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ACTIVIDAD FINANCIERA DEL ESTADO

CONCEPTO
La Actividad Financiera del Estado es la función que éste desarrolla para procurarse
los recursos necesarios y estar en condiciones de sufragar los gastos públicos, destinados a
satisfacer las necesidades colectivas a su cargo, mediante la prestación de los servicios
públicos correspondientes. Asimismo, esta actividad se desenvuelve dentro de la
Administración Pública y tiene como finalidad la satisfacción de las necesidades colectivas.
Las actividades públicas, las funciones públicas son servicios de los cuales no puede prescindir
una sociedad, como son La Justicia, La Defensa Nacional, La Seguridad Pública, Los
Transportes, La Actividad Educativa, La Actividad Económica del Estado, El Crédito Público y
Otras.
El Estado para poder llevar a cabo su función financiera, requiere de ciertos recursos y una vez
que los obtiene los administra y por último, los aplica para satisfacer las necesidades de la
sociedad, que en si es el objetivo esencial de esta función.

DERECHO FINANCIERO
Es la disciplina que tiene por objeto el estudio sistemático del conjunto de normas que
reglamentan La Recaudación, La Gestión y La Erogación de los medios económicos que
necesitan el Estado y los otros Órganos Públicos para el desarrollo de sus actividades y el estudio
de las relaciones jurídicas entre los poderes de los Órganos del Estado y entre los mismos
ciudadanos que derivan de la aplicación de esas normas.
Es una rama del Derecho en general y en particular del Derecho Administrativo. Es el conjunto
de normas jurídicas que sistematizan los ingresos y los gastos públicos normalmente previstos en
el Presupuesto y que tiene por objeto regular las funciones financieras del Estado.
Así el Derecho Financiero se nos presenta como una disciplina cuyo estudio comprende
el análisis y la evaluación del conjunto de normas jurídicas que regulan la obtención por parte del
Estado de todos los recursos económicos necesarios para su sostenimiento; en resumen, el
Derecho Financiero es el conjunto de normas jurídicas aplicadas a las finanzas públicas.
DERECHO FISCAL
Para explicar las características y la aceptación de esta denominación es necesario remontarse a
algunas consideraciones de tipo histórico.
Su origen se encuentra en la palabra "Fiscum" que en latín significa bolsa o cesto. Con
el tiempo la voz popular comenzó a identificar a los recaudadores por su signo más distintivo que
era la bolsa o cesto y mencionaban ahí vienen los del Fisco, entendiéndose por este el órgano del
Estado que se encuentra encargado de la determinación, liquidación y administración de
los tributos.
En estas condiciones en la actualidad el término Derecho Fiscal se refiere al conjunto de normas
y principios que regulan la relación jurídica tributaria, entendiéndose por ésta última el vínculo
legal en virtud del cual los ciudadanos resultan obligados a contribuir con una parte proporcional
de sus ingresos, rendimientos o utilidades al sostenimiento del Estado.
Algunos autores opinan que las expresiones Derecho Fiscal, Derecho Tributario y Derecho
Impositivo pueden considerarse sinónimos, y en consecuencia, puede denominarse a
esta materia con cualquiera de ellos; otros al respecto consideran que si bien es cierto que se trata
de la misma materia fiscal, cada una de las denominaciones que se señalan tiene alguna
característica especial que las distingue de los demás, por ello es posible aceptar ambas posturas.

LA CONSTITUCION
Es la fuente por excelencia del Derecho, en cuanto determina la estructura del Estado, la forma
de gobierno, la competencia de los órganos constitucionales y administrativos, los derechos y
deberes de los ciudadanos, así como la libertad jurídica.
La Constitución como norma fundamental del Estado, ocupa el vértice del orden jurídico, a
manera de premisa mayor de la que derivan su razón de ser y su contenido las otras leyes.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos es la fuente principal donde nace el
Derecho Fiscal, como lo establece el artículo 31 fracción IV.- "Es obligación de los mexicanos
contribuir para los gastos públicos, así de la Federación como del Distrito Federal o del
Estado y Municipios en que residan, de la manera proporcional y equitativa que dispongan
las leyes".
Federación.- La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo
40, establece el carácter federal de la organización política mexicana y reconoce
al federalismo como un arreglo institucional que se distingue por la división de poderes entre un
gobierno federal y los gobiernos de los estados miembros. Un Estado federal se caracteriza por
la competencia constituyente que en él tienen los estados miembros.

Distrito Federal.- Un distrito federal es un territorio que está bajo soberanía de un Estado
federal sin ser parte de ningún estado o provincia integrante de la federación o estar bajo
la administración de alguno de éstos. Es común que las federaciones creen distritos federales con
el objetivo de evitar la influencia de los intereses particulares de cualquier estado o provincia
miembro. En este caso, se la llama Capital

Federal para distinguirla de otro tipo de capitales (estatales o municipales). La ciudad


de México es un distrito federal, ciudad capital de la federación de los Estados Unidos
Mexicanos y sede de los poderes federales de la Unión, de la que constituye una de sus 32
entidades federativas.

Estado.- El Estado es un concepto político que se refiere a una forma de organización social
soberana y coercitiva, formada por un conjunto de instituciones involuntarias, que tiene el poder
de regular la vida nacional en un territorio determinado. El concepto de Estado difiere según los
autores, pero algunos de ellos definen el Estado como el conjunto de instituciones que poseen
la autoridad y potestad para establecer las normas que regulan una sociedad, teniendo soberanía
interna y externa sobre un territorio determinado.

Municipio.- En México, el municipio es una de las dos formas de división territorial de segundo
nivel, siendo la otra forma las delegaciones, exclusiva del Distrito Federal. Cada uno de los 31
estados de México está dividido en municipios, mientras que el Distrito Federal en delegaciones.
El número de municipios en cada estado varía, de 5 en los estados tanto de Baja California como
de Baja California Sur, hasta de 570 en Oaxaca. En total, México se divide en 2.441 municipios.

Residencia Fiscal.- Se modifica el concepto de residencia en territorio nacional para las


personas físicas, señalándose que dichas personas son residentes en México cuando tengan casa
habitación en otro país, si en territorio nacional tienen su centro de intereses vitales. Se considera
que se tiene centro de intereses vitales cuando más de 50% de los ingresos en el año provengan
de fuente de riqueza nacional, o cuando en el país se tenga el centro principal de las actividades
profesionales. (Artículo 9 fracción I CFF). Residente: Persona física o jurídica con domicilio en
un país a efectos legales y fiscales. El residente puede tener la nacionalidad del país o ser
extranjero.

LA LEY
Constituye la fuente formal más importante del Derecho Fiscal, ya que, para alcanzar validez,
absolutamente todas las relaciones que se presenten dentro del ámbito tributario deben
encontrarse previstas y reglamentadas por una norma jurídica aplicable al caso.
Se entiende por Ley una norma de derecho del poder público que crea situaciones generales
abstractas e impersonales por tiempo indefinido. Constituye la fuente formal más importante del
Derecho Fiscal, después de la Constitución, por lo que es de mucho interés el análisis
del procedimiento para la formación de una Ley, el cual se conoce con el nombre de Proceso
Legislativo y que comprende las siguientes etapas:
Sin embargo, aquellos ordenamientos que se han denominado Decretos-Ley, por tratarse de
preceptos que materialmente son legislativos pero que por disposiciones constitucionales los
puede expedir el Ejecutivo, no tienen en nuestro sistema jurídico ninguna justificación para ser
denominados Decretos-Ley, ya que el hecho de que los expida el Ejecutivo con autorización
constitucional no impide su carácter general y obligatorio, ya que en todo caso serán Leyes del

LOS DECRETOS DELEGADOS


El Congreso de la Unión transfiere al Poder Ejecutivo facultades para legislar; ésta disposición se
encuentra prevista en el artículo 131 segundo párrafo de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos. El Congreso faculta al Ejecutivo para aumentar, disminuir o suprimir las
cuotas de las tarifas de exportación o importación expedidas por el propio Congreso y para crear
otras, así como para restringir o prohibir las importaciones, exportaciones y trámites
de productos, artículos y efectos cuando lo estime urgente, a fin de regular el comercio exterior,
la economía del País, la estabilidad de la producción Nacional o de realizar cualquier otro
propósito en beneficio del País.
Se llama así porque las Leyes que en él se contienen son emitidas con el carácter de Decreto
Presidencial y porque debe su existencia a una delegación de facultades legislativas a favor del
Ejecutivo y se distingue del Decreto-Ley por el hecho de que puede emitirse en cualquier tiempo,
sin que se requiera de la declaración de un estado de emergencia.
LA JURISPRUDENCIA
Significa, prudencia de lo justo; es una forma de interpretación de las Leyes, que en materia
fiscal se origina con tres resoluciones ejecutorias ininterrumpidas por parte de los tribunales, es
decir: cuando se emite un fallo a favor de un contribuyente, éste es de carácter particular, pero si
se dan tres fallos continuos a favor de otros contribuyentes en casos iguales, entonces se
crea Jurisprudencia, de esta forma se crean beneficios para todos los contribuyentes en la misma
situación; esta disposición se encuentra reglamentada o tiene su fundamento en la Ley Federal de
Procedimiento Contencioso Administrativo, en sus artículos del 75 al 79.
SECTOR PÚBLICO FINANCIERO:
El estudio, Programación, Dirección y Administración Superior de la actividad fiscal, monetaria,
cambiaria y crediticia y, en general, cualquier otra función relacionada en el desarrollo ordenado
de las finanzas públicas.

