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FACULTAD DE INGENIERÍA
DEPARTAMENTO DE INGENIERÍA EN OBRAS CIVILES
Comisión Revisora:
Ing. Alan Olivares Gallardo – Profesor Patrocinante
Ing. Víctor Aros Araya
Dr. Armando Mansilla Sunkel
La Serena, 2017
RESUMEN
El propósito del presente trabajo es evaluar algunos sistemas que utilizan tecnologías
no convencionales, orientadas al desarrollo sustentable, para ser implementados en un
proyecto habitacional de carácter social, buscando generar un ahorro económico en sus
ocupantes. Los sistemas estudiados corresponden a techos verdes o cubiertas vegetales;
sistemas solares térmicos para producción de agua caliente sanitaria (ACS) y humedales
artificiales para la depuración de aguas grises, para ser utilizadas en riego de áreas verdes.
El análisis fue llevado a cabo mediante herramientas computacionales y diversos cálculos,
que permitieron obtener de manera clara las características propias de cada sistema y con
esto, las singularidades, beneficios y complicaciones que presentan. El estudio consideró,
además, las variables presupuestaria y normativa, con la finalidad de tener una idea global
sobre la posibilidad de desarrollo en Chile, de las tecnologías evaluadas.
ABSTRACT
CAPÍTULO 1
INTRODUCCIÓN.
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1. Introducción.
Desde hace algunos años se han realizado algunos movimientos importantes a nivel
de la política habitacional y ambiental. Desde el año 2000 se comienzan a realizar mejoras
considerables a los programas de vivienda, aumentando gradualmente la calidad de los
proyectos ejecutados. Diez años más tarde se crea el Ministerio del Medio Ambiente y con
él la Oficina de Cambio Climático, reconociendo que la contingencia ambiental requiere de
medidas de adaptación y mitigación para enfrentarlo. Como respuesta a este fenómeno y
apuntando al desarrollo sostenible la presente memoria busca implementar, en etapa de
proyecto, sistemas no convencionales en un proyecto de vivienda de carácter social.
Cuando se haga mención a sistemas no convencionales, se estará refiriendo a sistemas
que siguen la línea del desarrollo sustentable, es decir, que consideran variable
medioambiental, y que por diversos motivos no se prefieren, utilizándose los sistemas
clásicos, cuya elección no necesariamente tiene relación con el contexto en el que se insertan.
Los sistemas sobre los que se desarrolla el estudio corresponden a:
• Techos verdes.
• Sistemas de producción de agua caliente sanitaria (ACS), a través de energía solar.
• Sistemas de reutilización de aguas grises para riego, considerando como parte del
proceso de depuración un humedal artificial.
Figura 1.1: Módulo de vivienda social propuesto para la implementación de sistemas no convencionales.
Modelado con Design Builder.
disponibilidad de agua dulce impone límite al número de personas que puede habitar una
zona e influye en la calidad de vida. Si los requerimientos de agua dulce son superiores a los
suministros disponibles, en algún momento la sobreexplotación de los recursos hídricos
superficiales y subterráneos podría provocar la escasez crónica de agua. Por otro lado, la
disponibilidad de agua dulce, para consumo humano y uso doméstico, se ve reducida debido
a la existencia de contaminantes. (MMA, 2011).
En este contexto, el desarrollo sustentable posee un rol clave, pues busca el equilibrio
entre lo social, económico y ambiental. La ley chilena define el desarrollo sustentable como
“el proceso de mejoramiento sostenido y equitativo de la calidad de vida de las personas,
fundado en medidas apropiadas de conservación y protección del medio ambiente, de
manera de no comprometer las expectativas de las generaciones futuras” (Ley 19.300 de
Bases del Medio Ambiente).
Considerando lo anterior, se hace preciso considerar la utilización de tecnologías que
propicien el desarrollo sostenible mediante sistemas energéticamente eficientes, que trabajen
con energías renovables, y que contemplen, en el caso del agua, la reutilización. De esta
manera se estaría contribuyendo a la reducción de las emisiones de gases invernadero y se
aprovecharían de mejor manera los recursos disponibles.
las que el cuerpo humano interactúa. En esta interacción, el cuerpo humano puede recibir
calor, pero en general transfiere calor a su entorno, dado que su cuerpo se encuentra
normalmente a mayor temperatura que el aire ambiente y que la de la superficie de las paredes
del recinto en que se encuentra. El equilibrio térmico del cuerpo humano es un balance
dinámico entre el calor producido por este y el intercambio de calor con el ambiente a través
de convección, conducción, radiación, evaporación sin sudor a nivel de la piel y por vías
respiratorias. (Bustamante, 2009)
Para mantener las condiciones de confort al interior de la vivienda, normalmente se
generan consumos energéticos. En las figuras 1.2 y 1.3 se presentan algunos valores de
demandas y consumo energético referenciales para viviendas sociales por conceptos de
calefacción, consumo eléctrico y consumo de agua caliente sanitaria.
La demanda de energía está referida a la cantidad de energía que se necesita para
satisfacer una necesidad, y el consumo energético va a ser la cantidad de energía utilizada
para satisfacer esa demanda, dependiendo del rendimiento del sistema de calefacción. Como
el rendimiento de los sistemas utilizados tiene siempre un valor inferior al 100%, el consumo
será siempre mayor a la demanda de energía (Bustamante, 2009).
Figura 1.2: Demandas de calefacción en vivienda social de 1 piso (38 m2) que cumple con la RT, en distintas
ciudades de Chile, a base de simulaciones con software TAS (Bustamante, 2009).
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Figura 1.3: Demandas de calefacción en vivienda social de 2 pisos (41 m2) que cumple con la RT, en distintas
ciudades de Chile, a base de simulaciones con software TAS (Bustamante, 2009).
Figura 1.4: Principales fuentes energéticas en la vivienda social, a base de simulaciones con software TAS
(Bustamante, 2009).
A los sistemas que aplican tecnologías en función del desarrollo sostenible, se les
denomina, entre otros, como sistemas no convencionales, pues trabajan con energías no
convencionales o alternativas a las que tradicionalmente se utilizan. Los sistemas de
reutilización de aguas residuales, también caben en la categoría de no convencionales por dar
más de un uso al agua potable, difiriendo de los sistemas tradicionales. La denominación de
no convencional se debe principalmente a que las tecnologías utilizadas son relativamente
nuevas y no se han aplicado, al menos de manera masiva, recurriendo principalmente a los
sistemas tradicionales que proporcionan energía como resultado de la quema de combustibles
fósiles.
Las energías renovables no convencionales (ERNC) se caracterizan porque, en sus
procesos de transformación y aprovechamiento en energía útil, no se consumen ni se agotan
en una escala humana de tiempo. Entre estas fuentes están: la hidráulica, la solar (térmica y
fotovoltaica), la eólica y la oceánica. Además, dependiendo de su forma de explotación,
también pueden ser catalogadas como renovables aquellas provenientes de la biomasa y de
fuentes geotérmicas. (Jara, 2006)
Algunos ejemplos de sistemas no convencionales utilizados en viviendas en el mundo
son:
• Cubiertas verdes.
• Sistemas solares térmicos para producción de agua caliente sanitaria.
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CAPÍTULO 2
MARCO LEGAL.
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2. Marco legal.
incluidas en los proyectos perciban ingresos de hasta $221.979 por integrante del grupo
familiar.
A. Aislación Térmica.
resistencia térmica total “Rt” igual o superior, a la señalada para la zona que le corresponda
al proyecto de arquitectura, de acuerdo con los planos de zonificación térmica aprobados por
resoluciones del Ministro de Vivienda y Urbanismo y a la siguiente tabla:
Tabla 2.2: Transmitancia y resistencia térmica para techumbres, muros y pisos ventilados según zonificación
térmica, O.G.U.C (2015).
Para dar cumplimiento a los valores señalados en la Tabla 2.2, la Ordenanza propone
las siguientes alternativas:
PISOS VENTILA-
TECHUMBRE MUROS DOS
ZONA
R100(*) R100(*) R100(*)
1 94 23 23
2 141 23 98
3 188 40 126
4 235 46 150
5 282 50 183
6 329 78 239
7 376 154 295
Tabla 2.3: Factor de resistencia térmica R100 según zonificación térmica para materiales aislantes, O.G.U.C.
(2015).
B. Aislación acústica.
Las exigencias señaladas por la O.G.U.C. en su artículo 4.1.6 “serán aplicables sólo
a los elementos que separen o dividan unidades de viviendas que sean parte de un edificio
colectivo, o entre unidades de vivienda de edificaciones continuas, o entre unidades de
viviendas de edificaciones pareadas, o entre las unidades de vivienda que estén contiguas
a recintos no habitables.”, además señala que “Las ventanas, puertas y estructura de
techumbre, estarán exentas de cumplir con las exigencias acústicas señaladas en el presente
artículo, salvo cuando se trate de estructura de techumbre habitable, en cuyo caso las
exigencias de este artículo se aplicarán sólo a los muros medianeros o divisorios que separen
unidades de viviendas.”
Según lo anterior no existen exigencias de aislación acústica en techumbres, a menos
que se trate de techumbres habitables, de todas maneras, para el caso de elementos
constructivos horizontales o inclinados la Ordenanza señala:
“Los elementos constructivos horizontales o inclinados, tales como pisos y rampas, deberán
tener un índice de reducción acústica mínima de 45dB(A) y presentar un nivel de presión
acústica de impacto normalizado máximo de 75dB”
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NÚMERO DE PISOS
DESTINO DEL
CARACTERÍSTICAS 1 2 3 4 5 6 o más
EDIFICIO
Habitacional Cualquier superficie edificada d d c c b a
hasta 250 ocupantes d c c b b a
sobre 250 y hasta 500 ocupantes c c b b a a
Reuniones
sobre 500 y hasta 1.000 ocupantes b b a a a a
sobre 1.000 ocupantes b a a a a a
Tabla 2.4: Determinación del tipo de edificación según comportamiento al fuego, O.G.U.C (2015).
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ELEMENTOS
ELEMENTOS
ELEMENTOS VERTICALES VERTICALES Y
HORIZONTALES
HORIZONTALES
Muros
Muros zona
divisorios
vertical de Elementos Muros no Elementos Techumbre
Muros Muros caja entre Escaleras
TIPO seguridad y soportantes soportantes soportantes incluido
cortafuego ascensores unidades (comunes)
caja de verticales y tabiques horizontales cielo falso
(hasta la
escalera
cubierta)
En lo que respecta a los sectores vulnerables la ley detalla que es tarea del MINVU
“establecer un programa de subsidio complementario a los habitacionales, para la
instalación de sistemas solares térmicos en viviendas nuevas objeto de dichos programas.”
(Artículo 13, Ley 20.365), posibilitando que proyectos de viviendas nuevas puedan ser
entregados con los sistemas solares térmicos instalados otorgando un subsidio directo
complementario al Decreto Supremo N° 49 del Fondo Solidario de Elección de Vivienda,
estipulando en el mismo artículo que “Con cargo a este subsidio se podrá financiar todo o
parte del costo del sistema solar térmico y su instalación, un refuerzo en la techumbre y un
programa de mantención por cinco años.”
Para el caso del Programa de Protección del Patrimonio Familiar (PPPF),
correspondiente a una batería de subsidios otorgados por el MINVU destinados a financiar
obras de mejoramiento para el equipamiento comunitario, viviendas construidas y para el
entorno de éstas, la ley 20.365 señala que este “podrá establecer mecanismos destinados a
incentivar la utilización de sistemas solares térmicos en las viviendas objeto de dicho
programa.”
Finalmente, en su artículo 14, la ley faculta al Presidente de la República a establecer
“un mecanismo destinado al financiamiento de Sistemas Solares Térmicos y su instalación,
en viviendas sociales usadas.”
C. Aspectos técnicos.
los Sistemas Solares Térmicos que aporten la Contribución Solar Mínima correspondiente a
cada zona climática, definida según su radiación solar”, la que se señala en la Tabla 2.6.
