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Ecología

La ecología es la rama de la biología que estudia la relación de los seres vivos con el medio
que habitan y cómo influye éste en su distribución, abundancia, biodiversidad,
comportamiento, las interacciones entre diferentes especies y las modificaciones que pueden
ocasionar en el medio. Su nivel de estudio es a nivel de poblaciones, comunidades,
ecosistemas y la biosfera en general.

Suele confundirse con lo que se viene a llamar movimiento ecologista que es más una
filosofía de vida que una ciencia. Esta continua confusión presente en los medios y en el
lenguaje cotidiano genera algunos problemas a la hora de la comunicación científica y por
este motivo es muy importante tener claro qué es la ecología, y qué estudia la ecología pues
es una ciencia como tal y no involucra ideología sino que se sustenta en el método científico.

División de la ecología
Las principales divisiones de la ecología son la autoecología y la sinecología, sin embargo,
también existen otras que mencionaremos a continuación:

A) Autoecología.
Estudio de las relaciones entre un solo tipo de organismo (epecie) y el medio en que vive
(población), estudia las adaptaciones de los organismos a su ambiente, y tiene como
objetivo: Señalar las características de la ecología del individuo. El objeto central de la
Autoecología es el individuo y presta atención a lo conceptos de hábitat, adaptación y nicho.
Se basa en el análisis cuantitativo, que se interesa por la distribución geográfica y la
dinámica poblacional (natalidad, mortalidad) y el cualitativo, que considera a los caracteres
genéticos.

B) sinecología.
Etudia las relaciones entre diversas especies pertenecientes a un mismo grupo y el medio en
que viven (comunidad), es la ciencia que estudia como un todo las relaciones entre las
comunidades biológicas y entre los ecosistemas de la Tierra.

C) Dinámica de poblaciones.
Estudia las causas y modificaciones de la abundancia de especies en un medio dado, es
decir los cambias que se presentan en una población y que están relacionados con su
sobrevivencia. Es una especialidad de la ecología que se ocupa del estudio de los cambios
que sufren las poblaciones biológicas en cuanto a tamaño, dimensiones físicas de sus
miembros, estructura de edad y sexo y otros parámetros que las definen, así como de los
factores que causan esos cambios y los mecanismos por los que se producen.

D) Ecología aplicada.
Representa la tendencia moderna de protección a la naturaleza y el equilibrio de ésta en el
medio humano rural y urbano.
La ecología aplicada estudia el medio físico (suelos, clima, geomorfología) y la ecología de
las comunidades bíoticas. Busca sintetizar este conocimiento en el desarrollo de fórmulas o
modelos que, con un enfoque predictivo, permitan su aplicación a la concepción de un
desarrollo sustentable de los recursos naturales; contribuyendo a evitar la pérdida de la
biodiversidad, mitigar las afectaciones ambientales que generan los proyectos y obras de
desarrollo, y fomentar alternativas de restauración ecológica que incorporen opciones
productivas.

E) Ecología de sistemas.
probablemente sea la más moderna rama de esta ciencia, que emple las matemáticas
aplicadas en modelos matemáticos y de computadoras para lograr la comprensión de la
compleja problemática ecológica.
La ecología de sistemas estudia los sistemas ecológicos y tiene como objetivo principal, el
análisis de las relaciones ecológicas entre los seres vivientes y su entorno, con especial
atención al actual cambio global acelerado de los ecosistemas, como así también la
biodiversidad de microbios, animales y plantas, en conexión con los flujos de elementos
químicos principales, también cuantificando y modelando estos flujos biogeoquímicos.

Existen otras ramas de esta ciencia, como la Ecología microbiana que junto con algunas
aplicaciones de la Microbilogía industrial, de la ingeniería sanitaria y la Ingeniería ambiental
han dado origen a las aplicaciones industriales de los biotratamientos y tecnologías de
recuperación de los ecosistemas. Tambíen se pude mencionar que se pueden especializar
en algunos sectores como: Ecología marina, Ecología de agua dulce etc.