SECTOR PÚBLICO FINANCIERO


Lo conforman las dependencias y entidades gubernamentales Que tienen competencia para
actuar en el área de las finanzas públicas.
El Sector Público Financiero está integrado por:

Banco de Guatemala

Junta Monetaria

Ministerio de Economía

Ministerio de Finanzas Públicas

RECURSOS FINANCIEROS: El Estado como cualquier persona particular tiene Que


obtener medios económicos, riqueza o bienes para poder satisfacer las necesidades
colectivas, o lo Que es lo mismo, necesita recursos, ingresos monetarios para poder cumplir
con sus fines y el sostenimiento de sus organismos.
RECURSOS PÚBLICOS

Son los ingresos Que obtiene el Estado preferentemente en dinero, para la atención de las
erogaciones determinadas por exigencias administrativas o de índole económico social.

ELEMENTOS DE LOS RECURSOS PÚBLICOS

El Estado, como sujeto de la economía pública

Los medios económicos Que el Estado recibe, lo Que en mayor porcentaje es en


forma coactiva a través de los Tributos

Las leyes reguladoras previamente promulgadas. (Principio de Legalidad)

La aplicación de los recursos al cumplimiento del fin y necesidades del Estado.


(El bien común y sostenimiento de sus Organismos).

CLASIFICACIÓN DE LOS RECURSOS


El presupuesto de ingresos y egresos del Estado de Guatemala, en principio comprende a dos
grandes rubros Que son: Ingresos corrientes e Ingresos de Capital, los Que a su vez se
subdividen conforme al cuadro siguiente:

RECURSOS PÚBLICOS DEL ESTADO

CONCEPTO

El estudio de los recursos en este orden, después de los gastos, no significa que en el proceso de
la actividad financiera la determinación de los gastos sea previa a la de los recursos ni que ésta
dependa de aquélla. Por el contrario, las dos son interdependientes: el proceso de determinación
de ambos es muy complejo y se desarrolla a través de cotejos múltiples de utilidades y
sacrificios; o sea, utilidades y desutilidades según el métodode comparaciones marginales de
acuerdo con las escalas de prioridades de gastos y recursos. Las utilidades positivas y negativas
de los gastos y de los recursos, respectivamente, son apreciadas no en cantidades expresadas en
sumas de dinero sino a través de avances y postergaciones, según los números ordinales, o a
veces mediante el empleo de cuantificación relativa con los conceptos de mayor, igual o menor.
La creación del distingo entre recursos racionales e irracionales, según la conocida clasificación
de Griziotti (1), depende —esencialmente— de una premisa no demostrada que condiciona el
principio de que la capacidad contributiva es el fundamento del impuesto, con el agregado:
siempre que se la tenga como índice de la "participación del contribuyente en los beneficios
generales y especiales que el Estado brinda a los habitantes del país con su actuación.
Caso contrario, no estaríamos en presencia de un impuesto sino de otro recurso racional o
irracional, que podría llegar a ser una exacción según el autor citado.
Por otra parte, los recursos pueden distinguirse por connotaciones de diferente naturaleza:
económicas, políticas, jurídicas y técnicas, lo cual contribuye á la complejidad del problema de

CLASIFICACIÓN DE LOS RECURSOS

Recursos ordinarios y extraordinarios


Si hizo la mención de esta clasificación en oportunidad de examinar la clasificación de los gastos
en ordinarios y extraordinarios y dijimos la respecto que se trata de una clasificación perimida,
sobre todo a causa de la doctrina moderna que ha refutado la correlatividad entre gastos y
recursos ordinarios y gastos y recursos extraordinarios.
En efecto, gastos destinados al pago de sueldos y salarios del personal administrativo del Estado
pueden financiarse con endeudamiento, cuando así lo exija la coyuntura económica y, por el
contrario, gastos excepcionales como los de movilización total de la Nación para la defensa en
caso de guerra, pueden financiarse con impuestos en alta proporción, a fin de evitar la
explosión inflacionaria.
Recursos Originarios y Derivados
Esta clasificación distingue los recursos obtenidos por el Estado de su propio patrimonio o del
ejercicio de actividades comerciales, industriales, mineras, agrícola-ganaderas, bancarias,
de seguros, los que por proceder de los bienes o de las empresas propias del Estado- se
consideran originarios de aquellos que son extraídos del patrimonio ajeno por el poder de
imperio del Estado y que sé denominan derivados.
En esta categoría debe incluirse no sólo a los recursos tributarios, sino también a los procedentes
del crédito, porque el endeudamiento del Estado implica la creación de recursos tributarios
para cubrir los servicios por intereses y amortizaciones. Es dudosa, en cambio, la inclusión
en ésta o en la otra clase de recursos, de los que el Estado obtiene de la emisión de moneda-papel
o de otras operaciones monetarias; porque —por un lado— el régimen monetario
es función típica del Estado que la cumple a través de la Banco Central o Bancos de Emisión, por
lo que los recursos obtenidos podrían asimilarse a los originarios; por otro lado, los efectos de la
emisión sobre el nivel general de los precios y las consecuencias de la reducción del poder de
compra de importantes sectores de la población, permitiría clasificar a estos recursos entre los
derivados y, más precisamente, entre los tributarios. La característica de la coerción está presente
en la moderna economía por la asunción de la emisión como monopolio legal del Estado y por el
curso forzoso de los billetes emitidos.
En resumen, la clasificación de los recursos en originarios y derivados se identifica
parcialmente con la clasificación de los recursos en patrimoniales y tributarios. La
coincidencia no es tota], por las observaciones que acabamos de formular respecto de los
recursos del crédito y de la emisión u otras operaciones monetarias y las que exponemos a
continuación.
Recursos regidos por el derecho privado y por el derecho público
Desde un punto de vista jurídico pueden distinguirse los recursos en: los regidos por el derecho
privado y los regidos por el derecho público.
Esta clasificación sólo en ciertos casos coincide con los recursos originarios y derivados.
En algunos recursos originarios pueden estar sujetos al derecho privado, cuando las actividades o
los bienes que los producen son frutos de empresas privadas o estatales o autárquicas sometidas
– a voluntad- al derecho civil y comercial.
Esto no se verifica siempre, ya que el régimen legal de muchas entidades estatales que producen
recursos es netamente de derecho público. Por otra parte, no es impensable que algunas
operaciones de crédito estén regidas por el derecho privado.
Además, no es superfluo recordar que el distingo entre derecho privado y público es muy
controvertido y que en algunos casos de empresas del Estado o de entidades autárquicas, si bien
las operaciones pueden regirse por normas del derecho privado, el estatuto de la empresa o
entidad, el control, el nombramiento de los administradores y su responsabilidad y otros aspectos
de su organización y funcionamiento, son regidos por normas de derecho público.

DIFERENTES GÉNEROS DE RECURSOS

Los recursos del Estado son agrupables, según su naturaleza, en las siguientes categorías:
a) Recursos patrimoniales.
b) Recursos tributarios.
c) Recursos del crédito.
d) Emisión monetaria.
e) Varios.
Antes de entrar en el estudio analítico de cada una de estas categorías creemos oportuno
observar, en general, que la delimitación de cada una de ellas, como también de los recursos
reunidos en las distintas categorías entre sí o con los de otras categorías, no es absoluta, sino que
existen diferencias de matices y un gradual camino de uno a otro recurso y un sinnúmero de
casos en que los recursos, aun clasificados en diferentes grupos, se mezclan o combinan entre sí.

TRIBUTOS

Los tributos son ingresos de derecho público1 que consisten2 en prestaciones pecuniarias
obligatorias, impuestas unilateralmente por el Estado, exigidas por una administración
pública como consecuencia de la realización del hecho imponible al que la ley vincule en el
deber de contribuir. Su fin primordial es el de obtener los ingresos necesarios para el
sostenimiento del gasto público, sin perjuicio de su posibilidad de vinculación a otros fines.

Los tributos, son los aportes que todos los contribuyentes tienen que transferir al Estado; dichos
aportes son recaudados en ocasiones directamente por la administración pública o en algunos
casos por otros entes denominados recaudadores indirectos.

En nuestro país, la obligación de tributar está dada en el numeral 9 del artículo 95 de la


Constitución Nacional, en la que se menciona que todos los colombianos deben “contribuir al
funcionamiento de los gastos e inversión del Estado dentro de los conceptos de justicia y
equidad”.

Existen tres clases de tributos:

 Los Impuestos: son dineros que pagan los particulares y por los que el Estado no se
obliga a dar ninguna contraprestación. El objeto de los impuestos es principalmente
atender las obligaciones públicas de inversión; dos ejemplos de impuestos son: impuesto
de Renta y complementarios, y el Impuesto sobre las ventas -IVA-.
 Contribuciones: esta clase de tributo se origina en la obtención de un beneficio
particular de obras destinadas para el bienestar general. Las contribuciones se consideran
tributos obligatorios aunque en menor medida que los impuestos. Un ejemplo de
contribución es: la contribución por valorización, que se genera en la realización de obras
públicas o de inversión social, efectuadas por el Estado y que generan un mayor valor de
los predios cercanos.
 Tasas: son los aportes que se pagan al Estado, como remuneración por los servicios que
este presta; generalmente son de carácter voluntario, puesto que la actividad que los
genera es producto de decisiones libres. Ejemplos de tasas en Colombia: peajes (producto
de la decisión libre de viajar), sobretasa a la gasolina (producto de la decisión libre a
tener un medio de transporte propio), entre otros servicios que presta el Estado.