Tabla 2.6: Contribución solar mínima según zonas climáticas. Ley 20.365.
Para dar cumplimiento a los valores señalados en la tabla, el decreto señala que “El
Ministerio de Energía, en ejercicio de sus atribuciones, dictará una norma técnica
estableciendo el algoritmo que se utilizará para la verificación del cumplimiento de la
contribución solar mínima exigida así como el margen de tolerancia en la verificación, el
que en todo caso no superará el 15% de la contribución solar mínima exigida para cada
zona climática, la que además contendrá, para cada comuna, la siguiente información: zona
climática, valores promedios de temperatura ambiente, temperatura del agua, latitud media,
factor modificador de la radiación incidente a una superficie inclinada, radiación solar
global media anual sobre superficie horizontal y radiación solar global y difusa media
mensual sobre superficie horizontal.”
La contribución solar mínima señalada se calcula según lo descrito en la “Norma
técnica que determina algoritmo para la verificación de la contribución solar mínima de los
Sistemas Solares Térmicos acogidos a la franquicia tributaria de la ley 20.365”, cuya última
modificación se estipula en la Resolución Exenta N° 502 de octubre de 2010, del Ministerio
de Energía. Dicho algoritmo se expone en detalle en el capítulo VI de la presente memoria.
En relación a los requisitos de calidad del agua la normativa (NCh 1333) establece:
CAPÍTULO 3
TECHOS VERDES.
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3. Techos Verdes.
3.1 Clasificación.
Dependiendo del uso que se le quiera dar a la cubierta vegetal, estas se pueden clasificar,
en términos generales, en tres tipos.
3.2 Componentes.
Los techos verdes se encuentran conformados por un sistema de capas, en que cada
una de ellas va cumpliendo una determinada función para el adecuado funcionamiento del
resto del sistema, las primeras tienen que ver con la característica vegetal de las cubiertas,
luego siguen las capas que permiten el escurrimiento del agua y finalmente las capas
protectoras de la estructura soportante, las que mantendrán la edificación libre de humedad
y de la acción destructiva de las raíces. En la Figura 3.1 se muestra el esquema básico para
un techo verde.
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Tipos de vegetación.
Figura 3.3: Cubierta extensiva de pastos silvestres, Stuttgart, Alemania. Minke (2003)
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Formatos de instalación.
• Semilla: Este método suele evitarse por las complicaciones que presenta, puesto que al
sembrar no se tiene certeza de la calidad que efectivamente desarrollará la capa vegetal,
además, se debe elegir bien la temporada puesto que una lluvia luego del sembrado
podría expulsar las semillas de la cubierta. La hierba en su etapa adulta es más
resistente, también lo son los esquejes de suculentas. Para sembrados en seco se
necesitan normalmente 4 a 8 gramos de semillas por metro cuadrado.
• Esquejes o Gajos: Los tipos de Sedum se cultivan generalmente con partes de la
planta cortadas y plantadas. Enraízan fácilmente y también pueden soportar períodos
de sequía. Para este tipo de cultivo se necesitan alrededor de 40 esquejes por cada
metro cuadrado (30-50 [g/m2]).
• Césped listo: El mercado ofrece la posibilidad de encontrar palmetas de césped, éstas
pueden ser en rollo o en cuadrados o panes de césped, estos últimos pueden utilizarse
en techos con pendientes fuertes puesto que pueden ser montados unos sobre otros
dando la posibilidad de dejar un pequeño traslapo evitando que se resbalen.
• Mantas de vegetación: Las mantas de vegetación se arman con fieltro, redes o mallas
de hilo trenzado. Pueden contener diferentes mezclas de musgo, suculentas, pastos,
hierbas y plantas de bulbo. El espesor de sustrato va de 1,5 a 3,5 [cm]. (Minke 2004)
3.2.2 Sustrato.
3.2.4 Drenaje.
La capa de drenaje tiene como objetivo dirigir el agua excedente y hasta cierto punto,
almacenarla. Promueve la no saturación del sustrato, pero permite que suficiente agua
permanezca en el sistema para sustentar la vida de las plantas. Pueden actuar también como
una barrera de protección o parcial barrera anti raíces. Puede estar compuesta por materiales
minerales porosos y livianos, granos gruesos, arcilla expandida, pizarra expandida, lava
expandida, piedra pómez y materiales reciclados de escoria y ladrillo como también se
pueden utilizar los tableros de drenaje que se encuentran en el mercado.
Dependiendo de la naturaleza del proyecto, los sistemas pueden ser simples o
complejos. Cuando se tienen techos con pendiente, la gravedad ayuda al drenaje y usando
canaletas y sistemas básicos de canales será suficiente. Por el otro lado, los techos planos
necesitan más elementos que deben ser coordinados con otros sistemas del edificio para
extraer el exceso de agua y evitar su acumulación. Por esto, se recomienda usar una pendiente
mínima del 1%, que ayuda al escurrimiento y facilita el drenaje.
Figura 3.6: Perfil Techo Verde, capa drenaje con material granulado a la izquierda, capa con tablero de
drenaje a la derecha. (Minke, 2003)
Las cubiertas vegetales proveen de aislación térmica a los edificios en los que se
incorporan, esto debido al efecto de la capa de sustrato, la que en su interior contiene huecos
de aire y materiales porosos. Mientras mayor sea su espesor, mayor aislación térmica
proveerá la cubierta. Además, entre la vegetación y el sustrato se forma un colchón de aire
con condiciones de humedad y temperatura, distintas a las que existen por sobre la capa
vegetal.
La combinación de sustrato, plantas y capas de aire dentro del sistema de techo verde
actúa como una barrera de sonido y proporciona una reducción significativa del ruido en el
interior del edificio. En las cubiertas verdes, una parte de la onda es absorbida por las plantas
y el sustrato, y otra parte es reflejada y desviada. Según estudios realizados, la sustitución de
una cubierta regular por una cubierta verde, puede disminuir de 8 a 10 [dB] de ruido en
relación a la cubierta original, bloqueando el sustrato las frecuencias bajas, mientras que las
plantas bloquean las frecuencias altas. (Zielinski, 2012)
Las actuales ciudades han reemplazado áreas que antiguamente albergaron flora y
vida silvestre autóctona por materiales de construcción. Según la Organización Mundial de
la Salud debieran existir como mínimo 9 metros cuadrados de áreas verdes por habitante.
Para el caso de nuestro país se registra una mínima de 0,7 [m2/hab] en la región de Arica y
Parinacota y un máximo de 7,2 [m2/hab] para la región del Maule, la región Metropolitana
posee solo 3,4 [m2/hab] (MMA, 2011). El aumento de las áreas verdes disminuye, además,
el efecto isla de calor, fenómenos que se produce en los grandes centros urbanos producto
del reemplazo de las áreas verdes por edificaciones, generándose diferencias de temperaturas
de entre 4 a 10°C entre la periferia y el centro de las ciudades. (CDT, 2010)
Las plantas pueden filtrar polvo y partículas de suciedad. Estas quedan adheridas a la
superficie de las hojas y son arrastradas después por la lluvia hacia el suelo. A su vez las
plantas pueden absorber partículas nocivas que se presentan en forma de gas y aerosoles
(Minke 2004). Un metro cuadrado de vegetación, pasto o maleza, remueve hasta 2 [kg] de
material particulado, quedando éste atrapado en su follaje (CDT, 2010). Las cubiertas verdes
disminuyen los efectos del remolino de polvo, fenómeno que se da producto de corrientes
ascendentes de aire, subiendo desde las cubiertas y pavimentos cuando estos alcanzan
temperaturas altas, produciendo que las partículas finas ya en reposo vuelven a ser lanzadas
al aire.
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Las plantas reducen las variaciones de humedad. Particularmente cuando el aire está
seco evaporan una considerable cantidad de agua y elevan así la humedad relativa del aire,
para esto la planta utiliza energía que extrae del ambiente, regulando así también la
temperatura de su entorno, este efecto de enfriamiento será más notorio en verano. Con la
evaporación de un litro de agua son consumidos 530 [kcal] de energía. Por otra parte, las
plantas pueden disminuir la humedad del aire con la formación de rocío, condensando la
niebla sobre las hojas y tallos pasando luego a la tierra en forma de gotas de agua, trayendo
aparejada una recuperación del calor.
Las cubiertas vegetales tienen la propiedad de regular las temperaturas al interior de
las viviendas, otorgando una curva de temperatura suavizada en interiores, en relación a la
temperatura del aire exterior. Mediante esta regulación disminuyen la sensación de frío o
calor ante las temperaturas extremas que se presentan durante el día y la noche, aumentando
la sensación de confort térmico en las edificaciones sobre las cuales se emplazan.
Según mediciones realizadas en la ciudad Kassel, Alemania para una semana de
invierno y verano se obtuvieron los siguientes resultados:
Figura 3.8: Temperaturas de un techo verde con un sustrato de 16 cm, medidas durante una semana de
invierno, Kassel, Alemania. (Minke, 2004)
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Figura 3.9: Temperaturas de un techo verde con un sustrato de 16 cm, medidas durante una semana de
verano, Kassel, Alemania. (Minke, 2004)
Es distinto el efecto que produce un techo de grava o con bitumen negro grisáceo, que
el de un techo de hierbas silvestres. La vista del verde previene los estados depresivos y
aumenta el rendimiento. Una pradera de pasto silvestre sobre el techo oscila con el viento y
los movimientos ondulantes percibidos ópticamente actúan tranquilizando a las personas
estresadas y estimulando a las cansadas. Un techo verde vive y anima a aquel que lo mira.
No sólo la época del año modifica la apariencia formal del techo verde, sino que también
existen variaciones a causa de los diversos agentes atmosféricos y a través del transporte de
semillas por pájaros y viento, llegan nuevas hierbas y pastos silvestres sobre el techo, luego
con las heladas y sequías desaparecen algunas plantas nuevamente. Queda así, una
comunidad vegetal que soporta heladas, sequías y viento, y que, de acuerdo a la época del
año, tiene diferentes colores, aromas y formas, manteniéndose verde incluso en invierno.
(Minke, 2004)
λ
Material e [m] d [Kg/m3]
[W/(m*°C]
Sedum mas sustratos de
0,18 0,12 400
lodos compostados.
Árido natural 0,02 0,08 150
Panel retenedor de agua.
0,003 0,19 140
32 [mm]. Lana de roca
Membrana GA1, 5 [mm] 0,005 0,19 100
Hormigón de agregado
0,004 0,95 2000
liviano
Poliuretano 0,004 0,03 30
Resistencia térmica: 3,39 - Transmitacia: 0,29
Tabla 3.1: Resistencia térmica experimental cubierta verde.
CAPÍTULO 4
ENERGÍA SOLAR TÉRMICA.
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El sol es la principal fuente de energía que posee el planeta, sin él la vida en la tierra
no sería posible, esta fuente de energía se encuentra en la mitad de su vida calculada en
aproximadamente 10.000 millones de años.
La energía proveniente del sol es el resultado de múltiples reacciones termonucleares
que se llevan a cabo en el núcleo de este, donde, debido a las altas temperaturas se generan
las presiones suficientes para que los núcleos de los átomos de hidrógeno, elemento
abundante en el sol, sobrepasen la barrera de la repulsión electroestática y se fusionen entre
si liberando un neutrón, un núcleo de helio y energía. Esta energía se propaga por el vacío
viajando desde el sol al espacio como ondas electromagnéticas de diferentes longitudes de
onda, conformando el espectro electromagnético, el que corresponde a una distribución
energética del conjunto de ondas, compuesta por rayos gamma, X, UV (A, B y C), luz visible,
radiación infrarroja, microondas y ondas radioeléctricas.
