Son formas farmacéuticas que contienen uno o más fármacos disueltos en un
líquido y que, por sus componentes o modo de preparación, no están incluidas en otra categoría. Se administran por vía oral y se dosifican por volumen. Pueden presentarse como soluciones límpidas y transparentes de sabor y olor agradable, o como un producto sólido (polvo o granulado) para disolver extemporáneamente en el vehículo que le acompaña (agua purificada u otro)
Componentes de las soluciones orales
Los componentes básicos de las soluciorses orales son el fármaco o fármacos y el vehículo, que habitualmente es agua purificada. Además, pueden contener sustancias auxiliares como lampones, humectantes, solubilizantes, conservantes, estabilizantes, aromatizantes, edulcorantes y colorantes, que cumplen ios siguientes objetivos: — Conseguir la compatibilidad con el medio fisiológico. — Facilitar la solubilizaeión del fármaco. — Mantener la estabilidad física y quíinica de ios componentes. — Prevenir el crecimiento de microorganismos. — Corregir el olor, sabor y color, para facilitar la ingestión de la solución.
Preparación de las soluciones orales
El proceso de preparación supone solubilizar los componentes de la formulación en el vehículo seleccionado. í..os problemas que pueden plantearse son los mismos que se dan en la elaboración de disoluciones y derivan de las características fisicoquímicas y galénicas de los componentes y de la aceptabilidad de la formulación por parte del paciente. Asimismo, factores corno la temperatura, el tamaño de partícula, la utilizació.n de una mezcla de disolventes, la adición de sustancias auxiliares, etc., influyen de igual modo que en cualquier disolución. La elaboración de polvos o granulados para la preparación extemporánea de sohr- dones orales implica mezclar correctamente las sustancias auxiliares con el fármaco y seleccionar el adecuado disolvente (o mezcla de disolventes), de modo que la incorporación del sólido en el vehículo proporcione rápida y fácilmente una disolución. C a p ít u l o 1: Fo r m a s l íq u id a s o r a l e s 2 7 l.J.2. Jarabes Son preparaciones acuosas, límpidas y de elevada viscosidad, que contienen un azúcar, generalmente sacarosa, en concentración similar a la de saturación. Si el agente edulcorante es la sacarosa, la densidad del jarabe es 1,313 a 15Í- 20 °C; el punto de ebullición, 105 “C, y el contenido en sacarosa, 64-65% (p/p), que corresponde aproximadamente a 2/3 de sacarosa y 1/3 de agua. En el caso de utilizar glucosa, hay que tener en cuenta que ésta es menos soluble que la sacarosa y la saturación corresponde a una concentración aproximada del 50% (p/p), es decir 1/2 de glucosa y 1/2 de agua. Por tratarse de preparaciones acuosas, los jarabes son apropiados para la administración de fármacos hidrosolubles. Asimismo, por no contener alcohol (o contenerlo en baja cantidad) y por su sabor agradable, son formas líquidas orales de amplia difusión en pediatría. A) Funciones del azúcar El azúcar ejerce una acción conservante, edulcorante y viscosizante. La alta concentración de azúcar le confiere al jarabe una elevada presión osmótica que impide el desarrollo fúngico y bacteriano. Las soluciones azucaradas sustraen de los microorganismos, por ósmosis, el agua que éstos necesitan para su desarrollo. La densidad del jarabe simple de sacarosa es 1,313. Ya que la solución saturada de sacarosa corresponde a un contenido de esta sustancia del 65% (p/p), en 100 mL de jarabe (que pesan 131,3 g) habrá 85 g de sacarosa (131,3 x 0,65) y 46,3 g o mL de agua purificada (131,3 - 85). Los 85 g de sacarosa ocupan un volumen de 53,7 mL (100 46,3) (1 g de sacarosa ocupa 0,63 mL). De este modo, 46,3 g de agua purificada son utilizados para disolver 85 g de sacarosa. La solubilidad de la sacarosa en agua es 1 g en 0,5 mL. Así, para disolver 85 g de sacarosa se requieren 42,5 niL de agua purificada. La diferencia 46,3 - 42,5 = 3,8 mL de agua purificada corresponde al agua en exceso que