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V e c to r e s

y l e n s c t e s

con sus aplicaciones

Luis A. Santaló

manuales
VICTORES Y TENSORES

con sus aplicaciones

l.UIS A. SANTALÓ

l'll Irma (If los vectores y tensores no


liiililii nido liastii nliora objeto, en caste-
lliiiiii, lie lina exposición general, coni-
|ili'lii y sistemática. Hasta el presente el
i’iiliiilliinti· tic física, ele matemática o de
liiumleria debía recurrir a fuentes o
iiiiileilaK'S dispersos, sin lograr un pano-
rmiia orgánico. En este libro —que no
mipitiii· para el lector más conocimientos
previos (|iie los de un cur.so elemental
ili· geometría analítica y cálculo infi-
iiltcsiiiial —se desarrollan el álgebra y
el cálculo vectorial y tensorial de mane;
til moderna y completa, rigurosa y gra-
iliial. Un gran acopio de ejemplos y
i'liTcicios al final de capa capítulo, fru­
to (le la larga experiencia didáctica del
autor, proporciona una valiosa ayuda
jil lector, (juien podrá ir verificando, al
avan/ar cuda paso, si ha asimilado bien
los conocimientos adquiridos.
l,os vectores y tensores son objetos
geométricos de continua aplicación en las
tliversas ramas de las ciencias exactas
y de la técnica. Esto se ilustra acaba­
dam ente en la obra, mediante la pre­
sentación de gran cantidad de aplica­
ciones, principalmente a la física (hidro­
dinámica, termodinámica, electrom agne­
tismo, teoría de la relatividad, etc.),
geometría analítica y diferencial, topo­
logía, navegación aérea y otros temas.
Además del interés que presenta por sus
consecuencias prácticas, el conocimiento
de los vectores y tensores posee también,
como se señala reiteradamente a lo largo
del libro, un interés teórico, ya que per­
mite estudiar las propiedades intrínsecas
<k‘ las fieuras, independientemente del
sistema de coordenadas utilizado para
•II v.studio analítico. Esto se debe a que
la» Opi'raciones y resultados de los cálcu-
loü vit'tiirlal v ten.sorial son “invarian-
Ir·" por cuinbio de coordenadas.
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Vcclorcs y tensores
con sus aplicaciones
M A NU ALES DE E U D E B A /M A T E M A T IC A
Vectores y tensores

con sus aplicaciones

LUIS A. SANTALO

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EUOEBA E D IT O R IA L U N IV E R S IT A R IA DE BUENOS A IR E S
Primera edición; abril de 1961
Segunda edición; noviembre de 1962
Tercera edición; abril de 1964
Cuarta edición; enero de 1963
Quinta edición; agosto de 1966
Séptima edición; agosto de 1969
Octava edición: octubre de 1970

(C) 1969
EDITORIAL UNIVERSITARIA DE BUENOS AIRES
Rivadavia 1571/73
S o d td a á Je Economía M ixta
Fundada por la Universidad de Buenos Aires
Heclio el depósito de ley
IMPRESO EN LA ARGENTINA — PRINTED IN ARGENTINA
IN T R O D U C C IO N

Cuando Ferm at y Descartes iniciaron la geometría analítica, pu­


sieron las bases de una de las columnas fundamentales del edificio m a­
temático. Muchos problemas clásicos quedaron resueltos, y gran cantidad
de conocimientos, antes dispersos, fueron sistematizados.
Pero al mismo tiempo que se hacía la luz aparecían sombras pro­
yectadas por el mismo andamiaje analítico, que oscurecían precisamente
las partes cuyo estudio constituye el objeto esencial de la geometría. En
efecto, al introducir coordenadas para estudiar una figura, aparece todo
un ropaje de fórmulas que no son intrínsecas a la misma, sino que de­
penden de ella y del sistema de coordenadas utilizado. Al estudiar una
circunferencia de radio unidad, para poner un ejemplo simple, podemos
encontramos tanto frente a la ecuación x* -I- — 1 = O , como frente a
la. X* + — 2 X — 4· y + 4 = 0: son ecuaciones distintas que representan
el mismo ente geométrico.
Aparece así la necesidad de saber distinguir, frente a cada problema
y en cada momento, cuáles son las propiedades inherentes a la figura
que se trata de estudiar y cuáles las accesorias, introducidas parasita­
riamente como una necesidad del método analítico utilizado. El cálculo
vectorial y el cálculo tensorial son los instrumentos que responden a esta
necesidad. En ellos, si bien se utilizan coordenadas, las reglas operatorias
son tales que siempre dan lugar a propiedades independientes del sistema
utilizado. En términos más precisos: sus operaciones y resultados son
“invariantes” por cambios de coordenadas.
Vamos a dar un simple ejemplo aclaratorio. Supongamos dada en
el plano una curva cuya ecuación sea F ( x , y) = 0 , con la función
F ( x , y) derivable. El hecho analítico de que en un punto P de la
curva la derivada parcial respecto de x sea nula, o sea F i = 0 , ¿signi-
firará una propiedad geométrica intrínseca de la curva en su punto P ?
Es decir: ¿tendrá el punto P alguna propiedad especial que no tengan
los jiuntos para los cuales sea F x ¥ -0 ? Evidentemente no, pues basta
lomar unos ejes coordenados tales que el eje x sea paralelo a la tangente
en f para que dicha condición se cumpla, cualquiera que sea el punto P.

7
V ectores y T enso res

Rn cambio, supongamos que en el punto P se cumplan simultáneamente


liis dos condiciones F» = O, F„ = 0 . ¿Representará este hecho analítico
una propiedad geométrica de la curva? El cálculo vectorial nos dice
íiuc sí, puesto qua F * , son componentes de un vector (vector gradiente
de F ) , y siempre que se trata de un vector el hecho de ser nulas sus
componentes es independiente del sistema de coordenadas. Por otra parte,
sabemos bien que las condiciones F* = O, F^ = O indican que el punto
P es un punto “singular” de la curva, sin relación alguna con el sistema
de coordenadas (cartesianas) utilizado.
Este aspecto invariante del cálculo con vectores y tensores es el que
hemos procurado hacer resaltar continuamente en el presente libro. Es,
sin duda, el más importante y el que motiva su verdadera razón de ser.
Se escribe muchas veces que el cálculo vectorial es útil porque “sim­
plifica los cálculos” o porque “es muy elegante” , razones ambas ciertas
pero secundarias: los cálculos vectorial y tensorial son útiles porque no
introducen elementos extraños, pues, aun apoyándose en sistemas de
coordenadas, sus elementos y sus operaciones tienen carácter intrínseco
e invariante. Con ellos, a través del análisis y del álgebra, la geometría
vuelve a encontrarse con la unicidad primitiva, en la que cada elemento
tiene un bien definido significado geométrico.
El presente libro se divide en dos partes; la primera dedicada a
los vectores y la segunda a los tensores. En ambas, junto con !a parte
teórica necesaria, se dan los indispensables ejemplos y aplicaciones para
que los conceptos se comprendan en su real significado y en todo su
campo de acción.
Los capítulos I y II se ocupan del álgebra vectorial y sus aplicaciones,
principalmente a la geometría analítica del espacio, que es en la que
el método vectorial puede mostrar sus primeros y más evidentes resultados.
El capítulo I I I está dedicado a la definición analítica de vector.
Aunque ello significa una repetición de lo que será dicho de manera más
general al estudiar los tensores, hemos creído que tiene importancia in­
sistir en la m anera como, por método analítico, se puede descubrir el
carácter intrínseco o no de un elemento geométrico.
Los capítulos IV y V tratan de los operadores vectoriales y las fór­
mulas integrales clásicas que los ligan. Las aplicaciones del análisis
vectorial (cap. V I) se refieren, como es costumbre casi general, a la geo­
metría diferencial, al electromagnetismo y a la mecánica de fluidos.
La segunda parte está dedicada a los tensores, con la introducción
sobre transformaciones lineales y matrices del capítulo V III. En este
punto se presenta la duda de si el estudio de los tensores cartesianos
puede o debe suprimirse, puesto que ellos quedan evidentemente com­
prendidos dentro de los tensores generales del capítulo X. Sin embargo,
si bien es cierto que puede hacerse tal supresión sin disminuir el con­
tenido, hemos creído conveniente dedicarles un capítulo aparte, en razón
de que para muchas aplicaciones (cap. IX ) son los cartesianos los únicos

H
I n t r o d u c c ió n

tensores que interesan y, por tanto, puede haber muchos lectores para
quienes sean ellos suficientes, con lo que les es posible evitar el estudio,
siempre pesado al principio, de los tensores en general. Por otra parte,
para cualquier lector el estudio previo de los tensores cartesianos antes de
los generales no será nunca una perdida de tiempo, sino más bien un
recomendable entrenamiento.
Sigue después el estudio de los tensores en general y, como aplica­
ción obligada, la geometría do los espacios de conexión afín y nociones
sobre la geometría de los espacios de Ricmann. Term ina el libro con la
acostumbrada aplicación de esta última a la teoría de la relatividad
general.

La impresión de un libro de matemática no ha sido nunca tarea


fácil, pero va siéndolo cada vez menos debido, por un lado, a la comple­
jidad creciente del simbolismo matemático y, por el otro, a la invasión
de la linotipo que, en aras de la velocidad, exige una uniformidad incom­
patible con aquélla.
Sin embargo, la Editorial Universitaria de Buenos Aires ha vencido
toda clase de inconvenientes y ha conseguido, no sin esfuerzo, dar al
presente libro una presentación ejemplar. Séame permitido, en conse­
cuencia, expresarle aquí mi mayor agradecimiento.

Buenos Aires, marzo de 1961.


Primera Parte

VECTORES

i*
CAI’JT U L O I

A L G E B R A V E C T O R IA L

1. VECTORES: SUS CLASES

L M agnitudes escalares y vectoriales. H ay magnitudes que que­


dan determinadas dando un solo número real: su medida. Por ejemplo:
la longitud de una regla, o la masa de un cuerpo, o el tiempo trans­
currido entre dos sucesos. Tales magnitudes se llaman escalares, y pue­
den ser representadas por segmentos tomados sobre una recta a partir
de un origen y de longitud igual al número real que indica su medida.
Otros ejemplos de escalares son: la densidad, el volumen, el trabajo,
la potencia.
Para otras magnitudes, en cambio, no basta dar un número para
determinarlas. Para la velocidad de un punto, por ejemplo, no basta
conocer su intensidad, sino que hace falta conocer, además, la dirección
y el sentido en que el punto se mueve.
La dirección viene dada por una recta, de m anera tal que todas
las rectas paralelas tienen la misma dirección, y en cambio rectas no
paralelas tienen direcciones diferentes. Cada dirección tiene dos sentidos,
determinados por las dos orientaciones posibles de la recta.
Lo mismo que con las velocidades ocurre con las fuerzas: su efecto
depende no sólo de la intensidad, sino también de la dirección y sentido
en que actúan.
Estas magnitudes en las cuales hay que distinguir su intensidad (que
es una magnitud escalar), su dirección y su sentido, se llaman magnitudes
vectoriales. Otros ejemplos son: la aceleración, la cantidad de movi­
miento, la intensidad de un campo o de una corriente.
Las magnitudes vectoriales ya no se pueden representar, como los
escalares, por segmentos tomados sobre una misma recta. Hay que tomar
segmentos de longitud variable (indicadora de la intensidad) a partir
de un punto fijo, los cuales tengan la dirección y el sentido correspon­
dientes.
Resumiendo y precisando, podemos establecer las siguientes defi­
niciones:
D e f . 1: Se dice que una magnitud es un escalar cuando el con-

13
Ai.oEnnA V e c t o r ia l

imito (Ic sus valores se puede poner en correspondencia biunívoca y


continua con el conjunto de los números reales o una parte del mismo.
D k f . 2: U na magnitud se llama v e c to ria l cuando el conjunto de
sus valores puede ponerse en correspondencia biimívoca y continua con
el conjunto de los segmentos orientados que parten de un mismo origen,
o con una parte del mismo.
Al exigir la continuidad de la correspondencia suponemos, en ambos casos,
que nos limitamos a magnitudes que varían con continuidad. C uando se trata
de magnitudes que solamente tom an valores discretos (números enteros, por
ejemplo, en el caso de escalares o ciertas direcciones especiales en el de vecto­
riales) también podría hablarse de escalares y vectoriales, pero entonces muchas
operaciones que veremos (adición, multiplicación por u n escalar, etc.), podrían
no estar definidas, por no ser el resultado un a m agnitud de las consideradas;
ello obligaría a hacer cada vez la correspondiente salvedad. Por otra parte, el
caso continuo que consideramos es prácticam ente el único que interesa en las
aplicaciones.
Las magnitudes escalares y vectoriales no son las únicas que interesan en
geometría o en física. Por ejemplo, el momento de inercia de u n sistema de
masas respecto de los distintos ejes que pasan por un punto fijo no puede carac­
terizarse por una m agnitud escalar ni vectorial. Tam poco las tensiones de un
cuerpo según las distintas direcciones que pasan por un punto constituyen una
magnitud escalar ni vectorial. Estas magnitudes se llaman tensoriales, y de ellas
nos ocuparemos en la segunda parte.

2. Vectores. U n segmento de recta queda determinado por sus


dos puntos extremos. Cuando estos puntos están dados en cierto orden,
se dice que el segmento está o rie n ta d o .
D e f . 3 : Se llama v e c to r a todo segmento orientado. El primero de
los puntos que lo determinan se llama o rig e n y el segundo e x t r e m o del
vector.
La recta que contiene el vector determina la d ir e c c ió n del mismo
y la orientación sobre la recta, definida por el origen y el extremo del
vector, determina el se n tid o de este último. Todos los vectores situados

F io u r a 1

sobre una misma recta o rectas paralelas tienen la misma dirección. Sobre
cada recta hay dos sentidos opuestos.
Toda magnitud vectorial puede representarse por un vector, cuya
longitud sea proporcional a la intensidad y cuya dirección y sentido sean

14
1. V e c t o r e s : S u s C l a s e s

los correspondientes a la magnitud. Por ejemplo: la figura 1 representa


un vector A cuyo origen es el punto O y el extremo el punto P .
D e f . 4 : Se llama módulo de un vector a la longitud del segmento
orientado que lo define.
El módulo de un vector es siempre un número positivo. Si el vector
es A = O P , el módulo se representa por cualquiera de las tres maneras
mód A = I A I = I O P I .
Cuando el módulo es nulo el segmento se reduce a un punto y no
puede hablarse de vector, puesto que faltan la dirección y el sentido. Sin
embargo, por comodidad de expresión en muchos enunciados, se con­
viene en definir como vector nulo al que tiene su módulo igual a cero.
Para indicar un vector se usa muchas veces una flecha encima,
así A o bien O P . Otras veces se utilizan letras góticas o negritas.
Nosotros seguiremos este último criterio, excepto en los casos en que se
desee poner de manifiesto el origen y el extremo, en los cuales pondre­
mos simplemente O P , sin flecha superior.

3. Igualdad de vectores.
D e f . 5 : D o s v e c to re s se d ic e n iguales c u a n d o tie n e n el m is m o m ó ­
d u lo y la m is m a d ir e c c ió n y s e n tid o .

F ig u r a 2

Así, los vectores A y B de la figura 2 son iguales, lo cual se escribe


A = B.
Con este criterio de igualdad, todos los vectores pueden ser tras­
ladados de m anera que tengan un mismo origen O . De esta manera
cada vector y todos sus iguales tendrán un solo representante como vector
de origen O .
Algunos autores llaman equipolentes a los vectores que hemos de­
finido como iguales.
L a definición que hemoi dado de igualdad ei admiiible, pues ella cumple
l.'is tres propiedades que se exigen a toda definición de igualdad entre elementos
do un conjunto, a saber:

15
A j -gebra V e c t o r ia l

a) A = r A (propiedad re/Z^xiva) :
b) Si A = B , es B = A (propiedad simétrica) ^
e) S i A = B y B = C , e s A = C (propiedad transitiva).
Sin embargo, estas propiedades no caracterizan la definición dada de igual­
dad ; se podrían dar muchas otras sin dejar de cumplirse esas propiedades. Por
ejemplo: “Dos vectores son iguales cuando tienen la misma dirección”, “dos
vectores son iguales cuando tienen el mismo módulo” , “dos vectores son iguales
cuando la recta que los contiene corta a un plano fijo del espacio en un mismo
punto” , etc. De todos modos las tres propiedades mencionadas eliminan a otra»
definiciones que no serían admisibles. Por ejemplo: “Dos vectores son iguales
cuando sus direcciones son perpendiculares” ; esta definición no sería admisible,
por no cumplirse la propiedad transitiva.

4. Vectores deslizantes y vectores fijos. L a definición anterior de


igualdad corresponde a los que se llaman vectores libres. Como en todo
el cálculo vectorial son éstos los que más interesan, y, por otra parte, las
reglas de cálculo son las mismas para todos, hemos prescindido de este
agregado; en todo el texto, al decir simplemente “vector” sobrentende­
remos que se trata de lo que algunos autores llaman “vectores libres” .
Se hace esta distinción para permitir considerar los llamados vec­
tores deslizantes y los fijos, los cuales se distinguen únicamente por ser
distinta la definición de igualdad adoptada.
Así, se llaman vectores deslizantes aquellos que únicamente son igua­
les cuando tienen el mismo módulo, la misma dirección y sentido y, ade­
más, actúan sobre una misma recta. Por ejemplo, los vectores de la
figura 2, considerados como vectores deslizantes, no son iguales. Para

que sean iguales deben estar sobre una misma recta, por ejemplo los
O P y O ' P ' de la figura 3.
Los vectores fijos son aquellos que únicamente son iguales cuando
tienen el mismo módulo, igual dirección y sentido y, además, el mismo
origen. Así, los vectores de las figuras 2 y 3, considerados como fijos,

16
2. Co m p o n e n t e s y C o s e n o s D ir e c t o r e s de un V ector

lio «on iguales; para que lo fueran deberían tener el mismo origen y
|)(ir tanto estar representados por el mismo segmento orientado.
Obsérvese que las definiciones de igualdad para los vectores desli-
/.iinlc» y fijos cumplen también las tres propiedades (reflexiva, simétrica
y transitiva) que mencionamos para los vectores libres.
Las fuerzas son el ejemplo típico de vectores deslizantes, puesto que
mi cfecto no cambia si se trasladan sobre la recta que las contiene, pero
varia si se aplican sobre otra recta paralela.

I'',JERCICIOS
1. Demostrar que si O P y OiPi son dos vectores iguales, pero no coinci-
dentcs, los vectores O O i y P P i son tam bién iguales.
2. Si O P y O iP i son dos vectores ¡guales, no coincidentes, buscar la con­
dición para que: a) Lo» vectores POi y OPt sean perpendiculares entre sí; b)
los vectores P O i y O P i tengan el mismo módulo.
3. Sean O P y O Pi dos vectores del mismo origen que forman entre sí un
ángulo de 60® y tienen por módulos 2 y 3, respectivamente. H allar el módulo
del vector que une los puntos medios de los segmentos O P y O P ¡.
4. D ado un tetraedro regular de arista a , hallar el módulo del vector que
une un vértice con el baricentro de la cara opuesta (altu ra del tetraedro).

2. CO M PO N EN TES Y COSENOS D IR EC TO R ES DE U N V EC TO R

L Componentes de un vector. Supongamos en el espacio un sis­


tema de coordenadas cartesianas ortogonales de origen O y ejes x , y , z .

S n iii /*, (x^, y ¡ , z^) , Pj {x a , y t , Zi) el origen y el extremo de un vector


ilu d o A (fig. 4 ) .
A lgebra V e c t o r ia l

D e f . i : S e lla m a n com ponentes d e u n v e c to r A re s p e c to d e l sis­


te m a (O ; X , y , z) a las p ro y e c c io n e s d e A so b re los ejes, o sea, a los
n ú m e ro s
( 1) ai = X2 - X i , flz = y2 - yi , «3 = ¿2 - gl ·
En general pondremos A ( « i , «2 , ^s) para indicar que fli, fl2 j
son las componentes del vector A .
Observemos que estas componentes son números que pueden ser
positivos o negativos. Hay que tomarlos siempre tal como se definen en
( 1), es decir, como diferencia entre las coordenadas del extremo del
vector y las coordenadas del origen. Así, por ejemplo, dos vectores
opuestos (de igual módulo y dirección, pero de sentidos opuestos) tienen
las componentes iguales en valor absoluto, pero de signos contrarios.
Como consecuencia de la definición anterior y de la definición gene­
ral de igualdad de vectores ( 1 .3 )* se deduce: dos vectores iguales tienen
las mismas com ponentes en cualquier sistema de coordenadas.
Como resulta de la figura 4, el vector A es la diagonal de un para­
lelepípedo recto cuyas aristas son a^, a 2 , «3 . Por tanto, llamando
a = I A I(1 .2 ) al módulo de A , se verifica
(2) a= + «2^ + «3®
e x p re s ió n q u e se to m a s ie m p re p o s itiv a y q u e n o s d a e l m ó d u lo d e u n
v e c to r e n fu n c ió n d e sus c o m p o n e n te s .
Nota. Puede tener interés hallar los vectores cuyas componentes y
cuyo módulo son números enteros. H ay que resolver en números enteros la
ecuación a* = ai’ - f oi’ - f oi’ , o bien, poniendo u = a i / a , v = o tJ a , w = a i/ a ,
resolver en números racionales la ecuación
(3 ) u '- f
P ara ello, observemos que una solución trivial es u = l , o = 0 , w = 0 .
Poniendo entonce»
U-Ì V w
(4 ) ----------= — = — = 0
P q r
la ecuación (3 ) no» d»
( l + P 0 ) ’ + 9’0' + r*0’ = l
de donde

o =
y por tanto
1P* 2PQ 2/>r
(5) u = l ----- ---- . . -, v = —

En consecuencia, poniendo
(6) a = p* + q* + t*
raiults:

• C on m .n in d ic a re m o · (en e ie o rd en ) el a p a rta d o m , fó rm u la n y con m . n el


APARTADO m , «UIATARTADO H. P . « j ., l .S y l.J.

18
2. C o m po n e n t e s y C o s e n o s D ir e c t o r e s d e xjn V ec to r

(7) a, = g’ + r’ — />*, <h= — 2 p q , a, = — 2 p r .


expresiones, si p , g , r tom an valores enteros cualesquiera, darán siem-
|iir ciimponeiites de un vector cuyo módulo será también u n núm ero entero.
I'iii rjrm plo, prescindiendo del signo, que es inesencial, se tiene;
(/>=1, q= 1 , r = l ) : < ji= 1 , oi = 2 , fli = 2 , a = 3
(¡1 = 1 , q z= 1 , r = 2) : a i = 4 , oi = 2 , a. = 4 , a = 6
(p = 1 , 9 = 2 , r =: 3) :a· = 12 , a» = 4 , a, = 6 ,a = 14
{p = 2 , 9 = 1 , r = 2) : a i = 1 , ai = 4 , a, = 8 , a = 9
I,;i explicación geométrica del método seguido es la siguiente: (3 ) repre-
•cnl.i una esfera cuyos puntos racionales hay que hallar. Conociendo uno de ellos,
/ ’ (1 , 0 , 0) , cualquier otro se obtendrá cortando la esfera con rectas que pasen
por / ’ y tengan sus cosenos directores racionales. Las ecuaciones generales de
mili» rectas son las (4) y su ulterior intersección con la esfera es el punto (5 ) .
I.ii» ecuaciones (5 ) pueden también considerarse como las ecuaciones param étri-
<'n» de la esfera (3) . De aqui se deduce que las expresiones (7) no sólo dan
lirinp-c soluciones del problema, sino que dan todas las soluciones posibles.
Ejemplos:
1. Las componentes del vector cuyo origen es el punto Pi ( — 1, O, 2) y el
extremo el punto Pt (2, - 3 , - 5 ) son ai = 3 , oi = — 3 , a. = — 7 .
2. El módulo del vector de origen Pi ( 2 0 , 1 2 , 5 ) y extremo P i ( — 2 , — 8 ,
9) vale
a = V ( - 2 2 )’ + 20* + 4’ = 30 .
3. Los vectores situados en planos paralelos al x , y tienen nula su pro­
yección sobre el eje z y por tanto nula su tercera componente.
4. Los vectores de componentes ( — 3 , 1 , 2 ) y ( 3 , — 1 , — 2) tienen la
misma dirección y sentidos opuestos.

2. C o se n o s d ir e c to re s d e u n v e c t o r .
D e f . 2 : S e lla m a n cosenos d ir e c to r e s d e u n v e c to r, re s p e c to d e u n
siste m a d e c o o rd e n a d a s o rto g o n a le s ( O ; x , y , ¿ ) , a los co sen os d e los

/tu ru lo s <|tic el m is m o f o r m a c o n el s e n tid o p o sitiv o d e los e jes co o r-


(iriiikdoA.

19
A lgebra V e c t o r ia l

Los ángulos hay que tomarlos entre 0° y 180°, de m anera que los
cosenos directores pueden ser positivos o negativos.
Si los ángulos del vector A (« i, «2 , «3) con los ejes los represen­
tamos por a , p , Y , los cosenos directores se deducen de las fórmulas
(8 ) fli = a eos a , <12 = a eos p , 0 3 = a eos y ,
que expresan que la proyección de un segmento sobre un eje, es igual
a la longitud del segmento por el coseno del ángulo que el mismo forma
con el eje (fig. 5 ).
Si elevamos estas igualdades al cuadrado y las sumamos miembro a
miembro, teniendo en cuenta (2 ) resulta
(9) eos“ a + eos* 3 -t- eos* Y = 1
que es la relación fundamental que liga los cosenos directores de un
vector.
De (2) y (8 ) se deduce también que

(10) cosa=-------- —------- , cosp—------- —------- ,


y / + 02^ + 03^ V«i“+ V + a3*

cosY = ------------------- ,
y/ai^ + a./ + as^
es decir, conocidas las componentes de un vector se puede calcular tanto
su módulo como sus cosenos directores (con los cuales queda determi­
nada su dirección y también su sentido). Es decir: un vector queda
completam ente determinado ( módulo, dirección y sentido) por sus Com­
ponentes-
Ejemplos:
1. Si las componentes de un vector son 1 , — 1 , 2 , sus cosenos directores
serán: eos a = 1 /V 6 , eos P = — 1 /V 6 , eos y = 2 / V 6 .
2. Si el módulo de u n vector es a = 5 y sus cosenos directores son
( — 1/9 , 4 / 9 , 8 /9 ) las componentes serán oi = — 5 /9 , <h = 2 0 /9 , a, = 4 0 /9
3. Según la nota del subapartado anterior, para obtener cosenos directores
que sean números racionales, bastará dar valores enteros cualesquiera a. p , q , r en
las fórmulas ( 6 ) , (7) y luego las fórmulas (10) darán cosenos directores ra ­
cionales. Por ejemplo, para p = 1 , g z= — 1 , r = 2 , resulta di = 4 ,
a i = 2 , a i = —4 y por tanto eos a = 2 / 3 , eos P = 1 / 3 , eos y = — 2 /3 .

3. V ectores paralelos. Si dos vectores A (a-¡ , 0 ^ , 0 3 ) y B {b ^ , 62 ,


b ,) son paralelos y del mismo sentido, tendrán los mismos cosenos di­
rectores y por tanto, junto con (8) , tendremos
( 11) fei = eos a , ¿»2 = fe eos P , £>3 = ¿> eos Y .
Si son paralelos y de sentidos opuestos, los ángulos que forman con
los ejes difieren en 180° y los cosenos directores resultan iguales pero de
signos opuestos. Por tanto, en vez de (11) tendremos

20
2. Co m po n e n t e s y Co sen o s D ir e c t o r e s de un V ectoh

( 12) h, = — b eos a , b^ = — b eos ^ , i/, = — ò eos y ,


De (8 )y o de (8 ) y ( 1 2 ) se deduce
(11)
fll _ _ «3 _ a
6i 62 bi b
viiliciido el signo + en el primer caso y el — en el segundo.
Recíprocamente, si estas condiciones se cumplen, dividiendo (8 )
|)(ir las igualdades análogas escritas para el vector B , los cosenos direc-
liHc.i resultan proporcionales, y como en ambos casos se cumple la
cotidirión (9) deberán ser iguales en valor absoluto y por tanto los
vcciorcs paralelos. Resulta por consiguiente:
T e o r . 1 : L a c o n d ic ió n necesaria y s u fic ie n te p a ra q u e do s vecto re s
Sf an paralelo s es q u e sus c o m p o n e n te s sean p r o p o rc io n a le s, es decir,

S i el va lo r d e estas ig u a ld a d e s es p o s itiv o , los ve c to re s ti e n e n el m is ­


m o s e n tid o y si es n e g a tiv o tie n e n se n tid o s o p u esto s.
Ejemplo;
Los vectores A (2 , — 4 , 6) y B ( — 1 , 2 , — 3) son paralelos y de sen­
tidos contrarios, puesto que la razón de sus componentes homólogas es constante
c igual a — 2 (negativa). E n cambio los vectores A ( — 9 , 6 , 3 ) y ^ ( — 3 , 2 , 1 )
ion paralelos y del mismo sentido, puesto que la razón de sus componentes ho-
niólogas vale 3 (positiva).

4. Angulo de dos vectores. Sean A ( « i , fl2 , ^3) y B (i>i, í>2, ¿3)


dos vectores dados. La proyección de B = OR sobre la recta que con-

tinie A será igual a la proyección de la poligonal O P Q R (fig. 6)


i|iin (iciic los mismos extremos y cuyos lados son precisamente las com-
l«)ncnlcs b i , ¿3 .

21
A lg e br a V e c t o r ia l

Por tanto, llamando O al ángulo que forman los dos vectores A y B


y a , P , Y a los ángulos de A con los ejes, será
6 eos 0 = 6i eos a + ¿2 eos P + ¿3 eos y
o bien, según (8 )
, , >. o «1 í>i + flj 62 + «8
(1 4 ) , eos 0 = -------------- ------------- ,
a b -___ >1
que es la fórmula que permite calcular el ángulo entre dos vectores
dados por sus componentes.
Para 0 = Jt/2 debe anularse el numerador de (14) . Por tanto:
T eo r. 2: L a c o n d ic ió n n ecesa ria y s u fic ie n te p a r a q u e los v ecto res
A y B sean p e r p e n d ic u la r e s es q u e e n tr e sus c o m p o n e n te s se c u m p la
la relación
(15) fli í>i + «2 + «3 63 = O .
Ejemplos:
1. El ángulo entre los vectores A ( — 1 , O, 1) , B ( 2 , 1 , — 3) , según
(14) lerá
-2 -3 5
eos 6 = ---------------- = — - .
yj2 V i? 2 V7
2. Los vectores A ( 3 , — 1 , 2) y B ( — 2 , 4 , 5) son perpendiculares,
puesto que te cumple (1 5 ), o sea, — 6 — 4 + 1 0 = 0 .
3. Sean los puntos A de coordenadas ( — 1 , 3 , 2 ) y B d e coordenadas
( 2 , — 1 , - 2 ) . Se desea calcular el ángulo A O B , siendo O el origen de
coordenadas.
Se tra ta del ángulo entre el vector de componentes ( — 1 , 3 , 2) y
el O B de componentes ( 2 , — 1 , — 2 ) . Por tanto, según (1 4 ), es
- 2 - 3 - 4 3
co» 0 = -------------------- = ----------------.
V l4 V9 VTÍ

EJER C IC IO S
1. H allar el módulo del vector de origen P ( 2 0 , — 5 , 8 ) y extremo
P .(-4 ,-3 ,2 ).
2· U n vector tiene un módulo a = 1 3 y sus dos primeras componentes
son a, = 3 , n» = 4 . ¿C uál es la tercera componente?
S. U n vector de módulo 5 tiene las tres componentes iguales. ¿C uánto
valen?
4. I Cuál es la condición para que un vector esté en el plano y , z ?
5. H allar los cosenos directores del vector de componentes (1 , — 1 , 3) .
6 . U n vector forma ángulos iguales con los tres ejes coordenados. H allar
lus cosenos directores. Suponiendo que tiene módulo igual a 5 , ¿ cuáles serán
lus componentes?
7. H allar los cosenos directores de un vector situado en el plano x , y cuya
dirección es la de la bisectriz del cuadrante x , — y .
8 . H allar los cosenos directores de los vectores paralelos al eje r .
9. H allar las componentes del vector de módulo 2 situado en el plano x , y
que forma un ángulo de 30° con el eje * .

22
3 . A d ic i ó n y S u s t r a c c ió n de V ectores

10 Sea el vector de componentes ( 1 / 3 , — 2 / 3 , 2 /3 ) . H allar las com-


IMitiriilri del vector de módulo 5 que tiene la misma dirección y sentido.
11. Demostrar que los segmentos que unen los puntos medios de los lados
«iHciiivDí de un cuadrilátero cualquiera forman un paralelogramo.
12. C alcular el ángulo que forman dos diagonales de un cubo.

.S. ADICIÓN Y SUSTRACCIÓN DE VECTORES

1. Adición de vectores. Para sumar dos vectores A ( a i , a 2jas)


y IJ , ¿ 2, 63) se procede de la siguiente manera. A partir del ex­
tremo A se lleva el vector B; y el vector cuyo origen es el origen de A

y cuyo extremo es el extremo de B , una vez así colocado, es el vector


sumn A + B (fig. 7).
Al mismo resultado se llega tomando A y B con el mismo origen O
y definiendo la suma como la diagonal que pasa por O , del parale-
logramo construido sobre A y B (fig. 8).
Proyectando la poligonal formada por los vectores A , B y A + B
sobre los ejes coordenados, resulta que las componentes del vector suma
A -I· B on la suma de las componentes de los vectores A y B . Por
rjrm p! ■, al proyectar sobre el eje x (fig. 9) la componente de A -t-B es
/«, /> , ·.= P ,P ^ + P , P s = a^ + b , .
So puede por tanto establecer la siguiente
Dkf. 1: El vector sum a de otros dos A (fli, a^, a^) y B (&i, &2. í's)
es oí vector que tiene por origen y extremo, respectivamente, el ori-
f’CM v el extremo de la poligonal obtenida llevando u n vector a con-
Iíiiii;i('¡('>n del otro.
I.as componentes del vector suma son las sumas de la compo-
iicnlcs, o sea,
(11 b^j , í7 o — fe o , *í “ í~ b^ ,
De osla definición se deduce que la adición de vectores es con-
tn iiliilivn:
A + B = :B + A .
D e la fig u r a 7 se d e d u c e i n m e d i a t a m e n t e q u e si l l a m a m o s 5 al

23
A lgebra V e c to r ia l

módulo de la suma A + B y a , fe a los módulos de los sumandos, es


r* - a* + fe=“ - 2 a fe eos 0
siendo O el ángulo entre los dos vectores.
Por otra parte, puesto que los vectores A , B y A + B resultan
lados de un triángulo, se cumple la desigualdad
|A + B | ^ | A | + | B |
valiendo el signo igual únicamente en el caso de ser 0 = O · Es decir:
e l m ó d u lo d e la s u m a d e d o s v e c to re s es s ie m p r e ig u a l o m e n o r q u e la

s u m a d e los m ó d u lo s d e los s u m a n d o s , s ie n d o ig u a l ú n ic a m e n t e e n el
caso d e te n e r los v e c to re s la m is m a d ir e c c ió n y s e n t id o .

Ejemplos:
1. L a suma de los vectores A ( — 3 , 1 , — 2) y B ( 0 , — 3 , 5) es el
vector de componentes ( — 3 , — 2 , 3) .
2. L a suma de dos vectores opuestos es el vector nulo.
3. Sea A u n vector fijo y B un vector de módulo fijo pero de dirección
variable. Discutir, gráfica y analíticam ente, los intervalos en que puede variar
la dirección de B para que el módulo de la suma A + B sea mayor que el mó­
dulo de A . Análogamente p ara que sea m enor que el módulo de A ,

2. Sustracción de vectores. Dado un vector B (fei, b^, fes) se rer


presenta por — B al vector o p u e sto , es decir, al que tiene el mismo mó­
dulo y la misma dirección, pero sentido contrario. Las componentes
de — B son — fei, — fej, — fe».

24
3. A d ic i ó n y S u st r a c c ió n dk V íc t o r e s

1)ivP. 2: La diferencia A — B de dos vectores esigual a la suma


tlfl vector A y del vector — B , opuesto a B .
I*or tanto, las componentes del vector diferencia A — B son las
difrrcncias de las componentes, o sea,
ai bi , «2 bi , 0,3 £>3 .
Para verificar geométricamente la diferencia A — Bprocederemos
como en el caso de la suma, tomando — B en vez de B . Las figuras

'-B

10 y 11 son las análogas a las figuras 7 y 8 para este caso de la dife­


rencia de vectores.
Obsérvese que la diferencia es la operación inversa de la suma, es
decir, de A — B = C , se deduce A = B + C .

3. Suma algebraica de varios vectores. Puesto que restar el vec­


tor B es lo mismo que sumar el vector — B , cuando se tengan vanos
vectores que haya que sumar o restar entre sí bastará siempre consi­
derar únicamente el caso de una suma A + B + C + . . . + E .
Para verificar geométricamente esta suma basta llevar sucesiva­
mente estos vectores, de m anera que el origen de cada uno coincida con
el extremo del precedente. El vector que une el origen del primero A
con el extremo del último E , es el vector suma (fig. 12).
En particular, si los vectores A , B , . . . , E forman una poligonal
ferrada, el vector suma tiene su origen y extremo coincidentes; es
diTÍr, es el vector nulo ( 1 .2).
Analíticamente, el vector A + B + C + --- + E es el que tiene
por roniponentes las sumas «¡i + + Ci + · · · + , 0 2 + b^ + c^ +
* · · · + C j, «3 + ¿3 + Cs + . · ■ + ^3 de las componentes respectivas.
De iunil (juc la adición de vectores cumpla las propiedades conmutativa
y mocialiva de la adición ordinaria entre números reales.

25
Algibra VsCTOIUÍlL

4. Producto de un vector por un escalar. Sea a^, 0 3 ) un


vector y X un escalar, o sea un número real cualquiera.
D e f . 3 : Se llama producto XA (igual a AX ) del vector A por
el escalar \ al vector que tiene; a) el módulo igual al producto del

F io u r a 12

módulo de A por el valor absoluto de X ; b ) la misma dirección que


A ; c) el mismo sentido que A si X es positivo y el sentido opuesto si \
es negativo.
Las componentes del vector XA son, por tanto,
X \ di y X(Z3 .
Por ejemplo, la figura 13 representa los vectores A , — 2 A , 3 A°.

F ig u r a 13

Es interesante observar que, según la definición, si a = 1A | y


tomamos X = 1 / a , el vector
A
( 1) -
a

20
3. A d ic ió * y S u s t r a c c ió n de V íc t o r e s

m·!·.'! nn vector de módulo unidad y de la ivísma dirección y sentido


ijiif A .
Diíf. 4: Los vectores de módulo unidad se Ii.\man versares.
A cada vector A corresponde el versor (1) que tiene la misma di­
rección y sentido.
Si dos vectores A , B tienen la misma dirección, llamando \ al
cociente de los módulos a j b con signo positivo o negativo según que
iiiiibos vectores tengan la misma o distinta dirección, según la def. 3
urrá A = XB , que puede escribirse

(2) A = x
B
De esta m anera queda definido el cociente entre dos vectores de
ijiual dirección; su valor es el escalar X antes definido. En cambio, el
cociente entre vectores de direcciones diferentes no se puede definir.

5. Versores fundamentales. Descomposición canónica de un vector.


Sea {O ; X , y , z) un sistema de coordenadai ortogonales (fig. 14).

Sobre cada uno de los ejes y con el sentido coincidente con el sen­
tido positivo de los mismos, consideremos respectivamente los versores
I , J , K . Sus componentes son
1 ( 1 , 0 , 0 ) , J ( 0 , 1 , 0 ) , K ( 0 , o , 1)
y se llaman versores fundamentales.
Todo vector A ( « i , ü2 , «s) puede escribirse en la forma
(3) A = I + a, J + a, K

27
A lg e br a V e c t o r ia l

puesto que, en cfecto, según las reglas de adición de vectores y de m ul­


tiplicación de los mismos por un escalar, el vector del segundo miembro
tiene por componentes C i, 0 2 , Os, es decir, es el vector A .
Esta descomposición de un vector como suma de tres vectores en
la dirección de los ejes coordenados es muy importante y útil. La lla­
maremos descomposición canónica de un vector.

6. Descomposición de un vector por sus componentes según tres


direcciones dadas. L a descomposición canónica (3) es un caso parti­
cular de otra descomposición más general.

Sean E , G , H tres vectores no paralelos a un mismo plano y A


otro vector cualquiera. Proyectando A sobre cada uno de los vectores
E , G , H paralelamente al plano determinado por los otros dos y lla­
mando A l , A 2, As a los vectores obtenidos como proyección, resulta
A = Al + Aa + A3 . Por otra parte, siendo Ai un vector que tiene la
dirección de E , es A i = p E siendo p un escalar (igual al cociente
entre los módulos de Ai y de E con signo + si estos vectores tienen el
mismo sentido y signo — si tienen sentidos opuestos). Análogamente es
Ai = q G y As = r H , siendo q , r escalares.
Resulta así
(4) A = pE + gG + r H .
Se puede por tanto enunciar:
T e o r . 1: D ados tres vectores E , G , H no paralelos a un mismo
plano, todo otro vector A pu ede escribirse en la form a (4 ), es decir,
es una combinación lineal de ellos.

28
3 . A d ic i ó n y S u st r a c c ió n de V ectores

Los escalares p , q , r se llaman c o m p o n e n te s de A según la tem a


de vectores E , G , H .
7. Baricentro de un sistema de masas. Por comodidad representaremos en
c.ite subapartado a los vectores por las dos letras que indican su origen y su
extremo. Por ejemplo, si O , O ' , P son tres puntos, la igualdad
O ’O + OP = O'P
indica que el vector O ' O , sumado con el O P , d a el vector O 'P (fig. 16).
Supongamos un conjunto de n puntos P i (t = 1 , 2 , 3 , . . . , n ) . Tome-

mos un punto cualquiera O del espacio. Dados n números reales cualesquiera


formemos el vector OG definido por

(5) O G = i U O P^ .
1
Queremos ver la condición que deben cum plir los X* para que el punto
G , extremo del vector O G , sea independiente del punto O , es decir, sea el
inismo cualquiera que sea el punto O elegido p a ra form ar la suma (5 ) . Para
ello, si O ' es otro punto cualquiera, deberá ser también

((>) O 'G = 2 h O 'P t ,


1
o bien, siendo O 'G = O 'O + O G , O'P* = O 'O + OPt ,

O ’O + O G = 2 X. O 'O + 2 X. O P , = O 'O 2 X, + O G
1 1 1
dn donde

(7 ) 2X . = 1 .
1
Reciprocamente, si esta condición se cumple, el extremo del vector definido
|Mir rl segundo miembro de (6) es el mismo punto G . Por tanto se tiene
'l’i'.oR. 2 : Dados n puntos Pt y n números reales X i, Ca condición necesaria
V xulicitnt» para que el punto G definido por la ecuación (5) dependa únicamente
lié loi puntos P, y de ¡os números X i, pero no del punto O , es que se cumpla
hi Kimiición ( 7) .
( ¡oiisidercmos ahora un sistema de masas puntuales m» colocadas respec-
llvniiii'iilR rn los puntos Pi . P ara deducir de este sistema un pun to G que de-
lii'iiil.i úiilcuincntc de los puntos Pt y de las masas m t , bastará tom ar

29
A l g e b r a V e c t o r ia l

(8) Xi = z ------- con m = 2 m,


m 1
puesto que entonces se cum plirá la condición (7) .
Esto justifica la siguiente

,
D e í. 5: D ado u n sistema de masas m i colocadas respectivamente en loi
puntos P i le llam a baricentro del sistema, al punto G definido por la igualdad

(9) O G = — Í m tO P i . m = Í m t
m 1 1
el cual es independiente del punto O .
En particular, tom ando por O el mismo baricentro G , se verifica la relación

(10) Sw<GP< = 0.
1
Si todas las masas se suponen iguales, el punto G le llama baricentro del
sistema de puntos Pt y está definido por
1 «
(11) 0G = — 2 0P,
n 1
y también es independiente del punto O que se tome.
8. Coordenadas barícéntricas. Sean P i , P i , P i , P* cuatro puntos fijos
del espacio que no estén en un mismo plano. A cada cuaterna de números
reales Xi que cum pla la condición (7 ) , la igualdad (5) hace corresponder un
punto bien _determ inado G . Recíprocamente, dado un punto G , según (4)
está determ inada la descomposición
O G = p O P i + q OP, + r OP,
y también
OPt != Pi OP, + qi OP, + r, OP, .
M ultiplicando esta segunda igualdad por X y restando de la prim era resulta
(12) O G = ( p - X /,,) O P, + ( 9 - X q,) OP, + (r - X n ) OP, + k O P ,.
L a condición j > 4 - g + r — X(/>i + 9 i + r i — 1) = 1 determ ina unívoca­
m ente X, con cuyo valor (12) tom a la forma (5 ) . Es decir, dado uv punto
cualquiera G , «e tiene bien determ inada la descomposición O G en la formü (5) .
D e f . 6 : Dados cuatro puntos fijos P j , P ,, P , , P* del espacio, que no
estén en un mismo plano, los cuatro números X* ligados por la relación
Xi + X * + X « 4 ' X < = l que figuran en la ecuación (5 ) se llaman coordenadas
barícén trica s del p u n to G re sp e c to del siste m a d e co o rd en ad as fo rm a d o
los p u n to s P j .
P ara el caso del plano la definición de coordenadas barícéntricas es com­
pletam ente análoga, con tal de tom ar como sistema de coordenadas tan sólo tres
puntos Pi (no alineados) en lugar de cuatro.

EJER C IC IO S
1. Dados los vectores A (3 , - 2 , 0) , B (5 , - 1 , - 4) , C ( - 4 , 3 , 1) ,
D (O, O, 1) hallar las componentes de los vectores A - { - B — C — D ,
A - D + C, A - B - f D - C , A - 2 B + 3 C , 3 A - B - 2 G + D.
2. D ado el vector fijo A y un vector B de igual módulo que A pero de
dirección y sentido variables, discutir la diferencia de módulos | A — B | — 1A |
viendo en qué casos es mayor, igual o m enor que cero.
3. Los vectores A y B form an entre (í u n ángulo de 45* y el módulo

30
3 . A d ic i ó k y S u s t r a c c ió n de V ectores

ilr A vale 3 . H allar cuál debe ser el módulo de B para que A — B lea
perpendicular a A .
4. En el mismo problema anterior hallar el módulo de B para que
A -|- B forme con A un ángulo de 3 0 °.
5. Dem ostrar que |A + B l ^ | A | + | B | y | A | — | B 1 : ^ | A — B j .
6. Dados en el plano , y los vectores cuyo origen común es el origen
de coordenadas y cuyos puntos extremos son respectivamente P i ( 0 , l ) , P i ( — 1 ,
3 ) , P » ( 2 , — 1} construir gráficamente los vectores O P i — O P t — O P » ,
O P. + O P, - 2 O P. , O P. - 2 O P, + 3 O P. .
7. Dados cuatro vectores A , B , C , D en el plano, construir gráfica­
mente la suma A - | - B — C - t - D y comprobar: a) L a propiedad coiunutativa
A + B —C + D = A + B + D — C = A — C + D + B ; i ) L a propie
usociativa A - | - B — C - j - D — (A B) — (C — D ) * A (B — C "í" D ) ·
8. Se tienen tres vectores A , B , C con el origen común O . ¿ Cuál es la
condición para que O y los extremos de los vectores sean vértices de un
paralelogramo?
9. D em ostrar que si A , B , C son vectores no paralelos a un mismo
plano y se cumple la condición a A + PB + y C = 0 , debe ser a = P = y = O .
10. D ado un triángulo P. P , P , y un punto cualquiera G de su plano,
llamando Q i a los puntos en que los vectores Pi G cortan al lado opuesto a
P i , probar la relación
Q iG Qí G Q tG
------------ 1--------------- 1------------ = 1 .
G .P. Q2 P 2 Q .P .
11. Probar: a) El centro 1 del círculo inscripto «I triángulo P»P»P·
está dado por
J= [a O P, + b O P , + c OP,]

liendo a , b , c los lados y 2 p = a + b + a.


b) El centro del círculo circunscripto es

L = — [(sen 2 a ) O P . + (sen 2 P) O P . + (sen 2 y ) OP,]


Si
■Irndo í. = s e n 2 a s e n 2 P + s e n 2 Y ( o , P , y ion los ángulos interiorei
(lirl triángulo).
e) El baricentro G e»

G = z ~ {OPx + O P t + O P ,) .
3
Kn todos los casos O es un punto cualquiera del plano.
12. Si en un tetraedro A B C D dos pares de aristas opuestas son per­
pendiculares, dem ostrar que también las aristas que form an el tercer p a r ion
pripendiculares entre si.
13. D ado u n tetraedro A B C D probar la relación
(D - .4) (B - C) + (D - B) (C - A) + {D - C) (A - B) = O.
14. Demostrar que para hallar el baricentro de un sistema de m asai se
iiirdrii iiiitituir varias de ellas por su baricentro, »uponiendo en él una masa
fKH«I « ln lum a de las masas de los puntos correspondientes.
15. Si G ei el baricentro del sistema de m a iai m» colocadas en loi puntoi
/'i , driiiuitrar la llamada rtUción d i S u w a r ti

31
A lgebra V e c t o r ia l

2 m , O P ,' = m O G * + 2 m , GP,^
tiendo m = 2 m ».
16. Con la misma notación anterior p robar que
m ' O G‘ z= m 2 mt O P' — 2 m , m ¡ P i P ' .
« ·.!
17. Buscar a i , Oi, oi de m anera que los vectores
a iI + a ,J + a , K , 2 I - 3 J + 5 K , - I + 2 J - K
sean linealmente dependientes, o sea que resulten coplanares al llevarlos a
partir de un origen común.
18. D em ostrar que con segmentos iguales y paralelos a las medianas de
un triángulo cualquiera se puede form ar otro triángulo. Probar que el teorema
sigue siendo cierto si se sustituyen las medianas por los segmentos que unen lo·
vértices del triángulo con los puntos que dividen al lado opuesto en una razón
dada.
19. Sea O u n pu nto del plano del triángulo M N P . Si M ' , N ' , P ’ son
los puntos medios de sus lados, dem ostrar que
O M + O N + OP = O M ' + O N ' + O P ' .

4. P R O D U C T O ESCALAR Y P R O D U C T O V EC TO R IA L

L Producto escalar.
D e f . 1 : Se llama producto escalar o interno de dos vectores A , B
al escalar obtenido como producto de los módulos de A y B por el
coseno del ángulo formado por los dos vectores. ^
Indicaremos el producto escalar con un punto, de m anera que será
(1) A .B = 1A | 1B | cosO = a f e c o s 0
siendo G el ángulo que forman los dos vectores y a , b sus módulos.
Como consecuencias inmediatas de la definición' se tiene:
a) E l producto escalar es conmutativo:
A .B = B .A .
b) L a condición necesaria y suficiente para que dos vectores sean
perpendiculares es que su producto escalar sea nulo.
De (1) y (2.14) se deduce:
c) M ediante las componentes de los vectores A , B iu producto
escalar se expresa
(2) A .B = + (22 bi + a¡ b¡ .
De aquí se deduce:
(3) A . (B C) = ai (£>1 + Ci) + Oj (62 + C2 ) + a^ (63 + Cj) =
= A .B + A .C
es decir;
d) E l producto escalar tiene la propiedad distributiva.

Tanto de (1) como de (2) se deduce que A .A = A^ = o* y por


tanto el módulo de un vector se puede expresar

32
4 . P ro ducto E sc a l a r y P roducto V e c t o r ia l

/4) a= |A l= V A *
íónnula muchas veces útil. Obsérvese que en el último miembro no se
jiucde simplificar la raíz con el exponente, pues \/A^ es el escalar a
y en cambio A es un vector.
e) Para los versores fundamentales I , J , K , siendo de módulo
IItildad y perpendiculares entre sí, resulta
(5) P = p = K^=l, I.J = J.K = K.I = 0 .
Con la notación del producto escalar, el ángulo 0 entre dos vecto­
res A , B se calcula por la fórmula
(6) eos 0 = — -
a b
([ue según (2) es la misma fórmula 2.14, ya encontrada.

La proyección OB' del vector B sobre el vector A (fig. 17) vale


// eos O , o sea
(7) OB' = — .
a
Ejemplos:
1. El producto escalar de los vectores A ( — 1 , — 1 , 3 ) , B (— 2 , 1 , — 3)
•^KÍiii (2) es 2 — 1 — 9 = — 8 .

F ig u r a 18

H. l'.l ángulo que forman los vectores anteriores, según (6) se calcula
iiii'iIlHiilr 1,1 fónimla eos O = — 8/V 154 .

33
A lgebra V e c t o r ia l

3. Sea el rombo construido sobre los vectores A , B de igual módulo a = b


(fig. 18). Los vectores formados por las diagonales son A + B y A — B .
Siendo (A + B ) . ( A — B) = A’ — B’ = O, resulta: las diagonales de un
rombo «on perpendiculares.
4. Sea un tr i á n ^ l o rectángulo . 4 5 C (fig. 19). Con las notaciones in­
dicadas en la misma figura es B = — Ai + H , C = Ai + H . Sustituyendo
estos valores en la igualdad B .C = O (que expresa que estos dos vectores son
perpendiculares), resulta
( - A, + H ) . (A, + H ) = - A ..A . + H* = O
9 «ea, pasando a los módulos, resulta la propiedad elemental A I P = B H . H C .

5. De (1 ) y (2 ) se deduce inm ediatam ente la llam ada desigualdad de


Cauchy'.

2 a. 6 , ^ ( 2 a , ’)'A(2fc,·)'/.
válida p a ra dos ternas de números ( a i , a>, o>) , {bi , b t , bi) cualesquiera.

2. Las dos orientaciones deJ espacio. Consideremos los dos trie­


dros de la figura 20. Se ve fácilmente que no puede llevarse uno de
ellos a coincidir con el otro de m anera que coincidan los ejes del mismo
nombre, inclusive con su orientación.
En efecto, si se hacen coincidir los orígenes y los ejes x , y d e modo
que se superpongan las partes positivas con las positivas, los sentidos
de los ejes z resultan opuestos. Se dice que f'>tos triedros tienen dis­
tinta orientación.
Para distinguir ambas orientaciones; se in tu d u ce la siguiente
D ef. 2: U n triedro (O ; x , con las tres aristas dadas en
el orden indicado x , y , z dice que es positivo o directo cuando co­
locando un tornillo (o un sacacorchos) normalmente al plano x ,y y
girando de la parte positiva del eje x hacia la parte positiva del eje y ,
el tomillo avanza hacia la parte positiva del eje z .
En caso contrario el triedro se llama negativo o inverso.
Según esta definición, el triedro de la figura 20 a) es directo y el
de la 20 6) inverso.

34
4. P roducto E sc a l a r y P roducto V e c t o r ia l

l,.t d e fin ic ió n se a p lic a ieru alm en te a to d o s los trie d r o s c o n los ejes


i.ileiiiiido», a u n q u e n o se a n o rto g o n a le s . B a s ta , p a r a q u e se a p o sitiv o ,
i(Mc rl lo n iillo , e n las c o n d ic io n e s d ic h a s, a v a n c e h a c i a el la d o d e l p la n o

ile ie rn iin a d o p o r x , y q u e c o n tie n e a l e je z . P o r e je m p lo , el tr ie d r o a)


<1(1 líi fig u ra 21 es d ir e c to y el £>) in v e rso .
’l ’a m b ic n se d e d u c e d e l a d e fin ic ió n q u e d e f o r m a n d o u n tr ie d r o
d r m a n e r a c o n t in u a ( o sea, m o d ific a n d o c o n c o n t in u id a d las d ire c c io n e s
do los e j e s ) , s o la m e n te p o d r á p a s a r d e d ir e c to a in v e rso a tr a v é s d e u n a
|)( «lición e n q u e los tre s ejes e sté n c o n te n id o s e n u n m is m o p la n o .

C u a n d o se d a u n siste m a d e e jes c o o rd e n a d o s fijo , a l c u a l se re fie re


tildo el e sp a c io ( a l q u e lla m a re m o s siste m a f u n d a m e n ta l d e r e f e r e n c ia ) ,
«r p u e d e d e c ir q u e se h a fija d o u n a o rie n ta c ió n a l esp acio, e n te n d ie n d o
p o r ta l la o rie n ta c ió n d e d ic h o tr ie d r o .
Hay otros criterios para distinguir si un triedro es directo o inverso. Por
rlriTiplo: un triedro es directo si colocándose un observador de pie sobre el
plano X , y con la cabeza hacia la parte positiva del eje í , ve el sentido de giro
drl cJb X !il eje y en sentido contrario al de las agujas de un reloj; en caso
( (iniriirio, c1 triedro es inverso.
O tro criterio es el de los tres dedos: colocando los dedos pulgar, índice y
mayor de la m ano derecha de m anera que formen triedro, tom ado en el orden

35
A l g ebra V e c t o r ia l

“mayor, pulgar, índice” se tiene un triedro directo. C ualquier otro que se pueda
luperponer con é l también será directo. E n c e i s o contrario será inverso.

3. Vectores axiales o pseudovectores. A veces, en la definición


de un vector, interviene la orientación del espacio, de m anera que cam­
biando ésta cambia el sentido del vector. Tales vectores, por tanto, no
quedan definidos de m anera independiente del sistema de coordenadas
al que se supone referido el espacio, particularidad fundamental de los
vectores ordinarios que hemos considerado hasta ahora.
Consideremos por ejemplo el m om ento de un vector deslizante res­
pecto de un punto.
Sea un punto fijo O y un vector deslizante A de origen P y extremo
Q (fig. 22). Decir que A es un vector deslizante significa, como ya
sabemos (1 .4 ) , que sólo se considerarán iguales a él los que resulten de
un desplazamiento sobre la recta r que lo contiene.

F ig u r a 22

Se llama momento de A respecto del punto O al vector perpendi­


cular al plano determinado por O y r , cuyo módulo es igual al pro­
ducto de A por la distancia h de O a. r y cuyo sentido es tal que el
triedro formado por los vectores O P , O Q y el momento M (precisa­
mente en este orden O P , O Q , M ) tenga la misma orientación que el
espacio. Es decir, tenga la misma orientación que un cierto triedro de
coordenadas a; , y . z cual se supone referido el espacio.
Por ejemplo, si el espacio está orientado positivamente, el sentido
del vector M será el de la figura 22 , pero si estuviera orientado nega­
tivamente, el sentido de M sería el opuesto.
Para distinguir estos vectores de los comunes se introduce la si­
guiente
D e f . 3: Se llaman vectores axiales o pseudovectores a los vectores
cuyo sentido cambia de signo al cambiar la orientación del espacio.
Como acabamos de ver, el momento de un vector respecto de un

36
4 . P r o d u c t o E sc a l a r y P r o d u c t o V e c t o r ia l

I'» tin vector axial o pseudovector. Vamos ahora a estudiar el


lo vectorial de dos vectores, que es el ejemplo más importante
( i i i m Iiii

ili· |(KMi(i()vcctor.
I Iiiíi v(íz fijada la orientación del espacio, los pseudovectores que-
iliii liicti determinados y actúan como los vectores propiamente dichos,
nii iidc) válidas para ellos todas las reglas de adición, sustracción y pro-
iliK lo iiuc hemos visto en los números anteriores.

•I. Producto vectorial. Supongamos el espacio orientado, es de-


t Ir, *n|iongamos fijado un triedro fundamental de referencia formado
(inr (rcN ejes coordenados {O ; x , y , z).
Di·.!'. 4: Se llama producto vectorial o externo de dos vectores A ,
II III pseudovector C que tiene:
<i) el módulo igual al producto de los módulos de A y B por el
ReiKi del ángulo que forman;
h) la dirección perpendicular al plano determinado por las direc-
rlones lie los vectores A , B ;
c) el sentido tal que el triedro A , B , C tenga la misma orienta-
( ión (jue el espacio.

Indicaremos el producto vectorial por A a B , de m anera que según


la definición es
(II) I A A B I = a í> sen 9
»irndo a , b los módulos y O el ángulo entre los dos vectores.
I-.'i condición c) es la que hace que el producto vectorial sea un
pin ido vector en lugar de un vector. En efecto, su sentido no puede
fijüiHr si no se conoce la orientación del espacio, o sea la del triedro
fuiid;miental, v cambia con la orientación del mismo.
I.as j)ropiedades fundamentales del producto vectorial son:
a) Si en vez de A A B se considera B A A , el módulo y dirección
no cambian, pero el sentido deberá ahora ser tal que sea B , A , C el

37
A lg e br a V e c t o r ia l

triedro que tenga la orientación del fundamental x , y , z \ por tanto G


deberá tener el sentido opuesto al anterior. Es decir
(9) AaB = - B aA
propiedad que se expresa diciendo que el p r o d u c t o v e c to ria l es a n ti­
c o n m u ta t iv o .

b ) Siendo X un escalar se verifica


(10) í.(AAB)=XAABi=AA^B.
En efecto, si X > O esta relación es una consecuencia inmediata
de la definición de producto vectorial, puesto que los sentidos de los
vectores no cambian al multiplicarlos por un escalar positivo ( 3 . 4 ) .
Si X < O el vector del prim er miembro cambia de sentido, pero tam ­
bién los productos del segundo y tercer miembro, puesto que al sustituir
un vector por su opuesto la orientación de un triedro cambia de signo.
c) E l p r o d u c t o v e c to r ia l tie n e la p r o p i e d a d d is tr ib u tiv a , o sea,
(11) (A + B) AC = A A C + B A C .
Para demostrarlo observemos primero que. dividiendo ambos miem­
bros por I C I y llamando Co = C / | C | al versor que tiene la direc­
ción y sentido de C , resulta
(12) (A + B) a C o = A A C o + B ACo .
Recíprocamente, si se demuestra (1 2 ), multiplicando por | C | re­
sultará (1 1 ); es decir, basta demostrar la propiedad distributiva para
el caso, en que el segundo factor es un versor.

Proyectando A sobre el plano n normal a Co y llamando Ai al


vector proyectado (fig. 2 4 ), es
A A Co = Al A Co
pues según la definición de producto vectorial, ambos miembros coin­
ciden en dirección, sentido y módulo, puesto que | Ai | = | A| s e n 0 .

38
4. P r o d u c t o E sc a l a r y P r o d u c t o V e c t o r ia l

I’or otra parte, siendo Co de módulo unidad, es j A A Co j = 1Ai 1


i'i (Ifcir: el vector A A Co es el resultado de girar Aj un ángulo de 90°
el plano normal a C o, de m anera que A A C o, Ai y Co formen
lui (licdro directo.
Consideremos ahora los dos vectores A , B y su suma D = A + B .
I'iir ]>royección sobre un plano normal a Co tendremos los vectores
A | , IJi, D i siendo D i = Ai + B i . En la figura 25 se representa este
|ilaiu> normal a C o .

Girando los tres vectores A i , B i , D i alrededor de O un ángulo de


00“ , según lo dicho, tendremos los vectores A A C o, B A C o, D A Co
y por tanto
D ACo = A A C o + B ACo
(lue es precisamente la relación (12) que queríamos demostrar.
á ) L a c o n d ic ió n n e c e sa r ia y s u f ic i e n te p a r a q u e dos v e c t o r e s t e n -
finn la m i s m a d ir e c c ió n (c o n s e n tid o s ig u a le s u o p u e s to s ) es q u e s u
p r o d u c to v e c to r ia l sea n u lo .
I'^n efecto, suponiendo siempre vectores propiamente dichos, de mó­
dulo no nulo, (8) solamente se anulará si 0 = 0 , ó 0 = r t .
Nota. Con la notación de producto vectorial, el momento de un vector
A respecto de! punto O ( 4 .3 ) se puede escribir
( i :') M = P a ( P + A ) = P a A
ilriido I* rl vector O P correspondiente a un pun to cualquiera de la recta que
roiillrne A ,

38
A l g ebra V e c t o r ia l

5. Componentes del producto vectorial. De la definición de pro­


ducto vectorial y suponiendo positivo al triedro fundamental formado
por los versores I , J , K , se deducen las relaciones
(14) I A I = J A J = K A K = 0, ' 1
I^J = 7 J ^ I = K ,JA K = -K A J = I , K A I = - I A K = J.
Consideremos ahora dos vectores descompuestos en su forma ca­
nónica
(15) A = f l ,I + a2 J + flaK , B = J-l-fe a K .
Aplicando (14) y la propiedad distributiva del producto vectorial
demostrada en el subapartado anterior, se tiene
(16) A A B = (a2Í>3 — a sb i) I + («361 — «1^3) J + («1^2 — K
que nos da las componentes del producto vectorial de dos vectores.
Recordando la regla para desarrollar determinantes de tercer orden,
se observa que esta relación (16) se puede también escribir
I J K
(17) A a B= Q.\ 0.2 ^3
b\ ¿2 ^3
fórmula fácil de recordar.
Ejemplos:
1. El producto vectorial de los vectores A (1 , — 2 , 0) , B ( — 3 , 1 , 4) será
I J K
A AB = 1 - 2 O = - 8 I - 4 J - 5K .
-3 14
2. El ángulo que forman los vectores A ( — 1 , — 1 , 3) , B ( — 2 , 1 , - 3 )

legún (8) se puede calcular por la fórm ula sen 0 = V 90/V 154 puesto que
el módulo de su producto vectorial es V90 · Compárese este resultado con el
del ejemplo 2 del 4 .1

6. Producto escalar y vectorial de pseudovectores. Las defini­


ciones de los productos escalar o vectorial de pseudovectores, o de un
vector por un pseudovector, son las mismas que para los vectores. Úni­
camente hay que tener en cuenta, como se deduce inmediatamente de
cada definición, las siguientes reglas acerca del resultado del producto;
vector . vector = escalar
vector . pseudovector = pseudoescalar *
pseudovector . pseudovector = escalar
vector A vector = pseudovector
vector A pseudovector = vector
pseudovector A pseudovector = pseudovector
* M agnitud de u na sola componente, como los escalares, que conserva el
valor absoluto por cambios de ejes coordenados, pero que cam bia de signo con
la orientación del espacio. V er 5 . 2 .

40
4. P r o d u c t o E s c a l a r y P r o d u c t o V e c t o r ia l

r,(l',KCICIOS
I . Descomponer u n vector dado B en suma de otros dos B i, Bi tales que
p| priinrro sea paralelo al vector dado A y el segundo perpendicular al mismo.
Niiliición gráfica y analítica.
',2. Probar que de la igualdad A .B = A .C no se deduce B = C . De-
iiioiilriir que el significado geométrico de dicha igualdad es que A es perpen-
illruliir a B — C (o es el vector nulo).
3. Dados en el espacio los puntos Pi ( — 1 , — 1, 2) , Pi ( — 3 , 0 , 2) ,
/*. ( 1 , 3 , 5 ) , h a lla rlo s ángulos Pi P , , Pi Pi y P i P i P , .
4. Probar la identidad
A .B = 54 ( l A + B |* - | A1 > - | B 1 * ) .
3. Resolver y discutir las ecuaciones vectoriales A .X = A , A a X — B ,
•lindo A , B vectores dados y í: un escalar también dado.
6. Siendo a = | A | , 6 = | B | p robar que el vector
AB bA
C = ----------------
a+ b
llrnr l.-\ dirección de la bisectriz del ángulo que form an A y B .
7. H allar las componentes del versor perpendicular a losvectores
A ( 0 . 1 , 5) y B ( - 3 , O, 2) .
8. H allar el área del paralelogramo cuyos lados son los vectores A (1 ,
1 , 2 ) , B ( 3 , O, - 4 ) .
9. Sea el tetraedro O A B C formado por los vectores A , B , C , de origen
ciiini'm O . Demostrar que la suma de los productos vectoriales A a B , B A C ,
<! A A , A C A AB es nula (siendo A C el vector C — A y A B el B — A) .
10. D em ostrar directam ente a p a rtir de la def. 1, sin pasar por las com-
pmirnlcs de los vectores, la propiedad distributiva del producto escalar (3) .
I I . Dados los vectores A ( 1 , 0 , — 3 ) , B ( 2 , 5 , — 1) hallar la pro-
yrcrión de B sobre A .
12. Probar vectorialmente que la suma de los cuadrados de las diagonales
ilr nn paralelogramo es igual a la suma de los cuadrados de sus lados.
13. Si A + B + C = 0 , p robar que A A B + B a C + C a A =
.1 A A 1$.
14. Dados los vectores A (2 , O , - 3) , B ( - 1 , 5 , 2) , C (O , - 4 , 1)
rnlrnl.ir las expresiones
< , ) A ( B a C) ; 6 ) A a ( B a C) ; c) ( A aB)a C ;
,/)AA(AaB) ; «) ( A . B ) . ( A A B) ; /) (A A B) A (A A C ) .
I .'5. U n paralelepípedo rectángulo tiene de aristas a , b , c . H allar los
AiiKiiU)· que forman las diagonales con las aristas. Caso p articular del cubo.
16. Sean tres vectores A ,B , C de módulos a , b , c . Sea o el ángulo
n , f! ; (l rl ángulo A , C y Y elángulo A , B . P robar que el módulo s de la
autnn de los tres vectores está dado por la fórmula
j* = íi’ + fc’ + í ’ + 2 6 í eos a + 2 a í eos P + 2 a 6 eos Y .
17. D em ostrar que la condición necesaria y suficiente p a ra que losvec-
liirr» A -j- B y A — B sean perpendiculares, es que sea | A | = | B | .
18. H allar el vector de módulo 3 perpendicular a los A (3 , — 1 , 0) y
»(1.4, -2 ).
10. Comprobar que cuaquier vector paralelo al eje y es perpendicular a
I niili|ulrr vector paralelo al plano x , t .
20. Scijún 2.4 la condición para que los vectores A , B sean paralelos (0 = 0
ó O n ) c· que sea <zi {>i + ai -|- oi 6· = ± a b . Probar que esta relación
r» rfjiiivalente a la A A B = O .

41
A l g e b r a V k c t o r u Ii

21. Probar que el producto vectorial <P(A, B) = A A B puede definirse axio­


m áticamente (salvo el signo) por las condiciones: a) (p ( A , B ) = — q) ( B, A ) ;
o) ( p { XA, B) = X< p ( A, B) ; c) <p( A, XB) = X<p( A, B) ; d) | cp | =
= I A 11 B I sen 0 , siendo 0 el ángulo que forman los dos vectores.

5. P R O D U C T O M IX T O Y O TR O S PR O D U C TO S
VECTORIALES

1. Producto mixto de tres vectores.


D ef. 1: Se llama producto mixto de tres vectores A , B , C y
se representa indistintamente por ( A B C ) o por ( A , B , C ) al pro­
ducto escalar de A a B por C , o sea,
(1) (ABC) = ( A a B).C .
Si las componentes de los tres vectores A , B , C se indican con
las minúsculas respectivas, siendo
^2 fes ” fez > fel — fes j fez —
las componentes del producto A A ]B, resulta que (A B C) es preci-

samente el desarrollo del determinante formado por las componentes


de los tres vectores, o sea,
fel C
x
(2) (ABC)
di
= «2 fe2
fea
De aquí, recordando la propiedad de los determinantes de cam­
C
z
Í2

biar de signo al perm utar dos filas entre sí, resulta


(3) ( A B C ) = ( B C A ) = ( C A B ) = - ( B A C ) = - ( A C B ) =
= - (CBA) .
Las principales propiedades del producto mixto son:

42
5. P r o d u c t o M i x t o y O t r o s P r o d u c t o s V e c t o r ia l e s

rt) El producto mixto de tres vectores es igual al volumen del


l·ιιιιιtι■ht^ípeaQ.-ConstτuΓ d ^ sóbre^L·s^WiWóf~ññá~vez^levados a~partir
ilr IIri origen común. "
I'’,n efecto (fig. 26): el área de la base, según 4 .8 es | A ,A B | y
•1 )(i es el ángulo que forma C con la normal al plano determinado
por A y B , la altura vale | C | eos cp. Por tanto el volumen es igual
u l A A l U J C - l-cos cp , que es p re c isa m e n t^ l valoFde” ( A B C ) .
De aquí se deduce, en particular, que si I , J , K son ortogona-
Irit cutre sí y de módulo unidad se verifica
(4) (IJK)=1.

b) L a condición necesaria y suficiente para que tres vectores sean


paralelos a un mismo plano, es que su producto mixto sea nulo.
Kilo es una consecuencia inmediata de la definición o de la última
piopiedad demostrada.
c) Obsérvese que si ( A B C ) > 0 , el ángulo de C con A AB
dcl)c ser menor de 90° y por tanto el triedro A , B , C tiene la mis­
ma orientación que el triedro fundamental. Si ( A B C ) < 0 ocurre
If) contrario. Por tanto:
Suponiendo que el triedro fundam ental I , J , K sea directo, un
triedro A , B , C será directo si ( A B C ) > O e inverso si ( A B C ) < 0
d) Recordando la regla de multiplicación de determinantes, es

A.A' A B' A C'

('>) ( A B C ) . ( A 'B 'C ') = B.A'


C.A'
BB'
C B'
B.C'
C C'
En particular
A" A.B, A.C

(6 ) = B. A B.C
C A C.B C»
En consecuencia, la propiedad b) anterior se puede enunciar:
L a condición necesaria y suficiente para que tres vectores sean
paralelos a un mismo plano es que el segundo m iem bro de (6) sea nulo.
Ejemplos·,
1. Siendo A (O, 1 , - 2 ) , B ( - 3 . 5 , 1 ) , C ( - 1 , O, 2) calcular
( A B C ) . Aplicando (2) resulta
O 1 -2
(ABC)= —3 5 1 = — 1 — 10 + 6 = — 5 .
- 1 O 2
2. Averiguar si el triedro formado por los vectores anteriores es directo
o invrrjo. Siendo su producto mixto negativo, el triedro que form an será inverso.
3. Los tres vectores A ( 1 . - 1 , 2) , B ( 3 , O , - 3) , C (O , 1 , - 3)

43
A lgebra V e c t o r ia l

ion paralelos a un mismo plano, puesto que el detenninante formado por sus
componentes es nulo.
2. Pseudocscalares. El producto mixto ( A B C ) , aun siendo un
producto escalar, no es propiamente un escalar. En efecto, cambiando
la orientación de los ejes coordenados, el producto A AB cambia de
signo y por tanto también el producto mixto ( A B C ) .
D e f. 2: Las cantidades que tienen las propiedades de los esca­
lares, pero cambian de signo al cambiar la orientación del espacio, se
llaman pseudoescalares.
Por consiguiente, el producto mixto es un pseudoescalar.

3. Doble producto vectorial. Interesa muchas veces calcular el


vector
(7) (AAB) AC
llamado doble producto vectorial.
Para ello, siempre podemos elegir el sistema de coordenadas
I , J , K de m anera que: a) I tenga la dirección de A ; fe) B esté
contenido en el plano I , J . Con esto será
(8) A = ail, B = fejl + fe2 j , C = c i l + CiJ + c j í .
Tendremos así
(9) A · C = «1 , B ■ C = fel + &2 <^2
y también
A A B = a, fej K
(10) (A A B) A C = a, ¿2 (K A C) = fli fej ci J - fli fez cj I .
Despejando en las dos primeras ecuaciones (8) los vectores I , J
en función de A , B resulta

I = - A J = 1 b - - ^ A
«1 »2 fll t>2
y sustituyendo en (10) ,
(A A B) A c = «1 fi B — (fel Ci + fea Ci) A
que según (9) se puede escribir en la forma final
(11) ( A a B) A C = ( A. C) B - (B. C) A .
Este resultado nos dice que el producto vectorial no es asociativo.
En efecto, aplicando la misma fórmula (11) resulta
A A (B A C ) = - ( B A C ) a A = ( C . A ) B - ( B . A ) C - ^ ( A a B) a C .

4. Otros productos vectoriales.


a) Producto escalar de dos productos vectoriales. Se trata de
calcular (A A B ) . (C A D) .
Poniendo E = A A B , se tiene
E.(CAD) = (ECD) = (EA C).D
y aplicando (11)

44
5. P r o d u c t o M i x t o y O tr o s P r o d u c to s V e c to r ia le s

E A C = ( A A B ) A C = ( A. C) B - ( B. C) A .
l’or tanto
(12) (A A B ) . ( C A D ) = ( A . C ) ( B . D ) - ( B - C ) ( A - D )
iHic es la llamada identidad de Lagrange.
h) Producto vectorial de dos productos vectoriales. Se trata de
I .il( iilar
(A A B) A (C A D ) .
Poniendo de nuevo E = A A B , queda
E A (C A D ) = - (C A D ) A E = ( D. E) C - ( C. E) D
y por tanto
(i:i) (A A B) A (c AD) = (ABD) C - (A B C ) D .

3. Algebra vectorial en el plano. Nos hemos referido siempre


id caso de vectores en el espacio ordinario de tres dimensiones. Para
rl caso de los vectores de un plano todo lo dicho vale igualmente con
»l'ilo tomar el plano de los vectores como plano I , J del triedro fun­
damental. Entonces la tercera componente de los vectores será siempre
nula y por tanto todo vector será de la forma
( 14) A y a i I + a^J.

a) Adición, sustracción y producto escalar de vectores. Las ope­


raciones de adición, sustracción y multiplicación escalar se definen
rxactamente igual que para el caso del espacio. El producto escalar,
por ejemplo, será ahora
(15) A . B = a fe eos O = fli fel -F «2

»irndo a = | A l , fe = | B | y O e l ángulo entre los dos vectores.


fe) E l producto vectorial en el plano. Según la definición gene­
ral el producto vectorial A A B en el caso en que los vectores A y B
(cngan nula su componente según el vector K , vale
A A B = (<2i fea “ ^2 fel) K .
Siendo, por otra parte, su módulo igual a a fe | sen 0 | , resulta
(pie debe ser
(16) fli fez — Ú2 fel = a fe I sen O j
donde, en el segundo miembro, debe tomarse el signo + si el sentido
de la rotación (menor de 180°) que lleva A sobre B es el mismo
que el de la rotación de 90° que lleva I sobre J y el signo menos
en el caso contrario, puesto que en el primer caso los triedros I , J , K
y A , B , K tienen la misma orientación y en el segundo caso tienen
orientaciones opuestas.
Esta definición de producto vectorial, para el caso de vectores de
un ¡llano tiene el inconveniente que hace aparecer como resultado u r

45
A l g e br a V e c t o r ia l

vector que no pertenece al plano. Sin embargo, como este vector tiene
siempre la misma dirección (la normal al plano), el inconveniente se
puede evitar tomando como producto vectorial la componente única
(16) del mismo. Se llega asi a la siguiente
D ef. 3 : En el álgebra vectorial del plano se llama producto vectorial
de dos vectores A , B al producto de sus módulos por el seno del ángulo
que forman, este ángulo tomado como positivo o negativo según que
el sentido de la rotación que lleva A sobre B (a través de un ángulo
menor de 180°) sea el mismo de la que lleva I sobre J o el opuesto.
De acuerdo con esta definición, la ambigüedad del signo en (16)
desaparece, puesto que quedará + si 0 es positivo y — si es negativo.
Resulta por tanto
(17) A A B = a sen 0 = «1 ¿2 ~ «2 ^1 .
El producto vectorial, en el caso del plano, no tiene carácter vecto­
rial como en el espacio. Es un escalar que cambia de signo al cam­
biar la orientación del sistema fundamental I , J . Por consiguien­
te: en el plano, el producto vectorial es un pseudoescalar.

EJER C IC IO S
1. C alcular el producto mixto de los vectores A (O , — 1 , 2) , B (— 3 ,
5 . 0 ), C ( - 4 , 2 , 5 ) .
2. A veriguar si los tres vectores anteriores son o no paralelos a u n mismo
plano.
3. Se d an los vectores A (5 , O , 1) , B (3 , — 2 , 0) , C ( — 4 , 1 , x) .
H allar la tercera componente x con la condición de que los tres vectores resulten
paralelos a un mismo plano.
4. Dados cuatro vectores A ( l , — 1 , 3 ) , B ( 2 , — 5 , 0 ) , C ( — 1 ,
1, — 2) , D (3 , 2 , — 6) calcular las expresiones
a) ( A a B ) . ( C a D ) ; b) ( A a B ) A ( C A D ) ; c) [A A (B A C ) ] AD ;
d) (A A B) A C ) .D ; e) (A A D ) . (B A C ) ; /) (A A C ) A (B A D ) .
5. Si A , B , C son tres versores tales que A .B = a , B .C = P y
C .A = V , probar que
( A B C ) = (1 _ a* - P’ - V» + 2 a P v )
Esta expresión se llama, siguiendo a Staudt, el seno del ángulo triedro
formado por los tres versores dados.
6. Si A , B , C son tres vectores no paralelos a un mismo plano, todo
otro vector D puede ponerse en la forma
D = a A + PB + y C .
P robar que es

a=
(DBC)
-------------
(ABC)
(DCA)
6 = --------------
(ABC)
V=
(DAB)
(ABC)
7. Los vectores

- A» = ^ c* = - A ^
(A B C ) (A B C ) (ABC)

46
6. N otas y Com plem entos del C a p ít u l o I

•r llaman re c íp ro c o s de los A , B , C respectívamente. Probar que los recíprocos


de los recíprocos son los vectores primitivos.
8. Probar que
( A B C ) = (A * B * C * ) .
9. Si A ( a i , a , , a,) , B ( b i , b , , b,) , C ( c i , c , , c,) , D ( t i,, d , , d,) son
cvintro vectores cualesquiera, probar que
' A <Zi ai ai
B bi bi bt
C Ci Ct Ct
= O
D di dt dt
10. Probar que cualesquiera que sean los vectores A , B , G es
A A (B A C ) 4- B A (C A A) + C A (A A B) = O .
Observar que esta relación equivale a la propiedad de que las 3 alturas de
un triángulo esférico concurren en u n punto.
11. D em ostrar las siguientes relaciones:
a) ( A a B ) . [ ( B A C ) A (C A A )] = ( A B C ) ’ ;
b) [D A (A A B ) ] . ( A a C ) = ( A B C ) (A .D ) ;
e) (A A B) A C - A A (B A C ) = (B .A ) C - (B .C ) A ;
d) A A (A A (A A B )] = A’ (B A A ) ;
O 2 A = I A (A A I) + J A (A A J ) + K A (A A K ) .
12. Si Al = ai r + fci J ' + ci K ' ( í = 1 , 2 , 3) son tres vectores des­
compuestos según los versores I', J ', K ' no ortogonales entre sí, dem ostrar que es
ai ti c,
(Al Al A.) = ( I 'J 'K ') a. bt Ct
at bt Ct
13. Dados tres vectores no coplanares A , B , C y siendo X .A = u ,
X .B = i», X . C = «J, probar que la expresión de X p o r sus componentes
según A , B , C puede expresarse en la forma
A B C O
1 A’ A .B A .C
X =
(A B C )· A .B B’ B .C
A .C B .C C*
14. Probar que las medianas de u n triángulo concurren en un punto.
15. Se llevan a p a rtir de un mismo origen los vectores no coplanares
A , B , C , y p A. -f- í B -f- r C . D em ostrar que la condición para que los ex­
tremos de estos vectores estén en un mismo plano es que sea p + q + r ■= 1 .

G. NOTAS Y C O M PL EM EN TO S DEL C A PÍT U L O I

1. Definición axiomática de vector. Espacios vectoriales. Hemos de­


finido los vectores y las operaciones algebraicas entre ellos a p a rtir de b u con­
cepto geométrico, es decir, presuponiendo que se conoce el espacio en el cual
están contenidbs (en nuestro caso el espacio euclidiano tridimensional) y las
propiedades del mismo. Así, hemos podido hablar de puntos, segmentos, án­
gulos, rectas paralelas o perpendiculares, etc., y de otros conceptos de la geo­
m etría m étrica elemental, suponiéndolos ya definidos y conocidos. Así fue, por
otra parte, como los vectores aparecieron y se utilizaron históricamente. Todavía

47
A lg ebra V e c t o r ia l

hoy, para gran parte de sus aplicaciones, la idea intuitiva de vector como seg­
mento orientado es la más útil y fecunda.
Sin embargo, desde el punto de vista de la m atem ática pura, interesa dar
una definición abstracta, que ponga de manifiesto las características esenciales
de los vectores y sirva para distinguirlos de otros objetos geométricos o analí­
ticos. Se llega así al concepto de espacio vectorial, que vamos a definir, y que
constituye una estructura de las más importantes en la m atem ática moderna.
D e f . 1 ; Se llama espacio vectorial a un conjunto de elementos A i, A , ,
A», . . . llamados vectores, entre los cuales están definidas las dos operaciones
siguientes:
Adición. A todo p ar A i , Aa le corresponde un vector Ai -1- A i , con las
propiedades siguientes:
a) Al + Aj = Aa -t- Al (propiedad co nm u ta tiva );
b) Al (Aj + As) = (Al -|- Aj) Aj (propiedad asociativa);
c) existe un elemento O (vector nulo) tal que, cualquiera que sea A , se
verifica A + O =: A ;
d ) a todo vector A le corresponde otro vector — A (vector opuesto) , tal
que A + ( — A) = O .
Multiplicación por un escalar. T odo número real X y todo vector A de­
term inan un vector XA con las siguientes propiedades:
a) X (A l A j ) = X Al + X Al (propiedad distributiva respecto de la
adición de vecto res);
(Xi + X») A = Xi A + Xa A (propiedad distributiva respecto de la
adición de escalares);
e) (Xi Xa) A = Xi ( Xi A) (propiedad asociativa).
d) 1A = A.
L a im portancia de esta definición axiomática es que am plía la idea geomé­
trica intuitiva de vector. Cualquier conjunto de elementos entre los cuales pue­
dan definirse las operaciones anteriores podrá considerarse como un espacio vec-
tcrial, y los elementos mismos como vectores, aunque a veces sería difícil inter­
pretarlos como flechas o segmentos orientados.
Por ejemplo, el conjunto de todos los polinomios de segundo grado en la
variable x con coeficientes reales y con la adición y multiplicación p or un escalar
tomadas de la m anera ordinaria forman un espacio vectorial.
E n la definición anterior no aparece un elemento im portante p ara las
operaciones entre vectores, a saber, la dimensión dcl espacio. Para llegar a este
concepto se introducen dos nuevas definiciones.
D e f . 2: Se dice que m vectores A i , A i , . . . , A» de u n espacio vectorial
son independientes, si entre ellos no existe ninguna relación de la forma
Xi Al -|- Aa Aa Xj Al + . . . . + X«, A» = O
siendo el segundo miembro el vector nulo y los números reales X» no todos iguales
a cero.
D e f . 3: El número máximo de vectores independientes de un espacio vec­
torial se llam a dimensión del espacio.
Esto significa que si la dimensión es n , se pueden elegir n vectores inde­
pendientes y expresar cualquier otro como combinación lineal de ellos. Estos n
vectores se dice entonces que constituyen una base del espacio.
Por ejemplo, el teorema del 3 .6 nos dice que el espacio de los vectores
ordinarios que hemos estudiado en los párrafos anteriores es de dimensión 3 .
Pruébese como ejercicio que el espacio vectorial mencionado de los polinomios de
segundo grado es también de dimensión 3 . L a dimensión puede ser infinita;
por ejemplo, para el espacio vectorial formado por todas las funciones continuas

48
6. N otas y Co m plem ento s del C a p ít u l o I

itrriiiidns en el intervalo 0 ,1 con las reglas ordinarias de adición y multiplicación


\)or un escalar.
Limitémonos, p ara fijar las ideas, al caso de dimensión 3 . Eligiendo una
limr formada por tres vectores independientes E , G , H cualquier otro vector
in podrá expresar en la forma
A = /»E + g G + r H .
Los números reales p , q , r se llaman componentes de A respecto del
«Ul<Mua de coordenadas E , G , H .
2. Diversas notaciones para el producto escalar y vectorial. Los sim-
liiilo» para indicar los productos escalar y vectorial no son uniformes; existe,
)>or lo contrario, una gran variedad de criterios. Mencionaremos algunos de
1(11 más corrientes, distintos del adoptado en este libro:
a) Producto escalar . ; producto vectorial X
b) Producto escalar X ; producto vectorial A
c) Producto escalar ( ) ; producto vectorial [ ]

i 4S
C A PITU LO II

A P L IC A C IO N E S D E L A L G E B R A V E C T O R IA L

7. LAS FÓRM U LAS FUNDAM ENTALES D E LA


T R IG O N O M E T R ÍA

1. Trigonometría plana.
a) Fórm ula del coseno. Consideremos el triángulo formado por
los tres ve<ítores A , B , C (fig. 27), orientados tal como indica la fi­

gura, de m anera que sea A = B + C , es decir


(1) C = A - B .
Elevando al cuadrado:
(2) C" = A^ + B"- - 2 A . B
e introduciendo los módulos de los vectores y el ángulo Y que forman
A y B , queda
(3) = <3«-t-6“ - 2 a 6 c o s Y
que constituye el teorem a del coseno de la trigonometría plana.
í>) Fórm ula del seno. Con las mismas notaciones anteriores se
tiene también
AAC = A A ( A - B ) = - A A B .
Igualando los módulos de los dos extremos de estas igualdades, se
tiene a c sen p = a 6 sen y , o sea,

50
7. L a s F ó r m u l a s F u n d a m e n t a l e s de la T r ig o n o m e t r ía

sen p sen y
I)c igual manera se obtendría que esta relación es igual a a /sen a ,
l’or tanto
a b e
(4) -----= ---- ^ = -----
sen a sen p sen y
ipic es la fórm ula del seno de la trigonometría plana.
c) Fórmulas de adición. Sean A (ai , 02) , B {b¡,, b^) dos vec­

tores y a , P los ángulos que forman respectivamente con el eje x


(fig. 28). Será
Cx = a eos a , 0 2 = a sen a , bi = b eos P , b^ = b sen P .
De aquí, las dos expresiones (5.15) del producto escalar, nos dan
(5) eos (P — a) = eos a eos P + sen a sen p
y las dos expresiones 5.17 del producto vectorial dan
(6) sen (P — a) = sen p eos a — eos P sen a .
Si se quieren las fórmulas de sen (a -1- P) , eos (a + P) basta con-
«iderar a a negativo, es decir, al vector A en la figura 28 a distinto
lado del eje x . Resulta entonces
sen (a + p) = sen a eos P + eos a sen P
(7) eos (a + p) = eos a eos P — sen a sen P .