De las diferentes longitudes de onda del espectro, tanto los rayos gamma como los
rayos X son absorbidos en su totalidad por las capas altas de la atmósfera, la radiación UVC,
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es completamente absorbida por la capa de ozono junto con la mayor parte de la UVB dejando
pasar una mínima parte de esta hacia la superficie terrestre donde llega a su vez la totalidad
de la radiación UVA emitida. La radiación que llega como energía térmica a la tierra traspasa
la atmósfera generando la temperatura necesaria para la vida terrestre, la cual se mantiene en
un rango que se hace posible solo por el balance térmico que se lleva a cabo en la atmósfera
y en la superficie de nuestro planeta, tal como se muestra en la Figura 4.2.
La energía térmica se define como la energía que poseen los cuerpos debido al
movimiento de las partículas que los forman, la que se ve reflejada en un aumento de
temperatura. A la transferencia de energía térmica se le denomina calor. De la radiación
entrante, la que da lugar a efectos térmicos en su interacción con la materia, se encuentra en
la banda de 10-7< λ <10-4 [m], abarcando la radiación ultravioleta, la luz visible y la infrarroja.
La Figura 4.2, muestra en detalle los porcentajes de radiación solar desde que esta
ingresa a la atmósfera, produciéndose el balance energético que posibilita la vida en el
planeta. Si consideramos que la radiación solar que incide sobre la atmósfera corresponde al
100%, del cual aproximadamente un 30% es reflejado hacia el espacio debido al albedo
terrestre y el 20% es absorbido por la atmósfera, entonces, el porcentaje de radiación
incidente en la superficie de la tierra corresponde a un 50%, del cual el 30% es devuelto a la
atmósfera por convección en forma de calor sensible y calor latente, proceso mediante el cual
se inyecta calor y humedad a la atmósfera, permitiendo la generación de una gran parte de
los fenómenos meteorológicos. A medida que aumenta el tiempo de exposición la tierra
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acumula calor, el cual será emitido como radiación de onda larga (extremo derecho del rango
de radiación infrarroja del espectro electromagnético), generándose así el balance entre la
energía entrante y saliente permitiendo que la temperatura no aumente de manera indefinida.
La radiación infrarroja emitida por el suelo corresponde a un 115 %, del cual un 10 % sale
directamente al espacio y un 105 % es absorbido por los gases invernadero de la atmósfera.
Mediante el efecto invernadero regresa un 95 % al suelo y se emite un 60 % hacia el espacio
balanceándose así la radiación terrestre.
La cantidad de energía proveniente de sol que logra hacer contacto con la atmósfera
se denomina constante solar. Dicha energía corresponde a la radiación solar por unidad de
área incidente en un plano normal a los rayos solares ubicado a la distancia promedio entre
el sol y el exterior de la atmósfera cuyo valor es de aproximadamente 1.367 [ ⁄ ]. Dado
que este valor corresponde a un plano y para efectos prácticos del balance térmico, lo que se
requiere es la radiación promedio a la entrada de la atmósfera, la constante solar se divide
por cuatro, lo que se debe a que la energía en vatios que llega a la tierra corresponde a la
constante solar por el área proyectada por la tierra hacia el sol, la que corresponde a ,
energía que debe dividirse por la superficie del planeta, que al considerarse como esférico,
se tiene que su superficie está dada por 4 , obteniéndose así que la radiación promedio
que ingresa a la atmósfera es de 342 [W/m2], la que corresponde al 100% de la radiación
entrante de la Figura 4.2, flujo de radiación que junto con los gases invernadero mantiene a
la tierra con una temperatura promedio de 15°C.
ambos se relacionan con la cantidad de energía, variando según esta se considere instantánea
o acumulada en el tiempo, además la irradiancia recibida, dependerá, entre otros factores, de
la forma en que las ondas electromagnéticas recibidas impacten sobre la superficie terrestre.
• Irradiancia Solar: potencia o energía por unidad de tiempo, incidente sobre un plano,
correspondiendo al valor instantáneo de la potencia sobre un área expresada en
[ ⁄ .
o Irradiancia solar directa: Irradiancia solar que alcanza una superficie en la misma
dirección que la de una línea recta proveniente desde el sol. Si el plano es
perpendicular a esta recta, la irradiancia solar recibida se llama directa normal.
o Irradiancia solar difusa: Irradiancia solar que no alcanza la superficie en la misma
dirección de la línea recta desde el sol.
o Irradiancia solar reflejada: Energía por unidad de tiempo y unidad de superficie
que, procedente de la reflexión de la radiación solar en el suelo u otros objetos,
incide sobre otra superficie. Al cociente entre la irradiancia reflejada y la
irradiancia total se le denomina albedo.
• Irradiación Solar: Acumulada de la energía incidente por unidad de superficie sobre
un determinado plano, en función del tiempo, generalmente se consideran períodos
de una hora, un día o un año. Puede expresarse en ⁄ o en ℎ⁄ .
Figura 4.6: Radiación Global Horizontal Figura 4.7: Radiación Global Horizontal Quinta
Camarones. (U. de Chile, 2011) Normal. (U. de Chile, 2011)
Figura 4.9: Sistemas solares térmicos según ubicación del estanque acumulador. A la izquierda el sistema
compacto a la derecha el sistema dividido.
Figura 4.12: Aporte medio de sistema Ecopanel 2.0-130, Santiago. (Catálogo Ecopanel)
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Figura 4.13: Sistema solar térmico con colector de tubos al vacío. (www.gensolar.com.ar)
Para el caso de la tecnología de tubos al vacío tipo Heat Pipe, el tubo de vacío lleva
en su interior una placa absorbedora de cobre y aluminio con un tubo hueco cerrado por los
dos extremos, sometido también al vacío y con una pequeña cantidad de una mezcla de
alcohol dentro del mismo. Al calentarse, esta mezcla se evapora ascendiendo hasta el extremo
superior, donde se enfría al ceder su calor latente al agua del circuito primario y, por tanto,
se condensa y desciende de nuevo por gravedad. (MINVU, 2014)
51
4.3.3 Componentes.
A. Colector Solar.
B. Absorbedor.
cual por lo general se trata con procesos electroquímicos para mantener sus propiedades
ópticas en el tiempo y por un sistema de tubos por donde circula el fluido de trabajo. Para el
caso de colectores planos el absorbedor se configura en paralelo o en serpentín como se
muestra en la Figura 4.15 y para los tubos al vacío variará según el tipo de tecnología, como
se muestra en la Figura 4.16.
Figura 4.16: Absorbedor en colectores de tubos al vacío. A la izquierda el sistema de tubos evacuados y a la
derecha el sistema heat pipe.
C. Intercambiador de calor.
Figura 4.17: A la izquierda sistema de flujo directo, a la derecha sistema de flujo indirecto. (MINVU, 2014)
Figura 4.18: Intercambiadores de calor, de izquierda a derecha, intercambiador de camisa, haz de tubos y
serpentín.
D. Depósito acumulador.
El ACS obtenida por los sistemas térmicos requiere ser acumulada para
posteriormente utilizarla en los horarios que esta se requiera, para esto se necesita un depósito
o tanque capaz de soportar las presiones y temperaturas propias del funcionamiento de cada
54
equipo. Básicamente el depósito acumulador está compuesto por un tanque exterior, el cual
se encuentra en contacto directo con el ambiente, uno interior, encargado del almacenamiento
del ACS y entre ambos se incluye aislación térmica, para reducir las pérdidas de calor.
F. Estructura.
Soporte del sistema solar térmico, su función consiste en mantener la posición del
sistema permitiendo las dilataciones térmicas de los equipos, sin que se produzcan flexiones
que comprometan la integridad del colector. La estructura de soporte debe contar con
55
G. Circuito hidráulico.
sensor regula continuamente la relación correcta entre el agua caliente y fría. Con un
dispositivo ubicado en la parte superior de la válvula se puede ajustar manualmente
la temperatura del agua mezclada, que debe ser 50° [C] o menos.
• Válvula antirretorno: Se instalarán válvulas de retención o antirretorno para evitar
flujos inversos indeseados en el circuito hidráulico. El circuito de alimentación del
estanque deberá incluir una válvula de retención (antirretorno) que impida el vaciado
del agua del estanque hacia la red de agua fría o la red pública de agua potable. La
válvula de retención no deberá impedir que el fluido desplazado alcance al sistema
de expansión, para lo cual se debe instalar aguas abajo.
• Vaso de expansión. Los circuitos cerrados de un SST necesitan de un sistema de
expansión con el fin de absorber las dilataciones del fluido en cada uno de los
circuitos y evitar que la presión supere los valores máximos previstos.
• Purgador de aire: En los puntos altos del SST y en todos aquellos puntos de la
instalación donde pueda quedar aire acumulado, se deberán colocar sistemas de purga
constituidos por botellines de desaireación y purgador manual o automático.
• Bombas.
• Equipo de control.
• Tuberías.
Figura 4.20: Isométrico con elementos típicos del circuito hidráulico en SST de colector plano. (MINVU, 2014)
57
Figura 4.21: Isométrico con elementos típicos del circuito hidráulico en SST de tubos al vacío. (MINVU, 2014)
CAPÍTULO 5
REUTILIZACIÓN DE AGUAS GRISES
DEPURADAS MEDIANTE
HUMEDALES ARTIFICIALES.
59
5.1 Introducción.
• Riego de áreas verdes como parques, canchas deportivas, campos de golf, césped
residencial, cementerios, etc.
• Riego de caminos de tierra.
• Limpieza de calles, vehículos, ventanas, lavado de ropa en lavadoras, entre otros.
• Estanques de inodoros y urinarios.
• Paisajismo, por ejemplo, uso en fuentes y caídas de agua.
• Control de incendios.
• Derretimiento de nieve, a fin de evitar su acumulación en calles.
Los principales usos urbanos dados al agua tratada son en riego y en estanques de
inodoros. El uso en estanques de inodoros permite un ahorro de un 30 a un 40% del agua
usada al interior de la vivienda. En el caso de uso en riego residencial, es posible reutilizar
del 60 al 70% del agua residual generada, correspondiente a aguas grises, permitiendo un
60
considerable ahorro de este recurso. La calidad exigida en aguas de riego depende del tipo
de riego (superficial o subsuperficial) y del posible acceso a las áreas verdes.
Si el agua recuperada es ocupada en usos como inodoros, urinarios y lavadoras, es
necesario incluir desinfección al tratamiento. (Franco, 2007)
Considerando que en Chile el riego de áreas verdes urbanas, en su mayoría, se realiza
con agua potable (Cabello, 2010), se estaría incurriendo en un gasto económico innecesario,
puesto que, para el caso del riego, la potabilidad del agua no corresponde a una característica
imprescindible, pudiéndose regar las áreas verdes con aguas reutilizadas provenientes del
mismo sector donde estas se emplacen. En la actualidad, la responsabilidad del riego de las
áreas verdes recae sobre las Municipalidades y/o sobre las comunidades de copropietarios,
en caso que se trate de proyectos acogidos a la Ley N° 19.537. En el primer caso, si las áreas
verdes exigidas por la Ley General de Urbanismo y Construcción se emplazan en terrenos
que figuren como áreas verdes en el instrumento de planificación territorial, estas, una vez
realizada la recepción Municipal, pasan a constituir bienes nacionales de uso público, por lo
tanto, pasan a ser responsabilidad de la administración comunal. Por otro lado, las áreas
verdes exigidas por la Ley General de Urbanismo y Construcción que no se contemplen en
el instrumento de planificación territorial pasarán a ser de dominio de la comunidad de
copropietarios, por lo que será esta la que se deberá hacer cargo de los costos asociados a su
mantención.
Según lo anterior, y tomando en cuenta que los proyectos de vivienda social del Fondo
Solidario de Elección de Vivienda, están conformados en su mayoría por condominios, los
cuales, como se mencionó, podrían poseer áreas verdes de dominio de sus copropietarios,
cabría la posibilidad que personas del segmento socioeconómico de menores ingresos
debiesen incurrir en un gasto mensual adicional por concepto de riego de las áreas verdes
comunes.
Los sistemas de reutilización de agua son entonces, una alternativa considerable ante
la escasez de agua dulce y a la utilización de agua potable en riego de aguas verdes. Se
proponen los humedales artificiales como tratamiento secundario para el proceso de
depuración puesto a que estos presentarían costos de instalación, operación y mantenimiento
de hasta 80% menos que una planta de tratamiento convencional. (Narváez et al, 2012).
