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SÍNTOMAS QUE PRECEDEN AL AVIVAMIENTO

Dr. James Stewart

Hay dos temas que conmueven los corazones y aceleran el pulso de los cristianos entusiastas
en todo el mundo: El cercano regreso de nuestro Señor Jesucristo y la obra sobrenatural del
Espíritu en el ministerio de avivamiento.

Estoy seguro que estarán de acuerdo conmigo cuando hablo de una desesperada necesidad
de que llegue la hora de una visitación fresca del cielo. Un trabajo poderoso y sobrenatural de
Dios resolvería todos nuestros problemas en la iglesia aquí y en todo el mundo. Los problemas
que laceran nuestra vida de iglesia desaparecerían con el nuevo toque del Espíritu de Dios.
Estaría llena de misioneros y de recursos para los campos extranjeros. Los millones de
paganos que hasta ahora se encuentran en la oscuridad pronto serían evangelizados.

Con el fin de orar con inteligencia y fe, debemos saber qué es un avivamiento y cuáles son sus
síntomas. Sabemos que la palabra "Síntoma" no es un término teológico sino un término
médico; cuando un doctor dice que un paciente tiene cierto mal, ¿cómo lo sabe? Simplemente
porque él ha encontrado los síntomas y ha diagnósticado el caso. Pues bien, hay síntomas
definitivos de cuándo va a venir un avivamiento. Yo puedo ir de congregación en congregación,
de pueblo en pueblo, y diagnosticar rápidamente la condición espiritual de los creyentes y asi
saber si van a tener un avivamiento o no.

Es posible que estés orando sin fe por un avivamiento si no observas cuidadosamente los
síntomas del avivamiento que viene. Estos síntomas son los mismos en toda congregación, en
toda ciudad, en toda nación, no importa lo diverso de los antecedentes. En todo lugar a donde
voy, busco con oración profunda su diagnóstico espiritual para ver si el Espíritu de Dios está
trabajando ahí realmente. Cuando veo estos síntomas entre un grupo de creyentes, entonces
puedo sin temor a equivocarme, pronosticar un poderoso avivamiento.

SÍNTOMAS DE UN AVIVAMIENTO

ESPÍRITU DE HUMILLACIÓN Y CONFESIÓN

Tenemos una observación aguda de este síntoma en el gran versículo profético de Zacarías
12:10, en el cual vemos que la nación de Israel llorará pronto al ver su terrible culpabilidad en la
crucifixión de su Mesías.

"Y derramaré sobre la casa de David y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y
de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito,
afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito."

Este espíritu de gracia y de oración se produce por el poderoso derramamiento del mismo
Espíritu Santo. De hecho, el espíritu de gracia y de oración es sólo otro nombre del Espíritu
Santo. Cuando el Espíritu Santo comienza a trabajar entre su pueblo, preparándolo para un
avivamiento, siempre hay llanto, lamento y confesión. El pueblo de Dios se humilla y se
quebranta delante de la cruz, mientras miran fijamente el asombroso amor de su querido
Redentor. Así, humillados, lloran amargamente por sus pecados. "Oh Dios", claman, "¿cómo
pudo mi corazón ser tan frío?, ¿cómo pudo mi vida de oración ser tan miserable?, ¿cómo pudo
mi amor por mis hermanos y por mis hermanas ser tan pobre a la luz del calvario?"

"Oh Dios", claman, "perdóname por mi rencor, perdóname por mi raíz de amargura, perdóname
por mi falta de fruto, perdóname por mi infernal orgullo religioso, perdóname por mi falta de
preocupación por este mundo perdido que se está yendo al infierno."

Les digo, amigos; no hay nada que humille más que un avivamiento. ¿Estás preparado para
esto? ¿Estás preparado para que la lámpara escudriñadora de la Palabra de Dios apunte hacia
los escondrijos más profundos de tu ser, de tu vida pública y de tu vida privada? si, mi
hermano. Si, mi hermana, antes que venga un avivamiento debe de haber muchas caras
avergonzadas y muchos corazones quebrantados.

Cuando veo la maravillosa cruz

En la cual el príncipe de Gloria murió

Mi mayor ganancia la tengo por pérdida

Y derramo desprecio sobre todo mi orgullo.

A menudo oramos: "Oh Señor Jesús, acércate, oh bendito Espíritu, muévete entre nosotros".
Ahora, imagínate que Dios contesta esa oración, ¿qué puede suceder? Tendría que haber
arrepentimiento, contrición y confesión en medio de los santos. Supón que el Señor humillara a
tu pastor delante de la congregación. Supón que los ancianos fueran humillados por el Espíritu
Santo. Suponte hermano, hermana, que tienes que levantarte este domingo en la mañana
delante de la congregación y hacer una confesión completa. Supón que un pastor tiene que ir
con otro y decirle: "Querido hermano, yo he estado diciendo algunas cosas malas acerca de
usted y de su congregación. Yo he estado actuando con presunción y orgullo." ¡Yo te digo que
estos serían síntomas de un avivamiento!

