Psicología, Tutoría y Orientación Educativa Psicología del Desarrollo

La Adolescencia

En el primer punto de nuestro estudio sobre la adolescencia, se le define como un hecho

social condicionado históricamente por su época y cultura. A través del tiempo los
adolescentes han sido influenciados por la civilización que los rodea. El momento
histórico que se vive actualmente es diferente al de hace 100 años y el comportamiento
del adolescente va en concordancia a ese momento histórico. En otro orden de ideas, si
se toma en cuenta el contexto social donde se desenvuelven los (as) adolescentes se
encuentra una diversidad de situaciones que hacen cada vez más complejas las vivencias
de esta etapa de crecimiento y desarrollo.

Los cambios durante la adolescencia y la comprensión de estos van más allá de los
cambios físicos y cognitivos, teorías como la de David Elkind nos sugieren cambios
psicológicos a tener presentes, nos muestran una etapa de la vida particularmente
egocéntrica, con una audiencia imaginaria y según Kohlberg, con un nivel de moral
convencional, donde se aceptan normas sociales y a preocupación gira entorno a la
aceptación de los demás. La situación que se expone deja ver a los y las adolescentes
inmersos en diversos cambios biológicos y psicológicos, cambios externos muchas
veces impuestos por la familia y la sociedad en función del rol que se espera de ellos.
Por lo tanto, todos estos cambios de alguna manera repercuten en el logro de la
identidad de los(as) adolescentes, siendo el logro de identidad la representación misma
de poder diferenciarse de los demás.

Sobre la sexualidad, se presentan conceptos como masturbación, fantasías y sueños

sexuales. En esta etapa particularmente surge el enamoramiento y la sexualidad debe ser
apreciada como lo que es, un recurso valioso. En este sentido los padres de familia
guardan la responsabilidad más importante que es orientar ellos mismos a sus hijos, en
un mundo intensamente sexualizado. Donde la fuente más confiable lejos de ser ellos
muchas veces se confunde con el internet y la pornografía. Es la familia quien debe
brindar los criterios a tener en cuenta a la hora de elegir una pareja. Sobre las relaciones
sexuales, el mensaje es claro y contundente, deben dejarse para después, el pleno
conocimiento sobre métodos anticonceptivos, el margen de error de los mismos, deben
ser temas tratados con claridad.

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Otro punto explicado son las relaciones con el adulto, las cuales se sugiere modelan la
construcción de la identidad. Surge la transformación de las relaciones familiares y
amicales prexistentes en un nuevo modo de vivirse. La adolescencia se presenta como
un período de transformaciones que implica numerosas experiencias nuevas, y también
nuevos retos para los adultos y los propios adolescentes. Estos se mueven, por lo
general, en una situación marcada por la ambigüedad; por un lado, buscan lo que
imaginan como libertad de los adultos, por otro, les gusta sentirse protegidos como unos
niños. Sin embargo, las vivencias de estos adolescentes podrían estar generando crisis y
conflictos que son de difícil manejo por parte de ellos y de poca comprensión por parte
de los adultos significantes. Todo esto es posible que influya en su comportamiento
social y representa motivo de estudio para quienes trabajan en carreras educativas, de
salud mental, y como promotores del desarrollo integral de los adolescentes.

La adolescencia es un periodo de la vida con intensos cambios físicos y psíquicos, en

este periodo de vida que es una transición entre la infancia y la edad adulta, muchos
padres de familia se sienten desconcertados y preocupados por las extrañas y nuevas
conductas que muestran sus hijos. En este sentido en mi práctica he visto de suma
importancia el establecimiento de reglas en el hogar por escrito, métodos de
comunicación asertiva y sobre todo refuerzos positivos.

