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GESTIÓN PÚBLICA

Participación ciudadana:
límites y posibilidades
Rafael Merchán
Editor de Perspectiva Sin embargo, vale la pena cuestionar-
se si realmente esta “euforia participativa”
ha logrado un nuevo escenario de diálogo

Si algo caracteriza a la democracia político y ha incrementado efectivamente


contemporánea es la llamada “cri- la confianza en las instituciones.
sis de representación política”. Ni los par- En particular resulta necesario ex-
tidos políticos ni instituciones medulares plorar los límites y posibilidades que tie-
como el Congreso, gozan de confianza ne la comunidad para incidir en la deter-
por parte de la ciudadanía. Si a esto se le minación y elaboración de las políticas
suma el creciente deterioro de la activi- públicas (lo que genéricamente se de-
dad pública, con fenómenos frecuentes nomina “planeación participativa”). Su
de corrupción y abuso de poder, el pa- importancia radica en que quizá es ahí
norama resulta francamente desolador. donde la participación ciudadana tiene
Para la gente del común la democracia un mayor potencial para incidir sobre la
ya no es, como dijera Lincoln, el sistema calidad de vida de los ciudadanos comu-
de gobierno del pueblo, para el pueblo y nes y corrientes. De hecho, esta permite
por el pueblo. Sería más bien, según la que la gente del común pueda plasmar
creencia generalizada, el sistema de los concretamente sus inquietudes, deseos
políticos, para los políticos y por los polí- y necesidades y, en esa misma medida,
ticos. La brecha entre electores y elegidos constituirse en sujeto activo de las deci-
tiende a hacerse cada vez más grande y el siones gubernamentales y no en simple
ideal republicano de los segundos como espectador de las mismas.
voceros del interés general es visto por la Así, al menos en teoría, la planeación
gran mayoría como un simple enuncia- participativa como medio para que la ciu-
do retórico. dadanía se manifieste y pueda influen-
Es en tal contexto que se entiende la ciar las políticas públicas, es no sólo una
importancia que la democracia participa- práctica que posibilita el fortalecimiento
tiva viene tomando como elemento esen- de la democracia, sino también un ejerci-
cial para relegitimar la acción guberna- cio que permite que las inversiones esta-
mental y establecer una nueva dinámica tales sean más efectivas en la medida en
en la relación entre sociedad civil y Estado. que tomen en cuenta lo que son las nece-
Existe la creencia de que la democracia sidades reales de la comunidad.
no puede agotarse en el simple ejercicio
del voto. Por eso, la necesidad de ampliar Buenos ejemplos Quizá uno de los ca-
los espacios de injerencia ciudadana en sos más citados por la literatura sobre
distintos asuntos es una constante y ha cómo la comunidad puede ejercer efec-
llevado a lo que pudiéramos denominar tivamente un rol protagónico, es el de
la “euforia participativa”. Plebiscitos, re- la ciudad de Porto Alegre en Brasil. Allí,
feréndums, consultas, asambleas, son desde 1989 se ha venido desarrollando
palabras que cobraron inusitada fuerza un innovativo proceso de presupuestos
en el léxico político de muchos regíme- participativos. A través de una serie de
nes, incluidos por supuesto los latinoa- rondas de discusión en distintos niveles,
mericanos. tanto temáticos como geográficos, las