Queridos amigos; si pudieran ver lo que el ojo de Dios ve en medio de nosotros, ¡te
maravillarías de que no nos haya mandado a todos al lago de fuego! Nunca olvides que Dios
odia el pecado en todas las formas y tamaños, Él no lo va a tolerar ni por un segundo. Él
enviará juicios y después se retirará de ti.

"...Y quietaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido" (Ap. 2:5)

No es siempre el adulterio, el robo, la borrachera y cosas como éstas las que estorban el
avivamiento. Hay otras cosas de condenar. Mientras hablaba con la difunta Sra. Booth-
Clibborn, la hija mayor de los fundadores del Ejército de Salvación, acerca de la necesidad
desesperada de arrepentimiento en la iglesia, ella dijo muy seriamente::

"Hermano James, ¿sabe qué creo? Creo que los pecados de corazón -raíces de amargura,
envidia, celos, rencor o difamación u orgullo religioso- son tan infernales a los ojos de Dios
como los pecados externos, como el adulterio o el asesinato."

Podría escribir hojas enteras, con lo que he visto como síntomas en nuestro ministerio de
avivamiento. En una ocasión yo no pude hablar porque por ocho horas los cristianos
permanecieron de pie uno tras otro confesando sus pecados.
Ahora, sea en público, en lo secreto o en privado; la confesión debe conducir a una restitución
práctica, y si no, todo es engaño. No tiene caso llorar delante de Dios pidiéndole que perdone
los pecados si no se va a restituir inmediatamente. No seas hipócrita: "Deja tu ofrenda en el
altar y ve y reconcíliate con tu hermano."

Sí, lo afirmo de nuevo, éste es el primer síntoma de que viene un avivamiento. Recuerdo una
ocasión que oí de una supuesta gran visitación de Dios en cierta ciudad del norte de Estados
Unidos. Esperé en vano escuchar que uno de los líderes en la campaña hubiera confesado
públicamente sus pecados y hubiera restituido con su esposa; la gran campaña evangelística
terminó sin que yo oyera esto. Miles confesaron haberse salvado; las iglesias decían que
tenían un gran aviamiento. Este líder público no parecía haberse humillado. Claramente no
había habido tal avivamiento. Unas pocas semanas después los pastores sólo podían juntar un
puñado de almas nacidas de nuevo; las iglesias volvieron a su tibieza y estado de muerte.
Debemos tener el espíritu de quebrantamiento delante del Dios Santo.

ESPÍRITU DE DOLORES DE PARTO


En Isaías 66:8 al final del versículo leemos: "...pues en cuanto Sion estuvo de parto, dio a luz
hijos."

El síntoma de dolores de parto es un gran ausente en las congregaciones actuales. Cuando


voy a algunas de ellas a veces pienso que estoy en un zoológico a la hora de comer a causa
del ruido. La gente está charlando como si estuvieran esperando el comienzo de un evento
deportivo. Es bueno tener un ambiente amigable en la iglesia, pero, ¿cómo puede actuar el
Espíritu Santo en ese ambiente? Spurgeon dijo una vez: "Va a haber una gran bendición hoy,
porque hay mucho rocío celestial alrededor" Lo que él quiso decir era que había tantos
intercesores delante del trono que él sabía que el Espíritu trabajaría poderosamente. No es de
extrañar que Dios bendijera a Spurgeon. Por muchos años él tuvo dos veladas de oración
semanales donde 4, 000 cristianos oraban por horas; nunnca predicó sin que 500 de sus
gentes estuvieran orando en otro cuarto del edificio.

No es suficiente para un predicador proclamar el glorioso evangelio de Cristo. Debe predicarlo


"...por el Espíritu Santo enviado del cielo..." (1a de Pedro 1:12). Sin embargo, esto no es
suficiente. Si va a haber un avivamiento, si la iglesia va a ser apresurada y restaurada a su
primer amor, si las almas van a ser salvas; ¡Todos los miembros de la iglesia deben tener
dolores de parto para tener verdaderos nacimientos espirituales! "En cuanto Sión estuvo de
parto, dio a luz hijos..." En una ocasión Whitefield le gritó a la gente: "si ustedes no lloan por
ustedes mismos, entonces yo tendré que llorar por ustedes"; después de esto él rompió en un
lloro incontrolable.

