por los muertos? nosotros ni ellos perfeccionar­
17 Además, en relación con este nos sin los que han fallecido en el
pasaje, os citaré las palabras de evangelio; porque al iniciarse la
uno de los profetas que tenía fija d 
dispensación del cumplimiento
su vista en la a restauración del de los tiempos, dispensación que
sacerdocio, las glorias que se ha­ ya está comenzando, es menester
brían de revelar en los postreros que una unión entera, completa y
días, y de una manera especial, perfecta, así como un encadena­
en este tema, el más glorioso de miento de dispensaciones, llaves,
todos los que pertenecen al evan­ poderes y glorias se realicen y sean
gelio sempiterno, a saber, el bau­ revelados desde los días de Adán
tismo por los muertos; porque dice hasta el tiempo presente. Y no solo
Malaquías en el último capítulo, esto, sino que las cosas que jamás
versículos cinco y seis: He aquí yo se han revelado desde la e fun­
os envío a b Elías el Profeta antes dación del mundo, antes fueron
que venga el día de Jehová, grande escondidas de los sabios y enten­
y terrible. Él hará volver el corazón didos, serán reveladas a los f ni­
de los padres hacia los hijos, y el ños pequeños y a los de pecho en
15 a GEE Salvación de los DyC 2; 110:13–16. 127:6–7.
muertos. GEE Elías el Profeta. d GEE Dispensaciones.
b Heb. 11:40. 18 a JS—H 1:36–39. e DyC 35:18.
GEE Perfecto. b GEE Genealogía; f Mateo 11:25;
17 a GEE Restauración del Ordenanzas — Lucas 10:21;
Evangelio. Ordenanza vicaria. Alma 32:23.
b 3 Ne. 25:5–6; c DyC 124:28–30;
Doctrina y Convenios 128:19–22 304
esta, la dispensación del cumpli­ y Colesville, condado de Broome,
miento de los tiempos. en las márgenes del Susque­
19 Ahora, ¿qué oímos en el evan­ hanna, declarando que poseían
gelio que hemos recibido? ¡Una las i llaves del reino y de la dis­
voz de alegría! Una voz de mi­ pensación del cumplimiento de
sericordia del cielo, y una voz de los tiempos!
a 
verdad que brota de la tierra; go­ 21 ¡Y además, la voz de Dios en
zosas nuevas para los muertos; la alcoba del anciano a papá Whit­
una voz de alegría para los vivos mer, en Fayette, condado de Sé­
y los muertos; buenas b nuevas de neca, y en varias ocasiones y en
gran gozo. ¡Cuán hermosos son so­ diversos lugares, en todas las pe­
bre los montes los c pies de los que regrinaciones y tribulaciones de
traen alegres nuevas de cosas bue­ esta Iglesia de Jesucristo de los
nas, y que dicen a Sion: He aquí, Santos de los Últimos Días! ¡Y
tu Dios reina! ¡Como el d rocío del la voz de Miguel, el arcángel; la
Carmelo descenderá sobre ellos el voz de b Gabriel, de c Rafael y de
conocimiento de Dios! diversos d ángeles, desde Miguel
20  Y además, ¿qué oímos? o e Adán, hasta el tiempo actual,
¡Alegres nuevas de a Cumorah! todos ellos declarando su f dis­
b 
Moroni, un ángel de los cielos, pensación, sus derechos, sus lla­
declarando el cumplimiento de ves, sus honores, su majestad y
los profetas: el c libro que había de gloria, y el poder de su sacerdo­
ser revelado. ¡Una voz del Señor cio; dando línea sobre línea, g pre­
en el yermo de d Fayette, condado cepto tras precepto; un poco aquí,
de Séneca, dando a conocer a los y otro poco allí; consolándonos
tres testigos que e darían testimo­ con la promesa de lo que ha de
nio del libro! ¡La voz de f Miguel, venir en lo futuro, confirmando
en las riberas del Susquehanna, nuestra h esperanza!
discerniendo al diablo cuando se 22 Hermanos, ¿no hemos de se­
apareció como ángel de g luz! ¡La guir adelante en una causa tan
voz de h Pedro, Santiago y Juan en grande? Avanzad, en vez de re­
el yermo despoblado entre Har­ troceder. ¡Valor, hermanos; e id
mony, condado de Susquehanna, adelante, adelante a la victoria!
19 a Sal. 85:10–11. c Isa. 29:4, 11–14; sacerdocio.
b Lucas 2:10. 2 Ne. 27:6–29. 21 a Es decir, Peter Whitmer
c Isa. 52:7–10; GEE Libro de Mormón. padre.
Mos. 15:13–18; d GEE Fayette, Nueva b GEE Gabriel.
3 Ne. 20:40. York (EE. UU.). c GEE Rafael.
d Deut. 32:2; e DyC 17:1–3. d GEE Ángeles.
DyC 121:45. f DyC 27:11. e DyC 107:53–56.
20 a JS—H 1:51–52. GEE Adán. f GEE Dispensaciones.
GEE Cumorah, cerro. g 2 Cor. 11:14. g Isa. 28:10.
b GEE Moroni hijo de h DyC 27:12. h GEE Esperanza.
Mormón. i GEE Llaves del
305 Doctrina y Convenios 128:23–25
¡Regocíjense vuestros corazones y 24 He aquí, está a punto de lle­
llenaos de alegría! ¡Prorrumpa la gar el gran a día del Señor; ¿y quién
tierra en a canto! ¡Alcen los muer­ podrá b soportar el día de su ve­
tos himnos de alabanza eterna al nida?; o, ¿quién podrá estar en pie
Rey b Emanuel que, antes de exis­ cuando él se manifieste? Porque es
tir el mundo, decretó lo que nos como c fuego purificador y como
habilitaría para c redimirlos de su jabón de lavadores; y se sentará
d 
prisión; porque los presos que­ como d afinador y limpiador de la
darán libres! plata; porque purificará a los hijos
23 ¡Griten de gozo las a montañas, de e Leví, los depurará como a oro
y todos vosotros, valles, clamad en y como a plata, para que presenten
voz alta; y todos vosotros, mares y al Señor una f ofrenda en rectitud.
tierra seca, proclamad las maravi­ Ofrezcamos, pues, como iglesia
llas de vuestro Rey Eterno! ¡Ríos, y como pueblo, y como Santos
arroyos y riachuelos, corred con de los Últimos Días, una ofrenda
alegría! ¡Alaben al Señor los bos­ al Señor en rectitud; y presente­
ques y todos los árboles del campo; mos en su santo templo, cuando
y vosotras, b rocas sólidas, llorad quede terminado, un libro que
de gozo! ¡Canten en unión el sol, contenga el g registro de nuestros
la luna y las c estrellas del alba, y muertos, el cual sea digno de toda
den voces de alegría todos los hijos aceptación.
de Dios! ¡Declaren para siempre 25 Hermanos, tengo muchas co­
jamás su nombre las creaciones sas que deciros referentes al tema;
eternas! Y otra vez digo: ¡Cuán pero por ahora daré fin, y con­
gloriosa es la voz que oímos de los tinuaré el asunto en alguna otra
cielos, que proclama en nuestros ocasión. Quedo de vosotros, como
oídos gloria, salvación, honra, d in­ siempre, vuestro humilde siervo y
mortalidad y e vida eterna; reinos, constante amigo,
principados y potestades! José Smith

SECCIÓN 129
Instrucciones dadas por José Smith el Profeta en Nauvoo, Illinois, el
9 de febrero de 1843, en las que se dan a conocer tres grandes claves
22 a Isa. 49:13. c Job 38:7. purificación de la
b Isa. 7:14; Alma 5:50. d GEE Inmortal, tierra.
GEE Emanuel. inmortalidad. d Zac. 13:9.
c GEE Redención, e GEE Vida eterna. e Deut. 10:8;
redimido, redimir. 24 a GEE Segunda venida de DyC 13; 124:39.
d Isa. 24:22; Jesucristo. f DyC 84:31.
DyC 76:72–74. b Mal. 3:1–3. GEE Ofrenda.
23 a Isa. 44:23. c 3 Ne. 24:2–3. g DyC 127:9.
b Lucas 19:40. GEE Tierra — La GEE Genealogía.
Doctrina y Convenios 129:1–9 306
mediante las cuales se puede distinguir la verdadera naturaleza de los
ángeles y de los espíritus ministrantes.
1–3, En el cielo hay seres resucitados Dios, extiéndele tu mano y pídele
y seres espirituales; 4–9, Se dan las la suya para estrecharla.
claves mediante las cuales se puede 5 Si es un ángel, lo hará, y senti­
reconocer a los mensajeros proceden- rás su mano.
tes de allende el velo. 6 Si es el espíritu de un hombre
justo hecho perfecto, vendrá en su
Hay dos clases de seres en los a cie­ gloria; porque solo de esa manera
los, a saber: b Ángeles, que son per­ se puede aparecer.
sonajes c resucitados con cuerpo de 7 Pídele que te estreche la mano,
carne y huesos. pero no se moverá, porque es con­
2 Por ejemplo, Jesús dijo: Palpad, trario al orden de los cielos que un
y ved; porque un espíritu ni tiene hombre justo engañe; sin embargo,
a 
carne ni huesos, como veis que yo aun así comunicará su mensaje.
tengo. 8 Si es el a diablo, fingiendo ser
3 En segundo lugar: Los a espí­ un ángel de luz, cuando le pidas
ritus de b hombres justos hechos que estreche tu mano, te ofrecerá
perfectos, aquellos que no han la suya, pero no sentirás nada; así
resucitado, pero que heredan la podrás descubrirlo.
misma gloria. 9 Estas son tres grandes claves
4 Cuando venga un mensajero mediante las cuales podrás saber si
diciendo que tiene un mensaje de una ministración procede de Dios.

SECCIÓN 130
Puntos de instrucción dados por José Smith el Profeta en Ramus,
Illinois, el 2 de abril de 1843.
1–3, El Padre y el Hijo pueden apa- la hora de la Segunda Venida; 18–19,
recerse personalmente a los hombres; La inteligencia que logremos en esta
4–7, Los ángeles moran en una esfera vida se levantará con nosotros en la
celestial; 8–9, La tierra celestial será Resurrección; 20–21, Todas las ben-
un gran Urim y Tumim; 10–11, Se diciones se reciben por motivo de la
da una piedrecita blanca a todos los obediencia a la ley; 22–23, El Padre
que entran en el mundo celestial; y el Hijo tienen, respectivamente, un
12–17, No se le comunica al Profeta cuerpo de carne y huesos.
129 1 a GEE Cielo. 2 a Lucas 24:39. DyC 76:69.
b GEE Ángeles. 3 a GEE Espíritu. 8 a 2 Cor. 11:14;
c GEE Resurrección. b Heb. 12:23; 2 Ne. 9:9.
307 Doctrina y Convenios 130:1–13
Cuando se a manifieste el Salvador, 9 Esta a tierra, en su estado san­
lo veremos como es. Veremos que tificado e inmortal, llegará a ser
es un b varón como nosotros. semejante al cristal, y será un
2 Y la misma sociabilidad que Urim y Tumim para los habitan­
existe entre nosotros aquí, exis­ tes que moren en ella, mediante
tirá entre nosotros allá; pero la el cual todas las cosas pertene­
acompañará una a gloria eterna que cientes a un reino inferior, o sea,
ahora no conocemos. a todos los reinos de un orden
3 Juan 14:23. La visita del a Pa­ menor, serán manifestadas a los
dre y del b Hijo, en este versículo, que la habiten; y esta tierra será
es una c manifestación personal; y de Cristo.
la idea de que el Padre y el Hijo 10 Entonces la piedrecita blanca
d 
moran en el corazón del hombre mencionada en el Apocalipsis, ca­
es un antiguo concepto sectario, pítulo 2, versículo 17, se convertirá
y es falso. en un Urim y Tumim para toda
4 Respondiendo a la pregunta: persona que reciba una, y por ese
¿No se calcula el a tiempo de Dios, medio se darán a conocer cosas
el de los ángeles, el de los profetas pertenecientes a un orden supe­
y el del hombre, de acuerdo con el rior de reinos;
planeta en que residen? 11 y a cada uno de los que en­
5 Contesto que sí. Pero no hay tran en el reino celestial se da una
a 
ángeles que ministren en esta tie­ a 
piedrecita blanca, en la cual está
rra sino los que pertenecen o han escrito un b nombre nuevo que nin­
pertenecido a ella. gún hombre conoce, sino el que
6 Los ángeles no moran en un lo recibe. El nombre nuevo es la
planeta como esta tierra; palabra clave.
7 sino que viven en la presencia 12 Yo profetizo, en el nombre del
de Dios, en un globo semejante a Señor Dios, que las a dificultades
un a mar de vidrio y b fuego, donde que causarán el derramamiento de
se manifiestan todas las cosas para mucha sangre antes de la venida
su gloria, pasadas, presentes y fu­ del Hijo del Hombre empezarán
turas, y están continuamente de­ en b Carolina del Sur.
lante del Señor. 13  Probablemente surgirán a
8 El lugar donde Dios reside es causa del problema de los escla­
un gran a Urim y Tumim. vos. Esto me lo declaró una voz
130 1 a 1 Juan 3:2; c DyC 93:1. 8 a GEE Urim y Tumim.
Moro. 7:48. d DyC 130:22. 9 a DyC 77:1.
GEE Segunda venida GEE Trinidad. GEE Tierra — El estado
de Jesucristo. 4 a 2 Pe. 3:8; final de la tierra.
b Lucas 24:36–40. Abr. 3:4–10; 11 a Apoc. 2:17.
2 a GEE Gloria celestial. véase también b Isa. 62:2.
3 a GEE Trinidad — Dios Abr. fac. 2. fig. 1. 12 a DyC 38:29; 45:63.
el Padre. 5 a GEE Ángeles. b DyC 87:1–5.
b GEE Trinidad — Dios 7 a Apoc. 4:6; 15:2.
el Hijo. b Isa. 33:14.
Doctrina y Convenios 130:14–23 308
mientras oraba sinceramente en 19 y si en esta vida una persona
cuanto al asunto, el 25 de diciem­ adquiere más a conocimiento e in­
bre de 1832. teligencia que otra, por medio de
14 En una ocasión estaba orando su b diligencia y c obediencia, hasta
con mucha diligencia para saber ese grado le llevará la d ventaja en
la hora de la a venida del Hijo del el mundo venidero.
Hombre, cuando oí una voz que 20  Hay una a ley, irrevocable­
me repitió lo siguiente: mente decretada en el cielo b antes
15 José, hijo mío, si vives hasta te­ de la fundación de este mundo,
ner ochenta y cinco años de edad, sobre la cual todas las c bendicio­
verás la faz del Hijo del Hombre; nes se basan;
por tanto, sea esto suficiente para 21 y cuando recibimos una bendi­
ti, y no me importunes más sobre ción de Dios, es porque se obedece
el asunto. aquella ley sobre la cual se basa.
16 Y así quedé, sin poder decidir 22 El a Padre tiene un b cuerpo de
si esta venida se refería al principio carne y huesos, tangible como el
del milenio, o a alguna aparición del hombre; así también el Hijo;
previa, o si yo había de morir y de pero el c Espíritu Santo no tiene un
esa manera ver su faz. cuerpo de carne y huesos, sino es
17 Creo que la venida del Hijo un personaje de Espíritu. De no
del Hombre no se verificará antes ser así, el Espíritu Santo no podría
de ese tiempo. morar en nosotros.
18 Cualquier principio de a inteli­ 23 El hombre puede recibir el
gencia que logremos en esta vida a 
Espíritu Santo, y este puede des­
se levantará con nosotros en la cender sobre él y no permanecer
b 
resurrección; con él.

SECCIÓN 131
Instrucciones dadas por José Smith el Profeta en Ramus, Illinois, los
días 16 y 17 de mayo de 1843.
1–4, El matrimonio celestial es esen- forma en que los hombres son sella-
cial para recibir la exaltación en el dos para vida eterna; 7–8, Todo es-
cielo más alto; 5–6, Se explica la píritu es materia.
14 a GEE Segunda venida de obediente, obedecer. bendecir, bendición.
Jesucristo. d Alma 12:9–11. 22 a GEE Trinidad.
18 a GEE Inteligencia(s). 20 a DyC 82:10. b Hech. 17:29.
b GEE Resurrección. b GEE Vida preterrenal. c GEE Espíritu Santo.
19 a GEE Conocimiento. c Deut. 11:26–28; 23 a GEE Don del Espíritu
b GEE Diligencia. DyC 132:5. Santo.
c GEE Obediencia, GEE Bendecido,
309 Doctrina y Convenios 131:1–8
En la a gloria celestial hay tres cie­ revelación y el espíritu de profe­
los o grados; cía, que está b sellado para c vida
2 y para alcanzar el a más alto, el eterna, mediante el poder del
hombre tiene que entrar en este Santo Sacerdocio.
orden del sacerdocio [es decir, el 6 Es imposible que el hombre se
b 
nuevo y sempiterno convenio del a 
salve en la b ignorancia.
matrimonio]; 7 No hay tal cosa como materia
3  y si no lo hace, no puede inmaterial. Todo a espíritu es ma­
alcanzarlo. teria, pero es más refinado o puro,
4 Podrá entrar en el otro, pero ese y solo los ojos más b puros pueden
es el límite de su reino; no puede discernirlo;
tener a aumento. 8 no lo podemos ver; pero cuando
5 (17 de mayo de 1843). La pa­ nuestros cuerpos sean purificados,
labra a profética más segura sig­ veremos que todo es materia.
nifica que un hombre sepa, por

SECCIÓN 132
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Nauvoo, Illinois,
asentada en el registro el 12 de julio de 1843, relacionada con el nuevo
y sempiterno convenio, que comprende la eternidad del convenio ma-
trimonial y el principio del matrimonio plural. Aunque la revelación
se anotó en los registros en 1843, la evidencia indica que algunos de
los principios comprendidos en esta revelación eran conocidos por el
Profeta incluso en 1831. Véase la Declaración Oficial 1.
1–6, La exaltación se logra por me- contra el Espíritu Santo; 28–39, En
dio del nuevo y sempiterno convenio; todas las edades se han hecho prome-
7–14, Se declaran las condiciones de sas de aumento y exaltación eternos a
dicho convenio; 15–20, El matrimonio los profetas y a los santos; 40–47, Se
celestial, junto con la continuación de da a José Smith el poder para atar y
la unidad familiar, hace posible a los sellar en la tierra y en el cielo; 48–50,
hombres llegar a ser dioses; 21–25, El El Señor sella sobre él su exaltación;
camino estrecho y angosto que con- 51–57, Se aconseja a Emma Smith que
duce a las vidas eternas; 26–27, Se sea fiel y leal; 58–66, Se exponen las
da la ley concerniente a la blasfemia leyes que rigen al matrimonio plural.
131 1 a DyC 76:70. matrimonio. GEE Sellamiento, sellar.
GEE Gloriacelestial. 4 a DyC 132:16–17. c GEE Vida eterna.
2 a DyC 132:5–21. 5 a 2 Pe. 1:19. 6 a GEE Salvación.
GEE Exaltación. GEE Vocación b DyC 107:99–100.
b GEE Matrimonio — (llamamiento) y 7 a GEE Espíritu.
El nuevo y sempi­ elección. b DyC 76:12; 97:16;
terno convenio del b DyC 68:12; 88:4. Moisés 1:11.
Doctrina y Convenios 132:1–8 310
De cierto, así te dice el Señor, mi el que reciba la plenitud de ella
siervo José, que por cuanto te has deberá cumplir la ley, y la cum­
dirigido a mí para saber y enten­ plirá, o será condenado, dice
der cómo es que yo, el Señor, jus­ Dios el Señor.
tifiqué a mis siervos Abraham, 7  Y de cierto te digo que las
Isaac y Jacob, como también a a 
condiciones de dicha ley son
Moisés, David y Salomón, mis estas: Todos los convenios, con­
siervos, tocante al principio y doc­ tratos, vínculos, compromisos,
trina de tener muchas a esposas y b 
juramentos, votos, prácticas,
concubinas, uniones, asociaciones o aspi­
2 he aquí, soy el Señor tu Dios, raciones que no son hechos, ni
y te contestaré en cuanto a este concertados, ni c sellados por el
asunto. d 
Santo Espíritu de la promesa, así
3 Por tanto, a prepara tu corazón por el tiempo como por toda la
para recibir y obedecer las ins­ eternidad, mediante el que ha sido
trucciones que estoy a punto de ungido, y eso también de la ma­
darte, porque todos aquellos a nera más santa, por e revelación y
quienes se revela esta ley, tienen mandamiento, por conducto de mi
que obedecerla. ungido, a quien he nombrado so­
4 Porque he aquí, te revelo un bre la tierra para tener este poder
nuevo y sempiterno a convenio; y si (y he nombrado a mi siervo José
no lo cumples, serás b condenado, para que tenga este poder en los
porque nadie puede c rechazar este últimos días, y nunca hay más de
convenio y entrar en mi gloria. una persona a la vez sobre la tie­
5  Porque todos los que quie­ rra a quien se confieren este poder
ran recibir una a bendición de y las f llaves de este sacerdocio),
mi mano han de obedecer la ninguna eficacia, virtud o fuerza
b 
ley que fue decretada para tal tienen en la resurrección de los
bendición, así como sus condi­ muertos, ni después; porque todo
ciones, según fueron institui­ contrato que no se hace con este
das desde antes de la fundación fin termina cuando mueren los
del mundo. hombres.
6 Y en cuanto al a nuevo y sem­ 8 He aquí, mi casa es una casa de
piterno convenio, se instituyó orden, dice Dios el Señor, y no de
para la plenitud de mi b gloria; y confusión.
132 1 a DyC 132:34, 37–39. c DyC 131:1–4. 7 a DyC 88:38–39.
GEE Matrimonio — 5 a DyC 130:20–21. b GEE Juramento.
El matrimonio b GEE Ley. c GEE Sellamiento, sellar.
plural. 6 a DyC 66:2. d GEE Santo Espíritu de
3 a DyC 29:8; 58:6; 78:7. GEE Nuevo y la promesa.
4 a GEE Convenio. sempiterno convenio. e GEE Revelación.
b GEE Condenación, b DyC 76:70, 92–96. f GEE Llaves del
condenar. GEE Gloria celestial. sacerdocio.
311 Doctrina y Convenios 132:9–18
9 ¿Aceptaré una a ofrenda que no están ligados por ninguna ley
no se haga en mi nombre?, dice cuando salen del mundo.
el Señor. 16 Por tanto, cuando están fuera
10 ¿O recibiré de tus manos lo del mundo ni se casan ni se dan
que yo no he a señalado? en a casamiento, sino que son nom­
11 ¿Y te señalaré algo, dice el Se­ brados b ángeles en el cielo, ángeles
ñor, que no sea por ley, tal como que son siervos ministrantes para
yo y mi Padre a decretamos para ministrar a aquellos que son dig­
ti, antes de que el mundo fuese? nos de un peso de gloria mucho
12 Yo soy el Señor tu Dios; y te mayor, y predominante, y eterno.
doy este mandamiento: Que nin­ 17 Porque estos ángeles no se
gún hombre a vendrá al Padre sino sujetaron a mi ley; por tanto, no
por mí o por mi palabra, que es mi pueden ser engrandecidos, sino
ley, dice el Señor. que permanecen separada y soli­
13 Y todas las cosas que hay en el tariamente, sin exaltación, en su
mundo, ya sean prescritas por los estado de salvación, por toda la
hombres, por tronos, o principa­ eternidad; y en adelante no son
dos, o poderes, o cosas de renom­ dioses, sino ángeles de Dios para
bre, cualesquiera que fueren, y que siempre jamás.
no sean de mí ni por mi palabra, 18 Además, de cierto te digo que
serán derribadas, dice el Señor, y si un hombre se casa con una mu­
a 
no permanecerán después que los jer, y hace convenio con ella por
hombres mueran, ni tampoco en el tiempo y por toda la eternidad,
la resurrección, ni después, dice y si ese convenio no se efectúa
el Señor tu Dios. por mí ni por mi palabra, que es
14  Porque las cosas que per­ mi ley, ni es sellado por el Santo
manecen son por mí; y lo que Espíritu de la promesa, por me­
no sea por mí será sacudido y dio de aquel a quien he ungido
destruido. y nombrado a este poder, enton­
15 Por consiguiente, si un hom­ ces no es válido, ni está en vigor
bre se a casa con una mujer en el cuando salen del mundo, porque
mundo, y no se casa con ella ni no están ligados por mí ni por mi
por mí ni por mi palabra, y él hace palabra, dice el Señor; cuando es­
convenio con ella mientras él esté tén fuera del mundo no se podrá
en el mundo, y ella con él, nin­ aceptar allá, porque los ángeles y
guna validez tendrán su convenio los dioses son nombrados para es­
y matrimonio cuando mueran y tar allí, y no podrán pasar más allá
estén fuera del mundo; por tanto, de ellos; de modo que, no pueden
9 a Moro. 7:5–6. 11 a DyC 132:5. 16 a Mateo 22:23–33;
GEE Sacrificios. 12 a Juan 14:6. Mar. 12:18–25;
10 a Lev. 22:20–25; 13 a 3 Ne. 27:10–11. Lucas 20:27–36.
Moisés 5:19–23. 15 a GEE Matrimonio. b GEE Ángeles.
Doctrina y Convenios 132:19–25 312
heredar mi gloria, porque mi casa haya sido sellado sobre su cabeza,
es una casa de orden, dice Dios y esta gloria será una plenitud y
el Señor. continuación de las simientes por
19 Y además, de cierto te digo, siempre jamás.
si un hombre se casa con una 20 Entonces serán dioses, porque
mujer por mi palabra, la cual es no tendrán fin; por consiguiente,
mi ley, y por el a nuevo y sempi­ existirán de eternidad en eterni­
terno convenio, y les es b sellado dad, porque continuarán; entonces
por el Santo Espíritu de la c pro­ estarán sobre todo, porque todas
mesa, por conducto del que es las cosas les estarán sujetas. Enton­
ungido, a quien he otorgado este ces serán a dioses, porque tendrán
poder y las d llaves de este sa­ b 
todo poder, y los ángeles estarán
cerdocio, y se les dice: Saldréis sujetos a ellos.
en la primera resurrección, y si 21 De cierto, de cierto te digo, a
fuere después de la primera, en la menos que cumpláis mi a ley, no
siguiente resurrección, y hereda­ podréis alcanzar esta gloria.
réis tronos, e reinos, principados, 22 Porque a estrecha es la puerta
potestades y dominios, toda al­ y angosto el b camino que con­
tura y toda profundidad, enton­ duce a la exaltación y continua­
ces se escribirá en el f Libro de la ción de las c vidas, y pocos son
Vida del Cordero que no come­ los que la hallan, porque no me
terán homicidio para derramar recibís en el mundo ni tampoco
sangre inocente; y si cumplen mi me conocéis.
convenio y no cometen homicidio, 23 Mas si me recibís en el mundo,
vertiendo sangre inocente, les será entonces me conoceréis y recibi­
cumplido en todo cuanto mi siervo réis vuestra exaltación; para que
haya declarado sobre ellos, por el a 
donde yo estoy vosotros también
tiempo y por toda la eternidad; y estéis.
estará en pleno vigor cuando ya no 24 Esto es a vidas eternas: Conocer
estén en el mundo; y los ángeles y al único Dios sabio y verdadero, y
los dioses que están allí les deja­ a Jesucristo a quien él ha b enviado.
rán pasar a su g exaltación y gloria Yo soy él. Recibid, pues, mi ley.
en todas las cosas, según lo que 25 a Ancha es la puerta y espacioso
19 a
GEE Matrimonio — El g GEE Exaltación. Hel. 3:29–30.
nuevo y sempiterno 20 a Mateo 25:21; b Mateo 7:13–14, 23;
convenio del DyC 29:12–13; 132:37. 2 Ne. 9:41; 31:17–21.
matrimonio. GEE Hombre(s) — Su c DyC 132:30–31.
b GEE Sellamiento, sellar. potencial para llegar 23 a Juan 14:2–3.
c DyC 76:52–53; 88:3–4. a ser como nuestro 24 a Juan 17:3.
d GEE Llaves del Padre Celestial. GEE Vida eterna.
sacerdocio. b DyC 50:26–29; b Juan 3:16–17;
e Éx. 19:5–6; 76:94–95; 84:35–39. DyC 49:5.
Apoc. 5:10; 20:6; 21 a GEE Ley. 25 a Mateo 7:13–14;
DyC 76:56; 78:15, 18. 22 a Lucas 13:24; 3 Ne. 14:13–15.
f GEE Libro de la vida. 2 Ne. 33:9;
313 Doctrina y Convenios 132:26–33
el camino que lleva a las b muertes, 28 Soy el Señor tu Dios, y te daré
y muchos son los que entran por la ley de mi Santo Sacerdocio, cual
ella, porque c no me reciben, ni tam­ mi Padre y yo decretamos antes de
poco cumplen mi ley. que el mundo fuese.
26 De cierto, de cierto te digo, 29  a Abraham recibió todas las
que si un hombre contrae matri­ cosas, todo cuanto recibió, por re­
monio con una mujer conforme a velación y mandamiento, por mi
mi palabra, y son sellados por el palabra, dice el Señor, y él ha en­
a 
Santo Espíritu de la promesa, de trado en su exaltación y se sienta
acuerdo con mi precepto, y él o sobre su trono.
ella comete algún pecado o trans­ 30 Abraham recibió a promesas en
gresión del nuevo y sempiterno cuanto a su posteridad y a la del
convenio, cualquiera que sea, y fruto de sus lomos —de cuyos b lo­
toda clase de blasfemias, y si b no mos eres tú, mi siervo José— pro­
cometen homicidio en el que vier­ mesas que habrían de continuar
tan sangre inocente, todavía sal­ mientras estuviesen en el mundo;
drán en la primera resurrección y y en cuanto a Abraham y su poste­
entrarán en su exaltación; pero se­ ridad, habrían de continuar fuera
rán destruidos en la carne y c entre­ del mundo; tanto en el mundo
gados a los bofetones de d Satanás como fuera del mundo, continua­
hasta el día de la redención, dice rían tan innumerables como las
Dios el Señor. c 
estrellas; o si te pusieras a contar
27 La a blasfemia contra el Espí­ las arenas de las playas del mar,
ritu Santo, que b no será perdonada no podrías numerarlas.
en el mundo ni fuera del mundo, 31 Esta promesa es para ti tam­
consiste en cometer homicidio en bién, pues eres de a Abraham, y a
el que se vierta sangre inocente, y él se le hizo la promesa; y por esta
en asentir a mi muerte después de ley se realiza la continuación de las
haber recibido mi nuevo y sempi­ obras de mi Padre, en las cuales se
terno convenio, dice el Señor Dios; glorifica a sí mismo.
y el que no obedezca esta ley, de 32 Ve, pues, y haz las a obras de
ninguna manera podrá entrar en Abraham; entra en mi ley, y serás
mi gloria, sino que será c conde­ salvo.
nado, dice el Señor. 33 Mas si no entras en mi ley,
25 b GEE Muerte espiritual. b Mateo 12:31–32; Abraham;
c Juan 5:43. Heb. 6:4–6; Abraham, convenio
26 a GEE Santo Espíritu de DyC 76:31–35. de (convenio
la promesa. GEE Hijos de perdición. abrahámico).
b Alma 39:5–6. c GEE Condenación, b 2 Ne. 3:6–16.
c DyC 82:21; 104:9–10. condenar. c Gén. 15:5; 22:17.
d GEE Diablo. 29 a GEE Abraham. 31 a DyC 86:8–11; 110:12.
27 a GEE Blasfemar, 30 a Gén. 12:1–3; 13:16. 32 a Juan 8:39;
blasfemia; GEE Abraham — La Alma 5:22–24.
Pecado imperdonable. descendencia de
Doctrina y Convenios 132:34– 42 314
no puedes recibir la promesa que siervos, así como muchos otros de
mi Padre hizo a Abraham. mis siervos, desde el principio de
34 Dios a mandó a Abraham, y la creación hasta hoy; y en nada
b 
Sara le dio a c Agar por esposa a pecaron sino en las cosas que no
Abraham. ¿Por qué lo hizo? Por­ recibieron de mí.
que era la ley; y de Agar nacieron 39 David a recibió sus esposas y
muchos pueblos. De modo que, concubinas de mí, por conducto
entre otras cosas, esto cumplía las de Natán, mi siervo, y de otros
promesas. profetas que tenían las b llaves de
35 ¿Se halló, pues, Abraham bajo esta potestad; y en ninguna de es­
condenación? De cierto te digo que tas cosas pecó contra mí, sino en
no, porque yo, el Señor, lo a mandé. el caso de c Urías y su esposa; así
36 A Abraham se le a mandó sacri­ que, ha caído de su exaltación y ha
ficar a su hijo b Isaac; sin embargo, recibido su porción; y no las here­
estaba escrito: No c matarás. No dará fuera del mundo, porque se
obstante, Abraham no se negó, y las d di a otro, dice el Señor.
se le contó por d obra justa. 40 Yo soy el Señor tu Dios, y a ti,
37 Abraham recibió a concubi­ mi siervo José, yo te di un nombra­
nas, y le dieron hijos; y se le contó miento, y a restauro todas las cosas.
por obra justa, porque le fueron Pide lo que quieras, y te será dado
dadas, y se sujetó a mi ley; tam­ según mi palabra.
poco Isaac ni b Jacob hicieron cosa 41 Y en vista de que has pre­
alguna, sino lo que les fue man­ guntado concerniente al adulte­
dado; y porque no hicieron sino rio, de cierto, de cierto te digo,
lo que se les mandó, han entrado que si un hombre recibe a una
en su c exaltación, de acuerdo mujer en el nuevo y sempiterno
con las promesas, y se sientan convenio, y si ella se junta con
sobre tronos, y no son ángeles otro hombre, y no se lo he se­
sino dioses. ñalado por el ungimiento santo,
38  a David también recibió b mu­ ella ha cometido adulterio y será
chas esposas y concubinas, y destruida.
también Salomón y Moisés, mis 42 Si no ha entrado en el nuevo
34 a Gén. 16:1–3. b Gén. 30:1–4; 39 a 2 Sam. 12:7–8.
b GEE Sara. DyC 133:55. b GEE Llaves del
c Gén. 25:12–18. GEE Jacob hijo de Isaac. sacerdocio.
GEE Agar. c GEE Exaltación; c 2 Sam. 11:4, 27; 12:9;
35 a Jacob 2:24–30. Hombre(s) — Su 1 Rey. 15:5.
36 a Gén. 22:2–12. potencial para llegar GEE Adulterio;
b GEE Isaac. a ser como nuestro Asesinato.
c Éx. 20:13. Padre Celestial. d Jer. 8:10.
d Jacob 4:5. 38 a GEE David. 40 a JS—H 1:33.
GEE Rectitud, recto. b 1 Sam. 25:42–43; GEE Restauración del
37 a Es decir, otras esposas. 2 Sam. 5:13; Evangelio.
Gén. 25:5–6. 1 Rey. 11:1–3.
315 Doctrina y Convenios 132:43–51
y sempiterno convenio, y se une a quien bendigas yo bendeciré; y
a otro hombre, ha a cometido a quien maldigas yo a maldeciré,
adulterio. dice el Señor, porque yo, el Señor,
43 Y si su marido se une a otra soy tu Dios.
mujer, y él se hallaba bajo a voto, 48 Y además, de cierto te digo,
él ha violado su voto y cometido mi siervo José, que lo que tú des
adulterio. en la tierra, y quien de ti reciba a
44 Y si ella no ha cometido adul­ alguien en la tierra, por mi palabra
terio, sino que es inocente y no y según mi ley, será visitado con
ha violado su voto, y ella lo sabe, bendiciones y no con maldiciones,
y yo te lo revelo, mi siervo José, y con mi poder, dice el Señor, y se
entonces tendrás la facultad, por verá libre de condenación en la
el poder de mi Santo Sacerdocio, tierra y en el cielo.
para tomarla y darla al que no ha 49  Porque yo soy el Señor tu
cometido adulterio mas ha sido Dios, y estaré contigo hasta el a fin
a 
fiel; porque este será puesto por del mundo y toda la eternidad;
mayordomo sobre muchas. porque de cierto, b sello sobre ti tu
45 Porque te he conferido las a lla­ c 
exaltación y te preparo un trono
ves y el poder del sacerdocio, por en el reino de mi Padre, con Abra­
medio de lo cual b restauro todas ham tu d padre.
las cosas y te hago saber todas las 50 He aquí, he visto tus a sacri­
cosas en el debido tiempo. ficios, y perdonaré todos tus pe­
46 Y de cierto, de cierto te digo cados; he visto tus sacrificios al
que lo que a sellares en la tierra obedecer lo que te he mandado.
será sellado en los cielos; y lo que Ve, pues, y te prepararé la ma­
atares en la tierra, en mi nombre y nera de escapar, así como b acepté
por mi palabra, dice el Señor, será de Abraham la ofrenda de su hijo
eternamente atado en los cielos; Isaac.
y los pecados de cualquier per­ 51 De cierto, te digo: Un manda­
sona que b remitas en la tierra, se­ miento le doy a mi sierva Emma
rán eternamente remitidos en los Smith, la esposa que te he dado,
cielos; y los pecados de cualquier que se detenga y no participe de
persona que retengas en la tierra, lo que te mandé ofrecerle; pues
serán retenidos en los cielos. lo hice para probaros como probé
47 Además, de cierto digo que a Abraham, dice el Señor, y para
42 a DyC 42:22–26. Evangelio. GEE Vocación
43 a GEE Convenio; 46 a GEE Sellamiento, sellar. (llamamiento) y
Matrimonio. b GEE Remisión de elección.
44 a GEE Castidad. pecados. d Gén. 17:1–8;
45 a GEE Llaves del 47 a Gén. 12:1–3; 2 Ne. 8:2.
sacerdocio. DyC 124:93. 50 a GEE Sacrificios.
b Hech. 3:21; 49 a Mateo 28:20. b Gén. 22:10–14;
DyC 86:10. b DyC 68:12. DyC 97:8.
GEE Restauración del c DyC 5:22.
Doctrina y Convenios 132:52–61 316
que yo pudiese demandar una 56 Además, de cierto digo, per­a 

ofrenda de tus manos, por conve­ dónele mi sierva sus ofensas a mi


nio y sacrificio. siervo José; entonces se le perdo­
52  Y reciba mi sierva a Emma narán a ella sus ofensas con las
Smith a todas las que han sido que me ha ofendido; y yo, el Se­
dadas a mi siervo José y que ñor tu Dios, la bendeciré y la mul­
son virtuosas y puras delante tiplicaré, y haré que su corazón
de mí; y las que no son puras, se regocije.
y han dicho que son puras, 57  Y además, no enajene sus
serán destruidas, dice Dios bienes mi siervo José, no sea que
el Señor. venga un enemigo y lo destruya,
53  Porque yo soy el Señor tu porque Satanás a procura destruir;
Dios, y has de obedecer mi voz; pues soy el Señor tu Dios y él es mi
y le concedo a mi siervo José que siervo; y he aquí, estoy con él como
sea mayordomo sobre muchas co­ estuve con Abraham tu padre, aun
sas; porque ha sido a fiel sobre po­ hasta su b exaltación y gloria.
cas, y yo lo fortaleceré de aquí en 58 Ahora, tocante a la ley del a sa­
adelante. cerdocio, hay muchas cosas perte­
54 Y le mando a mi sierva Emma necientes a ella.
Smith que permanezca y se una 59 De cierto, si algún hombre
a mi siervo José, y a nadie más. fuere llamado por mi Padre, como
Pero si no quiere someterse a este lo fue a Aarón, por mi propia voz
mandamiento será destruida, dice y por la voz del que me envió, y
el Señor; porque yo soy el Señor tu yo lo haya investido con las b lla­
Dios, y la destruiré si no perma­ ves del poder de este sacerdo­
nece en mi ley. cio, si hiciere algo en mi nombre,
55 Pero si ella se niega a obe­ conforme a mi ley y por mi pa­
decer este mandamiento, enton­ labra, no cometerá pecado, y yo
ces mi siervo José hará todas las lo justificaré.
cosas por ella, así como él ha di­ 60 Por tanto, nadie censure a
cho; y a él lo bendeciré y lo mul­ mi siervo José, pues yo lo justi­
tiplicaré y le daré a cien veces más ficaré; porque él hará el sacrifi­
en este mundo, de padres y ma­ cio que yo requiera de sus manos
dres, hermanos y hermanas, ca­ por sus transgresiones, dice el
sas y terrenos, esposas e hijos, y Señor tu Dios.
coronas de b vidas eternas en los 61 Y además, tocante a la ley
mundos eternos. del sacerdocio: Si un hombre se
52 a GEE Smith, Emma familia eterna; GEE Sacerdocio.
Hale. Vida eterna. 59 a Heb. 5:4.
53 a Mateo 25:21; 56 a GEE Perdonar. GEE Aarón, hermano
DyC 52:13. 57 a Mateo 10:28. de Moisés.
55 a Mar. 10:28–31. b GEE Exaltación. b GEE Llaves del
b GEE Familia — La 58 a DyC 84:19–26. sacerdocio.
317 Doctrina y Convenios 132:62–66
casa con una a virgen y desea des­ la b obra de mi Padre, a fin de que
posarse con b otra, y la primera con­ él sea glorificado.
siente, y él se casa con la segunda, 64 Y además, de cierto, de cierto
y son vírgenes, y no han dado su te digo, si un hombre que tiene
palabra a ningún otro, entonces las llaves de este poder tiene una
queda justificado; no puede come­ esposa, y le enseña la ley de mi
ter adulterio, porque le son dadas sacerdocio en cuanto a estas co­
a él; pues no puede cometer adul­ sas, entonces ella ha de creer y mi­
terio con lo que le pertenece a él y nistrarle, o será destruida, dice el
a nadie más. Señor tu Dios; pues la destruiré;
62 Y si le son dadas diez vírge­ porque magnificaré mi nombre en
nes por esta ley, no puede cometer todos los que reciban y permanez­
adulterio, porque a él le pertenecen can en mi ley.
y le son dadas; por tanto, queda 65 Por tanto, me será lícito, si ella
justificado. no acepta esta ley, que él reciba
63 Mas si una o cualquiera de las cuantas cosas yo, el Señor su Dios,
diez vírgenes, después de despo­ le dé, porque ella no creyó ni le
sarse, recibe a otro hombre, ella ministró conforme a mi palabra; y
ha cometido adulterio y será des­ entonces ella llega a ser la transgre­
truida; porque le son dadas a él sora; y él queda exento de la ley de
para a multiplicarse y henchir la Sara, la cual ministró a Abraham
tierra, de acuerdo con mi manda­ según la ley, cuando le mandé a
miento, y para cumplir la promesa él que tomara a Agar por esposa.
dada por mi Padre antes de la fun­ 66 Y ahora, en cuanto a esta ley,
dación del mundo, y para su exal­ de cierto, de cierto te digo, te reve­
tación en los mundos eternos, a fin laré más en lo porvenir; por tanto,
de que engendren las almas de los esto bastará por ahora. He aquí,
hombres; pues en esto se perpetúa soy el Alfa y la Omega. Amén.

SECCIÓN 133
Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Hiram, Ohio,
el 3 de noviembre de 1831. Como prefacio de esta revelación, en la his-
toria de José Smith se indica: “En esta época había muchas cosas que
los élderes deseaban saber concernientes a la predicación del Evange-
lio a los habitantes de la tierra y en cuanto al recogimiento; y a fin de
poder andar según la luz verdadera y ser instruidos de lo alto, el día
3 de noviembre de 1831 me dirigí al Señor y recibí la siguiente reve-
lación importante”. Esta sección se añadió primeramente al libro de
61 a GEE Virgen. matrimonio plural. b Moisés 1:39.
b DO 1. 63 a Gén. 1:26–28;
GEE Matrimonio — El Jacob 2:30.
Doctrina y Convenios 133:1–9 318
Doctrina y Convenios como un apéndice, y, con posterioridad, se le
señaló un número como sección.
1–6, Se manda a los santos prepa- la tierra verán la b salvación de su
rarse para la Segunda Venida; 7–16, Dios.
Se manda a todos los hombres huir 4 Por tanto, preparaos, preparaos,
de Babilonia, ir a Sion y prepararse oh mi pueblo; santificaos, juntaos
para el gran día del Señor; 17–35, Él vosotros, oh pueblo de mi iglesia,
estará en pie sobre el monte de Sion, sobre la tierra de Sion, todos voso­
los continentes se convertirán en tros a quienes no se ha mandado
una sola tierra y las tribus perdidas permanecer.
de Israel volverán; 36–40, El Evan- 5 Salid de a Babilonia. Sed b lim­
gelio se restauró por medio de José pios los que lleváis los vasos del
Smith para que se predicara en todo Señor.
el mundo; 41–51, El Señor descen- 6 Convocad vuestras asambleas
derá con venganza sobre los inicuos; solemnes y a comunicaos a menudo
52–56, Será el año de Sus redimidos; los unos con los otros. Invoque
57–74, El Evangelio ha de enviarse todo varón el nombre del Señor.
para la salvación de los santos y para 7 Sí, de cierto os digo otra vez,
la destrucción de los inicuos. el momento ha llegado en que la
voz del Señor se dirige a vosotros:
Escuchad, oh pueblo de mi igle­ Salid de Babilonia; a congregaos de
sia, dice el Señor vuestro Dios, y entre las naciones, de los b cuatro
oíd la palabra del Señor concer­ vientos, desde un extremo del cielo
niente a vosotros: hasta el otro.
2 El Señor que a vendrá súbita­ 8  a Enviad a los élderes de mi
mente a su templo; el Señor que iglesia a las naciones que se en­
descenderá en b juicio sobre el cuentran lejos; a las b islas del mar;
mundo con una maldición; sí, so­ enviadlos a los países extranjeros;
bre todas las naciones que olviden llamad a todas las naciones, pri­
a Dios, y sobre todos los impíos meramente a los c gentiles y luego
que haya entre vosotros. a los d judíos.
3 Porque a desnudará su santo 9 Y he aquí, este será su pregón
brazo ante los ojos de todas las y la voz del Señor a todo pueblo:
naciones, y todos los extremos de Id a la tierra de Sion para que
133 2 a Mal. 3:1; 5 a Alma 5:57; GEE Israel — La
DyC 36:8. DyC 1:16. congregación de Israel.
b DyC 1:36. GEE Babel, Babilonia; b Zac. 2:6–7;
GEE Jesucristo — Mundano, lo. Mar. 13:27.
Es juez. b 2 Tim. 2:21; 8 a GEE Obra misional.
3 a Isa. 52:10. 3 Ne. 20:41; b Isa. 11:11;
b Isa. 12:2; 52:10. DyC 38:42. 1 Ne. 22:4;
GEE Plan de GEE Pureza, puro. 2 Ne. 10:8, 20.
redención; 6 a Mal. 3:16–18. c GEE Gentiles.
Salvación. 7 a DyC 29:8. d GEE Judíos.
319 Doctrina y Convenios 133:10–22
se ensanchen las fronteras de mi unánimes, vosotros los élderes de
pueblo, y sean fortalecidas sus mi iglesia, y oíd la voz del Señor,
a 
estacas, y b Sion se extienda hasta porque él llama a todos los hom­
las regiones inmediatas. bres y manda a todos en todas
10 Sí, óigase el pregón entre todo partes que se b arrepientan.
pueblo: Despertad y levantaos y 17 Porque, he aquí, Dios el Señor
salid a recibir al a Esposo; he aquí, ha a enviado al ángel para que pro­
el Esposo viene; salid a recibirlo. clame en medio del cielo: Prepa­
Preparaos para el b gran día del rad la vía del Señor y b enderezad
Señor. sus senderos, porque la hora de su
11 a Velad, pues, porque b no sabéis c 
venida está cerca,
ni el día ni la hora. 18 cuando el a Cordero estará en
12 Huyan, pues, a a Sion los que pie sobre el b monte de Sion, y con
se hallan b entre los gentiles. él c ciento cuarenta y cuatro mil,
13 Y huyan a a Jerusalén los que que tendrán el nombre de su Padre
son de b Judá, a los c montes de la escrito en la frente.
d 
casa del Señor. 19 Por tanto, preparaos para la
14 Salid de en medio de las nacio­ a 
venida del b Esposo; salid, salid
nes, sí, de Babilonia, de en medio a recibirlo.
de la iniquidad, que es la Babilonia 20 Porque he aquí, a se pondrá de
espiritual. pie sobre el monte de los Olivos y
15 Pero de cierto, así dice el Se­ sobre el potente océano, sí, el gran
ñor, no sea vuestra huida con abismo, y sobre las islas del mar y
a 
prisa, sino prepárense todas las sobre la tierra de Sion.
cosas delante de vosotros; y b no 21 Y a alzará su voz desde b Sion, y
mire hacia atrás el que salga, no hablará desde Jerusalén, y se oirá
sea que le sobrevenga una destruc­ su voz entre todo pueblo.
ción repentina. 22 Y será una voz como el a es­
16 Dad oído y escuchad, oh ha­ truendo de muchas aguas, y
bitantes de la tierra. a Escuchad como la voz de grandes b truenos
9 a Isa. 54:2. Ezeq. 38:8. 19 a Mateo 25:1–13;
GEE Estaca. d Sal. 122. DyC 33:17–18; 88:92.
b GEE Sion. 15 a Isa. 52:10–12; GEE Segunda venida
10 a Mateo 25:6; DyC 58:56. de Jesucristo.
DyC 33:17–18; b Gén. 19:17, 26; b GEE Esposo.
45:54–59. Lucas 9:62. 20 a Zac. 14:4;
GEE Esposo. 16 a DyC 1:1–6. DyC 45:48–53.
b DyC 1:12–14. b GEE Arrepentimiento, 21 a Joel 3:16;
11 a Mar. 13:32–37; arrepentirse. Amós 1:2.
JS—M 1:46, 48. 17 a DyC 13; 27:7–8; 88:92. b Isa. 2:2–4.
b DyC 49:7. b Isa. 40:3–5. 22 a Ezeq. 43:2;
12 a GEE Sion. c Mal. 3:1. Apoc. 1:15;
b DyC 38:31, 42. 18 a Apoc. 14:1. DyC 110:3.
13 a GEE Jerusalén. GEE Cordero de Dios. b Sal. 77:18;
b GEE Judá. b DyC 84:2. Apoc. 14:2.
c Isa. 2:1–3; c Apoc. 7:1–4.
Doctrina y Convenios 133:23–38 320
que derribarán los montes; y no
c 
32 Y allí se postrarán, y serán co­
se hallarán los valles. ronados de gloria, sí, en Sion, por
23 Mandará al mar profundo, y la mano de los siervos del Señor,
será arrojado hacia los países del los hijos de Efraín.
norte, y las a islas serán una sola 33 Y serán llenos de a cantos de
tierra; gozo sempiterno.
24 y la tierra de a Jerusalén y la de 34 He aquí, esta es la bendición
Sion volverán a su propio lugar, y del Dios sempiterno sobre las a tri­
la tierra será como en los días antes bus de Israel, y la bendición más
de ser b dividida. rica sobre la cabeza de b Efraín y
25 Y el Señor, sí, el Salvador, es­ sus compañeros.
tará en medio de su pueblo y a rei­ 35 Y también los de la tribu de
nará sobre toda carne. a 
Judá, después de su aflicción, se­
26 Y los que estén en los a países rán purificados en b santidad ante
del norte serán recordados ante el Señor, para morar en su pre­
el Señor, y sus profetas oirán su sencia día y noche, para siempre
voz, y no se contendrán por más jamás.
tiempo; y herirán las peñas, y el 36 Y ahora, de cierto dice el Se­
hielo fluirá ante su presencia. ñor, para que se sepan estas cosas
27 Y se levantará una a calzada en entre vosotros, oh habitantes de la
medio del gran mar. tierra, he enviado a mi a ángel para
28 Sus enemigos llegarán a serles volar por en medio del cielo con el
por presa, b 
evangelio eterno, el cual ha apare­
29 y en los a yermos desolados cido a algunos y lo ha entregado al
brotarán pozos de aguas vivas; y la hombre, y se aparecerá a muchos
tierra reseca no volverá a tener sed. que moran en la tierra.
30 Y traerán sus ricos tesoros a 37 Y este a evangelio será b pre­
los hijos de a Efraín, mis siervos. dicado a c toda nación, y tribu, y
31 Y los confines de los a colla­ lengua, y pueblo.
dos eternos temblarán ante su 38 Y los siervos de Dios saldrán,
presencia. proclamando en alta voz: Temed
22 c Jue. 5:5; GEE Israel — Las diez b Gén. 48:14–20;
Isa. 40:4; 64:1; tribus perdidas de 1 Cró. 5:1–2;
Apoc. 16:20; Israel. Éter 13:7–10.
DyC 49:23; 109:74. 27 a Isa. 11:15–16; 35 a GEE Judá — La tribu
23 a Apoc. 6:14. 2 Ne. 21:16. de Judá.
24 a GEE Jerusalén. 29 a Isa. 35:6–7. b GEE Santidad.
b Gén. 10:25. 30 a Zac. 10:7–12. 36 a Apoc. 14:6–7;
GEE Tierra — La GEE Efraín — La tribu DyC 20:5–12.
división de la tierra. de Efraín. b GEE Restauración del
25 a GEE Jesucristo — El 31 a Gén. 49:26. Evangelio.
reinado milenario de 33 a Isa. 35:10; 51:11; 37 a GEE Evangelio.
Cristo. DyC 66:11. b GEE Obra misional;
26 a Jer. 16:14–15; 34 a GEE Israel — Las doce Predicar.
DyC 110:11. tribus de Israel. c DyC 42:58.
321 Doctrina y Convenios 133:39–53
a Dios y dadle gloria, porque la ropas teñidas; sí, de regiones des­
hora de su juicio ha llegado; conocidas, vestido con su atavío
39 y a adorad a aquel que ha he­ glorioso, que viene en la grandeza
cho el cielo, la tierra, el mar y las de su potencia?
fuentes de las aguas, 47 Y él dirá: Soy aquel que hablé
40 invocando el nombre del Se­ en justicia, poderoso para salvar.
ñor día y noche, diciendo: ¡Oh, que 48 Y los vestidos del Señor serán
a 
hendieras los cielos; que descen­ a 
rojos; y su ropa como del que ha
dieras; que los montes se derritie­ pisado el lagar.
ran ante tu presencia! 49 Y tan grande será la gloria de
41 Y será contestado sobre su ca­ su presencia, que el a sol esconderá
beza, porque la presencia del Señor su faz avergonzado, y la luna re­
será como el fuego de fundición tendrá su luz, y las estrellas serán
que abrasa, y como fuego que hace arrojadas de sus lugares.
a 
hervir las aguas. 50 Y se oirá su voz: He a pisado
42 Oh Señor, tú bajarás para dar yo solo el lagar y he traído juicio
a conocer tu nombre a tus adver­ sobre todo pueblo; y nadie estuvo
sarios, y todas las naciones tem­ conmigo;
blarán ante tu presencia, 51 y los he hollado con mi furor
43 cuando obres cosas terribles, y los pisé con mi ira, y con su san­
cosas que no esperan; gre he a salpicado mis vestidos y
44 sí, cuando desciendas y se de­ manchado toda mi ropa; porque
rritan los montes delante de tu este fue el día de venganza que
presencia, a recibirás a aquel que se estaba en mi corazón.
regocija y obra rectamente, que se 52 Y ahora el año de mis redimi­
acuerda de ti en tus vías. dos ha llegado; y harán memoria
45 Porque desde el principio del de la amorosa bondad de su Señor,
mundo no han escuchado los hom­ y de todo lo que sobre ellos ha
bres, ni percibido con sus oídos, conferido de acuerdo con su bon­
ni ha visto ojo alguno, además de dad, y de acuerdo con su amorosa
ti, oh Dios, cuán grandes cosas misericordia, para siempre jamás.
has a preparado para aquel que te 53 En todas las a aflicciones de
b 
espera. ellos, él fue afligido. Y el ángel
46 Y se dirá: a ¿Quién es este que de su presencia los salvó; y en
b 
desciende de Dios en el cielo con su b amor y en su clemencia los
39 a GEE Adorar. b GEE Segunda venida de 49 a Isa. 13:10; 24:23;
40 a Isa. 64:1–2. Jesucristo. DyC 45:42; 88:87.
41 a Job 41:31. 48 a Gén. 49:11–12; 50 a Isa. 63:2–3;
44 a 1 Tes. 4:15–18. Lucas 22:44; DyC 76:107; 88:106.
45 a Isa. 64:4; Apoc. 19:11–15; 51 a Lev. 8:30.
1 Cor. 2:9. TJS Apoc. 19:15 53 a Isa. 63:4–9.
b Lam. 3:25; (Apéndice — Biblia); b GEE Caridad.
2 Ne. 6:7, 13. Mos. 3:7;
46 a Isa. 63:1–2. DyC 19:18.
Doctrina y Convenios 133:54–64 322
c 
redimió, los sostuvo y los llevó para las cosas que vendrán sobre
todos los días de la antigüedad; la tierra, y para la obra del Señor
54 sí, y también a a Enoc y a los en aquel día en que los a débiles
que estuvieron con él; a los profe­ confundirán a los sabios, y el b me­
tas que antes de él fueron; también nor se hará nación fuerte, y c dos
a b Noé y a los que fueron antes de pondrán en fuga a sus decenas de
él; y también a c Moisés y a los que millares.
fueron antes de él; 59 Y con lo débil de la tierra a tri­
55 y de Moisés a Elías, y de Elías llará el Señor a las naciones por el
a Juan, los cuales estuvieron con poder de su Espíritu.
Cristo en su a resurrección, y los 60 Y por esta razón se dieron es­
santos apóstoles, con Abraham, tos mandamientos; se mandó que
Isaac y Jacob, estarán en la presen­ se retuviesen del mundo el día en
cia del Cordero. que fueron dados, pero ahora han
56 Y los a sepulcros de los b santos de a ir a b toda carne;
serán c abiertos; y saldrán y estarán 61 y esto de acuerdo con la dis­
a la d diestra del Cordero cuando posición y la voluntad del Señor,
él esté en pie sobre el e monte de que reina sobre toda carne.
Sion y sobre la ciudad santa, la 62 Y al que se a arrepienta y se
f 
Nueva Jerusalén; y cantarán el b 
santifique ante el Señor, se dará
g 
cántico del h Cordero día y noche la c vida eterna.
para siempre jamás. 63 Y sobre los que a no escuchen
57 Y por tal razón, a fin de que la voz del Señor se cumplirá lo
los hombres fuesen hechos parti­ que escribió el profeta Moisés, que
cipantes de las a glorias que iban serán b desarraigados de entre el
a ser reveladas, el Señor envió la pueblo.
plenitud de su b evangelio, su con­ 64  Y también lo que fue es­
venio sempiterno, razonando con crito por el profeta a Malaquías:
sencillez y claridad, Porque he aquí, viene el b día
58 a fin de preparar a los débiles c 
ardiente como un horno, y todos
53 c GEE Redención, g Apoc. 15:3; GEE Santificación.
redimido, redimir. DyC 84:98–102. c GEE Vida eterna.
54 a GEE Enoc. h GEE Cordero de Dios. 63 a GEE Escuchar.
b GEE Noé, patriarca 57 a GEE Grados de gloria. b Hech. 3:22–23;
bíblico. b GEE Evangelio. 1 Ne. 22:20–21;
c GEE Moisés. 58 a Mateo 11:25; 3 Ne. 20:23; 21:11;
55 a GEE Resurrección. 1 Cor. 1:27; DyC 1:14; JS—H 1:40.
56 a DyC 29:13. Alma 32:23; 37:6–7. 64 a Mal. 4:1.
b GEE Santo (sustantivo). b Isa. 60:22. GEE Malaquías.
c DyC 45:45–46; c Deut. 32:29–30. b JS—H 1:36–37.
88:96–97. 59 a Miq. 4:11–13. c Isa. 66:15–16;
d Mateo 25:33–34. 60 a DyC 104:58–59. 1 Ne. 22:15; 3 Ne. 25:1;
e Isa. 24:23; Apoc. 14:1; b DyC 1:2. DyC 29:9; 64:24.
DyC 76:66; 62 a GEE Arrepentimiento, GEE Tierra — La
84:2, 98–102. arrepentirse. purificación de la
f GEE Nueva Jerusalén. b DyC 88:74. tierra.
323 Doctrina y Convenios 133:65–74
los soberbios y todos los que ha­ 69 Visto de obscuridad los cielos,
cen maldad serán estopa; y aquel y su cubierta hago yo de cilicio.
día que vendrá los abrasará, ha 70 Y a esto os vendrá de mi mano:
dicho Jehová de los ejércitos, y no En angustia yaceréis.
les dejará ni raíz ni rama. 71 He aquí, no hay quien os res­
65 Por tanto, esta será la res­ cate, porque no obedecisteis mi
puesta del Señor a ellos: voz cuando os llamé desde los
66 El día en que vine a los míos, cielos; no creísteis a mis siervos,
ninguno de vosotros me a recibió, y cuando os fueron a enviados, no
y fuisteis echados fuera. los recibisteis.
67 Cuando llamé otra vez, no 72 De manera que, a sellaron el
hubo de vosotros quien contes­ testimonio y ataron la ley, y vo­
tara; sin embargo, mi a brazo no fue sotros fuisteis entregados a las
acortado en lo más mínimo para tinieblas.
que yo no redimiera, ni tampoco 73 Estos irán a las tinieblas de
mi b poder para rescatar. afuera, donde es el a lloro y el llanto
68 He aquí, con mi reprensión y el crujir de dientes.
a 
seco el mar. Vuelvo los ríos en 74 He aquí, el Señor vuestro Dios
desierto; hieden sus peces y mue­ lo ha hablado. Amén.
ren de sed.

SECCIÓN 134
Una declaración de la creencia concerniente a los gobiernos y a las
leyes en general, adoptada por voto unánime en una asamblea gene-
ral de la Iglesia que se verificó en Kirtland, Ohio, el 17 de agosto de
1835. Muchos santos se reunieron para considerar el contenido que
se proponía de la primera edición de Doctrina y Convenios. En esa
ocasión, se hizo el siguiente preámbulo a esta declaración: “A fin de
que nuestra creencia concerniente a los gobiernos terrenales y a las
leyes en general no sea mal interpretada ni mal comprendida, he-
mos juzgado oportuno presentar, al fin de esta obra, nuestra opinión
concerniente al asunto”.
1–4, Los gobiernos deben preservar sostener y apoyar a su respectivo
la libertad de conciencia y de adora- gobierno y deben respeto y deferen-
ción; 5–8, Todos los hombres deben cia a las leyes; 9–10, Las sociedades
66 a Juan 1:11. Josué 3:14–17. 73 a Mateo 8:11–12;
67 a 2 Ne. 28:32. 70 a Isa. 50:11. Lucas 13:28;
b Isa. 50:2; 71 a 2 Cró. 36:15–16; DyC 19:5.
2 Ne. 7:2. Jer. 44:4–5. GEE Infierno;
68 a Éx. 14:21; 72 a Isa. 8:16–20. Tinieblas espirituales.
Doctrina y Convenios 134:1–6 324
religiosas no deben ejercer poderes religiosas los impulsen a infrin­
civiles; 11–12, Los hombres quedan gir los derechos y libertades de
justificados si se defienden a sí mis- los demás; pero no creemos que
mos y si defienden su propiedad. las leyes humanas tengan el dere­
cho de intervenir, prescribiendo
Creemos que Dios instituyó los reglas de a adoración para suje­
gobiernos para el beneficio del
a 
tar la conciencia de los hombres,
hombre, y que él hace a los hom­ ni de dictar fórmulas para la de­
bres b responsables de sus hechos voción pública o privada; que el
con relación a dichos gobiernos, magistrado civil debe restringir
tanto en la formulación de leyes el crimen, pero nunca dominar la
como en la administración de es­ conciencia; debe castigar el delito,
tas, para el bien y la protección de pero nunca suprimir la libertad
la sociedad. del alma.
2 Creemos que ningún gobierno 5 Creemos que todos los hom­
puede existir en paz, a menos bres están obligados a sostener y
que se formulen y se conserven apoyar a los gobiernos respecti­
invioladas las leyes que garan­ vos de los países donde residan,
ticen a cada individuo el a libre en tanto que las leyes de dichos
ejercicio de la b conciencia, el de­ gobiernos los protejan en sus de­
recho de tener y administrar rechos inherentes e inalienables;
propiedades y la c protección que no convienen la sedición ni
de la vida. la a rebelión a ningún ciudadano
3 Creemos que todo gobierno así protegido, y deben ser casti­
necesariamente requiere a funcio­ gadas como corresponde; y que
narios y magistrados civiles para todo gobierno tiene el derecho de
poner en vigor las leyes de ese establecer leyes que a su propio
gobierno; y que se debe buscar juicio estime que son las que mejor
y sostener, por la voz del pue­ garanticen los intereses públicos;
blo si es república, o por la vo­ al mismo tiempo, sin embargo,
luntad del soberano, a quienes conservando sagrada la libertad
administren la ley con equidad de conciencia.
y justicia. 6 Creemos que todo hombre debe
4 Creemos que la religión es ins­ ser respetado en su posición, los
tituida por Dios; y que los hom­ gobernantes y los magistrados
bres son responsables ante él, y como tales, ya que son colocados
ante él solamente, por el ejercicio para proteger a los inocentes y
de ella, a no ser que sus opiniones castigar a los culpables; y que todo
134 1 a DyC 98:4–7; b GEE Conciencia. GEE Adorar.
AdeF 1:12. c DyC 42:18–19. 5 a AdeF 1:12.
b GEE Responsabili­ 3 a DyC 98:8–10. GEE Rebelión.
dad, responsable. 4 a Alma 21:21–22;
2 a GEE Albedrío. AdeF 1:11.
325 Doctrina y Convenios 134:7–11
hombre debe respeto y deferencia emplear su habilidad en procurar
a las a leyes, porque sin ellas la paz que se castigue a los que infrinjan
y la armonía serían suplantadas las leyes buenas.
por la anarquía y el terror; las le­ 9 No creemos que sea justo con­
yes humanas son instituidas para fundir influencias religiosas con el
el propósito expreso de ajustar gobierno civil, mediante lo cual se
nuestros intereses como indivi­ ampara a una sociedad religiosa,
duos y naciones, entre hombre y mientras que a otra le son pros­
hombre; y las leyes divinas son da­ critos sus privilegios espirituales,
das del cielo para prescribir reglas y se niegan los derechos indivi­
sobre asuntos espirituales para la duales de sus miembros como
fe y la adoración, por las cuales el ciudadanos.
hombre responderá a su Creador. 10 Creemos que toda sociedad re­
7 Creemos que los gobernantes, ligiosa tiene el derecho de discipli­
estados y gobiernos tienen el de­ nar a sus miembros por conducta
recho y la obligación de instituir desordenada, de acuerdo con los
leyes para la protección de todo estatutos y reglamentos de dicha
ciudadano en el libre ejercicio de sociedad, siempre que tales pro­
su creencia religiosa; pero no cree­ cedimientos tengan que ver con
mos que tengan el derecho, en jus­ su confraternidad y buenos an­
ticia, de privar a los ciudadanos de tecedentes; pero no creemos que
este privilegio, ni proscribirlos por sociedad religiosa alguna tenga la
sus opiniones, en tanto que se ma­ autoridad para juzgar a los hom­
nifieste consideración y reverencia bres en cuanto al derecho sobre la
para con las leyes, y tales opinio­ propiedad o la vida, ni para quitar­
nes religiosas no justifiquen la se­ les los bienes de este mundo, ni po­
dición ni la conspiración. ner en peligro la vida o el cuerpo,
8 Creemos que la comisión de crí­ ni imponer sobre ellos castigos fí­
menes debe a castigarse de acuerdo sicos. Solo pueden a excomulgarlos
con la naturaleza de la ofensa; que de su sociedad y retirar de ellos la
el homicidio, la traición, el robo, el mano de confraternidad.
hurto y la violación de la paz en 11 Creemos que el hombre debe
general, en todo respecto, deben recurrir a la ley civil para exigir
ser castigados de acuerdo con su reparación por toda injusticia y
criminalidad y su mala influencia agravio, cuando sufre atropello
entre los hombres, por las leyes personal, o se difama o son vio­
del gobierno contra el cual se lados los derechos de propiedad,
come­tió la ofensa; y que en bien de donde existan leyes que le protejan
la paz y la tranquilidad públicas, de estas cosas; pero creemos que
todo hombre debe adelantarse y todo hombre queda justificado si
6 a DyC 58:21; 88:34. DyC 42:84–87.
8 a Alma 30:7–11; 10 a GEE Excomunión.
Doctrina y Convenios 134:12–135:2 326
se defiende a sí mismo, a sus ami­ de esclavos, ni predicarles el evan­
gos y propiedad, y al gobierno, gelio ni bautizarlos contra la vo­
de los ataques y abusos ilícitos luntad y deseos de sus amos, ni
cometidos por persona alguna en mezclarse en sus cosas ni influir en
tiempos de emergencia, cuando es lo más mínimo para que queden
imposible apelar inmediatamente descontentos con su situación en
a la ley y obtener amparo. esta vida, y con ello poner en pe­
12 Creemos que es justo a predi­ ligro la vida de los hombres; cree­
car el evangelio a las naciones de mos que tal intervención es ilícita
la tierra y amonestar a los justos e injusta, y peligrosa para la paz
a salvarse de la corrupción del de todo gobierno que permite la
mundo; pero no creemos que sea esclavitud de seres humanos.
propio intervenir en los asuntos

SECCIÓN 135
Anuncio del martirio de José Smith el Profeta y de su hermano Hy-
rum Smith el Patriarca en Carthage, Illinois, el 27 de junio de 1844.
Este documento se incluyó al final de la edición de 1844 de Doctrina
y Convenios, la que estaba casi lista para su publicación cuando José
Smith y Hyrum Smith fueron asesinados.
1–2, José y Hyrum padecieron el la cara pintada de negro. d Hyrum
martirio en la cárcel de Carthage; 3, recibió los primeros disparos y
Se aclama la posición preeminente con calma cayó, exclamando:
del Profeta; 4–7, La sangre inocente ¡Soy hombre muerto! José saltó por
de ellos testifica de la verdad y la di- la ventana y, al intentarlo, fue
vinidad de la obra. muerto a balazos mientras excla­
maba: ¡Oh Señor, Dios mío! Muer­
Para sellar el testimonio de este tos ya, dispararon sobre ellos de
libro y el Libro de Mormón, anun­ brutal manera y ambos recibieron
ciamos el a martirio de b José Smith cuatro balas.
el Profeta y de Hyrum Smith el Pa­ 2 a John Taylor y Willard Richards,
triarca. Ambos fueron agredidos a dos miembros del Cuórum de los
tiros en la c cárcel de Carthage, el Doce, eran las únicas personas
27 de junio de 1844, cerca de las que estaban en el cuarto en la oca­
cinco de la tarde, por un popu­ sión; aquel resultó gravemente he­
lacho de entre ciento cincuenta y rido con cuatro balas, pero ya se
doscientas personas armadas, con ha restablecido; este, mediante la
12 a GEE Obra misional; GEE Mártir, martirio. (EE. UU.).
Predicar. b GEE Smith, hijo, José. d GEE Smith, Hyrum.
135 1 a DyC 5:22; 6:30. c GEE Carthage, cárcel de 2 a GEE Taylor, John.
327 Doctrina y Convenios 135:3–6
providencia de Dios, escapó sin un requisitos de la ley, dos o tres días
agujero siquiera en la ropa. antes de su asesinato, dijo: “Voy
3 José Smith, el a Profeta y b Vi­ como a cordero al matadero; pero
dente del Señor, ha hecho más me siento tan sereno como una
por la salvación del hombre en mañana veraniega; mi conciencia
este mundo, que cualquier otro se halla libre de ofensas contra
que ha vivido en él, exceptuando Dios y contra todos los hombres.
solo a Jesús. En el breve espacio Moriré inocente, y aún se dirá
de veinte años ha sacado a luz el de mí: fue asesinado a sangre
Libro de Mormón, que tradujo por fría”. Esa misma mañana, Hy­
el don y el poder de Dios, y lo ha rum, después de haberse pre­
hecho publicar en dos continentes; parado para ir —¿a la matanza,
ha enviado la c plenitud del diremos?, sí, porque así fue— leyó
evangelio sempiterno, que el li­ el siguiente párrafo, cerca del fin
bro contiene, a los cuatro ángu­ del capítulo doce de Éter, en el Li­
los de la tierra; ha publicado las bro de Mormón, y dobló la hoja:
revelaciones y los mandamien­ 5 Y sucedió que le imploré al Se-
tos que integran este libro de ñor que diera gracia a los gentiles,
Doctrina y Convenios, así como para que tuvieran caridad. Y acon-
muchos otros sabios documentos teció que el Señor me dijo: Si no tie-
e instrucciones para el beneficio nen caridad, es cosa que nada tiene
de los hijos de los hombres; ha que ver contigo; tú has sido fiel; por
congregado a muchos miles de tanto, tus vestidos estarán a limpios.
los Santos de los Últimos Días; ha Y porque has visto tu debilidad, se-
fundado una gran d ciudad y ha rás fortalecido, aun hasta sentarte
dejado un nombre y una fama que en el lugar que he preparado en las
no pueden fenecer. Vivió grande mansiones de mi Padre. Y ahora. . .
y murió grande a los ojos de Dios me despido de los gentiles, sí, y tam-
y de su pueblo; y como la ma­ bién de mis hermanos a quienes amo,
yoría de los ungidos del Señor hasta que nos encontremos ante el
en tiempos antiguos, ha sellado b 
tribunal de Cristo, donde todos
su misión y obras con su propia los hombres sabrán que mis vesti-
e 
sangre; y lo mismo ha hecho su dos no se han manchado con vues-
hermano Hyrum. ¡En vida no fue­ tra sangre. Los c testadores ahora
ron divididos, y en su muerte no han muerto, y su testamento está
fueron separados! en vigor.
4 Al partir José para Carthage, 6  En febrero de 1844, Hyrum
para entregarse a los supuestos Smith cumplió cuarenta y cuatro
3 a GEE Profeta. d GEE Nauvoo, Illinois 5 a DyC 88:74–75.
b GEE Vidente. (EE. UU.). b Éter 12:36–38.
c DyC 35:17; 42:12. e Heb. 9:16–17; c Heb. 9:16–17.
GEE Restauración del DyC 136:39.
Evangelio. 4 a Isa. 53:7.
Doctrina y Convenios 135:7–136:1 328
años, y en diciembre de 1843, José conspiraciones de traidores y hom­
Smith cumplió treinta y ocho; y bres inicuos; y su sangre inocente
desde ahora sus nombres serán derramada en el piso de la cárcel
contados entre los de los mártires de Carthage es un amplio sello es­
de la religión; y el lector de toda tampado sobre el “Mormonismo”
nación tendrá presente que costó la que ningún tribunal del mundo
mejor sangre del siglo diecinueve puede rechazar; y su sangre ino-
publicar el Libro de Mormón y cente sobre el escudo del estado de
este libro de Doctrina y Conve­ Illinois, con la palabra violada del
nios de la iglesia, para la salvación estado que su gobernador había
de un mundo perdido; y que si el empeñado, es un testimonio de la
fuego puede marchitar el a árbol verdad del evangelio sempiterno
vivo para la gloria de Dios, cuánto que el mundo entero no puede im­
más fácil consumirá los árboles se­ pugnar; y su sangre inocente sobre
cos para purificar la viña de toda el pabellón de la libertad y sobre
corrupción. Vivieron por la gloria; la Carta Magna de los Estados Uni­
murieron por la gloria; y la gloria dos es un embajador de la religión
es su recompensa eterna. De gene­ de Jesucristo que tocará el corazón
ración en generación sus nombres de los hombres honrados en todas
pasarán a la posteridad como joyas las naciones; y su sangre inocente,
para los santificados. con la sangre inocente de todos los
7 Fueron inocentes de todo cri­ mártires que Juan vio bajo el a altar,
men, como tantas veces se ha­ clamará al Señor de los Ejércitos
bía comprobado previamente, hasta que él haya vengado esa san­
y fueron encarcelados solo por gre sobre la tierra. Amén.

SECCIÓN 136
La palabra y la voluntad del Señor, dada por medio del presidente Bri-
gham Young, en el invernadero (Winter Quarters) del campamento
de Israel, en la nación de los indios Omaha, sobre la ribera occidental
del río Misuri, cerca de Council Bluffs, Iowa.
1–16, Se explica la manera de orga- 34–42, Se da muerte a los profetas
nizar el campamento de Israel para el para que se les honre y para que los
viaje hacia el oeste; 17–27, Se manda inicuos sean condenados.
a los santos vivir de acuerdo con
las numerosas normas del Evange- La Palabra y la Voluntad del Se­
lio; 28–33, Los santos deben cantar, ñor en cuanto al Campamento de
bailar, orar y aprender sabiduría; Israel en su jornada hacia el oeste:
6 a Lucas 23:31. 7 a Apoc. 6:9.
329 Doctrina y Convenios 136:2–15
2 Organícense en compañías todo a llevar a los a pobres, a las b viu­
el pueblo de a La Iglesia de Jesu­ das, a los c huérfanos y a las fa­
cristo de los Santos de los Últimos milias de los que han ingresado
Días y los que viajen con ellos, con al ejército, para que los clamores
el convenio y la promesa de guar­ de las viudas y huérfanos no lle­
dar todos los mandamientos y los guen a los oídos del Señor contra
estatutos del Señor nuestro Dios. este pueblo.
3 Organícense las compañías con 9 Prepare cada compañía casas,
capitanes sobre a cien, capitanes y terrenos para el cultivo de gra­
sobre cincuenta y capitanes sobre nos, para los que han de quedarse
diez, al mando de un presidente y atrás esta temporada; y esta es la
sus dos consejeros, bajo la direc­ voluntad del Señor en cuanto a
ción de los Doce b Apóstoles. este pueblo.
4 Y este será nuestro a convenio: 10 Emplee cada hombre toda su
b 
Andaremos en todas las c ordenan­ influencia y sus bienes para tras­
zas del Señor. ladar a este pueblo al lugar donde
5 Provéase cada compañía con el Señor establecerá una a estaca
el mayor número posible de tiros de Sion.
de animales, carros, provisiones, 11 Y si hacéis esto con un corazón
ropa y otras cosas necesarias para puro, con toda fidelidad, seréis
el viaje. a 
bendecidos; seréis bendecidos
6 Cuando queden organizadas las en vuestros rebaños, y en vues­
compañías, dedíquense con toda tros hatos, y en vuestros campos,
su fuerza a hacer los preparativos y en vuestras casas, y en vuestras
para los que van a permanecer. familias.
7 Cada compañía, con sus capi­ 12 Organicen mis siervos Ezra T.
tanes y presidentes, decida cuán­ Benson y Erastus Snow una
tos podrán partir la primavera compañía.
entrante; entonces escójase a un 13 Y organicen una compañía
número suficiente de hombres mis siervos Orson Pratt y Wilford
fuertes y hábiles para llevar tiros Woodruff.
de animales, semillas e implemen­ 14 También mis siervos Amasa
tos de agricultura, y para ir a la Lyman y George A. Smith organi­
vanguardia a preparar la siembra cen una compañía.
primaveral. 15 Y nombren presidentes y ca­
8 Cada compañía, en proporción pitanes sobre cien, sobre cincuenta
al valor de sus propiedades, ayude y sobre diez.
136 2 a GEE Iglesia de Jesu­ 4 a GEE Convenio. c Stg. 1:27;
cristo de los Santos b GEE Andar, andar con 3 Ne. 24:5.
de los Últimos Días, Dios. 10 a GEE Estaca.
La. c GEE Ordenanzas. 11 a Deut. 28:1–14.
3 a Éx. 18:21–26. 8 a GEE Pobres. GEE Bendecido,
b GEE Apóstol. b GEE Viuda. bendecir, bendición.
Doctrina y Convenios 136:16–31 330
16 Y salgan mis siervos que han otros; cesad de hablar mal el uno
b 

sido nombrados, y enseñen esto, contra el otro.


mi voluntad, a los santos, a fin de 24 Cesad la a ebriedad; y tien­
que estén listos para ir a una tie­ dan vuestras palabras a b edificaros
rra de paz. unos a otros.
17 Id y haced lo que os he dicho, 25 Si pides prestado a tu vecino,
y no temáis a vuestros enemigos, le devolverás lo que te haya a pres­
porque no tendrán el poder para tado; y si no puedes devolvérselo,
detener mi obra. ve luego y díselo, no sea que te
18 Sion será a redimida en mi pro­ condene.
pio y debido tiempo. 26 Y si encuentras lo que tu ve­
19 Y si un hombre procura ele­ cino ha a perdido, indagarás di­
varse a sí mismo, y no busca mi ligentemente hasta que se lo
a 
consejo, no tendrá poder, y su in­ entregues.
sensatez se hará manifiesta. 27 Serás a diligente en preservar
20 Buscad; y procurad a cumplir lo que tengas, para que seas b ma­
con todas vuestras promesas el yordomo sabio; porque es el don
uno con el otro; y b no codiciéis lo gratuito del Señor tu Dios, y tú
que pertenece a vuestro hermano. eres su mayordomo.
21  a Guardaos del pecado de to­ 28 Si te sientes alegre, alaba al
mar el nombre del Señor en vano, Señor con a cantos, con música, con
porque soy el Señor vuestro Dios, baile y con b oración de alabanza y
sí, el b Dios de vuestros padres, el c 
acción de gracias.
Dios de Abraham, de Isaac y de 29 Si estás a triste, clama al Señor
Jacob. tu Dios con súplicas, a fin de que
22  a Soy el que saqué a los hijos tu alma se b regocije.
de Israel de la tierra de Egipto; 30 No temas a tus enemigos, por­
y mi brazo está extendido en los que están en mis manos y cumpliré
postreros días para b salvar a mi mi voluntad con ellos.
pueblo Israel. 31 Es preciso que los de mi pue­
23 Cesad de a contender unos con blo sean a probados en todas las
18 a DyC 100:13. DyC 38:33. 27 a GEE Diligencia.
19 a GEE Consejo. 23 a 3 Ne. 11:29–30. b GEE Mayordomía,
20 a GEE Honestidad, GEE Contención, mayordomo.
honradez. contienda. 28 a GEE Cantar.
b GEE Codiciar. b DyC 20:54. b GEE Oración.
21 a GEE Profanidad. GEE Calumnias. c 2 Cró. 5:13;
b Éx. 3:6; 24 a GEE Palabra de DyC 59:15–16.
1 Ne. 19:10. Sabiduría. GEE Acción de
22 a Éx. 13:18; b DyC 108:7. gracias, agradecido,
Jer. 2:5–7; 25 a Sal. 37:21; agradecimiento.
1 Ne. 5:15; Mos. 4:28. 29 a 2 Sam. 22:7.
Alma 36:28. GEE Deuda; b GEE Gozo.
GEE Jehová. Honestidad, honradez. 31 a DyC 101:4.
b Jer. 30:10; 26 a Lev. 6:4; GEE Adversidad.
Ezeq. 20:33–34; Deut. 22:3.
331 Doctrina y Convenios 136:32– 42
cosas, a fin de que estén prepa­ si sois fieles en guardar todas mis
rados para recibir la b gloria que palabras que os he b dado, desde
tengo para ellos, sí, la gloria de los días de Adán hasta Abra­
Sion; y el que no aguanta la c dis­ ham, desde Abraham hasta Moi­
ciplina, no es digno de mi reino. sés, desde Moisés hasta Jesús y
32 Aprenda a sabiduría el igno­ sus apóstoles, y desde Jesús y sus
rante, b humillándose y suplicando apóstoles hasta José Smith, a quien
al Señor su Dios, a fin de que sean llamé por conducto de mis c án­
abiertos sus ojos para que él vea, geles, mis siervos ministrantes, y
y sean destapados sus oídos para por mi propia voz desde los cielos,
que oiga; para hacer surgir mi obra;
33 porque se envía mi a Espíritu 38 cuyo fundamento él puso; y
al mundo para iluminar a los hu­ fue fiel; y lo tomé para mí.
mildes y contritos, y para la con­ 39 Muchos se han maravillado a
denación de los impíos. causa de su muerte; mas fue me­
34 Vuestros hermanos os han re­ nester que él a sellara su b testimo­
chazado a vosotros y vuestro tes­ nio con su c sangre, a fin de que a él
timonio, sí, la nación que os ha se le honrara, y los inicuos fueran
a 
expulsado; condenados.
35 y ahora viene el día de su ca­ 40 ¿De vuestros a enemigos no
lamidad, sí, los días de angustia, os he librado yo, menos a aquel a
como la mujer que está de parto; y quien he dejado como testigo de
la angustia de ellos será grande, a mi nombre?
menos que se arrepientan cuanto 41 Ahora pues, escuchad, oh pue­
antes, sí, muy pronto. blo de mi a iglesia, y vosotros, él­
36 Porque dieron muerte a los deres, escuchad unánimes; habéis
profetas y a los que les fueron en­ recibido mi b reino.
viados; y han derramado sangre 42 Sed diligentes en guardar to­
inocente, la cual clama desde la dos mis mandamientos, no sea
tierra contra ellos. que os sobrevengan juicios, y os
37 Por tanto, no os maravilléis falte vuestra fe, y triunfen sobre
de estas cosas, porque todavía no vosotros vuestros enemigos. De
sois a puros; no podéis soportar manera que es todo por ahora.
mi gloria todavía; pero la veréis, Amén y amén.
31 b Rom. 8:18; 34 a GEE Persecución, DyC 135:3.
DyC 58:3–4. perseguir. b GEE Testimonio.
GEE Gloria. 37 a GEE Pureza, puro. c GEE Mártir, martirio.
c GEE Castigar, castigo. b Hel. 8:18. 40 a Éx. 23:22;
32 a GEE Sabiduría. c Apoc. 14:6; DyC 8:4; 105:15.
b GEE Humildad, DyC 110:11–16; 41 a GEE Iglesia de
humilde, humillar 128:19–21; Jesucristo.
(afligir). JS—H 1:30–47. b Dan. 7:27.
33 a GEE Espíritu Santo. 39 a Mos. 17:20;
Doctrina y Convenios 137:1–8 332
SECCIÓN 137
Visión manifestada a José Smith el Profeta en el Templo de Kirtland,
Ohio, el 21 de enero de 1836. La ocasión fue durante la administración
de ordenanzas, en preparación para la dedicación del templo.
1–6, El Profeta ve a su hermano 5  Vi a a Adán, nuestro padre,
Alvin en el reino celestial; 7–9, Se y a b Abraham, y a mi c padre, y
revela la doctrina de la salvación a mi d madre, y a mi hermano
de los muertos; 10, Todos los ni- e 
Alvin, que murió hace mucho
ños pequeños se salvan en el reino tiempo;
celestial. 6 y me maravillé de que hubiese
recibido una a herencia en ese reino,
Los a cielos nos fueron abiertos, en vista de que había salido de esta
y vi el b reino celestial de Dios y vida antes que el Señor hubiera
su gloria, mas si fue en el c cuerpo extendido su mano para juntar a
o fuera del cuerpo, no puedo Israel por b segunda vez, y no había
decirlo. sido c bautizado para la remisión
2 Vi la incomparable belleza de de los pecados.
la a puerta por la cual entrarán los 7 Por lo que, me habló la a voz del
herederos de ese reino, la cual era Señor, diciendo: Todos los que han
semejante a b llamas circundantes muerto b sin el conocimiento de
de fuego; este evangelio, quienes lo habrían
3 también vi el a refulgente trono recibido si se les hubiese permitido
de Dios, sobre el cual se hallaban permanecer, serán c herederos del
sentados el b Padre y el c Hijo. d 
reino celestial de Dios;
4 Vi las hermosas calles de ese 8 también todos aquellos que
reino, las cuales parecían estar pa­ de aquí en adelante mueran sin
vimentadas de a oro. un conocimiento de él, quienes lo
137 1 a Hech. 7:55–56; c GEE Trinidad — Dios el GEE Israel — La
1 Ne. 1:8; Hijo. congregación de Israel.
Hel. 5:45–49; 4 a Apoc. 21:21; c Juan 3:3–5;
JS—H 1:43. DyC 110:2. 2 Ne. 9:23;
b GEE Gloria celestial. 5 a GEE Adán. Éter 4:18–19;
c 2 Cor. 12:2–4; b DyC 132:29. DyC 76:50–52; 84:74.
1 Ne. 11:1; GEE Abraham. GEE Bautismo,
Moisés 1:11. c DyC 124:19. bautizar.
2 a 2 Ne. 9:41; 31:17. GEE Smith, padre, 7 a Hel. 5:30.
b Éx. 24:17; Joseph. GEE Revelación.
Isa. 33:14–15; d GEE Smith, Lucy Mack. b TJS 1 Pe. 4:6
Hel. 5:23; e JS—H 1:4. (Apéndice — Biblia);
DyC 130:7. 6 a GEE Salvación de los 2 Ne. 9:25–26;
3 a Isa. 6:1; muertos. Mos. 15:24.
Ezeq. 1:26–28. b Isa. 11:11; c DyC 76:50–70.
b GEE Trinidad — Dios 1 Ne. 22:10–12; d GEE Gloria celestial.
el Padre. Jacob 6:2.
333 Doctrina y Convenios 137:9–138:4
habrían recibido de todo corazón,
a 
10 Y también vi que todos los
serán herederos de este reino; niños que mueren antes de llegar
9 pues yo, el Señor, a juzgaré a to­ a la a edad de responsabilidad se
dos los hombres según sus b obras, b 
salvan en el reino celestial de los
según el c deseo de sus corazones. cielos.

SECCIÓN 138
Visión manifestada al presidente Joseph F. Smith en Salt Lake City, Utah,
el 3 de octubre de 1918. En su primer discurso durante la Conferencia
General Semestral de la Iglesia Número 89, el 4 de octubre de 1918, el
presidente Smith declaró que había recibido varias comunicaciones divinas
durante los meses precedentes. El día anterior el presidente Smith había
recibido una de ellas concerniente a la visita del Salvador a los espíritus de
los muertos mientras Su cuerpo se hallaba en la tumba. Se anotó inmedia-
tamente después de terminarse la conferencia, y el 31 de octubre de 1918
se presentó ante los consejeros de la Primera Presidencia, ante el Consejo
de los Doce y ante el Patriarca, quienes la aceptaron unánimemente.
1–10, El presidente Joseph F. Smith El día tres de octubre del año mil
medita sobre los escritos de Pedro y la novecientos dieciocho, me hallaba
visita de nuestro Señor al mundo de en mi habitación a meditando sobre
los espíritus; 11–24, Ve a los muertos las Escrituras,
justos congregados en el paraíso y el 2  y reflexionando en el gran
ministerio de Cristo entre ellos; 25– a 
sacrificio expiatorio que el Hijo
37, Cómo se organizó la predicación de Dios realizó para b redimir al
del Evangelio entre los espíritus; 38– mundo;
52, El presidente Smith ve a Adán, a 3  y el grande y maravilloso
Eva y a muchos de los santos profetas a 
amor manifestado por el Padre y
en el mundo de los espíritus, los cua- el Hijo en la venida del b Redentor
les habían considerado como cautive- al mundo,
rio el estado de su espíritu antes de 4 a fin de que el género humano
su resurrección; 53–60, Los muertos fuese salvo, mediante la a expia­
justos de esta época continúan sus ción de Cristo y la b obediencia a
obras en el mundo de los espíritus. los principios del evangelio.
8 a Alma 18:32; responsable. b GEE Plan de redención.
DyC 6:16. b GEE Salvación — La 3 a Juan 3:16.
9 a Apoc. 20:12–13. salvación de los ni­ GEE Amor.
GEE Juicio final. ños pequeños. b GEE Redentor.
b GEE Obras. 138 1 a GEE Meditar. 4 a AdeF 1:3.
c DyC 64:34. 2 a Mateo 20:28. b Mateo 7:21.
GEE Corazón. GEE Expiación, GEE Obediencia,
10 a GEE Responsabilidad, expiar. obediente, obedecer.
Doctrina y Convenios 138:5–16 334
5 Mientras me ocupaba en esto, en la carne según los hombres,
mis pensamientos se tornaron a pero vivan en el espíritu según
los escritos del apóstol Pedro a Dios” (1 Pedro 4:6).
los santos de la iglesia primitiva 11 Mientras meditaba en estas
esparcidos por el a Ponto, Galacia, cosas que están a escritas, fueron
Capadocia y otras partes de Asia, abiertos los b ojos de mi entendi­
donde se había predicado el evan­ miento, y el Espíritu del Señor
gelio después de la crucifixión del c 
descansó sobre mí, y vi las hues­
Señor. tes de los d muertos, pequeños así
6 Abrí la Biblia y leí el tercero y el como grandes.
cuarto capítulo de la primera epís­ 12 Y se hallaba reunida en un
tola de Pedro, y al leer me sentí su­ lugar una compañía innumerable
mamente impresionado, más que de los espíritus de los a justos, que
en cualquier otra ocasión, por los habían sido b fieles en el testimo­
siguientes pasajes: nio de Jesús mientras vivieron en
7 “Porque también Cristo pade­ la carne,
ció una sola vez por los pecados, 13 y quienes habían ofrecido un
el justo por los injustos, para lle­ a 
sacrificio a semejanza del gran
varnos a Dios, siendo a la verdad sacrificio del Hijo de Dios, y ha­
muerto en la carne, pero vivificado bían b padecido tribulaciones en el
en espíritu; nombre de su Redentor.
8 “en el cual también fue y pre­ 14 Todos estos habían partido de
dicó a los espíritus a encarcelados, la vida terrenal, firmes en la a espe­
9  “los que en otro tiempo ranza de una gloriosa b resurrec­
fueron desobedientes, cuando ción mediante la c gracia de Dios
una vez esperaba la paciencia de el d Padre y de su e Hijo Unigénito,
Dios en los días de Noé, mientras Jesucristo.
se preparaba el arca, en la cual 15 Vi que estaban llenos de a gozo
pocas personas, a saber, ocho, fue­ y de alegría, y se regocijaban jun­
ron salvadas por agua” (1 Pedro tamente porque estaba próximo el
3:18–20). día de su liberación.
10 “Porque por esto también ha 16 Se hallaban reunidos espe­
sido predicado el evangelio a los rando el advenimiento del Hijo
muertos; para que sean juzgados de Dios al a mundo de los espíritus
5 a 1 Pe. 1:1. 12 a DyC 76:69–70. d GEE Trinidad — Dios
8 a Isa. 61:1; b DyC 6:13; 51:19; el Padre.
Lucas 4:18; 76:51–53. e GEE Unigénito.
DyC 76:73–74; 88:99. 13 a GEE Sacrificios. 15 a Isa. 51:11;
11 a GEE Escrituras — El b Mateo 5:10–12. Alma 40:12.
valor de las Escrituras. 14 a Éter 12:4; 16 a Lucas 23:43;
b Efe. 1:18; Moro. 7:3, 40–44. Alma 40:11–12.
DyC 76:10, 12, 19. GEE Esperanza. GEE Paraíso.
c Isa. 11:2. b GEE Resurrección.
d GEE Espíritu. c GEE Gracia.
335 Doctrina y Convenios 138:17–28
para declarar su redención de las donde estos se hallaban; pero en­
b 
ligaduras de la muerte. tre los justos había b paz,
17 Su polvo inerte iba a ser a res­ 23 y los santos se regocijaron en
taurado a su forma perfecta, cada su a redención, y doblaron la b rodi­
b 
hueso a su hueso, y los tendones lla, y reconocieron al Hijo de Dios
y la carne sobre ellos; el c espíritu y como su Redentor y Libertador
el cuerpo iban a ser reunidos para de la muerte y de las c cadenas del
nunca más ser separados, a fin de infierno.
recibir una plenitud de d gozo. 24 Sus semblantes brillaban, y el
18 Mientras esta innumerable a 
resplandor de la presencia del Se­
multitud esperaba y conversaba, ñor descansó sobre ellos, y b canta­
regocijándose en la hora de su libe­ ron alabanzas a su santo nombre.
ración de las cadenas de la muerte, 25 Me maravillé, porque yo en­
apareció el Hijo de Dios y declaró tendí que el Salvador había pa­
a 
libertad a los cautivos que habían sado unos tres años ministrando
sido fieles; a los judíos y a los de la casa de
19 y allí les a predicó el b evangelio Israel, tratando de enseñarles el
sempiterno, la doctrina de la resu­ evangelio eterno y llamarlos al
rrección y la redención del género arrepentimiento,
humano de la c caída, y de los peca­ 26 y sin embargo, no obstante
dos individuales, con la condición sus poderosas obras y milagros y
de que se d arrepintieran. su proclamación de la verdad con
20 Mas a los a inicuos no fue, ni gran a poder y autoridad, fueron
se oyó su voz entre los impíos y pocos los que escucharon su voz,
los impenitentes que se habían y se regocijaron en su presencia,
b 
profanado mientras estuvieron y recibieron la salvación de sus
en la carne; manos.
21  ni tampoco vieron su pre­ 27 Pero su ministerio entre los
sencia ni contemplaron su faz los que habían muerto se limitó al
rebeldes que rechazaron el testi­ a 
breve tiempo que transcurrió en­
monio y las amonestaciones de los tre la crucifixión y su resurrección,
antiguos profetas. 28 y me causaron admiración
22  Prevalecían las a tinieblas las palabras de Pedro, en donde
16 b Morm. 9:13. d GEE Arrepentimiento, Mos. 27:31.
17 a 2 Ne. 9:10–13. arrepentirse. c 2 Ne. 1:13;
b Ezeq. 37:1–14. 20 a Alma 40:13–14. Alma 12:11.
c DyC 93:33–34. GEE Infierno; 24 a Sal. 104:1–2;
d GEE Gozo. Inicuo, iniquidad. Isa. 60:19;
18 a Isa. 61:1. b 1 Ne. 10:21. Apoc. 22:5;
GEE Salvación de los 22 a GEE Tinieblas JS—H 1:17.
muertos. espirituales. GEE Luz, luz
19 a DyC 76:72–74. b GEE Paz. de Cristo.
b GEE Evangelio. 23 a GEE Plan de b GEE Cantar.
c GEE Caída de Adán y redención. 26 a 1 Ne. 11:28.
Eva. b Rom. 14:11; 27 a Mar. 8:31.
Doctrina y Convenios 138:29–37 336
dice que el Hijo de Dios predicó a pecados, sin el conocimiento
b 

los espíritus encarcelados que en de la verdad, o en transgre­


otro tiempo fueron desobedientes, sión por haber rechazado a los
cuando una vez esperaba la pacien­ profetas.
cia de Dios en los días de Noé, y 33 A ellos se les enseñó la a fe en
cómo le fue posible predicar a esos Dios, el arrepentimiento del pe­
espíritus y efectuar la obra necesa­ cado, el b bautismo vicario para la
ria entre ellos en tan corto tiempo. c 
remisión de los pecados, el d don
29 Y en mi admiración, fueron del Espíritu Santo por la imposi­
abiertos mis ojos y se a vivificó mi ción de las manos,
entendimiento, y percibí que el 34 y todos los demás principios
Señor no fue en persona entre los del evangelio que les era menester
inicuos ni los desobedientes que conocer, a fin de habilitarse para
habían rechazado la verdad, para que fuesen a juzgados en la carne
instruirlos; según los hombres, pero vivieran
30 mas he aquí, organizó sus en espíritu según Dios.
fuerzas y nombró mensajeros de 35 De modo que se dio a conocer
entre los justos, investidos con a po­ entre los muertos, pequeños así
der y autoridad, y los comisionó como grandes, tanto a los inicuos
para que fueran y llevaran la luz como a los fieles, que se había efec­
del evangelio a los que se hallaban tuado la redención por medio del
en b tinieblas, es decir, a c todos los a 
sacrificio del Hijo de Dios sobre
espíritus de los hombres; y así se la b cruz.
predicó el evangelio a los muertos; 36 Así fue cómo se hizo saber
31 y los mensajeros escogidos que nuestro Redentor pasó su
salieron a declarar el día a acep­ tiempo, durante su permanen­
table del Señor, y a proclamar la cia en el mundo de los espíri­
b 
libertad a los cautivos que se ha­ tus, instruyendo y preparando a
llaban encarcelados; sí, a todos los los fieles espíritus de los a profe­
que estaban dispuestos a arrepen­ tas que habían testificado de él
tirse de sus pecados y a recibir el en la carne,
evangelio. 37  para que llevasen el men­
32 Así se predicó el evangelio saje de la redención a todos los
a los que habían a muerto en sus muertos, a quienes él no podía ir
29 a DyC 76:12. GEE Conocimiento. d GEE Don del Espíritu
30 a Lucas 24:49. 33 a AdeF 1:4. Santo.
b GEE Tinieblas GEE Fe. 34 a GEE Juicio final.
espirituales. b GEE Bautismo, 35 a Alma 34:9–16.
c DyC 1:2. bautizar — Bautismo GEE Expiación, expiar;
31 a Isa. 61:2; por los muertos; Sacrificios.
Lucas 4:17–19. Ordenanzas — b GEE Crucifixión;
b GEE Libertad, libre. Ordenanza vicaria. Cruz.
32 a Juan 8:21–24. c GEE Remisión de 36 a DyC 138:57.
b DyC 128:5. pecados.
337 Doctrina y Convenios 138:38– 48
personalmente por motivo de la libertad a los b cautivos y la aper­
a 
rebelión y transgresión de ellos, tura de la c cárcel a los presos, tam­
para que estos también escucharan bién estaban allí.
sus palabras por medio del minis­ 43 Además, a Ezequiel, a quien se
terio de sus siervos. mostró en una visión el gran valle
38 Entre los grandes y podero­ de b huesos secos, que iban a ser re­
sos que se hallaban reunidos en vestidos de carne, para levantarse
esta numerosa congregación de otra vez como almas vivientes en
los justos, estaban nuestro padre la c resurrección de los muertos;
a 
Adán, el Anciano de Días y pa­ 44  a Daniel, que previó y predijo
dre de todos, el establecimiento del b reino de
39 y nuestra gloriosa madre a Eva, Dios en los postreros días, para
con muchas de sus fieles hijas que nunca jamás ser derribado ni dado
habían vivido en el curso de las a otro pueblo;
edades y adorado al Dios verda­ 45 a Elías, que estuvo con Moisés
dero y viviente. en el monte de la b Transfiguración;
40  a Abel, el primer b mártir, es­ 46 y a Malaquías, el profeta que
taba allí, y su hermano c Set, uno de testificó acerca de la venida de
los poderosos, que era la d imagen b 
Elías el Profeta, de quien Mo­
misma de su padre Adán. roni también habló al profeta José
41  a Noé, que había amonestado Smith, declarando que habría de
en cuanto al diluvio; b Sem, el gran venir antes que llegara el grande
c 
sumo sacerdote; d Abraham, el y terrible c día del Señor, también
padre de los fieles; e Isaac, f Jacob estaban allí.
y g Moisés, el gran legislador de 47  El profeta Elías había de
Israel; plantar en el a corazón de los hi­
42 e a Isaías, el cual declaró por jos las promesas hechas a sus
profecía que el Redentor fue un­ padres,
gido para sanar a los quebranta­ 48  presagiando la gran a obra
dos de corazón, para proclamar que se efectuaría en los b templos
37 a DyC 138:20. GEE Abraham. los cielos.
GEE Rebelión. e Gén. 21:1–5. 45 a GEE Elías.
38 a GEE Adán. GEE Isaac. b GEE Transfiguración.
39 a Moisés 4:26. f Gén. 35:9–15. 46 a Mal. 4:5–6;
GEE Eva. GEE Jacob hijo de Isaac. JS—H 1:36–39.
40 a GEE Abel. g GEE Moisés. GEE Malaquías.
b GEE Mártir, martirio. 42 a GEE Isaías. b DyC 110:13–15.
c GEE Set. b Isa. 61:1–2. GEE Elías el Profeta.
d Gén. 5:3; c GEE Infierno. c GEE Segunda venida de
Moisés 6:10. 43 a GEE Ezequiel. Jesucristo.
41 a GEE Noé, patriarca b Ezeq. 37:1–14. 47 a DyC 128:17.
bíblico. c GEE Resurrección. 48 a GEE Salvación de los
b GEE Sem. 44 a GEE Daniel. muertos.
c GEE Sumo sacerdote. b Dan. 2:44–45. b GEE Templo, Casa del
d Gén. 17:1–8. GEE Reino de Dios o de Señor.
Doctrina y Convenios 138:49–57 338
del Señor en la dispensación del
c 
Woodruff y otros espíritus selec­
cumplimiento de los tiempos tos que fueron a reservados para
para la redención de los muertos, nacer en el cumplimiento de los
y para d sellar los hijos a sus pa­ tiempos, a fin de participar en la
dres, no fuera que toda la tierra colocación de los b cimientos de la
fuese herida con una maldición gran obra de los últimos días,
y quedara enteramente asolada a 54  incluso la construcción de
su venida. templos y la efectuación en ellos
49 Todos estos y muchos más, de las ordenanzas para la re­
aun los a profetas que vivieron dención de los a muertos, tam­
entre los nefitas y testificaron bién estaban en el mundo de los
acerca de la venida del Hijo de espíritus.
Dios, se hallaban entre la innu­ 55 Observé que también ellos se
merable asamblea esperando su hallaban entre los a nobles y gran­
liberación, des que fueron b escogidos en el
50 porque los muertos habían principio para ser gobernantes en
considerado como un a cautiverio la Iglesia de Dios.
la larga separación de sus b espíri­ 56 Aun antes de nacer, ellos, con
tus y sus cuerpos. muchos otros, recibieron sus pri­
51 A estos el Señor instruyó, y meras lecciones en el mundo de
les dio a poder para levantarse, los espíritus, y fueron a preparados
después que él resucitara de los para venir en el debido b tiempo del
muertos, y entrar en el reino de Señor a obrar en su c viña en bien
su Padre, y ser coronados allí con de la salvación de las almas de los
b 
inmortalidad y c vida eterna, hombres.
52 y en adelante continuar sus 57 Vi que los fieles a élderes de
labores como el Señor lo había esta dispensación, cuando salen
prometido, y ser partícipes de de la vida terrenal, continúan
todas las a bendiciones que esta­ sus obras en la predicación del
ban reservadas para aquellos que evangelio de arrepentimiento y
lo aman. redención, mediante el sacrificio
53 El profeta José Smith y mi del Unigénito Hijo de Dios, entre
padre Hyrum Smith, y Brigham aquellos que están en b tinieblas y
Young, John Taylor, Wilford bajo la servidumbre del pecado en
48 c GEE Dispensaciones. inmortalidad. 55 a Abr. 3:22–24.
d GEE Familia — La c DyC 29:43. b GEE Preordenación.
familia eterna; GEE Vida eterna. 56 a Job 38:4–7;
Sellamiento, sellar. 52 a Isa. 64:4; Alma 13:3–7.
49 a Hel. 8:19–22. 1 Cor. 2:9; b Hech. 17:24–27.
50 a DyC 45:17. DyC 14:7. c Jacob 6:2–3.
b GEE Espíritu. 53 a GEE Preordenación. GEE Viña del Señor.
51 a 1 Cor. 6:14; b DyC 64:33. 57 a GEE Élder (anciano).
Alma 40:19–21. 54 a GEE Ordenanzas — b GEE Infierno.
b GEE Inmortal, Ordenanza vicaria.
339 Doctrina y Convenios 138:58–Declaración Oficial 1
el gran mundo de los espíritus de obras, porque son herederos de
b 

los muertos. salvación.


58 Los muertos que se arrepien­ 60 Tal fue la visión de la reden­
tan serán a redimidos, mediante su ción de los muertos que me fue re­
obediencia a las b ordenanzas de la velada, y yo doy testimonio, y sé
casa de Dios, que este testimonio es a verdadero,
59 y después que hayan padecido mediante la bendición de nuestro
el castigo por sus transgresiones, Señor y Salvador Jesucristo. Así
y sean a lavados y purificados, re­ sea. Amén.
cibirán una recompensa según sus
58 a
GEE Redención, 59 a Alma 5:17–22. 60 a GEE Verdad.
redimido, redimir. GEE Perdonar.
b GEE Ordenanzas. b GEE Obras.

DECLARACIÓN OFICIAL 1
En la Biblia y en el Libro de Mormón se enseña que la monogamia
es la norma de Dios para el matrimonio a menos que Él lo declare de
otra manera (véase 2 Samuel 12:7–8 y Jacob 2:27, 30). Siguiendo una
revelación dada a José Smith, se instituyó la práctica del matrimonio
plural entre miembros de la Iglesia a principios de la década de 1840
(véase la sección 132). Desde la década de 1860 hasta la de 1880, el
gobierno de los Estados Unidos promulgó leyes que declararon ilegal
la práctica religiosa del matrimonio plural. Con el tiempo, dichas le-
yes fueron ratificadas por la Corte Suprema de los Estados Unidos.
Después de haber recibido revelación, el presidente Wilford Woodruff
emitió el siguiente Manifiesto, el cual fue aceptado por la Iglesia como
autorizado y obligatorio el 6 de octubre de 1890. Esto condujo a la fi-
nalización de la práctica del matrimonio plural en la Iglesia.

A quien corresponda:
Por cuanto se han despachado, con fines políticos, informes de prensa
desde Salt Lake City, los cuales se han publicado extensamente, decla­
rando que la Comisión de Utah, en su reciente informe al Secretario del
Interior, alega que todavía se están solemnizando matrimonios plurales,
y que cuarenta o más de estos matrimonios se han efectuado en Utah
desde el mes de junio próximo pasado o durante el año anterior, y tam­
bién que las autoridades de la Iglesia han enseñado, fomentado e ins­
tado en discursos públicos que se continúe la práctica de la poligamia:
Declaración Oficial 1 340
Por consiguiente, yo, como Presidente de La Iglesia de Jesucristo de
los Santos de los Últimos Días, por medio de la presente declaro, de la
manera más solemne, que dichas acusaciones son falsas. No estamos
enseñando la poligamia o matrimonio plural, ni permitiendo a persona
alguna su práctica, y niego que durante el plazo mencionado se hayan
solemnizado cuarenta o cualquier otro número de matrimonios plurales
en nuestros templos o en cualquier otro lugar del territorio.
Se ha tenido conocimiento de un caso, en el cual las personas dicen
que el matrimonio se efectuó en la Casa de Investiduras, en Salt Lake
City, en la primavera de 1889, pero no me ha sido posible averiguar
quién ofició la ceremonia; lo que se hizo en este caso fue sin conoci­
miento mío. Como consecuencia de este supuesto acontecimiento, la
Casa de Investiduras fue derribada enseguida, según mis instrucciones.
Por cuanto el Congreso ha establecido leyes que prohíben el matri­
monio plural, y las cuales la Corte Suprema ha sostenido como cons­
titucionales, yo, por la presente, declaro mi intención de sujetarme a
dichas leyes, y de ejercer mi influencia en los miembros de la Iglesia a
quienes presido para que hagan lo mismo.
Ni en mis enseñanzas, ni en las de mis colaboradores, dadas a la
Iglesia durante el plazo mencionado, hay cosa alguna que razonable­
mente pueda interpretarse en el sentido de estar inculcando o alen­
tando la poligamia; y cuando un élder de la Iglesia ha usado lenguaje
que parecía comunicar tales enseñanzas, se le ha reprendido en el acto.
Y ahora, yo públicamente declaro que mi amonestación a los Santos de
los Últimos Días es que se refrenen de contraer cualquier matrimonio
prohibido por la ley del país.
Wilford Woodruff
Presidente de La Iglesia de Jesucristo
de los Santos de los Últimos Días.

El presidente Lorenzo Snow presentó lo siguiente:


“Propongo que, reconociendo a Wilford Woodruff como Presidente
de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y el único
hombre sobre la tierra que actualmente tiene las llaves de las ordenanzas
para sellar, lo consideremos plenamente autorizado, en virtud de su po­
sición, para expedir el Manifiesto que se ha leído en nuestra presencia,
y el cual lleva la fecha del 24 de septiembre de 1890; y que como iglesia,
reunida en Conferencia General, aceptemos su declaración en cuanto a
los matrimonios plurales como autorizada y obligatoria”.

Salt Lake City, Utah, a 6 de octubre de 1890.


341 Declaración Oficial 1
SELECCIONES DE TRES DISCURSOS DEL
PRESIDENTE WILFORD WOODRUFF
REFERENTES AL MANIFIESTO
El Señor jamás permitirá que os desvíe yo ni ningún otro hombre que funcione como
Presidente de esta Iglesia. No es parte del programa. No existe en la mente de Dios.
Si yo intentara tal cosa, el Señor me quitaría de mi lugar, y así lo hará con cualquier
hombre que intente desviar a los hijos de los hombres de los oráculos de Dios y de su
deber. (Conferencia General Semestral Número 61 de La Iglesia de Jesucristo de los
Santos de los Últimos Días, lunes 6 de octubre de 1890, Salt Lake City, Utah. Publicado
en Deseret Evening News, del 11 de octubre de 1890, pág. 2).

No importa quién viva ni quién muera, ni quién sea llamado para dirigir esta Iglesia,
tienen que dirigirla por la inspiración de Dios Todopoderoso. Si no lo hacen de esa
manera, no podrán hacerlo de ninguna otra forma. . .
He recibido algunas revelaciones recientemente, y de suma importancia para mí, y
os diré lo que el Señor me ha dicho. Permítaseme dirigir vuestra atención a lo que se
conoce como el Manifiesto. . .
El Señor me ha dicho que haga una pregunta a los Santos de los Últimos Días, y
también me ha dicho que si escuchan lo que yo les diga y contestan, por medio del Es­
píritu y el poder de Dios, a la pregunta que les haga, todos responderán de la misma
manera, y todos creerán lo mismo en lo referente a este asunto.
La pregunta es esta: ¿Cuál es el rumbo más prudente que deben seguir los Santos
de los Últimos Días: continuar intentando llevar a la práctica el matrimonio plural con
las leyes de la nación en contra de ella y la oposición de sesenta millones de personas,
y a costa de la confiscación y la pérdida de todos los templos, y la suspensión de todas
las ordenanzas que en ellos se efectúan, tanto por los vivos como por los muertos, y el
encarcelamiento de la Primera Presidencia, así como de los Doce y de los que están a la
cabeza de su familia en la Iglesia, y la confiscación de la propiedad personal de la gente
(todo lo cual de por sí daría fin a la práctica) o, después de padecer como hemos pade­
cido por motivo de nuestra obediencia a este principio, cesar la práctica y someternos
a la ley, y con ello lograr que permanezcan en su casa los Profetas, los Apóstoles y los
padres de familia, para que puedan instruir a la gente y encargarse de los deberes de
la Iglesia, y también dejar los templos en poder de los santos, para que estos puedan
encargarse de las ordenanzas del evangelio tanto para los vivos como por los muertos?
El Señor me mostró, en visión y por revelación, exactamente lo que sucedería si no
poníamos fin a esta práctica. Si no la hubiéramos terminado, de nada os hubiera ser­
vido. . . ninguno de los hombres de este Templo de Logan, porque todas las ordenanzas
se habrían suspendido en toda la tierra de Sion. Habría reinado la confusión por todo
Israel, y muchos hombres hubieran sido encarcelados. Esta dificultad habría sobrevenido
a toda la Iglesia y se nos habría obligado a dar fin a la práctica. Ahora bien, la pregunta
es si debe suspenderse de este modo o según la manera que el Señor nos ha manifestado,
y dejar a nuestros Profetas y Apóstoles y padres de familia como hombres libres, y los
templos en poder de los miembros, a fin de que los muertos puedan ser redimidos. Un
gran número de ellos ya han sido liberados de la prisión en el mundo de los espíritus
por los de este pueblo; y, ¿se debe continuar o dar fin a la obra? Esta es la pregunta que
hago a los Santos de los Últimos Días. Tenéis que juzgar por vosotros mismos. Quiero
que contestéis a dicha pregunta por vosotros mismos. Yo no la contestaré; mas os digo
que esa es precisamente la condición en que nosotros como pueblo nos hallaríamos si
no hubiéramos tomado la decisión que tomamos.
. . .Vi exactamente lo que sucedería si no se hacía algo al respecto. Este espíritu ha
estado sobre mí desde hace mucho tiempo. Mas quiero decir esto: Yo habría permitido
Declaración Oficial 1 – 2 342
que todos los templos se escaparan de nuestras manos; yo mismo habría dejado que
me encarcelaran y habría permitido que encarcelaran a todos los demás hombres si el
Dios del cielo no me hubiera mandado hacer lo que hice; y cuando llegó la hora en que
se me mandó que hiciera eso, todo era muy claro para mí. Fui ante el Señor y anoté lo
que Él me dijo que escribiera. . .
Dejo esto con vosotros para que lo meditéis y lo consideréis. El Señor está obrando
con nosotros. (Conferencia de la Estaca Cache, Logan, Utah, domingo 1º de noviembre
de 1891. Publicado en Deseret Weekly, del 14 de noviembre de 1891).
Ahora os diré lo que se me manifestó y lo que el Hijo de Dios efectuó en esto. . .
Todas esas cosas habrían acontecido, como vive el Dios Omnipotente, si no se hubiera
proclamado ese Manifiesto. Por tanto, el Hijo de Dios se sintió dispuesto a que ello se
presentara a la Iglesia y al mundo para los propósitos que Él tenía designados. El Señor
había decretado el establecimiento de Sion. Él había decretado la terminación de este
templo. Él había decretado que la obra de la salvación de los vivos y de los muertos se
efectuara en estos valles de las montañas. Y Dios Omnipotente decretó que el diablo
no la impediría. Si lo podéis entender, eso es la clave de ello. (De un discurso pronun­
ciado en la sexta sesión de la dedicación del Templo de Salt Lake City, en abril de 1893.
Copia de los Servicios Dedicatorios de los Archivos del Departamento Histórico de la
Iglesia, Salt Lake City, Utah).

DECLARACIÓN OFICIAL 2
En el libro de Mormón se enseña que “todos son iguales ante Dios”,
sean “negros o blancos, esclavos o libres, varones o mujeres” (2 Nefi
26:33). A lo largo de la historia de la Iglesia, se han bautizado perso-
nas de toda raza y etnia en muchos países, quienes han vivido como
miembros fieles de la Iglesia. Durante la vida de José Smith, algunos
varones de raza negra miembros de la Iglesia fueron ordenados al sa-
cerdocio. A principios de la historia de la Iglesia, sus líderes dejaron
de conferir el sacerdocio a los varones de raza negra de ascendencia
africana. Los registros de la Iglesia no ofrecen una idea clara en cuanto
a los orígenes de esta práctica. Los líderes de la Iglesia creían que era
necesaria una revelación de Dios para alterar dicha práctica y procu-
raron guía por medio de la oración. La revelación llegó al Presidente
de la Iglesia, Spencer W. Kimball, y fue confirmada a otros líderes de
la Iglesia en el Templo de Salt Lake, el 1º de junio de 1978. La revela-
ción quita todas las restricciones relacionadas con la raza que alguna
vez se aplicaron al sacerdocio.

A quien corresponda:
El 30 de septiembre de 1978, en la Conferencia General Semestral
Número 148 de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos
Días, el presidente N. Eldon Tanner, Primer Consejero de la Primera
Presidencia de la Iglesia, presentó lo siguiente:
343 Declaración Oficial 2
A principios de junio de este año, la Primera Presidencia anunció
que el presidente Spencer W. Kimball recibió una revelación que ex­
tiende las bendiciones del sacerdocio y del templo a todo varón que
sea miembro digno de la Iglesia. El presidente Kimball me ha pedido
que informe en la conferencia que después de recibir esta revelación,
que vino a él tras extensa meditación y oración en las salas sagradas
del santo templo, él la presentó a sus consejeros, quienes la aceptaron
y aprobaron. Luego se presentó al Cuórum de los Doce Apóstoles, los
cuales la aprobaron de modo unánime y, a continuación, fue presen­
tada a todas las demás Autoridades Generales, que de igual manera la
aprobaron unánimemente.
El presidente Kimball me ha pedido que en esta ocasión lea esta carta:

8 de junio de 1978
A todos los oficiales generales y locales del sacerdocio de La Iglesia de
Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de todo el mundo:

Estimados hermanos:
Al observar la expansión de la obra del Señor sobre la tierra, hemos
sentido agradecimiento al ver que los habitantes de muchas naciones
han respondido al mensaje del evangelio restaurado, y se han unido
a la Iglesia en números cada vez mayores. Esto, a la vez, nos ha inspi­
rado el deseo de extender a todo miembro digno de la Iglesia todos los
privilegios y bendiciones que el evangelio proporciona.
Enterados de las promesas declaradas por los profetas y presidentes
de la Iglesia que nos han precedido, de que en alguna ocasión, en el
plan eterno de Dios, todos nuestros hermanos que sean dignos podrán
recibir el sacerdocio, y al ver la fidelidad de aquellos a quienes se les ha
retenido el sacerdocio, hemos suplicado larga y fervientemente a favor
de estos, nuestros fieles hermanos, y hemos pasado muchas horas en
el cuarto superior del Templo suplicando al Señor orientación divina.
Él ha escuchado nuestras oraciones y ha confirmado por revelación
que ha llegado el día prometido por tan largo tiempo en el que todo
varón que sea fiel y digno miembro de la Iglesia puede recibir el santo
sacerdocio, con el poder de ejercer su autoridad divina, y disfrutar con
sus seres queridos de toda bendición que de él procede, incluso las ben­
diciones del templo. Por consiguiente, se puede conferir el sacerdocio
a todos los varones que sean miembros dignos de la Iglesia sin tomar
en consideración ni su raza ni su color. Se instruye a los directores del
sacerdocio que se guíen por el sistema de entrevistar concienzudamente
a todo candidato a quien se le vaya a conferir, ya sea el Sacerdocio Aa­
rónico o el de Melquisedec, para asegurarse de que esté cumpliendo
con las normas establecidas para determinar si es digno.
Declaración Oficial 2 344

Declaramos solemnemente que el Señor ahora ha dado a conocer su


voluntad para la bendición de todos sus hijos, por toda la tierra, que
presten atención a la voz de sus siervos autorizados y se preparen para
recibir toda bendición del evangelio.
Atentamente,

Spencer W. Kimball
N. Eldon Tanner
Marion G. Romney
La Primera Presidencia
Reconociendo a Spencer W. Kimball como el Profeta, Vidente y Re­
velador, y Presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los
Últimos Días, se propone que nosotros, en calidad de asamblea cons­
tituyente, aceptemos esta revelación como la palabra y la voluntad del
Señor. Todos los que estén a favor se servirán indicarlo levantando la
mano derecha. Cualquiera que se oponga lo manifestará de igual manera.
El voto a favor de la proposición anterior fue unánime.
Salt Lake City, Utah, 30 de septiembre de 1978.
LA
PERLA DE
GRAN PRECIO
UNA SELECCIÓN DE LAS REVELACIONES,
TRADUCCIONES Y NARRACIONES DE
JOSÉ SMITH

PRIMER PROFETA, VIDENTE Y REVELADOR DE


LA IGLESIA DE JESUCRISTO DE
LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS
TABLA DE MATERIAS

Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . V
Moisés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
Abraham . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .  32
Facsímile 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . .  32
Facsímile 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . .  40
Facsímile 3 . . . . . . . . . . . . . . . . . .  47
José Smith—Mateo . . . . . . . . . . . . . . . .  49
José Smith—Historia . . . . . . . . . . . . . . . .  53
Artículos de Fe . . . . . . . . . . . . . . . . . .  70
INTRODUCCIÓN

L a Perla de Gran Precio es una selección de materias o temas de


gran valor que se relacionan con muchos aspectos importantes de
la fe y de la doctrina de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los
Últimos Días. El profeta José Smith tradujo y preparó estos temas y
la mayoría se publicaron en los periódicos de la Iglesia en su época.
La primera colección de escritos que apareció con el título de la
Perla de Gran Precio la hizo en 1851 el élder Franklin D. Richards, que
entonces era miembro del Consejo de los Doce y presidente de la Mi-
sión Británica. Se publicó con el propósito de que estos escritos impor-
tantes que se habían hecho circular en forma limitada en los días de
José Smith fuesen más accesibles al público. Al aumentar el número de
miembros de la Iglesia tanto en Europa como en América, hubo nece-
sidad de hacer asequibles estos temas. La Perla de Gran Precio llegó a
usarse en forma muy extensa, y subsiguientemente llegó a ser uno de
los libros canónicos de la Iglesia al ser aprobado por la Primera Presi-
dencia y por la conferencia general que se llevó a efecto en Salt Lake
City el 10 de octubre de 1880.
De acuerdo con las necesidades de la Iglesia, se han hecho varias
revisiones del contenido. En 1878 se agregaron partes del libro de
Moisés que no se hallaban en la primera edición. En 1902 se omitieron
ciertas partes de la Perla de Gran Precio en las que se repetían escritos
que se habían publicado también en Doctrina y Convenios. La divi-
sión en capítulos y versículos, con notas al pie de las páginas, se efec-
tuó en 1902. La primera publicación en páginas de dos columnas, y
con índice, se hizo en 1921. No se hizo ningún otro cambio hasta abril
de 1976, ocasión en que se añadieron dos revelaciones. En 1979 se qui-
taron esas dos revelaciones de la Perla de Gran Precio y se incluyeron
en Doctrina y Convenios, donde actualmente aparecen como las sec-
ciones 137 y 138. Se han hecho algunos cambios en la edición actual,
para que el texto esté más de acuerdo con los documentos anteriores.
A continuación aparece una breve introducción de la materia que
actualmente contiene:
1. � Selecciones del Libro de Moisés. Partes del libro de Génesis de la
traducción que José Smith hizo de la Biblia, obra que él comenzó
en junio de 1830.
2. � El Libro de Abraham. Una traducción inspirada de los escritos de
Abraham. José Smith comenzó la traducción en 1835 tras obte-
ner unos papiros egipcios. La traducción se publicó en serie en el
Introducción VI
periódico Times and Seasons, empezando el 1º de marzo de 1842
en Nauvoo, Illinois.
3. � José Smith—Mateo. Parte del testimonio de Mateo tomada de la
traducción que hizo José Smith de la Biblia (véase Doctrina y
Convenios 45:60–61, donde aparece el precepto divino de empe-
zar la traducción del Nuevo Testamento).
4. � José Smith—Historia. Selecciones del testimonio e historia oficial
de José Smith que él y sus escribientes prepararon en 1838–1839
y que se publicó en serie en el periódico Times and Seasons, en
Nauvoo, Illinois, empezando el 15 de marzo de 1842.
5. � Los Artículos de Fe de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últi-
mos Días. Una declaración de José Smith que se publicó en el pe-
riódico Times and Seasons el 1º de marzo de 1842, junto con una
breve historia de la Iglesia, y que llegó a conocerse popularmente
como la Carta de Wentworth.
SELECCIONES DEL

LIBRO DE MOISÉS
Partes de la traducción de la Biblia cual fue revelada a José Smith el
Profeta, entre junio de 1830 y febrero de 1831.

CAPÍTULO 1 pues, y te mostraré las obras de


(Junio de 1830) mis b manos; pero no todas, por­
que mis c obras son sin d fin, y tam­
Dios se revela a Moisés — Este es
bién mis e palabras, porque jamás
transfigurado — Moisés tiene una
cesan.
confrontación con Satanás — Moisés
5 Por consiguiente, ningún hom­
ve muchos mundos habitados — El
bre puede contemplar todas mis
Hijo ha creado mundos sin número —
obras sin ver toda mi gloria; y nin­
La obra y la gloria de Dios es llevar a
gún hombre puede ver toda mi
cabo la inmortalidad y la vida eterna
gloria y después permanecer en
del hombre.
la carne sobre la tierra.

L AS palabras de Dios, las cuales


 a habló a b Moisés en una ocasión
en que Moisés fue arrebatado a una
6 Y tengo una obra para ti, Moi­
sés, hijo mío; y tú eres a a seme­
janza de mi b Unigénito; y mi
montaña extremadamente alta, Unigénito es y será el c Salvador,
2 y a vio a Dios b cara a cara, y porque es lleno de d gracia y de
habló con él, y la c gloria de Dios e 
verdad; pero aparte de mí f no
cubrió a Moisés; por lo tanto, Moi­ hay Dios, y para mí todas las co­
sés pudo d soportar su presencia. sas están presentes, porque todas
3  Y Dios habló a Moisés, di­ las g conozco.
ciendo: He aquí, soy el Señor Dios 7 Y ahora bien, he aquí, te revelo
a 
Omnipotente, y b Sin Fin es mi solo esto, Moisés, hijo mío, porque
nombre; porque soy sin principio tú estás en el mundo, y ahora te
de días ni fin de años; ¿y no es lo muestro.
esto sin fin? 8 Y aconteció que Moisés miró,
4 He aquí, tú eres mi hijo; a mira, y vio el a mundo sobre el cual
1 1 a Alma 12:30; 3 a Apoc. 11:17; 19:6; GEE Palabra de Dios.
Moisés 1:42. 1 Ne. 1:14; DyC 121:4. 6 a Gén. 1:26; Éter 3:14–15;
b GEE Moisés. GEE Trinidad. Moisés 1:13–16.
2 a Éx. 3:6; 33:11; b Isa. 63:16; b GEE Unigénito.
TJS Éx. 33:20, 23 DyC 19:9–12; c GEE Salvador.
(Apéndice — Biblia); Moisés 7:35. d Juan 1:14, 17; Alma 13:9.
Juan 1:18; 6:46; GEE Sin Fin. GEE Gracia.
Éter 3:6–16; Moisés 1:11. 4 a Moisés 7:4. e Moisés 5:7.
b Núm. 12:6–8; b Moisés 7:32, 35–37. f 1 Rey. 8:60;
Deut. 34:10; DyC 17:1. c Sal. 40:5; DyC 76:114. Isa. 45:5–18, 21–22.
c Deut. 5:24; d Sal. 111:7–8; g 1 Ne. 9:6; 2 Ne. 9:20;
Moisés 1:13–14, 25. Moisés 1:38. Alma 18:32; DyC 38:1–2.
GEE Gloria. e 2 Ne. 9:16; GEE Omnisciente.
d GEE Transfiguración. DyC 1:37–39. 8 a Moisés 2:1.
Moisés 1:9–19 2
fue creado; y vio Moisés el mundo
b 
Porque, he aquí, yo soy un hijo de a 

y sus confines, y todos los hijos de Dios, a semejanza de su Unigénito.


los hombres que son y que fueron ¿Y dónde está tu gloria, para que
creados, de lo cual grandemente te adore?
se c maravilló y se asombró. 14 Porque he aquí, no hubiera
9 Y la presencia de Dios se apartó podido ver a Dios, a menos que
de Moisés, de modo que su gloria su gloria me hubiera cubierto y
ya no lo cubría; y Moisés quedó hubiera sido a transfigurado ante
a solas; y al quedar a solas, cayó él. Pero yo puedo verte a ti según
a tierra. el hombre natural. ¿No es verdad
10 Y sucedió que por el espacio esto?
de muchas horas Moisés no pudo 15 Bendito sea el nombre de mi
recobrar su a fuerza natural según Dios, porque su Espíritu no se ha
el hombre, y se dijo a sí mismo: apartado de mí por completo, y
Por esta causa, ahora sé que el por otra parte, ¿dónde está tu glo­
hombre no es b nada, cosa que yo ria?, porque para mí es tinieblas.
nunca me había imaginado. Y puedo discernir entre tú y Dios;
11 Pero ahora mis propios ojos pues él me dijo: a Adora a Dios,
han visto a a Dios; pero no mis ojos porque a él solamente b servirás.
b 
naturales, sino mis ojos espiri­ 16 Vete de aquí, Satanás; no me
tuales; porque mis ojos naturales engañes; porque Dios me dijo: Eres
no hubieran podido ver; porque a a semejanza de mi Unigénito.
habría c desfallecido y me habría 17 Y también me dio manda­
d 
muerto en su presencia; mas su mientos cuando me habló desde
gloria me cubrió, y vi su e rostro, la a zarza que ardía, diciendo: b In­
porque fui f transfigurado delante voca a Dios en el nombre de mi
de él. Unigénito y adórame.
12 Y aconteció que cuando Moi­ 18 Y añadió Moisés: No cesaré de
sés hubo pronunciado estas pala­ clamar a Dios; tengo otras cosas
bras, he aquí, a Satanás vino para que preguntarle: porque su glo­
b 
tentarlo, diciendo: Moisés, hijo ria ha estado sobre mí; por tanto,
de hombre, adórame. puedo discernir entre tú y él. Retí­
13 Y sucedió que Moisés miró a rate de aquí, Satanás.
Satanás, y le dijo: ¿Quién eres tú? 19  Y cuando Moisés hubo
8 b Moisés 1:27. c Éx. 19:21. Heb. 12:9;
c Sal. 8:3–4. d Éx. 20:19. 1 Juan 3:2.
10 a Dan. 10:8, 17; e Gén. 32:30; 14 a GEE Transfiguración.
1 Ne. 17:47; Moisés 7:4. 15 a Mateo 4:10.
Alma 27:17; f Mateo 17:1–8. GEE Adorar.
JS—H 1:20. GEE Transfiguración. b 1 Sam. 7:3;
b Dan. 4:35; 12 a Moisés 4:1–4. 3 Ne. 13:24.
Hel. 12:7. GEE Diablo. 16 a Moisés 1:6.
11 a GEE Trinidad. b Moisés 6:49. 17 a Éx. 3:2.
b DyC 67:10–13; GEE Tentación, tentar. b Moisés 5:8.
Moisés 6:36. 13 a Sal. 82:6;
3 Moisés 1:20–31
pronunciado estas palabras, Sa­ porque lo cubrió; y oyó una voz
tanás gritó en alta voz y bramó que decía: Bendito eres, Moisés,
sobre la tierra, y mandó y dijo: Yo porque yo, el Omnipotente, te he
soy el a Unigénito, adórame a mí. escogido, y serás más fuerte que
20 Y aconteció que Moisés em­ muchas a aguas, porque estas obe­
pezó a temer grandemente; y al decerán tu b mandato cual si fue­
comenzar a temer, vio la amar­ ses c Dios.
gura del a infierno. No obstante, 26 Y he aquí, estoy contigo hasta
b 
clamando a Dios, recibió fuerza, el fin de tus días, porque a librarás
y mandó, diciendo: Retírate de mí, de la b servidumbre a mi pueblo, sí,
Satanás, porque solamente a este a c Israel mi d escogido.
único Dios adoraré, el cual es el 27 Y sucedió, mientras la voz aún
Dios de gloria. hablaba, que Moisés fijó los ojos
21 Y entonces a Satanás comenzó y a vio la tierra, sí, la vio toda; y
a temblar, y se estremeció la tierra; no hubo partícula de ella que no
y Moisés recibió fuerza, e invocó viese, discerniéndola por el Espí­
a Dios, diciendo: En el nombre ritu de Dios.
del Unigénito, retírate de aquí, 28 Y también vio a sus habitan­
Satanás. tes; y no hubo una sola alma que
22 Y ocurrió que Satanás gritó no viese; y pudo discernirlos por
en voz alta, con lloro, y llanto, y el Espíritu de Dios; y grande era
a 
crujir de dientes; y se apartó de su número, sí, incontables como
allí, sí, de la presencia de Moisés, las arenas sobre la playa del mar.
de modo que no lo vio más. 29 Y vio muchas regiones; y cada
23 Y Moisés dio testimonio de una se llamaba a tierra, y había ha­
esto; pero no existe entre los hijos bitantes sobre la faz de ellas.
de los hombres por motivo de la 30 Y sucedió que Moisés imploró
iniquidad. a Dios, diciendo: Te ruego que me
24 Y cuando Satanás se hubo re­ digas, ¿por qué son estas cosas así,
tirado de la presencia de Moisés, y por qué medio las hiciste?
sucedió que este levantó los ojos 31 Y he aquí, la gloria del Se­
al cielo, estando lleno del a Espí­ ñor cubrió a Moisés, de modo
ritu Santo, el cual da testimonio que Moisés estuvo en la presen­
del Padre y del Hijo, cia de Dios y habló con él a cara
25 e invocando el nombre de a cara. Y Dios el Señor le dijo a
Dios, de nuevo vio su gloria, Moisés: Para mi propio b fin he
19 a Mateo 24:4–5. 25 a Éx. 14:21–22. d GEE Escogido (adjetivo
20 a GEE Infierno. b GEE Poder; o sustantivo).
b JS—H 1:15–16. Sacerdocio. 27 a DyC 88:47; Moisés 1:8.
GEE Oración. c Éx. 4:16. GEE Visión.
21 a GEE Diablo. 26 a Éx. 3:7–12. 29 a GEE Tierra.
22 a Mateo 13:41–42; b 1 Ne. 17:23–25. 31 a Deut. 5:4; Moisés 1:11.
Mos. 16:1–3. c 1 Rey. 8:51–53. b Isa. 45:17–18;
24 a GEE Espíritu Santo. GEE Israel. 2 Ne. 2:14–15.
Moisés 1:32–42 4
hecho estas cosas. He aquí sabi­ hombre; pero para mí están con­
duría, y en mí permanece. tados, porque son míos.
32 Y las he creado por la a pala­ 38 Y así como dejará de existir
bra de mi poder, que es mi Hijo una tierra con sus cielos, así apa­
Unigénito, lleno de b gracia y de recerá otra; y no tienen a fin mis
c 
verdad. obras, ni tampoco mis palabras.
33  Y he a creado b incontables 39 Porque, he aquí, esta es mi
mundos, y también los he creado a 
obra y mi b gloria: Llevar a cabo
para mi propio fin; y por medio la c inmortalidad y la d vida eterna
del Hijo, que es mi c Unigénito, los del hombre.
he creado. 40 Y ahora, Moisés, hijo mío, yo
34 Y al a primer hombre de todos te hablaré acerca de esta tierra, so­
los hombres he llamado b Adán, bre la cual te hallas; y tú a escribirás
que es c muchos. las cosas que yo hablaré.
35 Pero solamente te doy un re­ 41 Y en el día en que los hijos de
lato de esta tierra y sus habitantes. los hombres menosprecien mis pa­
Porque he aquí, hay muchos mun­ labras y a quiten muchas de ellas
dos que por la palabra de mi poder del libro que tú escribas, he aquí,
han dejado de ser. Y hay muchos levantaré a otro b semejante a ti, y
que hoy existen, y son incontables de nuevo c existirán entre los hi­
para el hombre; pero para mí todas jos de los hombres, entre cuantos
las cosas están contadas, porque creyeren.
son mías y las a conozco. 42 (Estas palabras le fueron a de­
36 Y aconteció que Moisés habló claradas a Moisés sobre el monte,
al Señor, diciendo: Sé misericor­ el nombre del cual no se sabrá
dioso para con tu siervo, oh Dios, entre los hijos de los hombres; y
y dime acerca de esta tierra y sus ahora te son declaradas a ti. No las
habitantes, y también de los cie­ muestres a nadie sino a quienes
los; y entonces quedará conforme creyeren. Así sea. Amén).
tu siervo.
CAPÍTULO 2
37 Y Dios el Señor habló a Moi­
(De junio a octubre de 1830)
sés, diciendo: Los a cielos son mu­
chos, y son innumerables para el Dios crea los cielos y la tierra — Toda
32 a Juan 1:1–4, 14; c Moisés 1:6. GEE Plan de redención.
Heb. 1:1–3; 34 a Moisés 3:7. b GEE Gloria.
Apoc. 19:13; Jacob 4:9; b Abr. 1:3. c GEE Inmortal,
Moisés 2:1, 5. GEE Adán. inmortalidad.
GEE Jesucristo. c Moisés 4:26; 6:9. d GEE Vida eterna.
b Sal. 19:1; 35 a Moisés 1:6; 7:36. 40 a 2 Ne. 29:11–12.
Moisés 5:7–8. GEE Omnisciente. 41 a 1 Ne. 13:23–32;
GEE Gracia. 37 a Abr. 4:1. Moisés 1:23.
c GEE Verdad. GEE Cielo. b 2 Ne. 3:7–19.
33 a GEE Creación, crear. 38 a Moisés 1:4. c 1 Ne. 13:32, 39–40;
b Sal. 8:3–4; DyC 76:24; 39 a Rom. 8:16–17; DyC 9:2.
Moisés 7:29–30. 2 Ne. 2:14–15. 42 a Moisés 1:1.
5 Moisés 2:1–14
forma de vida es creada — Dios hace y separé las a aguas; sí, las gran­
al hombre y le da dominio sobre todo des aguas debajo del firmamento,
lo demás. de las aguas que estaban sobre el
firmamento; y fue hecho tal como
Y sucedió que el Señor habló a yo mandé.
Moisés, diciendo: He aquí, te a re­ 8 Y yo, Dios, llamé al firmamento
velo lo concerniente a este b cielo a 
Cielo; y fueron la tarde y la ma­
y a esta c tierra; escribe las pala­ ñana el día segundo.
bras que hablo. Soy el Principio y 9 Y yo, Dios, dije: Júntense las
el Fin, el d Dios Omnipotente; he aguas que están debajo del cielo en
e 
creado estas cosas por medio de a 
un lugar, y así se hizo. Y yo, Dios,
mi f Unigénito; sí, en el principio dije: Aparezca lo seco, y así fue.
creé los cielos y la tierra sobre la 10 Y yo, Dios, llamé a lo seco
cual estás. a 
Tierra, y al recogimiento de las
2 Y la a tierra estaba sin forma, y aguas llamé Mar; y yo, Dios, vi
vacía; y yo hice que la obscuridad que todas las cosas que había he­
viniera sobre la faz del abismo; y cho eran buenas.
mi Espíritu obraba sobre la faz del 11 Y yo, Dios, dije: Produzca la
agua, porque yo soy Dios. tierra a pasto, la hierba que dé se­
3 Y yo, Dios, dije: Haya a luz; y milla, el árbol frutal que produzca
hubo luz. fruto, según su especie, y el árbol
4 Y yo, Dios, vi la luz, y que la que dé fruto, cuya semilla esté en
luz era a buena. Y yo, Dios, separé sí sobre la tierra; y fue hecho tal
la luz de las tinieblas. como yo mandé.
5 Y yo, Dios, llamé a la luz Día, y 12 Y la tierra produjo pasto, toda
a las tinieblas llamé Noche; e hice hierba que da semilla según su
esto por la a palabra de mi poder, especie, y el árbol que produce
y fue hecho como yo b mandé; y fruto, cuya semilla habría de estar
fueron la tarde y la mañana el c día en él, según su especie, y yo, Dios,
primero. vi que todas las cosas que había
6 Y otra vez yo, Dios, dije: Haya hecho eran buenas;
un a firmamento en medio de las 13 y fueron la tarde y la mañana
aguas; y fue hecho tal como yo el día tercero.
mandé; y dije: Separe aquel las 14 Y yo, Dios, dije: Haya luces
aguas de las aguas; y fue hecho; en el firmamento del cielo para
7 y yo, Dios, hice el firmamento separar el día de la noche, y
2 1 a Moisés 1:30, 36. Abr. 4:2. 6 a Gén. 1:6–8.
b GEE Cielo. 3 a DyC 88:6–13. 7 a Abr. 4:9–10.
c Moisés 1:8. GEE Luz, luz de Cristo. 8 a GEE Cielo.
d GEE Trinidad — Dios el 4 a Gén. 1:4; 9 a Gén. 1:9;
Padre. Abr. 4:4. Abr. 4:9.
e GEE Creación, crear. 5 a Moisés 1:32. 10 a GEE Tierra.
f GEE Unigénito. b 2 Cor. 4:6. 11 a Gén. 1:11–12;
2 a Gén. 1:2; c Gén. 1:5. Abr. 4:11–12.
Moisés 2:15–29 6
sean por señales, y por estaciones, y henchid las aguas del mar; y mul­
y por días y por años; tiplíquense las aves en la tierra;
15 y sean por luces en el firma­ 23 y fueron la tarde y la mañana
mento del cielo para alumbrar la el día quinto.
tierra; y fue hecho. 24 Y yo, Dios, dije: Produzca la
16 Y yo, Dios, hice dos grandes tierra seres vivientes según su es­
luminares, el a luminar mayor para pecie: el ganado, y lo que se arras­
señorear el día y el luminar menor tra, y las bestias de la tierra, según
para señorear la noche; y el lumi­ su género; y fue hecho.
nar mayor fue el sol y el luminar 25 Y yo, Dios, hice las bestias
menor fue la luna; y también fue­ de la tierra según su género, y el
ron hechas las estrellas conforme ganado según su género, y todo
a mi palabra. lo que se arrastra sobre la tierra,
17 Y yo, Dios, las coloqué en el según su especie; y yo, Dios, vi
firmamento del cielo para alum­ que todas estas cosas eran buenas.
brar la tierra, 26 Y yo, Dios, dije a mi a Unigé­
18 el sol para gobernar el día y nito, el cual fue conmigo desde el
la luna para gobernar la noche, y principio: b Hagamos al hombre a
para separar la luz de las tinieblas; nuestra c imagen, conforme a nues­
y yo, Dios, vi que todas las cosas tra semejanza; y fue hecho. Y yo,
que había hecho eran buenas; Dios, dije: Tenga d dominio sobre
19 y fueron la tarde y la mañana los peces del mar, sobre las aves
el día cuarto. del cielo, sobre el ganado, sobre
20 Y yo, Dios, dije: Produzcan toda la tierra y sobre todo lo que
abundantemente las aguas seres se arrastra sobre la tierra.
vivientes que se muevan, y aves 27 Y yo, a Dios, creé al hombre a
que vuelen sobre la tierra en el mi propia imagen, a imagen de mi
amplio firmamento del cielo. Unigénito lo creé; varón y hembra
21 Y yo, Dios, hice las grandes los creé.
a 
ballenas y todo ser viviente que 28 Y yo, Dios, los bendije y dí­
se mueve, según su especie, los jeles: Fructificad y a multiplicaos,
cuales las aguas produjeron en henchid la tierra y sojuzgadla;
abundancia, y toda ave alada, se­ y tened dominio sobre los peces
gún su especie; y yo, Dios, vi que del mar, y sobre las aves del cielo,
todas las cosas que había creado y sobre todo ser viviente que se
eran buenas. mueve sobre la tierra.
22 Y yo, Dios, los bendije, di­ 29 Y yo, Dios, le dije al hombre:
ciendo: Fructificad y a multiplicaos, He aquí, te he dado toda hierba
16 a Gén. 1:16. 26 a GEE Jesucristo. d Gén. 1:28;
21 a Gén. 1:21; b GEE Creación, crear. Moisés 5:1;
Abr. 4:21. c Gén. 1:26–27; Abr. 4:28.
22 a Gén. 1:22–25; Moisés 6:8–10; 27 a GEE Trinidad.
Abr. 4:22–25. Abr. 4:26–27. 28 a Moisés 5:2.
7 Moisés 2:30–3:7
que produce semilla, que está so­ quedaron terminadas; y yo, Dios,
bre la faz de toda la tierra, y todo vi que eran buenas;
árbol en el cual estará el fruto del 3 y yo, Dios, a bendije el día sép­
árbol que produce semilla; a ti te timo y lo santifiqué, por motivo
será por a alimento. de que en él había reposado de
30 Y a toda bestia del campo, y a toda la b obra que yo, Dios, había
toda ave del cielo, y a todo animal creado y hecho.
que se arrastra sobre la tierra, a los 4 Y ahora bien, he aquí, te digo
que concedo vida, les será dada que estos son los orígenes del cielo
toda hierba limpia por alimento; y de la tierra, cuando fueron crea­
y fue hecho tal como yo mandé. dos, el día en que yo, Dios el Se­
31 Y yo, Dios, vi todo lo que ñor, hice el cielo y la tierra;
había hecho; y he aquí, todas 5 y toda planta del campo antes
las cosas que yo había hecho que existiese en la tierra, y toda
eran a buenas en gran manera; y hierba del campo a antes que cre­
fueron la tarde y la mañana el ciese. Porque yo, Dios el Señor,
día b sexto. b 
creé c espiritualmente todas las
cosas de que he hablado, antes
CAPÍTULO 3 que existiesen físicamente sobre
(De junio a octubre de 1830) la faz de la tierra. Pues yo, Dios
el Señor, no había hecho llover
Dios creó todas las cosas espiritual-
sobre la faz de la tierra. Y yo, Dios
mente antes que existieran física-
el Señor, había d creado a todos los
mente sobre la tierra — Es creado el
hijos de los hombres; y no había
primer hombre y la primera carne —
hombre todavía para que labrase
La mujer es una ayuda idónea para
la e tierra; porque los había f creado
el hombre.
en el g cielo; y aún no había carne
Así se a terminaron el cielo y la tie­ sobre la tierra, ni en el agua, ni en
rra y todas sus b huestes. el aire;
2 Y en el día séptimo yo, Dios, 6 mas yo, Dios el Señor, hablé,
acabé mi obra y todas las cosas y subió de la tierra un a vapor, y
que había hecho; y a descansé el regó toda la superficie de la tierra.
b 
día séptimo de toda mi obra, y 7 Y yo, Dios el Señor, formé al
todas las cosas que yo había hecho hombre del a polvo de la tierra, y
29 a Gén. 1:29–30; descanso (reposo). d GEE Espíritu.
Abr. 4:29–30. b GEE Día de reposo. e Gén. 2:5.
31 a Gén. 1:31; 3 a Mos. 13:19. f GEE Hombre(s) — El
DyC 59:16–20. b Éx. 31:14–15. hombre, hijo espiritual
b Éx. 20:11; Abr. 4:31. 5 a Gén. 2:4–5; de nuestro Padre
3 1 a GEE Creación, crear. Abr. 5:4–5. Celestial.
b Gén. 2:1; b Moisés 6:51. g GEE Cielo.
Abr. 5:1. c DyC 29:31–34; 6 a Gén. 2:6.
2 a Gén. 2:2–3; Abr. 3:23. 7 a Gén. 2:7;
Abr. 5:2–3. GEE Creación Moisés 4:25; 6:59;
GEE Descansar, espiritual. Abr. 5:7.
Moisés 3:8–19 8
soplé en su nariz el aliento de 12 y el oro de aquella tierra era
vida; y el b hombre fue c alma vi­ bueno, y había bedelio y ónice.
viente, la d primera carne sobre la 13 Y el nombre del segundo río
tierra, también el primer hombre; era Gihón, el mismo que rodea
sin embargo, todas las cosas fue­ toda la tierra de Etiopía.
ron creadas con anterioridad; pero 14 Y el nombre del tercer río
fueron creadas espiritualmente y era Hidekel; y este corre hacia el
hechas conforme a mi palabra. oriente de Asiria; y el cuarto río
8 Y yo, Dios el Señor, planté un era el Eufrates.
jardín hacia el oriente en a Edén, 15 Y yo, Dios el Señor, tomé al
y allí puse al hombre que había hombre y lo puse en el Jardín de
formado. Edén para que lo cultivara y lo
9 Y de la tierra, yo, Dios el Se­ guardara.
ñor, hice crecer físicamente todo 16 Y yo, Dios el Señor, le di man­
árbol que es agradable a la vista damiento al hombre, diciendo: De
del hombre; y el hombre podía todo árbol del jardín podrás comer
verlos. Y también se tornaron en libremente,
almas vivientes. Porque eran es­ 17 mas del árbol de la ciencia
pirituales el día en que los creé; del bien y del mal no comerás. No
pues permanecen en la esfera en obstante, podrás a escoger según tu
que yo, Dios, los creé, sí, todas las voluntad, porque te es concedido;
cosas que preparé para el uso del pero recuerda que yo lo prohíbo,
hombre; y este vio que eran bue­ porque el b día en que de él comie­
nas como alimento. Y yo, Dios el res, de cierto c morirás.
Señor, también planté el a árbol de 18 Y yo, Dios el Señor, dije a mi
la vida en medio del jardín, y asi­ a 
Unigénito que no era bueno que
mismo el b árbol de la ciencia del el hombre estuviese solo; por con­
bien y del mal. siguiente, le haré una b ayuda idó­
10 Y yo, Dios el Señor, hice que nea para él.
saliera un río del Edén para regar 19 Y de la tierra, yo, Dios el Señor,
el jardín; y de allí se repartía en formé a toda bestia del campo y a
cuatro a brazos. toda ave del cielo; y mandé que
11 Y yo, Dios el Señor, di al pri­ fuesen a Adán para ver qué nombre
mero el nombre de Pisón, el cual les daría; y también fueron almas
cerca toda la tierra de Havila, vivientes, porque yo, Dios el Señor,
donde yo, Dios el Señor, había soplé en ellos el aliento de vida; y
creado mucho oro; mandé que lo que Adán llamara
7 b GEE Adán. 10 a Gén. 2:10. mortalidad;
c GEE Alma. 17 a Moisés 7:32. Muerte física.
d Moisés 1:34. GEE Albedrío. 18 a GEE Unigénito.
8 a GEE Edén. b Abr. 5:13. b Gén. 2:18;
9 a GEE Árbol de la vida. c Gén. 2:17. Abr. 5:14.
b Gén. 2:9. GEE Mortal,
9 Moisés 3:20–4:5
a todo ser viviente, tal fuese su Y yo, Dios el Señor, le hablé a Moi­
nombre. sés, diciendo: Ese a Satanás, a quien
20 Y Adán dio nombre a todo tú has mandado en el nombre de
el ganado, a las aves del cielo y mi Unigénito, es el mismo que
a toda bestia del campo; pero en existió desde el b principio; y vino
cuanto a Adán, no se encontró ante mí, diciendo: Heme aquí, en­
ayuda idónea para él. víame a mí. Seré tu hijo y redimiré
21 Y yo, Dios el Señor, hice que a todo el género humano, de modo
cayera un sueño profundo sobre que no se perderá ni una sola alma,
Adán, y durmió; y tomé una de y de seguro lo c haré; dame, pues,
sus costillas y cerré la carne en tu honra.
su lugar; 2 Pero, he aquí, mi a Hijo Amado,
22 y de la costilla que yo, Dios que fue mi Amado y mi b Esco­
el Señor, había tomado del hom­ gido desde el principio, me
bre, hice una a mujer y la traje al dijo: c Padre, hágase tu d volun­
hombre. tad, y sea tuya la e gloria para
23 Y Adán dijo: Ahora sé que esta siempre.
es hueso de mis huesos y a carne de 3 Pues, por motivo de que Sa­
mi carne; Varona se llamará, por­ tanás se a rebeló contra mí, y pre­
que del varón fue tomada. tendió destruir el b albedrío del
24 Por tanto, dejará el hombre a hombre que yo, Dios el Señor, le
su padre y a su madre, y se a alle­ había dado, y que también le diera
gará a su esposa; y serán b una sola mi propio poder, hice que fuese
carne. c 
echado abajo por el poder de mi
25 Y estaban ambos desnudos, Unigénito;
el hombre y su esposa, y no se 4  y llegó a ser Satanás, sí, el
avergonzaban. diablo, el padre de todas las
a 
mentiras, para engañar y cegar
a los hombres y llevarlos cauti­
CAPÍTULO 4
vos según la voluntad de él, sí,
(De junio a octubre de 1830)
a cuantos no quieran escuchar
Cómo Satanás llegó a ser el diablo — mi voz.
Satanás tienta a Eva — Caen Adán y 5 Ahora bien, la serpiente era
Eva, y la muerte entra en el mundo. más a astuta que cualquiera de
22 a GEE Eva; c Isa. 14:12–15. cielos.
Mujer(es). 2 a GEE Jesucristo. b GEE Albedrío.
23 a Gén. 2:23; b Moisés 7:39; c DyC 76:25–27.
Abr. 5:17. Abr. 3:27. 4 a 2 Ne. 2:18;
24 a Gén. 2:24; GEE Preordenación. DyC 10:25.
DyC 42:22; 49:15–16; c GEE Trinidad — Dios el GEE Engañar, engaño;
Abr. 5:17–18. Padre. Mentiras.
b GEE Matrimonio. d Lucas 22:42. 5 a Gén. 3:1;
4 1 a GEE Diablo. e GEE Gloria. Mos. 16:3;
b DyC 29:36–37. 3 a GEE Concilio de los Alma 12:4.
Moisés 4:6–21 10
las bestias del campo que yo, Dios cosieron hojas de higuera y se hi­
el Señor, había hecho. cieron delantales.
6 Y Satanás incitó el corazón de 14 Y oyeron la voz de Dios el Se­
la serpiente (porque se había lle­ ñor, mientras se a paseaban en el
vado a muchos en pos de él), y jardín al fresco del día, y Adán y
procuró también engañar a a Eva, su esposa fueron a esconderse de
porque no conocía la mente de la presencia de Dios el Señor entre
Dios, de manera que procuraba los árboles del jardín.
destruir el mundo. 15 Y yo, Dios el Señor, llamé a
7 Y dijo a la mujer: ¿Conque Dios Adán, y le dije: ¿A dónde a vas?
ha dicho: No comeréis de todo 16 Y él respondió: Oí tu voz en
árbol del a jardín? (Y hablaba por el jardín y tuve miedo, porque
boca de la serpiente). vi que estaba desnudo, y me es­
8 Y la mujer dijo a la serpiente: condí.
Podemos comer del fruto de los 17 Y yo, Dios el Señor, dije a
árboles del jardín; Adán: ¿Quién te ha dicho que es­
9 mas en cuanto al fruto del árbol tabas desnudo? ¿Has comido del
que ves en medio del jardín, Dios árbol del cual te mandé no comer,
ha dicho: No comeréis de él, ni lo pues de hacerlo de cierto a mori­
tocaréis, no sea que muráis. rías?
10 Y la serpiente dijo a la mujer: 18 Y el hombre dijo: La mujer
De cierto no moriréis; que tú me diste, y mandaste que
11 pues Dios sabe que el día en permaneciese conmigo, me dio del
que de él comiereis se abrirán fruto del árbol, y yo comí.
vuestros a ojos, y seréis como b dio­ 19 Y yo, Dios el Señor, dije a la
ses, conociendo el bien y el mal. mujer: ¿Qué es esto que has he­
12 Y cuando la mujer vio que cho? Y la mujer respondió: La ser­
el árbol era bueno para comer, piente me a engañó, y yo comí.
y que se había vuelto agrada­ 20 Y a la serpiente, yo, Dios el
ble a los ojos, y un árbol a desea­ Señor, dije: Por cuanto has hecho
ble para darle sabiduría, tomó esto, a maldita serás sobre todo el
ella de su fruto y b comió, y dio ganado y sobre toda bestia del
también a su marido, y él comió campo. Sobre tu vientre te arras­
con ella. trarás y polvo comerás todos los
13  Y fueron abiertos los ojos días de tu vida;
de ambos, y se dieron cuenta de 21  y pondré enemistad entre
que habían estado a desnudos. Y tú y la mujer, entre tu simiente y
6 a GEE Eva. 12 a Gén. 3:6. 15 a Gén. 3:9.
7 a GEE Edén. b GEE Caída de Adán 17 a Moisés 3:17.
11 a Gén. 3:3–6; y Eva. 19 a Gén. 3:13;
Moisés 5:10. 13 a Gén. 2:25. Mos. 16:3.
b Alma 12:31. 14 a Gén. 3:8. 20 a Gén. 3:13–15.
11 Moisés 4:22–32
la de ella; y él te herirá la cabeza, nosotros, b conociendo el bien y el
y tú le herirás el calcañar. mal; y ahora, no sea que extienda
22 A la mujer, yo, Dios el Señor su mano y c tome también del d ár­
dije: Multiplicaré en gran manera bol de la vida, y coma y viva para
tus dolores en tus preñeces. Con siempre,
a 
dolor darás a luz los hijos, y tu 29 por tanto, yo, Dios el Señor,
deseo será para tu marido, y él se lo sacaré del Jardín de a Edén para
enseñoreará de ti; que labre la tierra de la cual fue
23 y a Adán, yo, Dios el Señor, tomado;
dije: Por haber escuchado la voz de 30 porque vivo yo, dice Dios el
tu esposa y comido del fruto del ár­ Señor, que no se han de frustrar
bol del cual te mandé, diciendo: No mis a palabras, pues tal como sa­
comerás de él, maldita será la tierra len de mi boca tendrán que ser
por tu causa; con dolor comerás de cumplidas.
ella todos los días de tu vida. 31 De modo que expulsé al hom­
24 Espinas también, y cardos te bre, y coloqué al oriente del Jardín
producirá, y comerás la hierba de Edén a querubines y una espada
del campo. encendida, la cual daba vueltas
25 Con el a sudor de tu rostro co­ por todos lados, para guardar el
merás el pan hasta que vuelvas camino del árbol de la vida.
a la tierra —pues de cierto mo­ 32 (Y estas son las palabras que
rirás— porque de ella fuiste to­ hablé a mi siervo Moisés; y son
mado: pues b polvo eras, y al polvo verdaderas conforme a mi volun­
has de volver. tad; y te las he declarado. Mira que
26 Y Adán llamó Eva a su esposa, no las muestres a hombre alguno,
por cuanto ella fue la madre de salvo a los que crean, hasta que yo
todos los vivientes; porque así te lo mande. Amén).
yo, Dios el Señor, he llamado a la
primera de todas las mujeres, que
CAPÍTULO 5
son a muchas.
(De junio a octubre de 1830)
27 Y yo, Dios el Señor, hice túni­
cas de pieles para Adán y también Adán y Eva tienen hijos — Adán
para su esposa, y los a vestí. ofrece sacrificios y sirve a Dios —
28 Y yo, Dios el Señor, dije a Nacen Caín y Abel — Caín se rebela,
mi Unigénito: He aquí, el a hom­ ama a Satanás más que a Dios y llega
bre ha llegado a ser como uno de a ser Perdición — Se multiplican
22 a Gén. 3:16. 28 a Gén. 3:22. 1 Ne. 11:25;
25 a Gén. 3:17–19. GEE Hombre(s) — Su Moisés 3:9.
GEE Caída de Adán potencial para llegar a GEE Árbol de la vida.
y Eva. ser como nuestro Padre 29 a GEE Edén.
b Gén. 2:7; Celestial. 30 a 1 Rey. 8:56;
Moisés 6:59; Abr. 5:7. b GEE Conocimiento. DyC 1:38.
26 a Moisés 1:34; 6:9. c Alma 42:4–5. 31 a Alma 42:3.
27 a GEE Modestia. d Gén. 2:9; GEE Querubines.
Moisés 5:1–10 12
el asesinato y la iniquidad — Se pre- y ofreciesen las primicias de sus
b 

