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LA PROFUNDA PRÁCTICA DE LA
TRANSFERENCIA DE CONSCIENCIA
Editorial Tharpa
ESPAÑA · MÉXICO · ARGENTINA
REINO UNIDO · EE.UU
Título original:
Living Meaningfully, Dying Joyfully
Editado por primera vez en inglés en el año 1999 por Tharpa Publications.
Tharpa tiene oficinas en varios países del mundo.
Los libros de Tharpa se publican en numerosas lenguas. Para más detalles véase Oficinas de
Tharpa en el mundo.
Editorial Tharpa
C/ Manuela Malasaña, 26
28004 Madrid, España
Tel.: (+34) 91 7557535
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www.tharpa.com/es
© 1999, 2004, 2005, 2014 New Kadampa Tradition – International Kadampa Buddhist
Union and Geshe Kelsang Gyatso
© 1999, 2004, 2005, 2014 New Kadampa Tradition – International Kadampa Buddhist
Union y Gueshe Kelsang Gyatso
© Traducción 2004, 2005, 2014 New Kadampa Tradition – International Kadampa
Buddhist Union
Traducción: Departamento de traducción de Editorial Tharpa España
© 2004, 2005, 2014 Centro Budista Vajrayana. Editorial Tharpa
El derecho de Gueshe Kelsang Gyatso a ser identificado como autor de esta obra ha sido
certificado según la ley de derechos de autor, diseños y patentes, del Reino Unido, de 1988
(Copyright, Designs and Patents Act 1988).
Todos los derechos reservados para todo el mundo. Queda prohibido, bajo las sanciones
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sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier
otro, sin la autorización previa por escrito de la editorial.
Ilustración de la cubierta e interiores: Tharpa Publications.
Rústica: ISBN: 978-84-15849-23-0
eBook ePub: ISBN: 978-84-15849-61-2
eBook Mobi (Kindle): ISBN: 978-84-15849-62-9
Ilustraciones
No hay nada más valioso que nuestra vida humana. Debido a que
hemos nacido como un ser humano disponemos de gran libertad
para lograr prácticamente cualquier cosa que deseemos. Podemos
llegar a ser un político poderoso, un empresario con éxito o un gran
científico o artista. Podemos dar la vuelta al mundo e incluso ir a la
luna o conformarnos con una simple vida familiar. Puesto que
tenemos tanta libertad es necesario que nos preguntemos cuál es la
mejor manera de llenar nuestra vida de significado. ¿Qué es lo que
nos puede hacer realmente felices? ¿Cómo podemos beneficiar a los
demás? ¿Qué es lo que nos podrá ayudar después de la muerte?
Si nos hacemos estas preguntas con sinceridad, descubriremos que
el mejor modo de llenar nuestra vida de significado es dedicarla al
desarrollo espiritual. En resumen, esto significa eliminar nuestros
estados mentales perturbados o perjudiciales y cultivar mentes
virtuosas y apacibles. Si le damos prioridad a esto, las mentes
perjudiciales culpables de todos nuestros problemas, como el odio,
los celos, el apego, el orgullo y la ignorancia, disminuirán de manera
gradual, y nuestras buenas cualidades, como el amor, la compasión y
la sabiduría, aumentarán. Como resultado, disfrutaremos de una
vida feliz y apacible, libre de ansiedad y de problemas, y
beneficiaremos a los demás de manera natural. La práctica espiritual
es lo que da sentido a nuestra vida, y si la recordamos en el
momento de la muerte, moriremos de manera gozosa y
disfrutaremos de felicidad pura y permanente durante todas
nuestras vidas futuras. Finalmente, seremos capaces de trascender
todas las limitaciones de la existencia ordinaria y alcanzar el estado
supremo de la iluminación total.
Si durante la vida no recordamos la muerte, cuando vayamos a
morir descubriremos de repente que ni nuestras riquezas y
posesiones ni nuestro amigos y familiares podrán ayudarnos. Si no
nos hemos adiestrado en el camino espiritual, sentiremos un intenso
arrepentimiento por haber desperdiciado nuestra vida y tendremos
miedo a lo que ocurra durante la muerte y después de ella. Nuestras
lágrimas y llamadas de socorro llegarán demasiado tarde. Seremos
como Mondrol Chodrak, un tibetano admirado entre sus conocidos
por su gran talento y sus numerosas habilidades mundanas. Siempre
estaba muy ocupado, viajando de un lugar a otro y relacionándose
con infinidad de personas, pero cuando llegó el momento de su
muerte de manera inesperada, dijo con profunda tristeza: «He
hecho muchas cosas y me he dedicado a los negocios y a otras
actividades mundanas, pero ahora todo esto no me sirve de nada. La
gente dice que soy muy inteligente, pero en realidad no soy más que
un necio porque he descuidado por completo mi práctica espiritual,
que es lo único que me podría haber ayudado en este momento. He
desperdiciado mi vida haciendo cosas que no son realmente
beneficiosas». Desesperado y arrepentido, en este miserable estado
expiró.
Es bastante común morir con esta clase de arrepentimiento. Para
evitar que nuestra vida termine de un modo tan triste y carente de
sentido es necesario recordar en todo momento que nosotros
también nos vamos a morir. Contemplar nuestra propia muerte nos
animará a utilizar nuestra vida con sabiduría, cultivando el refugio
interno de las realizaciones espirituales. De lo contrario, no
podremos protegernos de los sufrimientos de la muerte ni de los que
nos esperan después. Además, cuando alguien cercano a nosotros,
como nuestro padre, nuestra madre o algún amigo, se esté
muriendo, no sabremos cómo ayudarlo y sentiremos tristeza y
frustración debido a nuestra incapacidad para resultarles de
verdadera utilidad. Prepararnos para la muerte es una de las cosas
más bondadosas en inteligentes que podemos hacer tanto por
nosotros mismos como por los demás.
En realidad, este mundo no es nuestro hogar. No somos más que
viajeros que estamos de paso. Llegamos de nuestra vida anterior y
dentro de unos años, o incluso unos pocos días, viajaremos a nuestra
próxima vida. Entramos en este mundo solos y con las manos vacías,
y nos iremos del mismo modo. Todo lo que hayamos acumulado en
esta vida, incluyendo nuestro propio cuerpo, se quedará atrás. Lo
único que podemos llevarnos de una vida a otra son las huellas de
las acciones virtuosas y perjudiciales que hayamos realizado. Si
ignoramos la muerte, echaremos a perder nuestra vida luchando por
cosas que tendremos que dejar atrás y cometiendo acciones
perjudiciales para conseguirlas, y nos veremos obligados a viajar a
nuestra próxima vida sin otro equipaje que la pesada carga del
karma negativo.
En cambio, si nuestro modo de vida se basa en una percepción
realista de nuestra mortalidad, consideraremos que el desarrollo
espiritual es mucho más importante que los logros mundanos y que
el tiempo que permanezcamos en este mundo es una oportunidad
para cultivar mentes virtuosas, como la paciencia, el amor, la
compasión y la sabiduría. Motivados por estas mentes virtuosas,
realizaremos acciones positivas y crearemos la causa de nuestra
felicidad futura. Cuando vayamos a morir, lo haremos sin miedo ni
arrepentimiento porque nuestra mente tendrá la fortaleza del karma
virtuoso que habremos acumulado.
Los maestros kadampas afirman que no sirve de nada tener miedo
a la muerte cuando estamos a punto de morir, sino que debemos
hacerlo cuando todavía somos jóvenes. Sin embargo, la mayoría de
las personas hace justo lo contrario. Durante su juventud piensan:
«No me voy a morir» y se comportan de manera imprudente sin
preocuparse de la muerte, pero cuando esta llega, se sienten
aterrorizados. Si generamos miedo a la muerte ahora, llenaremos
nuestra vida de significado realizando acciones virtuosas y evitando
las perjudiciales, y de este modo crearemos la causa para obtener un
renacimiento afortunado. Cuando llegue el momento de nuestra
muerte, nos sentiremos como un niño que regresa a casa de sus
padres y moriremos de manera gozosa y sin miedo. Seremos como
Longdol Lama, un maestro budista tibetano que falleció a una edad
muy avanzada. Cuando llegó el momento de su muerte, se sentía
feliz. La gente le preguntó por qué estaba tan contento, y él
respondió: «Si me muero esta mañana, renaceré esta misma tarde en
una tierra pura y mi próxima vida será muy superior a esta».
Longdol Lama se había preparado bien para la muerte e incluso
había elegido el lugar de su siguiente renacimiento. Si utilizamos
nuestra vida para dedicarnos con pureza a la práctica espiritual,
podremos hacer lo mismo.
Aunque a nivel intelectual todos sabemos que algún día nos vamos
a morir, por lo general nos resistimos tanto a pensar en ello que este
conocimiento no nos afecta, y actuamos como si fuéramos a vivir en
este mundo para siempre. Como resultado, los objetos mundanos,
como los bienes materiales, la reputación, la popularidad y los
placeres de los sentidos, adquieren para nosotros una importancia
primordial. Por lo tanto, dedicamos casi todo nuestro tiempo y
energía a adquirirlos y, de este modo, cometemos numerosas
acciones negativas. Estamos tan preocupados por los asuntos de esta
vida que no queda casi espacio en nuestra mente para una práctica
espiritual verdadera. Cuando llega el momento de nuestra muerte,
descubrimos que no estamos preparados para ella porque la hemos
ignorado durante toda la vida.
¿Qué es la muerte? La muerte es la cesación del vínculo entre
nuestra mente y nuestro cuerpo. La mayoría de las personas creen
que la muerte se produce cuando el corazón deja de latir, pero esto
no es cierto porque es posible que la mente sutil siga permaneciendo
en el cuerpo. La muerte ocurre cuando la consciencia sutil
finalmente abandona el cuerpo para viajar a la siguiente vida.
Nuestro cuerpo es como una posada, y nuestra mente, como un
huésped. Cuando morimos, nuestra mente tiene que abandonar el
cuerpo y entrar en el de nuestro próximo renacimiento, como un
huésped que deja una posada para trasladarse a otra.
La mente no es un objeto material ni un subproducto de meros
procesos físicos, sino una entidad continua e inmaterial distinta del
cuerpo. Aunque el cuerpo deje de realizar sus funciones en el
momento de la muerte, la mente continúa existiendo. Nuestra
mente consciente superficial cesa porque se disuelve en un plano de
consciencia más profundo, la mente muy sutil, cuyo continuo no
tiene principio ni fin. Esta mente muy sutil es la que se transforma
en la mente omnisciente de un Buda cuando la purificamos por
completo.
Buda es una palabra sánscrita que significa ‘Ser Despierto’, el ser
que ha despertado del sueño de la ignorancia y se ha liberado de las
apariencias equívocas. Desde tiempo sin principio, los seres
sintientes, como nosotros, hemos permanecido atrapados en la
pesadilla del samsara porque nunca hemos despertado del sueño de
la ignorancia ni nos hemos dado cuenta de que nuestro sufrimiento
no es más que la creación de nuestra propia mente confusa. Solo
alcanzando las realizaciones de las enseñanzas de Buda, que se
conocen como Dharma, podemos despertar del sueño del
sufrimiento del samsara. Estas realizaciones son nuestra verdadera
protección interna contra el sufrimiento. Aquellos que han
alcanzado realizaciones de Dharma se conocen como Sangha y
forman la comunidad espiritual que nos ayuda en nuestra práctica y
nos inspira con su buen ejemplo. Puesto que Buda, el Dharma y la
Sangha son tan preciosos, se los denomina las Tres Joyas.
