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La ciudad
de baja densidad
Lógicas, gestión y contención
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La ciudad
de baja densidad
Lógicas, gestión y contención
Colección_Estudios
Serie_Territorio, 1
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Introducción
13 Antes de la ciudad difusa
Francesco Indovina
Parte 1
25 La realidad urbana de la ciudad de baja densidad
27 Región urbana de Barcelona: de la ciudad compacta a los territorios
metropolitanos
Antonio Font
7
Parte 2
201 Los costes ambientales, económicos y sociales
de la ciudad de baja densidad
203 Análisis de costes de la baja densidad. Una lectura desde la sostenibilidad
Garbiñe Henry
265 Reflexiones sobre la ciudad: más allá de la ciudad difusa, más allá de la ciudad densa
Xavier Mayor Farguell
Parte 3
349 Las políticas de gestión de la ciudad de baja densidad
351 Políticas para la contención del proceso de urbanización dispersa
Joan Vicente i Rufí y Moisès Jordi i Pinatella
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Celestino Corbacho
Presentación
Chaves
Presidente
de la Diputación
de Barcelona
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Introducción:
antes de la ciudad Francesco Indovina
Profesor de técnica
y planificación
urbanística.
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Parte 1
La realidad
urbana de la
ciudad de baja
densidad
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Antonio Font • Región urbana de Barcelona: de la ciudad compacta a los territorios metropolitanos
Motores del Las causas, y efectos a la vez, de estas transformaciones urbanas son
crecimiento de naturaleza diversa y es difícil resumirlas en el espacio disponible.
urbano reciente Sin embargo, parecen necesarias algunas indicaciones sobre los
rasgos sobresalientes de las características socioeconómicas de la
región metropolitana, que permitan un mejor entendimiento de los
procesos en curso:
a) En cuanto a la dinámica demográfica:
Como en la mayoría de las ciudades europeas, la ciudad central y
las principales ciudades metropolitanas pierden población, que se
traslada al ámbito de la región metropolitana.
Sólo muy recientemente, y gracias a la inmigración básicamente
extracomunitaria, se empieza a corregir el déficit demográfico de la
capital metropolitana.
En las dos últimas décadas se ha producido una ralentización del
crecimiento poblacional en la región metropolitana, y se observa el
aumento de la movilidad interna de la población, como consecuencia
del cambio de lugar de residencia, en la mayoría de los casos obligada
tanto por los costes de la vivienda en la ciudad central como por
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SUELO
COMUNICACIÓN
EDIFICACIÓN
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Ambientes urbanos
Escenarios en red
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Ripollet La Llagosta
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Antonio Font • Región urbana de Barcelona: de la ciudad compacta a los territorios metropolitanos
Planeamiento A pesar de la existencia legal en nuestro país, desde la Ley del Suelo
urbanístico de 1956, del planeamiento territorial y de los planes de ordenación
insuficiente supramunicipales, ambos tipos de planeamiento han sido escasamente
adoptados.
En la región urbana de Barcelona, el Plan Comarcal de 1953, en el
ámbito de la entonces creada Comisión de Urbanismo y Servicios
Comunes de Barcelona y otros 26 municipios –y tras el fracasado
intento del Plan Director del Área Metropolitana de 1968–, los planes
intermunicipales de la comarca de Sabadell, del Baix Maresme y el
denominado Plan General Metropolitano de 1976 han sido la excepción
a la ordenación estrictamente municipal.
En la situación actual, únicamente este último plan, que regula
desde entonces el planeamiento urbanístico de los 27 municipios
centrales, determina una ordenación plurimunicipal.
Su papel ha sido decisivo, ya que ha permitido salvar en buena
parte el llano agrícola del delta del Llobregat o el macizo de Collserola
de la ocupación urbana, ha contenido las densidades de edificación y
ha permitido la mejora en cuanto a dotaciones y parques de la ciudad
metropolitana central.
En el resto de la región, un total de 86 planes generales y de 52
normas subsidiarias regulan la ordenación urbana del resto de
municipios (164 en total).
En el mapa de las páginas 44-45 se recogen simplificadamente
las calificaciones del suelo urbano, del suelo urbanizable programado
y del urbanizable no programado, en la región metropolitana, a partir
de los planes generales vigentes.
Como allí puede verse, se trata de un complejo mosaico de
calificaciones de suelo en relación con las etapas legales previstas para
su materialización, que es el resultado evidente de la ordenación
urbana desde la lógica estrictamente municipal, tratando de
incorporar tanto la situación de hecho como las necesidades futuras,
pero en la total ausencia de un marco de referencia de ordenación
territorial.
Las ordenaciones urbanas generales de cada municipio se
desarrollan básicamente a través de los planes parciales o de los
planes especiales de reforma interior o de mejora urbana, y del
conjunto de instrumentos legales del planeamiento de desarrollo.
Como puede verse en el mapa de las páginas 46-47, en el que se
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Antonio Font • Región urbana de Barcelona: de la ciudad compacta a los territorios metropolitanos
SUELO URBANO
Residencial compacto
Residencial extensivo
Industrial
Sistemas
Límite PGM
Residencial
Industrial y mixto
Sistemas
Residencial
Industrial y mixto
Sistemas
Puerto y aeropuerto
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Antonio Font • Región urbana de Barcelona: de la ciudad compacta a los territorios metropolitanos
PROGRAMAS
DE ACTUACIÓN URBANÍSTICA
1956-1975
1976-1978
1979-1983
1984-1989
RÉGIMEN JURÍDICO
DEL SUELO
suelo urbano
suelo urbanizable
suelo urbanizable no programado
base cartográfica 1972
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5. El terreno de juego del estadio del Camp Nou tiene una extensión de 7.140 m2.
Cuatro terrenos de juego como éste sumarían, por lo tanto, un total de 28.560 m2.
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Los dominios Como se puede intuir a partir de los datos anteriores, el desarrollo de
territoriales de la tipologías de vivienda unifamiliar se ha convertido en un elemento
vivienda estructurante y estructural del proceso de metropolización en Cataluña
unifamiliar: la y, en particular, en la provincia de Barcelona, de la misma manera que
producción de ha pasado con otros factores bastante conocidos como las
viviendas aisladas migraciones intrametropolitanas, la movilidad exacerbada de la
y adosadas en la población, o la relocalización de las actividades económicas.
provincia de Estas dinámicas residenciales implican, de esta manera,
Barcelona, diferencias importantes en lo que concierne a los dominios territoriales
1985-2001 de la vivienda aislada y adosada. El análisis del período 1985-2001
señala así cómo las 10 comarcas y los 311 municipios de la provincia
de Barcelona muestran versiones diversas del desarrollo del hábitat
unifamiliar en función del predominio de las casas adosadas o de las
aisladas. Los perfiles residenciales varían según variables como el
tamaño poblacional –municipios pequeños frente a los de mayor
tamaño– o la localización geográfica –municipios de primera, segunda
o tercera corona, de interior o costeros, próximos o alejados de
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7. Así, las 31.460 viviendas aisladas que suman los 100 municipios entre 5.000 y
50.000 habitantes representan casi el 60% de las 53.906 aisladas que se construyen
en toda la provincia entre 1987 y 2001.
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El futuro urbano Podría vivir... sin calendario ni reloj. Cuando me despierto, medio
de los paisajes sin aturdida, sé que el día empieza porque puedo ver las luces rojas de los
densidad: una coches que se alejan hacia la ciudad, y sé que el día se acaba cuando veo
agenda para la las luces blancas de los coches que retornan.
¿Y cómo sabes si es sábado o domingo?
planificación
Porque en estos días, no hay coches, sino hombres vestidos
territorial en
de deporte comprando el pan y el diario.
Cataluña
Félix Bayón, Adosados (1995)
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Sin duda, el gran reto de futuro para las ciudades y los territorios
de Cataluña será repensar el escenario disperso que ha resultado del
proceso de urbanización para intentar introducir elementos de
diversidad y complejidad. La ausencia de densidad no necesariamente
ha de llevar a la simplicidad y a la reducción de los atributos urbanos;
la ausencia de densidad no ha de implicar la renuncia por parte de la
planificación territorial a dotar de complejidad urbana los paisajes
dispersos y las relaciones sociales que estos traducen. Es del todo
necesario que la política territorial vele por las ciudades compactas
existentes, trate de reforzar sus funciones y garantice la permanencia
tanto de sus estructuras sociales como de sus características físicas y
morfológicas. Pero esta dirección estratégica no considera la serie de
espacios urbanizados de forma dispersa que ya forman parte de un
todo territorial bastante integrado, donde, seguramente, las recetas de
intervención tradicionalmente probadas sobre la ciudad densificada no
son válidas. Este territorio carece aún de proyecto, desde el punto de
vista del planeamiento, y de discurso en cuanto al diseño urbanístico
de elementos urbanos tan básicos como, por ejemplo, el espacio
público.
Por último, la idea de un territorio bien tramado
urbanísticamente, con una presencia y diversidad de actividades y
usos del suelo, no sólo exige dar respuesta a estas cuestiones, sino
que exige también la existencia de poblaciones diferentes. La
urbanalización, en cambio, no sólo representa un paisaje más genérico
y banal, un territorio más especializado e insostenible, sino una
sociedad urbana menos integrada y diversa, donde los necesarios
vínculos entre actividades, poblaciones y lugares, que aseguran la
viabilidad sociológica y económica del territorio, sólo pueden
salvarse a cambio de sostener un techo cada vez más alto de
movilidad.
Hacer ciudad de la urbanización, conferir a la transformación
física del territorio contenidos sociales y culturales serán condiciones
obligadas para pensar un futuro urbano hecho de presentes sin
densidad.
Bibliografía AA. VV. (2004). L’explosió de la ciutat/the explosion of the city. COAC i Forum
Universal de les Cultures, Barcelona 2004.
ÀREA METROPOLITANA DE BARCELONA (1995). Dinàmiques metropolitanes a l’àrea i la regió
metropolitana. Mancomunitat de Municipis de l’Àrea Metropolitana de Barcelona.
ÀREA METROPOLITANA DE BARCELONA (2003). El territori metropolità de Barcelona: dades
bàsiques, evolució recent i perspectives 2003. Barcelona: Mancomunitat de
Municipis de l’Àrea Metropolitana de Barcelona.
ARRIBAS, R. (1991). «Els indicadors territorials en l’estudi de la població de la regió
metropolitana de Barcelona. Els nivells de saturació». En Papers de Demografia,
n.º 52.
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Anexo
FIGURA 1 Conglomerados supramunicipales según infraestructuras viarias
Fuente: MUÑOZ, F. (2004). UrBANALización: La producción residencial de baja densidad en la provincia de Barcelona, 1987–2001. Tesis doctoral.
Barcelona: Departament de Geografia, UAB, MIMEO.
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Eje del Garraf (C-32, Túneles del Garraf) Eje Mataró-Granollers (B-40, Quarto Cinturón)
Begues Argentona
Canyelles Cabrera de Mar
Castelldefels Cabrils
Cubelles Cardedeu
Gavà Dosrius
Olivella Franqueses del Vallès, les
Prat del Llobregat, el Granollers
Sant Boi de Llobregat Llinars del Vallès
Sant Climent de Llobregat Mataró
Sant Pere de Ribes Òrrius
Sitges Roca del Vallès, la
Viladecans Sant Andreu de Llavaneres
Vilanova i la Geltrú Vilanova del Vallès
Eje Llobregat (N-II, Pata Norte) Eje Sant Cugat-Manresa (E-9)
Abrera Castellgalí
Bruc, el Castellbell i el Vilar
Castellbisbal Cerdanyola del Vallès
Castellolí Manresa
Castellví de Rosanes Monistrol de Montserrat
Collbató Olesa de Montserrat
Corbera de Llobregat Pont de Vilomara i Rocafort
Esparreguera Rellinars
Hostalets de Pierola, els Rubí
Igualada Sant Cugat del Vallès
Martorell Sant Quirze del Vallès
Molins de Rei Sant Vicenç de Castellet
Pallejà Terrassa
Papiol, el Ullastrell
Sant Andreu de la Barca Vacarisses
Sant Esteve Sesrovires Viladecavalls
Sant Feliu de Llobregat
Sant Vicenç dels Horts
Santa Coloma de Cervelló
Eje Manresa-Vic (C-25, Eje Transversal)
Artés
Avinyó
Gurb
Manresa
Muntanyola
Navarcles
Oristà
Sallent
Sant Bartomeu del Grau
Sant Fruitós de Bages
Sant Joan de Vilatorrada
Santa Eulàlia de Riuprimer
Santa Maria d'Oló
Santpedor
Vic
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*Este artículo es un resumen del trabajo de los mismos autores, Les urbanitzacions
a la província de Barcelona, publicado por el Área de Infraestructuras, Urbanismo y
Vivienda de la Diputación de Barcelona en 2006.
Este trabajo no habría sido posible sin la colaboración de un importante número de
técnicos de varios organismos y administraciones, a quienes expresamos nuestro
agradecimiento; debemos mencionar especialmente las aportaciones del libro sobre la
morfogénesis de la región urbana de Barcelona, publicado por la Mancomunitat de
Municipis bajo el título La construcció del territori metropolità y dirigido por Antonio
Font, Carles Llop y Josep M.ª Vilanova, que sin saberlo nos han servido de referencia y
guía, y de quienes hemos tomado prestada la propuesta de establecer ámbitos
morfológicos para determinar ámbitos en los que planificar con una visión más
general.
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Definición e El trabajo tiene por objeto analizar los procesos de ocupación del suelo
identificación de popularmente conocidos como urbanizaciones, siempre y cuando se
las urbanizaciones ajusten a las condiciones seguidamente fijadas, que, en resumen, son
las siguientes:
a) De uso: su tipología es residencial.
b) De morfología: la tipología dominante es unifamiliar
aislada.
c) De uso y de morfología: son ámbitos aislados morfológica y
funcionalmente, con una accesibilidad que suele efectuarse
básicamente mediante vehículo privado, lo que las diferencia del
núcleo de población, ya que están separadas de éste o no son
fácilmente accesibles a pie; por otra parte, no son crecimientos de tipo
«ensanche» en extensión del tejido urbano.
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Datos generales Se han identificado 806 urbanizaciones, herencia del período entre
de las 1960 y 1975, anterior a los ayuntamientos democráticos. Actualmente,
urbanizaciones ya no se construye ninguna nueva: no obstante, se dan procesos de
consolidación dentro de las urbanizaciones existentes (edificación
de parcelas) y de transformación de residencia secundaria en
principal.
Ocupan 26.080 ha (260 km2).
Se estima que hay unas 192.000 parcelas.
Se estima que hay unas 93.500 viviendas construidas.
La población potencial es de 257.000 habitantes (no hay datos
fiables sobre qué proporción es residencia principal o secundaria).
El grado de consolidación es de aproximadamente el 50%.
• Dentro de las urbanizaciones existentes se podrían construir
cerca de 100.000 nuevas viviendas.
• En total, las urbanizaciones podrían llegar a alojar a unos
530.000 habitantes
La población de los municipios que tienen urbanizaciones
crece a un ritmo 10 veces superior al de los municipios sin
urbanizaciones.
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Oportunidades
Pese a lo antes dicho, las urbanizaciones gozan de una alta valoración por
una parte de la población y significan para muchos una mejora de estatus
social (en contraste con la visión de los técnicos y la administración).
Por otro lado, no se puede negar que la desconcentración de la
población modera la densidad de las ciudades maduras,
mayoritariamente muy densas.
Algunas urbanizaciones podrían generar nuevas actividades de
servicios y un dinamismo en los municipios que las acogen. De hecho,
pueden ser un buen entorno para actividades de alto valor añadido (en
ellas mismas o en espacios industriales próximos).
Asimismo, la presencia de residentes permanentes puede
favorecer la custodia del territorio y los espacios abiertos.
Otra lectura importante es que pueden facilitar la incorporación
del medio ambiente y el paisaje en la planificación territorial, y ser un
marco de aprendizaje para la gestión de recursos naturales y
energéticos con criterios de sostenibilidad (depuración en origen,
producción energética, etc.).
Significan también la posibilidad de favorecer el aprendizaje de
fórmulas de cooperación entre municipios, que pueden ir más allá
de los convenios económicos para prestación de servicios o, incluso, de
las mancomunidades con el mismo objetivo.
El encaje de las El estudio del encaje de las urbanizaciones en el entorno (realizado por
urbanizaciones en Xavier Mayor, doctor en Biología) analiza las relaciones de las
el entorno urbanizaciones en cinco aspectos (se cartografían las urbanizaciones
en relación con esos elementos): el grado de biodiversidad del
territorio, los espacios de interés natural protegidos, la conectividad
ecológica entre espacios protegidos, la matriz territorial y los riesgos
ambientales de incendio e inundaciones.
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TABLA 1
Urbanizaciones Parcelas
Suelo urbano 71% 76%
Suelo urbanizable 21% 21,5%
Suelo no urbanizable 8% 2,5%
Estado y déficit La mayor parte de las urbanizaciones iniciadas antes de los años
de las ochenta se construyeron sin las infraestructuras adecuadas y sin
infraestructuras criterios de sostenibilidad ambiental.
de servicios Al mismo tiempo, los cambios en los hábitos sociales
y de consumo, en combinación con la transformación de
segunda residencia en primera, han supuesto un incremento de la
demanda de servicios y equipamientos, así como un aumento de
la valoración de los estándares de las dotaciones de infraestructuras
de servicios.
Ahora bien, sólo el 52% de las urbanizaciones (el 57% de las
parcelas) han sido recepcionadas por los ayuntamientos (por
recepcionar entendemos el momento en que el ayuntamiento asume
los gastos de mantenimiento de los servicios).
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Viales públicos
Se ha estimado que hay aproximadamente unos 19 millones de
metros cuadrados de viales (unos 3.000 km de viales) en las
urbanizaciones.
• Aproximadamente la mitad de los viales presentan una
situación deficiente en lo que se refiere a pavimentación y alumbrado.
En cuanto a la pavimentación de los viales:
• un 22% no está pavimentado (4,2 millones de m2)
• un 27% está pavimentado pero presenta deficiencias
En cuanto al alumbrado público:
• un 24% no dispone de alumbrado público
• un 22% dispone de un alumbrado insuficiente
TABLA 2
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TABLA 3
Millones de euros
Pavimentación entre 359 y 557
Red de suministro de agua entre 67 y 147
Red de alcantarillado entre 142 y 220
Alumbrado público entre 30 y 62
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Morfologías metropolitanas
contemporáneas de la baja densidad
Antonio Font
Catedrático de Urbanística.
Universitat Politècnica de Catalunya
Ciudad dispersa, Como decíamos, está muy extendida la equiparación, en primer lugar,
ciudad difusa, de los términos «baja densidad» y «dispersión», aunque el primero no
ciudad de baja tiene por qué significar necesariamente dispersión, ni el segundo baja
densidad densidad.
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la actual, puesto que comprendía 2.400 km2 frente a los 3.200 km2
actuales), daba un total de 46.000 ha de suelo urbano, 17.500 ha de
suelo urbanizable programado y 7.700 ha de suelo urbanizable no
programado. En el suelo urbano se escondían las 20.000 ha de
crecimiento adicional que detectó Serratosa para el período de 1973 a
1993 con un buen porcentaje de ciudad difusa. Independientemente
del período temporal identificado por dicho autor –diversos estudios
remontan el inicio del fenómeno expansivo a los años sesenta–, lo
relevante es la magnitud del fenómeno. Si se añadían al mismo los
altos porcentajes de ciudad difusa previstos en los desarrollos futuros
de suelo urbanizable programado y no programado, la cifra final podía
superar ampliamente la que se había constatado en la encuesta de
infraestructuras de los servicios municipales en la provincia
de Barcelona. Esta encuesta, llevada a cabo por la Diputación de
dad en Barcelona en 1991, daba la cifra de 20.260 ha para la urbanización
residencial de baja densidad existente en aquel momento.
ndas En marzo de 1997 se organizó un debate sobre la cuestión en el
marco de la llamada Conferencia de los Espacios Naturales del Vallès,
en el que se pudo constatar la relación existente entre el consumo del
suelo, el consumo energético –y el porcentaje del mismo destinado a
transporte horizontal comparado con la evolución de la intensidad
energética en Cataluña y los países de la OCDE–, la evolución del PIB
en Cataluña y países de la OCDE, la evolución demográfica de la
población catalana y las migraciones interiores en la Región
Metropolitana. La administración autonómica achacó el proceso a la
herencia recibida del período predemocrático, entre 1966 y 1980,
y no sólo por la gran cantidad de urbanización difusa ilegal, sino por
la baja calidad de la vivienda colectiva de carácter urbano, que habría
impulsado la migración hacia la ciudad residencial de baja densidad.
Pero el aspecto clave que se destacó en la ponencia autonómica
radicaba precisamente en la voluntad de bajar la densidad de la ciudad
residencial existente al final de ese período. Según se explicaba, la alta
repercusión sobre el precio del suelo que representaba la densificación
urbana existente (sin servicios ni zonas verdes o de equipamientos)
impedía la disminución del precio del suelo en los centros urbanos y,
debido a ello, pasar de unas densidades de 350 viviendas/ha a
densidades de 45 viviendas/ha obligaba a la promoción de suelo y de
nuevos barrios en la periferia urbana, barrios que ahora sí contaban
con los estándares mínimos exigibles.
Este razonamiento, más allá de constituir la justificación de una
determinada política oficial de promoción de suelo por parte de la
Generalitat, hacía de la necesidad virtud y se incorporaba a la
tendencia ya existente de migrar en busca de una vivienda en la
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La actualización Precisamente fue una tesis doctoral realizada por Francesc Muñoz,
del tema geógrafo adscrito al Departamento de Geografía de la UAB, la que
más recientemente puso de relieve las características de la producción
residencial de baja densidad en la provincia de Barcelona entre 1985
y 2001. Según proponía Muñoz en su tesis, una de las causas
determinantes en dicha producción sería la económica, si se
compara el precio de la vivienda en las áreas centrales o de ciudad
compacta con los de la ciudad de baja densidad, mucho más
competitivas en términos relativos tal como ya se apuntaba en el
debate de 1997.
En este sentido los factores de tipo cultural cederían ante los
económicos. Serían leyes muy simples, de oferta-demanda, las que
determinarían la expansión de la ciudad residencial de baja densidad.
Así se explicaría que la reiterada voluntad de «permanecer en el
barrio» expresada por muchos encuestados con relación a su futuro
hábitat se viera siempre desmentida por el hecho cierto de una
emigración hacia la ciudad difusa.
Si bien se podría describir sin dificultad la ley económica que
dirigiría la expansión urbana, las consecuencias reales sobre el
territorio serían mucho más complejas. Muñoz cita alguna de estas
consecuencias, como por ejemplo el consumo de agua, que en los
ámbitos de baja densidad multiplica por cuatro el consumo de los
ámbitos compactos. A ello habría que añadir el consumo de todo tipo
de recursos en movilidad, singularmente energéticos, puesto que sólo
con el automóvil privado es concebible la movilidad de la ciudad
residencial de baja densidad. La producción de ciudad según leyes
relativamente simples que prefiguran unas «condiciones de campo»
determinadas a escala territorial es un fenómeno que ya fue analizado
en los años sesenta del pasado siglo por McHarg en la costa Este de
los Estados Unidos. Las configuraciones resultantes dieron lugar a un
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análisis del caso francés entre 1850 y finales del siglo XX. En Holanda
–lugar tradicional de consenso en la toma de decisiones– todo ello
planteaba la necesidad de negociar más rápido y mejor en torno a las
situaciones nuevas, y hacerlo en cada colectividad de manera
concertada con las políticas para el conjunto del país.
En estas condiciones, la introducción suplementaria de criterios
ambientales en la planificación territorial y urbana era un elemento
más en un entorno de gran turbulencia, difícil de «gobernar» por parte
de los poderes públicos. Por otro lado, había que realizar cambios
sectoriales que en su conjunto deberían responder al núcleo duro de la
formación del rompecabezas de las políticas públicas, pero no había
tiempo para evaluar su grado de bondad. Finalmente, debía buscarse
el consenso social, que equivalía a buscar el incremento del capital
social (5) necesario para los cambios.
En tales circunstancias, más que modelos, era preciso articular
planes. Los planes no persiguen el conocimiento, como lo hace un
modelo, aunque puedan basarse en un modelo. Pero así como
un modelo puede «estar equivocado», un plan no, al menos no
en un sentido «técnico», y sólo es posible juzgarlo políticamente
sobre la base de las intenciones que manifiesta. Ante la crisis de la
planificación tradicional, la afirmación anterior parecería un oxímoron,
una contradicción, pero en realidad aparecía un nuevo tipo de
planificación: la planificación estratégica.
La criticalidad Los principios básicos para la futura política espacial –de ordenación
autoorganizada para del territorio– en Holanda se explicitaban en el documento: Compact
la urbanización cities and open landscapes. Spatial planning in the Netherlands, del
Ministry of Housing, Spatial Planning and Environment of Netherlands
(agosto de 2000), y su horizonte se remitía al año 2030. Los principios
eran:
«Unas ciudades vibrantes y completas. Un territorio robusto.
Economía sostenible y energía renovable. Movilidad e infraestructura.
El aeropuerto de Schiphol y el puerto de Róterdam. Gestión del agua».