2. Trigonometría esférica.
a) Fórm ula del coseno. Consideremos los versores A , B , C cu­
yos extremos forman el triángulo esférico A B C . Llamemos ahora
a , b , c a los lados de este, triángulo y a , P , y a sus ángulos, de m a­
ne ni (jue tendremos

51
A p l ic a c io n e s del A lg e br a V e c t o r ia l

(8) A · B = cos c , A ■ C = cos fc , C . B = cos a .


En la identidad de Lagrange,
(9) ' (A A C ) . (B A C) = ( A . B) (C . C) - ( A . C) (C · B)
el primer miembro es el producto de j A A G j = sen b y ] B A G j —
= sen a por el coseno del ángulo que forman dos vectores perpendi-

F io u r a 29

calares a los planos A , C y B , G , es decir, cos y . Los factores del


segundo miembro están dados por (8). Sustituyendo, resulta que (9)
equivale a
( 10) cos c = cos a cos b + sen a sen b cos y
que es la fórm ula d el coseno de la trigonometría esférica.
Aplicando esta fórmula al triángulo polar, formado por los extre­
mos de los versores normales a los planos determinados por B , G ;
G , A y A , B , cuyos lados a ' , b ' , c' son los suplementos de los án­
gulos a , P , Y , resulta
(11) cos Y = — cos a cos P + sen a sen P cos c
que es la fórmula del coseno para los ángulos del triángulo esférico.
b) Fórm ula del seno. Apliquemos ahora la fórmula
(AAC) A (BAG) = (AGG) B - (AGB) G
que por ser (A G G) = O se reduce a
(A A G) A (B A G) = ( A B G ) G .
Igualando los módulos de los dos miembros de esta igualdad,
resulta
sen a sen b sen y = | (A B G) | .
Por permutación circular de los versores A ,B , C , puesto que
| ( A B G ) | = | ( B G A ) | = | ( G A B ) | , resulta
sen a sen b sen y = sen b sen c sen a = sen c sen a sen P
que puede escribirse

52
8. A p l ic a c io n e s a la G e o m e t r ìa A n a l ì t ic a

se n a se n b se n c
(12) = ---------- = -----------
sen a sen p sen y
ipic cs la f ò r m u l a d el sen o de la trigonometria esférica.

I.J K R C IC IO S
1. Como caso particular de las fórmulas anteriores, probar que para el
lilAiiKiiIo rectángulo esférico de hipotenusa c , valen las fórmulas
cos c = cos a cos b = cot a cot 3
cos a =: sen P cos a = cot c tg p
cos P = sen a cos i = cot e tg a
sen a = sen c sen a = cot P tg i
sen b = se n e sen P = cot a tg o .
2. P ara el área de u n triángulo esférico sobre la esfera de radio unidad,
vitlr la fórmula 5 = a + P 4 - 7 — n . En particular, si v = k / 2 queda
i? ES n -f- P — n /2 . Probar que en este caso es también
S = a — are sen (cos 6 sen a ) = a — are tg (cos e tg a ) .
3. Si a , P , Y son los ángulos interiores de un triángulo plano, probar
ijiie
tg a . tg P . tg Y = tg a + tg P + tg Y .
4. Si a p artir de un punto se llevan sucesivamente vectores de módulo
iinldnd que vayan formando cada uno con el anterior un ángulo constante o ,
•I· olilirnen como extremos los vértices de una poligonal inscripta en una cir-
riinferencia. Aprovechar esta propiedad para demostrar las fórmulas
('III (1« - f cos (ou + a ) + cos (q« + 2 a ) + . . . . + cos (o» + (n — 1) a ) =
no
sen —
2 1
= ---------- cos fot. 4----------(n — 1) a )
a 2
sen —
2
•rn o« -f sen (Oo + a ) + sen («o + 2 q ) + ___ + sen (a« + (n — 1) «) —
na
sen —
2 1
= ------- sen (a. + Y (n — 1) o ) .
sen —
2
•Irndo ru rl ángulo del primer vector ron el eje de las abscisas.
.'). En un triángulo plnno, serin r . r, , rt , Te los radios de los círculos
ln«rripfo y exinscriptos respectivamente. Siendo F el área, probar las relaciones
______ 1 1 1 1
F = y/rr^r^r^ ; _ = _ + _ +
r r„ r. r„

« AI'I.ILACIONES A LA G EO M ETRIA ANALITICA

I, I’iiiitos y vectorc.s. Fijado un sistema de coordenadas cartesia-


nnK OI Kimona les de origen O , a cada punto X do) espacio le corres-
jioiMÍr el vfctor X cuyas componentes son las coordenadas de X . Re­

53
A p l ic a c io n e s de á l g e b r a V e c t o r ia l

ciprocamente, a todo vector se le puede hacer corresponder el pun­


to cuyas coordenadas son las componentes del vector, es decir, el punto
que se obtiene como extremo del vector, llevándolo a partir del origen
de coordenadas.
Esta correspondencia biunívoca permite utilizar indistintamente los
puntos como vectores y viceversa. Ello es particularmente útil en las

aplicaciones del álgebra vectorial a la geometría analítica. Así, por


ejemplo, consideraremos equivalentes el punto X de coordenadas x , y , z
y el vector
(1) X = xI+yJ + zK.
Por operaciones de adición, sustracción y multiplicación de pun­
tos, entenderemos las operaciones análogas con los vectores equivalentes.
El vector (1) se llama vector posición.
Siempre que al mencionar un punto queramos hacer referencia
al vector posición del mismo, lo indicaremos con negrita.

2. _Ecuación vectorial de la recta. U na recta puede determi­


narse por uno de sus puntos X j , y i , z^) y un vector A { a^, Oj, Oj)
que indique su dirección (fig. 31). U n punto genérico X de la recta
será
(2) X = X i + \A
siendo X un parám etro variable. Al variar X de — «> a + « el
punto X describe la recta.
La ecuación (2) es la ecuación vectorial de la recta determinada
por el punto X j y la dirección A .
Si se quiere la ecuación de la recta que pasa por dos puntos X i , X j
bastará tom ar A = X j — X i , resultando
(3) X = X i + X (Xa - X , ) .

54
8. A p l ic a c io n e s a la G e o m e t r ía A n a l ít ic a

K1 valor de X es la razón (X — X i) / (X 2 — X i) , que tiene


«iMilido por ser numerador y denominador vectores de la misma di-
iru'iún. Muchas veces interesa introducir la razón
X X t X i-X ,
X X 2 ~ X .-X *
l'ín este caso, de (4) se deduce
Xi-SX»
(S) X = — ----------
' 1 -8
(|iiR CS Otra forma de la ecuación vectorial de la recta que pasa por
(ios puntos X i , X 2. Esta forma tiene la ventaja de tener como pará­

metro 8 la razón (4) , igual a la razón de las distancias del punto


vai iable X a los puntos fijos X j , X 2 .
Los cosenos directores del vector que da la dirección de la recta
(2.2) se llaman también cosenos directores de la recta.
Para pasar de la forma vectorial a la cartesiana basta descomponer las
Igualdades entre vectores en las igualdades entre sus tres componentes. Por
ejemplo, la ecuación (2) equivale a las tres ecuaciones
(6) * = *1 + X a, , y = yi -f- X a, , z = Zi -f- Xa,
que son las ecuaciones param étricas de la recta en coordenadas cartesianas. De
nqui, eliminando X,

(7)
X —
---------:
®1 ®2 ®3
ipie es otra forma de la ecuación general de la recta en coordenadas cartesianas.
lUl.i nos dice que siempre que las ecuaciones de una recta tengan la forma (7 ) ,
lo« denominadores a i, a-i, a, son componentes de un vector que tiene la di-
rrrrió n de la recta; es decir, son proporcionales a los cosenos directores de la
iiiiiima.
An&logamente, la ecuación (3 ) equivale a
(8) K = « 1 + X — » 1 ) ,iy [ = + X ( J z — y i ) > « = «1 + X («3 — «i)

55
A p l ic a c io n e s del A lgebra V e c t o r ia l

o sea
X — Xi y — J 'i Z — Zi
(9)
Xi — Xi y, — y 1 zi —ti
que son las ecuaciones cartesianas de la recta que pasa por dos puntos.
Ejemplos:
1. Las ecuaciones de la recta que pasa por el punto ( — 3 , O, 2) y ei
paralela al vector de componentes (2 , — 1 , 3 ) son ______ _
x = - 3 + 2X , y = - X , z = 2 + 3X
o tea
*+3 z- 2

2 - ~ ^ - ”1 ·
2. Las ecuaciones de la recta que pasa por los dos puntos ( — 1 , 5 , — 4)
y (O , 3 , — 2) son
y —5 *+4
“ “ -2 “ ~2

3. Ecuación vectorial del plano. Dado un plano, consideramos


un vector A normal al mismo. Sea a = j A ].
P ara un punto X cualquiera del plano, el producto A .X es igual

al producto de a por la proyección del segmento O X sobre A , o sea,


por la distancia h del origen al plano. Es decir,
(10) A .X = a A .
Como a h es una constante (no depende del punto X del pla­
no), se puede escribir de m anera general
(11) A .X = 6 .
Esta ecuación, por el hecho de cumplirse para todos los puntos X
del plano y sólo para éstos, se llama la ecuación vectorial del plano.

56
8. A p l ic a c io n e s a la G e o m e t r ìa A n a l ìt ic a

En ella b es una constante escalar y A un vector de mòdulo cual-


(|iiicra perpendicular al plano. Si b = 0 , el plano pasa por el origen.
Si ¿ 7^ 0 , su signo dependerá del sentido del vector A , pues tomando
—A en vez de A , b cambia de signo. Un criterio puede ser tomar
fi signo de A de manera tal que b resuite siempre positivo ; esto equivale
a decir que se toma el vector A dirigido de O hacia el plano, como
en la figura 32 .
Si X i es un punto del plano, el vector X —X i es normal a A ,
y por tanto la ecuación generai de los planos que pasan por un punto
Xi es
(12) A . (X - X i) = 0 .
Si se quiere el plano que pasa por tres puntos X i , X j , X 3 ob­
servemos que se puede tomar A = (X 2 — X i) A (X 3 — X j) y la
ecuación ( 12) queda
(13) ( X - X i , X 2 - X i , X 3 - Xi ) = O
que es la form a vectorial de la ecuación del plano que pasa por tres
puntos.
En coordenadas cartesianas, la ecuación general (11) del plano tom a la
forma
Cix a ty a ,z — h .
La ecuación (12) se escribe
<ii (* — * 1) + a, (y — yi) + a, (* — «i) = O ,
que es la ecuación general de los planos que pasan por u n punto.
L a ecuación del plano que pasa por tres puntos resulta
X — Xi y — yi « —zi
x, — xt y, — y¡ «1 — *1 = O
xt — xi y>~ yi nt —ti
Ejemplos;
1. El plano que pasa por el pu n to ( — 1 , 0 , 4) y es perpendicular al
vector de componentes (5 , 3 , — 2) tiene por ecuación
5 (* + 1) -1- 3 y - 2 ( í - 4) = O , o s e a , 5 * + 3 y - 2 r -|- 13 = O .
2. L a ecuación del plano que pasa por los tres puntos ( 1 , O, 3 ) ,
( - 2 , - 4 , 5 ) , ( 2 , - 1 , 3 ) será
* —1 y r —3
-3 -4 2 = 2Ar + 2 y - | - 7 z - 2 3 = 0
1 - 1 O
S. Plano determ inado por un punto P y una recta X = Xo -1- X A .
Para hallar su ecuación basta considerar los puntos P , Xo y otro punto cual­
quiera de la recta, por ejemplo el Xo -t- A (correspondiente a X = 1 ) y es­
cribir la ecuación del plano que pasa po r estos tres puntos.
Por ejemplo, el plano que pasa por P (2 , — 6 , 1) y contiene a la recta
x -2 y -4 z+ l
S “ -1 “ -5
r«m drirrniin ad o por los puntos P , P i (2 , 4 , — 1) y Pj (2 3 , 4 — 1»

57
A p l ic a c io n e s del algebra V e c t o r ia l

—1 —5 ) . Su ecuación será
x- 2 y+ 6 *- 1
O 10 - 2 = - 5 2 * - 6 y - 3 0 r + 98 = 0
3 9 -7

4. D istan cia d e u n p u n to a u n plano . Para hallar la distancia


de un punto P(Afo,yo,^o) al plano A -X = 6 , proyectamos el seg­
mento OP sobre el vector A , y la distancia buscada es la diferencia

entre la proyección OPi y la distancia O H del plano al origen de


coordenadas (fig. 33). Para fijar una signo a esta distancia, conven­
dremos em medirla desde el plano al punto (o sea, en la fig. 33, desde
H a P i) tomando signo positivo cuando este sentido coincida con el del
vector A y signo negativo en el caso contrario.
La proyección O Pi de OP sobre el vector A vale ( A - P ) /a y
la distancia, OH = h , según (1 0 ), (11)) vale b / a . Por tanto, la
la distancia del punto P al plano (A -X ) — = O resulta

(14) d = ,
a
Es decir:
L a distancia de un punto V a un plano (A -X ) — b = O es
igual al valor que tom a el prim er m iem bro de la ecuación del plano al
sustituir X por P , dividido por el m ódulo de A .
Con este criterio la distancia al origen resulta — b / a , que es ne­
gativo de acuerdo con el criterio adoptado de tom ar A en el sentido
que va del origen al pleino y la distancia en el sentido que va del plano
al punto.

58
8. A p l ic a c io n e s a la G e o m e t r ía A n a l ít ic a

Ejemplos:
1. L a distancia del del punto (6 , 3 , - 2 ) al plano 2 * — 4 y + z — 2 = 0 ,
reiulta ser ( 2 .6 - 4 .3 - 2 - 2 ) / V2’ = - 4 /V ^ .
2. Como aplicación vamos a dem ostrar que “el lugar geométrico de los
puntos cuya suma de distancias a m planos dados es constante, esotro plano” .
Sean losplanos A < .X = í>< (» = 1 , 2 , . . . , m ) .Siempre se puede
iiiponer, dividiendo por el módulo respectivo, que los vectores A< son de módulo
unidad. Entonces la sum a de las distancias de P a estos planos, vale

s = ( 2 A .) . p - 2 fc,
'■ 1 ^ 1
lo que prueba que P satisface a la ecuación
m m
( 2 A ,) . X - ( 2 6, + í ) = O .

que representa un plano, por ser de la form a ( 1 1 ) .

5. Distancia de un punto a una recta. L a distancia de un punto


I* a una recta X = Xo + XA , según la figura 34 vale XoP sen a , o
sea, tomándola siempre en valor absoluto,
„5, I(P - X .) > A | .
I A|
Ejemplo:
P a ra hallar la distancia del punto P ( — 3 , 2 , 1 ) a la recta
*+l y -S z -l
- 2 ~ 4 “ - 1
tenemos Xo ( — I , 3 , 1) , A ( — 2 , 4 , — 1) ; el vector del num erador de ( 1 5 )
tiene po r componentes ( 1 , — 2 , — 1 0 ) . Por tan to la distancia buscada será
V 1 0 5 /2 T .

6. Mínima distancia entre dos rectas. Sean las rectas


(Ifi) X = X„ + XA , X = X i + ? .B .
La mínima distancia entre ellas es el segmento d de la recta per­
pendicular común que corta a las dos rectas (fig. 35) . Es, por tanto,
a la proyección del vector X i — Xo (determinado por dos puntos

59
A p l ic a c io n e s del A lgebra V e c t o r ia l

cualesquiera, uno de cada recta) sobre la dirección perpendicular a las


dos rectas. Esta dirección es la del vector A a B. Por tanto, la mí­
nima distancia vale, tomando siempre el valor absoluto

(1 7 , A ,B )
lAABj
De aquí, para que las rectas (16) estén en un mismo plano, debe
ser
(18) ( X , - X o , A,B) = 0 .
Ejimplos;
1. P ara hallar la distancia m ínim a entre las rectas
* -3 y- 1- 5 t+ 1 *-Hl y -1 z -3
2 - 3 5 - 4 3 - 1
se puede tom ar X , (3 , - 5 , - 1 ) , A (2 , - 3 , 5) , X, ( - 1 , 1 , 3) ,
B (-4, 3,-1) con lo cual (17) da
d = 84/V 504 .
2. H allar la m ínim a distancia de la prim era recta (19) al eje x . Como
punto X» del eje x se puede tom ar el origen de coordenadas. Por otra parte
sus cosenos directores (componentes del vector B ) son ( 1 , 0 , 0 ) . P or tanto,
aplicando (17) , resulta
d = 28/V 34 .

7. Propiedades angulares entre rectas y planos.


a) Angulo de dos rectas. Dadas dos rectas
X = X„ + XA , X = X i + XA'
puesto que los vectores A , A' son los que dan sus direcciones, el án­
gulo que ellas forman estará dado por

Por tanto, para que sean perpendiculares deberá ser A . A ' = O.

60
8. A p l ic a c io n e s a la G e o m e t r ìa A n a l ìt ic a

Para que sean paralelas debe ser A A A' = O (es decir, las compo­
nentes de A , A' proporcionales).
b) Angulo de dos planos. Dados dos planos
B .X - c = 0 , B '.X - c' = O ,
puesto que B , B' son vectores normales a los mismos, el ángulo que
forman, igual al ángulo de sus normales, estará dado por

·—
En particular, para que sean perpendiculares debe ser B · B' = O
y para que sean paralelos B A B' = O .
c) Angulo de recta y plano. D ada la recta X = Xo + XA y el
plano B . X — f = O, el ángulo que forman será el complementario
del que forman A y B , y por tanto estará dado por

En particular, la recta y el plano serán perpendiculares si


A A B = O y serán paralelos si A . B = O .
E n coordenadas cartesianas, las condiciones de paralelismo o perpendi­
cularidad tom an la form a indicada en el tiguiente resum en:
Sean las rectas
X — x t _ y — y» — zo ^ x — xi y — yi _ z — zi
a t ü \ íi% O t
y los planos
Ji :b i x + b 2 y + b,z — c = 0 ; n' : bt x + b, y + b, z — c' = 0 .
Las condiciones de paralelismo y perpendicularidad son
<zi ¿ii a%
r I I r' : — = — = —
a i dx CLt

r X r' : ai a i + ai ai + ai a«' = O
bi bi bt
" " ' bi' ~ bi' ~ h,'
(23) n 1 n' : b i b í + b ib i + b ib ,’ = O

r 11 rt : aibi + a ib , + a tb t => O
Üi Ot dt
¿1 b% bt
Ejemplos·.
1. El ángulo que forman entre si los planos x — 2 y + 2 z — 5 = 0 ,
4x + 2 y ~ 4 z + 3 = 0 , según (21) , estará dado por cos O = — 4 / 9 .
2. El ángulo que forma el plano x — 4 )i + 8 z + 1 = 0 con el * = O ,
r i l i d;ido por cos 0 = 8 /9 .

61
A p l ic a c io n e s del A lgebra V e c t o r ia l

3. El ángulo de la recta y = 4 x — 1 , z = 8 x + 3 con el plano


x + 2 y — 2 z + S = 0 , según (22) , está dado por sen Ó = — 7 /2 7 .
4. Ecuación del plano que pasa po r P {— 1 , 0 , 3 ) y es perpendicular
a la recta ( x — l ) / 2 = (y + 4 ) / 5 = z — 3 . Según la últim a relación (23)
los coeficientes de la ecuación del plano deben ser proporcionales a 2 , 5 , 1 ;
por tanto, ella debe ser de la forma 2 x 5y z — h = O . L a condición
de pasar por P nos determ ina A = 1 .
5. Ecuaciones de la recta que pasa por j P ( 3 , — 2 , 1 ) y es perpendi­
cular al plano 2 x — 3 y + z + 2 = 0 . Por pasar por P sus ecuaciones son
de la form a
x - 3 _ y + 2 _ z - l
íh üt
Los coeficientes directores ai , a , , a, se determ inan por la últim a con­
dición (23) , que nos dice deben ser proporcionales a (2 , — 3 , 1) . Q ueda así
x - 3 y+2 z - l
-3

8. Volumen del tetraedro. Como ya observamos en 5.1 el pro­


ducto mixto de tres vectores es igual al volumen del paralelepípedo
construido sobre los mismos una vez llevados! a p artir de un origen co­
mún. Esta propiedad permite hallar el volumen del tetraedro cuyos vér­
tices sean Pi { x t , y i , Zi) , (x^, , z¡) , ?s (ats , y s , Zi) , P* (a:« ,
y«, Zi) . En efecto, los vectores P2 — P i , P 3 — P i , P 4 — Pi deter­
minan un paralelepípedo cuyo volumen es igual a seis veces el del
tetraedro buscado (pues la base es el doble y la altura, la misma). Por
tanto, según la propiedad recordada:
El volumen del tetraedro cuyos vértices son los puntos P j , P j ,
P3, P4 vale
(24) F = -( P 2-P,, P3 - P 1. P * - P x )

o sea, en coordenadas cartesianas


X2 — X1 V2 - y i Z2 - zi
(25) V= ~ X3 - X 1 yi - y x ^8 -
6
xi — xi yi — yi Zi — zi
Este determinante puede escribirse también
Xi yi Zl 1
Xi y2 Z2 1
(26)
X3 y» Z3 1
X* y* Zi 1

como se ve al sustituir este último determinante por el que resulta al


restar la primera fila de la segunda, tercera y cuarta sucesivamente.
El signo de V depende del orden en que se tomen los cuatro

62
8. A p l ic a c io n e s a la G e o m e t r ía A n a l ìt ic a

vírticcs. Si no interesa el signo, basta tom ar los determinantes ante­


riores en valor absoluto.
Volumen del tetraedro en función de las aristas. P ara simplificar, llamemos
l’ , Q , . ■ . , U a los vectores
P = P, - P. , Q = P, - P , , R = P4 - Pi , S = P. - P. ,
T = - P. , U = P. - P. .
([vic forman las aristas del tetraedro.
Entonces la expresión (24) se escribe,

K = — (P Q R ) ,
6
de donde
P .P P .Q P .R
(27) r = — Q .P Q .Q Q .R
36
R .P R .Q R .R
Los productos escalares de este determ inante se expresan fácilm ente me­
diante los módulos de los vectores P , Q , . . . , U o sea, m ediante las longi-

tudcs de las aristas del tetraedro. Representando estos módulos por las mismas
letras en minúsculas, se tiene
/ = p ' +■ q' - 2 P . Q ,
tí’ = /.’ + r* - 2 P . R ,
í* = 9 ’ -h r» - 2 Q .R ,
fórmulas que perm iten despejar los productos P . Q , P . R , Q . R en fun­
ción de las aristas. Sustituyendo los valores obtenidos en (27) , tendremos V en
función de las longitudes de las aristas del tetraedro.
Haciendo el cálculo resulta
(28) 144 r " = t’ / (tt’ + i’ - t’ - f 9 ’ + r* - />’)
+ „'g* + r* + - 5’)
+ í* r* (t’ + u* - + í ’ + g’ - r‘)
- Í'u ’í’ - - u’ r’ í ’ - ¿‘ p'q' .

63
A p l ic a c io n e s del A lgebra V e c t o r ia l

9. Geometría analítica del plano. Los problemas dei plano que


tienen su análogo en el espacio, se resueK'en vectorialmente de m a­
nera exactamente igual. Por ejemplo, la ecuación vectorial de la rec­
ta en el plano es la misma (2) (forma paramétrica) o bien la (7)
(forma implícita).
Las propiedades angulares de dos rectas se expresan también por
las mismas fórmulas del 8 .7 y análogamente se calcula la distancia
de un punto a una recta.
Para el área del triángulo determinado por tres puntos Pj ( * i ,
yi) , P 2 {X2 , yz) , Ps (^3, ys) se tiene
1
(29) S = — (P 2 - P , ) A (P3 - P 0 1
2
o sea, en coordenadas cartesianas
1 —Xi y 2 -y i
(30) s = —
2 ^3 ~ x i y3 - yi
que puede escribirse, análogamente al caso del espacio (26)
xi yi 1
(31) 5 = — X2 y2 1
2 ^3 ys 1
O tra expresión para el área del triángulo se obtiene verificando en
(29) el producto vectorial indicado, resultando

( 32 ) s = [ Pi A p, -I- p, A P3 + P, A Pi ] .

De las últimas expresiones se deduce·.


L a condición necesaria y suficiente para que tres puntos estén ali­
neados puede escribirse en cualquiera de las siguientes form as equi­
valentes:
(33) (P .-P ,) a (P 3 -P ,) = 0 ,
(34) Pi Ap, + p, A P3 + P3 A P, = O ,
ATi yi 1
(35) y2 1 =0 .
X3 ys 1
P ara el área del triángulo en función de los lados a , b , c , análogameníe
a (27) , se obtiene
1 A .A A .B
(36) S' = —
4 B .A B .B
y como
A* = a’ , B’ =
sustituyendo y desarrollando resulta
b'
c’ = a’ + 6’ - 2 A . B ,

1 1
5’ = — fa* 6’ ------ fa» 4- i* - c’iM =
4 4

64
8. A p l ic a c io n e s a la G e o m e t r ìa A n a l ìt ic a

= _ ( 2 a 6 + (a' + è’ - <r’) ) ( 2 afc - (a* + fc’ - e*))


16

= -((< * + - i ’) - (fl - fc)')


lo

I
= — (a + 6 + c) (a + 5 — c) (c — a + t ) (c + a — b) =
16
= p {p — a) {p — b) ( p — e) .
li.il)icndo p u e s to

Resulta así la clásica fórmula de Herón de Alejandría (siglo i ó li a.C .)·


(:17) S = -^P iP — a) (p — b) (p — c) .
10. Teorem a de Menelao. Sea A B C un triángulo y P , Q , R los
putilos cn que sus lados son cortados por una recta. Pongamos

A P BQ CR
= ei = Cl = c»
PB " ’ QC RA
Según (5 ) los puntos P , Q , R son
A + oiB _ B + OsC _ C + Oj A
P = R =
l + Oi 1 + 0. 1+0.

65
A p l ic a c io n e s del A lgebra V e c t o r ia l

jr la condición (34) de que estén alineados d a


(1 + piQíO») (A A B + B A C + C A A) = O .
Puesto que A , B , C no están alineados debe ser nulo el prim er factor,
o sea, Oi e> C» = — 1» es decir,
AP BQ CR
(38) ^ -------- = - 1
PBQ C RA
que es el teorema de Menelao (siglo i d .G .):
S i P , Q , R son los puntos en que una recta corta a los lados de un
triángulo A , B , C se cumple la relación ( 38 ) .
El teorema de Menelao vale p ara triángulos esféricos cortados po r un
circulo máximo. L a relación es (fig. 38)
s e n ( A P ) sen ( B Q ) sen (CR)
sen (P B ) sen ( Q C ) sen (RA)
L a dem ostración puede hacerla el lector como ejercicio.

EJER C IC IO S
1. Ecuación de la recta que pasa por P (O , — 3 , 2) y es perpendicular
al plano 2 x — y + 5t: = 0.
2. Ecuación del plano que pasa po r el punto P ( — 1 , 3 , 2 ) y es per­
pendicular a la recta
* -3 y+ í z-2
b ~ ~ -2 ~ ~4
3. Ecuación del plano que pasa po r P ( — 1 , 2 , — 5) y es paralelo a
las dos rectas
x — 1 y+5 z —3 x — 1 y+4 z—2
3 -1 2 2 5 -3
4. Ecuación del plano que contiene P ( 2 , — 3 , 5) y es paralelo a los
dos vectores de componentes ( — 1 , 0 , 4 ) , ( 2 , — 3 , 10)respectivamente.
5. D em ostrar que el punto de intersección de la recta X = X» + X A con
el plano B - X — i» = O es
5 - B · X„
X = X , H------------------- A .
B· A

+ 2z - =1O
6. H allar la distancia del punto P ( — 1 , 2 , 0) al plano x — S y +
.
7. H allar el ángulo entre los doc planos 3 x + 2 y — z = 0 , 2 x +
+ y - 5 z - 2 = 0 .
8. H allar el ángulo que forma la recxa que une los puntos A ( — 1 , 2 , 0)
y B (2 , — 3 , 4) con el plano 3 * — 2 y + z — 5 = 0 .

1) y B (O
9. H allar los ángulos que forma la recta que une los puntos
. — 3 , 4 ) con cada uno de los ejes roordrm dos.
A ( —3 , — 2 ,

10. Demostrar que en todo triángulo el centro del círculo circunscripto,


el baricentro y el ortocentro están en línea recta (recta de Euler).
H. D emostrar vectorialmente el teorema de las tres perpendiculares, a
saber: Si por un punto P se traza la perpendicular P H a un plano dado y
por H otra perpendicular H B a una recta r del plano, la recta P B resulta
perpendicular a r .
12. Lns rectas que unen los vértices de un tetraedro con los baricentros de
las caras opuestas concurren en un punto.

66
8. A p l ic a c io n e s a la G e o m e t r ía A n a l ít ic a

15. D em ostrar que las rectas que unen los puntos medios de los parea
tln m itin· opuestas de un tetraedro concurren en un punto.
1 L a condición necesaria y suficiente p ara que las rectas X = Ai +
I X H ,, X( = Al + n Bi sean coplanares es que sea (Ai — A i, B i , Bi) = O .
13, D ada la recta X = A + XB y el punto P , dem ostrar que el punto
•liii/lrico de P respecto de dicha recta es
(P-A) B
P ' = 2 A + 2 -------- — -------- B - P .

16. D ado el plano A - ( X — X») = 0 y el p u nto P , dem ostrar que


•I tilinto simétrico del P respecto de dicho plano es
( P - X ) -A
P' = P - 2 ^------- A .
A
17. D adas dos rectas X = X i + X Ai , X = Xi + n A i , prob ar que
Ik recta que pasa por el punto X . y corta a las dos es
X = X , + V [ ( ( X i - X .) A Al) A (( X i - X .) AA l)]
donde v es el parám etro variable.
18. D em ostrar que la distancia del punto X« a la recta determ inada por
lii· puntos X i , X i es
I ( X .-X ,). A ( X i - X , ) 1
“ I Xi - X .! ■
19. Probar que la ecuación vectorial de la esfera de centro C y radio
r ei
(39) (X - C ) · = r* .
L a potencia de u n p u nto P respecto de esta esfera es
/, = (P - C )‘ - r* .
20. Probar que la ecuación del plano tangente a la esfera (39) en el punto
X( de la misma es
(X - X .) . (X , - C ) = 0
Escribir esta ecuación en coordenadas cartesianas.
21. D em ostrar que el plano radical o lugar geométrico de los puntos de
igual potencia respccto de dos esferas de centros C i , Ci y radios r i , fi res­
pectivam ente tien<5 por ecuación
2 X . (C i - C .) + Ci’ - Ci* - ri’ -I- n ’ = O .
22. D em ostrar la desigualdad
|A - t - B |_ - l - |B + C | - | C + D | ^ | A + B - f C + D | + l B | - M C |
D iscutir los casos de igualdad.
23. D em ostrar que las alturas de un triángulo concurren en un punto
(ortocentro).
24. Supongamos que el vector X gira alrededor del vector A , del mis­
mo origen, u n ángulo a ; pro bar que su nueva posición es
1 1
X ' = X -)----- [A A (A A X )] (1 — cos a ) + — (A A X ) sen a .
a’ a
siendo a el módulo de A .
25. Sea O el centro del círculo circunscripto al triángulo A B C . T o ­
memos este punto como origen de coordenadas y representemos por A , B , G
a los vectores OA , OB , O C . D em ostrar que el punto H = A + B - f C es
el ortocentro del triángulo (punto de encuentro de las alturas).
26. Por un punto P interior a u n circulo dado se trazan dos semirrectas
perpendiculares entre sí; sean , £ los puntos en que ellas cortan a la circun­

67
A p l ic a c io n e s del A lgebra V e c t o r ia l

ferencia. H allar el lugar geométrico de los puntos medios de las cuerdas A B ,


al variar las sem irrectas perpendiculares trazadas por P .
27. P or un punto P de una esfera se traza una cuerda PPi y se pro ­
longa en un segmento P,Q = XPP,, siendo X una constante. H allar el lugar
geométrico de ¡2 al variar P, sobre la esfera.
28. H allar el lugar geométrico de los puntos del espacio cuya razón de
distancias a dos puntos fijos es constante.
29. H allar el lugar geométrico de los puntos del espacio tales que la suma
de los cuadrados de sus distancias a n puntos fijos es constante.
30. H allar el lugar geométrico de los puntos del plano, tales que los pies
de las perpendiculares trazadas desde ellos a los tres lados de u n triángulo están
en línea recta.

9. NOTAS Y C O M PL EM EN TO S D EL C A P ÍT U L O II

1. Teorem a de Ptolomeo (siglo I I d .C .). E n todo cuadrilátero inscriptible


en una circunferencia el producto de las diagonales es igual a la sum a de los
productos de los lados opuestos.
2. Area del cuadrilátero. Dados los lados a , b , c , d de un cuadrilátero
plano y sus diagonales e , f , el área / se puede calcular por la fórmula
16 r = 4 e ' r - (b' + tP - a' - c’)’
Si el cuadrado se puede inscribir en una circunferencia, el teorema de
Ptolomeo perm ite escribir este resultado en la forma de Herón
/ = V(/> - a) ( p - b ) ( P - C ) ( p - d)
donde 2 p = a + b + c + d .
3. Teorem a de C arnet ( 1753- 1823). L a generalización del teorema de
Menelao ( 8 .9 ) a un polígono cerrado cualquiera de n lados ccnstituye el
siguiente teorema de Carnot:

Si J f i ( i = l , 2 , . . . , n ) son los puntos en que una recta cualquiera cor­


ta a los lados de un polígono cerrado de n lados P 1 P2 . . P» se verifica
(fig- 3 9),
P.ATx P1 X 2 P .X .
X rP , ~x , p 7 .... x . P i ~ ’

68
9. N otas y C o m plem en to s del C a p ít u l o II

Pnra polígonos esféricos cerrados, cortando por un círculo máximo, la


irlnción análoga es
se n (P iZ i) sen(P2-X'2) se n (P „ X „ )
.......................................... ......... .....................= ( — 1)«.
seníX ’j P j ) sen (Z21P 3) seníX^^Pi)
4. Circunferencia de los nueve puntos. En todo triángulo los puntos me-
ilioj de los lados, los pies de las alturas y los puntos medios de los segmentos
determinados en cada altura desde el vértice al punto de encuentro de las mis­
mas están sobre u n a misma circunferencia, llam ada “circunferencia de los nueve
puntos” o circunferencia de Feuerbach ( 180 0- 1834).
5. C ónica p o r cinco puntos. L a ecuación de la cónica determ inada por
los cinco puntos A , B , C , D , E puede escribirse en la forma
(A D E ) (B C E) (A B X ) (C DX) = (ABE) (C D E) (A DX ) (BCX)
6. U n a propiedad del ortotetraedro. U n ortotetraedro es u n tetraedro cu­
yas alturas concurren en u n punto. Es notable el siguiente teorem a; “ En un
ortotetraedro, los 6 puntos medios de las aristas y los 6 pies de las rectas p er­
pendiculares comunes a los pares de aristas opuestas están sobre u n a misma
esfera” .
7. Teorem a de Pohlke. E n 1853, K . Pohlke enunció el siguiente teorema
que en geom etría descriptiva se considera el fundam ental de la axonom etría
oblicua: “Tres vectores cualesquiera de un plano, no todos paralelos n i más de
uno nulo, pueden siempre considerarse como proyección oblicua de 3 vectores del
espacio ortogonales entre sí y del mismo módulo” .
8. V ectores deslizantes. Fuerzas. Ya dijimos en 1 .4 que los vectores
deslizantes son aquellos para los cuales la definición de igualdad, más restric­
tiva que la de los vectores libres, es la siguiente: “Dos vectores son iguales
cuando tienen: a ) igual m ódulo; 6) igual dirección y sentido; e) están si­
tuados sobre una misma recta”.
Por consiguiente, p ara dar un vector deslizante hay que d ar el vector libre
que determ ina su módulo, dirección y sentido, y, además, la recta que lo contiene.

Sea A u n vector contenido en la recta r y O u n punto fijo del espacio.


Siendo P un punto cualquiera de r (representamos po r P al vector O P ) ,
vimos en 4 .3 que el momento M de A respecto de O es
(1) M = P AA .
Dado el momento M y el vector A , queda determ inada la recta r ,

69
A p l ic a c io n e s del A lgebra V e c t o r ia l

es decir; un vector deslizante queda determinado por el vector Ubre de igual


módulo, dirección y sentido, más su momento respecto de un punto fijo O .
P o r tanto, p ara determ inar un vector deslizante daremos el p a r (A , M ) ,
con la condición de que los vectores A , M estén ligados p o r la relación
(2) A -M = O
como se deduce de (1 ) .
D e aquí y de 8. 18 se deduce fácilm ente; la condición p a ra que dos
vectores deslizantes ( A j , M i) , ( A i, M i) estén sobre rectas concurrentes es
que sea
Al · A'Ii Al · Aíi ~ O .
U n “sistema de vectores deslizantes” o bivector es un conjunto de tales
vectores. Si éstos son ( Ai , M, ) , ( Ai , M i ) , . . . , (A», M ,) se llam an com­
ponentes del sistema a las dos sumas A* = 2 Ai , M * = 2 M i . Dos sis­
temas se dicen equivalentes cuando tienen iguales componentes Si las compo­
nentes A* , M * de un sistema cumplen la condición (2 ) , o sea. A* · M * = O ,
el sistema es equivalente a u n vector deslizante. Si es A* = O el sistema le
llama u n par y la dirección de la componente no nula M * se llama eje del par.
P a ra sumar sistemas se suman las componentes respectivas.
C on estas definiciones se tiene el teorema im portante:
T o d o sistema de vectores deslizantes equivale a la suma de un vector des­
lizante y un par cuyo eje es paralelo al vector.
E n efecto, basta poner
( A * , M * ) = ( A * , M * - XA*) + ( O , XA * )
y determ inar X por la condición de que el prim er sum ando sea u n vector, ·
sea, se cum pla la condición (2 ) ,
A*-M*
A * . M * - X( A*) * = O , X = _ _ _

El m ejor ejemplo de vectores deslizantes son las fuerzas, puesto que su


efecto no varía cuando se desplaza el punto de aplicación sobre la recta que las
contiene. Por esto, todo lo anterior puede enunciarse como propiedades de los
sistemas de fuerzas.
Como aplicación del último teorema, dem ostrar, como ejercicio, que el
sistema de fuerzas representadas po r los lados de u n polígono plano, todas orien-

tadas en sentido acorde, es equivalente a u n p a r cuyo momento es igual a d o ·


veces el área del polígono.
U n excelente resumen de la teoría de vectores deslizantes (en alemán
Stäbe) y de los sistemas de los mismos, se encuentra en W. B l as chke , Analytische
Geometrie, H annover, 1948, cap. H I.

70
9. N otas y C o m plem en to s del C a p ít u l o II

9. Aplicaciones a la navegación aérea. L a velocidad de un móvil es el


ejemplo más típico de vector. Su dirección y sentido son los del movimiento y
lu módulo es el número que mide la velocidad, tal como se define en física
(cociente entre espacio recorrido y tiempo empleado en recorrerlo o, con mái
precisión, derivada del espacio respecto del tiem po).
Supongamos, por ejemplo, un avión que posee una velocidad propia V»
y se mueve en el aire con un viento de velocidad W .
L a velocidad resultante Vr será la suma vectorial (fig. 41)
V, = V, + w .
El triángulo O P Q formado por V , , V , y W se llama triángulo d t
velocidades. El ángulo P O Q en que se h a desviado el avión de su ru ta por
acción del viento se llama deriva.
Supongamos que a p artir de un punto O se desea seguir cierta ru ta O A .
Conocido el módulo de la velocidad propia | V , | del avión y la velocidad del
viento W (en dirección e intensidad), el problema fundam ental consiste en
averiguar la dirección de Vp , es decir, la dirección hacia la cual debe apuntar
el avión para seguir la ruta deseada, y la velocidad resultante V , para saber
la velocidad con que realmente el avión avanzará en su ruta. Basta para ello
construir el triángulo de velocidades O Q P (fig. 42) del cual se conoce el
ángulo A O Q (ángulo del viento con la ru ta ) y los lados O Q = | W | y
Q P = 1 V , I . P ara neutralizar el efecto del viento el avión deberá ap u n tar en

la dirección O S ; el ángulo S O P se llam a corrección de deriva. Si | V , | >


> I V , I el viento se llam a favorable y si | V r | < | Vp | perjudicial. Si Vr
resulta de sentido opuesto a la ru ta O A que se desea seguir, el viento se llama
no navegable.
Como ejemplos proponemos los siguientes ejercicios:
1. D ada u n a ru ta O A y el módulo 1Vp | señalar las regiones del plano
que son extremos de los vientos W (llevados a p a rtir de O ) que son favora­
bles, perjudiciales o no navegables.
2. A partir del triángulo de velocidades O P Q de la figura 41 estudiar
las condiciones del viaje de regreso.
3. Si en la figura 42 se colocara Vp en la dirección O A y se cons­
truyera el correspondiente triángulo de velocidades, el ángulo entre V , y la
nueva V , que se obtuviera sería la deriva. H allar las relaciones entre la deriva
y la corrección de deriva. ¿E n qué casos son iguales?

7]
Los V ecto res y lo s C a m b io s d e C o o r d e n a d a s

4. Se llam a radio de acción de ida y vuelta a la zona alcanzable por un


avión desde u n punto O , sabiendo que debe regresar a él. Suponiendo cono­
J
cida la velocidad V , y el viento W , dem ostrar que el radio de acción está
lim itado por una elipse con un foco en O y el eje mayor en la dirección de W .
5. U n avión de velocidad propia conocida Vp recorre la ru ta que une
los puntos M , N . Sabiendo que hay un viento conocido W , hallar el punto
en que el avión se encuentra a la m itad del viaje (en tiem po).
P ara estas cuestiones ver L u is S . S o r s , Elementos de aviación, Buenos
Aires, Espasa-Calpe A rgentina, 1948

72
C A PITU LO IJl

LOS V E C T O R E S Y LOS C A M B IO S D E
COORDENADAS

10. CAM BIOS DE COORDENADAS CARTESIANAS


ORTOGO NALES

L El problema fundamental. L a propiedad esencial de todo el


cálculo vectorial es que los vectores y los resultados de las operaciones,
entre ellos tienen un significado intrínseco, independiente de cualquier
sistema de coordenadas que por conveniencia se haya introducido en el
espacio.
Este significado intrínseco es evidente mientras los vectores y las
operaciones entrr; ellos se definen geométricamente, pero deja de serlo

cuando se empiezan a utilizar las componentes de los vectores respecto


de determinados sistemas de coordenadas. En este caso, cuando se
quieran definir vectores a partir de sus componentes, hay que tener en
cuenta que la definición sea correcta, en el sentido de que efectivamente

73
Los V e c t o r e s y l o s C a m b io s d e C o o r d e n a d a s

quede bien definido un vector, o sea, un segmento orientado del espacio,


con posición bien determinada y la misma para cualquier sistema de
coordenadas.
Vamos a poner un ejemplo simple del plano para comprender mejor
el problema.
Supongamos dado en el plano un vector A de componentes « i , flj
(fig. 43). Si definimos un nuevo vector por el hecho de tener sus com­
ponentes iguales a Xa i , ^ (^ es un número real fijo, independiente
del sistema de coordenadas), la definición es correcta, sin necesidad de
especificar respecto de cuál sistema de coordenadas se han obtenido las
componentes a , , a j . En efecto, si en otro sistema de coordenadas las
componentes de A son a / , a / , el vector X a / , X a / sigue siendo el
mismo anterior, como se ve en la figura 43 y como ya sabíamos por
el hecho de tratarse del vector XA (3.4 ) .
En cambio, si definiéramos un nuevo vector por el hecho de tener
sus componentes iguales a ai + X, ü2 + X , la definición no sería ad­
misible, pues este nuevo vector depende del sistema de coordenadas, y
en todo caso tendríamos que añadir: “vector de componentes Oi + X
aj -f X en el sistema de coordenadas respecto del cual las componentes

F ig u r a 44

de A son a , , ” . En efecto, si en otro sistema de coordenadas las com­


ponentes de A son a / , a / , el vector a i' + X, + X ya no es, en
general, el mismo anterior (fig. 44).
Este ejemplo pone de manifiesto que en todos los casos en que se
defina un vector por sus componentes y en que, por consiguiente, inter­
venga en la definición un particular sistema de coordenadas, para que la

74
10. C a m b i o s de C oordenadas C a r t e s ia n a s O rtogonales

(lefinición sea admisible es esencial demostrar que el resultado es siem­


pre el mismo cualquiera que sea dicho sistema de coordenadas.
Consideremos todavía otro ejemplo. Dados dos vectores A ( a , , α ^ ,
Λ , ) y B { b i , b i , b¡) en el espacio, supongamos que se quisiera d e fin ir
Un producto entre ellos como el nuevo vector de componentes «i ,
02 b i , üa b s . ¿ Sería correcto? Es fácil darse cuenta de que no. En
efecto, tomando un sistema de coordenadas en el cual las componentes
de A fueran A ( a / , 0 , 0 ) y las de B resultaran fe /, b · / , b / , el
producto así definido sería un vector en la dirección de A . En cambio,
e n otro sistema de coordenadas en la cual fuera A ( a / , « z ', a / ) ,
B (fe /, O, 0) el producto sería un vector en la dirección de B . Se
trataría, por tanto, de un producto cuyo resultado no dependería exclu­
sivamente de A y B , sino de estos vectores y a d e m á s del particular
sistema de coordenadas respecto del cual se toman las componentes.
Obsérvese que ello no ocurre ni para el producto escalar ni para el
vectorial (en este caso salvo la orientación del sistema de coordenadas),
cuyo resultado es un escalar o un vector que depende exclusivamente
de los dos vectores, no del sistema de coordenadas.
Aparece así el problema de ver cómo se puede saber si la defini­
ción analítica de un vector por medio de sus componentes es o no ad­
misible. T al es el objeto fundamental de este apartado y del siguiente.

2. Cambio de versores fimdamentales. Supongamos que los tres


versores fundamentales I , J , K se sustituyen por otros tres versores
I ' , J ' , K ' también ortogonales entre sí. Sean
I' = «1 1 4- 02 J + ttj K
(1) J' = P1I-1-P2J+P3K
K ' = V i I + Y 2 j + Y3K
las expresiones que dan los nuevos versores por sus componentes respecto
de los primitivos. Las a» (t = 1 , 2 , 3) son las componentes de I ' , que,
siendo este vector de módulo unidad, coincidirán con sus cosenos di­
rectores, o sea, con los cosenos de los ángulos que forma con I , J , K
respectivamente. Análogamente, las β{ y γ ι son los cosenos direc­
tores de J ' y K ' .
Inversamente, los cosenos directores de I respecto del triedro
Γ , J ' , K ' serán O i, β ι , γ ι y, análogamente, los de J y K serán
“2j j Ya y 03, Ps, Ys respectivamente. Por tanto, las ecuaciones
inversas de (1) son
I = α l r + ß.J'-^YlK'
(2) Ι = α2 ΐ'+ β2 ΐ' + γ 2 Κ'
Κ = α3ΐ' + β . Γ + Υ 3 Κ ' .
Las ecuaciones que expresan que los versores Γ , J ' , K ' son de
módulo unidad y forman un triedro ortogonal son;

75
Los V e c t o r e s y l o s C a m b io s d e C o o r d e n a d a s

(3) P = a i* + a /+ a 3 * = l , + 1 .
K'=Yx^ + Y2^+Y3^ = l
I ' . J ' = tti Pi + 02 P2 +03 Ps = O r . K ' = Oí Yi + Oj Y^ + OjYs = O
j ' . k ' = PiYi + p, y2+P3Y3 = o
y las que expresan lo mismo para los versores I , J , K son
(4) P = Oi=+pi=+Y i*= 1 p = 02*+ p2*+ Y 2^= l ,
K 2 = 03^ + P3“ + Y 3 " = 1

I . J = Oí 02 + pi P2 + Yi Y2 = O , I . K = Oí 03 + Pi P3 + Yi Ys = O
J .K = a 2 O 3 + P 2 P 3 + Y 2 Y 3 = 0 .
Estas relaciones (3) y (4) no son independientes. Geométricamen­
te es evidente que si las ecuaciones ( 1) implican las (2 ), también las
(3) deben implicar las (4) , lo cual puede también probarse algebrai­
camente.
Reuniendo (3) y (4) en un solo enunciado, se tiene:
T e o r . 1 : Para la matriz
Ctl 0>2 (X3
(5) Pl p2 p3

Yl Y2 Ys
de la transformación ( 1) de un sistema de versores fundamentales en
otro, la suma de los cuadrados de los elementos de una linea cualquiera
( fila o columna) vale uno y la suma de los productos de los elementos
de cualquier linea por los de una paralela vale cero.
Representado por A el determinante de la matriz (5) , de (1)
se deduce
Oi 02 O3
(6) (I'J 'K ') = A ( I J K ) , con A = p l p2 p3

Yl Y2 Ys
Como sabemos que el producto mixto de los versores de un triedro
ortogonal vale + 1 6 — 1 según que el triedro sea positivo o negativo
(5. 1), de aquí resulta:
T eor . 2: E l determinante A de los coeficientes de la transfor­
mación d e un triedro ortogonal de versores en otro, vale + 1 si los dos
triedros son del mismo signo y — \ si son de signos opuestos.
O tra propiedad im portante del determinante de los coeficientes es
la siguiente. Supongamos que los dos triedros tengan la misma orien­
tación, o sea, A = + 1 . Teniendo en cuenta las relaciones 4.14 apli­
cadas al triedro I ' , J ' , K ', de (2) se deduce
K = I A J = (p,Y, - p^Y,) F + (02 Yl - Oi Y2) y + (Oi P2 - 02 Pl) K '
de donde, comparando con la última ecuación (2), resulta
(7) 03 = pl Y2 - P2 Yl , p3 = 0.2 Yl - «1 Y2 Ys = a i P2- 02 Pl
y análogamente con los demás elementos.
En cambio, si A = — 1 , la orientación de I ' , J ' , K ' es negativa,

76
10. C a m b io s de C o ordenadas C a r t e s ia n a s O rtogonales

y cn lugar de las relaciones 4. 14 se tiene


I'A J' = - K ' , J'A K ' = - r , K '.A p = - J '
con lo cual los segundos miembros de (7) resultan con los signos cam­
biados. Se puede, por tanto, enunciar:
T e o r . 3 : Si un triedro y su transformado tienen la misma orien­
tación, cada elem ento del determinante de los coeficientes de la trans­
form ación es igual a su adjunto. Si tienen orientaciones opuestas, cada
elem ento es igual a su adjunto con el signo cam biado,

3. Cambios de coordenadas. Como siempre consideramos vecto­


res libres, que pueden por tanto llevarse a partir de un origen fijo O
los únicos cambios de coordenadas que interesan son aquellos que con­
servan el origen.
Sea un punto general P cuyas coordenadas en el sistema formado
por los versores I , J , K sean x , y , z . Esto significa que conside­
rando P como punto extremo del vector O P , se puede escribir
(8) OP = x l + y ] + z K .
Queremos ver cuáles serán las coordenadas de P , o sea, las com­
ponentes del vector O P , en el sistema de coordenadas determinado por
los nuevos versores I ' , J ' , K ' . Si las llamamos x ' , y , zf deberá ser
también
(9) OP = x ' Y + y y + z’ K ' .
De (8) y (2) se deduce
OP = ( a i x + a2y+ct3z) I ' + + J ' + ( Y i* + Y2>’+Ys^) K-' ,
y por tanto, igualando con (9) resulta
x' = axX + a^y + Oisz
(10) y' = ^iX + ^-,y + ^3Z
/ = Yi^ + Y a y + Y s 2 .
Las ecuaciones inversas, obtenidas sustituyendo en (9) I ' , J ', K '
por sus valores (1) e igualando con (8), son
.* = Oi y 4- Pl / + Yl /
(11) y = a2 * ' + P 2 / + Y2z'
Z = 03 x ' + p3 / + Y3 2 ' .
Comparando (1) y (2) con (10) y (11), se tiene:
T e o r . 4 : Por cambios de coordenadas ortogonales con el origen
fijo, las coordenadas d e un punto se transforman según las mismas fó r­
mulas que los versores fundamentales.
Toda transformación lineal y homogénea, como la (10), cuyos coefi­
cientes satisfagan a las relaciones (3) , y en consecuencia a las (4) ,se
llama transformación ortogonal. Ella representa una rotación de ejes si
el determinante de los coeficientes vale - f i ó una rotación seguida de
una simetría respecto de un plano coordenado, si vale — 1 .

77
Los V ecto res y lo s C a m b io s d e C o o r d e n a d a s

EJER C IC IO S f
L D em ostrar que no es admisible una definición de producto de dos vec­
tores A (a>, flj, a,) , B ( 6 i , ¿ 1 , ¿i) como el nuevo vector de componentes
di bt -|- fli 6i , ai bt a t b í , ai bt -1- a i 6 i .
2. D ada la transformación ortogonal
1 2 2
r = — I ------- J ------- K
3 3 3
2 1 2
J ' = — I ------ J + — K
3 3 3
2 2 1
K ’ = ------ 1 ------- J + — K
3 3 3
hallar la transformación inversa y averiguar si los nuevos ejes tienen igual o
distinta orientación que los primeros.
3. Buscar las componentes de los ocho versores obtenidos como inter­
sección de los planos bisectores de los planos coordenados.
4. Se sabe que los tres versores I ' , J ' , K ' form an u n triedro ortogonal
y que cada uno de ellos tiene dos componentes iguales entre sí; hallar el valor
absoluto de estas componentes.
5. Si X , y y x' , y' son dos sistemas de ejes coordenados del plano, no
necesariamente ortogonales, probar que las fórmulas de transformación de coor­
denadas (con el origen fijo) son
* ' sen (x ’ , y ) =z X sen (x , y ) + y sen (.y, y’)
y sen ( / , x ’) = X sen (* , x ’) - | - y sen ( y , * ')

6. Dados los versores I ' = 4 (I ~ J + 2 K ) , J ' = 4 : (2 I - K)


\'C V5
hallar K ' con la condición de que I ’ , J ' , K ' sea un triedro ortogonal directo.
7. Dados los vectores A ( l , — 1 , 2 ) , B(—1,3,1) hallar las com­
ponentes de losversores I ' , J ' , K ' que forman un triedro ortogonal y son tales
que I ' tiene la dirección de A y J ' está en el plano A . B .

II. D EFIN IC IÓ N A N A LÍTICA D E V E C T O R

1. Transformación de las componentes de un vector por cambios


(
|
de coordenadas ortogonales. Dado un vector cualquiera A , siempre
podemos tomarlo a partir del origen O . Sus componentes fli, « z, <*3
son entonces las coordenadas de su extremo. Por tanto, por un cambio
de coordinadas definido por las ecuaciones 10.1 se transformarán como
las coordenadas de un punto o sea, según las ecuaciones 10.10 y 10.11 \
que ahora escribiremos:
a ,’ = ai + a, + a , flj , = a i a / -I- P i aj" + Y i Oj' ,
í 1) a·/ = |3i a, + p, a.¿ + p., 0 3 , a / + P2 Oj' + Y2 fls' ,
a / = Y , a, + y .. + y s 03 , « 3 = a s a ,' + P a a / + y » .

Reciprocamente, si se tienen tres magnitudes escalares « i , a^,


que p< r lui cambio de coordenadas se transforman según la misma ley

78
11. D e f i n i c i ó n A n a l í t i c a de V ector

que las coordenadas de un punto, ellas pueden considerarse como las


componentes de un vector A , puesto que tomando este vector en otro
sistema de coordenadas, las nuevas componentes a / , a / , a i repre­
sentarán el mismo vector.
Se tiene así el teorema fundamental:
T e o r . 1 : L a condición necesaria y suficiente para que tres esca­
lares O], a , , a , sean componentes de un vector, es que por un cambio
de coordenadas ortogonales de origen fijo, ellas se transformen según
las mismas fórmulas que las coordenadas de un punto.
Si se trata de un pseudovector ( 4. 3), las fórmulas de transforma­
ción de sus componentes deben ser las mismas que para las coordena­
das de un punto si el nuevo sistema tiene la misma orientación que el
primero, pero deben cambiar de signo si el nuevo sistema tiene la orien­
tación opuesta. Es decir:
T e o r . 2 : L a Condición necesaria y suficiente para que tres esca­
lares sean componentes de un pseudovector es que por un cam bio de
coordenadas ortogonales de origen fijo y de determinante + ! se trans­
formen según las mismas fórmulas que las coordenadas de un punto, pero
cam bien de signo por los cambios de coordenadas de determinante — 1 .

Ejemplos:
1. Supongamos que se quisiera definir un vector por la propiedad de
tener sus tres componentes iguales, o sea, un vector de componentes a , a , a
distintas de cero. ¿E staría el vector bien definido? Si al mismo tiempo se da
un particular sistema de coordenadas, no hay ningún inconveniente en tomar
en este sistema el vector de componentes a , a , a . Pero si se hace u n cambio
de ejes, las componentes en el nuevo sistema ya no serán iguales entre sí, como
es evidente geométricamente y resulta de (1) . Es decir, sin puntualizar de an­
temano un particular sistema de coordenadas no se puede definir un vector
por la propiedad de tener sus tres componentes ieuales a nn valor dado dis­
tinto de cero. En otras palabras: el hecho de tener las componentes iguales
no es una propiedad intrínseca al vector.
2. Sean A (a, , a? , Oj) , B (6, , , b,) dos vectores dados. Si definimos
un nuevo vector por tener sus componentes respectivamente iguales a
(2) fli 6i , fli -f- fea , íli fel
la definición es admisible, independientemente de cual sea el sistema de coor­
denadas. En efecto, las fórmulas de transformación de estas sumas son las
mismas (1) , como se deduce escribiendo las fórmulas análogas para las com­
ponentes de B y sus transformadas y sum ando miembro a miembro. Es el
vector A -f B . Lo mismo si se tom aran las diferencias, lo que daría el vector
A-B.
E n cambio, la definición de un vector por las componentes
(3) a, + b t , ai — b i , a, — b,
no es admisible, pues estas componentes no se transform an según las fórmulas (1).
3. Sean dos vectores A ( a i , a t , a») , B( f ei , fcj, fcj). Veamos si las
componentes
(4 ) Ci = a t b t — at bt , Ci = a» fei — ai bt , c» = a i t j — a i b,
definen o no un nuevo vector.
Por un cambio de coordenadas, según (1 ) seri

79
Los V ecto res y lo s C a m b io s d e C o o r d e n a d a s

« / = flj' b,' — at b í = (Pl fli + Pl ai + P at) (y ib i + Yi 6i + Y· 6») —


— (Yi fli + Yl Oa -|- Yl a t) (P l 6i + Pl t i + Pl b t)
= (PiYí — Yl Pl) (a i bt — at b i) + (PiYi — PiYi) (a t bt —Oj 6>) +
+ (P iY i — p l Yl) (at bt — at b t) .
Según ti último teorema de 1 0 . 2 , si A = + 1estas ecuaciones sepueden
escribir
Ci' = a i (íii bt — at b t) + cta ( a , bi — a¡ b t) + (it (ai bt — at b i)
= a i Ci + Oi íi + o, í, .
En cambio, si A = — 1 , resulta
Ct — —“ (X i ¿ “i — o ta ·

Análogamente se encuentran las fórmulas de transformación p a ra Ct y Ct .


Resulta, por tanto, que C i, c , , c, son las componentes de un pseudovector. Se
trata, efectivamente, del producto vectorial A A B , como ya sabíamos.
En cambio, compruébese que no tendría sentido definir, a p artir de los
vectores A , B , un tercer vector cuyas componentes fueran, por ejemplo,
at bt + a> 5i , <z<bi + Oi 6» , a i fei + Oi bi
o cualquier otra combinación arbitraria de las componentes de A y B que no
fueran la (4) del producto vectorial o las simples ai ± bt de la adición y sus­
tracción.
La combinnción (4) que da el producto vectorial no es caprichosa; es una
necesidad para que el resultado tenga carácter vectorial (incluyendo en esta de­
nominación a los pseudovectores).
4. Vector desplazamiento. Las tres diferenciales d x , d y , dz pueden to­
marse como componentes de un vector infinitesimal. En efecto, de 10. 10, siendo
las ai , (ii , Y( constantes resulta que, por un cambio de ejes, las nuevas com­
ponentes d x ' , dy' , dz' se deducen de las primitivas por las mismas fórmulas
10 . 1 0 . Se trata pues de un vector, llamado vector desplazamiento. Si P es el
punto de coordenadas x , y , z indicaremos este vector por
(5) áP = d x .l -f d y .} + á z .K .

2. Definición analítica de vector. A partir de la definición geo­


métrica de vector hemos llegado al teor. 1 que permite reconocer cuando
tres magnitudes escalares constituyen las componentes de un vector. So­
bre la base de este teorema se puede dar para los vectores la siguiente
definición analítica;
D ef . 1: Se llama vector al ente definido por tres magnitudes es­
calares a i , Ü2 , Ü3 llamadas componentes del vector, las cuales por un
cambio de coordenadas de la forma 10.10 se transforman según (1).
Sobre la base del teor. 2 se tiene, análogamente, la siguiente
D e f . 2: Se llama pseudovector al ente definido por tres magnitudes
escalares a i , , a^ llamadas componentes del pseudovector, las cua­
les, por un cambio de coordenadas ortogonales de origen fijo, se trans­
forman según las fórmulas (1) si el determinante de la transformación
vale + 1, y según las mismas fórmulas cambiadas de signo, si el de­
terminante vale — 1 .
Los pseudovectores se llaman también densidades vectoriales.

80
11. D e f i n i c i ó n A n a l ìt ic a de V ector

Ejemplos;
1. Supongamos u n vector A = A ( x , y , z) función de punto. Ello quiere
decir que sus componentes son funciones de x , y , z , o sea, at z= a, ( x , y , z) .
Afirmamos que las tres derivadas parciales O u, o i . , a » son componentes de un
vector, llamado vector derivado de A respecto de x , el cual se representa por
A , . E n efecto, de ( 1 ) se deduce, puesto que las a i , P«, Y< son constantes,
« 'l » = «1 «-la, + « 2 «2:» + « 3 « 3 ..

= Pl + ^2 + P3 ®3»
“ ' 3 ® = V i “ ir . + Y a “ 2í! + V 3 o-sx
lo cual prueba que la ley de transformación de las a i. es efectivamente la de
los vectores.
Análogam ente se tienen los vectores A , , A, de componentes respectivas
a „ , a ., (i = 1 , 2 , 3) .
2. Supongamos u n punto P { x , y , z) móvil en el espacio. Ello significa
que las coordenadas x y , z son funciones del tiempo t . Afirmamos que las
derivadai x = d x / d t , y = d y / d t , z = d z / d t son componentes de un vector,
llamado vector velocidad. En efecto, derivando las ecuaciones 10. 10 respecto de
t y siendo los coeficientes constantes, resulta que x , y , z se transform an según
la ley ( 1 ) , lo que dem uestra el enunciado.
3. En cambio, compruébese como ejercicio que las tres derivadas parciales
oim, a i , , ai. (siendo ai la prim era com ponente de u n vector) no son compo­
nentes de un vector, puesto que su ley de transformación no es la de los vectores.

3. Cambios de coordenadas en el plano. Todo lo dicho para vec­


tores del espacio vale para el plano, con sólo suponer que los versores
K y K ' son los mismos y perpendiculares al plano de los vectores.
En todas las fórmulas del apartado 10 bastará hacer
tts = p3 = Yl = Y2 = O , Ys = 1
y, para poner de manifiesto que los a t , Pi son cosenos directores, se
puede poner Oi = cos , con lo cual las relaciones 10.3 determinan
los restantes coeficientes 02 , P i , P2 en función de (p.
Sin embargo, en vez de seguir este camino, es más simple proceder
directamente. Sea el sistema formado por I , J y su transformado I ' , J '
Si I ' , J ' tiene la misma orientación que I > J , es decir, para ambos
se va del prim er versor al segimdo girando en el mismo sentido, se trata
de una rotación (fig. 45) , y llamando cp al ángulo de la misma, será
(como se deduce de la figura),
I ' = cos qp I -1- sen cp J J ' = — sen cp I 4- cos cp J .
En cambio, si la orientación es opuesta (fig. 46) será
I ' = cos cp I + sen cp J , J ' = sen cp I — cos cp J .
Para las coordenadas de un vector A («i , «2) , la igualdad
di I + «2 j = di I ' + d 2 y
nos da
(6) a / = cos cp fli -H sen q) flj , «2' = — sen q) Oi -1- cos q) «2 ,
si los dos sistemas tienen la misma orientación, y

81
Los V ecto res y lo s C a m b io s d e C o o r d e n a d a s

(7) a / = cos cp + sen cp «2 a / = sen q) «i — cos q> ,


si tienen orientaciones opuestas.
Los teoremas fundamentales del 11.1 referentes a la caracteriza­
ción de los vectores y pseudovectores dados por sus componentes sub­
sisten para el plano, con sólo sustituir las fórmulas de transformación
(1) por las más simples (6) y (7) .

A veces interesan las inversas de (6) y ^7) , a saber;


(6)' a, = a / cos cp — a / sen q) , = a / sen cp + a / cos cp
para cambios que conservan la orientación dcl plano, y
(7)' (I, = a / cos cp + a / sen qi , a j = a / sen cp — a / cos cp
para cambios de coordenadas que inviertan la orientación del plano.
Las coordenadas , atj de un punto y las x / , x / de su trans­
formado están ligadas por lasmismas fórmulas anteriores.
Ejemplo:
Sea el vector A ( a , , <7i) . Queremos ver el carácter del objeto geométrico
B (i>i, bi) definido por las componentes
fel = — Oí , bi = ai ,
Por u n cambio de coordenadas que conserve la orientación del plano, según
(6 ) , será
bi = — flj' = sen tp fli — cos cp a» = cos <p 6i -f- sen <p bt
bt = ai = cos cp fli sen cp sj = — sen <p i>i cos cp bt
o sea, las componentes 6 , , bt se transform an según las fórmulas de los vectores.
Por un cambio de coordenadas que invierta la orientación del plano, según
(7) resulta
bi = — fli' = — sen cp fli + cos cp oi = — cos cp — sen <p bi
bt = a i = cos (p fli -i- sen cp <ii = — sen q) 6i -(- cos <f>bt
que son las mismas (7) pero con el signo cambiado. Por tan to : con las com­
ponentes de un vector A { a i, at) se puede formar el pseudovector B ae com­
ponentes 6i = — Oi, bt = Oi.

82
11. D e f i n i c i ó n A n a l ít ic a de V ecto r

Geométricamente, B se obtiene por rotación de A fn un ángulo de 90° en


el sentido directo respecto de la orientación del plano. De aquí que, cambiando
la orientación del plano, B se transform a en su opuesto.

4. Escalares y pseudoescalares. Supongamos una función que en


cada punto de una región dada del espacio toma un valor bien deter­
minado. Si este valor depende exclusivamente dcl punto y no del sistema
de coordenadas ni, por tanto, de la orientación del espacio, la función
misma se dice que es un escalar.
En cambio, si el valor que toma la función en cada punto cambia
de signo con la orientación del espacio (conservando el valor absoluto),
se dice que es un pseudoescalar o, también, que es una densidad escalar.
Por ejemplo, cualquier función f ( x , y , z) que por un cambio
de coordenadas se transforme, simplemente, sustituyendo x , y , z por
sus valores 10.11 . es un escalar.
En cambio, si por ejemplo en cada punto del espacio o de la región
considerada están dados tres vectores A , B , C (con sus componentes
funciones de x , y , z) , el producto mixto ( A B C ) es un pseudoes­
calar. En efecto, por un cambio de coordenadas ortogonales (10.11),
recordando la regla para multiplicar determinantes, es
(8 ) (A'B'C') = A (A B C)
siendo A el determinante de los coeficientes de la transformación y que
sabemos vale -1-1 ó — 1 según que el cambio de coordenadas conserve
o no la orientación del espacio (10.2). Esto prueba que ( A B C ) es
un pseudoescalar.
Hay escalares que no sólo conservan el valor que toman en cada
punto, sino que conservan la forma de su expresión en cualquier siste­
ma de coordenadas cartesianas ortogonales. Tales escalares se llaman
invariantes.
Por ejemplo, en virtud de las relaciones 10.3 y 10.4 es inmediato
probar que es
(9) + y'^ + = x^ + y·^ + z^
relación que geométricamente es evidente, por representar ambos miem­
bros la distancia del punto {x , y , z) al origen de coordenadas, distan­
cia que no cambia por una rotación alrededor del mismo. La función
+ y^ + z^ es, por tanto, un invariante.
Análogamente, de las fórmulas (1) y de las análogas escritas para
otro vector B (¿>i, ¿ 2, bs) se deduce
( 10) a / bi' -1- a / b / -F a / b / = a^bi + a^ 62 + Usbs ,
relación que también es evidente geométricamente, puesto que ambos
miembros representan el producto escalar de los dos vectores. Por tanto
la expresión ai bi + 02 ¿2 + «3 b^ es otro ejemplo de invariante.
A veces se llaman invariantes a todos los escalares, reservando el
nombre más preciso de invariantes de form a para los que aquí hemos
llaniutlo simplemente invariantes.

83
Los V ecto res y lo s C a m b io s d e C o o r d e n a d a s

En realidad la palabra invariante debe ir ligada a las transformaciones


respecto de las cuales vale la invariancia. E n nuestro caso, puesto que en general,
y salvo indicación contraria explícita, consideramos sólo cambios de coordenadas
cartesianas ortogonales de origen fijo, la invariancia es siempre respecto de las
transformaciones o cambios de variables de la form a 1 0 . 1 0 .
Por ejemplo, respecto de las transformaciones lineales generales
* ' = tti* + a«)' + OiX
y' = P .x + P , y +
*' = Y i* + Y iy + Y . x
sin las condiciones de ortogonalidad ( 1 0 . 3 ) , los ejemplos (9 ) y (10) anteriores
dejan de ser invariantes. Si se consideran las transformaciones lineales con el deter­
minante de los coeficientes siempre igual a - f 1 (equiafinidades), el producto
mixto resulta u n invariante.

Ejemplo:
Supongamos en el plano un vector A ( ai , c j). Formemos — ai».
Afirmamos que ® es u n pseudoescalar. E n efecto, por u n cambio de coorde­
nadas que conserve la orientación del plano, según (6 ) e»
dx dy
a 'j·’ = ( — sen (f au cos tp ai,) — + ( — sen q> ai, -f- cos (p as,) —
dx dx'
dx dy
a' ■ — ' ' coscpa« 4- se n tp a i.) — + (c o stp a i, + sencp ai,) —
dy' dy'
y como las fórmulas que ligan x , y con x ' , y ' son las mismas ( 6 ) ' que ligan
las componentes de dos vectores, es
dx dx dy dy
— = cos q> , — = — sen (j) , — = sen q> , — = cos (p
d x' d y' dx' dy'
con lo cual resulta
a'j,> = — sen (p cos (p a « + cos*(p au — sen’cp ai, -f- sen (p cos (p a>,
a'i,· = — sen cp cos <p a « — sen’tp a u + cos’(p ai, 4- sen <p cos (j) a·,
de donde
(11) a'im’ — a'iy' “ a2m— ai, .
En cambio, por una transformación de coordenadas que invierta la orien­
tación del plano, según ( 7) , resulta
dx dy
a'tm· = (sencp a « — co« cp o u ) — + (sen cpai, — c o sip a » ) —
dx OX
'd x cy
o'i,· = (eos q> a « -f- sen (p ou) , + (eos (p ai, sen <p ai,) —
dy oy
y como según ( 7 ) ', en este caso es
dx dx ^y dy
— = cos (p , — = sen (p— = sen cp , — - - eos (p
dx dy dx dy
resulta
a'»,· = sen cp cos cp ai. — cos’ cp a » + sen’ q) ai, — sen cp eos cp Oi,
a'i,> =: sen cp cos q) fli. -f- sen’ cp a,. — cos’ cp a¡, — cos cp sen q> a,,
de donde
(12) a' 1 0 ’ — a 1, ' = — (as» — ai,) .
(11) y(12) prueban que efectivamente 4> es u n pseudoescalar.

84
12. N o t a s y C o m p le m e n t o s d e l C a p ít u lo III

EJER C IC IO S
1. Dado un vector A (ai, at, a,) comprobar que la suma a* + a»* + <»»’
cs un invariante. Demostrar que salvo un factor constante, este invariante es el
ùnico de la forma 'Shij ata¡ con hi/ coeficientes constantes arbitrarios y la
suma extendida, tanto para i como para ; , de 1 a 3 .
2. Dados dos vectores A (ai, a,, a,) , B ( ¿ i, ¿>, bt) , probar que las
combinaciones (Xiai + H iti , Aifli + Usfei, lafla + Hj*») solamente son com­
ponentes de un vector si Xi = Xt= X, y = Hs = (j·« .
3. Dado un vector A ( a i, a i , o<)probar que las tres derivadasparciales
a i . , a j , , a» no son componentes de un vector.
4. Dados en el plano dos vectores A (a i, a») , B (bi, 6j) ,probar qu»
la expresión ai i>j — atbi es un pseudoescalar.
5. A todo número complejo a + bi (i= unidad imaginaria) , corresponde
el vector del plano de componentes a, b. Recíprocamente, a todo vector del
plano corresponde el número complejo cuyas partes real e imaginaria son, res­
pectivamente, la primera y segunda componente del vector. Demostrar: a) En
esta correspondencia, la suma y el producto por un escalar se corresponden; b)
El producto definido para los números complejos, (a,b).(a',b’) = (aa' — bb',
a 6 '-t-a '6 ) , no puede aplicarse en álgebra vectorial por no tener carácter in­
trínseco

12. NOTAS Y C O M PL EM EN TO S DEL C A PITU LO II I

1. Form a explícita de las transformaciones ortogonales. E n el apartado 10


vimos que en toda transformación ortogonal aparecen 9 coeficientes , Pi , Y<
(í = 1 , 2 , 3) ligados por las 6 relaciones 10.3. Esto quiere decir que de los
9 coeficientes a < , Pi , y< solamente hay 3 independientes. Se presenta el pro ­
blema de hallar u n a forma explícita p a ra estos coeficientes en función de tres
parám etros independientes. L lam ando p , g , r a estos parám etros, u n cálculo
un poco largo pero no difícil perm ite expresar la transformación ortogonal general
de determ inante 1 por las fórmulas

x' = -^ rn -í- - t^) X + 2 ( p q + r ) y + 2 ( p r - q) z]

(1 ) y> [2 ( q p - r ) x + d - p ' + ^ - r ^ ) y + 2 (gr -^ p ) z]

/ = - i [2 ( r í + 3 ) * -H 2 (rq - p) y + (I - ^ + r>) z]

con
(2 ) í = 1 -f- />* 4 - 9* - f r* .
L a transformación general de determ inante — 1 es la misma anterior con
los signos cambiados en cada ecuación.
Por ejemplo, p ara p = l , q = 0 , r = — 1 se obtiene la transformación
ortogonal

x’= — ( x - 2 y - 2 z )
3

y' = - i ( 2 * - y - f 2 0

85
Los V ecto res y lo s C a m b io s d e C o o r d e n a d a s

z'= j(.-2 x -2 y + z) .

L a interpretación geométrica de los parám etros p , <¡, r es la siguiente.


T o d a rotación de ejes coordenados alrededor del origen equivale a una rotación
alrededor de cierto eje. Si a , b , c son los cosenos directores de este eje y 6
el ángulo de giro, es
o e s
(3 ) p = a ts— , q = b tg Y , r = ctgy

2. Angulos de Euler. O tra expresión de las transformaciones ortogonales


en que aparecen únicamente tres parám etros independientes es la sum inistrada
por los llamados ángulos de Euler, que tienen la ventaja sobre la anterior de
tener dichos parám etros u n claro significaí’o geométrico.

F ig u r a 47

Supongamos dos sistemas de coordenadas ortoo;onales ( x , y , z) y { x ' ,


y ' , z ') del mismo origen O (fig. 47). Para determ inar la posición de los ejes
x ' , y ' , ¿ respecto de los x , y , z basta conocer: a) el ángulo 9 que forman
los ejes z , z' \ b) el ángulo il)que forma x' con la recta de intersección OH
de los planos ( x , y) y ( x ' , y ') , medido en el sentido positivo de *' a / en
el plano ( x ' , y ') ; c) el ángulo q) que form a el eje x con O H , m edido en
sentido positivo en el plano x , y .
Estos tres ángulos cp, , O (ángulos de Euler) determ inan com pleta­
m ente la posición de los ejes x ' , y ' , z' y por tan to las fórmulas de transfor­
mación de coordenadas de ( x , y , z ) a ( * ', / , z') se podrán expresar en
función de ellos. El resultado es
x' = (cos (p cos il) — sen cp sen ■>;) cos 0)at + (sen <p cos -f-
-|- cos CP sen i|) cos O) y -j- sen ■>(> sen 0 z
(4 ) y' = ( — cos CPsen ■4 »— sen cp cos ilJ cos 0)a; + (— senqjsenij) -f-
+ cos cp cos cos 0) y + cos ij) sen 0 z
r* = sencp sen 0 a: — cos (p sen 0 y cos 0 z .
L a dem ostración de estas fórmulas se hace fácilmente descomponiendo

88
12. N o t a s y Co m plem entos del C a p ít u l o III

el movimiento que lleva el triedro { x , y , z) sobre el ( * ', / , z') en tres paso«


«ucesivos, a saber:
a) U na rotación de ángulo q) alrededor del eje z , que lleve el eje *
sobre O H . Sus ecuaciones son
ATi = a: cos (p + y sen q)
(5 ) yi = — * sen q) + y cos q)
Zi=ZZ .
b) U n a rotación de ángulo 9 alrededor de Xi (o sea, alrededor de O H ) :
*1 = Xi
(6 ) y, = yi cos 0 + Zi sen 0
Zi = — y-í sen 9 + cos 9 .
c) U n a rotación de ángulo q) alrededor de «j :
x' = cos ij) + ya sen rp
(7 ) y ' = — Afa sen ij» + y» eos rj)
*' = «!.
Ju n tand o estas tres transformaciones parciales se obtienen las fórmulas ( 4) .
3. Cuaterniones. Los vectores del espacio pueden considerarse como el
conjunto de los elementos de la forma ai I 4 ·+ a^K , en la cual a ,, a, , a,
son tres números reales (componentes del vector) e I , J , K tres símbolos entre
los cuales está definido un producto (producto escalar) por lasfórmulas
r = P = K’ = 1 , l.J = J.K = K .I = o .
Supongamos ahora que en vez de estos símbolos tenemos otros cuatro 1 ,
El , E j , E, , el primero de ellos la unidad, entre los cuales está definida una
multiplicación por la siguiente tabla:

1 El Ea E,

1 1 El Ea E,

(8) El El — 1 Ea - Ea

Ea Ea -E, — 1 El

E. Ea Ea -E. : - 1

D ef. 1: Se llama cuaternión a toda expresión de la forma


(9 ) Q = 9o 4- 9i E, 4- gj E, 4- E,
donde los coeficientes qt (componentes del cuaternión) son números reales cua­
lesquiera.
La componente q<, se llama la parte escalar del cuaternión y la suma
9i El 4- Ej 4" Ej la parte vectorial del mismo.
La suma y producto de cuaterniones se realiza por las mismas reglas de
suma y producto de polinomios ordinarios, con sólo tener en cuenta, p ara el
producto, la tabla (8) . De ello resulta, por ejemplo, que el producto no es
conmutativo, pero que la suma y producto de cuaterniones es siempre otro cua­
ternión.
Sellama cuaternión conjugado del ( 9) , al
(10) Q * = q , - 9 .El - 9 a Ea - g, E,

87
L os V e c to re s y lo s C a m b io s de C o o rd e n a d a s

que cumple la condición


(11) Q . Q * = Q * . Q = ? . * + 9 i* + 9.’ + 9 . · ·
Este producto de u n cuaternión por su conjugado se llam a norma del
cuaternión.
Si se tienen dos cuaterniones Q i , Q i se com prueba inm ediatam ente que
se verifica
(12) (Q..Q=)* = Qa*-Q.*
y en cuanto a la norm a del producto, por la propiedad asociativa del mismo,
vale .j
(13) ( Q ..Q .) . ( Q ..Q .) * = Q . . Q s . a * . Q . * = ( Q ..Q .* ) .( a .Q .* )
donde ( Q i.Q j* ) se ha podido poner al final por tratarse de un escalíir. Por
ta n to : la norma de un producto es igual al producto de las normas.
D ado un cuaternión Q , se llama inverso del mismo y se representa por
Q ·' al cuaternión definido por
Q*
(14) Q-* = ---------------
(Q.Q*)
el cual tiene po r norm a la inversa de la norm a de Q .
Los cuaterniones sirven p a ra representar las rotaciones alrededor de un
punto, o sea, las transformaciones ortogonales del espacio. En efecto, asimilemos
a cada punto K ( x , y , z) el cuaternión X = ArEi + y E i + z E i (que carece
de parte escalar) y consideremos la transformación
(15) ~ X' = Q - > X Q
en cuya notación debe entenderse que los coeficientes de E i , E i , Ei de ambos
miembros deben ser respectivamente iguales, lo cual d a x , y ' , ¿ cn función de
X, y , z y de las componentes q, del cuaternión Q . Afirmamos que (15) re­
presenta una rotación alrededor del origen. En efecto, de (15) se deduce que
la norm a de X ' es igual a la norm a de X , y como estas normas son, respec­
tivam ente x'* + y"* + z'* y >^ + y + z‘ , resulta que se conserva la distancia
al origen y, p o r tanto, tratándose de una transformación lineal, será un a rotación
alrededor del mismo.
Por otra p arte, si es Q ( i , P , q , r) , la expresión desarrollada de (15) ,
igualando los coeficientes homólogos de ambos miembros, no es otra cosa que
(1 ) , como es fácil comprobar. Esto nos dice que a cada cuaternión Q (de
norm a distinta de cero) corresponde u n a transform ación ortogonal, o sea, una
rotación alrededor del origen. Es interesante observar que a la transformación
producto de otras dos (resultado de realizar u n a a continuación de la o tra ),
corresponde también el cuaternión producto. E n efecto, si a continuación de (15)
se verifica la nueva rotación Q i , queda
X " = Q r - X 'Q , = Q r ' Q - ' X Q Q . = ( Q Q . ) ’ X ( Q Q ·)
lo que prueba el enxinciado.

88
CA PITU LO IV

A N A L IS IS V E C T O R IA L . OPERADORES
V E C T O R IA L E S

13. CAM POS ESCALARES. G RADIENTE


/
L Campos escalares. Supongamos una región del espacio, que pue­
de ser el espacio entero, cuyos puntos estén determinados por sus coor­
denadas X , y , z respecto de un sistema cartesiano ortogonal. U na fun­
ción (p { x , y , z) definida en la región se llama una función de punto
o escalar. Se dice también que ella define un cam po escalar, puesto que
a cada punto le hace corresponder un escalar, que es el valor que toma
la función en el mismo.
Análogamente, si en cada punto está dado un pseudoescalar, se dice
que se tiene definido, sobre la región considerada, un cam po pseudo­
escalar.
Por ejemplo, las temperaturas en los distintos lugares de la Tierra
en un instante dado constituyen un campo escalar. Análogamente, las
densidades del aire en los distintos puntos de la a tir'sfe ra en un inst.'^nte
dado forman otro campo escalar.
Sean en el espacio tres puntos fijos A , B , C jiendo X , y , z)
un punto general, sabemos que el producto mixto <p (X ) = (A — X ,
B —X , C —X ) es un pseudoescalar. Por tanto cp (X) = qp (Ar,y,¿)
es un campo pseudoescalar.

