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Es casi inconcebible que Roma hubiera llegado tan lejos y hubiese alcanzado tan alto
estado de civilización sin una fuerza de policía organizada. Las consecuencias de esta
carencia eran trágicas en el último siglo de la República, cuando Milo y Clodio, cada uno
con sus seguidores, aterrorizaban la capital del mundo civilizado. Cesar demostró que
una mano fuerte respaldada por legiones era lo necesario para aplacar estas rebeliones,
y Augusto aprendió esta lección de sus antecesores.
Como ciudad-estado, Roma no conoció autonomía sino en los lejanos tiempos en que
su territorio se confundía con el mismo Estado, es decir, en el primer siglo de la
República. En el resto de su historia, tanto en la República como en el Imperio, su
categoría de capital y de cabecera de un estado, le proporcionó un régimen particular.
Al final de la República, Roma tenía una gran laguna administrativa consecuencia de
sus tradiciones constitucionales: “la ausencia de funcionarios especializados
encargados, al margen de los órganos estatales, de administrar la ciudad”; y por tanto no
poseía los servicios técnicos necesarios para una ciudad tan populosa y cosmopolita.
Roma como capital del Imperio reunía a una población de entre millón a millón y
medio de personas al finalizar la República, lo que le hacía tener necesidades propias en
cuanto a seguridad, higiene, vivienda, trabajo,..., etc., y a la vez, precisar de grandes
servicios públicos como los de policía, incendios, construcciones,..., etc., servicios que
debían ser satisfechos por el poder superior, en este caso el “Poder Imperial”1.
*
Este trabajo ha sido realizado en el marco del Proyecto de Investigación de la Comunidad de
Madrid 06/0065/2003 “Derecho Administrativo Romano” dirigido por el Prof. A. Fernández de
Buján.
1
Cfr. Fernández de Buján A., “Derecho público Romano y Recepción del Derecho Público
Romano en España, Eropa e Iberoamérica”, 6.ª edición, Madrid 2002, págs. 77-82 y 151-170.
Aurora Fernández Rosáenz
I. ANTECEDENTES Y ESTABLECIMIENTO
2
A diferencia de las actuales brigadas de incendios (bomberos) los vigiles tenían no sólo el
deber de combatir los incendios ya iniciados, sino también el de prevenir estos. Esta prevención
incluye el vigilar la ciudad de noche y ejercer de policía nocturna para mantener el orden y cuidar
que no se produjesen incendios ni fortuitos ni provocados, una práctica habitual para especular
posteriormente con el precio de terrenos y edificios.
3
Cicerón, “Pisonem”, XI, 26. Robinson, “Fire prevention at Rome”, Revue internationale de droits
de lantiquitè (RIDA), año 1977, págs. 377 y ss. Van Ooteghem, “Les incendies de Rome”, LEC,
1960, págs. 305-312.
2
“El cuerpo de Vigiles”, iustel.com, RGDR, n.º 2, junio 2004
4
Eck, “Augusto”, Madrid 2001, págs. 85-93. Homo, “Auguste et la création des grands services
municipaux á Rome”, Mélanges G. Glotz, Paris 1932, págs. 439-451. De las Heras, “El régimen
jurídico-político de Augusto en el marco de la crisis Repúblicana: ¿revolución o reforma?”.
Ediciones Bomarzo, 1989. Jones, “The Imperium of Augustus”, Journal Roman Studies, año 1951,
págs. 112 y ss.
5
Que la fuerza de Vigiles no era observada como una fuerza militar incluso en tiempos de
Trajano está claro por su omisión puntual por Tácito en su revisión de los ejércitos del Imperio. Lo
que demuestra que no era considerado un cuerpo militar por Tiberio y por tanto tampoco por
Augusto: Dio Cassius, “Historia de Roma”, LV, 26,4. Eck, “Augusto”, Madrid 2001, págs. 94-101.
Vease Holder, “The Auxilia from Augustus to Hadrian”, Oxford 1980.
3
Aurora Fernández Rosáenz
6
Paulus, “Digesto”, I, 15 (De officio Praefecti Vigilum): “Erat autem familia publica circa portam et
muros disposita, unde, si opus esset, evocabatur; fuerant et private familiae, quae incendia vel
mercede vel gratia extinguerent. Deinde Divus Augustus maluit per se huic rei consuli, pluribus uno
die incendiis exortis; nam salutem Reipublicae tueri nulli magis credidit convenire, nec alium
sufficere ei rei, quam Caesarem. Itaque septem cohortes opportunis locis constituit, ut binas
regiones Urbis unaquaeque cohors tueatur, praepositis iis Tribunis, et super omnes spectabili Viro,
qui Praefectus Vigilum appellatur”. Había dispuestos cerca de la puerta y de los muros esclavos
públicos, de donde se les llamaba, si había necesidad; había también esclavos particulares, que
por salario o gratuitamente extinguían los incendios. Después el Divino Augusto prefirió que por él
mismo se proveyera a este cuidado, habiéndose declarado varios incendios en un mismo día;
porque creyó que el cuidar de la salud de la República a nadie convenía más que al mismo Cesar,
y que nadie como él se bastaba para tal objeto. Así pues constituyó siete cohortes en lugares
oportunos, para que cada cohorte cuidase de dos regiones de la Ciudad, habiéndose
encomendado a Tribunos, y sobre todos ellos a un Varón respetable, que se llama Prefecto de los
Vigilantes.
7
Paulus, “Digesto” I, 15 (De officio Praefecti Vigilum): “Apud vetustiores incendiis arcendis
Triumviri praeerant, qui ab eo, quod excubias agebant, nocturni dicti sunt. Interveniebant
nonnunquam et Aediles et Tribuni plebs”. Entre los antiguos, cuidaban de la extinción de incendios
unos Triunviros, que porque velaban de noche, se llamaron nocturnos. Algunas veces intervenían
también los Ediles y los Tribunos. Appiano, “Bello Civilis”, V, 122; De Magistris, “La militia Vigilum
della Roma imperiale”, Rome 1898, pag. 15. Mommsen, “Römisches Staatsrecht”, Leipzig 1891-
1892, II, 3, págs. 1054 y ss. Robinson, “Fire prevention at Rome”, Revue internationale de droits de
lantiquitè (RIDA), 1977, págs. 378-379.
8
Lydo, “De Magistri Populi”, I, 50. Iuvenal, XII, 157. Stravo, II, 1054. También recibimos
información de este departamento en Valerio Máximo, VIII, 1, 6, donde se dice que estos fueron
condenados en el año 169 a.C. por negligencia en sus funciones. Igualmente, otro miembro de
este departamento llamado Publius Villius fue también condenado en el año 56 a.C. por la misma
razón.
4
“El cuerpo de Vigiles”, iustel.com, RGDR, n.º 2, junio 2004
9
Paulus, “Digesto”, I, 15: “Circa portas et muros”.
10
Tito Livio, “La historia de Roma”, IX, 46, 3; XXXIX, 14 (caso de las Bacanales), donde los
“Tresviri Capitales” son hechos responsables para “Vigilias per urben” y fueron requeridos para
asistirlos el cuerpo de “Quinqueviri cis Tiberim”. También hace referencia a ellos Cicerón,
“Pisonem”, II, 26.
11
No está claro si este servicio era gratuito o era pagado por el desafortunado ciudadano cuya
casa se había quemado o incluso por el Estado.
12
Según Dio como resultado del incendio del año 23 a.C.: Dio Cassius, “Historia de Roma”,LIV,
2; LIII, 33, 5.
13
Este paso es acorde con la característica de Augusto de intentar coordinar las viejas formas
Repúblicanas con los nuevos funcionarios de la administración. Por eso en el año 22 a.C., cuando
ya había establecido finalmente su propio gobierno bajo el velo de las formas Repúblicanas, pone
a este grupo de 600 hombres bajo las órdenes de aquellos magistrados que habían tenido dicha
responsabilidad en la época de la República. Vease Origo, “Origine della guardia permanente
contro gli incendi”, Atti della Pontificia Academia Romana di Archeologia, I, 2, Rome 1923.
14
Dio Cassius, “Historia de Roma”, LIII, 24.; Velleius Paterculus, II, 91, 3; II, 92, 1; Iuvenal,
“Sátiras”, XIV, 305.
5
Aurora Fernández Rosáenz
esperaba dado el numero de incendios que sufrió Roma en esta época y que devastaron
zonas diferentes, entre los que se encuentra un importante incendio en el año 7 a.C. que
provocó una nueva reorganización15.