se emplea en la preparación de 100 mL de jarabe simple de sacarosa. Esta pequeña cantidad de agua, denominada “agua libre”, es insuficiente para que se produzca el crecimiento de microorganismos y, sin embargo, proporciona estabilidad física al jarabe bajo condiciones de pequeñas variaciones de temperatura. Por lo tanto, 85 g de sacarosa preservan 46,3 mL de agua (1 g de sacarosa preserva 0,544 mL de agua). Desde el jjonto de; vista de; la conservabilidad, las preparaciones altaxíieaiíe concentradas son las más favorables. Si el jarabe tuviera una concentración de azúcar igual a la de saturación, no necesitaría con^3ervantes, porcpe estaría bieo protegido frente al crecimiento de nücrO'- organismos. Sin embargo, un pequeño descenso de temperatura durante el almacenamiento podría producir en estos jarabes la separación de cierta cantida.d de azúcar. Esta cantidad sería igual a la que existe en exceso con respecto a su solubilidad a la temperatura de almacenamiento. Por este motivo, la mayoría de los jarabes se for^' muían con una conceotradón de azúcar cercana, pero inferior a la de saturacióii, y se añaden agentes conservantes que previenen la proliferación de microorganismos y aseguran su estabilidad durante el período de almacenamiento y utilización. Es necesario considerar que, a medida que aumenta el contenido en azúcar, puede verse dificultada la disolución de ciertos fármacos en el jarabe. Estas preparaciones pueden llevar diferentes polioles, como glieerina, sorbí- tol, etc., que retrasan la cristalización del azúcar e incrementan la solubilidad de ios diferentes componentes del jarabe. Por otra parte, el azúcar disminuye la constante dieléctrica del agua, lo cual puede facilitar la disolución de algunas sustancias poco polares, como el ácido p-aminobenzoico, la quinina, el fenobarbital, etc., que por requerir para su disolución una constante dieléctrica menor que la del agua, son más solubles en jarabe simple (constante dieléctrica = 60) que en agua (constante dieléctrica = 80). Los jarabes son formas fuertemente edulcoradas que facilitan la administración oral de fármacos que tienen caracteres organolépticos desagradables. Por este motivo, son fácilmente aceptados por niños y ancianos y habitualmente prescritos en pediatría y geriatría. El jarabe de regaliz se recomienda para enmascarar el sabor salado de los bromuros, los yoduros y ios cloruros. Esta recomendación se basa en su carácter coloidal y doble dulzura, la inmediata que proporciona el azúcar y la persistente de la glicirricina. También sirve para disimular el sabor amargo de los preparados que contienen vitaminas de! complejo B. La gran cantidad de azúcar presente en los jarabes proporciona una elevada viscosidad que hace que se mantenga el sabor dulce en la boca durante un tiempo prolongado. 2 8 Pa r t e I: Fo r m a s f a r m a c é u t ic a s B) Tipos de jarabes Existen dos tipos de jarabes: los aromáticos y los inedicamentosos. L Jarabes aromáticos Los jarabes aromáticos, llamados también “no medicamentosos”, son aquellos que no contienen sustancias farmacológicamente activas. Son, en realidad, soluciones saturadas de un azúcar que pueden contener sustancias aromáticas o de sabor agradable y agentes correctores del color. Se utilizan para las siguientes finalidades: ....Como vehículos en preparaciones extemporáneas, ya sean soluciones o sus- pejisiones. ....Corno punto de partida para la preparación de jarabes medicamentosos. ....Corno integraotes de otras formas farmacéuticas: para corregir el sabor de formas líquidas orales, como espesantes de disoluciones orales o como agentes aglutinantes en la preparación de granulados. Dentro de este grupo de jarabes se encuentran los simples y los de zumos. Los primeros son disoluciones acuosa de un. azúcar a saturación. Los jarabes de zu:mos se preparan disolviendo el azúcar en el zumo respectivo. Se lleva rápidamente a ebullición y.se filtra la solución. La cantidad de sacarosa que hay que añadir