Si se sustituye Schiphol por El Prat y Róterdam por Barcelona,
los enunciados aparecen enmarcados en un aire de familia. Cuando se
refiere a la relación entre movilidad e infraestructura, el documento
holandés comienza diciendo que la movilidad contamina y fragmenta
el territorio, y en función de ello introduce el paradigma ecológico
como regulador de dicha movilidad. Sin embargo, es importante
destacar que define el equilibrio entre infraestructura y entorno como
aquel que permita mantener la posición preeminente del territorio
holandés en el transporte internacional. En el interior del país, y al
margen de las redes de infraestructuras transnacionales, valora como
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Notas (1) El estado conocido como «criticalidad autoorganizada» (BAK, CHEN, 1991) ha sido
observado en muchos sistemas diferentes, aunque no se sepa a ciencia cierta por qué
se presenta en sistemas aparentemente tan distintos. Uno de los sistemas consiste en
la simulación de la dinámica vital de un conjunto de organismos distribuidos
inicialmente al azar en un tablero. A partir de unas reglas aparentemente simples de
reproducción de los organismos y de su localización individualizada en las casillas del
tablero, se establece una determinada probabilidad de aparición o desaparición de
individuos en función de las casillas ocupadas o libres del entorno inmediato (reglas
locales). La población evoluciona en el tiempo, creando estructuras dinámicas en el
espacio, es decir, agregados de individuos de forma y extensión diferente. Se llega así
a una serie de situaciones que se perpetúan, mostrando una serie de estructuras
cíclicas. La introducción de ligeras perturbaciones en el sistema puede generar
cambios en la situación del mismo, y un cambio local insignificante puede
amplificarse y extenderse afectando a un gran número de individuos. Sin embargo, las
leyes generadas por la perturbación son potenciales, no exponenciales (que darían
lugar a un comportamiento caótico), y el sistema adquiere un estado crítico, que se
podría llamar «débilmente caótico». Las propiedades generales de la criticalidad
autoorganizada pueden aplicarse a fenómenos aparentemente tan alejados entre sí
como la biología o la economía, pasando por las turbulencias, los terremotos o la
economía (FLOS, 1995). La aplicación a los fenómenos de la urbanización de baja
densidad corre parejas con la aplicación a los que se dan en las redes de
infraestructuras viarias conocidas como «redes capilares».
(2) El «caos marginal» es un fenómeno afín a la teoría del caos termodinámico que
se produce en parte del ámbito considerado, singularmente en las zonas de frontera,
no sólo física sino interescalar. Así, puede producirse una perturbación local fuerte de
origen externo, y, entonces, en las fronteras de las teselas afectadas pueden aparecer
condiciones de «caos marginal». Mediante este mecanismo, la autoorganización
intentaría controlar el azar en el proceso de reorganización, retornando el ámbito
afectado hacia la sucesión de configuraciones inherente a su historicidad. Es muy
poco probable, sin embargo, que se reproduzca el estadio en que se hubiera
encontrado localmente el sistema si no se hubiera producido la perturbación. El nuevo
estadio dependería, en su nueva configuración, de la codificación del mismo a una
escala superior a través del estadio de ciclo-límite conocido con el nombre de atractor
extraño. Todos los fenómenos enunciados tienen su origen en la continua y creciente
inyección de energía en el territorio. A partir de un umbral determinado, aparece la
posibilidad de estadios caóticos (desde un punto de vista puramente termodinámico),
posibilidad ligada a la aparición de una estructura fractal en la geometría del sistema.
Esta geometría está basada en las redes de infraestructuras que artificializan el
territorio y que buscan la adhesión a las mismas de los usuarios de los servicios que
dichas redes hacen posible. La demanda de servicios (y por ende de las redes de
infraestructuras) retroalimenta el crecimiento del consumo energético. La ciudad de
baja densidad, la urbanización difusa y el urban sprawl tienden a recrear una
geometría fractal en las redes, y por las mismas circula un input energético cada vez
mayor. En estas condiciones, la criticalidad autoorganizada y el caos marginal pueden
darse con facilidad. El crecimiento mundial del consumo energético entre 1971 y 1991
fue del 35%. En 1991, la producción y el consumo se distribuían según el siguiente
cuadro.
El cuadro, además de reflejar la asimetría entre el Primer y el Tercer Mundo se debe
complementar con el consumo de la energía en el primero, que se canaliza en tres
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TABLA 3
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cambia la naturaleza misma del referente. A partir de ahí, los sucesivos estadios,
caracterizados por el individualismo emergente detectado por Cowley en el siglo XVI,
los textos de Bacon y Harvey, a principios del XVII o de A. Smith a finales del XVIII,
conducen a la «aceleración de la Historia» de principios del XIX y a la sociedad
industrial del XX, para culminar en la sociedad del conocimiento, último referente en la
línea economicista propia del segundo milenio de la cultura europea occidental.
(9) En un texto sobre la prefiguración, configuración y refiguración formal, Montaner
identifica la configuración de los espacios naturales en mutua conexión como la última
expresión de la corriente denominada «orgánica» en la producción de formas a lo
largo del siglo XX (MONTANER, 2002). De hecho, la forma no nace aquí de ninguna
voluntad expresiva sino de la necesidad última de las estructuras relacionales de los
organismos vivos de adoptar configuraciones óptimas para su desarrollo. La
estructura del proceso urbanizador, que es la consecuencia directa de los paradigmas
culturales adoptados socialmente y del pensamiento narrativo propio de las
sociedades humanas, tiene sin embargo una configuración semejante si la analizamos
desde los procesos de su construcción, y al margen de «ciudades ideales». Así lo
demuestran algunos modelos aproximativos desarrollados por diversos investigadores
a partir de las transferencias de paquetes de energía entre los distintos niveles de un
ámbito urbanizado (SHU-LI HUANG, 1998). Hablaríamos, por lo tanto, de un organicismo
distinto, que podríamos llamar «organicismo ecosistémico», directamente implicado
en la construcción del entorno físico desde el sistema social, que encontraría en la
programación estratégica de la evolución de la ciudad de baja densidad uno de sus
campos de aplicación preferentes.
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El metabolismo económico de la
conurbación madrileña (1984-2001)*
José Manuel Naredo
Economista.
Escuela Técnica Superior
de Arquitectura Universidad Politécnica
de Madrid
José Frías
Ingeniero industrial y estadístico.
Ministerio de Industria
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José Manuel Naredo y José Frías • El metabolismo económico de la conurbación madrileña (1984-2001)
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José Manuel Naredo y José Frías • El metabolismo económico de la conurbación madrileña (1984-2001)
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José Manuel Naredo y José Frías • El metabolismo económico de la conurbación madrileña (1984-2001)
que los materiales de construcción y las bebidas gasificadas de bajo valor unitario (el
sector de alimentación y bebidas tomaba más de dos millones de toneladas de agua
de la red) tenía un peso muy determinante entre las exportaciones madrileñas,
rebajando notablemente su valor medio.
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José Manuel Naredo y José Frías • El metabolismo económico de la conurbación madrileña (1984-2001)
PRODUCCIÓN
REEMPLEO FLUJOS DE DEMANDA EMISIONES CONTAMINANTES
MATERIAS ENERGÍA FINAL ATMOSFÉRICOS
PRIMAS
FLUJOS DE
VERTIDOS LÍQUIDOS
AGUA
TRATAMIENTOS
• DIRECTIVAS COMUNITARIAS • RECICLADO
• POLÍTICA AMBIENTAL • REDUCCIÓN EMISIONES
• PLANIFICACIÓN ECONÓMICA • COMPOSTAJE
• POLÍTICA INDUSTRIAL • DEPÓSITO
• NORMATIVA, AYUDAS … • INCINERACIÓN
• SIN TRATAMIENTO
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José Manuel Naredo y José Frías • El metabolismo económico de la conurbación madrileña (1984-2001)
En millones de toneladas anuales; energía solar y electricidad en millones de tep; todas las
áreas son proporcionales a las magnitudes.
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1984 2001
Entradas Salidas Entradas Salidas
Materiales construcción 5,7 2,0 10,2 5,2
Alimentos y bebidas 3,8 1,3 8,0 3,1
Combustibles 4,3 1,1 6,7 1,0
Productos siderúrgicos 1,8 0,3 2,2 1,2
Productos elaborados 3,5 1,1 10,7 10,6
Materias primas 3,2 0,0 0,6 0,3
Otros sin clasificar 2,0 0,9
Total 22,3 5,8 40,4 22,3
Fuente: Los Flujos de Agua, Materiales, Energía y Residuos en la CAM. J. M. NAREDO y J. FRÍAS.
(1988) Elaboración propia.
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12
10,7
10,2
10
8,0
8
6,7
6 5,7
4,3
3,8 3,5
4 3,2
2,2 2,0
1,8
2
0,6
0
Materiales Alimentos Combustibles Productos Productos Materias Otros sin
construcción y bebidas siderúrgicos elaborados primas clasificar
12
10,6
10
6
5,2
4
3,1
2,0
2 1,3 1,1 1,0 1,2 1,1 0,9
0,3 0,3
0
Materiales Alimentos Combustibles Productos Productos Materias Otros sin
construcción y bebidas siderúrgicos elaborados primas clasificar
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Oleoducto
13,1%
Ferrocarril Ferrocarril
10,2% 26,8%
Aéreo
0,3%
Carretera Carretera
76,3% 71,5%
Aéreo
1,7%
Oleoducto y
gasoducto
13,1%
Ferrocarril
1,5%
Ferrocarril Aéreo
4,5% 0,7%
Aéreo
0,3%
Carretera Carretera
82,0% 97,8%
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11. Incluyendo el combustible de avión, que resulta muy relevante, habida cuenta de
la importancia del aeropuerto en tráfico de viajeros y, sobre todo, en tráfico de
mercancías (aunque en tonelaje resulten insignificantes en relación con las movilizadas
por carretera). Habría que medirlas en miles y no en millones de toneladas, por lo que
se ha omitido el tráfico de mercancías por avión en el esquema 2.
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1984 2001
Producción Consumo Consumo Valor Valor
materias energía añadido añadido
Ramas de actividad
primas Distribución Distribución
1 2 3 (1-2-3) porcentual porcentual
Energía 46,8 16,4 16,2 14,2 0,3 209,0 1,6
Captación y distribución del agua 59,0 6,5 13,3 39,3 0,9 0,0
Siderurgia 149,1 87,7 31,3 30,1 0,7 151,9 1,2
Metales no férreos 207,9 184,1 2,1 21,8 0,5 46,7 0,4
Extracción de minerales no metálicos 37,7 14,5 5,4 17,8 0,4 117,9 0,9
Materiales de construcción 941,1 147,6 70,3 723,3 16,0 700,9 5,3
Química 1.034,1 498,3 20,2 515,6 11,4 1.640,7 12,4
Fabricación de artículos metálicos 783,6 360,3 20,0 403,3 8,9 932,1 7,1
Fabricación maq. y material mecánico 422,2 184,8 5,9 231,5 5,1 692,1 5,2
Maq. oficina, eléctrico y electrónico 1.147,9 401,6 11,0 735,3 16,3 1.793,8 13,6
Construcción de automóviles 632,4 458,3 11,9 162,2 3,6 876,8 6,6
Construc. otro material de transporte 224,7 77,0 5,3 142,4 3,2 318,8 2,4
Fabric. de instr. de precisión y óptica 81,8 43,4 0,5 37,9 0,8 389,5 3,0
Alimentación, bebidas y tabaco 1.291,8 740,8 50,5 500,5 11,1 1.237,5 9,4
Industria textil 37,8 18,7 1,4 17,7 0,4 81,1 0,6
Industria del cuero y calzado 123,0 59,5 1,9 61,6 1,4 48,5 0,4
Confección y peletería 328,7 120,7 4,3 203,7 4,5 365,1 2,8
Madera, corcho y muebles 173,9 70,8 3,8 99,3 2,2 535,4 4,1
Pasta papelera, papel y cartón 249,8 133,4 11,5 105,0 2,3 359,9 2,7
Artes graficas y edición 465,2 182,8 5,6 276,8 6,1 2.055,5 15,6
Industria del caucho y plástico 246,5 127,4 8,7 110,4 2,4 489,7 3,7
Otras industrias manufactureras 115,0 44,2 13,1 57,6 1,3 157,2 1,2
TOTAL 8.800,0 3.978,7 314,0 4.507,2 100,0 13.200,2 100,0
Fuente: Los Flujos de Agua, Materiales, Energía y Residuos en la CAM. J. M. NAREDO y J. FRIAS. (1988). Año 2001 elaboración propia.
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arrojando una tasa media anual de crecimiento del 9,2% en el período. Este
crecimiento responde tanto al propio cambio tecnológico observado en este sector
(cada vez más intensivo en energía y extensivo en mano de obra) como, sobre todo, a
que en el año 2001 estaba culminando un potente boom inmobiliario y constructivo.
14. Obviamente, este aumento tan notable del consumo no es ajeno a la
reorganización de estos servicios mediante la instalación de grandes centros
comerciales y de modernos edificios de oficinas mucho más exigentes en energía que
los comercios y oficinas tradicionales.
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Distribución Distribución
Miles de euros porcentual porcentual
Ramas de actividad 1993 1993 1999 (p) 2000 (a) 2001 (e) 2001
Agricultura, ganadería, caza y silvicultura 117.762 0,2 135.697 131.039 131.760 0,2
Industria, incluida la energía 10.717.019 17,8 14.483.706 15.140.661 15.449.269 18,7
Industrias extractivas 180.538 0,3 177.214 .. ..
Industria manufacturera 9.499.501 15,8 13.169.443 .. ..
Energía, gas y agua 1.036.980 1,7 1.137.049 .. ..
Construcción 5.174.167 8,6 7.005.920 7.506.497 8.150.992 9,9
Comercio; venta y reparación de
vehículos; hostelería y transporte,
almacenamiento y comunicaciones 16.930.415 28,2 22.638.719 23.358.991 23.986.363 29,0
Intermediación financiera, actividades
inmobiliarias y de alquiler y servicios
empresariales 19.489.290 32,4 22.342.481 23.680.544 24.837.426 30,0
Otras actividades de los servicios 12.149.159 20,2 13.621.477 14.079.478 14.387.214 17,4
Administración pública, defensa
y seguridad social 4.678.975 7,8 4.888.741 .. ..
Educación 2.153.727 3,6 2.662.375 .. ..
Actividades sanitarias y veterinarias,
serv. sociales 2.214.099 3,7 2.585.494 .. ..
Servicios prestados a la comunidad;
serv. personales 3.102.358 5,2 3.484.867 .. ..
Servicios de intermediación financiera –4.437.567 –7,4 –3.714.682 –3.975.100 –4.277.379 –5,2
Total 60.140.246 100,0 76.513.318 89.775.727 82.665.645 100,0
Fuente: Contabilidad Regional de la Comunidad de Madrid. Base 1996. Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid.
15. Se presenta la evolución del VAB a precios constantes entre 1993 y 2001, ya
que no hay disponible ninguna serie de la Contabilidad Regional que abarque un
período más largo.
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16. COMUNIDAD DE MADRID (2003). Tablas Input Output de la CAM en 2000. Madrid:
Comunidad de Madrid.
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18. Hay que señalar que las cifras citadas para España en 1984 no son demasiado
fiables, especialmente las referentes a los residuos industriales, ya que no se había
efectuado sobre ellos ninguna investigación estadística de carácter global.
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José Manuel Naredo y José Frías • El metabolismo económico de la conurbación madrileña (1984-2001)
15.000 300
250
10.000 200
17.179 17.418 18.377 18.925 19.125
12.546 12.821 13.828 14.256 14.296 14.914 15.308 150
5.000 100
50
0 0
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001
Miles de t Kg/Hab/Año
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José Manuel Naredo y José Frías • El metabolismo económico de la conurbación madrileña (1984-2001)
Los residuos Al hablar del tema de los residuos en España y en Madrid, es obligado
en Madrid hacer referencia a la política, la normativa y los fondos comunitarios.
Si España no perteneciese a la UE, es muy dudoso que se hubieran
producido las importantes mejoras en la gestión de residuos
registradas en España en general y en Madrid en particular. Como
ejemplo se pueden enumerar los proyectos actualmente financiados en
el 80% de su importe por el Fondo de Cohesión de la Unión Europea:
• Campaña de información y concienciación en la CAM.
• Estación de transferencia de RSU en la zona sur de Madrid y
sellado de vertedero (Colmenar de Oreja).
• Suministro de contenedores de recogida selectiva de residuos
en la CAM.
• Sistemas informáticos de gestión de la CAM.
• Planta de compostaje de residuos vegetales y lodos de
depuración.
La política de residuos quedó establecida en el ámbito europeo
en la directiva marco de 1991 91/156/CEE, relativa a Residuos,
transpuesta al ordenamiento interno español, como legislación básica,
con la ley 10/1998 de Residuos. Según esta norma los residuos se
clasifican en residuos urbanos o municipales y en residuos peligrosos.
Con esta ley se pretendía contribuir a la protección del medio
ambiente, coordinando la política de residuos con las políticas
económica, industrial y territorial, al objeto de incentivar su reducción
en origen y dar prioridad a la reutilización, reciclado y valorización de
los residuos sobre otras técnicas de gestión.
Se entiende por gestión de residuos el conjunto de operaciones
encaminadas a dar a los residuos producidos el destino global más
adecuado desde el punto de vista ambiental, de acuerdo con sus
características, volumen, procedencia, coste de tratamiento,
posibilidades de recuperación y de comercialización y directrices
administrativas en este campo. Engloba las actividades de recogida,
almacenamiento, clasificación, «valorización» y «eliminación»,
incluyendo tanto la vigilancia de estas actividades como la vigilancia
tras el cierre de los lugares de vertido o depósito.
En la Comunidad de Madrid, la planificación en materia de
residuos se inició en 1986 con los Programas Coordinados de
Actuación, sobre Residuos Sólidos Urbanos, conocido por sus siglas
PCARSU y el de Residuos Industriales, conocido como PCARI (figuras
tomadas de la ley 10/1984 de Ordenación Territorial, puesto que no
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1.400
1.200
1.000
800
600
400
200
00
60
19 6
84
19 2
19 0
19 4
19 8
19 9
68
69
19 0
19 6
19 2
63
19 9
98
19 3
19 6
97
83
19 5
87
19 5
95
64
19 7
19 8
20 9
57
92
19 9
0
1977
3
6
5
8
1972
19 1
81
19 1
8
6
9
8
8
6
9
8
5
6
6
9
9
197
197
197
197
5
9
197
197
197
197
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
Miles de toneladas
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Plásticos 7%
Papel y cartón
14%
Papel y cartón Materia orgánica Materia orgánica
19% 50% 61%
Fuente: Elaboración propia a partir de los siguientes datos: 1984 MOPT, 2001 Ayuntamiento de Madrid.
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Mobiliario
Papel Vidrio Pilas urbano Total
1997 14.632 17.337 306 238 32.513
1998 17.907 19.316 310 252 37.785
1999 27.314 20.414 321 246 48.295
2000 35.205 22.063 414 208 57.890
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1987 1989 1992 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001
Incineración 28 28 35 – – – – – – –
Físico-Químico 57 57 70 15 18 25 25 25 19 36
Depósito de seguridad 65 65 50 52 54 83 83 97 98 136
Aceite mineral usado – – – 10 25 26 – 21 36 39
Residuos biosanitarios especiales – – – – 0 1 – 6 6 6
Otros (valorización, etc.) – – – 36 40 41 – – 1 16
Recuperación de baterías – – – – – – 4 42 45 30
Transferencia – – – – – – 22 34 45 57
Recuperación energética – – – – – – 5 6 10 2
Recuperación de disolventes – – – – – – 8 12 12 12
Recuperación de envases – – – – 0 0 0 0 0 0
Total 150 150 155 113 137 176 147 243 272 334
Fuente: Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental. Consejería de Medio Ambiente
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José Manuel Naredo y José Frías • El metabolismo económico de la conurbación madrileña (1984-2001)
GRÁFICO 7 Contaminantes atmosféricos. Municipio de Madrid. 1983-2001. Microgramos por metro cúbico
120
100
80
60
40
20
0
1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001
Anhídrido sulfuroso (SO2) Partículas en suspensión Dióxido de nitrógeno (NO2)
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José Manuel Naredo y José Frías • El metabolismo económico de la conurbación madrileña (1984-2001)
26. Este crecimiento se extiende más allá de la provincia de Madrid, pero las
dificultades estadísticas obligan a limitar el análisis a los confines de ésta.
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Incremento anual
1957 1980 1999 1957-80 1980-99
Ocupación urbana (datos referidos a 33 municipios del área metropolitana de Madrid)
Suelo urbanizado (miles de hectáreas) 10,7 35,1 49 4,2% 2,9%
m2/habitante 46 71 104
Población (miles de habitantes) 2.307 4.431 4.711 2,9% 0,3%
Ocupación total por usos no agrarios (datos referidos a la Comunidad de Madrid)
Suelo ocupado (miles de hectáreas) 24,3 92,7 195,6 6,0% 4,0%
% de la superficie geográfica 3% 13% 24%
m2/habitante 96 198 380
Suelo ocupado incluyendo viario y cultivos -- 107,2 230,4
abandonados (miles de hectáreas)
Población (miles de habitantes) 2.535 4.686 5.145 2,7% 0,5%
Fuente: Ocupación urbana en 33 municipios del área metropolitana: Arias, F. (dir.) 2002
Ocupación total en 1957 y 1980 García Zaldívar, R., Naredo, J. M. et al. 1984 y 1999 estimación propia.
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José Manuel Naredo y José Frías • El metabolismo económico de la conurbación madrileña (1984-2001)
miembro de un hogar le hacía aparecer como si fuera un hogar individual, a la vez que
las viviendas desocupadas en el momento censal sólo aparecían identificadas como
tales si los agentes las encontraban e incluso si corregían la posible población
atribuida por el padrón que ya no vivía en ellas. Con todo, en el municipio de Madrid
el stock de viviendas secundarias y desocupadas creció un 13,1% entre 1991 y 1996, y
un 31% entre 1996 y 2001, mientras que las viviendas principales crecieron en esos
mismos períodos sólo el 8,3% y el 15,1%, respectivamente, según las fuentes
indicadas.
34. Y nótese que los municipios próximos a la Comunidad de Madrid
«beneficiados» por las nuevas infraestructuras de transporte (sobre todo por el AVE)
tienen planes que prevén como poco duplicar el número de viviendas...
35. En Naredo et al. (2003) se advierte con datos estadísticos la imposibilidad de
seguir financiando indefinidamente el crecimiento en cantidades y precios del stock
inmobiliario al ritmo al que ha venido creciendo en los últimos años. Como es sabido,
la economía evoluciona cíclicamente y el presente boom inmobiliario está llamado a
morir, como cualquier otro, por estrangulamiento financiero, sin perjuicio de que los
cambios en el contexto socioinstitucional puedan precipitar o retrasar su caída o
«enfriamiento».
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Conclusiones y Los datos aportados indican que las exigencias de energía, materiales
recomendaciones y territorio que viene planteando Madrid desde principios de los
ochenta crecen a tasas muy superiores a las de la población,
mostrando que el modelo de la conurbación difusa plantea un uso
cada vez más ineficiente de los mismos, a la vez que es fuente de
deterioro ambiental y de polarización social. La desmaterialización tan
anunciada en esa hipotética sociedad «posindustrial», «de la
información», «de las nuevas tecnologías» y «del terciario avanzado»,
que se supone está tomando cuerpo en la «metrópoli global»
madrileña, no concuerda con el verdadero funcionamiento de la
misma.
Ciertamente, cuando la construcción, espoleada por el negocio
inmobiliario, se ha erigido en la principal «industria» madrileña, y
ordena el espacio urbano sobre el patrón implícito de la conurbación
difusa, no cabe pensar en procesos desmaterializadores, ni en
ciudades policéntricas, social ni ambientalmente equilibradas o
«sostenibles». Por el contrario, se despliega un nuevo orden que sigue
devorando energía, materiales y territorio aunque la población modere
su crecimiento o incluso disminuya, como venía ocurriendo en el
municipio de Madrid desde hace veinte años: sólo en el Censo de 2001
la inmigración llegó a compensar en este municipio la disminución
de la población autóctona, acusando un leve incremento poblacional.
El hecho de que, cuando la población disminuye y envejece desde hace
veinte años en el municipio de Madrid, las viviendas hayan seguido
creciendo en el mismo para engrosar mayoritariamente el colectivo de
viviendas secundarias y desocupadas, ejemplifica los tintes surrealistas
que conlleva este modelo cada vez más agotado. Con el añadido
de que la población dependiente de este municipio se aleja cada vez
más del mismo, lo que origina crecientes problemas en
infraestructuras de transportes.
Se puede concluir señalando que lo ocurrido en Madrid es espejo
de lo ocurrido en España. Pese a la peculiaridad del planeamiento y la
gestión local, los resultados convergen, en mayor o menor medida
según los casos, hacia el modelo madrileño. Porque, a la hora de la
verdad, han predominado ciertos condicionantes económicos,
mentales e institucionales, respaldados desde el Estado central con
una continuidad digna de mejor causa, que acabaron imponiendo por
todo el país el mismo modelo conjunto de polarización territorial y
social, de urbanismo «difuso» y de edificación «universal». Este modelo
arroja, con intensidad variable, los mismos resultados de destrucción
de los modelos precedentes y de creciente ineficiencia en el uso de los
materiales, la energía y el territorio, sin que ello redunde en mejoras
inequívocas de la calidad de vida.
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José Manuel Naredo y José Frías • El metabolismo económico de la conurbación madrileña (1984-2001)
36. Esto hace que España sea también líder europeo en porcentaje de viviendas
ocupadas en propiedad, y el último país en porcentaje de viviendas en alquiler.
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TABLA 1
Situación en 1984 y políticas de los últimos 50 años Situación actual y políticas alternativas
Fuerte crecimiento demográfico y migratorio Demografía estable o en regresión
Fuerte déficit de edificios y viviendas Patrimonio inmobiliario desocupado y con problemas de
Transporte público deficiente (red de metro pequeña y carencia conservación
de trenes de cercanías) Transporte público aceptable
Mezcla o abandono de residuos peligrosos Recogida selectiva y tratamiento de los residuos peligrosos
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Recomendaciones Para resolver los importantes problemas que aquejan a Madrid y a las
grandes ciudades es obvio que se precisa un marco institucional
adecuado y una voluntad política común que facilite la colaboración
entre las distintas administraciones. Pensando que identificar la
gravedad de nuestros males es el primer paso para poder curarlos o
mitigarlos, este artículo ha dado el primer paso hacia cualquier posible
solución, al ejemplificar, en el caso de Madrid, las actuales tendencias
insostenibles que inciden conjuntamente, en ausencia de frenos
institucionales, sobre la ordenación del territorio, el urbanismo y la
construcción.