En este momento la ciudad había sido ya dividida por Augusto16 en catorce regiones
(barrios o distritos) que continuaron hasta el fin del Imperio. Los magistrados de orden
inferior (Ediles, Tribunos y Pretores) se sortearon para las regiones, y a cada uno le
correspondió la responsabilidad de la seguridad de una región17. Este sistema duró doce
años, pero de nuevo, como en las otras ocasiones, fue ineficaz y un importante brote de
incendios en el año 6 d.C. ocasionó una tercera reorganización de las brigadas de
incendios. Es en este año cuando los cuerpos de Vigiles se forman por Augusto. Todos
los intentos preliminares de crear algún tipo de sistema dentro de las antiguas
instituciones Repúblicanas habían fracasado. La debilidad que suponía mantener sólo
anualmente los cargos, hizo imposible un control eficiente de la inseguridad ciudadana,
incluida la prevención de incendios.
Esta nueva fuerza estuvo formada por siete cohortes, de siete centurias cada una18,
mandada cada una de ellas por un Tribuno y la fuerza entera por el Praefectus Vigilum
de rango ecuestre. En un principio este nuevo departamento fue creado con carácter
temporal, pero al comprobar su eficacia en la práctica Augusto lo convirtió en una
institución permanente19. Tardó pues Augusto unos treinta años en tomar en sus manos
esta materia de seguridad cotidiana y que la máquina senatorial nunca combatió
15
En un corto periodo de tiempo se produjeron en Roma numerosos incendios muchos de ellos
provocados para especular con el suelo Dio Cassius hace referencia a algunos de ellos: Dio
Cassius, “Historia de Roma”, LIV, 19, 7 (en el año 16 a.C.); LIV, 24, 2 (en el año 14 a.C.); LIV, 29,
8 (en el año 12 a.C.).
16
Fernández de Buján A., “Derecho público Romano y Recepción del Derecho Público Romano
a
en España, Eropa e Iberoamérica”, 6 edición, Madrid 2002, pags. 151 y ss.
17
Dio Cassius, “Historia de Roma”, LV, 8; Baillie Reynolds, “The Vigiles of Imperial Rome”,
Oxford 1926, págs. 20 y ss.; De Magistris, “La militia Vigilum della Roma imperiale”, Rome 1898,
págs. 13-25; Naudet, “Mémoire sur la police chez les Romains”, Mémoires de l’Academue des
Sciences Morales et Politiquees de l’Institut de France” VI, año 1850, págs. 805-809.
18
Suetonio, “Augusto.”, XXX.
19
Dio Cassius, “Historia de Roma”, LV, 8. Llama la atención que todos los intentos anteriores
fueron con viejas formas Repúblicanas y todos fracasaron.
6
“El cuerpo de Vigiles”, iustel.com, RGDR, n.º 2, junio 2004
eficazmente20. Esta vacilación durante tan largo periodo, muestra su precaución para no
introducir cualquier sistema que pudiera parecer una fuerza militar o un instrumento de
tiranía, lo que se ve también en la composición inicial que tuvieron los vigiles, reclutados
enteramente entre libertos21.
Roma había sido dividida en el año 7 a.C. en catorce regiones, y esta distribución se
utilizó en la organización del nuevo cuerpo. Cada una de las siete cohortes se
responsabilizó de la seguridad de dos de estas regiones22. Para asegurar el
cumplimiento de sus deberes estas dos regiones eran adyacentes, y cada cohorte
estaría estacionada tan cerca como fuese posible del linde entre ambas. A partir del siglo
IV se conoce la distribución de las siete cohortes que conformaron la fuerza de vigiles23:
20
Digesto, I, 15 (De officio Praefecti Vigilum): “Deinde Divus Augustus maluit per se huic rei
consuli, pluribus uno die incendiis exortis, nam salutem R. P. tueri nulli magis credidit convenire,
nec alium sufficire ei rei quam Caesarem”.
21
Strabo, V, 3, 7.El deber de combatir los incendios había estado siempre encomendado a
esclavos, por lo que se consideraba una ocupación servil. Por ello él no podía reclutar a los vigiles
entre los ciudadanos, pero una fuerza de unos 7.000 esclavos armados y disciplinados podía llegar
a ser una amenaza, e incluso llegar a ocasionar una revuelta popular, lo cual evitó reclutando a los
vigiles entre los libertos. Además esto reafirma el deseo de Augusto de que esta nueva fuerza no
tuviese carácter militar, ya que los miembros del ejercito se reclutaban exclusivamente entre los
ciudadanos de nacimiento libre (excepto en casos de emergencia). Lo que hizo que los vigiles
fuesen de condición inferior al resto de las tropas, no sólo de las estacionadas en Roma, sino del
ejército entero incluidas las tropas auxiliares. [Suetonio, “Augusto.”, XXV: “Libertino milite,
praeterquam Romae incendiorum causa et si tumultus in graviore annona metueretur, bis usus
est”.] Sobre la condición de los vigiles, Durry, “Les cohortes pretoriennes”, Paris 1938, págs. 16-20;
Passerini, “Le coorti Pretorie”, Rome 1939, págs. 67 y ss.
22
Paulus, “Digesto”, I, 15 (De officio Praefecti Vigilum).
23
Aunque los restos encontrados en estos lugares de las estaciones son todos de fecha
posterior a Augusto, varios autores como De Rossi, “Le stazioni delle sette coorti dei Vigili nella
cittá di Roma”, Annali dell’istituto di Roma, año 1858, págs. 265-297; Reynolds “The Vigiles of
Imperial Rome”, Oxford 1926, págs. 43- ss.; De Magistris, “La militia Vigilum della Roma imperiale”,
Rome 1898, págs. 25 y ss., opinan que a la vista de la práctica romana usual con respecto a la
militar cualquier cambio extremo resultaría inverosímil, por lo que consideran que esta distribución
posiblemente nunca fue diferente, y por tanto habría sido establecida por Augusto, pero no
quedarían restos de esta época.
7
Aurora Fernández Rosáenz
24
Dio Cassius, “Historia de Roma”, LV, 26, 4; LVII, 19, 6. Suetonio, “Augusto”, XLIX; “Tiberio”,
XXXVII.
25
Se tienen noticias del sistema de excubitoria desde la época de Caracalla y se sabe que
continuó hasta la caída del Imperio de Occidente. Reynolds “The Vigiles of Imperial Rome”, Oxford
1926, págs. 59- ss.; De Magistris, “La militia Vigilum della Roma imperiale”, Roma 1898, págs. 28 y
ss.
26
Strabo, V, 3, 7.
8
“El cuerpo de Vigiles”, iustel.com, RGDR, n.º 2, junio 2004
27
Dio Cassius, “Historia de Roma”, LVIII, 9-13.
28
Tácito, “Historia”, I, 20: III, 64; III, 69;
29
En los “Anales” de Tácito, no hay mención alguna de los vigiles o de su trabajo, tan sólo hay
una mención al prefecto de vigiles en la época de Claudio. Ni siquiera en el gran incendio del año
64 d.C. (Anales: XV, 38), donde razonablemente se podía esperar alguna mención, se hace
referencia a su trabajo.
30
Paulus: Digesto, I, XV (De officio Praefecti Vigilum); Dio Cassius, “Historia de Roma”, LV, 26,
4.
9
Aurora Fernández Rosáenz
Este nuevo cuerpo hizo la doble función de prevenir y combatir los incendios y de
velar por la seguridad de la ciudad durante la noche, por lo que es conocido como la
policía nocturna de Roma.
Aunque no fueron creadas por Augusto como una fuerza militar, sí se desarrollaron
como tal con sus sucesores, y por ello existen muchas coincidencias con el resto de
cuerpos del ejército31. Dos inscripciones de la Cohorte Va, una del año 205 y otra del
21032, junto a otra incompleta33 de la Cohorte Ia, nos permiten establecer la organización
interna de las cohortes. Cada cohorte de Vigiles contaba con unos 1.000 hombres,
estaba bajo el mando de un Tribuno y dividida en siete centurias. Cada centuria estaba
al mando de un Centurión. Por lo tanto el cuerpo entero de Vigiles contaba con 7
Tribunos (uno por cohorte) y 49 Centuriones (1 por centuria y 7 por cohorte). La dirección
de todo el cuerpo estaba en manos del “Praefectus Vigilum” (Prefecto de Vigiles), que
estuvo acompañado por un lugarteniente, el “Subpraefectus Vigilum”, desde la época de
Trajano34.
El personal que formaba el cuerpo de Vigiles comprende dos elementos, uno militar y
el otro civil. El primero está formado por suboficiales, “Principales”, destacados en las
distintas cohortes y adscritos a las oficinas del Prefecto; y el civil, formado por
empleados análogos a otras administraciones.
