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LA AUTORA Y SU OBRA
Página 2 R O S A N AV AR R O D U R ÁN
Artículo: ¿Por qué adaptar a los clásicos?
En el presente artículo Rosa Navarro Durán reflexiona sobre la necesidad de hacer accesible a los
más jóvenes un tesoro cultural como los clásicos de nuestra literatura. Debido a la extensión del texto nos
hemos permitido seleccionar los párrafos iniciales en los que expone el interés de las adaptaciones para este
fin.
Nadie discute la importancia de las obras clásicas, pero usamos, al tener variantes léxicas o sintácticas propias de su
pocos tienen acceso a ellas. Sus nombres, sus autores forman época; o simplemente, por su misma condición de obra de
el cuerpo de la historia de la literatura; son, pues, materia de arte, que nos habla de su belleza estilística, de su complejidad;
estudio. Honran calles, plazas; visten centenarios, premios; y así, gozar de ella supone un lector ya formado. No es
arropan con su excelencia la historia del país, incluso dibujan ninguna exageración decir que, en definitiva, las páginas de
rutas turísticas, en las que se contemplan esculturas de sus estas obras están cerradas para los aprendices. Imponerles la
personajes y placas alusivas, y, sin embargo, la mayoría de lectura del Quijote o del Cantar de mio Cid —o del Guzmán
los ciudadanos de esas ciudades y pueblos, y la gran parte de de Alfarache o del Conde Lucanor— es hoy un imposible o un
los transeúntes de esos caminos no han leído las obras camino hacia el fracaso, o incluso peor: una forma de que
literarias cuyos nombres conocen tan bien. Y lo que es peor, tengan una experiencia tan negativa que nunca más quieran oír
sus hijos y sus nietos no sólo no las van a leer, sino que no hablar de estas extraordinarias obras y que vivan la lectura
pueden leerlas. No estoy hablando de un extraño pueblo como un suplicio.
cuyos habitantes sufren una terrible maldición, no; estoy En el polo opuesto a vedar el acceso al tesoro de los
hablando de nuestro país y de nuestros clásicos, tal vez —eso libros está el obligar a leerlos sin elegirlos adecuadamente. La
sí— exagerando un poco. obligación impuesta se puede mantener una página, máximo
dos, del libro; pero en esa tierra de nadie tiene que haber un
Los clásicos como un tesoro escondido anzuelo que enganche al relato al niño para que, a partir de la
tercera página, desaparezca el mandato y sea su voluntad libre
A menudo, el ser humano, cuando descubre un tesoro,
la que le lleve a pasar una y otra y otra página buscando el
en vez de mostrarlo y compartirlo, prefiere esconderlo y
final deseado de la historia y al mismo tiempo sintiendo
guardárselo para su sola contemplación y gozo, aunque no
mucho que llegue.
pueda resistir la tentación de hablar de esa maravilla que
Nuestros clásicos no sólo encierran ese tesoro de
tiene escondida (…). Con los libros nos sucede algo
diversión, sino también parte de nuestra historia cultural.
semejante, cosa que indica que los consideramos un
Cenicienta o Caperucita o Blancanieves son nombres que en
“tesoro”. No hay más que recordar ese día en que quisimos
seguida nos evocan su historia; sabemos del zapato de cristal,
consultar un libro en algún espacio cerrado, controlado, y
o de la cestita donde lleva Caperucita la comida a la abuela, o
una persona nos lo impidió: no teníamos el permiso
vemos a una desmayada Blancanieves esperando el beso del
correspondiente, no podíamos todavía acceder a ese espacio
príncipe; pero si hablo de cómo el Cid cogió por el cuello al
reservado “a los que saben”. Y tuvimos que ir a la búsqueda
león, que, mansamente, bajó la cabeza ante el Campeador o
de esa firma mágica que abría el lugar vedado que guardaba
recuerdo cómo sus yernos, muertos de miedo, se escondieron
el tesoro escondido: los libros.
donde pudieron, estoy hablando en el vacío. Esa anécdota no
Lo curioso es que no sólo pasa esto con el acceso
funciona como referente cultural porque las páginas del texto
físico al tesoro de la lectura, sino con la posibilidad de abrir
están clausuradas para la inmensa mayoría. Sabemos cómo
y entender lo que dicen las páginas de los libros que forman
don Quijote lucha contra los molinos, que él cree gigantes de
nuestra herencia, nuestro patrimonio cultural. Nadie puede
largos brazos; pero, si en lugar de mencionar esta escena tan
negar que el más grande legado que nuestros antepasados
representada gráficamente, hablo de la terrorífica aventura de
nos han dejado, lo que forma nuestra cultura, son las obras
los batanes y del hablar gangoso de don Quijote al apretarse
de arte; entre ellas están los libros que llamamos “clásicos”,
con los dedos la nariz por no oler lo que huele, encontraré
es decir, “modélicos”. Y también es evidente que a menudo
mucho menos eco.
