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Cuidados de Enfermería en el

recién nacido con ictericia que


precisa fototerapia
8 mayo, 2017

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Cuidados de Enfermería en el recién


nacido con ictericia que precisa
fototerapia
RESUMEN:

La ictericia es una afección que ocasiona una coloración amarillenta en la piel,


en los tejidos y en los fluidos del cuerpo. Se produce por la acumulación de la
bilirrubina y es muy común en los recién nacidos. En la mayoría de los casos
es un cuadro benigno y pasajero pero en determinadas circunstancias, en las
que los niveles de bilirrubina son excesivamente altos, puede asociarse a
complicaciones.

AUTORAS:

 María Jesús Carrasco Monterde. DUE. Unidad de Cuidados Neonatales.


Complejo Hospitalario de Huelva.
 Amparo Camacho Reyes. DUE. Oncología Pediátrica. Hospital La Paz de
Madrid.
 María del Rocío Ruiz Calzado. DUE. Hospital Reina Sofía de Córdoba.

PALABRAS CLAVE:

 Fototerapia, ictericia, bilirrubina.

La fototerapia es una técnica empleada en las unidades de neonatología para


disminuir los niveles de bilirrubina en el recién nacido. La enfermera
responsable debe conocer los cuidados que debe prestar al recién nacido
durante su aplicación, así como las posibles contraindicaciones y
complicaciones que pudiesen derivarse de la misma.

CUIDADOS DE ENFERMERÍA EN EL RECIÉN NACIDO CON ICTERICIA


QUE PRECISA FOTOTERAPIA
Cuando hablamos de las diferentes funciones de la vesícula biliar debemos
hablar igualmente de la bilis, un líquido de color amarillo verdoso producido
originalmente por las células hepáticas o hepatocitos, que cumple con la
función de ayudar en el proceso de la digestión, y facilitar a su vez la absorción
de las grasas.

Dentro de la bilis podemos encontrar, además de colesterol y ácidos biliares,


otras sustancias como la bilirrubina. Ésta proviene de la transformación de la
hemoglobina procedente de la destrucción de los glóbulos rojos. Al pasar a la
circulación sistémica, es transportada por la albúmina hasta su captación por el
hígado, donde sufre varias transformaciones para ser excretada, ya conjugada,
a los canalículos biliares y de ahí, ser eliminada por heces y orina (ver Dibujo 1
al final del artículo).

Cuando la bilirrubina aumenta en la sangre a niveles mayores de 7 mg/dL,


puede producirse una coloración amarillenta de la piel y mucosas que se
conoce como ictericia.

Tipos

En base a los factores que provocan la ictericia podemos diferenciar entre:

– Ictericia fisiológica:

Se presenta como parte de un proceso fisiológico normal, inherente a la


inmadurez de los sistemas del neonato o derivada de su adaptación a la vida
extrauterina (los intestinos del recién nacido reabsorben una cantidad mayor de
bilirrubina antes de su eliminación a través de las heces, su hígado aún está en
desarrollo).

Cuando la ictericia se produce por estas causas no suele ser motivo de


preocupación y en la mayoría de los casos el proceso desaparece sin mayores
complicaciones. Cerca de la mitad de los recién nacidos presentan síntomas de
ictericia en los primeros días posteriores al nacimiento en un grado que va de
suave a moderado sin que se manifiesten síntomas de enfermedad.

– Ictericia asociada a la lactancia materna:

Es otra forma común de ictericia del recién nacido, normalmente no dañina. Se


puede presentar cuando un bebé amamantado no está ingiriendo suficiente
leche. No es un problema de intolerancia, sino que se debe a que el bebé no se
alimenta lo suficiente lo que resulta en una disminución de los movimientos
intestinales y en la disminución en la excreción de la bilirrubina.

Puede aparecer después del séptimo día de vida y normalmente alcanza su


punto máximo durante las semanas dos y tres de vida o aparecer en forma
“tardía” entre el quinto y quinceavo día de vida y persistir hasta por nueve
semanas.

– Ictericia patológica:

Aunque la ictericia del recién nacido es, casi siempre, benigna, aquella que se
presenta dentro de las primeras 24 horas de vida, se prolonga en el tiempo o
alcanza niveles muy elevados de bilirrubina debe ser investigada.

En relación a las causas que ocasionan la ictericia patológica podemos


distinguir entre:

 Eventos o afecciones que hacen que aumente el número de glóbulos


rojos que necesitan ser procesados por el hígado (incompatibilidad del
grupo sanguíneo o de Rh con la sangre materna, cefalohematomas,
transfusiones).
 Factores que interfieren en la capacidad del cuerpo para procesar y
eliminar la bilirrubina (atresia biliar, hipotiroidismo congénito, hepatitis
neonatal).

