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REGÍMENES ESPECIALES DE CONTRATACIÓN ESTATAL

Presentado por:

Juan Camilo Hurtado


Daniela Zapata
Juan Sebastián Balcázar
Luisa Villota Mejía

A:

Dr. Luis Guillermo Serrano

Universidad del Cauca


Facultad de Derecho y Ciencia Política
Contratación estatal y responsabilidad extracontractual
Popayán
Febrero de 2018
INTRODUCCIÓN

Podemos decir para iniciar, que la contratación estatal publica lo que busca es
facilitar e implementar mejores sistemas de contratación basándose en los
principios de eficacia, transparencia y economía, y es debido a esto que el
estado busca que las entidades públicas logren una selección adecuada de
contratistas con los medios más adecuados, aquellos que los faculten para lograr
los fines estatales y cumplan con la continua y eficiente prestación de los servicios
públicos, sin desconocer los intereses y derechos de los administrados que
colaboran con ellas en la consecución de dichos fines, así entonces es que el
estado se ha encargado de expedir normas para poder dotar a las entidades de
herramientas idóneas para la ejecución de contratos como lo es con la ley general
80 de 1993, donde se dotó a las entidades de la estructura general y los
principios de la contratación estatal; la pretensión de esta ley era en convertirse
en un Estatuto Único de Contratación Estatal no obstante lo anterior, las normas
especiales que rigen el ordenamiento territorial establece excepciones al régimen
de contratación estatal general, sin desconocer los fines y principios del
ordenamiento territorial, esto debido a que algunas ejecuciones de contratos
requieren de características propias por lo que hay la necesidad de crear
herramientas legales particulares que permitan el dinamismo que tales proyectos
demandan. Es por eso que subsisten existen en el Ordenamiento Jurídico
colombiano regímenes especiales de contratación que en la actualidad se siguen
practicando entre ellos tenemos:
Por la naturaleza de las entidades

1. Banco de la República

Según el artículo 371 de la CN, el Banco de la República ejerce funciones de


banca central y está organizado como persona jurídica de derecho público, con
autonomía administrativa, patrimonial y técnica, sujeto a un régimen legal propio
contemplado en la Ley 31 de 1992. Por lo tanto, salvo que la Constitución o la Ley
no prevean alguna regulación en particular, las operaciones mercantiles y civiles, y
en general, los actos del Banco que no fueren administrativos, se rigen por el
derecho privado.

De esto da cuenta el artículo 52 de la Ley 31 de 1992, que establece el régimen


contractual del Banco de la República, señalando que las operaciones de crédito,
descuento y redescuento deberán documentarse en títulos valores y, en su caso,
contarán siempre con la responsabilidad de la institución descontada o
redescontada. Para tal efecto el endoso en propiedad al Banco de la República de
los títulos descontados o redescontados, no extingue las obligaciones a cargo del
establecimiento de crédito.

El Banco de la República no podrá autorizar descubiertos en ninguna forma ni


conceder créditos rotatorios ni de cuantía indeterminada.

Además de lo dispuesto en este artículo, los contratos de descuento y de


redescuento que se celebren con el Banco de la República se regirán por las
normas que expida la Junta Directiva y en lo no previsto por ellas, por el Código de
Comercio.

Los contratos que celebre el Banco con cualquier entidad pública tienen el
carácter de interadministrativos y solo requerirán para su validez la firma de las
partes y el registro presupuestal a cargo de la entidad contratista. Los demás
contratos de cualquier índole que celebre el Banco de la República se someterán
al derecho privado.
El Banco podrá, en la ejecución de los contratos internacionales que celebre y
cuyo objeto principal haga relación con negocios u operaciones de carácter
económico o financiero, someterse al derecho o tribunales extranjeros, señalar su
domicilio o designar mandatarios en el exterior.

2. Contratos del régimen Colombia humanitaria

Mediante el Decreto ley 1547 de 1984, se creó el Fondo Nacional de


Calamidades, ahora llamado Fondo Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres,
como una cuenta especial del Estado con independencia patrimonial,
administrativa, contable y estadística, con fines de interés público y asistencia
social, encargado de la atención de necesidades ocasionadas en situaciones de
desastre o de calamidad, manejado por la sociedad Fiduciaria La Previsora S.A. y
dentro de ella, una subcuenta especial denominada “Colombia Humanitaria”.

El régimen de contratación aplicable tanto al Fondo Nacional de Calamidades,


como a la ejecución de los recursos que este transfiera, es el que se deriva del
artículo 3 del decreto 4702 de 2010 interpretado conjuntamente con el inciso final
del artículo 1° del decreto 4830 de2010, de conformidad con lo cual, la ejecución
de los recursos provenientes de las transferencias se someterá únicamente a los
requisitos y formalidades que exige la ley para la contratación entre particulares,
dando aplicación a los artículos 14 a 18 de la ley 80 de 1993 y 13 de la ley 1150
de 2007.

El régimen especial que se atribuye a las entidades para la ejecución de los


recursos tiene como propósito agilizar las acciones del Estado frente a la
emergencia suscitada por el invierno derivado del fenómeno de la niña 2010.-
2011, para brindar una adecuada atención humanitaria a los damnificados y para
poder adelantar oportunamente las obras necesarias de rehabilitación de la
infraestructura averiada o destruida por el invierno.
3. Empresas industriales y comerciales del Estado y sociedades de
economía mixta y sus filiales y empresas con participación mayoritaria
del Estado, que se encuentren en competencia con el sector privado
y/o público nacional o internacional o en mercado regulado

Las empresas industriales y comerciales del Estado son organismos que


desempeñan actividades de carácter industrial o comercial y de gestión económica
conforme a las reglas del derecho privado, salvo las excepciones que consagre la
ley. Los contratos que celebren se sujetaran a las disposiciones de la ley 80 de
1993, salvo aquellos que celebren las empresas que se encuentren en
competencia con el sector privado nacional o internacional o desarrollen su
actividad en mercados monopolísticos o mercados regulados. Están vinculadas al
estado pero no son propiamente dichas del Estado, tienen un control de tutela el
cual no es muy estricto para así facilitar la competencia en el mercado y estar en
igualdad de condiciones con empresas de carácter privado.

Las sociedades de economía mixta se definen como cuerpos autorizados por la


ley, constituidos como sociedades comerciales que tienen representación de
aportes tanto de corte estatal como privado, que desarrollan actividades
industriales y comerciales conforme al derecho privado.

Según jurisprudencia constitucional en las empresas industriales y comerciales del


Estado debe aplicarse el régimen especial de derecho público – administrativo en
los supuestos en que se involucren garantías institucionales de derecho público o
reservas de administración pública, que son aquellos en los cuales no se puede
aplicar el derecho privado como la realización de actividades de política pública o
de actividades ejecutivas de policía o de fomento.

LEY 1474 DE 2011 ART 93: Del régimen contractual de las empresas
industriales y comerciales del estado, las sociedades de economía mixta, sus
filiales y empresas con participación mayoritaria del estado. Modifíquese el
artículo 14 de la Ley 1150 de 2007, el cual quedará así:
Las Empresas Industriales y Comerciales del Estado, las Sociedades de
Economía Mixta en las que el Estado tenga participación superior al
cincuenta por ciento (50%), sus filiales y las Sociedades entre Entidades
Públicas con participación mayoritaria del Estado superior al cincuenta por
ciento (50%), estarán sometidas al Estatuto General de Contratación de la
Administración Pública, con excepción de aquellas que desarrollen
actividades comerciales en competencia con el sector privado y/o público,
nacional o internacional o en mercados regulados, caso en el cual se regirán
por las disposiciones legales y reglamentarias aplicables a sus actividades
económicas y comerciales, sin perjuicio de lo previsto en el artículo 13 de la
presente ley. Se exceptúan los contratos de ciencia y tecnología, que se
regirán por la Ley 29 de 1990 y las disposiciones normativas existentes.