son de difícil acceso para una persona de mediana
Al no leer a nuestros clásicos no sólo perdemos la
formación, y mucho más para los aprendices de la
posibilidad de gozar de una inmensa mina de diversión, sino
lengua.Como es lógico, ni la capacidad lectora de los niños
también prescindimos de nuestros referentes culturales. Si nos
ni de los adolescentes, ni sus conocimientos de la lengua, les
parece una evidencia que admirar el cuadro de Las hilanderas
permiten leer, ni con gusto, ni con aprovechamiento, buena
es un privilegio que tenemos los españoles porque lo pintó ese
parte de nuestros clásicos, porque muchos están escritos en
maestro de maestros que fue Velázquez y además está en el
una lengua que no es exactamente igual a la que ahora
Prado, a nuestro alcance, no tendríamos que aceptar con tanta
usamos.
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Artículo: ¿Por qué adaptar a los clásicos?
resignación que muy poca gente haya leído el Cantar de mio En ella destacaba escenas que me habían impresionado,
Cid o el Quijote y casi nadie Tirante el Blanco —ese “tesoro emocionado, sorprendido, como un bocado exquisito —creía
de contento”, como decía el cura amigo de don Quijote—, yo inocentemente— para atraer a nuevos lectores a la lectura
libros que están en todas las bibliotecas y en muchas librerías de la obra. Según un crítico —supongo que experto— no iba
ofreciéndose a nosotros. yo a convencer a nadie. Y si no acertó del todo, no se alejó
mucho de ello.
El camino para conseguirlo: las adaptaciones Luego hice, con mejor fortuna, una adaptación de las
Si los libros clásicos son inaccesibles a los niños, y Metamorfosis de Ovidio para Alianza juvenil, que me
también a muchas personas, ¿hay que aceptar que duerman titularon Mitos del mundo clásico. En ella inicié ya el camino
el sueño de los libros cerrados en las estanterías donde que he seguido después en mis adaptaciones de clásicos: la
descansan o que vayan pasando a ser sólo nombres en los selección de pasajes esenciales, el lenguaje accesible y la
libros de historia de la literatura? Evidentemente no, porque absoluta fidelidad al modelo. Son cuatro ya mis clásicos
la forma de evitar esa catástrofe es muy sencilla; si no se adaptados, y el gusto con que he escrito esas fieles versiones
pueden leer en versión original, podemos seguir un camino para niños (o adultos) ha tenido un correlato en el éxito que
indirecto para llegar a ellos: leer una buena adaptación. están teniendo (…).
Pedro Salinas, en su modélica modernización del
(Extracto)
Poema de Mio Cid, manifestaba su propósito de hacer
Rosa Navarro Durán, ¿Por qué adaptar a los clásicos?
accesible la obra a un mayor número de lectores, porque
ofrecía “una versión popular en español moderno y en metro http://www.asnabi.com/revista/tk18/03navarroduran.pdf.
romance, con el propósito de acercar esta hermosa obra
poética, noble, tranquila y sonriente a un crecido número de IES VEGA DEL GUADALETE
La Barca de la Florida
lectores, que fatalmente se ven alejados de ella por las (Cádiz)
dificultades de lo arcaico” (Salinas, 1934: 10). Y contaba su
forma de proceder: “He deseado ser fiel y claro. Fidelidad
absoluta al texto del poema, sin desviaciones en busca de
ornato, sin amplificaciones ni desarrollos casi nunca”
(Salinas, 1934: 11).
De tan altísimo modelo, tomé ese doble propósito para
mis adaptaciones: ser fiel y clara. Hace ya años escribí una AUTOR DEL DOSSIER
obra, que tuvo un escaso éxito editorial, ¿Por qué hay que Andrés Pulido Villar.
leer a los clásicos? Responsable de la biblioteca Juan Leiva
Webgrafía básica
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XIII Congreso Fundación Caballero Bonald (del 26 al 28 de
Octubre de 2011)- Releer a los Clásicos , Museos de la Atalaya,
Jerez de la Frontera, Cádiz. VÍDEO:
https://www.youtube.com/watch?v=ja3NSdxLDJE.
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