Buda dijo que las acciones que efectuamos imprimen huellas en
nuestra mente muy sutil que, con el tiempo, producen sus
correspondientes resultados. Nuestra mente es comparable a un
campo de siembra, y las acciones que realizamos, a las semillas que
en él se plantan. Las acciones virtuosas son las semillas de nuestra
felicidad futura, y las perjudiciales, las de nuestro sufrimiento. Estas
semillas permanecen latentes en nuestra mente hasta que se reúnen
las condiciones necesarias para su germinación. En ocasiones, esto
puede ocurrir varias vidas después de haberse realizado la acción
original.
Las semillas que brotan en el momento de nuestra muerte son muy
importantes porque determinan el tipo de renacimiento que vamos
a tener. El que madure una clase u otra de semillas depende del
estado mental en que nos encontremos en ese momento. Si morimos
de manera apacible, germinarán las semillas virtuosas y, como
resultado, renaceremos en un reino afortunado; pero si morimos con
una mente alterada, por ejemplo, enfadados, se activarán las
semillas destructivas y renaceremos en un reino desafortunado. Esto
es parecido a cuando nos dormimos con una mente agitada y luego
tenemos pesadillas.
La elección de esta analogía no es casual porque el proceso de
dormir, soñar y despertar es similar al de la muerte, el estado
intermedio y el renacimiento. Cuando nos dormimos, los aires
internos de energía sobre los que montan nuestras mentes burdas se
reúnen y disuelven en nuestro interior. Como resultado, nuestra
mente se vuelve cada vez más sutil hasta que se manifiesta la mente
muy sutil de la luz clara del dormir. Cuando esto sucede,
experimentamos el sueño profundo y externamente parece como si
estuviéramos muertos. Cuando la luz clara del dormir cesa, nuestra
mente se va haciendo otra vez más burda y pasamos por los
diferentes niveles del estado del sueño. Finalmente, al recuperar la
memoria y el control mental, nos despertamos. En ese momento,
nuestro mundo onírico desaparece y percibimos de nuevo el mundo
del estado de vigilia.
Cuando nos morimos ocurre un proceso similar. Al morir, los aires
internos de energía se disuelven en nuestro interior y nuestra mente
se vuelve cada vez más sutil hasta que se manifiesta la mente muy
sutil de la luz clara de la muerte. La experiencia de la luz clara de la
muerte es parecida a la del sueño profundo. Cuando la luz clara de
la muerte cesa, experimentamos las etapas del estado intermedio o
bardo en tibetano, que es como un estado onírico que ocurre entre la
muerte y el renacimiento. Pasados unos días o unas semanas, el
estado intermedio cesa y, entonces, renacemos. Al igual que cuando
nos despertamos el mundo onírico desaparece y percibimos el del
estado de vigilia, cuando renacemos cesan las apariencias del estado
intermedio y percibimos el mundo de nuestra nueva vida.
La diferencia principal entre el proceso de dormir, soñar y
despertar, y el de la muerte, el estado intermedio y el renacimiento,
consiste en que cuando la luz clara del sueño cesa, se mantiene la
conexión entre la mente y el cuerpo, mientras que cuando la luz
clara de la muerte cesa, esta conexión se rompe.
Durante el estado intermedio percibimos diferentes visiones que
son el resultado de las semillas kármicas que se activaron en el
momento anterior a nuestra muerte. Si estas semillas fueron
perjudiciales, las visiones serán como pesadillas, pero si fueron
virtuosas, por lo general serán agradables. En ambos casos, la
maduración completa de las semillas kármicas nos impulsará a
renacer en uno de los reinos inferiores o superiores del samsara.
Cuando pensamos en la muerte solemos considerarla como algo
que solo les ocurre a los demás, pero en realidad es evidente que
tarde o temprano nosotros también nos vamos a morir. El momento
de nuestra muerte es completamente incierto y no hay ninguna
garantía de que no vayamos a morir hoy mismo. Cuando, tras
contemplar los razonamientos anteriores con detenimiento, nos
convenzamos de la existencia de las vidas futuras, nos daremos
cuenta de que estas son infinitas. Entonces, comprenderemos que la
felicidad de las vidas futuras es más importante que la de esta vida y
que el sufrimiento en el futuro será mucho peor. Por mucho
sufrimiento que experimentemos en esta vida, solo será el de una
existencia cuya duración es breve –como un sueño que termina con
rapidez–. En cambio, puesto que nuestras vidas futuras son
incontables, el posible sufrimiento en ellas también será infinito, y si
ahora no hacemos nada por evitarlo, durará eternamente. Si
pensamos en ello con detenimiento, reconoceremos la importancia
de no desperdiciar nuestra preciosa vida humana y de involucrarnos
en las prácticas espirituales que nos prepararán para la muerte.
Todos los seres sintientes tienen dos deseos fundamentales: ser
felices en todo momento y liberarse por completo del sufrimiento y
los problemas. Nosotros podemos cumplir estos dos deseos
siguiendo las instrucciones que se ofrecen en el presente libro. Si las
ponemos en práctica con sinceridad, podremos trascender nuestra
vida ordinaria, hacer verdaderos progresos espirituales e incluso
alcanzar el estado de la iluminación total. Además, si las recordamos
cuando vayamos a morir, lo haremos de manera gozosa y
disfrutaremos de felicidad permanente durante todas nuestras vidas
futuras.
PRIMERA PARTE:
Práctica de poua por el beneficio de uno mismo y de
los demás
Prácticas preliminares
LA FUERZA DE LA DESTRUCCIÓN
En este contexto, destrucción se refiere a la práctica de purificación
que destruye o purifica el karma negativo que hemos acumulado.
Puesto que el efecto de maduración de las acciones perjudiciales es
renacer en los reinos inferiores, si no las purificamos, nos resultará
difícil obtener un renacimiento afortunado en el futuro. Para los
practicantes de poua es muy importante purificar el karma negativo
porque es el obstáculo principal para renacer en una tierra pura de
Buda.
Si nos resulta difícil creerlo, podemos considerar lo siguiente. En el
samsara innumerables seres están en los reinos inferiores, como los
animales y los seres de los infiernos, y muchos otros en los reinos
superiores, como los humanos y los dioses. Incluso entre los seres
humanos, unos renacen en países ricos, en una familia feliz donde la
vida es fácil y agradable, mientras que otros lo hacen en países
pobres, donde pasan dificultades. El renacimiento en estos lugares
se produce sin elección. No hay nadie que ordene: «Tú vas a renacer
en un reino superior y tú en uno inferior; tú en un país rico y tú en
uno pobre». Nadie elegiría renacer como un animal, un insecto o un
ser humano pobre, enfermo o necesitado. Por lo tanto, ¿por qué
unos seres renacen en un reino superior y otros en uno inferior?
¿Por qué unas personas renacen en familias ricas mientras que otras
lo hacen en lugares pobres? Solo en las enseñanzas de Buda
podemos encontrar la respuesta. Con su sabiduría omnisciente,
Buda mostró la conexión sutil entre las acciones o karma y sus
efectos. Los Budas saben que las acciones perjudiciales son la causa
principal de renacer en un reino inferior, y las virtuosas, de hacerlo
en uno superior. El renacimiento humano es el resultado de
practicar la virtud, pero los sufrimientos humanos lo son de cometer
acciones perjudiciales. Por ejemplo, la pobreza es el resultado de
haber robado en el pasado.
Si estudiamos con detenimiento las enseñanzas de Buda sobre el
karma, llegaremos a la conclusión ineludible de que los seres
sintientes tienen diferentes experiencias debido a sus distintos
karma. Según las enseñanzas de Buda, la felicidad y el sufrimiento
son creados por la mente porque las acciones están motivadas por el
factor mental intención. Por ejemplo, aunque nadie desea
experimentar sufrimiento, algunas personas se divierten matando a
otros seres y, por lo tanto, sin comprender que están cometiendo
una acción perjudicial, crean las causas de su propio sufrimiento
futuro.
Ya hemos cometido innumerables acciones perjudiciales tanto en
esta vida como en las incontables vidas pasadas, y si no las
purificamos, nos arrojarán a los reinos inferiores, donde nos
resultará imposible continuar nuestra práctica espiritual. Incluso
ahora estas acciones perjudiciales y compromisos morales no
cumplidos no nos permiten colmar nuestros deseos y obstaculizan
nuestro progreso espiritual. Por lo tanto, es muy importante
purificarlas sin dilación. La capacidad de purificar las acciones
perjudiciales es una de las principales ventajas de renacer como ser
humano. Los animales apenas pueden practicar la virtud y de
manera natural cometen numerosas acciones perjudiciales, como
matar. Sin embargo, los seres humanos tienen la posibilidad no solo
de abstenerse de cometer malas acciones, sino también de purificar
su karma negativo. Los gueshes kadampas solían decir: «Ahora es el
momento de purificar el karma negativo, ¡no de acumular más!
Ahora es el momento de acumular méritos, ¡no de destruirlos!». Si
perdemos esta preciosa vida humana, nos resultará prácticamente
imposible volver a tener una oportunidad igual.
La práctica en sí de la purificación se presenta en cuatro apartados:
1. El poder del arrepentimiento
2. El poder de la dependencia
3. El poder de la fuerza oponente
4. El poder de la promesa
Se denominan cuatro poderes oponentes porque tienen el poder de
purificar por completo todas las acciones perjudiciales que hemos
cometido desde tiempo sin principio. Las acciones perjudiciales
producen cuatro clases de efectos: el de maduración, el que es una
experiencia similar a su causa, el que es una tendencia similar a su
causa y el circunstancial. Por ejemplo, la acción de matar produce
como efecto de maduración renacer en uno de los tres reinos
inferiores –el de los animales, el de los espíritus ávidos o el de los
infiernos–. La experiencia similar a la acción de matar es que en
nuestros renacimientos futuros padeceremos dolores y
enfermedades, y nuestra vida será corta. La tendencia similar a la
acción de matar es que en vidas futuras tendremos una fuerte
inclinación por matar. Este es el peor efecto porque nos encierra en
un círculo vicioso. Finalmente, el efecto circunstancial de matar es
que el lugar donde viviremos estará sucio, nos resultará difícil
encontrar agua potable, aire puro y alimentos sanos y, por lo tanto,
nuestra salud será débil.
