Professional Documents
Culture Documents
La nocion vulgar de obligación alude a todo vinculo o sujeción de la persona, cualquiera sea su origen y contenido,
en tanto deber de actuar impuesto por la moral, los usos y conveniencias sociales, o por normas jurídicas de cualquier
naturaleza. En el lenguaje común deber y obligación son sinonimos, y trasuntan imposición o exigencia,
constituyendo imperativos de conducta.
Se encuentra en el art. 724 del CCyC como: “una relación jurídica en virtud de la cual el acreedor tiene el derecho de
exigir del deudor una prestación destinada a satisfacer un interés licito, y ante el incumplimiento, a obtener
forzadamente la satisfacción de dicho interés”. Se trata en definitiva, de la exigencia impuesta por el ordenamiento
jurídico de obrar una conducta a favor de otro (u otros) de contenido económico. Su capital importancia trasciende
las fronteras del Derecho Privado para emplazarse como una de las Instituciones fundantes del Orden Social.
El vocablo relación denota conexión, enlace, vinculo o correspondencia entre dos o mas entes, en tanto que situación
indica posicionamiento, modo de ser o de estar frente a algo o alguien.
a) Situación jurídica: en el ámbito del derecho, es un modo de ser o de estar de las personas o de los bienes regulado
por el ordenamiento jurídico (ser mayor de edad, ser dueño de una cosa, ser deudor o acreedor, que una cosa
este embargada, etc.)
b) Relación jurídica: es el vinculo regulado por el derecho entre dos o mas personas entre si, o entre personas y
cosas. Se distinguen dos tipos de conexiones que emergen de estas: las externas, que traen aparejado el
nacimiento de un deber jurídico a cargo de toda la comunidad de respetar una relación jurídica ajena, y las
internas: que pueden presentarse entre personas (como en el caso de una relación de obligación) , o entre
personas y cosas (como en el caso de los derechos reales)
c) Relación entre ambos conceptos: toda situación jurídica provoca la existencia de situaciones jurídicas diversas y
particulares de los diversos entes que la integran. En la relación de obligación, una persona se encuentra en la
situación jurídica de deudor, otra en la de acreedor, y el bien debido integra el objeto de la relación.
A su vez, respecto a las personas, la situacion jurídica asigna un efecto de derecho a quien esta allí emplazado:
lo faculta a obrar o a exigir para la satisfacción de los intereses jurídicos que el ordenamiento le reconoce al
colocarlo en ese lugar o lo posiciona en estado de sujeción frente a otra u otras personas, gravandolo con un
deber jurídico.
d) Clases de relaciones jurídicas:
*Patrimoniales: tienen contenido económico, las *Extrapatrimoniales: un contenido esencialmente moral.
*Absolutas: no reconocen un sujeto pasivo determinado y- debido a las conexiones externas- se proyectan hacia
toda la comunidad, que tiene el deber de respetarlas.
*Relativas: si bien tmb tienen dicha proyección externa, en la conexión interna vinculan de manera directa a dos
o mas sujetos determinados o determinables, en dos posiciones jurídicas diferenciadas: la titularidad de un
derecho o facultad, frente a un deber jurídico de obrar una conducta determinada.
*Las especies: de la combinación de ambos criterios, surgen cuatro especies de relaciones jurídicas:
a) patrimoniales absolutas: por ej. los derechos reales, b) patrimoniales relativas: la relación de obligación, c)
extrapatrimoniales absolutas: los derechos personalísimos, y d) extrapatrimoniales relativas: las relaciones de
familia.
CAPITULO II. LA RELACION DE OBLIGACION
CONCEPTO Y CARACTERIZACION
El concepto de relación de obligación y su definición en el CCyC
a) Las diversas tendencias: desde lo estructural el cpto de obligación fundado en las Institutas de Justiniano fue el
que sento las bases de todos los desarrollos posteriores. Revela la existencia de tres de los elementos esenciales (los
sujetos, el vinculo y el objeto), y en nuestra opinión la locución “según nuestro derecho civil” puede ser entendida
en el sentido de que hace referencia a la causa fuente que válidamente originaba las obligaciones.
Giorgianni señala que la amplitud de aquel concepto lo lleva a confundirse con el de deber jurídico.