Corregir el insostenible panorama actual exige reconocer la
precaria situación de partida, para hacer después un llamamiento muy
claro y vigoroso que ayude a inflexionar las tendencias en curso. Mejor
que insultar a la razón hablando de «ciudades sostenibles», en otra
ocasión hemos propuesto38 establecer una «estrategia de transición»
capaz de paliar la creciente insostenibilidad actual definiendo un
«protocolo de mínimos» que, al establecer un marco inequívoco de
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39. Este sistema de información debería comprender un sistema que registre los
usos y calidades del territorio, otro que recoja los usos y calidades de su patrimonio
inmobiliario, otro que cuantifique los flujos físicos, de materiales y energía, del
metabolismo urbano y otro referido a los flujos monetarios del sistema urbano que
inciden sobre los otros subsistemas. En efecto, un requisito elemental para gestionar
un territorio en términos de sostenibilidad es disponer de información completa y
actualizada sobre evolución de la ocupación del suelo en conjunto del territorio
(municipal o regional) por todos los usos (urbanos-industriales, con todas sus
servidumbres de infraestructuras, de extracción y de vertido de materiales, agrarias e
incluso ambientales). Esta información debe tener a la vez reflejo cartográfico y
numérico (número de hectáreas o metros cuadrados de cada uso). Estos datos
tendrían que cruzarse con otros relativos a las calidades (agronómicas, ambientales u
otras) del territorio para poder gestionarlo como un stock en régimen de escasez, es
decir, adaptando los usos a las calidades y preservando el modelo de territorio (con
los cauces, la vegetación, el paisaje, el mosaico de usos, etc.) previamente discutido y
convenido, contando para ello con los instrumentos del planeamiento. Un segundo
requisito elemental para desarrollar una gestión preocupada por la sostenibilidad del
sistema urbano pasa por disponer de un sistema de información actualizado sobre las
calidades y los usos del patrimonio inmobiliario, como primer paso para facilitar su
conservación o reutilización, evitando las elevadas tasas actuales de destrucción y
construcción nueva. Igualmente es un requisito elemental disponer de un sistema de
información adecuado sobre los flujos físicos, de energía, materiales, residuos y
contaminación, que componen el metabolismo urbano, como base fundamental para
practicar una gestión adecuada de los mismos. Por último, resulta fundamental
disponer de información sobre los flujos monetarios que mueven o condicionan las
dimensiones territoriales, inmobiliarias y físicas antes mencionadas, para orientar con
conocimiento de causa los instrumentos y las políticas que inciden sobre ellos.
40. El protocolo mencionado debería incluir también alguna exigencia que asegure
la voluntad de promover la participación, no sólo estableciendo consultas más o
menos sistemáticas, sino poniendo en marcha foros de convivencia (uno o varios,
atendiendo al tamaño del municipio o la región de referencia) en los que se discuta el
tratamiento y la evolución de las metas y los problemas que plantea el sistema
urbano, considerado aquí en su dimensión social, que es la que debe dar cohesión y
orientación a su comportamiento físico y territorial. Además de establecer los foros o
instancias permanentes adecuadas hay que invertir en promover la participación, para
contrarrestar la atonía social y la falta de hábito participativo generalizados por una
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José Manuel Naredo y José Frías • El metabolismo económico de la conurbación madrileña (1984-2001)
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De la utopía de La Saint Georges Guild, fundada por John Ruskin en 1871 con la idea
Owen a la casita de crear un «suburbio» jardín en las afueras de Oxford, fracasa. Ruskin
neogótica tenía presentes en parte las teorías de Owen –una síntesis de ciudad
inmersa en el campo, autosuficiente y socialmente solidaria, que
diríamos hoy– y en parte la casa unifamiliar inserta en la naturaleza
para favorecer la privacidad. Era el intento por construir una pequeña
ciudad (o pueblo) que sacara provecho del campo, apartando la vida
familiar de la promiscuidad y desorden de la metrópoli (Fig. 1). Una
idea genial. No llevaba aparejados compromisos sociales o utópicas
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paseo». «De esta forma, según Howard, podrían unirse los beneficios
de la ciudad –la vida social, los servicios públicos– a los beneficios del
campo –la naturaleza, la calma, el ambiente saludable, etc. Surge la
idea de la ciudad jardín» (L. Benevolo, 1960).
La ciudad jardín debía ser autosuficiente, tal como habían
defendido los utopistas de principios del XIX (Owen en especial). Debía
ocupar, con sus viviendas y algunas industrias preferiblemente
vinculadas a la agricultura, una sexta parte del terreno disponible,
destinándose el resto enteramente al cultivo de los campos. Alrededor
del núcleo urbano una serie de granjas garantizarían los suministros
necesarios para la vida de la ciudad jardín (Fig. 2).
Finalmente –bajo la dirección de Howard– los primeros
experimentos. Letchword, a unos 50 kilómetros de Londres (Fig. 3).
Otro fracaso clamoroso. Harán falta décadas para ultimar el proyecto.
Cuando esté terminado, todos los principios sobre la propiedad y las
relaciones con el campo habrán cambiado. En Welwyn, en cambio, el
éxito es mayor. Pero los habitantes que disponen de un terreno y una
casita más modestos trabajan en Londres. «De este modo la
autosuficiencia se demuestra no sólo irrealizable, sino perjudicial para
el éxito de la ciudad jardín. El cinturón agrícola se empequeñece
progresivamente, pierde toda importancia económica y tanto en
Letchword como en Welwyn queda reducido a una barrera verde que
fijará los límites impuestos a la ciudad» (Benevolo, cit. 1960).
Con todo, la ciudad jardín se convierte en un mito. No es urbana y
no es agrícola. Es, sin embargo, vista como una solución moderna a los
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b) La villa hacienda
Por supuesto, la conformación del paisaje véneto obedece a cuestiones
políticas y económicas concretas. Pero sin olvidar la aportación
proyectual. En la práctica, el paisaje agrario del Véneto muestra
muchos elementos estructurales derivados de la presencia de la villa.
Villa que –según Scamozzi– tenía que verse desde lejos y desde la que
se tenía que dominar un amplio espacio del campo circundante. Pero
es la agricultura, en cualquier caso, la que determina su identidad
–digámoslo así– «natural».
El orden de los viñedos racionalmente colocados en hileras que
siguen las líneas de nivel de la pendiente de la montaña conferirá a los
vinos de los valles de Verona, dentro de la dinámica histórica, una
fama que no habían perdido del todo ni siquiera durante la Edad Media
(Emilio Sereni, 1960): constituye un panorama de larga duración. Entre
el monte y el valle se constata el antiguo equilibrio que combina
pastos y cultivos. Y es ese equilibrio el que alimenta una importante
producción y una floreciente manufactura lanar. A partir del siglo XV
se desarrolla la presencia de la villa. De las más de 1.400 villas de
interés histórico y artístico hoy existentes y catalogadas en el Véneto,
332 fueron edificadas en el siglo XV, un número casi equivalente
al de las construidas en los cinco siglos anteriores. Más de 500 fueron
las construidas en el siglo XVI (en el siglo que, tras el descubrimiento
de América, marca el principio del declive de Venecia «ciudad de
mar»). En el XIX, sólo 137. El sistema villa se estaba agotando
(Sereni, cit.).
En los siglos XVII y XVIII la villa adquiere en el Véneto una
importancia ya no únicamente artística, sino económica y productiva.
Incide profundamente en la organización del paisaje véneto. La villa
véneta –desde la segunda mitad del XVII, durante todo el XVIII y en parte
también en el XIX– no es tan sólo un lugar de ocio y distracción (como
lo había sido en Toscana en la época de los Médicis). Es el centro de
una auténtica hacienda agraria en la que las inversiones de capital no
se gastan sólo en edificaciones fastuosas o en el elaborado laberinto
de los jardines, sino que se destinan también, y cada vez en mayor
grado, a verdaderas obras de transformación y colonización agraria, a
una radical conversión de las tierras no cultivadas en plantaciones de
árboles y arbustos útiles, a obras de derivación de caudales y a la
creación de nuevas fincas.
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El final del campo En la década de 1950 empieza la gran metamorfosis. Las villas vénetas
son abandonadas. Se pone en marcha un deterioro progresivo de la
organización territorial. La finca, pese a la reforma agraria, primero es
abandonada, después parcelada. Con la difusión de los asentamientos
residenciales, comerciales, productivos, el campo se transforma en
agregado urbano. Por último, el agregado urbano –que también tiene
cabida en los jardines de las villas históricas– es circundado por
«chalépolis».
En los veinte años comprendidos entre 1961 y 1981, han sido
recalificadas más áreas agrícolas que en dos milenios enteros de
historia. En la provincia de Padua, que tiene una superficie de
2.212 km2, la superficie agrícola ha bajado de 1.878 km2 (un km2
tiene 1.000.000 m2, es decir, 100 hectáreas) a 1.419 km2. De un 88%
a un 66%. Y eso no es todo. En los veinte años siguientes
–según estimaciones oficiosas– se ha pasado del 66% al 42%.
Si se calcula lo urbanizado/edificado/parcelado durante los
últimos cincuenta años en el territorio agrícola de Padua, Mestre,
Treviso, se constata que dicho territorio ha disminuido en más de un
70%. Y sigue disminuyendo (Figs. 4, 5, 6).
En los últimos diez años en el Véneto se han construido
87 millones de metros cúbicos, o, lo que es lo mismo, casi 900.000
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Parte 2
Los costes
ambientales,
económicos y
sociales de la
ciudad de baja
densidad
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ESQUEMA
4. URL : <http://www.vtsprawl.org/Initiatives/research/research_expsprawl.htm>
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Beneficios Percibido Realmente Generalizado Tiene serios Percibido como Claro beneficio
de la dispersión como beneficio causado por la en regiones efectos inconveniente para
por muchas dispersión o sus de EE. UU. secundarios por muchas la sociedad
personas características negativos personas en su conjunto
Menor coste del suelo Sí Sí Probablemente No En parte Probablemente
y de la vivienda
Tamaño medio de las Sí Sí Sí No No Sí
parcelas más grande
Viviendas y Sí No está claro No está claro No No No, porque no
habitaciones más está claro en qué
grandes medida ocurre
realmente
Refleja preferencias Sí Sí Sí No No está claro, Sí
de baja densidad hay quien dice
que no hay
suficientes
alternativas
Menos tiempo de Probablemente No está claro No está claro No Sí, porque las No está claro
desplazamiento distancias que
al trabajo hay que recorrer
en coche son
más largas
Congestión de tráfico Sólo por No está claro No está claro No Sí No, porque no
menos intensa algunas está claro en qué
personas medida ocurre
realmente
Menos gastos No No No No Sí No
globales en transporte
Uso más eficiente Sólo por Sí No está claro No Sí No, porque no
de los espacios algunas está claro en qué
de relleno personas medida ocurre
realmente
Barrios con índices Sí En parte Sí Sí, en parte Sí No, porque en
de criminalidad debido a un parte se debe a
más bajos comportamiento un comporta-
excluyente miento excluyente
Escuelas públicas Sí En parte Sí Sí, en parte Sí No, porque en
de mejor calidad debido a un parte se debe a
comportamiento un comporta-
excluyente miento excluyente
Más opciones de Sí Sí Sí Sí, ayuda a Sí Sí
estilo de vida perpetuar el
de los consumidores comportamiento
excluyente
Comunidades más Sí En parte Sí Sí, se basa Sí No, porque se basa
homogéneas directamente en directamente en
un comporta- un comporta-
miento muy miento muy
excluyente excluyente
Mayor participación e Sí Sí Sí Sí, ayuda a No Probablemente
influencia de los perpetuar el
ciudadanos en los comportamiento
gobiernos locales excluyente
Fuente: Anthony Downs, The Brookings Institution.
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14. No se han incluido las variables de los precios del suelo y la vivienda, que
dependen de las zonas y sufren grandes fluctuaciones en el tiempo.
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Hipótesis de partida Se han identificado los costes de dos modelos de edificación en una
parcela de la misma superficie (1 hectárea) y bajo los siguientes
supuestos:
• Urbanización de chalés adosados en centro urbano, 30 viv./ha.
Tamaño medio de las viviendas: 150 m2 (fig. 1).
N.o de chalés = 30
M2 por chalé = 150
Edificabilidad neta = 0,45 m2/MS
Superficie = 7.000 m2 de viales ático = 30 m2
Superficie = 1.200 m2 de jardín P. 1.o = 60 m2
150 m2 sobre rasante P. B. = 60 m2
bajo rasante Garaje = 60 m2
Costes directos El coste para los promotores de viviendas es similar en los dos
repercutidos a los supuestos mencionados, la construcción de chalés adosados o de una
compradores urbanización compacta, en todos los aspectos considerados a
continuación. La diferencia radica en lo que se repercute a los
compradores según la zona, que depende fundamentalmente del
número de viviendas (tabla 4).
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Costes indirectos El modelo territorial en baja densidad conlleva, junto a los costes
de la baja económicos señalados anteriormente, otro tipo de impactos, de difícil
densidad cuantificación, que hacen referencia a aspectos medioambientales,
entre los que destaca el consumo de suelo, los gastos derivados del
transporte y los impactos en los modelos de convivencia y las
relaciones sociales. Las consecuencias del urban sprawl suelen
evaluarse en función de sus impactos socioeconómicos y
medioambientales. La descentralización de los usos de suelo y de sus
funciones sociales y económicas modifican los modos de vida, trabajo,
ocio, uso de energía, etc. de sus residentes. El desarrollo en baja
densidad afecta también a las tierras agrícolas y a sus recursos
naturales: suelo, agua, madera..., elementos que contribuyen al
desarrollo económico y social de una sociedad.
Estos costes medioambientales y sociales, de vital importancia
para el futuro, son aspectos más difíciles de cuantificar y analizar a
corto o medio plazo. Por esta razón, los cambios que esta situación
genere serán visibles en un mayor plazo de tiempo.
Consumo de suelo. El suelo se conforma como entorno físico, recurso natural y vital
Artificialización para el desarrollo de la sociedad. Se caracteriza por la rapidez de su
del espacio15 degradación y la lentitud de su regeneración. El suelo realiza un gran
número de funciones, no sólo medioambientales, sino también
económicas, sociales y culturales, fundamentales para la vida. Entre
estas funciones destacan:
• Producción de biomasa (alimentos, productos agrícolas,
silvicultura…).
• Almacenaje, filtración y transformación de minerales, materia
orgánica, agua, etc.
• Hábitat y reserva genética de organismos.
• Entorno físico y cultural para las personas.
• Fuente de materias primas: arena, arcilla, minerales, etc.
El desarrollo urbano en baja densidad establece una problemática
en torno al suelo que se sustenta en el alto grado de consumo del
mismo, a través de la transformación de suelo rústico en suelo urbano,
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18. U.S. DEPARTMENT OF HOUSING AND URBAN DEVELOPMENT (2000). The State
of the Cities 2000: Megaforces shaping the Future of the Nation’s Cities. Junio
de 2000.
19. Con la hipótesis de densidad de la gasolina r = 0,74 T/m3 y el Poder Calorífico
Inferior PCI = 10.300 kcal/kg, la conversión de MJ a m3 sería a través de la siguiente
fórmula: Gasolina (m3) = Gasolina (MJ)/31,91*106.
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Carretera Tren
Coste medio Vehículo particular Bus
En euros por vehículo/kilómetro 0,19 1,54 3,9
En euros por viajero/kilómetro 0,13 0,08 0,04
Fuente: Elaboración propia a partir de MINISTÈRE DE LA RÉGION WALLONNE (2000). “Les
coûts de la désurbanisation.“ Conference Permanente du Développement Territorial. p. 20.
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20. HAGUE CONSULTING GROUP (1990). The Netherlands Value of time study. Final
report. La Haya.
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Costes públicos
Hacen referencia a los gastos que asumen las administraciones,
relacionados con aspectos del tráfico, como la policía, gastos en
tribunales por solución de problemas con el tráfico, infraestructuras,
etc. Litman los ha estimado en 0,004 $ por cada kilómetro que viaja
un usuario.
Además, se incluyen en este apartado los gastos asociados a los
accidentes, que asume la Administración y no repercuten directamente
en el usuario. Se incluyen, por tanto, los gastos médicos y de los
servicios de emergencia, gastos de trámites burocráticos y
administrativos, pérdidas materiales, e incluso varios autores estiman
el valor neto de la vida humana y la pérdida de producción bruta
asociada. Litman (1995) los estima en 0,015 $ por kilómetro que viaja
un usuario, y, en Valonia, 0,06 euros en 1997.
Junto a estos aspectos se incluye el coste que los municipios
invierten en la creación de aparcamientos en los espacios urbanos,
estimados por Litman en 0,019 $ por kilómetro que viaja un usuario.
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Porcentaje de jubilados
Tasa de paro
Indicadores de evaluación de la persistencia de las
desigualdades inter-regionales
1. Evolución de los indicadores anteriores en un período de
tiempo determinado
Indicadores de segregación intra-regional
1. Diferencia intercuartílica de rentas, calculada como la
diferencia entre el umbral de renta del tercer cuartil y el umbral de
renta del primer cuartil.
2. Desviación típica del reparto por sector estadístico de las
rentas medias de los hogares
3. Desviación típica del reparto por sector estadístico de los
porcentajes de población entre 25-44 años
Indicadores de persistencia de la segregación intra-regional
1. Evolución de los indicadores anteriores en un período de
tiempo determinado
Indicadores de las diferencias de impuestos
1. Recaudación fiscal por habitante
2. Relación entre la recaudación fiscal y la renta media de las
familias
3. Gasto social por habitante
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Eliminación de
Aumento de la
Baja densidad constricciones Entorno natural
calidad de vida
urbanas
29. Conviene recordar el viejo concepto de «Valor de opinión» que ya hace más de
100 años nos recordaba Maurice Hallbwachs como variable determinante del
comportamiento del mercado inmobiliario. Algo de ello es verdad en el caso de los
hábitats de baja densidad.
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Anexo
Fichas de experiencias
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FICHA 1 Barcelona
Contexto
Barcelona contaba en 2002 con 1.527.190 habitantes, lo que representaba el 23,5% de
la población total de Cataluña y el 34% de la región metropolitana. Desde los años
sesenta sufre gran crecimiento económico, que unido a la falta de suelo urbano, el
encarecimiento del precio de la vivienda y el traslado de las industrias a las
poblaciones cercanas, dio lugar al trasvase de estos nuevos crecimientos hacia las
entidades de población vecinas (cinturón metropolitano).
En los años ochenta, la confluencia de diversos factores dio lugar a:
• Un modelo económicamente diversificado donde cobra protagonismo el sector
servicios.
• El desarrollo de una política de inversiones en infraestructuras que igualan los
niveles de accesibilidad.
• La aparición de nuevos y diversos espacios de oportunidad donde se concentran
inversiones y nuevas actividades económicas.
La evolución urbanística ha dado lugar a la creación de una metrópoli cada vez más
alejada de la plurinuclearidad y del modelo propuesto en el Plan Metropolitano.
El refuerzo de la centralidad de la capital catalana ha supuesto que gran parte del
suelo urbano de la primera corona se convierta en zona residencial (municipios no
incluidos en el continuo urbano, situados a menos de 12,5 km del centro de
Barcelona). En esta parte, la actividad productiva también ha cambiado: si en 1970 el
sector industrial suponía el 70% de la actividad económica, en la actualidad el sector
terciario se ha convertido en el principal sector de actividad económica.
La dispersión de la ciudad se manifiesta en la transformación de la segunda corona
(municipios no incluidos en el continuo urbano situados entre 12,5 y 25 km del centro)
donde, desde 1972 se observa un importante incremento de suelo industrial frente a la
disminución de este tipo de suelo en Barcelona.
La dispersión urbana se aprecia en valores como:
• La cuantificación de 110 m2 por habitante en el conjunto metropolitano en el año
2000, frente a los 52 m2 en 1980.
• Las 42.000 hectáreas urbanizadas en 1992, frente a las 22.000 en 1980.
En los últimos 15 años se han construido cerca de 330 nuevos kilómetros de
carreteras en el área metropolitana.
Barcelona
Medidas y líneas de reflexión
• Tras los Juegos Olímpicos de 1992, Barcelona se transforma en una ciudad
central donde se concentran gran parte de las actividades económicas
y de ocio.
• En la década de los noventa se incrementa la red viaria, pero no se amplía la red
de transporte público.
• Durante esos años, la primera corona aumenta su carácter residencial y se
incrementa su dependencia del centro.
• En la segunda corona, de gran extensión y de baja densidad, se incrementa el uso
industrial del suelo. Es necesario un debate que permita determinar las
infraestructuras que deberán crearse para mantener la competitividad.
• La baja densidad no facilita la creación de una red de infraestructuras.
• Una sociedad dispersa en servicios y extensa es una sociedad del gasto y la
desigualdad social.
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Bibliografía
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FICHA 2 Brístol
Contexto
El área de influencia de Brístol engloba los distritos de Bristol City, South
Gloucestershire, Bath y Northeast Somerset y North Somerset, que formaban el
antiguo Avon County. Esta área posee un radio de 30 km2 y albergaba un total de
983.860 habitantes en 2001. La dinámica interna se desarrolla en función de tres
zonas diferenciadas, el centro urbano, constituido por Bristol City, la primera corona y
una segunda más alejada.
Se conforma un sistema con cierto policentrismo, pero descompensado, pues entran
en competencia con Bristol City otras ciudades situadas en la periferia, como Norton
Radstock y Weston Super Mare.
A pesar de todo, como en gran parte de las ciudades de este tamaño, se produce una
dinámica que expulsa las actividades y el crecimiento demográfico a la periferia, con
externalidades negativas para el centro.
Bristol City ha mantenido un crecimiento demográfico del 2,1% entre 1991-1999,
frente al 9,5% en South Gloucestershire, y un aumento del empleo del 4,2% entre
1991-2001, frente al 44,8% de la mencionada región.
Esta configuración urbana ha establecido un modelo de movilidad basado en el
desarrollo de grandes infraestructuras viarias que ha establecido grandes limitaciones
para el desarrollo de un eficiente sistema de transporte público y ha roto el cinturón
verde que rodeaba Brístol en los años sesenta.
La construcción de estos grandes ejes viarios que establecen conexión con Londres y
Cornwall produjo una mejora de las ventajas locacionales en esta región, para nuevas
instalaciones productivas y desarrollos residenciales. La estructura económica sufrió
cambios, dejando atrás la industria manufacturera y especializándose en los servicios
y el comercio.
Esta situación ha dado lugar a la concentración del sector terciario en el centro de
Brístol, el asentamiento de grandes industrias, áreas residenciales y comerciales en la
zona norte de la región, y la configuración de un espacio de mezcla de usos y
predominantemente rural en el sur.
Se ha creado así un espacio urbano altamente polarizado, de estructura bipolar en
cuanto a las actividades económicas, y polinuclear en cuanto a la distribución de la
población. Así, el modelo de desplazamiento y movilidad pone de manifiesto la
inadaptación del sistema de transporte público a esta estructura urbana, tanto a nivel
local como regional.
Con todo ello, se puede afirmar que el urban sprawl es producto de la falta de
coordinación entre las diferentes administraciones en materia de planificación. Han
sido las leyes del mercado quienes han regido el desarrollo de esta región,
especialmente en lo que se refiere al control del suelo y los desarrollos residenciales.
Frente a los evidentes impactos que se detectan, se ha adoptado una estructura y
estrategia coordinada a través del Joint Remplacement Structure Plan, a fin de
promover la transición hacia un desarrollo más armonioso espacialmente y sostenible
desde el punto de vista ambiental y social.
Brístol
Impactos y medidas
• Escasa coordinación entre las diferentes administraciones en materia de
planificación.
• Establecimiento de grandes disparidades intrarregionales en cuanto a los usos del
suelo, densidades y recursos.
• Grandes desplazamientos diarios hacia los centros de trabajo, comercio y
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educación.
• Congestión continuada en las principales vías de comunicación.
• La primera corona mantiene el 40% de los desplazamientos hacia el centro.
• Reducción importante de la capacidad de atracción de empleos y población por
parte de los centros urbanos regionales.
Aparición de zonas de concentración de exclusión social y pobreza.
Joint Remplacement Structure Plan
• Estrategia locacional basada en el desarrollo concentrado en las áreas urbanas
existentes.
• Potenciación del aumento de la densidad y la mezcla de usos, fomentando
localizaciones con buena accesibilidad.
• Promoción de modelos espaciales de empleo que minimicen los desplazamientos
y maximicen las alternativas al transporte privado.
• Políticas residenciales que aumenten las densidades, promuevan la diversidad
tipológica de la vivienda y la creación de barrios de menor escala.
• Estrategia de transporte que potencie modos de transporte alternativos,
desalentando el uso del vehículo privado e integrando transporte con planificación
y regeneración urbana.
Actuaciones en transporte
• Desarrollo del Light Rapid Transit para unir las principales áreas residenciales con
el centro de Brístol.
• Planificación y mejora de la red de itinerarios de autobuses.
• Mayor información de los transportes públicos a la población.
• Potenciación de modos alternativos, como los desplazamientos peatonales y en
bicicleta.
• Desarrollo de una red de aparcamientos disuasorios en relación con los
transportes públicos.
• Fomento de corredores de comunicación multimodales (corridor studies).
Bibliografía
JOIN STRATEGIC PLANNING AND TRANSPORTATION UNIT (JSPTU). URL: <http://www.jsptu-
avon.gov.uk>
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PROYECTO SCATTER. URL: <http://www.casa.ucl.ac.uk/scatter/download.html>
233
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FICHA 3 Bruselas
Contexto
El área metropolitana de Bruselas conforma un radio de 30 km y agrupa 130
municipios. Se distribuye en la parte central, compuesta por la región de Bruselas
capital en el centro, y se extiende por los territorios de Flandes, al norte, y la región de
Valonia, al sur.