ORIGEN DE LOS TRIBUTOS


Tan antiguo como el hombre son igualmente los tributos, sus orígenes datan desde los
inicios de la humanidad, estos surgen debido a tres hechos históricos importantes como son: la
religión, la guerra y la piratería, dentro del aspecto religioso aparece durante el periodo
paleolítico y nace como una necesidad del hombre para manifestar su gratitud a los dioses,
calmarlos y atenuar sus propios temores, por medio de ofrendas en especies y sacrificios de
animales o seres humanos.
Durante las sucesivas guerras estos fueron el principal sustento económico para poder
cubrir los gastos que estas originaban, el primero del que se tiene conocimiento fue creado en
Grecia llamado eisfora y debía ser cancelado por todos los ciudadanos, este era utilizado solo
durante el periodo de conflicto una vez culminado este se suprimía el tributo, y cuando por el
esfuerzo de guerra eran generados ingresos adicionales estos se usaban para devolver dicho
tributo.
La piratería o pillaje, cobra mayor fuerza y auge en el norte de África durante el siglo
XVII, esta consistía en la apropiación de forma ilegítima e irracional y por la fuerza de bienes
ajenos de algún valor, tales como: cosechas, ganado, marfiles, cera, pieles, maderas preciosas y
otros. Es asi como, los pueblos nómadas de esta región quienes eran los dueños de los oasis
protegían a los sedentarios a cambio de un sistema de tributos contra el pillaje al cual eran
sometidos por otros grupos.
Es así como, los principales tributos de la antigüedad de los que se tiene conocimiento son:
Alcabala, la cual gravaba todas las transacciones de bienes; almojarifazgo, era un derecho de
aduana y se aplicó a las exportaciones e importaciones de bienes; tributo pagado por los indios
de manera comunal, los nativos tenían esa obligación en su condición de vasallos del rey;
diezmo, consistía en que el 10% de la producción de la tierra o beneficio se dedicara a la Iglesia
Católica.
En Venezuela, no es sino hasta el año de 1989 que se plantea el implementar una estrategia
tributaria por medio de la propuesta de crear una administración para el impuesto al valor
agregado (IVA), que posteriormente fue asumiendo el control de los tributos que componían el
sistema impositivo nacional para ese entonces, y no es sino hasta 1994 a través del programa de
reforma tributaria que se consolida la modernización del marco jurídico y funcional de la
Hacienda Pública Nacional.
La finalidad de dicha actualización se basaba principalmente en reducir eficazmente los
altos índices de evasión fiscal y afianzar un sistema de finanzas públicas, apoyado básicamente
en los impuestos procedentes de la actividad productiva y menos subordinado al esquema
rentista petrolero. Este cambio tan importante se logró a través de la creación del Servicio
Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT).
En cuanto al marco normativo, no es sino hasta el 30 de enero de 1983 que entra en
vigencia el primer Código Orgánico Tributario en Venezuela, proyecto que había sido iniciado
en octubre de 1977 a través del proceso de reforme tributaria, “la importancia primaria de dicho
código era la necesidad de dotar al país de una ley fundamental de la tributación, para dar
seguridad jurídica a los contribuyentes y al Estado, para resolver múltiples situaciones”.
En conclusión, por medio del análisis descrito anteriormente podemos tener una visión
mucho más clara y amplia del origen y evolución que los tributos han experimentado a lo largo
de la historia además de las razones que han fundamentado dichos cambios, ya que estos deben
estar sujetos a la dinámica económica, política y social de cada nación en particular, al igual que
deben adaptarse a los diversos sistemas jurídicos de cada uno de los países, para que puedan
cumplir con los objetivos de desarrollo establecidos por el Gobierno, puesto que, estos tienen
como finalidad generar ingresos para poder satisfacer las necesidades públicas.
PODER TRIBUTARIO DEL ESTADO
En este sentido, la propia regulación constitucional guatemalteca alude al poder tributario para
atender las necesidades del Estado —art. 239 CG—. Sin embargo, el objeto de nuestro trabajo se
limita al análisis del poder tributario en Guatemala, dada las particularidades jurídico-
constitucionales que presenta, que son dignas de estudio; superando la tendencia a concebirlo,
exclusivamente, como poder legislativo para crear tributos; de la que no está exenta la propia
Corte Constitucional cuando afirma que «el poder tributario del estado constituye básicamente
una facultad que posee este ente para crear unilateralmente tributos» —SCC de 05/11/09—8 .
Debiéndose encontrar el fundamento del poder tributario, no tanto en la soberanía, arrumbada en
el seno de un Estado de Derecho, que lleva a cabo una distribución vertical y horizontal del
poder, sino en el propio Ordenamiento constitucional; concretamente en la atribución al poder
pú- blico de fines de Estado —arts. 118 y 119 CG, entre otros muchos—. En definitiva, en la
existencia de necesidades públicas a atender por el Estado. Fundamento que remarca la propia
Corte Constitucional cuando afirma que la «potestad fiscal, [es la] base de la subsistencia
económica del Estado» —Sentencia de 05/02/1988—9 . Marco jurídico, en cuyo seno el poder
tributario aparece configurado como conjunto de competencias jurídico-constitucionales,
atribuidas a entes públicos territoriales representativos de intereses primarios, que les 8 Ibidem,
p. 227. 9 Ibidem, pp. 116-117. 74 EL PODER TRIBUTARIO EN GUATEMALA CRISTÓBAL
JOSÉ BORRERO MORO Anuario Iberoamericano de Justicia Constitucional ISSN 1138-4824,
núm. 16, Madrid (2012), págs. 69-91 permite establecer y aplicar tributos; haciendo realidad el
deber contribuir10 en Guatemala. Lo cual exige, como presupuesto de operatividad, la atribución
de dichas funciones jurídicas, que anclan sus cimientos en la atribución de competencias
normativas y administrativas, a los entes públicos territoriales; permitiéndoles actuar
tributariamente en ambos planos jurídicos: el normativo y el administrativo11. Siendo éste el
contexto jurídico en el que procede el planteamiento de la cuestión relativa a ¿quiénes son
titulares de poder tributario en Guatemala? Debiéndose encontrar la respuesta en el
Ordenamiento jurídico guatemalteco. Ciertamente, conscientes de que el poder tributario es
atributo del poder político; en tanto que poder para dictar normas generales, el poder tributario
sólo se le reconoce a los entes de naturaleza política; esto es, a los entes públicos territoriales
representativos de intereses generales y primarios de un pueblo, en tanto que gozan de autonomía
normativa para la gestión de sus respectivos intereses. En este punto, el artículo clave del
Ordenamiento jurídico guatemalteco sobre el que fundamentar la respuesta a la cuestión
formulada supra es el artículo 224 CG, al establecer, en primer lugar, que «[e]l territorio de la
República, se divide para su administración en departamentos y éstos en municipios»; señalando
las administraciones territoriales en Guatemala; en segundo lugar, las regiones de desarrollo, con
la finalidad de dar un impulso racionalizado al desarrollo integral del país; y, en tercer lugar, la
posibilidad de modificación administrativa del país; aunque siempre dentro de los límites
constitucionales12. A) El poder tributario del Estado La Constitución guatemalteca reconoce al
Congreso de la República la potestad legislativa —art. 157 y 171.a)—; y, por extensión la
competencia para decretar tributos —art. 171.c) CG—; al Presidente de la República las
competencias para sancionar, promulgar, ejecutar y hacer que se ejecuten las leyes13, para dictar
los decretos para los que estuvieren facultados por 10 J. MARTIN QUERALT, C. LOZANO
SERRANO, J.M. TEJERIZO LÓPEZ, G. CASADO OLLERO (2011), p. 178. 11 Vid. SCC de
26/05/09; Auto CC de 23/07/2009, CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD (2011), p. 228. 12
Opinión consultiva de 23/03/98; Ibidem, p. 218. 13 Aunque, como reconoce la propia Corte
Constitucional «esas funciones, que dan al ejecutivo cierto control político de la función
legislativa, no pueden entorpecer al Organismo Legislativo en el ejercicio de sus potestades,
porque en tal caso se supeditaría la potestad legislativa del Congreso a la voluntad, actividad o
inactividad del Ejecutivo, lo que sería frontalmente 75 CRISTÓBAL JOSÉ BORRERO MORO
EL PODER TRIBUTARIO EN GUATEMALA Anuario Iberoamericano de Justicia
Constitucional ISSN 1138-4824, núm. 16, Madrid (2012), págs. 69-91 la Constitución, así como
para dictar los acuerdos, reglamentos y órdenes para el estricto cumplimiento de las leyes, sin
alterar su espíritu —art. 183.e) CG—; mientras que a los Ministros se le reconocen la función de
refrendar los decretos, acuerdos y reglamentos, dictados por el Presidente de la República,
relacionados con su despacho, en tanto que presupuesto de validez —art. 194.c) CG—; con la
finalidad «de someter los actos del Presidente al control ministerial…» —SCC de 09/02/2010—
14. Fruto del ejercicio de dichas competencias normativas, constitucionalmente reconocidas, es
el Ordenamiento jurídico de la Hacienda Pública guatemalteca, integrado por el conjunto de
leyes, decretos, reglamentos y demás normativa encaminada a establecer los tributos y los
institutos jurídico-tributarios, materiales y procedimentales que permiten configurar la Hacienda
Pública en Guatemala, cuyo administrador, aunque siempre con arreglo a la Ley, es el Presidente
de la República —art. 183.q) CG—. En su seno, y por el otro lado, se atribuyen legalmente
competencias administrativas de aplicación de los tributos, a la Administración tributaria;
entendida, en el ámbito estatal, como la «Superintendencia de Administración Tributaria u otra
dependencia o entidad del Estado a la que por ley se le asignen funciones de administración,
recaudación, control y fiscalización de tributos» —art. 98 Código Tributario (en adelante CT)—;
debiendo encaminarse a la verificación del correcto cumplimiento de las leyes tributarias,
conforme a las normas del Código Tributario, las de su Ley Orgánica, las leyes específicas de
cada impuesto y las de sus reglamentos respectivos —art. 98 CT—. A la luz de lo cual, el
Ordenamiento jurídico guatemalteco reconoce al Estado poder tributario; esto es, poder para
establecer y aplicar los tributos. En la misma línea, la legislación reconoce, al establecer el
fundamento de los tributos, el poder tributario del Estado —art. 9 CT—. Así lo ratifica la propia
Corte Constitucional —SSCC de 05/11/09; de 06/08/92; Auto CC de 23/07/09—15.