dica el Evangelio desde el principio. rebaños como ofrenda al Señor. Y


Adán fue c obediente a los manda­
Y sucedió que, después que yo, mientos del Señor.
Dios el Señor, los hube expulsado, 6 Y después de muchos días,
Adán empezó a cultivar la tierra, un a ángel del Señor se apareció
y a ejercer a dominio sobre todas a Adán y le dijo: ¿Por qué ofreces
las bestias del campo, y a comer b 
sacrificios al Señor? Y Adán le
su pan con el sudor de su rostro, contestó: No sé, sino que el Señor
como yo, el Señor, le había man­ me lo mandó.
dado; y Eva, su esposa, también 7 Entonces el ángel le habló, di­
se afanaba con él. ciendo: Esto es una a semejanza
2 Y Adán conoció a su esposa, y del b sacrificio del Unigénito del
de ella le a nacieron hijos e b hijas, Padre, el cual es lleno de c gracia
y empezaron a c multiplicarse y a y de verdad.
henchir la tierra. 8 Por consiguiente, harás todo
3 Y de allí en adelante los hijos cuanto hicieres en el a nombre del
e a hijas de Adán empezaron a se­ Hijo, y te b arrepentirás e c invoca­
pararse de dos en dos en la tierra, rás a Dios en el nombre del Hijo
y a cultivarla y a cuidar rebaños; para siempre jamás.
y también ellos engendraron hi­ 9 Y en ese día descendió sobre
jos e hijas. Adán el a Espíritu Santo, que da
4 Y Adán y Eva, su esposa, in­ testimonio del Padre y del Hijo,
vocaron el nombre del Señor, y diciendo: Soy el b Unigénito del
oyeron la voz del Señor que les Padre desde el principio, desde
hablaba en dirección del Jardín ahora y para siempre, para que
de a Edén, y no lo vieron, porque así como has c caído puedas ser
se encontraban excluidos de su d 
redimido; y también todo el gé­
b 
presencia. nero humano, sí, cuantos quieran.
5 Y les dio mandamientos de 10  Y Adán bendijo a Dios en
que a adorasen al Señor su Dios ese día y fue a lleno, y empezó a
5 1 a Moisés 2:26. 6 a GEE Ángeles. 9 a GEE Espíritu Santo.
2 a Gén. 5:4. b GEE Sacrificios. b GEE Jesucristo;
b DyC 138:39. 7 a GEE Jesucristo — Unigénito.
c Gén. 1:28; Simbolismos o c GEE Caída de Adán
Moisés 2:28. símbolos de Jesucristo. y Eva;
3 a Moisés 5:28. b Alma 34:10–15. Muerte espiritual.
4 a GEE Edén. GEE Sangre. d Mos. 27:24–26;
b Alma 42:9. c Moisés 1:6, 32. DyC 93:38;
5 a GEE Adorar. GEE Gracia. AdeF 1:3.
b Éx. 13:12–13; 8 a 2 Ne. 31:21. GEE Plan de redención;
Núm. 18:17; Mos. 2:3. b Moisés 6:57. Redención, redimido,
GEE Primogénito. GEE Arrepentimiento, redimir.
c GEE Obediencia, arrepentirse. 10 a GEE Nacer de Dios,
obediente, obedecer. c GEE Oración. nacer de nuevo.
13 Moisés 5:11–21
b 
profetizar concerniente a todas creyeran ni se arrepintieran, se­
las familias de la tierra, diciendo: rían c condenados; y las palabras
Bendito sea el nombre de Dios, salieron de la boca de Dios como
pues a causa de mi transgresión firme decreto; por consiguiente,
se han abierto mis ojos, y tendré se cumplirán.
c 
gozo en esta vida, y en la d carne 16 Y Adán y Eva, su esposa, no
de nuevo veré a Dios. cesaron de invocar a Dios. Y Adán
11 Y a Eva, su esposa, oyó todas conoció a Eva, su esposa, y ella
estas cosas y se regocijó, diciendo: concibió y dio a luz a a Caín, y dijo:
De no haber sido por nuestra He adquirido un varón del Se­
transgresión, nunca habríamos ñor; por tanto, tal vez este no re­
tenido b posteridad, ni hubiéramos chace sus palabras. Mas he aquí,
conocido jamás el bien y el mal, ni Caín no escuchó, y decía: ¿Quién
el gozo de nuestra redención, ni es el Señor, para que tenga que
la vida eterna que Dios concede conocerlo?
a todos los que son obedientes. 17 Y concibió ella de nuevo y
12 Y Adán y Eva bendijeron el dio a luz a a Abel, su hermano; y él
nombre de Dios, e hicieron a sa­ b 
escuchó la voz del Señor. Y Abel
ber todas las cosas a sus hijos era pastor de ovejas, mas Caín la­
e hijas. braba la tierra.
13 Y a Satanás vino entre ellos, 18 Y Caín a amó a Satanás más
diciendo: Yo también soy un hijo que a Dios. Y Satanás le mandó, di­
de Dios; y les mandó, y dijo: No lo ciendo: b Haz una ofrenda al Señor.
creáis; y b no lo creyeron, y c amaron 19 Y con el transcurso del tiempo,
a Satanás más que a Dios. Y desde sucedió que Caín trajo al Señor
ese tiempo los hombres empeza­ una ofrenda del fruto de la tierra.
ron a ser d carnales, sensuales y 20 Y Abel también trajo de las
diabólicos. primicias de su rebaño, y de su
14 Y Dios el Señor llamó a los grosura. Y el Señor miró con
hombres en todas partes, por el agrado a Abel y su a ofrenda;
a 
Espíritu Santo, y les mandó que 21 mas no miró con agrado a
se arrepintiesen; Caín y su a ofrenda. Ahora bien,
15 y cuantos a creyeran en el Hijo, Satanás sabía esto, y se alegró. Y
y se arrepintieran de sus peca­ Caín se ensañó en gran manera, y
dos, serían b salvos; y cuantos no decayó su semblante.
10 b DyC 107:41–56. c Moisés 6:15. 16 a Gén. 4:1–2.
GEE Profecía, profetizar. d GEE Carnal; GEE Caín.
c GEE Gozo. Hombre natural. 17 a GEE Abel.
d Job 19:26; 2 Ne. 9:4. 14 a Juan 14:16–18, 26. b Heb. 11:4.
11 a GEE Eva. 15 a GEE Creencia, creer. 18 a DyC 10:20–21.
b 2 Ne. 2:22–23. b GEE Salvación. b DyC 132:8–11.
12 a Deut. 4:9. c DyC 42:60. 20 a GEE Ofrenda;
13 a GEE Diablo. GEE Condenación, Sacrificios.
b GEE Incredulidad. condenar. 21 a Gén. 4:3–7.
Moisés 5:22–36 14
22 Y el Señor le dijo a Caín: ¿Por el Dios viviente, a fin de que no
qué te has ensañado? ¿Por qué ha lo digan, porque si lo revelan, de
decaído tu semblante? seguro morirán; y esto para que
23 Si haces lo bueno, serás a acep­ tu padre no lo sepa; y este día en­
tado; y si no haces lo bueno, el tregaré a tu hermano Abel en tus
pecado está a la puerta, y Satanás manos.
desea poseerte; y a menos que 30 Y Satanás juró a Caín que
escuches mis mandamientos, te obraría de acuerdo con sus man­
entregaré, y será hecho contigo datos. Y todas estas cosas se hicie­
según la voluntad de él. Y tú te ron en secreto.
enseñorearás de él, 31 Y Caín dijo: Verdaderamente
24 porque desde ahora en ade­ yo soy Mahán, el maestro de este
lante tú serás el padre de sus men­ gran secreto, a fin de que yo pueda
tiras; serás llamado a Perdición; a 
asesinar y obtener lucro. Por
porque también tú existías antes tanto, Caín fue llamado Maestro
que el mundo. b 
Mahán, y se gloriaba de su ini­
25 Y se dirá en tiempos veni­ quidad.
deros que estas a abominaciones 32 Y Caín salió al campo y habló
procedieron de Caín, porque re­ con Abel, su hermano. Y aconteció
chazó el consejo mayor que venía que mientras estaban en el campo,
de Dios; y esta es una maldición Caín se levantó contra Abel, su
que pondré sobre ti, a menos que hermano, y lo mató.
te arrepientas. 33 Y Caín se a glorió de lo que
26 Y Caín se encolerizó, y no es­ había hecho, diciendo: Estoy li­
cuchó más la voz del Señor, ni a bre; seguramente los rebaños
Abel, su hermano, el cual andaba de mi hermano caerán en mis
en santidad delante del Señor. manos.
27 Y Adán y su esposa se lamen­ 34  Y el Señor le dijo a Caín:
taban ante el Señor por causa de ¿Dónde está Abel, tu hermano? Y
Caín y sus hermanos. él contestó: No sé. ¿Soy yo a guarda
28 Y aconteció que Caín tomó de mi hermano?
por esposa a una de las hijas de 35 Y el Señor le dijo: ¿Qué has he­
sus hermanos, y a amaron a Sata­ cho? La voz de la sangre de tu her­
nás más que a Dios. mano clama a mí desde la tierra.
29 Y Satanás le dijo a Caín: Jú­ 36 Y ahora maldito serás de la
rame por tu garganta, y si lo re­ tierra que abrió su boca para re­
velas morirás; y juramenta a tus cibir de mano tuya la sangre de
hermanos por sus cabezas y por tu hermano.
23 a Gén. 4:7; 31 a GEE Asesinato. “destructor” y “el
DyC 52:15; 97:8. b Entre los posibles grande”.
24 a GEE Hijos de perdición. significados de la 33 a GEE Mundano, lo;
25 a Hel. 6:26–28. palabra Mahán se Orgullo.
28 a Moisés 5:13. encuentran “mente”, 34 a Gén. 4:9.
15 Moisés 5:37–49
37 Cuando labres la tierra no te dio a la a ciudad el nombre de su
dará su fuerza de aquí en adelante. hijo Enoc.
a 
Fugitivo y vagabundo serás en 43 Y a Enoc le nacieron Irad y
la tierra. otros hijos e hijas. E Irad engendró
38 Y Caín dijo al Señor: Satanás a Mehujael y a otros hijos e hijas.
me a tentó a causa de los rebaños Y Mehujael engendró a Metusael
de mi hermano. Y también es­ y a otros hijos e hijas. Y Metusael
taba yo con saña, porque acep­ engendró a Lamec.
taste su ofrenda y la mía no; mi 44 Y Lamec tomó para sí dos es­
castigo es más de lo que puedo posas; el nombre de una era Ada,
soportar. y el de la otra, Zila.
39 He aquí, me echas hoy de 45 Y Ada dio a luz a Jabal, que
ante la faz del Señor, y de tu pre­ fue el padre de los que habitan en
sencia quedaré escondido; y seré tiendas; y estos criaban ganado; y
fugitivo y vagabundo en la tie­ el nombre de su hermano fue Ju­
rra; y sucederá que cualquiera bal, padre de todos los que tocan
que me encuentre me matará por el arpa y el órgano.
causa de mis iniquidades, por­ 46 Y también Zila dio a luz a Tu­
que estas cosas no se ocultan del bal Caín, maestro de todo artífice
Señor. en bronce y hierro. Y la hermana
40  Y yo, el Señor, le dije: de Tubal Caín se llamaba Naama.
Quienquie­ra que te mate, siete 47 Y Lamec dijo a sus mujeres
veces se tomará en él la venganza. Ada y Zila: Oíd mi voz, muje­
Y yo, el Señor, puse una a marca res de Lamec, escuchad mis pa­
sobre Caín, para que no lo matara labras; porque a un hombre he
cualquiera que lo hallase. dado muerte para mi perjuicio, y
41 Y Caín fue desterrado de la a un mancebo para mi daño.
a 
presencia del Señor, y con su 48 Si Caín ha de ser vengado
esposa y muchos de sus herma­ siete veces, Lamec en verdad lo
nos habitó en la tierra de Nod, al será a setenta y siete veces;
oriente de Edén. 49 porque Lamec había hecho
42 Y Caín conoció a su esposa, la un a pacto con Satanás, a la ma­
cual concibió y dio a luz a Enoc, y nera de Caín, por lo que él llegó
engendró, además, a muchos hi­ a ser Maestro Mahán, dueño
jos e hijas. Y edificó una ciudad, y del gran secreto que Satanás
37 a Gén. 4:11–12. ese nombre entre los de que Satanás haría
38 a GEE Codiciar; de su pueblo. Estos no más por él de lo que
Tentación, tentar. deben confundirse con había hecho por Caín.
40 a Gén. 4:15. el Enoc de la progenie Las razones de su
41 a Moisés 6:49. justa de Set y su ciu­ presunción se exponen
42 a En el linaje de Caín, dad de Sion, llamada en los versículos
hubo un hombre lla­ también la “Ciudad de  49 y 50.
mado Enoc, y también Enoc”. Gén. 4:24.
hubo una ciudad de 48 a Es decir, Lamec se jactó 49 a GEE Juramento.
Moisés 5:50–6:1 16
administró a Caín; e Irad hijo de 56 Y Dios maldijo la tierra con
Enoc, habiendo descubierto el se­ penosa maldición; y se llenó de
creto de ellos, empezó a divulgarlo ira contra los inicuos, contra to­
entre los hijos de Adán; dos los hijos de los hombres que
50 por lo que Lamec, lleno de había creado;
ira, lo mató; no como Caín a su 57  porque no querían escu­
hermano Abel, con el fin de ob­ char su voz, ni creer en su a Hijo
tener lucro, sino por causa del Unigénito, aquel que él declaró
juramento. que vendría en el meridiano de
51 Porque desde los días de Caín los tiempos, que fue preparado
hubo una a combinación secreta, y desde antes de la fundación del
hacían sus obras en la obscuridad, mundo.
y conocía cada cual a su hermano. 58 Y así se empezó a predicar
52 Por tanto, el Señor maldijo el a evangelio desde el principio,
a Lamec y a su casa, y a todos siendo declarado por santos b án­
los que habían hecho un pacto geles enviados de la presencia de
con Satanás, porque no guarda­ Dios, y por su propia voz, y por
ron los mandamientos de Dios y el c don del Espíritu Santo.
desagradó esto a Dios y no los mi­ 59 Y así se le confirmaron todas
nistró; y sus obras eran abomina­ las cosas a Adán mediante una
ciones, y empezaron a esparcirse santa ordenanza; y se predicó el
entre todos los a hijos de los hom­ evangelio, y se proclamó un de­
bres. Y esto estaba entre los hijos creto de que estaría en el mundo
de los hombres. hasta su fin; y así fue. Amén.
53 Y entre las hijas de los hom­
bres no se hablaba de estas cosas, CAPÍTULO 6
porque Lamec había divulgado (De noviembre a diciembre de
el secreto a sus mujeres; y ellas se 1830)
rebelaron en contra de él, y decla­
Los de la posteridad de Adán lle-
raron estas cosas por todos lados,
van un libro de memorias — Los
y no tuvieron compasión;
justos de su posteridad predican el
54 de manera que Lamec fue
arrepentimiento — Dios se revela
despre­ciado y desterrado; y no
a Enoc — Enoc predica el Evange-
iba entre los hijos de los hombres,
lio — El plan de salvación se reveló a
por temor de morir.
Adán — Este recibió el bautismo y el
55 Y así empezaron a prevalecer
sacerdocio.
las obras de a tinieblas entre todos
los hijos de los hombres. Y a Adán escuchó la voz de Dios,
51 a GEE Combinaciones 57 a GEE Jesucristo. c GEE Don del Espíritu
secretas. 58 a GEE Evangelio. Santo.
52 a Moisés 8:14–15. b Alma 12:28–30; 6 1 a GEE Adán.
55 a GEE Inicuo, iniquidad; Moro. 7:25, 29–31.
Tinieblas espirituales. GEE Ángeles.
17 Moisés 6:2–15
y exhortó a sus hijos a que se arre­ Adán, y decía: El día en que Dios
pintieran. creó al hombre, a semejanza de
2 Y Adán conoció de nuevo a su Dios lo hizo;
esposa, la cual dio a luz un hijo, y 9 a a imagen de su propio cuerpo,
él le dio el nombre de a Set. Y Adán varón y hembra b los creó, y los
glorificó el nombre de Dios, por­ bendijo y les dio a ellos el c nom­
que dijo: Dios me ha designado bre de Adán, el día en que fueron
otra descendencia en vez de Abel, creados, y llegaron a ser d almas
a quien Caín mató. vivientes en la tierra sobre el e es­
3 Y Dios se reveló a Set, el cual trado de los pies de Dios.
no fue rebelde, sino que ofreció un 10 Y a Adán vivió ciento treinta
a 
sacrificio aceptable, como lo hizo años, y engendró un hijo a su pro­
su hermano Abel. Y también a él pia b imagen y semejanza, y llamó
le nació un hijo, y lo llamó Enós. su nombre Set.
4  Entonces empezaron estos 11 Y fueron los días de Adán,
hombres a a invocar el nombre del después de engendrar a Set, ocho­
Señor, y el Señor los bendijo; cientos años, y engendró muchos
5 y se llevaba un a libro de me­ hijos e hijas;
morias, en el cual se escribía en el 12 y fueron todos los días que
lenguaje de Adán, porque a cuan­ Adán vivió novecientos treinta
tos invocaban a Dios les era con­ años, y murió.
cedido escribir por el espíritu de 13 Set vivió ciento cinco años,
b 
inspiración; y engendró a Enós, y profetizó
6 y poseyendo un lenguaje puro todos sus días y enseñó a su
y sin mezcla, enseñaban a sus hijos hijo Enós conforme a las vías de
a leer y a escribir. Dios; por tanto, Enós también
7 Ahora bien, este mismo a Sa­ profetizó.
cerdocio que existió en el princi­ 14 Y vivió Set, después de en­
pio, existirá también en el fin del gendrar a Enós, ochocientos siete
mundo. años, y engendró muchos hijos
8  Adán declaró esta profecía e hijas.
al ser inspirado por el a Espíritu 15 Y los hijos de los hombres
Santo, y se guardaba una b genea­ eran muchos sobre toda la faz
logía de los c hijos de Dios. Y este de la tierra. Y en aquellos días
era el d libro de las generaciones de Satanás ejercía gran a dominio
2 a Gén. 4:25. inspirar. Abr. 4:26–31.
GEE Set. 7 a GEE Sacerdocio. b GEE Hombre(s).
3 a GEE Sacrificios. 8 a 2 Pe. 1:21. c Moisés 1:34; 4:26.
4 a Gén. 4:26. b GEE Genealogía. d GEE Alma.
GEE Oración. c GEE Hijos e hijas de e Abr. 2:7.
5 a Abr. 1:28, 31. Dios. 10 a DyC 107:41–56.
GEE Libro de d Gén. 5:1. b Gén. 5:3;
memorias. 9 a Gén. 1:26–28; DyC 107:42–43; 138:40.
b GEE Inspiración, Moisés 2:26–29; 15 a Moisés 5:13.
Moisés 6:16–27 18
entre los hombres y agitaba sus ochocientos noventa y cinco años,
cora­zones a la ira; y desde enton­ y murió.
ces hubo guerras y derramamiento 21 Jared vivió ciento sesenta y
de sangre; y buscando poder, el dos años, y engendró a a Enoc;
hombre levantaba su mano en y vivió Jared ochocientos años
contra de su propio hermano para después de engendrar a Enoc, y
darle la muerte, por causa de las engendró hijos e hijas. Y Jared ins­
b 
obras secretas. truyó a Enoc en todas las vías de
16 Y todos los días de Set fueron Dios.
novecientos doce años, y murió. 22 Y esta es la genealogía de los
17 Enós vivió noventa años, y hijos de Adán, que fue el a hijo de
engendró a a Cainán; y Enós y el Dios, con el cual Dios mismo con­
resto del pueblo de Dios salieron versó.
de la tierra que se llamaba Shulón 23 Y fueron a predicadores de rec­
y habitaron en una tierra prome­ titud; y hablaron, b profetizaron y
tida, a la cual él dio el nombre de exhortaron a todos los hombres,
su propio hijo, a quien había lla­ en todas partes, a que se c arrepin­
mado Cainán; tieran; y se enseñó la d fe a los hijos
18 y después de engendrar a de los hombres.
Cainán, Enós vivió ochocientos 24 Sucedió, pues, que todos los
quince años, y engendró muchos días de Jared fueron novecientos
hijos e hijas. Y todos los días de sesenta y dos años, y murió.
Enós fueron novecientos cinco 25  Y Enoc vivió sesenta y
años, y murió. cinco años, y engendró a a Matu­
19 Cainán vivió setenta años, y salén.
engendró a Mahalaleel; y vivió 26 Y aconteció que Enoc viajaba
Cainán, después que engendró por la tierra, entre el pueblo, y
a Mahalaleel, ochocientos cua­ mientras viajaba, el Espíritu de
renta años, y engendró hijos e Dios descendió del cielo y reposó
hijas. Y fueron todos los días de sobre él.
Cainán novecientos diez años, 27  Y oyó una voz del cielo
y murió. que decía: Enoc, hijo mío, pro­
20 Mahalaleel vivió sesenta y fetiza a los de este pueblo y di­
cinco años, y engendró a Jared, les: Arrepentíos, porque así dice
y después de engendrar a Jared, el Señor: Estoy a enojado con­
vivió ochocientos treinta años, tra este pueblo, y mi furiosa
y engendró hijos e hijas. Y fue­ ira está encendida en contra de
ron todos los días de Mahalaleel ellos, pues se han endurecido sus
15 b GEE Combinaciones Moisés 7:69; 8:1–2. c GEE Arrepentimiento,
secretas. GEE Enoc. arrepentirse.
17 a Gén. 5:10–14; 22 a Lucas 3:38. d GEE Fe.
DyC 107:45, 53. 23 a GEE Profeta. 25 a GEE Matusalén.
21 a Gén. 5:18–24; b GEE Profecía, profetizar. 27 a DyC 63:32.
19 Moisés 6:28–38
corazones, y sus b oídos se han en­ haz lo que te he mandado, y nin­
torpecido, y sus ojos c no pueden gún hombre te herirá. Abre tu
ver lejos; a 
boca y se llenará, y yo te daré
28 y durante estas muchas ge­ poder para expresarte, porque
neraciones, desde el día en que toda carne está en mis manos, y
los creé, se han a desviado, y me haré conforme bien me parezca.
han negado y buscado sus pro­ 33 Di a este pueblo: a Elegid hoy
pios consejos en las tinieblas; y servir a Dios el Señor que os hizo.
en sus propias abominaciones han 34 He aquí, mi Espíritu reposa
ideado el asesinato, y no han guar­ sobre ti; por consiguiente, jus­
dado los mandamientos que yo di tificaré todas tus palabras; y las
a su padre Adán. a 
montañas huirán de tu presen­
29 Por consiguiente, se han jura­ cia, y los b ríos se desviarán de
mentado entre sí, y a causa de sus su cauce; y tú permanecerás en
propios a juramentos han traído la mí, y yo en ti; por tanto, c anda
muerte sobre sí mismos; y tengo conmigo.
preparado un b infierno para ellos, 35 Y el Señor habló a Enoc y le
si no se arrepienten; dijo: Úntate los ojos con barro, y
30 y este es un decreto que he lávatelos, y verás. Y Enoc lo hizo.
enviado, de mi propia boca, desde 36 Y vio los a espíritus que Dios
el principio del mundo, desde había creado; y también vio cosas
la fundación de este; y lo he de­ que el ojo b natural no percibe; y
cretado por boca de mis siervos, desde entonces se esparció este
tus padres, tal como ha de ser dicho por la tierra: El Señor ha le­
enviado al mundo, hasta sus vantado un c vidente a su pueblo.
confines. 37 Y sucedió que Enoc salió por
31 Y cuando Enoc oyó estas pa­ la tierra, entre el pueblo, y subía
labras, se humilló a tierra ante a las colinas y a los lugares altos y
el Señor, y habló ante él, di­ clamaba en voz alta, testificando
ciendo: ¿Por qué he hallado gra­ en contra de sus obras; y todos los
cia ante tu vista, si no soy más hombres se a ofendían por causa
que un jovenzuelo, y toda la gente de él.
me desprecia, por cuanto soy 38 Y salían a escucharlo, en los
a 
tardo en el habla; por qué soy lugares altos, y decían a los que
tu siervo? guardaban las tiendas: Quedaos
32 Y el Señor dijo a Enoc: Ve y aquí y cuidad las tiendas mientras
27 b Mateo 13:15; 31 a Éx. 4:10–16; GEE Andar, andar con
2 Ne. 9:31; Jer. 1:6–9. Dios.
Mos. 26:28; 32 a DyC 24:5–6; 60:2. 36 a GEE Creación
DyC 1:2, 11, 14. 33 a GEE Albedrío. espiritual.
c Alma 10:25; 14:6. 34 a Mateo 17:20. b Moisés 1:11.
28 a GEE Rebelión. b Moisés 7:13. c GEE Vidente.
29 a GEE Juramento. c Gén. 5:24; 37 a 1 Ne. 16:1–3.
b GEE Infierno. Moisés 7:69.
Moisés 6:39–51 20
vamos allá para ver al vidente, el estrado de sus pies; y suyo es
b 

porque profetiza, y hay una cosa el fundamento de ella. He aquí,


extraña en la tierra; ha venido un él la estableció, y ha traído una
demente entre nosotros. hueste de hombres sobre la faz
39 Y aconteció que cuando lo de ella.
oyeron, ninguno puso las manos 45 Y la muerte ha venido sobre
en él, porque el temor se apoderó nuestros padres; no obstante, los
de todos los que lo oían; porque conocemos, y no podemos negar,
andaba con Dios. y conocemos aun el primero de
40 Y vino a él un hombre lla­ todos, sí, Adán.
mado Mahíjah, y le dijo: Dinos 46 Porque hemos escrito un a libro
claramente quién eres, y de dónde de memorias entre nosotros, de
vienes. acuerdo con el modelo dado por
41 Y él les contestó: Vine de la el dedo de Dios; y se ha dado en
tierra de Cainán, tierra de mis nuestro propio idioma.
padres, una tierra de rectitud 47 Y al hablar Enoc las palabras
hasta el día de hoy. Mi padre de Dios, la gente tembló y no pudo
me instruyó en todas las vías de estar en su presencia.
Dios; 48 Y él les dijo: Por motivo de que
42 y aconteció que mientras yo Adán a cayó, nosotros existimos; y
venía de la tierra de Cainán, por por su caída vino la b muerte; y so­
el mar del oriente, vi una visión; mos hechos partícipes de miseria
y he aquí, vi los cielos, y el Señor y angustia.
habló conmigo y me dio un man­ 49 He aquí, Satanás viene en­
damiento; de modo que, por esta tre los hijos de los hombres, y los
causa hablo estas palabras a fin de a 
tienta para que lo adoren; y los
cumplir el mandamiento. hombres se han vuelto b carnales,
43 Y Enoc continuó sus pala­ c 
sensuales y diabólicos, y se ha­
bras, diciendo: El Señor que ha­ llan d desterrados de la presencia
bló conmigo es el Dios del cielo; de Dios.
y es mi Dios y vuestro Dios, y 50 Mas Dios ha hecho saber a
vosotros sois mis hermanos; y, nuestros padres que es preciso que
¿por qué os a aconsejáis voso­ todos los hombres se arrepientan.
tros mismos y negáis al Dios del 51 Y por su propia voz llamó
cielo? a nuestro padre Adán, diciendo:
44 Él hizo los cielos; la a tierra es Yo soy Dios; yo hice el mundo y
43 a Prov. 1:24–33; 48 a 2 Ne. 2:25. b Mos. 16:3–4;
DyC 56:14–15. GEE Caída de Adán Moisés 5:13.
44 a Deut. 10:14. y Eva. GEE Carnal.
b Abr. 2:7. b GEE Muerte física. c GEE Sensual,
46 a GEE Libro de 49 a Moisés 1:12. sensualidad.
memorias. GEE Tentación, tentar. d GEE Muerte espiritual.
21 Moisés 6:52–59
a los a hombres b antes que existie­ 55 Y el Señor habló a Adán, di­
sen en la carne. ciendo: Por cuanto se conciben
52  Y también le dijo: Si te tus hijos en pecado, de igual ma­
vuelves a mí y escuchas mi nera, cuando empiezan a crecer,
voz, y crees y te arrepientes de el a pecado nace en sus corazones,
todas tus transgresiones, y te y prueban lo b amargo para saber
a 
bautizas en el agua, en el nom­ apreciar lo bueno.
bre de mi Hijo Unigénito, lleno 56 Y les es concedido discernir
de b gracia y de verdad, el cual el bien del mal; de modo que, son
es c Jesucristo, el único d nombre sus propios a agentes, y otra ley y
que se dará debajo del cielo me­ mandamiento te he dado.
diante el cual vendrá la e salvación 57 Enséñalo, pues, a tus hijos, que
a los hijos de los hombres, reci­ es preciso que todos los hombres,
birás el don del Espíritu Santo, en todas partes, se a arrepientan,
pidiendo todas las cosas en su o de ninguna manera heredarán
nombre, y te será dado cuanto tú el reino de Dios, porque ninguna
pidieres. b 
cosa inmunda puede morar allí,
53 Y nuestro padre Adán habló ni c morar en su presencia; porque
al Señor, y dijo: ¿Por qué es nece­ en el lenguaje de Adán, su nom­
sario que los hombres se arrepien­ bre es d Hombre de Santidad, y el
tan y se bauticen en el agua? Y el nombre de su Unigénito es el e Hijo
Señor le contestó: He aquí, te he del Hombre, sí, Jesucristo, un justo
a 
perdonado tu transgresión en el f 
Juez que vendrá en el meridiano
Jardín de Edén. de los tiempos.
54 De allí que se extendió entre 58  Por tanto, te doy el man­
el pueblo el dicho: Que el a Hijo de damiento de enseñar estas co­
Dios ha b expiado la transgresión sas sin reserva a tus a hijos,
original, por lo que los pecados de diciendo:
los padres no pueden recaer sobre 59 Que por causa de la trans­
la cabeza de los c niños, porque es­ gresión viene la caída, la cual
tos son limpios desde la fundación trae la muerte; y como habéis
del mundo. nacido en el mundo mediante el
51 a GEE Hombre(s) — El 53 a GEE Perdonar. b 1 Ne. 10:21.
hombre, hijo espiritual 54 a GEE Jesucristo. GEE Limpio e inmundo.
de nuestro Padre b GEE Expiación, expiar. c Sal. 24:3–4;
Celestial. c Mos. 3:16. 1 Ne. 15:33–36;
b GEE Creación 55 a GEE Pecado. Morm. 7:7;
espiritual. b DyC 29:39. DyC 76:50–62.
52 a 3 Ne. 11:23–26. GEE Adversidad. d Moisés 7:35.
GEE Bautismo, bautizar. 56 a 2 Ne. 2:26–27; GEE Hombre de
b GEE Gracia. Hel. 14:29–30. Santidad.
c GEE Jesucristo. GEE Albedrío. e GEE Hijo del Hombre.
d Hech. 4:12; 57 a 1 Cor. 6:9–10. f GEE Jesucristo — Es
2 Ne. 31:21. GEE Arrepentimiento, juez; Justicia.
e GEE Salvación. arrepentirse. 58 a GEE Hijo(s).
Moisés 6:60–68 22
agua, y la sangre, y el espíritu
a 
63 Y he aquí, todas las cosas tie­
que yo he hecho, y así del b polvo nen su semejanza, y se han creado
habéis llegado a ser alma viviente, y hecho todas las cosas para que
así igualmente tendréis que c nacer a 
den testimonio de mí; tanto las
otra vez en el reino de los cielos, que son temporales, como las que
del d agua y del Espíritu, y ser pu­ son espirituales; cosas que hay
rificados por sangre, a saber, la arriba en los cielos, cosas que es­
sangre de mi Unigénito, para que tán sobre la tierra, cosas que es­
seáis santificados de todo pecado tán en la tierra y cosas que están
y e gocéis de las f palabras de vida debajo de la tierra, tanto arriba
eterna en este mundo, y la vida como abajo; todas las cosas testi­
eterna en el mundo venidero, sí, fican de mí.
g 
gloria inmortal; 64 Y cuando el Señor hubo ha­
60 porque por el a agua guardáis blado con Adán, nuestro padre,
el mandamiento; por el Espíritu sucedió que Adán clamó al Señor,
sois b justificados; y por la c sangre y lo arrebató el a Espíritu del Señor,
sois d santificados; y fue llevado al agua, y sumergido
61 de manera que se da para que en el b agua, y sacado del agua.
permanezca en vosotros; el testi­ 65 Y de esta manera fue bauti­
monio del cielo; el a Consolador; zado, y el Espíritu de Dios des­
las cosas pacíficas de la gloria in­ cendió sobre él, y así a nació del
mortal; la verdad de todas las co­ Espíritu, y fue vivificado en el
sas; lo que vivifica todas las cosas; hombre b interior.
lo que conoce todas las cosas y 66 Y oyó una voz del cielo que
tiene todo poder de acuerdo con decía: Eres a bautizado con fuego
la sabiduría, la misericordia, ver­ y con el Espíritu Santo. Este es el
dad, justicia y juicio. b 
testimonio del Padre y del Hijo,
62 Y ahora bien, he aquí, ahora desde ahora y para siempre;
te digo: Este es el a plan de salva­ 67  y eres según el a orden de
ción para todos los hombres, me­ aquel que fue sin principio de
diante la sangre de mi b Unigénito, días ni fin de años, de eternidad
el cual vendrá en el meridiano de en eternidad.
los tiempos. 68 He aquí, eres a uno en mí, un
59 a 1 Juan 5:8. b GEE Justificación, nacer de nuevo.
b Gén. 2:7; justificar. b Mos. 27:25;
Moisés 4:25; c GEE Sangre. Alma 5:12–15.
Abr. 5:7. d GEE Santificación. 66 a DyC 19:31.
c GEE Nacer de Dios, 61 a GEE Espíritu Santo. GEE Don del Espíritu
nacer de nuevo. 62 a GEE Plan de redención. Santo.
d GEE Bautismo, bautizar. b GEE Unigénito. b 2 Ne. 31:17–18;
e 2 Ne. 4:15–16; 63 a Alma 30:44; 3 Ne. 28:11.
Alma 32:28. DyC 88:45–47. 67 a GEE Sacerdocio de
f Juan 6:68. 64 a GEE Espíritu Santo. Melquisedec.
g GEE Gloria celestial. b GEE Bautismo, bautizar. 68 a 1 Juan 3:1–3;
60 a Moro. 8:25. 65 a GEE Nacer de Dios, DyC 35:2.
23 Moisés 7:1–10
hijo de Dios; y así todos pueden a cara; y me dijo: b Mira, y te mos­
llegar a ser mis b hijos. Amén. traré el mundo por el espacio de
muchas generaciones.
CAPÍTULO 7 5 Y he aquí, aconteció que vi en
(Diciembre de 1830) el valle de Shum un pueblo nume­
roso que habitaba en tiendas, el
Enoc instruye y dirige al pueblo, y
cual era el pueblo de Shum.
mueve montañas — Se establece la
6 Y otra vez me dijo el Señor:
ciudad de Sion — Enoc prevé la ve-
Mira; y miré hacia el norte y vi al
nida del Hijo del Hombre, Su sacri-
pueblo de Canaán, que vivía en
ficio expiatorio y la resurrección de
tiendas.
los santos — Prevé la Restauración,
7 Y el Señor me dijo: Profetiza; y
el Recogimiento, la Segunda Venida
yo profeticé, diciendo: He aquí, el
y el regreso de Sion.
pueblo de Canaán, que es nume­
Y sucedió que Enoc continuó sus roso, saldrá a la batalla contra el
palabras, diciendo: He aquí, nues­ pueblo de Shum y lo matará hasta
tro padre Adán enseñó estas cosas, destruirlo por completo; y el pue­
y muchos han creído y han llegado blo de Canaán se repartirá sobre
a ser a hijos de Dios; y muchos no la tierra, y la tierra será estéril e
han creído y han perecido en sus infecunda y ningún otro pueblo
pecados, y con b temor esperan, vivirá allí sino el de Canaán;
atormentados, que se derrame 8 porque he aquí, el Señor mal­
sobre ellos la ardiente indignación decirá la tierra con mucho calor,
de la ira de Dios. y su esterilidad continuará para
2  Y de allí en adelante Enoc siempre; y vino un color a obscuro
empezó a profetizar, diciendo al sobre todos los hijos de Canaán,
pueblo: Mientras viajaba y me ha­ de modo que fueron despreciados
llaba en el lugar llamado Mahújah, entre toda gente.
clamé al Señor, y vino una voz de 9 Y sucedió que el Señor me dijo:
los cielos que decía: Vuélvete y as­ Mira; y miré y vi la tierra de Sarón,
ciende al monte de Simeón. y la tierra de Enoc, y la tierra de
3 Y aconteció que me volví y subí Omner, y la tierra de Heni, y la tie­
al monte; y mientras estaba en el rra de Sem, y la tierra de Haner, y
monte, vi abrirse los cielos y fui la tierra de Hannanníah, y a todos
revestido de a gloria; sus habitantes;
4 y vi al Señor; y estaba ante mi 10 y el Señor me dijo: Ve a los
faz, y habló conmigo, así como de este pueblo y diles: a Arrepen­
un hombre habla con otro, a cara tíos, no sea que yo venga y los
68 b Juan 1:12; DyC 34:3. b Alma 40:11–14. b Moisés 1:4.
GEE Hijos e hijas de 3 a GEE Transfiguración. 8 a 2 Ne. 26:33.
Dios. 4 a Gén. 32:30; 10 a Moisés 6:57.
7 1 a GEE Hijos e hijas de Deut. 5:4; GEE Arrepentimiento,
Dios. Moisés 1:2, 11, 31. arrepentirse.
Moisés 7:11–22 24
hiera con una maldición, y guerras y derramamiento de san­
perezcan. gre entre ellos; mas el Señor vino
11 Y me dio el mandamiento de y habitó con su pueblo, y moraron
a 
bautizar en el nombre del Padre, en rectitud.
y del Hijo, lleno de b gracia y de 17 El a temor del Señor cayó so­
verdad, y del c Espíritu Santo, que bre todas las naciones, por ser tan
da testimonio del Padre y del Hijo. grande la gloria del Señor que cu­
12 Y sucedió que Enoc continuó bría a su pueblo. Y el Señor b ben­
llamando a todo pueblo al arre­ dijo la tierra, y los de su pueblo
pentimiento, salvo al pueblo de fueron bendecidos sobre las mon­
Canaán; tañas y en los lugares altos, y pros­
13 y tan grande fue la a fe de Enoc peraron.
que dirigió al pueblo de Dios, y 18 Y el Señor llamó a Sion a su
sus enemigos salieron a la batalla pueblo, porque eran b uno en cora­
contra ellos; y él habló la palabra zón y voluntad, y vivían en recti­
del Señor, y tembló la tierra, y hu­ tud; y no había pobres entre ellos.
yeron las b montañas, de acuerdo 19 Y Enoc continuó su predi­
con su mandato; y los c ríos de cación en justicia al pueblo de
agua se desviaron de su cauce, y Dios. Y aconteció que en sus
se oyó el rugido de los leones en días él edificó una ciudad que se
el desierto; y todas las naciones llamó la Ciudad de Santidad, a
temieron en gran manera, por ser saber, Sion.
tan d poderosa la palabra de Enoc, 20 Y aconteció que Enoc habló
y tan grande el poder de la palabra con el Señor, y le dijo: Ciertamente
que Dios le había dado. a 
Sion morará segura para siempre.
14 También salió una tierra de Mas el Señor le dijo a Enoc: He
la profundidad del mar, y fue tan bendecido a Sion, pero he malde­
grande el temor de los enemigos cido al resto de la gente.
del pueblo de Dios, que huyeron 21 Y aconteció que el Señor le
y se apartaron lejos y se fueron a mostró a Enoc todos los habitantes
la tierra que salió de lo profundo de la tierra; y vio, y he aquí, con
del mar. el transcurso del tiempo, Sion fue
15 Y los a gigantes de la tierra a 
llevada al cielo. Y el Señor dijo
también se quedaron lejos; y cayó a Enoc: He allí mi morada para
una maldición sobre todo el pue­ siempre.
blo que pugnaba contra Dios; 22 Y Enoc también vio al resto
16 y de allí en adelante hubo de los del pueblo, que eran los
11 a GEE Bautismo, bautizar. d GEE Poder; 18 a GEE Sion.
b GEE Gracia. Sacerdocio. b Hech. 4:32; Filip. 2:1–4.
c GEE Espíritu Santo. 15 a Gén. 6:4; Moisés 8:18. GEE Unidad.
13 a GEE Fe. 17 a Éx. 23:27. 20 a Moisés 7:62–63.
b Mateo 17:20. b 1 Cró. 28:7–8; GEE Nueva Jerusalén.
c Moisés 6:34. 1 Ne. 17:35. 21 a Moisés 7:69.
25 Moisés 7:23–33
hijos de Adán; y eran una mez­ de ello, diciendo: ¿Por qué llo­
cla de toda la descendencia de ran los cielos, y derraman sus
Adán, salvo la de Caín, porque lágrimas como la lluvia sobre las
los de la posteridad de Caín montañas?
eran a negros, y no tenían cabida 29 Y dijo Enoc al Señor: ¿Cómo
entre ellos. es posible que tú a llores, si eres
23  Y después que Sion fue santo, y de eternidad en eterni­
llevada al a cielo, Enoc b miró; dad?
y he aquí, c todas las nacio­ 30 Y si fuera posible que el hom­
nes de la tierra estaban delante bre pudiese contar las partícu­
de él; las de la tierra, sí, de millones de
24 y una generación sucedía a a 
tierras como esta, no sería ni el
otra; y Enoc fue enaltecido y a ele­ principio del número de tus b crea­
vado hasta el seno del Padre y del ciones; y tus cortinas aún están
Hijo del Hombre; y he aquí, el po­ desplegadas; y tú todavía estás
der de Satanás se extendía sobre allí, y tu seno está allí; y también
toda la faz de la tierra. eres justo; eres misericordioso y
25 Y vio que descendían ángeles benévolo para siempre;
del cielo; y oyó una voz fuerte que 31 y de todas tus creaciones has
decía: ¡Ay! ¡Ay de los habitantes tomado a Sion a tu propio seno,
de la tierra! de eternidad en eternidad; y nada
26 Y vio a Satanás; y este tenía sino a paz, b justicia y c verdad es la
en su mano una a cadena grande habitación de tu trono; y la mise­
que cubrió de b obscuridad toda ricordia irá delante de tu faz y no
la faz de la tierra; y miró hacia tendrá fin; ¿cómo es posible que
arriba, y se rio, y sus c ángeles se llores?
alegraron. 32 El Señor dijo a Enoc: He allí
27 Y Enoc vio que descendían a estos, tus hermanos; son la obra
a 
ángeles del cielo, dando b testi­ de mis propias a manos, y les di
monio del Padre y del Hijo; y el su b conocimiento el día en que los
Espíritu Santo cayó sobre mu­ creé; y en el Jardín de Edén le di
chos, y fueron arrebatados hasta al hombre su c albedrío;
Sion por los poderes del cielo. 33 y a tus hermanos he dicho, y
28 Y aconteció que el Dios del también he dado mandamiento,
cielo miró al resto del pueblo, que se a amen el uno al otro, y
y lloró, y Enoc dio testimonio que me prefieran a mí, su Padre,
22 a 2 Ne. 26:33. c Judas 1:6; 31 a GEE Paz.
23 a GEE Cielo. DyC 29:36–37. b GEE Justicia.
b GEE Visión. 27 a GEE Ángeles. c GEE Verdad.
c DyC 88:47; b GEE Testimonio. 32 a Moisés 1:4.
Moisés 1:27–29. 29 a Isa. 63:7–10. b GEE Conocimiento.
24 a 2 Cor. 12:1–4. 30 a DyC 76:24; c GEE Albedrío.
26 a Alma 12:10–11. Moisés 1:33. 33 a GEE Amor.
b Isa. 60:1–2. b GEE Creación, crear.
Moisés 7:34–44 26
mas he aquí, no tienen afecto y ha abogado ante mi faz. Por consi­
aborrecen su propia sangre; guiente, él padece por los pecados
34 y el a fuego de mi indignación de ellos, si es que se arrepienten
está encendido en su contra; y en el día en que mi b Elegido vuelva
mi intenso desagrado enviaré los a mí, y hasta ese día se verán
b 
diluvios sobre ellos, porque mi c 
atormen­tados.
furiosa ira está encendida en con­ 40 Por esto, pues, llorarán los
tra de ellos. cielos, sí, y toda la obra de mis
35 He aquí, yo soy Dios; a Hom­ manos.
bre de Santidad es mi nombre; 41 Y aconteció que el Señor le
Varón de Consejo me llamo; y habló a Enoc, y le declaró todos
Sin Fin y Eterno es también mi los hechos de los hijos de los hom­
b 
nombre. bres; por lo que Enoc supo, y vio
36  Por consiguiente, puedo las abominaciones y la miseria de
exten­der mis manos y abarcar to­ ellos, y lloró y extendió sus brazos,
das las creaciones que he hecho; y se ensanchó su a corazón como
y mi a ojo las puede traspasar tam­ la anchura de la eternidad; y se
bién, y de entre toda la obra de conmovieron sus entrañas; y toda
mis manos jamás ha habido tan la eternidad tembló.
grande b iniquidad como entre tus 42 Y Enoc también vio a a Noé y
hermanos. a su b familia; que la posteridad de
37 Mas he aquí, sus pecados cae­ todos los hijos de Noé se salvaría
rán sobre la cabeza de sus padres. con una salvación temporal;
Satanás será su padre, y miseria su 43 por tanto, Enoc vio que Noé
destino; y todos los cielos llora­ construyó un a arca; y que el Se­
rán sobre ellos, sí, toda la obra de ñor estuvo complacido con ella,
mis manos; por tanto, ¿no han de y la sostuvo con su propia mano;
llorar los cielos, viendo que estos pero las aguas descendieron so­
han de sufrir? bre el resto de los inicuos y los
38 Mas he aquí, estos que tus ojos tragaron.
ven morirán en los diluvios; y he 44  Y al ver esto, Enoc sintió
aquí, los encerraré; he preparado amargura dentro de su alma, y
una a prisión para ellos. lloró por sus hermanos, y dijo a
39 Y a Aquel a quien he escogido los cielos: a No seré consolado;
34 a Isa. 30:27; Moisés 1:35–37. condenar.
Nahúm 1:6; b Gén. 6:5–6; 41 a Mos. 28:3.
DyC 35:14. Moisés 8:22, 28–30. GEE Compasión.
b Gén. 7:4, 10; 38 a 1 Pe. 3:18–20. 42 a GEE Noé, patriarca
Moisés 8:17, 24. GEE Infierno. bíblico.
GEE Diluvio en los 39 a Es decir, el Salvador. b Moisés 8:12.
tiempos de Noé. b Moisés 4:2; 43 a Gén. 6:14–16;
35 a Moisés 6:57. Abr. 3:27. Éter 6:7.
b Moisés 1:3. GEE Jesucristo. 44 a Sal. 77:2;
36 a DyC 38:2; 88:41; c GEE Condenación, Éter 15:3.
27 Moisés 7:45–54
mas el Señor le dijo: Anímese tu al Señor, diciendo: Oh Señor, ¿no
corazón, regocíjate y mira. tendrás compasión de la tierra?
45 Y aconteció que Enoc miró; y ¿No bendecirás a los hijos de Noé?
desde Noé vio a todas las familias 50 Y sucedió que Enoc continuó
de la tierra; y clamó al Señor, di­ su clamor al Señor, diciendo: Te
ciendo: ¿Cuándo vendrá el día del ruego, oh Señor, en el nombre de
Señor? ¿Cuándo será derramada la tu Unigénito, que es Jesucristo,
sangre del Justo, a fin de que todos que tengas misericordia de Noé
los que lloran sean a santificados y y su descendencia, para que las
tengan vida eterna? aguas nunca más vuelvan a cu­
46  Y el Señor dijo: Será en brir la tierra.
el a meridiano de los tiem­ 51 Y el Señor no pudo resistir; e
pos, en los días de iniquidad y hizo convenio con Enoc, y le juró
venganza. con juramento que detendría las
47 Y he aquí, Enoc vio el día de la a 
aguas; que visitaría a los hijos
venida del Hijo del Hombre en la de Noé;
carne; y se regocijó su alma, y dijo: 52 y expidió un decreto inaltera­
El Justo es levantado, y muerto es ble de que un a resto de su descen­
el a Cordero desde la fundación del dencia siempre se hallaría entre
mundo; y por medio de la fe estoy todas las naciones, mientras per­
en el seno del Padre, y he aquí, maneciese la tierra;
b 
Sion está conmigo. 53 y el Señor dijo: Bendito es
48 Y sucedió que Enoc miró a la aquel por medio de cuya descen­
a 
tierra; y oyó que venía una voz dencia vendrá el Mesías; porque
de sus entrañas, y decía: ¡Ay, ay él dice: Yo soy el a Mesías, el b Rey
de mí, la madre de los hombres! de Sion, la c Roca del Cielo, que
¡Estoy afligida, estoy fatigada por es extensa como la eternidad;
causa de la iniquidad de mis hijos! quien entre por la puerta y d suba
¿Cuándo b descansaré y quedaré por medio de mí, jamás caerá;
limpia de la c impureza que de mí por tanto, benditos son aquellos
ha salido? ¿Cuándo me santificará de quienes he hablado, porque
mi Creador para que yo descanse, vendrán con e canciones de gozo
y more la justicia sobre mi faz por sempiterno.
un tiempo? 54 Y sucedió que Enoc clamó al
49 Y cuando Enoc oyó que la Señor, diciendo: ¿Descansará la
tierra se lamentaba, lloró y clamó tierra cuando el Hijo del Hombre
45 a GEE Santificación. b Moisés 7:54, 58, 64. Alma 5:50;
46 a Moisés 5:57. c GEE Inmundicia, DyC 128:22.
47 a GEE Cordero de Dios. inmundo. c Sal. 71:3; 78:35;
b Moisés 7:21. 51 a Sal. 104:6–9. Hel. 5:12.
48 a GEE Tierra — La 52 a Moisés 8:2. GEE Roca.
purificación de la 53 a GEE Mesías. d 2 Ne. 31:19–20.
tierra. b Mateo 2:2; 2 Ne. 10:14; e GEE Música.
Moisés 7:55–63 28
venga en la carne? Te ruego me propia gracia; por consiguiente,
muestres estas cosas. te pregunto si no volverás otra
55 Y dijo el Señor a Enoc: Mira; vez a la tierra.
y mirando, vio que el a Hijo 60 Y el Señor dijo a Enoc: Vivo yo
del Hombre era levantado so­ que vendré en los a últimos días,
bre la b cruz, a la manera de los en los días de iniquidad y ven­
hombres; ganza, para cumplir el juramento
56  y oyó una fuerte voz; y que te hice concerniente a los hi­
fueron cubiertos los cielos; y jos de Noé;
todas las creaciones de Dios llo­ 61 y llegará el día en que a descan­
raron; y la tierra a gimió; y se hi­ sará la tierra, pero antes de ese
cieron pedazos los peñascos; día se b obscurecerán los cielos, y
y se b levantaron los santos y un c manto de tinieblas cubrirá la
fueron c coronados a la d diestra tierra; y temblarán los cielos así
del Hijo del Hombre con coronas como la tierra; y habrá grandes
de gloria; tribulaciones entre los hijos de
57 y salieron cuantos a espíri­ los hombres, mas d preservaré a
tus se hallaban en la b prisión, y mi pueblo;
se pusieron a la diestra de Dios; 62 y a justicia enviaré desde los
y el resto quedó en cadenas cielos; y la b verdad haré brotar
de tinieblas hasta el juicio del de la c tierra para d testificar de mi
gran día. Unigénito, de su resurrección de
58 Y Enoc lloró otra vez y clamó entre los muertos, sí, y también
al Señor, diciendo: ¿Cuándo des­ de la e resurrección de todos los
cansará la tierra? hombres; y haré que la justicia y la
59 Y Enoc vio al Hijo del Hom­ verdad inunden la tierra como con
bre ascender al Padre, y se dirigió un diluvio, a fin de f recoger a mis
al Señor, diciendo: ¿No vendrás escogidos de las cuatro partes de la
otra vez a la tierra? Por cuanto tierra a un lugar que yo prepararé,
eres Dios, y te conozco, y me has una Ciudad Santa, a fin de que mi
jurado, y me mandaste que pi­ pueblo ciña sus lomos y espere el
diera en el nombre de tu Unigé­ tiempo de mi venida; porque allí
nito; tú me has creado y me has estará mi tabernáculo, y se llamará
dado derecho a tu trono, y no Sion, una g Nueva Jerusalén.
de mí mismo, sino mediante tu 63 Y el Señor dijo a Enoc: Entonces
55 a GEE Hijo del Hombre. 60 a GEE Últimos días, GEE Restauración del
b 3 Ne. 27:14. postreros días. Evangelio.
GEE Crucifixión. 61 a GEE Tierra — El estado b GEE Libro de Mormón.
56 a Mateo 27:45, 50–51. final de la tierra. c Isa. 29:4.
b GEE Resurrección. b DyC 38:11–12; 112:23. d GEE Testimonio.
c GEE Corona; Exaltación. c GEE Velo. e GEE Resurrección.
d Mateo 25:34. d 1 Ne. 22:15–22; f GEE Israel — La
57 a GEE Espíritu. 2 Ne. 30:10. congregación de Israel.
b DyC 76:71–74; 88:99. 62 a Sal. 85:11. g GEE Nueva Jerusalén.
29 Moisés 7:64–8:7
tú y toda tu a ciudad los recibiréis entonces se extendió el dicho:
allí, y los recibiremos en nues­ Sion ha huido.
tro seno, y ellos nos verán; y nos
echaremos sobre su cuello, y ellos CAPÍTULO 8
sobre el nuestro, y nos besaremos (Febrero de 1831)
unos a otros;
Matusalén profetiza — Noé y sus hi-
64 y allí será mi morada, y será
jos predican el Evangelio — Prevalece
Sion, la cual saldrá de todas las
una gran iniquidad — No se hace caso
creaciones que he hecho; y por
del llamado al arrepentimiento —
el espacio de a mil años la tierra
Dios decreta la destrucción de toda
b 
descansará.
carne por medio del Diluvio.
65  Y aconteció que Enoc vio
el día de la a venida del Hijo del Y fueron todos los días de Enoc
Hombre, en los últimos días, cuatrocientos treinta años.
para morar en rectitud sobre 2 Y sucedió que a Matusalén, el
la tierra por el espacio de mil hijo de Enoc, no fue llevado, a fin
años; de que se cumplieran los conve­
66 pero antes de ese día vio gran­ nios que el Señor había hecho con
des tribulaciones entre los inicuos; Enoc, porque él verdaderamente
y también vio que el mar se agi­ hizo convenio con Enoc de que Noé
taba y que a desfallecía el corazón procedería del fruto de sus lomos.
de los hombres mientras espera­ 3  Y sucedió que Matusalén
ban con temor los b juicios del Dios profetizó que de sus lomos nace­
Todopoderoso que habrían de so­ rían todos los reinos de la tierra
brevenir a los inicuos. (mediante Noé), y se atribuyó la
67 Y el Señor le mostró a Enoc gloria a sí mismo.
todas las cosas, aun hasta el fin del 4 Y vino sobre la tierra un hambre
mundo; y vio el día de los justos, muy grave, y el Señor maldijo la
la hora de su redención; y recibió tierra con penosa maldición, y mu­
una plenitud de a gozo; chos de sus habitantes perecieron.
68 y fueron todos los días de 5  Y aconteció que Matusalén
a 
Sion, en la época de Enoc, tres­ vivió ciento ochenta y siete años,
cientos sesenta y cinco años. y engendró a Lamec;
69 Y Enoc y todo su pueblo a an­ 6  y después de engendrar a
duvieron con Dios, y él moró en Lamec, vivió Matusalén sete­
medio de Sion; y aconteció que cientos ochenta y dos años, y
Sion no fue más, porque Dios la engendró hijos e hijas;
llevó a su propio seno, y desde 7  y fueron todos los días de
63 a Apoc. 21:9–11; GEE Segunda venida de Moisés 8:1.
DyC 45:11–12; Jesucristo. 69 a Gén. 5:24;
Moisés 7:19–21. 66 a Isa. 13:6–7. Moisés 6:34.
64 a GEE Milenio. b GEE Juicio final. GEE Andar, andar con
b Moisés 7:48. 67 a GEE Gozo. Dios.
65 a Judas 1:14. 68 a Gén. 5:23; 8 2 a GEE Matusalén.
Moisés 8:8–21 30
Matusalén novecientos sesenta y de tus hijos se han vendido; por
a 

nueve años, y murió. lo que, he aquí, mi ira está encen­


8 Lamec vivió ciento ochenta y dida en contra de los hijos de los
dos años, y engendró un hijo, hombres, porque no quieren escu­
9 y le puso por nombre a Noé, di­ char mi voz.
ciendo: Este hijo nos consolará en 16 Y aconteció que Noé profetizó
cuanto a nuestro afán y el trabajo y enseñó las cosas de Dios, aun
de nuestras manos, por causa de la como fue en el principio.
tierra que el Señor ha b maldecido. 17 Y el Señor dijo a Noé: No a lu­
10 Y vivió Lamec, después de chará mi Espíritu con el hombre
engendrar a Noé, quinientos no­ para siempre, porque él ha de sa­
venta y cinco años, y engendró ber que toda b carne morirá; sin
hijos e hijas. embargo, serán sus días ciento
11 y fueron todos los días de La­ veinte años, y si los hombres no
mec setecientos setenta y siete se arrepienten, mandaré las c aguas
años, y murió. sobre ellos.
12 Y Noé tenía cuatrocientos cin­ 18 Y en aquellos días había a gi­
cuenta años, y a engendró a Jafet; gantes sobre la tierra, y buscaron
y cuarenta y dos años después, a Noé para quitarle la vida; mas el
engendró a b Sem de la que fue la Señor fue con Noé, y el b poder del
madre de Jafet, y a la edad de qui­ Señor reposó sobre él.
nientos años, engendró a c Cam. 19 Y el Señor a ordenó a b Noé se­
13 Y a Noé y sus hijos b escucharon gún su propio c orden, y le mandó
al Señor, y obedecieron, y se les que saliese a d declarar su evange­
llamó los c hijos de Dios. lio a los hijos de los hombres, tal
14 Y cuando estos hombres em­ como fue dado a Enoc.
pezaron a multiplicarse sobre la 20 Y aconteció que Noé exhortó
faz de la tierra, y les nacieron hi­ a los hijos de los hombres a que
jas, los a hijos de los hombres vie­ se a arrepintieran; pero no hicieron
ron que estas hijas eran bellas, y caso de sus palabras;
tomaron para sí esposas, según 21 y también, después de ha­
su elección. berlo escuchado, vinieron ante
15 Y el Señor dijo a Noé: Las hijas él, diciendo: He aquí, nosotros
9 a GEE Noé, patriarca Dios. 18 a Gén. 6:4; Núm. 13:33;
bíblico. 14 a Moisés 5:52. Josué 17:15.
b Moisés 4:23. 15 a GEE Matrimonio — b GEE Poder.
12 a Gén. 5:32. El matrimonio entre 19 a DyC 107:52.
GEE Jafet. personas de distintas GEE Ordenación,
b GEE Sem. religiones. ordenar.
c GEE Cam. 17 a Gén. 6:3; 2 Ne. 26:11; b Abr. 1:19.
13 a DyC 138:41. Éter 2:15; DyC 1:33. c GEE Sacerdocio de
GEE Gabriel. b 2 Ne. 9:4. Melquisedec.
b GEE Obediencia, GEE Carne. d GEE Obra misional.
obediente, obedecer. c Gén. 7:4, 10; 20 a GEE Arrepentimiento,
c GEE Hijos e hijas de Moisés 7:34. arrepentirse.
31 Moisés 8:22–30
somos los hijos de Dios; ¿no hemos 25 Y le pesó a Noé, y se afligió
tomado para nosotros a las hijas su corazón de que el Señor hu­
de los hombres? ¿No estamos a co­ biese formado al hombre sobre
miendo, bebiendo, y casándonos la tierra, y se apesadumbró su
y dando en casamiento? Nuestras corazón.
esposas nos dan hijos y estos son 26 Y el Señor dijo: a Raeré al hom­
hombres poderosos, semejantes a bre que he creado de sobre la faz
los hombres de la antigüedad, va­ de la tierra, tanto hombre como
rones de gran renombre. Y no hi­ bestia, y lo que se arrastra, y las
cieron caso de las palabras de Noé. aves del cielo, pues le pesa a Noé
22 Y Dios vio que la a iniquidad que yo los haya creado y hecho; y
de los hombres se había hecho me ha invocado, porque han inten­
grande en la tierra; y que todo tado quitarle la vida.
hombre se ensoberbecía con el de­ 27 Y así Noé halló a gracia ante
signio de los b pensamientos de su los ojos del Señor; porque Noé
corazón, siendo continuamente fue un hombre justo y b perfecto
perversos. en su generación; y c anduvo con
23 Y sucedió que Noé continuó Dios, así como sus tres hijos, Sem,
su a predicación al pueblo, di­ Cam y Jafet.
ciendo: Escuchad y dad oído a 28 La tierra se a corrompió delante
mis palabras; de Dios, y se llenó de violencia.
24 a creed y arrepentíos de vues­ 29 Y miró Dios la tierra; y he
tros pecados y b bautizaos en el aquí, estaba corrompida, porque
nombre de Jesucristo, el Hijo de toda carne había corrompido su
Dios, tal como nuestros padres, y camino sobre la tierra.
recibiréis el Espíritu Santo, a fin 30 Y dijo Dios a Noé: Ha llegado
de que se os c manifiesten todas para mí el fin de toda carne, por­
las cosas; y si no hacéis esto, las que la tierra está llena de violencia;
aguas vendrán sobre vosotros. Sin y he aquí, a destruiré a toda carne
embargo, no escucharon. de sobre la tierra.
21 a Mateo 24:38–39; 24 a GEE Creencia, creer. 27 a GEE Gracia.
JS—M 1:41. b GEE Bautismo, b Gén. 6:9.
22 a Gén. 6:5; bautizar — Requisitos c GEE Andar, andar con
Moisés 7:36–37. del bautismo. Dios.
b Mos. 4:30; c 2 Ne. 32:2–5. 28 a Gén. 6:11–13.
Alma 12:14. 26 a GEE Tierra — La 30 a DyC 56:3.
GEE Pensamientos. purificación de la
23 a GEE Predicar. tierra.
FACSÍMILE DEL LIBRO DE ABRAHAM
Núm. 1.

Explicación del grabado


Fig. 1. El ángel del Señor.
Fig. 2. Abraham atado sobre un altar.
Fig. 3. El sacerdote idólatra de Elkénah intentando ofrecer a Abraham como sacrificio.
Fig. 4. El altar de sacrificio de los sacerdotes idólatras; se halla ante los dioses de El­
kénah, de Líbnah, de Mahmáckrah, de Korash y de Faraón.
Fig. 5. El dios idolátrico de Elkénah.
Fig. 6. El dios idolátrico de Líbnah.
Fig. 7. El dios idolátrico de Mahmáckrah.
Fig. 8. El dios idolátrico de Korash.
Fig. 9. El dios idolátrico de Faraón.
Fig. 10. Abraham en Egipto.
Fig. 11. Tiene por objeto representar los pilares del cielo, cual lo entendían los egipcios.
Fig. 12. Raukeeyang, que significa expansión, o sea, el firmamento arriba de nuestra
cabeza; pero en este caso, en relación con este asunto, los egipcios querían indicar Shau­
mau, estar en alto, o sea, en los cielos, que corresponde a la palabra hebrea Shaumahyeem.
EL LIBRO DE ABRAHAM
TRADUCIDO DEL PAPIRO POR JOSÉ SMITH

Una traducción de unos anales antiguos que han llegado a nuestras manos
procedentes de las catacumbas de Egipto. Los escritos de Abraham mientras
se hallaba en Egipto, llamado el Libro de Abraham; fue escrito de su propia
mano en papiro.
CAPÍTULO 1 un heredero legítimo, un e Sumo
Sacer­dote, poseedor del f derecho
Abraham busca las bendiciones del
que pertenecía a los patriarcas.
orden patriarcal — Es perseguido,
3 Me fue a conferido de los pa­
en Caldea, por sacerdotes falsos —
dres; descendió de los padres,
Jehová lo salva — Se hace una rese­ña
desde que comenzó el tiempo, sí,
de los orígenes de Egipto y del go-
aun desde el principio, o sea, antes
bierno de este.
de la fundación de la tierra hasta

E
b 
N la tierra de los a caldeos, en
la morada de mi padre, yo,
Abraham, vi que me era necesario
el tiempo presente, a saber, el de­
recho del b primogénito, o sea, del
primer hombre, el cual es c Adán,
buscar otro lugar donde c morar; nuestro primer padre, y por con­
2 y hallando que había mayor ducto de los padres hasta mí.
a 
felicidad, paz y b reposo para mí, 4 Busqué mi a nombramiento en
busqué las bendiciones de los pa­ el sacerdocio conforme al nombra­
dres, y el derecho al cual yo debía miento de Dios a los padres en lo
ser ordenado, a fin de adminis­ que atañe a la descendencia.
trarlas; habiendo sido yo mismo 5 Habiéndose apartado mis a pa­
seguidor de la c rectitud, deseando dres de su rectitud y de los santos
también ser el poseedor de gran mandamientos que el Señor su
d 
conocimiento, y ser un seguidor Dios les había dado, y habiéndose
más fiel de la rectitud, y lograr entregado a la b adoración de los
un conocimiento mayor, y ser pa­ ídolos de los paganos, se negaron
dre de muchas naciones, un prín­ por completo a escuchar mi voz;
cipe de paz, y anhelando recibir 6 porque sus corazones estaban
instrucciones y guardar los man­ resueltos a hacer lo malo, y se ha­
damientos de Dios, llegué a ser bían entregado completamente
1 1 a GEE Ur. d DyC 42:61. GEE Primogénito.
b GEE Abraham. GEE Conocimiento. c Moisés 1:34.
c Hech. 7:2–4. e GEE Sumo sacerdote. GEE Adán.
2 a GEE Gozo. f GEE Sacerdocio de 4 a GEE Primogenitura.
b GEE Descansar, Melquisedec. 5 a Gén. 12:1.
descanso (reposo). 3 a DyC 84:14. b GEE Idolatría.
c GEE Rectitud, recto. b DyC 68:17.
Abraham 1:7–16 34
al dios de Elkénah, y al dios de
a 
para adorar dioses de madera ni
Líbnah, al dios de Mahmáckrah, de piedra; por consiguiente, les
al dios de Korash y al dios de Fa­ quitaron la vida sobre este altar,
raón, rey de Egipto; y se hizo según la manera de los
7  de modo que, tornaron sus egipcios.
corazones al sacrificio de los pa­ 12 Y sucedió que los sacerdotes
ganos, ofreciendo sus hijos a sus me tomaron por la fuerza, a fin
ídolos mudos, y no escucharon de matarme a mí también, como
mi voz, sino que trataron de qui­ lo hicieron con aquellas vírgenes
tarme la vida por mano del sacer­ sobre este altar; y para que tengáis
dote de Elkénah. El sacerdote de una idea de este altar, os referiré a
Elkénah era también el sacerdote la representación que se encuentra
de Faraón. al principio de este relato.
8 En este tiempo era costumbre 13  Estaba hecho en forma de
del sacerdote de Faraón, rey de cama, semejante a las que se usa­
Egipto, ofrecer hombres, muje­ ban entre los caldeos, y se hallaba
res y niños como sacrificio a estos ante los dioses de Elkénah, Líbnah,
dioses extraños, sobre el altar que Mahmáckrah, Korash y también
se había construido en la tierra de un dios parecido al de Faraón, rey
Caldea. de Egipto.
9 Y sucedió que el sacerdote ofre­ 14 Para que entendáis cómo eran
ció un sacrificio al dios de Faraón, estos dioses, os he hecho una re­
y también al dios de Shagreel, a la presentación de ellos en las figu­
manera de los egipcios. El dios de ras que se encuentran al principio,
Shagreel era el sol. tipo de figuras que los caldeos
10 Y hasta un niño ofreció el llaman Rahleenos, que significa
sacerdote de Faraón, como jeroglíficos.
ofrenda de gratitud, sobre el al­ 15 Y al levantar sus manos contra
tar que se hallaba junto a la co­ mí para sacrificarme y quitarme la
lina llamada la colina de Potifar, vida, he aquí, elevé mi voz al Se­
a la cabecera de la planicie de ñor mi Dios, y el Señor a escuchó
Olishem. y oyó, y me llenó con la visión
11 Ahora bien, en cierta ocasión, del Todopoderoso, y el ángel de
este sacerdote había sacrificado a su presencia se puso a mi lado e
tres vírgenes, hijas de Onítah, uno inmediatamente b soltó mis liga­
de los de linaje real directamente duras;
de los lomos de a Cam. Sacrificaron 16  y me habló su voz: Abra­
a estas vírgenes por motivo de su ham, Abraham, he aquí, a Jehová
virtud; no quisieron b postrarse es mi nombre, y te he oído, y he
6 a Es decir, los dioses Abr., fac. 1. 15 a Mos. 9:17–18.
falsos, los cuales se 11 a GEE Cam. b Abr. 2:13.
representan en b Dan. 3:13–18. 16 a GEE Jehová.
35 Abraham 1:17–27
descendido para librarte y llevarte todos los egipcios, y así se con­
de la casa de tu padre y de toda tu servó la sangre de los cananeos
parentela a una b tierra extraña de en la tierra.
la cual nada sabes; 23 La tierra de a Egipto fue descu­
17 y esto por causa de que han bierta primeramente por una mu­
apartado sus corazones de mí para jer que era hija de Cam e hija de
adorar al dios de Elkénah, y al Egyptus, que en caldeo significa
dios de Líbnah, y al dios de Mah­ Egipto, y quiere decir aquello que
máckrah, y al dios de Korash, y al está prohibido.
dios de Faraón, rey de Egipto; por 24 Cuando esta mujer la descu­
tanto, he descendido para visitar­ brió, la tierra se hallaba inundada,
los y destruir a aquel que ha levan­ y más tarde estableció a sus hijos
tado su mano contra ti, Abraham, allí; y así nació de Cam la raza
hijo mío, para quitarte la vida. que conservó la maldición sobre
18 He aquí, con mi mano te con­ la tierra.
duciré, y te llevaré para poner so­ 25 Ahora, Faraón, el hijo mayor
bre ti mi nombre, sí, el a sacerdocio de Egyptus, hija de Cam, estable­
de tu padre, y mi poder descansará ció el primer gobierno de Egipto,
sobre ti. y fue a semejanza del gobierno de
19 Cual fue con Noé, tal será con­ Cam, el cual era patriarcal.
tigo; pero mediante tu ministerio 26 Faraón, siendo un hombre
se conocerá mi a nombre en la tie­ justo, estableció su reino y juzgó
rra para siempre, porque yo soy prudente y rectamente a su pueblo
tu Dios. todos sus días, tratando sincera­
20 He aquí, la colina de Potifar se mente de imitar el orden que los
hallaba en la tierra de a Ur de los padres establecieron en las pri­
caldeos. Y el Señor derribó el altar meras generaciones, en los días
de Elkénah y de los dioses de la del primer reinado patriarcal, sí,
tierra, y los destruyó por completo, en el reinado de Adán y también
e hirió al sacerdote de modo que de Noé, su padre, quien lo bendijo
murió; y hubo gran luto en Caldea con las a bendiciones de la tierra y
y también en la corte de Faraón; y con las bendiciones de sabiduría,
Faraón significa rey por sangre real. mas lo maldijo en cuanto al sa­
21 Este rey de Egipto era descen­ cerdocio.
diente de los lomos de a Cam y por 27 Siendo, pues, Faraón de ese
nacimiento era de la sangre de los linaje que le impedía poseer el
b 
cananeos. derecho del a sacerdocio, aun
22 De esta descendencia nacieron cuando los Faraones de buena
16 b GEE Tierra prometida. 21 a Gén. 10:6; 23 a GEE Egipto.
18 a GEE Sacerdocio. Sal. 78:51; 26 a GEE Bendecido,
19 a Gén. 12:1–3. Moisés 8:12. bendecir, bendición.
20 a Gén. 11:28; b Moisés 7:6–8. 27 a DO 2.
Abr. 2:4. GEE Canaán, cananeo. GEE Sacerdocio.
Abraham 1:28–2:5 36
gana lo habrían reclamado de Noé, CAPÍTULO 2
por el linaje de Cam, resultó que
Abraham sale de Ur para trasladarse
mi padre fue descarriado por la
a Canaán — Jehová se le aparece en
idolatría de ellos;
Harán — Todas las bendiciones del
28  pero de aquí en adelante
Evangelio se prometen a su descen-
procu­raré delinear la cronología
dencia y, por medio de su descenden-
que se remonta desde mí hasta el
cia, a todos — Llega a Canaán y sigue
principio de la creación, porque
hasta Egipto.
han llegado a mis manos los a ana­
les que tengo hasta el día de hoy. Ahora, Dios el Señor hizo que se
29 Y después que el sacerdote agravase el hambre en la tierra de
de Elkénah fue herido y murió, se Ur, tanto que murió mi hermano
cumplieron las cosas que me fue­ a 
Harán; pero mi padre b Taré siguió
ron dichas con respecto a la tierra viviendo en la tierra de Ur de los
de Caldea, de que habría hambre caldeos.
en la tierra. 2 Y aconteció que yo, Abraham,
30 De modo que prevaleció el tomé por esposa a a Sarai; y b Na­
hambre por toda la tierra de Cal­ cor, mi hermano, tomó por esposa
dea, y mi padre se vio atormen­ a Milca, la cual era hija de Harán.
tado gravemente por causa del 3 Y el Señor me había a dicho:
hambre, y se arrepintió del mal Abraham, sal de tu país y de tu
que había resuelto en contra de parentela y de la casa de tu padre,
mí para quitarme la a vida. a una tierra que yo te mostraré.
31 Pero el Señor mi Dios pre­ 4 Por consiguiente, salí de la tie­
servó en mis propias manos los rra de a Ur de los caldeos para ir
anales de los padres, sí, los pa­ a la tierra de Canaán; y llevé a
triarcas, concernientes al dere­ Lot, el hijo de mi hermano, y a
cho del sacerdocio; por tanto, he su esposa, y a Sarai, mi esposa;
guardado hasta el día de hoy el y mi b padre también me siguió
conocimiento del principio de la hasta la tierra que llamamos
creación, y también de los a pla­ Harán.
netas y de las estrellas, tal como 5 Y menguó el hambre; y mi pa­
se dio a conocer a los patriarcas; dre se quedó en Harán y allí moró,
y trataré de escribir algunas de porque había muchos rebaños
estas cosas en este relato para el en Harán; y mi padre volvió de
beneficio de mi posteridad que nuevo a su a idolatría, por lo que
vendrá después de mí. permaneció en Harán.
28 a Moisés 6:5. 2 1 a Gén. 11:28. b Gén. 11:27; 22:20–24.
GEE Libro de b Gén. 11:24–26; 3 a Gén. 12:1; Hech. 7:1–3.
memorias. 1 Cró. 1:26. 4 a Neh. 9:7.
30 a Abr. 1:7. 2 a Gén. 11:29. b Gén. 11:31–32.
31 a Abr. 3:1–18. GEE Sara. 5 a Josué 24:2.
37 Abraham 2:6–14
6 Mas yo, Abraham, y a Lot, el nombre; pues cuantos reciban este
hijo de mi hermano, oramos al a 
evangelio serán llamados por tu
Señor, y el Señor se me b apareció nombre; y serán considerados
y me dijo: Levántate y toma a Lot tu b descendencia, y se levanta­
contigo; porque me he propuesto rán y te bendecirán como c padre
sacarte de Harán y hacer de ti un de ellos;
ministro para llevar mi c nombre 11  y a bendeciré a los que te
en una d tierra extraña que daré bendi­jeren, y maldeciré a los que
por posesión sempiterna a los de te maldijeren; y en ti (es decir, en
tu descendencia después de ti, tu sacerdocio) y en tu b descenden­
cuando escuchen mi voz. cia (es decir, tu sacerdocio), pues te
7 Porque yo soy el Señor tu Dios; prometo que en ti continuará este
yo habito en el cielo; la tierra es el c 
derecho, y en tu descendencia
a 
estrado de mis pies; extiendo mi después de ti (es decir, la descen­
mano sobre el mar, y obedece mi dencia literal, o sea, la descenden­
voz; hago que el viento y el fuego cia corporal) serán bendecidas
me sean por b carro; a las montañas todas las familias de la tierra, sí,
digo: Idos de aquí; y he aquí, se las con las bendiciones del evangelio,
lleva el torbellino en un instante, que son las bendiciones de salva­
repentinamente. ción, sí, de vida eterna.
8  a Jehová es mi nombre, y b co­ 12 Y después que el Señor hubo
nozco el fin desde el principio; por cesado de hablarme, y retiró su
lo tanto, te cubriré con mi mano. faz de mí, dije en mi corazón: Tu
9 Y haré de ti una nación grande siervo te a buscó diligentemente;
y te a bendeciré sobremanera, y en­ ahora te he hallado;
grandeceré tu nombre entre todas 13 enviaste a tu ángel para a li­
las naciones, y serás una bendición brarme de los dioses de Elkénah,
para tu descendencia después de y bien haré si escucho tu voz; per­
ti, para que en sus manos lleven mite, pues, que tu siervo se le­
este ministerio y b sacerdocio a to­ vante y vaya en paz.
das las naciones. 14 Así que yo, Abraham, salí
10 Y las bendeciré mediante tu como el Señor me había dicho,
6 a GEE Lot. b GEE Omnisciente. Gál. 3:29;
b Gén. 17:1. 9 a 1 Ne. 17:40; 2 Ne. 30:2.
GEE Jesucristo — La 2 Ne. 29:14; c GEE Patriarca,
existencia premortal de 3 Ne. 20:27; patriarcal.
Cristo. Morm. 5:20. 11 a GEE Abraham,
c Gén. 12:2–3; GEE Abraham — La convenio de (convenio
Abr. 1:19. descendencia de abrahámico).
d Gén. 13:14–15; 17:8; Abraham. b Isa. 61:9.
Éx. 33:1. b DyC 84:17–19; c GEE Israel;
GEE Tierra prometida. Moisés 6:7. Primogenitura;
7 a 1 Ne. 17:39; GEE Sacerdocio de Sacerdocio.
DyC 38:17. Melquisedec. 12 a DyC 88:63.
b Isa. 66:15–16. 10 a Gál. 3:7–9. 13 a Abr. 1:15–17.
8 a GEE Jehová. b Gén. 13:16;
Abraham 2:15–25 38
y Lot fue conmigo; y yo, Abraham, respuesta a mis oraciones, y me
tenía a sesenta y dos años de edad dijo: Daré esta a tierra a tu descen­
cuando salí de Harán. dencia.
15 Y tomé a a Sarai, a quien ha­ 20 Y yo, Abraham, me levanté
bía recibido por esposa cuando del lugar donde le había edificado
moraba en b Ur de los caldeos, y a el altar al Señor, y me trasladé de
Lot, el hijo de mi hermano, junto allí a una montaña al oriente de
con todos nuestros bienes que ha­ Betel, y planté mi tienda allí, es­
bíamos reunido, y las almas que tando a Betel al occidente y b Hai
habíamos c ganado en Harán, y al oriente; y allí levanté otro altar
tomamos el camino de la tierra al Señor, e c invoqué de nuevo el
de d Canaán, habitando en tiendas nombre del Señor.
mientras viajábamos; 21 Y yo, Abraham, viajé, con­
16 por tanto, la eternidad fue tinuando todavía hacia el sur; y
nuestra protección y nuestra seguía el hambre en la tierra; y
a 
roca y salvación, mientras via­ yo, Abraham, decidí descender a
jábamos de Harán por el camino Egipto para morar allí, porque se
de Jersón para llegar a la tierra de agravó el hambre.
Canaán. 22 Y sucedió que cuando estaba
17 Entonces yo, Abraham, edifi­ cerca, ya para entrar en Egipto, el
qué un a altar en la tierra de Jersón Señor me dijo: He aquí, a Sarai tu
e hice una ofrenda al Señor, e im­ esposa es de hermoso aspecto;
ploré que se apartara el b hambre 23  por tanto, sucederá que
de los de la casa de mi padre, a fin cuando la vean los egipcios, di­
de que no perecieran. rán: Su esposa es; y te matarán,
18 Y de Jersón pasamos por el mas a ella le preservarán la vida;
país hasta llegar al sitio de Siquem, por tanto, hazlo de esta manera:
que se encontraba en las llanuras 24 Diga ella a los egipcios que es
de More; y ya habíamos llegado a tu hermana, y vivirá tu alma.
las fronteras de la tierra de los a ca­ 25 Y aconteció que yo, Abraham,
naneos; y allí en el valle de More dije a Sarai, mi esposa, todo lo que
ofrecí b sacrificio e invoqué devo­ el Señor me había dicho; por tanto,
tamente al Señor, porque ya ha­ te ruego les digas que eres mi her­
bíamos llegado a la tierra de esta mana, para que me vaya bien por
nación idólatra. causa tuya, y viva mi alma por
19 Y el Señor se me apareció en causa de ti.
14 a Gén. 12:4–5. 17 a GEE Altar. GEE Tierra prometida.
15 a GEE Sara. b Abr. 1:29. 20 a GEE Bet-el.
b GEE Ur. 18 a Gén. 12:6. b Gén. 13:3–4.
c GEE Conversión, b GEE Sacrificios. c Gén. 12:8.
convertir. 19 a Gén. 13:12–15; 17:8; 22 a Gén. 12:11–13.
d GEE Canaán, cananeo. Éx. 3:1–10;
16 a GEE Roca. Núm. 34:2.
39 Abraham 3:1–9
CAPÍTULO 3 pequeño que aquel que ha de se­
ñorear el día, sí, la luz de la noche,
Abraham aprende acerca del sol, la
está más arriba, o sea, es mayor
luna y las estrellas por medio del Urim
que aquel donde te encuentras,
y Tumim — El Señor le revela la na-
en cuanto a computación, pues
turaleza eterna de los espíritus — Se
se mueve en orden más despacio;
entera de la vida preterrenal, así como
esto va en orden, porque se halla
de la preordenación, de la Creación,
sobre la tierra en la cual estás; por
de la selección de un Redentor y del
consiguiente, no es tanta la com­
segundo estado del hombre.
putación de su tiempo, en lo que
Y yo, Abraham, tenía el a Urim y respecta a su número de días, de
Tumim, que el Señor mi Dios me meses y de años.
había dado en Ur de los caldeos; 6 Y el Señor me dijo: Abraham,
2 y vi las a estrellas, y que eran estos a dos hechos existen, he aquí,
muy grandes, y que una de ellas tus ojos lo ven; te es concedido co­
se hallaba más próxima al trono nocer los tiempos de computar y el
de Dios; y había muchas de las tiempo fijo, sí, el tiempo fijo de la
grandes que estaban cerca; tierra sobre la cual estás, así como
3 y el Señor me dijo: Estas son las el tiempo fijo del luminar mayor
que rigen; y el nombre de la mayor que se ha puesto para señorear el
es a Kólob, porque está cerca de mí, día y el tiempo fijo del luminar
pues yo soy el Señor tu Dios; a esta menor que se ha puesto para se­
la he puesto para regir a todas las ñorear la noche.
que pertenecen al mismo orden 7 Ahora, el tiempo fijo del lumi­
que esa sobre la cual estás. nar menor es más largo, en cuanto
4 Y el Señor me dijo por el Urim a su computación, que la compu­
y Tumim que Kólob era conforme tación del tiempo de la tierra sobre
a la manera del Señor, según sus la cual estás.
tiempos y estaciones en sus revo­ 8 Y donde existan estos dos he­
luciones; que una revolución era chos, habrá otro sobre ellos, es
un a día para el Señor, según su decir, habrá otro planeta cuya
manera de contar, que es mil b años computación de tiempo será más
de acuerdo con el tiempo que le es larga todavía;
señalado a esa donde estás. Esta 9  y así habrá la computación
es la computación del tiempo del del tiempo de un planeta sobre
Señor, según el cómputo de Kólob. otro, hasta acercarte a Kólob,
5 Y el Señor me dijo: El planeta el cual es según la computa­
que es el luminar menor, más ción del tiempo del Señor. Este
3 1 a Éx. 28:30; 2 a Abr. 1:31. 4 a Abr. 5:13.
Mos. 8:13; 28:13–16; 3 a Véase b Sal. 90:4;
JS—H 1:35. Abr., fac. 2, figs. 1–5. 2 Pe. 3:8.
GEE Urim y Tumim. GEE Kólob. 6 a Abr. 3:16–19.
FACSÍMILE DEL LIBRO DE ABRAHAM
Núm. 2.
Explicación del grabado anterior
Fig. 1. Kólob, que significa la primera creación, la más próxima a lo celestial, o sea, a
la morada de Dios. Primera en gobierno, última en cuanto a la medida de tiempo. La
medida corresponde al tiempo celestial, que significa un día por codo. Un día en Kó­
lob equivale a mil años, según la manera de medir de esta tierra, a la cual los egipcios
dan el nombre de Jah-oh-eh.
Fig. 2. Se halla contigua a Kólob, llamada Olíblish por los egipcios, y constituye la
siguiente gran creación regente cerca de lo celestial, o sea, el lugar donde Dios mora;
posee también la llave de poder perteneciente a otros planetas; así lo reveló Dios a
Abraham cuando este ofreció sacrificio sobre un altar que había edificado al Señor.
Fig. 3. Tiene por objeto representar a Dios, sentado sobre su trono, revestido de po­
der y autoridad; lleva sobre la cabeza una corona de luz eterna. También representa
las grandes palabras claves del Santo Sacerdocio cual fueron reveladas a Adán en el
Jardín de Edén, como también a Set, a Noé, Melquisedec, Abraham y a todos aquellos
a quienes se revelaba el sacerdocio.
Fig. 4. Corresponde a la palabra hebrea Raukeeyang, que significa expansión, o sea,
el firmamento celeste; también un símbolo numérico egipcio que significa mil; corres­
ponde a la medida del tiempo de Olíblish, que es igual que Kólob en su revolución y
su computación de tiempo.
Fig. 5. Se llama Enish-go-on-dosh en egipcio. Este también es uno de los planetas
regentes, y los egipcios dicen que es el sol, y que recibe su luz de Kólob por conducto
de Kae-e-vanrash, que es la magna Llave, o en otras palabras, el poder gobernante que
rige a otros quince planetas o estrellas fijos, así como a Floeese, o sea, la luna, la tierra
y el sol en sus revoluciones anuales. Este planeta recibe su poder por conducto de
Kli-flos-is-es o Hah-ko-kau-beam, las estrellas, que en los números 22 y 23 se represen­
tan recibiendo luz de las revoluciones de Kólob.
Fig. 6. Representa a esta tierra en sus cuatro partes.
Fig. 7. Representa a Dios, sentado sobre su trono, revelando a través de los cielos las
grandes palabras claves del sacerdocio. También la señal del Espíritu Santo a Abraham,
en forma de paloma.
Fig. 8. Contiene escritos que no se pueden revelar al mundo; pero se pueden recibir
en el Santo Templo de Dios.
Fig. 9. No se debe revelar por ahora.
Fig. 10. Ídem.
Fig. 11. Ídem. Si el mundo puede descubrir estos números, así sea. Amén.
Las figuras 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20 y 21 se revelarán en el propio y debido
tiempo del Señor.
Se presenta la traducción anterior hasta donde tenemos el derecho de hacerlo
actualmente.
Abraham 3:10–20 42
Kólob está colocado cerca del 15 Y el Señor me dijo: Abraham,
trono de Dios para gobernar a to­ te enseño estas cosas antes que en­
dos aquellos planetas que perte­ tres en Egipto, para que declares
necen al mismo a orden que aquel todas estas palabras.
sobre el cual estás. 16 Si existen dos cosas, y una está
10  Y te es dado a conocer el sobre la otra, habrá cosas mayo­
tiempo fijo de todas las estrellas res sobre ellas; por consiguiente,
que han sido puestas para dar luz, a 
Kólob es la mayor de todas las
hasta acercarte al trono de Dios. Kókaubeam que has visto, porque
11 Así fue que yo, Abraham, a ha­ está más cerca de mí.
blé con el Señor cara a cara, como 17 Ahora bien, si hay dos co­
un hombre habla con otro; y me sas, una sobre la otra, y si la luna
habló de las obras que sus manos está sobre la tierra, entonces
habían hecho; puede ser que sobre ella exista
12 y él me dijo: Hijo mío, hijo un planeta o una estrella; y no
mío (y tenía extendida su mano), hay nada que el Señor tu Dios dis­
he aquí, te mostraré todas estas. ponga en su corazón hacer que él
Y puso su mano sobre mis ojos, y no a haga.
vi aquellas cosas que sus manos 18 De ahí que él hizo la estrella
habían creado, las cuales eran mu­ mayor. Así también, si hay dos
chas; y se multiplicaron ante mis espíritus, y uno es más inteligente
ojos, y no pude ver su fin. que el otro, sin embargo estos dos
13 Y me dijo: Esto es Shinehah, espíritus, a pesar de ser uno más
que es el sol. Y me dijo: Kókob, inteligente que el otro, no tienen
que significa estrella. Y me dijo: principio; existieron antes, no ten­
Olea, que es la luna. Y me dijo: drán fin, existirán después, porque
Kókaubeam, que quiere decir es­ son a gnolaum o eternos.
trellas, o sea, todos los grandes 19 Y el Señor me dijo: Estos dos
luminares que había en el firma­ hechos existen: Hay dos espíritus,
mento del cielo. y uno es más inteligente que el
14 Y era de noche cuando el Se­ otro; habrá otro más inteligente
ñor me habló estas palabras: Te que ellos; yo soy el Señor tu Dios,
a 
multiplicaré a ti, y a tu b posteri­ soy a más inteligente que todos
dad después de ti, igual que a es­ ellos.
tas; y si puedes contar el c número 20 El Señor tu Dios envió a su
de las arenas, así será el número ángel para a librarte de las manos
de tus descendientes. del sacerdote de Elkénah.
9 a DyC 88:37–44. c Gén. 22:17; palabra hebrea que
11 a Gén. 17:1; Oseas 1:10. significa eterno.
Núm. 12:5–8. 16 a Abr. 3:3. 19 a Isa. 55:8–9.
14 a Abr. 2:9. 17 a Job 9:4–12. GEE Omnisciente.
b Gén. 13:16; 18 a Gnolaum es la 20 a Abr. 1:15.
DyC 132:30. transliteración de una
43 Abraham 3:21–4:1
21 Yo habito en medio de todos tierra sobre la cual estos puedan
c 

ellos; por tanto, he descendido morar;


ahora para darte a conocer las 25 y con esto los a probaremos,
a 
obras que mis manos han hecho, para ver si b harán todas las cosas
por lo que mi b sabiduría los so­ que el Señor su Dios les mandare;
brepuja a todos ellos, pues reino 26 y a los que guarden su a primer
arriba en los cielos y abajo en la estado les será añadido; y aquellos
tierra, con toda sabiduría y pru­ que no guarden su primer estado
dencia, sobre todas las inteligen­ no tendrán gloria en el mismo
cias que tus ojos han visto desde el reino con los que guarden su pri­
principio; yo descendí en el prin­ mer estado; y a quienes guarden
cipio en medio de todas las inte­ su b segundo estado, les será
ligencias que has visto. aumentada c gloria sobre su cabeza
22 Y el Señor me había mostrado para siempre jamás.
a mí, Abraham, las a inteligencias 27 Y el a Señor dijo: ¿A quién en­
que fueron organizadas b antes que viaré? Y respondió uno semejante
existiera el mundo; y entre todas al b Hijo del Hombre: Heme aquí;
estas había muchas de las c nobles envíame. Y c otro contestó, y dijo:
y grandes; Heme aquí; envíame a mí. Y el Se­
23 y vio Dios que estas almas ñor dijo: Enviaré al primero.
eran buenas, y estaba en medio 28 Y el a segundo se llenó de ira,
de ellas, y dijo: A estos haré mis y no guardó su primer estado; y
gobernantes; pues estaba entre b 
muchos lo siguieron ese día.
aquellos que eran espíritus, y vio
que eran buenos; y me dijo: Abra­ CAPÍTULO 4
ham, tú eres uno de ellos; fuiste
Los Dioses proyectan la creación de
a 
escogido antes de nacer.
la tierra y toda vida sobre ella — Se
24  Y estaba entre ellos a uno
exponen los planes de los seis días de
que era semejante a Dios, y dijo
la creación.
a los que se hallaban con él:
Descenderemos, pues hay es­ Entonces el Señor dijo: Des­
pacio allá, y tomaremos de es­ cendamos. Y descendieron en
tos materiales y b haremos una el a principio, y ellos, esto es, los
21 a DyC 88:45–47; Preordenación. mortalidad.
Moisés 1:27–29. 24 a GEE Primogénito. c Tito 1:2.
b GEE Sabiduría. b GEE Creación, crear. GEE Gloria.
22 a GEE Inteligencia(s). c GEE Tierra — Se creó 27 a GEE Trinidad — Dios el
b GEE Concilio de los para el hombre. Padre.
cielos; 25 a DyC 98:12–14; 124:55. b GEE Hijo del Hombre;
Vida preterrenal. GEE Albedrío; Jesucristo.
c DyC 138:55. Plan de redención. c Moisés 4:1–2.
23 a Isa. 49:1–5; b GEE Obediencia, 28 a GEE Diablo.
Jer. 1:5. obediente, obedecer. b GEE Hijos de perdición.
GEE Escoger, escogido 26 a Judas 1:6. 4 1 a Gén. 1:1;
(verbo); b GEE Mortal, Moisés 2:1.
Abraham 4:2–14 44
Dioses, organizaron y formaron
b 
hasta la tarde llamaron día; y fue
los cielos y la tierra. la segunda b ocasión que designa­
2 Y la tierra, después de ser for­ ron noche y día.
mada, estaba vacía y desolada, 9 Y los Dioses ordenaron, di­
porque no habían formado más ciendo: Júntense en a un lugar las
que la tierra; y la obscuridad pre­ b 
aguas que están debajo del cielo,
valecía sobre la faz del abismo, y y aparezca la tierra seca; y fue he­
el Espíritu de los Dioses a cubría la cho como lo ordenaron;
faz de las aguas. 10 y a la parte seca los Dioses
3 Y ellos (los Dioses) dijeron: llamaron Tierra; y al recogimiento
Haya luz; y hubo luz. de las aguas llamaron a Grandes
4 Y ellos (los Dioses) compren­ Aguas; y los Dioses vieron que se
dieron la luz, porque brillaba; y les obedecía.
sepa­raron la luz, o sea, hicieron 11 Y los Dioses dijeron: Prepare­
que fuera separada de las tinieblas. mos la tierra para que produzca
5 Y los Dioses llamaron a la luz a 
pasto; la hierba que dé semilla; el
Día, y a las tinieblas llamaron No­ árbol frutal que dé fruto según su
che. Y aconteció que desde la tarde especie, cuya semilla dentro de sí
hasta la mañana llamaron noche, reproduzca su especie sobre la tie­
y desde la mañana hasta la tarde rra; y fue así, tal como ordenaron.
llamaron día; y este fue el primero, 12 Y los Dioses organizaron la
o sea, el principio de lo que ellos tierra para que produjese el pasto
llamaron día y noche. de su propia semilla, y la hierba
6 Y los Dioses también dijeron: para que de su propia semilla pro­
Haya una a expansión en medio dujese hierba, dando semilla se­
de las aguas, y esta separará las gún su especie; y la tierra para
aguas de las aguas. que produjese el árbol frutal de su
7 Y los Dioses ordenaron la ex­ propia semilla, cuya semilla solo
pansión, de modo que separó las pudiera reproducir lo que estu­
aguas que estaban debajo de la viese en sí, según su especie; y los
expansión de las aguas que esta­ Dioses vieron que se les obedecía.
ban sobre la expansión; y así fue, 13 Y aconteció que contaron los
tal como ordenaron. días; de la tarde a la mañana lla­
8 Y los Dioses llamaron a la ex­ maron noche, y aconteció que de
pansión a Cielo. Y sucedió que lo la mañana a la tarde llamaron día;
que fue desde la tarde hasta la y fue la tercera ocasión.
mañana llamaron noche; y sucedió 14  Y los Dioses organizaron
que lo que fue desde la mañana los a luminares en la expansión
1 b GEE Creación, crear. 8 a GEE Cielo. 10 a Gén. 1:10;
2 a Gén. 1:2; b Gén. 1:8. Abr. 4:22.
Moisés 2:2. 9 a Gén. 1:9. 11 a Gén. 1:11–12;
6 a Gén. 1:4–6; b Amós 9:6; Moisés 2:11–12.
Moisés 2:4. Moisés 2:7. 14 a DyC 88:7–11.
45 Abraham 4:15–26
del cielo, e hicieron que separasen abundantemente, según su es­
el día de la noche; y los organiza­ pecie; y toda ave alada, según su
ron para que fuesen por señales especie. Y los Dioses vieron que
y por estaciones, y por días y por se les obedecería, y que su plan
años; era bueno.
15 y los organizaron para que 22 Y los Dioses dijeron: Los ben­
fuesen por luminares en la ex­ deciremos y haremos que fructi­
pansión del cielo, para alumbrar fiquen y se multipliquen y llenen
la tierra; y fue así. las aguas en los mares, o sea,
16 Y los Dioses organizaron los las a grandes aguas; y haremos
dos grandes luminares, el luminar que las aves se multipliquen en
a 
mayor para señorear el día, y el la tierra.
luminar menor para señorear la 23 Y sucedió que de la tarde a la
noche; con el luminar menor tam­ mañana llamaron noche; y sucedió
bién fijaron las estrellas; que de la mañana a la tarde llama­
17 y los Dioses los pusieron en ron día; y fue la quinta ocasión.
la expansión de los cielos para 24 Y los a Dioses prepararon la
dar luz a la tierra, y para que tierra para que produjese anima­
señoreasen el día y la noche, y les vivientes, según su especie,
hacer que separasen la luz de las ganado y todo lo que se arrastra,
tinieblas. y bestias de la tierra según su es­
18 Y los Dioses vigilaron aquellas pecie; y así se hizo, tal como ha­
cosas que habían ordenado hasta bían dicho.
que obedecieron. 25 Y los Dioses organizaron la
19 Y sucedió que de la tarde a la tierra para que produjese las bes­
mañana fue noche; y sucedió que tias según su especie, y ganado
de la mañana a la tarde fue día; y según su especie; y todo lo que se
fue la cuarta ocasión. arrastra sobre la tierra, según su
20 Y los Dioses dijeron: Prepare­ especie; y los Dioses vieron que
mos las aguas para que produzcan obedecerían.
en abundancia los seres animados 26 Y los Dioses tomaron a consejo
que tienen vida; y las aves, para entre sí, y dijeron: Descendamos
que vuelen sobre la tierra en la y formemos al b hombre a nuestra
vasta expansión del cielo. c 
imagen, conforme a nuestra seme­
21  Y los Dioses prepararon janza; y le daremos dominio sobre
las aguas para que produjesen los peces del mar, sobre las aves
grandes a ballenas y todo ser vi­ del cielo, sobre el ganado y sobre
viente que se mueve, los cuales toda la tierra y toda cosa que se
las aguas habían de producir arrastra sobre la tierra.
16 a Gén. 1:16. 22 a Abr. 4:10. b GEE Hombre(s).
21 a Gén. 1:21; 24 a GEE Trinidad. c Moisés 6:8–10.
Moisés 2:21. 26 a GEE Consejo.
Abraham 4:27–5:6 46
27  De modo que los Dioses
a 
CAPÍTULO 5
descendieron para organizar
Los Dioses terminan Sus planes de la
al hombre a su propia imagen,
creación de todas las cosas — Llevan a
para formarlo a imagen de los
efecto la Creación de acuerdo con Sus
Dioses, para formarlos varón y
planes — Adán pone nombre a toda
hembra.
criatura viviente.
28 Y dijeron los Dioses: Los ben­
deciremos. Y los Dioses dijeron: Y así terminaremos los cielos y la
Haremos que fructifiquen y se tierra, y todas sus huestes.
multipliquen, y llenen la tierra y 2 Y los Dioses dijeron entre sí: En
la sojuzguen; y que tengan domi­ la a séptima ocasión terminaremos
nio sobre los peces del mar, so­ nuestra obra que hemos acordado;
bre las aves del cielo y sobre toda y en ella descansaremos de toda
cosa viviente que se mueve sobre nuestra obra que hemos acordado.
la tierra. 3 Y en la séptima vez los Dioses
29  Y los Dioses dijeron: He concluyeron, porque en ella iban a
aquí, les daremos toda hierba a 
descansar de todas sus obras que
que produce semilla que nacerá ellos (los Dioses) acordaron entre
sobre la faz de toda la tierra, y sí formar; y la b santificaron. Y así
todo árbol que producirá fruto; fueron sus decisiones al tiempo
sí, les daremos el fruto del árbol que acordaron entre sí formar los
que da semilla; esto les será por cielos y la tierra.
a 
alimento. 4 Y descendieron los Dioses y
30 Y a toda bestia de la tierra, a formaron los orígenes de los cie­
toda ave del cielo y a todo lo que los y de la tierra, cuando fueron
se arrastra sobre la tierra, he aquí, hechos el día en que los Dioses
les daremos vida, y también, les formaron la tierra y los cielos,
daremos toda hierba verde como 5 de acuerdo con todo lo que
alimento, y así se organizarán to­ habían dicho concerniente a toda
das estas cosas. planta del campo a antes que se ha­
31 Y los Dioses dijeron: Haremos llase sobre la tierra, y toda hierba
todo lo que hemos dicho y los or­ del campo antes que creciese; por­
ganizaremos; y he aquí, serán muy que los Dioses no habían hecho
obedientes. Y sucedió que de la llover sobre la tierra cuando acor­
tarde a la mañana llamaron noche; daron hacerlos, y no habían for­
y sucedió que de la mañana a la mado al hombre para que labrase
tarde llamaron día; y contaron la la tierra.
a 
sexta ocasión. 6 Mas subía de la tierra un vapor
y regaba toda la faz de la tierra.
27 a Gén. 1:26–27; 5 2 a GEE Día de reposo. 5 a GEE Creación
Abr. 5:7. 3 a Éx. 20:8–11; espiritual.
29 a Gén. 1:29–30. Mos. 13:16–19.
31 a Éx. 31:17. b DyC 77:12.
FACSÍMILE DEL LIBRO DE ABRAHAM
Núm. 3.

Explicación del grabado


Fig. 1. Abraham, sentado sobre el trono de Faraón por cortesía del rey, con una corona
sobre su cabeza, que representa el sacerdocio, como emblema de la gran Presidencia
del Cielo; en la mano lleva el cetro de justicia y de juicio.
Fig. 2. El rey Faraón, cuyo nombre aparece en los caracteres arriba de su cabeza.
Fig. 3. Significa Abraham en Egipto como también aparece en la figura 10 del facsí­
mile número 1.
Fig. 4. Príncipe de Faraón, rey de Egipto, según lo que se ve escrito arriba de su mano.
Fig. 5. Shulem, uno de los siervos principales del rey, según lo representan los carac­
teres que aparecen arriba de su mano.
Fig. 6. Olímlah, esclavo del príncipe.
Abraham, en la corte del rey, está razonando sobre los principios de astronomía.
Abraham 5:7–21 48
7 Y los Dioses formaron al hom­
a 
aún no le habían señalado a Adán
bre del b polvo de la tierra, y toma­ su manera de calcular el tiempo.
ron su c espíritu (esto es, el espíritu 14 Y los Dioses dijeron: Hagamos
del hombre), y lo pusieron dentro una ayuda idónea al hombre, por
de él; y soplaron en su nariz el cuanto no es bueno que el hombre
aliento de vida, y el hombre fue esté solo; por consiguiente, forma­
d 
alma viviente. remos para él una ayuda idónea.
8 Y los Dioses plantaron un jar­ 15 Y los Dioses hicieron que ca­
dín hacia el oriente en a Edén, y allí yera un sueño profundo sobre
pusieron al hombre, cuyo espíritu a 
Adán, y durmió; y tomaron una
habían puesto dentro del cuerpo de sus costillas y cerraron la carne
que habían formado. en su lugar;
9 Y los Dioses hicieron que de 16 y de la costilla que los Dio­
la tierra naciese todo árbol que ses habían tomado del hombre,
es agradable a la vista y bueno formaron ellos una a mujer, y se la
como alimento; también el a árbol trajeron al hombre.
de la vida en medio del jardín, y 17 Y Adán dijo: Esta era hueso de
el árbol de la ciencia del bien y mis huesos, y carne de mi carne;
del mal. ahora será llamada Varona, por­
10 Había un río que corría del que del varón fue tomada;
Edén para regar el jardín, y de allí 18 por lo tanto, dejará el hom­
se repartía en cuatro brazos. bre a su padre y a su madre, y se
11 Y los Dioses tomaron al hom­ a 
allegará a su esposa, y serán b una
bre y lo pusieron en el Jardín de sola carne.
Edén para que lo labrase y lo guar­ 19 Y estaban ambos desnudos,
dase. el hombre y su esposa, y no se
12 Y los Dioses dieron manda­ avergonzaban.
miento al hombre, diciendo: De 20 Y de la tierra formaron los
todo árbol del jardín podrás comer Dioses toda bestia del campo y
libremente, toda ave del cielo, y las llevaron
13 mas del árbol de la ciencia a Adán para ver qué nombre les
del bien y del mal no comerás, había de dar; y lo que Adán lla­
porque en la ocasión en que de mara a toda cosa viviente, tal sería
él comieres, de seguro morirás. su nombre.
Ahora bien, yo, Abraham, vi que 21 Y Adán dio nombre a todo ga­
era según el a tiempo del Señor, nado, a las aves del cielo, a toda
que era según el tiempo de b Kólob; bestia del campo; y se halló una
porque hasta entonces los Dioses ayuda idónea para Adán.
7 a Abr. 4:26–31. d GEE Alma. 15 a GEE Adán.
b Moisés 4:25; 6:59. 8 a GEE Edén. 16 a GEE Eva.
c Gén. 2:7; 9 a GEE Árbol de la vida. 18 a DyC 42:22; 49:15–16.
DyC 93:33. 13 a 2 Pe. 3:8. b GEE Matrimonio.
GEE Espíritu; b Abr. 3:2–4.
Vida preterrenal. GEE Kólob.
JOSÉ SMITH—MATEO
Parte de la traducción de la Biblia cual se reveló a José Smith el Profeta en
1831: Mateo 23:39 y el capítulo 24.
Jesús predice la destrucción inminente estando sentado en el monte de
de Jerusalén — También habla de la los Olivos, los discípulos vinieron
segunda venida del Hijo del Hombre a él en privado, diciendo: Dinos,
y de la destrucción de los inicuos. ¿cuándo serán estas cosas que has
dicho concerniente a la destruc­

P ORQUE os digo que desde


ahora no me veréis, ni sabréis
que yo soy aquel de quien los pro­
ción del templo y de los judíos;
y cuál es la b señal de tu c venida y
del d fin del mundo, o sea, la des­
fetas escribieron, hasta que digáis: trucción de los e inicuos, que es el
Bendito el que a viene en el nombre fin del mundo?
del Señor, en las nubes del cielo, y 5 Y Jesús respondió y les dijo:
todos los santos ángeles con él. En­ Mirad que nadie os engañe;
tonces sus discípulos entendieron 6 porque vendrán muchos en mi
que él volvería a la tierra después nombre, diciendo: Yo soy Cristo;
que fuese glorificado y coronado y engañarán a muchos;
a la diestra de b Dios. 7 entonces os entregarán para ser
2 Y salió Jesús y se alejó del tem­ a 
afligidos, y os matarán; y todas
plo; y vinieron a él sus discípulos las naciones os b aborrecerán por
para oírle, y dijeron: Maestro, de­ causa de mi nombre;
cláranos concerniente a los edifi­ 8 y entonces se ofenderán mu­
cios del templo, pues has dicho: chos, y se traicionarán unos a
Serán derribados y quedarán de­ otros, y se aborrecerán unos a
solados. otros;
3 Y Jesús les dijo: ¿Veis todas es­ 9 y muchos falsos profetas se le­
tas cosas y no las comprendéis? En vantarán y engañarán a muchos;
verdad os digo, no quedará aquí, 10 y debido a que abundará la
en este templo, a piedra sobre pie­ maldad, el a amor de muchos se
dra que no sea derribada. enfriará;
4 Y Jesús se apartó de ellos, y 11 mas el que permanezca firme
subió al a monte de los Olivos. Y y no sea vencido, este será salvo.
1 1 a Mateo 26:64; GEE Señales de los e Mal. 4:1;
Hech. 1:11. tiempos; DyC 133:64–74.
b GEE Trinidad. Últimos días, postreros GEE Inicuo, iniquidad.
3 a Lucas 19:44. días. 7 a 1 Pe. 4:12–14.
4 a GEE Olivos, monte c GEE Segunda venida b GEE Persecución,
de los. de Jesucristo. perseguir.
b Lucas 21:7–36; d GEE Mundo — El fin 10 a DyC 45:27.
DyC 45:16–75. del mundo.
José Smith—Mateo 1:12–29 50
12 Por tanto, cuando veáis la además, después de la tribulación
a 
abominación desoladora de la de aquellos días que vendrá sobre
cual habló b Daniel el profeta, con­ Jerusalén, si alguien os dijere: He
cerniente a la destrucción de c Jeru­ aquí el Cristo, o allí, no le creáis;
salén, quedaos en el d lugar santo; 22 porque en aquellos días tam­
el que lee, entienda. bién se levantarán falsos Cristos
13 Entonces huyan a los a montes y falsos profetas, y harán grandes
los que estén en Judea; señales y prodigios, a tal grado
14 el que se encuentre sobre el que engañarán, si fuere posible,
techado huya, y no vuelva para aun a los mismos escogidos, que
sacar cosa alguna de su casa; son los escogidos conforme al con­
15 tampoco regrese por su ropa venio.
el que esté en el campo; 23 He aquí, os digo estas cosas
16 y, ¡ay de las que estén a em­ por el bien de los a escogidos; y
barazadas y de las que críen en también oiréis de b guerras y ru­
aquellos días! mores de guerras; mirad que no
17 Por tanto, rogad al Señor que os turbéis, porque ha de acontecer
no sea vuestra huida en invierno, cuanto os dije; mas aún no es el fin.
ni en día de reposo; 24 He aquí, os lo he dicho antes;
18 porque en aquellos días ven­ 25 por tanto, si os dijeren: He
drá gran tribulación sobre los aquí, está en el desierto; no vayáis.
a 
judíos y sobre los habitantes de Helo aquí en las cámaras secretas;
b 
Jerusalén, cual Dios jamás ha en­ no lo creáis.
viado sobre Israel, desde el co­ 26 Porque así como la luz de la
mienzo de su reino hasta el día de mañana nace en el a oriente y res­
hoy; no, ni jamás será enviada de plandece hasta el occidente, y cu­
nuevo sobre Israel. bre toda la tierra, así también será
19 Todas las cosas que les han la venida del Hijo del Hombre.
acontecido no son sino el princi­ 27 Y ahora os declaro una pará­
pio de los dolores que vendrán bola. He aquí, donde estuviere el
sobre ellos. cuerpo, allí se juntarán las águi­
20 Y a menos que fuesen acorta­ las; así también se a recogerán mis
dos esos días, no se salvaría nin­ escogidos de los cuatro extremos
guna de su carne; pero por el bien de la tierra.
de los escogidos, según el conve­ 28 Y ellos oirán de guerras y ru­
nio, se acortarán aquellos días. mores de guerras.
21 He aquí, estas cosas os he di­ 29 He aquí, hablo por el bien
cho concernientes a los judíos; y de mis escogidos; porque nación
12 a Dan. 12:11. 16 a Lucas 23:29–30. 26 a Ezeq. 43:2.
b GEE Daniel. 18 a GEE Judíos. 27 a GEE Israel — La
c GEE Jerusalén. b Zac. 12; 14:1–5. congregación de Israel.
d DyC 101:22–25. 23 a GEE Elegidos.
13 a DyC 133:13. b DyC 45:26.
51 José Smith—Mateo 1:30–43
se levantará contra nación, y reino se lamentarán todas las tribus
contra reino; habrá a hambres, de la tierra; y verán al Hijo del
pestes y terremotos en diversos Hombre que b viene en las nu­
lugares. bes del cielo, con poder y gran
30  Y otra vez, por motivo de gloria;
que abundará la iniquidad, el 37  y el que atesore mi a pala­
amor de muchos se enfriará; mas bra no será engañado, porque el
el que no fuere vencido, este se Hijo del Hombre vendrá y en­
salvará. viará a sus b ángeles delante de
31 Y otra vez, este Evangelio del sí con el fuerte son de trom­
Reino será predicado en todo el peta, y c juntarán al resto de sus
a 
mundo, por testimonio a todas las escogidos de los cuatro vientos,
naciones; y entonces vendrá el fin, desde un extremo del cielo hasta
o sea, la destrucción de los inicuos; el otro.
32 y de nuevo se cumplirá la abo­ 38 Ahora, aprended la parábola
minación desoladora predicha por de la a higuera: Cuando sus ramas
Daniel el profeta. todavía están tiernas y empieza
33 E inmediatamente después de a cubrirse de hojas, sabéis que el
la tribulación de aquellos días, el verano está cerca;
a 
sol se obscurecerá, y la luna no 39 así igualmente mis escogidos,
dará su luz, y las estrellas caerán cuando vean todas estas cosas,
del cielo, y serán conmovidos los sabrán que él está cerca, sí, a las
poderes del cielo. puertas.
34 De cierto os digo, no pasará la 40 Pero de aquel día y hora, nadie
generación en la cual se muestren a 
sabe; no, ni los ángeles de Dios en
estas cosas, sin que se cumpla todo el cielo, sino mi Padre únicamente.
lo que yo he dicho. 41 Pero como fue en los días de
35 Aun cuando llegarán los días a 
Noé, así también será en la venida
en que pasarán el cielo y la tierra; del Hijo del Hombre;
sin embargo, mis a palabras no pa­ 42 porque con ellos será como
sarán, sino que todas se cumplirán. fue en los días antes del a diluvio;
36 Y como antes dije, después de porque hasta el día en que Noé
la a tribulación de aquellos días, entró en el arca, estaban comiendo
y de haber sido conmovidos los y bebiendo, casándose y dando en
poderes de los cielos, entonces casamiento;
aparecerá la señal del Hijo del 43  y no supieron hasta que
Hombre en el cielo, y entonces llegó el diluvio y se los llevó a
29 a DyC 43:24–25. b GEE Segunda venida de 38 a DyC 35:16.
31 a Mateo 28:19–20. Jesucristo. 40 a DyC 39:20–21; 49:7.
33 a Joel 2:10; 37 a GEE Escrituras. 41 a Gén. 6:5.
DyC 29:14. b DyC 29:11–15. 42 a GEE Diluvio en los
35 a DyC 1:38. c GEE Israel — La tiempos de Noé.
36 a JS—M 1:18. congregación de Israel.
José Smith—Mateo 1:44–55 52
todos; así también será la venida puesto por mayordomo sobre su
del Hijo del Hombre. casa, para darles alimento a su de­
44 Entonces se cumplirá todo lo bido tiempo?
que está escrito, que en los a últi­ 50  Bienaventurado es aquel
mos días estarán dos en el campo; siervo al cual, cuando su señor
y uno será tomado, y el otro será venga, lo encuentre haciendo así;
b 
dejado; y de cierto os digo, lo hará mayor­
45 dos estarán moliendo en el domo de todos sus bienes.
molino; uno será tomado, y el otro 51 Mas si aquel siervo inicuo di­
será dejado. jere en su corazón: Mi señor a de­
46 Y lo que digo a uno, lo digo a mora su venida,
todos los hombres; a velad, pues, 52 y empezare a golpear a sus
porque no sabéis la hora en que consiervos, y a comer y beber con
vuestro Señor viene. los borrachos,
47 Mas sabed esto, que si el buen 53 el señor de ese siervo vendrá
hombre de la casa hubiera sabido en el día en que este no lo estará
en cuál vigilia llegaría el ladrón, esperando, y a la hora que no sabe,
habría velado, y no habría dejado 54 y lo cortará por en medio, y
minar su casa, antes habría estado le señalará su parte con los hipó­
prevenido. critas; allí será el llanto y el a crujir
48 Por tanto, estad preparados de dientes.
también vosotros, porque el Hijo 55 Y así viene el a fin de los ini­
del Hombre vendrá a la hora que cuos, según la profecía de Moisés,
no pensáis. que dice: Serán desarraigados de
49 ¿Quién es, pues, el siervo a pru­ entre el pueblo; mas el fin de la
dente y fiel, a quien su señor ha tierra no es aún, sino pronto.
44 a GEE Últimos días, 49 a GEE Confianza, confiar. DyC 1:9–10; 29:17.
postreros días. 51 a DyC 45:26. GEE Mundo — El fin
b Zac. 13:8. 54 a Mateo 8:12. del mundo.
46 a GEE Atalaya, atalayar. 55 a 2 Ne. 30:10;
JOSÉ SMITH—HISTORIA
SELECCIONES DE LA HISTORIA DE JOSÉ SMITH EL PROFETA

José Smith habla de sus ascendientes, tal como han sucedido, o como en
de los miembros de su familia y de los la actualidad existen, siendo ocho,
lugares donde habían vivido anterior- con este [1838], los años que han
mente — En la parte occidental de transcurrido desde la a organiza­
Nueva York, predomina una agitación ción de dicha Iglesia.
extraordinaria en cuanto a religión — 3 a Nací en el año de nuestro Se­
Resuelve buscar sabiduría como lo ñor mil ochocientos cinco, el día
aconseja Santiago — El Padre y el veintitrés de diciembre, en el pue­
Hijo se aparecen a José Smith y este blo de Sharon, condado de Wind­
es llamado a su ministerio profético. sor, estado de Vermont. . . Tendría
(Versículos 1–20). yo unos diez años de edad, cuando
mi padre, que también se llamaba

D EBIDO a las muchas noticias José [Joseph] Smith, salió del es­
b 

que personas mal dispuestas tado de Vermont y se trasladó


e insidiosas han hecho circular a Palmyra, condado de Ontario
acerca del a origen y progreso de (hoy Wayne), estado de Nueva
b 
La Iglesia de Jesucristo de los York. Como a los cuatro años de
Santos de los Últimos Días, con las la llegada de mi padre a Palmyra,
cuales sus autores han intentado se mudó con su familia a Man­
combatir su reputación como Igle­ chester, en el mismo condado de
sia y su progreso en el mundo, se Ontario.
me ha persuadido a escribir esta 4 Once personas integraban su
historia para sacar del error a la familia, a saber, mi padre a Joseph
opinión pública y presentar a los Smith; mi b madre, Lucy Smith
que buscan la verdad los hechos (cuyo apellido de soltera era
tal como han sucedido, tanto en Mack, hija de Solomon Mack);
lo concerniente a mí, así como a mis hermanos c Alvin (fallecido
la Iglesia, y lo hago hasta donde el 19 de noviembre de 1823, a
el conocimiento de estos hechos los veinticinco años de edad),
me lo permite. d 
Hyrum, yo, e Samuel Harrison,
2 En este relato presentaré con William, Don Carlos, y mis her­
verdad y justicia los varios sucesos manas Sophronia, Catherine y
que con esta Iglesia se relacionan, Lucy.
1 1 a GEE Restauración del La. Joseph.
Evangelio. 2 a DyC 20:1. b GEE Smith, Lucy Mack.
b GEE Iglesia de 3 a GEE Smith, hijo, José. c DyC 137:5–6.
Jesucristo de los Santos b 2 Ne. 3:15. d GEE Smith, Hyrum.
de los Últimos Días, 4 a GEE Smith, padre, e GEE Smith, Samuel H.
José Smith—Historia 1:5–9 54
5 Durante el segundo año de con el otro, si es que alguna vez la
nuestra residencia en Manchester, abrigaron, se había perdido com­
surgió en la región donde vivía­ pletamente en una a lucha de pa­
mos una agitación extraordinaria labras y contienda de opiniones.
sobre el tema de la religión. Em­ 7 Por esa época tenía yo catorce
pezó entre los metodistas, pero años de edad. La familia de mi
pronto se generalizó entre todas padre se convirtió a la fe presbite­
las sectas de la comarca. En ver­ riana; y cuatro de ellos ingresaron a
dad, parecía repercutir en toda esa iglesia, a saber, mi madre Lucy,
la región, y grandes multitudes mis hermanos Hyrum y Samuel
se unían a los diferentes partidos Harrison, y mi hermana Sophronia.
religiosos, ocasionando no poca 8 Durante estos días de tanta agi­
agitación y división entre la gente; tación, invadieron mi mente una
pues unos gritaban: “a ¡He aquí!”; y seria reflexión y gran inquietud;
otros: “¡He allí!”. Unos contendían pero no obstante la intensidad de
a favor de la fe metodista, otros a mis sentimientos, que a menudo
favor de la presbiteriana y otros a eran punzantes, me conservé apar­
favor de la bautista. tado de todos estos grupos, aun­
6 Porque a pesar del gran amor que concurría a sus respectivas
expresado por los conversos de reuniones cada vez que la ocasión
estas distintas creencias en el mo­ me lo permitía. Con el transcurso
mento de su conversión, y del gran del tiempo llegué a inclinarme un
celo manifestado por los clérigos tanto a la secta metodista, y sentí
respectivos, que activamente sus­ cierto deseo de unirme a ella, pero
citaban y fomentaban este cuadro eran tan grandes la confusión y
singular de sentimientos religiosos la contención entre las diferentes
—a fin de lograr convertir a todos, denominaciones, que era impo­
como se complacían en decir, pese sible que una persona tan joven
a la secta que fuere— sin embargo, como yo, y sin ninguna experien­
cuando los conversos empezaron cia en cuanto a los hombres y las
a dividirse, unos con este partido cosas, llegase a una determinación
y otros con aquel, se vio que los precisa sobre quién tenía razón y
supuestos buenos sentimientos, quién no.
tanto de los sacerdotes como de 9 Tan grande e incesante eran
los conversos, eran más fingidos el clamor y el alboroto, que a
que verdaderos; porque siguió una veces mi mente se agitaba en
escena de gran confusión y malos extremo. Los presbiterianos es­
sentimientos —sacerdote conten­ taban decididamente en con­
diendo con sacerdote, y converso tra de los bautistas y de los
con converso— de modo que toda metodistas, y se valían de toda
esa buena voluntad del uno para la fuerza del razonamiento, así
5 a Mateo 24:23. 6 a GEE Contención, contienda.
55 José Smith—Historia 1:10–15
como de la sofistería, para de­ porque los maestros religiosos de
mostrar los errores de aquellos, las diferentes sectas a entendían
o por lo menos, hacer creer a la los mismos pasajes de las Escri­
gente que estaban en error. Por turas de un modo tan distinto,
otra parte los bautistas y los me­ que destruían toda esperanza de
todistas, a su vez, se afanaban con resolver el problema recurriendo
el mismo celo para establecer sus a la b Biblia.
propias doctrinas y refutar las de­ 13 Finalmente llegué a la conclu­
más. sión de que tendría que perma­
10 En medio de esta guerra de necer en tinieblas y confusión, o
palabras y tumulto de opiniones, de lo contrario, hacer lo que San­
a menudo me decía a mí mismo: tiago aconsejaba, esto es, recurrir
¿Qué se puede hacer? ¿Cuál de to­ a Dios. Al fin tomé la determina­
dos estos grupos tiene a razón; o es­ ción de “a pedir a Dios”, habiendo
tán todos en error? Si uno de ellos decidido que si él daba sabiduría
es verdadero, ¿cuál es, y cómo po­ a quienes carecían de ella, y la
dré saberlo? impartía abundantemente y sin
11 Agobiado bajo el peso de las reprochar, yo podría intentarlo.
graves dificultades que provoca­ 14 Por consiguiente, de acuerdo
ban las contiendas de estos grupos con esta resolución mía de recurrir
religiosos, un día estaba leyendo la a Dios, me retiré al bosque para
Epístola de Santiago, primer capí­ hacer la prueba. Fue por la ma­
tulo y quinto versículo, que dice: ñana de un día hermoso y despe­
Y si alguno de vosotros tiene falta de jado, a principios de la primavera
sabiduría, pídala a Dios, quien da a de 1820. Era la primera vez en mi
todos abundantemente y sin reproche, vida que hacía tal intento, porque
y le será dada. en medio de toda mi ansiedad,
12 Ningún pasaje de las Escritu­ hasta ahora no había procurado
ras jamás penetró el corazón de un a 
orar vocalmente.
hombre con más fuerza que este 15 Después de apartarme al lugar
en esta ocasión, el mío. Pareció que previamente había designado,
introducirse con inmenso poder mirando a mi derredor y encon­
en cada fibra de mi corazón. Lo trándome solo, me arrodillé y em­
medité repetidas veces, sabiendo pecé a elevar a Dios el deseo de mi
que si alguien necesitaba sabidu­ corazón. Apenas lo hube hecho,
ría de Dios, esa persona era yo; cuando súbitamente se apoderó
porque no sabía qué hacer, y a de mí una fuerza que me dominó
menos que obtuviera mayor co­ por completo, y surtió tan asom­
nocimiento del que hasta enton­ brosa influencia en mí, que se me
ces tenía, jamás llegaría a saber; trabó la lengua, de modo que no
10 a GEE Verdad. b GEE Biblia. 14 a GEE Oración.
12 a 1 Cor. 2:10–16. 13 a GEE Oración.
José Smith—Historia 1:16–20 56
pude hablar. Una densa obscuri­ de saber a cuál unirme. Por tanto,
dad se formó alrededor de mí, y luego que me hube recobrado lo
por un momento me pareció que suficiente para poder hablar, pre­
estaba destinado a una destruc­ gunté a los Personajes que esta­
ción repentina. ban en la luz arriba de mí, cuál de
16 Mas esforzándome con todo todas las sectas era la verdadera
mi aliento por a pedirle a Dios que (porque hasta ese momento nunca
me librara del poder de este ene­ se me había ocurrido pensar que
migo que se había apoderado de todas estuvieran en error), y a cuál
mí, y en el momento en que estaba debía unirme.
para hundirme en la desespera­ 19 Se me contestó que no debía
ción y entregarme a la destruc­ unirme a ninguna, porque todas
ción —no a una ruina imaginaria, estaban en a error; y el Personaje
sino al poder de un ser efectivo que me habló dijo que todos sus
del mundo invisible que ejercía credos eran una abominación a su
una fuerza tan asombrosa como vista; que todos aquellos profeso­
yo nunca había sentido en ningún res se habían pervertido; que “con
otro ser— precisamente en este sus labios me b honran, pero su
momento de tan grande alarma vi c 
corazón lejos está de mí; enseñan
una columna de b luz, más brillante como doctrinas los d mandamien­
que el c sol, directamente arriba tos de los hombres, teniendo e apa­
de mi cabeza; y esta luz gradual­ riencia de piedad, mas negando el
mente descendió hasta descansar poder de ella”.
sobre mí. 20 De nuevo me mandó que no
17 No bien se apareció, me sentí me uniera a ninguna de ellas; y
libre del enemigo que me había su­ muchas otras cosas me dijo que
jetado. Al reposar sobre mí la luz, no puedo escribir en esta ocasión.
a 
vi en el aire arriba de mí a b dos Cuando otra vez volví en mí, me
Personajes, cuyo fulgor y c gloria encontré de espaldas mirando
no admiten descripción. Uno de hacia el cielo. Al retirarse la luz,
ellos me habló, llamándome por mi me quedé sin fuerzas, pero poco
nombre, y dijo, señalando al otro: después, habiéndome recobrado
Este es mi d Hijo e Amado: ¡Escúchalo! hasta cierto punto, volví a casa.
18 Había sido mi objeto a recurrir Al apoyarme sobre la mesilla de la
al Señor para saber cuál de todas chimenea, mi madre me preguntó
las sectas era la verdadera, a fin si algo me pasaba. Yo le contesté:
16 a
Moisés 1:20. d GEE Jesucristo. b Isa. 29:13–14;
b Hech. 26:13. e Mateo 3:17; 17:5; Ezeq. 33:30–31.
c Apoc. 1:16. 3 Ne. 11:7. c GEE Apostasía —
17 a
GEE Visión. 18 a DyC 6:11; 46:7. Apostasía general.
b Hech. 7:55–56; 19 a Sal. 14. d Tito 1:14;
Col. 3:1. GEE Apostasía — DyC 45:29.
GEE Trinidad. Apostasía de la Iglesia e 2 Tim. 3:5.
c GEE Gloria. cristiana primitiva.
57 José Smith—Historia 1:21–24
“Pierda cuidado, todo está bien; 22 Sin embargo, no tardé en des­
me siento bastante bien”. Entonces cubrir que mi relato había desper­
le dije: “He sabido a satisfacción tado mucho prejuicio en contra
mía que el presbiterianismo no de mí entre los profesores de reli­
es verdadero”. Parece que desde gión, y fue la causa de una fuerte
los años más tiernos de mi vida a 
persecución, cada vez mayor; y
el a adversario sabía que yo estaba aunque no era yo sino un b mu­
destinado a perturbar y molestar chacho desconocido, apenas en­
su reino; de lo contrario, ¿por qué tre los catorce y quince años de
habían de combinarse en mi con­ edad, y tal mi posición en la vida
tra los poderes de las tinieblas? que no era un joven de importan­
¿Cuál era el motivo de la b oposi­ cia alguna en el mundo, sin em­
ción y persecución que se desató bargo, los hombres de elevada
contra mí casi desde mi infancia? posición se fijaban en mí lo sufi­
ciente para agitar el sentimiento
Algunos predicadores y otros profe-
público en mi contra y provocar
sores de religión rechazan el relato
con ello una encarnizada persecu­
de la Primera Visión — Se desata la
ción; y esto fue general entre todas
persecución contra José Smith — Él
las sectas: todas se unieron para
testifica de la realidad de la visión.
perseguirme.
(Versículos 21–26).
23 En aquel tiempo me fue mo­
21 A los pocos días de haber visto tivo de seria reflexión, y frecuen­
esta a visión, me encontré por ca­ temente lo ha sido desde entonces,
sualidad en compañía de uno de cuán extraño que un muchacho
los ministros metodistas, uno muy desconocido de poco más de ca­
activo en la ya mencionada agi­ torce años, y además, uno que es­
tación religiosa; y hablando con taba bajo la necesidad de ganarse
él de asuntos religiosos, aprove­ un escaso sostén con su trabajo
ché la oportunidad para relatarle diario, fuese considerado persona
la visión que yo había visto. Su de importancia suficiente para
conducta me sorprendió grande­ llamar la atención de los grandes
mente; no solo trató mi narración personajes de las sectas más po­
livianamente, sino con mucho des­ pulares del día; y a tal grado, que
precio, diciendo que todo aquello suscitaba en ellos un espíritu de
era del diablo; que no había tales la más rencorosa persecución y
cosas como b visiones ni c revela­ vilipendio. Pero, extraño o no, así
ciones en estos días; que todo eso aconteció; y a menudo fue motivo
había cesado con los apóstoles, y de mucha tristeza para mí.
que no volvería a haber más. 24  Sin embargo, no por esto
20 a GEE Diablo. 21 a GEE Primera Visión. GEE Persecución,
b 2 Ne. 2:11; b GEE Visión. perseguir.
DyC 58:2–4. c GEE Revelación. b 1 Sam. 16:7;
GEE Adversidad. 22 a Stg. 5:10–11. Alma 37:35.
José Smith—Historia 1:25–28 58
dejaba de ser un hecho el que yo visión; yo lo sabía, y sabía que
hubiera visto una visión. He pen­ Dios lo sabía; y no podía b negarlo,
sado desde entonces que me sentía ni osaría hacerlo; por lo menos,
igual que a Pablo, cuando presentó sabía que haciéndolo, ofendería
su b defensa ante el rey Agripa y a Dios y caería bajo condenación.
refirió la visión, en la cual vio 26 Mi mente ya estaba satisfecha
una luz y oyó una voz. Mas con en lo que concernía al mundo sec­
todo, fueron pocos los que le cre­ tario: que mi deber era no unirme
yeron; unos dijeron que estaba a ninguno de ellos, sino permane­
mintiendo; otros, que estaba loco; cer como estaba hasta que se me
y se burlaron de él y lo vitupera­ dieran más instrucciones. Había
ron. Pero nada de esto destruyó la descubierto que el a testimonio de
realidad de su visión. Había visto Santiago era cierto: que si el hom­
una visión, y él lo sabía, y toda la bre carece de sabiduría, puede
persecución debajo del cielo no iba pedirla a Dios y obtenerla sin re­
a cambiar ese hecho; y aunque lo proche.
persiguieran hasta la muerte, aun
Moroni se aparece a José Smith — El
así sabía, y sabría hasta su último
nombre de José se tomará para bien y
aliento, que había visto una luz así
para mal entre todas las naciones —
como oído una voz que le habló; y
Moroni le habla del Libro de Mormón,
el mundo entero no pudo hacerlo
de los juicios venideros del Señor y
pensar ni creer lo contrario.
cita muchos pasajes de las Escritu-
25 Así era conmigo. Yo efectiva­
ras — Se le revela el lugar donde
mente había visto una luz, y en
estaban escondidas las planchas de
medio de la luz vi a dos a Perso­
oro — Moroni continúa instruyendo
najes, los cuales en realidad me
al Profeta. (Versículos 27–54).
hablaron; y aunque se me odiaba
y perseguía por decir que había 27  Seguí con mis ocupacio­
visto una visión, no obstante, era nes comunes de la vida hasta el
cierto; y mientras me perseguían, veintiuno de septiembre de mil
y me vilipendiaban, y decían falsa­ ochocientos veintitrés, sufriendo
mente toda clase de mal en contra continuamente severa persecu­
de mí por afirmarlo, yo pensaba ción de toda clase de individuos,
en mi corazón: ¿Por qué me persi­ tanto religiosos como irreligiosos,
guen por decir la verdad? En reali­ por motivo de que yo seguía afir­
dad he visto una visión; y, ¿quién mando que había visto una visión.
soy yo para oponerme a Dios? 28 Durante el tiempo que trans­
O, ¿por qué piensa el mundo ha­ currió entre la ocasión en que vi
cerme negar lo que realmente he la visión y el año mil ochocien­
visto? Porque había visto una tos veintitrés —habiéndoseme
24 a GEE Pablo. 25 a JS—H 1:17. Valor, valiente.
b Hech. 26. b GEE Integridad; 26 a Stg. 1:5–7.
59 José Smith—Historia 1:29–31
prohibido unirme a las sectas veintiuno de septiembre, después
religiosas del día, cualquiera que de haberme retirado a la cama, me
fuese, teniendo pocos años, y puse a a orar, pidiéndole a Dios
perseguido por aquellos que Todopoderoso perdón de todos
debieron haber sido mis amigos mis pecados e imprudencias; y
y haberme tratado con bondad; también una manifestación para
y que si me creían engañado, saber de mi condición y posición
debieron haber procurado de ante él; porque tenía la más ab­
una manera apropiada y cari­ soluta confianza de obtener una
ñosa rescatarme— me vi sujeto manifestación divina, como pre­
a toda especie de a tentaciones; y, viamente la había tenido.
juntándome con toda clase de 30 Encontrándome así, en el acto
personas, frecuentemente co­ de suplicar a Dios, vi que se apa­
metía muchas imprudencias y recía una luz en mi cuarto, y que
manifestaba las debilidades de siguió aumentando hasta que la
la juventud y las flaquezas de la habitación quedó más iluminada
naturaleza humana, lo cual, me que al mediodía; cuando repenti­
da pena decirlo, me condujo a namente se apareció un a personaje
diversas tentaciones, ofensivas a al lado de mi cama, de pie en el
la vista de Dios. Esta confesión aire, porque sus pies no tocaban
no es motivo para que se me juz­ el suelo.
gue culpable de cometer pecados 31 Llevaba puesta una túnica
graves o malos, porque jamás suelta de una a blancura exqui­
hubo en mi naturaleza la dispo­ sita. Era una blancura que excedía
sición para hacer tal cosa. Pero a cuanta cosa terrenal jamás ha­
sí fui culpable de levedad, y en bía visto yo; y no creo que exista
ocasiones me asociaba con com­ objeto alguno en el mundo que
pañeros joviales, etc., cosa que no pueda presentar tan extraordina­
correspondía con la conducta que rio brillo y blancura. Sus manos
había de guardar uno que había estaban desnudas, y también sus
sido b llamado por Dios como yo. brazos, un poco más arriba de las
Mas esto no le parecerá muy ex­ muñecas; y de igual manera sus
traño a cualquiera que se acuerde pies, así como sus piernas, poco
de mi juventud y conozca mi más arriba de los tobillos. Tam­
jovial temperamento natural. bién tenía descubiertos la cabeza
29 Como consecuencia de estas y el cuello, y pude darme cuenta
cosas, solía sentirme censurado de que no llevaba puesta más ropa
a causa de mis debilidades e que esta túnica, porque estaba
imperfecciones. De modo que, por abierta de tal manera que podía
la noche del ya mencionado día verle el pecho.
28 a GEE Tentación, tentar. 29 a GEE Oración. Mormón.
b GEE Llamado, llamado 30 a GEE Ángeles; 31 a Hech. 10:30;
por Dios, llamamiento. Moroni hijo de 1 Ne. 8:5; 3 Ne. 11:8.
José Smith—Historia 1:32–38 60
32 No solo tenía su túnica esta piedras, en aros de plata, las cua­
blancura singular, sino que toda les, aseguradas a un a pectoral, for­
su persona era a gloriosa más de maban lo que se llamaba el b Urim
lo que se puede describir, y su faz y Tumim; que la posesión y uso de
era como un vivo b relámpago. El estas piedras era lo que constituía
cuarto estaba sumamente ilumi­ a los c “videntes” en los días anti­
nado, pero no con la brillantez guos, o anteriores, y que Dios las
que había en torno de su persona. había preparado para la traduc­
Cuando lo vi por primera vez, ción del libro.
tuve c miedo; mas el temor pronto 36 Después de decirme estas co­
se apartó de mí. sas, empezó a citar las profecías
33 Me llamó por mi a nombre, y del a Antiguo Testamento. Primero
me dijo que era un mensajero en­ citó parte del b tercer capítulo de
viado de la presencia de Dios, y Malaquías, y también el cuarto y
que se llamaba Moroni; que Dios último capítulo de la misma pro­
tenía una obra para mí, y que en­ fecía, aunque variando un poco
tre todas las naciones, tribus y len­ de la forma en que se halla en
guas se tomaría mi nombre para nuestra Biblia. En lugar de citar
bien y para mal, o sea, que se iba el primer versículo cual se halla
a hablar bien y mal de mí entre en nuestros libros, lo hizo de esta
todo pueblo. manera:
34 Dijo que se hallaba depositado 37 Porque, he aquí, viene el a día
un a libro, escrito sobre b planchas que b arderá como un horno, y todos
de oro, el cual daba una relación los soberbios, sí, todos los que obran
de los antiguos habitantes de este inicuamente, arderán como c ras-
continente, así como del origen de trojo; porque los que vienen los que-
su procedencia. También declaró marán, dice el Señor de los Ejércitos,
que en él se encerraba la c pleni­ de modo que no les dejará ni raíz ni
tud del evangelio eterno cual el rama.
Salvador lo había comunicado a 38 Entonces citó el quinto ver­
los antiguos habitantes. sículo en esta forma: He aquí, yo
35 Asimismo, que junto con las os revelaré el a sacerdocio por me-
planchas estaban depositadas dos dio de b Elías el Profeta, antes de la
32 a 3 Ne. 19:25. 35 a Lev. 8:8. del mundo;
GEE Gloria. GEE Pectoral. Tierra — La purifica­
b Éx. 34:29–35; Hel. 5:36; b Éx. 28:30. ción de la tierra.
DyC 110:3. GEE Urim y Tumim. c Nahúm 1:8–10;
c Éx. 3:6; c GEE Vidente. 1 Ne. 22:15, 23;
Éter 3:6–8, 19. 36 a GEE Antiguo 2 Ne. 26:4–6;
33 a Éx. 33:12, 17; Testamento. DyC 29:9.
Isa. 45:3–4. b GEE Malaquías. 38 a GEE Llaves del
34 a GEE Libro de Mormón. 37 a GEE Segunda venida de sacerdocio;
b GEE Planchas de oro. Jesucristo. Sacerdocio.
c GEE Restauración del b 3 Ne. 25; DyC 64:23–24. b DyC 27:9; 110:13–16.
Evangelio. GEE Mundo — El fin GEE Elías el Profeta.
61 José Smith—Historia 1:39–45
venida del grande y terrible día del pectoral con el Urim y Tumim,
Señor. sino únicamente a aquellos a quie­
39 También expresó el siguiente nes se me mandase que las ense­
versículo de otro modo: Y él plan- ñara; si lo hacía, sería destruido.
tará en el corazón de los hijos las Mientras hablaba conmigo acerca
a 
prome­sas hechas a los padres, y el de las planchas, se manifestó a mi
corazón de los hijos se b volverá a sus a 
mente la visión de tal modo que
padres. De no ser así, toda la tierra pude ver el lugar donde estaban
sería totalmente asolada a su venida. depositadas; y con tanta claridad
40 Aparte de estos, citó el undé­ y distinción, que reconocí el lugar
cimo capítulo de Isaías, diciendo cuando lo visité.
que estaba por cumplirse; y tam­ 43 Después de esta comunica­
bién los versículos veintidós y ción, vi que la luz en el cuarto
veintitrés del tercer capítulo de empezaba a juntarse en derredor
los Hechos, tal como se hallan en del personaje que me había estado
nuestro Nuevo Testamento. De­ hablando, y así continuó hasta que
claró que ese a profeta era Cristo, el cuarto una vez más quedó a
pero que aún no había llegado el obscuras, exceptuando alrededor
día en que “toda alma que no oiga de su persona inmediata, cuando
a aquel profeta, será b desarrai­ repentinamente vi abrirse algo
gada del pueblo”, sino que pronto como un conducto que iba directa­
llegaría. mente hasta el cielo, y él ascendió
41 Citó, además, desde el ver­ hasta desaparecer por completo,
sículo veintiocho hasta el último, y el cuarto quedó tal como había
del a segundo capítulo de Joel. estado antes de aparecerse esta
También indicó que todavía no luz celestial.
se cumplía, pero que se realizaría 44  Me quedé reflexionando
en breve; y declaró, además, que sobre la singularidad de la
pronto entraría la plenitud de los escena, y maravillándome gran­
b 
gentiles. Citó muchos otros pasa­ demente de lo que me había
jes de las Escrituras y expuso mu­ dicho este mensajero extraordi­
chas explicaciones que no pueden nario, cuando en medio de mi
mencionarse aquí. a 
meditación, de pronto descubrí
42 Por otra parte, me manifestó que mi cuarto empezaba a ilu­
que cuando yo recibiera las plan­ minarse de nuevo, y, en lo que
chas de que él había hablado — me pareció un instante, el mismo
porque aún no había llegado el mensajero celestial apareció una
tiempo para obtenerlas— no ha­ vez más al lado de mi cama.
bría de enseñarlas a nadie, ni el 45 Empezó, y otra vez me dijo
39 a Gál. 3:8, 19. 40 a Deut. 18:15–19. DyC 88:84.
b GEE Genealogía; b 3 Ne. 20:23; 21:20. GEE Gentiles.
Salvación de los 41 a Hech. 2:16–21. 42 a GEE Mente.
muertos. b Rom. 11:11–25; 44 a GEE Meditar.
José Smith—Historia 1:46–50 62
las mismísimas cosas que me ha­ casi inmediatamente después que
bía relatado en su primera visita, el mensajero celestial hubo ascen­
sin la menor variación; después de dido la tercera vez, cantó el gallo,
lo cual me informó de grandes jui­ y vi que estaba amaneciendo; de
cios que vendrían sobre la tierra, modo que nuestras conversacio­
con gran desolación causada por nes deben de haber durado toda
el hambre, la espada y las pesti­ aquella noche.
lencias; y que esos penosos juicios 48 Poco después me levanté de
vendrían sobre la tierra en esta ge­ mi cama y, como de costumbre, fui
neración. Habiéndome referido es­ a desempeñar las faenas necesa­
tas cosas, de nuevo ascendió como rias del día; pero al querer traba­
lo había hecho anteriormente. jar como en otras ocasiones, hallé
46 Ya para entonces eran tan pro­ que se me habían agotado a tal
fundas las impresiones que se me grado las fuerzas, que me sentía
habían grabado en la mente, que completamente incapacitado. Mi
el sueño había huido de mis ojos, padre, que estaba trabajando cerca
y yacía dominado por el asombro de mí, vio que algo me sucedía y
de lo que había visto y oído. Pero me dijo que me fuera a casa. Partí
cual no sería mi sorpresa al ver de allí con la intención de volver
de nuevo al mismo mensajero al a casa, pero al querer cruzar el
lado de mi cama, y oírlo repasar cerco para salir del campo en que
y repetir las mismas cosas que an­ estábamos, se me acabaron com­
tes; y añadió una advertencia, di­ pletamente las fuerzas, caí inerte
ciéndome que a Satanás procuraría al suelo y por un tiempo no estuve
b 
tentarme (a causa de la situación consciente de nada.
indigente de la familia de mi pa­ 49 Lo primero que pude recordar
dre) a que obtuviera las planchas fue una voz que me hablaba, lla­
con el fin de hacerme rico. Esto mándome por mi nombre. Alcé la
él me lo prohibió, y dijo que, al vista y, a la altura de mi cabeza, vi
obtener las planchas, no debía al mismo mensajero, rodeado de
tener presente más c objeto que el luz como antes. Entonces me re­
de glorificar a Dios; y que ningún lató otra vez todo lo que me había
otro motivo había de influir en mí referido la noche anterior, y me
sino el de edificar su reino; de lo mandó ir a mi a padre y hablarle
contrario, no podría obtenerlas. acerca de la visión y los manda­
47 Después de esta tercera visita, mientos que había recibido.
de nuevo ascendió al cielo como 50 Obedecí; regresé a donde es­
antes, y otra vez me quedé me­ taba mi padre en el campo, y le
ditando en lo extraño de lo que declaré todo el asunto. Me res­
acababa de experimentar; cuando pondió que era de Dios, y me
46 a GEE Diablo. c DyC 121:37. Joseph.
b GEE Tentación, tentar. 49 a GEE Smith, padre,
63 José Smith—Historia 1:51–55
dijo que fuera e hiciera lo que el planchas y los otros objetos que las
mensajero me había mandado. Salí acompañaban.
del campo y fui al lugar donde 53 Intenté sacarlas, pero me lo
el mensajero me había dicho que prohibió el mensajero; y de nuevo
estaban depositadas las plan­ se me informó que aún no había
chas; y debido a la claridad de llegado la hora de sacarlas, ni lle­
la visión que había visto tocante garía sino hasta después de cuatro
al lugar, en cuanto llegué allí, lo años, a partir de esa fecha; pero
reconocí. me dijo que fuera a ese lugar pre­
51 Cerca de la aldea de Manches­ cisamente un año después, y que
ter, condado de Ontario, estado de él me esperaría allí; y que siguiera
Nueva York, se levanta una a colina haciéndolo así hasta que llegara el
de tamaño regular, y la más ele­ momento de obtener las planchas.
vada de todas las de la comarca. 54 De acuerdo con lo que se me
Por el costado occidental del ce­ había mandado, acudía al fin de
rro, no lejos de la cima, debajo de cada año, y en cada ocasión encon­
una piedra de buen tamaño, ya­ traba allí al mismo mensajero, y en
cían las planchas, depositadas en cada una de nuestras entrevistas
una caja de piedra. En el centro, y recibía de él instrucciones e a inte­
por la parte superior, esta piedra ligencia concernientes a lo que el
era gruesa y redonda, pero más Señor iba a hacer, y cómo y de qué
delgada hacia los extremos; de manera se conduciría su b reino en
manera que se podía ver la parte los últimos días.
céntrica sobre la superficie del
José Smith contrae matrimonio con
suelo, mientras que alrededor de
Emma Hale — Recibe de Moroni las
la orilla estaba cubierta de tierra.
planchas de oro y traduce algunos
52 Habiendo quitado la tierra,
de los caracteres — Martin Harris
conseguí una palanca que logré
muestra los caracteres y la traducción
introducir debajo de la orilla de la
al profesor Anthon, el cual dice: “No
piedra, y con un ligero esfuerzo la
puedo leer un libro sellado”. (Versícu-
levanté. Miré dentro de la caja, y
los 55–65).
efectivamente vi allí las a planchas,
el b Urim y Tumim y el c pectoral, 55 Debido a que las condicio­
como lo había dicho el mensa­ nes económicas de mi padre se
jero. La caja en que se hallaban hallaban sumamente limitadas,
estaba hecha de piedras, coloca­ nos veíamos obligados a traba­
das en una especie de cemento. jar manualmente, a jornal y de
En el fondo de la caja había dos otras maneras, según se presen­
piedras puestas transversalmente, taba la oportunidad. A veces es­
y sobre estas descansaban las tábamos en casa, a veces fuera
51 a GEE Cumorah, cerro. b GEE Urim y Tumim. b GEE Reino de Dios o de
52 a Morm. 6:6. c GEE Pectoral. los cielos.
GEE Planchas de oro. 54 a Véase DyC 93:36.
José Smith—Historia 1:56–60 64
de casa; y trabajando continua­ afirmando que había visto una
mente podíamos ganarnos un sos­ visión, la a persecución me seguía
tén más o menos cómodo. acechando, y la familia del padre
56 En el año 1823 sobrevino a la de mi esposa se opuso muchísimo
familia de mi padre una aflicción a que nos casáramos. Por tanto,
muy grande con la muerte de mi me vi obligado a llevarla a otra
hermano a Alvin, el mayor de la parte, de modo que nos fuimos
familia. En el mes de octubre de y nos casamos en la casa del se­
1825 me empleó un señor de edad ñor Tarbill, en South Bainbridge,
llamado Josiah Stoal, del condado condado de Chenango, en Nueva
de Chenango, estado de Nueva York. Inmediatamente después de
York. Él había oído algo acerca mi matrimonio dejé el trabajo del
de una mina de plata que los es­ señor Stoal, me trasladé a la casa
pañoles habían explotado en Har­ de mi padre y con él labré la tierra
mony, condado de Susquehanna, esa temporada.
estado de Pensilvania; y antes de 59 Por fin llegó el momento de
ocuparme ya había hecho algunas obtener las planchas, el Urim y Tu­
excavaciones para ver si le era po­ mim y el pectoral. El día veintidós
sible descubrir la mina. Después de septiembre de mil ochocientos
que fui a vivir a la casa de él, me veintisiete, habiendo ido al fin de
llevó con el resto de sus trabajado­ otro año, como de costumbre, al
res a excavar en busca de la mina lugar donde estaban depositados,
de plata, en lo cual estuve traba­ el mismo mensajero celestial me
jando cerca de un mes sin lograr los entregó, con esta advertencia:
el éxito en nuestra empresa; y por que yo sería responsable de ellos;
fin convencí al anciano señor que que si permitía que se extraviaran
dejase de excavar. Así fue como por algún a descuido o negligencia
se originó el tan común rumor mía, sería desarraigado; pero que
de que yo había sido buscador si me esforzaba con todo mi em­
de dinero. peño por b preservarlos hasta que
57 Durante el tiempo que estuve él (el mensajero) viniera por ellos,
en ese trabajo, me hospedé con el entonces serían protegidos.
señor Isaac Hale, de ese lugar. Fue 60 Pronto supe por qué había
allí donde por primera vez vi a recibido tan estrictos manda­
mi esposa (su hija), a Emma Hale. tos de guardarlos, y por qué me
Nos casamos el 18 de enero de había dicho el mensajero que
1827 mientras yo todavía estaba cuando yo terminara lo que se
al servicio del señor Stoal. requería de mí, él vendría por
58 Por motivo de que continuaba ellos. Porque no bien se supo
56 a DyC 137:5–8. 58 a GEE Persecución, b GEE Escrituras — Las
57 a GEE Smith, Emma perseguir. Escrituras deben
Hale. 59 a JS—H 1:42. preservarse.
65 José Smith—Historia 1:61–64
que yo los tenía, comenzaron a y me dio cincuenta dólares para
hacerse los más tenaces esfuer­ ayudarnos a hacer nuestro viaje. El
zos por privarme de ellos. Se re­ señor Harris era vecino del muni­
currió a cuanta estratagema se cipio de Palmyra, condado de Wa­
pudo inventar para realizar ese yne, en el estado de Nueva York, y
propósito. La persecución llegó un agricultor respetable.
a ser más severa y enconada que 62 Mediante esta ayuda tan opor­
antes, y grandes números de per­ tuna, pude llegar a mi destino en
sonas andaban continuamente Pensilvania, e inmediatamente
al acecho para quitármelos, de después de llegar allí, comencé a
ser posible. Pero mediante la sa­ copiar los caracteres de las plan­
biduría de Dios permanecieron chas. Copié un número considera­
seguros en mis manos hasta que ble de ellos, y traduje algunos por
cumplí con ellos lo que se requi­ medio del a Urim y Tumim, obra
rió de mí. Cuando el mensajero, que efectué entre los meses de di­
de conformidad con el acuerdo, ciembre —fecha en que llegué a la
llegó por ellos, se los entregué; y casa del padre de mi esposa— y
él los tiene a su cargo hasta el día febrero del año siguiente.
de hoy, dos de mayo de mil ocho­ 63 En este mismo mes de febrero,
cientos treinta y ocho. el antedicho señor Martin Harris
61 Sin embargo, la agitación con­ vino a nuestra casa, tomó los carac­
tinuaba, y el rumor con sus mil teres que yo había copiado de las
lenguas no cesaba de hacer circular planchas, y con ellos partió rumbo a
calumnias acerca de la familia de la ciudad de Nueva York. En cuanto
mi padre y de mí. Si me pusiera a a lo que aconteció, respecto de él y
contar la milésima parte de ellas, los caracteres, deseo referirme a su
llenaría varios tomos. Sin embargo, propio relato de las circunstancias,
la persecución llegó a ser tan into­ cual él me lo comunicó a su regreso,
lerable que me vi obligado a salir y que es el siguiente:
de Manchester y partir con mi 64 “Fui a la ciudad de Nueva
esposa al condado de Susque­ York y presenté los caracte­
hanna, estado de Pensilvania. res que habían sido traducidos,
Mientras nos preparábamos para así como su traducción, al pro­
salir —siendo muy pobres, y ago­ fesor Charles Anthon, célebre
biándonos de tal manera la perse­ caballero por motivo de sus co­
cución que no había probabilidad nocimientos literarios. El profesor
de que se mejorase nuestra situa­ Anthon manifestó que la traduc­
ción— en medio de nuestras aflic­ ción era correcta y más exacta
ciones hallamos a un amigo en la que cualquiera otra que hasta
persona de un caballero llamado entonces había visto del idioma
a 
Martin Harris, que vino a nosotros egipcio. Luego le enseñé los que
61 a DyC 5:1. GEE Harris, Martin. 62 a GEE Urim y Tumim.
José Smith—Historia 1:65–68 66
aún no estaban traducidos, y me Mormón — José y Oliver reciben el
dijo que eran egipcios, caldeos, Sacerdocio Aarónico de manos de
asirios y árabes, y que eran carac­ Juan el Bautista — Son bautizados
teres genuinos. Me dio un certi­ y ordenados, y reciben el espíritu de
ficado en el cual hacía constar a profecía. (Versículos 66–75).
los ciudadanos de Palmyra que
66 El día 5 de abril de 1829,
eran auténticos, y que la traduc­
vino a mi casa a Oliver Cowdery, a
ción de los que se habían tradu­
quien yo jamás había visto hasta
cido también era exacta. Tomé
entonces. Me dijo que había es­
el certificado, me lo eché en el
tado enseñando en una escuela
bolsillo, y estaba para salir de
que se hallaba cerca de donde
la casa cuando el Sr. Anthon me
vivía mi padre y, siendo este uno
llamó, y me preguntó cómo llegó
de los que tenían niños en la es­
a saber el joven que había plan­
cuela, había ido a hospedarse
chas de oro en el lugar donde
por un tiempo en su casa; y que
las encontró. Yo le contesté que
mientras estuvo allí, la familia
un ángel de Dios se lo había
le comunicó el hecho de que yo
revelado.
había recibido las planchas y, por
65 “Él entonces me dijo: ‘Per­
consiguiente, había venido para
mítame ver el certificado’. De
interrogarme.
acuerdo con la indicación, lo sa­
67 Dos días después de la llegada
qué del bolsillo y se lo entregué;
del señor Cowdery (siendo el día
y él, tomándolo, lo hizo pedazos,
7 de abril), empecé a traducir el
diciendo que ya no había tales co­
Libro de Mormón, y él comenzó
sas como la ministración de a án­
a escribir por mí.
geles, y que si yo le llevaba las
planchas, él las traduciría. Yo le ·······
68 El mes siguiente (mayo de
informé que parte de las planchas
1829), encontrándonos todavía
estaban b selladas, y que me era
realizando el trabajo de la tra­
prohibido llevarlas. Entonces me
ducción, nos retiramos al bos­
respondió: ‘No puedo leer un libro
que un cierto día para orar y
sellado’. Salí de allí, y fui a ver al
preguntar al Señor acerca del
Dr. Mitchell, el cual confirmó todo a 
bautismo para la b remisión de
lo que el profesor Anthon había
los pecados, del cual vimos que
dicho, respecto de los caracteres,
se hablaba en la traducción de
así como de la traducción”.
las planchas. Mientras en esto
······· nos hallábamos, orando e im­
Oliver Cowdery sirve de escri- plorando al Señor, descendió
biente en la traducción del Libro de un c mensajero del cielo en una
65 a GEE Ángeles. Éter 4:4–7. b GEE Remisión de
b Isa. 29:11–12; 66 a GEE Cowdery, Oliver. pecados.
2 Ne. 27:10; 68 a GEE Bautismo, bautizar. c GEE Juan el Bautista.
67 José Smith—Historia 1:69–72
d 
nube de luz y, habiendo puesto primero, y luego me bautizó él
sus e manos sobre nosotros, nos a mí —después de lo cual puse
f 
ordenó, diciendo: mis manos sobre su cabeza y lo
69 Sobre vosotros, mis consiervos, ordené al Sacerdocio de Aarón,
en el nombre del Mesías, confiero el y luego él puso sus manos sobre
a 
Sacerdocio de Aarón, el cual tiene mí y me ordenó al mismo sacer­
las llaves del ministerio de ángeles, docio— porque así se nos había
y del evangelio de arrepentimiento, mandado.*
y del bautismo por inmersión para 72  El mensajero que en esta
la remisión de pecados; y este sacer- ocasión nos visitó y nos confirió
docio nunca más será quitado de la este sacerdocio dijo que se lla­
tierra, hasta que los hijos de b Leví de maba Juan, el mismo que es cono­
nuevo ofrezcan al Señor un sacrificio cido como a Juan el Bautista en el
en rectitud. Nuevo Testamento, y que obraba
70 Declaró que este Sacerdocio bajo la dirección de b Pedro, c San­
Aarónico no tenía el poder de tiago y d Juan, quienes poseían las
impo­ner las manos para comuni­ e 
llaves del Sacerdocio de f Melqui­
car el a don del Espíritu Santo, pero sedec, sacerdocio que nos sería
que se nos conferiría más adelante; conferido, dijo él, en el momento
y nos mandó bautizarnos, indicán­ oportuno; y que yo sería llamado
donos que yo bautizara a Oliver el primer g Élder de la Iglesia, y
Cowdery, y que después me bau­ él (Oliver Cowdery) el segundo.
tizara él a mí. Fue el día quince de mayo de
71 Por consiguiente, fuimos y 1829 cuando este mensajero nos
nos bautizamos. Yo lo bauticé ordenó, y nos bautizamos.
* Oliver Cowdery describe estos acontecimientos de la siguiente manera: “Estos fueron
días inolvidables: ¡Estar sentado oyendo el son de una voz dictada por la inspiración
del cielo despertó la más profunda gratitud en este pecho! Día tras día yo continuaba
escribiendo las palabras de su boca, sin interrupción, según él traducía con el Urim y
Tumim o ‘Intérpretes’, como los nefitas habrían dicho, la historia o relato llamado ‘El
Libro de Mormón’.
“Mencionar, aun cuando brevemente, el interesante relato hecho por Mormón y
su fiel hijo Moroni acerca de un pueblo que en un tiempo fue amado y favorecido
del cielo, sería desviarme de mi presente intención. Dejaré, por tanto, este asunto
para un tiempo futuro y, como ya he dicho en la introducción, pasaré más directa­
mente a un corto número de sucesos que se relacionan íntimamente con la fundación

68 d Núm. 11:25; b Deut. 10:8; Zebedeo (llamado


Éter 2:4–5, 14; DyC 13; 124:39. también Santiago).
DyC 34:7. GEE Leví — La tribu d GEE Juan hijo de
e AdeF 1:5. de Leví. Zebedeo.
GEE Imposición de 70 a GEE Don del Espíritu e GEE Llaves del
manos. Santo. sacerdocio.
f GEE Autoridad; 72 a GEE Juan el Bautista. f GEE Sacerdocio de
Ordenación, ordenar. b DyC 27:12–13. Melquisedec.
69 a GEE Sacerdocio GEE Pedro. g GEE Élder (anciano).
Aarónico. c GEE Jacobo hijo de
José Smith—Historia 1:73–75 68
73 Inmediatamente después de manera que hasta entonces no ha­
salir del agua, tras haber sido bíamos logrado, ni siquiera pen­
bautizados, sentimos grandes y sado. Mientras tanto, nos vimos
gloriosas bendiciones de nuestro obligados a guardar en secreto
Padre Celestial. No bien hube bau­ las circunstancias relativas al ha­
tizado a Oliver Cowdery, cuando ber recibido el sacerdocio y el ha­
el a Espíritu Santo descendió so­ bernos bautizado, por motivo del
bre él, y se puso de pie y b profe­ espíritu de persecución que ya se
tizó muchas cosas que habían de había manifestado en la región.
acontecer en breve. Igualmente, 75 De cuando en cuando habían
en cuanto él me hubo bautizado, amenazado golpearnos, y esto
recibí también el espíritu de pro­ por parte de los profesores de re­
fecía y, poniéndome de pie, profe­ ligión; y lo único que contrarrestó
ticé concerniente al desarrollo de sus intenciones de atropellarnos
esta Iglesia, y muchas otras cosas fue la influencia de los familia­
que se relacionaban con ella y con res de mi esposa (mediante la
esta generación de los hijos de los divina Providencia), los cuales
hombres. Fuimos llenos del Espí­ se habían vuelto muy amigables
ritu Santo, y nos regocijamos en el conmigo, y se oponían a los po­
Dios de nuestra salvación. pulachos, y deseaban que se me
74 Encontrándose ahora ilumi­ permitiera continuar sin inte­
nadas nuestras mentes, empeza­ rrupción la obra de la traducción.
mos a a comprender las Escrituras, Por consiguiente, nos ofrecieron
y nos fue revelado el b verdadero y prometieron protección, hasta
significado e intención de sus donde les fuera posible, de cual­
pasajes más misteriosos de una quier acto ilícito.

de esta Iglesia, los cuales serán de interés para los miles que, en medio de la desapro­
bación de fanáticos y las calumnias de hipócritas, se han adelantado para abrazar el
evangelio de Cristo.
“Ningún hombre, en su estado sensato, podría traducir y escribir las instrucciones
que de los labios del Salvador recibieron los nefitas, referentes a la forma precisa en que
los hombres deberían edificar su Iglesia —y particularmente cuando la corrupción ha­
bía cubierto de incertidumbre todas las formas y sistemas que se practicaban entre los
hombres— sin anhelar el privilegio de mostrar la disposición de su corazón mediante
la inmersión en la sepultura líquida ‘como la aspiración de una buena conciencia hacia
Dios por la resurrección de Jesucristo’.
“Después de escribir el relato del ministerio del Salvador entre el resto de la pos­
teridad de Jacob sobre este continente, fue fácil ver, tal como el profeta dijo que
sucedería, que las tinieblas cubrieron la tierra, y densa obscuridad la mente de
los pueblos. Reflexionando un poco más, fue igualmente fácil ver que en la gran
contienda y clamor en cuanto a religión, ninguno tenía la autoridad de Dios para
administrar las ordenanzas del evangelio. Pues se podría preguntar: ¿Tienen los

73 a GEE Espíritu Santo. 74 a GEE Entender, b Juan 16:13.


b GEE Profecía, profetizar. entendimiento.
69 José Smith—Historia
hombres que niegan las revelaciones la autoridad para obrar en el nombre de Cristo,
dado que el testimonio de Jesús no es ni más ni menos que el espíritu de la profecía,
y que su religión está basada en revelaciones directas, y por ellas es edificada y soste­
nida en cualquier época del mundo en que ha tenido un pueblo sobre la tierra? Si se
escondieron estas cosas y cuidadosamente las ocultaron hombres cuyos artificios ha­
brían estado en peligro si se hubiera permitido que estos hechos alumbrasen la faz de
los hombres, para nosotros ya no lo estaban; y solamente esperábamos que se diera el
mandamiento: ‘Levantaos y bautizaos’.
“No tardó mucho este deseo en realizarse. El Señor, grande en misericordia, y siempre
dispuesto a contestar la oración constante de los humildes, condescendió a manifes­
tarnos su bondad, después que lo hubimos invocado fervientemente, apartados de las
habitaciones de los hombres. Repentinamente, cual si hubiera salido desde el centro de
la eternidad, la voz del Redentor nos habló paz, y se partió el velo y un ángel de Dios
descendió, revestido de gloria, y dejó el anhelado mensaje y las llaves del evangelio de
arrepentimiento. ¡Qué gozo! ¡Qué admiración! ¡Qué asombro! Mientras el mundo se
hacía pedazos confundido; mientras millones buscaban palpando la pared como cie­
gos, y mientras todos los hombres se basaban en la incertidumbre, como masa general,
nuestros ojos vieron, nuestros oídos oyeron, como en el ‘fulgor del día’; sí, más aún,
¡mayor que el resplandor del sol de mayo que en esos momentos bañaba con su brillo
la faz de la naturaleza! ¡Entonces su voz, aunque apacible, penetró hasta el centro, y sus
palabras, ‘Soy vuestro consiervo’, desvaneció todo temor! ¡Escuchamos! ¡Contemplamos!
¡Admiramos! ¡Era la voz de un ángel de la gloria, un mensaje del Altísimo! ¡Y al oír nos
llenamos de gozo mientras su amor encendía nuestras almas, y fuimos envueltos en
la visión del Omnipotente! ¿Qué lugar había para dudas? Ninguno; ¡la incertidumbre
había desaparecido; la duda se había sumergido para no levantarse jamás, mientras
que la ficción y el engaño se habían desvanecido para siempre!
“Pero, querido hermano, piensa, piensa un poco más en el gozo que llenó nuestros
corazones, y en el asombro con que nos habremos arrodillado (porque, ¿quién no se
habría arrodillado para recibir tal bendición?) cuando recibimos de sus manos el Santo
Sacerdocio, al decirnos: ‘Sobre vosotros, mis consiervos, en el nombre del Mesías con­
fiero este sacerdocio y esta autoridad, que permanecerán sobre la tierra, a fin de que los
hijos de Leví todavía puedan hacer una ofrenda al Señor en rectitud’.
“No procuraré describirte los sentimientos de este corazón, ni la majestuosa belleza
y gloria que nos rodeó en esta ocasión; pero sí me has de creer cuando te digo que ni la
tierra, ni los hombres, con la elocuencia del tiempo, pueden siquiera empezar a ador­
nar el lenguaje de tan interesante y sublime manera como este santo personaje. ¡No!
¡Ni tiene esta tierra el poder para comunicar el gozo, conferir la paz o comprender la
sabiduría contenida en cada frase declarada por el poder del Espíritu Santo! Los hom­
bres podrán engañar a sus semejantes, las decepciones podrán venir una tras otra, y los
hijos del inicuo podrán tener el poder para seducir a los incautos e ignorantes al grado
de que las multitudes solo vivan de la ficción, y el fruto de la falsedad arrastre en su
corriente a los frívolos hasta la tumba; pero un toque del dedo de su amor, sí, un rayo
de gloria del mundo celestial o una palabra de la boca del Salvador, desde el seno de la
eternidad, lo reduce todo a una insignificancia y lo borra para siempre de la mente. La
seguridad de que nos hallábamos en presencia de un ángel, la certeza de que oímos la
voz de Jesús y la verdad inmaculada que emanaba de un personaje puro, dictada por
la voluntad de Dios, es para mí indescriptible y para siempre estimaré esta expresión
de la bondad del Salvador con asombro y gratitud mientras se me permita permane­
cer sobre esta tierra; y en esas mansiones donde la perfección mora y el pecado nunca
llega, espero adorar en aquel día que jamás cesará”. — Messenger and Advocate, tomo
I (octubre de 1834), págs. 14–16.
LOS ARTÍCULOS DE FE
DE LA IGLESIA DE JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS

N OSOTROS a creemos en b Dios


el Eterno Padre, y en su c Hijo
Jesucristo, y en el d Espíritu Santo.
5 Creemos que el hombre debe
ser a llamado por Dios, por b pro­
fecía y la imposición de c manos,
2 Creemos que los hombres se­ por aquellos que tienen la d auto­
rán castigados por sus a propios ridad, a fin de que pueda e predi­
pecados, y no por la b transgresión car el evangelio y administrar sus
de Adán. f 
ordenanzas.
3 Creemos que por la a expiación 6 Creemos en la misma a orga­
de Cristo, todo el género humano nización que existió en la Iglesia
puede b salvarse, mediante la c obe­ Primitiva, esto es, b apóstoles, c pro­
diencia a las d leyes y ordenanzas fetas, d pastores, maestros, e evan­
del e Evangelio. gelistas, etc.
4 Creemos que los primeros prin­ 7 Creemos en el a don de b len­
cipios y a ordenanzas del Evange­ guas, c profecía, d revelación, e visio­
lio son: primero, b Fe en el Señor nes, f sanidades, g interpretación de
Jesucristo; segundo, c Arrepenti­ lenguas, etc.
miento; tercero, d Bautismo por 8 Creemos que la a Biblia es la
inmersión para la e remisión de b 
palabra de Dios hasta donde esté
los pecados; cuarto, Imposición traducida c correctamente; también
de f manos para comunicar el g don creemos que el d Libro de Mormón
del Espíritu Santo. es la palabra de Dios.
1 1 a GEE Creencia, creer. d GEE Ley. 6 a GEE Iglesia verdadera,
b GEE Trinidad — Dios el e GEE Evangelio. señales de la — La
Padre. 4 a GEE Ordenanzas. organización de la
c GEE Jesucristo; b GEE Fe. Iglesia.
Trinidad — Dios el c GEE Arrepentimiento, b GEE Apóstol.
Hijo. arrepentirse. c GEE Profeta.
d GEE Espíritu Santo; d GEE Bautismo, bautizar. d GEE Obispo.
Trinidad — Dios el e GEE Remisión de e GEE Evangelista;
Espíritu Santo. pecados. Patriarca, patriarcal.
2 a Deut. 24:16; f GEE Imposición de 7 a GEE Dones del Espíritu.
Ezeq. 18:19–20. manos. b GEE Lenguas, don de.
GEE Albedrío; g GEE Don del Espíritu c GEE Profecía, profetizar.
Responsabilidad, Santo. d GEE Revelación.
responsable. 5 a GEE Llamado, llamado e GEE Visión.
b GEE Caída de Adán por Dios, llamamiento. f GEE Sanar, sanidades.
y Eva. b GEE Profecía, profetizar. g 1 Cor. 12:10;
3 a GEE Expiación, expiar. c GEE Imposición de Morm. 9:7–8.
b Mos. 27:24–26; manos. 8 a GEE Biblia.
Moisés 5:9. d GEE Autoridad; b GEE Palabra de Dios.
GEE Salvación. Sacerdocio. c 1 Ne. 13:20–40;
c GEE Obediencia, e GEE Predicar. 14:20–26.
obediente, obedecer. f Alma 13:8–16. d GEE Libro de Mormón.
71 Artículos de Fe 1:9–13
9 Creemos todo lo que Dios ha privilegio: que d adoren cómo,
a 
revelado, todo lo que actualmente dónde o lo que deseen.
revela, y creemos que aún b reve­ 12 Creemos en estar sujetos a los
lará muchos grandes e importan­ reyes, presidentes, gobernantes y
tes asuntos pertenecientes al reino magistrados; en obedecer, honrar
de Dios. y sostener la a ley.
10 Creemos en la a congregación 13 Creemos en ser a honrados, ve­
literal del pueblo de Israel y en la rídicos, b castos, benevolentes, vir­
restauración de las b Diez Tribus; tuosos y en c hacer el bien a todos
que c Sion (la Nueva Jerusalén) será los hombres; en verdad, podemos
edificada sobre el continente ame­ decir que seguimos la d admoni­
ricano; que Cristo d reinará perso­ ción de Pablo: Todo lo creemos,
nalmente sobre la tierra, y que la todo lo e esperamos; hemos sufrido
tierra será e renovada y recibirá su muchas cosas, y esperamos po­
f 
gloria g paradisíaca. der f sufrir todas las cosas. Si hay
11 Reclamamos el a derecho de algo g virtuoso, o bello, o de buena
adorar a Dios Todopoderoso con­ reputación, o digno de alabanza,
forme a los b dictados de nuestra a esto aspiramos.
propia c conciencia, y concedemos José Smith.
a todos los hombres el mismo
9 a GEE Revelación. GEE Nueva Jerusalén; c GEE Conciencia.
b Amós 3:7; Sion. d GEE Adorar.
DyC 121:26–33. d GEE Milenio. 12 a DyC 58:21–23.
GEE Escrituras — Se e GEE Tierra — La GEE Ley.
profetiza la publicación purificación de la 13 a GEE Honestidad,
de las Escrituras. tierra. honradez;
10 a Isa. 49:20–22; 60:4; f GEE Gloria. Integridad.
1 Ne. 19:16–17. g Es decir, un estado b GEE Castidad.
GEE Israel — La como el del Jardín c GEE Servicio.
congregación de Israel. de Edén; d Filip. 4:8.
b GEE Israel — Las diez Isa. 11:6–9; 35; 51:1–3; e GEE Esperanza.
tribus perdidas de 65:17–25; f GEE Perseverar.
Israel. Ezeq. 36:35. g GEE Modestia;
c Éter 13:2–11; GEE Paraíso. Virtud.
DyC 45:66–67; 84:2–5; 11 a DyC 134:1–11.
Moisés 7:18. b GEE Albedrío.
APÉNDICE

GUÍA PAR A EL ESTUDIO DE LAS ESCRITUR AS

MAPAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA

FOTOGR AFÍAS DE LUGARES HISTÓRICOS


DE LA IGLESIA
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS

E n la serie de temas que aparecen por orden alfabético en la Guía para el Estudio
de las Escrituras se definen ciertas doctrinas, principios, personas y lugares que
se mencionan en la Santa Biblia, el Libro de Mormón, Doctrina y Convenios y la Perla
de Gran Precio. También se proporcionan referencias importantes de las Escrituras
sobre dichos temas para el estudio individual. Esta Guía servirá al lector de fuente de
consulta en el estudio individual y familiar de las Escrituras, así como para responder
a preguntas acerca del Evangelio, estudiar determinados temas en las Escrituras, pre-
parar discursos y lecciones, y aumentar su conocimiento y testimonio del Evangelio.
A continuación figura una muestra del texto de esta Guía con explicaciones acerca
de su presentación:

Los temas están Tierra. Véase también Creación, crear; A veces, otros
escritos en negrilla. temas de la guía
Mundo
contienen información
El planeta sobre el cual vivimos, creado relacionada con el
Se da una breve por Dios por medio de Jesucristo para el tema que se está
definición de cada estudiando. Las
uso del hombre durante su probación palabras en cursiva
tema.
mortal. El destino final de la tierra es ser Véase también
glorificada y exaltada (DyC 77:1–2; 130:7– indican los temas
9). La tierra se convertirá en la herencia correlacionados.
eterna de los que sean dignos de heredar
una gloria celestial (DyC 88:14–26), donde
disfrutarán también de la presencia del
Padre y del Hijo (DyC 76:62). En este párrafo,
las referencias que
Se creó para el hombre: Dios dio al hombre aparecen entre
Algunos temas
tienen subtítulos,
dominio sobre la tierra, Gén. 1:28 (Moisés paréntesis sirven
2:28). De Jehová es la tierra, Éx. 9:29 (Sal. al lector para
los cuales figuran comprender mejor la
en letra cursiva. 24:1). El Señor ha dado la tierra a los hijos definición.
de los hombres, Sal. 115:16. Yo hice la tie-
rra y creé sobre ella al hombre, Isa. 45:12.
Por el poder de su palabra el hombre Antes de cada
referencia de las
apareció sobre la faz de la tierra, Jacob 4:9. Escrituras, aparece
Las referencias que se A los que han tomado al Santo Espí- una breve cita del
dan entre paréntesis ritu por guía les será dada la tierra, DyC pasaje o un resumen
tienen relación con el 45:56–58 (DyC 103:7). Los que han obe- de este.
pasaje citado. decido el Evangelio recibirán como re-
compensa las cosas buenas de la tierra,
DyC 59:3. Los pobres y los mansos de
Algunos temas de la tierra la heredarán, DyC 88:17 (Mateo
la lista alfabética no 5:5; 3 Ne. 12:5).
Cuando se hace
presentan definiciones
referencia a un
ni referencias, pero Tinieblas de afuera. Véase Diablo;
subtítulo en los temas
la palabra en cursiva Hijos de perdición; Infierno; Muerte correlacionados
Véase indica al lector espiritual después de Véase o
otros temas donde
Véase también, siempre
puede encontrar Tribus perdidas. Véase Israel — Las se cita en combinación
información
pertinente. diez tribus perdidas de Israel con el tema principal.
Por ejemplo: Véase
Israel — Las diez
tribus perdidas de
Israel.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Aarón, hermano de Moisés 2
Aarón, hermano de Moisés. Abdías
Véase también Moisés; Sacerdocio Profeta de la época del Antiguo Tes-
Aarónico tamento que predijo el fin de Edom.
En el Antiguo Testamento, hijo de Posiblemente haya profetizado durante
Amram y Jocabed, de la tribu de Leví el reinado de Joram (848–844 a.C.) o du-
(Éx. 6:16–20); hermano mayor de Moi- rante la invasión babilónica en 586 a.C.
sés (Éx. 7:7). El libro de Abdías: Libro del Antiguo
Jehová lo nombró para ayudar a Moi- Testamento que contiene un solo capí-
sés a sacar de Egipto a los hijos de Israel tulo, en el cual Abdías escribió sobre la
y para ser el portavoz de su hermano, caída de Edom y profetizó que subirían
Éx. 4:10–16, 27–31; 5:1–12:51. En el monte salvadores al monte de Sion.
Sinaí, Moisés recibió instrucciones en Abed-nego. Véase también Daniel
cuanto al nombramiento de Aarón y sus
En el Antiguo Testamento, Sadrac,
cuatro hijos para ejercer el Sacerdocio
Mesac y Abed-nego eran tres jóvenes
Aarónico, Éx. 28:1–4. Hizo un becerro
israelitas que, junto con Daniel, fueron
de oro a petición del pueblo, Éx. 32:1–6, llevados al palacio de Nabucodonosor,
21, 24, 35. Murió en el monte de Hor a rey de Babilonia. El nombre hebreo de
los 123 años de edad, Núm. 20:22–29 Abed-nego era Azarías. Los cuatro jó-
(Núm. 33:38–39). venes rehusaron contaminarse partici-
El Señor también confirmó un sacer- pando de la carne y el vino del rey (Dan.
docio sobre Aarón y su descendencia, 1). Por orden del rey, Sadrac, Mesac y
DyC 84:18, 26–27, 30. Aquellos que mag- Abed-nego fueron arrojados a un horno
nifiquen su llamamiento en el sacerdo- de fuego ardiente, mas fueron preserva-
cio llegan a ser los hijos de Moisés y de dos milagrosamente (Dan. 3).
Aarón, DyC 84:33–34.
Abel. Véase también Adán; Caín
Aarón hijo de Mosíah. Véase también En el Antiguo Testamento, hijo de
Mosíah hijo de Benjamín; Mosíah, Adán y Eva.
hijos de
Ofreció a Dios un sacrificio mejor que
En el Libro de Mormón, uno de los el que hizo su hermano Caín, Gén. 4:4–5
hijos del rey Mosíah. Aarón sirvió de (Heb. 11:4; Moisés 5:16–21). Fue asesinado
misionero, y sus esfuerzos diligentes por Caín, Gén. 4:8 (Moisés 5:32).
dieron como resultado la conversión de Recibió el sacerdocio de manos de
muchas almas a Cristo. Adán, DyC 84:16.
Fue un incrédulo que procuró des- Satanás conspiró con Caín para que
truir la Iglesia, Mos. 27:8–10, 34. A él este asesinara a Abel, Moisés 5:28–31
y a sus compañeros se les apareció un (Hel. 6:27).
ángel, Mos. 27:11. Se arrepintió y co- Abinadí. Véase también Mártir,
menzó a predicar la palabra de Dios, martirio
Mos. 27:32–28:8. Rehusó ser nombrado
Profeta nefita del Libro de Mormón.
rey y, en lugar de ello, fue a la tierra de
los lamanitas a predicar la palabra de Profetizó que, a menos que se arre-
Dios, Alma 17:6–9. Ayunó y oró para pintieran, Dios castigaría a los del pue-
recibir guía, Alma 17:8–11. Enseñó al blo del inicuo rey Noé, Mos. 11:20–25.
padre del rey Lamoni, Alma 22:1–26. Fue Fue encarcelado por haber profetizado
a predicar a los zoramitas, Alma 31:6–7. la destrucción del rey Noé y su pueblo,
Mos. 12:1–17. Explicó a los sacerdotes
Aarón, Sacerdocio de. Véase inicuos del rey Noé la ley de Moisés y
Sacerdocio Aarónico les enseñó acerca de Cristo, Mos. 12–16.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
3 Abraham
Alma creyó sus palabras y las escribió, Gén. 11:31–32 (Abr. 2:1–5). Fue llamado
Mos. 17:2–4. Padeció la muerte por fuego por Dios para viajar hasta Canaán y re-
a manos del rey Noé, Mos. 17:20. cibir un convenio divino, Gén. 12:1–8
(Abr. 2:4, 15–17). Viajó a Egipto, Gén.
Abogado. Véase también Jesucristo
12:9–20 (Abr. 2:21–25). Se estableció en
Jesucristo es nuestro abogado para con Hebrón, Gén. 13:18. Libertó a Lot, Gén.
el Padre (Moro. 7:28) y aboga por nuestra 14:1–16. Se reunió con Melquisedec, Gén.
causa ante Él. 14:18–20. Agar dio a luz un hijo (Ismael) a
Jesucristo es nuestro abogado para con Abraham, Gén. 16:15–16. Se le cambió el
el Padre, 1 Juan 2:1 (DyC 110:4). nombre de Abram a Abraham, Gén. 17:5.
Jesús intercederá por todos los hijos de El Señor reveló a Abraham y a Sara que
los hombres, 2 Ne. 2:9 (Heb. 7:25). Jesús tendrían un hijo, Gén. 17:15–22; 18:1–14.
logró la victoria sobre la muerte, dándole Sara dio a luz a su hijo Isaac, Gén. 21:2–
ello poder para interceder por los hijos 3. Se le mandó sacrificar a Isaac, Gén.
de los hombres, Mos. 15:8. 22:1–18. Muerte y sepultura de Sara,
Soy vuestro intercesor ante el Padre, Gén. 23:1–2, 19. Muerte y sepultura de
DyC 29:5. Jesucristo aboga por nuestra Abraham, Gén. 25:8–10.
causa, DyC 45:3–5. La obediencia de Abraham al ofrecer
a Isaac fue una semejanza de Dios y de
Abominable, abominación. Véase su Hijo Unigénito, Jacob 4:5. Pagó diez-
también Pecado mos a Melquisedec, Alma 13:15. Previó
En las Escrituras, algo que provoca re- la venida de Cristo y testificó de ella,
pugnancia u odio en los rectos y puros. Hel. 8:16–17.
Los labios mentirosos son abomina- Recibió el sacerdocio de manos de
ción a Jehová, Prov. 12:22. Melquisedec, DyC 84:14. Los fieles llegan
El orgullo es una abominación ante a ser la descendencia de Abraham, DyC
el Señor, Jacob 2:13–22. Los inicuos son 84:33–34 (Gál. 3:27–29). Recibió todas las
consignados al espectáculo de sus pro- cosas por revelación y ha entrado en su
pias abominaciones, Mos. 3:25. La falta exaltación, DyC 132:29.
de castidad es el más abominable de to- Buscó las bendiciones de los patriarcas
dos los pecados, salvo el de asesinar y el y el nombramiento en el sacerdocio, Abr.
de negar al Espíritu Santo, Alma 39:3–5. 1:1–4. Lo persiguieron los sacerdotes fal-
La indignación del Señor está encen- sos de Caldea, Abr. 1:5–15. Fue librado
dida en contra de las abominaciones, por el Señor, Abr. 1:16–20. Aprendió
DyC 97:24. acerca del sol, la luna y las estrellas, Abr.
3:1–14. Aprendió acerca de la vida pre-
Abominable, iglesia. Véase Diablo — terrenal y de la Creación, Abr. 3:22–28.
La iglesia del diablo
El libro de Abraham: Provino de regis-
Aborrecer. Véase Amor; Odio, tros antiguos escritos por Abraham, los
aborrecimiento cuales llegaron a manos de la Iglesia en
1835. Antonio Lebolo descubrió los re-
Abraham. Véase también Abraham,
gistros y algunas momias en unas cata-
convenio de (convenio abrahámico)
cumbas egipcias, y al morir se los dejó a
Hijo de Taré, nació en Ur de los caldeos Michael Chandler, quien los exhibió en
(Gén. 11:26, 31; 17:5). Profeta del Señor los Estados Unidos en 1835. Unos amigos
con quien nuestro Señor hizo convenios de José Smith los compraron a Chandler
eternos, por medio de los cuales son ben- y los entregaron al Profeta, que tradujo
decidas todas las naciones de la tierra. El los escritos. Algunos de esos registros
nombre original de Abraham era Abram. se encuentran actualmente en la Perla
Emigró a Harán, en donde murió Taré, de Gran Precio.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Abraham, convenio de (convenio abrahámico) 4
En el capítulo 1 se relatan las expe- Acab. Véase también Jezabel
riencias de Abraham en Ur de los cal- En el Antiguo Testamento, uno de
deos, en donde los sacerdotes inicuos los reyes más inicuos y más poderosos
trataron de ofrecerlo como sacrificio. En de Israel, el reino del norte. Se casó con
el capítulo 2, Abraham relata su viaje a Jezabel, princesa de Sidón, mediante
Canaán. El Señor se le apareció e hizo cuya influencia se estableció en Israel
convenios con él. En el capítulo 3, Abra- la adoración a Baal y a Astoret (1 Rey.
ham relata que vio el universo y percibió 11:33; 1 Rey. 16:29–33; 2 Rey. 3:2), y pro-
la relación que existe entre los cuerpos curó exterminar a los profetas y acabar
celestes. Los capítulos 4 y 5 contienen con la adoración a Jehová (1 Rey. 18:13).
otro relato de la Creación. Reinó sobre Israel en Samaria vein-
La descendencia de Abraham: Son las tidós años, 1 Rey. 16:29 (1 Rey. 16–22).
personas que, por su obediencia a las Hizo lo malo ante los ojos de Jehová,
leyes y las ordenanzas del evangelio de más que todos los que reinaron antes
Jesucristo, reciben las promesas y los de él, 1 Rey. 16:30. Murió en una batalla,
convenios que Dios hizo con Abraham. 1 Rey. 22:29–40.
Hombres y mujeres pueden recibir estas Acción de gracias, agradecido,
bendiciones si son del linaje de Abra- agradecimiento. Véase también
ham o si son adoptados en su familia Adorar; Alabanza, alabar;
al aceptar el Evangelio y ser bautizados Bendecido, bendecir, bendición
(Gál. 3:26–29; 4:1–7; DyC 84:33–34; 103:17; Gratitud por las bendiciones que se
132:30–32; Abr. 2:9–11). Los descendien- reciben de Dios. A Dios le agrada la ex-
tes literales de Abraham pueden perder presión de gratitud, y la verdadera ado-
sus bendiciones por la desobediencia ración supone el darle gracias. Debemos
(Rom. 4:13; 9:6–8). dar gracias al Señor por todas las cosas.
Abraham, convenio de (convenio Es bueno dar gracias al Señor, Sal.
abrahámico). Véase también 92:1. Entrad por sus puertas con acción
Abraham; Circuncisión; Convenio de gracias, Sal. 100.
No ceséis de dar gracias, Efe. 1:15–16.
Abraham recibió el Evangelio y fue Sed agradecidos, Col. 3:15. La bendición
ordenado al sacerdocio mayor (DyC y la gloria y la acción de gracias y la
84:14; Abr. 2:11), y entró en el convenio honra sean a nuestro Dios, Apoc. 7:12.
del matrimonio celestial, el cual es el ¡Oh, cómo debíais dar gracias a vues-
convenio de la exaltación (DyC 131:1–4; tro Rey Celestial!, Mos. 2:19–21. Vivid
132:19, 29). Abraham recibió la promesa cada día en acción de gracias, Alma
de que todas las bendiciones de estos 34:38. Cuando te levantes por la ma-
convenios se ofrecerían a su posteridad ñana, rebose tu corazón de gratitud a
terrenal (DyC 132:29–31; Abr. 2:6–11). A Dios, Alma 37:37.
esos convenios y promesas, en conjunto, Haced todas las cosas con oración y
se les da el nombre de convenio de Abra- acción de gracias, DyC 46:7. Habéis de
ham. La restauración de ese convenio se dar gracias a Dios, DyC 46:32. Haced
efectuó con la restauración del Evangelio estas cosas con acción de gracias, DyC
en los últimos días, ya que por medio 59:15–21. Recibid esta bendición de mano
de él son bendecidas todas las naciones del Señor con un corazón agradecido,
de la tierra (Gál. 3:8–9, 29; DyC 110:12; DyC 62:7. El que reciba todas las co-
124:58; Abr. 2:10–11). sas con gratitud será glorificado, DyC
78:19. En todas las cosas dad gracias,
Abram. Véase Abraham DyC 98:1 (1 Tes. 5:18). Alaba al Señor con
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
5 Adán-ondi-Ahmán
oración de alabanza y acción de gracias, El primer hombre creado sobre la tie-
DyC 136:28. rra.
Adán es el padre y patriarca de la raza
Aceite. Véase también Bendición de los humana en la tierra. Su transgresión en
enfermos; Olivo; Unción el Jardín de Edén (Gén. 3; DyC 29:40–42;
Cuando en las Escrituras se hace men- Moisés 4) hizo que cayera y se volviera
ción del aceite, usualmente se refiere mortal, un paso necesario para que la
al aceite de oliva. Desde los tiempos humanidad progresara sobre esta tie-
del Antiguo Testamento, se ha usado el rra (2 Ne. 2:14–29; Alma 12:21–26). Por
aceite de oliva para los ritos del templo consiguiente, se debe honrar a Adán y
y del tabernáculo, así como para las un- a Eva por la función que desempeñaron,
ciones, en las lámparas y como alimento. lo cual hizo posible nuestro progreso
En algunas ocasiones aparece también eterno. Adán es el Anciano de Días del
como símbolo de pureza y del Espíritu que habló Daniel y también se le co-
Santo y su influencia (1 Sam. 10:1, 6; noce como Miguel (Dan. 7; DyC 27:11;
16:13; Isa. 61:1–3). 107:53–54; 116; 138:38). Él es el arcángel
(DyC 107:54) que vendrá nuevamente a
El sacerdote pondrá del aceite sobre el la tierra como el patriarca de la familia
lóbulo de la oreja derecha, Lev. 14:28–29. humana (DyC 116).
Jehová me envió a que te ungiese por rey
sobre su pueblo, 1 Sam. 15:1. El aceite de Dios creó al hombre a su propia ima-
la vasija de la viuda no menguó, 1 Rey. gen, Gén. 1:26–28 (Moisés 2:26–28; Abr.
4:26–28). Dios dio al hombre dominio
17:10–16. Unges mi cabeza con aceite,
sobre todas las cosas y le mandó mul-
Sal. 23:5.
tiplicarse y llenar la tierra, Gén. 1:28–
Ungían con aceite a muchos enfermos,
31 (Moisés 2:28–31; Abr. 4:28–31). Dios
Mar. 6:13. Oren por el enfermo los ancia-
puso a Adán y a Eva en el Jardín de
nos, ungiéndole con aceite, Stg. 5:13–15.
Edén y les prohibió comer del árbol de
Llevad aderezadas y encendidas vues-
la ciencia del bien y del mal, Gén. 2:7–9,
tras lámparas, y una provisión de aceite, 15–17 (Moisés 3:7–9, 15–17; Abr. 5:7–13).
DyC 33:17 (Mateo 25:1–13). Adán puso nombre a toda criatura vi-
Aconsejar viente, Gén. 2:19–20 (Moisés 3:19–20; Abr.
5:20–21). Adán y Eva fueron casados por
En las Escrituras se utiliza este vo-
Dios, Gén. 2:18–25 (Moisés 3:18–25; Abr.
cablo también en el sentido de instruir. 5:14–21). Adán y Eva fueron tentados por
Yo te aconsejaré, Éx. 18:19. Satanás, comieron del fruto prohibido y
Yo te aconsejo que de mí compres oro fueron expulsados del Jardín de Edén,
refinado en fuego, Apoc. 3:18. Gén. 3 (Moisés 4). Adán murió a los 930
No procuréis aconsejar al Señor, años de edad, Gén. 5:5 (Moisés 6:12).
Jacob 4:10. El Señor aconseja en sabi- Fue el primer hombre, DyC 84:16. An-
duría, Alma 29:8. Porque él dirige con tes de morir, llamó a los de su posteri-
sabiduría todas sus obras, Alma 37:12. dad que eran justos, los congregó en
Vuestros pecados han ascendido hasta Adán-ondi-Ahmán y los bendijo, DyC
mí porque procuráis aconsejaros de 107:53–57.
acuerdo con vuestras propias maneras, Ofreció sacrificios, Moisés 5:4–8. Fue
DyC 56:14. bautizado, recibió el Espíritu Santo y fue
ordenado al sacerdocio, Moisés 6:51–68.
Adán. Véase también
Adán-ondi-Ahmán; Arcángel; Adán-ondi-Ahmán. Véase también
Caída de Adán y Eva; Edén; Eva; Adán
Miguel El lugar donde Adán, tres años antes
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Adopción 6
de morir, bendijo a los de su posteri- y adorar al Padre en su nombre, DyC
dad que eran justos (DyC 107:53–56) y 20:29. Os digo estas palabras para que
adonde vendrá antes de la Segunda Ve- podáis comprender y saber cómo adorar,
nida (DyC 116). y sepáis qué adoráis, DyC 93:19.
Solamente a este único Dios adoraré,
Adopción. Véase también Abraham —
Moisés 1:12–20. Nosotros reclamamos
La descendencia de Abraham; Hijos
el derecho de adorar a Dios Todopode-
de Cristo; Hijos e hijas de Dios;
roso, AdeF 1:11.
Israel
En las Escrituras se mencionan dos Adulterio. Véase también Castidad;
tipos de adopción: Fornicación; Homosexual,
(1) La persona que no es de linaje is- comportamiento; Inmoralidad
raelita llega a ser miembro de la familia sexual; Sensual, sensualidad
de Abraham y de la casa de Israel por La relación sexual ilícita entre el hom-
medio de la fe en Jesucristo, del arrepen- bre y la mujer. Aunque generalmente se
timiento, del bautismo por inmersión y refiere a la relación sexual entre una per-
de la recepción del Espíritu Santo (2 Ne. sona casada y otra que no es su cónyuge,
31:17–18; DyC 84:73–74; Abr. 2:6, 10–11). en las Escrituras también puede referirse
(2) Todos los que hayan recibido las a los que no tienen cónyuge.
ordenanzas salvadoras del Evangelio En algunas ocasiones se emplea el
llegan a ser hijos e hijas de Jesucristo adulterio como símbolo para ilustrar
mediante la continua obediencia a Sus la apostasía de una nación o de todo
mandamientos (Rom. 8:15–17; Gál. 3:24– un pueblo que se aparta de las vías del
29; 4:5–7; Mos. 5:7–8). Señor (Núm. 25:1–3; Jer. 3:6–10; Ezeq.
Adorar. Véase también Trinidad 16:15–59; Oseas 4).

Es amar y reverenciar a Dios y rendirle José no quiso cometer este gran mal,
servicio y devoción (DyC 20:19). La ado- y pecar contra Dios, Gén. 39:7–12. No
ración comprende la oración, el ayuno, cometerás adulterio, Éx. 20:14.
el servicio en la Iglesia, la participación Cualquiera que mira a una mujer para
en las ordenanzas del Evangelio y las codiciarla, ya adulteró con ella en su
demás prácticas que pongan de mani- corazón, Mateo 5:28. Ni los fornicarios
fiesto devoción y amor a Dios. ni los adúlteros heredarán el reino de
Dios, 1 Cor. 6:9–10. A los fornicarios y a
No tendrás dioses ajenos delante de los adúlteros los juzgará Dios, Heb. 13:4.
mí, Éx. 20:3 (Éx. 32:1–8, 19–35; Sal. 81:9). El adulterio es el más abominable de
Adorad al Padre en espíritu y en todos los pecados, salvo el de derramar
verdad, Juan 4:23. Adorad a aquel que sangre inocente o el de negar al Espíritu
hizo el cielo y la tierra, Apoc. 14:7 (DyC Santo, Alma 39:3–5.
133:38–39). El que cometa adulterio y no se arre-
Debéis adorarlo con todo vuestro po- pienta, será expulsado, DyC 42:23–26. Si
der, mente y fuerza, 2 Ne. 25:29. Creye-
alguien comete adulterio en su corazón,
ron en Cristo y adoraron al Padre en su
no tendrá el Espíritu, DyC 63:14–16.
nombre, Jacob 4:5. Zenós enseñó que
el hombre debe orar y adorar en todo Adversario. Véase Diablo
lugar, Alma 33:3–11. Adorad a Dios, en
cualquier lugar en que estuviereis, en Adversidad. Véase también Castigar,
espíritu y en verdad, Alma 34:38. Los castigo; Persecución, perseguir;
del pueblo cayeron a los pies de Jesús, y Perseverar; Tentación, tentar
lo adoraron, 3 Ne. 11:17. Por medio de la adversidad, las tribu-
Todos los hombres deben arrepen- laciones, los problemas y la angustia, el
tirse y creer en el nombre de Jesucristo, hombre tendrá muchas experiencias que
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
7 Albedrío
le conducirán al desarrollo espiritual y Si alguno tiene sed, venga a mí y beba,
al progreso eterno si se vuelve al Señor. Juan 7:37.
Vuestro Dios, que os guarda de todas La barra de hierro conducía a la fuente
vuestras aflicciones y angustias, 1 Sam. de aguas vivas, 1 Ne. 11:25.
10:19. Clamaron a Jehová en su angustia, Bebed de las aguas de la vida libre-
mente, DyC 10:66. Mis mandamien-
Sal. 107:6, 13, 19, 28. Aunque el Señor nos
tos serán un manantial de aguas vivas,
dé pan de congoja, no nos serán quitados
DyC 63:23.
nuestros maestros, Isa. 30:20–21.
Es preciso que haya una oposición en Alabanza, alabar. Véase Acción
todas las cosas, 2 Ne. 2:11. de gracias, agradecido,
Si nunca tuviesen lo amargo, no po- agradecimiento; Adorar; Gloria
drían conocer lo dulce, DyC 29:39. Tu Expresión de gratitud y veneración a
adversidad no será más que por un breve Dios. Reconocimiento de su poder y su
momento, DyC 121:7–8. Todas estas co- grandeza. Las alabanzas son parte de la
sas te servirán de experiencia, y serán adoración al Señor.
para tu bien, DyC 122:5–8.
Jehová es mi Dios, y lo alabaré, Éx.
Prueban lo amargo para saber apreciar
15:2. Alabad a Jehová, invocad su nom-
lo bueno, Moisés 6:55.
bre, 1 Cró. 16:8. Alabaré a Jehová con-
Agar. Véase también Abraham; Ismael forme a su justicia, Sal. 7:17. Lleguemos
hijo de Abraham ante su presencia con alabanza, Sal. 95:2.
Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la
En el Antiguo Testamento, sierva egip-
tierra, Mateo 11:25 (Lucas 10:21). Sed lle-
cia de Sara. Fue esposa de Abraham y
nos del Espíritu, cantando y alabando al
la madre de Ismael (Gén. 16; 25:12; DyC
Señor, Efe. 5:18–19. ¿Está alguno alegre?
132:34, 65). El Señor le prometió que la
Cante alabanzas, Stg. 5:13.
descendencia de su hijo se convertiría en Confiaba en mi Dios, y lo alababa todo
una gran nación (Gén. 21:9–21). el día, 1 Nefi 18:16. Alabaré el santo nom-
Agripa. Véase también Pablo bre de mi Dios, 2 Nefi 9:49 (2 Nefi 22:4).
El que reconozca el poder de Dios le
Herodes Agripa II, en el Nuevo Tes-
dará alabanza, DyC 52:17. Si te sientes
tamento, hijo de Herodes Agripa I y
alegre, alaba al Señor con cantos, y con
hermano de Berenice y Drusila. Fue oración y acción de gracias, DyC 136:28.
rey de Calcis, región del monte Líbano.
Escuchó al apóstol Pablo y dijo que este Albedrío. Véase también Libertad,
casi le había persuadido a ser cristiano libre; Responsabilidad, responsable
(Hech. 25–26; JS—H 1:24). La facultad y el privilegio que Dios
da a las personas de escoger y actuar
Agua(s) viva(s). Véase también
por sí mismas.
Jesucristo
De todo árbol podrás comer, Gén. 2:16.
Símbolo del Señor Jesucristo y de Sus
Escogeos hoy a quién sirváis, Josué 24:15
enseñanzas. Así como el agua es esencial
(Alma 30:8; Moisés 6:33).
para sostener la vida terrenal, el Salva-
El hombre no podía actuar por sí a
dor y Sus enseñanzas (aguas vivas) son
menos que fuera tentado, 2 Ne. 2:15–16.
esenciales para la vida eterna.
Los hombres son libres para escoger la
Sacaréis con gozo aguas de las fuentes libertad y la vida eterna, o la cautividad
de la salvación, Isa. 12:3. Me dejaron a y la muerte, 2 Ne. 2:27. Sois libres; se os
mí, fuente de agua viva, Jer. 2:13. permite obrar por vosotros mismos,
El que bebiere del agua que yo le Hel. 14:30.
daré, no tendrá sed jamás, Juan 4:6–15. Alejó de mí a la tercera parte de las
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Alfa y Omega 8
huestes del cielo, a causa de su albedrío, el agua, y la sangre, y el espíritu, y
DyC 29:36. Es menester que el diablo así habéis llegado a ser alma viviente,
tiente a los hijos de los hombres, o estos Moisés 6:59.
no podrían ser sus propios agentes, DyC El valor de las almas: Todos los seres
29:39. Escoja todo varón por sí mismo, humanos son hijos espirituales de Dios,
DyC 37:4. Para que todo hombre pueda quien se interesa en cada uno de ellos y
obrar de acuerdo con el albedrío moral considera importante a cada uno. Por ser
que yo le he dado, DyC 101:78. Sus hijos, tienen el potencial de llegar a
Satanás pretendió destruir el albedrío ser como Él. Por consiguiente, grande es
del hombre, Moisés 4:3. El Señor dio al el valor de ellos.
hombre su albedrío, Moisés 7:32.
Hay gozo delante de los ángeles de
Alfa y Omega. Véase también Dios por un pecador que se arrepiente,
Jesucristo Lucas 15:10. Porque de tal manera amó
Alfa es la primera letra del alfabeto Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
griego; Omega es la última. Son también Unigénito, Juan 3:16.
nombres que se han dado a Jesucristo, y No podían soportar que alma hu-
se emplean como símbolos para indicar mana alguna pereciera, Mos. 28:3. ¿No
que Cristo es el principio y el fin (Apoc. es un alma tan preciosa para Dios ahora,
1:8; DyC 19:1). como lo será en el tiempo de su venida?,
Alma 39:17.
Alma. Véase también Cuerpo; Espíritu Lo que será de mayor valor para ti será
En las Escrituras se habla de las almas traer almas a mí, DyC 15:6. Recordad
en tres sentidos: (1) refiriéndose a los que el valor de las almas es grande a la
seres espirituales, tanto antes de nacer vista de Dios, DyC 18:10–15.
como después de morir (Alma 40:11–14; Esta es mi obra y mi gloria: Llevar a
Abr. 3:23), (2) hablando del espíritu y el cabo la inmortalidad y la vida eterna del
cuerpo mortal, unidos en la vida terrenal hombre, Moisés 1:39.
(DyC 88:15; Abr. 5:7) y (3) cuando se trata
Alma hijo de Alma. Véase también
de un ser inmortal y resucitado cuyo
Alma, padre; Amulek; Mosíah, hijos
espíritu y cuerpo se han unido insepa-
rablemente (2 Ne. 9:13; DyC 88:15–16). de

La sangre hace expiación por el alma, En el Libro de Mormón, el primer juez


Lev. 17:11. Jehová confortará mi alma, superior y profeta de la nación nefita. En
Sal. 23:1–3. su juventud procuró destruir la Iglesia
Amarás al Señor tu Dios con toda tu (Mos. 27:8–10). No obstante, se le apare-
alma, Mateo 22:37 (Mar. 12:30). ció un ángel y se convirtió al Evangelio
El diablo engaña sus almas, 2 Ne. (Mos. 27:8–24; Alma 36:6–27). Posterior-
28:21. Ofrecedle vuestras almas enteras mente, renunció al puesto de juez supe-
como ofrenda, Omni 1:26. La palabra rior para dedicarse a enseñar al pueblo
empieza a ensanchar mi alma, Alma (Alma 4:11–20).
32:28. Su alma nunca tendrá hambre ni El libro de Alma: Uno de los libros que
sed, 3 Ne. 20:8. El pan y el agua sacra- se encuentran en el Libro de Mormón,
mentales son santificados para las almas el cual consta de un compendio de los
de todos los que participen de ellos, registros de los profetas Alma hijo de
Moro. 4–5 (DyC 20:77–79). Alma, y su hijo Helamán. Los aconteci-
Los obreros del reino traen salvación mientos que se describen en el libro tu-
a su alma por medio de su servicio, DyC vieron lugar aproximadamente entre los
4:2, 4. El valor de las almas es grande, años 91 y 52 a.C. El libro contiene 63 capí-
DyC 18:10. tulos; en los primeros cuatro se describe
Habéis nacido en el mundo mediante la rebelión de los seguidores de Nehor y
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
9 Altar
Amlici contra los nefitas. Las resultantes sumo sacerdote, Alma 4:4 (Mos. 29:42;
guerras fueron de las más destructivas Alma 5:3).
de la historia nefita hasta esa época. Los
Almacén. Véase también Bienestar
capítulos del 5 al 16 contienen el relato de
los primeros viajes misionales de Alma, Lugar donde el obispo recibe y man-
incluso el sermón sobre el Buen Pastor tiene en depósito las ofrendas consagra-
(Alma 5) y su predicación con Amulek das de los Santos de los Últimos Días y
en la ciudad de Ammoníah. Los capítu- de donde las reparte a los pobres. Este
los del 17 al 27 contienen el relato sobre almacén puede ser grande o pequeño
los hijos de Mosíah y su ministerio entre según lo que dicten las circunstancias.
los lamanitas. Los capítulos del 28 al 44 Los santos fieles contribuyen con sus ta-
contienen algunos de los sermones más lentos, habilidades, materiales y medios
importantes de Alma. En el capítulo 32, económicos, que ponen a disposición del
Alma compara la palabra a una semilla; obispo para atender a los pobres en los
en el 36, se encuentra el relato que hizo momentos de necesidad. Por lo tanto,
a su hijo Helamán de la historia de su entre lo que contenga un almacén puede
propia conversión. En los capítulos del haber una lista de servicios disponibles,
39 al 42, se encuentran los consejos de dinero, alimentos y otros artículos. El
Alma a su hijo Coriantón, que había obispo es el agente del almacén y reparte
faltado a la moral; en este importante los bienes y los servicios de acuerdo con
sermón, explica la justicia, la misericor- las necesidades y según las indicaciones
dia, la Resurrección y la Expiación. En del Espíritu del Señor (DyC 42:29–36;
los capítulos del 45 al 63 se describen las 82:14–19).
guerras nefitas de aquellos tiempos y las Junten toda la provisión para los siete
migraciones bajo la dirección de Hagot. años de hambre, Gén. 41:34–36, 46–57.
Grandes líderes como el capitán Moroni, Traed todos los diezmos al alfolí, Mal.
Teáncum y Lehi ayudaron a preservar 3:10 (3 Ne. 24:10).
a los nefitas con sus actos valerosos y Desígnele el obispo un almacén a esta
oportunos. Iglesia, DyC 51:13. El exceso de bienes
se entregará al almacén del Señor, DyC
Alma, padre
70:7–8. Los santos deben organizarse y
Profeta nefita del Libro de Mormón establecer un almacén, DyC 78:1–4. Los
que organizó la Iglesia en los tiempos niños tienen derecho a los bienes del al-
del inicuo rey Noé. macén del Señor si sus padres no tienen
Sacerdote del inicuo rey Noé y des- los medios para mantenerlos, DyC 83:5.
cendiente de Nefi, Mos. 17:1–2. Después
Altar. Véase también Sacrificios
de escuchar Alma a Abinadí y de haber
creído en sus palabras, el rey hizo que Un retablo que se usaba para hacer
le echaran de entre ellos. Él huyó, se es- sacrificios, ofrendas, y también para la
condió y escribió todo lo que Abinadí adoración.
había dicho, Mos. 17:3–4. Se arrepin- Noé edificó un altar ante el Señor y
tió y enseñó las palabras de Abinadí, ofreció holocaustos, Gén. 8:20. Abraham
Mos. 18:1. Fue bautizado y bautizó a edificó un altar a Jehová, Gén. 12:7–8.
muchas personas en las aguas de Mor- Abraham ató a Isaac, su hijo, sobre el al-
món, Mos. 18:12–16. Organizó la Iglesia, tar, Gén. 22:9 (Gén. 22:1–13). Jacob edificó
Mos. 18:17–29. Llegó a Zarahemla con su allí un altar, y llamó al lugar El-bet-el,
pueblo, Mos. 24:25. Le fue dada la auto- Gén. 35:6–7. Elías el Profeta edificó un
ridad sobre la Iglesia, Mos. 26:8. Juzgó altar y desafió a los sacerdotes de Baal,
a los miembros y dirigió la Iglesia, Mos. 1 Rey. 18:17–40.
26:34–39. Confirió a su hijo el oficio de Si traes tu ofrenda al altar, reconcíliate
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Amalecitas 10
primero con tu hermano, Mateo 5:23–24. Amlici, amlicitas
Vi bajo el altar las almas de los que ha- En el Libro de Mormón, un hombre
bían sido muertos por causa de la pala- que dirigió a un grupo de nefitas que de-
bra de Dios, Apoc. 6:9 (DyC 135:7). seaba tener rey durante el reinado de los
Lehi erigió un altar de piedras y dio jueces. Esos nefitas, llamados amlicitas,
gracias al Señor, 1 Ne. 2:7. se rebelaron abiertamente contra Dios,
Abraham fue librado de la muerte por lo que fueron maldecidos (Alma 2–3).
después que lo habían puesto sobre un
altar de Elkénah, Abr. 1:8–20. Ammón, descendiente de
Zarahemla. Véase también Limhi
Amalecitas
En el Libro de Mormón, hombre fuerte
En el Antiguo Testamento, tribu árabe y poderoso que dirigió una expedición
que vivía en el desierto de Parán entre el desde Zarahemla hasta la tierra de
Arabá y el Mediterráneo. Los amalecitas Lehi-Nefi (Mos. 7:1–16). Le mostraron
estuvieron constantemente en guerra unos registros antiguos, y Ammón ex-
con los hebreos desde los días de Moi- plicó lo que es un vidente (Mos. 8:5–18).
sés (Éx. 17:8) hasta los tiempos de Saúl y Posteriormente ayudó a rescatar al rey
David (1 Sam. 15; 27:8; 30; 2 Sam. 8:11–12). Limhi y a su pueblo de los lamanitas
Amalekitas y a llevarlos de regreso a Zarahemla
(Mos. 22).
En el Libro de Mormón, grupo de
apóstatas nefitas que dirigió a los la- Ammón hijo de Mosíah. Véase
manitas en guerra contra los nefitas también Anti-nefi-lehitas; Mosíah
(Alma 21–24; 43). hijo de Benjamín; Mosíah, hijos de
Amalickíah En el Libro de Mormón, hijo del rey
Mosíah. Ammón fue un misionero cu-
En el Libro de Mormón, traidor nefita
yos esfuerzos diligentes dieron como
que ascendió al poder entre los lama-
resultado la conversión de muchas al-
nitas y los dirigió en guerra contra los
mas a Cristo.
nefitas (Alma 46–51).
En una época fue un incrédulo que
Amén. Véase también Oración se ocupaba en destruir la Iglesia, Mos.
Significa “que así sea” o “así es”. El 27:8–10, 34. A él y a sus compañeros se
vocablo amén se usa para expresar una les apareció un ángel, Mos. 27:11. Se
aceptación y un acuerdo sinceros o so- arrepintió y comenzó a predicar la pala-
lemnes (Deut. 27:14–26) o para afirmar bra de Dios, Mos. 27:32–28:8. Rehusó ser
la verdad (1 Rey. 1:36). En la actualidad, nombrado rey y, en lugar de ello, fue a la
al final de las oraciones, los testimonios tierra de los lamanitas para predicar la
y los discursos, los que escuchan la ora- palabra de Dios, Alma 17:6–9. Ayunó y
ción o el mensaje pronuncian un amén oró para recibir guía, Alma 17:8–11. Los
audible para indicar su acuerdo y acep- lamanitas lo ataron y lo llevaron ante el
tación de lo dicho. rey Lamoni, Alma 17:20–21. Salvó los re-
En los tiempos del Antiguo Testa- baños del rey, Alma 17:26–39. Predicó a
mento, amén era la respuesta correcta de Lamoni, Alma 18:1–19:13. Dio gracias a
la persona a quien se proponía un jura- Dios y cayó dominado por el gozo, Alma
mento (1 Cró. 16:7, 35–36; Neh. 5:12–13; 19:14. Sus conversos nunca más se des-
8:2–6). Se le llama a Cristo “el Amén, el viaron, Alma 23:6. Se regocijó de ser un
testigo fiel y verdadero” (Apoc. 3:14). instrumento en las manos de Dios para
En la escuela de los profetas, amén tam- llevar a miles de lamanitas a la verdad,
bién servía de señal de convenio (DyC Alma 26:1–8 (Alma 26). Condujo al pue-
88:133–135). blo de Anti-Nefi-Lehi a un lugar seguro,
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
11 Amós
Alma 27. Sintió gran gozo al reunirse con Juan 21:15–17. Nada nos podrá separar
Alma, Alma 27:16–18. del amor de Dios, que es en Cristo, Rom.
8:35–39. Ojo no vio las cosas que Dios ha
Amonestación, amonestar. Véase
preparado para los que le aman, 1 Cor.
también Atalaya, atalayar; Velar
2:9. Servíos por amor los unos a los otros,
Advertir o prevenir. Los profetas, los Gál. 5:13. Maridos, amad a vuestras mu-
líderes y los padres amonestan y ense- jeres, Efe. 5:25 (Col. 3:19). No améis al
ñan a otras personas a ser obedientes al mundo, 1 Juan 2:15. Dios es amor, 1 Juan
Señor y a Sus enseñanzas. 4:8. Nosotros le amamos a él, porque él
Jacob amonestó al pueblo de Nefi nos amó primero, 1 Juan 4:19.
acerca de toda clase de pecados, Jacob Cristo sufrió por motivo de su amo-
3:12. rosa bondad para con los hombres, 1 Ne.
La voz de amonestación irá a todo 19:9. Debéis seguir adelante teniendo
pueblo, DyC 1:4. Sea vuestra predicación amor por Dios y por todos los hombres,
la voz de amonestación, DyC 38:41. Este 2 Ne. 31:20. Enseñad a vuestros hijos a
es un día de amonestación, DyC 63:58. amarse mutuamente y a servirse el uno
Todo hombre que ha sido amonestado, al otro, Mos. 4:15. Si habéis sentido el
amoneste a su prójimo, DyC 88:81. Os he deseo de cantar la canción del amor que
amonestado y os prevengo, dándoos esta redime: ¿Podéis sentir esto ahora?, Alma
palabra de sabiduría, DyC 89:4. 5:26. Sed guiados por el Santo Espíritu,
Amor. Véase también Caridad; volviéndoos pacientes, llenos de amor,
Compasión; Enemistad Alma 13:28. Procura refrenar todas tus
pasiones para que estés lleno de amor,
Profunda devoción y afecto. El amor a
Alma 38:12. No había contenciones en la
Dios comprende devoción, adoración, re-
tierra, a causa del amor de Dios que mo-
verencia, ternura, misericordia, perdón,
raba en el corazón del pueblo, 4 Ne. 1:15.
compasión, gracia, servicio, gratitud y
bondad. El máximo ejemplo del amor Todo aquello que invita a amar a Dios
de Dios hacia Sus hijos se encuentra en y servirlo, es inspirado por Dios, Moro.
la expiación infinita de Jesucristo. 7:13–16. La caridad es el amor puro de
Cristo, Moro. 7:47. El amor perfecto dese-
Amarás a tu prójimo como a ti mismo, cha todo temor, Moro. 8:16 (1 Juan 4:18).
Lev. 19:18 (Mateo 5:43–44; 22:37–40; Rom. El amor es un requisito para efectuar
13:9; Gál. 5:14; Stg. 2:8; Mos. 23:15; DyC
la obra de Dios, DyC 4:5 (DyC 12:8).
59:6). Amarás a Jehová tu Dios de todo
Todos los que aman y sirven a Dios re-
tu corazón, Deut. 6:5 (Moro. 10:32; DyC
ciben la santificación, DyC 20:31. Si me
59:5). Jehová vuestro Dios os está pro-
amas, me servirás y guardarás todos mis
bando, para saber si amáis a Jehová vues-
mandamientos, DyC 42:29 (Juan 14:15).
tro Dios, Deut. 13:3. Jehová al que ama
Demostrad mayor amor hacia el que ha-
castiga, Prov. 3:12. En todo tiempo ama
el amigo, Prov. 17:17. yáis corregido o reprendido, DyC 121:43.
De tal manera amó Dios al mundo, Amaron a Satanás más que a Dios,
que ha dado a su Hijo Unigénito, Juan Moisés 5:13, 18, 28.
3:16 (DyC 138:3). Que os améis unos a Amós
otros; como yo os he amado, Juan 13:34
Profeta del Antiguo Testamento que
(Juan 15:12, 17; Moisés 7:33). Si me amáis,
guardad mis mandamientos, Juan 14:15 profetizó desde aproximadamente 792
(DyC 42:29). Nadie tiene mayor amor hasta 740 a.C., en los días de Uzías, rey
que este, que uno ponga su vida por sus de Judá, y Jeroboam, rey de Israel.
amigos, Juan 15:13. Simón, ¿me amas El libro de Amós: Libro del Antiguo
más que estos? Apacienta mis corderos, Testamento. Muchas de las profecías de
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Amulek 12
Amós amonestan a Israel y a las nacio- Ana, profetisa
nes circunvecinas a volver a la rectitud. En el Nuevo Testamento, profetisa de
En los capítulos del 1 al 5, se llama al la tribu de Aser. En la época del naci-
arrepentimiento a Israel y a las naciones miento de nuestro Señor, era una viuda
circunvecinas. En el capítulo 3, se explica de edad avanzada. Vio al niño Jesús
que el Señor revela Sus secretos a los cuando lo presentaron en el templo y
profetas y se advierte a Israel que, por lo reconoció como el Redentor (Lucas
causa de su transgresión, será destruido 2:36–38).
por un adversario. En los capítulos del 6
al 8, se profetiza la caída de Israel, mu- Ananías de Damasco. Véase también
chos años antes de la invasión asiria. En Pablo
el capítulo 9, se profetiza que Israel sería Discípulo cristiano de Damasco que
restaurado en su propia tierra. bautizó a Pablo (Hechos 9:10–18; 22:12).
Amulek. Véase también Alma hijo de Ananías de Jerusalén
Alma
En el Nuevo Testamento, se relata que
En el Libro de Mormón, compañero él y su esposa Safira mintieron al Se-
misional de Alma, hijo.
ñor, reteniendo una porción del dinero
Recibió la visita de un ángel, Alma que debían consagrar al Señor. Cuando
8:20; 10:7. Recibió a Alma en su hogar, Pedro los confrontó, ambos cayeron al
Alma 8:21–27. Predicó con poder al pue- suelo y murieron (Hechos 5:1–11).
blo de Ammoníah, Alma 8:29–32; 10:1–11.
Era descendiente de Nefi, Lehi y Ma- Anás. Véase también Caifás
nasés, Alma 10:2–3. Testificó de la ver- En el Nuevo Testamento, hombre de
dad, Alma 10:4–11. Llamó al pueblo al gran influencia en el Sanedrín. Cuando
arrepentimiento y fue rechazado, Alma se aprehendió a Jesús, se le llevó primero
10:12–32. Disputó con Zeezrom, Alma ante él (Juan 18:13); también desempeñó
11:20–40. Enseñó acerca de la resurrec- un papel importante en el juicio de los
ción, el juicio y la restauración, Alma Apóstoles (Hech. 4:3–6).
11:41–45. Quiso detener el martirio de
los creyentes, Alma 14:9–10. Fue encar- Anciano. Véase Élder (anciano)
celado junto con Alma, Alma 14:14–23.
Anciano de Días. Véase Adán
Por medio de la fe, se libró de la prisión,
Alma 14:24–29. Testificó de la Expiación, Andar, andar con Dios. Véase
la misericordia y la justicia, Alma 34:8– también Camino (vía); Obediencia,
16. Enseñó acerca de la oración, Alma obediente, obedecer; Rectitud, recto
34:17–28. Instó al pueblo a no demorar Estar en armonía con las enseñanzas
el arrepentimiento, Alma 34:30–41. La fe de Dios y vivir como Dios desea que viva
de Alma y Amulek hizo que se derriba- Su pueblo; ser receptivo y obediente a la
ran los muros de la prisión, Éter 12:13.
inspiración del Espíritu Santo.
Ana, madre de Samuel. Véase también El Señor probó al pueblo, para ver si
Samuel, profeta del Antiguo andaba en su ley, o no, Éx. 16:4. Jehová
Testamento no quitará el bien a los que andan en
Madre de Samuel, profeta del Antiguo integridad, Sal. 84:11. Los que anden
Testamento e hijo que el Señor dio a Ana en las ordenanzas del Señor y guarden
en respuesta a sus oraciones (1 Sam. 1:11, sus decretos y los cumplan, serán su
20–28). Ana dedicó su hijo Samuel al pueblo, Ezeq. 11:20–21 (Deut. 8:6). Lo
Señor. Su cántico de gratitud se puede que pide Jehová de ti: solamente es. . .
comparar con el de María, la madre de humillarte para andar con Dios, Miq.
Jesús (1 Sam. 2:1–10; Lucas 1:46–55). 6:8 (DyC 11:12).
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
13 Anticristo
Andad en la luz, como él está en luz, espíritus que siguieron a Lucifer en la
1 Juan 1:7 (2 Juan 1:6; 3 Juan 1:4; 4 Ne. batalla de los cielos y fueron lanzados
1:12). fuera de la presencia de Dios en la vida
Caminen por la senda estrecha que preterrenal y arrojados a la tierra (Apoc.
guía a la vida, 2 Ne. 33:9. El rey Benja- 12:1–9; 2 Ne. 9:9, 16; DyC 29:36–37).
mín anduvo con la conciencia limpia de- Jacob vio ángeles de Dios que subían y
lante de Dios, Mos. 2:27. Nuestro deber descendían por una escalera, Gén. 28:12.
es andar sin culpa según el santo orden Ángeles de Dios salieron al encuentro
de Dios, Alma 7:22. de Jacob, Gén. 32:1–2. Gedeón vio un
Los miembros de la Iglesia manifes- ángel del Señor cara a cara, Jue. 6:22. Un
tarán buen comportamiento y proceder, ángel extendió su mano sobre Jerusalén
DyC 20:69. Dad oído al profeta y andad para destruirla, 2 Sam. 24:16. Un ángel
con toda santidad delante del Señor, tocó al profeta Elías y le dijo: Levántate,
DyC 21:4. Enseñad a vuestros hijos a come, 1 Rey. 19:5–7. Daniel vio al ángel
orar y a andar rectamente delante del Gabriel en una visión, Dan. 8:15–16. El
Señor, DyC 68:28. ángel Miguel ayudó a Daniel, Dan. 10:13.
Permanecerás en mí, y yo en ti; por El ángel Gabriel fue enviado por Dios,
tanto, anda conmigo, Moisés 6:34. Lucas 1:19, 26–27. A los ángeles indignos
Andrés los puso en prisiones hasta el juicio, Ju-
das 1:6 (2 Pe. 2:4).
En el Nuevo Testamento, hermano de La multitud vio ángeles que descen-
Simón Pedro y uno de los Doce Após- dían del cielo, 3 Ne. 17:24. Moroni escri-
toles llamados por Jesús durante Su bió acerca de la ministración de ángeles,
ministerio terrenal (Mateo 4:18–19; Mar. Moro. 7:25–32.
1:16–18, 29). El Sacerdocio Aarónico tiene las llaves
Ángeles del ministerio de ángeles, DyC 13. Mo-
roni, Juan el Bautista, Pedro, Santiago,
Hay dos clases de seres celestiales lla-
Juan, Moisés, Elías el Profeta y Elías fue-
mados ángeles: los que son solamente
ron todos ángeles que ministraron a José
espíritus y los que tienen un cuerpo de
Smith, DyC 27:5–12. No podéis aguantar
carne y huesos. Los ángeles que son solo
ahora la ministración de ángeles, DyC
espíritus son aquellos seres que todavía
67:13. Miguel, el arcángel, es Adán, DyC
no han obtenido un cuerpo de carne y
107:54. Los ángeles que son seres resuci-
huesos, o los que una vez lo tuvieron
tados tienen cuerpo de carne y huesos,
pero han muerto y esperan la resurrec-
DyC 129. No hay ángeles que ministren
ción. Los ángeles que poseen un cuerpo
en esta tierra sino los que pertenecen a
de carne y huesos son los que han resu-
ella, DyC 130:5. Los que no obedecen
citado de entre los muertos o han sido
la ley de Dios del matrimonio eterno ni
trasladados.
se casan ni se dan en casamiento, sino
En las Escrituras hay muchas referen-
que son nombrados ángeles en el cielo,
cias en cuanto a la obra de los ángeles.
DyC 132:16–17.
En algunos pasajes los ángeles hablan
con voz de trueno al comunicar los Ángeles ministrantes. Véase Ángeles
mensajes de Dios (Mos. 27:11–16). Tam-
bién se puede llamar ángeles a hombres Anticristo. Véase también Diablo
mortales justos (TJS, Gén. 19:15 [Apén- Toda persona o todo aquello que sea
dice — Biblia]). Algunos ángeles prestan una representación falsa del verdadero
servicio alrededor del trono de Dios en plan de salvación del Evangelio, y que
los cielos (Alma 36:22). manifiesta o secretamente se oponga a
En las Escrituras se habla también de Cristo. Juan el Revelador describió al
los ángeles del demonio. Estos son los anticristo diciendo que es un mentiroso
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Antiguo Testamento 14
(1 Juan 2:18–22; 4:3–6; 2 Juan 1:7). El ma- de los que se arrepintieran, recibieran
yor anticristo es Lucifer, pero tiene mu- las ordenanzas y vivieran el Evangelio.
chos colaboradores, tanto entre los seres Los libros de los profetas son: Isaías,
mortales como entre los espíritus. Jeremías, Ezequiel, Daniel, Oseas, Joel,
El hijo de perdición se opone y se le- Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahúm,
vanta contra todo lo que se llama Dios, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías y
2 Tes. 2:1–12. Engaña a los moradores Malaquías.
de la tierra con grandes señales, Apoc. La mayor parte de los libros del Anti-
13:13–17. guo Testamento se escribieron en hebreo,
Sherem negó a Cristo y engañó a mu- aunque unos pocos contienen escritos
chos, Jacob 7:1–23. Nehor enseñó doc- en arameo, otro idioma semítico de la
trinas falsas, estableció una iglesia e época.
introdujo la superchería sacerdotal entre Anti-nefi-lehitas. Véase también
el pueblo, Alma 1:2–16. Korihor, el anti- Ammón hijo de Mosíah; Helamán,
cristo, se burló de Cristo, de la Expiación hijos de; Mosíah, hijos de
y del espíritu de profecía, Alma 30:6–60.
En el Libro de Mormón, nombre que
Antiguo Testamento. Véase también tomaron los lamanitas convertidos por
Biblia; Escrituras; Pentateuco los hijos de Mosíah. Después de su con-
Escritos de profetas antiguos que ac- versión, los de este pueblo, llamado tam-
tuaron bajo la influencia del Espíritu bién el pueblo de Ammón, fueron fieles
Santo y que, en el transcurso de muchos hasta el fin de sus vidas. (Alma 23:4–7,
siglos, testificaron de Cristo y de Su fu- 16–17; 27:20–27).
turo ministerio. También contiene un Se pusieron el nombre de anti-nefi-
registro de la historia de Abraham y sus lehitas, Alma 23:16–17; 24:1. Rehusaron
descendientes, partiendo de Abraham derramar sangre y enterraron sus armas,
y el convenio, o testamento, que hizo el Alma 24:6–19. Sus hijos se prepararon
Señor con él y su posteridad. para la guerra y escogieron a Helamán
Los primeros cinco libros del Antiguo para ser su caudillo, Alma 53:16–19; 56–
Testamento fueron escritos por Moisés y 58 (a estos jóvenes también se les conoce
son: Génesis, Éxodo, Levítico, Números como los dos mil jóvenes ammonitas).
y Deuteronomio. En Génesis se refiere
Apartamiento. Véase también
el origen de la tierra, del género hu-
Imposición de manos; Llamado,
mano, de los idiomas y las razas, y del
llamado por Dios, llamamiento
comienzo de la casa de Israel.
Los libros históricos relatan los aconte- Ser elegido y consagrado para fines
cimientos que ocurrieron a Israel. Estos santos. Este nombramiento se da para
libros son: Josué, Jueces, Rut, 1 y 2 Sa- prestar un servicio específico dentro de
muel, 1 y 2 Reyes, 1 y 2 Crónicas, Esdras, la organización de la Iglesia mediante la
Nehemías y Ester. imposición de manos de uno que tenga
Los libros poéticos contienen algo de la debida autoridad. Solamente los que
la sabiduría y la aptitud literaria de los presiden los cuórums del sacerdocio
profetas. Estos son: Job, Salmos, Prover- reciben llaves al ser apartados. Las per-
bios, Eclesiastés, Cantares de Salomón y sonas a las que se aparta para cualquier
Lamentaciones. cargo que no sea el de presidente de un
Los profetas amonestaron a Israel to- cuórum pueden recibir una bendición
cante a sus pecados y testificaron de las del sacerdocio, pero con dicha bendición
bendiciones que se reciben mediante la no se les confieren llaves del sacerdocio.
obediencia. Profetizaron de la venida Apartadme a Bernabé y a Saulo para
de Cristo, quien expiaría los pecados la obra, Hech. 13:2–3.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
15 Apostasía
Quedan por ser apartados otros obis- 13 y del 17 al 19, Juan describe los inicuos
pos, DyC 68:14. El obispo es un juez reinos terrenales controlados por Sata-
común y debe ser apartado para ese nás y menciona el destino de esos reinos,
ministerio, DyC 107:17, 74. incluso la destrucción final del mal. En
El hombre debe ser llamado por Dios, los capítulos del 14 al 16, se habla de los
por profecía y la imposición de manos, santos justos en medio del mal poco an-
AdeF 1:5. tes de la segunda venida de Cristo. En
los capítulos del 20 al 22, se describen el
Apocalipsis. Véase también Juan hijo
Milenio, la hermosa ciudad de la Nueva
de Zebedeo
Jerusalén y los acontecimientos finales
El título del último libro del Nuevo de la historia de la tierra.
Testamento; también puede significar
cualquier revelación extraordinaria. De- Apócrifos. Véase también Biblia;
riva de una palabra griega que significa Escrituras
“revelación”. El libro se compone de una Libros sagrados del pueblo judío que
revelación que recibió el apóstol Juan, no fueron incluidos en la Biblia hebrea
en la cual se le permitió ver la historia pero que se han conservado en las de
del mundo, en especial los últimos días algunas iglesias cristianas. A menudo
(Apoc. 1:1–2; 1 Ne. 14:18–27; DyC 77). son útiles para emplear como eslabón
Juan recibió esta revelación en el día que une los dos Testamentos (Antiguo
del Señor mientras se encontraba en la y Nuevo); en la Iglesia se les considera
isla de Patmos (Apoc. 1:9–10), cerca de lectura provechosa.
la costa de Asia, no muy lejos de Éfeso.
En general, los libros apócrifos se han
Se desconoce la fecha exacta de la re-
traducido correctamente, pero contie-
velación.
nen interpolaciones incorrectas, DyC
El pasaje de 1 Nefi 14:18–27 y la sección
91:1–3. El que sea iluminado por el Es-
77 de Doctrina y Convenios (Éter 4:15–16)
píritu logrará beneficio de estos libros,
son claves para comprender el libro.
Los capítulos del 1 al 3 constituyen DyC 91:4–6.
una introducción al libro y cartas a las Apostasía. Véase también Rebelión;
siete iglesias de Asia, las cuales escribió Restauración del Evangelio
Juan para ayudar a los santos a resolver
El hecho de que las personas, la Igle-
ciertos problemas. En los capítulos 4 y
sia o naciones enteras se aparten de la
5, se registran visiones que Juan recibió
verdad.
y que muestran la majestuosidad y el
poder justo de Dios y de Cristo. En los Apostasía general: Israel tenía que cui-
capítulos del 6 al 9 y el 11, Juan habla darse de que su corazón no se apartara
de haber visto un libro sellado con siete del Señor, Deut. 29:18. Sin profecía el
sellos, cada uno de los cuales represen- pueblo se desenfrena, Prov. 29:18. Que-
taba mil años de la historia temporal de brantaron el convenio sempiterno, Isa.
la tierra. Estos capítulos tienen que ver 24:5.
principalmente con los acontecimientos Soplaron vientos contra aquella casa;
encerrados en el séptimo sello (véase y cayó, Mateo 7:27. Estoy maravillado
Apoc. 8–9; 11:1–15). En el capítulo 10, de que tan pronto os hayáis alejado para
se describe un libro que Juan comió, el seguir un evangelio diferente, Gál. 1:6.
cual representa una misión futura que el Los que habían entrado en el sendero
Apóstol cumpliría. En el capítulo 12, se correcto se perdieron en el vapor de
relata la visión del mal que comenzó en tinieblas, 1 Ne. 8:23 (1 Ne. 12:17). Des-
el cielo cuando Satanás se rebeló y fue pués que hubieron probado el fruto,
expulsado. La guerra que comenzó allí cayeron en senderos prohibidos, 1 Ne.
continúa sobre la tierra. En los capítulos 8:28. La apostasía de los nefitas fue un
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Apóstol 16
gran tropiezo para los que no eran de la de la gente estaba lejos de Dios, JS—H
Iglesia, Alma 4:6–12. Muchos miembros 1:19.
de la Iglesia se volvieron orgullosos y
Apóstol. Véase también Discípulo;
persiguieron a otros miembros, Hel.
Revelación
3:33–34 (Hel. 4:11–13; 5:2–3). Cuando el
Señor hace prosperar a los de su pueblo, En griego, el vocablo apóstol significa
ellos a veces endurecen sus corazones y “el que es enviado”. Fue el título que
se olvidan de Él, Hel. 12:2; 13:38. Los ne- Jesús dio a los Doce a quienes eligió y
fitas endurecieron sus corazones y caye- ordenó para ser los discípulos y ayu-
ron bajo el poder de Satanás, 3 Ne. 2:1–3. dantes más allegados a Él durante Su
Moroni profetizó acerca de la apostasía ministerio en la tierra (Lucas 6:13; Juan
de los últimos días, Morm. 8:28, 31–41. 15:16). Los mandó para que lo represen-
La apostasía precederá a la Segunda taran y ministraran por Él después de
Venida, DyC 1:13–16. Su Ascensión a los cielos. Tanto en la
antigüedad como actualmente, en el
Apostasía de la Iglesia cristiana primi-
Cuórum de los Doce Apóstoles de la Igle-
tiva: Este pueblo se acerca a mí con su
sia restaurada, un apóstol es un testigo
boca, Isa. 29:10, 13. He aquí que tinieblas
especial de Jesucristo en todo el mundo
cubrirán la tierra, Isa. 60:2. El Señor en-
para dar testimonio de Su divinidad y
viará hambre de oír la palabra de Jehová,
Su resurrección de entre los muertos
Amós 8:11.
(Hech. 1:22; DyC 107:23).
Se levantarán falsos Cristos, y falsos
profetas, Mateo 24:24. Entrarán en medio La iglesia de Cristo está edificada so-
de vosotros lobos rapaces, Hech. 20:29. bre el fundamento de los apóstoles y
Estoy maravillado de que tan pronto os profetas, Efe. 2:20; 4:11.
hayáis alejado del que os llamó, Gál. 1:6. Lehi y Nefi vieron a los Doce Apósto-
Habrá una apostasía antes de la Segunda les que seguían a Jesús, 1 Ne. 1:10; 11:34.
Venida, 2 Tes. 2:3. Algunas personas se Los apóstoles juzgarán a la casa de Israel,
desviaron de la verdad, 2 Tim. 2:18. Ha- Morm. 3:18.
brá hombres que tendrán apariencia de Los que no presten atención a las pa-
piedad, pero negarán la eficacia de ella, labras de los profetas y apóstoles serán
2 Tim. 3:2–5. Vendrá tiempo cuando no desarraigados, DyC 1:14 (3 Ne. 12:1). Se
sufrirán la sana doctrina, 2 Tim. 4:3–4. revelaron el llamamiento y la misión de
Habrá falsos profetas y falsos maestros los Doce, DyC 18:26–36. José Smith fue
entre el pueblo, 2 Pe. 2:1. Algunos hom- ordenado apóstol, DyC 20:2; 21:1. Los
bres han entrado encubiertamente y nie- apóstoles son testigos especiales del
gan a Dios y a nuestro Señor Jesucristo, nombre de Cristo y poseen las llaves
Judas 1:4. Algunos hombres dijeron ser del ministerio, DyC 27:12 (DyC 112:30–
apóstoles, y no lo eran, Apoc. 2:2. 32). Los Doce Apóstoles constituyen un
Nefi vio el establecimiento de una cuórum igual en autoridad que la Pri-
iglesia grande y abominable, 1 Ne. 13:26. mera Presidencia, DyC 107:23–24. Los
Los gentiles han tropezado y establecido Doce son un Sumo Consejo Presidente
muchas iglesias, 2 Ne. 26:20. Viajante, DyC 107:33. Los apóstoles po-
Se han desviado de mis ordenanzas seen las llaves de la obra misional, DyC
y han violado mi convenio sempiterno, 107:35. Se describen algunos de los de-
DyC 1:15. Tinieblas cubren la tierra, y beres de los apóstoles, DyC 107:58. Digo
densa obscuridad la mente del pueblo, a todos los Doce: venid en pos de mí y
DyC 112:23. apacentad mis ovejas, DyC 112:14–15.
Se le dijo a José Smith que todas las Creemos en los apóstoles, AdeF 1:6.
iglesias estaban en error; que el corazón La selección de los Apóstoles: Los
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
17 Arca del convenio
apóstoles son escogidos por el Señor Arca. Véase también Arco iris; Diluvio
(Juan 6:70; 15:16). en los tiempos de Noé; Noé,
De entre Sus discípulos, Jesús esco- patriarca bíblico
gió a Doce Apóstoles, Lucas 6:13–16. En el Antiguo Testamento, navío que
Matías fue escogido para ser apóstol, construyó Noé para preservar la vida
Hech. 1:21–26. durante el Diluvio.
A Oliver Cowdery y a David Whit- Hazte un arca de madera de gofer,
mer se les mandó buscar a los Doce, Gén. 6:14. Reposó el arca sobre los mon-
DyC 18:37–39. tes de Ararat, Gén. 8:4.
Los barcos jareditas estaban ajustados
Árbol de la vida. Véase también Edén
como el arca de Noé, Éter 6:7.
Árbol en el Jardín de Edén y en el pa-
raíso de Dios (Gén. 2:9; Apoc. 2:7). En el Arca del convenio. Véase también
sueño de Lehi, el árbol de la vida repre- Tabernáculo
senta el amor de Dios, al que se refiere Conocida también como el arca de Je-
como el más grande de todos los dones hová, arca del testimonio, de la alianza
de Dios (1 Ne. 8; 11:21–22, 25; 15:36). o del pacto, el arca del convenio era un
Querubines y una espada encendida cofre o caja oblonga de madera recu-
guardaban el camino del árbol de la bierta de oro. Era el más antiguo y más
vida, Gén. 3:24 (Alma 12:21–23; 42:2–6). sagrado de los símbolos religiosos de los
Juan vio el árbol de la vida y las hojas israelitas. El propiciatorio colocado en-
eran para la sanidad de las naciones, cima del arca se consideraba la morada
Apoc. 22:2. terrenal de Jehová (Éx. 25:22). Al termi-
Lehi vio el árbol de la vida, 1 Ne. 8:10– narse la construcción del templo, el arca
35. Nefi vio el árbol que había visto su se colocó en el Lugar Santísimo, el lugar
padre, 1 Ne. 11:8–9. La barra de hierro más sagrado del santuario (1 Rey. 8:1–8).
conduce al árbol de la vida, 1 Ne. 11:25 Moisés hizo el arca por mandato de
(1 Ne. 15:22–24). Un abismo horroroso Dios, Éx. 25. A los hijos de Leví se les
separa del árbol de la vida a los inicuos, dio el mandato de encargarse del arca,
1 Ne. 15:28, 36. Era menester el fruto pro- Núm. 3:15, 31. El arca del convenio fue
hibido en oposición al árbol de la vida, delante de ellos, Núm. 10:33. Tomad este
2 Ne. 2:15. Venid a mí y participaréis del libro de la ley, y ponedlo al lado del arca
fruto del árbol de la vida, Alma 5:34, 62. del convenio, Deut. 31:24–26. Las aguas
Si nuestros primeros padres hubieran del Jordán se dividieron ante el arca
participado del árbol de la vida, habrían del convenio, Josué 3:13–17; 4:1–7. Los
sido miserables para siempre, Alma sacerdotes llevaron el arca del convenio
12:26. Si no cultiváis la palabra, nunca cuando Israel fue a conquistar Jericó,
podréis recoger el fruto del árbol de la Josué 6:6–20. Los filisteos capturaron el
vida, Alma 32:40. arca de Dios, 1 Sam. 5. El Señor bendijo
El Señor plantó el árbol de la vida en la casa de Obed-edom a causa del arca de
medio del jardín, Moisés 3:9 (Abr. 5:9). Dios, 2 Sam. 6:11–12. Uza fue muerto por
Dios sacó a Adán del Jardín de Edén, el Señor cuando desobedeció e intentó
para que no extendiera la mano y to- sostener el arca, 1 Cró. 13:9–12 (DyC
mara del árbol de la vida y viviera para 85:8). Edificad el santuario de Jehová
siempre, Moisés 4:28–31. Dios, para traer el arca del convenio,
1 Cró. 22:19.
Arboleda Sagrada. Véase Primera Se describe el contenido del arca del
Visión convenio, Heb. 9:4.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Arca del pacto 18
Arca del pacto. Véase Arca del porque la lucha comenzará en el sitio
convenio que lleva ese nombre. (Véase Ezeq. 39:11;
Zac. 12–14, particularmente 12:11; Apoc.
Arca de la alianza. Véase Arca del
16:14–21).
convenio
Arrepentimiento, arrepentirse.
Arcángel. Véase también Adán;
Véase también Confesar, confesión;
Miguel
Corazón quebrantado; Expiación,
Miguel, o Adán, es el arcángel, o án- expiar; Jesucristo; Perdonar;
gel mayor. Remisión de pecados
El Señor descenderá del cielo con voz Un cambio que se efectúa en el co-
de mando, con voz de arcángel, 1 Tes. razón y en el modo de pensar, lo cual
4:16. Miguel es el arcángel, Judas 1:9 significa adoptar una nueva actitud en
(DyC 29:26; 88:112; 128:20–21). cuanto a Dios, en cuanto a uno mismo
Arco iris. Véase también Arca; Diluvio y en cuanto a la vida en general. El arre-
en los tiempos de Noé; Noé, pentimiento implica que la persona se
patriarca bíblico aleje del pecado y entregue su corazón
y su voluntad a Dios, sometiéndose a
Señal visible del convenio de Dios los mandamientos y deseos del Padre y
con Noé (Gén. 9:11–17). En TJS, Génesis
abandonando el pecado. El verdadero
9:21–25 (Apéndice — Biblia), se explica
arrepentimiento nace del amor por el
que el convenio abarcaba además de la
Señor y del deseo sincero de obede-
promesa de que la tierra nunca más se-
cer Sus mandamientos. Toda persona
ría cubierta por las aguas, que la Sion
responsable de sus actos ha pecado en
de Enoc volverá y que el Señor volverá
alguna forma y debe arrepentirse a fin
a morar en la tierra.
de progresar hacia la salvación. Nuestro
Armadura arrepentimiento se hace efectivo y es
Especie de traje que se llevaba puesto aceptado por Dios solamente mediante
para proteger el cuerpo de golpes y de la expiación de Jesucristo.
estocadas de armas. El término también Quitad la iniquidad de vuestras obras
se usa para representar los atributos es- de delante de mis ojos; dejad de hacer
pirituales que nos protegen de la tenta- lo malo, Isa. 1:16. Convertíos, y apar-
ción y del mal. taos de todas vuestras transgresiones,
Vestíos de toda la armadura de Dios, Ezeq. 18:30–31.
Efe. 6:10–18 (DyC 27:15–18). Arrepentíos, porque el reino de los
cielos se ha acercado, Mateo 3:2. Habrá
Armagedón. Véase también Gog; más gozo en el cielo por un pecador que
Magog; Segunda venida de se arrepiente, Lucas 15:7. Dios manda a
Jesucristo todos los hombres en todo lugar, que se
El nombre Armagedón deriva de la ex- arrepientan, Hech. 17:30 (2 Ne. 9:23; 3 Ne.
presión hebrea Har Megiddon, que signi- 11:31–40; DyC 133:16). La tristeza que es
fica “montaña de Meguido”. El valle de según Dios produce arrepentimiento
Meguido se encuentra en la parte occi- para salvación, 2 Cor. 7:10.
dental de la llanura de Esdraelón, a 80 El Espíritu del Señor Omnipotente ha
kilómetros al norte de Jerusalén, y es el efectuado un potente cambio en nuestros
lugar de varias batallas decisivas en los corazones, por lo que ya no tenemos
tiempos del Antiguo Testamento. El gran más disposición a obrar mal, Mos. 5:2.
conflicto final que se efectuará poco an- Si confiesa sus pecados y se arrepiente,
tes de la segunda venida del Señor lleva a este has de perdonar, Mos. 26:29. Des-
el nombre de batalla de Armagedón, pués de la predicación de Alma, muchos
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
19 Asesinato
empezaron a arrepentirse, Alma 14:1. Escritura y pasaron a formar parte de la
No demoréis el día de vuestro arre- Perla de Gran Precio.
pentimiento, Alma 34:33. Alma testi-
Asa
ficó a Helamán de su arrepentimiento
y conversión, Alma 36 (Mos. 27:8–32). En el Antiguo Testamento, tercer rey
El arrepentimiento no podía llegar a de Judá. En las Escrituras se nos dice
los hombres a menos que se fijara un que “el corazón de Asa fue perfecto para
castigo, Alma 42:16. Deja que te preo- con Jehová toda su vida” (1 Rey. 15:14).
cupen tus pecados, con esa zozobra que Durante su reinado elevó la calidad del
te conducirá al arrepentimiento, Alma ejército aumentando su eficiencia, se
42:29. Me ofreceréis como sacrificio un deshizo del yugo egipcio, eliminó los
corazón quebrantado y un espíritu con- falsos ídolos y mandó al pueblo que hi-
trito, 3 Ne. 9:20. Al que se arrepintiere y ciera convenio de seguir a Jehová (1 Rey.
viniere a mí como un niño pequeñito, yo 15–16; 2 Cró. 14–16). No obstante, cuando
lo recibiré, 3 Ne. 9:22. Arrepentíos, todos enfermó de los pies, no solicitó la ayuda
vosotros, extremos de la tierra, 3 Ne. del Señor, y murió (1 Rey. 15:23–24; 2 Cró.
27:20. Cuantas veces se arrepentían, se 16:12–13).
les perdonaba, Moro. 6:8. Ascensión. Véase también Jesucristo;
No prediquéis sino el arrepentimiento Segunda venida de Jesucristo
a esta generación, DyC 6:9 (DyC 11:9).
¡Cuán grande es su gozo por el alma que Momento en el cual el Salvador partió
se arrepiente!, DyC 18:13. Todo hombre formalmente de la tierra cuarenta días
tiene que arrepentirse o padecer, DyC después de Su resurrección. La Ascen-
19:4. El que peque, y no se arrepienta, sión ocurrió en el monte de los Olivos, en
será expulsado, DyC 42:28. El que con- presencia de los discípulos (Mar. 16:19;
fiese y abandone sus pecados es perdo- Lucas 24:51). En esa ocasión, dos ángeles
nado, DyC 58:42–43. Los muertos que del cielo testificaron que en el futuro, el
se arrepientan serán redimidos, DyC Señor volvería, tal “como le habéis visto
138:58. ir al cielo” (Hech. 1:9–12).
Nosotros creemos en el arrepenti- Aser. Véase también Israel; Jacob hijo
miento, AdeF 1:4. de Isaac
Artículos de Fe. Véase también Perla En el Antiguo Testamento, hijo de Ja-
de Gran Precio; Smith, hijo, José cob y Zilpa, sierva de Lea (Gén. 30:12–13).
Trece puntos básicos de creencia a los La tribu de Aser: Jacob bendijo a Aser
cuales se adhieren los miembros de La (Gén. 49:20), y Moisés bendijo a los des-
Iglesia de Jesucristo de los Santos de los cendientes de Aser (Deut. 33:1, 24–29). A
Últimos Días. estos descendientes se les llamó “esco­
José Smith los escribió originalmente gidos, esforzados” (1 Cró. 7:40).
en una carta dirigida a John Wentworth,
Asesinato. Véase también Caín; Pena
editor del periódico Chicago Democrat, en
de muerte
respuesta al deseo que este expresó de
saber lo que creían los miembros de la El acto deliberado e injustificado de
Iglesia. Ese documento llegó a conocerse quitar la vida a un ser humano. El asesi-
como la Carta a Wentworth, y se publicó nato es un pecado que se ha condenado
por primera vez en el periódico de la desde el principio (Gén. 4:1–12; Moisés
Iglesia Times and Seasons, en marzo de 5:18–41).
1842. El 10 de octubre de 1880, por el voto El que derramare sangre de hombre,
de los miembros de la Iglesia, los Artícu- por el hombre su sangre será derramada,
los de Fe se aceptaron formalmente como Gén. 9:6 (TJS, Gén. 9:12–13; Éx. 21:12;
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Asiria 20
Alma 34:12). No matarás, Éx. 20:13 (Deut. El Señor puso un atalaya sobre la viña,
5:17; Mateo 5:21–22; Mos. 13:21; DyC 59:6). DyC 101:44–58.
Jesús dijo: No matarás, Mateo 19:18.
Autoridad. Véase también Llamado,
Los homicidas tendrán su parte en la
llamado por Dios, llamamiento;
segunda muerte, Apoc. 21:8.
Llaves del sacerdocio; Ordenación,
Sois homicidas en vuestros corazones,
ordenar; Poder; Sacerdocio
1 Ne. 17:44. ¡Ay del asesino que mata
intencionalmente!, 2 Ne. 9:35. Dios ha El permiso que se otorga en la tierra
mandado que los hombres no cometan a los hombres que han sido llamados
homicidio, 2 Ne. 26:32. El asesinato es u ordenados para actuar en el nombre
una abominación a los ojos del Señor, de Dios el Padre o de Jesucristo a fin de
Alma 39:5–6. llevar a cabo la obra de Dios.
El que matare no tendrá perdón, DyC Yo te he enviado, Éx. 3:12–15. Dirás
42:18. Si alguien matare, será entregado todas las cosas que yo te mande, Éx. 7:2.
para ser juzgado, de acuerdo con las le- Jesús dio autoridad a los doce discípu-
yes del país, DyC 42:79. los, Mateo 10:1. No me elegisteis voso-
tros a mí, sino que yo os elegí a vosotros,
Asiria
y os he puesto, Juan 15:16.
Antiguo imperio que, así como su Nefi y Lehi predicaron con gran au-
rival, Babilonia, gobernó gran parte de toridad, Hel. 5:18. Nefi hijo de Helamán
los antiguos reinos y pueblos de Siria y era varón de Dios, que tenía gran poder
Palestina durante la mayor parte de los y autoridad que Dios le había dado, Hel.
tiempos del Antiguo Testamento. Aun- 11:18 (3 Ne. 7:17). Jesús dio poder y auto-
que los asirios fueron una gran potencia ridad a doce nefitas, 3 Ne. 12:1–2.
desde mediados del siglo 12 a.C. hasta José Smith fue llamado por Dios y
fines del siglo 7 a.C., nunca pudieron for- ordenado, DyC 20:2. Nadie predicará
mar una estructura política estable. Go- el evangelio ni edificará la iglesia, a me-
bernaron mediante el terror, aplastando nos que sea ordenado por alguien que
a sus enemigos con el fuego y la espada tenga autoridad, y sepa la iglesia que la
o debilitándolos al deportar grandes tiene, DyC 42:11. Los élderes deben pre-
porciones de la población a otras partes dicar el evangelio, obrando mediante la
del imperio. Los pueblos sometidos al autoridad, DyC 68:8. El Sacerdocio de
dominio asirio lucharon constantemente Melquisedec tiene autoridad para ad-
contra el imperio (véase 2 Rey. 18–19; ministrar en las cosas espirituales, DyC
2 Cró. 32; Isa. 7:17–20; 10; 19; 37). 107:8, 18–19. Lo que se hace con autoridad
divina llega a ser ley, DyC 128:9.
Atalaya, atalayar. Véase también
Los que prediquen o administren en
Amonestación, amonestar; Velar
nombre de Dios deben ser llamados por
Persona que vela, vigila y obedece, y Él, por medio de aquellos que tengan la
que está lista y preparada. En el sentido autoridad, AdeF 1:5.
religioso, los atalayas son líderes llama-
dos por los representantes del Señor para Autoridades Generales. Véase
encargarse específicamente del bienes- Apóstol; Obispo Presidente;
tar de otros. Los que son llamados a ser Primera Presidencia; Setenta
líderes también tienen la responsabili-
Avaricia. Véase Codiciar
dad especial de ser atalayas para el resto
del mundo. Ayunar, ayuno. Véase también
Te he puesto por atalaya, Ezeq. 3:17–21. Bienestar; Limosna; Ofrenda;
El atalaya que alce la voz de amonesta- Pobres
ción librará su vida, Ezeq. 33:7–9. Abstenerse voluntariamente de ingerir
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
21 Babel, Babilonia
alimentos y bebidas con el fin de acer- Prepararás tus alimentos con sencillez
carse al Señor e invocar Sus bendiciones. de corazón, a fin de que tus ayunos sean
Cuando se ayuna, ya sea individual- perfectos, DyC 59:13–14. Os doy el man-
mente o en grupo, también se debe orar damiento de perseverar en la oración y
para comprender la voluntad de Dios y el ayuno, DyC 88:76.
para desarrollar mayor fortaleza espiri-
tual. Los verdaderos creyentes siempre
Baal. Véase también Idolatría
han practicado el ayuno.
Actualmente, en la Iglesia se designa El dios Sol que adoraban principal-
un domingo del mes con el fin de ayu- mente los sidonios en Fenicia (1 Rey.
nar. En ese día, los miembros de la Igle- 16:31); también lo adoraban en formas di-
sia se abstienen de ingerir alimentos y ferentes en otros lugares: los moabitas lo
bebidas durante un período y donan a adoraban como Baal-peor (Núm. 25:1–3);
la Iglesia el dinero que habrían gastado en Siquem era adorado como Baal-berit
en dichos alimentos. A esa donación se (Jue. 8:33; 9:4); en Ecrón, como Baal-ze-
le llama ofrenda de ayuno. La Iglesia bub (2 Rey. 1:2). Es posible que Baal, Bel
utiliza las ofrendas para ayudar a los de Babilonia y Zeus de Grecia sean el
pobres y a los necesitados. mismo dios. El vocablo Baal expresa la
relación que existe entre el señor y su
Ayunamos y pedimos a nuestro Dios, esclavo. El símbolo que usualmente se
Esd. 8:21–23, 31. Ayuné y oré delante del utilizaba para representar a Baal era el
Dios de los cielos, Neh. 1:4. Ayunad por toro. Astoret era la diosa que general-
mí, y no comáis ni bebáis en tres días, mente se adoraba junto con Baal.
Ester 4:16. Afligí con ayuno mi alma, Sal. En ocasiones se combinaba el vocablo
35:13. ¿No es más bien el ayuno que yo Baal con otro nombre o palabra para in-
escogí?, Isa. 58:3–12. Y volví mi rostro dicar la conexión que tenía con el dios,
a Dios el Señor, buscándole en oración tal como un lugar donde se le adoraba
y ruego, en ayuno, Dan. 9:3. Conver- o una persona con atributos similares
tíos a mí con todo vuestro corazón, con a los de Baal. Posteriormente, como el
ayuno, Joel 2:12. Los hombres de Nínive nombre se relacionaba con significados
creyeron a Dios, y proclamaron ayuno, sumamente inicuos, se le reemplazó
Jonás 3:5. con el vocablo Boset en dichos nombres
Jesucristo ayunó cuarenta días y cua- compuestos. Boset significa “vergüenza”.
renta noches, Mateo 4:2 (Éx. 34:28; 1 Rey.
19:8; Lucas 4:1–2). Lava tu rostro, para no Babel, Babilonia. Véase también
mostrar a los hombres que ayunas, Ma- Mundo; Nabucodonosor
teo 6:18 (3 Ne. 13:16). Este género no sale Capital del Imperio de Babilonia.
sino con oración y ayuno, Mateo 17:21. Babel fue fundada por Nimrod y era
Continuad ayunando y orando, Omni una de las ciudades más antiguas de la
1:26 (4 Ne. 1:12). Empezaron a ayunar y tierra de Mesopotamia, o Sinar (Gén.
a rogar al Señor su Dios, Mos. 27:22. He 10:8–10). El Señor confundió el lenguaje
ayunado y orado muchos días para po- de la gente en los tiempos en que el
der saber estas cosas, Alma 5:46. Mandó pueblo edificaba la Torre de Babel (Gén.
a los hijos de Dios que se unieran en 11:1–9; Éter 1:3–5, 33–35). Posteriormente,
ayuno y ferviente oración, Alma 6:6. Babilonia fue la capital y sede del reino
Los hijos de Mosíah se habían dedicado de Nabucodonosor, quien edificó una
a mucha oración y ayuno, Alma 17:3, 9. enorme ciudad de la cual todavía exis-
Después de la muerte de muchos nefitas, ten las ruinas. Babilonia llegó a ser una
hubo un tiempo de mucho ayuno y ora- ciudad sumamente inicua, por lo que
ción, Alma 28:5–6. Ayunaron y oraron ha llegado a simbolizar la iniquidad
mucho, Alma 45:1 (Hel. 3:35). del mundo.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Balaam 22
Huid de en medio de Babilonia, necesario para ser miembro de La Iglesia
Jer. 51:6. de Jesucristo de los Santos de los Últimos
Babilonia se establecerá y caerá, Apoc. Días. Lo preceden la fe en Jesucristo y el
17–18. arrepentimiento, y después del bautismo
Babilonia será destruida, 2 Ne. 25:15. se debe recibir el don del Espíritu Santo
Babilonia caerá, DyC 1:16. No perdo- a fin de que aquel sea completo (2 Ne.
naré a ninguno que se quede en Babilo- 31:13–14). Recibir el bautismo de agua y
nia, DyC 64:24. Salid de Babilonia, DyC del Espíritu es un requisito para entrar
133:5, 7, 14. en el reino celestial. Adán fue la primera
persona que se bautizó (Moisés 6:64–65).
Balaam
Jesús se bautizó también para cumplir
Profeta del Antiguo Testamento a toda justicia y para mostrar el camino a
quien se le instó a maldecir a Israel todo el género humano (Mateo 3:13–17;
a cambio de dinero, pero el Señor le 2 Ne. 31:5–12).
mandó no hacerlo (Núm. 22–24). Debido a que no todas las personas tie-
El asna de Balaam rehusó avanzar nen la oportunidad de aceptar el Evan-
porque un ángel se le apareció en el ca- gelio durante su vida terrenal, el Señor
mino, Núm. 22:22–35. ha autorizado para que se efectúen, por
medio de representantes, bautismos por
Bálsamo de Galaad los muertos. Por tanto, las personas que
Resina o especia aromática usada para acepten el Evangelio en el mundo de los
sanar heridas (Gén. 43:11; Jer. 8:22; 46:11; espíritus pueden llenar los requisitos
51:8). El arbusto que producía la resina para entrar en el reino de Dios.
con la cual se preparaba el bálsamo cre- Indispensable: Deja ahora, porque así
cía tan abundantemente en Galaad en la conviene que cumplamos toda justicia,
época del Antiguo Testamento que llegó Mateo 3:15. Jesús vino y fue bautizado
a conocerse como “bálsamo de Galaad” por Juan, Mar. 1:9. Los fariseos y los
(Gén. 37:25; Ezeq. 27:17). intérpretes de la ley desecharon los de-
Barrabás signios de Dios, no siendo bautizados,
Lucas 7:30. El que no naciere de agua y
Nombre del preso que soltaron en lu-
del Espíritu, no puede entrar en el reino
gar de Jesús el día de la Crucifixión. Era
de Dios, Juan 3:5. Arrepentíos, y bautí-
un insurrecto, asesino y ladrón (Mateo
cese cada uno de vosotros, Hech. 2:38.
27:16–26; Mar. 15:6–15; Lucas 23:18–25;
Él manda a todos los hombres que se
Juan 18:40).
bauticen en su nombre, 2 Ne. 9:23–24.
Bartolomé. Véase también Natanael Los hombres deben seguir a Cristo, ser
bautizados, recibir el Espíritu Santo y
En el Nuevo Testamento, uno de los
perseverar hasta el fin para poder ser
Doce Apóstoles originales de Jesucristo
salvos, 2 Ne. 31. La doctrina de Cristo
(Mateo 10:2–4).
es que los hombres deben creer y ser
Bautismo, bautizar. Véase también bautizados, 3 Ne. 11:20–40.
Bautismo de los niños pequeños; Aquellos que no crean en vuestras pa-
Espíritu Santo; Nacer de Dios, nacer labras, ni se bauticen en el agua en mi
de nuevo; Ordenanzas nombre, serán condenados, DyC 84:74.
La palabra usada en el texto griego Dios le explicó a Adán por qué son
original significa “meter en un líquido” necesarios el arrepentimiento y el bau-
o “sumergir”. El bautismo por inmersión tismo, Moisés 6:52–60.
en el agua, efectuado por alguien que Por inmersión: Jesús, después que fue
tenga la debida autoridad, es la orde- bautizado, subió luego del agua, Mateo
nanza introductoria del Evangelio y es 3:16 (Marcos 1:10). Juan bautizaba en
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
23 Bautismo de los niños pequeños
Enón, porque había allí muchas aguas, Juan el Bautista dio a José Smith y a
Juan 3:23. Y descendieron al agua, Felipe Oliver Cowdery la autoridad para bau-
y el eunuco, y le bautizó, Hech. 8:38. So- tizar, JS—H 1:68–69.
mos sepultados juntamente con él por el Requisitos del bautismo: Arrepentíos,
bautismo, Rom. 6:4 (Col. 2:12). arrepentíos y sed bautizados en el nom-
Seguid a vuestro Señor y Salvador y bre de mi Amado Hijo, 2 Ne. 31:11. De-
descended al agua, 2 Ne. 31:13. Alma, béis arrepentiros y nacer de nuevo, Alma
Helam y otras personas se sepultaron 7:14. Cuidaos de ser bautizados indigna-
en el agua, Mos. 18:12–16. Y entonces los mente, Morm. 9:29. Enseña a los padres
sumergiréis en el agua, 3 Ne. 11:25–26. que deben arrepentirse y ser bautizados,
Se explica el modo correcto de bauti- y humillarse, Moro. 8:10.
zar, DyC 20:72–74. Son los que fueron Se indican los requisitos para los que
bautizados según la manera de su se- deseen bautizarse, DyC 20:37. Los niños
pultura, siendo sepultados en el agua serán bautizados para la remisión de
en su nombre, DyC 76:50–51. sus pecados cuando tengan ocho años,
Adán fue sumergido en el agua, y sa- DyC 68:25, 27.
cado del agua, Moisés 6:64. Creemos en
El convenio del bautismo: Habéis concer-
el bautismo por inmersión para la remi-
tado un convenio con él de que lo ser-
sión de pecados, AdeF 1:4.
viréis y guardaréis sus mandamientos,
Para la remisión de pecados: Levántate Mos. 18:8–10, 13.
y bautízate, y lava tus pecados, Hech. Los que se arrepientan, tomen sobre sí
22:16. el nombre de Jesucristo y tengan la de-
Entonces viene una remisión de vues- terminación de servirle serán recibidos
tros pecados por fuego y por el Espíritu por el bautismo, DyC 20:37.
Santo, 2 Ne. 31:17. Venid y sed bautiza-
Bautismo por los muertos: ¿Qué harán
dos para arrepentimiento, a fin de que
los que se bautizan por los muertos?,
seáis lavados de vuestros pecados, Alma
1 Cor. 15:29.
7:14. Bienaventurados son los que crean
Se realizan bautismos por los muertos
y sean bautizados, porque recibirán una
para la remisión de los pecados, DyC
remisión de sus pecados, 3 Ne. 12:1–2.
124:29; 127:5–9; 128:1; 138:33.
Declararás el arrepentimiento y la fe
en el Salvador, y la remisión de pecados Bautismo de los niños pequeños.
por el bautismo, DyC 19:31. Véase también Bautismo, bautizar —
Creemos en el bautismo por inmersión Requisitos del bautismo; Niño(s);
para la remisión de pecados, AdeF 1:4. Responsabilidad, responsable;
Con la debida autoridad: Id, y haced Salvación — La salvación de los
discípulos a todas las naciones, bauti- niños pequeños
zándolos en el nombre del Padre, y del La práctica innecesaria de bautizar a
Hijo, y del Espíritu Santo, Mateo 28:19 los bebés y a los niños pequeños antes
(DyC 68:8). de que lleguen a la edad de responsabi-
Limhi y muchos de su pueblo desea- lidad, o sea, los ocho años. El Señor con-
ban ser bautizados; mas no había en la dena el bautismo de los niños pequeños
tierra quien tuviera la autoridad de Dios, (Moro. 8:10–21). Al nacer, los niños son
Mos. 21:33. Te doy poder para que bau- inocentes y libres de pecado, y Sata-
tices, 3 Ne. 11:19–21. nás no tiene poder para tentarlos hasta
El Sacerdocio de Aarón tiene las lla- que comiencen a ser responsables (DyC
ves del bautismo por inmersión para la 29:46–47), por lo que no tienen necesidad
remisión de pecados, DyC 13. Son ellos del arrepentimiento ni del bautismo. Se
los que de mí son ordenados para bau- les debe bautizar a la edad de ocho años
tizar en mi nombre, DyC 18:29. (DyC 68:25–27).
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Bautista 24
Es una solemne burla ante Dios que (2 Ne. 2:25), por lo que les da bendiciones
bauticéis a los niños pequeños, Moro. como resultado de la obediencia de estos
8:4–23. a Sus mandamientos (DyC 82:10), como
Los niños serán bautizados cuando respuesta a una oración u ordenanza del
tengan ocho años de edad, DyC 68:27. sacerdocio (DyC 19:38; 107:65–67), o por
Todos los niños que mueren antes de la gracia de Él (2 Ne. 25:23).
llegar a la edad de responsabilidad se Una serie bien conocida de afirmacio-
salvan en el reino celestial, DyC 137:10. nes referente al tema de las bendiciones
se conoce como las Bienaventuranzas
Bautista. Véase Juan el Bautista
(Mateo 5:1–12; 3 Ne. 12:1–12).
Beber, ebriedad. Véase Palabra de Bendiciones en general: Haré de ti una
Sabiduría nación grande, y te bendeciré, Gén. 12:2–
Bebidas alcohólicas. Véase Palabra de 3 (1 Ne. 15:18; Abr. 2:9–11). Hay bendicio-
Sabiduría nes sobre la cabeza del justo, Prov. 10:6.
El hombre de verdad tendrá muchas
Belén bendiciones, Prov. 28:20. Os abriré las
Pequeña ciudad situada a unos ocho ventanas de los cielos y derramaré so-
kilómetros al sur de Jerusalén. En he- bre vosotros bendición, Mal. 3:10 (3 Ne.
breo, Belén significa “casa de pan”; tam- 24:10).
bién se le llama Efrata, lo cual significa En las Bienaventuranzas se prome-
“fructífera”. Jesucristo nació en Belén ten bendiciones, Mateo 5:1–12 (3 Ne.
(Miq. 5:2; Mateo 2:1–8). Raquel fue sepul- 12:1–12). Bienaventurados los que son
tada en Belén (Gén. 35:19; 48:7). llamados a la cena de las bodas del Cor-
dero, Apoc. 19:9.
Rut y Booz vivieron en Belén, Rut 1:22.
El que es justo es favorecido de Dios,
David vivía en Belén y allí lo ungió Sa-
1 Ne. 17:35 (Mos. 10:13). Si lo escucháis,
muel, 1 Sam. 16:1–13; 17:12, 15; 20:6, 28.
os dejo una bendición, 2 Ne. 1:28. Os dejo
Herodes mandó matar a los niños pe-
la misma bendición, 2 Ne. 4:9. Él os ben-
queños de Belén, Mateo 2:16.
dice inmediatamente, Mos. 2:24. El Se-
Belsasar. Véase también Babel, ñor bendice y hace prosperar a aquellos
Babilonia que en Él ponen su confianza, Hel. 12:1.
En el Antiguo Testamento, último rey Ayudad a que salga a luz mi obra, y
de Babilonia, que gobernó antes de la seréis bendecidos, DyC 6:9. Ora siempre,
conquista de Babilonia efectuada por y grande será tu bendición, DyC 19:38.
Ciro; hijo y sucesor de Nabucodonosor Bautízate, y recibirás mi Espíritu y una
(Dan. 5:1–2). bendición mayor que cualquiera que
hayas conocido, DyC 39:10. Tras mucha
Bendecido, bendecir, bendición. tribulación vienen las bendiciones, DyC
Véase también Acción de gracias, 58:4. Mando, y los hombres no obedecen;
agradecido, agradecimiento; revoco, y no reciben la bendición, DyC
Bendición de los enfermos; 58:32. No habéis entendido cuán gran-
Bendiciones patriarcales; Gracia; des bendiciones el Padre ha preparado
Ley para vosotros, DyC 78:17. Del sumo sa-
Conferir sobre una persona un fa- cerdocio procede la administración de
vor divino. Todo lo que contribuya a la las ordenanzas y las bendiciones para
verdadera felicidad, al bienestar o a la la iglesia, DyC 107:65–67. Hay una ley
prosperidad es una bendición. sobre la cual todas las bendiciones se ba-
Todas las bendiciones se basan en le- san, DyC 130:20. Todos los que quieran
yes eternas (DyC 130:20–21). Dios desea recibir una bendición de mi mano han
que Sus hijos encuentren gozo en la vida de obedecer la ley, DyC 132:5. El Señor
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
25 Betania
tiene bendiciones reservadas para aque- 48:14. Jacob bendijo a sus hijos y a su
llos que lo aman, DyC 138:52. posteridad, Gén. 49.
Abraham buscó las bendiciones de los Lehi bendijo a su posteridad, 2 Ne.
patriarcas, y el derecho de administrar- 4:3–11.
las, Abr. 1:2.
Benjamín hijo de Jacob. Véase
Bendición de los niños: Tomándolos en
también Israel; Jacob hijo de Isaac
los brazos, los bendecía, Mar. 10:16.
Tomó a sus niños pequeños, uno por En el Antiguo Testamento, segundo
uno, y los bendijo, 3 Ne. 17:21. hijo de Jacob y Raquel (Gén. 35:16–20).
Los élderes bendecirán a los niños La tribu de Benjamín: Jacob bendijo a
en el nombre de Jesucristo, DyC 20:70. Benjamín (Gén. 49:27). Los descendien-
Bendición de los enfermos. tes de Benjamín eran un pueblo incli-
Véase también Aceite; Imposición nado a la guerra. Saúl, el primer rey de
de manos; Sacerdocio; Sanar, Israel (1 Sam. 9:1–2), y Pablo, el Apóstol
sanidades; Unción del Nuevo Testamento (Rom. 11:1), eran
benjamitas.
Bendición que dan a los enfermos
hombres que poseen el Sacerdocio de Benjamín, padre de Mosíah. Véase
Melquisedec, valiéndose del aceite con- también Mosíah hijo de Benjamín
sagrado.
Profeta y rey del Libro de Mormón
Ven y pon tu mano sobre ella, Mateo (Mos. 1–6).
9:18. Jesús sanó a unos pocos enfermos,
Enfrentó problemas serios al tratar
poniendo sobre ellos las manos, Mar.
6:5. Los doce ungían con aceite a muchos de establecer la paz en la tierra, Omni
enfermos, y los sanaban, Mar. 6:13. Los 1:23–25 (P. de Morm. 1:12–18). Enseñó a
enfermos debían llamar a los ancianos sus hijos, Mos. 1:1–8. Confirió el reino
de la Iglesia (élderes) para que los ungie- a su hijo Mosíah, Mos. 1:9–18. El pueblo
ran y los sanaran, Stg. 5:14–15. se congregó para escuchar su discurso
No sanaréis enfermos a menos que final, Mos. 2:1–8. Habló a su pueblo,
os lo pidan aquellos que deseen, DyC Mos. 2:9–4:30. Su pueblo hizo convenio
24:13–14. Los élderes impondrán las ma- con el Señor, Mos. 5–6.
nos sobre los enfermos, DyC 42:44. Pon
Bernabé
tus manos sobre los enfermos, y sana-
rán, DyC 66:9. Nombre que se dio a José, un levita
natural de Chipre que vendió sus po-
Bendiciones patriarcales. Véase sesiones y dio a los Apóstoles el dinero
también Evangelista; Padre terrenal; procedente de la venta de su heredad
Patriarca, patriarcal (Hech. 4:36–37). No era uno de los Doce
Bendiciones que dan los patriarcas Apóstoles originales, pero fue apóstol
ordenados a los miembros dignos de en la época de Pablo (Hech. 14:4, 14) y
la Iglesia. La bendición patriarcal es el salió en varios viajes misionales (Hech.
consejo del Señor a la persona que la re- 11:22–30; 12:25; 13–15; 1 Cor. 9:6; Gál. 2:1,
ciba y en ella se declara el linaje de esta 9; Col. 4:10).
dentro de la casa de Israel. Los padres de
familia también pueden dar bendiciones Betania
especiales, en calidad de patriarcas de su Aldea donde se quedó nuestro Se-
familia, pero dichas bendiciones no las ñor durante la última semana de Su
registra ni conserva la Iglesia. vida mortal (Mateo 21:17; Mar. 11:11).
Israel extendió su mano derecha, y Se encuentra sobre la ladera sudeste
la puso sobre la cabeza de Efraín, Gén. del monte de los Olivos y era el lugar
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Bet-el 26
de residencia de Lázaro, María y Marta son la obra de una sola generación y se
(Juan 11:1–46; 12:1). escribieron mayormente en griego.
En el Antiguo Testamento, el voca-
Bet-el
blo testamento representa una palabra
En hebreo significa “casa de Dios”, y hebrea que significa “convenio”. El An-
es uno de los lugares más sagrados de tiguo Convenio es la ley que se le dio a
Israel. Se encuentra a unos dieciséis ki- Moisés cuando Israel rechazó la pleni-
lómetros al norte de Jerusalén. Allí fue tud del Evangelio que el pueblo de Dios
donde erigió Abraham su altar cuando había conocido desde el comienzo de la
por primera vez llegó a Canaán (Gén. vida terrenal. El Nuevo Convenio es el
12:8; 13:3). Allí Jacob vio en visión una es- Evangelio según lo enseñó Jesucristo.
calera cuyo extremo tocaba el cielo (Gén. En la Biblia hebrea (el Antiguo Tes-
28:10–19). También era un santuario en tamento), los libros estaban divididos
los días de Samuel (1 Sam. 7:16; 10:3). en tres grupos: la Ley, los Profetas y los
Betsabé. Véase también David Escritos. En la Biblia que usa el mundo
cristiano, los libros están ordenados de
Esposa de Urías; posteriormente es- acuerdo con el tema que contienen; por
posa de David y madre de Salomón. El ejemplo, históricos, poéticos y proféticos.
rey David cometió adulterio con ella y Los libros del Nuevo Testamento ge-
mandó matar a su esposo en la batalla neralmente se encuentran en el siguiente
(2 Sam. 11), pecado que tuvo consecuen- orden: los cuatro Evangelios y Hechos;
cias eternas para David (DyC 132:39). las Epístolas de Pablo; las Epístolas ge-
Biblia. Véase también Antiguo nerales de Santiago, Pedro, Juan y Judas;
Testamento; Apócrifos; Canon; y el Apocalipsis o Revelación de Juan.
Efraín — El palo de Efraín o palo de La Iglesia de Jesucristo de los Santos
José; Escrituras; Judá — El palo de de los Últimos Días venera y respeta la
Judá; Nuevo Testamento Biblia, afirmando a la vez que el Señor
continúa dando revelación adicional en
Colección de escritos hebreos y cristia-
los últimos días por medio de Sus pro-
nos que contienen revelaciones divinas.
fetas, la cual sostiene, apoya y verifica
El vocablo Biblia significa “los libros”. La
el relato bíblico de los hechos de Dios
Biblia es obra de muchos profetas y es-
critores inspirados que obraron bajo la para con la humanidad.
influencia del Espíritu Santo (2 Pe. 1:21). El palo de Judá (la Biblia) y el palo de
La Biblia cristiana contiene dos partes, José (el Libro de Mormón) serán uno solo
conocidas familiarmente como el Anti- en la mano del Señor, Ezeq. 37:15–20.
guo Testamento y el Nuevo Testamento. Las Escrituras de los últimos días es-
El Antiguo Testamento se compone del tablecerán la verdad de la Biblia, 1 Ne.
canon de Escrituras de uso corriente en- 13:38–40. El Libro de Mormón se unirá
tre los judíos de Palestina en la época del a la Biblia para confundir las falsas doc-
ministerio terrenal del Señor. El Nuevo trinas, 2 Ne. 3:12. ¡Una Biblia! ¡Una Bi-
Testamento contiene escritos correspon- blia! ¡Tenemos una Biblia!, 2 Ne. 29:3–10.
dientes a la época apostólica, y se con- Todos los que crean en la Biblia también
sidera tan sagrado como las Escrituras creerán en el Libro de Mormón, Morm.
judaicas y con la misma autoridad. Los 7:8–10.
libros del Antiguo Testamento se han Los élderes enseñarán los principios
tomado de una literatura nacional que de mi evangelio, que se encuentran en
cubre varios siglos. Esos libros se escri- la Biblia y en el Libro de Mormón, DyC
bieron casi enteramente en hebreo, mien- 42:12.
tras que los libros del Nuevo Testamento Creemos que la Biblia es la palabra de
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
27 Buen Pastor
Dios hasta donde esté traducida correc- DyC 52:40. ¡Ay de vosotros, hombres
tamente, AdeF 1:8. ricos, que no queréis dar de vuestros
bienes a los pobres, y ay de vosotros los
Biblia, Traducción de José Smith
pobres que no estáis satisfechos, que
(TJS). Véase José Smith, Traducción
sois codiciosos y no queréis trabajar!,
de (TJS)
DyC 56:16–17.
Bienaventuranzas. Véase también En Sion no había pobres, Moisés 7:18.
Sermón del Monte
Blasfemar, blasfemia. Véase también
Serie de enseñanzas que dio Jesús en Pecado imperdonable; Profanidad
el Sermón del Monte y que describen los
Hablar en forma irrespetuosa o irre-
atributos de un carácter refinado y espi-
verente de Dios o de lo que es sagrado.
ritual (Mateo 5:3–12; Lucas 6:20–23). Las
En varias ocasiones, los judíos acusa-
Bienaventuranzas están ordenadas de tal
manera que cada una de ellas se basa en ron a nuestro Señor de proferir blasfe-
la anterior. En 3 Nefi 12, se encuentran mias por decir que tenía potestad para
en forma más precisa y amplia. perdonar pecados (Mateo 9:2–3; Lucas
5:20–21), porque afirmaba ser el Hijo de
Bienestar. Véase también Almacén; Dios (Juan 10:22–36; 19:7), y porque decía
Ayunar, ayuno; Limosna; Ofrenda; que lo verían “sentado a la diestra del
Pobres; Servicio poder de Dios, y viniendo en las nubes
El proceso y el medio por los cuales del cielo” (Mateo 26:64–65). Estas acusa-
se atiende a las necesidades espirituales ciones habrían sido válidas si en realidad
y temporales de las personas. Él no hubiera sido todo lo que afirmaba
ser. La acusación presentada contra Él
Abrirás tu mano a tu hermano, al po-
por los testigos falsos en el juicio ante
bre y al menesteroso en tu tierra, Deut.
15:11. El que da al pobre no tendrá po- el concilio (Mateo 26:59–61) fue de haber
breza, Prov. 28:27. ¿No es el ayuno que blasfemado contra el templo de Dios.
yo escogí, que partas tu pan con el ham- La blasfemia contra el Espíritu Santo,
briento, y a los pobres albergues en casa?, que consiste en negar deliberadamente
Isa. 58:6–7. a Cristo después de haber recibido un
Tuve hambre, y me disteis de comer; conocimiento perfecto de Él por medio
fui forastero, y me recogisteis. En cuanto del Espíritu, constituye el pecado imper-
lo hicisteis a uno de estos mis hermanos donable (Mateo 12:31–32; Mar. 3:28–29;
más pequeños, a mí lo hicisteis, Mateo DyC 132:27).
25:35–40. El que blasfemare el nombre de Je-
Impartiréis de vuestros bienes al ne- hová, ha de ser muerto, Lev. 24:11–16.
cesitado, Mos. 4:16–26. Los de la Iglesia Los enemigos del Señor no queda-
se ayudaban el uno al otro temporal y rán para blasfemar su nombre, DyC
espiritualmente, según sus necesidades 105:15. La venganza vendrá sobre aque-
y carencias, Mos. 18:29. Se mandó a los llos que blasfemen contra el Señor, DyC
hijos de Dios que se unieran en ayuno 112:24–26.
y oración por el bien de aquellos que
no conocían a Dios, Alma 6:6. Orad por Booz. Véase también Rut
vuestro bienestar y por el bienestar de Esposo de Rut (Rut 4:9–10); bisabuelo
los que os rodean, Alma 34:27–28. Te- de David, el rey de Israel (Rut 4:13–17);
nían en común todas las cosas, 4 Ne. 1:3. y progenitor de Cristo, el Rey de reyes
Te acordarás de los pobres, DyC 42:30– (Lucas 3:32).
31. Debéis visitar a los pobres y a los ne-
cesitados, DyC 44:6. Recordad en todas Buen Pastor. Véase también Jesucristo
las cosas a los pobres y a los necesitados, Jesucristo es el Buen Pastor. En sentido
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Caída de Adán y Eva 28
simbólico, Sus seguidores son como ove- un estado perdido y caído, 1 Ne. 10:6.
jas que Él apacienta. La vía está preparada desde la caída del
Jehová es mi pastor, Sal. 23:1. Como hombre, 2 Ne. 2:4. Después que Adán
pastor apacentará su rebaño, Isa. 40:11. y Eva hubieron comido del fruto pro-
Así reconoceré mis ovejas, Ezeq. 34:12. hibido, fueron echados del Jardín de
Yo soy el buen pastor, Juan 10:14–15. Edén, 2 Ne. 2:19. Adán cayó para que
Nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor los hombres existiesen, 2 Ne. 2:15–26. El
de las ovejas, Heb. 13:20. hombre natural es enemigo de Dios, y
Y habrá un pastor, y él apacentará a lo ha sido desde la caída de Adán, Mos.
sus ovejas, 1 Ne. 22:25. El buen pastor 3:19. Aarón enseñó al padre de Lamoni
os llama en su propio nombre, el cual acerca de la Caída, Alma 22:12–14. Debe
es el nombre de Cristo, Alma 5:38, 60. efectuarse una expiación, o de lo contra-
Habrá un rebaño y un pastor, 3 Ne. 15:21 rio, todo el género humano está caído y
(Juan 10:16). perdido, Alma 34:9. Nuestros primeros
padres fueron separados de la presencia
del Señor, tanto temporal como espiri-
Caída de Adán y Eva. Véase también tualmente, Alma 42:2–15 (Hel. 14:16). Por
Adán; Eva; Expiación, expiar; causa de la caída, nuestra naturaleza se
Hombre natural; Jesucristo; Mortal, ha tornado mala, Éter 3:2.
mortalidad; Muerte espiritual; Por transgredir estas santas leyes, el
Muerte física; Plan de redención; hombre llegó a ser hombre caído, DyC
Redención, redimido, redimir 20:20 (DyC 29:34–44).
El proceso mediante el cual el hom- El Señor le dijo a Adán que así como
bre se volvió mortal sobre esta tierra. había caído, podía ser redimido, Moi-
Cuando Adán y Eva comieron del fruto sés 5:9–12. Por causa de la transgresión
prohibido, sus cuerpos se hicieron mor- viene la Caída, Moisés 6:59. Los hombres
tales, esto es, sujetos al pecado y a la serán castigados por sus propios peca-
muerte. Adán fue la “primera carne” dos, AdeF 1:2.
sobre la tierra (Moisés 3:7). Las revela-
ciones de los últimos días aclaran que la Caifás. Véase también Anás; Saduceos
Caída es una bendición para la huma- En el Nuevo Testamento, sumo sacer-
nidad y que se debe honrar a Adán y a dote y yerno de Anás. Caifás tomó parte
Eva como los primeros padres de todo activa en el ataque lanzado contra Jesús
el género humano. y Sus discípulos (Mateo 26:3–4; Juan
La Caída era un paso necesario en el 11:47–51; 18:13–14).
progreso del hombre. Dios, sabiendo
que ocurriría la Caída, ya en la vida Caín. Véase también Abel; Adán;
preterrenal había dispuesto lo necesario Asesinato; Combinaciones secretas
para que hubiera un Salvador. Jesucristo Hijo de Adán y Eva que mató a su her-
vino en el meridiano de los tiempos para mano menor Abel (Gén. 4:1–16).
expiar la Caída de Adán y también los El Señor rechazó su ofrenda, Gén. 4:3–
pecados individuales del hombre, con 7 (Moisés 5:5–8, 18–26). Mató a su her-
la condición de que este se arrepienta. mano Abel, Gén. 4:8–14 (Moisés 5:32–37).
El día que de él comieres, ciertamente Jehová puso señal y maldición en Caín,
morirás, Gén. 2:17 (Moisés 3:17). Tomó de Gén. 4:11–15 (Moisés 5:37–41).
su fruto, y comió, Gén. 3:6 (Moisés 4:12). Adán y Eva tuvieron muchos hijos
Así como en Adán todos mueren, tam- e hijas antes de que él naciera, Moisés
bién en Cristo todos serán vivificados, 5:1–3, 16–17. Amó a Satanás más que a
1 Cor. 15:22. Dios, Moisés 5:13, 18. Concertó un pacto
Todo el género humano se hallaba en impío con Satanás, Moisés 5:29–31.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
29 Campo
Caleb descendiente de Caín; los hijos de la hija
Uno de los enviados por Moisés a reco- de ellos, que también se llamaba Egyp-
nocer la tierra de Canaán en el segundo tus, se establecieron en Egipto, Abr. 1:23,
año después del Éxodo. Él y Josué fueron 25 (Sal. 105:23; 106:21–22).
los únicos que dieron un informe verí- Camino (vía). Véase también Andar,
dico (Núm. 13:6, 30; 14:6–38). Entre todos andar con Dios; Jesucristo
los que salieron de Egipto, ellos fueron
los únicos que sobrevivieron a los cua- El sendero (la vía) o la dirección que
renta años en el desierto (Núm. 26:65; sigue una persona. Jesús dijo que Él era
32:12; Deut. 1:36) y entraron en Canaán el camino (Juan 14:4–6).
(Josué 14:6–14; 15:13–19). Guardarás los mandamientos de Je-
hová, andando en sus caminos, Deut.
Calumnias. Véase también Chismes;
8:6. Instruye al niño en su camino, Prov.
Contención, contienda; Mentiras;
22:6 (2 Ne. 4:5). Así son mis caminos más
Rumores
altos que vuestros caminos, Isa. 55:8–9.
Decir algo incorrecto, dañino o inicuo. Estrecha es la puerta, y angosto el
En las Escrituras, a menudo se refiere camino que lleva a la vida, Mateo 7:13–
a personas que hablan de otras con la 14 (3 Ne. 14:13–14; 27:33; DyC 132:22,
intención específica de causarles dolor. 25). Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la
Guarda tu lengua del mal, Sal. 34:13 verdad, y la vida, Juan 14:6. Dios dará
(1 Pe. 3:10). El hombre perverso cava en juntamente con la tentación la salida,
busca del mal, Prov. 16:27. 1 Cor. 10:13.
Bienaventurados sois cuando digan El Señor no da mandamientos a sus
toda clase de mal contra vosotros min- hijos sin prepararles la vía para que los
tiendo, Mateo 5:11 (3 Ne. 12:11). Del co- cumplan, 1 Ne. 3:7 (1 Ne. 9:6; 17:3, 13). La
razón salen los malos pensamientos, vía para el hombre es angosta; y no hay
Mateo 15:19 (Marcos 7:21). No maldecirás otra entrada sino por la puerta, 2 Ne.
a un príncipe de tu pueblo, Hech. 23:5. 9:41. Sois libres para obrar, para escoger
Quítense de vosotros toda maledicencia, la vía de la muerte interminable, o la vía
y toda malicia, Efe. 4:31. No murmuréis de la vida eterna, 2 Ne. 10:23. Esta es la
los unos de los otros, Stg. 4:11. senda; y no hay otro camino, ni nombre
Cuídense de que no haya en la iglesia por el cual el hombre pueda salvarse,
difamaciones, ni calumnias, DyC 20:54. 2 Ne. 31:21 (Mos. 3:17; Alma 38:9; Hel.
Calvario. Véase Gólgota 5:9). En el don de su Hijo, Dios ha pre-
parado un camino más excelente, Éter
Cam. Véase también Noé, patriarca 12:11 (1 Cor. 12:31).
bíblico Todo hombre anda por su propio ca-
En el Antiguo Testamento, el tercer mino, DyC 1:16. Es preciso que se haga
hijo de Noé (Gén. 5:32; 6:10; Moisés 8:12, a mi propia manera, DyC 104:16.
27).
Campo. Véase también Mundo; Viña
Noé, sus hijos y las respectivas fami- del Señor
lias de estos entraron en el arca, Gén.
7:13. Canaán hijo de Cam es maldecido, En las Escrituras, a menudo simboliza
Gén. 9:18–25. el mundo y sus habitantes.
El gobierno de Cam fue patriarcal El campo es el mundo, Mateo 13:38.
y fue bendecido en cuanto a las ben- El reino de los cielos es semejante a un
diciones de la tierra y con sabiduría, tesoro escondido en un campo, Mateo
pero no en cuanto al sacerdocio, Abr. 13:44.
1:21–27. La esposa de Cam, Egyptus, era Vi un campo grande y espacioso,
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Canaán, cananeo 30
1 Ne. 8:9, 20. El campo estaba maduro, para mí, DyC 25:12. Si te sientes alegre,
Alma 26:5. alaba al Señor con cantos, DyC 136:28.
El campo blanco está ya para la siega,
Cantares de Salomón
DyC 4:4 (DyC 6:3; 11:3; 12:3; 14:3; 31:4;
33:3, 7). El campo era el mundo, DyC Libro del Antiguo Testamento. El pro-
86:1–2. Compararé estos reinos a un feta José Smith enseñó que el Cantar de
hombre que tiene un campo, DyC 88:51. los Cantares de Salomón no es un escrito
inspirado.
Canaán, cananeo
Cárcel de Liberty, Misuri (EE. UU.).
En la época del Antiguo Testamento,
Véase también Smith, hijo, José
el cuarto hijo de Cam (Gén. 9:22; 10:1,
6) y nieto de Noé. El término cananeo Pequeña cárcel en la que el profeta
se refiere a las personas oriundas de la José Smith y varios hermanos más es-
tierra donde originalmente vivió Canaán tuvieron prisioneros injustamente desde
y también a sus descendientes. Cananeo noviembre de 1838 hasta abril de 1839.
también era el nombre del pueblo que Mientras se encontraba en esa situación
tan difícil, José recibió ciertas revelacio-
habitaba las tierras bajas por la costa de
nes, profetizó y se sintió inspirado para
Palestina sobre el Mediterráneo. Este
escribir una importante carta a los san-
nombre se ha usado en algunas ocasio-
tos, selecciones de la cual se encuentran
nes para referirse a todos los habitantes
actualmente en las secciones 121 a 123
del territorio occidental del río Jordán
de Doctrina y Convenios.
que no eran israelitas, a quienes los grie-
gos llamaban fenicios. Caridad. Véase también Amor;
Bienestar; Compasión; Servicio
Canon. Véase también Biblia; Doctrina
y Convenios; Escrituras; Libro de Es el amor puro de Cristo (Moro. 7:47),
Mormón; Perla de Gran Precio el amor que tiene Cristo por los hijos de
los hombres y que estos deben tener en-
Colección de libros declarados autén- tre sí (2 Ne. 26:30; 33:7–9; Éter 12:33–34).
ticos y reconocidos como sagrados. En Es el amor más fuerte, más noble y más
La Iglesia de Jesucristo de los Santos elevado, y no tan solo un sentimiento de
de los Últimos Días se les llama a estos afecto. En algunas versiones de la Biblia,
los libros canónicos y son: el Antiguo y se ha substituido la palabra caridad por
el Nuevo Testamento, el Libro de Mor- la palabra amor.
món, Doctrina y Convenios y la Perla
El conocimiento envanece, pero el
de Gran Precio.
amor edifica, 1 Cor. 8:1. La caridad, o
Cantar. Véase también Himnos; sea, el amor puro, supera casi todas las
Música otras virtudes, 1 Cor. 13. El propósito
de este mandamiento es el amor nacido
Adorar y alabar a Dios con cantos.
de corazón limpio, 1 Tim. 1:5. Añadid al
Cantad a Jehová toda la tierra, 1 Cró. afecto fraternal, amor, 2 Pe. 1:7.
16:23–36 (Sal. 96). Cantad a Jehová, voso- El Señor ha dado el mandamiento de
tros sus santos, Sal. 30:4. Cantad alegres que todos los seres humanos tengan
a Dios, Sal. 100:1. caridad, 2 Ne. 26:30 (Moro. 7:44–47).
Y cuando hubieron cantado el himno, Mirad que tengáis fe, esperanza y ca-
salieron al monte de los Olivos, Mateo ridad, Alma 7:24. El amor que tiene el
26:30. Señor por los hombres es la caridad,
Los miembros de la Iglesia cantaban Éter 12:33–34. Sin caridad, los hombres
si el poder del Espíritu Santo los guiaba no pueden heredar ese lugar preparado
a hacerlo, Moro. 6:9. en las mansiones del Padre, Éter 12:34
La canción de los justos es una oración (Moro. 10:20–21). Moroni escribió las
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
31 Castidad
palabras de Mormón concernientes a la Los animales se han ordenado para
fe, la esperanza y la caridad, Moro. 7. alimento y vestido del hombre, DyC
La caridad es una virtud que califica al 49:18–19 (DyC 59:16–20). Debemos limi-
hombre para la obra del Señor, DyC 4:5– tar el consumo de carne, DyC 89:12–15.
6 (DyC 12:8). Vestíos con el vínculo de La condición de mortal: Jesús es la única
la caridad, DyC 88:125. Deja que tus en- persona engendrada por el Padre en la
trañas se llenen de caridad, DyC 121:45. carne, Juan 1:14 (Mos. 15:1–3).
Carnal. Véase también Caída de Adán Adán fue la primera carne sobre la
y Eva; Hombre natural; Sensual, tierra, Moisés 3:7.
sensualidad La naturaleza carnal del hombre: Maldito
Lo que no es espiritual; más específi- el varón que pone carne por su brazo,
camente, se puede usar la palabra con Jer. 17:5.
El espíritu está dispuesto, pero la
el significado de físico y temporal (DyC
carne es débil, Mar. 14:38. Los deseos
67:10) o con el de mundano, lujurioso y
de la carne no provienen del Padre,
sensual (Mos. 16:10–12).
1 Juan 2:16.
Ser de mente carnal es muerte, 2 Ne. Nefi dijo: mi corazón se entristece a
9:39. El diablo adormece a los hombres causa de mi carne, 2 Ne. 4:17–18, 34. Re-
con seguridad carnal, 2 Ne. 28:21. Se conciliaos con Dios, no con la voluntad
habían visto a sí mismos en su propio del diablo y la carne, 2 Ne. 10:24.
estado carnal, Mos. 4:2. Quien persiste
en su propia naturaleza carnal, perma- Carthage, cárcel de (EE. UU.). Véase
nece en su estado caído, Mos. 16:5. Todos también Smith, hijo, José; Smith,
deben nacer de Dios y ser cambiados de Hyrum
su estado carnal y caído, a un estado de José Smith y su hermano Hyrum fue-
rectitud, Mos. 27:25. El género humano ron asesinados por una muchedumbre
se había vuelto carnal, sensual y diabó- el 27 de junio de 1844 en la cárcel de
lico, Alma 42:10. Carthage, Illinois, Estados Unidos de
Quien siga su propia voluntad y de- América (DyC 135).
seos carnales tendrá que caer, DyC 3:4.
El hombre no puede ver a Dios con una Casa de Israel. Véase Israel
mente carnal, DyC 67:10–12. Casa del Señor. Véase Templo, Casa
Los hombres empezaron a ser car- del Señor
nales, sensuales y diabólicos, Moisés
5:13; 6:49. Castidad. Véase también Adulterio;
Fornicación; Sensual, sensualidad;
Carne. Véase también Carnal; Virtud
Cuerpo; Hombre natural; Mortal,
La pureza sexual del hombre y de
mortalidad la mujer.
El vocablo carne tiene varios signifi- José resistió las propuestas amorosas
cados: (1) el tejido blando que compone de la esposa de Potifar, Gén. 39:7–21
parte del cuerpo del género humano y (DyC 42:24; 59:6). No cometerás adulte-
de las bestias, las aves y los peces; (2) rio, Éx. 20:14. La mujer virtuosa es corona
la condición de mortal; o (3) la natura- de su marido, Prov. 12:4 (Prov. 31:10).
leza física, o sea, la naturaleza carnal ¿Ignoráis que vuestro cuerpo es tem-
del hombre. plo del Espíritu Santo?, 1 Cor. 6:18–19. Sé
El tejido del cuerpo: Los animales son ejemplo en pureza, 1 Tim. 4:12.
mantenimiento del hombre, Gén. 9:3. Ninguna cosa impura puede mo-
No se debe matar animales innecesa- rar con Dios, 1 Ne. 10:21. Porque yo, el
riamente, TJS, Gén. 9:10–11 (DyC 49:21). Señor Dios, me deleito en la castidad de
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Castigar, castigo 32
las mujeres, Jacob 2:28. El pecado sexual 2 Ne. 2:29. ¿Habéis retenido suficien-
es una abominación, Alma 39:1–13. La temente en la memoria el cautiverio de
castidad y la virtud son más caras y vuestros padres?, Alma 5:5–6. A los que
preciosas que todo lo demás, Moro. 9:9. endurecen sus corazones el diablo los
Creemos en ser castos, AdeF 1:13. lleva cautivos, Alma 12:11. Debéis velar
y orar siempre, no sea que el diablo os
Castigar, castigo. Véase también
tiente, y seáis llevados cautivos por él,
Adversidad
3 Ne. 18:15.
Corrección o disciplina, individual o
colectiva, que tiene el objeto de ayudar Celibato. Véase Matrimonio
a las personas a mejorar o a fortalecerse.
Celo, celos, celoso. Véase también
No menosprecies la corrección del To- Envidia
dopoderoso, Job 5:17 (Prov. 3:11). Biena-
venturado es el hombre a quien tú, JAH, En las Escrituras, el vocablo celoso se
corriges, Sal. 94:12. utiliza con dos significados diferentes:
Toda la Escritura es útil para redar- (1) Albergar sentimientos fervientes y
güir, para corregir, 2 Tim. 3:16. El Señor profundos acerca de alguien o de algo,
al que ama, disciplina, Heb. 12:5–11. y (2) Sentir envidia de alguien o des-
El Señor considera conveniente dis- confianza de que otra persona le gane
ciplinar a su pueblo, Mos. 23:21–22. Ex- ventaja.
cepto que el Señor discipline a su pueblo, Sentimientos fervientes: Yo soy Jehová
no se acuerda de él, Hel. 12:3. Habló el tu Dios, celoso, Éx. 20:5 (Deut. 5:9; 6:15;
Señor con el hermano de Jared, y lo re- Mos. 11:22). Me mostraré celoso por mi
prendió, Éter 2:14. santo nombre, Ezeq. 39:25. Celé con gran
Que fueran disciplinados para que se celo a Jerusalén y a Sion, Zac. 1:14.
arrepintieran, DyC 1:27. A los que amo
Envidia o desconfianza: Los celos son el
también disciplino para que les sean
furor del hombre, Prov. 6:32–35.
perdonados sus pecados, DyC 95:1. To-
dos los que no quieren soportar la disci- Akish empezó a tener celos de su hijo,
plina, no pueden ser santificados, DyC Éter 9:7.
101:2–5. Es necesario que mi pueblo sea Si os despojáis de toda envidia y te-
disciplinado hasta que aprenda la obe- mor, me veréis, DyC 67:10.
diencia, DyC 105:6. El que no aguanta Centurión
la disciplina, no es digno de mi reino,
DyC 136:31. Oficial del ejército romano al mando
de una compañía que tenía entre cin-
Cautiverio. Véase también Libertad, cuenta y cien hombres, la cual formaba
libre la sexagésima parte de una legión ro-
En las Escrituras, se refiere tanto al mana. (Véase Mateo 8:5; Lucas 23:47;
cautiverio físico como al espiritual. Hech. 10:1–8).
La casa de Israel fue llevada cautiva César
por su pecado, Ezeq. 39:23.
En el Nuevo Testamento, título por el
Si alguno lleva en cautividad, va en
cual se conocía a algunos de los empe-
cautividad, Apoc. 13:10.
radores romanos. En las Escrituras se
Los inicuos serán entregados a la cau-
tividad del diablo, 1 Ne. 14:4, 7. Los hom- utiliza esta palabra como símbolo de
bres son libres para escoger la libertad y gobierno o poder mundanos.
la vida eterna o la cautividad y la muerte, Dad, pues, a César lo que es de César,
2 Ne. 2:27. El deseo de la carne da al es- Mateo 22:21 (Mar. 12:17; Lucas 20:25;
píritu del diablo el poder de cautivar, DyC 63:26).
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
33 Codiciar
Chismes. Véase también Calumnias; llevado al cielo sin gustar la muerte,
Rumores DyC 110:13. Los derechos del sacerdo-
Contar a alguien hechos o información cio están inseparablemente unidos a los
personales acerca de otra persona sin la poderes del cielo, DyC 121:36. Hay dos
aprobación de esta. clases de seres en los cielos, DyC 129:1.
Sion fue llevada al cielo, Moisés 7:23.
Toda palabra ociosa que hablen los
hombres, de ella darán cuenta, Mateo Circuncisión. Véase también
12:36. Se amonesta a los santos a no ser Abraham, convenio de (convenio
chismosos ni entremetidos, hablando de abrahámico)
lo que no deben, 1 Tim. 5:11–14. Señal del convenio abrahámico que
No hablarás mal de tu prójimo, DyC observaban los varones israelitas du-
42:27. Fortalece a tus hermanos en todas rante las dispensaciones del Antiguo
tus conversaciones, DyC 108:7. Testamento (Gén. 17:10–11, 23–27; TJS,
Cielo. Véase también Gloria celestial; Gén. 17:11 [Apéndice — Biblia]). Para rea-
Paraíso; Reino de Dios o de los lizar la circuncisión, se cortaba la carne
cielos del prepucio de los varones, tanto los
infantes como los adultos. Aquellos que
En las Escrituras, este vocablo tiene la recibían gozaban de los privilegios del
dos significados principales: (1) El lu- convenio y tomaban sobre sí las respon-
gar donde mora Dios y el futuro hogar sabilidades de este. La circuncisión como
eterno de los santos (Gén. 28:12; Sal. 11:4; señal del convenio fue abrogada por la
Mateo 6:9); (2) la expansión que rodea a misión de Cristo (Moro. 8:8; DyC 74:3–7).
la tierra (Gén. 1:1, 17; Éx. 24:10). No hay
duda de que el cielo no es el paraíso, el Ciro
cual es la morada temporaria de los es- En el Antiguo Testamento, el rey de
píritus de las personas fieles que han Persia con el que se cumplió la profe-
vivido y muerto en esta tierra. Jesús vi- cía de Isaías (2 Cró. 36:22–23; Isa. 44:28;
sitó el paraíso después de Su muerte en 45:1) al permitir el regreso de los judíos
la cruz, pero al tercer día le dijo a María a Jerusalén para reedificar el templo,
que aún no había ascendido al Padre (Lu- dando así un fin parcial al cautiverio
cas 23:39–44; Juan 20:17; DyC 138:11–37). en Babilonia. La profecía de Isaías se
Tus cielos, obra de tus dedos, Sal. 8:3. hizo aproximadamente 180 años antes
Por la palabra de Jehová fueron hechos del edicto del rey Ciro.
los cielos, Sal. 33:6. ¡Cómo caíste del
Cizaña
cielo, oh Lucero!, Isa. 14:12 (2 Ne. 24:12).
Se enrollarán los cielos como un libro, Planta venenosa cuya apariencia es
Isa. 34:4. Yo crearé nuevos cielos y nueva muy similar a la del trigo. Es difícil de
tierra, Isa. 65:17. Dios abrirá las ventanas extirpar y no se puede distinguir del
de los cielos, Mal. 3:10. trigo hasta que ha madurado (Mateo
Padre nuestro que estás en los cielos, 13:24–30; DyC 86:1–7).
santificado sea tu nombre, Mateo 6:9 Codiciar. Véase también
(3 Ne. 13:9). Pablo fue arrebatado hasta Concupiscencia; Envidia
el tercer cielo, 2 Cor. 12:2. Se hizo silen-
cio en el cielo, Apoc. 8:1 (DyC 88:95–98). El uso de este término en las Escritu-
Si continúan fieles hasta el fin, son ras se refiere a envidiar a alguien o te-
recibidos en el cielo, Mos. 2:41. Para que ner un deseo desmedido de poseer algo.
seáis hijos de vuestro Padre que está en No codiciarás, Éx. 20:17 (Deut. 5:21;
los cielos, 3 Ne. 12:45. Mos. 13:24; DyC 19:25). No codicies su
El día en que venga en las nubes del hermosura en tu corazón, Prov. 6:25. El
cielo, DyC 45:16. Elías el Profeta fue que aborrece la avaricia prolongará sus
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Codo 34
días, Prov. 28:16. Codician las heredades, se testifica que Cristo es el Redentor,
y las roban, Miq. 2:2. se advierte del peligro de la falsa ado-
Cualquiera que mira a una mujer para ración y se afirma la importancia de la
codiciarla, ya adulteró, Mateo 5:28 (3 Ne. Resurrección. En el capítulo 4, se enseña
12:28). Guardaos de toda avaricia, Lucas a los santos que deben ser sabios en to-
12:15. La ley dice: No codiciarás, Rom. das las cosas.
7:7. En los postreros días habrá hombres
avaros, 2 Tim. 3:1–2. Combinaciones secretas. Véase
Cuando Labán vio nuestros bienes, los también Caín; Gadiantón, ladrones
codició, 1 Ne. 3:25. de
Te mando no codiciar tus propios bie- Organizaciones de personas unidas
nes, DyC 19:26. El que mirare a una por juramentos con el fin de llevar a
mujer para codiciarla negará la fe, DyC cabo los propósitos inicuos del grupo.
42:23. Cesad de ser codiciosos, DyC
El padre de las mentiras incita a los
88:123. No codiciéis lo que pertenece a
hijos de los hombres a combinaciones
vuestro hermano, DyC 136:20.
secretas, 2 Ne. 9:9. He de destruir las
Codo obras secretas de tinieblas, 2 Ne. 10:15.
Unidad común de medida de longitud Los juicios de Dios descendieron sobre
entre los hebreos; originalmente era la estos obradores de combinaciones se-
distancia desde el codo hasta la punta cretas, Alma 37:30. Gadiantón probó
de los dedos. ser la ruina del pueblo de Nefi, Hel.
2:4–13. Satanás incitó el corazón de la
Cólera. Véase Enojo gente para que entraran en juramentos
Colosenses, epístola a los. Véase y pactos secretos, Hel. 6:21–31. El Señor
también Pablo; Pablo, epístolas de no obra por medio de combinaciones
secretas, Éter 8:19. Cualquier nación que
Libro del Nuevo Testamento. Origi- favorezca tales combinaciones secretas
nalmente fue una carta que el apóstol será destruida, Éter 8:22–23. Rechazaron
Pablo escribió a los colosenses después todas las palabras de los profetas, por
de una visita de Epafras, el evangelista
causa de su sociedad secreta, Éter 11:22.
de la Iglesia en Colosas (Col. 1:7–8), que
Desde los días de Caín hubo una com-
le comunicó a Pablo que los colosenses
binación secreta, Moisés 5:51.
estaban cayendo en grave error: pensa-
ban que eran mejores que otras personas Compasión. Véase también
debido a que observaban concienzuda- Amor; Caridad; Misericordia,
mente ciertas ordenanzas externas (Col. misericordioso
2:16), se negaban ciertos deseos físicos
En las Escrituras, el vocablo compa-
y adoraban a los ángeles (Col. 2:18). Di-
sión significa, literalmente, “sufrir con
chas prácticas llevaron a los colosenses
otro”. También significa mostrar com-
a pensar que se estaban santificando y
prensión, piedad y misericordia por
también que comprendían los misterios
otra persona.
del universo mejor que otros miembros
de la Iglesia. En su carta, Pablo los co- Jesús tuvo compasión de las multitu-
rrigió, enseñándoles que la redención des, Mateo 9:36 (Mateo 20:34; Lucas 7:13).
solamente se puede lograr por medio Sed compasivos, amándoos fraternal-
de Cristo y que debemos ser sabios y mente, 1 Pe. 3:8.
servirle a Él. Cristo fue lleno de compasión por los
El capítulo 1 comprende la salutación hijos de los hombres, Mos. 15:9. Mis en-
de Pablo a los santos colosenses. Los ca- trañas rebosan de compasión por voso-
pítulos 2 y 3 son doctrinales y en ellos tros, 3 Ne. 17:6.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
35 Concilio de los cielos
José Smith rogó al Señor que tuviera Rom. 2:14–15. Los mentirosos tienen la
compasión de los santos, DyC 121:3–5. conciencia cauterizada, 1 Tim. 4:2.
Comprensión. Véase Entender, Los hombres son suficientemente ins-
entendimiento truidos para discernir el bien del mal,
2 Ne. 2:5. El rey Benjamín tenía la con-
Común acuerdo. Véase también Iglesia ciencia limpia ante Dios, Mos. 2:15. Los
de Jesucristo; Sostenimiento de nefitas fueron llenos de gozo, teniendo
líderes de la Iglesia
paz de conciencia, Mos. 4:3. Zeezrom
El principio por el cual los miembros empezó a sentirse atormentado por la
de la Iglesia sostienen a los que son lla- conciencia de su propia culpa, Alma 14:6.
mados a servir en la Iglesia y apoyan
Al que conoce el bien y el mal, a este le
otras decisiones de la Iglesia que requie-
ran su sostenimiento. Por lo general se es dado el gozo o el remordimiento de
indica alzando la mano derecha. conciencia, Alma 29:5. La ley justa trajo
Jesucristo está a la cabeza de Su Igle- el remordimiento de conciencia, Alma
sia. Por medio de la inspiración del Es- 42:18. A todo hombre se da el Espíritu
píritu Santo, dirige a los líderes de esta de Cristo para que sepa discernir el bien
en sus hechos y decisiones importantes. del mal, Moro. 7:16.
Sin embargo, todos los miembros de la Toda persona debe tener el libre ejer-
Iglesia tienen el derecho y el privilegio cicio de la conciencia, DyC 134:2. Mi
de sostener o no sostener los hechos y conciencia se halla libre de ofensas, DyC
las decisiones de sus líderes.
135:4.
Todo el pueblo respondió a una voz, Reclamamos el derecho de adorar a
Éx. 24:3 (Núm. 27:18–19). Dios conforme a los dictados de nuestra
Los apóstoles y ancianos llegaron a
propia conciencia, AdeF 1:11.
un acuerdo, Hech. 15:25.
No se ordenará a ninguna persona Concilio de los cielos. Véase también
sin el voto de dicha iglesia, DyC 20:65– Guerra en los cielos; Plan de
66. Todas las cosas se harán de común redención; Vida preterrenal
acuerdo, DyC 26:2 (DyC 28:13). Hágase
todo conforme al acuerdo, DyC 104:21. La ocasión en la vida preterrenal en
que el Padre presentó Su plan a Sus hijos
Comunión. Véase Santa Cena espirituales que vendrían a esta tierra.
Conciencia. Véase también Luz, luz de Se regocijaron todos los hijos de Dios,
Cristo Job 38:4–7. Subiré al cielo; en lo alto, junto
El sentido interior del bien y del mal, a las estrellas de Dios, Isa. 14:12–13.
que proviene de la luz de Cristo que se Hubo una gran batalla en el cielo,
da a todo ser humano (Moro. 7:16). Nace- Apoc. 12:7–11.
mos con la facultad natural de distinguir Antes de nacer, recibieron sus prime-
entre el bien y el mal debido a la luz de
ras lecciones en el mundo de los espíri-
Cristo que se da a toda persona (DyC
84:46), la cual llamamos conciencia. El tus, DyC 138:56.
poseerla nos hace seres responsables. Satanás se rebeló en la vida prete-
Como otras facultades, nuestra concien- rrenal, Moisés 4:1–4. Las inteligencias
cia puede adormecerse con el pecado o fueron organizadas antes que existiera
el mal uso que hagamos de ella. el mundo, Abr. 3:22. Los Dioses tomaron
Los escribas y fariseos fueron acusa- consejo entre sí, Abr. 4:26. Los Dioses
dos por su propia conciencia, Juan 8:9. terminaron la obra que habían acor-
La conciencia también da testimonio, dado, Abr. 5:2.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Concupiscencia 36
Concupiscencia. Véase también Somos castigados por el Señor, para que
Codiciar; Sensual, sensualidad no seamos condenados con el mundo,
El deseo desmedido e incorrecto de 1 Cor. 11:32.
bienes o placeres materiales. Los que no se arrepientan, se bauti-
cen y perseveren hasta el fin, deben ser
No reine, pues, el pecado en vuestro
condenados, 2 Ne. 9:24 (Mar. 16:16; Éter
cuerpo mortal, de modo que lo obedez-
4:18; DyC 68:9; 84:74). Nuestras palabras,
cáis en sus concupiscencias, Rom. 6:12.
obras y pensamientos nos condenarán,
Se amontonarán maestros conforme
Alma 12:14. Por saber y no cumplir, las
a sus propias concupiscencias, 2 Tim.
personas caen bajo condenación, Hel.
4:3–4.
14:19. Los inicuos serían más desdicha-
Quisiera que no te dejases llevar más
dos morando en la presencia de Dios que
por las concupiscencias de tus ojos,
con las almas condenadas en el infierno,
Alma 39:3–4, 9.
Morm. 9:4. Si dejamos de obrar, incu-
Cesad de todos vuestros deseos de
rriremos en la condenación, Moro. 9:6.
concupiscencia, DyC 88:121.
El que no hace nada hasta que se le
Condado de Jackson, Misuri (EE. mande, ya es condenado, DyC 58:29. El
UU.). Véase también Nueva Jerusalén que no perdona las ofensas de su her-
Lugar de recogimiento de los santos en mano, queda condenado ante el Señor,
los últimos días; esto es, el lugar central DyC 64:9. El que peque contra mayor
donde establecerán la Nueva Jerusalén luz, mayor condenación recibirá, DyC
(DyC 57–58; 82; 101:69–71; 105:28). 82:3. Toda la Iglesia está bajo condena-
ción hasta que se arrepienta y recuerde
Condenación, condenar. Véase el Libro de Mormón, DyC 84:54–57. El
también Diablo; Hijos de perdición; que reciba la plenitud de la gloria del
Infierno; Juicio final; Juicio, juzgar; Señor deberá cumplir la ley, o será con-
Muerte espiritual denado, DyC 132:6.
Juzgar a otros o ser juzgados por Dios,
Confesar, confesión. Véase también
ser hallados culpables o ser reprobados.
Arrepentimiento, arrepentirse;
En el estado inmortal, la condenación es
Perdonar
una referencia a la limitación del pro-
greso individual y a la imposibilidad de En las Escrituras se emplea esta pala-
tener acceso a la presencia de Dios y a bra con por lo menos dos de los senti-
Su gloria. La condenación existe en dis- dos que tiene. Uno es el de manifestar o
tintos grados. Todos los que no alcancen declarar la fe en algo, tal como confesar
la plenitud de la exaltación celestial se que Jesús es el Cristo (Mateo 10:32; Rom.
verán limitados hasta cierto punto en su 10:9; 1 Juan 4:1–3; DyC 88:104).
progreso y privilegios, y en ese sentido El segundo uso del vocablo es el de
serán condenados. admitir culpabilidad, tal como en la
Jehová condenará al hombre de malos confesión de los pecados. Toda persona
pensamientos, Prov. 12:2. tiene el deber de confesar sus pecados
¡Ay de vosotros, hipócritas! Recibiréis al Señor para obtener Su perdón (DyC
mayor condenación, Mateo 23:14. Cual- 58:42–43). Cuando sea necesario, también
quiera que blasfeme contra el Espíritu deben confesarse a la persona (o perso-
Santo está expuesto al juicio eterno, Mar. nas) a quien el pecado haya perjudicado.
3:29. Los que hicieron lo malo saldrán a Los pecados graves se deben confesar a
resurrección de condenación, Juan 5:29 un oficial de la Iglesia (al obispo, en la
(3 Ne. 26:5). El que come y bebe indig- mayoría de los casos).
namente, come y bebe condenación para Confesará aquello en que pecó,
su alma, 1 Cor. 11:29 (3 Ne. 18:28–29). Lev. 5:5. Confesarán su iniquidad,
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
37 Conocimiento
Lev. 26:40–42. Da gloria a Jehová, el Dios lo bueno, DyC 11:12. Confíe él en mí y no
de Israel, y declara lo que has hecho, será confundido, DyC 84:116. Entonces
Josué 7:19. tu confianza se fortalecerá en la presen-
Las personas eran bautizadas por él cia de Dios, DyC 121:45.
en el Jordán, confesando sus pecados,
Mateo 3:5–6. Confirmación. Véase Imposición de
El transgresor que confiese sus peca- manos
dos será perdonado, Mos. 26:29. Congregación de Israel. Véase
Te mando que confieses tus pecados Israel — La congregación de Israel
para que no sufras estos castigos, DyC
19:20. El arrepentido confesará y aban- Conocimiento. Véase también
donará sus pecados, DyC 58:43. El Señor Entender, entendimiento; Sabiduría;
es misericordioso con los que confiesan Verdad
sus pecados con corazones humildes, Entendimiento y comprensión, par-
DyC 61:2. El Señor perdona los pecados ticularmente de la verdad, según la en-
de aquellos que los confiesan y piden seña o confirma el Espíritu.
perdón, DyC 64:7.
El Dios de todo saber es Jehová, 1 Sam.
Confianza, confiar. Véase también 2:3. El Señor es perfecto en sabiduría, Job
Creencia, creer; Fe 37:16. El principio de la sabiduría es el
Tener una certeza, creencia, seguridad temor de Jehová, Prov. 1:7. El que ahorra
o fe en algo, sobre todo en Dios y en Je- sus palabras tiene sabiduría, Prov. 17:27.
sucristo. Esperanza firme o seguridad La tierra será llena del conocimiento de
que se tiene en una persona o cosa. En Jehová, Isa. 11:9 (2 Ne. 21:9; 30:15).
el sentido espiritual, confiar significa Habéis quitado la llave de la cien-
también depender absolutamente de cia, Lucas 11:52. El amor de Cristo, que
Dios y de Su Espíritu. excede a todo conocimiento, Efe. 3:19.
Aunque él me matare, en él esperaré, Añadid a vuestra fe virtud; a la virtud,
Job 13:15. Mejor es confiar en Jehová que conocimiento, 2 Pe. 1:5.
confiar en el hombre, Sal. 118:8. Fíate de Nefi tenía un conocimiento grande de
Jehová de todo tu corazón, Prov. 3:5. Je- la bondad de Dios, 1 Ne. 1:1. Para que
hová será tu confianza, Prov. 3:26. Dios cuando lleguen al conocimiento de su
libró a sus siervos que confiaron en él, Redentor sean reunidos, 2 Ne. 6:11. Los
Dan. 3:19–28. Ninguna lesión se halló justos tendrán un conocimiento perfecto
en él, porque había confiado en su Dios, de su rectitud, 2 Ne. 9:14. El Espíritu
Dan. 6:23. da conocimiento, Alma 18:35. Vuestro
Tengamos confianza cuando Cristo conocimiento es perfecto en esta cosa,
aparezca, 1 Juan 2:28. Alma 32:34. Los lamanitas serán traídos
En ti confiaré para siempre, 2 Ne. 4:34. otra vez al conocimiento de su Redentor,
Los nefitas inicuos perdieron la con- Hel. 15:13. Sabréis, con un conocimiento
fianza de sus hijos, Jacob 2:35. Regoci- perfecto, que es de Dios, Moro. 7:15–17.
jaos, y poned vuestra confianza en Dios, Los santos hallarán sabiduría y gran-
Mos. 7:19. Quien pone su confianza en des tesoros de conocimiento, DyC 89:18–
Dios será enaltecido en el postrer día, 19. El conocimiento puro ennoblecerá
Mos. 23:22. Quienes pongan su con- grandemente el alma, DyC 121:42. Al
fianza en Dios serán sostenidos en sus que posee las llaves del Santo Sacerdocio
tribulaciones, Alma 36:3, 27. no se le dificulta obtener conocimiento
No pongáis vuestra confianza en el de los hechos, DyC 128:11. Si una per-
brazo de la carne, DyC 1:19. Pon tu con- sona adquiere más conocimiento en
fianza en ese Espíritu que induce a hacer esta vida, llevará ventaja en el mundo
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Consagrar, ley de consagración 38
venidero, DyC 130:19. Es imposible sal- Oíd el consejo de aquel que os ha orde-
varse en la ignorancia, DyC 131:6. nado, DyC 78:2. Recibir consejo del que
yo he nombrado, DyC 108:1. Ambiciona
Consagrar, ley de consagración. imponer su propio criterio en lugar del
Véase también Orden Unida; Reino consejo que yo he ordenado, DyC 124:84.
de Dios o de los cielos Escuche el consejo de mi siervo José,
Dedicar(se), santificar(se), alcanzar la DyC 124:89. Si un hombre no busca mi
rectitud. La ley de consagración es un consejo, no tendrá poder, DyC 136:19.
principio divino por el cual hombres
y mujeres dedican voluntariamente su Consejo de los Doce. Véase Apóstol
tiempo, su talento o habilidades y sus Consolador. Véase también Espíritu
bienes materiales al establecimiento y Santo; Jesucristo
la edificación del reino de Dios.
Las Escrituras mencionan dos Conso-
Hoy os habéis consagrado a Jehová, ladores. El primero es el Espíritu Santo
Éx. 32:29. (Juan 14:26–27; Moro. 8:26; DyC 21:9;
Todos los que habían creído tenían en 42:17; 90:11). El Segundo Consolador es
común todas las cosas, Hech. 2:44–45. el Señor Jesucristo (Juan 14:18, 21, 23).
Tenían en común todas las cosas; por Cuando una persona recibe al Segundo
tanto, no había ricos ni pobres, 4 Ne. 1:3. Consolador, de cuando en cuando se
El Señor explica los principios de la le aparecerá Jesucristo, quien le reve-
ley de consagración, DyC 42:30–39 (DyC lará al Padre y le enseñará cara a cara
51:2–19; 58:35–36). Un hombre no debe (DyC 130:3).
poseer más que otro, DyC 49:20. Se dio
una porción igual a cada hombre, según Constitución. Véase también
su familia, DyC 51:3. Se estableció una Gobierno; Ley
orden para que los santos fueran iguales En Doctrina y Convenios, “la Consti-
en los vínculos de cosas celestiales y te- tución” se refiere a la de los Estados Uni-
rrenales, DyC 78:4–5. Todo hombre debía dos de América, la cual fue divinamente
tener el mismo derecho, según sus ca- inspirada con el fin de preparar el ca-
rencias y necesidades, DyC 82:17–19. Sion mino para la restauración del Evangelio.
solamente puede edificarse sobre los Se debe apoyar la ley constitucional,
principios de la ley celestial, DyC 105:5. DyC 98:5–6. El Señor hizo establecer la
El pueblo de Enoc era uno en corazón Constitución, DyC 101:77, 80.
y voluntad y vivía en rectitud; y no había
pobres entre ellos, Moisés 7:18. Constreñir. Véase también Espíritu
Santo
Consejo. Véase también Profeta
Instar en forma apremiante a hacer
Amonestaciones, advertencias, exhor- o a no hacer algo, sobre todo por la in-
tación e instrucción del Señor y de Sus fluencia y el poder del Espíritu Santo.
líderes ordenados. El espíritu dentro de mí me constriñe,
Me has guiado según tu consejo, Sal. Job 32:18.
73:24. Donde no hay dirección sabia, El amor de Cristo nos constriñe,
caerá el pueblo, Prov. 11:14. Anuncio lo 2 Cor. 5:14.
por venir desde el principio; mi consejo El Espíritu me constriñó a que matara
permanecerá, Isa. 46:10. a Labán, 1 Ne. 4:10. El Espíritu me lo im-
Los fariseos y los intérpretes de la pide, Alma 14:11. Estoy obligado, según
ley desecharon el consejo de Dios, Lu- el convenio, Alma 60:34. Ammarón, im-
cas 7:30. pulsado por el Espíritu Santo, ocultó los
Bueno es ser sabio si se hace caso de anales, 4 Ne. 1:48.
los consejos de Dios, 2 Ne. 9:29. Lo que viene de arriba debe expresarse
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
39 Convenio
por constreñimiento del Espíritu, DyC Juramento; Juramento y convenio
63:64. del sacerdocio; Nuevo y sempiterno
convenio
Contención, contienda. Véase también
Rebelión Un acuerdo entre Dios y el hombre,
aunque las dos partes no se encuentran
Peleas, disputas y conflictos. La con-
al mismo nivel. Dios fija las condiciones
tención no agrada al Señor, particular-
del convenio, y el hombre acuerda hacer
mente entre los miembros de la Iglesia
lo que Él pida. A cambio, Dios promete
del Señor o entre los integrantes de una
ciertas bendiciones basadas en esa obe-
familia.
diencia.
No haya altercado entre nosotros dos, Los principios y las ordenanzas se
Gén. 13:8. La soberbia concebirá con- reciben mediante convenios. Los miem-
tienda, Prov. 13:10. bros de la Iglesia que hacen estos con-
Si alguno tuviere queja contra otro, venios prometen honrarlos. Por ejemplo,
debe perdonar como Cristo perdonó, en el bautismo los miembros hacen con-
Col. 3:13. Evita las cuestiones necias y venio con el Señor y renuevan ese con-
contenciones, Tito 3:9. venio al participar de la Santa Cena. En
El Señor manda que los hombres no el templo se hacen convenios adiciona-
contiendan unos con otros, 2 Ne. 26:32. les. El pueblo del Señor es el pueblo del
No permitiréis que vuestros hijos con- convenio y recibe grandes bendiciones
tiendan y riñan unos con otros, Mos. al guardar sus convenios con el Señor.
4:14. Alma mandó que no hubiera con-
Estableceré mi convenio contigo, Gén.
tenciones entre los miembros de la Igle-
sia, Mos. 18:21. Satanás siembra rumores 6:18. Si guardareis mi convenio, seréis
y contenciones, Hel. 16:22. El diablo es mi especial tesoro, Éx. 19:5. No harás
el padre de la contención e irrita a los alianza con ellos, ni con sus dioses, Éx.
hombres para que contiendan unos con 23:32. Guardarán el día de reposo por
otros, 3 Ne. 11:29 (Mos. 23:15). convenio perpetuo, Éx. 31:16. No inva-
Hago esto para establecer mi evange- lidaré jamás mi convenio con vosotros,
lio, a fin de que no haya tanta contención, Jue. 2:1. Juntadme mis santos, los que
DyC 10:62–64. Cesad de contender unos conmigo hicieron convenio con sacrifi-
con otros, DyC 136:23. cio, Sal. 50:5 (DyC 97:8).
Para acordarse de su santo convenio,
Control de la natalidad. Véase Lucas 1:72 (DyC 90:24).
también Familia; Matrimonio El poder del Cordero de Dios des-
Limitar o prevenir la concepción con cendió sobre el pueblo del convenio del
el fin de planear el número de hijos que Señor, 1 Ne. 14:14. El convenio que el Se-
nazcan a una pareja. ñor hizo con Abraham se ha de cumplir
en los postreros días, 1 Ne. 15:18 (3 Ne.
Fructificad y multiplicaos; llenad la
16:5, 11–12; 21:7; Morm. 9:37). El pueblo
tierra, Gén. 1:28 (Moisés 2:28). Heren-
de Benjamín estuvo dispuesto a con-
cia de Jehová son los hijos, Sal. 127:3–5.
certar un convenio con Dios de servirle
La familia de Lehi debía levantar pos-
hasta morir, Mos. 5:5. El bautismo es un
teridad para el Señor, 1 Ne. 7:1.
testimonio de que el hombre ha hecho
El matrimonio lo decretó Dios para
convenio con Dios de servirle a Él, Mos.
el hombre, DyC 49:15–17. Los que sean
18:13. Sois los hijos del convenio, 3 Ne.
exaltados recibirán una plenitud y con-
20:25–26. Los ángeles cumplen y llevan
tinuación de las simientes por siempre
a efecto la obra de los convenios del Pa-
jamás, DyC 132:19, 63.
dre, Moro. 7:29–31. El derramamiento de
Convenio. Véase también Abraham, la sangre de Cristo es según el convenio
convenio de (convenio abrahámico); del Padre, Moro. 10:33.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Convenio sempiterno 40
Toda persona que pertenezca a esta los hijos de Mosíah, Mos. 27:33–35. La
Iglesia de Cristo procurará guardar to- conversión del padre de Lamoni, Alma
dos los convenios, DyC 42:78. Benditos 22:15–18. Se habían convertido al Señor
son aquellos que han guardado el con- por el poder y la palabra de Dios, Alma
venio, DyC 54:6. Quien viole el convenio 53:10. El arrepentimiento efectúa un
sempiterno perderá su oficio y estado en cambio de corazón, Hel. 15:7. Cuantos
la Iglesia, DyC 78:11–12. Todos los que se convirtieron, manifestaron en verdad
reciben el sacerdocio reciben este jura- que los había visitado el poder y el Es-
mento y convenio, DyC 84:39–40. Están píritu de Dios, 3 Ne. 7:21. Fueron bauti-
dispuestos a cumplir sus convenios con zados con fuego y con el Espíritu Santo
sacrificio, DyC 97:8. El convenio matri- al tiempo de su conversión por motivo
monial puede ser eterno, DyC 132. Este de su fe en Cristo, 3 Ne. 9:20.
será nuestro convenio: Andaremos en Irán y predicarán el arrepent i-
todas las ordenanzas, DyC 136:4. miento. Y serán convertidos muchos,
DyC 44:3–4.
Convenio sempiterno. Véase
Convenio; Nuevo y sempiterno Coraza. Véase también Pectoral
convenio Parte frontal de la ropa protectora o
Conversión, convertir. Véase también armadura del soldado. En sentido sim-
Discípulo; Nacer de Dios, nacer de bólico, los santos deben estar vestidos de
nuevo una coraza de justicia para protegerse
contra el mal (Isa. 59:17; Efe. 6:14).
Cambiar las creencias, los sentimien-
tos y la vida para aceptar la voluntad de Corazón. Véase también Corazón
Dios y hacerla (Hech. 3:19). quebrantado; Nacer de Dios, nacer
La conversión implica la decisión de nuevo
consciente de renunciar a la forma de ser Símbolo de la disposición y la volun-
anterior y de cambiar para llegar a ser tad del hombre y, en sentido figurado,
discípulo de Cristo. El arrepentimiento, la fuente de toda emoción y todo sen-
el bautismo para la remisión de pecados, timiento.
la recepción del Espíritu Santo mediante
Amarás a Jehová tu Dios de todo tu
la imposición de manos y la fe continua corazón, Deut. 6:5 (Deut. 6:3–7; Mateo
en el Señor Jesucristo hacen completa la 22:37; Lucas 10:27; DyC 59:5). Jehová se
conversión. El hombre natural cambiará ha buscado un varón conforme a su co-
y se convertirá en una persona nueva, razón, 1 Sam. 13:14. El hombre mira lo
santificada y pura, nacida de nuevo en que está delante de sus ojos, pero Jehová
Jesucristo (véase 2 Cor. 5:17; Mos. 3:19). mira el corazón, 1 Sam. 16:7. El limpio
Las personas deben volverse y hacerse de manos y puro de corazón subirá al
como niños, Mateo 18:3 (Mos. 3:19). Tú, monte de Jehová y será bendecido, Sal.
una vez vuelto, confirma a tus herma- 24:3–5 (2 Ne. 25:16). Cual es su pensa-
nos, Lucas 22:32. Los que recibieron miento en su corazón, tal es él, Prov. 23:7.
su palabra fueron bautizados, Hech. El profeta Elías hará volver el corazón de
2:37–41. El que haga volver al pecador los padres hacia los hijos, y el corazón
del error de su camino salvará un alma, de los hijos hacia los padres, Mal. 4:5–6
Stg. 5:20. (Lucas 1:17; DyC 2:2; 110:14–15; 138:47;
La conversión de Enós, Enós 1:2–5. Las JS—H 1:38–39).
palabras del rey Benjamín efectuaron un Bienaventurados los de limpio cora-
gran cambio en las personas, Mos. 5:2 zón, Mateo 5:8 (3 Ne. 12:8). El hombre
(Alma 5:12–14). Todo el género humano habla según el bien o el mal que tenga
debe nacer otra vez, sí, nacer de Dios, en el corazón, Lucas 6:45.
Mos. 27:25. La conversión de Alma y Seguid al Hijo con íntegro propósito
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
41 Corintios, epístolas a los
de corazón, 2 Ne. 31:13. ¿Habéis nacido sin mancha, 1 Pe. 1:18–20. El Cordero que
espiritualmente de Dios? ¿Habéis expe- fue muerto es digno, Apoc. 5:12. Vence-
rimentado este gran cambio en vuestros mos a Satanás por medio de la sangre
corazones?, Alma 5:14. Me ofreceréis del Cordero, Apoc. 12:10–11.
como sacrificio un corazón quebrantado Estos son emblanquecidos en la san-
y un espíritu contrito, 3 Ne. 9:20 (3 Ne. gre del Cordero, a causa de su fe en él,
12:19; Éter 4:15; Moro. 6:2). 1 Ne. 12:11. El Cordero de Dios es el Hijo
Hablaré a tu mente y a tu corazón por del Eterno Padre, y es el Salvador del
medio del Espíritu Santo, DyC 8:2. mundo, 1 Ne. 13:40 (1 Ne. 11:21). Clamad
fervientemente al Padre en el nombre de
Corazón quebrantado. Véase también
Jesús, para que se os halle sin mancha,
Arrepentimiento, arrepentirse;
purificados por la sangre del Cordero,
Corazón; Humildad, humilde,
Morm. 9:6 (Apoc. 7:14; Alma 34:36).
humillar (afligir); Mansedumbre,
El Hijo del Hombre es el Cordero
manso; Sacrificios
muerto desde la fundación del mundo,
Tener un corazón quebrantado sig- Moisés 7:47.
nifica ser humilde, contrito, manso y
arrepentirse; esto es, ser receptivo a la Coriantón. Véase también Alma hijo
voluntad de Dios. de Alma
Yo habito con el quebrantado y hu- En el Libro de Mormón, hijo de Alma,
milde de espíritu para vivificar el cora- el hijo de Alma el mayor.
zón, Isa. 57:15. Fue entre los zoramitas, Alma 31:7.
Cristo se ofrece a sí mismo por todos Abandonó el ministerio y se fue tras
los de corazón quebrantado y de espíritu una ramera, Alma 39:3. Alma le ins-
contrito, 2 Ne. 2:7. Me ofreceréis como truye sobre el estado de la existencia
sacrificio un corazón quebrantado y un después de la muerte, la resurrección y
espíritu contrito, 3 Ne. 9:20 (DyC 59:8). la expiación, Alma 39–42. Fue llamado
Se recibe para el bautismo solamente a de nuevo a predicar la palabra, Alma
los que tengan un corazón quebrantado 42:31. Partió para la tierra del norte en
y un espíritu contrito, Moro. 6:2. un barco, Alma 63:10.
Jesús fue crucificado para la remisión
de pecados al de corazón contrito, DyC Coriántumr. Véase también Jareditas
21:9. Aquel cuyo espíritu es contrito es En el Libro de Mormón, uno de los
aceptado, DyC 52:15. Se promete el Santo reyes jareditas y último sobreviviente
Espíritu a los que sean contritos, DyC de la nación jaredita.
55:3. Se envía mi Espíritu al mundo para Descubierto por el pueblo de Zara-
iluminar a los humildes y contritos, hemla, Omni 1:21. Era rey de toda la
DyC 136:33. tierra, Éter 12:1–2. Fue capturado por
Cordero de Dios. Véase también Shared y liberado por sus hijos, Éter
Expiación, expiar; Jesucristo; Pascua 13:23–24. Entabló batalla contra varios
enemigos, Éter 13:28–14:31. Se arrepintió,
Uno de los nombres que se da al Sal- Éter 15:3. Entabló su batalla final contra
vador y que se refiere a la ofrenda de Shiz, Éter 15:15–32.
sí mismo como sacrificio por nosotros.
Como cordero fue llevado al matadero, Corintios, epístolas a los. Véase
Isa. 53:7 (Mos. 14:7). también Pablo; Pablo, epístolas de
He aquí el Cordero de Dios, que quita Dos libros del Nuevo Testamento. Ori-
el pecado del mundo, Juan 1:29 (Alma ginalmente, fueron cartas que Pablo
7:14). Fuisteis rescatados con la sangre escribió a los santos de Corinto para
preciosa de Cristo, como de un cordero corregir cierto desorden que había entre
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Cornelio 42
ellos. Los corintios vivían en una socie- 2 Tim. 4:8. Recibiréis la corona incorrup-
dad moralmente inicua. tible de gloria, 1 Pe. 5:4.
Primera epístola a los corintios: El capí- Los que mueran en el Señor recibirán
tulo 1 contiene la salutación de Pablo una corona de rectitud, DyC 29:13. Re-
y su exhortación a que los santos sean cibirán una corona en las mansiones de
unidos. En los capítulos del 2 al 6, Pablo mi Padre, DyC 59:2. El Señor prepara a
corrige a los santos de Corinto por sus los santos para que asciendan hasta al-
errores. Los capítulos del 7 al 12 contie- canzar la corona preparada para ellos,
nen la respuesta de Pablo a ciertas pre- DyC 78:15. El Señor ha prometido a los
guntas de ellos. En los capítulos del 13 santos una corona de gloria a su diestra,
al 15, se habla de la caridad, los dones DyC 104:7.
espirituales y la Resurrección. En el ca- Corregir. Véase Castigar, castigo
pítulo 16, Pablo aconseja a los miembros
que permanezcan firmes en la fe. Cowdery, Oliver
Segunda epístola a los corintios: El capí- El segundo élder de la Iglesia restau-
tulo 1 contiene la salutación de Pablo y rada y uno de los Tres Testigos del ori-
un mensaje de consuelo. En el capítulo 2, gen divino y de la veracidad del Libro de
Pablo da consejos personales a Tito. En Mormón. Sirvió como escriba mientras
los capítulos del 3 al 7, se habla del poder José Smith traducía el Libro de Mormón
del Evangelio en las vidas de los santos. de las planchas de oro (JS—H 1:66–68).
En los capítulos 8 y 9, Pablo aconseja a los Recibió un testimonio de la veracidad
santos que den a los pobres con buena de la traducción del Libro de Mormón,
voluntad y alegría. En los capítulos del DyC 6:17, 22–24. Fue ordenado por Juan
10 al 12, Pablo afirma su posición como el Bautista, DyC 13 (DyC 27:8; JS—H
Apóstol. En el capítulo 13, los amonesta 1:68–73, véase la nota correspondiente al
a perfeccionarse. versículo 71). Después de haber logrado
fe, y de haberlas visto con vuestros ojos,
Cornelio. Véase también Centurión;
testificaréis de haberlas visto, DyC 17:3,
Gentiles; Pedro
5. Te he manifestado por mi Espíritu, que
Un centurión que vivía en Cesarea; fue las cosas que has escrito son verdaderas,
bautizado por Pedro (Hech. 10). Proba- DyC 18:2. Fue nombrado y ordenado uno
blemente haya sido el primer gentil que de los mayordomos de las revelaciones,
ingresó en la Iglesia sin haber sido antes DyC 70:3. Junto con José Smith, recibió
convertido al judaísmo. El bautismo de las llaves del sacerdocio, DyC 110.
Cornelio y de su familia abrió el camino
para predicar el Evangelio a los genti- Creación, crear. Véase también
les. Pedro, el Apóstol principal, que en Creación espiritual; Día de reposo;
aquella época tenía las llaves del reino de Jesucristo; Principio; Tierra
Dios en la tierra, dirigió esta predicación. Organizar. Dios, obrando mediante Su
Hijo Jesucristo, organizó los elementos
Corona. Véase también Vida eterna de la naturaleza para formar los cielos y
Ornamento circular que llevan en la la tierra. Nuestro Padre Celestial y Jesús
cabeza los gobernantes. Se emplea la crearon al hombre a Su propia imagen
palabra como símbolo de poder y do- (Moisés 2:26–27).
minio celestial y de la Deidad. Los que En el principio creó Dios los cielos y
guarden todos los mandamientos de la tierra, Gén. 1:1. Hagamos al hombre
Dios y perseveren hasta el fin recibirán a nuestra imagen, Gén. 1:26 (Moisés
una corona de vida eterna. (Véase DyC 2:26–27; Abr. 4:26).
20:14; Moisés 7:56; JS—M 1:1). Todas las cosas por él fueron hechas,
Me está guardada la corona de justicia, Juan 1:3, 10. Dios creó todas las cosas,
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
43 Creencia, creer
Efe. 3:9. En él fueron creadas todas las lesionado en el foso de los leones, por-
cosas, las que hay en los cielos, Col. 1:16 que había confiado en Dios, Dan. 6:23.
(Mos. 3:8; Hel. 14:12). Dios hizo el uni- Como creíste, te sea hecho, Mateo
verso por el Hijo, Heb. 1:2. 8:13. Todo lo que pidiereis en oración,
El hombre fue creado en el principio, creyendo, lo recibiréis, Mateo 21:22. No
Mos. 7:27. Yo creé los cielos y la tierra y temas, cree solamente, Mar. 5:36. Al que
todas las cosas, 3 Ne. 9:15 (Morm. 9:11, cree todo le es posible, Mar. 9:23–24. El
17). En el principio todos los hombres que creyere y fuere bautizado, será salvo,
fueron creados a mi propia imagen, Éter Mar. 16:16 (2 Ne. 2:9; 3 Ne. 11:33–35). El
3:15. que cree en el Hijo tiene vida eterna,
Jesucristo creó los cielos y la tierra, Juan 3:16, 18, 36 (Juan 5:24; DyC 10:50).
DyC 14:9. Creó al hombre, varón y hem-
Nosotros hemos creído y conocemos que
bra, según su propia imagen, DyC 20:18.
tú eres el Cristo, Juan 6:69. El que cree
He creado incontables mundos, Moi-
en mí, aunque esté muerto, vivirá, Juan
sés 1:33. Por medio de mi Unigénito creé
los cielos, Moisés 2:1. Yo, Dios el Señor, 11:25–26. Los que hemos creído entramos
creé espiritualmente todas las cosas an- en el reposo, Heb. 4:3. Debemos creer
tes que existiesen físicamente sobre la en Jesucristo y amarnos unos a otros,
tierra, Moisés 3:5. Millones de tierras 1 Juan 3:23.
como esta, no sería ni el principio del El Mesías no destruirá a ninguno que
número de tus creaciones, Moisés 7:30. crea en él, 2 Ne. 6:14. Los judíos serán
Los Dioses organizaron y formaron los dispersados hasta que sean persuadidos
cielos, Abr. 4:1. a creer en Cristo, 2 Ne. 25:16. Si creéis
todas estas cosas, mirad que las hagáis,
Creación espiritual. Véase también Mos. 4:10. El Hijo tomará sobre sí las
Creación, crear; Hombre(s) transgresiones de aquellos que crean en
El Señor creó espiritualmente todas su nombre, Alma 11:40. Bendito es el que
las cosas antes de crearlas físicamente cree en la palabra de Dios sin habérsele
(Moisés 3:5). compelido, Alma 32:16. Aunque no sea
Jehová hizo toda planta antes que más que un deseo de creer, dejad que
fuese en la tierra, Gén. 2:4–6 (Abr. 5:5). este deseo obre en vosotros, Alma 32:27.
Por el poder de mi Espíritu he creado Si creéis en su nombre, os arrepentiréis
todas las cosas: primero espirituales, de vuestros pecados, Hel. 14:13. Los que
enseguida temporales, DyC 29:31–32. crean en Cristo también creerán en el Pa-
Lo temporal es a semejanza de lo espi- dre, 3 Ne. 11:35. Jamás había creído en el
ritual, DyC 77:2. Señor el hombre como creyó el hermano
Hice el mundo y a los hombres antes de Jared, Éter 3:15. Toda cosa que per-
que existiesen en la carne, Moisés 6:51. suade a creer en Cristo es enviada por
Creador. Véase Creación, crear; el poder de Cristo, Moro. 7:16–17.
Jesucristo Los que crean en las palabras del Se-
ñor recibirán la manifestación del Es-
Creencia, creer. Véase también píritu, DyC 5:16. Los que crean en el
Confianza, confiar; Fe; nombre del Señor llegarán a ser hijos
Incredulidad; Jesucristo de Dios, DyC 11:30 (Juan 1:12). A algu-
Tener fe en alguien o aceptar que algo nos les es dado creer en las palabras de
es verdad. Para salvarse en el reino de otros, DyC 46:14. Las señales seguirán a
Dios, las personas deben arrepentirse y los que crean, DyC 58:64 (DyC 63:7–12).
creer en Jesucristo (DyC 20:29). Los que crean, se arrepientan y se
Creed en Jehová vuestro Dios; creed a bauticen recibirán el Espíritu Santo,
sus profetas, 2 Cró. 20:20. Daniel no fue Moisés 6:52.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Cristianos 44
Cristianos. Véase también Discípulo; Nabucodonosor capturó el reino de Judá.
Santo (sustantivo) El libro termina con el decreto de Ciro
Nombre que se da a los que creen que permitió a los hijos cautivos de Judá
en Jesucristo. Aunque este término se regresar a Jerusalén.
utiliza comúnmente en todo el mundo, Cronología. Véase Cronología en el
el Señor ha designado con el nombre Apéndice
de santos a los verdaderos seguidores
de Cristo (Hech. 9:13, 32, 41; 1 Cor. 1:2; Crucifixión. Véase también Cruz;
DyC 115:4). Expiación, expiar; Gólgota;
Jesucristo
A los discípulos se les llamó cristia-
nos, Hech. 11:26. Si alguno padece como Forma de ejecución romana, común
cristiano, no se avergüence, 1 Pe. 4:16. en los tiempos del Nuevo Testamento,
A causa del convenio que habéis he- en que se ataban o clavaban las manos
cho, seréis llamados progenie de Cristo, y los pies de la persona en una cruz
Mos. 5:7. Los creyentes verdaderos fue- para darle muerte. Por regla general, se
ron llamados cristianos por los que imponía solo a los esclavos y a los peo-
no eran miembros de la Iglesia, Alma res criminales. A menudo se azotaba al
46:13–16. sentenciado antes de la crucifixión (Mar.
15:15). Se obligaba al reo a cargar su
Cristo. Véase Jesucristo cruz hasta el sitio de la ejecución (Juan
Crónicas 19:16–17). Los soldados que ejecutaban
la sentencia normalmente recibían la
Dos libros del Antiguo Testamento. ropa del reo (Mateo 27:35). La cruz se
En ellos se relatan en forma breve los clavaba en la tierra, de manera que los
acontecimientos desde la Creación hasta pies del prisionero quedaran a una dis-
la proclamación de Ciro que permitió el tancia de treinta a sesenta centímetros
regreso de los judíos a Jerusalén. de la superficie del suelo. Los soldados
Primer libro de Crónicas: Los capítulos vigilaban la cruz hasta que ocurriera la
del 1 al 9 contienen genealogías desde muerte, la cual a veces no tenía lugar
Adán hasta Saúl. En el capítulo 10, se re- sino hasta el tercer día (Juan 19:31–37).
lata la muerte de Saúl. En los capítulos Jesucristo fue crucificado porque un
del 11 al 22, se describen los aconteci- grupo de incrédulos lo acusaron falsa-
mientos relacionados con el reinado de mente de sedición contra el César y de
David. En los capítulos del 23 al 27, se blasfemia por afirmar que era el Hijo de
explican los deberes que se asignaron a Dios. Se le sometió a muchas injurias,
los levitas y se menciona que Salomón entre ellas, el manto de púrpura (Juan
fue coronado rey. En el capítulo 28, se 19:2), la corona de espinas y otras simi-
refiere que David mandó a Salomón lares (Mateo 26:67; Mar. 14:65).
edificar un templo. En el capítulo 29, se Los inicuos horadan las manos y los
registra la muerte de David. pies del Mesías, Sal. 22:11–18. Cristo
Segundo libro de Crónicas: En los capí- fue como cordero llevado al matadero,
tulos del 1 al 9, se relatan los aconteci- Isa. 53:7.
mientos relacionados con el reinado de Jesús predice su crucifixión, Mateo
Salomón. En los capítulos del 10 al 12, 20:18–19. Descripción de la vejación y
se habla del reinado de Roboam hijo de la crucifixión de Cristo, Mateo 27:22–
Salomón, durante el cual el reino unido 50 (Mar. 15:22–37; Lucas 23:26–46; Juan
de Israel se dividió, formando el reino 19:17–30).
del norte y el del sur. En los capítulos Nefi ve en visión la crucifixión del
del 13 al 36, se describen los reinados Cordero de Dios, 1 Ne. 11:33. Nefi ha-
de varios reyes hasta la época en que bla de los sufrimientos y la crucifixión
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
45 Cuórum
del Señor, 1 Ne. 19:9–14. Jacob habla del y huesos que se creó a imagen de Dios
ministerio y la crucifixión del Santo de y que se combina con un espíritu para
Israel, 2 Ne. 6:9. Tempestades, terremo- formar a una persona viviente. El cuerpo
tos, incendios y torbellinos en América físico de toda persona se reunirá eterna-
testifican de la crucifixión de Cristo en mente con su espíritu en la Resurrección.
Jerusalén, 3 Ne. 8. En las Escrituras, en algunas ocasiones
Soy Jesús que fue crucificado, DyC se hace referencia al alma como cuerpo
45:51–52. El ministerio de Cristo entre los y espíritu unidos (Gén. 2:7; DyC 88:15;
espíritus en prisión se limitó al tiempo Moisés 3:7, 9, 19; Abr. 5:7).
que transcurrió entre Su muerte y Su
resurrección, DyC 138:27. Jehová Dios formó al hombre del polvo
de la tierra, Gén. 2:7 (Moisés 3:7).
Cruz. Véase también Crucifixión; Palpad, y ved; porque un espíritu no
Expiación, expiar; Gólgota; tiene carne ni huesos, Lucas 24:39. Gol-
Jesucristo; Santa Cena peo mi cuerpo, y lo pongo en servidum-
Los maderos sobre los cuales fue cru- bre, 1 Cor. 9:27. Hay cuerpo animal, y
cificado Jesucristo (Mar. 15:20–26). En el hay cuerpo espiritual, 1 Cor. 15:44. El
mundo actual, hay muchas personas que cuerpo sin espíritu está muerto, Stg. 2:26.
consideran la cruz como un símbolo de El cuerpo terrenal se levanta como
la Crucifixión y del sacrificio expiatorio cuerpo inmortal, Alma 11:43–45. Al
de Cristo; no obstante, el Señor mismo cuerpo le serán restauradas todas sus
ha establecido los símbolos de Su Cruci- partes, Alma 41:2. Jesucristo mostró a
fixión y sacrificio: el pan y el agua de la los nefitas su cuerpo resucitado, 3 Ne.
Santa Cena (Mateo 26:26–28; DyC 20:40, 10:18–19; 11:13–15.
75–79). En las Escrituras leemos que los El Padre tiene un cuerpo de carne y
que toman su cruz son los que aman huesos, tangible como el del hombre; así
tanto a Jesucristo que se niegan a sí mis- también el Hijo, DyC 130:22.
mos toda impiedad y lujuria mundana y Dios creó varón y hembra a imagen de
guardan Sus mandamientos (TJS, Mateo su propio cuerpo, Moisés 6:9 (Gén. 9:6).
16:25–26 [Apéndice — Biblia]).
Ven, sígueme, tomando tu cruz, Mar. Cuórum. Véase también Sacerdocio
10:21 (3 Ne. 12:30; DyC 23:6). Jesús sufrió El vocablo cuórum puede usarse de
la cruz y se sentó a la diestra del trono dos maneras: (1) Grupo específico de
de Dios, Heb. 12:2. hombres que poseen el mismo oficio
Fue levantado sobre la cruz y muerto del sacerdocio. (2) Una mayoría, o sea,
por los pecados del mundo, 1 Ne. 11:33. el número mínimo de miembros de un
Aquellos que han soportado las cru- grupo del sacerdocio que debe estar
ces del mundo heredarán el reino de presente en una reunión para tomar
Dios, 2 Ne. 9:18. Mi Padre me envió para decisiones con respecto a asuntos de la
que fuese levantado sobre la cruz, 3 Ne. Iglesia (DyC 107:28).
27:14–15.
El que no tome su cruz y me siga, Se describen los cuórums de la Pri-
y guarde mis mandamientos, no será mera Presidencia, los Doce y los Setenta,
salvo, DyC 56:2. y su relación entre sí, DyC 107:22–26,
Vio que el Hijo del Hombre era levan- 33–34 (DyC 124:126–128). Las decisiones
tado sobre la cruz, Moisés 7:55. de estos cuórums deben ser unánimes,
DyC 107:27. Las decisiones de estos cuó-
Cuerpo. Véase también Alma; rums se deben tomar con toda rectitud,
Mortal, mortalidad; Muerte física; DyC 107:30–32. Se describen los deberes
Resurrección de los presidentes de los cuórums del
La estructura mortal y física de carne sacerdocio, DyC 107:85–96. El cuórum
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Culpa 46
de élderes se ha instituido para los mi- murieron todos los nefitas con excepción
nistros residentes, DyC 124:137. de veinticuatro, Morm. 6:11.
¿Qué oímos? ¡Alegres nuevas de Cu-
Culpa. Véase también morah!, DyC 128:20.
Arrepentimiento, arrepentirse José Smith obtuvo las planchas del
La condición de haber hecho mal o los cerro Cumorah, JS—H 1:42, 50–54, 59.
sentimientos de pesar y remordimiento
que deben acompañar al pecado.
Dalila. Véase también Filisteos
El que peca debe expiar su culpa, Lev.
Mujer filistea del Antiguo Testamento
6:1–6.
que engañó y traicionó a Sansón (Jue. 16).
Cualquiera que tome la Santa Cena
indignamente, será culpado del cuerpo Damasco
y de la sangre del Señor, 1 Cor. 11:27. Antigua ciudad de Siria.
Los culpables hallan la verdad dura, Damasco se halla sobre una fértil lla-
1 Ne. 16:2. Tendremos un conocimiento nura a orillas del desierto, bien irrigada
perfecto de toda nuestra culpa, 2 Ne. por el río Barada. Se le menciona con
9:14. Mi culpa fue expurgada, Enós 1:6. frecuencia en las Escrituras (la primera
Se fijó un castigo, y se dio una ley justa, vez en Gén. 14:15). Pablo iba encaminado
la cual trajo el remordimiento de con- a Damasco cuando se le apareció el Se-
ciencia, Alma 42:18. Deja que te preo- ñor resucitado (Hech. 9:1–27; 22:5–16;
cupen tus pecados, con esa zozobra que 26:12–20).
te conducirá al arrepentimiento, Alma
Dan. Véase también Israel; Jacob hijo
42:29.
de Isaac
Algunos de vosotros sois culpables
ante mí, pero seré misericordioso, DyC En el Antiguo Testamento, hijo de Ja-
38:14. cob y de Bilha, sierva de Raquel (Gén.
El Hijo de Dios ha expiado la trans- 30:5–6).
gresión original, Moisés 6:54. La tribu de Dan: En Gén. 49:16–18 se
encuentra la bendición que Jacob dio a
Cumorah, cerro. Véase también Dan. En Deut. 33:22 se encuentra la ben-
Libro de Mormón; Moroni hijo de dición que dio Moisés a la tribu de Dan.
Mormón; Smith, hijo, José Después de establecerse en Canaán, la
Pequeño cerro ubicado en la zona occi- tribu de Dan recibió una parte pequeña
dental del estado de Nueva York, Estados de tierra sumamente fértil (Josué 19:40–
Unidos de América. Fue allí donde un 48). Tuvieron mucha dificultad para
profeta antiguo llamado Moroni escon- protegerlo de los amorreos (Jue. 1:34)
dió las planchas de oro que contenían y de los filisteos (Jue. 13:2, 25; 18:1). Por
algunos de los registros de las naciones consiguiente, los danitas salieron de allí
nefita y jaredita. En 1827 el ángel Moroni, y establecieron una colonia al norte de
un ser resucitado, indicó a José Smith Palestina (Jue. 18), en Lais, ciudad a la
que fuera a ese cerro y sacara esas plan- que dieron el nuevo nombre de Dan. Esta
chas y tradujera una porción de ellas. A ciudad se conoce como el límite norte de
la traducción se le conoce con el nombre Palestina, que se extendía “desde Dan
hasta Beerseba”.
del Libro de Mormón.
Los nefitas se reunieron en Cumorah, Daniel
Morm. 6:2–4. Cumorah se hallaba en Personaje principal del libro que lleva
una región de muchas aguas, Morm. su nombre en el Antiguo Testamento;
6:4. Mormón escondió los anales en el profeta de Dios y hombre de gran fe.
cerro Cumorah, Morm. 6:6. En Cumorah Nada se sabe de sus progenitores,
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
47 Deber
aunque parece haber sido de linaje real pecados, excepto en el caso del asesinato
(Dan. 1:3); fue llevado cautivo a Babilo- de Urías (DyC 132:39). Su vida se divide
nia, donde le dieron el nombre de Belt- en cuatro etapas: (1) en Belén, donde
sasar (Dan. 1:6–7). Daniel y otros tres era pastor (1 Sam. 16–17); (2) en la corte
jóvenes cautivos se negaron a comer de del rey Saúl (1 Sam. 18:1–19:18); (3) la de
la comida del rey por motivos religiosos fugitivo (1 Sam. 19:18–31:13; 2 Sam. 1);
(Dan. 1:8–16). (4) como rey de Judá en Hebrón (2 Sam.
Daniel se granjeó el favor de Nabu- 2–4), y posteriormente rey de todo Israel
codonosor y de Darío gracias a su po- (2 Sam. 5–24; 1 Rey. 1:1–2:11).
der de interpretar sueños (Dan. 2; 4; 6). El pecado de adulterio que David co-
También leyó e interpretó la escritura metió con Betsabé llevó sobre él una
que apareció en la pared (Dan. 5). Como serie de desgracias que menoscabaron
consecuencia de una conspiración de los últimos veinte años de su vida. La
parte de sus enemigos, fue arrojado en nación en general prosperó durante su
un foso de leones, pero el Señor le pre- reinado, pero David sufrió las conse-
servó la vida (Dan. 6). cuencias de sus pecados. Tuvo continuos
El libro de Daniel: El libro consta de problemas familiares que, en el caso de
dos partes: los capítulos del 1 al 6 son sus hijos Absalón y Adonías, termina-
narraciones concernientes a Daniel y sus ron en completa rebelión. Estos aconte-
tres compañeros; los capítulos del 7 al 12 cimientos fueron el cumplimiento de la
son visiones proféticas que tuvo Daniel. declaración del profeta Natán a David,
En el libro de Daniel, se enseña la im- por causa de su pecado (2 Sam. 12:7–13).
portancia de ser fiel a Dios y se señalan A pesar de estos desastres, el reinado
las bendiciones que el Señor derrama de David fue el más sobresaliente de
sobre los fieles. la historia israelita, pues (1) unió a las
Una de las aportaciones principales tribus en una sola nación, (2) adquirió
que el libro ofrece es la interpretación posesión absoluta del país, (3) se basó
del sueño del rey Nabucodonosor, en el en la religión verdadera para gober-
cual se representa el reino de Dios en los nar al pueblo, por lo que la voluntad de
últimos días como una piedra cortada Dios era la ley de Israel. Por estas razo-
del monte que rodará hasta llenar toda la nes, en épocas posteriores al reinado de
tierra (Dan. 2; véase también DyC 65:2). David se le consideró la edad de oro de
la nación y el símbolo de la época más
Darío. Véase también Babel, Babilonia gloriosa que el pueblo esperaba: la de
En el Antiguo Testamento, rey de los la venida del Mesías (Isa. 16:5; Jer. 23:5;
medos que reinó en Babilonia después Ezeq. 37:24–28).
de la muerte de Belsasar (Dan. 5:31; 6:9, La vida de David ilustra la necesidad
25–28; 9:1; 11:1). de que todas las personas perseveren en
la rectitud hasta el fin. Cuando era joven,
David. Véase también Betsabé; Salmo David se caracterizó por ser un hombre
En el Antiguo Testamento, fue rey “conforme al corazón” de Jehová (1 Sam.
de Israel. 13:14); siendo ya un hombre, habló por el
David era hijo de Isaí, de la tribu de Espíritu y recibió muchas revelaciones.
Judá. Fue un joven valiente que mató Pero pagó un alto precio por su deso-
un león, un oso y al gigante filisteo Go- bediencia a los mandamientos de Dios
liat (1 Sam. 17). David fue escogido y (DyC 132:39).
ungido para ser el rey de Israel. Igual
que Saúl, siendo adulto fue culpable de Deber. Véase también Obediencia,
graves delitos; pero a diferencia de este, obediente, obedecer
fue capaz de sentir verdadera contrición En las Escrit uras, este térm i no
y, por lo tanto, logró el perdón de sus se refiere a una tarea, asignación o
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Debilidad 48
responsabilidad, dadas a menudo por debilidad, Éter 12:27–28. Porque has visto
el Señor o por Sus siervos. tu debilidad, serás fortalecido, Éter 12:37.
Guarda sus mandamientos; porque El que de entre vosotros es débil será
esto es el todo del hombre, Ecle. 12:13. hecho fuerte, DyC 50:16. Jesucristo co-
Qué pide Jehová de ti: solamente hacer noce las flaquezas del hombre, DyC 62:1.
justicia, Miq. 6:8. Débora
Es necesario obedecer a Dios antes que
En el Antiguo Testamento, profetisa
a los hombres, Hech. 5:29. que juzgó a Israel y que instó a Barac a
Fueron heridos con hambre y severas pelear contra los cananeos (Jue. 4). Dé-
aflicciones para hacerles recordar sus bora y Barac celebraron con un cántico
deberes, Mos. 1:17. la liberación de Israel (Jue. 5).
Se describen los deberes de los élde-
res, los presbíteros, los maestros y los Declaración Oficial 1. Véase también
diáconos, DyC 20:38–67. Los poseedores Manifiesto; Matrimonio — El
del sacerdocio deben cumplir con todos matrimonio plural; Woodruff,
los deberes familiares, DyC 20:47, 51. Se Wilford
describen los deberes de los miembros La primera parte de la Declaración
después de su bautismo, DyC 20:68–69. Oficial 1, que también se conoce como el
Que mis élderes esperen un corto tiempo Manifiesto, se encuentra en las páginas
para que mi pueblo sepa más cabal- finales de Doctrina y Convenios. Fue
mente lo concerniente a su deber, DyC comunicada por el presidente Wilford
105:9–10. Aprenda todo varón su deber, Woodruff y presentada ante los miem-
DyC 107:99–100. bros de la Iglesia en la Conferencia Ge-
neral del 6 de octubre de 1890. Diversas
Debilidad. Véase también Humildad, leyes promulgadas en un período de 25
humilde, humillar (afligir) años, comenzando en 1862, convirtie-
La condición de ser mortal y la falta de ron en ilegal la práctica del matrimonio
aptitud, fuerza o destreza. La debilidad plural en los Estados Unidos. El Señor
es una característica propia del ser hu- le mostró a Wilford Woodruff, mediante
mano. Todas las personas son débiles, y visión y revelación, lo que sucedería si
únicamente por la gracia de Dios reciben los santos no cesaban de practicarlo. En
el poder para obrar con rectitud (Jacob el Manifiesto se anunció oficialmente
4:6–7). Esta característica se manifiesta que los matrimonios plurales ya no se
en parte en las flaquezas o imperfeccio- llevaban a cabo.
nes individuales de toda persona. Declaración Oficial 2. Véase también
Fortaleced las manos cansadas, afir- Kimball, Spencer W.; Sacerdocio
mad las rodillas endebles, Isa. 35:3–4. Declaración doctrinal que ahora se en-
El espíritu a la verdad está dispuesto, cuentra en las páginas finales de Doctrina
pero la carne es débil, Mateo 26:41 (Mar. y Convenios y que indica quiénes pueden
14:38). poseer el sacerdocio de Dios. A princi-
Por motivo de la debilidad que hay en pios de junio de 1978, el Señor le reveló
mí, según la carne, quiero disculparme, al presidente Spencer W. Kimball que se
1 Ne. 19:6. Él me ha mandado escribir es- debía dar el sacerdocio a todo varón que
tas cosas, a pesar de mi debilidad, 2 Ne. fuera miembro digno de la Iglesia. Con
33:11. No te enojes con tu siervo a causa ello se pusieron al alcance de todo varón
de su debilidad, Éter 3:2. Los gentiles se digno las bendiciones del sacerdocio, y
burlarán de estas cosas, debido a nues- las bendiciones del templo al alcance de
tra debilidad en escribir, Éter 12:23–25, todo miembro digno, sean cuales sean
40. El Señor mostrará a los hombres su su raza y su color. El 30 de septiembre
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
49 Deuteronomio
de 1978, esta declaración se presentó a El destructor anda sobre la faz de las
los miembros en la conferencia general aguas, DyC 61:19. El atalaya habría po-
de la Iglesia y se aceptó con unanimidad. dido salvar la viña del destructor, DyC
101:51–54.
Deidad. Véase Trinidad
Deuda. Véase también Perdonar
Descansar, descanso (reposo). Véase
también Día de reposo; Paz En el contexto de las Escrituras, el di-
nero o la propiedad que se debía a otro
Disfrutar de paz y de la ausencia de hacía que el deudor estuviera bajo cierto
preocupaciones y conflictos. El Señor tipo de servidumbre. En otro sentido,
ha prometido ese descanso a Sus segui- Jesús enseñó que debemos pedirle al
dores fieles durante esta vida y también Padre que nos perdone nuestras deudas,
ha preparado un lugar de descanso para o sea, que nos libre de pagar el precio
ellos en la vida venidera. de nuestros pecados —por medio de la
Mi presencia irá contigo, y te daré expiación de Jesucristo— después que
descanso, Éx. 33:14. nosotros hayamos perdonado las ofensas
Venid a mí todos los que estáis traba- de los demás (Mateo 6:12; 3 Ne. 13:11).
jados y cargados, y yo os haré descansar, El impío toma prestado, y no paga, Sal.
Mateo 11:28–29. 37:21. El que toma prestado es siervo del
Trabajamos diligentemente, para que que presta, Prov. 22:7.
entraran en su reposo, Jacob 1:7 (Heb. Toda aquella deuda te perdoné. ¿No
4:1–11). Los que se arrepientan entrarán debías tú también tener misericordia?,
en el descanso del Señor, Alma 12:34. Mateo 18:23–35. No debáis a nadie nada,
Hubo muchísimos que fueron purifi- sino el amaros unos a otros, Rom. 13:8.
cados y entraron en el reposo del Señor Estáis eternamente en deuda con vues-
su Dios, Alma 13:12–16. El paraíso es un tro Padre Celestial, Mos. 2:21–24, 34. El
estado de descanso, Alma 40:12 (Alma que pida prestado a su vecino, debe de-
60:13). Nada entra en su reposo, sino volver aquello que pida prestado, Mos.
aquellos que han lavado sus vestidos en 4:28.
mi sangre, 3 Ne. 27:19. Paga la deuda que has contraído. Lí-
Lo de mayor valor será declarar el brate de la servidumbre, DyC 19:35. Está
arrepentimiento a fin de traer almas prohibido contraer deudas con vuestros
a mí, para que con ellas reposes en el enemigos, DyC 64:27. Pagad todas vues-
reino de mi Padre, DyC 15:6 (DyC 16:6). tras deudas, DyC 104:78. No contraigan
Los que mueran descansarán de todos deudas para la edificación de la casa del
sus trabajos, DyC 59:2 (Apoc. 14:13). El Señor, DyC 115:13.
reposo del Señor es la plenitud de su
Deuteronomio. Véase también
gloria, DyC 84:24.
Pentateuco
Desdeñar. Véase Odio, Es el quinto libro del Antiguo Tes-
aborrecimiento tamento.
Deseret. Véase también Jareditas El libro contiene los tres últimos dis-
cursos de Moisés, los que pronunció en
En el Libro de Mormón, vocablo jare- las llanuras de Moab poco antes de su
dita que significa “abeja obrera” (Éter traslación. El primer discurso se encuen-
2:3). tra en los capítulos del 1 al 4, y es una
Destructor. Véase también Diablo introducción. El segundo discurso (caps.
del 5 al 26) se compone de dos partes:
Satanás es el destructor. (1) del 5 al 11, los Diez Mandamientos
Jehová no dejará entrar al heridor en y una exposición práctica de estos; y
vuestras casas, Éx. 12:23. (2) del 12 al 26, un código de leyes que
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Día de reposo 50
constituye el núcleo de todo el libro. El se debe comprar ni vender en el día de
tercer discurso (caps. del 27 al 30) con- reposo, Neh. 10:31. El Señor manda que
tiene una renovación solemne del conve- llamemos delicia al día de reposo, no
nio entre Dios y el pueblo de Israel y un andando en nuestros propios caminos,
anuncio de las bendiciones que acarrea Isa. 58:13–14.
la obediencia y de las maldiciones que El día de reposo fue hecho por causa
se reciben por la desobediencia. En los del hombre, y no el hombre por causa
capítulos del 31 al 34 se describe el re- del día de reposo, Mar. 2:23–28. El Hijo
lato de la entrega de la ley a los levitas, el del Hombre es Señor aun del día de re-
cántico de Moisés y la última bendición poso, Lucas 6:1–10. Jesús enseñó en una
y la partida de este profeta. sinagoga y sanó enfermos en el día de
reposo, Lucas 13:10–14.
Día de reposo. Véase también Los nefitas santificaban el día de re-
Creación, crear; Descansar, poso, Jarom 1:5. Les mandó que obser-
descanso (reposo) varan el día de reposo y lo santificaran,
Día santo que se ha señalado en la se- Mos. 18:23.
mana para el descanso y la adoración. Ofrecerás tus sacramentos en mi día
Después que Dios creó todas las cosas, santo, DyC 59:9–13. Los habitantes de
descansó el día séptimo y mandó que Sion observarán el día del Señor, DyC
se apartara un día de la semana como 68:29.
día de reposo para que las personas se Yo, Dios, descansé el día séptimo de
acuerden de Él (Éx. 20:8–11). toda mi obra, Moisés 3:1–3 (Gén. 2:1–3;
Antes de la resurrección de Cristo, los Abr. 5:1–3).
miembros de la Iglesia, al igual que los
Día del Señor. Véase Día de reposo;
judíos, observaban como día de reposo
Juicio final; Segunda venida de
el último día de la semana. Después
Jesucristo
de la Resurrección, los miembros de
la Iglesia, ya fueran judíos o gentiles, Diablo. Véase también Anticristo;
guardaron el primer día de la semana Destructor; Espíritu — Espíritus
(el día del Señor) para recordar la resu- inmundos; Hijos de perdición;
rrección del Señor. En la actualidad, en Infierno; Lucifer o Lucero
la Iglesia se sigue observando un día Satanás. El diablo es enemigo de la
santo de reposo todas las semanas, en rectitud y de todos los que procuren
el que se adora a Dios y se descansa de hacer la voluntad de Dios. Él es literal-
las labores del mundo. mente un hijo de Dios en el espíritu, y
El día de reposo nos recuerda que en un tiempo fue un ángel con autoridad
tenemos la necesidad de nutrirnos es- en la presencia de Dios (Isa. 14:12; 2 Ne.
piritualmente y el deber de obedecer a 2:17). Sin embargo, se rebeló en la vida
Dios. Cuando una nación se descuida en preterrenal y persuadió a una tercera
su observancia del día de reposo, todos parte de los hijos del Padre a rebelarse
los aspectos de la vida se ven afectados junto con él (DyC 29:36; Moisés 4:1–4;
y se deteriora la vida religiosa (Neh. Abr. 3:27–28). Estos espíritus fueron ex-
13:15–18; Jer. 17:21–27). pulsados de los cielos y se les negó la
Dios reposó el día séptimo, Gén. 2:1–3. experiencia de poseer un cuerpo terrenal
El pueblo de Israel no recogió maná el y de conocer la vida terrenal, quedando
día de reposo, Éx. 16:22–30. Acuérdate condenados por toda la eternidad. Desde
del día de reposo para santificarlo, Éx. que fue expulsado del cielo, el diablo
20:8–11 (Mos. 13:16–19). El día de reposo constantemente ha intentado engañar
se dio como señal entre Dios y el hom- a todo el género humano y desviarlo
bre, Éx. 31:12–17 (Ezeq. 20:12, 20). No de la obra de Dios, para que todos sean
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
51 Diez tribus
tan miserables como él (Apoc. 12:9; 2 Ne. pervierte el Evangelio puro y perfecto y
2:27; 9:8–9). lucha contra el Cordero de Dios.
Reprendió Jesús al demonio, Mateo El diablo fundó la grande y abomi-
17:18. El fuego eterno está preparado nable iglesia, 1 Ne. 13:6 (1 Ne. 14:9). No
para el diablo y sus ángeles, Mateo 25:41. hay más que dos iglesias solamente; una
Resistid al diablo, y huirá de vosotros, es la iglesia del Cordero de Dios, y la
Stg. 4:7. otra es la iglesia del diablo, 1 Ne. 14:10
Los inicuos serán llevados a la cauti- (Alma 5:39).
vidad del diablo, 1 Ne. 14:7. Es el diablo, No contendáis en contra de ninguna
el padre de todas las mentiras, 2 Ne. 2:18 iglesia, a menos que sea la iglesia del
(Moisés 4:4). El diablo busca que todos diablo, DyC 18:20. La grande y abomi-
los hombres sean miserables como él, nable iglesia será derribada, DyC 29:21.
2 Ne. 2:27. Si la carne no se levantara
más, nuestros espíritus tendrían que Diácono. Véase también Sacerdocio
estar sujetos a ese diablo, 2 Ne. 9:8–9. Aarónico
El diablo enfurecerá, pacificará y lison- Un llamamiento al servicio en la Igle-
jeará al hombre, 2 Ne. 28:20–23. Lo que es sia durante la época del apóstol Pablo
malo viene del diablo, Omni 1:25 (Alma (Filip. 1:1; 1 Tim. 3:8–13) y un oficio en el
5:40; Moro. 7:12, 17). Cuidaos, no sea que Sacerdocio Aarónico (DyC 20:38, 57–59;
surjan contenciones entre vosotros, y op- 84:30, 111; 107:85).
téis por obedecer al espíritu malo, Mos.
2:32. Si no sois las ovejas del buen pastor, Diez Mandamientos, los. Véase
el diablo es vuestro pastor, Alma 5:38–39. también Mandamientos de Dios;
El diablo no amparará a sus hijos, Alma Moisés
30:60. Orad continuamente para que no Diez leyes que dio Dios, por medio
seáis desviados por las tentaciones del del profeta Moisés, con el fin de regir el
diablo, Alma 34:39 (3 Ne. 18:15, 18). Es- comportamiento moral.
tableced vuestro fundamento sobre el La designación hebrea de estos man-
Redentor para que la furiosa tormenta damientos es las “Diez Palabras”, y tam-
del diablo no tenga poder sobre voso- bién se les llama el Convenio (Deut.
tros, Hel. 5:12. El diablo es el autor de 9:9) o el Testimonio (Éx. 25:21; 32:15). La
todo pecado, Hel. 6:26–31. forma en que Dios le dio a Moisés los
El diablo procuró poner en marcha un Diez Mandamientos, y por medio de
plan astuto, DyC 10:12. Es menester que este a Israel, se describe en Éx. 19:9–20:23;
el diablo tiente a los hijos de los hom-
32:15–19; 34:1. Estaban grabados en dos
bres, o estos no podrían ser sus propios
tablas de piedra que se depositaron en el
agentes, DyC 29:39. Adán vino a que-
Arca, por lo que a este se le dio el nom-
dar sujeto a la voluntad del diablo, por
bre del arca del convenio (Núm. 10:33).
haber cedido a la tentación, DyC 29:40.
Nuestro Señor, citando los pasajes de
Los hijos de perdición reinarán con el
Deut. 6:4–5 y Lev. 19:18, resumió los Diez
diablo y sus ángeles en la eternidad,
Mandamientos en “dos grandes manda-
DyC 76:32–33, 44. El diablo será atado
mientos” (Mateo 22:37–39).
por mil años, DyC 88:110 (Apoc. 20:2).
Aquel inicuo viene y despoja de la luz Los Diez Mandamientos se han reite-
y la verdad, DyC 93:39. rado en la revelación de los últimos días
El diablo no guardó su primer estado, (TJS, Éx. 34:1–2, 14 [Apéndice — Biblia];
Abr. 3:28. Mos. 12:32–37; 13:12–24; DyC 42:18–28;
59:5–13).
La iglesia del diablo: Toda organización
inicua y mundana sobre la tierra que Diez tribus. Véase Israel
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Diezmar, diezmo 52
Diezmar, diezmo. Véase también Diligencia
Dinero; Ofrenda Un esfuerzo constante y valiente, par-
La décima parte de los ingresos anua- ticularmente en el servicio del Señor y
les de una persona, la cual se entrega al en la obediencia a Su palabra.
Señor por medio de la Iglesia. El fondo Guarda tu alma con diligencia, Deut.
de los diezmos se utiliza para construir 4:9. Oídme atentamente, Isa. 55:2.
centros de reuniones y templos, para Poniendo toda diligencia, añadid a
sostener la obra misional y para edificar vuestra fe virtud, 2 Pe. 1:5.
el reino de Dios sobre la tierra. Enseñábamos la palabra de Dios con
Abram le dio a Melquisedec los diez- toda diligencia, Jacob 1:19. Habían escu-
mos de todo lo que poseía, Gén. 14:18–20 driñado diligentemente las Escrituras,
(Heb. 7:1–2, 9; Alma 13:15). El diezmo de Alma 17:2. Estaban dispuestos a guardar
la tierra de Jehová es; es cosa dedicada a los mandamientos con toda diligencia,
Jehová, Lev. 27:30–34. Indefectiblemente 3 Ne. 6:14. Trabajemos diligentemente,
diezmarás todo el producto, Deut. 14:22, Moro. 9:6.
Estad anhelosamente consagrados a
28. Trajeron en abundancia los diezmos
una causa buena, DyC 58:27. No estéis
de todas las cosas, 2 Cró. 31:5. ¿Robará
ociosos, sino obrad con vuestra fuerza,
el hombre a Dios? ¿En qué te hemos ro-
DyC 75:3. Estad diligentemente atentos
bado? En vuestros diezmos y ofrendas,
a las palabras de vida eterna, DyC 84:43.
Mal. 3:8–11 (3 Ne. 24:8–11).
Aprenda todo varón su deber, así como
El que es diezmado no será quemado
a obrar con toda diligencia, DyC 107:99.
en su venida, DyC 64:23 (DyC 85:3). La
casa del Señor se edificará con los diez- Diluvio en los tiempos de Noé.
mos de su pueblo, DyC 97:11–12. El Se- Véase también Arca; Arco iris; Noé,
ñor revela la ley del diezmo, DyC 119. patriarca bíblico
Un consejo dispondrá de los diezmos, En los tiempos de Noé, la tierra fue
DyC 120. totalmente cubierta por las aguas; esto
fue el bautismo de la tierra y simbolizó
Difamaciones. Véase Calumnias
su purificación (1 Pe. 3:20–21).
Dignidad, digno. Véase también Yo traigo un diluvio de aguas sobre
Rectitud, recto la tierra, para destruir toda carne, Gén.
Tener rectitud una persona y contar 6:17 (Moisés 7:34, 43, 50–52; 8:17, 30).
con la aprobación de Dios y de los líde- Las aguas del diluvio vinieron sobre
res que Él ha nombrado. la tierra, Gén. 7:10. Dios puso un arco
en las nubes como señal del convenio,
El que no toma su cruz y sigue en pos
Gén. 9:9–17.
de mí, no es digno de mí, Mateo 10:38.
Después que se retiraron las aguas, la
El obrero es digno de su salario, Lucas tierra de América llegó a ser una tierra
10:7 (DyC 31:5). escogida, Éter 13:2.
Mirad que hagáis todas las cosas dig- Los inicuos morirían en los diluvios,
namente, Morm. 9:29. No eran bautiza- Moisés 7:38; 8:24.
dos a menos que fueran dignos, Moro.
6:1. Dinero. Véase también Diezmar,
El que sea perezoso no será conside- diezmo; Limosna; Mundano, lo;
rado digno de permanecer, DyC 107:100. Riquezas
El que no aguanta el castigo, no es digno Monedas, papel, certificados, etc., uti-
de mi reino, DyC 136:31. Se extendieron lizados como pago de artículos o servi-
las bendiciones del sacerdocio a todo cios. A veces se usa como símbolo del
varón que sea miembro digno, DO 2. materialismo.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
53 Discípulos nefitas, los tres
Sin dinero seréis rescatados, Isa. 52:3. Disciplinar. Véase Castigar, castigo
A los Doce les mandó que no llevasen
Discípulo. Véase también Apóstol;
nada para el camino; ni alforja, ni pan,
Conversión, convertir; Cristianos;
ni dinero, Mar. 6:8. Pedro le dijo a Simón
Yugo
el mago que su dinero perecería con él,
Hech. 8:20. Raíz de todos los males es el Seguidor de Jesucristo que vive de
amor al dinero, 1 Tim. 6:10. acuerdo con Sus enseñanzas (DyC 41:5).
No gastéis dinero en lo que no tiene El vocablo discípulo se utiliza para de-
valor, 2 Ne. 9:50–51 (Isa. 55:1–2; 2 Ne. signar a los Doce Apóstoles llamados
26:25–27). Si trabaja por dinero, perecerá, por Cristo durante Su ministerio terre-
2 Ne. 26:31. Antes de buscar riquezas, nal (Mateo 10:1–4). También se usa para
buscad el reino de Dios, Jacob 2:18–19. describir a los Doce escogidos por Jesús
Un día habrá iglesias que dirán: por para dirigir Su Iglesia entre los nefitas y
vuestro dinero seréis perdonados de los lamanitas (3 Ne. 19:4).
vuestros pecados, Morm. 8:32, 37. Sella la ley entre mis discípulos,
El que dé su dinero para ayudar a sus Isa. 8:16.
hermanos de ningún modo perderá su Si permaneciereis en mi palabra, seréis
galardón, DyC 84:89–90. mis discípulos, Juan 8:31.
Mormón era discípulo de Jesucristo,
Dios. Véase Trinidad 3 Ne. 5:12–13. Vosotros sois mis discí-
Discernimiento, don de. Véase pulos, 3 Ne. 15:12. Tres discípulos no
también Dones del Espíritu probarán la muerte, 3 Ne. 28:4–10.
La voz de amonestación irá por boca
La facultad de comprender o saber
de mis discípulos, DyC 1:4. Mis discí-
algo por el poder del Espíritu. Es uno de
pulos estarán en lugares santos, DyC
los dones del Espíritu y comprende la ha- 45:32. El que no recuerde a los pobres,
bilidad de percibir el verdadero carácter los necesitados, los enfermos y los afli-
de las personas y el origen y significado gidos no es discípulo del Señor, DyC
de las manifestaciones espirituales. 52:40. El que no esté dispuesto a dar su
El hombre mira lo que está delante de vida por mi causa no es mi discípulo,
sus ojos, pero Jehová mira el corazón, DyC 103:27–28.
1 Sam. 16:7. ¡Ay de los que a lo malo di-
cen bueno!, Isa. 5:20 (2 Ne. 15:20). Discípulos nefitas, los tres. Véase
Las cosas que son del Espíritu de Dios también Discípulo; Nefitas; Seres
se han de discernir espiritualmente, trasladados
1 Cor. 2:14. A algunas personas les es En el Libro de Mormón, tres de los
dado el don de discernimiento de espí- discípulos nefitas escogidos por Cristo.
ritus, 1 Cor. 12:10. El Señor les concedió la misma ben-
Ammón podía discernir sus pensa- dición que había otorgado a Juan el
mientos, Alma 18:18. La voz suave pe- Amado, o sea, que permanecieran sobre
netró hasta lo más profundo de los que la tierra para llevar almas a Cristo hasta
la oyeron, 3 Ne. 11:3. la segunda venida del Salvador. Fueron
Para que no seáis engañados, buscad trasladados de manera que no sintieran
los mejores dones, DyC 46:8, 23. A los dolor ni murieran (3 Ne. 28).
líderes de la Iglesia les es concedido Cristo concedió el deseo de los tres
poder para discernir los dones del Es- discípulos de permanecer en la tierra
píritu, DyC 46:27. El cuerpo lleno de luz hasta que Jesús viniera de nuevo, 3 Ne.
comprende todas las cosas, DyC 88:67. 28:1–9. Nunca padecerán los dolores de la
Moisés vio la tierra, discerniéndola muerte ni el pesar, 3 Ne. 28:7–9. Tendrán
por el Espíritu de Dios, Moisés 1:27. plenitud de gozo, 3 Ne. 28:10. Fueron
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Dispensaciones 54
temporariamente arrebatados al cielo, del cumplimiento de los tiempos, DyC
3 Ne. 28:13–17. Ministraron al pueblo y 128:18–21.
padecieron persecución, 3 Ne. 28:18–23.
Ministraron a Mormón, 3 Ne. 28:24–26 Dispersión de Israel. Véase Israel —
(Morm. 8:10–11). Ejercerán su ministerio El esparcimiento de Israel
a los gentiles, a los judíos, a las tribus Divorcio. Véase también Matrimonio
esparcidas y a todas las naciones, 3 Ne.
La finalización del matrimonio por
28:27–29. Satanás no tiene poder sobre
medio del poder civil o la ley eclesiástica.
ellos, 3 Ne. 28:39.
Según el Nuevo Testamento, Dios per-
Dispensaciones. Véase también mitió el divorcio bajo ciertas condiciones
Evangelio; Llaves del sacerdocio; por causa de la dureza del corazón de la
Restauración del Evangelio; gente, pero según lo explicó Jesús, “al
Sacerdocio principio no fue así” (Mateo 19:3–12). En
Una dispensación del Evangelio es general, en las Escrituras se recomienda
un período de tiempo durante el cual que no se recurra al divorcio, y se acon-
el Señor tiene en la tierra por lo menos seja al marido y su mujer que se amen
un siervo autorizado que posee el santo con rectitud (1 Cor. 7:10–12; DyC 42:22).
sacerdocio. Doce, Cuórum de los. Véase Apóstol
Adán, Enoc, Noé, Abraham, Moisés,
Jesucristo, José Smith y otros han dado Doce tribus de Israel. Véase Israel —
comienzo a nuevas dispensaciones del Las doce tribus de Israel
Evangelio. Cuando el Señor organiza
Doctrina de Cristo. Véase también
una dispensación, revela el Evangelio
Evangelio; Plan de redención
nuevamente, de manera que la gente
de esa dispensación no tenga que de- Los principios y enseñanzas del evan-
pender de las anteriores para conocer el gelio de Jesucristo.
plan de salvación. La dispensación que Goteará como la lluvia mi enseñanza,
se inició con José Smith se conoce como Deut. 32:2. Los murmuradores aprende-
la “dispensación del cumplimiento de rán doctrina, Isa. 29:24.
los tiempos”. La gente se admiraba de su doctrina,
El Dios del cielo levantará un reino, Mateo 7:28. Mi doctrina no es mía, sino
Dan. 2:44 (DyC 65). de aquel que me envió, Juan 7:16. Toda
En los postreros días derramaré de Escritura es útil para enseñar, 2 Tim.
mi Espíritu sobre toda carne, Hech. 2:17 3:16.
(Joel 2:28). El cielo debe recibir a Cristo Esta es la doctrina de Cristo, y la única
hasta los tiempos de la restauración de y verdadera doctrina del Padre, 2 Ne.
todas las cosas, Hech. 3:21. En la dispen- 31:21 (2 Ne. 32:6). No habrá disputas en-
sación del cumplimiento de los tiempos, tre vosotros concernientes a los puntos
Dios reunirá todas las cosas en Cristo, de mi doctrina, 3 Ne. 11:28, 32, 35, 39–40.
Efe. 1:10. Satanás incita el corazón del pueblo
Estableceré mi iglesia entre ellos, 3 Ne. para que contiendan sobre los puntos de
21:22. mi doctrina, DyC 10:62–63, 67. Enseñad
El Señor encomendó las llaves de su a vuestros hijos la doctrina del arrepen-
reino y una dispensación del Evangelio timiento, de la fe en Cristo, del bautismo
para los últimos tiempos, DyC 27:13. Se y del don del Espíritu Santo, DyC 68:25.
entregan en vuestras manos las llaves de Os mando que os enseñéis el uno al otro
esta dispensación, DyC 110:12–16. Todas la doctrina del reino, DyC 88:77–78. La
las llaves de dispensaciones pasadas doctrina del sacerdocio destilará sobre
se han restaurado en la dispensación tu alma como rocío del cielo, DyC 121:45.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
55 Dones del Espíritu
Doctrina y Convenios. Véase dan dones a los que aman al Señor, DyC
también Canon; Escrituras; Libro de 46:8–11. No a todos se da cada uno de los
Mandamientos; Smith, hijo, José dones, DyC 46:11–29.
Recopilación de revelaciones divinas Don del Espíritu Santo. Véase
y declaraciones inspiradas de los últi-
también Don; Dones del Espíritu;
mos días. El Señor las dio a José Smith
Espíritu Santo; Trinidad
y a otros profetas que lo sucedieron para
establecer y regular el reino de Dios Todo miembro de la Iglesia, bauti-
sobre la tierra en los últimos días. Doc- zado y digno, tiene el derecho de te-
trina y Convenios, junto con la Biblia, ner consigo la influencia constante del
el Libro de Mormón y la Perla de Gran Espíritu Santo. Después de bautizarse
Precio, es uno de los libros canónicos de una persona en la verdadera Iglesia de
Escrituras de La Iglesia de Jesucristo de Jesucristo, recibe el don del Espíritu
los Santos de los Últimos Días. Pero lo Santo mediante la imposición de ma-
que da a este libro su carácter exclusivo nos de otra persona que tenga la debida
es que no se trata de una traducción de autoridad (Hech. 8:12–25; Moro. 2; DyC
documentos antiguos, sino que el Señor 39:23). A menudo se menciona este don
dio estas revelaciones a Sus profetas como el bautismo de fuego (Mateo 3:11;
escogidos en estos tiempos modernos DyC 19:31).
con el fin de restaurar Su reino. En esas
Se manda a los hombres arrepentirse,
revelaciones se puede percibir la voz
tierna pero firme del Señor Jesucristo bautizarse y recibir el don del Espíritu
(DyC 18:35–36). Santo, Hech. 2:38. Pedro y Juan confirie-
En la historia de José Smith se afirma ron el don del Espíritu Santo mediante
que Doctrina y Convenios es el funda- la imposición de manos, Hech. 8:14–22.
mento de la Iglesia en los últimos días El Espíritu Santo se da mediante la im-
y un beneficio para el mundo (DyC 70: posición de manos, Hech. 19:2–6.
Encabezamiento). Las revelaciones que La remisión de los pecados viene por
contiene dan inicio a la obra de preparar fuego y por el Espíritu Santo, 2 Ne. 31:17.
la vía para la segunda venida del Señor, Creemos en la imposición de ma-
en cumplimiento de todas las palabras nos para comunicar el don del Espíritu
pronunciadas por los profetas desde la Santo, AdeF 1:4.
creación del mundo.
Dones del Espíritu. Véase también
Domingo. Véase Día de reposo Don; Don del Espíritu Santo
Don. Véase también Don del Espíritu Bendiciones espirituales especiales
Santo; Dones del Espíritu que el Señor da a las personas dignas
para su propio beneficio y para que los
Dios otorga al hombre muchas bendi-
ciones y dones. empleen con el fin de llevar bendicio-
nes a la vida de otros. En DyC 46:11–33,
Hay diversidad de dones espirituales, 1 Cor. 12:1–12 y Moro. 10:8–18 se en-
1 Cor. 12:4–10. Procurad, pues, los dones cuentra una descripción de los dones
mejores, 1 Cor. 12:31. Todo don perfecto
del Espíritu.
desciende del Padre, Stg. 1:17.
El poder del Espíritu Santo es el don Procurad, pues, los mejores dones,
de Dios, 1 Ne. 10:17. Los que digan que 1 Cor. 12:31 (1 Cor. 14:1).
no hay dones no conocen el evangelio de Los nefitas recibieron muchos dones
Cristo, Morm. 9:7–8. Toda buena dádiva del Espíritu, Alma 9:21. ¡Ay del que diga
viene de Cristo, Moro. 10:8–18. que el Señor ya no obra por dones ni por
La vida eterna es el mayor de todos los el poder del Espíritu Santo!, 3 Ne. 29:6.
dones de Dios, DyC 14:7 (1 Ne. 15:36). Se Dios derrama dones sobre los fieles,
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Dones espirituales 56
Morm. 9:7. Todos estos dones vienen por designado como un huerto o jardín hacia
el Espíritu de Cristo, Moro. 10:17. el oriente en Edén. Adán y Eva fueron
Hay muchos dones, y a todo hombre le expulsados de Edén después de comer
es dado un don por el Espíritu de Dios, del fruto prohibido y convertirse en se-
DyC 46:11. A los líderes de la Iglesia les res mortales (Moisés 4:29). La revelación
es concedido discernir los dones del moderna confirma el relato bíblico del
Espíritu, DyC 46:27. El Presidente de la Jardín de Edén y añade la importante
Iglesia tiene todos los dones que Dios información de que estaba situado en
confiere sobre el cabeza de la Iglesia, lo que hoy día es Norteamérica.
DyC 107:91–92.
Efesios, epístola a los. Véase también
Dones espirituales. Véase Dones del Pablo; Pablo, epístolas de
Espíritu En el Nuevo Testamento, epístola es-
crita por el apóstol Pablo a los santos de
Dormir
Éfeso. Es sumamente importante porque
Estado de reposo en el que se sus- contiene las enseñanzas de Pablo acerca
pende la actividad consciente. El Señor de la Iglesia de Cristo.
ha aconsejado a Sus santos no dormir En el capítulo 1, se encuentra la saluta-
más de lo necesario (DyC 88:124). El vo- ción acostumbrada. En los capítulos 2 y
cablo dormir también se utiliza como 3, se explica el cambio que ocurre en las
símbolo de la muerte espiritual (1 Cor. personas cuando se convierten en miem-
11:30; 2 Ne. 1:13) o de la muerte física bros de la Iglesia: se vuelven conciuda-
(Morm. 9:13). danos de los santos, quedando gentiles
y judíos unidos en una sola Iglesia. En
los capítulos del 4 al 6, se explican las
Eclesiastés
funciones de los apóstoles y profetas, la
Libro del Antiguo Testamento que necesidad de ser unidos y la importancia
contiene reflexiones sobre algunos de de vestirse de toda la armadura de Dios.
los problemas más profundos de la vida.
El Predicador, autor del libro, escribe Efraín. Véase también Israel; José
gran parte de este con el punto de vista hijo de Jacob; Libro de Mormón;
de los que no cuentan con la compren- Manasés
sión del Evangelio. Escribe conforme a En el Antiguo Testamento, segundo
la manera de pensar de los habitantes hijo de José y Asenat (Gén. 41:50–52;
del mundo, de los que están “debajo 46:20). Al contrario de lo que se hacía por
del sol” (Ecle. 1:9). Gran parte del libro tradición, Efraín recibió la bendición de
parece ser negativo y pesimista (Ecle. la primogenitura en lugar de Manasés,
9:5, 10); esta no es la forma en que Dios el hijo mayor (Gén. 48:17–20). Efraín fue
desea que percibamos la vida, sino que el padre de la tribu que lleva su nombre.
es la percepción que el Predicador ha La tribu de Efraín: Efraín recibió la pri-
observado en los hombres de la tierra, mogenitura de Israel (1 Cró. 5:1–2; Jer.
faltos de luz. La parte más espiritual del 31:9), y en los últimos días esta tribu
libro se encuentra en los capítulos 11 y ha tenido el privilegio y la responsabi-
12, donde el autor concluye que lo único lidad de poseer el sacerdocio, llevar el
que tiene valor duradero es la obediencia mensaje de la restauración del Evange-
a los mandamientos de Dios. lio al mundo, y levantar un estandarte
para congregar al Israel disperso (Isa.
Edén. Véase también Adán; Eva 11:12–13; 2 Ne. 21:12–13). Los hijos de
Lugar donde vivieron nuestros prime- Efraín coronarán de gloria a los que en
ros padres Adán y Eva (Gén. 2:8–3:24; los últimos días regresen de los países
4:16; 2 Ne. 2:19–25; Moisés 3–4; Abr. 5), del norte (DyC 133:26–34).
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
57 Élder (anciano)
El palo de Efraín o palo de José: Registro Ezeq. 29:14–15 (Oseas 9:3–7; Abr. 1:6, 8,
de un grupo de la tribu de Efraín que 11–12, 23).
fue guiado desde Jerusalén hasta Amé- Un ángel le dijo a José que huyera
rica alrededor del año 600 a.C. A dicho con María y Jesús a Egipto, Mateo 2:13
registro, que es el Libro de Mormón, se (Oseas 11:1).
le llama el palo de Efraín o el palo de
Egyptus
José. Al unirse al palo de Judá (la Bi-
blia), ambos registros constituyen un Nombre de la esposa y también de una
testimonio unido del Señor Jesucristo, hija de Cam hijo de Noé. En caldeo, el
de Su resurrección de la tumba y de Su nombre significa “Egipto”, o “aquello que
obra divina realizada entre estas dos está prohibido” (Abr. 1:23–25).
ramas de la casa de Israel. Élder (anciano). Véase también
Una rama de Efraín se desprenderá Sacerdocio; Sacerdocio de
y escribirá otro testamento de Cristo, Melquisedec
TJS, Gén. 50:24–26, 30–31. El palo de La palabra anciano se emplea de dis-
Judá y el palo de José serán uno solo, tintas maneras en la Biblia. En muchos
Ezeq. 37:15–19. casos del Antiguo Testamento se refiere
Los escritos de Judá y de José crecerán a los hombres de mayor edad de una
juntamente, 2 Ne. 3:12. El Señor habla a tribu, a quienes por lo general se confia-
muchas naciones, 2 Ne. 29. ban los asuntos gubernamentales (Gén.
Las llaves de los anales del palo de 50:7; Josué 20:4; Rut 4:2; Mateo 15:2). Su
Efraín fueron entregadas a Moroni, edad y experiencia eran motivo de que a
DyC 27:5. menudo se buscara su consejo. Esta de-
signación no se refería necesariamente
Egipto a su oficio en el sacerdocio.
País ubicado en el noreste de África. En la época del Antiguo Testamento
Gran parte del país es árido y desolado, también había ancianos ordenados como
por lo que la mayoría de los habitantes tales en el Sacerdocio de Melquisedec
viven en el valle del Nilo, cuya exten- (Éx. 24:9–11). En el Nuevo Testamento
sión es de poco más de 885 kilómetros. se hace referencia a los ancianos como
El Egipto de la antigüedad era rico y oficio del sacerdocio en la Iglesia (Stg.
próspero, y en él se realizaron importan- 5:14–15). Entre los nefitas también ha-
tes obras públicas, entre ellas, canales de bía ancianos (élderes) ordenados en el
irrigación, ciudades fuertes con fines de- sacerdocio (Alma 4:7, 16; Moro. 3:1). En
fensivos y monumentos reales, especial- esta dispensación, José Smith y Oliver
mente tumbas y templos que todavía se Cowdery fueron los primeros en ser or-
cuentan entre las maravillas del mundo. denados élderes (ancianos) (DyC 20:2–3).
Durante algún tiempo, el sistema de go- Para evitar la interpretación incorrecta
que pudiera darse al título “anciano”, la
bierno egipcio imitaba el orden patriar-
Iglesia ha optado por usar el término “él-
cal del sacerdocio (Abr. 1:21–27).
der” (que es el equivalente de “anciano”
Abraham y José fueron conducidos en inglés) como título apropiado para
a Egipto para salvar a sus familias del todos los poseedores del Sacerdocio de
hambre, Gén. 12:10 (Gén. 37:28). José fue Melquisedec. A los misioneros también
vendido para Egipto, Gén. 45:4–5 (1 Ne. se les llama élderes. Un Apóstol también
5:14–15). Jacob fue guiado a Egipto, Gén. es un élder en este sentido, y es propio
46:1–7. Moisés condujo a los hijos de aplicar este título a los miembros del
Israel fuera de Egipto, Éx. 3:7–10; 13:14 Cuórum de los Doce y de los Cuórums
(Heb. 11:27; 1 Ne. 17:40; Moisés 1:25– de los Setenta (DyC 20:38; 1 Pe. 5:1). En
26). Egipto sería un reino despreciable, la revelación moderna se han delineado
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Elección 58
los deberes de los que han sido ordena- magnifican su llamamiento en el sacer-
dos élderes de la Iglesia en la actualidad docio llegan a ser los elegidos de Dios,
(DyC 20:38–45; 42:44; 46:2; 107:12). DyC 84:33–34.
Moisés dio la ley a todos los ancianos Elí. Véase también Samuel, profeta del
de Israel, Deut. 31:9. Antiguo Testamento
Bernabé y Saulo llevaron socorro a los
Sumo sacerdote y juez del Antiguo
ancianos de la Iglesia, Hech. 11:30. Cons-
Testamento en la época en que el Señor
tituyeron ancianos en cada iglesia, Hech.
llamó a Samuel para ser profeta (1 Sam.
14:23 (Tito 1:5). Llamad a los ancianos
3). El Señor lo reprendió por tolerar la
para que oren por los enfermos, Stg. 5:14.
iniquidad de sus hijos (1 Sam. 2:22–36;
Los élderes fueron ordenados por la
3:13).
imposición de manos, Alma 6:1.
Los élderes bendecirán a los niños, Elías. Véase también Elías el Profeta
DyC 20:70. Los élderes han de dirigir las En las Escrituras este nombre o título
reuniones conforme al Santo Espíritu, se emplea de varias maneras:
DyC 46:2. Los élderes entregarán un
informe de su mayordomía, DyC 72:5. Elías el Profeta: En Mateo 17:3–4; Lucas
Los élderes predicarán el Evangelio a las 4:25–26 y Santiago 5:17 se hace referencia
naciones, DyC 133:8. al antiguo profeta Elías, cuyo ministerio
se relata en los libros 1 y 2 de los Reyes.
Elección. Véase también Vocación Precursor: Elías es también un título
(llamamiento) y elección que se da a aquel que es precursor; por
Basándose en la dignidad personal ejemplo, Juan el Bautista fue un Elías
en la vida preterrenal, Dios eligió a los porque fue enviado a preparar el camino
que serían la descendencia de Abraham para Jesús (Mateo 17:12–13).
y la casa de Israel y que llegarían a ser el Restaurador: El título Elías también se
pueblo del convenio (Deut. 32:7–9; Abr. ha aplicado a muchas otras personas por
2:9–11). A dichas personas se les dan ben- motivo de las misiones particulares que
diciones y deberes especiales para que habrían de cumplir; por ejemplo, a Juan
bendigan a todas las naciones del mundo el Revelador (DyC 77:14) y a Gabriel (Lu-
(Rom. 11:5–7; 1 Pe. 1:2; Alma 13:1–5; DyC cas 1:11–20; DyC 27:6–7; 110:12).
84:99). No obstante, si desean alcanzar
Un hombre de la dispensación de Abra-
la salvación, aun los electos deben ser
ham: Un profeta llamado Elías o Esaías
llamados y elegidos en esta vida.
que aparentemente vivió en la época de
Elegidos Abraham (DyC 84:11–13; 110:12).
Los elegidos (escogidos) son aquellos Elías el Profeta. Véase también Elías;
que aman a Dios con todo el corazón y Salvación; Sellamiento, sellar
viven de una manera que a Él le com- Profeta del Antiguo Testamento que
place. Los que viven como discípulos regresó en los postreros días para con-
de Él serán seleccionados un día por el ferir a José Smith y a Oliver Cowdery
Señor para ser contados entre Sus hijos las llaves del poder de sellar. En su
escogidos. época, Elías el Profeta efectuó su obra
No me elegisteis vosotros a mí, sino en Israel, el reino del norte (1 Rey. 17–22;
que yo os elegí a vosotros, Juan 15:16. 2 Rey. 1–2). Tenía gran fe en el Señor
Juan expresa regocijo porque los hi- y se destaca por los muchos milagros
jos de la señora elegida son fieles, que efectuó. Por petición suya, Dios in-
2 Juan 1. terrumpió las lluvias durante tres años
Tus pecados te son perdonados, y eres y medio; levantó a un niño de entre los
una señora elegida, DyC 25:3. Los que muertos e hizo caer fuego de los cielos
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
59 Emanuel
(1 Rey. 17–18). El pueblo judío aún espera Elisabet. Véase también Juan el
el regreso de Elías, tal como lo profetizó Bautista
Malaquías (Mal. 4:5), y lo invitan como En el Nuevo Testamento, esposa de
huésped durante sus Festividades de Zacarías, madre de Juan el Bautista y
Pascua, dejando la puerta abierta y un parienta de María (Lucas 1:5–60).
lugar reservado en la mesa.
Eliseo
El profeta José Smith dijo que Elías
el Profeta poseía el poder para sellar, En el Antiguo Testamento, profeta de
poder que corresponde al Sacerdocio Israel, el reino del norte, y consejero de
de Melquisedec, y que fue el último confianza de varios reyes de ese país.
profeta que lo tuvo antes de la época de Eliseo era de carácter afable y afec-
tuoso, y no tenía ese celo vehemente por
Jesucristo. Elías apareció en el monte
el cual se había distinguido su maestro,
de la Transfiguración, acompañado de
Elías el Profeta. Sus notables milagros
Moisés, y confirió las llaves del sacer-
(2 Rey. 2–5; 8) testifican que verdadera-
docio a Pedro, Santiago (Jacobo) y Juan mente recibió el poder del profeta Elías
(Mateo 17:3). Apareció nuevamente, en cuando lo sucedió como profeta (2 Rey.
compañía de Moisés y de otros, el 3 de 2:9–12). Por ejemplo, sanó la fuente de
abril de 1836, en el Templo de Kirtland, aguas malas, dividió las aguas del Jor-
Ohio (EE. UU.), y confirió las mismas dán, multiplicó el aceite de la viuda, de-
llaves a José Smith y a Oliver Cowdery volvió la vida a un niño muerto, curó de
(DyC 110:13–16). Todo esto se hizo como lepra a un hombre, hizo flotar en el agua
preparación para la segunda venida del un hacha de hierro e hirió a los sirios con
Señor, de lo cual se habla en Mal. 4:5–6. ceguera (2 Rey. 2–6). Su ministerio duró
El poder de Elías el Profeta es el poder más de 50 años, durante los reinados de
de sellar que corresponde al sacerdo- Joram, Jehú, Joacaz y Joás.
cio, poder mediante el cual todo lo que Tomó el manto de Elías el Profeta,
se ate o se desate en la tierra se atará o 2 Rey. 2:13. Multiplicó el aceite de la
se desatará también en los cielos (DyC viuda, 2 Rey. 4:1–7. Levantó de entre los
128:8–18). En la actualidad, contamos con muertos al hijo de la mujer sunamita,
siervos escogidos del Señor que poseen 2 Rey. 4:18–37. Sanó al general sirio Naa-
este poder de sellar y que llevan a cabo mán, 2 Rey. 5:1–14. Hirió con ceguera a
las ordenanzas salvadoras del Evange- los sirios y abrió los ojos de su criado,
lio a favor de los vivos y de los muertos 2 Rey. 6:8–23.
(DyC 128:8). Elohim. Véase Padre Celestial;
Elías selló los cielos y los cuervos lo Trinidad
alimentaron, 1 Rey. 17:1–7. La tinaja de Emanuel. Véase también Jesucristo
harina y la vasija de aceite de la viuda
Uno de los nombres de Jesucristo. Se
que lo alimentó no escasearon, 1 Rey.
deriva de vocablos hebreos que signifi-
17:8–16. Levantó de los muertos al hijo
can “Dios con nosotros”.
de la viuda, 1 Rey. 17:17–24. Derrotó a
Emanuel es un nombre y título que se
los profetas de Baal, 1 Rey. 18:21–39. La da como señal de la liberación que pro-
voz apacible y delicada habló, 1 Rey. viene de Dios (Isa. 7:14). Mateo reconoció
19:11–12. Subió al cielo en un carro de específicamente la referencia que Isaías
fuego, 2 Rey. 2:11. Malaquías profetizó hace de Emanuel como profecía del na-
su retorno en los postreros días, Mal. cimiento de Jesús en el mundo (Mateo
4:5–6 (3 Ne. 25:5). 1:18–25). El nombre también aparece en
En 1836, apareció en el Templo de las Escrituras de los últimos días (2 Ne.
Kirtland, Ohio (EE. UU.), DyC 110:13–16. 17:14; 18:8; DyC 128:22).
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Enemistad 60
Enemistad. Véase también Amor; dicen bueno, y a lo bueno malo!, Isa. 5:20
Envidia; Venganza (2 Ne. 15:20).
En las Escrituras, significa antago- Natanael era un israelita en quien no
nismo, hostilidad y odio. había engaño, Juan 1:47 (DyC 41:9–11).
Nadie se engañe a sí mismo, 1 Cor. 3:18.
Pondré enemistad entre ti y la mujer, Nadie os engañe con palabras vanas,
Gén. 3:15 (Moisés 4:21). Efe. 5:6. Los malos hombres y los enga-
Los designios de la carne son enemis- ñadores irán de mal en peor, 2 Tim. 3:13.
tad contra Dios, Rom. 8:7. La amistad Satanás, el cual engaña al mundo entero,
del mundo es enemistad contra Dios, fue arrojado a la tierra, Apoc. 12:9. Sata-
Stg. 4:4. nás será atado para que no engañe más
En ese día la enemistad cesará de ante a las naciones, Apoc. 20:1–3.
mi faz, DyC 101:26. El Señor no puede ser engañado, 2 Ne.
Enfermedad, enfermo 9:41. Si seguís al Hijo, sin engaño ante
Dios, recibiréis al Espíritu Santo, 2 Ne.
En las Escrituras, a veces la enferme-
31:13. Sherem confesó que había sido
dad física se emplea como símbolo de
engañado por el poder del diablo, Jacob
malestar espiritual (Isa. 1:4–7; 33:24).
7:18. El pueblo del rey Noé fue engañado
Yo he oído tu oración, y he visto tus con palabras lisonjeras, Mos. 11:7.
lágrimas; he aquí que yo te sano, 2 Rey. Aquellos que son prudentes han to-
20:1–5 (2 Cró. 32:24; Isa. 38:1–5). mado al Santo Espíritu por guía, y no
Recorrió Jesús Galilea sanando toda han sido engañados, DyC 45:57. ¡Ay de
enfermedad y toda dolencia, Mateo 4:23– los que son engañadores!, DyC 50:6. El
24 (1 Ne. 11:31; Mos. 3:5–6). Los sanos conocimiento puro ennoblece el alma
no tienen necesidad de médico, sino los sin malicia, DyC 121:42.
enfermos, Mateo 9:10–13 (Mar. 2:14–17; Llegó a ser Satanás, el padre de todas
Lucas 5:27–32). ¿Está alguno enfermo las mentiras, para engañar y cegar a los
entre vosotros? Llame a los ancianos, hombres, Moisés 4:4.
Stg. 5:14–15.
Cristo tomó sobre sí los dolores y las Engendrado, engendrar. Véase
enfermedades de su pueblo, Alma 7:10– también Hijos de Cristo; Hijos e hijas
12. Jesús sanó a todos los enfermos entre de Dios; Nacer de Dios, nacer de
los nefitas, 3 Ne. 26:15. nuevo; Unigénito
Nutrid a los enfermos con ternura, con Nacer. Engendrar es dar nacimiento
hierbas y alimento sencillo, DyC 42:43 o procrear. En las Escrituras, estas pala-
(Alma 46:40). Recordad en todas las co- bras se utilizan a menudo con el signifi-
sas a los enfermos y a los afligidos, DyC cado de nacer de Dios. Aunque Jesucristo
52:40. Pon tus manos sobre los enfermos, es el único engendrado por el Padre en la
y sanarán, DyC 66:9. carne (Unigénito), todos pueden ser en-
gendrados espiritualmente por Cristo al
Engañar, engaño. Véase también aceptarlo, obedecer Sus mandamientos
Mentiras y llegar a ser personas nuevas mediante
Hacer creer a alguien algo que no es el poder del Espíritu Santo.
verdad. Defraudar. Yo te engendré hoy, Sal. 2:7 (Hech.
Subirá al monte de Jehová el que no 13:33; Heb. 1:5–6; 5:5).
haya jurado con engaño, Sal. 24:3–4. Su gloria, como del unigénito del Pa-
Bienaventurado el hombre en cuyo espí- dre, Juan 1:14 (2 Ne. 25:12; Alma 12:33–
ritu no hay engaño, Sal. 32:2 (Sal. 34:13; 34; DyC 76:23). Porque de tal manera amó
1 Pe. 2:1). Líbrame del hombre enga- Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
ñoso, Sal. 43:1. ¡Ay de los que a lo malo Unigénito, Juan 3:16 (DyC 20:21).
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
61 Enseñar
Cristo engendró espiritualmente al misericordia, Sal. 145:8. La blanda res-
pueblo del rey Benjamín, Mos. 5:7. puesta quita la ira, Prov. 15:1. El hombre
Los que son engendrados por medio iracundo promueve contiendas; mas el
del Señor son la iglesia del Primogénito, que tarda en airarse apacigua la rencilla,
DyC 93:22. Prov. 15:18 (Prov. 14:29). Por amor de mi
nombre diferiré mi ira, Isa. 48:9. Extendí
Enoc. Véase también Sion mis manos a pueblo rebelde, que me
Profeta que guio al pueblo de la ciu- provoca de continuo a ira, Isa. 65:2–3.
dad de Sion. Se habla de su ministerio A cualquiera que te hiera en la mejilla
en el Antiguo Testamento y también en derecha, vuélvele también la otra, Mateo
la Perla de Gran Precio. Fue el séptimo 5:39. Y vosotros, padres, no provoquéis
patriarca después de Adán; era hijo de a ira a vuestros hijos, Efe. 6:4.
Jared y padre de Matusalén (Gén. 5:18– Y porque os he dicho la verdad, estáis
24; Lucas 3:37). enojados conmigo, Mos. 13:4. Visitaré a
Enoc era una gran persona y su mi- este pueblo en mi ira, Alma 8:29.
nisterio fue mucho más importante de Contra ninguno está encendida su ira,
lo que indica la breve mención que de él sino contra aquellos que no confiesan su
hace la Biblia. El relato bíblico nos dice mano en todas las cosas, DyC 59:21. Yo,
que fue traspuesto (trasladado) (Heb. el Señor, estoy enojado con los inicuos,
11:5), pero no da detalles de su minis- DyC 63:32.
terio. En Judas 1:14 se cita una de sus Enós hijo de Jacob
profecías. Por medio de la revelación
de los últimos días, aprendemos mucho Profeta nefita e historiador del Libro
más acerca de Enoc; específicamente de de Mormón que, después de orar pi-
su predicación, de su ciudad llamada diendo perdón, recibió la remisión de sus
Sion y de sus visiones y profecías (DyC pecados mediante su fe en Cristo (Enós
107:48–57; Moisés 6–7). Sion fue llevada 1:1–8). El Señor estableció un convenio
al cielo debido a la rectitud de sus habi- con Enós de sacar a luz el Libro de Mor-
tantes (Moisés 7:69). món para los lamanitas (Enós 1:15–17).