El censo poblacional asciende a 2.945.000 habitantes. Esta población ha manifestado
un aumento del 3,7% desde 1991. Paralelamente, el empleo ha aumentado un 12%
desde 1991.
Indicadores de la dispersión urbana:
• Pérdida de población en el centro urbano (1.000.221 habitantes en 1981, frente a
964.405 en 2001).
• Incremento de la ocupación del suelo, especialmente a través de espacios
residenciales y áreas de gran actividad. Desde 1991, la superficie construida
asciende un 18,1% a un ritmo anual de 1.304 ha.
• Descenso de la densidad de población, pasando de 60,7 habitantes/ha en 1991
hasta 52,9 en 2001.
• Aumento del consumo de suelo por habitante (1,65 acres en 1991, frente a 1,89
acres en 2001).
• Diferencias en la distribución del empleo. Mientras que la parte central sólo crece
un 4%, la primera corona asciende un 30,3%, y la segunda un 16,3%.
El fenómeno de urban sprawl aparece en Bruselas en los años sesenta, asociado a las
mejoras en las infraestructuras de comunicación, que en veinte años conectan por
vías rápidas los principales núcleos. Sin embargo, esta inversión en infraestructura
viaria generó un aumento de la congestión del tráfico. Los servicios públicos de
transporte se reforzaron con nuevas líneas de autobús y la introducción del metro en
la ciudad, e incluso, posteriormente, el RER (Regional Express Railway).
La peculiar organización institucional de esta zona establece ciertas restricciones en
cuanto a la planificación, puesto que en este territorio se superponen diversas
administraciones (instituciones regionales y municipales) con intereses diferentes,
dinámicas diferenciadas e incluso distintos idiomas. La región central pretende atraer
recursos y población mientras que la región de Flandes opta por admitir, ordenar y
reorganizar el urban sprawl, y finalmente la región de Valonia manifiesta un control
incipiente de este fenómeno.
Bruselas
Impactos y medidas de la región central
Medidas de la region de Flandes (norte)
Medidas de la región de Valonia (sur)
Resultados
• Especialización funcional. Fuerte concentración del sector terciario en la parte
central de la ciudad.
• Alta migración de actividades industriales y comerciales hacia la periferia,
motivada por las infraestructuras de comunicación (Circular Highway).
• Aumento de la movilidad de la población. La población que vive fuera y trabaja en
Bruselas creció un 11,17% entre 1981-91.
• Incremento del uso del vehículo privado, que aumenta la congestión del tráfico y
los efectos ambientales.
• Aumento de las distancias recorridas por vehículo.
• Aumento de la desigualdad socioespacial entre el centro urbano y la periferia, e
incluso dentro de ella (descenso de las rentas medias en el centro y aumento en
la periferia).
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Bibliografía
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PROYECTO SCATTER. URL: <http://www.casa.ucl.ac.uk/scatter/download/Brussels.pdf>
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FICHA 4 Curitiba
Contexto
Curitiba es la capital del estado de Paraná, localizado al sur de Brasil, cuya extensión
urbana asciende a 432 km2 de superficie casi totalmente ocupada. El fuerte desarrollo
económico y demográfico sufrido en la década de los setenta y ochenta ha dado lugar
a un importante centro industrial y comercial, con más de un millón y medio de
habitantes.
La actividad económica de Curitiba ha cambiado durante los últimos años.
Actualmente, el sector industrial genera más del 37% del PIB y el 28% de los
empleos. Constituye el primer sector en proporcionar empleo, seguido del comercio
con un 18%.
La planificación urbana posee gran tradición en esta ciudad, calificada como ciudad
ecológica y sostenible y premiada por la ONU en 1990 con la máxima distinción en
materia medioambiental, el United Nations Environment Program (UNEP). Posee,
además, un sistema de transporte público ejemplar según el World Watch Institute.
El crecimiento de la ciudad se ha desarrollado bajo los supuestos de la iniciativa local
y regional destacando las actuaciones en saneamiento e infraestructuras, la
reestructuración viaria y la ordenación de los usos del suelo. De esta manera,
destacan ya en 1943 el Plan Urbanístico Agache que define las pautas de un
crecimiento físico, urbano y espacial, la Primera Ley de Zonificación de Curitiba y el
Primer Plan de Transporte Colectivo, vigente hasta 1974, fecha en que se inicia la Red
Integrada de Transporte (RIT).
El desarrollo urbano superó los límites previstos por el Plan Agache y la población se
duplicó en la década de los cincuenta, alcanzando en 1960 los 361.309 habitantes.
Así, en 1964 el Plan Preliminar de Urbanismo establece un modelo lineal de expansión
urbana que integra el transporte, la red viaria y el uso del suelo, con los objetivos de
descongestionar el área central y preservar el centro tradicional, contener la población
de Curitiba dentro de sus límites físico-territoriales, crear un soporte económico al
desarrollo urbano y garantizar los equipamientos de toda la ciudad.
En 1966 se instaura el Plan Director de Curitiba, con la intención de limitar el
crecimiento del centro de la ciudad, impulsar el crecimiento industrial, comercial y del
sector servicios, e impulsar la autosuficiencia de las comunidades locales, destinando
a todos los distritos equipamientos para la educación, el deporte, el ocio y la sanidad.
Curitiba inicia en los años setenta su transformación física, económica y cultural con
un enfoque global de la ciudad, respetando su escala, historia y cultura. En estos
momentos, el problema del transporte adquiere gran relevancia; así, en 1974, se
diseñó el Sistema Trinario, con el objetivo de unir el centro con los barrios periféricos
a través de viales que combinan el transporte público y el privado.
En los ochenta se crea la Red Integrada de Transporte (RIT), que aglutina todos los
medios disponibles en la ciudad, y desde 1992 se ha desarrollado un sistema de
150 km de carril-bici que hace que en toda la ciudad sea posible el tráfico de bicicletas.
El desarrollo sostenible ha sido otro pilar básico desarrollado por la planificación. Se
ha compatibilizado la concentración industrial con la protección ambiental a través de
la creación de la Ciudad Industrial (CIC) en un área ambiental y urbanísticamente
adecuada e integrada.
En 1979, la Companhia de Habitação de Curitiba (COHAB-CT) diversifica la tipología
constructiva y el número de habitaciones, con la finalidad de controlar la dispersión,
mantener una integración correcta a nivel intramunicipal y actuar contra la exclusión
social.
Por otro lado, se ha definido una red de zonas verdes que actúa como barrera para
evitar edificaciones ilegales, dando importancia a la creación de una red de lagos
artificiales.
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Curitiba
Medidas e impactos
• 1965. Creación del Instituto de Planificación Urbana de Curitiba (IPPUC).
• 1966. El Plan Director de Curitiba propone un modelo lineal de expansión y
desarrollo.
• 1974. Implementación del Sistema Trinario de Transporte que une los barrios
periféricos con el centro.
• Decreto de Tarifa integrada: un billete único para todo el viaje.
• 1975. Ley Municipal de Zonificación y Uso del Suelo.
• 1976. Decreto de Preservación de Cuencas.
• 1979. Se diversifica la tipología de viviendas, construyendo casas de una y dos
plantas y bloques de apartamentos de dos, tres y cuatro plantas.
• En los años noventa, el Fondo Municipal de Vivienda otorga ayudas económicas a
programas de vivienda para población con bajos ingresos.
• Durante la década de los noventa se crean nuevos modelos de autobuses.
• 1992. «Calles de la ciudadanía»: calles que reúnen servicios públicos esenciales y
áreas para la cultura y el deporte.
• 1995. «Calles 24 horas», calles peatonales que no cierran nunca. La política de
uso del suelo pasa a ser competencia municipal.
• El 70% de la población utiliza el transporte público. 2 millones de usuarios al día.
• Las líneas convencionales de autobuses transportan diariamente a cerca de
250.000 personas que trabajan o residen en ciudades vecinas.
• Desde 1974, el transporte por automóvil se ha reducido un 30% y la
contaminación atmosférica es la más baja del país.
• Un total de 8 millones de m2 de zonas verdes que equivalen a 52 m2 por persona.
• Curitiba se convierte en la capital ecológica de Brasil.
• Fuerte impulso económico en el centro de la ciudad, el turismo genera 280
millones de dólares en 1994.
• Disminuye el tráfico en el centro. Creación de una red peatonal.
• Un 70% de los desechos de la ciudad de Curitiba son reciclables, y el dinero
conseguido por la venta de estos materiales se invierte en programas sociales.
En los ochenta, el Plan Municipal de Desarrollo Urbano propone un modelo de
ordenación apoyado en centros administrativos secundarios, y posteriormente se
desarrollan medidas de aplicación frente a los problemas sociales y de vivienda.
Bibliografía
INSTITUTO DE PLANIFICACION URBANA DE CURITIBA (IPPUC). URL:
<http://www.ippuc.org.br/>
Guía geográfica de Curitiba. URL: <http://www.curitiba-parana.com>
PREFEITURA MUNICIPAL DE CURITIBA. URL:
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Contexto
La política «ABC» surge del debate iniciado en los años ochenta en Holanda sobre la
densidad y compacidad urbana, puesto que la política de «nuevas ciudades» puso en
evidencia la aparición de procesos de degradación de los centros urbanos (pérdida de
150.000 habitantes en el centro de Ámsterdam desde 1965 hasta 1982, mínima
utilización de los equipamientos y gran congestión del tráfico).
Así, el principio de la ciudad compacta se desarrolló a partir del Plan Director de
Ámsterdam de 1985, otorgando gran importancia a Utrecht-Ámsterdam/Schipol-La
Haya y Róterdam. Este principio se apoyaba en otros aspectos como la compensación
de la reducción de la densidad, la atracción de población, la renovación urbana en los
centros y la extensión de estos principios a los municipios periféricos del Randstad.
En este contexto surge la preocupación por la ordenación y el desarrollo sostenible del
territorio y el gobierno adopta estos planteamientos a través de un plan de ordenación
que introduce el objetivo de la limitación de uso de vehículo privado teniendo en
cuenta la rápida expansión de las zonas urbanas, el aumento de los desplazamientos
y las distancias de los mismos dentro de las ciudades, y el aumento del número de
coches y su impacto negativo en el medio ambiente urbano.
La política urbana gira en torno al papel de la centralidad (nodos de crecimiento) y la
mezcla de usos, otorgando gran importancia a la concentración de los usos del suelo
y la reducción de los desplazamientos, e insistiendo en la posibilidad de intervenir en
la generación y características de los mismos.
Así, en los Países Bajos, el gobierno organiza el desarrollo urbano, y el Plan de
Ordenación del Territorio de 1991 pretende disuadir del uso del coche, en particular en
los desplazamientos del domicilio al trabajo, y en este sentido se lanzó la Política
«ABC» que consiste en la definición de una estrategia de localización que cruza el
perfil de accesibilidad de un lugar (mediante transporte público y privado) con el perfil
de movilidad (necesidades de acceso y potencial reparto modal) de una empresa o
servicio. Pretende establecer la empresa correcta en el lugar más apropiado.
Esta política gira en torno a la clasificación de los tipos de localizaciones y de los tipos
de empresas o instituciones, distribuyendo el territorio en tres categorías:
• Zonas de perfil A: localizaciones altamente accesibles mediante transporte
público (centro urbano) y actividades terciarias, o equipamientos con gran
cantidad de trabajadores o visitantes.
• Zonas de perfil B: localizaciones accesibles por transporte público y vehículo
privado, más alejadas del centro y con actividades que atraen menor número de
población.
• Zonas de perfil C: localizaciones más periféricas, cuya accesibilidad está
fuertemente condicionada por el vehículo privado y con menor número de
trabajadores.
• Otras zonas: con inadecuados accesos a los sistemas viarios y a los sistemas de
transporte público.
Con la finalidad de restringir los desplazamientos e incentivar el uso del transporte
público, la política de localización «ABC» limita el número de plazas de aparcamiento
en las localizaciones A y B.
La importancia de estos principios es que cada región elabora un Plan de Aplicación
de adaptación de los mismos a escala local. Destacan entre ellos los realizados en
Groningen, Tilburg, Ámsterdam, La Haya y Róterdam.
238
09 Garbiñe.qxp 28/8/07 13:54 Página 239
Bibliografía
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239
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FICHA 6 Vermont
Contexto
Vermont es el segundo estado más grande de Nueva Inglaterra, y limita con Canadá,
Nueva York, Massachusetts y New Hampshire. Cuenta con una población superior a
los 600.000 habitantes y con 9.609 m2 de superficie.
La preocupación por el crecimiento en baja densidad se manifiesta durante los
últimos treinta años. Paralelamente, se realizan grandes esfuerzos para impulsar el
crecimiento de oportunidades económicas y laborales, protegiendo el modelo de
asentamientos compactos y abiertos distintivo del territorio.
Desde 1970, la población ha crecido un 32%, y en el período 1982-1992 creció un
9,8% frente a un crecimiento del 25,3% de suelo urbanizable. Además, un 40% de
esta expansión se produjo sobre tierras dedicadas tradicionalmente al cultivo y/o
pastoreo.
En estos treinta años, el tráfico por carretera se ha duplicado. Entre 1981 y 1996 el
número anual de millas recorridas por persona aumentó una media del 43%.
En 1995 se creó el Forum de Vermont, y se realizó un cuestionario a la población,
donde se identificaron los siguientes impactos:
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Vermont
Medidas, proyectos e impactos
• 1992. División del estado en cuatro tipos de comunidad.
• 1998. Cuestionario telefónico para determinar la opinión y grado de satisfacción
de la población con el urban sprawl.
• 1998. Creación de una coalición de constructores, agentes inmobiliarios y
técnicos municipales para apoyar la creación de una legislación para el desarrollo
urbano en el centro de Vermont.
• 2001. Diez organizaciones presentan estrategias para reducir el desarrollo de baja
densidad.
• 2002. Proyecto de creación de vecindarios compactos. Cuestionario sobre la
disponibilidad de la población a mudarse a este tipo de zona residencial.
• Presentación de proyectos de nuevos modelos de desarrollo industrial y
comercial.
• Vermont Smart Growth Collaborative: colaboración para avanzar estrategias en
materia política, educativa y comunitaria encaminadas a reducir el desarrollo de
baja densidad.
• Nuevos modelos de desarrollo industrial y comercial: junto con la Mesa de
Empresarios (Vermont Business Roundtable), se presenta un proyecto de nuevos
modelos de desarrollo comercial e industrial.
• Proyecto de creación de vecindarios compactos, de usos mixtos, que
desemboque en un plan de crecimiento inteligente municipal.
• Programa de relaciones urbano-rurales para impulsar la viabilidad agrícola, la
protección del medio ambiente y apoyar la economía local.
• Herramienta online de evaluación comunitaria.
• Curso online de planificación municipal. Se identifican seis modelos de sprawl.
• El 61% de la población encuestada ve necesario tomar medidas para detener la
expansión urbana y un 90% afirma que se puede crecer sin sprawl.
• El 75% de la población encuestada estaría dispuesta a mudarse a un nuevo tipo
de vecindario si fuera tranquilo, tuviera poco tráfico y dispusiera de espacios para
uso público.
• Creación en 2002 de la Ley H. 208 que financia e incentiva el crecimiento en el
centro de Vermont.
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Del modelo de la Existe una extensa literatura sobre los efectos negativos de la ciudad
urbanización dispersa sobre el medio ambiente y la sostenibilidad en los sistemas
compacta frente a urbanos (APUMP- IET, 2003; CAMAGNI et al., 2002; INDOVINA, 1998;
la urbanización LÓPEZ DE LUCIO, 1993; MONCLÚS, 1998; NAREDO, 2002, entre muchos
dispersa a la otros).
cuantificación de A partir de este discurso se ha planteado la necesidad de
las variables cuantificar los costes ambientales de las distintas actividades,
significativas necesidad que se ha reflejado en una gran cantidad de
formalizaciones. No obstante, hay pocos ensayos que intenten
ofrecer una visión conjunta (NAREDO, 1988; RUEDA, 1995; RALEA, 1998;
entre otros). Las más de las veces se han presentado cálculos
energéticos disgregados, que tienen su valor por la aportación
concreta, pero que adolecen de una ausencia de contexto y de peso
de las variables medidas respecto del conjunto de los efectos
ambientales.
En este trabajo vamos a hacer un esfuerzo modesto en esta
perspectiva sistémica, pero sin evaluar de forma exhaustiva los costes
ambientales. Para ello, nos centraremos en aquellos costes que hagan
referencia a la forma urbana, es decir, al continente más que al
contenido. Dejamos para el análisis de los costes económicos
y sociales el estudio de los contenidos (población, comportamientos
sociales).
Por otra parte, más que focalizarnos en la multiplicidad de
soluciones ambientales y sostenibles de la edificación, nos
centraremos en analizar las tipologías edificatorias y sus relaciones
con la parcelación y la urbanización, para situar los efectos de las
distintas formas de la urbanización de baja densidad sobre los costes
medioambientales.
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Una visión global Previamente recogeremos algunos enfoques que plantean una visión
con el sistema sistémica entre urbanismo y ecología.
urbano y su Una primera aproximación nos la ofrece Higueras (1997). Véase
entorno como cuadro 1.
marco de Según este enfoque, los tejidos urbanos determinan unas
referencia influencias e interacciones sobre el territorio circundante, cuyo estudio
pormenorizado llevaría a la realización de otro trabajo parecido a éste.
Sin embargo, parece importante resumir de una forma genérica y
aproximada las consecuencias más directas de los principales tejidos
urbanos que configuran nuestras ciudades. En este sentido, se
resumen a continuación las interacciones más sobresalientes de los
tejidos residenciales sobre el clima, el suelo, la vida vegetal y la
contaminación.
Por lo tanto, cada tejido tiene sus características propias con
ventajas e inconvenientes medioambientales. Es interesante este
análisis porque nos ofrece los efectos medioambientales sobre
distintos tipos de tejidos con densidades diversas, desde las formas
densas asociadas a los cascos urbanos y ensanches hasta los tejidos
de edificación unifamiliar aislada.
En este sentido, es posible resumir las consecuencias negativas
que tiene el aplicar el modelo territorial de crecimiento disperso:
• Incremento unitario de los precios de construcción,
conservación y utilización del territorio urbanizado.
CUADRO 1
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TABLA 1
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FIGURA 1
TABLA 2
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TABLA 3
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TABLA 4
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TABLA 5
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FIGURA 2
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FIGURA 3
FIGURA 4
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FIGURA 5
Coste/m2
Por otra parte, Herce y Miró (2002b) señalan que los porcentajes
de superficie de viario (eficiencia superficial) y de la longitud unitaria
del viario (ml/ha bruta) (eficiencia lineal) doblan los costes/m2 de
vivienda en el paso del 20 al 40% en el caso de la eficiencia
superficial, y de 150 a 350 ml viario/ha bruta en el caso de la
eficiencia lineal (fig. 5).
Para poder cuantificar el peso relativo de cada servicio se utiliza
el método MSV (Guilemany y Alavern, 1987), que evalúa los costes de
urbanización mediante la aplicación de un módulo que depende
exclusivamente de la superficie de viales, pero que posteriormente se
debe corregir según unos condicionantes (anchura de aceras, sistema
de evacuación de la red de saneamiento, tipología de espacios
parcelados, tipología de estaciones transformadoras, niveles de
iluminación, número y tipo de servicios). Para una acotación más
práctica es posible evaluar los costes considerando sólo la variable
vialidad que utiliza dos indicadores: superficie de viales (SV (m2)) y
longitud de viales (LV (ml)). Se obtiene así la siguiente formulación:
C = 958,11 SV1,1433 + 177.197,85 LV0,9346
El coste se cuantifica en ptas. de 1995.
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500
400
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11.000
0,7 m2 terr./m2 sup.
Media
10.000
9.000
FIGURA 8
1,2 2,5
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Red de saneamiento
En el caso de la red de saneamiento se sabe que un tanque Imhoff
más simple, de decantación primaria, necesita un mínimo de 50-60
viviendas y repercute en unos valores de 600 a/vivienda.
Si se propone una depuradora con decantación secundaria, se
necesita un mínimo de 500 viviendas. Si se dispone de urbanización
de baja densidad para un número mayor de viviendas y si se agrupan
según conjuntos de 500 viviendas, cada una con su colector de unos
3 km de media que se dirige a la depuradora, el coste se evalúa de la
siguiente forma: 600 a/vivienda para la depuradora + 500 a/vivienda
de la parte proporcional del colector, es decir, un total de
1.100 a/vivienda. El coste es 2,2 veces mayor en baja densidad.
Hay que remarcar además que la red de saneamiento debe tener
un mínimo uso. Si el uso es menor del 50% de las viviendas, el
sistema de depuración no funcionará, ya que para este caso se puede
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Todo ello nos lleva a una reflexión sobre la interrelación entre los
costes ambientales, sociales y económicos de la urbanización de baja
densidad. En este sentido se constata que cuando la urbanización de
baja densidad tiene un nivel económico bajo, se produce un efecto
perverso parecido al del transporte público. Como se invierte poco, a
precario, las condiciones de degradación son mayores y entonces el
proceso de incremento de costes de mantenimiento y ambientales son
mayores. Junto a ello, en la urbanización de baja densidad el coste de
repercusión sobre la vivienda es mayor y los recursos tanto de sus
habitantes como de los municipios son muy precarios. De hecho, las
urbanizaciones de baja densidad, además de generar mayores costes
ambientales, generan mayores costes de mantenimiento precisamente
porque surgen problemáticas asociadas a la falta de equipamientos
que resultan más caros para bajas densidades (farmacias, CAP,
escuelas, centros de día, etc.), de niveles de calidad de las redes de
servicios bajos que van a tener consecuencias en el reforzamiento de
problemas sociales y económicos que se deberán tener en cuenta y
evaluar en su conjunto.
El diseño de las Una de las constataciones, en muchos casos, es que las urbanizaciones
urbanizaciones según de baja densidad están sobredimensionadas, lo que encarece su coste
normativas que económico y ambiental.
siguen esquemas de Se constata, por ejemplo, que muchos de los firmes se diseñan
despilfarro con espesores propios de ciudades densas pero que no son necesarios
para urbanizaciones de baja densidad. Lo mismo sucede con el diseño
de las redes subterráneas (agua, gas, electricidad); las empresas
suministradoras orientan en muchos casos en el diseño pero no
elaboran un proyecto preciso que pueda ahorrar materiales. En el caso
de las redes de distribución eléctrica, las compañías, acogidas a los
reglamentos normativos, exigen dejar construidas redes de baja
tensión con acometidas a solares que normalmente no valen cuando
se solicitan las posteriores licencias y han desaparecido todos sus
elementos por sustracción o por vandalismo.
Por otra parte se constata que actualmente se están utilizando
normas que no son para la escala urbana:
• Se utilizan instrucciones de firmes de carreteras para calles de
urbanización.
• Se diseña en muchos casos según las Normas del Plan
Nacional de Abastecimiento de Agua a Poblaciones para las redes
urbanas de distribución.
• Las Normas de Alumbrado de carreteras se utilizan en muchos
casos para el dimensionado de redes en la ciudad.
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Xavier Mayor Farguell • Reflexiones sobre la ciudad: más allá de la ciudad difusa, más allá de la ciudad densa
La especie Las ciudades deben ser diseñadas por y para sus habitantes. Eso
humana como significa que tanto en los aspectos individuales, muy importantes y
destinatario hasta el momento menos considerados, como en los colectivos, que se
principal de lo suelen tener más en cuenta, las ciudades deberían satisfacer las
urbano necesidades personales y sociales de quienes las habitan. Pero la
concreción de esas necesidades es compleja y requiere definición.
Para poder valorar la bondad de un modelo de ciudad
deberíamos abordar la problemática también desde la perspectiva de
sus ciudadanos, para lo cual necesitamos realizar planteamientos de
base muy distintos a los actuales. Los nuevos planteamientos tendrán
que basarse en una interpretación y comprensión esencialmente
biológica del ser humano, en coherencia con lo que establecieron
Darwin (1859) y Wallace (1876), y por tanto mucho más real,1 aunque
esto pueda incomodar a algunos tras tanto tiempo de
antropocentrismo cultural.
Si consideramos que la especie humana, como cualquier especie,
requiere de determinadas cosas para poder desarrollar su ciclo vital,
para definir las ciudades resulta imprescindible conocer bien su
etología, su sociobiología y sus preferéndums ambientales. La etología
humana nos provee de teorías y respuestas al respecto y, aunque es
una rama de la biología relativamente joven, tiene mucho que aportar
en ese sentido.2 La ecología también aporta información interesante
para comprender la ciudad como hábitat humano.3
Las viviendas, edificios, barrios, calles, parques, transporte y
servicios... deberían estar pensados para los ciudadanos, los habituales
principalmente y los ocasionales también, pero de forma adecuada a
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Los espacios Desde una perspectiva ecológica, los espacios urbanos son nuestros
urbanos, nuestro hábitats preferentes. Son aquellos espacios en los cuales
hábitat permanecemos más tiempo y realizamos la mayor parte de nuestras
actividades. Dada la situación económica y social actual, y fruto de la
evolución relativamente reciente, las ciudades son los espacios donde
se acumula más población durante más tiempo y, por tanto, para
nosotros el espacio urbano es un recurso ecológico de primera
magnitud.
Una de las características de nuestra especie es la habilidad y
capacidad (o la necesidad) de transformación de nuestro entorno para
adecuarlo convenientemente a nuestra realidad biológica y social.
Dicha capacidad puede ser expresada con mayor o menor
contundencia en relación con el entorno. Sin embargo, con el avance
tecnológico, se está expresando de una manera más bien contundente,
que genera muchos problemas ambientales, y que, cada vez más,
tiene menos que ver con nuestras necesidades biológicas.