Propone incorporar dos variables que son las que definen a la obligación y las distinguen de otros deberes jurídicos:
el contenido patrimonial del comportamiento del deudor y el interés del acreedor respecto al cual esta orientado,
que puede o no ser de naturaleza jurídica.
b) La definición legal: una innovación: la definición normativa que se ha incorporado en el CCyC art.724 constituye
toda una novedad legislativa en el derecho comparado. Resulta desusa la definición de la Obligación en un Código,
Vélez Sarsfield desecho su formulación señalando que solo deben existir cuando estrictamente contengan una regla
de conducta, o por la aplicación de sus vocablos o por su influencia en las disposiciones de una materia especial.
Entendió innecesaria una toma de posición sobre algo que consideraba indiscutido, el cpto mismo de Obligación.
La Comisión que elaboro el Anteproyecto del CCyC, justifica la definición legal, señalando que “pone de manifiesto
los rasgos mas relevantes de la figura y remarca, la verdadera estructura institucional de la obligación, en la que
aparecen el debito y la responsabilidad como tramos de una misma relación obligatoria.
El art. 724 reza: la obligación es una relación jurídica en virtud de la cual el acreedor tiene el derecho a exigir del
deudor una prestación destinada a satisfacer un interés licito, y ante el incumplimiento, a obtener forzadamente la
satisfacción de dicho interés.”
Análisis de la definición legal
a) Se trata de una relación jurídica: la “relación de obligación”: la relación de obligación es una relación jurídica que
vincula a dos o mas sujetos en posiciones jurídicas contrapuestas, de tanta importancia una como la otra, en compleja
interacción.
b) El vínculo jurídico queda patentizado al aludirse a una “relación jurídica”: toda relación jurídica supone una unión,
un enlace, un nexo entre personas o cosas (en la conexión interna) razón por la cual el “vinculo de derecho” al que
se hace alusión en la definición justinianea se encuentra aquí contemplado.
c) Tambien la causa fuente queda evidenciada al aludirse a una “relación jurídica”: si bien en la mayoría de las
conceptuaciones que proponen los diversos autores se hace referencia a la necesidad de la existencia de una causa
valida que engendre la relación de obligación, ello queda sobreentendido al aludirse a la relación jurídica. Es que no
puede haberla sin un hecho jurídico idóneo para hacerla nacer.
d) Existen dos situaciones jurídicas diferenciadas respecto a los sujetos vinculados: dos situaciones jurídicas
principales que la relación de obligación genera: la del acreedor, titular de un derecho subjetivo y la del deudor,
gravado con un deber jurídico frente al acreedor.
e) El contenido patrimonial de la conducta que debe desplegar del deudor: el vocablo prestación, en cuanto conducta
exigible al deudor, tiene un sentido jurídico que se encuentra en el art. 725 del CCyC. La prestación es una conducta
que debe ser material y jurídicamente posible, licita, determinada o determinable y susceptible de valoración
económica. Si no reúne dichos requisitos, la conducta a obrar por un sujeto podrá eventualmente ser el objeto de un
deber jurídico, pero diferente al emergente de la relación de obligación.
f) El interés del acreedor en las relaciones de obligación: se trata de un elemento teleológico, y es uno de los
componentes del objeto de la obligación (la prestación) y la razón de ser de la obligación considerada en si misma. El
único requisito es que sea licito, con lo cual la utilidad que la obligación le reporte al acreedor puede o no tener
contenido patrimonial, lo que es irrelevante a la hora de determinar si se esta o no frente a una obligación.
g) Se postula al “debito” y la “responsabilidad” como los dos “tramos” siempre existentes en la relación de obligación.
Debito: en el que el deudor se encuentra en puro “estado de deuda” y cumple de manera espontánea.
Responsabilidad: momento en el que, ante el incumplimiento, se activan los mecanismos legales para que, de manera
coactiva, el acreedor obtenga el cumplimiento.
Naturaleza jurídica
a) La teoría subjetiva: Savigny postula el Derecho Subjetivo como el poder de obrar o de exigir reconocido por el
Derecho, atribuido a la voluntad de la persona, situación en la que dicha voluntad es soberana. Windscheid completa
y desarrolla esta concepción, señalando que el titular del derecho esta facultado para exigir del otro obrar
determinada conducta, y en su caso, de hacerlo por los medios compulsivos que el ordenamiento le otorga. La
voluntad del titular es el valor prevalente y absoluto.
Trasladado el cpto a las obligaciones, estas otorgan un señorío sobre determinados actos de la conducta del deudor,
que queda sometido a la voluntad del acreedor, en donde el vinculo es esencialmente personal: conecta de esta
manera al acreedor con el deudor.
b) La teoría objetiva: en relación con las obligaciones, el interés del acreedor se logra mediante el sometimiento del
patrimonio del deudor, para lo cual se le otorgan todos los instrumentos necesarios para el logro de su interés. Incluso
se afirma que la obligación no es una relación entre personas, sino entre patrimonios.
c) La moderna concepción del Derecho Subjetivo. La aparición de los intereses legítimos y los difusos.