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Comunidad

Cada vez es más inversiones de la ciudad son discutidas,


dando como resultado que el presupues-
El fenómeno al que alude el autor ita-
liano es que un uso indiscriminado de
importante permitir que la to no es otra cosa que el reflejo de dichas participación directa de la ciudadanía
comunidad desempeñe un rol consultas y en esa medida constituye un
reflejo de las preferencias ciudadanas.
no hace otra cosa que deslegitimar las
instancias de participación y producir,
determinante en la definición Lo que en un principio era un esfuer- usando la terminología de algún autor
de las políticas públicas. Pero zo que congregaba a escasas 400 perso-
nas, hoy en día reúne en sus distintas
colombiano, un “cansancio de participa-
ción”. Desde tal perspectiva, la sobreofer-
existen obstáculos y peligros etapas a más de 100.000. Pero más im- ta de participación se constituye en un
que no deben ser ignorados. portante aún que los simples datos cuanti-
tativos es el hecho de que, fruto de la nueva
límite y en un peligro. Límite en el senti-
do de que la administración debe reservar
forma de concebir la acción gubernamen- para la deliberación y decisión ciudadana
tal, esta goza hoy en día de una alta legiti- aquellos aspectos que revisten real im-
midad. Como explica Albert Díez: portancia y sobre los que efectivamente
“Además de conseguir que el ciudada- la ciudadanía puede decidir, y peligro,
no sea partícipe de la gestión de su mu- porque de no hacerlo desgasta estos ins-
nicipio, es posible acercarse a otros obje- trumentos disminuyendo la confianza y
tivos de ámbito más general. En primer credibilidad en las instituciones.
lugar, muchos ciudadanos tienen infor- Un segundo aspecto de vital impor-
mación directa (no mediatizada) lo que tancia para considerar es el verdadero
genera una nueva conciencia sobre el ori- compromiso que la administración asu-
gen de muchos problemas. Esto puede me con respecto a las decisiones y deli-
producir una mayor presión popular para beraciones ciudadanas. En efecto, una
transformar el Estado en todos los niveles cosa es acercar el gobierno a los ciuda-
y caminar hacia un nuevo Estado surgido danos para que estos decidan; y otra co-
de la suma de representatividad política sa bien distinta es buscar a través de la
tradicional y la representatividad directa. participación ciudadana que se “legiti-
Mientras, el ciudadano comienza a ver al men” decisiones tomadas a priori por la
Estado al servicio de la población”1. administración, dándoles a estas un ro-
paje de decisiones colectivas que encar-
¿Por qué tan pocos éxitos? Sin embar- nan el sentir de la comunidad y que en la
go, mientras los éxitos como el de Porto práctica no representan más que el sentir
Alegre escasean, los fracasos abundan. Lo del gobernante.
que pocas veces se tiene en cuenta por Así pues, un segundo peligro de la
parte de quienes diseñan las políticas de democracia participativa es la manipu-
participación, es que no basta con crear lación de los ciudadanos. Por esto, la de-
instituciones que permitan formalmente mocracia participativa puede fácilmente
un mayor rol ciudadano. Son muchas las contribuir a que el ciudadano se consti-
complejidades que deben considerarse y tuya en un simple “consumidor de deci-
que normalmente tienden a ser ignora- siones”.
das, dando lugar a una gran paradoja: que Un tercer factor que se debe analizar
mecanismos que supuestamente debe- es lo que pudiéramos denominar una
rían servir para fortalecer la democracia “balcanización de la política”. En últimas,
terminan debilitándola y siendo un mo- en todo proceso de participación sobre
tivo más de frustración. las políticas públicas van a estar latentes
En ese orden de ideas, es importante dos lógicas distintas y algunas veces con-
destacar cuáles son los obstáculos más tradictorias: la lógica de lo particular y la
frecuentes y los peligros a los que llevan lógica de lo colectivo.
procesos mal concebidos. Así, lo primero Así, cada uno de los individuos y co-
que habría que considerar es que la par- munidades que participen en los pro-
ticipación ciudadana presenta una gran cesos de toma de decisión, van a estar
contradicción: como acertadamente lo concentrados en defender sus intereses
pone de presente Norberto Bobbio, no particulares y por ende va a ser suprema-
existe mayor peligro para la misma que mente difícil la construcción de una ra-
un exceso injustificado de la misma2. cionalidad colectiva que se sobreponga a

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la racionalidad individual. Si las deman- ticipación. Son desgraciadamente muy


