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Seminario Teológico Bautista de la Araucanía.

El Mensaje que
predicamos
Informe de Lectura “Una Predicación efectiva
para el siglo XXI” Juan Medina.

Felipe Gajardo Castillo

Homiletica

Pastor Jorge Neira.

22 de Junio de 2017

Este documento está inserto en la asignatura de Homiletica del Seminario teológico Bautista de la
Araucanía y constituye un resumen del apartado “una predicación efectiva para el siglo XXI de
Juan Medina en el Manual “El Mensaje que predicamos” de la editorial LOGOI
Introducción.

“Puesto que en la sabiduría de Dios, el mundo no ha conocido a Dios mediante la


sabiduría, a Dios le pareció bien salvar a los creyentes por la locura de la predicación”

(1 de Corintios 1:20-21)

La predicación debe ser uno de los temas más requeridos y analizados por los
cristianos hoy, esto precisamente porque hoy vivimos una crisis en relación a la
predicación y esta se debe principalmente, a que el enfoque en nuestros servicios y
reuniones congregacionales se a perdido, centrando lejos de la palabra y yéndose hacia
otros elementos, tales como la música perdiendo el real enfoque de lo que un culto que
existe para la “Gloria de Dios” debe ser.

Durante la reforma protestante iglesias más radicales como las surgidas en el


tiempo de la revolución puritana en Inglaterra cambiaron la estructura y ornamentación
de los templos quitando el altar que tenía los elementos de la comunión o cena del Señor
del centro y poniendo el pulpito como centralidad de su culto, dando un claro mensaje de
que la Palabra de Dios y la exposición de esta misma seria el centro de sus cultos. Hoy las
iglesias que decirnos ser parte de la herencia de la reforma hemos caído en una
descentralización de la palabra dando más tiempo dentro de nuestro servicios a
cuestiones externas y no a lo que realmente debiese importar por sobre todo que el la
palabra, e incluso en algunas congregación ya se ha dejado de predicar el mensaje de
Dios, siendo las experiencias personales el tema central de los sermones y el mantener a
una congregación entretenida el objetivo de todo lo que se hace.

El manual de predicación expositiva “El mensaje que predicamos” de la editorial


Logoi y específicamente el apartado “Una predicación efectiva para el Siglo XXI” del autor
Juan Medina, nos entregan la respuesta a este problemática que hoy vivimos, “debemos
volver a poner a la palabra de Dios como el centro de nuestros cultos” y nos ponen a la
predicación expositiva como la herramienta escogida por Dios para cumplir este objetivo.

A continuación realizare un resumen y comentario del libro en cuestión, capitulo


por capitulo, incluyendo cada elemento presentado por el autor y mis apreciaciones
personales al respecto, parafraseando cada parte del texto que resulte importante y
poniendo énfasis en la importancia de este modelo de predicación, espero que este
resumen comentado del texto sirva de ayuda a todo aquel que desea leerlo y
enriquecerse con este medio de predicación tan valioso como lo es la “Predicación
Expositiva.

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Capítulo 1: La Predicación Expositiva.

“Dios escogió el medio de la predicación para salvar el mundo” con estas palabras
del Dr. Les Thompson el autor inicia el primer capítulo de este manual de predicación
expositiva, esto para enfatizar la importancia de este medio de comunicación entregado
por Dios que es la predicación, se señala en el libro que hoy vivimos una crisis interna
dentro de las iglesias respecto a la exposición de sermones bíblicos, esto principalmente
porque la iglesia ha centrado su atención en otras cosas y ha olvidado el mensaje de la
palabra de Dios. Hoy en día tenemos una gran variedad de predicadores en los pulpitos
latinoamericanos, pero muy pocos que realmente estén predicando el mensaje de Dios
por medio de su Palabra, el autor señala que en la actualidad escuchamos más gritos,
cuentos, historias, noticias e incluso opiniones políticas, pero muy poco de la Palabra
Santa de nuestro Señor, la iglesia ha olvidado lo esencial y ha relegado a un segundo plano
el medio escogido por Dios para la salvación de las personas.