2. El gradiente de una función de punto. Sea ^ [ x , y , z) una


función escalar definida sobre cierta región del espacio y que admita
las tres derivadas parciales qp» , cp„, cp,.
¿Pueden estas tres derivadas parciales ser tomadas como las com­
ponentes de un vector?
Según 11. 1, para que ello sea admisible deberá cumplirse que sus
fórmulas de transformación, por cambios de coordenadas de la forma
10.10, sean las 11. 1. Ahora bien, recordando la regla de derivación
de una función de fundón, resulta
... dx , dy ^ dz
(1> ^ ^ ’ ’■ · = “f · á ? + 0?

89
A n á l is is V e c t o r ia l . O per a d o r es V e c t o r ia l e s

o bien, según 10.11 ,


(2 ) qpx- = O i C p » + azCpv + 03 cp,
y análogamente
(pw = pl cp, + P2 cp¡, + P3 cp,
( 2 )'
= Yl qp* + Y 2 cpv + Ys cp, .
Como estas fórmulas de transformación son las mismas 11.1 re­
sulta admisible la siguiente;
D e f . 1: D ada una función escalar tp (x , y , z) se llama gradiente
de la misma al vector cuyas componentes son las derivadas parciales cp,,
qpv, cp, .
Para representar el gradiente se usan indistintamente las notacio­
nes grad qp o bien Vqp (se lee “nabla” de cp) . Es decir, por defini­
ción, se tiene
(3) grad cp = Vcp = cp,I + Cpv J + cp,K .
De la definición se deduce inmediatamente que si ·>!) es otra fun­
ción de punto, se verifica
V (cp±il)) = V c p ± V \ l )
(4)
V fcp i¡j) = cp V -f V cp .
Las mismas consideraciones prueban que si 0 es un pseudoes­
calar. las derivadas parciales 0 , . o„ , 0^ son componentes de un pseudo­
vector. puesto que si 0 cambia de signo con la orientación del espacio,
lo mismo ocurrirá con sus derivadas parciales. Se tiene por tanto;
D e f . 1': Se llama gradiente de un pseudoescalar 0 al pseudovec­
tor cuyas componentes son las derivadas parciales 0 , , 0j,, 0 , .
Ejemplos·.
1. El gradiente de la función (p = x ' — 2 y ‘ + x z — i ^ + l es el vector

2. Sea P, [ x t , y,
V<P = (3:^=4- z) I - 4 y J -(- ( at - 2 z) K .
, z») un punto fijo del espacio y consideramos una fun­
y
a Po, o sea r*= —
(P P„)’ = (at — * 0 ) ’
ponentes del gradiente serán
+{y—
y,)'
ción del tipo cp = (p (r) siendo r la dist-'ncia del punto varinble P (x , , z)
+ (z — z, )’ . Las com­

x-x„ y-y> z — z,
(5) (p, = (p, -------- (p, — (pr ----------- (p. = CPr
r r T
o bien, si representamos por E al versor correspondiente a la dirección P« P
(llam ado versor direccional), o sea,
X — Xt y — yt z — zt
(6 ) E = -----------------------------------------------K
r r r
se puede escribir
(7) VcP = (PrE .
Por ejemplo, si (p = 1 /r , es
1 1
(8 ) V _ = _ E .

90
13. Ca m po s E scalares. G r a d ie n t e

3. D ado en el plano u n vector A (<zi, a,) , ya sabemos ( 1 1 . 4 ) que


0 = flj, — a„ cs un pseudoescalar. O bservando directam ente las leyes de trans­
formación de las derivadas parciales 0 . , 0 » , se encuentra fácilmente que ellas
son componentes de u n pseudovector: el gradiente de 0 .

3. Propiedades geométricas del gradiente. El incremento de la


función cp al pasar del punto P {x , y , z) al punto P + dP (de coor­
denadas X + dx , y + d y , z + d z ) es
(9 ) ¿cp = (pxdx + ( p v ^ y + f f z d z
que en forma vectorial, representando por dV al vector desplazamiento,
de componentes d x , d y , d z , (11.5) , se puede escribir como el pro­
ducto escalar
(10) ¿cp = gradcp.áP = Vcp.rfP .
Si consideramos los desplazamientos en todas las direcciones posi­
bles a partir de P y todos ellos de la misma longitud, o sea con el mis­
mo módulo I rfP I , como los vectores Vcp y ¿ P , en el punto con­
siderado, tienen módulos constantes, el producto escalar (10) será má­
ximo cuando las direcciones de Vcp y dV coincidan. Se tiene así la
importante propiedad geométrica del gradiente:
T e o r . 1 : L a dirección del vector gradiente de una función cp es
aquella según la cual esta función varia más rápidamente.
Esta propiedad define, geométricamente, la dirección del gradiente.
Para definir su módulo, también geométricamente, observemos que de
(10) se deduce, para un desplazamiento dV en la dirección de Vcp,
|¿fcp| = 1 V < p.¿P | = I V c p | . l ¿ P l
de donde

es dícir:
T e o r . 2 : E l módulo del vector gradiente de una función cp es
iguúl al limite del cociente entre el incremento de cp por un desplaza­
miento en la dirección de máxima variación y el valor del desplaza­
miento mismo, cuando éste tiende a cero.
Estas dos propiedades prueban, por camino geométrico, que
Vcp es efectivamente un vector, pues puede definirse independiente­
mente del sistema de coordenadas.

4. Superficies de nivel y líneas de gradiente.


D e f . 2: Se llaman superficies de nivel de una función rp {x , y , z)
a las superficies de ecuación cp = constante.
También se suele decir que cp es una función potencial (potencial
escalar), de la cual deriva el vector V c p ; en este caso las superficies
de nivel se llaman superficies equipotenciales.

91
A n á l is is V e c t o r ia l . O peradores V e c t o r ia l e s

En el caso del plano, si qp es una función solamente de x , y cn


vez de superficies de nivel, se tienen curvas de nivel.
Consideremos un desplazamiento cualquiera d x , d y , dz sobre una
superficie de nivel. Para un tal desplazamiento, siendo (p{x , y , z) = cte.
será
(12) (pxdx + (p„dy + cpzdz = O , o sea, Vqp.í/P = 0 .
Esta ecuación nos dice que Vqp es normal a cualquier desplaza­
miento sobre la superficie de nivel, o sea,
T e o r . 3 ; E l vector gradiente es, en cada punto, normal a la super­
ficie de nivel que pasa por el punto.
Por ejemplo, en el caso considerado en el 13. 2, ejercicio 2, de ser
qp = cp (r) , las superficies de nivel son esferas de centro Po y según (7)
Vqp tiene efectivamente la dirección del vector direccional E que es
la del radio correspondiente al punto P .
D e f . 3 : Se llaman líneas de gradiente de un campo escalar cp a
las que en cada punto tienen la tangente en la dirección del gradiente
de c p .
Ello significa que la dirección del gradiente coincide, en cada punto,
con la del desplazamiento sobre la curva. Por tanto las ecuaciones di­
ferenciales de las líneas de gradiente son

( 13) =í
qPí (Py fp*
Obsérvese que según el teor. 3 , las líneas de j/radiente coinciden
con las trayectorias ortogonales de las superficies de nwel.
Ejemplos:
1. Supongamos el caso del plano (r = 0) . Sea el cam po cp = ** — / .
Las líneas de nivel son las hipérbolas a:’ — y* = constante y las líneas de gradiente
estarán dadas por
ix dy
------ = — — o sea X dy -i- y dx = O
2 x 2 y
y por tanto xy = cte. Es decir, son también hipérbolas equiláteras, trayectoria·
ortogonales de las lineas de nivel (fig. 48).
2. El hecho de ser V^P norm al a la superficie cp = cte. perm ite hallar
la ecuación de la norm al y por tan to del plano tangente a una superficie dada.
Sea, en efecto, la superficie cp ( * , y , z) = O . L a norm al en el punto
X · (jío, yo, Zn) de la misma, será
(14) X = X o - f X (V c p ) .
indicando por (V <P)· el vector gradiente en el punto X , . El plano tangente
tendrá por ecuación vectorial
(15) ( X - X o ) . (V<P)o = O .
E n coordenadas cartesianas, la ecuación de la recta norm al se obtendrá
igualando las tres componentes en la ecuación (14) , despejando X en cada
una de ellas e igualando; resulta
X — Xo y--- ^0 « — ^0
(16) -------- = --------- = --------- .
«Paro %o <*>»0 i

92
1 3. C am pos E sca la res. G r a d ie n t e

Para el plano tangente, la ecuación en coordenadas cartesianas será


( 17) (x — xt) <p.„ + (y — y,) <p,„ + (z — z,) cp., = O

(p. = 2x 2z, 2y,


Por ejemplo, p ara la superficie <p = A:’ - l - y ’ + 2zjic — 6 = 0
+ cp, =
en el punto (1 , 3 , — 2) son
es
cp. = 2a:. P or tanto las ecuaciones de la normal

* - l y -3 x+ 2
- 2 ~ ~ 1 ~ ~ ~ 2

F i o u r a 48

y la ecuación del plano tangente en el mismo punto es


- (* - 1) + 3 (y - 3) + ( z + 2) = 0 .

5. Derivacias direccionales. Sea 'V = ' V ( x , y j z ) un versor (vec­


tor de módulo uno) función de punto, es decir, un versor cuyas com­
ponentes V i, Vi, Vz sean funciones de x , y , z . Es muchas veces útil
la siguiente
D e f . 4 : Se llama d eñ vad a direccional de- la función de punto
9 >y 1 z ) según el versor V , al producto escalar de V por Vcp.
Se representa por

( 18)
donde en el primer miembro debe entenderse una notación simbólica.

93
A n á l is is V e c t o r ia l . O peradores V e c t o r ia l e s

El significado de esta derivada direccional es fácil de comprender.


Consideremos un punto V ( x , y , z) y el punto P + AP obtenido
por un desplazamiento Aí en la dirección de V , o sea, AP = V Aí .
La función cp al pasar de P a P + AP se habrá incrementado en
Acp = cp(P + AP) — cp (P) y el límite del cociente de este incremen­
to por As cuando Aí-> O es precisamente la derivada direccional
según V . En efecto, aplicando (10) a este caso en que dP = V d í
queda
(19) d(p = Vcp.V ds
y por tanto

(20) l t a - ^ = iíL = V < p.V = ^ .


¿>»-0 Ai
Si se quiere extender este concepto de derivada direccional a vec­
tores, debemos introducir antes la siguiente notación:
Dados dos vectores, funciones de punto,
A = ai I -f «2 J + fls K , V = 1 -i- J + 2^3 K
representaremos por
(21) (V .V)A
al vector cuyas componentes son, respectivamente,

(22) + + {i = 1 , 2 3 ) *
dx dy dz
Si indicamos por A» al vector cuyas componentes son las derivadas
parciales O n, a^x, a^x y con análogo significado utilizamos los vectores
Ay, A*, (11.2) , podemos también escribir
(23) (V. V ; A = yj A i + Ü2 Ay + ^3 A j .
Con esta notación se establece:
D e f . 5 : Se llama derivada direccional del vector A = A {x , y , z)
según la dirección del versor V , al vector
dA

La interpretación de esta derivada direccional es la misma que para


el caso anterior de una función escalar. La diferencia entre los valores
de A en P ( a; , y , z ) y el punto desplazado en As según la direc­
ción de V , o sea el punto P -t -VAí , es AA = A ( P + VAí) — A (P).
El cociente entre esta diferencia yAs cuando Ai ^ O tiende, preci­
samente, a la derivada direccional (24) . En efecto, es

• Según esto (21) puede interpretane también como el producto del vector A por
•I etcalar
3 93
V .V = V i — + tH — + V t— .
04T Oy o z

94
13. C a m p o s E scalares . G ra dients

AA = A ( a: + ^1 A i , y + z/2 A s , z + í^s A i) — A ( x , y , 2 )
y p o r ta n to
AA
(25) lím ------ = A,í>i + A „ + A»Us = '’V . V ' A .
As-^ As

Ejemplos·.
1. S e a q ) = jc’ + / — ¿“ y V = x l — y J + 3 z K . L a derivada de (p
en la dirección de V es
da>
_ = 2;c’ - 2 / - 62* .
rfV
2. Si A z= s e n ;e l + x y z ] + e* K y V = **1 — y z j — y K , será
dA 3 9 3
------ = (at’ ------- y z --------- y — ) ( s e n * I + x y z j + «*K )
¿V dx dy dz
= **cosa;I4- (x'yz — xyz' — x)^)J + x'e‘ K .
3. Si A es un vector cualquiera y X el vector posición, se comprueba
inm ediatam ente que se verifica
(A.V) X = A .

6. D e r iv a d a to ta l y d e r iv a d a p a r c ia l d e u n e s c a la r o u n v e c to r
re s p e c to de) tie m p o . S u p o n g a m o s u n a fu n c ió n d e p u n to q u e d e p e n d a
ta m b ié n d el tie m p o í , o sea, cp = cp ( x , y , z , í) ·
S i. a d e m á s , ta m b ié n x , y , z son fu n c io n e s d e í , y lla m a m o s V
a l vector velocidad ( 1 1 . 2 )

(26) V = x I + y J + zK
d o n d e los p u n to s in d ic a n d e riv a d a s re s p e c to d e í , se tie n e

— — = cpa, X 4- cpi, y + cpí z + cpt


dt
q u e c o n la n o ta c ió n d e l g ra d ie n te se p u e d e e sc rib ir

( 2 7) = cp, + y . ' 7 c p .
dt
S i e n vez d e u n e s c a la r se tie n e u n v e c to r A = A ( x , y , z , f)
ta m b ié n d e p e n d ie n te d el tie m p o t , co n las n o ta c io n e s d el n ú m e ro a n ­
te rio r, e n v ez d e ( 2 7 ) , te n d re m o s la ig u a ld a d v e c to ria l

E sta s e x p re sio n e s ( 2 7 ) y ( 2 8 ) so n las q u e lig a n la derivada total


re s p e c to d e t d e u n e s c a la r o d e u n v e c to r, c o n la derivada parcial re s­
p e c tiv a .

E JE R C IC IO S
1. H allar las componentes del gradiente de la función (p en el punto in­
dicado en los siguientes casos

05
A n á l is is V e c t o r i a i -, v^ p e r a d o r e s V e c t o r ia l e s

a) (pisA r + y* — 2 2 * e n e l pu n to ( 1 , 3 , — 1 ) ;
b) (f = i?e‘ sen y en el pu n to (O , n / 2 , 2) ;
c) q> =: sen 3 Aicos* y tg z en el punto (O, n / 2 , jt/4:) ;
d) <p = V** + y* — * en el p u nto (2 , — 1 , 0) ;
«) (p = log + >’ + *’ en el pu n to ( — 1 , 1 , 3 )
2. A p artir del punto Po (— 1 , 3 , 2) , ¿hacia qué dirección hay que diri­
girse p a ra que aum ente lo más rápidam ente posible la función (x y ) ’ + z* —
— xy + 2x?
3. Probar la fórmula y F (cp) = F’ .
4. Siendo X = * I + y J - f z K el vector de posición y A un vector
constante, dem ostrar que (A.X) = A.
5. Probar que si V<P = * X es <p = cp (r ) siendo r = ( at’ -f y * -f z*)’/*.
6. Probar que la solución de la ecuación V<P = A , si A es un vector
constante, es <p = A . X + 6 .
7. H allar la ecuación del plano tangente y de la norm al a la superficie
2** - / - f y z - 12 = O en el punto ( 3 , - 2 , 1) .

y — Xx =
zO
8. D ada la fam ilia de superficies equipotenciales definidas por la ecuación
, h allar las líneas de gradiente.
9. H allar el ángulo que form an las superficies 'c — 2 a: z — 7 = 0
y S a: * - A r y - f z — 4 = 0 en el punto ( — 1 , 2 , — 1) . Por ángulo de dos
superficies en un pu nto se entiende el ángulo de las normales en el mismo.
10. Si ( X x , X y , X z ) = X" cp ( a : , y , z) , dem ostrar que
X . V<P = n (p .
11. Dados en el plano dos vectores A ( oi , Oi) , B {b¡, bi) cuyas com­
ponentes sean funciones de x , y y poniendo 0 = a¡ bt — at b i , probar que
0 . , 0 , son componentes de un pseudovector (el gradiente de 0 ) .
12. Siendo X el vector de posición y A , B dos vectores constantes
cualesquiera, dem ostrar la fórmula
V [ (X A A ) . (X A B) ] = B A (X A A) + A A (X A B) .
13. D ada la función <p = Arye* y el vector V (Ary, « *, s e n z ) hallar
dtp/dV .
14. Dados los vectores A = ( 3 A r y , y z , z ’ ) , V (x y , y t , z x ) , calcu­
lar d A / d V .
15. Sea q) = cp ( r ) u n a función d e r = V * ’ - t - / - f * * y X ( * , y , * )
el vector de posición. D em ostrar que V<P A X = 0 .
16. Probar que las ecuaciones diferenciales de las líneas de gradiente (13)
pueden condensarse en la form a d X A V ‘P = 0 ·
17. Probar que la dirección de la tangente a la curva de intersección de
las dos superficies q> ( a t , y , z) = c te ., ip (·*, y , z) = cte. es la del vector
Vq) A vn>.

14. CAM POS VECTORIALES. D IV ERG ENCIA


DE U N V EC TO R

1. Campos vectoriales. Supongamos un vector A cuyas compo­


nentes fli sean funciones de las coordenadas x , y , z definidas en cierta
región del espacio o en todo el espacio. Se tiene entonces, para cada
punto P {x , y , z) de la región considerada, un vector A . Ellos forman
lo que se llama un cam po vectorial.

96
14. C a m po s V e c t o r ia l e s . D iv e r g e n c ia de u n V ector

Los campos vectoriales reciben denominaciones especiales según la


interpretación física de los vectores que lo constituyen. Por ejemplo, si
son fuerzas se dirá un cam po de fuerzas; si son velocidades, un cam po
de velocidades.
Dado un campo de vectores
(1) A = ai { x , y , z ) l + ( x , y , z) J + {x,y,zJK ,
a las líneas que en cada punto son tangentes al vector del campo que
pasa por el mismo, se las llama líneas d e cam po y también, en ciertos
casos particulares, líneas de flujo o líneas d e corriente *.
Si d x , d y , dz son las componentes de un desplazamiento según
las líneas de campo, o sea, según su vector tangente A , deberá ser
(2) — = ^ = —
fifi «2 «3
Estas son las ecuaciones diferenciales de las líneas de campo.
Si es «1 O, se puede tomar x como variable independiente
resultando:
(3) dy _ oj (x,y z) dz _ a»{x,y,z)
dx ai(x,y,z) dx ai[x,y,z)
ce trata de un campo de vectores en el plano (a^ = i7, , y) .
a 2 — a-¿ ( x , y) , as = O ) la ecuación diferencial de las líneas de campo
es
(4) JL · = -
dx fl i ( a; , y)
En este caso existen siempre las trayectorias ortogonales a las mis­
mas, llamadas líneas equipotenciales, cuya ecuación diferencial, puesto
(|iie los coeficientes angulares de direcciones perpendiculares deben ser
inversos y de signo contrario, será
(3 ) d^ _ _ a i(* y) ,

dx
«2 (x , y)
I'n el espacio no siempre existen superficies ortogonales a las líneas
de ci.mpo, como veremos más adelante (16..5) .
Ejemplos·.
1. Sea el campo de vectores en el plano A = — A r l - t - y J . L a ecuación
diferencial de las líneas de campo es
dy ^ y
dx X

* Aquí nosreferimos siempre a campo» que no varían con el tiempo, llamados campos
eilaeiónarios. Silas Q^ ,además de ser fundones de x , y * t , lo son también dcl tiempo t,
te lírne un campo variable. Por ejemplo, en el caso del movimiento de un fluido, asignando
■ cnda punto el vector velocidad de la partícula que en el ilutante t pasa por él, se tiene
un cnmpn tic velocidades que puede variar con t . En este caso se suele reservar el nombre
de línea» de corriente para las trayectorias descriptas por las partículas, di.^tÍngu¡éndolas de las
línrnj de campo que c/>rrcsponden a la definición dada en el texto. Para un movimiento
^tlMcionnrio, ambas líneas coincidea.

97
A - n á l i s i s V e c t o r ia l . O p e r a d o r e s V e c t o r ia l e s

y por tanto dichas líneas son x y = constante, o sea, hipérbolas equiláteras cu-
yzis asíntotas son los ejes coordenados.
Las trayectorias ortogonales o líneas equipotenciales tienen por ecuación
diferencial d y / d x = x / y , o sea, son las curvas x^ — y“ = c t e ., que son tam ­
b ié n hipérbolas equiláteras con las bisectrices de los ejes como asíntotas (fig.
4 8 ).
2. Sea el cam po vectorial A = * I - f ) ’J - t - « K . Las líneas de campo
se obtendrán integrando el sistema
dx dy dz
* y t
l o que d a a x =: ^ y =z y z , que son rectas por el origen.
3. Sea el cam po vectorial
A = — a sen z l + a cos z J t K
c o n a , b constantes. Las líneas de cam po se obtendrán integrando el sistema
d x / d z = — ( a / 6 ) s e n r , d y /d z = (a/¿>) c o s í , lo cual d a
* z= ( a/ b) COSÍ + X, , y = (,a/b) se n z -f- [i , z = z
q u e son hélices circulares de eje paralelo a K .

2. Divergencia de un vector. Sea el vector A dado por (1) . Por


u n cambio de coordenadas ortogonales, las nuevas componentes a /
d e A están dadas por las fórmulas 11. 1, que ahora escribiremos, abre­
viadamente,
(6 ) a / = 2 tti «i , fla' = 2 Pi ai , «3' = 2 yi
do nd e las sumas se suponen extendidas, aquí y en lo que sigue, de 1 a 3
Derivando respectivamente estas igualdades respecto de las nuevas
coordenadas x ' , y , z" y teniendo en cuenta que en los segundos miem­
bros los coeficientes a ¡ , P*, Yí son constantes y que debe derivarse
com o función defunción, resulta
( 2 ai aix) a i + ( 2 at «<„) + ( 2 ai «i«) aj
(7 ) a'^r = ( 2 (3i aj») pi + ( 2 (3»a i,) ( 2 Pi «i,) p3
a'3z’= (2 Yi Oix)Yl -1- (2 Yi«(„) Yj 4- (2 Yí aj*) Ya
puesto que, según 10. 11, es
dx dy dz dx
T / " “’ 17—
Estas ecuaciones (7) son las fórmulas de transformación de las de­
rivadas parciales a , x , a ^ y , por el cambio de coordenadas 10.10.
E llas nos prueban que estas derivadas parciales no son componentes de
u n vector, puesto que no son de la forma 11.1.
En cambio, si simpamos miembro a miembro lasigualdades (7) ,
la primera columna del segundo miembro da
(9) 2 (ai ai -1- Pi Pi + YiYi) aix = a^x
puesto que según las relaciones 10.4 la suma ai ai + Pi Pi + Yi Yi vale
cero si i ¥ ' l y vale uno si i = 1 . Análogamente, las columnas segunda
y tercera al ser sumadas dan, respectivamente, «2» y «s» · Por tanto
resulta

98
1 4. C a m p o s V e c t o r ia l e s . D iv e r g e n c ia de un V ec to r

(10) a'ii- + a.\y + a's*- = Oi, + C2v + «s*


<‘s decir: la suma de las derivadas de las componentes de un vector
rcsj)ccto de la variable respectiva es un invariante.
Esta independencia del sistema de coordenadas justifica la siguiente
D e f . 1: Se llama divergencia de un vector A ( a j , a^, a^) cuyas
componentes son funciones de las coordenadas x , y , z a la suma
(11) div A = íZi* + a^y + a ^ .
De esta definición se deducen inmediatamente las siguientes pro­
piedades
div (A ± B) = div A ± div B
(12 )
div (cpA) = Vcp.A + cp div A .
Si A es un pseudovector, las relaciones (7) valen igualmente, pero
el hecho de cambiar las componentes de signo al cambiar la orientación
del espacio hace que también cambie de signo la expresión (10). Por
tanto se trata de un pseudoescalar. O sea:
D e f . 1': Se llama divergencia de un pseudovector A al pseudo­
escalar definido por la misma expresión (11) .
Ejemplos:
1. L a divergencia del vector A = ( 3 ac* — y ) I - } - 2 * « J -j- (* — )’) K
es div A = 6 * -(- 1 .
2. L a divergencia del versor direccional 13. 6

E = I-f j - 1 - K ,
r r T
liendo r* = (* — at,)’ + (y — y , ) ' + (z — z , y , p o r u n cálculo fácil resulta
que vale
2
d iv E - —
T
p.nra el caso del espacio y d iv E = 1 /r p a ra el caso del plano.
3. Veamos ahora la divergencia de V cP > Pa^'a· ^1 caso en que q) es
«ólo función de r . Según 13. 7 y 13. 8 es
div grad q> = div (q>rE) = V<Pr . E -f- cprdivE .
Según la misma 13. 7 es V <?>· = *?'■>■ E , con lo cual queda
q>r
div g rad q) = cprr - f 2 ------ .
r
L a divergencia del gradiente de u n a función q) es u n escalar que se llama
el laplaciano (o la laplaciana) de q> ; se representa por Aq>, y lo estudiaremos
más adelante (apartado 16) . L a expresión anterior se puede por tanto escribir

(14) Aq> = qJrr -1- 2 .


r
Para el caso del plano, se obtiene análogam ente

(15) Aq) = cprr + —


r
.

Por ejemplo, p ara el caso del espacio, si es q) = \ / r resulta A (l/»") = 0


y jj.ira el caso del plano A(log>·) = 0 .

99
A n á l i s i s V e c t o r i a l . O p e r a d o r e s V e c t o r ia l e s

4. E n el ejemplo del 11. 3 vimos que a p artir del vector A ( a , , ai) del
plano se puede form ar el pseudovector B ( — o i , ai) . L a divergencia de este
pseudovector será div B = — ai. + a i , , que efectivamente sabemos que es un
pseudoescalar, según el ejemplo de 1 1 . 4 .

3. Interpretaciones físicas de la divergencia. Aunque más adelante,


al dar el llamado teorema de la divergencia (apartado 21) , justifica­
remos de m anera más rigurosa y precisa lo que ahora vamos a decir,
podemos ya adelantar una idea del importante significado físico de la
divergencia.
Supongamos un fluido en movimiento y sea A = «i I -t- J + «s K
el vector velocidad del mismo en cada punto. Es decir, A es un campo
de velocidades, cuyas componentes ai las suponemos funciones deriva-
bles de las tres coordenadas x , y , z . Consideremos el punto P {x , y , z )
y un paralelepípedo elemental que a partir de P tiene las aristas pa­
ralelas a los versores fundamentales I , J , K y de longitudes res­
pectivas A x , A y , Az (fig. 49) .

La cantidad de fluido que entrará en el paralelepípedo por la cara


normal al vector I por unidad de tiempo será ( x , y , z) Ay Az
(producto de la componente de la velocidad según I , por el área de
la sección de entrada) y la cantidad que saldrá por la cara opuesta será
a i {x + A x , y , z) Ay A z . Para Aa;-^ O la diferencia entre estas
dos cantidades es a ^ Ax Ay Az .
De igual manera, las diferencias análogas para las otras caras del
paralelepípedo son a ^yAxAyAz , üszAxAyAz. Por tanto, la canti­
dad de fluido que por unidad de tiempo se ha creado en el para-

100
1 4. C a m p o s V e c t o r ia l e s . D i v e r g e n c ia de un V ector

Iclcpípcdo elemental considerado es (ai* + «21/ + «3*) Ax Ay Az = div


Λ Ax Ay A z . De aquí resulta q u e: la divergencia del vector A en
rl punto P es el cociente entre la cantidad de fluido que se crea por
unidad de tiempo en el volumen elem ental correspondiente a P y este
volumen, cuando el mismo tiende a reducirse al punto P .
Naturalmente que si div A resulta negativa, en vez de “crearse”
fluido en P , hay que entender que se “consume” fluido en este punto.
Kn el primer caso se dice que en P hay una fuente y en el segundo
un desagüe o sumidero.
De m anera abreviada y general, se tiene por tanto la ecuación de
conservación:
(16) di vA = F - D
donde F (fuente) indica la cantidad de fluido que se crea y D (desa­
güe) la que se consume en P , por unidad de tiempo.
Vamos a considerar algunos ejemplos particulares de esta fórmula
general.
a) Ecuación de continuidad de la hidrodinámica. Consideremos
el caso en que el fluido es un líquido de densidad O (función de las
coordenadas x , y , z y también del tiempo t ) y apliquemos el razo­
namiento anterior al vector A = o V , siendo V la velocidad. En este
caso, en vez de “cantidad de fluido” , medida en volumen, que se crea
o consume en el volumen elemental correspondiente a P por unidad
de tiempo, tendremos el producto de aquel volumen por la densidad,
o sea, la masa del líquido. La di vA = di v(oV) será, por tanto, la
cantidad de masa que se crea o consume por unidad de tiempo en P .
Entre estas cantidades hay que incluir ahora la cantidad que se “acu­
mula” en el mismo punto, debido a una variación en la densidad Q.
Esta masa que se acumula por unidad de tiempo vendrá medida por la
derivada do/dt y habrá que tomarla negativa, pues es una masa que
entra en P y no sale, apareciendo por consiguiente como un desagüe *.
Si representamos por ψ = ψ {x , y , ζ , t) , la masa creada ( ψ > 0)
o consumida ( ψ < 0) por unidad de tiempo en P , tendremos en­
tonces
(17) div(oV )=T l>-^

que es la ecuación d e continuidad de la hidrodinámica. Como vemos,


ella no expresa otra cosa que la conservación de la masa.
Si el líquido es incompresible, es o = cte. y la ecuación de conti­
nuidad queda
(18) άίν(ρν)= ·ψ

* Sí la derivada de <? respecto de t es negativa, en vez de acumulación de masa hay


una dilución y entonces aparece esta derivada como fuente, lo cual está de acuerdo con el
iigno tomado par» la misma e n la ecuación ( 17) ·

101
A n á l i s i s V e c t o r ia l . O p e r a d o r e s V e c t o r ia l e s

y si, además, no hay fuentes ni desagües, queda


(19) divV = 0 .
b) Ecuación del calor. Si en vez de un líquido, interpretamos el
fluido como el calor que se desplaza a través de un cuerpo, el vector A
representará ahora la corriente calórica, o sea, el vector cuyo producto
por un elemento de área normal a él es igual a la cantidad de calor que
atraviesa este elemento por unidad de tiempo. La cantidad de calor
creada, consumida o acumulada por unidad de tiempo en un punto P ,
será también iguál a la div A .
Si no hay fuentes ni desagües de calor, la cantidad del mismo que
se acumula en P se traducirá en una variación de la tem peratura T
en P , medida por la expresión cQ{ d T/ d t ) , donde c es el calor
específico y o la densidad del medio. Si en un punto la temperatura
aumenta ( d T / d t ) > 0 ) significa que hay acumulación de calor, es
decir, que sale menos calor del que entra y por tanto que el punto
debe considerarse como un desagüe. En cambio, si la temperatura
disminuye ( d T / d t ) < 0) , quiere decir que sale más calor que el que
entra; el punto se comporta como una fuente. Por consiguiente la ecua­
ción de conservación será en este caso
(20) d iv A = — < r o .
ot
La ley más simple de conducción del calor postula que sea
(21) A = - A grad T
siendo k una constante. Sustituyendo en (20) aparece la div grad T
que es un escalar, llamado laplaciano de T (ver apartado 16) y que
se representa por
A T = div grad T
con lo cual la ecuación (20) se escribe
(22) kAT-cQ-^ = 0
dt
que es la ecuación fundamental de la conducción del calor.
c) Campo eléctrico. E l caso del cam po eléctrico E (en ausencia de con­
ductores) que aparece en la teoría de Maxwell es muy distinto, en principio, de
los anteriores. Aquí no hay movimiento de ningún fluido, n i por tanto tiene
sentido la ecuación de conservación en la form a (16) .
Sin embargo se puede proceder por analogía (confirm ada por la expe­
riencia) y sentar como principio que; el cam po eléctrico E creado por una
carga e es idéntico al campo de velocidades correspondiente a un fluido in­
compresible de densidad 1/4 it producido po r una fuente puntual de inten­
sidad e .
En general, si las cargas están distribuidas de m anera continua en el es­
pacio, con densidad Q { x , y , z) , al pasar al modelo del fluido tendremos la
ecuación (18) , en la cual es ahora ilJ = Q y la densidad o que allí figura es
ahora igual a 1/4 n . Q u eda de esta m anera
( 23) d iv E = 4 r o

102
1 5 . E l R otor

que es la prim era de las ecuaciones fundam entales de la teoría de Maxwell (ver
apartado 26) .

K J K R G IC IO S
1. C alcular la divergencia de los siguientes campos vectoriales
a) ( 3 * ’ — z) I + cos y j — c 'K
b) ^ I + y*J + 2>K
c) r* ( I + J + K) siendo r = (at’ + y* + z’ )’/ ’
d) AT*y I — cos y J + z K .
2. C alcular la divergencia de los siguientes campos vectoriales en el punto
indicado
а) (Aí’ + y ) I + z’ J — A T z K e n ( — 3 , 0 , 1 )
б ) Ar yzl + s e n y j — z*K en (O, n / 4 , 1)
c) - y J + e’ K en ( 1 , 1 , 0) .
3. C alcular la divergencia y luego el gradiente de la divergencia de los
siguientes campos vectoriales.
a) *’ I - ; e y J + z>K
b) se n * I - f sen y J + s e n z K
c) r ^I + y r J + z r K , (r» = ** + / + z>).
4. Sea A = ( 3 ac’ + y) I — (s e n * — z) J + a K . H allar a con la
condición de que sea div A = O .
5. Sea A = (s e n at — z ) I + o J + z y K . H allar a con la condición
de que sea div A = — x .
6. Probar las identidades
a) div (A A (B A C ) ) = ( A . C ) d iv B - ( A. B) div C +
-}- B .g rad ( A . C ) — C .g ra d ( A. B) .
b) div (grad qp A cp grad ij)) = O .
c) div (grad cp A grad ij)) = O .

15. EL R O T O R

1. El rotor. De m anera análoga a como se han obtenido las ecua­


ciones 14.7 se obtiene
= ( 2 Pi aix) + (S Pi ai„) -h ( 2 Pi y3
a'su· = (2 Yi üix) Pl -f- (2 Yi üiy) P2 + (2 y ia ii) P3
donde, como siempre, los índices x , y , z o x' , · / ,z ' indican derivadas
parciales y las sumas se suponen extendidas desde t = 1 hasta t = 3 .
De aquí, restando miembro a miembro y teniendo en cuenta el teo­
rema 3 del apartado 10, resulta que si el triedro primitivo y su transfor­
mado tienen la misma orientación, vale
( 1 ) a'sy. — a'iz' = ai [a^y — a^z) + a , [a^z — a,*) + «3 («2* — «iv)
y la misma fórmula con el signo cambiado si tienen orientaciones opuestas.
Por tanto, estas fórmulas de transformación nos dicen que la di­
ferencia a-sy — a 2 z se transforma como la primera componente de un
pseudovector. Análogamente se obtiene que las diferencias «i» — fls» y

103
A n á l i s i s V e c t o r ia l . O p e r a d o r e s V e c t o r ia l e s

*2* ~ «IV se transforman como segunda y tercera componentes del mismo


pseudovector. Está por tanto justificada la siguiente
D e f . 1 : Se llama rotor (o rotacional) d e un vector A de com po­
nentes a x , «2. ^3 (funciones á& x , y , z) al pseudovector de com ­
ponentes
(2) a^^ «2* ) axi — a¡x , ^2* axy
el cual se indica por rot A .
Es decir,
(3) rot A = («sy - a¡z) I + («i» - «3*) J + («2* - «ii/) K .
Como regla mnemotecnica, obsérvese que rot A resulta como de­
sarrollo del determinante
I J K

(4) rotA = 0 0 0
dx dy dz
ax «2 «3
0 9
donde los productos simbólicos — Oi, — a ¡ , . . . hay que entenderlos
dx dy
a ó
como las derivadas parciales respectivas — = a^t, — a¡ = a¡y , . . .
dx dy
Consecuencia inmediata de la definición es que
(5) rot (A ± B) = rot A ± rot B .
Si se trata de un pseudovector en vez de un vector, el rotor se
define por las mismas componentes (2) . Solamente hay que observar
que el resultado es ahora un vector, puesto que por cambios de coorde­
nadas que invierten la orientación del espacio, las componentes del pseu­
dovector cambian de signo, y al formar las combinaciones (2) aparece
otro cambio de signo, lo que equivale, en conjunto, a ningún cambio,
quedando la ley de transformación de los vectores. Por tanto se tiene:
D e f . T : Se llama rotor de un pseudovector A de componentes
«1, «2 , «3 (funciones d e x , y , z) al vector cuyas componentes son las
expresiones (2) .
En particular, si A es un vector, el resultado de aplicar dos veces
el operador rot , o sea, rot rot A es nuevamente un vector.

2. Líneas de rotor o torbellino. Dado un campo vectorial A , el


conjunto de los rot A forma otro campo vectorial (o mejor, un campo
pseudovectorial) llamado cam po de rotores. Las líneas de campo ( 1 4 . 1 )
de un campo de rotores se suelen llamar líneas de torbellino. Sus ecua­
ciones diferenciales serán las 1 4 . 2 sustituyendo «1, 02, «3 por las com-
Donentes del rotor, o sea,

104
15. E l R o to r

dx _ dy _ dz
(6 )
div d2z diz dix Ü2X fl]]/
Ejemplos:
1. Si es A = — ( a : + y) J - f (z* — senAr) K , entonces será ro tA =
= cos a ; J — K .
2. Sea A = Arri - f y r j + z r K , con r = (*’ + }'’ + La
prim era componente del rotor es
3r dr y z
— y —— = í ------- y — = 0
3y 3í r f
y análogam ente las otras componentes, de m anera que resulta rot A = O .
3. Si es A = a (r) I -f- i> (r) J + c (r) K , siendo a , b , c funciones
de r , es
ro t A = [ ( y e ' - z b') I + (z a' - x c') J + (x b' - y a') K] r - i
donde los acentos indican derivadas respecto de r .
4. D ado el cam po de vectores A = aczI — (3Ar + y ) J + (At* + y’ ) K
las líneas de torbellino estarán dadas por el sistema
dx dy dz
~2y ~ ^ 7 “ '
que igualado a. d t , c indicando con puntos las derivadas respecto del parám etro
auxiliar t , equivale a
* = 2y , y ■= . — X , í = — 3 .

Las dos primeras ecuaciones dan at + 2 * = O, o sea, x — a cos V2 t +


+ b sen V 2 t ; la segunda ecuación da entonces y = — ( a/ y J 2) sen V2 t +
+ ( 6 / V 2 ) cos í y la últim a z = — 3 í + c . Éstas son las ecuaciones
param étricas de las líneas de torbellino; a , b , c son constantes arbitrarias.

3. Significado físico del rotor. Ejemplos. El concepto de ro tor


tiene mucha importancia en física, sobre todo en mecánica de fhiidos
y en electrodinámica. Vamos a dar una idea intuitiva de su significado.
Consideremos un campo de vectores A = «i I + «2 J + «3 K. y la
circunferencia C de radio r situada en el plano x , y con centro en
el origen de coordenadas. Sea P un punto de la circunferencia y T el
versor tangente (fig. 50). Las componentes de T son — sen cp, eos qp
y por tanto
(7) A .T = — «isencp + ojcoscp .
Interpretando A como un campo de fuerzas, la integral

(8) Y = r A .T rfí = T A .Trd((>


a ó
es el trdbdjo de las fuerzas A al desplazarse sobre toda la circunferen­
cia C . En general, para vectores A cualesquiera, la integral (8) se
llama circulación de A sobre C .
Para calcular y necesitamos conocer las funciones d i { x , y , z)

105
A n á l i s i s V e c t o r ia l . O p e r a d o r e s V e c t o r ia l e s

{ x , y , z) , a z { x , y , z) . Suponiendo r suficientemente pequeño,


el desarrollo en serie de Taylor nos da
= «10 + a¡,xx + í2 iv y + ...= aio + « ι ^ λ ο ο Ε φ + α ι ^ Γ 5 ε η φ + ...
a 2 { x, y, Q) = «20 + θ 2χΧ + a 2v y + . . . = Λ 20 + α·ίχΤ co%(p + α ζ κ >"5 ο η φ + ...
Sustituyendo estos valores en (7) y (8) resulta
γ = — π + «21 π + r* ( . . . )
y por tanto
γ
(9) U2X - σ , ν = lim — - ;
TCr^
Es decir: sí en un cam po de vectores se coloca una circunferencia C
de radio r y centro en un punto O , la com ponente del rotor en O según
la normal al plano que contiene C , es igual al límite, para r O, de

la circulación del cam po a lo largo de C , dividida por el área del


circulo que encierra.
En cuanto al sentido, una vez fijada una orientación para C (o
sea, el sentido del versor tangente T ) , se determina por la regla del
sacacorchos u otra análoga (ver 4. 2) , teniendo en cuenta que la orien­
tación de C más la de rot A debe dar una orientación directa al es­
pacio si Y > O e inversa si y < O .
El resultado obtenido, como veremos más adelante (apartado 22)
es general para cualquier curva cerrada infinitamente pequeña y desde
ahora nos permite dar una idea del significado físico del rotor.

106
1 5 . E l R o tor

Supongamos que A es un campo de fuerzas y la circunferencia C


una rueda que puede girar en su plano, sin rozamiento, alrededor de O
por acción de la fuerza A ; si y > O, la acción total de las fuerzas
originará una rotación de la rueda en sentido directo (el de T ) ; si
y < O el movimiento será en sentido inverso y si y = O no habrá tal
rotación.
Es decir, colocando una ruedecita de prueba en los distintos puntos
de un campo, ella tenderá a girar en los puntos en que el rotor sea dis­
tinto de cero y quedará quieta en los puntos en que el rotor sea nulo.

■>

F ig u r a 51

Lo mismo ocurre si interpretamos A como un campo de veloci­


dades de las partículas de un fluido en movimiento. Supongamos (fig.
51) un flüido que se mueve paralelamente al eje x con velocidad de­
creciente con la altura. U na rueda con aspas colocada en un punto O

107
A n á l isis V e c t o r ia l . O p e r a d o r e s v e c t o r ia l e s

girará, em pujada por el flüido, en el sentido indicado en la figura, pues


la mayor velocidad de arrastre de las aspas inferiores prevalecerá sobre
la de las aspas superiores que tienden a girar en sentido contrario. Esto
quiere decir que cn O el rotor del campo es distinto de cero; su sentido
es el normal al plano del dibujo, hacia adelante.
Ejemplos:
1. Consideremos el cam po radial de la figura 52 , o sea,
ax _ ay
A = I +
Vx' + f + /
con a = cte. Intuitivam ente se comprende que debe ser ro t A = O , pues una
rucdecilla colocada en el campo no girará por estar las aspas em pujadas por

igual en ambos sentidos. Compruébese analíticam ente que en efecto es ro t A = O ,


aun en el caso de ser a = a (r) , (r = distancia al origen) .
2. Sea el campo de vectores (fig. 53) ,
“ (r) ^ , a(r)
A = --------------y I H--------------* J
r r
cuyas líneas de corriente son circunferencias contenidas en planos paralelos al
X , y y de centro sobre el eje z . Siendo r = x‘ + ^ , la definición de
rotor da
rot A = (a ' + a/ r ) K .
Por consiguiente es siempre ro t A O , excepto si a = c / r .
3. Consideremos un caso u n poco más general que el de la figura 51.
Supongamos un fluido que se mueve con velocidad paralela al eje x ,la cual
varía con la altu ra según cierta función d ad a q> = q> (z) (fig. 54) . E l campo
de velocidades será A = (j) (z) I .

108
15. E l R o to r

Por tanto ro t A = cp' J . P ara que el rotor sea nulo debe ser = O,
o sea, debe tratarse de un punto (como el P de la figura) en que la tangente
a la curva * = q) (z) sea vertical. Ello está de acuerdo con el significado intui­
tivo mencionado del rotor, pues en estos puntos las aspas de un molinete infi­
nitesimal colocado en ellos estarán em pujadas por igual, las superiores y las in­
feriores, y el molinete no girará.

O
F igur a 5 4

4. Velocidad angular. O tra interpretación del rotor. Supongamos


un movimiento de rotación alrededor de un eje e (fig. 55). Un punto
/ ’ c|ue dista r dcl eje tendrá una velocidad V , perpendicular al plano
determinado por e , P y de módulo v = d s / d t , siendo ds el elemento
do arco sobre la circunferencia de centro O y radio r , o sea, la cir­
cunferencia que describe P . Si (o es el ángulo central de esta cir­
cunferencia, será ds = rdo) y por tanto v = rd o )/d t. El valor dtí)¡dt
cs ('1 mismo para todos los puntos que giran (no depende de r ) y se
llama velocidad angular del movimiento de rotación.
El vector U , cuyo módulo es la velocidad angular y está dirigido
.vgún el eje e de manera tal que los tres vectores O P , V , U formen
im triedro directo, se llama vector velocidad angular.
Según esto, representando por P el vector O P , de módulo r ,
scr.A
V = U AP
(lucsto cjue la dirección y sentido son los que corresponden por format
I’ , V , II un triedro trirrectángulo directo, y el módulo es también
ÍKUíiI cn ambos miembros por ser v = r d ( a / d t .
I ..I velocidad V de los distintos puntos forma un campo vectorial.

t,)ui'icnios hallar el rotor de este campo. Puesto que el rotor no depende

109
A n á l is is V e c t o r ia l . O p e r a d o r i ;s V e c t o r ia l e s

de los ejes coordenados (mientras se mantenga la orientación del es­


pacio), podemos tomar el eje e como eje z y el plano normal en que
se mueve P como plano x , y . Entonces, llamando a a la velocidad
angular, es U = a K , P = x I - l - y J . Por tanto U A P = — a y l -|- a x j
De aquí, rot (U A P ) = 2 a K = 2 U . Es decir
rotV = 2 U .
Esto nos dice que:
E l rotor del vector velocidad en un movimiento de rotación alre­
dedor de un eje es igual al doble del vector velocidad angular.

EJER C IC IO S
1. H allar el rotor de los siguientes campos vectoriales
a) (s e n * — j>) I + J _ ¿»K
b) e‘ I - y J + z K
c) ** 1 - f / J -f-
d) log * I -1- log y J -|- log z K
O (x ' - y ' ) I + x y z j - z’ K .
2. H allar el rotor de los siguientes campos vectoriales en el punto indicado
a) (*‘ - l o g y ) J -f- - z=K en ( - 1 , 1 , 0 )
b) 3 x y l + V y J + V z K en ( 3 , 4 , 2)
c) s e n x l + s e n y J + s e n z K en (O, n / 2 , Jt) .
3. Siendo (p = 3 sen z , h allar ro t grad q).
4. Siendo A = *’ I - (x + y z) J — x z K hallar rot grad div A
en el punto ( 1 , —1 , 2) .
5. Si A = cp (r) X siendo X = * I - f j > J - { - z K y cp u na función de
r = (x‘ + y + , probar que ro t A = 0 .
6. Si A es un vector constante y X el mismo vector del ejercicio an
terior, probar que rot (A A X ) = 2 A .
7. Si A es u n vector constante, pro b ar la identidad
A . [grad ( B. A) - rol (B A A) ] = d i v B
válida cualquiera que sea el vector B .

110
16. E l L a p l a c ia n o . F ó r m u l a s V e c t o r ia l e s

8. Probar la identidad
rot [ro t A + grad q>] = rot rot A .

9. H allar las líneas de torbellino del campo de velocidades V = V *’ + / I .


10. Sea el vector A = 2 x 1 — z’ y j + h K . H allar la expresión ge­
neral de la función h { x , y , z) , p a ra que sea rot A = O .

16. EL LAPLACIANO. FÓRM U LAS V ECTO RIA LES

1. El operador “nabla”. Para indicar que las ecuaciones 13.2 y


13.2' son válidas para cualquier función cp, podemos escribirlas, sim-
bólicamente
= tti---- -f a2 ---- + 0.3 -
dx' dx dy dz
9 ■=
- oP l——
9 +, oPí 9 ,+ ftPa 9
0/ dx dy dz
0 9 ^ 0 , 3
- Y l — -------- H Y 2 — — + Ys-
dz' dx dy dz
Comparando con 1 1 .1 , estas ecuaciones nos diccn que los símbo­
los de derivación parcial
(1) 0 0 Ô
dx dy dz
pueden considerarse como las componentes de un vector simbólico, puesto
cjue por un cambio de coordenadas se transforman según la ley carac­
terística de los vectores.
Este vector simbólico u operador se representa por V (“nabla” )
Se llama operador porque representa una operación que debe efectuarse
sobre una función.
Lo im portante de este concepto es que, transfonnándose sus tres
componentes como las de un vector, se puede considerar como tal y
por tanto combinarlo con otros vectores mediante las operaciones vec­
toriales conocidas.
Así, por ejemplo, el producto escalar de V por un vector A nos
da precisamente la divergencia:
9 3 5
(2) V '^= ------- «1 + ------- az + ------- «3 = div A .
0a; dy dz
E! producto vectorial de V por A es el rot A . En efecto, según
4.17 y 1 5 .4 , es
I J K
0. 0 0
(3) VAA = = rot A
dx dy dz
ai «2 as

111
A n á l i s i s V e c t o r ia l . O p e r a d o r e s V e c t o r ia l e s

El producto de V por un escalar qp es el gradiente V qp.


Obsérvese que V .A es un invariante o escalar (como todo pro­
ducto escalar), V A es un pseudovector (como todo producto vec­
torial) y Vcp es un vector (como resulta siempre que se multiplica un
vector por un escalar).

2. El laplaciano.
D e f . 1 : Se llama laplaciano de una función de punto { x , y , z)
a la divergencia de su gradiente.
Se representa por A (o también, a veces, por V^) , de manera
que, según la definición, es
(4) Acp = V^cp = V . Vqp = div grad qp = qp„ -f- cp^^ + (p„ .
Las funciones qp que satisfacen a la ecuación Acp = O se llaman
armónicas.
De la definición se deduce inmediatamente la distributividad
(5) A (cp ± ·»!))= Aqp ± Ati)
y también de 13.4 y 14.7 la relación
(6) A (cpijj) =qpAil>-t-i|)Acp 4 -2 Vqp. Vij> .
E je m p lo s·.
1. Si — 3xy^ — zxy-{- \es A<P= 12x'z — 6 jr.
2. E n 14 .9 y 1 4 .1 0 vimos que si cp = (p (r) es A<p= CPrr 4- 2cprA
p ara el espacio y A<P = <Prr -H f f r / r p ara el caso del plano. Estas expresio­
nes perm iten integrar inm ediatam ente la ecuación A<P = O, resultando
cp = c j r -f- cj p a ra el espacio y cp = log r - f í j p ara el plano, siendo Ci, ct
dos constantes arbitrarias. Se tiene por tanto:
T e o r . 1 : L a s ú n ic a s ju n c i o n e s a r m ó n ic a s d e la f o r m a cp = cp ( r ) son
(7) cp = c¡ /r - f c,
p a r a e l esp acio , y
(8 ) cp = c, lo g r - f c»
p a ra e l p la n o .
3. El laplaciano de u n a función cp es un escalar. Por tanto se le puede
aplicar nuevam ente el operador A > resultando el laplaciano doble o bilapla-
cia no. E n coordenadas cartesianas ortogonales su expresión es
9'cp 3‘cp 3*cp 3*(p 0*cp 3*cp
AAqp = V"<P = ------ + ------ + ------ + 2 ---------- + 2 ---------- -f 2 ----------- .
dx* 0/ dz* dx‘dy‘ dx'dz’ d/dz>
Las funciones que satisfacen a la ecuación AA<P = O se llam an biar-
m ó n ic a s .

3. Laplaciano de un vector. Y a observamos en 15.1 que si bien


el rotor de un vector cs un pseudovector, el rotor del rotor vuelve a ser
un vector. Se puede, por consiguiente, establecer la siguiente
D e f . 2 : Se llama laplaciano de un vector A al nuevo vector de­
finido por la relación
(9) A A = grad div A — rot rot A

112
16. El L a p l a c ia n o . F ó r m u l a s V e c t o r ia l e s

line simbólicamente se puede escribir


(JO) A A = V ( V . A ) - V A ( V AA) .
Esta definición parece un poco artificial, pero si hallamos las com­
ponentes de este vector tendremos la explicación del nombre.
En efecto, si C i, «2 , «3 son las componentes de A , es
grad div A = grad (fli* + a^v + «sz) = (oi»* + «21/1 + «3»*) I
+ («líy + «2V1; + dzzu) J + {dizz + az^z + d3zz) K
I J K
rol rot A = 1 1 A — {diXV I "t"
dx dy dz
din d2z «lí 0 .3X a^x flij,
+ (^31/2: a2í*~ fl2IX+ ^iw) J + (®líX~· <*3« ^3!/»+ ®21/í) )
d(^ donde, por sustracción
(II) AA = Afli I -f J A«3 K
es decir; en coordenadas cartesianas ortogonales, las componentes del
lajjlaciano de un vector son los laplacianos de las componentes del mismo.
Hay que observar, como veremos en 1 7 .8 , que en coordenadas
curvilíneas no es cierta la propiedad anterior; es decir, en ellas hay que
ilfíiiiir AA por la expresión (9) , no siendo admisible la (H ) , puesto
(|U<; cn coordenadas curvilíneas los laplacianos de las componentes de
un vector no son, en general, componentes de otro vector.
En los ejercicios se propone la demostración de las siguientes rela­
ciones importantes
( 12) A(gradcp) = grad (Acp)
(l.'i) div (AA) = A(div A)
(M) rot (AA) = A(rot A) .
Ejemplo;
Dado el vector A = * ’ I - f sen y J - f a: z K , cs div A = 2 at -4- cos y 4- * »
K rnddivA = 3 1 — s e n y J , r o tA = z j . Por tanto A A = 2 1 —· s e n y J ,
cuino se obtiene tam bién directam ente aplicando (11) .

4. Fórmulas vectoriales. Las expresiones del gradiente, divergen­


cia y rotor como productos del vector V por una función o un vector
«on muy útiles p ara obtener ciertas fórmulas que relacionan entre sí
estos elementos. Sólo debe tenerse en cuenta que por su carácter de
operador diferencial, cuando V multiplica a un producto debe apli­
carse la regla análoga a la de derivación de un producto.
Vamos a obtener, como ejemplo, ciertas identidades interesantes;
éstas podrían también comprobarse directamente sin el uso del operador
"nabla”, pero los cálculos serían más laboriosos.

lis
A n á l i s i s V e c t o r ia l . O p e r a d o r e s V e c t o r ia l e s

a) Si cp, ij) son dos funciones de punto se tiene


V(cp\;)) = V cp + cp'7 li)
o sea
(15) grad (cp il») = ij) grad cp + cp grad ti) .
b) Si cp es una función de punto y A un vector,
y . c p A = V c p . A - t - cp'7 .A
o sea
(16) div(qpA) = grad cp.A + cp div A .
c) A-nálogamente, con el producto vectorial resulta
VA((pA) = Vq)AA + cp V ^A
o sea
(17) rot (cp A) = grad cp A A + cp rot A .
d) Consideremos ahora el producto escalar V . (A A B) . Por ope­
rar V sobre un producto A a B deberemos poner
(18) V . ( A AB) = V a . ( A AB) -f V i,.(A AB)
donde V a indica que el operador “nabla” opera solamente sobre A
considerando B como constante, y análogamente V b .
Por otra parte. V a - (A A B) es el producto mi,xto
( V aAB) = ( V a AA) .B = ( V AA).B
y análogamente
V b . (A a B) = ( V b a B) = - (A V b B) = - A. ( V s A B) =
= - A . ( V AB) .
Por tanto
V . ( A a B) = ( V A A ) . B ~ A. ( V AB)
o sea
(19) div (A AB) = B . r o t A - A . r o t B .
e) El producto mixto V . ( V A A) por tener dos factores iguales
es nulo, es decir
V . (V A A) = 0
o sea, cualquiera que sea el vector A se verifica,
(20) div rot A = O .
/) El producto V A (V cp) no puede considerarse como un pro­
ducto mixto, pues V cp no es un producto escalar de vectores. Pro­
cediendo directamente, según las definiciones de rotor y gradiente,
I J K
V A ( Vcp) = L L L = {fÇzv - cpvï) I + (cp,î - c p „) J +
dx dy dz
+ (tP*v ~ K = O
<P» <pv <Pz
suponiendo que las derivadas segundas de cp sean continuas, para que

114
16. E l L a p l a c ia n o . F ó r m u l a s V e c t o r ia l e s

•II viilor sea independiente del orden de derivación. Por tanto, cual-
(jiiiiTA q u e sea la fu n c ió n
(ai) rot grad cp = O .
l)c aquí y de (19) se deduce
(!¿2) div (grad cp A grad \p) = O .
g) Consideremos el doble producto vectorial V A (A AB) . Se tiene
(ri) V A (A A B) = V-* A (A A B) 4- V « A (A A B)
y I rcord.mdo la fórmula 5.1 1 resulta
(2-1) V A (A A B) = ( B .V ^ ) A - B (V -i-A ) + A ( V « ·® ) - ( A .V « ) B
•Innde c!primero y últim o término tienen el significado

(W ) (B .v ^ )A = (¿ ,l + t , ^ + ¿ , - i ) A
dx oy dz
3 9 3
(A. V « ) B = (a i— + — + a· — ) B
dx oy dz
i|iin deben interpretarse como vectores cuyas componentes son las que resultan
ill poner en lugar de A y B las componentes respectivas. Por ejemplo, las
t'oiiiponcntes del prim er vector son
+ ^2 + ^3 · ( i — 1> 2, 3)
Con esta interpretación, y suprimiendo los subíndices del operador V »
p u n to que no puede haber confusión, resulta
(2(i) V A (A A B) = rot ( A a B) = ( B. V ) A - B ( V - A ) +
4- A ( V . B ) - ( A . V ) B .
h ) La utilización del operador V como vector es correcta y, como aca-
li.iinoi de ver, muchas veces útil. Sin embargo, en ciertos casos debe procederse
ccm cuidado. Por ejemplo, es evidente que
(V.B) A ^ (B.V) A
r i decir, el producto escalar contenido en el paréntesis no es en este caso con-
iiiutiitivo.
Consideremos el caso de calcular ( V a A ) A B , o sea ( r o tA ) a B .
Aplicando la fórmula del triple producto vectorial (5 .1 1 ) podría creerse que es
( V a A ) a B = ( V - B ) a - V (A .B ) (¡errón eo !)
ciiimdo el verdadero resultado es
(27) ( V AA) a B = ( B . V ) A - V ^ f A . B )
ríiiiio íc com prueba buscando las componentes de ambos miembros.
A nálogamente se tiene
( V A B) A A = (A . V ) B - V a (A .B )
y de esta relación, junto con la anterior se deduce
(2(1) V ( A . B ) = V ^ (A .B ) 4 - V b (A .B ) = (B . V ) A 4 - (A . V ) B -
- ( V A A) a B - ( V A B ) a A .
En particular, si A = B , resulta
(2 9 ) V A’ = 2 (A . V ) A - 2 ( V A A) A A
y ai, además, A tiene rotor nulo
(30) VA’ = 2 (A . V ) A .

115
A n á l i s i s V e c t o r ia l . O pe r a d o r e s V e c t o r ia l e s

5. Líneas de campo normales a superficies. En 14.1 vimos que,


en el plano, para todo campo de vectores existen las trayectorias orto­
gonales a sus líneas de campo (líneas equipotenciales). En el espacio,
en cambio, no siempre las líneas de campo admiten un haz de superfi­
cies que las corte ortogonalmente. Vamos a ver la condición que debe
cumplirse para ello.
Sea A el campo de vectores. Si existe un haz de superficies
(p ( x , y , z) = cte. que corta a las líneas de campo ortogonalmente,
en cada punto de ellas el vector normal V<p debe tener la dirección
de A , o sea,
(31) Vcp = a A
siendo a un escalar, función de punto.
Tomando el rotor de ambos miembros y puesto que el rotor de un
gradiente es nulo, debe ser
V A (a A) = V a A A + a V A A = 0
y multiplicando escalarmente por A queda
(32) A .ro tA = 0 .
Ésta es, pues, una condición necesaria para la existencia del haz de
superficies ortogonales qp = cte. L a teoría de ecuaciones diferenciales
demuestra que esta condición es también suficiente para que la ecuación
(31) tenga solución. Por tanto:
T eor . 2: L a condición necesaria y suficiente para que las líneas
de cam po de un cam po de vectores A admitan un haz de superficies
ortogonales, es que se cumpla la condición (32) .

E JE R C IC IO S
L D em ostrar las relaciones (1 2 ), (1 3 ), (14) .
2. C om probar la identidad (16) p a ra el caso tp = 3 se n * sen y s e n r , A =

3. C om probar la identidad (17) p ara el caso (p = í * y z , A = e '* I - | - y ’ I


-f x y z K .
4. C om probar la identidad (19) p ara el caso A = *’ I - t - y I - l - s e n ^ K ,
B = « * I-f-* íI-fy ’K.
5. C om probar la relación (20) p a ra el caso A = x’ y l — « ■ " J - t - z K .
6. C om probar la relación (21) p ara el caso (p = sen * sen y .
7. H allar grad ( A B C ) .
8. Probar que si A = ( p V i ’f se verifica A .r o tA = 0 .

a)
9. D em ostrar las siguientes identidades;

b)
V A (<p V <P) = 0
V-(<P V <P) = ( V t p ) ’ + cpAtp.
10. Com probar que tp = (a cos m * -j- tsenm*) ( í « “ ' - f d e ’" ) es
u n a función armónica.
11. H allar el laplaciano del vector A = sen*I — + xzK . C al­
cular su valor en el punto ( n / 2 , — 1 , 1) .
12. Probar que p a ra todo versor T , se cumple
(T .V )T = - T A ro tT .

116
17. L os O p e r a d o r e s V e c t o r i a l e s e n C o o r d e n a d a s C u t e v i l ín e a s

13. Probar la relación


ro t ( A . V ) A = (div A ) ro tA — (div rot A) A
+ ( A . V ) rotA — ( r o t A . V ) A.
14. Probar la relación V A’ .B = 2 [ (B . V ) A] . A .

17. LOS OPERADORES V ECTORIALES EN COORDENADAS


CURVILIN EAS

1. Coordenadas polares en el plano y en el espacio. H asta ahora


lii-mos utilizado únicamente sistemas de coordenadas cartesianas ortogo­
nales. En ellos, un punto del plano queda determinado por sus distan­
cias X , y z. dos rectas perpendiculares entre sí (ejes coordenados) y un
punto del espacio por sus distancias x , y , z a tres planos ortogonales
entre sí (planos coordenados).
Sin embargo, muchas veces es útil emplear otros sistemas de coor­
denadas. Para el caso del plano, después de las cartesianas, las más útiles

son las coordenadas polares. En ellas cada punto P está determinado


por su distancia r a un punto fijo O (tom ada siempre positiva) y el
ángulo a que el vector OP forma con una dirección fija O x , ángulo
medido en sentido contrario al de las agujas del reloj y de O a 2 n
(fif?. 56).
Las fórmulas de transformación que relacionan las coordenadas po­
lares ( r , a ) con las cartesianas x , y de un mismo punto P , cuando
ios ejes cartesianos son Ox y la normal O y , son
a; = r cos a y = r sen a
( 1) a = are tg —
X
En el espacio, se utilizan dos sistemas de coordenadas que en cierta
manera generalizan las polares del piano y que tienen m ucha impor­
tancia, a saber:

117
A n á l i s i s V e c t o r ia l . O p e r a d o r e s V e c t o r ia l e s

a) Coordenadas cilindricas. En ellas un punto P se determina


por las coordenadas polares r , a de su proyección sobre el plano x , y
más la coordenada z . Las coordenadas cilindricas de P son r , a , z

(fig. 57). Las fórmulas de transformación de coordenadas cilindricas a


cartesianas son
(2) x = rcosa , y = r sen a z= z
y las de cartesianas a cilindricas
(2 )' T— y/x^ + / , a = aro tg — , z= z .

b) Coordenadas esféricas. Se llaman también polares del espacio y


son (fig. 5 8 ): la distancia Q del punto P al origen O (tom ada siem-

118
17. L os O p e r a d o r e s V e c t o r i a l e s e n C o o r d e n a d a s C u r v i l í n e a s

|iir iJosiliva) ; el ángulo O que forma el radio vector OP con la parte


|M)sitiva del eje z (el cual varía de O a it) ; el ángulo a que forma
<1 cji· X con la proyección OP' de OP sobre el plano a; , y (variando
d.' O a 2 3t) .
Las fórmulas de transformación de esta·; coordenadas a las carte-
«liiiüis, como resulta de la figura 5 8 , son
(!1) X = OP' cos a = O sen O cos a , y =■ OP' sen a = e sen O sen qi,
¿ = o cos O
y l;is inversas
_________ y ^2 y
(:?)' <? = Vx^ + + z* ,O = are t g ; a = are tg —

-
2. Coordenadas curvilíneas en genera!. Sean x , y , z las coorde­
nadas cartesianas ortogonales de un punto del espacio. Si se tienen tres
funciones
(4) X = X ( u i , u 2 ,u?) , y = y ( « i , «2, «s) , 2 = 2 ( « i , «2, ms)
(|ue cn cierto dominio D del espacio adm itan las funciones inversas
(-I)' ii, = u , ( x , y , z ) ,U2 = u - i i x , y , z) , «3 = U3 ( v , y , z)
siempre que en D la correspondencia entre las tem as ( x , y , z) y
(»/, , «2 , M3) sea biunívoca, todo punto P podrá determinarse tanto
por X , y , z como por los valores de m, , «2 , «3 · En efecto, dadas las
coordenadas x , y , z las fórmulas (4 ) ' permiten calcular las « i , «2, «a
y, rnríprocamente, dadas las m, , « 2 , las fórmulas (4) permiten cal­
cular x , y , z . Las Ui , , «3 constituyen, por tanto, otras coordenadas
(leí punto P .
Por cada punto del espacio pasan tres superficies m (x , y , z) = cte.
(t = 1 , 2 , 3 ) llamadas superficies coordenadas. Sus intersecciones son
I.')s lineas coordenadas, caracterizadas porque a lo larcco de ellas varía
lina sola de las coordenadas Mí . Si alíjuna de las funciones «i (x , y , z)
no es lineal, las superficies coordenadas no son todas planas, ni las líneas
coordenadas rectas. Se dice entonces que las m, , u^, «3 son las coor­
denadas de un sistema d e coordenadas curvilíneas.

Inj coordenadas cilindricas r,a,z.


Por ejemplo, si las funciones (4) , ( 4 ) ' son las ( 2 ) , ( 2 ) ' las
Las superficies coordenadas son:
son
r = cte. a) u,
que contienen al eje z ;c) =
que son cilindros de revolución alrededor del eje r ; 6) a = cte. que son planos
z cte. que son planos normales al eje z Las li­ .
ncas coordenadas son: a) Las rectas de intersección de planos normales al eje z
con planos que contienen este eje; sobre ellas varía únicamente la coordenada ; r
sobre este eje; sobre ellas varía únicamente a ;
. c)
b) Las circunferencias situadas en planos normales al eje z y cuvo centro está

, Las rectas paralelas al eje

au)i O—
z sobre las cuales varía únicamente z
Si las funciones (4) , ( 4 ) ' son las (3) , ( 3 ) ' las son las coordenadas
esféricas o> 0 , a . Las superficies coordenadas son: cte. que son
ísferas de centro en el origen O ; b) 0 = cte. que son conos de revolución de

119
A n á l is is V e c t o r ia l . O p e r a d o r e s V e c t o r ia l e s

vértice O y eje í ; c) a = cte. que son planos que contienen al eje z .


Las líneas coordenadas son: a) las rectas que pasan por el origen, a lo largo
de las cuales varía únicamente p ; 6) las circunferencias de centro en el origen
O , contenidas en planos que pasan por el eje z ; sobre ellas varía únicamente 0 ;
c) las circunferencias situadas en planos normales al eje z y cuyo centro está
sobre este eje; sobre ellas varía únicamente a .

3. Coordenadas curvilíneas ortogonales. El caso más importante


es aquel en que las tres superficies coordenadas, y por tanto también
las líneas coordenadas, son ortogonales entre sí. Se dice entonces que
el sistema de coordenadas curvilíneas es ortogonal. Tal es, por ejemplo,
el caso de las coordenadas cilindricas y esféricas.
Consideremos la superficie { x , y , z) = cte. Si d x , d y , dz son
las componentes de un desplazamiento cualquiera sobre esta superficie,
será
(5) duz = «3, dx + usy dy + « 3* dz = Q
y por consiguiente el vector gradiente V t/3 cuyas componentes son las
tres derivadas parciales u¡x, , «3* es normal al desplazamiento.
Valiendo esto para cualquier desplazamiento sobre la superficie
“ 3 (a:, y , z) = cte. resulta que el vector Vmses normal a la misma.
Por tanto, poniendo

(6 ) ^ = \ V «31 = (« 3 . + «3v + « 3* )
«3
resulta que el versor normal a la superficie coordenada «3 = cte. es el
vector
(7 ) U 3 = A3 V «3 .
Análogamente, los versores normales a las superficies coordenadas
( x , y > z) = c te ., Ui {x , y , z) = cte. son
(8) Ui = V ui , U2 = ,
donde h i , Aj análogamente a (6) son las inversas de los módulos de
los vectores Vmi , V «2 respectivamente.
Estas fórmulas (7) , (8) permiten calcular los versores U j , U 2 , U 3
a p artir de los I , J , K del sistema cartesiano ortogonal primitivo,
cuando se conocen las fórmulas de transformación (4) , (4 )'. En efecto,
ellas pueden escribirse
(9) Ui = A¡ (mí3, I + J + «iíK ) . (t=l,2,3J.
Si el sistema de coordenadas curvilíneas es ortogonal, los versores
U j , U 2 , U 3 forman un triedro trirrectángulo en cada punto del es­
pacio. Ellos pueden definirse también como los versores tangentes a las
líneas coordenadas, según las cuales varía únicamente una de las coor­
denadas « 1, «2 j U3 . En efecto, el versor U 3 , por ejemplo, siendo
normal a la superficie «3 = c te ., será tangente a las superficies = cte.
y iÍ2 = c te ., que también son normales a la primera, y por tanto será
tangente a su línea de intersección. Lo mismo para U i y U 2 .

120
17. Los O p e r a d o r e s V e c t o r i a l e s e n C o o r d e n a d a s C u r v i l í n e a s

Para el cálculo de las funciones h i , h a , h^ cs muv útil la obser­


vación siguiente. Dado un desplazamiento general de componentes
/¡X , (¡y, dz (o sea el desplazamiento d P ■= d x l + d y } + dz'K) cuyo
módulo es el elemento de arco del espacio:
(10) \dP\ = d s = [dx^ + dy·^ -I- dz^yf^ ,
•u proyección sobre la dirección del vector U i será ds^ = cfP.Ui o sea,
»••(.'ún (9) ,
(11) dsi = hi («1* dx + Mjy dy + «i* dz) = hi du^ .
Análogamente las proyecciones sobre las direcciones de U 2 y U 3
dfl mismo desplazamiento son
(11)' dsa = ha dua , dss = hs dus
y por tanto la expresión del cuadrado del elemento de arco del espacio
i'ii el sistema de coordenadas curvilíneas Ux, Uz, «3 es
(12) ds^ = dsx^ + dsa^ + dsi^ = h^ d u i ^ + ha^ dua^ + hz^ du^^
ex|)resión que es muy práctica para el cálculo de h ^ , h a , h^ como
veremos en los ejemplos que siguen.
a) Caso del plano. En el caso del plano vale todo lo anterior con
tal de limitarse a las coordenadas x , y y a las U x, U z .
Por ejemplo, para las coordenadas polares Ux = r , Ua = a , según
(I) es
dx — cos a d r — r sen a d a , dy = sen a d r + r cos a da
y por tanto el elemento de arco vale
ds^ = dx^ + = ¿r* + r* da^
y en consecuencia, según ( 12) , es
(13) hx=\ , ha = r .
b) Coordenadas cilindricas. Para hallar los valores de hx, h a , h^
observemos que de (2) se deduce
dx = — r sen a d a + cos a dr
dy= r cos a ¿ a + sen a dr
dz = d z .
Por tanto
(14) ds^ = dx^ + d f + dz^ = dr^ + r^ da^ + dz^
y comparando con ( 12)
(15) / i i “ l , h z “ r , A3 — 1 ·
í) Coordenadas esféricas. De (3) se deduce
dx = sen 0 cos a á(? + o cos 0cos a dQ — Q sen 0 sen a d a
dy = sen 0 sen a ¿o + o cos 0sen a ¿0 + o sen O cos a d a
dz = cos 0 á(? — o sen 0 ¿0
y por tanto la expresión del elemento de arco delespacio se calcula
por medio de

121
A n á l is is V e c t o r ia l . O p e r a d o r e s V e c t o r ia l is

(16) = dx^ + d 'f + dz^ = do^ + á 0^ + sen=' O da^ .


Por consiguiente para las coordenadas esféricas se tiene
(17) hi=l , hi = Q , /i3 = o sen 0 .
4. Las componentes de un vector en coordenadas curvilíneas or­
togonales. Dado un vector A por sus componentes en un determinado
sistema de coordenadas, interesa muchas veces calcular sus componen­
tes en otro sistema dado de coordenadas.
Si ¿ti, «2, «3 son las componentes en el sistema cartesiano orto­
gonal definido por los versores I , J , K y a / , a / , a i son las com­
ponentes en el sistema de coordenadas curvilíneas definido por las ecua­
ciones (4) y ( 4 ) ', cuyos versores fundamentales son U i , U 2, U 3 ,
deberá ser
A = I + «2 J + «3 K = a / U i + a / U 2 + a / U 3 .
Sustituyendo en el último miembro los valores de las U{ dados por
(9) e igualando los coeíicicntcs de 1 , J , K en ambos miembros,
resulta
a-i, — a·! hx Uix + a^' I12 u^x + a / hj «3,
( 18) a ^ — a i h i U i y 4* a ^ ' I12 U zy ~f" a ^ u^y
Cs = a / h i U i z + a ^ ' I12 «2* + a / Uj* .
Estas fórmulas dan fli, «2, «3 a partir de las a / , a / , a / . Si in­
teresa el problema inverso, basta resolver el sistema anterior respecto de
las incógnitas a / , a¿', a / .
L a solución se obtiene fácilmente observando que si ju n to con las funciones
u< ( * , y , í ) se utilizan las inversas (4) , se verifican las relaciones
du,
- - — = U „ x ./ u „ y ,j -f u „ z „ = 8«
OUI

siendo = O si i ^ j , b , i z = l si i = j , puesto que la derivada de una


variable independiente ui respecto de otra u¡ vale cero i j y vale uno si
De aquí, m ultiplicando la prim era ecuación de (18) por * , / , la segunda
por y , i , la tercera por r , / , y sumando miembro a miembro, resulta
^18^ a ,' = -L· (a, * . ( -f a, y , ( -1-a , r . ( ) .
ht
Estas fórmulas, p ara i = 1 , 2 , 3 d an las componentes a / a p artir de
las (Zl.

E je m p lo :
Si las componentes de un vector en coordenadas cartesianas ortogonales
ion í7i, flj, a , , h allar: a) sus componentes en coordenadas cilindricas; b)
sus componentes en coordenadas esféricas.
a) Según las fórmulas de transformación (2) es
Xr = eos a , *0 = — r sen a , x, — 0
yr = sen a , = r cos a , y, = O
Zr = O , «a = O , i. z= l
y además, según (15) , es ht = i , ki = r , ht = 1 . Por consiguiente, apli­
cando ( 1 8 ) ' (siendo ui = r , u, = a , u, = z) , resulta

122
17. L os O p e r a d o r e s V e c t o r i a l e s e n C o o r d e n a d a s C u r v i l í n e a s

fli' = a, cos a + Oí sen a


(19) oi' = — fli sen a - f a» eos a
a,' = a, .
b) Análogamente, siendo ui = e , Uj = . 0 , u, — a , de (3 ) se deduce
Xp = sen 0 cos a , = o cos O cos a , x¡, = — q sen O sen a
yp = sen 0 sen a , = q cos 0 sen a , yg = qsen 0 cos a
tp = cos 0 , «9 = — Q sen 0 , = O
y porconsiguiente, teniendo en cuenta (17) y ( 1 8 ) ', resulta

(20) = aaii=O
i
cos 0 cos a + Oí cos 6 sen
— fli sen a + cos a, a. a—a¡
Oí’ = oi sen 0 cos a + oi sen 0 sen a + a« cos 0
sen 6

5. El gradiente en coordenadas curvilíneas ortogonales. Suponga


mos un sistema de coordenadas curvilíneas ortogonales ííi , «2 , «3 y
sean U i , U 2, U 3 los tres versores fundamentales tangentes, en cada
punto, a las líneas coordenadas que pasan por el mismo.
Si I , J , K son los versores fundamentales de un sistema cartesiano
ortogonal, sabemos que el gradiente de una función cp es
Vcp = tpí I + cpv J + cp* K .
Por el cambio decoordenadas (4) , (4 ) ' se tiene
X 3 3

1=1 «=i <=i


Sustituyendo en la expresión de Vcp y ordenando convenientemen­
te, resulta (21)
0 ® 0 cp
V<P = —--- (til, I + « 1» J + «1, K ) + —--- (« 2 * I + « 2 IÍ J + «2Í K ) -f
CUi 0«2
0cp 3(p 0cp 0cp
+ - ---- («3*1 + «3líJ + «3* K ) = - - ---- V « l + — v « 2+ — 7«3
OU3 O U i 0U 2 OW3

Teniendo en cuenta (7) , (8) esta expresión puede escribirse

(22) y (p = ; i - | ^ U i + - i - | ^ U 2 + ^ - |^ U 3
h \ 0U 1 « 2 0W 2 «3 0W 3

que es la expresión del gradiente en el sistema de coordenadas curvi­


líneas ortogonales « 1, 1/2, «3 cuyos versores fundamentales son U i ,
U2,U3.
Ejemplos:
1. E l gradiente en coordenadas cilindricas. Según (15) y (22) las com­
ponentes del gradiente de una función (p ( r , a , r ) en coordenadas cilindricas
son

(23) g rad , <p = tp, , grad^ q> = — (Pa , g rad , cp = <p, .

123
A n á l i s i s V e c t o r ia l . O p e r a d o r e s V e c t o r ia l e s

2. El gradiente en coordenadas esféricas. Análogamente, según (17) y (22)


Jas componentes dcl gradiente de u n a función tp (o , 6 , a ) en coordenadas es­
féricas son
1 1
(24) gradp (p = (pp , g ra d , cp = — <p, , grad,, (p = -------- - <Pa .
O O sen e
3. E l gradiente en el plano (coordenadas polares). Según (13) las com­
ponentes del gradiente de u n a función cp ( r , a ) definida en el plano referido
a un sistema de coordenadas polares, son

(25) gradr q) = (Pr , grad« cp = — qpg .


r

6. L a divergencia en coordenadas curvilíneas ortogonales. Sea el


vector A , cuyas componentes en el sistema de coordenadas curvilíneas
ortogonales « i , Ua, U3 sean a i , «2, «3, es decir,
(26) A = « lU i + + aaUa .
Queremos hallar la forma que toma div A en este sistema de coor­
denadas.
Siendo U i , U 2 , U 3 versores ortogonales entre sí y suponiendo que
forman un triedro directo, será
(27) U x = U2AU3 , U2 = U 3 A U i , U3 = U i A U 2 .
Sustituyendo en (26) y teniendo en cuenta (7) y (8) resulta
A = ajiihs Vm2 a Vm3 + «2 h-¡, hx V«» A V « i + a^hiha'^ wj A Vt<2 ·
M ultiplicando escalarmente por el operador V (o sea, tomando
la divergencia de ambos miembros) y teniendo en cuenta 16.16 , 16.19
y 16.21 resulta
(28) div A = V .A = V (« iM s ) . V «2 a v « 3 +
+ V (¿22^ 1^3) . Vms a V « i + V {a 3 hrhn).VUi A V«2 .
Para los gradientes que figuran como primeros factores de los tres
sumandos se puede aplicar la fórmula 16.15 , con lo cual, teniendo en
cuenta que un producto mixto con dos factores iguales es nulo, resulta

(29) V » . V » .)
0U\
\ 0 W2 ^ 2/3 /
o bien, teniendo en cuenta (7) y (8) y que (U 1U 2U 3) = 1 ,

(30) div A = V A = * ■> \


h ju h \ Smi 0«2 9«3 /
que es la expresión de la divergencia de un vector cn coordenadas cur­
vilíneas ortogonales.
Para el caso del plano queda
div A = ^ Az) ^ 9(^2 Al) \
hih.,\ dui / * · ,

124
17. L os O p e r a d o r e s V e c t o r i a l e s e n C o o r d e n a d a s C u r v i l í n e a s

Ejemplos:
L L a divergencia en coordenadas cilindricas. Si las componentes de un
vector A en coordenadas cilindricas son a¡, a i , a¡ (funciones de r , a , z) ,
según (15) y (30) será
1 / 3 (raí) dai 3 (raí)
(31)

2. L a divergencia en coordenadas esféricas. Si ahora a i, a i, at son
las componentes de A en coordenadas esféricas, y p o r tanto son funciones de
O, O, a , según (17) y (30) , será
1 3(o ’ ai) 1 3( aa s en0) 1 3a«
(32) div A = ------------------+ -----------------------------+ ------------------- ·
p’ 3q o sen 0 30 o sen 0 3a
3. La divergencia en el plano (coordenadas polares). Si A es u n vector
del plano, de componentes Oi, ai referidas a un sistema de coordenadas polares
r , a , es
1 ^ 3 (raí) ^ 3aa
(33) div A
f V 3r ^)·
7. El laplaciano en coordenadas curvilíneas ortogonales. P ara h a­
llar la expresión del laplaciano en coordenadas curvilíneas ortogonales
Ui, «2, «3, bastará aplicar (22) y (30) , resultando
Ì /hihs 9cp \
(34) A c p = V . Vcp =
h jiih -i u\ Al 0Ml /
a A
/ A l1 A
A3 0Cp \ j 0 / Al Aa 0cp \
+ ■
dUi \ A22 0U2 /
\ A 0«3 \ A3 0U3 / .
q-;¿ es la expresión buscada.
Ejemplos:
1. E l laplaciano en coordenadas cilindricas. D e acuerdo con los valores
ya obtenidos el laplaciano de ( p ( r , o , z ) es

(35) Acp CPr + »-<Prp -I- ^ ( p „ „ - f rq)„


)■
2. El laplaciano en coordenadas esféricas. D e acuerdo con los valores
ya obtenidos, el laplaciano de q) ( o , O , a ) será
l f 9 9 9/< P aM ·
(36) Atp-· -------- — (o'senO cpp) — (sen 0 cpJ -I- — ( ------ ]
3o 30 3aVsen0/_
3. El laplaciano en el plano. Según (34) , p a ra el plano será

h, hi \ 3 u , \ h , du, / dui \ h i dui) )


Por ejemplo, si cp = q> ( r , a ) está d tfin id a en coordenadas polares, es

(37) A<P = — (<Pr + r(p,r -J- -í- cpoa) .

125
A n á l i s i s V e c t o r ia l . O p e r a d o r e s V e c t o r ia l e s

8. El rotor en coordenadas curvilíneas ortoconales. Sea el vector


A cuyas componentes en el sistema de coordenadas curvilíneas ortogo­
nales Ux, Ui, Uz sean Cx, a^, a z , es decir
(38) A = ai U i + 02 U 2 + fls U 3 ,
expresión que,según (7) y (8 ) , se puede escribir
(39) A = fli Al Vmi + «2 Aj V «2 + «3 A3VM3 ·
Según 16.17 y 16.21 el ro tA es
V A A = V (fliAi) A V « i + V(fl2A2) a V « 2 + V(asA3) A Vu ,
o sea, según (21)
djax hx) 9(fli Al)
(40) V AA = A Vui + V «3 A V «1 +
du2 0U:
0(O2 h j ) d ( a , h ,) _
4- V uj A V uj + V uj A v«2 +
0Ui 0«3
dj azhz) 0(a3A»)
+ V « 1 A V « 3 + — r -----------V v ¡ A v « í ,
dux 0«2 +
De aquí, según (7) y (8) ,
1 ~d( hzaz) dih iO i)
V AA = - Ul +
A2 A3 Í2
01 duz

+ r 0 (Aiai) d{hzaz)
(4 1 ) 1
U 2+
Al hz duz dux

0(Aj « 2 ) 3(AxaO
U,
Al A2 [ 0Mi 0M2
que es la expresión buscada.
Ejemplos:
1. E l rotor en coordenadas cilindricas. T eniendo en cuenta (1 5 ) re ­
sulta que sus componentes son

(42) rotr A = -— — 1, , , rotoA = ai, — a,r, rot»A=— a, + a¡r----- a,a .


2. E l rotor en coordenadas esféricas. Teniendo en cuenta (17) resulta
que sus componentes son
1 9 (as sen 0) 9oi
ro t A =
90 9a J
9«! 9(ajosen0)
(43) ro t, A =
O sen eL 9a 0Q
1 9(a> 0 ) 9ai
9q 90
3. E l rotor en el plano (coordenadas polares). El rotor de un vector en
el plano sabemos que es u n pseudoescalar. Su expresión general es

126
17. L os O p e r a d o r e s V e c t o r i a l e s e n C o o r d e n a d a s C u r v i l í n e a s

1 / d{hiai) d(h,a,) \
h.hi \ du, dui /
Si el vector está dado en coordenadas polares A ( r , a ) y sus compo­
nentes son a,, a,, el rotor es
1 1
(44) — at O i r ------- a,a .
T r
9. El laplaciano de un vector en coordenadas curvilíneas ortogonales. El
laplaciano de un vector A hay que calcularlo por las fórmulas de los números
anteriores a p a rtir de la definición
(45) A A = grad div A — ro t rot A .
En coordenadas curvilíneas sería erróneo calcular A A como el vector
cuyas componentes fuesen los laplacianos de las componentes de A ,lo cual
vale únicamente para elcaso de lascoordenadas cartesianas ortogonales, como
ya observamos en 16 . 3 .
P ara darse cuenta de ello bastará considerar un caso particular. Para
abreviar los cálculos supongamos el caso de coordenadas cilindricas y de un
campo de vectores cuyas componentes sean sólo función de r , a (no de z) .
Llam ando K al versor dirigido según el eje z , según (42) es
/ I 1 \
rot A = ( — ai + atr — — a,ajK
1 /1 1 \
(ro t rot A ) , = — ( — «»a + ------- ^>oa 1

/I 1 \
íro t rot Al = — (— at + at,-------- a,a]
\r r J'
y según (31)
1 1
div A = flir -1----- a, ------- a-a r
r r
1 1 1 1
(grad div A )f — a,rr— — a, — — ai^ -j- — a,r -j- — az^r
1* t* r r
1/ 1 1 \
(grad div \ ) a = — I a,ra H------a.« ------- aiaa )

Por tanto se tiene


1 2 1 1
( A A ) r — f l l r r ------ — a , -------7 + “T “ '0 0 H------- “ ir
r r r
2 1 I I
(A A )a — ~ + — “íao ------ — a i -\------- atr + a,rr .
1* r‘ iñ r
En cambio los laplacianos de las componentes de A , según (34) , son
1 / 1 \
A Oi = — í flir r a ,,T "1----- a ,a a j

^ at = ---- T Ojrr +

expresiones distintas de las anteriores.

