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Introducción a la ética del cuidado

en enfermería de atención primaria

La ética del cuidado es en sí misma un concepto teórico y a la vez también


práctico que busca resaltar la vinculación esencialmente humana y emocional que
se establece entre las personas en general y entre los profesionales sanitarios
asistenciales y sus pacientes en particular; en éste último aspecto es en el que
me centraré en ésta pequeña exposición-introducción a la ética del cuidado

Como integrantes de la profesión de En- aspecto es en el que me centraré en ésta de empatía, ya comentada, la integridad mo-
fermería en atención primaria, somos cons- pequeña exposición-introducción a la ética ral, la responsabilidad, etc., pudiesen ser
cientes de la gran responsabilidad que se del cuidado. consideradas como innatas en cada perso-
posa diariamente sobre nuestros hombros, Como integrantes de la profesión sanita- na, sin embargo, numerosos psicólogos y es-
no solamente desde el punto de vista cien- ria tenemos la responsabilidad de reflejar tudios sobre el tema indican que también se
tífico y técnico, sino también en el ámbito los valores éticos en nuestra experiencia pueden desarrollar e incrementar a lo largo
ético cuando atendemos a los usuarios en sanitaria y en éstos aspectos destacaría la de la vida laboral de cada uno de los profe-
nuestra consulta. Quizás dichos aspectos existencia de numerosos estudios publica- sionales sanitarios. Para ello, se aconsejan
planteados se pudiesen resumir en los si- dos hasta la fecha que indican la importan- preparación intrínseca y cursos directamen-
guientes puntos: cia de una serie de cualidades que deben te relacionados con su desarrollo.
• La responsabilidad de una atención ba- de estar presentes en todo profesional de La ética del cuidado también da gran im-
sada en el respeto a la dignidad de las Enfermería cualquiera que sea su campo de portancia a la labor educativa de las perso-
personas y teniendo en cuenta en todo actuación y que son cualidades básicas que nas para que tomen conciencia de su pro-
momento los derechos sanitarios que las se circunscriben de lleno en el campo que pio cuidado, de la responsabilidad que tiene
amparan y los principios ineludibles de la nos ocupa de la ética del cuidado. Entre di- ellos y también sus familiares hacia unos
Bioética. chas cualidades destacaría las siguientes: buenos hábitos de vida y alimentación que
• La obligación del avance continuo en • Capacidad de empatía. contribuyan a su bienestar o a volver a con-
nuestros conocimientos científicos, ac- • Responsabilidad estricta en el trabajo ha- seguir un bienestar perdido., puesto que en
tualizándolos periódicamente para poder cia las personas. la acción de cuidar, el autocuidado es pri-
dar un cuidado de calidad continuo a las • Habilidades de trato humano y habilida- mordial y los profesionales de atención pri-
personas a las que cuidamos. des técnicas propias de la profesión en- maria deben de enseñar dicho autocuidado.
La base de nuestra profesión de Enferme- fermera. Como vemos, nuestro punto primordial de
ría en todos los ámbitos y en particular en • Concienciación de la labor de asistencia. actuación es el cuidado de las personas y
atención primaria, es el cuidado, pero el cui- • Preparación y nociones básicas de Psico- aunque la definición de cuidado pudiese pa-
dado en letras mayúsculas. Por éste moti- logía. recer sencilla y sin posibilidad de dudas, es
vo, debemos de estar familiarizados con las • Integridad moral. necesario definir claramente qué se entien-
implicaciones concretas que se desprenden Es quizás en éstos seis importantísimos de por cuidado en las profesiones relacio-
de dicho concepto y conocer a qué nos im- puntos donde la ética del cuidado recoge nadas con la salud. Aquí, me gustaría en un
pulsa y a qué estamos obligados por ello en su contenido básico y más importante; so- primer momento indicar una serie de defini-
nuestra profesión. bre todo, destacaría el concepto de empatía, ciones que nos pueden clarificar cualquier
La ética del cuidado es en sí misma un esa capacidad de «ponerse en el lugar del duda sobre una primera aproximación a la
concepto teórico y a la vez también prácti- otro», con un esfuerzo consciente y objetivo comprensión de dicho concepto.