Signos y síntomas

El signo más evidente es la coloración amarillenta de la piel del recién nacido.


Por lo general, la ictericia presenta una progresión cefalocaudal, se observa en
primer lugar en la cara y luego progresa hacia el tronco y extremidades. Esto
puede ser útil para la valoración del grado de afectación (escala de kramer,
dibujo 2, al final del artículo).

En casos más graves de hiperbilirrubinemia el tinte ictérico no sólo está


presente en la piel y mucosas, sino que también puede apreciarse en el líquido
cefalorraquídeo, lágrimas y saliva.

La mayoría de los recién nacidos no presenta otra sintomatología y el proceso


revierte de forma benigna, pero cuando los niveles de bilirrubina se elevan en
exceso, ésta puede resultar neurotóxica y provocar una afección
llamada kernicterus o ictericia nuclear.

El kernicterus es un tipo de daño cerebral que puede causar parálisis, pérdida


auditiva, problemas en la vista y en el desarrollo del esmalte dental, incluso a
veces discapacidad intelectual. Dada su gravedad, es importante, la detección
temprana y el control de la ictericia para prevenirlo.

Por ello, estaremos atentos a cambios en el recién nacido como:

 Coloración ictérica muy marcada o de rápida evolución.


 Somnolencia, dificultad para despertarlo, apatía.
 Inquietud, llanto agudo o desconsolado.
 Realiza mal las tomas, muestra síntomas de deshidratación.
 Escasas diuresis o deposiciones.
 Fiebre
 Hipertonía o rigidez muscular.

Ningún bebé debería sufrir un daño cerebral por causa de una ictericia no
tratada por lo que una vez determinado que los niveles de bilirrubina son
perjudiciales debe instaurarse rápidamente un tratamiento que los normalice y
evite las posibles complicaciones.

Tratamiento

Las decisiones sobre el tratamiento dependerán de la edad del bebé, de si


tiene o no otros problemas de salud y de la rapidez con que se eleven sus
niveles de bilirrubina.

Si la ictericia es leve o moderada, cuando el bebé tenga entre una y dos


semanas de vida empezará a regular por sí solo el exceso de bilirrubina en
sangre sin necesidad de tratamiento.

En la mayoría de los casos de ictericia fisiológica, no es necesario el ingreso


del neonato y pueden recurrirse a remedios caseros como colocar al bebé en
una habitación bien iluminada durante el día (nunca directamente a la luz del
sol) para que la luz solar que incide sobre su piel, le ayude a metabolizar la
hemoglobina indirecta y así el hígado del bebé puede procesarla más
fácilmente.

Es importante mantener al bebé bien hidratado y alimentarlo con regularidad,


ya sea con leche materna o de fórmula, para estimular la frecuencia de las
deposiciones y favorecer así que la bilirrubina sea expulsada por medio de los
intestinos en las heces (es la bilirrubina la que le da a las heces su coloración
marrón).

Cuando la ictericia es importante o no remite, puede ser necesario el


tratamiento hospitalario del recién nacido para disminuir los niveles de
bilirrubina más rápidamente y evitar así sus posibles efectos neurotóxicos.

En estos casos, el tratamiento de referencia es la fototerapia. Ésta se basa en


la exposición continua del lactante a una luz para fotoisomerizar la bilirrubina
no conjugada a formas más hidrosolubles y que pueden excretarse
rápidamente por hígado y riñón a través de las heces y la orina. En la Tabla 1
(al final del artículo) se muestra la indicación de la fototerapia, en base a los
niveles de bilirrubina, en neonatos mayores de 35 semanas.

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Incluido en: EnfermeríaEtiquetas: bilirrubina, fototerapia, ictericia
 Etiología
 Signos y síntomas
 Diagnóstico
 Tratamiento
 Prevención

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fetal

Hipernatremia neonatal
Por Nicholas Jospe, MD, Professor of Pediatrics, University of Rochester School of
Medicine and Dentistry

INFORMACIÓN:
para pacientes

NOTA: Esta es la versión para profesionales. PÚBLICO


GENERAL: Hacer clic aquí para obtener la versión para público
general.

 Trastornos metabólicos, electrolíticos y tóxicos en recién nacidos


 Hiperbilirrubinemia neonatal
 Hipercalcemia neonatal
 Hipocalcemia neonatal
 Hiperglucemia neonatal
 Hipoglucemia neonatal
 Hipernatremia neonatal
 Hiponatremia neonatal
 Exposición prenatal a fármacos

(Ver también Hipernatremia).

La hipernatremia es una concentración sérica de Na > 150 mEq/L,


habitualmente causada por deshidratación. Los signos son letargo y
convulsiones. El tratamiento es la hidratación prudente con solución
salina por vía IV.