Dios se revela a Enoc, Moisés 6:26–37. El libro de Enós: Libro del Libro de Mor-
món que relata la historia de la oración
Enoc enseña el Evangelio, Moisés 6:37–
de Enós al Señor pidiendo perdón para
68. Enoc instruye al pueblo y establece
sí mismo y rogando por su pueblo y por
Sion, Moisés 7:1–21. Enoc vio todas las
los demás. El Señor le prometió que el
cosas, aun hasta el fin del mundo, Moi-
Libro de Mormón se preservaría y que
sés 7:23–68.
estaría disponible para los lamanitas
Enojo. Véase también Amor; Odio, en un día futuro. Aunque el libro de
aborrecimiento Enós solo cuenta con un capítulo, relata
la potente historia de un hombre que
El enojo es un sentimiento de ira o de
buscó a su Dios por medio de la oración,
molestia contra alguien o algo. El Señor
obedeció los mandamientos del Señor
advirtió a Sus santos que dominaran
toda la vida y, antes de su muerte, se
su enojo (Mateo 5:22). Ni los padres ni
regocijó por el conocimiento que tenía
los hijos deben injuriar o maltratar a los
del Redentor.
demás miembros de la familia. En las
Escrituras, el enojo se relaciona muchas Enseñar. Véase también Espíritu Santo
veces, en sentido figurado, con el fuego Impartir conocimiento a los demás. En
(2 Ne. 15:25; DyC 1:13). las Escrituras, se refiere especialmente
Y se ensañó Caín en gran manera, a enseñar a las personas verdades del
y decayó su semblante, Gén. 4:5. Je- Evangelio, y guiarlas hacia la rectitud.
hová es lento para la ira, y grande en Los que enseñan el Evangelio deben
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Entender, entendimiento 62
recibir la guía del Espíritu. Todos los Te doy el mandamiento de enseñar
padres son maestros dentro de su propia estas cosas sin reserva a tus hijos, Moi-
familia. Los santos deben procurar las sés 6:57–61.
enseñanzas del Señor y de Sus líderes y Enseñar con el Espíritu: No sois voso-
estar dispuestos a aceptarlas. tros los que habláis, sino el Espíritu de
Las enseñarás a tus hijos, Deut. 4:8–9. vuestro Padre que habla en vosotros,
Las enseñaréis a vuestros hijos, Deut. Mateo 10:19–20. ¿No ardía nuestro co-
6:7 (Deut. 11:18–19). Instruye al niño en razón en nosotros cuando nos abría las
su camino, Prov. 22:6. Todos tus hijos Escrituras?, Lucas 24:32. El Evangelio
serán enseñados por Jehová, Isa. 54:13 se predica por el poder del Espíritu,
(3 Ne. 22:13). 1 Cor. 2:1–14.
Sabemos que has venido de Dios como Habló con poder y autoridad de Dios,
maestro, Juan 3:2. Tú, pues, que ense- Mos. 13:5–9 (Alma 17:3; Hel. 5:17).
ñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo?, Tendrás mi Espíritu para convencer a
Rom. 2:21. los hombres, DyC 11:21. La iglesia oirá
Recibí alguna instrucción en toda la en cualquier cosa que se le enseñe por el
ciencia de mi padre, 1 Ne. 1:1 (Enós 1:1). Consolador, DyC 28:1 (DyC 52:9). Si no
Los sacerdotes y maestros deben ense- recibís el Espíritu, no enseñaréis, DyC
ñar con toda diligencia; de otro modo, 42:14 (DyC 42:6). Sois enviados para en-
traen sobre su propia cabeza los peca- señar a los hijos de los hombres por el
dos del pueblo, Jacob 1:18–19. Para que poder de mi Espíritu, DyC 43:15. Los
me escuchéis, y abráis vuestros oídos, élderes deben predicar el evangelio por
Mos. 2:9. Enseñaréis a vuestros hijos a el Espíritu, DyC 50:13–22. Lo que habéis
amarse mutuamente y a servirse el uno de decir os será dado en la hora precisa,
al otro, Mos. 4:15. Ni confiéis en nadie DyC 84:85 (DyC 100:5–8).
para que sea vuestro maestro a menos
Entender, entendimiento. Véase
que sea un hombre de Dios, Mos. 23:14.
también Conocimiento; Sabiduría;
El Señor derramó su Espíritu sobre toda
Verdad
la faz de la tierra a fin de preparar sus
corazones para recibir la palabra que se Obtener conocimiento o percibir el
enseñaría, Alma 16:16. Enseñaban con significado de alguna verdad, incluso
poder y autoridad de Dios, Alma 17:2–3. su aplicación a la vida.
Sus madres les habían enseñado, Alma No te apoyes en tu propia prudencia,
56:47 (Alma 57:21). Prov. 3:5. Con todo lo que adquieras,
Para que cuando buscasen sabiduría, adquiere entendimiento, Prov. 4:7. El
fuesen instruidos, DyC 1:26. Enseñaos que posee entendimiento ama su alma,
los unos a los otros, de acuerdo con el Prov. 19:8.
oficio al cual os he llamado, DyC 38:23. Jesús habló por parábolas y algunos no
Enseñarán los principios de mi evange- le entendieron, Mateo 13:12–17. El Señor
lio, que se encuentran en la Biblia y en les abrió el entendimiento, Lucas 24:45.
el Libro de Mormón, DyC 42:12. Se os Si después de estas palabras no podéis
enseñará de lo alto, DyC 43:15–16. Los entender, será porque no pedís, 2 Ne.
padres deben enseñar a sus hijos, DyC 32:4 (3 Ne. 17:3). Los anales se preserva-
68:25–28. Os mando que os enseñéis el ron para que pudiéramos leer y entender,
uno al otro la doctrina del reino, DyC Mos. 1:2–5. Por motivo de su increduli-
88:77–78, 118. Nombrad de entre voso- dad no podían entender la palabra de
tros a un maestro, DyC 88:122. No has Dios, Mos. 26:3. Eran hombres de sano
enseñado a tus hijos e hijas la luz y la entendimiento, Alma 17:2–3. La palabra
verdad, y esta es la causa de tu aflicción, empieza a iluminar mi entendimiento,
DyC 93:39–42. Alma 32:28.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
63 Escriba
Razonemos juntos para que enten- Escoger, escogido (verbo). Véase
dáis, DyC 50:10–12, 19–23. Los padres también Albedrío; Libertad, libre;
deben enseñar a sus hijos a comprender Llamado, llamado por Dios,
la doctrina, DyC 68:25. Las obras y los llamamiento
misterios de Dios solo se comprenden Cuando el Señor selecciona o escoge
por el poder del Santo Espíritu, DyC a una o a varias personas, normalmente
76:114–116. Satanás procura desviar los también las llama a servir en Su obra.
corazones de los hombres de la compren-
Escogeos hoy a quién sirváis, Josué
sión, DyC 78:10. La luz de Cristo vivifica
24:15 (Alma 30:8; Moisés 6:33). Te he
nuestro entendimiento, DyC 88:11.
esco­gido en horno de aflicción, Isa. 48:10
Envidia. Véase también Celo, celos, (1 Ne. 20:10).
celoso; Codiciar Engañarán, si fuere posible, aun a los
Según las Escrituras, es malo desear escogidos, Mateo 24:24. Lo necio del
poseer algo que pertenece a otra per- mundo escogió Dios, para avergonzar
sona. a los sabios, 1 Cor. 1:27. Nos escogió an-
tes de la fundación del mundo, Efe. 1:4.
Los patriarcas, movidos por envidia, Son libres para escoger la libertad y
vendieron a José para Egipto, Hech. 7:9. la vida eterna, o escoger la cautividad y
El amor no tiene envidia, 1 Cor. 13:4 la muerte, 2 Ne. 2:27.
(Moro. 7:45). Palabras, de las cuales na- Mis escogidos escuchan mi voz y no
cen envidias, 1 Tim. 6:4. Donde hay endurecen su corazón, DyC 29:7. Y así
envidia, hay perturbación y toda obra reuniré a mis escogidos de los cuatro
perversa, Stg. 3:16. cabos de la tierra, DyC 33:6. Se darán
El Señor ha mandado que los hom- las Escrituras para la salvación de mis
bres no envidien, 2 Ne. 26:32. No había escogidos, DyC 35:20–21. Los nobles y
envidias entre el pueblo de Nefi, 4 Ne. grandes fueron escogidos en el princi-
1:15–18. pio, DyC 138:55–56.
La envidia y la ira del hombre han sido Abraham fue escogido antes de nacer,
mi suerte común en todos los días de mi Abr. 3:23. Por el bien de los escogidos
vida, DyC 127:2. se acortarán aquellos días, JS—M 1:20.
Esaías Escogido (adjetivo o sustantivo).
El nombre de un antiguo profeta que Véase también Llamado, llamado por
vivió en los días de Abraham (DyC Dios, llamamiento
76:100; 84:13). Las personas seleccionadas por Dios
para cumplir ciertas responsabilidades
Esaú. Véase también Isaac; Jacob hijo
especiales.
de Isaac
Hice convenio con mi escogido, Sal.
En el Antiguo Testamento, hijo mayor
89:3.
de Isaac y Rebeca y hermano gemelo de
Muchos son llamados, y pocos esco-
Jacob. Los dos hermanos fueron rivales
gidos, Mateo 22:14 (Mateo 20:16; DyC
desde su nacimiento (Gén. 25:19–26). Los
95:5; 121:34, 40). Los santos son linaje
edomitas, descendientes de Esaú, y los
escogido, real sacerdocio, 1 Pe. 2:9.
israelitas, descendientes de Jacob, llega-
Israel fue escogido por Dios, Moisés
ron a ser naciones rivales (Gén. 25:23).
1:26. Cristo fue el Amado y el Escogido
Esaú vendió a Jacob su primogenitura, del Padre desde el principio, Moisés 4:2.
Gén. 25:33 (Heb. 12:16–17). Esaú se casó
con mujeres heteas, causando amargura Escriba
de espíritu a sus padres, Gén. 26:34–35. El vocablo se utiliza en sentido lige-
Jacob y Esaú se reconciliaron, Gén. 33. ramente distinto en el Antiguo y en el
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Escrituras 64
Nuevo Testamento: (1) En el Antiguo DyC 33:16. Se darán las Escrituras para
Testamento, la responsabilidad primor- la salvación de mis escogidos, DyC 35:20.
dial del escriba era copiar las Escrituras Enseñarán los principios de mi evange-
(Jer. 8:8). (2) En el Nuevo Testamento se lio, que se encuentran en la Biblia y en
menciona con frecuencia a los escribas, el Libro de Mormón, DyC 42:12. Mis le-
llamándolos a veces intérpretes de la yes en cuanto a estas cosas están en mis
ley. Ellos fueron quienes desarrollaron Escrituras, DyC 42:28. Lo que hablen
los detalles de la ley y la aplicaban a las cuando sean inspirados por el Espíritu
circunstancias de su época (Mateo 13:52; Santo, será Escritura, DyC 68:4.
Mar. 2:16–17; 11:17–18; Lucas 11:44–53; Escrituras que se han perdido: En las Es-
20:46–47). crituras se mencionan muchos escritos
sagrados con los cuales no contamos hoy
Escrituras. Véase también Biblia;
día. Entre ellos se cuentan los siguientes
Canon; Doctrina y Convenios; Libro
libros y autores: el libro del convenio (Éx.
de Mormón; Palabra de Dios; Perla
24:7); el libro de las batallas de Jehová
de Gran Precio
(Núm. 21:14); Jaser (Josué 10:13; 2 Sam.
Las palabras expresadas, tanto por es- 1:18); los hechos de Salomón (1 Rey. 11:41);
crito como oralmente, por los hombres las crónicas de Samuel vidente (1 Cró.
santos de Dios cuando hablan por la in- 29:29); el profeta Natán (2 Cró. 9:29); el
fluencia del Espíritu Santo. Las Escritu- profeta Semaías (2 Cró. 12:15); el profeta
ras canónicas oficiales de la Iglesia en la Iddo (2 Cró. 13:22); las palabras de Jehú
actualidad son la Biblia, el Libro de Mor- (2 Cró. 20:34); las palabras de los videntes
món, Doctrina y Convenios y la Perla de (2 Cró. 33:19); Enoc (Judas 1:14); las pa-
Gran Precio. Jesús y los escritores del labras de Zenoc, Neum y Zenós (1 Ne.
Nuevo Testamento consideraban como 19:10); Zenós (Jacob 5:1), Zenoc y Ezías
Escrituras los libros del Antiguo Testa- (Hel. 8:20); un libro de memorias (Moi-
mento (Mateo 22:29; Juan 5:39; 2 Tim. sés 6:5); y epístolas a los corintios (1 Cor.
3:15; 2 Pe. 1:20–21). Véase también Cro- 5:9), a los efesios (Efe. 3:3), la de Laodicea
nología en el Apéndice. (Col. 4:16) y de Judas (Judas 1:3, versión
¿No ardía nuestro corazón en noso- del rey Santiago, en inglés).
tros, cuando nos abría las Escrituras?, Las Escrituras deben preservarse: Es pru-
Lucas 24:32. Escudriñad las Escrituras; dente que obtengamos estos anales a fin
porque os parece que en ellas tenéis la de preservar las palabras de los santos
vida eterna; y ellas son las que dan tes- profetas, 1 Ne. 3:19–20. Yo debía conser-
timonio de mí, Juan 5:39. var estas planchas, Jacob 1:3. Estas cosas
Las palabras de Cristo os dirán todas se han guardado y preservado por la
las cosas que debéis hacer, 2 Ne. 32:3. mano de Dios, Mos. 1:5. Asegúrate de
Cuantos llegan a creer las Santas Escri- cuidar estas cosas sagradas, Alma 37:47.
turas son firmes e inmutables en la fe, Las Escrituras serán preservadas y
Hel. 15:7–8. protegidas, DyC 42:56.
En estas cosas yerran, porque per- Esforzaos con todo empeño por pre-
vierten las Escrituras y no las entien- servarlas, JS—H 1:59.
den, DyC 10:63. Estas palabras no son El valor de las Escrituras: Leerás esta ley
de hombres, ni de hombre, sino mías, delante de todo Israel, Deut. 31:10–13.
DyC 18:34–36. La salida a luz del Libro Nunca se apartará de tu boca este libro
de Mormón prueba al mundo que las Es- de la ley, Josué 1:8. La ley de Jehová es
crituras son verdaderas, DyC 20:2, 8–12. perfecta, que convierte el alma, Sal.
Dedicaréis vuestro tiempo al estudio de 19:7. Lámpara es a mis pies tu palabra,
las Escrituras, DyC 26:1. Las Escrituras Sal. 119:105.
se dan para instrucción de los santos, Las Escrituras dan testimonio de mí,
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
65 Escuela de los profetas
Juan 5:39. Toda Escritura es inspirada Escuchar. Véase también Obediencia,
por Dios, y útil para enseñar e instruir, obediente, obedecer; Oído
2 Tim. 3:15–16. Oír la voz y las enseñanzas del Señor,
Apliqué todas las Escrituras a no- prestando atención y obedeciendo.
sotros mismos para nuestro provecho
e instrucción, 1 Ne. 19:23. Mi alma se Jehová levantará a un profeta como
deleita en las Escrituras, 2 Ne. 4:15–16. Moisés, y el pueblo debe oírle, Deut.
Trabajamos diligentemente para escri- 18:15. El prestar atención es mejor que la
bir, a fin de persuadir a nuestros hijos, grosura de los carneros, 1 Sam. 15:20–23.
así como a nuestros hermanos, a creer No hemos obedecido a tus siervos los
en Cristo, 2 Ne. 25:23. Escudriñaron profetas, Dan. 9:6.
las Escrituras; y no hicieron más caso Los justos que escuchan las palabras
de las palabras de este hombre inicuo, de los profetas no perecerán, 2 Ne. 26:8.
Jacob 7:23 (Alma 14:1). Si no fuera por Si no queréis dar oídos a la voz del buen
estas planchas, habríamos padecido en pastor, no sois las ovejas del buen pastor,
la ignorancia, Mos. 1:2–7. Habían escu- Alma 5:38 (Hel. 7:18).
driñado diligentemente las Escrituras Escuchad, oh pueblo de mi iglesia,
para conocer la palabra de Dios, Alma DyC 1:1. Todo el que escuche la voz
17:2–3. Las Escrituras se conservan para del Espíritu será iluminado y vendrá
conducir las almas a la salvación, Alma al Padre, DyC 84:46–47. Fueron lentos
37:1–19 (2 Ne. 3:15). La palabra de Dios en escuchar la voz del Señor; por con-
guiará al hombre de Cristo, Hel. 3:29. siguiente, el Señor es lento en escuchar
Lo que hablen cuando sean inspirados sus oraciones, DyC 101:7–9. Los que no
por el Espíritu Santo, será Escritura, y el escuchan los mandamientos son casti-
poder de Dios para salvación, DyC 68:4. gados, DyC 103:4 (Moisés 4:4).
Para imprimir la plenitud de mis Escri- Escuela de los profetas. Véase también
turas, con objeto de edificar mi iglesia Smith, hijo, José
y preparar a mi pueblo, DyC 104:58–59.
En Kirtland, Ohio (EE. UU.), durante el
El que atesore mi palabra no será en-
invierno de 1832–1833, el Señor mandó a
gañado, JS—M 1:37.
José Smith organizar una escuela con el
Se profetiza la publicación de las Escri- fin de capacitar a los hermanos en todo
turas: Isaías predijo la publicación del lo pertinente al Evangelio y al reino de
Libro de Mormón, Isa. 29:11–14. Toma Dios. De esa escuela salieron muchos de
ahora un palo, y escribe en él: Para Judá, los primeros líderes de la Iglesia. Otra
Ezeq. 37:15–20. escuela de los profetas, o de los élderes,
Nefi vio otros libros que aparecerían, la dirigió Parley P. Pratt en el condado
1 Ne. 13:39. No por tener una Biblia, de Jackson, Misuri (DyC 97:1–6). Se or-
debéis suponer que contiene todas mis ganizaron otras escuelas similares poco
palabras, 2 Ne. 29:10–14. Asíos al evan- después de la migración de los santos al
gelio de Cristo, que os será presentado oeste; no obstante, estas se discontinua-
en los anales que llegarán, Morm. 7:8–9. ron al poco tiempo. En la actualidad, la
Bendito sea aquel que saque esto a luz, enseñanza del Evangelio se lleva a cabo
Morm. 8:16. Escribe estas cosas y en mi en el hogar, en los cuórums del sacer-
debido tiempo las mostraré, Éter 3:27 docio y en las diversas organizaciones
(Éter 4:7). auxiliares, así como en las escuelas de
Creemos que aún revelará muchos la Iglesia y en las clases de seminario
asuntos, AdeF 1:9. e instituto.
Escrituras perdidas. Véase Santificaos y enseñaos el uno al otro la
Escrituras — Escrituras que se han doctrina del reino, DyC 88:74–80. Buscad
perdido diligentemente y enseñaos el uno al otro
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Esdras 66
sabiduría, DyC 88:118–122. Se establece prometido a los justos. En las Escritu-
el orden de la escuela de los profetas, ras se habla con frecuencia de la espe-
DyC 88:127–141. La Primera Presiden- ranza como la espera anhelosa de la vida
cia posee las llaves de la escuela de los eterna por medio de la fe en Jesucristo.
profetas, DyC 90:6–7. Bendito el hombre cuya confianza es
Esdras Jehová, Jer. 17:7. Jehová será la esperanza
de su pueblo, Joel 3:16.
Sacerdote y escriba del Antiguo Tes-
Por la paciencia y la consolación de las
tamento que condujo a una parte de los
Escrituras, tengamos esperanza, Rom.
judíos de regreso a Jerusalén después
15:4. Dios nos hizo renacer para una
de su cautiverio en Babilonia (Esdras
7–10; Neh. 8; 12). En el año 458 a.C. reci- esperanza, por la resurrección de Jesu-
bió permiso de Artajerjes, rey de Persia, cristo, 1 Pe. 1:3. Todo aquel que tiene esta
para llevar a Jerusalén a cualquier judío esperanza en él, se purifica a sí mismo,
exiliado que quisiera ir (Esdras 7:12–26). 1 Juan 3:2–3.
Antes de la época de Esdras, la lectura Debéis seguir adelante, teniendo un
de las Escrituras llamadas “la ley” había fulgor perfecto de esperanza, 2 Ne. 31:20.
sido casi totalmente controlada por los Y mirad que tengáis fe, esperanza y
sacerdotes. Esdras ayudó a poner las Es- caridad, Alma 7:24 (1 Cor. 13:13; Moro.
crituras al alcance de todos los judíos. La 10:20). Deseo que escuchéis mis palabras,
lectura pública del “libro de la ley” llegó teniendo la esperanza de que recibiréis
a ser, con el tiempo, el centro mismo de la vida eterna, Alma 13:27–29. Si tenéis
la vida judía. La más grande enseñanza fe, tenéis esperanza en cosas que no se
de Esdras quizás derive de su propio ven, y que son verdaderas, Alma 32:21
ejemplo al preparar su corazón para in- (Heb. 11:1). La esperanza viene por la
quirir la ley del Señor y cumplirla, y para fe, y proporciona un ancla al alma, Éter
enseñarla a otros (Esdras 7:10). 12:4 (Heb. 6:17–19). El hombre debe tener
El libro de Esdras: En los capítulos del esperanza, o no puede recibir una heren-
1 al 6, se describen los acontecimientos cia, Éter 12:32. Mormón habló concer-
que ocurrieron unos 60 a 80 años an- niente a la fe, la esperanza y la caridad,
tes de la llegada de Esdras a Jerusalén, Moro. 7:1. Debéis tener esperanza, por
es decir, el decreto de Ciro en el año medio de la expiación de Cristo, en que
537 a.C. y el regreso de los judíos bajo la seréis resucitados a vida eterna, Moro.
dirección de Zorobabel. En los capítulos 7:40–43. El Espíritu Santo llena de espe-
del 7 al 10 se describe cómo fue Esdras ranza, Moro. 8:26 (Rom. 15:13).
a Jerusalén. Él y su compañía ayuna- Habían partido de la vida terrenal,
ron y oraron pidiendo protección. En firmes en la esperanza de una gloriosa
Jerusalén encontraron a muchos judíos resurrección, DyC 138:14.
que habían regresado allí anteriormente Espíritu. Véase también Alma;
bajo el reinado de Zorobabel y se habían Hombre(s); Muerte física;
casado con mujeres extranjeras, por lo
Resurrección
que se habían contaminado. Esdras oró
por sus compatriotas y ellos hicieron La parte del ser viviente que existe
convenio con Dios de que se apartarían desde antes del nacimiento del cuerpo
de esas esposas. La historia de los años mortal, que mora dentro de ese cuerpo
posteriores de Esdras se encuentra en el durante la vida terrenal y que después
libro de Nehemías. de la muerte existe como un ser separado
hasta la Resurrección. Todos los seres
Esperanza. Véase también Fe vivientes —el hombre, los animales y la
La expectativa confiada y el anhelo vegetación— fueron creados espiritual-
de recibir las bendiciones que se han mente antes que existiese físicamente
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
67 Espíritu Santo
sobre la tierra forma alguna de vida no debe orar, 2 Ne. 32:8. En el nombre de
(Gén. 2:4–5; Moisés 3:4–7). El cuerpo de Jesús echaba fuera demonios y espíritus
espíritu es a semejanza del cuerpo físico inmundos, 3 Ne. 7:19.
(1 Ne. 11:11; Éter 3:15–16; DyC 77:2; 129). Muchos espíritus falsos se han espar-
Todo espíritu es materia, solo que más cido por la tierra, engañando al mundo,
refinada y pura que los elementos o la DyC 50:2, 31–32. José Smith explicó las
materia terrenales (DyC 131:7). tres claves para distinguir si un espíritu
Toda persona es literalmente hijo o es de Dios o del diablo, DyC 129.
hija de Dios, habiendo nacido como es-
píritu, de Padres Celestiales, antes de Espíritu contrito. Véase Corazón
nacer de padres terrenales en la carne quebrantado
(Heb. 12:9). Toda persona que viva o haya
Espíritu Santo. Véase también
vivido sobre la tierra tiene un cuerpo es-
Bautismo, bautizar; Consolador;
piritual inmortal, además de su cuerpo
Don del Espíritu Santo; Inspiración,
de carne y huesos. Según lo definen
inspirar; Paloma, señal de la;
a veces las Escrituras, el espíritu y el
Pecado imperdonable; Revelación;
cuerpo unidos constituyen el alma (Gén.
Santo Espíritu de la promesa;
2:7; DyC 88:15; Moisés 3:7, 9, 19; Abr. 5:7).
Trinidad
El espíritu puede vivir independiente
del cuerpo, pero el cuerpo no puede vi- El tercer miembro de la Trinidad
vir sin el espíritu (Stg. 2:26). La muerte (1 Juan 5:7; DyC 20:28); personaje de es-
física es la separación del espíritu y el píritu que no posee un cuerpo de carne
cuerpo. En la Resurreción, el espíritu se y huesos (DyC 130:22). Con frecuencia se
reúne con el mismo cuerpo de carne y hace referencia al Espíritu Santo llamán-
huesos que habitó siendo un ser mortal, dolo el Espíritu, o el Espíritu de Dios.
con dos diferencias importantes: nunca El Espíritu Santo desempeña varias
volverán a separarse, y el cuerpo físico funciones vitales en el plan de salva-
será inmortal y perfecto (Alma 11:45; ción: (1) Da testimonio del Padre y del
DyC 138:16–17). Hijo (1 Cor. 12:3; 3 Ne. 28:11; Éter 12:41);
Un espíritu no tiene carne ni huesos, (2) Revela la verdad de todas las cosas
como veis que yo tengo, Lucas 24:39. El (Juan 14:26; 16:13; Moro. 10:5; DyC 39:6);
Espíritu mismo da testimonio a nuestro (3) Santifica a los que se arrepienten y
espíritu, de que somos hijos de Dios, se bautizan (Juan 3:5; 3 Ne. 27:20; Moi-
Rom. 8:16. Glorificad a Dios en vuestro sés 6:64–68); (4) Es el Santo Espíritu de la
cuerpo y en vuestro espíritu, 1 Cor. 6:20. promesa (DyC 76:50–53; 132:7, 18–19, 26).
Este cuerpo es el cuerpo de mi espí- El poder del Espíritu Santo puede
ritu, Éter 3:16. descender sobre una persona antes del
El hombre es espíritu, DyC 93:33. bautismo y dar testimonio de que el
Cristo ministró a los espíritus de los Evangelio es verdadero, pero el derecho
justos en el paraíso, DyC 138:28–30 (1 Pe. de tener, cuando se es digno, la com-
3:18–19). pañía constante del Espíritu Santo es
Habéis nacido en el mundo mediante un don que se puede recibir solamente
el agua, y la sangre, y el espíritu, Moi- mediante la imposición de manos de un
sés 6:59. Estaba entre aquellos que eran poseedor del Sacerdocio de Melquisedec
espíritus, Abr. 3:23. y después de haber recibido el bautismo
Espíritus inmundos: Jesús echó fuera autorizado en la verdadera Iglesia de
muchos demonios, Mar. 1:27, 34, 39. Sal Jesucristo.
de este hombre, espíritu inmundo, Mar. Jesús enseñó que es posible recibir el
5:2–13. perdón de todos los pecados con la ex-
El espíritu malo enseña al hombre que cepción de la blasfemia contra el Espíritu
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Espíritus inmundos 68
Santo (Mateo 12:31–32; Mar. 3:28–29; esposa, es el esposo, Juan 3:27–30. Bien-
Lucas 12:10; Heb. 6:4–8; DyC 76:34–35). aventurados los que son llamados a la
El Espíritu hace que el hombre ande en cena de las bodas del Cordero, Apoc.
los estatutos de Dios, Ezeq. 36:27. 19:5–10.
Los Apóstoles recibieron la comisión Sed fieles, a fin de que estéis listos a la
de bautizar en el nombre del Padre, y del venida del Esposo, DyC 33:17. Aparejad
Hijo, y del Espíritu Santo, Mateo 28:19. para el Esposo, DyC 65:3.
El Espíritu Santo os enseñará todas las Estaca
cosas, Juan 14:26. Los santos hombres de
Dios hablaron siendo inspirados por el Una de las unidades administrativas
Espíritu Santo, 2 Pe. 1:21. de la organización de La Iglesia de Jesu-
Nefi fue guiado por el Espíritu, 1 Ne. cristo de los Santos de los Últimos Días.
4:6. Los misterios de Dios les serán des- La estaca por regla general se compone
cubiertos por el poder del Espíritu Santo, de varios barrios y en algunos casos de
1 Ne. 10:17–19. Si recibís el Espíritu Santo, barrios y ramas. Generalmente tiene
él os mostrará todas las cosas que debéis límites geográficos y concuerda con la
hacer, 2 Ne. 32:5. Por el poder del Espí- imagen de una tienda que se describe
ritu Santo podréis conocer la verdad de en Isaías 54:2: “Alarga tus cuerdas, y re-
todas las cosas, Moro. 10:5. fuerza tus estacas”. Toda estaca de Sion
Hablaré a tu mente y a tu corazón por apoya la Iglesia y ayuda a sostenerla de
medio del Espíritu Santo, DyC 8:2. El la misma manera que una tienda o ta-
Espíritu induce a hacer lo bueno, DyC bernáculo es sostenido por sus estacas.
11:12. El Espíritu Santo sabe todas las co- La estaca es el lugar de recogimiento de
sas, DyC 35:19. El Espíritu Santo enseña los remanentes del Israel disperso (DyC
las cosas apacibles del reino, DyC 36:2 82:13–14; 101:17–21).
(DyC 39:6). Si no recibís el Espíritu, no Fortalece tus estacas, y extiende tus
enseñaréis, DyC 42:14. El Espíritu Santo linderos, Moro. 10:31 (DyC 82:14).
da testimonio del Padre y del Hijo, DyC Te pedimos que señales a Sion otras
42:17 (1 Cor. 12:3; 3 Ne. 11:32, 35–36). A estacas, además de esta, DyC 109:59. Que
algunos el Espíritu Santo da a saber que el recogimiento en Sion y sus estacas sea
Jesucristo es el Hijo de Dios, DyC 46:13. por defensa, DyC 115:6 (DyC 101:21). Y
Y lo que hablen cuando sean inspirados que se designen otros lugares como esta-
por el Espíritu Santo, será Escritura, cas, DyC 115:18. Se nombra al presidente
DyC 68:4. Se derramará el Espíritu Santo del cuórum de sumos sacerdotes para
para testificar de todas las cosas que ha- habilitar a aquellos que serán nombrados
bléis, DyC 100:8. El Espíritu Santo será presidentes de estaca, DyC 124:133–134.
tu compañero constante, DyC 121:45–46. Id a la tierra de Sion para que sean forta-
lecidas sus estacas, DyC 133:9.
Espíritus inmundos. Véase
Espíritu — Espíritus inmundos Estandarte
Esposa. Véase Familia; Matrimonio; En las Escrituras, una bandera o en-
Mujer(es) seña alrededor de la cual se juntaban los
del pueblo unidos por un mismo fin. En
Esposo. Véase también Familia; los tiempos antiguos, el estandarte ser-
Jesucristo; Matrimonio vía como punto de reagrupación para los
En las Escrituras se simboliza a Je- soldados en la batalla. En sentido sim-
sucristo como al Esposo; y a la Iglesia, bólico, el Libro de Mormón y la Iglesia
como a Su esposa. de Jesucristo son estandartes a todas las
Diez vírgenes salieron a recibir al naciones de la tierra.
esposo, Mateo 25:1–13. El que tiene la Alzará estandarte a naciones lejanas,
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
69 Éter
Isa. 5:26 (2 Ne. 15:26). La raíz de Isaí Ester, mujer judía e hija adoptiva del ju-
estará puesta por estandarte, Isa. 11:10 dío Mardoqueo, fue escogida para ser
(2 Ne. 21:10; DyC 113:6). reina de Persia por motivo de su belleza.
Izad un estandarte de paz, DyC 105:39. En el capítulo 3, se explica que Amán,
que ocupaba un alto puesto en la corte
Estandarte de la libertad. Véase
del rey, odiaba a Mardoqueo y obtuvo
también Moroni, capitán
un decreto para que se diera muerte a
En el Libro de Mormón, un estandarte todos los judíos. En los capítulos del 4
que levantó Moroni, capitán en jefe de al 10, se relata que Ester, exponiéndose
los ejércitos nefitas. Lo hizo con el fin de a un grave riesgo personal, reveló al rey
inspirar al pueblo nefita a defender su re- su propia nacionalidad y obtuvo la anu-
ligión, su libertad, su paz y sus familias. lación del decreto.
Moroni rasgó su túnica y con ella
Estimar. Véase también Honra, honrar
hizo el estandarte de la libertad, Alma
(honor); Reverencia
46:12–13. Todos aquellos que quisieron
preservar el estandarte hicieron conve- Apreciar el valor de una persona o
nio, Alma 46:20–22. Moroni hizo que se de un objeto; en la Iglesia se emplea es-
enarbolara el estandarte sobre todas las pecialmente con relación al Evangelio.
torres, Alma 46:36 (Alma 51:20). Fue menospreciado, y no lo estima-
mos, Isa. 53:3–4.
Esteban
Lo que los hombres tienen por su-
En la época del Nuevo Testamento, blime, delante de Dios es abominación,
fue mártir por mantenerse fiel al Sal­ Lucas 16:15. Antes bien estimando cada
vador y a Su Iglesia. Es probable que uno a los demás como superiores a él
haya servido de modelo a Pablo y mismo, Filip. 2:3.
que haya influido en la gran obra de El Señor estima a toda carne igual,
este, puesto que Pablo estuvo presente 1 Ne. 17:35. Todo hombre estime a su
cuando Esteban se defendió ante el prójimo como a sí mismo, Mos. 27:4
sanedrín (Hech. 8:1; 22:20). (DyC 38:24–25).
Esteban fue uno de los siete varones En los días de paz estimaron ligera-
llamados para asistir a los Doce Após- mente mi consejo, DyC 101:8.
toles, Hech. 6:1–8. Esteban hizo grandes
Éter. Véase también Jareditas
prodigios y milagros entre el pueblo,
Hech. 6:8. Disputó con los judíos, Hech. El último profeta jaredita del Libro de
6:9–10. Hicieron acusaciones en contra de Mormón (Éter 12:1–2).
él y le procesaron ante el concilio (sane- El libro de Éter: Libro del Libro de Mor-
drín), Hech. 6:11–15. Esteban presentó su món que contiene porciones de los re-
defensa, Hech. 7:2–53. Estando lleno del gistros de los jareditas, un pueblo que
Espíritu Santo, vio en visión al Padre y al habitó el hemisferio occidental muchos
Hijo, Hech. 7:55–56. Esteban fue marti- siglos antes de la llegada del pueblo de
rizado por su testimonio, Hech. 7:54–60. Lehi. El libro de Éter se tomó de veinti-
cuatro planchas que encontró el pueblo
Ester
de Limhi (Mosíah 8:8–9).
Mujer de gran fe y el personaje prin- En los capítulos 1 y 2, se relata que
cipal del libro de Ester. los jareditas dejaron su tierra durante
El libro de Ester: Libro del Antiguo Tes- la época de la Torre de Babel y empren-
tamento que contiene la historia del gran dieron viaje hacia lo que ahora conoce-
valor que demostró la reina Ester cuando mos como el continente americano. En
salvó a su pueblo de la destrucción. los capítulos del 3 al 6, se explica que el
En los capítulos 1 y 2, se relata que hermano de Jared vio al Salvador antes
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Eva 70
de que este naciera en el mundo; tam- Id por todo el mundo y predicad el
bién se describe el viaje de los jareditas evangelio, Mar. 16:15.
en ocho embarcaciones. Los capítulos Se han suprimido las partes claras
del 7 al 11 son una continuación de los y sumamente preciosas del evange-
relatos de la maldad que predominó du- lio, 1 Ne. 13:32. Este es mi evangelio,
rante gran parte de la historia jaredita. 3 Ne. 27:13–21 (DyC 39:6).
En los capítulos 12 y 13, Moroni, que re- El Libro de Mormón contiene la ple-
copiló el registro de Éter, escribe acerca nitud del evangelio, DyC 20:8–9 (DyC
de los milagros que se obraron por la fe,
42:12). Este es el evangelio, DyC 76:40–43.
así como de Cristo y de una Nueva Je-
El Sacerdocio de Melquisedec adminis-
rusalén que vendrían en un día futuro.
tra el evangelio, DyC 84:19. Todo hombre
En los capítulos 14 y 15, se relata que
los jareditas llegaron a ser una nación oirá la plenitud del evangelio en su pro-
poderosa, pero que fueron destruidos pia lengua, DyC 90:11. El Hijo predicó el
por la guerra civil como consecuencia evangelio a los espíritus de los muertos,
de su iniquidad. DyC 138:18–21, 28–37.
Se empezó a predicar el evangelio
Eva. Véase también Adán; Caída de desde el principio, Moisés 5:58. Se des-
Adán y Eva; Edén criben los primeros principios y orde-
La primera mujer que vivió sobre nanzas del Evangelio, AdeF 1:4.
esta tierra (Gén. 2:21–25; 3:20); esposa
de Adán. En hebreo su nombre significa Evangelio, restauración del. Véase
“vida”. Fue llamada así por cuanto ella Restauración del Evangelio
fue la “madre de todos los vivientes”
Evangelios. Véase también Juan hijo
(Moisés 4:26). Ella y Adán, el primer
de Zebedeo; Lucas; Marcos; Mateo
hombre, compartirán la gloria eterna
por la función que desempeñaron al ha- Los cuatro registros o testimonios de
cer posible el progreso eterno de todo el la vida terrenal de Jesús y de los aconte-
género humano. cimientos relativos a Su ministerio, los
Eva fue tentada y comió del fruto pro- cuales comprenden los primeros cuatro
hibido, Gén. 3 (2 Ne. 2:15–20; Moisés 4). libros del Nuevo Testamento. Los escri-
El presidente Joseph F. Smith vio a Eva bieron Mateo, Marcos, Lucas y Juan, y
en su visión del mundo de los espíritus, son testimonios escritos de la vida de
DyC 138:39. Cristo. En muchos aspectos, el libro de
Eva reconoció la necesidad de la Caída 3 Nefi en el Libro de Mormón es muy
y el gozo de la redención, Moisés 5:11–12. similar a estos cuatro Evangelios del
Evangelio. Véase también Nuevo Testamento.
Dispensaciones; Doctrina de Cristo; Los libros del Nuevo Testamento se
Plan de redención escribieron originalmente en griego, y en
ese idioma el vocablo evangelio significa
El plan de Dios para la salvación del
“buenas nuevas”. Las buenas nuevas son
hombre, hecho posible mediante la ex-
piación de Jesucristo. El Evangelio abarca que Jesucristo ha efectuado una expia-
las eternas verdades, o sea, las leyes, los ción que redimirá a toda la humanidad
convenios y las ordenanzas que son ne- de la muerte y que recompensará a toda
cesarios para que el género humano re- persona de acuerdo con sus propias
grese a la presencia de Dios. Él restauró obras (Juan 3:16; Rom. 5:10–11; 2 Ne. 9:26;
la plenitud del Evangelio a la tierra en el Alma 34:9; DyC 76:69).
siglo diecinueve por medio del profeta Véase también la Concordancia entre
José Smith. los Evangelios en el Apéndice.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
71 Éxodo
Evangelista. Véase también persona solamente cuando esta ha de-
Bendiciones patriarcales; Patriarca, cidido vivir de manera contraria a los
patriarcal mandamientos del Señor y, por lo tanto,
El que proclama o testifica de las bue- se descalifica a sí misma para seguir
nas nuevas del evangelio de Jesucristo. siendo miembro de la Iglesia.
José Smith enseñó que un evangelista es Muchos de ellos endurecieron sus co-
un patriarca. El patriarca es llamado y razones, y sus nombres fueron borrados,
ordenado bajo la dirección de los Doce Alma 1:24 (Alma 6:3). Si no se arrepiente,
Apóstoles para dar bendiciones espe- no será contado entre los de mi pueblo,
ciales que se llaman bendiciones pa- 3 Ne. 18:31 (Mos. 26).
triarcales. El que cometa adulterio y no se arre-
El mismo constituyó a unos, apósto- pienta, será expulsado, DyC 42:24. El
les; a otros, profetas; a otros, evangelis- que peque, y no se arrepienta, será ex-
tas, Efe. 4:11. Haz obra de evangelista, pulsado, DyC 42:28. Se explican los
2 Tim. 4:5. procedimientos para tratar los casos
Creemos en apóstoles, profetas, pas- importantes que surjan en la Iglesia,
tores, maestros, evangelistas, AdeF 1:6. DyC 102 (DyC 42:80–93). Se nombra
al obispo para ser juez en Israel, DyC
Exaltación. Véase también Corona; 107:72. Toda sociedad religiosa tiene el
Expiación, expiar; Gloria celestial; derecho de disciplinar a sus miembros
Hombre(s) — Su potencial para por conducta desordenada, DyC 134:10.
llegar a ser como nuestro Padre
Celestial; Vida eterna Éxodo. Véase también Pentateuco
El máximo estado de felicidad y gloria Libro del Antiguo Testamento, es-
dentro del reino celestial. crito por Moisés, en el que se describe
En tu presencia hay plenitud de gozo, la partida de los israelitas de Egipto. La
Sal. 16:11. historia de los primeros tiempos de Is-
Son dioses, sí, los hijos de Dios. Por rael, según se encuentra registrada en
consiguiente, todas las cosas son suyas, Éxodo, se puede dividir en tres partes:
DyC 76:58–59. Los santos recibirán su (1) La esclavitud del pueblo en Egipto,
herencia y serán hechos iguales con él, (2) su partida de Egipto bajo la dirección
DyC 88:107. Estos ángeles no se sujeta- de Moisés y (3) su dedicación al servicio
ron a mi ley; por tanto, permanecen se- de Dios en la vida religiosa y política.
parada y solitariamente, sin exaltación, La primera parte comprende Éxodo
DyC 132:17. El hombre y la mujer deben 1:1–15:21. En ella se relata la opresión de
casarse por la ley de Dios para alcanzar Israel en Egipto; las primeras etapas de
la exaltación, DyC 132:19–20. Estrecha la historia y el llamamiento de Moisés;
es la puerta y angosto el camino que los varios acontecimientos que llevaron
conduce a la exaltación, DyC 132:22–23. finalmente a la liberación; el éxodo del
Abraham, Isaac y Jacob han entrado en pueblo y la institución de la Pascua; el
su exaltación, DyC 132:29, 37. Sello sobre viaje hasta el mar Rojo, la destrucción
ti tu exaltación, DyC 132:49. del ejército de Faraón y el cántico de
victoria de Moisés.
Excomunión. Véase también La segunda parte comprende Éxodo
Apostasía; Rebelión 15:22–18:27. En ella se habla de la reden-
La excomunión es la medida disci- ción de Israel y los acontecimientos del
plinaria más severa de la Iglesia. Una viaje desde el mar Rojo hasta Sinaí; las
persona que ha sido excomulgada deja aguas amargas de Mara, el milagro de
de ser miembro de la Iglesia. Las auto- las codornices y el maná, la observancia
ridades de la Iglesia excomulgan a una del día de reposo, la milagrosa aparición
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Expiación, expiar 72
de agua de la roca cuando estaban en (Isa. 53:3–12; Lucas 22:44; Mos. 3:5–11;
Refidim, y la batalla que se sostuvo allí Alma 7:10–13; DyC 19:16–19). Por motivo
contra los amalecitas; la llegada de Jetro de la Expiación, todos los muertos se
al campamento y su consejo en cuanto levantarán de la tumba con un cuerpo
al gobierno civil del pueblo. inmortal (1 Cor. 15:22). La Expiación tam-
La tercera parte comprende los ca- bién provee el medio por el cual el ser
pítulos del 19 al 40 y tiene que ver con humano puede recibir el perdón de sus
la consagración de Israel al servicio de pecados y vivir para siempre con Dios;
Dios durante los solemnes acontecimien- pero la persona que haya alcanzado la
tos que ocurrieron en Sinaí. El Señor edad de responsabilidad y haya recibido
apartó al pueblo para ser un reino de la ley solamente obtendrá estas bendicio-
sacerdotes y una nación santa; le dio los nes si tiene fe en Jesucristo, se arrepiente
Diez Mandamientos y otras leyes; le dio de sus pecados, recibe las ordenanzas de
instrucciones respecto al tabernáculo, salvación y obedece los mandamientos
su mobiliario y la forma de emplearlo de Dios. Los que no lleguen a la edad de
en la adoración. Luego, se refiere el pe- responsabilidad y los que no conozcan
cado del pueblo al adorar el becerro de la ley son redimidos por medio de la
oro y, finalmente, la construcción del Expiación (Mosíah 15:24–25; Moro. 8:22).
tabernáculo y las estipulaciones para los Las Escrituras nos enseñan claramente
servicios que se llevarían a cabo. que si Cristo no hubiera efectuado la Ex-
Expiación, expiar. Véase también piación por nuestros pecados, ninguna
Arrepentimiento, arrepentirse; ley ni ninguna ordenanza ni sacrificio
Caída de Adán y Eva; Crucifixión; cumpliría las demandas de la justicia,
Cruz; Getsemaní; Gracia; Hijos y el hombre nunca podría regresar a la
de Cristo; Hijos e hijas de presencia de Dios (2 Ne. 2; 9).
Dios; Inmortal, inmortalidad; Esto es mi sangre, derramada para re-
Jesucristo; Justificación, justificar; misión de los pecados, Mateo 26:28. Era
Misericordia, misericordioso; su sudor como grandes gotas de sangre,
Perdonar; Plan de redención; Lucas 22:39–44. El pan que yo daré es mi
Redención, redimido, redimir; carne, por la vida del mundo, Juan 6:51.
Remisión de pecados; Resurrección; Yo soy la resurrección y la vida, Juan
Sacrificios; Salvación; Sangre; Santa 11:25. Cristo es autor de eterna salvación
Cena; Santificación para todos los que le obedecen, Heb. 5:9.
La reconciliación del hombre con Dios. Somos santificados mediante el derra-
En el contexto de las Escrituras, expiar mamiento de la sangre de Cristo, Heb.
significa padecer el castigo del pecado, 9; 10:1–10. Cristo padeció una sola vez
eliminando así los efectos del pecado por los pecados, 1 Pe. 3:18. La sangre de
del pecador arrepentido y permitiéndole Jesucristo nos limpia de todo pecado,
reconciliarse con Dios. Jesucristo fue el 1 Juan 1:7.
único ser capaz de llevar a cabo la Expia- Fue levantado sobre la cruz y muerto
ción perfecta por todo el género humano. por los pecados del mundo, 1 Ne. 11:32–
Él pudo hacerlo debido a Su elección y 33. Reciben la redención los que tienen
preordenación en el Gran Concilio que el corazón quebrantado y el espíritu
tuvo lugar antes que el mundo fuese for- contrito, 2 Ne. 2:3–10, 25–27. Él se ofrece
mado (Éter 3:14; Moisés 4:1–2; Abr. 3:27), a sí mismo en sacrificio por el pecado,
por Su calidad de Hijo de Dios y Su vida 2 Ne. 2:7. La Expiación rescata al hom-
sin pecado. La Expiación consistió en Su bre de la Caída y lo salva de la muerte
sufrimiento por los pecados de la huma- y del infierno, 2 Ne. 9:5–24. Es preciso
nidad, el derramamiento de Su sangre, que sea una expiación infinita, 2 Ne.
y Su muerte y resurrección del sepulcro 9:7. Reconciliaos con él por medio de la
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
73 Familia
expiación de Cristo, Jacob 4:11. Su sangre y profetizó durante un período de 22
expía los pecados de aquellos que han años, desde 592 hasta 570 a.C.
pecado por ignorancia, Mos. 3:11–18. El El libro de Ezequiel: El libro de Ezequiel
hombre recibe la salvación por medio de tiene cuatro partes principales. En los ca-
la expiación, Mos. 4:6–8. Si no fuera por pítulos del 1 al 3, se habla de una visión
la expiación, inevitablemente perecerían, que tuvo de Dios y del llamamiento de
Mos. 13:27–32. Expiará los pecados del Ezequiel a servir; en los capítulos del 4
mundo, Alma 34:8–16. Dios mismo expía al 24, se relatan los juicios sobre Jerusa-
los pecados del mundo, para realizar el lén y el motivo por el que se dieron; en
plan de la misericordia, Alma 42:11–30. los capítulos del 25 al 32, se proclaman
Soy el Dios de toda la tierra, muerto por juicios sobre las naciones; y en los capí-
los pecados del mundo, 3 Ne. 11:14. tulos del 33 al 48, se encuentra el relato
Yo, Dios, he padecido estas cosas por de las visiones que él tuvo del Israel de
todos, DyC 19:16. Los niños pequeños los postreros días.
son redimidos mediante mi Unigénito,
DyC 29:46–47. Ve los padecimientos y
Familia. Véase también Hijo(s); Madre;
la muerte de aquel que no pecó, DyC
Matrimonio; Niño(s); Padre terrenal
45:3–5.
Esto es una semejanza del sacrificio En las Escrituras, el término familia se
del Unigénito, Moisés 5:7. Por la expia- refiere al marido, la mujer y los hijos, y a
ción de Cristo, todo el género humano veces a otros familiares que vivan en la
puede salvarse, AdeF 1:3. misma casa o bajo la dirección del cabeza
de familia. Una familia también puede
Ezequías componerse de uno solo de los padres
Rey justo de la nación de Judá en los y sus hijos, de marido y mujer sin hijos,
tiempos del Antiguo Testamento. Reinó o incluso de una persona que viva sola.
29 años, durante la época en que Isaías General: Todas las familias de la tie-
era profeta en Judá (2 Rey. 18–20; 2 Cró. rra serán benditas en ti, Gén. 12:3 (Gén.
29–32; Isa. 36–39). En sus reformas, tanto 28:14; Abr. 2:11). Yo seré por Dios a todas
eclesiásticas como estatales, contó con la las familias de Israel, Jer. 31:1.
ayuda de Isaías. Suprimió la idolatría y Toda familia en los cielos y en la tie-
restableció los servicios del templo. La rra toma nombre del Padre, Efe. 3:14–15.
vida de Ezequías se extendió quince Adán y Eva tuvieron hijos, la familia
años más por medio de la oración y la de toda la tierra, 2 Ne. 2:20.
fe (2 Rey. 20:1–7). La primera parte de su Y esta gloria será una continuación de
reinado fue próspera, pero su rebelión las simientes por siempre jamás, DyC
contra el rey de Asiria (2 Rey. 18:7) dio 132:19. Le daré coronas de vidas eternas
como resultado dos invasiones asirias: la en los mundos eternos, DyC 132:55. El
primera se describe en Isa. 10:24–32 y la sellamiento de los hijos a sus padres es
segunda en 2 Rey. 18:13–19:7. Durante la parte de la gran obra del cumplimiento
segunda invasión, Jerusalén fue salvada de los tiempos, DyC 138:48.
por un ángel del Señor (2 Rey. 19:35). Varón y hembra los creé, y díjeles:
Fructificad y multiplicaos, Moisés 2:27–
Ezequiel 28. No es bueno que el hombre esté solo,
Profeta que escribió el libro de Eze- Moisés 3:18. Adán y Eva trabajaron jun-
quiel, del Antiguo Testamento. Fue tos, Moisés 5:1.
sacer­dote de la familia de Sadoc y uno Las responsabilidades de los padres: Abra-
de los cautivos judíos a quienes pren- ham mandará a sus hijos y a su casa
dió Nabucodonosor. Se estableció en que guarden el camino de Jehová, Gén.
Babilonia junto con los exiliados judíos 18:17–19. Estas palabras las repetirás a
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Faraón 74
tus hijos, Deut. 6:6–7 (Deut. 11:19). El Dios verdadero y viviente, DyC 138:38–
que ama a su hijo lo corrige, Prov. 13:24 39.
(Prov. 23:13). Instruye al niño en su ca- La familia eterna: En Doctrina y Conve-
mino, Prov. 22:6. Goza de la vida con nios se explica la naturaleza eterna de la
la mujer que amas, Ecle. 9:9. Todos tus relación matrimonial y de la familia. El
hijos serán enseñados por Jehová, Isa. matrimonio celestial y la continuación
54:13 (3 Ne. 22:13). de la unidad familiar permite que ma-
Criadlos en amonestación del Señor, rido y mujer lleguen a ser dioses (DyC
Efe. 6:1–4 (Enós 1:1). Si alguno no provee 132:15–20).
para los suyos, ha negado la fe, 1 Tim.
5:8. Faraón. Véase también Egipto; Egyptus
Los exhortó, con todo el sentimiento El hijo mayor de Egyptus, hija de Cam
de un tierno padre, 1 Ne. 8:37. Hablamos (Abr. 1:25). También el título que se daba
de Cristo, para que nuestros hijos sepan a los reyes egipcios (Abr. 1:27).
a qué fuente han de acudir, 2 Ne. 25:26.
Esposos y esposas aman a sus hijos, Ja- Fariseos. Véase también Judíos
cob 3:7. Les enseñaréis a amarse mutua- En el Nuevo Testamento, nombre de
mente y a servirse el uno al otro, Mos. una secta religiosa de los judíos, cuyo
4:14–15. Defenderéis a vuestras familias significado indica que eran separatistas.
aun hasta la efusión de sangre, Alma Se jactaban de su estricta observancia de
43:47. Orad en vuestras familias para la ley de Moisés y del cuidado con que
que sean bendecidos vuestras esposas evitaban todo contacto con los gentiles.
y vuestros hijos, 3 Ne. 18:21. Creían en la vida después de la muerte,
Los padres deben enseñar el evange- en la Resurrección y en la existencia de
lio a sus hijos, DyC 68:25. Todo hombre ángeles y espíritus. Sostenían la auto-
tiene la obligación de mantener a su pro- ridad de la ley y la tradición oral como
pia familia, DyC 75:28. Todos los niños de igual valor que la ley escrita. La in-
tienen el derecho de recibir el sostén de tención de sus enseñanzas era reducir
sus padres, DyC 83:4. Os he mandado la religión a la observancia de reglas
criar a vuestros hijos en la luz y la ver- y fomentar el orgullo espiritual. Ellos
dad, DyC 93:40. Has de poner tu propia fueron la causa de que muchos judíos
casa en orden, DyC 93:43–44, 50. Los dudaran de Cristo y de Su Evangelio. En
poseedores del sacerdocio deben influir Mateo 23, Marcos 7:1–23 y Lucas 11:37–44
en otras personas solo por amor sincero, se encuentran las expresiones con que el
DyC 121:41. Señor denunció a los fariseos y sus obras.
Adán y Eva hicieron saber todas las Fayette, Nueva York (EE. UU.)
cosas a sus hijos e hijas, Moisés 5:12.
El sitio de la granja propiedad de Pe-
Las responsabilidades de los hijos: Honra ter Whitmer, padre, en donde el profeta
a tu padre y a tu madre, Éx. 20:12. Oye, José Smith recibió muchas revelaciones.
hijo mío, la instrucción de tu padre, En ese lugar, el 6 de abril de 1830, se or-
Prov. 1:8 (Prov. 13:1; 23:22). ganizó la Iglesia y se escuchó la voz del
Jesús estaba sujeto a sus padres, Lucas Señor (DyC 128:20).
2:51. Jesús cumplió la voluntad de su Pa-
dre, Juan 6:38 (3 Ne. 27:13). Obedeced en Fe. Véase también Confianza, confiar;
el Señor a vuestros padres, Efe. 6:1 (Col. Creencia, creer; Esperanza;
3:20). Aprendan los hijos a ser piadosos Jesucristo
para con su propia familia, 1 Tim. 5:4. Tener confianza en algo o en alguien.
Si los hijos se arrepienten, se apartará En el sentido en que por lo general se
de ellos vuestra indignación, DyC 98:45– emplea en las Escrituras, la fe es la con-
48. Las fieles hijas de Eva adoraron al fianza de una persona en Jesucristo que
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
75 Fe
la lleva a obedecerle. Para conducir a la hacer todas las cosas para los hijos de
salvación, la fe debe centrarse en Jesu- los hombres, si es que ejercen la fe en
cristo. Además, los Santos de los Últimos él, 1 Ne. 7:12. Las agujas de la Liahona
Días tienen fe en Dios el Padre, en el funcionaban de acuerdo con la fe, 1 Ne.
Espíritu Santo, en el poder del sacerdo- 16:28. Él manda a los hombres que se
cio y en otros aspectos importantes del arrepientan y se bauticen en su nombre,
Evangelio restaurado. teniendo perfecta fe en el Santo de Israel,
La fe es tener esperanza en lo que 2 Ne. 9:23. Cristo obra grandes milagros
no se ve pero que es verdadero (Heb. entre los hijos de los hombres, según su
11:1; Alma 32:21; Éter 12:6). La fe de una fe, 2 Ne. 26:13 (Éter 12:12; Moro. 7:27–29,
persona surge cuando esta escucha el 34–38). Enós logró el perdón de sus pe-
Evangelio de labios de los ministros cados por su fe en Cristo, Enós 1:3–8.
autorizados y enviados por Dios (Rom. A ninguno viene la salvación, sino por
10:14–17). Los milagros no la producen, medio del arrepentimiento y la fe en el
sino que la fe fuerte se desarrolla me- Señor Jesucristo, Mos. 3:12. Los corazo-
diante la obediencia al evangelio de nes cambian por medio de la fe en su
Jesucristo. En otras palabras, la fe es re- nombre, Mos. 5:7. Las oraciones de los
sultado de la rectitud (Alma 32:40–43; siervos de Dios reciben respuesta según
Éter 12:4, 6, 12; DyC 63:9–12). su fe, Mos. 27:14. Fortalécenos según
La fe verdadera hace que ocurran mi- nuestra fe que está en Cristo, Alma 14:26.
lagros, visiones, sueños, sanidades y Invoca con fe el nombre de Dios, Alma
todos los dones que Dios da a Sus san- 22:16. Fe no es tener un conocimiento
tos. Por medio de la fe se obtiene la re- perfecto de las cosas, Alma 32:21 (Éter
misión de los pecados y, con el tiempo, 12:6). Al empezar a hincharse, nutridla
la posibilidad de morar en la presencia con vuestra fe, Alma 33:23 (Alma 32:28).
de Dios. La falta de fe conduce a la de- Los nefitas atribuyeron su preservación
sesperación, que es el resultado de la al milagroso poder de Dios, por motivo
iniquidad (Moro. 10:22). de su extraordinaria fe, Alma 57:25–27.
Cuantos miraren al Hijo de Dios con fe,
El justo por su fe vivirá, Hab. 2:4. podrán vivir, Hel. 8:15. Veo que vuestra
Tu fe te ha salvado, Mateo 9:22 (Mar. fe es suficiente para que yo os sane, 3 Ne.
5:34; Lucas 7:50). Conforme a vuestra fe 17:8. La fe es las cosas que se esperan y
os sea hecho, Mateo 9:29. Si tuviereis fe no se ven, Éter 12:6. Todos cuantos han
como un grano de mostaza, nada os será obrado milagros los han obrado por la
imposible, Mateo 17:20 (Lucas 17:6). Yo fe, Éter 12:12–18. Si tienen fe en mí, haré
he rogado por ti, que tu fe no falte, Lucas que las cosas débiles sean fuertes para
22:32. La fe en el nombre de Cristo sanó a ellos, Éter 12:27–28, 37. Mormón enseñó
un hombre, Hech. 3:16. La fe es por el oír acerca de la fe, la esperanza y la caridad,
la palabra de Dios, Rom. 10:17. Si Cristo Moro. 7. Cuanto le pidáis al Padre en mi
no resucitó, vana es también vuestra fe, nombre, que sea bueno, con fe creyendo
1 Cor. 15:14. La fe obra por el amor, Gál. que recibiréis, he aquí, os será concedido,
5:6. Por gracia sois salvos por medio de la Moro. 7:26. Los que tienen fe en Cristo se
fe, Efe. 2:8 (2 Ne. 25:23). Tomad el escudo allegarán a todo lo bueno, Moro. 7:28. Si
de la fe, Efe. 6:16 (DyC 27:17). He acabado pedís, teniendo fe en Cristo, él os mani-
la carrera, he guardado la fe, 2 Tim. 4:7. festará la verdad, Moro. 10:4.
La fe es la certeza de lo que se espera, Sin fe no puedes hacer nada; por tanto,
Heb. 11:1. Sin fe es imposible agradar a pide con fe, DyC 8:10. Les sería conce-
Dios, Heb. 11:6. La fe, si no tiene obras, dido según su fe en sus oraciones, DyC
es muerta, Stg. 2:17–18, 22. 10:47, 52. Todos los hombres deben per-
Iré y haré lo que el Señor ha man- severar con fe en su nombre hasta el fin,
dado, 1 Ne. 3:7. El Señor tiene poder de DyC 20:25, 29. Se os dará el Espíritu por
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Felicidad, feliz 76
la oración de fe, DyC 42:14. La fe no viene libro de Filipenses, en el Nuevo Testa-
por las señales, mas las señales siguen a mento.
los que creen, DyC 63:9–12. Los padres El capítulo 1 contiene la salutación de
deben enseñar a sus hijos la fe en Cristo, Pablo y sus instrucciones sobre la uni-
DyC 68:25. Buscad conocimiento, tanto dad, la humildad y la perseverancia. En
por el estudio como por la fe, DyC 88:118. el capítulo 2, recalca que todos se incli-
El primer principio del Evangelio es la narán ante Cristo y que toda persona
fe en el Señor Jesucristo, AdeF 1:4. debe labrar su propia salvación. En el
capítulo 3, Pablo explica que lo había sa-
Felicidad, feliz. Véase Gozo crificado todo por Cristo. En el capítulo
Felipe 4, Pablo expresa su gratitud a los santos
filipenses por su ayuda.
En el Nuevo Testamento, Felipe de
Betsaida fue uno de los Doce Apóstoles Filisteos
originales del Salvador (Mateo 10:2–4; En el Antiguo Testamento, tribu que
Juan 1:43–45). originalmente procedía de Caftor (Amós
Otro Felipe fue uno de los siete esco- 9:7), y que, antes de la época de Abraham
gidos para ayudar a los Doce Apóstoles (Gén. 21:32), ocupó las fértiles tierras
(Hech. 6:2–6); este predicó en Samaria bajas de la costa mediterránea, desde
y enseñó el Evangelio al eunuco etíope Jope hasta el desierto egipcio. Durante
(Hech. 8). muchos años hubo conflictos militares
entre los filisteos y los israelitas. Con el
Filemón. Véase también Pablo
tiempo, Palestina, el nombre del territo-
Hombre cristiano del Nuevo Testa- rio filisteo, llegó a ser el bien conocido
mento, dueño del esclavo Onésimo que nombre de toda la Tierra Santa.
huyó y se unió a Pablo. El Apóstol lo Israel estuvo en manos de los filisteos
envió de regreso con una carta dirigida durante cuarenta años, Jue. 13:1. Sansón
a su amo pidiéndole que perdonara al peleó contra los filisteos, Jue. 13–16.
esclavo. Goliat era un filisteo de Gat, 1 Sam. 17.
Filemón, epístola a. Véase también David derrotó a los filisteos, 1 Sam. 19:8.
Pablo; Pablo, epístolas de Fin del mundo. Véase Mundo — El
Libro del Nuevo Testamento, tomado fin del mundo
de una carta escrita por Pablo. La carta
Fornicación. Véase también Adulterio;
de Pablo a Filemón es personal y se re-
Castidad; Sensual, sensualidad
fiere a Onésimo, un esclavo que había
robado a su amo, Filemón, y huido a Relaciones sexuales ilícitas entre dos
Roma. Pablo lo envió de regreso a su amo personas que no son casadas una con la
en Colosas, junto con Tíquico, portador otra. En las Escrituras, también se em-
de la epístola a los colosenses. En su plea a veces como símbolo de apostasía.
carta, Pablo pide a Filemón que perdone Que se aparten de las contaminaciones
a Onésimo y lo reciba como un hermano de fornicación, Hech. 15:20. El cuerpo no
cristiano. El Apóstol escribió esta carta es para la fornicación, sino para el Señor,
mientras se hallaba prisionero en Roma 1 Cor. 6:13–18. A causa de las fornica-
por primera vez. ciones, cada uno tenga su propia mujer,
1 Cor. 7:2–3. La voluntad de Dios es que
Filipenses, epístola a los. Véase os apartéis de fornicación, 1 Tes. 4:3.
también Pablo; Pablo, epístolas de Jacob amonestó al pueblo de Nefi con-
Carta que Pablo escribió a los santos tra la fornicación, Jacob 3:12. A causa de
de Filipos mientras estaba encarcelado vuestra fornicación, estáis madurando
en Roma por primera vez. Ahora es el para la eterna destrucción, Hel. 8:26.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
77 Gadiantón, ladrones de
Los fornicadores deben arrepentirse Gabriel. Véase también Ángeles;
para unirse a la Iglesia, DyC 42:74–78. María, madre de Jesús; Noé,
patriarca bíblico
Frivolidad. Véase también Calumnias
Ángel enviado a Daniel (Dan. 8:16;
Tratar con ligereza lo sagrado (DyC 9:21), a Zacarías (Lucas 1:11–19; DyC 27:7),
84:54). a María (Lucas 1:26–38) y a otras perso-
Desechad vuestros pensamientos nas (DyC 128:21). El profeta José Smith
ociosos y risa excesiva, DyC 88:69. Ce- indicó que Gabriel es el mismo profeta
sad de todo vuestro orgullo y frivolidad, Noé del Antiguo Testamento.
DyC 88:121. Gad el Vidente. Véase también
Escrituras — Escrituras que se han
Fruto prohibido. Véase Caída de
perdido
Adán y Eva; Edén
En el Antiguo Testamento, profeta, fiel
Fuego. Véase también Bautismo, amigo y asesor de David (1 Sam. 22:5;
bautizar; Espíritu Santo; Infierno; 2 Sam. 24:11–19). Escribió un libro de
Tierra — La purificación de la tierra los hechos de David, que se encuentra
Símbolo de purificación o santifica- entre las Escrituras que se han perdido
ción. También simboliza la presencia (1 Cró. 29:29).
de Dios. Gad hijo de Jacob. Véase también
Jehová tu Dios es fuego consumidor, Israel; Jacob hijo de Isaac
Deut. 4:24. Jehová hace a las flamas de En el Antiguo Testamento, hijo de
fuego sus ministros, Sal. 104:4. Por Je- Jacob y de Zilpa (Gén. 30:10–11). Sus
hová de los ejércitos serás visitada con descendientes llegaron a ser una de las
llama de fuego consumidor, Isa. 29:6 tribus de Israel.
(2 Ne. 27:2). Jehová vendrá con fuego, La tribu de Gad: La bendición de Jacob
Isa. 66:15. Él es como fuego purificador, a su hijo Gad se encuentra en Gén. 49:19,
Mal. 3:2 (3 Ne. 24:2; DyC 128:24). y la de Moisés para la tribu de Gad se
Él os bautizará en Espíritu Santo y encuentra en Deut. 33:20–21. Según estas
fuego, Mateo 3:11 (Lucas 3:16). bendiciones, los descendientes de Gad
Los justos se salvarán, como si fuese serían una raza belicosa. Las tierras que
por fuego, 1 Ne. 22:17. Los inicuos serán se les otorgaron en Canaán estaban al
destruidos por fuego, 2 Ne. 30:10. Nefi oriente del río Jordán, y tenían buenas
explica cómo recibimos el bautismo de pasturas y agua en abundancia.
fuego y del Espíritu Santo, 2 Ne. 31:13–14 Gadiantón, ladrones de. Véase
(3 Ne. 9:20; 12:1; 19:13; Éter 12:14; DyC también Combinaciones secretas
33:11). En el Libro de Mormón, banda de
Declararás la remisión de pecados por ladrones fundada por un nefita inicuo
el bautismo y por fuego, DyC 19:31. La llamado Gadiantón. Su organización se
grande y abominable iglesia será derri- basaba en combinaciones secretas y en
bada por fuego devorador, DyC 29:21. juramentos satánicos.
La tierra pasará como si fuera por fuego, Gadiantón causó la destrucción del
DyC 43:32. La presencia del Señor será pueblo de Nefi, Hel. 2:12–13. El diablo
como el fuego de fundición que abrasa, dio a Gadiantón juramentos y pactos
DyC 133:41. secretos, Hel. 6:16–32. Las combinacio-
Adán fue bautizado con fuego y con nes secretas causaron la destrucción de
el Espíritu Santo, Moisés 6:66. la nación jaredita, Éter 8:15–26.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Gálatas, epístola a los 78
Gálatas, epístola a los. Véase también 4:23. Después de Su resurrección, Jesús
Pablo; Pablo, epístolas de apareció en Galilea, Mar. 14:28 (Juan
Libro del Nuevo Testamento. Origi- 21:1–14). Se difundió la fama de Jesús por
nalmente fue una carta que el apóstol toda Galilea, Lucas 4:14. Jesús comenzó
Pablo escribió a los santos que vivían en a obrar milagros en Caná de Galilea,
Galacia, y su tema es que la verdadera Juan 2:11.
libertad solamente se puede obtener al El mar de Galilea: Ubicado en el norte
vivir de acuerdo con el evangelio de de Israel, también se le conocía en el An-
Jesucristo. Si los santos adoptaban las tiguo Testamento como el mar de Cine-
enseñanzas de los cristianos judíos que ret; y en el Nuevo Testamento, como el
insistían en observar la ley mosaica, li- lago de Genesaret o Tiberias. Allí enseñó
mitarían o destruirían la libertad que Jesús varios de sus sermones (Mateo
habían encontrado en Cristo. En la Epís- 13:2). El mar tiene forma de pera y mide
tola, Pablo ratifica su propia posición unos 20 kilómetros de largo por unos 12
como Apóstol, enuncia el principio de kilómetros de ancho en su punto de ma-
la rectitud por la fe y afirma el valor de yor anchura. Se halla a unos 207 metros
la religión espiritual. bajo el nivel del mar, lo cual con frecuen-
En los capítulos 1 y 2, Pablo expresa cia hace que el clima sea sumamente ca-
pesar por la noticia que había recibido luroso. El choque del aire frío que sopla
de la apostasía que había surgido entre de las colinas con el aire caliente arriba
los gálatas y aclara su posición entre los del agua produce a menudo tormentas
Apóstoles. En los capítulos 3 y 4, analiza repentinas en el mar (Lucas 8:22–24).
los principios de la fe y las obras. Los
capítulos 5 y 6 contienen un sermón Gamaliel. Véase también Fariseos
sobre los resultados prácticos del prin- Fariseo muy conocido en la época del
cipio de la fe. Nuevo Testamento que conocía y en-
señaba la ley judaica. El apóstol Pablo
Galilea
fue uno de sus discípulos (Hech. 22:3).
En tiempos antiguos y modernos, la Ejercía mucha influencia en el sanedrín
región más septentrional de Israel, al (Hech. 5:34–40).
occidente del río Jordán y del mar de
Galilea. Galilea mide unos 97 kilóme- Gedeón (Antiguo Testamento)
tros de largo por 48 de ancho y, en los Líder que libró a Israel de la opresión
tiempos antiguos, comprendía parte de de los madianitas (Jue. 6:11–40; 7–8).
las mejores tierras y de las ciudades más
industriosas de Israel. Pasaban por allí Gedeón (Libro de Mormón)
importantes caminos que conducían Fiel líder nefita.
a Damasco, a Egipto y a la Palestina Hombre fuerte y enemigo del rey Noé,
oriental. Su clima excelente y su tierra Mos. 19:4–8. Aconsejó al rey Limhi, Mos.
fértil producían aceitunas, trigo, cebada 20:17–22. Propuso un plan para escapar
y uvas en abundancia. A orillas del mar del cautiverio lamanita, Mos. 22:3–9.
de Galilea, la pesca constituía una im- Fue asesinado por Nehor, Alma 1:8–10.
portante fuente de riqueza y proporcio-
naba un gran comercio de exportación. Genealogía. Véase también
El Salvador pasó gran parte de Su tiempo Bautismo, bautizar — Bautismo
en Galilea. por los muertos; Familia; Libro
Se promete una gran luz en Galilea, de memorias; Ordenanzas —
Isa. 9:1–3 (2 Ne. 19:1–3). Ordenanza vicaria; Salvación;
Recorrió Jesús toda Galilea, ense- Salvación de los muertos
ñando, predicando y sanando, Mateo Registro en el que se detallan los
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
79 Gentiles
ascendientes de una familia. En las Es- para Egipto, y el papel que desempeñó
crituras, en los casos en que los oficios al salvar a la casa de Israel.
del sacerdocio o ciertas bendiciones se
limitaban a familias particulares, la ge- Gentiles
nealogía cobraba mucha importancia En las Escrituras, el vocablo gentiles
(Gén. 5; 10; 25; 46; 1 Cró. 1–9; Esdras tiene varios significados. A veces se usa
2:61–62; Neh. 7:63–64; Mateo 1:1–17; Lu- para designar a gentes que no son de li-
cas 3:23–38; 1 Ne. 3:1–4; 5:14–19; Jarom naje israelita; y otras veces, para referirse
1:1–2). En la actualidad, en la Iglesia a los que no son de linaje judío. También
restaurada, los miembros de la Iglesia se usa para indicar a las naciones que no
siguen investigando sus líneas de ascen- tienen el Evangelio, aunque en ellas haya
dencia familiar, en parte para identificar algunos que sean de sangre israelita. El
correctamente a sus antepasados muer- empleo del término en este último caso
tos con el fin de realizar por ellos las or- es particularmente característico de la
denanzas de salvación. Estas ordenanzas forma en que se usa en el Libro de Mor-
son válidas para aquellos muertos que món y en Doctrina y Convenios.
acepten el evangelio de Jesucristo en el
mundo de los espíritus (DyC 127–128). Los israelitas no debían casarse con
personas que no fueran de su pueblo
Génesis. Véase también Pentateuco (gentiles), Deut. 7:1–3. El Señor llegaría
Es el primer libro del Antiguo Testa- a ser luz de los gentiles, Isa. 42:6.
mento y lo escribió el profeta Moisés. El Señor mandó a Pedro llevar el
Relata el comienzo de muchas etapas, Evangelio a los gentiles, Hech. 10:9–48.
tales como la creación de la tierra; la También a los gentiles ha dado Dios
colocación de animales y del hombre arrepentimiento, Hech. 11:18. Somos
sobre ella; la Caída de Adán y Eva; la bautizados en una iglesia, ya judíos o
revelación del Evangelio a Adán; el co- griegos, 1 Cor. 12:13. Los gentiles son
mienzo de tribus y razas; el origen de coherederos de la promesa en Cristo
diversos idiomas en la torre de Babel; y Jesús por medio del Evangelio, Efe. 3:6.
el principio de la familia de Abraham, El Libro de Mormón se escribió para
que condujo al establecimiento de la los gentiles, portada del Libro de Mor-
casa de Israel. También se hace hincapié món (Morm. 3:17). Vi entre los gentiles a
en la función que José desempeñó para un hombre que partió sobre las muchas
preservar a Israel. aguas, 1 Ne. 13:12. Vi otros libros que vi-
La revelación de los últimos días ve-
nieron de los gentiles, 1 Ne. 13:39. La ple-
rifica y aclara la historia que se relata
nitud del Evangelio vendrá a los gentiles,
en Génesis (1 Ne. 5; Éter 1; Moisés 1–8;
1 Ne. 15:13 (3 Ne. 16:7; DyC 20:9). Esta
Abr. 1–5).
tierra será una tierra de libertad para
En el libro de Génesis, los capítulos del
1 al 4 contienen el relato de la creación los gentiles, 2 Ne. 10:11. Se compara a los
del mundo y la formación de la familia gentiles con un olivo silvestre, Jacob 5.
de Adán. En los capítulos del 5 al 10, Se promete el Evangelio en el tiempo
se encuentra la historia de Noé. En los de los gentiles, DyC 45:28 (DyC 19:27).
capítulos del 11 al 20, se habla de Abra- La palabra saldrá hasta los cabos de la
ham y de su familia hasta los tiempos tierra, primero a los gentiles y después
de Isaac. En los capítulos del 21 al 35, se a los judíos, DyC 90:8–10. Los Setenta
sigue la relación de la familia de Isaac. son llamados a ser testigos especiales
En el capítulo 36, se habla de Esaú y de a los gentiles, DyC 107:25. Enviad a los
su familia. En los capítulos del 37 al 50, élderes de mi Iglesia a todas las nacio-
se relata la historia de la familia de Ja- nes; primeramente a los gentiles y luego
cob y se narra la vida de José, vendido a los judíos, DyC 133:8.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Getsemaní 80
Getsemaní. Véase también Expiación, la ley de un reino celestial, no puede so-
expiar; Olivos, monte de los portar una gloria celestial, DyC 88:15–
En el Nuevo Testamento, huerto si- 22. En la gloria celestial hay tres cielos
tuado cerca del monte de los Olivos. En o grados; se establecen las condiciones
arameo, el vocablo significa “lagar de para alcanzar el más alto, DyC 131:1–2.
olivos”. Jesús se dirigió a este huerto la Los niños que mueren antes de llegar a
noche en que fue traicionado por Judas, y la edad de responsabilidad se salvan en
allí oró y sufrió por los pecados de todo el reino de los cielos, DyC 137:10.
el género humano (Mateo 26:36, 39; Mar. Gloria telestial. Véase también Grados
14:32; Juan 18:1; Alma 21:9; DyC 19:15–19). de gloria
Gloria. Véase también Grados de El más bajo de los tres grados de gloria
gloria; Luz, luz de Cristo; Verdad que una persona puede heredar después
En las Escrituras, a menudo este voca- del Juicio Final.
blo se refiere a la luz y la verdad de Dios. Pablo vio la gloria de las estrellas,
También puede referirse a la adoración 1 Cor. 15:40–41.
y al honor, a cierta condición de vida José Smith y Sidney Rigdon vieron
eterna o a la gloria de Dios. la gloria telestial, DyC 76:81–90. Los
Santo, Jehová de los ejércitos; toda habitantes del mundo telestial eran tan
la tierra está llena de su gloria, Isa. 6:3 innumerables como las estrellas, DyC
(2 Ne. 16:3). 76:109–112. El que no puede obedecer la
Somos transformados de gloria en ley de un reino telestial, no puede sopor-
gloria en la misma imagen, 2 Cor. 3:18. tar una gloria telestial, DyC 88:24, 31, 38.
Sé que él me levantará para morar con Gloria terrestre. Véase también
él en gloria, Alma 36:28. Grados de gloria
La gloria que se reciba en la resurrec-
ción dependerá de la rectitud de las per- El segundo de los tres grados de gloria
sonas, DyC 76:50–119. La gloria de Dios que una persona puede heredar después
es la inteligencia, DyC 93:36. del Juicio Final.
La gloria de Dios es llevar a cabo la in- Pablo vio la gloria terrestre, y la com-
mortalidad y la vida eterna del hombre, paró con la luna, 1 Cor. 15:40–41.
Moisés 1:39. Vi a dos Personajes, cuyo José Smith y Sidney Rigdon vieron la
fulgor y gloria no admiten descripción, gloria terrestre, DyC 76:71–80. La glo-
JS—H 1:17. ria de lo terrestre excede a la gloria de
lo telestial, DyC 76:91. El que no puede
Gloria celestial. Véase también obedecer la ley de un reino terrestre,
Exaltación; Grados de gloria; Vida no puede soportar una gloria terrestre,
eterna DyC 88:23, 30, 38.
El más alto de los tres grados de gloria
que pueda obtener una persona después Gobierno. Véase también Constitución
de esta vida. Allí morarán los justos en Cuando regrese Jesucristo, establecerá
la presencia de Dios el Padre y de Su un gobierno de rectitud.
Hijo Jesucristo. El principado sobre su hombro, Isa.
Una es la gloria de los celestiales, 9:6 (2 Ne. 19:6).
1 Cor. 15:40 (DyC 76:96). Pablo fue arre- Dad a César lo que es de César, Mateo
batado hasta el tercer cielo, 2 Cor. 12:2. 22:21 (DyC 63:26). Sométase toda persona
La visión de la gloria celestial, DyC a las autoridades superiores, Rom. 13:1.
76:50–70. Si los santos desean un lugar Orad por los reyes y por todos los que
en el mundo celestial, deben prepararse, están en eminencia, 1 Tim. 2:1–2. Suje-
DyC 78:7. El que no es capaz de obedecer taos a los gobernantes y autoridades, y
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
81 Gracia
obedecedles, Tito 3:1. Por causa del Se- Gozo. Véase también Obediencia,
ñor someteos a los gobernadores, 1 Pe. obediente, obedecer
2:13–14. Cristo reinará por los siglos de Condición de gran felicidad, que es el
los siglos, Apoc. 11:15. resultado de vivir con rectitud. La finali-
Estaría bien tener reyes si siempre fue- dad de la vida terrenal es que todos ten-
ran hombres justos, Mos. 23:8. Trataréis gan gozo (2 Ne. 2:22–25), y el gozo pleno
vuestros asuntos según la voz del pue- se recibe solamente por medio de Jesu-
blo, Mos. 29:26. cristo (Juan 15:11; DyC 93:33–34; 101:36).
Cristo será nuestro gobernante cuando Aun los más pobres de los hombres se
venga, DyC 41:4. Quien guarda las leyes gozarán en el Santo de Israel, Isa. 29:19
de Dios no tiene necesidad de infringir (2 Ne. 27:30).
las leyes del país, DyC 58:21. Cuando Os doy nuevas de gran gozo, Lucas
los inicuos gobiernan, el pueblo se la- 2:10. Nadie os quitará vuestro gozo, Juan
menta, DyC 98:9–10. Dios instituyó los 16:22. El fruto del Espíritu es amor, gozo,
gobiernos para el beneficio del hombre, paz, Gál. 5:22.
DyC 134:1–5. Los hombres están obliga- Al comer de su fruto, mi alma se llenó
dos a sostener y apoyar a los gobiernos, de un gozo inmenso, 1 Ne. 8:12. Existen
DyC 134:5. los hombres para que tengan gozo, 2 Ne.
Creemos en estar sujetos a los reyes, 2:25. El gozo de los justos será completo
presidentes, gobernantes y magistrados, para siempre, 2 Ne. 9:18. Para que moren
AdeF 1:12. con Dios en un estado de interminable
felicidad, Mos. 2:41. Daré cuanto poseo
Gog. Véase también Magog; Segunda a fin de recibir este gran gozo, Alma
venida de Jesucristo 22:15. Quizá sea un instrumento en las
Rey de Magog. Ezequiel profetizó que manos de Dios para conducir a algún
Gog invadiría Israel en la época de la alma al arrepentimiento, y este es mi
segunda venida del Señor (Ezeq. 38–39). gozo, Alma 29:9. ¡Qué gozo, y qué luz tan
maravillosa fue la que vi!, Alma 36:20.
Otra lucha, llamada la batalla de Gog y
Mi Espíritu llenará tu alma de gozo,
Magog, acontecerá al final del Milenio
DyC 11:13. ¡Cuán grande será vuestro
(Apoc. 20:7–9; DyC 88:111–116).
gozo con ella en el reino de mi Padre!,
Gólgota. Véase también Crucifixión; DyC 18:15–16. En este mundo vuestro
Jesucristo gozo no es completo, pero en mí vuestro
gozo es cumplido, DyC 101:36.
En arameo, el vocablo significa “ca-
Tendré gozo en esta vida, Moisés
lavera”. Es el nombre del lugar donde 5:10–11.
Cristo fue crucificado (Mateo 27:33; Mar.
15:22; Juan 19:17). El nombre latino del Gracia. Véase también Expiación,
mismo lugar es Calvario (Lucas 23:33). expiar; Jesucristo; Misericordia,
misericordioso; Salvación
Goliat. Véase también David
El poder de Dios que hace posible
En el Antiguo Testamento, gigante que los seres humanos reciban bendi-
filisteo que desafió a los ejércitos israe- ciones en esta vida y obtengan la vida
litas. David aceptó su reto y lo mató con eterna y la exaltación después de ejer-
la ayuda del Señor (1 Sam. 17). cer la fe, arrepentirse y hacer lo posible
por guardar los mandamientos. Esta
Gomorra. Véase también Sodoma
ayuda o fortaleza divina proviene de
En el Antiguo Testamento, ciudad la misericordia y el amor de Dios. Toda
inicua destruida por el Señor (Gén. persona mortal necesita de esa gracia
19:12–29). divina, como consecuencia de la Caída
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Grados de gloria 82
de Adán, y también a causa de las debi- Los tres grados de gloria, DyC 76:50–113;
lidades del hombre. 88:20–32.
La gracia y la verdad vinieron por
Grande y abominable iglesia. Véase
medio de Jesucristo, Juan 1:17. Por la
Diablo — La iglesia del diablo
gracia del Señor Jesús seremos salvos,
Hech. 15:11 (Rom. 3:23–24; DyC 138:14). Gratitud. Véase Acción de gracias,
Tenemos entrada por la fe a esta gracia, agradecido, agradecimiento
Rom. 5:2. Por gracia sois salvos por me-
dio de la fe, Efe. 2:8. La gracia de Dios Guerra. Véase también Paz
trae la salvación, Tito 2:11. Acerquémo- Batalla o conflicto armado; lucha con
nos confiadamente al trono de la gracia, armas. El Señor no aprueba la guerra a
Heb. 4:16. Dios da gracia a los humildes, menos que se trate del único medio a
1 Pe. 5:5.
disposición de los santos para defender
Ninguna carne puede morar en la
a su familia, su propiedad, sus dere-
presencia de Dios, sino por medio de
los méritos, y misericordia, y gracia del chos y privilegios, y su libertad (Alma
Santo Mesías, 2 Ne. 2:8. Tan solo en la 43:9, 45–47).
gracia de Dios, y por ella, somos sal- Moroni había jurado defender a su
vos, 2 Ne. 10:24. Es por la gracia que pueblo, sus derechos, su país y su reli-
nos salvamos, después de hacer cuanto gión, Alma 48:10–17.
podamos, 2 Ne. 25:23. Es por gracia que José Smith recibió una revelación y
tenemos poder para hacer estas cosas, profecía sobre la guerra, DyC 87. Re-
Jacob 4:7. Que les sea restaurada gracia nunciad a la guerra y proclamad la paz,
por gracia, según sus obras, Hel. 12:24.
DyC 98:16, 34–46. Todo hombre queda
Mi gracia es suficiente para los mansos
justificado si se defiende a sí mismo, a
y para todos los que se humillan ante mí,
sus amigos y propiedad, y al gobierno,
Éter 12:26–27. Moroni imploró al Señor
que se diera gracia a los gentiles, para DyC 134:11.
que tuvieran caridad, Éter 12:36, 41. Por Creemos en obedecer, honrar y soste-
la gracia de Dios sois perfectos en Cristo, ner la ley, AdeF 1:12.
Moro. 10:32–33.
Guerra en los cielos. Véase también
Jesús recibió gracia sobre gracia, DyC
Concilio de los cielos; Vida
93:12–13, 20.
preterrenal
Grados de gloria. Véase también El conflicto que tuvo lugar entre los
Gloria celestial; Gloria telestial; hijos espirituales de Dios en la vida
Gloria terrestre
preterrenal.
Distintos reinos que hay en el cielo.
Satanás fue expulsado fuera del cielo
En el Juicio Final, toda persona, con ex-
cepción de los hijos de perdición, here- y arrojado a la tierra, Apoc. 12:4, 7–9.
dará una morada eterna en uno de los El diablo y la tercera parte de las hues-
reinos de gloria. tes del cielo fueron arrojados abajo, DyC
29:36–37. Lucifer se rebeló en contra del
Jesús dijo: En la casa de mi Padre mu-
chas moradas hay, Juan 14:2 (Éter 12:32). Hijo Unigénito, DyC 76:25–26.
Una es la gloria del sol, otra la gloria de Satanás quería para sí la gloria del Pa-
la luna, y otra la gloria de las estrellas, dre y procuraba destruir el albedrío del
1 Cor. 15:40–41. Pablo fue arrebatado hombre, Moisés 4:1–4 (Isa. 14:12–15; Abr.
hasta el tercer cielo, 2 Cor. 12:2. 3:27–28). Los que siguen a Dios guardan
Hay un lugar sin gloria donde el cas- su primer estado, vienen a la tierra y re-
tigo es perpetuo, DyC 76:30–38, 43–45. ciben un cuerpo, Abr. 3:26.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
83 Hebreos, epístola a los
Habacuc diera un ejemplo a la Iglesia (DyC 58:35)
En el Antiguo Testamento, profeta de y le dijo que ayudara a financiar el mi-
Judá que habló de la iniquidad del pue- nisterio (DyC 104:26).
blo, posiblemente durante el reinado Martin Harris fue excomulgado de
de Joaquín (alrededor del año 600 a.C.). la Iglesia, pero posteriormente volvió
a ser miembro. Hasta el fin de sus días
El libro de Habacuc: El capítulo 1 regis- dio testimonio de que había visto al án-
tra una conversación entre el Señor y Su gel Moroni y las planchas de oro de las
profeta, similar a las registradas en Jere- que José Smith había traducido el Libro
mías 12 y Doctrina y Convenios 121. Ha- de Mormón.
bacuc expresó su preocupación porque le
parecía que los inicuos prosperaban. En Hebreo. Véase también Israel
el capítulo 2, el Señor le aconseja que sea Idioma semítico que hablaba el pueblo
paciente, y le dice que los justos deben de Israel hasta su regreso del cautiverio
aprender a vivir por la fe. El capítulo 3 en Babilonia; después, el arameo llegó a
contiene la oración de Habacuc, en la ser el idioma de la conversación diaria.
cual reconoce la justicia de Dios. Durante los tiempos de Jesús, el hebreo
era el idioma de los eruditos, de la ley y
Hades. Véase Infierno
de la literatura religiosa.
Hageo
Hebreos, epístola a los. Véase también
Profeta del Antiguo Testamento que Pablo; Pablo, epístolas de
profetizó en Jerusalén, aproximada-
Libro del Nuevo Testamento. Pablo
mente en el año 520 a.C., poco después
escribió esta carta a los miembros de la
del regreso del pueblo judío de su exilio Iglesia de origen judío, a fin de conven-
en Babilonia (Esdras 5:1; 6:14). Habló de cerlos de que los aspectos significativos
la reedificación del templo de Jerusalén de la ley de Moisés se habían cumplido
y amonestó al pueblo por no haberlo ter- en Cristo, y que la había reemplazado
minado. También escribió sobre el tem- la ley mayor del evangelio de Jesucristo.
plo milenario y el reinado del Salvador. Cuando Pablo regresó a Jerusalén, al
El libro de Hageo: En el capítulo 1, el final de su tercera misión (aproximada-
Señor amonesta al pueblo por vivir en mente en el año 60 d.C.), encontró que
casas terminadas mientras el templo muchos miles de miembros judíos de la
permanecía sin terminar. El capítulo 2 Iglesia todavía eran “celosos por la ley”
contiene la profecía de Hageo de que el de Moisés (Hech. 21:20). Esto sucedió
Señor daría paz en Su templo. por lo menos diez años después que en
una conferencia de la Iglesia, realizada
Hagot en Jerusalén, se había determinado que
En el Libro de Mormón, nefita cons- ciertas ordenanzas de la ley de Moisés
tructor de barcos (Alma 63:5–7). no eran necesarias para la salvación de
los cristianos gentiles. Aparentemente
Harris, Martin. Véase también poco después, Pablo escribió la epístola
Testigos del Libro de Mormón a los hebreos para enseñarles, mediante
Uno de los Tres Testigos del origen las propias Escrituras de ellos y el sano
divino y de la veracidad del Libro de razonamiento, por qué no debían obser-
Mormón. Martin Harris brindó ayuda var más la ley de Moisés.
económica a José Smith y a la Iglesia. El En los capítulos 1 y 2, se habla de que
Señor le pidió que vendiera su propie- Jesús es superior a los ángeles. En los
dad y donara los fondos para financiar la capítulos del 3 al 7, se compara a Jesús
publicación del Libro de Mormón (DyC con Moisés y con la ley de Moisés, y se
19:26–27, 34–35), también le aconsejó que testifica que Él es superior; también se
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Hebrón 84
enseña que el Sacerdocio de Melquisedec Helamán fuese su caudillo, Alma 53:19,
es mayor que el Aarónico. En los capí- 22. Helamán y sus jóvenes ammonitas
tulos 8 y 9, se describe la forma en que entablaron batalla contra los lamanitas
las ordenanzas mosaicas prepararon al y fueron preservados por la fe, Alma
pueblo para el ministerio de Cristo y se 57:19–27.
explica que Cristo es el mediador del
nuevo convenio (Alma 37:38–45; DyC Helamán hijo de Helamán
84:21–24). En el capítulo 10, hay una ex- Profeta e historiador del Libro de Mor-
hortación a la diligencia y la fidelidad. món que enseñó al pueblo nefita. Era
En el capítulo 11, hay un discurso sobre nieto de Alma, hijo, y padre de Nefi, el
la fe; y en el capítulo 12, amonestaciones que recibió poder sobre todos los ele-
y salutaciones. En el capítulo 13, se habla mentos. Junto con su hijo Nefi, Helamán
de la naturaleza honorable del matrimo- escribió el libro de Helamán.
nio y de la importancia de la obediencia. El libro de Helamán: En los capítulos 1
Hebrón y 2, se describe una época de grandes
disturbios políticos. En los capítulos
Antigua ciudad de Judá, a unos 32
3 y 4, se relata que Helamán y Moro-
kilómetros al sur de Jerusalén; el lugar
níah, capitán en jefe de los ejércitos ne-
de sepultura de Abraham y su familia
fitas, finalmente pudieron lograr la paz
(Gén. 49:29–32), y la capital de David
por un tiempo. Sin embargo, a pesar
durante la primera parte de su reinado
(2 Sam. 5:3–5). del liderazgo de estos buenos hombres,
la iniquidad del pueblo aumentó. En
Hechos de los Apóstoles. Véase los Helamán 5:1–6:14, Nefi renuncia al
también Lucas asiento judicial para enseñar al pueblo,
Este libro es el segundo de una obra de tal como lo había hecho su abuelo Alma.
dos partes que escribió Lucas a Teófilo. Durante una época el pueblo se arrepin-
La primera parte la conocemos como el tió. Sin embargo, en Helamán 6:15–12:26,
Evangelio de Lucas. En los capítulos del se relata que la nación nefita se volvió
1 al 12 de Hechos, se registran algunas inicua. En los capítulos finales, del 13
de las principales actividades misionales al 16, se encuentra la historia extraor-
de los Doce Apóstoles bajo la dirección dinaria del profeta llamado Samuel el
de Pedro, en la época inmediata a la Lamanita, quien predijo el nacimiento y
muerte y la resurrección del Salvador. la Crucifixión del Salvador y las señales
En los capítulos del 13 al 28, se relatan que anunciarían esos acontecimientos.
algunos de los viajes y la obra misional
Helamán, hijo del Rey Benjamín.
del apóstol Pablo.
Véase también Benjamín, padre de
Helamán hijo de Alma. Véase Mosíah
también Alma hijo de Alma; En el Libro de Mormón, uno de los tres
Anti-nefi-lehitas; Helamán, hijos de hijos del rey Benjamín (Mosíah 1:2–8).
En el Libro de Mormón, el hijo mayor
de Alma hijo de Alma (Alma 31:7); pro- Helamán, hijos de. Véase también
feta y líder militar. Anti-nefi-lehitas; Helamán hijo de
Alma
Alma le confía a su hijo Helamán los
anales de su pueblo, Alma 37:1–2, 21. En el Libro de Mormón, hijos de los
Alma manda a Helamán seguir escri- lamanitas conversos conocidos como
biendo la historia de su pueblo, Alma ammonitas que tomaron las armas para
45–62. Helamán estableció la Iglesia de pelear al mando de Helamán (Alma
nuevo, Alma 45:22–23. Dos mil solda- 53:16–22).
dos jóvenes ammonitas quisieron que Helamán los consideraba dignos de
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
85 Herodes
ser llamados sus hijos, Alma 56:10. Sus santos, 2 Cor. 8:1–5. Nuestra comunión
madres les habían enseñado que si no es con el Padre y con su Hijo, 1 Juan 1:3.
dudaban, Dios los libraría, Alma 56:47. Los nefitas y los lamanitas se herma-
Derrotan a los lamanitas y son preser- naron unos a otros, Hel. 6:3.
vados por su fe, de manera que ninguno Estime cada hombre a su hermano
de ellos muere, Alma 56:52–54, 56; 57:26. como a sí mismo, DyC 38:24–25. Si no
sois uno, no sois míos, DyC 38:27. Os
Heredero recibo en confraternidad, con determi-
Persona con derecho a heredar bienes nación de ser vuestro amigo y hermano,
materiales o dones espirituales. En las DyC 88:133.
Escrituras, se promete a los justos que se-
Hermano(s), hermana(s). Véase
rán herederos de todo lo que Dios tiene.
también Hombre(s); Mujer(es)
Abraham deseaba tener un heredero,
Puesto que todos somos hijos de nues-
Gén. 15:2–5.
tro Padre Celestial, también todos somos
Abraham recibió la promesa de ser
hermanos espirituales. En la Iglesia, los
heredero del mundo por la justicia de
miembros a menudo usan los términos
la fe, Rom. 4:13. Somos hijos de Dios. Y
“hermano” y “hermana” para dirigirse
si hijos, también herederos de Dios y co-
unos a otros y para los amigos que fre-
herederos con Cristo, Rom. 8:16–17 (DyC
cuentan las reuniones.
84:38). Eres hijo, heredero de Dios por
medio de Cristo, Gál. 4:7. Dios consti- Todo aquel que hace la voluntad de
tuyó a su Hijo heredero de todo, Heb. 1:2. mi Padre, ese es mi hermano, y her-
Todos aquellos que han esperado an- mana, Mateo 12:50 (Mar. 3:35). Tú, una
helosamente la remisión de sus pecados vez vuelto, confirma a tus hermanos,
son los herederos del reino de Dios, Mos. Lucas 22:32. Todo aquel que aborrece a
15:11. Eran uno, hijos de Cristo y herede- su hermano es homicida, 1 Juan 3:10–17.
ros del reino de Dios, 4 Ne. 1:17. Considerad a vuestros hermanos como
Los que mueren sin el conocimiento a vosotros mismos, Jacob 2:17.
del Evangelio pueden ser herederos del Estime cada hombre a su hermano
reino celestial de Dios, DyC 137:7–8. Los como a sí mismo, DyC 38:24–25. Se ex-
ponen las leyes que rigen la confesión de
muertos que se arrepientan son herede-
pecados entre hermanos y hermanas de
ros de salvación, DyC 138:58–59.
la Iglesia, DyC 42:88–93. Fortalece a tus
Abraham llegó a ser un heredero legí-
hermanos en todas tus conversaciones,
timo por su rectitud, Abr. 1:2.
DyC 108:7.
Hermandad. Véase también Amor;
Herodes
Unidad
Familia de gobernantes que hubo en
Para los Santos de los Últimos Días,
Judea en los tiempos de Jesucristo. Se
la hermandad significa ofrecer com-
destacaron en muchos de los aconte-
pañerismo amistoso y servir, elevar y
cimientos del Nuevo Testamento. El
fortalecer a los demás.
primero de la dinastía fue Herodes el
Amarás a tu prójimo como a ti mismo, Grande, quien se atemorizó por el naci-
Lev. 19:18 (Mateo 19:19; DyC 59:6). miento del Salvador (Mateo 2:3) y dio or-
Y tú, una vez vuelto, fortalece a tus den de matar a todos los niños menores
hermanos, Lucas 22:32. Conocerán que de dos años en Belén. Sus hijos fueron:
sois mis discípulos, si tuviereis amor los Aristóbulo, Herodes Felipe (Mateo 14:3;
unos con los otros, Juan 13:35. Apacienta Mar. 6:17); Herodes Antipas, el tetrarca
mis ovejas, Juan 21:15–17. Pidiéndonos (Mateo 14:1; Lucas 9:7; también conocido
que les concediésemos el privilegio como rey Herodes, Mar. 6:14); Arquelao
de participar en este servicio para los (Mateo 2:22) y Felipe, tetrarca de Iturea
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Herodías 86
(Lucas 3:1). Herodes Agripa I (Hech. Los padres deben enseñar a sus hijos
12:1–23) y su hermana Herodías (Mateo los principios y las prácticas del Evan-
14:3; Mar. 6:17) eran hijos de Aristóbulo. gelio, DyC 68:25, 27–28. Se manda a los
Herodes Agripa I tuvo a su vez varios padres criar a sus hijos en la luz y la
hijos que se mencionan en el Nuevo Tes- verdad, DyC 93:40.
tamento, como son Herodes Agripa II
(Hech. 25:13), Berenice (Hech. 25:13) y Hijos de Cristo. Véase también
Drusila, esposa de Félix (Hech. 24:24). Engendrado, engendrar; Hijos e
hijas de Dios; Jesucristo; Nacer de
Herodías Dios, nacer de nuevo
En el Nuevo Testamento, hermana de Los que han aceptado el evangelio de
Herodes Agripa. Se casó con su tío, He- Jesucristo.
rodes Felipe, con quien tuvo una hija, Cualquiera que se humille como este
Salomé. Madre e hija conspiraron para niño, ese es el mayor, Mateo 18:1–4.
hacer que Juan el Bautista fuese decapi- Creed en la luz, para que seáis hijos de
tado (Mateo 14:3–11). luz, Juan 12:36.
Hijo de Dios. Véase Jesucristo; Despojaos del hombre natural y vol-
Trinidad veos como un niño, Mos. 3:19; 27:25–26.
A causa del convenio, seréis llamados
Hijo del Hombre. Véase también progenie de Cristo, hijos e hijas de él,
Jesucristo; Trinidad Mos. 5:7. Si os aferráis a todo lo bueno,
Título que usó Jesucristo al referirse a ciertamente seréis hijos de Cristo, Moro.
sí mismo (Lucas 9:22; 21:36) y que signi- 7:19.
fica Hijo del Hombre de Santidad, uno A cuantos me recibieron, di el poder
de los nombres de Dios el Padre. Al lla- de llegar a ser mis hijos, DyC 39:4. No
marse a sí mismo el Hijo del Hombre, temáis, pequeñitos, porque sois míos,
Jesús hizo una declaración abierta de DyC 50:40–41.
Su parentesco divino con el Padre. Este Eres uno en mí, un hijo de Dios, Moi-
título se encuentra muchas veces en los sés 6:68.
Evangelios. La revelación de los últimos
Hijos de Dios. Véase Hijos e hijas de
días confirma el significado especial y
Dios; Hombre(s)
la naturaleza sagrada de este nombre
del Salvador (DyC 45:39; 49:6, 22; 58:65; Hijos de Helamán. Véase Helamán,
Moisés 6:57). hijos de
Hijo(s). Véase también Familia; Madre; Hijos de Israel. Véase Israel
Niño(s); Padre terrenal
Hijos de Mosíah. Véase Mosíah, hijos
Los padres han de enseñar a sus hijos de
a obedecer la voluntad de Dios.
Herencia de Jehová son los hijos, Sal. Hijos de perdición. Véase también
127:3–5. Condenación, condenar; Diablo;
Hijos, obedeced a vuestros padres, Infierno; Muerte espiritual; Pecado
Efe. 6:1–3 (Col. 3:20). imperdonable
Si no hubieran caído, Adán y Eva no Los seguidores de Satanás que sufri-
habrían tenido hijos, 2 Ne. 2:22–23. Ense- rán junto con él en la eternidad. Entre
ñad a vuestros hijos a andar por las vías los hijos de perdición se cuentan: (1) los
de la verdad y la seriedad, Mos. 4:14–15. que siguieron a Satanás y fueron expul-
Todos tus hijos serán instruidos por el sados del cielo por rebelión durante la
Señor; y grande será la paz de tus hijos, vida preterrenal y (2) aquellos a los que
3 Ne. 22:13 (Isa. 54:13). se ha permitido nacer en este mundo
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
87 Hogar (casa de familia)
con un cuerpo físico pero que después de Dios, Juan 1:12 (Rom. 8:14; 3 Ne. 9:17;
han servido a Satanás y se han vuelto DyC 11:30). Ahora somos hijos de Dios,
totalmente en contra de Dios. Los del se- 1 Juan 3:1–2.
gundo grupo resucitarán de los muertos, Seréis llamados progenie de Cristo,
pero no serán redimidos de la segunda hijos e hijas de él, Mos. 5:7. Hombres y
muerte (espiritual) y no podrán morar mujeres deben nacer otra vez, convir-
en un reino de gloria (DyC 88:32, 35). tiéndose en sus hijos e hijas, Mos. 27:25.
Ninguno de ellos se perdió, sino el hijo Llegarán a ser mis hijos y mis hijas, Éter
de perdición, Juan 17:12. Es imposible 3:14. Ciertamente seréis hijos de Cristo,
que sean otra vez renovados para arre- Moro. 7:19.
pentimiento, Heb. 6:4–6 (Heb. 10:26–29). Todos los que reciben mi evangelio
La misericordia no puede reclamar a son hijos e hijas en mi reino, DyC 25:1.
ese hombre, y su destino final es padecer Son dioses, sí, los hijos de Dios, DyC
un tormento sin fin, Mos. 2:36–39. Queda 76:58.
como si no se hubiera hecho ninguna Así todos pueden llegar a ser mis hi-
redención, Mos. 16:5. El que niegue los jos, Moisés 6:68. Muchos han creído y
milagros de Cristo, para obtener lucro, han llegado a ser hijos de Dios, Moi-
vendrá a ser como el hijo de perdición, sés 7:1.
3 Ne. 29:7. Himni. Véase también Mosíah hijo de
No tendrán perdón en este mundo ni Benjamín; Mosíah, hijos de
en el venidero, DyC 76:30–34 (DyC 84:41;
En el Libro de Mormón, hijo del rey
132:27). Son los únicos que no serán re-
Mosíah. Himni acompañó a sus her-
dimidos en el debido tiempo de Señor,
manos a predicar a los lamanitas (Mos.
DyC 76:34–48. Los hijos de perdición
27:8–11, 34–37; 28:1–9).
niegan al Santo Espíritu después de ha-
berlo recibido, DyC 76:35. Esos hijos de Himnos. Véase también Cantar;
perdición niegan al Hijo después que el Música
Padre lo ha revelado, DyC 76:43.
Un canto de alabanza a Dios.
Caín será llamado Perdición, Moisés
5:22–26. Antes de que Jesús se retirara a Get-
semaní, estando reunidos Él y los Doce
Hijos e hijas de Dios. Véase también Apóstoles, cantaron un himno, Mateo
Engendrado, engendrar; Expiación, 26:30.
expiar; Hijos de Cristo; Hombre(s); El Señor llamó a Emma Smith para
Nacer de Dios, nacer de nuevo que hiciera una selección de himnos
En las Escrituras, esta frase se emplea sagrados, DyC 25:11. La canción de los
con dos sentidos: (1) todos somos literal- justos es una oración para mí, y será
mente hijos en espíritu de nuestro Padre contestada con una bendición sobre su
Celestial; (2) los hijos e hijas de Dios son cabeza, DyC 25:12. Alaba al Señor con
las personas que han nacido de nuevo cantos, con música, DyC 136:28.
mediante la expiación de Cristo. Historia familiar. Véase Genealogía;
Los hijos espirituales del Padre: Sois dio- Salvación de los muertos
ses, hijos del Altísimo, Sal. 82:6.
Somos linaje de Dios, Hech. 17:29. Hogar (casa de familia). Véase
Obedeced al Padre de los espíritus, Heb. también Familia
12:9. El hogar debe ser el centro de las ac-
Yo soy un hijo de Dios, Moisés 1:13. tividades familiares y del Evangelio.
Los hijos nacidos de nuevo por medio de El hombre libre estará en su casa para
la Expiación: A todos los que le recibie- alegrar a la mujer, Deut. 24:5.
ron, les dio potestad de ser hechos hijos Lo env ió a su casa, Ma r. 8:26.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Hombre de Santidad 88
Aprendan los hijos a mostrar piedad carnales, sensuales y diabólicos, Moi-
en su propia casa, 1 Tim. 5:4. Las mujeres sés 5:13 (Moisés 6:49).
deben ser prudentes, castas, cuidadosas
de su casa, Tito 2:5. Hombre(s). Véase también Creación
Id a vuestras casas y meditad las cosas espiritual; Espíritu; Hermano(s),
que os he dicho, 3 Ne. 17:2–3. Los exhorté hermana(s); Hijos e hijas de Dios;
para que lucharan por sus mujeres, y Mujer(es); Trinidad
sus hijos, y sus casas, y sus hogares, Esta palabra se refiere a todo el género
Morm. 2:23. humano, tanto mujeres como hombres.
Se manda a los padres ser más diligen- Todos los hombres y las mujeres son li-
tes y atentos en el hogar, DyC 93:43–44, teralmente progenie espiritual del Padre
48–50. Celestial. Cuando nacen en esta vida, re-
ciben un cuerpo físico y mortal, creado
Hombre de Santidad. Véase también
a la imagen de Dios (Gén. 1:26–27). Todo
Hijo del Hombre; Padre Celestial;
hombre y toda mujer que con fideli-
Trinidad
dad reciban las ordenanzas necesarias,
Uno de los nombres de Dios el Padre guarden sus convenios y obedezcan los
(Moisés 6:57). mandamientos de Dios entrarán en su
Hombre natural. Véase también Caída exaltación y llegarán a ser como Dios.
de Adán y Eva; Carnal; Nacer de Creó Dios al hombre a su imagen,
Dios, nacer de nuevo Gén. 1:27 (Mos. 7:27; DyC 20:17–18). ¿Qué
La persona que se deja influir por las es el hombre, para que tengas de él me-
pasiones, los deseos, apetitos y sentidos moria?, Sal. 8:4–5. Maldito el varón que
de la carne en lugar de escuchar la ins- confía en el hombre, y hace de la carne
piración del Santo Espíritu. Ese tipo de su brazo, Jer. 17:5 (2 Ne. 4:34; 28:26, 31).
persona comprende lo físico, pero no Cuando ya fui hombre, dejé lo que era
puede percibir lo espiritual. Todo ser de niño, 1 Cor. 13:11.
humano es carnal, o sea, mortal, debido Existen los hombres para que tengan
a la Caída de Adán y Eva, y debe volver gozo, 2 Ne. 2:25. El hombre natural es
a nacer por medio de la expiación de enemigo de Dios, Mos. 3:19. ¿Qué clase
Jesucristo para dejar de ser un hombre de hombres habéis de ser?, 3 Ne. 27:27.
natural. No es la obra de Dios la que se frustra,
sino la de los hombres, DyC 3:3. No de-
El hombre natural no percibe las cosas
berías haber temido al hombre más que
que son del Espíritu, 1 Cor. 2:14.
a Dios, DyC 3:7 (DyC 30:11; 122:9). Todas
El hombre natural es enemigo de Dios,
las cosas de la tierra se han hecho para el
y lo será, a menos que se someta al Santo
beneficio y el uso del hombre, DyC 59:18.
Espíritu, Mos. 3:19. Quien persiste en su
Sé que el hombre no es nada, Moisés
propia naturaleza carnal permanece en
1:10. La obra y la gloria de Dios es llevar
su estado caído, Mos. 16:5 (Alma 42:7–24;
DyC 20:20). ¿Qué hombre natural hay a cabo la inmortalidad y la vida eterna
que conozca estas cosas?, Alma 26:19–22. del hombre, Moisés 1:39.
Los hombres que se hallan en un estado El hombre, hijo espiritual de nuestro Padre
natural o carnal se encuentran sin Dios Celestial: Se postraron sobre sus rostros,
en el mundo, Alma 41:11. y dijeron: Dios, Dios de los espíritus de
A causa de su transgresión, el hombre toda carne, Núm. 16:22 (Núm. 27:16).
murió espiritualmente, DyC 29:41. Ni Hijos sois de Jehová vuestro Dios, Deut.
puede hombre natural alguno aguantar 14:1. Vosotros sois dioses, y todos voso-
la presencia de Dios, DyC 67:12. tros hijos del Altísimo, Sal. 82:6. Sois
Lo s hombre s empeza ron a s er hijos del Dios viviente, Oseas 1:10. ¿No
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
89 Honra, honrar (honor)
tenemos todos un mismo padre? ¿No nos Como Sodoma publican su pecado, no
ha creado un mismo Dios?, Mal. 2:10. lo disimulan, Isa. 3:9 (2 Ne. 13:9).
Somos linaje de Dios, Hech. 17:29. El Los hombres se encendieron en su
Espíritu mismo da testimonio de que lascivia unos con otros, Rom. 1:27. No
somos hijos de Dios, Rom. 8:16. Obede- heredarán el reino de Dios los que se
ced al Padre de los espíritus, Heb. 12:9. echan con varones, 1 Cor. 6:9–10. La ley
Los espíritus de todos los hombres no fue dada para el justo, sino para los
son llevados de regreso a ese Dios que sodomitas, 1 Tim. 1:9–10. Los que van
les dio la vida, Alma 40:11. en pos de vicios contra naturaleza son
Los habitantes de los mundos son en- puestos por ejemplo, sufriendo el castigo
gendrados hijos e hijas para Dios, DyC del fuego eterno, Judas 1:7.
76:24. El hombre estuvo en el principio
con el Padre, DyC 93:23, 29. Honestidad, honradez. Véase también
Yo, Dios, creé espiritualmente todas Integridad
las cosas antes que existiesen sobre la faz Tener honestidad es ser sincero, verí-
de la tierra, Moisés 3:5–7. Yo soy Dios; dico y sin engaño.
yo hice el mundo y a los hombres antes Los que hacen verdad son el conten-
que existiesen en la carne, Moisés 6:51.
tamiento de Jehová, Prov. 12:22. Cumple
Su potencial para llegar a ser como nuestro lo que prometes, Ecle. 5:4–5.
Padre Celestial: Sed, pues, vosotros per- Renunciamos a lo oculto y vergon-
fectos, como vuestro Padre, Mateo 5:48 zoso, 2 Cor. 4:1–2. Mantened buena vues-
(3 Ne. 12:48). ¿No está escrito en vuestra tra manera de vivir, 1 Pe. 2:12.
ley: Yo dije, dioses sois?, Juan 10:34 (DyC ¡Ay del embustero!, porque será arro-
76:58). El hombre puede llegar a ser he- jado al infierno, 2 Ne. 9:34. El Espíritu
redero de Dios y coheredero con Cristo, habla la verdad, y no miente, Jacob 4:13.
Rom. 8:17. Eres hijo; y si hijo, también El que de entre vosotros pida prestado
heredero de Dios por medio de Cristo, a su vecino, debe devolver aquello que
Gál. 4:7. Cuando él se manifieste, sere- pida prestado, Mos. 4:28 (DyC 136:25).
mos semejantes a él, 1 Juan 3:2. Al que Trata con justicia, juzga con rectitud, y
venciere, le daré que se siente conmigo haz lo bueno, Alma 41:14.
en mi trono, Apoc. 3:21. Trátense honradamente todos los hom-
Les he concedido llegar a ser hijos de bres, DyC 51:9. Los que saben que su co-
Dios, 3 Ne. 9:17. razón es sincero son aceptados por mí,
Los que saldrán en la resurrección de DyC 97:8. Debe buscarse a hombres hon-
los justos son dioses, sí, los hijos de Dios, rados, sabios y buenos para gobernar,
DyC 76:50, 58. Entonces serán dioses, DyC 98:4–10. Indagarás diligentemente
porque tendrán todo poder, DyC 132:20. hasta entregar a tu vecino lo que haya
Homicidio. Véase Asesinato; Caín perdido, DyC 136:26.
Creemos en ser honrados, AdeF 1:13.
Homosexual, comportamiento.
Véase también Adulterio; Sensual, Honra, honrar (honor). Véase también
sensualidad Estimar; Reverencia
Relación sexual entre personas del En las Escrituras, por regla general,
mismo sexo. Dios prohíbe este tipo de se emplean estos términos con el objeto
actividad sexual. de indicar respeto y reverencia hacia
Sácalos, para que los conozcamos, alguien o algo.
Gén. 19:1–11 (Moisés 5:51–53). No te Honra a tu padre y a tu madre, Éx.
echarás con varón; es abominación, Lev. 20:12 (1 Ne. 17:55; Mos. 13:20). Honra a
18:22 (Lev. 20:13). No haya sodomita Jehová con tus bienes, Prov. 3:9.
de entre los hijos de Israel, Deut. 23:17. Si alguno me sirviere, mi Padre le
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Hosanna 90
honrará, Juan 12:26. Los maridos deben humildad lleva implícito el reconoci-
dar honor a la mujer, 1 Pe. 3:7. miento de que dependemos de Dios y el
Este pueblo con sus labios me honra, deseo de someternos a Su voluntad. En
mas su corazón ha alejado de mí, 2 Ne. el Antiguo Testamento, el vocablo “afli-
27:25 (Isa. 29:13). No busco los honores gir” a veces tiene el mismo significado
del mundo, Alma 60:36. que “humillar”.
El diablo se rebeló contra mí, diciendo: Te ha traído Jehová estos cuarenta
Dame tu honra, la cual es mi poder, años en el desierto, para afligirte, Deut.
DyC 29:36. Los fieles serán coronados 8:2. Afligí con ayuno mi alma, Sal. 35:13.
con honor, DyC 75:5 (DyC 124:55). Yo, Mejor es el muchacho pobre y sabio, que
el Señor, me deleito en honrar a los que el rey viejo y necio, Ecle. 4:13. El Señor
me sirven, DyC 76:5. No son escogidos prometió habitar con el humilde de es-
porque aspiran a los honores de los hom- píritu, Isa. 57:15.
bres, DyC 121:34–35. Cualquiera que se humille como este
Creemos en honrar y sostener la ley, niño, ese es el mayor en el reino de los
AdeF 1:12 (DyC 134:6). cielos, Mateo 18:4. El que se humilla será
Hosanna enaltecido, Mateo 23:12 (Lucas 14:11;
18:14). Cristo Jesús se humilló a sí mismo,
Palabra derivada del hebreo, que sig- haciéndose obediente hasta la muerte,
nifica “sálvanos” y que se usa en la ala- Filip. 2:8 (Lucas 22:42; 23:46). Dios resiste
banza y la súplica. a los soberbios, y da gracia a los humil-
En la Fiesta de los Tabernáculos, en la des, 1 Pe. 5:5–6 (2 Ne. 9:42).
que se celebraba la liberación de Israel Quisiera que os humillaseis aun en las
por la mano del Señor y su entrada en la profundidades de la humildad, Mos. 4:11
tierra prometida, el pueblo entonaba las (2 Ne. 9:42; 3 Ne. 12:2). ¿Habéis sido sufi-
palabras del Salmo 118 y mecía ramas de cientemente humildes?, Alma 5:27–28. La
palma. Durante la entrada triunfal del parte más humilde del pueblo se volvió
Señor en Jerusalén, las multitudes cla- más fuerte en su humildad, Hel. 3:33–35.
maron “Hosanna” y tendieron ramas de Doy a los hombres debilidad para que
palma a sus pies, demostrando así que sean humildes, Éter 12:27.
comprendían que Jesús era el mismo La humildad es un requisito para el
Jehová que había liberado a Israel en la bautismo, DyC 20:37. Si os humilláis de-
antigüedad (Sal. 118:25–26; Mateo 21:9, lante de mí, me veréis y sabréis que yo
15; Mar. 11:9–10; Juan 12:13). Esas perso- soy, DyC 67:10. Sé humilde; y el Señor tu
nas reconocieron que el Cristo era el tan Dios dará respuesta a tus oraciones, DyC
largamente esperado Mesías. La palabra 112:10. Aprenda sabiduría el ignorante,
Hosanna ha llegado a ser una celebración humillándose, DyC 136:32. Se envía mi
del Mesías en todos los tiempos (1 Ne. Espíritu para iluminar a los humildes,
11:6; 3 Ne. 11:14–17). El grito de hosanna se DyC 136:33.
incluyó en la dedicación del Templo de
Kirtland (EE. UU.) y ahora forma parte Hurtar, hurto. Véase Robar, robo,
de la dedicación de todos los templos hurtar, hurto
modernos (DyC 109:79).
Hyde, Orson
Humildad, humilde, humillar Miembro del Cuórum de los Doce
(afligir). Véase también Corazón Apóstoles a principios de esta dispen-
quebrantado; Debilidad; sación (DyC 68:1–3; 75:13; 102:3; 124:128–
Mansedumbre, manso; Orgullo; 129). Llevó a cabo muchas misiones para
Pobres la Iglesia; una de ellas, en 1841, fue la
La condición de ser manso y mol- dedicación de la Tierra Santa para el re-
deable, o hacer que alguien lo sea. La greso del pueblo judío.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
91 Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, La
Idioma(s). Véase Lenguaje (o lengua) en un cuerpo, 1 Cor. 12:13. La Iglesia está
edificada sobre el fundamento de los
Idolatría apóstoles y profetas, Efe. 2:19–20. Los
La adoración de ídolos; también una apóstoles y profetas son esenciales para
devoción o apego desmedido a cual- la Iglesia, Efe. 4:11–16. Cristo es cabeza
quier cosa. de la Iglesia, Efe. 5:23.
No tendrás dioses ajenos delante de A pesar de que había muchas iglesias,
mí, Éx. 20:3 (Mos. 12:35; 13:12–13). Si todas eran una, Mos. 25:19–22. Así empe-
anduvieres en pos de dioses ajenos, de zaron a establecer el orden de la Iglesia,
cierto pereceréis, Deut. 8:19. Como pe- Alma 6:1–6. La Iglesia de Cristo debe
cado de ídolos y de idolatría es la obsti- llevar su nombre, 3 Ne. 27:8. La Iglesia
nación, 1 Sam. 15:23. A otro, y no a mí, se reunía a menudo para ayunar y orar,
te descubriste, Isa. 57:8. Diste alabanza y para hablar unos con otros, Moro. 6:5.
a dioses de plata y oro, Dan. 5:23. Esta Iglesia, la única Iglesia verda-
No podéis servir a Dios y a las rique- dera y viviente, DyC 1:30. El origen de
zas, Mateo 6:24. La avaricia es idolatría, la Iglesia de Cristo en estos últimos días,
Col. 3:5. Hijitos, guardaos de los ídolos, DyC 20:1. El Señor llama a sus siervos
1 Juan 5:21. para edificar su Iglesia, DyC 39:13. Así
¡Ay de aquellos que adoran ídolos!, se llamará mi Iglesia en los postreros
2 Ne. 9:37. La idolatría del pueblo de Nefi días, DyC 115:4.
les condujo a la guerra y a la destrucción,
Iglesia de Jesucristo de los Santos de
Alma 50:21.
los Últimos Días, La. Véase también
Todo hombre anda en pos de la ima-
Iglesia de Jesucristo; Iglesia, nombre
gen de su propio dios, DyC 1:16. Trabajen
de la; Iglesia verdadera, señales de
con sus propias manos a fin de que no
la; Restauración del Evangelio
se practiquen la idolatría ni la maldad,
DyC 52:39. Nombre que se ha dado a la Iglesia
El padre de Abraham fue descarriado de Cristo en los últimos días para dis-
por la idolatría, Abr. 1:27. tinguirla de la de otras dispensaciones
(DyC 115:3–4).
Iglesia de Jesucristo. Véase también
El Señor derramará conocimiento so-
Iglesia de Jesucristo de los Santos
bre los Santos de los Últimos Días, DyC
de los Últimos Días, La; Iglesia,
121:33. José Smith fue el profeta y vidente
nombre de la; Iglesia verdadera,
de La Iglesia de Jesucristo de los Santos
señales de la; Reino de Dios o de los
de los Últimos Días, DyC 127:12. Está
cielos; Restauración del Evangelio;
para llegar el gran día del Señor para los
Santo (sustantivo)
Santos de los Últimos Días, DyC 128:21,
Un grupo organizado de creyentes 24. José Smith ayudó a congregar a los
que han tomado sobre sí el nombre de Santos de los Últimos Días, DyC 135:3.
Jesucristo mediante el bautismo y la con- El Señor mandó organizarse en compa-
firmación. Para ser la Iglesia verdadera, ñías al pueblo de La Iglesia de Jesucristo
debe ser la del Señor; debe tener Su au- de los Santos de los Últimos Días para el
toridad, Sus enseñanzas, Sus leyes, Sus viaje hacia el territorio occidental de los
ordenanzas y llevar Su nombre; y debe Estados Unidos, DyC 136:2. Se aclaran
ser gobernada por Él mediante repre- para los Santos de los Últimos Días las
sentantes de Su elección. leyes del matrimonio, DO 1. Se da el sa-
El Señor añadía cada día a la Iglesia, cerdocio a todo varón que sea miembro
Hech. 2:47. Nosotros, siendo muchos, so- digno de La Iglesia de Jesucristo de los
mos un cuerpo en Cristo, Rom. 12:5. Por Santos de los Últimos Días, DO 2.
un solo Espíritu fuimos todos bautizados El relato de la Primera Visión para
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Iglesia grande y abominable 92
todos los Santos de los Últimos Días, nombre de mi Amado Hijo, 2 Ne. 31:11–
JS—H 1:1. 21.
Los que creyeron fueron bautizados y
Iglesia grande y abominable. Véase recibieron el Santo Espíritu por la impo-
Diablo — La iglesia del diablo sición de manos, DyC 76:50–53.
Iglesia, nombre de la. Véase también Para bautizar y para conferir el don
Iglesia de Jesucristo; Iglesia de del Espíritu Santo, es preciso poseer
Jesucristo de los Santos de los el oficio apropiado en el sacerdocio,
Últimos Días, La; Mormón JS—H 1:70–72. Se describen los primeros
principios y ordenanzas del Evangelio,
En el Libro de Mormón, se relata que
AdeF 1:4.
cuando Jesucristo visitó a los nefitas jus-
tos, poco después de Su resurrección, les La revelación: Sin profecía el pueblo se
dijo que la Iglesia debía llevar Su nombre desenfrena, Prov. 29:18. No hará nada
(3 Ne. 27:3–8). En los tiempos modernos, el Señor sin que revele su secreto a sus
el Señor ha revelado que el nombre profetas, Amós 3:7.
de Su Iglesia debe ser: “La Iglesia de La Iglesia está edificada sobre la roca
Jesucristo de los Santos de los Últimos de la revelación, Mateo 16:17–18 (DyC
Días” (DyC 115:4). 33:13).
¡Ay de aquel que diga que el Señor ya
Iglesia verdadera, señales de la. no obra por revelación!, 3 Ne. 29:6.
Véase también Iglesia de Jesucristo; Las revelaciones y los mandamientos
Iglesia de Jesucristo de los Santos de se reciben únicamente por medio del que
los Últimos Días, La; Señal es nombrado por el Señor, DyC 43:2–7.
La doctrina y las obras de una iglesia, Creemos todo lo que Dios ha reve-
que demuestran que es aprobada por lado, AdeF 1:9.
Dios y que es el medio que ha estable- Los profetas: La Iglesia está edificada
cido el Señor para que Sus hijos reciban sobre el fundamento de los apóstoles y
la plenitud de bendiciones que Él tiene profetas, Efe. 2:19–20. Los apóstoles y
para ellos. Algunas de las señales de la los profetas son esenciales en la Iglesia,
Iglesia verdadera son: Efe. 4:11–16.
El concepto correcto de la Trinidad: Creó José Smith fue llamado a ser vidente,
Dios al hombre a su imagen, Gén. 1:26– profeta y apóstol, DyC 21:1–3.
27. Hablaba Jehová a Moisés cara a cara, Creemos en los profetas, AdeF 1:6.
Éx. 33:11. La autoridad: Jesús dio a sus discípu-
La vida eterna es conocer a Dios el los poder y autoridad, Lucas 9:1–2 (Juan
Padre y a Jesucristo, Juan 17:3. 15:16).
El Padre y el Hijo tienen cuerpos de Nefi, el hijo de Helamán, tenía gran
carne y huesos, DyC 130:22–23. poder y autoridad de Dios, Hel. 11:18
El Padre y el Hijo se aparecieron a José (3 Ne. 7:17).
Smith, JS—H 1:15–20. Nosotros creemos El profeta recibirá mandamientos para
en Dios, el Eterno Padre, AdeF 1:1. la Iglesia, DyC 21:4–5. A ninguno le será
Los primeros principios y ordenanzas: El permitido salir a predicar mi evangelio
que no naciere de agua y del Espíritu, ni edificar mi Iglesia a menos que sea
Juan 3:3–5. Arrepentíos, y bautícese cada ordenado por alguien que tenga autori-
uno de vosotros en el nombre de Jesu- dad, DyC 42:11. Los élderes han de pre-
cristo, Hech. 2:38. Entonces les imponían dicar el evangelio, obrando mediante la
las manos, y recibían el Espíritu Santo, autoridad, DyC 68:8.
Hech. 8:14–17. Todos sois hijos de Dios Creemos que el hombre debe ser lla-
por la fe en Cristo Jesús, Gál. 3:26–27. mado por Dios, por aquellos que tienen
Arrepentíos y sed bautizados en el la autoridad, AdeF 1:5.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
93 Imposición de manos
La publicación de nuevas Escrituras: El DyC 124:37–44. La construcción de tem-
palo de Judá había de juntarse con el plos y el efectuar en ellos las ordenan-
palo de José, Ezeq. 37:15–20. zas forman parte de la gran obra de los
Se predijo la publicación de las Escri- últimos días, DyC 138:53–54.
turas de los últimos días, 1 Ne. 13:38–41.
Creemos que Dios aún revelará mu- Imperio romano. Véase también Roma
chos grandes e importantes asuntos, El imperio de la antigua Roma. En la
AdeF 1:9. época apostólica, el Imperio romano era
la mayor y única potencia del mundo.
La organización de la Iglesia: La Iglesia
Abarcaba todo lo comprendido entre el
está edificada sobre el fundamento de
Eufrates, el Danubio, el Rin, el Atlántico
los apóstoles y profetas, Efe. 2:19–20. Los
y el desierto de Sahara. Palestina pasó a
apóstoles y profetas son esenciales para
ser un estado vasallo en el año 63 a.C.,
la Iglesia, Efe. 4:11–16. Cristo es cabeza
cuando Pompeyo se apoderó de Jerusa-
de la Iglesia, Efe. 5:23.
lén. Aunque los romanos concedieron
La Iglesia de Cristo debe llevar su
a los judíos muchos privilegios, estos
nombre, 3 Ne. 27:8.
odiaban la opresión romana y constan-
Creemos en la misma organización
temente estaban en rebelión.
que existió en la Iglesia Primitiva, AdeF
Pablo era ciudadano romano, pero em-
1:6.
pleaba el idioma griego, el más común
La obra misional: Por tanto, id, y haced del imperio, para predicar el Evangelio
discípulos a todas las naciones, Mateo en todo el imperio.
28:19–20. Se llamó a setenta para predi-
Dad a César lo que es de César, Ma-
car el Evangelio, Lucas 10:1.
teo 22:17–22. Pablo invocó sus derechos
Estaban deseosos de que la salvación
como ciudadano romano, Hech. 16:37–39
fuese declarada a toda criatura, Mos.
(Hech. 22:25–29).
28:3.
Los élderes han de salir, de dos en Impío. Véase también Inicuo,
dos, predicando el evangelio, DyC 42:6. iniquidad; Injusticia, injusto;
El Evangelio ha de ser predicado a toda Inmundicia, inmundo; Pecado
criatura, DyC 58:64.
Algo o alguien que no concuerda con
Los dones espirituales: Comenzaron a la voluntad o los mandamientos de Dios;
hablar en otras lenguas, Hech. 2:4. Los lo inicuo e impuro.
ancianos [élderes] de la Iglesia han de
La senda de los malos perecerá, Sal.
sanar a los enfermos, Stg. 5:14.
1:6.
No neguéis los dones de Dios, Moro.
Si el justo con dificultad se salva, ¿en
10:8.
dónde aparecerá el impío?, 1 Pe. 4:18.
Se enumeran los dones del Espíritu,
Absteneos de toda impiedad, Moro.
DyC 46:13–26 (1  Cor. 12:1–11; Moro.
10:32.
10:9–18).
La venganza vendrá pronto sobre los
Los templos: Haré con ellos convenio, impíos, DyC 97:22. La voz del Salvador
y pondré mi santuario entre ellos para no se oyó entre los impíos, DyC 138:20.
siempre, Ezeq. 37:26–27. El Señor vendrá
súbitamente a su templo, Mal. 3:1. Imposición de manos. Véase también
Nefi edificó un templo, 2 Ne. 5:16. Apartamiento; Bendición de los
El Señor reprende a los santos por no enfermos; Don del Espíritu Santo;
haber construido la Casa del Señor, DyC Ordenación, ordenar
95 (DyC 88:119). Siempre se manda al La acción de colocar las manos sobre
pueblo del Señor edificar templos para la cabeza de una persona como parte de
efectuar en ellos ordenanzas santas, una ordenanza del sacerdocio. Muchas
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Incredulidad 94
de las ordenanzas del sacerdocio se lle- un demonio, Mateo 17:14–21. Ayuda mi
van a cabo mediante la imposición de incredulidad, Mar. 9:23–24. Jesús les re-
manos, por ejemplo, las ordenaciones, prochó a Sus apóstoles su incredulidad
las bendiciones, la bendición de los en- y dureza de corazón, Mar. 16:14. ¿Su in-
fermos, la confirmación como miembro credulidad habrá hecho nula la fidelidad
de la Iglesia y el conferimiento del Es- de Dios?, Rom. 3:3.
píritu Santo. Es preferible que muera un hombre a
Moisés puso las manos sobre la cabeza dejar que una nación degenere y perezca
de Josué, como Jehová le había mandado, en la incredulidad, 1 Ne. 4:13. Cuando
Núm. 27:18, 22–23 (Deut. 34:9). llegue el día en que degeneren en la in-
Jesús sanó a unos pocos enfermos, credulidad, él hará que sean dispersados
poniendo sobre ellos las manos, Mar. y afligidos, 2 Ne. 1:10–11 (DyC 3:18). Por
6:5 (Morm. 9:24). Los Apóstoles les im- motivo de su incredulidad no podían en-
pusieron las manos a los siete que les tender la palabra de Dios, Mos. 26:1–5.
ayudarían, Hech. 6:5–6. Se confería el El Señor no pudo mostrar a los judíos
tan grandes milagros por motivo de la
Espíritu Santo mediante la imposición
incredulidad de ellos, 3 Ne. 19:35.
de manos, Hech. 8:14–17. Ananías res-
En ocasiones pasadas vuestras mentes
tauró la vista de Pablo poniendo sobre
se han ofuscado a causa de la increduli-
él las manos, Hech. 9:12, 17–18. Pablo le
dad, DyC 84:54–58.
impuso las manos, y le sanó, Hech. 28:8.
Pablo enseñó la doctrina del bautismo Infierno. Véase también Condenación,
y de la imposición de manos, Heb. 6:2. condenar; Diablo; Hijos de
Alma ordenó sacerdotes y élderes por perdición; Muerte espiritual
la imposición de sus manos, Alma 6:1. Traducción del vocablo hebreo Seol
Jesús dio a sus discípulos el poder para y de la voz griega Hades. En la revela-
conferir el Espíritu Santo mediante la ción de los postreros días se habla del
imposición de manos, 3 Ne. 18:36–37. infierno por lo menos en dos sentidos:
Tendréis poder para que a aquel a quien (1) La morada temporaria en el mundo
impongáis las manos, le confiráis el Es- de los espíritus de quienes fueron deso-
píritu Santo, Moro. 2:2. bedientes en esta vida mortal. En este
Los élderes impondrán las manos sentido, el infierno tiene fin. A esos es-
sobre los niños y los bendecirán, DyC píritus se les enseñará el Evangelio y, en
20:70. Recibirán el Espíritu Santo por la algún momento después de su arrepen-
imposición de manos, DyC 35:6 (AdeF timiento, resucitarán e irán al grado de
1:4). Los élderes de la Iglesia impon- gloria del que sean dignos. Los que no se
drán las manos sobre los enfermos, DyC arrepientan y no sean hijos de perdición
42:44 (DyC 66:9). Los hijos recibirán la permanecerán en el infierno durante el
imposición de manos después de su Milenio y, después de mil años de tor-
bautismo, DyC 68:27. El sacerdocio se mento, resucitarán e irán a la gloria te-
recibe mediante la imposición de ma- lestial (DyC 76:81–86; 88:100–101).
nos, DyC 84:6–16. (2) La morada permanente de aquellos
Incredulidad. Véase también Creencia, que no son redimidos por la expiación de
creer Jesucristo. En este sentido, el infierno es
permanente. Es para todo el que sea ha-
La falta de fe en Dios y en Su Evan- llado “sucio aún” (DyC 88:35, 102). Y es la
gelio. morada eterna de Satanás, de sus ánge-
No hizo allí muchos milagros, a causa les y de los hijos de perdición, o sea, los
de la incredulidad, Mateo 13:58. Por que hayan negado al Hijo después que
causa de su incredulidad, los discípu- el Padre lo ha revelado (DyC 76:43–46).
los de Jesús no pudieron echar fuera a En las Escrituras, a menudo se hace
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
95 Injusticia, injusto
referencia al infierno como a las tinie- Cuando domina el impío, el pueblo gime,
blas de afuera. Prov. 29:2 (DyC 98:9).
El alma de David no permanecerá en Quitad a ese perverso de entre voso-
el Seol, Sal. 16:10 (Sal. 86:13). tros, 1 Cor. 5:13. Tenemos lucha contra
Ir al infierno, al fuego que no puede huestes espirituales de maldad en las
ser apagado, Mar. 9:43 (Mos. 2:38). El regiones celestes, Efe. 6:12.
hombre rico en el Hades alzó sus ojos, Un rey inicuo pervierte las vías de
estando en tormentos, Lucas 16:22–23 toda rectitud, Mos. 29:23. Salid de en-
(DyC 104:18). La muerte y el Hades en- tre los inicuos, y no toquéis sus cosas
tregaron los muertos, Apoc. 20:13. inmundas, Alma 5:56–57 (DyC 38:42).
Se ha preparado un lugar; sí, aquel La iniquidad de vuestros abogados y
infierno horroroso, 1 Ne. 15:35. El deseo jueces está empezando a establecer el
de la carne da al espíritu del diablo el fundamento de la destrucción, Alma
poder de hundiros en el infierno, 2 Ne. 10:27. Este es el estado final del malvado,
2:29. Cristo preparó el medio para que Alma 34:35 (Alma 40:13–14). La maldad
escapemos de la muerte y el infierno, nunca fue felicidad, Alma 41:10. Es por
2 Ne. 9:10–12. Los que son inmundos to- los inicuos que los inicuos son castiga-
davía irán al fuego eterno, 2 Ne. 9:16. El dos, Morm. 4:5 (DyC 63:33).
diablo engaña sus almas, y los conduce En esa hora se hará una separación
astutamente al infierno, 2 Ne. 28:21. completa de los justos y los malvados,
Jesús ha redimido mi alma del infierno, DyC 63:54. Os envío para reprobar al
2 Ne. 33:6. Libraos de los sufrimientos mundo por todos sus hechos inicuos,
del infierno, Jacob 3:11. El diablo los lleva DyC 84:87.
cautivos y los guía según su voluntad Así viene el fin de los inicuos, JS—M
hasta la destrucción. Esto es lo que sig- 1:55.
nifican las cadenas del infierno, Alma
12:11. Los malvados serán echados a las Injusticia, injusto. Véase también
tinieblas de afuera hasta el tiempo de su Impío; Inicuo, iniquidad;
resurrección, Alma 40:13–14. Los inmun- Inmundicia, inmundo; Justicia;
dos serían más desdichados morando en Justo; Pecado
la presencia de Dios que viviendo en el Inicuos, injustos, personas a las que
infierno, Morm. 9:4. les falta la rectitud; personas que no
El castigo que por mi mano se da es
aman a Dios ni las cosas de Dios y que
castigo sin fin, DyC 19:10–12. El infierno
no apoyan Su causa.
es un lugar preparado para el diablo y
sus ángeles, DyC 29:37–38. Los que reco- Los injustos no heredarán el reino de
nozcan al Hijo de Dios serán librados de Dios, 1 Cor. 6:9–10. Que sean condenados
la muerte y de las cadenas del infierno, todos los que se complacieron en la injus-
DyC 138:23. ticia, 2 Tes. 2:12. Jesucristo nos limpiará
de toda maldad, 1 Juan 1:9.
Inicuo, iniquidad. Véase también Un rey inicuo pervierte las vías de
Impío; Injusticia, injusto; toda rectitud, Mos. 29:23. La iniquidad
Inmundicia, inmundo; Pecado; de los abogados y jueces establece el fun-
Tinieblas espirituales
damento de la destrucción, Alma 10:27.
Malo, maldad; ser desobediente a los Os envío para reprobar al mundo por
mandamientos de Dios. todos sus hechos inicuos, DyC 84:87. El
¿Cómo, pues, haría yo este grande alma debe ser santificada de toda injusti-
mal, y pecaría contra Dios?, Gén. 39:7–9. cia, DyC 88:17–18. La disposición de casi
Jehová está lejos de los impíos; pero él todos los hombres es comenzar a ejercer
oye la oración de los justos, Prov. 15:29. injusto dominio, DyC 121:39.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Inmersión 96
Inmersión. Véase Bautismo, al cuerpo para no morir nunca más,
bautizar — Por inmersión Alma 11:45.
Los fieles serán coronados con in-
Inmoralidad. Véase Castidad; Inicuo,
mortalidad y vida eterna, DyC 75:5. La
iniquidad; Inmoralidad sexual;
tierra será santificada e inmortal, DyC
Sensual, sensualidad
77:1 (DyC 130:9).
Inmoralidad sexual. Véase también La obra y la gloria de Dios es llevar a
Adulterio; Fornicación; Sensual, cabo la inmortalidad y la vida eterna del
sensualidad hombre, Moisés 1:39.
Participar deliberadamente en el adul-
Inmundicia, inmundo. Véase también
terio, la fornicación, el comportamiento
Impío; Inicuo, iniquidad; Injusticia,
homosexual o lesbiano, el incesto o cual-
injusto; Limpio e inmundo; Pecado
quier otra actividad sexual que sea im-
pura, inmunda o contra naturaleza. Impureza espiritual por la desobe-
Demos a beber vino a nuestro padre, diencia intencional a Dios.
y durmamos con él, Gén. 19:30–36. Fue El Señor lavará las inmundicias de las
Rubén y durmió con Bilha la concubina hijas de Sion, Isa. 4:4 (2 Ne. 14:4).
de su padre, Gén. 35:22 (Gén. 49:4; 1 Cró. El reino de Dios no es inmundo, 1 Ne.
5:1). El comportamiento homosexual 15:34 (Alma 7:21). Los que son inmun-
y otras perversiones sexuales son una dos serán inmundos todavía, 2 Ne. 9:16
abominación, Lev. 18:22–23. Si un hom- (Morm. 9:14). ¿Cómo se sentirá cual-
bre obliga a una mujer a acostarse con quiera de vosotros, si comparecéis ante
él, solamente el hombre es culpable de el tribunal de Dios, con vuestros vestidos
pecado, Deut. 22:25–27. manchados de inmundicia?, Alma 5:22.
Cualquiera que mira a una mujer para Tendrá que permanecer sucio aún,
codiciarla, ya adulteró con ella en su co- DyC 88:35.
razón, Mateo 5:28 (3 Ne. 12:28). Fornica- ¿Cuándo descansaré y quedaré limpia
ción, impureza, pasiones desordenadas de la impureza?, Moisés 7:48.
son idolatría, Col. 3:5. En los postreros
días habrá hombres sin afecto natural, Inocencia, inocente
2 Tim. 3:1–3. Sin culpa, sin pecado.
El pecado sexual es una abominación,
Alma 39:3–5. Antes de la Caída, Adán y Eva estaban
en un estado de inocencia, 2 Ne. 2:23. La
Inmortal, inmortalidad. Véase sangre del inocente será un testimonio,
también Expiación, expiar; Alma 14:11.
Jesucristo; Mortal, mortalidad; Todos los espíritus de los hombres
Resurrección; Salvación fueron inocentes en el principio, DyC
La condición de vivir para siempre con 93:38. Para que los inocentes no sean con-
un cuerpo resucitado que no está sujeto denados con los injustos, DyC 104:7. José
a la muerte física. Smith y Hyrum Smith fueron inocentes
Ha resucitado, Mar. 16:6. También en de todo crimen, DyC 135:6–7.
Cristo todos serán vivificados, 1 Cor. Los niños son limpios desde la funda-
15:22. Sorbida es la muerte cuando esto ción del mundo, Moisés 6:54.
mortal se haya vestido de inmortalidad,
Inspiración, inspirar. Véase también
1 Cor. 15:53–54. Cristo quitó la muerte y
sacó a luz la inmortalidad, 2 Tim. 1:10. Espíritu Santo; Revelación
El espíritu y el cuerpo son restaura- La guía divina que el hombre recibe
dos el uno al otro y todos se tornan in- de Dios. A menudo, la inspiración pro-
mortales, 2 Ne. 9:13. El espíritu se unirá viene del Espíritu en diversas formas,
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
97 Isaac
penetrando en la mente o el corazón de antes de que fuéramos engendrados
la persona. como hijos espirituales.
Tras el fuego un silbo apacible y deli- La inteligencia se allega a la inteligen-
cado, 1 Rey. 19:12. cia, DyC 88:40. La inteligencia no fue
El Espíritu Santo os enseñará todas las creada ni hecha, DyC 93:29. Toda inteli-
cosas, y os recordará todo, Juan 14:26. El gencia es independiente para obrar por
Espíritu de verdad os guiará a toda la sí misma en aquella esfera en que Dios
verdad, Juan 16:13. la ha colocado, DyC 93:30. La gloria de
Iba guiado por el Espíritu, sin saber Dios es la inteligencia, DyC 93:36–37. La
de antemano lo que tendría que hacer, inteligencia que logremos en esta vida
1 Ne. 4:6. La voz del Señor penetró mi se levantará con nosotros en la resurrec-
mente, Enós 1:10. Lo que invita e induce ción, DyC 130:18–19.
a hacer lo bueno es inspirado por Dios, El Señor reina sobre todas las inteli-
gencias, Abr. 3:21. El Señor le mostró
Moro. 7:13–16.
a Abraham las inteligencias que fue-
¿No hablé paz a tu mente?, DyC 6:23.
ron organizadas antes que existiera el
Hablaré a tu mente y a tu corazón, DyC
mundo, Abr. 3:22.
8:2. Mi Espíritu iluminará tu mente y
llenará tu alma de gozo, DyC 11:13. Se Investidura. Véase también Templo,
te dará en el momento preciso lo que Casa del Señor
has de decir y escribir, DyC 24:6 (DyC En un sentido general, es un don de
84:85). La voz suave y apacible que a poder que proviene de Dios. Los miem-
través de todas las cosas susurra y pe- bros dignos de la Iglesia pueden recibirlo
netra, DyC 85:6. por medio de las ordenanzas del tem-
plo, que les proveen la instrucción y los
Integridad. Véase también
convenios del Santo Sacerdocio que se
Honestidad, honradez; Rectitud,
requieren para obtener la exaltación. La
recto
investidura incluye instrucción sobre el
Rectitud, honradez y sinceridad. plan de salvación.
Hasta que muera, no quitaré de mí Allí seréis investidos con poder de lo
mi integridad, Job 27:5. Camina en su alto, DyC 38:32, 38 (Lucas 24:49; DyC
integridad el justo, Prov. 20:7. 43:16). Edificad una casa, en la cual me
Eran hombres que en todo momento propongo investir con poder de lo alto a
se mantenían fieles a cualquier cosa que los que he escogido, DyC 95:8. He prepa-
les fuera confiada, Alma 53:20. rado una magna investidura y bendición
El Señor amó a Hyrum Smith a causa para ellos, DyC 105:12, 18, 33. Se regoci-
de la integridad de su corazón, DyC jará como consecuencia de la investidura
124:15. con que mis siervos han sido investidos,
DyC 110:9. Gloria, honra e investidura
Inteligencia(s). Véase también son conferidos mediante la ordenanza
Espíritu; Luz, luz de Cristo; Verdad de mi santa casa, DyC 124:39. Los que
El término tiene varios significados, son llamados del Padre, como lo fue
tres de los cuales son los siguientes: (1) Aarón, son investidos con las llaves del
La luz de la verdad que da luz y vida a sacerdocio, DyC 132:59.
todas las cosas del universo, la cual siem- Ira. Véase Enojo
pre ha existido. (2) El vocablo inteligen-
cias también puede referirse a los hijos Isaac. Véase también Abraham — La
espirituales de Dios. (3) En las Escritu- descendencia de Abraham
ras también se menciona la inteligencia Patriarca del Antiguo Testamento. Su
como el elemento espiritual que existía nacimiento fue un milagro en la vejez de
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Isacar 98
Abraham y Sara (Gén. 15:4–6; 17:15–21; que a cualquier otro profeta. En el Nuevo
21:1–8). La voluntad de Abraham de ofre- Testamento, también lo citan con fre-
cer a Isaac fue una similitud de Dios y cuencia Pedro, Juan y Pablo. En el Libro
Su Hijo Unigénito (Jacob 4:5). Isaac fue el de Mormón y en Doctrina y Convenios
heredero de las promesas del convenio se citan más las palabras de Isaías que
de Abraham (Gén. 21:9–12; 1 Ne. 17:40; las de cualquier otro profeta y brindan
DyC 27:10). mucha ayuda para interpretar sus pasa-
Nacimiento de Isaac, Gén. 21:1–7. Iba jes. Nefi empleó sus escritos para ense-
a ser sacrificado sobre el monte Moriah, ñar a su pueblo (2 Ne. 12–24; Isa. 2–14).
Gén. 22:1–19 (DyC 101:4). Su casamiento, El Señor dijo a los nefitas que “grandes
Gén. 24. Su trato con sus hijos, Gén. son las palabras de Isaías”, y que todas
27:1–28:9. las cosas que este habló se cumplirían
Ha recibido su exaltación junto con (3 Ne. 23:1–3).
Abraham y Jacob, DyC 132:37 (Mateo El libro de Isaías: Libro del Antiguo
8:11). Testamento. Muchas de las profecías de
Isaías hablan de la venida del Redentor,
Isacar. Véase también Israel; Jacob hijo
tanto en lo que concierne a Su ministe-
de Isaac
rio terrenal (Isa. 9:6) como a Su venida
En el Antiguo Testamento, hijo de Ja- como Gran Rey en el día final (Isa. 63).
cob y de Lea (Gén. 30:17–18; 35:23; 46:13). También profetizó mucho acerca del fu-
Sus descendientes formaron una de las turo de Israel.
doce tribus de Israel. El capítulo 1 sirve de prólogo al resto
La tribu de Isacar: La bendición que del libro. En Isaías 7:14; 9:6–7; 11:1–5; 53 y
Jacob dio a Isacar se encuentra en Gén. 61:1–3, se predice la misión del Salvador.
49:14–15. Después de establecerse en En los capítulos 2, 11, 12 y 35, se habla de
Canaán, la tribu recibió algunas de las acontecimientos de los últimos días, de
tierras más fértiles de Palestina, entre la época en que el Evangelio sería res-
ellas, la llanura de Esdraelón. Dentro taurado, de que Israel sería congregado y
de esas tierras se hallaban varios luga- de que el yermo florecería como la rosa.
res de importancia en la historia judía, En el capítulo 29, hay una profecía so-
como por ejemplo, Carmelo, Meguido, bre la publicación del Libro de Mormón
Dotán, Gilboa, Jezreel, Tabor y Nazaret (2 Ne. 27). En los capítulos del 40 al 46,
(Josué 19:17–23). se proclama la superioridad de Jehová
como el verdadero Dios sobre los ídolos
Isaí. Véase también David de los adoradores paganos. En los capí-
En el Antiguo Testamento, el padre de tulos restantes, del 47 al 66, se relatan los
David y, por consiguiente, antepasado acontecimientos de la restauración final
de Cristo y de todos los reyes de Judá. de Israel y el establecimiento de Sion,
Obed, el hijo de Rut, fue el padre de cuando el Señor morará entre Su pueblo.
Isaí, Rut 4:17, 22. Los antepasados de Isaí Ismael hijo de Abraham. Véase
se remontaban hasta Judá, 1 Cró. 2:5–12 también Abraham; Agar
(Mateo 1:5–6).
En el Antiguo Testamento, hijo de
Isaías Abraham y de Agar, la sierva egipcia de
Profeta del Antiguo Testamento que Sara (Gén. 16:11–16). El Señor les prome-
profetizó desde 740 hasta 701 a.C. Ejerció tió tanto a Abraham como a Agar que Is-
una gran influencia religiosa y política mael llegaría a ser el padre de una gran
durante el reinado de Ezequías, de quien nación (Gén. 21:8–21).
fue el consejero principal. El Señor confirmó su convenio con
Jesús citó a Isaías con mayor frecuencia Isaac en lugar de Ismael, Gén. 17:19–21
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
99 Israel
(Gál. 4:22–5:1). Dios bendijo a Ismael para a Israel, tuvo doce hijos. Sus descen-
que fuera fructífero, Gén. 17:20. Ismael dientes se han llegado a conocer como
ayudó a sepultar a Abraham, Gén. 25:8– las doce tribus de Israel o el pueblo de
9. Se nombran los doce descendientes de Israel. Las doce tribus son: Rubén, Si-
Ismael, Gén. 25:12–16. Muerte de Ismael, meón, Leví, Judá, Isacar y Zabulón (hijos
Gén. 25:17–18. Esaú tomó por mujer a de Jacob y Lea); Dan y Neftalí (hijos de
Mahalat, hija de Ismael, Gén. 28:9. Jacob y Bilha); Gad y Aser (hijos de Jacob
y Zilpa); José y Benjamín (hijos de Jacob
Ismael, suegro de Nefi. Véase también
y Raquel) (Gén. 29:32–30:24; 35:16–18).
Lehi, padre de Nefi
Antes de morir, Jacob dio una ben-
En el Libro de Mormón, un hombre dición a cada uno de los líderes de las
que, junto con su familia, acompañó a la tribus (Gén. 49:1–28). Para una informa-
de Lehi en su viaje a la tierra prometida. ción más detallada, véase en esta Guía el
Nefi y sus hermanos regresan a Jeru- nombre de cada uno de los hijos de Jacob.
salén y persuaden a Ismael y a su familia Rubén, el primogénito de Lea, la pri-
a acompañar a Lehi y a su familia a la mera esposa de Jacob, perdió su pri-
tierra prometida, 1 Ne. 7:2–5. Los hijos de mogenitura y una doble porción de la
Lehi se casaron con las hijas de Ismael, herencia como consecuencia de su in-
1 Ne. 16:7. Ismael murió en el desierto, moralidad (Gén. 49:3–4); por ese mo-
1 Ne. 16:34. tivo, se dio la primogenitura a José, el
primogénito de Raquel, segunda esposa
Israel. Véase también Abraham: de Jacob (1 Cró. 5:1–2). Leví, cuya tribu
La descendencia de Abraham; fue escogida por el Señor para servir
Adopción; Jacob hijo de Isaac como Sus ministros en el sacerdocio,
En el Antiguo Testamento, el Señor no recibió una herencia debido a su lla-
dio este nombre a Jacob, el hijo de Isaac mamiento especial de ministrar entre
y nieto de Abraham (Gén. 32:28; 35:10). El todas las tribus. Ello permitió que la
nombre puede referirse a Jacob mismo, doble porción de José se repartiera entre
a sus descendientes, o al reino que una Efraín y Manasés, hijos de José (1 Cró.
vez poseyeron esos descendientes en los 5:1; Jer. 31:9), quienes fueron contados
tiempos del Antiguo Testamento (2 Sam. como tribus de Israel (TJS, Gén. 48:5–6
1:24; 23:3). Después que Moisés sacó al [Apéndice — Biblia]).
pueblo de Israel del cautiverio en Egipto Los miembros de la tribu de Judá de-
(Éx. 3–14), este fue gobernado por jueces bían ser los gobernantes hasta la llegada
durante más de trescientos años. Comen- del Mesías (Gén. 49:10; TJS, Gén. 50:24
zando con el rey Saúl, Israel unido fue [Apéndice — Biblia]). En los últimos
gobernado por reyes hasta la muerte de días, la tribu de Efraín tiene el privilegio
Salomón, época en que las diez tribus se de llevar el mensaje de la restauración
rebelaron contra Roboam para formar del Evangelio al mundo y de congregar
una nación independiente. Después de la al Israel disperso (Deut. 33:13–17). Lle-
división del reino de Israel, las tribus del gará el momento en que, por medio del
norte, que era el grupo mayor, retuvie- evangelio de Jesucristo, Efraín desempe-
ron el nombre de Israel, en tanto que el ñará la función de dirigir la unificación
reino del sur se llamó Judá. La tierra de de todas las tribus de Israel (Isa. 11:12–13;
Canaán también se llama Israel actual- DyC 133:26–34).
mente. En otro sentido, Israel significa El esparcimiento de Israel: El Señor es-
“verdadero creyente en Cristo” (Rom. parció e hizo padecer a las doce tribus de
10:1; 11:7; Gál. 6:16; Efe. 2:12). Israel debido a su iniquidad y rebelión;
Las doce tribus de Israel: Jacob, el nieto no obstante, también se valió del espar-
de Abraham cuyo nombre fue cambiado cimiento de Su pueblo escogido entre
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Jacob hijo de Isaac 100
las naciones del mundo para bendecir DyC 29:7 (DyC 39:11). Reuniré a mis
a esas naciones. escogidos, DyC 33:6. Se manda a Israel
Os esparciré entre las naciones, Lev. congregarse para recibir la ley y ser in-
26:33. Jehová te esparcirá por todos los vestido, DyC 38:31–33. Para restaurar a
pueblos, Deut. 28:25, 37, 64. Los daré por los de mi pueblo, que son de la casa de
escarnio a todos los reinos de la tierra, Israel, DyC 39:11. Los santos saldrán,
Jer. 29:18–19. Haré que la casa de Israel DyC 45:46. Moisés entregó las llaves del
sea zarandeada entre todas las naciones, recogimiento, DyC 110:11.
Amós 9:9 (Zac. 10:9). La justicia y la verdad inundarán la
Jesús fue enviado a las ovejas perdidas tierra a fin de recoger a los escogidos
de la casa de Israel, Mateo 15:24. Tengo del Señor, Moisés 7:62. Se compara el
otras ovejas que no son de este redil, recogimiento con la forma en que las
Juan 10:16. águilas se juntan alrededor de un cadá-
Se profetiza que Israel sería esparcido ver, JS—M 1:27.
sobre toda la tierra, 1 Ne. 22:3–8. Jacob Las diez tribus perdidas de Israel: Las
cita las palabras de Zenós con la alegoría diez tribus de Israel componían el reino
del olivo cultivado y el olivo silvestre, del norte (Israel) y, en el año 721 a.C.,
Jacob 5–6. Empezará la obra del Padre fueron llevadas cautivas a Asiria. En esa
entre todos los dispersos de su pueblo, época fueron a los “países del norte” y se
3 Ne. 21:26. perdieron, en lo que concierne al conoci-
La congregación de Israel: La casa de Is- miento que tenemos de ellas. Regresarán
rael será congregada en los últimos días en los últimos días.
antes de la venida de Cristo (AdeF 1:10). Diré al norte: Da acá, Isa. 43:6. Estos
El Señor congrega a los de Su pueblo Is- vendrán del norte, Isa. 49:12 (1 Ne. 21:12).
rael cuando estos lo aceptan y guardan Judá e Israel vendrán juntamente de la
Sus mandamientos. tierra del norte, Jer. 3:18. Vive Jehová,
Alzará estandarte, y he aquí vendrá, que hizo subir a los hijos de Israel de la
Isa. 5:26. Te recogeré con grandes mise- tierra del norte, Jer. 16:14–16. Yo los hago
ricordias, Isa. 54:7. Israel y Judá serán volver de la tierra del norte, Jer. 31:8.
recogidos en sus tierras, Jer. 30:3. Je- Los nefitas y los judíos tendrán las
hová recogerá a la casa de Israel de los palabras de las tribus perdidas de Is-
pueblos entre los cuales está esparcida, rael, 2 Ne. 29:12–13. Voy a mostrarme a
Ezeq. 28:25. las tribus perdidas de Israel, 3 Ne. 17:4.
En la dispensación del cumplimiento Cuando sea predicado este Evangelio en-
de los tiempos reunirá todas las cosas tre el resto de la casa de Israel, las tribus
en Cristo, Efe. 1:10. perdidas serán recogidas en la tierra de
Después que Israel sea dispersado, su herencia, 3 Ne. 21:26–29.
será congregado, 1 Ne. 15:12–17. El Señor Moisés entregó las llaves del recogi-
recogerá a todos los que son de la casa miento de Israel a José Smith y a Oliver
de Israel, 1 Ne. 19:16 (3 Ne. 16:5). Serán Cowdery, DyC 110:11. Los que estén en
sacados de la obscuridad y sabrán que los países del norte serán recordados
el Señor es su Salvador, 1 Ne. 22:12. Dios ante el Señor, DyC 133:26–32.
recoge y cuenta a sus hijos, 1 Ne. 22:25. Creemos en la congregación literal de
Las naciones de los gentiles llevarán a Israel, AdeF 1:10.
Israel a las tierras de su herencia, 2 Ne.
10:8 (3 Ne. 16:4). Mi pueblo será reunido;
y mi palabra se reunirá en una, 2 Ne. Jacob hijo de Isaac. Véase también
29:13–14. Esaú; Isaac; Israel
Los élderes son llamados para efec- Patriarca y profeta del Antiguo Tes-
tuar el recogimiento de los escogidos, tamento; el menor de los hijos gemelos
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
101 Jacobo hijo de Zebedeo (llamado también Santiago)
de Isaac y Rebeca (Gén. 25:19–26). Jacob llamado Sherem que fue herido por el
obtuvo la primogenitura en lugar de testimonio divino de Jacob.
su hermano Esaú debido a su rectitud
Jacobo, hermano del Señor (llamado
y porque se casó dentro del convenio,
también Santiago)
mientras que Esaú menospreció su pri-
mogenitura y se casó fuera del conve- En el Nuevo Testamento, hermano del
nio (Gén. 25:30–34; 26:34–35; 27; 28:6–9; Señor (Gál. 1:19) y de José, Simón, Judas y
Heb. 12:16). algunas hermanas (Mateo 13:55–56; Mar.
6:3; Judas 1:1). Se le conoció como Jacobo
El Señor le dijo a Rebeca que Esaú el Justo. Ocupó un puesto importante en
serviría a Jacob, Gén. 25:23. Compró la la Iglesia en Jerusalén (Hech. 12:17; 15:13;
primogenitura de Esaú, Gén. 25:29–34. 1 Cor. 15:7; Gál. 2:9–12). Se cree que fue el
Soñó con una escalera que subía al cielo, autor de la Epístola de Santiago.
Gén. 28. Se casó con Lea y con Raquel,
La Epístola de Santiago: Libro del Nuevo
Gén. 29:1–30. Tuvo doce hijos y una hija,
Testamento. Originalmente fue una epís-
Gén. 29:31–30:24; 35:16–20. Se casó con
tola dirigida a las doce tribus esparcidas,
Bilha y con Zilpa, Gén. 30:3–4, 9. Se le y es muy probable que se haya escrito
cambió el nombre a Israel, Gén. 32:28. desde Jerusalén. En ella se encuentran
Vio a Dios cara a cara, Gén. 32:30. Favo- algunos puntos claramente expresados
reció a José, Gén. 37:3. Fue a Egipto con acerca de la religión práctica, incluso el
su familia, Gén. 46:1–7. Bendijo a sus importante consejo que se da en el capí-
hijos y a la posteridad de ellos, Gén. 49. tulo 1, que dice que si alguien tiene falta
Muere Israel, Gén. 49:33. de sabiduría, debe pedirla a Dios (Stg.
Guardó los mandamientos y ha sido 1:5–6; JS—H 1:9–20). En el capítulo 2, se
exaltado sobre un trono en el cielo, en trata el tema de la fe y las obras. En los
compañía de Abraham e Isaac, DyC capítulos 3 y 4, se habla de la necesidad
132:37. de domar la lengua indócil. En el capí-
tulo 5, se exhorta a los santos a tener pa-
Jacob hijo de Lehi. Véase también
ciencia y a llamar a los ancianos (élderes)
Lehi, padre de Nefi
para bendecir a los enfermos; también
Profeta del Libro de Mormón y autor se enseña acerca de las bendiciones que
de varios sermones que se encuentran se reciben cuando se es un instrumento
en los libros de 2 Nefi y de Jacob (2 Ne. en la conversión de otros.
6–11; Jacob 1–7).
Jacobo hijo de Alfeo
El libro de Jacob: El tercer libro del Libro
Uno de los Doce Apóstoles escogidos
de Mormón. En el capítulo 1, se relata
por Jesús durante Su ministerio terre-
que Nefi le entregó los anales a Jacob y
nal (Mateo 10:3; Mar. 3:18; Lucas 6:15;
después los consagró a él y a su hermano
Hech. 1:13).
José para ser sacerdotes y maestros entre
el pueblo. Los capítulos del 2 al 4 contie- Jacobo hijo de Zebedeo (llamado
nen sermones en los que se amonesta al también Santiago)
pueblo a ser moralmente limpio. Jacob Llamado Santiago en la revelación de
también enseñó acerca de la venida del los últimos días, fue uno de los Doce
Mesías, el Redentor, y explicó por qué Apóstoles escogidos por Jesús durante
algunos de Israel no lo aceptarían en Su Su ministerio terrenal; hermano de Juan.
venida. Los capítulos 5 y 6 contienen el Fue uno de los tres escogidos para estar
testimonio de Jacob y una alegoría pro- con nuestro Señor en ciertas ocasiones
fética sobre la historia y la misión del especiales: cuando la hija de Jairo fue
pueblo de Israel. El capítulo 7 contiene el levantada de los muertos (Mar. 5:37), en
relato de un hombre instruido y rebelde el monte de la Transfiguración (Mateo
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Jactancia 102
17:1; Mar. 9:2; Lucas 9:28) y en Getsemaní del Señor, Éter 1:34. Debido a su fe, el
(Mateo 26:37; Mar. 14:33). Jacobo, junto hermano de Jared vio el dedo del Señor,
con Pedro y Juan, ordenó a José Smith Éter 3:6–9 (Éter 12:20). Cristo mostró su
y a Oliver Cowdery, restaurando así el cuerpo espiritual al hermano de Jared,
Sacerdocio de Melquisedec a la tierra Éter 3:13–20. Jamás se manifestaron co-
(DyC 27:12; 128:20; JS—H 1:72). sas mayores que las que le fueron mos-
tradas al hermano de Jared, Éter 4:4. El
Jactancia. Véase Orgullo hermano de Jared amonestó a su pueblo
Jafet. Véase también Noé, patriarca en cuanto al peligro de tener una mo-
bíblico narquía, Éter 6:22–23. El Señor le mostró
todas las cosas al hermano de Jared, Éter
En el Antiguo Testamento, hijo mayor 12:21. El hermano de Jared era fuerte en
del profeta Noé (Moisés 8:12). escribir, Éter 12:24. Por medio de la fe,
Noé engendró a Jafet, Gén. 5:32 (Gén. el hermano de Jared apartó el monte de
6:10; Moisés 8:12). Jafet y su esposa en- Zerín, Éter 12:30.
traron en el arca de Noé, Gén. 7:13. Jafet
salió del arca, Gén. 9:18. Dios engrande- Jareditas. Véase también Jared; Jared,
cerá a Jafet, Gén. 9:27. hermano de; Libro de Mormón
Pueblo del Libro de Mormón cuyos
Jardín de Edén. Véase Edén integrantes eran descendientes de Ja-
Jardín o Huerto de Getsemaní. Véase red y de su hermano y de los amigos de
Getsemaní ellos (Éter 1:33–41). Dios los guio desde
la Torre de Babel hasta las Américas,
Jared. Véase también Jared, hermano una tierra prometida (Éter 1:42–43; 2–3;
de; Jareditas 6:1–18). Aunque en una época su pueblo
Líder del Libro de Mormón que, junto se componía de millones de personas,
con su hermano, guio a una colonia como resultado de su iniquidad todas
desde la Torre de Babel hasta la tierra hallaron la muerte en una guerra civil
prometida en el hemisferio occidental (Éter 14–15).
(Éter 1:33–2:1). Jarom
Jared le pidió a su hermano que su- En el Libro de Mormón, hijo de Enós y
plicara al Señor que no confundiera el bisnieto de Lehi. Llevó los anales nefitas
lenguaje de su familia y sus amigos, Éter durante 60 años, desde el año 420 hasta
1:34–37. Viajaron hasta la orilla del mar y el 361 a.C. (Enós 1:25; Jarom 1:13). Fue un
allí vivieron cuatro años, Éter 2:13. Via- hombre fiel que decidió no escribir mu-
jaron a la tierra prometida, Éter 6:4–12. cho en el registro histórico (Jarom 1:2).
Jared, hermano de. Véase también El libro de Jarom: Este libro del Libro de
Jared; Jareditas Mormón consta tan solo de 15 versículos.
Jarom escribió que los nefitas seguían
Profeta del Libro de Mormón. Él y su
viviendo la ley de Moisés y esperaban
hermano fundaron la nación jaredita
anhelosamente la venida de Cristo. Los
cuando guiaron a una colonia desde la
gobernaron reyes que fueron hombres
Torre de Babel hasta una tierra prome-
de gran fe. Prosperaron al escuchar y
tida en el hemisferio occidental (Éter
obedecer a sus profetas, sacerdotes y
1–6). Fue un hombre de fe tan grande
maestros.
que habló cara a cara con el Señor (DyC
17:1). Su historia se encuentra en el li- Jehová. Véase también Jesucristo; YO
bro de Éter. SOY
El hermano de Jared era un hombre El nombre del convenio o nombre
grande y fuerte, y altamente favorecido propio del Dios de Israel. El nombre
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
103 Jerobaal
significa el eterno “YO SOY” (Éx. 3:14; de Jerusalén. En el capítulo 45, hay una
Juan 8:58). Jehová es el Jesucristo pre- promesa a Baruc, su escriba, de que se
terrenal y vino a la tierra como hijo de le preservaría la vida. Finalmente, en
María (Mos. 3:8; 15:1; 3 Ne. 15:1–5). Por los capítulos del 46 al 51, hay profecías
lo general, cuando aparece el nombre contra naciones extranjeras. El capítulo
Señor en el Antiguo Testamento, está 52 constituye una conclusión histórica.
refiriéndose a “Jehová”. Algunas de las profecías de Jeremías
Jehová es Cristo: Los profetas antiguos se encontraban entre las planchas de
conocían a Jehová (Éx. 6:3; Abr. 1:16). El bronce de Labán que obtuvo Nefi (1 Ne.
apóstol Pablo enseñó que Cristo era el 5:10–13). También se menciona a Jeremías
dos veces más en el Libro de Mormón
Jehová del Antiguo Testamento (Éx. 17:6;
(1 Ne. 7:14; Hel. 8:20).
1 Cor. 10:1–4). En el Libro de Mormón,
En el libro de Jeremías también se ex-
el hermano de Jared vio a Cristo antes
pone la existencia preterrenal del hom-
de haber nacido este, y lo adoró (Éter
bre y la preordenación de Jeremías (Jer.
3:13–15). Moroni también llamó “Jehová”
1:4–5); se da una profecía del regreso
a Cristo (Moro. 10:34). En el Templo de
de Israel de su condición esparcida, del
Kirtland, José Smith y Oliver Cowdery
recogimiento en Sion de uno de cada
vieron a Jehová resucitado (DyC 110:3–4).
ciudad y de dos de cada familia, una tie-
Jeremías. Véase también rra deseable donde Israel y Judá podrán
Lamentaciones, libro de morar seguros y en paz (Jer. 3:12–19); y
una profecía de que el Señor recogerá a
Profeta del Antiguo Testamento que
Israel de los países del norte por medio
nació en una familia de sacerdotes y
de muchos “pescadores” y “cazadores”
profetizó en Judá desde el año 626 hasta
que Él enviará para encontrarlo (Jer.
el año 586 a.C. Vivió en los días de otros
16:14–21). Este acontecimiento de los últi-
grandes profetas: Lehi, Ezequiel, Oseas
mos días sobrepujará en proporción a la
y Daniel.
liberación de Israel del cautiverio egipcio
Jeremías fue ordenado en la vida pre-
llevada a cabo por medio de Moisés (Jer.
terrenal para ser profeta (Jer. 1:4–5). Du-
16:13–15; 23:8).
rante los aproximadamente cuarenta
años que sirvió como profeta, predicó Jericó
en contra de la idolatría y la inmora- Ciudad amurallada del valle del Jor-
lidad entre el pueblo judío (Jer. 3:1–5; dán, que se encuentra a 245 metros bajo
7:8–10). Tuvo que hacer frente a la cons- el nivel del mar y está situada cerca del
tante oposición y a los insultos (Jer. 20:2; lugar donde los israelitas cruzaron el
36:18–19; 38:4–6). Después de la caída de río cuando por primera vez entraron en
Jerusalén, los judíos que se escaparon a la tierra prometida (Josué 2:1–3; 3:16; 6).
Egipto llevaron consigo a Jeremías (Jer.
Los israelitas le hicieron la guerra a Je-
43:5–6), en donde, según la tradición, lo
ricó, Josué 6:1–20. Josué maldijo a Jericó,
mataron a pedradas.
Josué 6:26 (1 Rey. 16:34). Jericó quedaba
El libro de Jeremías: En los capítulos del dentro del territorio adjudicado a Ben-
1 al 6, se encuentran las profecías que se jamín, Josué 18:11–12, 21.
dieron durante el reinado de Josías. En El Señor visitó Jericó durante su úl-
los capítulos del 7 al 20, se encuentran timo viaje a Jerusalén, Mar. 10:46 (Lucas
las profecías del reinado de Joacim. En 18:35; 19:1).
los capítulos del 21 al 38, se habla del
reinado de Sedequías. En los capítulos Jerobaal. Véase también Gedeón
del 39 al 44, se encuentran profecías y (Antiguo Testamento)
se describen los acontecimientos histó- Nombre que se dio a Gedeón en el An-
ricos que ocurrieron después de la caída tiguo Testamento después que destruyó
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Jeroboam 104
el altar de Baal (Jue. 6:32; 7:1; 9; 1 Sam. 320, 168 y 65 a.C. Herodes reconstruyó
12:11). las murallas y el templo, pero en el año
70 d.C. la destruyeron completamente
Jeroboam
los romanos.
En el Antiguo Testamento, el primer
Melquisedec fue rey de Salem, Gén.
rey del reino del norte después de la di-
14:18 (Heb. 7:1–2). Isaías le pidió a Jeru-
visión de Israel; miembro de la tribu de
salén que se vistiera su ropa hermosa,
Efraín. El inicuo Jeroboam encabezó la
Isa. 52:1. La palabra de Jehová saldría
rebelión contra la casa de Judá y la fa-
de Jerusalén, Miq. 4:2.
milia de David.
Lamento de Jesús sobre el destino de
Jeroboam hizo ídolos para el pueblo Jerusalén, Mateo 23:37–39 (Lucas 13:34).
y los puso en Dan y en Bet-el para que Jerusalén es la ciudad del Dios vivo,
el pueblo los adorara, 1 Rey. 12:28–29. Heb. 12:22.
Ahías reprendió duramente a Jeroboam, Jerusalén sería destruida si no se arre-
1 Rey. 14:6–16. Se le recordaba por haber pentía, 1 Ne. 1:4, 13, 18 (2 Ne. 1:4; Hel.
llevado a Israel a cometer un terrible pe- 8:20). Jerusalén volvería a ser habitada
cado, 1 Rey. 15:34 (1 Rey. 12:30). después de su destrucción, 3 Ne. 20:46.
Jerusalén Jerusalén sería reconstruida, Éter 13:5.
Cristo amonestó a los Santos de los Úl-
Ciudad ubicada en el Israel moderno.
timos Días tal como amonestó al pueblo
Es la ciudad más importante de la his-
de Jerusalén, DyC 5:20. Huyan a Jeru-
toria bíblica, y en ella se encuentran al-
salén los que son de Judá, DyC 133:13.
gunos de los sitios más sagrados de los
El Señor hablará desde Jerusalén, DyC
cristianos, de los judíos y de los musul-
133:21.
manes, los cuales visitan con regulari-
dad muchos creyentes fieles. A menudo Jerusalén, la nueva. Véase Nueva
se le llama la ciudad santa. Jerusalén; Sion
Una vez conocida como Salem (Gén.
14:18; Sal. 76:2), Jerusalén fue ciudad je- Jesucristo. Véase también Abogado;
busea hasta que David la tomó (Josué Agua(s) viva(s); Alfa y Omega;
10:1; 15:8; 2 Sam. 5:6–7) y la convirtió en Arrepentimiento, arrepentirse;
su capital. Hasta entonces había sido Ascensión; Buen Pastor; Caída
principalmente una fortaleza sobre el de Adán y Eva; Camino (vía);
monte, situada a unos 800 metros sobre Conciencia; Consolador; Cordero de
el nivel del mar, rodeada de profundos Dios; Creación, crear; Crucifixión;
valles por todos sus lados con excepción Cruz; Emanuel; Engendrado,
del norte. engendrar; Esposo; Evangelios;
Durante el reinado de David en Jeru- Expiación, expiar; Fe; Gólgota;
salén, este ocupaba un palacio de ma- Gracia; Hijo del Hombre; Jehová;
dera; no obstante, durante el reinado de Libertador; Luz, luz de Cristo;
Salomón, el pueblo trabajó mucho para María, madre de Jesús; Mediador;
embellecer la ciudad, construyendo in- Mesías; Pan de Vida; Piedra
cluso el templo y el palacio del rey. del ángulo; Plan de redención;
Después de la división de los reinos Primogénito; Principio; Redención,
de Israel y Judá, Jerusalén siguió como redimido, redimir; Redentor;
la capital de Judá. Con frecuencia la ata- Remisión de pecados; Resurrección;
caban ejércitos invasores (1 Rey. 14:25; Roca; Sacrificios; Salvador; Sangre;
2 Rey. 14:13; 16:5; 18–19; 24:10; 25). Bajo Santa Cena; Segunda venida
el reinado de Ezequías fue declarada de Jesucristo; Señor; Sermón
el centro de adoración religiosa, pero del Monte; Serpiente de bronce;
fue parcialmente destruida en los años Sin Fin; Transfiguración — La
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
105 Jesucristo
Transfiguración de Cristo; Trinidad; Nazaret, Mateo 2:19–23. Visita el tem-
Ungido, el; YO SOY plo a los doce años, Lucas 2:41–50. Tuvo
Cristo (vocablo griego) y Mesías (voca- hermanos y hermanas, Mateo 13:55–56
blo hebreo) significan “el ungido”. Jesu- (Mar. 6:3). Su bautismo, Mateo 3:13–17
cristo es el Primogénito del Padre en el (Mar. 1:9–11; Lucas 3:21–22). Lo tienta
espíritu (Heb. 1:6; DyC 93:21), y el Uni- el diablo, Mateo 4:1–11 (Mar. 1:12–13;
génito del Padre en la carne (Juan 1:14; Lucas 4:1–13). Llama a sus discípulos,
3:16). Es Jehová (DyC 110:3–4) y fue pre- Mateo 4:18–22 (Mateo 9:9; Mar. 1:16–20;
ordenado a Su importante llamamiento 2:13–14; Lucas 5:1–11, 27–28; 6:12–16; Juan
antes que el mundo fuese creado. Bajo la 1:35–51). Comisiona a los Doce, Mateo
dirección del Padre, Jesús creó la tierra 10:1–4 (Mar. 3:13–19; Lucas 6:12–16). Da
y todo lo que en ella hay (Juan 1:3, 14; el Sermón del Monte, Mateo 5–7. Predice
Moisés 1:31–33). Nació de María en Be- su propia muerte y resurrección, Mateo
lén; llevó una vida sin mancha y efectuó 16:21 (Mateo 17:22–23; 20:17–19; Mar. 8:31;
la Expiación perfecta en bien de todo el 9:30–32; 10:32–34; Lucas 9:22; 18:31–34).
género humano mediante el derrama- La Transfiguración, Mateo 17:1–9 (Mar.
miento de Su sangre y la muerte sobre 9:2–8; Lucas 9:28–36). Envía a los setenta,
la cruz (Mateo 2:1; 1 Ne. 11:13–33; 3 Ne. Lucas 10:1–20. Hace su entrada triunfal
27:13–16; DyC 76:40–42). Se levantó de los en Jerusalén, Mateo 21:1–11 (Mar. 11:1–11;
muertos, asegurando así la resurrección Lucas 19:29–40; Juan 12:12–15). Instituye
de todo el género humano. Por medio de la Santa Cena, Mateo 26:26–29 (Mar.
la expiación y la resurrección de Cristo, 14:22–25; Lucas 22:19–20). Padece y ora
todos los que se arrepientan de sus pe- en Getsemaní, Mateo 26:36–46 (Mar.
cados y obedezcan los mandamientos 14:32–42; Lucas 22:39–46). Es traicionado,
de Dios podrán vivir eternamente con arrestado y abandonado, Mateo 26:47–
Jesús y con el Padre (2 Ne. 9:10–12; 21–22; 56 (Mar. 14:43–53; Lucas 22:47–54; Juan
DyC 76:50–53, 62). 18:2–13). Su crucifixión, Mateo 27:31–54
Jesucristo es el ser supremo de los na- (Mar. 15:20–41; Lucas 23:26–28, 32–49;
cidos en esta tierra. Su vida es el ejem- Juan 19:16–30). Su resurrección, Mateo
plo perfecto del modo de vida que debe 28:1–8 (Mar. 16:1–8; Lucas 24:1–12; Juan
llevar todo el género humano. Toda ora- 20:1–10). Aparece después de Su resu-
ción, bendición y ordenanza del sacer- rrección, Mateo 28:9–20 (Mar. 16:9–18;
docio debe efectuarse en Su nombre. Es Lucas 24:13–48; Juan 20:11–31; Hech. 1:3–
el Señor de señores, el Rey de reyes, el 8; 1 Cor. 15:5–8). Asciende al cielo, Mar.
Creador, el Salvador y el Dios de toda 16:19–20 (Lucas 24:51–53; Hech. 1:9–12).
la tierra. Se aparece a los nefitas, 3 Ne. 11:1–17
Volverá en poder y gloria para reinar (3 Ne. 11–26).
sobre la tierra durante el Milenio. En el Se aparece a José Smith, JS—H 1:15–20.
último día, juzgará a toda la humanidad El ejemplo de Jesucristo: Ejemplo os he
(Alma 11:40–41; JS—M 1). dado, Juan 13:15. Yo soy el camino, y la
Resumen de Su vida (siguiendo el or- verdad, y la vida, Juan 14:6. Cristo pade-
den de sucesión de los acontecimientos): ció por nosotros, dejándonos el ejemplo,
Se predicen el nacimiento y la misión para que sigamos sus pisadas, 1 Pe. 2:21.
de Jesús, Lucas 1:26–38 (Isa. 7:14; 9:6–7; A menos que el hombre siga el ejemplo
1 Ne. 11). Su nacimiento, Lucas 2:1–7 del Hijo del Dios viviente, no puede ser
(Mateo 1:18–25). Su circuncisión, Lucas salvo, 2 Ne. 31:16. Quisiera que fueseis
2:21. Su presentación en el templo, Lu- perfectos así como yo, 3 Ne. 12:48. Siem-
cas 2:22–38. La visita de los magos, Ma- pre procuraréis hacer esto, tal como yo
teo 2:1–12. José y María huyen con Él lo he hecho, 3 Ne. 18:6. Yo os he dado el
a Egipto, Mateo 2:13–18. Va a vivir a ejemplo, 3 Ne. 18:16. Las obras que me
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Jesucristo 106
habéis visto hacer, esas también las ha- Tomad sobre vosotros el nombre de
réis, 3 Ne. 27:21, 27. Los discípulos verda- Cristo, DyC 18:21–25.
deros de Jesucristo deben ser semejantes Es cabeza de la Iglesia: Cristo es cabeza
a él, Moro. 7:48. de la iglesia, Efe. 5:23 (Efe. 1:22; 4:15). Él
El reinado milenario de Cristo: El princi- es la cabeza del cuerpo que es la iglesia,
pado descansará sobre su hombro, Isa. Col. 1:18.
9:6 (2 Ne. 19:6). Moraré en medio de ti, Esta es mi iglesia, Mos. 26:22 (Mos.
ha dicho Jehová, Zac. 2:10–12 (Zac. 14:9). 27:13). Cristo era el autor y perfecciona-
Dios le dará a Jesús el trono de David dor de su fe, Moro. 6:1–4.
su padre, Lucas 1:30–33. Cristo reinará He establecido esta iglesia, DyC 33:5
por los siglos de los siglos, Apoc. 11:15. (3 Ne. 27:3–8).
Los santos reinarán con Cristo mil años, Es juez: Él juzgará al mundo con justi-
Apoc. 20:4 (DyC 76:63). cia, Sal. 9:8 (3 Ne. 27:16). Jehová viene a
A causa de la rectitud del pueblo, Sa- juzgar la tierra, Sal. 96:13. Al justo y al
tanás no tendrá poder, 1 Ne. 22:26 (Apoc. impío juzgará Dios, Ecle. 3:17. Juzgará
20:1–3). entre las naciones, Isa. 2:4 (Miq. 4:3; 2 Ne.
Moraré en rectitud con los hombres 12:4). Juzgará con justicia a los pobres,
sobre la tierra por mil años, DyC 29:11 Isa. 11:2–4.
(DyC 43:29–30). Sujetaos a las potestades El Padre todo el juicio dio al Hijo, Juan
existentes, hasta que reine aquel cuyo de- 5:22. Si yo juzgo, mi juicio es verdadero,
recho es reinar, DyC 58:22 (1 Cor. 15:25). Juan 8:16. Dios lo ha puesto por Juez de
Cristo reinará personalmente sobre la vivos y muertos, Hech. 10:42 (2 Tim. 4:1).
tierra, AdeF 1:10 (Isa. 32:1). Dios juzgará por Jesucristo los secretos
de los hombres, Rom. 2:16. Todos com-
El tomar sobre sí el nombre de Jesucristo: pareceremos ante el tribunal de Cristo,
No hay otro nombre en que podamos Rom. 14:10 (2  Cor. 5:10; Alma 12:12;
ser salvos, Hech. 4:12 (2 Ne. 31:21). Los Morm. 3:20; 7:6; Éter 12:38; DyC 135:5).
Apóstoles se sintieron gozosos de ha- Todos los hombres vienen a Dios para
ber sido tenidos por dignos de padecer que él los juzgue de acuerdo con la ver-
afrenta por causa del Nombre, Hech. dad y santidad que hay en él, 2 Ne. 2:10.
5:38–42. Este es su mandamiento: Que Presentaos ante Dios para ser juzgados
creamos en el nombre de su Hijo Jesu- de acuerdo con las obras, Alma 5:15
cristo, 1 Juan 3:23. (Alma 12:15; 33:22; 3 Ne. 27:14).
Testificad que estáis dispuestos a to- Dios y Cristo son los jueces de todo,
mar sobre vosotros el nombre de Cristo DyC 76:68.
por medio del bautismo, 2 Ne. 31:13. La existencia premortal de Cristo: Apare-
Quisiera que tomaseis sobre vosotros ció Jehová a Abram, Gén. 12:7 (Gén. 17:1;
el nombre de Cristo, Mos. 5:6–12 (Mos. 18:1; Abr. 2:6–8). Jehová habló a Moisés
1:11). Quienes deseaban tomar sobre sí cara a cara, Éx. 33:11 (Deut. 34:10; Moi-
el nombre de Cristo se unían a la Iglesia sés 1:1–2). Vi al Señor que estaba sobre
de Dios, Mos. 25:23. Todos los que eran el altar, Amós 9:1.
creyentes verdaderos en Cristo tomaron En el principio era el Verbo, y el Verbo
sobre sí el nombre de Cristo, Alma 46:15. era con Dios. Y aquel Verbo fue hecho
La puerta del cielo está abierta para los carne, y habitó entre nosotros, Juan 1:1,
que quieran creer en el nombre de Jesu- 14 (1 Juan 1:1–3). Antes que Abraham
cristo, Hel. 3:28. Bendito es aquel que sea fuese, yo soy, Juan 8:58. Glorifícame tú
hallado fiel a mi nombre en el postrer con aquella gloria que tuve contigo antes
día, Éter 4:19. Están dispuestos a tomar que el mundo fuese, Juan 17:5.
sobre sí el nombre de tu Hijo, Moro. 4:3 Isaías verdaderamente vio a mi Reden-
(DyC 20:77). tor, tal como yo y mi hermano Jacob lo
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
107 Jesucristo
hemos visto, 2 Ne. 11:2–3. Mañana vengo se aparece a sus discípulos en el mar de
al mundo, 3 Ne. 1:12–14. Cristo existía Tiberias, Juan 21:1–14. Después de Su
desde antes del principio del mundo, resurrección, Jesús ministró durante
3 Ne. 26:5 (Juan 6:62). Así como me apa- cuarenta días, Hech. 1:2–3. Esteban vio
rezco a ti en el espíritu, apareceré a mi a Jesús que estaba a la diestra de Dios,
pueblo en la carne, Éter 3:14–17. Hech. 7:55–56. Jesús se apareció a Saulo,
Enoc vio al Señor y anduvo con él, Hech. 9:1–8 (TJS, Hech. 9:7; Hech. 26:9–
DyC 107:48–49. 17). Cristo se apareció a más de quinien-
Mi Hijo Amado, que fue mi Amado tas personas, 1 Cor. 15:3–8.
y mi Escogido desde el principio, Moi- Jesucristo se mostró al pueblo de Nefi,
sés 4:2. El Señor dijo: ¿A quién enviaré? 3 Ne. 11:1–17. Unas dos mil quinien-
Y respondió uno semejante al Hijo del tas personas vieron y oyeron a Jesús,
Hombre: Heme aquí; envíame, Abr. 3:27. 3 Ne. 17:16–25. El Señor visitó a Mormón,
La gloria de Jesucristo: La gloria de Je- Morm. 1:15.
hová llenó el tabernáculo, Éx. 40:34–38. José Smith y Sidney Rigdon vieron a
Toda la tierra está llena de su gloria, Isa. Jesús a la diestra de Dios, DyC 76:22–23.
6:3 (2 Ne. 16:3). La gloria de Jehová ha José Smith y Oliver Cowdery vieron al
nacido sobre ti, Isa. 60:1–2. Señor en el Templo de Kirtland, DyC
El Hijo del Hombre vendrá en la gloria 110:1–4.
de su Padre, Mateo 16:27. Glorifícame tú José Smith vio a Jesús, JS—H 1:15–17.
con aquella gloria que tuve contigo antes Profecías acerca de la vida y la muerte de
que el mundo fuese, Juan 17:5. Jesucristo: La virgen concebirá, y dará a
El Santo de Israel ha de reinar con luz un hijo, Isa. 7:14 (1 Ne. 11:13–20). De
gran gloria, 1 Ne. 22:24. Teníamos la Belén saldrá el que será Señor en Israel,
esperanza de su gloria, Jacob 4:4. El Miq. 5:2.
Hijo de Dios viene en su gloria, Alma Samuel el Lamanita profetizó que
5:50. Les explicó todas las cosas, desde habría un día y una noche y un día de
el principio hasta que él viniera en su luz; una estrella nueva; y muchas otras
gloria, 3 Ne. 26:3. señales, Hel. 14:2–6. Samuel el Lamanita
Mis apóstoles estarán vestidos en glo- profetizó que habría obscuridad, truenos
ria igual que yo, DyC 29:12 (DyC 45:44). y relámpagos, y temblores en la tierra,
Vimos la gloria del Hijo, a la diestra del Hel. 14:20–27. Se cumplieron las señales
Padre, DyC 76:19–23. Juan vio la ple- del nacimiento de Jesús, 3 Ne. 1:15–21.
nitud de mi gloria y dio testimonio de Se cumplieron las señales de la muerte
ella, DyC 93:6 (Juan 1:14). Su semblante de Jesús, 3 Ne. 8:5–23.
brillaba más que el resplandor del sol, Simbolismos o símbolos de Jesucristo:
DyC 110:3. Abel ofreció de los primogénitos de
Su gloria me cubrió, y vi su rostro, sus ovejas, Gén. 4:4 (Moisés 5:20). Toma
Moisés 1:1–11. Esta es mi obra y mi glo- ahora tu hijo único, Isaac, y ofrécelo en
ria, Moisés 1:39. holocausto, Gén. 22:1–13 (Jacob 4:5). El
Las apariciones de Cristo después de Su Señor mandó a los hijos de Israel ofrecer
muerte: Habiendo resucitado Jesús, se le en sacrificio ovejas sin defecto, Éx. 12:5,
apareció primeramente a María Magda- 21, 46 (Núm. 9:12; Juan 1:29; 19:33; 1 Pe.
lena, Mar. 16:9 (Juan 20:11–18). Jesús ca- 1:19; Apoc. 5:6). Es el pan que Jehová os
minó y habló con dos de los discípulos da para comer, Éx. 16:2–15 (Juan 6:51).
en el camino a Emaús, Lucas 24:13–34. Golpearás la peña, y saldrán de ella
Jesús se apareció a los Apóstoles, quie- aguas, y beberá el pueblo, Éx. 17:6 (Juan
nes palparon sus manos y sus pies, Lu- 4:6–14; 1 Cor. 10:1–4). El macho cabrío
cas 24:36–43 (Juan 20:19–20). Jesús se llevará sobre sí todas las iniquidades
apareció a Tomás, Juan 20:24–29. Jesús de ellos, Lev. 16:20–22 (Isa. 53:11; Mos.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Jetro 108
14:11; 15:6–9). Moisés hizo una serpiente Mormón). Los profetas y las Escrituras
de bronce, la puso sobre un asta y la alzó testifican de Cristo, Jacob 7:11, 19. Bus-
para salvar a los que la miraran, Núm. cad a este Jesús de quien han escrito los
21:8–9 (Juan 3:14–15; Alma 33:19; Hel. profetas y apóstoles, Éter 12:41.
8:14–15). Estuvo Jonás en el vientre del Lo vimos y oímos la voz testificar que
pez tres días, Jonás 1:17 (Mateo 12:40). él es el Unigénito, DyC 76:20–24. Esto es
Esto es una semejanza del sacrificio vidas eternas: Conocer a Dios y a Jesu-
del Unigénito del Padre, Moisés 5:4–8. cristo, DyC 132:24.
Su autoridad: El principado sobre su Nosotros creemos en Dios el Eterno
hombro, Isa. 9:6 (2 Ne. 19:6). Padre, y en su Hijo Jesucristo, AdeF 1:1.
Jesús enseñaba como quien tiene auto- Creemos que Cristo reinará personal-
ridad, Mateo 7:28–29 (Mar. 1:22). El Hijo mente sobre la tierra, AdeF 1:10.
del Hombre tiene potestad en la tierra Jetro. Véase también Moisés
para perdonar los pecados, Mateo 9:6.
Con autoridad Jesús mandó a los espíri- En el Antiguo Testamento, príncipe
tus inmundos y le obedecieron, Mar. 1:27 y sacerdote de Madián que dio abrigo a
(Lucas 4:33–36). Jesús estableció (ordenó) Moisés después que este huyó de Egipto.
a doce para que tuviesen autoridad, Mar. También se le llamaba Reuel (Éx. 2:18).
3:14–15. La palabra de Jesús era con auto- Posteriormente, Moisés se casó con Sé-
ridad, Lucas 4:32. El Padre todo el juicio fora, hija de Jetro (Éx. 3:1; 4:18; 18:1–12).
dio al Hijo, Juan 5:22, 27. Dios ungió a Jetro enseñó a Moisés a delegar (Éx.
Jesús con el Espíritu Santo y con poder, 18:13–27). Moisés recibió el Sacerdo-
Hech. 10:38. Cristo fue destinado desde cio de Melquisedec de manos de Jetro
antes de la fundación del mundo, 1 Pe. (DyC 84:6–7).
1:20 (Éter 3:14). Cristo tiene las llaves de Jezabel. Véase también Acab
la muerte y del Hades, Apoc. 1:18.
Todos los hombres quedan sujetos a En el Antiguo Testamento, mujer ini-
Cristo, 2 Ne. 9:5. Jesucristo, el Hijo de cua de la tierra de Fenicia. Fue la esposa
Dios, es el Padre del cielo y de la tierra, de Acab (1 Rey. 16:30–31), rey de Israel
el Creador de todas las cosas desde el que gobernó durante la época en que
principio, Hel. 14:12. Elías fue profeta.
Cristo vino por la voluntad del Padre El matrimonio de Jezabel y Acab, más
para hacer su voluntad, DyC 19:24. que cualquier otro acontecimiento, oca-
Jesús recibió la plenitud del Padre; sionó la caída del reino del norte, ya que
y Jesús recibió todo poder, DyC 93:3–4, Jezabel introdujo en Israel las peores for-
16–17 (Juan 3:35–36). mas de adoración fenicia, reemplazando
así la adoración a Jehová (1 Rey. 18:13, 19).
Testimonios sobre Jesucristo: Pablo tes-
tificó que Jesús era el Cristo, Hech. 18:5. Jezabel mató a muchos profetas de
Aun los espíritus malos testificaron que Dios, 1 Rey. 18:4. Jezabel intentó matar
conocían a Jesús, Hech. 19:15. Nadie a Elías, 1 Rey. 19:1–3. La terrible muerte
puede llamar a Jesús Señor, sino por el de Jezabel dio fin a su iniquidad, 2 Rey.
Espíritu Santo, 1 Cor. 12:3. Se doble toda 9:30–37.
rodilla y toda lengua confiese que Jesu- Job
cristo es el Señor, Filip. 2:10–11.
Hablamos de Cristo, nos regocijamos En el Antiguo Testamento, un hom-
en Cristo, predicamos de Cristo, profe- bre justo que sufrió grandes aflicciones
tizamos de Cristo, 2 Ne. 25:26. El Libro y aun así permaneció fiel a su creencia
de Mormón es para convencer al judío en Dios. Su historia se relata en el libro
y al gentil de que Jesús es el verdadero de Job.
Cristo, 2 Ne. 26:12 (portada del Libro de El libro de Job: Aunque en el libro se
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
109 Jordán, río
exponen los padecimientos de Job, no se del Señor. En el capítulo 2, se habla de
da contestación en forma completa a la la guerra y desolación que precederán
pregunta de por qué él (o cualquier otro al Milenio. En el capítulo 3, se habla de
ser humano) había de sufrir dolor y la los postreros días y se afirma que todas
pérdida de sus familiares y bienes. En el las naciones estarán en guerra, pero que
libro se aclara que la aflicción no es ne- finalmente el Señor morará en Sion.
cesariamente evidencia de que uno haya Pedro citó la profecía de Joel acerca
pecado. El Señor permite que pasemos del derramamiento del Espíritu el día de
tribulaciones para que estas nos sirvan Pentecostés (Joel 2:28–32; Hech. 2:16–21);
de experiencia, disciplina e instrucción, el ángel Moroni citó este mismo pasaje
y a veces también de castigo (DyC 122). a José Smith (JS—H 1:41).
El libro puede dividirse en cuatro par- Jonás. Véase también Nínive
tes. Los capítulos 1 y 2 constituyen un
prólogo de la historia. En los capítulos Profeta del Antiguo Testamento lla-
del 3 al 31, se relata una serie de conver- mado por el Señor a predicar el arre-
saciones entre Job y sus tres amigos. En pentimiento a la ciudad de Nínive (Jonás
los capítulos del 32 al 37, se encuentran 1:1–2).
los discursos de Eliú, un cuarto amigo, El libro de Jonás: Libro del Antiguo
que condena a Job por razones distintas Testamento en el que se relata un episo-
de las de los tres primeros amigos. En los dio de la vida de Jonás. Es probable que
capítulos del 38 al 42 se concluye el libro Jonás no haya sido el autor del libro. El
y en ellos se le asegura a Job que ha lle- concepto principal del libro es que Je-
vado una vida buena desde el principio. hová reina en todas partes y no limita Su
En el libro de Job, se enseña que si una amor a una sola nación o pueblo.
persona tiene un conocimiento correcto En el capítulo 1, el Señor llama a Jonás
de Dios y vive de manera aceptable ante a predicar al pueblo de Nínive, pero en
Él, podrá soportar mejor las tribulacio- lugar de hacer lo que el Señor le manda,
nes que le sobrevengan. Caracterizan su Jonás huye en barco y es tragado por un
inquebrantable fe, exclamaciones tales gran pez. En el capítulo 2, Jonás ora al
como: “Aunque él me matare, en él espe- Señor, y el pez lo vomita en tierra. En el
raré” (Job 13:15). También se menciona a capítulo 3, se registra que Jonás va a Ní-
Job en Ezeq. 14:14; Stg. 5:11; DyC 121:10. nive y profetiza su caída; sin embargo,
el pueblo se arrepiente. En el capítulo 4,
Joel el Señor reprende a Jonás por haberse
En el Antiguo Testamento, profeta de enojado porque el Señor salvó al pueblo.
Judá. Se desconoce la época exacta en Jesús enseñó que el que Jonás hubiera
la cual vivió; pudo haber sido en el pe- sido tragado por el pez sirvió de presa-
ríodo comprendido entre el reinado de gio de Su propia muerte y resurrección
Joás, antes del año 850 a.C., y el regreso (Mateo 12:39–40; 16:4; Lucas 11:29–30).
de la tribu de Judá de su cautiverio en Jonatán. Véase también David; Saúl,
Babilonia. rey de Israel
El libro de Joel: Se centra en una profe- En el Antiguo Testamento, hijo de
cía que hizo Joel después de que Judá fue Saúl, rey de Israel. Jonatán fue íntimo
asolado con un severo castigo de sequía amigo de David (1 Sam. 13–23; 31).
y una plaga de langostas (Joel 1:4–20).
Joel asegura al pueblo que por medio del Jordán, río
arrepentimiento nuevamente recibirán Se extiende desde el mar de Galilea
las bendiciones de Dios (Joel 2:12–14). hasta el mar Muerto. Tiene una longitud
En el capítulo 1, se pide que se con- de 160 kilómetros y está formado por la
voque una asamblea solemne en la casa unión de varios arroyos que nacen en
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Josafat 110
el monte Hermón. Es el río más impor- José hijo de Jacob. Véase también
tante de Israel. Israel; Jacob hijo de Isaac
Dos acontecimientos importantes re- En el Antiguo Testamento, el primo-
lacionados con este río son: Cuando el génito de Jacob y Raquel (Gén. 30:22–24;
Señor dividió las aguas para que pasa- 37:3).
ran los hijos de Israel (Josué 3:14–17) y José obtuvo la primogenitura de Israel
el bautismo de Jesucristo (Mateo 3:13–17; porque Rubén, el primogénito de la pri-
1 Ne. 10:9). mera esposa de Jacob, perdió ese privi-
legio a causa de su transgresión (1 Cró.
Josafat 5:1–2). José, siendo el primogénito de la
En el Antiguo Testamento, rey fiel de segunda esposa de Jacob, y debido a su
Judá (1 Rey. 15:24; 22). dignidad, era quien tenía derecho a re-
cibir la bendición. José también recibió
José de Arimatea una bendición de su padre poco antes de
Fue miembro del sanedrín, discípulo que este muriera (Gén. 49:22–26).
de Cristo, rico y fiel israelita que no tomó José fue un hombre de gran integri-
parte alguna en condenar a nuestro dad, “entendido” y “sabio” (Gén. 41:39).
Señor. Después de la Crucifixión, José El que haya rechazado a la esposa de
envolvió el cuerpo del Señor en una Potifar es un ejemplo de fe, de castidad
sábana limpia y lo puso en su propio y de integridad personal (Gén. 39:7–12).
sepulcro labrado en la peña (Mateo En Egipto, cuando José reveló a sus her-
27:57–60; Mar. 15:43–46; Lucas 23:50–53; manos su verdadera identidad, les dio
Juan 19:38–42). las gracias en vez de culparlos por la
forma en que lo habían tratado. Él creía
José, esposo de María. Véase también que la forma en que habían actuado
Jesucristo; María, madre de Jesús sus hermanos había hecho posible que
Esposo de María, la madre de Jesús. se cumpliera la voluntad de Dios (Gén.
José era descendiente de David (Mateo 45:4–15).
La revelación de los últimos días da
1:1–16; Lucas 3:23–38) y vivía en Naza-
a conocer la misión más extensa de la
ret. Se desposó con María, y poco antes
familia de José en los últimos días (TJS,
de efectuarse el matrimonio, María re-
Gén. 50:24–38; [Apéndice — Biblia]; 2 Ne.
cibió la visita del ángel Gabriel, quien
3:3–24; 3 Ne. 20:25–27).
le anunció que ella había sido escogida
para ser la madre del Salvador (Lucas Jacob amaba mucho a José y le hizo
1:26–35). José también recibió una re- una túnica de diversos colores, Gén.
37:3. Por celos, los hermanos de José
velación sobre este nacimiento divino
llegaron a odiarlo y conspiraron para
(Mateo 1:20–25).
matarlo. Sin embargo, finalmente deci-
María fue la única progenitora terre-
dieron venderlo a unos mercaderes que
nal de Jesús, ya que fue engendrado por
iban camino de Egipto, Gén. 37:5–36. En
Dios el Padre. Pero los judíos conside- Egipto, el Señor hizo prosperar a José y
raban a José como el padre de Jesús, y este llegó a ser mayordomo en la casa
el niño Jesús lo trató como a tal (Lucas de Potifar, Gén. 39:1–4. La esposa de
2:48, 51). Al ser advertido por medio de Potifar mintió, diciendo que José había
sueños celestiales del peligro que corría tratado de seducirla; José, a pesar de
el pequeño Jesús, José le salvó la vida hu- ser inocente, fue condenado y enviado
yendo a Egipto (Mateo 2:13–14). Después a la cárcel, Gén. 39:7–20. José interpretó
de la muerte de Herodes, un ángel le dio los sueños del jefe de los coperos y del
instrucciones a José de llevar al niño de jefe de los panaderos de Faraón, Gén.
nuevo a Israel (Mateo 2:19–23). 40. Faraón favoreció a José por haber
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
111 Juan el Bautista
interpretado uno de sus sueños y lo nom- Gran Precio, se tomaron directamente
bró gobernador de Egipto, Gén. 41:14–45. de la Traducción de José Smith.
Nacimiento de Efraín y Manasés, Gén. Esta traducción ha restaurado algunas
41:50–52. Reunión de José con su padre de las cosas claras y preciosas que se han
y sus hermanos, Gén. 45–46. Muerte perdido de la Biblia (1 Ne. 13). Aunque
de José en Egipto a la edad de 110 años, no es la Biblia oficial de la Iglesia, gracias
Gén. 50:22–26. a esta traducción, hay muchos conceptos
que se ven con más claridad. Además,
José, palo de. Véase Efraín — El palo
de Efraín o palo de José; Libro de es de gran valor ya que nos brinda una
Mormón mayor comprensión de la Biblia. A la vez,
es un testimonio del llamamiento y mi-
José Smith, hijo. Véase Smith, hijo, nisterio divinos del profeta José Smith.
José
Josías
José Smith, Traducción de (TJS). Rey justo de Judá desde 641 hasta
Véase también Smith, hijo, José
610 a.C. (2 Rey. 22–24; 2 Cró. 34–35). Du-
Es una revisión o traducción de la rante su reinado, se encontró el libro de
versión de la Biblia en inglés conocida la ley en la casa del Señor (2 Rey. 22:8–13).
como la Versión del rey Santiago, que
inició el profeta José Smith en junio de Josué. Véase también Jericó
1830. Dios le mandó hacer la traducción, Profeta y líder del Antiguo Testamento
la cual consideró como parte de su lla- y sucesor de Moisés. Nació en Egipto an-
mamiento como profeta. tes del Éxodo de los hijos de Israel (Núm.
Aunque la mayor parte de la obra se 14:26–31). Él y Caleb fueron dos de los
había terminado ya para julio de 1833, doce espías enviados a Canaán y fueron
siguió haciendo modificaciones, mien- los únicos que dieron un buen informe
tras preparaba un manuscrito para la de la tierra (Núm. 13:8, 16–33; 14:1–10).
imprenta, hasta su muerte en 1844. Aun- Murió a la edad de 110 años (Josué 24:29),
que partes de la traducción se publicaron habiendo sido un gran ejemplo de lo que
mientras aún vivía, es posible que hu- es ser guerrero y profeta devoto.
biera hecho modificaciones adicionales
si hubiese vivido para publicar la obra El libro de Josué: Llamado así no porque
entera. En 1867, la Iglesia Reorganizada Josué haya sido el autor, sino porque es
de Jesucristo de los Santos de los Últi- el personaje principal de la narración.
mos Días publicó la primera edición de En los capítulos del 1 al 12, se describe
la traducción inspirada de José Smith la conquista de Canaán. En los capítulos
y, desde entonces, ha publicado varias del 13 al 24, se habla de la repartición de
ediciones más. las tierras entre las tribus de Israel y se
La obra de la traducción fue una ex- dan las exhortaciones finales de Josué.
periencia instructiva para el Profeta, y Dos versículos notables del libro son
varias secciones de Doctrina y Conve- el mandato del Señor a Josué de meditar
nios se recibieron como consecuencia en las Escrituras (Josué 1:8) y el llamado
directa de la obra (por ejemplo, DyC que hizo Josué al pueblo de ser fieles al
76; 77; 91 y 132). Además, el Señor le dio Señor (Josué 24:15).
a José Smith instrucciones específicas
respecto a la traducción, las cuales se Juan el Bautista. Véase también Elías;
encuentran registradas en Doctrina y Sacerdocio Aarónico
Convenios (DyC 37:1; 45:60–61; 76:15–18; En el Nuevo Testamento, el hijo de
90:13; 91; 94:10; 104:58; 124:89). El libro de Zacarías y de Elisabet. La misión de
Moisés y el libro de José Smith—Mateo, Juan fue preparar al pueblo para reci-
que ahora forman parte de la Perla de bir al Mesías (Juan 1:19–27). Poseía las
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Juan hijo de Zebedeo 112
llaves del Sacerdocio Aarónico y bautizó los relatos de la Crucifixión y la Resu-
a Jesucristo. rrección (Lucas 22:8; Juan 18:15; 19:26–27;
Isaías, al igual que otros, profetizó 20:2–8; 21:1–2). Después fue desterrado
de la misión de Juan, Isa. 40:3 (Mal. 3:1; a Patmos, en donde escribió el libro de
1 Ne. 10:7–10; 2 Ne. 31:4). El Apocalipsis (Apoc. 1:9).
Fue encarcelado y decapitado, Mateo Se menciona con frecuencia a Juan
14:3–12 (Mar. 6:17–29). Gabriel anunció en las revelaciones de los últimos días
a Zacarías el nacimiento y ministerio (1 Ne. 14:18–27; 3 Ne. 28:6; Éter 4:16; DyC
de Juan, Lucas 1:5–25. Jesús enseñó que 7; 27:12; 61:14; 77; 88:141). Estos pasajes sir-
Juan el Bautista era un gran profeta, Lu- ven para confirmar la narración bíblica
cas 7:24–28. Reconoció a Jesús como el de Juan, y también nos dan una idea
Hijo de Dios, Juan 1:29–34. Los discípu- más clara en cuanto a su grandeza y la
los de Juan se convirtieron en discípu- importancia de la obra que el Señor le
los de Jesús, Juan 1:25–29, 35–42 (Hech. ha dado en la tierra, no solo en la época
1:21–22). No hizo ninguna señal, o sea, no del Nuevo Testamento, sino también en
los últimos días. Las revelaciones con-
llevó a cabo ningún milagro, Juan 10:41.
firman que Juan no murió, sino que se
Como ser resucitado, fue enviado a or-
le ha permitido permanecer en la tierra
denar a José Smith y a Oliver Cowdery al
como siervo ministrante hasta el tiempo
Sacerdocio Aarónico, DyC 13 (DyC 27:7–
de la segunda venida del Señor (Juan
8; JS—H 1:68–72). Fue ordenado por un
21:20–23; 3 Ne. 28:6–7; DyC 7).
ángel a la edad de ocho días, DyC 84:28.
Las epístolas de Juan: Aunque en nin-
Juan hijo de Zebedeo. Véase también guna de estas tres epístolas se identi-
Apocalipsis; Apóstol; Evangelios; fica al autor por su nombre, el lenguaje
Sacerdocio de Melquisedec; Seres es tan similar al de Juan el Apóstol que
trasladados se supone que él es el autor de las tres.
Uno de los Doce Apóstoles del Nuevo En el capítulo 1 de la primera epístola,
Testamento, hijo de Zebedeo y hermano Juan amonesta a los santos a tener comu-
de Jacobo (Santiago). En los primeros nión con Dios. En el capítulo 2, recalca
años de su vida fue pescador (Mar. 1:17– que los santos llegan a conocer a Dios
20). Probablemente haya sido el discípulo mediante la obediencia y los exhorta a
de Juan el Bautista cuyo nombre no se no amar al mundo. En el capítulo 3, ex-
menciona, y del que se hace referencia horta a todos a convertirse en hijos de
en Juan 1:40. Posteriormente recibió el Dios y a amarse mutuamente. En el ca-
llamamiento de discípulo de Jesucristo pítulo 4, explica que Dios es amor y que
(Mateo 4:21–22; Lucas 5:1–11). Escribió mora en los que le aman. En el capítulo 5,
el Evangelio según Juan, tres epístolas explica que los santos nacen de Dios por
y el libro de El Apocalipsis. Fue uno de medio de su creencia en Cristo.
los tres escogidos que estuvieron con el La segunda epístola es similar a la
Señor cuando devolvió la vida a la hija primera. En ella Juan se regocija por
de Jairo (Mar. 5:35–42), en el monte de la fidelidad de los hijos de la “señora
la Transfiguración (Mateo 17:1–9) y en elegida”.
Getsemaní (Mateo 26:36–46). En sus pro- En la tercera epístola encomia a Gayo
pios escritos se refiere a sí mismo como por su fidelidad y por la ayuda que
“el discípulo al cual Jesús amaba” (Juan presta a los que aman la verdad.
13:23; 21:20) y como “el otro discípulo” El Evangelio según Juan: En este libro
(Juan 20:2–8). Jesús dio a él y a su her- del Nuevo Testamento, el apóstol Juan
mano Jacobo el apellido de Boanerges, testifica (1) que Jesús es el Cristo, es de-
que quiere decir “hijos del trueno” (Mar. cir, el Mesías y (2) que Jesús es el Hijo
3:17). Hay frecuentes referencias a él en de Dios (Juan 20:31). Los acontecimientos
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
113 Judas
que él describe de la vida de Jesús se han principal la tribu de Efraín. Moisés ben-
seleccionado y dispuesto cuidadosa- dijo a la tribu de Judá (Deut. 33:7). Des-
mente con tal fin. La historia comienza pués del reinado de Salomón, esa tribu
con una declaración del estado de Cristo llegó a ser el reino de Judá.
en la existencia preterrenal: Jesús era con El reino de Judá: Durante el reinado de
Dios, era Dios y fue el Creador de todas Roboam, los dominios de Salomón se di-
las cosas. Nació en la carne como el Uni- vidieron en dos reinos, sobre todo como
génito del Padre. Juan sigue el curso del consecuencia de los celos que había entre
ministerio de Jesús, recalcando en gran las tribus de Efraín y de Judá. El reino
manera Su divinidad y Su resurrección del sur incluía la tribu de Judá y la ma-
de entre los muertos. Claramente afirma yor parte de la de Benjamín, y su capital
que Jesús es el Hijo de Dios, atestiguán- era Jerusalén. En general permaneció
dolo por medio de los milagros, por tes- más fiel en la adoración a Jehová que el
tigos, por los profetas y por la propia voz reino del norte; se vio menos expuesto
de Cristo. Juan enseña mediante contras- a los ataques procedentes del norte y
tes, usando términos tales como luz y ti- del este, y el poder supremo perma-
nieblas, verdad y error, bien y mal, Dios neció en manos de la familia de David
y el diablo. Posiblemente en ningún otro hasta el destierro del pueblo, cuando fue
registro se encuentre tan claramente de- llevado cautivo a Babilonia. Por consi-
clarada la santidad de Jesús y la perfidia guiente, el Reino de Judá, el reino más
de los principales judíos. poblado y poderoso de los dos, pudo
Juan escribió principalmente del mi- existir durante 135 años después de la
nisterio de Cristo en Judea, en especial caída de Israel.
de la última semana de Su ministerio
El palo de Judá: Referencia que se hace
mortal, en tanto que Mateo, Marcos y
a la Biblia como historia de la casa de
Lucas escribieron principalmente so-
Judá (Ezeq. 37:15–19). En los últimos días,
bre el ministerio del Señor en Galilea.
cuando las distintas ramas de la casa
Varios puntos de este Evangelio se han
de Israel sean congregadas, sus anales
aclarado mediante las revelaciones de los sagrados también serán unidos. Estos
postreros días (DyC 7 y DyC 88:138–141). sagrados registros se complementan
Para ver una lista de los aconteci- mutuamente y forman un testimonio
mientos en la vida del Salvador, cual se unificado de que Jesús es el Cristo, el
describen en el Evangelio según Juan, Dios de Israel y el Dios de toda la tierra
véase la Concordancia entre los Evan- (TJS, Gén. 50:24–36 [Apéndice — Biblia];
gelios, en el Apéndice. 2 Ne. 3; 29).
El libro de El Apocalipsis: Véase Apo-
calipsis Judas
En el Nuevo Testamento, uno de los
Judá. Véase también Biblia; Israel; hermanos de Jesús y probablemente
Judíos el autor de la Epístola de Judas (Mateo
En el Antiguo Testamento, el cuarto 13:55; Judas 1:1).
hijo de Jacob y de Lea (Gén. 29:35; 37:26– La epístola de Judas: Este libro consta
27; 43:3, 8; 44:16; 49:8). Jacob dio a Judá de una carta de Judas dirigida a ciertos
una bendición en la que se le dijo que santos cuya fe estaba en peligro de debi-
sería un líder natural entre los hijos de litarse debido a la presencia entre ellos
Jacob y que Siloh (Jesucristo) sería des- de unos que profesaban ser cristianos,
cendiente suyo (Gén. 49:10). pero que practicaban una inmoral ado-
La tribu de Judá: La tribu de Judá ración pagana y declaraban estar por
tomó la dirección después de su esta- encima de la ley moral. Judas deseaba
blecimiento en Canaán, siendo su rival despertar en los santos la conciencia del
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Judas, hermano de Jacobo (Santiago) 114
peligro espiritual en que se hallaban y No será quitado el cetro de Judá hasta
motivarles a permanecer fieles. que venga Siloh, Gén. 49:10.
Algunos pasajes notables son: el ver- El evangelio de Cristo es poder de
sículo 6, donde se menciona la guerra Dios para salvación, al judío primera-
de los cielos y la expulsión de Lucifer y mente, Rom. 1:16.
sus ángeles durante el primer estado o Dios levantaría a un profeta entre los
existencia preterrenal (Abr. 3:26–28), y judíos: sí, un Mesías, 1 Ne. 10:4. Cuando
los versículos 14 y 15, en los que se cita el libro salió de la boca del judío, las co-
una profecía de Enoc. sas eran claras y puras, 1 Ne. 14:23. Los
judíos serán dispersados entre todas
Judas, hermano de Jacobo (Santiago) las naciones, 2 Ne. 25:15. Los judíos son
En el Nuevo Testamento, uno de los mi antiguo pueblo del convenio, 2 Ne.
Doce Apóstoles originales de Jesucristo 29:4. Los judíos que estén dispersos em-
(Lucas 6:13–16). Es probable que se le pezarán a creer en Cristo, 2 Ne. 30:7.
Los judíos rechazarán la piedra sobre
haya conocido también como Lebeo o
la cual podrían edificar, Jacob 4:14–16.
Tadeo (Mateo 10:2–4).
Los judíos tendrán otros testimonios
Judas Iscariote de que Jesús era el verdadero Cristo,
Morm. 3:20–21.
En el Nuevo Testamento, uno de los
Dos profetas le serán levantados a la
Doce Apóstoles de Jesús (Mateo 10:4;
nación judía en los postreros días, DyC
Mar. 14:10; Juan 6:71; 12:4). Su apellido
77:15. Llamad a todas las naciones, pri-
significa “hombre de Queriot”. Era de meramente a los gentiles y luego a los
la tribu de Judá y el único Apóstol que judíos, DyC 133:8.
no era galileo. Judas traicionó al Señor. En aquellos días vendrá gran tribula-
Recibió treinta piezas de plata a cam- ción sobre los judíos, JS—M 1:18.
bio de entregar a Cristo a uno de los
Jueces, libro de los
principales sacerdotes, Mateo 26:14–16
(Zac. 11:12–13). Traicionó al Señor con Libro del Antiguo Testamento que
un beso, Mateo 26:47–50 (Mar. 14:43–45; contiene la historia de los israelitas
Lucas 22:47–48; Juan 18:2–5). Se ahorcó, desde la muerte de Josué hasta el naci-
Mateo 27:5. Entró Satanás en Judas, Lu- miento de Samuel.
Los capítulos del 1 al 3 son un prefa-
cas 22:3 (Juan 13:2, 26–30). David habló
cio de todo el libro de Jueces. En ellos
de la traición a Jesús por parte de Judas,
se explica que debido a que los israeli-
Hech. 1:16 (Sal. 41:9).
tas no expulsaron a sus enemigos (Jue.
Judíos. Véase también Israel; Judá 1:16–35), deben padecer las consecuen-
cias: la pérdida de la fe, los matrimonios
Los judíos pueden ser (1) descendien-
con personas que no eran creyentes y la
tes de Judá, uno de los doce hijos de Ja-
idolatría. En los capítulos del 4 al 5, se
cob, (2) el pueblo del antiguo reino del
relatan las experiencias de Débora y Ba-
sur llamado Judá, o (3) los que practican rac, quienes liberaron a Israel del pueblo
la religión, el estilo de vida y las tradi- de Canaán. En los capítulos del 6 al 8, se
ciones del judaísmo pero que pueden o relatan las experiencias inspiradoras de
no ser judíos de nacimiento. Ha llegado Gedeón, a quien bendijo el Señor para
a ser costumbre emplear el término judío liberar a Israel de los madianitas. En los
para referirse a todos los descendientes capítulos del 9 al 12, se relata que varios
de Jacob, pero el hacerlo es incorrecto. hombres sirvieron como jueces en Israel
Debe limitarse a los del reino de Judá o, en una época en que la mayoría de los
más específicamente hoy día, a los de la israelitas se hallaban en la apostasía y
tribu de Judá. estaban sujetos a potestades extranjeras.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
115 Juramento
En los capítulos del 13 al 16, se habla del han pecado, por la ley serán juzgados,
ascenso y la caída de Sansón, el último Rom. 2:12. Los santos han de juzgar al
juez. Los capítulos finales, del 17 al 21, mundo, 1 Cor. 6:2–3.
constituyen un apéndice y en ellos se re- El Hijo del eterno Dios fue juzgado
vela la gravedad de los pecados de Israel. por el mundo, 1 Ne. 11:32. Los Doce
Apóstoles del Cordero juzgarán a las
Juicio final. Véase también
doce tribus de Israel, 1 Ne. 12:9 (DyC
Condenación, condenar;
29:12). La muerte, el infierno y el diablo,
Jesucristo — Es juez; Juicio, juzgar
y todos los que hayan caído en su poder
El Juicio Final que tendrá lugar des- deben ser juzgados, 2 Ne. 28:23 (1 Ne.
pués de la Resurrección. Por medio de 15:33). Si juzgáis al hombre que os pide
Jesucristo, Dios juzgará a toda persona de vuestros bienes, cuánto más justa será
para determinar la gloria eterna que vuestra condenación por haberle negado
esta recibirá. Ese juicio se basará en la vuestros bienes, Mos. 4:22. Los hombres
obediencia personal a los mandamientos serán juzgados según sus obras, Alma
de Dios, y en la aceptación del sacrificio 41:3. Juzga con rectitud, y la justicia te
expiatorio de Jesucristo. será restaurada otra vez, Alma 41:14. Por
El Padre todo el juicio dio al Hijo, los libros que se escribirán será juzgado
Juan 5:22. Todos compareceremos ante este pueblo, 3 Ne. 27:23–26 (Apoc. 20:12).
el tribunal de Cristo, Rom. 14:10. Fue- El resto de este pueblo será juzgado por
ron juzgados los muertos por las cosas los doce que Jesús escogió en esta tie-
que estaban escritas, Apoc. 20:12 (DyC rra, Morm. 3:18–20. Mormón explicó la
128:6–7). manera de distinguir entre el bien y el
Por todos tus hechos serás traído a mal, Moro. 7:14–18.
juicio, 1 Ne. 10:20. Los Doce Apóstoles Pon tu confianza en ese Espíritu que
y los Doce Discípulos nefitas juzgarán induce a juzgar con rectitud, DyC 11:12.
a las doce tribus de Israel, 1 Ne. 12:9–10 Debéis decir en vuestros corazones: Juz-
(DyC 29:12). Todos deben comparecer gue Dios entre tú y yo, DyC 64:11. La
ante el tribunal del Santo, 2 Ne. 9:15. Iglesia del Señor juzgará a las naciones,
Preparad vuestras almas para ese día DyC 64:37–38. El Hijo visitó a los espí-
glorioso, 2 Ne. 9:46. ¿Podéis imaginaros ritus encerrados en prisión, para que
ante el tribunal de Dios?, Alma 5:17–25. pudieran ser juzgados según los hom-
Jesucristo se presentará para juzgar al bres en la carne, DyC 76:73 (1 Pe. 4:6). El
mundo, 3 Ne. 27:16. obispo será un juez común, DyC 107:72–
El Señor descenderá en juicio sobre 74. El Señor juzgará a todos los hombres
el mundo con una maldición sobre los según sus obras, según el deseo de sus
impíos, DyC 133:2. corazones, DyC 137:9.
Juicio, juzgar. Véase también Juramento. Véase también Convenio;
Condenación, condenar; Juramento y convenio del
Jesucristo — Es juez; Juicio final sacerdocio
Evaluar el comportamiento con re- En las Escrituras, este vocablo por
lación a los principios del Evangelio; regla general significa un convenio o
decidir; discernir entre el bien y el mal. promesa sagrados; no obstante, las per-
Se sentó Moisés a juzgar al pueblo, Éx. sonas impías, entre ellas, Satanás y sus
18:13. Con justicia juzgarás a tu prójimo, ángeles, también hacen juramentos para
Lev. 19:15. lograr sus fines inicuos. En los tiempos
No juzguéis, para que no seáis juzga- del Antiguo Testamento, los juramen-
dos, Mateo 7:1 (TJS, Mateo 7:1–2; Lucas tos eran aceptables; sin embargo, Jesu-
6:37; 3 Ne. 14:1). Todos los que bajo la ley cristo enseñó que no debemos jurar en
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Juramento y convenio del sacerdocio 116
el nombre de Dios ni de ninguna de Sus época de Malaquías corrompieron el
creaciones (Mateo 5:33–37). convenio, Mal. 1–2.
Confirmaré el juramento que hice a Jurar. Véase Blasfemar, blasfemia;
Abraham, Gén. 26:3. Cuando alguno Juramento; Profanidad
hiciere juramento ligando su alma con
obligación, no quebrantará su palabra, Justicia. Véase también Andar,
Núm. 30:2. Juraron que andarían en la andar con Dios; Dignidad, digno;
ley de Dios, Neh. 10:29. Expiación, expiar; Injusticia, injusto;
Cumplirás al Señor tus juramentos, Integridad; Justo; Mandamientos de
Mateo 5:33 (Ecle. 5:4–5; 3 Ne. 12:33). Dios Dios; Misericordia, misericordioso;
jura con juramento, Heb. 6:13–18. Rectitud, recto
Cuando Zoram se juramentó, cesaron Esta palabra tiene dos sentidos en las
nuestros temores respecto a él, 1 Ne. Escrituras: (1) Son las bendiciones que se
4:37. El pueblo de Ammón hizo jura- reciben como consecuencia infalible de
mento de no verter más sangre, Alma los pensamientos y de los hechos rectos,
53:11. Los nefitas inicuos hicieron pac- y el castigo que también se recibe como
tos y juramentos secretos con Satanás, consecuencia invariable de los pecados
Hel. 6:21–30. de los que no se hayan arrepentido. La
Los hombres obtienen la vida eterna justicia es una ley eterna que requiere un
por medio del juramento y convenio del castigo cada vez que se quebrante una
sacerdocio, DyC 84:33–42. Todos los con- ley de Dios (Alma 42:13–24). Si no se arre-
venios, contratos, vínculos, compromisos piente, el pecador tiene que pagar las exi-
y juramentos que no son sellados por el gencias de la justicia (Mos. 2:38–39; DyC
Santo Espíritu de la promesa terminan 19:17). Si se arrepiente, el Salvador paga
cuando mueren los hombres, DyC 132:7. las exigencias de la justicia por medio de
Su expiación, invocando la misericordia
Juramento y convenio del
(Alma 34:16). (2) Es, además, la dignidad,
sacerdocio. Véase también Convenio;
integridad y santidad de una persona.
Juramento; Sacerdocio
En el sentido de bendiciones o de castigos,
Un juramento es una afirmación so- consecuencias invariables de nuestros pen-
lemne de ser fiel a las promesas que se samientos y hechos: El alma que pecare,
hayan hecho; un convenio es una pro- esa morirá, Ezeq. 18:4. Qué pide Jehová
mesa solemne que se hacen dos per- de ti: solamente hacer justicia, Miq. 6:8.
sonas entre sí. El Sacerdocio Aarónico Jesús será fiel y justo para perdonar
se recibe solamente por convenio. Los nuestros pecados, 1 Juan 1:9.
poseedores del Sacerdocio de Melqui- La justicia de Dios separaba a los ma-
sedec reciben el sacerdocio tanto por un los de los justos, 1 Ne. 15:30. La expiación
juramento tácito como por un convenio. satisface lo que su justicia demanda,
Cuando los poseedores del sacerdocio 2 Ne. 9:26. Toda la humanidad se halla
son fieles y magnifican sus llamamien- caída, y está en manos de la justicia,
tos según la dirección recibida de Dios, Alma 42:14. La expiación apacigua las
Él los bendice. Los que sean fieles hasta demandas de la justicia, Alma 42:15. ¿Su-
el fin y hagan todo lo que Dios les pida pones que la misericordia puede robar
recibirán todo lo que el Padre tiene (DyC a la justicia?, Alma 42:25. La justicia de
84:33–39). Dios se cierne sobre vosotros, a menos
Hizo Jehová un convenio con Abra- que os arrepintáis, Alma 54:6.
ham, y Abraham obedeció, Gén. 15:18; Justicia y juicio escribe mi ley, DyC
17:1; 22:16–18. Los sacerdotes de la época 82:4. La justicia sigue su curso y reclama
de Ezequiel no apacentaron a los reba- lo suyo, DyC 88:40. A nadie se exime de
ños, Ezeq. 34:2–3. Los sacerdotes de la la justicia y las leyes de Dios, DyC 107:84.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
117 Kimball, Spencer W.
En el sentido de ser digno, íntegro y santo: injusto; Integridad; Justicia;
Bienaventurados los que tienen hambre Mandamientos de Dios; Rectitud,
y sed de justicia, Mateo 5:6 (3 Ne. 12:6). recto
Buscad primeramente el reino de Dios Ser recto, santo, virtuoso, íntegro; obe-
y su justicia, Mateo 6:33. decer los mandamientos de Dios; evitar
Habéis buscado la felicidad co- el pecado.
metiendo iniquidad, lo cual es con-
trario a la naturaleza de la justicia, Tú, Jehová, bendecirás al justo, Sal.
Hel. 13:38. 5:12. Los ojos de Jehová están sobre los
justos, Sal. 34:15, 17 (1 Pe. 3:12). Cuando
Justificación, justificar. Véase también los justos dominan, el pueblo se alegra,
Expiación, expiar; Santificación Prov. 29:2 (DyC 98:9–10).
Recibir el perdón de los pecados y ser Los justos irán a la vida eterna, Mateo
declarado sin culpa. El hombre se justi- 25:46. La oración eficaz del justo puede
fica mediante la gracia del Salvador y la mucho, Stg. 5:16.
fe que deposita en Él, la cual demuestra El que es justo es favorecido de Dios,
por medio de su arrepentimiento y obe- 1 Ne. 17:35. Protegerá a los justos; no tie-
diencia a las leyes y a las ordenanzas del nen por qué temer, 1 Ne. 22:17, 22. Los
Evangelio. La expiación de Jesucristo justos heredarán el reino de Dios, 2 Ne.
hace posible que el género humano se 9:18. Los justos no temen las palabras
arrepienta y sea justificado, o sea, que de verdad, 2 Ne. 9:40. Los nombres de
se le perdone el castigo que de otra ma- los justos serán escritos en el libro de la
nera recibiría. vida, Alma 5:58.
En Jehová será justificado todo Israel, La canción de los justos es una ora-
Isa. 45:25. ción para mí, DyC 25:12. A los justos,
No son los oidores de la ley sino los ha- la muerte les será dulce, DyC 42:46. Los
cedores de la ley los que serán justifica- justos serán recogidos de entre todas las
dos, Rom. 2:13. El hombre es justificado naciones, DyC 45:71. Los hombres deben
por medio de la sangre de Cristo, Rom. efectuar muchas obras justas de su pro-
5:1–2, 9. Sois justificados en el nombre pia voluntad, DyC 58:27. El que hiciere
del Señor Jesús, 1 Cor. 6:11. Justificados obras justas recibirá paz en este mundo
por su gracia, seremos herederos, Tito y la vida eterna en el mundo venidero,
3:7. ¿No fue justificado por las obras DyC 59:23. En la segunda venida, habrá
Abraham nuestro padre?, Stg. 2:21. El una separación completa de los justos y
hombre es justificado por las obras, y no los malvados, DyC 63:54. Entre los justos
solamente por la fe, Stg. 2:14–26. había paz, DyC 138:22.
Por la ley ninguna carne se justifica,
2 Ne. 2:5. Mi justo siervo justificará
a muchos; porque llevará las iniqui- Kimball, Spencer W. Véase también
dades de ellos, Mos. 14:11 (Isa. 53:11). Declaración Oficial 2
¿Podríais decir que vuestros vestidos El duodécimo Presidente de la Iglesia
han sido lavados mediante Cristo?, desde la fundación de esta en 1830. Sir-
Alma 5:27. vió en su llamamiento como Presidente
La justificación por la gracia de desde diciembre de 1973 hasta noviem-
Jesucristo es verdadera, DyC 20:30–31 bre de 1985. Nació en 1895 y murió en
(DyC 88:39). 1985, a la edad de 90 años.
Por el Espíritu sois justificados,
En junio de 1978, la Primera Presiden-
Moisés 6:60.
cia anunció que el presidente Kimball
Justo. Véase también Andar, andar con había recibido una revelación que exten-
Dios; Dignidad, digno; Injusticia, día las bendiciones del sacerdocio y del
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Kishkumen 118
templo a todo varón que fuera miembro 1 Ne. 2:11–12. Se rebeló contra su digno
digno de la Iglesia, DO 2. hermano Nefi, 1 Ne. 7:6 (1 Ne. 3:28–29).
En el sueño de Lehi, no comió del fruto
Kishkumen. Véase también
Gadiantón, ladrones de del árbol de la vida, 1 Ne. 8:35–36. Cayó
una maldición sobre Lamán y sus segui-
En el Libro de Mormón, líder de un dores, 2 Ne. 5:21 (Alma 3:7).
grupo de hombres inicuos posterior-
mente conocidos como los ladrones de Lamanitas. Véase también Lamán;
Gadiantón (Hel. 1:9–12; 2). Libro de Mormón; Nefitas
Kólob Pueblo del Libro de Mormón, muchos
La estrella más próxima al trono de de los cuales descendían de Lamán, el
Dios (Abr. 3:2–3, 9). hijo mayor de Lehi. Pensaban que Nefi y
sus descendientes los habían agraviado
Abraham vio Kólob y las estrellas,
y tratado injustamente (Mos. 10:11–17),
Abr. 3:2–18. El tiempo del Señor es según
el tiempo de Kólob, Abr. 3:4, 9 (Abr. 5:13). por lo que se rebelaron contra ellos y re-
chazaron reiteradamente las enseñanzas
Korihor. Véase también Anticristo del Evangelio. No obstante, poco antes
Un anticristo de los tiempos del Li- del nacimiento de Jesucristo, los lama-
bro de Mormón que demandó una se- nitas aceptaron el Evangelio y fueron
ñal como prueba del poder de Dios. El más justos que los nefitas (Hel. 6:34–36).
Señor hizo que Korihor quedara mudo Doscientos años después de la visita de
(Alma 30:6–60). Cristo a las Américas, tanto los lamani-
tas como los nefitas se volvieron inicuos
Labán, el que tenía en su poder las y emprendieron una guerra entre sí.
planchas de bronce. Véase también Cerca del año 400 d.C., los lamanitas des-
Planchas de bronce truyeron totalmente a la nación nefita.
En el Libro de Mormón, el hombre Los lamanitas vencieron a la posteri-
que tenía en su poder las planchas de dad de Nefi, 1 Ne. 12:19–20. Los lamani-
bronce en Jerusalén durante la época de tas odiaban a los nefitas, 2 Ne. 5:14. Los
la familia de Lehi. Labán robó a Nefi y a lamanitas serían un azote a los nefitas,
sus hermanos y trató de matarlos (1 Ne. 2 Ne. 5:25. El Libro de Mormón restau-
3:1–27). El Espíritu le indicó a Nefi que rará a los lamanitas el conocimiento
debía matar a Labán para obtener las de sus padres y del evangelio de Jesu-
planchas (1 Ne. 4:1–26). cristo, 2 Ne. 30:3–6 (portada del Libro
Labán, hermano de Rebeca. Véase de Mormón).
también Rebeca Los lamanitas son un resto de los ju-
En el Antiguo Testamento, el hermano díos, DyC 19:27. Antes de la venida del
de Rebeca y padre de Lea y de Raquel, Señor, los lamanitas florecerán como la
esposas de Jacob (Gén. 24:29–60; 27:43– rosa, DyC 49:24.
44; 28:1–5; 29:4–29; 30:25–42; 31).
Lamentaciones, libro de
Lamán. Véase también Lamanitas; Libro del Antiguo Testamento escrito
Lehi, padre de Nefi por Jeremías. Es una recopilación de
En el Libro de Mormón, el hijo mayor poemas o cantos elegíacos o de pesar
de Lehi y Saríah y hermano mayor de por la caída de Jerusalén y de la nación
Nefi (1 Ne. 2:5). Lamán por lo general israelita. Este libro se escribió después
escogió el mal en lugar del bien. de la caída de la ciudad, alrededor del
Lamán murmuró contra su padre, año 586 a.C.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
119 Lehi, padre de Nefi
Lamoni. Véase también Ammón hijo Lea. Véase también Jacob hijo de Isaac;
de Mosíah Labán, hermano de Rebeca
En el Libro de Mormón, rey lamanita En el Antiguo Testamento, hija mayor
que fue convertido por el Espíritu del de Labán y una de las esposas de Jacob
Señor y por las obras y enseñanzas ins- (Gén. 29). Fue madre de seis varones y
piradas de Ammón (Alma 17–19). una mujer (Gén. 29:31–35; 30:17–21).

