Esta tarta ya la he hecho varias veces pero aún no le había
sacado fotos para mostrarles el paso a paso. Eso me ha
servido para ir ajustándole el nivel de dulzor así que no hay mal que por bien no venga. Es una sencilla tarta de queso que contiene dulce de leche en el interior y en la que he elaborado un toffe para hacer la cobertura. Increíble lo riquísima que queda. Los ingredientes que usé fueron: Para la base:
300 gr. de galletas tipo Digestive.
130 gr. de mantequilla. Para el relleno:
Seis huevos (Yo uso talla L)
600 gr. de queso crema tipo Philadelphia. 400 ml. de nata para montar. 250 gr. de dulce de leche (Uso el de La Lechera porque es más líquido). Una cucharada de vainilla líquida. Para el toffe: (Para cubrir la tarta tienes con la mitad, pero el resto lo puedes guardar en la nevera para acompañar otros postres).
300 gr. de azúcar moreno.
200 ml. de nata para montar. 120 gr. de mantequilla. Dos hojas de gelatina (Opcional). Empezaremos preparando el molde en el que vamos a hacer la tarta. En un molde desmontable de unos 26 cm colocamos una hoja de papel de horno que pillaremos con el propio aro.
Ponemos la mantequilla de la base en un caldero y la
fundimos a fuego lento.
Troceamos las galletas y las ponemos en la picadora.
Las trituramos hasta reducirlas a polvo.
Añadimos la mantequilla derretida y seguimos mezclando
hasta que se nos forme una especie de pasta. Repartimos la mezcla de galletas y mantequilla en la base y los laterales del molde. Presionamos bien con las manos o una espátula para que quede prensadita. Reservamos la base en el congelador mientras preparamos el relleno.
Ponemos a precalentar el horno a 170º. En el fondo del
horno ponemos una bandeja con agua. En el centro colocamos la rejilla que será donde colocaremos la tarta.
Cascamos los huevos en un bol y los batimos un poco.
Añadimos el queso crema, la nata, el dulce de leche y la vainilla.
Mezclamos bien con la batidora, con el accesorio de
cuchillas. Lo haremos a velocidad lenta para que no nos entre mucho aire en la mezcla.
Vertemos la mezcla sobre la base de galletas que tenemos
reservada.
La metemos en el horno sobre la rejilla.
Horneamos durante una hora. Comprobaremos que está hecha cuando al pincharla con un palo de brocheta éste salga prácticamente limpio. Dejamos enfriar completamente a temperatura ambiente y luego la metemos en la nevera hasta el día siguiente.
Para hacer el toffe ponemos el azúcar moreno en un
calentador de fondo grueso y lo ponemos a fuego medio. Dejaremos si tocar hasta que se funda el azúcar. De vez en cuando podemos zarandear un poco el calentador para que se mueva.
Cuando esté el caramelo hecho, añadimos la mantequilla
cortada a trocitos y removemos para que se funda.
Calentamos la nata un momento en el microondas, sin que
llegue a hervir. La vamos añadiendo, poquito a poco y removiendo a la vez.
Una vez añadida toda, removemos un ratito más y
apagamos. Si quieren que la cobertura se quede bien estable sobre la tarta, podemos añadir al toffe cuando aún esté caliente dos hojas de gelatina hidratada. Yo lo he hecho y queda bien, aunque particularmente prefiero el toffe chorreando.
Cubrimos la tarta con una pequeña capa de toffe. El resto
lo podemos conservar en la nevera y servirla en salsera aparte para los más golosos.
A la hora de comer no tenemos más que desmoldar la tarta
y presentarla. Me encanta como se escurre el toffe por los laterales. Es una tarta riquísima en la que combinan el toffe y el queso de manera espectacular. Y aquí tienen el corte de la tarta. Si te pierde el toffe pues se le añade unas cucharadas más por arriba y a disfrutar. ¿A que dan ganas de meterle la cuchara?