¿Qué solución propone el autor para solucionar esta problemática? Antes que todo
debemos volver a la Palabra de Dios, y a una predicación fiel a está, para lo cual el autor
propone como único método; la predicación expositiva. Pero ¿Qué es predicación
expositiva? El autor resume el concepto con las siguientes palabras “la comunicación
directa de la Palabra de Dios” si bien posteriormente nos entrega definiciones más
completas, en estas palabras se resume la esencia de este estilo de predicación, sin duda
alguno creo al igual que el autor que hoy en día nos hacen falta más predicadores que se
atrevan a predicar expositivamente, entregando todo el consejo de Dios “el cual es útil
para redargüir, corregir e instruir en Justicia”.

Pero siguiendo esta línea ¿Dónde realmente radicaría la importancia de abrazar


este método de predicación por parte de aquello que exponemos la palabra de Dios? A
continuación expondré la respuesta que nos entrega el autor.

Importancia de la predicación expositiva.

En la actualidad la Iglesia (sobre todo latinoamericana) carece de predicadores


expositivos, esto principalmente porque muchos temen abrazar este método de
predicación considerándolo demasiado difícil y extenuante. Pero sin duda alguna nuestro
Dios exige lo mejor y sobre todo cuando tiene que ver con su palabra.

El sistema tradicional de Homiletica enseña que la predicación expositiva es uno


más entre otros tantos método de predicación (textual, narrativa, temática, etc.) según el
autor esto no es así que ya que plantea este tipo de predicación como algo mucho más
allá de un método, siendo un estilo que influencia a los otros métodos, convirtiéndose en

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la tare primordial y fundamental de un pastor sobre todos los demás, siguiendo el ejemplo
de los apóstoles en Hechos donde señalan que no es justo que “nosotros dejemos la
Palabra de Dios”, esto le da vital importancia a la predicación como medio.

Además cabe resaltar que es la mejor manera para decir lo que la Biblia quiere
decir, según el Dr. Robinson “La autoridad tras la predicación no yace en el predicador,
sino en el texto bíblico” y esta forma de predicación según el autor es la única que
realmente permite esto, pues pone énfasis y da prioridad al texto, unido con la forma de
comunicación.

Respecto a la predicación expositiva el autor señala que es importante evitar


algunas ideas erróneas sobre esta que nos pueden llevar a un rechazo hacia ella, sin
entender realmente lo que significa; lo primero que debemos señalar es que la
predicación expositiva no es una nueva técnica de predicación por más nueva que pueda
sonar para algunos. Segundo, debemos enfatizar nuevamente que nos uno de los tantos
estilos de predicación de la Homiletica tradicional, sino que cada uno de estos métodos
debe ser de carácter expositivo. Tercero con esta técnica simplemente lo que se pretende
es que la palabra pueda llegar a los corazones de la gente que escucha, con el propósito
de que atienda a la voz de Dios.

Características de la predicación expositiva.

En este sentido es importantísimo entender que caracteriza a una predicación


expositiva, según el autor en primera instancia una predicación expositiva debe tener una
Idea central, si esta no existe, entonces tampoco existirá la predicación expositiva.
Además se debe explicar el texto bíblico, si no hay explicación tampoco hay predicación,
puede haber discurso e incluso reflexión, pero para que allá predicación debe existir una
debida explicación. Tercero no hay predicación expositiva si no existe una estructura,
siendo esta clava para una comunicación eficaz del texto, esta será elaborada a medida
que avanzamos en el proceso de exegesis y hermenéutica y descubrimos la estructura
interna del mismo texto. Finalmente la predicación expositiva debe hablar a los oyentes
hoy, y de acuerdo a su contexto apuntando a sus vidas de forma tal que pueda aplicarse
de forma directa a sus corazones.