127
A n á l is is V e c t o r ia l . O p e r a d o r e s V e c t o r ia l e s

E JER C IC IO S
1. H allar las componentes cartesianas de los versores fundam entales U i ,
U a, U i de los sistemas de coordenadas cilindricas y esféricas. En este problema
y en los siguientes se entiende que los sistemas de coordenadas cartesianas, cilin­
dricas y esféricas, están ligados por las fórmulas de transformación (2 ) y (3 ) .
2. D adas las componentes de u n vector en coordenadas cilindricas, hallar
sus componentes en coordenadas cartesianas.
3. D adas las componentes de u n vector en coordenadas esféricas, h allar sus
componentes en coordenadas cilindricas.
4. H allar las componentes del vector posición « I - j - y J - J - z K en coorde­
nadas cilindricas y esféricas.
5. H allar las componentes cartesianas del vector que en coordenadas es­
féricas tiene las componentes (1 , 1 , 1) .
6. H allar las componentes cartesianas del vector que en coordenadas ci­
lindricas tiene las componentes ( — 1 , 3 , 2) .
7. D ada la función qp = o’ sen 0 tg a en coordenadas esféricas, encontrar
su expresión en coordenadas cartesianas y en coordenadas cilindricas.
8. Escribir las ecuaciones del cambio de coordenadas esféricas a cilindricas
y viceversa.
9. Siendo en coordenadas esféricas qp = o’ sen’0 cos’a , calcular V·** Y
Aqp.
10. E n coordenadas cilindricas un vector tiene po r componentes («’’ cos a ,
z s e n a , r') . C alcular su divergencia y su rotor.
11. En coordenadas cilindricas un vector tiene por componentes (O , sen a ,
í) . C alcular la divergencia, el rotor y el laplaciano.
12. Sea cp =: r’ sen a log z (en coordenadas cilindricas). H allar: a ) L a
expresión de cp en coordenadas cartesianas; 6) El valor de Aqp prim ero direc­
tam ente en coordenadas cilindricas y luego a través de su expresión en coorde­
nadas cartesianas.
13. Sea cp = q) (r , z ) . C alcular Atp prim ero en cordenadas cilindricas,
luego en cartesianas, y com probar que se obtiene el mismo valor.
14. Sea q p = c p ( o ) . Siendo, como siempre, q la distancia al origen,
dem ostrar que con la condición q p ( o o ) = 0 , las soluciones de la ecuación
A<p = O son cp = — c / q (<t = constante) .
15. E n las mismas condiciones dcl ejercicio anterior, dem ostrar que la
solución de Atp= — fcqp es qp = — (c/ q ) e ’V o ·

18. NOTAS Y C O M PLEM EN TO S D EL C A PÍT U L O IV


O t r o s s i s t e m a s d e c o o r d e n a d a s c u r v i l í n e a s . Hemos consider.'.do los
sistemas de coordenadas cilindricas y esféricas (1 7 .1 ) que son las más utili­
zadas, después de las cartesianas. Sin embargo, p a ra ciertos problemas particu­
lares a veces son útiles otros sistemas, también ortogonales, de los cuales vamos
a m encionar algunos.
1. Coordenadas elipsoidales. Dados tres números a, b, c tales que
f l > 6 > c > 0 , las ecuaciones
/ z*
(1) --------1-------------1----------- r= 1
6’ + co c’ -t-co
dependientes del parám etro (o representan cuádricas homofocales, con centro
en el origen de coordenadas, que son

128
18. N o ta s y C o m p le m e n t o s d e l C a p ít u lo I V

elipsoides si (o > — c*
(2) hiperboloides de u n a hoja si — e * > c o > — b‘
hiperboloides de dos hojas si — i ’ > to > — a* .
Por cada punto P ( x , y , z) dcl espacio pasa u n a cuádrica de cada
clase. E n efecto, p ara determ inar cd tenemos la ecuación de tercer grado (1) ,
en la cual x , y , z son ahora las coordenadas de P , y se ve fácilmente que
las tres raíces de la misma están respectivamente en los intervalos (2) . Estas
raíces ^ , n , V son las coordenadas elipsoidales del punto P . Las superficies
coordenadas = cte. son elipsoides; las n = cte. hiperboloides de una hoja y
las V = cte. hiperboloides de dos hojas, siendo todas éstas cuádricas homofocales
y con centro en el origen de coordenadas.
Las fórmulas que ligan X, n ,v con x , y , z son
(a’ + X) (a’ + n ) {a' + y) (b’ + X) (5* + n ) (6’ + v)
= --------------------------------- - V* =
(6’ - a’ ) ( í ’ - a ') (c* - 6’ ) ( a ’ - 6’ )
^ _ (,» + X) (c» + n ) (c» + v)

Poniendo f (X) = (a* + X) (6* + X) (c’ - f X) resulta p ara el elemento de


arco la expresión
(X-H) (X-v) (n-v)(n-X ) (v-X.)(v-n)
di’ = ----------------------+ --------------------------- ái.’ + ---------------------- ¿v ’
4/(X) 4/(n) 4/(v)
o bien, poniendo,
d\ dH dV
d a = ------------- , d p = ------------- , d y = ----------------
2 V/ { X) 2V7TÍO 2V/(v)
se tiene también
ds‘‘ = (X —n ) (X—v) da.' + (n — v) (n — X)d |5’ + (v — X) (v — (i) d v*
y por lo tanto, según 17. 3 , en las coordenadas X, t i , v es
1 , /(X -t* ) ( X - v ) 1 /((i-v )(n-X)
2 V /(X ) 2 V /(n )

( v — X) (V - n)

‘• = 2 w V / (V )

y en las coordenadas a , P , y ,
/i. = V(X - M.) ( X - v ) , h , = V(M. - v) ( n - X ) . h, = V ( v - X ) ( v - ( i ) .
Con estos valores se calculan fácilmente los operadores vectoriales. Por
ejemplo, p a ra el laplaciano es
V7~W 3 / ----- 3cp\ V7Tíy 3 / ,-rr-T 3<P\
A<p = 4 --------------------------- ( V / ( X ) — ) + 4 ---------------------- - r~ ( ^ )
( X - n ) ( X - v ) 3X \ 3 X / ( n - v ) ( ( A — X) 9n V
V /(v ) 3 / 3cp\
+ 4
(v
o bien
2")p 3’cp ó’cp
Aq> = ■ ( V - H ) — - + (X-v) + (n-X)
(ti-X ) ( X - v ) (H -V ) 3a’ 3P‘ 3y’

129
A n á l i s i s V e c t o r ia l . O p e r a d o r e s V e c t o r ia l e s

2. Coordenadas cilíndrico-parabólicas. Son las 5 , t ] , * ligadas con las


cartesianas x , y , t po r las fórmulas de transformación

* = 5n , y = — (5’ — n*) . «= «.
2
Las superficies coordenadas ^ = c te ., t] = cte. son cilindros parabólicos
de generatrices paralelas al eje « y las 2 = cte. son planos perpendiculares al
mismo eje. Se tiene
= (V + H’) ( ¿ r + dti») + d z ‘
y por tanto
h, = h, = VV + íf , h , = 1
con lo cual es ya fácil obtener;

a) Las componentes del gradiente de una función <p (? > t) , 2) son


<p| (pTi

+ + '

b) L a divergencia de u n vector A de componentes a¡, o», a, (fun­


ciones de I , ti , z) vale
1 3( a >Vr + Tl·) 3 ( « w r + tl·) 3«.
V .A = + -------- ----------+ (I’ + n’)
0| 0T1 02
e) El laplaciano vale
1 / 3’(p 00*(p
»(p \\ 0’q)
Acp = --------( ---------1--------) +
V + Ti - \ aV at,* / 32»
d ) Las componentes del rotor son, según las direcciones r\, z res­
pectivamente

rot¿ A = ------í------_ v r + n ’

rot, A = — -— (v rir;?
V I ’ + TI* \ /
1 / 8 (V F + V « = ) 9 (V F + ^ < z .)X
— ñ ----------
3. C oordenadas parabólicas. Son las | , t) , a ligadas con las cartesianas
por las fórmulas de transformación

* = I Tj cos a , y = 5 n sen a 2 = -^ (V — 'O’) ·

Las superficies coordenadas % = c te ., ti = cte. son paraboloides de re­


volución alrededor del eje z y las tt = cte. son planos que contienen al eje e .
El elemento de arco vale
d s' = (V + n’ ) (d V + d n ') + V n 'd a . '
y por tanto

h, = h, = y j T + ^ . h. = l n .

130
18. N o t a s y C o m p l e m e n t o s d e l C a p í t u l o IV

D e aquí:
o) Las componentes del gradiente son
1 9(p 1 3(p 1 3(p

v r + t i * 3i
6) L a divergencia vale
1 3(ajTi) V l' + 'n’ 3a»
V .A = ' ' ' ——
V l’ + ri’ I 3| n 3n |ti 3a
I
+ (%at + Tja,)

e) El laplaciano se escribe
1 '1 3 / 3 (p \ 1 3 / 3<p \ / 1 1 \ 3’cp ■
Am — -----------
V + n' Ç 3Ç \ 3 | / ^ 11 3 t i \ 3 ti ^ tiV 3 a’ .

d) Las componentes del rotor son

rot^ A = - ------- ( ^ ~ ~ V I ’ + ti’ — Ì


l>iVI’ + n’
1 / 3a, 3 (%aa) \
rot^ A = ------ ----------- ( V I ’ + n’ — - ri - — - )
I n V T v íi ’
—1 / 3fli 3fla 1 \
rot„ A = ---------------- { --- ------ — · + — — (ría. - %a,) ) .
V iq r ^ · \ 3 r i 3| l+ ri J

4. Coordenadas esferoidales. Son las § , t i , a ligadas con las cartesianas


por las ecuaciones
X = c y / ( l -t- §*) (1 — rf ) c o s a , y = c V ( l + 1 ’ ) (1 - T ) ’) s e n a , r =
donde c es u na constante. Los intervalos de variación de las variables son
O^ I 00 , _ 1 ^ TI 1, 0= ^a^2n.
Las superficies coordenadas ^ = c te ., ti = cte. son elipsoides e hiperbo­
loides de u n a hoja de revolución, obtenidos girando alrededor del eje z un
haz de elipses e hipérbolas homofocales cuyos ejes son los y , z . Las superficies
t = c te . son planos que contienen el eje z . El elemento de arco vale
c' (I’ -F Ii’) c’ (I’ + n')
d^= - TJ* { d V -t- dr f -H (1 + I’) (1 - ri’) da’
1+1* 1 -ti·
y por tanto

de donde:
a) Las componentes del gradiente de una función q) ( I , t] , a ) son
1 3tp
2 V + 3§ 2 V 5* + T)· 3n
S*» í V t r + l ’T n ^ ) 3a ‘

131
A n á l i s i s V e c t o r ia l . O p e r a d o r e s V e c t o r ia l e s

*) L a divergencia de un vector A ( a , , Oa, ai) se expresa


1
V -A = ^ (^V(l + 1“) (V + ri’) a?j

V + rf 3ai“
+ ^ ( v d - Ti’) ( r + n’) +
da
V ( l + V ) ( 1 - T i ’)
c) E l laplaciano de u n a función (p ( | , t i , a ) tom a la form a
r 3 3cp a 3cp
A tp = (1 + I ’) - (1 - n’) - -
3ti_ 3tiJ
3’(p
(1 + r ) (1 -T i’) 3¡?J ■
d) Las componentes del rotor de u n vector A ( a i , a», a,) son, respec­
tivamente.

1 a ________________ , / l ’ + Ti’ da,-]


ro tj A
_ (V (i+ r)(i-.* )..)-V rr7 -^ j
r., /VT^da, d ________________ 1
rot„ A
c V ( i - n ‘) (V + ti’)

tota A
v a T v H l ^ f r A / £ i 2 ..^ - -
, ^ χ . + ^ > ■ ι -------L »5 V ' ' > - " ■ e>iV'^ >+6' A
5. Coordenadas toroidales. Son las , n , a ligadas con las cartesianas por
las ecuaciones
sen n
X =: r cos a , y = r sen a z —
cosh X 4- eos u
donde se h a puesto
senh X
cosh X + cos ft
Las superficies coordenadas X = cte. son toros cuyo eje es el z ; las
(X= cte. son esferas cuyo centro está sobre el eje z y las a = cte. son planos
que contiene el mismo eje z . El elemento de arco vale
'dX' + dn'
ds' = r’ ---------— -f da'
senh’ X
y por tanto
r
Al = A. = h% ■=. r .
senh X senh X
Los operadores vectoriales son fáciles de escribir; nos limitaremos al lu-
placiano
senh’ X 3 / 3tp\ 3 / 3<p \ T 3’<p
Acp =
. 3X \ 3xy 3(i \ J '^ ,en h ’ X 3a’

132
C A PITU LO V

FORMULAS INTEG RALES

19. D ER IV A CIÓ N DE VECTORES. CURVAS. INTEGRALES


C U R V ILIN EA S

1. Vectores función de un parám etro. Consideremos un vector


A = A (m) función de un parám etro u . Ello significa que las tres com­
ponentes fli, Ü2 , «3 son funciones de u . Análogamente a como se
define la derivada de una función de una variable, formemos el cociente
A (« + Au) — A ( m)

el cual es un vector, puesto que esuna diferencia de vectores dividida


por un escalar A m (incremento del parámetro u) .
Si el cociente (1) tiene límite para A m O, el límite será un
vector A ' ( m ) que se llama vector derivado de A ( m ) . Se escribe
también
dA
(2) A'(m) = ------ dA = A'(m) du .
du
Consecuencias inmediatas de la definición son:
а) Si A y B son vectores funciones de m , es
(3) (A ± B ) ' = A ' ± B' .
б) Si (p = cp ( m ) es una función escalar, se tiene
(4) ( t p A ) ' = cp'A + cpA' .
c) Como consecuencia de a) y b) resulta que si es
A = «1 I + 02 J + «3 K.
será
A' = a /1 + a i J + K
es decir: las componentes del vector derivado son las derivadas de las
componentes del vector primitivo.
d) Para la derivada de un producto escalar, teniendo en cuenta
la identidad

133
fó rm u la s I ntegrales

(5) A (u + Au ) . B ( m + Au) - A ( m) . B ( m) =
= [A ( m + Au) — A (u) ] .B ( m + Au) + A ( « ) . [B (u 4- Am)— B («) ]
resulta, dividiendo por Au y pasando al límite para Au -> O,
(6) ( A. B ) ' = A '.B + A . B ' .
e) Análogamente, sustituyendo en (5) el producto escalar por el
vectorial, resulta
(7) ( A A B ) ' = (A'AB) + (AAB') .
/) De (6) se tiene, en particular,
(8) (A^)'= ( A .A ) '= 2A.A' .
Puesto que A^ es un escalar, siendo m una constante cualquiera,
será
(9) [(A =)"·]' = m (A*)”-nA==)' = 2 m (A .A ') (A^)” - .
En particular, para m = Y z , se tiene expresada en forma vecto­
rial la derivada del módulo de un vector, a saber

(10) 1A 1' = [(A ^)^^]' = (A*)-'/» (A .A ') = .

Obsérvese que la derivada del módulo no es, en general, el módulo


del vector derivado.
g) Aplicando (6) y (7) se tiene, para la derivación de un pro­
ducto mixto
( A B C ) ' = F(A A B ) . C ] ' = (A A B ) ' . C + (A a B ) . C ' =
(11) = [ ( A ' a B) + ( A A B ' ) ] . C + ( A A B ) . C ' =
= ( A ' B C ) -f ( A B ' C ) + ( A B C ' ) .
Ejemplos;
1. Sea el vector A = 3 I + sen « J - f «* K . El vector derivado es
A ' = 6 u I -f- cos u J - f «· K .
2. Si A = sen u I cos u J tt K , es A ' = cos u I — sen « J - f K ,
I A [ =r VI + u*, A . A ' = tt. Compruébese la fórm ula (10) p a ra la derivada
del módulo.
3. L a fórm ula (11) contiene la regla p ara derivar un determ inante, de
tercer orden, a saber.
(h a< / ai ai ai fli Ol at <Tl Ol at
br b. b, z= b. bt bt + bi bi bi + 6. bt bt
c, Ct Ct c, Ct Ct Ct Ct Ct ci ci ci

2. Vector función de varios parámetros. Si un vector A es fun­


ción de varios parámetros u , v , w , . . . todo lo anterior vale igual­
mente respecto de las derivadas parciales Au , A», A» , . . . obtenidas
suponiendo que cada vez varía un solo parámetro, mientras los restan­
tes permanecen fijos.

134
19. D e r i v a c i ó n d e V e c t o r e s . C u r v a s . I n t e g r a l e s C u r v i l í n e a s

Por ejemplo, suponiendo para fijar las ideas el caso de dos pará­
metros u , v , es
0A . A (u + A u , i;) — A (u , í^)
Au = ------ = lim --------------------------------------
9u Au
( 12)
0A . A ( « , ü + Ay) — A ( « , w)
A» = -- = lim ------------------------------------------
0y Ay
y las proposiciones a) , b) , c) , , g) del número anterior subsisten
con sólo sustituir la derivada respecto del único parámetro, por la deri­
vada parcial respecto de cualquiera de los parámetros.

3. Curvas. Tangente. Elemento de arco. Supongamos un punto


X cuyas coordenadas x , y , z sean funciones de un parám etro t :
(13) X = x{t ) , y = y[t) , z = z{t) .
Representaremos por la misma letra X al vector O X cuyas com­
ponentes sean las coordenadas x , y , z . Entonces, las tres ecuaciones
(13) se pueden condensar en la ecuación vectorial única
(14) X = X ( í ) = x{t ) 1+ y{t) J + z {t) K
donde, como siempre, I , J , K son los versores fundamentales del sis­
tema de coordenadas.

Cuando t varía, en cierto intervalo, el punto X describe una curva,


de la cual (13) son las ecuaciones paramétricas y (14) la ecuación
vectorial.
Consideremos el punto X ( í ) y el X ( í + Ai) (fig. 59) ; el vec­
tor X (í -1- Ai) — X (í) tiene la dirección y el módulo de la cuerda

135
fó rm u la s Integrales

que une esos puntos. Si dividimos por el incremento Ai y pasamos al


límite para Ai -> O, el límite será, supuesto que exista, el vector de­
rivado que representaremos ahora por un punto, o sea,

(15) X = - ^ .
dt
Por tener este vector la dirección límite de la de una cuerda cuyo
extremo tiende a coincidir con el punto inicial, tendrá la dirección de
la tangente a la curva.
Supongamos que exista el vector derivado (15) y que sea función
continua de i •‘ (lo cual equivale a que existan las derivadas de las tres
funciones (13) y sean funciones continuas de i) . Podremos establecer
la siguiente;
D ef. 1: Se llama elemento de arco ds de una curva X = X (i)
en el punto correspondiente al valor t del parám etro al módulo del
vector áX = X á t para el valor i . Longitud de un arco de curva es
la integral de ds extendida al mismo.
Se tiene por tanto

(16) ds=\X\dt= + f + z^) dt = {dx^ 4- + d¿‘ Y^^ .


De (15) , multiplicando ambos miembros por d t / d s , resulta que
el vector

(17) = T
ds
tiene la dirección de la tangente a la curva y, además, tiene módulo
unidad. Se llama el versor tangente. Su expresión en forma canónica es
dx dy dz
(18) T = - I + ^ J-f--K V
as ds as
y en función de las derivadas respecto del parám etro t ;

(19) T = - ^ V
V x»
Curvas planas. Para las curvas planas valen las mismas definicio­
nes. Suponiendo la curva contenida en el plano x , y bastará hacer
¿ = O en las fórmulas anteriores. Así, el versor tangente será
T = -1- / J
donde los acentos indican derivadas respccto del arco s . Llamando <p
al ángulo que forma la tangente con el eje x , las componentes de T
son también cos cp, sen cp y, por tanto, comparando con la expre­
sión anterior debe ser
x' = cos <p , y' = sen cp .

136
19. D e r iv a c ió n de V e c to r e s. C u r v a s . I n t eg r a l e s C u r v il ín e a s

Supongamos una curva C que limita un dominio D y que tenga


tangente en cada punto. En general se supone que el sentido de reco­
rrido determinado sobre C al tom ar el parám etro í , o el arco s , va­
lores crecientes, es el que deja el dominio D a la izquierda. Entonces el

versor normal N (perpendicular a T ) se toma hacia el exterior de D


y por tanto sus componentes son (fig. 60) sencp, — coscp, o sea
(20) N = sencp I — coscp J
o también
(21) N = / I - y j .
U n a curva se dice que es de clase m en u n intervalo to — < — cuando
las funciones x ( t ) , y{ t ) , z{t ) que la definen adm iten derivadas continuas
hasta el orden m en dicho intervalo. Las curvas de clase cero son aquellas en
que a las funciones (13) se les exige únicam ente la condición de ser continuas.
Evidentemente, una curva de clase m es tam bién de cualquier clase p ^ m .
Si a dos valores distintos del parám etro t corresponde un mismo punto
de la curva, este punto se llam a un punto doble. P or ejemplo, la curva plana
X = sen t , y = sen2 t (p ara O ^ í ^ 2 jc) tiene el origen de coordenadas como
punto doble, pues corresponde a los valores t = 0 , t z = n (fig. 6 1 ).
En lo sucesivo, p ara mayor com odidad en los enunciados, será conveniente
tener en cuenta las siguientes definiciones:
Curvas de Jordan. Son las curvas de clase cero sin puntos dobles.
Curvas regulares. Son las curvas de clase uno o compuestas de un número
finito de curvas de esta clase.
P ara la mayoría de los problemas de cálculo vectorial, las curvas de Jo r­
dan son demasiado generales, por lo que se deben im poner algunas restricciones.
P ara los problemas relacionados con la longitud de curvas o con las integrales
curvilíneas basta que las curvas sean regulares, que es lo que, en general, vamos
a suponer.
En muchos casos las curvas de Jordan resultan demasiado generales y las
curvas regulares demasiado restrictivas; existen ciertas condiciones interm ediaj

137
T
fó r m u la s Integrales

entre la continuidad y la derívabilidad de las funciones (1 3 ). Por ejemplo, existe


la condición de ser de “variación acotada” o la de “satisfacer una condición
de Lipschitz” . Estas puntualizaciones, indispensables cuando se quieran estable­
cer condiciones “necesarias y suficientes” , las dejaremos a un lado; pueden estu­
diarse en cualquier libro m oderno de análisis m atem ático.

Ejemplos·,
l . Sea la curva
X = t
El vector X tiene de componentes ( 1 , 2 <, 3 <*) . El elemento de arco
vale rfs = (1 4 1* - f 9 t*)V2 d i . El versor tangente es
I + 2 í J + 3í*K
T z= x l + yj + z K =
( l + 4 í ' - f 9 í ‘) V 2
2. L a curva
(22) X = rcost y = r sen t , z = kt
donde r , k son constantes, es la hélice circular. Para ella es ds ■= (r* + A:*)^/* dt ■
Por tanto, la longitud del arco com prendido entre los valores t = ío, í = f i ,
vale

L = j { r * + ie) 1/2 dt = {r* + F ) i /2 (íi - ío) .


•o
Se llam a paso de la hélice a la distancia entre dos puntos consecutivos si­
tuados sobre u n a misma paralela al eje z . Según (22) p ara volver sobre una
misma paralela al eje z , el parám etro t debe incrementarse en 2 n . Por tanto
el paso vale 2 n k . El versor tangente es

T = ---------------- ( — r sen t I -1- r cos í J + A: K ) .


(r’ - f fc’ )i/2
Compruébese que el ángulo que form a este versor tangente con el eje z
(O sea con el versor K ) es constante.

4. Integrales curvilíneas. Suponemos conocido el concepto de in­


tegral de una función de una variable. El caso que más interesa en

138
19. D e r iv a c ió n de V ecto res. C urv as. Integrales C u r v il ín e a s

cálculo vectorial es el de las integrales curvilíneas que vamos a recordar.


Sea la curva T de ecuación
(23) X = X (0 = ^ (O I + y (O J + ^ (O K
donde se supone que las funciones x {t) , y {t) , z (t) sonderivables
y la derivada es una función continua de t . Sean X o , X i dos puntos
de la curva, correspondientes a los valores ío , h del parámetro.
Se llama in te g ra l c u r v ilín e a a lo largo de la curva F entre los
puntos X o, X l de la misma a toda integral de la forma

(24) Y= = S , y { i ) >z{t)'\ + +z^ff^dt ,


Xo
siendo (p { x , y , z) una función cualquiera que cumpla las condicio­
nes necesarias para que la integral simple ordinaria del último miembro
exista.
A veces el parámetro í es una de las coordenadas x , y , z . La
integral curvilínea puede entonces tom ar la forma

(25) S tp ( x , y> z) dx
Xo
para cuyo cálculo debe ponerse y = y (x) , z — z{x~) (ecuaciones
de la curva) e integrar respecto de x como una función de una
variable.
Si el integrando es un vector U = Ui I + Uj J + m, K , la integral
a lo largo de una curva dada F , es el nuevo vector cuyas componentes
son las integrales de las componentes, o sea,
V = / U * = ( / « i * ) I + ( / « 2 ds) J + ( / « 3 ds) K .

Ejemplos;
1. Sea, en el plano, la circunferencia x = r cos a , y = r s e n a y la
función <p = * — y . L a integral curvilínea de tp a lo largo de la circunfe­
rencia, entre los puntos correspondientes a a = O , a = í t / 2 , será
V/2
J <p = j (^ — y) r da = j" r* (cos a — sen a) do = O .
o o
2. Sea la curva x ■= t , y z= f , « = <’ . D ada la función x“ — y + z ,
y los puntos A ( 0 , 0 , 0) , S ( — 1 , 1 , — 1) de la curva, es

¡(x- - y + z) d x = } \ i ' - í' + í ' ) d t = ~ .


A a é
3. Sea la hélice circular x = cos f , y =z sen í , z = ¿ í . Dada
(p = -í- / 4- -5^ y los puntos ^4 (1, 0 , 0) , B ( O , I , ji/2 ) , es
B ir/2 _______ ir/2
J cp = J V I + A* = / (1 (1 + =
A O O

139
fó r m u l a s I ntegrales

5. Circulación. Sea A. = K { x , y , z ) un vector función de punto,


es decir, un campo de vectores definido en cierta región R del espa­
cio. Sea r una curva de longitud finita contenida en la región, cuya
ecuación vectorial sea la (23) .
D e f . 2: Se llama circulación del vector A a lo largo de la curva F
entre los puntos Xo = X (¿o) , X-i = X (íi) de la misma, a la integral
curvilínea
(26) Y = /A .T ¿í
Xo
siendo T el versor tangente a F .
Si a i , a^, ^3 son las componentes de A , o sea,
(27) A = -f « a J + «3K
teniendo en cuenta (18) , la circulación puede escribirse
(28) Y= / í/,ic -f- flj dy -f- a^ dz
x>
notación que hay que interpretar en el sentido de que dadas las ecua­
ciones de la curva F , para calcular y tendremos la integral simple
I íj . . .
(29) Y = f (ai X +
to y + as z ) d t

donde ío y ti son los valores del parámetro í correspondientes a los


extremos X o , X i y los puntos indican derivadas respecto de í .
Si 0 es el ángulo que en cada punto forma el vector A con la
tangente a la curva, (26) equivale a
(30) Y = f I A I cos 0
Xo
es decir, es la integral curvilínea de la proyección del vector A sobre
la tangente.
Si A es el gradiente de una función uniforme cp, o sea, A = V<p
según (28) será

(31) y = S (pxdx + cp^dy + cpg dz = cp (X i) -cp (Xo)


^0
es decir, el resultado no depende de la curva F y es igual a la dife­
rencia entre los valores que tom a cp en el punto final X i y el inicial
X o . En consecuencia, si la curva es cerrada, Xo y X i coinciden y la
circulación es nula.
Recíprocamente, si la circulación del vector A , 'supuestas sus com­
ponentes continuas en una región R del espacio, es nula a lo largo
de cualquier curva cerrada contenida en jR, el vector A es un gra­
diente. En efecto, sea Xo(.*0 5 yo, ¿o) un punto fijo y X ( x , y , z)
un punto variable de R . Sean Fo y F dos curvas, conteniclas en R
Que unan estos puntos y y (Fo) , y (F ) las circulaciones correspon­
dientes del vector A , tomadas de Xo a X . La circulación a lo largo

140
19. D e riv a c ió n db V e c to re s. C u rv as. In te g ra le s C u rv ilín e a s

de r desde X a Xo será — y (F ) y como por hipótesis la circulación


a lo largo de la curva cerrada Fo + T debe ser nula, resulta
Y (Fo) — Y (F ) = 0 , o sea y (Fo) = y (F ) . Es decir; la circulación
entre Xo y X es independiente del camino. Siendo Xo fijo, esta
circulación será, por tanto, una función sólo de X , o sea, y = q? (X ) =
= cp{x,y,z).
Q ueda por demostrar que las componentes de A son precisamente
las derivadas parciales de la función cp . Tomemos para ello un punto
X l ( ^ l í yt> ^i) que esté sobre una misma paralela al eje x con X
(es decir, yi = y , = z ) y suficientemente próximo a X para que
el segmento X i X esté contenido en R . Consideremos como curva F
una curva cualquiera que una Xo con X i más el segmento X i X .
Será
(32) Y = «P(^,y,z) = ? + /
Xo Xl
donde el integrando común es dx + a^dy + a¡ d z . Al variar x ,
manteniéndose fijos y , z , la primera integral tiene un valor constante,
pues los extremos de integración son fijos. La segunda integral, puesto
que a lo largo del segmento X i X solamente varía la x , vale

/ ai (x, y, z) dx
X
y por tanto, de (3 2 ) se deduce cp* = « i .
Como el valor (p ( x , y , z) es independiente del camino, tomando
otras curvas para las cuales se llegue a X según paralelas a los ejes
y , z el mismo razonamiento anterior conduce a que cp^ = , (p* = fls
lo cual prueba el enunciado. En resumen:
T eor . 1 ; L a condición necesaria y suficiente para que la circula­
ción de un vector A , cuyas componentes «i = «i (x , y , z) (i = 1 , 2 , 3)
sean funciones continuas de las variables x , y , z en una región R del
espacio, sea nula a lo largo de toda curva cerrada de R , es que A sea
el gradiente de una función uniforme cp. En tal caso, la circulación
entre dos puntos cualesquiera de R es independiente del camino y está
d ada p or ( 3 1 ) .
Ejemplos;
1. El ejemplo físico más im portante de circulación es el trabajo de una
fuerza a lo largo de un arco de curva. Si A ( x , y , z ) representa fuerzas, la
integral (28) es el trabajo de la misma a lo largo de F entre los puntos X » , X i .
Sea, por ejemplo, la fuerza A = ; c I - l - ) i J + z K y la curva x = cos t ,
y = sen t , z 3 t . El trabajo realizado por la fuerza A al desplazarse a lo
largo de la curva desde el punto P (1 , O, 0) al ( 2 ( 0 , 1 , 3 n /2 ) (puntos
que corresponden a los valores /o = O, t, = n /2 del p arám etro ), aplicando (29)
será
9 T /2 T /2 9
<= r A .T ds — S ( — x s t n t + y cos t + 3 z) dt = S 9 t dt = —
> 0 o 8

141
fó r m u la s Integrales

Obsérvese que en este caso es A = grad tp , con (jt* -f- y* + 2 *) .


Por tanto el resultado debe ser independiente del camino e igual a
cp ( 0 , 1 , 3 n /2 ) - cp ( 1 , 0 , 0) = 9 n?/8 ,
de acuerdo con el resultado obtenido.
2. Sea A z s A r l - H j r y J + K y l a curva x ■= t , y = t ' , z = t ' . Se
desea calcular la circulación de A a lo largo de la curva, entre los puntos
( 0 , 0 , 0 ) y ( 1 , 1 , 1 ) correspondientes a t = O , ( = 1 . Será
1 1 19
Y = J A . T ds = S {x + 2 x y t + 3 e ) dt = S (t + 2 t' + 3 t^) d t = — .
o o 10
E n este caso, A no es ningún gradiente (puesto que si lo fuera debería
ser a„ = 0 2 . ) , P or tanto, la integral puede depender del camino. Suponga-

F io u r a 62

mos el camino formado po r los segmentos OP , P Q , Q R de la figura 62 pa­


ralelos respectivamente a los ejes x , y , z . El cálculo de la circulación a lo
largo del mismo se h a rá aplicando
(1,1,1) 1 1 1
Y = f X dx + xy dy + dz z= f X dx + í y dy + S dz = 2
( 0, 0, 0 ) 0 0 0

donde las integrales entre O y 1son, respectivamente, las integrales a lo largo


de los segmentos O P , P Q , Q R .
Observación. L a condición de que cp sea uniforme es necesaria. En caso
contrario, aun siendo A = grad cp, puede ocurrir que la circulación a lo largo
de un contorno cerrado no sea nula. Por ejemplo, si (p = are tg { y/ x) y F
una curva cerrada que contiene al origen en su interior, es
f X dy — y dx
are tg — = 2 ji
~7TT' X
r

EJER C IC IO S
1. Analizar en qué casos la derivada del módulo de u n vector coincide
con el módulo de la derivada.
2. Demostrar que la condición p ara que el módulo de u n vector A sea
constante, es que sea A .A ' = O y p ara que su dirección sea constante
A A A' = O .

142
20. S u p e r f ic ie s . Integrales de S u p e r f ic ie

3. Si Al es el versor que tiene la dirección y sentido del vector A ,


probar que
^ A a ( A - a A)
lAl»
4. Si es A = A (u , £i) y u = u (t) , v = v (t) ,dem ostrar la fór­
m ula
A ' = A . u ' - f Ac y'
donde los acentos indican derivada respecto de t .
5. Sea A = A ( i ) y í = í ( í ) . Indicando con acentos las derivadas
respecto de í y con puntos las derivadas respecto de / , probar que es
A' = Á / i , A" = (ÍÁ - ' i Á ) / ( ; ) · .
6. Probar que a lo largo de cualquier curva cerrada es J"X · d X = O,
siendo X = A r I + y J - t - z K .
7. Si A es un vector constante, probar que a lo largo de cualquier curva
cerrada es X A a í í X = 0 .
8. Siendo
^ _ - 4 x y d x + 2(x’ - / - l ) d y
( * * - ! - / - 1)' + 4 / - (*' + y’ - l )
probar que la integral curvilínea de esta diferencial a lo largo de la circunferen­
cia — 2 * = . 0 vale 2 n .
9. C alcular la longitud de la curva

X = «·· , y = 2 (t - 1)«· . * = - í*
ó
entre los puntos í r= O , f =: 1 .
10. Siendo A ( i , l , f ) , h allar la circulación de este vector a lo largo
de la curva del ejercicio anterior, entre los mismos puntos í = O , t = 1 .
11. Siendo — f z + xy, V = * I — ( A : - f - y - t - z ) J - { - 2 }'K
y d X = d x l -\· d y l + d z K , calcular las integrales
JtpdX , JV.dX , JVAdX
a lo largo de la curva x ■=. 2 t , y = 3 í ’ , z — f entre los puntos t = O,
t = 2.

20. SUPERFICIES. INTEG RA LES DE S U PE R FIC IE

L Superficies. Versor normal. Supongamos un punto X cuyas


coordenadas x , y , z sean funciones de dos parámetros u , v:
(1) x = x(u,v) , y-y(u,v) , z = z [u , v) .
Representando por la misma letra X al vector O X cuyas com­
ponentes son las coordenadas x , y , z , las tres ecuaciones (1) se pue­
den condensar en la ecuación vectorial única
(2) X = X ( u , y ) = x ( u , y) I + y ( u , y ) J + £ ( u , t;) K .
Cuando u , v varían dentro de ciertos intervalos, el punto X des­
cribe una superjicie, de la cual (1) son las ecuaciones paramétricas y
(2) la ecuación vectorial.
Análogamente al caso de curvas, una superficie se dice que es de
clase m cuando las funciones (1) que la definen admiten derivadas

143
fó r m u la s Integrales

parciales continuas hasta el orden m . El caso más im portante desde


el punto de vista del cálculo vectorial es el de las superficies regulares
cuya definición es la siguiente;
D e f . 1 : Se llaman superficies regulares a las que son de clase
uno o compuestas de un número finito de partes de esa clase.

En lo sucesivo supondremos siempre que se trata de superficies re­


gulares.
Si se mantiene v constante y varia únicamente u , la ecuación
(2) representa una curva sobre la superficie, cuyo versor tangente es,
según 19.19
(3) T, = .

VX«^
Análogamente, al variar v , manteniéndose u constante, se tiene
sobre la superficie otra curva cuyo versor tangente es

(4) 'T = .
VX/
En (3) y (4) X „ , X^ son los vectores cuyas componentes son las
derivadas parciales { xu, yu, Zu) y {x«, yv, Zv) respectivamente, o sea
(5) X„ = Xu I + y« J + 2u K , Xp = X» I + y» } + Zv K .
Esas curvas, según las cuales varían únicamente u ó v se llaman
curvas paramétricas de la superficie. Por cada punto de la superficie
pasa una curva de cada clase y ellas constituyen lo que se llama un
sistema de coordenadas curvilíneas sobre la superficie.
Es útil introducir las siguientes notaciones

144
20. S u p e r f ic ie s . Integrales de S u p e r f ic ie

(6) E = X ^ , P = X „.X » , G = X„=


que definen los llamados coeficientes fundamentales E , F , G de la
superficie.
El ángulo O que forman las curvas paramétricas que pasan por
un punto X { u , v) de la superficie, igual al ángulo de sus tangentes
será
F
(7) COS0 = T 1.T 2 = -----------
^fEG
y por tanto: la condición necesaria y suficiente para que las curvas p a ­
ramétricas sean ortogonales, es que sea F = O. Se dice entonces que
el sistema de coordenadas curvilíneas es ortogonal.
Suponiendo que en el punto Xo ( u , v) los vectores X « , X» no
estén en línea recta (en cuyo caso el punto Xo se dice que es un punto
singular), ellos determinan el plano tangente a la superficie en X o . Su
ecuación vectorial es, por tanto,
(8) (X - X o , X « , X v ) = O
donde las derivadas parciales se entienden tomadas en el punto Xo ·
El vector X„ A X„ tiene la dirección de la normal a la superficif!.
El cuadrado de su módulo, según la identidad de Lagrange (5 .4 ) vale
(9) (X„ A X,)2 = X„2 X / - (X„.X„)2 = E G - F ^
y por tanto, el versor normal a la superficie en el punto X [u, v) es

(10) N=
V£G-F^
Según esta definición, el sentido del versor normal se tom ará siem­
pre de m anera que el triedro X « , X » , N tenga la misma orientación
que el triedro de los versores fundamentales I , J , K (dirigidos, res­
pectivamente, según los ejes x , y , z) .
Según (10) las componentes del versor normal N , o sea sus co­
senos directores (cosenos de los ángulos a , P , Y que forma con los
ejes coordenados), son
yuZv — yvZu „ xvzu -xu zv x uy v ~x p y u
(11) eos a = --------------- cos p = -------------------, cos y = -----------------
\/EG - y/EG-F^ yJ E G - F^
Si la superficie está dada en forma explícita por la ecuación
2 = f(x,y)
p ara hallar el versor norm al N bastará ponerla en la forma param étrica equi­
valente:
X = u , y = V , z = f(u, v) .
Entonces, poniendo, como es costumbre f, = p, f, = q,se tiene
X = u l - t - « J + f(u. v ) K
Ü 2) X . r = I - f / . K , X. = J 4- 9 K
X, a X . = K - 9 J - / > I

145
fó r m u la s Integrales

£ = ! + / , · , F=pq , G = 1 + 3> , E G - ¥ ^ = 1 + P' + q'


y po r tanto
N = ------------------- ( _ í l _ g j+ K )
V l + í ’ + í*
E j decir, los cosenos directores de N son
P ^ 9 1
cos a = — . cos p = — , cos Y =
V l+ /> ’ + 9* V l + P ’ + 9’ V l + í ’ + 9*
Ejemplos;
1. L a esfera. Las ecuaciones param étricas de la esfera de radio r son
(fig. 6 4 ),
X =z r cos a sen 0 , y z= r sen a sen 0 , z = r cos 8
y por tanto la ecuación vectorial de la esfera es
(13) X = r c o s a sen 6 I + r sen o se n 0 J -f- r cos 0 K ,

- ►v

F io u r a 64

El parám etro a representa la longitud geográfica y 0 la distancia polai


o colatitud. P ara unificar con las notaciones anteriores pondremos
o = u , 0 = 0
con lo cual resulta
». = * 0 = — r sen o sen 0 , y , z= z= r cos a senB , r. = = O
X, = X, = T cos o cos 0 , y . = y , = r sen a cos 0 , z , = z , = — r sen 0 .
Por tanto
(14) £ = r»sen’ 0 , F = 0 , G = r‘ , - F* = sen’ 0
y el versor norm al resulta ser
(15) N = — cos o sen 0 I — sen o sen 0 J — cos 0 K .
2. E l toro. Es la superficie engendrada por una circunferencia que gira
alrededor de una recta de su plano que no la corta (fig. 65) . Si llamamos u
al ángulo de giro del plano y v al ángulo sobre la circunferencia, las ecua-

146
20. S u p e r f ic ie s . Integrales de S u p e r f ic ie

ciones param étricas del toro resultan (siendo a — distancia del centro de la
circunferencia al eje de giro, r = radio de la circunferencia),
(16) AT = (a + r cos y) cos u , y = (a + r cos y) sen u , z = r sen v
y por tanto la ecuación vectorial del toro es
( 17) X = (a -f- >■ eos v) cos u 1 + (a + r cos v) sen u J + r sen v K .
De aqui
j;. = — (a -f- r cos v) sen u , y , = (a -1- r cos » ) cos u , z, = O
Xv = — r cos u sen v ,y· — — f sen u sen v , Zt, = r eos v
y por tanto
(18) E = (a + r c o í v y , F = O , G = , EG - r- = (a + r cos v ) \

El versor norm al resulta:


(19) N = cos u cos y I + sen u cos t» J + sen » K .

2. Elemento de arco sobre una superficie. U na curva .sobre la


superficie X = X ( u , y) estará dada por dos funciones u = u (í)
i; = y (í) ; la curva es entonces
X = X(í) = X ( u ( 0 , y ( 0 ) ·
El elemento de arco de esta curva, según 19. 3, será
ds = I tiX I = I Xu + Xw ííy 1
o bien
ds^ = X„=* du^ + 2 X u . X v d u d v + X„^ dv·^
que según (6) se escribe
(20) ds- = E du^ + 2 F d u d v + G dv^ .
Esta expresión general del elemento de arco para las curvas de la

147
fó rm u la s Integrales

superficie se llama primera form a fundamental de la teoría de superficies.


En particular, los elementos de arco de las líneas paramétricas
V = cte. y u = cte. serán

(21) dsi = yjE du , ds^ = y/G dv .


3. Integrales dobles y triples. Formas diferenciales exteriores. Su­
ponemos conocido el concepto ordinario de integral doble
(22) I = ¡ f [ x^y) dx dy
D
de una función f [ x , y) , extendida sobre un dominio D del plano
X , y . El hecho de haber dos diferenciales en el integrando ya indica que
se trata de una integral doble, no siendo necesario poner dos signos de
integral como a veces se acostumbra.
Recordemos también que si se quiere hacer en 7 un cambio de va­
riables definido por las ecuaciones
(23) X = X {u,v) , y = y [u,v)
cuyos segundos miembros sean funciones que admiten primeras derivadas
parciales continuas respecto de las nuevas variables u , v , hay que mul­
tiplicar el integrando por el jacobiano de la transformación (23) , o
sea, por
' Xt
(24) ] = = X u y v - Xv y» .
Vu Vv_
Supondremos siempre que en el dominio D considerado, este ja ­
cobiano es diferente de cero y por tanto, siendo continuo, tendrá un
signo constante. Si el elemento de área dx dy del plano se considera
siempre positivo y se quiere mantener este carácter al hacer cualquier
cambio de variables, habrá que multiplicar el integrando por el valor
absoluto del jacobiano. Sin embargo, conviniendo en que la integral I
cambia de signo si el cambio de variables es de jacobiano negativo (en
cuyo caso se dice que el cambio de variables cambia la orientación dcl
plano), podemos convenir en hacer siempre el cambio de variables mul­
tiplicando por el jacobiano, incluso con su signo.
De esta m anera la parte diferencial dx dy del integrando de una
integral doble, por un cambio de variables (23), debe sustituirse por
(25) dx dy = [x^yv — Xvyu) d u d v .
Esta relación pone de manifiesto que en el prim er miembro el pro­
ducto dx dy no es un producto ordinario entre diferenciales. En efecto,
si así fuera, de
(26) dx = Xudu + Xv dv , dy = du -f y» dv
se deduciría
dx dy — Xu yu du^ - f {xu y» + Xv yu) du dv -f- Xv y« dv^
exoresión muy distinta de la (25) .

148
2 0 . S u p e r f ic ie s . I n t eg r a l e s de S u p e r f ic i«

El producto (25) es, pues, de naturaleza distinta del producto or­


dinario y se llama producto exterior entre las diferenciales d x , d y . Para
distinguir ambos productos se utiliza para el exterior la notación
dx A d y , bien entendido que aquí el signo a no indica “producto
vectorial” entre vectores, sino “producto exterior” entre diferenciales.
El significado del producto exterior se encuentra fácilmente tenien­
do presente que, por representar dx A dy el elemento diferencial que

O
F io u r a 66

aparece bajo el signo de las integrales dobles, no debe ser otra cosa
que el elemento de área del plano. Por tanto, si consideramos a partir
de un punto P { x , y) el desplazamiento que lo lleva al punto
<2 (« + dx^, y + dy) y el que lo m anda al R {x d^ x , y + d ^ y ) , el
elemento de área correspondiente al punto P será el área del parale­
logramo infinitesimal P Q R S (fig. 66) , o sea, según 5 .5
dx dy
= dx di y — dy d^x .
di X di y
Aquí, en el segundo miembro, los productos son ordinarios. Este
es, por tanto, el significado preciso del producto exterior;
(27) dx A dy = dx diy — dy d^x .
Si, en particular, se toman los desplazamientos paralelos a los ejes
coordenados, resultará Q { x + d x , y) , R [ x , y + dy) y por tanto
dx A dy = dx d y , lo que justifica la costumbre usual de emplear única­
mente la notación de producto ordinario en vez de la de producto ex­
terior, más precisa.
De (27) se deducen las leyes que rigen el producto exterior y que
permiten el cálculo con el mismo, a saber:
a) Propiedad anticonmutativa:
du dv = — dv dtt

149
fó r m u l a s I ntegrales

de la cual se deduce
du A du = O

b) Propiedad distributiva:
du A (dv + dio) = du dv + du dw .
Verificando el producto exterior de las dos diferenciales (26) según
estas reglas, queda
dx A dy = {xuVv — Xvyu) du A dv
de acuerdo con (25) .
Si bien en las diferenciales que aparecen bajo el signo de integral
doble no puede haber confusión al utilizar el símbolo de producto ordi­
nario en vez del exterior, puesto que siempre se trata de un producto
exterior, cuando se opera con formas diferenciales sin que estén sujetas
a integración, es muy conveniente distinguir entre los dos productos. Por
esto nosotros vamos a utilizar la notación de producto exterior en todos
los casos. Así, en vez de (22) , escribiremos
(28) J = ^ f [ x , y) dx A dy .
D
Con esta notación, el elemento de área dx A dy del plano apa­
rece orientado, es decir, si en (28) se invierte el orden de las diferencia­
les, poniendo dy ^ dx , se invierte el signo de I . Ello, geométricamente.

equivale a decir que se ha invertido la orientación del plano x , y , apa­


reciendo el área elemental (el paralelogramo P Q S R de la fig. 66) con
signo cambiado. Salvo esta orientación que sólo influye en el signo de /
(no en su valor absoluto), el cálculo de (28) se verifica por las mismas
reglas que el cálculo infinitesimal da para (22) .

150
2 0 . S u p e r f ic ie s . I n t eg r a l e s de S u p e r f ic i*

Para las integrales triples la situación es muy análoga. Si tenemos,


en el sentido habitual,
(29) I = S f { x , y , z ) dxdydz
D
extendida a un dominio D del espacio, la expresión dx dy dz repre­
senta el elemento de volumen del espacio. Por tanto, si se considera el
paralelepípedo elemental construido sobre los tres vectores infinitesimales
PQ , PR , PS (fig. 67) de componentes respectivas
[ d x , d y , dz) , [d-^x, d , y , d,z) , [d^x, d ¡ y , d¡z)
el verdadero significado de dx dy dz es el volumen de este paralele­
pípedo o sea, según 5 . 1 , el valor del determinante formado por las
componentes de los tres vectores P Q , P R , PS , que indicaremos como
el producto exterior
dx dy dz
dx dy A dz = d,x dxy d^z
diX dzy diZ
Para el cálculo con este producto exterior con tres diferenciales bas­
tan las propiedades a) y b) de antes, más la
c) Propiedad asociativa:
du h dv dw — [du A dv) A dw = du A (dv A dw) .
De esta manera, para hacer en la integral triple I el cambio de
variables
x=x(u,v,w) , y = y{u,v,w) , z = z {u , v , w) ,
bastará hacer el producto exterior de las tres diferenciales
dx — Xudu + Xv dv + Xv, dw
dy = y„du + yv dv + y«, dw
dz = Zudu + Zv dv + z„ dw
resultando
dx A dy A d z = (dx A dy) A ¿ z = [ (a;„ y* — y „ ) du a dv + {x«, y« —
—Xuyte)dw A du + (Xvyw—Xioyv) dv A dw] A [Zudu-\- Zvdv + Zvjdu,) =
X\i Xx)
yuyv y« du ^ dv dw
Zìi ^u>
que es la regla clásica del cambio de variables en una integral triple,
según la cual debe multiplicarse el integrando por el jacobiano de la
transformación.
En consecuencia, para mejor poner de manifiesto esta distinta na­
turaleza del producto de las diferenciales que figuran bajo el signo de
una integral triple, en vez de (29) escribiremos siempre
(30) I = f f { x , y , z) dx A dy A dw

151
fó r m u l a s I ntegrales

También aquí, como en el caso de dos variables, la única diferen­


cia con (29) estriba en que en (30) el elemento de volumen se consi­
dera orientado, cambiando de signo si se toma por ejemplo dy A dx A dz.
Salvo este posible cambio de signo, lo cual equivale a que el triedro P Q
P R , P S de la figura 67 cambia de orientación, elvalor de (30)
siempre el mismo (29) y se calcula por las mismas reglas usuales del
cálculo infinitesimal.
Ejemplos:
1. Elemento de área en coordenadas polares en el plano. De las fórmulas
de transformación
* = f cos o , y = r sen a
se deduce
dx = c o s a dr — r sen a da , dy = señó, dr + r cos o dct
y por m ultiplicación exterior
(31) dx /\ dy =. r dr K da
que es la expresión del elemento de área en coordenadas polares.
2. Elemento de volumen en coordenadas esféricas. De las fórmulas de
transformación
AT = o cos a sen 0 , y = o sena sen O , z z= q cos 0
se deduce
dx = c o s a sen O do — q sen a sen O rfa -f- o cos a cos 0 dO
dy = sen a sen O do -1- O eos a sen 0 d a - f o sen a cos 0 dO
dz = cos O do — o sen 0 d0
y por multiplicación exterior
(32) dx dy A dz = q‘ sen 0 do a d0 A d a
que es el elemento de volumen cn coordenadas esféricas.

4. Elemento de área sobre im a superficie. Sea X un punto de


la superficie S considerada en el 20.1 y N el versor normalcorres­
pondiente.Llamando y al ángulo de N con la parte positiva del
eje z y suponiendo cos y O , el elemento de área sobre el plano tan­
gente en X cuva proyección sobre el plano x , y es el elemento de
área dx A dy del mismo, se llama elemento de área de la superficie S
y lo representaremos por dcf, o sea.

(33) Jo ^
eos Y
Teniendo en cuenta (11) y (25) esta expresión equivale a
(34) da = y/EG - du ^ dv
que es la forma general del elemento de área para la superficie cuvas
ecuaciones paramétricas son las (1) . De esta expresión y de (11) ,
siendo
dy A d z = [yuZv — yvZu)du K dv , dz ^ dx ■=■ {zuXv — ZvX«) du A dv
'e deduce que análogamente a (33) se tiene también

152
20. S u p e r f ic ie s . Integrales de S u p e r f ic ik

(35) = =
CO S a cos P
Siendo N = cos a I + cos P J + cos y K , de (33) y (35) re­
sulta la fórmula muchas veces útil
(36) N í/a = d y A d z l + d z A d x J + d x A d y K .
Todavía otra forma para el elemento de área se obtiene teniendo en
cuenta que según la fórmula (10) que da el versor normal N , se
verifica
( N X « X . ) = y /E G -
y por tanto, según (34) ,
(37) ¿o = (N X „X «) ÍÍM A ¿y ,
La ventaja de esta expresión, así como la (36) , sobre la (34) es
que permite asignar un signo al elemento de área, teniendo así la posi­
bilidad de definir un área orientada.
Si la superficie está dada en la forma explícita z = f { x , y) , se­
gún (12) , el elemento de área vale
(38) d a = -\/l + dx A dy .
Ejemplos; "
1. Según (14) y (34) el elemento de área sobre la esfera vale
(39) da = f* sen Q d a A áO .
Integrando entre los limites 0 ^ a ^ 2 K , 0 ^ d ^ T t se obtiene el área
total de la esfera 4 n r’ .
2. Según (18) y (34) el elemento de área del toro vale
(40) da = r (a + r cos y) du A dv .
Integrando entre O s ^ u ^ 2 n , 0 ^ ü ^ 2 r t , resulta que el área to­
tal del toro vale 4 Ji* r a .

5. Integral de superficie. Sea una superficie S de ecuaciones pa­


ramétricas
(41) x = x(u,v) , y = y(u,v) , z = z ( u , v)
Se llama integral de superficie de una función qp ( x , y , z) exten­
dida a una región D de a la expresión
(42) f q> d a = , ( (p (x ( u , v) , y (u , v) , z (u , y)·) y/EG — du A dv
D D

es decir, a la integral doble de la función que resulta al sustituir en cp


las variables x , y , z por las funciones (41) que representan la super­
ficie, multiplicada por la expresión (34) del elemento de área.
A veces los parámetros u , v son alguna de las coordenadas x , v . ¡
con lo cual una integral de superficie puede también tom ar la forma
( F (x , y , z) dx A dy
h
donde el coeficiente del área se ha incluido en F ( x , y , z) . En este

153
fó rm ulas I ntegrales

caso el cálculo efectivo se realiza sustituyendo z = f { x , y) (ecuación


de la superficie) e integrando como una integral doble ordinaria. De
manera análoga se procede para el caso de integrales de superficie de
la forma f F ( x , y , z) dy A dz ó f F ( x , y , z) dz A dx .
D ' D

Ejemplos;
1. Supongamos Ja integral de superficie de la función (j) = * + y + x
sobre la esfera de radio unidad.
Según (13) y (39) será
/ (x + y + z) da = f (cos a sen 9 + sen a sen 0 + cos 0) sen O da A dQ .
a s
Los intervalos de variación son 0 = ¿ ( p ^ 2 J i , 0 : ^ 0 ^ « , de modo qu?.
integrando resulta que la integral vale cero.
2. Sea la integral de cp = a:’ «* sobre la región de superficie cilindrica
*’ + / = !, -
Con las coordenadas cilindricas a , x es da = da A dz quedando
2
/ da ■= S eos’ a¡? da Adz ■=■ — Ji .
D O 3
3. Consideremos el cálculo de
/ X dy A dz + y dz A dx + z dx A dy
D
siendo D el triángulo de vértices ( 1 , 0 , 0 ) , ( 0 , 1 , 0 ) , ( 0 , 0 , 1 ) .
L a ecuación del plano que contiene D es x y + z — 1 = 0 ; por
tanto será
1
f X dy A dz = — y — z) dy A dz = — .
D 6

Las otras dos integrales tienen el mismo valor, de m anera que la integral
buscada vale % .

6. Flujo. Sea S la misma superficie (41) del número anterior y


A ( x , y , z) un campo de vectores.
D ef. 2; Se llama ilujo del vector A a través de la región D de
la superficie S , a la integral de superficie
(43) .f A .N d a .
i>
Si «1, 02 j 03 son las componentes de A , o sea, es A = Oi I +
+ 02 J + Os K, según (36) el flujo se puede escribir en la forma
(44) f Ol d y A d z + O2 d z A d x + a¡ d x A d y .
D ' ■

Ejemplos:
1. C alcular el flujo del vector X = A fI + y J + í K a través de la
esfera de radio a y centro en el origen de coordenadas.
En este caso, como N = X / a , según (43) el flujo es simplemente e)
área m ultiplicada por a , o sea, 4 JCa’ .
2. Sea A = q ’X . / r ' , siendo q una constante y r* = (at* + y* + 2*) .
Se desea calcular el flujo de este vector a través de la esfera de centro en eJ
origen y radio a .

154
2 0 . S u p e r fic ie s . I n t e g r a le s d e S u p e r ítc b t

Siendo N = X / a , es A .N =: q {a r)"* y, p o r tanto, sobre la super­


ficie de la esfera dada, este producto escalar vale ? /a ’ , con lo cuaJ eJ flujo
buscado resulta igual a {q/ a' ) 4 n o* = 4 n q .

EJER C IC IO S

1. Si la ecuación de un a superficie está dada en la form a F ( x , y , z ) = O,


probar que los cosenos directores de la norm al son proporcionales a F, , P , , F, ,
2. Probar que el elemento de área de la superficie F ( x , y , e) = 0 se
expresa por la fórmula
y / tV + t V + F .'
aa = ---------------------------dx A dy
F,
en todos los puntos p ara los cuales sea F, Q.
3. Si Pí — a x l + b y i + c z K , con a , b , c constantes, probar que
el flujo de A a través de la esfera de radio unidad y centro en el origen de coor-
4
denadas vale — n (a + b + c) .
3
4. Sea el vector ( q/ r' ) X , donde X = j t I + j ' J + « K y r es la dis­
tancia al origen. Probar que el flujo del mismo a través de u n círculo situado
en un plano norm al al eje x y cuyo centro esté sobre este mismo eje, vale
2 J t 9 ( 1 — cos a ) , siendo a el ángulo que forma el eje x con cualquier recta
que una el origen con un punto de la circunferencia del círculo dado.
5. C alcular el flujo del vector A = {q/ r ) X del ejemplo 2 del 2 0 .6 a
través de un cubo de arista a y centro en el origen de coordenadas. Com probar
que el resultado es el mismo que en el ejemplo citado. ¿P or qué?
6. Si X z= X ( u , v) , y =z y ( u , v) son las ecuaciones de una super­
ficie S , probar la fórmula
/ A dy A dz + B dz A dx + C dx A dv
D
C (, - 3(z,x) \ . . .
= I ( ^ ----------------1- B ---------------- h C ------------- ) = i u A do
•¿ A 3{u,v)d(u,v) 3(u,0) /

íiendo Di el dominio de variación de « , o correspondiente a la región D


de S .
7. Siendo A = y l — a t z J + / K , calcular la integral / A A N do
extendida a la semiesfera x* + y* + z* — 1 = 0 , z ^ O .
8. C alcular el flujo del vector A = x z I — y’ J - f - x í K a través de la
superficie lateral del cilindro
X = R cos u , y = R sen u , z = v
entre las alturas 0 = 0 , o = 3 .
9. Sea S u n a superficie cerrada que rodee el punto P y cp una fun­
ción de punto dada. L lam ando r al volumen encerrado por S dem ostrar que
/ cpNda
B
V <P = 1 ™ ---------------
T -* 0 x

siempre que el límite exista y sea el mismo cualquiera que sea la forma de
la superficie S que se supone tiende a reducirse al punto P .

155
F ó r m u l a s Integrales

21. TEO R EM A DE LA DIV ERG ENCIA. FORM U LAS D E GREEN

1. Teorema de la divergencia. Fórm ula integral de Gauss-Ostro-


gradski. Supongamos una superficie cerrada S que limita un volumen
V del espacio y cumple las siguientes condiciones (fig. 68) : a) Toda
recta paralela al eje z la corta en dos puntos, el superior y el infe-

rior z ¡ , o bien es tangente, pudiendo en este caso tener todo un seg­


mento contenido en S ; los puntos de contacto o los segmentos de es­
tas rectas contenidos en S forman la parte que llamaremos “lateral”
de la superficie; b) Los puntos superiores e inferiores forman, respec­
tivamente, dos casquetes de superficie 5 i , ^2 de ecuaciones
(1) zx = f i { x , y ) , Z2 = U { x , y )
siendo / i , fa funciones uniformes, definidas sobre la región Ra del
plano X , y sobre la cual se proyecta S y que admiten derivadas par­
ciales continuas sobre esta región; c) Las mismas condiciones se cum­
plen para las paralelas a los ejes x e y .
Con estas condiciones sea \ [ x , y , z) un campo de vectores de­
finidos en el volumen V y sobre la superficie S , cuyas componentes
a , , «2 j «-Î tengan primeras derivadas parciales continuas en todo pun­
to. Consideremos la integral triple

(2) ^ d x A d y A dz
dz

extendida al volumen V ,

156
21. T eorem a de la D iv e r g e n c ia . F ó r m u l a s de G reen

Para calcular esta integral, fijemos un elemento de área dx a dy


del plano x , y e integremos respecto de z . Resulta
(3 ) G3 = S [ a s { x , y , f i { x , y ) ) - a s ( x , y , U i ^ . y ) ] dx A dy .
Bz
Consideraremos en cada punto Z i , z^ los versores normales N i , N 2
dirigidos siempre hacia el exterior del volumen V . El producto es­
calar N i.K (siendo K el versor fundamental dirigido según el eje z )
es igual al coseno del ángulo que forma N i con la parte positiva del
eje 2 ; es, por tanto, positivo para toda la parte superior Sx. En cam­
bio, p ara la parte inferior el producto análogo N 2.K resulta ne­
gativo por ser dicho ángulo mayor de 90° .
En consecuencia, considerando los elementos de área dox, ¿02 co­
rrespondientes a las partes 5 i , S 2 siempre positivos, según 20.33 será
dx A d y = ( Ni - K) da para la parte Sx
dx A dy = — (N 2.K ) doi para la parte S 2 ,
con lo cual (3) se puede escribir
(4) G3 = / N i.K dax + / «3 N 2.K doa .
Bi 8,
Como sobre la parte lateral de S los vectores N y K son orto­
gonales y por tanto su producto escalar vale cero, en la últim a expre­
sión la integral se puede considerar extendida a toda la superficie S
resultando
G¡¡= J ' dx A dy A d z = J ' «3 N .K áa .
V a
De m anera completamente análoga se obtiene

Gx — J ' — dx A dy A ¿2 = fli N . I d{J


V B

G2 = ^ dx A dy A dz = J ' <12 N . J ¿a .
V s
Sumando estas tres integrales y teniendo en cuenta también que es
A = Ol I + <i2 J + ^3 K resulta

(5)
J
f (
\ dx dy dz /
dx A dy A dz =
J
f A .N da .
r a
Poniendo, como es costumbre
dx A dy A d z = elemento de volumen = dx
y utilizando el simbolismo habitual para la divergencia de A , resulta
la fórmula de Gauss-Ostrogradski:
(6) J· V . A ¿ T = / A . N ¿ a .
r s

157
fó rm ulas Integrales

Hemos supuesto que se trataba de una superficie 5 que sólo podía


ser cortada en dos puntos por las rectas paralelas a los ejes coorde­
nados (salvo las rectas tangentes). El teorema sigue siendo válido para
superficies mucho más generales. Basta que limiten un volumen V que
se pueda descompoiier cn suma de otros cuyas superficies tengan la pro­
piedad anterior. En efecto, sumando los resultados para cada uno de
los volúmenes parciales y sus superficies, las integrales correspondientes
a las superficies añadidas (comunes a dos volúmenes parciales) se anulan
entre sí, por ser en ellas las normales N iguales y de sentidos opuestos
según se consideren pertenecientes a uno o al otro de los dos volúmenes
adyacentes.
Se tiene así el teorema general:
T e o r e m a d e l a d i v e r g e n c l \ : Dado un cam po de vectores A ( x ,
y , z) cuyas componentes admiten primeras derivadas parciales conti­
nuas en un volumen V y sobre la superficie cerrada S que lo limita,
si esta superficie está compuesta de un número finito de partes en cada
punto de las cuales existe y varia con continuidad el versor normal N
(es decir, existe plano tangente), vale la fórm ula integral (6) . Es decir:
la integral de la divergencia de A sobre el volumen V es igual al flujo
de A a través de S .

Obsérvese que la fórmula (6 ) puede escribirse tam bién


(7 ) / axdy h dz + <hdz A dx + a,dx A d y = S ( “« + « « + “«·) áx dy A dz
8 y
fórmula útil p a ra ciertos propósitos.
En particular, p ara ai = x , oi = y , a, = z resulta que el volumen V
puede expresarse en la form a:

X dy A dz -J- y dz A dx z dx A dy .
= t3 J/
a

2. El teorema de la divergencia para el plano. Quer-jmos ver qué


forma toma la fórmula de Gauss-Ostrogradski para el (.aso de un do­
minio B del plano x , y limitado por una curva C / un campo vec­
torial A ( x , y) constituido también por vectores rontenidos en el mis­
mo plano.
Consideremos primero un cilindro de base £> y altura infinitesimal
A z . Suponiendo A ( x , y) definido también para todos los puntos de
este cilindro (por simple traslación paralela al eje z ) podemos aplicar
la fórmula (6) , observándose: a) sobre las bases del cilindro es
A .N = O ; b) sobre la parte lateral, N es igual al versor normal a la
curva C y el elemento de área da es igual al producto del elemento de
arco ds de C por la altura Az ; c) en el primer miembro de (6) ,
el elemento de volumen es igual al elemento de área de D por la al­
tura A z .
Por tanto, para O en ambos miembros de (6) aparece este

158
21. T eo rem a de la D iv e r g e n c ia . F ó r m u l a s de G reen

factor Ai corno factor común, por lo cual se puede suprimir y queda


como fórmula de Gauss-Ostrogradski para el plano
(8) / (fli* + «21/) dx A dy =■ í A .N ds .
D C
Esta fórmula expresa el teorema de la divergencia para el plano y
su enunciado es completamente análogo al dado para el espacio, o sea,
brevemente; la integral de la divergencia de un cam po de vectores
A ( x , y) sobre un dominio plano D , es igual al flujo de A a través
del contorno que limita D
Teniendo en cuenta las componentes del versor normal 19.21, (8)
se escribe también
.r (flií + «21,) dx A dy = / ( a y - a^x') ds
D O
O sea
(8 ) ' f ai dy — a s d x = f («i* + a^,) dx A dy .
a h
En particular, para a^ = x , ü2 = y resulta que el área de D puede
expresarse por la fórmula clásica

X dy — y d x .
a
La fórmula (8 ) ' seguirá siendo válida si se cambia en ambos miem­
bros el nombre de las funciones a-i, a^ \ en particular podemos sustituir
fli por «2 y di por — C i. Con ello queda
(8 )" J («2* - a¡y) dx A d y = / a^dx + a^ dy
D O
que es la comúnmente llamada fórmula de Green del plano.
Ejemplo:
P ara un a elipse, * = a cos (p , y = i> sen (p (O q) ^ 2 n ) resulta que el
valor del área es
1
F = — C a b (cos*(p -t- sen’ cp) ¿<p = n a b .
2J

3. Consecuencias del teorem a de la divergencia.


a) Nueva definición de divergencia. Apliquemos la fórmula (6) a u n vo­
lumen elemental A x que rodee el punto P y a su superficie A S . E n el
prim er miembro queda V - A A t y por tanto se tiene
J· A. Nd c J
¿ib
(9 ) div A = V - A = lim -----------------
at->o At
E sta igualdad se puede tom ar como definición de la divergencia de A cn
el punto P . Ella tiene la ventaja de ser intrínseca (es decir, independiente
del sistema de coordenadas) y por tanto pone de manifiesto que div A es un
invariante sin necesidad de comprobarlo directam ente como hicimos en el ap ar­
tado 1 4 .

159
fó rm ulas I ntegrales

b) Aplicaciones físicas. El teorema de la divergencia perm ite repetir, ahora


de m anera rigurosa, todo lo dicho en el apartado 14, acerca de las aplicaciones
físicas del concepto de divergencia.
L a ventaja está en que ahora ya no hay que tom ar el paralelepípedo ele­
mental de aristas A x y A y , A z que tomábamos en el entorno de P , sino
que todo lo dicho vale p ara cualquier superficie que rodee a P (suficiente­
mente regular para que el teorema de la divergencia sea aplicable) y que limite
un volumen V que luego se hace disminuir hasta reducirse al solo punto P .
De esta m anera, el flujo a través de S del segundo miembro de (6) representa
siempre la cantidad de fluido creado o consumido en V por unidad de tiem po;
vale por tanto la ecuación de conservación 1 4 . ' 6 y todo lo dicho allí queda
establecido rigurosamente.

4. Casos particulares de la fórm ula de Gauss.


a) Poniendo en (6 ) A = <pB, siendo B un vector constante arbi­
trario y (p u n a función escalar, resulta
B .J · V c p d t = B .J· (p N d a
V s
y si esta igualdad debe verificarse cualquiera que sea el vector constante B,
debe ser
(10) / V < P * = /(p N d a .
V B

Esta es una igualdad entre vectores, que condensa las tres igualdades
análogas escritas con las componentes respectivas.
E n particular, si (p = 1 ,
(11 ) /N d a = O .
O
Poniendo N = cos a I + cos P J + eos -y K , esta igualdad nos dice que
/ cos a da = / cos 3 d<T = / cos y da =z Q
B B g

es decir, que la proyección de una superficie cerrada que limite cierto volumen
del espacio sobre los planos coordenados (y por tanto sobre cualquier otro pla­
no) es nula. Se entiende “proyección orientada” , de m anera que los elementos
de área da cuya norm al forme un ángulo mayor de 90° con la norm al al plano
de proyección, se proyectan con signo negativo.
b) Poniendo en vez de A el producto vectorial A a B (con B un vectoi
constante arbitrario) y teniendo en cuenta que
V . ( A a B) = ( V A A ) . B , ( A a B).N = - ( A a N).B
la fórmula de Gauss nos da
(12) / ( V A A) d t = - / (A A N ) da
r s
después de haber prescindido del factor B , lo que puede hacerse, como en
el caso anterior, por tratarse de un vector constante cualquiera.
Siendo V A A = rot A , la igualdad obtenida perm ite d ar p ara el rotor
una definición análoga a la dada en (9 ) p ara la divergencia, a saber
^ ( A A N ) da
(13) r o tA = — l i m -----------------------

que tiene tam bién la ventaja de ser intrínseca, es decir, independiente del sis­
tem a de coordenadas.

c) Si en lugar de A en la ecuación (6 ) , ponem oi el vector A’ B —

160
21. T e o r e m a d e l a D i v e r g e n c i a . F ó r m u l a s d e G r e e n

— ( A B ) A , siendo B un vector constante arbitrario y aplicamos las fórmulas


convenientes de 1 6 . 4 , resulta una identidad que si debe cumplirse p ara un
vector B constante cualquiera, conduce a la fórmula integral

J '^ A ArotA - A(V.A)^ ~ f (t '


V a
5. Fórmulas de Green. Sean (f { x , y , z) y ( x , y , z) dos fun­
ciones escalares que adm itan derivadas parciales continuas hasta el se­
gundo orden en un volumen V y sobre la superficie S que lo limita.
Supongamos que S cumple las condiciones de regularidad enunciadas
en el teorema de la divergencia.
Recordemos que, según 1 6 .1 5 , es
(14) V.(ti> V ( p ) = ViJ). Vqp .
Por otra parte, la derivada direccional de cp según la dirección del
versor normal N , según la definición 4 del apartado 13 es

(.5 , ^ =

Apliquemos ahora la fórmula de Gauss-Ostrogradski al vector


ij) V Cp . Queda

(16) J ' x¡>Acp íÍT + J ' V ’*i>. V cp át = J'x j) da


V r 8
que es la llamada primera fórmula de Green.
Intercambiando las funciones ij), cp y restando miembro a miembro,
resulta

(17) j (ijjAcp - qpAoij) ¿t = j - fp da


y 8
que es la im portante segunda fórm ula de Green.

Si en (16) se sustituye '<1) por la misma cp, queda

(18) J<f>A<fdxt f Vcp-V'pát =/


V V a
y si en (16) ó (17) se hace ^ = 1 , resulta

(19) f A ^ d r = f ^ d o
V s
que constituyen dos casos particulares interesantes de las fórmulas de Green.

6. La ecuación de Laplace. Funciones armónicas. Tercera fórmu­


la de Green. Se llama ecuación de L ap lace a la ecuación en derivadas
parciales de segundo orden

1 61
fó rm ulas Integrales

(2 0) A(p = O ,
donde el primer miembro es el laplaciano de la función incógnita cp.
La forma de este laplaciano depende, como vimos en el apartado 17 ,
del sistema de coordenadas utilizado.
D e f . 1; U na función cp (x , y , z) se dice que es armónica en un
dominio cuando en todos los puntos del mismo admite segundas deri­
vadas parciales continuas, las cuales satisfacen a la ecuación de Laplace
A(p = O .
El ejemplo más simple e importante de función armónica en el
espacio de tres dimensiones es el siguiente; sea P [ a , b , c) un punto
fijo y X [ x , y , z) un punto variable, cuya distancia al punto P será
r = V (;< - a ) “ + (y - b y + (z - c y .
La función
(21) (p = i
r
es una función armónica en todo el espacio (con el punto P como
único punto singular), es decir A ( l/r ) = 0 . Para comprobarlo se
puede hacer el cálculo en coordenadas cartesianas, poro es mucho más
simple utilizar coordenadas esféricas de origen en el punto P , en cuyo
caso la comprobación de que la función cp = 1/ r satisface la ecuación
(20) es inm ediata* (basta utilizar las fórmulas de 17. 7).
Consideremos ahora un dominio o volumen V limitado por una
superficie cerrada S que cumpla las condiciones de regularidad exigidas
para que sea válido el teorema de la divergencia. Vale entonces la se­
gunda fórmula de Green (17), la cual vamos a aplicar al caso de ser
= 1 / r , donde r tiene el mismo significado anterior y P lo supone­
mos interior a V .
Para evitar el punto singular P (para el cual es r = O, aj) = <») ,
excluiremos de V el volumen de una esfera de radio e y centro P ;
sea V' el volumen resultante y 2 la superficie de la esfera. La fór­
mula (17) se escribe en este caso

F' fi

J \r dN ^ dN rj
2
Para la integral sobre 2 del segundo miembro observemos: a) el
módulo I d (p /d N ¡ es acotado en P , pues suponemos, desde el mo-
* En el plano> la definición de función arm ónica t s la misma anterior, pero el ejem·
pío dado ya no sirve. U n ejemplo im portante de función arm ónica en el plano es 9 = lo g f!.
tiendo r , como antes, la disUncia del pun to variable ^ ( x , y) al p un to fijo P ( a , b)
del mismo plano. H ágase la comprobación como ejercicio.

162
21. T eorem a de l a D i v e r g e n c ia . F ó r m u l a s de G reen

iHcnto que aplicamos la fórmula de Green, que (p y sus derivadas par­


ciales primeras y segundas son continuas en F ; fe) es
f ^ ± ' ) ^ ( L ) = 1
\ á N r / r = e \ / r = e e"

con signo -f por el hecho de que la normal, que se considera siempre


hacia el exterior del volumen sobre el cual se integra, va dirigida hacia
el interior de la esfera de centro P y radio e .
Por tanto queda

2
indicando con cp (P) el valor (p ( a , b , c) que toma cp en el punto
P . Con esto, (22) nos da, al pasar al límite para e O,

(23) incp(P) dx +

8
identidad notable llamada tercera fórmula de Green.
Si cp es armónica queda

(24)
a
relación importante que permite calcular el valor de una función armó­
nica en el interior de un volumen V limitado por una superficie ce­
rrada S , conocidos sus valores y los de su derivada según la normal
sobre S .
Obsérvese que (24) vale solamente bajo la hipótesis de que cp sea
armónica. Si en el segundo miembro se dan para cp y su derivada nor­
mal valores arbitrarios sobre S , el resultado <p (P) no es en general
una función armónica. En el número siguiente veremos que una función
armónica queda determinada con sólo dar sus valores sobre la superficie.
Si en lugar de ser armónica, cp satisface a la llamada ecuación de
Poit^on
(25) Acp = —4 jto
siendo Q y , z) una función acotada y continua en todo el espacio,
(23) da

(2 6 ) 9 (^ ) = f — dx + - ^ f í — - cf da .
J r 4k J \ r dN ¿ N r /
V a
Tomando por S una esfera cuyo radio tienda a infinito, de ma-

163
fó rm ulas In t eg r a le s

nera que el volumen V se extienda a todo el espacio, y suponiendo que


para valores grandes de r la función (p sea del orden de 1/r y el
módulo de su gradiente j V,9 | del orden de 1/ r ^ , la integral de su­
perficie en (26) desaparece, quedando

(27) (p (P) = J ' y dx

donde la integración está extendida a todo el espacio. Naturalmente


que si es O O únicamente en cierto volumen V , la integral puede
considerarse extendida a F . La integral del segundo miembro de (27)
se llama entonces potencial newtoniano del volumen V cubierto con
masa de densidad Q.
Por consiguiente: toda función q) que satisfaga a la ecuación de
Poisson (25) y para r -> oo tienda a cero con el mismo orden infini­
tesimal que 1 /r y I Vtp I con el orden de l / r ^, está dada por la in­
tegral (27) . Aunque no vamos a demostrarla aquí, es válida también
la propiedad recíproca siguiente: si Q { x , y , z) es una función acota­
da que admite primeras derivadas parciales continuas en todo el espacio,
la integral (27) define una función (p que posee derivadas parciales
de segundo orden, las cuales satisfacen a la ecuación de Poisson (25)*.
Si hay puntos singulares para O, o sea, puntos en los cuales se ha­
ga o = 00 , todavía puede aplicarse (27) rodeando cada punto sin­
gular por una pequeña esfera cuyo radio se hace luego tender a cero.
Supongamos que Ai sea un punto singular. Consideremos una pequeña
esfera de volumen A t y centro Ai Si para A t O es lim(í? A t) = qi ,
la contribución del punto singular Ai a la integral del segundo miem­
bro de (27) será q i / u , siendo rj = | PAi \. La constante qi es una
característica del punto singular. Si hay más puntos singulares A 2 ,
A ¡ , . . . , Am cuyas características sean q^, qz , . . . , qm la misma
operación nos dice que la fórmula (27) debe sustituirse por

(28)
1
donde la integral está extendida a todo el espacio, excluidos los puntos
singulares, cuya contribución está contenida en la suma del segundo
miembro.
7. Aplicaciones de las fórmulas de Green. Las principales aplicaciones,
además de las que acabamos de ver, de las fórmulas de Green, se refieren a
cuestiones de unicidad. Vamos a d ar algunos ejemplos interesantes.
a) Dado un dominio V limitado por una superficie S , no puede haber
más de una función armónica en V que tome valores dados sobre S .
Es decir, si (p, ip satisfacen a la ecuación de Laplace en el interior del

* En realidad no es necesario que O adm ita prim eras derivadas parciales continuas;
bastan condiciones menos restrictivas. V er p or ejemplo, O . D . K eixoo, Foundations of Foten-
tial Theory, Londres, J . M urray, 1929, pág. 156.

164
21. T eo rem a de l a D i v e r g e n c ia . F ó r m u l a s de G reen

voiumen V y tom an los mismos valores (p = ■H» sobre la superficie S que lo


limita, ambas son idénticas. E n efecto, aplicando (18) a la función 6 = cp — il)
resulta
(29) J ( V e ) ’ dT = 0
r
lo cual implica V ® = O en V (puesto que 0 es continua, asi como sus p ri­
meras derivadas parciales). Por tanto O = c te ., cp = -1-cte. y si (p , '<1) to­
man los mismos valores sobre S , la constante debe ser cero y cp = ij).
D em ostrada la unicidad, queda el problem a de la existencia y determ i­
nación de una función que cum pla las condiciones del enunciado. Éste es un
problema mucho más difícil, llamado problema de D irichlet, que se resuelve
por la afirm ativa en condiciones muy amplias de V y S .
b) Dado un dominio V limitado por una superficie S , dos funciones
armónicas en el dominio cuyas derivadas normales sobre S tengan los mismos
valores, difieren en una constante.
En efecto, si hubiera dos funciones (p, '>t> que cum plieran las condicio­
nes dichas, poniendo 0 = t p — rp sería A 0 = O en V y d 0 /d N = 0 en S .
Aplicando la fórmula (18) resultaría la misma ecuación (29) y p o r tanto de­
bería ser V O = O , 0 = cte. E n consecuencia cp = il» cte.
c) S i cp es una función armónica en un dominio V , su valor en un
punto P , es igual a la media aritmética de los valores de cp sobre cualquier
superficie esférica de centro P contenida en V .
P ara demostrarlo, observemos que aplicando (16) al caso de ser A<P = 0>
ip = 1 , resulta

(30) f — da = 0 .
J dN
n
Apliquemos luego la fórm ula (24) al caso de la esfera de centro P y
radio r . Teniendo en cuenta (30) resulta
(31) <p ( P ) = _ J _ T q, ¿ o
s
lo cual prueba el teorema, pues el segundo miembro es, por definición, la media
aritm ética de los valores de cp sobre la superficie S de la esfera de radio r
y centro P .
U n a consecuencia inm ediata de este teorema es que una función armónica
cn un dominio, incluido el contorno, sólo puede tom ar sus valores máximo y
mínimo en el contorno.

EJER C IC IO S
1. Aplicando la fórm ula de Gauss, hallar el flujo del vector A = 3 a: 1—
— 2 y J + 5 z K a través de una esfera cualquiera de radio 2 .
2. Probar la fórm ula integral
S ( A . V *P + <P V · A) d t = f cp A . N do .
V B
3. Probar que si (p es arm ónica, el flujo de cp Vcp a través de una su­
perficie S es igual a la integral de ( V ·? ) * extendida al volumen V limitado
por S (aplicar la fórm ula del ejercicio anterior).
4. Probar que sobre cualquier superficie S que lim ita un volumen V
se verifica

If55
fó rm ulas Integrales

J (*> + / + í·) d t = y | · (*· + / + z>) X .N d o


V B

5. D em ostrar que el volumen V lim itado p o r una superficie cerrada S


puede expresarse por la fórm ula
3 V = f [x {y, z , — y , z . ) + y ( z , x , — z , x . ) + >. y..', y. — du A do .
s
6. T om ando (9 ) como definición de d iv A , supuesto por tanto que el
límite del segundo miembro existe y es el mismo p a ra cualquier form a de A S ,
dem ostrar que en coordenadas cartesianas ortogonales la form a explícita de la
divergencia e» la dada en el apartado 14 .
7. Tom ando (13) como definición de r o t A , deducir las componentes
del rotor en coordenadas cartesianas ortogonales.
8. Buscar la condición que deben cum plir las constantes a , b , c p a ra que
el flujo del vector de componentes (a a; sen y eos z , 6 eos y eos z , e sen y sen z)
sea nulo a través de la superficie de la esfera de centro en el origen y radio
unidad.
9. D em ostrar que el volumen lim itado por un cono de vértice en el origen
de coordenadas y un a superficie S , es igual a im tercio del flujo del vector
posición X a través de S .
10. Probar que q> = x y / { x ' + y* + z* )'^ satisface a la ecuación de
Laplace.
11. C alcular el flujo del vector (z* — «’ ) K a través del cubo limitado
por los planos x = O, x = 1 ; y = 0 , y 1 ; z = 0 , z = 1 . H acer p ri­
mero el cálculo directo y luego aplicando la fórm ula de Gauss.
12. C alcular, prim ero directam ente y luego aplicando el teorem a de la di­
vergencia, el flujo del vector 5 K a través de la superficie lim itada por el plano
1 = 0 y la semiesfcra *’ + y’ -l-z ’ = i í ’ , z > 0 .
13. Buscar la forma que tom a la fórm ula (31) p ara el caso del plano.