4. Empresas oficiales de servicios públicos domiciliarios

La ley 142 de 1994 nos señala lo que se debe entender por empresa de servicios
públicos domiciliarios; esto es las sociedades por acciones —sean públicas,
mixtas o privadas— cuyo objeto es la prestación de los servicios de acueducto,
alcantarillado, aseo, energía eléctrica, distribución de gas combustible, telefonía
pública básica conmutada y telefonía local móvil en el sector rural; o bien las que
realicen una o varias de las actividades complementarias. De esta manera, todas
aquellas comunidades organizadas de manera diferente a las dichas no podrán
considerarse como empresa de servicios públicos domiciliarios. A su vez, la Ley
80 de 1993, en su artículo 3 define como servicios públicos aquellos que están
destinados a satisfacer necesidades colectivas en forma general, permanente
continua, bajo la dirección, regulación y control del Estado, así como aquellos
mediante los cuales el Estado busca preservar el orden y asegurar el
cumplimiento de sus fines, por tanto, las entidades que presten estos servicios se
regirán por las disposiciones comerciales y civiles pertinentes, salvo en las
materias particularmente reguladas en la misma Ley.
En concordancia con el EGCP, la ley 142 de 1994 consagra que los contratos que
celebren las empresas de servicios públicos domiciliarios se encuentran sujetos al
derecho privado, en la forma que mejor garantice la libre competencia, impida los
abusos de la posición dominante y que favorezca la prestación y continuidad de
los servicios. Los conflictos que puedan surgir serán llevados ante la jurisdicción
ordinaria, sin embargo hay algunas excepciones donde el derecho público
conocerá de ellos, esto para el caso de algunos actos administrativos que sean
susceptibles de recursos y de acciones contencioso administrativas como lo son la
negativa para celebrar el contrato de servicios públicos, aquellos que ordenan
suspensiones o terminación o deciden el corte del servicio y su facturación se
adelanta en la jurisdicción administrativa. Asimismo, cuando las comisiones de
regulación hagan obligatoria la inclusión en cierto tipo de contratos de cualquier
empresa de servicios públicos, de cláusulas exorbitantes, podrán facultar, previa
consulta expresa, que se incluya en los demás; todo lo relativo a tales clausulas se
regirá, en lo pertinente, por lo dispuesto en la Ley 80 de 1993; y los actos en los
que se ejerciten dichas facultades estarán sujetos al control de la jurisdicción
contencioso administrativa.

De acuerdo con lo anterior, es posible afirmar que el régimen jurídico para celebrar
contratos con las empresas prestadoras de servicios públicos domiciliarios, en
general, es el derecho privado y excepcionalmente el público.

5. Empresas sociales del Estado

De conformidad con la ley 100 de 1993, la prestación de servicios de salud, en


forma directa por la nación o por las entidades territoriales, se hará,
principalmente, a través de las empresas sociales del Estado, que constituyen una
categoría especial de entidad pública descentralizada, con personería jurídica,
patrimonio propio y autonomía administrativa, creadas por la ley o por las
asambleas o concejos según sea el caso y sometidas a un régimen jurídico
especial; su legislación aplicable será la civil o comercial, según la naturaleza o
esencia del contrato.
La Ley 100 de 1993 en su artículo 195 establece que el régimen jurídico en
materia contractual por el cual se regirán las empresas sociales del Estado, será el
derecho privado, pero podrá discrecionalmente utilizar las clausulas exorbitantes
previstas en el estatuto general de contratación de la Administración pública (ley
80 de 1993), es decir, que se puede hacer uso de las clausulas excepcionales al
derecho común de terminación, interpretación y modificación unilaterales, de
sometimiento a las leyes nacionales y de caducidad en los contratos que tengan
por objeto el ejercicio de una actividad que constituya monopolio del Estado, la
prestación de servicios públicos o la explotación y concesión de bienes estatales,
así como en los contratos de obra.

El carácter excepcional de la regulación se refleja inequívocamente en la locución


“discrecionalmente”, ya que mientras los demás contratos estatales de manera
general deben contener clausulas, en los que se encuentran sometidos al régimen
de las empresas sociales solo se pactaran cuando así estas lo dispongan. Al
Estado se le reserva la facultad para pactar o imponer las referidas cláusulas, sin
hacer distinción de su razón, y se le reserva el privilegio de incluirlas cuando lo
estime conveniente, es decir, cuando las reglas del derecho privado no le otorguen
la garantía para la prestación del servicio público correspondiente. Dicha
discrecionalidad encuentra su razón en la multiplicidad de objetos contractuales
que pueden incidir o no en la prestación del servicio público, circunstancia que la
administración deberá tener en cuenta al momento de determinar si incluye o no
las clausulas excepcionales.

Al disponer la Ley 100 de 1993 la utilización discrecional de las clausulas


excepcionales, excluyó la aplicación general y común de las normas de la Ley 80
de 1993. En consecuencia, el legislador ha dicho que ni los principios de la
contratación estatal, ni las normas distintas a las que regulan las clausulas
exorbitantes deben aplicarse obligatoriamente por las empresas sociales del
Estado. Se puede concluir entonces que el régimen de contratación de estas
empresas es de derecho privado, con aplicación excepcional de las clausulas
mencionadas.
6. Entidades exceptuadas en el sector defensa

La ley 1150 de 2007 en su artículo 16 establece las entidades exceptuadas en el


sector defensa y prescribe que en los relacionado con los contratos que celebre
Satena, Indumil, el hotel Tequendama, la corporación de ciencia y tecnología para
el desarrollo de la industria naval, marítima y fluvial —Cotecmar— y la corporación
de la industria aeronáutica colombiana —CIAC— no estarán sujetos al Estatuto
General de Contratación de la Administración Pública y por el contrario estarán
regidas por las disposiciones legales y reglamentarias aplicables a su actividad.

Sin embargo es de anotar que el mismo artículo establece que en todo caso los
contratos que realicen estas entidades se someterán a los principios generales de
la actividad contractual de entidades no sometidas al régimen general de
contratación contenidos en el artículo 13 de la ley 1150 de 2007.

7. Entidades financieras de carácter estatal

Al no estar estas sujetas a las disposiciones del EGCAP, se someterán a lo


dispuesto en la Ley 1150 de 2007, por medio de la cual se introducen medidas
para la eficiencia y transparencia en la Ley 80 de 1993 y se dictan otras
disposiciones generales sobre la contratación con recursos públicos. Dicha Ley
establece que los contratos que celebren los establecimientos de crédito, las
compañías de seguros, y las demás entidades financieras de carácter estatal, no
estarán sujetos a las disposiciones del EGCAP y por el contrario se regirán por las
disposiciones legales y reglamentarias aplicables a dichas actividades, sin dejar
de un lado los principios de la función administrativa y de la gestión fiscal de que
tratan en la CN; además estarán sometidas al régimen de inhabilidades e
incompatibilidades previsto legalmente para la contratación estatal.
La ley 80 de 1993 dispuso de manera expresa —mas no absoluta— que los
establecimientos financieros de carácter estatal no quedan sujetos a dicho
estatuto sino a las normas comunes aplicables al rango de actividades al que
pertenecen. La excepción en la aplicación de la Ley 80 no es absoluta, toda vez
que el parágrafo citado prescribe para su procedencia dos condiciones: primero,
que no se trate de lo dispuesto en dicha ley sobre fiducia y encargo fiduciario; y
por otro lado, que los contratos a los que se refiere la excepción corresponden a
aquellos que son del “giro ordinario de las actividades” propias del objeto social del
Estado. Esta excepción solo aplica para los contratos que celebren los
establecimientos de crédito, las compañías de seguros y las demás entidades
financieras de carácter estatal, conceptos que exigen precisión para determinar
con claridad el grupo de entidades a quienes esta disposición abarca. Para que
sea aplicable la excepción al régimen de la ley 80 es necesario que el negocio de
las anteriores entidades corresponda al llamado “giro ordinario de las actividades”
propias del objeto social, de manera que lo que no esté comprendido allí quedará
cobijado por el Estatuto General de Contratación.

Así las cosas, se puede concluir que el régimen contractual de los


establecimientos financieros de carácter estatal es mixto.