LOS TRIBUTOS, CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN

Antes de avanzar en cada impuesto que configura el sistema fiscal español en el blog, he
querido escribir este post para delimitar el concepto y clasificación de los tributos en Derecho
Tributario, tanto impuestos, definiéndolos y clasificándolos, como tasas, contribuciones
especiales, exacciones parafiscales, así como una enumeración de los principales impuestos del
sistema tributario estatal, autonómico y local.

La Ley General Tributaria (en adelante LGT) recoge el concepto de tributo en su artículo 2,
señalando que:

“Los tributos son los ingresos públicos que consisten en prestaciones pecuniarias exigidas por
una Administración pública como consecuencia de la realización del supuesto de hecho al que la
Ley vincula el deber de contribuir, con el fin primordial de obtener los ingresos necesarios para
el sostenimiento de los gastos públicos.

Los tributos, además de ser medios para obtener los recursos necesarios para el sostenimiento
de los gastos públicos, podrán servir como instrumentos de la política económica general y
atender a la realización de los principios y fines contenidos en la Constitución“.

De este concepto se pueden extraer las siguientes características de los tributos:


— Son ingresos ordinarios, pues se perciben con regularidad.

— Son prestaciones coactivas, es decir, con capacidad para apremiar u obligar.

— Sólo pueden establecerse en virtud de ley.

— Gravan la capacidad económica (art. 31.1 CE).

— Se destinan a cubrir los gastos generales del Estado.

— Sirven como instrumento de política económica y para procurar una mejor distribución de la
renta nacional.

La principal clasificación de los tributos aparece en el artículo 2 LGT, que considera el hecho
imponible como elemento diferencial de un tributo respecto de otro. Los tributos, cualquiera que
sea su denominación, se clasifican en:

a) Tasas: son los tributos cuyo hecho imponible consiste en la utilización privativa o el
aprovechamiento especial del dominio público, la prestación de servicios o la realización de
actividades en régimen de derecho público que se refieran, afecten o beneficien de modo
particular al obligado tributario, cuando los servicios o actividades no sean de solicitud o
recepción voluntaria para los obligados tributarios o no se presten o realicen por el sector
privado.

b) Contribuciones especiales: son los tributos cuyo hecho imponible consiste en la obtención
por el obligado tributario de un beneficio o de un aumento de valor de sus bienes como
consecuencia de la realización de obras públicas o del establecimiento o ampliación de servicios
públicos.

c) Impuestos: son ios tributos exigidos sin contraprestación cuyo hecho imponible esta
constituido por negocios, actos o hechos que ponen de manifiesto la capacidad económica del
contribuyente.

Impuestos

De acuerdo con el artículo 2.c) LGT los impuestos se definen como “los tributos exigidos sin
contraprestación cuyo hecho imponible está constituido por negocios, actos o hechos que ponen
de manifiesto la capacidad económica del contribuyente”.
Como notas características del impuesto podemos señalar:

— El impuesto es un tributo exigido sin contraprestación, ya que el sujeto pasivo resulta


obligado al pago una vez realizado el presupuesto de hecho previsto en cada impuesto para
configurar el hecho imponible.

— El impuesto es un tributo que se fundamenta en la capacidad de pago que pone de manifiesto


el sujeto pasivo.

— El impuesto al igual que el resto de los tributos debe ser regulado por ley en todos sus
elementos esenciales.

Definido el concepto de impuesto, viendo cómo su objeto es el patrimonio, la renta o el gasto,


señalaremos algunas de las clasificaciones tradicionalmente aceptadas.

IMPUESTOS DIRECTOS E INDIRECTOS

Son impuestos directos los que gravan una manifestación directa de la capacidad de pago del
sujeto pasivo, como la posesión de un patrimonio o la obtención de renta (ejemplo: el Impuesto
sobre la Renta de las Personas Físicas o el Impuesto sobre Sociedades).

Son impuestos indirectos los que gravan una manifestación indirecta de la capacidad de pago del
sujeto pasivo, como es la circulación o el consumo de riqueza (ejemplo: el Impuesto sobre el
Valor Añadido o los Impuestos Especiales).

Impuestos subjetivos y objetivos

Son impuestos subjetivos los que gravan la capacidad de pago teniendo en cuenta las
circunstancias personales del sujeto pasivo (ejemplo: Impuesto sobre la Renta de las Personas
Físicas).

Son impuestos objetivos los que gravan una manifestación de la capacidad de pago sin tener en
cuenta las circunstancias personales del sujeto pasivo (ejemplo: el Impuesto sobre el Valor
Añadido).

Impuestos reales y personales

Son impuestos reales aquellos que atienden únicamente al objeto que produce el rendimiento
gravado sin relacionarlo con el sujeto pasivo obligado a pagar (ejemplo: el Impuesto sobre
Bienes Inmuebles grava los inmuebles con total independencia de la capacidad de pago del
propietario del inmueble).

Son impuestos personales los que someten a tributación un hecho imponible puesto en relación
con el sujeto pasivo (ejemplo: el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, pues
necesariamente hay que imputar a una persona la titularidad de las rentas gravadas).

Impuestos periódicos e instantáneos

Son impuestos periódicos aquellos cuyo hecho imponible goza de continuidad en el tiempo de
forma que el legislador se ve obligado a fraccionarlo, de tal suerte que a cada fracción resultante
se asocia una deuda tributaria distinta (ejemplo: el Impuesto sobre la Renta de las Personas
Físicas).

Son impuestos instantáneos o accidentales aquellos cuyo hecho imponible se agota por su
propia realización, el hecho imponible se produce de modo aislado o accidental (ejemplo: el
Impuesto sobre Sucesiones).

Impuestos estatales, autonómicos y locales

En esta clasificación se atiende al sujeto activo de la relación que nace como consecuencia del
impuesto. De esta forma los impuestos serán estatales, autonómicos o locales, según que sean
exigidos por el Estado, por una Autonomía o por los Entes Locales.

Tasas

Las tasas se definen en el artículo 2.a) LGT como los tributos cuyo hecho imponible consiste en
la utilización privativa o el aprovechamiento especial del dominio público, la prestación de
servicios o la realización de actividades en régimen de derecho público que se refieran, afecten o
beneficien de modo particular al obligado tributario, cuando los servicios o actividades no sean
de solicitud o recepción voluntaria para los obligados tributarios o no se presten o realicen por el
sector privado.

Las tasas pueden ser:

 Fiscales. Como ejemplo de tasas fiscales tenemos las que se abonan para la obtención de
un título académico, o las de los juegos.
 Especiales. Podemos considerar tasas especiales las que se abonan cuando se hace alguna
gestión en un Consulado o Embajada, tasas de seguridad en Aeropuertos o las tasas de las
tarjetas de transporte.

Contribuciones especiales

El artículo 2. b) LGT define estos tributos como aquellos cuyo hecho imponible consiste en la
obtención por el obligado tributario de un beneficio o de un aumento de valor de sus bienes
como consecuencia de la realización de obras públicas o del establecimiento o ampliación de
servicios públicos. Como ejemplo de contribuciones especiales tenemos las que cobran los
Ayuntamientos cuando se lleva a cabo una determinada urbanización o puesta en marcha un
nuevo sistema de alumbrado público.

Exacciones parafiscales

La Disposición Adicional primera de la LGT hace referencia a las denominadas exacciones


parafiscales señalando que participan de la naturaleza de los tributos, y que se rigen por la propia
LGT en defecto de normativa específica.

Los tributos parafiscales son detracciones coactivas de carácter económico, caracterizadas


porque, pese a tener materialmente los rasgos del tributo, ni se han creado por ley, ni se
gestionan conforme a los procedimientos aplicables a la gestión de tributos, ni su exacción está
prevista en los presupuestos generales del Estado. Se trata de tributos afectos a finalidades
específicas y concretas, caracterizados por la singularidad de su régimen jurídico.