Muchas veces nosotros hemos oído sollozos y los gemidos de santos preciosos antes y
durante los servicios en Europa. A veces los llantos y los dolores de parto eran tan grandes que
me fue imposible predicar. Antes de que estallara el avivamiento en Hungría, el Señor me
permitió conocer a una hermana única en Cristo; su marido era de familia aristócrata. Ella
estaba muy cargada por la condición espiritual de su marido y de su hijo, pero también lo
estaba por la deplorable condición de la iglesia de la que era miembro. En todas nuestras
reuniones de oración, no importaba si había 4, 000 o 5, 000 asistentes, ella siempre levantaba
su mano y clamaba hacia el púlpito: "Hermano James, no nos olvidemos de orar por la iglesia,
no nos olvidemos de orar por mi marido y mi hijo" Si, era única, porque igual que Ana tenía un
espíritu apesadumbrado; era una de las Anas del avivamiento; agonizaba, tenía dolores de
parto. No importaba la hora del día o de la noche. Siempre estaba en las reuniones de oración,
ya fieran a las tres de la tarde o a las dos de la mañana.

Una madrugada como a las cuatro yo estaba visitando una reunión de oración en la ciudad de
Budapest y descubrí que ella llevaba doce horas orando en una iglesia metodista; me acerqué
cuidadosamente y la toqué en su hombro y le dije amablemente: "Querida hermana, usted
debe irse a su casa ahora, ya ha estadoaqui suficiente tiempo." Me miró a través de las
lágrimas y me dijo: "oh James, no me envíe a mi casa, no puedo irme. Además usted no es el
Espíritu Santo, no puedo irme hasta que Él me libere. Ore conmigo, mi carga es muy grande".

Cuando años después el jefe de los obispos de la iglesia a la que pertenecía esta hermana me
agradecía por haber traído un avivamiento a su iglesia yo le contesté: "Amado hermano, hace
mal en agradecerme a mí este avivamiento. Es cierto que yo prediqué a miles, pero el
avivamiento que vino a su congregación se debe a las oraciones agónicas de una mujer."

¿Tienen este síntoma de dolores de parto en medio de ustedes? ¡Entonces, el avivamiento


viene en camino!

ESPÍRITU ANHELANTE

Otro síntoma de avivamiento es el espíritu anhelante.

"Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en
tierra seca y árida donde no hay aguas, para ver tu poder y tu gloria, así como te he mirado en
el santuario" (Sal. 63:2-2)
"Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama, por ti oh Dios, el alma mía"
(Sal. 42:1).

En esta gacela del desierto que brama por las aguas tenemos una preciosa ilustración de los
creyentes sinceros y honestos, con almas sedientas por Dios. Nos han dicho en los zoólogos
que el ciervo es un animal que brama por las aguas; literalmente jadea todo el día, pero
especialmente después de un recorrido por el desierto árido.

¿Cuál es tu condición espiritual y la de tus amigos creyentes? ¿Tienen hambre y sed de Dios?
¿Tienen ese espíritu anhelante de Dios? ¿Tienen ese anhelo espiritual de ver Su poder y Su
gloria manifestados en Su santuario? Desgraciadamente, esa cualidad espiritual es muy rara.
Habla con los cristianos nominales de las cosas santas de Dios; predica a la congregación
evangélica promedio acerca de las cosas gloriosas de nuestro bendito Señor, y sólo tendrás
una respuesta pequeña. La razón no hay que buscarla lejos: están aburridos; están cegados de
tanto oír. Su pecado es alterar las cosas santas, ya han oído todo y a todos, ya hay saciedad
en sus almas; han perdido la dulce sensación de la bendita presencia de la majestad de Cristo.
Ministrarlos es como pararse en el glaciar más grande de Europa en el este de Noruega, ¡el
cual es de 500 millas cuadradas de hielo sólido! La palabra de Dios se congela en tus labios y
el alma se estremece dentro de ti.

Si el arcángel Gabriel fuera enviado a ministrarlos sería una obra deprimente. Uno de los
grandes requisitos de un avivamiento es: escasez. "Por que yo derramaré aguas sobre el
sequedal..." (Is. 44:3). Muchos cristianos dicen politicamente: "Me necantaría ver un
avivamiento" pero por su simple tono de voz sabes que no tienen un deseo real.

Recientemente en una ciudad de Europa, después de un largo servicio de sábado en la tarde ,


los creyentes permanecieron seis horas en la sala de reunión el domingo escuchando una
predicaciónsazonada con oración y alabanza: ¡no querían irse a sus casas!, no estaban
interesados en su hermosa comida de domingo. ¡Quién quiere abandonar un banquete de ls
mejores cosas en la santa presencia de Dios, sólo para ir a comer un filete o un pollo frito! No
es de extrañar que el Salvador dijera: "María ha escogido la mejor parte, la cual no le será
quitada".

Si algunos creyentes fueran al pastor y le dijeran: "Pastor, reunámonos el sábado en la noche,


o levantémonos el domingo temprano para buscar el rostro de Dios, tengamos una reunión
extra de estudio de la Biblia", entonces sabrás que el bendito espíritu anhelante se está
manifestando, y el avivamiento, seguro está en camino. Agradece a Dios cuando veas un
Espíritu inquieto, un espíritu de sed y de anhelo.