61
• Aguas grises del tipo 1 o aguas de baja carga: ducha, bañera y lavamanos.
• Aguas grises del tipo 2 o aguas de media carga: lo anterior, más las procedentes de la
lavadora.
• Aguas grises del tipo 3 o aguas de alta carga: lo anterior, más las procedentes del
lavaplatos y cocina.
Para la evaluación del tipo de tratamiento que requiere un agua residual es necesario
conocer sus características físicas, químicas y microbiológicas, las cuales se obtienen de la
medición de diversos parámetros como los sólidos presentes en el agua residual, la turbiedad,
demanda bioquímica de oxígeno, nutrientes, coliformes, entre otros.
62
Figura 5.2: Caracterización de aguas grises domiciliarias según diversas fuentes. (Franco, 2007).
Son diversos los sistemas utilizados en la depuración de aguas residuales ya sean estas
aguas negras o grises, y serán sus características físicas, químicas y microbiológicas las que
condicionen la elección de los sistemas a utilizar. Lo que se busca con los tratamientos, es
mejorar las características de agua ya sea para su devolución a fuentes naturales o para su
reutilización. Para esto se requiere una cadena de tratamientos, los que se pueden clasificar
como primarios, secundarios o terciarios, pudiendo considerarse, además, un pretratamiento
de las aguas y/o la desinfección del efluente tratado.
5.3.1 Pretratamiento
Busca eliminar cualquier elemento que pueda entorpecer alguna de las etapas
siguientes del tratamiento. Los principales elementos objetivos de esta etapa son los sólidos
gruesos, la arena, aceites y grasas.
Los sólidos gruesos, plásticos, ramas y otros elementos son típicamente removidos
mediante barras y un sistema de rejas, las que pueden incluir más de un tamaño de tamiz.
La arena es removida en un desarenador, con el objetivo de evitar la abrasión de las
tuberías y su deposición en estanques sedimentadores.
63
Los aceites y las grasas son removidos también durante el tratamiento preliminar en
un desgrasador. El mecanismo de remoción de estos equipos es típicamente la flotación, y
ellos pueden ser independientes o estar incorporados al desarenador. (Barañao, 2004)
realizará en función de las características del agua a tratar como también de las deseadas para
el efluente, mejorando la calidad del agua resultante del tratamiento secundario, utilizándose,
por ejemplo, para aguas residuales que descarguen a lagos donde la acumulación excesiva de
nutrientes pudiera producir la eutrofización de las aguas.
Proceso realizado para estabilizar aquellos lodos biológicos que lo requieran, con el
fin de evitar una degradación natural de éstos con los impactos ambientales negativos
asociados (malos olores y emisiones de metano y ácido sulfhídrico). Esta etapa del
tratamiento es necesaria para los lodos provenientes de sistemas de lodos activados
convencionales y de los sistemas con medio fijo. Eventualmente, dependiendo de la
operación, puede requerirse un tratamiento de lodos para sistemas de aeración extendida y
en reactores Batch. Las lagunas y los lombrifiltros, por su prolongado tiempo de residencia,
no requieren de estabilización, pero sí de un retiro esporádico (una vez al año,
aproximadamente) y de disposición final. (Barañao, 2004).
Los humedales son áreas que se encuentran saturadas por aguas superficiales o
subterráneas con una frecuencia y duración tales, que sean suficientes para mantener
condiciones saturadas. Suelen tener aguas con profundidades inferiores a 60 [cm]. La
vegetación proporciona superficies para la formación de películas bacterianas, facilita la
filtración y la adsorción de los constituyentes del agua residual, permite la transferencia de
oxígeno a la columna de agua y controla el crecimiento de algas al limitar la penetración de
luz solar. (Lara, 1998)
Los HHAA han sido definidos como “sistemas de ingeniería, diseñados y construidos
para utilizar las funciones de la vegetación, los suelos y de sus poblaciones microbianas para
el tratamiento de contaminantes en aguas residuales"
65
Las especies vegetales, los microorganismos y el medio filtrante, son aspectos que
tienen una influencia directa sobre estos procesos fisicoquímicos y biológicos. Los productos
metabólicos obtenidos por la degradación de la materia orgánica, compuestos nitrogenados,
fósforo, potasio y otros minerales, son utilizados por las especies vegetales, las que a su vez
proporcionan a los microorganismos el oxígeno requieren, conduciéndolo vascularmente,
desde las hojas hasta las raíces. El medio filtrante provee el soporte y la superficie para el
desarrollo de los microorganismos, los cuales reducen anaerobiamente a los contaminantes
orgánicos en dióxido de carbono (CO2) y metano (CH4); igualmente actúa como un simple
filtro para la retención de sólidos suspendidos. El lecho también da soporte a las especies
vegetales que sobre él se siembran e intervienen en el tratamiento del agua residual.
Los humedales tienen tres funciones básicas que les confieren atractivo potencial para
el tratamiento de aguas residuales: fijan físicamente los contaminantes en la superficie del
suelo, utilizan y transforman los elementos por medio de los microorganismos y logran
niveles de tratamiento consistentes con un bajo consumo de energía y poco mantenimiento.
Emplean la energía solar a través de la fotosíntesis. Básicamente, se trata de captar la luz
solar y transformarla en energía química, que es usada en su metabolismo para realizar
funciones vitales y como consecuencia indirecta se remueven contaminantes de las aguas.
Adicionalmente las especies vegetales liberan metabolitos que los microorganismos
aprovechan como alimento. Las superficies de raíces, tallos y hojas ofrecen protección y
hospedaje a los microorganismos. El resultado es una gran velocidad de degradación y
remoción de contaminantes. (CONAGUA, 2016)
66
5.4.2 Componentes.
• Excavación o cubeta: zona que recibe el sustrato y corresponde al área sobre la que
se conforma el humedal.
• Sustrato o lecho filtrante: material granular sobre el cual se planta la vegetación y
donde se lleva a cabo el filtrado del agua residual mediante los microorganismos que
allí habitan, la comunidad microbiana se compone de bacterias, levaduras, hongos y
protozoarios.
• Vegetación: plantas encargadas principalmente de la transferencia de oxígeno a la
zona de la raíz. Su presencia física en el sistema (tallos, raíces, y rizomas) permite la
penetración a la tierra o medio de apoyo y transporta el oxígeno de manera más
profunda de lo que llegaría naturalmente a través de la sola difusión.
• Membrana impermeabilizante: capa protectora que evita la salida y entrada de flujos
de agua desde y hacia el humedal la cual se ubica en toda la base del mismo.
• Estructuras de entrada y salida: tuberías de distribución y recolección de aguas
residuales, del buen funcionamiento de éstas dependerá la homogeneidad de los flujos
de entrada y salida.
67
5.4.3 Clasificación.
Los sistemas de flujo superficial son aquellos donde el agua circula preferentemente
a través de los tallos de las plantas, manteniéndose expuesta a la atmósfera. Este tipo de
humedales es una modificación al sistema de lagunas convencionales. A diferencia de éstas,
tienen menor profundidad (no más de 0,6 [m]) y tienen plantas (Figura 5.5).
En términos de paisaje, este sistema es bastante recomendable por su capacidad de
albergar distintas especies de peces, anfibios, aves, etcétera. Pueden constituirse, en lugares
turísticos y en sitios de estudio de diferentes disciplinas por las complejas interacciones
biológicas que se generan y establecen. (Delgadillo et al, 2010)
Los sistemas de flujo subsuperficial se caracterizan por que la circulación del agua en
los mismos se realiza a través de un medio granular (subterráneo), con una profundidad de
agua cercana a los 0,6 [m]. La vegetación se planta en este medio granular y el agua está en
contacto con los rizomas y raíces de las plantas. Los humedales de flujo subsuperficial
pueden subdividirse en función de la forma de aplicación de agua al sistema existiendo
humedales de flujo subsuperficial horizontal y humedales de flujo subsuperficial vertical.
(Delgadillo et al, 2010)
69
El diseño de estos sistemas por lo general consiste en una cama, ya sea de tierra o
arena y grava, plantada con macrófitas enraizadas emergentes. Toda la cama es recubierta
por una membrana impermeable para evitar filtraciones en el suelo.
El agua ingresa en forma permanente. Es aplicada en la parte superior de un extremo
y recogida por un tubo de drenaje en la parte opuesta inferior. El agua residual se trata a
medida que fluye lateralmente a través de un medio poroso. La profundidad del lecho varía
entre 0,45 a 1 [m] con una pendiente de entre 0,5 % a 1 %.
El agua residual no ingresa directamente al medio granular principal (cuerpo), sino
que existe una zona de amortiguación generalmente formada por grava de mayor tamaño.
El sistema de recogida consiste en un tubo de drenaje cribado, rodeado con grava de igual
tamaño que la utilizada al inicio. El diámetro de la grava de ingreso y salida oscila entre 50
a 100 [mm]. La zona de plantación está constituida por grava fina de un solo diámetro, en
entre 3 a 32 [mm].
Es fundamental que el agua residual que ingresa al sistema se mantenga en un nivel
inferior a la superficie (5-10 [cm]), lo cual se logra regulando el nivel del dispositivo de salida
en función a este requerimiento. (Delgadillo et al, 2010)
Los diseños iniciales de humedales artificiales fueron de flujo horizontal, los cuales
siguen siendo el tipo más común. Los humedales de flujo horizontal tenían a menudo baja
calidad de efluentes, debido principalmente a que las áreas de entrada eran muy pequeñas,
pero hoy en día los humedales horizontales bien diseñados son sistemas de tratamiento
altamente confiables con bajos requisitos de mantenimiento, por lo que son una opción
interesante, especialmente para los lugares sin aporte de energía. (Hoffmann et al, 2011)
También conocidos como filtros intermitentes, este tipo de humedales reciben las
aguas residuales de arriba hacia abajo, a través de un sistema de tuberías de aplicación de
agua. Las aguas infiltran verticalmente a través de un sustrato inerte (arenas, gravas) y se
recogen en una red de drenaje situada en el fondo del humedal. La aplicación de agua se
efectúa de forma intermitente, para preservar y estimular al máximo las condiciones aerobias.
Adicionalmente, para favorecer las condiciones aerobias del medio poroso, se suele colocar
un sistema de aireación con chimeneas, que son tuberías cribadas con salidas al exterior. A
diferencia del humedal subsuperficial de flujo horizontal, el sustrato está constituido por
varias capas, encontrándose las más finas en la parte superior, aumentando el diámetro de la
grava hacia abajo. (Delgadillo et al, 2010)
5.4.4 Vegetación.
Las especies vegetales que crecen en los humedales naturales son usualmente
denominadas macrófitas, la presencia o ausencia de las macrófitas es uno de los aspectos
importantes en la definición de los humedales, por lo que son un componente indispensable
en estos ecosistemas. Las macrófitas usan la energía solar para asimilar el carbono inorgánico
de la atmósfera y producir materia orgánica, lo cual subsecuentemente es la fuente de energía
para microorganismos. Los movimientos de las plantas como consecuencia del viento,
mantiene abierta la superficie del medio, además el crecimiento de las raíces ayuda a prevenir
la colmatación. Las plantas también permiten atenuar la luz solar, por lo tanto, se previene la
formación de algas. Como consecuencia del decaimiento o degradación de las raíces y
rizomas, éstas se degradan formando canales tubulares también llamados “macroporos”, lo
cual a decir de algunos autores incrementan y estabilizan la conductividad hidráulica del
suelo. (CONAGUA, 2016)
Para la selección de la vegetación se deben considerar aspectos tales como la
temperatura del agua, los contaminantes a tratar, profundidad, tipo de sustrato, tipo de
humedal, necesidad de recolección periódica de vegetación, etc. Los humedales incorporan
plantas emergentes, sumergidas, flotantes y de hojas flotantes.