31
Dio Cassius, “Historia de Roma”, LV, 31:según este autor aunque los vigiles no fueron
fundados como un cuerpo militar eran, si embargo, aparentemente “milites” ya que cobraban del
“Aerarium Militare”. Develin, “The Army Pay Rises under Severus and Caracalla, and the Question
of annona militaris”, Latomus 30, año 1971, págs. 687-695; Dobson, “Legionary Centurion or
Equestrian Officer? A Comparison of Pay and Prospects”, Ancient Society 3, 1972, págs. 193-207.
Breeze, “Pay Grades and Ranks below the Centurionate”,Journal of Roman Studies 61, 1971,
págs. 130-135.
32
C.I.L., VI, 1057-1058.
33
C.I.L., VI, 1056.
34
Reynolds “The Vigiles of Imperial Rome”, Oxford 1926, págs. 69- ss.; De Magistris, “La militia
Vigilum della Rome imperiale”, Roma 1898, págs. 18-24.; Durry, “Les cohortes pretoriennes”, Paris
1938, págs. 16-20; Passerini, “Le coorti Pretorie”, Rome 1939, págs. 67 y ss. Sablayrolles, “
Libertinus Miles. Les cohortes de Vigiles”, Paris 1996, [Collection de l' Ecole française de Rome,
224.], págs. 103-136.
10
“El cuerpo de Vigiles”, iustel.com, RGDR, n.º 2, junio 2004
35
El más antiguo que se conoce es Maesio Tertio, fechado en el año 113 d.C. en la época de
Trajano.
36
C.I.L., VI, 1621: “Memoriae C. Laecani Novatilliani subpraefecti vigilibus juris perito patri
carissimo Laecani Volusianus et Novatillianus fili fecerunt”.
37
No contaba con commentarienses, exceptores, quaestionarius ni singularis.
38
En el siglo III, con carácter temporal, nos encontramos con un Subprefecto de los Vigiles
destacado en Ostia, al mismo tiempo que un cuerpo de caballería de vigiles encargado del servicio
de aquel puerto, y su nombre figura en las dedicatorias junto al del Tribuno que mandaba el
destacamento. En este caso había dos Subprefectos de Vigiles simultáneamente en funciones,
uno en Roma y el otro en Ostia. Esto se deduce de una inscripción (C.I.L., XIV, 4398) que junto al
subprefecto habitual de los Vigiles, menciona a un “subpraefectus annonae vices agens
subpraefecti vigilum” (“subprefecto de la annona lugarteniente en funciones de los subprefectos de
los vigiles”). Se trata de una dedicatoria a Furia Sabina Tranquilina, esposa de Gordiano III,
fechada en 241-244 y realizada por Valerio Valente (Prefecto de los Vigiles), Valerio Alejandro
(Subprefecto de los Vigiles) y Julio Magno (Subprefecto de la Annona que ejercía interinamente las
funciones de subprefecto de los vigiles, y las siete cohortes de éstos). Reynolds “The Vigiles of
Imperial Rome”, Oxford 1926, págs. 30-42; De Magistris, “La militia Vigilum della Roma imperiale”,
Rome 1898, págs. 64-83. Sablayrolles, “Libertinus Miles. Les cohortes de Vigiles”, Paris 1996
[Collection de l' Ecole française de Rome, 224.], págs. 129-131. Ensslin, “Praefectus Annonae”,
RE, XXII, 2, 1955, col. 1263-1275. Ensslin, “Praefectus Vigilum”, RE, XXII, 2, 1955, col. 1340-1347.
11
Aurora Fernández Rosáenz
siete39. Cada centuria estaba formada por unos 85 a 173 hombres y la cohorte, incluidos
cinco médicos, de 930 a 1130 hombres. Este número de aproximadamente 7.000
hombres, podría parecer exagerado si no se tuviera en cuenta dos consideraciones
importantes: la facilidad de combustión de las casas y la escasez de medios de
extinción; y, por otra parte, mucho más importante, además del servicio de incendios, el
cuerpo de vigiles tenía que realizar el de policía nocturna, constituyendo uno de los
principales cuerpos de la policía romana.
Las cohortes de los Vigiles pertenecían al tipo de las “cohortes milliare”, al igual que
las cohortes Pretorianas y Urbanas. A diferencia de estas comprendía sólo siete
centurias en lugar de diez, y sólo comprendía infantes40. Cuando fueron creados por
Augusto eran reclutados entre los libertos41. Por tanto, la nueva situación de los vigiles
representaba un nuevo status, una elevación de grado respecto al antiguo, es decir, una
ventaja considerable.
Estos libertos42, quienes adquirían el “ius latinum” por el reclutamiento, ocupaban una
situación diferente que la de los milites de las Legiones y el resto de tropas urbanas.
Pero con el transcurso del tiempo las situaciones se igualaron gradualmente, y en el
siglo III se permite a las cohortes de vigiles, como al resto del ejercito, tomar el nombre
del Emperador reinante43. En un principio cuando fueron creadas tuvieron la misma
situación que la Flota Imperial de Ravenna y Misenum, adquiriendo la ciudadanía al
licenciarse como los marinos.
39
Las inscripciones de la época imperial demuestran que su composición no sufrió variaciones
hasta que desapareció aproximadamente en la misma época en que desaparecieron las cohortes
urbanas.
40
Estas cohortes eran del tipo “Peditatae”, es decir, no tenía contingente de caballería.
41
Dion Casio, “Historia Rom.”, LV, 26: “Organizó Augusto una tropa de libertos”. Suetonio,
“Augusto”, XXV: “Con excepción de los casos de incendios y para las sediciones que pudieran
provocar la carestía de víveres, sólo dos veces reclutó esclavos manumitidos”.
42
Dio Cassius, “Historia de Roma”, LV, 26; Strabo, V, 3, 7. Cfr. Humbert, “Le droit latin imperial:
cités latines ou citoyenneté latine?”, Ktèma, 6, 1981, págs. 207-226.
43
Se les permite el privilegio, del que también gozaban las cohortes del ejército, de tomar para
nombrar sus cohortes el nombre del Emperador que en ese momento ostentaba el poder. Así, se
encuentra el nombre de Antoniana bajo Caracalla (C.I.L., VI, 3002); Severiana bajo Alexander
(C.I.L., VI, 2998, 3000-30005, 3008, 3021, 3032, 3034, 3050); Gordiana bajo Gordiano III (C.I.L.,
VI, 1092, 3081; Philippiana (C.I.L., VI, 3028).
12
“El cuerpo de Vigiles”, iustel.com, RGDR, n.º 2, junio 2004
Al principio fue difícil reclutar hombres para este cuerpo, los deberes eran arduos y
las expectativas de ascenso y promoción escasas, además el servicio resultaba
demasiado largo y la reputación era pobre. En la época de Tiberio se hizo necesario
agregar algún incentivo, y en el año 24 d.C. la “Lex Visella”, por la cual los Latini Iuniani
militantes en el cuerpo de las Vigilias adquirían la plena ciudadanía (“Ius Quiritum”)
después de seis años de servicio en el cuerpo, fue aceptada44. El efecto de esta ley fue
poner a los Vigiles en la misma línea que el resto de la tropa, y abrir el camino para el
traslado de este cuerpo a los otros cuerpos del ejército45. Posteriormente, un
senadoconsulto concede el derecho de ciudadanía a los Vigiles después de tres años de
servicio. Este senadoconsulto se atribuye a tiempos de Septimio Severo, dentro de la
gran reforma a favor del ejército que protagonizó durante su mandato46.
44
Ulpiano Digesto, XXXVII, 13, 3-5 (De officio Quaestoris): “Militia ius Quiritium accipit Latinus si
inter Vigiles Romae sex annos militaverit, ex lege Visellia, praeterea ex senatus consulto
concessum est ei ut si triennium Inter. Vigiles militaverit ius Quiritium consequatur”. Tácito,
“Historia”, III, 64, 69. Naudet, “Mémoire sur la police chez les Romains”, Mémoires de l’Academue
des Sciences Morales et Politiquees de l’Institut de France” VI, 1875, págs. 148-149.
45
C.I.L., VI, 2780: es el caso de L. Musius, que después de servir siete años en los Vigiles fue
enviado a las Cohortes Pretorianas, y después de cinco años en este cuerpo promocionó a
Centurión de la Legión III Augusta.