ESPIRITU DE ARMONIA

Otro síntoma de avivamiento es el espíritu de armonia. "Mirad cuán bueno y delicioso es


habitar los hermanos juntos en armonía! es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual
desciende sobre la barba, la barba de Aarón, y baja hasta el borde de sus vestiduras; como el
rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sión, porque allí envía Jehová bendición
y vida eterna" (Sal. 133).

Uno de los primeros pasos para el avivamiento es quitar las barreras denominacionales. En
muchos casos las denominaciones han creado odios, envidias o aún celos entre la gente de
Dios. Muchos grupos están clamando para que el avivamiento comience sólo en sus
denominaciones, y se sentitrían ofendidos con dios si el fuego cayera sobre otro grupo en la
misma ciudad. Si tú fuiste puesto por Dios en un grupo verdaderamente espiritual, debes ser
fiel ahí; pero, oh mi hermano, no debemos amar más a nuestro grupo que a nuestro Señor.
Nuestras etiquetas denominacionales caerán cuando seamos raptados a la gloria. El Espíritu
de Dios está buscando la unidad entre la gente de Dios en estos últimos tiempos de oscuridad
para detener la marea y preparar la venida del Señor.
El Espíritu Santo está buscando un rompimiento de las barreras en medio de su verdadero
pueblo, comprado por Su sangre, para que sean instrumentos para el avivamiento que viene.
Yo he visto en mi experiencia personal que es muy notorio durante los tiempos de persecución
y las épocas de grandes avivamientos, que los verdaderos cristianos nacidos de nuevo se unan
en un gran ejército para pelear contra el diablo. Andrew Bonar dijo: "Dios ama la unidad, ama
que clamemos juntos, las peticiones firmadas por más de uno".

Cuando hace unos años tuve que enfrentar la muerte por causa de Cristo, estuve viviendo la
eternidad durante dos semanas; pensé que no viviría y me trasladé a la gloria. Miré hacia atrás
y hacia abajo, hacia la tierra, tal como era. Vi a las iglesias y noté poca esperanza y la total
inutilidad de las barreras humanas levantadas para dividir a la gente de Dios. Mientras
esperaba estar pronto en la presencia de mi glorioso Redentor, mi corazón estaba lleno del
aplastante amor por TODOS LOS SANTOS para comprender la anchura, la largura, la
profundidad y la altura de la vida cristiana (Ef. 3:18).

Otro paso para el avivamiento es quitar todas las diferencias que dividen a los cristianos dentro
de sus propias congregaciones.
No tiene caso clamar a Dios hasta que haya perfecta armonía dentro de la iglesia. Muchas
veces encontrarás santos peleando contra el diablo en una esquina de la iglesia, y en otra
esquina de la iglesia santos jugando con él. Pero desgraciadamente a veces hay división aún
entre los miembros más distinguidos de la iglesia. El diablo ha sembrado su cizaña. En lugar de
un hermoso amor impregnando la atmósfera, no hay sino odio, rencor y celos. Todo esto por el
infernal orgullo y la autosuficiencia. Porque "el hombre viejo" no ha sido quitado de enfrente y
clavado definitivamente en la cruz.

Uno de los más hermosos síntomas de avivamiento es la atmósfera cálida y amistosa de una
unidad espiritual. Mientras el avivamiento sigue, el trabajo se intensifica y este amor crece. Yo
he visto que, incluso después de muchos meses de reuniones diarias donde se juntan entre 2,
000 ó 3, 000. son como una gran familia feliz. El Santo Espíritu ha derramado el amor sobre los
corazones (Rom. 5:5). Esta hermosa relación se da por la unidad en Cristo. Ellos pertenecen a
Cristo y así pertenecen unos a otros. Ahora pueden cantar con profundo sentimiento:

Ahora pertenezco a Cristo

Jesús me pertenece

No para los años del tiempo de soledad

sino para la eternidad

ESPIRITU DE FE

El último síntoma que mencionaré es el espíritu de fe. Recordemos la historia de 1a de Reyes


18; el profeta estaba orando en el monte Carmelo y envió a su sirviente: "Sube y mira hacia el
mar, y el subió y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces. A la séptima vez
dijo: Veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él
dijo: Ve y di a Acab, unce tu carro y desciende , para que la lluvia no te ataje" (1a Re 18:43-44).

Nosotros hemos estado en esa misma cordillera, y es fácil para nosotros ver como el poderoso
Elías pudo dar un vistazo en todas las direcciones del horizonte para ver si había alguna
respuesta de Dios a su oración. Cuando agonizaba con la cara entre sus rodillas, Elías recibió
el reporte de su sirviente de que ahora había una nube pequeña como del tamaño de la palma
de la mano de un hombre; inmediatamente él profetizó en fe acerca de la lluvia que venia. La
tormenta, en tierra de sequía, fue un milagro de Dios, pero no olvidemos que el milagro de Dios
vino a causa de la fe de Elías. Él anunció de antemano que iba a llover cuando sólo había una
nube minúscula a lo lejos. El espíritu de fe es peculiar sólo a aquellos que como Elías han
orado. Esta gente es el pueblo de la uncíon secreta de Dios, aquellos que agonizan en sus
cámaras secretas.