• Plantas flotantes y de hojas flotantes: Macrófitas sobre suelos anegados. Las primeras
flotan libremente como el Jacinto de agua (eichhornia crassipes) y la lenteja de agua
(lemna sp.), no así las de hojas flotantes cuyas raíces salen desde el suelo. Presentan
órganos reproductores flotantes o aéreos.
• Plantas sumergidas: comprenden algunos helechos, numerosos musgos y carófitas y
muchas angiospermas. Se encuentran en la zona fótica (a la cual llega la luz solar).
Los órganos reproductores son aéreos, flotantes o sumergidos. (Delgadillo et al,
2010). Algunas especies utilizadas en los humedales artificiales son el luchecillo
(elodea canadensis), isoetes lacustri, lobelia dortmanna, encontrándose estas últimas
en zonas frías de Europa. (Sánchez, 2010)
• Plantas enraizadas emergentes: crecen en suelos anegados permanente o
temporalmente; en general son plantas perennes, con órganos reproductores aéreos.
Los humedales basados en macrófitas enraizadas emergentes pueden ser de flujo
72
superficial, si el agua circula en forma superficial por entre los tallos de las macrófitas
y de flujo subsuperficial, si el agua circula por debajo de la superficie del estrato del
humedal. (Delgadillo et al, 2010). La totora (typha), carrizos (phragmites australis) y
juncos (juncus) son algunos ejemplos de macrófitas enraizadas emergentes.
Figura 5.9: Especies vegetales más utilizadas en humedales artificiales. (CONAGUA, 2016)
73
Los humedales artificiales son una opción de tratamiento secundario, ya que los
sólidos en suspensión, así como parte de la materia orgánica, deben ser retenidos en un paso
anterior. La tecnología utilizada para el tratamiento previo depende del tipo y cantidad de
agua residual. (Hoffmann et al, 2011). Este tratamiento es fundamental para evitar la
obstrucción del humedal por colmatación.
Figura 5.10: Pretratamientos más comunes en humedales artificiales. AG: Agua gris, AR: agua residual
doméstica. (Hoffmann et al, 2011)
• Trampa de grasas.
La trampa de grasas es un receptáculo que permite la separación y recolección de grasas
y aceites del agua residual por flotación, evitando que estos materiales ingresen al humedal.
74
La capa de grasa flotante tiene que ser removida periódicamente antes de que
sea tan densa que pueda combinarse con el efluente de la trampa. La frecuencia de limpieza
depende de la utilización de grasa. (Hoffmann et al, 2011)
• Tanque séptico.
Corresponden a tanques de dos o más cámaras cuyo proceso de tratamiento se basa
en la sedimentación de sólidos y la flotación de la grasa, con una degradación parcial
anaerobia de los lodos. Al este proceso de degradación se le denomina también digestión y
permite reducir el volumen de lodos gracias a la producción de gases, principalmente dióxido
de carbono y metano. El objetivo de utilizar más de una cámara es evitar la resuspensión de
los sólidos sedimentados. La mayor parte de los sólidos sedimentan en la primera cámara y
por tanto es donde hay más lodos. En la(s) cámara(s) siguiente(s) se produce sedimentación
y almacenamiento de los lodos que rebosan de la primera cámara. Los gases producidos en
la fosa se emiten a través de chimeneas, de esta manera se evitan malos olores, que pueden
ser especialmente molestos. Adicionalmente, las fosas están dotadas de aberturas que
permiten su inspección y vaciado (García, 2008).
Son ampliamente utilizados para el tratamiento en terreno de aguas residuales
domésticas, debido a su fácil construcción. Pueden ser fabricados en concreto o utilizar
tanques plásticos. Su uso es recomendado para poblaciones de 5 a 200 habitantes.
En climas cálidos, los tanques sépticos son diseñados para un tiempo de retención
hidráulica de 1 a 2 días, en cambio en climas fríos, pueden ser necesarios más de 5 días. Los
tanques sépticos deben ser limpiados regularmente. El tiempo para el vaciado varía de
acuerdo al diseño y al número de usuarios, pero puede estar en el rango de 1 a 5 años.
(Hoffmann et al, 2011)
75
• Tanque Baffled.
Corresponde a un tanque séptico mejorado para el tratamiento primario de aguas
residuales en comunidades de 200 a 2.500 habitantes. Poseen de 4 a 6 compartimentos. El
tiempo de retención hidráulica en climas cálidos es de 10 a 12 horas. La proporción de
remoción de materia orgánica medida como DBO5 es aproximadamente de 40% en climas
fríos y de 60% en climas cálidos. Los tanques Baffled tienen una alta proporción de remoción
de la materia orgánica (40 a 60% de la DBO5) A causa de la eficiencia del tanque Baffled, el
humedal artificial que trata las aguas residuales pretratadas en él, sólo requiere alrededor del
60% de la superficie de un humedal artificial que trata las aguas residuales en un tanque
séptico. (Hoffmann et al, 2011)
76
• Tanque Imhoff
Es un sistema de compartimentos divididos. En el compartimiento superior los líquidos se
separan de los sólidos para pasar al tratamiento principal, por ejemplo, a un humedal,
mientras los lodos sedimentados se tratan anaeróbicamente en el compartimiento inferior del
mismo tanque. El tanque Imhoff puede ser utilizado en climas moderado a fríos. Se trata de
un sistema compacto y eficiente para el pretratamiento de las aguas residuales domésticas
para una población de 500 a 20.000 habitantes. Elimina del agua residual cruda un 30 a un
40% de la materia orgánica. El lodo sedimentado se trata anaeróbicamente, estabilizándose
en este proceso, y debe ser removido periódicamente.
Figura 5.13: Izquierda: Tanque Imhoff con los 3 compartimentos. Derecha: Tanque Imhoff en
construcción, San Martin, Perú (Hoffmann et al, 2011)
77
Tecnología bastante que alcanza una reducción de la materia orgánica (medida como
DBO5) hasta en un 80%. Los reactores sólo son adecuados para grandes plantas (> 5.000
[PE]) ya que tienen una complejidad técnica relativamente alta. La producción de lodos es
baja y la captura integrada del biogás permite la utilización o su incineración. El reactor se
utiliza para grandes plantas de tratamiento por su alta eficiencia, por lo tanto, el
pretratamiento con este sistema en humedales artificiales permitiría áreas relativamente
pequeñas.
El afluente entra por la base del reactor y fluye hacia la superficie. El tiempo de
retención hidráulica es de 8 horas aproximadamente. Debido a la alta carga orgánica de la
base, las bacterias anaerobias forman gránulos de lodo, que se compactan bajo la fuerza
hidráulica, formando un filtro denso que estabiliza el agua residual biológica y
mecánicamente. La salida del agua residual tratada y la captación del biogás se dan en la
parte superior del reactor. (Hoffmann et al, 2011)
Operaciones rutinarias
Puesto que los humedales artificiales son sistemas “naturales”, las operaciones
rutinarias son más pasivas y exigen poca intervención del operario. Este debe observar, tomar
las acciones necesarias cuando surja algún problema y realizar el monitoreo de la operación
siempre que sea pertinente.
Los momentos críticos en los que la intervención del operario es necesaria son:
mantener las comunidades de plantas deseadas dentro del humedal. Esto se consigue tanto
por medio de cambios en los niveles de agua como de la cosecha de plantas indeseadas
cuando y donde sea necesario. Donde la cobertura de plantas sea deficiente, las actividades
de gestión para mejorarla, incluyen el ajuste del nivel de agua, aplicación de pesticidas y la
replantación. Puede que sea necesario, dependiendo del diseño del humedal, cosechar y
eliminar restos de vegetación. No obstante, un humedal de flujo subsuperficial bien diseñado
y operado no debería necesitar cosecha de rutina.
• Mantenimiento de muros.
Se debe realizar un mantenimiento apropiado de las bermas (muros). Cualquier erosión
o grieta debe repararse tan pronto se perciba.
(ONU, 2008)
81
CAPÍTULO 6
CONSIDERACIONES PARA EL
DISEÑO DE LOS SISTEMAS
PROPUESTOS.
82
Tabla 6.1: Transmitancia y resistencia térmica para techumbres, muros y pisos ventilados según zonificación
térmica, (O.G.U.C.)
6.1.1 Definiciones.
• Resistencia térmica (R): oposición al paso del calor que presentan los elementos de
construcción, medida en [m2*K/W]. Para una capa de caras planas y paralelas, de
espesor e, conformada por un material homogéneo, la resistencia térmica queda dada
por:
= (1)
Los materiales que se utilizan en espesores menores que 3 mm ofrecen tan pequeña
resistencia térmica, que ésta no se debe considerar en los cálculos prácticos. Tal es el
caso de papeles, folios y láminas delgadas.
• Resistencia térmica total de un elemento compuesto (RT):
Inverso de la transmitancia térmica del elemento. Suma de las resistencias de cada
capa del elemento, expresada en [(m2*K)/W].
1
=
(2)
• Resistencia térmica de superficie: resistencia térmica generada por efecto del aire
sobre una superficie, expresada en [(m2 *K)/W].
84
Donde:
e/λ: Resistencia térmica del material.
RSi: Resistencia térmica de superficie al interior.
RSE: Resistencia térmica de superficie al exterior.
Para un elemento formado por una serie de capas o placas planas y paralelas de
materiales distintos en contacto entre sí, la resistencia térmica total, queda dada por:
85
= + + (4)
Donde:
∑ / : Sumatoria de las resistencias térmicas de las capas que conforman el elemento.
6.2.1 Eficiencia.
Los colectores solares captan el calor utilizando los principios del cuerpo negro,
aplicado por el absorbedor, y del efecto invernadero, propiciado el vidrio de la cubierta. El
rendimiento de los SST depende de las características ópticas del vidrio y el absorbedor, de
las pérdidas de calor asociadas a los equipos y de la diferencia de temperatura entre el
ambiente y el colector.
Del balance energético tenemos que el calor absorbido corresponde a la energía
transferida al fluido caloportador, o calor útil, más las pérdidas de calor.
= + (5)
Donde:
Qa: Calor absorbido por el colector.
Qu: Calor útil, traspasado al fluido de trabajo.
Qp: Pérdidas de calor.
= ⇒ =
(6)
∗
Donde:
S: superficie del colector en [m2].
I: Irradiancia solar en [W/m2].
86
Donde:
Fr: Factor de eficacia de intercambio entre absorbedor y el fluido portador.
τ: Transmitancia óptica de la cubierta transparente. Relación entre la radiación que atraviesa
la cubierta y la radiación incidente sobre el colector.
α: Absorbancia óptica de la placa absorbedora. Relación entre la radiación absorbida y la
radiación incidente.
Ul: Coeficiente global de pérdidas del captador, en ( ∕ (*+ ∗ °-) '.
te: Temperatura de entrada del fluido al captador, en [°C].
ta: Temperatura ambiente, en [°C].
($% − $& )
= ∗ ( !) − ∗ ∗
(8)
Donde:
Fr, (τα) y Ul: Parámetros característicos de cada captador que pueden considerarse constantes
en el rango de temperaturas de trabajo normal del captador.
($% − $& )
= − ∗
(9)
. /
Donde:
η0: Coeficiente óptico y representa la eficiencia máxima del captador, como decimal.
a1: Coeficiente de pérdidas, en [W/(m2*K)].
Donde:
a1 y a2: Coeficientes de pérdida lineal y cuadrático, respectivamente.
η0: Rendimiento óptico según características del absorbedor y de la cubierta de vidrio.
ta: Temperatura ambiente.
I: Irradiancia solar.
tm: Temperatura media ($1 + $% )/2.
ts: Temperatura de salida.
te: Temperatura de entrada.
6 3.5 AB
=5 ∗ ∗ 91 − 9 >∗? +
> ∗ @1 − 9 >CD ∗ 3,6
(11)
34
7 8
100000 100
Donde:
Rinc i: Radiación solar global media diaria sobre una superficie inclinada para el mes i, en
[MJ/m2].