46
La Lex Visella fue presentada por el cónsul Viselo Varron en el año 24 d.C. (Ulpiano,
“Regulare”, III, 5), en uno de sus artículos referente a los vigiles establecía lo siguiente: “El latino
recibe el derecho de ciudadanía en virtud de la ley Visela, si ha servido en Roma seis años en el
cuerpo de vigiles”. Posteriormente el senadoconsulto mencionado reducía este periodo a tres
años. A pesar de estos progresos el cuerpo de vigiles, en relación con los restantes cuerpos del
ejército, tuvieron una situación jurídica inferior, como se ve en materia de exención de tutela:
Modestino, (libro III) Digesto, XXVII, 1 (De excusationibus): “Aquellos que han servido en el cuerpo
de vigiles no están exceptuados de tutela sino durante un año”; mientras para el resto de soldados
la situación era distinta: “El que ha sido licenciado del servicio antes de cumplir el tiempo, no está
exento de tutela para siempre, sino únicamente por algún tiempo, igual que para los demás cargos
civiles. Aquellos que no han servido cinco años no tienen derecho a ninguna exención; los que han
servido cinco años están dispensados un año; los que sirvieron ocho años están exentos durante
dos; los que sirvieron doce años están exentos tres años; los que sirvieron dieciséis años están
exentos cuatro años; los que sirvieron veinte años están exentos para siempre. Esto es verdad
para aquellos que que hayan sido licenciados con honor y para los que lo fueron por causa de
enfermedad, pues es motivo honorable, pero los que fueron expulsados del servicio no tienen
derecho a ninguna exención”. “Los que han servido en las cohortes urbanas están exentos de la
13
Aurora Fernández Rosáenz
A partir del año 168 se tiene noticia del ingreso en este cuerpo de “ingenuii”, hombres
nacidos libres, y con el paso del tiempo el numero de estos se fue incrementando e
incluso superando al de libertos:
- En una inscripción de Ostia del año 168, aparecen los nombres de siete
Vigiles, tres son hombres libres y cuatro libertos.
- Otra inscripción de Ostia del año 181 contiene el nombre de once Vigiles,
siete son hombres libres y cuatro libertos.
- Un inscripción descubierta también en Ostia, (C.I.L., IX, 459), del año 182,
contiene siete nombres de Vigiles, los siete son hombres libres.
- Una inscripción descubierta en Roma (C.I.L., VI, 220), del año 203, contiene
los nombres de dieciséis Vigiles, de ellos once son hombres libres y cinco
libertos47.
Por el origen de sus reclutas ocupaba un rango muy inferior dentro de la guarnición
de Roma48. Por la misma razón de su reclutamiento no estaban los Vigiles considerados,
rigurosamente hablando, como soldados49, lo mismo que en los ascensos. Todavía en el
siglo III, época en el que el aspecto del cuerpo de Vigiles se había modificado
considerablemente, se discutía el problema de saber si los Vigiles debían ser
considerados verdaderamente como soldados50.
tutela para siempre, aun en el caso de que hayan sido licenciados antes de cumplir los veinte años
de servicio”.
47
La escasez de inscripciones funerarias de Vigiles (el total asciende a cincuenta, mientras que
las de los Pretorianos lo hacen a cerca de quinientas, las de los Equites Singulari a cerca de
doscientas, e incluso las de los miembros de la flota superan las cincuenta) extraña, si se piensa
que el cuerpo de vigiles, compuesto por unos 7.000 hombres, existió durante cuatro siglos y su
especial servicio exponía constantemente a peligros a sus miembros. La única razón que dan la
mayoría de los historiadores, es el hecho de que la mayoría de los Vigiles, una vez adquirida la
ciudadanía, promocionaban a los otros cuerpos militares más apreciados.
48
Los vigiles venían después de las cohortes pretorianas y de las urbanas, ambas compuestas
por ciudadanos romanos. Sólo aparecían por debajo de los vigiles los destacamentos de las flotas
de Miseno y de Rávena, también compuestos por libertos, y la guardia del cuerpo imperial formada
por extranjeros bárbaros (germanos, bátavos).
49
Tácito, “Anales”, IV, 5: al hacer la relación del ejército romano para el año 23 d.C., menciona
las legiones los cuerpos auxiliares y las cohortes pretorianas y urbanas, pero no cita a los vigiles.
50
Ulpiano se inclina por la afirmativa (Libro XLV (edicto) Digesto XXXVII, 13, (De bonorum
possessione ex testamento militis)): de igual manera, los vigiles son soldados y, en virtud del
14
“El cuerpo de Vigiles”, iustel.com, RGDR, n.º 2, junio 2004
(b) CUADROS (cuadro de oficiales y suboficiales): Por debajo del Prefecto y del
Subprefecto, los cuadros comprendían oficiales (Tribunos y Centuriones) y suboficiales
(Principales). Los Tribunos que mandaban cohortes, no pertenecían como los otros
tribunos del ejército romano a la doble aristocracia senatorial o ecuestre. Ese grado lo
obtenían por ascenso centuriones del ejército regular, especialmente los “Primipilarii”51.
El grado de Tribuno de los Vigiles era, por tanto, dentro del ejército uno de los pocos
puestos que estaban abiertos a los centuriones que se habían distinguido de manera
sobresaliente.
Tribunos y Centuriones52, estuvieron siempre equiparados a los del resto del ejército,
y no eran, por supuesto, libertos53. Aunque el cuerpo de Vigiles ocupó una posición
menor que el resto de cuerpos del ejército, los rangos superiores tenían un lugar regular
en el plan de promoción, por ejemplo:
derecho militar, no hay duda de que pueden testar. De la misma forma se expresa el acta de
juegos seculares del año 204 d.C. (C.I.L., VI, 32327; II, 21-22): “Invitamos a los quirites de la
ciudad que sean propietarios e igualmente a los habitantes de ella que paguen un alquiler, durante
estas noches de fiestas, a ejercer diligentemente la vigilancia de las regiones de acuerdo con
nuestros soldados que recorren y vigilan nuestras calles”.
51
Breeze, “The organisation of the Career of the Immunes and Principales the Roman Army”,
Bonner Jahrbücher 174, 1974, págs. 242-292.
52
Los centuriones cuando terminaban el servicio en el ejército (consuma verunt), se
reincorporaban a la vida civil. Excepcionalmente, a los centuriones principales se les otorgaba la
facultad de quedarse en el servicio empleándoles en servicios militares especiales, y afianzando su
puesto de comandante de plaza (praefectus castrorum). Durante el Imperio los centuriones fueron
el punto de partida para una promoción más elevada, porque el Emperador, cuando un primer
centuria (primipilus) era distinguido por su valor, podía concederle el cargo de Tribuno de una
cohorte de vigiles.
53
C.I.L., VI, 2993.
15
Aurora Fernández Rosáenz
Hay muchas evidencias epigráficas que reafirman esta forma de promocionar, por la
que también accedieron muchos Prefectos del cuerpo de Vigiles.
Si bien, los rangos encargados del cuerpo de Vigiles fueron meros escalones hacia
puestos más honorables y, sobre todo, más lucrativos. Lo que se ve en el poco tiempo
que permanecían en el cargo: la cohorte V tuvo diferentes Tribunos en los años 111 y en
el 113 d.C.55; y lo mismo ocurre con la cohorte IV en los años 203 y 205 d.C.56. El
ejemplo más claro sobre la brevedad en el cargo de Centurión del cuerpo está en las dos
listas nominales de la cohorte V, hechas con una diferencia de cinco años, muchos
nombres coinciden, pero los siete centuriones son distintos en ambas57.
Igual que en formaciones militares análogas, después de los centuriones se
encontraba un gran número de “Principales”58, entendiéndose en el ejército romano con
este nombre, todos aquellos que tenían una función determinada y ocupaban una
posición intermedia entre los simples soldados (gregari) y los centuriones. Estos
constituían dos categorías: (1) suboficiales de tropa, y (2) suboficiales empleados en otra
clase de funciones. Hay que añadir a estos Principales los “Immunes”, (especialistas)
personal especializado en las funciones propias del cuerpo, y los “Medici” (Médicos)59.
54
C.I.L., X, 5064; XIV, 3626.
55
C.I.L., VI, 221-222.
56
C.I.L., VI, 220; VI, 643.
57
C.I.L., VI, 1057-1058. En una inscripción sobre la cohorte VII se encuentran doce nombres
distintos de Centuriones en un periodo de diez años: C.I.L., VI, 220-230.
58
Reynolds “The Vigiles of Imperial Rome”, Oxford 1926, págs. 75-76; De Magistris, “La militia
Vigilum della Roma imperiale”, Rome 1898, págs. 18-23;, Breeze, “The organisation of the Career
of the Immunes and Principales the Roman Army”, Bonner Jahrbücher 174, 1974, págs. 245-292.
Sablayrolles, “Libertinus Miles. Les cohortes de Vigiles”, Paris 1996 [Collection de l' Ecole française
de Rome, 224.], págs. 205-242.
59
Reynolds “The Vigiles of Imperial Rome”, Oxford 1926, págs. 30-42. Davies, “The medici of the
Roman Armed Forces”, Epigraphische Studien, 8, Bonn 1969, págs.83-99. Davies, “Some more
Military Medici”, Epigraphische Studien, 9, Cologne 1972, págs. 1-12.
