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(SAGPyA)
PROCALGODON
Estas directivas tienen por objetivo describir los aspectos técnicos que se deben
respetar para que los productos finales se consideren dentro del sistema establecido
por este protocolo.
Dos (2) números que Cuatro (4) números Cuatro (4) números Dos (2) números
indican la provincia del código postal asignados en forma asignados al año
en que se encuentra que indican la correlativa a cada de siembra para
el establecimiento: localidad en que se parcela productiva identificar la
Catamarca: 01 encuentra el registrada en cada campaña
Chaco: 02 establecimiento provincia:
Córdoba: 03 Corrientes: 3400 08
Corrientes : 04 El Colorado: 3603 0001 09
Entre Ríos : 05 Las Breñas: 3722 0002 10
Formosa: 06 Reconquista: 3560 etc. 11
Jujuy: 07 Sáenz Peña: 3700 12
La Rioja: 08 Sgo del Estero:4200 13
Misiones: 09 etc. 14
Salta: 10 etc.
Santa Fe: 11
Sgo. del Estero: 12
Tucumán: 13
Gramíneas Anuales:
Cadillo (Cenchrus echinnatus)
Pasto colchón (Digitaría sanguinalis)
Pasto cañada (Echinochloa crus-galli, E. colonum)
Pasto moro (Leptochloa filiformis)
Gramíneas Perennes
Sorgo de Alepo o Pasto ruso (Sorghum halepense)
Gramilla o gramón (Cynodon dactylon)
Ciperáceas o Graminiformes
Pelo de chancho (Cyperus iria)
Cebollín púrpura (Cyperus rotundus)
Cebollín amarillo (Cyperus esculentus)
Latifoliadas Anuales
Yuyo colorado (Amaranthus sp.)
Quínoa (Chenopodium album)
Verdolaga (Portulaca oleracea)
Enredadera, Bejucos (Ipomoea spp.)
Escoba dura (Sida spinosa, S. rhombifolia, Malvastrum coromandelianinum)
Amor seco (Bidens subalternans, B. pilosa)
Abrojo grande (Xanthium cavanillesii)
Torito (Acanthospermum hispidum)
Chinchilla (Tapetes minuta)
Balda (Flaveria bidentis)
CONTROL TEMPRANO
Control Cultural
Crear condiciones para una correcta y rápida implantación del cultivo, con una
densidad uniforme sin dejar sitios libre de cultivo para evitar la instalación de las
malezas y favorecer las condiciones para un rápido crecimiento inicial.
Control mecánico
Azada rotativa o de púas, en la etapa temprana del cultivo, hasta que el algodón
presente alrededor de 4 hojas verdaderas, tanto en el distanciamiento convencional
como en surcos estrechos, si las condiciones no fueron propicias para el control
químico ó para romper la costra que se pudo haber formado luego de una precipitación.
El pasaje se debe realizar en horas de mayor insolación, cuando las plantas del
algodón no están turgentes y las malezas deben ser lo más pequeñas posible.
En la etapa intermedia, se cuenta con el pasaje del escardillo en el entresurco.
Se debe evitar en todos los casos la rotura de raíces, adecuando el ancho de trabajo
de los implementos al distanciamiento entre surcos. En el caso de emplearlo en surcos
estrechos se deberá evitar el aporcar tierra a la base de la planta, pues la cosecha
mecánica exige el terreno lo mas parejo posible.
Control químico
El control químico de malezas se basa fundamentalmente en el empleo de
herbicidas selectivos y eventualmente en aplicaciones dirigidas con herbicidas no
selectivos.
El control temprano se basa fundamentalmente en herbicidas residuales aplicados al
suelo en presiembra incorporado o en preemergencia superficial.
La actividad de estos herbicidas está supeditada fundamentalmente a la humedad
edáfica, dado que deben incorporarse en el agua del suelo y ser absorbidos por las
plántulas de las malezas en el proceso de la germinación.
Las dosis dependen de la textura y del contenido de materia orgánico del suelo. Las
dosis mas bajas son para suelos de textura liviana y bajo contenido de materia
orgánica, puesto que el principio activo no será retenido por las partículas y estará mas
disponible tanto para las malezas como para el cultivo.