En este proceso evolutivo, en el ámbito del derecho público, surgió el concepto de interés legitimo que se trata de
supuestos en los que el individuo no pretende la satisfacción inmediata de un interés propio, aunque mediatamente
si puede beneficiarlo, siendo el Estado el garante de la legalidad.
Se elaboro también el cpto de interés difuso, en donde la comunidad en gral o una amplia colectividad de personas
(y no un individuo en particular o un grupo determinado) tienen un interés que les asiste en cuanto tales y de ello se
deriva la posibilidad de exigir su tutela, beneficiando al conjunto.
d) La teoría del debito y la responsabilidad
Originada en Alemania, postula la existencia de dos elementos en la obligación: La DEUDA que es un estado de puro
deber que comienza cuando la oblig. nace y termina con el cumplimiento voluntario del deudor, caracterizado por la
existencia de un “estado de presión psicológica” en este, y la legitima expectativa del cobro del acreedor.
La RESPONSABILIDAD o garantía: que se activa ante el incumplimiento y habilita al deudor a ejercer todo el poder de
agresión patrimonial.
Debito y responsabilidad, inciden sobre el mismo sujeto en convivencia, y no pueden concebirse el uno sin el otro.
e) La teoría del deber libre: tiene dos variantes. Para Binder no hay un deber de pagar, sino en caso de que el deudor
no pague, el juez ordena la ejecución forzada, por ende, la oblig. solo concede una potestad para reclamar
judicialmente, debiendo el deudor solo soportar la ejecución. Brunetti, postula que solo hay oblig. jurídica cuando
una conducta determinada esta garantizada con una sanción, y en las obligaciones civiles ello no sucede, pues la
ejecución de los bienes del deudor no es una sanción, por ende la oblig. es un deber libre.
f) La concepción actual. Definición art. 724.
*El derecho subjetivo del acreedor: la relación de oblig. emplaza al acreedor en una posición de poder frente al
deudor, y que es una situacion jurídica, que lo faculta a obrar y a exigir no sobre el deudor, sino contra este.
*El deber jurídico del deudor. El deudor se encuentra emplazada en la situacion jurídica de sujeto pasivo directo del
derecho subjetivo, lo que limita su libertad, ya que debe obrar cierta conducta. Ello sucede porque lo ha querido
(cuando se obliga voluntariamente) o porque la ley se lo impone.
*El derecho a exigir la ejecución forzada: si el deudor no cumple con dicho deber, se activan para el acreedor toda
una serie de instrumentos jurídicos que estaban desde el momento mismo del nacimiento de la oblig. tendientes a
lograr el cumplimiento por la vía compulsoria o por equivalente económico, y si ello se frustra, el deudor debe resarcir
los daños ocasionados.
La garantía del acreedor es el patrimonio del deudor, que la ley afecta a tal fin, para que el acreedor pueda satisfacer
su interés, o ser resarcido ante el incumplimiento imputable.
*Limites de los derechos del acreedor: esta situación de sometimiento del deudor no significa sumisión, no solo
`porque la responsabilidad es patrimonial, sino porque además esta se encuentra limitada, ya que no todos los bienes
del deudor se encuentran afectados por el ordenamiento para responder por las obligaciones.
Ante el conflicto de intereses jurídicos de titularidad del acreedor y del deudor, en ciertos casos prevalecen unos u
otros, privilegiando el ordenamiento al que considera más valioso.
Terminología: la locución que más se ajusta a la esencia de la figura es la de Relación de Obligación, trata de una
relación jurídica, de la que emanan dos situaciones jurídicas claramente diferenciadas: el crédito (situación jurídica
activa) y la deuda (situación jurídica pasiva)
Caracterización de la relación de obligación
a) Bipolaridad: contiene dos situaciones jurídicas contrapuestas, el crédito y la deuda. Por ende, han de existir dos
sujetos, el acreedor (sujeto activo, titular del derecho subjetivo) y el deudor (sujeto pasivo, gravado con el deber
jurídico correlativo). En cada polo obligacional puede haber más de un sujeto.
