Professional Documents
Culture Documents
La familia en el matrimonio cumple un rol social fundamental, al ser la célula básica de la sociedad
y el lugar donde el individuo empieza a recibir la formación de valores que definirá en gran parte
su conducta cuando adulto.
Lamentablemente; hoy somos testigos de cómo muchas familias están enfermas y no cumplen su
rol encomendado. Al parecer las necesidades, el ritmo agitado y las preocupaciones económicas
por el futuro y los nuevos conceptos desvalorizantes de la familia hacen mella de ella.
Esto trae como consecuencia un olvido del presente enfriando de esta forma las relaciones entre
los miembros de la familia.
Una familia estable, produce individuos coherentes, fieles y comprometidos que van a influenciar
positivamente en la sociedad, ya que se necesitan individuos con estas características, para que
una nación progrese.
La ausencia de la madre o el padre tanto física, afectiva o espiritualmente, priva a los hijos de un
modelo adecuado de familia, por ello la familia es un bien altísimo que debe ser protegido por la
leyes y por nosotros mismos.
Una de los errores más grandes de la cultura moderna, es la poca o nula importancia que se le
presta a la familia. Un reflejo de esta actitud, se expresa en la forma banal en que se afrontan las
crisis familiares; sin diálogo, sin perdón, sin sacrificios de por medio. Esto explica por qué hoy la
familia y sus integrantes se han convertido en individuos desechables con fecha de caducidad;
muy parecido a un producto del mercado.
La familia tiene capacidad de educar en virtudes, de proteger, de enseñar con obras que es el
sacrificio; es decir la familia ayuda a madurar, nos convierte en mejor persona.
Da la impresión que cada vez menos personas sueñan con estos proyectos de grandeza, da la
impresión que no se quiere ser mejor y que para muchos la informalidad es el mejor medio para
convivir.
Ningún país del mundo puede pensar en su futuro si es que no lo hace en base al buen desarrollo
de sus nuevas generaciones.
Un país debe preocuparse por sus generaciones futuras, no solamente desde la perspectiva
intelectual; sino también por la calidad moral de sus individuos. La conjunción de estas dos
realidades hace posible el verdadero desarrollo de una nación.
Para saber cómo se valoran las nuevas generaciones, solo basta echar una mirada a como se
relaciona la sociedad actual frente a eventos trascedentes como el matrimonio, el embarazo y al
tipo del apoyo que se da a las familias. Parece claro que en el mundo contemporáneo se
infravalora la importancia del futuro.
Por ello todo lo que se haga por dar apoyo a las familias, está destinado a tener éxito e incluso a
influenciar en otras personas y en la sociedad en general. Apostar por la familia es apostar por el
futuro del mundo.
Es indispensable promover los valores de la familia, se debe amar a la familia; por ello también se
debe advertir los peligros que la acechan y las herramientas de cómo superarlos.
Cuando uno ve una película norteamericana o Europea, el modelo familiar que muchas veces se
muestra es la de los esposos separados. Al parecer la ruptura familiar pasa como algo “normal”
para algunos y va sugiriendo que es parte de la vida..
No es un tema inusual, muchas son las personas que denuncian que la cultura moderna prioriza le
necesidad de muchas cosas, como tecnología, una buena remuneración, un auto último delo, la
mejor ropa; pero no prioriza el esfuerzo de establecer buenos cimientos en la familia y la
formación moral de los hijos.
La debacle de la familia hace que en países de Europa por ejemplo, promueve que la juventud no
les interese casarse y formar una relación seria. Es más prefieren las relaciones informales; sin
compromiso alguno. Esta visión y forma de vida da lugar a que no se quiera tener hijos para “no
establecer vínculos”.
En muchos países del este de Europa algunos lugares registran un mínimo de nacimientos y
embarazos, hace algunos años (más precisamente desde el 2009) en Rusia , El Estado se ofrece a
mantener a los hijos de matrimonios estables, Este proyecto ha sido aceptado por el Comité para
Protección de la Maternidad e Infancia del parlamento ruso.
Esto se da porque las estadísticas de más de 70 años de políticas anti vida en varios países de
Europa (en este caso Rusia), han hecho que su tasa de nacimientos sea menor que dos hijos por
familia, lo que hace insostenible que haya recambio poblacional, y que la población
económicamente activa; es decir los que pagan impuestos no sean muchos, lo que hace difícil que
la seguridad social tenga ingresos suficientes, lo que conlleva al envejecimiento de la población y a
la crisis económica.
A pesar de intentos sinceros por algunos grupos sociales que permiten proponer algunas
propuestas por la familia, se trata de tendencias y propuestas sociales carentes, en la mayor parte
de los casos, de una adecuada base moral y antropológica que permitan fundar la esperanza que
necesita el ser humano para construir una familia.
Hoy el hombre moderno vive en desesperanza, porque no se atreve a construir una familia ni
luchar por ella., lamentablemente las políticas del estado en vez de promover y generar
condiciones necesarias para fomentar el desarrollo familiar; más bien atenta contra ella,
promoviendo el divorcio, el matrimonio homosexual, el aborto y la promiscuidad en los jóvenes,
invirtiendo en programas de educación que se enseñan en colegios, universidad; así como
apañando a los medios de comunicación “haciéndose de la vista gorda”, en vez de prohibir pot
ejemplo programas de TV que enseñan lo más bajo de la moral del individuo.
Sin un punto de referencia claro no podemos construir un proyecto tan grande como la familia.
Por ello para el hombre moderno es muy difícil construir un proyecto tan delicado; ya que sin el
cambio en el corazón fracasará en el intento en la mayoría de los casos.
Sin el toque (sin la gracia) sobrenatural, el hombre naufraga débilmente, divaga y se extravía en la
construcción del matrimonio. El hombre del tercer milenio se está convirtiendo en un incapaz para
llevar a cabo la experiencia del amor en la familia. Y esto sucede porque su punto de referencia no
está en el amor sino más bien en otras cosas que lo confunden.
Es imprescindible la formación moral del individuo; eso le permitirá una mejor convivencia con le
prójimo. Allá donde el egoísmo sea superado, se podrá forjar un individuo apto y maduro para la
construcción de una familia.