Con el poder del arrepentimiento purificamos el potencial del
efecto que es una experiencia similar a su causa; con el poder de la
dependencia, el del efecto circunstancial; con el poder de la fuerza
oponente, el del efecto de maduración; y con el poder de la
promesa, el del efecto de la tendencia similar a su causa. Si
practicamos la purificación con sinceridad aplicando los cuatro
poderes oponentes, eliminaremos los potenciales de los cuatro
efectos de todas nuestras acciones perjudiciales y, por lo tanto, nos
liberaremos de manera permanente de los sufrimientos físicos y
mentales, y en particular de los renacimientos en los tres reinos
inferiores. De esta manera podremos extraer la verdadera esencia de
nuestra preciosa vida humana. ¡Qué maravilla!
A continuación se expone el modo de practicar la purificación con
los cuatro poderes oponentes según el Sutra de la confesión mahayana,
también conocido como Sutra mahayana de los tres cúmulos superiores
o Confesión de las caídas morales del Bodhisatva, que puede encontrarse
en el apéndice 2. Esta práctica se describe con detalle en El voto del
Bodhisatva.
EL PODER DEL ARREPENTIMIENTO
Si bebemos aunque solo sea una pequeña gota de veneno,
tendremos miedo de sus posibles efectos, pero si consideramos las
consecuencias de las acciones perjudiciales que hemos cometido en
el pasado, nuestro miedo será mayor. Una sustancia venenosa puede
provocar una enfermedad o incluso la muerte, pero solo nos puede
perjudicar en esta vida. En cambio, el veneno interno del karma
negativo nos perjudica no solo en esta vida, sino también en las
futuras, causándonos interminables sufrimientos físicos y mentales e
impidiéndonos renacer en un reino superior y alcanzar realizaciones
espirituales. Puesto que este veneno está en nuestro continuo
mental, debemos sentir un sincero arrepentimiento y tomar la
determinación de purificar lo antes posible los potenciales de las
acciones perjudiciales que hemos cometido. Debemos meditar en
esta resolución y después ponerla en práctica.
EL PODER DE LA DEPENDENCIA
Si confiamos con sinceridad en las Tres Joyas, podremos purificar
por completo todas nuestras acciones perjudiciales y alcanzar el
refugio último de la Budeidad. Por lo tanto, debemos refugiarnos
con sinceridad en Buda, el Dharma y la Sangha. Este es el significado
del poder de la dependencia.
En primer lugar hemos de visualizar los objetos de refugio a
quienes vamos a dirigir nuestra confesión. En el espacio ante
nosotros visualizamos a Buda Shakyamuni sentado en un trono,
sobre un loto, un asiento lunar y otro solar. Su cuerpo es de color
dorado y está en la postura llamada Buda Shakyamuni conquistando a
los maras. Está sentado con las piernas cruzadas en la postura vajra.
Su brazo derecho desciende a lo largo del cuerpo, con el codo a la
altura de la cadera y el antebrazo extendido sobre el muslo derecho
hasta llegar a la rodilla, y con el dedo medio toca el disco solar, gesto
con el que indica que ha conquistado al mara Devaputra. Su mano
izquierda está en la posición de la meditación estabilizada, por
debajo del ombligo con la palma hacia arriba y con ella sostiene un
precioso cuenco de lapislázuli que contiene los tres néctares que
simbolizan que ha conquistado a los demonios o maras de la muerte,
de los agregados contaminados y de las perturbaciones mentales.
Viste los tres hábitos de un monje y su cuerpo está adornado con los
treinta y dos símbolos nobles y las ochenta marcas ejemplares de un
Buda. Su cuerpo es la síntesis de todas las Joyas de la Sangha, su
palabra lo es de todas las Joyas del Dharma, y su mente, de todas las
Joyas del Buda.
Está rodeado de los restantes treinta y cuatro Budas de la
Confesión. Debemos creer con convicción que estos seres iluminados
están presentes en el espacio ante nosotros y con fe firme en las Tres
Joyas, contemplar lo siguiente:
Confiando en Buda, el Dharma y la Sangha, voy a purificar todas mis
acciones perjudiciales y a alcanzar la Joya de Buda para poder beneficiar
a todos los seres sintientes sin excepción.
Meditamos en esta resolución durante un tiempo.
EL PODER DE LA FUERZA OPONENTE
Mientras que los otros poderes oponentes son como las
extremidades que soportan el cuerpo, el poder de la fuerza
oponente es como el cuerpo mismo porque es el antídoto directo
contra los malos resultados de nuestras acciones perjudiciales.
Para aplicar el poder de la fuerza oponente, visualizamos los
potenciales de nuestro karma negativo en forma de humo negro en
nuestro corazón y generamos el firme convencimiento de que los
treinta y cinco Budas de la Confesión pueden purificarlo. Entonces,
recordamos la función que tiene cada Buda para purificar
determinadas acciones perjudiciales, como se expone en El voto del
Bodhisatva. A continuación, con los poderes del arrepentimiento y la
dependencia, nos postramos ante los seres sagrados y les suplicamos
que purifiquen nuestras acciones perjudiciales y compromisos rotos
mientras recitamos el Sutra de la confesión mahayana concentrándonos
en su significado. Esta práctica es muy poderosa porque se realiza al
mismo tiempo que hacemos postraciones.
En respuesta a nuestras súplicas, imaginamos que del corazón de
los seres sagrados desciende un torrente de luz y néctar de sabiduría
que entra por nuestra coronilla y se disuelve en nuestro corazón,
donde elimina por completo los potenciales de nuestro karma
negativo al igual que la luz del sol disipa la oscuridad de la noche.
Creemos con convicción que realmente hemos purificado nuestro
karma negativo, generamos una sensación de gozo y nos
concentramos en ella.
EL PODER DE LA PROMESA
La acción perjudicial se define como «cualquier acción física, verbal
o mental que es la causa principal del sufrimiento». Puesto que
todos deseamos evitar el sufrimiento, debemos dejar de crear sus
causas. Por lo tanto, hemos de generar y mantener la intención de
abstenernos de cometer acciones físicas, verbales y mentales
perjudiciales.
Debemos aplicar el poder de la promesa según nuestra capacidad.
Al principio solo podremos tener la intención de no cometer
acciones perjudiciales. Entonces, debemos familiarizarnos con esta
intención para reforzarla, y cuando sea estable podremos prometer
no volver a cometerlas.
Para aplicar el poder de la promesa, contemplamos cómo las
acciones perjudiciales producen las cuatro clases de efectos, como se
ha mencionado con anterioridad. Para más información sobre este
tema, véase El camino gozoso de buena fortuna. De esta manera
sentiremos un sincero arrepentimiento por todas las malas acciones
que hemos cometido en el pasado y generaremos de manera natural
y con firmeza la resolución de no volverlas a repetir.
En resumen, para purificar las acciones perjudiciales, primero
debemos sentir un profundo arrepentimiento por haberlas cometido
recordando que son la causa principal de todo nuestro sufrimiento
presente y futuro. A continuación, aplicamos el poder de la
dependencia haciendo la siguiente reflexión:
Puesto que solo Buda, el Dharma y la Sangha pueden proteger a los seres
sintientes del sufrimiento y de sus causas, debo confiar en ellos desde lo
más profundo de mi corazón y recibir sus bendiciones para purificar
todas mis acciones perjudiciales.
Con esta motivación aplicamos el poder de la fuerza oponente, en
este caso postrándonos ante los treinta y cinco Budas de la
Confesión. Al final de cada sesión debemos tomar la firme
determinación, o al menos tener la intención, de no volver a
cometer más acciones físicas, verbales o mentales perjudiciales.
LA FUERZA DE LA ORACIÓN
Con esta preciosa vida humana tenemos la gran oportunidad de
lograr dos grandes objetivos: 1) alcanzar las realizaciones de las
etapas del camino, desde la de confiar en nuestro Guía Espiritual
hasta la de la visión superior, y 2) renacer en una tierra pura de
Buda. Estos dos logros son la esencia de nuestra existencia humana.
El método principal para lograr estos dos objetivos ha sido
expuesto a lo largo del presente libro. Ahora debemos aplicar la
fuerza de la oración para conseguirlo. Como se mencionó con
anterioridad, si con fe y convicción dedicamos nuestras virtudes
para alcanzar una meta determinada, sin lugar a dudas lo
conseguiremos. Por lo tanto, si dedicamos nuestros méritos para
alcanzar las realizaciones de las etapas del camino y renacer en una
tierra pura de Buda, lo lograremos también. La fuerza de la oración
consiste en rezar para obtener resultados en nuestra práctica.
Debemos comenzar cualquier práctica de las etapas del camino
recitando oraciones para alcanzar las realizaciones de esa práctica y
concluirla dedicando los méritos que hayamos acumulado para
conseguirlo. Por ejemplo, si vamos realizar la meditación de poua,
rogamos repetidas veces a los seres iluminados que nos concedan
sus bendiciones para alcanzar esta realización. Al terminar la
meditación, dedicamos los méritos recitando la siguiente oración.
Por lo general, es muy importante dedicar todas nuestras acciones
virtuosas, como hacer ofrendas y practicar la generosidad, la
disciplina moral, la paciencia, el esfuerzo, la concentración y la
sabiduría, para alcanzar las etapas del camino hacia la iluminación y
renacer en una tierra pura de Buda. Para ello, podemos cantar o
recitar la siguiente oración contemplando su significado:
Que gracias a mis virtudes,
como hacer ofrendas, postraciones y adiestrarme en la
meditación de poua,
alcance pronto el estado de Arya Avalokiteshvara, el Buda de la
Compasión.
y guíe a todos los seres sintientes sin excepción al mismo estado.
Que la preciosa bodhichita suprema
surja en quienes aún no haya nacido,
y en quienes ha nacido que no degenere,
sino que aumente sin cesar.
Apéndice 1:
Significado conciso del comentario
ÍNDICE DE SADHANAS
Oración liberadora
Alabanza a Buda Shakyamuni
El camino hacia la tierra pura
Sadhana para el adiestramiento en la práctica
de poua
Ceremonia de poua
Transferencia de consciencia para los difuntos
El camino de la compasión para el difunto
Sadhana de poua por el beneficio del difunto
El camino de la compasión para el moribundo
Sadhana de poua por el beneficio del moribundo
Oraciones sinceras
Funeral para cremaciones y entierros
Sutra de la confesión mahayana
Sutra de los tres cúmulos superiores
Oración liberadora
PRÁCTICAS PRELIMINARES
Refugio y bodhichita
Yo y todos los seres sintientes nos refugiamos en Buda, el Dharma y
la Sangha hasta que alcancemos la iluminación.
Que por los méritos que acumule con la práctica de la generosidad y
otras perfecciones,
alcance el estado de Buda para poder beneficiar a todos los seres
sintientes. (x3)
Visualización de Arya Avalokiteshvara
Sobre mi coronilla y la de todos los seres sintientes, infinitos como el
espacio,
hay un loto blanco y un disco lunar sobre los que reposa la sílaba
HRIH,
que se transforma en Arya Avalokiteshvara.
Su cuerpo blanco translúcido emana luces de cinco colores.
Su rostro muestra una expresión sonriente y nos contempla con una
mirada compasiva.
Tiene cuatro brazos. Sus dos primeras manos están unidas a la altura
del corazón,
y con las otras dos sostiene un rosario de cristal y un loto blanco,
respectivamente.