Herbicidas de Presiembra
CONTROL INTERMEDIO
Herbicidas de postemergencia
La aplicación postemergente de herbicidas, se realiza para el control de aquellas
malezas que escaparon al control temprano ya sea químico o mecánico y para eliminar
los flujos tardíos de germinación remanente.
MSMA (Varias marcas comerciales SL 96%). Su uso está difundido para reducir
el crecimiento del cebollín desde siembra hasta la aparición de la 4ª hoja del
algodón. Es un herbicida de contacto, que retrasa el crecimiento de la maleza y
debe ser aplicado cuando el algodón tiene de 2 a 4 hojas y no debe estar sufriendo
estrés. Aplicaciones posteriores a este estado, producen un retraso en el desarrollo
del cultivo de algodón hasta la aparición de los primeros primordios florales
(pimpollos), momento a partir del cual su uso esta totalmente desaconsejado (por
sus componentes arsenicales).
* Control de latifoliadas
El control de latifoliadas, está estrechamente ligado a las especies a controlar y
el estado de crecimiento que presentan las mismas. Las malezas deben estar
desde cotiledón hasta 3-4 hojas verdaderas y el algodón, para que no se afecte su
desarrollo se debe seguir las recomendaciones de uso
CONTROL TARDIO
Tratamiento de precosecha
Cuando las malezas escaparon a los controles frecuentes, y llegado el momento de
cosecha estas presentan gran desarrollo que interfieren en la cosecha, se puede
recurrir a la aplicación de defoliante y un herbicida. Esta práctica, favorece el control de
malezas y evita el posterior rebrote del algodón.
Defoliante + Glifosato 1,0 – 1,5 L pf/ha (la dosis dependerá de las malezas
presentes y del estado del algodón)
2-4 D: 0,5 – 1,0 L pf/ha (la dosis dependerá de las malezas presentes y del estado
del algodón)
Con respecto al uso del 2-4 D se debe tener especial cuidado debido al peligro de
fitotoxicidad que presenta para el algodón, ya sea por aplicaciones directas como por
deriva desde otros campos.
Antes de proceder a su uso se aconseja examinar la legislación de cada Provincia
respecto a las posibilidades de su empleo en determinadas épocas del año, como así
también cuales son las formulaciones y formas de aplicación autorizadas.
ANEXO 2
CONTROL DE ENFERMEDADES TEMPRANAS
Control:
Entre las medidas sugeridas para atenuar los efectos perjudiciales de este mal se
mencionan:
* Buena preparación del suelo (asegurar el contacto suelo/semillas para favorecer su
rápida germinación).
* Evitar siembras profundas.
* Utilizar semilla de muy buena calidad (especialmente para las siembras tempranas).
* Rotaciones con otros cultivos para disminuir la posibilidad de formación de cepas más
virulentas.
* Siembras con temperatura y humedad adecuada evitando suelos excesivamente fríos
(sobre todo por debajo de los 18ºC).
* Tratamiento de semilla con fungicidas recomendados (tratamientos simples o
combinados), en dosis probadas (se recuerda que en el año 1963, por el Decreto Ley
6704, antiguamente Ley 4863 de 1905, este problema sanitario fue declarado plaga
nacional y la disposición n° 175/64, reglamentaria del Decreto n° 6704, establece la
obligatoriedad del tratamiento de la semilla con anticriptogámicos).
* Identificación anticipada a la siembra de los patógenos presentes en suelos de lotes
de cultivo. Actualmente se han desarrollado técnicas de laboratorio que permiten
identificar a partir de muestras de suelos, los patógenos de posible incidencia
económica presente en los mismos (pronóstico de la enfermedad).
* Para un control más eficiente del Pythium spp, se recomienda utilizar combinaciones
de fungicidas que contengan al menos uno de sus activos con especificidad en el
control de dicho hongo.
IMPORTANTE: Se recuerda que cualquier medida que se tome para evitar los
perjuicios provocados por las enfermedades de los cultivos siempre serán o deberían
ser preventivas, ya que las curativas no siempre son posibles de aplicar y normalmente
son mas costosas y de mayor riesgo en el control de problemas ya establecidos.