El linaje de los sacerdotes ungidos de Dios

nunca pasará,

permanecen delante de su glorioso rostro,

y le sirven de noche y de día.

Aunque la razón se levante y la incredulidad

fluya como poderoso río,

Ellos son y serán hasta el final,

los sacerdotes escondidos de Dios.

El avivamiento comienza cuando el Espíritu enseña a los intercesores. En quietud esperan en


gloriosa comunión e intercesión agónica por la conversión de una iglesia mundana y de un
mundo que se está muriendo. De pronto, Dios les revela que sus oraciones han sido
contestadas y que las ventanas del cielo están a punto de abrirse y que un diluvio espiritual
está apunto de descender.

Estos santos no siempre se dejan ver, ya que creen que deben permanecer en lo oculto por si
una pequeña parte de la gloria que le pertenece a Dios les pudiera ser dada a ellos. A veces
estas almas irán a su pastor, o se levantarán en una reunión y declararán que un poderoso
avivamiento viene en camino; muchas veces esto sucede después de que ya han pasado
muchos años, y ellos se atreven a decir que ya sabían que venía el avivamiento. Podíamos
contar uno tras otro los incidentes de santos insignificantes que han tenido ese espíritu de fe.
¡Ellos profetizaron "el sonido de una lluvia abundante", cuando no había, ni siquiera una
pequeña nube en el horizonte! ¿Cómo lo supieron? Dios les había revelado sus secretos. Sus
oraciones fueron contestadas.

Recordamos cómo en una ciudad de los países escandinavos comenzamos con diez personas
y terminamos con diez mil personas todas las noches en la plaza del mercado. Este
avivamiento vino cuando la gente menos lo esperaba; unos años después descubrimos que
esto ya había sido mostrado por el Señor a una hermana cuyas oraciones habían sido
contestadas a quien el Señor había dicho que haría "una cosa nueva".

Amado, no juguemos al ministerio del avivamiento, no hablemos con ligereza del avivamiento.
Muramos con angustia, no nos burlemos de Dios. ¿Cuántos de ustedes han orado y agonizado
en las vigilias secretas del día y de la noche hasta que Dios les ha dado el testimonio de que la
bendición viene en camino? ¿Hay algún signo de estos síntomas de Avivamiento en medio de
ustedes ahora? Haz un diagnóstico cuidadoso de la vida espiritual de la gente, analiza cuantos
tienen el espíritu de fe para anunciar la venida de las bendiciones. ¿Hay alguno en medio de
ustedes que haya recibido la promesa definitiva de parte de Dios de que está a punto de
amanecer sobre tu iglesia y sobre tu comunidad?

¡Que Dios nos permita ver estos síntomas de avivamiento para su gloria! Ampen.

Mi difunto amigo, Edward Last, dijo hermosamente: "Aunque las iglesias no pueden producir un
avivamiento, deben prepararse para él y esforzarse lo mas que puedan mientras llega y,
paradójicamente, la iglesia que está preparada pára un avivamiento ya está en él."

"Algunas veces en un día de bochornos hemos visto grandes nubes juntarse, con la promesa
de la lluvia y hemos oído la artillería de los cielos resonando en las alturas; y cuando volteamos
los rostros hacia arriba una o dos grandes gotas caen sobre nosotros y sabemos que el
aguacero está cerca. Así nos parece ahora a muchos cuando levantamos nuestras caras al
cielo y sentimos las gotas refrescantes, aunque sean pocas, pero que prometen un chubasco.
HA COMENZADO A LLOVER".

Por una inundación en la tierra sedienta,

por un poderoso avivamiento.

Por un grupo santificado y sin temor

listo para saludar su llegada.

¡Oh Dios, envía a tu iglesia comprada con tu sangre y a un mundo necesitado, un diluvio de
bendición! ¡Amén!

COMENTARIO ACERCA DE LA IGLESIA

El término "avivamiento" presupone un deterioro, una descomposición; una caída, un aflojar las
riendas.

Una iglesia que necesita ser reavivada es una iglesia que está viviendo por debajo del patrón
normal del Nuevo Tesatamento. Sus miembros, que necesitan ser despertados, están viviendo
una vida cristiana subnormal. El fuego de la consagración a Cristo y el fuego del cielo por las
almas perdidas se está apagando lentamente, y necesita ser reavivado. Es una tragedia y un
hecho real, que la gran mayoría de los cristianos hoy están viviendo una vida cristiana
subnormal. Tan bajo ha caído la vida espiritual de la la mayoría de los creyentes, que el estado
glorioso que trae un avivamiento les parece anormal. Hemos llegado a considerar que este
bajo estado espiritual en nuestra experiencia es lo normal en la iglesia, y que el avivamiento del
espíritu es extraordinario o anormal.