Además, para la materialización de las expansiones urbanas,
muchas veces los territorios ocupados no son los más convenientes
desde la perspectiva de los valores de entorno, aunque puedan
serlo desde una perspectiva económica. De hecho, la mayor parte de
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Xavier Mayor Farguell • Reflexiones sobre la ciudad: más allá de la ciudad difusa, más allá de la ciudad densa
Un nuevo modelo No se nos escapa que los espacios urbanos están dispuestos desde
de ciudad, hace tiempo, aunque su desarrollo actual data de los últimos 200
un nuevo modelo años, y que ésa es una herencia que debemos asumir. Sin embargo,
de vida los nuevos ensanches tendrían que configurarse teniendo muy en
cuenta, primero, el óptimo demográfico que debiera acoger una
ciudad; segundo, el mejor territorio donde deba establecerse; tercero,
la consideración de los aspectos ambientales y los usos sociales
requeridos; y, cuarto, la construcción de viviendas ecológicas y
etológicas para sus habitantes.
¿A qué responden los diseños actuales de ciudades? Es evidente
que nuestras ciudades están ubicadas sin considerar las
potencialidades y limitaciones del territorio preexistente. Las
expansiones urbanas son meras ocupaciones de suelo adyacente. Los
interiores están definidos por urbanistas según criterios urbanos, no de
entorno o ambientales. Y en relación con los perímetros y espacios
adyacentes, deberíamos preguntarnos quién los define.
En definitiva, lo que es importante tener presente es que los
espacios urbanos deben responder a las necesidades de sus
habitantes. La cuestión está sin duda en saber cuáles son esas
necesidades.
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4. Por ejemplo, en el Reino Unido ascienden a 1.000 las obras residenciales nuevas
o de rehabilitación del patrimonio construido que se pueden adscribir a esta tipología,
mayoritariamente localizadas en el South East (la rica región metropolitana de
Londres) (ICRRDS, 2004); pero también en Francia está creciendo una oferta de
vivienda formada por «environnements sécurisés, surveillés et ultraréglementés»
(MANGIN, 2004: 335).
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La dispersión urbana Como es bien sabido, un primer impulso al examen de los riesgos
es insostenible asociados a la dispersión urbana se ha producido con la reflexión
sobre el desarrollo sostenible puesta en marcha por algunas
importantes organizaciones internacionales: Naciones Unidas, la
Organización Mundial de la Salud, la Comisión Mundial sobre el Medio
Ambiente y el Desarrollo, la OCDE y, sobre todo, la Unión Europea.
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15. Éste, por ejemplo, es el camino que tienen la intención de seguir los gobiernos
suizo (mediante una tarifa diferenciada de los servicios de red dependiendo de la
localización más o menos dispersa y del tipo de vivienda) (ECOPLAN, 2000) y alemán
(mediante una tributación diferenciada de las propiedades inmobiliarias dependiendo
de si se trata de construcciones en áreas urbanizadas o no urbanizadas) (FRISCH,
2006).
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17. En aquellos estados (Oregón, por ejemplo, es uno de ellos) o municipios donde
se ha introducido, el non-exclusionary zoning establece que en las zonas de uso
residencial todos los proyectos propuestos por los promotores privados deben incluir
porcentajes de construcción de viviendas destinadas a los segmentos sociales con
niveles de renta bajos.
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Maria Cristina Gibelli • Los costes económicos y sociales de la ciudad de baja densidad
Hay que insistir una vez más en el hecho de que en este informe
las valoraciones sobre la mayor o menor eficacia de las políticas contra
el sprawl no emanan de juicios subjetivos y cualitativos de los autores,
sino de una investigación empírica realizada a nivel desagregado por
todo el territorio federal, investigación que valoró las dinámicas del
sprawl (y los costes correspondientes) relacionándolas con las
políticas y medidas materialmente experimentadas a nivel local.
Quisiera además resaltar que, más allá de las diferencias
significativas entre la suburbanización norteamericana y la europea, las
estrategias y los instrumentos de actuación que son considerados los
más eficaces para garantizar un desarrollo a largo plazo más
«inteligente» y «sostenible» presentan interesantes afinidades con los
que se están dando en las mejores praxis europeas, porque priorizan
la planificación de área extensa y la definición de nuevas reglas en
materia de consumo de suelo y de protección de los recursos
territoriales no deteriorados, así como en materia de cohesión social.
A su vez, algunos instrumentos considerados actualmente muy
innovadores y prometedores por una parte importante de la cultura
urbanística y de las administraciones locales en Italia, como el traslado
de derechos de edificación y las distintas formas de fiscalidad
asociadas a la negociación público/privado, vienen dándose desde
hace largo tiempo en los ámbitos locales estadounidenses y se han
demostrado, según las valoraciones presentadas en el informe
realizado para el TCRP, poco eficaces, por lo menos en lo que atañe a
la reducción de los costes públicos y colectivos asociados a la
dispersión poblacional.
También la investigación europea, con el justificable retraso ya
indicado, se está moviendo en direcciones análogas y con
metodologías semejantes a las utilizadas al otro lado del océano: la
cantidad de estudios empíricos es aún modesta, pero las metodologías
adoptadas y los resultados no dejan de ser significativos. Se situarían
en esta línea de trabajo, por ejemplo, la investigación de 1993 para el
Departamento de Medio Ambiente británico dirigida por Michael
Breheny (BREHENY, GENT, LOCK, 1993); la de Fouchier sobre el área
metropolitana de París;18 el estudio, más circunscrito en sus objetivos
18. Fouchier, sirviéndose de una rica base de datos sobre la Île-de-France, puso de
relieve con minuciosas comprobaciones empíricas el impacto negativo de la baja
densidad sobre las distancias recorridas diariamente, sobre el consumo de movilidad
rodada y sobre el consumo de energía per cápita (FOUCHIER, 1997).
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19. Resultados que concuerdan con los del estudio suizo proceden de una
valoración econométrica de los gastos que soportan las administraciones municipales
francesas para crear y mantener infraestructuras de red y servicios públicos
(GUENGUANT, 1998, 2001).
20. Se trata de un análisis empírico de los costes colectivos derivados de distintas
modalidades de expansión poblacional que tomó como objeto de estudio el territorio
de la provincia de Milán: se analizaron, en concreto, los consumos de suelo, los costes
públicos en infraestructuras y servicios sufragados por las administraciones
municipales y, mediante un modelo econométrico, las relaciones entre modalidades
de expansión poblacional y «consumo» de movilidad.
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1. Véase KIRBY (2004) para una ácida crítica al exceso de subjetividad y creatividad
terminológica que caracteriza a muchos de los trabajos sobre dispersión.
2. AUDIRAC; SHERMEN; SMITH (1990).
3. GALSTER et al. (2001).
4. Véanse ABRAMS (1971) o TORRENS Y ALBERTI (2000) como ejemplo.
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Dimensiones Una revisión de los trabajos que han propuesto definiciones basadas
morfológicas de la en aspectos morfológicos de la dispersión permite distinguir al menos
dispersión urbana cinco dimensiones posibles.
5. Véanse POPENOE (1979), BLACK (1996), DOWNS (1998, 1999), o SIERRA CLUB (1998)
como ejemplos de esta tendencia.
6. EWING (1994, 1997), JOHNSON (2001), RAZIN Y ROSENTRAUB (2001), ORFIELD (1997).
7. LOCKWOOD (1999), POPENOE (1979), GORDON Y RICHARDSON (1997).
8. SELF (1961), GOTTMAN Y HARPER (1967). Autores como EWING (1997) y MALPEZZI Y
GUO (2001) se decantan por el uso de indicadores de densidad de población
(densidad neta, cuantiles de densidad, densidad mediana ponderada por población,
densidad bruta, porcentaje de población que vive en áreas de baja densidad,
porcentaje de suelo con bajos niveles de densidad de población, gradiente de
densidad, etc.), mientras que autores como GALSTER et al. (2001) o SONG Y KNAAP
(2004) prefieren utilizar indicadores de densidad de viviendas. Los indicadores de
densidad de viviendas son idénticos a los del caso anterior, aunque cambiando el
volumen de población por el de viviendas. Para una revisión exhaustiva sobre los
indicadores de densidad, véase CHURCHMAN (1999).
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9. CLAWSON Y HALL (1973), EWING (1997), MALPEZZI Y GUO (2001), TORRENS Y ALBERTI
(2000), WOLMAN et al. (2002), TSAI (2005). Algunos de los indicadores utilizados en
estos trabajos son: la densidad teórica central (D0) y el gradiente de densidad (γ)
correspondiente a una función de densidad exponencial, la distancia media respecto
al centro ponderada por la población de cada zona intrametropolitana, o porcentaje de
población que reside a menos de x km del centro.
10. GALSTER et al (2001), SONG Y KNAAP (2004). El principal indicador utilizado para
capturar esta dimensión de la dispersión es la distancia media de cada municipio
ponderada por su población respecto al resto de municipios.
11. SONG Y KNAPP (2004), GALSTER et al. (2001), MALPEZZI Y GUO (2001), TSAI (2005).
Algunos de los indicadores utilizados son la desviación típica o la varianza de las
densidades correspondientes a cada zona de la metrópoli, e índices de concentración
como los de Gini y Theil.
12. CLAWSON Y HALL (1973), WEITZ Y MOORE (1998), BURCHFIELD et al. (2003), MILLS
(1981), ATSHULER y GÓMEZ–IBANEZ (1993), BURCHELL et al. (1998), GORDON Y RICHARDSON
(1997), GALSTER et al. (2001), WOLMAN et al. (2002). Los índices más utilizados para
capturar dicha dimensión son: la capacidad de ajuste (R2) de una función de densidad
exponencial, la suma del valor de los residuos negativos de una función de
densidad exponencial, índice de Moran y de Geary.
13. DOWNS (1998), EWING (1997).
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22. VINING Y PALLONE (1982), CHAMPION (1994, 1989), CHESHIRE (1989), CHESHIRE Y HAY
(1989).
23. HALL Y HAY (1989), VAN DEN BERG et al. (1982), CHESHIRE Y HAY (1989).
24. MISZKOWSKI Y MILLS (1993)
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26. En el año 1990, el porcentaje de hogares unipersonales era del 22%. Diez años
más tarde llegaba al 27%. Suecia, con un 40%, seguido de Alemania, un 35% y
Dinamarca, un 34% están a la cabeza de los países de la Unión, mientras que España,
un 13%, Grecia, un 18%, e Irlanda, un 20% son los países que presentaban un
porcentaje menor (TRILLA, 2001)
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14.000 1.400
12.000 1.200
10.000 1.000
8.000 800
6.000 600
0 0
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002
Fuente: Asprima.
El efecto euro
El paso a la moneda única en Europa ha permitido que saliera a la luz
una gran cantidad de dinero negro que necesitaba blanquearse con
urgencia. Para ello, nada como el sector inmobiliario, donde pagar con
dinero negro es una práctica común. Naredo, Carpintero y Marcos
(2003) han estimado que el efecto combinado de la inversión
especulativa huida de la bolsa y el blanqueo de dinero negro entre
1999 y 2001 explica la construcción de 400.000 viviendas en España.
Sólo en el año 2002, el Servicio de Estudios del BBVA estima que la
llegada del euro hizo aflorar en España del orden de 1,6 billones de
pesetas. Más de un billón (dos terceras partes) se habría dirigido al
sector inmobiliario, mientras que el resto se repartiría entre bienes de
lujo como coches, joyas o piezas de arte.30
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31. Cabe destacar el caso de Setúbal (27% entre 1986 y 1997), Oporto (20% entre
1983 y 1987), Helsinki (14% entre 1988 y 1997), o Bilbao (12% entre 1984 y 1997).
(EEA, 2002).
32. Durante la década analizada, el suelo urbanizado en España aumentó un 25%,
siendo las comunidades de Murcia (52%), Madrid (50%), Navarra (50%) y Valencia
(49%) las que experimentan un crecimiento mayor, que contrasta con las cifras
correspondientes a Canarias (8,8%), Cataluña (10,8%) y Cantabria (11,8%). El País,
lunes 27 de diciembre de 2004, pp. 28 y 29.
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La PAC y la OMC
La separación rígida entre usos del suelo rurales y urbanos,
característica de la ciudad compacta europea, se ha conseguido en
gran medida gracias a una política agraria que garantizaba un
determinado nivel de ingresos para las explotaciones agrícolas. De
acuerdo con el modelo de ciudad monocéntrica, esto supone
garantizar artificialmente una renta agrícola capaz de competir en el
límite con la renta urbana. Desde la Ronda Uruguay del GATT,34 los
países exportadores de productos agrícolas están exigiendo una
progresiva reducción de los aranceles y subsidios europeos a las
explotaciones compatible con el objetivo, comúnmente aceptado, de
reducir al máximo las trabas al comercio. La posterior reforma de la
PAC (Política Agraria Comunitaria) en la cumbre de Berlín (1999) fue
un parche que, ya en Seattle, dio muestras de agotamiento. Los países
exportadores de productos agrícolas, principalmente el Grupo de
Cairos,35 tampoco aprueban las ayudas directas a la exportación, ni tan
siquiera aquellas desligadas de la producción, de modo que se han
abierto grandes incertidumbres en el campo europeo, consciente del
agravio comparativo que supone mantener una posición innegociable
para la agricultura y exigir a la vez la apertura de sus mercados a los
productos y servicios europeos. La nueva ronda de negociaciones
iniciada en Doha en 2001 ha culminado con sendos fracasos (Cancún,
2003 y Hong-Kong, 2005) achacables a la falta de acuerdo en el
sector agrícola. Aun así, todo parece indicar que la capacidad de
defensa numantina de EEUU, pero especialmente de la UE, no podrá
mantenerse mucho tiempo. El previsible desmantelamiento de las
políticas protectoras puede estar «descontándose» ya por parte de los
mercados, convirtiendo el suelo forestal y agrícola que limita con las
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La escala de planificación
El crecimiento de la ciudad real supera sus límites administrativos. En
el caso de las grandes metrópolis con un centro destacado, se han
colonizando áreas de los municipios colindantes, e integrado en una
tupida red de desplazamientos cotidianos, ciudades de tamaño
mediano que en el pasado tuvieron un modelo de desarrollo
relativamente desconectado de la ciudad principal (MUÑIZ et al., 2003,
2005). El resultado es una ciudad que en parte se extiende como una
mancha de aceite y en parte se estructura de forma polinuclear.
También se observa un fenómeno similar en extensas áreas del
territorio europeo que, sin tener una gran ciudad hegemónica, han
creado un espacio integrado compuesto por un rosario de ciudades
pequeñas y medianas. Lo que tienen en común estos fenómenos es la
dificultad para encontrar una escala administrativa adecuada que
consiga controlar las importantes fuerzas que entran en juego.
Newman y Thomley (1996) han propuesto agrupar los sistemas
de planeamiento territorial europeos en cuatro categorías: a) británico,
basado en la evolución «caso a caso» y monitorizado a escala nacional
(Reino Unido e Irlanda); b) napoleónico, altamente jerárquico, donde el
poder se concentra en los ámbitos nacionales y locales, pero no
regionales (Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Francia, España, Portugal,
Italia y Grecia); c) escandinavo, donde el poder local tiene mucha más
fuerza que el regional y nacional (Suecia, Noruega, Dinamarca,
Finlandia); y d) germánico, donde el nivel regional (länders) concentra
casi todo el poder (Suiza, Austria, Alemania). La falta de un poder
regional –la región es la escala espacial que mejor se adapta a la
nueva realidad metropolitana– puede haber dificultado la puesta en
marcha de un planeamiento que coordinara las contradicciones locales
y diera orientación y sentido al conjunto. De hecho, los países con un
sistema de planeamiento napoleónico o escandinavo han sido aquellos
que han experimentado con mayor intensidad procesos de crecimiento
desconectados y fragmentarios, similares a los que se dan en Estados
Unidos (RAZIN y ROSENTRAUB, 2000).
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Efectos Ineficiencia
económicos, El coste público y privado de una vivienda en un entorno urbano
sociales y compacto (situada en un bloque de apartamentos y con menos de
ambientales de la 100 m2) es menor que el de una vivienda unifamilar adosada o
dispersión aislada. Aunque puede variar dependiendo del país, la ciudad, las
condiciones de densidad, o los sistemas de construcción utilizados,
Efectos económicos la diferencia de costes es más que significativa. Garbiñe Henry ha
estimado, como puede verse en su artículo de este libro, que los
costes directos por vivienda (repercusión del suelo, edificación,
urbanización de viales y jardines, proyecto y dirección de obra,
licencia, etc.) para una vivienda unifamiliar eran 2,2 veces mayores
que los correspondientes para una vivienda en un bloque de
apartamentos.36 Adicionalmente, los costes públicos de
mantenimiento (agua y saneamiento, alumbrado público,
urbanización pública, limpieza pública y transporte público) podían
llegar a ser hasta 7 veces mayores, y los costes privados de
mantenimiento (calefacción, consumo de agua, electricidad,
seguridad, limpieza) del orden de 2 veces mayores. A pesar de la
diferencia de costes, esta realidad puede ser perfectamente
compatible con el hecho de que un modelo de ciudad dispersa sea
tan –o tan poco– eficiente como un modelo compacto. Para analizar
el problema bajo la idea de eficiencia debemos seguir otro camino.
Según el concepto de eficiencia que se utiliza en teoría
económica, la expansión suburbana puede interpretarse como un
problema de asignación de un recurso fundamental como es el suelo
mediante una serie de mercados interrelacionados. Siguiendo a
Wheaton (1974) y Brueckner (2000), los factores fundamentales que
determinan el tamaño teórico (radio) de una ciudad monocéntrica
(ALONSO, 1964; MUTH, 1969; MILLS, 1967) son: a) la población, b) la
renta per cápita, c) los costes de transporte, y d) la renta agraria.
Dejando de lado el efecto de la renta agraria, resulta evidente que
durante los últimos cincuenta años, tanto en Estados Unidos como en
Europa, la población urbana ha aumentado, la renta media también lo
ha hecho y los costes de desplazamiento se han reducido, alimentando
con ello la tendencia hacia la expansión suburbana de las ciudades. Si
los mercados que han llevado a esta situación fueran perfectamente
competitivos, la «mano invisible» de Adam Smith llevaría a un
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Riesgos económicos
Los riesgos económicos que puede acarrear el actual modelo
económico-residencial pueden agruparse en dos categorías: los
derivados del funcionamiento del mercado de vivienda, y los que se
relacionan directamente con el consumo de suelo para fines
residenciales. En lo que sigue se presentan cinco escenarios posibles,
los dos primeros vinculados a la primera categoría y los dos últimos a
la segunda.
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La factura de Kyoto
El encarecimiento del petróleo no es el único problema económico que
genera un modelo urbano tan costoso energéticamente como el
disperso. También debe considerarse el coste económico del Protocolo
de Kyoto. Firmado por 138 países industrializados en 1997, obliga a
España a un crecimiento máximo del 15% de las emisiones de los
gases responsables del efecto invernadero durante el período 2008-
2012, respecto al nivel de emisiones de 1990. En la actualidad, España
es el país que más se ha alejado de lo pactado (las emisiones han
aumentado un 52% respecto a 1990).
En una primera fase, la estrategia europea para cumplir con Kyoto
consiste en regular las emisiones originadas por determinados
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El acceso a la movilidad
Otro de los problemas sociales de la ciudad dispersa es que, al
funcionar sobre un modelo de movilidad basado en el uso del
transporte privado, limita las posibilidades de aprovechar lo que
ofrece (ofertas de empleo, ofertas lúdicas, etc.) a las personas
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Efectos locales
Los principales impactos localizados del transporte urbano son la
contaminación atmosférica y acústica, la ocupación de suelo
potencialmente disponible para usos más ecológicos y los accidentes
de tráfico. La circulación de vehículos que utilizan como fuente
energética combustibles fósiles supone la emisión de óxido de
nitrógeno (NOx), anhídrido sulfuroso (SO2), monóxido de carbono
(CO), metales pesados como el plomo y compuestos orgánicos
volátiles (COV). Estas sustancias tienen efectos nocivos sobre la salud
en forma de alergias, enfermedades respiratorias y cardiovasculares. A
la contaminación atmosférica debe sumarse la contaminación
acústica. Se ha estimado que más del cincuenta por ciento del espacio
urbano español está sometido a un ruido superior a los 65 decibelios
(límite de tolerancia normalmente aceptado). Por otro lado, las calles,
carreteras urbanas y cinturones de circunvalación, ocupan una parte
importante del espacio urbano y tienen un impacto evidente sobre el
paisaje. Finalmente, los accidentes de tráfico suponen a escala mundial
250.000 muertes anuales y diez millones de heridos. La tasa de
accidentes crece con el índice de motorización.
Efectos globales
Los efectos globales de un modelo de transporte basado en el
transporte privado se centran en el consumo de energía, en las fuentes
utilizadas para suministrarla y las emisiones de gases que se originan.
La movilidad basada en el consumo de algún derivado del petróleo es,
por naturaleza, insostenible, ya que su extracción se está llevando a
cabo a un ritmo mayor que la capacidad del planeta para reproducirlo.
Además, los motores de combustión emiten gases como el dióxido de
carbono (CO2), clorofluorocarbonos (CFC), metano (CH4), óxido nitroso
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Vivienda
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43. Ver Rogers (2000), Hough (1998) y Parés, Pou y Terradas (1985) entre otros.
44. Véase también Carreras (2002) y Rueda (1998)
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Terrassa
Vilafranca del Sabadell
Penedès Martorell
Granollers
A2
Vilanova Mataró
i la Geltrú
A 1
Barcelona
45. «(…) El área de terreno requerido para proporcionar los recursos y asimilar los
desechos de un grupo determinado de personas (un hogar, ciudad, país) puede ser
calculada. Esto se conoce como capacidad de carga apropiada o en términos más
gráficos y sencillos, la huella ecológica. Es la cantidad de suelo que se necesitaría
para satisfacer nuestro estilo de vida para siempre» (WACKERNAGEL, 1996, p.47)
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MAPA 1 Huella ecológica municipal per cápita commuting RMB, 1996 (hectáreas por habitante)
Fuente: Workshop Fundació Territori i Paisatge, 2006. Taller «aire»: Barcelona. Dirección: Daniel Calatayud.
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Objeto de investigacion
El objetivo del workshop fue medir el metabolismo del modelo urbano
de dos universos de consumidores –unos 11.000 individuos en total–
mediante una metodología elaborada en trabajos anteriores. El
metabolismo se cuantificó en huella ecológica o hectáreas de
absorción del CO2. Conocer el coste ecológico del metabolismo urbano
permite valorar estrategias de ecoeficiencia en la vivienda y el
transporte.
Metodología
Se comparó el metabolismo urbano de dos sectores del suburbio
disperso de Barcelona con densidad similar. La primera muestra, el
municipio de Cabrera de Mar, se encuentra en el Bajo Maresme, y la
segunda, el municipio de Masquefa, en el eje del Llobregat. El
workshop se inscribía así en la tradición del estudio morfogénico de
las ciudades; sin embargo, adoptaba una óptica ecológica que permitía
leer la ciudad como el resultado de una apropiación de ciclos
biogeoquímicos. Para ello, se calcularon tres indicadores de
metabolismo urbano consolidados internacionalmente: emisiones de
CO2, huella ecológica y material flow account. Esta metodología
permitía relacionar los costes ecológicos y la economía doméstica,
pudiendo comparar escenarios alternativos y detectar las bolsas
urbanas más sensibles a la alteración de diferentes variables.
Hipótesis
En el mundo de la planificación urbana se ha consolidado la idea de que
la dispersión urbana tiene un coste en términos de sostenibilidad
46. Gerard Bartomeu, Víctor Lacima, Xavier Robledo, Pere Martínez, Néstor
Jiménez, Tomas Rodríguez, Javi Fernández, Eulàlia Martín, Paula López, Albert Farell,
Alejandro Cuesta, María Olazábal, Laura Larraz, Héctor González, Toti Obiols, Laia
Núñez y Sergio García.
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Escenarios
El Plan Catalán de la Energía estima que deberían reducirse las
emisiones de CO2 catalanas en 1,3 t de CO2 por habitante. Éste es el
valor que permitiría cumplir con los objetivos de Kyoto.49 Se han
propuesto diferentes escenarios extremos para alcanzar dicho objetivo.
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Escenario 4. Densificación
Puede doblarse la densidad de las viviendas de diferentes maneras:
a) compartir viviendas, b) dividir viviendas, c) juntar viviendas.
Sólo un cóctel de medidas adaptado a cada situación permitiría
alcanzar el esfuerzo asignado al modelo urbano para cumplir con el
Plan Catalán de la Energía.
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Parte 3
Las políticas de
gestión de la
ciudad de baja
densidad
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¿Por qué se ha «Pero hubo un momento en que pareció que la libertad del suburbio
dispersado la podía ser la respuesta a los problemas de crecimiento de la ciudad: si
urbanización, si es uno no podía soportar la ciudad al menos podía huir de ella.»
tan indeseable? «El suburbio era una comunidad segregada, separada de la
ciudad, no únicamente por el espacio sino por la estratificación social;
una especie de ghetto verde dedicado a las elites (...). El suburbio (...)
ha tendido a ser una comunidad para una única clase (...) que
fomenta el esnobismo, la segregación, la búsqueda de estatus y la
irresponsabilidad política.» (MUMFORD, 1984, pp. 491 y 502).
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¿Por dónde pasan Pero, como se ha dicho, la preocupación por la suburbanización parece
las políticas para haberse convertido en uno de los principales argumentos del
la ciudad urbanismo de los últimos años en buena parte de los países
compacta? occidentales, a pesar de la diversidad de circunstancias de partida y de
contexto que presentan. Tal vez por la dimensión de la difusión urbana
que durante medio siglo se ha producido en los Estados Unidos, y con
las críticas ya mencionadas de Mumford, que escribía de «suburbia as
a way of life», a las que se pueden añadir las aportaciones ineludibles
de Jane Jacobs, es allí donde primero se empiezan a experimentar
políticas para la contención de la denominada suburbia.
