El Islam

Pablo Martin Prieto (Resumen de cátedra)

La Religión Islámica.
La religión islámica es una religión monoteísta cuyo dios es Allah (que significa Dios). La palabra Islam
significa "sumisión a Dios" y Musulmán "el que se somete a Dios".
Dicha religión fue predicada inicialmente por Mahoma en el año 622 en la Meca, su dogma se recoge en
el Corán cuyo contenido fue revelado a Mahoma por Dios a través del arcángel Gabriel. El credo
musulmán acepta, además, como libros sagrados la Sunna (libro que recoge los hechos de Mahoma), la
Torá (Biblia) y los Evangelios.

Los Pilares del Islam.

Las cinco obligaciones básicas del musulmán son las siguientes:
Profesión de fe: reconocimiento del monoteismo (Allah es el único Dios) y de la profecía de Mahoma
(Mahoma es su profeta).

 La oración diaria individual y comunitaria de los viernes.

 Limosna obligatoria (azaque).
 Ayuno en el mes de Ramadán.
 La obligación de peregrinar a la Meca, al menos, una vez en la vida.

El Islamismo es una doctrina religiosa en la cual el creyente establece una relación individual con Dios
siguiendo la sharía.

La expansión musulmana. La creación de un gran Imperio.

La expansión musulmana, a partir de la época de Mahoma, será rápida (en muy poco tiempo se
conquistará una gran cantidad de territorios) y persistente (una vez conquistado el territorio el mundo
islámico permanecerá en él largo tiempo).

Causas:
Las causas de esta rapidez podrían explicarse por diferentes hipótesis:

 Explosión demográfica entre las tribus árabes.

 Avance del proceso de desertificación que obligaría a dichas tribus a encontrar territorios más fértiles.
 Debilidad de los Imperios Persa y Bizantino (la más probable).

Las etapas de la expansión Islámica:

Podemos señalar, al menos, tres etapas en la creación del Imperio Islámico:

 Del 628 al 632 unificación de la Península Arábiga bajo la dirección de Mahoma.

 Del 634 al 660, bajo los llamados Califas Perfectos, se conquistarán Siria-Palestina, Mesopotamia y
Egipto y organizarán el Estado Musulmán.
 Del 661 al 750 expansión bajo el Califato Omeya. Traslado de la capital a Damasco así como fuerte
centralización del estado. Se conquistan territorios bizantinos hasta la Península Anatólica; por el Este se
llega hasta Afganistan y la India y por el Oeste se conquista el Magrebh y la Península Ibérica.
 Siglo VIII al X. Califato Abbasi y fin de la expansión islámica. A partir del siglo X dC, disensiones
religiosas y políticas fraccionaran el Imperio.

La Organización Político-Administrativa del Imperio Islámico.

La estructura político administrativa del Imperio Islámico es obra del Califato Omeya (644 a 750) que
toma como modelo los sistemas autocráticos Bizantino y Persa y los adapta a las necesidades del mundo
Islámico.
Al frente del poder político-administrativo se encuentra el Califa (sucesor) que concentra los poderes
político, militar y religioso. Como cabeza de la Administración elige y nombra a los cargos más
importantes del Estado que componen el diwan (Visires -ministros-; hachib -primer ministro) y a quienes
en las provincias (coras) se encargan de dirigir la Administración territorial.
El ejército islámico está formado por mercenarios, fundamentalmente de caballería ligera, que son
pagados por los impuestos de los súbditos (El zaqat -limosna de los musulmanes; y los impuesto
personal -yizia- y territorial -jaray- de cristianos y judíos).
La organización social del Mundo Islámico.
La organización social del mundo musulmán tendrá, en principio, una base étnico-religiosa, así la primera
diferencia era la división existente entre musulmanes y no musulmanes de religión monosteísta, dimmies,
judíos y cristianos, que continuaron practicando su religión pero sometidos a una fiscalidad mayor que la
de los musulmanes y sin poseer los derechos de aquellos. Por último se encontraban los esclavos, muy
abundantes en la sociedad islámica, pero que recibieron un trato muy dulcificado con respecto a épocas
anteriores.
Dentro del grupo de los musulmanes que formaban la Umma (comunidad de creyentes) había que
distinguir entre los musulmanes de origen (los árabes) y aquellos que se convirtieron como consecuencia
de las conquistas (mawaly) a quienes, los primeros, los árabes, consideraban musulmanes de segunda
clase lo que llevó a numerosas disputas.
Son los árabes quienes, al menos durante el Califato Omeya, acapararon las mejores tierras y los más
importantes cargos de la Administración y del Ejército, convirtiéndose así en la élite dominante. Esta
situación finalizó con la llegada del Califato Abassida que declaró la igualdad de todos los musulmanes y
acabó con los privilegios de la casta árabe.