Como ejemplo de exacciones parafiscales tenemos los aranceles que cobran los Notarios y
Registradores de la Propiedad, o el recurso que cobran las Cámaras de Comercio.

Impuestos del sistema tributario estatal

Dentro del sistema de impuestos estatales podemos distinguir entre dos grupos: los impuestos
directos y los impuestos indirectos.

IMPUESTOS DE EXACCIÓN VOLUNTARIA:

— Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana.

— Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras.


En la Ley de las Haciendas Locales también se dispone que los ayuntamientos podrán establecer
y exigir tasas por la prestación de servicios o la realización de actividades de su competencia y
por la utilización privativa o el aprovechamiento especial de los bienes del dominio público
municipal, y podrán, asimismo, establecer y exigir contribuciones especiales por la realización
de obras o por el establecimiento o ampliación de servicios municipales.

CARACTERÍSTICAS DEL ESTADO

1. Definición

“Comunidad organizada en un territorio definido mediante un orden jurídico servido por un


cuerpo de funcionarios organizado en un poder jurídico, autónomo y centralizado, que tiende a
realizar el bien común

2. Población

Asociada a un Estado-Nación existe siempre un conjunto de personas que lo habitan y que están
sujetas a intereses comunes. La población cuenta con una serie de derechos, y además de cumplir
con ciertas obligaciones y responsabilidades.

3. Territorio y Fronteras

Siempre existe un espacio físico concreto donde se asienta la población perteneciente a un


Estado. Ese espacio físico tiene demarcados claramente sus límites, de modo de evitar conflictos
con los Estados vecinos. En los puestos fronterizos normalmente existen controles de
gendarmería.
4. División de poderes

En los Estados modernos existe una clara división de poderes que agiliza los procesos y evita la
corrupción. Clásicamente, se diferencian tres poderes:

 Ejecutivo: Corresponde al gobernante y sus ministros, también a los secretarios,


subsecretarios, etc. Son los encargados de tomar decisiones de diversa índole.
 Legislativo: Correspondería al Parlamento (que puede ser de una o dos cámaras).
Diputados y senadores proponen leyes que son debatidas y finalmente aceptadas o
rechazadas mediante el voto de los miembros de las cámaras.
 Judicial: Corresponde a quienes se ocupan de la aplicación del derecho; es muy
importante que actúen con independencia y apego a la norma jurídica

5. Poder

Se refiere a la potestad que tiene siempre un Estado y que lo autoriza a imponer decisiones de
carácter general y de regir, mediante normas de cumplimiento obligatorio, la convivencia
pacífica entre las personas.

6. Funcionarios

Los Estados modernos funcionan gracias al trabajo de gobernantes elegidos mediante el sufragio
universal de los ciudadanos, y estos no son más que funcionarios que están al servicio de los
ciudadanos durante el período que duren sus mandatos. Terminados los mandatos, deben permitir
que los reemplacen nuevas autoridades elegidas por los procedimientos previstos en su
Constitución.

7. Constitución

Todo Estado funciona al amparo de una Constitución o Carta Magna, que es la norma jurídica
suprema positiva que rige su organización, explicitando quién detentará la autoridad, la forma en
que se ejercerá esa autoridad, los límites de los órganos públicos y diversos derechos y deberes
fundamentales de los ciudadanos y también de los gobernantes.
8. Ejército

La mayoría de los Estados tienen un ejército preparado para defender la soberanía en caso de
conflictos bélicos, aunque no todos. Los ejércitos pueden ser profesionales o basados en el
servicio militar obligatorio, o una combinación de ambos.

9. Recursos

Todos los Estados tienen previstos modos para obtener recursos; el más habitual y extendido es
la recaudación de impuestos. Con esos fondos el Estado debe atender a los gastos en salud y
educación, entre otros.

10. Intervención en la economía

Algunos Estados acostumbran a intervenir en los mercados a fin de lograr ciertos efectos en la
economía (como estimular el consumo, abaratar el crédito, etc.); otros no lo hacen casi nunca
porque confían en las ventajas del libre mercado.

11. Obligaciones del Estado democrático

El Estado tiene ciertas obligaciones para con sus ciudadanos. Entre ellas, se destacan:

 Garantizar la seguridad pública


 Garantizar el derecho al voto
 Garantizar el funcionamiento libre de la justicia
 Garantizar la libre circulación
 Garantizar el derecho a la libre asociación
 Garantizar el derecho al trabajo
MODELOS DE ORGANIZACIÓN DEL ESTADO.

Algunas de las formas de organización del Estado más extendidas en la actualidad son las
siguientes:

 Estado unitario o central: En él el poder se ejerce desde un centro único; a menudo tiene
un poder legislativo es unicameral.
 Estado federal: Se llaman así aquellos Estados que se componen de varios estados, los
cuales no pierden su identidad. En estos estados coexiste una justicia federal y otra
correspondiente al propio estado.
 Estado autonómico o regional: No son tantos los casos de entidades autónomas, pero las
hay. Estas no tienen soberanía propia y en ellas coexisten el orden jurídico
correspondiente al Estado Nacional y aquel correspondiente a la comunidad autónoma,
estos órdenes no deben entrar en conflicto.
 Confederación o estado confederado: Estos estados están conformados por la unión de
varios estados independientes, los cuales conservan autonomía plena.
 Estado supranacional: Comparten rasgos de federación y de confederación; son formas
relativamente nuevas.

OBJETIVOS DE LOS IMPUESTOS

Influir en el rendimiento macroeconómico de la economía (la estrategia gubernamental para


hacer esto es conocida como su política fiscal).

Para llevar a cabo funciones del Estado, tales como la defensa nacional, y proveer servicios del
gobierno así como el pavimento de calles y el mantenimiento en el caso de la tenencia.

Para redistribuir los recursos entre los individuos de diversas clases dentro de la población.
Históricamente, la nobleza era mantenida por impuestos sobre los pobres. En sistemas de
seguridad social modernos se intenta utilizar los impuestos en sentido inverso, manteniendo a
las clases bajas con el exceso de las clases altas.
Para modificar patrones de consumo o empleo dentro de la economía nacional, haciendo ciertos
tipos de transacciones más o menos atractivas.

En numerosos casos la ley impositiva fija un destino específico para aplicar la recaudación de
determinado impuesto. Esta circunstancia no afecta a la consideración del tributo como
"impuesto", ya que el hecho imponible se fija con independencia de la prestación directa de un
servicio o la realización de una obra.

Los economistas, en especial los neoclásicos, generalmente sostienen que todo impuesto
distorsiona el mercado, resultando en ineficiencia económica. En consecuencia, los economistas
han buscado identificar un sistema de impuestos que represente una distorsión mínima en el
mercado. No obstante, es indudable que muchos impuestos tienen como fin específico el de
distorsionar el mercado, desalentando la producción o el consumo de determinados bienes o
servicios, o buscando influir sobre los precios internos de un país aplicando impuestos a las
importaciones o exportaciones.

CLASIFICACIÓN DE LOS IMPUESTOS

Son impuestos las prestaciones en dinero o en especie, exigidas por el Estado en virtud del poder
de imperio, a quienes se hallen en las situaciones consideradas por la ley como hechos
imponibles
El impuesto, se fundamenta en la soberanía de la nación, justificado por la necesidad de atender
requerimientos de interés social y es, sin duda, el más importante de los tributos que percibe el
Estado para el desarrollo de sus fines.
- Impuestos Directos: Son aquellos en los cuales coincide el sujeto jurídico responsable de la
obligación y el sujeto económico que soporta el tributo. Ejemplo: El impuesto sobre la Renta y
Complementarios. El declarante es el mismo contribuyente que paga el impuesto.
- Impuestos Indirectos: Se trata de aquellos donde el sujeto jurídico no es el mismo sujeto
económico, quien paga el monto respectivo. Ejemplo: El impuesto sobre las ventas: Quien
declara (responsable jurídico) no es el mismo que paga el monto del impuesto (lo hace el
comprador).
CONTRIBUCIONES: Se define la contribución como, una compensación pagada con carácter
obligatoria a un ente público, con ocasión de una obra realizada por él con fines de utilidad
pública pero que proporciona ventajas especiales a los particulares propietarios de bienes
inmuebles.
- Contribuciones sociales: Son los mismos aportes parafiscales, que son percibidos por las
entidades designadas para prestar servicios de seguridad social, fomentar la enseñanza de los
trabajadores, fortalecer la familia, etc.
- Contribuciones corporativas: Son los aportes pagados a determinadas instituciones, por
servicios específicos, que pueden ser gremiales. Algunas son: Pagos a Cámaras de comercio,
Superintendencias y Contralorías.
- Contribuciones económicas: Son los pagos obligatorios que hacen los contribuyentes y que
tienen destinación más o menos específica.

IMPUESTO ÚNICO

Un impuesto único es un sistema impositivo que se basa en forma exclusiva o en gran medida
en un solo impuesto, por lo general elegido por ciertas propiedades especiales, a menudo es un
impuesto sobre el valor de la tierra.1 La idea de un impuesto único sobre los valores de la tierra
fue propuesta de manera independiente por John Locke y Baruch Spinoza en el siglo XVII.
Los fisiócratas franceses con posterioridad acunaron el término impôt unique a causa de las
características especiales de la tierra y la renta.