das son amplias y los bienes que se van frecuentes los ejercicios donde la visión
a “repartir” son escasos, la única forma del gobierno y la de los participantes es
de que la decisión sea lo suficientemen- radicalmente distinta. Mientras para el
te legítima y racional es que ésta obedez- primero, el acercamiento con la comu-
ca a un criterio colectivo que, al menos nidad obedece simplemente a un interés
parcialmente, trascienda las visiones, ex- por conocer de primera mano la opinión
pectativas y necesidades estrictamente de la gente, los segundos pueden creer
particulares. que están decidiendo en realidad sobre lo
La carencia de ese sentido de lo co- que va a pasar con el problema en discu-
lectivo puede entonces fácilmente llevar sión. Evidentemente, si el planteamiento
a que la democracia participativa genere La democracia no es trasparente desde un principio so-
una pugna entre distintos individuos, in- participativa puede bre el efecto del proceso, este se convierte
tereses y comunidades, queriéndose cada en una fuente de conflicto.
uno llevar la mayor parte de las ganan- fácilmente contribuir a que
cias. De esta forma, antes que fortalecer el ciudadano se constituya Integralidad Uno de los pecados
la sociedad civil, la participación termina más recurrentes es concebir que la par-
debilitándola al generar enfrentamien- en un simple “consumidor ticipación ciudadana se agota en unas po-
tos y disputas que pueden menoscabar de decisiones”. cas reuniones. Muy por el contrario, para
aún más la confianza gubernamental y que esta rinda frutos debe ser constante y
ser fuente de conflicto social. llevar a que la comunidad tenga amplios
En ese mismo sentido, la imposibili- podrían beneficiar del “empoderamien- espacios para deliberar en todas las eta-
dad de generar una racionalidad colectiva to ciudadano”, sean precisamente quie- pas de la formulación, ejecución y vigilan-
puede llevar a que las decisiones tomadas nes menos están en posición de influir, cia de las políticas públicas. Es un error
sean contraproducentes desde una pers- contribuyendo así a que aquel statu quo llamar a la gente unas cuantas semanas
pectiva de efectividad de las políticas pú- continúe inmodificable. y cerrar con llave la posibilidad de que si-
blicas. En particular, es latente el peligro ga desempeñando un rol. Evidentemen-
de que las orientaciones dadas a los recur- Principios para una participación te, el nivel de disposición y compromiso
sos se estrellen con el muro del cortopla- ciudadana efectiva Los anteriores argu- de los participantes es distinto. Pero esta
cismo. De este modo, la sociedad aplaza mentos no deben llevar de ninguna ma- circunstancia no debe llevar a desconocer
continuamente la solución de problemas nera a desvirtuar las posibilidades que el potencial que en cada momento puede
estructurales y, por el contrario, opta por tiene la participación para mejorar la ca- desarrollar la comunidad.
paliativos que responden a necesidades lidad de la democracia y la efectividad de
inmediatas. Por eso, los presupuestos las políticas públicas. Pero tampoco pue- Continuidad Todo escenario de parti-
pueden fácilmente terminar converti- den ser ignorados. Por eso es necesario cipación es antes que nada un ejercicio
dos en “listas de mercado”, donde se le fijar algunos criterios para que estos ejer- de aprendizaje continuo. A participar se
da un poco a todos los participantes, pe- cicios cumplan sus objetivos y no sean aprende participando. No existen manua-
ro se posponen de forma indefinida las causa de frustración. les o recetas que lleven a que un deter-
acciones cuyos resultados no son inme- minado esfuerzo traiga automáticamen-
diatos y no tienen unos beneficiarios cla- Relevancia Los procesos exitosos tie- te resultados positivos. Hay que entender
ramente definidos. nen una constante: involucran temas que que tanto para la comunidad como pa-
El otro gran problema que tienen que tocan directamente a la gente. Las comu- ra las propias autoridades el empodera-
afrontar las experiencias de planeación nidades suelen no participar por razones miento ciudadano es complejo y los be-
con intervención comunitaria es que abstractas o etéreas, sino porque suelen neficios se van obteniendo gradualmente.
estas pueden terminar legitimando las ver en tal posibilidad una opción para Por esta circunstancia, la estabilidad y la
desigualdades. Esto se debe a que los ac- mejorar su calidad de vida y su entorno. socialización de las reglas de juego resul-
tores más educados políticamente, suelen De ahí que a la ciudadanía haya que po- tan absolutamente esenciales. Si tras un
identificarse con aquellos que ostentan nerla a deliberar sobre temas relevantes primer intento se cae en el síndrome del
un mayor poder económico. Son éstos y no desgastar sus energías y sus aptitu- fracaso y se vuelve a arrancar de cero, se
quienes logran acceder a una informa- des en asuntos que no van a generar un pierde todo el conocimiento acumulado y
ción cualificada que les permite desem- impacto palpable. se resquebraja la confianza en las ganan-
peñar un rol determinante en las discu- cias que se pueden obtener.
siones. Vistas así las cosas, las mayores Transparencia Es indispensable que Sin embargo, esta circunstancia no
habilidades de dichos grupos pueden desde un principio las autoridades expli- quiere decir que haya inamovilidad en los
llevar fácilmente a que quienes más se quen cuál va a ser el impacto de la par- procedimientos y las reglas, pues como es