Puedo decir entonces al igual que el autor que toda predicación debe ser expositiva y que
su objetivo primordial, debe ser glorifica al Señor de la Palabra, pues esta es suya y
nosotros somos sus heraldos enviados a pregonar su mensaje con verdad e integridad.

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Capítulo 2 y 3: Cuatro Etapas en la preparación de sermones expositivos.

Cap. 2: La selección y observación del pasaje.

¿Qué se requiere para preparar un sermón expositivo? Debemos entender que la


predicación más que solo preparación, es una ciencia y un arte, tal como señala el autor,
este debe ser por medio de la guía del Espíritu Santo y con la perseverancia del predicador
en la preparación de su sermón. Esto incluye todos los pasos de abrir la Biblia con fe y
oración, hasta presentar el resultado final, son necesarias herramientas tales como la
exegesis y la hermenéutica y el autor plantea 4 etapas que nos pueden ser de gran utilidad
a la hora de preparar nuestros sermones expositivos.

Las cuatro etapas señalas por el autor son:

a. Tomando contacto con el texto (Familiarización):

En este paso según lo que nos indica el autor un factor clave es el tiempo, ya que
este influye en la preparación que podamos tener en nuestro sermón, no debemos pensar
que es posible prepara un sermón tan solo la noche anterior que debemos predicar, ya
que esto es una irresponsabilidad por parte del predicador y puede desencadenar en una
improvisación en el pulpito lo cual es nefasto no solo para quien predica, sino
mayormente para la congregación que espera ser edificada por medio del mensaje de la
palabra del Señor.

La selección del texto:

Antes de familiarizarnos con el mensaje, es fundamental que como primer paso


podamos escoger el texto que predicaremos, no importan su extensión, ya que podemos
predicar tan solo de un versículo, como de un capítulo entero e incluso más de un
capitulo. Generalmente esta es la parte más difícil para el predicador que al momento de
elegir el teto se enfrenta a una serie de interrogantes que resolver en relación con el texto
que predicara. El autor nos presenta algunas formas para poder escoger el texto las cuales
tienen sus ventajas pero también sus riesgos, la que encuentro más significativa es la de
mantener un calendario establecido con los texto que se predicaran, tomando como
referencia el predicar consecutivamente acerca de un solo libro de la Biblia esto porque
ayuda principalmente según el autor a mantener informada a la iglesia y al ministerio que
tiene a cargo la organización de los cultos propiciando que el culto en cuestión tenga una
sola orientación, además se mantiene a la congregación expectante por medio de un
estudio continuado de sermones, junto con lo anterior permite preparar con anterioridad
los cultos especiales además de resultar de ayuda para cuando ocurra algo inesperado
(ejemplo: enfermedad) finalmente ayuda a la disciplina del mismo predicador y permite

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poder tocar todos los temas que la escritura nos entrega en la riqueza literaria de cada
uno de sus libros, siendo especialmente para mí lo más valioso de esta idea.

Observación:

Otro punto importante a la hora del primer paso de la familiarización con el texto,
es la observación de este mismo, es necesario que como estudiantes de las escrituras
pongamos ojo a cada detalle de esta mismo con el propósito de conocer y comprender de
forma precisa y concisa lo que el texto quiere decir, para lo cual debemos poner atención
a los siguientes detalles:

Primero debemos leer muy bien el texto, las veces que nos resulten necesarias,
apropiándonos de los que leemos y buscando respuestas en nuestra lectura de la palabra
de Dios.

Segundo debemos identificar los verbos principales que aparecen en el texto y su


implicancia, esto considero que es de suma importancia, puesto que los verbos en muchas
coacciones entregan una mayor panorama acerca de lo que se quiso decir en el texto
original.

El siguiente punto de la preparación de un sermón expositivo, se trata en el


capítulo 3 por lo que lo analizara en el siguiente apartado.