16
“El cuerpo de Vigiles”, iustel.com, RGDR, n.º 2, junio 2004
El orden jerárquico de los grados ha sido trasmitido por dos listas de los vigiles de la
V cohorte de los años 205 y 21060. En estos documentos se observa que en cada
a
centuria aparecían en primer lugar los cargos del departamento del Prefecto (numera
praefecti), en segundo lugar aquellos del Centurión (numera centuriae) y finalmente los
del Tribuno (numera tribuni).
Entre los principales cargos encontramos a los suboficiales de la centuria: 1) el
Optio61, lugarteniente del centurión que lo sustituía cuando éste estaba impedido o
enfermo. Figura en toda la infantería del ejército y era nombrado por el Centurión o por el
Tribuno62. El título aparece también con la especificación de algún término que denota el
servicio técnico que desempeña63; 2) el Vexillarius, seria el segundo en la comandancia,
un subalterno. Es el que lleva el Vexillum de la centuria (equivale al Signifer de la
infantería)64. El Vexillarius, al igual que el Signifer en las Legiones, era responsable de la
custodia de las sumas descontadas como ahorros de las pagas de los hombres del
cuerpo65. Había uno por centuria y era llamado también “Vexillarius Centuriae”; 3) el
Tesserarius,, es también un cargo universal en todo el ejército. Era el encargado de
recibir “el santo y seña” de manos del Comandante y se responsabilizaba de guardarlo
en lugar seguro66.
60
Algunos de los vigiles aparecen en las dos listas, pero los principales de grado inferior de la
primera lista, figuran en la segunda con grado superior, evidentemente obtenido en el intervalo de
tiempo transcurrido.
61
Estos, en los últimos tiempos del Imperio, podían ser promocionados al grado de Centurión
después de un determinado tiempo de servicio. Su nombre viene de “optare”. Reynolds “The
Vigiles of Imperial Rome”, Oxford 1926, pag. 86; De Magistris, “La militia Vigilum della Roma
imperiale”, Rome 1898, págs. 21.
62
Vegetius, II, 7.
63
Es el caso del actual ejército donde existen, por ejemplo, distintos tipos de sargentos en
función del deber que desempeñen: sargento de intendencia, de infantería,..., etc.
64
Las cohortes de Vigiles no tenía estandarte, sino un Centurial Vexillum en lugar de Signifer.
Reynolds, “The Vigiles of Imperial Rome”, Oxford 1926, págs. 82-83; De Magistris, “La militia
Vigilum della Roma imperiale”, Rome 1898, págs. 21. Sablayrolles, “Libertinus Miles. Les cohortes
de Vigiles”, Paris 1996 [Collection de l' Ecole française de Rome, 224.], págs. 218-219.
65
Vegetius, II, 20.
66
Vegetius, II, 7, describe sus deberes: “Tesserarius qui tesseram per contubernia militum
nuntiat: tessera autem dicitur praeceptum ducis quo vel ad aliquod opus vel ad bellum movetur
exercitus”.
17
Aurora Fernández Rosáenz
El siguiente grupo de principales lo forman aquellos militares a los que los oficiales
llaman cerca de ellos para realizar servicios administrativos diversos. A este grupo
pertenecerían: 1) el Cornicularius67, era uno de los primeros suboficiales68, precedido
solamente por el Prefecto, el Subprefecto y el Tribuno. Es un rango universal a lo largo
del ejército. El Prefecto tiene dos (“Praefecti Cornicularius”); el Subprefecto tiene uno
(“Subpraefecti Cornicularius”); y el Tribuno uno (“Tribuni Cornicularius”), siendo el único
miembro del departamento del Tribuno que pertenece a este grupo superior de oficiales;
2) el “Commentariensis o Commentariis”69, secretario privado del Prefecto, el único que
tiene asignado este cargo (commentariensis praefecti). Los tribunos tenían en su lugar al
“Secutor Tribuni”; 3) los Beneficiarii, tenían asignado este cargo tanto el Prefecto, como
el Subprefecto, como los Tribunos. Eran elegidos por estos mismos oficiales para
diversas funciones, sin que éstas les otorgase ningún tipo de influencia en la promoción,
y sin que un título especial fuese concedido como distinción70.
Siguiendo siempre la clasificación de los distintos deberes o funciones atribuidas a los
Principales, llegamos a aquellos que formaban parte de las oficinas propiamente dichas.
Entre los cuales encontramos: 1) el Arcarius quien administraba el dinero de la cohorte,
siendo el secretario o cajero de esta; 2) los “Librarii”, quienes registraban en los libros las
cantidades pertenecientes a los milites; 3) los “Tabularii”, o archivadores de la cohorte,
los cuales conservaban los registros y las cuentas; 4) los “Codicillarii” y “Tesserarii”,
encargados de hacer llegar a los simples Vigiles las ordenes del Tribuno.
Vendrían después los encargados de la intendencia y guardas de almacén,
“Horrearius”; los cuidadores de los baños, “A Balneis”; el ministro de los sacrificios,
“Victimarius”; los encargados de tocar la “bucina” (trompeta), “Bucinatores”.
67
El nombre de Cornicularius deriva de “corniculum”, adorno que llevaban en su casco como
insignia de sus funciones. Livio los define: “equites omnes ob insignem multis locis operam
corniculis armillisque argenteis donat”.
68
La importancia y rango del Cornicularius se demuestra en tiempos de Antonio Pío al
promocionar directamente al Centurionato de las Legiones.
69
Este rango no aparece en las inscripciones señaladas, pero sí en una fragmentada que indica
una serie de promociones y que fue encontrada en la Iglesia de S. Saba sobre el Aventine, donde
estuvo asentada la IV cohorte.
70
En la armada del Imperio, todos los oficiales superiores tuvieron un cierto número de
beneficiarii en función de su cargo. En general puede decirse que todos los oficiales tenían
beneficiarii por el cargo al cual debían su grado.
18
“El cuerpo de Vigiles”, iustel.com, RGDR, n.º 2, junio 2004
Por último queda el grupo de los “Inmunes” o especialistas que realizaban las
funciones técnicas de las cohortes de vigiles.
Los Especialistas, muy numerosos en el cuerpo a causa del servicio especial que
aquél realizaba, comprendían esencialmente siete categorías71:
Siphonarii
Aquarii
Centonarii
Falciarii
Uncinarii
Ballistarii
Emitularii
71
De Magistris, “La militia Vigilum della Roma imperiale”, Rome 1898, págs. 83 y ss.
72
También llamados “Sifonarii” o “Siponarii”. Hero, “Pneumatica”, I, 28. Vitruvius, “De
Architectura”, X, 7.
19
Aurora Fernández Rosáenz
los habitantes de los inmuebles incendiados pudiesen saltar sin accidentarse), cuidaban
de su buen estado y durante el siniestro los tendían en el suelo73.
El cuerpo de vigiles disponía de un servicio de sanidad bastante importante, con
médicos encargados de cuidar a la tropa y de dar socorro a las víctimas de los
accidentes, lo que es comprensible dados los posibles riesgos que corrían. Había cuatro
médicos, “medici”, en cada cohorte. Generalmente estos médicos eran libertos y
frecuentemente griegos74. Junto a ellos y a sus órdenes tenían ayudantes, libertos o
simples esclavos. Estos “medici” eran de rango superior a los “Immunes” pero sin rango
militar.
Siguiendo con las listas mencionadas de la cohorte Va los departamentos del
Prefecto, Subprefecto, Tribuno de la centuria y el departamento técnico de la cohorte,
estarían conformados de la siguiente manera:
Cornicularii_______________________________________________________ 2
Commentariensis__________________________________________________ 1
Tabularius _______________________________________________________ 1
Beneficiarii (5 por cohorte)__________________________________________ 35
Princeps Tabularii _________________________________________________ 1
Actarii (1 por cohorte) ______________________________________________ 7
Aquaestionibus (2 por cohorte) ______________________________________ 14
Librarius Instrumentorum Depositorum _________________________________ 1
Exactus _________________________________________________________ 1
_________________________________________________________________
TOTAL_________________________________________________________ 63
73
En cuanto a los vigiles que formaban la masa del cuerpo, debían manejar los diversos
utensilios (escalas, esponjas con pértigas, hachas, picos,..., etc.) y tomaban parte en el acarreo de
baldes o guardaban el orden.
74
Los de la cohorte II (C.I.L., VI, 1059) y los de la cohorte V (C.I.L., VI, 1058) llevaban
sobrenombres griegos.