co que busca resaltar la vinculación esen- de comprender las necesidades y los senti- Según la definición del diccionario de la
cialmente humana y emocional que se esta- mientos de las personas bajo nuestra res- Real academia española, el término de cui-
blece entre las personas en general y entre ponsabilidad profesional. dado tiene varias acepciones:
los profesionales sanitarios asistenciales y Aunque muchas de estas cualidades men- 1. La solicitud y especial atención hacia
sus pacientes en particular; en éste último cionadas anteriormente, como la capacidad nuestros semejantes.

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2. El hacer por el bienestar de otro que lo (libertad) personal y de las condiciones pa- recho de toda persona a ser cuidado en ca-
necesita. ra el desarrollo de la personalidad (condición so de necesidad como misión principal de
3. El poner especial esmero en hacer algo para una vida digna). esa sociedad «responsable» en la que esta-
bien. La ética del cuidado en sanidad impone, mos inmersos Una sociedad se legitima pre-
Éstas son quizás las principales y más por tanto, la responsabilidad de un estricto cisamente por esa capacidad de protección
generales connotaciones del término de cui- proceder en todas y cada una de las accio- y cuidado a sus ciudadanos e iría en contra
dado que definen su significado último. Exis- nes realizadas a nuestros pacientes. Existe del concepto de justicia si no lo hiciese. La
ten también otras definiciones sobre dicho en las profesiones sanitarias una deontolo- responsabilidad del cuidado constituye uno
concepto algo más concretas y más adap- gía ( del griego:deon: lo que debe ser hecho) de los valores más elevados de una socie-
tadas a nuestro campo sanitario (aunque, siendo en el año de 1834, Bentham quién dad y ello se concreta también en la res-
como observamos, todas y cada una de las lo utilizó por primera vez para referirse a la ponsabilidad del profesional sanitario Existe
tres acepciones generales de dicho concep- ciencia de los deberes que han de cumplir- una convergencia ética, como vemos, entre
to son aplicables estrictamente en sanidad) se obligatoriamente dentro de una profesión el cuidado y la responsabilidad cuyo princi-
y de gran eficacia para su entendimiento co- determinada, como en el caso que nos ocu- pal destino es velar por el bienestar global
mo es la sencilla expresión de: «la directa pa, de Enfermería en atención primaria. La del «otro», obviar esto sería inadmisible en
relación entre la persona que cuida, el cui- deontología designa, de esta forma, la ética la sociedad actual.
dador y el ser que es cuidado». Dicha defi- profesional, es decir, los deberes morales En la ética del cuidado, vemos que el con-
nición deja ya entrever esa relación estricta- que deben de cumplir las diversas profesio- cepto de responsabilidad es vital y sus fun-
mente humana que ya he comentado y que nes sanitarias. damentos principales y básicos los cons-
se debe de establecer entre el profesional Es de todo punto común la opinión de que tituyen los cuatro principios básicos de la
de atención primaria y las personas a las las profesiones sanitarias deben de tener o Bioética como ya indiqué en las primeras
que atiende. La ética del cuidado implica, ser iluminadas por una serie de correcciones frases de esta exposición.
por tanto, un compromiso estricto con la jus- morales, de normas éticas, de característi- La Bioética nos ayuda a conseguir un de-
ticia y la equidad y una formación amplia pa- cas especiales e intrínsecas que son inelu- bido consenso social acerca de lo que se
ra poder detectar, reconocer y atender las dibles y esperables en todos sus componen- puede hacer o no en atención sanitaria o en
necesidades de las personas bajo nuestro tes por el mero hecho de pertenecer a ellas. cualquier otro campo basándonos en:
cuidado y se basa en el respeto hacia el Dichas normas éticas se ha codificado en Las normas éticas establecidas.
sufrimiento y necesidades de nuestros pa- los diferentes códigos deontológicos de las Los códigos éticos de las profesiones sa-
cientes y usuarios en el campo sanitario. profesiones asistenciales sanitarias como nitarias.