Cap. 3: La Interpretación del Pasaje.

b. Entendimiento del pasaje y su significado (Exegesis y hermenéutica):

En esta parte lo fundamental es poder comprender lo que el texto mismo dice


respecto de sí mismo, la cuestión no solo es saber que dice, sino su significado, para lo
cual es necesario tomar en consideración las atenuantes del texto bíblico, como su
contexto histórico y lingüístico gramatical.

El texto plantea como primer paso hace un análisis del contexto inmediato del texto
seleccionado para el sermón, determinando cual es el flujo de ideas que plantea el autor
teniendo en consideración lo que esta antes y después del texto en cuestión. Esto me
parece fundamental si consideramos ejemplos claros como el de 1 de Corintios 13, texto
que nos entrega una verdadera y completa descripción del amor bíblico, pero que es
incomprensible si no tomamos en consideración el capítulo 12 de la misma carta, donde
Pablo habla acerca de los dones espirituales, proponiendo el amor como “un camino más
excelente”, esto más sentido cuando vemos que el capítulo 14 continua con el problema
de los dones específicamente la diferencia entre el de lengua y profecía. Esto es solo un
ejemplo de como el contexto próximo puede darnos una mayor y mejor perspectiva
acerca del pasaje.

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El segundo paso planteado por el autor tiene que ver con determinar el propósito del
libro en donde se encuentra mi texto seleccionado, esto según el autor permite saber cuál
es el plan general del autor y que ese texto está dentro de esta idea y no puede ser aislado
de ella. Según mi opinión veo que esta paso permite una enseñanza coherente con todo el
texto bíblico y nos ayuda a evitar malas interpretaciones a la hora de predicar el mensaje
del Señor, nos da para metros general y que impulsan el texto con un determinado
objetivo.

Como tercer paso el texto plantea que es necesario derivar (del propósito general del
libro) el propósito específico del pasaje, esto nos servirá para tener un propósito definido
en nuestro sermón, y que según mi opinión y la del autor resulta fundamental, a la hora
de poder tener un sermón bien preparado y con un enfoque claro. El tercer paso tiene
relación con la palabras claves, es sumamente necesario que nosotros los predicadores de
la palabra a la hora de preparar un sermón tengamos claro cuáles son las palabras claves
de nuestra predicación, puesto que es necesario que esta palabras sea oídas y entendidas
por los oyentes, generalmente las palabras claves son aquellas que más se repiten, pero
no siempre es así, pero es el predicador el que tiene que tener en claro cuáles son esas
palabras claves, entenderlas y buscar la forma que la audiencia pueda no solo escucharlas
si no que entenderlas también.

Finalmente es sumamente importante atender a los problemas de interpretación que


puedan surgir, y que generalmente son aquellos que nos impiden llegar a un significado
exacto del texto. Los problemas más usuales que nos plantea el autor son el lenguaje
figurado, reflejado en el uso de figuras literarias, tales como la sinécdoque, la parábola, la
fábula entre otros que mantienen su significado de forma no explicita lo que puede
presentar un reto para el predicador. También están los géneros literarios que al ser
variados en la Biblia pueden presentar igualmente un reto que para quien deba elaborar
un sermón, por último y no menor esta la cultura propia del mundo bíblico, que es muy
diferente a la nuestra y que genera un desafío no solo a la hora de interpretar el texto sino
que también a la hora de aplicarlo al momento de predicar.

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Capítulo 4 y 5: El proceso en la preparación de sermones expositivos.

Cap. 4: La elaboración de la idea central y la estructura del sermón.

c. Determinación del tema (Formulación idea central):

Todo el proceso señalado en los capítulos anteriores no entregan la información


necesaria para comenzar a darle forma a nuestro sermón, pero una de la cosas
fundamentales en que resulta de todo esto es el hecho que de que primero que nada
debemos conocer cuál será el tema principal de nuestro sermón.