Está adornado con sedas y joyas preciosas,
y una piel de antílope cruza su pecho izquierdo y espalda.
Buda Amitabha adorna su coronilla.
Está sentado con las piernas cruzadas en la postura vajra
y una luna límpida le provee soporte por detrás.
Es la unificación de todos los objetos de refugio.
Oración de las siete ramas
Postraciones
De cada uno de los poros de mi cuerpo emano otro cuerpo,
y de todos ellos, de cada uno de sus poros, emano más cuerpos.
Con todos ellos, tantos que llenan todo el universo,
me postro ante ti, Avalokiteshvara, el Buda de la Compasión.
Ofrendas
La naturaleza última de todas las formas que existen en los infinitos
reinos
aparece como innumerables diosas Rupavajras de color blanco que
llenan el espacio.
Estas hermosas diosas, que presentan espejos en los que se refleja
todo el universo,
a ti te las ofrezco, Avalokiteshvara, el Buda de la Compasión.
La naturaleza última de todos los sonidos que existen en los infinitos
reinos
aparece como innumerables diosas Shaptavajras de color azul que
llenan el espacio.
Estas hermosas diosas, que emiten sonidos melodiosos con sus
flautas,
a ti te las ofrezco, Avalokiteshvara, el Buda de la Compasión.
La naturaleza última de todos los olores que existen en los infinitos
reinos
aparece como innumerables diosas Gendhavajras de color amarillo
que llenan el espacio.
Estas hermosas diosas, que presentan conchas de las que se
desprenden deliciosas fragancias,
a ti te las ofrezco, Avalokiteshvara, el Buda de la Compasión.
La naturaleza última de todos los sabores que existen en los infinitos
reinos
aparece como innumerables diosas Rasavajras de color rojo que
llenan el espacio.
Estas hermosas diosas, que presentan recipientes adornados con
joyas rebosantes de los tres néctares preciosos,
a ti te las ofrezco, Avalokiteshvara, el Buda de la Compasión.
La naturaleza última de todos los objetos tangibles que existen en los
infinitos reinos
aparece como innumerables diosas Parshavajras de color verde que
llenan el espacio.
Estas hermosas diosas, que presentan divinas prendas de exquisita
suavidad,
a ti te las ofrezco, Avalokiteshvara, el Buda de la Compasión.
Confesión
En presencia de los grandes Seres Compasivos, con una actitud de
sincero arrepentimiento,
confieso todas las acciones perjudiciales e indebidas que, desde
tiempo sin principio,
he cometido, he ordenado cometer o de las que me he regocijado;
y prometo que, de ahora en adelante, no las volveré a cometer.
Regocijo
Todos los Budas, al igual que yo, vagaron en su momento por los
dolorosos caminos del samsara,
pero gracias a sus esfuerzos entraron en el camino del Bodhisatva
y avanzaron a lo largo de sus etapas hasta alcanzar la iluminación
total.
Desde lo más profundo de mi corazón me regocijo de sus logros
virtuosos;
que pronto llegue a ser como ellos.
Súplica a los seres sagrados para que permanezcan junto a nosotros
Sin los Guías Espirituales que son manifestaciones de la compasión
de todos los Budas
y conducen a los seres sintientes por el camino hacia la liberación,
este mundo se hundiría en la oscuridad espiritual.
¡Oh, sagrados seres iluminados!, desde lo más profundo de mi
corazón
os suplico que permanezcáis junto a nosotros durante incontables
eones para mostrarnos el camino espiritual.
Súplica para que giren la rueda del Dharma
Gracias a las súplicas que Brahma e Indra hicieron a Buda para que
girase la rueda del Dharma,
este enseñó numerosos métodos para curar las enfermedades de las
perturbaciones mentales,
que han conducido a incontables seres a la liberación del
sufrimiento;
por ello, suplico a los seres sagrados que revelen el precioso Dharma.
Dedicación
Que gracias a los méritos que he acumulado al hacer postraciones,
ofrendas y demás acciones virtuosas,
florezca el Dharma sagrado y que todos los seres sintientes realicen
las etapas del camino;
en particular, que yo alcance una tierra pura de Buda
y conduzca a todos los seres sintientes al estado de la iluminación
total.
Ofrecimiento del mandala
Os ofrezco esta base con flores y ungida de incienso,
con el Monte Meru, los cuatro continentes, el sol y la luna,
percibida como una tierra pura de Buda.
Que todos los seres puedan disfrutar de una tierra pura.
Aceptad, por favor, los objetos de mi apego, odio e ignorancia,
mi amigo, enemigo y desconocido, así como mi cuerpo y posesiones,
que sin sentimiento de pérdida os ofrezco.
Y bendecidme para que me libere de los tres venenos mentales.
IDAM GURU RATNA MANDALAKAM NIRIATAYAMI
Súplica de los cinco grandes objetivos
A ti, Arya Avalokiteshvara, tesoro de compasión,
y a tu séquito, os ruego que me escuchéis.
Os suplico que nos rescatéis cuanto antes a mí y a todos mis padres y
madres
–las seis clases de seres sintientes– del océano del samsara.
Haced que generemos pronto en nuestro continuo mental
el extenso y profundo Dharma de la insuperable bodhichita.
Os ruego que con vuestro néctar compasivo nos purifiquéis sin
dilación
del karma y los engaños que hemos acumulado desde tiempo sin
principio.
Y con vuestras manos compasivas, por favor, guiadnos con rapidez
a mí y a todos los seres migratorios a la Tierra Pura del Gozo.
¡Oh, Amitabha y Avalokiteshvara!,
os ruego que en las vidas futuras seáis nuestros Guías Espirituales,
y que mostrándonos con perfección el sendero correcto
nos conduzcáis con rapidez al estado de la Budeidad.
Recitación del mantra
Como resultado de nuestras fervorosas súplicas,
Arya Avalokiteshvara irradia de su cuerpo rayos de
luz que purifican todas las apariencias kármicas impuras y las
percepciones erróneas.
El medio ambiente se transforma en la Tierra Pura del Gozo,
y el cuerpo, palabra y mente de todos sus habitantes
se transforman en el cuerpo, palabra y mente de Avalokiteshvara.
Todo lo que conocemos por medio de la vista, el oído y el
pensamiento deviene inseparable de la vacuidad.
OM MANI PEME HUM (x100 o más)
Los tres reconocimientos
Mi forma física y la de los demás son manifestaciones del cuerpo de
Arya Avalokiteshvara,
todos los sonidos son manifestaciones del mantra de seis sílabas,
y todas las actividades mentales son manifestaciones de la excelsa y
gran sabiduría.
MEDITACIÓN DE LA TRANSFERENCIA DE CONSCIENCIA
Visualización
Mi cuerpo de luz es translúcido, como un arcoíris.
Guru Avalokiteshvara, la síntesis de todos los Budas, está en mi
coronilla;
en su corazón, el Dharmakaya de todos los Budas
aparece como una gema ovalada de luz blanca, del tamaño de un
pulgar.
Mi canal central en el centro de mi cuerpo
es de color rojo, translúcido, hueco y del grosor de una flecha;
comienza unos cuatro dedos por debajo del ombligo y aumenta de
grosor a medida que asciende
hasta unirse con la puerta inferior de Avalokiteshvara, que está en
mi coronilla.
Mi mente está en mi corazón, dentro del canal central,
con la forma de una brillante gota blanca rojiza del tamaño de un
guisante.
Yo, la gota, he de liberarme del samsara
y para ello debo alcanzar una tierra pura de Buda.
Las tres percepciones
Mi mente, la gota, es el viajero que se dirige a la tierra pura,
mi canal central es el camino
y el Dharmakaya de todos los Budas en el corazón de
Avalokiteshvara es mi destino.
Súplicas
¡Oh, Guru Avalokiteshvara, síntesis de todos los Budas de las diez
direcciones!,
te ruego que elimines todos mis obstáculos externos e internos.
Concédeme, por favor, tus bendiciones para que complete el
profundo camino de la transferencia
y condúceme a la suprema tierra pura de Buda. (x3
Meditación
Gracias a mis súplicas sinceras, desde la gema ovalada de luz blanca
–el Dharmakaya de todos los Budas en el corazón de
Avalokiteshvara– desciende un gancho de luz blanca por mi canal
central que llega hasta mi mente en forma de gota en el corazón. Al
mismo tiempo que engancha la gota impulso mis aires descendentes
evacuadores hacia arriba.
HIC
Con mi mente en forma de gota en el chakra del corazón a punto de
ascender, como un pájaro que va a emprender el vuelo, mi cuerpo
hasta la altura del corazón se disuelve en la gota.
HIC
Al mismo tiempo que mi mente en forma de gota asciende hasta el
centro del chakra de la garganta, mi cuerpo hasta la altura de la
garganta se disuelve en la gota.
HIC
Al mismo tiempo que mi mente en forma de gota asciende hasta el
centro del chakra de la coronilla, el resto de mi cuerpo se disuelve
en la gota.
Mi mente en forma de gota entra instantáneamente por la puerta
inferior de Avalokiteshvara y llega hasta su corazón, donde se
disuelve de manera inseparable en el Dharmakaya de todos los
Budas.
Experimento la unión del gozo y la vacuidad, la pureza completa, y
he alcanzado la tierra pura de Buda.
Medita en esta experiencia sin distracciones durante el tiempo que
puedas. En cada sesión puedes repetir este ciclo tres o siete veces, desde
la visualización que comienza con
Mi cuerpo de luz es translúcido, como un arcoíris […]
hasta el final de la meditación en sí.
Dedicación
Que gracias a mis virtudes,
como hacer postraciones, ofrendas y adiestrarme en la meditación
de poua,
alcance pronto el estado de Arya Avalokiteshvara, el Buda de la
Compasión,
y guíe a todos los seres sintientes sin excepción al mismo estado.
Que la preciosa bodhichita suprema
surja en quienes aún no haya nacido,
y en quienes ha nacido que no degenere,
sino que aumente sin cesar.
Oraciones de la tradición virtuosa
Para que la tradición de Yhe Tsongkhapa,
el Rey del Dharma, pueda florecer,
que todos los obstáculos sean pacificados
y que abunden las condiciones favorables.
Que gracias a las dos acumulaciones, mías y de otros,
reunidas durante los tres tiempos,
pueda la doctrina del Vencedor Losang Dragpa
brillar para siempre.
Oración de nueve versos de Migtsema
Tsongkhapa, corona de los eruditos de la Tierra de las Nieves,
eres Buda Shakyamuni y Vajradhara, fuente de todas las
realizaciones,
Avalokiteshvara, tesoro de compasión inconcebible,
Manyhushri, suprema sabiduría inmaculada,
y Vajrapani, destructor de la multitud de maras.
¡Oh, venerable Guru Buda!, síntesis de las Tres Joyas,
con respeto, con mi cuerpo, palabra y mente, te suplico;
bendícenos a mí y a los demás seres para que nos liberemos y
realicemos,
y concédenos las realizaciones comunes y supremas. (x3)
Colofón: Esta sadhana ha sido recopilada a partir de fuentes tradicionales por el venerable Gueshe
Kelsang Gyatso Rimpoché
y traducida bajo su compasiva guía.