20
“El cuerpo de Vigiles”, iustel.com, RGDR, n.º 2, junio 2004
Cornicularius _____________________________________________________ 1
Beneficiarii (1 por cohorte)___________________________________________ 7
Librarius _________________________________________________________ 1
_________________________________________________________________
TOTAL__________________________________________________________ 9
Cornicularius _____________________________________________________ 1
Beneficiarii ______________________________________________________ 12
Secutores_______________________________________________________ 14
Codicilliarii ______________________________________________________ 11
Librarius _________________________________________________________ 2
Buccinatores _____________________________________________________ 7
_________________________________________________________________
TOTAL_________________________________________________________ 48
Vexillarius _______________________________________________________ 1
Optio ___________________________________________________________ 1
Tesserarius ______________________________________________________ 1
_________________________________________________________________
TOTAL__________________________________________________________ 3
21
Aurora Fernández Rosáenz
75
Pomponius, “Digesto”, I, 2, 33: “Praefectus annonae et vigilum non sunt magistratus, sed extra
ordinem utilitatis causa constituti sunt”. Dio Cassius, “Historia de Roma”, LII, 24.
76
C.I.L., XIV, 3917.
77
Graecinius Laco, prefecto de vigiles en la época de Tiberio, quien se hizo famoso por el papel
que jugó en el año 31 d.C. durante la caída de Sejano. A raíz de este hecho consiguió un rápido
avance en su carrera y en el año 44 d.C. era gobernador de una provincia gala y estaba
condecorado con la insignia consular. [Dio Cassius, “Historia de Roma”, LXIII, 9, 3; LX, 23. C.I.L.,
V, 3340; C.I.L., VI, 321857.].
Decrius Calpurnianus, del que se tiene noticia por Tácito que lo menciona por haber sido dado
muerte por Claudio en el año 48 d.C. por su complicidad en la intriga Silius-Messalina (Tácito,
“Anales”, XI, 35).
Laelianus, fue promocionado a la Prefectura de los Vigiles en el año 54 d.C., pero es conocido
porque fue enviado a Armenia a reemplazar a Caelitis Pollio que fracasó en la defensa de los
22
“El cuerpo de Vigiles”, iustel.com, RGDR, n.º 2, junio 2004
restantes nombres de prefectos son meras inscripciones aunque dos de ellos son
mencionados en el Digesto78.
Sin embargo aunque las evidencias literarias disminuyen, las fuentes epigráficas nos
dan casi una ininterrumpida lista de nombres de Prefectos de Vigiles de los periodos de
Cómodo, Septimio Severo, Caracalla, Macrino, Heliogábalo, Severo Alejandro y
Gordiano III, abundancia de inscripciones que indican un aumento en el prestigio del
cargo. De hecho en ellas se ve un cambio notable en la clase de hombres elegidos para
el cargo: en lugar de hombres que han avanzado en el servicio imperial civil,
encontramos hombres que proceden de los rangos superiores de las Legiones o de las
Cohortes Urbanas79.
De los deberes y responsabilidades se sabe muy poco, al igual que del resto de los
vigiles, en la época de Augusto y en general antes del reinado de Septimio Severo. Las
labores del prefecto se realizaron en horario nocturno y bajo Augusto se limitaron al
intereses romanos con ocasión de la invasión de este país por Radamistus (Dio Cassius, “Historia
de Roma”, LXI, 72; Tácito, “Anales”, XII, 45).
Sofonius Tigellinus, es conocido porque llegó a ser Prefecto del Pretorio (Tácito, “Anales”, I, 72,
2).
Annaeus Serenus, amigo de Séneca a cuya muerte dedicó varios ensayos, es conocido por la
mención que de él hace Plinio (“Historia”, XXII, 96) estudioso de las setas y sus propiedades
venenosas, ya que este Prefecto de Vigiles murió a causa de ingerir una variedad letal.
Plotius Firmus, conocido porque era Prefecto de Vigiles cuando fue promocionado a la Prefectura
del Pretorio por Otón (Tácito, “Historia”, I, 4).
Tettius, “el Africano”, que fue sucesivamente Praefectus Vigilum, Annonae y Aegypti (C.I.L., XI,
5382).
78
Erycius Clarus: Paulus Dig., I, XV, 3 (De officio Praefecti Vigilum): “quum vel cella effringitur,
vel armarium, vel arca, et custodes plerumque puniuntur, ut Divus Antoninus Erycio Claro
rescripsit”.
Iunius Rufinus: Ulpianus Dig., I, XV, 4 (De officio Praefecti Vigilum): “Imperatores Severus et
Antoninus IunioRufino Prefecto vigilum ita rescripserut”.
79
Es el caso de Plotius Firmus: Tácito, “Historia”, I, 46. Guarino, “Le notti del Praefectus Vigilum”,
Labeo 8, 1962, págs. 348-350; Reynolds, “Q. Cerellius Apollinaris Préfet des Vigiles de Caracalla”,
Mélanges d’histoire ancienne offerts à W. Seston, 1974, págs. 119-126; Rea, “Domitius Philippres,
Praefectus Vigilum”, proceedings of the twelfth international Congress of Papyrology, Toronto 1970,
págs. 427-429; De Visscher, “Macro, Préfect des Vigiles et ses cohortes contre la tyrannie de
Séjan”, Mélanges Piganiol, Paris 1966, págs. 761-768.
23
Aurora Fernández Rosáenz
80
C.I.L., VI, 221.
81
Esta situación dio lugar a abusos, sobre todo cuando estas labores se encomendaron a
subordinados.
82
Tácito, “Anales”, XV, 43: “Subsidia reprimendis ignibus in propatulo quisque haberet”.
83
Ejemplos de esta jurisdicción son los casos de: Pomponius, “Digesto”, XII, 4, 15: Is eum (sec.
servum) tradidit Praefecto Vigilum, quasi in facinore (sec. Fruti) deprehensum. Praefectus Vigilum
eum summo supplicio adfecit”.
Iulianus, “Digesto”, XVII, 2, 57: “Qui furem deducit ad Praefectum Vigilibus.... existimandus est
delegisse viam qua rem persequeretur”.
24
“El cuerpo de Vigiles”, iustel.com, RGDR, n.º 2, junio 2004
25
Aurora Fernández Rosáenz
él (el Prefecto) mismo conozca en los casos en que hubieren cometido algún
fraude en la guarda de los vestidos.
Durante el siglo III se produjo un cambio en el tipo de persona elegida para ocupar el
cargo: como en el resto de las prefecturas son elegidos para el cargo de Prefecto de
Vigiles grandes juristas. Es en este momento cuando más se ampliaron sus deberes de
policía: eran responsables de perseguir a los esclavos fugitivos y restituírselos a sus
dueños84:
La etapa final del desarrollo del cargo de Prefecto de los Vigiles la da Cassiodorus85
para los Prefectos de Vigiles de Roma y Ravenna en época de Teodorico: entre los
deberes, variados y múltiples, que le correspondían ya no se encuentra el de extinción
de incendios:
84
Paulus, “Digesto”, I, 15, 4 (De officio Praefecti Vigilum).
85
Cassiodorus, “Variae”, VII, 7-8.
26
“El cuerpo de Vigiles”, iustel.com, RGDR, n.º 2, junio 2004
Romanae civitatis diceres, quoniam eam ab intestino hoste defendis. Quapropter circa
fures esto sollicitus, quos etsi tibi leges punire minime praecipiunt, tamen eos indagandi
licentiam non tulerunt: credo ut quamvis essent raptores detestabiles, tamen, quia
dicebantur Romani, maiori eos subderent dignitati, utere igitur per indictionem illam
praefecturae vigilibus dignitare, horror tibi poenarum ademptus est, non potestas: nam
lex a quo voluit malos capi ipsum censuit plus timeri, eris igitur securitas soporantium,
munimen domorum, tutela claustrorum, discussor obscurus, arbiter silentious, cui fallere
insidiantes fas est et decipere gloria. Actus tus venatio nocturna est, quae miro modo si
non cernitur, tune tenetur, furta magis in furibus facis, dum illos circumvenire niteris quos
ómnibus illudere posse cognoscis, praestigii genus est quod agitis, ut latronum versutias
irretire possitis, facilius enim aestimanus sphingae aenigmata comprendí potuisse quam
raptoris fugacem praesentiam reperire, ille circumspectus ad omnia, instabilis ad ventura,
trepidus ad insidias quemadmodum potest capi, qui more venti nullo situ cernitur
contineri? Vigilia impiger cum nocturnis avibus nox tibi pandat aspectus et sicut illac
reperiunt in obscuris cibum, ita tu possis invinere praeconium, esto nune ad iniuncta
sollicitus, venalitas tibi non adimat quod concedit industria, nam licet haec sub profunda
caligine videantur geri, nullus tamen actus est qui possit abscondi, privilegia quoque tua
vel officii deputati ex nostra tibi auctoritate rationabiliter vindicabis, quia necesse est in
tam magna civitate per diversos iudices agi, quod ad uno non potest explicari”.