22. TEO R EM A DEL R O T O R

1. Teorem a del rotor. Fórm ula de Stokes. Consideremos una cur­


va cerrada F del espacio compuesta de un número finito de arcos con
tangente continua en cada punto y que sea el contorno de un casquete
S de superficie. Decir que S es un “casquete” de superficie significa
que puede representarse por ecuaciones paramétricas
(1) x = x{u,v) , y= y{u,v) , z = z { u , v)
tales que constituyan una representación biunivoca de S sobre cierto
dominio D del plano u , v limitado por un solo contorno C . Supon­
dremos, además, que las funciones x {u , v) , y (u , v) . z {u , v) ad­
m itan derivadas parciales continuas hasta el segundo orden en los pun­
tos de D y C .
Sea, por otra parte,
(2) A (x , y , z) = «1 I + «2 J + fl3 K
un campo de vectores cuyas componentes ai ( x , y , z) admitan prime­
ras derivadas parciales continuas sobre 5 y F .
Consideremos la integral curvilínea (circulación de A a lo largo
de 1’ ) ,

166
22. T eorem a del R oto r

(3) / = X A .T ¿ í = J fli rfx + dy + Ü3 dz .


r r
Para calcular esta integral, teniendo en cuenta que la curva F es
cl contorno de 5 y por tanto que en la representación ( 1) corresponde
a la cui-va C del plano u , v , tenemos
J —S + «2 y« + Û3^«) du + (fliATtî + + OzZv) dv .
O
Aplicando a esta integral la fórmula de Green (21.8") queda
(4) I = S [ («1^» + a^yv + 0 3 Zv)u — (aiXu + a^y» + a¡z„)^] du A dv

Los términos del integrando en los que figura ai y sus derivadas


parciales son
(®l^u)u (<5íl^«)l> ~ — («II^U "I" "I" Olí^u) Xv
— {a^xXv + a,I/y» + fliz«») Xu = flii, {VuXv ~ yvX u) + a i* [zuXv ~ ZvXu)
o bien, según 20.11 ,
(a,- cos P — a,!, cos y) y /E G — P
habiendo llamado cos a , cos P , cos y a los cosenos directores de la nor­
mal N a la superficie S , o sea, siendo
N = cos a I -I- cos p J -I- cos y K .
Si procedemos análogamente con los términos que contienen , a,
y sus derivadas parciales y sustituimos cn (4) resulta
(5) í = S [ («3!/ - «2í) eos a 4- (fli* — a-jx) cos P +

+ (a^x — ÛI1,) cos y ] y /E G — du A dv

167
fó rm ulas I ktecrales

es decir, según las definiciones de flujo y rot A el segundo miembro no


es otra cosa que el flujo del rot A a través de S .
Recordando la expresión 20.34 del elemento de área de una su­
perficie, resulta la siguiente fórmula de Stokes
(6) / A .T * = J r o t A . N í f a .
r s
Hemos supuesto que las funciones ( 1) que expresan las ecuaciones
paramétricas de S admitían segundas derivadas parciales continuas ; ello
h a sido necesario en la demostración anterior para poder utilizar el teo­
rema de la igualdad de las derivadas segundas cruzadas, es decir,
^uv — 5 yuv — yvu } Zuo = .
El teorema sigue siendo válido si S es una superficie tal que se
pueda descomponer en un número finito de casquetes S\ con dichas
propiedades, cada uno limitado por una curva cerrada P { con las mis­
mas propiedades supuesfas para F . Sólo hay que suponer, además, que
orientando los contornos F{ de cada casquete parcial de manera que
el sentido de recorrido los deje a su izquierda, cada arco de F i per­
teneciente a dos casquetes aparezca con orientaciones opuestas según
se considere como contorno de uno u otro de ellos. Cuando esto es
posible, la superficie S se llama orientable·, en caso contrario, no
orientable.
En efecto, si esta descomposición es posible, basta escribir la fór­
mula (6) para cada casquete parcial y sumar miembro a miembro.
Con ello, en el primer miembro desaparecen las integrales correspon­
dientes a los contornos añadidos, pues en ellos aparece T con sentidos
opuestos, y en cambio los integrandos del segundo miembro se suman
todos, dando la integral de superficie sobre toda la S .
La fórmula de Stokes constituye el siguiente:
T eorema del rotor : Sea dada en el espacio una curva cerrada F
compuesta de un número finito de arcos con tangente continua y una
superficie orientable S cuyo contorno sea F y que pueda descomponerse
en un número finito de r'^quetes re presentables por ecuaciones para-
métricas de la form a (1; cuyos segundos m iem bros adm itan derivadas
parciales continuas hasta el segundo orden. Si A. {x , y , z) es un cam po
de vectores cuyas com ponentes ai [ x , y , z) adm iten derivadas par­
ciales continuas de prim er orden sobre 5 y F , entonces vale la fór­
mula (6) , o sea: la circulación de A a lo largo de F es igual al flujo
de rot A a través de S .
L a condición de que las funciones de los segundos miembros de (1 ) ad ­
m itan derivadas parciales continuas hasta el segundo orden no es necesaria.
L a hemos utilizado por com odidad de dem ostración, pero el teorem a nuede
establecerse con sólo suponer la existencia y continuidad de las primeras deri­
vadas parciales.
Obsérvese que la fórm ula (5 ) ó (6 ) puede escribirse tam bién (utilizando
2 0 .3 3 y 2 0 .3 5 ):

168
22. T eorem a del R otor

(7) f a , d x + a ,d y -f-a,dz = J .( a s . — ai») dx A dy + (a„ — a u ) d z A dx +


V s
+ (fl)» — a„) dy A dz
expresión desarrollada que a veces es útil.

E je m p lo :
Si r es una curva cerrada del plano x,y y consideramos como super­
ficie 5 el dominio plano que la misma encierra, tomando A = — la
fórmula de Stokes da
.f ( - y I + * J ) (^' I + / 3)ds = 2 ,f dx A dy
r B
y como el segundo miembro es igual a 2 F , F = área de S , resulta
F = -ij' X dy — y dx, como ya obtuvimos en 21. 2.
2 r

2. Casos particulares de la fórmula de Stokes. La fórmula de


Stokes (6) , que puede escribirse
(8) / A .T áí = / ( V A A ).N ¿a
r s
contiene ciertos casos particulares interesantes, a saber:
a) Poniendo A = cp B , donde B es un vector cualquiera cons­
tante (por tanto V ^ B = 0) y q) una función escalar, resulta en am­
bos miembros un producto escalar con B como uno de los factores
(basta aplicar para el segundo miembro la fórmula 16.17 y obser­
var que por tratarse de un producto mixto es ( V q ) ^ B ) .N =
= — ( Vcp A N ) .B) . Si estos productos deben ser iguales cualquiera que
sea B , deben ser iguales los segundos factores, resultando
(9) f q)T áí = - J (V q) A N ) áa .
r 8
b) Poniendo en vez de A el producto vectorial A a B , B con
el mismo significado anterior, resulta en el primer miembro la integral
de (A B T ) ¿ í = (T a A) .B ¿ í y en el segundo (según 16.23 y pues­
to que B es constante) aparece el producto
fV A (A A B )] N = [ ( B .V ) A - B ( V .A ) ] .N
que puede escribirse
B .[ V a (A .N ) - ( V .A ) N ] .
Igualando los dos miembros y teniendo en cuenta que si la igual­
dad debe verificarse para cualquier B este factor puede suprimirse,
queda
(10) S ( T A A) ds = S [V a (A .N ) - ( V .A ) N ] d a .
r 8
q u e p u e d e e s c rib irs e ta m b ié n , m ás s im p le m e n te ,
(1 0 )' / A ArfX = - j · (N A V ) a A Jo .
T s

169
fó rm ulas I ntegrales

3. Líneas y tubos de torbellino. Dado un campo de vectores A ,


a partir del mismo se puede definir el nuevo campo
(11) U = ro tA
llamado cam po de torbellinos o cam po de rotores del campo A . El vec­
tor U es el vector torbellino * .
Las líneas que en cada punto tienen por tangente el vector torbe­
llino U se llaman líneas de torbellino (apartado 15).
Supongamos una curva cerrada F (que pueda ser contorno de un
casc uete de superficie, es decir, que no forme nudo) y consideremos todas
las líneas de torbellino que pasan por sus puntos. Se tiene así un tubo
de torbellino. La circulación de A a lo largo de cualquier curva cerrada
contenida en la superficie de un tubo de torbellino y que limite un cas­
quete de la misma superficie es siempre nula, puesto que por el teorema
de Stokes equivale al flujo del vector U a través de la superficie de

torbellino limitada por la curva, el cual es nulo por ser U tangente a


la superficie en cada punto.
Veamos ahora qué pasa cuando la curva rodea el tubo de torbellino.
Sean F j , F j dos curvas que rodean el tubo de torbellino (fig. 70)
Podemos hacer con ellas una sola curva haciendo los cortes P , Q. y P'
Q' y uniendo, mediante líneas de torbellino del tubo, P con P' y Q
con Q ' . La circulación de A a lo largo de la curva total P P ’R 'Q 'Q R P
es nula por lo dicho antes. Cuando Q ,, Q' se confundan con P , P'
respectivamente, la contribución a la circulación de los arcos PP' y QQ'
será nula, por estar recorridos en sentidos opuestos, quedando sola-

* Es muy frecuente definir el vector torbellino por rot A , pero el factor Y t no des­
empeña ningún papel esencial.

170
22. T eorem a del R otor

mente las circulaciones a lo largo de F i y F 2 tomadas también en sen­


tidos opuestos. Si la suma de estas circulaciones es nula, quiere decir
que, al tomarlas con el mismo sentido, son iguales. Por tanto:
T eor . 1: L a circulación del vector A es la misma para todas las
curvas que rodean, una sola vez, un mismo tubo de torbellino.
Si el tubo de torbellino es muy estrecho se llama hilo de torbellino.
La circulación para una sección normal, suponiéndola suficientemente
pequeña para que sobre ella el vector torbellino U pueda considerarse
constante, valdrá y = j U | a (según el teorema de Stokes y siendo o
el área de esta sección normal) y, por tanto, si no es nula debe ser
I U I O . De aquí y del teorema anterior se deduce:
T eor . 2: L os hilos de torbellino no pueden em pezar ni terminar
dentro d el flu id o; o se extienden desde y hasta el infinito, o empiezan
y terminan en el contorno de la región considerada, o bien son hilos
cerrados.
En efecto, si terminase, significaría que en sus extremos sería U = O
y por tanto y = O, lo cual contradice el teor. 1 si en alguna sección
fuera
Lo mismo vale, como caso límite, para las líneas de torbellino.
4. Superficies orientables y no orientables. En el enunciado del teorema
del rotor aparece el concepto de superficie orientable que hemos definido un
poco rápidamente. Vamos a dar algunos ejemplos aclaratorios.
Para saber si una superficie S es o no orientable, se subdivide de manera
arbitraria en casquetes o celdas St , cada una de las cuales sea equivalente.

por deformación continua y biunívoca, a un polígono del plano de un número


finito de lados. Se empieza entonces por orientar el contorno de una de estas
celdas, supongamos S,, con una orientación arbitraria y se prosigue orientando
las celdas adyacentes según el criterio de que las aristas comunes deben tener
orientaciones opuestas en las dos celdas a que pertenecen. Si de acuerdo con este
criterio es posible orientar todas las celdas sin que aparezca contradicción y si,
además, la orientación del contorno de S (si existe, o sea si la superficie es

171
fó r m u la s Integrales

orientable, noorientable.
abierta) es siempre la misma para todas las aristas que lo constituyen, la su­
perficie es y en caso contrario

como se haya hecho la subdivisión de S


En topología se demuestra que esta característica no depende de la m anera
en celdas.
Por ejemplo, u n casquete de esfera cuyo contorno sea el circulo F (fig.
72) es orientable, como se ve en la figura al subdividirlo en
y considerar las orientaciones indicadas.
+ 5» + Si

F ig u r a 72

biláteras,
Se demuestra que las superficies orientables coinciden con las llamadas
es decir, con aquellas en las que se distinguen dos lados o caras, no
siendo posible pasar de uno a otro lado más que a través del contorno si se
trata de una superficie abierta. E n el ejemplo anterior, por ejemplo, la parte
convexa superior es un lado o cara, separado por el contorno de la parte cóncava
interior.
L a esfera completa es un ejemplo de superficie cerrada, orientable o bilá-
tera. Q ue es orientable se puede ver dibujando sobre ella un a descomposición
en celdas, pero es más fácil com prender su carácter de bilátera. En efecto, la

parte externa constituye uno de sus lados o caras y la interna (o sea la super­
ficie vista desde adentro) es el otro lado.
El ejemplo típico de superficie no orientable abierta es la llam ada banda
de Möbius. Se obtiene tom ando u na tira rectangular y uniendo los lados me­
nores entre si, pero en sentidos opuestos (fig. 73 ). Es una superficie abierta

172
22. T eorem a del R otor

SAjBS
cuyo contorno es la suma de los lados mayores AB -(- •B-'l ·Descomponiéndola
cn los triángulos

Si;
tra que la arista ABeaSi
y 2 y orientando ambos de la m anera dicha, se encuen­
tiene la orientación y la misma A—
>B
cn luego la superficie no es orientable.
Todas las superficies no orientables son uniláteras, es decir, tienen un solo
lado o cara. E n el caso del anillo o banda de Möbius es fácil com probar que,
efectivamente, coloreándolo a p artir de un punto hasta donde se pueda sin
atravesar el contorno, se term ina por colorear todo el anillo sin que quede nada
por pintar.
El teorema de Stokes no vale para superficies no orientables, ni tampoco
el tearema de Gauss, pues siempre que se hable de “flujo” se necesita tener una

orientación determ inada para el versor normal, cosa que no es posible para
las superficies no orientables o uniláteras.
Como superficie cerrada no orientable, el ejemplo más simple es la “bote­
lla de K lein” representada en la figura 74. L a superficie se penetra a sí misma
y tiene la propiedad de que, aun siendo cerrada, no divide al espacio en dos
regiones separadas. Es la superficie que se obtiene uniendo las dos bases de un
cilindro circular de m anera invertida; la unión no puede hacerse sin que la su­
perficie se penetre a sí misma.
5. Diferenciación exterioT de formas diferenciales. Hemos visto en 20.3

definir otra operación im portante: la diferenciaciónexterior


la definición de producto exterior entre formas diferenciales. Vamos ahora a
de formas diferen­
ciales. Nos limitaremos a los casos de formas de primero y segundo grado, que
son las únicas que aparecen en los espacios de dos y tres dimensiones.

X,y,z
( 12)
U n a forma diferencial de prim er grado (o forma de Pfaff) en las variables

=üidx aidy O
es una expresión de la forma
ldz. x,y,z
U n a forma diferencial de segundo grado en las variables es una
expresión de la forma

173
fó r m u la s Integrales

(13) =
z h
(o'’> Oi d y d z Oí d z h d x a, d x
En losdos casos, las <n son funciones diferenciables de las variables x , y , z .
dy .

( 14) = dai A d x ++ +
L a d i f e r e n c i a l e x te r io r de las formas

\ da, A d y da, A dz
y u**' se define por

(15) = da, A dy A d z
donde las d a i son las diferenciales ordinarias de las
da, dz A d x
a>. da, A d x A dy

Teniendo en cuenta las reglas del producto exterior y sustituyendo en las


expresiones anteriores los valores
dat = a t . d x + + a i, d y a i , d z (i = 1 , 2 , 3)
resulta
(16) = (flj, — a ¡,) d x A d y + (ai, — a ¡.) d z A d x
(17) dco**' = (fli. + a „ -J- 0 3 . ) d x A d y A d z .
+ {a„ — a„ )dy A dz

Si comparamos estos valores con los que aparecen en lasfórmulas de Gauss


(2 1 .7 ) y Stokes (2 2 .7 ) resulta que ambas fórmulas se pueden condensar en
la fórmula única
(18) J-to = J d ( o

,
D· D
donde la prim era integral está extendida al contorno D * del dominio D Si .
de Stokes. Si D es un volumen V
lo limita y resulta la fórmula de Gauss.
,
D es u n a superficie S el contorno D * es u na curva F y resulta la fórmula
el contorno D * es la superficie S que

L a im portancia de (18) es que vale para cualquier núm ero de dimen­


siones. Se llam a fórmula de Stokes generalizada.

m = a, d x a, d y ,
Por ejemplo, para el plano, donde sólo cabe la posibilidad de ser
la fórm ula (18) da
/ a ,d x a ,d y S { a „ — a i ,) d x A d y
o D
donde D es un área plana (simplemente conexa) y C su contorno. Resulta
así la fórmula de Green para el plano (2 1 .8 " ) .

EJER C IC IO S
1. Sea r una curva cerrada plana del espacio que limite un a región
plana S de área F y sea P un punto interior a S .
Suponiendo que F se
hace tender a cero, de m anera que F tienda a reducirse al punto P , demostrar
que si A es un campo vectorial definido en una región que contiene S , la
componente de rot A según la normal a. S en P vale

r-^op
( r o t A ) , = lim — f A .T a 'í .
T
2. Aplicando la fórmula de Stokes calcular la circulación del vector

x^+y‘yz‘i+x
y I - { - 2 A r J — K a lo largo del círculo 3 = 0 , z = l .
3. Sea A = — J + K .. C alcular el flujo de rot A a través de
la semiesfera — 1 = 0, z ^ O .
4. Calcular la circulación del vector ( S x ^ y — 3 z + e’ s e n z ) I -(- aí’J
-f- (e* cosz — 3 íí) K a lo largo de la curva * = eos t , y = sen t , z = eos í

5.
(0 ^ tr^ 2 n ).
Siendo A un vector constante y X el vector posición, probar que la
circulación de A A X a lo largo de una curva cerrada F es igual a dos veces
el flujo de A a través de un casquete de superficie limitado por F .
6. Probar que la circulación del vector posición X a lo largo de cual­
quier curva cerrada es nula.

174
23. Ca m p o s de G r a d ie n t e s y de R otores

7. Si un vector es norm al a u n a superficie en cada punto, probar que su


rotor, o bien es nulo, o bien es tangente a la superficie. D a r u n ejemplo de
cflda caso.
8. Siendo X el vector posición y =: x* + ^ , probar que la cir-
rulación de X r'* a lo largo de cualquier curva cerrada es nula.
9. Probar que cualquiera que sea el vector A el flujo de ro tA a través
de cualquier superficie cerrada orientable es nulo.
10. Sea un área plana del espacio lim itada por una curva C y sean
X, ( i , V los cosenos directores de la norm al al plano que la contiene. Probar
i)uc el valor del área se puede expresar por

^ — yy) dx + (’t* — \ z ) d y + (Xy — iix) dz .

11. Probar que si la integral de A A d X a lo largo de cualquier curva


cerrada de u n dominio dado es nula, es A = constante.
12. Probar que si ro tA = 0 , vale la fórm ula
/ (pA.Tdí/-T J· (AN V<P) da
o a
donde C es el contorno de la superficie S ,

23. CAM POS DE GRADIENTES Y DE R O TO R ES

1. Definiciones.
D e f . 1 : Se dice que un campo de vectores V es un c a m p o de
g r a d ie n te s cuando existe una función de punto cp, tal que
( 1) V = grad cp .
La función qp se llama entonces un p o te n c ia l escalar y se dice que
el vector V deriva del potencial cp.
D e f . 2: Se dice que un campo de vectores U es un c a m p o d e
rotores cuando existe un campo de vectores A , tal que
(2) U = rot A .
El vector A se llama p o te n c ia l v e c to r de U .

2. Campos de gradientes. Si V es un campo de gradientes, se­


gún la relación rot grad qp = O es
(3) rot V = O .
U n campo de vectores con esta propiedad de tener el rotor nulo
en todo punto se llama irro ta cio n a l. Por tanto
T e o r . 1: T o d o c a m p o d e g r a d ie n te s es irro ta cio na l.
Un poco más complicado, pero muy importante, es el t;orem a re­
cíproco. Para su validez hay que imponer la condición de que el campo
de vectores esté definido sobre un dominio s i m p l e m e n t e c o n e x o del es­
pacio. Un dominio D se llama simplemente conexo cuando cualquiei
curva cerrada contenida en él es el contorno de un casquete de super­
ficie totalmente contenido en el recinto. Como el contorno de un cas­

175
fó rm u la s Integrales

quete de superficie puede deformarse de m anera continua sobre el cas­


quete, hasta reducirse a un punto, suele también decirse que un dominio
es simplemente conexo cuando cualquier curva cerrada contenida en él
puede reducirse a un punto por deformación continua dentro del recinto.
Por ejemplo, el interior de una superficie esférica, o de cualquier
superficie deducida de ella por una deformación continua, es un dominio
simplemente conexo. También lo es el espacio comprendido entre dos
esferas concéntricas. En cambio no lo es el espacio interior a un toro,
pues una curva cerrada como la c de la figura 75, no puede reducirse
a un punto por deformación continua dentro del toro.
Sentada esta definición, pasemos a demostrar el
T eor . 2: T o d o cam po irrotacional de vectores V , cuyas com po­
nentes Vi { x , y , z) admitan primeras derivadas parciales continuas en
un dominio sim plemente conexo D del espacio, es un cam po de gra­
dientes en D .
En efecto, consideremos una curva cerrada cualquiera F contenida
en D . Por la supuesta simple conectividad de D , esta curva es el

F ig u r a 75

contorno de un casquete de superficie S contenido en D . Siendo


rot V = O, el teorema de Stokes aplicado a S y a su contorno F nos
dice que la circulación de V a lo largo de F es nula. En consecuen­
cia, según el teor. 1 de 1 9 .5 , V es un campo de gradientes, como se
quería demostrar.
Si interesa construir efectivamente la función cp cuyo gradiente es
V , como vimos en 19.5 basta tom ar la integral curvilínea de la expre­
sión Vi dx Vidy + V3 dz desde un punto fijo (x^ ,y x,z-¡) hasta un
punto variable P {x , y , z) . Esta integral es independiente del camino,
y por tanto, tornando una quebrada de lados paralelos a los ejes con­
tenida en ¿) (lo cual siempre es posible tomando Py suficientemente !?
O
liróxinio a P ) , resulta

176
23. C a m p o s de G r a d ie n t e s y de R otores

a, V B
( I) (X, y, z) <¿x + / Va (Xi, y, dy + í v¡ (xj, >’i, z) dz
^1 =^1
Si so cambia el punto Pi la función cp varía en una constante; es
tlt'í ir, está definida salvo una constante aditiva.
Se puede, como ejercicio, com probar nuevam ente que la función q) cumple
rfiTlivamente las condiciones
<p. = i»i , q), = y, , cp. = .
En efecto, por la continuidad supuesta de las primeras derivadas parciales
ilr lili componentes vt , es lícito derivar bajo el signo integral en (4 ) , re·
lullanclo
X
(J). = r, ( * , y , z) , cp, = J i,., ( x , y , z ) á.* + I,, ( * 1 , y , z ) ,
ti
(I lilcii, puesto que según (3 ) se verifica
Vx, — y j, = O , D i, — = O , ÜM — K i, = O

iraiilta
X

CP, = J· Vu {x , y , z) d x + V2 { x i , y , z) =z vi ( x , y , z)
*1
y nnálogamente
* V
fp. = S v„ ( x , y , z) dx + S { x i, y , z) dy + v, ( x i , y i , z)
*1 Vi

= / ‘V s jx ,y ,z ) d x + jv ¡^ (x ^ ,y .z)d y + v^(,x^,y^,z)=vs(x,,z),y

lo que com prueba que V es el gradiente de cp.


Ejemplos:
1. El cam po V = (2 * - f z) I — e ' J + at K es irrotacional. H allar la
función potencial de la cual deriva.
A plicando (4 ) , en la que se puede tom ar p or simplicidad x, y, =
= Zl = O , resulta q) = A:* — e’ x z + cte.
2.D em ostrar que si un cam po vectorial está formado por vectores per-
pttndiculares a un mismo plano cuyo m ódulo essolamente función de la dis-
liiticia al plano, es un cam po de gradientes.
T om ando un sistema de ejes coordenados tal que el plano x , y sea el
dado, el cam po vectorial resulta V = f{ z ) K y p o r tanto es irrotacional.
3. D ado el cam po V = s e n í ; I + y z J + TOK, h allar m con la con­
dición de que sea un cam po de gradientes.
Como rot V = (,m, — y) I — m , J , p ara que sea irrotacional debe ser
viu — y = 0 , m , = 0 y por tanto m = -1- /(z ) , siendo / u n a función
arbitraria.
3. Campos de rotores. Sea U un campo de rotores. Según 16.20
se verifica
(5) divU=0.
Los campos de vectores que cumplen esta condición de tener su
divergencia nula se llaman solenoidales. Por tanto;
T eor . 3: T o d o cam po d e rotores es solenoidal.
Vale también el teorema recíproco, a saber;

177
fó rm ulas In t eg r a l e s

T e o r . 4 : Si U es un cam po de vectores solenoidat, cuyas com p o­


nentes Ui { x , y , z) admiten primeras derivadas parciales continuas en
un dominio D lim itado por un paralelepípedo de lados paralelos a los
ejes (qu e p u ed e ser todo el espacio), existe en este dominio un cam po
de vectores A tal que
(6) U = rot A .
L a solución A está determ inada salvo el gradiente de una función
arbitraria qp.
El teorema vale para dominios más generales, pero la demostra­
ción es más complicada (ver 5.24).
D em ostración: Se trata de hallar las componentes a^, a^, a^ de
A , es decir, tres funciones que satisfagan el sistema
(7) a^y Ü2Z — Ui , a-iz a^x = u¡ , a^x am = Us
sabiendo que
(8) Ui x + + «3í = O .
Como solo nos interesa una solución particular, podemos empezar
por tomar «1 = 0 . Las dos últimas ecuaciones del sistema dan entonces
a * a
(9) Ü2 = í U ¡dx 0 .2 (y, z ) , as = — f v ^ dx + as (y, z) .
*0 *0
Sustituyendo en la primera ecuación de (7) , tenemos
tf
«1 = a.,y - / ( U 2 y + Us z) d x — — a¡z + U i ( x , y , z ) - U i ( x o , y , z ) ,
«o
ecuación que se satisface tomando
w
tt2 = O , Ua = f Ui (Xo, y , z) dy
Vo
con lo cual, junto con los valores ya encontrados, se tienen las com­
ponentes buscadas de A , a saber:
= O

(10) ai = í Ui { x , y , z ) dx
»0
» V
«3 = - í Ui {x , y , z) dx + S Ui {x„ , y , z) dy .
«O Va
Hemos obtenido así una solución particular. Si añadimos a ella el
gradiente de una función arbitraria cp , el campo A + grad cp también
cumple la condición de que su rotor es V , debido a la ecuación ge­
neral rot grad cp = O. Recíprocamente, si A , A* son dos soluciones
de la ecuación (6) , por sustracción resulta rot (A — A*) = O . De
aquí, según el teor. 2 , puesto que D es simplemente conexo, se deduce
que A — A* es el gradiente de un escalar. Es decir, la forma general de
los vectores cuyo rotor es U es A grad cp, siendo cp una función escalar

178
23. C a m p o s de G r a d ie n t e s y de R ot o r e s

■Iil IIII liria y A el campo vectorial de componentes (10) . Queda así


ili iiicisii.'ulo el teorema.
lijemplos;
1. Sea U = 2 x y l - y’ J + x ’ K . Siendo d iv U = O, hallar el po­
li III lili vcctor A .
Aplicando las fórmulas (10) se obtiene inm ediatam ente A = a;* J +
I V* .VK . L;i solución general será A + V *P > con <p ( x , y , z) una función
MI lilii.iria.
2. H allar el valor de m p a ra qu<> el cam po U = m i + x“y J — z K
«1 .1 •iilrnoidal y luego el potencial vector correspondiente.
I’.ira que sea solenoidal debe ser div. V = m , + x ‘ — 1 = 0 y por tanto
(II Ví AC* + a; + (p ( y , z) .
I.as fórmulas (10) d an entonces A = z x j — ( V s x ^ y + '> )> (y ,z ))K ,
•Iriiilo (y» ■*) una prim itiva, respecto de y , de <p (y> z) .

4. Dc.scomposición de un campo vectorial en suma de uno irrota-


• ioiial y otro solenoidal. Dado un campo de vectores W ( x , y , z ) que-
ii iiKis descomponerlo en la simia
(I!) W = V + U
ili' manera que el campo V sea irrotacional, es decir,
(12) ro tV = 0
Y <·! campo U sea solenoidal, es decir,
( 1H) div U = O .
Supondremos que existe div W y que es una función acotada y con-
linua (jue admite derivadas parciales continuas de prim er orden en todo
i'l espacio.
De (12) se deduce, según el teor. 2 , que V es un campo de gra-
il ici lies, o sea que existe una función cp tal que
( I‘1) V = grad q)
y ( 1)1no por hipótesis es divW = div V , resulta
(I' )) divW = Acp .
I'!sta ecuación nos permite determinar cp. En efecto, se trata de
lina ecuación del tipo de Poisson cuya solución, dadas las condiciones
impuestas para div W , está dada por 21.27 con o = — (1 /4 jt)div W .
Conocida cp, se determina V por (14) y entonces U resulta
tlado ¡)or
(1(5) U = W - V = W -g ra d c p
y está claro que es solenoidal, por ser
div U = div W — div V = Acp — div grad cp = O .
Siendo U solenoidal, existe un campo de vectores A tal que
II = rot A (teor. 4) , de manera que podemos enunciar;
’I'k o r , 5 ; D a d o u n c a m p o d e ve c to re s W , ta l q u e d i v W sea u n a

179
fó rm ulas I ntegrales

función acotada y continua que adm ita las primeras derivadas parciales
continuas en todo el espacio, existe siempre la descomposición
(17) W = grad cp + rot A
en un cam po irrotacional y otro solenoidal.
La función cp se llama potencial escalar del campo y el vector A
potencial vector del mismo.
L a función (p está dada por la ecuación (15) y el campo A se
obtiene por el método indicado en el teor. 4 para hallar un vector cuyo
rotor sea el vector conocido W — grad cp .
Observemos que según el teorema mencionado, el cam po A queda de­
term inado salvo un gradiente, el cual se puede elegir de m anera que secum pla
la condición
(18) div A = O
con lo cual, la definición de laplaciano de u n vector (1 6 .3 ) da
(19) A A = — ro t ro t A = — ro t U = — ro t W .
Esta ecuación es análoga a la de Poisson, pero entre vectores. En coorde­
nadas cartesianas, igualando las componentes respectivas de los dos miembros,
se descompone en tres ecuaciones de Poisson y p or tanto, teniendo en cuenta
la solución 2 1 .2 7 p a ra cad a u n a de ellas, la solución vectorial de (1 9 ) puede
condensarse en la fórm ula única
1 r w
(20) A = ------ I ----------- d x .
4 ;i ·>/ r
con la integración extendida a todo el espacio. Esta fórm ula ju n to con la 21.27
que en este caso se escribe
1 div W
(21) <p = ---------- I ------------ dx
____ __ 4 ji J t
nos da un a form a explícita de la función q) y del vector A que figuran en la
descomposición (17) .
E l problem a que acabamos de resolver equivale al siguiente:
Encontrar un campo vectorial dados su divergencia y su rotor.
En efecto, si se conocen d iv W y r o t W , las fórmulas (15) y (19) nos
dan (p y A y entonces el cam po buscado es W = V -t- U , siendo V = grad q),
U = ro t A . Es decir
1 f div W 1 r rot W
(22) W = -----------grad I ----------- d x + ------ ro t j ---------- d x .
4 rt J r An J r
L a solución es aplicable siempre que las integrales que en ella figuran
resulten finitas. L a solución no es única. Así, en el caso div W = O ,
ro t W = O, además de la solución trivial W = constante existen otras, por
ejemplo W = atI — y J - f - K . P ara la unicidad hay que im poner ciertas
condiciones p ara W en el infinito, como vamos a ver a continuación.
Para el cálculo de (22) debe tenerse en cuenta que, supuestos dos puntos
P , Q. en el espacio, cuya distancia sea r , en las integrales se considera el valor
de W en Q y las integrales se extienden a todo el espacio al variar ¡2 . R e­
sultan así funciones de P y los operadores grad y ro t se tom an en este punto.

5. Observaciones sobre la unicidad. E n el núm ero an terio r hemos supuesto


que los campos vectoriales estaban definidos en todo el espacio. Si solamente
se suponen dados en un dominio simplemente conexo y su superficie, los resul-

180
23. Ca m p o s de G r a d ie n t e s y de R otores

I ikIih «on análogos, siempre que se pued an integrar las ecuaciones de Poisson
(15) y (19) en el dominio.
Respecto de la unicidad de la solución, valen los teoremas siguientes:
T p. o r . 6 ; S i dos campos vectoriales U , V tienen la misma divergencia
y fl mismo rotor en un dominio simplemente conexo y finito D y la misma
fililí iKinente normal sobre la superficie S que lo limita, los dos campos son
iilinlicos, es decir, U = V .
En efecto, poniendo A = U — V , las hipótesis hechas son:
a) div A = O , 6) rot A = O , c) A .N = O
iliiiule las primeras igualdades tienen lugar en D y la últim a sobre S ( N es
rl vrrsor norm al) . D e í>) y el teor. 2 se deduce que existe una función q> tal
iliir A = grad (p = V<P · Po*" tanto, según a) , es div grad (p = Acp = 0 .
I.rt fórmula de G reen (2 1 .1 8 ) teniendo en cuenta la condición c) , que equi-
viilr n V<P-N = á(p/áN = O , nos dice que la integral de (V <P)’ e x ten d id as
/) r» nula. Por tanto \7cp = O , de donde cp = ote. y A = O, o sea,
II V.
Para el caso en que el dominio D se extienda a todo el espacio, la super­
ficie .? desaparece y entonces el teorem a se enuncia:
T e o r . 7 : S i dos campos vectoriales U , V tienen la misma divergencia
V t i mismo rotor en todo el espacio y,' además, la función (p cuyo gradiente es
A rr U — V tiende a cero como I / r y | I como 1/r* cuando r —> oo ,
tnlonces es U = V .
I-a demostración es análoga a la anterior, con sólo tener en cuenta que
ln Integral de superficie en la fórm ula de G reen utilizada es tam bién n ula en
m ir cnso, por ser el integrando (p ara r —> o o ) del orden de 1 /r’ y la super-
llclr de integración del orden de r* (se puede suponer que S es u n a esfera
di» íirr.T 4 r*).
En particular, si V = O se deduce:
T p.o r . 8 : S i un campo vectorial U tiene nulos la divergencia y el rotor
y, además, la función cp tal que = U tiende a cero como 1 /r y
VT*! = | U | tiende a cero como 1/r* cuando r ^ , es U = 0 .
Observemos, finalm ente, que el cam po dado p or la fórm ula (22) es siem-
|irr un cam po continuo que se anula en el infinito. Recíprocam ente, si se im ­
pone a W la condición de ser continuo y nulo en el infinito, la solución dada
por (22) es única, es decir, vale la siguiente variante del teor. 7:
T for . 9: S i dos campos vectoriales tienen la misma divergencia y el mis­
mo rotor en todo el espacio y además son continuos fc o n derivadas continuas)
y nulos en el infinito, los dos campos son iguales.
lín efecto, si los dos campos son U y V , poniendo como antes
A= — V resulta que existe un potencial cp tal que A = V v y A < P ~ 0 ·
l’or (ante tp es una función arm ónica y, en consecuencia, las derivadas parciales
I ' · , <í>», cp, (que son las componentes de A ) tam bién lo son. Como ellas se
nniilan en el infinito y u n a función arm ónica no puede tom ar sus valores m á­
ximo y mínimo más que en el contorno en que está definida, resulta que son
nulas on todo el espacio y por tanto A = O , o sea, U = V .

fl. Campo engendrado por un hilo de torbellino. Como ejemplo


de aplirarión de las fórmulas anteriores, consideremos el caso del campo
ftiRoiidrado por im hilo de torbellino. Es decir, se trata de hallar el
(•¡iinpo A , conociendo el valor de
(23) U = rot A

181
fó rm u la s I n t e g r a l ís

a lo largo de un hilo de torbellino (22.3) . Todavía se podría dar ar­


bitraria la div A , pero por simplicidad supondremos el caso div A = O
es decir, el caso en que no haya fuentes ni desagües.
Según (22) la solución es

(24) A = rot í - d T
4jiJ. r
donde la integración está extendida a todo el hilo de torbellino, únicos
puntos del espacio en que por hipótesis es U y- O. En la integral (24)
r es la distancia del punto Q del hilo al punto P dcl campo, es decir,
al punto en que está aplicado A ; y d t es el elemento de volumen
en Q .
Consideremos una línea de torbellino T alrededor de la cual se
considera el hilo. Si T es su versor tangente, es U = ] U | T . Por otra
parte, llamando o al elemento de área de la sección normal del hilo,

vimos en 22.3 que la circulación alrededor del mismo vale y = | U | o


y que su valor es una característica del hilo, es decir, que no depende
de la sección normal considerada. Por tanto, puesto que d x — a d s ,
siendo ds el elemento de arco de T (24) , puede escribirse:

(25) A = -l-r o , r l ±
4 rt J r
r
donde solamente aparece la integración sobre la línea de torbellino T
habiendo desaparecido toda referencia al hilo, excepto por la circula­
ción Y , que ahora puede considerarse como una característica de F .
El operador rot se refiere al punto P y el versor T es sólo función d
Q , de manera que siendo (según 16.17)

rot (— T) = V -í- A T -j- L ro tT

182
23. Ca m p o s de G r a d ie n t e s y de R otores

rot T = O

ilimdc E es el versor en la dirección y sentido de P a Q , queda


Y f E AT ^
(26) A = “ 4 Jt J I ----- 1“ ·
r
I«te resultado se suele expresar diciendo que cada elemento ds
dr !' contribuye en el punto P para formar el campo con un incre-
mrnio cuyo valor absoluto vale (O = ángulo de T y E)
Y sen 0
(27) - í --------^ ds

y cuya dirección es la del vector T A E , perpendicular al plano de-


Irniiinado por PQ, y el versor tangente T a F en Q.·
Este resultado es muy general y tiene varias aplicaciones concre-
Im. Si A es el campo de velocidades de las partículas de un fluido

F ig u r a 77

cn movimiento y F es una línea de torbellino del mismo, el resultado


rs una fórmula clásica de la mecánica de fluidos. Si A es el campo
magnético engendrado por una corriente de intensidad y que circula
por un conductor F , el resultado constituye la ley de Biot y Savart
(in la electrodinámica.
Por ejemplo, si se tiene en un fluido una recta que sea una línea
do torbellino de circulación y , la velocidad inducida en un punto P
«ituado a distancia o de la recta, vale

183
fó rm ulas I ntegrales

«-00
| A | = J L f J ü L *
' ' 4k J
y como (fig. 77)
O o
s = O Q = o tg cp , ds = --------- ííq) r = ---------- i sen 0 = eos q>,
eos'·' qp eos cp I

queda ,/.
A V Y _
' ' 4jt J
-»/·
o ^ 2 k 0

7. Caso de una curva cerrada. Es interesante el caso en que la


linea de torbellino es una curva cerrada F , tal que pueda aplicarse a
ella y a una superficie que la tenga por contorno el teorema de Stokes
En este caso, aplicando a (26) la fórmula 22.10 resulta

(28) da

siendo S una superficie cualquiera cuyo contorno sea F .


El sustraendo del segundo miembro es nulo, puesto que
V .( E /r ^ ) = — V . V ( l / r ) = — A (1 /r) = 0 . En cuanto al mi­
nuendo, se puede poner É/r^ = — Vj> (l/i·) , indicando que el ope­
rador V se refiere al punto P (que no pertenece al campo de inte-
gración S y en el cual está aplicado el vector A ) y perm utar con
V ^ /,j que se refiere a los puntos Q de la superficie S , quedando

(29)
8
o bien, según la notación de derivada direccional ( 1 3 .5 ) ,

r 8 '- )

8
Como siempre se puede tom ar una superficie S que no pase por
P , resulta
T eor . 9: E l cam po A engendrado por una línea de torbellino
cerrada F es el gradiente de la función potencial

B
en todos los puntos no pertenecientes a V ,

184
23. Ca m p o s de G r a d ie n t e s y de R otores

En esta expresión, S es una superficie cualquiera cuyo contorno


rs 1’ y Y es la circulación correspondiente a esta curva; r es la dis-
(¡ini ia del punto de S correspondiente al elemento da al punto P del
( iiiiipo. Al hacer la integración, P es fijo, de m anera que resulta
= fp iP) ·

8. Ángulo sólido. Consideremos en un plano dos semirrectas O A ,


Olí a partir de un punto O (fig 78). El ángulo que forman, o sea el
conjunto de todas las semirrectas de origen O comprendidas entre ellas.

F ig u ra 78

ÍC. puede medir por la longitud del arco de circunferencia de radio uni-
(l;i<! y centro O comprendido entre las mismas.
En el caso del espacio, la generalización natural es la siguiente. Su­
pongamos un conjunto de semirrectas a partir de un origen O y tales
c|iie formen una superficie cónica cerrada de vértice O . El conjunto
tic las semirrectas de origen O que son interiores a esta superficie cónica
nc dice que forman un ángulo sólido de vértice O . Para medirlo, se corta
por una superficie esférica de radio unidad y centro O . L a intersección
ron el ángulo sólido será cierta región de la superficie esférica, cuya
/irra es, por definición, la medida del ángulo sólido (fig. 78). Por ejem-
jiio, todas las semirrectas que parten del origen de coordenadas y perte­
necen al octante correspondiente a la parte positiva de los ejes x , y , i
forman un ángulo sólido de medida 4 Jt/8 = %¡2 .
D ada una superficie y un punto O no perteneciente a ella, in­
teresa muchas veces calcular el ángulo sólido que resulta al proyectar S
desde O . o sea, el ángulo sólido según el cual es vista S desde O
(fig. 79).
Si d a es el elemento de área de S correspondiente al punto P ,
su proyección sobre la esfera de radio unidad y centro O , o sea, el

185
fórm ulas Integrales

ángulo sólido elemental, será


1CCS 0 1
(32) = L do

siendo O el ángulo entre OP y la normal N a la superficie en el punto


P y r=\OP\.
En vez de tomar el valor absoluto de esta proyección conviene con­
siderarla inclusive con el signo, tomando eos O en vez de | eos 0 ] . Con

ello el ángulo sólido depende del sentido de la normal N , pero una vez
fijado éste, tendrá un valor bien determinado· Además, si un mismo ra­
dio vector desde O corta más de una vez a la superficie, los elementos de
ángulo sólido correspondientes a los distintos puntos de intersección se
sumarán algebraicamente, que es lo que en general interesa. Por ejemplo,
si S es una superficie cerrada que no se atraviesa a sí misma y que por
tanto limita cierto volumen del espacio, el ángulo sólido total según el
cual es vista desde O vale siempre 4 jt si O es interior y O si O es
exterior.
En efecto, tomando la normal siempre hacía el exterior del volumen,
el valor de eos 0 será positivo en los puntos en que la prolongación del
radio vector sale del volumen (como el Pi de la fig. 80) y negativo en
aquellos en que entra en el volumen (como el P j de la fig. 80) . Por
consiguiente si O es interior, en las partes de la esfera unidad sobre las
cuales se proyectan más de un punto de S , cada elemento proyectado
de signo negativo se compensa con otro positivo, quedando únicamente
una sola proyección. En consecuencia la proyección de toda la super­
ficie S cubre una sola vez a la esfera unidad y por tanto el ángulo só­
lido correspondiente vale 4 j t . En cambio, si O es exterior, cada radio
vector por O corta a 5 en un número par de puntos, a los cuales co-

186
23. Ca m po s de G r a d ie n t e s y de R otores

I responden alternativamente los signos + y — , de manera que la pro-


yrci'ión total vale cero, como dijimos.
Con este convenio, la expresión analítica del ángulo sólido total se-
f’.ún el cual se ve la superficie S desde O será

(S3> a=
S 8
«icndo N el versor normal a 5 en el punto P , E el versor de la di-
iiTción OP y r = \OP \ .

Recordando la notación usual para la derivada de una función según


la normal a una superficie, y siendo E / t"'^ = — V (1 /r) , (33) se puede
cscribir también

(34) í¡ = - J '( n .v Í ) . , = -
8 8
Comparando con (31) , resulta que si la superficie S tiene por
contorno la curva F , la relación entre Q y la función potencial (p
lirl campo engendrado por F (considerada como línea de torbellino) ,

(3 5 ) cp =

5) S está dada por su ecuación vectorial X = X (u , v) , teniendo en

187
fó rm u la s Integ rales

cuenta 2 0 .1 0 y 2 0 .3 4 la expresión del ángulo sólido según el cual es vísta


desde el origen O , tom a la forma
(X .X .E )
(36) du A dv .
“ = /
Si S es una superficie abierta lim itada por u n contorno T , el ángulo
sólido £2 según el cual es vista desde el origen O , se puede expresar p or una

F ig u r a 81

integral curvilínea a lo largo de F . En efecto, la integral (33) expresa el flujo


del vector
X y X
(37)
f· r’ r’
a través de S . Por tanto, según el teorem a de Stokes podremos escribirla como
integral curvilínea si encontramos un vector A cuyo rotor sea (37) . Tenemos
para ello el sistema

asg — fljj = Ol0 — dsm — --



E n 2 3 .3 se ha visto la solución de un sistema de este tipo. P ara este caso
concreto, tom ando por ejemplo jto = O , yo = O , Zo = O , la solución (10) es
* *
z zx r y yx
/
o
— dx = : ---------------- , flj = — I — dx = ---------------------
( / + z’) r J r'
o
( / + z’ ) r

y por tanto la fórm ula de Stokes da


X z dy — y dz
(38) / f + z’ V ? T ? T · ? '

N aturalm ente que esta expresión no es única, pues sabemos que al vector
A se le puede agregar un gradiente arbitrario, sin que deje de satisfacer al
sistema.

188
23. Ca m po s de G r a d ie n t e s y de R otores

Por ejemplo, vale también la fórmula


X dy — y dx

/ r

r I(z + r)

9. Integral de Gauss. Volvamos al 23.7 y consideremos el caso en


(|iic el punto P describe también una curva cerrada F i , sin punto
i'Ditiún con F y calculemos la circulación del vector A a lo largo de
rila.
Según (26) será

(-10 ) J a .T i dsi = J {V ^A T).Tidsdsi .


Ti T) r
Por otra parte, siendo A = Vcp, es

(41)
J
f A.Tidsi = [cp] =
Ti
Y
Q
r. Ti
El ángulo sólido Q a lo largo de la curva cerrada F i sólo puede
variar en un múltiplo de 4 j t . Si F i no está enlazada con F (fig-
íll) la variación de Q es nula. Si F i se enlaza con F (fig. 82) la

F ig u r a 82

v.-uiación de Q es 4 j t v , siendo v un número entero (positivo o ne­


gativo), llamado índice de enlazamiento (en el caso de la figura 82 es
v=l) .
Do (40) y (41) resulta por tanto

189
fó rm ulas Integ r a les

(42) J V y T T i ^ d sd si = 4 j t v
Ti r
que puede escribirse

(43) J 'J ' ^ ( E T T i ) d sd si = - 43l^


r, r
siendo E el versor direccional que indica la dirección de la recta que
une el elemento dsi de I ’i con el ds de T ; T i y T son los ver-
sores tangentes respectivos en dichos puntos.
Esta fórmula (43) que permite expresar el índice de enlazamiento
mediante una integral extendida a ambas curvas, es debida a Gauss.
La importancia del número v consiste en que no varía por defor­
mación de las curvas F , F i mientras durante la deformación no tengan
en ningún momento punto común.
Sobre esta integral, su importancia en topología y su generalización
a n dimensiones, ver por ej.: P. A l e x a n d r o f f y H. H o p f , T opologie,
Berlín, 1935, pág. 497-

EJER C IC IO S
1. Siendo el cam po V = sen y sen z I -f- * eos y sen z J -|- * sen y eos z K
irrotacional, h allar la función potencial de la cual deriva.
2. Lo mismo p ara el cam po U = («* - f 2 x y z ) 1 + x’z J + (x’ y — 6 z*) K .
3. H allar el potencial vector de los campos solenoidales siguientes:
a) lJ = ^ y I - ( * y + y) J + z K
b) V = — s c n x 1 + {y eos x — f ) J + 2 y z K
c) V = ( 2 x + y + z ) l - y J - - K .
4. D em ostrar la fórm ula (3 9 ).
5. C alcular el ángulo sólido desde el cual se ve desde el origen de coorde­
nadas un cuadrado de lado b cuyo centro es el punto (O , O, a ) ycuyo plano es
paralelo al x , y .
6. Si el producto cpA tiende a cero con un orden infinitesimal igual o m a­
yor que el de 1 /r’ en el infinito y si div A = O , probar que es / A . V < P ¿ t = O ,
estando la integral extendida a todo el espacio.
7. D em ostrar que si A es un cam po de vectores continuo y diferenciable,
existen infinitas funciones <p tales que <pA es u n cam po solenoidal.
8. Sea U un cam po de vectores y representemos p or u el módulo de U .
Sea T el versor tangente a las líneas de cam po en cada punto y í el arco de
estas lineas. D em ostrar que una condición necesaria y suficiente p a ra que U sea
solenoidal es que sea d log u /d s = — div T .

24. NOTAS Y C O M PLEM EN TO S DEL C A PIT U L O V


1. N ota histórica. El teorema de Gauss y las fórmulas de Green fueron
publicados por prim era vez en las siguientes memorias:
K . F . G a u s s , “T heoria attractionis corporum sphaeroidicorum ellipticorum
’lomogeneoruro m ethodo nova tractata” , Commentationes societatis scientiarum
Gottingensis recentiores, voi. II , 1813. Reproducido en: K a r l F r i e d r i c h G a u s s ,

190
24. N otas y Co m plem entos de l C a p ít u l o V

tVirke, G otinga, K öniglichen Gesellschaft der Wissenschaften, 2* reimpresión,


11177.
G eorges G reen , Essay on th e A pplicatim of M athematical Analysis to the
Theory of Electricity and M agnetism, N ottinglam , 1828.
La fórm ula de Stokes aparece en el trsbajo:
G. S t okes , “A Sm ith’s Prize Papel” , Canbridge University Calendar, 1854.
El estudio de las condiciones mínimas de regularidad que deben cum plir
III· campos de vectores y las superficies o cixvas que en ellos intervienen han

F igura 83

(ludo lugar a numerosos trabajos. Puede verse, por ejemplo, el libro de O. D


K r i - l o o , Foundations of Potential Theory. Cambridge, Mass., 1929, o algún tra ­
tado moderno de análisis como el de T M. A p o s t o l , M athematical Analysis,
Reading, Mass. Addison-Wesley Publishing Co., 1957.

191
fó rm ulas I ntegrales

2. Campos vectoriales en el plano; característica de u n a curva e índice de


un punto. Y a vimos en el apartad o 14 la definición de cam po vectorial. Desde
un punto de vista más geométrico se puede decir que definir un cam po vectorial
en el plano es asignar a cada punto del mismo un vector determ inado. E n ge­
neral interesan los campos continuos, o sea aquellos en que los vectores (su mó­
dulo y su dirección) son funciones continuas del punto de aplicación. M ás exac­
tam ente: se dice que u n campo de vectores es continuo en un p u n to Po cuando,
dado un 6 cualquiera, existe un e tal que p a ra todos los vectores cuyo punto

F io u r a 85

F ig u r a 86

de aplicación P cum ple la condición | P Po | < e , su extremo A cumple la


condición | AAo | < 8 , siendo At, el extremo del vector de origen P o .
Los puntos de discontinuidad, o bien aquellos a los que corresponden más
de un vector o el vector nulo, se llam an puntos singulares del campo.
Por ejemplo, el cam po de versores tangentes a las hipérbolas x y = k (fig.
83) es un campo continuo en todo el plano, excepto en el origen.
A nálogam ente, el cam po de versores tangentes a las curvas cuyas ecuacio-

192
24. N otas y Co m plem ento s del C a p ít u l o V

lies en coordenadas polares son q = k sen 2 cp (fig. 84) , orientados según el


•cntido de las flechas, es continuo en todo el plano excepto el origen.
E n el caso del movimiento de u n fluido en el plano, los versorcs tangentes
n las líneas de corriente form an un cam po vectorial. En la figura 85 (circun-
ícrcncias que pasan por dos puntos fijos M , N ) los puntos singulares son los
M , N . El punto M p or el cual salen las líneas de corriente se llam a fuente;
rl punto N por el cual entran, se llam a desagüe o sumidero.
En la figura 86 (haz de circunferencias ortogonales a las de la figura 85)
ios puntos singulares son tam bién los M , N . E n este caso, en el que los vec­
tores “giran” alrededor del punto singular, éstos se llam an vórtices.
U n punto singular se llam a aislado cuando existe un entorno del mismo
dentro del cual no hay otro punto singular.
Supongamos ahora un cam po vectorial continuo (salvo ciertos puntos sin­
gulares aislados) y una curva cerrada F que no pase por ningún punto sin­
gular (fig. 87) . A cada punto P de F corresponde u n vector A del campo.

F igura 87

A partir de un punto fijo O del plano tracemos un versor A' paralelo al


vector A . Supuesto fijada una orientación del plano, la cual determ ina sobre
r un sentido de recorrido, al recorrer P la curva F segúp jte sentido, el
extremo del versor A ' recorrerá la circunferencia unidad de centro O ■ A! vol­
ver P a su posición inicial el extremo de A ' habrá recorrido cierto número A
de veces la circunferencia unidad de centro O . Este número k (positivo, nulo
o negativo) se llam a característica de la curva F respecto del cam po vectorial
dado.
Brevemente se puede decir: la característica de F es el cociente por 2 n
de la variación del ángulo entre los vectores del cam po y una dirección fija,
al recoi rer F .
Supongamos que F sea una curva cerrada que no se corte a sí misma
(la llamaremos curva cerrada simple) y en cuyo interior no haya ningún punto
singular del campo. Por una deformación continua (por ejemplo por una su­
cesión de homotecias de centro un punto fijo interior O ) , la curva F puede
reducirse a un punto O . D urante la deformación, siendo el cam po continuo,
el núm ero k debe variar con continuidad y, como es un núm ero entero, per­
manecerá constante. C uando F se reduce al punto O , el versor A ' antes
mencionado es único (el correspondiente a O ) y por tanto k z= Q . En con­
secuencia:
T eor . 1 : La característica de las curvas cerradas simples que no encierTnn
ningún punto singular es igual a cero.

193
fó rm ulas Integrales

Supongamos ahora que F encierre un punto singular aislado O . Al de


form ar F por continuidad hasta reducirla a O , el núm ero k se mamtiene
constante según lo dicho. Este núm ero constante se llam a índice del punto O ,
Es decir: índice de un punto singular es la característica de cualquier curva
Cerrada simple que no contiene en su interior otro punto singular que O .
Si F encierra varios puntos singulares aislados, se puede construir una
curva F j com puesta de F más unos lazos que partiendo de F rodeen cada

F ioura 88

punto singular (fig. 88) . L a característica de F , es nula p or el teor. 1 y la


variación de la dirección del vector del campo a lo largo de ella se compone
de la variación a lo largo de F más la variación (con signo cam biado) a lo
largo de los lazos. Por tanto
T eor . 2: S i una curva cerrada simple encierra puntos singulares, su ca­
racterística es igual a la suma de los índices de los mismos.
Si se cambia la orientación del plano, sin m odificar el cam po vectorial,
los sentidos de recorrido de las curvas se transform an en sus opuestos. El versor
A' de la figura 87 gira en sentido opuesto al primitivo y por tanto la carac­
terística de las curvas y el índice de los puntos singulares cam bia de signo.
3. Campos vectoriales tangentes a una superficie. Supongamos u n a super­
ficie cerrada 2 que sea el contorno de un cierto volumen del espacio (super­
ficie cerrada y orientable). Si en cada uno de sus puntos está asignado un vector
tangente, salvo en puntos excepcionales (puntos singulares), se dice que está
definido sobre 2 un cam po de vectores tangentes. Las definiciones de conti­
nuidad y de puntos singulares son las mismas que p a ra el plano.
U n teorem a muy im portante es el siguiente:
T eor . 3: S i 2 es una esfera, no existe ningún campo vectorial formado
por tangentes, que sea continuo y no tenga puntos singulares.
Para la demostración, supongamos que existiera un tal cam po y vamoí
a ver cómo se llega a una contradicción. Sea C un círculo máximo de la esfera.
Fijemos en cada punto de la esfera una orientación, por ejemplo la que gira
en lentído contrario al de las agujas del reloj m irando desde el exterior. Fije-
mo.< también un «eptido de recorrido cualquiera a C , con lo cual en cada
punto quedará bien determ inado el versor tangente 5 C . E n cada pim to P
de C tendremos aií el v e n o r tangente y el vector del cam po d ad o ; sea <p el

194
24. N o t a s y C o m p l e m e n t o s d e l C a p í t u l o V

ItiRuIo entre estot dot vectores, m edido según la orientación fijada. C uando P
ilricribe C , al volver al punto de p artida, el ángulo (p h ab rá variado en un
múltiplo de 2 li ; sea 2 k n (k = núm ero entero, positivo, nulo o negativo).
Tomemos do» puntos diam etralm ente opuestos sobre C y hagamos girar
rnn continuidad este circulo alrededor de ellos. Como el cam po es continuo, el
número k obtenido por la misma operación anterior deberá tam bién variar con
l ontinuidad, y como es entero perm anecerá constante. Al volver a superpo-
iirr C sobre sí mismo, después de girado 180°, el sentido de recorrido de C
H|i.'irece invertido, m ientras que el cam po no h a variado. E n cada punto el
Angulo q) es ahora W = n -f-<P y P °r tanto — d tp , pero como el camjK)
lie integración h a invertido el sentido, la variación total será ahora —2 k j t ,
(¡orno debe ser la misma anterior, resulta íe = — k y p o r ta n to A: = O .
Por otra parte consideremos la fam ilia de círculos menores paralelos a C ,
qiie van desde C hasta el polo O del mismo. H aciendo con cad a uno de
rilo» la operación anterior, p or la continuidad del campo, tam bién k deberá
permanecer constante. Al reducirse C al punto O , como en este p u n to hay
un »olo vector, el ángulo (p varia en ± 2 Jt (el signo depende del sentido de
recorrido), puesto que el vector del cam po es fijo y el versor tangente varía en
± 2 n . En consecuencia resulta k = ± l .
Este resultado es contradictorio con el resultado k = 0 , lo cual prueba
que la hipótesis de p artid a (existencia de u n cam po continuo de vectore» tan-
Krntes) no es admisible.
Si no se impone la condición de que lo» vectores sean tangentes, entonce»
il existen campos vectoriales continuos sobre la superficie de la esfera. Por ejem ­
plo, el cam po formado por todos lo» versores normales a la misma. E n este
roto vale el siguiente
T eor . 4 : Dado un campo de vectores continuo sobre la superficie de la
alera, sin puntos singulares, la recta de por lo menos uno de los vectores pasa
por *l centro de la esfera.
E n efecto, »1 así no fuera, considerando en cada punto el vector tangente
proyección ortogonal del vector del cam po sobre el plano tangente, tendríam os
un cam po de vectores tangentes sin discontinuidades, en contra del teor. 3 .
El teor. 3 subsiste si en lugar de la esfera se considera una superficie
runlquiera obtenida por deformación continua de la esfera. El hecho es evi-
•Irnte por razones de continuidad. Se tra ta de u n teorem a topològico, que no
ciiinbia p or deformaciones continuas.
Para superficies cerradas que no pueden obtenerse p o r deformación con­
tinua de la esfera el teorem a cam bia. Por ejemplo, sobre el toro el cam po for-
nmdo por los versores tangentes a las circunferencias m eridianas es continuo y
rarece de puntos singulares.
En general, se dem uestra que el núm ero mínimo de puntos singulares está
relacionado con la característica de Euler de la superficie.
V er: P. A lexandroff y H . H opf , Topologie, Berlín, Springer, 1935, voi.
I. caps. 12, 13 y 14.
4. Teorem as sobre puntos fijos. Los teoremas anteriores sobre campos vec-
íorinle» pueden servir p a ra la dem ostración de ciertos teoremas sobre puntos
fijos (puntos homólogos de sí mismos en u n a transform ación), de gran utilidad
rii muchos capítulos de la m atem ática. Mencionaremos, como ejemplo, dos de
ello».
T ror. 5: Toda transformación continua (no necesariamente biunivoca) de
la superficie de ¡a esfera sobre sí misma contiene por lo menos un punto fijo
o un par de puntos homólogos diametralmente opuestos.
Demostración : Sea P P' la transform ación dada. Supongamos que no
hubtrrn ning^ún punto fijo, o sea, fuera siempre P ^ P ' . Considerando los^ vec-
lure« P P ', tendremos «obre la esfera u n cam po continuo de vectore*. Según el

U5
F ó r m u l a s Integrales

teor. 4 la recta de por lo menos uno de estos vectores pasará por el centro
de la esfera. Por tanto, p a ra esta recta, P ' es el punto diam etralm ente opuesto
a P.
T eor. 6 : T od a transformación continua (no necesariamente biunivoca)
del plano proyectivo en sí mismo contiene por lo menos un punto fijo.
Demostración: Proyectando los puntos del plano proyectivo desde un
punto exterior O , se tiene una radiación de rectas. T o d a transform ación con­
tinua del plano equivale a una transformación continua entre las rectas de la
radiación. Sea a -* a' esta transformación. Cortemos la radiación por una
esfera de centro O ; sea A un punto de ella y a la recta OA ; trazando por
A la paralela a a' tendremos otro punto A ' sobre la esfera. Asignemos a cada
punto A el versor de dirección A A ' . Si a' resulta tangente a la esfera, A A '
será la dirección de la tangente deducida por continuidad. Tendrem os así un
cam po de versores continuo sobre la esfera. Según el teor. 4 hay por lo menos
uno de ellos cuya dirección pasa p or O . Esta dirección será la de una recta
fija de la transformación. Su punto de intersección con el plano proyectivo
de p artid a será u n p u n to fijo.
P ara los teoremas anteriores y otros análogos, ver W . F e n c h e l , “Elemen­
tare Beweise und Anv/endungen einiger Fixpunktsátze” , M atem . Tidsskrift, M .
1932.

5. Sobre cam pos solenoidales. E n 3.23 demostramos que todo cam po so­
lenoidal es un cam po de rotores, bajo la condición de ser el dominio D en el
cual el cam po está definido el interior de u n paralelepípedo.
El teorema vale con solo suponer que D es un dominio convexo y en
general p ara cualquier dominio tal que no contenga superficies cerradas que
limiten dominios no íntegram ente contenidos en D. P ara estos últimos el
teorem a puede no valer, como prueba el siguiente ejemplo (ver T . M. Apóstol,
Análisis Matemático, Ejercicio 11-34). Sea D el espacio com prendido entre
dos esferas concéntricas de origen O y sea el cam po U = X. |X|“®, donde X
es el vector posición. Sea 2 una superficie esférica de centro O contenida en D
y consideremos sobre ella una circunferencia m enor c. Indicando con 2 '
a la superficie de 2 menos el interior de c el teorem a de Stokes ( (6) - 12)
dice que
/ A . T * = X U .N d a
c S'
H aciendo tender a cero el radio de c, el prim er miembro tiende a cero,
m ientras que el segundo, según ( ( 3 3 ) - 2 3 ) tiende al ángulo sólido sescún el
cual se ve 2 desde O, o sea, a 4 x. La contradicción nos dice que para el dominio
D considerado no existe el cam po A.

196
CAPITULO VI

A P L IC A C IO N E S D E L A N A L IS IS V E C T O R I A L

23. APLICACIONES A LA TE O R ÍA DE CURVAS

1. Triedro de Frenet. Ya vimos en el apartado 19 que una curva


dcl espacio está dada por tres ecuaciones paramétricas
(1) x = x(t) , y = y{t) , z = z{t)
las cuales, representando por X al vector O X de componentes x , y
z , pueden condensarse en la ecuación vectorial única
(2) X = X (0 .
También definimos allí el elemento de arco

ds = \ / x ’‘ dt , V =
dt
y el versor tangente
(4) T = - ^ = X' .
ds
En lo sucesivo indicaremos con un acento las derivadas respecto
dcl arco s , conservando el punto para las derivadas respecto del pará­
metro general t . El paso de unas derivadas a otras se hace utilizando
la relación (3) , que se puede escribir d s / d t = Por ejemplo,
so tiene
. dt X
X' = X _ =
ds
(5)
dt X (X .X ) X
X "= —
dt .(X ^2\l/2
) ds X^ (X^)*
Escribiendo que T es un versor, o sea, que tiene módulo unidad,
se tiene
(6) X'^ = 1
y por derivación respccto de í , resulta
(7) X '.X " = O ,

197
A p l ic a c io n e s del A n á l is is V e c t o r ia l

lo cual nos dice que el vector X " es perpendicular a la tangente. El


versor
X"
(8) NT = ----------
1X " I
se llama el versor norm al principal. L a recta que pasa por el punto de
la curva y tiene la dirección de N se llama recta normal principal.
Según (4) y (7) es T .N = 0 y a partir de estos versores per­
pendiculares entre sí se define el nuevo versor
(9) B = TAN
que se llama versor binorm al a la curva en el punto considerado.
Los tres versores T , N , B forman el llamado triedro principal o
triedro de Frenet correspondiente al punto. Las caras de este triedro se
llaman:
cara T , N : plano osculador
cara N , B : plano normal
cara B , T : plano rectifican te.
Si la curva está dada por sus ecuaciones param étricas
X — x( s ) , y = y(s) , z = z( í )
con el arco s como parám etro, las ecuaciones de los elementos del triedro p rin ·
cipal correspondiente al p u n to ( x , , y», Zt) son
T an gen tt:
x — xi y — y» z — z,
X*. ~ y '. ~ ‘
Normal principal:
X— X, y — y» i - -Zt
X"<i y"o z".
Binormal:
X —Xt y — y· M— Z,
y , z % - - y ”,t>. z’. X", - z”, x'. x \y \-x % y \
Plano osculador:
X — X, y - y. z-z.
x'· y'· = 0 .
x'\ y".
Plano normal·.
x’, (x — Xt) + y', (y — y.) + t ', ( t — z,) = O .
Plano rectificante:
x " , (x — *,) + y", (y — y.) + « " , ( * — í.) = O .

2. Fórmulas de Frenet. Se trata de hallar las componentes de los


vectores derivados T ' , N ', B' respecto de los ejes del triedro principal.
Las derivadas son siempre respecto del arco.
Es necesario introducir dos definiciones:

198
25. A p l ic a c io n e s a la T e o r ía de C urvas

a) Al módulo del vector T ' = X " se le llama curvatura de la


curva y se representa por x . Es decir
(10) x = V t ^^ = V x ^
La curvatura se toma siempre positiva. A la inversa de la curva*
tura se la llama radio de curvatura Q = 1/ x .
b) Al producto escalar N '.B , tomado con el signo correspon­
diente, se llama torsión de la curva y se representa por t . Es decir, por
definición
(11) T = N '.B .

La inversa de la torsión es el radio de torsión.


Con estas notaciones, (8 ) se escribe
(12) T ' = xN .
Para hallar N ' pongamos
( 13) N ' = a i T a ¡ . N -1-a. , B
siendo a{ coeficientes que vamos a determinar. M ultiplicando esca­
larmente ambos miembros por T resulta a i = N '. T , y como de
T .N = O se deduce, por derivación, N '.T = — T '. N , teniendo en
cuenta ( 12) resulta ai = — x .
Multiplicando escalarmente ambos miembros de (13) por N re­
sulta 0 2 = N . N ', pero de N^ = 1 se deduce N .N ' = O ; por tanto
tt2 = 0.
Finalmente, multiplicando ambos miembros de (13) escalarmente
por B resulta aa = N '. B = t . Queda por tanto N ' = — x T + t B
Para hallar B' procedemos análogamente, escribiendo
(14) B ' = P i T - t - P 2 N + paB
y buscando P i ,P2 , Ps por el mismo método anterior. Multiplicando
escalarmente por T ambos miembros de (14) resulta Pi = B '.T ; pero
de la relación B .T = 0 se deduce B '.T = — T '.B y según (12)
T '. B = O . Por tanto pi = O .
M ultiplicando (14) escalarmente por N queda P2 = B '.N . De
la relación B .N = O se deduce B '.N = — B .N ' = — t . Por tanto
P. = - t .
M ultiplicando (14) escalarmente por B se tiene P3 = B '.B y
como de B^ = 1 se deluce B .B ' = O, queda P, = O.
En definitiva, agrupando los resultados obtenidos se tienen las
llamadas fórm ulas de Frenet, fundamentales para la teoría de curvas;
T' = xN
(15) N ' = - x T -t- t B
B' = - t N .
Algunos autores toman cambiado el signo de la torsión; se trata
nimplemente de una cuestión de convenio, según se defina por la re­
lación (11) o por T = — N '. B .

199
A p l ic a c io n e s del A n á l is is V e c t o r ia l

Casos de curvatura o torsión nula. Si y. = O , según (10) , debe


ser T = X ' = constante; llamando A a este vector constante y C
a otro vector (constante de integración), resulta X = A i + C , o sea,
se trata de una recta.
Si es T = O en todos los puntos de una curva, la tercera fórmula
de Frenet da B = constante; por tanto, de T .B = X '.B = O, se
deduce X . B = cte. Por ser ésta la ecuación de un plano, resulta que
la curva X (í) está contenida en el mismo, o sea, es una curva plana.
En resumen:
L a condición x = O caracteriza a las rectas y la T = O a l a s curvas
planas.
Ejemplo :
T odo campo vectorial A determ ina el cam po de versores T = A ; | A | que
son los versores tangentes a las líneas de cam po (1 4 .1 ) . P ara h allar la cur­
vatura de estas líneas y la dirección de su norm al principal tenemos la ecuación
T ' = XN , que puede escribirse
(T. V ) T = x N
y de aquí, aplicando la fórm ula 16.29 al versor T (que cumple la condición
T* = 1 ) , resulta
T A rot T = — XN .
Esta ecuación nos d a la dirección de la norm al principal de las líneas de
campo. E n cuanto a su curvatura se tiene
X = I ( T . V ) T | = IT ArotTl .
Si se desea la descomposición del vector r o t T según los tres versores
fundam entales T , N , B de las líneas de campo, procediendo p o r coeficientes
indeterm inados y teniendo en cuenta la penúltim a relación se obtiene
ro t T = a T -J- X B , con a = T .r o t T .

3. Cálculo de la curvatiu-a y de la torsión. L a curvatura está


dada por la fórmula (10) . De la torsión conviene dar una expresión
a partir de la ecuación X = X ( í ) de la curva. Para ello observemos
que según (8) es
n = ÍE 1
X
y derivando
X " 'x - X " x '
N' =
Por tanto
1 fX ' X " X " 'i
T = N '.B = N '. (T A N ) = — ( N 'X 'X " ) = '
X x·'
Se tienen así los valores
,.e , , =

que permiten calcular x y T a partir de la ecuación vectorial de la


curva cuando el parámetro es el arco j .

200
25. A p lic a c io n e s a l a T e o r ía d e C u r v a s

Si en lugar del arco, la curva C3tá dada en función de un pará­


metro general t , habrá que hacer en (16) el cambio de variables de
í a í , reemplazando X ', X " por las fórmulas (5) . De la última
(5) resulta

(17) ^ ,„ ^ _ X ^ X ^ -(X .X )* _ (XAX)^


(X 2)3

y por tanto, según (16) ,

(X 2 )3 /2

Los versores T , N , B se expresan

(.5 ) t = =
y — [X ^(X A X )2p/ü

b = t a n = - 2 S ^
V ( X AX)í
De aquí, por un cálculo fácil,

(XXX)
(20) T = - B '.N =
(X AX) í

Aplicación cinemática. Si la curva (2 ) se considera como la trayectoria


de un punto móvil y el parám etro t es el tiempo, el vector velocidad será

V = X , o bien, llam ando tí a su módulo


V = t;T .
El vector aceleración será A = X y como según (3) es

ÍC = — X ' = ü X ' , X = (X " t/ + tí' X ') t» = (T ' i; + V’ T ) »


dt
resulta que el vector aceleración se puede escribir
A = i.* x N 4- Ú T
con v = d v /d t — v’v .
Ésta es la fórm ula que d a la descomposición del vector aceleración en
lus componentes tangencial y normal.

Ejemplos:
1. P ara la hélice circular X (r cos q j, r «en (p, k <p ) es X ( — r sen <p,

201
A p l ic a c io n e s dkl A n á l is is Y s c x o r ia l

r eos cp, fc) , X ( — f coj tp , — r sen tp , 0) , X (r len i f , — r eos <p, 0) y


por tanto la curvatura y la torsión resultan
f Jt
X = -------- T= --------- .
H + fc*
2. Para una curva plana, suponiéndola en el plano r = O y siendo
* = * ( < ) , y =z y (t) sus ecuaciones param étricas, la torsión esnula y la
curvatura (18) tom a la forma
xy — xy
X=
(> + / ) ·/. I
Si el parám etro es x , indicando con acentos las derivadas respecto de * . *
resulta
y"
X=
(1 + /·)./.

4. Definición geométrica de la curvatura y de la torsión. Tome­


mos a partir de un punto fijo O los dos versores T (í) y T (í + Aí)
i.

correspondientes a los puntos X (í) y X (5 + Aí) de la curva. El


ángulo que forman entre sí es
A6 = I T (í + Ai) - T ( í ) !
puesto que la cuerda y el arco son infinitésimos equivalentes. Siendo
I T ' I = X, dividiendo ambos miembros por As y pasando al límite,
resulta
(2 1 ) y = lím

o sea; la curvatura en el punto X = X (s) es igual al limite d el co ­


ciente entre el ángulo de las tangentes en X (í) y X (s + As) y el
incremento As del arco que separa los puntos de contacto, cuando este
incremento tiende a cero.
Análogamente, considerando el ángulo de las dos binormales con-

202
25. A p l ic a c io n e s a la T e o r ía de Curvas

secutivas B (i + Ai) y B {s) (o, lo que es lo mismo, el ángulo entre


los dos planos osculadores en los puntos X (í + A í) y X ( í ) ) y apli­
cando la última fórmula de Frenet, resulta: el valor absoluto de la
torsión es igual al cociente del ángulo de dos binormales {o de dos
planos osculadores) en dos puntos separados p o r el incremento de arco
As y este incremento, cuando el mismo tiende a cero.
Las definiciones geométricas anteriores permiten dar una idea in­
tuitiva de los conceptos de curvatura y torsión. En efecto, la curvatura
mide, en cierta manera, la velocidad con que la curva se aparta de una
recta. La torsión, la velocidad con que se aparta de ser plana.
El mismo razonamiento demuestra que, en general, si se consi­
dera el versor a T - l - p N - l - Y B ( a , P , Y constantes tales que
-t- -f y’“ = 1 ) , el límite del cociente entre el ángulo que forman
dos posiciones consecutivas del mismo y el elemento de arco que separa
los puntos correspondientes, cuando este último tiende a cero, vale
(22)
5.
k = (p^:¿" + (a X - Y t ) = + p2 .
Esfera osculatriz. La ecuación vectorial de una esfera de radio
R y centro el punto Y es
(23) (X - Y)= = R^
puesto que ella indica que la distancia del punto X al centro Y es
igual a R .
Dada una curva por su ecuación vectorial X = X (í) , referida
ya al arco como parámetro, sustituyamos este valor en (23) y pon­
gamos
(24) _ i? (í) = (X (í) - Y)» - R^ .
Si en un punto Xo = X (ío) es
(25) P (So) = O
significa que la esfera (2 3 ) pasa por el punto Xo. Si en el mismo
punto, además de (2 5 ) se cumple F (so) = O, se dice que la curva
y la esfera tienen en X un contacto d e primer orden; siademás se
cumple F " (jo) = O, se dice que el contacto es desegundo orden y,
en general, si en Xo son nulas las derivadas de F (s) hasta la i — ésima
pero no lo es la ( i + 1 )—ésima, se dice que la esfera y la curva tienen
en Xo un contacto de orden i .
D e f . 1 : Se llama esfera osculatriz a una curva en un punto X o,
a la esfera que tiene en el mismo un contacto de tercer orden con la
curva.
La esfera osculatriz está, en general, bien determinada. En efecto,
además de (25) , en el punto Xo deberá ser (derivando y aplicando
sucesivamente las fórmulas de Frenet).
(X - Y) .T = O
(26) 1 4 - X (X - Y) .N = O
( X - Y ) . ( - x " T 4 - x ' N 4- x t B ) = O .

203
A p u c a c io n e s del A n á l is is V e c t o r ia l

De la última ecuación, teniendo en cuenta las dos primeras, se


deduce
(27)

De esta ecuación y de las dos primeras (26) se deduce que las


proyecciones del vector X — Y sobre los ejes T , N , B valen

(28) (X - Y) .T = O , (X - Y) .N = - — , (X - Y) .B = .
X XT
Por tanto, el centro de la esfera osculatriz es el punto
(29) Y = X+JL n - - ^ B
que poniendo, por definición,
1
— = o = radio de curvatura
X
se puede escribir (fig. 90) ,
(30) Y = X + eN + — B .
T
El radio de la esfera osculatriz estará dado por
(31) i 2 - = (X - Y)* = 0^ + ^ - ^ y .

En las fórmulas anteriores, o , t se refieren al punto Xo con­


siderado.

El círculo contenido en el plano osculador, cuyo centro es el punto


de la normal principal distante Q de la curva y cuyo radio es o , se
llama circulo osculador de la curva en el punto considerado. De aquí

204
25. A p l ic a c io n e s a la T e o r ía de C urvas

se deduce que el círculo osculador es la sección de la esfera osculatriz


con el plano osculador.
Ejemplo:
Para la hélice circular, el centro de la esfera osculatriz resulta
Y = X +
T
y según (31) el radio R de la esfera osculatriz coincide con el radio de cur­
vatura.

6. Curvas esféricas. El lugar geométrico de los centros de las es­


feras osculatrices a una curva está dado por (29) , o sea,
(32) Y = X-i-oN-h-^B

donde todos los términos de) segundo miembro son funciones de s .


La dirección de la tangente a este lugar geométrico será la del
vector Y ', o sea. aplicando las fórmulas de Frenet y simplificando.

es decir, es paralela a la binormal a la curva primitiva.


Si la curva es esférica, o sea, que está contenida en la superficie de
una esfera, el punto Y es fijo (centro de la esfera) y por tanto debe
ser Y' = O . Es decir,

(33) 0T +

Recíprocamente, si se cumple esta condición, el centro Y será fi­


jo y además el radio R de la esfera osculatriz resulta constante, pues
según (31) es

Por consiguiente:
L a condición necesaria y suficiente para que una curva sea esférica
es que su curvatura y torsión estén ligadas por la relación (33) , en U
cual los acentos indican derivadas respecto del arco s .
L a ecuación (33) es equivalente a escribir

c o n stan te.

Hagamos una aplicación de este resultado. D espejando T se tiene


e'
y / R ' - Q'
y por tanto, integrando a lo largo de la curva,

205
A p l ic a c io n e s del A n á l is is V e c t o r ia l

Io _ ds =
O
are sen —
R
Si la curva es cerrada y en todos sus puntos es o 7 6 O (no tiene puntos
angulosos) será, por tanto,
S td s = O
o
o sea: la torsión total de las curvas esféricas cerradas es nula.
T am bién es cierto el teorem a recíproco: la única superficie que tiene nula
la torsión total de todas sus curvas cerradas, es la esfera. (V er L . A. S a n t a l ó ,
Revista M atem ática H ispano-Am ericana, 1935, voi. 10).

7. Superficies regladas. Consideremos una curva X = X (s) y


por cada uno de sus puntos una recta g . Esta recta puede determi­
narse por un versor E aplicado en el punto X y que tenga la direc­
ción de la recta.
Si E es función de s , al variar í la recta g describe una su­
perficie reglada. Supondremos siempre que la función E = E (í) ad­

mite derivada continua (o sea, que las tres componentes de E (í) son
funciones con derivada continua respecto de s ) .
U n punto Z de la superficie reglada puede determinarse por el
parámetro í , que fija la generatriz g sobre la cual se encuentra, más
el parám etro X igual a la distancia de Z al punto X . La ecuación
vectorial de la superficie reglada es entonces
Z = Z ( í , X) = X (í) + X E (í) .
U na c u r v a de l a s u p e r f i c i e q u e pase p o r el p u n t o Z estará dada
D o r u n a f u n c i ó n ^ ~ X ( í ) . La tangente a l a c u r v a t e n d r á l a d i r e c c i ó n
d e l v e c to r
f35) Z ' = T + XE' + X'E

206
25. A p l ic a c io n e s a la T e o r ìa de C urvas

y la normal al plano determinado por esta tangente y la generatriz g


tendrá la dirección del vector
(36) N = Z ' A E = (T A E) + ^ (E ' A E) .
Como esta dirección no depende de ì.', resulta que es la misma
para cualquier curva de la superficie que pase por Z . En otras pala­
bras: las tangentes a todas las curvas de la superficie que pasan por un
punto Z están en un mismo plano, que contiene a la generatriz que
pasa por Z y que se llama plano tangente a la superficie en el punto Z .
Al variar Z sobre la generatriz g , o sea, al variar X en (36) ,
pueden presentarse dos casos:
1'' El plano tangente es siempre el mismo. L a dirección del vec­
tor N es independiente de X . Para que esto ocurra los vectores T A E
y E A E ' deben tener la misma dirección y por tanto E , E ' y T de­
ben estar en un mismo plano. Por tanto debe cumplirse la condición
(37) (E E 'T )= 0.
En este caso la superficie reglada se llama desarrollable.
Obsérvese que si X , E están dados en función de un parámetro
general t , distinto del arco, es
( E E 'T ) = ( E E 'X ') = {d tld s Y i' S .t ' k )
y por tanto, suponiendo dt/ds^^Q la condición (37) de que una su­
perficie sea desarrollable vale para cualquier parámetro,
2’ El plano tangente varía con K. Las normales proyectan la serie
lineal (T a E) -t- X (E ' a E) y por tanto forman un haz proyectivo
con la puntual de los valores á e i . Se tiene así el teorema de Chasles:
el haz de planos tangentes en los puntos de una generatriz de una super­
ficie reglada no desarrollable es proyectivo con la serie de los puntos de
contacto.
Las superficies regladas no desarrollables se llaman alabeadas.
Ejemplos;
1. La superficie engendrada p o r las normales principales de una curva
alabeada no es desarrollable. P ara verlo, hay que aplicar (37) al caso de ser
E =: N . Teniendo en cuenta la segunda fórm ula de Frenet, fs (N NT*) = T ,
expresión que únicam ente es nula en el caso de ser t = 0 (curvas planas).
Análogam ente, tampoco es desarrollable la superficie engendrada por las
binormales, puesto que tam bién (B B 'T ) = x .
En cambio, es desarrollable la superficie engendrada por las tangentes a
una curva, pues ( T T 'T ) = 0 .
2. Sea el vector E = eos 0 N - f sen 9 B , situado en el plano normal
de u n a curva alabeada. Supongamos que 0 varía con el punto de la curva,
o sea, es 0 = 0 (j) . P ara que la superficie reglada descrita p or la recta de­
finida por este vector sea desarrollable debe ser (E E 'T ) = 0' -f- t = O y por
tanto 0 = — J T á í -1- 0 t .

8. Superficies desairollables. Las superficies desarrollables están


caracterizadas por la condición (37) . Queremos ver cuáles son las
superficies desarrollables.

207
A p u c a c io n e s del A n á l is is V e c t o r ia l

En primer lugar (37) se cumple para E ' = O , o sea E = cte. En


este caso la superficie está formada por rectas paralelas que se apoyan
sobre una curva dada; se trata de una superficie cilindrica.
Supongamos E' ¥>0 . Puesto que E , E ', T están en un mismo
plano, se puede poner
(38) E' = a T + pE
donde p son dos coeficientes, funciones de s , que se pueden de­
terminar por las condiciones
a + p (E .T ) = E '.T , a ( T . E) + p = E '.E = O
que dan
(3 9 ) „ = p =
l-(E.T)" l-(E.T)·
Una curva de la superficie está determinada por una función
X= X (j) y su tangente tiene la dirección del vector
Z ' = T + X'E + XE'
o bien, según (38)
Z ' = (1 + Xa) T + (X' + Xp) E .
Tomando X = — 1/ a se tiene una curva cuyas tangcnips tienen la
dirección de E , o sea, una curva que es tangente a todas las genera­
trices de la superficie. Esta curva, que vemos es única, se llama arista
de retroceso de la superficie desarrollable.
Si además se cumple la condición X' -f XP = O ó sea a ' — a P = O ,
a , P dados por (39) , es Z '= O y por tanto la arista de retroceso se
reduce a un punto por el cual pasan todas las generatrices. La super­
ficie es un cono. En resumen:
Las superficies desarrollables son los cilindros, los conos y las super­
ficies formadas por las tangentes a una curva del espacio.
Recíprocamente, es fácil comprobar que en cada uno de estos ca­
sos se cumple la condición (37) .

EJERCICIOS
1· D em ostrar que las normales principales de una hélice circular cortan
siemprr al eje de la misma.
2. H allar el lugar geométrico de los centros de curvatura de una hélice
circular.
3. D em ostrar que la condición necesaria y suficiente para que una curva
sea plana cs que su torsión sea nula.
4. D em ostrar que si c es una cuerda y í el arco correspondiente de una
curva, es Hm - c‘)/s* - x V l2 (para 0) .
5. H allar el centro y el radio de la esfera osculatriz de la hélice circular.
6· A p artir de un punto O de una curva, se tom an las cuerdas O A = c, .
= Cj (a uno y otro lado de O ) . Siendo A B = Ct y representando por T
el área del triángulo O AB , probar que p ara c i , c s , -» O , es lím (ci Ct/T)
= 4 o , siendo q el radio de curvatura en O .
7. Siendo T , N , B los versores tangente, norm al principal y binormal

208
26. A p l ic a c io n e s al E l e c t r o m a g n e t ism o

de una curva del espacio, h allar la curvatura y la torsión de las curvas T = T ( ì ),


N = N (i) , B = B (i) y com probar en cada caso que se cum ple la condición
(33) .
8. D em ostrar que, excepto el caso de las curvas planas, no existen curvas
cuyas tangentes corten todas a una recta fija. E studiar el mismo problem a para
las normales y binormales.
9. H allar las rectas que pasan por los puntos de una curva dada, están
contenidas en el plano rectificante correspondiente a cada punto y describen su­
perficies desarrollables.
10. D em ostrar que los ejes de curvatura de una curva (rectas normales al
plano osculador por el centro de curvatura) describen u n a superficie desarrolla-
ble, cuya arista de retroceso es la curva descripta por el centro de las esferas
osculatrices.
11. D em ostrar que si los segundos miembros de las ecuaciones param étri­
cas ( 1 ) de una curva son polinomios en t de grado no superior a dos, la curva
es plana.
12. Si un punto P situado sobre una tangente variable a u n a curva C ,
describe u n a curva Ci que en cada p u n to es norm al a la tangente correspon­
diente, la curva C se dice que es u n a evoluta de Ci y ésta una evolvente de
C . D em ostrar que en este caso el segmento de tangente com prendido entre P
y el punto de contacto es igual a X + s , siendo s el arco de C y X una
constante.
13. Sea A un cam po de vectores y representemos p or T , N , B a los
versores fundam entales de sus líneas de campo. Poniendo a = ( A | y
a = T . r o t T , dem ostrar las siguientes fórmulas:
A .ro t A „
a = ------------- , div A = T . -t- a div T ,
o*
da ( da \
ro t A = a a T -I--------- N - f ( a x ------------ ) B ,
rfB V dU /
siendo x la curvatura de las líneas de campo.

