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A) LA REQUISITORIA FISCAL
1. El Ministerio Público interviniente solicitó en la vista fiscal que hoy
venimos a evacuar y en mérito a las circunstancias que
seguidamente se analizarán, “el procesamiento de Raúl Sendic
Rodríguez como autor responsable de reiterados delitos de
peculado (por los hechos reseñados en el capítulo VI del presente
dictamen) en reiteración real con dos delitos de abuso de funciones
en casos no previstos especialmente por la ley (por los hechos
reseñados en los capítulos II y IV).”
2. Sin perjuicio de ello, el Sr. Fiscal agregó en la requisitoria: “En
ninguno de los casos se solicita la imposición de la medida cautelar
de prisión preventiva, ni otras medidas sustitutivas, por entender la
fiscalía que no se verifican ninguna de las causales que para su
imposición exige el nuevo Código del Proceso Penal, que se
entiende aplicable – en este punto – a la causa en trámite, por
tratarse de norma más favorable a los indagados. En efecto se
entiende, que no concurre peligro de fuga, ni de frustración de la
prueba, ni peligro para la seguridad de la sociedad”.
3. Con el profundo respeto que nos merece el Sr. Representante del
Ministerio Público, la defensa SE OPONE ENFÁTICAMENTE a lo
expresado por este en la requisitoria de autos, en lo que hace
estricta relación a lo expresado en el numeral 1 de este escrito,
por los fundamentos y expresión de agravios a que a continuación
se expondrán.
4. En rigor científico, la Fiscalía actuante participa de la teoría
incriminatoria, realizando a criterio de la defensa, una inadecuada
valoración de la prueba obrante en la causa (debemos reconocer
la gran complejidad de esta instrucción desde el punto de vista
técnico), acerca de los hechos indagados en autos.
5. Tanto de los testimonios brindados en sede judicial por más de 30
personas así como también del cúmulo de probanzas agregadas en
sus más de 3.200 folios y 10 piezas presumariales que conforman
este complejísimo expediente, surge la absoluta falta de
responsabilidad penal por parte de nuestro defendido en los
hechos en que se lo pretende incriminar.
6. Estima la defensa que el Sr. Fiscal, a la hora de emitir su
pronunciamiento, se circunscribe solamente a determinados
elementos aportados en el sublite por los denunciantes, -
omitiendo elementos esenciales que hacen a la inocencia de
nuestro patrocinado.
7. Son estos motivos y los que se expondrán a continuación Sra.
Jueza, por los que esta defensa solicitará la clausura y archivo de
estas actuaciones respecto de nuestro defendido, en el entendido
que no existió en su forma de actuar, reproche alguno desde el
punto de vista penal.
8. Así las cosas, la defensa dará ingreso en los capítulos siguientes a
la argumentación fáctica, jurídica y probatoria, que demostrará la
inocencia de nuestro defendido en la causa, el Sr. Raúl Sendic
Rodríguez.
E) CONCLUSIONES
113. Finalmente, esta defensa quiere manifestar que debe
mantenerse presente el carácter de última ratio del Derecho
Penal, el cual se constituye como un último escudo defensivo del
Estado tendiente a proteger un mínimo ético exigible.
114. Conforme a lo expresado en el cuerpo de este escrito, al
no haber sido probado el perjuicio al Estado en los hechos
imputados, al no haber actuado nuestro representado en
ninguno de los casos mediante ocultación u engaño y al haber
ausencia total del elemento subjetivo (dolo) en el accionar de
nuestro defendido, entiende esta defensa que no corresponde se
haga lugar a la requisitoria fiscal por la imputación del delito
penal de “abuso de funciones en casos no previstos
especialmente por la ley (art. 162 del Código Penal) y de
reiterados delitos de peculado (art. 153 CP) al Sr. Rául Sendic
Rodríguez, solicitando la clausura y archivo de estas actuaciones
a su respecto.
115. En función de ello, y tal como sostiene el doctrino español
SILVA SANCHEZ, “La visión del Derecho penal como único
instrumento eficaz de pedagogía político-social como mecanismo
de socialización, de civilización, supone una expansión ad
absurdum de la otrora ultima ratio. Pero sobre todo porque
además, tal expansión es inútil en buena medida, porque somete
al Derecho Penal a cargas que este no puede soportar. Se trata
de desviar al Derecho Penal las grandes cuestiones del
funcionamiento de la comunidad como tal, cuestiones que hoy
por hoy ni las instituciones políticas ni los grupos sociales son
capaces de resolver.
116. Esta causa ha sido denominada como la “MEGACAUSA”, la
de los “800 MILLONES”, el “LAVA JATO DOMÉSTICO”, entre otras.
Sin embargo, ha quedado muy claro en la vista Fiscal, que no
hubo enriquecimiento de ningún tipo, que no hubo incrementos
patrimoniales, beneficios indebidos a terceros, arreglos
licitatorios, ni nada de lo que se dijo hace dos años tras al
comienzo de la investigación. Pero en definitiva se cuestionó la
gestión al frente de un ente.