Rh i: Radiación solar global media mensual sobre una superficie horizontal para el mes i, en
[kWh/m2]. Se obtiene del Anexo III de la norma técnica que determina algoritmo para la
verificación de la contribución solar mínima, en adelante NT.
N: Número de días del mes i.
OSST: Orientación del SST, en [°].
Fd i: Factor modificador de la radiación incidente a una superficie inclinada para el mes i. Se
obtiene del Anexo II de la NT, conforme a la inclinación del SST y a la latitud media de la
comuna correspondiente según Anexo I.
Ps: Pérdidas por sombra, en [%].
88
G * =G H ∗7 (13)
El parámetro D1, que relaciona la energía adsorbida por el colector solar y la demanda
térmica diaria de energía, se calcula, para cada mes del año, conforme a la siguiente fórmula:
L∗ . ∗ 0,912 ∗ 34
G/ =
(14)
G H ∗ 100
Donde:
D1 i: Relación entre energía diaria absorbida por el colector y la demanda térmica diaria
para el mes i.
A: Superficie instalada de colectores solares térmicos, en [m2].
η0: Eficiencia óptica del colector solar, en [%].
R.,+S
O 2,32 ∗ K&0
L∗ / ∗ 0,95 ∗ (100 − K&0 ) ∗ N 75 ∗ L
Q ∗ N64,7 + 3,86 ∗ K %8 −
100 − K&0 Q
G+ =
G H ∗ 1000
(15)
Donde:
D2 i: Relación entre pérdidas de energía del colector y la demanda térmica diaria para el
mes i.
a1: Factor lineal de pérdidas, en [W/m2*K].
Tam_i: Temperatura ambiente media mensual, para el mes i, de la comuna, en [ºC]. Este
valor se obtiene del Anexo V de la NT.
V: Volumen de almacenamiento del depósito acumulador, en [L].
89
El factor de correlación (f) del Método F-Chart para cada mes del año, que determina
el aporte del SST a la energía necesaria para cubrir la demanda térmica, se calcula según la
siguiente fórmula:
T = 1,029 ∗ G/ − 0,065 ∗ G+ − 0,245 ∗ G/ + + 0,0018 ∗ G+ + + 0,0215 ∗ G/ U (16)
Donde:
fi: Factor de correlación del método F-Chart.
Luego se determina el factor Pi para cada mes del año, conforme a lo siguiente:
Si fi<0, entonces Pi = 0.
Si fi>1, entonces Pi = 1.
Si fi>0 y fi<1, entonces Pi = fi.
Donde:
Pi: Factor de correlación ajustado del método F-Chart.
Para obtener la cantidad de energía mensual aportada por el SST para el calentamiento
de agua se utiliza la siguiente expresión:
= A ∗G * (17)
∑/+
∗ 100
V/
- = /+
(18)
∑ V/ G *
XKY = XK ∗ ZY (20)
91
Donde:
ETp: Evapotranspiración potencial para período de máxima demanda, en[mm/día]
Kc: Coeficiente de Cultivo.
Donde:
Para el cálculo de la ETP de un mes determinado será preciso corregir la ETP sin
ajustar “e” mediante un coeficiente que tenga en cuenta el número de días del mes y horas de
luz de cada día, en función de la latitud. Para lo cual se introduce el índice de iluminación
mensual en unidades de 12 horas, que deberá multiplicar a la ETP sin ajustar para obtener la
ETP según Thornthwaite [mm/mes].
XKA = ∗^ (23)
92
Donde:
L: factor de corrección del número de días del mes (Ndi) y la duración del día Ni (horas de
7H_ 7_
sol).
^_ = ∗
(24)
30 12
Figura 6.1: Componentes del balance hídrico en un humedal, (Kadlec and Knight)
El balance hídrico corresponderá a la variación del volumen en función del tiempo,
presentándose caudales de entrada y salida. En términos generales los caudales a considerar
son:
93
Donde:
P: Población servida, en [hab].
Q: Caudal de aporte unitario de aguas residuales, en [L/(hab*d)].
94
OB = ∗A (26)
Donde:
Q: Caudal medio de aguas residuales.
O = K∗A∗7 (27)
Donde:
T: tasa de acumulación de lodos, en [L/(hab*año)].
N: periodo de limpieza de la fosa séptica, en [años].
Según Méndez, R. et al, del análisis de datos se determinó una la tasa de acumulación
de lodos para aguas grises es de 8,3 [L/(hab*año)], valor muy por debajo de las tasas de
acumulación de aguas negras.
Volumen de resguardo:
OW = L$ ∗ ℎW (28)
Donde:
At: Área superficial de la fosa séptica, en [m2].
hr: Altura de resguardo, en [m].
Para el cálculo del área de la fosa séptica se supone una altura entre el fondo de la
fosa y la cota de salida de entre 0,75 a 1 [m].
Volumen total.
O$ = OB + O + OW (29)
El análisis de los humedales, por lo general requiere el cálculo según las temperaturas
del agua en invierno, debido a que la actividad microbiológica disminuye y aumenta según
lo hace la temperatura, criterio fundamental en humedales que procesan el mismo caudal
durante todo el año. El humedal calculado posee diferentes caudales de entrada según varíe
la estación del año, por lo que el posible aumento de área del humedal por la reducción de la
temperatura en invierno se desprecia en función del aumento de área por el mayor caudal que
ingresa en verano.
Donde:
Ce: Concentración de contaminante del efluente, en [mg/L].
CA: Concentración de contaminante del afluente, en [mg/L].
t: tiempo medio de retención hidráulica, en [día].
97
O i ∗ LB ∗ G*
K h= =
(32)
Donde:
V: Volumen del humedal, en [m3].
Q: Caudal medio, en [m3/día].
ε: Porosidad del lecho como fracción.
As: Área superficial del humedal, en [m2].
Dm: profundidad del lecho propuesta, en [m].
Para humedales de flujo subsuperficial K20 es igual a 1,104 [día-1], con θ igual a 1,06.
Donde:
Q: Caudal promedio a través del humedal, en [m3/día].
Ks: Conductividad hidráulica de una unidad de área del humedal perpendicular a la
dirección de flujo, en [m3/m2/día].
Ac: Área de la sección transversal perpendicular al flujo, en [m2].
S: Gradiente hidráulico o pendiente de la superficie del agua en el sistema.
98
*∗p LB
= (36) ^ = (37) LY = ( ∗ p (38)
^ (
Donde:
W: Ancho de una celda del humedal, en [m].
L: Longitud de la celda de humedal, en [m]
m: Pendiente del fondo del lecho, como decimal.
y: Profundidad del agua en el humedal, en [m]
Obteniendo la ecuación:
1 LB ∗
( = ∗q
(39)
p ZB ∗ *
Tabla 6.4: Órdenes de magnitud de la conductividad hidráulica (ks) en función del tipo de material granular
utilizado como substrato en un humedal construido de flujo subsuperficial. (García, 2008)
La Agencia de Protección Ambiental de EEUU (EPA) considera que el área total del
humedal puede subdividirse en dos zonas, en función de la acumulación de sedimentos. En
la zona inicial del humedal se considerará un Ks del 1% del Ks del agua limpia y para la zona
final del 10%.
99
Figura 6.2: Zonas humedal artificial según acumulación de sedimentos. (CONAGUA, 2016)
∗ L/
(=q
(40)
ZB/% ∗ Hℎ_ ∗ Gsl
Donde:
A1: Área de la zona inicial, correspondiente al 30% del área total, en [m2].
Ks1%: 1% del Ks del agua limpia para el diámetro del lecho, en [m3/m2/día].
dhi: Pérdida de carga máxima en la zona inicial, igual al 10% de Dm, en [m].
Dwo: Altura de agua mínima en la entrada del humedal, en [m].
Las longitudes del tramo inicial, tramo final y total quedan dadas por las siguientes
expresiones:
L/ L+
^_ = (41) ^T = (42) ^ = ^_ + ^T (43)
( ( t du
∗ ^T
Hℎv =
(44)
ZB/.% ∗ ( ∗ Gsv
100
Donde:
Ks10%: 10% del Ks del agua limpia para el diámetro del lecho, en [m3/m2/día].
Dwf: Altura de agua al inicio de la zona final de tratamiento, en [m].
CAPÍTULO 7
ANÁLISIS DE RESULTADOS.
103
7. Análisis de resultados.
Para el caso de las cubiertas vegetales, se requiere definir los espesores y materialidad
de las capas que conforman la cubierta, obteniendo la transmitancia y resistencia térmica
propias del conjunto. Para la elección del tipo de cubierta, se privilegió la solución que
aportara la menor cantidad de peso al edificio, por lo tanto, se utilizó una cubierta extensiva
de 12 [cm] de espesor, cuya estructura de soporte corresponde a una losa liviana de hormigón.
Para la obtención de datos, se realizó el análisis de un módulo habitacional, que consta
de 6 viviendas, emplazado en la comuna de Valparaíso (Zona Térmica 2), para esto se modeló
la unidad habitacional con el software Design Builder, en la versión de evaluación disponible
en su página web. El software es capaz de realizar simulaciones ambientales y energéticas de
edificios utilizando el motor de simulación EnergyPlus, desarrollado por el departamento de
energía de EE.UU.
104
Figura 7.1 Modelación de unidad habitacional, a la izquierda con cubierta tradicional y a la derecha con
cubierta vegetal, mediante software Design Builder.
Según lo expuesto en el Capítulo II, las exigencias normativas para aislación térmica
en techumbre, se encuentran señaladas en la O.G.U.C. y difieren según las distintas zonas
térmicas en las que se divide el país. Los datos de entrada más relevantes corresponden a la
zona geográfica donde se ubicará el proyecto, las capas que conforman la cubierta y sus
respectivos espesores.
A. Cubierta Tradicional.
B. Techo Verde.
Para el caso de la cubierta vegetal, se optó por sustituir la solución de techumbre por
una cubierta compuesta por viguetas pretensadas y bovedillas de poliestireno expandido,
sobre las cuales se hormigona una capa de 5 [cm] de espesor, previa colocación de una malla
electrosoldada y de suples en intersecciones con vigas, conformándose así una cubierta
liviana con capacidad de carga suficiente para recibir las capas superiores. La configuración
de las capas se dispuso como se muestra en la Figura 7.4.
106
C. Discusión de resultados.
La tabla 7.1 muestra los valores requeridos por la normativa y los obtenidos para
ambos tipos de cubiertas.
Según los datos obtenidos, ambas dan cumplimiento a las exigencias de la Ordenanza,
obteniéndose de la cubierta vegetal la mayor resistencia térmica, siendo esta 30% mayor que
la obtenida por la cubierta tradicional. Se debe considerar que el mejor comportamiento
presentado por el techo verde no se debe solo a la acción del sustrato y la capa vegetal, sino
107
El software entrega, entre otros, la cantidad de energía necesaria para mantener ciertas
condiciones de confort térmico, para esto se deben ingresar los datos que caractericen dicha
condición mediante la consigna de calefacción, la cual define a que temperatura comienza a
funcionar esta, lo mismo para la refrigeración. Las consignas de temperatura de calefacción
y refrigeración se estimaron en 20 y 24° [C] respectivamente. Para los dos tipos de cubiertas
se considera como combustible para calefacción el gas licuado de petróleo, y para
refrigeración la electricidad con un rendimiento de los equipos de 83% para calefacción y
1.67% para refrigeración (mayor a 1 por considerar aportes externos de aire).
A. Cubierta tradicional.
Los datos obtenidos para la cubierta original del proyecto son los siguientes:
Figura 7.6: Consumo anual de combustible por iluminación, calefacción y refrigeración. Design Builder.
109
Figura 7.7: Potencia instantánea de calefacción para el día más desfavorable. Design Builder.