Ceremonia de poua
TRANSFERENCIA DE CONSCIENCIA
PARA LOS DIFUNTOS
Introducción
PRÁCTICAS PRELIMINARES
Refugio y bodhichita
Yo y todos los seres sintientes nos refugiamos en Buda, el Dharma y
la Sangha
hasta que alcancemos la iluminación.
Que por los méritos que acumule con la práctica de la generosidad y
otras perfecciones,
alcance el estado de Buda para poder beneficiar a todos los seres
sintientes. (x3)
Los cuatro inconmensurables
Que todos los seres sean felices,
que todos los seres se liberen del sufrimiento,
que nadie sea desposeído de su felicidad,
que todos los seres logren ecuanimidad, libres de odio y de apego.
Visualización del campo de méritos
Sobre mi coronilla y la de todos los difuntos, infinitos como el
espacio,
hay un loto blanco y un disco lunar sobre los que reposa la sílaba
HRIH,
que se transforma en Arya Avalokiteshvara.
Su cuerpo blanco translúcido emana luces de cinco colores.
Su rostro muestra una expresión sonriente y nos contempla con una
mirada compasiva.
Tiene cuatro brazos. Sus dos primeras manos están unidas a la altura
del corazón,
y con las otras dos sostiene un rosario de cristal y un loto blanco,
respectivamente.
Está adornado con sedas y joyas preciosas,
y una piel de antílope cruza su pecho izquierdo y espalda.
Buda Amitabha adorna su coronilla.
Está sentado con las piernas cruzadas en la postura vajra
y una luna límpida le provee soporte por detrás.
Es la unificación de todos los objetos de refugio.
Oración de las siete ramas
Postraciones
De cada uno de los poros de mi cuerpo emano otro cuerpo,
y de todos ellos, de cada uno de sus poros, emano más cuerpos.
Con todos ellos, tantos que llenan todo el universo,
me postro ante ti, Avalokiteshvara, el Buda de la Compasión.
Ofrendas
Para conducir a todos los difuntos a la tierra pura iluminada,
presento excelentes ofrendas
al sagrado ser supremo, Guru Avalokiteshvara,
y a todos los demás seres sagrados.
Todas las flores y frutos que existen
y todas las diferentes clases de medicinas;
todas las joyas que hay en el mundo
y todas las aguas puras y refrescantes;
montañas de joyas, arboledas
y lugares tranquilos y alegres;
árboles celestiales adornados con flores
y otros con ramas repletas de frutos deliciosos;
perfumes procedentes de los reinos celestiales,
incienso, árboles que colman todos los deseos y árboles de joyas;
cosechas que no necesitan cultivo
y todos los ornamentos propios de ser ofrecidos;
lagos y estanques adornados con lotos,
y el melodioso sonido de los gansos salvajes;
todo aquello que no tiene dueño
en todos los mundos, infinitos como el espacio;
visualizo todo esto y lo ofrezco con el debido respeto
a los seres supremos, los Budas y Bodhisatvas.
¡Oh, Seres Compasivos!, sagrados objetos de ofrecimiento,
pensad en mí con bondad y aceptad estas ofrendas.
Por siempre ofreceré mis cuerpos
a los Budas y Bodhisatvas.
Con devoción me ofrezco como vuestro siervo;
¡oh, Héroes Supremos!, por favor, aceptadme.
La naturaleza última de todas las formas que existen en los infinitos
reinos
aparece como innumerables diosas Rupavajras de color blanco que
llenan el espacio.
Estas hermosas diosas, que presentan espejos en los que se refleja
todo el universo,
a ti te las ofrezco, Avalokiteshvara, el Buda de la Compasión.
La naturaleza última de todos los sonidos que existen en los infinitos
reinos
aparece como innumerables diosas Shaptavajras de color azul que
llenan el espacio.
Estas hermosas diosas, que emiten sonidos melodiosos con sus
flautas,
a ti te las ofrezco, Avalokiteshvara, el Buda de la Compasión.
La naturaleza última de todos los olores que existen en los infinitos
reinos
aparece como innumerables diosas Gendhavajras de color amarillo
que llenan el espacio.
Estas hermosas diosas, que presentan conchas de las que se
desprenden deliciosas fragancias,
a ti te las ofrezco, Avalokiteshvara, el Buda de la Compasión.
La naturaleza última de todos los sabores que existen en los infinitos
reinos
aparece como innumerables diosas Rasavajras de color rojo que
llenan el espacio.
Estas hermosas diosas, que presentan recipientes adornados con
joyas rebosantes de los tres néctares preciosos,
a ti te las ofrezco, Avalokiteshvara, el Buda de la Compasión.
La naturaleza última de todos los objetos tangibles que existen en los
infinitos reinos
aparece como innumerables diosas Parshavajras de color verde que
llenan el espacio.
Estas hermosas diosas, que presentan divinas prendas de exquisita
suavidad,
a ti te las ofrezco, Avalokiteshvara, el Buda de la Compasión.
Confesión
Creyendo con convicción que la naturaleza de Guru Avalokiteshvara que
está sentado sobre la coronilla de cada difunto es Buda Vajrasatva, y por
el beneficio de todos ellos, confesamos sus faltas y acciones perjudiciales
al mismo tiempo que recitamos la siguiente estrofa y el mantra de cien
sílabas:
En presencia de los grandes Seres Compasivos, con una actitud de
sincero arrepentimiento,
confesamos todas las acciones perjudiciales e indebidas que, desde
tiempo sin principio,
hemos cometido, ordenado cometer o de las que nos hemos
regocijado;
y prometemos que, de ahora en adelante, no las volveremos a
cometer.
OM VAJRA SATTO SAMAYA, MANU PALAYA, VAJRA SATTO,
TENO PATITA, DRIDHO ME BHAUA, SUTO KAYO ME BHAUA,
SUPO KAYO ME BHAUA, ANURAKTO ME BHAUA, SARVA
SIDDHI ME PRAYATZSA, SARVA KARMA SUTZSA ME,
TZSITAM SHRIYAM KURU HUM, HA HA HA HA HO,
BHAGAVEN, SARVA TATHAGATA, VAJRA MA ME MUNTSA,
VAJRA BHAUA, MAHA SAMAYA SATTO AH HUM PHET (x21)
Regocijo
Todos los Budas, al igual que yo, vagaron en su momento por los
dolorosos caminos del samsara,
pero gracias a sus esfuerzos entraron en el camino del Bodhisatva
y avanzaron a lo largo de sus etapas hasta alcanzar la iluminación
total.
Desde lo más profundo de mi corazón me regocijo de sus logros
virtuosos; que pronto llegue a ser como ellos.
Súplica a los seres sagrados para que permanezcan junto a nosotros
Sin los Guías Espirituales que son manifestaciones de la compasión
de todos los Budas
y conducen a los seres sintientes por el camino hacia la liberación,
este mundo se hundiría en la oscuridad espiritual.
¡Oh, sagrados seres iluminados!, desde lo más profundo de mi
corazón
os suplico que permanezcáis junto a nosotros durante incontables
eones para mostrarnos el camino espiritual.
Súplica para que giren la rueda del Dharma
Gracias a las súplicas que Brahma e Indra hicieron a Buda para que
girase la rueda del Dharma,
este enseñó numerosos métodos para curar las enfermedades de las
perturbaciones mentales,
que han conducido a incontables seres a la liberación del
sufrimiento;
por ello, suplico a los seres sagrados que revelen el precioso Dharma.
Dedicación
Que gracias a los méritos que he acumulado al hacer postraciones,
ofrendas y demás acciones virtuosas,
florezca el Dharma sagrado y que todos los seres sintientes realicen
las etapas del camino;
en particular, que todos los difuntos alcancen una tierra pura de
Buda
y logren la meta última, la iluminación total.
Ofrecimiento del mandala
Os ofrezco esta base con flores y ungida de incienso,
con el Monte Meru, los cuatro continentes, el sol y la luna,
percibida como una tierra pura de Buda.
Que todos los seres puedan disfrutar de una tierra pura.
Aceptad, por favor, los objetos de mi apego, odio e ignorancia,
mi amigo, enemigo y desconocido, así como mi cuerpo y posesiones,
que sin sentimiento de pérdida os ofrezco.
Y bendecidme para que me libere de los tres venenos mentales.
IDAM GURU RATNA MANDALAKAM NIRIATAYAMI
Súplica de los cinco grandes objetivos
A ti, Arya Avalokiteshvara, tesoro de compasión,
y a tu séquito, os ruego que me escuchéis.
Os suplico que nos rescatéis cuanto antes a mí y a todos mis padres y
madres
–las seis clases de seres sintientes– del océano del samsara.
Haced que generemos pronto en nuestro continuo mental
el extenso y profundo Dharma de la insuperable bodhichita.
Os ruego que con vuestro néctar compasivo nos purifiquéis sin
dilación
del karma y los engaños que hemos acumulado desde tiempo sin
principio.
Y con vuestras manos compasivas, por favor, guiadnos con rapidez
a mí y a todos los seres migratorios a la Tierra Pura del Gozo.
¡Oh, Amitabha y Avalokiteshvara!,
os ruego que en las vidas futuras seáis nuestros Guías Espirituales,
y que mostrándonos con perfección el sendero correcto
nos conduzcáis con rapidez al estado de la Budeidad.
Como resultado de nuestras fervorosas súplicas,
Arya Avalokiteshvara irradia de su cuerpo rayos de luz
que purifican todas las apariencias kármicas impuras y las
percepciones erróneas.
El medio ambiente se transforma en la Tierra Pura del Gozo,
y el cuerpo, palabra y mente de todos sus habitantes se transforman
en el cuerpo, palabra y mente de Avalokiteshvara.
Todo lo que conocemos por medio de la vista, el oído y el
pensamiento deviene inseparable de la vacuidad.
LA PRÁCTICA EN SÍ DE LA TRANSFERENCIA
DE CONSCIENCIA
La consciencia de cada difunto aparece con la forma de la sílaba
HRIH en su corazón.
El cuerpo y la mente de todos y cada uno de los difuntos
reciben profundas bendiciones del Buda de la Compasión
y sus cuerpos se funden en luz disminuyendo de tamaño desde
abajo y desde arriba,
hasta que finalmente se disuelven en la sílaba HRIH en su corazón.
Esta sílaba, que es su consciencia, se disuelve en Avalokiteshvara,
que a su vez lo hace en Buda Amitabha que está en su coronilla.
Este regresa a su tierra pura de Sukhavati, la Tierra Gozosa.
Todos los difuntos renacen en la tierra pura de Sukhavati
y alcanzan la liberación permanente de los renacimientos
contaminados, el samsara.
Pensamos que todos los difuntos han renacido en la tierra pura de
Sukhavati y han alcanzado la liberación permanente de los
renacimientos contaminados, el samsara, y meditamos en ello sin
distracciones
CREACIÓN DE BUENOS AUSPICIOS
Recitamos la siguiente frase concentrándonos en su significado:
Los renacimientos contaminados de los difuntos
han cesado por completo en el fuego de la sabiduría de la vacuidad.