8. Fondos de servicios educativos

De acuerdo a la ley 715 de 2011, las instituciones educativas estatales podrán


administrar fondos de servicios educativos en los cuales se manejarán los
recursos destinados a financiar gastos distintos a los de personal, que faciliten el
funcionamiento de la institución. Esta ley denomina “fondos de servicios
educativos” a la cuenta que deben abrir en su contabilidad las entidades estatales
que tengan a su cargo establecimientos educativos, con el propósito de dar
certidumbre a los consejos directivos acerca de los ingresos que pueden esperar y
facilitarles el ejercicio con los rectores o directores de orientar el gasto en la forma
que mejor cumpla los propósitos del servicio educativo dentro de las
circunstancias propias de cada establecimiento.
La ley 715 de 2001 establece que todos los actos y contratos que tengan por
objeto bienes y obligaciones que hayan de registrarse en la contabilidad de los
fondos de servicios educativos se hará respetando los principios de igualdad,
moralidad, imparcialidad y publicidad, aplicados en forma razonable a las
circunstancias concretas en las que hayan de celebrarse. Se harán con el
propósito fundamental de proteger los derechos de los niños y jóvenes, además
de conseguir eficacia y celeridad en la atención del servicio educativo y economía
en el uso de recursos públicos.

Por otra parte, los contratos de cuantía superior a veinte SMLV se regirán por las
reglas de la contratación estatal, teniendo en cuenta su valor y naturaleza, y las
circunstancias en que se celebren. El gobierno Nacional podrá indicar los casos en
los cuales la cuantía señalada será menor.

9. Universidades estatales u oficiales

El art. 69 de la CN garantiza la autonomía universitaria, por tanto ellas podrán


darse sus directivas y se regirán por sus propios estatutos de acuerdo con la ley.
En cumplimiento de lo anterior, se estableció un régimen especial para las
universidades del Estado consagrado en la Ley 30 de 1992. Dicha ley establece
que las universidades estatales deben organizarse como entes universitarios
autónomos, con régimen especial y vinculados al MEN en lo referente a políticas y
planeación del sector educativo. Asimismo estos entes tendrán: personería
jurídica, autonomía académica, administrativa y financiera, patrimonio
independiente y podrán elaborar y manejar su presupuesto de acuerdo con las
funciones que le corresponde. El carácter especial del régimen de las
universidades oficiales comprenderá la organización y elección de directivas,
personal docente y administrativo, régimen financiero, de contratación y de
revisión fiscal, además de su propia seguridad social en salud de acuerdo a lo
que la ley establezca.
De acuerdo al régimen de contratación y control fiscal, salvo excepciones
consagradas en la Ley 30/92, los contratos que para el cumplimiento de sus
funciones celebren las universidades oficiales se regirá por las normas de derecho
privado y sus efectos estarán sujetos a la normas civiles y comerciales. Como
excepción de la regla anterior se encuentran los contratos de empréstito, los
cuales someterán a las reglas que para estos prevé el Decreto 222 de 1983 y las
disposiciones que lo modifiquen o complementen.

Los contratos que celebren estas universidades requieren para su validez cumplir
con los requisitos propios de la contratación entre particulares y estarán sujetos a
los requisitos de aprobación y registro presupuestal, a la sujeción de los pagos
según la suficiencia de las respectivas apropiaciones, publicación en el Diario
Oficial y pago de impuestos de timbre nacional cuando haya lugar a esto. En razón
de su régimen especial se autoriza a estos entes para contratar con empresas
privadas colombianas los servicios de control interno.

Respecto de la mencionada autonomía universitaria, la selección para la


escogencia de los contratistas se realizará de acuerdo a las modalidades de
selección de licitación pública, selección abreviada, concurso de méritos y
contratación directa.

Por último, La Corte Constitucional de Colombia en sentencia C-547 de 1994


admitió que el derecho privado es la regla general en la contratación de la
Universidades públicas.

Por el objeto contractual

1. Contratación de la administración del subsidio de salud


El régimen subsidiado de salud tiene como objetivo financiar la prestación de
servicios de salud a personas de escasos recursos y aquellos que se encuentren
en situaciones de vulnerabilidad, que no cuentan con capacidad económica para
cotizar. La forma y las condiciones de funcionamiento de este régimen serán
determinadas por el consejo nacional de seguridad social en salud (Art 211 de la
Ley 100 de 1993).

De acuerdo al artículo 215 las direcciones locales, distritales o departamentales de


salud, suscribirán contratos de administración del subsidio con aquellas entidades
promotoras de salud que afilien a los beneficiarios del subsidio. Estos contratos se
financiaran con los fondos de solidaridad y garantía y los recursos del subsector
oficial de salud que se distinguen para el efecto. El gobierno nacional creará los
requisitos que deberá cumplir las entidades promotoras de salud para administrar
los subsidios.

Este tipo de contratación se rige en algunos aspectos por el del Estatuto General
de Contratación de la Administración Pública (Ley 80 de 1993), esto es que
pueden contener cláusulas excepcionales (interpretación, modificación y
terminación unilaterales, y la de caducidad), propias del derecho público en busca
de la protección de los intereses generales; además, es el Consejo Nacional de
Seguridad Social en Salud quien dispone unos apartes del clausulado del contrato,
los relacionados al plan obligatorio de salud y unidad de pago por capitación, por
lo que les está vedado a las direcciones departamentales, distritales o
municipales, negociar estos aspectos. En lo demás es el derecho privado el
aplicable a este tipo de contratación.

También hace referencia que la dirección seccional o local de salud contratara


preferiblemente la administración de los recursos del subsidio con empresas
promotoras de salud que tengan carácter comunitario tales como las empresas
solidarias de salud, sino es posible hacer esto, entonces la contratación se hará
por medio de concurso y se regirá por el régimen privado, pudiendo contener
clausulas exorbitantes propias del derecho público.
2. Contratos y asociaciones con entidades sin ánimo de lucro

Este tipo de contratación está permitido por el texto constitucional, que establece
que las entidades de nivel nacional, departamental, distrital o municipal podrán,
con recursos de los respectivos presupuestos, celebrar contratos con entidades
privadas sin ánimo de lucro, con el fin de impulsar programas y actividades de
interés público acorde con el plan nacional y los planes seccionales de desarrollo
(art 355 inciso 2).

Los decretos reglamentarios de la materia son principalmente: los 777 y 1403 de


1992 y 2459 de 1993. En el artículo 1° del decreto 777 establece algunas reglas
que deben tener dichos contratos como constar por escrito, además establece que
se regirán por a los requisitos y formalidades que exige la ley para la contratación
entre particulares.

Los contratos que se pueden celebrar según la Constitución, son aquellos que
tengan por objeto el “impulso de programas y actividades de interés público y su
concordancia con los planes de desarrollo”. Pero el reglamento buscando proteger
dicha finalidad excluye algunos contratos (artículo 2, decreto 777/ 1992).

La función que se realice por la entidad se verificara por interventor quien puede
ser funcionario del gobierno en todos sus niveles.

3. Contratos para el desarrollo de proyectos culturales

El decreto 393 y 591 de 1991 estipulan que el ministro de cultura podrá celebrar
contratos o convenios respetando los requisitos establecidos en la ley 397 de 1997
(ley de la cultura), la cual en su art 36 establece que los contratos que fomenten y
estimulen la creación, investigación y actividad artística y cultural, así como las
asignadas respecto al patrimonio cultural de la Nación, el ministerio de cultura
podrá celebrarlos.
Esta ley reconoce a la educación artística y cultural como factor de desarrollo
social y crea el sistema de formación artística y cultural con el propósito de
estimular la creación, exploración, desarrollo, formación y transmisión del
conocimiento artístico y cultural. Se pretende establecer instancias de
participación, concertación, articulación, formulación y puesta en marcha de
políticas y acciones orientadas al desarrollo de la formación artística y cultural
tanto de agentes públicos como privados.