La protección hacia la persona enferma in- el código deontológico de la profesión en- Las leyes jurídicas vigentes.
defensa y el compromiso con las acciones fermera de obligado conocimiento y cumpli- El cumplimiento de todos y cada uno de
que como profesionales nos competen pa- miento. Los compromisos éticos reflejados los cuatro principios de la Bioética, nos ga-
ra atenuar su dolor y procurar las medidas en dichos códigos constituyen un compromi- rantiza la realización de un trato humanizado
científicas consensuadas para tratar su pro- so con la sociedad para dar una calidad de en las instituciones sanitarias, que lleve de
ceso patológico tanto físico como psíquico asistencia adecuada. forma natural a la consecución de unos cui-
constituirá nuestro mayor deber profesional. No quisiera acabar ésta pequeña intro- dados basados en los más altos valores éti-
La ética del cuidado vemos como destaca ducción a la ética del cuidado sin comentar cos. Por ello, sería necesario definir dichos
las labores de sensibilización hacia el do- a los principales autores que se han aproxi- principios de forma detallada en relación a
lor y sufrimiento de las personas, los inten- mado a su estudio y que nos ayudan a su éstos aspectos concretos.
tos de hacer más sensible y cercano un me- comprensión, destacaría los excelentes tra-
dio tan agresivo a veces y tan desconocido bajos de la profesora Adela Cortina, la cuál, 1. Principio de no maleficencia
siempre como es un hospital, un centro de indica la importancia que en una sociedad Éste principio es clásico ya y nos viene de
salud, una consulta médica o de Enferme- tienen una serie de valores básicos, entre la medicina hipocrática, en la cuál, una senci-
ría y el respeto absoluto hacia la dignidad los que se encuentran el cuidado, la capa- lla frase engloba todo el sentido y responsa-
de cada persona. Y es precisamente el con- cidad de cuidar, definido como un derecho bilidad que debe de alumbrar a los profesio-
cepto de dignidad humana el principal valor irrenunciable, una exigencia moral ineludible nales enfermeros en su trabajo:» Primun non
y el fundamento indispensable en la ética y exigible en todo momento y circunstancia. nocere». Es decir, en primer lugar no hacer da-
del cuidado. La dignidad es consustancial La capacidad y el acto de cuidar nos devuel- ño con nuestras acciones y actuaciones a las
a la propia naturaleza del hombre que plan- ve nuestra dimensión humana y no sólo los personas bajo nuestros cuidados. Con éste
tea dos tipos de exigencias: hombres son responsables individualmen- principio, la Bioética recoge ese pensamiento
Comportamiento consonante con esa pe- te de proteger dicho valor sino también es antiguo pero siempre vigente que pretende en
culiar naturaleza, lo cuál permite descalifi- exigible a las instituciones sociales y polí- todo momento respetar la integridad física y
car conductas características de otras es- ticas que tiene el deber de plasmar su pro- psicológica de las personas cuidadas. Es re-
pecies animales. tección en leyes jurídicas concretas que lo levante el principio de no maleficencia, prin-
Reconocimiento en todo momento y cir- protejan. Gilligan también es otra importan- cipalmente, en la actualidad ante el avance
cunstancia por los demás humanos de mi te estudiosa del tema del cuidado definién- de la ciencia y la tecnología, porque muchas
condición humana. dolo como imprescindible en una sociedad técnicas y acciones sanitarias pueden aca-
Los textos internacionales de reconoci- que se debe de caracterizar por la respon- rrear daños o riesgos. Dada la exigencia de
miento de derechos desde el punto de par- sabilidad y la justicia. Gilligan da gran im- la beneficencia como principio básico inelu-
tida de la Declaración Universal van explici- portancia al punto de vista del «otro», a la dible, hay que ponderar siempre este riesgo
tando dicho concepto de dignidad a través capacidad de comprender sus necesidades, de daño con el beneficio potencial de nues-
de la ampliación del ámbito de la autonomía sus peculiaridades, sus deseos y en el de- tros actos como profesionales de Enfermería.