¿Cómo se puede determinar esto? Primero la idea central es el pensamiento de un


texto que se muestra por medio de una frase u oración completa, no es algo que le
predicar invente sé que se extrae a partir de la idea central del propio pasaje en cuestión,
aplicándolo a nuestra realidad, esto a partir de dos ideas ulteriores como son la idea
exegética y la idea Homiletica o predicable. La idea exegética es la verdad bíblica que se
extrae del pasaje luego de estudiarlo detenida y exhaustivamente, mientras que la idea
predicables es la expresión de la idea exegética pero en palabras y en el contexto del
predicar y sus oyentes, en lo particular me pareció bastante innovadora esta forma de
plantear las ideas que se extraen del pasaje y de cómo poder hacer la extrapolación a la
actualidad.

La idea central se compone principalmente del tema del pasaje más su complemento y
al momento de desarrollarla, esta puede ser por medio de la elaboración de los subtemas
o puntos mayores, además en la predicación la idea central puede ser mencionada y
explicada, ser probada y demostrada y particularmente ampliada por medio de la
repetición constante de esta en los llamados subpuntos.

Estructurar el Sermón

Cuando desarrollamos la idea centra inconscientemente ya estamos dándole


estructura a nuestro sermón, esto según el autor por medio de los llamados puntos
mayores (o subtemas) una cosa que no se debe olvidar es que el pasaje será el que
determine el número de nuestros puntos mayores, una cuestión que según mi visión de
las cosas resulta fundamental si queremos que nuestro mensaje tenga un enfoque
exclusivamente centrado en las escrituras. Generalmente el pasaje contara con divisiones
naturales las cuales el predicadores debe saber evidenciar. Además del bosquejo general
dado por los puntos mayores de nuestro sermón debemos tener en consideración el
llamado por el autor bosquejo menor, esto por medio de los subpuntos, que se expresan
en forma exegética y se derivan de los puntos mayores, estos necesariamente no es
necesario mencionarlos pero le darán consistencia al mensaje que se predicara.

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Cap. 5: La Estructura final del mensaje.

d. Transmisión del mensaje.

Finalmente el libro cierra con la idea de la estructura final, el mensaje debe salir a la
luz y ser observado por la audiencia pero, para ellos es necesario que primero tengamos
claro cómo se desarrollara nuestro mensaje, y las partes que este debe tener, según el
autor, es necesario en este paso que nuestra idea exegética se convierta en predicable,
por medio de una idea o propósito claro del sermón, así mismo los puntos mayores deben
transformarse también en oraciones predicables y que tengan sentido para la comunidad
que escucha nuestro mensaje.

Pero el bosquejo debe tener una estructura final, algo que le dé continuidad y que
tenga los propósitos bien definidos, ya que es la ruta de guía del predicado que se
enfrenta a una audiencia en cuestión. En el texto se plantea que el sermón debe tener
primero:

a. Una Introducción

Una de las cuestiones fundamentales que plantea el autor en relación a la


introducción es que esta debe ser escrita al final de la preparación del sermón, ya
que es necesario tener claro el enfoque del sermón, lo que dice el pasaje y un
montón de otros elementos que dan la pertinencia a la introducción, ya que esta
es la fase inicial de nuestro sermón y tiene la finalidad de despertar una necesidad
en la gente hacer de lo que escucharan. En la introducción se debe incentiva a la
congregación a escuchar el sermón, se debe poner el interés que permita su
comprensión y el deseo de escucharlo.

b. El propósito del sermón.

Este define lo que se desea alcanzar, se debe incluir dentro del sermón y tiene
relación con las razones por las que el predicador escogió tal texto, sobre todo con
lo que el predicador espera de la audiencia y desea que suceda con ella. El
propósito no se predica, pero si no se puede predicar sin un propósito, según
Suazo “Ningún predicador puede permitirse el error de predicar sin un propósito
claro y definido en su mente” finalmente el propósito debe estar orientado en
relación al predicador y lo que él debe hacer (informar, persuadir, aplicar) y lo que
se debe conseguir con la audiencia (Que entienda, que se convenza, que cambie).

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c. El cuerpo del Sermón.