ANEXO 3
MANEJO DE PLAGAS INSECTILES Y ACAROS
La propuesta de manejo de plagas en el algodón está basada en las características
ecofisiológicas de las diferentes etapas del cultivo y en los aspectos bioecológicos de
las plagas con especial énfasis en el picudo del algodonero, con el objetivo de evitar
pérdidas de rendimientos, reduciendo al máximo las condiciones que potencien sus
daños.
Cada etapa tiene objetivos ecofisiológicos diferentes que deben ser alcanzados para
optimizar el rendimiento del cultivo. El principal objetivo desde el punto de vista del
manejo del cultivo y de las plagas, es favorecer un rápido crecimiento del sistema
radicular y del área foliar, hasta el inicio del pimpollado, mientras que a partir de la
floración lo es la fijación de la mayor proporción de frutos posible en las primeras
semanas de fructificación, especialmente los ubicados en las primeras posiciones de
las ramas fructíferas. Por lo tanto es clave evitar el daño en las estructuras
reproductivas y en las hojas que lo alimentan, para lograr una adecuada maduración de
las cápsulas y buena producción de fibra y de semillas.
Para ello las estrategias principales que se proponen para el manejo de plagas es la
siguiente:
• Emplear semilla deslintada químicamente, de buena calidad, tratada con fungicidas e
insecticidas sistémicos.
• Concentrar la fecha de siembra en un período no mayor de 45 días (de acuerdo a las
recomendaciones de SENASA).
• Monitoreo sistemático del cultivo y de las plagas insectiles desde emergencia a
madurez en 5 estaciones de muestreo cada 10 hectáreas.
• Empleo de productos químicos con la mayor especificidad posible en relación a la
plaga a controlar.
• Rotación de principios químicos.
Manejo
Trips: El daño más severo se produce desde la germinación y durante las tres
primeras semanas del cultivo, dañando los brotes terminales. El tratamiento de la
semilla con insecticidas sistémicos es una práctica clave para lograr la protección
durante ese período. En ataques mas tardíos con plantas desarrolladas, los daños que
producen en la planta son compensados por el crecimiento vegetativo.
Umbrales: Desde la aparición de las primeras hojas hasta cuando la planta tiene entre
6 y 8 hojas verdaderas (3 a 4 semanas de crecimiento) puede tolerar entre 0,5 y 1
trips/hoja. A partir del inicio del pimpollado el nivel puede incrementarse a 2-3 trips/hoja.
Monitoreo: En cada estación de muestreo se cuentan los trips presentes en las dos
últimas hojas de 4 plantas seguidas. En caso de monitorear el daño en brotes
terminales, el nivel de tolerancia es del 10% de plantas con brotes dañados.
Oruga de la hoja: Las larvas producen daños al alimentarse de las láminas de las
hojas sin consumir las nervaduras principales, aunque en infestaciones elevadas,
devoran también brotes, flores, ramas y hasta el tegumento de las cápsulas.
Umbrales: para muestrear esta plaga se usa la red o el paño vertical; en el primer caso
el umbral de daño se ubica entre 50 y 100 orugas por cada 100 golpes de red, mientras
que para el segundo es de 10 a 15 larvas por metro. En caso de monitorear plantas
aisladas se tolera de 1,0 a 1,5 larvas por planta. Para la elección del insecticida tener
en cuenta el tamaño del promedio de la población además de la densidad poblacional.
Con tamaños de larvas inferiores a 1,5 cm usar IGR y con tamaños mas grandes
insecticidas de alto poder de volteo.
Monitoreo: tanto para el caso de usar la red como el paño vertical se seleccionaran dos
subunidades por estación de muestreo. Si se usa la red, se cuenta el número de
orugas por cada 10 golpes de red y para el uso del paño vertical, se cuenta el número
de orugas por metro. Para el caso de plantas aisladas, contar 10 plantas al azar.