Población
La población es un conjunto de organismos de la misma especie que ocupan un área más o
menos definida y que comparten determinado tipo de alimentos.
Aunque cada especie suele tener una o más poblaciones distribuidas cada una en un área
predeterminada, no existe ningún impedimento para que dos poblaciones de una misma
especie se fusionen ni tampoco para que una población se divida en dos.

Comunidad
Los grupos de poblaciones de un ecosistema interactúan de varias formas. Estas
poblaciones interdependientes de plantas y animales forman una comunidad , que abarca la
porción biótica (viviente) del ecosistema ubicada en un área determinada.
Tal definición es poco precisa si tomamos en cuenta que en la naturaleza hay poblaciones
que aparecen también en áreas vecinas.

Nicho ecologico
Cuando el biólogo habla de un nicho se refiere al papel que juega un organismo determinado
en la comunidad biótica o ecosistema. La comunidad aporta el hábitat, el lugar en el que
viven las distintas plantas o animales.
Dentro de cada hábitat, los organismos ocupan distintos nichos. El nicho que ocupa un
organismo depende de su hábitat, sus adaptaciones estructurales y de conducta, su
alimentación y los organismos a los que sirve de alimento. El nicho de un organismo es algo
así como su "profesión".
El papel de una especie en general o de un organismo en particular es interactuar con su
medio y los demás organismos, también la especie puede ser utilizada como alimento por
otras especies. Con esto es fácil darse cuenta de que dos o más organismos pueden vivir en
el mismo hábitat y ocupar nichos ecológicos diferentes.
Por ejemplo, un ave que viva en un hábitat de bosque de hoja caduca. Su nicho, en parte, es
alimentarse de insectos del follaje de la bóveda. Cuanto más estratificada esté una
comunidad, en más nichos adicionales estará dividido su hábitat.
Por otra parte no es extraño que dos especies distintas ocupen no sólo el mismo hábitat sino
también el mismo nicho ecológico. Sin embargo, tal situación no suele ser muy duradera
porque normalmente culminaría con la mejor adaptación de una de las especies y la
extinción de la otra.

Ecosistemas
Un ecosistema es el conjunto formado por los seres vivos y los elementos no vivos del
ambiente y la relación vital que se establece entre ellos. La ciencia encargada de estudiar los
ecosistemas y estas relaciones es la llamada ecología.
Los ecosistemas pueden ser de dos tipos: terrestres (bosques, selvas, sabanas, desiertos,
polos, etc.) y acuáticos (comprenden desde un charco hasta los océanos, mares, lagos,
lagunas, manglares, arrecifes coralinos, etc.). La mayoría de los ecosistemas de nuestro
planeta son acuáticos ya que sus tres cuartas partes están cubiertas por agua. Sin embargo,
los ecosistemas terrestres son los más conocidos por nosotros debido a que no requiere un
equipo especial para su observación.

Todo ecosistema se caracteriza por la presencia de componentes vivos o bióticos (plantas,


animales, bacterias, algas y hongos) y de componentes no vivos o abióticos (luz, sombra,
temperatura, agua, humedad, aire, suelo, presión, viento y pH).
Las especies se dispersan en las aéreas por las que se extienden en poblaciones o demos,
las cuales ocupan determinadas posiciones en los ecosistemas, según requerimientos
alimentarios, ambiente que precisen, etc., posiciones que definen su nicho ecológico
específico. Para referirse a las características ambientales de un tipo de organismo dado, se
suele hablar de hábitat.