b) Temporalidad: las relaciones de obligación no tienen vocación de perpetuidad, sino que su esencial razón de ser
consiste en la finalidad de satisfacer un interés jurídico del acreedor, lo que produce su inmediata extinción, a través
del pago o cumplimiento. En síntesis, la oblig. supone una situación temporaria, transitoria, perecedera, en la que
esta implicada el orden publico, a punto tal que en ultima instancia prescriben, salvo contadísimas excepciones. Es
que el vinculo de sujeción patrimonial del deudor no puede ser perpetuo.
c) Atipicidad: es posible hoy predicar la existencia de una categoría única, abstracta y universal de “obligación”, en
contraposición con las obligaciones “típicas” que emergían en el derecho romano.
d) Autonomía: “estructural” de la obligación respecto de la causa fuente: esta autonomía es estructural y no
funcional. Cualquiera sea la causa de las obligaciones, estas siempre tienen sus tres elementos estructurales
constitutivos (sujeto, objeto y vinculo jurídico) y las rigen las directrices establecidas para toda obligación respecto
de la determinación de sus calidades en función de la clasificación, las reglas generales que disponen sobre el
cumplimiento y el incumplimiento, y sobre los modos de extinción.
e) Incidencia “identitaria” y “funcional” de la causa fuente en la obligación: cabe afirmar que la causa fuente que da
origen a la oblig. tiene directa influencia en dos cuestiones: la conformación de las características particulares de
cada elemento estructural, y su dinámica funcional.
La conformación de la particular identidad de la obligación depende del rol y la situación jurídica de los diversos
elementos de la causa fuente, que luego asumen un rol especifico en las obligaciones que de ella se derivan. Por
ejemplo: vendedor y comprador pasan a ser acreedor y deudor del pago del precio.
La misma causa fuente incide en lo que se ha dado a llamar la dinámica funcional de la obligación, esto es, la oblig.
en movimiento. Una vez generada y como nace para ser cumplida, pueden presentarse múltiples sucesos tributarios
de la causa fuente que le dio origen. Esta característica a permitido la evolución del derecho de las obligaciones.
a) La situación antes de la sanción del CCyC: se trata de una modificación existencial que quiebra los moldes clásicos
de las relaciones jurídicas patrimoniales, y ellos encuentra hoy su adecuada recepción en la norma constitucional.
Algunos postulaban que constituía un microsistema legal que giraba alrededor del CCyC. Nosotros sosteníamos que
se trataba de un verdadero sistema autónomo. Es que la ley 24.240 conformaba, junto al art.42 CN el marco
normativo gral de este nuevo Sistema con ppios propios, reglas particulares y soluciones especiales.
A partir de la reforma constitucional de 1994 la protección de los derechos del consumidor ha ascendido a la categoría
de Norma Fundamental de nuestro ordenamiento. Se trata de un Derecho Constitucional de Tercera Generacion. La
amplitud con la que se consagran los diversos derechos del consumidor (protección de la salud, seguridad, intereses
económicos, información, libertad de elección, asociación, etc.) llevan a postular un cambio cualitativo que
trasciende las fronteras del Derecho Privado, para situarse como uno de los ejes centrales del nuevo sistema
constitucional.
Consecuencias: a partir del art.42 CN las relaciones jurídicas patrimoniales reconocen dos grandes especies: las del
consumo y las que no lo son. Las primeras se encuentran regidas por el Estatuto del Consumidor, las segundas por
sus normas privativas, cualquiera sean estas: el CCyC, las Leyes Especiales o las normas del Derecho Publico.
Los efectos del sistema de protección de los consumidores:
*Norma iusfundamental: porque se emplaza como uno de los pilares en los que se asienta su contruccion.
*Dos tipos de relaciones jurídicas: se trata ahora de Relaciones de Consumo.
*Rango normativo: esta dotado de jerarquía superior a las leyes dictadas por el Congreso de la Nacion. La ley 24.240
conforma junto con el art. 42 de la CN el epicentro del Estatuto.
*Adaptación normativa: las normas ya existentes y las que se dictaron con posterioridad al citado art. 42 deben
adecuarse al mandato constitucional.
*Interpretación: los conflictos ley general/ley especial y ley anterior/ley posterior deben ser resueltos tomando en
cuenta el rango normativo superior del Estatuto del Consumidor.
Orden publico: la imperatividad de las normas es producto del Orden Publico Pretectorio que impera en la temática,
reconocido en la ley 24.240 art. 65.