Lavado, lavamientos, lavar. Véase Lehi, comandante militar nefita


también Bautismo, bautizar; En el Libro de Mormón, comandante
Expiación, expiar militar nefita (Alma 43:35–53; 49:16–17;
52:27–36; 53:2; 61:15–21).
La purificación física y espiritual. En
sentido simbólico, la persona arrepen- Lehi, misionero nefita. Véase también
tida puede, por medio del sacrificio ex- Helamán hijo de Helamán
piatorio de Jesucristo, purificarse de una En el Libro de Mormón, hijo de He-
vida llena de pecado y evitar las conse- lamán, quien a su vez era hijo de Hela-
cuencias que ese tipo de vida acarrea. mán. Lehi fue un gran misionero (Hel.
Ciertos lavamientos que se llevan a cabo 3:21; 4:14).
bajo la debida autoridad del sacerdocio Se le dio el nombre de Lehi para que
son ordenanzas sagradas. recordara a su antepasado, Hel. 5:4–6.
El sacerdote lavará sus vestidos y la- Junto con Nefi, tuvo muchos conver-
vará su cuerpo con agua, Núm. 19:7. sos, fue encarcelado, fue envuelto como
Lávame y límpiame de mi pecado, Sal. por fuego y conversó con ángeles, Hel.
51:2, 7. Lavaos y limpiaos; dejad de hacer 5:14–48. Recibía muchas revelaciones
lo malo, Isa. 1:16–18. diariamente, Hel. 11:23.
Jesús lavó los pies de Sus Apóstoles, Lehi, padre de Nefi
Juan 13:4–15 (DyC 88:138–139). Bautízate,
En el Libro de Mormón, profeta hebreo
y lava tus pecados, Hech. 22:16 (Alma
que guio a su familia y a sus seguidores
7:14; DyC 39:10).
desde Jerusalén hasta una tierra prome-
Nadie puede ser salvo a menos que sus
tida en el hemisferio occidental, cerca del
vestidos hayan sido lavados hasta que- año 600 a.C. En el Libro de Mormón, fue
dar blancos, Alma 5:21 (3 Ne. 27:19). Sus el primer profeta entre su pueblo.
vestidos fueron blanqueados mediante la Lehi huyó de Jerusalén con su familia
sangre de Cristo, Alma 13:11 (Éter 13:10). por mandato del Señor (1 Ne. 2:1–4). Era
De que por guardar los mandamien- descendiente de José, el que fue ven-
tos pudiesen ser lavados y limpiados de dido para Egipto (1 Ne. 5:14). El Señor le
todos sus pecados, DyC 76:52. Vuestras mostró en una visión el árbol de la vida
unciones y lavamientos son conferidos (1 Ne. 8:2–35). Él y sus hijos construyeron
mediante la ordenanza de mi santa casa, un barco y navegaron hasta el hemisferio
DyC 124:39–41. occidental (1 Ne. 17–18). Él y sus descen-
dientes se establecieron en una nueva
Lázaro. Véase también María de tierra (1 Ne. 18:23–25). Antes de morir,
Betania; Marta Lehi bendijo a sus hijos y les enseñó
En el Nuevo Testamento, hermano de acerca de Cristo y de la publicación del
María y de Marta. Jesús lo levantó de Libro de Mormón en los postreros días
entre los muertos (Juan 11:1–44; 12:1–2, (2 Ne. 1:1–4:12).
9–11). No es el mismo Lázaro que el men- El libro de Lehi: Cuando José Smith
digo de una de las parábolas de Jesús inició la traducción del Libro de Mor-
(Lucas 16:19–31). món, comenzó su obra con el libro de
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Lemuel 120
Lehi, el cual era un compendio, hecho El Señor les concede a todas las nacio-
por Mormón, de las planchas de Lehi. nes que, de su propia nación y lengua,
Después de terminar 116 páginas del enseñen su palabra, Alma 29:8. Estas
manuscrito traducido de este libro, José planchas irán a toda nación, tribu, len-
Smith le entregó el manuscrito a Martin gua y pueblo, Alma 37:4.
Harris, quien brevemente había servido Procura obtener mi palabra, y enton-
como su escriba en la traducción, y las ces será desatada tu lengua, DyC 11:21.
páginas se perdieron. José Smith no Todo hombre oirá la plenitud del Evan-
volvió a traducir el libro de Lehi para gelio en su propia lengua, DyC 90:11.
reemplazar el manuscrito perdido, sino
que comenzó a traducir otros relatos de Lenguaje (o lengua)
las planchas de oro que se relacionaban Palabras, ya sean escritas o habladas,
con las que se habían perdido (véase el unidas en una estructura específica para
encabezamiento de las secciones 3 y 10 comunicar información, pensamientos y
de Doctrina y Convenios). Estos relatos conceptos. La forma en que empleamos
son los que ahora componen los prime- el lenguaje demuestra nuestros senti-
ros seis libros del Libro de Mormón. mientos hacia Dios y hacia los demás.
En la segunda venida de Jesucristo, el
Lemuel. Véase también Lamán; Señor dará a todo el género humano un
Lamanitas; Lehi, padre de Nefi lenguaje puro (Sof. 3:8–9).
En el Libro de Mormón, el segundo Tenía toda la tierra una sola lengua,
hijo de Lehi y uno de los hermanos ma- Gén. 11:1. Confundió Jehová el lenguaje
yores de Nefi. Se unió a Lamán en su de toda la tierra, Gén. 11:4–9.
oposición a Nefi. Cada uno les oía hablar en su propia
Lehi amonestó a Lemuel a ser cons- lengua, Hech. 2:1–6.
tante como un valle, 1 Ne. 2:10. Se irritó Dios habla a los hombres de acuerdo
con Nefi y se dejó llevar por las palabras con el idioma de ellos, 2 Ne. 31:3 (DyC
de Lamán, 1 Ne. 3:28. Los lemuelitas 1:24). Benjamín enseñó a sus hijos el
se incluían entre los lamanitas, Jacob idioma de sus padres, a fin de que pu-
1:13–14 (Alma 47:35). dieran llegar a ser hombres de entendi-
miento, Mos. 1:2–5.
Lengua. Véase también Lenguas, don Aquel cuyo lenguaje es humilde y edi-
de fica, tal es de Dios, si obedece mis orde-
Símbolo del habla. Los santos deben nanzas, DyC 52:16. Familiarizaos con los
controlar su lengua, o sea, su forma de idiomas, lenguas y pueblos, DyC 90:15.
hablar. Este vocablo también se refiere a Adán poseía un lenguaje puro y sin
los idiomas y a los pueblos. Finalmente, mezcla, Moisés 6:5–6, 46. Dios le dio a
se doblará toda rodilla, y jurará toda len- Enoc un gran poder de palabra, Moi-
gua a Dios (Isa. 45:23; Rom. 14:11). sés 7:13.
Guarda tu lengua del mal, Sal. 34:13 Lenguas, don de. Véase también
(1 Pe. 3:10). El que guarda su boca y su Dones del Espíritu; Lengua
lengua, su alma guarda de angustias,
Prov. 21:23. Un don del Espíritu Santo que permite
Si alguno no refrena su lengua, la que las personas inspiradas hablen, com-
religión de tal es vana, Stg. 1:26. Si al- prendan o interpreten lenguas (o idio-
guno no ofende en palabra, este es va- mas) desconocidas para ellas. Creemos
rón perfecto, Stg. 3:1–13. El Evangelio se en el don de lenguas (AdeF 1:7).
predicará a toda nación, tribu, lengua y Fueron todos llenos del Espíritu Santo,
pueblo, Apoc. 14:6–7 (2 Ne. 26:13; Mos. y comenzaron a hablar en otras lenguas,
3:13, 20; DyC 88:103; 112:1). Hech. 2:4. El que habla en lenguas no
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
121 Ley
habla a los hombres, sino a Dios, 1 Cor. a favor de los hijos de Israel. Los levitas
14:1–5, 27–28. Las lenguas son por señal mismos fueron ofrecidos como ofrenda
a los incrédulos, 1 Cor. 14:22–28. en representación de los hijos de Israel
Entonces viene el bautismo de fuego y (Núm. 8:11–22), por lo que eran una sin-
del Espíritu Santo; y entonces podéis ha- gular propiedad de Dios, dedicados a
blar con lengua de ángeles, 2 Ne. 31:13– Él. Él los tomó para Sí en lugar de los
14. Amalekí exhortó a todos los hombres primogénitos (Núm. 8:16). Eran consa-
a creer en el don de hablar en lenguas, grados y purificados para desempeñar
Omni 1:25. su oficio (Núm. 8:7–16). No tuvieron
A algunos les es dado hablar en len- heredad en la tierra de Canaán (Núm.
guas; y a otros, la interpretación de len- 18:23–24), pero recibieron los diezmos
guas, DyC 46:24–25 (1 Cor. 12:10; Moro. (Núm. 18:21), 48 ciudades (Núm. 35:6)
10:8, 15–16). Derrámese el don de len- y el derecho de recibir la limosna del
guas, DyC 109:36. pueblo (Deut. 12:18–19; 14:27–29).