En el anexo de este texto, donde se resumen algunas experiencias
concretas, llama la atención el caso de Portland, en el estado de
Oregón. Allí, desde los primeros años setenta –cuando Brian J. Berry
todavía no había acuñado el término de «contraurbanización»– ya se
definieron unas estrategias concretas para evitar que los modelos de
las megalópolis de ambas costas del país también les afectaran. Estas
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Anexo
Experiencias
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Antecedentes
El estado de Oregón es un ejemplo de planificación sostenible de un
área vasta. Su origen se sitúa a principios de los años setenta, con la
reivindicación por parte de los agricultores del fértil valle del río
Willamette (que incluye las ciudades de Salem, Eugene y la capital,
Portland) de proteger sus tierras de cultivo del crecimiento urbano. En
el año 1973, el estado de Oregón aprobó un programa de planeamiento
administrado por la Land Conservation and Development Commission
(LCDC) que tenía como objetivos el uso eficiente del suelo, la
preservación de las tierras de cultivo y los espacios abiertos, el acceso
barato a la vivienda y la mejora de los servicios públicos. También
proponía la definición en cada ciudad del Urban Growth Boundary
(UGB), una línea que delimita la porción de territorio donde se permite
el crecimiento urbano, separando el suelo urbanizable del suelo rural.
La propuesta municipal debe ser aprobada por la LCDC si considera
que responde a los objetivos definidos anteriormente.
Siguiendo estos principios, en el área metropolitana de Portland
la planificación urbanística ha sido liderada, desde mediados de los
ochenta, por la Agencia Metro Portland, que adoptó, en diciembre de
1994, el Region 2040 Growth Concept.
Contenido
El plan Region 2040 Growth Concept tiene como objetivo principal
diseñar el crecimiento urbano que permita el asentamiento, hasta
2040, de un millón de nuevos residentes en el área metropolitana de
Portland. Este crecimiento tiene que responder a una serie de
parámetros, como un uso eficiente del suelo, la protección de áreas
naturales y agrícolas o un sistema de transportes equilibrado.
La apuesta del plan se centra básicamente en la potenciación de
centros urbanos con alta densidad de vivienda y trabajo, buen acceso a los
servicios, sistemas multimodales de transporte público y con un ambiente
de comunidad y vecindad atractivo. Estas áreas son, básicamente, el
centro de Portland; los centros regionales que sirven
a áreas de mercado relativamente grandes y están conectadas con la
capital mediante autopistas; las pequeñas ciudades con un área de
mercado local, dotadas de lugares de empleo y bien conectadas con los
centros regionales; y los corredores de transporte. En el centro de Portland
se apuesta especialmente por incrementar los puestos de trabajo con el
objetivo de equilibrar el uso residencial y las actividades económicas.
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Densidad Incremento
(Personas por ha) proyectado (%)
Área 1990 2040 Vivienda Puestos de
trabajo
Portland centro 386 643 5 22
Centros regionales 62 154 3 9
Centros de ciudades 59 116 3 7
Corredores de transporte 46 62 33 19
Calles principales 93 100 2 3
Centro barrios 28 39 21 8
Periferia barrios 26 33 17 7
Áreas comerciales e industriales - - 6 25
Fuente: Abbott, 1997.
Nota: «Centros regionales» incluye los grandes centros suburbanos y las áreas que los rodean;
«centros de ciudades» incluye pequeños centros suburbanos; «corredores de transporte»
incluye las vías de ferrocarril y las autopistas; «calles más importantes» incluye las calles
comerciales y peatonales conectadas con tranvía.
Resultados
Portland está considerada como una de las ciudades mejor
planificadas y con más calidad de vida de los Estados Unidos. El
modelo de ciudad compacta ha conseguido unir los intereses de los
sectores ecologistas y los defensores de los valores sociales y
culturales de la vida urbana y goza de un importante consenso a nivel
político.
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Antecedentes
Estocolmo tiene un carácter único definido por su paisaje, que
combina el color verde, resultado de la preservación de espacios
abiertos, con el azul, que refleja el agua que rodea las islas sobre las
cuales se ha construido la ciudad.
Las buenas condiciones ambientales y de vivienda de Estocolmo
son el resultado de la planificación urbana efectuada durante el pasado
siglo. En los años veinte, el Ayuntamiento ya desarrollaba un papel
importante en la planificación urbanística, con la compra de terrenos
para el desarrollo urbano y la preservación de áreas verdes. En los
años cincuenta, Estocolmo respondió al reto del crecimiento urbano
con la localización de la vivienda a lo largo de los corredores de
transporte, la creación de suburbios planeados como unidades de
vecindad, la proyección de parques verdes dividiendo los barrios y la
inversión en transporte público.
Durante las últimas décadas del siglo XX, no obstante, aparecieron
diversos problemas, como el incremento del tráfico, la localización de
las industrias en la periferia, que dejaba suelo abandonado en el
centro, o la segregación social y étnica en los suburbios. Para
responder a estos nuevos retos, el Plan de Ciudad de Estocolmo de
1999 se planteó como objetivo principal construir la ciudad hacia
adentro reutilizando tierras abandonadas. El primer desarrollo realizado
bajo este plan fue la creación del barrio de Hammarby Sjöstad.
FIGURA 1
Fuente: http://www.cafedelasciudades.com
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Contenido
Hammarby Sjöstad es el proyecto de desarrollo urbano más
importante que se ha realizado en Estocolmo en los últimos años. Una
antigua área industrial y portuaria está siendo transformada en un
centro residencial y de trabajo que prevé ubicar a cerca de 30.000
personas hasta el año 2010.
Hammarby Sjöstad es un ejemplo de la voluntad de dotar a los
suburbios de valores urbanos, con la inclusión de plazas, calles
comerciales y un mix entre trabajo y vivienda. Combina, además, el
carácter tradicional de un centro urbano con elementos
arquitectónicos innovadores. El carácter céntrico tradicional se refleja
en las dimensiones estrechas de las calles, las alturas de los edificios,
la alta densidad urbana y el uso mixto del espacio entre vivienda y
trabajo. Los elementos modernos pretenden recoger los valores de las
áreas urbanas contemporáneas que se fundamentan en el espacio
abierto y aireado. Responden a esta filosofía la creación de parques,
las panorámicas sobre el agua o diversas soluciones arquitectónicas
como el dúplex, el vidrio, las terrazas horizontales y la potenciación de
balcones y terrazas.
Asimismo, destacan las inversiones destinadas a la reducción del
uso del coche. El barrio está bien conectado a través del transporte
público que incluye, entre otros, el tranvía Tvärbanan o el trasbordador
que cruza el canal de Hammarby. Dispone también de un sistema de
alquiler de coches destinado a los residentes locales.
Resultados
Es pronto para analizar los resultados del barrio de Hammarby
Sjöstad, puesto que todavía no se ha desarrollado en su totalidad. No
obstante, es evidente que responde a un modelo de ciudad compacta
muy consolidado en Estocolmo y que ha permitido que en esta ciudad
el uso del transporte público para desplazarse desde los suburbios
hasta el centro se sitúe alrededor del 70%. El crecimiento compacto y
la reutilización de suelo ha permitido, además, la protección de
espacios naturales cerca del área urbana, que se traduce en la
elaboración de un Mapa Verde elaborado paralelamente al Plan
General. En el caso de Hammarby Sjöstad, destaca su proximidad a la
Reserva Natural de Nacka.
Referencias PEMER, M. (2001) Developing a sustainable compact city in Stockholm, Sweden URL:
<http://www.unhabitat.org/istanbul+5/7-Sweden.PDF>
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Fecha: 1997
Antecedentes
La ciudad de Ámsterdam se sitúa en el área más densamente
poblada y más industrializada de Holanda, el Randstad. El primer
planeamiento urbanístico de Ámsterdam se llevó a cabo en 1935.
En 1959, un nuevo plan proyectó una estructura de la ciudad en forma
de mano, de tal manera que los crecimientos se planteaban a lo largo
de los corredores de transporte y entre estas áreas se definían zonas
verdes. A partir de entonces, la apuesta por la ciudad compacta se ha
basado en la realización de un uso intensivo y mixto de la estructura
urbana de ciudad y la mejora del transporte público.
En 1994, el Parlamento holandés aprobó tres documentos
importantes en materia de tráfico y transporte, ambiente y desarrollo
urbano para el período 1995-2005. Además, por cada región del país
se estimó el crecimiento futuro y su localización. En la región de
Ámsterdam se calculó que se requerían 100.000 nuevas unidades
residenciales hasta 2005, de las cuales cerca de 45.000 tenían que ser
construidas en la misma ciudad de Ámsterdam. De éstas, 24.000
podían localizarse en áreas de renovación urbana y 3.000 en una
pequeña extensión al suroeste. Para el resto de las 18.000 unidades
residenciales se proyectó un nuevo distrito urbano, el barrio de Yburg.
Contenido
La única ubicación posible para el nuevo barrio era el este. En el oeste
se encuentra el aeropuerto y una zona industrial, y en el sur y norte
FIGURA 2
Fuente: http://www.ijburg.nl
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Resultados
El distrito de Yburg está en plena construcción. Los primeros
resultados indican que se han cumplido los objetivos propuestos. El
desarrollo realizado hasta el momento se ha basado en la construcción
de manzanas con bloques de 170 metros de largo por 90, 80 o 70 de
ancho y una altura máxima de cinco plantas. La circulación de coches
sólo es prioritaria en los puentes que comunican las islas. En las zonas
centrales tienen prioridad las bicicletas y los peatones, mientras que
los coches pueden circular a un máximo de 30 km/h. Los interiores de
las manzanas son áreas libres de coches.
Referencias OSKAM AB W. (2000). Yburg, The New «Green» Extension of the City of Amsterdam.
URL: <http://www.asu.edu/caed/proceedings00/OSKAM/oskam.htm>
Web del distrito de Yburg: URL: <http://www.ijburg.nl>
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Antecedentes
Vitoria-Gasteiz es una ciudad con buena calidad de vida, unos altos
niveles de renta y una elevada concienciación de la población en temas
ambientales. Se caracteriza, además, por un desarrollo urbano
respetuoso con el entorno, favorecido por el crecimiento escalonado
de la población a lo largo del tiempo.
El origen del Anillo Verde se sitúa en el Plan General de
Ordenación de 1986, que propuso completar el sistema de zonas
verdes urbanas con la recuperación de casi 300 ha de espacios no
edificables en localizaciones próximas a la ciudad. Se pretendía de
este modo dar solución a los problemas de la periferia de la ciudad,
donde existen zonas de alto valor ecológico pero sin vocación de uso
definida y sometidas a constantes agresiones de todo tipo, como los
vertidos incontrolados, las talas de bosques, los incendios, graveras
abandonadas o la desecación de zonas húmedas.
A partir de entonces, el Centro de Estudios Ambientales,
organismo público integrado en la Concejalía de Medio Ambiente del
Ayuntamiento de Vitoria, lideró este proyecto a través de la compra de
terrenos, la realización de actuaciones de restauración de espacios
degradados y el acondicionamiento de caminos e itinerarios
peatonales. Finalmente, la revisión del Plan General, aprobada en 1999,
incluía de manera oficial el Anillo Verde.
Contenido
El Anillo Verde de Vitoria-Gasteiz es un proyecto de recuperación de
una serie de espacios naturales que actúan como pulmón verde y que
sirven de transición entre el medio urbano y el medio rural. Se
pretende destinar todos estos espacios a la conservación de la
naturaleza y al uso público, además de conectarlos con los montes de
Vitoria, un espacio natural de más de 5.000 hectáreas situado al sur
de la ciudad.
El Anillo Verde está formado por terrenos de titularidad
pública y alcanza actualmente una superficie de 422 hectáreas que
incluyen las riberas del río Zadorra, el bosque de Armentia, las
Campas de Olárizu, las antiguas zonas húmedas de Salburua y el
monte de Zabalgana. Se trata de enclaves naturales de gran valor
ecológico y paisajístico, con una vida vegetal y animal muy rica y
diversa y dotados de los equipamientos necesarios para acoger al
visitante. En consecuencia, son lugares muy adecuados para el
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Resultados
La mejora de la calidad paisajística de los espacios naturales de la
periferia de la ciudad ha generado un gran número de beneficios
ambientales, sociales y económicos. Entre éstos destacan el aumento
de la biodiversidad, la regeneración de áreas contaminadas, la mejora
en el acceso y disfrute de la naturaleza por parte de la población, el
aumento de la oferta en educación ambiental o la aparición de nuevas
oportunidades de acceso al empleo para jóvenes parados en los
sectores de mantenimiento y gestión de zonas verdes y de educación
y comunicación ambiental.
No obstante, uno de los logros más importantes es que la
progresiva aceptación del concepto de «anillo verde» por las
autoridades ha permitido que se defienda la conservación de estos
espacios naturales para el ocio frente a usos urbanizadores y
residenciales planteados con anterioridad en la periferia de la ciudad.
Esto ha obligado a replantear los nuevos desarrollos urbanos con el
objetivo de minimizar la ocupación. Durante el año 2003, el 70% del
nuevo crecimiento se localizó sobre suelo artificializado o sobre suelo
abandonado, mientras únicamente el 30% (232.701 m2) se realizó
sobre suelo virgen. Además, el Ayuntamiento se empieza a plantear la
necesidad de aumentar la densidad edificatoria en las nuevas zonas
residenciales. Por ejemplo en los suelos urbanizables de Salburua y
Zabalgana se proponen actualmente 45 viviendas por hectárea, por
encima de las 33 proyectadas inicialmente.
El sistema de protección de los espacios naturales, basado en su
titularidad pública, se ha mostrado muy eficiente al simplificar
notablemente su gestión, que se basa en la aprobación de un
documento de planificación propio con rango normativo. No obstante,
presenta el inconveniente de que la delimitación final de estos espacios
es objeto de los correspondientes planes parciales. La planificación y
ejecución del Anillo Verde está, en consecuencia, supeditada al
desarrollo de los planes de crecimiento de la ciudad.
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Antecedentes
La isla de Menorca es un destino turístico que tiene como puntos
fuertes la tranquilidad y su rico patrimonio natural y cultural, que le
han valido su denominación como Reserva de la Biosfera. No obstante,
en los últimos años el crecimiento de la demanda turística ha
encendido las luces de alarma ante la posibilidad de sobrepasar la
capacidad de carga de la isla y diluir todos estos puntos fuertes. En
agosto de 2001 se llegó a una punta de 176.454 personas, cuatro veces
más que durante los meses de invierno.
El año 1999 se creó la Ley General Turística de Baleares, de la
cual derivó una moratoria que impedía el crecimiento de nuevas plazas
turísticas si no era permutando plazas obsoletas por plazas nuevas. A
pesar de que efectivamente la ley supuso la no concesión de licencias
para levantar nuevos hoteles, el mercado de viviendas y apartamentos
residenciales creció como nunca. Un porcentaje muy alto de este
desarrollo urbanístico acabó en el mercado turístico, ya sea de una
forma ilegal, utilizando canales de comercialización turística sin
autorización, o a través de préstamos a amigos y familiares.
De este modo, no se conseguía el objetivo de detener el aumento
de plazas turísticas, y además se incorporaban al mercado turístico
nuevas plazas sin ningún tipo de control ni garantía de calidad. La
Fuente: http://www.aj-esmercadal.org
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Contenido
El objetivo del Plan Territorial Insular de Menorca es preservar el
entorno de la isla limitando su crecimiento territorial, urbanístico y
turístico de acuerdo con el criterio de capacidad de acogida. El punto
de partida es considerar todo el crecimiento (excepto el de los núcleos
tradicionales) como crecimiento turístico, sin diferenciar viviendas
unifamiliares o plurifamiliares, apartamentos residenciales o turísticos
u hoteles.
De este modo el Plan propone recalificar los suelos urbanizables
existentes y limitar el desarrollo urbanístico al crecimiento vegetativo
previsto en los núcleos tradicionales. Este crecimiento no podrá
superar en los próximos diez años las 10.749 plazas de alojamiento, ya
sean residenciales o turísticas, o las 439 ha de suelo urbanizable.
Además se aumenta considerablemente el suelo rústico protegido.
Hay que destacar que, en el caso de Menorca, el aumento de
densidad no aparece como una preocupación, sino que el objetivo
básico es contener el crecimiento. En este sentido, en Maó y Ciutadella
se fija una altura máxima de planta baja más 3 y en el resto de
municipios, de planta baja más 2. Esto se traduce en densidades
relativamente bajas. En Maó y Ciutadella se fija una densidad mínima
de 20 viviendas por hectárea y máxima de 40 viviendas por hectárea.
En el resto de municipios el rango oscila entre las 20 y las 30
viviendas por hectárea.
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Resultados
Todavía es muy pronto para hablar de resultados. No obstante,
destaca la baja oposición que ha suscitado la aplicación del Plan, lo
que demuestra el consenso general, desde los ecologistas hasta los
empresarios del turismo, sobre la necesidad de frenar el crecimiento
urbanístico.
Por otro lado, la implementación del Plan está desviando la
presión inmobiliaria hacia los cascos urbanos de los núcleos
tradicionales. Durante los seis primeros meses del 2004 los proyectos
de construcción de complejos residenciales habían aumentado un
80,4% respecto del mismo período del año pasado. Además, las
promotoras están dirigiendo su liquidez económica a la adquisición del
poco suelo urbano edificable existente. El Colegio de Arquitectos de les
Illes Balears y la Asociación de Promotores Inmobiliarios advierten del
incremento del precio del suelo y, por extensión, de la vivienda que se
puede generar. No obstante, para dar respuesta a esta problemática y
garantizar el acceso a la vivienda de todos los sectores sociales, el
propio Plan Territorial incorpora un 40% de plazas de protección
oficial.
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Antecedentes
Mollet del Vallès es un municipio situado en el área metropolitana de
Barcelona, un territorio que en las últimas décadas ha crecido
espectacularmente. En el año 1970, el Ministerio de la Vivienda
proyectó la construcción de una gran ciudad que descongestionara el
centro de Barcelona en un área agrícola y forestal de 1.472 ha que
afectaba a siete municipios, principalmente Mollet. Se inició entonces
una Actuación Urbanística Urgente, que tomó el nombre del núcleo de
población de Santa Maria de Gallecs, situado en el corazón del
espacio, y se emprendió el proceso de expropiación de los terrenos.
Durante los años ochenta, la aprobación de varios Planes Parciales
llevó a urbanizar más del 40% de la superficie proyectada.
Actualmente siguen sin urbanizar unas 800 ha.
Desde su inicio, el proyecto fue cuestionado por ayuntamientos,
entidades ciudadanas y grupos ecologistas que reivindicaban la
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Contenido
El Plan Especial de Protección de Gallecs tiene como objetivo declarar
el área de Gallecs no urbanizable y, más concretamente, área de
especial protección, con la finalidad de conservar y mejorar sus
especiales valores ecológicos, agrícolas, paisajísticos y arquitectónicos,
compatibilizándolos con el uso público. En el documento se subraya la
importancia de sus valores naturales en un contexto territorial
densamente urbanizado y su interés bioestratégico al formar parte de
una red de espacios naturales que todavía están conectados entre sí.
La preservación de Gallecs responde a un modelo urbanístico
proyectado por el Ayuntamiento de Mollet, basado en la concentración
de los usos urbanos al sur de la autopista A-7, dejando la mitad norte
del término municipal como espacio libre destinado a usos agrícolas,
de equipamientos y de ocio.
Resultados
El mes de enero de 1999, la Generalitat de Catalunya denegó la
aprobación definitiva del Plan Especial de Protección de Gallecs al
considerar insuficientes los valores naturales de Gallecs. De este modo,
el documento no pudo ser aplicado pero fue la base de actuación del
Consorci de l’Espai Rural de Gallecs, que trabaja para la conservación
y mejora de este espacio.
No obstante, en octubre de 2004 el nuevo gobierno de la
Generalitat aprobó inicialmente un plan director urbanístico que
garantiza la protección de Gallecs y reconoce la validez del Plan
Especial de Protección redactado por el Ayuntamiento. Los terrenos de
Gallecs se convierten, así, en espacio libre, mientras que su titularidad
sigue siendo pública. Además, la Generalitat incluirá Gallecs dentro del
Plan Territorial Metropolitano como espacio abierto y el Departament
de Medi Ambient lo asimilará en el Pla d’Espais d’Interès Natural.
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Antecedentes
La ciudad de Bolonia, situada entre el río Po, el mar Adriático y los
Apeninos, es un lugar de encuentro para quien cruza Italia de norte a
sur o de este a oeste. De este modo, se ha convertido en un lugar
privilegiado de intercambio de ideas y mercancías, favoreciendo el
asentamiento y desarrollo de prestigiosas actividades culturales,
manufactureras y comerciales. No obstante, históricamente el
crecimiento urbano ha sido reducido y la Administración ha
optado por contener el crecimiento para favorecer la calidad
de vida.
Sin embargo, Bolonia ha resultado afectada en las últimas
décadas por los fenómenos típicos de las ciudades europeas, y se ha
producido una expulsión de residencia y funciones del área central que
ha tenido como resultado una dispersión de los asentamientos. De
este modo, en el centro histórico las viviendas y las pequeñas
actividades comerciales han sido sustituidas progresivamente por
oficinas y bancos, y la ciudad se ha expandido por todo el territorio
circundante superando los límites del término municipal de Bolonia.
Los costes ambientales y sociales de este modelo de crecimiento
obligaron a replantear la estrategia, y a principios del año 2000 se
inició la elaboración de un planeamiento a nivel de provincia, en
coherencia con la ley 142 de 1990 que atribuía a la provincia amplias
competencias en planificación urbanística.
Contenido
El PTCP se propone contrarrestar la tendencia a la dispersión de los
asentamientos a través de la estrategia de «difusión concentrada» o
«descentramiento sobre los centros». Esta estrategia toma como punto
de partida el policentrismo, valoriza las potencialidades de los centros
urbanos, privilegia polos urbanos donde ya hay un mix de funciones y
opta por contener la difusión de los asentamientos.
En la ciudad de Bolonia el objetivo principal es la recalificación
urbana, con el fin último de mantener en el centro de la ciudad un mix
de funciones residencia/comercial/productivo en contra de la
tendencia actual a la terciarización y la expansión de la residencia en
las áreas periurbanas. Se excluyen, además, la oferta de nuevas áreas
de urbanización para proteger las áreas agrícolas periurbanas y evitar
una expansión de la superficie impermeable, que agravaría los
fenómenos de subsidencia y el riesgo hidráulico en la llanura.
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Resultados
El Piano Territoriale di Coordinamento Provinciale ha sido aprobado
muy recientemente, por lo que todavía no se pueden analizar sus
resultados.
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Contenidos
La Comunidad de Aglomeración, de acuerdo con la ley marco, gestiona
competencias de tres tipos: obligatorias, opcionales y facultativas. Las
que tienen implicaciones en el modelo territorial de la Comunidad se
encuentran principalmente entre las primeras, las obligatorias, donde
específicamente se hace referencia a la «ordenación del espacio
comunitario y de los transportes urbanos». Además, de manera
indirecta, competencias que quedan bajo los apartados de «ambiente»
(gestión de residuos, etc.), «equilibrio social de la vivienda» y
«economía», sin duda, también tienen efectos en la ordenación
territorial.
Dentro de la competencia de «ordenación del espacio
comunitario», la Comunidad define unos «Nuevos Instrumentos» que,
a su vez, derivan de otras leyes territoriales. Son específicamente tres:
el Proyecto de Aglomeración, el Contrato de Aglomeración y,
finalmente, el Esquema de Coherencia Territorial (SCOT). El SCOT
se encuentra en fase de redacción, abierta a la participación no
institucional, que ha de llevar a finales de 2004 a la aprobación de un
Proyecto de Ordenación y de Desarrollo Sostenible (PADD) donde se
definen las líneas estratégicas del SCOT. El SCOT consiste en un
documento que tiene como principal objetivo definir los límites entre
los espacios urbanos o adecuados para la urbanización y los espacios
naturales y agrícolas.
En su presentación fija seis criterios que, sin duda, tienen que ver
con la preservación y promoción de un modelo urbano más compacto.
Estos seis criterios son: la protección y valorización de los espacios
naturales y agrícolas; la localización de los desarrollos urbanos
próximos a los sistemas de transportes públicos; una gestión
contenida del espacio mediante formas de urbanización compacta;
aproximar los centros de actividad y los residenciales; un reparto
equilibrado y diverso de la oferta residencial; y, por último, una
localización equilibrada de los servicios y equipamientos de
proximidad. En definitiva: menos consumo de suelo, integración entre
desarrollos urbanos y transporte público y política para la integración
de funciones urbanas.
Este esquema director, además, tendrá que coordinar otros
instrumentos existentes a escala de Aglomeración, como el Plan de
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Resultados
La aprobación definitiva del SCOT se prevé para finales de 2005.*
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Contenidos
Esta propuesta pretende redefinir los espacios, las cantidades y las
formas de crecimiento urbano del municipio de Roses. Aprovechando
Fuente:http://www.gencat.net/ptop/actuacions/hipermapa.htm
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Joan Vicente i Rufí, • Políticas para la contención del proceso de urbanización dispersa
Moisès Jordi i Pinatella
Resultados
Este proyecto de revisión del plan general se encuentra en trámite,
concretando algunos aspectos a partir de las prescripciones impuestas
por la Comisión de Urbanismo de Girona. Prescripciones que no
modifican sustancialmente la propuesta municipal.
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1. Ver al respecto el artículo de los mismos autores en el primer bloque del libro.
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Ferrocarriles
A pesar de la baja densidad de la red ferroviaria en el ámbito
metropolitano, se considera ésta de capital importancia tanto en la
aparición de las urbanizaciones (las primeras urbanizaciones les son
tributarias) como en el actual rol de las estaciones como nodos de
intermodalidad.
La existencia de dos redes ferroviarias, no conectadas entre sí por
un problema de distinto ancho viario, Cercanías de la compañía Renfe
y FGC con 3 líneas (Metro del Vallès, de Igualada y de Manresa), está
resultando fundamental en la articulación del transporte público
regional y de una parte considerable de las urbanizaciones
residenciales, ya sea por su proximidad, ya sea mediante la conexión
con autobús.
La integración tarifaria ha supuesto un incremento de usuarios de
los ferrocarriles: en el transcurso del año 2002, se produjo un
incremento de usuarios de un 8% para el servicio de Renfe y de un
4,3% en el 2003 para el conjunto de líneas de los FGC.