Etiología
Se produce hipernatremia cuando

 Se pierde más agua que sodio (deshidratación hipernatrémica)


 La ingesta de Na supera las sus pérdidas (intoxicación por sal)
 Ambas

La mayoría de las veces, la pérdida de agua superior a la de Na es causada por diarreas,


vómitos o fiebre alta. Asimismo, puede deberse a una mala alimentación en los primeros
días de vida (p. ej., cuando tanto la madre como el recién nacido están adaptándose a la
lactancia) y puede ocurrir en recién nacidos de muy bajo peso de 24 a 28 semanas de
gestación. En recién nacidos de muy bajo peso, las pérdidas insensibles de agua a través
de un estrato córneo inmaduro, permeable al agua, se combinan con función renal
inmadura y menor capacidad de producir orina concentrada, lo que favorece la pérdida de
agua libre. Los calefactores radiantes y las luces de fototerapia también aumentan
significativamente la pérdida insensible de agua; los recién nacidos de muy bajo peso
expuestos pueden requerir hasta 250 mL/kg por día de agua por vía IV en los primeros
días, después de lo cual se desarrolla el estrato córneo y disminuye la pérdida insensible
de agua. Una causa rara es la diabetes insípida central o nefrógena. Los recién nacidos
con hipernatremia y deshidratación suelen estar más deshidratados de lo que indica el
examen físico, porque la mayor osmolalidad ayuda a mantener el espacio de líquido
extracelular (y, por consiguiente, la volemia).

Con suma frecuencia, la sobrecarga de solutos se debe a que se agrega demasiada sal al
preparar la leche para lactante en forma casera o a que se administran soluciones
hiperosmolares. El plasma fresco congelado y la albúmina humana contienen Na y pueden
contribuir a la hipernatremia cuando se administran en forma reiterada a recién nacidos
muy prematuros.

Signos y síntomas
Los signos y síntomas son letargo, inquietud, hiperreflexia, espasticidad y convulsiones. La
piel puede mostrar textura pastosa más que turgencia disminuida. La hemorragia
intracraneal, la trombosis de senos venosos y la necrosis tubular aguda son
complicaciones importantes.

Diagnóstico
 Concentración sérica de Na

Se sospecha el diagnóstico por los signos y síntomas, y es confirmado por determinación


de la concentración sérica de Na.

Otros hallazgos de laboratorio pueden incluir un aumento del nitrógeno ureico en sangre,
un modesto incremento de la glucosa sérica y, si el K sérico es bajo, una depresión de la
concentración sérica de Ca.

Tratamiento
 Solución salina al 0,9% por vía IV; después, solución salina hipotónica (solución
salina al 0,3 o 0,45%)

En los recién nacidos con deshidratación grave, debe reponerse primero la volemia, en
general con solución salina al 0,9% en alícuotas de 20 mL/kg por vía IV. Después, el
tratamiento se realiza con dextrosa al 5% en agua/solución salina al 0,3-0,45% por vía IV
en volúmenes iguales al déficit hídrico calculado (ver Deshidratación en niños :
Tratamiento), administrado en 2-3 días para evitar un descenso rápido de la osmolalidad
sérica, que causaría un desplazamiento rápido de agua hacia las células con la posibilidad
de provocar edema cerebral. Deben administrarse en forma concurrente líquidos de
mantenimiento. El objetivo del tratamiento es reducir el Na sérico en alrededor de 10
mEq/L por día. Es necesario controlar regularmente el peso corporal, los electrolitos
séricos, y el volumen y la densidad urinarios, de manera de poder ajustar el tratamiento
hídrico en forma adecuada. Una vez que se corrobora una diuresis adecuada, se agrega K
para aportar los requerimientos de mantenimiento o reponer pérdidas urinarias.

Calculadora clínica: Cálculo de líquidos de mantenimiento para niños

La hipernatremia extrema (Na > 200 mEq/L) causada por intoxicación por sal debe tratarse
con diálisis peritoneal, en especial si la intoxicación causa un aumento rápido del Na
sérico.

Prevención
La prevención requiere prestar atención al volumen y la composición de pérdidas de
líquidos no habituales y de las soluciones usadas para mantener la homeostasis. En los
recién nacidos y los lactantes pequeños, que no pueden expresar la sed con eficacia ni
reponer las pérdidas en forma voluntaria, el riesgo de deshidratación es máximo. La
composición de la alimentación siempre que se utilice una mezcla (p. ej., algunas fórmulas
para lactantes y preparados concentrados para alimentación por sonda) requiere particular
atención, en especial cuando la posibilidad de deshidratación es alta, por ejemplo durante
episodios de diarrea, escasa ingesta de líquidos, vómitos o fiebre alta.

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