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Baal
Baal (en semítico cananeo 𐤋𐤋𐤋 [baʕal], «amo» o «señor»; en hebreo, [ בָּ עַ לBáʿal];
en árabe, [ بعلBa,al]) es una antigua divinidad de varios pueblos situados en Asia Menor y
su área influencia: babilonios, caldeos, cartagineses, fenicios (asociado
a Melkart), filisteos, israelitas y sidonios. Era el dios de la lluvia, el trueno y la fertilidad.
Por otra parte, Moloch Baal es una versión diferente, se trata de un dios de
origen canaanita que fue adorado por los fenicios, cartagineses y sirios. Era considerado el
símbolo del fuego purificante, que a su vez simboliza el alma. Se le identifica
con Cronosy Saturno.
Índice
[ocultar]
1Familia
2El ciclo canónico de Baal
o 2.1El combate de Baal contra Yam
o 2.2La construcción del palacio de Baal
o 2.3El combate entre Baal y Mot
3Amorreos
4Cananeos
5Egipto
6En la Biblia
7Nombres teóforos
8Véase también
9Referencias
10Enlaces externos
Familia[editar]
Su dios padre es El. En la mitología cananea se denominaba así (El) a la deidad principal.
Se lo conocía como «padre de todos los dioses», el dios supremo, «el creador», «el
bondadoso». Por lo general, El se representa como un toro, con o sin alas. También se lo
llamaba Eloáh o Elah y su esposa principal era Asera (Astarté, Athirat o Ishtar), diosa
madre de Baal.
Su hijo Baal era representado como un joven guerrero, pero también como un toro joven
(un becerro). En el templo de El-Il-Dagan (en Ugarit), Baal y el dios El estaban juntos.
La consorte de Baal en Ugarit era la diosa Astarté (o Anat). Esta diosa recibía el nombre
de Tanit en la ciudad antigua de Cartago.
Uno de los hermanos de Baal y dios rival, es el dios semítico del caos y las tempestades,
llamado Yam, cuyo culto rivalizó con el culto a su hermano de Baal, ambos hijos del dios
principal El. También, ambos formaban parte de su corte de dioses menores,
llamada Elohim.123
Cananeos[editar]
En la antigua región de Canaán no suele llover desde finales de abril hasta septiembre.
Las lluvias comienzan en octubre y continúan durante todo el invierno hasta abril, gracias a
lo cual crece una abundante vegetación. Se creía que los cambios de estación y los
efectos subsiguientes eran ciclos producidos por los interminables conflictos entre los
dioses. El que cesasen las lluvias y se marchitase la vegetación se atribuía al triunfo del
dios Mot (dios de la muerte y la aridez) sobre Baal (dios de la lluvia y la fertilidad), lo que
obligaba a este último a retirarse a las profundidades de la tierra. Por otro lado, se
pensaba que el comienzo de la estación lluviosa indicaba que Baal había despertado a la
vida, lo que era posible gracias al triunfo de Anat, su hermana, sobre Mot, permitiendo que
su hermano Baal volviese al trono. La unión de Baal con su esposa,
probablemente Astarté, se creía que garantizaba la fertilidad durante el año entrante.
Los agricultores y ganaderos cananeos posiblemente pensaban que el participar en
rituales prescritos —una especie de magia imitativa— durante sus fiestas religiosas
estimulaba a sus dioses a actuar según el modelo representado en esas fiestas, y esto era
necesario para tener cosechas y rebaños productivos durante el nuevo año, así como para
alejar sequías, plagas de langostas, etc. De modo que la vuelta a la vida de Baal para ser
entronizado y unirse a su consorte se celebraría con ritos de fertilidad licenciosos,
caracterizados por orgías sexuales desenfrenadas[cita requerida].
Toda ciudad cananea debió tener su santuario en honor al Baal de su localidad. Asimismo,
se nombraban sacerdotes para dirigir la adoración en estos santuarios y en los muchos
lugares sagrados que se hallaban en las cumbres de las colinas cercanas y que eran
conocidos como «lugares altos». Es posible que en el interior de dichos lugares sagrados
hubiese imágenes o representaciones de Baal, en tanto que en el exterior, cerca de los
altares, se encontraban las columnas de piedra (probablemente símbolos fálicos de Baal),
los postes sagrados que representaban a la diosa Aserá y estantes de incienso.
Uno de los textos de Ras Shamra menciona una ofrenda a la «Reina Shapash [el Sol] y a
las estrellas», y otro alude al «ejército del Sol y la hueste del día».
Cada localidad tenía su propio prefijo o sufijo en nombre de Baal, al que se solía calificar
mediante un nombre geográfico, como tributo al nombre de dios. Por ejemplo, el Baal de
Peor (Baal-peor), adorado por moabitas y madianitas, tomó su nombre del monte Peor.
Más tarde, los nombres de esos baales locales llegaron a incorporarse, por metonimia, a
los mismos nombres geográficos, como por ejemplo: Baal-hermón, Baal-hazor, Baal-zefón
y Bamot-baal, para el cananeo en realidad solo existía un dios Baal.
Egipto[editar]
Durante la época de los hicsos, en Egipto fue identificado con Seth, un dios guerrero;
también fue asociado a Montu. Pero durante la dinastía XVIII, su culto en Egipto sería
denigrado.
En la Biblia[editar]
En la Biblia, el dios Baal es llamado uno de los «falsos dioses», al cual los hebreos
rindieron culto en algunas ocasiones cuando se alejaron de su adoración
a Yahvéh (ver Idolatría), posible evolución del dios Yam. Fue adorado por los fenicios junto
al dios Dagón (el más importante de su panteón).
Baal aparece unas noventa veces en el Antiguo Testamento en referencia a varias
deidades. Los sacerdotes del Baal cananeo son mencionados un gran número de veces,
especialmente en el libro de Primera de Reyes. Muchos estudiosos consideran que este
hecho refleja el ambiente de la época en la que Jezabel intentó introducir la adoración del
Baal tirio (Melkart) a la capital israelita Samaria en el siglo noveno antes de Cristo. Las
escrituras hebreas mencionan un duelo entre el profeta Elías y los sacerdotes de Jezabel.
Ambos bandos ofrecieron sacrificios, pero Baal no logró encender el sacrificio de sus
seguidores en tanto que Yahvé envió fuego del cielo que quemó el altar de Elías hasta
convertirlo en cenizas, aún a pesar de que éste había sido mojado con abundante agua.
Acto seguido, la audiencia siguió las instrucciones de Elías y mató a los sacerdotes de
Baal, lo cual llevó a que Yahvé decidiera volver a enviar lluvia al país después de una
fuerte sequía.
En diversas ocasiones el texto hebreo se refiere a "los baales" (en plural) para referirse en
conjunto a las estatuillas e imágenes de los diversos dioses de las religiones cananeas,
posiblemente no sólo a las de Baal.
Este nombre aparece dos veces en la leyenda de Keret descubierta en Ugarit.
Nombres teóforos[editar]
Baal (también con grafía Beel, Bel, etc.) entra a formar parte de numerosos nombres
compuestos: