You are on page 1of 7

1.

Introducción

Este trabajo se propone la realización de un comentario de las redondillas reunidas bajo el


título “arguye de inconsecuente el gusto, y la censura de los hombres, que en las mujeres
acusan lo que causan”.Para ello, abordaré la circunstancia del texto escogido, así como sus
planos métrico, semántico, morfosintáctico y pragmático. Después, aportaré unas
conclusiones.

2. La circunstancia de la autora y del texto

2.1 Contexto artístico y literario

Sus obras se encuadran en el periodo literario del Barroco. El Renacimiento, caracterizado por
su racionalismo y su recurrencia a los clásicos grecolatinos, no colmaba las inquietudes de una
sociedad que estaba sufriendo profundos cambios políticos, económicos yreligiosos. Estos
últimos cambios son los que más interesan para el análisis de este texto, porque la
Contrarreforma llevada a cabo en el Concilio de Trento se ocupó de aclarar y fijar la moral
católica (enrespuesta al reformismo protestante)yen muchos casos, el arte se convirtió en un
instrumento didáctico y propagandístico, más aún que en el siglo XVI, que debía defender los
preceptos católicos.La Iglesia tenía que buscar la manera de satisfacer las inquietudes
espirituales de la sociedad,como habían hecho los protestantes, y el arte jugó unpapel
importante en la consecución de tal cometido.

Para ello, los escritores recurrían a un lenguaje más embellecido y recargado que en las
equilibradas poesías renacentistas y aunque esto no fue así en todos los autores y en el texto
que comentaré no se percibe, provocó que autores posteriores despreciasen el arte Barroco por
considerarlo recargado, frívolo y superficial. Era cierto que embellecía el discurso y que enn las
artes plásticas las formas se exageraban y la decoración podía ser recargada, pero conviene
apercibirse de que una de las funciones del arte era la propagandística y moralizante y de que
el poder político y religioso, que era quien ejercía el mecenazgo de los artistas, pudiera
demostrar su supremacía yuna sensación se estabilidad política yreligiosa necesaria en una
sociedad empobrecida y en crisis.

2.2 La autora y el texto

Se cree que Sor Juana nació el 12 de noviembre de 1651 en San Miguel Nepantla (México). Hija
de una criolla y de un militar vizcaino, sor Juana fue una “niña prodigio”, pues a los ocho años
había compuesto ya su primera poesía. Cuando se mudó con su familia a la capital de lo que
entonces era el virreinato de NuevaEspaña, fue dama de honor del virrey y el marqués de
Mancera le ofreció su mecenazgo por el gran talento literario que todos los que la conocían
advertían en ella. En el siglo XVII, lo que se esperaba de la mujer era que se casase o
profesaralos votos perpetuos en una orden religiosa y Sor Juana optó por esta segunda opción,
ingresando en el convento de San Jerónimo de la capital de NuevaEspaña. Esto le
permitióproseguir con sus estudios y con el cultivo de la poesía y al gozar de gran fama entre
los intelectuales de la corte virreinal, muchos filósofos y escritores la visitaron e intercambiaron
correspondencia con ella.

Sin embargo, su fama decayó en los siglos XVIII y XIX, como les sucedió a muchos autores
barrocos acusados de excesos y complejidades artísticassuperfluas. En el siglo XX los estudios
sobre la escritora se retomarony comenzaron a proliferar estudios críticos que abordaban la
obra de sor Juana y las numerosas polémicas en torno a la autenticidad de su autoría o a la luz
de los estudios de género,fructíferos teniendo en cuenta que sor Juana fue una de las pocas
mujeres de su tiempo que logróéxitos literarios aun en vida.

Las redondillas elegidas forman parte de un conjunto de poemas unidos bajoel título deg
Poemas de la única poetisa, musa decima, Soror Juana Inés de la Cruz... : que en varios metros,
idiomas, y estilos, fertiliza varios assumptos; con elegantes, sutiles, claros, ingeniosos, utiles
versos: para enseñanza, recreo, y admiración.

3. Análisis métrico y fónico

La poesía se compone de diecisiete redondillas, lo que hace un total de 64 versos.Los 64 versos


del poema son octosílabos y su rima es ABBA.

Se aprecia que los versos, en todas las estrofas, poseen rima consonante.

Podría mencionarse también que en la segunda, la quinta, la novena, duodécima, trece y


catorce hallamos preguntas retóricas, que en casos como el de la estrofa quinta abarcan los
cuatro versos de la redondilla. Esto lo comentaremos en el plano pragmático, pero noobstante,
producen un cambio significativo en la entonación del poema que después se reflejará ensu
intencionalidad.

4. Plano semántico

4.1. Tema y campos semánticos


Las redondillas son una sátira que critica la inconsecuencia del hombre al tratar y al criticar a
las mujeres. A este respecto, el título del poema es muy clarificador, pues el tema del texto se
imbrica en él.

Entiendo que las palabras clave del poema se hallan en las estrofas tercera yquinta. Son
”combatís”, “resistencia”, “liviandad” y “posesión”. La crítica se realiza, en buena medida, en
torno a las actitudes de resistencia y liviandad femeninas, que en ningún casocomportaban, de
acuerdo con el texto, una relación equilibrada. La autora ve al hombre como a un ser
incoherente,cuya insistencia incita a la mujer al pecado y además, le reprocha su
disconformidad tanto con las objeciones que una mujer plantea antes de iniciar una relación
con él comocon la aceptación posterior de sus pretensiones. El hecho de que el hombre
“combata” nos remite al tópico militia amoris, que tiene su origen en la poesía trovadoresca y
que se enfrenta a la relación amorosa como a una batalla, que el hombre gana cuando la
mujer le corresponde. Sor Juana critica este concepto, que situaría a la mujer y al amor por
encima de Dios o de los preceptos religiosos, porque la religio amoris se pareceun constructo
pagano que en ningún caso se adecuaba a la moral católicay a una relación en la que el
hombregoza de una posición superior.

El poema asume que el hombre que se esfuerza en conquistar a la mujer logrará que
efectivamente esta le ame, pero entonces tampoco estará conforme, porque la mujer se
mostrará demasiadocomplaciente en apreciodel denuedomasculino y el hombre la encontrará
demasiado “liviana”. Sor Juana reprende al hombre, porque pareciera que su objetivo no es
una relaciónamorosa, sino una lucha constante para lograrla,lo que le sumeenuna espiral de
incoherencias que le impiden razonar y darse cuenta de que la mujer no tiene la culpa ni de la
resistencia ni de la liviandad. Estas dos actitudes son las que el hombre ha buscado con sus
intentos de conquista y las que la convierten a ella en pecadora. A juicio de Sor Juana, el
objetivo del hombre no es pretender el amor de una mujer, sino poseerla por completo (lo que
se traduciría en un matrimonio), con lo que demasiados esfuerzos en el proceso de conquista
no traen una relación amorosa de las características adecuadas y sin pecado, entanto que la
mujerse sentirá tal vez demasiadoquerida o demasiado importante, lo que la llevará
amostrarse complaciente o a sentirse demasiado libre,lo que no concuerdacon la posesión
requerida en un buen matrimonio.

La estructura delpoema es equilibrada y creciente al mismo tiempo. Por una parte,el


primerverso comienza llamando “necios” a los hombresy aunque tal vez de un modo menos
explícito pero igualmente directo, se les llama incoherentes,arrogantes. Por otro lado, digo
que la estructura es creciente porque aunque el poema comienza ya con un descalificativo,
termina interpelando al hombre con estas palabras: “en promesa e instancia, juntáis diablo,
carne y mundo”.Este reproche a los hombres es mucho más grave, desde un punto de vista
religioso, que el de considerarles incoherentes. Aunque ya se les ha culpado de los pecados
femeninos, “diablo”, “carne” y “mundo” son tres palabras que aluden a todo lo impuro y
pecaminoso a ojos del catolicismo.

Al hilo de lo anterior, los campos semánticos que recorren el texto son precisamente el del
pecado y el d las actitudes que podíanadoptarse frente a una posible relación amorosa, al
menos desde la perspectiva de una monja del siglo XVII. Una mujer podíamostrar “liviandad”,
“resistencia”, “favor” o “desdén”. Se apreciaque estos pares desustantivos son antitéticos y la
contraposición que reside en su empleo permite acentuar la crítica que sor Juana hace a una
supuesta incoherencia masculina. Lo que afirma, enesencia, esque al hombre se leplantea
siemprela siguiente contradicción:perseguir a la mujer que se resiste a suspretensiones para
despreciarla cuando las acepta. Sor Juana entiende que este pensamiento masculino
contradictorio resulta “necio”.

En cuanto a los adjetivos, las mujeres pueden ser “livianas y fáciles” o “ingratas y crueles”.
Vemos la misma antítesis queantes, que profundiza en el mismo reproche de incoherencia y en
la inculpación que Sor Juana hace al hombre de los pecados que esteacusa en la mujer.

Dado que las redondillas satíricas comentadas se destinan a criticar y a culpabilizar a los
hombres de los pecados de las mujeres, destaca precisamente el empleo delos sustantivos
“hombres” y “mujeres”. En el casodel primer hiperónimo, el sustantivo se acompaña porel
adjetivo “necios” en el primer verso,lo que hace que los defectos y la culpa atribuidos al
hombre se dirijan solo a los que se comporten de manera incoherente, la gran mayoría, por lo
que se infiere en el texto. Sin embargo, el hiperónimo mujeres está mucho menos delimitado,
en el sentido de que todas las mujeres, de una manera u otra, se convierten en pecadoras
gracias a las pretensiones amorosas del hombre, que las empujan a la lujuria y al mal.

Destacan también las referencias a Tais y a Lucrecia en la estrofa cuarta. Estos antropónimos,
que resaltan entre los hiperónimos ya nombrados, profundizan en lo que he mencionado a
cerca de los comportamientos masculinos y de sus críticasincompatiblescon un matrimonio, o
al menos una relación, en laque ni el hombre ni la mujer pecan, pues ambos conocen su papel
y ambos secomportan de manera respetable según los cánones de la época. Tais era una
cortesana del séquito de Alejandro Magno ysegún los relatos de aquel tiempo que nos han
llegado,era una prostituta maliciosa y embaucadora, aunqueAlejandro o cualquiera de sus
muchospretendientes estuviesen muy enamorados deella. Esto les trae problemas graves,
porque lamalicia de Tais habría llevado a Alejandro a incendiar una ciudad entera solo por
diversión. Tais sería pues, a juicio de sor Juana,el ejemplo paradigmático delas consecuencias
nefastasa las que se enfrentaría un hombre que “pretenda” a unamujer y muestre por ella un
interés tan fervoroso que ni siquiera le permite apreciar sus defectos. Al contrario, Lucrecia es
la mujer honesta y respetable por antonomasia. La leyenda cuenta que tras ser violada, pidió a
su marido que vengase la afrenta y se suicidó, porque no podía soportar haber deshonrado así
a su marido. Así, Tais es la “mujer pretendida” y Lucrecia la mujer “en la posesiónposesión”.

4.2 Figuras semánticas

Aunque en el apartado anterior he referido ya algunos recursos semánticos del poema,


mencionaré otros más concretos.

En el cuarto verso de la primera estrofa, se dice “soys la ocasión”, lo que supone una metáfora
que convierte al hombre en una tentación de pecado para la mujer.
En el primer verso de la segunda estrofa “ansia sin igual” constituye una hipérbole, una
exageración que comienza a remarcar que es el exajerado interés masculino el que hace que la
mujer no se comporte como sería deseable.

En la estrofasexta, cuando se dice “él mismo empaña el espejo”, se cosifica al humor, que en el
poema se traduce en incoherencia, que empañaría el espejo, que supone una metáfora de la
capacidad de discernir.

En la estrofa séptima observamos una antítesis entre “favor” y “desdén”, en la estrofa octava,
otra contraposición entre “ingrata” y “liviana”, en la novena otra entre “cruel y fácil” y estas
antítesis sirven como ejemplos de la que emplea el poema para realizar la sátira. Se basa,
como he comentado, en que una mujer no puede ser “templada”, como se dice en la estrofa
novena, porque los hombres conducen a la mujer a que tome dichas actitudes contradictorias,
que llevan al desequilibrio amoroso y al pecado.

En la estrofa duodécima, se halla el epíteto “amantes”, que acompañando al sustantivo


“penas” sirve para resaltar que los sufrimientos del hombre por el rechazo de las mujeres las
alientan a sentirse más libres de lo que debían serlo en aquella sociedad.

Por último, en la estrofa 17 destaca una gradación en los términos “diablo, carne y
mundomundo”. Es decreciente, porque el demonio representaría el máximo grado depecado,
la carne aludiría al pecado capital de la lujuriay el mundo al lugar creado por Dios en el que
deberían evitarse los pecados.

5. Plano morfosintáctico

Se observa la formación de palabras por derivación en los términos “liviana” “liviandad”, que
aparecen en las estrofas tercera y octava. El sustantivo y el adjetivo son importantes desde un
punto de vista semántico, porque son uno de los centros de la crítica del poema.

En la cuarta estrofa, observamos una antanaclasis en los versos que dicen: “parecer quiere el
denuedo de vuestro parecer loco”. Se asocian dos palabras homográficas, homonímicas,
homofónicas y polisémicas, puesto que parecer puede ser un verbo y una opinión. En este
último caso, observamos también una mutatio de categorías gramaticales, pues el infinitivo
“parecer” se transforma en sustantivo.

En las estrofas séptima y octava, observamos estructuras sintácticas paralelísticas, que


presentan, sin embargo, la contradicción que tiñe todos los versos y que ya se ha explicado.

En la estrofa decimotercera, encontramos un juego de palabras producido por la paronimia y


el poliptoton, en los versos “la que cae de rogada, o el que ruega decaído”. El juego de
palabras parónimas se da entre “caer” y “decaído” y el poliptoton entre “rogada” y “ruega”. Lo
que hace el verso es satirizar la culpabilización masculina al reprocharle que sus ruegos a las
mujeres son los que las vuelven demasiado accesibles.

En la estrofa decimocuarta, aparece un retruécano cuando en la pregunta retórica se dice “la


que peca por la paga o el que paga por pecar”. Esta licenciaacentúa la sátira porque es una
referencia velada a la prostitución, que sirve aquí para ahondar en el hecho de que un hombre
es igual deculpable que una prostituta. Este verso es quizá el más revolucionario y moderno,
en tantoque pone de manifiesto la visión, hoy asumida, de que tanto hombres como
mujeresson igual de culpables por sus actos.

En la estrofa decimoséptima, aparece un políptoton en los versos “queredlas cual las hacéis, o
hacedlas cual las buscáis”. Estos cambios en la conjugación del verbo hacer le sirven a la autora
para presentar un juego verbal satírico y trasluce la idea de que la mujer no puede decidir
sucomportamiento, porque es inferior al hombre y este ha de inclinarlas hacia unas actitudeso
hacia otras. Estos versos remiten al mitode Pigmalión, en el sentido de que él hace una
escultura de la que se enamora después. Si el hombre desea una mujer con la que vivir un
amor puro y equilibrado, no debe empeñarse mucho en cortejarla y tiene que fomentar en ella
las actitudes que desea que adopte, como un “escultor” hace con su obra, entendiendo que la
obra es aquí la mujer.

6. Plano pragmático

Ya se ha aludido a la intencionalidad de las redondillas, que es la crítica del proceso de cortejo


que el hombre lleva a cabo y de lo inchorente que resulta ofenderse por las consecuencias, ya
mencionadas, que este genera en una relación amorosa, desde la óptica religiosa.

En haras de que la crítica se entienda como tal, todo el poema se convierte en una
sermonización, en la que la escritora reprende, con descalificativos como “necios” o “locos”, a
los hombres que pretenden a las mujeres y emiten juicios erráticos sobre ellas, al no percibir
que es un cortejo excesivo la causa última de los problemas. Este tono se advierte en las
estrofas segunda, sexta, décima, decimotercera y decimocuarta. En ellas, aparecen preguntas
retóricas, verbos en tercera persona del plural y se emplea el tuteo. Así, sor Juana se sitúa en
una posición superior, en un púlpito, y las preguntas se dirigen a los posibles lectores de sus
versos, porque ya se ha hablado en un apartado anterior de que el poemario en el que se
incluyen estos versos tenía una función moralizante y didáctica. De hecho, en la estrofa
decismosextadecimosexta aparece el verbo “dejad”, única forma imperativa del poema, pues
al aproximarse a los versos conclusivos la autora indica al lector, con claridad y sin juegos
retóricos que puedan llevarle a confusión, lo que ha de hacer si no desea que sus relaciones
con las mujeres presenten inconvenientes y contradicciones.

Bibliografía:
Cervantes virtual

MAYORAL, José Antonio (1994), Figuras retóricas. Síntesis, Madrid.

QUILIS, Antonio (1996), Métrica española. Ariel, Madrid.

You might also like