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Nombre de la institución: “Constitución de 1917”

Plantel: Cobaq 17
Nombre del problema: contaminación del combustible

Fecha: viernes 23 de marzo del 2018

Nombres de los integrantes:

Guadalupe Garcia Quintanilla

Cecilia Tapia Cisneros

Alejandra Montoya rivera

Claudia Michelle Soriano González


Introducción:
El combustible ayuda a hombre, también hace mucho daño a la atmosfera y todo lo que
nos rodea, principalmente las empresas, incendios forestales, emisión de gases con
carbono y petróleo. En Francia se había prohibido a la venta de carros que tenía
combustibles asi como el reino unido decidido seguir los mismos, todavia están en
procesos de prohibición a la venta de combustibles.
Michael Jobara dio una idea sobre la prevención de los carros, la meta es que se use
carbono natural. Los motores y combustión interna de los automóviles emite varios tipos
de gases y partículas contaminantes que son: oxido métrico y monóxido de carbono.

Productores de hortalizas de todas partes del mundo han estado enriqueciendo el


ambiente del invernadero con dióxido de carbono (CO2) durante muchos años, por lo
que los beneficios de incrementar la concentración de CO2 en el invernadero son bien
conocidos y están bien documentados.
La cuestión es si con concentraciones más altas de CO2, se incrementa el rendimiento
del cultivo en el verano. La respuesta es: cualquier incremento en la concentración
atmosférica de CO2 en el invernadero aumenta la velocidad de la fotosíntesis y la
cantidad total de azúcar producida por el cultivo.
Con objeto de maximizar el efecto del CO2 a través del año y obtener el máximo
rendimiento potencial posible, debemos considerar tres elementos: cuál es la relación
óptima de enriquecimiento para la cantidad de luz disponible para el cultivo; cómo va
a reaccionar el cultivo ante el CO2 adicional suministrado, y cómo va afectar el
CO2 adicional al equilibrio y a la producción de la planta.

CO2 como nutriente


El CO2 es esencial para que se produzca la fotosíntesis. Las plantas toman CO 2 del
aire y agua de las raíces y luego utilizan energía luminosa para transformar estos
componentes en azúcar (carbohidratos) y oxígeno. Si no existe un suministro de
CO2 adecuado y disponible para las plantas, el ritmo de fotosíntesis se reduce.
Una concentración óptima de CO2 tendrá un efecto positivo en desarrollo y vigor de la
planta en general y en tamaño de fruto en particular. El uso de CO 2 en el invernadero,
dependiendo de la concentración, provoca una fuerte influencia generativa en las
plantas, dando como resultado una floración prematura (las flores se abren más cerca
de la punta de la planta de tomate), desarrollo de flores más fuerte y rendimiento de
frutos más alto en cuanto a tamaño y peso de frutos. En consecuencia, como en el
caso de cualquier otro fertilizante, los productores deberían pensar en el CO 2 como un
nutriente de plantas esencial.
El CO2, convirtiéndolo de nuevo en combustible como alternativa a su captura,
transporte y almacenamiento. Así, se evitan los inconvenientes de este último
procedimiento que, además de incrementar el coste de producción en un 30%,
implica la disminución de la eficiencia de los ciclos, gasto de energía adicional con
sus correspondientes emisiones de CO2, acondicionamiento de los lugares de
almacenamiento, etc.
La molécula de dióxido de carbono es extraordinariamente estable, casi tanto como
la del agua: la reducción del dióxido de carbono a monóxido y la descomposición
térmica del agua para producir hidrógeno necesitan un aporte de energía entorno a
los 300 kJ/mol y temperaturas elevadas.

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