Cuando realizamos esta práctica en grupo, mientras todos cantan el
siguiente mantra, el maestro enciende la vela y quema el papel de la
bandera. Cuando la realizamos en solitario, esto lo hacemos nosotros.
OM MANI PEME HUM (x21)
Los tres reconocimientos
Mi forma física y la de los demás son manifestaciones del cuerpo de
Arya Avalokiteshvara,
todos los sonidos son manifestaciones del mantra de seis sílabas,
y todas las actividades mentales son manifestaciones de la excelsa y
gran sabiduría.
Dedicación
Que por el poder de nuestras acciones virtuosas
como hacer postraciones, ofrendas y adiestrarnos en la práctica de
poua,
todos los difuntos renazcan en la tierra pura de Sukhavati,
y alcancen pronto el estado de la iluminación.
Que la preciosa bodhichita suprema
surja en quienes aún no haya nacido,
y en quienes ha nacido que no degenere,
sino que aumente sin cesar.
Oraciones de la tradición virtuosa
Para que la tradición de Yhe Tsongkhapa,
el Rey del Dharma, pueda florecer,
que todos los obstáculos sean pacificados
y que abunden las condiciones favorables.
Que gracias a las dos acumulaciones, mías y de otros,
reunidas durante los tres tiempos,
pueda la doctrina del Vencedor Losang Dragpa
brillar para siempre.
Oración de nueve versos de Migtsema
Tsongkhapa, corona de los eruditos de la Tierra de las Nieves,
eres Buda Shakyamuni y Vajradhara, fuente de todas las
realizaciones,
Avalokiteshvara, tesoro de compasión inconcebible,
Manyhushri, suprema sabiduría inmaculada,
y Vajrapani, destructor de la multitud de maras.
¡Oh, venerable Guru Buda!, síntesis de las Tres Joyas,
con respeto, con mi cuerpo, palabra y mente, te suplico;
bendícenos a mí y a los demás seres para que nos liberemos y
realicemos,
y concédenos las realizaciones comunes y supremas. (x3)
TRANSFERENCIA DE CONSCIENCIA
POR EL BENEFICIO PROPIO
En esta práctica no es necesario preparar la bandera para quemar.
Recitamos las oraciones de la sadhana, desde Refugio y bodhichita
hasta Súplica de los cinco grandes objetivos concentrándonos en su
significado y a continuación realizamos la siguiente contemplación y
meditación:
Mi consciencia aparece con la forma de la sílaba HRIH en mi
corazón.
Mi cuerpo y mente reciben profundas bendiciones del Buda de la
Compasión
y mi cuerpo se funde en luz disminuyendo de tamaño desde abajo y
desde arriba,
hasta que finalmente se disuelve en la sílaba HRIH en mi corazón.
Esta sílaba, que es mi consciencia, se disuelve en Avalokiteshvara,
que a su vez lo hace en Buda Amitabha que está en su coronilla.
Este regresa a su tierra pura de Sukhavati, la Tierra Gozosa.
Yo nazco en la tierra pura de Sukhavati y alcanzo la liberación
permanente de los renacimientos contaminados, el samsara.
Piensa que has renacido en la tierra pura de Sukhavati y has alcanzado
la liberación permanente de los renacimientos contaminados, el samsara,
y medita en ello sin distracciones
Cuando nos adiestramos en la poua por el beneficio propio, omitimos la
Creación de buenos auspicios, realizamos la recitación del mantra y
concluimos con Los tres reconocimientos y el resto de las oraciones.
Colofón: Esta sadhana ha sido recopilada a partir de fuentes tradicionales por el venerable Gueshe
Kelsang Gyatso Rimpoché
y traducida bajo su compasiva guía.
El camino de la compasión
para el difunto
AUTOGENERACIÓN
Refugio y bodhichita
Yo y todos los seres sintientes nos refugiamos en Buda, el Dharma y
la Sangha
hasta que alcancemos la iluminación.
Que por los méritos que acumule con la práctica de la generosidad y
otras perfecciones,
alcance el estado de Buda para poder beneficiar a todos los seres
sintientes. (x3)
Los cuatro inconmensurables
Que todos los seres sean felices,
que todos los seres se liberen del sufrimiento,
que nadie sea desposeído de su felicidad,
que todos los seres logren ecuanimidad, libres de odio y de apego.
Autogeneración como Avalokiteshvara
OM SOBHAUA SHUDDHA SARVA DHARMA SOBHAUA
SHUDDHO HAM
Todo se convierte en la vacuidad.
De la vacuidad, sobre un loto blanco y un disco lunar, mi mente
aparece como la sílaba HRIH de color blanco. De ella irradian rayos
de luz que realizan los dos objetivos. Estos rayos se reabsorben y
transforman por completo, y yo aparezco como Arya
Avalokiteshvara. Mi cuerpo es de color blanco, tengo un rostro y
cuatro brazos.
Con las dos primeras manos, unidas a la altura del corazón, sostengo
una joya, con la segunda mano derecha, un rosario de cristal, y con
la segunda mano izquierda, una flor de loto blanca. Resplandeciente
con los símbolos nobles y marcas ejemplares, estoy adornado con
ornamentos de joyas y prendas de seda, y estoy sentado en la
postura vajra.
En la coronilla tengo una OM, en la garganta una AH, y en el
corazón una HUM marcada con una HRIH. De ellas irradian rayos
de luz que invitan a los Seres de Sabiduría junto con las Deidades
iniciadoras a que acudan desde la Tierra Pura de Potala.
DZSA HUM BAM HO
Se disuelven en mí de manera inseparable.
Las Deidades iniciadoras me conceden la iniciación y Amitabha
adorna mi coronilla.
Ofrendas a la autogeneración
OM ARYA LOKESHORA AHRGHAM PARTITZSA HUM SOHA
OM ARYA LOKESHORA PADIAM PARTITZSA HUM SOHA
OM ARYA LOKESHORA PUPE PARTITZSA HUM SOHA
OM ARYA LOKESHORA DHUPE PARTITZSA HUM SOHA
OM ARYA LOKESHORA ALOKE PARTITZSA HUM SOHA
OM ARYA LOKESHORA GENDHE PARTITZSA HUM SOHA
OM ARYA LOKESHORA NIUDE PARTITZSA HUM SOHA
OM ARYA LOKESHORA SHAPTA PARTITZSA HUM SOHA
Alabanza
Tu cuerpo de inmaculada blancura está libre de faltas
y tu coronilla está graciosamente adornada con un Buda plenamente
iluminado;
con tu mirada compasiva contemplas a los seres migratorios,
ante ti, Avalokiteshvara, me postro.
Dedicación
Que gracias a estas virtudes
alcance pronto el estado de Arya Avalokiteshvara
y guíe a todos los seres sintientes
sin excepción al mismo estado.
LA PRÁCTICA EN SÍ
GENERACIÓN DEL DIFUNTO COMO UNA PERSONA VIVA
Soy el Buda de la Compasión. De la sílaba HRIH en mi corazón
irradio rayos de luz que llegan hasta la forma simbólica del difunto,
que se funde en luz y se disuelve en la vacuidad.
Del estado de la vacuidad, [nombre del difunto] aparece con el
aspecto que tenía cuando estaba vivo. La naturaleza de su cuerpo es
luz y sus manos están juntas en postura de oración.
De nuevo, de mi corazón irradio rayos de luz que alcanzan los tres
reinos y atraen la consciencia de [nombre del difunto], que se
disuelve en el corazón de la persona generada frente a mí.
PURIFICACIÓN DEL KARMA NEGATIVO DEL DIFUNTO
De la sílaba HRIH en mi corazón irradio rayos de luz que llegan
hasta el corazón de la persona generada frente a mí. Todas las
impresiones kármicas negativas acumuladas en sus incontables
vidas salen por sus orificios nasales en forma de innumerables
pequeños escorpiones que se disuelven en el escorpión de semillas
de sésamo.
El fuego del recipiente se disuelve en la vacuidad.
Del estado de la vacuidad aparece un fuego de sabiduría bajo el
aspecto de la Deidad iluminada Vajradaka con la boca
completamente abierta:
OM VAJRA DAKA KHA KHA KHAHI KHAHI SARVA PAPAM
DAHANA BHAKMI KURU SOHA
Mientras recitas el mantra, arroja las semillas de sésamo –cuya
naturaleza es la del karma negativo del difunto– en el fuego e imagina
que Vajradaka las consume. Cada vez que recites el mantra arroja al
fuego unas cuantas semillas de sésamo utilizando los dedos pulgar y
anular de la mano derecha. Después de haberlo repetido siete veces,
recita con sinceridad la siguiente oración:
Que [nombre del difunto] sea purificado de todas sus faltas,
que sus obstáculos internos y externos sean pacificados,
que alcance una tierra pura de Buda,
y finalmente los planos puros de un Buda.
Continúa de este modo hasta que se terminen las semillas de sésamo.
TRANSFERENCIA DE LA CONSCIENCIA DEL DIFUNTO
A LA TIERRA PURA
Visualización
El cuerpo de luz de [nombre del difunto] es translúcido, como un
arcoíris.
Guru Avalokiteshvara, la síntesis de todos los Budas, está en su
coronilla;
en su corazón, el Dharmakaya de todos los Budas
aparece como una gema ovalada de luz blanca del tamaño de un
pulgar.
El canal central en el centro del cuerpo de [nombre del difunto]
es de color rojo, translúcido, hueco y del grosor de una flecha;
comienza unos cuatro dedos por debajo de su ombligo y aumenta de
grosor a medida que asciende
hasta unirse con la puerta inferior de Avalokiteshvara, que está en
su coronilla.
La mente de [nombre del difunto] está en su corazón, dentro de su
canal central,
con la forma de una brillante gota blanca rojiza del tamaño de un
guisante.
Que [nombre del difunto] se libere del samsara
y alcance una tierra pura de Buda.
Meditación
Gracias a mis súplicas sinceras, desde la gema ovalada de luz blanca
–el Dharmakaya de todos los Budas en el corazón de
Avalokiteshvara– desciende un gancho de luz blanca por el canal
central de [nombre del difunto] que llega hasta su mente en forma
de gota en su corazón. Al mismo tiempo que engancha la gota,
[nombre del difunto] impulsa sus aires descendentes evacuadores
hacia arriba.
HIC
Su mente en forma de gota asciende desde su corazón hasta el
centro del chakra de la garganta.
HIC
Su mente en forma de gota asciende hasta el centro del chakra de la
coronilla.
HIC
Su mente en forma de gota entra instantáneamente por la puerta
inferior de Avalokiteshvara y llega hasta su corazón, donde se
disuelve de manera inseparable en el Dharmakaya de todos los
Budas.
Ahora, [nombre del difunto] ha renacido en la tierra pura de Buda.
Medita en ello con convicción y sin distracciones durante el tiempo que
puedas.
CONCLUSIÓN
Después de haber transferido la consciencia del difunto a la tierra pura
de Buda, imagina que su cuerpo, visualizado enfrente, se disuelve en la
bandera con la inicial de su nombre.
Enciende la vela.
La naturaleza de la vela es vacuidad.