Los resultados obtenidos en el balance térmico de las Figuras 7.7 y 7.9 corresponden a:
Cubierta Tradicional
Calefacción sensible Potencia Refrigeración
anual [Kwh] Calefacción [Kw] sensible anual [Kwh]
1° piso 4194,22 7,19 316,63
2° piso 3644,41 7,43 2368,46
3° piso 5839,3 10,2 2778,69
Edificio 13677,92 24,82 5463,78
Tabla 7.2: Carga sensible de calefacción y refrigeración anual y potencia de calefacción.
B. Techo Verde.
Figura 7.8: Consumo anual de combustible por iluminación, calefacción y refrigeración. Design Builder.
111
Figura 7.9: Potencia instantánea de calefacción para el día más desfavorable. Design Builder.
Techo Verde
Calefacción
Potencia Refrigeración
Ubicación sensible anual
Calefacción [Kw] sensible anual [Kwh]
[Kwh]
1° piso 4177,63 7,19 245,4
2° piso 3618,72 7,42 2378,42
3° piso 5706,65 9,71 2786,18
Edificio 13502,99 24,32 5410
Tabla 7.3: Carga sensible de calefacción y refrigeración anual y potencia de calefacción.
C. Discusión de resultados.
La Tabla 7.4 muestra los datos arrojados por Design Builder (Figuras 7.6 y 7.8)
entregando la diferencia de consumo por conceptos de calefacción y refrigeración.
Carga de Consumo Carga de Consumo
Calefacción combustible GLP Refrigeración combustible
Anual [Kwh] [Kwh] Anual [Kwh] Electr. [Kwh]
Cubierta Tradicional 13728,55 16540,42 5711,11 3419,83
Techo Verde 13552,47 16328,28 5651,96 3384,41
Diferencia 176,08 212,14 59,15 35,42
Tabla 7.4: Carga anual de calefacción y refrigeración.
Según los datos de la Tabla 7.4 se tiene que el ahorro energético proporcionado por
la cubierta vegetal es del 1,3% por calefacción y de 1,03% por refrigeración. Se debe
considerar que los muros del edificio no contemplan ningún tipo de aislación térmica
adicional. De los valores obtenidos en el balance energético para el cálculo de la potencia de
calefacción (figuras 7.7 y 7.9), se aprecia que, tanto para la cubierta tradicional como para la
112
vegetal, la diferencia entre las pérdidas por la cubierta y los muros es muy alta, fenómeno
que explicaría el escaso ahorro energético.
Dando una mirada general al aporte requerido para calefaccionar el módulo
(calefacción sensible anual de las tablas 7.2 y 7.3), sin hacer distinción entre la cubierta
tradicional y la cubierta vegetal, se observa que el piso que necesita mayor energía es el 3°,
seguido por el 1° y finalmente por el 2°. Este comportamiento puede deberse a la mayor área
de contacto que posee la envolvente del 3° piso con el exterior (muros más cubierta), lo que
se diferencia del 1° piso en que por la cubierta se pierde calor en invierno, en cambio, en el
suelo sobre terreno se gana (figuras 7.7 y 7.9). El menor requerimiento energético del 2° piso
se debería en mayor medida a que este posee la mayor superficie de ventanas, las cuales
además están orientadas hacia el norte, recibiendo un aporte solar mucho mayor al que
reciben el 1° y 3° piso.
Según los resultados obtenidos y, considerando esta vez, las diferencias entre los
aportes de ambas cubiertas, se observa que la mayor diferencia de energía se da en el 3° piso,
lo que se explica por estar este en contacto directo con la cubierta vegetal, la que posee mayor
resistencia que la tradicional. Lo mismo ocurre para las potencias de calefacción requeridas
por cada piso (tablas 7.2 y 7.3), donde se observa que para los dos primeros pisos
prácticamente no existe diferencia entre la cubierta tradicional y la cubierta vegetal, no así
para el 3° piso, el cual concentra la mayor diferencia en el flujo de energía entre una cubierta
y otra.
Para el caso de la refrigeración, se observa que independiente del tipo de cubierta, la
menor necesidad de extracción de calor se da en el 1° piso lo que se explicaría por la menor
ganancia solar anual que este presenta debido a la poca superficie de acristalamiento en la
fachada norte, y a que en los horarios de mayor radiación son los pisos superiores, sobre todo
el 3°, los que reciben la mayor cantidad de energía. Si se observa el gasto de combustible
total para ambos edificios (figuras 7.6 y 7.8) , se tiene que el módulo con la cubierta vegetal,
requiere menor cantidad de combustible, lo que podría parecer lógico por la mayor resistencia
térmica que esta cubierta presenta, la cual dejaría pasar un menor flujo de calor desde el
exterior al interior del edificio, pero si se observan los valores obtenidos para el 2° y 3° piso
de la cubierta tradicional (Refrigeración sensible anual, tablas 7.2 y 7.3), estos son mayores
que los de la cubierta vegetal, fenómeno que no se condice con el balance energético para el
113
día más desfavorable (verano) donde la cubierta vegetal efectivamente presenta más
resistencia a la entrada de energía hacia el interior del edificio. Este fenómeno puede
explicarse al notar que la poca resistencia térmica de los muros en relación a la cubierta,
aportando los muros un flujo de calor que se suma a las ganancias de calor por
acristalamiento, al poseer la cubierta vegetal mejor resistencia térmica esta deja salir menos
calor que la cubierta tradicional, reflejándose esto en un mayor requerimiento de
refrigeración. Para el caso del 1° piso se observa que es allí donde se presenta la diferencia
de energía por refrigeración favorable a la cubierta vegetal, siendo este piso el más lejano a
la cubierta, no generándose allí el atrapamiento del calor. Finalmente se podría decir que el
desempeño positivo del módulo con el techo verde se debería a que, para el balance anual,
en el fenómeno descrito en el cual el calor entra al edificio quedando temporalmente
atrapado, se acumula menor cantidad de energía de la que la cubierta vegetal bloquearía
debido a la mayor resistencia térmica que esta posee. Para evitar esta situación se debe
considerar en la modelación la ventilación en las horas de mayor calor y elementos de
sombreado que bloqueen la radiación solar externa que ingresa por el acristalamiento, lo que
disminuiría también la carga de refrigeración por disminuir el efecto invernadero al interior
del edificio, obteniendo un mejor comportamiento térmico en verano.
114
C. Ahorro económico.
D. Discusión de resultados.
La ley 20.365 establece que para viviendas unifamiliares se considera una demanda
diaria de agua caliente sanitaria por persona de 40 [L/día], y una densidad de 4 personas por
vivienda (3 dormitorios). Para el cálculo de energía se estableció que la temperatura del ACS
es de 45° [C].
Discusión de resultados.
De los resultados obtenidos, se observa que los valores de consumo anual de energía
difieren según la herramienta computacional utilizada en el cálculo, manteniéndose en un
rango similar. Según los datos de entrada se puede inferir que el algoritmo representa la
opción más confiable, por contemplar valores mensuales tanto para la temperatura ambiente
como para la temperatura de red según el lugar donde se emplazaría el proyecto.
119
A. Presupuesto.
Ítem Costo
Calefón ionizado 10 [L] $ 64.000
Colector solar $ 150.000
Tanque Acumulador 160 [L] $ 285.000
Kit circuito primario $ 50.000
Kit circuito secundario $ 59.000
Estructura $ 68.000
Anticongelante $ 36.000
Instalación $ 70.000
Subtotal $ 782.000
IVA $ 148.580
Total $ 930.580
Tabla 7.10: Presupuesto colector solar plano, sistema compacto.
B. Parámetros de decisión.
Inversión $ 930.580
Ahorro anual por vivienda $ 97.007
Vida Útil [años] 20
Recuperación inversión [años] 9,59
Tabla 7.11: Resumen de costos para colector solar térmico compacto (1 depto).
C. Discusión de resultados.
Para el diseño del humedal artificial (anexos A y B), se consideraron los siguientes
supuestos:
Discusión de resultados.
El humedal artificial fue diseñado tomando como valor fundamental el requerimiento
de agua del terreno, por lo tanto, el caudal de diseño del humedal debe ser capaz de satisfacer
dicha demanda. Para que esto suceda debe producirse un volumen diario de aguas grises
mayor o igual al afluente mínimo que garantiza se satisfaga la máxima demanda de agua del
terreno.
122
A. Presupuesto humedal
Humedal artificial
Designación Unidad Cantidad P.U UF Total
Albañilería m2 15 0,7685 11,5275
Radier m2 16 2,3 36,8
Excavación m3 10 0,294 2,94
Estuco m2 11 0,364 4,004
Grava m3 8,8 0,44 3,872
Especies vegetales rz 64 0,0019 0,1216
Tuberías total sistema + piezas especiales ml 210 0,2 42
Depósito módulo
Albañilería m2 6,76 0,7685 5,19506
Radier m2 3,38 2,3 7,774
Excavación m3 2 0,294 0,588
Estuco m2 8 0,364 2,912
Cámaras inspección
Cámara de inspección de albañilería.
gl 3 6,9 20,7
1.0X1.0x1.0 [m]
Cámara de inspección de albañilería.
gl 1 4,2 4,2
0.5X0.5x0.5 [m]
Tanque séptico
Albañilería m2 15 0,7685 11,5275
Radier m2 7,8 2,3 17,94
Excavación m3 6 0,294 1,764
Estuco m2 17 0,364 6,188
SUBTOTAL 1 180,05366
GASTOS GENERALES 15,00% 27,008049
UTILIDADES 8,00% 14,4042928
SUBTOTAL 2 221,4660018
IVA 6,65% 14,72748912
TOTAL COSTO DE CONSTRUCCIÓN U.F. 236,1934909
$ 6.211.889
Tabla 7.14: Presupuesto humedal artificial.
123
B. Parámetros de decisión.
C. Discusión de resultados.
CAPÍTULO 8
CONCLUSIONES.
125
8. Conclusiones.
• La energía solar disponible en el país es un recurso que debe ser utilizado de todas las
maneras posibles. Chile es uno de los países del mundo con mayor índice de radiación solar,
siendo el desierto de Atacama el punto que recibe mayor radiación solar del planeta.
la norma, trayendo como consecuencia un ahorro significativo a los usuarios del sistema.
Como dato anexo, el equipo solar analizado aportaría, en Punta Arenas, un 37% de la energía
requerida para calentar agua caliente sanitaria cumpliendo con el mínimo exigido, y también
siendo conveniente en términos de ahorro.
• Los parámetros sobre los que se diseñó corresponden a los mínimos exigidos en el
proyecto de reglamento para reutilización de aguas grises, como lo son los sólidos
suspendidos totales, la demanda bioquímica de oxígeno, turbiedad y coliformes que pudiese
contener el agua, pero se debe considerar que el agua residual puede contener variados
elementos que pueden generar daños sobre la superficies regadas y en el humedal mismo,
esto producto del exceso de nutrientes que esta puede contener, como es el caso del nitrógeno
y el fósforo. Este último es aportado a través del detergente de lavadoras, por lo que se debe
mantener un control periódico de los parámetros de caracterización del agua. Si la cantidad
de fósforo fuera excesiva se debe considerar agregar al sistema un estanque de coagulación
para la eliminación por precipitación química. Recomendacion
BIBLIOGRAFÍA Y REFERENCIAS.
130
Bibliografía y referencias.
Capítulo 1.
MMA (2011). Informe del estado del medio ambiente. Ministerio del Medio Ambiente.
Capítulo 2.
MINVU (2016). Decreto Supremo N° 49. Aprueba el reglamento del programa Fondo
Solidarios de Elección de Vivienda. Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Última versión del
14 de Julio de 2016.
Ley 20.365 (2009). Establece franquicia tributaria respecto de sistemas solares térmicos.
Última modificación de 05 de febrero de 2016.
NCh 1333 (1978). Requisitos de calidad del agua para diferentes usos. Última modificación
de 1987.
Capítulo 3.
Minke, G. (2004). Techos Verdes. Planificación, ejecución, consejos prácticos. Editorial Fin
de Siglo.
Zielinski, S., García, M. y Vega, J. (2012). Techos verdes: ¿Una herramienta viable para la
gestión ambiental en el sector hotelero del Rodadero, Santa Marta?. Revista Gestión y
Ambiente, volumen 15, N° 1, mayo de 2012, Medellín.