4. Contratación del servicio público educativo

El decreto 2355 de 2009 tiene por objeto reglamentar todo lo relacionado con la
contratación del servicio público educativo, por tal motivo establece que las
entidades territoriales, es decir distritos, departamentos y municipios legalmente
constituidos podrán realizar la contratación de docentes —pero no siempre—
cuando se demuestre la insuficiencia para prestar el servicio educativo en los
establecimientos educativos estatales de su jurisdicción. Podrán contratar este
servicio con personas de derecho público o privado que señale la ley y de
reconocida trayectoria e idoneidad en la prestación o promoción del servicio de
educación formal, en cualquier caso cumpliendo unos requisitos (arts. 7 y 8 del
mismo decreto)

Este decreto también establece las modalidades de los contratos:

•Concesión del servicio educativo (art 10); es decir las entidades territoriales
certificadas podrán contratar con particulares para que presten el servicio bajo la
modalidad de concesión y el ente territorial podrá aportar la infraestructura física y
dotación o estas podrán ser aportadas por el particular.

•Contratación de la prestación del servicio educativo (art 12), en esta modalidad la


entidad territorial contrata la prestación del servicio por un tiempo determinado de
un año y para determinados alumnos.
•Administración del servicio educativo con las iglesias y confesiones religiosas (art
14), la entidad contrata la administración de uno o varios establecimientos
educativos oficiales.

5. Contrato de asociación para actividades científicas y tecnológicas

El Estado debe promover y orientar el adelanto científico y tecnológico, por tal


razón promulgo la ley 29 de 1990 en la cual regula las disposiciones para fomentar
la investigación científica y el desarrollo tecnológico y exhortó al gobierno
facultades extraordinarias para regular todo sobre la ciencia y la tecnología, por tal
razón el gobierno expidió los decretos 393 de 1991 y 591 de 1991 en los cuales
dicta normas sobre asociación para actividades científicas y tecnológicas,
proyectos de investigación y creación de tecnologías, sin embargo la Ley 1289 de
2009 modifica la ley anterior y transformo a Colciencias en Departamento
Administrativo, además creó el fondo nacional de financiamiento para la ciencia, la
tecnología y la innovación (Fondo Francisco José Caldas) y éste a su vez tiene la
función exclusiva de financiar programas, proyectos, entidades y actividades de
ciencia, tecnología e innovación; e invertir en Fondos de Capital de Riesgo u otros
instrumentos financieros, para el apoyo de programas, proyectos y actividades de
ciencia, tecnología e innovación.

6. Contratación de la operación del monopolio de juegos de suerte y


azar

La ley 643 de 2001 concede exclusivamente al Estado la facultad de explotar,


organizar, administrar, operar, controlar, fiscalizar, regular y vigilar todas las
modalidades de juegos de suerte y azar; establecer las condiciones en las cuales
los particulares pueden realizarlos. Las utilidades son del distrito capital,
departamentos y municipios donde se lleven a cabo, salvo los recursos destinados
a la salud, pues la constitución política establece que las rentas de los juegos de
suerte y azar son destinados a los servicios de salud (art 336 inc.4)

Estos juegos se pueden realizar mediante dos modalidades:

•Operación directa: la realizan el distrito capital y los departamentos por intermedio


de empresas industriales y comerciales y sociedades de capital público
establecidas para tal fin

•Operaciones mediante terceros: son ejercidas por personas jurídicas previa


autorización, mediante contratos de concesión o contratación en lo establecido en
la ley 80 de 1993 celebrado por las entidades territoriales, las empresa industriales
y comerciales del estado, sociedades de capital público autorizadas para la
explotación del monopolio, o cualquier persona capaz en virtud de autorización
otorgada en los términos de la presente ley, según el caso.

7. Contrato de concesión minera

Este tipo de contrato es aquel que se celebra entre el estado y un particular para
que este efectué por cuenta y riesgo suyo los estudios, trabajos y obras de
exploración de minerales de propiedad estatal que puedan encontrarse en una
zona determinada cumpliendo lo establecido en el código de minas. Este contrato
es distinto al de obra pública y al de concesión de servicio público (art 45). La Ley
685 de 2001 es aquella que regula las relaciones jurídicas entre el Estado y
particulares o entre particulares, por motivo de los trabajos y obras de la industria
minera en sus fases de prospección, exploración, construcción y montaje,
explotación, beneficio, transformación, transporte y promoción de los minerales
que se encuentren en el suelo o el subsuelo, ya sean de propiedad nacional o de
propiedad privada (art 2), esto debido a que los minerales sin importar donde se
encuentren pertenecen única y exclusivamente al Estado y son inalienables e
imprescriptibles, por tal motivo solo pueden explorarlos y explotarlos aquellos que
celebren un contrato de concesión minera con el Estado y lo hayan inscrito en el
registro minero nacional.

8. Fiducia sobre excedentes de tesorería

La ley 80 de 1993 art 32 inc.5 introduce el concepto de fiducia pública y la corte


constitucional (sentencia C-086/95) lo define como “un contrato autónomo e
independiente, más parecido a un encargo fiduciario que a una fiducia” ya que en
este: i) No hay transferencia de la propiedad de los bienes o recursos
fideicomitidos; ii) no se constituye un patrimonio autónomo, solo se podrán
constituir cuando la ley lo autorice; iii) la adjudicación de los contratos derivados
de ella corresponde a la entidad estatal fideicomitente, y iv) la comisión de la
sociedad fiduciaria no se puede cancelar con los rendimientos del fideicomiso,
salvo que estos estén presupuestados.

La ley 1150 de 2007 en su art 25 modifico el art 32 #5 inc.4, en el cual se estipula


que las sociedades a contratar sean públicas o privadas deben cumplir el
procedimiento de licitación o concurso previsto en esta ley. No obstante, los
excedentes de tesorería de las entidades estatales, se podrán invertir
directamente en fondos comunes ordinarios administrados por sociedades
fiduciarias, sin necesidad de acudir a un proceso de licitación pública

La superintendencia bancaria ejercerá inspección y vigilancia sobre las


sociedades fiduciarias y la Contraloría General de la República, las contralorías
departamentales y municipales ejercerán un control posterior sobre la
administración de los recursos públicos por tales sociedades. A la fiducia publica
se le aplicaran las normas del código mercantil en cuando no vayan en contra con
lo dispuesto en la ley 1150 de 2007

Todas exceptúan a la ley 80 de 1993 en su art 32 el cual describe cuales son los
contratos estatales y enumera algunos. Por tanto, todos estos contratos son
estatales en la medida que son celebrados por el Estado y sus entidades
descentralizadas, pero al tener una ley especial que regule de manera total su
regulación no se aplica la ley general de contratación.

9. Contratación con organismos internacionales

La Ley 80 de 1993 en su artículo 13, regula la normatividad aplicable a los


contratos estatales, estableciendo que los contratos que celebren las entidades se
regirán por las disposiciones comerciales y civiles pertinentes, salvo en las
materias particularmente reguladas en la Ley. Los contratos celebrados en el
exterior se podrán regir en su ejecución por las reglas del país en donde se hayan
suscrito, a menos que deban cumplirse en Colombia. Aquellos que se celebren en
Colombia y deban ejecutarse o cumplirse en el extranjero podrán someterse a la
ley extranjera. Los contratos financiados con fondos de los organismos
multilaterales de crédito o celebrados con personas extranjeras de derecho público
u organismos de cooperación, asistencia o ayuda internacionales, podrán
someterse a los reglamentos de tales entidades en todo lo relacionado con
procedimientos de formación y adjudicación y cláusulas especiales de ejecución,
cumplimiento, pagos y ajustes.