Organización económica del Mundo Islámico.

El mundo islámico mantuvo la tradición económica de Roma y Bizancio. De origen bizantino y persa
fueron sus monedas de oro (dinar) y plata (dirhem) al igual que el hecho de constituir una civilización
urbana. Efectivamente, el desarrollo de la civilización islámica va unido al nacimiento y desarrollo de
numerosas ciudades. Algunas de ellas surgen de campamentos militares estables (Kairo, Basora), otras -
preexistentes- se desarrollan en ésta época.

Las ciudades fueron centros económicos de producción, intercambio y consumo. En ellas se redistribuían
las mercancías procedentes de las distintas rutas comerciales que comunicaban al imperio con el exterior
y a las ciudades musulmanas entre sí; también fueron el motor de la producción del mundo rural que las
rodeaba. El zoco (suq), situado en el centro de los núcleos urbanos era el corazón de la ciudad, contaba
con un mercado semanal o permanente donde se producían los intercambios y estaba sometido a control
y regulación por las autoridades (sahib-al-suq).

El mundo islámico sustituyó a Bizancio como intermediario comercial entre Oriente y Occidente. Mediante
rutas terrestres y marítimas enlazó el Al Andalus con las lejanas tierras de la India o China.Entre ellas
fueron significativas "La ruta de la seda" que llegaba hasta China a través del Asia Central y la "Ruta de
las Especias", marítima, que enlazaba Basora con el Índico.
Las ciudades eran centro de una activa industria de carácter artesanal que alimentaba el comercio y
satisfacía las necesidades de la población rural y urbana. Los artesanos habitaban zonas específicas de
las ciudades siendo su actividad controlada por las autoridades. Entre las industrias más destacadas
cabe señalar las de tejidos (sedas, algodón, tiraz), cerámica, metal, vidrio, papel o cuero y refinado de
azúcar. En la realización de estos productos, los musulmanes introdujeron innovaciones técnicas como
los molinos hidráulicos.

Cultura y Arte Islámicos.

El término islámico referido a la cultura y al arte tiene algo de confuso. El Islam es una religión, por lo
tanto, el término arte islámico o cultura islámica, se refiere al conjunto de producciones culturales y
artísticas llevadas a cabo por las diferentes sociedades que abrazaron dicha fe y que poseían -
previamente- sus propias raíces y tradiciones culturales. Si observamos un mapa del mundo islámico en
el momento de su mayor extensión, comprobaremos que esto es así. Entenderemos a partir de ahora,
por tanto, como arte y cultura islámicos aquellas producciones realizadas por dichos pueblos que
presentarán -como es lógico- algunos rasgos comunes.

El desarrollo científico cultural islámico.

Es, a partir del siglo VIII dC cuando la dinastía Abasida da comienzo al desarrollo de un importante
movimiento científico-cultural en el mundo islámico. Dicho movimiento hunde sus raíces en tres
elementos: una lengua común, el árabe, que permitirá la comunicación del saber, el desarrollo económico
 del mundo musulmán estimulado por el comercio, la industria y la agricultura; la herencia del mundo
clásico recibida como consecuencia de las conquistas y de su contacto con el mundo bizantino y el papel
de puente entre oriente y occidente que pone a los musulmanes en contacto con Egipto, Persia, la India y
China.
El mundo musulmán aportará un gran desarrollo de las matemáticas (algebra), del conocimiento de la
óptica (Alhacen), de la Química (Jabir Ibn Hayyan inventor del alambique y la retorta; Avicena, etc.), de la
Medicina (Abulcasis, Avicena, Alhacen).
Hitos culturales importantes son la producción de libros, la creación de bibliotecas (donde ya se
prestaban libros) para la difusión del conocimiento o la creación de universidades en las cuales ya se
expedían títulos (Al Karouine 859 dC, en Fez- Marruecos- es la Universidad más antigua del mundo).
También desarrollarán otras instituciones como los hospitales o el primer observatorio astronómico.