De la vacuidad aparece un fuego de sabiduría de cinco colores cuya
naturaleza es la de las cinco familias de Buda.
Quema la bandera con la inicial del nombre con la llama de la vela
mientras recitas el mantra de Avalokiteshvara:
OM MANI PEME HUM
Al mismo tiempo que arde el fuego de sabiduría, el cuerpo de
[nombre del difunto] es purificado y alcanza el Cuerpo de la Forma
de un Buda.
Dedicación
Desde lo más profundo de tu corazón dedica tu acumulación de virtudes
por el bienestar del difunto concentrándote en el significado de la
siguiente oración:
Que gracias a mi gran acumulación de virtudes,
[nombre del difunto] realice las etapas del camino,
alcance una tierra pura de Buda,
y finalmente los planos de un Buda. (x3)
Colofón: Esta sadhana ha sido recopilada a partir de fuentes tradicionales por el venerable Gueshe
Kelsang Gyatso Rimpoché
y traducida bajo su compasiva guía.
El camino de la compasión para el moribundo
AUTOGENERACIÓN
Visualización
El cuerpo de luz de [nombre del moribundo] es translúcido, como
un arcoíris.
Guru Avalokiteshvara, la síntesis de todos los Budas, está en su
coronilla;
en su corazón, el Dharmakaya de todos los Budas
aparece como una gema ovalada de luz blanca del tamaño de un
pulgar.
El canal central en el centro del cuerpo de [nombre del moribundo]
es de color rojo, translúcido, hueco y del grosor de una flecha;
comienza unos cuatro dedos por debajo de su ombligo y aumenta de
grosor a medida que asciende
hasta unirse con la puerta inferior de Avalokiteshvara, que está en
su coronilla.
La mente de [nombre del moribundo] está en su corazón, dentro de
su canal central,
con la forma de una brillante gota blanca rojiza del tamaño de un
guisante.
Que [nombre del moribundo] se libere del samsara
y alcance una tierra pura de Buda.
Meditación
Gracias a mis súplicas sinceras, desde la gema ovalada de luz blanca
–el Dharmakaya de todos los Budas en el corazón de
Avalokiteshvara– desciende un gancho de luz blanca por el canal
central de [nombre del moribundo] que llega hasta su mente en
forma de gota en su corazón. Al mismo tiempo que engancha la
gota, [nombre del moribundo] impulsa sus aires descendentes
evacuadores hacia arriba.
HIC
Su mente en forma de gota asciende desde su corazón hasta el
centro del chakra de la garganta.
HIC
Su mente en forma de gota asciende hasta el centro del chakra de la
coronilla.
HIC
Su mente en forma de gota entra instantáneamente por la puerta
inferior de Avalokiteshvara y llega hasta su corazón, donde se
disuelve de manera inseparable en el Dharmakaya de todos los
Budas.
Medita en ello con convicción y sin distracciones durante el tiempo que
puedas.
Dedicación
Desde lo más profundo de tu corazón dedica tu acumulación de virtudes
por el bienestar del moribundo concentrándote en el significado de la
siguiente oración:
Que gracias a mi gran acumulación de virtudes,
[nombre del moribundo] realice las etapas del camino,
alcance una tierra pura de Buda,
y finalmente los planos de un Buda. (x3)
Oraciones preliminares
Al igual que la luna llena está circundada de estrellas,
ante mí en el espacio se halla Buda Shakyamuni
rodeado de todos los Budas y Bodhisatvas.
Yo y todos los seres sintientes nos refugiamos en Buda, el Dharma y
la Sangha
hasta que alcancemos la iluminación. (x3)
Que por los méritos que acumule con la práctica de la generosidad y
otras perfecciones,
alcance el estado de Buda para poder beneficiar a todos los seres
sintientes. (x3)
Que todos los seres sean felices,
que todos los seres se liberen del sufrimiento,
que nadie sea desposeído de su felicidad,
que todos los seres logren ecuanimidad, libres de odio y de apego.
Dedicación
El oficiante dice:
Ahora dedicamos todas las virtudes que hemos acumulado para que
nuestro querido amigo [nombre del difunto] disfrute de felicidad en
el futuro.
La asamblea recita las siguientes oraciones:
Que gracias a las virtudes que hemos acumulado
practicando las etapas del camino,
tenga también [nombre del difunto]
la oportunidad de realizar esta práctica.
Que [nombre del difunto] disfrute
de los gozos divinos y humanos,
y pronto alcance la felicidad última,
cesando su existencia en el samsara.
Que en el corazón de [nombre del difunto]
surja una fe sincera en las Tres Joyas,
y pueda así recibir las bendiciones
de Buda, del Dharma y de la Sangha.
Que [nombre del difunto] encuentre los maestros preciosos
que le muestren las etapas del camino,
y que a través de la práctica de esta doctrina
logre rápidamente el estado de la gran iluminación.
El Budadharma es la medicina suprema,
que cura toda enfermedad mental.
Que este precioso Dharma sea difundido
en todos los reinos de existencia.
Que por el poder de nuestros méritos
cese todo el sufrimiento físico y mental
de todos los seres y que de inmediato
logren el estado de gozo inagotable.
Que de este mundo desaparezcan el miedo,
las enfermedades y guerras,
los terremotos, incendios, inundaciones,
huracanes, tormentas y demás miserias.
Que gracias a las bendiciones de los Budas y Bodhisatvas,
la infalibilidad de la ley de causa y efecto,
y al poder de nuestra pura y suprema intención,
todas nuestras oraciones se cumplan de inmediato.
Colofón: Esta sadhana ha sido recopilada a partir de fuentes tradicionales por el venerable Gueshe
Kelsang Gyatso Rimpoché
y traducida bajo su compasiva guía.
Sutra de la confesión mahayana
Aires internos
Aires de energía interna relacionados con la mente que fluyen por
los canales de nuestro cuerpo. Sin ellos, la mente no podría
funcionar. Véanse Caminos y planos tántricos y La luz clara del gozo.
Bases de designación
Todos los fenómenos son designados en relación con sus partes; por
lo tanto, cada una de las partes de un fenómeno o el conjunto de
todas ellas constituye sus bases de designación. En virtud de que las
bases de designación de un objeto aparecen ante la mente, esta lo
designa. Véase Nuevo corazón de la sabiduría.
Bendición
Proceso de transformación de la mente de un estado impuro a uno
virtuoso, de uno de infelicidad a uno de felicidad, o de uno de
debilidad a uno de fortaleza, que se produce como resultado de
recibir la inspiración de seres sagrados, como nuestro Guía
Espiritual, los Budas o los Bodhisatvas.
Canal central
Canal principal en el centro del cuerpo en el que se localizan los
chakras o ruedas de canales. Véase La luz clara del gozo.
Chakra
Chakra es una palabra sánscrita que literalmente significa ‘rueda de
canales’. Es un centro focal del canal central desde donde se
ramifican los canales secundarios. La meditación en estos puntos
causa que los aires internos penetren en el canal central. Véase La luz
clara del gozo.
Chitamatra
Una de las dos escuelas principales de la filosofía mahayana.
Chitamatra significa ‘solo mente’. Según este sistema, la naturaleza
de todos los fenómenos es la misma que la de la mente que los
aprehende y aunque estos no existen fuera de ella son
verdaderamente existentes. A sus seguidores se los conoce como
chitamatrins. Véanse Tesoro de contemplación y Océano de néctar.
Conquistador Solitario
Una clase de practicante hinayana. También recibe el nombre de
Realizador Solitario. Véase también OYENTE.
Creencia del conjunto transitorio
Concepción perturbadora que observa el propio «yo» y lo concibe
como si existiera de manera inherente. Véase El camino gozoso de
buena fortuna.
Creencia errónea
Percepción adquirida intelectualmente que niega la existencia de un
objeto cuyo entendimiento es necesario para alcanzar la liberación o
la iluminación, como la existencia de los Budas, el karma o el
renacimiento. Véanse Cómo comprender la mente y El camino gozoso de
buena fortuna.
Cuatro nobles verdades
La verdad del sufrimiento, la de los orígenes, la de las cesaciones y la
de los caminos. Se denominan nobles porque son los objetos
supremos de meditación. Si meditamos en estos cuatro objetos,
podemos realizar directamente la verdad última y convertirnos en
un Ser Noble o Superior. Véanse Nuevo corazón de la sabiduría y El
camino gozoso de buena fortuna.
Cuerpos de Buda
Un Buda posee cuatro cuerpos –el Cuerpo de la Sabiduría de la
Verdad, el Cuerpo de Entidad, el Cuerpo de Deleite y el Cuerpo de
Emanación–. El primero es la mente omnisciente de un Buda; el
segundo es la vacuidad o naturaleza última de su mente; el tercero
es su Cuerpo de la Forma en sí, que es sutil; y el cuarto está
constituido por los Cuerpos burdos de la Forma, que los seres
ordinarios pueden ver, y de los que cada Buda manifiesta un
número ilimitado. El Cuerpo de la Sabiduría de la Verdad y el
Cuerpo de Entidad constituyen el Cuerpo de la Verdad, y el Cuerpo
de Deleite y los Cuerpos de Emanación, el Cuerpo de la Forma.
Véase El camino gozoso de buena fortuna.
Deidad
Yidam en sánscrito. Un ser tántrico iluminado.
Demonio
Mara en sánscrito. Se refiere a todo aquello que obstaculiza el logro
de la liberación o la iluminación. Hay cuatro clases de maras: el
mara de las perturbaciones mentales, el de los agregados
contaminados, el de la muerte y los maras Devaputra. De ellos, solo
los últimos son seres sintientes. Véase Nuevo corazón de la sabiduría.
Emanación
Objeto animado o inanimado manifestado por Budas o Bodhisatvas
con elevadas realizaciones para beneficiar a los demás.
Factor mental
Conocedor que aprehende principalmente una característica
específica de un objeto. Existen cincuenta y un factores mentales.
Véase también MENTE PRIMARIA. Véase Cómo comprender la mente.
Familias de Budas
Hay cinco familias principales de Budas: la de Vairochana, la de
Ratnasambhava, la de Amitabha, la de Amoghasidhi y la de
Akshobya. Constituyen los cinco agregados purificados –el de la
forma, el de la sensación, el del discernimiento, el de los factores
productores y el de la consciencia, respectivamente–, y las cinco
sabidurías excelsas –la sabiduría excelsa semejante a un espejo, la
equitativa, la de las realizaciones individuales, la que completa las
actividades y la del Dharmadhatu, respectivamente–. Véase Gran
tesoro de méritos.
Gota indestructible
La gota más sutil, que reside en el centro del corazón. Está
compuesta por la esencia de las gotas blanca y roja que recibimos de
nuestros padres en el momento de la concepción. Véanse Caminos y
planos tántricos y La luz clara del gozo.
Gueshe
Título concedido por los monasterios kadampas a los eruditos
budistas con ciertas cualificaciones. Contracción en tibetano de las
palabras ge güei she nyen, que literalmente significan ‘amigo
virtuoso’.