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2. Principio de beneficencia
Siguiendo el principio de beneficencia, lo
que se busca siempre es el bien del enfer-
mo o de los usuarios a nuestro cargo en
cualquier acto enfermero. Como profesiona-
les de la salud, tenemos la obligación de no
faltar a dicho principio en ningún momento.
Es también uno de los principios éticos clá-
sicos hipocráticos. El problema es que has-
ta hace poco, el médico o el profesional de
Enfermería podía imponer su propia manera
de hacer el bien sin contar con el consenti-
miento del paciente (modelo paternalista de
relación médico-paciente, enfermero-pacien-
te), sin embargo, actualmente este principio
viene matizado por el respeto a la autono-
mía del paciente, a sus valores y decisiones
personales sobre su salud. No es lícito im-
poner a otro nuestra propia idea del bien.
Este principio positivo de beneficencia no
es tan fuerte como el negativo de evitar ha-
cer daño como vimos en el principio de no
maleficencia. El profesional de la sanidad
asume personal y profesionalmente una es-
pecial obligación de desempeñar una fun-
ción asistencial benéfica para con sus pa-
cientes según las directrices incluidas en el
código deontológico de las profesiones sa-
nitarias actuales.
principio de autonomía ha desplazado inclu- ta distribución de unos recursos sanitarios
3. Principio de Autonomía so al principio de beneficencia en la prácti- siempre escasos. Éste principio trata de pro-
Se define como la obligación de respetar ca sanitaria y debe de ser especialmente teger de forma clara y eficaz a las personas
aquellos valores y opiniones personales de protegido y respetado dicho derecho; quizás, más desprotegidas, solas, sin recursos eco-
cada persona en las decisiones que debe destacaría aquí que éste hecho es uno de nómicos o de otro tipo ante una serie de in-
de tomar sobre su propia salud, incluso si los más revolucionarios acontecidos en los tereses ajenos .El principio de justicia, por
se equivoca o va en contra de las eleccio- últimos años en el tema de la Bioética y en sus características intrínsecas pone límites
nes realizadas por los profesionales de la la ética del cuidado. Pero para llevarlo a la al anterior principio comentado de autono-
sanidad. Se basa éste principio en el dere- práctica, es necesario, que como profesio- mía, pues de lo que se trata es de que las
cho de cada persona como ente autónoma nales que cuidamos a personas nos asegu- libertades y derechos de unas personas no
a decidir sobre aquello que en el campo de remos que la decisión del paciente es ver- atenten con los de otras y mantener siem-
la salud le afecta directamente siempre y daderamente autónoma, para ello debemos pre la equidad y justicia en todos los ámbi-
sin que exista posibilidad de daño a terceros de asegurarnos que la decisión del paciente tos con la consecución del reparto equitativo
De éste importantísimo principio se deriva el tenga los siguientes requisitos: de cargas y beneficios en el ámbito del bien-
consentimiento libre e informado de la ética • Que la decisión o actuación de una perso- estar vital, evitando la discriminación en el
médica y enfermera actual en contra del pa- na bajo nuestros cuidados tenga una in- acceso a los recursos sanitarios.