Lepra Levítico. Véase también Pentateuco


Una terrible enfermedad de la piel Libro del Antiguo Testamento que
que se menciona tanto en el Antiguo habla de los deberes sacerdotales de
como en el Nuevo Testamento. Muchos Israel. Recalca la santidad de Dios y el
personajes destacados de la Biblia fue- código por el cual debe gobernarse Su
ron afligidos en alguna ocasión con este pueblo para llegar a ser santo. Su fina-
mal, entre ellos, Moisés (Éx. 4:6–7), su lidad es enseñar los preceptos morales
hermana María (Núm. 12:10), Naamán y las verdades religiosas de la ley de
(2 Rey. 5) y el rey Uzías (2 Cró. 26:19–21). Moisés por medio de los ritos. El autor
del libro fue Moisés.
Jesús sanó a varias personas que te-
En los capítulos del 1 al 7, se explican
nían lepra, Mateo 8:2–4 (Mar. 1:40–45;
las ordenanzas relacionadas con los sa-
Lucas 5:12–15; 3 Ne. 17:7–9). Jesús sanó a
crificios. En los capítulos del 8 al 10, se
diez leprosos, Lucas 17:11–19.
describe el rito que se observaba en la
Leví. Véase también Israel; Jacob hijo consagración de los sacerdotes. En el ca-
de Isaac pítulo 11, se explica lo que se puede y lo
que no se puede comer, lo que es limpio
En el Antiguo Testamento, el tercer
y lo que es inmundo. En el capítulo 12,
hijo de Jacob y de Lea (Gén. 29:34; 35:23).
se habla de la mujer después del parto.
Leví fue el padre de una de las tribus
En los capítulos del 13 al 15, se exponen
de Israel.
las leyes relacionadas con la impureza
La tribu de Leví: Jacob bendijo a Leví ceremonial. En el capítulo 16, se habla
y a su posteridad (Gén. 49:5–7, 28). Los del rito que debía observarse en el Día
descendientes de Leví ministraron en de la Expiación. En los capítulos del 17 al
los santuarios de Israel (Núm. 1:47–54). 26, se da un código sistemático de leyes
Aarón fue levita, y sus descendientes que tenían que ver con las observancias
fueron sacerdotes (Éx. 6:16–20; 28:1–4; 29). religiosas y sociales. En el capítulo 27,
Los levitas ayudaban a los sacerdotes, se explica que el Señor mandó a Israel
los hijos de Aarón (Núm. 3:5–10; 1 Reyes consagrar sus cosechas, rebaños y ma-
8:4), y en ocasiones servían de músicos nadas al Señor.
(1 Cró. 15:16; Neh. 11:22); desollaban
los animales destinados a holocaustos Ley. Véase también Bendecido,
(2 Cró. 29:34; Esdras 6:20); y en general bendecir, bendición; Ley de Moisés;
ayudaban en el templo (Neh. 11:16). Los Mandamientos de Dios; Obediencia,
levitas estaban dedicados al servicio del obediente, obedecer
Señor para llevar a cabo las ordenanzas Los mandamientos o reglas de Dios
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Ley de Moisés 122
sobre los cuales se basan todas las ben- a la casa de Israel para reemplazar la
diciones y los castigos, tanto en el cielo ley mayor que esta no pudo cumplir
como en la tierra. Los que obedecen las (Éx. 34; TJS, Éx. 34:1–2; TJS, Deut. 10:2
leyes de Dios reciben las bendiciones [Apéndice — Biblia]). La ley de Moisés
que se han prometido. El profeta José constaba de muchos principios, reglas,
Smith enseñó que el pueblo también ceremonias, ritos y símbolos, que tenían
debía obedecer, honrar y sostener las como fin hacer recordar frecuentemente
leyes del país (AdeF 1:12). al pueblo sus deberes y responsabilida-
La ley de Moisés fue una ley prepa- des. Incluía una ley de mandamientos
ratoria para llevar a los hombres y a las y de observancias morales, éticos, re-
mujeres a Cristo. Era una ley de res- ligiosos y físicos —que contemplaba
tricciones, reglas y ordenanzas. En la sacrificios (Lev. 1–7)— con la finalidad
actualidad la ley de Cristo, la cual cum- de hacer que el pueblo recordara a Dios
plió la ley de Moisés, es la plenitud del y su deber para con Él (Mos. 13:30). La
Evangelio, o sea, “la perfecta ley, la de fe, el arrepentimiento, el bautismo en el
la libertad” (Stg. 1:25). agua y la remisión de los pecados for-
Dios le dio mandamientos a Adán, maban parte de la ley, así como también
Gén. 1:28; 2:16–17. Dios le dio leyes a Noé, los Diez Mandamientos y muchos otros
Gén. 9:1. La ley de Jehová es perfecta, mandamientos de elevado valor ético y
que convierte el alma, Sal. 19:7. Jehová moral. Gran parte de la ley ceremonial
es nuestro legislador, Isa. 33:22. se cumplió con la muerte y resurrección
Uno solo es el dador de la ley, Stg. 4:12. de Jesucristo, lo que dio fin al sacrificio
Donde no se ha dado ninguna ley, no por derramamiento de sangre (Alma
hay castigo, 2 Ne. 9:25. Se dio una ley, 34:13–14). La ley era administrada bajo el
Alma 42:17–22. Los hombres serán juz- Sacerdocio Aarónico y era el Evangelio
gados de acuerdo con la ley, Alma 42:23. preparatorio para llevar a sus seguido-
Cristo es la ley, 3 Ne. 15:9. res a Cristo.
Todas las leyes son espirituales, DyC Les daré la ley, como la primera, pero
29:34. José Smith recibió la ley de la Igle- será según la ley de un mandamiento
sia por medio de revelación, DyC 42. carnal, TJS, Éx. 34:1–2.
Quien guarda las leyes de Dios no tiene La ley ha sido nuestro ayo, para lle-
necesidad de infringir las leyes del país, varnos a Cristo, Gál. 3:19–24.
DyC 58:21. La luz de Cristo es la ley por Observamos la ley de Moisés, y espe-
la cual se gobiernan todas las cosas, DyC ramos anhelosamente y con firmeza en
88:7–13. Dios ha dado una ley a todas Cristo, 2 Ne. 25:24–30. La salvación no
las cosas, DyC 88:42–43. Las personas viene solo por la ley de Moisés, Mos.
deben observar la ley constitucional del 12:27–13:32. En mí se ha cumplido la ley
país, DyC 98:4–5. Cuando recibimos una de Moisés, 3 Ne. 9:17. La ley que se dio a
bendición de Dios, es porque se obedece Moisés tiene su fin en mí, 3 Ne. 15:1–10.
la ley, DyC 130:20–21. La Iglesia declaró Debido a la desobediencia, el Señor
sus creencias concernientes a las leyes tomó a Moisés y el Santo Sacerdocio de
civiles, DyC 134. entre los hijos de Israel, dejando la ley de
El género humano se salva mediante mandamientos carnales, DyC 84:23–27.
la obediencia a las leyes y ordenanzas
del Evangelio, AdeF 1:3. Liahona
En el Libro de Mormón, una esfera de
Ley de Moisés. Véase también bronce con dos agujas que marcaba el
Ley; Limpio e inmundo; Moisés; camino que debían seguir —como una
Sacerdocio Aarónico brújula— y que también daba instruccio-
Por conducto de Moisés, Dios dio leyes nes espirituales a Lehi y sus seguidores
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
123 Libro de Mandamientos
cuando eran rectos. El Señor proveyó declaran libertad a los espíritus cautivos,
la Liahona y se valió de ella para dar DyC 138:18, 31, 42.
instrucciones.
Libertador. Véase también Jesucristo
Lehi encontró una esfera de bronce
Jesucristo es el Libertador de todo
con dos agujas que marcaba el camino
el género humano porque rescata a to-
que debían seguir él y su familia, 1 Ne.
dos de la esclavitud de la muerte y, al
16:10. La esfera funcionaba de acuerdo arrepentido, de las consecuencias del
con la fe y la diligencia, 1 Ne. 16:28–29 pecado.
(Alma 37:40). Benjamín entregó la esfera
a Mosíah, Mos. 1:16. A la esfera o direc- Jehová es mi roca y mi libertador,
tor la llamaron Liahona, Alma 37:38. Se 2 Sam. 22:2 (Sal. 18:2; 144:2). Jehová es
mi ayuda y mi libertador, Sal. 40:17 (Sal.
compara la Liahona con la palabra de
70:5).
Cristo, Alma 37:43–45.
Vendrá de Sion el Libertador, Rom.
Los Tres Testigos del Libro de Mor-
11:26.
món verían el director que recibió Lehi,
Los santos reconocieron al Hijo de
DyC 17:1.
Dios como a su Redentor y Libertador,
Libertad, libre. Véase también DyC 138:23.
Albedrío; Cautiverio Libre albedrío. Véase Albedrío
El poder o facultad para actuar y
pensar libremente, sin compulsión. En Libro de la vida. Véase también Libro
sentido espiritual, la persona que se de memorias
arrepiente y obedece la voluntad de Dios En un sentido, el libro de la vida es
queda libre de la esclavitud del pecado la suma total de los pensamientos y de
(Juan 8:31–36) mediante la expiación de los hechos de una persona: la historia de
Jesucristo (Mos. 5:8). su vida. En otro sentido, las Escrituras
también indican que se lleva un registro
Andaré en libertad, porque busqué
celestial de los fieles, en el cual se han
tus mandamientos, Sal. 119:45.
inscrito sus nombres y un relato de sus
La verdad os hará libres, Juan 8:32. Los obras justas en la tierra.
que son libertados del pecado reciben la
vida eterna, Rom. 6:19–23. Donde está El Señor raerá de su libro a los peca-
el Espíritu del Señor, allí hay libertad, dores, Éx. 32:33.
No se borrará del libro de la vida el
2 Cor. 3:17. Estad firmes en la libertad
nombre del que venciere, Apoc. 3:5. Otro
con que Cristo nos hizo libres, Gál. 5:1
libro fue abierto, el cual es el libro de la
(DyC 88:86).
vida, Apoc. 20:12 (DyC 128:6–7).
Los hombres son libres para escoger
Los nombres de los justos serán es-
la libertad y la vida eterna, 2 Ne. 2:27.
critos en el libro de la vida, Alma 5:58.
Una rama justa de la casa de Israel será
Vuestras oraciones están inscritas en
sacada del cautiverio a la libertad, 2 Ne. el libro de los nombres de los santifica-
3:5. Esta tierra será una tierra de libertad, dos, DyC 88:2.
2 Ne. 10:11. Clamaron al Señor a favor
de su libertad, Alma 43:48–50. Moroni Libro de Mandamientos. Véase
plantó el estandarte de la libertad entre también Doctrina y Convenios;
los nefitas, Alma 46:36. Moroni se rego- Revelación
cijaba en la libertad de su país, Alma En el año de 1833, se editó una colec-
48:11. El Espíritu de Dios es el espíritu ción de algunas de las revelaciones que
de libertad, Alma 61:15. el profeta José Smith había recibido, con
Seguidme, y seréis un pueblo li- el título de “A Book of Commandments
bre, DyC 38:22. El Señor y sus siervos for the Government of the Church of
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
.
Libro de memorias 124
Christ” (Un libro de mandamientos para de oro; Smith, hijo, José; Testigos del
el gobierno de la Iglesia de Cristo). El Libro de Mormón
Señor continuó comunicándose con Sus Uno de los cuatro tomos de Escrituras
siervos y, dos años después, se publicó aceptados por La Iglesia de Jesucristo
una recopilación mayor de revelaciones, de los Santos de los Últimos Días. Es
con el título “Doctrine and Covenants” un compendio que hizo el antiguo pro-
(Doctrina y Convenios). feta Mormón de los anales de antiguos
La sección 1 de Doctrina y Convenios habitantes de las Américas. Se escribió
constituye el Prefacio del Señor del libro para testificar que Jesús es el Cristo.
de sus mandamientos, DyC 1:6. El Señor Con respecto a estos anales, el profeta
desafía a la persona más sabia a repro- José Smith, que los tradujo mediante el
ducir la menor de sus revelaciones del don y el poder de Dios, dijo lo siguiente:
Libro de Mandamientos, DyC 67:4–9. Se “Declaré a los hermanos que el Libro de
nombran mayordomos para publicar las Mormón era el más correcto de todos los
revelaciones, DyC 70:1–5. libros sobre la tierra, y la piedra clave
de nuestra religión; y que un hombre se
Libro de memorias. Véase también
acercaría más a Dios al seguir sus pre-
Genealogía; Libro de la vida
ceptos que los de cualquier otro libro”
Libro que comenzó Adán, en el cual se (véase la introducción al principio del
llevó el registro de las obras de sus des- Libro de Mormón).
cendientes; también cualquier registro El Libro de Mormón es un registro
similar que los profetas y los miembros religioso de tres pueblos que emigraron
fieles hayan llevado desde aquellos tiem- desde el Viejo Mundo hasta el continente
pos. Adán y sus hijos llevaron un libro americano. Estos pueblos fueron guia-
de memorias, en el cual escribían por dos por profetas, quienes hicieron un
el espíritu de inspiración, y un libro de registro sobre planchas de metal de su
las generaciones, el cual contenía la ge- historia religiosa y seglar. El Libro de
nealogía (Moisés 6:5, 8). Puede ser que Mormón contiene el relato de la visita
esos registros cumplan una función im- de Jesucristo a habitantes de las Amé-
portante en la determinación de nuestro ricas, después de Su resurrección. Tras
juicio final. esta visita siguió un período de paz de
Fue escrito libro de memoria, Mal. doscientos años.
3:16–18 (3 Ne. 24:16–18). Aproximadamente en el año 421 d.C.,
Todos aquellos cuyos nombres no es- Moroni, el último profeta e historiador
tén asentados en el libro de memorias, nefita, selló los anales compendiados de
no hallarán herencia en aquel día, DyC estos pueblos y los escondió. En 1823, el
85:9. Los muertos fueron juzgados por el mismo Moroni, habiendo resucitado,
relato de sus obras que estaba escrito en visitó a José Smith, y posteriormente le
los libros, DyC 128:7. Presentemos un li- entregó estos anales antiguos y sagra-
bro que contenga el registro de nuestros dos para que los tradujera y los sacara
muertos, DyC 128:24. a luz al mundo como otro testamento
Se llevaba un libro de memorias, Moi- de Jesucristo.
sés 6:5–8. Hemos escrito un libro de me-
Rama fructífera es José, cuyos vásta-
morias, Moisés 6:46. Abraham dijo que
gos se extienden sobre el muro, Gén.
trataría de escribir un registro para su
49:22–26. La verdad brotará de la tierra,
posteridad, Abr. 1:31.
Sal. 85:11 (Morm. 8:16; Moisés 7:62). El
Libro de Mormón. Véase también Señor alzará estandarte a las naciones
Canon; Efraín — El palo de Efraín y les silbará para que vengan, Isa. 5:26.
o palo de José; Escrituras; Mormón, Una voz hablará desde la tierra, Isa. 29:4
profeta nefita; Planchas; Planchas (2 Ne. 26:14–17). Os será toda visión como
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
125 Llamado, llamado por Dios, llamamiento
palabras de libro sellado, Isa. 29:11 (Isa. Limpio e inmundo. Véase también
29:9–18; 2 Ne. 27:6–26). Los palos de José Inmundicia, inmundo; Ley de
y de Judá serán uno en la mano del Se- Moisés; Pureza, puro
ñor, Ezeq. 37:15–20. En el Antiguo Testamento, el Señor les
Tengo otras ovejas que no son de este reveló a Moisés y a los antiguos israe-
redil, Juan 10:16 (3 Ne. 15:16–24). litas que solo ciertos alimentos se con-
El Libro de Mormón y la Biblia cre- sideraban limpios o, en otras palabras,
cerán juntamente, 2 Ne. 3:12–21. Las que se podían usar como alimento. La
palabras del Señor resonarán hasta los diferencia que los israelitas establecían
extremos de la tierra, 2 Ne. 29:2. El Señor entre lo limpio y lo inmundo ejercía
hizo convenio con Enós de hacer llegar un gran impacto en toda su vida reli-
el Libro de Mormón a los lamanitas, giosa y social. Se consideraban limpios
Enós 1:15–16. El Libro de Mormón se y aceptables como alimento ciertos ani-
escribió con el fin de que creamos en la males, aves y peces, mientras que otros
Biblia, Morm. 7:9. El Libro de Mormón se consideraban inmundos y estaban
se levantará como testimonio contra el prohibidos (Lev. 11; Deut. 14:3–20). A
mundo, Éter 5:4. Preguntad a Dios si no algunas personas enfermas también se
son verdaderas estas cosas, Moro. 10:4. las consideraba inmundas.
Cristo dio testimonio de la veracidad En un sentido espiritual, estar limpio
del Libro de Mormón, DyC 17:6. El Li- es estar libre de pecado y de deseos pe-
bro de Mormón contiene la plenitud del caminosos. En este sentido, el vocablo se
evangelio de Jesucristo, DyC 20:9 (DyC usa para describir a la persona virtuosa
20:8–12; 42:12). y de corazón puro (Sal. 24:4). El pueblo
Creemos que el Libro de Mormón es del convenio de Dios siempre ha contado
la palabra de Dios, AdeF 1:8. con instrucciones especiales de ser lim-
Libros canónicos. Véase Canon pio (3 Ne. 20:41; DyC 38:42; 133:5).
El limpio de manos y puro de corazón
Limhi. Véase también Noé hijo de subirá al monte de Jehová, Sal. 24:3–5.
Zeniff A ningún hombre se le debe llamar
En el Libro de Mormón, rey justo de común o inmundo, Hech. 10:11–28.
los nefitas en la tierra de Nefi; era hijo ¿Podréis mirar a Dios en aquel día
del rey Noé (Mos. 7:7–9). El rey Limhi con un corazón puro y manos limpias?,
hizo convenio de servir a Dios (Mos. Alma 5:19.
21:32). Libró al pueblo del yugo de los El Señor disciplinará a Sion hasta que
lamanitas y juntos volvieron a Zara- se purifique, DyC 90:36. Sed limpios
hemla (Mos. 22). los que lleváis los vasos del Señor, DyC
133:4–5, 14 (Isa. 52:11).
Limosna. Véase también Ayunar,
ayuno; Bienestar; Ofrenda; Pobres Llamado, llamado por Dios,
Ofrendas para ayudar a los pobres. llamamiento. Véase también
Autoridad; Escoger, escogido
No des limosna delante de los hom-
(verbo); Escogido (adjetivo
bres, Mateo 6:1–4 (3 Ne. 13:1–4). Esta o sustantivo); Mayordomía,
viuda pobre echó más que todos, Mar. mayordomo; Ordenación, ordenar
12:41–44. Más bienaventurado es dar que
recibir, Hech. 20:33–35. El recibir un llamamiento de Dios sig-
Quisiera que de vuestros bienes die- nifica recibir un nombramiento o invita-
seis al pobre, Mos. 4:26. El pueblo de ción de Él, o de los líderes debidamente
la iglesia debe dar de sus bienes, cada autorizados de Su Iglesia, para servirle
uno de conformidad con lo que tenga, de una manera particular.
Mos. 18:27. Puso sobre él sus manos, y le dio el
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Llaves del sacerdocio 126
cargo, Núm. 27:23. Te di por profeta, Pedro recibió las llaves del reino, Ma-
Jer. 1:5. teo 16:19.
Yo os elegí a vosotros, Juan 15:16. Miguel (Adán) recibió las llaves de la
Pablo fue llamado a ser apóstol, Rom. salvación bajo la dirección de Jesucristo,
1:1. Nadie toma para sí esta honra, sino DyC 78:16. Las llaves del reino siempre
el que es llamado por Dios, Heb. 5:4. corresponden a la Primera Presidencia,
Jesús fue declarado por Dios sumo DyC 81:2. El Sacerdocio de Melquise-
sacerdote según el orden de Melquise- dec posee la llave de los misterios del
dec, Heb. 5:10. conocimiento de Dios, DyC 84:19. Los
He sido llamado para predicar la pa- Doce Apóstoles poseen llaves especia-
labra de Dios de acuerdo con el espíritu les, DyC 107:35; 112:16, 32; 124:128. José
Smith y Oliver Cowdery recibieron las
de revelación y profecía, Alma 8:24. Esos
llaves del recogimiento de Israel, del
sacerdotes fueron llamados y prepa-
evangelio de Abraham, y de los pode-
rados desde la fundación del mundo,
res de sellamiento, DyC 110:11–16. La
Alma 13:3.
Primera Presidencia y los Doce poseen
Si tenéis deseos de servir a Dios, sois las llaves de la dispensación del cumpli-
llamados, DyC 4:3. Consérvate firme en miento de los tiempos, DyC 112:30–34.
la obra a la cual te he llamado, DyC 9:14. Los oficiales en el sacerdocio poseen
No vayas a suponer que eres llamado a llaves del sacerdocio, DyC 124:123. El
predicar sino hasta que se te llame, DyC que posee llaves puede obtener conoci-
11:15. Los élderes son llamados para miento, DyC 128:11.
efectuar el recogimiento de los esco­ El Sacerdocio Aarónico tiene las llaves
gidos, DyC 29:7. Ninguno predicará mi del ministerio de ángeles y del Evange-
evangelio ni edificará mi iglesia a menos lio de arrepentimiento y del bautismo,
que sea ordenado, DyC 42:11. Muchos JS—H 1:69 (DyC 13).
son los llamados, y pocos los escogidos,
Lot. Véase también Abraham
DyC 121:34.
El hombre debe ser llamado por Dios, En el Antiguo Testamento, hijo de Ha-
AdeF 1:5. rán y sobrino de Abraham (Gén. 11:27,
31; Abr. 2:4). Harán murió como conse-
Llaves del sacerdocio. Véase cuencia de la sequía en Ur (Abr. 2:1). Lot
también Dispensaciones; Primera partió de Ur con Abraham y Sara y viajó
Presidencia; Sacerdocio con ellos hasta Canaán (Gén. 12:4–5),
Las llaves constituyen el derecho de después de lo cual eligió vivir en So-
presidencia, o sea, el poder que Dios doma. El Señor le envió mensajeros para
da al hombre para dirigir, controlar y advertirle que huyera de la ciudad antes
gobernar el sacerdocio de Dios sobre la que el Señor la destruyera por culpa de
la iniquidad del pueblo (Gén. 13:8–13;
tierra. Los poseedores del sacerdocio a
19:1, 13, 15); sin embargo, la esposa de
quienes se les llama a ocupar cargos de
Lot miró atrás para ver la destrucción
presidencia reciben las llaves de manos
y se convirtió en estatua de sal (Gén.
de los que tienen autoridad sobre ellos.
19:26). En el Nuevo Testamento se habla
Los poseedores del sacerdocio solamente de él (Lucas 17:29; 2 Pe. 2:6–7). En Gén.
ejercen su sacerdocio dentro de los lí- 13, 14 y 19 se describe su vida después
mites designados por los que poseen de separarse de Abraham.
las llaves. El Presidente de la Iglesia es
la única persona en la tierra que posee Lucas. Véase también Evangelios;
todas las llaves del sacerdocio y él está Hechos de los Apóstoles
autorizado para ejercerlas (DyC 107:65– El autor del tercer Evangelio y del libro
67, 91–92; 132:7). de los Hechos en el Nuevo Testamento y
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
127 Luz, luz de Cristo
compañero misional de Pablo. Nació de la vida preterrenal. El nombre Lucero,
padres griegos y era médico de profesión refiriéndose a Lucifer, aparece una sola
(Col. 4:14) y una persona muy culta. En vez en la Biblia (Isa. 14:12). La revela-
Troas se reunió con Pablo (Hech. 16:10– ción de los últimos días proporciona
11), haciendo constar así que era su com- más detalles sobre la caída de Lucifer
pañero en la obra. Lucas también estuvo (DyC 76:25–29).
con Pablo en Filipos durante el último Lucero (Lucifer) cayó en la existen-
viaje de Pablo a Jerusalén (Hech. 20:6), cia preterrenal, Isa. 14:12 (Lucas 10:18;
y los dos permanecieron juntos hasta 2 Ne. 24:12).
llegar a Roma. Lucas se hallaba con Pa- Después de su caída, se convirtió en
blo durante el segundo encarcelamiento Satanás, el diablo, DyC 76:25–29 (Moi-
romano de este (2 Tim. 4:11). Según la sés 4:1–4).
tradición, murió como mártir.
El Evangelio según Lucas: Relato que Lugar Santísimo. Véase también
escribió Lucas sobre Jesucristo y Su mi- Tabernáculo; Templo, Casa del
nisterio mortal. El libro de los Hechos Señor
de los Apóstoles es una continuación El salón más sagrado del tabernáculo
del Evangelio según Lucas. Lucas dejó de Moisés y, posteriormente, del tem-
un relato bien escrito sobre el ministerio plo. Se le llama también “lugar santo”
de Jesús, presentándolo como el Salvador (Éx. 26:33–34).
tanto de los judíos como de los gentiles.
Luz, luz de Cristo. Véase también
Escribió mucho acerca de las enseñanzas
Conciencia; Espíritu Santo;
y los hechos de Jesús, y este es el único
Inteligencia(s); Jesucristo; Verdad
Evangelio que relata las visitas del ángel
Gabriel a Zacarías y a María, la madre Energía, poder o influencia divinos
de Jesús (Lucas 1); la visita de los pas- que proceden de Dios por medio de
tores al niño Jesús (Lucas 2:8–18); la de Cristo y que dan vida y luz a todas las
Jesús en el templo a la edad de 12 años cosas. Es la ley por la cual se gobiernan
(Lucas 2:41–52); acerca de los setenta que todas las cosas tanto en el cielo como en
el Señor designó y envió (Lucas 10:1–24); la tierra (DyC 88:6–13). También ayuda a
que Jesús sudó sangre (Lucas 22:44); las personas a comprender las verdades
la conversación de Jesús con el ladrón del Evangelio y sirve para colocarlas so-
que estaba colgado sobre la cruz (Lucas bre el sendero del Evangelio que conduce
23:39–43); y que Jesús comió pescado y a la salvación (Juan 3:19–21; 12:46; Alma
miel después de Su resurrección (Lucas 26:15; 32:35; DyC 93:28–29, 31–32, 40, 42).
24:42–43). La luz de Cristo no se debe confundir
Para ver una lista de los aconteci- con la persona del Espíritu Santo, pues
mientos en la vida del Salvador, cual se la luz de Cristo no es un personaje, sino
describen en el Evangelio según Lucas, una influencia que procede de Dios y
véase la Concordancia entre los Evan- prepara a la persona para recibir el Es-
gelios, en el Apéndice. píritu Santo. Es una influencia para bien
en la vida de todo ser humano (Juan 1:9;
Lucifer o Lucero. Véase también DyC 84:46–47).
Anticristo; Destructor; Diablo; Hijos Una manifestación de la luz de Cristo
de perdición; Infierno es la conciencia del hombre, la cual le
El término literalmente significa: “El ayuda a distinguir entre el bien y el
Que Brilla” o “Portador de Luz”. Tam- mal (Moro. 7:16). Cuanto más aprende
bién se le conoce como Hijo de la Ma- una persona acerca del Evangelio, tanto
ñana. Lucifer fue un hijo espiritual del más sensible se vuelve su conciencia
Padre Celestial y dirigió la rebelión en (Moro. 7:12–19). A los que siguen la luz
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Madre 128
de Cristo, se les guía hacia el evangelio lamanitas les habían enseñado sus ma-
de Jesucristo (DyC 84:46–48). dres, Alma 56:47 (Alma 57:21).
Jehová es mi luz, Sal. 27:1. Venid, y Nuestra gloriosa madre Eva se hallaba
caminaremos a la luz de Jehová, Isa. entre los grandes y poderosos a quienes
2:5 (2 Ne. 12:5). Jehová te será luz eterna, instruyó el Señor en el mundo de los es-
píritus, DyC 138:38–39.
Isa. 60:19.
La luz verdadera alumbra a todo hom- Maestro. Véase Enseñar
bre que viene a este mundo, Juan 1:4–9
(Juan 3:19; DyC 6:21; 34:1–3). Yo soy la Maestro, Sacerdocio Aarónico. Véase
luz del mundo, Juan 8:12 (Juan 9:5; DyC también Sacerdocio Aarónico
11:28). Oficio en el Sacerdocio Aarónico.
Lo que es luz, es bueno, Alma 32:35. El deber del maestro es velar por los
Cristo es la vida y la luz del mundo, miembros de la iglesia, DyC 20:53–60.
Alma 38:9 (3 Ne. 9:18; 11:11; Éter 4:12). A El oficio de maestro es una dependencia
todo hombre se da el Espíritu de Cristo necesaria que pertenece al sacerdocio
para que sepa discernir el bien del mal, menor, DyC 84:30, 111. El presidente de
Moro. 7:15–19. un cuórum de maestros preside veinti-
Lo que es de Dios es luz, y aumenta cuatro maestros, DyC 107:86.
cada vez más en resplandor hasta el
Magog. Véase también Gog; Segunda
día perfecto, DyC 50:24. El Espíritu da
venida de Jesucristo
luz a todo hombre, DyC 84:45–48 (DyC
93:1–2). El que guarda sus mandamien- En la Biblia, el nombre de una tierra
tos recibe verdad y luz, DyC 93:27–28. y de un pueblo cerca del mar Negro.
La luz y la verdad desechan a aquel ini- Gog, su rey, dirigirá a los ejércitos de
cuo, DyC 93:37. Magog en la última gran batalla antes
de la segunda venida de Cristo (Ezeq.
38:2; 39:6). En las Escrituras se habla de
Madre. Véase también Eva; Familia; otra gran batalla de Gog y Magog al fi-
Padres nal del Milenio, la cual se entablará entre
El título sagrado de la mujer que da a las fuerzas de Dios y las del mal (Apoc.
luz o adopta hijos. Las madres ayudan 20:7–9; DyC 88:111–116).
a llevar a cabo el plan de Dios al propor- Malaquías
cionar cuerpos mortales para los hijos
Profeta del Antiguo Testamento que
espirituales de Dios.
escribió y profetizó aproximadamente
Llamó Adán el nombre de su mujer, en el año 430 a.C.
Eva, por cuanto ella era la madre de to- El libro de Malaquías: El libro, o la pro-
dos los vivientes, Gén. 3:20 (Moisés 4:26). fecía, de Malaquías es el último libro
Honra a tu padre y a tu madre, Éx. 20:12 del Antiguo Testamento, y parece cubrir
(Efe. 6:1–3; Mos. 13:20). No desprecies cuatro temas principales: (1) los pecados
la dirección de tu madre, Prov. 1:8. El de Israel: Mal. 1:6–2:17; 3:8–9; (2) los jui-
hombre necio menosprecia a su madre, cios que sobrevendrán a Israel por su
Prov. 15:20 (Prov. 10:1). Cuando tu madre desobediencia: Mal. 1:14; 2:2–3, 12; 3:5; (3)
envejeciere, no la menosprecies, Prov. las promesas para los obedientes: Mal.
23:22. Se levantan sus hijos y la llaman 3:10–12, 16–18; 4:2–3; y (4) profecías refe-
bienaventurada; y su marido también la rentes a Israel: Mal. 3:1–5; 4:1, 5–6 (DyC
alaba, Prov. 31:28. 2; 128:17; JS—H 1:37–39).
Estaba junto a la cruz de Jesús su ma- En su profecía, Malaquías escri-
dre, Juan 19:25–27. bió acerca de Juan el Bautista (Mal.
A los dos mil jóvenes guerreros 3:1; Mateo 11:10), la ley de los diezmos
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
129 Maná
(Mal. 3:7–12), la segunda venida del secó, Mar. 11:11–14, 20–21. Jesús maldijo
Señor (Mal. 4:5) y el regreso de Elías el las ciudades de Corazín, Betsaida y Ca-
Profeta (Mal. 4:5–6; DyC 2; 128:17; JS—H pernaúm, Lucas 10:10–15.
1:37–39). El Salvador citó a los nefitas los Por motivo de que los lamanitas no
capítulos 3 y 4 de Malaquías en su tota- quisieron escuchar al Señor, fueron
lidad (3 Ne. 24–25). separados de la presencia del Señor y
fueron maldecidos, 2 Ne. 5:20–24. Se in-
Maldecir, maldiciones. Véase también vita a todos a venir a Dios, 2 Ne. 26:33.
Condenación, condenar; Profanidad El Señor maldecirá a los que cometan
En las Escrituras, una maldición es la fornicaciones, Jacob 2:31–33. Los nefi-
aplicación de la ley divina que autoriza tas han de recibir una maldición peor
o inflige juicios y sus correspondientes que la de los lamanitas a no ser que
consecuencias sobre una cosa, una per- se arrepientan, Jacob 3:3–5. Los rebel-
sona o un pueblo, principalmente por des traen maldiciones sobre sí mismos,
motivo de la iniquidad. Las maldicio- Alma 3:18–19 (Deut. 11:26–28). Korihor
nes son una manifestación del amor y la fue maldecido por haber alejado de Dios
justicia de Dios, y pueden ser invocadas a la gente, Alma 30:43–60. El Señor mal-
directamente por Dios o pronunciadas dijo la tierra y las riquezas de los nefitas
por Sus siervos autorizados. A veces, a causa de las iniquidades de la gente,
solo Dios sabe la razón exacta de una Hel. 13:22–23 (2 Ne. 1:7; Alma 37:31). El
maldición. Además, las personas o los Señor maldijo a los malvados jareditas,
pueblos que con obstinación desobe- Éter 9:28–35. La expiación de Cristo quita
decen a Dios llegan a experimentar las de los niños pequeños la maldición de
consecuencias de un estado de maldi- Adán, Moro. 8:8–12.
ción por motivo de que ellos mismos se Los que se apartan del Señor son mal-
apartan del Espíritu del Señor. decidos, DyC 41:1. La tierra será herida
El Señor puede quitar una maldición con una maldición a menos que entre
por motivo de la fe en Jesucristo que los padres y los hijos exista un eslabón
tengan una o varias personas, así como conexivo, DyC 128:18 (Mal. 4:5–6).
por su obediencia a las leyes y a las or- Profanidad: También es maldecir el
denanzas del Evangelio (Alma 23:16–18; usar lenguaje profano, blasfemo o des-
3 Ne. 2:14–16; AdeF 1:3). pectivo.
Dios maldijo a la serpiente por haber Nadie debe maldecir a su padre ni a
engañado a Adán y a Eva, Gén. 3:13–15 su madre, Éx. 21:17 (Mateo 15:4). No in-
(Moisés 4:19–21). La tierra fue maldecida juriarás a los que te gobiernen, Éx. 22:28
por causa de Adán y Eva, Gén. 3:17–19 (Ecle. 10:20). Ni hombre ni mujer malde-
(Moisés 4:23–25). El Señor maldijo a Caín cirá a Dios, Lev. 24:13–16.
por haber matado a Abel, Gén. 4:11–16 Pedro maldijo cuando negó conocer a
(Moisés 5:22–41). El Señor maldijo a Ca- Jesús, Mateo 26:69–74.
naán y a sus descendientes, Gén. 9:25– Los inicuos nefitas maldecían a Dios
27 (Moisés 7:6–8; Abr. 1:21–27). Israel y deseaban morir, Morm. 2:14.
será bendecido si es obediente a Dios y Maledicencia. Véase Calumnias
maldecido si es desobediente, Deut. 28
(Deut. 29:18–28). Giezi y su descendencia Maná. Véase también Éxodo; Pan de
fueron maldecidos con la lepra de Naa- Vida
mán, 2 Rey. 5:20–27. El Señor maldijo a Substancia alimenticia pequeña y re-
la antigua nación de Israel por no haber donda, con sabor a hojuelas con miel (Éx.
pagado sus diezmos y sus ofrendas, 16:14–31) o aceite nuevo (Núm. 11:7–8). El
Mal. 3:6–10. Señor lo envió para alimentar a los hijos
Jesús maldijo una higuera y esta se de Israel durante los cuarenta años que
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Manasés 130
pasaron en el desierto (Éx. 16:4–5, 14–30, Si me amáis, guardad mis man-
35; Josué 5:12; 1 Ne. 17:28). damientos, Juan 14:15 (DyC 42:29).
Los hijos de Israel lo llamaron maná (o Cualquiera cosa que pidiéremos la re-
man-hu en hebreo), lo cual quería decir cibiremos de él, porque guardamos sus
“¿Qué es esto?”, porque no sabían lo que mandamientos, 1 Juan 3:22. Sus man-
era (Éx. 16:15). También se le llamó “pan damientos no son gravosos, 1 Juan 5:3.
de nobles” y “pan del cielo” (Sal. 78:24– Sé inmutable en guardar los manda-
25; Juan 6:31). Era símbolo de Cristo, mientos, 1 Ne. 2:10. El Señor nunca da
quien sería el Pan de Vida (Juan 6:31–35). mandamientos sin preparar la vía, 1 Ne.
Manasés. Véase también Efraín; Israel; 3:7. Debo obrar según los estrictos man-
José hijo de Jacob damientos de Dios, Jacob 2:10. Según
En el Antiguo Testamento, el hijo ma- guardéis mis mandamientos, prospe-
yor de Asenat y José, el que fue vendido raréis en la tierra, Jarom 1:9 (Alma 9:13;
para Egipto (Gén. 41:50–51). Él y su her- 50:20). Aprende en tu juventud a guardar
mano Efraín eran nietos de Jacob (Israel), los mandamientos de Dios, Alma 37:35.
pero Jacob los adoptó y los bendijo como Estos mandamientos son míos, DyC
si fueran sus propios hijos (Gén. 48:1–20). 1:24. Escudriñad estos mandamientos,
La tribu de Manasés: Los descendien- DyC 1:37. Si no guardáis mis manda-
tes de Manasés se contaron entre las mientos, no podréis salvaros, DyC 18:46
tribus de Israel (Núm. 1:34–35; Josué (DyC 25:15; 56:2). Mis mandamientos son
13:29–31). La bendición que Moisés dio espirituales; no son naturales ni tempo-
a la tribu de José, la que también se dio rales, DyC 29:35. Se dan mandamientos
a Efraín y a Manasés, se encuentra en para que entendamos la voluntad del
Deut. 33:13–17. El territorio que se les Señor, DyC 82:8.
asignó se encontraba parcialmente al No sé, sino que el Señor me lo mandó,
occidente del Jordán y colindaba con Moisés 5:6. El Señor probará a los hom-
el de Efraín; además, tenían colonias al bres para ver si harán todas las cosas que
oriente del Jordán, en la fértil tierra de su Dios les mandare, Abr. 3:25.
pastos de Basán y Galaad. En los postre-
ros días, la tribu de Manasés ayudará a Mandamientos, los Diez. Véase Diez
la de Efraín a recoger al Israel disperso Mandamientos, los; Mandamientos
(Deut. 33:13–17). El profeta Lehi, del de Dios; Moisés
Libro de Mormón, era descendiente de
Manifiesto. Véase también
Manasés (Alma 10:3).
Declaración Oficial 1;
Mandamientos de Dios. Véase Matrimonio — El matrimonio
también Diez Mandamientos, plural; Woodruff, Wilford
los; Ley; Obediencia, obediente,
La declaración oficial que hizo el pre-
obedecer; Palabra de Dios; Pecado
sidente Wilford Woodruff, en el año
Las leyes y los requisitos que Dios da 1890, en la que afirmaba claramente que
a todo el género humano, ya sea indi- la Iglesia y sus miembros se sometían a
vidual o colectivamente. El guardar los la ley del país y que ya no contraían ma-
mandamientos traerá a los obedientes
trimonios plurales (DO 1). El presidente
las bendiciones del Señor (DyC 130:21).
Woodruff dio a conocer el Manifiesto
Noé hizo conforme a todo lo que Dios después de recibir una visión y una re-
le mandó, Gén. 6:22. Si anduviereis en velación de Dios.
mis decretos y guardareis mis manda-
mientos, Lev. 26:3. Guarda mis manda- Manos, imposición de. Véase
mientos, y vivirás, Prov. 4:4 (Prov. 7:2). Imposición de manos
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
131 Marcos
Mansedumbre, manso. Véase también o Bela, se encontraban cerca de sus ribe-
Corazón quebrantado; Humildad, ras (Gén. 14:2–3).
humilde, humillar (afligir); En cumplimiento de la profecía, y
Paciencia como una de las señales de la segunda
Temeroso de Dios, recto, humilde, venida del Salvador, las aguas del mar
presto para aprender y paciente al sufrir. Muerto sanarán y allí florecerá la vida
Los mansos están dispuestos a seguir las (Ezeq. 47:8–9).
enseñanzas del Evangelio. Mar Rojo. Véase también Moisés
Moisés era muy manso, Núm. 12:3. Los Una extensión de agua ubicada entre
mansos heredarán la tierra, Sal. 37:11 Egipto y Arabia. Los dos golfos septen-
(Mateo 5:5; 3 Ne. 12:5; DyC 88:17). Buscad trionales del mar forman el litoral de la
a Jehová todos los humildes de la tierra; península de Sinaí. El Señor milagro-
buscad justicia, buscad mansedumbre, samente dividió sus aguas para que los
Sof. 2:3 (1 Tim. 6:11). israelitas, bajo la dirección de Moisés,
Aprended de mí, que soy manso y pasaran por un lecho de tierra seca (Éx.
humilde de corazón, Mateo 11:29. La 14:13–31; Heb. 11:29). La división de las
mansedumbre es un fruto del Espíritu, aguas por medio de Moisés se ha con-
Gál. 5:22–23. El siervo del Señor debe firmado mediante la revelación de los
ser amable, apto para enseñar, sufrido; postreros días (1 Ne. 4:2; Hel. 8:11; DyC
que con mansedumbre corrija a los que 8:3; Moisés 1:25).
se oponen, 2 Tim. 2:24–25. Un espíritu
agradable y apacible es de gran estima Marcos. Véase también Evangelios
delante de Dios, 1 Pe. 3:4. En el Nuevo Testamento, Juan Marcos
Despojaos del hombre natural y sed era hijo de María, quien vivía en Jerusa-
mansos, Mos. 3:19 (Alma 13:27–28). Dios lén (Hech. 12:12); es posible que también
mandó a Helamán que enseñara al pue- haya sido primo (o sobrino) de Bernabé
blo a ser manso, Alma 37:33. La gracia (Col. 4:10). Acompañó a Pablo y a Ber-
del Señor es suficiente para los mansos, nabé desde Jerusalén en su primer viaje
Éter 12:26. Tenéis fe en Cristo a causa de misional, y se separó en Perga (Hech.
vuestra mansedumbre, Moro. 7:39. Na- 12:25; 13:5, 13). Posteriormente acompañó
die es aceptable a Dios sino los mansos a Bernabé hasta Chipre (Hech. 15:37–39).
y humildes de corazón, Moro. 7:44. La Estuvo con Pablo en Roma (Col. 4:10;
remisión de los pecados trae la manse- Filem. 1:24) y con Pedro en Babilonia
dumbre y la humildad de corazón, y, por (probablemente en Roma) (1 Pe. 5:13). Fi-
motivo de la mansedumbre, viene la vi- nalmente, estuvo con Timoteo en Efeso
sitación del Espíritu Santo, Moro. 8:26. (2 Tim. 4:11).
Camina en la mansedumbre de mi El Evangelio según Marcos: Segundo
Espíritu, DyC 19:23. Gobierna tu casa libro del Nuevo Testamento; es posible
con mansedumbre, DyC 31:9. El poder que se haya escrito bajo la dirección de
y la influencia del sacerdocio pueden Pedro. Su propósito es describir a nues-
mantenerse con benignidad y manse- tro Señor como el Hijo de Dios, que vi-
dumbre, DyC 121:41. vió y trabajó entre los hombres. Marcos
describe, con energía y humildad, la
Mar Muerto impresión que causaba Jesús en los es-
También conocido como el mar Salado, pectadores. Según la tradición, después
se encuentra en el extremo sur del valle de la muerte de Pedro, Marcos visitó
del Jordán. Su superficie se encuentra Egipto, fundó la Iglesia en Alejandría y
aproximadamente a 915 metros debajo murió como mártir.
del nivel del mar Mediterráneo. Las Para ver una lista de los aconteci-
ciudades de Sodoma, Gomorra y Zoar, mientos en la vida del Salvador, cual se
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
María de Betania 132
describen en el Evangelio según Marcos, llevaron a Jesús a la fiesta de la Pascua,
véase la Concordancia entre los Evange- Lucas 2:41–52. María estuvo en las bodas
lios, en el Apéndice. de Caná, Juan 2:2–5. Estando en la cruz,
María de Betania. Véase también el Salvador le pidió a Juan que velara por
Lázaro; Marta su madre, Juan 19:25–27. María estaba
con los Apóstoles después que Cristo
En el Nuevo Testamento, la hermana
ascendió al cielo, Hech. 1:14.
de Lázaro y de Marta.
María era una virgen sumamente her-
Se sentó a los pies de Jesús y oyó su mosa y blanca, 1 Ne. 11:13–20. La madre
palabra, Lucas 10:39, 42. María y su her- de Cristo se llamaría María, Mos. 3:8.
mana Marta enviaron decir a Jesús de la María sería una virgen, un vaso precioso
enfermedad de su hermano, Juan 11:1–
y escogido, Alma 7:10.
45. Ungió los pies de Jesús con aceite,
Juan 12:3–8. María, madre de Marcos. Véase
también Marcos
María, hermana de Moisés. Véase
también Moisés En el Nuevo Testamento, madre de
En el Antiguo Testamento, la hermana Juan Marcos, quien fue autor del Evan-
de Moisés (Núm. 26:59). gelio según Marcos (Hech. 12:12).
Vigiló la arquilla de juncos, Éx. 2:1–8. María Magdalena
Dirigió a las mujeres con panderos, Éx.
Mujer del Nuevo Testamento que se
15:20–21. Murmuró contra Moisés y fue
convirtió en discípula devota de Jesu-
castigada con lepra, y después fue sa-
nada, Núm. 12:1–15 (Deut. 24:9). cristo. El nombre Magdalena se refiere
a Magdala, el lugar de donde era María,
María, madre de Jesús. Véase también ciudad ubicada en la costa occidental del
Jesucristo; José, esposo de María mar de Galilea.
En el Nuevo Testamento, la virgen es- Estuvo cerca de la cruz, Mateo 27:56
cogida por Dios el Padre para ser la ma- (Mar. 15:40; Juan 19:25). Estuvo en la
dre de su Hijo en la carne. Después del sepultura de Cristo, Mateo 27:61 (Mar.
nacimiento de Jesús, María tuvo otros 15:47). Fue al sepulcro la mañana de
hijos (Mar. 6:3).
la resurrección, Mateo 28:1 (Mar. 16:1;
María estaba desposada con José, Ma- Lucas 24:10; Juan 20:1, 11). Jesús, des-
teo 1:18 (Lucas 1:27). Se aconsejó a José pués de haber resucitado, se le apareció
no divorciarse de María ni dejarla, Ma- primeramente a ella, Mar. 16:9 (Juan
teo 1:18–25. Recibió la visita de los ma- 20:14–18). Salieron de ella siete demo-
gos, Mateo 2:11. María y José huyeron a
nios, Lucas 8:2.
Egipto con el niño Jesús, Mateo 2:13–14.
Después de la muerte de Herodes, la fa- Marsh, Thomas B.
milia regresó a Nazaret, Mateo 2:19–23.
Primer Presidente del Cuórum de los
La visita del ángel Gabriel, Lucas 1:26–
Doce Apóstoles después de la restau-
38. Visitó a su prima Elisabet, Lucas
1:36, 40–45. María expresó un salmo de ración de la Iglesia en 1830. Poseía las
alabanza al Señor, Lucas 1:46–55. María llaves del reino, en lo que concernía a
fue a Belén con José, Lucas 2:4–5. María los Doce (DyC 112:16) y, en 1838, se le
dio a luz a Jesús y lo acostó en un pese- mandó por revelación que publicara la
bre, Lucas 2:7. Los pastores fueron a Be- palabra del Señor (DyC 118:2). La sección
lén para visitar al Cristo, Lucas 2:16–20. 31 de Doctrina y Convenios se dirige a
María y José llevaron a Jesús al templo él. Fue excomulgado de la Iglesia en 1839
en Jerusalén, Lucas 2:21–38. María y José pero volvió a bautizarse en julio de 1857.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
133 Matrimonio
Marta. Véase también Lázaro; María pudo ver en la vida de nuestro Señor
de Betania el cumplimiento de cada detalle de las
En el Nuevo Testamento, la hermana profecías. De los últimos años de la vida
de Lázaro y de María (Lucas 10:38–42; del Apóstol, es poco lo que se sabe con
Juan 11:1–46; 12:2). certeza. Según una tradición, se dice que
murió como mártir.
Mártir, martirio
El Evangelio según Mateo: Primer libro
Persona que da su vida antes que ne- del Nuevo Testamento, escrito inicial-
gar a Cristo, el Evangelio o sus creencias mente para el uso de los judíos de Pales-
y principios rectos. tina; en él se emplean muchas citas del
Toda la sangre justa que se ha derra- Antiguo Testamento. El objeto principal
mado desde Abel hasta Zacarías testi- de Mateo era mostrar que Jesús era el
ficará contra los inicuos, Mateo 23:35 Mesías de quien los profetas del Anti-
(Lucas 11:50). El que pierda su vida por guo Testamento habían hablado. Tam-
causa de Cristo y del Evangelio, la sal- bién recalca que Jesús es el Rey y Juez
vará, Mar. 8:35 (DyC 98:13). Apedrea- de los hombres.
ron a Esteban, Hech. 7:59 (Hech. 22:20). Para ver una lista de los aconteci-
Donde hay testamento, es necesario que mientos en la vida del Salvador, cual se
intervenga muerte del testador, Heb. describen en el Evangelio según Mateo,
9:16–17. véase la Concordancia entre los Evange-
Abinadí cayó, habiendo padecido la lios, en el Apéndice.
muerte por fuego, Mos. 17:20. Los con-
versos del pueblo de Ammoníah fueron Matías. Véase también Apóstol — La
arrojados al fuego, Alma 14:8–11. A mu- selección de los Apóstoles
chos los mataron porque testificaron de La persona que se eligió para ocupar
estas cosas, 3 Ne. 10:15. el lugar de Judas Iscariote como miem-
El que diere su vida en mi causa, por bro del Cuórum de los Doce Apóstoles
mi nombre, hallará la vida eterna, DyC (Hech. 1:15–26); era discípulo durante
98:13–14. José y Hyrum Smith fueron todo el curso del ministerio mortal de
mártires de la restauración del Evange- nuestro Señor (Hech. 1:21–22).
lio, DyC 135. José Smith selló su testimo-
nio con su sangre, DyC 136:39. Matrimonio. Véase también Divorcio;
Familia
Matar. Véase Asesinato; Pena de Convenio o contrato legal entre un
muerte hombre y una mujer que los convierte
Mateo. Véase también Evangelios en marido y mujer. El matrimonio lo
decretó Dios (DyC 49:15).
Apóstol de Jesucristo y el autor del pri-
mer libro del Nuevo Testamento. Mateo No es bueno que el hombre esté solo,
era judío y cobrador de impuestos para Gén. 2:18 (Moisés 3:18). El hombre se
los romanos en Capernaúm, probable- unirá a su mujer, y serán una sola carne,
mente al servicio de Herodes Antipas. Gén. 2:24 (Mateo 19:5; Abr. 5:18).
Antes de su conversión se le conocía Lo que Dios juntó, no lo separe el hom-
como Leví hijo de Alfeo (Mar. 2:14). Poco bre, Mateo 19:6 (Mar. 10:9). En los pos-
después de su llamamiento como discí- treros tiempos algunos apostatarán de
pulo de Jesús, hizo un gran banquete en la fe, y prohibirán casarse, 1 Tim. 4:1–3.
el que estuvo presente el Señor (Mateo El matrimonio es honroso, Heb. 13:4.
9:9–13; Mar. 2:14–17; Lucas 5:27–32). Es El Señor mandó a los hijos de Lehi ca-
muy probable que Mateo haya poseído sarse con las hijas de Ismael, 1 Ne. 7:1,
un conocimiento amplio de las Escritu- 5 (1 Ne. 16:7–8).
ras del Antiguo Testamento, por lo que Dios creó a Adán y a Eva para que
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Matusalén 134
fueran marido y mujer, Moisés 3:7, 18, No os unáis en yugo desigual con los
21–25. incrédulos, 2 Cor. 6:14.
El nuevo y sempiterno convenio del ma- El Señor Dios puso una señal sobre
trimonio: El matrimonio que se contrae los lamanitas, a fin de que los nefitas no
bajo la ley del Evangelio y del santo sa- se mezclaran ni creyeran en tradiciones
cerdocio es por la vida terrenal y tam- incorrectas, Alma 3:6–10.
bién por la eternidad. Los hombres y las Si un hombre no se casa con una mu-
mujeres dignos que hayan sido sellados jer por mí, ninguna validez tendrán su
como matrimonio en el templo podrán convenio y matrimonio cuando mueran,
seguir siendo marido y mujer durante DyC 132:15.
toda la eternidad. Los hijos de los hombres tomaron
para sí esposas, según su elección, Moi-
Jesús enseñó la ley del matrimonio,
Lucas 20:27–36. En el Señor, ni el varón sés 8:13–15.
es sin la mujer, 1 Cor. 11:11. El esposo y El matrimonio plural: El matrimonio
la esposa son coherederos de la gracia de un hombre con dos o más esposas
de la vida, 1 Pe. 3:7. vivas. Es legítimo que el hombre tenga
Cuanto sellares en la tierra, sea sellado una sola esposa, a menos que el Señor
en los cielos, Hel. 10:7 (Mateo 16:19). mande, por medio de la revelación, otra
Para alcanzar el grado más alto de cosa (Jacob 2:27–30). Mediante revelación
la gloria celestial, el hombre tiene que y bajo la dirección del profeta que poseía
entrar en el nuevo y sempiterno conve- las llaves del sacerdocio, se practicó el
nio del matrimonio, DyC 131:1–4. Si un matrimonio plural en los tiempos del
hombre no se casa con una mujer por mí, Antiguo Testamento y en los comienzos
ninguna validez tendrán su convenio y de la Iglesia restaurada (DyC 132:34–40,
matrimonio cuando mueran, DyC 132:15. 45); pero en la Iglesia en la actualidad, no
Si un hombre se casa con una mujer por se practica (DO 1) ni está de acuerdo con
mi palabra y por el nuevo y sempiterno los principios del Evangelio que deben
convenio, y les es sellado por el Santo vivir los miembros de La Iglesia de Jesu-
Espíritu de la promesa, estará en pleno cristo de los Santos de los Últimos Días.
vigor cuando ya no estén en el mundo,
Sarai dio a Agar por mujer a Abram
DyC 132:19.
su marido, Gén. 16:1–11. Jacob recibió a
El matrimonio entre personas de distintas Lea, a Raquel y a sus siervas como es-
religiones: El matrimonio entre un hom- posas, Gén. 29:21–28 (Gén. 30:4, 9, 26). Si
bre y una mujer de distintas creencias un hombre tomare para él otra mujer, no
y prácticas religiosas. disminuirá las posesiones de la primera,
No tomarás para mi hijo mujer de las Éx. 21:10. David subió a Hebrón, y con él
hijas de los cananeos, Gén. 24:3. Si Jacob sus dos mujeres, 2 Sam. 2:1–2.
toma mujer de las hijas de Het, ¿para Abraham, Isaac y Jacob hicieron lo que
qué quiero la vida?, Gén. 27:46 (Gén. se les mandó al recibir varias esposas,
28:1–2). Los israelitas no se casarán con DyC 132:37. David y Salomón en nada
los cananeos, Deut. 7:3–4. Los israelitas pecaron sino en las cosas que no recibie-
se casaron con los cananeos, adoraron a ron del Señor, DyC 132:38–39.
dioses falsos y fueron maldecidos, Jue.
3:1–8. Las esposas de Salomón desviaron Matusalén. Véase también Enoc
su corazón hacia la adoración de dio- En el Antiguo Testamento, hijo de
ses falsos, 1 Rey. 11:1–6. No daríamos Enoc que vivió 969 años (Gén. 5:21–27;
nuestras hijas a los pueblos de la tierra, Lucas 3:37; Moisés 8:7). Fue un profeta
no tomaríamos sus hijas para nuestros justo que quedó en la tierra cuando la
hijos, Neh. 10:30. ciudad de Enoc fue llevada al cielo, a
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
135 Melquisedec
fin de proveer la posteridad de la cual El Santo Mesías intercederá por todos
nacería Noé (Moisés 8:3–4). los hijos de los hombres, 2 Ne. 2:9 (Isa.
53:12; Mos. 14:12). Quisiera que confia-
Mayordomía, mayordomo. Véase
seis en el gran Mediador, 2 Ne. 2:27–28.
también Llamado, llamado por Dios,
Somos hechos perfectos mediante
llamamiento
Jesús, el mediador del nuevo convenio,
El que vela por los asuntos o la propie- DyC 76:69.
dad de otra persona es un mayordomo, y
aquello por lo cual vela es su mayordo- Meditar. Véase también Oración;
mía. Todas las cosas de la tierra le per- Revelación
tenecen al Señor, y nosotros somos Sus Pensar o reflexionar profundamente, a
mayordomos. Somos responsables ante menudo tocante a las Escrituras u otras
Él, pero podemos dar informe de nuestra cosas divinas. Al combinarse con la ora-
mayordomía a los representantes auto- ción, la meditación sobre las cosas de
rizados de Dios. Cuando recibimos del Dios puede traer consigo la revelación
Señor o de Sus siervos autorizados un y la comprensión.
llamamiento para servir, nuestra mayor-
domía puede abarcar asuntos tanto es- María meditaba estas cosas en su co-
pirituales como temporales (DyC 29:34). razón, Lucas 2:19.
Mientras estaba yo sentado reflexio-
Sobre poco has sido fiel, sobre mucho nando, fui arrebatado en el Espíritu,
te pondré, Mateo 25:14–23. A todo aquel 1 Ne. 11:1. Mi corazón medita en las Es-
a quien se haya dado mucho, mucho se
crituras, 2 Ne. 4:15. Nefi se dirigió hacia
le demandará, Lucas 12:48 (DyC 82:3).
su propia casa, meditando en las cosas
Jesús dio la parábola del mayordomo
que le había manifestado el Señor, Hel.
infiel, Lucas 16:1–8.
10:2–3. Id a vuestras casas, y meditad
El que fuere hallado mayordomo fiel
las cosas que os he dicho, 3 Ne. 17:3.
entrará en el gozo de su Señor, DyC
Recordad cuán misericordioso ha sido
51:19. Todo hombre dará cuenta de su
el Señor, y meditadlo en vuestros cora-
mayordomía, DyC 72:3–5. El que es ma-
yordomo fiel y sabio heredará todas zones, Moro. 10:3.
las cosas, DyC 78:22. El Señor hará a Reflexiona sobre las cosas que has re-
todo hombre responsable como mayor- cibido, DyC 30:3. Mientras meditábamos
domo de las bendiciones terrenales, DyC en estas cosas, el Señor tocó los ojos de
104:11–17 (DyC 42:32). Serás diligente nuestro entendimiento, DyC 76:19. Me
para que seas mayordomo sabio, DyC hallaba en mi habitación meditando so-
136:27. bre las Escrituras, DyC 138:1–11.
Lo medité repetidas veces, JS—H 1:12.
Mediador. Véase también Expiación,
expiar; Jesucristo Melquisedec. Véase también
Sacerdocio de Melquisedec; Salem
Intercesor o intermediario. Jesucristo
es el Mediador entre Dios y el hombre; En el Antiguo Testamento, un nota-
Su expiación hizo posible que el hom- ble sumo sacerdote, profeta y líder que
bre se arrepintiera de sus pecados y se vivió después del Diluvio y durante los
reconciliara con Dios. tiempos de Abraham. Se le llamó rey
Nadie viene al Padre sino por Jesu- de Salem (Jerusalén), Rey de paz, Rey
cristo, Juan 14:6. Hay un solo media- de justicia (el significado del vocablo
dor entre Dios y los hombres, 1 Tim. hebreo Melquisedec) y sacerdote del más
2:5. Cristo es el mediador de un me- alto Dios.
jor convenio, Heb. 8:6 (Heb. 9:15; 12:24; Abraham pagó diezmos a Melqui-
DyC 107:19). sedec, Gén. 14:18–20. El pueblo de
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Melquisedec, Sacerdocio de 136
Melquisedec obró rectamente y obtuvo mentiréis, Lev. 19:11. La mentira abo-
el cielo, TJS, Gén. 14:25–40. rrezco y abomino, Sal. 119:163. Los labios
Cristo fue sumo sacerdote según el mentirosos son abominación a Jehová,
orden de Melquisedec, Heb. 5:6. Mel- Prov. 12:22. Mi pueblo son, hijos que no
quisedec fue rey de Salem, sacerdote del mienten, Isa. 63:8.
más alto Dios, Heb. 7:1–3. El diablo es mentiroso, y padre de
Ninguno fue mayor que Melquisedec, mentira, Juan 8:44 (2 Ne. 2:18; Éter 8:25;
Alma 13:14–19. Moisés 4:4). No has mentido a los hom-
Abraham recibió el sacerdocio de ma- bres, sino a Dios, Hech. 5:4 (Alma 12:3).
nos de Melquisedec, DyC 84:14. Por res- Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece
peto al nombre del Señor, la iglesia en los a su hermano, es mentiroso, 1 Juan 4:20.
días antiguos dio al sacerdocio mayor el Todos los mentirosos tendrán su parte
nombre de Sacerdocio de Melquisedec, en la segunda muerte, Apoc. 21:8 (DyC
DyC 107:1–4. 63:17).
¡Ay del embustero!, porque será arro-
Melquisedec, Sacerdocio de. Véase
jado al infierno, 2 Ne. 9:34. Habrá mu-
Sacerdocio de Melquisedec
chos que enseñarán falsa doctrina y
Mente dirán: mentid un poco; en esto no hay
Facultades intelectuales; poderes cons- mal, 2 Ne. 28:8–9 (DyC 10:25). ¿Suponéis
cientes del pensamiento. que podréis mentir al Señor?, Alma 5:17.
Eres un Dios de verdad, y no puedes
Sírvele con corazón perfecto y con mentir, Éter 3:12 (Núm. 23:19; 1 Sam.
ánimo dispuesto, 1 Cró. 28:9. 15:29; Tito 1:2; Heb. 6:18; Enós 1:6).
Amarás al Señor tu Dios con toda tu El que mienta y no se arrepienta, será
mente, Mateo 22:37. expulsado, DyC 42:21. Los mentirosos
Ser de mente carnal es muerte, y ser heredan la gloria telestial, DyC 76:81,
de mente espiritual es vida eterna, 2 Ne. 103–106.
9:39. La voz del Señor penetró mi mente, Creemos en ser honrados, AdeF 1:13.
Enós 1:10. La palabra había surtido un
efecto más potente en la mente del pue- Mesac. Véase también Daniel
blo que la espada, Alma 31:5. En el Antiguo Testamento, Sadrac, Me-
Hablaré a tu mente, DyC 8:2. Debes sac y Abed-nego fueron los tres jóvenes
estudiarlo en tu mente, DyC 9:8. Repo- israelitas que, junto con Daniel, fueron
sen en vuestra mente las solemnidades llevados al palacio de Nabucodonosor,
de la eternidad, DyC 43:34. En ocasiones rey de Babilonia. El nombre hebreo de
pasadas vuestras mentes se han ofus- Mesac era Misael. Los cuatro jóvenes
cado, DyC 84:54. Acostaos temprano, rehusaron contaminarse participando
levantaos temprano para que vuestros de la carne y el vino del rey (Dan. 1). Por
cuerpos y vuestras mentes sean vigori- orden del rey, Sadrac, Mesac y Abed-
zados, DyC 88:124. nego fueron arrojados a un horno de
Satanás no conocía la mente de Dios, fuego ardiente, mas fueron preservados
Moisés 4:6. El Señor llamó Sion a su milagrosamente (Dan. 3).
pueblo, porque eran uno en corazón y
voluntad, Moisés 7:18. Mesías. Véase también Jesucristo;
Ungido, el
Mentiras. Véase también Calumnias;
Engañar, engaño; Honestidad, Vocablo derivado del arameo y del
honradez hebreo que significa “el ungido”. En el
Nuevo Testamento, a Jesús se le llama el
Cualquier comunicación de una fal- Cristo, que es el equivalente griego de
sedad con el fin de engañar. Mesías, que significa el Profeta, Sacer­
No hurtaréis, y no engañaréis, ni dote, Rey y Libertador ungido, cuya
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
137 Milenio
venida esperaban ansiosamente los ju- batalla contra Satanás, DyC 88:112–115.
díos. La voz de Miguel se oyó discerniendo
Muchos judíos esperaban solamente al diablo, DyC 128:20.
un libertador que los librara del poder
romano y que les diera una mayor pros- Milagros. Véase también Fe; Señal
peridad nacional; de manera que cuando Acontecimientos extraordinarios cau-
vino el Mesías, los líderes y muchos sados por el poder de Dios. Representan
otros más lo rechazaron. Solamente los un elemento importante de la obra de
humildes y fieles pudieron ver en Jesús Jesucristo, e incluyen las sanidades, la
de Nazaret al verdadero Cristo (Isa. 53; restauración de la vida a los muertos y la
Mateo 16:16; Juan 4:25–26). resurrección. Los milagros forman parte
El Mesías tendrá el Espíritu, predicará del evangelio de Jesucristo. Es necesario
el Evangelio y publicará la libertad, Isa. tener fe para que estos se manifiesten
61:1–3 (Lucas 4:18–21). (Mar. 6:5–6; Morm. 9:10–20; Éter 12:12).
Hemos hallado al Mesías (que tra- Si Faraón os respondiere: Mostrad
ducido es, el Cristo), Juan 1:41 (Juan milagro, Éx. 7:9.
4:25–26). Ninguno hay que haga milagro en mi
El Señor levantó un profeta entre los nombre, que luego pueda decir mal de
judíos: sí, un Mesías, o en otras palabras, mí, Mar. 9:39. Jesús efectuó su primer
un Salvador, 1 Ne. 10:4. El Hijo de Dios milagro en Caná, Juan 2:11.
era el Mesías que habría de venir, 1 Ne. Soy un Dios de milagros, 2 Ne. 27:23.
10:17. La redención viene en el Santo El poder de Dios obra milagros, Alma
Mesías y por medio de él, 2 Ne. 2:6. El 23:6. Cristo pudo mostrar milagros más
Mesías vendrá en la plenitud de los tiem- grandes a los habitantes del continente
pos, 2 Ne. 2:26. El Mesías resucitará de americano debido a la gran fe de ellos,
entre los muertos, 2 Ne. 25:14. 3 Ne. 19:35. Dios no ha cesado de ser un
En el nombre del Mesías, confiero el Dios de milagros, Morm. 9:15.
Sacerdocio de Aarón, DyC 13. No exijáis milagros, a no ser que el
El Señor dijo: Yo soy el Mesías, el Rey Señor os lo mande, DyC 24:13–14. A al-
de Sion, Moisés 7:53. gunos les es dado obrar milagros, DyC
46:21 (Moro. 10:12).
Miguel. Véase también Adán;
Arcángel Milenio. Véase también Infierno;
El nombre por el cual se le conocía a Segunda venida de Jesucristo
Adán en la vida preterrenal. También se El período de mil años de paz que
le llama el Arcángel. En hebreo el nom- comenzará cuando Cristo regrese para
bre significa “Semejante a Dios”. reinar personalmente sobre la tierra
Miguel, uno de los principales prín- (AdeF 1:10).
cipes, vino para ayudar a Daniel, Dan. No alzará espada nación contra na-
10:13, 21 (DyC 78:16). En los últimos días ción, ni se adiestrarán más para la gue-
se levantará Miguel, el gran príncipe, rra, Isa. 2:4 (Miq. 4:3; 2 Ne. 12:4). Esta
Dan. 12:1. tierra que era asolada ha venido a ser
El arcángel Miguel contendía con el como huerto del Edén, Ezeq. 36:35.
diablo, Judas 1:9. Miguel y sus ángeles Vivieron y reinaron con Cristo mil
lucharon contra el dragón, Apoc. 12:7 años, Apoc. 20:4.
(Dan. 7). A causa de la rectitud, Satanás no tiene
Miguel es Adán, DyC 27:11 (DyC poder, 1 Ne. 22:26.
107:53–57; 128:21). Miguel, el arcángel Moraré en rectitud sobre la tierra por
del Señor, tocará su trompeta, DyC 29:26. mil años, DyC 29:11. Cuando hayan ter-
Miguel reunirá a sus ejércitos e irá a la minado los mil años, perdonaré la tierra
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Ministrar, ministro 138
por un corto tiempo, DyC 29:22. Vendrá Se puede apartar a un sumo sacerdote
el gran Milenio, DyC 43:30. Los hijos para administrar las cosas temporales,
de los justos crecerán sin pecado, DyC DyC 107:71–72. Estos setenta han de ser
45:58. Los niños crecerán hasta envejecer; ministros viajantes, DyC 107:93–97. Los
los hombres serán cambiados en un abrir élderes son ordenados para ser ministros
y cerrar de ojos, DyC 63:51. Al principiar residentes de mi iglesia, DyC 124:137.
el séptimo milenio, el Señor santificará
Miqueas
la tierra, DyC 77:12. No vuelven a vivir
sino hasta que pasen los mil años, DyC Profeta del Antiguo Testamento
88:101. Satanás será atado durante mil oriundo de Moreset-gat, de las llanuras
años, DyC 88:110. Se describe el Milenio, de Judá, el cual profetizó durante el rei-
DyC 101:23–34. nado de Ezequías (Miq. 1:1–2).
Por el espacio de mil años la tierra El libro de Miqueas: El único libro del
descansará, Moisés 7:64. Antiguo Testamento que designa a Belén
como el lugar del esperado nacimiento
Ministrar, ministro. Véase también del Mesías (Miq. 5:2). En este libro, el
Sacerdocio; Servicio Señor aconsejó a Su pueblo y le recordó
Llevar a cabo la obra del Señor sobre la bondad que le había mostrado en el
la tierra. Es preciso que sea Dios quien pasado; les pide que sean justos, miseri-
llame a Sus siervos escogidos para que cordiosos y humildes (Miq. 6:8).
ministren en Su obra. Cuando los ver-
Mira. Véase Ojo(s)
daderos ministros hacen la voluntad del
Señor, lo representan a Él en sus debe- Misericordia, misericordioso. Véase
res oficiales y actúan como agentes Su- también Expiación, expiar; Gracia;
yos (DyC 64:29), llevando a cabo de esa Jesucristo; Justicia; Perdonar
manera la obra necesaria para la salva- El espíritu de compasión, ternura y
ción del género humano. El Señor nos perdón. La misericordia es uno de los
ha dado apóstoles, profetas, evangelis- atributos de Dios. Jesucristo nos ofrece
tas, sumos sacerdotes, setentas, élderes, misericordia mediante Su sacrificio ex-
obispos, presbíteros, maestros, diáconos, piatorio.
ayudas y gobiernos a fin de perfeccionar
a los santos para la obra del ministerio Jehová es misericordioso y piadoso,
(1 Cor. 12:12–28; Efe. 4:11–16; DyC 20; 107). Éx. 34:6 (Deut. 4:31). Su misericordia es
eterna, 1 Cró. 16:34. El bien y la mise-
Le ha escogido Jehová para adminis- ricordia me seguirán, Sal. 23:6. El que
trar en el nombre de Jehová, Deut. 18:5. tiene misericordia de los pobres es bien-
Ministros de nuestro Dios seréis llama- aventurado, Prov. 14:21. Misericordia
dos, Isa. 61:6. quiero, y no sacrificio, Oseas 6:6. El Se-
El Hijo del Hombre no vino para ser ñor pidió a su pueblo que mostrara mi-
servido, sino para servir, Mateo 20:26– sericordia, Zac. 7:8–10.
28. Para esto he aparecido, para ponerte Bienaventurados los misericordiosos,
por ministro y testigo, Hech. 26:16–18. porque ellos alcanzarán misericordia,
Dios no es injusto para olvidar vuestra Mateo 5:7 (3 Ne. 12:7). Al ver las mul-
obra de amor al haber ministrado a los titudes, Jesús tuvo compasión de ellas,
santos, Heb. 6:10. Si alguno ministra, Mateo 9:36 (Mar. 1:41). Ay de los hipó-
ministre conforme al poder que Dios critas que pagan diezmos y dejan lo
da, 1 Pe. 4:10–11. más importante de la ley: la justicia, la
Enseñaron y se ministraron el uno al misericordia y la fe, Mateo 23:23. Sed,
otro, 3 Ne. 26:19. pues, misericordiosos, como también
Es el deber de los Doce ordenar mi- vuestro Padre es misericordioso, Lu-
nistros evangelistas, DyC 107:39–40. cas 6:36. Un samaritano fue movido a
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
139 Modelo, norma, ejemplo
misericordia, Lucas 10:33. Nos salvó, no permitido conocer los misterios de Dios,
por obras de justicia, sino por su miseri- Alma 26:22. No me han sido revelados
cordia, Tito 3:5. plenamente estos misterios, Alma 37:11.
Las tiernas misericordias del Señor Hay muchos misterios que nadie conoce
se extienden sobre todos, 1 Ne. 1:20. La sino Dios mismo, Alma 40:3.
misericordia no puede reclamar al que El misterio de la divinidad, ¡cuán
no se arrepiente, Mos. 2:38–39. Dios es grande es!, DyC 19:10. Si pides, recibi-
misericordioso para con todos los que rás revelación, a fin de que conozcas los
creen en su nombre, Alma 32:22. La mi- misterios del reino, DyC 42:61, 65 (1 Cor.
sericordia puede satisfacer las exigencias 2:7, 11–14). A quien guarde mis manda-
de la justicia, Alma 34:16. ¿Supones tú mientos concederé los misterios de mi
que la misericordia puede robar a la reino, DyC 63:23. A ellos revelaré todos
justicia?, Alma 42:25 (Alma 42:13–25). los misterios, DyC 76:7. El sacerdocio ma-
Los niños pequeños viven en Cristo por yor posee la llave de los misterios, DyC
motivo de su misericordia, Moro. 8:19–20 84:19. El día en que el Señor venga, Él re-
(DyC 29:46). velará cosas ocultas que ningún hombre
El brazo de misericordia de Cristo ha conoció, DyC 101:32–33. El Sacerdocio de
expiado vuestros pecados, DyC 29:1. En Melquisedec tendrá el privilegio de re-
virtud de la sangre que he derramado,
cibir los misterios del reino, DyC 107:19.
he abogado ante el Padre por cuantos
han creído en mi nombre, DyC 38:4. Misuri. Véase Nueva Jerusalén
Aquellos que han guardado el convenio
obtendrán misericordia, DyC 54:6. Yo, el Moab. Véase también Lot
Señor, perdono los pecados y soy mise- Tierra del Antiguo Testamento que
ricordioso con aquellos que los confie- quedaba al este del mar Muerto. Los
san con corazones humildes, DyC 61:2. moabitas eran descendientes de Lot,
Yo, el Señor, manifiesto misericordia a estaban emparentados con los israelitas
todos los mansos, DyC 97:2. Quienes te y hablaban una lengua muy parecida
reciban como niños pequeños, recibirán al hebreo; sin embargo, entre las dos
mi reino; porque alcanzarán misericor- naciones había constantes luchas (Jue.
dia, DyC 99:3. 3:12–30; 11:17; 2 Sam. 8:2; 2 Rey. 3:6–27;
La misericordia irá delante de tu faz, 2 Cró. 20:1–25; Isa. 15).
Moisés 7:31.
Modelo, norma, ejemplo
Misioneros. Véase Obra misional
Una norma, un ejemplo, etc., que una
Misterios de Dios persona sigue para conseguir ciertos
Los misterios de Dios son verdades resultados. En las Escrituras, un mo-
espirituales que se dan a conocer sola- delo generalmente significa un ejemplo
mente por medio de la revelación. Dios tanto para vivir de cierta manera como
revela Sus misterios a los que son obe- un prototipo o plan para edificar algo.
dientes al Evangelio. Algunos de los mis- El Señor mandó a Israel edificar un ta-
terios de Dios aún no se han revelado. bernáculo de acuerdo con el modelo que
A vosotros os es dado saber los miste- se le mostró a Moisés, Éx. 25. David le
rios del reino de los cielos, Mateo 13:11. dio a Salomón los planos para construir
Si entendiese todos los misterios, y no el templo, 1 Cró. 28:11–13.
tengo amor, nada soy, 1 Cor. 13:2. Para que Jesucristo mostrase en mí un
Nefi tenía un conocimiento grande de ejemplo de los que habrían de creer en
los misterios de Dios, 1 Ne. 1:1. A mu- Él, 1 Tim. 1:16.
chos les es concedido conocer los mis- Os daré una norma en todas las cosas,
terios de Dios, Alma 12:9. A este le es para que no seáis engañados, DyC 52:14.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Modestia 140
Modestia. Véase también Humildad, También, en la revelación de los pos-
humilde, humillar (afligir) treros días concerniente a Moisés, se
Comportamiento o apariencia hu- confirma el relato bíblico de su ministe-
milde, moderado y decente. La persona rio entre los hijos de Israel y se reafirma
modesta evita todo lo que sea superfluo que fue el autor de los primeros cinco
y ostentoso. libros del Antiguo Testamento (1 Ne.
5:11; Moisés 1:40–41).
Dios hizo túnicas de pieles, y vistió a
Adán y a Eva, Gén. 3:21 (Moisés 4:27). Lo salva la hija de Faraón, Éx. 2:1–10.
Que las mujeres se atavíen de ropa de- Huye a Madián, Éx. 2:11–22. El ángel del
corosa, 1 Tim. 2:9. Sed prudentes, castas, Señor se le aparece en la zarza ardiente,
cuidadosas de la casa, Tito 2:5. Éx. 3:1–15. Anuncia las plagas que so-
Muchos se envanecen con el orgullo brevendrían a los egipcios, Éx. 7–11. El
por causa de sus ropas costosas, Jacob Señor instituye la Pascua, Éx. 12:1–30.
2:13. Guía a los hijos de Israel a través del
Sean todos tus vestidos sencillos, DyC mar Rojo, Éx. 14:5–31. El Señor envía
42:40. maná a los israelitas en el desierto, Éx.
Creemos en ser castos y virtuosos, 16. Hace salir agua de la roca en Horeb,
AdeF 1:13. Éx. 17:1–7. Aarón y Hur le sostienen las
manos para que Josué prevalezca contra
Moisés. Véase también Aarón, Amalec, Éx. 17:8–16. Jetro aconseja a Moi-
hermano de Moisés; Diez sés, Éx. 18:13–26. Prepara al pueblo para
Mandamientos, los; Ley de Moisés; la aparición del Señor sobre el monte
Pentateuco; Transfiguración — La Sinaí, Éx. 19. El Señor le revela los Diez
Transfiguración de Cristo Mandamientos, Éx. 20:1–17. Él y setenta
Profeta del Antiguo Testamento que ancianos ven a Dios, Éx. 24:9–11. Quie-
sacó a los israelitas del cautiverio egipcio bra las tablas del testimonio y destruye
y que les dio una serie de leyes religio- el becerro de oro, Éx. 32:19–20. Habla con
sas, sociales y alimentarias que recibió Dios cara a cara, Éx. 33:9–11.
él de Dios por medio de la revelación. Se apareció cuando Jesús fue trans-
El ministerio de Moisés se extendió figurado, Mateo 17:1–13 (Mar. 9:2–13;
más allá de los límites de su existencia Lucas 9:28–36).
terrenal. José Smith enseñó que Moisés, Seamos fuertes como Moisés, 1 Ne. 4:2.
junto con Elías el Profeta, vino al monte Cristo es el profeta semejante a Moisés
de la Transfiguración y allí confirió las que el Señor levantaría, 1 Ne. 22:20–21
llaves del sacerdocio a Pedro, Santiago (Deut. 18:15; 3 Ne. 20:23).
y Juan (Mateo 17:3–4; Mar. 9:4–9; Lucas Condujo a Israel mediante revelación,
9:30; DyC 63:21). DyC 8:3. Se encontraba entre los gran-
Moisés se apareció a José Smith y a des y poderosos espíritus, DyC 138:41.
Oliver Cowdery el 3 de abril de 1836, en Vio a Dios cara a cara, Moisés 1:2, 31.
el Templo de Kirtland, Ohio (EE. UU.), Fue a semejanza del Unigénito, Moisés
y les confirió las llaves del recogimiento 1:6, 13. Debía escribir lo que el Señor
de Israel (DyC 110:11). le revelara acerca de la Creación, Moi-
En la revelación de los postreros días sés 2:1.
se habla mucho concerniente a Moi- El libro de Moisés: Libro de la Perla de
sés. Se le menciona frecuentemente en Gran Precio que contiene la traducción
el Libro de Mormón, y en Doctrina y inspirada que hizo José Smith de los pri-
Convenios aprendemos concerniente a meros siete capítulos de Génesis.
su ministerio (DyC 84:20–26) y que reci- El capítulo 1 contiene el registro de
bió el sacerdocio de manos de su suegro una visión en la que Moisés vio a Dios,
Jetro (DyC 84:6). quien le reveló todo el plan de salvación.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
141 Mormón, profeta nefita
Los capítulos del 2 al 5 son un relato de 8:2–3). Fue líder militar durante la ma-
la Creación y de la Caída del hombre. yor parte de su vida, desde la edad de
Los capítulos 6 y 7 contienen una visión 15 años (Morm. 2:1–2; 3:8–12; 5:1; 8:2–3).
acerca de Enoc y su ministerio sobre la Ammarón le instruyó que se preparara
tierra. El capítulo 8 contiene una visión para hacerse cargo de los anales y de lle-
de Noé y el gran Diluvio. var los registros (Morm. 1:2–5; 2:17–18).
Los cinco libros de Moisés: Véase Génesis; Después de escribir la historia que pre-
Éxodo; Levítico; Números; Deuterono- senció durante su propia vida, compen-
mio; Pentateuco dió las planchas mayores de Nefi en las
planchas de Mormón. Posteriormente le
Los primeros cinco libros del Antiguo entregó este registro sagrado a su hijo
Testamento se conocen como los libros Moroni. Estas planchas formaron parte
de Moisés, los cuales estaban grabados del registro del cual José Smith tradujo
sobre las planchas de bronce que Nefi le el Libro de Mormón.
quitó a Labán (1 Ne. 5:11).
Las Palabras de Mormón: Libro breve
Nefi leyó muchas cosas que estaban del Libro de Mormón. Mormón, que
escritas en los libros de Moisés, 1 Ne. compendió todos los anales, hizo esta
19:23. pequeña inserción entre las últimas pa-
Monte de los Olivos. Véase Olivos, labras de Amalekí, en el libro de Omni,
monte de los y las primeras palabras del libro de
Mosíah. (Véase “Una breve explicación
Moralidad. Véase Adulterio; acerca del Libro de Mormón”, en las pri-
Castidad; Fornicación; Inmoralidad meras páginas del comienzo del Libro
sexual de Mormón).
Mormón. Véase también Iglesia de El libro de Mormón: Libro que forma
Jesucristo; Iglesia de Jesucristo de parte del volumen de las Escrituras co-
los Santos de los Últimos Días, La nocido como el Libro de Mormón. En los
capítulos 1 y 2, se habla de Ammarón, un
El sobrenombre mormón es el término
profeta de los nefitas, que dio instruccio-
que las personas que no eran miembros
nes a Mormón en cuanto a cómo y dónde
de la Iglesia emplearon para referirse a
obtener las planchas. También se habla
los miembros de La Iglesia de Jesucristo
del comienzo de las grandes guerras y de
de los Santos de los Últimos Días. El
los Tres Nefitas, quienes fueron retirados
nombre se deriva del sagrado libro de Es-
debido a la iniquidad del pueblo. En los
crituras que recopiló el antiguo profeta
capítulos 3 y 4, se relata que Mormón
Mormón, titulado Libro de Mormón. El
proclamó el arrepentimiento al pueblo,
nombre que dio el Señor, por el cual se
pero estos habían endurecido sus cora-
debe conocer a los miembros de la Igle-
zones, y jamás había habido tan grande
sia, es “santos”. El nombre correcto de la
iniquidad en Israel. En los capítulos 5 y
Iglesia es: La Iglesia de Jesucristo de los
6, se describen las batallas finales entre
Santos de los Últimos Días.
los nefitas y los lamanitas, durante las
Mormón, Libro de. Véase Libro de cuales Mormón fue muerto junto con
Mormón la mayor parte de la nación nefita. El
capítulo 7 contiene el llamado al arre-
Mormón, profeta nefita. Véase pentimiento que, antes de morir, hizo
también Libro de Mormón Mormón al pueblo tanto de su época
En el Libro de Mormón, profeta ne- como en el futuro. En los capítulos 8 y
fita, general militar e historiador. Mor- 9, se relata que al final solo quedó con
món vivió aproximadamente entre los vida Moroni, el hijo de Mormón. Moroni
años 311 a 385 d.C. (Morm. 1:2, 6; 6:5–6; escribió el relato de las escenas finales
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Moroni, capitán 142
de sangre y mortandad, incluso el fin el último profeta nefita. En los capítulos
del pueblo nefita, y dejó un mensaje a del 1 al 3, se habla de la destrucción final
las futuras generaciones y a los futuros de los nefitas y se dan instrucciones con-
lectores de dicho registro. cernientes al conferimiento del Espíritu
Santo y del sacerdocio. En los capítulos
Moroni, capitán. Véase también 4 y 5, se explica la forma exacta de ad-
Estandarte de la libertad ministrar la Santa Cena. En el capítulo
En el Libro de Mormón, un justo 6, se resume la obra de la Iglesia. En los
comandante militar nefita que vivió capítulos 7 y 8, se encuentran sermones
aproximadamente en el año 100 a.C. sobre los primeros principios del Evan-
A Moroni se le nombra capitán en gelio, que comprenden las enseñanzas
jefe de todos los ejércitos nefitas, Alma de Mormón acerca de la fe, la esperanza,
43:16–17. Inspiró a los soldados nefitas a la caridad y la forma de discernir entre el
luchar por su libertad, Alma 43:48–50. bien y el mal (Moro. 7); también se da la
Tomó un trozo de su túnica e hizo un explicación de Mormón de que los niños
estandarte de la libertad, Alma 46:12–13. pequeños viven en Cristo y no necesitan
Era un hombre de Dios, Alma 48:11–18. el bautismo (Moro. 8). En el capítulo 9,
Se irritó contra el gobierno a causa de se describe la depravación de la nación
su indiferencia en lo concerniente a la nefita. En el capítulo 10, se encuentra el
libertad del país, Alma 59:13. mensaje final de Moroni, que contiene
la manera de conocer la veracidad del
Moroni hijo de Mormón. Véase Libro de Mormón (Moro. 10:3–5).
también Libro de Mormón; Mormón,
profeta nefita Moroníah hijo del capitán Moroni
Ultimo profeta nefita del Libro de En el Libro de Mormón, un justo co-
Mormón (alrededor del año 421 d.C.). mandante nefita (alrededor del año
Poco antes de su muerte, Mormón le 60 a.C.).
entregó a su hijo Moroni un registro Moroni entregó el mando de sus ejér-
histórico llamado las planchas de Mor- citos a su hijo Moroníah, Alma 62:43. Se
món (P. de Morm. 1:1). Moroni terminó apoderó nuevamente de la ciudad de
de recopilar las planchas de Mormón Zarahemla, Hel. 1:33. Llevó a los nefitas
y agregó los capítulos 8 y 9 al libro de al arrepentimiento y recuperó la mitad
Mormón (Morm. 8:1). Compendió e in- de las tierras, Hel. 4:14–20.
cluyó el libro de Éter (Éter 1:1–2) y agregó
su propio libro llamado el libro de Mo- Mortal, mortalidad. Véase también
roni (Moro. 1). Después selló las plan- Caída de Adán y Eva; Cuerpo;
chas y las escondió en el cerro Cumorah Muerte física; Mundo
(Morm. 8:14; Moro. 10:2). En 1823, siendo El período de tiempo comprendido
un ser resucitado, Moroni fue enviado entre el nacimiento y la muerte física.
a José Smith para revelarle el Libro de A este período a veces se le llama el se-
Mormón (DyC 27:5; JS—H 1:30–42, 45). gundo estado.
Desde 1823 hasta 1827, se le apareció al El día que de él comieres, ciertamente
joven profeta todos los años para darle morirás, Gén. 2:16–17 (Moisés 3:16–17).
instrucciones (JS—H 1:54), y finalmente, El espíritu vuelve a Dios y el cuerpo al
en 1827, le entregó las planchas (JS—H polvo de la tierra, Ecle. 12:7 (Gén. 3:19;
1:59). Después de finalizar la traducción Moisés 4:25).
de los anales, José Smith devolvió las No reine, pues, el pecado en vuestro
planchas a Moroni. cuerpo mortal, Rom. 6:12. El cuerpo mor-
El libro de Moroni: El último libro del tal debe vestirse de inmortalidad, 1 Cor.
Libro de Mormón, escrito por Moroni, 15:53 (Enós 1:27; Mos. 16:10; Morm. 6:21).
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
143 Mostaza, grano de
El estado del hombre llegó a ser un de Alma, fue elegido para ser el primer
estado de probación, 2 Ne. 2:21 (Alma juez principal.
12:24; 42:10). Adán cayó para que los
hombres existiesen, 2 Ne. 2:25. ¿Miráis Mosíah, hijos de. Véase también
hacia adelante y veis este cuerpo mortal Aarón hijo de Mosíah; Ammón hijo
levantado en inmortalidad?, Alma 5:15. de Mosíah; Himni; Mosíah hijo de
Esta vida es cuando el hombre debe Benjamín; Omner
prepararse para comparecer ante Dios, En el Libro de Mormón, los cuatro hi-
Alma 34:32. jos del rey Mosíah que se convirtieron
No temáis la muerte; porque en este después de recibir la visita de un ángel
mundo vuestro gozo no es completo, que los llamó al arrepentimiento. Sus
DyC 101:36. nombres eran Ammón, Aarón, Omner
A quienes guarden su segundo estado, e Himni (Mos. 27:34). Pasaron 14 años
les será aumentada gloria, Abr. 3:26. predicando con éxito el Evangelio a los
Mosíah hijo de Benjamín. Véase lamanitas. En los capítulos del 17 al 26
también Benjamín, padre de Mosíah; de Alma, se encuentra el registro de su
Mosíah, hijos de ministerio entre los lamanitas.
Justo rey y profeta nefita del Libro de Habían sido incrédulos y habían tra-
Mormón. Mosíah siguió el buen ejem- tado de destruir la iglesia, Mos. 27:8–10
plo de su padre (Mos. 6:4–7). Tradujo (Alma 36:6). Un ángel los reprendió y
las veinticuatro planchas de oro que se arrepintieron, Mos. 27:11–12, 18–20.
contenían los anales del pueblo jaredita Recibieron permiso para ir a predicar a
(Mos. 28:17). los lamanitas, Mos. 28:1–7.
El libro de Mosíah: Se encuentra en el Mosíah, padre de Benjamín. Véase
Libro de Mormón. En los capítulos del 1
también Benjamín, padre de Mosíah;
al 6, se encuentra el potente sermón que
Zarahemla
el rey Benjamín dirigió a su pueblo. El
Espíritu del Señor tocó sus corazones, Profeta nefita del Libro de Mormón
se convirtieron y no volvieron a tener que fue elegido rey del pueblo de Za-
más disposición a obrar mal. En los ca- rahemla.
pítulos 7 y 8, se habla de un grupo de Se le advirtió que huyera de la tierra
nefitas que había ido a vivir a la tierra de Nefi, Omni 1:12. Descubrió al pueblo
de los lamanitas. Se envió un grupo a de Zarahemla, Omni 1:14–15. Hizo que
buscarlos. Ammón, el líder del grupo, los al pueblo de Zarahemla se le enseñara
encontró y se enteró de las pruebas por su idioma, Omni 1:18. Fue nombrado
las que habían pasado bajo la opresión rey de los pueblos unidos, Omni 1:19.
de los lamanitas. En los capítulos del 9
Su hijo Benjamín reinó después de su
al 24, se describe aquella opresión y la
muerte, Omni 1:23.
forma en que sus líderes —Zeniff, Noé
y Limhi— vivieron bajo el poder de los Mostaza, grano de
lamanitas. En ellos también se registra
Las semillas de la planta de mostaza.
el martirio del profeta Abinadí y que
Aunque el grano o la semilla es muy
Alma se convirtió durante el juicio de
pequeño, la planta en sí es muy grande.
Abinadí. En los capítulos del 25 al 28,
Jesús comparó el reino de los cielos con
se relata la historia de la conversión del
hijo de Alma y de los cuatro hijos del rey un grano de mostaza (Mateo 13:31).
Mosíah. En el capítulo 29, el rey Mosíah Si tuviereis fe como un grano de
recomienda que se reemplace a los re- mostaza, podríais mover montes,
yes por un sistema de jueces. Alma hijo Mateo 17:20.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Muerte espiritual 144
Muerte espiritual. Véase también un medio para que escapemos de la
Caída de Adán y Eva; Condenación, muerte y el infierno, 2 Ne. 9:10. Libraos
condenar; Diablo; Hijos de de los sufrimientos del infierno para
perdición; Infierno; Salvación que no sufráis la segunda muerte, Ja-
El estar separado de Dios y de Su in- cob 3:11. El hombre natural es enemigo
fluencia; morir en cuanto a las cosas de Dios, Mos. 3:19. El Señor os conceda
que pertenecen a la rectitud. Lucifer y el arrepentimiento para que no sufráis
una tercera parte de las huestes del cielo la segunda muerte, Alma 13:30. Alma
padecieron la muerte espiritual cuando fue ceñido con las eternas cadenas de
fueron echados del cielo (DyC 29:36–37). la muerte, Alma 36:18. Los inicuos mue-
La Caída de Adán introdujo la muerte ren en cuanto a las cosas concernientes
espiritual en el mundo (Moisés 6:48). a la rectitud, Alma 40:26 (Alma 12:16).
Los seres mortales de pensamientos, La caída trajo una muerte espiritual so-
palabras y obras inicuos están muertos bre todo el género humano, Alma 42:9
espiritualmente aunque sigan con vida (Hel. 14:16–18).
sobre la tierra (1 Tim. 5:6). Por medio de Cuando Adán cayó, murió espiritual-
la expiación de Jesucristo y de la obe- mente, DyC 29:40–41, 44.
diencia a los principios y ordenanzas
Muerte física. Véase también Caída
del Evangelio, el hombre llega a quedar
de Adán y Eva; Mortal, mortalidad;
limpio del pecado y a vencer la muerte
Resurrección; Salvación
espiritual.
La muerte espiritual también existirá La separación del cuerpo y el espí-
como posibilidad después de la muerte ritu. Antes de la caída de Adán, ningún
del cuerpo físico. Todos seremos juzga- ser viviente sobre la tierra podía morir
dos: tanto los seres resucitados como el (2 Ne. 2:22; Moisés 6:48). La Caída trajo el
diablo y sus ángeles. Los que se hayan estado mortal y la muerte a la tierra. La
rebelado conscientemente contra la luz expiación de Jesucristo venció la muerte,
y la verdad del Evangelio padecerán para que todos pudieran resucitar (1 Cor.
la muerte espiritual. A esta muerte a 15:21–23). La resurrección es un don
menudo se le llama la segunda muerte gratuito que se da a todo ser humano,
(Alma 12:16; Hel. 14:16–19; DyC 76:36–38). sin importar si ha hecho bien o mal en
esta vida (Alma 11:42–44). Toda persona
Los malignos serán destruidos, Sal.
padece una sola muerte física, ya que
37:9.
una vez que nuestro cuerpo resucite,
El ocuparse de la carne es muerte,
no puede volver a morir (Alma 11:45).
pero el ocuparse del Espíritu es vida y
paz, Rom. 8:6 (2 Ne. 9:39). Las codicias Toda carne perecerá, y el hombre vol-
hunden a los hombres en destrucción verá al polvo, Job 34:15. Estimada es a los
y perdición, 1 Tim. 6:9. El pecado da a ojos de Jehová la muerte de sus santos,
luz la muerte, Stg. 1:15. El que venciere, Sal. 116:15. El polvo vuelva a la tierra, y
no recibirá daño en la segunda muerte, el espíritu vuelva a Dios, Ecle. 12:7.
Apoc. 2:11. El que venciere, no sufrirá La muerte entró por un hombre, 1 Cor.
daño de la segunda muerte, Apoc. 20:6, 15:21. El Salvador tiene las llaves de la
12–14. Los inicuos tendrán su parte en muerte y del Hades, Apoc. 1:18. Ya no
el lago que arde con fuego y azufre, que habrá muerte, ni llanto, Apoc. 21:4.
es la muerte segunda, Apoc. 21:8 (DyC La muerte ha pasado sobre todos los
63:17–18). hombres, 2 Ne. 9:6, 11 (Alma 12:24). No
Los hombres son libres para escoger la veían la muerte con ningún grado de te-
libertad y la vida eterna, o la cautividad rror, Alma 27:28. Alma explica el estado
y la muerte, 2 Ne. 2:27 (2 Nefi 10:23; Alma del alma entre la muerte y la resurrec-
29:5; Hel. 14:30–31). Dios ha preparado ción, Alma 40:11.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
145 Mundo
Los que mueran en mí no gustarán Mundano, lo. Véase también Dinero;
la muerte, DyC 42:46. El que no esté se- Orgullo; Riquezas; Vanidad, vano
ñalado para morir, sanará, DyC 42:48. Los deseos injustos y el empeño por
Os probaré en todas las cosas, hasta la obtener riquezas temporales y bienes
muerte, DyC 98:14. materiales si se abandona lo espiritual.
Al polvo has de volver, Moisés 4:25.
Adán cayó, y por su caída vino la muerte, Porque, ¿qué aprovechará al hombre
Moisés 6:48. si ganare todo el mundo y perdiere su
alma?, Mateo 16:26.
Muerte, segunda. Véase Muerte Fijaron sus corazones en las cosas va-
espiritual nas del mundo, Alma 4:8 (Alma 31:27).
Debemos desechar las cosas de este
Muertos, salvación de los. Véase
mundo, DyC 25:10. El corazón de los
Salvación de los muertos
hombres puesto a tal grado en las cosas
Mujer(es). Véase también Hermano(s), de este mundo, DyC 121:35.
hermana(s); Hombre(s); Esposa
Mundo. Véase también Babel,
Persona adulta del sexo femenino; una Babilonia; Mortal, mortalidad;
hija de Dios. Por lo general, el vocablo Tierra
mujer se utiliza en las Escrituras como
La tierra; un lugar de probación para
título de respeto (Juan 19:26; Alma 19:10).
los hombres mortales. En sentido figu-
Dios creó al hombre y a la mujer, rado, las personas que no obedecen los
Gén. 1:27 (Moisés 2:27; 6:9; Abr. 4:27). mandamientos de Dios.
La estima de una mujer virtuosa sobre-
La existencia terrenal: En el mundo ten-
pasa a la de las piedras preciosas, Prov.
dréis aflicción, Juan 16:33.
31:10–31.
No temáis a la muerte; porque en este
La mujer es gloria del varón, 1 Cor.
mundo vuestro gozo no es completo,
11:7. En el Señor, ni el varón es sin la
DyC 101:36.
mujer, ni la mujer sin el varón, 1 Cor.
11:11. Que las mujeres se atavíen con Las personas que no obedecen los man-
ropa decorosa, 1 Tim. 2:9–10. damientos: Castigaré al mundo por su
Yo, el Señor Dios, me deleito en la cas- maldad, Isa. 13:11 (2 Ne. 23:11).
tidad de las mujeres, Jacob 2:28. Si el mundo os aborrece, sabed que a
Tus pecados te son perdonados, y eres mí me ha aborrecido antes, Juan 15:18–19.
una señora elegida, DyC 25:3. Las mu- El grande y espacioso edificio repre-
jeres tienen el derecho de recibir sostén sentaba el orgullo del mundo, 1 Ne.
de sus maridos, DyC 83:2. 11:36.
El mundo está madurando en la ini-
Mulek. Véase también Sedequías quidad, DyC 18:6. Consérvate sin man-
Hijo del rey Sedequías del Antiguo cha del mundo, DyC 59:9. El que sea fiel
Testamento (aprox. 589 a.C.). La Biblia y persevere, vencerá al mundo, DyC
nos informa que todos los hijos de Se- 63:47. No os permito vivir conforme a la
dequías fueron asesinados (2 Rey. 25:7), manera del mundo, DyC 95:13.
pero el Libro de Mormón aclara que El fin del mundo: Yo crearé nueva tierra;
Mulek sobrevivió (Hel. 8:21). y de lo primero no habrá memoria, Isa.
Zarahemla era descendiente de Mu- 65:17 (Apoc. 21:1; AdeF 1:10).
lek, Mos. 25:2. El pueblo de Mulek se En el fin del mundo, se arrancará la
unió a los nefitas, Mos. 25:13. El Señor cizaña y se quemará en el fuego, Mateo
condujo a Mulek a la tierra del norte, 13:40, 49 (Mal. 4:1; Jacob 6:3).
Hel. 6:10. Todos los hijos de Sedequías Haré que mi viña sea quemada con
fueron muertos, salvo Mulek, Hel. 8:21. fuego, Jacob 5:77 (DyC 64:23–24).
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Mundo de los espíritus 146
El Señor destruirá a Satanás y sus Naamán. Véase también Eliseo
obras al fin del mundo, DyC 19:3. La En el Antiguo Testamento, capitán
tierra morirá, pero será vivificada de del ejército de un rey sirio que enfermó
nuevo, DyC 88:25–26. de lepra. Por la fe de una sierva hebrea,
El Señor le mostró a Enoc el fin del fue a Israel para ver al profeta Eliseo. Se
mundo, Moisés 7:67. curó de la lepra al humillarse y bañarse
Mundo de los espíritus. Véase siete veces en el río Jordán, tal como el
Infierno; Paraíso; Vida preterrenal profeta Eliseo le había dicho que hiciera
(2 Rey. 5:1–19; Lucas 4:27).
Murmurar. Véase también Rebelión
Nabucodonosor. Véase también Babel,
Quejarse contra los propósitos, planes
Babilonia; Daniel
o siervos de Dios.
En el Antiguo Testamento, rey de Ba-
El pueblo murmuró contra Moisés,
bilonia (604–561 a.C.) que subyugó a Judá
Éx. 15:23–16:3.
(2 Rey. 24:1–4) y sitió a Jerusalén (2 Rey.
Los judíos murmuraban contra Jesús,
Juan 6:41. 24:10–11). Al profeta Lehi se le mandó
Lamán y Lemuel murmuraban en huir de Jerusalén aproximadamente en el
muchas cosas, 1 Ne. 2:11–12 (1 Ne. 3:31; año 600 a.C. para evitar que se le llevara
17:17). cautivo a Babilonia (1 Ne. 1:4–13) cuando
No murmures a causa de las cosas que llevaría cautivos Nabucodonosor al rey
no has visto, DyC 25:4. Sedequías y al pueblo judío (2 Rey. 25:1,
8–16, 20–22). Daniel interpretó los sueños
Música. Véase también Cantar; de Nabucodonosor (Dan. 2; 4).
Himnos
Nacer de Dios, nacer de nuevo.
Melodías y ritmos que se han cantado Véase también Bautismo, bautizar;
y tocado desde las primeras épocas bíbli- Conversión, convertir; Engendrado,
cas para expresar gozo, alabanza y ado- engendrar; Hijos de Cristo; Hijos e
ración (2 Sam. 6:5). La música puede ser
hijas de Dios; Hombre natural
una forma de oración. Es posible que los
salmos se hayan cantado con melodías Ocurre cuando el Espíritu del Señor
sencillas y que se hayan acompañado efectúa un gran cambio en el corazón de
con instrumentos. una persona, de manera que ya no tiene
más deseos de obrar mal, sino de seguir
María, la hermana de Aarón y de Moi-
las vías de Dios.
sés, tomó un pandero, y ella y las mu-
jeres danzaron, Éx. 15:20. Los levitas Un espíritu nuevo pondré dentro de
cantores estaban con címbalos y salterios vosotros, Ezeq. 11:19 (Ezeq. 18:31; 36:26).
y arpas, y con ellos ciento veinte sacer- Los que creyeron en el nombre de
dotes que tocaban trompetas, 2 Cró. 5:12. Cristo no fueron engendrados de san-
Jesús y los Doce cantaron un himno gre, sino de Dios, Juan 1:12–13. El que
después de la Última Cena, Mateo 26:30. no naciere de agua y del Espíritu, no
Enseñaos y exhortaos con salmos e him- puede entrar en el reino de Dios, Juan
nos y cánticos espirituales, Col. 3:16. 3:3–7. Podemos renacer por la palabra de
¿Habéis sentido el deseo de cantar la Dios, 1 Pe. 1:3–23. Todo aquel que es na-
canción del amor que redime?, Alma cido de Dios, no persevera en el pecado,
5:26. TJS, 1 Juan 3:9. Todo lo que es nacido de
El alma de Dios se deleita en el canto Dios vence al mundo, 1 Juan 5:4.
del corazón; sí, la canción de los justos Los que nacen de Cristo conciertan un
es una oración, DyC 25:12. Alaba al Se- convenio con Dios, Mos. 3:19; 5:2–7. Todo
ñor con cantos, con música, con baile, el género humano debe nacer otra vez;
DyC 136:28. sí, nacer de Dios, Mos. 27:25–26 (Alma
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
147 Nefi hijo de Helamán
5:49). ¿Habéis nacido espiritualmente Se encuentra en la ribera del río Misisipí,
de Dios?, Alma 5:12–19. Si no nacéis otra aproximadamente 320 kilómetros río
vez, no podéis heredar el reino de los arriba de Saint Louis, Misuri.
cielos, Alma 7:14. Debido a las persecuciones que habían
Los que creyeren en mis palabras na- padecido en el estado de Misuri, los san-
cerán de mí, sí, del agua y del Espíritu, tos se trasladaron unos 320 kilómetros
DyC 5:16. al noreste, del otro lado del río Misisipí,
Tendréis que nacer otra vez en el reino al estado de Illinois, donde encontra-
de los cielos, Moisés 6:59. ron condiciones más favorables. Con el
tiempo, los santos compraron terrenos
Nahúm cerca de Commerce, una villa de poco
Profeta del Antiguo Testamento desarrollo. Esos terrenos eran práctica-
oriundo de Galilea, que escribió sus mente pantanos. Había allí apenas unos
profecías entre los años 642 y 606 a.C. cuantos edificios sencillos, pero los san-
El libro de Nahúm: En el capítulo 1, se tos drenaron la tierra y establecieron sus
habla de la ira vengadora de Dios en la hogares. José Smith mudó a su familia a
Segunda Venida y de Su misericordia una pequeña cabaña de troncos. El nom-
y poder. En el capítulo 2, se describe la bre de la ciudad se cambió de Commerce
destrucción de Nínive, la cual es un pre- a Nauvoo, vocablo derivado del hebreo
sagio de lo que sucederá en los últimos que significa “hermosa”.
días. En el capítulo 3, sigue la predicción En Nauvoo se dictaron varias sec-
de la terrible destrucción de Nínive. ciones de Doctrina y Convenios (DyC
124–129; 132; 135). Se mandó a los santos
Natán. Véase también David edificar un templo en esa ciudad (DyC
Profeta del Antiguo Testamento du- 124:26–27), lo cual hicieron. También
rante la época del rey David. Cuando Da- organizaron estacas de Sion antes de
vid ofreció edificar un templo al Señor, ser expulsados de sus hogares en 1846.
el Señor le dio instrucciones a Natán de Como resultado de esa persecución, los
decirle que no lo hiciera. Natán también santos abandonaron la zona y empren-
reprendió a David por haber ocasionado dieron el camino hacia el oeste.
la muerte de Urías, uno de sus guerreros, Nazaret. Véase también Jesucristo
y por haber tomado a Betsabé, la esposa
de este (2 Sam. 12:1–15; DyC 132:38–39). Pequeño pueblo situado entre cerros
Sadoc, junto con Natán, ungió rey a Sa- al oeste del mar de Galilea. Nazaret
lomón hijo de David (1 Rey. 1:38–39, 45). fue el lugar donde vivió Jesús durante
sus primeros años (Mateo 2:23). Fue en
Natanael. Véase también Bartolomé la sinagoga de Nazaret que el Señor
En el Nuevo Testamento, apóstol de enseñó y además declaró que en Él se
Cristo y amigo de Felipe (Juan 1:45–51), cumplía la profecía que se encuentra en
originario de Caná de Galilea (Juan 21:2). Isa. 61:1–2. (Mateo 13:54–58; Mar. 6:1–6;
Cristo dijo que Natanael era un verda- Lucas 4:16–30).
dero israelita en quien no había engaño Nefi hijo de Helamán. Véase también
(Juan 1:47). Generalmente se piensa que Helamán hijo de Helamán; Lehi,
él y Bartolomé eran la misma persona misionero nefita
(Mateo 10:3; Mar. 3:18; Lucas 6:14; Juan
1:43–45). En el Libro de Mormón, gran profeta
y misionero nefita.
Nauvoo, Illinois (EE. UU.) Fue el hijo mayor de Helamán, Hel.
Ciudad del estado de Illinois, en los 3:21. Nombrado juez superior, Hel.
Estados Unidos de América, fundada en 3:37. Él y su hermano Lehi convirtie-
1839 por los Santos de los Últimos Días. ron a muchos lamanitas al Evangelio,
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Nefi hijo de Lehi 148
Hel. 5:18–19. Fue rodeado de fuego y al 4, se encuentran algunas de las ense-
soltado de la prisión, Hel. 5:20–52. Oró ñanzas y profecías finales de Lehi antes
desde la torre de su jardín, Hel. 7:6–10. de su muerte, entre ellas, la bendición a
Anunció el asesinato del juez principal, sus hijos y a los descendientes de cada
Hel. 8:25–28; 9:1–38. Recibió gran poder uno de ellos. En el capítulo 5, se explica
del Señor, Hel. 10:3–11. Rogó al Señor que por qué los nefitas se separaron de los
enviara hambre y después que enviara lamanitas. Los nefitas edificaron un
lluvia, Hel. 11:3–18. templo, enseñaron la ley de Moisés y
llevaron registros. En los capítulos del
Nefi hijo de Lehi. Véase también Lehi,
6 al 10, se encuentran las palabras de Ja-
padre de Nefi; Nefitas
cob, el hermano menor de Nefi, el cual
En el Libro de Mormón, hijo justo de proporciona una reseña de la historia
Lehi y Saríah (1 Ne. 1:1–4; 2:5). Nefi tenía de Judá y profetiza acerca del Mesías,
gran fe en la palabra de Dios (1 Ne. 3:7) tomando parte de sus escritos de Isaías.
y llegó a ser un gran profeta, historiador En los capítulos del 11 al 33, Nefi escribe
y líder de su pueblo. su testimonio de Cristo, el testimonio de
Fue obediente y oró con fe, 1 Ne. 2:16. Jacob, las profecías sobre los últimos días
Regresó a Jerusalén para obtener las y varios capítulos del libro de Isaías del
planchas de bronce, 1 Ne. 3–4. Regresó Antiguo Testamento.
a Jerusalén para llevar al desierto a la Planchas de Nefi: Véase Planchas
familia de Ismael, 1 Ne. 7. Recibió la
misma visión que había tenido Lehi, Nefi hijo de Nefi, hijo de Helamán.
1 Ne. 10:17–22; 11. Vio en una visión el Véase también Discípulo; Nefi hijo de
futuro de su pueblo y la restauración del Helamán
Evangelio, 1 Ne. 12–13. Interpretó la vi- En el Libro de Mormón, uno de los
sión del árbol de la vida, 1 Ne. 15:21–36. doce discípulos nefitas escogidos por Je-
Rompió su arco, pero por medio de la fe sucristo ya resucitado (3 Ne. 1:2–3; 19:4).
pudo obtener alimento, 1 Ne. 16:18–32. Este profeta oró fervorosamente al Señor
Construyó un barco y viajó a la tierra por el bien de su pueblo. Nefi escuchó la
prometida, 1 Ne. 17–18. Separación de voz del Señor (3 Ne. 1:11–14) y también
los nefitas y los lamanitas, 2 Ne. 5. Su recibió la visita de ángeles, expulsó de-
testimonio final, 2 Ne. 33. monios, levantó de entre los muertos a
El libro de 1 Nefi: En los capítulos del 1 su hermano y dio un testimonio con-
al 18:8, se habla mayormente del profeta vincente (3 Ne. 7:15–19; 19:4). También
Lehi y su familia: su partida de Jerusalén llevó los anales del pueblo (3 Ne. 1:2–3).
y su viaje por desiertos inhóspitos hasta El libro de 3 Nefi: Libro del Libro de
llegar al mar. Desde 1 Nefi 18:9 hasta el Mormón que escribió Nefi, el hijo de
capítulo 23, inclusive, se registra su viaje Nefi. En los capítulos del 1 al 10, se mues-
a la tierra prometida, guiados por el Se- tra el cumplimiento de las profecías
ñor, a pesar de la rebelión de Lamán y acerca de la venida del Señor. Se dio la
Lemuel. En los capítulos del 19 al 22, se señal del nacimiento de Cristo y el pue-
habla de la finalidad de Nefi de llevar blo se arrepintió, pero después volvió a
los registros (1 Ne. 6; 19:18), que fue la la iniquidad. Finalmente hubo tempes-
de persuadir a todos a recordar al Señor tades, terremotos, tormentas violen-
su Redentor. Citó a Isaías (1 Ne. 20–21) tas y gran destrucción como señales de
e interpretó sus mensajes con la espe- la muerte de Cristo. Los capítulos del
ranza de que todos llegaran a conocer a 11 al 28 son un registro de la visita de
Jesucristo como su Salvador y Redentor Cristo a las Américas, que constituye la
(1 Ne. 22:12). parte principal del libro de Tercer Nefi.
El libro de 2 Nefi: En los capítulos del 1 Muchas de las palabras de Cristo son
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
149 Nehemías
similares a Sus sermones que se encuen- iniquidad, con el tiempo fueron destrui-
tran registrados en la Biblia (por ejemplo, dos por los lamanitas.
Mateo 5 al 7 y 3 Ne. 12–14). Los capítulos Los nefitas se separaron de los lama-
29 y 30 contienen las palabras de Mor- nitas, 2 Ne. 5:5–17. Los que no eran lama-
món a las naciones de los postreros días. nitas eran nefitas, Jacob 1:13. Inspiraba a
El libro de 4 Nefi: Este libro consta de los nefitas una causa mejor, Alma 43:6–9,
solo 49 versículos, todos ellos en un solo 45. Jamás hubo época más dichosa para
capítulo, y sin embargo cubre aproxi- los nefitas que en los días de Moroni,
madamente trescientos años de historia Alma 50:23. A causa de las oraciones de
nefita (34–321 d.C.). Varias generaciones los justos, fueron preservados los nefitas,
de autores, entre ellos, Nefi, contribuye- Alma 62:40. Los nefitas empezaron a de-
ron al registro. En los versículos del 1 al generar en la incredulidad, Hel. 6:34–35.
19, se dice que después de la visita del Jesús enseñó y ministró a los nefitas,
Cristo resucitado, todos los nefitas y los 3 Ne. 11:1–28:12. Se convirtió al Señor
lamanitas se convirtieron al Evangelio, toda la gente, y tenían en común todas
y reinaron la paz, el amor y la armonía. las cosas, 4 Ne. 1:2–3. No había conten-
Los tres discípulos nefitas, a los que ciones, el amor de Dios moraba en sus
corazones, y no podía haber pueblo más
Cristo permitió permanecer sobre la
dichoso, 4 Ne. 1:15–16. Los nefitas empe-
tierra hasta Su segunda venida (3 Ne.
zaron a tener orgullo y se envanecieron,
28:4–9), ministraron al pueblo. Nefi dejó
4 Ne. 1:43. Hubo sangre y mortandad
el registro en manos de su hijo Amós.
por toda la faz de la tierra, Morm. 2:8.
Los versículos del 19 al 47 son un regis-
Los nefitas aumentaron en iniquidad y
tro del ministerio de Amós (84 años) y el
Mormón se negó a ser su comandante,
de su hijo, también llamado Amós (112
Morm. 3:9–11. Fueron muertos todos los
años). En el año 201 d.C., el orgullo co- nefitas, salvo veinticuatro, Morm. 6:7–15.
menzó a causar problemas entre los del Se mataba a todo nefita que no negara al
pueblo, los cuales se dividieron en clases Cristo, Moro. 1:2.
y comenzaron a formar iglesias falsas Los nefitas fueron destruidos a causa
con el objeto de lucrar (4 Ne. 1:24–34). de sus maldades y abominaciones, DyC
En los versículos finales de 4 Nefi, se 3:18. Cuidaos del orgullo, no sea que lle-
muestra que el pueblo había vuelto de guéis a ser como los nefitas, DyC 38:39.
nuevo a la iniquidad (4 Ne. 1:35–49). En
el año 305 d.C., murió Amós, el hijo de Neftalí. Véase también Israel; Jacob
Amós, y su hermano Ammarón escon- hijo de Isaac
dió todos los anales sagrados para salva- El sexto de los doce hijos de Jacob y el
guardarlos. Posteriormente, Ammarón le segundo hijo de Bilha, sierva de Raquel
encomendó los anales a Mormón, quien (Gén. 30:7–8). Neftalí tuvo cuatro hijos
primero agregó muchos acontecimientos (1 Cró. 7:13).
que habían ocurrido durante su propia La tribu de Neftalí: La bendición que Ja-
vida y después hizo un compendio de cob dio a Neftalí se encuentra registrada
los registros (Morm. 1:2–4). en Gén. 49:21. La bendición que Moisés
dio a la tribu se encuentra en Deut. 33:23.
Nefitas. Véase también Lamanitas;
Libro de Mormón; Nefi hijo de Lehi Nehemías
Pueblo del Libro de Mormón, muchos En el Antiguo Testamento, un no-
de los cuales descendían del profeta Nefi ble israelita de Babilonia (era o levita o
hijo de Lehi. Se separaron de los lama- miembro de la tribu de Judá) que ocu-
nitas y en general fueron más rectos que paba el cargo de copero en la corte de
estos últimos; sin embargo, debido a su Artajerjes, de quien recibió la comisión
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Nehor 150
real que le autorizaba reconstruir los 7:50–53. Llevó especias a la sepultura de
muros de Jerusalén. Jesús, Juan 19:39–40.
El libro de Nehemías: Este libro es una Nínive. Véase también Asiria; Jonás
continuación del libro de Esdras. Con-
En el Antiguo Testamento, la capital de
tiene un relato del progreso y las difi-
Asiria, que durante más de 200 años fue
cultades de la obra en Jerusalén después
un importante centro comercial ubicado
del regreso de los judíos de su cautiverio
sobre el margen oriental del río Tigris.
en Babilonia. En los capítulos del 1 al 7,
Cayó junto con el Imperio asirio en el
se relata la primera visita de Nehemías
año 606 a.C.
a Jerusalén y la reconstrucción de los
muros de la ciudad a pesar de la gran Senaquerib, el rey de Asiria, vivía en
oposición que existía. En los capítulos Nínive, 2 Rey. 19:36. Jonás fue enviado
del 8 al 10, se describen las reformas re- a la ciudad para llamarla al arrepenti-
ligiosas y sociales que Nehemías trató miento, Jonás 1:1–2 (Jonás 3:1–4). El pue-
de implantar. En los capítulos del 11 al blo de Nínive se arrepintió, Jonás 3:5–10.
13, se da una lista de nombres de los que Cristo puso a la ciudad de Nínive ante
eran dignos y se habla de la dedicación los judíos como un ejemplo del arrepen-
de los muros. En los versículos del 4 al timiento, Mateo 12:41.
31 del capítulo 13, se relata la segunda Niño(s). Véase también Bautismo de
visita de Nehemías a Jerusalén después los niños pequeños; Bendecido,
de doce años de ausencia. bendecir, bendición — Bendición
de los niños; Expiación, expiar;
Nehor. Véase también Anticristo;
Familia; Responsabilidad,
Supercherías sacerdotales
responsable; Salvación — La
Hombre inicuo del Libro de Mormón; salvación de los niños pequeños
fue el primero en practicar las super-
Persona de corta edad que aún no llega
cherías sacerdotales entre los nefitas.
a la pubertad. Los padres y las madres
Después de enseñar doctrina falsa y de
han de enseñar a sus niños a obedecer
matar a Gedeón, fue ejecutado por sus
la voluntad de Dios. Los niños están sin
crímenes (Alma 1). Los seguidores de
pecado hasta llegar a la edad de respon-
Nehor continuaron sus prácticas y ense-
sabilidad (Moro. 8:22; DyC 68:27).
ñanzas inicuas mucho tiempo después
de la muerte de este. Instruye al niño en su camino, Prov.
22:6.
Alma y Amulek fueron encarcelados Dejad a los niños venir a mí, y no se
por un juez de la orden de Nehor, Alma lo impidáis, Mateo 19:14. Obedeced a
14:14–18. Eran de la fe de Nehor los que vuestros padres, Efe. 6:1–3 (Col. 3:20).
perecieron, Alma 16:11. Muchos pertene- Los niños pequeños tienen vida
cían a la orden de los nehores, Alma 21:4. eterna, Mos. 15:25. Jesús tomó a los ni-
La mayoría de los que mataron a tantos ños pequeños y los bendijo, 3 Ne. 17:21.
de sus hermanos pertenecían a la orden Los niños pequeños no necesitan el bau-
de los nehores, Alma 24:28. tismo, Moro. 8:8–24.
Nicodemo. Véase también Fariseos Los niños pequeños son redimidos
desde la fundación del mundo, mediante
En el Nuevo Testamento, un gober- mi Unigénito, DyC 29:46–47. Los niños
nante recto de los judíos (probablemente pequeños son santos por la expiación de
miembro del concilio o sanedrín) y fari- Jesucristo, DyC 74:7. Los niños que mue-
seo (Juan 3:1). ren antes de llegar a la edad de respon-
Le habló a Jesús de noche, Juan 3:1–21. sabilidad se salvan en el reino celestial,
Defendió a Cristo ante los fariseos, Juan DyC 137:10.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
151 Nuevo Testamento
Noé hijo de Zeniff hijos de ellos, Noemí regresó a Belén
Rey inicuo del Libro de Mormón que con Rut, su nuera.
gobernó a un grupo de nefitas en la tie- Nombre de la Iglesia. Véase Iglesia
rra de Nefi. de Jesucristo de los Santos de los
Noé cometió muchos pecados, Mos. Últimos Días, La; Iglesia, nombre
11:1–15. Ordenó la muerte del profeta de la
Abinadí, Mos. 13:1 (Mos. 17:1, 5–20). Pa-
deció la muerte por fuego, Mos. 19:20. Nueva Jerusalén. Véase también Sion
Lugar donde se reunirán los santos
Noé, patriarca bíblico. Véase también y donde Cristo reinará personalmente
Arca; Arco iris; Diluvio en los entre ellos durante el Milenio. Sion (la
tiempos de Noé; Gabriel Nueva Jerusalén) será edificada sobre
En el Antiguo Testamento, hijo de el continente americano, y la tierra será
Lamec y décimo patriarca desde Adán renovada y recibirá su gloria paradisíaca
(Gén. 5:29–32). Testificó de Cristo y pre- (AdeF 1:10). También se refiere a una ciu-
dicó el arrepentimiento a una genera- dad santa que descenderá de los cielos
ción inicua. Cuando el pueblo rechazó al comenzar el Milenio.
su mensaje, Dios le mandó construir un De Sion saldrá la ley, Miq. 4:2.
arca para que en ella pudieran sobrevi- El nombre de la ciudad de Dios es la
vir su familia y todas las especies de nueva Jerusalén, Apoc. 3:12. Juan vio la
animales cuando Él inundara la tierra santa ciudad, la nueva Jerusalén, Apoc.
para destruir a los inicuos (Gén. 6:13–22; 21:1–5.
Moisés 8:16–30). El profeta José Smith Estableceré a este pueblo en esta tie-
enseñó que Noé es el ángel Gabriel y rra, y será una Nueva Jerusalén, 3 Ne.
que sigue a Adán en poseer las llaves 20:22. Una Nueva Jerusalén se edificará
de la salvación. en América, Éter 13:3–6, 10.
Él y sus hijos Jafet, Sem y Cam, junto Ha de ser preparada la ciudad de la
con sus respectivas esposas, se salva- Nueva Jerusalén, DyC 42:9, 35, 62–69.
ron del Diluvio al construir un arca por Se manda a los santos congregarse y
mandato de Dios, Gén. 6–8 (Heb. 11:7; edificar la Nueva Jerusalén, DyC 45:63–
1 Pe. 3:20). El Señor renovó con Noé el 75. La Nueva Jerusalén será edificada
convenio que había hecho con Enoc, en Misuri, DyC 84:1–5 (DyC 57:1–3). El
Gén. 9:1–17 (TJS, Gén. 9:15, 21–25; Moi- Cordero estará en pie sobre el monte de
sés 7:49–52). Sion y sobre la ciudad santa, la Nueva
Noé tenía diez años de edad cuando Jerusalén, DyC 133:56.
Matusalén lo ordenó al sacerdocio, DyC Mi tabernáculo se llamará Sion, una
107:52. Nueva Jerusalén, Moisés 7:62.
Los hombres buscaron a Noé para
quitarle la vida, mas el poder de Dios Nuevo Testamento. Véase también
lo salvó, Moisés 8:18. Noé se convirtió Biblia; Escrituras
en pregonero de la justicia y enseñó el Recolección de escritos inspirados
evangelio de Jesucristo, Moisés 8:19, (de textos escritos en griego) acerca de
23–24 (2 Pe. 2:5). la vida y el ministerio de Jesucristo, de
los Apóstoles y de otros seguidores de
Noemí. Véase también Rut Jesucristo. Por lo general, el Nuevo Testa-
En el Antiguo Testamento, una mujer mento se divide de la siguiente manera:
recta y la esposa de Elimelec (Rut 1–4). los Evangelios, los Hechos de los Após-
Elimelec y Noemí llevaron a su familia toles, las epístolas de Pablo, las epístolas
a Moab para escapar del hambre, pero generales y el libro de El Apocalipsis.
después de morir Elimelec y los dos En los cuatro Evangelios —los libros
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Nuevo y sempiterno convenio 152
de Mateo, Marcos, Lucas y Juan— se el viejo desapareció, Heb. 8:13. Jesús es
relata la vida de Cristo. En el libro de el Mediador del nuevo convenio, Heb.
Hechos, se registra la historia de la 12:24 (DyC 76:69).
Iglesia y de los Apóstoles, en especial Este es un convenio nuevo y sempi-
los viajes misionales de Pablo, después terno, DyC 22:1. He enviado al mundo
de la muerte de Cristo. En las cartas o mi convenio sempiterno, DyC 45:9 (DyC
epístolas de Pablo, se da instrucción a 49:9). El Señor envió la plenitud de Su
los líderes y a los miembros de la Igle- Evangelio, Su convenio sempiterno, DyC
sia. Las demás epístolas las escribieron 66:2 (DyC 133:57). Para que el hombre
otros Apóstoles y en ellas dan conse- alcance el grado más alto del reino ce-
jos adicionales a los santos de aquellos lestial, debe entrar en el nuevo y sem-
tiempos. En el libro de El Apocalipsis, piterno convenio del matrimonio, DyC
escrito por el apóstol Juan, se encuentran 131:1–2. El nuevo y sempiterno convenio
mayormente profecías relacionadas con se instituyó para la plenitud de la gloria
los últimos días. del Señor, DyC 132:6, 19.
Nuevo y sempiterno convenio. Véase Números. Véase también Pentateuco
también Convenio
Cuarto libro del Antiguo Testamento,
Es la plenitud del evangelio de Jesu- cuyo autor fue Moisés. En el libro de Nú-
cristo (DyC 66:2). Se considera nuevo meros, se relata la historia del viaje de
cada vez que se revela nuevamente Israel desde el monte de Sinaí hasta los
después de un período de apostasía; llanos de Moab junto a la frontera con
es sempiterno en el sentido de que es Canaán. Una de las lecciones impor-
el convenio de Dios y se ha disfrutado tantes que se enseña es que el pueblo
de él en todas las dispensaciones del de Dios debe andar por medio de la fe
Evangelio en que el pueblo ha estado y confiar en Sus promesas si ha de se-
dispuesto a recibirlo. Por medio del pro- guir prosperando. También se describe
feta José Smith, Jesucristo reveló otra el castigo que impuso Dios sobre Israel
vez sobre la tierra el nuevo y sempiterno por motivo de su desobediencia y se
convenio a los hombres. Este convenio brinda información acerca de las leyes
contiene ordenanzas sagradas que se israelitas. El nombre del libro deriva del
administran por medio de la autoridad hecho de que en él se destacan los datos
del sacerdocio —tales como el bautismo del censo o empadronamiento del pueblo
y el matrimonio eterno, que se lleva a (Núm. 1–2; 26).
cabo en el templo— y que hacen posible En los capítulos del 1 al 10, se habla
la salvación, la inmortalidad y la vida de los preparativos de Israel para partir
eterna del hombre. Cuando las personas de Sinaí. En los capítulos del 11 al 14, se
aceptan el Evangelio y prometen guar- describen la marcha en sí, el envío de
dar los mandamientos de Dios, Él, a su espías a Canaán y la obstinación de Is-
vez, promete darles las bendiciones de rael de no entrar en la tierra prometida.
Su nuevo y sempiterno convenio. En los capítulos del 15 al 19, se registran
Estableceré mi convenio entre mí y ti, varias leyes y acontecimientos históricos.
Gén. 17:7. Tendrá él el convenio del sa- En los capítulos del 20 al 36, se encuen-
cerdocio perpetuo, Núm. 25:13. El pueblo tra la historia del último año que pasó
falseó el derecho y quebrantó el convenio el pueblo en el desierto.
sempiterno, Isa. 24:5 (DyC 1:15). Haré
con vosotros convenio eterno, Isa. 55:3
(Jer. 32:40). Convenio perpetuo será con Obed. Véase también Booz; Rut
ellos, Ezeq. 37:26. En el Antiguo Testamento, el hijo de
El Señor hizo un nuevo convenio, y Booz y Rut y el padre de Isaí, quien
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
153 Obispo Presidente
llegó a ser el padre del rey David (Rut de Dios, es porque se obedece aquella
4:13–17, 21–22). ley sobre la cual se basa, DyC 130:21.
Adán fue obediente, Moisés 5:5. Con
Obediencia, obediente, obedecer. esto los probaremos, para ver si harán
Véase también Andar, andar todas las cosas que el Señor les man-
con Dios; Bendecido, bendecir, dare, Abr. 3:25.
bendición; Escuchar; Gozo; Ley;
Mandamientos de Dios Obispo. Véase también Sacerdocio
En el sentido espiritual, obedecer sig- Aarónico
nifica hacer la voluntad de Dios. Significa “guardián”, e indica un oficio
Noé hizo conforme a todo lo que Dios o puesto de responsabilidad. El oficio de
le mandó, Gén. 6:22. Abraham obedeció obispo pertenece al Sacerdocio Aarónico
a Jehová, Gén. 22:15–18. Haremos todas y se recibe por ordenación (DyC 20:67;
las cosas que Jehová ha dicho, Éx. 24:7. 107:87–88). El obispo es juez común en
Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos Israel (DyC 107:72, 74).
por obra, Deut. 6:1–3. Amando a Jehová El Espíritu Santo os ha puesto por
y atendiendo a su voz, Deut. 30:20. El obispos, Hech. 20:28. Se definen los re-
obedecer es mejor que los sacrificios, quisitos de los obispos, 1 Tim. 3:1–7
1 Sam. 15:22. Teme a Dios, y guarda sus (Tito 1:7).
mandamientos, Ecle. 12:13–14. El obispo debe ser ordenado, DyC
No todos entrarán en el reino de los 20:67. Edward Partridge había de servir
cielos, sino el que hace la voluntad del como obispo de la iglesia, DyC 41:9. Al
Padre, Mateo 7:21 (3 Ne. 14:21). El que obispo le es concedido discernir los do-
quiera hacer la voluntad de Dios, cono- nes espirituales, DyC 46:27, 29. Un sumo
cerá si la doctrina es de Dios, Juan 7:17. sacerdote puede desempeñar el oficio de
Es necesario obedecer a Dios antes que obispo, DyC 68:14, 19 (DyC 107:17). Al
a los hombres, Hech. 5:29. Hijos, obede- obispo lo nombra el Señor, DyC 72. El
ced a vuestros padres, Efe. 6:1 (Col. 3:20). obispo debe encargarse de satisfacer las
Iré y haré lo que el Señor ha man- necesidades de los pobres, DyC 84:112.
dado, 1 Ne. 3:7. Obedeciendo la voz del El obispo debe administrar todas las
Espíritu, 1 Ne. 4:6–18. Si los hijos de los cosas temporales, DyC 107:68. El obispo
hombres guardan los mandamientos de es presidente del Sacerdocio Aarónico,
Dios, Él los alimenta, 1 Ne. 17:3. Cuidaos, DyC 107:87–88.
no sea que optéis por obedecer al espí-
Obispo Presidente
ritu malo, Mos. 2:32–33, 37 (DyC 29:45).
Los hombres reciben su recompensa de Autoridad General de la Iglesia. Tiene
acuerdo con el espíritu que quisieron la responsabilidad general sobre el bien-
obedecer, Alma 3:26–27. estar temporal de la Iglesia (DyC 107:68).
Los hombres deben hacer muchas co- El Obispo Presidente y sus consejeros,
sas de su propia voluntad, DyC 58:26–29. quienes también son Autoridades Gene-
En nada ofende el hombre a Dios sino rales, presiden el Sacerdocio Aarónico de
aquellos que no confiesan su mano y la Iglesia (DyC 68:16–17; 107:76, 87–88).
no obedecen sus mandamientos, DyC Edward Partridge había de ser or-
59:21. Yo, el Señor, estoy obligado cuando denado obispo, DyC 41:9. Los obispos
hacéis lo que os digo, DyC 82:10. Toda deben ser llamados y apartados por
alma que obedezca mi voz verá mi faz la Primera Presidencia, DyC 68:14–15.
y sabrá que yo soy, DyC 93:1. Es nece- Los descendientes literales de Aarón, si
sario que mi pueblo sea disciplinado son los primogénitos, tienen el derecho
hasta que aprenda la obediencia, DyC de presidir si la Primera Presidencia
105:6. Cuando recibimos una bendición los llama, aparta y ordena, DyC 68:16,
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Obra misional 154
18–20. No ha de ser juzgado, sino ante Jehová dará al hombre según sus
la Primera Presidencia, DyC 68:22–24 obras, Prov. 24:12.
(DyC 107:82). Así alumbre vuestra luz delante de los
hombres, para que vean vuestras buenas
Obra misional. Véase también obras, Mateo 5:16 (3 Ne. 12:16). El que
Evangelio; Predicar hace la voluntad de mi Padre entrará en
Dar a conocer el evangelio de Jesu- el reino de los cielos, Mateo 7:21. La fe
cristo mediante la palabra y el ejemplo. sin obras es muerta, Stg. 2:14–26.
¡Cuán hermosos son sobre los montes Serían juzgados por sus obras, 1 Ne.
los pies del que publica salvación!, Isa. 15:32 (Mos. 3:24). Sabemos que es por la
52:7. Iré a buscar mis ovejas, y las reco- gracia que nos salvamos, después de
noceré, Ezeq. 34:11. hacer cuanto podamos, 2 Ne. 25:23. En-
Predicad el evangelio a toda criatura, séñales a no cansarse nunca de las bue-
Mar. 16:15 (Morm. 9:22). Los campos ya nas obras, Alma 37:34. Es indispensable
están blancos para la siega, Juan 4:35. que los hombres sean juzgados según
¿Cómo predicarán si no fueren envia- sus obras, Alma 41:3. Por sus obras los
dos?, Rom. 10:15. conoceréis, Moro. 7:5 (DyC 18:38).
Enseñábamos la palabra de Dios con Yo, el Señor, juzgaré a todos los hom-
toda diligencia, Jacob 1:19. El Señor les bres según sus obras, DyC 137:9.
concede a todas las naciones que ense- Ociosidad, ocioso
ñen su palabra, Alma 29:8.
Inactividad; el no tomar parte en las
Que la plenitud de mi evangelio sea
obras de rectitud.
proclamada por los débiles y sencillos,
DyC 1:23. Una obra maravillosa está Si alguno no quiere trabajar, tampoco
para aparecer, DyC 4:1. Si trabajáis to- coma, 2 Tes. 3:10.
dos vuestros días y me traéis una sola Se convirtieron en un pueblo ocioso,
alma, cuán grande será vuestro gozo, lleno de maldad, 2 Ne. 5:24. Procura evi-
DyC 18:15. Mis escogidos escuchan mi tar la ociosidad, Alma 38:12.
voz y no endurecen su corazón, DyC El ocioso no comerá el pan ni vestirá
29:7. Saldréis de dos en dos, predicando la ropa del trabajador, DyC 42:42. ¡Ay
mi evangelio, DyC 42:6. El pregón tiene de vosotros que no queréis trabajar con
que salir desde este lugar, DyC 58:64. vuestras propias manos!, DyC 56:17. Es-
Abrid vuestra boca para proclamar mi tad anhelosamente consagrados a una
evangelio, DyC 71:1. Proclamad la ver- causa buena y haced muchas cosas, DyC
dad de acuerdo con las revelaciones y los 58:27. Cesad de ser ociosos, DyC 88:124.
mandamientos, DyC 75:4. Conviene que Odio, aborrecimiento. Véase también
todo hombre que ha sido amonestado, Amor; Enemistad; Venganza
amoneste a su prójimo, DyC 88:81 (DyC
38:40–41). El Señor abastecerá a las fami- El odio es una intensa antipatía y aver-
lias de los que prediquen el Evangelio, sión hacia alguna cosa o persona.
DyC 118:3. Los siervos de Dios saldrán Yo, Dios, visito la maldad de los pa-
proclamando, DyC 133:38. Los fieles él- dres sobre los hijos de los que me aborre-
deres, cuando salen de la vida terrenal, cen, Éx. 20:5. Seis cosas aborrece Jehová,
continúan su obra en la predicación del Prov. 6:16. El hombre necio menosprecia
evangelio, DyC 138:57. a su madre, Prov. 15:20. Despreciado y
desechado entre los hombres, Isa. 53:3.
Obras Haced bien a los que os aborrecen, Ma-
Los hechos y acciones de una persona, teo 5:44. O aborrecerá al uno y amará al
sean buenos o malos. Toda persona será otro, o estimará al uno y menospreciará
juzgada por sus propias obras. al otro, Mateo 6:24. Y seréis aborrecidos
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
155 Ofrenda
de todos por causa de mi nombre, Mateo oficio del sumo sacerdocio, Alma 13:18.
10:22. Todo aquel que hace lo malo, abo- El oficio del ministerio de los ángeles es
rrece la luz, Juan 3:20. Ninguno tenga en llamar a los hombres al arrepentimiento,
poco tu juventud, 1 Tim. 4:12. Moro. 7:31.
Porque son ricos desprecian a los po- No se ordenará a ninguna persona a
bres, 2 Ne. 9:30. No despreciéis las reve- oficio alguno en esta Iglesia sin el voto
laciones de Dios, Jacob 4:8. Abrigaban un de dicha iglesia, DyC 20:65. Ocupe cada
odio eterno contra nosotros, Jacob 7:24. hombre su propio oficio, DyC 84:109.
Los hombres desdeñan los consejos de Hay presidentes, u oficiales presidentes,
Dios y desprecian sus palabras, DyC 3:7. nombrados de entre los que son ordena-
Se me odiaba y perseguía por decir dos a los varios oficios de estos dos sa-
que había visto una visión, JS—H 1:25. cerdocios, DyC 107:21. Se describen los
deberes de los que presiden sobre los ofi-
Ofender
cios de los cuórums del sacerdocio, DyC
Quebrantar una ley divina, pecar o 107:85–98. Aprenda todo varón su deber,
causar incomodidad o daño; también así como a obrar en el oficio al cual fuere
molestar o desagradar a alguien. nombrado, DyC 107:99–100. Os nombro
El hermano ofendido es más tenaz que a los oficiales correspondientes a mi sa-
una ciudad fuerte, Prov. 18:19. cerdocio, DyC 124:123.
Si tu ojo derecho te es ocasión de caer,
Ofrenda. Véase también Ayunar,
sácalo, Mateo 5:29. Cualquiera que haga
ayuno; Bienestar; Diezmar, diezmo;
tropezar a alguno de estos pequeños
Limosna; Sacrificios
que creen en mí, mejor le fuera que se
le hundiese en el mar, Mateo 18:6 (DyC Una dádiva al Señor. En el Antiguo
121:19–22). Procuro tener siempre una Testamento, a menudo se usa este vo-
conciencia sin ofensa ante Dios y ante cablo para referirse a los sacrificios u
los hombres, Hech. 24:16. Cualquiera holocaustos. En la actualidad, la Iglesia
que guardare toda la ley, pero ofendiere utiliza las ofrendas de ayuno y otras
en un punto, se hace culpable de todos, contribuciones voluntarias (entre ellas,
Stg. 2:10. la donación de tiempo, de habilidades
Si tu hermano o tu hermana te ofende y talentos, y de bienes) para ayudar a
y confiesa, os reconciliaréis, DyC 42:88. los pobres y también para otras causas
En nada ofende el hombre a Dios, sino dignas.
aquellos que no confiesan su mano en Me habéis robado en vuestros diezmos
todas las cosas y no obedecen sus man- y ofrendas, Mal. 3:8–10.
damientos, DyC 59:21. Reconcíliate primero con tu hermano
y entonces ven y presenta tu ofrenda,
Oficial, oficio. Véase también
Mateo 5:23–24.
Ordenación, ordenar; Sacerdocio
Ofrecedle a Cristo vuestras almas
Cargo de autoridad o responsabilidad enteras como ofrenda, Omni 1:26. Si un
en una organización. En las Escrituras, hombre presenta una ofrenda sin ver-
a menudo se emplea este vocablo para dadera intención, de nada le aprovecha,
representar un cargo de autoridad en el Moro. 7:6.
sacerdocio; también puede significar los El Sacerdocio Aarónico nunca más
deberes que son parte del cargo o refe- será quitado de la tierra, hasta que los
rirse a la persona que lo ocupe. hijos de Leví de nuevo ofrezcan al Se-
No todos los miembros tienen la ñor un sacrificio en rectitud, DyC 13.
misma función, Rom. 12:4. En este, el día del Señor, ofrecerás tus
Magnificamos nuestro oficio ante el ofrendas y tus sacramentos al Altísimo,
Señor, Jacob 1:19. Melquisedec recibió el DyC 59:12. Ofrezcamos, como iglesia y
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Oído 156
como pueblo, una ofrenda al Señor en mira [los ojos] puesta únicamente en la
rectitud, DyC 128:24. gloria de Dios, Morm. 8:15.
Fueron abiertos nuestros ojos e ilu-
Oído. Véase también Escuchar minados nuestros entendimientos por
En las Escrituras, al oído a menudo el poder del Espíritu, DyC 76:12. La luz
se le representa como el símbolo de la viene por medio de aquel que ilumina
facultad que la persona tiene para es- vuestros ojos, DyC 88:11. Si vuestra mira
cuchar y comprender las cosas de Dios. está puesta únicamente en mi gloria,
Orejas tienen, mas no oyen, Sal. 115:6. vuestro cuerpo entero será lleno de luz,
Jehová el Señor despertará oído para que DyC 88:67.
oiga, Isa. 50:4–5 (2 Ne. 7:4–5). Olivo. Véase también Aceite; Israel
El que tiene oídos para oír, oiga, Mateo
11:15. Con los oídos oyen pesadamente, Árbol común en Israel e importante
Mateo 13:15 (Moisés 6:27). Cosas que ojo recurso agrícola de las tierras bíblicas.
no vio, ni oído oyó, son las que Dios ha Se cultiva por su madera, su fruto y su
preparado para los que le aman, 1 Cor. aceite. En las Escrituras, se hace alusión
2:9 (DyC 76:10). al olivo con frecuencia para simbolizar
El diablo les susurra al oído, 2 Ne. la casa de Israel.
28:22. Para que abráis vuestros oídos Se compara la casa de Israel a un olivo,
para que podáis oír, Mos. 2:9 (3 Ne. 11:5). cuyas ramas serían desgajadas y espar-
Fui llamado muchas veces, y no quise cidas, 1 Ne. 10:12 (1 Ne. 15:12). El Señor
oír, Alma 10:6. Da oído a mis palabras, compara la casa de Israel a un olivo cul-
Alma 36:1 (Alma 38:1; DyC 58:1). tivado, Jacob 5–6.
No habrá oído que no oiga, DyC 1:2. José Smith llamó a la revelación de
Los oídos se despiertan mediante la hu- la sección 88 la “Hoja de Olivo”, DyC
mildad y la oración, DyC 136:32. 88 Encabezamiento. Un noble les dijo a
sus siervos que fueran a la viña a plantar
Ojo(s) doce olivos, DyC 101:43–62.
En las Escrituras, al ojo a menudo se
le representa como el símbolo de la fa- Olivos, monte de los. Véase también
cultad que la persona tiene para recibir Getsemaní
la luz de Dios. En sentido simbólico, el Cerro situado al este de Jerusalén, y
ojo de la persona también demuestra la separado de esta ciudad por el valle del
condición de su espíritu y la compren- Cedrón. En su falda occidental, cerca
sión que tiene de las cosas de Dios. del pie del monte, se hallaba el Jardín
de Getsemaní; y en la parte superior de
El precepto de Jehová alumbra los ojos,
la falda del este, Betfagé y Betania. Este
Sal. 19:8. Los necios tienen ojos y no ven,
monte no solamente fue el escenario en
Jer. 5:21 (Mar. 8:18).
el cual ocurrieron muchos hechos en los
La lámpara del cuerpo es el ojo, Mateo
tiempos bíblicos (Mateo 24:3), sino que
6:22 (Lucas 11:34; 3 Ne. 13:22; DyC 88:67).
también será un lugar muy importante
Bienaventurados vuestros ojos, porque
en los acontecimientos de los últimos
ven, Mateo 13:16. Alumbrando los ojos
días (Zac. 14:3–5; DyC 45:48–54; 133:20).
de vuestro entendimiento, Efe. 1:17–18.
¡Ay de los que son sabios a sus propios Omega. Véase Alfa y Omega;
ojos!, 2 Ne. 15:21 (Isa. 5:21). Empezaron Jesucristo
a ayunar y a rogar para que los ojos del
pueblo fueran abiertos, Mos. 27:22. Sa- Omner. Véase también Mosíah hijo de
tanás les cegó los ojos, 3 Ne. 2:2. Nadie Benjamín; Mosíah, hijos de
puede tener el poder para sacar a luz En el Libro de Mormón, uno de los hi-
el Libro de Mormón salvo que tenga la jos del rey Mosíah. Omner acompañó a
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
157 Oración
sus hermanos a predicar a los lamanitas bendiciones que Dios esté dispuesto a
(Mos. 27:8–11, 34–37; 28:1–9). otorgarnos, pero que debemos solicitar
a fin de recibirlas.
Omni Oramos al Padre en el nombre de
Historiador nefita del Libro de Mor- Cristo (Juan 14:13–14; 16:23–24). Podemos
món que escribió en los anales aproxi- realmente orar en el nombre de Cristo
madamente en el año 361 a.C. (Jarom cuando nuestros deseos también son los
1:15; Omni 1:1–3). de Él (Juan 15:7; DyC 46:30). Al orar así,
El libro de Omni: Libro del Libro de pedimos lo que es correcto y hacemos
Mormón que se tradujo de las planchas posible que Dios nos lo otorgue (3 Ne.
menores de Nefi. Este libro contiene un 18:20). Algunas oraciones permanecen
solo capítulo, en el cual se relatan las sin contestar porque no representan en
guerras entre los nefitas y los lamanitas. forma alguna el deseo de Cristo, sino
Omni solamente escribió los primeros que nacen del egoísmo del hombre (Stg.
tres versículos del libro, después de lo 4:3; DyC 46:9). De hecho, si le pedimos
cual los anales pasaron sucesivamente a a Dios algo incorrecto, ello se tornará
Amarón, a Quémis, a Abinadom y final- para nuestra condenación (DyC 88:65).
mente a Amalekí, quien se las entregó Los hombres comenzaron a invocar el
al rey Benjamín, el rey de Zarahemla. nombre de Jehová, Gén. 4:26. En el lugar
del altar, Abraham invocó el nombre de
Omnipotente. Véase también Trinidad
Jehová, Gén. 13:4. El siervo de Abraham
La característica divina de poseer oró pidiendo ayuda para encontrar una
todo poder (Gén. 18:14; Alma 26:35; DyC esposa para Isaac, Gén. 24:10–19. Lejos
19:1–3). sea de mí que peque yo contra Jehová
Omnipresente. Véase también cesando de rogar por vosotros, 1 Sam.
Trinidad 12:23. Jehová oye la oración de los jus-
tos, Prov. 15:29. Me hallaréis, porque
La capacidad de Dios de estar presente me buscaréis de todo vuestro corazón,
en todas partes por medio de Su Espíritu Jer. 29:12–13.
(Sal. 139:7–12; DyC 88:7–13, 41). Orad por los que os ultrajan, Mateo
Omnisciente. Véase también Trinidad 5:44 (Lucas 6:28; 3 Ne. 12:44). Ora a tu
Padre que está en secreto, Mateo 6:5–8
La característica divina de poseer todo
(3 Ne. 13:5–8). Vosotros, pues, oraréis
conocimiento (Mateo 6:8; 2 Ne. 2:24).
así, Mateo 6:9–13 (Lucas 11:2; 3 Ne. 13:9).
Oposición. Véase Adversidad Pedid, y se os dará, Mateo 7:7 (3 Ne. 14:7;
DyC 4:7; 6:5; 66:9). Jesús subió al monte a
Oración. Véase también Adorar; orar aparte, Mateo 14:23. Velad y orad,
Amén; Meditar; Pedir Mateo 26:41 (Mar. 14:38; 3 Ne. 18:15–18;
Comunicación reverente con Dios du- DyC 31:12). Pida con fe, no dudando
rante la cual la persona da gracias y nada, Stg. 1:5–6 (DyC 42:68; 46:7). La
pide bendiciones. La oración se dirige a oración eficaz del justo puede mucho,
nuestro Padre Celestial en el nombre de Stg. 5:16.
Jesucristo y puede hacerse en voz alta o Escuchad al Espíritu que enseña al
en silencio. Los pensamientos también hombre a orar, 2 Ne. 32:8–9. Clamé a él
pueden ser una oración si se dirigen a con potente oración, Enós 1:4. He ayu-
Dios. La canción de los justos puede ser nado y orado muchos días, Alma 5:45–
una oración a Dios (DyC 25:12). 46 (Alma 26:22). Se habían dedicado
La finalidad de la oración no es cam- a mucha oración y ayuno, Alma 17:3.
biar la voluntad de Dios, sino obtener ¿No recordáis haber leído lo que Ze-
para nosotros y para otras personas las nós ha dicho concerniente a la oración
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Oración del Señor 158
o adoración?, Alma 33:3. Humillaos, y y mandamiento, DyC 92:1. John Johnson
persistid en la oración, Alma 34:18–27. debía ser miembro de la orden unida,
Consulta al Señor en todos tus hechos, DyC 96:6–9. El Señor dio instrucciones
Alma 37:37. Siempre debéis orar al Padre sobre la forma en que debía funcionar la
en mi nombre, 3 Ne. 18:19–20. Orad en orden unida, DyC 104. Mi pueblo no está
vuestras familias, 3 Ne. 18:21. Jesús oró unido conforme a la unión que requiere
al Padre, 3 Ne. 19:31–34 (Juan 17; 3 Ne. la ley del reino celestial, DyC 105:1–13.
18:16). Les mandó que no cesaran de orar
en sus corazones, 3 Ne. 20:1. Si ora, a me- Ordenación, ordenar. Véase
nos que lo haga con verdadera intención, también Autoridad; Imposición
de nada le aprovecha, Moro. 7:6–9. de manos; Llamado, llamado por
No pidas lo que no debes, DyC 8:10. Dios, llamamiento; Oficial, oficio;
Ora siempre para que salgas triunfante, Sacerdocio
DyC 10:5. Te mando que ores vocalmente Nombrar o conferir autoridad u oficio.
así como en tu corazón, DyC 19:28. Se En la Iglesia del Señor, para que alguien
os dará el Espíritu por la oración de fe, ejerza autoridad, debe ser llamado por
DyC 42:14. Irás a la casa de oración y Dios, por profecía, y debe haberla re-
ofrecerás tus sacramentos, DyC 59:9 cibido por la imposición de manos, de
(Mateo 21:13). Los padres enseñarán a aquellos que poseen la autoridad para
sus hijos a orar, DyC 68:28. El Señor su hacerlo (AdeF 1:5). Aunque la persona
Dios es lento en escuchar sus oraciones, reciba la autoridad mediante la orde-
DyC 101:7–8 (Mos. 21:15). Sé humilde; nación, la ejerce bajo la dirección de los
y el Señor tu Dios dará respuesta a tus que poseen las llaves pertinentes a esa
oraciones, DyC 112:10. autoridad.
Se le mandó a Adán invocar a Dios
en el nombre del Hijo, Moisés 5:8. En Te di por profeta a las naciones, Jer.
respuesta a la oración de José Smith, se 1:5.
le aparecieron el Padre y el Hijo, JS—H No me elegisteis vosotros a mí, sino
1:11–20. que yo os elegí a vosotros, y os he puesto,
Juan 15:16.
Oración del Señor. Véase también Alma, teniendo autoridad de Dios,
Oración ordenó sacerdotes, Mos. 18:18. Los hom-
La oración que el Salvador ofreció bres son ordenados al sumo sacerdocio
como ejemplo para Sus discípulos y que con una santa ordenanza, Alma 13:1–9.
sirve de modelo para toda oración (Ma- Jesús llamó y ordenó a doce discípulos,
teo 6:9–13; 3 Ne. 13:9–13). 3 Ne. 12:1. Los élderes ordenan presbí-
teros y maestros mediante la imposición
Orden Unida. Véase también de manos, Moro. 3.
Consagrar, ley de consagración Debes esperar todavía un poco, por-
Organización mediante la cual los que aún no has sido ordenado, DyC
santos de los comienzos de la Iglesia 5:17. José Smith fue ordenado apóstol de
restaurada trataron de vivir la ley de Jesucristo, DyC 20:2 (DyC 27:12). No se
consagración. Los miembros compartían ordenará a ninguna persona sin el voto
su propiedad, sus bienes y sus ganan- de la iglesia, DyC 20:65. A ninguno le
cias, y recibían conforme a sus carencias será permitido predicar mi evangelio a
y necesidades (DyC 51:3; 78:1–15; 104). menos que sea ordenado por alguien que
En vuestras cosas temporales seréis tenga autoridad, DyC 42:11. Se ordena
iguales, DyC 70:14. Los santos debían a los élderes para predicar el Evangelio,
organizarse para ser iguales en todas las DyC 50:13–18. Es el deber de los Doce
cosas, DyC 78:3–11 (DyC 82:17–20). El Se- ordenar y organizar a todos los otros
ñor dio a la orden unida una revelación oficiales de la Iglesia, DyC 107:58.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
159 Orgullo
Busqué las bendiciones de los patriar- los muertos, si en ninguna manera los
cas, y el derecho al cual yo debía ser muertos resucitan?, 1 Cor. 15:29.
ordenado, Abr. 1:2. José Smith y Oliver El bautismo por los muertos debe efec-
Cowdery se ordenaron el uno al otro tuarse en los templos, DyC 124:29–36. A
al Sacerdocio Aarónico, JS—H 1:68–72. los espíritus en el mundo de los espíritus
se les enseñó el bautismo vicario para la
Ordenanzas. Véase también
remisión de los pecados, DyC 138:29–34.
Genealogía; Salvación; Salvación
de los muertos; Sellamiento, sellar; Orgullo. Véase también Dinero;
Templo, Casa del Señor Humildad, humilde, humillar
Ceremonias y ritos sagrados. Las or- (afligir); Mundano, lo; Riquezas;
denanzas consisten en ciertos actos que Vanidad, vano
tienen significado espiritual; también Falta de humildad o de mansedum-
pueden ser las leyes y los estatutos de bre. El orgullo hace que la gente esté en
Dios. contra de Dios y de los demás. La per-
En la Iglesia, las ordenanzas incluyen sona orgullosa se cree superior a los que
la bendición de los enfermos (Stg. 5:14– le rodean y hace su propia voluntad en
15), la bendición de la Santa Cena (DyC lugar de la de Dios. La vanidad, la envi-
20:77, 79), el bautismo por inmersión (Ma- dia, la dureza de corazón y la altanería
teo 3:16; DyC 20:72–74), la bendición de son también características típicas de la
los niños (DyC 20:70), el conferimiento persona orgullosa.
del Espíritu Santo (DyC 20:68; 33:15), el
Cuídate de no olvidarte de Jehová, y se
conferimiento del sacerdocio (DyC 84:6–
enorgullezca tu corazón, Deut. 8:11–14.
16; 107:41–52), las ordenanzas del templo
La soberbia y la arrogancia aborrezco,
(DyC 124:39) y el matrimonio en el nuevo
y sempiterno convenio (DyC 132:19–20). Prov. 8:13 (Prov. 6:16–17). Antes del que-
brantamiento es la soberbia, Prov. 16:18.
Enseña a ellos las ordenanzas y las El día de Jehová de los ejércitos vendrá
leyes, Éx. 18:20. Anden en mis ordenan- sobre todo soberbio, Isa. 2:11–12 (2 Ne.
zas, y guarden mis decretos, Ezeq. 11:20. 12:11–12). La soberbia de tu corazón te ha
El pueblo obedecía estrictamente las engañado, Abd. 1:3. Todos los soberbios
ordenanzas de Dios, Alma 30:3. ¿Y qué serán estopa, Mal. 4:1 (1 Ne. 22:15; 3 Ne.
nos aprovecha haber guardado sus or- 25:1; DyC 29:9).
denanzas?, 3 Ne. 24:13–14. El que se enaltece será humillado, Ma-
Al que ora, cuyo espíritu es contrito, teo 23:12 (DyC 101:42). Dios resiste a los
yo lo acepto, si es que obedece mis or- soberbios, 1 Pe. 5:5.
denanzas, DyC 52:14–19. El grande y espacioso edificio repre-
Todo el género humano puede sal-
sentaba el orgullo del mundo, 1 Ne. 11:36
varse, mediante la obediencia a las leyes
(1 Ne. 12:18). Cuando son instruidos se
y ordenanzas del Evangelio, AdeF 1:3.
creen sabios, 2 Ne. 9:28–29. Os envane-
Ordenanza vicaria: Ordenanza religiosa céis con el orgullo de vuestros corazones,
que una persona viviente lleva a cabo a Jacob 2:13, 16 (Alma 4:8–12). ¿Os halláis
favor de una persona muerta. Estas or- despojados del orgullo?, Alma 5:28. Un
denanzas se realizan en la actualidad desmedidamente grande orgullo había
dentro de los templos, pero son vale- entrado en el corazón del pueblo, Hel.
deras solo si las personas por las que 3:33–36. ¡Cuán prestos están los hijos
se lleven a cabo las aceptan, si guardan de los hombres para ensalzarse en el
los convenios relacionados con ellas y orgullo!, Hel. 12:4–5. El orgullo de esta
si son selladas por el Santo Espíritu de nación ha sido la causa de su destruc-
la promesa. ción, Moro. 8:27.
¿Qué harán los que se bautizan por Cuidaos del orgullo, no sea que
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Oseas 160
lleguéis a ser como los nefitas, DyC en diversas partes del Imperio romano,
38:39. Cesad de todo vuestro orgullo y Hech. 13:1–14:26; 15:36–18:22; 18:23–21:15.
frivolidad, DyC 88:121. Cuando regresó a Jerusalén después de
su tercera misión, fue arrestado y en-
Oseas viado a Cesarea, Hech. 21:7–23:35. En
Profeta del Antiguo Testamento que Cesarea, permaneció prisionero dos
profetizó en el reino del norte de Israel años, Hech. 24:1–26:32. Fue enviado a
durante la última parte del reinado de Roma para ser juzgado y en el camino
Jeroboam II. Vivió durante un período naufragó la nave en la cual iba prisio-
de decadencia y ruina nacional, lo que nero, Hech. 27:1–28:11.
fue el resultado de la iniquidad de Israel.
Pablo, epístolas de. Véase también
El libro de Oseas: El tema fundamental Pablo; y cada una de las epístolas
del libro es el amor de Dios por Su pue- por su título
blo. Todos los castigos los imponía con
Catorce libros del Nuevo Testamento
amor, y la restauración de Israel también
que originalmente fueron cartas que el
será debido a Su amor (Oseas 2:19; 14:4).
apóstol Pablo escribió a miembros de
En contraste, Oseas describe la traición
la Iglesia. Se pueden dividir en los si-
y la infidelidad de Israel. A pesar de ello,
guientes grupos:
Dios puede ver en lo futuro la redención
final de Israel (Oseas 11:12–14:9). 1 y 2 Tesalonicenses (50–51 d.C.)
Pablo escribió las epístolas a los te-
salonicenses desde Corinto durante su
Pablo. Véase también Pablo, epístolas segundo viaje misional. Su obra en Te-
de salónica se narra en el capítulo 17 de He-
Apóstol del Nuevo Testamento. Su chos. Era su deseo regresar a Tesalónica,
nombre en hebreo era Saulo, nombre por pero no pudo hacerlo (1 Tes. 2:18); por lo
el cual se le conoció hasta el comienzo tanto, envió a Timoteo para animar a los
de su misión a los gentiles. Anterior- conversos y para que regresara con no-
mente había perseguido a la Iglesia pero ticias de ellos. La primera epístola es el
se convirtió a la verdad después de ver resultado del agradecimiento que sintió
una visión de Jesucristo. Pablo empren- por el regreso de Timoteo; la segunda se
dió tres importantes viajes misionales escribió poco tiempo después.
y escribió muchas cartas a los santos, 1 y 2 Corintios, Gálatas y Romanos (55–
catorce de las cuales forman parte del 57 d.C.)
Nuevo Testamento en la actualidad. Fi-
Durante su tercer viaje misional, Pablo
nalmente fue llevado prisionero a Roma
escribió las epístolas a los corintios con
en donde se le ejecutó, probablemente en
objeto de contestar preguntas y poner
la primavera del año 65 d.C.
fin al desorden que había entre los san-
Consintió en que se apedreara a Este- tos de Corinto.
ban, Hech. 7:57–8:1. Asolaba la iglesia, La epístola a los gálatas posiblemente
Hech. 8:3. Se dirigía a Damasco cuando se haya dirigido a muchas unidades de la
se le apareció Jesús, Hech. 9:1–9. Fue Iglesia en toda Galacia. Algunos miem-
bautizado por Ananías, Hech. 9:10–18. bros abandonaban el Evangelio para
Después de retirarse a Arabia, regresó seguir la ley judía. En su carta, Pablo
a Damasco para predicar, Hech. 9:19– explica el propósito de la ley de Moisés
25 (Gál. 1:17). Tres años después de su y afirma la importancia de una religión
conversión, regresó a Jerusalén, Hech. espiritual.
9:26–30 (Gál. 1:18–19). Emprendió tres Pablo escribió la epístola a los roma-
viajes misionales, predicando el Evan- nos desde Corinto, en parte para prepa-
gelio y organizando ramas de la Iglesia rar a los santos romanos para la visita
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
161 Padre Celestial
que esperaba hacerles. En esta carta tam- Escribió la epístola a Tito durante una
bién reafirma las doctrinas que refuta- época en la cual se encontraba en liber-
ban algunos de los judíos que se habían tad de la prisión. Posiblemente haya vi-
convertido al cristianismo. sitado Creta, donde servía Tito. El tema
Filipenses, Colosenses, Efesios, Filemón y principal de la carta es la importancia
Hebreos (60–62 d.C.) de vivir una vida recta y la disciplina
dentro de la Iglesia.
Pablo escribió estas epístolas estando Pablo escribió la segunda epístola a
preso por primera vez en Roma. Timoteo durante su segundo encarcela-
Escribió la epístola a los filipenses miento, poco antes de su martirio. Con-
principalmente para expresarles su agra- tiene las últimas palabras del Apóstol y
decimiento y su afecto, y para animarlos muestra el maravilloso valor y confianza
en el desaliento que sentían debido al con que hizo frente a la muerte.
largo encarcelamiento de él.
Pablo escribió la epístola a los colo- Paciencia. Véase también
senses debido a las noticias que había Mansedumbre, manso; Perseverar
recibido de que estos estaban cayendo en Calma para sufrir; la capacidad de so-
grave error, pues creían que la perfección portar la aflicción, los insultos o los agra-
se lograba mediante la atenta observan- vios sin quejarse ni buscar venganza.
cia de las ordenanzas externas, en lugar Guarda silencio ante Jehová, y espera
de hacerlo buscando adquirir un carácter en él, Sal. 37:7–8. El que tarda en airarse
semejante al de Cristo. es grande de entendimiento, Prov. 14:29.
La epístola a los efesios es de suma Con vuestra paciencia ganaréis vues-
importancia, pues contiene las ense- tras almas, Lucas 21:19. A fin de que
ñanzas de Pablo acerca de la Iglesia de por la paciencia y la consolación de las
Cristo. Escrituras, tengamos esperanza, Rom.
La epístola a Filemón es una carta 15:4. Sed imitadores de aquellos que por
personal referente a Onésimo, un esclavo la fe y la paciencia heredan las prome-
que había robado a su amo Filemón, y sas, Heb. 6:12–15. Tenga la paciencia su
había huido a Roma. Pablo lo envió de obra completa, para que seáis perfectos
vuelta a su amo con la carta pidiendo y cabales, Stg. 1:2–4. Habéis oído de la
que le perdonara. paciencia de Job, Stg. 5:11.
Pablo dirigió la epístola a los hebreos Se sometieron alegre y pacientemente
a los miembros de la Iglesia de origen a toda la voluntad del Señor, Mos. 24:15.
judío, a fin de convencerlos de que la ley Sobrellevaste con paciencia todas estas
de Moisés se había cumplido en Cristo cosas, porque el Señor estaba contigo,
y que, por consiguiente, la había reem- Alma 38:4–5.
plazado la ley del evangelio de Cristo. Continuad con paciencia hasta perfec-
1 y 2 Timoteo, Tito (64–65 d.C.) cionaros, DyC 67:13.
Pablo escribió estas epístolas después Pacificador. Véase también Paz
de haber obtenido su libertad de su pri- Persona que promueve o establece la
mer encarcelamiento en Roma. paz (Mateo 5:9; 3 Ne. 12:9). Un pacifica-
Pablo viajó a Éfeso, donde dejó a Ti- dor también puede ser aquel que pro-
moteo para que pusiera fin a ciertas clama el Evangelio (Mos. 15:11–18).
especulaciones doctrinales, con la in-
tención de regresar más tarde. Escribió Padre Celestial. Véase también
la primera epístola a Timoteo, posible- Trinidad
mente desde Macedonia, para darle con- El Padre de los espíritus de todo el gé-
sejos y ánimo en el cumplimiento de nero humano (Sal. 82:6; Mateo 5:48; Juan
su deber. 10:34; Rom. 8:16–17; Gál. 4:7; 1 Juan 3:2).
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Padre Eterno 162
Jesús es Su Hijo Unigénito en la carne. manos de los padres, DyC 29:48. Todo
Al hombre se le ha mandado obedecer hombre tiene la obligación de mantener
y reverenciar al Padre y orar a Él en el a su propia familia, DyC 75:28.
nombre de Jesús. Me mandó ir a mi padre, JS—H 1:49.
Si perdonáis a los hombres, os perdo- Padres. Véase también Madre; Padre
nará también vuestro Padre Celestial, terrenal
Mateo 6:14 (Mateo 18:35; 3 Ne. 13:14).
Vuestro Padre Celestial sabe que tenéis Padres y madres. El marido y la mujer
necesidad de todas estas cosas, Mateo dignos, cuyo matrimonio se ha sellado
6:26–33 (3 Ne. 13:26–33). ¿Cuánto más debidamente en el templo de Dios, pue-
vuestro Padre Celestial dará el Espí- den desempeñar su función de padres
ritu Santo a los que se lo pidan?, Lucas durante toda la eternidad. Los padres
11:11–13. Bendito sea el Dios y Padre de tienen el deber sagrado de criar a sus hi-
nuestro Señor Jesucristo, Efe. 1:3. jos con amor y rectitud, de proveer para
Estáis eternamente en deuda con vues- sus necesidades físicas y espirituales, y
tro Padre Celestial, Mos. 2:34. Cristo ha de enseñarles a amarse y a servirse el
glorificado el nombre del Padre, Éter uno al otro, a observar los mandamien-
12:8. tos de Dios y a ser ciudadanos respe-
Los santos deben dar testimonio de tuosos de la ley dondequiera que vivan
sus persecuciones antes que el Padre (“La Familia: Una Proclamación para
salga de su morada oculta, DyC 123:1– el Mundo”, Liahona, noviembre de 2010,
3, 6. pág. 129).
Sentimos grandes y gloriosas bendi- Hijos, obedeced a vuestros padres,
ciones de nuestro Padre Celestial, JS—H
Efe. 6:1–3 (Col. 3:20).
1:73.
Adán y Eva fueron nuestros primeros
Padre Eterno. Véase Padre Celestial; padres, 1 Ne. 5:11. La maldición recaiga
Trinidad sobre la cabeza de vuestros padres, 2 Ne.
4:6. Enseña a los padres que deben arre-
Padre terrenal. Véase también pentirse y ser bautizados, Moro. 8:10.
Bendiciones patriarcales; Familia; Se manda a los padres enseñar el
Padres; Patriarca, patriarcal Evangelio a sus hijos, DyC 68:25. Todos
Título sagrado que se da al hombre los niños tienen el derecho de recibir el
que ha engendrado o que legalmente ha sostén de sus padres, DyC 83:4.
adoptado a un hijo. Los pecados de los padres no pue-
Honra a tu padre y a tu madre, Éx. den recaer sobre la cabeza de los niños,
20:12 (Deut. 5:16; Mateo 19:19; Mos. 13:20). Moisés 6:54.
El padre castiga al hijo a quien quiere,
Pahorán
Prov. 3:12.
Padres, no provoquéis a ira a vuestros Tercer juez superior nefita del Libro de
hijos, Efe. 6:1–4. Mormón (Alma 50:39–40; 51:1–7; 59–62).
Recibí alguna instrucción en toda la
Palabra de Dios. Véase también
ciencia de mi padre, 1 Ne. 1:1. Mi padre
Escrituras; Mandamientos de Dios;
era un varón justo, pues me instruyó,
Revelación
Enós 1:1. Alma oró por su hijo, Mos.
27:14. Alma dio mandamientos a sus hi- Instrucciones, mandamientos o un
jos, Alma 36–42. Helamán puso a sus hi- mensaje de Dios. Los hijos de Dios pue-
jos los nombres de sus antepasados, Hel. den recibir Su palabra en forma directa,
5:5–12. Mormón siempre tenía presente por revelación, mediante el Espíritu
a su hijo en sus oraciones, Moro. 8:2–3. o por medio de Sus siervos escogidos
Se requieren grandes cosas de las (DyC 1:38).
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
163 Paloma, señal de la
De todo lo que sale de la boca de Je- bebieren, Isa. 24:9. Daniel propuso no
hová vivirá el hombre, Deut. 8:3 (Mateo contaminarse con la comida ni con el
4:4; DyC 84:43–44). Lámpara es a mis vino del rey, Dan. 1:8.
pies tu palabra, y lumbrera a mi camino, Si alguno destruyere el templo de
Sal. 119:105. Dios, Dios le destruirá a él, 1 Cor. 3:16–
Todos fueron llenos del Espíritu Santo, 17. Los borrachos no heredarán el reino
y hablaban con denuedo la palabra de de Dios, 1 Cor. 6:10 (Gál. 5:21).
Dios, Hech. 4:31–33. Quien manda abstenerse de la carne,
La barra de hierro representaba la pa- para que el hombre no la coma, no es
labra de Dios, la cual conducía al árbol ordenado por Dios, DyC 49:18–21. Todas
de la vida, 1 Ne. 11:25 (1 Ne. 15:23–25). las cosas que de la tierra salen fueron
Habíais dejado de sentir, de modo que creadas para usarse con juicio, no en
no pudisteis sentir sus palabras, 1 Ne. exceso, DyC 59:20. El Señor aconsejó a
17:45–46. ¡Ay de aquel que rechace la los santos no usar vino, bebidas alcohó-
palabra de Dios!, 2 Ne. 27:14 (2 Ne. 28:29; licas, tabaco ni bebidas calientes, DyC
Éter 4:8). Debéis marchar adelante, de- 89:1–9. Se decretan las hierbas, las frutas,
leitándoos en la palabra de Cristo, 2 Ne.
la carne y el grano para el uso del hom-
31:20 (2 Ne. 32:3). Por motivo de su incre-
bre y de los animales, DyC 89:10–17. La
dulidad no podían entender la palabra
obediencia a la Palabra de Sabiduría trae
de Dios, Mos. 26:3 (Alma 12:10). Habían
bendiciones temporales y espirituales,
escudriñado diligentemente las Escri-
DyC 89:18–21.
turas para conocer la palabra de Dios,
Alma 17:2. Poned a prueba la virtud Palo de Efraín. Véase Efraín — El
de la palabra de Dios, Alma 31:5. Alma palo de Efraín o palo de José
comparó la palabra a una semilla, Alma
32:28–43. Palo de José. Véase Efraín — El palo
Lo que hablen cuando sean inspirados de Efraín o palo de José
por el Espíritu Santo, será la palabra del
Palo de Judá. Véase Judá — El palo
Señor, DyC 68:4. Viviréis de toda pala-
de Judá
bra que sale de la boca de Dios, DyC
84:44–45. Paloma, señal de la. Véase también
El que atesore mi palabra no será en- Espíritu Santo
gañado, JS—M 1:37.
Medio dispuesto de antemano por el
Palabra de Sabiduría cual Juan el Bautista reconocería al Me-
Ley de salud revelada por el Señor sías (Juan 1:32–34). José Smith enseñó
para el bienestar físico y espiritual de los que esta señal se instituyó desde antes
santos (DyC 89), conocida comúnmente de la creación del mundo como testimo-
como la Palabra de Sabiduría. El Señor nio o testigo del Espíritu Santo; por lo
siempre ha enseñado principios de salud tanto, el diablo no puede presentarse en
a Sus seguidores. Le reveló a José Smith la señal de la paloma.
qué clase de alimentos se debían tomar El Espíritu de Dios descendía como
y cuáles se debían evitar, al igual que la paloma, Mateo 3:16.
promesa de recibir bendiciones tempora- Después del bautismo de Jesús, el Es-
les y espirituales mediante la obediencia píritu Santo descendió en forma de pa-
a la Palabra de Sabiduría. loma, 1 Ne. 11:27.
No beberéis vino ni sidra, Lev. 10:9. Yo, Juan, doy testimonio, y he aquí,
El vino es escarnecedor, la sidra albo- los cielos fueron abiertos, y el Espíritu
rotadora, Prov. 20:1. No beberán vino Santo descendió sobre Él en forma de
y la sidra les será amarga a los que la paloma, DyC 93:15.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Pan de Vida 164
Pan de Vida. Véase también Jesucristo; paraíso de Dios, con excepción de tres,
Santa Cena 4 Ne. 1:14. Iré a descansar en el paraíso
Jesucristo es el Pan de Vida. El pan de de Dios, Moro. 10:34.
la Santa Cena representa simbólicamente Cristo ministró entre los espíritus rec-
el cuerpo de Cristo. tos en el paraíso, DyC 138.
Yo soy el pan de vida, Juan 6:33–58.
Partridge, Edward
Comeréis y beberéis del pan y de las
aguas de la vida, Alma 5:34. El pan se Miembro y líder de la Iglesia en sus
come en memoria del cuerpo de Cristo, comienzos, después de su restauración
3 Ne. 18:5–7. en la época actual. Edward Partridge
El pan es un emblema de la carne de sirvió como el primer obispo (DyC 36;
Cristo, DyC 20:40, 77 (Moro. 4). 41:9–11; 42:10; 51:1–18; 115; 124:19).
Parábola Pascua. Véase también Cordero de
Un relato sencillo que se emplea para Dios; Última Cena
ilustrar y enseñar una verdad o un prin-
La Fiesta de la Pascua se instituyó
cipio espiritual. En la parábola, se com-
para un objeto o acontecimiento común como recordatorio a los israelitas del
con una verdad, y el significado o men- pasar de largo del heridor sobre las ca-
saje implícito a menudo está escondido sas de los hijos de Israel, librándolos de
para los oyentes que no estén prepara- los egipcios (Éx. 12:21–28; 13:14–15). Los
dos espiritualmente para recibirlo (Ma- corderos (o cabritos) sin mancha, cuya
teo 13:10–17). sangre se usó como señal para librar a
Jesús enseñó con frecuencia por medio Israel en la antigüedad, se usaron como
de parábolas; una lista de Sus parábolas símbolos de Jesucristo, el Cordero de
principales se encuentra bajo el título Dios, cuyo sacrificio redimió a todo el
Concordancia entre los Evangelios, en
género humano.
el Apéndice.
Esta es la ordenanza de la pascua,
Paraíso. Véase también Cielo Éx. 12:43.
Esa parte del mundo de los espíritus Jesús y Sus apóstoles guardaron la
donde los espíritus de los justos que pascua en la Última Cena, Mateo 26:17–
han partido de esta vida esperan la re- 29 (Mar. 14:12–25). He aquí el Cordero de
surrección del cuerpo. Es un estado de Dios, que quita el pecado del mundo,
felicidad y paz.
Juan 1:29, 36. Nuestra pascua, que es
El término paraíso también se emplea
en las Escrituras para referirse al mundo Cristo, ya fue sacrificada por nosotros,
de los espíritus (Lucas 23:43), al reino 1 Cor. 5:7. Somos redimidos con la san-
celestial (2 Cor. 12:4) y a la condición gre de Cristo, como de un cordero sin
glorificada que tendrá la tierra durante mancha, 1 Pe. 1:18–19.
el Milenio (AdeF 1:10). Tened fe en el Cordero de Dios, que
Al que venciere, le daré a comer del quita los pecados del mundo, Alma 7:14.
árbol de la vida, el cual está en medio Los santos que vivan la Palabra de
del paraíso de Dios, Apoc. 2:7. Sabiduría serán preservados como lo
El paraíso de Dios ha de entregar los fueron los hijos de Israel, DyC 89:21.
espíritus de los justos, 2 Ne. 9:13. Los Muerto es el Cordero desde la funda-
espíritus de los que son justos serán ción del mundo, Moisés 7:47.
recibidos en un estado de felicidad que
se llama paraíso, Alma 40:11–12. Los Pascua de Resurrección. Véase
discípulos de Jesús habían ido todos al Jesucristo; Resurrección
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
165 Paz
Pastor. Véase también Buen Pastor; Señor lo ha tomado para sí, DyC 124:19,
Jesucristo 130.
En sentido simbólico, persona que vela Paz. Véase también Descansar,
por los hijos del Señor. descanso (reposo); Milenio;
Jehová es mi pastor, Sal. 23:1. Los pas- Pacificador
tores deben apacentar al rebaño, Ezeq. En las Escrituras, la paz puede repre-
34:2–3. sentar tanto la ausencia de conflicto y
Patriarca, patriarcal. Véase también disensión como la calma y la tranquili-
Bendiciones patriarcales; dad interior que nacen del Espíritu que
Evangelista; Padre terrenal; Dios da a Sus santos fieles.
Sacerdocio de Melquisedec Ausencia de conflicto y disensión: Él hace
En las Escrituras se mencionan dos cesar las guerras, Sal. 46:9. Ni se adies-
clases de patriarcas: (1) oficio del Sacer- trarán más para la guerra, Isa. 2:4.
docio de Melquisedec que se recibe por Estad en paz con todos los hombres.
medio de la debida ordenación, a ve- No os venguéis vosotros mismos, Rom.
ces llamado evangelista; (2) padres de 12:18–21.
familia. Los patriarcas ordenados dan Continuó la paz en la tierra, 4 Ne.
bendiciones especiales a los miembros 1:4, 15–20.
dignos de la Iglesia. Renunciad a la guerra y proclamad la
paz, DyC 98:16. Izad un estandarte de
Patriarcas ordenados: Constituyó a unos
paz, DyC 105:39.
profetas; a otros, evangelistas, Efe. 4:11
(AdeF 1:6). La paz de Dios para los obedientes: Al Sal-
Es el deber de los Doce ordenar mi- vador se le llamará Príncipe de paz, Isa.
nistros evangelistas, DyC 107:39. Que 9:6. No hay paz para los malos, Isa. 48:22.
Hyrum ocupe el oficio de Sacerdocio Apareció una multitud de las hues-
y Patriarca, DyC 124:91–92, 124; 135:1. tes celestiales, que alababan a Dios, y
Padres: Jacob bendijo a sus hijos y a sus decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, y
descendientes, Gén. 49:1–28. en la tierra paz!, Lucas 2:13–14. La paz
Se os puede decir libremente del pa- os dejo, Juan 14:27. La paz de Dios so-
triarca David, Hech. 2:29. brepasa todo entendimiento, Filip. 4:7.
Lehi aconseja y bendice a su posteri- El pueblo del rey Benjamín recibió
dad, 2 Ne. 4:3–11. paz de conciencia, Mos. 4:3. ¡Cuán her-
Llegué a ser un heredero legítimo, mosos son sobre las montañas los pies
poseedor del derecho que pertenecía a de aquellos que publican la paz!, Mos.
los patriarcas, Abr. 1:2–4. 15:14–18 (Isa. 52:7). Alma clamó al Señor
y halló paz, Alma 38:8. Los espíritus de
Patriarcales, bendiciones. Véase los justos serán recibidos en un estado
Bendiciones patriarcales de paz, Alma 40:12.
¿No hablé paz a tu mente en cuanto al
Patten, David W.
asunto?, DyC 6:23. Camina en la manse-
Miembro del Cuórum de los Doce dumbre de mi Espíritu, y en mí tendrás
Apóstoles a principios de la dispensa- paz, DyC 19:23. El que hiciere obras jus-
ción de los últimos días. David Patten tas recibirá paz, DyC 59:23. Vestíos con el
fue el primer mártir de la Iglesia res- vínculo de la caridad, que es el vínculo
taurada, habiendo muerto en la batalla de la perfección y la paz, DyC 88:125.
de Crooked River, en Misuri, en el año Hijo mío, paz a tu alma, DyC 121:7.
de 1838. Hallando que había mayor paz, bus-
Llamado a arreglar todos sus asuntos qué las bendiciones de los patriarcas,
y a cumplir una misión, DyC 114:1. El Abr. 1:2.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Pecado 166
Pecado. Véase también Abominable, renovados para arrepentimiento, Heb.
abominación; Impío; Inicuo, 6:4–6. Si pecáremos voluntariamente
iniquidad; Injusticia, injusto; después de haber recibido el conoci-
Inmundicia, inmundo; Ofender; miento de la verdad, ya no queda más
Rebelión sacrificio por los pecados, Heb. 10:26.
Desobediencia intencional a los man- Si niegas el Espíritu Santo y sabes que
damientos de Dios. lo niegas, es un pecado que es imperdo-
nable, Alma 39:5–6 (Jacob 7:19).
El que encubre sus pecados no prospe- No tienen perdón, habiendo negado
rará, Prov. 28:13. Si vuestros pecados fue- al Unigénito del Padre, crucificándolo
ren como la grana, como la nieve serán para sí mismos, DyC 76:30–35. La blas-
emblanquecidos, Isa. 1:18. El alma que femia contra el Espíritu Santo no será
pecare morirá, y el justo vivirá, Ezeq. 18. perdonada, y consiste en verter san-
El Cordero de Dios quita el pecado gre inocente después de haber recibido
del mundo, Juan 1:29. Bautízate, y lava mi nuevo y sempiterno convenio, DyC
tus pecados, Hech. 22:16. La paga del 132:26–27.
pecado es muerte, Rom. 6:23. Al que
sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es Pectoral. Véase también Coraza; Urim
pecado, Stg. 4:17. y Tumim
¿Causarás que yo tiemble al aparecer Bajo la ley de Moisés, prenda de ves-
el pecado?, 2 Ne. 4:31. ¡Ay de todos aque- tir que utilizaba el sumo sacerdote (Éx.
llos que mueren en sus pecados!, 2 Ne. 28:13–30; 39:8–21), hecha de lino y ador-
9:38. No podían ver el pecado sino con nada con doce piedras preciosas. En
repugnancia, Alma 13:12. No vayas a su- ocasiones se le menciona en conexión
poner que serás restaurado del pecado con el Urim y Tumim (DyC 17:1; JS—H
a la felicidad, Alma 41:9–10. El Señor no 1:35, 42, 52).
puede considerar el pecado con el más
mínimo grado de tolerancia, Alma 45:16 Pedir. Véase también Oración
(DyC 1:31). Los niños pequeños son in- Indagar, preguntar o pedirle a Dios
capaces de cometer pecado, Moro. 8:8. un favor especial.
Para arrepentirse, el hombre debe Pedid, y se os dará, Mateo 7:7. Si al-
confesar y abandonar sus pecados, DyC guno de vosotros tiene falta de sabidu-
58:42–43. El mayor pecado permanece ría, pídala a Dios, Stg. 1:5 (JS—H 1:7–20).
en el que no perdona, DyC 64:9. El que Si me pedís con fe, 1 Ne. 15:11. Si no
peque contra mayor luz, mayor conde- podéis entender estas palabras, será
nación recibirá, DyC 82:3. Los pecados porque no pedís, 2 Ne. 32:4. Pedid con
anteriores volverán al alma que peque, sinceridad de corazón, Mos. 4:10. Dios
DyC 82:7. Cuando intentamos encubrir os concede cuanta cosa justa le pedís
nuestros pecados, los cielos se retiran, con fe, Mos. 4:21. Preguntad a Dios si no
DyC 121:37. son verdaderas estas cosas, Moro. 10:4.
Pecado imperdonable. Véase también Aman las tinieblas más bien que la
Asesinato; Blasfemar, blasfemia; luz; por tanto, no recurren a mí, DyC
Espíritu Santo; Hijos de perdición 10:21. En todo se os manda pedir a Dios,
DyC 46:7.
El pecado de negar al Espíritu Santo,
pecado que no tiene perdón. Pedro
La blasfemia contra al Espíritu no les En el Nuevo Testamento, a Pedro origi-
será perdonada a los hombres, Mateo nalmente se le conocía como Simón (2 Pe.
12:31–32 (Mar. 3:29; Lucas 12:10). Es im- 1:1), un pescador de Betsaida que vivía
posible que los que fueron hechos par- en Capernaúm con su esposa. Jesús sanó
tícipes del Espíritu Santo sean otra vez a la suegra de Pedro (Mar. 1:29–31). Jesús
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
167 Pensamientos
lo llamó a él y a su hermano Andrés, 5, explica por qué se predica el Evangelio
para que fueran Sus discípulos (Mateo a los muertos y por qué los ancianos (él-
4:18–22; Mar. 1:16–18; Lucas 5:1–11). El deres) deben apacentar la grey.
Señor le dio el nombre de Cefas, que, Segunda epístola de Pedro: En el capí-
en arameo significa “vidente” o “pie- tulo 1, el Apóstol exhorta a los santos a
dra” (Juan 1:40–42; TJS, Juan 1:42 [Apén- hacer firme su vocación y elección. En
dice — Biblia]). Aun cuando en el Nuevo el capítulo 2, advierte contra los falsos
Testamento se mencionan algunas de las maestros. En el capítulo 3, habla de los
debilidades humanas de Pedro, también
últimos días y de la segunda venida
se nos dice que las venció y que fue for-
de Cristo.
tificado mediante su fe en Jesucristo.
Pedro declaró que Jesús era el Cristo Peleg
y el Hijo de Dios (Juan 6:68–69), y el Se- En el Antiguo Testamento, el hijo de
ñor lo escogió para poseer las llaves del Eber y tataranieto de Sem. En sus días
reino sobre la tierra (Mateo 16:13–19). En fue repartida (dividida) la tierra (Gén.
el monte de la Transfiguración, Pedro 10:22–25).
vio al Salvador transfigurado, así como
a Moisés y al profeta Elías (Mateo 17:1–9). Pena de muerte. Véase también
Pedro fue el principal de los Apóstoles Asesinato
de su época; y después de la muerte, re- El castigo con la muerte por un crimen
surrección y ascensión del Salvador, fue cometido, sobre todo el de asesinato.
él quien convocó a la Iglesia y dirigió el
llamamiento de un Apóstol para reem- El que derramare sangre de hombre,
plazar a Judas Iscariote (Hech. 1:15–26). por el hombre su sangre será derramada,
Pedro y Juan sanaron a un hombre cojo Gén. 9:6 (TJS, Gén. 9:12–13). El homicida
de nacimiento (Hech. 3:1–16) y fueron morirá, Núm. 35:16.
milagrosamente librados de la prisión El asesino que mata intencionalmente
(Hech. 5:11–29; 12:1–19). Fue mediante morirá, 2 Ne. 9:35. Se te condena a morir,
el ministerio de Pedro que el Evangelio conforme a la ley, Alma 1:13–14. El ase-
se llevó por vez primera a los gentiles sino era castigado con la pena de muerte,
(Hech. 10–11). En estos postreros días, Alma 1:18. La ley exige la vida de aquel
Pedro, junto con Santiago y Juan, des- que ha cometido homicidio, Alma 34:12.
cendió del cielo y confirió el Sacerdocio El que matare, morirá, DyC 42:19.
de Melquisedec y las llaves correspon-
Pensamientos. Véase también
dientes a José Smith y a Oliver Cowdery
Albedrío; Meditar
(DyC 27:12–13; 128:20).
Ideas, conceptos e imágenes que se
Primera epístola de Pedro: La primera
conciben en la mente de una persona.
epístola la escribió desde “Babilonia”
La facultad de pensar es un don de Dios,
(probablemente Roma), poco después
y tenemos la libertad de escoger cómo
que Nerón había empezado a perseguir a
usaremos dicho poder. Nuestra manera
los cristianos, y la dirigió a los cristianos
de pensar afecta profundamente nuestra
de la región que hoy día se denomina
Asia Menor. actitud y nuestro comportamiento, así
En el capítulo 1, Pedro habla de la como también nuestro estado o situación
función preordenada de Cristo como Re- después de esta vida. Los pensamientos
dentor. En los capítulos 2 y 3, explica que rectos conducen a la salvación, así como
Cristo es la principal piedra del ángulo los inicuos a la condenación.
de la Iglesia, que los santos tienen un real Jehová entiende todo intento de los
sacerdocio y que Cristo predicó a los es- pensamientos, 1 Cró. 28:9. Porque cual
píritus encarcelados. En los capítulos 4 y es su pensamiento en su corazón, tal es
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Pentateuco 168
él, Prov. 23:7. Mis pensamientos no son la Cosecha o la Fiesta de las Semanas.
vuestros pensamientos, Isa. 55:7–9. Esta fue la fiesta que se conmemoraba en
Sabiendo Jesús los pensamientos de Jerusalén cuando los Apóstoles fueron
ellos, Mateo 12:25 (Lucas 5:22; 6:8). De llenos del Espíritu Santo y hablaron en
dentro, del corazón de los hombres, salen lenguas (Hech. 2; DyC 109:36–37).
los malos pensamientos, Mar. 7:20–23.
Llevad cautivo todo pensamiento a la Perdición. Véase Hijos de perdición
obediencia a Cristo, 2 Cor. 10:5. Todo lo Perdonar. Véase también
honesto, justo, puro, o amable, en esto Arrepentimiento, arrepentirse;
pensad, Filip. 4:8. Confesar, confesión; Expiación,
Tened presente que ser de mente car- expiar; Remisión de pecados
nal es muerte, y ser de mente espiritual
Por lo general, en las Escrituras, el tér-
es vida eterna, 2 Ne. 9:39. Si no os cui-
mino perdonar tiene dos significados:
dáis a vosotros mismos, y vuestros pen-
(1) Cuando Dios perdona a los hombres,
samientos, debéis perecer, Mos. 4:30.
suprime o deja a un lado el castigo que
Nuestros pensamientos nos condenarán,
se requiere por el pecado. Mediante la
Alma 12:14.
expiación de Cristo, el perdón de los
No hay quien conozca tus pensamien-
pecados está al alcance de todos los que
tos y las intenciones de tu corazón sino
se arrepientan, excepto los culpables de
Dios, DyC 6:16 (DyC 33:1). Mirad ha-
asesinato o del pecado imperdonable
cia mí en todo pensamiento, DyC 6:36.
contra el Espíritu Santo. (2) Cuando las
Atesorad constantemente en vuestras
personas se perdonan entre sí, se tratan
mentes las palabras de vida, DyC 84:85.
con amor cristiano y no tienen malos
Desechad vuestros pensamientos ocio-
sentimientos hacia los que las hayan
sos, DyC 88:69. Serán revelados los pen-
ofendido (Mateo 5:43–45; 6:12–15; Lucas
samientos del corazón del hombre, DyC
17:3–4; 1 Ne. 7:19–21).
88:109. Deja que la virtud engalane tus
pensamientos incesantemente, DyC Jehová es tardo para la ira y grande
121:45. en misericordia, y perdona la iniquidad
Dios vio que los pensamientos del y la rebelión, Núm. 14:18. Si vuestros
corazón de los hombres eran continua- pecados fueren como la grana, como la
mente perversos, Moisés 8:22. nieve serán emblanquecidos, Isa. 1:18.
Perdónanos nuestras deudas, como
Pentateuco. Véase también Antiguo también nosotros perdonamos a nues-
Testamento; Deuteronomio; Éxodo; tros deudores, Mateo 6:12 (Lucas 11:4;
Génesis; Levítico; Moisés; Números 3 Ne. 13:11). El Hijo del Hombre tiene
Nombre de los primeros cinco libros potestad para perdonar pecados, Ma-
del Antiguo Testamento: Génesis, Éxodo, teo 9:6 (Mateo 18:35; Mar. 2:10; Lucas
Levítico, Números y Deuteronomio. Los 5:20–24). ¿Cuántas veces perdonaré a
judíos llaman a estos libros la Tora, o la mi hermano que peque contra mí?, Ma-
ley de Israel. Moisés es el autor de estos teo 18:21–22 (DyC 98:40). Cualquiera
libros (1 Ne. 5:10–11). que blasfeme contra el Espíritu Santo,
no tiene jamás perdón, Mar. 3:29 (Alma
Pentecostés. Véase también Ley de 39:6). Si tu hermano pecare contra ti y
Moisés se arrepintiere, perdónale, Lucas 17:3.
Como parte de la ley de Moisés, la Padre, perdónalos, porque no saben lo
Fiesta de Pentecostés o de las Primicias que hacen, Lucas 23:34.
se observaba cincuenta días después de Los exhorté a que pidieran al Señor
la Fiesta de la Pascua (Lev. 23:16). Dicha que los perdonara, 1 Ne. 7:21. Aplica la
fiesta celebraba la cosecha, y en el Anti- sangre expiatoria de Cristo para que re-
guo Testamento se le llama la Fiesta de cibamos el perdón de nuestros pecados,
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
169 Persecución, perseguir
Mos. 4:2. Si confiesa sus pecados ante ti justos hechos perfectos mediante Jesús,
y mí, y se arrepiente con sinceridad de DyC 76:69. Los oficios de la Iglesia son
corazón, a este has de perdonar, Mos. para la perfección de los santos, DyC
26:29–31. 124:143 (Efe. 4:11–13). Los vivos no pue-
El que se arrepienta y cumpla los man- den ser perfeccionados sin sus muertos,
damientos del Señor será perdonado, DyC 128:15, 18.
DyC 1:32. Mete tu hoz, y tus pecados te Noé fue un hombre justo y perfecto
son perdonados, DyC 31:5 (DyC 84:61). en su generación, Moisés 8:27.
Quien se ha arrepentido de sus pecados
es perdonado; y yo, el Señor, no los re- Perla de Gran Precio. Véase también
cuerdo más, DyC 58:42. Yo perdonaré a Canon; Escrituras; Smith, hijo, José
quien sea mi voluntad perdonar, mas a El reino de Dios sobre la tierra es se-
vosotros os es requerido perdonar a to- mejante a una “perla de gran precio”
dos los hombres, DyC 64:10. Por cuanto (Mateo 13:45–46).
os habéis perdonado el uno al otro vues- La Perla de Gran Precio también es
tras transgresiones, así también yo, el el nombre que se ha dado a uno de los
Señor, os perdono, DyC 82:1. A los que cuatro tomos de las Escrituras llamados
amo también disciplino para que les los “libros canónicos” de La Iglesia de
sean perdonados sus pecados, DyC 95:1. Jesucristo de los Santos de los Últimos
He aquí, te he perdonado tu transgre- Días. La primera edición de este tomo
sión, Moisés 6:53. [en inglés] se publicó en 1851 y contenía
algo de la materia que ahora forma parte
Perfecto de Doctrina y Convenios. Las ediciones
Completo, íntegro y plenamente de- que se han publicado desde 1902 con-
sarrollado; de una rectitud total. Ser tienen (1) extractos de la traducción de
perfecto también puede significar ser José Smith del libro de Génesis, llamado
sin pecado ni maldad. Solamente Cristo el libro de Moisés, y del capítulo 24 de
fue totalmente perfecto, pero los verda- Mateo, titulado: José Smith—Mateo; (2)
deros discípulos de Él pueden llegar a La traducción de José Smith de algunos
serlo mediante Su gracia y expiación. papiros egipcios que él obtuvo en 1835,
Sea, pues, perfecto vuestro corazón llamada el libro de Abraham; (3) Un ex-
para con Jehová, 1 Rey. 8:61. tracto de la historia de la Iglesia escrita
Sed, pues, vosotros perfectos, como por José Smith en 1838, denominado: José
vuestro Padre que está en los cielos, Smith—Historia; y (4) los Artículos de
Mateo 5:48 (3 Ne. 12:48). Si alguno no Fe, trece declaraciones de la creencia y
ofende en palabra, este es varón per- doctrina de la Iglesia.
fecto, Stg. 3:2. Persecución, perseguir. Véase también
Fe no es tener un conocimiento per- Adversidad
fecto de las cosas, Alma 32:21, 26. Se
efectuó una expiación para que Dios Causar angustia o dolor a otras perso-
sea un Dios perfecto, Alma 42:15. Era nas por motivo de sus creencias o nivel
Moroni un hombre de un entendimiento social; hostigar u oprimir.
perfecto, Alma 48:11–13, 17–18. A todo Bienaventurados los que padecen per-
hombre se da el Espíritu de Cristo para secución por causa de la justicia, Ma-
que sepa juzgar y discernir con un co- teo 5:10 (3 Ne. 12:10). Orad por los que
nocimiento perfecto, si algo es de Dios os ultrajan y os persiguen, Mateo 5:44
o es del diablo, Moro. 7:15–17. Venid a (3 Ne. 12:44).
Cristo, y perfeccionaos en él, Moro. 10:32. Porque son ricos persiguen a los man-
Continuad con paciencia hasta per- sos, 2 Ne. 9:30 (2 Ne. 28:12–13). Los jus-
feccionaros, DyC 67:13. Son hombres tos que esperan anhelosamente y con
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Perseverar 170
firmeza en Cristo, a pesar de todas las Jesucristo se le llama la principal piedra
persecuciones, no perecerán, 2 Ne. 26:8. del ángulo (Efe. 2:20).
Todas estas cosas te servirán de expe- La piedra que desecharon los edifica-
riencia, DyC 122:7. dores ha venido a ser cabeza del ángulo,
Perseverar. Véase también Adversidad; Sal. 118:22 (Mateo 21:42–44; Mar. 12:10;
Lucas 20:17; Hech. 4:10–12).
Paciencia; Tentación, tentar
Los judíos rechazaron la piedra angu-
Permanecer firme en el compromiso lar, Jacob 4:15–17.
de ser fiel a los mandamientos de Dios
a pesar de la tentación, la oposición o la Pilato, Poncio
adversidad. Gobernador romano de Judea, 26–
El que persevere hasta el fin, este será 36 a.C. (Lucas 3:1). Odiaba al pueblo judío
salvo, Mateo 10:22 (Mar. 13:13). No tie- y su religión, y mandó matar a varios
nen raíz en sí, sino que son de corta galileos (Lucas 13:1). Jesús fue acusado
duración, Mar. 4:17. La caridad todo lo y condenado a la crucifixión ante Pilato
soporta, 1 Cor. 13:7. Y habiendo Abra- (Mateo 27:2, 11–26, 58–66; Mar. 15; Lucas
23; Juan 18:28–19:38).
ham esperado con paciencia, alcanzó la
promesa, Heb. 6:15. Planchas. Véase también Libro de
Si perseveran hasta el fin, serán enalte- Mormón; Planchas de oro
cidos en el último día, 1 Ne. 13:37. Si sois En la antigüedad, en algunas culturas
obedientes a los mandamientos, y per- se escribía la historia del pueblo y sus
severáis hasta el fin, seréis salvos, 1 Ne. registros en planchas de metal, tal como
22:31 (Alma 5:13). Si marcháis adelante, fue el caso del Libro de Mormón. Para
deleitándoos en la palabra de Cristo, mayor información, véase “Una breve
y perseveráis hasta el fin, tendréis la explicación acerca del Libro de Mormón”,
vida eterna, 2 Ne. 31:20 (3 Ne. 15:9; DyC que se encuentra en las páginas intro-
14:7). El que tome sobre sí mi nombre, ductorias del Libro de Mormón.
y persevere hasta el fin, este se salvará,
3 Ne. 27:6. Planchas de bronce. Véase también
A los que son de mi Iglesia, y perseve- Planchas
ran en ella hasta el fin, estableceré sobre El registro (anales) de los judíos desde
mi roca, DyC 10:69. El que persevere con el principio hasta el año 600 a.C., el cual
fe vencerá al mundo, DyC 63:20, 47. To- contenía muchos escritos de los profetas
dos los tronos y dominios serán señala- (1 Ne. 5:10–16). Labán, uno de los an-
dos a todos los que hayan perseverado cianos de Jerusalén, tenía estos anales
en el evangelio de Jesucristo, DyC 121:29. bajo su cuidado. Lehi, estando él y su
familia en el desierto, envió a sus hijos
Phelps, William W. de regreso a Jerusalén para conseguir
Miembro y líder durante los primeros las planchas (1 Ne. 3–4). (Para mayor
años de la Iglesia después de su restau- información, véase “Una breve explica-
ración en 1830. El Señor llamó a William ción acerca del Libro de Mormón”, que
Phelps como impresor de la Iglesia (DyC se encuentra al principio del Libro de
57:11; 58:40; 70:1). Mormón).