117. Y que a juzgar por los delitos imputado prima facie, que
tampoco compartimos por lo expresado supra, se trató de una
obra majestuosa de la oposición de judicialización de la política, y
se termina imputando un delito de abuso de funciones, que no
tiene razón de ser al día de hoy, -y esto es pacíficamente
admitido-pero claro, está vigente, y una figura de peculado,
cuando aún resta la culminación de una investigación
administrativa que es determinante, para la imputación o no de
tal delito.
118. Pero sin perjuicio de ello, sabe nuestro defendió que toda
decisión política respecto a la conducción de un ente estatal es
opinable y, en general, comparte que así sea, pues los
gobernantes son hombres públicos que sirven al país y la
impronta que asumió al frente del ente estatal ANCAP no escapa
a esto, ni mucho menos, a las eventuales críticas.
119. Podrá discreparse, incluso, acerca de cómo y en qué se
priorizó un determinado gasto, cuáles fueron los lineamientos y
las directivas que resolvieron seguir al frente de la compañía, y
cuáles les fueron MANDATADAS por el PE, y en particular, por el
Ministerio de Industria, Energía, y Minería.
120. Al respecto, importa distinguir, si cada hecho concreto
imputado pertenece al campo de la actividad reglada —en el
Directorio de ANCAP frente a la norma no dispone de elección
alguna para actuar, sino que tiene un mandato para cumplir, es
decir, un acto debido— o si, por el contrario, pertenece al ámbito
de la actividad discrecional de ANCAP, lo que ofrece un abanico
de opciones legítimas para elegir y son múltiples y complejas las
razones que tuvimos para actuar.
121. A vía de ejemplo, razones de política energética, política
económica, razones técnicas, DE OPORTUNIDAD Y
CONVENIENCIA, de políticas institucionales, de políticas
comerciales, de necesidades de abastecimiento, ambientales, de
responsabilidad social empresarial, entre otras. Corresponde
destacar que todas ellas fueron políticas gubernamentales de
índole nacional, a las cuales se debíamos apegar.
122. Por ello, se podrá discrepar o coincidir, pero dicha
situación per se jamás puede constituir o presumirse que
merezca la tutela jurídica penal como para arribar a un reproche
digno de ser resuelto ante la justicia penal. Son dos cosas
absolutamente diferentes.
123. Por ello, podemos estar todos de acuerdo en que lo hecho
es pasible de ser cuestionado, criticado e incluso considerarse
desacertado. Porque, en definitiva, de eso se trata la política
misma, donde todo es opinable y todo podrá estar
permanentemente en tela de juicio.
124. Y es ante ese tipo de cuestionamientos —acerca de si hubo
una mala o buena gestión— que nuestro defendido no puede
estar ajeno, no puede pecar de soberbios y pretender que todo
fue acertado. Lejos está de ello.
125. Toda gestión tiene sus aciertos y sus errores, pero lo que
NO debe tener son apartamientos al orden jurídico establecido
por nuestra legislación nacional y, por ende, se debe actuar
imperiosamente siempre dentro del marco legal, y eso jamás
sucedió durante el mandato de nuestro defendido Raúl Sendic
Rodríguez.
126. Las denuncias políticas que dieron origen a esta
instrucción omitieron ex profeso la existencia de múltiples causas
y factores que explican los resultados operativos negativos de
ANCAP, como ser el perfil del endeudamiento, el riesgo del tipo
de cambio, las modificaciones que mejoraron tecnológicamente
los proyectos originales de inversión, los precios internacionales
de insumos básicos y sus modificaciones, los incrementos de
mano de obra, los costos internos no trasladados a los precios
finales, la incidencia de los tributos en la composición del precio
de los combustibles, la variable indefectible de los commodities…
127. Y ninguno de los ejemplos mencionados tiene relación
alguna con hechos o actos irregulares o ilícitos dentro del ente
petrolero nacional del que tuvo el honor de presidir.
128. Volviendo al tema que nos ocupa, es claro que no hubo
accionar doloso de parte de Sendic, no hubo ninguna decisión
tomada de manera arbitraria, a la ligera, inconsulta, sin el debido
respaldo legal del Área de Servicios Jurídicos de ANCAP cuando
era pertinente su consulta, o sin seguir los lineamientos que
imponía el PE, y en particular, el Ministerio de Industria, Energía,
y Minería.
129. En el acierto o el error, cada decisión que tomó que
meditada, fundamentada y minuciosamente estudiada por
personal idóneo en la materia, actuando siempre en el marco
normativo, en el respeto y apego a la ley, y con la convicción de
que lo mejor para ANCAP es lo mejor para el país. Ese fue el
espíritu que mantuvo mientras estuvo al frente del ente.
130. PRUEBA: Se tenga por incorporada la prueba documental
que se acompaña, se oficie a ANCAP en los términos expuestos en
el numeral 109 de este escrito y se reciba la declaración
testimonial ampliatoria del Dr. Leonardo Bianchi, jefe del Área
Servicios jurídicos de ANCAP.