El decreto número 1082 del 2015 establece que:

Los contratos o convenios financiados en su totalidad o en sumas iguales o


superiores al cincuenta por ciento (50%) con fondos de los organismos de
cooperación, asistencia o ayudas internacionales, pueden someterse a los
reglamentos de tales entidades incluidos los recursos de aporte de fuente
nacional o sus equivalentes vinculados a estas operaciones en los acuerdos
celebrados, o sus reglamentos, según el caso. En caso contrario, los
contratos o convenios que se celebren en su totalidad o en sumas iguales o
superiores al cincuenta por ciento (50%) con recursos de origen nacional se
someterán al presente decreto.
Si el aporte de fuente nacional o internacional de un contrato o convenio de
cooperación internacional es modificado o los aportes no se ejecutan en los
términos pactados, las entidades estatales deben modificar los contratos o
convenios, para efectos de que estos estén sujetos a las normas del sistema de
compras y contratación pública, si el aporte de recursos públicos es superior al
cincuenta por ciento (50%) del total, o de las normas internas de la entidad de
cooperación si el aporte es inferior.

Cuando la variación de la participación de los aportes de las partes es


consecuencia de las fluctuaciones de la tasa de cambio de la moneda pactada en
el convenio o contrato de cooperación internacional, este seguirá sometido a las
reglas establecidas en el momento de su suscripción.

Los recursos generados en desarrollo de los contratos o convenios financiados


con fondos de los organismos de cooperación, asistencia o ayudas internacionales
no deben ser tenidos en cuenta para determinar los porcentajes de los aportes de
las partes.

Los contratos o convenios financiados con fondos de los organismos multilaterales


de crédito, entes gubernamentales extranjeros o personas extranjeras de derecho
público, así como aquellos a los que se refiere el inciso 2 del artículo 20 de la Ley
1150 de 2007, se ejecutarán de conformidad con lo establecido en los tratados
internacionales marco y complementarios, y en los convenios celebrados, o sus
reglamentos, según sea el caso, incluidos los recursos de aporte de fuente
nacional o sus equivalentes vinculados a tales operaciones en dichos documentos,
sin que a ellos le sea aplicable el porcentaje señalado en el inciso primero del
artículo 20 de la Ley 1150 de 2007.

Los contratos con personas extranjeras de derecho público se deben celebrar y


ejecutar según se acuerde entre las partes.

10. Explotación de hidrocarburos


La Ley 80 en su artículo 76 establece que los contratos de exploración y
explotación de recursos naturales renovables y no renovables, así como los
concernientes a la comercialización y demás actividades comerciales e
industriales propias de las entidades estatales a las que correspondan las
competencias para estos asuntos, continuarán rigiéndose por la legislación
especial que les sea aplicable. Las entidades estatales dedicadas a dichas
actividades determinarán en sus reglamentos internos el procedimiento de
selección de los contratistas, las cláusulas excepcionales que podrán pactarse, las
cuantías y los trámites a que deben sujetarse. Los procedimientos que adopten las
mencionadas entidades estatales, desarrollarán el deber de selección objetiva y
los principios de transparencia, economía y responsabilidad establecidos en esta
Ley. En ningún caso habrá lugar a aprobaciones o revisiones administrativas por
parte del Consejo de Ministros, el Consejo de Estado ni de los Tribunales
Administrativos.

Mediante Decreto-ley 4137 de 2011 se modificó la naturaleza jurídica de la


Agencia Nacional de Hidrocarburos y se complementó su objetivo, que comprende
la administración integral de las reservas y recursos hidrocarburíferos propiedad
de la Nación, la promoción y el aprovechamiento óptimo y sostenible de los
mismos, y la contribución a la seguridad energética del país. Conforme a dicho
Decreto-ley, corresponde al Consejo Directivo definir los criterios de
administración y asignación de las áreas hidrocarburíferas; aprobar los modelos
de contratos para su exploración y explotación, así como establecer las reglas y
criterios de gestión y seguimiento de los mismos, por lo que dicha entidad emitió el
acuerdo 4 de 2012, por medio del cual se expide el Reglamento de Contratación
correspondiente, y se fijan reglas para la gestión y el seguimiento de los
respectivos contratos, el presente Reglamento de Contratación tiene por objeto
adoptar criterios para contratar la exploración y explotación de los hidrocarburos
propiedad de la Nación, así como fijar reglas para la selección objetiva de
Contratistas y la adjudicación, celebración, gestión, ejecución, seguimiento, control
y vigilancia de los correspondientes contratos, que deben aplicarse en el
desarrollo de las distintas etapas de la gestión contractual, con arreglo al
ordenamiento superior constitucional, legal y reglamentario, deben materializar el
mandato de selección objetiva, respetar los postulados que rigen la función
administrativa y la gestión fiscal, y desarrollarse con sujeción a los principios que
gobiernan la contratación estatal.

11. Contratos de recuperación y/o conservación de antigüedades y


valores náufragos

De acuerdo a la ley 26 de 1986, son antigüedades o valores náufragos, que


pertenecen a la Nación, las naves y su dotación, lo mismo que los bienes muebles
yacentes dentro de ellas o diseminados en el suelo o subsuelo marinos de las
aguas interiores, del mar territorial y de la zona económica exclusiva a que se
refiere la Ley 10 de 1978, hayan sido esos bienes elaborados por el hombre o no,
y sean cualesquiera su naturaleza y la causa y época del hundimiento. Los restos
o partes de embarcaciones, de dotaciones o de bienes muebles que se
encuentren en circunstancias similares a las señaladas en el inciso anterior,
también tienen el carácter de antigüedades o valores náufragos.

Decreto 734 del 2012 rige en el artículo 8.1.5. De los contratos de recuperación
y/o conservación de antigüedades y valores náufragos. Se celebrarán a nombre
de la Nación los contratos de investigación histórica y de recuperación y/o
conservación de antigüedades y valores náufragos a que se refiere la Ley 26 de
1986.

Decreto 1200 de 1994, delega en los Ministros de Hacienda y Crédito Público,


Defensa Nacional, Educación Nacional, y en el Director del Departamento
Administrativo de la Presidencia de la República, la facultad de celebrar a nombre
de la Nación los contratos que tengan por objeto la investigación histórica, la
recuperación y/o conservación de antigüedades y valores náufragos, sin limitación
de cuantía. En consecuencia, tales contratos deberán ser suscritos conjuntamente
por los mencionados funcionarios.
12. Disposición, por parte de la DIAN, de mercancías aprehendidas,
decomisadas o abandonadas

El Título XVI en los artículos 532 y siguientes del Decreto 2685 de 1999, contiene
las normas sobre la disposición de mercancías aprehendidas, decomisadas o
abandonadas a favor de la Nación dada la función que en materia aduanera le fue
asignada entre otras a la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales
consistente en administrar los impuestos internos o al comercio exterior; así como
la dirección y administración de la gestión aduanera, incluyendo la aprehensión,
decomiso o declaración en abandono a favor de la Nación de mercancías y su
administración y disposición.

El decreto 2685 de 1999 establece que, se podrá disponer de las mercancías


aprehendidas que no tengan definida su situación jurídica a favor de la Nación, sin
perjuicio de que dicho proceso se lleve a cabo hasta su culminación cuando
puedan causar daños a otros bienes depositados, sean susceptibles de sufrir en
un tiempo breve descomposición o merma, tengan fecha de vencimiento,
requieran condiciones especiales para su conservación o almacenamiento de las
cuales no se disponga, no se haya establecido su propietario o quien se crea con
derecho sobre la misma, tengan restricciones de cualquier tipo que no hagan
posible su comercialización.

Se podrá disponer de las mercancías aprehendidas, decomisadas o abandonadas


a favor de la Nación mediante la venta, donación, asignación, destrucción o la
dación en pago. Los medios de transporte aéreo, marítimo o fluvial y la maquinaria
especializada, podrán entregarse en comodato o arrendamiento previa
constitución de una garantía, a las entidades de derecho público, aunque su
situación jurídica no se encuentra definida. Con las empresas de derecho privado
se podrán celebrar contratos de arrendamiento siempre que presten servicios
públicos.
13. Concesión de los servicios y de las actividades de
telecomunicaciones

En razón de su importancia estratégica para la prestación del servicio público de


las telecomunicaciones, el espectro electromagnético es uno de los elementos
integrantes del territorio (arts. 101 y 102 CP.) y es definido en el artículo 75 de la
Carta Política como “un bien público inajenable e imprescriptible sujeto a la gestión
y control del Estado”. La misma disposición establece que la gestión estatal de
este bien público debe encaminarse a garantizar “la igualdad de oportunidades en
el acceso a su uso” y, por esta vía, “el pluralismo informativo y la competencia”.
Por tal razón, se establece un mandato específico de intervención estatal
orientado a “evitar las prácticas monopolísticas en el uso del espectro
electromagnético”.