27
Aurora Fernández Rosáenz
praefecturam tibi vigilibus per illam indictionem, delectati tua opinione, concedimus, ita ut
et curam huius dignitatis et privilegia tibi competentia modis ómnibus exsequaris, sed
quamvis nomen odiosissimum furum generalis persecuatur assensus, tamen quia de
effusione humani sanguinis agitur, nihil subitum aut indeliberatum iubemus asumí,
modestian sequere, qui damnas audaciam: continentiam dilige, qui furta condemnas, ad
gesta perducti audiantur aliquid pro salute dicturi, quoniam quicqui non discutitur, iustitia
non putatur, convictis vero atque confessis quae sunt decreta serventur: quando crudele
nihil efficit qui sequitur leges”.
IV. EL SEBACIARIUS
No se puede exponer el servicio prestado por los Vigiles en Roma sin hacer alusión a
otro deber directamente relacionado con el orden y la seguridad de Roma. Se trata del
deber del “Curator de la Sebacea”.
Las inscripciones a él referidas se han encontrado en las paredes del Atrio del cuerpo
de guardia (excubitorium) de la séptima cohorte, que revelan el deber del “Sebaciarius”.
En todas estas inscripciones, en memoria de Vigiles, se repite casi exactamente la
indicación del año y del mes, de la cohorte y de la centuria en la cual sirvieron,
86
Como es el caso de una dedicatoria a Gordiano III del año 239 d.C. en Ostia.
87
Si bien hay un indicio en el siglo III en el discurso de Dio a Maecenas, (Dio Cassius, “Historia
de Roma”, LII, 24, 23).
88
Cuatro años después, una vez comprobados los buenos resultados de esta institución, mejoró
Justiniano la policía de la ciudad con la creación del “Quaesitor”. Arias Ramos, “Un curioso cargo
en la burocracia bizantina: el quaesitor”, Revista de estudios políticos 42, 1952, págs. 107 y ss.
28
“El cuerpo de Vigiles”, iustel.com, RGDR, n.º 2, junio 2004
89
En cuanto a la forma de estas antorchas estarían formadas por una cazuelilla de arcilla o de
hierro llena de sebo y de un cabezal de cáñamo. De Magistris, “La militia Vigilum della Roma
imperiale”, Rome 1898, pag. 69.
90
Los vigiles adquirieron el hábito de dejar constancia en los muros de la excubitoria el
cumplimiento de este nuevo cargo a ellos confiado, cosa que no ocurre con el resto de deberes
que durante largo tiempo ejercieron. Estas inscripciones fueron realizadas por los propios vigiles.
Reynolds, “The Vigiles of Imperial Rome”, Oxford 1926, págs. 98 y ss.
91
En los últimos tiempos de la República y en el primer periodo Imperial, la vida nocturna de
Roma no se había todavía desarrollado. Lo prueba las disposiciones de la “Lex Julia Municipalis”,
por las cuales para evitar infortunios, ciertamente posibles por la falta de iluminación, prohibía,
entre otras cosas, circular con vehículos durante la noche por la ciudad, exceptuando aquellos
destinados al servicio público de naturaleza especial.
29
Aurora Fernández Rosáenz
En esta época se comenzó a iluminar las termas por la noche, ya que era muy
frecuente que en estos enormes edificios se concentrase gran parte de la vida nocturna
de la ciudad. Se encontraban en este edificio, entre otros, los baños, la biblioteca, la
pinacoteca,...etc 92.
No se puede, sin embargo, explicar el extraordinario desarrollo de la vida nocturna
romana, consecuencia de la apertura de las termas en hora nocturna, sin admitir, que si
no la ciudad entera, al menos las vías más frecuentadas, hubiesen sido iluminadas. Por
lo cual resulta verosímil que fuese el emperador Caracalla quien encargase a los Vigiles,
como aquella milicia que por la naturaleza misma de su servicio y por tener sus cuarteles
y sus puestos de guardia uniformemente distribuidos en la ciudad93.
Volviendo a las inscripciones de la VIIa cohorte94, las frases empleadas por los vigiles
en recuerdo del cumplimiento de la sebaciaria, nos recuerdan la importancia, la
penosidad y la duración del servicio (turnos de un mes)95. Estas expresan la propia
satisfacción por el deber cumplido sin incidentes: “sine querela”. También se deduce de
estas inscripciones que el sebaciarius tuvo ayuda para el cumplimiento de este nuevo
deber. Se explica así los términos “decennali” y “vicennali”96, deseos de buenos augurios
92
En tiempos de Alejandro había siete termas públicas: la de Agripa, Nerón, Tito, Trajano,
Cómodo, Septimio Severo y Caracalla.
93
En los archivos de la guardia de bomberos organizada en Roma en 1809 bajo el Imperio
Napoleónico, se ha encontrado documentación que certifica el cumplimiento, por este cuerpo, del
deber de inspección de la iluminación pública. En una carta del 12 de agosto de 1814, Giuseppe
Origo, comandante del cuerpo, escribía: “La competencia de la iluminación de la ciudad ha sido
siempre una esencial atribución a quienes han ejercido el cargo de bomberos”.
94
Vease en general: Visconti, “La stazione della Coorte VII dei Vigili”, Rome 1867; Capannari,
“Dei vigili sebaciari e della sebaciaria da essi compiute”, Bolletino della Commissione Archeologica
Comunale di Roma”, 1886, págs. 251-270; Lanciani, “Storia degli scavi di Roma”, Rome 1902-
1903; Nocella, “Le inscrizioni graffite nell’Escubitorio della Settima Coorte dei Vigili”, Rome 1887;
Desjardins, “Inscriptions graffites de la septième cohorte des vigiles”, Mémoires de l’Académie des
Inscriptions et Belles-Lettres, XXVIII, 1876, págs. 265-285.
95
Por medio de las inscripciones encontradas se puede comprobar estos turnos de un mes,
como es en el caso del año 229 d.C., donde se han conservado los nombres de diferentes
centuriones que cumplieron con este deber: C.I.L., VI, 2998 (febrero); VI, 3057 (mayo).
96
Escritas sobre recodos en forma de colas de golondrinas. Henzen, “Iscrizioni graffite della
settima coorte dei vigili”, Bullettino dell’Istituto di Correspondenza Archeologica”, 1867, págs. 12-
30; Henzen, “Le iscrizioni graffite nell’escubitorio della settima coorte dei vigili”, Annali dell’Istituto di
30
“El cuerpo de Vigiles”, iustel.com, RGDR, n.º 2, junio 2004
del sebaciarius a su Emperador que le permite tener ayudantes, sobre todo con ocasión
de fiestas que obliga, de forma extraordinaria, a aumentar la iluminación de la ciudad, así
como el proteger a esta de delitos, convirtiendo el deber en más penoso.
Este nuevo deber hubiese sido muy difícil de cumplir por un solo hombre, y es natural
que fuese encomendado mensualmente en cada cohorte a un número determinado de
Vigiles con un jefe, el “Sebaciarius”, propiamente dicho; y, además, que cada cohorte
estuviese encargada de la iluminación de aquellas calles que formasen parte de las dos
regiones que estaban bajo su tutela. Avala esta teoría el haber encontrado
agradecimientos del Sebaciarius hacia sus ayudantes.
Naturalmente, cada Sebaciarius se habría encargado, no sólo de la iluminación
pública, sino también de la iluminación de las patrullas de su cohorte para la inspección
nocturna, y por último de la iluminación de los cuarteles y de los puestos de guardia.
También era su obligación el proveer de antorchas, sebo y de todo lo necesario para la
iluminación a su cohorte correspondiente, como se puede leer en una de las
inscripciones:
Correspondenza Archeologica”, 1874, págs. 111-163. De Magistris, “La militia Vigilum della Roma
imperiale”, Rome 1898, págs. 79-81.
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Aurora Fernández Rosáenz
Para terminar decir que según una inscripción, el sebaciarius era también
responsable de aprovisionar a la cohorte del aceite o grasa necesario para engrasar las
botas que se utilizaban en las rondas (incluidas las del Prefecto): “oleum ad caligas”.
Las siete cohortes de los Vigiles estaban situados en cuarteles, los cuales, además
de distribuidos de forma que cada uno podía fácilmente tutelar dos de las catorce
regiones de Roma, tenían además catorce puestos de guardia, “Excubitorias”. Es decir,
cada dos regiones el servicio estaba distribuido de modo que en la primera región estaba
estacionado el cuartel de toda la cohorte, además de su excubitoria, y en la otra región
(bajo el cuidado de la misma cohorte) solamente la excubitoria (puesto de guardia)
correspondiente desde donde salían los hombres de guardia para hacer las rondas y
desde donde fácilmente podían pedir refuerzos al cuartel de su cohorte en caso de
necesidad.