La frialdad, la muerte, la insensibilidad y el deslizarse son estados anormales y la iglesia nunca


será normal hasta que sea reavivada. El esplendor glorioso de la iglesia que brilla como
resultado de un avivamiento es el verdadero estándar que el Señor ha establecido en el Nuevo
Testamento, y esto es lo que Él espera ver en medio de sus redimidos en todo tiempo. No hay
nada anormal en la iglesia avivada del Señor. Lo único anormal en la iglesia hoy en día es que
necesita ser reavivada. No hay nada anormal en ser llenos del Espíritu Santo, de acuerdo a
Efesios 5:8. No hay nada anormal en santificar a Cristo en el corazón como dice el
mandamiento en 1ª de Pedro 3:15. No hay nada anormal en los cristianos que "reinan en vida
por Jesucristo" como se menciona en Romanos 5:7. No hay nada anormal en un hijo de Dios
redimido que presenta su cuerpo en sacrificio vivo, como Pablo manda que se haga en
Romanos 12:1. No hay nada anormal en un bautismo de poder para ganar las almas perdidas
para Cristo. Todo esto representa lo normal en un cristiano como lo presenta para nosotros el
Nuevo Testamento. Adolf Monod, cuando se estaba muriendo, gritó desesperadamente cuatro
declaraciones: "Todo por Cristo; por medio el Espíritu Santo; para la gloria de Dios; todo lo
demás no vale nada".

La falsa idea acerca del avivamiento, se le puede atribuir a las enseñanzas erróneas del
pasado: 1) Que el aceptar el señorío de Cristo en nuestras vidas es una segunda experiencia
de la gracia que es un tipo de añadidura opcional en la vida del cristiano. 2) La llenura del
Espíritu ha sido establecida como un lujo y sólo es para unos cuantos privilegiados. Que es
algo delicado y noble, pero no un mandato necesario para cada hijo de Dios redimido. Por
consiguiente se tienen términos de "súper-espirituales" para definir una vida que consideran
anormal y prácticamente inalcanzable para la mayoría de los cristianos.
Mucha gente ha venido a mí en los estudios bíblicos, después de insistir en la absoluta
necesidad de estar habituados en la vida espiritual que está declarada en el Nuevo
Testamento, y me han dicho incluso hasta llorando: "Sr. Stewart, somos salvos hace años, y
siempre hemos pensado que lo normal de una vida cristiana eran derrotas y fracasos mientras
caminábamos sobre esta tierra. Nunca habíamos sabido que esa vida que usted nos describe
no sólo es posible alcanzarla, sino que es el estándar de santidad que Dios tiene para cada
uno de sus hijos".

CUANDO EL FUEGO DEL SEÑOR CAE

Cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo: Jehová Dios
de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy
tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas"

"Respóndeme, Jehová, respóndeme para que conozca este pueblo que tú, oh Jehová eres el
Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos".

"Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo y aún
lamió el agua que estaba en la zanja".

"Viéndolo todo el pueblo se postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios!"

1a de Reyes 18:36-39

LAS MARCAS DEL AVIVAMIENTO

Un avivamiento es un mover especial del Espíritu Santo entre los creyentes que los lleva a vivir
en plenitud espiritual, produciendo santificación y abundancia de fruto. Es iniciado en el
corazón de Dios, transmitido por su Palabra y recibido por el pueblo con santo temor que los
lleva a su vez a una búsqueda mayor de Dios. Se verifican generosos frutos de salvación en
los pecadores por el testimonio de los creyentes en el poder del Espíritu.

Seguiremos un modelo bíblico de avivamiento entre tantos que se registran en las Escrituras.
En Isaías 54 se verifican bási¬camente tres verdades: El anuncio, las garantías y, finalmente,
los signos visibles del avivamiento.

1) El anuncio del avivamiento (54:1-3).

El anuncio del avivamiento es hecho en un marco psíquico, social, espiritual y material


descripto como: esterilidad y desamparo (v.1), asolación de las ciudades (v.3), confusión,
vergüenza y afrenta(v.4), abandono y tristeza de espíritu (v.6), pobreza y fatiga (v.11).
La causa de tal estado fue el pecado y la rebelión del pueblo que hizo abandono del pacto con
su Dios. Aunque el capítulo que nos ocupa no alude al origen de la calamidad, sí lo hace el
anterior, donde se describe al Siervo sufriente de Jehová cargan¬do sobre sí mismo las
consecuencias del descarrío de Israel (53:3-9). Queda claro que la ausencia de avivamiento
está vinculada necesariamente a cualquier conducta pecaminosa del pueblo.
El anuncio divino pone de relieve también la parcialidad de Dios para con los desamparados y
su especialidad en causas perdi¬das en términos humanos. Regocijo, canción, ampliación de
tien-das, prosperidad: todo indica una vuelta al plan original de Dios para con Israel de usarlo
para llevar su gloria a las naciones (v.5).
La determinación divina es clara: "Jehová ha dicho". Se trata ahora de que pasemos de "creer
en Dios" a "creerle a Dios", porque de lo contrario cumplirá su propósito por alguna otra vía.