depende de la densidad de cada zumo, que en sí ya contiene diversos azúcares y otras sustancias. Los jarabes de zumos más frecuentes son el de cerezas, el de naranja y el de cacao (cuadro 1.1). C a p ít u l o 1: Fo r m a s l íq u id a s o r a l e s 2 9 JARABE DE CEREZAS JARABE DE NARANJA JARABE DE CACAO CUADRO 1.1 Jarabes oromáficos Zumo de cerezas Sacarosa Etanol [957o¡ Agua purificada, c.s.p. 475 mi 800 g 20 mi 1.000 tYil Tintura de naranja dulce 50 mi Acido cítrico 5g Talco 15g Sacarosa 820 g Aguo purificada, c.s.p. 1.000 mL Cacao (móximo 1 2% grasa) 180g Sacarosa 600 g Glucosa líquida ; 180g Giicerina 50 mL Cloruro sódico 2g Vainillina 0,2 g Benzoato sódico '9 Agua purificada, c.s.p. 1.000 rriL El jarabe de cerezas tiene como bastí jarabe de sacarosa al que se añade alrededor del 47% de zumo de cerezas. Por su sabor ácido y frutal resulta atractivo para miiclios pacientes. El pH ácido limita su uso a la vehiculización de fármacos estables en este medio. Al estar exento de taninos es compatible con sales de hierro. Enmascara sabores amargos 5/ salados. I.y jarabe de naranja utiliza tintura de cáscara de naranja dulce y ácido cítrico como fuente de sabor y acidez. Es de palatibilidad parecida al zumo de naranja )' constituye un vehículo adecuado para fármacos estables en medio ácido. El jarabe de cacao es iina suspensión de polvo de cacao en un vehículo acuoso edulcorado y densificado con sacarosa, glucosa líquida y glicerina, saborizado con vainillina y cloruro sódico. Se emplea para facilitar la administración de preparaciones amargas en niños. 3 0 Pa r t e 1: Fo r m a s f a r m a c é u t ic a s 2. Jarabes medicamentosos Son jarabes aromáticos que contienen uno o más fármacos y se emplean en terapéutica por la acción característica de los fármacos de la fórmula. E,n los cuadros 1.2 a 1.5 se recoge la composición de algunos jarabes medicamentosos. CUADRO 1.2 Jarabe emético de ipecacuana (pecliálrico] Extracto líquido de ipecacuana 70 mi Ácido ciorhídrico 2,5 mi Glicerina 100 mi Jarabe simple, c.s.p. 1.000 mi CUADRO 1.3 Jarabe anfihistamínico Maleóte de cioríeniramino 400 mg Glicerina 25 mi Jarabe simple 83 mi Solución de sorbitoi [70% p/pj 282 mi Benzoato sódico 1g 1 Alcohol 60 mi i Color y aromo c.s. j Agua purificada, c.s.p. j 1.000 mi (Ca p ít u l o 1: I-'o r m a s l íq u id a s o r a l e s CUADRO 1.4 Jarabe de fosfato de codeína Fofifnto de codeína ! 3g Solución de torSrazina compuesta 10 mL Solución de acido benzoico 20 rriL Sol, clorofórmico al 5% en oicohot de! 90% 20 mL Agua purificada 20 rnL ,)arobe de iimón 200 mL Jarabe .simple, c.s.p. 1.000 mL CUADRO 1.5 Jarabe de sulfato ferroso Sulfato ferroso 13,5 g Ácido cítrico 12g Solución de sorbitol 350 mL Glicerina 50 mL Benzoato sódico 1g Aroma c.s. Agua purificada, c.s.p. 1.000 mL C) Componentes de los jarabes Los componentes básicos de un jarabe son azúcares, agua purificada, conservantes antimicrobianos, codisoiventes, saborizantes y otras sustancias auxiliares como espesantes, estabilizantes y colorantes. '— Azúcares. El azúcar más frecuentemente utilizado es la sacarosa, cuya concentración de saturación es del 64-65% (p/p). La glucosa, menos soluble que la sacarosa, alcanza la saturación en agua a concentraciones del 50% (p/p). Esta solución presenta actividad reductora y evita la oxidación de fármacos fácilmente alterables por este proceso, como el ioduro ferroso. En algunas ocasiones el azúcar es sustituido, total o parcialmente, por sustancias que no son azúcares: sorbitol, glicerina y propilenglicol. — Agua. Es necesario utilizar agua purificada o destilada, desprovista de sales (fundamentalmente iones de calcio) que puedan ocasionar precipitaciones de los fármacos incorporados. Asimismo, se recomienda que esté exenta de anhídrido carbónico porque facilita el proceso de hidrólisis de la sacarosa. — Conservantes. La cantidad adecuada para proteger un jarabe depende de la proporción de agua disponible para el crecimiento de microorganismos, de