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Intencionalidad de la luz

Uno de los puntos fundamentales donde haces hincapié para imaginar cómo quedará una
película antes de comenzarla es el tipo de luz. En la luz va intrínseca parte de la
intencionalidad que el director pretende darle a la película. La luz define claramente el
género de nuestra obra.
Cuando el director se reúne con el director de fotografía se marca el estilo fotográfico de la
película. Esto es muy importante, y determinará parte del trabajo de los departamentos de
decoración, vestuario, maquillaje o peluquería.
Hay que entender que el tipo de luz utilizado en la película afecta por completo a la
tonalidad de la misma, y esa tonalidad nos da exactamente el carácter y estilo de película.
En mi última película, Sexy killer, desde el principio quisimos dar un aire diferente a la
colometría y luz de la película. Para ello tuve una reunión con el equipo de vestuario y pedí
que las tonalidades de toda la figuración y los personajes secundarios tuvieran un color
más apagado que el de la actriz principal, para que posteriormente en el etalonaje —o
retoque de color— final pudiera destacar el rostro y el vestido de la protagonista. Con ello
quiero trasmitir que la iluminación puede quitar o poner protagonismo a los elementos,
bien sean actores o el decorado (entero o parte).
Un caso muy claro de cómo el color y la luz están conjuntadas por todos los equipos es la
película de Amelié. En esta, todos los fondos tienden al verde y al rojo, favoreciendo que la
película —sin saber el espectador por qué—, tenga aire de cuento. Por último —aunque
hay muchos ejemplos de ello—, un director que siempre piensa en sus modelos de luz
antes de rodar es Tim Burton, que tiene muy claro exactamente el color de cada uno de
sus decorados y esto hace que sus películas tengan ese acabado tan especial.
Es importante adecuar la iluminación a los diferentes contextos en los cuales se desarrolla
la acción. Intentar escoger el tipo de iluminación que más se adecua a cada momento
tanto temporal (día noche) o decorado en el que vayamos a realizar la escena. Hay que
tener muy en cuenta que la iluminación repercute sobre la percepción que el espectador
tiene sobre la película, es decir, el director debe tener bien claro qué es lo que espectador
tiene que sentir en cada momento y apoyarse en los elementos de la fotografía.
El trabajo de preparación de la luz comienza después del cierre de guión. Es bueno tener
definidas las intenciones que se buscan, y aportar multitud de referencias para que la
comunicación con el director de fotografía quede clara desde un principio, de manera que
el director de fotografía, una vez que has expresado tu modelo de luz deseado, te acabe
de precisar intencionalidades y fórmulas de resolver las distintas secuencias, todo en aras
de que la película exprese narrativamente lo que el director tiene en la cabeza.
Bien es verdad que el modelo de luz cambia continuamente según el paso del tiempo.
Cada época tiene sus clichés en todo, y en la luz no menos, pero hay una serie de cánones
clásicos que aún se mantienen:
Una iluminación suave y con tonos cálidos siempre te va a dar una sensación de
romanticismo, nostalgia, etc.
Por otro lado, una iluminación dura y fría te da una sensación de inquietud. La
iluminación suave, al ser difusa, reduce los contrastes fuertes y esto hace que se
pueda ver mas detalle en la sombra, y que la imagen trasmita un mensaje más
abierto; podríamos decir que es un tipo de iluminación más neutra en cuanto a
intencionalidad. Con una iluminación más dura, al tener una mayor definición, nos
permite ver detalles en las sombras, que se generan con mayor profusión. El hecho
de destacar más las formas y contornos es mucho mas apropiado para una película
de genero (terror, thriller). Obviamente, entre estos dos estilos de fotografía hay
tanta multitud de matices como multitud de pelí- culas se han hecho, pero con esta
referencia es fácil entender cuál es nuestro propósito a la hora de elegir un tipo de
fotografía.
El contraluz: se basa en aplicar una luz detrás del sujeto, lo cual le otorgará
definición y relieve, y lo destacará del fondo.
Luz de relleno: es una luz suave que matiza al sujeto, y suaviza los contrastes. Nos
permite mostrar detalle dentro de las sombras.
Aparte de los focos de luz, existen unos filtros especiales para cámaras que también nos
van a ayudar en la iluminación:
• Difusores: nos sirven para difuminar o para crear texturas en la imagen.
• Neutros: básicamente, sirven para bajar la intensidad de la luz.
• Degradados: quitan luz pero solo en la parte del plano que deseemos.
• De etalonaje: son filtros que dan un baño de color, de modo que damos a la imagen
un valor cromático concreto.
Una película tiene su propia trama en cuanto a la luz. La luz de un decorado no tiene
reglas fijas, sino que depende del director de fotografía. Antes solía estar estructurada en
luz principal, contraluz, y luz de relleno, pero cada vez se tiende a usar una luz lo mas
natural posible.
Quiero remarcar que la iluminación en el proceso de rodaje de la película consume un
tiempo considerable. El más mínimo cambio de posición de cámara puede requerir una
adecuación de todas de todas las fuentes de luz. Generalmente, esa adecuación conlleva
gran cantidad de esfuerzo y de tiempo, por lo que el director debe tener bastante claro
desde el principio todos los cambios de cámara y de decorado, para que los cambios de
luces que sean precisos no hagan perder más tiempo del programado en la orden de
rodaje.
Una fórmula que se emplea muchas veces para optimizar el tiempo es intentar rodar
por campos de luz. Un campo de luz es el espacio iluminado delante de cámara. De este
modo, aprovecharemos para rodar juntas todas aquellas secuencias que usen el mismo o
similar campo de luz.
Eso resulta cansino para el director en ocasiones, puesto que romper el hilo de la
secuencia hace difícil alcanzar el clímax dramático durante el rodaje. Pero lo que resultaría
verdadero drama sería cerrar el decorado con la mitad de los planos que tenías en el
guión, sin haberlos rodado.
También hay que tener en cuenta la elección de formato de película (bien sea digital o de
negativo): al rodar sobre negativo nunca sabrás el resultado conseguido por la fotografía
hasta el momento de visionar el material positivado. En digital los monitores se aproximan
mucho más al resultado final dejando aparte el proceso de etalonaje (que varía
considerablemente la temperatura de color de la imagen). De todos modos, seamos
conscientes de que una iluminación mala nunca será salvada por el etalonaje, por bueno
que este sea, aunque de este proceso ya hablaremos con detenimiento en el apartado que
corresponde.

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