El contestar con insolencia, el aislarse en su cuarto, ausentarse de las reuniones

familiares y los constantes permisos para reuniones sociales, son cambios comunes y
normales en un adolecente, pero el hecho que sean normal, no quiere decir que debemos
tolerarlos y permitirlos, estos deben estar sujetos a reglas en el hogar, y una
consecuencia disciplinaria de ser incumplidos. Así, la hora de llegada en los días de
verano y los días de colegio debe estar claramente fijada, las responsabilidades
domésticas, como el no contestar con insolencia n mentir deberían estar por escrito y ser
consensuados en una sesión familiar. De esta misma forma es de imperiosa necesidad
que los padres de familia sepan comunicarse adecuadamente, ante conductas que
impliquen irresponsabilidad, falta de sinceridad, egoísmo. Comunicarse de manera
asertiva no es fácil, pero el adolescente suele hacer odios sordos cuando le llaman la
atención en un momento de ira, por muy trabajado que este el mensaje, simplemente no
lo escuchan. Por lo que se les sugiere siempre entablar el dialogo cuando la persona se
haya calmado, frases cortas como “ me siento frustrada” “ cuando me mientes” “ porque
eso me hace perder la confianza en ti” “ porque la confianza entre tu y yo es
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importante” “ me gustaría que ahora me cuentes que paso”, resultan poderosas pues
brindan una comunicación firme y clara .

La pereza es una realidad inevitable en la vida del adolescente. Su falta de diligencia y

su apatía general tiene origen fisiológico. Al principio de su adolescencia su energía se
está reorientando a su crecimiento rápido. Además, los cambios glandulares requieren
un reajuste físico. Es posible que durante varios años quieran dormir hasta medio día y
andar arrastrándose hasta que sea la hora de hacer algo que este dentro de sus gustos.-
Para que un sistema el que sea tenga éxito y para recargar esas lentas baterías, se tiene
que incluir siempre alguna clase de incentivo. Por lo mismo, el refuerzo positivo es otra
de las sugerencias en mi práctica. Si hay algo que le entusiasma a una adolescente son
los beneficios propios, prestarle el auto para una cita, unas zapatillas deportivas, una
membresía Golden en juegos en línea, una comida en especial. Todo esto puede ser
negociable si se consigue motivarlo en la obtención de una meta o cambio de hábitos.
Los resultados de este sistema son altamente positivos, manejados con criterio y cariño.

Finalmente me llamo la atención que se presentara la posibilidad de mejorar la

comunicación con el adolescente mediante el escucha activa, la fijación de límites, la
prevención de las dependencias y dar ejemplo. Considerando que estos aspectos
constituyen imprescindibles en el momento de resolver cualquier conflicto. El mejorar
la comunicación también conlleva que les den oportunidad para desarrollar sus
potencialidad, estudio, deporte, música. Fijar límites incluye valorar el propio cuerpo,
sentirse dueño de si mismo pero también considerar de mucha relevancia el respeto por
el sexo opuesto. En la adolescencia los muchachos buscan la aceptación de los demás.
Los padres deben hacerles sentir que ellos valiosos y únicos deben aceptarse como son,
si se respetan a sí mismos podrá respetar a los demás. Es interesante notar que un niño
con baja autoestima, inseguro de sí mismo y carente de habilidades sociales tiene riesgo
de presentar alguna dependencia en la adolescencia Son factores que sin duda deben
fomentarse y desarrollarse al máximo durante la primaria. Finalmente debemos precisar
que los padres deben convenir cada uno en respaldar el modo de disciplinar del otro, por
lo menos en presencia de los niños. Si la cosa es correcta o no, es un asunto que puede
discutirse después. Ya que cuando los padres empiezan a contradecirse abiertamente, a
los adolescentes comienza a parecerles que lo correcto y lo incorrecto son cosas
arbitrarias.

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Sobre dar el ejemplo, debo comentar que estoy convencida que el aspecto fundamental
para enseñar sobre reglas a un adolescente se puede lograr mediante una sana relación
entre padres he hijos, la mejor forma de lograr que los niños se porten bien es pasar
tiempo con ellos antes de que surjan los problemas disciplinarios: divertirse juntos y
disfrutar de la risa y la alegría conjunta. Cuando se dan esos momentos de amor y
cercanía . Se pueden evitar muchas confrontaciones a la larga, quizás es uno de los
recursos más inflables para prevenir faltas disciplinarias, si se gana el respeto en los
primero años. La esperanza obvia es que el adolescente respete y aprecie a sus padres lo
suficiente como para creer lo que dicen y aceptar lo que tanto recomiendan.

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