Pierre Le Pesant, sieur de Boisguilbert y Sébastien Le Prestre de Vauban también recomendaron


un impuesto único, pero a diferencia de los fisiócratas, ellos rechazaron la idea que la tierra
poseyera ciertas características económicas que la hacían especialmente adecuadas desde el
punto de vista impositivo, por lo que propusieron un impuesto flat tax sobre todos los ingresos.2

A fines del siglo XIX y comienzos del XX, surge un movimiento populista en pos del impuesto
único el cual pretende recaudar un impuesto único sobre la renta de la tierra y los recursos
naturales, aunque por razones diferentes.3 Este movimiento por el "Impuesto Único"
posteriormente fue denominado georgismo, una propuesta por un sistema impositivo
simplificado y equitativo que respeta derechos naturales y cuyo ingreso se basa en forma
exclusiva en las rentas sobre la tierra y la explotación de recursos naturales, sin imponer tasas
adicionales sobre las mejoras como ser edificaciones. Algunos libertarios sostienen que la
captura de valor de la tierra es una forma ética y no distorsiva de financiar el funcionamiento del
gobierno, y que la renta sobrante seria distribuida como un tipo de ingreso básico garantizado,
tradicionalmente denominado el dividendo del ciudadano, para compensar a aquellos miembros
de la sociedad que de alguna forma han sido privados de una compensación razonable por el
valor espacial de la tierra y el acceso igualitario a las oportunidades naturales.

LOS PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES TRIBUTARIOS

II DERECHO CONSTITUCIONAL TRIBUTARIO

Señala Rodolfo Spisso 2 que “El derecho constitucional tributario es el conjunto de principios y
normas constitucionales que gobiernan la tributación. Es la parte del derecho Constitucional que
regula el fenómeno financiero que se produce con motivo de detracciones de riqueza de los
particulares en favor del Estado, impuestas coactivamente, que hacen a la subsistencia de éste,
que la Constitución organiza, y al orden, gobierno y permanencia de la sociedad cuya viabilidad
ella procura”.

Entendemos al Derecho Constitucional Tributario, como aquella parte del Derecho


Constitucional, que se denomina tributario, debido al objeto que regula y trata. Es decir, que
aunque se le considera como una área del Derecho Tributario, no se trata de Derecho Tributario
Sustantivo, ya que, en esencia es la parte del Derecho Constitucional que regula los temas
tributarios, como por ejemplo especifica en la Constitución (claro esta) quienes gozan, o a
quienes se les ha otorgado Potestad Tributaria, en que forma se ha otorgado ésta potestad
tributaria, cuales son los límites que tienen que respetar aquellos que ejercen potestad tributaria.
POTESTAD TRIBUTARIA

La Potestad Tributaria, llamada por algunos, Poder Tributario, es aquella facultad que tiene el
Estado de crear, modificar, derogar, suprimir tributos, entre otros, facultad que le es otorgada a
diferentes niveles de gobierno o entidades del Estado, exclusivamente en la Constitución.

LÍMITES AL EJERCICIO DE LA POTESTAD TRIBUTARIA

Como hemos indicado, se señalan en la Constitución, pero no necesariamente todos los límites al
ejercicio de la potestad tributaria se indican en forma expresa, ya que hay una serie de principios
que se encuentran implícitos, es decir no es necesario que la Constitución los señale.

Constitución de 1979

En el artículo 139 de la Constitución de 1979 se indicaba lo siguiente:

“Sólo por ley expresa se crean, modifican o suprimen tributos y se conceden exoneraciones y
otros beneficios tributarios. La tributación se rige por los principios de legalidad, uniformidad,
justicia, publicidad, obligatoriedad, certeza y economía en la recaudación. No hay impuesto
confiscatorio ni privilegio personal en materia tributaria….”.

Constitución 1993

En el artículo 74 de la Constitución vigente, se establece que: “Los tributos se crean, modifican o


derogan, o se establece una exoneración, exclusivamente por ley o decreto legislativo en caso de
delegación de facultades, salvo los aranceles y tasas, los cuales se regulan mediante decreto
supremo.
Los Gobiernos Regionales y los Gobiernos Locales pueden crear modificar y suprimir
contribuciones y tasas, o exonerar de éstas, dentro de su jurisdicción y con los límites que señala
la ley. El Estado, al ejercer la potestad tributaria, debe respetar los principios de reserva de ley, y
los de igualdad y respeto de los derechos fundamentales de la persona. Ningún tributo puede
tener efecto confiscatorio…
No surten efecto las normas tributarias dictadas en violación de lo que establece el presente
artículo.”
Como podemos apreciar, la actual Constitución señala expresamente sólo cuatro Principios del
Derecho Tributario, que es lo mismo que decir los cuatro Límites que debe respetar quien ejerce
potestad tributaria: i) Reserva de Ley, ii) Igualdad, iii) Respeto a los Derechos Fundamentales de
la Persona, iv) No Confiscatoriedad.

Sabemos de otro lado, que la propia Constitución ha previsto en el artículo 200, numeral 4) que
“La Acción de Inconstitucionalidad, que procede contra las normas que tienen rango de ley:
leyes, decretos legislativos, decretos de urgencia, tratados, reglamentos del Congreso, normas
regionales de carácter general y ordenanzas municipales que contravengan la Constitución en la
forma o en el fondo…”

Asimismo, el artículo 204 de la Constitución precisa que:

”La sentencia del Tribunal que declara la inconstitucionalidad de una norma se publica en el
diario oficial. Al día siguiente de la publicación, dicha norma queda sin efecto. No tiene efecto
retroactivo la sentencia del Tribunal que declara inconstitucional, en todo o en parte, una norma
legal.

De lo hasta aquí señalado, podemos afirmar lo siguiente:

1.- La regla general está contenida en el artículo 200 y 204 de la Constitución, según la cual la
sentencia del Tribunal Constitucional (que declara la inconstitucionalidad de la norma) produce
efectos solo para adelante.

2.- La excepción a esto, se encuentra en el último párrafo del artículo 74 de la Constitución


según el cual la referida sentencia del Tribunal Constitucional (que versa sobre la violación de
principios constitucionales – tributarios) puede producir efectos “para atrás”.

3.- Esta excepción a la regla general tiene que aparecer en la propia Constitución y no en normas
de menor jerarquía, como la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, el Código Procesal
Constitucional, entre otras.
RESERVA DE LEY

Según este principio –que está vinculado al principio de legalidad- algunos temas de la materia
tributaria deben ser regulados estrictamente a través de una ley y no por reglamento. El
complemento al principio de reserva de la ley, y respecto del cual se debería interpretar sus
preceptos, es el principio de Legalidad el cual se puede resumir como el uso del instrumento
legal permitido por su respectivo titular en el ámbito de su competencia 5.

En derecho tributario, este principio quiere decir que sólo por ley (en su sentido material) se
pueden crear, regular, modificar y extinguir tributos; así como designar los sujetos, el hecho
imponible, la base imponible, la tasa, etc 7.

Desde la perspectiva de Iglesias Ferrer 8 son diversas las razones que han llevado a considerar
que determinados temas tributarios sólo puedan ser normados a través de la ley:

Primero: Impedir que el órgano administrador del tributo regule cuestiones sustantivas tributarias
a través de disposiciones de menor jerarquía.

Segundo: Impedir que un ente con poder tributario originario como el ejecutivo o el municipio,
que son más dinámicos, abusen de su dinamicidad y se excedan.

Tercero: Impedir que se den casos de doble imposición interna y normas tributarias
contradictorias.

IGUALDAD

“El principio de igualdad es un límite que prescribe que la carga tributaria debe ser aplicada de
forma simétrica y equitativa entre los sujetos que se encuentran en una misma situación
económica, y en forma asimétrica o desigual a aquellos sujetos que se encuentran en situaciones
económicas diferentes. El principio bajo mención supone que a iguales supuestos de hecho se
apliquen iguales consecuencias jurídicas, debiendo considerarse iguales dos supuestos de hecho
cuando la utilización o introducción de elementos diferenciadores sea arbitraria o carezca de
fundamento racional.”
Este principio se estructura en el principio de capacidad contributiva, formulada dentro del
marco de una política económica de bienestar y que no admite las comparaciones intersubjetivas.

El principio de igualdad de sustenta en que a los iguales hay que tratarlos de manera similar, y a
los desiguales hay la necesidad de tratarlos de manera desigual. Justamente este principio de
igualdad es la base para que el legislador pueda tener tratos desiguales entre los contribuyentes, y
es la base para el otorgamiento de exoneraciones y beneficios tributarios.

Finalmente, es importante mencionar que la igualdad se traduce en dos tipos: i) Igualdad en la


Ley, ii) Igualdad ante la Ley. En el primer caso, el legislador se encuentra impedido de tratar
desigual a los iguales, en el segundo caso, una vez que la norma se ha dado, es la Administración
Tributaria quien tiene el deber de tratar a los contribuyentes en la misma forma, es decir trato
igual ante la Ley.