De acuerdo a la ley 80 de 1993, se entiende por actividad de telecomunicaciones


el establecimiento de una red de telecomunicaciones, para uso particular y
exclusivo, a fin de satisfacer necesidades privadas de telecomunicaciones, y sin
conexión a las redes conmutadas del Estado o a otras redes privadas de
telecomunicaciones. Para todos los efectos legales las actividades de
telecomunicaciones se asimilan a servicios privados. Se entiende por servicios de
telecomunicaciones aquellos que son prestados por personas jurídicas, públicas o
privadas, debidamente constituidas en Colombia, con o sin ánimo de lucro, con el
fin de satisfacer necesidades específicas de telecomunicaciones a terceros, dentro
del territorio nacional o en conexión con el exterior.

Los servicios y las actividades de telecomunicación serán prestados mediante


concesión otorgada por contratación directa o a través de licencias por las
entidades competentes, de acuerdo con lo dispuesto actualmente por la ley 1341
de 2009.
Los procedimientos, contratos, modalidades de asociación y adjudicación de
servicios de telecomunicaciones de que trata la Ley 37 de 1993, por la cual se
regula la prestación del servicio de telefonía móvil celular, continuarán rigiéndose
por lo previsto en dicha Ley y en las disposiciones que la desarrollen o
complementen. Los servicios de televisión se concederán mediante contrato, de
conformidad con las normas legales y disposiciones especiales sobre la materia.

Teniendo en cuenta El Régimen Especial para las Entidades Estatales que


Prestan el Servicio de Telecomunicaciones, en los contratos que celebren para la
adquisición y suministro de equipos, construcción, instalación y mantenimiento de
redes y de los sitios donde se ubiquen, no estarán sujetos a los procedimientos de
selección previstos en la ley 80. Los estatutos internos de estas entidades
determinarán las cláusulas excepcionales que podrán pactar en los contratos, de
acuerdo con la naturaleza propia de cada uno de ellos, así como los
procedimientos y las cuantías a los cuales deben sujetarse para su celebración.

Los procedimientos que en cumplimiento de lo previsto en este artículo adopten


las mencionadas entidades estatales, deberán desarrollar los principios de
selección objetiva, transparencia, economía y responsabilidad establecidos en
esta Ley.

14. Enajenación de acciones del Estado

La Ley 80 de 1993 establece las modalidades de selección del contratista entre las
cuales está la de selección abreviada que se debe aplicar en La enajenación de
bienes del Estado, con excepción de la enajenación de la propiedad accionaria
regida por la Ley 226 de 1995, la cual se aplica a la enajenación, total o parcial, a
favor de particulares, de acciones o bonos obligatoriamente convertibles en
acciones, de propiedad del Estado y, en general, a su participación en el capital
social de cualquier empresa. La titularidad de la participación estatal está
determinada bien por el hecho de que las acciones o participaciones sociales
estén en cabeza de los órganos públicos o de las personas jurídicas de la cual
éstos hagan parte, o bien porque fueron adquiridas con recursos públicos o del
Tesoro Público.

Cuando el Estado enajene su participación en una empresa, tomará las medidas


conducentes a democratizar la titularidad de sus acciones, y ofrecerá a sus
trabajadores, a las organizaciones solidarias y de trabajadores, condiciones
especiales para acceder a dicha propiedad accionaria, de acuerdo al artículo 60
de la Carta Política, dicho principio constitucional fue desarrollado en la Ley 226
de 1995, que establece la adopción mediante decreto de un programa de
enajenación avalado por el Consejo de Ministros, fijando un precio mínimo con
base en una valoración. El programa debe contener al menos dos etapas, con el
fin de privilegiar en la primera al sector solidario, ofreciéndole las acciones de
manera exclusiva durante 60 días con facilidades de crédito. Posteriormente, se
procede con la colocación del saldo entre otros inversionistas, a un precio igual o
mayor al de la primera etapa y manteniendo principios de publicidad y libre
concurrencia.

15. Contratación para el ejercicio de funciones administrativas por


particulares

La Ley 489 de 1998 por la cual se dictan normas sobre la organización y


funcionamiento de las entidades del orden nacional, regula el ejercicio de la
función administrativa, determina la estructura y define los principios y reglas
básicas de la organización y funcionamiento de la Administración Pública;
establece en su artículo 110 que: “Las personas naturales y jurídicas privadas
podrán ejercer funciones administrativas, salvo disposición legal en contrario, bajo
las siguientes condiciones: La regulación, el control, la vigilancia y la orientación
de la función administrativa corresponderá en todo momento, dentro del marco
legal a la autoridad o entidad pública titular de la función la que, en consecuencia,
deberá impartir las instrucciones y directrices necesarias para su ejercicio”.
Sin perjuicio de los controles pertinentes por razón de la naturaleza de la actividad,
la entidad pública que confiera la atribución de las funciones ejercerá directamente
un control y vigilancia sobre el cumplimiento de las finalidades, objetivos, políticas
y programas que deban ser observados por el particular.

Por motivos de interés público o social y en cualquier tiempo, la entidad o


autoridad que ha atribuido a los particulares el ejercicio de las funciones
administrativas puede dar por terminada la autorización.

La atribución de las funciones administrativas deberá estar precedida de acto


administrativo y acompañado de convenio. El artículo 111. Establece los
“Requisitos y procedimientos de los actos administrativos y convenios para
conferir funciones administrativas a particulares”.

Las entidades o autoridades administrativas podrán conferir el ejercicio de


funciones administrativas a particulares, bajo las condiciones de que trata el
artículo anterior, cumpliendo los requisitos y observando el procedimiento que se
describe a continuación:

1. Expedición de acto administrativo, decreto ejecutivo, en el caso de ministerios o


departamentos administrativos o de acto de la junta o consejo directivo, en el caso
de las entidades descentralizadas, que será sometido a la aprobación del
Presidente de la República, o por delegación del mismo, de los ministros o
directores de departamento administrativo, de los gobernadores y de los alcaldes,
según el orden a que pertenezca la entidad u organismo, mediante el cual
determine:

a) Las funciones específicas que encomendará a los particulares

b) Las calidades y requisitos que deben reunir las entidades o personas privadas;

c) Las condiciones del ejercicio de las funciones;

d) La forma de remuneración, si fuera el caso;

e) La duración del encargo y las garantías que deben prestar los particulares con
el fin de asegurar la observancia y la aplicación de los principios que conforme a la
Constitución Política y a la ley gobiernan el ejercicio de las funciones
administrativas.

2. La celebración de convenio, si fuere el caso, cuyo plazo de ejecución será de


cinco (5) años prorrogables y para cuya celebración la entidad o autoridad deberá:

Elaborar un pliego o términos de referencia, con fundamento en el acto


administrativo expedido y formular convocatoria pública para el efecto teniendo en
cuenta los principios establecidos en la Ley 80 de 1993 para la contratación por
parte de entidades estatales.

Pactar en el convenio las cláusulas excepcionales previstas en la Ley 80 de 1993


y normas complementarias, una vez seleccionado el particular al cual se conferirá
el ejercicio de las funciones administrativas. Apartes tachados: Inexequibles,
Sentencia C-866/99

A su vez el artículo 112 describe que la celebración del convenio y el consiguiente


ejercicio de funciones administrativas no modifican la naturaleza ni el régimen
aplicable a la entidad o persona privada que recibe el encargo de ejercer
funciones administrativas. No obstante, los actos unilaterales están sujetos en
cuanto a su expedición, y requisitos externos e internos, a los procedimientos de
comunicación e impugnación a las disposiciones propias de los actos
administrativos. Igualmente si se celebran contratos por cuenta de las entidades
privadas, los mismos se sujetarán a las normas de contratación de las entidades
estatales.