La transformación de los ferrocarriles en un metro suburbano
está suponiendo un gran esfuerzo de inversión y mejora en la oferta de
servicios, desde el desdoblamiento de vías hasta la implantación de
autobuses de aportación, pasando por el aumento de servicios y
de frecuencias de paso.
Estas acciones se ven complementadas por la oferta de nuevos
servicios, como la extensión del servicio de transporte escolar en la
línea del Metro del Vallès, restringido hasta la fecha a cuatro escuelas
cercanas a las estaciones de tren.
El actual mayor uso de los ferrocarriles ha puesto de relieve las
insuficientes inversiones en los últimos años en sus redes, lo que actúa
como un freno fundamental en la vertebración de la RMB.
Compartir coche
Existen numerosas iniciativas, la mayoría a través de páginas web, para
la promoción del coche compartido, desde la red de adhesiones en
que se difunde la red de ciudades y entes que fomentan la movilidad
sostenible, pasando por universidades y ayuntamientos.
Se ha puesto de relieve la necesidad de promover carriles
reservados a los Vehículos de Alta Ocupación (en las vías de acceso a
Madrid se han habilitado carriles VAO con buenos resultados) que
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Las bajas Los crecimientos en baja densidad basados en las urbanizaciones con
densidades, el predominio inicial de la segunda residencia se caracterizan por una
crecimiento por infradotación en equipamientos, públicos y privados.
sustitución y los En los últimos 25 años se han producido importantes cambios
equipamientos sociales que se han traducido en unas mayores exigencias en la
prestación de servicios y en su calidad. En fechas más recientes, se ha
Consideraciones producido una desconcentración residencial que ha tomado como una
iniciales de sus bases el importante parque de viviendas de segunda residencia,
normalmente en casas unifamiliares aisladas.
En un principio, el uso temporal de las viviendas llevaba asociada
una cierta indiferencia por parte de usuarios, promotores y
administraciones hacia la oferta de servicios y equipamientos, pero la
transformación residencial ha supuesto un importante crecimiento sin
que los servicios y equipamientos estuvieran dimensionados para
estos nuevos umbrales de población.
Por ello, las demandas de escuelas, centros de asistencia
sanitaria, etc. no han tardado en ser oídas, a la par que los nuevos
residentes utilizan los equipamientos en centros urbanos mejor
dotados, aumentando con ello la movilidad y su dispersión en el
territorio.
Se ha añadido a todo ello el hecho de que el crecimiento haya
desbordado los límites municipales y que muchos de estos
asentamientos se emplazan a distancias considerables del núcleo
principal del municipio.
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A pesar de ello:
• Cuando se analiza la dotación de equipamientos a microescala
(urbanización y/o núcleo de población) y a escala regional, aparece
clara una lógica en la distribución espacial de los servicios y
equipamientos y en los circuitos de relación entre éstos y los usuarios.
• Los equipamientos educativos, sanitarios y culturales pueden
ayudar a reforzar los nodos de relación de las urbanizaciones con el
entorno urbano, mientras que los culturales, sociales, deportivos y de
ocio pueden reforzar su cohesión.
• La existencia de administraciones supralocales ayuda a corregir
algunos de los conflictos entre administraciones locales, al proveer
de algunos servicios a los que éstas no pueden hacer frente
(por ejemplo autobuses escolares).
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Diagnóstico: Hay que señalar con claridad que estas construcciones son
dificultades y insostenibles por las siguientes causas:
oportunidades • Consumen un porcentaje de suelo muy elevado en
comparación con otras formas urbanas más densas.
• Demandan recursos en servicios, equipamientos e
infraestructuras que obligan a unas inversiones por habitante muy
elevadas.
• Los gastos de mantenimiento de la casa, la calle, los residuos,
etc. también son superiores.
• Los costes derivados de la alta movilidad en términos de
tiempo empleado por desplazamiento, contaminación atmosférica y
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En el saldo positivo:
• La gestión de los RSU y reciclables se efectúa cada vez más
por entidades supramunicipales.
• Los aún elevados déficits en infraestructuras pueden ser
entendidos como una oportunidad en el momento de plantear el
proyecto de urbanización.
Otras experiencias Las experiencias a escala internacional son muy amplias y dispares.
Reseñar cada una de ellas, aunque fuera brevemente, acabaría
resultando un trabajo desproporcionado, dada la diversidad de
escalas y temáticas. Queremos destacar únicamente la experiencia
del nuevo asentamiento de Oikos (600 viviendas) dentro del proyecto
más amplio de Eschmarke en Enschede (Holanda), en que se primó
el uso de la energía solar, se promovió el transporte público y los
recorridos peatonales y de bici. Se recomienda la visita al siguiente
sitio web y a través de él podrá seguirse el hilo del conocimiento
internacional:
URL: <http://www.iclei.org>
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Experiencias La cultura y ocio son dos campos de acción muy tentadores tanto para
la sociedad civil como para la administración en general. De hecho,
existen innumerables acciones orientadas a la difusión de las
actividades culturales y de ocio que se dan en nuestra sociedad.
Ahora bien, se considera que son escasas las acciones
encaminadas a crear una red en que entidades, administraciones y las
diferentes escalas territoriales queden interconectadas.
Por esta razón se quiere destacar aquí la iniciativa del Centre
d’Estudis i Recursos Culturals de la Diputació de Barcelona, para crear
un Sistema de Información Cultural.
A pesar de que su trabajo está dirigido sobre todo a las
administraciones locales, ha de aceptarse que será básicamente en
estos entes (local y supralocal) donde surjan las iniciativas
encaminadas a convertir los crecimientos en bajas densidades en
organismos vivos y también serán estas administraciones las que
carguen con sus lentas y costosas transformaciones.
A. Objetivos y finalidades
El Sistema de Información Cultural tiene por finalidad aportar al área
de cultura y sus interlocutores sectoriales y territoriales la información
necesaria para poder planificar, ejecutar y evaluar sus intervenciones, y
establecer relaciones de orden diverso.
Este sistema se concibe como instrumento central en la
cooperación con los municipios, puesto que la mayor parte de
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B. Organización
El Sistema de Información Cultural está configurado por diversas bases
de datos vinculadas que incorporan tres niveles de información
complementaria:
• Descripción territorial de los agentes y las actuaciones
culturales de los municipios de la provincia, con especial atención a
sus recursos, programas y actuaciones. Este nivel conforma el Banc
d’Informació Cultural. Desde este nivel han de producirse outputs de
carácter cartográfico y referencial, mapas, directorios, explotaciones
estadísticas, etc.
• Información relativa a la producción/oferta de productos y
servicios culturales y de consumo/demanda cultural en el marco
territorial de la provincia. Este segundo nivel se fundamenta en los
trabajos sectoriales realizados por las otras unidades del área de
cultura y en la concertación con instituciones especializadas y/o de
rango superior para hacer posible la obtención de economías de escala
y el aprovechamiento racional de los recursos.
• Evaluación y análisis de las políticas culturales locales. Este
tercer nivel requerirá conectarse con el despliegue de un sistema de
indicadores de recursos y producción para la evaluación del impacto
de las políticas locales.
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Oportunidades
• Todos los propietarios son iguales, soportan un coste similar y
proporcional a su propiedad.
• Una buena parte desea las obras y está dispuesta a pagarlas.
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Situación inicial La mayor parte de las urbanizaciones habían efectuado las cesiones a
raíz de la revisión del Plan General, que legalizó en suelo urbano todas
las parcelaciones existentes. Los promotores habían vendido la gran
mayoría de parcelas y efectuaron las cesiones a cambio de no ser
reclamados para realizar a su cargo las obras de urbanización
pendiente.
Algunas de las urbanizaciones tenían constituida la Junta de
Compensación, en general sin la presencia de los promotores iniciales.
Las parcelaciones La Creu Nova y Els Carsos, colindantes con el
casco urbano, estaban realizando obras.
Dos estaban recién urbanizadas con unos buenos estándares:
Santa Maria de l’Avall, con servicios de suministro canalizados que no
ejecutaron el saneamiento que aún sigue pendiente, y la segunda, La
Creu Sussalva, con los servicios aéreos y un estándar más ajustado
aunque aceptable.
En el resto de parcelaciones, el 40% disponía de pavimentación
aunque muy deteriorada.
El 55% tenía alumbrado público, aunque muy insuficiente.
Todas tenían suministro eléctrico sobre tendidos aéreos con
redes insuficientes u obsoletas.
El suministro de agua (captación y distribución en baja) había
sido cedido en concesión a Sorea en el 60% de los casos, mientras
que el resto la gestionaban los propios vecinos.
Ninguna de las 22 urbanizaciones disponía de alcantarillado, y
mediante fosas sépticas y pozos negros vertían sus aguas residuales
que filtraban al terreno. En verano se producían situaciones que
comprometían la salubridad pública.
La presión sobre las autoridades municipales era enorme, y el
peso de los votos de los habitantes de las urbanizaciones adquiría
mayor importancia.
Por todo ello, el alcalde requirió la ayuda de la Diputació de
Barcelona, que encargó dos estudios: el primero determinó que el
importe de los déficits que había que subsanar era de 10.000 millones
de ptas. (60 millones de euros) y que los costes de mantenimiento
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Anexo
El corredor Martorell-Igualada
(B-224 y C-244)
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Datos generales
Más de la mitad de las urbanizaciones son de un tamaño grande, con
proliferación de parcelas pequeñas, de unos 400 a 500 m2; de hecho,
es el sistema con un mayor número de parcelas por urbanización, con
lo que ello significa en densidad de uso y alteración del paisaje, pues
presentan un aspecto más denso y colmatado.
TABLA 1
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Diagnóstico general
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Oportunidades y retos
La cercanía a Igualada hace pensar que el crecimiento de la primera
residencia continuará y que muchas parcelaciones terminarán siendo
núcleos estables de población, puesto que la aglomeración urbana en
torno a la ciudad de Igualada (Santa Margarida de Montbui, Vilanova y
Òdena con su aeródromo) aún no ha empezado a desarrollar sus
potencialidades, pero dispone de una fuerte capacidad como para
liderar proyectos colectivos de carácter supramunicipal y generadores
de empleo y crecimiento.
Este incremento del número de habitantes generaría un aumento
de las demandas de servicios, y al tiempo una mayor densidad de
interrelaciones que redundaría en la posibilidad de construir un
sistema urbano más complejo.
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• Habría que hacer coincidir las estaciones con los nuevos nodos
de comunicación y actividad, dotados de aparcamiento, y reforzarlos
con algunos equipamientos y servicios básicos.
• Habría que desplazar la estación de Capellades hacia el núcleo
de población, porque interrumpe el conector principal entre los dos
PEIN.
• Es preciso racionalizar las líneas de autobús, considerando el
conjunto de la movilidad del sistema y coordinando los recorridos y
frecuencias.
• Se debería incentivar el uso compartido del coche y otros
recursos que limiten el uso del vehículo privado individual, que aun así
seguirá teniendo un peso importante, en especial para recorridos de
proximidad.
• Hay que mejorar los ejes de comunicación entre las
urbanizaciones con los nodos de transporte y con los núcleos de
población para hacerlos más accesibles y cercanos.
• Habría que recuperar los itinerarios rurales y caminos para
favorecer los paseos y el uso de la bici.
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¿En busca de calidad Sin poner en duda los cambios sociales que generan una mayor
de vida o en busca de demanda de vivienda unifamiliar, algunas observaciones empíricas
una vivienda permiten, como mínimo, poner en duda que ello responda solamente a
asequible? una opción de vida. Carme Trilla,1 García-Montalvo2 y otros estudiosos
de la vivienda han analizado esta cuestión a fondo. Sirva como
recordatorio la estructura de precios de la región metropolitana de
Barcelona. A pesar de que los datos son solamente de algunas de las
principales ciudades, se observan claramente los precios decrecientes
desde el centro (gráfico 1). Exceptuando la costa del Garraf, el precio
medio decrece por coronas en relación con Barcelona. En 2005, los
precios medios de la segunda corona se aproximan a los del área
central. Los nuevos desarrollos de vivienda ya llegan a Manresa,
Igualada, Vilanova y a los municipios de los entornos metropolitanos
de estas ciudades de la tercera corona metropolitana.
Por tanto, la explosión de la ciudad es, en primer lugar, una
cuestión de mercado de la vivienda. A igual precio en la periferia, ¿hay
una preferencia por la casa unifamiliar? Quizá. Pero, sin duda, sin
políticas de vivienda en las ciudades, la dispersión avanza.
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Frederic Ximeno • Espacios libres y centros urbanos para contener la baja densidad
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Tecnigrama para algunas ciudades de la región
metropolitana de Barcelona.
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El traslado de la factoría Seat desde la Zona Franca a Martorell y el desarrollo del Parque de
proveedores en Abrera han impulsado el traslado de muchos trabajadores que, tras la venta de su
piso a un precio mayor en el área central, han adquirido una vivienda unifamiliar cerca del puesto
de trabajo. Y, sin embargo, existe una fuerte dinámica de reubicación hacia los núcleos urbanos
del entorno: Martorell, Esparreguera y Olesa.
Fuente: Elaboración propia para el Plan Estratégico de Abrera. Socintec, 2001.
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Frederic Ximeno • Espacios libres y centros urbanos para contener la baja densidad
500
Barcelona Sitges Cubelles
Hospitalet de Llobregat, L’ Sant Pere de Ribes
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400
350
300
250
200
150
100
50
0
1996 1997 1998 1999 2000
Se observa el fuerte incremento de Barcelona como origen de los nuevos residentes. Sin
embargo, el núcleo vecino de Sant Pere de Ribes, intensamente desarrollado con formatos de
baja densidad, es el segundo origen y tiende a crecer como aportador neto de nuevos residentes.
Fuente: Elaboración propia para el Plan Estratégico de Vilanova i la Geltrú, Socintec, 2001.
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Frederic Ximeno • Espacios libres y centros urbanos para contener la baja densidad
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Frederic Ximeno • Espacios libres y centros urbanos para contener la baja densidad
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Frederic Ximeno • Espacios libres y centros urbanos para contener la baja densidad
10. FOLCH, R.; XIMENO, F. (2003). Criteris de Sostenibilitat territorial per a Catalunya.
Documento para el Departament de Política Territorial i Obres Públiques. Generalitat
de Catalunya. Inédito. 204 pp.
11. FOLCH, R.; CAPDEVILA, I. (2005). L’energia en l’horitzó 2030. Barcelona: Ed.
Departament de Treball i Indústria, Generalitat de Catalunya, 213 pp.
12. ATM-SENER (2005). Costos socials i ambientals del transport a la RMB. URL:
<httpwww.atm-transmet.org/cat/pdm/web/Arxius/Costos%20socials%20i%20ambientals%
20 del%20transport%20a%20la%20RMB.pdf>
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23706 BD-16.qxp:23706 BD-16 20/9/07 19:34 Página 438
Tipologías propias de los años 60-70 Tipologías propias de los años 70-80
Tipologías propias de los años 80-90 Tipologías propias del año 2004
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Frederic Ximeno • Espacios libres y centros urbanos para contener la baja densidad
MAPA 3 Esquema territorial básico de la costa norte del Baix Penedès, en el entorno de Calafell
Zonas residenciales y urbanas de baja densidad Áreas urbanas Zona industrial de Calafell
Vacío urbano construido de alta densidad Zona de crecimiento urbano de Calafell
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Frederic Ximeno • Espacios libres y centros urbanos para contener la baja densidad
Planificación
territorial y sectorial para la
moderación de consumo espacial
y mixticidad
Centralidades Terciarización
en la ciudad de baja densidad de la actividad agroforestal
Las políticas deben centrarse esencialmente en los núcleos urbanos y los espacios libres, no sólo en términos de planificación territorial y
urbanística, sino desde una óptica integral de cambios en los modelos productivos, de orientación de la inversión pública, así como de las
funciones reguladoras y de gestión. Los cuatro aspectos destacados en cada cuadrante son, a mi juicio, las principales vías de intervención en
esta matriz, aunque no las únicas.
Fuente: Elaboración propia.
14. FOLCH, R.; XIMENO, F.; CAPDEVILA, I. (2004). Concurrent metropolitan planning.
Colección Prospectiva 3. Barcelona: Ed. Pla Estratègic Metropolità de Barcelona.
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Frederic Ximeno • Espacios libres y centros urbanos para contener la baja densidad
16. FOLCH, R. (coord.) (2003). El Territorio como sistema. Barcelona: Ed. Diputació
de Barcelona.
17. FOLCH, R.; XIMENO, F. (2006). Els reptes socioambientals de la producció agrària
a Catalunya. Ponències del Congrés del Món Rural. Lleida: Ed. Fundació Món Rural (en
prensa).
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Frederic Ximeno • Espacios libres y centros urbanos para contener la baja densidad
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Frederic Ximeno • Espacios libres y centros urbanos para contener la baja densidad
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La Costa Brava Los términos en los que se plantea el tercer Debate Costa Brava son
hoy, ¿un punto de una clara declaración de intenciones. Los títulos de cada sesión
inflexión o una sugieren un diagnóstico muy crítico y un balance ciertamente negativo
situación límite? del último cuarto de siglo de transformaciones territoriales, llevadas a
cabo en un período plenamente democrático: «Territorio escaso o
paisaje frágil», un diagnóstico que denuncia el exceso de suelo
urbanizado y la fragilidad de los elementos que han marcado la
identidad de este territorio; «Movilidad e infraestructuras: déficit o
riesgo», que anuncia el temor a desarrollar nuevas infraestructuras por
la incapacidad social y política de controlar los resultados, y «Modelo
turístico: final de etapa», que muestra la preocupación por sentirse al
final de la vida útil de un monocultivo productivo desde donde no se
intuye una alternativa de futuro. En pocas palabras, se trata del
diagnóstico del final de un ciclo en el que los márgenes de actuación
para ordenar el territorio son cada vez más estrechos y las
oportunidades, menores.
Este debate debería optar por un nuevo modelo de desarrollo que
sea capaz de superar la etapa anterior y que confíe en una nueva
ordenación territorial y urbanística, que nos permita creer en la Costa
Brava como un lugar para la actividad y el respeto del paisaje. En
definitiva, se trata de hacer posible un desarrollo sostenible que no
vaya exclusivamente a remolque de las inversiones en infraestructuras
y del negocio inmobiliario, que transforme, sobrepase y complemente
sus formas más depredadoras y parasitarias.
1. Este artículo fue presentado como ponencia en el marco del Debat Costa Brava
que tuvo lugar a lo largo del 2004. Para la realización de este documento se ha
contado con la colaboración del geógrafo Jordi Guerrero y el filólogo Sergi Obon.
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Las esperanzas El primer debate de 1976 fue un encuentro de denuncia y una llamada
del primer Debate para recomponer la situación, pero también una manifestación de
Costa Brava esperanza en favor de un marco político y social que detuviese el
proceso de degradación en el que se encontraba aquel territorio.
Prácticamente todas las ponencias acabaron con unas palabras
similares a las pronunciadas por los arquitectos Benet Cervera
y Maria Assumpció Alonso de Medina:
El Port de la Selva es uno de los pueblos tradicionales de la Costa Brava norte, un antiguo pueblo de pescadores que vive de espaldas al mar,
al abrigo del cabo de Creus.
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En qué nos Veintisiete años después no parece que haya cambiado el proceso de
equivocamos sobreexplotación de la Costa Brava, sino más bien todo lo contrario;
parece que la mancha urbana ha crecido de forma exagerada y se ha
perdido una parte importante de los paisajes identitarios. Con la
recuperación de la democracia se pusieron en marcha muchos de los
mecanismos que se reclamaban en el primer debate, pero no parece
que los resultados hayan sido satisfactorios.
Por eso es importante que no evaluemos sólo la situación actual,
sino que consideremos cuáles fueron los procesos que se pusieron en
marcha en la década de 1980, para analizar en qué nos equivocamos y
estudiar cómo debemos afrontar el futuro. Seguramente esta
preocupación es comparable con la que se ha producido en otros
lugares de Cataluña, y no sólo en las zonas turísticas, sino también en
espacios como la Región Metropolitana de Barcelona, donde la
mancha urbana se ha duplicado en los últimos veinte años, a pesar de
ser un período de estancamiento del crecimiento demográfico.
Durante estos últimos años, dos geógrafas de la Universitat de
Girona, Helga Nuell (NUELL, 2003) y Carolina Martí (MARTÍ; PINTÓ, 2003)
han realizado un análisis comparado de los cambios de usos del suelo
de toda la Costa Brava a partir de la fotointerpretación de diversas
fotografías aéreas, empezando por las del «vuelo americano» de
1956-1957 y acabando con diferentes materiales actuales del Instituto
Cartográfico de Cataluña. Aunque los cortes temporales en que están
divididos los dos trabajos no coinciden –Helga Nuell realiza un
recuento en 1974 y otro en 1993, mientras que Carolina Martí realiza
uno en 1980 y otro en el año 2003–, los resultados son sumamente
reveladores.
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La herencia Uno de los trabajos en los que se basó el primer Debate Costa Brava
urbanística del fue el estudio de la planificación urbanística aprobada en la Costa
franquismo Brava, encargado por el Colegio de Arquitectos a un equipo formado
por el economista Joan Cals y los arquitectos Maria Assumpció
Alonso, Benet Cervera, Juli Esteban y Carles Teixidor. Según los datos
que estos autores hicieron públicos en el Debate (Benet Cervera,
Assumpció Alonso, Juli Esteban), el Plan Parcial –un elemento
introducido en la Ley del Suelo de 1956 para ordenar las zonas de
extensión urbana– fue el instrumento jurídico que se utilizó
habitualmente para vestir cualquier operación especulativa.
La planificación municipal de carácter general de la primera
generación (1957-1968) fue totalmente intrascendente, tanto en lo que
respecta a las previsiones urbanísticas que contenía como por las
profundas transformaciones que experimentó –con la aprobación de
planes parciales–. La generación de planes generales posteriores, en
especial los de la década de 1960 (cuadro n.o 2), fue totalmente
devastadora y claramente inflacionista, con una apuesta por un modelo
intensivo en el frente marítimo y extensivo en la segunda línea de la
costa, que tomaba como modelo el urbanismo turístico de Montecarlo
y la Costa Azul.
No obstante, los protagonistas del cambio territorial de la Costa
Brava fueron los planes parciales, redactados como una simple
formalidad para dar cobertura jurídica –que no urbanística– a las
promociones privadas, aunque en muchos casos se presentaban
como promociones avaladas por los ayuntamientos. Estos planes
serían unos documentos decisivos en las revisiones de los planes
generales de la democracia, pese a que contradecían la planificación
general anterior y no aportaban ninguna mejora territorial ni garantía
de ejecución. De hecho, tal como teorizaba el Laboratorio de
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Primeros planes Primeras revisiones Revisiones Ay. democráticos Planes en vigor (año 2000)
1956-1968 1969-1976 1977-1987 1988-2000
Municipios Planificación* Fecha Planificación* Fecha Planificación* Fecha Planificación* Fecha
Portbou NNSS 1966-68 mod NNSS 1970 NNSS 1986
Colera PGOU 1966-88 PGOU 1976 PGOU 1985
Llançà PGOU 1957 rev. PGOU 1971 PGOU 1993
Port de la Selva, el PGOU 1966-68 PGOU 1992
Cadaqués PGOU 1966-68 PGOU 1982 PGOU 1987
Roses PGOU 1966-68 rev. PGOU 1982 PGOU 1986 PGOU 1993
Castelló d’Empuries PGOU 1966-68 PGOU 1973 PGOU 1984
Sant Pere Pescador PGOU 1966-68 rev. PGOU 1974 PGOU 1985
Escala, l’ PGOU 1966-68 rev. PGOU 1973 PGOU 1993
Torroella de Montgrí PGOU 1966-68 del. SU 1972 PGOU 1983
Pals PGOU 1966-68 rev. PGOU 1975 PGOU 1997
Begur PGOU 1961-63 del. SU 1972 PGOU 1990
Palafrugell PGOU 1961-63 PGOU 1975 PGOU 1983
Mont-Ras NNSS 1968 NNSS 1981 NNSS 1990
Palamós PGOU 1961-63 rev.PGOU 1971 PGOU 1992
Calonge PGOU 1966-68 PGOU 1994
Castell-Platja d’Aro PGOU 1959 PGOU 1976 PGOU 1985 PGOU 1991
Santa Cristina d’Aro PGOU 1963 del.SU 1973 PGOU 1998
Sant Feliu de Guíxols PGOU 1961-63 rev. PGOU 1971 PGOU 1985
Tossa de Mar PGOU 1961-63 PGOU 1975 PGOU 1986
Lloret de Mar PGOU 1961-63 rev. PGOU 1973 PGOU 1985
Blanes PGOU 1957 del. SU 1970 PGOU 1981
Fuente: C. U. Girona y Debate Urbanístico sobre la Costa Brava (1989)
* NNSS: Normas Subsidiarias; PGOU: Plan General de Ordenación Urbana.
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El valle del Ter, entre el Montgrí y el cabo de Begur, es un espacio de oportunidades que se caracteriza por su riqueza natural y agrícola.
zona marítima-costera o del bosque comunal, las presiones sobre los agricultores
para la compra de sus tierras, los negocios de los hombres del régimen o
simplemente las estafas de todo tipo que dibujan un escenario entre novelesco y
político que no debe caer en el olvido.
5. Normalmente la Costa Brava se divide en tres sectores: la Costa Brava sur, de
Blanes a Tossa; la Costa Brava centro, de Sant Feliu de Guíxols a Torroella de Montgrí,
y la Costa Brava norte, de L’Escala a la frontera francesa.
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Zonificación
edificable
Volumen
reguladoras
Alturas
1. Las normas de alturas de 1968 y las normas subsidiarias de 1980 no alteran la zonificación existente.
2. En cada zona se indica con el grosor del trazo el carácter normativo o complementario de cada parámetro en cada etapa.