Factores Abióticos
Todos los factores químico-físicos del ambiente son llamados factores abióticos (de a, "sin", y
bio, "vida). Los factores abióticos más conspicuos son la precipitación (lluvia más nevadas) y
temperatura; todos sabemos que estos factores varían grandemente de un lugar a otro, pero
las variaciones pueden ser aún mucho más importantes de lo que normalmente
reconocemos.
No es solamente un asunto de la precipitación total o la temperatura promedio. Por ejemplo,
en algunas regiones la precipitación total promedio es de más o menos 100 cm por año que
se distribuyen uniformemente por el año. Esto crea un efecto ambiental muy diferente al que
se encuentra en otra región donde cae la misma cantidad de precipitación pero solamente
durante 6 meses por año, la estación de lluvias, dejando a la otra mitad del año como la
estación seca.
Igualmente, un lugar donde la temperatura promedio es de 20º C y nunca alcanza el punto
de congelamiento es muy diferente de otro lugar con la misma temperatura promedio pero
que tiene veranos ardientes e inviernos muy fríos.
De hecho, la temperatura fría extrema –no temperatura de congelamiento, congelamiento
ligero o varias semanas de fuerte congelamiento– es más significativa biológicamente que la
temperatura promedio. Aún más, cantidades y distribuciones diferentes de precipitación
pueden combinarse con diferentes patrones de temperatura, lo que determina numerosas
combinaciones para apenas estos dos factores.
Pero también otros factores abióticos pueden estar involucrados, incluyendo tipo y
profundidad de suelo, disponibilidad de nutrientes esenciales, viento, fuego, salinidad, luz,
longitud del día, terreno y pH (la medida de acidez o alcalinidad de suelos y aguas).
Como ilustración, tomemos el terreno: en el Hemisferio Norte, las laderas que dan hacia el
norte generalmente presentan temperaturas más frías que las que dan hacia el sur. O
considere el tipo de suelo: un suelo arenoso, debido a que no retiene bien el agua, produce
el mismo efecto que una precipitación menor. O considere el viento: ya que aumenta la
evaporación, también puede tener el efecto de condiciones relativamente más secas. Sin
embargo, estos y otros factores pueden ejercer por ellos mismos un efecto crítico.
Resumiendo, podemos ver que los factores abióticos, que se encuentran siempre presentes
en diferentes intensidades, interactúan unos con otros para crear una matriz de un número
infinito de condiciones ambientales diferentes.

Factores Bióticos
Un ecosistema siempre involucra a más de una especie vegetal que interactúan con factores
abióticos. Invariablemente la comunidad vegetal está compuesta por un número de especies
que pueden competir unas con otras, pero que también pueden ser de ayuda mutua.
Pero también existen otros organismos en la comunidad vegetal: animales, hongos, bacterias
y otros microorganismos. Así que cada especie no solamente interactúa con los factores
abióticos sino que está constantemente interactuando igualmente con otras especies para
conseguir alimento, cobijo u otros beneficios mientras que compite con otras (e incluso
pueden ser comidas). Todas las interacciones con otras especies se clasifican como factores
bióticos; algunos factores bióticos son positivos, otros son negativos y algunos son neutros.

Atmosfera
La atmósfera es una capa gaseosa de aproximadamente 10.000 km de espesor que rodea la
litosfera e hidrosfera. Está compuesta de gases y de partículas sólidas y líquidas en
suspensión atraídas por la gravedad terrestre. En ella se producen todos los fenómenos
climáticos y meteorológicos que afectan al planeta, regula la entrada y salida de energía de
la tierra y es el principal medio de transferencia del calor.
Por compresión, el mayor porcentaje de la masa atmosférica se encuentra concentrado en
los primeros kilómetros. Es así como el 50% de ella se localiza bajo los 5 km, el 66% bajo los
10 km y sobre los 60 km se encuentra sólo una milésima parte.
La atmósfera presenta una composición uniforme en los primeros niveles y está estructurada
en capas horizontales de características definidas.

Cadena trofica
el concepto de cadena trófica se emplea para nombrar a la interrelación que establecen los
seres vivos que se alimentan unos de otros en un cierto orden. La idea de cadena alude a
que un organismo se come a otro y, a su vez, es comido por un tercero.
También llamada cadena alimenticia, la cadena trófica revela los vínculos alimenticios entre
descomponedores, consumidores y productores. Se trata de una corriente de energía que se
inicia con la fotosíntesis: esa energía, mediante la nutrición, luego es transferida de un
organismo a otro. Puede decirse, por lo tanto, que la cadena trófica comienza con las plantas
fotosintéticas que crean materia orgánica a partir de inorgánica utilizando la energía de los
rayos de sol. Estos seres vivos actúan como productores. La cadena continúa con los
consumidores: organismos que se alimentan de la materia orgánica que procede de otras
especies. Finalmente tenemos a los descomponedores, que se alimentan de los residuos y
restos.
Flujo de energia
Los seres vivos requieren de materia y energía para llevar a cabo sus procesos vitales. Toda
la energía utilizada por los seres vivos proviene del Sol, la cual es transformada y ya no
vuelve a ser utilizada por ellos mismos, dado que la energía que atraviesa un ecosistema es
unidireccional, es decir, fluye en una sola dirección, que va desde los productores hasta los
consumidores, para pasar finalmente, a los descomponedores.