ternalismo médico tradicional propio de dé- tencionalidad, es decir, que conduzca a un Muchas veces el profesional de atención
cadas anteriores. El principio de autonomía objetivo concreto. primaria se ve inmerso en una serie de con-
tiene en cuenta siempre la libertad y respon- • Que la decisión o actuación de dicha per- troversias y casos difíciles para poder man-
sabilidad del paciente, que decide lo que es sona, se base en un conocimiento (gra- tener en todo momento el principio de justi-
bueno para él. Las personas bajo nuestros cias a las explicaciones de los profesio- cia, sobre todo si se enfrenta a la necesidad
cuidados con un grado de autonomía altera- nales sanitarios) de las consecuencias y de determinar acuerdos sobre la no necesi-
do deben de ser especialmente protegidos con el conocimiento de todas las posibili- dad de una serie de tratamientos por su fu-
y en nuestra ayuda vienen éstos principios dades existentes. tilidad o en los casos de poder definir de
básicos de la Bioética de cuyo respeto de- • Que la decisión de dicha persona no esté forma clara y sin dudas cuales son aquellos
bemos de hacer la misión clave de nuestras basada en la coacción externa. recursos imprescindibles para todos y cada
actuaciones sanitarias. • Que la decisión de dicha persona sea co- una de las personas bajo su responsabili-
Si bien, hace unas décadas el principio de herente con sus valores y deseos autén- dad, para decidir qué actuaciones, qué tra-
autonomía del paciente era uno de los dere- ticos. tamientos son básicos para dicho paciente
chos menos protegidos y puestos en prácti- y, por tanto, de ineludible realización y por el
ca, hoy en día tiene una importancia y rele- 4. Principio de Justicia contrario aquellos que no lo son. Son difíci-
vancia en sanidad de primera línea, incluso El principio de justicia, trata de desarro- les decisiones la mayoría de las veces pero
muchos estudiosos del tema indican que el llar la imparcialidad, la equidad y la correc- necesarias para el buen control sanitario y

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Este principio positivo de beneficencia no es tan fuerte como el negativo
de evitar hacer daño como vimos en el principio de no maleficencia

para proteger el principio de justicia en to- máximos con un mayor nivel de exigencia 10. Gastaldo d. Introducción. Ética, poder
do momento. una vez protegidos los anteriores. y cambio. En Mercado F, Gastaldo D, Calde-
El principio de justicia se pone de actua- Además de estos principios de la Bioéti- rón C (comp). Investigación cualitativa en sa-
lidad sobre todo en ésta décadas de gran ca, la ética del cuidado implica la existencia lud en Iberoamerica. Universidad de Guada-
avance tecnológico, donde se deben de plan- de otros dos principios que deben de alum- lajara. Guadalajara (México) 2002.
tear las prioridades sanitarias para no au- brar nuestro trabajo, son los denominados 11. camps V. La excelencia de las profe-
mentar de forma irracional el gasto sanita- principios de fidelidad y el principio de vera- siones sanitarias. Humanitas. Humanidades
rio y dar una adecuada distribución de los cidad, de cumplimiento ineludible en nues- Médicas, Tema del mes on-line-nº 21, No-
recursos existentes. tra profesión asistencial. El principio de fide- viembre 2007.
La puesta en práctica de estos cuatro lidad nos obliga como profesionales a velar 12. Gracia d. Como Arqueros al blanco. Estudios
principios a la ética clínica demostró que por los intereses de nuestros pacientes por de bioética. Triacastela. Madrid, 2004. p. 278.
aplicándolos de forma consciente y con un encima de cualquier otro tipo de interés eco- 13. feito Grande l. Los cuidados en la
bagaje cultural y formativo suficiente sobre nómico, político, personal, etc. El principio ética del siglo XXI. Enfermería Clínica. 2005;
los mismos, se consiguen decisiones idén- de veracidad nos obliga moralmente a apli- 15(3):167-74.
ticas sobre los mismos dilemas éticos. Pa- car la veracidad y la transparencia en cada 14. escuredo rodríGuez b. Humanismo y
ra ello, se deben de tener en cuenta unas uno de nuestros actos enfermeros y a asu- tecnología en los cuidados de enfermería des-
premisas básicas y universales, como son: mir e informar de nuestros posibles errores de la perspectiva docente. Enfermería Clíni-
1. En todo momento y más en el caso de para velar siempre por la seguridad de nues- ca, 2003; 13 (3): 164-70.
encontrarse ante un dilema ético el pro- tros pacientes y por la calidad de la prácti- 15. Gracia d., Fundamentos de Bioética,
fesional debe de respetar primeramente ca sanitaria. Ed. Eudema, Madrid 1989.