2) Etapa desde inicio del pimpollado (9ª hoja expandida) hasta fin de floración
efectiva: se tendrán en cuenta los muestreos de estructuras reproductivas. Estos se
realizarán cada 5 días en lugares representativos del lote, donde se deben revisar
pimpollos del tercio superior de la planta y detectar allí los daños del insecto, ya
sean orificios de oviposición o de alimentación, recomendándose como mínimo 5
sitios y 20 pimpollos en cada uno. Nivel recomendado para comenzar los
tratamientos: 5 % de daño; con una batería de tres aplicaciones cada 5 a 7 días,
utilizando insecticidas de distintos grupos (endosulfan, fosforados, piretroides) en
aplicaciones consecutivas.
3) Etapa desde fin de floración efectiva a final del ciclo: si se realizó la batería de
aplicaciones previas, lo conveniente es realizar la cosecha en el momento oportuno
e inmediatamente realizar una aplicación de insecticida, luego destruir el rastrojo y
nuevamente realizar una aplicación a los 5 a 7 días posteriores. En esta etapa es
muy importante evitar los rebrotes ya sea en cultivo como posterior a la cosecha, ya
que es la práctica más adecuada para disminuir las poblaciones de picudos. En el
primer caso mediante la aplicación de reguladores de crecimiento o podado
mecánico del cultivo mientras que en poscosecha, el rebrote puede controlarse
mediante el uso de sustancias químicas.
Se debe continuar con el monitoreo con trampas y tubos matapicudos del rastrojo
hasta la próxima campaña.
ANEXO 4
MANEJO DEL CRECIMIENTO
El monitoreo del crecimiento se realizará en forma semanal y consistirá en la
medición de las siguientes características:
- medición de la altura total de la planta desde la superficie del suelo hasta la
última hoja con tamaño de 2,5 cms de diámetro
- conteo del número de nudos sobre el tallo principal por encina de los nudos
cotiledoneales
- calcular con ambos registros (altura/numero de nudos), el largo promedio de
entrenudos que servirá como referencia para el manejo del crecimiento.
3. Luego del fin de la floración efectiva se debe evitar el rebrote del crecimiento
vegetativo mediante la aplicación de dosis completas de reguladores de crecimiento
cada quince días de ser necesario.
Momentos de seguimiento de cultivo y auditoria
TRANSPORTE Y ALMACENAMIENTO
Deben extremarse los cuidados relacionados con la limpieza de los lugares de
acopio y medios de transporte tanto en los predios de los productores como en la
desmotadora.
El algodón acopiado debe cubrirse para evitar efectos negativos por mojado a
consecuencia de precipitaciones. Las coberturas deben reunir características que
eviten la contaminación con telas e hilos plásticos.
AUDITORIA 2
- Defoliado cultivo
- Condiciones cosechadora
- Humedad algodón a cosechar
- Limpieza lugares de acopio y transporte
- Cobertura algodón acopiado
3.- DESMOTE
El desmote es la operación que permite separar la fibra de la semilla y al mismo
tiempo la limpieza de ambos de los restos vegetales (brácteas, tallos, etc.) que se
recolectaron junto con los capullos en la cosecha.
La desmotadora previo a la entrada en operaciones en cada campaña deberá
solicitar al PROCALGODON una auditoria externa a fin de cumplir con las condiciones
solicitadas en este protocolo. Una vez aprobada la auditoria recibirá un número de
identificación de desmotadora otorgado por el PROCALGODON que constara de 5
números: los dos primeros correspondientes a la provincia en donde opera la
desmotadora y los 3 números restantes a la inscripción secuenciada en cada provincia.
En el proceso del desmote se pueden diferenciar las siguientes etapas:
a. Ingreso del algodón a la desmotadora.
b. Acondicionamiento del algodón en bruto antes del desmote.
c. Trabajo del cuerpo de desmote.
d. Tratamiento de la fibra.
e. Enfardado de la fibra e Identificación del fardo.
d. Tratamiento de la fibra
Todos los fardos deben poseer una cierta uniformidad en la compresión a fin de
lograr un peso final que oscile entre los 204 a 249 kg.
AUDITORIA 3
- Humedad de ingreso a proceso de desmote.
- Humedad en el cuerpo de desmote.
- Humedad de la fibra en los fardos.
AUDITORIA 4
- Contenido de fibras cortas no debe superar el 12 %.