26. APLICA CIO N ES AL ELEC TR O M A G N ETISM O

t Las ecuaciones de Maxwell. L a teoría del electromagnetismo


se basa en la existencia simultánea de dos campos: uno de vectores, lla­
mado cam po eléctrico E , y otro de pseudovectores, llamado cam po
m agnético H . Estos campos no son independientes, sino que están su­
jetos a ciertas condiciones y relaciones mutuas que constituyen las lla­
madas ecuaciones de Maxwell.
Las condiciones que cumple el campo eléctrico E son:
a) Dentro de ciertos cuerpos, llamados conductores, y en el caso
estático (invariable con el tiem po), el campo eléctrico es nulo, E = O .
En la superficie de estos cuerpos, E es normal a la superficie.
b) Dentro de los restantes cuerpos, llamados no conductores o die­
léctricos, si son isótropos, el campo eléctrico toma el valor D = £ E
siendo e una constante característica de la sustancia que forma el
cuerpo, llamada constante dieléctrica. Si no son isótropos, como en los
medios cristalinos, E y D no tienen la misma dirección; la relación

209
A p l ic a c io n e s del A n á l is is V e c t o r ia l

que los liga es D = E + 4 j t P , siendo P el vector llamado “polari


zación” del dieléctrico. En ambos casos D es el llamado vector des­
plazamiento eléctrico.
c) Si las cargas eléctricas están distribuidas en el espacio con una
densidad Q (es decir, si en el volumen Ai; está contenida la carga
A g , es o = lím { A q / \ v ) ) , se cumple la relación
Ae-M)
(1) divD = 4 « o
donde el factor 4 jt aparece como consecuencia de las unidades elegidas
El campo magnético es un campo de pseudovectores H que satis­
face las siguientes condiciones:
a) No existen cuerpos conductores para H .
b) Dentro de la materia, el campo magnético tom a el valor
B = n H , siendo [i una constante característica de la sustancia, lia
m ada perm eabilidad magnética. El vector B se llama inducción mag­
nética,
c) No existen cargas magnéticas, de m anera que la ecuación aiiá-
loga a la (1) es ahora
(2) div B = O .
Las relaciones anteriores se refieren a los campos estáticos, inde­
pendientes del tiempo. En el caso de campos variables, dentro de los
conductores se puede originar una corriente eléctrica, caracterizada por
u n vector I que se relaciona con el momentáneo campo eléctrico E
por la ecuación
(3) I = oE.
L a constante a depende del conductor y se llama conductividad
especifica; el vector I recibe el nombre de densidad de corriente.
Además de las relaciones (1) y (2) que cumplen los campos E y
H por separado, hay otras que los ligan entre si y que han sido ob­
tenidas como resultado de hechos experimentales. Ellas son

(4) ro tE + — 4 ^ = 0
C 0Í
/-» 1 0D 4n ,
(5) rot H —---------- — ------- 1 = 0
c dt c
donde c es una constante, que en el sistema de unidades elegido coin­
cide con la velocidad de la luz.
Las ecuaciones (1) , ( 2 ) , (4) y (5) son las llamadas ícuactonej
de M axwell, fundamentales para el estudio de las propiedades electro­
magnéticas de los cuerpos en reposo.
Diferenciando (1) respecto de t y tomando la divergencia de (5)
resulta la ecuación de conservación de la carga eléctrica, a saber:
(6) div I + — = O .
dt

210
2 6 . A p l ic a c io n e s al E l e c t r o m a g n e t ism o

En el vacío, suponiendo la constante dieléctrica y la permeabilidad


magnética iguales a la unidad, las ecuaciones de Maxwell toman la
forma
(7) div E = 4 n o ,

(8) rot E + — = O
c 0Í
(9) div H = O ,

(10) rotH - — — - — 1 = 0.
c Zt c
Estas ecuaciones tienen como consecuencia que los dos campos E
y H no pueden ser del mismo tipo. Si E es un vector, sabemos que
rot E es un pseudovector y por tanto (8) nos dice que H debe ser un
pseudovector, pues la derivación respecto de í no influye en la manera
como se comportará por un cambio de coordenadas. Por otra parte,
siendo H un pseudovector, rot H será un vector y por tanto, según
(10) , también E e I son vectores.
Podría considerarse invertido este temperamento, considerando a H
como un vector y a E e I como pseudovectores, pero por costumbre
se toma el primer caso por parecer más de acuerdo con la realidad.
T oda la teoría del electromagnetismo puede edificarse a partir de
las ecuaciones de Maxwell. Desde nuestro punto de vista, solamente
interesan algunas consecuencias que pongan de manifiesto la utilidad del
cálculo vectorial. Supondremos, para simplificar, estar en el caso del
vacío o sea del sistema último, lo cual, por otra parte, no restringe m u­
cho la generalidad en los problemas particulares que vamos a considerar.
E jem plo :
Supongamos un conductor rectilíneo infinito p o r el cual circula u n a co­
rriente de intensidad } . Si la sección recta del conductor es a , la intensidad ;
(cantidad de electricidad que atraviesa la sección p o r unidad de tiem po) ei
el m ódulo de l a , siendo I el vector densidad de corriente que aparece en
la ecuación (1 0 ). Siendo el cam po estacionario es E = cte. y la ecuación (10)
nos dice entonces que se creará un cam po m agnético (efecto de O ersted) y que
el conductor, suponiéndolo de sección suficientemente pequeña, e» u n a linea de
torbellino del mismo.
P o r tanto, según la ley general de Biot y Savart (2 3 .6 ) el cam po m ag­
nético será, en cada punto, norm al al plano determ inado por el punto y el
conductor. En cuanto al m ódulo h de este cam po magnético, puede deter­
minarse por la ley de Biot y Savart, o bien observando que a lo largo de
una circunferencia norm al al conductor, siendo h constante p o r razón de ii-
m etría, la circulación vale 2 n h r (siendo r el radio de la circunferencia).
Pero esta circulación, según el teorem a de Stokes, es tam bién igual al flujo del
rotor a través del círculo lim itado p o r la circunferencia considerada, que según
(10) vale ( 4 « / í ) j .
Por tanto 2
h = ----- « .
er

211
A p l ic a c io n e s del A n á l is is V e c t o r ia l

2. Potencial escalar y potencial vector del campo electromagnético.


De la ecuación (9) y el teor. 4 del apartado 23 se deduce que existe
un vector A , llamado potencial vector, tal que
(11) H = rot A .
Con esto, la ecuación (8) se escribe
/ 1 0A \
( 12) rot ( E + ----- -— 1 = 0 .
\ c dt J
En consecuencia, el teor. 2 del apartado 23 nos dice que existe
una función qp, llamada potencial escalar, tal que

(13) E + —— =-Vcp
c ot

,
con lo cual las ecuaciones (10) y (7) se pueden escribir, respectivamente,
, 1 a^A , 1
c'^ 0í^ c
4re
rot rot A + ---------- + — V,cp«---------- I — O
c
, ^
(14)
1 aA
Acp + — d i v ------= — 4 Jt o .
c dt
Al vector A se le puede agregar un gradiente arbitrario sin que
deje de satisfacer a la condición (11) (puesto que rot grad = 0) . Con­
viene determinar este gradiente por la condición de que se cumpla la
llamada condición de Lorentz,

(15) divA + - ^ = 0.
c ot
Con esto, las ecuaciones ( 14) se escriben

c- 8 l· c
I

que son las ecuaciones de los potenciales A , cp.
L a solución de los sistemas de ecuaciones (16) puede ponerse en una
form a m uy parecida a la del caso de campos estacionarios que vimos en 2 3 .4 .
En efecto, se puede dem ostrar que la solución es, respectivamente,
1 r l(.Q ,t-r /c )
(17) A ( P , f ) = - / —
c J r
1 r o (Q > í — r/c )
(18) (p(P,t) = - / -i r f x ,
c J r
donde r es la distancia | P Q | , los elementos de volumen se suponen en el
punto Q y las integrales están extendidas a todo el espacio.
Obsérvese que los valores de I y de o en el punto Q hay que to­
marlos, no en el instante t , sino en el instante anterior t —r /c , con lo cual

212
26. A p l ic a c io n e s al E l e c t r o m a g n e t ism o

los efectos del cam po en Q , siendo su velocidad de propagación igual a c ,


llegan a P justo en el instante t . Por esta razón, A y cp se llam an po­
tenciales retardados.

3. Energía del campo electromagnético. Vector de Poynting. La


energía del campo eléctrico debe ser un escalar siempre positivo. El más
inmediato es el cuadrado del módulo E ^ . Por esto es natural, y física­
mente se comprueba que así debe ser, tom ar este escalar como energía
del campo eléctrico. Por comodidad de unidades se toma ( l / 8 i t ) .
Más exactamente, este valor es la densidad de energía, entendiendo por
ello que la energía contenida en un elemento de volumen dx del es­
pacio es (1 /8 :t) E^ d x .
Análogamente, la densidad de energía del campo magnético es
(l/8 jt)
Por adición, resulta que la densidad de energía del campo electro­
magnético es
(19) x = _ !_ (E * + f f ) .
8jt
Interesa ver cómo varía con el tiempo la cantidad de energía con­
tenida en un volumen V limitado por una superficie cerrada S . De­
bemos calcular

(20) ^
d tj
f xdx = —
4n J
f ( E .E ,- l - H .H ,) ¿T .
r r
De las ecuaciones de Maxwell, multiplicando (8) por H , (10)
por E y restando, teniendo en cuenta la relación 16.19 resulta
H .H í + E.Ee = - c div (E A H ) - 4 3 tE .I .
y por tanto, sustituyendo en (20) y aplicando el teorema de Gauss

(21) = +
V 8 r
siendo N el vector normal a la superficie S .
La últim a integral en (21) corresponde a la llamada energía ter-
moquimtca, que se traduce en generación de calor en el volumen V .
La primera integral es el flujo del vector (c /4 jt) E A H a través de
S . Este vector, que vemos representa la densidad de flujo de energía
a través de una superficie cerrada, se llama vector de Poynting.

4. Ondas electromagnéticas. Supongamos el vacío o un dieléctrico


homogéneo e isótropo, sin cargas ni corrientes. Suponiendo también, en
este último caso, que la constante dieléctrica y la permeabilidad mag­
nética son iguales a la unidad, tendremos las ecuaciones (7) a (10) en
las cuales será ahora o = 0 , 1 = 0 . Q uedará por tanto

213
A p l ic a c io n is del A n á l is is V e c t o r ia l

1 0H
(22) div E = O ; (23) rot E + ------------- = O ;
c dt

(24) d iv H = 0 ; (25) ro tH - — - ^ = 0 .
c dt
Eliminando de estas ecuaciones el vector H , para lo cual basta
tom ar el rotor en (23) y tener en cuenta (22) y la ecuación que resulta
al derivar (25) respecto de t , resulta

Análogamente, eliminado E se obtiene

Los dos campos E , H satisfacen por tanto a la misma ecuación


diferencial, que cs la llamada ecuación de las ondas.
E j im p lo :
_ Consideremos el caso de ondas planas que se propagan perpendicularm ente
al eje x . Ello equivale a suponer que los campos son sólo funciones de x
7 de t , o sea, E = E ( at , t) , H = H ( x , O · Pongamos
(2 8 ) E = R I + E ,J + £ .K , H = H t l + H ,J + H ,K .
Siendo las componentes de E y H sólo funciones d e x , t las ecua­
ciones ( 2 3 ) , (2 5 ) dan, respectivamente, d H ,/d t — O , d E , / d t = 0 . Por otra
parte, las ecuaciones (24) y (22) dan d H , / d x = 0 , d E , / d x = 0 . En conse­
cuencia E l , Hi son constantes; su efecto sobre el modo de propagación es nulo,
por lo cual se puede poner =r O .
Vamos a lim itam os todavía a la solución p articu lar p a ra la cual eí E» = O .
Entonces las ecuaciones (2 4 ) y (23) dan 3 H j/3 * = 0 , 3 H j / 3 t = 0 , es de­
cir, i / i = cte.
L a segunda com ponente d e la ecuación vectorial (26) se escribe
3*E. 1 VE^

que es la ciática ecuación de “la cuerda vibrante” , cuya solución general se sabe
que e*
(2 9 ) E , z = f , ( x - c t ) + U ( x + e t)
tiendo f , , f, dos funciones arbitrarias de los argum entos x — c t , x + e t .
A nálogam ente, la tercera com ponente de la ecuación (27) d a u n a ecuación de
la misma form a, cuya solución general será
(3 0 ) H, = g , ( x - e t ) + g , ( x + c t ) .
P ara ver la t relaciones entre las cuatro funciones U , U , g t , g, escribamos
la tercera com ponente de las ecuaciones (23) y la segunda de las ecuaciones
(2 5 ) . R esulta, respectivamente,
- í·' + + W + /.' = O
t’ _ _ g,' - g ; = O
de donde
(31) u = g! , U' = - .
Por consiguiente, u n a solución particular de las ecuaciones de Maxwell

214
2 6 . A p l ic a c io n e s al E l e c t r o m a g n e t ism o

en el caso considerado (tom ando el valor constante de H i y las constantes de


integración en (3 1 ) iguales a cero) e»
(3 2 ) E = [ U i x - c t ) + U ( x + c t ) ] J , H = [ U ( x - c t ) - f , [ x + c t ) ] K .

Si se hubiera supuesto E , = O , H , = O se hubiera obtenido una solución


análoga, de la mism a forma, pero con los vectores E , H perm utados. Obsérveso
que en am bas soluciones los vectores E y H resultan perpendiculares.
Este tipo de ondas, que se trasladan a lo largo de un eje (en el caso anterior
el eje x ) pero tienen sólo componentes normales a la dirección de propagación,
te llam an ondas transversalis.

E JE R C IC IO S
1. Probar que las ecuaciones de M axwell p a ra el caso (22) a (2 5 ) en
que no hay cargas ni corrientes, se satisfacen poniendo
1 3^^ 1 3V
E = grad div V ----------------, H = — ro t ——
c* 0í* e dt
•iempre que V (vector de L orentz) cum pla la condición
1 a *v
A V ---------------- = O .
c* 3(·
2. Sea S u n casquete de superficie lim itado p or la curva F y N su
versor norm al en cada punto. Probar que la ecuación (8 ) de M axwell se puede
escribir en form a integral de la siguiente m anera

- — ^ J H .N á f f = J E . T ds
S T
es decir, la circulación de E a lo largo de F es proporcional a la variación
del flujo de H a través de S (ley de inducción de F arad ay ).
3. Probar que el vector de Poynting es un vector, no un seudovector.
4. D e la ecuación (7 ) deducir que el flujo eléctrico a través de cualquier
superficie cerrada es igual a 4 n p o r la carga total contenida en el interior de
la superficie (ley de G auss).
5. Si se suponen varias cargas eléctricas qt (i = 1 , 2 ........... m ) colo­
cadas respectivamente en los puntos jP< , el cam po eléctrico por ellas creado
et igual a

i>l
siendo X» el vector de origen P» y extremo el punto donde se considera el
cam po y ri el m ódulo del mismo.
Probar: a) Q ue fuera de los puntos Pi se satisface la ecuación d iv E = O ;
m
b) Q ue es E = — V<P tiendo tp = 2 q t/r i (potencial electrostático).
1
6. Sea q u n a carga eléctrica situada en el pu n to X y —q o tra en el
punto X + A ¿X , siendo A el versor que indica la dirección de la recta que
une las dos cargas. El potencial en el origen de coordenadas debido a la p ri­
m era carga es q / r y el debido a la segunda — q / { r + dr) , siendo r = | X )
y por tanto

215
A p l ic a c io n e s del A n á l is is V e c t o r ia l

(A .X )
dr = l X + A ¿ A . | - | X I = --------- d \
T
despreciando los infinitésimos de orden superior respecto de áX.
Por tanto el potencial conjunto vale
q it q (A .X ) d \
tp ^ _ - .
d'jnde también se han despreciado los términos en di? .
Supongamos ahora que q tienda a infinito al mismo tiempo que d \
tiende a cero, de m anera que el producto tenga u n valor constante y finito.
Se tiene entonces lo que se llam a un dipolo. Llam ando a a este valor finito,
el vector M = a A es el momento del dipolo. El potencial en el origen se
expresa entonces por la fórmula
M.X
q. _ — — .

Probar que el cam po E r= — V P debido al dipolo vale


3 ( M .X ) M
----------^ x - ; r ·

27. A PLICACIONES A LA M ECANICA DE FLU ID O S

1. La ecuación de continuidad y la ecuación de Euler. Para el


estudio del movimiento de los fluidos ya vimos que existe la ecuación
de continuidad 14 .1 7. En una región sin fuentes ni desagües esta
ecuación toma la forma

(1) ^+ V ,.(eV )=0


ot
donde O es la densidad y V el vector velocidad, ambos funciones del
punto y del tiempo t .
Siendo (16.16)
V.(oV) = V.Vo + oV.V
y también (13.27)
00 do
— -1- V . V o = —
dt dt
la ecuación (1) se puede escribir
dQ
(2 ) T + ® V :- V = o
dt
que para fluidos incompresibles (o = constante) se reduce a
(3) V .V = di vV = 0 .
O tra ecuación im portante se obtiene a partir de la ecuación fun­
damental de la dinámica, fuerza = masa X aceleración, que llamando
F a la fuerza y M = m V al vector cantidad de trovimiento (producto
de 1.1 masa por la velocidad), puede escribirse

216
27. A pl ic a c io n e s a la M e c á n ic a de fl u id o s

dM

donde F , M y V son vectores.


Consideremos, en efecto, un volumen t de fluido limitado por
una superficie S . Las fuerzas que actúan sobre el mismo son de dos
clases :
a) Las fuerzas externas, cuya intensidad por unidad de masa re­
presentaremos por G . En consecuencia, sobre el volumen T el valor
total de estas fuerzas será / OG </t, siendo O la densidad y por tanto
Odx el elemento de masa.
b) La presión, que actúa sobre la superficie y hacia el interior.
Representando por p N da la componente de esta presión según la nor­
mal N , correspondiente al elemento de superficie d a , la resultante
total, teniendo en cuenta que actúa hacia el interior del volumen y que
N se considera siempre orientada hacia el exterior, será — f p'N d a ,
que según la fórmula de Gauss (21.10) puede escribirse
- ( V pdx
T
La suma de esta fuerza con la resultante de las fuerzas exteriores
es la fuerza total F que actúa sobre el volumen considerado. Por otra
parte, la cantidad de movimiento total es la integral de q W d x (pues
Qd x es el elemento de m asa), de manera que la ecuación fundamen­
tal de la dinámica (4) se escribirá

(5)

En el prim er miembro el producto Q dx es el elemento de masa,


que no depende del tiempo, de m anera que sólo hay que derivar la
velocidad V . Por otra parte, puesto que la igualdad (5) vale para
cualquier volumen x , debe valer la igualdad entre los integrandos.
resultando en definitiva

(6) ^ =
dt Q
Como V puede ser función no sólo del punto x , y , z sino tam ­
bién del tiempo í , el primer miembro puede sustituirse por
dV 3V I T7 · _L T7· ■

que puede escribirse


¿V 0V
,7 , _ = _ + , V . V , V

puesto que x , y . z son las componentes de V .

217
A p l ic a c io n e s del A n á l is is V e c t o r ia l

Q ueda así la llamada ecuación de Euler del movimiento de loi


fluidos
av t
(8) + ( V . V ) V = G - — V/ » ;
ot O
U n movimiento se llama estacionario cuando V no depende de t
y por tanto la prim era derivada parcial de la ecuación anterior des­
aparece.
La ecuación vectorial (8) equivale a tres ecuaciones escalares, que
junto con la ecuación de continuidad constituyen las cuatro ecuaciones
fundamentales del movimiento de los fluidos. Además de estas ecua­
ciones de carácter mecánico hay una relación dada por la termodiná­
mica que expresa Q como función d e p . Se tienen así cinco ecua­
ciones para determ inar las cinco magnitudes que caracterizan el movi­
miento del fluido, a saber: las tres componentes de la velocidad V
la presión p y la densidad Q .

2. O tras formas e integrales de la ecuación de Euler. Si las fuer­


zas exteriores derivan de un potencial \|), o sea, existe una función ti)
tal que G = — V tp (se dice también que el campo de fuerzas exte­
riores es conservativo), la ecuación de Euler se puede escribir

(9) ^
+ ( V . V ) V -t- V tl> -f — V/ » = 0 .
ot í
o también, teniendo en cuenta (7) ,

(10) ^ - 1 - V íJ )-F -lv í = O .


dt Q
Por otra parte, la ecuación 16.29 aplicada al vector velocidad V
y poniendo i; = | V | , se escribe

- i V t^ = [(y . V ) V V A (V A V ) .

con lo cual (9) toma la forma

(11) -j- ± V t;* - A ( V A V ) -1- V'lJ + — V'p = O ;


at 2 Q
Consideremos el caso en que V A V = rot V = O , llamado caso
irrotacional. Entonces, se.scún el teor. 2 del apartado 23, existe una fun­
ción q) (potencial de velocidades) tal que V = Vcp y la ecuación
(11) toma la forma
/ 3<p 1 \ 1
( 12)
Esta ecuación vectorial equivale a tres ecuaciones escalares, la pri­
mera de las cuales es

218
27. A p l ic a c io n e s a la M e c á n ic a d e f l Oi d o s

3 /0 (p 1 \ 1 a

y las otras dos son las análogas, con las derivadas parciales respecto
de y , z en vez de x . De estas ecuaciones se deduce, por integración
y suponiendo que e es sólofunción de p,

(13) _ ü» + il) + J ' - ^ = a (O

siendo a (í) u na función arbitraria. Ésta es la llamada ecuación de


Bernoulli, que para un fluido incompresible (Q = cte.) y en movi­
miento estacionario (todas sus características independientes del tiem po),
se escribe
1 P
(14) — y» + 11) + — = cte.
2 o
Ésta es una relación muy importante, válida en todo instante y
en todos los puntos del fluido.
Si se trata de un movimiento estacionario, aunque no sea irrota-
cional, vale una ecuación de apariencia análoga a la anterior, pero de
sentido diferente, como vamos a ver. Las trayectorias de las partículas
del fluido, o sea, las líneas cuya tangente en cada punto es el vector
velocidad V , se llaman líneas de corriente. Indiquemos por V* al
versor tangente a estas líneas de corriente (o sea, V* = V/i^) . M ulti­
plicando (11) escalarmente por V* queda (puesto que por suponer
el movimiento estacionario es 0V /3í = 0) ,
V * . i - V ü ’ -1- V * . Vil) + — V * . V /» = O
2 ^ o ^
o bien, recordando la definición de derivada direccional (13.5) y su­
poniendo siempre (? = constante,
d
d\*
Esta ecuación nos dice que a lo largo de las líneas d e corriente es

(15) Y ü» + ij) - ^ = cte.

ecuación de igual forma que la (14), pero en la cual, ahora, no ha­


biendo hecho la hipótesis de irrotacionalidad, la constante se refiere a
todos los puntos de una misma línea de corriente, pero puede variar
de una a otra de estas líneas.
Aplicación. Supongamos una zona en que t|) pueda considerarse
constante. Entonces, al recorrer una partícula una línea de corriente,
cuanto mayor sea v menor será la presión p . Por ejemplo, si una
misma cantidad de fluido se mueve a través de caños de distinta sec­
ción, al disminuir é'sta aum entará la velocidad (pues debe pasar la mis-

219
A p l ic a c io n e s del A n á l is is V e c t o r ia l

m a cantidad de fluido por unidad de tiempo en todas las secciones;,


y el resultado (15) nos dice que disminuirá la presión. Esta propie­
dad es utilizada en ciertos aparatos (como los tubos de Pitot o Ven­
turi) para medir la velocidad de un fluido mediante la medida de una
diferencia de presión.
3. Torbellinos. En el movimiento de un fluido las velocidades V
del mismo en cada punto forman un cam po de velocidades, campo en
general variable con el punto y con el tiempo. A partir de V se puede
definir en cada punto el vector
(16) U = V A V = rotV
llamado vector torbellino. El conjunto de todos estos vectores forma un
cam po de torbellinos (22.3) .
Consideremos una curva cerrada F que sea contorno de un cas­
quete de superficie S . Según el teorema de Stokes la circulación del
vector velocidad a lo largo de F puede expresarse por cualquiera de
las dos integrales
(17) Y = f V .T ¿ í = J· U .N íía .
r 8
Siguiendo el movimiento del fluido, la curva F se irá desplazan­
do y, en general, deformando con el tiempo. Sin embargo, en ciertas
condiciones, la circulación y permanece constante. Ello es lo que ex­
presa el siguiente teorema de Lord Kelvin;
T e o r . 1 : Si en el movimiento de un fluido el cam po de fuerzas
exteriores es conservativo y la densidad Q es id a m e n te función de la
presión p , la circulación de la velocidad a lo largo de una curva ce­
rrada cualquiera F es independiente del tiem po, cuando F se des­
plaza siguiendo el movimiento del fluido.
Bastará demostrar que la derivada de Y respecto del tiempo í
es nula. Se tiene

, 18) i r
dt
=
J
f iL .T
dt
+
J
fv . idtl * .
T r
En la segunda integral, puesto que el versor tangente T es d P /d s
siendo P el punto correspondiente de F , puede ponerse
(19) « L = £ ( 'ü ') =
dt d t \ ds/
( 'Í L '1 =
d ,\d t ) di
i. iíL
y por tanto el integrando resulta ser V2 d(V^) , que integrando a lo
largo de una curva cerrada es cero, por ser una diferencial exacta.
En cuanto a la prim era integral, aplicando la ecuación de Euler
en su forma (10) , se tiene

¿20
27. A p l i c a c i o n e s a la M e c á n ic a de f l u i d o s

Pero, según la definición de gradiente, es V tp .T ¿ í = iiip y por con­


siguiente la integrai de esta expresión sobre F es nula. Q ueda así,
finalmente, el término V p /o que nos da
(20 ) = =
dt J o J Q
T T
H asta aquí hemos utilizado solamente la hipótesis de ser el campo
de fuerzas exteriores conservativo. Si, además, es Q solamente función
de p , la última integral a lo largo de un contorno cerrado es nula
y el teorema queda demostrado.
U na consecuencia de este teorema es que si el movimiento em­
pieza del reposo o de un movimiento irrotacional, seguirá siendo irro­
tacional en todo instante ulterior. Es decir:
C o r o l a r i o : Bajo las condiciones del teorem a de L o rd Kelvin, no
pueden producirse ni destruirse torbellinos en el fluido.
En efecto, si se produjeran torbellinos, habría una superficie con
un cierto flujo de los mismos distinto de cero, y por tanto la circula­
ción sobre su contorno sería también distinta de cero, lo cual obligaría
a que lo mismo sucediera en todo instante anterior.
Si no se impone la condición de que O sea solamente función de
p (pudiendo ser, por ejemplo, también función de la tem peratura, co­
mo ocurre en meteorología), la circulación varía con el tiempo t , pero
puede darse una fórmula simple para esta variación. En efecto, apli­
cando al segundo miembro de (20) el teorema de Stokes,queda

(21) - ^ = r rot — . N do
dt J Q
B
siendo S cualquier casquete de superficie cuyo contorno sea F .
Según 16.17 es
Vp 1
r o t ------ = V — A V />
Q Q
y por tanto queda
dy
(22) = , V p , da
dt
a
Si o es sólo función de p el producto mixto aparece con dos
factores proporcionales y por tanto se anula, resultando de nuevo el
teorema de Lord Kelvin.
En 22.3 se definieron las líneas y tubos de torbellino, dando al­
gunas de sus propiedades que son generales para cualquier campo de
rotores. Para el caso particular de los campos de velocidades y tor­
bellinos del movimiento de un fluido, el teorema de Lord Kelvin per­
mite deducir otras propiedades de dichas líneas o tubos.

221
A p l ic a c io n e s del A n á l i s i s V e c t o r ia l

Por ejemplo, vamos a demostrar que en el movimiento de un tubo


de torbellino, al describir las partículas que lo componen el movimiento
del fluido, seguirán formando en todo momento un tubo de torbellino.
En efecto, la circulación de cualquier curva cerrada sobe el tubo, que
limite un casquete de superficie, por el teorema de Lord Kelvin será
siempre nula; ello obliga a que la superficie sea en todo instante tan ­
gente a los vectores U correspondientes a cada uno de sus puntos,
puesto que en caso contrario, tomando una curva suficientemente pe­
queña alrededor del punto para el cual U no fuera tangente, según
(17), sería y r^ O . Esta propiedad demuestra el enunciado.
Si se trata de una línea de torbellino, considerándola como inter­
sección de dos tubos de torbellino, resulta que lo seguirá siendo en todo
instante. En resumen, se tiene:
T e o r . 2 : L a s partículas que en un instante dado form an una linea
o un tubo de torbellino siguen form ándolo en cualquier instante sucesivo.

Esta propiedad de las líneas y tubos de torbellino, así como las


de 22.3 fueron puestas de manifiesto por Helmholtz.

EJE R C IC IO S
1. Demostrar que ti para un fluido la densidad et función de la presión,
únicamente puede haber equilibrio si las fuerzas externas derivan de un po-
Uncial.
2. Demostrar que si en. Un fluido en equilibrio las fuerzas exteriores de­
rivan de un potencial, las supverficies equipotenciales coinciden con las de igual
presión.
3. Siendo G la resultante de lat fuerzas exteriores que actúan sobre un
fluido por unidad de masa y p la densidad, demostrar que una condición ne­
cesaria para el equilibrio (velocidad nula) es rot (o G ) = O .
4. Demostrar que de la condición de equilibrio del problema anterior te
deduce que también debe cumplirse la condición G .ro t G = O .
5. U n fluido incompresible está sujeto a la fuerza exterior G = (2 * —
— y) I — xj + «*K . Suponiendo que esté en equilibrio y que en el origen de
coordenadas la presión sea nula, hallar la presión en cada punto.
6. Supongamos un fluido para el cual se cumplan las siguientes condicio­
nes: a ) la densidad es función de la presión; b) las fuerzas exteriores derivan
de un potencial; c) en un instante dado existe un potencial de velocidades.
Demostrar que en todo momento seguirá existiendo un potencial de velocidades.
7. Pro/bar que la velocidad V en un movimiento estacionario de un
fluido incompresible, cuyas fuerzas exteriores deriven de un potencial, cumple
la condición
(rot V . V ) V - (V . V ) rot V = O ,
8. Probar que para un fluido incompresible se cumple siempre la ecuación
d rot V
----------- = (rotV . V ) V + rotG .
dt
9. Supongamos un depósito lleno de un liquido incompresible que se
mantiene a una altura h constante, a pesar de tener en el fondo (que se su­
pone horizontal) un agujero por el cual el liquido sale a ima velocidad v,.
Se pide: 1^: Comprobar que el teorema de Bernoulli da en cite cato

222
28. N o t a s y Co m plem entos del C a p ít u l o VI

1 .
— I/· + + — = cte.
P
2 e
siendo g la aceleración de la gravedad, p la presión y z la altura sobre la
base; 2* Determinar el valor constante de esta expresión para el caso de una
partícula situada en la parte superior del líquido y deducir de ello la fórmula
Vi* = 2 gh (teorema de Torricelli).

28. NOTA S Y C O M PL EM EN TO S DEL C A PIT U L O V I

1. Funciones de Bessel y de Legendre. La ecuación de Laplace A<P = 0


desempeña un papel importantísimo en toda la física matemática. El estudio
de sus soluciones para casos particulares en que se supone cierta simetría en
lai mismas (soluciones elementales) ha dado lugar a la introducción de fun­
ciones especiales que vamos a mencionar.
Soluciones con simetría cilindrica: funciones de Bessel. En coordenadas
cilindricas r, a, x et

ín A<p = <Prr -J- — cPr 4— r <Paa + V·· — O ·


T r
Si se buscan las soluciones de la forma <p = / (r) g (a) h (*) , con la
condición de que g (a) tenga el período 2 rt (simetría cilindrica), se encuen­
tra que ( 1) se satisface para g" + n*g = O ( n entero) y h" — m* h z= O,
cuyas soluciones son
(2) g = flic o sn o + fcisenna , A = aj cosh m z-f-fci senh m t
donde at, bi, Ot, bt son constantes de integración. Con esto se obtiene para
/ la ecuación

(3)
Ésta et una ecuación de Bessel, cuya solución general se expresa mediante
las llamadas funciones de Bessel de primera y segunda especie de orden n en
la forma
(4) f = aJ,(,mr) + 6 Yn(m r) .
Las funciones de Bessel han sido tabuladas y se opera con ellas según
ciertas reglas de tipo análogo a las elementales y clásicas de las funciones cir­
culares e hiperbólicas. Como fórmulas importantes podemos mencionar:

^ ( - 1 ) ‘ (■/.* )·* » · ^ „ 7v(*)C0SVrt- / _ , ( * )


(5) / . ( * ) = > ---------------------------- , y. = h m -------------------------------
Zj il(n-fi)! >'-►* te n v rt
isO
y las de recurrencia
2 (X) = (x) - (*) , — / . (*) = 7.-1 (*) + / . « ( * )
(6 ) * 2
7. M y .’ M - rn (*) 7.' (*) = -----
nx
donde los acentos indican derivadas.
Soluciones con simetría esférica: funciones de Legendre. En coordenadas
esféricas, la ecuación A<P = O equivale a
a 1 3 1
(7) (c* <jip) ---------— (sen 0 (p,) -J- ----- — <Paa = O
CQ ten 6 00 sen’ 0

223
A p l ic a c io n e s del A n á l is is V e c t o r ia l

Busquemos las soluciones de la forma (p = / (o ) g (0 ) h (a ) . Se en­


cuentra que la ecuación (7 ) se satisface si

(8) - (o’ /')' = C


f
(9) h ” + m*h = O
1
( 10) ( s e n 0 . / ) '—
g sen O sen’ 8
donde m , c son constantes. Las soluciones de (8 ) y ( 9 ) , poniendo c =
= n (n + 1) , son
(11) f zz a q' b o'*'* , A = <2i eos mq; + b¡ sen mcp
donde a , b , Oi, b i, son constantes de integración. P ara la ecuación (10) es
cómodo poner = eos O con lo cual resulta

(12 ) (1 - ti’) n (n + 1) - 5 = 0.
d\i .
Si m n esta ecuación adm ite como solución particu lar la función

(13) P .,. (n) = (1 - ^’) " / » . ^ P . ( n )


dv."
donde P» (n ) son los llamados polinomios de Legendre, que pueden definirse
por el desarrollo (i < 1)

(1 4 ) ------------- ------------- = 1 + P i t + . . . + P . t " + . . .


V l-2 tm -í>
o bien por «er
1 d*
(15) P. = - 1 ) ·.
2" n i du"
_ Los P ,.» son las llamadas funciones esféricas o funciones de I^egendre
asociadas. P ara los primeros valores de m , n se tiene

P .= 1 ,P . = H , P . = l ( 3 ^ · - l ) , P » = J (5 ü ’ - 3 n ) ,

P . = — (35 n‘ - SOn* + 3 ) , . . .
8
y p a ra las funciones esféricas
P .,. = 1 , P ,., = , P ,,, = (1 - n*)'/» , Pm = J (3 (1* - 1),

P,.i = 3 ft (1 - n’ )>/» , P „ = 3 (1 - n*) , . . .


U nas relaciones im portantes entre los polinomios de Legendre son
1 1
r 2
P , Pn d n = O (m ^ n) ; P .’ ¿ = ------------- .
2 n + 1
-1 -I

El estudio de estas y otras funciones especiales, de continua utilidad en


muchos capítulos de la física m atem ática, puede verse en tratados especiales,
como son: G. W a t s o n , A treatise on the theory of Bessel functions, Cambridge,
1944·; R. W e y r t c h , Die zylinder Funktionen und ihre Anwendungen, Berlin,
1937; E. W . H o b s o n , T h e theory of spherical and ellipsoidal harmonics, C am ­
bridge, 1931; R. C o u R A N T y D. H i l b e r t , Methods of Mathematical Physics,
Nueva York, 1953, vol. I.

224
28. N otas y Co m plem ento s del C a p ít u l o V I

2. M ovimiento relativo. Consideremos, como ejemplo de aplicación de los


vectores a la m ecánica, el caso del movimiento de u n cuerpo alrededor de un
punto fijo O . Sean I , J , K los versores fundam entales del sistema de coor-
aenadas unido ai cuerpo móvil ; estos versores serán funciones del tiempo / .
Veamos de calcular las derivadas I ' , J ' , K ' . Poniendo r = a 1 + 3 J + Y K
y m ultiplicando sucesivamente p o r I , J , K resulta a = O, P = I ' . J ,
Y = I ' . K . P or otra parte, derivando las relaciones
r = p = K* = 1 , l .J = i.K = J.K = o
resulta
I . r = J . J ' = K . K ' = O . I ' J + 1 . J ' = I '. K + I . K ' = J '. K + J . K ' = o
con lo cual, poniendo
(16) a = K . J ' = - J . K ' , b = K - . 1 = - K . r , c = I ' . J = - l . J '
resulta 3 = c , y — — b . Tenemos así I ' =: c J — 6 K .
Siguiendo un camino análogo p a ra determ inar J ' y K ' se llega al re­
sultado
r = cj - 6K
(1 7 ) J ' = - e I + aK
K '= 6 I- a J
que son las fórmulas fundam entales del movimiento alrededor de u n punto fijo.
Los coeficientes a , b , c , funciones de t , determ inan com pletam ente el mo­
vimiento. D ado u n punto X» = *o I + y» J Zo K , invariablem ente unido al
cuerpo móvil, su velocidad en el instante t (velocidad instantánea) será
( 18) Xo' = jfo I ' *1“ yo J ' ¿o K ' 3= ( — c yo b zo) I -f" {e xo — a Zi}) J -f"
+ {— b Xt + a vo) K
la cual será nula p ara valores de *o, y«, Zt proporcionales a a , b , c . Es de­
cir, los puntos de la recta que pasa por O y que contiene el vector
(19) D = flIi-6J + c K
tienen su velocidad instantánea nula. Por esto, al vector D se le llama vector
rotación instantánea (o también vector de D arboux). U tilizando este vector,
la velocidad Xo' se puede escribir
(20) Xo' = D A X . .
La aceleración será
(21) Xo" = D ' A Xo + D ''X o' = D ' A X„ + D M D ' X„) .
Supongamos ahora un punto X = j c I - | - 3' J - l - z K cuyas coordenadas
sean tam bién funciones de í , o sea, un punto que se mueva relativamente
a los ejes I , J , K . Su velocidad absoluta o total será
(22) X ' = * ' I -f / J - f z'K + * 1 ' -t- y J ' -t- z K ' = V , 4- D A X
siendo
(23) V , = x 'I + y j H - z ' K
la velocidad relativa de X . El sum ando restante D a X , según (20) cs la
velocidad de arrastre debida al movimiento de todo el sistema móvil.
Para la aceleración se tiene
(24) X " = A + 2 D A Vr - f D ' A X + D A X '
= A-f2DAVr + D A(DA X)-fD 'AX
donde
A = *" I y" J z" K es la aceleración relativa,
(25) D A (D A X ) + D' A X , según (21) es la aceleración de arraslie. y
2 1) A V , es la llamada aceleración de Coriolis.

225
A p l ic a c io n e s del A n á l is is V e c t o r ia l

E jtm p lo:
Movimiento de un punto sobre la superficie de la Tierra. Vamos a aplicar
lat fórmulas anteriores al caso dcl movimiento d e un punto sobre la superficie
de la T ierra.
Tomemos el origen de coordenadas en el centro de la T ierra y el versor K
en la dirección del Polo N orte. Sean L , J· dos versores ortogonales fijos en

F ig u r a 92

el plano del ecuador e I , J los mismos venores en elinstante t , después áe


girar la T ierra u n ángulo <p (fig. 9 2 ). Es
(26) I = lo eos (p + Jo sen q> , J = — I, sen (p + Jo eos <p
y por tanto, derivando respecto de t ,
(27) I ' = (P 'J , J ' = - (p 'I
e» decir, com parando con (17) , se tiene en este caso
a = b = O , c = <p’
y por tanto
(28) D = (p'K
siendo <p' la velocidad angular de la T ierra en su movimiento de rotació a
Observemos, además, que el sentido de giro del ángulo (p , p a ra cada punto
excepto los polos, es siempre hacia el Este.
Apliquemos ahora la ecuación (24) . Si se tra ta del movimiento de un
punto lom etido únicam ente a la acción de la gravedad G , la ecuación funda­
m ental de la dinám ica, fuerza = aceleración (suponiendo la m asa igual a la
u n idad), se escribe
(29) G = A + 2 D a V r - t - D A ( D a X)-{- D ' a X .
O es el vector que va dirigido hacia el centro de la T ierra y cuyo mó­
dulo es la intensidad de la gravedad g = 9,81 m/seg*. El módulo de D ,
según (28) , es igual a q>' que, teniendo en cuenta que la T ierra tard a un
día (86.400 segundos) en recorrer el ángulo 2 n , vale q > '= 7 ,2 9 X iO"*. Dado
lo pequeño de este valor, en general se puede despreciar en (2 9 ) el tercer su­
mando en que aparece el cuadrado de D . P or otra p arte, siendo la velocidad
de rotación de la T ierra constante es D ' = O, con lo cuai queda

226
28. N o t a s y Com plem entos del C a p ít u l o V I

G = A + 2 D A V,
o lea
(30) A = G + 2V , a D .
E jto nos dice que el movimiento ocurre como ei a la fuerza de la gravedad
G se le añadiera otra nueva fuerza 2 V r A D (fuerza de C oriolis).
L a ecuación (30) es la ecuación diferencial vectorial del movimiento.
Igualando las componentes de los vectores de ambos miembros se tiene un sis­
tem a de tres ecuaciones de segundo orden con tres incógnitas ' ( * ( < ) » > (*) >
z ( í ) ) com plicado de integrar exactamente. Sin embargo, suponiendo, en prim era
aproximación que V r es la velocidad que se obtendría si el movimiento le
produjera con la T ierra en reposo, le pueden deducir d o · coiuecuencias no­
tables:
a ) P ara el caso de un pu n to en caída libre, V r est& dirigida hacia el
centro de la T ierra y por tanto V , A D es norm al al plano m eridiano del lugar
y está dirigido hacia el Este. A la fuerza de la gravedad se le suma, p or tanto,
una fuerza horizontal dirigida hacia el Este. D e aq u í: por efecto de la rotación
de la Tierra, los cuerpos que caen libremente sufren un desvio hacia el Este.
b) P ara el caso de u n movimiento horizontal (por ejemplo el caso de
los vientos en. m eteorología), el vector V r A D está dirigido hacia la derecha
de Vr en el H em isperio N orte y hacia la izquierda en el Hemisferio Sur.
Basta observar, p ara verlo, que en el Hemisferio N orte D está dirigido hacia el
exterior de la T ierra y en el Hemisferio Sur hacia el interior. E n consecuencia:
por efecto de la rotación de la Tierra, los cuerpos en mowimiento horizontal
sufren un desvio hacia ¡a derecha en el Hemisferio Norte y hacia la izquierda
en el Hemisferio Sur.

227
LLi!

Segunda Parte

TENSORES

m ·
CAPITULO VII

T R A N S F O R M A C IO N E S L IN E A L E S . M A T R IC E S

29. EL ESPA CIO A FÍN D E n DIM EN SIO N ES

L Espacios n-dimensionales. U n punto de una recta queda de­


terminado por el valor de un solo parám etro; su abscisa o distancia a
un origen fijo. Lo mismo ocurre para una curva cualquiera, pues sus
puntos, siendo funciones de un solo parámetro, quedan determinados por
el valor del mismo. Se dice que la recta y las curvas son espacios de
una dimensión. I ' i<l J
Para determ inar un punto del plano hay que dar, en cambio, los
valores de 2 parám etros; por ejemplo, sus coordenadas cartesianas o
polares. Lo mismo ocurre para cualquier superficie. P ara determinar
un punto sobre la esfera, por ejemplo, hay que dar su longitud y latitud
geográficas. Se dice, por ello, que el plano y las superficies son es­
pacios de 2 dimensiones.
Para el espacio ordinario se necesitan los valores de 3 parámetros
para determ inar un punto; por ejemplo, sus 3 coordenadas cartesianas
o sus 3 coordenadas polares. Por esto se dice que el espacio ordinario
es de 3 dimensiones.
La generalización a un mayor número de dimensiones es comple­
tamente natural. Se dice que un espacio es de n dimensiones cuando
para determ inar uno de sus puntos hacen falta los valores de n p ará­
metros, llamados coordenadas del punto, y que representaremos por
X-L, X 2 , Xn.

Los espacios de n dimensiones no son creaciones artificiales sino que


aparecen de m anera natu ral tan to en geom etría como en física; veamos algunos
Ejemplos:
1. P ara determ inar una recta del espacio hacen falta 4 coordenadas. En
efecto, sus ecuaciones reducidas son de la form a y = a x b, z — px + q
y p ara poder escribirlas hacen falta los valores de los 4 parám etros a , b , p , q .
Por ta n to : el espacio ordinario, considerado como conjunto de rectas (se llam a
el espacio reglado), es de 4 dimensiones.
2. Para determ inar una esfera hacen falta 4 parám etros: las 3 coorde­
nadas X , y , z de su centro, más el radio r . C ada esfera se puede por con-

231
T r a n s f o r m a c io n e s L i n e a l e s . M a t r ic e s

ligulente representar por un punto del espacio de 4 dimensiones cuyas coorde­


nadas sean x, = x , x, = y , x, = z , X4 = r . E n este caso, Xt sólo puede
variar entre O ^ ^ + 00 . El conjunto de las esferas del espacio ordinario
es un espacio de 4 dimensiones.
3. U na cónica del plano queda determ inada por 5 parám etros: los coefi­
cientes de su ecuación general, supuesto que uno de ellos se h a tom ado igual
a la unidad. Por ta n to : el conjunto de las cónicas del plano constituye un
espacio de 5 dimensiones.
4. U n suceso o hecho físico queda determ inado cuando se da el lugar
en que ocurre (3 coordenadas x , y , z ), más el momento o tiem po t en que
se produce. Para determ inar un suceso hacen falta, por tanto, las 4 coordena­
das X , y , z , t . Es decir, el espacio de los sucesos o espacio-tiempo de la
física es de 4 dimensiones.
5. Supongamos un sistema mecánico con n grados de libertad. Ello
significa que p ara determ inarlo hay que d a r los valores de n parám etros. Por
tanto podrá representarse por los puntos de un espacio de n dimensiones, a
cuyos puntos corresponderán los estados del sistema. Así, un segmento rígido
móvil en el espacio depende de 5 parám etros (por ejemplo, las 3 coordena­
das de un extremo y los 2 cosenos directores necesarios p ara d ar su dirección) ;
sus posicionej se podrán representar por los puntos de un espacio de 5 di­
mensiones.

2. El espacio afín n-dimensíonal. P ara poder estudiar la geome­


tría de un espacio mediante las coordenadas de sus puntos, hace falta
que la correspondencia entre los puntos y sus coordenadas sea biunívoca,
es decir, que el punto determine sin ambigüedad sus coordenadas y
éstas el punto. A veces no es posible conseguir esto de una vez para
todo el espacio, y es necesario dividir éste en pedazos y en cada uno
de ellos definir coordenadas adecuadas. Por ejemplo, sobre la superficie
de la esfera no es posible definir un sistema de coordenadas X i , X2 tal
que a cada punto corresponda un solo par y a cada par x ^ , X2 un
solo punto. Con las coordenadas usuales, por ejemplo, aTj = q> = longi­
tud geográfica, X2 = Q = latitud geográfica, quedan los polos como
puntos excepcionales, pues para ellos cp toma cualquier valor.
Para la recta, el plano y el espacio ordinario existen los sistemas de
coordenadas cartesianas que tienen la propiedad de que un mismo sis­
tema vale para todo el espacio, pudiendo las coordenadas tom ar todos
los valores desde — « a + <» . U n espacio en que esto ocurre se llama
un espacio afín y las coordenadas correspondientes se llaman coorde­
nadas cartesianas del espacio. Es decir;
D e f . 1 : Es-pacio afín w - d i m e n s i o n a l e s e l e s p a c i o e n t r e c u y o s p u n ­
to s y lo s c o n j u n t o s d e n n ú m e r o s r e a l e s c u a l e s q u i e r a X i, X2 > ... , Xn
se p u e d e e s t a b l e c e r u n a c o r r e s p o n d e n c i a b i u n í v o c a .
Los números x¡ son las coordenadas del punto, y el dar la corres­
pondencia significa que se ha dado un particular sistema de coordena­
das, al que llamaremos cartesiano.
Los sistemas de coordenadas cartesianas de un espacio afín son in­
finitos. Cualquier sistema de ecuaciones lineales

232
2 9 . E l E s p a c io A f ín de n D im e n s io n e s

(1) X i'= '!¿: a n Xj + bi (i = 1 , 2 , . . . , n)


/-I
tal que
(2) det {a n ) ^ O
detennina un nuevo sistema cartesiano Xi . En efecto, cumpliéndose
(2) , el sistema (1) permite calcular las Xi a partir de las x\ , y por
tanto la correspondencia entre los puntos del espacio y los valores de las
Xi será también biunívoca. Se tiene así un nuevo sistema de coorde­
nadas cartesianas. Las fórmulas (1) son las que dan el cam bio de coor­
denadas.
Si el cambio de coordenadas conserva el origen, debe ser 6» = O
y las fórmulas de transformación quedan
(3) Xi' a ijX j {i = l , 2 , . . . , n )
/=1
que son lineales y homogéneas. Estas transformaciones son las que más
interesan en cálculo tensorial.

3. El espacio euclidiano n-dimensional. Cuando en un espacio


afín se introduce la manera de medir la distancia entre dos puntos se
dice que se ha introducido una métrica en el espacio.
El caso más im portante de espacio métrico es el espacio euclidiano
que vamos a definir.
La recta, el plano y el espacio ordinario con la definición usual de
distancia son los espacios euclidianos de una, dos y tres dimensiones res­
pectivamente. Para la recta, la distancia entre dos puntos de abscisas
X i, yi está dada por la fórmula d = — Xx. Para el plano, en un
sistema de coordenadas cartesianas ortogonales, la distancia entre dos
puntos de coordenadas (ati , x^) , {y^, y^) está dada por la fórmula
d^= [ y i - x i Y + { y .- x ^ y .
Análogamente, para el espacio ordinario y respecto de un sistema
de coordenadas cartesianas ortogonales, la distancia entre dos puntos
(■*1, X2 , X s ) , ( y i , y 2 , V i ) está dada por
= iVi - XiV + (yz - Xi)^ + iVi - Xí)^ ·
La generalización de esta fórmula de la distancia a un mayor nú­
mero de dimensiones conduce a la siguiente definición:
D e f . 2: U n espacio se dice que es euclidiano y de dimensión n
cuando: 1’ Existe una correspondencia biunívoca entre sus puntos y los
conjuntos { x i , x^, . . . , x„) de n números reales cualesquiera (o
sea, es un espacio a fín ); 2’ La distancia d entre dos puntos {xi) ,
[yi) está definida por la expresión
(4) d^ = [ y t - x^y + [ y 2 - X 2 y + . . . + [ y n - ^»)* ·
Los sistemas de coordenadas para los cuales vale esta expresión de
la distancia se llaman cartesianos ortogonales. Para otros sistemas de

233
T r a n s f o r m a c io n e s L i n e a l e s . M a t r ic e s

coordenadas la distancia puede tom ar otra expresión. El hecho de


que el espacio sea euclidiano significa que existe un particular sistema
de coordenadas (naturalm ente no único) respecto del cual la distancia
entre dos puntos se expresa por la fórmula (4) .
Por ejemplo, si en el plano referido a las coordenadas cartesianas orto­
gonale» X i, Xt se pasa a las coordenadas polares

X,' = ( ati* + Xl' = are tg —


*1
la distancia entre dos puntos (x, , x,') , ( y , ', yt') resulta
d ' r= atV - f yV — 2AT'.y'iC0S (x’t — y't)
que ya no es de la form a (4 ) . E n cambio si las nuevas coordenada» están
dadas por
Xl = Xl co» (p — *1 sen + a , Xt = xi sen tp + Xa cos tp + 6
con a , b , <f constantes cualesquiera, la distancia sigue estando d ad a por
(P = (yi — Xl')* + (yt' — Xl')’ , es decir, el nuevo sistema es tam bién car­
tesiano y ortogonal. En el apartado 32 veremos las condiciones p ara que up
cambio de coordenadas transforme un sistema cartesiano ortogonal en otro del
mismo tipo.

EJER C IC IO S
L Con la definición de distancia deducida de la fórm ula (4 ) probar:
a ) la distancia entre dos puntos es nula únicam ente si los puntos coinciden; b)
para tres puntos cualesquiera A , B , C vale entre sus distancias la propiedad
triangular A C AB B C , en la cual el signo igual puede valer única­
m ente si los tres puntos están en línea recta.
2. El im poner la condición de que las coordenadas xi sean números
reales significa que nos limitamos al espacio euclidiano real. Si las xi pueden
ser números complejos, las mismas definiciones anteriores dan los espacios afín
y euclidiano complejos. Probar que en este caso com plejo la distancia entre dos
puntos puede ser nula sin que los puntos coincidan (si n ^ 2) . Por este
motivo la definición de distancia (4 ) no sirve en el caso complejo. Probar que,
en cambio, la definición
rf* = (y, — x ,)(y i — x i) * - f ( y . - x . ) ( y . — x>) *-{-. . . - f ( y » - x . ) (y» - x .)*
donde el asterisco indica el complejo conjugado, no adolece de ese defecto.
3. El punto M será el punto medio del segmento A B si A M = M b .
Si Xl son las coordenadas de ^4 y y< las de B , calcular las coordenadas
de M .
4. ¿C uál es la dimensión del espacio que representa el conjunto de los
triángulos del plano? ¿Y el de los triángulos equiláteros? D efinir en estos
espacios u n a m étrica euclidiana [de la form a (4)] e interpretarla cn el plano
de los triángulos.
5. Si en la definición de distancia (4 ) algunos de los términos del se­
gundo m iembro son negativos, se dice que el espacio es p s e u d o e u c lid ia n o . Por
ejemplo, en el espacio { x , y , R ) de las circunferencias del plano (x y coor­
denadas del centro, R el rad io ), se puede considerar la m étrica í f = (xi — xs)’ +
+ (y» — y«)* — { R l — R t ) * . E studiar la representación geométrica de esta
distancia en el plano de la» circunferencial.

234
3 0 . T r a n s f o r m a c i o n e s L i n e a l e s . M a t r ic e s

30. TRANSFO RM ACIO NES LINEALES. M ATRICES

1. Transformaciones lineales. Sea Rp un espacio afín de dimen­


sión p y sean Xi ( ¿ = 1 , 2 , . . . , / ) ) las coordenadas de sus puntos.
Análogamente, sea Rq un espacio afín de dimensión q y sean x^
[h = \ , 2 q ) las coordenadas de sus puntos.
D e f . 1: Se llama t r a n s f o r m a c i ó n l i n e a l de Rp en Rq a toda
transformación de los puntos del primer espacio en los del segundo
definida por ecuaciones lineales y homogéneas de la forma
(1) X i' = "Z OiT, xt, {i = l ,2 , , q) .

Los coeficientes son constantes y forman la matriz


'f l l l «12 . . .

A = «21 « 2 2 · · ■. ÉÍ2P
(2 )

.« íl • « w j

llamada m a t r i z d e l a t r a n s f o r m a c i ó n . Entre las transformaciones linea­


les y sus matrices correspondientes hay una correspondencia biunívoca.
Por esto indicaremos con la misma letra A tanto a la m atriz (2) como
a la transformación lineal (1) que le corresponde.
Obsérvese que hemos definido como transformaciones lineales a
las transformaciones homogéneas. U na transformación lineal general
tiene término independiente en los segundos miembros de (1) . Sin
embargo, como únicamente nos van a interesar las transformaciones
homogéneas, para evitar una continua repetición llamamos simplemen­
te “transformaciones lineales” a las que, más precisamente, deberíamos
llamar “transformaciones lineales homogéneas” .

2. Producto de transformaciones lineales. Sea la transformación


lineal A de Rp en i ? / y la nueva transformación B de Rg' en R / '
definida por
(3) xh" ■
= 2 b ki X i' [k = 1 , 2 , ■ ■ ■ , r )
i.l
o sea, por la matriz
1' 6 ll ¿»12.. . fci.

B = b¡2 ■ · . &2, •
(^)

.b r. br2 . .
D e f . 2:
Se llama t r a n s f o r m a c i ó n l i n e a l p r o d u c t o B . A a la trans­
formación de Rp en R / ' obtenida como resultado de verificar suce­
sivamente las transformaciones A y B .

235
T r a n s f o r m a c io n e s L i n e a l e s . M a t r ic e s

Las ecuaciones de esta transformación producto, según (1) y (3)


serán

(5) a:/' = 2 2 { k = \ , 2 , . . . ,r )
{>1 k=l
y por tanto es otra transformación lineal C cuya matriz es
Cll C12 . . · C-íp

C21 Í22 · . . Cif


(6) C = B .A =

Crx Cr2 . . . Crp_


con
(7) Cif — 2 bit, aitj .
kml
La m atriz C de la transformación producto se llama matriz pro­
ducto de las matrices B y A . Por este camino de las transformacio­
nes lineales aparece de m anera natural la ley (7) para formar los ele­
mentos de la m atriz producto.

Observaciones:
1. Dos matrices son iguales cuando dan lugar a la misma trans­
formación lineal, o sea, en consecuencia, cuando tienen iguales todos sus
elementos.
2. Si una matriz tiene q filas y p columnas, se dice que es del
tipo q X p . Si q ^ p , la matriz se llama rectangular, y si q = p
cuadrada.
3. Para que el producto de dos matrices B , A esté definido es
necesario que si B es del tipo r X q , A sea del tipo q X p . El pro­
ducto es entonces del tipo r X p .
4. Si convenimos en representar por x , x' a las matrices de una
sola columna formada por las coordenadas respectivas, o sea
r ■ 1

Xt Xt



(8 ) X =
1 X ' =



«

. . . V .
con la definición anterior de producto de matrices, la transformación
lineal (1) se escribe
(9 ) x> = A x .

236
3 0 . T r a n s f o r m a c i o n e s L i n e a l e s . M a t r ic e s

Consecuencias de la definición de producto de transformaciones


lineales o de matrices son;
a) Si A es del tipo p X q , B del tipo g X r y C del tipo
r X s , vale la propiedad asociativa:
(10) A .(B .C ) = (A .B ).C .
b) No vale, en general, la p ropiedad conmutativa. L a conmu-
tatividad no tiene sentido para matrices p X q y q X r con r¥· p ,
pero sí en los casos en que sea p = T .
Por ejemplo, si es
1 -2
O 1 -4
A = O 3 B =
3 -2 O
O -1
existen ambos productos A .B y £ ..4 ; sin embargo ellos son distintos,
pues
-6 5 -4
r o 7
A .fí = 9 - 6 O B .A =
3 -1 2
-3 2 O!
j
5. Adición, sustracción y producto por un escalar. Si A = {aij) ,
B = (b ij) son dos matrices con el mismo número de filas y columnas,
la suma o diferencia de ambas se define por la nueva matriz
(11) A ± B = (a u ± hi4) .
Si el número de filas o de columnas no es el mismo en las dos m a­
trices, la suma o diferencia no está definida.
De aquí;
a) La adición es asociativa y conmutativa.
b) Si A es del tipo p X-q y B , C son del tipo q X r , en el
primer caso, y r X p en el segundo, vale la propiedad distributiva ;
A . [ B ± C) = A .B ^ A .C , [B ± C ) . A = B . A ± C .A .
El producto de una matriz A = (a¡/) por un escalar X sedefine
como la matriz cuyos elementos son X a i ) , o sea,
(12) I A = A l = (X ai,) .
Es decir, se multiplican todos los elementos dt la matriz por el
escalar.
E je m p lo s :
r 1 -1 '1 —2 2 '!
(1-1 O') (3 - 3 0 _
3 I . (-2) 0 2 0 -4
13 O 4J 9 0 12
1 3 0 ,1 .-6 0J

237
T r a n s f o r m a c io n e s L in e a l e s . M a t r ic e s

4. M atriz traspuesta de otra.


D ef. 3: se llama matriz traspuesta de una matriz .4 a la que
resulta al perm utar sus filas v columnas.
La representaremos por , de m anera que será
A* = ( « i/) con Gij* = üfi .
Si A es del tipo p X q , A* es del tipo q X p .
Por ejemplo, si
1 - 2 ')
A = ' At r 1 O
= I _2 3 4j ·

Para la traspuesta de una suma vale (A — B )* = A* ^ B * .


Para el producto, vale
(13) ( A . B ) ‘ = B ‘ .A'
En efecto, siendo los elementos de la matriz producto cj/ = 2 an, t*/
k
será Cij* = 2 ajhbhi, y por otra parte, lo; elementos de B*.A* son
también
2 bih* Uhi* = 2 bhi = Cij* .
k h

EJE R C IC IO S
1. Escribir las ecuaciones de la transform ación lineal A que hace co­
rresponder a cada punto ( x , y , z) del espacio ordinario su proyección orto­
gonal sobre el plano * -|- y -f- z = 1 . C alcular A ' .
2. Escribir las ecuaciones de la transform ación lineal A que hace co­
rresponder a cada pun to { x , y ) del plano, el que resulta de una rotación
de 60° alrededor del origen de coordenadas. Luego las de la transformación
B que hace corresponder a cada punto el resultado de una traslación de am ­
plitud a paralela al eje x . H allar A . B y B . A (tan to como transform a­
ciones como p a ra sus matrices correspondientes).
3. Escribir las ecuaciones de u n a simetría, en el plano, respecto de la
recta x — y = O .
4. D ad a la m atriz A y t i producto A . B , ¿en qué casos se puede de­
term inar B ?
5. C om probar (13) p ara las matrices
3 O
Í3 0 -1 s-i
-1 O
A = 0 0 0 1 B =
4 -1
.3 — 1 2 OJ 5 O
6. D ar ejemplos de matrices no nulas cuyo producto sea la m atriz nula.
7. H allar las condiciones que deben cum plir los coeficientes de la trans­
formación lineal del plano
x' = a x + b y + c , y' = p x + g y + r

238
31. M a t r ic e s C uadradas

pju-a que represente: a) u n a rotación alrededor de un p u n to ; b) una sLmetria


respecto de una recta; c) una congruencia; d) una semejanza.
8. Si una m atriz B tiene la últim a columna igual a la suma de las co­
lumnas anteriores, el producto A . B tam bién tiene la misma propiedad cual­
quiera que sea A (de tipo conveniente p a ra que el producto sea realizable).

31. M A TR IC ES CUADRADAS

1. M atrices cuadradas. Transformaciones inversas. Supongamos


una transformación lineal
(1) x' = A x
entre dos espacios de la misma dimensión n . Estos dos espacios pue­
den ser coincidentes, en cuyo caso la transformación actúa entre los
puntos del mismo espacio. La matriz A tendrá en este caso igual nú­
mero de filas que de columnas, o sea, será una matriz cuadrada. El
número n se llama orden de la matriz.
Si los dos espacios son coincidentes se llama transformación idéntica
o simplemente identidad a la que hace corresponder cada punto consigo
mismo, o sea a la transformación x' = x . L a matriz de esta transfor­
mación es la llamada matriz unidad de orden n , y la representaremos
por
^1 O O ... O
O 1 O ... O
(2) E =
O O 0... 1j
De aquí y de la definición de producto de transformaciones linea­
les o de matrices se deduce que para cualquier matriz A de orden n
vale
(3) A . E = E .A = A .
Dado un punto x , la ecuación matricial ( 1) nos da el transfor­
mado x ' . Recíprocamente, dado un punto x ' , ¿será siempre el trans­
formado de un punto x ? Para que ello sea posible deberá poderse
resolver el sistema de ecuaciones lineales

(4) Xi' = " 2 aihXh {i = l , 2 , . . . , n) .


hsl
El álgebra enseña que la condición necesaria y suficiente para que
un sistema de esta naturaleza tenga solución única es que el determi­
nante de los coeficientes, o sea el determinante de la m atriz A , sea
distinto de cero * . Indicaremos este determinante por cualquiera de
las notaciones
• Suponemos conocidas la definición y principales propled&det de lo · determ ínanfei. Al
respecto s e puede ver, p o r ejem plo, J . Rjry P a s t o r , P . P i C a l l e j a j C. T » e j o , Análisis
Mattmático» Buenos A ire·, E ^ to ria l K apelusz, 1952, C ap. I I I , i ¡3,

239
T r a n s f o r m a c io n e s L i n e a l e s . M a t r ic e s

det. ^ = I ^ I = I fli, I .
En ese caso, la solución está dada por la regla de Cramer, a saber
(5) Xh = aj),x¡' (h = 1 , 2 n)
J-l
con

(6) a„ - - J 7 J - ·

La transformación (5) es la inversa de la (1) (o de la (4) que


es la m ism a). La matriz de sus coeficientes es, por definición, la matriz
inversa de la A , la cual se representa por A'^ y cumple las condiciones
(7) A -KA = A.A-^ = E .
Estas relaciones son evidentes consideradas como representantes del
producto de una transformación lineal por su inversa y también se
pueden demostrar fácilmente a partir de los valores (6) de los ele­
mentos de A~^.
Obsérvese que de (5) y (6) se deduce que si elprim er índice
indica siempre la fila y el segundo la columna, es
(8) A-^ = (am )*
Las relaciones (7) equivalen entonces a
n n
ahi Oki = aa, a¡n = hi¡
h=i ,'»=i
siendo

c») ¿ ¡I
lo cual no expresa otra cosa que la propiedad bien conocida de los de­
terminantes que dice: “la suma de los elementos de una fila por sus
adjuntos es igual al determinante y la suma de los mismos elementos por
los adjuntos de una línea paralela es nula” .
Los símbolos bij definidos por las condiciones (10) sellaman sím­
bolos de Kronecker y se utilizan con m ucha frecuencia.

2. Algunas propiedades de las matrices. Son importantes las si­


guientes propiedades:
a) L a inversa del producto de dos matrices se calcula por la
fórm ula
(11) [A.B)-^ = B-KA-^ .
En efecto, basta observar que por la propiedad asociativa del pro­
ducto se tiene,
{A .B ) .{A .B )-^ = A.B.B-^.A-^ = E
b) L a inversa de la inversa de una matriz es la matriz primitiva.
En efecto, aplicando (11) a A.A'^ = E resulta

240
r
31. M a t r ic e s C uadradas

= E-^ = E
y multiplicando a la derecha por A ambos miembros
(12) (A-^)-^ = A .
c) La inversa de la traspuesta de una matriz es igual a la tras­
puesta de la inversa.
En efecto, aplicando 30.13 se tiene
[A .A -^ y = (A-^)^.A* = E< ■= E
y multiplicando a la derecha por (^4')"^ ambos miembros, resulta
(13) (A-^)‘ = (^ ')-*
conforme al enunciado.

3. M atrices simétricas y antisimétricas. U na m atriz cuadrada se


llama simétrica si
a u — aji
y antisimétrica si
a u — — a¡i .
Observanoo que J/2 [ A + A ‘ ) es simétrica y V i {A — A ‘ ) anti-
simétrica, poniendo
(14) A = V 2 { A + A ‘ ) + 1 /2 ( A - A ‘)
resulta:
T o d a matriz cuadrada es siempre la suma de una matriz simétrica
V otra antisimctrica.
Ejemplo;
Sea
' -1 2 0' r - 1 3 1 '
A = 3 0 -2 . A' = 2 0 0

1 0 1J . 0 - 2 1 j
A plicando (13) resulta
1r - 1 % V ,' ■ 0 -V 2 — V2 '
A = V, 0 -1 f V. 0 —1
1 -1 1 .1 1 0 .

4. Potencia de una matriz. Sea A una matriz cuadrada. Por apli­


cación sucesiva del producto se pueden definir las potencicis A^, A^, ...
Si A ‘ = A O se dice que A es idem potente.
Si A' = O se dice que A es nilpotente de índice r .
Ejemplos;
1. L a siguiente m atriz es idem potente:
f4 - 2 ') 4 -2 '
A = I A ' r=
L6 -3J (.6 -3 .

241
T r a n s f o r m a c io n e s L i n e a l e s . M a t r ic e s

2. L a matriz
1 0 o Ì
O 1 0
A = O O 1
O o o
ei nilpotente de índice 4 , puesto que
O O 1 o' O o o
0 0 0 1 o o o
A‘ = A‘= A* = o
0 0 0 0 o o o
0 0 0 0 o o o
5. Grupos lineales general y especial. Recordemos de la teoría de
determinantes que el producto de dos de ellos (del mismo orden) se
verifica por la misma regla que el producto de matrices, es decir, vale
la relación
(15) det ( ^ .B ) = (det ^ ) . ( d e t B)
De aquí, poniendo B = , resulta

(16) det A-·^ = — ------------------ .


det A
Obsérvese también que aun siendo, en general, A .B ¥‘ B . A , es,
en cambio
(17) det (A .B ) = det (B .^ )
y, además, puesto que un determinante no varía al perm utar sus filas
y columnas, resulta también
(18) det A = det A* .
Consideremos ahora el conjunto de todas las transformaciones li­
neales entre n variables cuyas matrices tengan el determinante no nulo.
Observemos que este conjunto tiene las siguientes propiedades:
a ) El pro<?.ucto de dos de ellas pertenece al conjunto.
b) Contiene la inversa de cada transformación.
c) Contiene la transformación idéntica.
De todo conjunto de transformaciones que posea las propiedades
a) , b) se dice que forma un grupo de transformaciones. La c) no es
necesaria, puesto que es una consecuencia de a) y h) .
En consecuencia se puede enunciar: el conjunto de las transforma­
ciones lineales (o de las matrices) de orden n y determinante no nulo
form an un grupo. Es el llamado grupo lineal general de orden n .
Si sólo se considera el conjunto de las transformaciones lineales
(o de las matrices) cuyo determinante vale la unidad, también se cum­
plen las propiedades a) , b) y por consiguiente forman también grupo:
es el llamado grupo lineal especial de orden n .

242
31. M a t r ic e s C uadradas

EJER C IC IO S
1. U na m atriz cuadrada cuyos únicos elementos distintos de cero son los
de la diagonal principal se llam a matriz diagonal. Probar que la suma y el
producto de matrices diagonales son nuevam ente matrices diagonales.
2. Buscar la m atriz de la transformación que a cada p u n to del espacio
hace corresponder su proyección ortogonal sobre el plano a x \ - b y - \ - c x - \ - d = 0 .
Probar que es idem potente y justificarlo geométricamente.
3. Probar que si A . X — X . A cualquiera que sea la m atriz A , en­
tonces X es de la form a q E { q — escalar).
4. Probar que A* , A es siempre u n a m atriz simétrica.
5. D em ostrar que el determ inante de u n a m atriz antisim étrica de orden
im par es siempre nulo.
6. Si A es antlsim étrica, p ro b ar que A* es simétrica.
7. Si A , B son m atrices simétricas, p ro b ar que el producto A . B ei
simétrico solamente si A . B B .A ,
8. Probar que ú A , B son antisimétricas, la com binación A . B — B . A
es también antisimétrica.
9. Si {i z= 1 , 2p) son las coordenadas de un espacio afín
y yi (i = l , 2 q) las de otro, se llam a j u m a directa de los dos espa­
ciosal espacio afín de dimensión p + q , cuyos puntos tienen las coordenadas
( x t , X t, X r, y i , y t , , Vt) . Si se tiene u n a transform ación lineal A
en el prim er espacio y o tra B en el segundo, ellas inducirán u n a transform a­
ción lineal en el espacio sum a, que se llam a suma directa de A y B . La. m a­
triz de esta transform ación se llam a sum a directa de las m atrices A , B y se
representa p o r
.1 O n
A Bz= \f^ _ I .
Lo Bj

a)
Probar las siguientes propiedades de la suma directa:

b)
(A e B) e c = A e (B e
{ A l ® B.) (A , e & ) = A t A , B,B»
c)

c) (A © B ) ' = .4' © B'


d) ( ^ © B)-‘ = ^ - ' © B-*.
10. D ados los dos espacios afines d fl ejercicio anterior, se llam a producto
directo de los mismos al espacio afín de dimensión pq cuyospuntos están de­
finidos por las coordenadas xi y i . Las dos transformaciones lineales A , B in­
ducirán tam bién un a transform ación lineal en el espacio producto, cuya m atriz
(llam ada producto directo de las matrices A , B) es
A X B = {Aba)
es decir, es una m atriz cu ad rad a de orden pq coya prim era fila es, por ejemplo,
On bu , a a b a , du fru , ■ . . , bu , an ba t · · · , ·
Probar las relaciones:
(A X B) X C z = A X (B X C )
{A , + A ,) X B z = A i X B J r Á , X B
{ A X B ) · = A · X B·
( A X B ) ' { C X D) = A C X B D
( A X B) ‘ = A * X fl - .
11. Se llam a matriz triangular superior (inferior) a toda m atriz cuadrada
que tiene nulos los elementos que están encim a (debajo) de la diagonal principal.
Probar que el producto de matrices triangulares superiores (inferiores) es una
matriz del mismo tipo.

243
T r a n s f o r m a c i o n e s L i n e a l e s . M a t r ic e s

32. TRANSFO RM ACIO NES Y M A TR IC ES ORTO G O N A LES

1. Transformaciones y matrices ortogonales. Consideremos un es­


pacio afín de n dimensiones y una transformación lineal entre las va­
riables Xi, Xi (i = 1 , 2 , 3 , . . . , n) , que sabemos puede escribirse
en la forma matricial
(1) x> = A x
o en la forma desarrollada
(2) X i' = ^ aiHXi, . {i = \ , 2, , n) .

Esta transformación lineal puede interpretarse de dos maneras di­


ferentes . Si las Xi se consideran como las coordenadas de un punto
y líis Xi' como las de otro punto, referidos ambos al mismo sistema de
coordenadas, las ecuaciones (1) y (2) definen entonces una transfor­
mación del espacio en sí mismo, llamada simplemente transformación
lineal o también afinidad. Más precisamente, se trata de una centro-
afinidad o afinidad que deja invariante el origen de coordenadas.
Pero se puede también suponer que las Xi y las Xi sean las coor­
denadas de un mismo punto del espacio, referido a sistemas de coorde­
nadas diferentes. Se dice entonces que las ecuaciones (1) , (2) son
las que definen una transformación o cambio de coordenadas (29.2) .
Ésta es la interpretación que va a convenir en lo que sigue.
Supongamos que el espacio sea euclidiano, es decir, que exista un
sistema de coordenadas respecto del cual la distancia d entre dos pun­
tos x , y esté dada por la expresión
(3) d^ = (yi - ^i)" + (ya - X2 Y + · ·. + (y„ - a;„)
la cual puede escribirse, en forma matricial,
(4) d" = (y - x)*. (y - x)
donde la matriz del segundo miembro es una matriz de un solo ele­
mento, el cual es precisamente ; es decir, en (4) se suponen iden­
tificados la matriz de un solo elemento del segundo miembro con el
valor del elemento mismo.
Queremos ver las condiciones que debe cumplir una transformación
de coordenadas de la forma (1) para que en el nuevo sistema la ex­
presión de la distancia sea la misma (4) , o sea que se verifique
(5) d^= ( y '- ^ ') < . ( / - ^ ' ) =
siendo Y — A y , x' = A x y por tanto ( / — x') = A {y — x) ,
( / — x')* = (y — x ) ‘ A * . Sustituyendo en (5) resulta que debe ser
(y - x)^A^A (y - x) = (y - x)* (y ~ x) .
Si esta relación debe valer para cualquier par de puntos x , y del
espacio, debe ser A* A = E . Conviene por tanto introducir la siguiente
D ef. 1; U na matriz cuadrada se llama ortogonal cuando el pro­

244
3 2 . T r a n s f o r m a c io n e s y M a t r ic e s O r t o g o n a l e s

ducto de ella por su traspuesta es igual a la matriz unidad, o sea,


(6 ) A * A = E .
U na transformación lineal se llama o r to g o n a l cuando lo es la m a­
triz de sus coeficientes.
Obsérvese que la relación (6) equivale a
(7) A* = A -^
y por tanto, multiplicando ambos miembros a la izquierda por A , re­
sulta que se verifica también
(8) AA* = E .
Llamando sistemas de coordenadas cartesianas ortogonales a aque­
llos para los cuales vale la expresión (4) para la distancia entre dos
puntos, el resultado anterior puede enunciarse:
T e o r . 1: L a s tr a n s fo r m a c io n e s lineales q u e d e f i n e n c a m b io s d e
sistem as d e c o o r d e n a d a s cartesianas o r to g o n a le s e n otr os d e l m i s m o tip o
so n las tr a n s fo r m a c io n e s lineales o rto go na les, o sea a q u e lla s c u y a m a t r i z
es orto go na l.
Obsérvese que debido a la relación (7 ) , si a / = A x es una
transformación ortogonal, la inversa es x ^ A* x ' .

Se Duede dem ostrar fácilmente, hágase como ejercicio, que:


a ) El oroducto de dos transformaciones (o m atrices) ortogonales es una
transformación (o m atriz) ortogonal.
b) L a inversa de u n a transform ación (o m atriz) ortogonal es ortogonal,
í ) L a transform ación idéntica (o la m atriz un id ad ) es ortogonal.
En consecuencia, el conjunto de las transformaciones (o de las m atrices)
ortogonales de un cierto orden n forman un grupo. Es el llam ado grupo or­
togonal de orden n .

2. Propiedades de Jos elementos de una matriz ortogonal. Si


A = {a u ) es una matriz ortogonal, la condición (6) implica las si­
guientes relaciones
»
(9) 2 ahi ajtf = 8«;
y la condición equivalente (8) implica
»
(10) 2 aih a¡h = 8i/
k>t
siendo en ambas relaciones hi¡ los símbolos de Kronecker ya definidos
en 31.10.
Recíprocamente, si se cumple cualquiera de los dos conjuntos de
relaciones (9) ó (10) la matriz es ortogonal. Se tiene por consiguiente:
T e o r . 2: L a s c o n d ic io n e s (9) 6 (10) son n ecesarias y su ficien tes
pa ra q u e la m a t r i z A = { a t) ) sea o rtog on al.
Si \A\ cs el determinante de la m atriz A , puesto que | yl* | = ] ^ 1

245
T r a n s f o r m a c i o n e s L i n e a l e s . M a t r ic e s

y I £ I = 1 , la relación (6) nos dice que debe ser I ^4 |* = 1 ; es decir:


T eo r. 3: E l determinante de una matriz ortogonal vale + 1 ó
- 1.
Observemos finalmente que los sistemas de ecuaciones lineales (10)
y 31.9 tienen los mismos coeficientes «ía ; por consiguiente, como un
sistema de ecuaciones lineales de determinante no nulo no puede tener
más que un sistema de soluciones, resulta a/h = «/a · Es decir, tenien­
do en cuenta 31.6
T eo r. 4 ; Los adjuntos de los elementos d e una matriz ortogonal
A , son iguales a los elementos mismos, con igual signo si | .4 ¡ = -t- 1
y con signo cam biado si ( .4 | = — 1 .

3. M atrices ortogonales de segundo orden. Vamos a buscar la


forma general explícita de las matrices ortogonales de segundo orden.
Poniendo

(11) [ “c i.
las condiciones (10) de ortogonalidad son
(12) a» + 6 * = l , ac + b d = 0 , + =
Como son tres ecuaciones y cuatro elementos a , b , c , d resulta
que lasmatrices ortogonales de segundo orden dependen de un solo
parámetro. Para ponerlo de manifieste, pongamos
(13) a = eos 0 , b = ± sen 0 .
El signo ± de 6 se puede suprimir,suponiendo que 0 puede
tom ar valores positivos y negativos. Con estos valores lasecuaciones
(12) dan = eos“ 0 , c® = sen* 0 , y teniendo en cuenta las posibles
combinaciones de signos para que se cumplan (12) y que 0 puede ser
positivo y negativo, resulta que:
Las matrices ortogonales de segundo orden con | .4 | = -t 1 son
de la forma
f COS0 sen0
^ ^ ~ [-se n 0 COS0
y las de | .4 | = — 1 , de la forma
'eos 0 sen 0'

l^senO —cos0^
El parám etro 0 puede tomar también valores imaginarios. Por
ejemplo, para el caso A * , poniendo 0 = i (p y recordando que
(16) costcp = chcp , sentcp = tshcp
resulta que la expresión general de las matrices ortogonales de segundo
orden con elementos imaginarios y determinante + 1 , es

2 4 tí
33. N otas y Co m plem en to s del C a p ít u l o VII

ch q) i sh cp 1
(17) A* =
—tshtp chq) J
Son im portantes las siguiente» propiedades, cuya dem ostración dejamos
como ejercicio al lector:
1. Probar que la m atriz producto de dos m atrices correspondiente» a lo»
valores 0 i , 0 i del parám etro es la correspondiente a 0 i + 0 j .
2. Probar que la» mutrices A* form an grupo y, en cambio, las A~ no.

EJER C IC IO S
1. Probar que son ortogonales las siguientes transformaciones:
o) Xl = X, , Xt = Xt , Xt' = Xl .
6) X i'= — X t, Xt — X l, Xt = X t.

C) X l' = -------- (Xi + Xt) , Xt = -------- (ati — * 0 , Xt = Xt .

V2 V2
Xl X t , Xt ™ ““ X t) Xt X* f Xi Xl ·

«) X l'= — (aTi — 2 *1 — 2 x t) , Xt = — ( — 2 *1 + Xl — 2 X i ) ,
3 3

Xt = — ■ ( — 2 Xl — 2 Xl + Xt) .
3
2. Probar que las transformaciones ortogonales de determ inante + 1 for­
man grupo y las de determ inante — I no.
3. D em ostrar que si ./l es sim étrica (antisim étrica) y B ortogonal,
H ' A B es simétrica (antisim étrica).
4. Probar que si se perm utan la» columnas de u n a m atriz ortogonal, sigue
»icndo ortogonal.
5. Si A , B son matrices ortogonales, probar que la suma directa de
ambas tam bién es ortogonal (ver apartado 31, ejercicio 9 ).
6. Probar que toda m atriz A n o singular (d e determ inante no nulo)
e» igual al producto de una m atriz simétrica p o r o tra ortogonal.
7. Si A = B C , con B simétrica y C ortogonal, probar que = A A*,
8. P robar que si es simétrica, tam bién lo es A ~'‘ .

33. NOTAS Y C O M PL EM EN TO S D E L C A P IT U L O V H

Representación de C ayley p a ra las m atrices ortogonales. C ayley h a dado


lina fórmula racional p a ra obtener todas las matrices ortogonales A tales que el
determ inante \ A + E \ sea distinto de cero.
Definamos S p or la ecuación
E + S + A )·^
de donde
£ -l·- ^ = 2 ( jB 4 - í ) - *
y de aquf
í -1- .4 = 2 (E + A ) - ^ + 2 {E + S ) - i - 2E
S - A = 2 { E + A )-^ - 2 (E + 5)-*
de donde
2 A = ^ ( E + S)-^ - 2 E = 2 ( S + S)-^ [2E - (E + S) B¡

247
T r a n s f o r m a c i o n e s L i n e a l e s . M a t r ic e s

= 2 (E + í ) - ! ( £ - S)
o sea
(1 ) A = (E + 5 ) - i (E - S ) = ( E - S ) {E + 5 ) - i .
Análogam ente se obtiene
(2 ) S {E + A ) - ^ (E - A ) = { E - A ) (E + A ) - i .
D e aquí se deduce que S es antisimétrica. E n efecto, de la prim era
igualdad se deduce E — A = (E + A ) S de donde, trasponiendo,
E - A* = S* [E + A*) .
M ultiplicando a la derecha por A y siendo esta m atriz ortogonal por
hipótesis, resulta
A - E = S* (A + E)
de donde
5» = (.4 - E ) (A + £ ) - i
que junto con (2) da 5 + 5 ' = O y por tanto S es antisimétrica.
Recíprocam ente, toda expresión (1) con S antisimétrica da lugar a una
matriz ortogonal. En efecto, de ( 1 ) se deduce (E -{■ S) A = E — S y tras­
poniendo
A t (E + S*) = E - S*
o sea, por ser S antisim étrica,
A t ( £ - 5 ) = ( £ -{- S )
de donde, m ultiplicando a la derecha p or {E + S)~^ y teniendo en cuenta
(1 ) , resulta
A*A = E
lo que prueba que A es ortogonal.
Ejemplo:
Tomemos
f O — 1 Oí

S = 1 O 2
O -2 O
con lo cual será
' 1 1 0' ' 5 1 -2 'l

E - S = -1 1 -2 (E -1- -1 1 -2
vi
. 0 2 1. —2 2 2J
y po r tanto
r 4 2 - 4 I
A = (E + S)-^ (E - S ) = — -2 -4 -4
6
(.-4 4 -2J
deíbe ser ortogonal, como efectivamente es fácil com probar.

248
CAPITULO VII!

TEN SO RES C A R T E S IA N O S

34. TENSORES CARTESIANOS

1. El convenio de supresión del símbolo de suma. U na suma cu­


yos sumandos se obtengan dando los valores 1 , 2 , 3 , . . . , íi a ciertos
índices de su término general, la hemos indicado hasta ahora, como
costumbre, con el símbolo 2 , junto con la indicación del intervalo
de variación de los índices.
Por ejemplo, los primeros miembros de las expresiones siguientes
son expresiones abreviadas de los segundos miembros;

(1) 2 (3j = 4- 02 + . . . + a»
«
(2) 2 fli + 02 bz + . . . + anb„
i-i
n
(3) 2 Ci bj Ci = ai bj + <Z2 ¿ / <^2 4- . . . 4- a„ b¡ c„ .
<■1
En cálculo tensorial aparecen con m ucha frecuencia sumas del
tipo de los ejemplos (2) y (3) en que la suma se verifica respecto de
dos índices repetidos de su término general. En este caso es cómodo y
abrevia mucho la escritura convenir en que, para tales índices, se su­
primirá el signo de suma. Se establece así la siguiente
C o n v e n c i ó n d e E i n s t e i n ; Cuando en una expresión monomia
figuren dos índices repetidos, se entenderá que se trata de una suma en
la que los índices repetidos van sumados de 1a n .
El número n es la dimensión del espacio ysu valor resulta siempre
claro del tema que se está tratando.
Así, en los ejemplos (2) y (3) se escribirá simplemente
Oi bi = Oi bi + bz + . . . 4- a»
«i bj Ci = Oi b) Ci + 0 2 bj C2 + . . . 4- o„ bi c„ .
Con este criterio, las ecuaciones 32.2 de un cambio de coorde­
nadas cartesianas ortogonales que conserve el origen se escribirán
(4) x'i = Oí^Xh

249
T e n s o r e s C a r t e s ia n o ·

y las ecuaciones de la transformación inversa, teniendo en cuenta 3 2 .7 ,


serán
(5) Xi = aMx'h
La m atriz a « es ortogonal y las condiciones 32.9 y 32.10 se
escribirán ahora simplemente
(6) <lhf — Sij , Oi), a¡}, = 8jy .
U na observación im portante es que los índices repetidos, puesto que
únicamente indican que deben tom ar los valores de 1 a n y sumarse,
pueden representarse con cualquier letra, sin que la suma cambie. Se
tiene así, por ejemplo,
Oi — Oh bj,
puesto que ambos miembros representan la suma Oibi + oaba ... + fln&n

Ejemplos:
1. Si la ecuación <ti x< = O se verifica p a ra valores cualesquiera de las
variables x» (f = 1 , 2 , . . . , n) , debe ser oi = O . En efecto, si hubiera
un particular a» v* O, tom ando todas las variables iguales a cero menos x » ,
no se cum pliría la hipótesis.
2. Si la ecuación o i j x i x j = O se cum ple p a ra valores cualesquiera de
las variables, debe ser <7i) + = O . En efecto, tom ando todas las variables
nulas menos la xi , resulta que debe ser a u = O (p a ra todo i; el índice i
sin sum ar). Por otra p arte xi x; es factor común de a u -|- a/, y por tanto,
tom ando todas las variables nulas excepto las x i , x / , resulta el enunciado.
3. Dem ostrar, de m anera análoga, que si a i / t x i x « x t = O, p ara valo­
res cualesquiera de las variables, debe ser a.;» + <*/»i + = 0.