NO CONFISCATORIEDAD

Por este principio los tributos no pueden exceder la capacidad contributiva del contribuyente
pues se convertirían en confiscatorios. Hay lo que nosotros llamamos el mundo de lo tributable
(y nos podemos imaginar una línea horizontal), y aquello que podría convertirse en confiscatorio,
bajo esta misma línea horizontal. Lo que tenemos que aprender a diferenciar es cuanto lo
tributario está llegando al límite, de tal manera que no cruce la línea a lo confiscatorio.

El principio de No Confiscatoriedad defiende básicamente el derecho a la propiedad, ya que el


legislador no puede utilizar el mecanismo de la tributación para apropiarse indirectamente de los
bienes de los contribuyentes.

“Este principio tiene una íntima conexión con el derecho fundamental a la propiedad pues en
muchos casos, ya tratándose de tributos con una tasa irrazonable o de una excesiva presión
tributaria, los tributos devienen en confiscatorios cuando limitan o restringen el derecho de
propiedad pues para poder hacer frente a las obligaciones tributarias ante el Fisco el
contribuyente se debe desprender de su propiedad.”
Como hemos señalado anteriormente, la potestad tributaria debe ser íntegramente ejercida por
medio de normas legales (principio de legalidad), este principio de legalidad no es sino solo una
garantía formal de competencia en cuanto al origen productor de la norma, pero no constituye en
sí misma garantía de justicia y de razonabilidad en la imposición. Es por esta razón que algunas
las Constituciones incorporan también el principio de capacidad contributiva que constituye el
límite material en cuanto al contenido de la norma tributaria.

Pero, la potestad tributaria que ejerce el Estado no debe convertirse en una arma que podría
llegar a ser destructiva de la economía, de las familias y de la sociedad, en el caso que exceda los
límites más allá de los cuales los habitantes de un país no están dispuestos a tolerar su carga. En
este sentido, debemos comprender bien el límite entre lo tributable y lo confiscatorio, muchas
veces difícil de establecer.

El límite a la imposición equivale a aquella medida que al traspasarse, produce consecuencias


indeseables o imprevisibles, de tal modo que provoca efectos que menoscaban la finalidad de la
imposición o que, se opone a reconocidos postulados políticos, económicos, o sociales.

Todo gravamen influye sobre la conducta del contribuyente y esto sucede particularmente
cuando llega a determinada medida o la pasa, y suele hablarse de límites de la imposición cuando
su medida influye sobre la conducta del contribuyente en forma tal que el efecto financiero corre
peligro de malograrse o que la imposición produzca efectos indeseables.

Por ello, si el estado pretende que los contribuyentes cumplan adecuadamente con sus
obligaciones tributarias debe tener presente los siguientes límites a la imposición: i) Límite
psicológico, que es el punto a partir del cual el contribuyente prefiere el riesgo al cumplimiento
de la obligación tributaria; ii) Límite económico, entendido como el límite real de soportar la
carga tributaria; iii) Límite jurídico, que pretende normar el límite económico real del
contribuyente. Este último lo encontramos en la Constitución y en la Jurisprudencia.

Sobre que es considerado confiscatorio en materia tributaria, se ha recogido el concepto de la


razonabilidad como medida de la confiscatoriedad de los gravámenes, “se considera que un
tributo es confiscatorio cuando el monto de su alícuota es irrazonable”. Así, se sostiene que para
que un tributo sea constitucional y funcione como manifestación de soberanía, debe reunir
distintos requisitos, entre los cuales se ubica en lugar preferente “la razonabilidad del tributo”, lo
cual quiere decir que el tributo no debe constituir jamás un despojo.

La confiscación puede evaluarse desde un punto de vista cualitativo y otro cuantitativo:

1. Cualitativo: es cualitativo cuando se produce un sustracción ilegitima de la propiedad por


vulneración de otros principios tributarios (legalidad por ejemplo) sin que interese el monto de lo
sustraído, pudiendo ser incluso soportable por el contribuyente.

2. Cuantitativo: es cuantitativo cuando el tributo es tan oneroso para el contribuyente que lo


obliga a extraer parte sustancial de su patrimonio o renta, o porque excede totalmente sus
posibilidades económicas.

VI RESPETO A LOS DERECHOS FUNDAMENTALES

Según Jorge Bravo Cucci 14 “En rigor, el respeto a los derechos humanos no es un “principio”
del Derecho Tributario, pero sí un límite al ejercicio de la potestad tributaria. Así, el legislador
en materia tributaria debe cuidar que la norma tributaria no vulnere alguno de los derechos
humanos constitucionalmente protegidos, como lo son el derecho al trabajo, a la libertad de
asociación, al secreto bancario o a la libertad de transito, entre otros que han sido recogidos en el
artículo 2 de la Constitución Política del Perú”.

A decir de Juan Velásquez Calderón 15 :

“Esta es una de las innovaciones más importantes en materia tributaria.

Sin embargo, habría que precisar que si bien se pone en preeminencia el respeto a estos derechos
fundamentales en materia tributaria, la no consignación legislativa no le hubiera dado menor
protección pues el solo hecho de haberse consignado en la Constitución una lista (en nuestro
entender “abierta”) de derechos fundamentales ya les confiere rango constitucional y, en
consecuencia, la mayor protección que ellos puedan requerir. En otras palabras, no era necesario
dicha declaración, técnicamente hablando. Al margen de ello, creemos que es justificable su
incorporación porque ofrece garantía a los contribuyentes, dado que los derechos fundamentales
de la persona podrían verse afectados por abusos en la tributación”.
De otro lado, es importante comentar que la Comisión de Estudios de Bases de Reforma de la
Constitución, en la separata especial publicada en el diario el Peruano el 26 de julio del año 2001
en lo relacionado a los principios indica lo siguiente:

“Límites al ejercicio de la potestad tributaria. La potestad tributaria, para ser legítima, tiene que
ser ejercida respetando los derechos fundamentales de las personas, lo cual se garantiza mediante
la incorporación de los principios de observancia obligatoria. Se sugiere que los siguientes
principios deban ser i) Legalidad, ii) Igualdad, iii) Generalidad, iv) No Confiscatoriedad.

Como podemos apreciar, no se señala al respeto a los derechos fundamentales como un principio
más, sino como el requisito indispensable para que la potestad tributaria sea legítima.

PRINCIPIOS IMPLICITOS

Asimismo, y como hemos señalado anteriormente, hay principios explícitos y otros implícitos,
veamos algunos que aunque no estén contemplados en forma expresa en el artículo 74 de la
Constitución vigente, constituyen principios implícitos:

PRINCIPIO DE CAPACIDAD CONTRIBUTIVA

Conocida también como capacidad económica de la obligación, consiste como dice el profesor
Francisco Ruiz de Castilla “en la aptitud económica que tienen las personas y empresas para
asumir cargas tributarias” 16, tomando en cuenta la riqueza que dicho sujeto ostenta. Impone
también respetar niveles económicos mínimos, calificar como hipótesis de incidencia
circunstancias adecuadas y cuantificar las obligaciones tributarias sin exceder la capacidad de
pago.

EXISTEN 2 TIPOS DE CAPACIDAD CONTRIBUTIVA:

1. Absoluta: aptitud abstracta que tienen determinadas personas para concurrir a los tributos
creados por el estado en ejercicio de su potestad tributaria. Este tipo de capacidad contributiva se
toma en cuenta en el momento en el que el legislador delimita los presupuestos de hecho de la
norma tributaria.

2. Relativa: Es aquella que orienta la determinación de la carga tributaria en forma concreta. Este
tipo de capacidad contributiva, permite fijar cuales son los elementos de la cuantificación de la
deuda tributaria.

La persona que esta apta económicamente para pagar impuestos debe contribuir, el que tiene
riqueza solo para cubrir sus necesidades vitales y las de su familia, carece de capacidad
contributiva, por el contrario, la existencia de grandes utilidades constituye evidencia de
capacidad contributiva, por ejemplo.

Para calcular la capacidad contributiva el legislador toma como índice los ingresos, rentas,
incrementos patrimoniales debidamente comprobados de la totalidad o de una parte constitutiva
del patrimonio del sujeto deudor tributario, también la producción de bienes, venta de bienes,
consumo de bienes o servicios hace presumir un nivel de riqueza como índice de capacidad
contributiva.

De otro lado, el principio de capacidad contributiva exige una exteriorización de riqueza, o renta
real o potencial que legitime la imposición, es por ello que el principio de no confiscatoriedad, al
fijar la medida en que el tributo puede absolver esa riqueza, subraya la existencia de capacidad
económica como presupuesto de la imposición tributaria. De tal manera que tiene que existir
necesariamente capacidad económica para que exista imposición tributaria. Esto es justamente a
nuestro modo de ver la razón por la cual existen deducciones en algunos impuestos, como es el
caso del Impuesto a la Renta, debemos entender que las deducciones (así sean presuntas) deben
satisfacer las condiciones mínimas de subsistencia del contribuyente o de este y de su familia.
PRINCIPIO DE PUBLICIDAD

Este principio establece que las normas tributarias deben ser debidamente publicadas para poder
tener vigencia.