Aquí es donde se incluyen todos los demás elementos que son parte del sermón,
idea exegética, homilética, puntos mayores y sub-puntos, se deben incluir además
material de apoyo, ya sean ilustraciones, aplicaciones, explicaciones, entre otras,
que tiene como objetivo aclara o reforzar ideas de nuestro mensaje, estos no
deben ser el centro de nuestro mensaje por ningún motivo nuestra predicación
debe centrase en una ilustración, es la palabra de Dios lo que debe guiar nuestro
mensaje y lo demás solo sirve como puntos de aclaración que faciliten la
comprensión del mensaje por parte de la audiencia. Si utilizamos aplicaciones, las
cuales debemos usar para hacer más pertinente nuestro mensaje, estas deben ser
estrictamente bíblicas, deben surgir del texto mismo y no he cuestiones externas
que hagan pensar a nuestra audiencia que existe alguna falta de preparación o
intención de hacer hincapié en alguna situación que se esté viviendo en la
congregación o directamente en la vida del hermano.

d. La conclusión.

Es importantísimo planificar el cómo se ha de terminar el sermón, ya que si no lo


hacemos de forma premeditada podemos llegar a una conclusión sin fin. Una
predicación con un buen final será una predicación que logre su objetivo de llegar
a los corazones de los oyentes y provocar los cambios que solo la Palabra de Dios
puede producir en el hombre y la mujer. La conclusión a parte de terminar el
sermón, debe tener como objetivos, servir como un repaso de los puntos
principales, haciendo una recapitulación de este mismo, además podemos hacer
énfasis en las aplicaciones más importantes, llevando a los oyentes a tomar
decisiones, no forzándolas, sino que por medio de la obra del Espíritu Santo y de la
Palabra de Dios se puedan producir.

Consideraciones finales del Autor.

Como sugerencias finales del autor este propone al lector y predicador de su libro, el
realizar manuscritos del sermón, esto con la finalidad, de poder atender a problemas
básicos como la dicción, la selección de palabras, evitar la improvisación controlar el
tiempo entre otros, esto según mi opinión es útil, pero en ocasiones puede coartar la
libertad del predicador y llevar a este a convertir su mensaje en sermón leído lo que no es
muy didáctico para la exposición de la palabra del señor. El último consejo del autor es
partir el sermón y repasarlo las veces que resulte necesario lo que encuentro que es
crucial en el desarrollo de este mismo y la preparación sobre todo de aquellos que
predican por primera vez

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Conclusión.

Luego de haber podido leer este libro me quedo con la enorme satisfacción de que sin
duda alguna tomar la bandera de la Predicación expositiva vale la pena, sin duda alguna
debemos considerar que esto demanda tiempo y esfuerzo, pero todo aquello no es más
que beneficio para quien predica porque es tiempo perfecto en la compañía perfecta del
Espíritu Santo en rededor del mensaje supremo del Altísimo.

Dios nos ha dejado su palabra como un regalo inmerecido, como un tesoro incalculable,
pero que conlleva un peso enorme sobre quién debe y tiene la responsabilidad de
entregar el mensaje de Dios.

Este libro sin duda alguna, es una ayuda que para aquellos que tenemos esta tarea de
predicar en nombre de Dios y frente a su presencia, como heraldos del gran Rey, este
manual nos recuerda la centralidad de nuestro mensaje y su propósito y nos entrega
herramientas útiles para todo aquel que quiera poner a la predicación en el lugar de
donde nunca debió haber salido.

Sin duda alguna mi vida ha sido bendecida con este libro y espero que esto ocurra con
cada quien tomo la sabia decisión de leerlo y abrazar la bandera de la predicación
expositiva, solo me gustaría terminar señalando que es nuestra responsabilidad que la
predicación pueda volver al centro de nuestro servicios y por sobre todo somos nosotros
quienes debemos recordar y nunca olvidar que cada vez que predicamos, estamos
hablando “De parte de Dios y delante de Dios” y temblar ante su presencia.

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