Capítulo 4.
AVEN (2009). Guía práctica de energía solar térmica. Agencia Valenciana de la Energía.
Capítulo 5.
Franco, M. (2007). Tratamiento y reutilización de aguas grises con aplicación a caso en Chile.
Memoria para optar al título de Ingeniero Civil. Universidad de Chile.
Narváez, L., Miranda, J., Narváez, L. (2012). Remoción de contaminantes de aguas grises
mediante el uso de humedales artificiales en viviendas sustentables del estado de Querétaro.
Universidad Politécnica de Santa Rosa Jáuregui, Universidad autónoma de San Luis Potosí.
México.
Suárez, J. (2012). El reciclaje de aguas grises como complemento a las estrategias de gestión
sostenible del agua en el medio rural. Río Mandeo, cuenca fluvial y desarrollo sostenible,
págs. 265-284. Joaquín Suárez López, Alfredo Jácome Burgos, Héctor del Río Cambeses,
Daniel Torres Sánchez, Pablo Ures Rodríguez.
Barañao, P., Tapia, L. (2004). Tratamiento de las Aguas Servidas: Situación en Chile. Revista
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Hoffmann, H., Platzer, C., Winker, M., Von Muench, E. (2011). Revisión Técnica de
Humedales Artificiales de flujo subsuperficial para el tratamiento de aguas grises y aguas
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de ONU-HABITAT, Nepal, Katmandu.
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por medio de humedales artificiales. Centro Andino para la Gestión y Uso del Agua (Centro
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García, J., Corzo, A. (2008). Depuración con Humedales Construidos. Guía Práctica de
Diseño, Construcción y Explotación de Sistemas de Humedales de Flujo Subsuperficial.
Universidad Politécnica de Catalunya
Ley 19.537 (1997). Ley sobre copropiedad inmobiliaria. Última modificación del 30 de mayo
de 2015.
Capítulo 6.
García, J., Corzo, A. (2008). Depuración con humedales construidos. Guía Práctica de
Diseño, Construcción y Explotación de Sistemas de Humedales de Flujo Subsuperficial.
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de la Pipa, con apoyo de modelos matemáticos de calidad de aguas; para contaminantes
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Resolución exenta N° 502 (2010). Modifica norma técnica que determina algoritmo para la
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franquicia tributaria de la ley Nº 20.365. Ministerio de Energía.
AVEN (2009). Guía práctica de energía solar térmica. Agencia Valenciana de la Energía.
López-Cózar, J. (2006). Energía Solar Térmica.
136
ANEXOS
A.1
ANEXO A
CÁLCULOS.
A.2
A. Cálculos.
a. Sustrato.
Para el cálculo del peso aportado por el sustrato se utilizaron las densidades saturadas
de cada componente, los cuales se muestran en la Tabla A.1.
Material Peso saturado Porcentajes Peso [kg/m2]
Arena 2100 33 83,16
Turba 1100 20 26,4
Vermiculita 300 33 11,88
Perlita 400 14 6,72
128,16
Tabla A.1: Peso saturado cubierta 12 [cm] espesor
b. Capas interiores.
De las capas que conforman el techo verde, la de mayor relevancia para el cálculo del
peso aportado corresponde a la capa drenante, la cual tiene como una de sus funciones retener
agua, el material utilizado tiene la capacidad de retener hasta 7 [lt/m2]. En total las capas de
la cubierta aportan 10 [kg/m2]
A.3
c. Peso total.
Según los datos mencionados, se tiene el peso total aportado por la cubierta vegetal a
la estructura del edificio para condiciones de saturación.
Peso [Kg/m2]
Sustrato saturado 128,16
Cubierta liviana 200
Capas techo verde. 10
Sobrecarga según NCh. 60
Total 398,16
Tabla A.2: Carga y sobrecarga cubierta.
La demanda energética requerida fue calculada según los resultados obtenidos por las
herramientas computacionales Design Builder y por la planilla de cálculo de la contribución
solar, por el método F-Chart, contemplada en la Ley 20.365.
Para la verificación de los datos entregados por ambas herramientas, se realizó un
cálculo aproximado de la necesidad de ACS, el cual se detalla a continuación:
Datos:
T° ACS: 45° [C].
T° promedio red AP: 16,1° [C].
Eficiencia caldera: 85%
Demanda diaria de ACS: 40 [L/(hab*día)]
Densidad hab: 4 [hab/vvda]
Número de viviendas por módulo: 6
Contribución Solar: 59%.
La energía necesaria para elevar en 1° [C] la temperatura de un litro de agua es de 1000 [cal].
∆ = 45° − 16,1° = 28,9°
28,9° ∗ 1000 = 28900 = 28,9
1 ℎ = 859 → 28,9 = 0,034 ℎ
! "ó$ = 40 ∗ 4 ∗ 6 ∗ 365 = 350400 %
A.4
Para evaluar los resultados obtenidos por la planilla de cálculo según método F-Chart,
se calculó la contribución solar para el mes de enero, obteniéndose los mismos resultados de
demanda energética y contribución solar, según esto se acepta el valor obtenido de 59% de
contribución por parte del sistema solar térmico evaluado por dicha planilla.
Datos:
Volumen depósito acumulador:160 [L]
Superficie absorbedor: 1,94 [m2]
Inclinación: 45°
Azimut: 0°
Factor global de pérdidas: 4,052 [W/(m2*K)]
Eficiencia óptica: 75.6%
Pérdidas por sombra: 0%
Vivienda Unifamiliar de 3 dormitorios.
Zona climática: D.
Mes: Enero.
5:6 3.5 0+
5678 6 = 9 ∗ <= 6 ∗ >1 − > ? ∗ @AAB C ? ∗ D1 − > ?EF ∗ 3,6
; 100000 100
193,02 3.5
5678 6 =G ∗ 0.82 ∗ >1 − > ? ∗ 0? ∗ H1 − 0IJ ∗ 3,6 = 18,38 KL/"C
31 100000
A.5
KL
&'"6 = &'$6 ∗ ; = 17,35 ∗ 31 = 537,85 G J = 149.4 PQℎ
$í
Según los datos obtenidos se realizarán los cálculos para los meses de enero y julio
por presentar la máxima y mínima ETP.
a =a 2∗
Kc: coeficiente de cultivo, para pasto se considera 0,85 en invierno y 0,95 en verano.
Eficiencia sistema de riego: 85%
a 4 3 = 7,29 ∗ 0,85 = 6,2 ""/"'+
a 3'( = 97,8 ∗ 0,95 = 92,9 ""/"'+
a
;( = ∗ 100
a\
A.7
6,2
;( 4 3 = ∗ 100 = 7,64 ""/"'+ → 0,24 ""/$ = 0,24 %/H"C ∗ $í I
85
92,9
;( 3'( = ∗ 100 = 109,29 ""/"'+ → 3,53 ""/$ = 3,53 %/H"C ∗ $í I
85
El proyecto en el que se incluye el módulo analizado consta de 105 viviendas y posee
una superficie total de 7798 [m2] de áreas verdes, por lo que el equivalente a las 6 viviendas
del módulo es de 445 [m2].
(4') $4 (4 4 3. = 445 ∗ 0,24 = 106,8 %
(4') $4 (4 3'(. = 445 ∗ 3,53 = 1570 %
Para el cálculo del caudal de entrada al humedal se debe hacer el balance entre las
posibles entradas y salidas de este. Las variables a considerar corresponden al caudal de
salida, evapotranspiración de especies vegetales y precipitaciones. No se consideran
infiltraciones hacia ni desde el suelo por encontrarse el humedal completamente
impermeabilizado, tampoco se considera escorrentía superficial, puesto que el diseño del
humedal no permitiría escorrentía hacia el interior, además, el humedal posee un dispositivo
de control de altura que evitaría escorrentía al exterior.
A.8
^+ = ^' − a + 02
Para el caso de la evapotranspiración se utilizó el valor de la ET potencial, por ser el
valor máximo, obteniéndose los siguientes resultados.
Balance verano: ^+ = ^' − a
Mes E F M A M J J A S O N D
Pp. [mm/mes] 2,2 0,0 0,0 0,0 196,2 36,4 13,9 28,1 0,1 1,8 0,0 0,4
Tabla A.4: Precipitaciones Valparaíso 2013, INE
Para el caso de la necesidad de riego se utilizaron los datos de ETP de enero y julio,
para las precipitaciones se utilizaron los de febrero y mayo, por presentarse en esos meses
las precipitaciones máxima y mínima.
97,8
^' = ^( + a 0 − 02 = 1570 + ∗ 16 = 1620 %/$í
31
Balance invierno:
7,29
^' = ^( + a 0 − 02 = 106,8 + ∗ 16 = 111 %/$í
31
Caudales medios en humedal artificial.
1620 + 1570
^" 3'(. = > ? = 1595 %/$í
2
106,8 + 111
^" 4 3. = > ? = 109 %/$í
2
A.9
Para el cálculo del tanque séptico se consideró como caudal de diseño el afluente del
humedal obtenido del balance hidráulico realizado. Las expresiones para el cálculo son las
descritas en el numeral 7.3.4 del capítulo VII.
El cálculo hidráulico del humedal se realizó mediante una planilla de cálculo que
concentra todos los criterios expuestos en el numeral 7.3.5 del capítulo VII del presente
estudio.
ANEXO B
CARACTERÍSTICAS DE LOS
SISTEMAS PROPUESTOS.
B.2
Figura B.5: Esquema en elevación del sistema de reutilización de aguas grises proyectado.
Figura B.6: Esquema en planta del sistema de reutilización de aguas grises proyectado.
C.1
ANEXO C
GLOSARIO.
C.2
C. Glosario.
1. Adsorción: proceso por el cual átomos, iones o moléculas son atrapados o retenidos
en la superficie de un material. En química, la adsorción de una sustancia es su acumulación
en una determinada superficie. El resultado es la formación de una película líquida o gaseosa
en la superficie de un cuerpo sólido o líquido.
3. Agua residual: Aguas que se descargan después de haber sido usadas en un proceso,
o producidas por este, y que no tienen ningún valor inmediato para este proceso.
4. Aguas servidas: Aguas residuales que sólo contienen los desechos de una comunidad,
compuestos por aguas grises y aguas negras.
7. Calor latente: el calor latente es la energía requerida por una cantidad de sustancia
para cambiar de fase, de sólido a líquido (calor de fusión) o de líquido a gaseoso (calor de
vaporización). Se debe tener en cuenta que esta energía en forma de calor se invierte para el
cambio de fase y no para un aumento de la temperatura.
C.3
8. Calor sensible: es aquel que recibe un cuerpo o un objeto haciendo que aumente su
temperatura sin afectar su estructura molecular y por lo tanto su estado.
10. Angiospermas: grupo más extenso del reino de las plantas. Tienen flores y producen
frutos con semillas. Las angiospermas pueden ser árboles, como el roble, arbustos, como el
tomillo, o hierbas, como el trigo. Son las únicas plantas que se han adaptado a vivir en todos
los ecosistemas de la Tierra, salvo en las regiones polares.
16. Persona equivalente (PE): carga orgánica biodegradable con una demanda bioquímica
de oxígeno de 5 días (DBO5) de 60 g de oxígeno por día. El concepto de persona o habitante
equivalente permite comparar cargas contaminantes independientemente de su origen y
naturaleza.
17. Planta perenne: son aquellas que pueden vivir más de 2 años, no mueren con la llegada
del invierno, como las de temporada.
19. Reducción: proceso en el cual un átomo o ion gana electrones disminuyendo su estado
de oxidación, también se define como la descomposición de un cuerpo en sus elementos o
principios.
C.5
20. Sistemas de medio fijo: sistema para depuración de aguas residuales en que la
biomasa está fija a un medio plástico, o de otro material, el cual da soporte y superficie a la
biomasa, y sobre el que se deja pasar el agua residual, depurándose así el flujo que lo
atraviesa.