el principio de beneficencia. El cuál debe 16. d'aGostino, f. Bioética y Derecho. Acta
de guiar siempre en primer lugar la acción Emilia Romero de San Pio bioeth., 2002, vol.8, no.2, p.177-182, uned.
y decisión del profesional enfermero. Enfermera especialista en Bioética por la uned. 17. Declaración universal sobre bioética y
2. Deben de respetarse siempre las deci- derechos humanos, uned.
siones autónomas de los pacientes y bIblIOGRAfíA 18. marcos del cano, a.m., La Investiga-
usuarios siempre que no dañen a otras ción clínica: potencialidades y riesgos, Bioé-
personas y sean tomadas sin coacción 1. Juan carlos siurana: La sociedad ética. tica y Bioderecho, Junquera de Estèfani, Ed
y de forma consciente. Indicadores para evaluar éticamente una so- Comares, Granada 2008.
3. Tener siempre presente el principio de ciedad. Proteus, Barcelona, 2010. 19. casado González, m. ¿Por qué Bioéti-
no maleficencia en la práctica clínica. 2. c.d.: de minGo, a., García, V., y Junque- ca y Derecho? Acta bioeth., 2002, vol.8, no.2,
Los cuatro principios deben respetarse ra, r., Bioética y Bioderecho, Madrid, Mora- p.183-193. ISSN 1726-569X.
siempre si no aparecen enfrentados, pero lia, 2006. 20. dr. J. f. drane, Origen y Evolución de
en el caso de que en el curso de la práctica 3. de castro cid, b., Introducción al estu- la Bioética en Estados Unidos, Edinboro, Uni-
enfermera y médica alguno de esos princi- dio de los Derechos Humanos, Madrid, Uni- versity of Pennsylvania.
pios se encuentren enfrentados, los exper- versitas, 2002. 21. elizari f. x. - Vidal m., La Bioética, Mo-
tos han delimitado qué principio o principios 4. Junquera de estèfani, r., Bioética y Bio- ralia 7 (1985) 189-199.
deben de prevalecer sobre el resto. En éste derecho, Granada, Comares, 2008. 22. abel i fabre, f., Bioética: orígenes,
sentido Diego Gracia establece lo que se ha 5. marcos del cano, a. m., Bioética, Filo- presente y futuro, instituto Borja de bioéti-
denominado: el principialismo jerárquico. Ba- sofía y Derecho, Melilla, UNED, 2004. ca, Madrid, 2001.
jo ésta base, dos principios se sitúan como 6. martínez morán, n., Utopía y realidad 23. marcos del cano, a.m., Evolución de
principios básicos universales en la relación de los Derechos Humanos en el cincuenta la protección jurídica de los seres humanas
profesional sanitario-paciente, dichos princi- aniversario de su Declaración Universal, Ma- en la investigación clínica, Algunas cuestiones
pios serían el principio de justicia y el de no drid, UNED, 1999. de bioética y su regulación jurídica, grupo Na-
maleficencia. Son dos principios que obligan 7. pablo simón: Ética de las organizacio- cional de Editores, Sevilla, 2004.
moralmente siempre a su cumplimiento por nes sanitarias. Nuevos modelos de calidad. 24. marcos del cano, a.m., La eutana-
encima de otros intereses. En ética es lo Triacastela, Madrid 2005. sia. Estudio filosófico-jurídico, Madrid, Marcial
que se conoce como ética de mínimos, es 8. antonio casado: Bioética para legos. Pons-Uned, 1999.
decir, lo mínimamente exigible en cualquier Una introducción a la ética asistencial. Plaza 25. romero de san pío maria Jesús, ro-
actuación, actividad o decisión médica o en- y Valdés, Madrid, 2008. mero de san pío emilia. La ética en la profe-
fermera para darle carácter ético. Luego, los 9. GálVez toro a. Ética de los Cuidados, sión de Enfermería: un asunto que compete
principios de beneficencia y el de autono- una revista necesaria. Rev Ética de los Cui- a todos sus integrantes. Revista ene de En-
mía, que conforman la denominada ética de dados. 2008 ene-jun; 1. fermería, septiembre de 2009.

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