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apenas obvio son susceptibles siempre de escenarios de participación bien conce- sectores sociales. Por eso, lograr involu-
ser mejorados. Pero dichos cambios de- bidos no son juegos de suma cero. Creer crar al mayor número de participantes es
ben ser graduales y no deben significar que la comunidad decide sobre todo, o no un requisito sine qua non para alcanzar
rupturas radicales que impliquen estar decide sobre nada, es una aproximación decisiones legítimas que sean percibidas
cambiando de modelos según el capricho no sólo simplista, sino también peligrosa, como fruto de un trabajo colectivo, y no,
o la visión de las administraciones de tur- pues no va a permitir destacar los logros como es frecuente, como el resultado de
no o de circunstancias coyunturales. que se van adquiriendo lentamente. unos procedimientos ajenos a la inmen-
sa mayoría.
Construcción de confianza La tenta- Delimitación de los roles Es de Pero-
ción más grande de quienes buscan de- grullo decir que uno de los obstáculos Educar, el factor clave La gran morale-
sarrollar las instancias de participación más difíciles de superar es conciliar la ja que deja el estudio tanto de los éxitos
es caer un el “fetichismo de las leyes”, legitimidad de quienes han sido popu- como de los fracasos de las experiencias,
creyendo que todos los problemas se re- larmente electos, con la de la comunidad es que la variable más determinante la
suelven con cambios en las normas. Nor- organizada. En ese sentido, el conflicto constituyen la capacitación de los acto-
malmente el problema no es de índole entre representación y participación es res y la socialización de los objetivos, al-
legal, sino del comportamiento y la con- siempre difícil de manejar. De ahí que cances, límites, normas y procedimientos
fianza existentes entre los distintos acto- desde el principio deba ser claro el papel que están detrás de la planeación parti-
res. Construir esa confianza es entonces que tanto las autoridades electas como cipativa.

La planeación participativa como medio para que la ciudadanía se


manifieste y pueda influenciar las políticas públicas, es no sólo una práctica
que posibilita el fortalecimiento de la democracia, sino también un ejercicio
que permite que las inversiones estatales sean más efectivas.

mil veces más importante que desarro- la ciudadanía deben desempeñar. De lo Si este requisito no se cumple ade-
llar normas perfectas pero distantes de contrario, se cae en innecesarios conflic- cuadamente y de forma continua, los pe-
la realidad social. tos. En últimas, hay que establecer a prio- ligros antes señalados tienden a poten-
Eso implica superar la visión de las ri quién decide sobre qué y cuál es el rol cializarse y a impedir que se genere esa
autoridades según la cual la solución de que cada cual desempeña. Por eso, en- racionalidad colectiva a la que hacíamos
los problemas es un asunto eminente- contrar el equilibrio entre ambas esferas alusión. Además, si la ciudadanía no está
mente técnico, en el que la gente del co- es uno de los desafíos más grandes que debidamente preparada, los peligros de
mún poco o nada tiene que aportar. A su tienen que enfrentar quienes diseñan las caer en la manipulación, el populismo,
vez, la comunidad necesita dejar a un la- políticas. el elitismo o el cortoplacismo se hacen
do la visión de los políticos según la cual evidentes.
detrás de todas sus acciones se esconden Universalización Un factor donde nor- Educar es el factor clave y solo si así
intereses ocultos, razón por la cual nun- malmente se falla, es en la apertura real lo entienden quienes promueven los es-
ca se lograrán resultados concretos que de espacios para todos aquellos que pue- cenarios de la participación, se podrá
sean consecuencia de la búsqueda del in- dan tener un interés en formar parte del revertir la tendencia a marginar a la co-
terés general. debate. Particularmente es crítica la ma- munidad de las decisiones públicas. La
nera como se hace la convocatoria y la am- consigna es clara: la condición de ciu-
Progresividad De un momento a otro plitud de la misma. Recurrentemente se dadano no está dada per se. Hay que ir-
no pueden entregarse enormes responsa- ponen los esfuerzos en el funcionamien- la conquistando poco a poco y el gran
bilidades a una comunidad que durante to de los mecanismos y se ignora que uno instrumento para hacerlo es la capaci-
muchísimos años ha estado marginada de los obstáculos más complejos es tras- tación cívica. Ignorarla es condenar de
de la posibilidad de influir decididamen- mitir a la ciudadanía un mensaje claro y antemano la participación a estruendo-
te. Eso sería desconocer el carácter de la contundente sobre la forma de participar sos fracasos.
participación como aprendizaje continuo. y la importancia de hacerlo. Esta limita-
Por eso las funciones que se le otorgan a ción explica que muchas veces los esce- Notas
1 Albert Díez, “Una alternativa posible”, en: El Viejo Topo,
la comunidad deben darse como conse- narios sean cooptados por unos cuantos número 146, diciembre de 2000, pág. 40.
cuencia del know how que se ha venido ad- y que el resultado de las deliberaciones no 2 Norberto Bobbio, El futuro de la democracia, Fondo de
quiriendo. Por esta circunstancia, unos sea realmente representativo de amplios Cultura Económica, Bogotá.

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