16. Contratación de la operación del monopolio de licores

Constitución Política artículo 336 Ley 14 de 1983 art. 61 comp. Decreto 1222 de
1986

El articulo 336 describe que solo se podrán establecer monopolios con una
finalidad de interés público o social y en virtud de la ley, que la organización,
administración, control y explotación de los monopolios rentísticos estarán
sometidos a un régimen propio, fijado por la ley de iniciativa gubernamental
además de que las rentas obtenidas en el ejercicio del monopolio de licores,
estarán destinadas preferentemente a los servicios de salud y educación.

De conformidad con la Ley 14 de 1983, la producción, introducción y venta de


licores destilados constituyen monopolios de los departamentos como arbitrio
rentístico en los términos del artículo 31 de la Constitución Política de Colombia.
En consecuencia, las Asambleas Departamentales regularán el monopolio o
gravarán esas industrias y actividades, si el monopolio no conviene, conforme a lo
dispuesto en esta Ley.

En desarrollo del monopolio sobre la producción, introducción y venta de licores


destilados, los departamentos podrán celebrar contratos de intercambio con
personas de derecho público o de derecho privado y todo tipo de convenio que
dentro de las normas de contratación vigentes permita agilizar el comercio de
estos productos. Para la introducción y venta de licores destilados, nacionales o
extranjeros, sobre los cuales el departamento ejerza el monopolio, será necesario
obtener previamente su permiso, que sólo lo otorgará una vez se celebren los
convenios económicos con las firmas productoras, introductoras o importadoras en
los cuales se establezca la participación porcentual del departamento en el precio
de venta del producto, sin sujeción a los límites tarifarios establecidos en esta Ley
y son las Asambleas departamentales las que tienen que decidir a través de las
ordenanzas, si en un determinado departamento se ejerce el monopolio sobre la
producción, introducción y venta de licores destilados. En consecuencia, tal
decisión no es de competencia del señor Gobernador.

La ley vigente no sujeta el ejercicio del monopolio sobre la introducción y venta de


licores destilados, a la producción por parte del departamento, de estos productos.
Por lo tanto, cuando un departamento tenga establecido el monopolio sobre la
introducción y venta de licores destilados en su jurisdicción, ninguna persona
natural o jurídica diferente al mismo departamento podrá introducir y vender los
productos monopolizados, sin haber obtenido la autorización respectiva otorgada
por el Departamento, quien únicamente la expedirá, después de que se hayan
celebrado los convenios con las firmas importadoras, o introductoras, en los
cuales se haya fijado la participación porcentual del departamento sobre el precio
de venta del producto. Esta participación porcentual debe ser igual para cada tipo
de producto y debe estar determinada en una ordenanza departamental.

17. Concesión de servicios postales

Ley 80 de 1993 // Ley 1369 de 2009

Artículo 37 de la ley 80/1993; Los servicios postales comprenden la prestación de


los servicios de correo y del servicio de mensajería especializada. El Gobierno
Nacional reglamentará las calidades, condiciones y requisitos que deben reunir las
personas naturales y jurídicas para la prestación de los servicios postales.
Igualmente fijará los derechos, tasas y tarifas, que regularán las concesiones y
licencias para la prestación de los servicios postales.

La ley 1369 de 2009 Por medio de la cual se establece el régimen de los servicios
postales en lo concerniente a los contratos de concesión y licencias de los
servicios postales; esta entidad anteriormente se regulaba por el artículo 37 de la
Ley 80 de 1993, pero luego paso a regirse por un régimen especial regulado por la
Ley 1369 de 2009 y fue derogado este artículo. Esta nueva norma dispuso en su
artículo 8° que el régimen contractual de todos los Operadores Postales
corresponde al Derecho Privado. Anteriormente la ley 80 de 1993 disponía en su
art. 37 que: “Artículo 37º. Los servicios postales comprenden la prestación de los
servicios de correo y del servicio de mensajería especializada. Se entiende por
servicio de correo la prestación de los servicios de giros postales y telegráficos,
así como el recibo, clasificación y entrega de envíos de correspondencia y otros
objetos postales, transportados vía superficie y aéreos, dentro del territorio
nacional. El servicio de correo internacional se prestará de acuerdo con los
convenios y acuerdos internacionales suscritos con la Unión Postal Universal y los
países miembros. Se entiende por servicio de mensajería especializada, la clase
de servicio postal prestado con independencia a las redes postales oficiales del
correo nacional e internacional, que exige la aplicación y adopción de
características especiales para la recepción, recolección y entrega personalizada
de los objetos transportados, vía superficie y aérea, en el ámbito nacional y en
conexión con el exterior. El Gobierno Nacional reglamentará las calidades,
condiciones y requisitos que deben reunir las personas naturales y jurídicas para
la prestación de los servicios postales. Igualmente fijará los derechos, tasas, y
tarifas, que regularán las concesiones y licencias para la prestación de los
servicios postales. Parágrafo 1º. La prestación de los servicios de correos se
concederá mediante contrato, a través del procedimiento de selección objetiva de
que trata la presente Ley. La prestación del servicio de mensajería especializada
se concederá directamente mediante licencia.” Posteriormente, como ya se ha
mencionado, su contratación paso a regirse por el derecho privado siendo una
excepción a la aplicación de la ley 80 de 1993.

18. Prestación del servicio de televisión

La Ley 182 de 1995 reglamenta el servicio de la televisión y formula políticas para


su desarrollo, se democratiza el acceso a éste, se conforman la Comisión
Nacional de Televisión, se promueven la industria y actividades de televisión, se
establecen normas para contratación de los servicios, se reestructuran entidades
del sector y se dictan otras disposiciones en materia de telecomunicaciones.
Posteriormente, se expide la Ley 1507 de 2012, que entre crea la Autoridad
Nacional de Televisión —ANTV— que pasa a reemplazar la CNTV y a asumir
varias de sus funciones. El art. 5 de la ley 182 de 1995 que establece las
funciones de la CNTV, dispone en el literal e), que le corresponde reglamentar el
otorgamiento y prórroga de los contratos de concesión de espacios de televisión y
los contratos de cesión de derechos de emisión, producción y coproducción de los
programas de televisión, así como los requisitos de las licitaciones, contratos y
licencias para acceder al servicio, y el régimen sancionatorio aplicable a los
concesionarios, operadores y contratistas de televisión, de conformidad con las
normas previstas en la ley. Esta función fue transferida a la ANTV por el art. 14 de
la ley 1507 de 2012. Además, de acuerdo al literal g), le corresponde fijar los
derechos, tasas y tarifas que correspondan a los contratos de concesión de
espacios de televisión; y, conforme al literal b) puede iniciar investigaciones y
ordenar visitas a las instalaciones de los operadores, concesionarios y contratistas
de televisión a fin de adelantar actividades de inspección, vigilancia, seguimiento y
control para una adecuada prestación del servicio de televisión (Art. 11 y 14 - Ley
1507 de 2012). Sin embargo, cuando se trate de la ejecución de los actos y
contratos, el literal k) de este artículo establece que se debe sujetar a las normas
del Código Contencioso Administrativo y la Ley 80 de 1993, dejando así los
contratos de concesión de espacios de televisión y contratos de cesión de
derechos de emisión, producción y coproducción de programas a reglamentación
de la ANTV. El art. 12 de la ley 182, asigna funciones a la Junta directiva de la
CNTV (ANTV); el literal i) establece que le corresponde reglamentar las
condiciones y requisitos de los acuerdos que celebren los contratistas; en el
parágrafo consagra que los actos y decisiones de la Junta directiva serán
tramitados según las normas generales del procedimiento administrativo,
siguiendo los principios de igualdad, moralidad, eficacia, economía, celeridad y
publicidad, garantizando así a los operadores, concesionarios y contratistas de
televisión, el ejercicio de la competencia en términos y condiciones de igualdad.
Para efectos de lo anterior, en el capítulo V de la misma ley, se establecen
disposiciones especiales para celebrar los contratos de concesión a los
operadores de televisión, especialmente en los artículos 48 y 49, en ese sentido,
la escogencia de operadores se hará mediante licitación pública y la adjudicación
en audiencia pública. La concesión no se hará por subasta pública. De manera
general se pueden mencionar las siguientes disposiciones: Sólo pueden participar
en la licitación y celebrar contratos, las personas que estén inscritas en el registro
único de operadores del servicio de televisión en el cual se evaluará la estructura
organizacional, capacidad financiera, técnica y experiencia. Los criterios a tener en
cuenta para la adjudicación de contratos, serán los del registro de proponentes y
la calidad del diseño técnico, capacidad de inversión, programación ofrecida
viabilidad económica. La concesión se conferirá por un término de hasta 10 años
prorrogables. Por otro lado, el art. 37 de la ley 182 establece que los actos y
contratos de los canales regionales de televisión, en materia de producción,
programación, comercialización y en general sus actividades comerciales se
regirán por las normas del derecho privado. Estos canales están obligados a
celebrar licitaciones públicas para la adjudicación de los programas.