Piedra. Véase Roca Planchas de oro. Véase también Libro


de Mormón; Planchas
Piedra del ángulo. Véase también Registro escrito sobre planchas de
Jesucristo oro que relata la historia de dos grandes
La piedra principal que forma la es- civilizaciones que existieron en el con-
quina de los cimientos de un edificio. A tinente americano. José Smith tradujo y
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
171 Pobres
publicó una parte de esas planchas, y DyC 20:17–29. El plan se decretó antes
esa traducción se titula el Libro de Mor- de existir el mundo, DyC 128:22.
món. (Para mayor información, véase Esta es mi obra y mi gloria: Llevar a
la “Introducción” y “El Testimonio del cabo la inmortalidad y la vida eterna del
profeta José Smith”, que se encuentran hombre, Moisés 1:39. Este es el plan de
en el Libro de Mormón). salvación para todos los hombres, Moi-
sés 6:52–62. Con esto los probaremos,
Plan de redención. Véase también Abr. 3:22–26.
Caída de Adán y Eva; Evangelio;
Expiación, expiar; Jesucristo; Plan de salvación. Véase Plan de
Salvación redención
La plenitud del evangelio de Jesu- Plural, matrimonio. Véase
cristo, cuyo propósito es llevar a cabo la Matrimonio — El matrimonio
inmortalidad y la vida eterna del hom- plural
bre. Incluye la Creación, la Caída y la
Expiación, junto con todas las leyes, or- Pobres. Véase también Ayunar, ayuno;
denanzas y doctrinas que Dios nos ha Bienestar; Humildad, humilde,
dado. Este plan hace posible que todas humillar (afligir); Limosna; Ofrenda
las personas logren la exaltación y vi- En las Escrituras, el vocablo pobre
van para siempre con Dios (2 Ne. 2; 9). puede referirse a (1) las personas que
Las Escrituras también se refieren a este carecen de bienes materiales, tales como
plan como el plan de salvación, el plan alimento, ropa y albergue, o (2) a perso-
de felicidad y el plan de misericordia. nas humildes y sin orgullo.
Herido fue por nuestras rebeliones, Pobres en cuanto a bienes materiales: No
Isa. 53:5 (Mos. 14:5). cerrarás tu mano contra tu hermano po-
No hay otro nombre bajo el cielo en bre, Deut. 15:7. Con arrogancia el malo
que podamos ser salvos, Hech. 4:12. Así persigue al pobre, Sal. 10:2. El que da
como en Adán todos mueren, también al pobre no tendrá pobreza, Prov. 28:27.
en Cristo todos serán vivificados, 1 Cor. A los pobres errantes alberga en casa,
15:22. Por gracia sois salvos por medio de Isa. 58:6–7.
la fe, Efe. 2:8 (2 Ne. 25:23). Dios prometió Si quieres ser perfecto, da a los pobres,
la vida eterna desde antes del principio Mateo 19:21 (Mar. 10:21; Lucas 18:22).
de los siglos, Tito 1:2. Jesús es autor de ¿No ha elegido Dios a los pobres de este
eterna salvación, Heb. 5:8–9. El plan de mundo?, Stg. 2:5.
redención se extendió a los muertos, Porque son ricos desprecian a los po-
1 Pe. 3:18–20; 4:6 (DyC 138). bres, 2 Ne. 9:30. A fin de retener la remi-
La muerte cumple el misericordioso sión de vuestros pecados, quisiera que
designio del gran Creador, 2 Ne. 9:6. de vuestros bienes dieseis al pobre, Mos.
¡Cuán grande es el plan de nuestro Dios!, 4:26. Todo hombre repartía de sus bie-
2 Ne. 9:13. El plan de redención lleva a nes a los pobres, Alma 1:27. Si no dais de
efecto la resurrección de los muertos, vuestros bienes a los necesitados, vuestra
Alma 12:25–34. Aarón enseñó al padre oración es en vano, Alma 34:28. Los nefi-
de Lamoni acerca del plan de reden- tas tenían en común todas las cosas; por
ción, Alma 22:12–14. Amulek explicó el tanto no había ricos ni pobres, 4 Ne. 1:3.
plan de salvación, Alma 34:8–16. Alma Te acordarás de los pobres, DyC 42:30
explicó el plan de salvación, Alma 42:5– (DyC 52:40). ¡Ay de los pobres cuyos co-
26, 31. razones no están quebrantados!, DyC
Se afirman en la revelación moderna 56:17–18. Los pobres vendrán a las bodas
las doctrinas concernientes a la Creación, del Cordero, DyC 58:6–11. El obispo debe
la Caída, la Expiación y el bautismo, buscar a los pobres, DyC 84:112. La ley
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Poder 172
del Evangelio manda que se cuide de los poder y gran autoridad, 3 Ne. 7:15–20
pobres, DyC 104:17–18. (3 Ne. 11:19–22).
No había pobres entre ellos, Moisés Aun cuando un hombre tenga poder
7:18. para hacer muchas obras poderosas, si
Pobres en espíritu: Más bendecidos son se jacta de su propia fuerza, tendrá que
aquellos que se humillan verdadera- caer, DyC 3:4. El poder está en ellos
mente a causa de la palabra, Alma 32:4– para efectuar muchas obras justas, DyC
6, 12–16. Bienaventurados son los pobres 58:27–28. En las ordenanzas del Sacer-
en espíritu que vienen a mí, 3 Ne. 12:3 docio de Melquisedec se manifiesta el
(Mateo 5:3). poder de la divinidad, DyC 84:19–22.
Se predicará el Evangelio a los pobres Los derechos del sacerdocio están inse-
y a los mansos, DyC 35:15. parablemente unidos a los poderes del
cielo, DyC 121:34–46.
Poder. Véase también Autoridad; Con mi mano te conduciré, y mi poder
Sacerdocio descansará sobre ti, Abr. 1:18.
La capacidad para hacer algo. El te-
Poligamia. Véase Matrimonio — El
ner poder sobre algo o sobre alguien
matrimonio plural
es tener la capacidad para controlarlo o
mandarlo. En las Escrituras, el poder a Pornografía. Véase Adulterio;
menudo está ligado al poder de Dios o Castidad; Fornicación
de los cielos. Con frecuencia se relaciona
estrechamente con la autoridad del sa- Pratt, Orson
cerdocio, la cual constituye el permiso Uno de los primeros hermanos que fue
o el derecho de actuar por Dios. llamado al Cuórum de los Doce Apósto-
Yo te he puesto para mostrar en ti mi les después de la restauración de la Igle-
poder, Éx. 9:16. Dios es el que me ciñe sia en la época actual (DyC 124:128–129).
de fuerza, 2 Sam. 22:33. No te niegues Hacía tan solo seis semanas que era
a hacer el bien cuando tuvieres poder miembro de la Iglesia cuando el Señor
para hacerlo, Prov. 3:27. Yo estoy lleno le dio una revelación por medio del pro-
de poder del Espíritu de Jehová, Miq. 3:8. feta José Smith (DyC 34). Sirvió también
Toda potestad me es dada en el cielo y como misionero de la Iglesia (DyC 52:26;
en la tierra, Mateo 28:18. Se admiraban 75:14) y durante varios años como histo-
de su doctrina, porque su palabra era con riador de esta.
autoridad, Lucas 4:32. Quedaos vosotros Pratt, Parley Parker
en la ciudad hasta que seáis investidos
Hermano mayor de Orson Pratt y uno
de poder desde lo alto, Lucas 24:49. A
de los primeros hermanos que fue lla-
todos los que le recibieron, les dio potes-
mado al Cuórum de los Doce Apóstoles
tad de ser hechos hijos de Dios, Juan 1:12
después de la restauración de la Iglesia
(DyC 11:30). Recibiréis poder, cuando
en la época actual (DyC 124:128–129). En
haya venido sobre vosotros el Espíritu
octubre de 1830, el Señor le dio a Parley
Santo, Hech. 1:8. No hay autoridad sino
Pratt una revelación por conducto de
de parte de Dios, Rom. 13:1. Sois guar-
José Smith, llamándolo a servir en la
dados por el poder de Dios mediante la
primera de varias labores misionales
fe, para alcanzar la salvación, 1 Pe. 1:3–5.
(DyC 32; 50:37).
Estoy lleno del poder de Dios, 1 Ne.
17:48. Me lo ha manifestado el poder Predestinación. Véase Preordenación
del Espíritu Santo, Jacob 7:12. El hombre
puede recibir gran poder de Dios, Mos. Predicar. Véase también Evangelio;
8:16. Enseñaban con poder y autoridad Obra misional
de Dios, Alma 17:2–3. Nefi ministró con Dar o proclamar un mensaje que nos
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
173 Presidente
haga comprender mejor un principio o fueron escogidos en el principio, DyC
doctrina del Evangelio. 138:55–56.
Me ungió Jehová a predicar buenas Mi Hijo Amado y mi Escogido desde
nuevas a los abatidos, Isa. 61:1 (Lucas el principio, Moisés 4:2. Abraham fue
escogido antes de nacer, Abr. 3:23.
4:16–21). Levántate y vé a Nínive, y pro-
clama el mensaje, Jonás 3:2–10. Presbítero, Sacerdocio Aarónico.
Desde entonces comenzó Jesús a pre- Véase también Aarón, hermano de
dicar, Mateo 4:17. Id por todo el mundo Moisés; Sacerdocio Aarónico; Sumo
y predicad el evangelio a toda criatura, sacerdote
Mar. 16:15. Nosotros predicamos a Cristo Oficio del Sacerdocio Aarónico. En los
crucificado, 1 Cor. 1:22–24. Fue y predicó tiempos antiguos, era el oficio más alto
a los espíritus encarcelados, 1 Pe. 3:19. del Sacerdocio Levítico, el cual poseían
No había nada, salvo predicación, agi- solamente Aarón y sus descendientes.
tándolos constantemente para mantener- Cuando Cristo cumplió la ley de Moisés,
los en el temor del Señor, Enós 1:23. Les esa restricción quedó sin efecto.
mandó que no predicaran nada, salvo el Se describen los deberes de un pres-
arrepentimiento y la fe en el Señor, Mos. bítero en la Iglesia restaurada, DyC
18:20. La predicación de la palabra tenía 20:46–52.
gran propensión a impulsar a la gente a
hacer lo que era justo, Alma 31:5. Presidencia. Véase Primera
No vayas a suponer que eres llamado a Presidencia
predicar sino hasta que se te llame, DyC
Presidente. Véase también Primera
11:15. A ninguno le será permitido salir Presidencia; Profeta
a predicar mi evangelio a menos que sea
ordenado, DyC 42:11. Este evangelio será Título del oficial que preside una or-
predicado a toda nación, DyC 133:37. ganización. El Presidente de la Iglesia
es profeta, vidente y revelador (DyC
Se empezó a predicar el Evangelio
21:1; 107:91–92), y los miembros de la
desde el principio, Moisés 5:58.
Iglesia han de dirigirse al profeta de la
Preordenación. Véase también Vida Iglesia con el título “Presidente” (DyC
preterrenal 107:65). Él es la única persona sobre la
tierra que tiene la autoridad para hacer
La ordenación preterrenal de Dios a
uso del ejercicio de todas las llaves del
Sus hijos en espíritu que fueron valien-
sacerdocio.
tes, para que cumplieran ciertas misio-
Los líderes de algunos cuórums del
nes durante su vida terrenal.
sacerdocio y de algunas de las demás
Dios estableció los límites de los pue- organizaciones de la Iglesia también
blos, Deut. 32:8. Antes que te formase pueden llevar el título de presidente.
en el vientre te di por profeta, Jer. 1:5. El Señor dio las llaves del reino a José
Dios ha prefijado el orden de los tiem- Smith, DyC 81:1–2. Tres presidentes for-
pos, Hech. 17:26. A los que antes conoció, man un cuórum de la Presidencia de la
también los predestinó, Rom. 8:28–30. iglesia, DyC 107:21–24. Los presidentes
Nos escogió en él antes de la fundación eran ordenados según el orden de Mel-
del mundo, Efe. 1:3–4. Jesucristo fue quisedec, DyC 107:29. Se describen los
preordenado para ser el Redentor desde deberes de los presidentes al presidir
antes de la fundación del mundo, 1 Pe. ellos los cuórums de los diáconos, los
1:19–20 (Apoc. 13:8). maestros, los presbíteros y los élderes,
Fueron llamados y preparados desde DyC 107:85–89 (DyC 124:136–138, 142).
la fundación del mundo, Alma 13:1–9. Son siete los presidentes que presiden
Observé a los nobles y grandes que todos los demás Setentas, DyC 107:93–95.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Primera Presidencia 174
Se nombraron presidentes de estacas, arrepentirse; Bautismo, bautizar;
DyC 124:133–135. Espíritu Santo; Fe
Primera Presidencia. Véase también Primicias
Llaves del sacerdocio; Presidente; Los frutos de la primera cosecha de la
Revelación temporada. En los tiempos del Antiguo
El Presidente de la Iglesia y sus con- Testamento, estos se ofrecían a Dios (Lev.
sejeros. Ellos forman un cuórum de tres 23:9–20). Jesucristo es las primicias para
sumos sacerdotes y presiden toda la Igle- con Dios, puesto que Él fue el primero
sia. La Primera Presidencia posee todas en resucitar (1 Cor. 15:20, 23; 2 Ne. 2:9).
las llaves del sacerdocio. Los que aceptan el Evangelio y perse-
Las llaves del reino siempre corres- veran hasta el fin, con fidelidad, son, en
ponden a la Presidencia del Sumo Sa- sentido simbólico, las primicias, porque
cerdocio, DyC 81:2. La Presidencia del pertenecen a Dios.
Sumo Sacerdocio tiene el derecho de Los que siguen al Cordero por donde-
oficiar en todos los oficios de la Iglesia, quiera que va son primicias para Dios,
DyC 107:9, 22. Quien me recibe a mí, Apoc. 14:4.
recibe a los de la Primera Presidencia, Las primicias son los que descenderán
DyC 112:20, 30. La Primera Presidencia con Cristo primero, DyC 88:98.
debe recibir los oráculos [revelaciones]
Primogénito. Véase también Jesucristo;
para toda la iglesia, DyC 124:126.
Primogenitura
Primera Visión. Véase Restauración En los tiempos de los antiguos pa-
del Evangelio; Smith, hijo, José triarcas, el hijo primogénito recibía la
La aparición de Dios el Padre y Su primogenitura (Gén. 43:33); por lo tanto,
Hijo Jesucristo al profeta José Smith en como herencia le correspondía ser el jefe
una arboleda. de la familia al morir el padre. El pri-
En la primavera de 1820, José Smith, mogénito tenía que ser digno de recibir
hijo, tenía catorce años de edad y vivía esa responsabilidad (1 Cró. 5:1–2) y por
con su familia en el poblado de Palmyra, iniquidad podía perderla.
Nueva York, EE. UU. A poca distancia Bajo la ley de Moisés, se consideraba
de su casa, hacia el oeste, se encontraba que el hijo primogénito pertenecía a
una arboleda compuesta de grandes Dios. El hijo mayor recibía una porción
árboles. Fue allí a donde se dirigió José doble de las posesiones de su padre
para orar a Dios con el fin de averiguar (Deut. 21:17), y después de la muerte de
cuál iglesia era la verdadera. Al leer la este, era responsable del cuidado de la
Biblia, había sentido que, para recibir madre y de las hermanas.
respuesta a su pregunta, debía pedírsela El macho primogénito de los animales
a Dios (Stg. 1:5–6). En contestación a su también pertenecía a Dios. Para los sa-
oración, se le aparecieron el Padre y el crificios se usaban los animales limpios,
Hijo, quienes le dijeron que no se uniera mientras que los inmundos o impuros
a ninguna de las iglesias que estaban se podían redimir, vender o matar (Éx.
sobre la tierra, porque todas estaban en 13:2, 11–13; 34:19–20; Lev. 27:11–13, 26–27).
error (JS—H 1:15–20). Esa sagrada ex- El primogénito simbolizaba a Jesu-
periencia dio comienzo a una serie de cristo y Su ministerio terrenal, recor-
acontecimientos que culminarían con la dando al pueblo que vendría el gran
restauración del Evangelio y de la Iglesia Mesías (Moisés 5:4–8; 6:63).
verdadera de Cristo. Jesús es el primogénito de los hijos es-
pirituales de nuestro Padre Celestial, el
Primeros principios del Evangelio. Unigénito del Padre en la carne y el pri-
Véase Arrepentimiento, mero en levantarse de entre los muertos
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
175 Profanidad
en la Resurrección (Col. 1:13–18). Los san- de esta iglesia enseñarán los principios
tos fieles llegarán a ser miembros de la de mi evangelio, que se encuentran en
Iglesia del Primogénito en la eternidad las Escrituras, DyC 42:12. Que seáis
(DyC 93:21–22). más perfectamente instruidos en prin-
Me darás el primogénito de tus hijos, cipio, en doctrina, en todas las cosas,
Éx. 22:29. Santifiqué para mí a todos los DyC 88:78 (DyC 97:14). Que todo hombre
primogénitos en Israel, Núm. 3:13. pueda obrar en doctrina y principio, de
Para que él sea el primogénito entre acuerdo con el albedrío moral que yo le
muchos hermanos, Rom. 8:29. Introduce he dado, DyC 101:78. Cualquier prin-
al Primogénito en el mundo, Heb. 1:6. cipio de inteligencia que logremos en
Estos son los que constituyen la iglesia esta vida se levantará con nosotros en
del Primogénito, DyC 76:54, 94. la resurrección, DyC 130:18–19.
Me fue conferido de los patriarcas el En el sentido de vida preterrenal o relativo
derecho del primogénito, Abr. 1:3. a Jesucristo como el principio: En el princi-
pio creó Dios los cielos y la tierra, Gén.
Primogenitura. Véase también 1:1 (Moisés 2:1).
Convenio; Primogénito En el principio era el Verbo, Juan 1:1.
El derecho de herencia que pertenece Soy el Alfa y la Omega, el principio y
al primogénito varón. En un sentido am- el fin, 3 Ne. 9:18.
plio, la primogenitura abarca cualquiera Cristo es el principio y el fin, DyC
o todos los derechos o herencia transmi- 19:1. El convenio nuevo y sempiterno fue
tidos a una persona al nacer dentro de desde el principio, DyC 22:1. El hombre
cierta familia o cultura. fue en el principio con el Padre, con Dios,
Véndeme en este día tu primogenitura, DyC 93:23, 29. Espíritus nobles y grandes
Gén. 25:29–34 (Gén. 27:36). El primogé- fueron escogidos en el principio para ser
nito se sentaba conforme a su primoge- gobernantes en la Iglesia, DyC 138:55.
nitura, Gén. 43:33. Colocó a Efraín por Mi Unigénito fue conmigo desde el
encima de Manasés, Gén. 48:14–20 (Jer. principio, Moisés 2:26.
31:9). El derecho de primogenitura fue Prisión espiritual. Véase Infierno
de José, 1 Cró. 5:2.
Esaú vendió su primogenitura, Heb. Profanidad. Véase también Blasfemar,
12:16. blasfemia
Sois herederos legales, DyC 86:9. Sion Despreciar o tratar lo sagrado sin el
tiene derecho al sacerdocio por linaje, debido respeto; en especial, la falta de
DyC 113:8 (Abr. 2:9–11). reverencia por el nombre de Dios.
Principio. Véase también Creación, No tomarás el nombre de Jehová tu
crear; Evangelio; Jesucristo; Vida Dios en vano, Éx. 20:7 (2 Ne. 26:32; Mos.
preterrenal 13:15; DyC 136:21). ¿Por qué profana-
mos el convenio de nuestros padres?,
Esta palabra tiene dos sentidos en las Mal. 2:10.
Escrituras: (1) Doctrina, verdad o ley bá- Toda palabra ociosa que hablen los
sica. Los primeros principios del Evan- hombres, de ella darán cuenta en el día
gelio son la fe en el Señor Jesucristo y el del juicio, Mateo 12:34–37. De una misma
arrepentimiento (AdeF 1:4). (2) En tér- boca proceden bendición y maldición.
minos generales, se refiere al período de Esto no debe ser así, Stg. 3:10.
tiempo antes de esta vida terrenal, o sea, Nuestras palabras nos condenarán,
la vida preterrenal. En ocasiones a Jesu- Alma 12:14 (Mos. 4:30).
cristo se le menciona como el principio. Cuídense todos los hombres de cómo
En el sentido de doctrina, verdad o ley bá- toman mi nombre en sus labios, DyC
sica: Los élderes, presbíteros y maestros 63:61–62.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Profecía, profetizar 176
Profecía, profetizar. Véase también ocasiones, puede recibir inspiración
Profeta; Profetisa; Revelación; para predecir el futuro en beneficio del
Vidente ser humano; no obstante, su responsabi-
Una profecía consta de palabras o es- lidad primordial es la de dar testimonio
critos divinamente inspirados, los cua- de Cristo. El Presidente de La Iglesia de
les se reciben mediante la revelación del Jesucristo de los Santos de los Últimos
Espíritu Santo. El testimonio de Jesús es Días es el profeta de Dios sobre la tierra
el espíritu de profecía (Apoc. 19:10). Una en la actualidad. A los miembros de la
profecía puede pertenecer al pasado, al Primera Presidencia y del Cuórum de
presente o al futuro. Cuando una per- los Doce Apóstoles se les sostiene como
sona profetiza, habla o escribe aquello profetas, videntes y reveladores.
que Dios desea que sepa, ya sea para su
Ojalá todo el pueblo de Jehová fuese
propio bien o para bien de los demás.
profeta, Núm. 11:29. Cuando haya entre
Las personas pueden recibir profecía
o revelación personal relacionadas con vosotros profeta de Jehová, le apareceré
su propia vida. en visión, Núm. 12:6. Jehová amonestó
a Israel por medio de todos los profetas,
Ojalá todo el pueblo de Jehová fuese
2 Rey. 17:13 (2 Cró. 36:15–16; Jer. 7:25). Te
profeta, Núm. 11:29. Profetizarán vues-
di por profeta a las naciones, Jer. 1:5, 7.
tros hijos y vuestras hijas, Joel 2:28
El Señor revela su secreto a sus siervos
(Hech. 2:17–18). El Señor revela su se-
creto a sus siervos los profetas, Amós 3:7. los profetas, Amós 3:7.
Ninguna profecía de las Escrituras Habló por boca de Sus santos profe-
es de interpretación privada, 2 Pe. 1:20. tas, Lucas 1:70 (Hech. 3:21). De Jesucristo
Los nefitas tenían muchas revelacio- dan testimonio todos los profetas, Hech.
nes y el espíritu de profecía, Jacob 4:6, 13. 10:43. Dios puso profetas en la Iglesia,
Alma y Amulek conocían las intenciones 1 Cor. 12:28 (Efe. 4:11). La Iglesia está
del corazón de Zeezrom de acuerdo con edificada sobre el fundamento de los
el espíritu de profecía, Alma 12:7. ¡Ay de apóstoles y profetas, Efe. 2:19–20.
aquel que diga que el Señor ya no obra El pueblo ha rechazado las palabras de
por profecía!, 3 Ne. 29:6. Escudriñad las los profetas, 1 Ne. 3:17–18 (2 Ne. 26:3). Por
profecías de Isaías, Morm. 8:23. el Espíritu son reveladas a los profetas
Las profecías se cumplirán todas, DyC todas las cosas, 1 Ne. 22:1–2. Cristo vino
1:37–38. al mundo para cumplir todas las cosas
El hombre debe ser llamado por Dios, que había declarado por boca de Sus
por profecía, AdeF 1:5. santos profetas, 3 Ne. 1:13 (DyC 42:39).
Profeta. Véase también Presidente; Aquellos que no prestaren atención a
Profecía, profetizar; Revelación; las palabras de los profetas serán desa-
Vidente rraigados, DyC 1:14. Quienes creen en
las palabras de los profetas tienen vida
Persona llamada por Dios para que
hable en Su nombre. En calidad de men- eterna, DyC 20:26. Recibiréis la palabra
sajero de Dios, el profeta recibe manda- del profeta como si viniera de mi propia
mientos, profecías y revelaciones de Él. boca, DyC 21:4–6. Las revelaciones y los
La responsabilidad del profeta consiste mandamientos para la Iglesia se reciben
en hacer conocer a la humanidad la vo- únicamente por conducto de aquel que
luntad y la verdadera naturaleza de Dios, el Señor ha nombrado, DyC 43:1–7. El
y demostrar el significado que tienen deber del presidente es presidir a toda
Sus tratos con ellos. El profeta denuncia la Iglesia, y ser semejante a Moisés, ser
el pecado y predice sus consecuencias; profeta, DyC 107:91–92.
es predicador de rectitud. En algunas Creemos en profetas, AdeF 1:6.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
177 Rafael
Profetisa. Véase también Profecía, todo sentido. La persona que ha come-
profetizar tido un pecado puede llegar a ser pura
Mujer que ha recibido un testimonio mediante la fe en Jesucristo, el arrepenti-
de Jesucristo y que disfruta del espíritu miento y la recepción de las ordenanzas
de revelación. Una profetisa no posee ni del Evangelio.
el sacerdocio ni sus llaves. Aunque en las El limpio de manos y puro de corazón
Escrituras se les llama profetisas solo a recibirá bendición de Jehová, Sal. 24:3–5.
unas cuantas mujeres, fueron muchas las Purificaos los que lleváis los utensilios
que profetizaron; por ejemplo, Rebeca, de Jehová, Isa. 52:11 (DyC 133:4–5).
Ana, Elisabet y María. Bienaventurados los de limpio co-
A María se le llamó profetisa, Éx. razón, Mateo 5:8 (3 Ne. 12:8). Todo lo
15:20. A Débora se le llamó profetisa, que es puro, en esto pensad, Filip. 4:8
Jue. 4:4. A Hulda se le llamó profetisa, (AdeF 1:13).
2 Rey. 22:14 (2 Cró. 34:22). Todos vosotros que sois de corazón
A Ana se le llamó profetisa, Lucas puro, levantad vuestra cabeza y reci-
2:36. bid la placentera palabra de Dios, Jacob
3:2–3. ¿Podréis mirar a Dios en aquel día
Proverbio
con un corazón puro y manos limpias?,
Dicho breve, máxima o consejo moral. Alma 5:19. Encontrándose puros y sin
El libro de los Proverbios: Libro del An- mancha ante Dios, no podían ver el pe-
tiguo Testamento que contiene muchas cado sino con repugnancia, Alma 13:12.
parábolas, máximas y poemas, algunos Seamos purificados así como Cristo es
de los cuales fueron escritos por Salo- puro, Moro. 7:48 (Morm. 9:6).
món. Este libro se cita con frecuencia en Dios apartará para sí un pueblo puro,
el Nuevo Testamento. DyC 43:14. El Señor castigará a Sion
En los capítulos del 1 al 9, se encuen- hasta que se purifique, DyC 90:36. El
tra una exposición de lo que es la ver- Señor mandó que se construyera en
dadera sabiduría. En los capítulos del 10 Sion una casa donde los puros de cora-
al 24, hay una colección de proverbios y zón verán a Dios, DyC 97:10–17. Esta es
máximas sobre las formas correctas e Sion: Los puros de corazón, DyC 97:21.
incorrectas de vivir. En los capítulos del
25 al 29, se encuentran los proverbios de
Salomón que registraron los hombres de Querubines
Ezequías, el rey de Judá. En los capítulos Figuras que representan seres celestia-
30 y 31, se describe a la mujer virtuosa. les, cuya forma exacta se desconoce. Se
Publicanos. Véase también Imperio ha llamado a querubines para custodiar
romano los lugares sagrados.
En la antigua Roma, recolector de Jehová puso querubines para guardar
impuestos por parte del gobierno, a los el camino que llevaba al árbol de la vida,
cuales en general aborrecían los judíos. Gén. 3:24 (Alma 12:21–29; 42:2–3; Moisés
Algunos publicanos aceptaron el Evan- 4:31). Colocaron dos imágenes de que-
gelio sin demora (Mateo 9:9–10; Lucas rubines en el propiciatorio, Éx. 25:18, 22
19:2–8). (1 Rey. 6:23–28; Heb. 9:5). Se mencionan
querubines en las visiones de Ezequiel,
Pureza, puro. Véase también Limpio e Ezeq. 10; 11:22.
inmundo; Santificación
Estar libre de pecado y de culpa. La
persona llega a ser pura cuando sus Rafael. Véase también Ángeles
pensamientos y acciones son limpios en Ángel del Señor que participó en la
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Rameúmptom 178
restauración de todas las cosas (DyC Justicia; Justo; Mandamientos de
128:21). Dios
Rameúmptom Ser justo, santo, virtuoso, íntegro; obe-
decer los mandamientos de Dios; evitar
En el Libro de Mormón, una alta pla- el pecado.
taforma en la que oraban los zoramitas,
los cuales eran nefitas apóstatas (Alma A causa de la rectitud del pueblo del
Señor, Satanás no tiene poder, 1 Ne.
31:8–14, 21).
22:26. Si no hay rectitud, no hay felici-
Raquel. Véase también Jacob hijo de dad, 2 Ne. 2:13. Todo hombre debe ser
Isaac cambiado a un estado de rectitud, Mos.
En el Antiguo Testamento, una de las 27:25–26.
Seguid firmes, llevando puesta la co-
esposas de Jacob (Gén. 29–31; 35). Tam-
raza de la rectitud, DyC 27:16 (Efe. 6:14).
bién fue la madre de José y de Benjamín.
Los poderes del cielo no pueden ser ma-
Realistas nejados sino conforme a los principios
En el Libro de Mormón, un grupo de de la rectitud, DyC 121:36.
personas que deseaba derrocar el go- El pueblo de Sion vivía en rectitud,
Moisés 7:18. Abraham fue seguidor de
bierno de los nefitas (Alma 51:1–8).
la rectitud, Abr. 1:2.
Rebeca. Véase también Isaac
Redención, plan de. Véase Plan de
Esposa de Isaac, patriarca del Antiguo redención
Testamento (Gén. 24–27). Rebeca fue la
madre de Esaú y Jacob (Gén. 25:23–26). Redención, redimido, redimir.
Véase también Caída de Adán y
Rebelión. Véase también Apostasía; Eva; Expiación, expiar; Jesucristo;
Diablo; Murmurar; Pecado Muerte espiritual; Muerte física;
Desobedecer al Señor u oponerse a Él, Salvación
incluso rehusar seguir a Sus líderes esco­ Liberar, comprar o rescatar, por ejem-
gidos y desobedecer intencionalmente plo, liberar a una persona de la esclavi-
Sus mandamientos. tud mediante un pago. La Redención se
No seáis rebeldes contra Jehová, Núm. refiere a la expiación de Jesucristo y al
14:9. El rebelde no busca sino el mal, hecho de que nos liberó del pecado. La
Prov. 17:11. ¡Ay de los hijos que se apar- expiación de Jesucristo redime a todo el
tan!, Isa. 30:1. género humano de la muerte física, y, por
El Señor no redime a ninguno de los medio de la expiación, los que tengan fe
que se rebelan contra Él, y mueren en en Él y se arrepientan son también redi-
midos de la muerte espiritual.
sus pecados, Mos. 15:26. Los amlicitas
se habían rebelado abiertamente contra Yo te redimí, Isa. 44:22. Los redimiré
Dios, Alma 3:18–19. de la muerte, Oseas 13:14 (Sal. 49:15).
Los rebeldes serán traspasados de mu- Tenemos redención por la sangre de
cho pesar, DyC 1:3. El enojo del Señor Cristo, Efe. 1:7, 14 (Heb. 9:11–15; 1 Pe.
está encendido contra los rebeldes, DyC 1:18–19; Alma 5:21; Hel. 5:9–12).
56:1 (DyC 63:1–6). El Señor ha redimido a mi alma del in-
Sat a nás se rebeló cont ra D ios, fierno, 2 Ne. 1:15. La redención viene en
Moisés 4:3. el Santo Mesías y por medio de Él, 2 Ne.
2:6–7, 26 (Mos. 15:26–27; 26:26). Cantaron
Rectitud, recto. Véase también Andar, del amor que redime, Alma 5:9 (Alma
andar con Dios; Dignidad, digno; 5:26; 26:13). Los malvados permanecen
Injusticia, injusto; Integridad; como si no se hubiese hecho ninguna
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
179 Reino de Dios o de los cielos
redención, Alma 11:40–41 (Alma 34:16; al mundo para redimir a su pueblo,
42:13; Hel. 14:16–18). Jesucristo ha efec- Alma 11:40–41. La redención se realiza
tuado la redención del mundo, Morm. por medio del arrepentimiento, Alma
7:5–7. El poder de la redención surte 42:13–26. Jesucristo vino para redimir
efecto en todos aquellos que no tienen al mundo, Hel. 5:9–12. Cristo redimió
ley, Moro. 8:22 (DyC 45:54). a todo el género humano de la muerte
Los que no creyeren no pueden ser temporal y de la espiritual, Hel. 14:12–
redimidos de su caída espiritual, DyC 17. La redención viene por Cristo, 3 Ne.
29:44. Los niños pequeños son redimi- 9:17. Yo soy el que fue preparado desde
dos desde la fundación del mundo, DyC la fundación del mundo para redimir a
29:46. El Señor ha redimido a su pue- mi pueblo, Éter 3:14.
blo, DyC 84:99. Joseph F. Smith vio en El Señor vuestro Redentor padeció la
una visión la redención de los muertos, muerte en la carne, DyC 18:11. Cristo pa-
DyC 138. deció por todos, si se arrepienten, DyC
Adán y Eva se regocijaron en su re- 19:1, 16–20. Los niños pequeños son re-
dención, Moisés 5:9–11. dimidos mediante mi Unigénito, DyC
29:46. He mandado a mi Unigénito Hijo
Redentor. Véase también Jesucristo; al mundo para la redención del mundo,
Salvador DyC 49:5. Cristo es la luz y el Redentor
Jesucristo es el gran Redentor de la del mundo, DyC 93:8–9. Joseph F. Smith
humanidad porque, mediante Su expia- recibió una visión de la redención de los
ción, pagó el precio por los pecados del muertos, DyC 138.
hombre e hizo posible la resurrección Creemos que por la expiación de
de todo el género humano. Cristo, todo el género humano puede
Yo sé que mi Redentor vive, Job 19:25. salvarse, AdeF 1:3.
Yo soy tu socorro, dice Jehová; el Santo Reino de Dios o de los cielos. Véase
de Israel es tu Redentor, Isa. 41:14 (Isa. también Gloria celestial; Iglesia de
43:14; 48:17; 54:5; 59:20). Yo Jehová soy Jesucristo
Salvador tuyo y Redentor tuyo, Isa. 49:26
(Isa. 60:16). El reino de Dios sobre la tierra es La
Llamarás su nombre Jesús, porque Iglesia de Jesucristo de los Santos de los
Él salvará a su pueblo de sus pecados, Últimos Días (DyC 65). La finalidad de la
Mateo 1:21. El Hijo del Hombre vino Iglesia es preparar a sus miembros para
para dar su vida en rescate por muchos, vivir eternamente en el reino celestial,
Mateo 20:28 (1 Tim. 2:5–6). El Señor de o reino de los cielos. No obstante, en las
Israel ha visitado y redimido a su pue- Escrituras a veces se hace referencia a
blo, Lucas 1:68. Fuimos reconciliados con la Iglesia como al reino de los cielos, o
Dios por la muerte de su Hijo, Rom. 5:10. sea, que la Iglesia es el reino de los cielos
Jesucristo se dio a sí mismo por nosotros sobre la tierra.
para redimirnos de toda iniquidad, Tito Aunque La Iglesia de Jesucristo de los
2:13–14. Jesucristo nos lavó de nuestros Santos de los Últimos Días es el reino de
pecados con su sangre, Apoc. 1:5. Dios sobre la tierra, en la actualidad está
La redención viene en el Santo Me- limitado a un reino eclesiástico. Durante
sías y por medio de Él, 2 Ne. 2:6–7, 26. el Milenio, el reino de Dios gobernará
El Hijo tomó sobre sí la iniquidad y las tanto eclesiástica como políticamente.
transgresiones del hombre, los redimió Jehová es Rey eternamente y para
y satisfizo las exigencias de la justicia, siempre, Sal. 10:16 (Sal. 11:4). El Dios
Mos. 15:6–9, 18–27. Cristo vino para redi- del cielo levantará un reino que no será
mir a aquellos que sean bautizados para jamás destruido, Dan. 2:44 (DyC 138:44).
arrepentimiento, Alma 9:26–27. Vendrá Arrepentíos, porque el reino de los
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Remisión de pecados 180
cielos se ha acercado, Mateo 3:2 (Mateo Si vuestros pecados fueren como la
4:17). Venga tu reino. Hágase tu voluntad grana, como la nieve serán emblanque-
en la tierra, Mateo 6:10. Buscad primera- cidos, Isa. 1:16–18.
mente el reino de Dios, Mateo 6:33 (3 Ne. Esto es mi sangre, que por muchos
13:33). Te daré las llaves del reino de los es derramada para remisión de los pe-
cielos, Mateo 16:19. Venid, heredad el cados, Mateo 26:28 (Heb. 9:22–28; DyC
reino preparado para vosotros, Mateo 27:2). Arrepentíos, y bautícese cada uno
25:34. Cuando tome los sacramentos con para perdón de los pecados, Hech. 2:38
vosotros en el reino de mi Padre, Mateo (Lucas 3:3; DyC 107:20). Todos los que
26:26–29. Veréis a todos los profetas en el creen en Jesucristo recibirán perdón de
reino de Dios, Lucas 13:28. Los injustos pecados, Hech. 10:43 (Mos. 3:13).
no heredarán el reino de Dios, 1 Cor. 6:9. Cristo es la fuente a la que han de
La carne y la sangre no pueden heredar acudir para la remisión de sus pecados,
el reino de Dios, 1 Cor. 15:50. 2 Ne. 25:26. A fin de retener la remi-
Antes de buscar riquezas, buscad el sión de vuestros pecados, velad por los
reino de Dios, Jacob 2:18. Ninguna cosa pobres y los necesitados, Mos. 4:11–12,
impura puede heredar el reino del cielo, 26. El que se arrepienta tendrá derecho
Alma 11:37. a reclamar la misericordia, para la re-
Para que con ellas reposes en el reino misión de sus pecados, Alma 12:34. El
de mi Padre, DyC 15:6. A vosotros se cumplimiento de los mandamientos trae
os ha dado el reino, o en otras palabras, la remisión de los pecados, Moro. 8:25.
las llaves de la Iglesia, DyC 42:69 (DyC El Sacerdocio Aarónico tiene las lla-
65:2). Extiéndase el reino de Dios, para ves del bautismo por inmersión para
la remisión de pecados, DyC 13 (DyC
que venga el reino de los cielos, DyC
84:64, 74; AdeF 1:4). Yo, el Señor, no re-
65:5–6. Las llaves de este reino nunca
cuerdo más sus pecados, DyC 58:42–43
te serán quitadas, DyC 90:3. Quienes te
(Ezeq. 18:21–22). A ellos se les enseñó el
reciban como niños pequeños, recibirán
bautismo vicario para la remisión de los
mi reino, DyC 99:3. Así se llamará mi
pecados, DyC 138:33.
Iglesia en los postreros días, a saber, La
Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Responsabilidad, edad de. Véase
Últimos Días, DyC 115:4. Los cielos nos Bautismo, bautizar; Bautismo
fueron abiertos, y vi el reino celestial de de los niños pequeños; Niño(s);
Dios, DyC 137:1–4. Responsabilidad, responsable
Remisión de pecados. Véase también Responsabilidad, responsable. Véase
Arrepentimiento, arrepentirse; también Albedrío
Expiación, expiar; Jesucristo; El Señor ha dicho que todas las per-
Perdonar sonas son responsables de sus propias
El perdón de las malas acciones des- ideas y resoluciones, así como de sus
pués de cumplir con la condición de actitudes, deseos y actos.
que primero haya arrepentimiento. La La edad de responsabilidad es aquella
remisión de los pecados se hace posible en la que se considera que los niños son
por medio de la expiación de Jesucristo. responsables de sus actos y son capaces
El hombre puede obtener la remisión de cometer pecados y de arrepentirse.
de sus pecados si tiene fe en Cristo, si Juzgaré a cada uno según sus cami-
se arrepiente de sus pecados, si recibe nos, Ezeq. 18:30.
las ordenanzas del bautismo y la impo- Darán cuenta de toda palabra ociosa,
sición de manos para comunicar el don Mateo 12:36. Da cuenta de tu mayordo-
del Espíritu Santo, y si obedece los man- mía, Lucas 16:2. Cada uno de nosotros
damientos de Dios (AdeF 1:3–4). dará a Dios cuenta de sí, Rom. 14:12. Los
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
181 Restauración, restitución
muertos serán juzgados según sus obras, (2 Ne. 25:17–18; DyC 4:1). Dios levantará
Apoc. 20:12. un reino que no será jamás destruido,
Nuestras palabras, nuestras obras y Dan. 2:44.
nuestros pensamientos nos condena- Elías viene primero, y restaurará to-
rán, Alma 12:14. Somos nuestros propios das las cosas, Mateo 17:11 (Mar. 9:12;
jueces, ya sea para obrar el bien o para DyC 77:14). Vendrán los tiempos de la
obrar el mal, Alma 41:7. Se os permite restauración de todas las cosas, Hech.
obrar por vosotros mismos, Hel. 14:29–
3:21 (DyC 27:6). Dios reunirá todas las
31. Esto enseñarás: El arrepentimiento y
cosas en Cristo, en la dispensación del
el bautismo a los que son responsables,
Moro. 8:10. cumplimiento de los tiempos, Efe. 1:10.
Todos los que hayan llegado a la edad Vi volar por en medio del cielo a otro
de responsabilidad deben arrepentirse y ángel, que tenía el evangelio eterno para
bautizarse, DyC 18:42. Satanás no puede predicarlo, Apoc. 14:6.
tentar a los niños pequeños, sino hasta La plenitud del evangelio vendrá a los
que empiezan a ser responsables ante gentiles, 1 Ne. 15:13–18. Los judíos serán
mí, DyC 29:46–47. Los niños deben ser restaurados a la verdadera iglesia, 2 Ne.
bautizados cuando tengan ocho años de 9:2. La verdad llegará en los últimos
edad, DyC 68:27. Todo hombre respon- días, 3 Ne. 16:7.
derá por sus propios pecados en el día Sobre vosotros confiero el Sacerdocio
del juicio, DyC 101:78. de Aarón, DyC 13 (JS—H 1:69). He en-
A los hombres les es concedido dis- comendado las llaves de mi reino para
cernir el bien del mal; de modo que, los últimos días, DyC 27:6, 13–14 (DyC
son sus propios agentes, Moisés 6:56.
128:19–21). A congregar las tribus de Is-
Los hombres serán castigados por sus
rael y a restaurar todas las cosas, DyC
propios pecados, AdeF 1:2.
77:9. Se entregan las llaves de esta dis-
Restauración del Evangelio. Véase pensación, DyC 110:16 (DyC 65:2). Se ha
también Apostasía; Dispensaciones; dado el poder de este sacerdocio en la
Evangelio; Smith, hijo, José dispensación del cumplimiento de los
El restablecimiento sobre la tierra, por tiempos, DyC 112:30.
parte de Dios, de las verdades y las orde- Vi a dos Personajes, JS—H 1:17. Os re-
nanzas de Su Evangelio. El evangelio de velaré el sacerdocio por medio de Elías el
Jesucristo fue retirado de la tierra como Profeta, JS—H 1:38 (Mal. 4:5–6).
consecuencia de la apostasía que tuvo
lugar después del ministerio terrenal Restauración, restitución. Véase
de los Apóstoles de Cristo. Esa aposta- también Restauración del Evangelio
sía hizo necesario que se restaurara el El restablecimiento de una cosa o de
Evangelio. Mediante visiones, la minis- una condición que ha estado perdida
tración de ángeles y revelaciones a los o ausente.
hombres sobre la tierra, Dios restauró
el Evangelio. La Restauración comenzó El espíritu y el cuerpo serán reunidos
con el profeta José Smith (JS—H 1; DyC otra vez en su perfecta forma, Alma
128:20–21) y ha continuado hasta el pre- 11:43–44. Restauración es volver de
sente mediante la obra de los profetas nuevo mal por mal, recto por lo que es
vivientes del Señor. recto, Alma 41:10–15.
Será confirmado el monte de la casa de Creemos en la restauración de las Diez
Jehová como cabeza de los montes, Isa. Tribus y que la tierra será renovada y
2:2 (Miq. 4:2; 2 Ne. 12:2). Dios hará un recibirá su gloria paradisíaca, AdeF 1:10
prodigio grande y espantoso, Isa. 29:14 (DyC 133:23–24).
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Resurrección 182
Resurrección. Véase también Cuerpo; testificaron que Jesús había resucitado,
Espíritu; Expiación, expiar; Hech. 1:21–22 (Hech. 2:32; 3:15; 4:33). En
Inmortal, inmortalidad; Jesucristo; Cristo todos serán vivificados, 1 Cor.
Muerte física 15:1–22. Los muertos en Cristo resucita-
La reunión del cuerpo espiritual y el rán primero, 1 Tes. 4:16. Bienaventurado
cuerpo físico de carne y huesos después y santo el que tiene parte en la primera
de la muerte. Después de la resurrec- resurrección, Apoc. 20:6.
ción, el espíritu y el cuerpo nunca más Cristo da su vida y la vuelve a to-
volverán a separarse, y la persona será mar para efectuar la resurrección de
inmortal. Toda persona que nace en la los muertos, 2 Ne. 2:8 (Mos. 13:35; 15:20;
tierra resucitará porque Jesucristo venció Alma 33:22; 40:3; Hel. 14:15). Sin la resu-
la muerte (1 Cor. 15:20–22). rrección, estaríamos sujetos a Satanás,
Jesucristo fue el primero en resucitar 2 Ne. 9:6–9. Para que la resurrección
sobre esta tierra (Hech. 26:23; Col. 1:18; llegue a todos los hombres, 2 Ne. 9:22.
Apoc. 1:5). El Nuevo Testamento aporta Abinadí enseñó acerca de la primera
amplia evidencia de que Jesús se levantó resurrección, Mos. 15:21–26. Los malva-
de la tumba con un cuerpo físico: el se- dos permanecen como si no se hubiese
pulcro quedó vacío, comió pescado y hecho ninguna redención, a menos que
miel, tenía un cuerpo de carne y huesos, sea el rompimiento de las ligaduras de
la gente lo tocó y los ángeles dijeron que la muerte, Alma 11:41–45. Alma explicó
había resucitado (Mar. 16:1–6; Lucas 24:1– el estado de las almas entre la muerte y
la resurrección, Alma 40:6, 11–24.
12, 36–43; Juan 20:1–18). La revelación de
A la venida del Señor, saldrán los que
los postreros días confirma la realidad
murieron en Cristo, DyC 29:13 (DyC
de la resurrección de Cristo y de todo el
45:45–46; 88:97–98; 133:56). Lloraréis par-
género humano (Alma 11:40–45; 40; 3 Ne.
ticularmente por aquellos que no ten-
11:1–17; DyC 76; Moisés 7:62).
gan la esperanza de una resurrección
No todos resucitarán para recibir
gloriosa, DyC 42:45. Los que no cono-
la misma gloria (1 Cor. 15:39–42; DyC
cieron ninguna ley tendrán parte en
76:89–98), ni todos se levantarán al
la primera resurrección, DyC 45:54. Se
mismo tiempo (1 Cor. 15:22–23; Alma
levantarán de los muertos y no morirán
40:8; DyC 76:64–65, 85; 88:96–102). Mu-
después, DyC 63:49. La resurrección de
chos santos resucitaron después de la
los muertos es la redención del alma,
resurrección de Cristo (Mateo 27:52). Los
DyC 88:14–16. Espíritu y elemento, in-
justos precederán a los malvados y sal-
separablemente unidos, reciben una
drán en la primera resurrección (1 Tes.
plenitud de gozo, DyC 93:33. Los án-
4:16), en tanto que los pecadores impeni-
geles que tienen un cuerpo de carne y
tentes saldrán en la última resurrección
huesos son personajes resucitados, DyC
(Apoc. 20:5–13; DyC 76:85).
129:1. Cualquier principio de inteligencia
Después de deshecha esta mi piel, que logremos en esta vida se levantará
en mi carne he de ver a Dios, Job 19:26 con nosotros en la resurrección, DyC
(Moisés 5:10). Yo abro vuestros sepulcros, 130:18–19.
y os haré subir de vuestras sepulturas,
Ezeq. 37:12. Revelación. Véase también Espíritu
Se abrieron los sepulcros, y muchos Santo; Inspiración, inspirar; Luz, luz
cuerpos se levantaron, Mateo 27:52–53 de Cristo; Palabra de Dios; Profecía,
(3 Ne. 23:9). Ha resucitado el Señor, Lucas profetizar; Sueños; Visión; Voz
24:34. Un espíritu no tiene carne ni hue- Comunicación de Dios con Sus hi-
sos, como veis que yo tengo, Lucas 24:39. jos sobre la tierra. La revelación se re-
Yo soy la resurrección y la vida, Juan cibe mediante la Luz de Cristo y el
11:25. Los Doce Apóstoles enseñaron y Espíritu Santo, y también por medio de
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
183 Reverencia
inspiración, visiones, sueños o mediante Cosas que nunca se han revelado se-
la visita de ángeles. La revelación brinda rán reveladas a los fieles, Alma 26:22.
la guía que puede conducir a los fieles a Vosotros que negáis las revelaciones
la salvación eterna en el reino celestial. no conocéis el evangelio de Cristo y
El Señor revela Su obra a Sus profetas no comprendéis las Escrituras, Morm.
y confirma a los creyentes que son verda- 9:7–8. No recibís ningún testimonio sino
deras las revelaciones que estos reciben hasta después de la prueba de vuestra
(Amós 3:7). Por medio de la revelación, fe, Éter 12:6.
el Señor guía individualmente a todo Mi palabra toda será cumplida, DyC
aquel que la busque y que tenga fe, se 1:38. ¿No hablé paz a tu mente en cuanto
arrepienta y sea obediente al evangelio al asunto?, DyC 6:22–23. Hablaré a tu
de Jesucristo. “El Espíritu Santo es un mente y a tu corazón, DyC 8:2–3. Si está
revelador”, dijo José Smith, “y ningún bien, haré que tu pecho arda dentro de
hombre puede recibir el Espíritu Santo ti, DyC 9:8. No niegues el espíritu de re-
sin recibir revelaciones”. velación, DyC 11:25. Si pides, recibirás
En la Iglesia del Señor, los integrantes revelación tras revelación, DyC 42:61. Lo
de la Primera Presidencia y del Consejo que hablen cuando sean inspirados por
de los Doce son profetas, videntes y reve- el Espíritu Santo, será la voz del Señor,
ladores para la Iglesia y para el mundo. DyC 68:4. Dios os dará conocimiento,
El Presidente de la Iglesia es la única per- DyC 121:26.
sona, entre todos ellos, autorizada por el José Smith vio al Padre y al Hijo,
Señor para recibir revelaciones para toda JS—H 1:17. Creemos todo lo que Dios
la Iglesia (DyC 28:2–7); sin embargo, toda ha revelado y aún revelará, AdeF 1:7, 9.
persona puede recibir revelación perso- Revelación de Juan. Véase
nal para su propio beneficio. Apocalipsis; Juan hijo de Zebedeo
De todo lo que sale de la boca de Je-
hová vivirá el hombre, Deut. 8:3 (Mateo Reverencia. Véase también Estimar;
4:4; DyC 98:11). Jehová habla con un silbo Honra, honrar (honor); Temor
apacible y delicado, 1 Rey. 19:12. Sin Profundo respeto por las cosas sagra-
profecía el pueblo se desenfrena, Prov. das; veneración.
29:18. No hará nada Jehová el Señor, sin Jehová mandó a Moisés quitarse el
que revele su secreto a sus siervos los calzado, porque estaba en tierra santa,
profetas, Amós 3:7. Éx. 3:4–5. Se debe temer a Dios y tenerle
Bienaventurado eres, Simón hijo de en reverencia, Sal. 89:7.
Jonás, porque no te lo reveló carne ni Sirvamos a Dios agradándole con te-
sangre, sino mi Padre, Mateo 16:15–19. mor y reverencia, Heb. 12:28.
El Espíritu de verdad os guiará a toda Moroni se inclinó hasta el suelo y oró
la verdad y os hará saber las cosas que fervorosamente, Alma 46:13. Los de la
habrán de venir, Juan 16:13. Si alguno de multitud cayeron al suelo y adoraron a
vosotros tiene falta de sabiduría, pídala Cristo, 3 Ne. 11:12–19.
a Dios, Stg. 1:5. Postraos ante mí, DyC 5:24. Ante el
Se revelarán todas las cosas, 2 Ne. trono de Dios, todas las cosas se inclinan
27:11. Daré a los hijos de los hombres lí- en humilde reverencia, DyC 76:93. Vues-
nea por línea, 2 Ne. 28:30. No hay nada tras mentes se han ofuscado por haber
secreto que no haya de ser revelado, tratado ligeramente las cosas que habéis
2 Ne. 30:17. El Espíritu Santo os mostrará recibido, DyC 84:54–57. Toda rodilla se
todas las cosas, 2 Ne. 32:5. Nadie hay que doblará, y toda lengua confesará, DyC
conozca las sendas de Dios a menos que 88:104. Por respeto o reverencia al nom-
le sean reveladas, Jacob 4:8. Alma ayunó bre del Ser Supremo, la iglesia dio a ese
y oró para recibir revelación, Alma 5:46. sacerdocio el nombre de Melquisedec,
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Reyes 184
DyC 107:4. Se derramarán bendiciones capítulos del 18 al 20, se relata la vida
sobre los que reverencien al Señor en su recta de Ezequías, rey de Judá, y del pro-
casa, DyC 109:21. feta Isaías. En los capítulos del 21 al 23,
se habla de los reyes Manasés y Josías,
Reyes siendo el primero, según la tradición, el
Dos libros del Antiguo Testamento responsable del martirio de Isaías, y el
que narran la historia de Israel desde segundo, un rey justo que restableció la
la rebelión de Adonías, el cuarto hijo ley entre los judíos. En los capítulos 24 y
del rey David (aproximadamente en 25, se describe el cautiverio en Babilonia.
el año 1015 a.C.), hasta el cautiverio fi-
nal de Judá (aproximadamente en el Rigdon, Sidney
año 586 a.C.). Comprenden la historia Uno de los primeros conversos y líde-
completa del reino del norte (las diez res de la Iglesia restaurada durante la dé-
tribus de Israel), desde la separación de cada de 1830 y en los primeros años de la
Israel en dos reinos hasta que los asi- de 1840. Sidney Rigdon sirvió un tiempo
rios lo llevaron cautivo a los países del como Primer Consejero del profeta José
norte. Véase también Cronología, en el Smith en la Primera Presidencia de la
Apéndice. Iglesia (DyC 35; 58:50, 57; 63:55–56; 76:11–
Primer libro de los Reyes: En el capí- 12, 19–23; 90:6; 93:44; 100:9–11; 124:126).
tulo 1, se describen los días finales de Posteriormente se apartó de la Iglesia y
la vida del rey David. En los capítulos fue excomulgado en septiembre de 1844.
del 2 al 11, se relata la vida de Salomón. Riñas. Véase Contención, contienda
En los capítulos del 12 al 16, se habla de
los sucesores inmediatos de Salomón: Riquezas. Véase también Dinero;
Roboam y Jeroboam. Este último causó Orgullo
la división del reino de Israel. También Abundancia de bienes. El Señor acon-
se hace mención de otros reyes. En los seja a los santos no buscar las riquezas
capítulos del 17 al 21, se relatan partes del mundo excepto para hacer el bien.
del ministerio de Elías el Profeta cuando Los santos no deben dar más impor-
amonestó a Acab, rey de Israel. En el tancia a la búsqueda de las riquezas
capítulo 22, se relata una guerra contra del mundo que a la búsqueda del reino
Siria en la que unieron sus fuerzas Acab de Dios, el cual tiene las riquezas de la
y Josafat, rey de Judá. El profeta Micaías eternidad (Jacob 2:18–19).
profetiza contra los reyes. Si se aumentan las riquezas, no pon-
Segundo libro de los Reyes: En 2 Rey. gáis el corazón en ellas, Sal. 62:10. No
1:1–2:11, sigue el relato de la vida de Elías aprovecharán las riquezas en el día de
el Profeta, incluso su subida al cielo en la ira, Prov. 11:4. El que confía en sus
un carro de fuego. En los capítulos del riquezas caerá, Prov. 11:28. De más es-
2 al 9, se habla del ministerio de fe y del tima es el buen nombre que las muchas
gran poder de Eliseo. En el capítulo 10, riquezas, Prov. 22:1.
se habla del rey Jehú y de la forma en ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino
que destruyó la casa de Acab y los sacer­ de Dios los que tienen riquezas!, Mar.
dotes de Baal. En los capítulos del 11 al 10:23 (Lucas 18:24–25). Raíz de todos los
13, se describe el reinado justo de Joás y males es el amor al dinero, 1 Tim. 6:10.
la muerte de Eliseo. En los capítulos del ¡Ay de los ricos que desprecian a los
14 al 17, se hace mención de varios reyes pobres y cuyo tesoro es su dios!, 2 Ne.
que reinaron en Israel y en Judá, con fre- 9:30. Los ricos justos no ponían el cora-
cuencia en iniquidad. En el capítulo 15, zón en las riquezas, sino que eran ge-
se registra la captura de las diez tribus nerosos con todos, Alma 1:30. El pueblo
de Israel por parte de los asirios. En los empezó a llenarse de orgullo por motivo
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
185 Romanos, epístola a los
de sus grandes riquezas, Alma 4:6–8. El Él es la Roca, cuya obra es perfecta,
pueblo se distinguía por clases, según Deut. 32:4. Jehová es mi roca; en él con-
sus riquezas, 3 Ne. 6:12. fiaré, 2 Sam. 22:2–3. Una piedra fue cor-
No busquéis riquezas sino sabiduría, tada, no con mano, Dan. 2:34–35.
DyC 6:7 (Alma 39:14; DyC 11:7). Las ri- Estaba fundada sobre la roca, Mateo
quezas de la tierra son de Dios para dar; 7:25 (3 Ne. 14:25). Jesucristo es la piedra
mas cuidaos del orgullo, DyC 38:39. reprobada, Hech. 4:10–11. La roca era
Las riquezas de la eternidad: Haceos te- Cristo, 1 Cor. 10:1–4 (Éx. 17:6).
soros en el cielo, Mateo 6:19–21. Aquel que está edificado sobre la roca,
¡Cuántas veces os he llamado por las recibe la verdad con gozo, 2 Ne. 28:28.
riquezas de la vida eterna!, DyC 43:25. Los judíos rechazarán la roca (Cristo)
Las riquezas de la eternidad son mías sobre la cual podrían edificar, Jacob
4:15–17. Es sobre la roca de nuestro Re-
para dar, DyC 67:2 (DyC 78:18).
dentor que debéis establecer vuestro
Robar, robo, hurtar, hurto fundamento, Hel. 5:12. Los que edifican
Hurtar, tomar en forma deshonesta o sobre la doctrina de Cristo edifican so-
ilegal algo que pertenece a otra persona. bre su roca, y no caerán cuando vengan
El Señor siempre ha mandado a Sus hijos las inundaciones, 3 Ne. 11:39–40 (Ma-
a no robar (Éx. 20:15; Mateo 19:18; 2 Ne. teo 7:24–27; 3 Ne. 18:12–13). Un hombre
26:32; Mos. 13:22; DyC 59:6). prudente que edificó su casa sobre una
roca, 3 Ne. 14:24.
Haceos tesoros en el cielo, donde Si estáis edificados sobre mi roca, la
ladrones no minan ni hurtan, Mateo tierra y el infierno no pueden prevalecer,
6:19–21. DyC 6:34. El que edifique sobre esta roca
Las grandes pérdidas que sufrieron los nunca caerá, DyC 50:44.
nefitas ocurrieron a causa de su orgullo Yo soy el Mesías, el Rey de Sion, la
y sus riquezas, robos y hurtos, Hel. 4:12. Roca del Cielo, Moisés 7:53.
El que hurte y no se arrepienta, será
expulsado, DyC 42:20. Los que roben Roma. Véase también Imperio romano
serán entregados a la ley del país, DyC En el Nuevo Testamento, la capital
42:84–85. del Imperio romano, ubicada en Ita-
lia a orillas del río Tíber (Hech. 18:2;
Roboam. Véase también Salomón
19:21; 23:11). Pablo enseñó el Evangelio en
En el Antiguo Testamento, hijo del rey Roma mientras se encontraba prisionero
Salomón y sucesor de su padre. Reinó del gobierno romano (Hech. 28:14–31;
durante diecisiete años en Jerusalén Rom. 1:7, 15–16).
(1 Rey. 11:43; 14:21, 31). Durante su rei-
nado se efectuó la división entre el reino Romanos, epístola a los. Véase
de Israel en el norte y el reino de Judá en también Pablo; Pablo, epístolas de
el sur (1 Rey. 11:31–36; 12:19–20). Roboam En el Nuevo Testamento, una carta
quedó como rey de Judá. que Pablo escribió a los santos de Roma.
Estaba contemplando la posibilidad de
Roca. Véase también Evangelio; visitar Jerusalén, lo cual ciertamente era
Jesucristo; Revelación peligroso, y si escapaba con vida, espe-
En sentido figurado, es Jesucristo y Su raba visitar Roma más adelante. La carta
Evangelio, los cuales son un fuerte fun- tenía por objeto, en parte, preparar a los
damento y apoyo (DyC 11:24; 33:12–13). miembros de la Iglesia del lugar para que
El término roca también se emplea para lo recibieran cuando llegara. También la
referirse a la revelación, por medio de epístola se puede considerar como una
la cual Dios da a conocer al hombre Su declaración en cuanto a ciertos princi-
Evangelio (Mateo 16:15–18). pios acerca de los cuales había habido
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Rostro 186
polémica, y los que Pablo consideraba Rumores. Véase también Calumnias;
que por fin se habían establecido. Chismes
En el capítulo 1, se encuentra la saluta- Satanás esparce rumores y contiendas,
ción de Pablo a los romanos. En los capí- basados a veces parcialmente en la ver-
tulos del 2 al 11, hay varias declaraciones dad, con el fin de hacer que las personas
sobre la doctrina de la fe, las obras y la se vuelvan contra Dios y contra lo que
gracia. En los capítulos del 12 al 16, se es bueno (Hel. 16:22; JS—H 1:1). Una de
describen enseñanzas prácticas sobre el las señales de la segunda venida de Je-
amor, el deber y la santidad. sucristo es que la gente oirá de guerras
y rumores de guerras (Mateo 24:6; DyC
Rostro 45:26; JS—M 1:23).
La apariencia general del semblante,
Rut. Véase también Booz
la cual a menudo refleja la actitud y el
estado de mente espiritual de la persona. En el Antiguo Testamento, la nuera
moabita de Noemí y Elimelec, que eran
La apariencia de sus rostros testifica
israelitas. Después de fallecer su ma-
contra ellos, Isa. 3:9. El rostro del rey se rido, Rut se casó con Booz, un pariente
demudó y sus pensamientos se turba- de Noemí. Su hijo Obed fue antepasado
ron, Dan. 5:6. de David y de Cristo. La historia de Rut
Su aspecto era como un relámpago, ilustra en forma hermosa la conversión
Mateo 28:3. Su rostro era como el sol, al rebaño de Israel de una mujer que no
Apoc. 1:16. era israelita, y la forma en que ella aban-
¿Habéis recibido la imagen de Dios en donó sus creencias, su dios y su forma
vuestros rostros?, Alma 5:14, 19. Ammón de vida anteriores para unirse a la casa
observó que el semblante del rey había de fe y servir al Dios de Israel (Rut 1:16).
cambiado, Alma 18:12. El libro de Rut: En el capítulo 1, se des-
Orad y ayunad con corazones y sem- cribe la vida de Elimelec y su familia en
blantes alegres, DyC 59:14–15. Su sem- Moab. Después de la muerte de sus res-
blante brillaba más que el resplandor del pectivos maridos, Noemí y Rut fueron a
sol, DyC 110:3. Belén. En el capítulo 2, se explica que Rut
trabajó en la siega recogiendo espigas en
Rubén. Véase también Israel; Jacob hijo
el campo de Booz. En el capítulo 3, se re-
de Isaac
lata que Noemí dio instrucciones a Rut
En el Antiguo Testamento, el hijo ma- de ir a acostarse a los pies de Booz en la
yor de Jacob y Lea (Gén. 29:32; 37:21–22, era. En el capítulo 4, se relata la historia
29; 42:22, 37). Aunque fue el hijo primo- del casamiento de Rut y Booz, quienes
génito, perdió su primogenitura por tuvieron un hijo, Obed, mediante cuyo
causa de su transgresión (Gén. 35:22; linaje nacieron David y Cristo.
49:3–4).
La tribu de Rubén: La bendición que Ja- Sabiduría. Véase también
cob dio a Rubén se encuentra en Génesis Conocimiento; Entender,
49:3 y en Deuteronomio 33:6. El total de entendimiento; Verdad
integrantes de la tribu fue disminuyendo La capacidad o el don de Dios de sa-
paulatinamente, y aunque no dejó de ber juzgar correctamente. La sabiduría
existir como tal, perdió su importancia se obtiene mediante la experiencia y el
política. La primogenitura de Rubén re- estudio y al seguir los consejos de Dios.
cayó sobre José y sus hijos, debido a que Si el hombre no cuenta con la ayuda de
José era el hijo primogénito de Raquel, la Dios, no tiene la verdadera sabiduría
segunda esposa de Jacob (1 Cró. 5:1–2). (2 Ne. 9:28; 27:26).
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
187 Sacerdocio Aarónico
Dios dio a Salomón sabiduría, 1 Rey. también, DyC 84:25. Se describe el jura-
4:29–30. Sabiduría ante todo; adquiere mento y convenio del sacerdocio, DyC
sabiduría, Prov. 4:7. El que posee enten- 84:33–42. El sacerdocio ha continuado
dimiento ama su alma, Prov. 19:8. por el linaje de vuestros padres, DyC
Jesús crecía y se llenaba de sabiduría, 86:8. En la Iglesia hay dos sacerdocios,
Lucas 2:40, 52. Si alguno de vosotros DyC 107:1. El primer sacerdocio es el
tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, Santo Sacerdocio según el Orden del
Stg. 1:5 (DyC 42:68; JS—H 1:11). Hijo de Dios, DyC 107:2–4. Los dere-
Os digo estas cosas para que aprendáis chos del sacerdocio están inseparable-
sabiduría, Mos. 2:17. Aprende sabiduría mente unidos a los poderes del cielo,
en tu juventud, Alma 37:35. DyC 121:36. Ningún poder o influencia
Hallarán sabiduría y grandes tesoros se puede ni se debe mantener en virtud
de conocimiento, DyC 89:19. Aprenda del sacerdocio, sino por persuasión y
sabiduría el ignorante, humillándose y amor sincero, DyC 121:41. Todo varón
suplicando al Señor su Dios, DyC 136:32. que sea miembro digno de la Iglesia
puede recibir el sacerdocio, DO 2.
Sacerdocio. Véase también Autoridad; Creemos que el hombre debe ser lla-
Juramento y convenio del mado por Dios, AdeF 1:5.
sacerdocio; Llaves del sacerdocio;
Ordenación, ordenar; Poder; Sacerdocio Aarónico. Véase también
Sacerdocio Aarónico; Sacerdocio de Aarón, hermano de Moisés; Ley de
Melquisedec Moisés; Sacerdocio
La autoridad y el poder que Dios da El sacerdocio menor (Heb. 7:11–12;
al hombre para actuar en todas las co- DyC 107:13–14). Sus oficios son: obispo,
sas relacionadas con su salvación (DyC presbítero, maestro y diácono (DyC
50:26–27). Los miembros varones de la 84:30; 107:10, 14–15, 87–88). Antigua-
Iglesia que poseen el sacerdocio se or- mente, bajo la ley de Moisés, había su-
ganizan en cuórums y tienen la autori- mos sacerdotes, sacerdotes y levitas.
zación para efectuar las ordenanzas y Debido a que los antiguos israelitas se
llevar a cabo ciertas funciones adminis- rebelaron contra Dios, Moisés y el santo
trativas de la Iglesia. sacerdocio fueron tomados de entre ellos
Su unción les servirá por sacerdocio y continuó el sacerdocio menor. Ellos ha-
perpetuo, Éx. 40:15 (Núm. 25:13). bían rehusado ser santificados y recibir
Yo os he puesto, Juan 15:16. Sed edifi- el Sacerdocio de Melquisedec, junto con
cados como casa espiritual y sacerdocio sus ordenanzas. (Véase DyC 84:23–26).
santo, 1 Pe. 2:5. Vosotros sois linaje esco- El Sacerdocio Aarónico se encarga de las
gido, real sacerdocio, 1 Pe. 2:9 (Éx. 19:6). ordenanzas temporales y exteriores de
Los hombres son llamados a ser su- la ley y del Evangelio (1 Cró. 23:27–32;
mos sacerdotes por causa de su gran fe DyC 84:26–27; 107:20); posee las llaves
y buenas obras, Alma 13:1–12. Te doy del ministerio de ángeles, del Evangelio
poder para que bautices, 3 Ne. 11:21. de arrepentimiento y del bautismo (DyC
Tendréis poder para conferir el Espíritu 13). El Sacerdocio Aarónico se restauró
Santo, Moro. 2:2. a la tierra en esta dispensación el 15 de
Os revelaré el sacerdocio, por con- mayo de 1829, cuando Juan el Bautista
ducto de Elías el Profeta, DyC 2:1 (JS—H se lo confirió a José Smith y a Oliver
1:38). El Señor confirmó un sacerdocio Cowdery cerca de Harmony, Pensilva-
sobre Aarón y su descendencia, DyC nia, en los Estados Unidos de América
84:18. Este sacerdocio mayor administra (DyC 13; JS—H 1:68–73).
el evangelio, DyC 84:19. Tomó a Moi- Y tendrá el convenio del sacerdo-
sés de entre ellos, y el Santo Sacerdocio cio perpetuo, Núm. 25:13. El Señor
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Sacerdocio de Melquisedec 188
purificará a los hijos de Leví, y los re- restaurados mediante José Smith, hijo,
finará, Mal. 3:3 (3 Ne. 24:3). (DyC 27:12–13; 128:20; JS—H 1:73).
Nadie toma para sí esta honra, Heb. El Sacerdocio de Melquisedec com-
5:4. La perfección no se alcanza por el prende los oficios de élder, sumo sacer-
sacerdocio levítico, Heb. 7:11. dote, patriarca, Setenta y Apóstol (DyC
Este sacerdocio no se quitará más de la 107), y siempre formará parte del reino
tierra, hasta que los hijos de Leví ofrez- de Dios sobre la tierra.
can un sacrificio, DyC 13. José Smith y El Presidente de La Iglesia de Jesu-
Oliver Cowdery fueron ordenados al Sa- cristo de los Santos de los Últimos Días
cerdocio Aarónico, DyC 27:8. El sacerdo- es presidente del sumo sacerdocio o Sa-
cio menor tiene las llaves del ministerio cerdocio de Melquisedec y posee todas
de ángeles, DyC 84:26 (DyC 13). Hay dos las llaves que corresponden al reino de
sacerdocios, a saber, el de Melquisedec Dios sobre la tierra. Este llamamiento de
y el Aarónico, DyC 107:1. El segundo Presidente lo desempeña solamente un
sacerdocio es llamado el Sacerdocio de hombre a la vez, y él es la única persona
Aarón, DyC 107:13. sobre la tierra que tiene la autoridad de
ejercer todas las llaves del sacerdocio
Sacerdocio de Melquisedec. (DyC 107:64–67; 132:7).
Véase también Élder (anciano);
Melquisedec; Sacerdocio Cristo será sacerdote para siempre se-
gún el orden de Melquisedec, Sal. 110:4
El Sacerdocio de Melquisedec es el (Heb. 5:6, 10; 7:11).
sacerdocio mayor, mientras que el Sacer- El Sacerdocio de Melquisedec admi-
docio Aarónico es el sacerdocio menor. nistra el Evangelio, Heb. 7 (DyC 84:18–
En el Sacerdocio de Melquisedec están 25).
comprendidas las llaves de las bendicio- Melquisedec ejerció una fe poderosa
nes espirituales de la Iglesia. Por medio y recibió el oficio del sumo sacerdocio,
de las ordenanzas del sacerdocio mayor, Alma 13:18.
se manifiesta a los hombres el poder de A José Smith y a Oliver Cowdery se les
la divinidad (DyC 84:18–25; 107:18–21). confirió el Sacerdocio de Melquisedec,
Fue Adán el primero a quien Dios le DyC 27:12–13 (JS—H 1:72). El sacerdocio
reveló el Sacerdocio de Melquisedec, y se recibe mediante juramento y conve-
los patriarcas y profetas de cada dispen- nio, DyC 84:33–42. Hay dos divisiones
sación han tenido esta autoridad (DyC o cabezas principales: el Sacerdocio de
84:6–17). Primeramente se le llamó el Melquisedec y el Sacerdocio Aarónico,
Santo Sacerdocio según el Orden del DyC 107:6. El Sacerdocio de Melquisedec
Hijo de Dios, pero después se le cono- posee los derechos de administrar todas
ció como el Sacerdocio de Melquisedec las bendiciones espirituales, DyC 107:8–
(DyC 107:2–4). 18. Moisés, Elías y Elías el Profeta dieron
Cuando los hijos de Israel no pudie- las llaves del sacerdocio a José Smith y a
ron cumplir con los privilegios y conve- Oliver Cowdery, DyC 110:11–16. Ahora
nios del Sacerdocio de Melquisedec, el os nombro a los oficiales correspondien-
Señor retiró ese sacerdocio mayor y les tes a mi sacerdocio, para que tengáis las
dejó un sacerdocio y una ley menores llaves de este, DyC 124:123.
(DyC 84:23–26), llamados el Sacerdocio
Aarónico y la ley de Moisés. Cuando Sacerdocio Levítico. Véase Sacerdocio
Jesús vino a la tierra, restauró el Sa- Aarónico
cerdocio de Melquisedec a los judíos Sacerdocio, llaves del. Véase Llaves
y comenzó a establecer la Iglesia entre del sacerdocio
ellos; sin embargo, ese sacerdocio y la
Iglesia volvieron a perderse por causa Sacerdocio, ordenación al. Véase
de la apostasía, siendo posteriormente Ordenación, ordenar
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
189 Sadrac
Sacerdote, Sacerdocio de la ley de sacrificio. Esta ley consistía en
Melquisedec. Véase también la ofrenda de las primicias de sus reba-
Sacerdocio de Melquisedec; Sumo ños, a semejanza del sacrificio futuro del
sacerdote Unigénito de Dios (Moisés 5:4–8). Esta
Persona que efectúa ceremonias reli- práctica continuó hasta la muerte de
giosas a favor de otros y que se dirigen Jesucristo, la cual puso fin al derrama-
a Dios. En las Escrituras, los sacerdotes miento de sangre como ordenanza del
con frecuencia son en realidad sumos Evangelio (Alma 34:13–14). En la actua-
sacerdotes según el orden de Melqui- lidad, los miembros de la Iglesia parti-
sedec (Alma 13:2). Los que reciben una cipan del sacramento del pan y del agua
plenitud de la gloria de Dios después de (Santa Cena) en memoria de la ofrenda
la Resurrección serán sacerdotes y reyes de Jesucristo. También se les pide a los
en el mundo celestial. miembros de la Iglesia de nuestros días
Melquisedec fue sacerdote del más que ofrezcan el sacrificio de un corazón
alto Dios, Gén. 14:18. Tú eres sacerdote quebrantado y un espíritu contrito (3 Ne.
para siempre según el orden de Melqui- 9:19–22), lo cual significa que deben ser
sedec, Sal. 110:4 (Heb. 5:6; 7:17, 21). humildes, tener el espíritu de arrepen-
Cristo nos hizo reyes y sacerdotes timiento y estar dispuestos a obedecer
para Dios, su Padre, Apoc. 1:6 (Apoc. los mandamientos de Dios.
5:10; 20:6). Abraham ató a Isaac su hijo, y lo puso
Acordaos de que el Señor Dios or- en el altar, Gén. 22:1–18 (Jacob 4:5). Sa-
denó sacerdotes, según su santo orden, crificarás tus holocaustos, Éx. 20:24. Los
Alma 13:1–20. animales para el sacrificio deben ser sin
Los que saldrán en la resurrección de defecto, Deut. 15:19–21. El obedecer es
los justos son sacerdotes y reyes, DyC mejor que los sacrificios, 1 Sam. 15:22.
76:50, 55–60. El amor es más que todos los holocaus-
Sacramento. Véase Santa Cena tos y sacrificios, Mar. 12:32–33. Somos
santificados mediante el sacrificio de
Sacrificios. Véase también Corazón Cristo, Heb. 10:10–14.
quebrantado; Expiación, expiar; Cristo se ofreció a sí mismo en sacri-
Jesucristo; Sangre; Santa Cena ficio por el pecado, 2 Ne. 2:6–7. Ese gran
En la antigüedad, el término sacrificio y postrer sacrificio será el Hijo de Dios,
significaba santificar algo o a alguien. sí, infinito y eterno, Alma 34:8–14. Ya no
Actualmente ha cobrado un significado me ofreceréis más vuestros holocaustos;
diferente, que es el de renunciar a algo me ofreceréis como sacrificio un corazón
o sufrir la pérdida de lo mundano por quebrantado y un espíritu contrito, 3 Ne.
el Señor y Su reino. Los miembros de la 9:19–20 (Sal. 51:16–17; DyC 59:8).
Iglesia de Jesucristo deben estar dispues- Hoy es un día de sacrificio, DyC 64:23
tos a sacrificar todo por el Señor. José (DyC 97:12). Todos los que están dispues-
Smith enseñó que “una religión que no tos a cumplir sus convenios con sacri-
requiere el sacrificio de todas las cosas, ficio son aceptados por el Señor, DyC
nunca tiene el poder suficiente con el 97:8. Joseph F. Smith vio a los espíritus
cual producir la fe necesaria para llevar- de los justos, quienes habían ofrecido
nos a vida y salvación”. Viéndolo desde sacrificios a semejanza del sacrificio
una perspectiva eterna, las bendiciones del Salvador, DyC 138:13. La redención
que se obtienen por medio del sacrificio se efectuó por medio del sacrificio del
son mucho más grandes que cualquier Hijo de Dios sobre la cruz, DyC 138:35.
cosa a la que se renuncie.
Después de la expulsión de Adán y Sadrac. Véase también Daniel
Eva del Jardín de Edén, el Señor les dio En el Antiguo Testamento, Sadrac,
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Saduceos 190
Mesac y Abed-nego fueron los tres jó- Melquisedec, rey de Salem, era sacer-
venes israelitas que, junto con Daniel, dote del más alto Dios, Heb. 7:1–2.
fueron llevados al palacio de Nabuco- Melquisedec era rey de la tierra de
donosor, rey de Babilonia. El nombre Salem, Alma 13:17–18.
hebreo de Sadrac era Ananías. Los cua-
Salmo. Véase también David; Música
tro jóvenes rehusaron contaminarse
participando de la carne y el vino del Poema o himno inspirado.
rey (Dan. 1). Por orden del rey, Sadrac, El libro de Salmos: Libro del Antiguo
Mesac y Abed-nego fueron arrojados a Testamento que contiene una colección
un horno de fuego ardiente, mas fueron de salmos, la mayoría de los cuales
preservados milagrosamente (Dan. 3). son acerca de Cristo. El libro de Sal-
mos se cita repetidamente en el Nuevo
Saduceos. Véase también Judíos
Testamento.
Un grupo entre los judíos que, aunque David fue el autor de muchos de los
pequeño, era poderoso políticamente. A salmos, los cuales se escribieron para
los saduceos se les conocía por su creen- alabar a Dios. Muchos de ellos contaban
cia en obedecer rígidamente la letra de la con acompañamiento musical.
ley mosaica y por rechazar la realidad de
los espíritus y ángeles y también las doc- Salomón. Véase también Betsabé;
trinas de la Resurrección y la vida eterna David
(Mar. 12:18–27; Hech. 4:1–3; 23:7–8). En el Antiguo Testamento, hijo de
David y de Betsabé (2 Sam. 12:24). Sa-
Sagrado. Véase Santidad; Santo lomón fue por cierto tiempo rey de
(adjetivo) Israel.
Sal David nombró rey a Salomón, 1 Rey.
En el mundo antiguo se usaba como 1:11–53. David mandó a Salomón andar
un importante agente conservativo de en los caminos de Jehová, 1 Rey. 2:1–9.
alimentos; se consideraba esencial para Jehová le prometió a Salomón un cora-
mantener la vida. zón entendido, 1 Rey. 3:5–15. Juzgó a dos
mujeres que reclamaban ser la madre
La mujer de Lot se volvió estatua de de un mismo niño, y él averiguó quién
sal, Gén. 19:26. era la verdadera madre, 1 Rey. 3:16–28.
Sois la sal de la tierra, Mateo 5:13 (Lu- Compuso proverbios y cantares, 1 Rey.
cas 14:34; 3 Ne. 12:13). 4:32. Edificó un templo, 1 Rey. 6; 7:13–51.
Al pueblo del convenio del Señor se le Dedicó el templo, 1 Rey. 8. Recibió la vi-
considera como la sal de la tierra, DyC sita de la reina de Sabá, 1 Rey. 10:1–13.
101:39–40. Si los santos no son salvado- Salomón se casó con mujeres que no
res de hombres, son como la sal que ha eran de Israel, y sus esposas volvieron
perdido su sabor, DyC 103:9–10. su corazón a la adoración de dioses fal-
sos, 1 Rey. 11:1–8. Se enojó Jehová con-
Salem. Véase también Jerusalén;
tra Salomón, 1 Rey. 11:9–13. Su muerte,
Melquisedec
1 Rey. 11:43. David profetizó la gloria del
Ciudad del Antiguo Testamento donde reinado de Salomón, Sal. 72.
gobernó Melquisedec. Es posible que Salomón recibió muchas esposas y
haya estado localizada en el lugar en concubinas, pero algunas no fueron reci-
que ahora se encuentra la ciudad de Je- bidas del Señor, DyC 132:38 (Jacob 2:24).
rusalén. El vocablo Salem es muy similar
a la palabra judía que significa “paz”. Salud. Véase Palabra de Sabiduría
Melquisedec, rey de Salem, sacó pan Salvación. Véase también Exaltación;
y vino, Gén. 14:18. Expiación, expiar; Gracia; Jesucristo;
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
191 Salvación de los muertos
Muerte espiritual; Muerte física; antes de llegar a la edad de responsabi-
Plan de redención; Redención, lidad se salvan en el reino de los cielos,
redimido, redimir DyC 137:10.
Ser salvos, tanto de la muerte física Los niños son limpios desde la funda-
como de la muerte espiritual. Todos se ción del mundo, Moisés 6:54.
salvarán de la muerte física por la gra- Salvación de los muertos. Véase
cia de Dios y mediante la muerte y re- también Genealogía; Libro de
surrección de Jesucristo. Toda persona memorias; Plan de redención;
también puede salvarse de la muerte es- Salvación
piritual por la gracia de Dios, mediante
la fe en Jesucristo, la cual se manifiesta La oportunidad que tienen los que ha-
llevando una vida de obediencia a las yan muerto sin haber recibido las orde-
leyes y a las ordenanzas del Evangelio, nanzas salvadoras del Evangelio de que
y de servicio a Cristo. miembros dignos de la Iglesia efectúen
esas ordenanzas por ellos en los templos.
Jehová es mi luz y mi salvación, Sal.
En el mundo de los espíritus se predica
27:1. Él solamente es mi roca y mi salva-
el Evangelio a los muertos, y estos pue-
ción, Sal. 62:2. Nacerá el Sol de justicia,
den aceptar las ordenanzas que se lleven
y en sus alas traerá salvación, Mal. 4:2.
a cabo por ellos aquí en la tierra.
El evangelio es poder de Dios para sal-
Los miembros fieles de la Iglesia ha-
vación, Rom. 1:16 (DyC 68:4). Ocupaos
cen investigación y preparan su historia
en vuestra salvación con temor, Filip.
2:12. Dios os ha escogido para salvación, familiar para determinar el nombre y la
mediante la santificación, 2 Tes. 2:13. fecha de nacimiento de sus antepasados
La salvación es gratuita, 2 Ne. 2:4. a fin de que se puedan efectuar por ellos
No hay don más grande que el de la las ordenanzas de salvación.
salvación, DyC 6:13. Para que digas a los presos: Salid, Isa.
Jesucristo es el único nombre me- 49:9 (Isa. 24:22; 1 Ne. 21:9). A publicar
diante el cual vendrá la salvación, Moi- libertad a los cautivos, Isa. 61:1 (Lucas
sés 6:52 (Hech. 4:10–12). Creemos que 4:18). Hará volver el corazón de los pa-
por la expiación de Cristo, todo el gé- dres hacia los hijos, Mal. 4:5–6 (3 Ne.
nero humano puede salvarse, AdeF 1:3. 25:5–6; DyC 110:13–16).
La salvación de los niños pequeños: Si no Los muertos oirán la voz del Hijo de
os volvéis como niños, no entraréis en el Dios, Juan 5:25. ¿Por qué, pues, se bauti-
reino de los cielos, Mateo 18:3. zan por los muertos?, 1 Cor. 15:29. Cristo
Los niños pequeños también tienen predicó a los espíritus encarcelados,
vida eterna, Mos. 15:25. El bautismo de 1 Pe. 3:18–20. Por esto también ha sido
los niños pequeños es una abominación, predicado el evangelio a los muertos,
y los niños pequeños viven en Cristo por 1 Pe. 4:6.
motivo de la Expiación, Moro. 8:8–24. El Hijo visitó a los espíritus en pri-
Los niños pequeños son redimidos sión y les predicó el Evangelio, DyC
mediante el Unigénito; Satanás no puede 76:73. Entonces viene la redención de
tentarlos, DyC 29:46–47. Los padres de- los que han recibido su parte en aque-
ben enseñar el Evangelio a los niños y lla prisión, DyC 88:99. No hay una pila
estos deben ser bautizados cuando ten- bautismal sobre la tierra en la que mis
gan ocho años de edad, DyC 68:25–28. santos puedan ser bautizados por los
Los niños pequeños son santificados que han muerto, DyC 124:29. Todos los
mediante Jesucristo, DyC 74:7. El hom- que han muerto sin el conocimiento del
bre llegó a quedar de nuevo en su estado Evangelio, pero quienes lo habrían reci-
de infancia, inocente delante de Dios, bido, serán herederos del reino celestial,
DyC 93:38. Todos los niños que mueren DyC 137:7–10. Apareció el Hijo de Dios
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Salvación de los niños pequeños 192
y declaró libertad a los cautivos que ha- arrepientan de sus pecados, serán sal-
bían sido fieles, DyC 138:18. vos, Moisés 5:15.
Salieron cuantos espíritus se hallaban
en la prisión, Moisés 7:57. Sam. Véase también Lehi, padre de
Nefi
Salvación de los niños pequeños. En el Libro de Mormón, el tercer hijo
Véase Niño(s); Salvación — La de Lehi (1 Ne. 2:5). Fue un hombre justo y
salvación de los niños pequeños santo que escogió seguir al Señor (1 Ne.
Salvación, plan de. Véase Plan de 2:17; 2 Ne. 5:5–6; Alma 3:6).
redención
Samaria. Véase también Samaritanos
Salvador. Véase también Jesucristo En el Antiguo Testamento, la capital
El que salva. Jesucristo, mediante Su del reino norteño de Israel (1 Rey. 16:23–
expiación, ofreció a todo el género hu- 24). Debido a que ocupaba una posición
mano la redención y la salvación. El tér- estratégica sobre un monte, los asirios
mino “Salvador” es uno de los nombres no pudieron tomarla sino hasta después
y títulos de Jesucristo. de haberla sitiado durante tres años
Jehová es mi luz y mi salvación, Sal. (2 Rey. 17:5–6). Herodes la reconstruyó y
27:1 (Éx. 15:1–2; 2 Sam. 22:2–3). Yo, yo Je- la llamó Sebaste. En la época del Nuevo
hová, y fuera de mí no hay quien salve, Testamento, Samaria era el nombre de
Isa. 43:11 (DyC 76:1). todo el distrito central de Palestina al
Llamarás su nombre Jesús, porque oeste del Jordán.
él salvará a su pueblo de sus pecados, Samaritanos. Véase también Samaria
Mateo 1:21. Os ha nacido hoy un Salva-
dor, que es Cristo el Señor, Lucas 2:11. Pueblo bíblico que habitó Samaria
De tal manera amó Dios al mundo que después que los asirios llevaron cau-
ha dado a su Hijo Unigénito para salvar tivo al reino del norte. Los samaritanos
a todo aquel que en él crea, Juan 3:16–17. tenían sangre israelita y sangre gentil,
No hay ningún otro nombre, que no y su religión era una mezcla de creen-
sea el de Cristo, en que podamos ser cias y prácticas judías y paganas. En la
salvos, Hech. 4:10–12 (2 Ne. 25:20; Mos. parábola del Buen Samaritano, que se
3:17; 5:8; DyC 18:23; Moisés 6:52). Desde encuentra en Lucas 10:25–37, se percibe
los cielos esperamos al Salvador, al Se- el odio que los judíos habían llegado a
ñor Jesucristo, Filip. 3:20. El Padre ha sentir hacia los samaritanos porque estos
enviado al Hijo, el Salvador del mundo, habían apostatado de la religión israelita.
1 Juan 4:14. El Señor mandó a Sus Apóstoles enseñar
Dios levantaría un Mesías, un Salva- el Evangelio a los samaritanos (Hech.
dor del mundo, 1 Ne. 10:4. El Cordero 1:6–8). Felipe tuvo un gran éxito misio-
de Dios es el Salvador del mundo, 1 Ne. nal al predicar el evangelio de Cristo al
13:40. El conocimiento de un Salvador pueblo de Samaria e hizo muchos mila-
se esparcirá por toda nación, tribu, len- gros entre ellos (Hech. 8:5–39).
gua y pueblo, Mos. 3:20. Cristo tuvo
Samuel el Lamanita
que morir para que viniera la salvación,
Hel. 14:15–16. Profeta lamanita del Libro de Mor-
La justificación y la santificación por món que el Señor envió para enseñar y
la gracia del Salvador son justas y ver- amonestar a los nefitas, poco antes del
daderas, DyC 20:30–31. Soy Jesucristo, el nacimiento del Salvador. Samuel profe-
Salvador del mundo, DyC 43:34. tizó de las señales relacionadas con el
Mi Unigénito es el Salvador, Moi- nacimiento y la muerte de Jesucristo y de
sés 1:6. Cuantos crean en el Hijo, y se la destrucción de los nefitas (Hel. 13–16).
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
193 Sanedrín
Samuel, profeta del Antiguo 4, se habla de la larga lucha entre los
Testamento seguidores de David, después que fue
Hijo de Elcana y de Ana, Samuel nació coronado por Judá, y los seguidores de
en respuesta a las oraciones de su madre Saúl. En los capítulos del 5 al 10, se hace
(1 Sam. 1). Desde niño quedó bajo el cui- saber que David llegó a ser poderoso so-
dado de Elí, sumo sacerdote del taber- bre muchas tierras. En los capítulos del
náculo de Silo (1 Sam. 2:11; 3:1). Todavía 11 al 21, se relata que la fuerza espiritual
siendo niño, el Señor llamó a Samuel de David disminuía debido a sus peca-
como profeta (1 Sam. 3). Después de la dos y a la rebelión dentro de su propia
muerte de Elí, llegó a ser el gran profeta familia. En los capítulos del 22 al 24, se
y juez de Israel, quien restauró la ley, el describen los esfuerzos de David por
orden y la adoración religiosa en la tierra reconciliarse con el Señor.
(1 Sam. 4:15–18; 7:3–17). Sanar, sanidades. Véase también
En 1 Sam. 28:5–20 se encuentra un Bendición de los enfermos; Unción
relato en el que se cuenta de una apari-
ción posmortal de Samuel por medio de Hacer que una persona sane, tanto
la adivina de Endor, a solicitud de Saúl. física como espiritualmente. En las Es-
Sin embargo, no pudo haber sido una crituras encontramos muchos ejemplos
visión de Dios, porque ninguna adivina, de sanidades milagrosas que efectuaron
ni ningún otro médium, puede hacer el Señor y Sus siervos.
que aparezca un profeta a petición suya. Yo soy Jehová tu sanador, Éx. 15:26.
Primer y Segundo libros de Samuel: En Naamán se zambulló siete veces en el
algunas biblias, los libros de Primer y Se- Jordán y quedó limpio, 2 Rey. 5:1–14. Por
gundo Samuel constituyen uno solo; y en su llaga fuimos nosotros curados, Isa.
otras, son dos. Los dos libros cubren un 53:5 (Mos. 14:5). Nacerá el Sol de justicia
período de aproximadamente 130 años, y en sus alas traerá sanidad, Mal. 4:2.
desde el nacimiento de Samuel hasta Jesús iba sanando toda enfermedad y
poco antes de la muerte del rey David. toda dolencia, Mateo 4:23 (Mateo 9:35).
Les dio autoridad para sanar toda enfer-
Primer libro de Samuel: En los capítulos medad y toda dolencia, Mateo 10:1. Me
del 1 al 3, se relata que Jehová maldijo ha enviado a sanar a los quebrantados
y castigó a la familia de Elí y en cambio de corazón, Lucas 4:18.
llamó a Samuel como sumo sacerdote y Fueron sanadas por el poder del Cor-
juez. En los capítulos del 4 al 6, se relata dero de Dios, 1 Ne. 11:31. Si crees en la re-
la forma en que el arca del convenio cayó dención de Cristo, tú puedes ser sanado,
en manos de los filisteos. En los capítulos Alma 15:8. Los sanó a todos, 3 Ne. 17:9.
7 y 8, se encuentran las amonestaciones El que tuviere fe en mí para ser sa-
de Samuel en cuanto a tener dioses fal- nado, sanará, DyC 42:48. En mi nombre
sos y un rey inicuo. En los capítulos del sanarán a los enfermos, DyC 84:68.
9 al 15, se describen la coronación y el Creemos en el don de sanidades, AdeF
reinado de Saúl. En los capítulos del 16 al 1:7.
31, se relata la historia de David y cómo
obtuvo el poder: Samuel ungió a David, Sanedrín. Véase también Judíos
que había matado a Goliat. Saúl odiaba a El senado judío y la corte superior de
David, pero David rehusó matar a Saúl la nación, un consejo que se encargaba
aunque tuvo la oportunidad de hacerlo. tanto de los asuntos eclesiásticos como
Segundo libro de Samuel: Este libro con- de los civiles. El sanedrín estaba inte-
tiene un relato detallado del reinado de grado por 71 miembros llamados de
David como rey de Judá y finalmente entre los principales sacerdotes, los es-
de todo Israel. En los capítulos del 1 al cribas y los ancianos. En las Escrituras
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Sangre 194
por lo general se le llama concilio (Mateo que derramó al expiar nuestros pecados
26:59; Mar. 14:55; Hech. 5:34). (1 Cor. 11:23–25; DyC 27:2). Cuando los
miembros dignos de la Iglesia toman la
Sangre. Véase también Expiación,
Santa Cena, prometen tomar sobre sí el
expiar; Jesucristo; Sacrificios
nombre de Cristo, recordarle siempre
Tanto los antiguos israelitas como mu- y guardar Sus mandamientos. Es me-
chas culturas de la actualidad la conside- diante esta ordenanza que los miembros
ran la fuente de la vida o la energía vital de la Iglesia renuevan sus convenios
de toda carne. En la época del Antiguo bautismales.
Testamento, Jehová le prohibió a Israel En la Última Cena, al comer con los
consumir sangre como alimento (Lev. Doce Apóstoles, Jesús explicó la orde-
3:17; 7:26–27; 17:10–14). nanza del sacramento de la Santa Cena
El poder expiatorio del sacrificio se (Mateo 26:17–28; Lucas 22:1–20).
hallaba en la sangre, ya que se conside-
raba esencial para la vida. El sacrificio Tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo par-
de animales en el Antiguo Testamento tió, y tomó la copa y dio gracias, Mateo
era un símbolo del gran sacrificio que 26:26–28 (Mar. 14:22–24; Lucas 22:19–20).
haría Jesucristo (Lev. 17:11; Moisés 5:5–7). El que come mi carne y bebe mi sangre,
La sangre expiatoria de Jesucristo puri- tiene vida eterna, Juan 6:54. El que come
fica al que se arrepiente de sus pecados y bebe indignamente, juicio come y bebe
(1 Juan 1:7). para sí, 1 Cor. 11:29 (3 Ne. 18:29).
Jesús enseñó a sus doce discípulos
Era su sudor como grandes gotas de
nefitas acerca de la Santa Cena, 3 Ne.
sangre, Lucas 22:44. Somos santificados
18:1–11. Jesús enseñó a estos discípulos
por medio del derramamiento de la san-
que las personas indignas no deben par-
gre de Cristo, Heb. 10:1–22.
ticipar de la Santa Cena, 3 Ne. 18:28–29
La sangre le brotaría de cada poro,
Mos. 3:7 (DyC 19:18). (Morm. 9:29). Las oraciones sacramenta-
La sangre del Señor se derramó para la les, Moro. 4–5 (DyC 20:75–79).
remisión de los pecados, DyC 27:2. Jesús Un presbítero o élder debe bendecir la
obró una perfecta expiación derramando Santa Cena, DyC 20:46, 76. Ni los maes-
su propia sangre, DyC 76:69. tros ni los diáconos tienen la autoridad
Por la sangre sois santificados, Moi- para bendecir la Santa Cena, DyC 20:58.
sés 6:60. Para el sacramento de la Santa Cena se
pueden usar otros líquidos que no sean
Sansón vino, DyC 27:1–4.
En el Antiguo Testamento, el duodé-
Santiago. Véase Jacobo hijo de
cimo “juez” de Israel. Se le conoció por
Zebedeo (llamado también
su gran fuerza física, pero no demostró
Santiago)
sabiduría en algunos de sus hechos y
decisiones morales (Jue. 13:24–16:31). Santidad. Véase también Pureza, puro;
Santificación; Santo (adjetivo)
Santa Cena. Véase también Agua(s)
viva(s); Bautismo, bautizar; Cruz; La perfección espiritual y moral. La
Expiación, expiar; Jesucristo; Pan de santidad indica pureza de corazón y de
Vida; Sacrificios; Última Cena propósito.
Para los Santos de los Últimos Días, la Los miembros manifestarán que son
Santa Cena es el sacramento y la orde- dignos de la Iglesia, andando en san-
nanza de tomar el pan y el agua en me- tidad delante del Señor, DyC 20:69. La
moria del sacrificio expiatorio de Cristo. casa del Señor es un lugar de santidad,
El pan partido representa Su cuerpo que- DyC 109:13.
brantado; el agua representa la sangre Hombre de Santidad es uno de los
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
195 Santo (sustantivo)
nombres de Dios, Moisés 6:57 (Moi- inspirados por el Espíritu Santo, 2 Pe.
sés 7:35). 1:21.
Todos los hombres son juzgados de
Santificación. Véase también
acuerdo con la verdad y santidad que
Expiación, expiar; Jesucristo;
hay en Dios, 2 Ne. 2:10. El hombre na-
Justificación, justificar
tural se hace santo por la expiación de
El proceso por el cual la persona se li- Cristo, Mos. 3:19. Para que caminéis se-
bra del pecado y se vuelve pura, limpia y gún el santo orden de Dios, Alma 7:22
santa mediante la expiación de Jesucristo (Alma 13:11–12). Tres discípulos nefitas
(Moisés 6:59–60). fueron santificados en la carne, a fin de
Dios os ha escogido para salvación, que fuesen santos, 3 Ne. 28:1–9, 36–39.
mediante la santificación por el Espíritu, No juegues con las cosas sagradas,
2 Tes. 2:13. Somos santificados mediante DyC 6:12. No puedes escribir lo que
la ofrenda del cuerpo de Jesucristo, Heb. es sagrado a no ser que lo recibas de
10:10. Jesús, para santificar al pueblo mí, DyC 9:9. Os obligaréis a obrar con
mediante su propia sangre, padeció, toda santidad ante mí, DyC 43:9. Mis
Heb. 13:12. discípulos estarán en lugares santos y
Los sumos sacerdotes fueron santifica- no serán movidos, DyC 45:32. Lo que
dos, y sus vestidos fueron blanqueados viene de arriba es sagrado, DyC 63:64.
mediante la sangre del Cordero, Alma Los niños pequeños son santos, DyC
13:10–12. La santificación viene de en- 74:7. Yo consagraré ese lugar para que
tregar el corazón a Dios, Hel. 3:33–35. sea santo, DyC 124:44.
Arrepentíos, para que seáis santifica- El Señor recogerá a sus escogidos en
dos por la recepción del Espíritu Santo, una Ciudad Santa, Moisés 7:62.
3 Ne. 27:20.
Santo (sustantivo). Véase también
La santificación por la gracia de Jesu-
Cristianos; Iglesia de Jesucristo;
cristo es justa y verdadera, DyC 20:31.
Iglesia de Jesucristo de los Santos de
Jesús vino para santificar el mundo,
los Últimos Días, La
DyC 76:41. Santificaos para que vues-
tras mentes se enfoquen únicamente en Un miembro fiel de la Iglesia de Je-
Dios, DyC 88:68. sucristo.
Juntadme mis santos, Sal. 50:5.
Santo (adjetivo). Véase también
Saulo asolaba a los santos de Jerusa-
Pureza, puro; Santidad;
lén, Hech. 9:1–21. Pedro vino también a
Santificación
los santos que habitaban en Lida, Hech.
Sagrado, de carácter divino, o puro 9:32. A todos los que estáis en Roma, lla-
moral y espiritualmente. Lo contrario a mados a ser santos: Gracia y paz, Rom.
lo santo es lo común o profano. 1:7. Sois conciudadanos de los santos,
Vosotros me seréis un reino de sacer- Efe. 2:19–21.
dotes, y gente santa, Éx. 19:5–6 (1 Pe. 2:9). Vi la Iglesia del Cordero, que eran los
Jehová mandó a Israel: Seréis santos, por- santos de Dios, 1 Ne. 14:12. El hombre
que yo soy santo, Lev. 11:44–45. El limpio natural es enemigo de Dios, a menos
de manos y puro de corazón estará en su que se haga santo por la expiación de
lugar santo, Sal. 24:3–4. Enseñarán a mi Cristo, Mos. 3:19.
pueblo a hacer diferencia entre lo santo Yo, el Señor, he bendecido la tierra
y lo profano, Ezeq. 44:23. para el uso de mis santos, DyC 61:17.
Dios nos llamó con llamamiento santo, Satanás les hace la guerra a los santos
2 Tim. 1:8–9. Desde la niñez has sabido de Dios, DyC 76:28–29. Trabajad dili-
las Sagradas Escrituras, 2 Tim. 3:15. Los gentemente, para preparar a los santos
santos hombres de Dios hablaron siendo para la hora del juicio que ha de venir,
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Santo de Israel 196
DyC 88:84–85. Corresponde a los santos Saulo de Tarso. Véase Pablo
dar de sus bienes a los pobres y a los
Secretas. Véase Combinaciones
afligidos, DyC 105:3. He designado los
secretas
oficios anteriores para la obra del minis-
terio y la perfección de mis santos, DyC Sedequías. Véase también Mulek
124:143 (Efe. 4:12). En el Antiguo Testamento, el último
Santo de Israel. Véase Jesucristo rey de Judá (2 Rey. 24:17–20; 25:2–7). Sede-
quías envió a prisión al profeta Jeremías
Santo Espíritu. Véase Espíritu Santo (Jer. 32:1–5), quien profetizó el cautive-
rio de Sedequías (Jer. 34:2–8, 21). Lehi y
Santo Espíritu de la promesa. Véase
su familia vivían en Jerusalén durante
también Espíritu Santo
el primer año del reinado de Sedequías
El Espíritu Santo es el Santo Espíritu (1 Ne. 1:4). Todos los hijos de Sedequías
de la promesa (Hech. 2:33), y confirma, fueron muertos, con la excepción de uno
como aceptables ante Dios, los actos, las de ellos, su hijo Mulek, que logró esca-
ordenanzas y los convenios rectos de los par hacia el Hemisferio Occidental (Jer.
hombres. El Santo Espíritu de la promesa 52:10; Omni 1:15; Hel. 8:21).
testifica al Padre que las ordenanzas sal-
vadoras se han efectuado debidamente Séfora. Véase también Moisés
y que se han guardado los convenios En el Antiguo Testamento, esposa
relacionados con ellas. de Moisés e hija de Jetro (Éx. 2:21; 18:2).
Quienes son sellados por el Santo Segunda venida de Jesucristo.
Espíritu de la promesa reciben todas Véase también Armagedón; Gog;
las cosas del Padre, DyC 76:51–60 (Efe. Jesucristo; Magog; Señales de los
1:13–14). Todos los convenios y prácticas tiempos
deben ser sellados por el Santo Espíritu Al principio de la Era Milenaria, Cristo
de la promesa para tener validez des- regresará a la tierra. Este acontecimiento
pués de esta vida, DyC 132:7, 18–19, 26. dará fin a la probación mortal sobre esta
Sara. Véase también Abraham tierra. Los inicuos serán quitados de la
faz de la tierra y los justos serán arre-
En el Antiguo Testamento, la primera batados en una nube mientras ella se
esposa de Abraham. En su vejez dio a purifica. Aunque ningún hombre sabe
luz a Isaac (Gén. 18:9–15; 21:2). exactamente cuándo vendrá Cristo por
Saríah. Véase también Lehi, padre de segunda vez, Él nos ha dado señales que
Nefi indican que el tiempo se acerca (Mateo
24; JS—M 1).
En el Libro de Mormón, la esposa de
Lehi (1 Ne. 5:1–8; 8:14–16; 18:19) y madre Yo sé que mi Redentor al fin se le-
de Lamán, Lemuel, Sam, Nefi, Jacob y vantará sobre el polvo, Job 19:25. A mí
José, así como también de algunas hijas se doblará toda rodilla, y jurará toda
(1 Ne. 2:5; 2 Ne. 5:6). lengua, Isa. 45:23 (DyC 88:104). Con las
nubes del cielo venía uno como un hijo
Satanás. Véase Diablo de hombre, Dan. 7:13 (Mateo 26:64; Lucas
21:25–28). Mirarán a mí, a quien traspa-
Saúl, rey de Israel saron, Zac. 12:10. Le preguntarán: ¿Qué
En el Antiguo Testamento, el primer heridas son estas en tus manos?, Zac.
rey de Israel antes de su división. Aun- 13:6 (DyC 45:51). ¿Quién podrá sopor-
que al principio de su reinado era justo, tar el tiempo de su venida? Porque él es
con el tiempo se llenó de orgullo y fue como fuego purificador, Mal. 3:2 (3 Ne.
desobediente a Dios (1 Sam. 9–31). 24:2; DyC 128:24).
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
197 Sensual, sensualidad
El Hijo del Hombre vendrá en la gloria Todo lo que atares en la tierra será
de su Padre, Mateo 16:27 (Mateo 25:31). atado en los cielos, Mateo 16:19 (Mateo
El día y la hora nadie sabe, sino solo mi 18:18; DyC 124:93; 132:46). Fuisteis sella-
Padre, Mateo 24:36 (DyC 49:7; JS—M dos con el Espíritu Santo de la promesa,
1:38–48). Este mismo Jesús, así vendrá Efe. 1:13.
como le habéis visto ir al cielo, Hech. Te doy poder de que cuanto sellares
1:11. El Señor mismo descenderá del en la tierra, sea sellado en los cielos,
cielo, 1 Tes. 4:16. El día del Señor ven- Hel. 10:7.
drá como ladrón en la noche, 2 Pe. 3:10. A ellos les es dado poder para sellar,
Viene el Señor con sus santas decenas de tanto en la tierra como en el cielo, DyC
millares, Judas 1:14. Viene con las nubes, 1:8. Los de la gloria celestial son sellados
y todo ojo le verá, Apoc. 1:7. por el Santo Espíritu de la promesa, DyC
Jesús ha sido levantado para juzgar al 76:50–70. Elías el Profeta entrega las lla-
mundo, 3 Ne. 27:14–18. ves del poder de sellar en manos de José
Preparaos, preparaos, porque el Señor Smith, DyC 110:13–16. Este es el poder
está cerca, DyC 1:12. Con poder y gran de sellar y ligar, DyC 128:14. La palabra
gloria me revelaré desde los cielos, y profética más segura significa que un
moraré en rectitud con los hombres so- hombre sepa que está sellado para vida
bre la tierra por mil años, DyC 29:9–12. eterna, DyC 131:5. Todos los convenios
Alza tu voz y proclama el arrepenti- que no son sellados por el Santo Espíritu
miento, preparando la vía del Señor de la promesa terminan cuando mueren
para su segunda venida, DyC 34:5–12. los hombres, DyC 132:7. La gran obra que
Soy Jesucristo, y vendré súbitamente a ha de efectuarse en los templos incluye
mi templo, DyC 36:8 (DyC 133:2). Pronto el sellamiento de los hijos a sus padres,
vendrá el día en que me veréis, y sabréis DyC 138:47–48.
que yo soy, DyC 38:8. El que me teme es-
tará esperando las señales de la venida Sem. Véase también Noé, patriarca
del Hijo del Hombre, DyC 45:39. La faz bíblico
del Señor será descubierta, DyC 88:95. En el Antiguo Testamento, hijo justo
El día grande y terrible del Señor está de Noé y el progenitor de las razas se-
cerca, DyC 110:16. Cuando se manifieste mitas, entre ellas, los árabes, hebreos,
el Salvador, lo veremos como es, DyC babilonios, sirios, fenicios y asirios (Gén.
130:1. El Salvador estará en medio de su 5:29–32; 6:10; 7:13; 9:26; 10:21–32; Moisés
pueblo y reinará, DyC 133:25. ¿Quién es 8:12). En la revelación de los últimos días
este que desciende de Dios en el cielo con se hace referencia a Sem como el “gran
ropas teñidas?, DyC 133:46 (Isa. 63:1). sumo sacerdote” (DyC 138:41).
Segundo Consolador. Véase Semblante. Véase Rostro
Consolador
Sensual, sensualidad. Véase también
Segundo estado. Véase Mortal, Adulterio; Castidad; Codiciar;
mortalidad Concupiscencia; Fornicación;
Sellamiento, sellar. Véase también Inmoralidad sexual
Elías el Profeta; Ordenanzas; Propensión o afición a los injustos
Sacerdocio placeres físicos, en especial a la inmo-
Hacer válidas en el cielo las ordenan- ralidad sexual.
zas que se efectúan por la autoridad del La mujer de su amo puso sus ojos en
sacerdocio en la tierra. Las ordenanzas José, Gén. 39:7.
quedan selladas cuando reciben la apro- Cualquiera que mira a una mujer para
bación del Santo Espíritu de la promesa, codiciarla, ya adulteró con ella en su co-
o sea, el Espíritu Santo. razón, Mateo 5:28 (3 Ne. 12:28). Os ruego
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Sentir 198
que os abstengáis de los deseos carnales 7:13–20. Korihor exige una señal, Alma
que batallan contra el alma, 1 Pe. 2:11. 30:48–60. Si nos muestras una señal del
Los deseos de la carne y los deseos de los cielo, entonces creeremos, Alma 32:17.
ojos no provienen del Padre, 1 Juan 2:16. La mayor parte del pueblo creyó en las
No te dejes llevar más por las concu- señales y prodigios, 3 Ne. 1:22. El pue-
piscencias de tus ojos, Alma 39:9. blo olvidó las señales y prodigios, 3 Ne.
Por haber transgredido las santas le- 2:1. No recibís ningún testimonio sino
yes, el hombre se volvió sensual, DyC hasta después de la prueba de vuestra
20:20. Si alguien comete adulterio en fe, Éter 12:6.
su corazón, no tendrá el Espíritu, DyC No exijáis milagros, a no ser que os lo
63:16. Cesad de todos vuestros deseos de mande, DyC 24:13. La fe no viene por las
concupiscencia, DyC 88:121. señales, mas las señales siguen a los que
Los hombres empezaron a ser carna- creen, DyC 63:7–11.
les, sensuales y diabólicos, Moisés 5:13 En aquellos días también se levantarán
(Mos. 16:3; Moisés 6:49). falsos Cristos y falsos profetas, y harán
grandes señales y prodigios, JS—M 1:22.
Sentir. Véase también Espíritu Santo
Señales de la Iglesia verdadera.
Percibir las indicaciones del Espíritu.
Véase Iglesia verdadera, señales de
Habíais dejado de sentir, de modo que la
no pudisteis sentir sus palabras, 1 Ne.
17:45. Al percibir esta sensación de cre- Señales de los tiempos. Véase también
cimiento, empezaréis a decir que esta es Segunda venida de Jesucristo;
una semilla buena, Alma 32:28. Señal; Últimos días, postreros días
Sentirás que está bien, DyC 9:8. Que Acontecimientos o experiencias que
todas las personas que entren en la casa Dios da a las personas para mostrarles
del Señor sientan tu poder, DyC 109:13. que ha sucedido o que pronto sucederá
algo importante relacionado con Su obra.
Señal. Véase también Iglesia
Se ha profetizado que en los postreros
verdadera, señales de la; Milagros;
días habrá muchas señales de la segunda
Señales de los tiempos
venida del Salvador. Esas señales per-
Acontecimiento o experiencia que se miten que los fieles reconozcan el plan
entiende como evidencia o prueba de de Dios, sean advertidos y se preparen.
algo. Por lo general, una señal es una ma-
Será confirmado el monte de la casa de
nifestación milagrosa de Dios. Satanás
Jehová como cabeza de los montes, Isa.
también tiene poder para mostrar seña-
2:2–3. Jehová alzará estandarte a nacio-
les bajo ciertas condiciones. Los santos nes lejanas y recogerá a Israel, Isa. 5:26
deben buscar los dones del Espíritu pero (2 Ne. 15:26–30). El sol se oscurecerá al
no deben buscar señales para satisfacer nacer, y la luna no dará su resplandor,
su curiosidad ni para apoyar su fe, sino Isa. 13:10 (Joel 3:15; DyC 29:14). Los hom-
que el Señor dará señales cuando lo crea bres traspasarán las leyes y quebranta-
oportuno para los que creen (DyC 58:64). rán el convenio sempiterno, Isa. 24:5.
El Señor mismo os dará señal, Isa. 7:14 Los nefitas susurrarán desde el polvo,
(2 Ne. 17:14). Dios hace señales y mara- Isa. 29:4 (2 Ne. 27). Israel será recogido
villas en el cielo y en la tierra, Dan. 6:27. con poder, Isa. 49:22–23 (1 Ne. 21:22–23;
La generación mala y adúltera de- 3 Ne. 20–21). Dios levantará un reino que
manda señal, Mateo 12:39 (Mateo 16:4; no será jamás destruido, Dan. 2:44 (DyC
Lucas 11:29). Estas señales seguirán a los 65:2). La guerra, los sueños y las visio-
que creen, Mar. 16:17 (Morm. 9:24; Éter nes precederán a la Segunda Venida,
4:18; DyC 84:65). Joel 2. Todas las naciones se reunirán
Sherem demanda una señal, Jacob para combatir contra Jerusalén, Zac. 14:2
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
199 Seol
(Ezeq. 38–39). Viene el día ardiente Señor. Véase también Jehová;
como un horno, Mal. 4:1 (3 Ne. 25:1; Jesucristo; Trinidad
DyC 133:64; JS—H 1:37). Título de profundo respeto y honra
Grandes desastres precederán a la hacia Dios el Padre y hacia Jesucristo,
Segunda Venida, Mateo 24 (JS—M 1). nuestro Salvador. El título se refiere a Su
Pablo describe la apostasía y los tiempos posición de señores supremos y amoro-
peligrosos, 2 Tim. 3–4. Dos testigos se- sos sobre Sus creaciones.
rán muertos y resucitarán en Jerusalén, Amarás al Señor tu Dios, Deut. 6:5
Apoc. 11 (DyC 77:15). El Evangelio será (Mateo 22:37; Mar. 12:30).
restaurado en los últimos días mediante Al Señor tu Dios adorarás, Mateo 4:10
el ministerio de ángeles, Apoc. 14:6–7 (Lucas 4:8). Cuán grandes cosas el Señor
(DyC 13; 27; 110:11–16; 128:8–24). Babilo- ha hecho, Mar. 5:19. Hay un Señor, Jesu-
nia se establecerá y caerá, Apoc. 17–18. cristo, 1 Cor. 8:6. Hay un Señor, una fe,
Israel será recogido con poder, 1 Ne. un bautismo, Efe. 4:5. El Señor mismo
21:13–26 (Isa. 49:13–26; 3 Ne. 20–21). Os descenderá del cielo, 1 Tes. 4:16.
doy una señal para que sepáis la época, Iré y haré lo que el Señor ha mandado,
3 Ne. 21:1. El Libro de Mormón aparecerá 1 Ne. 3:7. El Señor Jehová es mi forta-
por el poder de Dios, Morm. 8. leza, 2 Ne. 22:2. Con justicia juzgará el
Los lamanitas florecerán, DyC 49:24– Señor Dios a los pobres, 2 Ne. 30:9. El
25. Los inicuos matarán a los inicuos, Señor Dios, el Dios de Abraham, los
DyC 63:32–35 (Apoc. 9). Se derramará libró del cautiverio, Alma 29:11. Nada
la guerra sobre todas las naciones, DyC puede salvar a los de este pueblo sino el
87:2. Señales, conmociones de los ele- arrepentimiento y la fe en el Señor, Hel.
mentos y ángeles preparan el camino 13:6 (Mos. 3:12).
Escucha las palabras de Jesucristo, tu
para la venida del Señor, DyC 88:86–94.
Señor, DyC 15:1. Buscad siempre la faz
Las tinieblas cubrirán la tierra, DyC
del Señor, DyC 101:38. Los vestidos del
112:23–24. El Señor manda a los santos
Señor serán rojos en su segunda venida,
prepararse para la Segunda Venida,
DyC 133:48 (Isa. 63:1–4).
DyC 133.
Abraham habló con el Señor cara a
Señales del nacimiento y la muerte cara, Abr. 3:11. Creemos que el primer
de Jesucristo. Véase también principio del Evangelio es la fe en el Se-
Jesucristo ñor Jesucristo, AdeF 1:4.
Los acontecimientos que acompañaron Señor (o Jehová) de los Ejércitos o de
el nacimiento y la muerte de Jesucristo. las Huestes. Véase también Jesucristo
Su nacimiento: La virgen concebirá, y Otro nombre de Jesucristo, que reina
dará a luz un hijo, Isa. 7:14. De Belén sal- sobre los ejércitos (o huestes) del cielo
drá el que será Señor en Israel, Miq. 5:2. y la tierra y dirige a los justos contra la
Samuel el Lamanita profetizó que iniquidad (DyC 29:9; 121:23).
habría un día, una noche y otro día de Jehová de los ejércitos es el Rey de
luz; una nueva estrella; y otras señales, gloria, Sal. 24:10.
Hel. 14:2–6. Se cumplieron las señales, El Dios de Israel es el Señor de los
3 Ne. 1:15–21. Ejércitos, 1 Ne. 20:2.
Mi Espíritu no luchará siempre con
Su muerte: Samuel el Lamanita profe-
el hombre, dice el Señor de los Ejérci-
tizó que habría obscuridad, truenos y
tos, DyC 1:33.
relámpagos, Hel. 14:20–27. Las señales
se cumplieron, 3 Ne. 8:5–23. Seol. Véase Infierno
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Sepulcro 200
Sepulcro. Véase también Resurrección poco antes de enviarlos a proclamar el
Lugar de sepultura del cuerpo mortal. Evangelio (Mateo 5–7; Lucas 6:20–49),
Gracias a la Expiación, todos resucitarán y poco después del llamamiento de los
del sepulcro. Doce.
Aclaran este sermón la Traducción
Después de la resurrección de Cristo, de José Smith de la Biblia y también
se abrieron los sepulcros, y muchos cuer- otro sermón similar que se encuentra
pos se levantaron, Mateo 27:52–53 (3 Ne. en 3 Nefi 12 al 14, los cuales demuestran
23:9–13). ¿Dónde está, oh sepulcro, tu que se han perdido del relato de Mateo
victoria?, 1 Cor. 15:55. partes importantes del sermón.
La tumba entregará sus muertos, 2 Ne.
9:11–13. Serpiente de bronce. Véase también
Los que hayan dormido en sus sepul- Jesucristo; Moisés
cros saldrán, DyC 88:97–98. La pila bau- Serpiente de bronce que hizo Moisés
tismal es una semejanza del sepulcro, por mandato de Dios para que por ella
DyC 128:12–13. se sanaran los israelitas que habían reci-
bido mordeduras de serpientes ardientes
Seres trasladados
(venenosas) en el desierto (Núm. 21:8–9).
Personas que experimentan un cambio El símbolo de la serpiente se colocó en
de manera que no padecen el dolor ni la un palo y se levantó “en el desierto, para
muerte hasta el momento de su resurrec- que quien mirara a él, viviera; y muchos
ción a la inmortalidad. miraron y vivieron” (Alma 33:19–22).
Caminó Enoc con Dios, y desapareció, El Señor se refirió a la serpiente levan-
porque le llevó Dios, Gén. 5:24 (Heb. 11:5; tada en el desierto como a un símbolo
DyC 107:48–49). Ninguno conoce el lugar de que Él mismo sería levantado sobre
de sepultura de Moisés hasta hoy, Deut. la cruz (Juan 3:14–15). La revelación de
34:5–6 (Alma 45:19). Elías el Profeta su- los postreros días confirma el relato de
bió al cielo en un torbellino, 2 Rey. 2:11. las serpientes ardientes y de cómo se
Si quiero que él quede hasta que yo sanó la gente (1 Ne. 17:41; 2 Ne. 25:20;
venga, ¿qué a ti?, Juan 21:22–23 (DyC Hel. 8:14–15).
7:1–3).
Servicio. Véase también Amor;
Nunca probaréis la muerte, 3  Ne.
Bienestar
28:7. Para que no tuviesen que probar
la muerte, se verificó un cambio en sus Obras que efectuamos y atenciones
cuerpos, 3 Ne. 28:38 (4 Ne. 1:14; Morm. que brindamos a favor de Dios y de
8:10–11). nuestro prójimo. Al servir a los demás,
Juan el Amado vivirá hasta que venga también servimos a Dios.
el Señor, DyC 7. He llevado la Sion de Escogeos hoy a quién sirváis, Josué
Enoc a mi propio seno, DyC 38:4 (Moi- 24:15.
sés 7:21, 31, 69). Enoc y sus hermanos son En cuanto lo hicisteis a uno de estos
una ciudad reservada hasta que venga mis hermanos más pequeños, a mí lo
un día de rectitud, DyC 45:11–12. Elías hicisteis, Mateo 25:35–45. Que presen-
el Profeta fue llevado al cielo sin gustar téis vuestros cuerpos en sacrificio vivo,
la muerte, DyC 110:13. que es vuestro culto racional, Rom. 12:1.
El Espíritu Santo cayó sobre muchos, Servíos por amor los unos a los otros,
y fueron arrebatados hasta Sion, Moi- Gál. 5:13. Dios no es injusto para olvidar
sés 7:27. vuestra obra de amor, habiendo servido
a los santos, Heb. 6:10.
Sermón del Monte. Véase también Tus días se emplearán en el servicio
Bienaventuranzas; Jesucristo de tu Dios, 2 Ne. 2:3. Cuando os halláis
Discurso del Señor a Sus discípulos en el servicio de vuestros semejantes,
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
201 Simbolismo
solo estáis en el servicio de vuestro Dios, han de testificar de mi nombre en todo
Mos. 2:17. Quienes poseyeran esta tierra el mundo, DyC 124:138–139.
de promisión deberían servir a Dios o
Sherem. Véase también Anticristo
serían exterminados, Éter 2:8–12.
Vosotros que os embarcáis en el ser- Hombre del Libro de Mormón que
vicio de Dios, servidle con todo vuestro negó a Cristo y demandó una señal (Ja-
corazón, DyC 4:2. El Señor les dio man- cob 7:1–20).
damientos de que lo amaran y le sirvie-
Shiblón. Véase también Alma hijo de
ran a él, DyC 20:18–19. En el nombre de
Alma
Jesucristo servirás a Dios, DyC 59:5. Yo,
el Señor, me deleito en honrar a los que En el Libro de Mormón, hijo de Alma,
me sirven, DyC 76:5. hijo. Shiblón enseñó el Evangelio a los
Adora a Dios, porque a él solamente zoramitas y fue perseguido por su rec-
servirás, Moisés 1:15. titud. El Señor lo libró de la persecución
debido a su fidelidad y paciencia (Alma
Set. Véase también Adán 38). Durante una temporada, Shiblón se
En el Antiguo Testamento, hijo justo hizo cargo de los anales nefitas (Alma
de Adán y Eva. 63:1–2, 11–13).
Set fue un hombre perfecto, y su se- Shiz. Véase también Jareditas
mejanza era la imagen expresa de su En el Libro de Mormón, dirigente mi-
padre, DyC 107:42–43 (Gén. 5:3). Set era litar jaredita. Murió al finalizar una gran
uno de los poderosos en el mundo de batalla que destruyó enteramente a la
los espíritus, DyC 138:40. nación jaredita (Éter 14:17–15:31).
Dios se reveló a Set, Moisés 6:1–3, 8–14.
Siega
Setenta. Véase también Apóstol;
Sacerdocio de Melquisedec En las Escrituras, a veces se utiliza el
vocablo siega en sentido figurado para
Oficio del Sacerdocio de Melquisedec referirse a la obra misional de traer al-
al cual se ordena a los varones. En la ac- mas a la Iglesia, la cual es el reino de
tualidad, son miembros de los cuórums Dios sobre la tierra; también puede re-
de los Setenta las Autoridades Generales ferirse a un tiempo de juicio, tal como la
y los Setentas de Área. Los Setenta sirven segunda venida de Jesucristo.
en el nombre del Señor bajo la dirección
Pasó la siega, terminó el verano, y
de la Primera Presidencia y del Cuó-
nosotros no hemos sido salvos, Jer. 8:20
rum de los Doce Apóstoles (véase DyC
(DyC 56:16).
107:34). Ellos dedican todo su tiempo al
La mies es mucha, mas los obreros
ministerio.
pocos, Mateo 9:37. La siega es el fin del
Designó el Señor también a otros se- siglo, Mateo 13:39. Todo lo que el hom-
tenta, Lucas 10:1. bre sembrare, eso también segará, Gál.
Los Setenta son llamados para predi- 6:7–9 (DyC 6:33).
car el Evangelio y para ser testigos espe- El campo blanco está ya para la siega,
ciales de Jesucristo, DyC 107:25–26. Los DyC 4:4. La siega habrá terminado y
Setenta obrarán en el nombre del Señor vuestras almas estarán sin salvar, DyC
bajo la dirección de los Doce, edificando 45:2. Ha llegado la hora de la cosecha, y
la Iglesia y regulando todos los asuntos es menester que se cumpla mi palabra,
de ella en todas las naciones, DyC 107:34. DyC 101:64.
Escoge a otros setenta, hasta setenta
veces siete, si la obra lo requiere, DyC Simbolismo
107:93–97. El cuórum de setentas se ha El usar algo como semejanza o repre-
instituido para los élderes viajantes que sentación de otra cosa. En las Escrituras,
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Simeón 202
el simbolismo se vale de un objeto, una Simón Pedro. Véase Pedro
circunstancia o un acontecimiento co-
Sin Fin. Véase también Trinidad
nocido para representar un principio o
enseñanza del Evangelio. Por ejemplo, Uno de los nombres de Dios que re-
el profeta Alma, del Libro de Mormón, fleja Su naturaleza eterna (DyC 19:10–12;
usó el ejemplo de una semilla para re- Moisés 1:3; 7:35).
presentar la palabra de Dios (Alma 32).
Sinagoga. Véase también Judíos
En todas las Escrituras, los profetas
han utilizado el simbolismo para en- Centro de reunión para fines religio-
señar acerca de Jesucristo. Algunos de sos. En la época del Nuevo Testamento,
estos símbolos son las ceremonias y or- el mobiliario generalmente era sencillo
denanzas (Moisés 6:63), los sacrificios y constaba de un arca que contenía los
(Heb. 9:11–15; Moisés 5:7–8), la Santa rollos de la ley y otros escritos sagrados,
Cena (TJS, Mar. 14:20–24 [Apéndice — un escritorio de lectura y asientos para
Biblia]; Lucas 22:13–20) y el bautismo los feligreses.
(Rom. 6:1–6; DyC 128:12–13). Muchos Los asuntos de cada sinagoga en par-
nombres bíblicos son simbólicos. En el ticular los dirigía el concilio local de
Antiguo Testamento, la ceremonia del los ancianos, quienes decidían a quién
tabernáculo y la ley de Moisés simboli- se debía admitir y a quién se debía ex-
zaban verdades eternas (Heb. 8–10; Mos. cluir (Juan 9:22; 12:42). El oficial más
13:29–32; Alma 25:15; Hel. 8:14–15). Como importante era el principal de la sina-
ejemplo de otros temas simbólicos, véase goga (Mar. 5:22; Lucas 13:14), el cual ge-
Mateo 5:13–16; Juan 3:14–15; Jacob 4:5; neralmente era escriba; tenía a su cargo
Alma 37:38–45. el edificio y supervisaba los distintos
servicios. También había un ayudante
Simeón. Véase también Israel; Jacob que desempeñaba tareas menores (Lu-
hijo de Isaac cas 4:20).
En el Antiguo Testamento, el segundo Había sinagogas en todo pueblo en el
hijo de Jacob y de su esposa Lea (Gén. que había judíos, tanto en Palestina como
29:33; 35:23; Éx. 1:2). Se unió a Leví en la en otras partes. Eso probó ser una gran
matanza de los siquemitas (Gén. 34:25– ayuda para la expansión del evangelio
31). La profecía de Jacob concerniente a de Jesucristo, pues por lo general los
Simeón se encuentra en Génesis 49:5–7. primeros misioneros cristianos podían
hablar allí y proclamar la palabra de
La tribu de Simeón: Los descendientes
Dios (Hech. 13:5, 14; 14:1; 17:1, 10; 18:4).
de Simeón moraron a menudo con la
Esta misma práctica existió entre los mi-
tribu de Judá y dentro de los límites de
sioneros en la época del Libro de Mor-
ese reino (Josué 19:1–9; 1 Cró. 4:24–33).
món (Alma 16:13; 21:4–5; 32:1), así como
La tribu de Simeón se unió a Judá en la
también entre muchos misioneros en los
batalla contra los cananeos (Jue. 1:3, 17).
comienzos de la Iglesia en esta dispen-
Posteriormente se unieron también a los
sación (DyC 66:7; 68:1).
ejércitos de David (1 Cró. 12:25).
Sinaí, monte. Véase también Ley de
Simiente de Abraham. Véase
Moisés; Moisés
Abraham — La descendencia de
Abraham Monte de la península del Sinaí, cerca
del cual Moisés y los israelitas acam-
Simón el Cananita paron tres meses después de su éxodo
En el Nuevo Testamento, uno de los de Egipto; también se le llama el monte
Doce Apóstoles originales de Jesucristo Horeb (Éx. 3:1). Allí fue donde Dios dio
(Mateo 10:2–4). Su ley a Moisés para la casa de Israel, y
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
203 Smith, hijo, José
donde se construyó el tabernáculo (Éx. para la Iglesia. Ella también sirvió como
19:2; 20:18; 24:12; 32:15). la primera presidenta de la Sociedad de
Socorro.
Sion. Véase también Enoc; Nueva
Jerusalén Se da una revelación sobre la voluntad
del Señor concerniente a Emma Smith,
Los puros de corazón (DyC 97:21);
también significa el lugar donde estos vi- DyC 25. El Señor aconseja a Emma Smith
ven. La ciudad que edificaron Enoc y su con respecto al matrimonio, DyC 132:51–
pueblo y que posteriormente fue llevada 56.
al cielo debido a la rectitud de sus habi- Smith, hijo, José. Véase también
tantes, se llamó Sion (DyC 38:4; Moisés Doctrina y Convenios; José Smith,
7:18–21, 69). En los postreros días se edi- Traducción de (TJS); Libro de
ficará una ciudad llamada Sion cerca del
Mormón; Perla de Gran Precio;
condado de Jackson, estado de Misuri
Primera Visión; Restauración del
(EE. UU.), en donde se congregarán las
Evangelio
tribus de Israel (DyC 103:11–22; 133:18).
Se aconseja a los santos edificar Sion El profeta escogido para restaurar
dondequiera que vivan en el mundo. en la tierra la verdadera Iglesia de Je-
La ciudad de David se llamaba Sion, sucristo. José Smith nació en el estado
1 Rey. 8:1. De Sion saldrá la ley, Isa. 2:2–3 de Vermont en los Estados Unidos de
(Miq. 4:2; 2 Ne. 12:2–3). Vendrá el Reden- América y vivió desde 1805 hasta 1844.