Este principio está muy relacionado con la vigencia de las normas, ya que sin publicación no hay
vigencia, y por tanto, tampoco eficacia. En el caso peruano existe un problema que
afortunadamente ya fue resuelto. Este consistía en lo siguiente:

El artículo 51 de la Constitución vigente señala que “…. La publicidad es esencial para la


vigencia de toda norma del Estado”

Promulgación y Publicación
La promulgación es el acto por el cual el Jefe de Estado firma el proyecto que le ha sido enviado
por el congreso.
Se entiende que con la promulgación el Jefe de Estado le atestigua la existencia de la ley y
ordena a las autoridades que la cumplan y hagan cumplir en todas sus partes, así como dispone la
publicación como el requisito indispensable para que una norma exista y sea de obligatorio
cumplimiento.

Así, el artículo 108 de la Constitución vigente establece que “La ley aprobada según lo previsto
por la Constitución, se envía al Presidente de la República para su promulgación dentro de un
plazo de quince días….”

En relación a la publicidad, la Ley Orgánica de Regiones (Ley 27867), señala en su artículo 42


que “La norma regional de alcance general (Ordenanza Regional) es obligatoria desde el día
siguiente de su publicación en el diario Oficial el Peruano, salvo plazo distinto expresamente
señalado en la misma, debiendo publicarse además en el diario encargado de las publicaciones
judiciales en la capital de la Región….”

En este mismo sentido, señala el artículo 44 de la Ley Orgánica de Municipalidades vigente (


Ley 27972) que “Las ordenanzas… deben ser publicados en el diario Oficial El Peruano… o en
el diario encargado de las publicaciones judiciales de cada jurisdicción…. Las normas
municipales rigen a partir del día siguiente de su publicación, salvo que la propia norma
postergue su vigencia. No surten efecto las normas que no hayan cumplido con el requisito de la
publicación o difusión…”

En relación a la publicación, es hacer de conocimiento de todos los ciudadanos una ley que ha
sido previamente suscrita o por el Jefe de Estado o el Presidente del Congreso, de ser el caso. Es
poner en conocimiento del público en general, de los ciudadanos, el texto ya promulgado, y tiene
lugar mediante la inserción de la norma jurídica en el diario oficial.

En este mismo orden de ideas, el artículo 51 de la Constitución vigente establece que “…..La
publicidad es esencial para la vigencia de toda norma del Estado”, y finalmente recordemos el
artículo 109 “La ley es obligatoria desde el día siguiente de su publicación en el diario oficial,
salvo disposición contraria de la misma ley que posterga su vigencia en todo o en parte”.

Luego de tener clara la diferencia entre promulgación y publicación, veamos el artículo 74 tercer
párrafo de la Constitución “…Las leyes relativas a tributos de periodicidad anual rigen a partir
del primero de enero del año siguiente a su promulgación…”
De lo señalado anteriormente, debemos entender para todos los efectos que (caso del artículo 74)
no se trata de la promulgación, sino de la publicación de la ley.
Como podemos apreciar, la redacción del artículo 74 no es clara, cuando señala año siguiente a
“su promulgación”, en realidad no es relevante la fecha de la promulgación, sino la fecha en que
la norma aparece publicada. Ya que, en el entendido de una norma sobre temas sustantivos del
Impuesto a la Renta (tributo de periodicidad anual), que sea promulgada por el presidente de la
república el 31 de diciembre del año A y publicada el 5 de enero del año B, va entrar en vigencia
el primer día de enero siguiente al año de su publicación y no de su promulgación.

Asimismo, debemos señalar que, aunque no es técnicamente correcto hablar de promulgación,


sino publicación, sabemos que por lo general se entiende que una y otra (la promulgación y
publicación de una Ley) son actos indisolubles, ya que, cuando el Presidente promulga una ley,
la manda inmediatamente a publicar, de lo contrario no la promulgaría. No obstante ello, el
legislador nuevamente desaprovecha esta oportunidad para efectuar una modificación necesaria,
ya no señalar promulgación sino publicación.
PRINCIPIO DE EQUIDAD

Consiste en que la imposición del tributo mediante la norma debe ser justa, entendiendo justicia
como razonable.

El principio de equidad tiene su antecedente en el principio de justicia formulado por Adam


Smith, así se precisa que “Los súbditos de cada Estado deben contribuir al sostenimiento del
gobierno en una proporción lo más cercana posible a sus respectivas capacidades: es decir, en
proporción a los ingresos de que gozan bajo la protección del Estado. Justamente de la
observancia o menosprecio de esa máxima depende lo que se llama equidad o falta de equidad en
los impuestos” 17

Como señala el profesor Ruiz de Castilla, dentro de las características del sistema tributario se
debe respetar el principio de equidad, lo cual significa que el tributo debe guardar proporciones
razonables; y en relación a la presión tributaria, la equidad significa que debe existir una relación
prudente entre el total de ingresos de los contribuyentes y la porción que de éstos se detrae para
destinarla al pago de tributos; en relación a las clases de equidad, el profesor indica que hay
equidad horizontal y equidad vertical, entendiendo como equidad horizontal que aquellos
contribuyentes que se encuentran en una misma situación deben soportar idéntica carga
tributaria, a diferencia de la equidad vertical, que implica que los contribuyentes que tienen
menor capacidad contributiva asuman menor presión tributaria, mientras que los contribuyentes
que poseen una mayor riqueza deben soportar una carga tributaria más elevada 18

PRINCIPIO DE ECONOMIA EN LA RECAUDACION

Mediante este principio las normas tributarias no pueden resultar inoportunas, en el sentido que
para el cumplimiento de estas en la recaudación no pueden generar un gasto mayor que el que
por la vía del tributo se obtiene; es decir, si el cumplimiento de la norma genera mucho gasto,
tanto que es mayor a lo que se obtendrían por el ingreso de ese tributo, entonces la norma viola el
principio de economía en la recaudación.

Evidentemente la recaudación es la función más importante que debe cumplir la Administración


Tributaria, y ello genera evidentemente un gasto al poner en movimiento toda la maquinaria de la
Administración para poder recaudar determinado tributo, entonces, de lo que se trata es que el
monto recaudado por un tributo sea mayor al monto que se gasta para recaudar este, de lo
contrario no tendría ningún efecto que la norma se cumpla, ya que en lugar de recaudación, lo
que se generaría sería un mayor gasto para la Administración, que finalmente se convertiría en
un gasto tributario, por decir lo menos absurdo.

PRINCIPIO DE CERTEZA Y SIMPLICIDAD

Consiste en que la norma tributaria debe ser clara y precisa, debe determinar con precisión el
sujeto, el hecho imponible, la base imponible, la alícuota, fecha, plazo y modalidades de pago,
exenciones y beneficios en general, infracciones posibles, sanciones aplicables y recursos legales
que proceden frente a una actuación ilegal de la administración.

En este sentido, las normas tributarias deben ser claras y entendibles, que excluyan toda duda
sobre los derechos y deberes de los contribuyentes, que sean simples de entender

Así lo señala el profesor Ruiz de Castilla, un sistema tributario debe respetar. El principio de
simplicidad, ya que los tributos se deben traducir en fórmulas que ser las más elementales
posibles, para facilitar su entendimiento y aplicación por parte de los contribuyentes y para
propiciar la eficiencia de la Administración Tributaria. En este mismo sentido, advierte el
profesor Ruiz de Castilla que “a lo largo de la historia, se advierte una constante tensión entre los
principios de equidad y de simplicidad. Es difícil lograr sistemas tributarios que ofrezcan un
equilibrio perfecto entre la equidad y la simplicidad. Los sistemas tributarios deben tener una
estructura justa. La idea de justicia distributiva dice que se debe dar a cada uno lo que le
corresponde. La asignación de cargas tributarias para los contribuyentes tiene que ser razonable.
La paradoja es que cuanto más esfuerzos hace el legislador para llegar a fórmulas impositivas
justas, las reglas resultan más numerosas y complicadas, alejándose del ideal de simplicidad…
OBJETIVOS DE LOS IMPUESTOS

Puede detallarse entonces los objetivos que persigue la fijación de impuestos:

Influir en el rendimiento macroeconómico de la economía (la estrategia gubernamental para


hacer esto es conocida como su política fiscal).

Para llevar a cabo funciones del Estado, tales como la defensa nacional, y proveer servicios del
gobierno así como el pavimento de calles y el mantenimiento en el caso de la tenencia.

Para redistribuir los recursos entre los individuos de diversas clases dentro de la población.
Históricamente, la nobleza era mantenida por impuestos sobre los pobres. En sistemas de
seguridad social modernos se intenta utilizar los impuestos en sentido inverso, manteniendo a
las clases bajas con el exceso de las clases altas.

Para modificar patrones de consumo o empleo dentro de la economía nacional, haciendo ciertos
tipos de transacciones más o menos atractivas.

En numerosos casos la ley impositiva fija un destino específico para aplicar la recaudación de
determinado impuesto. Esta circunstancia no afecta a la consideración del tributo como
"impuesto", ya que el hecho imponible se fija con independencia de la prestación directa de un
servicio o la realización de una obra.

Los economistas, en especial los neoclásicos, generalmente sostienen que todo impuesto
distorsiona el mercado, resultando en ineficiencia económica. En consecuencia, los economistas
han buscado identificar un sistema de impuestos que represente una distorsión mínima en el
mercado. No obstante, es indudable que muchos impuestos tienen como fin específico el de
distorsionar el mercado, desalentando la producción o el consumo de determinados bienes o
servicios, o buscando influir sobre los precios internos de un país aplicando impuestos a las
importaciones o exportaciones.

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