2. Tensores cartesianos del espacio ordinario. Consideremos el


espacio ordinario de tres dimensiones, referido a un sistema de coorde­
nadas cartesianas ortogonales. Las coordenadas de un punto, en vez de
representarlas por x , y , z , las representaremos por X i , , X3 .
U n cambio de las coordenadas Xi a las x'i de otro sistema tam ­
bién cartesiano y ortogonal y del mismo origen está dado por ecuaciones
de la forma '
(7) x'i = aaXH Ci= 1 , 2 , 3 )
siendo los coeficientes Oi,, los cosenos de los ángulos de los ejes xt y x'h.
Sabemos que la matriz (a « ) de los coeficientes es ortogonal y que, por
tanto, se cumplen las condiciones (6) .
En el apartado 11 definimos un vector como el conjunto de tres com­
ponentes «1 que por un cambio de coordenadas de la forma (7) se
transforma según la ley
(8) u\ = «ih líh
donde en el segundo miembro, según el convenio establecido en el nú­
mero precedente, el índice h va sumado de 1 a 3 .
Sean las componentes de otro vector, las cu-.les, por el mismo
cambio de coordenadas (7) se transformarán según
(9) VT, = flyj vt .
Ti
250
34. T e n s o r e s C a r te s ia n o s

Consideremos los nueve productos


Mi Vi «1 Vj «1 Vs ■)
(10) (ui vj) = «2 Vi u¡. vt U2 Vi
I^Us Vi «3 l>2 «3 Vz
Según (8) y (9) , por un cambio de coordenadas (7) estos pro­
ductos se transforman según la ley
(11) u\v'i = aihOj^UkVk .
Obsérvese que en el segundo miembro los índices h , k van su­
mados los dos de 1 a 3 ; es decir, se trata de una suma de 9 sumandos.
El conjunto de los 9 productos U{ v/ constituye un nuevo ente
geométrico que se llama producto tensorial de los vectores « i , V j. La
ley de transformación de las componentes de este producto tensorial in­
duce a establecer la siguiente
Def. 1: Dadas 9 cantidades , se dice que son componentes de
un tensor cartesiano de segundo orden cuando por un cambio de coor­
denadas de la forma (7) se transforman según la ley
(12) í ' i / = «iAflífcíw .
Según esta definición, el producto tensorial de dos vectores es un
tensor, pero no todos los tensores de segundo orden son el producto
tensorial de dos vectores.
Análogamente, el producto tensorial de tres vectores u\, Vj, w\
es el conjunto de los 27 productos mí v¡ . Por un cambio de coor­
denadas estas componentes se transformarán según la ley
(13) u 'iv 'fw 'k= ^ aih ajia,m u ,,v iw m .
Este producto tensorial es un ejemplo de tensor cartesiano de tercer
orden. Es decir, dadas 27 cantidades tujt, que por un cambio de coor­
denadas (7) se transformen según la ley t'i¡k= aihOji , dire­
mos que ellas son componentes de un tensor de tercer orden.
L a generalización a tensores de cualquier orden es ya inmediata,
a saber:
Def. 2: Dadas 3 ' cantidades ·*· *,
ponentes de un tensor cartesiano de orden p si por un cambio de
coordenadas de la forma (7) se transforman según la ley
(14) < '* , * , · · · ♦ , = V , ···% ■
T anto los índices i como h , pueden tom ar los valores 1 , 2 , 3 .
Por tanto en el segundo miembro está implícita una suma de 3” su­
mandos.
Según esta definición, los vectores son tensores de prim er orden.
Además, dadas las componentes de un tensor en un sistema de coorde­
nadas, las fórmulas (14) permiten calcular las mismas en cualquier otro
sistema.

251
T e n so r e s C a r t e sia n o s

La propiedad fundamental de los tensores, de la cual deriva su


importancia en geometría y en física, es que, siendo las fórmulas de
transformación (14) lineales y homogéneas, si las componentes de un
tensor se anulan en un sistema de coordenadas, se anularán también en
cualquier otro sistema. Es decir, la anulación de un tensor da siempre
una propiedad intrínseca, independiente del sistema de coordenadas.
Los tensores que acabamos de definir se refieren a cambios de
coordenadas de la forma (7) , es decir, a cambios de coordenadas
cartesianas ortogonales en otras del mismo tipo. Por esto se llaman
tensores cartesianos. Para cambios de coordenadas más generales (coor­
denadas oblicuas o curvilíneas), la definición de tensor debe generali­
zarse, como veremos en el apartado 44.
En toda esta parte, hasta el apartado 4 4 , al hablar de tensores
sobrentendemos que se trata de tensores cartesianos.
P ara que la definición dada sea admisible hay que dem ostrar la pro­
piedad transitiva, es decir, que por nuevos cambios de coordenadas la ley de
transformación se conserva. Vamos a verificarla p ara tensores de segundo
orden, pues el procedimiento es general.
Sea el tensor tt¡ cuyas componentes p o r el cambio (7 ) pasan a las t 'n
dadas por (12) . Por un nuevo cambio de coordenadas
(15) X", = a ' , » A r \ (í= 1,2,3)
las nuevas componentes serán, según la definición de tensor,
(16) = a',» a',» t'*.
o sea, según (12) ,
(17) = a ' a ' n a\t Ol» t¡m .
Por otra parte, de (7 ) y (15) se deduce
(1 8 ) at"« = a'th a»i xt
que son las ecuaciones de o tra transformación ortogonal (transform ación pro­
ducto) y p or tanto, según la definición, la ley que perm ite pasar directam ente
de las tii a las t"i/ debe ser efectivamente la (17) , pues los coeficientes
deben ser el producto de los coeficientes correspondientes de (18) . Es decir,
se obtiene la misma ley haciendo el cambio sucesivo x¡ -* x't -* x " t que por
el cambio directo xt -* x " i , como debe ser.
Ejemplo:
Supongamos que las componentes tti de u n tensor en el sistema de coor­
denadas X i, X l, x, sean los elementos de la m atriz
0 - 1 2 1
0 - 2 1
L1 O 2
Se desean las componentes del mismo tensor en el sistema * ' i , x ' i , x \
deducido del anterior p o r la transform ación ortogonal x'i =z — X t , *'· = * !,
x'i = * , .
L a m atriz (ai/) de esta transformación es
0 -1 O't
1 0 0
LO 0 IJ

252
3 4 . T e n so r e s C a r t e sia n o s

y por tanto, aplicando (12) p ara cada u n a de las componentes t ' n buscadas,
resulta que ellas son los elementos de la m atriz
f -2 O - n
1 O 2
L O 1 2J

3. Paso a n dimensiones. P ara fijar las ideas hemos supuesto el


caso del espacio ordinario de dimensión n = 3 .
El convenio utilizado de suprimir el símbolo de suma hace que todo
lo anterior valga exactamente, sin modificación, para el espacio eucli­
diano de n dimensiones.
En este caso, un punto tiene n coordenadas Xx, , . . . , Xn y
un cambio de coordenadas cartesianas ortogonales de origen fijo está
dado por ecuaciones de la forma
(19) x'i = a-,i,x^ (i = 1 , 2 , . . . , n)
siendo la m atriz (aj») de orden n y ortogonal.
U n vector es el conjunto de n componentes «i que por un cam­
bio de coordenadas (19) se transforman según la ley
^20) —

exactamente igual a la (8) del caso n = 3 , sólo que ahora la suma del
segundo miembro se sobrentiende extendida desde h = .1 hasta h = n .
Se puede así establecer, de m anera general, la siguiente
D e f . 3: D ad o el espacio euclidiano w-dimensional, se llam a ten­
sor cartesiano d e orden p al conjunto d e n’’ com ponentes " · *p
que por un cambio de coordenadas de la forma (19) se transforman
según la ley
(21) »2 •••»p 5
los índices repetidos h i , h z , . . . , hp se entienden sumados de 1 a n .
También aquí vale la propiedad transitiva mencionada en 3 4.2.
Puesto que las fórmulas son idénticas para cualquier número de
diinonsiones, en lo que sigue supondremos, salvo indicación expresa,
(juc estamos en el espacio de n dimensiones.
Pruébese como ejercicio que el número de componentes de un
tensor de orden p es n*’ .
Observación sobre la notación. En cálculo tensorial se representa
»irini)rc un tensor por una componente genérica. Así, se dice “el tensor
ti)“ j>ara indicar el tensor cuyas componentes son las í» /. De esta
mancrii el mismo tensor puede representarse indistintamente por tu ,
Ihh , ttm, etc. De igual manera, al hablar del “vector Uj” entendere­
mos (>1 vcctor de componentes , y poi tanto el índice genérico t
puede sustituirse por cualquier otra letra.

253
T enso res C a r t e s ia n o s

4. Invariantes. Producto escalar de vectores.


D e f . 4; U n invariante, o tensor de orden cero es una expresión
que toma la misma forma en cualquier sistema de coordenadas.
Por ejemplo, dados dos vectores « i , Vi la suma Ui V{ es un inva­
riante, llamado producto escalar de los dos vectores. En efecto, por un
cambio de coordenadas, será
(22) u'i v'i = a i, aih u, = 8y» u¡ = u , v , .
Es decir, en ambos sistemas de coordenadas el producto escalar es
siempre igual a la suma de los productos componente a componente de
los dos vectores.
En particular, para dj = « j , resulta que «i U{ (la t sumada de
1 a n ) es otro invariante. Su raíz cuadrada es, por definición, el
módulo del vector U{. Es decir
(23) | u | = («,«,)^/=' .
El ángulo 0 entre dos vectores se define por la fórmula

(24) cos 0 =

que es también un invariante, por ser cociente de invariantes.


Pruébese, como ejercicio, que para vectores reales se verifica
— 1 — cos 0 ^ 1 .

EJER C IC IO S

1. Para n = 3 , sea el tensor cuyas componentes u u en el sistema de


coordenadas Xi, xt, xt sean los elementos de la matriz
f-1 O 2
0 - 1 1
L 3 1 O j
Buscar la* componentes del mismo tensor en el sistema de coordenada«
x\ , x't, x't obtenidas por la transformación ortogonal
X1 Xx , Xt Xt , X$ Xl
2. Si las componentes de un tensor uii en el plano yrespecto del sis-
f 1 Oi
tema de coordenadas Xi,Xi son los elementos de la matriz , hallar
1 -3 2J
sus componentes en el sistema x'i, x’t obtenidos por la transformación or­
togonal
1 1
x’t ~ — — (*> *«) , * 1 = ---------- (* i — Xt) .
y/2 y/2
3. Si tii es un tensor y u i , v/ son vectores, probar que ui vi es un
invariante.
4. Si til», uii y vt son tensores, probar que tti»«tj vt es un inva­
riante.
5. Si uii es un tensor, probar que u u e« un invariante.

254
3 5 . O p e r a c io n e s con T e n s o r e s C a r t e s ia n o s

35. OPERA CIO N ES C O N TEN SO RES CARTESIANOS

1. Adición, sustracción y producto de tensores,


a ) Adición y sustracción. Esta operación sólo está definida para
tensores del mismo orden. Entonces, el tensor suma o diferencia de
otros varios es el nuevo tensor que tiene por componentes la suma o
diferencia de las componentes respectivas.
Suponiendo, por ejemplo, dos tensores de segundo orden
la suma o diferencia es el tensor de componentes ti¡ ± s i ] .
Para adm itir esta definición hay que demostrar que las ti¡ ± Si¡
son componentes de un tensor. En efecto, por un cambio de coorde­
nadas será
t'ij = «i» flyfc thk , s'n = Oi), Ojit Smc
y por tanto
t ' i i ± s ' i j = üii, a¡]c [twt ± skí)
lo que prueba que las t t j ± S i f son componentes de un tensor, por
transformarse según la ley (34.12) de los tensores de segundo orden.
b) Multiplicación por un escalar. P ara m ultiplicar un tensor por
un escalar se multiplica por el escalar ra d a componente del tensor.
Así, el producto de íj/ por X es el tensor de componentes X tu
El resultado es efectivamente un tensor, pues de í'iy = aifcays íwt, se
deduce l t'n = a¡k (X thk) .
c) Producto de tensores. El producto de un tensor de orden p por
otro tensor de orden q , es el tensor de orden p + q cuyas componen­
tes son los productos de las componentes del primero por las del segundo.
Por ejemplo, el producto del tensor tu por el vector será el
tensor Sifi, = tu u¡,. El resultado es un tensor, pues de las hipótesis
t'ij = a n Ojji tiit , u'i, = a/,m u„
se deduce, multiplicando miembro a miembro
= t'iftl’h = ana¡kai,m tii,Um = a u ajk a¡,m Sikm
lo que prueba que las Si¡h son componentes de un tensor.

2. Contracción de índices. Se tra ta de una operación m uy im­


portante que permite obtener tensores de menor orden a partir de un
tensor dado de orden ^ 2 . Consiste en lo siguiente:
D ado un tensor de orden ^ 2 , igualando dos índices y sumando
respecto del índice igualado, el resultado es un nuevo tensor en el que
han desaparecido estos dos índices.
Supongamos, por ejemplo, un tensor íi/jt. Consideremos las com-
j)onentes
Uk = tnk
donde en el segundo miembro el índice i , repetido, va sumado de

255
Fensores C a r t e s ia n o s

] a n . Por un cambio de coordenadas es


u 'k = t ' i i k — ^ ih a » l akm th lm

o sea, según 34.6 ,


u'ic ~ h¡,i diim thlm — Oicm ^hhm — ^/cm .
Es decir, las u¡¡ son componentes de un vector (tensor de orden
uno), que se llama tensor contraído del íiy/t respecto de los dos primeros
índices.
A paitir del tensor tijk todavía se pueden formar otros dos tenso­
res contraídos, a saber: v¡ = t m , Wi = ¿jyy.
M ediante esta operación de contracción, un tensor de segundo or­
den ti, puede considerarse en cierto modo como un operador que a
un vector le hace corresponder otro vector. Así, al vector m le hace
corresponder el vector
Ui = t i , V ¡ .
También a todo vector Vi le hace corresponder un invariante por
!a operación
(1) tijV iV j = invariante .
Ejercicios:
1. Probar que efectivamente (1 ) es un invariante, es decir, que por un
cambio de coordenadas es
t’ii v't v'i = til vt Vi .
2. Form ar todos los tensores que se pueden deducir por contracción de
índices de un tensor de cuarto orden t(/»i ·
3. P robar que si t u * , son tensores, el producto contraído tukUij es
un vector.

3. Permutación de índices. Sea un tensor t i , . Consideremos las


componentes U{, = t,i ; ¿serán ellas componentes de un tensor? Efec­
tivamente lo son, pues su ley de transformación es
u 'i, = t',i = «;·(, fliit ííifc = a,haij(Ukh = a i k a ,h uuh
que es la ley de transformación de los tensores de segundo orden.
El mi.smo razonamiento vale evidentemente para un tensor de cual­
quier orden, es decir:
A partir de un tensor, permutando los índices de cada una de sus
componentes, se obtiene otro tensor.
Observóse que si bien la permutación de índices se traduce cn una
permutación de las componentes, no es cierto que permutando éstas de
m anera arbitraria se obtenga siempre un nuevo tensor, l'ara verlo, basta
considerar el caso simple de los vectores del espacio ordinario, n = 3 .
Si U j, «2, «3 son componentes de un vector, no es cierto que — Ut,
v¡ = U 3 , V 3 = Ui lo sean. En efecto, se tiene
v 'i = U'z = a ¡ i Ui = «21 V 3 -h «22 + ^23 Vi .

256
3 5 . O p e r a c io n e s con T e n so r e s C a r t e sia n o s

En cambio, si , v^, Vz fueran componentes de un vector de­


bería ser
v\ = flii Vi = flil í»! -t- «12 Vi + «13 ^3
fórmula que en general es distinta de la anterior.

4. Tensores simétricos y antisimétricos.


D ef. 1: U n tensor de segundo orden tu se llama simétrico si se
verifica que
(2) _ til - t ¡ i = 0
y antisimétrico si
(3) tij + tji = O .
Las propiedades de simetría o antisimetría son independientes de'
sistema de coordenadas. En efecto, por ser los primeros miembros de
(2) , (3) componentes de un tensor (por tratarse de diferencia y
suma de tensores), si se anulan en un sistema de coordenadas lo harán
en cualquier otro.
Igual que para las matrices 31.3 la identidad

(4) til = {tij -1- tji) + Y {tij — tji)

prueba que: todo tensor de segundo orden es suma de un tensor simé­


trico y otro antisimétrico.
Para tensores de orden superior a 2 , la simetría o antisimetría
debe referirse a dos índices particulares. Así, se dirá que íi^j es si­
métrico respecto dt los índices i , k si se verifica ti¡ki = t¡¡¡%i y antisi-
mctrico respecto de los mismos índices, si tijki = — tkjii ■
Cuando un tensor es simétrico o antisimétrico respecto de cualquier
par de índices, se llama totalmente simétrico o antisimétrico.
Por ejemplo, el tensor ti¡k será totalmente simétrico si se cumple
tijk = tjik = tkji — tjki = tkii = tik¡
y totalmente antisimétrico si se cumple
iiih = ~ tikj = — tjik = tjki — ~ tkii = tkii -

5. Derivación de tensores. Supongamos, para fijar las ideas, un


tensor de segundo orden tu cuyas componentes sean funciones de las
coordenadas , es decir, un tensor función de punto. Lo mismo serí?
])ara un tensor de cualquier orden.
En la ley de transformación
(5) t'a = an^ajktjik
los coeficientes Oi» son independientes del punto considerado, de ma­
nera que al derivar ambos miembros respjcto de a/», queda

257
T enso res Ca r t e s ia n o s

3 at.
(6) aihfljfc íhfc,.
OXm
donde se ha puesto, como haremos siempre, para abreviar,

(7) i i i , ----- r - 7— ÍAfc,----- z-----


Ox'm dx.
Según las fórmulas de transformación 3 4 .5 , la relación (6) se
puede escribir
t'ii.m = Oti a¡lt «mt thk,*
lo cual nos dice que las derivadas parciales tut,, son componentes do
un tensor de tercer orden.
La demostración es general para cualquier tensor, de m anera que
se puede enunciar:
Las derivadas parciales de las componentes de un tensor cartesiano
respecto de las coordenadas son componentes de un nuevo tensor de
un orden superior en una unidad, llam ado tensor derivado del primero.
Ejemplos:
1. De un vector ui se deduce el tensor derivado u i . i . Su parte simé­
trica es el tensor hii =: % («<./ + uj.i) que aparece, por ejemplo, en elastici­
dad (ver apartado 4 0 ). Su parte antisim étrica
(8) fiy = Vi (Ui.< — Ui.í)
es el tensor llam ado rotor de .
Para n = 3 , el rotor tiene únicam ente tres componentes n o nulas ( f a ,
r n , Ta) que son las componentes del rotor ordinario, que ya sabemos no es un
vector sino un pseudovector.
2. Del tensor ui.j p or contracción de índices se deduce el invariante lla­
mado divergencia:
(9) div tt( — U(.t .
Se tiene así probado nuevam ente el carácter invariante de este operador,
3. L a derivación de un escalar q> conduce al vector gradiente
(10) grad<p = <p,í
y la divergencia del gradiente al laplaciano, que en notación tensorial y p ara
cualquier número de dimensiones se escribe
(11) A<P = Ñ?.<< .
4. Análogam ente, las derivadas segundas de u n vector Ui form an las com­
ponentes ui,>» de un tensor de tercer orden. L a contracción de los índices
; , k produce el vector laplaciano de u i , que se representa por
(12) Aui = «(.// .
5. De un tensor antisimétrico Fii se deduce el tensor totalm ente antí-
simétrico
(13) rn, = F„.» + F,,., + P ,,.,
llam ado rotor de F , i .

6. Criterio para reconocer el carácter tensorial. U n criterio fun­


damental para reconocer el carácter tensorial de un conjunto de n*
componentes es el siguiente, que vamos a ilustrar primer^ con dos
ejemplos.

258
3 5 . O p e r a c io n e s con T e n so r e s C a r t e sia n o s

a) Sean «ty un conjunto de n* componentes de las cuales se ig­


nora si son o no componentes de un tensor. Suponemos, además, que
las «iy son simétricas, es decir, «iy = . Entonces, si para cualquier
vector U se verifica que la suma U ijU l¡ es un invariante, se puede
afirmar que las ««y son componentes de un tensor de segundo orden.
En efecto, por un cambio de coordenadas será, por la hipótesis de
tratarse de un invariante,
(14) u'iil'iV ¡ = u a k h
o sea, siendo k un vector,
u'ii aiH a j, Ik l, = Uij k l¡ = Uk, h l,
de donde
(15) ( u 'ija iu a j, — Uk,) h h = O .
En (14) se puede suponer que u'a es simétrico, pues en caso con­
trario se sustituye por la semisuma ^ («'iy + «'yi). Entonces, siendo
y simétricos y debiéndose cumplir (15) para cualquier vector
l i , debe ser
u'ij flift a¡a = Uk, .
M ultiplicando ambos miembros por aj,, y sumando el índice s
queda
u'ij am = ah, Uk, .
Multiplicando ambos miembros por Oms y sumando respecto de k ,
queda
u'ij him ^ih = <lmk «A» “*;»
o sea,
u'mlt — dmk Oh, Uit,
lo que prueba que, efectivamente, las uu son componentes de un
tensor.
b) Sea Uijk un conjunto de componentes que no se sabe si
son o no componentes de un tensor. Si para cualquier tensor de la
forma Vjj( se verifica que el producto contraído uijkVjk es un vector t i ,
se puede afirm ar que las u^k son componentes de un tensor.
En efecto, al cambiar de sistema de coordenadas tendremos
u'i jU v'jk = t'i
o sea,
u'ijk dji aks Vi, — aim tm — ^im U^l, Vi, ,
de donde
(u'iik a¡i Ok, — aim Umu) Vi, = o .
Si estas ecuaciones se deben verificar para cualquier tensor Vi,
debe ser
u'ijk djl Ok, — aim Uml,
M ultiplicando primero por «p, y luego por a^ i , sumando en cada
caso la í y la / respectivamente, resulta
u'iiit 8y« 8fcp = aqi ap, Cim u„¡,

258
T ensores C a r t e s ia n o s

o sea,
Wigp — flinv «ps **ml»
lo que prueba el enunciado.
Se comprende con estos ejemplos que el criterio y su método de
demostración son generales. Se puede por tanto enunciar de manera
breve el siguiente criterio, llamado también ley del cociente·.
Si el producto (contraído o no) de las n" componentes de un ente
u de p Índices, por un tensor cualquiera de un cierto orden, produce
siempre un tensor, se puede afirmar que el ente u es un tensor.
En este enunciado, como se desprende del ejemplo 1 considerado,
los invariantes van incluidos como tensores de orden cero.

EJE R C IC IO S
1. En (8 ) y (13) se han definido el rotor de un vector (que es u n tensor
de segundo orden y que no debe confundirse con el pseudovector llam ado tam ­
bién rotor p ara n = 3) y el rotor de u n tensor antisimétrico de segundo orden.
Probar que rot ro t «« = O.
2. Si Fi/* es u n tensor totalm ente antisimétrico, probar que tam bién lo
es el tensor
F im .m — F jtn .i -\-Ftm t,i — F m ll.t
llam ado rotor de Fi/* .
3. D ado un escalar cp = q) ( ati , , . . . , * , ) probar directam ente que
cp,i cp.< es un invariante (m ódulo del gradiente o prim er parám etro diferencial
de Beltram i) y que tam bién (p,i. es otro invariante (laplaciano o segundo p a­
rám etro diferencial de B eltram i).
4. Dado un tensor t i n dem ostrar que las
t(lí») = tilt - f t)tl 4- till -f- ti»/ -1- t m - f (/It
son componentes de un tensor simétrico y las
= til* + t i n tkii — t u l — t t n — tu»
son componentes de un tensor totalm ente antisimétrico.
5. D em ostrar que si u i , v i , wi son tres vectores del espacio afín de n
dimensiones, las cantidades
Ui Ui u,
h ii, =
Oi Vi Vk
Wi Wl Wt
son componentes de un tensor antisimétrico.

36. TENSORES DE SEGUNDO ORDEN

1. El tensor de Kronecker. Ya hemos definido en 31.10 los sím­


bolos de Kronecker bij por los valores

(1) 8,;
O si j .
Queremos demostrar ahora que estas bij son componentes de un

260
36. T en so r es de S egundo O rden

tensor, el cual posee la propiedad im portante de tener las mismas com­


ponentes en cualquier sistema de coordenadas.
Para demostrarlo basta observar que por los valores (1) en un
particular sistema de coordenadas queda definido un tensor de segundo
orden, cuyas componentes en otro sistema de coordenadas cartesianas
ortogonales cualesquiera serán
= «iíiaisStó = aih a¡h = 8{/
lo cual prueba el enunciado.
Este carácter tensorial de hi¡ es muy útil, como veremos en lo
sucesivo.
Para entender claram ente el razonam iento anterior, veamos un caso ne-
Kativo. Supongamos unos símbolos definidos p o r ser
-f-1 si i< j

(2) 8u = —1 si i> ;

O si i= j.
No hay ningún inconveniente en definir u n tensor que en un particular
listema de coordenadas tenga estas com ponentes; pero en otro sistema las com­
ponentes serán
. / » . \
6 'u = aji 8ai = 2 I 2 au, au, — 2 at» a>» )

que en general ya no son las mismas (2 ) .

2. Tensores deducidos de un tensor de segundo orden. Sea ti¡ un


Innsor de segundo orden. Representemos por < = | ¿ü | = det (í{,·) al
determinante formado por sus componentes. Son importantes las si­
guientes proposiciones.
a) El determinante t es un invariante.
En efecto, por un cambio de coordenadas, recordando la regla para
miilliplicar determinantes, se tiene
( 3 ) f' = I t'jy I = I a i h a ¡ k t h k \ = 1 «ifc 1 · 1 « i s h k \ = 1 «i» P | 1 = í
puesto que nos referimos siempre a cambios de coordenadas ortogona­
les y por tanto j Oía |^ = 1 .
Supongamos ahora t ¥= O y formemos las nuevas cantidades

(■1)
donde cn el num erador se entiende el adjunto del elemento ti, en el
determinante í . Se verifica:
b) Las Xl, son componentes de un tensor.
Para demostrarlo habrá que ver su ley de transformación por un
rainbio de coordenadas. Como ya observamos en 31.1 para un caso
iin.'dogo, cs

261
T enso res C a r t e sia n o s

(5) tij Xih — 5ys .


Por un cambio de coordenadas esta ecuación se transforma en
t'ií r'ih = ójh, puesto que las componentes de bj!, son las mismas en
cualquier sistema, o sea
«il ih ~ bjT, ,
M ultiplicando ambos miembros por a^p y sumando respecto de j
recordando que ajp = 8„,^, queda
au tipx'ih — Ohp .

M ultiplicando por T«p ambos miembros y sumando respecto de p ,


siendo tip T«p = b i s , queda
«is ~ ^lip Tjp .
Finalmente, multiplicando todavía ambos miembros por Oq, y
sumando respecto de í , queda
~ «as ^hp tsp
lo que prueba el enunciado.
El caso más común en las aplicaciones es el del espacio ordinario
de 3 dimensiones. Entonces, aplicando lo anterior y la contracción de
índices, resulta:
c) En el espacio de tres dimensiones, de todo tensor de segundo
orden se deducen tres invariante notables·.
Invariante lineal: h = tu = ín + t^^ + Í33 ,
Invariante cuadrático: I ¡ = í t h = (íu Í22 ~ íi2^) +
■I" {til t¡3 Íl3^) + ( Í 22 Í33Í23^)>
Invariante cúbico: h = t = \ti¡ \ .
Aplicación geométrica. Consideremos en el espacio de tres dimensiones
una form a cuadrática A t i Xt x¡ ( i , j = 1 , 2 , 3) . Si se im pone la condición
de que su valor sea uno fijo y determ inado p a ra cad a punto del espacio, in­
dependientem ente del sistema de coordenadas, por la ley del cociente ( 3 5 . 6 ) ,
las A ll serán componentes de un tensor. T al es el caso en que se considera la
ecuación A n x¡ xi = O que representa un cono cuadrático de vértice en el origen.
Los invariantes h , h , h anteriores, referidos al tensor A n , deberán repre­
sentar entonces propiedades intrínsecas del cono, es decir, propiedades inde­
pendientes del sistema de coordenadas. Y en efecto, se dem uestra sin dificultad
que la condición / i = O significa que el cono es equilátero, es decir, que jun to
con cada generatriz hay otras dos que forman con ella u n triedro trirrectángulo
inscripto en el cono. L a condición J, = O significa que el cono es dualmente
equilátero, es decir, que a cada plano tangente corresponden otros dos que
form an con el prim ero un triedro trirrectángulo circunscripto. L a condición
/> = O significa que el cono es degenerado, o sea, que se compone de dos
planos, distintos o confundidos.
Si n = 4 , la ecuación A n x i x i = 0 ( í , ; = l , 2 , 3 , 4 ) puede in­
terpretarse como la ecuación de una cuádrica en coordenadas homogéneas, con
Xi como c u arta coordenada de homogeneización. P ara x» = O , el cono
Al l Xi Xi = O ( i , ;■ = 1 , 2 , 3) es el que proyecta desde el origen la cónica
intersección de la cuádrica dada con el plano del infinito; se trata, p or tanto,

262
36. T e n so r es de S egundo O rden

d« un cono que no depende del sistema de coordenadas. Sus invariantes, que


son los l \ , h , U considerados, serán también invariantes de la cuádrica de
partida. Son los invariantes que se utilizan en geom etría analítica p a ra hallar
las ecuaciones reducidas de las cuádricas.
Ejercicios:
1. Probar que si el proceso que h a perm itido pasar del tensor al Xn
se repite, se vuelve al tensor prim ero. Es decir, siendo x = | Xtj | , probar que
adj Ti<
----------- = U, .
X
2. Con las notaciones anteriores, probar que t í = 1 .
3. Para n — 2 , la ecuación A ,, xt x , = . Q representa dos rectas que pasan
por el origen. Interpretar el significado geométrico de la anulación de los invariantes
/ i — Au A a f Jt ~ A u A tt — ^ u * ·

3. Reducción de un tensor simétrico a la forma diagonal. Sea


dado un tensor simétrico A u . Se trata de encontrar un cambio de
coordenadas ortogonales que lo transformen en la forma diagonal, es
decir, tal que las nuevas componentes A 'a sean nulas para i j . Por
comodidad pongamos
f = sí t= i .
(6) A'ij ■
= 0 si j
Según la ley de transformación de los tensores, es
A ' i j = A hk aih djic .
M ultiplicando ambos miembros por a¿m y sumando respecto de ;
qurda
A mc a u, hhm = A ' i j Ojm
o sea
(7 ) Ahm dih = A'ij a¡„ .
Isste es el sistema de n* ecuaciones lineales (una para cada valor
dr i y de m ) que sirve para determ inar los coeficientes del cam­
bio ele coordenadas buscado. Para t fijo, las ecuaciones que resultan
|):ira los valores m = l , 2 , 3 , . . . , n teniendo en cuenta (6) se pueden
rMcribir
( ^ n — A ' i ) a i i + A ¡ i Oi2 + . . . -F A „ i = O
(f') A ¡¡ a ii + (A¡2 — A 'i ) a i 2 + . . . + A „ ¡ ai„ = O

A i „ a t i + A 2 n ai2 + . . . + (A „ „ — A ' i ) «<„ = O .


Para que este sistema de ecuaciones lineales y homogéneas tenga
doliición distinta de la trivial = O , es necesario y suficiente que
rl (Irtcrminante de los coeficientes sea nulo. Ésta es la condición que
licite satisfacer A 'i. Para t = 1 , 2 , . . . , n , tenemos n sistemas de
f( iiacifincs análogos al anterior, excepto en el sustraendo de los tér-
iiiiiKii diagonales, que va tomando los valores A ' i , A ' ^ , . . , A '„ . Pa­
ni i|iip todos los sistemas sean compatibles, estos valores deben por con­

263
T e n so r e s C a r t e s ia n o s

siguiente ser raíces de la ecuación de grado n (llam ada ecuación


secular ) :
A lt — o ^21 ... Ani
Ai2 A 22 — o ... A„2
(9) = O

Ann O
U na vez halladas las raíces de esta ecuación, los sistemas lineales
(8) permiten calcular los coeficientes « i / .
Obsérvese que si no interesan los coeficientes de la transformación
ortogonal, sino únicamente las componentes no nulas A'i del tensor
transformado, basta resolver la ecuación (9) y sus raíces serán preci­
samente las A ' i .
Éste es el esquema general del método. Falta completarlo con al­
gunos detalles esenciales, a saber:
Las raíces de la ecuación secular (9) , suponiendo el tensor A a
real y simétrico, son siempre reales.
En efecto supongamos que hubiera una raíz q imaginaria. Su
conjugada Q también sería raíz. Sea y i la solución del sistema
{A ij - b i j Q ) y i = 0 {i = 1 , 2 , , n) .
Sustituyendo Q e y/ por sus conjugados será también
y, = 0
o sea
A ijy f = Qyi , A i)y f = Q y i .
M ultiplicando la prim era ecuación por yi y la segunda por yi y
sumando respecto de i , resulta
y ¡ y i = e Vi yi , A ij y j y i = 0 yi yi .
Los primeros miembros son iguales, dada la simetría de A n ;
luego o yi yi = Qytyi y como yi yi es siempre positivo, debe ser o = e .
o sea, o es real.

2’ La ecuación (9) puede tener todas sus raíces distintas, o bien


tener raíces múltiples. Consideremos el caso en que todas las raíces
A\ , A' 2 , . . . . , A'„ sean distintas. Entonces, las soluciones aij de los
sistemas (8) son efectivamente coeficientes de una transformación orto­
gonal.
En efecto, consideremos los sistemas correspondientes a dos raíces,
por ejemplo, A'x , .¡4'2 . Los sistemas (8) a los que satisfacen , ajm
pueden escribirse en la forma condensada (7) o sea
A/im «lA — A l flin» , Ahm ~ A ' 2 <l2m ·

264
36. T en so r es de S egundo O rden

M ultiplicando las primeras ecuaciones por a^m, las segundas por


flim y restando miembro a miembro, queda
{A 1 A. 2 ) ®im —O
puesto que
Ahm — Amh ^2»» ~ Ahm ®2i» ·
Por consiguiente, siendo A\ ¥· A ' i , es a¡m a^m = O . De la misma
m anera se demuestra que aim a.¡m = O {i ¥= j) . Por otra parte, puesto
que en un sistema de ecuaciones homogéneas, como el (8) , las solu­
ciones están determinadas salvo un factor de proporcionalidad, siempre
se puede elegir el mismo de m anera que sea
(10) aimOim = 1 (la i no sumada)
con lo cual, juntando con las anteriores, se tienen las relaciones flim
«ím = §{/ características de las transformaciones ortogonales.
Observemos de paso que, como consecuencia de todo esto, si las
ralees de (9) son todas distintas, el cam bio de coordenadas ortogonales
que reduce A ^ a la form a diagonal, es único, salvo un doble signo
que resulta de la ecuación cuadrática (10) para determinar el factor de
(noporcionalidad.
Si la ecuación secular tiene raíces múltiples, para cada una de ellas
cI sistema (8) correspondiente deja para las incógnitas «i/ un grado
(le indeterminación, por encima de un factor de proporcionalidad, igual
ni orden de multiplicidad de la raíz. El cambio de coordenadas orto­
gonales que reduce A ij a la forma diagonal sigue existiendo y se calcula
ele la misma manera, pero deja de ser único.
3’ Por su método de obtención, está claro que las componentes A ' i,
raíces de la ecuación secular (9) , son siempre las mismas, cualquiera
i|uc sea la representación de partida del tensor A i f . En otras palabras,
I;i ecuación (9) no se modifica por cambios de coordenadas. Por tanto,
<‘í)mo el coeficiente de o” cs siempre (— 1)” , resulta; los coeficientes
dr la ecuación secular (9) son invariantes.
Para n = 3 , estos invariantes son los lineal, cuadrático y cúbico
y» mencionados.
4’ Si A if es un tensor simétrico, la expresión F = Aif Xi Xf es
una forma cuadrática invariante. Recíprocamente, dada una forma
Miadrática invariante F = Aif Xi X f, la ley del cociente nos dice que
es un tensor. Además se puede suponer que es simétrico, puesto
(|iic cn caso contrario basta poner A *i¡ = V2 {Aif + A ¡i) para tener
P = A if XiXf = "E { A i f + A f i ) Xi Xj = A * i f Xi Xj

y |)or tanto se puede tom ar F = A * a Xi X j, siendo A *i¡ simétrico,


|inr su definición.
Suponiendo ya que Aij es simétrico, su reducción a la forma dia-
K'iMiil nos dice que toda form a cuadrática invariante
(11) F = Aij XiXj

265
Te n so r e s C a r t e s ia n o s

puede reducirse, por un cam bio ortogonal de coordenadas, a la form a


canónica . , i
(12 ) F = A\x'y^ + A'„x'„
Además, como los coeficientes A ' i, raíces de la ecuación secular
(9) , ya hemos dicho que son siempre los mismos de cualquier manera
que se haga la reducción a la forma (12) (únicamente pueden permu­
tarse entre sí), resulta, en particular, que; el número dr coeficientes
positivos en la form a canónica (12) (llam ado indice de inercia) es un
invariante de la form a F (ley de inercia de Sylvester).
5’ Hemos tratado la reducción a la forma diagonal de un tensor
de segundo orden mediante transformaciones lineales ortogonales. Ello
obliga, según hemos visto, a resolver la ecuación algebraica (9) d : gra­
do n . El problema es mucho más fácil si se trata de reducirlo a la
forma diagonal mediante transformaciones lineales cualesquiera, no ne­
cesariamente ortogonales. En este caso se puede proceder por induc­
ción, eliminando uno a uno los productos mixtos, y se llega al resultado
mediante operaciones racionales.
Ejemplos:
1. Sea el tensor A n cuyas componentes son los elementos de la m atriz
1 - 4 6
(13) -4 -3 -2
6 -2 2
Queremos reducirlo a la form a diagonal p o r una transform ación ortogonal.
La ecuación secular es

1 -0 -4 6
— 4 - 3 - 0 - 2 = - o’ -F 63 o + 162 = O
6 - 2 2 - 0

cuyas raíces son


Oí = — 3 , 0j = 9 ,0 » = — 6 .
Por tanto, la form a diagonal buscada es
r - 3 O 0.
A\i
i'n =
= 0 9 0
L O O -6 J
L a transformación ortogonal que perm ite pasar de (11) a (12) se obtiene
resolviendo los sistemas (8 ) , que en este caso son:
Para o» = — 3 ,
4 flii — 4 flu -|- 6 flii = O
— 4 flii — 2 flu = O
6 flii — 2 (¡a -1- 5 üiM — O
cuya solución en función de a ,i es
au — — 2 flu , Su = — 2 «u
Para o» = 9 ,

266
36. T enso res de S egundo O rden

— — 4fla + 6aa = 0
— 4 Cii — 12 <7a — 2 a» = o
6 íiji — 2 fla — 7 a» = O
cuya solución en función de an es
011 = — 2 On t a« = — 2 fla
P ara Oi = — 6
7 fl« — 4 a» + 6 a» = O
— 4 an + 3 aa ~ 2 aa = O
6 an — 2 a a + 8 a» = O

cuya solución en función de a» es


Qn = — 2 fla ) üja — — 2 a» .
Los coeficientes a u , a n , au se determ inan p or la condición de ortogo­
nalidad (10) , o sea,
l i l i 1
au -J- au -f- au = 9 flii = 1 , aa — ^ —
y análogam ente
1
aa = ± —
3
Luego las transformaciones ortogonales que transform an el tensor de com­
ponentes (13) a la forma diagonal son

x ’í = ± — (xi — 2 x1 — 2 X l)
3

* 1 = ± — (— 2 *1 -H ATI — 2 x$)
3

*'· = ± — (— 2 *1 — 2 *1 -l- *·) .


3
Según 4’ , el problem a equivale a reducir la form a cuadrática correspon­
diente al tensor (1 3 ) , o sea,
F = *i’ — 3 Xl’ -t- 2 Xl’ — 8 *1 ATI 12 Xl Xl — 4 xi Xi
a la form a diagonal. El resultado es
F = - 3 xV - f 9 xV - 6 xV .
2. R educir a la form a diagonal la forma cuadrática
(14) F = Xl’ 4 - 3 Xl’ - f 4 Xl Xl .
L a ecuación secular es

1 -0 0 0
0 3 -p 2 =
0 2 -Q

cuyas raíces son 1 , — 1 , 4 .


Por tanto, el resultado es
(15) F = xV - xV 4- 4 x ,’
Si se quiere la transformación ortogonal correspondiente, tenemos los sis­
temas (8 ) , cuyas soluciones son en este caso los elementos de la m atriz

267
Te n s o r e s C a r t e s ia n o s

flu O O '
O Oa — 2 an
O 2 Oa ,
donde a u , a n , a„ se determ inan p o r las condiciones de ortogonalidad, resul­
tando oi, = 1 , a„ = ± l/V S T an = ± 1 /V S ^
Por tanto, la transformación ortogonal que hace pasar (14) a ( 1 5 ) , es

x'i = xi , x't = ± ------ (*, — 2 X,) , = ± ------ (2 xi -1- xx)


V5 V5
con la inversa
1
Xl = x \ , Xi=±- {x\ -f 2 x \ ) , AT, = ± {x', — 2 a t ', ) .

V5 V5

EJERCICIOS
1. D em ostrar que si p ara u n tensor u n es u<j uj» = 8ti>, el determ i­
nante I Un I vale ± 1 .
2. Probar que si tt¡ es antisimétrico, el determ inante de las Xn defi­
nidas por (4) es simétrico o antisimétrico según que n sea im par o par.
3. Con las notaciones del 3 6 . 2 , probar las relaciones
3 log X 3 log t
—----- , —------ = T(> .
3T(/ 3 tu
4. R educir a la forma diagonal m ediante u n a transform ación ortogonal
el tensor cuyas componentes son los elementos de la m atriz
f_ 3 8 3/ 2Ì
I 8 1 2
I 3/2 2 2

37. PSEU DOTENSORES O DENSIDADES TENSORIALES

1. Pseudotensores o densidades tensoríales. En la parte de cálculo


vectorial se introdujo el concepto de densidad vectorial o pseudovector
(4.3) . L a generalización a tensores y a espacios de mayor número de
dimensiones es bastante natural. Se trata de entes cuyas componentes
se transforman como las de los tensores para cambios de coordenadas
de determinante + I , pero que cambian de signo por cambios de
coordenadas de determinante — 1 . Es decir, entes cuyo signo depende
de la orientación del espacio.
Llamando a = \an\ al determinante de la transformación orto­
gonal que define el cambio de coordenadas (34.4) , que ya sabemos
que vale ± 1 , se establece así la siguiente
D f. f . i : Se l l a m a densidad tensorial o pseudotensor d e o r d e n p
a un c o n ju n to de n '’ c o m p o n e n te s c u y a ley d e t r a n s f o r m a c i ó n es la
m i s m a q u e l a d e lo s t e n s o r e s (34.14) , e x c e p to q u e el se g u n d o m ie m b ro
e stá m u ltip lic a d o p o r el d e te r m in a n te a d el c a m b io d e c o o rd e n a d a s.

268
37. PSEUDOTENSORES O DENSIDADES TENSORLALES

Es decir, las ... i serán componentes de una densidad ten


serial, sipor un cambio ds coordenadas toman los valores
(
'■ 1)
' T'ii ... =aaii ai ... ati Ttt ...§ .
*1*2 4
’p 4
’l ' l *2'2 'v’ t ’ a. ’v
Para p — 0 , resulta la definición de densidad escalar o pseudoes­
calar, a saber: u n a expresión qp que por un cambio de coordenadas se
transforma según la ley
(2) = aq) .

2. El pseudotensor o densidad tensorial de Levi-Civita. U na den­


sidad tensorial m uy importante, por sus numerosas aplicaciones, es la
llamada de Levi-Civita. Sus componentes, en el espacio de n dimen­
siones, son los símbolos *· · *« definen por ser iguales a
cero si alguno de sus índices está repetido, iguales a + 1 si la permu­
tación (t’i , Í2 , ¿3 , . . . , in) es par comparada con la ( 1 , 2 , 3 , . . . , n)
e ¡guales a — 1 si dicha permutación es impar.
Hay que demostrar que se trata efectivamente de una densidad ten­
sorial de orden n . Para ello observemos que los símbolos · · · *„
pueden servir p ara expresar abreviadamente el desarrollo de un determi­
nante de orden n . En efecto, cualquiera que sea el determinante 1 tu ],
de orden n , cs
(3) =

donde, en el segundo miembro, como siempre, los índices i van suma­


dos de 1 a n . Para convencerse de ello basta observar que en el se­
gundo miembro aparecen todos los términos que se pueden formar con
un elemento de cada fila y uno de cada columna del detenninante ¡ tu j ,
con el signo -f ó — según la paridad de la permutación (¿i, ¿2 , . . . , i»)
respecto de la (1 , 2 , 3 , . . . , n) .
Si en lugar de íu^ tn ^ .. . se pone el se­
gundo miembro será nulo si en el conjunto ( j i , jz , · ■■ , jn) hay
algún índice repetido (pues equivale al desarrollo de un determinante
con dos filas iguales) y si todas las ; son diferentes, será igual a [ íiy [
si la permutación { j i , j a , . . . , jn ) es par, e igual a — | í»/1 si es
impar.
Aplicando esto al determinante | «i/1 = a , resulta que tanto en
el caso a = + 1 como en el caso fl = — 1 se puede escribir
···
lo cual nos dice que las *2 · · · *n pueden considerar como com­
ponentes de una densidad tensorial de orden n que toma los mismos
valores cn cualquier sistema de coordenadas.

269
Te n s o r e s C a r t e s i a n o s

Según su definición, la densidad de Levi-Civita es antisimétrica


respecto de todos sus índices, o sea, es totalmente antisimétrica.
Ejemplo:
Para n = 2 , las componentes de la densidad de Levi-Civlta son
(4) Eli = : O ,
P ara n = 3 sus componentes son
ea = O , en = -)- 1 , Eji = — 1

e i/i = O si hay algún Índice repetido.


(5) Euj = Sin = Em = : -f- 1
E ia = Em = Eli» = — 1

3. Propiedades de las densidades tensoriales. Dualidad. Conse­


cuencias inmediatas de la definición de densidades tensoriales son las
siguientes:
a) La suma o diferencia de densidades tensoriales de igual orden
es otra densidad tensorial del mismo orden.
b) El producto de una densidad tensorial por un tensor es una
densidad tensorial.
c) El producto de dos densidades tensoriales es un tensor.
d) Las derivadas parciales de las componentes de una densidad ten­
sorial son componentes de una nueva densidad tensorial de orden supe­
rior en una unidad.
e) La contracción de índices puede realizarse para densidades ten­
soriales lo mismo que para tensores, resultando una nueva densidad
tensorial de un orden inferior en dos unidades.
Como consecuencia de estas propiedades y de la definición de
la densidad de Levi-Civita, a todo tensor totalmente antisimétrico
orden p ^ n se le puede hacer corresponder la den­
sidad tensorial de orden n — p siguiente, llamada adjunta o dual del
tensor primitivo
J_
(6 ) · · · / „ - p *1 · · · ip Í*1
P'·
Análogamente, a toda densidad tensorial totalmente antisimétrica
orden p — n , le corresponde un tensor adjunto o
dual de orden n — p definido por

(7) íy, ^2 *■ ■ ^ ' fn-p *1*2···*? ^*1 *2 · · · ·


Ejemplos:
1. Consideremos el espacio ordinario, n = 3 . A todo tensor de segundo
orden antisimétrico tu le corresponde la densidad vectorial d ual
(8) r , = — E4mti„
2
cuyas componentes son

270
37. P s e u d o t e n s o r e s o D e n s id a d e s T e n s o ria le s

(9) T i = (ji , T i = ín , T i =: (m .
Por ejemplo, de dos vectores u , , vi se deduce el tensor t u zz Ui a, — ui vt
y de éste la densidad vectorial o pseudovector (9) que no es otra que el pro­
ducto vectorial de u· por V t, que con la notación actual se puede escribir
(10) ( u A v ) t = Eím u ¡í;»
E n particular, el m omtnto de un vector ui aplicado en el p u n to x i , x , ,
K», respecto del origen de coordenadas es el pseudovector ( 4. 13)
(1 2 ) trn = e«í» X! u» .
Análogam ente, d e un vector ut se deduce, por diferencia de derivadas
parciales cruzadas, el tensor t u = u i j — u ,., y de aquí la densidad dual, que
ei precisam ente el ro to r de u<, que con la notación actual se escribirá
(11) T, = t,ixU„.f .
2. Si ■ · * *, tensor de orden n totalmente antisimétrico, tiene
una sola com ponente estricta t = f a ...,, pues cualquier otra o es nula o bien
vale H- T ó — T . Se puede escribir
'-i,1*2
i
lo que nos dice, teniendo en cuenta las leyes de transformación de tt^ ‘
y que: la único componente estricta de un tensor totalmente anti­
simétrico de orden n , es una densidad escalar.

EJER C IC IO S
1. Probar que

8ip 6<r
«ÍP V
8;^ 8/fcr
y en particular
= 6ip 5/« — Sit .
2. P robar la identidad
6p, = e ,n 5 if -f- en· 8/» -J- s</« 5»»
3. Probar la relación

4. Si Ui , P i , Wl son tres versores ortogonales entre sí, probar que es

Ut v¡ Un
fu» = Vt Vi Vt
Wl Wl Wl
luponiendo que para » = 1 , ;' = 2 , í: = 3 el determ inante del segundo miem­
bro valga -f- 1 .
5. E nunciar y probar la “ley del cociente” p a ra tensores y pseudotensores.

Ejemplos:
a) Si el producto T i i t V i es un pseudotensor S j t cualquiera que sea el
vector D(, entonces T i / t c» u n pseudovector.

271
T en s o r e s C a r t e s ia n o s

b) Si cualquiera que sea el pseudotensor V t / , el producto es


un pseudoescalar, entonces T m es u n tensor.
c) Si, cualquiera que sea el pseudovector Vi , el producto Tt Vt es un
escalar, entonces es u n pseudovector.
6. Probar que el cuadrado del módulo Ti Ti de un pseudovector es un
invariante escalar.
7. Probar que el producto vectorial de dos pseudovectores, p ara n = 3,
es nuevamente un pseudovector.

38. TENSORES CARTESIANOS ISO TR O PIC O S, U N ICID A D


DE LOS OPERADORES VEC TO R IA LES ELEM ENTALES

L Tensores cartesianos isotrópicos. Dadas las componentes de un


tensor o de un pseudotensor en un sistema de coordenadas, las fórmu­
las de transformación 34.21 ó 37.1 permiten calcular sus componentes
en cualquier otro sistema. En general, las nuevas componentes son dis­
tintas de las primitivas. Sin embargo, hay algunos casos particulares en
que las componentes resultan las mismas en cualquier sistema de coor­
denadas. Ya vimos, por ejemplo, que esio sucede con el tensor hi¡ de
Kronecker (36.1) . Esto conduce a la siguiente:
D e f . 1: Los tensores o pseudotensores que tienen las mismas com­
ponentes en cualquier sistema de coordenadas se llaman isotrópicos.
Vamos a dar algunas proposiciones notables referentes a los tenso­
res o pseudotensores isotrópicos. En todos los enunciados que siguen
excluimos el caso trivial del tensor o pseudotensor nulo (todas sus com­
ponentes nulas) que evidentemente es isotrópico.
a) N o existen vectores ni pseudovectores isotrópicos.
En efecto, tomando un sistema de coordenadas con el eje X i coin­
cidente con la dirección del vector (o pseudovector), todas las compo­
nentes del mismo serán nulas menos la primera. Haciendo un cambio
de ejes de m anera que sea el eje X 2 el que coincida con la dirección del
vector, la única componente no nula será la segunda y, por tanto, las
componentes ya no son las mismas anteriores.
b) Los múltiplos ( \ = escalar) del tensor de K ronecker son
los únicos tensores isotrópicos de segundo orden.
En efecto, supongamos que Ui¡ sea isotrópico. Sean i , j dos ín­
dices fijos cualesquiera. Consideremos el cambio de coordenadas orto­
gonales
( 1) X^i Xi , X j — Xf , X m Xm

para todo m distinto de i , j . Por ser U i¡ un tensor, debe ser


u 'a - fliA a,n Uiot = Ojk Uik = — U i ) J
y si es isotrópico, debiendo ser u'ij — Ui ¡ , resulta Ui¡ = O .
Por otra parte, por el cambio de coordenadas ortogonales

272
38. T e n s o r e s Is o tíó p ic o s . U n ic id a d de O p erad o res V e c to ria le s

x ’i = Xj , x 'i = Xi
y las demás coordenadas invariables, debe ser (con las i y las j no
sumadas)
w'n = üii, aii¡ Uhk = a-iit = «y/
y por tanto, llam ando X al valor común de las componentes que tienen
los dos índices iguales, resulta que efectivamente debe ser U i¡ = X h a .
c) No existen pseudotensores isotrópicos de segundo orden, excepto
para el caso n = 2 , en el cual los únicos pseudotensores isotrópicos son
los múltiplos del d e Levi-Civita.
En efecto, supongamos que u¡j sea ahora un pseudotensor isotró-
pico de un espacio euclidiano de dimensión n > 2 . Sean i , j dos
índices distintos cualesquiera y fijemos un tercer índice k . Considere­
mos el cambio de coordenadas
(2) X i Xi , X j — Xj , x'jf — X}¡ , x'm Xm
para todo m distinto de i , j , k . Este cambio de coordenadas es orto­
gonal y su determ inante vale + 1 . Por tanto
W'i/ = dih O-jk ^hk = Ojk UiJt = — Uii
y si u'ij debe ser igual a «jy, resulta «jy = O .
Para las componentes de índices iguales, fijemos un índice i y
consideremos la transformación
x 'i = — Xi , x'm = Xfn
para todo m distinto de i . El determinante de los coeficientes de
esta transformación ortogona/ vale ~ 1 y por tanto se tiene (con la i
no sumada)
U 'ii = — Oit, flijj Mwfc = ff»¡t « jj¡ = — M ii

y por tanto, también u a = 0 . Por consiguiente todas las componentes


resultan nulas, lo que prueba el enunciado.
Para el caso n = 2 ¡ no se puede hacer el cambio de cooj denadas
(2) y efectivamente en este caso existe, como sabemos ( 3 7 . 2 ) , el
pseudotensor o densidad de Levi-Civita, que para n = 2 resulta ser
(3) Eli = O , £ 2 2 = O , £ 1 2 = 1 , E21 = 1 ·
Q ue los múltiplos de este pseudotensor son los únicos que son iso­
trópicos se demuestra por los mismos cambios de coordenadas ya con­
siderados para los tensores.
d) En el espacio de tres dimensiones (n = 3) , no hay ningún ten­
sor isotrópico d e orden tres.
En efecto, si «¡ys fuera isotrópico, por el cambio de coordenadas
ortogonales
x ' i = - Xl , x 'i - - X,: , x 's = ~ X3
sería
«iyfc = aim a¡p a¡cq Umpq = — Mí,Ts
para cualquier terna de índices (distintos o no) . Por consiguiente
Uijk = O.

273
T e n s o r e s C a r t e s ia n o s

s) En el espacio de tres dimensiones (n = 3) los únicos pseudo­


tensores isotrópicos de tres índices son los múltiplos del pseudotensor de
Levi-Civita.
En efecto, sea U i j ^ un pseudotensor isotrópico. Consideiemos los
tres casos posibles siguientes:
1. Componentes con los tres índices iguales. Sea u m (las t no
sumadas) una de ellas. Por el cambio de coordenadas

j, k
x 't = Xi , X 'i = — Xj , x 'j, = Xh

(i, diferentes) debe ser


Um — a it n Clip Umpq ~ Um
Y por tanto u m = O .
2. Componentes con dos índices iguales. Sea « n / una de ellas
(como antes y en todo lo que sigue, los índices repetidos no van su­
mados). Por el cambio

(i,j, k x 'i = Xi
diferentes) debe ser
, x 'j

Uiij = — Oi„ üip ajg Umpg = — Uiij


= X] , x 'k = — Xk

y por tanto ««y = O .


3. Componentes con los tres índices distintos. Vamos a demostrar
que
(4) «123 = «231 = «312
y también
(5 ) «123 = «132 = «321 = «213 .
Para probar la primera igualdad (4) basta considerar el cambio
x 'i = Xl , x"2 = Xí , x'a = Xl
cuyo determinante es 4- 1 y por el cual, siendo ua^ isotrópico por
hipótesis, debe ser
«123 = ^im 0-2V <J-3q Umpq = «231
Análogamente se prueba la segunda igualdad (4) . P ara la pri­
m era igualdad (5) basta considerar el cambio
x 'i = Xl , x 't = Xí , x 'i = Xl
de determinante — 1 . Deberá ser
«123 — ~ O-Im 02p a^q Umpq = ~ «132 ·
Análogamente se prueban las otras igualdades (5) y con ello, po­
niendo «123 = X , queda probado que Uijk = l t i j k de acuerdo con el
enunciado.

2. Unicidad de los operadores vectoriales elementales. Hemos es­


tudiado en la primera parte y también en esta segunda (35.5) los ope­
radores vectoriales elementales: gradiente, divergencia, rotor y laplacia­
no. L o im portante de ellos es que conservan la misma forma en cual­

274
38. T e n s o r e s Is o tró p ic o s . U n ic id a d de O p erad o res V e c to ria le s

quier sistema de coordenadas cartesianas ortogonales. Por ejemplo, dada


una función escalar cp = cp ( c , y , z) , el gradiente es siempre el vector
de componentes cp* , cpj,, cp¡ cualquiera que sea el sistema de coorde­
nadas cartesianas ortogonale! al que se refieren x , y , z .
Cabe la duda d e si estes operadores son o no los únicos que gozan
de dicha propiedad de conservar la forma por cambios de coordenadas.
Por ejemplo, con las derivadas cp*, q>^, qp*, además del gradiente, ¿no
será posible form ar otros vectores cuyas componentes sean, por ejemplo,
(p* - qpí , (?w + 2 cp, - cp* , cp* + cp,
y cuya forma se conserve en cualquier sistema de coordenadas carte­
siano y ortogonal?
Análogamente, con las nueve derivadas parciales « i , / = dui/dxj
í t , ; = 1 , 2 , 3) se puede form ar el rotor, de componentes
« 3 ,2 *^2,3 > « 1 ,3 « 3 ,1 > « 2 ,1 « 1 ,»
pero cabe la duda de si podrán existir otros vectores o pseudovectores
cuyas componentes estén formadas por combinación lineal con coefi­
cientes constantes (los mismas en cualquier sistema de coordenadas car­
tesianas ortogonales) de las derivadas « i j , como sería por ejemplo
« 3 ,2 + « 2 ,3 > «3 ,1 « 1 ,2 + « 1 ,3 > « 2 ,1 « 3 ,3 ·
Los resultados sobre tensores isotrópicos del número anterior nos
van a perm itir aclarar completamente el problema.
T eor . 1 ; C o m o combinación lineal con coeficientes constantes (los
mismos en cualquier sistema de coordenadas cartesianas ortogonales) de
las componentes u% de un vector general, no se pueden form ar más
vectores que los de componentes Xui { \ = escalar) .
En efecto, si Vi = 'kn Uj fueran componentes de un vector para
cualquier vector U i, por la ley del cociente (35.6) las Xa serían com­
ponentes de un tensor, que por hipótesis tendría las mismas componen­
tes en cualquier sistema de coordenadas cartesianas ortogonales. Por
tanto sería un tensor isotrópico y según la propiedad b) del subapartado
anterior sería Xn = Xf i i ¡, con lo cual queda Ví = X uí de acuerdo con
el enunciado.
Si «i es el gradiente de un escalar cp, el teorema nos dice:
C orolario 1: L os únicos vectores cuyas com ponentes son com bi­
naciones lineales con coeficientes constantes (los mismos en cualquier
sistema de coordenadas cartesianas ortogonales) de las derivadas par­
ciales de un escalar cp, son los múltiplos del gradiente.
Por la propiedad c) del número anterior, con las condiciones del
teor. 1 , no se puede formar con las componentes Ui ningún pseudo­
vector, excepto en el caso del plano, en el cual, a partir de cualquier
vector « 1 , U2, se puede formar un único pseudovector (salvo un factor
constante), que es t n u ¡ , o sea, el de componentes « j , — « i , como
ya vimos directamente cn 1 1 .3 .

275
T ensores C a r t e s ia n o s

T eor . 2: Com o com binación lineal con coeficientes constantes (los


mismos en cualquier sistema de coordenadas cartesianas ortogonales) de
las derivadas parciales Uij de las com ponentes de un vector , el
único invariante que se pu ede form ar, salvo un factor constante, es la
divergencia.
En efecto, igual que en el caso anterior, de Xn « t j = invariante y
las condiciones del teorema, se deduce que Xn debe ser un tensor iso­
trópico y, por tanto, X i j = X b i j . De aquí que el invariante sea
^ ^ “ ».i de acuerdo con el enunciado.
En particular, si Ui = cp,i = grad. cp , resulta:
C orolario 2: C om o com binación lineal con coeficientes constan­
tes (los mismos en cualquier sistema de coordenadas cartesianas ortogo­
nales) de las derivadas segundas de un escalar cp, el único invariante
que se puede form ar, salvo un factor constante, es el laplaciano.
Si en el teor. 2 se pide que- la combinación lineal dé lugar a un
pseudoescalar, según la proposición c) del número anterior únicamente
hay solución para el caso del plano, en cuyo caso se tiene Eij Uij =
« 1,2 ~ «2,1 que ya sabemos (11.4) cjue es un pseudoescalar.
Los teoremas 1 y 2 valen para cualquier número de dimensiones.
Para el caso del espacio ordinario, w = 3 . vale además el
T eor . 3: N o existe ningún vector cuyas com ponentes estén form a­
das por com binaciones lineales con coeficientes constantes (los mismos
en cualquier sistema de coordenadas cartesianas ortogonales) de las pri­
meras derivadas parciales de las com ponentes de un vector general « i .
En cam bio, existe, en las mismas condiciones, un pseudovector, que es el
rotor de u \ , el cual es único salvo un factor constante.
En efecto, con las condiciones del enunciado, de la relación Vi =
— h jk U i.k , en la cual Vi es un vector, Xi¡k debe ser un tensor isotrópi­
co que según la propiedad d) del número anterior sabemos que no existe.
En cambio, si Vi es un pseudovector, Xijk debe ser un pseudotensor y
por tanto, por la propiedad ^) , es de la forma X£nk el cual da lugar
al pseudovector XZak Uj^k que efectivamente es, salvo el factor X, el
rotor de .

EJE R C IC IO S
1. Probar que el único invariante de segundo grado que se puede form ar
con las componentes de u n vector es el cuadrado de su módulo.
2. P robar que el único invariante de segundo grado que se puede form ar
con las componentes de dos vectores es una combinación lineal con coeficientes
constantes de su producto escalar y de los cuadrados de sus módulos.
3. P robar que, p a ra n = 3 , como combinación lineal con coeficientes
constantes de los productos de las componentes de dos vectores no se pueden
form ar las componentes de ningún vector; en cambio se puede form ar u n único
pseudovector, que es el producto vectorial de ambos vectores.

276
39. N o t a s y Com plem entos del C a p ít u l o VII

4. Siendo (p = q> ( a t , y , x) u n escalar y a u n a constante, probar que


<p.. (a’ — <p.’ ) + cp„ (o* — (p /) + <p.. (a’ — cp.’) +
+ ( — 2 <Pv. cp, cp. — 2 (p., cp, cp, — 2 cp„ cp, cp. )
es un invariante.

39. NOTAS Y C O M PLEM EN TO S DEL C A P IT U L O V III

1. T ensor isotrópico de cuarto orden. Por un razonam iento un poco largo


se puede dem ostrar que el único tensor isotrópico de cuarto orden es de la forma
ciiti = X Sii 6»i + 8i» 8/1 + V 8ii 8/»
con X , n , V factores escalares.
2. Invariantes de u n tensor de seg^undo orden en el espacio de tres di­
mensiones. Nos proponemos buscar todos los invariantes independientes de un
tensor de segundo orden A n del espacio ordinario de tres dimensiones.
Si A t i es simétrico, al reducirlo a la forma diagonal quedan únicamente
tres componentes A \ , A ' , , A ' , . Por otra parte, sabemos que existen los inva­
riantes lineal, cuadrático y cúbico, que una vez reducido el tensor a su forma
diagonal son:
(1 ) /i = A \ -J- A ' t A ’z , I,— A ' t A ' t -{· A ' i A ' n -}- A ’t A ' i , /■ = A 'iA 'tA 't .
C ualquier otro invariante del tensor A t i debe ser expresable m ediante las
tres componentes A \ , A ' , , A ', y p o r tanto m ediante los invariantes h , It.
E n consecuencia:
Un tensor simétrico de segundo orden del espacio ordinario tiene los tres
invariantes fundamentales ( l ) , con ¡os cuales pueden expresarse ¡os demis.
Si no se h a reducido a la form a diagonal, los valores de / i , U , h son
los dados en 3 6 .2 , sección c ).
Si A t ! no es simétrico, descom poniéndolo en su p arte simétrica y suparte
antisimétrica, y reduciendo la prim era a la form a diagonal (lo que d a las tres
componentes A ' , , A \ , A ' , ) , qued an las componentes de la p arte antisimé­
trica, a saber

Bi = — (A a — A a ) , Bi = — (A n — A a ) , B, = — {Aa — A n ) ,

las cuales, puesto que se pueden escribir

(2) B« = — en» A)»


2
son componentes de u n a densidad vectorial o pseudovector.
Q uedan así, en total, seis com ponentes, p or lo cual el tensor prim itivo no
puede tener más de 6 invariantes independientes, puesto que todos ellos deben
poder expresarse m ediante estas com ponentes. Los 6 invariantes fundam enta­
les, de los cuales se puedan d ed u cir todos los demás, pueden ser los 3 (1 ) ya
encontrados, más otros 3 cualesquiera formados con las componentes A i i y
B ( . Los más simples son
/i = B, Bi
(3 ) J, = A n B ,B ,
J t — A l) A lt Bi Bt
En resum en:
Todo tensor de segundo orden del espacio ordinario de tres dimensiones,
tiene a lo sumo seis invariantes independientes, los cuales pueden ser los (1)
más los (3 ) .

277
CAPITULO IX

A PL IC A C IO N E S D E LO S T E N S O R E S C A R T E S IA N O S

40. EJEM PLOS DE TENSORES CARTESIANOS.


APLICACIONES A LA ELASTICID AD

1. El tensor de inercia. Sea un sistema de puntos P* de coorde


nadas Xx , (A = 1 , 2 , . . . , n) en cada uno de los cuales se
considera una cierta masa . D ada una recta por el origen de coor­
denadas O , determinada por el versor L de componentes h . si la
distancia de Ph a ella es d¡,,se llama m om ento de inercia del sistema
de puntos respecto del eje que contiene L a la suma
I = '2 mitdi,^ .

Queremos calcular I a partir de las componentes k . Para ello ob­


servemos que la proyección OH de OPh sobre L es el producto es­
calar L por O Ph, o sea , Af»'’ Z» (la i sumada de 1 a 3 ). P o rta n te
dn^ = ( x i’^ r + { x / y + (xs’^ y - { x i ^ ^ u y
que teniendo en cuenta la relación l i h = 1 ^ permite escribir
(1) I = h ¡h i,
siendo

/i i = 2 m , , ( { X i ^ y -t- { x ^ ^ y ) , /,, = = - 2 a:,»x,»


»=1
(2) = + {x ^ y ) , 7i3 = /31 = - 2 TOftAfi'·X3»
»rf »=1
7s3 = 2 m j ( ’(A:i'-)2 -f- (at2 * )2 ) , = ht = mj,Xi^ x^
h=i h-1
Por su definición, el valor de I (para cada versor U) no depende
del sistema de coordenadas, o sea, es un invariante. Por tanto, la rela­
ción (1 ), según la ley del cociente ( 3 5 , b , a ) , nos dice que las I n son
componentes de un tensor, que además es simétrico, come se observa por
los valeres de sus componentes. Es el llamado tensor de inercia.

278
4 0 . E jem plo s de T e n so r e s C a r t e s ia n o s . A p u c a c i o n k

L a ecuación I i ¡ Xi X }= \ representa el llamado elipsoide de inercia.


Para las coordenadas de sus puntos es X\ = hlV'’^ y por tanto, para cada
dirección L , la longitud del radio vector desde el origen al elipsoide

f
vale o = {xi Xi) = l/l'>· lo que da una interpretación geométrica del
momento de inercia.

2. Tensor de defonracíón. Supongamos un cuerpo que se deforma


bajo la influencia de fuerzas exteriores o por cambios de tem peratura.

Si se supone que la deformación es infinitesimal, ésta puede expresarse


por un tensor simétrico «ly, llamado tensor de la deform ación, que
vamos a definir.
Sean P {Xi) , Q (j’i) dos puntos del cuerpo, de coordenadas X i,
yi respectivamente. Si h representa la distancia PQ y h el versor
correspondiente a la dirección PQ , será yi = x, + hU . Supongamos
que después de la deformación el punto P pasa al punto P ' (xi + «i)
y el Q al Q' ( a:< + A íj + Dí) . Los vectores Ui , Vi son los que dan
la deformación en los puntos P , Q respectivamente.
La distancia P ' Q' está dada por
V i - U i
(3) P' = 2 {hh + V i-U i)^ = h<í + 2 h )
i=i · - h
puesto que h es de módulo unidad y se han despreciado los términos
cuadráticos en « j , Vi por suponer estos vectores de deformación infi­
nitésimos de primer orden.
Por otra parte, Vi es el vector de la deformación en Q y por
tanto, suponiendo k pequeño y limitando el desarrollo de Taylor a
los ténninos de primer grado, es
Vi = Ui {x i, h l i ) = «i + K{,y h Ij

279
A p l ic a c io n e s de los T e n so r e s C a r t e sia n o s

donde el miembro intermedio indica el valor de la función «j en eJ


punto Xi + h h .
Por consiguiente (3) da, limitándonos siempre a términos de primer
grado en « t ,
P 'Q : = h [\ + 2 Uij h = h { l + u u h h) .
El cociente
í " G '- p a
• ----------------------------

se llama deform ación en el punto P según la dirección U . Introdu­


ciendo la notación
(4) en = - {U ij 4- M;,í)
se puede escribir
(4 )' e ■= e n U Ij .
Las expresiones e n son componentes de un tensor puesto que cons­
tituyen la parte simétrica del tensor derivado del vector deformación.
Este tensor simétrico e n se llama tensor de la deform ación. Mediante
el mismo, la fórmula (4 )' permite calcular la deformación según cual­
quier dirección h .
El invariante lineal e n es igual a la divergencia de m¡ y tiene en
este caso un significado simple. En efecto, siendo x'i = Xi + tii las
coordenadas de P ' , el elemento de volumen d V correspondiente a
ese punto, transformado (o deformado) del elemento dV corresoon-
diente a P , estará dado por el producto exterior de las diferenciales
d x'i = d Xi + U ij d X j, y por tanto, limitándonos a términos de pri­
mer grado en las m« y sus derivadas parciales, resulta
¿ F ' = ( 1 -t- «i,i) d V
o sea, '
/ =N d V ' ^
(5) e n = Ui,i = j y - - 1 .

Esta expresión se llama dilatación del medio.

3. Tensor de tensiones. Consideremos un medio continuo fun


fluido o un cuerpo elástico cualquiera) en equilibrio. Imasrinemos den­
tro del mismo una superficie cerrada S . Si se supone por un momento
que la parte del medio exterior a S desaparece, para restablecer el
equilibrio deberá someterse esta superficie a ciertas fuerzas; sea T dn
la fuerza correspondiente al elemento superficial d a . El vector T re­
presenta la fuerza por unidad de superficie v se llama vector dr tendón.
Consideremos el caso en que S sea un pequeño paralelepípedo
rectánsnilo de aristas paralelas a los ejes coordenados. Sea P un vér­
tice y T ( i ) , T ( í ) , T (3) los vectores de tensión correspondientes a las

280
40. E jem plo s de T e n so r e s C a r t e s ia n o s . A pl ic a c io n e s

tres caras concurrentes en P . Estos tres vectores tienen en total nueve


componentes
(6 ) E \i = T (i),
que son las componentes dcl llamado tensor de tensiones o d e esfuerzos.
Hay que dem ostrar que las E i¡ son componentes de un tensor.
Para ello observemos que la tensión T correspondiente a un elemento
superficial d a p o r P se puede calcular considerando un tetraedro

elemental formado por paralelas a los ejes coordenados por P y un


plano paralelo a la dirección del elemento d a . Puesto que la tensión
T d a sobre la cara opuesta a P , cuando esta cara tiende a pasar por
P por tender a cero el volumen del tetraedro, debe equivaler a las ten­
siones T(]} d o i , T ( 2 ) d a ¡ , T (3) das correspondientes a las otras caras,
debe ser
(7) "T d a = T(i) d o i -f T (2) da^ -f- T<8) das .
Además, siendo las proyecciones de d a sobre los planos coordena­
dos precisamente las d Oj, las componentes del versor normal N a d o
serán N i = d o i / d a y por tanto puede escribirse
T = T (i, N i
o bien, igualando las componentes,
(8) T i = T a u Ni = E i¡ Ni .
Como el prim er miembro es un vector y, además, la igualdad debe
valer para cualquier elemento d a , o sea, para cualquier versor Nt
la ley del cociente nos dice que Ei¡ cs efectivamente un tensor.
L a igualdad (8 ) es la que permite calcular la tensión T en la
dirección normal a N , a partir del tensor de tensiones E i j .
Obsérvese que E i! resulta un tensor debido a las condiciones físicas

281
A p l i c a c i o n is de LOS T e n s o r e s C a r t e s i a n o s

del problema, que permiten escribir (7) . Si las T(i> fueran tres vec­
tores cualesquiera, sus componentes no podrían tomarse como compo­
nentes de un tensor, como es evidente según su ley de transfonnación.
Ecuaciones de equilibrio. Veamos ahora la relación entre las fuer­
zas que actúan sobre un elemento de volumen del medio y las tensiones
sobre la superficie del mismo elemento.
Consideremos de nuevo el paralelepípedo rectánprulo S con un
vértice en el punto P y aristas A;ci, Ax^, A x i . Si F es la fuerza
por unidad de volumen que actúa sobre el medio, la que actúa sobre
el volumen AV = Aa:, Ax^ Ax¡ de S será F Á V . Si el medio
está en equilibrio, esta fuerza debe ser equilibrada por la suma de las
tensiones que actúan sobre las caras de S". La tensión corres­
pondiente a la cara que pasa por P y es perpendicular al eje x^, es
T(i) ( xi , X2 , «3) Axi Ax 3 y la correspondiente a la cara paralela es
T(i) (a:, -I- Aati, x¡ , ATs) Axi Ax¡ ; la resultante de ambas será
( 9) (T ( l ) ( X l + A x i , X 2 , X s ) - T ( „ (aTi, X 2 , X 3 ) ) A x 2 A x s =
= T<a,., A V .
Haciendo lo mismo con las tensiones correspondientes a las caras
perpendiculares a los ejes x^, x^ y escribiendo que la suma de estas
tensiones más la fuerza F A F debe ser nula (primera condición de
equilibrio), resulta
(10) F - ^ T α,.i= 0
Ésta es una ecuación vectorial. Descomponiéndola en sus compo­
nentes, se puede escribir F¡ 4- T( í ,/, í = O, o sea
(11) F¡ + E i,,i = 0 .
Estas ecuaciones nos dan las componentes de la fuerza por unidad
de volumen en función del tensor de tensiones.
Las seffimdas condiciones de equilibrio se obtendrán escribiendo
que los momentos de la fuerza v de las tensiones respecto de los ejes
coordenados deben tener la resultante nula. El momento de F A F
^fuerza aplicada en el punto P (x, . x^, x^^)) . respecto del eje x, . se-
ETÚn 37.12 es ZmX i F k A F . El momento de T ,h A a t, Aa:, . análoga­
mente, es e.,!ic xiT(T,jt Ax, Ax, v la resultante entre este momento y
el correspondiente a la cara opuesta del naralelepípedo rectángulo S
análosf-amente a (9Ì será CF-Kit x, 7’n u ) .iA F .
De igual manera. los momentos resultantes de las tensiones de las
otras caras respecto del mismo e¡e at, valen (^uk x 1 T A V y
(p-nk Xi T(^iitc) A V respectivamente. Por tanto la condición de equi­
librio respecto del eje Xi es
(12) Zi i kXf Pk + (ei;7¡ Afy 7’({)s),< = 0 .
Como la misma condición debe valer para los otros ejes Xí , Xí
se puede escribir, en general,

282
40. E je m p lo s de T en so res C a rte s ia n o s . A p lic a c ió n »

t,jk x¡ Fk + {Uix xj Eik) ,i = O (í = 1, 2 , 3)


o sea,
e»íJt (X) Pk + XíEn.i + Ej k) = 0 (j = 1 , 2 , 3) .
Teniendo en cuenta (111 , estas ecuaciones dan
E jk = 0 (í = 1 , 2 ; 3)
de las cuales se deduce que cebe ser
(13) Ej k = Eki
o sea: el tensor de tensiones ts simétrico.
4.
n ida por tif,
En
T ensor clástico. L a tereión, definida por E n y la deformación, defi­

en.
de u n m edio eUstico, son fenómenos relacionados entre sí. Es
decir, las

las en,
son funciones de las
formaciones pequeñas se puede luponer que las
es decir
En
E n prim era aproximación y p ara de­
soa funciones lineales de

(14) Sn = etnm etm


que es la expresión exacta de la llam ada ley de Hooke: las tensiones son pro­
porcionales a las deformaciones.

son componentes de u n tensor: ic llama tensorelástico. ctum


Esta relación (1 4 ) , ju n to con la ley del cociente, nos dice que las ciitm
Si las tom an los

de un tensor isotrópico), el medio se llama


que es
isótropo.
mismos valores en cualquier sistema de coordenadas (es decir, son componentes
E n este caso se dem uestra

(15)
siendo 0 = í»» la dilatación
E li ~ X 6 5<i -f- 2 lie ti
(5 ) y X, (i dos escalares que dependen del medio
(coeficientes de elasticidad de Lam e).

,
En vez de X , n es costumbre utilizar el llamado módulo de Y oung £ y la
razón de Poisson a definidos respectivamente por

(16)
^
E —
n ( 3 X + 2 (i)
--------------------
X- f M
,
<y — ---------------- -
X
2 ( X- h í » )
de donde se deduce, recíprocam ente,
oE E
(17) X = --------------------------- ti = ---------------- .
(l-2o)(H-<J) 2(1+0)
Con esto, (15) se puede escribir, despejando

(18)
EEn 1 -i- <r
= ----------
—-------- — 0 8tj
2o —1
a

o bien todavía, introduciendo el invariante Oí = S d = (3 X -h 2 ji) 0 ,

(19) en En
1 -fo
= ---------- “ —
£
a
8*/ ·
S
Las fórmulas f l l ) , (15) y (4 ) perm iten ej^ re sa r la fuerza Fi por unidad
de volumen en función del vector de la deformación «< . En efecto, sustituyendo
en (11) los valores (15) y (4 ) resulta, recordando que
(20) P ; + (X + H ) «MJ + = O
O=en,
o bien, m ediante los coeficientes E y a ,
1 ^ ■
(21) Pl -l· Uí.n + Auj = O
2 (1 + 0 ) 1- 2 o
E sta * fó rm u la * n o s d a n l a e x p re sió n d e la r e s u lta n te Fi d e la s fu e rz a s

283
A p l ic a c io n e s de los T e n s o r e s C a r t e s ia n o s

internas del medio que equilibran las tensiones que actúan sobre los elementos
superficiales del mismo. Si hay, adem ás, ciertas fuerzas externas de resultante
R í por unidad de volumen, p ara que haya equilibrio deberá ser ii / = F / , y si
n o hay equilibrio, sino deformación (o sea, m ovim iento), las ecuaciones funda­
mentales de Newton (fuerza = masa , aceleración) se escribirán
3’u/
(2 2 ) C = Ri - Fl

siendo q la densidad del medio, o sea,


3’uy E
(2 3 ) c ----- : = R l + Avi + —---- -— Ui.n
at* 2 (1 4 -c ) 1 —2 o
que son las ecuaciones fundam entales de la dinám ica p ara medios elásticos.
Movimiento de un fluido viscoso: ecuaciones de NavierStokes. Es fácil
pasar de la ecuación últim a a la que rige el movimiento de los fluidos viscosos.
En éstos, las capas contiguas se influyen m utuam ente, originando unas fuerzas
sobre cada elemento superficial (viscosidad) que pueden equipararse a las ten­
siones de los medios elásticos. Análogam ente al tensor £ i/ se tiene ahora un
tensor de tensiones P</ y análogam ente a e n se tiene un tensor de deform a­
ción <j(/ ; el vector deformación u< será ahora el vector velocidad. L a única
diferencia es que en la relación (15) hay que añ ad ir la tensión producida por
las presiones, que se supone igual a — p b n { p es la presión, función de
p u nto), quedando
(24) Pii = 2 (ia < / -|- X O 6(/ — p b n
siendo ahora Q = On .
Con esto, la ecuación análoga a (20) es
(25) 4- (X + n ) u i.tf - f ft - P.i = 0 .
El coeficiente |x se llam a ahora coeficiente de viscosidad y se representa
por 11 . Ciertas hipótesis físicas conducen a que en todos los casos debe ser
= — 3 ^ , con lo cual, puesto que, según (2 4 ) , es F u = ( 2 n 3 X ) 0 — 3/>,
debe ser 2 n - l - 3 X = 0 , X = — (2 /3 ) t ] . Las ecuaciones (25) quedan así

(2 6 ) P, + -t- t) A u / - / > , / = O

y las ecuaciones del movimiento, si las fuerzas exteriores tienen la resultante R i


(p o r unidad de m asa) , queda, análogam ente a (23) , pero siendo ahora ui
el vector velocidad,
1
(2 7 ) Q = c i ? / -f- n
— P.i Au/ -1----- ut.ti
a t 3
que son las ecuaciones fundam entales p ara el movimiento de fluidos viscoso·,
llam adas ecuaciones de Navier-Stokes.

41. EL ESPACIO - T IE M PO . LA RELA TIV ID A D ESPECIAL

1. El espacio de cuatro dimensiones. El espacio afín de cuatro


dimensiones, n = 4 , tiene especial importancia en la teoría de la re­
latividad de Einstein. Conviene, por tanto, señalar algunas propiedades
particulares de los vectores y tensores de este espacio. Representemos
por el espacio de las coordenadas X i, , Xs, Xt y por Ej el es­

284
4 1 . E l E s p a c i o - T i e m p o . L a R e l a t iv id a d E s p e c ia l

pació de tres dimensiones correspondientes a X i, X2 , X3 ■ En el caso de!


espacio-tiempo, E 3 cs el espacio físico ordinario.
Se cumplen entonces lo> siguientes teoremas.
T eor. 1: Las tres p rin eras com ponentes de un vector (pseudo­
vector) Ui de £ 4 , son con pon en tes de un vector (pseudovector) de
E 3 ; la cuarta com ponente u« es un escalar (pseudoescalar) d e E 3 .
En efecto, los cambios de coordenadas ortogonales x ' i = Xie de
E i con las condiciones
(1) au = 0 , an = 0 , a« = 1 (t= 1 , 2 , 3 )
son los cambios de coordenídas ortogonales de £3 · Por tanto, si poi
hipótesis es u 'i = (¿ = 1 , 2 , 3 , 4) , en el caso particular de
cumplirse (1) será u'i = ¿ifc w* (A = 1 , 2 , 3) y u'^ = Ut, lo que
prueba el enunciado.
En el caso de tratarse de un pseudovector o densidad vectorial, la
demostración es idéntica, puesto que con las condiciones ( 1) , los de­
terminantes de las transformaciones de; E i y E¡ son iguales.
T eor . 2: Si F u es un tensor (pseudotensor) de E^, sus com po­
nentes correspondientes a ¿ = 1 , 2 , 3 son com ponentes de un tensor
{pseudotensor) de E^ ; las com ponentes F u , así com o las F^i (i = i ,
2 , 3) son com ponentes de un vector {pseudovector) de £3 y F.n
es un escalar {pseudoescalar) de E 3 .
En efecto, las fórmulas de transformación F'ij = «ía (los
índices variables de 1 a 4) para el caso de transfonnaciones con las con­
diciones (1) dan F'ij = Oinaj^Fue { i , ; , A, A = I , 2 , 3) , lo que
prueba la prim era afirmación.
De análoga manera, las fórmulas F'n = ant Fkh , F'^i = ai¡¡ai¡¡ Fu,
y F'n = UiH üiTi F¡,ie, en el caso de cumplirse ( 1) dan, respectivamente,
P'ii = am Fki , F'ii = am Fm , F 'n = F ^ (*,¿=1,2,3)
lo que prueba el resto del enunciado. De igual m anera se procede para
pseudotensores o densidades tensoriales.
T eor . 3: Si F ij es un tensor antisimétrico de E t , las com po­
nentes ( Fxi , F 24, F u ) son com ponentes de un vector de E 3 y las
( F 2 3 , P í t , P 12) son com ponentes de un pseudovector de E 3 .
En efecto, la prim era parte está contenida en el teor. 2 y la se­
gunda también, considerando la densidad dual F * i¡ = t iju F^i para
la cual es = F 33, F*^i = F 3 1 , = P12.

2. El espacio-tiempo de Lorentz-Minkowski. Representemos poi


X\, X2 , ^3 las coordenadas espaciales o coordenadas del lugar en que
un suceso ocurre y por t el tiempo. Las coordenadas de un punto del
espacio-tiempo son Xi, X2 , X3 , t .
Consideremos el espacio afín de 4 dimensiones cuyas coordenadas
sean X i, X2 , Xs, t . Para que su geometría sea útil en la física, se ha
visto que no debe considerarse como i'*! espacio euclidiano, sino que

2S5
A.PUCAC10NES DE LOS TENSORES CARTESIANOS

la distancia entre dos sucesos ( aíi , t) y (x' 1 y í°)


debe calcularse por la fórmula
(2) = {x°t - x ^ r + {x% - X 2 ) ^ + (x°s - xzV - (i° - t y
donde c es una constante, que se suele considerar igual a la velocidad
de la luz, pero que puede tener cualquier valor por un cambio de unidad
en la medida del tiempo,
D e f . 1: Se llama espacio de Lorentz-M inkowski al espado afín
de 4 dimensiones, en el cual la distancia entre dos puntos está dada
por la fórmula (2) ,
Para dos sucesos de coordenadas (;ci, t) y (atí + d x i , t + d t ) ,
la distancia entre ellos o distancia elemental ds del espacio-tiempo
resulta
(3) ds^ = dxi^ -I- dx^ -f dx^^ - c* d e ,
Decir que la expresión (2) da la distancia entre dos sucesos sig­
nifica únicamente que ella tiene un valor bien determinado, indepen­
diente del sistema de coordenadas. Es decir, que es un invariante. Así
como las transformaciones lineales que dejan invariante la distancia eu­
clidiana son las transformaciones ortogonales, las transformaciones linea­
les que dejan invariante la distancia ( 2) se llaman transformaciones de
Lorentz.
El conjunto de las transformaciones de Lorentz forma un grupo,
puesto que: a) el producto de dos de ellas pertenece al conjunto; b)
la inversa de cualquiera de ellas pertenece al conjunto. Este grupo es
el llamado grupo de Lorentz.
Para poder aplicar a este caso todo lo dicho para el caso eu­
clidiano, basta sustituir la cuarta coordenada t por la
(4) Xi = t e t i=
y por tanto x°t — i c t ° , con lo cual la fórmula (2) toma la forma
euclidiana
(5) 5* = { x \ - X i ) ^ + [x°z - xz)^ -t- (x°3 - ^3)" + [x°·, - x . ) ^ .
Las transformaciones de Lorentz que dejan invariante el origen de
coordenadas serán entonces las mismas de 3 4 .4 , a saber
(6) x'i = aii,Xh
con el índice k sumado de 1 a 4 y con la matriz aih ortogonal. Üni-
camente hay que observar que debiendo ser las X i, X2 , Xs reales en
cualquier sistema de coordenadas y la x^ siempre imaginaria pura,
deberá ser
am y reales
(7) , . ,
an y imagmanos puros
Con esta observación todo el cálculo tensorial cartesiano que hemos
visto para los espacios euclidianos se aplica sin modificación, al espacio ■
tiempo de Lorentz-Minkowski.