Hinayana
Palabra sánscrita que significa ‘pequeño vehículo’. La meta de este
camino es eliminar las perturbaciones mentales para alcanzar la
liberación personal del sufrimiento. Véase El camino gozoso de buena
fortuna.
Imagen genérica
El objeto aparente de una mente conceptual. Véanse Cómo
comprender la mente y Nuevo corazón de la sabiduría.
Impresión
Hay dos clases de impresiones: las de las acciones y las de las
perturbaciones mentales. Todas las acciones dejan grabadas sus
huellas o impresiones en la mente. Estas impresiones son
potenciales kármicos para experimentar ciertos efectos en el futuro.
Las impresiones de las perturbaciones mentales permanecen incluso
después de haberse abandonado estas últimas, son las obstrucciones
a la omnisciencia y solo los Budas las han eliminado.
Kadampa
Kadampa es una palabra tibetana. Ka se refiere a todas las enseñanzas
de Buda, dam, a la presentación especial del Lamrim que enseñó
Atisha, conocida como Etapas del camino a la iluminación, y pa es la
persona que integra todas las enseñanzas de Buda que conoce en su
práctica del Lamrim.
Karma colectivo
Es el que creamos al actuar en asociación con otras personas. Los
seres que crean juntos un determinado karma también
experimentan juntos su resultado.
Lamrim
Término tibetano que significa ‘etapas del camino’. Sistema
estructurado de todas las enseñanzas de Buda en el que se presenta
el camino completo hacia la iluminación. Gracias a este sistema, las
enseñanzas de Buda son fáciles de entender y de poner en práctica.
Véanse El camino gozoso de buena fortuna y Nuevo manual de
meditación.
Luz clara
La mente muy sutil que percibe una apariencia como un espacio
claro y vacío. Véanse Caminos y planos tántricos y La luz clara del gozo.
Madhyamika
Palabra sánscrita que significa ‘camino medio’. Una de las dos
escuelas principales de la filosofía mahayana. Buda enseñó la visión
madhyamika en los Sutras de la perfección de la sabiduría durante el
segundo giro de la rueda del Dharma y, más tarde, Nagaryhuna y
sus seguidores la esclarecieron. Hay dos escuelas madhyamikas: la
escuela madhyamika-svatántrika y la madhyamika-prasanguika.
Esta última presenta la visión última de Buda. Véanse Tesoro de
contemplación y Océano de néctar.
Mahasidha
Término sánscrito que significa ‘Gran Ser Realizado’. Se suele
utilizar para referirse a los yoguis y yoguinis que poseen elevadas
realizaciones.
Mantra secreto
Término sinónimo de tantra. Las enseñanzas del mantra secreto se
diferencian de las del sutra en que contienen métodos para el
adiestramiento de la mente con los que se trae el resultado futuro o
Budeidad al camino presente. El mantra secreto es el camino
supremo hacia la iluminación total. El término mantra indica que
contiene instrucciones especiales que Buda reveló para proteger la
mente de apariencias y concepciones ordinarias. El practicante del
mantra secreto se protege de ellas pensando que su cuerpo, sus
disfrutes, su entorno y sus acciones son los de un Buda. El término
secreto indica que los yogas del tantra han de realizarse en privado y
que solo los que han recibido una iniciación tántrica pueden
practicarlos. Véase Caminos y planos tántricos.
Mara
Véase DEMONIO
Mente conceptual
Pensamiento que aprehende su objeto por medio de una imagen
genérica. Véase Cómo comprender la mente.
Mente primaria
Término sinónimo de consciencia. Conocedor que aprehende
principalmente la mera entidad de un objeto. Hay seis clases de
mentes primarias: visual, auditiva, olfativa, gustativa, corporal y
mental. Cada momento de la mente está compuesto por una mente
primaria y varios factores mentales. Estos dos forman una misma
entidad, pero tienen diferentes funciones. Véase Cómo comprender la
mente.
Naturaleza de Buda
Véase SEMILLA DE BUDA.
Obstrucciones a la liberación
Obstáculos que impiden el logro de la liberación. Todas las
perturbaciones mentales, como la ignorancia, el apego, el odio, y sus
semillas, constituyen las obstrucciones a la liberación. También se
denominan obstrucciones de las perturbaciones mentales. Véase El
camino gozoso de buena fortuna.
Obstrucciones a la omnisciencia
Las impresiones de las perturbaciones mentales, que impiden el
conocimiento simultáneo y directo de todos los fenómenos, por lo
que solo los Budas las han eliminado. Véase El camino gozoso de buena
fortuna.
Orgullo divino
Arrogancia no contaminada por las perturbaciones mentales que se
genera al considerarse uno mismo como la Deidad y el medio
ambiente y los disfrutes propios como si fueran el medio ambiente y
los disfrutes de la Deidad. Es el antídoto contra las concepciones
ordinarias. Véase Nueva guía del Paraíso de las Dakinis.
Oyente
Una de las dos clases de practicante hinayana. Tanto los Oyentes
como los Conquistadores Solitarios son hinayanas, pero se
diferencian en su motivación, conducta, méritos y sabiduría. Desde
el punto de vista de estas cualidades, los Conquistadores Solitarios
son superiores a los Oyentes.
Percepción errónea
Conocedor que está equivocado respecto a su objeto conectado.
Véase Cómo comprender la mente.
Poder sensorial
Poder interno situado en el centro de los órganos físicos sensoriales,
cuya función es producir directamente una percepción sensorial.
Hay cinco poderes sensoriales, uno para cada una de las cinco
percepciones sensoriales, la visual, la auditiva, etcétera. Véase Cómo
comprender la mente.
Pratimoksha
Término sánscrito que significa ‘liberación individual’. Véase El voto
del Bodhisatva.
Reino del deseo
El que habitan los seres de los infiernos, espíritus ávidos, animales,
humanos, semidioses y dioses que disfrutan de los cinco objetos del
deseo.
Rey Chakravatin
Ser muy afortunado que como resultado de haber acumulado una
gran cantidad de méritos, ha renacido como un rey que domina los
cuatro continentes o, como mínimo, uno de ellos. En la actualidad,
los reyes Chakravatines no existen en nuestro mundo ni hay nadie
que domine por completo nuestro continente, Yhambudipa. Véase
Gran tesoro de méritos.
Sadhana
(Tib. drub tab) Ritual para alcanzar realizaciones espirituales. Puede
estar asociado al sutra o al tantra.
Seis perfecciones
Las de la generosidad, la disciplina moral, la paciencia, el esfuerzo,
la estabilización mental y la sabiduría. Se llaman perfecciones porque
se realizan con la motivación perfecta de la bodhichita. Véanse El
camino gozoso de buena fortuna, El voto del Bodhisatva y Tesoro de
contemplación.
Semilla de Buda
Mente raíz o primordial de un ser sintiente y su naturaleza última.
Linaje de Buda, naturaleza de Buda y semilla de Buda son términos
sinónimos. Todos los seres sintientes poseen el linaje de Buda y, por
consiguiente, el potencial de alcanzar la Budeidad.
Señales de disolución
Apariencias mentales que indican que los aires internos se están
disolviendo en el canal central. Véase La luz clara del gozo.
Ser ordinario
Aquel que no ha realizado directamente la vacuidad.
Ser Superior
Arya en sánscrito. Aquel que posee una realización directa de la
vacuidad. Hay Seres Superiores hinayanas y mahayanas.
Shantideva (687-763)
Gran erudito budista indio y maestro de meditación, autor de Guía
de las obras del Bodhisatva. Véase Tesoro de contemplación.
Sutra
Las enseñanzas de Buda que pueden practicarse sin necesidad de
haber recibido una iniciación tántrica. Incluyen las instrucciones que
Buda enseñó durante los tres giros de la rueda del Dharma.
Tantra
Véase MANTRA SECRETO.
Tiempo sin principio
Según la visión budista del mundo, la mente no tiene principio y,
por lo tanto, todos los seres sintientes han renacido innumerables
veces.
Tiempos de degeneración
Período caracterizado por el declive de las actividades espirituales.
Tres adiestramientos superiores
El adiestramiento en la disciplina moral, la concentración y la
sabiduría motivado por la renuncia o la bodhichita.
Tres reinos
Los tres reinos del samsara, que son: el del deseo, el de la forma y el
inmaterial. Las perturbaciones mentales de los seres del reino del
deseo son muy intensas, los del reino de la forma son más sutiles, y
las de los que habitan en el reino inmaterial, muy sutiles. Véase
también REINO DEL DESEO.
Verdad convencional
Todos los fenómenos excepto la vacuidad. Las verdades
convencionales son ciertas para los seres ordinarios, pero en realidad
son falsas. Véanse Nuevo corazón de la sabiduría y Tesoro de
contemplación.
Yoga
Término utilizado para referirse a ciertas prácticas espirituales,
como el yoga del Guru y los yogas de alimentarse, dormir, soñar y
despertar. Yoga también significa ‘unión’, como la unión de la
permanencia apacible y la visión superior. Véase Nueva guía del
Paraíso de las Dakinis.
Yogui o yoguini
Palabra sánscrita en masculino y femenino, respectivamente, que se
utiliza, por lo general, para referirse a la persona que ha alcanzado
la unión de la permanencia apacible y la visión superior.
Lecturas recomendadas
Libros
Títulos disponibles publicados por Editorial Tharpa:
Budismo moderno El camino de la compasión y la sabiduría.
Caminos y planos tántricos Cómo entrar en el camino vajrayana, recorrerlo y completarlo.
Cómo comprender la mente Naturaleza y poder de la mente.
Cómo solucionar nuestros problemas humanos Las cuatro nobles verdades.
Compasión universal Soluciones inspiradoras para tiempos difíciles.
El camino gozoso de buena fortuna El sendero budista completo hacia la iluminación.
El voto del Bodhisatva Guía práctica para ayudar a los demás.
Esencia del vajrayana La práctica del tantra del yoga supremo del mandala corporal de
Heruka.
Gema del corazón Las prácticas esenciales del budismo kadampa.
Gran tesoro de méritos Cómo confiar en el Guía Espiritual.
Guía de las obras del Bodhisatva Cómo disfrutar de una vida altruista y llena de
significado. Traducción de la célebre obra maestra de Shantideva.
Introducción al budismo Una presentación del modo de vida budista.
Mahamudra del tantra Néctar supremo de la gema del corazón.
Nueva guía del Paraíso de las Dakinis La práctica del tantra del yoga supremo de Buda
Vajrayoguini.
Nuevo corazón de la sabiduría Profundas enseñanzas del corazón de Buda (una exposición
del Sutra del corazón).
Nuevo manual de meditación Meditaciones para una vida feliz y llena de significado.
Ocho pasos hacia la felicidad El modo budista de amar.
Tesoro de contemplación El modo de vida del Bodhisatva.
Transforma tu vida Un viaje gozoso.
Una vida con significado, una muerte gozosa La profunda práctica de la transferencia de
consciencia.
En proceso de traducción
La luz clara del gozo Manual de meditación tántrica.
Océano de néctar La verdadera naturaleza de todos los fenómenos.
EN MÉXICO:
Ciudad de México: Centro de Meditación Kadampa de México A.R.
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