3. En el gráfico de alturas reguladoras del período 1962-1968 se indica en forma de «caja abierta» la regulación de la altura según la norma
de «altura igual al doble de la separación a los lindes».
4. En la primera línea de mar del mismo período, las flechas señalan la falta de altura reguladora máxima.
5. La relación entre la escala en planta y la escala en altura de cada axonometría es de 10 a 1.
Fuente: Estudis Urbans 1: Sant Feliu de Guíxols. Castell-Platja d’Aro, Sant Feliu de Guíxols, Santa Cristina d’Aro, 1981. Generalitat de
Catalunya, Departamento de Política Territorial y Obras Públicas (Pág. 153).
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unifamiliar
PARQUE y BOSQUE
URBANIZADO
CIUDAD JARDÍN
EXTENSIVA
SEMI-INTENSIVA
INTENSIVA
CIUDAD JARDÍN
edificación aislada
BLOQUES,
HOTELES
NUEVA ORDENANZA
PRIMERA LÍNEA DE MAR
LÍNEA DE MAR
PRIMERA
SUBURBANA
entre medianeras
INTENSIVA
Siguiendo la misma distribución que en la figura 3, en esta figura se ponen de relieve las modificaciones del Plan General de 1959, tanto
de los parámetros como de los usos contemplados en la ordenanza.
Fuente: Estudis Urbans 1: Sant Feliu de Guíxols. Castell-Platja d’Aro, Sant Feliu de Guíxols, Santa Cristina d’Aro, 1981. Generalitat de
Catalunya, Departamento de Política Territorial y Obras Públicas (Pág. 155).
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Palamós es el gran puerto de la Costa Brava centro, un municipio que creció con la industria del corcho y que ha mantenido la importancia de su
puerto, ahora centrado en la pesca.
6. El único plan territorial redactado hasta el año 2003 es el Plan Territorial de Les
Terres de l’Ebre.
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7. El equipo que elaboró y negoció los convenios urbanísticos de Platja d’Aro estaba
formado por el arquitecto Agustí Pruñonosa y el economista Emili Garcia.
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En las cifras relativas a los años 1974 y 1980, las diferencias entre
un estudio y otro y los datos de planificación muestran un desfase muy
importante entre el suelo comprometido urbanísticamente y la
ocupación física del suelo, lo cual confirma el incumplimiento
sistemático de los promotores en términos de urbanización y las
dificultades para detectar fotográficamente la superficie afectada. En
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Ahora toca hacer El balance urbanístico de estos años ha sido contradictorio, ya que si
ciudad bien se han racionalizado y mejorado los procesos urbanísticos,
también se ha puesto en evidencia la magnitud y trascendencia de los
compromisos heredados. Es cierto que no se ha caído en el urbanismo
turístico del Levante valenciano, que se ha normalizado la ejecución de
la planificación y se han mejorado los equipamientos destinados a la
población residente, pero también es cierto que no se ha dado una
respuesta suficiente a los problemas de la actividad turística ni se ha
potenciado la aparición de actividades económicas alternativas.
Al mantener una oferta masiva de vivienda unifamiliar, se ha facilitado
la transformación de la economía turística en segunda residencia y el
crecimiento de una industria de la construcción dedicada casi
exclusivamente a la producción inmobiliaria especulativa. Joan Cals y
Joan Turró ya denunciaron estos problemas en el primer Debate Costa
Brava (CALS; TURRÓ, 1978, pág. 195); en el que celebramos ahora se
propone una jornada para reflexionar sobre los problemas
estructurales de la oferta hotelera, el tamaño y la poca integración de
la oferta extra-hotelera, la competencia desleal de los campings, el
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1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991
Portbou 46 10 15 14 16 9 0 9 9 7
Colera 12 9 17 11 4 12 19 12 13 33
Llançà 52 92 103 124 160 160 203 240 281 364 180
Port de la Selva, el 20 68 21 32 21 11 12 16 92 48 96
Cadaqués 38 65 152 37 20 48 39 40 83 90 43
Roses 158 282 381 684 1.108 458 781 924 500 546 510
Castelló d’Empúries 243 563 687 625 641 387 632 442 1.301 374 209
Sant Pere Pescador 3 4 44 3 17 35 35 54 32 59 16
Escala, l’ 199 303 417 350 583 468 508 594 444 240 309
Torroella de Montgrí 19 194 171 321 263 500 395 439 441 138 103
Pals 2 37 27 104 72 79 114 122 197 162 121
Begur 13 72 107 113 90 113 128 118 117 126 126
Palafrugell 225 183 150 175 235 214 332 344 240 257 202
Mont-Ras 3 9 9 18 16 36 29 15 17 11 13
Palamós 47 214 159 210 143 107 112 241 251 199 228
Calonge 68 123 187 128 252 356 375 597 248 170 220
Castell-Platja d’Aro 54 278 274 275 350 203 190 236 400 297 189
Santa Cristina d’Aro 105 75 39 31 60 28 55 64 95 59 30
Sant Feliu de Guíxols 91 151 281 213 237 221 227 293 255 223 200
Tossa de Mar 45 79 117 44 123 78 153 74 103 114 133
Lloret de Mar 339 240 486 420 875 560 327 355 395 271 147
Blanes 251 259 481 274 268 413 388 448 449 881 513
Total Costa Brava 1.975 3.349 4.312 4.213 5.559 4.495 5.056 5.675 5.962 4.651 3.628
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Idescat.
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1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002
Portbou 18 13 1 1 0 1 1 0 0 0 0
Colera 5 13 6 3 2 11 8 7 1 8 8
Llançà 128 88 68 47 55 50 61 130 87 164 122
Port de la Selva, el 18 8 17 7 7 7 6 13 12 23 30
Cadaqués 28 22 49 11 10 10 17 10 25 42 81
Roses 132 109 126 179 168 161 135 271 268 497 240
Castelló d’Empúries 97 55 61 65 55 55 51 42 152 175 151
Sant Pere Pescador 11 30 31 12 11 19 21 22 20 19 39
Escala, l’ 66 96 69 120 54 79 139 170 111 200 330
Torroella de Montgrí 122 132 57 73 59 58 68 155 183 129 239
Pals 23 28 58 23 68 57 60 90 122 135 124
Begur 42 71 25 19 29 47 43 29 71 72 45
Palafrugell 189 142 144 183 143 226 131 278 208 226 258
Mont-Ras 15 6 3 15 8 12 13 12 10 14 13
Palamós 142 122 198 120 97 225 136 98 205 264 206
Calonge 71 160 46 88 78 12 135 305 373 329 452
Castell-Platja d’Aro 190 46 85 28 178 112 153 192 421 313 161
Santa Cristina d’Aro 38 24 33 15 36 45 37 30 78 71 58
Sant Feliu de Guíxols 111 205 135 110 121 141 152 321 268 363 268
Tossa de Mar 90 20 55 20 53 65 54 52 40 40 256
Lloret de Mar 183 92 164 196 316 237 206 289 434 524 739
Blanes 213 161 220 244 307 383 443 319 882 662 742
Total Costa Brava 1.932 1.643 1.651 1.577 1.855 2.013 2.070 2.835 3.771 4.290 4.562
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Idescat.
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Proposiciones Para alcanzar estos objetivos territoriales y urbanísticos hay que poner
finales en marcha nuevas políticas, de carácter más general, que tengan en
cuenta la movilidad, las actividades económicas –entre ellas, el
turismo–, las actividades complementarias, el modelo urbanístico, el
paisaje y el medio, y el espacio público:
• Con respecto a la mejora de la accesibilidad y la movilidad
interna, pensando en los turistas, pero sobre todo en la posibilidad
de acoger nuevas actividades y aumentar el número de residentes,
hace falta una actuación decidida que aproveche las mejoras de
paso que se produzcan –como las que tendrán lugar con la
construcción del trazado ferroviario del tren de alta velocidad, con
estaciones en Girona y Figueres; la activación del aeropuerto de
Girona, o la mejora de la red ferroviaria de cercanías de Barcelona–
para poner en marcha una red de transporte público
complementario e intermodal que sea una alternativa a los accesos
rodados actuales. Asimismo, hay que fusionar las redes viarias
municipales entre sí para formar una telaraña de comunicaciones
que una el territorio, conecte los núcleos urbanos y descargue las
carreteras del tráfico intervecinal.
• Con respecto a las actividades económicas, hay que poner en
marcha una política decidida de captación de industria avanzada con
actuaciones voluntariosas, como la que dio pie al Parque de Sophia
Antipolis en la Costa Azul, en las que se comprometan empresas,
administraciones y universidades, que rompan la dependencia del
binomio turismo-construcción y permitan diversificar las salidas
económicas y mejorar el turismo propio.
• Con respecto al turismo propio, debe aplicarse una
discriminación positiva en favor de las piezas más decisivas –los
hoteles–, reservándoles los mejores lugares, facilitando su mejora y
exigiendo la reforma y adecuación del parque actual. Debe controlarse
la oferta extra-hotelera y reclamar la misma calidad que se pide a los
hoteles. En cuanto a los campings, hay que exigirles una mejora y que
cultiven su actividad original, evitando que se conviertan en
urbanizaciones marginales y liquidando el estado de excepción del que
disfrutan en términos urbanísticos.
• Con respecto a las actividades complementarias de tipo
comercial y de ocio, hay que evitar su dispersión en el territorio,
intentar que se integren en la red urbana y que se conviertan en
motores de la vida económica ciudadana, tal como sucede en Castell-
Platja d’Aro o en el centro de Empuriabrava.
• Con respecto al modelo urbanístico, debe abandonarse el
modelo extensivo y de baja densidad –por depredador e insostenible–
y apostar por un modelo concentrado que ayude a hacer ciudad y
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Mi más sincero agradecimiento a Sandy Sorlien, sin cuya participación activa este
artículo no habría sido posible. Gracias también a Michael Mehaffy por sus útiles
consejos, a Andrés Duany por su apoyo y a Christopher Alexander por compartir una
carta inédita que escribió a Andrés Duany sobre las diferencias entre sus respectivos
enfoques de la forma urbana.
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El paisaje El paisaje dependiente del automóvil está formado por la calzada, los
dependiente del aparcamientos y todas las áreas dedicadas al cuidado y
automóvil se mantenimiento del vehículo, como gasolineras, talleres, tiendas de
autogenera silenciadores, de neumáticos, de tapacubos, de recambios,
concesionarios de coches, túneles de lavado, desguaces, etc. Los
centros comerciales y zonas de restaurantes adoptan la forma de
construcciones rodeadas por un mar de aparcamientos. En este
sentido, la dispersión es un sistema que se autogenera con
mecanismos para expandirse y crecer. En el paisaje dependiente del
automóvil –que ocupa más de la mitad de la superficie urbana en
muchas regiones– los vehículos ya no son un simple medio de
transporte humano, sino que son fines en sí.
Dado que el paisaje dependiente del automóvil genera buena
parte de la economía mundial, su simple eliminación no es factible. La
industria y la base económica de muchos países dependen de la
fabricación de coches y piezas para el automóvil, o del petróleo y sus
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Una velocidad La ciudad compacta es una ciudad de baja velocidad. Las calles
menor fomenta la estrechas y una geometría especial deben garantizar la baja velocidad.
vida urbana Durante varias décadas la planificación urbanística se ha centrado en
incrementar el flujo del tráfico. Esto ha disminuido la habitabilidad de
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Interacciones La ciudad compacta es una ciudad para las personas, pero los coches
entre los coches y los camiones también tienen cabida. Sin embargo, los aparcamientos
y los peatones y en superficie interrumpen la estructura urbana y la sensación de
la franja de «espacio» al aire libre; son peligrosos y agotadores para los peatones, y
aparcamiento visualmente destruyen todo paseo agradable. Además, sus superficies
impermeables crean escorrentía, lo cual facilita que se produzcan
inundaciones.
En vez de ocupar una vasta extensión abierta, los aparcamientos
deben organizarse en franjas viarias intencionalmente limitadas:
propongo una geometría de aparcamiento radicalmente distinta
generada por los nuevos códigos de codificación. De este modo, un
aparcamiento no es un espacio abierto, sino otro tipo de carretera.
Estas franjas de aparcamiento, largas y estrechas, estarán
interconectadas, adoptando una forma en red, como si de calles
urbanas se tratara. Para estas franjas de aparcamiento se estipulará
una anchura máxima equivalente a la longitud de dos coches, con
aparcamientos de cara en batería o semibatería a un solo lado. Las
franjas de aparcamiento no tienen que ser necesariamente rectas, sino
que pueden crearse para aprovechar espacios estrechos que, de otro
modo, no tendrían ningún uso.
Además, los peatones deberían tener prioridad al cruzar un
aparcamiento grande. Esto supondría construir un paso elevado, en
algunos casos cubierto por una marquesina, y codificado con un color
distinto que resalte visualmente su separación. Los gigantescos
aparcamientos uniformes son hostiles a las personas y anti-urbanos en
esencia, pero pueden reformarse y convertirse en franjas de
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Más allá de la ¿De dónde salen los códigos basados en la transección? Son el
transección con resultado de una reflexión acerca de cómo crear un entorno propicio
Christopher para la vida humana, obtenidos comparando la situación actual con
Alexander entornos satisfactorios del pasado de todo el mundo. En última
instancia se basan en soluciones tradicionales, como las recogidas por
Christopher Alexander en A Pattern Language (ALEXANDER et al., 1977).
El valor de la transección radica en la estructuración de una forma
probada de urbanismo compacto tradicional de modo que pueda
utilizarse dentro de la burocracia urbanística existente. Andrés Duany
ya lo ha explicado a menudo: su intención es utilizar el sistema para
introducir cambios radicales sin esperar a cambiar el sistema en sí.
Duany define el Código Inteligente basado en la transección como un
«conector» con la red de suministro energético existente que se utiliza
para trabajar en términos de zonificación.
Existe otro enfoque del tema. El nuevo libro de Alexander, The
Nature of Order (ALEXANDER, 2005), es el análisis más importante de
arquitectura y urbanismo publicado en las últimas décadas. Alexander
defiende la completa sustitución de la actual filosofía urbanística, pues
la manera presente de hacer las cosas es fundamentalmente anti-
humana. Esto puede ser difícil de implementar de inmediato, pero el
futuro de las ciudades depende de la aplicación final de la visión de
Alexander de cómo se genera la forma urbana y cómo evoluciona
adaptándose a las necesidades humanas. Mi propia obra (SALINGAROS,
2005a; 2005b) está muy influida por las ideas de Alexander.
Alexander describe su proceso de diseño adaptativo, dando
ejemplos para mostrar a los urbanistas cómo adecuarlo a su
proyecto en concreto (ALEXANDER, 2005). No intentaré resumir aquí
los extensos resultados que obtuvo; sólo quiero destacar una
observación importante. Las regiones urbanas habitables tienen un
porcentaje aproximado del 17%-29%-27%-27% de la superficie
dedicado a peatones-zonas verdes-edificios-coches,
respectivamente. Esto contrasta con la mayoría de las regiones
urbanas actuales, que suelen tener la siguiente distribución
porcentual: 2%-28%-23%-47%. Alexander describe con gran detalle
la sucesión de pasos geométricos que pueden darse para convertir
un tipo de región urbana en otro. Su método consiste en hacerlo
paso a paso y es eminentemente práctico.
El resultado es lo que todos nosotros (Alexander, Duany, Krier,
Plater-Zyberk y yo mismo) queremos: un entorno urbano orientado a
las personas. Al mismo tiempo, Alexander presenta una teoría de la
evolución urbana, que tanto podría orientarse hacia una ciudad
habitable como hacia un paisaje anti-urbano centrado en los coches.
La cuestión es reconocer los mecanismos y las fuerzas fundamentales
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Conclusión En este artículo se expone una idea radical compartida por muchos
urbanistas hoy en día: la ciudad ultradensa es algo obsoleto. No
obstante, existen diferencias fundamentales con otros autores. A
diferencia de algunos de mis colegas que abandonan todo principio
urbano por frustración, yo condeno la dispersión suburbana y los
edificios de gran altura como dos cosas igualmente inviables. En la
misma línea que Andrés Duany y Elizabeth Plater-Zyberk, proponía una
«nueva» forma urbana ordenada: la ciudad compacta. Esta nueva
tipología urbana se parece mucho a la antigua geometría de los
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Bibliografía Christopher ALEXANDER (2005). A Vision of a Living World: The Nature of Order, Book
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Geógrafo.
Secretaría para la Planificación
Territorial,
Generalitat de Catalunya
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6. Como se sabe, el valor del índice de concentración de Gini puede oscilar entre 0
y 1. La mayor proximidad a 0 indica una mayor paridad en la distribución de una
variable respecto a la otra. Así, un valor 0 indicaría en este caso una distribución de la
población perfectamente equilibrada entre todos los municipios (cada uno de los
cuales tendría exactamente la misma población). Eso daría una curva de Lorenz que
se ajustaría perfectamente a la diagonal.
7. Véase, por ejemplo, MONCLÚS, F. J. (ed.) (1998) La ciutat dispersa. Barcelona:
CCCB; FONT A. et al. (1999). La construcció del territori metropolità. Morfogènesi de la
regió metropolitana de Barcelona. Barcelona: AMB, y el número monográfico que la
revista Papers. Regió Metropolitana de Barcelona ha dedicado al tema («Ciutat
compacta, ciutat difusa», mayo de 2002, número 36 de la serie).
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1,0
0,9
0,8
0,7
% de población 0,6
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0,4
0,3
0,2
0,1
0
0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,0
% de municipios
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8. Véase, por ejemplo, HALL, P.; HAY, D. G. (1980). Growth Centres in the European
Urban System. Londres: Heinemann; VAN DEN BERG, L. et al. (1982). Urban Europe. A
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Study of Growth and Decline. Oxford: Pergamon; CHESHIRE, P.; HAY, D. G. (1989). Urban
Problems in Western Europe. An Economic Analysis. Londres: Unwin Hyman;
CHESHIRE, P. (1995). «A New Phase of Urban Development in Western Europe? The
Evidence for the 1980’s». En Urban Studies, vol. XXXII, n.º 7, pp. 1045-1063. En
Cataluña, uno de los primeros estudios que aplicó estas metodologías fue el de SAU,
E. (1995). «El creixement del sistema urbà de Catalunya (1950-1991). De la
concentració a la desconcentració metropolitana?». En Documents d’Anàlisi
Geogràfica, n.º 27, 1995.
9. Véase RÀFOLS, J. (1997). Dinàmiques residencials a la ciutat de Barcelona.
Barcelona: Ajuntament de Barcelona.
10. Véase NEL·LO, O. (2003). «L’ús de l’espai». En GINER, S. (dir.) (2003), Enquesta
de la regió de Barcelona, 2000. Condicions de vida i hàbits de la població, pp. 29-39.
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TABLA 7 Evolución de la población de la región metropolitana de Barcelona y Cataluña según nacionalidad, 1996-2005, por ámbitos
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Española Extranjera Total % extranj. Española Extranjera Total % extranj. Española Extranjera Total % extranj.
Barcelona 1.479.746 29.059 1.508.805 1,9 1.408.528 95.356 1.503.884 6,3 1.373.134 219.941 1.593.075 13,8
Resto del continuo urbano1 859.032 9.038 868.070 1,0 797.825 35.944 833.769 4,3 772.816 106.196 879.012 12,1
Resto de la 1.ª corona 464.401 7.359 471.760 1,6 495.602 18.857 514.459 3,7 519.853 47.914 567.767 8,4
Total 1.ª corona 2 1.323.433 16.397 1.339.830 1,2 1.293.427 54.801 1.348.228 4,1 1.292.669 154.110 1.446.779 10,7
Total área metropolitana3 2.803.179 45.456 2.848.635 1,6 2.701.955 150.157 2.852.112 5,3 2.665.803 374.051 3.039.854 12,3
Siete ciudades4 589.785 7.198 596.983 1,2 598.873 26.654 625.527 4,3 617.989 71.480 689.469 10,4
Resto de la 2.ª corona 768.326 14.104 782.430 1,8 875.534 37.217 912.751 4,1 955.348 85.509 1.040.857 8,2
Total 2.a corona 1.358.111 21.302 1.379.413 1,5 1.474.407 63.871 1.538.278 4,2 1.573.337 156.989 1.730.326 9,1
Total región metropolitana5 4.161.290 66.758 4.228.048 1,6 4.176.362 214.028 4.390.390 4,9 4.239.140 531.040 4.770.180 11,1
Resto de Cataluña 1.830.715 31.277 1.861.992 1,7 1.856.441 96.279 1.952.720 4,9 1.957.162 267.864 2.225.026 12,0
Total Cataluña 5.992.005 98.035 6.090.040 1,6 6.032.803 310.307 6.343.110 4,9 6.196.302 798.904 6.995.206 11,4
Fuente: Institut d’Estadística de Catalunya e Instituto Nacional de Estadística.
1. Se consideran los siguientes municipios: Badalona, Cornellà de Llobregat, El Prat de Llobregat, Esplugues de Llobregat, L’Hospitalet de Llobregat, Montgat, Sant Adrià de Besòs, Sant Joan
Despí, Sant Just Desvern, Santa Coloma de Gramenet y Tiana.
2. Se considera 1.a corona los municipios del área metropolitana excepto Barcelona.
3. Se considera como área metropolitana de Barcelona el ámbito de la antigua Corporación Metropolitana de Barcelona (CMB) más Badia del Vallès, segregado de Cerdanyola del Vallès y
Barberà del Vallès en 1994.
4. Se consideran los siguientes municipios: Granollers, Martorell, Mataró, Sabadell, Terrassa, Vilafranca del Penedès y Vilanova i la Geltrú.
5. Se considera región metropolitana el ámbito metropolitano definido en el Plan Territorial General de Catalunya, que incluye siete comarcas: Alt Penedès, Baix Llobregat, Barcelonès, Garraf,
Maresme, Vallès Occidental y Vallès Oriental.
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TABLA 8 Crecimiento de la población de la región metropolitana de Barcelona y Cataluña según nacionalidad, 1996-2005, por ámbitos
1. Se consideran los siguientes municipios: Badalona, Cornellà de Llobregat, El Prat de Llobregat, Esplugues de Llobregat, L’Hospitalet de Llobregat, Montgat, Sant Adrià de Besòs, Sant Joan
Despí, Sant Just Desvern, Santa Coloma de Gramenet y Tiana.
2. Se considera 1.a corona los municipios del área metropolitana excepto Barcelona.
3. Se considera como área metropolitana de Barcelona el ámbito de la antigua Corporación Metropolitana de Barcelona (CMB) más Badia del Vallès, segregado de Cerdanyola del Vallès y
Barberà del Vallès en 1994.
4. Se consideran los siguientes municipios: Granollers, Martorell, Mataró, Sabadell, Terrassa, Vilafranca del Penedès y Vilanova i la Geltrú.
5. Se considera región metropolitana el ámbito metropolitano definido en el Plan Territorial General de Catalunya, que incluye siete comarcas: Alt Penedès, Baix Llobregat, Barcelonès, Garraf,
Maresme, Vallès Occidental y Vallès Oriental.
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TABLA 9 Tasa de variación (%) de la población de la región metropolitana de Barcelona y Cataluña según nacionalidad, 1996-2005, por ámbitos
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1. Se consideran los siguientes municipios: Badalona, Cornellà de Llobregat, El Prat de Llobregat, Esplugues de Llobregat, L’Hospitalet de Llobregat, Montgat, Sant Adrià de Besòs, Sant Joan
Despí, Sant Just Desvern, Santa Coloma de Gramenet y Tiana.
2. Se considera 1.a corona los municipios del área metropolitana excepto Barcelona.
3. Se considera como área metropolitana de Barcelona el ámbito de la antigua Corporación Metropolitana de Barcelona (CMB) más Badia del Vallès, segregado de Cerdanyola del Vallès y
Barberà del Vallès en 1994.
4. Se consideran los siguientes municipios: Granollers, Martorell, Mataró, Sabadell, Terrassa, Vilafranca del Penedès y Vilanova i la Geltrú.
5. Se considera región metropolitana el ámbito metropolitano definido en el Plan Territorial General de Catalunya, que incluye siete comarcas: Alt Penedès, Baix Llobregat, Barcelonès, Garraf,
Maresme, Vallès Occidental y Vallès Oriental.
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15. Podría argumentarse que, más que los precios, es la escasez de la oferta de
vivienda lo que ha condicionado la salida de la población desde las áreas centrales, en
un contexto caracterizado por un parque con un crecimiento limitado y una bajada
continuada del tamaño medio de los hogares. Así, en la hipótesis de una ocupación
del parque de viviendas casi plena, el precio de la vivienda habría condicionado
«quiénes» han debido marcharse, pero no «cuántos» lo han hecho. El argumento es
importante, pero no debe olvidarse que el «quiénes» también determina el «cuántos»:
las familias más numerosas requieren más metros cuadrados de vivienda y, por tanto,
a igual renta, son más propensas a instalarse en el resto de la región metropolitana,
no en la ciudad central. Así, los precios más elevados del centro favorecen, junto con
el envejecimiento de la población, que el tamaño medio de los hogares sea menor que
en el resto de la región metropolitana. Para una discusión sobre estas cuestiones,
véase el interesante trabajo de MONÉS M. A. y CARRERA, J. M. (2003) La ciutat de
Barcelona en els propers vint anys. Prospectiva d’habitatge, demografia i mercat de
treball. Barcelona: Ajuntament de Barcelona.
16. Véase TRILLA, C. (2002). Preu de l’habitatge i segració social de l’espai a l’àmbit
metropolità de Barcelona. Barcelona: Patronat Municipal de l’Habitatge de Barcelona.
Ajuntament de Barcelona. Qüestions d’habitatge, 10.
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21. Véase Ciudades intensas… op. cit. y los trabajos recogidos en Les ciutats
emergents de la regió metropolitana, número monográfico de Notes, publicado por el
Centre d’Estudis Molletans, n.º 14, 2000.
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23. El compromís per uns barris dignes i un habitatge accesible. Barcelona: Grup
Parlamentari Socialistes-Ciutadans pel Canvi, 2002.
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