La construcción de estos cuarteles, como la institución del cuerpo de Vigiles, se debe
remontar a Augusto. A pesar de que en todos los cuarteles las inscripciones
descubiertas son en honor del Emperador Caracalla, estos se refieren a la ampliación y
ornamentación de los mismos, y como agradecimiento a uno de los emperadores más
generosos hacia este cuerpo.
Respecto a su ubicación influyó mucho el lugar, “cerca de puertas y muros”, donde
antes estuvieron ubicadas las brigadas de incendios existente antes de Augusto.
Pasamos a ver de forma particular el lugar asignado a cada cohorte:
97
Los estudios sobre las cohortes de vigiles los expone Kellermann principalmente en su obra,
“Vigilum Romanorum latercula duo Coelimontana”, Rome 1835.
98
De Rossi, “Le stazioni delle sette coorti dei Vigili nella cittá di Roma”, Annali dell’Istituto dei
Roma 1858, págs. 265-297.
99
Luca Olstenio vivió en Roma en el siglo XVII.
32
“El cuerpo de Vigiles”, iustel.com, RGDR, n.º 2, junio 2004
GENIO
COHH PRIMAE
AV MAXIMILIANVS
VIR CLARISSIMVS
PRAEF VIGILOIBVS
100
Hoy palacios Balestra y Tomba.
101
De Magistris, “La militia Vigilum della Roma imperiale”, Roma 1898, págs. 27-29.
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Aurora Fernández Rosáenz
la extensión del cuartel de las cohortes de los Vigiles102. La posición de esta estación
estaba cerca al muro de Servio, y en este caso a la puerta Sanquale, que es aquella
todavía existente en el Palacio Antonelli en la Plaza Magnanapoli103.
102
Los restos de la Excubitoria transtiberiana y de la estación de Ostia que se conservan, no se
refieren a edificios expresamente construidos para el uso de cuarteles, sino casas privadas
simplemente adaptadas para tal fin.
103
Lanciani, (“Storia dei scavi di Roma”, Rome 1902), en su espléndida planta de la antigua
Roma, ha localizado el fragmento indicado, donde se puede ver el área efectivamente ocupada por
la estación de la Cohortis I Vigilum en el informe topográfico de la ciudad.
104
En Roma los Emperadores, acostumbraban a dar un magnífico aspecto a los acueductos en
aquellos lugares donde atravesaban las vías públicas. El emperador Claudio quiso que por donde
su acueducto pasaba por Labicana y Prenestina tuviera aspecto de arco triunfal. Este arco formaba
parte del monumento al agua de Claudia, que se componía de dos grandes arcos y de tres arcos
menores decorados con columnas. En los dos grandes arcos fueron construidas por Honorio las
puertas Prenestina y Labicana. La primera fue destruida en 1638 y la segunda fue posteriormente
llamada puerta Maggiore.
105
De Rossi, “Le stazioni delle sette coorti dei Vigili nella cittá di Roma”, Annali dell’Istituto dei
Roma, 1858, págs. 265 y ss. De Magistris, “La militia Vigilum della Roma imperiale”, Rome 1898,
págs. 32-33. Reynolds, “The Vigiles of Imperial Rome”, Oxford 1926, págs. 47-48.
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“El cuerpo de Vigiles”, iustel.com, RGDR, n.º 2, junio 2004
llevan a este autor a la conclusión que la primera inscripción fue encontrada en las
cercanías de Santa Bibiana106.
Con estos datos consigue De Rosssi la prueba que precisamente en las cercanías de
las ruinas llamadas de Minerva Medica fue desenterrada esta inscripción que
correspondería a la IIa cohorte de Vigiles, y que en el trascurso del siglo siglo XVI fue
desenterrada de las cercanias del cuartel de dicha cohorte.
El área ocupada por este cuartel parece haber sido bastante amplia, siendo su
posición cercana al muro Servio y en las proximidades de una puerta, la Esquilina, el
lugar donde en el año 262, en honor del emperador Gallieno, fue levantado el arco que
todavía existe.
Las dos regiones guardadas por esta cohorte eran la quinta y la tercera.
TERCERA COHORTE: En relación al cuartel de esta cohorte nada fue descubierto hasta
el año 1873 en el que se pudo determinar aproximadamente el lugar donde fue
construido. Se sabe que se encontraba en la sexta región. El 26 de octubre de dicho año
en las excavaciones para la construcción de la galería del Acueducto Felice, cerca al
ángulo noreste del recinto de las termas de Diocleciano, se descubrió la siguiente
inscripción en mármol:
Esta inscripción es estudiada por Lanciani107 para poder establecer con cierta
garantía el lugar donde se levantaba el cuartel de la tercera cohorte de los Vigiles.
106
La posición de dicha inscripción sería la Villa de Aurelio de Tortis cerca de Galluzze, que en
los siglos pasados era el nombre que se daba al lugar donde se encuentran los jardines de Licinio,
en el cual Gallieno construyó sus termas.
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Aurora Fernández Rosáenz
Observa, en efecto, que aunque esta inscripción fue encontrada en el suelo y rota en
dieciocho piezas, no había sido transportada ya que los fragmentos aparecían en
posiciones no muy diferentes, y las aristas de las roturas eran cortantes de modo que
demuestran claramente que no había sufrido ningún roce. Se desconoce porqué este
mármol estaba caído en la sala angular de las termas. Pero está claro para este autor
que la explicación de porqué el comandante supremo de siete cohortes habría realizado
la inscripción honorífica en este cuartel y no en el de la primera cohorte donde tenía su
residencia oficial, se explica precisamente por el hecho de ser el comandante supremo
de las siete cohortes por lo que aunque su residencia oficial estaba en la primera cohorte
tenía una habitación privada en el resto de cuarteles. Por ello en el alto Semita, esto es
la sexta región, estaba situado indudablemente el cuartel de la tercera cohorte, como
señala Lanciani, cerca de la muralla Servia y cerca de la puerta Viminale, y, por último,
cerquísima del linde de dos regiones, la cuarta y la sexta.
CUARTA COHORTE: Esta cohorte fue acuartelada en la región XII, y a la vez tuvo tuvo
bajo su seguridad la región XI. En una Villa entre San Saba y Santa Prisca, fue
recobrada una inscripción consagrada al cuerpo de C. Celio Valente Tusculano,
centurión de la cuarta cohorte, sin que fuese señalado a qué milicia pertenecía tal
cohorte. Pero se encontró en el pavimento de la iglesia de San Alessio, en el Aventino,
un fragmento de una inscripción de tiempos de Septimio Severo y Caracalla relativa a la
cuarta cohorte de Vigiles, figurando en esta el nombre de M. Aurelio Tatone. Este
nombre se encuentra también en una inscripción descubierta por De Rossi en un codice
de la biblioteca de Siena que dice así:
107
Esta versión de la inscripción ha sido divulgada y completada por Lanciani a través de sus
obras, “Storia dei scavi di Roma”, Rome 1902-1903; “The Ruins and Excavations of Ancient
Rome”, Boston et New York, 1897.
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“El cuerpo de Vigiles”, iustel.com, RGDR, n.º 2, junio 2004
El área ocupada por esta estación, su forma y ornamentos son ignorados. De Rossi la
situa en la Villa Mattei, cerca al Laterano. Como en el caso del resto de cohortes, está
cerca de la muralla serviana, y próxima a una puerta cuyo nombre se ignora.
108
Para De Rossi, (“Le stazioni delle sette coorti dei Vigili nella cittá di Roma”, Annali dell’Istituto
dei Roma, 1858, págs. 265-297) se refuerza esta hipótesis porque el primer propietario de la Tabla
Capitolina, fue Maccarani, dueño de una Villa también situada entre las dos iglesias de San Saba y
San Alessio. Véase sobre el tema, Lanciani, “Scoperte nella chiesa di S. Sabba”, BC, 1902, págs.
200-206.
109
Corresponde esta lista a la mencionada al desarrollar el ordenamiento del cuerpo de Vigiles.
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Aurora Fernández Rosáenz
MAXIM VETTIF
LORENTINI
SEBACIARIA
FECI MENSE
IVNIO GRATASA
AGENIO ESCVBITORI
ET CEOMANIPVL
IS SVIS IN PERPETV O
110
Reynolds, “The Vigiles of Imperial Rome”, Oxford 1926, págs. 54.
111
Henzen, “Iscrizioni graffite della settima coorte dei vigili”, Bullettino dell’Istituto di
Correspondenza Archeologica”, 1867, págs. 12-30; Henzen, “Le iscrizioni graffite nell’escubitorio
della settima coorte dei vigili”, Annali dell’Istituto di Correspondenza Archeologica”, 1874, págs.
111-163. De Magistris, “La militia Vigilum della Roma imperiale”, Rome 1898, págs. 41 y ss.
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