Adicional la Ley 1150 de 2007 en su artículo 27 de la prórroga de los contratos de


concesión para la prestación de servicios de telecomunicaciones y de televisión,
dispone que el término de duración de las concesiones actuales y futuras para la
prestación de los servicios y actividades de telecomunicaciones, incluidas las de
televisión, será de diez (10) años prorrogables por lapsos iguales. En ningún caso
habrá prórrogas automáticas ni gratuitas.

19. El “contrato de aporte” al ICBF

Numeral 9 del artículo 21 de ley 7 de 1979 y el decreto 2388 de 1979

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, conforme a lo dispuesto por el


artículo 38 de la Ley 489 de 1998, forma parte de la rama ejecutiva del poder
público nacional en el nivel descentralizado; es un establecimiento público del
orden nacional con autonomía administrativa y presupuestal encargada de
formular y coordinar la ejecución de la política pública de protección social a la
niñez, los jóvenes menores de edad y la familia.

La ley 7 de 1979 "Por la cual se dictan normas para la protección de la Niñez, se


establece el Sistema Nacional de Bienestar Familiar, se reorganiza el Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar y se dictan otras disposiciones" es el régimen
especial en materia de contratación para esta entidad estatal.
En procura de alcanzar de manera eficiente sus objetivos, en materia de
contratación, el ICBF cuenta con un régimen especial o exceptivo, establecido en
la Ley 7ª de 1979 articulo 21 numeral 9; el Decreto 2388 de 1979, articulo 123 y
ss.; Decreto 2923 de 1994, Decreto 2150 de 1995, articulo 122; y Decreto 1529 de
1996, conocido como “Régimen Especial de Aporte”, de manera que los contratos
que celebre el ICBF para la operación de sus programas misionales, se rigen por
las normas sobre contrato de aporte, pues su finalidad es la protección de los
derechos constitucionales fundamentales de los niños, niñas y adolescentes
dentro del marco del Estado Social de Derecho, propendiendo por el
fortalecimiento de la unidad familiar, la garantía de los derechos fundamentales de
los niños, niñas y adolescentes, su prevalencia y debida protección de su interés
superior.

Por la naturaleza del servicio de Bienestar Familiar y de conformidad con el


régimen especial de contratación del Instituto, para el desarrollo de los programas
misionales se podrán suscribir contratos de aporte, entendiéndose por tal el
negocio jurídico que se celebra entre el Instituto y una institución de utilidad
pública o social, por medio del cual aquel se obliga a proveer a ésta los bienes o
servicios indispensables para la prestación total o parcial del servicio, actividad
que se cumple bajo la exclusiva responsabilidad de la institución, con personal de
su dependencia, pero de acuerdo con las normas y el control del ICBF.

20. unidad administrativa especial de la aeronáutica civil

La Unidad Administrativa Especial de Aeronáutica Civil, tendrá el mismo régimen


de contratación administrativa establecido para las entidades estatales que
presten el servicio de Telecomunicaciones, conforme a lo previsto en el Ley 80 de
1993.
Este régimen especial de contratación será aplicable para obras civiles,
adquisiciones, suministros y demás contratos que se requiera realizar para
garantizar la seguridad aérea y aeroportuaria.

Los gastos de funcionamiento e inversión de la Unidad Administrativa Especial de


Aeronáutica Civil se ejecutarán indistintamente con los recursos propios y los
aportes del presupuesto Nacional.

Normatividad

Ley 443 de 1998: Normas sobre la carrera administrativa


Ley 37 de 1993: Telecomunicaciones (aplicación de esta ley a este régimen
especial)
Ley 30 de 1992: Respecto de su naturaleza jurídica.

Motivos de la especialidad del régimen


Uno de los aspectos que justifican la creación de este régimen hace referencia a
que la naturaleza de la U.A de aeronáutica civil y su régimen académico está
ajustado a la ley 30 de 1992 por lo que el Director de la Unidad Administrativa
Especial de Aeronáutica Civil celebrará convenios con Instituciones de Educación
Superior, con el fin de disponer del personal debidamente calificado para el
manejo del control aéreo., para efecto de impartir capacitación a nivel profesional
que dé lugar al otorgamiento de títulos técnicos, universitarios y de
especialización.
El personal al servicio de la Unidad Administrativa Especial de Aeronáutica Civil se
denominará funcionarios aeronáuticos y tendrán la calidad de empleados públicos
de régimen especial.

Los empleados públicos de la Unidad Administrativa Especial de Aeronáutica Civil,


serán nombrados, designados o comisionados en todo caso, por el director de la
Entidad y a ellos les será aplicables las normas que regulan las situaciones
administrativas, la vinculación, desvinculación, el régimen de carrera
administrativa, disciplinario, salarial y prestacional, así como las demás normas
sobre manejo de personal, previstas para la Unidad Administrativa Especial
Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales sin perjuicio de las prestaciones
previstas en las normas especiales vigentes.
Régimen sancionatorio. Corresponde a la Unidad Administrativa Especial de
Aeronáutica Civil, sancionar administrativamente a los particulares, personas
naturales o jurídicas relacionadas con el sector, por la violación de los reglamentos
aeronáuticos y las demás normas que regulan las actividades del sector
aeronáutico.
CONCLUSIONES:

Después de analizar estos regímenes especiales de contratación se tiene


que, si bien uno de los objetivos de la ley 80 de 1993 era tratar de unificar la
regulación aplicable a la contratación de todas las entidades estatales, es
evidente que no se logró debido a las excepciones a su aplicación pues por un
lado como se muestra en la normatividad de esta investigación, se
mantuvieron algunas existentes con anterioridad como las previstas en la ley
30 de 1992 para las universidades públicas o en la ley 31 de 1992 para el
Banco de la República y posteriormente se expidieron otras leyes que también
establecieron excepciones como la ley 100 de 1993 para las Empresas
Sociales del Estado; la ley 142 de 1994 (reformada por la ley 689 de 2001)
para las entidades prestadoras de servicios públicos domiciliarios; la ley 143
de 1994 para las empresas del sector eléctrico; la ley 715 de 2001 para
algunos contratos de los fondos de servicios educativos, entre otras.

Así podemos concluir que la pretendida unificación de la regulación que


buscaba el legislador del 93 no cumple con su fin principal. También se
encontraron ciertas particularidades que se tienen respecto a los regímenes
especiales de contratación estatal, por una parte a varios de estos la ley les
ordena aplicar el Derecho Privado y otros solo utilizan una normativa diferente
que se adecua a los aspectos que en determinada materia se regulen.

No obstante la gran cantidad de regímenes que existen en un país tan diverso


como Colombia hay siempre puntos comunes entre los diferentes regímenes,
algunos de ellos son los PRINCIPIOS y lineamientos que se deben vigilar
siempre en la contratación estatal. Vemos de esta manera que estos principios
están SIEMPRE presentes y son la base en la que se debe fundamentar
cualquier régimen.

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