La transferencia de materia entre los organismos vivos, crea relaciones alimentarias. Por
ejemplo, los productores que corresponden a organismos autótrofos, convierten la materia
inorgánica en materia orgánica, que le servirán de alimento o formarán parte de su
estructura. Posteriormente, los organismos productores servirán de alimento a los
consumidores herbívoros y estos a su vez a los carnívoros, y la materia orgánica procedente
de restos y de cadáveres de los seres vivos será transformada por microorganismos
descomponedores en materia inorgánica. Por lo tanto, es posible decir que la materia
constituye un ciclo cerrado en el ecosistema.

Las relaciones alimentarias que se establecen entre los diferentes tipos de organismos que
están presentes en la biocenosis, reciben el nombre de cadenas tróficas. En ellas, convergen
los flujos de materia y energía.

Las plantas, que corresponden a los principales organismos productores, elaboran su propio
alimento a partir de elementos no vivos, tales como, agua, sales minerales, luz y gases de la
atmósfera, como dióxido de carbono; por lo tanto, son la base de la cadena trófica. Luego,
siguen los organismos herbívoros, que son aquellos que se alimentan de plantas, y reciben el
nombre de consumidor primario, y luego lo organismos carnívoros, que se alimenta de
herbívoros, y por lo tanto corresponden a consumidores secundarios. También, es posible
encontrar organismos carnívoros, que se alimentan de otros carnívoros, y son consumidores
terciarios. Finalmente, todos los organismos son degradados o vueltos a transforma en
materia inorgánica por hongos y bacterias, que reciben el nombre de descomponedores.

Para establecer relaciones alimentarias entre los distintos niveles tróficos, se utilizan las
cadenas tróficas.
Las cadenas tróficas se establecen entre los seres vivos presentes en un ecosistema, y se
representan mediante esquemas. En ellas, se muestra el proceso de transferencia de
materia y energía a través de una serie de organismos, en el que cada uno se alimenta del
anterior y es alimento del siguiente.
Normalmente, un consumidor se alimenta de más de una especie del nivel inferior y sirve de
alimento a varias especies del nivel superior. Entre las distintas cadenas tróficas se
establecen varias conexiones, por eso, para explicar gráficamente ese complejo sistema de
relaciones, se establecen redes tróficas.

Productividad
En el campo de la ecología, la productividad es el grado de aprovechamiento de los flujos de
energía, sea en un organismo, una población, una comunidad o un ecosistema. Según se
evalúe en organismos fotosintéticos, es decir, en vegetales y cianobacterias, o en
organismos consumidores de cualquier otro rango, la productividad se diferencia en primaria
y secundaria. A su vez, la productividad primaria se distingue en bruta y neta.
La cantidad total de energía asimilada por las plantas durante la fotosíntesis en un
ecosistema es la denominada productividad primaria bruta. Esta magnitud, que es variable
para los diferentes ecosistemas, puede medirse en términos de incremento de la biomasa,
por lo que se expresa en las mismas unidades que ésta, es decir, en unidades de peso por
superficie.
La mayor parte de la energía asimilada por las plantas cuando realizan la fotosíntesis no es
almacenada como materia orgánica, sino que se emplea en el proceso de respiración celular
para constituir hidratos de carbono, proteínas y demás sustancias necesarias para el
desarrollo de la actividad metabólica. La energía que no se emplea en este proceso queda
almacenada en los organismos vegetales y es a la que se llama productividad primaria neta.
En correlación con la noción de biomasa, esta productividad equivale a la cantidad de
biomasa que conforman los organismos vegetales de un ecosistema después de que parte
de la productividad primaria bruta haya sido degradada a través de los procesos de
respiración celular.

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