El Arte Islámico.
Características Generales:

1. El arte islámico es una arte de síntesis de rasgos de los artes de los países conquistados. Son sus bases
más directas: el arte Bizantino y Persa, el arte helenístico y clásico y el arte Paleocristiano.
2. Es un arte centrado en la Arquitectura que dirige el resto de las manifestaciones artísticas y que aporta
los espacios para que éstas puedan manifestarse, aunque existen otras manifestaciones artísticas
(eboraria, iluminado de libros, taraceado, etc.) en la que también alcanzan gran perfección. Tanto la
pintura como la escultura alcanzan un escasísimo desarrollo debido a limitaciones religiosas. El edificio
en el que mejor se expresa la arquitectura es en la mezquita, aunque también en los palacios y
estructuras defensivas.
3. El arte musulmán tiene un gran interés por lo decorativo u ornamental, de base vegetal o geométrica,
expresado sobre yeserías, placas de piedra o azulejería (alicatado).

La Arquitectura.

 Utiliza materiales como la piedra, el ladrillo o la madera en sus construcciones que suelen presentar
exteriores pobres frente a interiores suntuosos.
 Como elementos de cubierta puede recurrir a diversos tipos:
o Tejado a dos aguas, con cubiertas planas.
o Cubiertas curvas:
 Arcos variados destacando los de herradura musulmana (con un peralte de 2/3 del radio), arcos de medio
punto, arcos angrelados y polilobulados, así como de mocárabes.
 Bóvedas de cañón y arista.
 Cúpulas semiesféricas, gallonadas, de crucería o de mocárabes.
 Como elementos de soporte se recurre a Pilares y Columnas.
o Las columnas, monolíticas, suelen partir directamente del suelo y utilizar capiteles derivados del corintio.
Dichos capiteles pueden recurrir a la estilización de los originales clásicos (capiteles de pencas), o ser
trabajados al trépano con una decoración de pequeño tamaño (capiteles de nido de avispa). Un caso
especial lo constituyen los capiteles de mocárabes del período nazaríta.
La Mezquita: Partes de la Mezquita.

Partes de una Mezquita

EL ISLAM EN LA PENÍSULA IBÉRICA (711 dC-1492 dC).
Al Ändalus.
La llegada de los musulmanes a la Península Ibérica -lo que más tarde se conocería por Al Andalus- en
el año 711 dC, es consecuencia de la expansión que, por el Norte de África, venía realizando el Califato.
El paso a la Península será posible gracias -en parte- al apoyo de diversos grupos sociales peninsulares
contrarios al poder visigótico del momento (partidarios de Witiza y judíos).
El primer dirigente musulmán que intervendrá en la Península será Tarik, lugarteniente de Musa
(gobernador de Ifrikiqiya) a comienzos del 711 dC. A mediados de aquél año Tarik había derrotado en
Guadalete al rey visigodo Rodrigo. Posteriormente llegará el propio Musa y acabará con la resistencia
visigoda en la Bética. Rápidamente se sometió la mayoría de la Península.
Durante éste período Al Andalus se convierte en un waliato (provincia) del Imperio Musulmán gobernado
desde Damasco. Tras diversos intentos de extender su poder más allá de los Pirineos, los musulmanes
renunciaron a su expansión por Europa y se asentaron definitivamente en la Península.
A partir del año 756 dC, Al Andalus se convierte en un Emirato independiente cuando Abd al Rahman I
(de la familia Omeya) se desliga de la obediencia al califato abassí de Bagdad. Este estado fijará su
capital en Córdoba y se organizará teniendo como modelo el del califato omeya.

En el año 929 dC, Ab al Rahman III se proclamará califa. Las razones de esta proclamación hay que
buscarlas en un intento de evitar la disidencia interna (los deseos segregacionistas de algunos poderes
territoriales) y de frenar el avance fatimita por el Norte de África lo que provocó, además, la fortificación
de plazas como Ceuta y Melilla. Durante el califato se restaurará y fortificará la frontera en el Duero.