2) Las garantías del avivamiento (v.4-10).


a) La Palabra de Dios(v.4) Se trata de no temer ni aver¬gonzarnos
de confiar en su Palabra. ¿Acaso corrimos riesgo alguna vez por habernos apoyado en ella?
Por cierto que vendrán avergonzadores que se acercarán a decirnos: ¿Interpretaste bien la
Escritura? ¿Y si no era aplicable a tu situación? El salmista también pasó por un trance
semejante y se limitó a orar para descargar su ansiedad en Dios que es fiel a su Palabra
(Sal.119:41-42). Por cierto que el hecho de que oremos no nos sustrae de la necesidad de
estar ejercitados en el conocimiento de Dios y su Palabra, como también de saber aplicarla
correcta¬mente a cada situación.

b) El Nombre de Dios (v.5). Dios se identifica como marido, Hacedor, Jehová de los ejércitos,
Redentor, Santo de Israel, Dios de toda la tierra. Todos esos nombres revelan su naturaleza y
su carácter y son equivalentes a la firma de un documento.

c) El llamamiento de Dios (v.6).El pueblo de Dios es llama¬do en la condición deplorable en


que se encuentra con un propósi¬to determinado. Nunca el llamado divino precede al propósito
porque Dios es coherente con sus planes y su carácter no admite improvisación alguna
(Is.55:9-11).

d) El carácter de Dios (7-10). Una de las manifestaciones del carácter de Dios es su


misericordia que es calificada en el texto como eterna, inquebrantable, firme más que los
montes. El abandono de Dios para con su pueblo tiene su razón de ser en la disciplina a la que
lo somete con el propósito de recibirlo otra vez para restaurarlo. El abandono es breve y la ira
es poca, pero sus misericordias grandes (ver 55:3). Dios mismo autolimita su ira, pero en
cambio derrama en abundancia su misericordia.
Hay además una alusión directa a su conducta en el pasado en tiempos de Noé‚ para confirmar
la confianza del pueblo.

3) Los signos del avivamiento (v.11-17).

a) Cimientos sólidos (11-12). La tarea de cimentación la hace Dios mismo y utiliza materiales
preciosos en la obra. El edifi¬cio del avivamiento, cuando es obra del Espíritu Santo, está
fundado sobre la roca y no sobre la arena, de modo que las cir¬cunstancias adversas y la obra
del enemigo no pueda malograrlo. Con cimientos firmes la curva del avivamiento no declina
rápida¬mente, fenómeno que se verifica lo largo de la historia en los ciclos de crecimiento de
las organizaciones y de los movimientos espirituales. El éxito estriba en transmitir fielmente la
vi¬sión, el "depósito", como lo llama Pablo, a las siguientes generaciones.

b) Enseñanza personalizada de Dios (13a). Jeremías proclamó que el nuevo pacto de Dios con
su pueblo se caracterizaría por grabar la ley en los corazones de los fieles. En un avivamiento
genuino el Espíritu Santo goza de plena libertad para enseñar y dar testimonio personalmente
en el corazón de los cristianos de la visión divina. Se verifica el mismo testimonio acerca de la
visión en la mayoría de la comunidad.

c) Frutos de paz y justicia (13b, 14a). La paz siempre es fruto de la justicia (Rom.5:1). La
justicia, a su vez, es un signo inequívoco del reino de los cielos ("Buscad primeramente el reino
de Dios y su justicia...") y vivir en justicia es hacerlo conforme a la ética de Cristo. Si acaso
comenzamos a disfrutar de los beneficios de la paz es porque nos estamos moviendo en
dirección de la justicia que demanda Jesucristo.

d) Libertad de opresión y temor (14b-17a). Todos los enemigos que conspiren contra el
proyecto de Dios son puestos a distancia. Ningún arma espiritual puede prosperar porque Dios
mismo es el garante de la paz y de la seguridad.

CONCLUSION:

"Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mi vendrá ", dice Dios (v.17).
Encendidos de avivamiento en virtud de la legalidad de la herencia. La iglesia ha vivido a
menudo en el estado calamitoso que da cuenta el profeta. Pero dicho estado es una
“anormalidad” del cuerpo de Cristo. Se trata, entonces, de responder con fe obediente a la
proclama esperanzadora de la “normalidad” victoriosa establecida por el Señor Jesucristo: “Las
puertas del Hades no prevalecerán contra la iglesia” y “Yo estoy con ustedes todos los días
hasta el fin del mundo. Por tanto vayan y hagan discípulos en todas las naciones.”