La ley 26.361: una de las reformas mas trascendentes ha sido la incorporación legal del cpto de “relación de
consumo”, que si bien ya se encontraba en el art. 42 CN, de manera expresa quedo emplazado también en la ley
24.240, mediante la reforma de la ley 26.361.
b) El CCyC
Su emplazamiento en el texto legal: en el libro III Derechos Personales, se encuentran regulados los Contratos a partir
del titulo II (Contratos en gral) y en el titulo III se dispone todo lo atinente a los Contratos de consumo a partir del
art. 1092. Y en el art. 1093 el de Contrato de consumo, como comprendido dentro de la primera.
La relación de consumo: La ley precisa el concepto mismo de la relación de consumo al ubicarla como aquel vinculo
jurídico entre el proveedor y el consumidor o usuario y también sitúa al mismísimo contrato de consumo como
emplazado dentro del concepto de relación de consumo. En el marco de la Ley 26.631 se ha señalado que el art.
habla de vínculos jurídicos en un sentido técnico, que implica la obligación de una o ambas partes de cumplir con
aquellos deberes, que consisten en dar, hacer o no hacer algo por una persona a favor de otra. Una de las fuentes
del vinculo jurídico es el contrato. El vinculo se genera desde el acto de consumir.
En el art. 1092 del CCyC se dispone: “Relación de consumo. Consumidor.
Relación de consumo es el vínculo jurídico entre un proveedor y un consumidor. Se considera consumidor a la
persona humana o jurídica que adquiere o utiliza, en forma gratuita u onerosa, bienes o servicios como destinatario
final, en beneficio propio o de su grupo familiar o social.
Queda equiparado al consumidor quien, sin ser parte de una relación de consumo como consecuencia o en ocasión
de ella, adquiere o utiliza bienes o servicios, en forma gratuita u onerosa, como destinatario final, en beneficio propio
o de su grupo familiar o social.”
El art. 1093 reza: “Contrato de consumo. Contrato de consumo es el celebrado entre un consumidor o usuario final
con una persona humana o jurídica que actúe profesional u ocasionalmente o con una empresa productora de bienes
o prestadora de servicios, pública o privada, que tenga por objeto la adquisición, uso o goce de los bienes o servicios
por parte de los consumidores o usuarios, para su uso privado, familiar o social.”
En tanto que en la ley 24.240, se dispone:
Art. 1º: Objeto. La presente ley tiene por objeto la defensa de los consumidores o usuarios. Se consideran
consumidores o usuarios, las personas físicas o jurídicas que contratan a título oneroso para su consumo final o
beneficio propio o de su grupo familiar o social:
a) La adquisición o locación de cosas muebles;
b) La prestación de servicios;
c) La adquisición de inmuebles nuevos destinados a vivienda, incluso los lotes de terreno adquiridos con el mismo
fin, cuando la oferta sea pública y dirigida a personas indeterminadas.
Art.2º: Proveedores de cosas o servicios. Quedan obligados al cumplimiento de esta ley todas las personas físicas o
jurídicas, de naturaleza pública o privada que, en forma profesional, aun ocasionalmente, produzcan, importen,
distribuyan o comercialicen cosas o presten servicios a consumidores o usuarios. Se excluyen del ámbito de esta ley
los contratos realizados entre consumidores cuyo objeto sean cosas usadas.
No tendrán el carácter de consumidores o usuarios, quienes adquieran, almacenen, utilicen o consuman bienes o
servicios para integrarlos en procesos de producción, transformación, comercialización o prestación a terceros. No
están comprendidos en esta ley los servicios de profesionales liberales que requieran para su ejercicio título
universitario y matrícula otorgada por colegios profesionales reconocidos oficialmente o autoridad facultada para
ello, pero sí la publicidad que se haga de su ofrecimiento.
Art. 3º: Interpretación. Las disposiciones de esta ley se integran con las normas generales y especiales aplicables a
las relaciones jurídicas antes definidas, en particular las de defensa de la competencia y de lealtad comercial. En
caso de duda, se estará siempre a la interpretación más favorable para el consumidor.
Consecuencias: En el art. 1094 se dispone: Interpretación y prelación normativa. Las normas que regulan las
relaciones de consumo deben ser aplicadas e interpretadas conforme con el principio de protección del
consumidor y el de acceso al consumo sustentable.
En caso de duda sobre la interpretación de este Código o las leyes especiales, prevalece la más favorable al
consumidor. Y en el art. 1095 se dispone: Interpretación del contrato de consumo. El contrato se interpreta en el
sentido más favorable para el consumidor. Cuando existen dudas sobre los alcances de su obligación, se adopta la
que sea menos gravosa.
Los derechos del consumidor han quedado emplazados no solo en la CN y en la ley especial, sino en el CCyC.