tor a Sion, Isa. 59:20. Os tomaré uno de En 1820, Dios el Padre y Jesucristo
cada ciudad, y dos de cada familia, y os se le aparecieron y le informaron que
introduciré en Sion, Jer. 3:14. En el monte ninguna de las iglesias existentes sobre
de Sion y en Jerusalén habrá salvación, la tierra era verdadera (JS—H 1:1–20).
Joel 2:32 (Abd. 1:17). Posteriormente le visitó el ángel Moroni,
Bienaventurados aquellos que pro- quien le reveló el lugar donde estaban
curen establecer a mi Sion, 1 Ne. 13:37. escondidas las planchas de oro que con-
Las hijas de Sion son altivas, 2 Ne. 13:16 tenían los anales de los antiguos pue-
(Isa. 3:16). ¡Ay del reposado en Sion!, blos del continente americano (JS—H
2 Ne. 28:19–25. 1:29–54).
Procurad sacar a luz y establecer la José Smith tradujo esas planchas de
causa de Sion, DyC 6:6 (DyC 11:6). Yo lo oro y en 1830 publicó la traducción con
he inspirado para impulsar la causa de el título de El Libro de Mormón (JS—H
Sion con gran poder para hacer lo bueno, 1:66–67, 75). En 1829, recibió la autoridad
DyC 21:7. La Nueva Jerusalén se llamará del sacerdocio de manos de Juan el Bau-
Sion, DyC 45:66–67. Independence, Mi- tista y de Pedro, Santiago y Juan (DyC
suri, es el sitio para la ciudad de Sion, 13; 27:12; 128:20; JS—H 1:68–70).
DyC 57:1–3. Queda por derramarse un
El 6 de abril de 1830, bajo la dirección
azote sobre los hijos de Sion hasta que
y el mandato de Dios, José Smith y va-
se arrepientan, DyC 84:58.
rias personas más organizaron la Iglesia
El Señor llamó Sion a su pueblo, por-
que eran uno en corazón y voluntad, restaurada de Jesucristo (DyC 20:1–4).
Moisés 7:18–19. Sion (la Nueva Jerusa- Bajo la dirección de José Smith, la Iglesia
lén) será edificada sobre el continente creció en Canadá, en Inglaterra, y en la
americano, AdeF 1:10. zona este de los Estados Unidos, sobre
todo en los estados de Ohio, Misuri e
Smith, Emma Hale. Véase también Illinois. Dondequiera que se establecían
Smith, hijo, José José Smith y los santos, eran duramente
Esposa del profeta José Smith. El Señor perseguidos. El 27 de junio de 1844, José
le mandó hacer una selección de himnos Smith y su hermano Hyrum murieron
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Smith, Hyrum 204
como mártires en Carthage, Illinois, en mártir al lado de José Smith en la cárcel
los Estados Unidos de América. de Carthage.
José, el hijo de Jacob, profetizó sobre Dios reveló instrucciones a Hyrum
José Smith, 2 Ne. 3:6–15. por medio de su hermano José Smith,
Sabiendo las calamidades que sobre- DyC 11; 23:3. Bendito es mi siervo Hy-
vendrían a los habitantes de la tierra, rum Smith, a causa de la integridad de
llamé a mi siervo José Smith, hijo, DyC su corazón, DyC 124:15. Se llama a Hy-
1:17 (DyC 19:13). José Smith fue ordenado rum Smith a ocupar el oficio de patriarca
apóstol de Jesucristo y primer élder de de la Iglesia, DyC 124:91–96, 124. José y
esta iglesia, DyC 20:2. Pedro, Santiago Hyrum Smith murieron como márti-
y Juan ordenaron a José Smith al apos- res en la cárcel de Carthage, DyC 135.
tolado, DyC 27:12. José Smith y Sidney Hyrum Smith y otros espíritus selectos
Rigdon testificaron que vieron al Unigé- fueron reservados para nacer en el cum-
nito del Padre, DyC 76:23. Junto con Oli- plimiento de los tiempos, DyC 138:53.
ver Cowdery, José Smith vio al Señor en
Smith, Joseph F.
una visión, DyC 110:1–4. El Señor llamó
a José Smith a ser el élder presidente, tra- Sexto Presidente de la Iglesia; el único
ductor, revelador, vidente y profeta, DyC hijo de Hyrum Smith y su esposa Mary
124:125. José Smith ha hecho más por la Fielding. Nació el 13 de noviembre de
salvación del hombre que cualquier otro, 1838 y murió el 19 de noviembre de 1918.
exceptuando solo a Jesús, DyC 135:3. Joseph F. Smith recibió una visión
Escrituras que han salido a luz por medio sobre la redención de los muertos, DyC
del profeta José Smith: José Smith tradujo 138.
partes de las planchas de oro que le en- Smith, Lucy Mack. Véase también
tregó el ángel Moroni, y esa traducción Smith, hijo, José; Smith, padre,
se publicó en 1830 como el Libro de Mor- Joseph
món. También recibió muchas revelacio-
Madre del profeta José Smith y esposa
nes del Señor en las que se establecían
de Joseph Smith, padre (JS—H 1:4, 7, 20).
las doctrinas y la organización básicas de
Nació el 8 de julio de 1776 y murió el 5
la Iglesia. Muchas de esas revelaciones
de mayo de 1856.
se recopilaron para formar lo que ahora
se conoce como Doctrina y Convenios. El profeta José Smith vio a su madre en
También se debe a él el haber sacado a una visión del reino celestial, DyC 137:5.
luz el libro la Perla de Gran Precio, el Smith, padre, Joseph. Véase también
cual contiene traducciones inspiradas Smith, hijo, José; Smith, Lucy Mack
de algunos de los escritos de Moisés,
Abraham y Mateo; extractos de su his- Padre del profeta José Smith. Nació
toria y testimonio personal; y trece afir- el 12 de julio de 1771. Se casó con Lucy
maciones de la doctrina y las creencias Mack, con quien tuvo nueve hijos (JS—H
de la Iglesia. 1:4). Fue creyente fiel en la Restauración
de los últimos días y fue el primer Pa-
Smith, Hyrum. Véase también Smith, triarca de la Iglesia. Murió el 14 de sep-
hijo, José tiembre de 1840.
Hermano mayor y fiel compañero de El Señor le reveló instrucciones me-
José Smith. Hyrum nació el 9 de febrero diante su hijo José, DyC 4; 23:5. Continúe
de 1800. Sirvió como ayudante de José con su familia mi anciano siervo Joseph
Smith en la presidencia de la Iglesia, Smith, padre, DyC 90:20. Mi anciano
y también como segundo Patriarca de siervo Joseph Smith, padre, se sienta a
esta. El 27 de junio de 1844, murió como la diestra de Abraham, DyC 124:19. José
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
205 Suertes
Smith, hijo, vio a su padre en una visión murmurado, 1 Ne. 3:6. Los que recibie-
del reino celestial, DyC 137:5. ron a los profetas fueron preservados,
Un ángel mandó a José Smith, hijo, 3 Ne. 10:12–13. Bienaventurados sois si
hablar a su padre acerca de la visión que prestáis atención a las palabras de estos
había recibido, JS—H 1:49–50. doce, 3 Ne. 12:1.
Smith, Samuel H. Véase también Sea por mi propia voz o por la voz
Smith, hijo, José de mis siervos, es lo mismo, DyC 1:38.
Recibiréis su palabra como si viniera
Hermano menor del profeta José
de mi propia boca, DyC 21:5. El que re-
Smith (JS—H 1:4). Nació en 1808 y mu-
cibe a mis siervos, me recibe a mí, DyC
rió en 1844. Fue uno de los Ocho Testigos
84:35–38. Quien me recibe a mí, recibe
del Libro de Mormón y sirvió como uno
a los que he enviado, DyC 112:20. Si los
de los primeros misioneros de la Iglesia
restaurada (DyC 23:4; 52:30; 61:33–35; de mi pueblo no escuchan la voz de es-
66:7–8; 75:13). tos hombres que he nombrado, no serán
bendecidos, DyC 124:45–46.
Sodoma. Véase también Gomorra
Sueños. Véase también Revelación
En el Antiguo Testamento, ciudad
inicua que destruyó el Señor (Gén. Uno de los medios por los cuales Dios
19:12–29). revela Su voluntad a los hombres y a las
mujeres sobre la tierra; no obstante, no
Sofonías todos los sueños son revelaciones. Los
Profeta del Antiguo Testamento que sueños inspirados son fruto de la fe.
vivió durante el reinado de Josías (639 Soñó con una escalera que subía al
al 608 a.C.) cielo, Gén. 28:12. Soñó José un sueño,
El libro de Sofonías: En el capítulo 1, se Gén. 37:5. Le apareceré en visión, en
habla de un día venidero que estará lleno sueños hablaré con él, Núm. 12:6. Tuvo
de ira y asolamiento. En el capítulo 2, se Nabucodonosor sueños, Dan. 2:1–3.
amonesta al pueblo de Israel instándolo Vuestros ancianos soñarán sueños, Joel
a buscar la rectitud y la mansedumbre. 2:28 (Hech. 2:17).
En el capítulo 3, se habla de la Segunda Un ángel del Señor le apareció en sue-
Venida, cuando todas las naciones se ños, Mateo 1:20 (Mateo 2:19).
reunirán para entablar la guerra; no obs- Lehi escribió muchas cosas que había
tante, el Señor reinará en medio de ellas.
visto en sueños, 1 Ne. 1:16. Lehi tuvo un
Sostenimiento de líderes de la sueño, 1 Ne. 8.
Iglesia. Véase también Común
Suertes
acuerdo
Manera de hacer una elección o de
Prometer prestar apoyo a los que sir-
ven en puestos de liderazgo tanto a nivel eliminar varias posibilidades, lo cual a
general como local de la Iglesia. menudo se hace mediante la selección de
un pedazo de papel o de un palito entre
Pondrás a Josué delante de toda la
varios. A esto se le llama echar suertes.
congregación, y le darás el cargo en pre-
sencia de todos, Núm. 27:18–19. El pue- Repartieron entre sí sus vestidos,
blo clamó, diciendo: ¡Viva el rey!, 1 Sam. echando suertes, Mateo 27:35 (Sal. 22:18;
10:24. Creed a sus profetas, y seréis pros- Mar. 15:24; Lucas 23:34; Juan 19:24). Les
perados, 2 Cró. 20:20. echaron suertes, y la suerte cayó sobre
Obedeced a vuestros pastores, Heb. Matías, Hech. 1:23–26.
13:17. Echamos suertes para ver cuál de no-
El Señor te favorecerá porque no has sotros iría a la casa de Labán, 1 Ne. 3:11.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Sumo consejo 206
Sumo consejo Supercherías sacerdotales
Consejo de doce sumos sacerdotes. El que los hombres prediquen y se
En los comienzos de la Iglesia restau- constituyan a sí mismos como una luz
rada, el término sumo consejo se refería al mundo, con el fin de obtener lucro y la
a dos grupos distintos que gobernaban alabanza del mundo, sin buscar, en nin-
la Iglesia: (1) el Cuórum de los Doce gún sentido, el bien de Sion (2 Ne. 26:29).
Apóstoles (DyC 107:33, 38) y (2) el sumo Apacentad la grey de Dios, no por ga-
consejo que servía dentro de cada una nancia deshonesta, 1 Pe. 5:2.
de las estacas (DyC 102; 107:36). Las iglesias que se hayan establecido
Sumo sacerdocio. Véase Sacerdocio para obtener ganancia, deben ser hu-
de Melquisedec milladas, 1 Ne. 22:23 (Morm. 8:32–41).
A causa de supercherías sacerdotales
Sumo sacerdote. Véase también e iniquidades, Jesús sería crucificado,
Sacerdocio Aarónico; Sacerdocio de 2 Ne. 10:5. Si la superchería sacerdotal
Melquisedec fuese impuesta sobre este pueblo, resul-
Oficio en el sacerdocio. En las Escri- taría en su entera destrucción, Alma 1:12.
turas se habla del “sumo sacerdote” con El día en que los gentiles estén llenos de
dos significados: (1) un oficio en el Sa- toda clase de supercherías sacerdotales,
cerdocio de Melquisedec, y (2) el oficial 3 Ne. 16:10.
presidente del Sacerdocio Aarónico, bajo
la ley de Moisés. Tabaco. Véase Palabra de Sabiduría
El primer significado se aplica a
Jesucristo como el gran Sumo Sacerdote. Tabernáculo. Véase también Arca del
Adán y todos los patriarcas también convenio; Lugar Santísimo; Templo,
fueron sumos sacerdotes. En la actuali- Casa del Señor
dad, tres sumos sacerdotes presidentes Una casa del Señor; centro de ado-
integran la Presidencia de la Iglesia y ración de Israel durante el Éxodo de
presiden a todos los demás poseedores Egipto. En realidad, el tabernáculo era
del sacerdocio y miembros de la Iglesia. un templo portátil que podía desarmarse
Hoy día, se ordena a varones dignos y volverse a armar. Los hijos de Israel
como sumos sacerdotes adicionales, se- utilizaron un tabernáculo hasta que se
gún estos se necesiten, en toda la Igle- terminó la construcción del templo de
sia. A los sumos sacerdotes se les puede Salomón (DyC 124:38).
llamar, apartar y ordenar como obispos Dios le reveló a Moisés la forma en que
(DyC 68:19; 107:69–71). debían hacer el tabernáculo (Éx. 26–27),
En el segundo significado, bajo la ley y los hijos de Israel lo construyeron si-
de Moisés se llamaba sumo sacerdote guiendo esas instrucciones (Éx. 35–40).
al oficial presidente del Sacerdocio Aa- Cuando se terminó la construcción, una
rónico. Ese oficio era hereditario y lo nube cubrió la tienda de reunión y la
recibían los primogénitos de la familia gloria de Jehová llenaba el tabernáculo
de Aarón. Aarón mismo fue el primer (Éx. 40:33–34). La nube, que era señal de
sumo sacerdote del orden Aarónico (Éx. la Presencia Divina, tenía el aspecto de
28–29; Lev. 8; DyC 84:18). fuego durante la noche; si la nube per-
Melquisedec era sacerdote del más alto manecía sobre la tienda, los hijos de Is-
Dios, Gén. 14:18 (Alma 13:14). rael acampaban, pero cuando se alzaba,
Los sumos sacerdotes fueron llama- la seguían (Éx. 40:36–38; Núm. 9:17–18).
dos y preparados desde la fundación Los hijos de Israel llevaron el taber-
del mundo, Alma 13:1–10. náculo consigo durante su peregrinaje
Los sumos sacerdotes administran por el desierto y durante la conquista
las cosas espirituales, DyC 107:10, 12, 17. de la tierra de Canaán. Terminada la
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
207 Templo, Casa del Señor
conquista, se asentó el tabernáculo en Ocupaos en vuestra salvación con te-
Silo, lugar que el Señor había elegido mor y temblor, Filip. 2:12. Temed a Dios,
(Josué 18:1). Después que los hijos de y dadle gloria, Apoc. 14:7 (DyC 88:104).
Israel terminaron de construir el templo Los profetas agitaban constantemente
de Salomón, el tabernáculo no volvió a al pueblo para mantenerlo en el temor
mencionarse jamás. del Señor, Enós 1:23. Alma y los hijos de
Al hablar del día de la Segunda Ve- Mosíah cayeron al suelo porque el te-
nida, el Señor e Isaías usaron el taber- mor del Señor les sobrevino, Alma 36:7.
náculo como símbolo de las ciudades Labrad vuestra salvación con temor y
de Sion y de Jerusalén. (Isa. 33:20; Moi- temblor, Morm. 9:27.
sés 7:62). Aquellos que no me temen, a ellos in-
quietaré y haré que tiemblen, DyC 10:56.
Talento El que me teme estará esperando las se-
Antigua medida de peso o suma ele- ñales de la venida del Hijo del Hombre,
vada de dinero. Se utilizó también como DyC 45:39.
símbolo de algo de gran valor, como por Temor al hombre: No temas, porque
ejemplo el evangelio de Jesucristo (Mateo yo estoy contigo, Gén. 26:24 (Isa. 41:10).
25:14–29; Éter 12:35; DyC 60:2, 13). Con nosotros está Jehová; no los temáis,
Taylor, John Núm. 14:9. No tengas miedo, porque más
son los que están con nosotros, 2 Rey.
Tercer Presidente de La Iglesia de Jesu-
6:16. No temeré; ¿Qué puede hacerme
cristo de los Santos de los Últimos Días.
el hombre?, Sal. 56:4. No temáis afrenta
Se le llamó al Consejo de los Doce, de hombre, Isa. 51:7 (2 Ne. 8:7).
DyC 118:6 (DyC 124:128–129). Fue herido No nos ha dado Dios espíritu de co-
en la misma ocasión del martirio, DyC bardía, 2 Tim. 1:7. El perfecto amor echa
135:2. Estaba entre los grandes que vio fuera el temor, 1 Juan 4:18 (Moro. 8:16).
Joseph F. Smith en el mundo de los es- Los hijos de Helamán no temían la
píritus, DyC 138:53–56. muerte, Alma 56:46–48. El temor a la
Teáncum muerte llena el pecho de los inicuos,
Morm. 6:7. No temo lo que el hombre
Gran dirigente militar nefita del Libro haga, Moro. 8:16.
de Mormón (Alma 50:35; 51–52; 61–62). No debiste haber temido al hombre
Temor. Véase también Fe; Reverencia; más que a Dios, DyC 3:7 (DyC 30:1, 11;
Valor, valiente 122:9). No tengáis miedo de hacer lo
bueno, DyC 6:33. Quienes pertenecen a
El vocablo temor puede tener dos sig-
mi iglesia no necesitan temer, DyC 10:55.
nificados: (1) el sentir temor a Dios es
Si estáis preparados, no temeréis, DyC
sentir reverencia y admiración por Él y
38:30. Si os despojáis de todo temor, me
obedecer Sus mandamientos; (2) el sen-
veréis, DyC 67:10. Sed de buen ánimo, y
tir temor a los hombres, a los peligros
no temáis, porque Yo, el Señor, estoy con
mortales, al dolor y al mal es tenerles
vosotros, DyC 68:6. No temáis a vuestros
miedo y pavor.
enemigos, DyC 136:17.
Temor de Dios: No hay temor de Dios
en este lugar, Gén. 20:11. A Jehová tu Templo, Casa del Señor. Véase
Dios temerás, Deut. 6:13 (Josué 24:14; también Investidura; Lugar
1 Sam. 12:24). Servid a Jehová con temor, Santísimo; Ordenanzas;
Sal. 2:11. El principio de la sabiduría es Tabernáculo
el temor de Jehová, Sal. 111:10. Teme a Literalmente, la Casa del Señor. Él
Jehová, y apártate del mal, Prov. 3:7. Les siempre ha mandado a Su pueblo edifi-
irá bien a los que a Dios temen, Ecle. 8:12. car templos, santuarios sagrados en los
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Templo de Kirtland, Ohio (EE. UU.) 208
cuales los miembros dignos de la Iglesia aquí, DyC 110:7–8. A mi pueblo siem-
efectúan las ordenanzas y ceremonias pre se le manda construir una casa a
sagradas del Evangelio por ellos mismos mi santo nombre, DyC 124:39. La gran
y también a favor de los muertos. Debido obra para efectuarse en los templos del
a que el Señor visita Sus templos, estos Señor abarca el sellamiento de los hijos
son más sagrados que cualquiera de los a sus padres, DyC 138:47–48. En la gran
centros de adoración de la tierra. obra de los últimos días se incluye la
El tabernáculo que erigieron Moisés y construcción de templos, DyC 138:53–54.
los hijos de Israel en realidad era un tem-
Templo de Kirtland, Ohio (EE. UU.)
plo portátil que los israelitas utilizaron
durante su éxodo de Egipto. El primer templo que edificó la Igle-
El templo más conocido de los que se sia en esta dispensación de los últimos
mencionan en el Antiguo Testamento días, el cual construyeron los santos en
es el que se construyó en Jerusalén en Kirtland, siguiendo el mandato del Se-
la época de Salomón (2 Cró. 2–5). Los ñor (DyC 94:3–9). Uno de los propósitos
babilonios lo destruyeron casi en su to- fue proporcionar un lugar donde los
talidad en el año 587 a.C., y Zorobabel miembros dignos de la Iglesia pudieran
lo restauró unos setenta años después recibir poder, autoridad e iluminación
(Esdras 1–6). Este edificio fue incendiado espiritual (DyC 109–110). Se dedicó el
parcialmente en el año 37 a.C., pero más 27 de marzo de 1836; la oración dedica-
adelante Herodes el Grande lo volvió a toria la recibió el profeta José Smith por
reconstruir. Los romanos lo destruyeron revelación (DyC 109). El Señor dio varias
en el año 70 de nuestra era. revelaciones importantes y restauró las
En el Libro de Mormón los seguidores llaves esenciales del sacerdocio en ese
justos de Dios construyeron templos y templo (DyC 110; 137). El templo no se
adoraron en ellos (2 Ne. 5:16; Mos. 1:18; usó para llevar a cabo la plenitud de las
3 Ne. 11:1). La construcción y el uso co- ordenanzas que se realizan en los tem-
rrecto de los templos son, en cualquier plos de la actualidad.
dispensación, señales de la Iglesia ver- Templo, matrimonio en el. Véase
dadera, incluso la Iglesia restaurada de Matrimonio
nuestros tiempos. El Templo de Kirtland
fue el primero que se edificó y se dedicó Tentación, tentar. Véase también
al Señor en esta dispensación. Desde esa Albedrío; Diablo; Perseverar
época, se han dedicado templos en mu- Prueba de la capacidad de una persona
chas partes del mundo. para escoger el bien en lugar de escoger
¿Quién estará en su lugar santo?, Sal. el mal. Incitación a pecar y a seguir a Sa-
24:3–5. Subamos a la casa del Dios de Ja- tanás en lugar de seguir a Dios.
cob, Isa. 2:2–3 (Miq. 4:1–2; 2 Ne. 12:2–3). No nos metas en tentación, mas lí-
Vendrá súbitamente a su templo el Se- branos del mal, Mateo 6:13 (3 Ne. 13:12).
ñor, Mal. 3:1 (3 Ne. 24:1; DyC 36:8; 42:36). Dios no os dejará ser tentados más de lo
Jesús purificó el templo, Mateo 21:12– que podéis resistir, 1 Cor. 10:13. Cristo
16 (Mar. 11:15–18; Lucas 19:45–48). fue tentado en todo según nuestra se-
El Señor mandó a los santos construir mejanza, Heb. 4:14–15. Bienaventurado
un templo en Misuri, DyC 57:3 (DyC el varón que soporta la tentación, Stg.
84:3–5). Estableced una casa de Dios, 1:12–14.
DyC 88:119 (DyC 109:8). El Señor repren- Las tentaciones del adversario no pue-
dió a los santos por no haber construido den vencer a quienes escuchen la palabra
un templo, DyC 95:1–12. No entraré en de Dios, 1 Ne. 15:24 (Hel. 5:12). El hombre
templos inmundos, DyC 97:15–17. He no podía actuar por sí a menos que lo
aceptado esta casa, y mi nombre estará atrajera lo uno o lo otro, 2 Ne. 2:11–16.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
209 Testigos del Libro de Mormón
Velad y orad incesantemente, para que solemne de la verdad basada en el co-
no seáis tentados más de lo que podáis nocimiento o la creencia personal.
resistir, Alma 13:28. Enséñales a resistir El Consolador dará testimonio de mí,
toda tentación del diablo, con su fe en el Juan 15:26. Nos mandó que predicáse-
Señor Jesucristo, Alma 37:33. Orad siem- mos y testificásemos, Hech. 10:42.
pre, no sea que entréis en tentación, 3 Ne. Tres testigos testificarán de la ver-
18:15, 18 (DyC 20:33; 31:12; 61:39). dad, 2 Ne. 27:12. El poder del Espíritu
Cuídate del orgullo, no sea que en- Santo lo lleva al corazón de los hijos de
tres en tentación, DyC 23:1. Adán vino los hombres, 2 Ne. 33:1. Las Escrituras
a quedar sujeto a la voluntad del diablo, testifican de Cristo, Jacob 7:10–11 (Juan
por haber cedido a la tentación, DyC
5:39). Os testifico que yo sé que estas
29:39–40.
cosas de que he hablado son verdade-
Me vi sujeto a toda especie de tenta-
ras, Alma 5:45 (Alma 34:8). Tomamos la
ciones, JS—H 1:28.
Santa Cena para testificar al Padre que
Tesalonicenses, epístolas a los. Véase siempre guardaremos sus mandamien-
también Pablo; Pablo, epístolas de tos y nos acordaremos de Jesucristo,
Dos libros del Nuevo Testamento. Ori- 3 Ne. 18:10–11 (Moro. 4–5; DyC 20:77–79).
ginalmente fueron cartas que escribió Testificaréis de ellas por el poder de
Pablo a los tesalonicenses durante su Dios, DyC 17:3–5. Lo que el Espíritu os
estancia en Corinto, en su primera visita testifique, eso quisiera yo que hicieseis,
a Europa; esto fue aproximadamente en DyC 46:7. Os envié para testificar y amo-
el año 50 d.C. En el capítulo 17 de Hechos nestar, DyC 88:81.
se describe su obra en Tesalónica. Pablo Testigo. Véase también Testimonio
deseaba regresar a ese lugar pero no po-
día hacerlo (1 Tes. 2:18), por lo que envió Alguien que afirma una cosa o la ates-
a Timoteo a dar ánimo a los conversos y tigua basándose en su conocimiento per-
regresar con noticias suyas. La primera sonal, o sea, alguien que da testimonio.
carta resultó del agradecimiento que Me seréis testigos, Hech. 1:8.
Pablo sintió por el regreso de Timoteo. Estáis dispuestos a ser testigos de Dios
Primera Epístola a los Tesalonicenses: En en todo tiempo, Mos. 18:8–9.
los capítulos 1 y 2, se encuentra la salu- La ley de testigos: por boca de dos o
tación de Pablo y su oración en beneficio tres testigos se establecerá toda palabra,
de los santos; en los capítulos del 3 al 5, DyC 6:28 (Deut. 17:6; Mateo 18:16; 2 Cor.
se dan instrucciones relacionadas con el 13:1; Éter 5:4; DyC 128:3). Os he ordenado
crecimiento espiritual, el amor, la casti- para ser apóstoles y testigos especiales
dad, la diligencia y la segunda venida de mi nombre, DyC 27:12 (DyC 107:23).
de Jesucristo. Los Setenta son llamados para ser testi-
gos especiales a los gentiles y en todo el
Segunda Epístola a los Tesalonicenses: En
mundo, DyC 107:25. Que esté presente
el capítulo 1, hay una oración a favor de
un registrador para que sea testigo ocu-
los santos. En el capítulo 2, se habla de
lar de vuestros bautismos, DyC 127:6
la apostasía venidera. En el capítulo 3,
(DyC 128:2–4).
se encuentra la oración de Pablo por el
triunfo de la causa del Evangelio. Testigos del Libro de Mormón. Véase
también Libro de Mormón; Testigo
Testamento. Véase Antiguo
Testamento; Nuevo Testamento El Señor mandó que otras personas
aparte del profeta José Smith dieran
Testificar. Véase también Testimonio testimonio de la divinidad del Libro
Dar testimonio por el poder del Es- de Mormón (DyC 17; 128:20). Véase
píritu Santo; hacer una declaración el testimonio de estos testigos en la
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Testimonio 210
“Introducción”, que se encuentra en las del cielo, dando testimonio del Padre
primeras páginas del Libro de Mormón. y del Hijo, Moisés 7:27. Aunque se me
Por las palabras de tres estableceré odiaba y perseguía por decir que había
mi palabra, 2 Ne. 11:3. Habrá testigos visto una visión, no obstante, era cierto,
que darán testimonio de su palabra a JS—H 1:24–25.
los hijos de los hombres, 2 Ne. 27:12–13. Tierra. Véase también Creación, crear;
En boca de tres testigos se establecerán Mundo
estas cosas, Éter 5:4.
El planeta sobre el cual vivimos,
Por medio de la fe, los Tres Testigos
creado por Dios por medio de Jesucristo
verán las planchas, DyC 17.
para el uso del hombre durante su pro-
Testimonio. Véase también Espíritu bación mortal. El destino final de la tie-
Santo; Testificar; Testigo rra es ser glorificada y exaltada (DyC
Conocimiento y confirmación espiri- 77:1–2; 130:7–9). La tierra se convertirá
tual que da el Espíritu Santo. Un testimo- en la herencia eterna de los que sean
nio también puede ser una declaración dignos de heredar una gloria celestial
oficial o legal de lo que una persona per- (DyC 88:14–26), donde disfrutarán tam-
cibe que es verdad (DyC 102:26). bién de la presencia del Padre y del Hijo
(DyC 76:62).
No hablarás falso testimonio, Éx. 20:16.
Yo sé que mi Redentor vive, Job 19:25–26. Se creó para el hombre: Dios dio al hom-
Será predicado este evangelio en todo bre dominio sobre la tierra, Gén. 1:28
(Moisés 2:28). De Jehová es la tierra, Éx.
el mundo, para testimonio a todas las
9:29 (Sal. 24:1). El Señor ha dado la tierra
naciones, Mateo 24:14 (JS—M 1:31). El
a los hijos de los hombres, Sal. 115:16. Yo
Consolador dará testimonio acerca de
hice la tierra y creé sobre ella al hombre,
mí, Juan 15:26. El Espíritu mismo da
Isa. 45:12.
testimonio a nuestro espíritu, Rom. 8:16
Por el poder de su palabra el hom-
(1 Juan 5:6). No te avergüences de dar
bre apareció sobre la faz de la tierra,
testimonio de nuestro Señor, 2 Tim. 1:8.
Jacob 4:9.
El testimonio de Jesús es el espíritu de
A los que han tomado al Santo Es-
la profecía, Apoc. 19:10.
píritu por guía les será dada la tierra,
Sed testigos de Dios en todo tiempo,
DyC 45:56–58 (DyC 103:7). Los que han
Mos. 18:9. No vio otra manera de res-
obedecido el Evangelio recibirán como
catar al pueblo sino con la fuerza de
recompensa las cosas buenas de la tierra,
un testimonio puro en contra de ellos,
DyC 59:3. Los pobres y los mansos de
Alma 4:19–20. Yo tengo todas las cosas
la tierra la heredarán, DyC 88:17 (Mateo
como testimonio de que estas cosas son
5:5; 3 Ne. 12:5).
verdaderas, Alma 30:41–44. No recibís
Haremos una tierra, y los probaremos,
ningún testimonio sino hasta después
Abr. 3:24–25.
de la prueba de vuestra fe, Éter 12:6.
¿No hablé paz a tu mente? ¿Qué mayor Una entidad viviente: La tierra siempre
testimonio puedes tener que de Dios?, permanece, Ecle. 1:4.
DyC 6:22–23. Y ahora, después de los El mar de vidrio es la tierra en su es-
muchos testimonios que se han dado tado santificado, inmortal y eterno, DyC
de él, este es el testimonio que nosotros 77:1. La tierra debe ser santificada y
damos de Él, DyC 76:22–24. Os envié preparada para la gloria celestial, DyC
para testificar y amonestar al pueblo, 88:18–19.
DyC 88:81–82. Los testadores ahora han La tierra se lamentó con voz fuerte,
muerto, y su testamento está en vigor, Moisés 7:48.
DyC 135:4–5. La división de la tierra: Júntense las
Enoc vio que descendían ángeles aguas en un lugar, Gén. 1:9. En los
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
211 Timoteo, epístolas a
días de Peleg, la tierra fue dividida, 2 Ne. 1:5–9. Israel retornará a sus tierras
Gén. 10:25. de promisión, 2 Ne. 24:1–2 (Isa. 14:1–2).
Después que se hubieron retirado las Cualquier nación que posea esta tierra
aguas, llegó a ser una tierra escogida, escogida servirá a Dios, o será extermi-
Éter 13:2. nada, Éter 2:9–12.
La tierra será como en los días antes Esta es la tierra prometida y el sitio
de ser dividida, DyC 133:24. para la ciudad de Sion, DyC 57:2. Judá
La purificación de la tierra: Llovió sobre comenzará a volver a las tierras que Dios
la tierra cuarenta días, Gén. 7:4. dio a Abraham, DyC 109:64.
La tierra está reservada para el fuego La Nueva Jerusalén será edificada so-
en el día del juicio, 2 Pe. 3:7. bre el continente americano, AdeF 1:10.
Después de hoy viene la quema, DyC
Timoteo. Véase también Pablo
64:24.
La tierra desea quedar limpia de im- En el Nuevo Testamento, joven compa-
pureza, Moisés 7:48. ñero misional de Pablo durante el minis-
terio de este último (Hech. 16:1–3; 2 Tim.
El estado final de la tierra: La tierra se
1:1–5); era hijo de padre griego y madre
plegará como un rollo, y pasará, 3 Ne.
judía; él y sus padres vivían en Listra.
26:3 (DyC 29:23). Habrá un cielo nuevo,
Pablo llamó a Timoteo su propio “hijo
y una tierra nueva, Éter 13:9 (DyC 29:23).
en la fe” (1 Tim. 1:2, 18; 2 Tim. 1:2). Timo-
El mar de vidrio es la tierra en su es-
tado santificado, inmortal y eterno, DyC teo tal vez fue el ayudante más capaz y
77:1. La tierra debe ser santificada y digno de la mayor confianza de Pablo
preparada para la gloria celestial, DyC (Filip. 2:19–23).
88:18–19. Esta tierra llegará a ser seme- Timoteo, epístolas a. Véase también
jante al cristal, y será un Urim y Tumim, Pablo; Pablo, epístolas de; Timoteo
DyC 130:8–9.
Dos libros del Nuevo Testamento. Am-
Por el espacio de mil años la tierra
bos fueron originalmente cartas que Pa-
descansará, Moisés 7:64. La tierra será
renovada, AdeF 1:10. blo escribió y dirigió a Timoteo.
Primera Epístola a Timoteo: Pablo escri-
Tierra prometida bió la primera epístola después de su
Tierras que el Señor promete como primer encarcelamiento. Había dejado a
heredad a Sus seguidores fieles, y a me- Timoteo en Éfeso con la intención de re-
nudo también a los descendientes de gresar (1 Tim. 3:14); sin embargo, presin-
ellos. Hay muchas tierras prometidas; la tiendo que tardaría en hacerlo, le escribió
que se menciona a menudo en el Libro a Timoteo, posiblemente desde Mace-
de Mormón es el continente americano. donia (1 Tim. 1:3), para darle consejos y
A tu descendencia daré esta tierra, ánimo en el cumplimiento de su deber.
Gén. 12:7 (Abr. 2:19). Te daré a ti, y a tu En el capítulo 1, se encuentra la salu-
descendencia después de ti, la tierra de tación de Pablo y también sus instruc-
Canaán, Gén. 17:8 (Gén. 28:13). Moisés ciones en cuanto a vanas especulaciones
designó los límites de las tierras para que habían comenzado a infiltrarse en
Israel en Canaán, Núm. 34:1–12 (Núm. la Iglesia. En los capítulos 2 y 3, se dan
27:12). instrucciones acerca de la adoración
Seréis conducidos a una tierra de pro- pública y en cuanto al carácter y la con-
misión, 1 Ne. 2:20 (1 Ne. 5:5). El Señor ducta de los ministros. En los capítulos
conduce a los justos a tierras preciosas, 4 y 5, se describe la apostasía de los pos-
1 Ne. 17:38. Si los descendientes de Lehi treros días y se dan consejos a Timoteo
guardan los mandamientos de Dios, respecto a la manera de ministrar a su
prosperarán en la tierra de promisión, rebaño. En el capítulo 6, se le exhorta a
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Tinieblas de afuera 212
seguir fiel y a evitar las riquezas mun- tinieblas entre todos los hijos de los hom-
danales. bres, Moisés 5:55.
Segunda Epístola a Timoteo: Pablo es- Tito. Véase también Pablo; Pablo,
cribió la segunda epístola durante su epístolas de; Tito, epístola a
segundo encarcelamiento, poco antes
de su martirio. Contiene las últimas pa- En el Nuevo Testamento, converso
labras del Apóstol y muestra el maravi- griego que viajó con Pablo a Jerusalén y
lloso valor y la confianza con que hizo que posteriormente prestó servicio como
frente a la muerte. misionero (Gál. 2:1–4; 2 Tim. 4:10). Tito
En el capítulo 1, se encuentra la salu- entregó la primera epístola de Pablo a los
tación de Pablo y una encomienda a Ti- santos de Corinto (2 Cor. 7:5–8, 13–15).
moteo en cuanto a sus responsabilidades Tito, epístola a. Véase también Pablo;
y deberes. En los capítulos 2 y 3, se dan Pablo, epístolas de; Tito
varias amonestaciones e instrucciones y
la exhortación de persistir al enfrentar Mientras Pablo se encontraba provi-
los peligros futuros. En el capítulo 4, sionalmente libre de su encarcelamiento
hay un mensaje a los amigos de Pablo romano, escribió la epístola a Tito, quien
y consejos sobre la manera de tratar a se encontraba en Creta. La carta habla
los apóstatas. de la disciplina interna y la organización
de la Iglesia.
Tinieblas de afuera. Véase Diablo; En el capítulo 1, se encuentra la salu-
Hijos de perdición; Infierno; Muerte tación de Pablo, así como instrucciones y
espiritual requisitos generales para los obispos. En
los capítulos 2 y 3, se encuentran ense-
Tinieblas espirituales. Véase también
ñanzas generales y mensajes personales
Inicuo, iniquidad
a Tito respecto a la forma apropiada de
Iniquidad o ignorancia en cuanto a tratar a los distintos grupos de la Iglesia
lo espiritual. en Creta. Pablo insta a los santos a vencer
¡Ay de los que hacen de las tinieblas la perversidad, a ser sobrios y fieles y a
luz!, Isa. 5:20 (2 Ne. 15:20). Tinieblas cu- seguir adelante con sus buenas obras.
brirán la tierra, y oscuridad las nacio-
nes, Isa. 60:2. Tomás
Jesús dará luz a los que habitan en ti- En el Nuevo Testamento, uno de los
nieblas, Lucas 1:79. La luz en las tinieblas Doce Apóstoles originales que escogió
resplandece, y las tinieblas no prevale- el Salvador durante Su ministerio terre-
cieron contra ella, Juan 1:5 (DyC 45:7). nal (Mateo 10:2–3; Juan 14:5). En griego el
Desechemos las obras de tinieblas, y vis- nombre es Dídimo (Juan 20:24–29; 21:2).
támonos las armas de la luz, Rom. 13:12. Aunque Tomás dudó de la resurrección
No participéis en las obras infructuosas de Jesús hasta que pudo ver personal-
de las tinieblas, Efe. 5:8–11. mente al Salvador, por su fuerza de ca-
No pedís, así que no sois llevados a rácter estuvo dispuesto a hacer frente a
la luz; sino que debéis perecer en las ti- la persecución y a la muerte (Juan 11:16;
nieblas, 2 Ne. 32:4. Satanás propaga sus 20:19–25).
obras de tinieblas, Hel. 6:28–31.
Los poderes de las tinieblas prevale- Tradiciones
cen en la tierra, DyC 38:8, 11–12. Todo Creencias y prácticas que se transmi-
el mundo gime bajo la obscuridad y el ten de una generación a otra (2 Tes. 2:15).
pecado, DyC 84:49–54. Si vuestra mira En las Escrituras, el Señor constante-
está puesta únicamente en mi gloria, no mente amonesta a los justos a evitar las
habrá tinieblas en vosotros, DyC 88:67. tradiciones inicuas de los hombres (Lev.
Empezaron a prevalecer las obras de 18:30; Mar. 7:6–8; Mos. 1:5; DyC 93:39–40).
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
213 Trinidad
Traducción de José Smith. Véase José llevar adelante la obra del reino en la
Smith, Traducción de (TJS) tierra después de la Ascensión de Jesús.
José Smith enseñó que en el monte
Traducir de la Transfiguración, Pedro, Santiago
Expresar el significado de un con- (Jacobo) y Juan también fueron trans-
cepto que se da en un idioma en térmi- figurados. Tuvieron una visión de la
nos equivalentes en otro idioma (Mos. tierra tal como aparecerá en su futura
8:8–13; AdeF 1:8). En las Escrituras a condición glorificada (DyC 63:20–21);
menudo se hace referencia a la traduc- vieron a Moisés y a Elías el Profeta, dos
ción como un don de Dios (Alma 9:21; seres trasladados, y oyeron la voz del
DyC 8; 9:7–9). También puede significar Padre decir: “Este es mi Hijo amado,
mejorar o corregir una traducción exis- en quien tengo complacencia; a él oíd”
tente en un idioma o restaurar un texto (Mateo 17:5).
perdido (DyC 45:60–61). A José Smith se Seres transfigurados: Vieron al Dios de
le mandó emprender la tarea de hacer Israel, Éx. 24:9–11. La piel de su rostro
una traducción inspirada de la Versión resplandecía, después que hubo hablado
del rey Santiago de la Biblia, en inglés con Dios, Éx. 34:29 (Mar. 9:2–3).
(DyC 42:56; 76:15). Resplandeció el rostro de Jesús, Ma-
teo 17:2 (Mar. 9:2–3). No pudieron fijar
José Smith tenía el poder para tradu-
la vista en el rostro de Moisés a causa de
cir mediante la misericordia y el poder
la gloria de su rostro, 2 Cor. 3:7.
de Dios, DyC 1:29. Tienes un don para
El rostro de Abinadí resplandecía con
traducir, DyC 5:4. Te concederé un don un brillo extraordinario, Mos. 13:5–9.
para traducir, DyC 6:25. Dios le dio a Fueron envueltos como por fuego, Hel.
José Smith poder de lo alto para traducir 5:23, 36, 43–45 (3 Ne. 17:24; 19:14). Estaban
el Libro de Mormón, DyC 20:8. tan blancos como el semblante de Jesús,
Traduje algunos de los caracteres por 3 Ne. 19:25. Les pareció como una trans-
medio del Urim y Tumim, JS—H 1:62 figuración, 3 Ne. 28:15.
(Mos. 8:13; 28:13). Ningún hombre en la carne ha visto a
Dios, a menos que haya sido vivificado
Transfiguración. Véase también
por el Espíritu, DyC 67:10–12. Fueron
Jesucristo; Llaves del sacerdocio
abiertos nuestros ojos por el poder del
El estado de las personas cuya apa- Espíritu, DyC 76:12.
riencia y naturaleza cambian tempora- La gloria de Dios cubrió a Moisés,
riamente —o sea, que son elevadas a un Moisés 1:2. Vi su rostro, porque fui
nivel espiritual más alto— a fin de que transfigurado, Moisés 1:11. Vi abrirse
puedan soportar la presencia y la gloria los cielos y fui revestido de gloria, Moi-
de seres celestiales. sés 7:3–4.
La Transfiguración de Cristo: Pedro, San- Trasladar. Véase Seres trasladados
tiago y Juan vieron al Señor en un estado
glorificado y transfigurado. Anterior- Tres Nefitas. Véase Discípulos
mente, el Salvador le había prometido a nefitas, los tres
Pedro que recibiría las llaves del reino Tribus perdidas. Véase Israel — Las
de los cielos (Mateo 16:13–19; 17:1–9; Mar. diez tribus perdidas de Israel
9:2–10; Lucas 9:28–36; 2 Pe. 1:16–18). En
este acontecimiento tan importante, el Trinidad. Véase también Espíritu
Salvador, Moisés y Elías el Profeta en- Santo; Jesucristo; Padre Celestial;
tregaron las llaves prometidas del sacer- Señor
docio a Pedro, Santiago (Jacobo) y Juan. Integran la Trinidad tres personajes
Con estas llaves, recibieron el poder para distintos: Dios el Eterno Padre, Su Hijo
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Trinidad 214
Jesucristo y el Espíritu Santo. Creemos Enoc vio los espíritus que Dios había
en cada uno de Ellos (AdeF 1:1). Según la creado, Moisés 6:36. Su nombre es Hom-
revelación de los últimos días, aprende- bre de Santidad, Moisés 6:57.
mos que el Padre y el Hijo tienen cuerpos Dios el Hijo: El Dios que se conoce
tangibles de carne y huesos, mientras como Jehová es el Hijo Jesucristo (Isa.
que el Espíritu Santo es un personaje 12:2; 43:11; 49:26; 1 Cor. 10:1–4; 1 Tim. 1:1;
de espíritu sin carne ni huesos (DyC Apoc. 1:8; 2 Ne. 22:2), quien actúa bajo la
130:22–23). Estos tres personajes son uno dirección del Padre y está en completa
en perfecta unidad y armonía de propó- armonía con Él. Todos los seres humanos
sito y doctrina (Juan 17:21–23; 2 Ne. 31:21; son sus hermanos y hermanas, dado que
3 Ne. 11:27, 36). Él es el mayor de los hijos espirituales de
Dios el Padre: Por lo general, es al Pa- Elohim. Algunos pasajes de las Escritu-
dre, o sea, a Elohim, a quien se hace re- ras se refieren a Él con el vocablo Dios,
ferencia con el título de Dios. Se le llama por ejemplo, en las Escrituras dice que
Padre porque es el padre de nuestros “Creó Dios los cielos y la tierra” (Gén.
espíritus (Núm. 16:22; 27:16; Mal. 2:10; 1:1), pero en realidad, el Creador fue Je-
Mateo 6:9; Efe. 4:6; Heb. 12:9). Dios el sús, bajo la dirección de Dios el Padre
Padre es el gobernante supremo del uni- (Juan 1:1–3, 10, 14; Heb. 1:1–2).
verso; es omnipotente (Gén. 18:14; Alma
Para Dios no hay cosa difícil, Gén.
26:35; DyC 19:1–3), omnisciente (Mateo
18:14. Jehová se identifica a sí mismo
6:8; 2 Ne. 2:24) y omnipresente por me-
como YO SOY, Éx. 3:13–16. Yo, yo Jehová,
dio de Su Espíritu (Sal. 139:7–12; DyC
y fuera de mí no hay quien salve, Isa.
88:7–13, 41). El hombre guarda una rela-
43:11 (Isa. 45:21).
ción especial con Dios que lo distingue
Yo soy la luz del mundo, Juan 8:12. An-
de todas las demás criaturas creadas:
tes que Abraham fuese, yo soy, Juan 8:58.
los hombres y las mujeres son hijos es-
El Señor ministrará entre los hombres
pirituales de Dios (Sal. 82:6; 1 Juan 3:1–3;
en un tabernáculo de barro, Mos. 3:5–10.
DyC 20:17–18).
Abinadí explicó por qué Cristo es el Pa-
Tenemos registro de pocas ocasiones
dre así como el Hijo, Mos. 15:1–4 (Éter
en que Dios el Padre se haya aparecido
3:14). El Señor se apareció al hermano
al hombre o haya hablado con él. En las
de Jared, Éter 3. Escucha las palabras
Escrituras se nos dice que Él habló con
de Cristo, tu Señor y tu Dios, Moro. 8:8.
Adán y Eva (Moisés 4:14–31) y que en va-
Jehová es el Juez Eterno de vivos y muer-
rias ocasiones presentó a Jesucristo (Ma-
tos, Moro. 10:34.
teo 3:17; 17:5; Juan 12:28–29; 3 Ne. 11:3–7).
Se apareció a Esteban (Hech. 7:55–56), José Smith y Sidney Rigdon vieron a
a José Smith (JS—H 1:17) y posterior- Jesucristo, DyC 76:20, 23. El Señor Jehová
mente a José Smith y a Sidney Rigdon se apareció en el Templo de Kirtland,
(DyC 76:20, 23). A los que aman a Dios DyC 110:1–4.
y se purifican ante Él, Dios les concede a Jehová habló a Abraham, Abr. 1:16–19.
veces el privilegio de verlo y saber por sí Jesús se apareció a José Smith, JS—H
mismos que Él es Dios (Mateo 5:8; 3 Ne. 1:17.
12:8; DyC 76:116–118; 93:1). Dios el Espíritu Santo: El Espíritu Santo
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me también es un Dios y se le llama el Santo
has desamparado?, Mar. 15:34. Estos Espíritu, el Espíritu y el Espíritu de Dios,
hombres son siervos del más alto Dios, entre otros nombres y títulos similares.
Hech. 16:17. Linaje de Dios somos, Hech. Con la ayuda del Espíritu Santo, el hom-
17:28–29. bre puede conocer la voluntad de Dios
Ofrecerás tus sacramentos al Altísimo, el Padre y saber que Jesús es el Cristo
DyC 59:10–12. (1 Cor. 12:3).
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
215 Ungido, el
El Espíritu Santo os enseñará lo que Os profetizo concerniente a los pos-
debáis decir, Lucas 12:12. El Espíritu treros días, 2 Ne. 26:14–30.
Santo es el Consolador, Juan 14:26 (Juan Así se llamará mi iglesia en los pos-
16:7–15). Jesús dio mandamientos por el treros días, a saber, La Iglesia de Jesu-
Espíritu Santo a los apóstoles, Hech. 1:2. cristo de los Santos de los Últimos Días,
El Espíritu Santo es testigo de Dios y de DyC 115:4.
Cristo, Hech. 5:29–32 (1 Cor. 12:3). Nos Cristo vendrá en los últimos días,
atestigua el Espíritu Santo, Heb. 10:10–17. Moisés 7:60.
Por el poder del Espíritu Santo podréis
Unción. Véase también Aceite;
conocer la verdad de todas las cosas,
Bendición de los enfermos
Moro. 10:5.
El Espíritu Santo es el espíritu de re- Antiguamente los profetas del Señor
velación, DyC 8:2–3 (DyC 68:4). ungían con aceite a las personas que
debían desempeñar deberes especia-
les, tales como Aarón o los sacerdotes
Última Cena. Véase también Pascua; o los reyes que gobernarían a Israel. En
Santa Cena la Iglesia, actualmente se efectúa la un-
De acuerdo con el Nuevo Testamento, ción echando una pequeña cantidad de
la última comida en la que Jesús parti- aceite consagrado sobre la cabeza de la
cipó con los Doce antes de Su arresto y persona como parte de una bendición
crucifixión (Lucas 22:14–18). Esta última especial. Esto solamente puede hacerse
cena, en compañía de los Doce Após- por medio de la autoridad y el poder del
toles, tuvo lugar durante la fiesta de la Sacerdocio de Melquisedec. Después de
Pascua (Mateo 26:17–30; Mar. 14:12–18; la unción, y actuando con la autoridad de
Lucas 22:7–13). ese mismo sacerdocio, se puede sellar la
Jesús bendijo el pan y el vino y dio unción y dar una bendición especial a la
a los Apóstoles, Mateo 26:26–29 (Mar. persona que se esté ungiendo.
14:22–25; Lucas 22:7–20). Jesús lavó los Los ungirás, y los consagrarás para
pies de los Apóstoles, Juan 13. Jesús que sean mis sacerdotes, Éx. 28:41 (Lev.
anunció que Judas lo traicionaría, Juan 8:6–12, 30). Lo ungirás por príncipe so-
13:21–26 (Mateo 26:20–25). bre mi pueblo Israel, 1 Sam. 9:16; 10:1.
Los ancianos (élderes) han de ungir
Últimos días, postreros días.
y bendecir a los enfermos, Stg. 5:14–15
Véase también Segunda venida de
(DyC 42:44).
Jesucristo; Señales de los tiempos
La época en que ahora vivimos. Los Ungido, el. Véase también Jesucristo;
días (o la dispensación del tiempo) in- Mesías
mediatamente antes de la segunda ve- A Jesús se le llama el Cristo (vocablo
nida del Señor. griego) o el Mesías (vocablo arameo).
Os declararé lo que ha de acontecer Ambas palabras significan “el ungido”.
en los días venideros, Gén. 49:1. Mi Re- Él es el único ungido del Padre para ser
dentor al fin se levantará sobre el polvo, Su representante personal en todas las
Job 19:25. En lo postrero de los tiempos, cosas relacionadas con la salvación del
será confirmado el monte de la casa de género humano.
Jehová, Isa. 2:2. Me ungió Jehová, Isa. 61:1–3.
En los postreros días vendrán tiempos Él ha ungido a uno para predicar el
peligrosos, 2 Tim. 3:1–7. En los postreros Evangelio, Lucas 4:16–22. Jesús fue un-
días los burladores negarán la Segunda gido por Dios el Padre, Hech. 4:27. Dios
Venida, 2 Pe. 3:3–7. ungió a Jesús de Nazaret, Hech. 10:38.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Unidad 216
Unidad. Véase también Trinidad el idioma hebreo estos dos vocablos sig-
Ser uno en pensamiento, deseo y pro- nifican “luces y perfecciones”. El Urim
pósito, primero con nuestro Padre Celes- y Tumim consta de dos piedras en aros
tial y Jesucristo, y después con los demás de plata que a veces se usa junto con un
miembros de la Iglesia. pectoral (DyC 17:1; JS—H 1:35, 42, 52).
Esta tierra, en su condición santificada
¡Cuán bueno es habitar los hermanos
juntos en armonía!, Sal. 133:1. e inmortal, será un gran Urim y Tumim
Yo y el Padre uno somos, Juan 10:30 (DyC 130:6–9).
(DyC 50:43). Jesús rogó que todos fueran Pondrás en el pectoral del juicio Urim
uno así como él y su Padre son uno, Juan y Tumim, Éx. 28:30.
17:11–23 (3 Ne. 19:23). Os ruego que no Al que venciere le daré una piedrecita
haya entre vosotros divisiones, sino que blanca, Apoc. 2:17.
estéis perfectamente unidos, 1 Cor. 1:10. Él tiene algo con que puede mirar y
Estad resueltos en una sola voluntad y traducir, Mos. 8:13. Te daré estas dos
con un solo corazón, unidos en todas las piedras, Éter 3:23–24, 28 (Éter 4:5).
cosas, 2 Ne. 1:21. Les mandó tener entre- José Smith recibió revelaciones por
lazados sus corazones con unidad, Mos. medio del Urim y Tumim, DyC, encabe-
18:21. Jesús oró por que hubiera unidad zamientos de las secciones 6; 11; 14–16.
entre sus discípulos nefitas, 3 Ne. 19:23. Se te dio el poder de traducir por medio
Se hallaban los discípulos unidos en del Urim y Tumim, DyC 10:1. Los Tres
poderosa oración y ayuno, 3 Ne. 27:1. Testigos verían el Urim y Tumim que
Padre, Hijo y Espíritu Santo son uno, le fue dado al hermano de Jared en el
DyC 20:27–28 (DyC 35:2; 50:43). Tu de- monte, DyC 17:1. El lugar donde Dios
ber es unirte a la iglesia verdadera, DyC reside es un gran Urim y Tumim. La pie-
23:7. Recibiréis cuanto pidiereis con fe,
drecita blanca se convertirá en un Urim
si estáis unidos en oración, DyC 29:6.
y Tumim para toda persona que reciba
Si no sois uno, no sois míos, DyC 38:27.
una, DyC 130:6–11.
El Señor llamó Sion a su pueblo, por-
Yo, Abraham, tenía el Urim y Tumim,
que eran uno en corazón y voluntad,
Abr. 3:1, 4.
Moisés 7:18.
Unigénito. Véase también Engendrado,
Valor, valiente. Véase también Fe;
engendrar; Jesucristo
Temor
Otro nombre de Jesucristo, que es el
Hijo Unigénito del Padre (Lucas 1:26–35; No sentir temor, sobre todo, no sentir
Juan 1:14; 3:16; 1 Ne. 11:18–20; 2 Ne. 25:12; temor de hacer lo que es correcto.
Alma 7:10; 12:33; Moisés 7:62). Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis,
Deut. 31:6 (Josué 1:6–7). Esforzaos mu-
Uno. Véase Trinidad; Unidad
cho en guardar y hacer todo lo que está
Ur escrito, Josué 23:6.
En el Antiguo Testamento, Ur de los No nos ha dado Dios espíritu de co-
caldeos fue el lugar de origen de Abram bardía, 2 Tim. 1:7.
(Gén. 11:27–28, 31; 15:7; Neh. 9:7; Abr. Mas cuando oyó, su corazón empezó
2:1, 4). a animarse, Alma 15:4 (Alma 62:1). Los
hijos de Helamán eran sumamente va-
Urim y Tumim. Véase también lientes en cuanto a intrepidez, Alma
Pectoral; Vidente 53:20–21. Jamás había visto yo tan grande
Instrumentos que Dios preparó para valor, Alma 56:45.
ayudar al hombre a obtener revelacio- ¡Valor, hermanos; e id adelante, ade-
nes del Señor y a traducir idiomas. En lante a la victoria!, DyC 128:22.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
217 Venir
Vanidad, vano. Véase también para cubrirse la cara o la cabeza, o (4) un
Mundano, lo; Orgullo estado de olvido, producido por Dios,
Falsedad o engaño; orgullo. Los vo- mediante el cual quedan borrados los
cablos vano y vanidad también pueden recuerdos de la existencia preterrenal.
significar estar vacío o no tener valor. El velo os hará separación entre el lu-
El que no ha elevado su alma a cosas gar santo y el santísimo, Éx. 26:33.
vanas estará en el lugar santo de Jehová, Cuando Cristo fue crucificado, el velo
Sal. 24:3–4. del templo se rasgó en dos, Mateo 27:51
Orando, no uséis vanas repeticiones, (Mar. 15:38; Lucas 23:45). Ahora vemos
Mateo 6:7. por espejo, oscuramente; mas entonces
El vasto y espacioso edificio repre- veremos cara a cara, 1 Cor. 13:12.
senta las vanas ilusiones y el orgullo, El obscuro velo de incredulidad se
1 Ne. 12:18. ¿Persistiréis aún en poner estaba disipando de su mente, Alma
vuestros corazones en las vanidades 19:6. Al hermano de Jared no se le pudo
del mundo?, Alma 5:53. No busques las impedir que viera dentro del velo, Éter
vanidades de este mundo, porque no las 3:19 (Éter 12:19).
puedes llevar contigo, Alma 39:14. El velo se rasgará, y me veréis, DyC
La incredulidad y la vanidad han 67:10 (DyC 38:8). El velo que cubre mi
traído la condenación sobre toda la igle- templo será quitado, DyC 101:23. El velo
sia, DyC 84:54–55. Cuando intentamos fue retirado de nuestras mentes, DyC
satisfacer nuestra vana ambición, los 110:1.
cielos se retiran, DyC 121:37. Un manto de tinieblas cubrirá la tie-
rra, Moisés 7:61.
Velar. Véase también Amonestación,
amonestar; Atalaya, atalayar Venganza. Véase también Enemistad
Vigilar o estar de guardia. Represalia por una ofensa o un daño.
Velad, pues, porque no sabéis a qué Porque es día de venganza de Jehová,
hora ha de venir vuestro Señor, Mateo Isa. 35:4.
24:42–43 (Mateo 25:13; Mar. 13:35–37; Mía es la venganza, yo pagaré, Rom.
DyC 133:10–11). Velad y orad, para que 12:19 (Morm. 3:15; 8:20).
no entréis en tentación, Mateo 26:41 La espada de la venganza se cierne
(3 Ne. 18:15, 18). sobre vosotros, Morm. 8:40–41.
Si no os cuidáis a vosotros mismos, Me vengaré de los malvados, por
y vuestros pensamientos, y vuestras cuanto no se arrepienten, DyC 29:17.
palabras, y vuestras obras, debéis pere- El Señor vino en los días de iniquidad
cer, Mos. 4:30. Alma ordenó sacerdotes y venganza, Moisés 7:45–46.
y élderes para presidir la Iglesia y velar Venir. Véase también Discípulo;
por ella, Alma 6:1. Obediencia, obediente, obedecer
El que no esté esperando al Salvador
será desarraigado, DyC 45:44. El obispo En las Escrituras, con frecuencia sig-
y otros son llamados y ordenados para nifica el acercarse a alguien al seguirle
velar por la Iglesia, DyC 46:27. u obedecerle, como en la frase “venid
a Cristo, y perfeccionaos en él” (Moro.
Velo 10:32).
Vocablo que se usa en las Escrituras Inclinad vuestro oído, y venid a mí,
con el significado de (1) cortina divisoria Isa. 55:3.
que separa ciertas partes del tabernáculo Venid a mí todos los que estáis tra-
o del templo, (2) símbolo de la sepa- bajados, Mateo 11:28. Dejad a los niños
ración entre Dios y el hombre, (3) tela venir a mí, Mateo 19:14. Si alguno quiere
delgada que utilizan algunas personas venir en pos de mí, niéguese a sí mismo,
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Verdad 218
Lucas 9:23. El que a mí viene, nunca ten- Os he mandado criar a vuestros hijos en
drá hambre, Juan 6:35. la luz y la verdad, DyC 93:40.
Cristo invita a todos a venir a él, 2 Ne. Mi Unigénito es lleno de gracia y de
26:33. Venid a mí y sed salvos, 3 Ne. verdad, Moisés 1:6.
12:20. Venid a Cristo, Moro. 10:32.
Vía. Véase Camino (vía)
Invitad a todos a venir a Cristo, DyC
20:59. Vendréis a mí y vivirán vuestras Vicario. Véase Ordenanzas —
almas, DyC 45:46. Ordenanza vicaria; Salvación de los
muertos
Verdad. Véase también Conocimiento;
Inteligencia(s); Luz, luz de Cristo Vida. Véase también Luz, luz de
El conocimiento de las cosas como Cristo; Vida eterna
son, como eran y como han de ser (DyC La existencia temporal y espiritual
93:24). La verdad también se refiere a que se hace posible por medio del po-
la luz y revelación que se reciben de der de Dios.
los cielos. Yo he puesto delante de ti hoy la vida
La verdad brotará de la tierra, Sal. y el bien, Deut. 30:15–20. Me mostrarás
85:11 (Moisés 7:62). la senda de la vida, Sal. 16:11. El que si-
Conoceréis la verdad, y la verdad os gue la justicia hallará la vida, Prov. 21:21.
hará libres, Juan 8:32. Yo soy el camino, El que halla su vida, la perderá; y el
y la verdad, y la vida, Juan 14:6. Si deci- que pierda su vida por causa de mí, la
mos que no tenemos pecado, la verdad hallará, Mateo 10:39 (Mateo 16:25; Mar.
no está en nosotros, 1 Juan 1:8. 8:35; Lucas 9:24; 17:33). El Hijo del Hom-
Los culpables hallan la verdad dura, bre no ha venido para destruir las almas
1 Ne. 16:2. Los justos aman la verdad, de los hombres, sino para salvarlas, Lu-
2 Ne. 9:40. El Espíritu habla la verdad, cas 9:56. En él estaba la vida, y la vida
y no miente, Jacob 4:13. Eres un Dios de era la luz de los hombres, Juan 1:4. El
verdad, y no puedes mentir, Éter 3:12. que cree al que me envió, ha pasado de
Por el poder del Espíritu Santo podréis muerte a vida, Juan 5:24. Yo soy el ca-
conocer la verdad de todas las cosas, mino, y la verdad, y la vida, Juan 14:6.
Moro. 10:5. Si en esta vida solamente esperamos en
La verdad permanece para siempre Cristo, somos los más dignos de conmi-
jamás, DyC 1:39. Te ha iluminado el Es- seración, 1 Cor. 15:19–22. La piedad tiene
píritu de verdad, DyC 6:15. El Libro de promesa de esta vida presente, y de la
Mormón contiene la verdad y la palabra venidera, 1 Tim. 4:8.
de Dios, DyC 19:26. El Consolador fue Nuestros hijos pueden mirar adelante
enviado para enseñar la verdad, DyC hacia aquella vida que está en Cristo,
50:14. El que recibe la palabra por el Es- 2 Ne. 25:23–27. Esta vida es cuando el
píritu de verdad, la recibe como la pre- hombre debe prepararse para compare-
dica el Espíritu de verdad, DyC 50:17–22. cer ante Dios, Alma 34:32 (Alma 12:24).
Proclamad la verdad de acuerdo con Yo soy la luz y la vida del mundo, 3 Ne.
las revelaciones que os he dado, DyC 9:18 (Mos. 16:9; 3 Ne. 11:11; Éter 4:12).
75:3–4. Lo que es verdad es luz, DyC Benditos son aquellos que son fieles,
84:45. La luz de la verdad es la luz de sea en vida o muerte, DyC 50:5. Esto es
Cristo, DyC 88:6–7, 40. Mi Espíritu es vidas eternas: Conocer a Dios y a Jesu-
verdad, DyC 88:66. La inteligencia, o la cristo, DyC 132:24.
luz de verdad, no fue creada, DyC 93:29. Esta es mi obra y mi gloria: Llevar a
La gloria de Dios es la inteligencia, o en cabo la inmortalidad y la vida eterna del
otras palabras, luz y verdad, DyC 93:36. hombre, Moisés 1:39.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
219 Vidente
Vida eterna. Véase también Corona; regocijaron todos los hijos de Dios, Job
Exaltación; Expiación, expiar; Gloria 38:4–7. El espíritu volverá a Dios que lo
celestial; Vida dio, Ecle. 12:7. Antes que te formase en
Vivir para siempre como familias en la el vientre te conocí, Jer. 1:4–5.
presencia de Dios (DyC 132:19–20, 24, 55). Linaje suyo somos, Hech. 17:28. Dios
La vida eterna es el mayor de los dones nos escogió antes de la fundación del
que Dios da al hombre. mundo, Efe. 1:3–4. Debemos obedecer
al Padre de los espíritus, Heb. 12:9. A los
Tú tienes palabras de vida eterna,
ángeles que no guardaron su dignidad,
Juan 6:68. Esta es la vida eterna: que te
los ha guardado en prisiones eternas, Ju-
conozcan a ti, el único Dios verdadero, y
das 1:6 (Abr. 3:26). El diablo y sus ángeles
a Jesucristo, Juan 17:3 (DyC 132:24). Pelea
fueron arrojados a la tierra, Apoc. 12:9.
la buena batalla de la fe, echa mano de
Fueron llamados y preparados desde
la vida eterna, 1 Tim. 6:12.
la fundación del mundo, Alma 13:3.
Los hombres son libres para escoger la
Cristo contempló la vasta expansión
libertad y la vida eterna, 2 Ne. 2:27 (Hel.
de la eternidad y todas las huestes del
14:31). Ser de mente espiritual es vida
cielo antes que el mundo fuese, DyC 38:1.
eterna, 2 Ne. 9:39. Entonces os halláis
También el hombre fue en el principio
en este estrecho y angosto camino que
con Dios, DyC 93:29 (Hel. 14:17; DyC
conduce a la vida eterna, 2 Ne. 31:17–20.
49:17). En el principio se escogieron espí-
Creer en Cristo y perseverar hasta el fin
ritus selectos para ser gobernantes en la
es la vida eterna, 2 Ne. 33:4 (3 Ne. 15:9).
Iglesia, DyC 138:53–55. Muchos recibie-
Rico es el que tiene la vida eterna,
ron sus primeras lecciones en el mundo
DyC 6:7 (DyC 11:7). La vida eterna es el
de los espíritus, DyC 138:56.
mayor de todos los dones de Dios, DyC
Todas las cosas se crearon espiritual-
14:7 (Rom. 6:23). El que hiciere obras
mente antes que existiesen físicamente
justas recibirá la paz en este mundo y
sobre la tierra, Moisés 3:5. Yo hice el
la vida eterna en el mundo venidero,
mundo y a los hombres antes que exis-
DyC 59:23. Los que perseveran en estas
cosas hasta el fin tendrán una corona tiesen en la carne, Moisés 6:51. Abraham
de vida eterna, DyC 66:12 (DyC 75:5). vio las inteligencias que fueron orga-
Los que han muerto sin el conocimiento nizadas antes que existiera el mundo,
del Evangelio, quienes lo habrían reci- Abr. 3:21–24.
bido, serán herederos del reino celestial, Vida sempiterna. Véase Vida eterna
DyC 137:7–9.
La obra y la gloria de Dios es llevar Vidente. Véase también Profeta; Urim
a cabo la inmortalidad y la vida eterna y Tumim
del hombre, Moisés 1:39. Dios concede Persona autorizada por Dios para ver
la vida eterna a todos los que son obe- con los ojos espirituales las cosas que
dientes, Moisés 5:11. Dios ha escondido del mundo (Moisés
6:35–38); un revelador y un profeta (Mos.
Vida preterrenal. Véase también
8:13–16). En el Libro de Mormón, Am-
Concilio de los cielos; Guerra en los
món enseñó que solamente un vidente
cielos; Hombre(s); Principio
podía usar los intérpretes especiales, o
La vida que tuvimos antes de nacer sea, el Urim y Tumim (Mos. 8:13; 28:16).
aquí en la tierra. Todos los hombres y las Un vidente conoce el pasado, el presente
mujeres vivieron con Dios como Sus hi- y el futuro. En los tiempos antiguos, a
jos espirituales antes de venir a la tierra los profetas a menudo se les llamaba vi-
como seres mortales. A esa vida a veces dentes (1 Sam. 9:9; 2 Sam. 24:11).
se le llama el primer estado (Abr. 3:26). José Smith es el gran vidente de los
Cuando Dios fundó la tierra, se últimos días (DyC 21:1; 135:3). Además,
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Viña del Señor 220
a la Primera Presidencia y al Consejo de 1 Ne. 11:13–18. María fue una virgen,
los Doce se les sostiene como a profetas, un vaso precioso y escogido, Alma 7:10.
videntes y reveladores.
Virgen María. Véase María, madre
Este pueblo es rebelde, que dice a los de Jesús
videntes: No veáis; y a los profetas: No
nos profeticéis, Isa. 30:9–10. Virtud. Véase también Castidad;
Levantaré a un vidente escogido del Integridad; Poder
fruto de tus lomos, 2 Ne. 3:6–15. Integridad y excelencia moral, poder
En esto hay sabiduría; sí, ser vidente, y fuerza (Lucas 8:46); castidad o pureza
revelador, traductor y profeta, DyC sexual (Moro. 9:9).
107:92. El Señor nombró a Hyrum Smith Eres mujer virtuosa, Rut 3:11. El limpio
profeta, vidente y revelador de la Iglesia, de manos y puro de corazón estará en
DyC 124:91–94. el lugar santo de Jehová, Sal. 24:3–4. La
Viña del Señor. Véase también Campo; mujer virtuosa es corona de su marido,
Israel Prov. 12:4. La estima de una mujer vir-
tuosa sobrepasa largamente a la de las
Símbolo de un campo de obras espiri- piedras preciosas, Prov. 31:10–31.
tuales. Por lo general, en las Escrituras Añadid a vuestra fe virtud, 2 Pe. 1:5
se emplea la expresión la viña del Señor (DyC 4:6).
para referirse a la casa de Israel o al reino Poned a prueba la virtud de la palabra
de Dios sobre la tierra, aunque a veces de Dios, Alma 31:5.
se utiliza para referirse a los pueblos del Deja que la virtud engalane tus pen-
mundo en general. samientos incesantemente, DyC 121:45.
La viña de Jehová de los ejércitos es la Creemos en ser virtuosos, AdeF 1:13
casa de Israel, Isa. 5:7 (2 Ne. 15:7). (Filip. 4:8).
Jesús dio la parábola de los obreros de Visión. Véase también Primera Visión;
la viña, Mateo 20:1–16. Revelación; Sueños
Israel es semejante a un olivo culti-
vado que se nutrió en la viña del Señor, Revelación visual de algún aconte-
Jacob 5. Los siervos del Señor podarán cimiento, persona o cosa mediante el
poder del Espíritu Santo.
su viña por última vez, Jacob 6.
Entre las visiones importantes de las
El Señor bendecirá a todos los que
que se tiene conocimiento, se encuentran
obren en su viña, DyC 21:9 (Alma 28:14).
las siguientes: La visión que tuvo Eze-
Trabajad en mi viña por la última vez,
quiel de los últimos días (Ezeq. 37–39),
DyC 43:28.
la visión que tuvo Esteban de Jesús a la
Virgen. Véase también María, madre diestra de Dios (Hech. 7:55–56), la revela-
de Jesús ción que tuvo Juan acerca de los últimos
días (Apoc. 4–21), la visión que tuvieron
Hombre o mujer en edad de matri-
Lehi y Nefi del árbol de la vida (1 Ne. 8;
monio que nunca ha tenido relaciones
10–14), la visión que tuvo Alma, hijo, de
sexuales. En las Escrituras, una virgen
un ángel del Señor (Mos. 27), la visión
representa a veces a alguien que es mo-
que tuvo el hermano de Jared de todos
ralmente limpio (Apoc. 14:4).
los habitantes de la tierra (Éter 3:25), la
La virgen concebirá, y dará a luz un visión de las glorias (DyC 76), las visio-
hijo, Isa. 7:14 (Mateo 1:23; 2 Ne. 17:14). nes que se dieron a José Smith y a Oli-
El reino de los cielos será semejante a ver Cowdery en el Templo de Kirtland
diez vírgenes, Mateo 25:1–13. (DyC 110), la que tuvo Joseph F. Smith
En la ciudad de Nazaret vi a una vir- de la redención de los muertos (DyC
gen, que es la madre del Hijo de Dios, 138), la que tuvo Moisés de Dios y Sus
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
221 Voz
creaciones (Moisés 1), la que tuvo Enoc pueden llegar a contarse entre los esco­
de Dios (Moisés 6–7) y la Primera Visión gidos que reciben la certeza de que se-
de José Smith (JS—H 1). rán exaltados. La vocación y elección
Sin profecía, el pueblo se desenfrena, comienza con el arrepentimiento y el
Prov. 29:18. Vuestros hijos y vuestras hi- bautismo, y se consuma cuando “mar-
jas verán visiones, Joel 2:28 (Hech. 2:17). chan adelante, deleitándose en la palabra
Me ha dado conocimiento en visiones de Cristo, y perseverando hasta el fin”
durante la noche, 2 Ne. 4:23. (2 Ne. 31:19–20). En las Escrituras, este
Era un mensajero enviado de la pre- proceso se llama “hacer firme vuestra
sencia de Dios, JS—H 1:33. Creemos en vocación y elección” (2 Pe. 1:4–11; DyC
profecía, revelación, visiones, AdeF 1:7. 131:5–6).
Me seréis un reino de sacerdotes, Éx.
Viuda. Véase también Bienestar 19:5–6 (Apoc. 1:6).
Mujer cuyo marido ha fallecido y que Dios os ha escogido desde el princi-
no se ha vuelto a casar. pio para salvación, 2 Tes. 2:13. Procurad
Vendrán el huérfano y la viuda, y co- hacer firme vuestra vocación y elección,
merán, Deut. 14:29. 2 Pe. 1:10.
Esta viuda de su pobreza echó todo Para que Cristo pueda sellaros como
lo que tenía, Mar. 12:41–44. El visitar a suyos, Mos. 5:15. Hago convenio contigo
los huérfanos y a las viudas en sus tri- de que tendrás la vida eterna, Mos. 26:20.
bulaciones es parte de la religión pura, Los fieles poseedores del sacerdocio
Stg. 1:27. llegan a ser la iglesia y reino, y los ele-
gidos de Dios, DyC 84:33–34. La pala-
El Señor será pronto testigo contra
bra profética más segura significa saber
los que defraudan a la viuda, 3 Ne. 24:5
que se está sellado para vida eterna,
(Zac. 7:10).
DyC 131:5–6. Sello sobre ti tu exaltación,
Se proveerá lo necesario a las viudas
DyC 132:49.
y a los huérfanos, DyC 83:6 (DyC 136:8).
Voto. Véase Común acuerdo
Vivificar. Véase también Resurrección
Dar vida, resucitar o cambiar a una Voz. Véase también Revelación
persona de manera que le es posible es- En las Escrituras, este vocablo a veces
tar en la presencia de Dios. significa un mensaje audible pronun-
Dios nos dio vida juntamente con ciado por el Señor o por Sus mensajeros.
Cristo, Efe. 2:4–5 (Col. 2:6, 12–13). Cristo La voz del Espíritu también puede reci-
padeció la muerte en la carne, pero fue birse en forma no audible, sino percibirse
vivificado en espíritu, 1 Pe. 3:18 (DyC directamente en el corazón o la mente.
138:7). Adán y Eva oyeron la voz de Jehová
Ningún hombre ha visto a Dios jamás, Dios, Gén. 3:8 (Moisés 4:14). Jehová le
a menos que haya sido vivificado por el habló a Elías el Profeta en un silbo apa-
Espíritu, DyC 67:11. La redención viene cible y delicado, 1 Rey. 19:11–13.
por medio del que vivifica todas las Los justos siguen la voz del buen pas-
cosas, DyC 88:16–17. Los santos serán tor, Juan 10:1–16. Todo aquel que es de la
vivificados y arrebatados para recibir a verdad, oye mi voz, Juan 18:37.
Cristo, DyC 88:96. Obedeciendo la voz del Espíritu, 1 Ne.
Adán fue vivificado en el hombre in- 4:6–18. Vino a mí una voz, diciendo:
terior, Moisés 6:65. Enós, tus pecados te son perdonados,
Enós 1:5. Era una voz apacible de per-
Vocación (llamamiento) y elección. fecta suavidad, y penetraba hasta el alma
Véase también Elección misma, Hel. 5:29–33 (3 Ne. 11:3–7).
Los justos seguidores de Cristo Sea por mi propia voz, o por la voz de
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Whitmer, David 222
mis siervos, es lo mismo, DyC 1:38. Lo Woodruff, Wilford. Véase también
que hablen cuando sean inspirados por Declaración Oficial 1; Manifiesto
el Espíritu Santo será la voz del Señor, Cuarto Presidente de la Iglesia des-
DyC 68:2–4. Toda alma que obedezca pués de la restauración del Evangelio
mi voz verá mi faz y sabrá que yo soy, mediante el profeta José Smith. Nació
DyC 93:1. en 1807 y murió en 1898.
Se le llamó a ocupar un lugar en el
Whitmer, David Consejo de los Doce, DyC 118:6. Fue uno
de los espíritus selectos reservados para
Líder de la Iglesia restaurada en sus nacer en el cumplimiento de los tiempos,
comienzos y uno de los Tres Testigos del DyC 138:53. Recibió una revelación en
origen divino y de la veracidad del Libro la que se puso fin al matrimonio plural
de Mormón (DyC 14; 17–18). El Señor le en la Iglesia, DO 1.
dio instrucciones personales, las cuales
se encuentran en Doctrina y Convenios
YO SOY. Véase también Jehová;
14 y en 30:1–4.
Jesucristo
Whitmer, hijo, Peter Uno de los nombres del Señor Jesu-
Uno de los primeros líderes de la Igle- cristo.
sia restaurada y uno de los Ocho Testigos Dijo Dios a Moisés: YO SOY EL QUE
del Libro de Mormón. Véase “El Testimo- SOY, Éx. 3:14–15. Yo soy JEHOVÁ, Éx.
nio de Ocho Testigos” que se encuentra 6:2–3.
en las páginas introductorias del Libro Antes que Abraham fuese, yo soy,
de Mormón. El Señor le dio instrucciones Juan 8:56–59.
personales, las cuales se encuentran en Escuchad la voz de Jesucristo, el Gran
DyC 16 y DyC 30:5–8. Yo Soy, DyC 29:1 (DyC 38:1; 39:1).

Whitmer, John Young, Brigham


Líder de la Iglesia restaurada en sus Apóstol en los comienzos de esta dis-
pensación y el segundo Presidente de La
comienzos y uno de los Ocho Testigos
Iglesia de Jesucristo de los Santos de los
del Libro de Mormón. Véase “El Testimo-
Últimos Días. Guio a los santos hacia el
nio de Ocho Testigos” que se encuentra
oeste de los Estados Unidos de América,
en las páginas introductorias del Libro desde Nauvoo, Illinois, hasta el valle del
de Mormón. También se le llamó a pre- Gran Lago Salado y fue un gran coloni-
dicar el Evangelio (DyC 30:9–11). zador en el occidente del país.
Whitney, Newel K. A Brigham Young se le llamó como
presidente de los Doce Apóstoles, DyC
Uno de los primeros líderes de la Igle-
124:127. Se alaba a Brigham Young por
sia restaurada. Fue obispo en Kirtland,
sus obras y se le releva de viajar al ex-
Ohio (EE. UU.), y posteriormente sirvió
tranjero en lo futuro, DyC 126. El Señor
como Obispo Presidente de la Iglesia dio instrucciones a Brigham Young en
(DyC 72:1–8; 104; 117). cuanto a la manera de organizar a los
Williams, Frederick G. santos para el viaje hacia el oeste, DyC
136. Brigham Young estaba entre los
Líder de la Iglesia restaurada en sus espíritus selectos en el mundo de los
comienzos; sirvió durante una tempo- espíritus, DyC 138:53.
rada como consejero de la Presidencia
del Sumo Sacerdocio (DyC 81; 90:6, 19; Yugo. Véase también Discípulo
102:3). Artefacto que se coloca alrededor del
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
223 Zenós
cuello de los animales o de los hombres Fue muerto entre el templo y el altar,
para uncirlos. El yugo de Cristo es un Mateo 23:35 (Lucas 11:51). El ángel Ga-
símbolo del discípulo de Cristo, mien- briel prometió un hijo a Zacarías y a su
tras que el yugo de la esclavitud es un esposa Elisabet, Lucas 1:5–25 (DyC 27:7).
símbolo de la opresión. Fue suelta su lengua, Lucas 1:59–79.
Mi yugo es fácil, y ligera mi carga, Zarahemla. Véase también Ammón,
Mateo 11:29–30. No os unáis en yugo descendiente de Zarahemla; Mulek
desigual con los incrédulos, 2 Cor. 6:14.
En el Libro de Mormón, Zarahemla se
No estéis otra vez sujetos al yugo de es-
refiere a (1) un hombre que guio a la colo-
clavitud, Gál. 5:1.
nia de Mulek, (2) a una ciudad que llevó
Tampoco deseamos imponer el yugo
su nombre, (3) la tierra de Zarahemla, y
del cautiverio sobre ninguno, Alma 44:2.
(4) al pueblo que le siguió.
Los sufrimientos de los santos son un
yugo de hierro, una ligadura fuerte, y las Zarahemla se regocijó porque el Se-
ataduras o grilletes mismos del infierno, ñor había enviado a los nefitas, Omni
DyC 123:1–3, 7–8. 1:14. Zarahemla dio una genealogía de
sus padres, Omni 1:18. Ammón era des-
cendiente de Zarahemla, Mos. 7:3, 13. La
Zabulón. Véase también Israel; Jacob iglesia se hallaba establecida en la ciudad
hijo de Isaac de Zarahemla, Alma 5:2. Por causa de
En el Antiguo Testamento, hijo de Ja- los que son justos se han salvado los ini-
cob y de Lea (Gén. 30:19–20). cuos de Zarahemla, Hel. 13:12. Cuando
murió Cristo, se incendió la ciudad de
La tribu de Zabulón: Jacob bendijo a
Zarahemla, 3 Ne. 8:8, 24.
la tribu de Zabulón (Gén. 49:13), la cual
se unió a Débora y a Barac para luchar Zeezrom
contra los enemigos de Israel (Jue. 4:4–6, En el Libro de Mormón, un abogado de
10), y también se unió a Gedeón para pe- la ciudad de Ammoníah. Alma y Amu-
lear contra los madianitas (Jue. 6:33–35). lek percibieron, mediante el Espíritu,
Zacarías (Antiguo Testamento) que Zeezrom mentía. Posteriormente se
convirtió al evangelio de Cristo (Alma
Profeta del Antiguo Testamento, con- 11:21–46; 15:1–12).
temporáneo del profeta Hageo (Esdras
5:1; 6:14), que profetizó aproximadamente Zeniff
en el año 520 a.C. En el Libro de Mormón, un hombre
El libro de Zacarías: Este libro es notorio que dirigió al grupo que regresó a la
por sus profecías acerca del ministerio tierra de Nefi; llegó a ser su rey y los
terrenal de Cristo y Su segunda venida gobernó con rectitud (Mos. 9–10).
(Zac. 9:9; 11:12–13; 12:10; 13:6). En los capí-
Zenoc
tulos del 1 al 8, se habla de una serie de
visiones acerca del futuro del pueblo de Profeta de Israel en la época del Anti-
Dios. En los capítulos del 9 al 14, se en- guo Testamento al cual se le menciona
cuentran visiones acerca del Mesías, los únicamente en el Libro de Mormón.
últimos días, la congregación de Israel, la Profetizó la muerte de Cristo, 1 Ne.
gran guerra final y la Segunda Venida. 19:10. Habló del Hijo de Dios, Alma 33:15
(Alma 34:7). Fue mártir por la verdad,
Zacarías (Nuevo Testamento). Véase
Alma 33:17. Profetizó acerca de la venida
también Elisabet; Juan el Bautista
del Mesías, Hel. 8:20.
En el Nuevo Testamento, el padre de
Juan el Bautista. Zacarías era sacerdote Zenós
y oficiaba en el templo. Profeta de Israel en la época del
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Zoram, zoramitas 224
Antiguo Testamento cuyas profecías Zoram, zoramitas
sobre la misión de Cristo se encuentran En el Libro de Mormón, el siervo de
únicamente en el Libro de Mormón.
Labán que se unió a Nefi y a Lehi y viajó
Profetizó que Cristo sería enterrado con ellos a la tierra de promisión (1 Ne.
en un sepulcro y que habría tres días 4:31–38). Debido a su fidelidad, Lehi lo
de tinieblas, 1 Ne. 19:10, 12. Predijo la bendijo junto con sus hijos (2 Ne. 1:30–
congregación de Israel, 1 Ne. 19:16. Ja- 32). A sus descendientes se les conoció
cob citó la alegoría de Zenós del olivo
con el nombre de zoramitas (Jacob 1:13).
cultivado y del olivo silvestre, Jacob 5.
Jacob explicó la alegoría de Zenós, Jacob Zorobabel
6:1–10. Enseñó acerca de la oración y la
En el Antiguo Testamento se indica
adoración, Alma 33:3–11. Enseñó que la
que cuando Ciro dio permiso a los ju-
redención viene por medio del Hijo de
Dios, Alma 34:7. Zenós testificó osada- díos de volver a Palestina, Zorobabel fue
mente; y por tal razón lo mataron, Hel. nombrado gobernador o representante
8:19. Habló de la restauración de los la- de la casa real judía. Su nombre persa
manitas, Hel. 15:11. Testificó de la des- era Sesbasar (Esdras 1:8). Participó en la
trucción que tendría lugar a la muerte reconstrucción del templo de Jerusalén
de Cristo, 3 Ne. 10:15–16. (Esdras 3:2, 8; 5:2).
MAPAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA

L os mapas que aparecen a continuación serán de utilidad para comprender mejor los primeros días
de la historia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, así como las Escrituras
reveladas por medio del profeta José Smith y sus sucesores. El lector entenderá mejor los aconte-
cimientos mencionados en las Escrituras al conocer la geografía de las tierras que allí se nombran.

Reseña y leyenda
Los recuadros del mapa que se encuentra abajo indican el área geográfica de cada uno de los mapas
numerados que siguen, los cuales abarcan grandes extensiones, así como zonas geográficas que se
han reducido para enfocarlas en detalle.

1. Noreste de los Estados Unidos de 4. Kirtland, Ohio, 1830–1838


América 5. La región de Misuri, Illinois e Iowa de
2. Palmyra y Manchester, Nueva York, EE. UU.
1820–1831 6. El desplazamiento de la Iglesia hacia el
3. La región de Nueva York, Pensilvania oeste de los Estados Unidos
y Ohio de EE. UU. 7. Mapa del mundo

2
4

1
3

N

Para facilitar la lectura de los mapas, se indica a continuación el significado de los diversos símbolos
y de los distintos tipos de grafía que aparecen en ellos. Además, en cada uno de los diversos mapas
se explican los símbolos que atañen solo a ese mapa en particular.
■ Un recuadro anaranjado Palmyra Este tipo de grafía se usa
representa un edificio, para ciudades y pueblos.
comercio u otro sitio NUEVA YORK Este tipo de grafía se usa
importante del pueblo. para divisiones políticas
● Un punto rojo representa más pequeñas tales como
una ciudad o un pueblo. regiones, y también para
Océano Atlántico Este tipo de grafía se estados y territorios de
usa para el nombre de los Estados Unidos.
lugares geográficos CANADÁ Este tipo de grafía se usa
como lagos, ríos, montes, para divisiones políticas
desiertos y valles. mayores tales como
países y continentes.
MAPAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA 228

1. Noreste de los Estados Unidos de América


A B C D

N

t
ticu
CANADÁ
1

Río Connec
ESTADOS UNIDOS

MAINE
VERMONT
Tunbridge
3
6
Sharon
i Norwich 2
ar
o

t 8 Lebanon
On 7
Lago NEW
NUEVA YORK HAMPSHIRE
9 Gilsum
Albany Whitingham
Palmyra Fayette 4
2
1
Topsfield
Manchester
er

Salem
ng

Fi MASSACHUSETTS Boston
os
Lag South Bainbridge
Colesville 3
Río Hudson

5
Harmony RHODE
CONNECTICUT ISLAND

PENSILVANIA a
re

nn
wa
a

ue
a
h

Río Del

sq NUEVA
Su
o JERSEY Ciudad de Nueva York

4
Océano
Atlántico

Kilómetros
Filadelfia 0 50 100 150 200

1. Topsfield Lugar donde nació Joseph Smith, 6. Sharon José Smith nació en este lugar, el 23 de
padre, el 12 de julio de 1771. diciembre de 1805 (véase JS—H 1:3).
2. Gilsum Lucy Mack nació en este lugar, el 8 de 7. Lebanon La familia Smith vivió en el municipio
julio de 1775. de Lebanon de 1811 a 1813, período en el que
3. Tunbridge Joseph Smith, padre, y Lucy Mack José Smith se sometió a una serie de operaciones
se casaron en este lugar el 24 de enero de 1796. en una pierna.
4. Whitingham Lugar donde nació Brigham Young, 8. Norwich La familia Smith vivió allí entre 1814
el 1° de junio de 1801. y 1816, antes de trasladarse a Palmyra.
5. Harmony Emma Hale nació en el municipio de 9. Palmyra La familia Smith se mudó a este lugar
Harmony, el 10 de julio de 1804. en 1816 (véase JS—H 1:3).
229 MAPAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA

2. Palmyra y Manchester, Nueva York, 1820–1831


A B C D

N

6
Granja de PA L M Y R A
Martin Harris
M A C E D O N ( M U N I C I P I O )
1
( M U N I C I P I O )

Taller de
Sepultura de imprenta de
Ca
Alvin Smith E. B. Grandin
na
l E d
rie Re
Arroyo

Poblado de
Palmyra
y
A r ro y o H a t h a wa

Cabaña de troncos Granja de Joseph


de Joseph Smith, Smith, padre
padre 1
2 CONDADO DE WAYNE
Arboleda Casa de
CONDADO DE WAYNE Sagrada 3 CONDADO DE ONTARIO
4 madera de
Joseph Smith,
CONDADO DE ONTARIO padre
3

Camino Escuela Armington

Camino Fox
Camino Canandaigua

M A N C H E S T E R
( M U N I C I P I O )
Camino Stafford

8
Arr
oyo
Ha
tha
FA R M I N G T O N wa
y
( M U N I C I P I O ) 4
Cerro
Cumorah
5
Kilómetros
0 1 2

1. Cabaña de troncos de Joseph Smith, padre El 5. Cerro Cumorah En este lugar el ángel Moroni
ángel Moroni se apareció a José Smith en un entregó al profeta José Smith las planchas de
cuarto del piso superior de esta cabaña la no- oro el 22 de septiembre de 1827 (véase JS—H
che del 21 al 22 de septiembre de 1823 (véase 1:50–54, 59).
JS—H 1:29–47). 6. Granja de Martin Harris Esta granja se hipo-
2. Granja de Joseph Smith, padre Esta granja, tecó y se vendió parte de ella para sufragar el
de 40 hectáreas, fue cultivada por la familia costo de la impresión del Libro de Mormón.
Smith de 1820 a 1829. 7. Taller de imprenta de E. B. Grandin Allí se
3. Arboleda Sagrada La Primera Visión de José imprimieron 5.000 ejemplares del Libro de
Smith tuvo lugar en una zona boscosa de la Mormón entre 1829 y 1830.
granja de los Smith a principios de la prima- 8. Arroyo Hathaway En este arroyo, común-
vera de 1820 (véase JS—H 1:11–20). mente denominado por los primeros residen-
4. Casa de madera de Joseph Smith, padre tes, Crooked Creek (riachuelo curvado), se
Alvin Smith inició la construcción de esta casa efectuaron algunos de los primeros bautismos
en 1822 y la familia Smith habitó en ella desde de la Iglesia.
1825 hasta 1829.
A B C D E F G H
Toronto
10
N Lago Lago Ontario
Hurón 1
7


Canal Erie Rochester
5
Palmyra
Buffalo Mendon 4

Manchester Fayette South 2


Perrysburg Freedom er Bainbridge
Lagos Fing
Colesville 2 1
NUEVA YORK Casa de Joseph Knight, padre
DÁ ie
NA o Er 3
Lag 3
CA UU. Casa de José Smith
. Thompson
6
EE R ío
Su Harmony
sq
Cleveland Kirtland ue
9 h
PENSILVANIA
n

Amherst Orange Hiram


an a

OHIO 8 4
Kilómetros
0 50 100 150 200

1. South Bainbridge José Smith y Emma Hale en este lugar el 6 de abril de 1830 (véase DyC emigraron a través del canal Erie y del lago Erie,
contrajeron matrimonio en este lugar el 18 de 20–21). hasta Kirtland, Ohio, en abril y mayo de 1831.
enero de 1827 (véase JS—H 1:57).
5. Mendon Uno de los primeros lugares de re- 8. Hiram José y Emma vivieron en este lugar
3. La región de Nueva York, Pensilvania y Ohio de EE. UU.

2. Colesville La primera rama de la Iglesia se or- sidencia de Brigham Young y también de He- desde septiembre de 1831 hasta septiembre
ganizó en la casa de Joseph Knight, padre, en ber C. Kimball. de 1832. José y Sidney Rigdon trabajaron allí
el municipio de Colesville, en 1830. en la Traducción de José Smith de la Biblia en
6. Kirtland Los misioneros enviados a predicar inglés (TJS). Las revelaciones que se recibieron
3. Casa de José Smith, en Harmony Mucha de a los lamanitas se detuvieron en este lugar y en este sitio son: DyC 1; 65–71; 73; 76–77; 79–81;
la traducción del Libro de Mormón se llevó a bautizaron a Sidney Rigdon y a otras personas 99; 133.
cabo en este lugar. El sacerdocio se restauró de la zona en 1830. Kirtland fue la sede de la
cerca de allí, en 1829 (véase DyC 13; 128:20; Iglesia desde principios de 1831 hasta 1838. El 9. Amherst José Smith fue sostenido en este lugar
MAPAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA

JS—H 1:71–72). primer templo de esta dispensación se edificó como Presidente del Sumo Sacerdocio el 25 de
en esta localidad y se dedicó el 27 de marzo de enero de 1832 (véase DyC 75).
4. Fayette Los Tres Testigos vieron las planchas de 1836 (véase DyC 109).
oro y al ángel Moroni en este sitio (DyC 17). La 10. Toronto Hogar de John Taylor, tercer Presidente
traducción del Libro de Mormón se terminó allí 7. Canal Erie Las tres ramas de la Iglesia de de la Iglesia, y de Mary Fielding, esposa de
230

en junio de 1829. La Iglesia se organizó también Nueva York (Colesville, Fayette y Manchester) Hyrum Smith.
231 MAPAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA

4. Kirtland, Ohio, 1830–1838


A B C D

es
te del Granja de 2
rí Morley
io

o
r
ta

Chagrin
Tr i b u
tor 1
a Willoughby

en
aM

ille
sv
Molino i ne
Lugares de Pa
Grist a
bautismos
Ca mi no Ma
rke ll

Casa de 2
Whitney
1 Tienda de Whitney
Posada Johnson 3 Curtiduría N
4


Escuela
Fábrica de potasa
Calle Aserradero
Cowdery

Casa de 3
Tienda de ramos
José Smith generales de
5
José Smith

Cementerio
a

Templo de Kirtland
Ch

Calle Whitney 6
7
ar

Imprenta
do

Casa de Sidney
n
Ar

Banco Rigdon
ro
yo

4
St

Calle Joseph
on

Casa de
ey
Ch

Hyrum Smith
Ca licoth
il

Metros
min e
o

0 150 300

1. Casa de Newel K. Whitney José y Emma vivieron terminó la traducción del libro de Abraham; José
allí durante varias semanas después de haberse tras- recibió varias revelaciones en este lugar.
ladado a Kirtland en 1831. En este lugar José recibió 6. Imprenta En este edificio se impartieron Lectures
varias revelaciones. on Faith (los Discursos sobre la fe), y allí se llamó y
2. Granja de Isaac Morley José y Emma Smith vivieron ordenó a los Doce Apóstoles y al Primer Cuórum de
allí de marzo a septiembre de 1831. En este lugar se los Setenta. Doctrina y Convenios (primera edición),
ordenaron los primeros sumos sacerdotes. José tra- el Libro de Mormón (segunda edición), The Evening
and the Morning Star, Latter Day Saints’ Messenger and
bajó en la traducción de la Biblia en inglés (TJS). Advocate, y los primeros números de Elders’ Journal
3. Tienda de Newel K. Whitney La Primera Presidencia se imprimieron allí.
de la Iglesia recibió las llaves del reino en este lugar. 7. Templo de Kirtland Fue el primer templo de esta
La Escuela de los Profetas se reunía en este lugar dispensación. Jesucristo se apareció en el templo y lo
durante el invierno de 1833. La TJS de la Biblia en aceptó. Moisés, Elías y Elías el Profeta se aparecieron
inglés estaba a punto de terminarse en 1833. José y y restauraron ciertas llaves del sacerdocio (véase DyC
Emma vivieron allí de 1832 a 1833. José recibió mu- 110). La Escuela de los Profetas también se reunió
chas revelaciones en este sitio. allí. Las revelaciones que se recibieron en este sitio
4. Posada Johnson La posada albergó la primera im- son: DyC 109–110; 137.
prenta de Kirtland. El periódico The Evening and the Kirtland El 17 de agosto de 1835 se aceptó Doctrina
Morning Star se imprimió allí después de la destruc- y Convenios como libro de Escrituras. Revelaciones
ción de la imprenta del condado de Jackson, Misuri. recibidas en Kirtland: DyC 41–50; 52–56; 63–64; 72;
Los Doce Apóstoles partieron de este lugar el 4 de 78; 84–98; 101–104; 106–110; 112; 134; y 137. En la sec-
ción 104 se designan ciertas propiedades que debían
mayo de 1835 hacia sus primeras misiones. entregarse como mayordomía a los miembros de la
5. Casa de José Smith José y Emma vivieron allí desde Iglesia que participaban en la orden unida (véanse
finales de 1833 hasta principios de 1838, donde se los versículos 19–46).
A B C D E F G H
8
Winter Quarters 9
Council Bluffs IOWA 1
N (Kanesville)
Monte Pisgah
Montrose Nauvoo


Río Platte 6
Garden Grove
Ramus
7 Carthage
Río Grand 2


o
M
TERRITORIO Quincy Springfield

is
INDIO

ur
i
Adán-ondi-Ahmán Rí

o
4

Río Chariton
M
Gallatin is
Arroyo Shoal is
ip ILLINOIS 3
í
Río Fishing Molino de Hawn MISURI
2 3
Far West DeWitt
Liberty 5
Richmond
Fuerte Leavenworth Independence Curva de
McIlwaine 4
5. La región de Misuri, Illinois e Iowa de EE. UU.

1 St. Louis
ío Misuri
CONDADO DE R Kilómetros
JACKSON 0 50 100 150 200

1. Independence Se señala como el lugar central de 4. Adán-ondi-Ahmán El Señor señaló este lugar si- muertos, la investidura y el sellamiento de parejas.
Sion (véase DyC 57:3). El solar del templo se dedicó tuado en el norte de Misuri, como el sitio de un gran Allí también se organiza la Sociedad de Socorro en
el 3 de agosto de 1831, y los santos fueron expulsados encuentro futuro que se realizará cuando Jesucristo 1842. Entre las revelaciones que se reciben en este
del condado de Jackson en 1833. venga a reunirse con Adán y los justos de su poste- sitio están DyC 124–129.
2. Río Fishing José Smith y el Campo de Sion viajaron ridad (véase DyC 78:15; 107:53–57; 116).
7. Carthage Lugar del martirio del profeta José Smith y
desde Kirtland, Ohio, hasta Misuri en 1834 para ayu- 5. Cárcel de Liberty José Smith y otros estuvieron en- de su hermano Hyrum, el 27 de junio de 1844 (véase
dar a los santos del condado de Jackson a recuperar carcelados injustamente allí desde diciembre de 1838 DyC 135).
sus tierras. La revelación de DyC 105 se recibió a hasta abril de 1839. En esos momentos tan difíciles
MAPAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA

orillas de este río. para la Iglesia, José se dirigió al Señor pidiéndole 8. Winter Quarters El asentamiento temporal más
dirección y recibió la revelación que se encuentra grande de los santos que se dirigían al valle del Lago
3. Far West Fue el mayor asentamiento de santos en
en DyC 121–123. Salado (1846–1848). Allí se organiza el Campamento
Misuri. Se dedicó el solar para un templo en este
lugar (véase DyC 115). En este lugar, el 8 de julio 6. Nauvoo Este sitio a orillas del río Misisipí fue el lugar de Israel para el viaje hacia el oeste (véase DyC 136).
de 1838, el Cuórum de los Doce Apóstoles recibió el de recogimiento de los santos desde 1839 hasta 1846. 9. Council Bluffs (Kanesville) La Primera Presidencia
llamamiento del Señor de prestar servicio misional En este lugar se edifica un templo y se comienzan a se sostiene en este lugar el 27 de diciembre de 1847,
232

en las islas británicas (véase DyC 118). efectuar ordenanzas tales como el bautismo por los con Brigham Young como Presidente.
A B C D E F G H

TERRITORIO DE
233
CANADÁ NUEVA
TERRITORIO YORK
OREGÓN
INDIO Fayette Ciudad de 1

ífico
Río 1

o
Fuerte Fuerte

c
Sn Platte
Nueva York

O é
ak
e
Hall Fuerte Laramie

Pac ano
Norte PENSILVANIA
Bridger IOWA 4 de febrero de 1846
Winter Quarters 2 Kirtland Comienza la travesía
ia Ca rn ia Council

ac
lifo 8 Filadelfia del barco Brooklyn
h 7 Bluffs
San

ta
15 Río 6 Nauvoo
Francisco Ru Gran Lago OHIO
Salado
Salt Lake City Platte Far West ILLINOIS Washington, D.C. 2
14 Sur Océano

INDIANA
Sacramento Fuerte Leavenworth
9 5 Quincy Atlántico
Liberty

CA
Pueblo 3
El barco 11 Rí 4

LIF
o
Brooklyn llega Independence

Ar

OR
a Yerba Buena Los MÉXICO MISURI N

kan
(San Francisco)

NIA
Ángeles 3

sa
el 31 de julio s
de 1846

Santa Fe dia n
San Bernardino ana
Río C TERRITORIO
13 10
Río Grande
Misión San INDIO Leyenda
Luis Rey ila
Río G
12 Ruta del Batallón Mormón
San Diego Tucson 4

Río Pecos
Ruta de los santos hacia el oeste
Kilómetros Travesía del barco Brooklyn
0 150 300 450 600

1. Fayette El profeta José Smith se mudó de Fayette a Kirtland, de 1838. En 1838–1839 los santos se vieron forzados a huir 11. Pueblo A tres destacamentos de enfermos del Batallón
Ohio, en enero de 1831. Las tres ramas de Nueva York a Illinois. Mormón se les ordena ir a Pueblo para su recuperación.
(Fayette, Colesville y Manchester) lo siguieron en abril y 6. Nauvoo Es la sede de la Iglesia desde 1839 hasta 1846. Pasan allí el invierno de 1846 a 1847 con santos de Misi-
en mayo de 1831, obedeciendo el mandamiento del Señor Después del martirio del Profeta y de su hermano Hyrum, sipí; esos grupos llegan al valle del Lago Salado en julio
de congregarse (véase DyC 37–38). los santos emprenden el viaje hacia el oeste. de 1847.
2. Kirtland La sede de la Iglesia estuvo mayormente en 7. Council Bluffs Los pioneros llegan allí en junio de 1846. 12. San Diego El Batallón Mormón termina su marcha de
Kirtland desde 1831 hasta 1838. Los miembros del Batallón Mormón parten de este lugar 3.200 kilómetros en esta localidad el 29 de enero de 1847.
3. Independence El Señor señala a Independence (en el con- el 21 de julio de 1846 bajo el mando de James Allen. 13. Los Ángeles Se da de baja al Batallón Mormón en este
6. El desplazamiento de la Iglesia hacia el oeste de los Estados Unidos

dado de Jackson, Misuri) como el lugar central de Sion en 8. Winter Quarters Asentamiento temporal importante lugar el 16 de julio de 1847.
julio de 1831 (véase DyC 57:3). El populacho expulsa a los desde 1846 hasta 1848. La compañía de vanguardia, bajo 14. Sacramento Algunos miembros dados de baja del Batallón
santos del condado de Jackson en noviembre de 1833.
MAPAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA

la dirección del presidente Brigham Young, parte hacia el Mormón trabajan en esta zona y en el molino Sutter, un
4. Liberty Los santos del condado de Jackson se establecieron oeste en abril de 1847. poco más hacia el este, sobre el río American. Se hallaban
en el condado de Clay desde 1833 hasta 1836, época en 9. Fort Leavenworth El Batallón Mormón recibe allí su equipo presentes cuando se descubre oro en enero de 1848.
que se vieron forzados a irse una vez más. El profeta José antes de comenzar la marcha hacia el oeste en agosto de 15. Salt Lake City Sede de la Iglesia desde 1847 hasta el pre-
Smith y otras cinco personas estuvieron encarcelados allí 1846. sente. El presidente Brigham Young llegó al valle del Lago
injustamente desde diciembre de 1838 hasta abril de 1839. Salado el 24 de julio de 1847.
10. Santa Fe Philip Cooke está al mando del Batallón Mormón
5. Far West Este lugar fue un refugio para los santos desde al partir de este lugar el 19 de octubre de 1846.
1836 hasta 1838. Fue la cabecera de la Iglesia durante parte
1
7. Mapa del mundo

EUROPA
AMÉRICA
DEL ASIA
NORTE
Océano Pacífico Océano Atlántico Océano
Norte Norte Pacífico Norte 2

AMÉRICA
CENTRAL
ÁFRICA

Océano AMÉRICA DEL


Pacífico SUR Océano
Índico
3
AUSTRALIA

Océano Pacífico Océano Atlántico


Sur Sur

N
MAPAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA

4

ANTÁRTIDA
234

A B C D E F G H
235 MAPAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA Índice

Índice de mapas de lugares históricos de la Iglesia


El índice de mapas facilitará al lector la tarea de hallar un nombre en particular en los mapas. Junto
al nombre de cada lugar se incluye el número del mapa, así como la combinación de la letra y el
número. Por ejemplo, el sitio de Fuerte Hall se da como 6:B1, lo cual quiere decir, mapa 6, intersec-
ción B1. Los lugares específicos de un mapa en particular se pueden situar por la intersección de las
coordenadas trazadas a partir de las letras que están en la parte superior de él y de los números del
costado. Los nombres alternativos aparecen entre paréntesis; por ejemplo: Council Bluffs (Kanesville).
Adán-ondi-Ahmán, Camino Canandai- Curtiduría, Hiram, Ohio, 3:D4
Misuri, 5:D3 gua, región de Kirtland, 4:B2
Illinois, 5:H3, 6:F2
Palmyra, 2:C3
África, 7:E2 DeWitt, Misuri, 5:E4 Independence,
Camino Chillicothe,
Albany, Nueva Escuela, Kirtland, Misuri, 5:D4, 6:E2
Kirtland, 4:B4
York, 1:C2 4:B3 Indiana, 6:F2
Camino Escuela Ar-
América Central, Europa, 7:E1 Iowa, 5:E1, 6:E2
mington, región
7:B2 de Palmyra, 2:D3 Johnson, posada de,
Fábrica de Potasa,
América del Norte, Camino Fox, región Kirtland, 4:B3 Kirtland, 4:B2
7:B2 de Palmyra, 2:A3 Far West, Misuri, Kirtland, Ohio,
América del Sur, Camino Markell, 5:D3, 6:E2
7:C3 3:C3, 6:F1
Kirtland, 4:A2 Fayette, Nueva Knight, Joseph,
Amherst, Ohio, Camino Stafford, re- York, 1:A3, 3:G2,
3:C4 padre, casa de,
gión de Palmyra, 6:G1 municipio de Co-
Antártida, 7:E4 2:B4 Filadelfia, Pensilva- lesville, Nueva
Arboleda Sagrada, Canadá, 1:C1, 3:C3, nia, 1:B4, 6:G2 York, 3:H3
región de Pal- 6:F1 Freedom, Nueva
myra, 2:B3 York, 3:F2 Lago Erie, 3:D3
Canal Erie, Nueva
Arroyo Red, región Fuerte Bridger, 6:C2 Lago Hurón, 3:C1
York, 2:A2, 3:F1
de Palmyra, 2:D2 Lago Ontario, 1:A2,
Carthage, Illinois, Fuerte Hall, 6:B1
Arroyo Shoal, 3:F1
5:G2 Fuerte Laramie,
Misuri, 5:D3 Lagos Finger,
Cementerio, 6:C2
Arroyo Stoney, Nueva York,
Kirtland, 4:B3 Fuerte Lea-
Kirtland, 4:C3 venworth, 5:D4, 1:A3, 3:G2
Cerro Cumorah, re-
Aserradero, 6:E2 Lebanon, New
gión de Palmyra,
Kirtland, 4:B3 Hampshire, 1:D2
2:C4 Gallatin, Misuri,
Asia, 7:F2 Liberty, Misuri,
Ciudad de Nueva 5:D3
Australia, 7:G3 5:D4, 6:E2
York, 1:C4, 6:G1 Garden Grove,
Bainbridge Sur, Los Ángeles, 6:A3
Cleveland, Ohio, Iowa, 5:D1
Nueva York, 1:B3, Lugares de bautis-
3:C4 Gilsum, New
3:H3 mos, Kirtland,
Colesville, Nueva Hampshire, 1:D2
Banco, Kirtland, 4:B2
York, 1:B3, 3:H3 Gran Lago Salado,
4:B4 Condado de Jack- 6:B2 Maine, 1:D1
Boston, Massachu- son, Misuri, 5:D4 Grandin, E. B., Ta- Massachusetts, 1:C3
setts, 1:D3 Condado de Onta- ller de impresión, McIlwaine, curva
Buffalo, Nueva rio, Nueva York, Palmyra, 2:C2 de, Misuri, 5:E4
York, 3:E2 2:A3, 2:D3 Mendon, Nueva
Harmony, Pensilva-
California, 6:A3 Condado de Wa- nia, 1:B3, 3:H3 York, 3:F2
Calle Cowdery, yne, Nueva York, Harris, granja de México, 6:B3
Kirtland, 4:A3 2:A3, 2:D3 Martin, región de Misión San Luis
Calle Joseph, Connecticut, 1:C3 Palmyra, 2:B1 Rey, 6:B4
Kirtland, 4:A4 Council Bluffs Hathaway, arroyo, Misuri, 5:F3, 6:E3
Calle Whitney, (Kanesville), región de Pal- Molino de Hawn,
Kirtland, 4:A3 Iowa, 5:C1, 6:E2 myra, 2:B2, 2:D4 Misuri, 5:D3
Índice MAPAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA 236

Molino Grist, Océano Pacífico, Río Misisipí, 5:G3 madera, región


Kirtland, 4:B2 6:A1, 7:B3 Río Misuri, 5:C2, de Palmyra, 2:B3
Monte Pisgah, Oficina de la im- 5:F4 Smith, Joseph, pa-
Iowa, 5:D1 prenta, Kirtland, Río Pecos, 6:C4 dre, granja de, re-
Montrose, Iowa, 4:B4 Río Platte Norte, gión de Palmyra,
5:F2 Ohio, 3:B4, 6:F2 6:C1 2:B3
Morley, Isaac, Orange, Ohio, 3:C4 Río Platte Sur, 6:C2 Springfield, Illinois,
granja de, Pensilvania, 1:A4, Río Platte, 5:B1 5:H2
Kirtland, 4:D1 3:F4, 6:G1 Río Snake, 6:B1 St. Louis, Misuri,
Municipio de Far- Perrysburg, Nueva Río Susquehanna, 5:H4
mington, región York, 3:E2 Pensilvania, 1:A4,
de Palmyra, 2:A4 Templo de Kirtland,
Poblado de Pal- 3:G3
Municipio de Ma- 4:B4
myra, Nueva Rochester, Nueva
cedon, región de York, 2:C2 York, 3:F1 Territorio de
Palmyra, 2:A1 Pueblo, 6:C3 Ruta hacia Califor- Oregón, 6:A1
Municipio de Man- nia, 6:B2 Territorio indio,
chester, Nueva Quincy, Illinois, 5:B2, 6:D1, 6:D3
York, 1:A3, 2:D3, 5:G2, 6:E2 Sacramento, 6:A2
Thompson, Ohio,
3:G2 Ramus, Illinois, Salem, Massachu-
3:D3
Municipio de Pal- 5:G2 setts, 1:D3
Topsfield, Massa-
myra, Nueva Rhode Island, 1:D3 Salt Lake City, 6:B2
chusetts, 1:D3
York, 1:A3, 2:D1, Richmond, Misuri, San Bernardino,
Toronto, Canadá,
3:G2 5:D4 6:B3
3:E1
Rigdon, Sidney, San Diego, 6:B4
Nauvoo, Illinois, Tucson, 6:B4
5:F1, 6:E2 casa de, Kirtland, San Francisco, 6:A2
4:B4 Santa Fe, 6:C3 Tunbridge,
New Hampshire, Vermont, 1:C2
1:D2 Río Arkansas, 6:D3 Sharon, Vermont,
Norwich, Vermont, Río Canadian, 6:D3 1:C2 Vermont, 1:C2
1:D2 Río Chagrin, tri- Smith, Alvin, Sepul-
butario este del, Washington, D.C.,
Nueva Jersey, 1:B4 cro de, Palmyra,
Kirtland, 4:B1 2:C2 6:G2
Nueva York, 1:B3, Whitingham, Ver-
Río Chariton, Smith, Hyrum, casa
3:E3, 6:G1 mont, 1:C3
Misuri, 5:E2 de, Kirtland, 4:B4
Océano Atlántico Río Connecticut, Smith, José, casa de, Whitney, Newel K.,
Norte, 7:C2 1:D1 3:H3, 4:B3 casa de, Kirtland,
Océano Atlántico Río Delaware, 1:B4 Smith, José, tienda 4:B2
Sur, 7:D3 Río Fishing, Misuri, de ramos genera- Whitney, Newel K.,
Océano Atlántico, 5:D3 les, Kirtland, 4:B3 tienda de,
1:D4, 6:H2 Río Gil, 6:B4 Smith, Joseph, pa- Kirtland, 4:B2
Océano Índico, 7:F3 Río Grand, Misuri, dre, cabaña de
Winter Quarters,
Océano Pacífico 5:D2 troncos de, región
Territorio indio,
Norte, 7:A2, 7:H2 Río Grande, 6:C4 de Palmyra, 2:B3
5:B1, 6:E2
Océano Pacífico Sur, Río Hudson, Nueva Smith, Joseph,
7:A3 York, 1:C3 padre, casa de
FOTOGRAFÍAS DE LUGARES HISTÓRICOS
DE LA IGLESIA

E stas fotografías de importantes lugares históricos de la Iglesia muestran las tierras por
donde anduvieron los primeros Santos de los Últimos Días, donde vivieron y ense-
ñaron profetas modernos y en donde ocurrieron muchos de los acontecimientos que se
relatan en las Escrituras.

Reseña
En el mapa de abajo se indica la ubicación de las fotografías de esta sección. En las pági-
nas siguientes, a cada fotografía le acompaña una breve descripción del lugar. Después se
hace mención de los acontecimientos importantes de esa área, junto con las referencias de
las Escrituras, de modo que el lector sepa dónde leer más acerca de esos acontecimientos.

1. La Arboleda Sagrada 9. El Templo de Kirtland


2. El cerro Cumorah y la región de Pal- 10. Adán-ondi-Ahmán
myra y Manchester 11. El solar del Templo de Far West
3. La cabaña de troncos de Joseph Smith, 12. La cárcel de Liberty
padre 13. La mansión de Nauvoo
4. La imprenta y taller de impresión 14. La tienda de ladrillos rojos de José
Grandin Smith
5. El río Susquehanna 15. El Templo de Nauvoo
6. El sitio de la casa de Peter Whitmer, 16. La cárcel de Carthage
padre 17. El éxodo hacia el oeste
7. La tienda Newel K. Whitney y Cía. 18. El Templo de Salt Lake
8. La casa de John Johnson

N NUEVA
4 YORK

6
1 3
2 5

7
8 9 PENSILVANIA

18 13 14
OHIO
15 16
17
10
ILLINOIS
11
12

MISURI
FOTOGRAFÍAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA 238
1. La Arboleda Sagrada

La Arboleda Sagrada se encuentra en los Acontecimiento importante: La aparición de


municipios de Palmyra y Manchester, Nueva Dios el Padre y de Su Hijo Jesucristo al pro-
York y se halla al oeste de donde estaba la feta José Smith tuvo lugar en esta arboleda
pequeña cabaña de troncos de la familia (JS—H 1:14–20).
Smith en 1820.
239 FOTOGRAFÍAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA
2. El cerro Cumorah y la región de Palmyra y Manchester

En esta foto, tomada mirando hacia el encuentran la granja de la familia Smith y la


norte, se ve el cerro Cumorah en Manches- Arboleda Sagrada.
ter, Nueva York. El cerro comienza en el Acontecimientos importantes: La familia del
extremo inferior derecho y llega hasta un profeta José Smith vivía en esta región cuando
poco más arriba de la mitad de la foto. El él tuvo la Primera Visión (JS—H 1:3). En el
monumento blanco que se ve al norte de la año 421 de nuestra era, Moroni enterró en el
colina fue erigido en honor al ángel Moroni cerro Cumorah un juego de planchas de oro
y al hecho de haber salido a luz el Libro de que contenía la historia sagrada de su pueblo
Mormón. El cerro Cumorah se encuentra a (P. de Morm. 1:1–11; Morm. 6:6; Moro. 10:1–2).
unos 5 kilómetros al sudeste de la Arboleda Ese mismo Moroni le dijo a José Smith dónde
Sagrada. El poblado de Palmyra está cerca hallar las planchas en el cerro. Moroni se las
del borde superior de la foto, a 6,5 km. Ha- entregó en 1827 (DyC 27:5; 128:20; JS—H
cia el extremo superior izquierdo de esta se 1:33–35, 51–54, 59).
FOTOGRAFÍAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA 240
3. La cabaña de troncos de Joseph Smith, padre

Réplica de la casa de Joseph Smith, padre, Acontecimientos importantes: El profeta


edificada en el lugar original de la cabaña José Smith estudiaba la Biblia en esta
de troncos, cerca de Palmyra, Nueva York. casa mientras se afanaba por saber cuál
Poco después de su llegada a Palmyra, la iglesia era la verdadera (JS—H 1:11–13).
familia Smith construyó la casa de troncos Moroni se le apareció a José y le habló
labrados, que contaba con un piso y me- sobre las planchas del Libro de Mormón
dio superior. La familia vivió en este lugar (JS—H 1:30–47).
desde 1819 hasta 1825.
241 FOTOGRAFÍAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA
4. La imprenta y el taller de impresión Grandin

El taller de imprenta restaurado de Egbert B. tipográfica comenzó en agosto de 1829, y los


Grandin, en Palmyra, Nueva York, donde en ejemplares ya terminados estuvieron dispo-
1830 se publicó la primera edición del Li- nibles el 26 de marzo de 1830.
bro de Mormón. Martin Harris hipotecó su Acontecimiento importante: Se mandó a Martin
granja y vendió parte de ella para sufragar Harris dar liberalmente de sus bienes para
el costo de la impresión de 5.000 ejempla- pagar la deuda de la impresión del Libro de
res del Libro de Mormón. La composición Mormón (DyC 19:26–35).
FOTOGRAFÍAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA 242
5. El río Susquehanna

En esta fotografía se ve el río Susquehanna, desearon saber más acerca del bautismo y
en el municipio de Harmony, Pensilvania. caminaron hacia un lugar en los bosques
Acontecimientos importantes: José Smith llegó cerca de aquí para orar al Señor en cuanto a
por primera vez a Harmony en 1825, a fin de este asunto. Como respuesta a esa oración,
buscar empleo. Él y su padre se hospedaron se les apareció Juan el Bautista el 15 de mayo
cerca de allí en la casa de Isaac Hale, donde de 1829 (JS—H 1:66–74; DyC 13), quien les
José conoció a la hija de este, Emma Hale, que confirió el Sacerdocio Aarónico. Enseguida,
llegó a ser su esposa (JS—H 1:56–57). José y los dos fueron al río y se bautizaron el uno al
Emma se casaron el 18 de enero de 1827. El otro para la remisión de pecados. Después,
Profeta recibió las planchas de oro el 22 de Juan el Bautista indicó a José y a Oliver que se
septiembre de 1827, en Manchester, Nueva ordenaran mutuamente al Sacerdocio Aaró-
York, y poco después se mudó con Emma a nico. Poco después, Pedro, Santiago y Juan se
Harmony, donde comenzó la traducción de aparecieron a José y a Oliver entre Harmony
las planchas. Durante la traducción del Libro y Colesville y les confirieron el Sacerdocio de
de Mormón, José Smith y Oliver Cowdery, Melquisedec (DyC 27:12–13; 128:20).
243 FOTOGRAFÍAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA
6. El sitio de la casa de Peter Whitmer, padre

Esta cabaña de troncos representa la casa impreso al principio de todos los ejemplares
original de Peter Whitmer, padre, en Fayette, del Libro de Mormón. El 6 de abril de 1830,
Nueva York. se reunieron en esta cabaña unas sesenta
Acontecimientos importantes: José Smith ter- personas para presenciar la organización
minó la traducción del Libro de Mormón en oficial de la Iglesia de Jesucristo (DyC 20).
esta casa durante los últimos días de junio de Las primeras reuniones y conferencias de la
1829. En los bosques cercanos a esta cabaña, incipiente Iglesia se realizaron allí. En la ca-
los Tres Testigos vieron al ángel Moroni y las baña de Peter Whitmer se recibieron veinte
planchas de oro. Su testimonio se encuentra de las revelaciones de Doctrina y Convenios.
FOTOGRAFÍAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA 244
7. La tienda Newel K. Whitney y Cía.

La tienda de Newel K. Whitney desem- 24 de enero de 1833 hasta abril de ese


peñó un papel principal en la historia mismo año.
de la Iglesia en Kirtland. José y Emma Acontecimientos importantes: El profeta José
vivieron allí durante un corto tiempo. recibió la revelación de la Palabra de Sabi-
En este lugar se recibieron varias reve- duría (DyC 89). Allí llevó a cabo gran parte
laciones importantes. La Escuela de los de la Traducción de José Smith de la Biblia
Profetas se reunió en la tienda desde el en inglés (TJS).
245 FOTOGRAFÍAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA
8. La casa de John Johnson

La casa de John y Alice Johnson estaba en febrero de 1832 (DyC 76). El profeta José tam-
Hiram, Ohio, EE. UU. El cuarto de la foto- bién trabajó en la Traducción de José Smith
grafía corresponde a la planta alta. de la Biblia en inglés (TJS) en esta casa. En la
Acontecimientos importantes: El profeta José noche del 24 de marzo de 1832, cuando José y
Smith y su esposa, Emma, vivieron en esta Emma todavía vivían allí, un grupo de após-
casa. José y Sidney Rigdon tuvieron allí la tatas y antimormones golpearon brutalmente
maravillosa visión sobre los grados de gloria a José y a Sidney Rigdon y los cubrieron con
en presencia de varias personas más el 16 de brea y plumas.
FOTOGRAFÍAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA 246
9. El Templo de Kirtland

El Templo de Kirtland se encuentra en lo aceptó como el lugar en el que revelaría


Kirtland, Ohio, EE. UU. Su palabra a Su pueblo (DyC 110:1–10). Des-
pués de esa aparición, Moisés, Elías y Elías
Acontecimiento importante: El Templo de
el Profeta visitaron a José Smith y a Oliver
Kirtland fue el primer templo que se edi-
Cowdery, a los cuales dieron ciertas llaves
ficó en esta dispensación (DyC 88:119; 95). del sacerdocio, así como importante infor-
En este templo, José Smith tuvo una visión mación (DyC 110:11–16). Los santos usaron
del reino celestial (DyC 137). Fue dedicado el este templo durante unos dos años antes de
27 de marzo de 1836 (DyC 109). El 3 de abril tener que huir de Kirtland por causa de la
de 1836, el Salvador apareció en el templo y persecución.
247 FOTOGRAFÍAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA
10. Adán-ondi-Ahmán

Esta fotografía se tomó mirando al sur, ha- y mil Santos de los Últimos Días, pero tu-
cia el valle de Adán-ondi-Ahmán, un valle vieron que abandonar la colonia cuando los
apacible y hermoso situado en el noroeste de expulsaron de Misuri. Antes de la gloriosa
Misuri, cerca de la comunidad de Gallatin. segunda venida de Cristo, Adán y los justos
Acontecimientos importantes: Tres años antes de su posteridad, entre los que se cuentan
de morir, Adán reunió en este valle a los de santos de todas las dispensaciones, volve-
su posteridad que eran justos y les dio su rán a congregarse en este valle para reunirse
última bendición (DyC 107:53–56). En 1838 con el Salvador (Dan. 7:9–10, 13–14; DyC 27;
vivían en Adán-ondi-Ahmán entre quinientos 107:53–57; 116).
FOTOGRAFÍAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA 248
11. El solar del Templo de Far West

La colonia de Far West, Misuri, fue el lugar de los Últimos Días fueron expulsados de Far
de residencia de tres mil a cinco mil santos West y de otros sitios de Misuri, y se trasla-
que buscaban refugio tras la persecución daron a Illinois.
ocurrida en los condados de Jackson y de
Acontecimientos importantes: Se dedicó el so-
Clay. En 1838, el Señor mandó a los santos
lar para un templo y se colocaron las piedras
que construyeran un templo en este lugar
(véase DyC 115:7–8); sin embargo, la perse- angulares. Se recibieron siete revelaciones
cución del populacho evitó que lo hicieran. que se publicaron en Doctrina y Convenios
El 31 de octubre de ese año, el profeta José (secciones 113–115; 117–120). Joseph F. Smith,
Smith y otros líderes de la Iglesia fueron sexto Presidente de la Iglesia, nació en Far
arrestados y, tras ser procesados en Rich- West el 13 de noviembre de 1838; Far West
mond, fueron enviados a la cárcel de Liberty. sirvió brevemente como sede de la Iglesia
Durante el invierno de 1838–1839, los Santos bajo la dirección del profeta José Smith.
249 FOTOGRAFÍAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA
12. La cárcel de Liberty

La cárcel de Liberty, Misuri, alrededor de esparcido un poco de paja; tenían muy poca
1878. José Smith y otros cinco hermanos fue- luz y escasa protección del frío invernal.
ron encarcelados injustamente dentro de sus
Acontecimiento importante: Mientras suplicaba
muros de 1,2 metros de espesor desde el 1°
de diciembre de 1838 hasta el 6 de abril de en favor de los miles de Santos de los Últimos
1839. (Sidney Rigdon quedó libre a fines de Días a quienes estaban expulsando de Misuri,
febrero). Recluidos al nivel inferior, donde el profeta José Smith recibió respuesta a su
estaba el calabozo del edificio, dormían so- oración, la cual escribió en una carta a los
bre un frío piso de piedra en el que habían santos exiliados (DyC 121–123).
FOTOGRAFÍAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA 250
13. La mansión de Nauvoo

José Smith y su familia se mudaron a la Acontecimiento importante: El 27 de junio de


Mansión de Nauvoo en agosto de 1843. 1844, el profeta José y su hermano Hyrum
Después se agregó otra ala al costado fueron asesinados a tiros en Carthage, Illi-
este del edificio principal, lo que hizo un nois, EE. UU., y los llevaron a esta casa para
total de veintidós cuartos. A principios que el público les rindiera homenaje antes del
de enero de 1844, se convirtió en un ho- funeral. Se hallan sepultados en un pequeño
tel administrado por Ebenezer Robinson. cementerio familiar situado al otro lado de la
El Profeta conservó seis cuartos para su calle Main, al oeste de la vieja cabaña de tron-
familia. La casa servía como una especie cos en la que vivió José Smith cuando llegó a
de centro social para la sociedad de Nau- Nauvoo. Emma Smith vivió en la Mansión de
voo, donde el Profeta recibía a importantes Nauvoo hasta 1871 y luego se mudó al Mesón
dignatarios. de Nauvoo, donde falleció en 1879.
251 FOTOGRAFÍAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA
14. La tienda de ladrillos rojos de José Smith

Esta reconstrucción de la tienda y oficina de Acontecimiento importante: Antes de termi-


José Smith se halla en Nauvoo, Illinois, EE. nado el templo, el piso superior se utilizó
UU. Fue uno de los edificios más importantes como sala de ordenanzas, donde se efec-
de la Iglesia durante el período de Nauvoo, tuaron las primeras investiduras comple-
pues no solo sirvió como tienda de ramos tas. El 17 de marzo de 1842, el profeta José
generales, sino que se convirtió en el cen- organizó a las mujeres de la Iglesia en la
tro de las actividades sociales, económicas, Sociedad de Socorro.
políticas y religiosas. José Smith tenía una
oficina en el piso superior.
FOTOGRAFÍAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA 252
15. El Templo de Nauvoo

El Templo de Nauvoo original se construyó de Cuórum de los Doce, y unos veinte hermanos
piedra caliza de la localidad, de color blanco más, dedicaron esta casa del Señor. El templo
grisáceo, medía 39 metros de largo por 27 de quedó abandonado en septiembre cuando el
ancho, y la parte más alta de la torre se ele- resto de los miembros de la Iglesia fue ex-
vaba a 48 metros del suelo. Los miembros de pulsado de Nauvoo; entonces, un populacho
la Iglesia hicieron grandes sacrificios para edi- profanó este sagrado recinto, cuyo interior fue
ficar este hermoso templo, cuya construcción destruido por un incendio en octubre de 1848.
comenzó en 1841, en la que algunos trabajaron El templo reconstruido (que aparece en esta
durante meses en tanto que otros dieron de foto), una fiel reproducción del original, fue
su dinero. Aun cuando no se había terminado dedicado por el presidente Gordon B. Hin-
completamente, el templo estuvo abarrotado ckley, del 27 al 30 de junio de 2002.
de miembros que fueron a recibir ordenanzas Acontecimiento importante: El 5 de octubre de
durante los meses previos a su huida hacia 1845 se celebró una conferencia general en la
el oeste. Mientras muchos santos salieron de sala de asambleas del templo. La obra de la
Nauvoo a comienzos de la primavera de 1846, investidura comenzó el 10 de diciembre de
bajo las amenazas de violencia de las turbas, 1845 y prosiguió hasta el 7 de febrero de 1846.
un grupo especial de hermanos se quedó para Más de 5.500 Santos de los Últimos Días reci-
terminar el templo. El 30 de abril de 1846, los bieron la investidura, y se efectuaron muchos
élderes Orson Hyde y Wilford Woodruff, del bautismos por los muertos y sellamientos.
253 FOTOGRAFÍAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA
16. La cárcel de Carthage

Esta cárcel se encuentra en el pueblo de Car- de traición. El 27 de junio, un populacho de


thage, Illinois, EE. UU. alrededor de cien hombres con la cara pintada
Acontecimientos importantes: El 24 de junio de de negro irrumpió en la cárcel. José y Hyrum
1844, José Smith y su hermano Hyrum se di- fueron asesinados a tiros, John Taylor recibió
rigieron a Carthage, donde los encarcelaron varias heridas y, asombrosamente, Willard
el día 25 de junio, acusándolos falsamente Richards salió ileso.
FOTOGRAFÍAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA 254
17. El éxodo hacia el oeste

El comienzo de la emigración de Nauvoo, 12.000 santos partieron de Nauvoo entre fe-


Illinois, EE. UU., se había proyectado para brero y septiembre de 1846. Después de que
los meses de marzo y abril, pero debido a estos salieron de Winter Quarters y de otros
las amenazas del populacho, el presidente lugares de campamento, se organizaron en
Brigham Young indicó que el éxodo de los compañías de diez, de cincuenta y de cien
santos y el cruce del río Misisipí se iniciaran familias, cada compañía bajo el mando de un
el 4 de febrero de 1846. El presidente Young capitán (DyC 136:3). En septiembre de 1846,
se quedó para administrar la investidura a una turba de unos 800 hombres armados de
los santos y no partió de Nauvoo sino hasta seis cañones sitió Nauvoo. Tras varios días de
mediados de febrero. lucha, los santos que allí quedaban se vieron
obligados a rendirse para salvar sus vidas y
Acontecimiento importante: Antes de su tener la oportunidad de cruzar el río. Entre
muerte, el profeta José Smith profetizó: “Al- quinientos y seiscientos hombres, mujeres
gunos de ustedes vivirán para ir y ayudar a y niños cruzaron el río y acamparon en sus
establecer colonias y edificar ciudades, y ver orillas. El presidente Brigham Young envió
a los santos llegar a ser un pueblo fuerte en equipos de rescate con provisiones para res-
medio de las Montañas Rocosas”. Cerca de catar a esos “pobres santos”.
255 FOTOGRAFÍAS DE LUGARES HISTÓRICOS DE LA IGLESIA
18. El Templo de Salt Lake

El Templo de Salt Lake visto desde el noreste. guía del Señor sobre la administración y la
Pocos días después que el primer grupo de edificación del reino de Dios.
pioneros Santos de los Últimos Días hubo Acontecimientos importantes: En este lugar,
llegado al valle de Lago Salado, el presi- el Señor ha derramado el espíritu de reve-
dente Brigham Young golpeó el suelo con lación sobre los Presidentes de la Iglesia y
su bastón y dijo: “Aquí construiremos el otras Autoridades Generales, incluida la
templo de nuestro Dios”. El 14 de febrero Declaración Oficial 2. Más recientemente, la
de 1853 se llevó a cabo la palada inicial, y Primera Presidencia y el Consejo de los Doce
el 6 de abril de ese mismo año se colocaron Apóstoles aprobaron en forma unánime y
las piedras angulares. El templo se terminó publicaron “La familia: una proclamación
y fue dedicado cuarenta años después, el 6 para el mundo”. Las ordenanzas del templo
de abril de 1893. La Primera Presidencia y el que se efectúan tanto para los vivos como
Cuórum de los Doce Apóstoles se reúnen allí por los muertos han bendecido a millones
todas las semanas para deliberar y buscar la de personas.

You might also like