EL AVIVAMIENTO

Pastor Rudy Soto Reeberg

El Profeta Habacuc exclama y dice: OH Jehová “Aviva tu obra en medio de los tiempos”

La palabra AVIVAMIENTO significa: Aventar o avivar el fuego o los dones en nuestra vida, para
un propósito especial…….el de traer poderosos cambios en nuestras vidas, afectando fe y
conducta, en la vida de la Iglesia y la de la nación. Todo avivamiento que no trae cambios a una
nación, entonces no es avivamiento.

¿QUÉ ES EN REALIDAD UN AVIVAMIENTO?

“Podríamos describirlo como la visita sobrenatural de Dios en forma especial para poner en
orden la casa de Dios (Iglesia) que a veces anda desordenada. Y una vez hecho, el Espíritu
Santo la impulsará hacia nuevas metas, influenciando así una ciudad y toda una nación.

Se usa a veces una frase en la Biblia: Avívanos Señor, Tráenos vida.

CUANDO DIOS DECIDE VISITARNOS, LOS SIGNOS MAS CONTUNDENTES QUE COMIENZAN A
OCURRIR SON LOS SIGUIENTES:

1. Una gran hambre y sed de Dios (Anhelo por Dios, pasión por Dios) “Mi alma tiene sed
de Dios, del Dios vivo...” Salmos 63: 1; Mateo 5: 6.

2. Una inconformidad con las estructuras actuales

3. Un despertar en la oración nunca antes visto (Intercesión ininterrumpida y continua.


Puede durar días semanas y meses)

4. Confesión de pecados ( a veces hasta públicamente)

5. Las finanzas comienzan a moverse para la obra de Dios (Generosidad en el contribuir


para la obra de Dios, sin presiones)

6. Estudio intenso , y redescubrimiento de la palabra y obediencia a la misma (Estudios


bíblicos en grupos, y en cualquier parte)

7. Manifestación de amor y unidad entre creyentes. Amor verdadero e interés por el


prójimo.

8. Gran crecimiento en el número de nuevos creyentes

9. La ciudad comienza a dar signos visibles de cambio, en cuanto a la pecaminosidad (que


comienza a menguar).
10. Las conversiones a Cristo comienzan a producirse por cantidades impresionantes.

11. La celebración de cultos, se incrementa poderosamente, y muchos estarán por largas


horas en los cultos, sin querer ir a sus casas.

12. No habrá que rogar a nadie para que haga algo en la obra de Dios, todos querrán
servir.

¿QUE OCURRE DURANTE LA VISITA DE DIOS O UN AVIVAMIENTO?

Básicamente, la Iglesia es examinada por el Señor, y es llevada a una vida en intimidad con él y
es revelada la importancia del sacrificio de Cristo en la Cruz de manera mas clara, y comienza a
verse una verdadera pasión por Dios en la vida de los creyentes, y la fe de muchos comienza a
crecer.

También la santidad comienza a ser una pieza fundamental para todos, y nadie querrá ofender
al Señor con sus actos, y cae un temor reverente a Dios sobre la Iglesia.

Milagros y sanidades son vistas, y más que eso vidas radiantes, transformadas, Ministerios
transformados, y muchos corazones sanados, y personas reconciliándose con Dios. El único
protagonista de semejante movimiento es El Espíritu Santo quien exaltará a Cristo, y cumplirá
la voluntad del Padre sobre la tierra.

¿DEBEMOS ANHELAR UN AVIVAMIENTO?

Salmos 51: 12 “Vuélveme el gozo de tu Salvación….

Salmos 85: 6 “¿No volverás a darnos vida, Para que tu pueblo se regocije en ti?

Salmos 80: 7 “OH Dios de los ejércitos, restáuranos; Haz resplandecer tu rostro….

Isaías 32: 14-15 Porque los Palacios quedaran desiertos, la multitud de la ciudad cesará; las
torres y las fortalezas se volverán cuevas para siempre, donde descansan asnos monteses y
ganados hagan majada; V15 Hasta que sobre nosotros sea derramado el Espíritu de lo alto, y el
desierto se convierta en campo fértil, y el campo fértil sea estimado por bosque.

La Iglesia debe insistir delante del Señor buscando un avivamiento para:

1. Ser restaurada (Pintura nueva, vida con propósito, reformada)

2. Para ser renovada (Nueva vestidura, Santidad)

3. Para ser luz y sal a la humanidad (Testimonio de vida)

¿QUIERE DIOS VISITAR A SU PUEBLO?

Jeremías 29. 10 “Yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros
volver a este lugar”

Cada vez que Dios visita a su iglesia algo grande sucede, las cosas comienzan a cambiar, la
gente se mueve, trabaja y evangeliza para la Gloria de Dios, y la Iglesia es bendecida.
Mi oración a Dios es que él envíe desde los altos cielos su poder, para que la Iglesia del Señor
sea transformada, cambiada, y santificada, para que ella al final de los tiempos sea presentada
al Señor como la novia del Cordero de Dios, pero sin mancha ni arruga.

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