286
41. E l E s p a c io - T ie m po . L a R e l a t iv i d a d E s p e c i a l

El signo menos que aparece cn el segundo miembro de (2) hace


que el hecho de tener la distancia nula, no signifique que los dos puntos
coincidan. En efecto, todos los puntos que están a distancia nula del
( x ° i , x ° i , x ° 3 , t°) son los puntos del cono
(8) {x\ - xx)^ + { x \ - x , y + {x°s - x ^ y - c ^ i r - ty = o ,
el cual divide al espacio en das regiones: la de los puntos cuya distancia
a ( x ° i , x ° 2 , x ° s , t ° ) es real (puntos de espacio) y la de los puntos
cuya distancia a dicho punte es imaginaria (puntos de tiem po). A ve­
ces se toma el signo de canbiado; ello no tiene importancia,porque
lo único que interesa es que su valor sea invariante por camljios de
coordenadas.
Para un lugar fijo (las X{ constantes) , la relación entre la dis­
tancia elemental d s y el elemento de tiempo d t es d s = i c d t . Este
t correspondiente a un punto fijo se llama el tiem po propio correspon­
diente al punto y se represen;a por t . Es decir, se pone p er definición,
(9) í = ¿CT .
Naturalm ente que por serlo s , también t es un invariante del
punto fijo que se considera. Además, si un punto se mueve con velocidad
V, de (3) se deduce {d s/d t)y =■ v* — y per tanto la relación entre
el tiempo ordinario í y el invariante o propio t , es
(iU) -
-i — = a con 1 a = -------- ·
a T

V‘-$
El tiempo propio t es el tiempo que indicaría un relej que se mo­
viese con el punto.

3. Las fórmulas de Lorentz: Aplicaciones. Consideremos el caso


im portante en relatividad de un cambio de coordenadas de la f^rma
(6) que mantiene fijas las coordenadas X2 , Xi variando únicamente
Xl y X t. Se trata de un cambie de coordenadas cartesianas ortogonales
en el plano , Xt cuya matriz será, por tanto de una de las formas
32.3
cos 0 sen 0 ' cos 0 sen 0'
(11) A- = , A- =
—sen 0 eos 0 . sen 0 —cos 0_
según que el determinante de la transformación valga + 1 ó — 1 .
El case que interesa en relatividad es el A * , puesto que a él per­
tenece la transformación idéntica x'i = Xy, x '4 = X4 y es natural supo­
ner que cualquier otra transformación puede deducirse de esta última
por continuidad, sin pasar por una transformación singular de deter­
minante nulo, lo cual no ocurre con las transformaciones A ~ .
El parám etro O puede ser real o complejo. Para que se cumplan
las condiciones (7) debe ser 0 = icp, pues entonces será

287
A p l ic a c io n e s de los T e n s o r e s C a r t e s ia n o s

(12) cos0 = coshcp , senO = ¿senhcp


quedando
(13) Ar'i = cosh cpxi + í senh cp , x'i = — i senh ip jíi + cosh q) Xt
o bien, puesto que Xt = i c t , x'i = i c l' ,
( 14) x'i = cosh q> — c senh cp í , c t' = — senh cpati + c coshqp f
Para interpretar el ángulo cp, observemos que si el cambio de
coordenadas se interpreta como un desplazamiento del sistema x'i
(* = 1 , 2 , 3 ) a lo largo del eje Xi con velocidad v , el origen de este
sistema tiene siempre x’^ = O y, por tanto, de ( 14) se deduce
X
(15) t/= — =ctghcp tghcp = —
t c
con lo cual resulta, teniendo en cuenta el valor de a dado en (10) ,
(16) x'i = aXi — V <xt , t' = a t — Xi

que son las clásicas fórmulas de Lorentz de la física relativista.


Obsérvese que si se verifica primero una transformación de la for­
m a (14) de parámetro cpi y a continuación otra de parámetro cp2, la
transformación producto tiene por parám etro <Pi + , o sea, según
la interpretación anterior, si v^, Vz son las velocidades respectivas del
primero y del segundo sistema de referencia y la velocidad resultante
de este último respecto del sistema en reposo, será

1 + tghcpi.tghcp2

de donde
(17) . = I»

que es la ley de composición de velocidades de igual dirección en cine­


mática relativista. !
Este hecho de que las velocidades no se sumen como vectores se
debe a que la velocidad del espacio físico, de componentes f i = d x i/d t
no es un vector del espacio-tiempo. El vector velocidad en este espacio
(se llam a cuadrivector velocidad, para indicar que es un vector del es­
pacio-tiempo) tiene por componentes Vi = d x i / d x (i = 1 , 2 , 3 , 4 )
y es un vector por ser r un invariante (tiempo propio definido por
(9)).
Siendo F< = d Xi / d x = ( d x i / d t ) ( d t / d x ) , poniendo de mani­
fiesto las componentes espaciales (las tres primeras) y la componente
tem poral (la cuarta), es (con a dado por (10)) , f.
y
288
4 ]. E l E sp a c io - T ie m p o . L a R e l a t iv id a d E s p e c ia l

(18) Vi = { a Vi, t e a ) .
El cuadrivector inpulso-m asa Pi se define, por analogía con la
mecánica clásica, por ler P» = rriaV i , siendo rtio la masa en reposo
del punto en movimie:ito. Por tanto es
(19) P i = { a m o V i , nioica) .
La comparación con el vector impulso m Vi del espacio ordinario
induce a introducir como masa de una partícula que se mueve con ve­
locidad V,
(20) m = mo a .
Obsérvese que de acuerdo con el teor. 1 del 41.1 la cuarta com­
ponente de Pi debe ser un invariante del espacio físico y, efectivamente,
salvo la constante i c . su valor es precisamente m .
Con esta masa rr. , variable con la velocidad, la fuerza en el es­
pacio físico será el vector
d (mvi)
(21) fi = - ^ { i = l 2 3)
dt
y el trabajo o energía p o r un desplazamiento dx¡
d E = fi dxi = fi Vi dt = Vi d{ mv i ) [i sumado de 1 a 3)
o sea
(22) d E = Vi Vi dm + m Vi dvi = v~ dm + V2
puesto que v'^ = y,® -t- 4- y,“ .
Pero, según (20) y(10) es
m = m^a , v^ = — c^/a^ , dv^ =
con lo cual queda
(23) dE — rrioV^da + (m „c^/a·) d a = m^ c ^ d a .
Por tanto, la diferencia de energía al pasar de la velocidad v = O
a la velocidad v será
(24) E — Eo = mo (a — Uo) = c~ (m — mg)
pues Oo = 1 , valor de a para y = O.
Esta relación que liga la masa con la energía es posiblemente la
más importante de las que ha puesto de manifiesto la relatividad espe­
cial. Obsérvese que siendo v < c , por desarrollo cn serie es
-/ ,.2 \->''2
(25) E - E o = moC^

= mo(^ 1^:1 +
.2
es decir, para pequeñas velocidades (en comparación con la velocidad de
la luz c) se obtiene la fórmula clásica de la energía.

289
A p l ic a c i o n e s de l o s T en s o r e s C a r t e s ia n o s

42. ECUACIONES RELATIVISTAS D E LA FISICA

1. Ecuaciones relativistas de !a física. En física, se dice que una


ecuación o un sistema de ecuacione.' es relativista cuando es invariante
respecto del grupo de Lorentz. El cáJr.ulo tensorial en el espacio de Lo­
rentz-Minkowski será el instrumento ad'icuado para obtener ecuaciones
relativistas, puesto que bastará tomar ecuaciones cuyos primeros miem­
bros sean componentes de un tensor p ara estar seguros de ese caráctel
invariante, puesto que si las ecuaciones se satisfacen para un particulai
sistema de coordenadas, se satisfarán para cualquier otro, es decir, se­
guirán satisfaciéndose a través de cualquier transfonnación de Lorentz.
De esta manera se obtienen las ecuaciones tensoriales, en particulai
las escalares y vectoriales, y quedan fuera las espinorales, que también
son invariantes respecto del grupo de Lorentz, pero que sus elementos
no son tensores (son espinores).
U n tensor función de punto, es decir, definido en cada punto del
espacio, constituye un cam po tensorial. Se trata de ver las distintas ecua­
ciones relativistas que pueden servir para definir un campo tensorial,
dentro de las condiciones de máxima simplicidad. Vamos a ver única­
mente los campos tensoriales. Hay también los pseudotensoriales (en
particular pseudoescalar y pseudovectorial) pero las ecuaciones para de­
terminarlos son las mismas de los campos tensoriales; sólo aparecen dife­
rencias al estudiar la acción del campo sobre ciertas partículas que po­
sean de antemano características escalares o vectoriales, pues entonces
hay que combinar éstas con las del campo, y aparece la diferencia.
2. Campo escalar. L a incógnita es el escalar, función de punto,
que define el campo; sea cp = (p ( aTi , , aís , *<) . Veamos qué ecua­
ciones tensoriales podemos formar con este escalar solo, sin introducir
elementos extraños al campo. Por derivación de q) resultan el gra­
diente qp,i y el tensor derivado q),{y. Como hay una sola función in­
cógnita, debemos buscar una sola ecuación. Con q>,{ se puede formar
el invariante cp,i qj,i (cuadrado del módulo del gradiente) y por tanto,
como una prim era ecuación posible (no lineal), se tiene
(1) q),i q),{ - 9^ = O
siendo k una constante.
Con el tensor q>,iy, el único escalar lineal que se puede formar es
el laplaciano q),« llamado también dalembertiano u operador de
D ’Alembert, por tener cuatro variables (corolario 2 del apartado 38) .
Por tanto, sin introducir nuevos elementos, como única ecuación rela­
tivista posible, lineal en cp y sus derivadas hasta el segundo orden, te­
nemos la que resulta al igualar el laplaciano con un múltiplo del escalar
mismo, o sea,
(2) q).u - i cp = O

aso
4 2 . E c u a c io n e s R e l a t iv ist a s de la F ís ic a

siendo k una constante. E sta ecuación, llamada ecuación de Klein-


Gordon, es la ecuación de _in campo escalar.
En todos los campos is interesante encontrar un tensor simétrico
T i j , que se pueda identificar con el tensor energía del campo, el cual
deberá cumplir las ecuadores de conservación
(3) T ij.j = O.
En el caso de u n ca n p o escalar, con las derivadas primeras y el
escalar mismo se puede foim ar el invariante
(4) L = q),, qj.i + A: q)’'
y el tensor energía
(5) Tij = - cp,i(p,i + Y L b i j

que, teniendo en cuenta {¿) , satisface efectivamente las ecuaciones de


conservación (3) .

3. Campo vectorial. La incógnita es ahora un vector m (vector


del espacio-tiempo o cuadrivector). Con las primeras derivadas par­
ciales no se puede form ar ningún vector. Con las segundas derivadas
pardales Uij>, se pueden formar los vectores «i,// y w/,yi y, por tanto,
las ecuaciones del campo, con la condición de ser lineales hasta las deri­
vadas parciales de segundo orden, deberán ser de la forma
(6) kj, Uiji - 1- ki Uj^ji + k3Ui =
siendo k i , k^, k^ constantes.
O
U n caso im portante es el que supone la condición
(7) «í,i = O ,
con la cual elsegundo sumando de (6) desaparece y las ecuaciones
pueden escribirse en la forma
(8) uijj — k u i = Q
es decir, son las mismas del campo escalar (2) , aplicadas a cada com­
ponente del vector incógnita m .
De (7) se deduce My.jy = O . Restando esta ecuación de (8) y lla­
mando H ij = U ij — Uj^i al rotor de U i, resulta que el sistema (7)
(8) es equivalente al
(9) H ij = U ij — , H ijj — kui — O
Las ecuaciones (7) y (8) ó (9) son las ecuaciones de Proca del
campo vectorial.
Como invariantes fundamentales del campo se. tienen H ij H ij y
Ui Ui . Si L representa una combinación lineal de los mismos, como ten­
sor energía se puede tomar una expresión de la forma Hhj + 8{/ L .

4. Ecuaciones de Maxwell. Consideremos un campo que quede


determinado por un tensor antisimétrico de segundo orden Fi j (6 com­

291
Ap l ic a c io n e s de los T e n s o r e s C a r t e s ia n o s

ponentes). Tratándose de un tensor antisimétrico, una hipótesis natural


es identificarlo con el rotor de un vector, o sea, poner
(10) F ii = ~
y buscar las ecuaciones para determinar A i . Las únicas ecuaciones
posibles, lineales hasta las derivadas de segundo orden, hemos visto
que eran las (6 ) . Si observamos que añadiendo z. A\ nn gradiente
cualquiera q),« siempre se obtiene el mismo Fi¡ y, por tanto, que A\
está solamente determinado salvo un gradiente arbitrario, resulta que se
puede imponer al vector Ai una nueva condición que sir\'a para de­
terminar (p. Ésta suele ser la misma (7 ), pero podría ser otra, por
ejemplo Ai Ai = (a = constante). En el primer caso, para determi­
nar Ai resultan las ecuaciones de Proca. En particular, si fc = O, re­
sultan las ecuaciones
(11) Ai,i = 0 , Aijf = 0
que son precisamente las ecuaciones de Maxwell del campo electro­
magnético en ausencia de cargas y corriente; Ai es el cuadrivector
potencial electromagnético.
Para expresar estas ecuaciones mediante las F i j , sin pasar por el
vector A i , se tiene: a) Las condiciones para que F u sea un rotoi
son
(12) Fij,ii + F¡ii,i + Ficij = u .
Que estas condiciones son necesarias se deduce inmediatamente viendo
que al sustituir F ij por el valor (10) resulta una identidad. Se puede
demostrar que también son suficientes. El prim er miembro de (12) es
un tensor totalmente antisimétrico, llamado rotor de F u , el cual tiene
sólo cuatro componentes distintas, correspondientes por ejemplo a los
valores ( 1 , 2 , 3 ) , ( 4, 2 , 3) , (4 , 3 , 1 ) y ( 4 , 1 , 2 ) de los índices.
b) Las ecuaciones (11) , ya supuesto que F ij es un rotor, equi­
valen a
(13) Fij,j = 0 .
El sistema (10) , (11) equivale de esta m anera al (12) , (13) .
Si en el campo está superpuesto un campo vectorial í» , la vin­
culación natural entre ambos será identificar í» con el vector F i j j ,
quedando así como ecuaciones del campo las siguientes:
(14) Fij^k + F¡k,i + F m j = O , Fiij = Si
que son nuevamente las ecuaciones de M axw ell de la electrodinámica.
P ara darles la fonna usual que toman en el espacio físico, bastará
identificar el vector {i F u , i F í a , í F í í ) con el cam po eléctrico Et
(el factor i aparece a causa de la relación = * c í ) ; el pseudovec­
tor (F 23, F 31, F 12) con el cam po magnético H i , las tres primeras
componentes de (multiplicadas por c )con el vector densidad de
corriente Ui y la cuarta componente í» (dividida por i ) con la den­

292
4 2 . E c u a c io n e s R e l a t iv is t a s de la F ís ic a

sidad de carga Q, todo lo cual es correcto en virtud de los teoremas


de 41.1 .
Al tensor F i¡ se le llam a tensor cam po electrom agnético y a. s{
cuadrivector densidad de corriente. Para estudiar el efecto del campo
sobre una partícula hace 'a lta saber la fuerza a que el mismo la somete.
La hipótesis más simple cJe cómo esta fuerza puede estar form ada a
partir de F i ¡ , es poaer
(15) íi = P ilSi
y, efectivamente, procediendo así, las componentes espaciales de /{ re­
sultan ser las componentes de la fuerza de Lorentz, ya introducida en la
electrodinámica clásica. La cuarta componente debe ser un invariante
(teor. 1 del apartado 41) y efectivamente resulta igual, salvo un factor
constante, a /{ ( ¿ = 1 , 2 , 3 ) siendo Vi la velocidad de la partícula
(o sea, igual al trabajo p o r unidad de tiempo correspondiente a la
fuerza ft) .
Teniendo en cuenta (14) se tiene
(16) f i = Fij,F,jc_j! = {Fi},Fhk),k — Fn,,k Fhk
y como
F ih .k Fhk — ~ F h l,k Fhk = F ki.h F^k
y por tanto (aplicando las primeras ecuaciones (14))

Fih.it Fhk = — {Fih,k+ Fki,h) ^ = — — Fhk.i Fük — — — {Fhk Fhk),i


resulta
(17) U = Mik.k
siendo
1
(18) M ik = — FihFkh + — 5 « {FhmFhm)
4
el llamado tensor de impulso y energía del campo electromagnético.
Resulta así la fuerza como derivada de este tensor. Según el teorema
de 41.1 las componentes espaciales del mismo son también componentes
de un tensor: es el tensor de tensiones de Maxwell (Mih = E i Eh +
+ H i Hh — 1/i {E^ -f hih ; i , h = l , 2 , 3) . Las componentes M it
(i = 1 , 2 , 3 ) son las componentes del vector de Poynting (salvo el fac­
tor i / c) y el invariante M 44 es la densidad de energía del campo elec­
tromagnético ( 1/4 {E^ + H^))·
Vemos así cómo procediendo de m anera casi automática, formando
vectores y tensores en el espacio-tiempo, van apareciendo los elementos
fundamentales de la electrodinámica clásica.

5. Campo determinado por un tensor de segundo orden simétrico.


Consideremos finalmente el caso de un campo determinado por un
tensor simétrico hi¡ (10 componentes), caso que ha sido aplicado con
éxito para representar el campo gravitatorio. Por este motivo, como las

293
Ap u c a c io n e s de los T e n s o r e s C a r t e s ia n o s

ecuaciones del campo deben igualarse al tensor energía del espacio, in­
teresan los tensores de segundo orden simétricos que se pueden formar
con hij y sus derivadas parciales. Las posibilidades son varias. Con la
condición de ser lineales respecto de las derivadas segundas, los únicos
tensores posibles son los siguientes
(19) h i j ^uh i p ^p j +hj p^pi ; hpg^pgbn; hkk.ij ; hu^ittebu ■
Cualquier combinación lineal de estos tensores con coeficientes cons­
tantes, igualada a cero (o al tensor energía T i¡ del espacio) podría
servir, en principio, como ecuaciones del campo.
Si se impone la condición de conservación T j i j = O, esta combi­
nación lineal debe ser de la forma
(20)
~ (^ip,í>y + hjp^pi) + hpg^ M Si/ ] + Cj [ hkk.il
con Ci, Ci constantes; esta combinación, igualada a dará las ecua­
ciones del campo.
Si no se impone la condición de conservación, quedan más posi­
bilidades. Birkhoff, en su teoría de la gravitación (1943) , toma como
ecuaciones del campo
(21) h „ M = T i,
siendo T ij el tensor energía del espacio (nulo en el vacío).
U na vez obtenido el campo, por integración de (21) , Birkhoff
postula que la fuerza /i que el mismo engendra sobre un punto ma­
terial debe ser una función lineal de las derivadas primeras hi¡,k (cosa
natural si se interpretan las componentes h a como potenciales) y cua­
drática de las componentes del cuadrivector velocidad Vi del punto
(como ocurre en la relatividad general de Einstein) . Es decir, debe ser
de la forma
(22) fi ~ ^ [ k i + fcj hmm.i Sfci +
+ ki hjk,i + ks hjm,m 6aí + k^ hmm.i ?>jh ^ VjV)t
siendo m la masa del punto y ki constantes de las que se puede dis­
poner. Con la condición de ser ftVi = 0 (hipótesisnatural pues si
fi = m (P Xi / d y Dj = d x i / d s , la relación f i V i = - 0 esuna conse­
cuencia de ViVi = l ) se deduce que debe ser
(23) k i + ki = k i + k, = k3 + k i = 0
quedando todavía tres constantes ki arbitrarias. Birkhoff tom a Ati = 1 ,
¿4 = — 1 y las restantes ki nulas. Queda así como expresión de la
fuerza
(24) fi = tn (hij,k — hjk.i) v¡ vn .
Poniendo fi = m {d^ x ¡ / d ^ ) , v¡ = d x ¡ / d s , las expresiones (24)
se transform an en las ecuaciones del movimiento de un punto material.
Vemos que en este caso de un campo definido por un tensor simé­
trico las posibilidades de elección para las ecuaciones del campo, o las
ecuaciones del movimiento, son mucho más abundantes que en los casos

294
43. N o t a s y Com plem entos del C a p ít u l o EX

anteriores. L a teor'a d e Birkhoff mencionada explica bien los fenó­


menos gravitatorios, incluso los llamados tres efectos cruciales de la re­
latividad general de Einstein, pero es muy probable que con otros va­
lores de las constantis ci en (20) ó k\ en (22) se obtuvieran otras
teorías que tam bién explicaran los mismos fenómenos. Lo interesante,
desde el punto de vista del cálculo tensorial, es que el mismo suministra
un método para obtener todas las ecuaciones relativistas posibles de
carácter tensorial.
L a t e o r ía d e l a g r a v ita c ió n d e B i r k h o f f fu e p u b l i c a d a p o r su a u t o r e n
el t r a b a j o “ E l c o n c e p ’o m a t e m á t i c o d e tie m p o y g r a v ita c ió n ” . B o le tín d e la
S o c ie d a d M a t e m á t i c a i d e x ic a n a , vol. I , 19 4 4. D e s d e e n to n c e s l a i d e a h a sid o
e x p lo ta d a c o n é x ito p o r l a escu ela m e x ic a n a , p r i n c i p a l m e n t e g ra c ia s a I c í
t r a b a jo s d e G r a e f f F e 'n á n d e z y B a ra ja s . P u e d e n v erse ta m b ié n los tr a b a jo s
d e K u s T A A N H E i M O , “ S a m e rem arles o n th e g e n e r a l th e o r y o f B i r k h o f f ’, C o m m .
P h y s ic o - M a th e m a t ic a e , v o l. X V I I , n'^ 11, 1955 y “ O n t h e u se o f a g r a v i t a ­
t io n a l v e c to r p o t e n t i a l i n t h e re la tiv ity th e o r y o f B i r k h o f f ’, A n n . A c a d . S c ie n t.
F e n n ic a e , 1 9 5 7 , se rie A, n ? 228, así c o m o el d e H . W e y l , “ Howr f a r c a n o n e
g e t v n th a l i n e a r fielc t h e o r y o f g r a v i t a t i o n in f l a t s p a c e - tim e ? ” A m . J . o f
M a t h e m a ti c s , vol. 6 6 , 1 9 4 4 . P a r a u n a e x p o s ic ió n d e c o n j u n t o d e c a r á c t e r
a x io m á tic o , v e r G r a e f t F e r n á n d e z , “ L a te o r ía d e la g r a v ita c ió n d e B i r k h o f f ’,
S y m p o s i u m so b r e a l g u z o s p r o b le m a s m a t e m á t i c o s q u e se e s tá n e s t u d ia n d o e n
A m é r i c a la tin a [ P u n t a d e l E s te ( U r u g u a y ) ] , e d i t a d o p o r l a U N E S C O , 19 51 .

43. NOTAS Y C O M PLEM EN TO S DEL C A P IT U L O IX


1. T r a n s f o n n a c i o n e s q u e d e j a n in v a r i a n t e u n a f o r m a c u a d r á t i c a . H e m o s
v isto q u e las tr a n s f o rm a c io n e s lin e a le s o r to g o n a le s so n las q u e d e j a n in v a r ia n te
la f o rm a c u a d r á t i c a 2 ( ati — * ° i ) * , o b ie n , e n e x p re sió n d if e re n c ia l, l a f o r m a
q) = { d x ,r + ( d x , y - f . . . -I- { d X n )' .
I g u a l m e n t e , h e m o s d e f in id o las tra n s f o rm a c io n e s d e L o r e n t z c o m o a q u e lla s
tr a n s f o rm a c io n e s “ lin e a le s” q u e d e j a n i n v a r i a n t e la f o rm a
= { d x i Y + { d x , y + { d x , y - { d X iY .
V a m o s a v e r q u e , e n a m b o s e n u n c ia d o s , l a c o n d ic ió n d e s e r l a i tr a n s f o r ­
m a c io n e s “ lin e a le s ” es s u p e rf lu a . E llo es u n a c o n s e c u e n c ia d e l sig u ie n te
T e o r . 1 : Las transformaciones representadas por funciones derivables hasta

el segundo orden, que dejan invariante una forma cuadrática


(1 ) «p = a,y d x i d x ,
con coeficientes constantes y determinante | att \ simétrico y distinto de cero,
son lineales.
Demostración. Sea la transformación
( 2) X i — X t { x i , X t , , , , , X m) (t = l , 2 , . * . , n )

y s u p o n g a m o s q u e se c u m p la
aii d x ' t d x ', = at¡ d xi d x,
q u e p u e d e escrib irse
3 * '. d x ',
(3) aii — ----------------- dxk dx» = a», dx» dx»
Zx»
de donde
^ x ', d x ',
= a»
dx»

295
A p l ic a c i o n e s de lo s T e n s o r e s C a r t e s ia n o s

Recordando la regla p a ra m ultiplicar determ inantes, esta relación nos dice


Sx', * , ,
que I ati = I a\m 1 y por tanto
9 at»

(5 )
dXí
Derivando (4) respecto de x , , resulta
... dx'j , ay. s-x',
5— á--------------------------------------a-^
oxm oxh ox^axt "á-- á-------- ~
y también, por la pennutación h~> m h ,
... a**', d x ’, dx'. d ' x ’,
ox.óx„ 0*» dx, 9x»0Ar«
Restando (6 ) y (7) se obtiene, puesto que at¡ = a n ,
^x 'i d x ’, d x ’, S ' x ’,
à— d x „ 'Z----------;—
o x ^ d x , à-------- d X, 0x*9jr„= O
o bien, perm utando í -> ft-» í y sum ando con (6)
d^x', dx'j
"a—
d x^Oá-----
X, a-----
d x„ “ °
Considerando estas ecuaciones como u n sistema lineal homogéneo con los
coeficientes 3 x '> /3 x » , la condición (5 ) exige que sea
d ' x ’i
« o - — I----- = O
d xtd x,
y considerando estas ecuaciones como un sistema homogéneo con los coeficientes
a , j , siendo | ai> | O debe ser
d‘ x ’,
------------- = O
d Xl 3 x .
Estas relaciones obligan a que las funciones (2) sean lineales respecto de las
variables xi , lo cual es el teorem a enunciado.
2. La fórm ula de Gauss en el espacio-tiempo. El simbolismo del cálculo
diferencial exterior (2 2 .5 ) perm ite generalizar inm ediatam ente a un espacio
de cualquier núm ero de dimensiones las fórmulas de Gauss o de Stokes del es­
pacio ordinario.
En efecto, se puede dem ostrar, siguiendo u n camino que esencialmente
consiste cn la generalización de los empleados p ara los casos del espacio ordinario,
que si en un espacio de n dimensiones se tiene una variedad S de dimensión
fi que sea el contorno de otra variedad V de dimensión p + 1 , y si eo es una
form a diferencial de orden p definida sobre S , se tiene
(10) f (O f d(o
8 V
donde en el segyndo miembro el integrando es la diferencial exterior de la
form a to .
En 2 2 .5 vimos los casos particulares p = 2 (fórm ula de Gauss) y ^ = 1
(fórm ula de Stokes) del espacio ordinario de tres dimensiones.
Consideremos ahora el caso n = 4 , p = 3 . Si yi son los cosenos di­
rectores d e la norm al a la hipersuperfície S que lim ita el volumen V , el ele­
m ento de área (tridim ensional) de S se expresa p o r cualquiera de los cociente»
equivalentes

296
4 3 . N o ta s y C o m p le m e n to s d e l C a p ítu lo IX

dxx ! \ d dx· d x t A d x i A ¿Jf«


¿a =
Yi Y*
d x t A ÍAfí A dXi dxi A A dxx
t» y·
■tiálogos a los 2 0 .3 5 .
Por tanto, el flujo de u t vector ai a través de S será la integral de la
forma diferencial
1
at yt d a = — Eijn ai dx¡ A dx» A dxt
6
cuya diferencial exterior es a t t d x ¡ A d x , A d x i A d x t .
Por tanto, aplicando la fjrm u la general (10) resulta

(11) — S at etm d x, A d xt A d xt = f at.t dx¡ A dxi A dx·, A dxt, .


6 s V
Para aplicar esta fórm ula al espacio-tiempo basta tener en cuento que
x, = ic t y que la c u arta com ponente Ot del vector dado estam bién siempr
im aginaria pura, con lo cual se puede simplificar el factor i de ambos miembros
de (1 1 ), quedando una fórm ula entre elementos reales.
Para más fórmulas de este tipo y aplicaciones, ver A. S o m m e r f e l d , Ann.
der Physik. vol. 32 v 33 (1910).

297
CAPITULO X

TE N SO R E S E N GENERAL

44. TENSORES EN GENERAL. ALGEBRA TEN SO RIA L

1. Coordenadas curvüíneas. H asta ahora hemos estudiado los ten­


sores cartesianos. Para ellos, la ley de transformación de sus compo­
nentes por cambios de coordenadas cartesianas ortogonales está bien de­
finida, pero nada se dice de cómo se transformarán por cambios de
coordenadas más generales.
Las ventajas de la ley de transformación que define los tensores car­
tesianos es que las nuevas componentes se expresan de m anera lineal y
hom ogénea mediante las componentes en el sistema primitivo y, además,
que es transitiva, es decir, que verificando dos cambios de coordenadas
sucesivos se obtiene la misma ley de transformación que haciendo di­
rectamente el cambio del primer sistema al último. Se trata de ver
ahora si estas propiedades se pueden conservar para cambios de coorde­
nadas más generales.
U n cambio general de coordenadas estará dado por ecuaciones de
la forma
( 1) x'i i , X2 5 Xz f · · · 3 Xn) 5 (i — l > 2 , 3 , . . . , w )
siempre y cuando, en la región del espacio que se considere, este sistema
permita despejar las Xi en función de las x ' i , o sea,
(2) Xi = Xi (x 'i, x ' i , x 'i, . ■. ,x'n) , ( i = 1 , 2 , 3 , , n) .
En efecto, en este caso, cualquier punto quedará determinado tanto
por las X i como por las x ' i , puesto que las ecuaciones ( 1) y (2) per­
miten pasar de uno a otro sistema.
Para que sea posible invertir el sistema ( 1) pasando al (2) , en
una región suficientemente limitada de espacio, se sabe que es nece­
sario y suficiente que el jacobiano sea distinto de cero, o sea,
(3) ; = ^0 .
d ( x ' i ,x ' 2 , . . . ,x'„)
Las ecuaciones ( 1) y (2 ) son las que definen un cam bio general de
coordenadas.
Por ejemplo, al pasar de cartesianas (ati , *a) a polares (x'i = O, *'i = 0)
en el plano, las (1) serán

298
44. T e n s o r e s en G e n e r a ;. A lg ebra T e n s o r ia l

(4) x'i = (x' -i , *'» = are tg —


y la· (2)
< 4 )' Xl =

P ara pasar de cartesianas


x'sc(x
osj,x',Xt,,Xt) x'ismx{'ix\=Q,
X, =

a esférica»
.
* ’i = <p,
*'a = 9) en el espacio, resultan las fórmulas

(5) x'¡= (xi' + + AT,*)’/* , = a r c tg — ,


*1 Xtx',= are t g --------------------
y las inversas
Xí x'i x't x't
= cos sen
( 5) '
xt x\ x't.
=

=
* 'i sen x ' j sen * ' i
cos

2. Vectores contravariantes y covariantes. De (1) se deduce

(6) ^ dxjc .
dx/f
Esta ley de transformación, lineal y hcsnogcr.ea, para las diferen­
ciales, induce a establecer la siguiente
D e f . 1 : Se llama vector contravariante a un conjunto de n com­
ponentes u* (i = 1 , 2 , 3 , . . . , n) que por un cambio de coordenadas
(1) se transformen según la ’.ey

(7) u'‘ = ^ u» .
9 Xi
El prim er ejemplo de vector contravariante es el de componentes
d x i , llamado vector desplazamiento. Excepto para éste, que seguire­
mos representando por d x i , los vectores contravariantes se indican siem­
pre con un índice en la parte superior.
En el espacio ordinario, dividiendo (6) por d t (t = tiempo)
resulta que otro ejemplo de vector contravariante es el vector velocidad.
Análogamente, si V [x^, X2 , X3 , . . . . x„) es una función de punto,
por la regla de derivación de función de función, se tiene
dV _ dV dxt _ dxt dV
J a ~ J a ~ ~dl^
que también es lineal y homogénea respecto de las derivadas de V .
Tom ando (8) como modelo, se establece la siguiente
D e f . 2 : Se llama vector covariante a un conjunto de n componen­
tes Vi que por un cambio de coordenadas (1) se transformen según
la ley

(9) v'ü =
Vt .
Xi 9
Los vectores covariantes se indican siempre con el índice en la parte
inferior. El prim er ejemplo d e vector covariante es el (8) llamado

299
T en sores en G eneral

gradiente del escalar V . Interpretando V como una función poten­


cial, resulta; las fuerzas son vectores covariantes.
Observemos que para cambios de coordenadas cartesianas ortogo­
nales las definiciones actuales coinciden con las dadas para vectores car­
tesianos. Sólo que en este último caso las leyes de transformación re­
sultan las mismas para vectores covariantes o contravariantes. Por esto
tal diferencia no aparece para tensores cartesianos.
Para aceptar la definición anterior hay que demostrar que es válida
la propiedad transitiva. Consideremos, por ejemplo, el caso de un vector
covariante m , pues el razonamiento es general. Por el cambio de coor­
denadas Xi -> x'i se tiene (9) y por el nuevo cambio x'i -> x"i apli­
cando la misma regla, resulta
dx'

9 x"i
o sea, sustituyendo v'^ por su valor dado por (9) ,
dx'k dxit dxh
V"i = -------------------- Vh = ---------- Vh .
d x"i 0 x'k 9
Es decir, verificando sucesivamente los cambios Xi x'i y x'i x " i,
se obtiene la misma ley que debe aplicarse para el cambio producto
Xi x " i . Por tanto la definición dada de vector es consistente.
3. Tensores en general. Igual que para tensores cartesianos, la idea
de tensor general aparece como producto de vectores. Se tiene así:
*1 *2 ’
D e f . 3: Un conjunto de funciones de las va­
riables X i , se dice que son componentes de un tensor de orden p ■‘r q
p veces contravariante y q veces covariante, cuando por un cambio
de coordenadas (1) se transforma como el producto de p vectores con­
travariantes y q vectores covariantes, o sea,
( 10)
4 4 4 dxi ^ , , »
'"‘i '» · · · 'fl ·
Según esta definición general, los vectores son tensores de orden
uno. Igual que para los tensores cartesianos, debe observarse que la
importancia de los tensores en geometría y en mecánica estriba en la
propiedad evidente de que: si las componentes de un tensor son todas
nulas en un sistema de coordenadas (se dice que es el tensor nulo),
seguirán siendo nulas en cualquier otro sistema.
Por tanto, el hecho de anularse todas las componentes de un tensor
constituye u n a propiedad intrínseca del espacio, independiente del par­
ticular sistema de coordenadas elegido para su estudio.
Para d a r un tensor hay que dar sus componentes en un sistema de
coordenadas; las componentes en cualquier otro se calcularán luego por
las fórmulas (10) .

300
44. T e n s o r e s en G eneral. A lgebra T e n s o r ia l

4. Ejemplos de tensares, a) Para los tensores de segundo orden


se tienen tres posibilidades:
1. T ensor contravaricnte a**, cuya ley de transformación es

dxk dxi
2. Tensor mixto cuya ley de transformación es

(12) ■
dxh 9 x'k
3. T ensor covariante cuya ley de transformación es

(13)

b) Desde el punto de vista general de ahora, el símbolo de K ron ec­


ker es un tensor mixto. En efecto, una expresión analítica del mismo es

(14)
dXi
puesto que la derivada de una variable independiente respecto de otra
es siempre nula, excepto si es respecto de sí misma, en cuyo caso vale
uno.
De esta expresión se deduce que las n^ expresiones b’‘i son com­
ponentes de un tensor, pues por un cambio de coordenadas queda
dx'k dx'n dxH
8'*i = --- = --------
dx 'i d x , dx'i
que se puede escribir
dx'n d x i
dxh dx'i
lo que prueba que las b’^i son componentes de un tensor mixto.
c) Para ver si n”* cantidades son o no componentes de un tensor
hay que ver su ley de transformación por un cambio de coordenadas.
Sea por ejemplo Vi un vector covariante y consideremos las n‘ deri­
vadas parciales
(15) = ^ ( i , k = í , 2 , .. n) .
d xic
Queremos ver si ellas son o no componentes de un tensor. Siendo
por hipótesis Vi un vector covariante será
, dxh
= ------ Vh
dx'i
y por tanto
, dXh dxm
(16; v'i,H = - - - ■ , Vk + -x—rVh.m -^ -7-
9 x'i 9 x'h o x'i 9 x'k

301
T ensores en General

El segundo sumando es de la forma (13) , pero no el primero. Lue­


go; las derivadas parciales de un vector no son com ponentes de un tensor.
Tenemos así la primera diferencia fundamental entre los tensores ge­
nerales (a los que llamaremos simplemente tensores) y los tensores car­
tesianos, puesto que para estos últimos las derivadas de un vector son
tensores (apartado 3 5 ).
Permutando en (16) los índices i , k y observando que en el último
sumando hay que sumar respecto de h , m y por tanto se puede in­
vertir el nombre de estas letras, se tiene

(17) v'h.í = - To ' r + T~T T7T


0 Xk0 X i 0 X i 0 x^k
de donde, poniendo
(18) Vik = Vi^k — Vk.i
y restando (17) de (16) resulta
dxH d x „

o sea, las n^ funciones (18) son componentes de un tensor dos veces


covariante. Es el llamado rotor de V i.
d) Si se hace lo análogo para un vector contravariante , las
diferencias de derivadas parciales análogas a las (18) no resultan com­
ponentes de ningún tensor. Es decir; el rotor sólo tiene sentido parct
vectores covariantes.
e) L a definición de simetría o antisimetría es la misma que para
tensores cartesianos. Ünicamcnte hay que tener en cuenta que la misma
sólo tiene sentido para índices al mismo tiempo co- o contravariantes.
Es decir, no tiene sentido una simetría definida por ser a’‘i = a*s, puesto
que no siendo la diferencia a’‘i — a^k ningún tensor, puede ocurrir que
tal simetría tenga lugar en un sistema de coordenadas y no en otro.
/) Probar que si Ai¡ es un tensor antisimétrico, las expresiones
(19) Aij_k + Ajk,i + Aki.i
son componentes de un tensor antisimétrico respecto de los tres índices.
g) L a ley de transformación de los tensores permite hallar sus com­
ponentes en cualquier sistema de coordenadas cuando se conocen en
uno de ellos. Veamos un ejemplo.
Sea, para n = 3 , el tensor Ui¡ que en coordenadas cartesianas or­
togonales ( x i , X2 , Xs) tiene por componentes Uü = 1 (t = 1 , 2 , 3) ,
Uij = O (i j ) . Se desean sus componentes en coordenadas polares.
Poniendo x'i = o , x'^ = Q , x's = a , las fórmulas de transfor­
mación 17.3 son
Xl = Q sen O eos a , X2 = Qsen 0 sen a , Xj = e eos 0
y por tanto '

302
44. T ensores e n G e n e r a l . A l g e b r a T e n s o r ia l

3 Xl ^ 9 Xz Q 9 Xt «
------ = sen o cos a —------ = sen O sen a ------- = cos o .
a x\ d x 'i dx'i
De aquí, según (13), se deduce u'n = 1 .
Análogamente, calculadas las derivadas parciales respecto de x't
x'a y aplicando (13) s encuentra fácilmente que las restantes com­
ponentes u'ij son los e em entos de la matriz
1 O O
o Q" o
o o 0^ sen^ 0
5. Operaciones c o ü tensores. Las operaciones de adición o sus­
tracción y multiplicación de tensores, en este caso general, se definen
lo mismo que en el cas» de tensores cartesianos. Únicamente hay que
tener en cuenta:

a) Para la adición y sustracción los tensores deben tener las mismas


características de co- y contravariancia, sumándose o restándose, entonces
las componentes homólogas.
Por ejemplo la suma de y b^jic es el nuevo tensor
c*ik — a*jk b*jii .
b) Para el produc'.o, los tensores pueden ser cualesquiera y el re­
sultado es un nuevo tensor cuyos órdenes de co- y contravariancia son
las sumas de los órdenes respectivos. Por ejemplo el producto de
por b'’m es el tensor de componentes = a*¡ti b’'m .

6. Contracción de índices. Solamente es válida para un índice


contravariante y otro covariante. Es decir, no se pueden contraer dos
índices contravariantes o dos índices covariantes.
Consideremos por ejemplo las n® componentes de un tensor
y formemos las n sumas = a*^j (el índice j sumado de 1 a n) .
Afirmamos que estas 6* son componentes de un tensor (en este caso
particular de un vector). En efecto, basta ver la ley de transformación:

dXh d x k d x j = idXh
r - oXh ‘‘ ·
En cambio, por contracción de índices de la misma clase no se
obtiene ningún tensor. Por ejemplo, las n componentes a^^j¡ obtenidas
dcl mismo tensor anterior no son componentes de un vector, como se
deduce inmediatamente de su ley de transformación.

7. Invariantes. Análogamente, como para el caso cartesiano, un


invariante o escalar respecto de cambios generales de coordenadas de

303
T ensores en G en era l

la forma (1) , es una expresión que toma la misma forma en cualquiera


de ellos.
Por ejemplo, con dos vectores m* , Vi uno contravariante y otro
covariante, se puede formar el producto escalar S = u* V i, que es un
invariante, puesto que por un cambio de coordenadas es
(20) S' = u'* v'i = 4 - ^ Vh = 6’*! Vh = Vi = S .
d x i 9 ATi
Obsérvese que si los dos vectores son de la misma clase, covariantes
o contravariantes, el producto escalar no está definido, pues las expre­
siones Ui Vi o u* V* no son invariantes, como es fácil comprobar y
como resulta del hecho general mencionado en el número anterior de
que no se pueden contraer índices de la misma clase.
En cambio, si por contracción de índices de un tensor o de un pro­
ducto de tensores se llega a hacer desaparecer todos los índices, el re­
sultado es seguro que es un invariante.
E jem plo:
Ya hemos visto que la velocidad v* es u n vcctor contravariante y la
fuerza /< un vector covariante. El producto contraído /< a ' será u n invariante.
Efectivamente es la potencia.

8. Criterio para reconocer el carácter tensorial. El criterio para


reconocer el carácter tensorial (ley del cociente) dado en 35.6 vale lo
mismo en el caso general. La situación de los índices resulta dada por
la que tienen en el tensor arbitrario por el cual se multiplica y en el
tensor producto. Así, por ejemplo, si se tienen componentes
(* 5 i j ^) que no se sabe si son o no componentes de un tensor, pero
los productos contraídos a ( i , j , k) Vjk = son siempre componentes
de un vector, cualquiera que sea v¡k, se puede afirm ar que a { i , j , k)
es un tensor de la forma «i . La demostración es completamente aná­
loga a la del caso cartesiano.

9. Pseudotensores o densidades tensoriales. La definición de


pseudotensor (apartado 37) se generaliza al caso de cambios generales
de coordenadas (1) , (2) de la siguiente m anera:
1 ti i
D e f . 3 : Un conjunto de componentes i\s\. · · i^ se dice
que son componentes de un pseudotensor o densidad tensorial p veces
contravariante y q veces covariante, cuando por un cambio de coor­
denadas (1) se transforma por las mismas fórmulas (10) válidas para
un tensor de las mismas características, excepto que en el segundo miem­
bro aparece como factor el jacobiano ( 3 ) de la transformación de coor­
denadas.
En esta definición van incluidos los pseudotensores de orden cero
o pseudoescalares, llamados también densidades escalares; serán las ex-

3U4
4‘. T e n s o r e s e n G e n e r a l. A lg e b r ü T e n s o r ia l

presiones ^ que por u n ;ambio de coordenadas (1) se lansforman


cn siendo J el jacobiano (3) .
A veces se consideran también pseudotensores de peso P , enten­
diendo por ello que la ley de transformación cs la misma interior ex­
cepto que el jacobiano está elevado a la potencia P (enters positivo o
negativo). P ara P = O se tienen los tensores y para P = 1 los llama­
dos simplemente pseudoteniores o densidades tensoriales de la definición
anterior. Para P = — 1 st llaman capacidades tensoriales.
E jem plos:
1. Un razonamiento análogo al hecho en el caso cartesiano (37.2)
para el desarrollo de un determinante permite escribir la icentidad

o sea
^x^ dx^

lo que prueba que los símbolos de Levi-Civita · · · * „ · definidos


igual que en el caso cartesiano, son componentes de una capacidad ten­
sorial o pseudotensor covariante de peso —1.
Los mismos símbolos pueden actuar como densidades tensoriales o
pseudotensores contravariantes de peso + 1 , y entonces se escriben
En efecto, basta observar que siendo el jacobiano de la trans­
formación inversa igual a la inversa del jacobiano, análogamente a la
prim era fórmula anterior se tiene

dXi^'"dXi^
de donde, multiplicando ambos miembros por / , resulta el enunciado.

2. Sea a n un tensor covariante cualquiera tal que el determinante


de sus componentes sea distinto de cero, o sea, a = | [ ¥· O. Por un
cambio de coordenadas es
3^* dxit
(21) a' = \a'n\ = ahk = p a
dx'i dx'i
es decir: el determinante d e un tensor covariante de segundo orden es
un pseudoescalar de peso 2 .
De (21) se deduce
(22) = t v V = ± ; v ”í
o tea: salvo la indeterminación en el signo, la raíz cuadrada del deter­

305
T ensores en G eneral

minante de cualquier tensor covariante de segundo orden es un pseudo­


escalar o densidad escalar.

3. La única componente estricta de un tensor covariante total­


mente antisimétrico de orden n es una densidad escalar. En efecto
d X f dX f ^x^
(23) a’„ , ^ =

= J ^12 ... n ·

4. La im portancia de las densidades escalares es que ellas forman


los integrandos de los invariantes integrales. En efecto, si A es una
densidad escalar, teniendo en cuenta que por un cambio de variables es
A' = J A y que por la regla del cambio de variables en integrales m úl­
tiples es d x i A d x¡ A . . . A dx„ = ] dx'i A dx'^ A . . . A d x 'n , resulta
(24) J A' dx\ A dx'z A . . . A dx'n = f A dx^ a dxz A . . . A dxn
lo que prueba que se trata de un invariante integral.

5. La ley de contracción de índices vale lo mismo para tensores


que para pseudotensores. Por ejemplo, en un espacio de 4 dimensio­
nes, a partir de un tensor Ui¡ se puede formar el pseudoescalar (o
densidad escalar)
(25)
y el pseudotensor
(26) e*^'‘”*Uij .

6. Obsérvese que si bien para pseudotensores cartesianos (apar­


tado 37) el producto de pseudotensores es un tensor, en el caso general
no ocurre lo mismo, sino que: el producto de dos pseudotensores de
pesos respectivos p , q es un pseudotensor de peso p + q .

10. Tensores y pseudotensores obtenidos por derivación ordinaria.


Aunque la derivada parcial ordinaria de un tensor o pseudotensor no
da en general lugar a un nuevo tensor ni pseudotensor, hay ciertas com­
binaciones de derivadas ordinarias que conservan el carácter tensorial.
Varias de ellas ya las hemos visto precedentemente como ejemplos de ten­
sores en el 4 4 .4 , pero de todas maneras es útil tener reunidas a las
pnncipales. La demostración se realiza en cada caso por simple veri­
ficación de que, efectivamente, la ley de transformación es la que co­
rresponde según el enunciado.
a) A p artir de un escalar qp, las derivadas parciales (p,í son com­
ponentes del gradiente (vector covariante).

306
44. T ensores en G en era l, álgebra T e n s o r ia l

b) A partir de un v ector covariante U{, se obtiene el rotor


(27) rn = « u — U jj .
c) A partir de u r tensor covariante antisimétrico de segundo o ter-
[XT orden se obtienen respectivamente los tensores

(28) ^ ’
^iikm — Unic,m "t" UkniJ ·
Estas expresiones se llaman también los rotores de Ui¡ y «i/s ; ellas
íon fácilmente generalizables a tensores covariantes antisimétricos de
cualquier número de índices.
d) De un tensor totalmente antisimétrico *¡¡ ■ · · *„ orden
sea igual a la dimensión del espacio, su única componente estricta Ui2 ,..„
cs una densidad escalar (4 4 .9 , ejemplo 3) .
e) Si "» es un pseudotensor contravariante totalm ente anti­
simétrico, su divergencia
(29)
cs otro pseudotensor totalm ente antisimétrico. Análogamente, de un
pseudovector contravariante H* se deduce la divergencia que
es un pseudoescalar.
En este caso e) la demostración es un poco más complicada. Se
puede llevar a cabo utilizando la fórmula (30) de los ejercicios.
Para otros tipos de tensores o pseudotensores u otras combinaciones
entre sus derivadas ordinarias, el resultado no tiene, en general, carácter
tensorial. Ello obliga a definir una nueva operación (derivación cova­
riante) que veremos en el apartado siguiente.

EJER C IC IO S
1. Probar que 6*· = n (n = dimensión del esp a c io ).,
2. Probar, viendo su ley de transform ación, que si u i/ es u n tensor, u<i
no es ningún invariante. En cambio si el tensor es o*/, probar que v \ sí es
un invariante.
3. Si las componentes de u n vector contravariante cn coordenadas car­
tesianas ortogonales son u' = x ¡ , u’ = ati , u' = x t , hallar sus componentes
en coordenadas esféricas.
4. H allar las componentes en coordenadas cilindricas del tensor cova­
riante cuya» componentes en coordenadas cartesianas ortogonales son los ele­
mentos de la m atriz unidad.
5. Probar que si se tiene el sistema de ecuaciones
a*',
--— a» = 6, (t = 1 , 2 , ·. , n)
o»*
de ellas se deduce

307
T en sor e s en G eneral

6. Probar que el producto de dos pseudotensores de pesos pi y pt es


UI pseudotensor de peso pi + p t .
7. Probar que el producto de u n tensor p or un pseudotensor es un pseudo­
tensor.
8. Probar las propiedades de la contracción de índices y la ley del co­
ciente para pseudotensores.
9. Si se verifica
dx\ dx’,
b'> = ------------ - a»
9 X* dx.
demostrar que

dx', dx'.
10. Siendo / el jacobiano (3 ) , probar que
d j dx, d‘ x \
(30) ^ = - J .
d X, 9x', d x , d Xi

45. D ERIVA CIÓN C OVARIAN TE

1. Derivación covariante de vectores. Ya vimos en el ejemplo


«■) del 44.4 que las derivadas parciales ordinarias de un vector no son
componentes de un tensor. Lo mismo ocurre para cualquier tensor; sus
derivadas ordinarias no son, en general, componentes de ningún tensor.
Se presenta por tanto el problema de ver si es posible generalizar la
operación de derivación parcial de m anera que, aplicada a tensores, dé
como resultado nuevos tensores. A esta nueva operación se le llama
“derivación covariante”.
La condición esencial que se impone a esta derivación covariante
para que el cálculo diferencial correspondiente no difiera mucho del
ordinario, es la contenida en el siguiente
P o s t u l a d o ; Para la derivación de un producto debe valer la mis­
m a regla que para la derivación ordinaria.
Consideremos en prim er lugar un vector contravariante ti*. De
su ley de transformación

9 Xh
se deduce que las derivadas pjirciales= 9 «V9 x¡t se transforman
según la ley

(1) u'*l·--------- u* I -1- -----------


dXH dx'n d xi d xH d x ’n
que no es la de los tensores.
Se trata de ver si es posible añadir algo, lo más sencillo posible,
a las derivadas ordinarias u*,s para que el resultado sea un tensor. El
térm ino para agregar puede depender de las coordenadas Xi del punto
en que está aplicado el vector y del vector mismo u * . Por razón de

308
45. D e r iv a c ió n C o v a r ia n t e

simplicidad ensayem os el caso en que dependa linealmente de las com-


IKjnentes m* , es d ec ir el caso en que el término para agregar a las
derivadas parciales m*,* sea de la forma F* u * , donde elíndice * va
sumado de 1 a « y 1^ F* son funciones de las x«, a las que se han
puesto de m anifiesto lo> índices i , k que indican que se trata del tér­
mino que hay que a ñ a d r a la derivada .
Indiquemos p o r u'-,r¡ a la suma obtenida
(2) M* i = u\k + r* ui
Las n® funciones pueden ser arbitrarias, con tal de que la
expresión (2) sea u n tensor, para el cual se quiere que el índice k sea
un índice de covariancia; de aquí el nombre de derivación covariante.
En consecuencia debe ser un tensor mixto. Esta condición nos
dará la ley de transform ación de las funciones 1^‘ . En efecto, si *
debe ser un tensor mixio, su ley de transformación debe ser
d x ' i d Xl dx 'i d Xl
(3) u'* * = -------------- u* , = --------------- («»,, + P* «O
dxh d x\ dXk d x'ii
y por otra parte, segur. (2) y (1) ,
... ,, d x 'i dxi d^x'i dxi ^ x'i .
(4) U'* fc = --------------u*,i + ---------------------M* +
9 xi, 9 x's d x i d x h d x'n 9 Xh
Igualando (3) con (4) y arreglando los índices para sacar factor
común M* , lo cual es posible puesto que para ello sólo hay que cam­
biar el nombre de índices que indican suma, se tiene una expresión que
si debe ser nula p a ra cualquier vector u* (o sea, las deben servir
para cualquier vector) , debe tener nulos los coeficientes, o sea,
9x,
d X l d X?, d x'k dXh d Xm d x'k
De aquí, multiplicando por 9 Xh/d x ' , y sumando respecto d e h ,
resulta
d x 'i d Xl d x j, x 'i d Xl d Xh
(5)' Ptic
* = ---------------------
/N . ^ . ^17
P » --- ----------------------------- '
9 Xm 9 x'k 9 x 'i '■* d x i d x h d x'k d x's
que nos da la ley de transformación de las ·
En resumen: siempre que se tengan n“ funciones que por un
cambio de coordenadas se transformen según la ley (5) , las expresiones
u*;k definidas por (2) serán componentes de un tensor mixto de se­
gundo orden, cualquiera que sea el vector contravariante .
D e f . 1: Al conjunto de n* funciones F* con la leyde transfor-
jK
mación {S) , que no es la de los tensores, se le llama conexión afín del
espacio y son las com ponentes de la conexión.
D e f . 2: A la expresión

309
T en sores en G en era l

(6) «S* = «'


que es un tensor mixto de segundo orden, se le llama derivada cova­
riante del vector u* respecto de la conexión 1^*.
Indicaremos siempre la derivada ordinaria por una coma y la de­
rivada covariante por punto y coma.
Ya obtenida la derivada covariante de u* consideremos el pro­
ducto hu* , siendo h un escalar cualquiera. Por ser este producto tam ­
bién un vector contravariante, será
(7) (A«‘),fc + i;* A u /
Pero según el postulado admitido sobre la derivación covariante de
un producto, debe ser también
[hu^).je = h-iiU* + = A;)fcU* + Am* + .
Comparando con (7) y puesto que m* es cualquier vector contra­
variante, resulta que debe ser h-,h = h ^ , o sea:
L a derivada covariante de un escalar coincide con la derivada par­
cial ordinaria.
Este resultado está justificado, puesto que siendo ya la derivada
ordinaria de un escalar un vector (el gradiente), toda complicación sería
artificial.
Pasemos ahora a hallar, con la misma conexión F* la derivada
’ Ik
covariante de un vector covariante V i. Para ello tomamos un vector con­
travariante cualquiera y consideramos el producto escalar S = u^v,.
Por ser este producto un escalar, deberá ser
(u* Vi),i = (m< Vi).,t
y según ei postulado referente a la derivación covariante de un producto,
(8) Vi -1- u* Vi;jc = u\k Vi + w*
o bien, según (6)
(«* k + ui) Vi -1- u* - u\k Vi - u* Vijt = O
o sea

Como u* es arbitrario, resulta de aquí,


(9) v j f t = V j j t - I^‘ Vi

Esta expresión es un tensor dos veces covariante, como resulta apli­


cando la ley del cociente al prim er miembro de (8) , que es un tensor,
cualquiera que sea el vector «* y cuyo prim er sumando también es
siempre un tensor.
D e f . 3: Al tensor definido por (9) se le llama derivada covariante
del vector Vj respecto de ia conexión .

310
45. D e r iv a c ió n C o v a r ia n t e

Observación. L a ley d e transformación (5) p ara las componentes de una


conexión afín p u e d e escribiise en otra form a que es m uchas veces útil. En
efecto, derivando p arcialm en te respecto de x \ la expresión
d x ', d x . _
dxm dx',
resulta
d’ x ' , Zx, dxn d x ', 3 'a t.
d x m d x , dx', d x', d X . d x ’, d x ' ,

con lo cual (5 ) p u e d e escrbirse


/ ^ X k dx, d 'x . \
(9 )' r " = ( -------------- r » H----------------- )
'» V a t'. dx't dx'. Zx't) dxm

2. D erivación covariante de tensores. Veamos ahora cómo se pue­


de obtener la derivada covariante de un tensor cualquiera, siempre res­
pecto de una conexión dada T *. Empecemos por un tensor de segundo
orden t i j . Si m* , son dos vectores contravariantes, sabemos que la
suma ti) M* v> es un escalar (o sea un invariante). Por tanto su deri­
vada parcial ordinaria
tij.hV * Vf -I- t i j U\ i ¡ v f -f- t i j U* V*jt
debe ser isjual a la covariante, que. sesnin el postulado admitido sobre
la derivación covariante ce un producto, resulta ser
(10) tij-kU^vi 4- tijuK,y_v^ + =
= tij;TeU* V> -1- tij [u*,» -1- m’*) -Fíiy u* {v\k + .
Igualando estas dos derivadas y arreglando los índices de suma-
ción para que se pueda sacar factor común m* , resulta
(11) (Í</,S + + íi» i ; r “ = o ·
Como Í4Í M* es un escalar cualesquiera que sean los vectores m*
v^, la últim a igualdad debe verificarse también cualesquiera que sean
estos vectores, y por tanto debe ser
(12) tij.,Tt = tijj, — T^thj — ' ^ tim
que es la expresión buscada p ara la derivada covariante de tij respecto
de la conexión afín F,*.
JK
Las n® derivadas covariantes ta-jc son componentes de un tensor.
En efecto, las n cantidades (10) son las componentes del vector cova­
riante F.fc si representamos por F el escalar m* v^ . Por otra parte,
los dos segundos sumandos de (10) son también tensores covariantes
de prim er orden, y por tanto las expresiones ta-.^u* v< son componen­
tes de un vector covariante. Como esto vale cualesquiera que sean u*
v’ , la ley del cociente nos dice que las ta-n son efectivamente com­
ponentes de un tensor tres veces covariante.

311
T en sores en G e íe r a l

El mismo método permite hallar las derivadas covariantes de los


tensores de segundo orden de los tipos restantes, a saber
í«/,s = + r ‘ í'i + r
hk h*
(13)
t* = t* + r* - r* t*
hk i Ik h

El procedimiento sirve también para hallar la derivada covariante


de cualquier tensor. Basta multiplicarlo por vectores convenientes para
obtener un escalar y aplicar luego el hecho de que para un escalar la
derivada parcial «ordinaria y la covariante coinciden. El resultado gene­
ral es el siguiente:
L a derivada covariante de un tensor es igual a la derivada parcial
ordinaria a la cual se le suman o restan términos que contienen la cone­
xión r* que sirve para la derivación parcial con uno de los índices
contraído, según la siguiente fórmula:
i ...i i ...i r i ...I hi ...i 1 i ...*
(14) t =t
- l - 2 r ‘. í -S r^ í
A -/,:. o- “ í .··^
De la misma m anera que para tensores de segundo orden, se de­
muestra el hecho fundamental de que las derivadas covariantes de un
tensor son siempre com ponentes de otro tensor con un orden más de
covariancia. En este hecho radica la ventaja de la derivación covariante.
Notas. I. Obsérvese que la derivación covariante exige haber dado una
conexión F ' con respecto a la cual se obtienen las derivadas. C on otra co­
nexión, las derivadas covariantes son otras. N o tiene sentido h ablar de derivada
covariante de un tensor si no se especifica la conexión que h a servido p ara
obtenerla.
2. Por sucesivas derivaciones covariantes se tiene u n m étodo p ara ir for­
m ando nuevos tensores de m ayor orden a p artir de u n tensor dado y de una
conexión dada. Cuando un tensor tiene índices contravariantes, existe tam bién un
m étodo p a ra obtener otros tensores de orden menor. Basta derivar covariante­
mente respecto de un índice y contraerlo luego con u n índice contravariante del
tensor. Por ejemplo, a p artir de t*' se puede obtener el vector , y de este
todavía el escalar n . Obsérvese que otro vector sería t*’¡ < y otro escalar

3. Derivación covariante de densidades tensoriales. Consideremos


primero una densidad escalar H . Siempre se puede considerar como
la única componente estricta H , 2 ...n de un tensor covariante de orden
n totalm ente antisimétrico cuyas restantes componentes se
definen por ser iguales a H excepto en el signo, que será positivo o
negativo según que la permutación de los índices sea par o im par com­
parada con la (1 . 2 , . . . , n) .
Vamos a demostrar que, efectivamente, las <2 · · · ‘n
nidas son componentes de un tensor covariante. Según la definición es

312
45. D e r iv a c ió n C o v a r ia n t e

(1 5 )

donde el último fa c to r indicai! signo de la permutación (í'i , t‘2, . . . , t„)


comparada con la ( 1 , 2 , . . , n) . Por otra parte, el determinante
jacobiano (4 4 .3 ) se puede scrib ir en la forma
^ * 4 dx, ,z 1 ; V
/ - 1 2 » ^^ · · · ^" \
^ a x ', a x ', ' · · a x ',
1 2 n
con todas las ; sum adas d e 1 a n y las i no sumadas.
Hagamos ah o ra el camb¡> de variables Xi -> x' i en (15) . Siendo,
por hipótesis, H u n a densidai escalar, será

dx. dx. . .
_ / h · · · }»\ / »1 · · · *n \ „

dxj dx^

0 X ', 0 X ',
l n
lo que prueba que las ... obtenidas a partir de H según la
fórmula (1 5 ) son componentes de un tensor covariante.
Por tanto, como ya se conoce la derivación covariante de tensores,
será

H ; i — H i 2 · ■ · n ; k — H 12 . · · n ,» ^ -Í^ 1 2 · · · · · · * ~

puesto que H 1 2 . . . · · · n sólo es diferente de cero cuando m = h .


En el último término, el índice h , por estar repetido, se entiende su­
mado de 1 a n .
El resultado es una densidad vectorial, puesto que siendo H a . .
componente de un tensor, su ley de transformación es
dx. dx, 0 X, 0 X
fl f1%
H',, = H ', , . . — _ _ H ,, Í3 . . . =

_ T 3 x « „ _ T 9 ^ « „

U n a vez obtenida la regla (16) para la derivación covariante de


densidades escalares, es ya fácil obtener la correspondiente a cualquier
densidad tensorial. En efecto, si T'." es una densidad tensorial, divi­
diendo cada componente por uina densidad escalar fija H los cocientes

313
T X N SO R K S E N G r ifE R A L

serán componentes de un tensor t'.“ , de ¡guales características de co- y


contravariancia que la densidad tensorial de partida, como se deduce
inmediatamente de la ley de transformación. Por tanto, siempre se
puede poner
t ::: = h c :
siendo H una densidad escalar y i'.", un tensor. De aquí, por deri­
vación covariante
(17) r::.% = H,^ c : + h r .:,= h ., t:r. -f h r;:r

Es decir: la derivada covariante de una densidad tensorial es igual


a la expresión qve se obtiene derivando com o si fuera un tensor, menos
el producto d e la densidad tensorial por .

EJER C IC IO S

1. Siendo <*' u n tensor y d ad a u n a conexión afín calcular las de­


rivadas covariantes segundas y las contracciones .
2. Comprobar que 5*y¡» = O p a ra cualquier conexión.
3. Para n = 3 , probar que 8*'*¡«, = O p ara cualquier conexión.
4. Conocida la ley (16) p ara derivar densidades escalares,probar que la
derivada covariante de una capacidad escalar S (pseudoescalar de peso — 1
( 4 4 .9 ) ) debe ser
S;» = 5 .. 4- r ; 5 .
5. A p artir de ( 9 ) ' probar la relación

F* = r » -I-
dx’, dx’,
siendo / el jacobiano de la transformación.
6. D em ostrar que p a ra que se cum plan las mismas propiedades impues­
tas a la derivación covariante de pseudotensores, si se tra ta de un pseudotensor
S I " de peso p , su ley de derivación covariante debe ser la misma que para
los tensores, añadiendo al final el sum ando — p S " ', . El caso de pseudo­
tensores ordinarios o densidades tensoriales corresponde a p = 1 , y el caso del
ejercicio 4 anterior a p =: — 1 .
7. Probar que si * r ‘ son dos conexiones definidas en un mismo
espacio, la diferencia T* = P — *r* es un tensor.
8. Probar que la suma de conexiones afines no es, en general, otra co­
nexión afín. S¡ r * , * r* son conexiones afines, dem ostrar que la combinación
1^*1]', (X , tí constantes) solamente será o tra conexión afín si X + n = 1 .
(Basta ver la ley de transform ación p or cambios de coordenadas.)
9. P robar que si es una conexión afín, tam bién lo es r = r (co­
nexión traspuesta de la p rim era). O bservar que las derivaciones covariante»
respecto de am bas conexiones no son, en general, iguales.
10. Probar que

314
4 6 . E s p a c io s de C o n e x ió n A f ín

rk = r ' ih- r* k*
es un vector.
11. Probar q u e la le y d e transformación (5 ) es transitiva; es decir, si por
un nuevo cambio d e v a riab as x ', -> x ' \ es
Zx", de', dx\ d’ x", dx’, dx\
jr"* — ------------ — r* — ------------------ ------ ,
·* 0 a:'« 0 c " t 0 x". *' 3 a:', 0 Jc'» 3 x " t 0
tam bién se verifica q u e
d^x", dx dx„ d^x", dx, 0*,
r " ‘ = --------------------------- T" —
·* dx^ d x ', d x". »· d x . d x , d x ’\ 0
12. D ado un cam p o <É vectores contravariantes X* se llam a derivada de
Lie de un vector c o n tra v a riin te u' respecto del cam po X* a la expresión
(1 8 ) 2 u ‘ = X* u ‘.» - V.» «* .

A nálogam ente, p a ra u i vector covariante v, es


(19) = X’' v,,k + Vh ·
X
L a derivada de Lie le un tensor cualquiera se deduce de las exposi­
ciones anteriores considerándolo como un producto de vectores.
D em ostrar que los segindos miembros de (18) y (19) son vectores.

46. ESPACIOS D E C O N EX IÓ N A FÍN

1. Espacios de conexión afín. Hemos visto que para definir una


derivación covariante de vectores o tensores hace falta conocer las com­
ponentes de u n a conexión afín del espacio. Es decir, debe darse,
junto con el espacio, este conjunto de n® componentes.
D e f . 1 : U n espacio, junto con las componentes de una conexión
afín, se dice que es un espacio de conexión afín.
Ya vimos que las no son componentes de ningún tensor. En
cambio, de la ley de transformación 45.5, se deduce que las diferencias
( 1) =
son componentes de un tensor. Se llama tensor d e torsión del espacio.
Si este tensor es nulo, es ]^‘ = y el espacio se llama de conexión
afín simétrica.
O tro tensor muy im portante del espacio se obtiene buscando las
condiciones para que las derivadas covariantes segundas sean indepen­
dientes del orden de derivación. Sea un vector; sus derivadas «S»
son las componentes de u n tensor mixto. Por tanto su derivada cova­
riante respecto xi será (siegún 4 5 .6 y 45.13)
(2) u V , = u\u + «0 “

Análogamente, invirtüendo el orden de derivación, resulta

315
T ensores en G eneeal

u*.,ik = m'.is ^ ~

® - ( “ ‘^ + 1;; “ O I?.
y por tamo, restando miembro a miembro y teniendo en cuenta que
los índices distintos de los i , l , k son índices que incücan sumación y
que por tanto se puede cambiar su nombre convenientemente, resulta
W «Vi - «Sifc = R ] i y - i*
habiendo introducido la notación
(5)
Las n' funciones R^jik son componentes de un tensor. En efecto,
en la igualdad (4) , tanto el prim er miembro como T \ i m*,* son com­
ponentes de tensores, cualquiera que sea el vector ; por tanto, según
la ley del cociente, las serán componentes de un tensor de cuarto
orden, una vez contravariante y tres veces covariante. Se llama el
tensor de curvatura del espacio.
Si se parte de un vector covariante, y j , se obtiene análogamente
(6) yj¡n — Vi-n = R^m vj, — yj¡* .
Resulta así el siguiente
T eor . 1; En general no se puede invertir el orden en la deri­
vación covariante. Para que las derivadas covariantes segundas de cual­
quier vector sean independientes del orden de derivación es necesario
y suficiente que los tensores de curvatura y de torsión sean nulos.
Si en vez de vectores se considera un tensor cualquiera, un cálculo
fácil prueba que también las condiciones anteriores son las necesarias y
suficientes para que se pueda invertir el orden de derivación para un
tensor cualquiera.

2. Paralelismo de vectores. En un espacio de conexión afín no


está definida una métrica, es decir, no se puede hablar de “distancia”
entre dos puntos. Sin embargo se puede definir un paralelismo entre
vectores.
D ef.
2: U n vector u* se dice que se ha desplazado por parale­
lismo del punto Xk al punto + d x k , cuando los incrementos du^
de sus componentes cumplen las condiciones
(7 ) du* + V^lu<dxk = Q ( í = 1 , 2 , 3 , . . . , n)

Si el vector es covariante, las condiciones de paralelismo son


( 8) dvi - Vj dxk = O (í = 1 , 2 3 . . . , n) .
Por esta razón a los espacios de conexión afín se los llama tam ­
bién espacios con paralelismo.
Parecería que las condiciones anteriores de paralelismo son arti­
ficialmente complicadas y que, por analogía con el caso cartesiano, bas­

316
4 6 . E s p a c io s de C o n e x i ó n Arfa*

taría definir en cualquier espacio y en cualquier sistema de coordena­


das como condiciones de >aralelismo las du' = O (o sea, definir que
un vector se desplaza paalelam ente a sí mismo, cuando sus compo­
nentes se m antienen consantes). Sin embargo, esta definición no es
admisible, puesto que no siendo las dú^ componentes de un vector
(por cambios generales di coordenadas) podría ser que las condicio­
nes du* = O se c u m p lica n en un sistema de coordenadas y no en
otro; es decir, se trata ría d e un paralelismo dependiente del sistema
de coordenadas. E n carnlio, en las ecuaciones (7) , (8) los primeros
miembros son vectores (piesto que equivalen a dx^ y Vi¡k dxk res­
pectivamente) y por tant» su anulación es independiente del sistema
de coordenadas.
Si se quiere trasladar } o r paralelismo un vector u* desde un punto
A a otro B del espacio, e necesita conocer la curva y a lo largo de
la cual se realiza el desplaiamiento. Entonces, si la curva y tiene por
ecuaciones param étricas >ie = xi¡ (t) , sustituyendo en (7) tendremos
un sistema de ecuaciones diferenciales ordinarias para determ inar las
funciones u*{t) . El valoi de estas funciones para el valor de f co­
rrespondiente al punto B nos dará las componentes del vector tras­
ladado.
En general el resultado depende del camino y . Para que sea in­
dependiente del mismo, las du* del sistema (7) deben ser diferencia­
les exactas y, por tanto, deben cumplirse las condiciones
3 (r> o

dxi dxk
o sea, desarrollando y teniendo en cuenta que de las ecuaciones (7)
se deducen los valores de las derivadas parciales u*,s = — re­
sulta
I'i _ I'i Y I yh = p i _ p i p / y li
'■jh hl il hk ·
Pasando todo a un miembro, dando a los índices que van sumados
el nombre conveniente y teniendo en cuenta (5) , esta condición se
puede escribir
R,‘„ “ ' = o ·
Estas condiciones, p ara todos los valores de i , l , k , son las que
deben cumplirse para que «1 paralelismo no dependa del camino para
el vector particular «*. Si se quiere que el paralelismo no dependa del
camino para cualquier vector, deberá ser = O . Tenemos, por tan­
to, el siguiente
T eor . 2: L a condición necesaria y suficiente para que el parale­
lismo sea independiente del cam ino es que sea nulo el tensor de curva­
tura del espacio.
Cuando es nulo el tenscor de curvatura, se dice también que es nula
la curvatura del espacio.

317
T ensores en G eneral

3. Propiedades del tensor de curvatura. E ntre el tensor de cur­


vatura
(9\ R* = r ‘ - r* + r*ik r*
■“ yil '-jk.l ht - r‘■)l
* nhk

y q1 de torsión
(10)
hay ciertas relaciones notables que conviene señalar.
Por simple comprobación directa se obtiene
(11) R¡„ + R ‘„ = 0

( ■2 ) v ,.,+ n ,.,+ v ,.,+


+ í í 5 + r . ‘, n ,
que también se puede escribir (basta hacer el cálculo) ,
R* + i2* 4- ií* = T* + T» 4- T» + T* T'* + T* T* + T* T ’*
ilk ^ W kil ^ik-,l ^kl-,r ÍM fci yí ■'íA·'*/ ^ jA "'l*
Son importantes también los tensores que se derivan del de curva­
tura por contracción de índices. Según (11) , los dos segundos índices
inferiores dan, salvo el signo, el mismo tensor
(13) R = R* = ~ R i = r* - r* + r'> r* - p p
que es el llamado tensor de Ricci.
Por contracción del prim er índice se obtiene el nuevo tensor anti­
simétrico
(14) a , , - 1;;.. ·
De (13) se deduce
Í15) R — R = P —P -f r* 4- P P P —P P
O tra relación, más pesada de comprobar directamente, es
<‘6) « i , „ = - « ■ « n . - -«¡» n . - « u n . .
que más adelante veremos para el caso de conexión simétrica.

4. Espacios de conexión afín simétrica. Si se cumplen las con­


diciones
(17) - K) = o ,
el espacio se llama de conexión afín simétrica. Según (10) , estas con-
diciones equivalen a que la torsión del espaciosea nula. Por consi­
guiente, siendo la torsión un tensor, la definición es independiente del
sistema de coordenadas.
Obsérvese, en cambio, que no sería correcto definir un espacio de
conexión afín antisimétrica, pues las condiciones r*^4- = O, por no
ser los primeros miembros componentes de un tensor, pueden cumplirse
en un sistema de coordenadas y no en otro.

31S
r 46. E sp a c io s de C o n e x ió n A f í n

Debido a las relacioies (17) , el número de componentes de una


conexión afín sim étrica es ] / 2 [n + 1) .
No siendo las F.* conponentes de un tensor, cabe la duda de si
podrá elegirse un p a rtic ila r sistema de coordenadas respecto del cual
todas ellas resulten nulas e n todo punto del espacio. L a respuesta es
negativa. En efecto, si elb fu era posible, según (9) sería nulo el tensor
de curvatura del espacio; p o r consiguiente, para los espacios en que
este tensor no sea nulo, nc puede existir un sistema de coordenadas para
el cual todas las F*y w lo S ( a n ,
Sin embargo, p a ra bs espacios de conexión afín simétrica, para
cualquier punto del espa(io se puede elegir un sistema de coordenadas
respecto del cual las F* sean todas nulas en dicho punto. Es decir,
íf*
vamos a demostrar el im sortante teorema siguiente;
T e o r . 3 : P a r a c a d c p u n t o d e u n e s p a c io d e c o n e x i ó n a f í n s i m é ­
t r i c a e x i s t e u n s i s t e m a d t c o o r d e n a d a s t a l q u e lo s c o e f i c i e n t e s se
a n u la n e n d ic h o p u n t o .
En efecto, sin restringir la generalidad, podemos suponer que el
punto dado es el que tiene sus coordenadas iguales a cero, o sea, el
punto Xi = O . Representando por a los valores de F^ en dicho
punto, hagamos el cam bb de coordenadas definido por las ecuaciones

(18) * i= ^ i- .
Se tiene

dx'i
o sea, dada la simetría
ría de las F*
’ il»
dxi
dx'i
De aquí se deduce

y por tanto, según 4 5 .9 ' será


(i;:)o = o .
Es decir, en el nuevo sistema de coordenadas los valores de los
coeficientes de la conexión en el punto considerado son todos nulos. Es
lo que queríamos demostrar.
El sistema de coordenadas en que esto ocurre se llama sistema de
c o o r d e n a d a s g e o d é s ic a s en el punto en cuestión. Este punto es el o r ig e n
de coordenadas geodésicas.
Observando la fórmula 45.14 de la derivada covariante de ten­
sores (o pseudotensores) resulta que: e n u n s i s t e m a d e c o o r d e n a d a s

S10
Tensores en G eneral

geodésicas, las prim em derivadas covariantes tom adas en el origen del


sistema coinciden con las derivadas ordinarias.
Este hecho permite simplificar mucho los cálculos en ciertos casos,
como vamos a ver a continuación.

5. Las identidades de Bianchi. Sea x un punto cualquiera del


espacio y elijamos un sistema de coordenadas geodésicas que tenga este
punto como origen.
Puesto que en este sistema las derivadas covariantes coinciden, en
el punto x , con las ordinarias, de (9) se deduce que en el punto x ,
será
R*j l k ; m = r*
lk,lm
- rj l‘. k m
De aquí se deduce, inmediatamente, perm utando los índices l , k , m
y sumando,

Estas igualdades quedan demostradas en el punto x y para un


sistema de coordenadas geodésicas. Sin embargo, como los primeros
miembros de (19) son las componentes de un tensor, si son nulos en
un sistema de coordenadas lo serán en cualquier otro. Como, además,
el punto x es un punto cualquiera del espacio, resulta:
T eor . 4: En todo punto de un espacio de conexión afín simétrica
y respecto de cualquier sistema de coordenadas, el tensor de curvatura
satisface a las identidades (19) .
Estas identidades se llaman identidades de Bianchi.
De manera análoga se prueban las siguientes identidades de Veblen

Observemos finalmente que, en los espacios de conexión afín simé­


trica, las propiedades (11), (12) y (15) del tensor de curvatura y
deJ tensor de Ricci se escriben, respectivamente
(21) fi* „ .+ i i 5 „ = o , j í ; „ + O
(22) = ^ ^ ·„ ,.

E JE R C IC IO S
1. Probar que dada una conexión afín cualquiera , la combinación

F‘
o») = —2 (F* + F* )
es u na nueva conexión afín (p arte simétrica de la conexión d a d a ). Probar tam ­
bién que
r* - F*
(II),« (···> ,I

es un tensor dos veces covariante.

320
4 7 . E s p a c io s de R ie m a n n

2. P ro b ar que si l a conexlói a fín es simétrica, p a ra cualquier vector co­


variante Ui, vale
« i:í — « :« = “ i.J — «I.l ·
3. Probar que si l a c o n e x ió n a fín es simétrica, p ara cualquier tensor cova­
riante antisim étrico u tj , vale
« U i» + V)t;l + U t,i = U (í., - f W»(,í
4. D eterm inar la co n sta n te a de la conexión
* r*J» = r !U
‘ ~+ a 6 ‘! ^U con Tt = T»1‘ - Pi» ',
p ara que sea
*J‘ = * P .
1« ·(
5. Si con la conexión e! tensor de R icci es R n , dem ostrar que con
la conexión F*y»-4------6*
n-i / F »el te n o r de Ricci es
*i?.y = - 1 - ^ (F^ - F , ) .

6. D em ostrar q u e debido a la s condiciones de sim etría ( 1 1 ) , el número


de com ponentes independientes d d tensor de cu rv atu ra de u n espacio de co­
nexión afín no sim étrica es ^ ( n — 1) .
Si la conexión es sim étrica, las segundas relaciones (21) , hacen que este
número disminuya a V¡ »* (n^ —
7. Probar que en el origen d e un sistema de coordenadas geodésicas es
Uijj, = ui.it — F*^ ^ u, .

47. ESPACIOS D E R IE M .\N N

1. Espacios de Riem ann, Los espacios en que se da una ley para


medir la distancia entre dos puntos de coordenadas X i, -f dxi y por
tanto, por integración, la longitud de una curva cualquiera, se llaman
espacios métricos. L a expresión para esta distancia puede ser muy ge­
neral; pero el caso más estudiado y más importante en las aplicaciones
es el que supone que la distancia elemental ds entre dichos puntos está
dada por una expresión de la forma
(1) ds^ = g il dxi dxj
donde las g ij son funciones de las coordenadas Xi que se supone ad­
miten derivadas parciales continuas hasta cierto orden llamado clase del
espacio (en general igual o mayor que 4) .
D e f . 1 : Los espacios métricos en los cuaks la distancia elemental
se define por una expresión de la forma (1) con el determinante ] g a j
de los coeficientes distinto de cero, se llaman espacios de Riemann.
A veces se exige la condición de que la distancia entre dos puntos
reales sea siempre real, es deciir, que la forma cuadrática g a dxi dx¡ sea
siempre positiva. Sin embargo, en las aplicaciones a la teoría de la
relatividad general esta condición no se cum ple ; y como, por otra parte,
la diferencia entre ambos casos aparece únicamente en algunos detalles

321
T ensores en G enerai

secundarios, cn codo lo que digamos a continuación se puede prescindir


de esta condición.
El plano y el espacio ordinarios, con las métricas usuales ds^ = dxx^-\-
+ y ds^ = dxi^-l· dx^ + dxí^ son los ejemplos mas simples de
espacios de Riemann de 2 y 3 dimensiones respectivamente.

2. El tensor fundamental. Todo espacio de Riemann está carac­


terizado por las tí‘ funciones g\j que son ios datos del espacio. Sin
restringir la generalidad se puede suponer que es g a = g j i , pues en
caso contrario basta poner
g i y = Sg'iy , g'a=^n
con lo cual en la expresión (1) los nuevos coeficientes resultan simé­
tricos. Desde ahora supondremos por tanto que se cumple la condición
(2) gii = gii ,
Por otra parte, puesto que el elemento de arco ds no puede de­
pender del sistema de coordenadas^ es decir, es un invariante y las
diferenciales d x * , dx^ son componentes de vectores contravariantes, la
ley del cociente nos dice que las g n son componentes de un tensor
covariante. Se llama tensor fundam ental del espacio.
A partir del determinante g = j giy ) que por hipótesis es distinto
de cero, formemos los cocientes
(3)
e
donde el numerador representa el adjunto de g a en el determinante g .
Las nuevas funciones serán también simétricas
(4) = g/i
y además, recordando que las sumas de los productos de los elementos
de una línea por sus adjuntos es igual al determinante y la suma de los
productos de los mismos elementos por los adjuntos de una línea para­
lela es igual a cero, se tienen las relaciones importantes
(5) gi>,g^^ = 8i
Queremos ver cómo se transforman las g'^ por un cambio de coor­
denadas. Como la relación (5) vale en cualquier sistema, en otro sis­
tema x'i será también
g'mg'^'^ = 8Í .

o sea, puesto que g n es un tensor,


dx, dxM f
dx'i dx'k
M ultiplicando ambos miembros por 0 x"i/d xi y sumando respecto
de i se tiene ·
.Iy·'
322
47. E s p a c i o s de R ie m a n n

9 /* “ dxi
M ultiplicando p o r y sumando respecto de l resulta
= I f j „u
^ dx'n dxi ^
y finalmente, m ultipli(ando por dx',/dxt y sumando respecto de t
queda ‘ . ^

lo cual nos dice que las funciones g*® son componentes de un tensor
contravariante de segando orden. Es la forma contravariante del tensor
fundamental.

3. Ascenso y descenso de índices. Componentes covariantes y con­


travariantes de u n vector. En los espacios de conexión afín los vectores
covariantes y los contravariantes son dos objetos geométricos distintos,
sin relación entre sí. En cambio, en los espacios de Riemann, como se
dispone del tensor fundam ental g i j , es posible pasar de un tipo a otro
de vectores. Así, dado an vector contravariante w*, se llaman compo­
nentes covariantes del mismo a las expresiones
(7) Ui = gij u*
las cuales son, desde lusgo, componentes de un vector covariante.
Inversamente, dado un vector covariante Vi , sus componentes con­
travariantes se definen por
(8) V* = g*i Vj .
Obsérvese que por las relaciones (5) , si se quieren hallar las com­
ponentes covariantes del vector v* definido por (8) se obtienen nue­
vamente las componentes de partida Vi .
En los espacios de Riemann se puede hablar por tanto de vectores
como objetos geométricos, cada uno de los cuales puede definirse tanto
por sus componentes covariantes como contravariantes. En el espacio
euclidiano, y en coordenadas cartesianas ortogonales el elemento de
arco vale '
(9) ds^ = dxi dxi
es decir, es un espacio de Riemann p a ra el cual es g n = b i j . Por tanto
en este caso las componentes covariantes y contravariantes de cualquier
vector coinciden. De aquí que no sea necesaria tal distinción en los
espacios euclidianos estudiados en coordenadas cartesianas ortogonales.
La utilidad del tensor fundam ental para “subir o bajar” índices no
sólo sirve para vectores sino para cualquier tensor. Es decir, de cual­
quier tensor se pueden dieducir otros como resultado del ascenso o des­
censo de índices realizado a través del tensor fundamental. Por ejemplo,
de a!‘ij se pueden deducir

323
Tenso res en G eneral

= c^ngM , ‘¡■’‘'i = <^hi .


Todos estos tensores deducidos de un tensor dado por las opera­
ciones de ascenso y descenso de índices por medio del tensor funda­
mental, se conviene en decir que son el mismo tensor expresado en com­
ponentes de distinta forma.

4. Producto escalar de vectores. Sistemas coordenados ortogonales.


Ya definimos el producto escalar de un vector covariante por otro con­
travariante. En un espacio de Riemann, puesto que se puede cambiar
el carácter co- o contravariante de un vector, se puede definir el pro­
ducto escalar de vectores cualesquiera. Así, si los dos son contravariantes,
será
(10) u.v = gij u*
y si los dos son covariantes
(11) u.v = g*^ Ui Vj .
En particular, si se trata de un mismo vector, su m ódulo será, según
el caso,
(12) \u\^ ■= g i ¡ u' u! ^ I y |2 _ ^^4/ _
El ángulo de dos vectores se define por ser su coseno igual al co­
ciente del producto escalar por el producto de los módulos, es decir
(1 3 ) COS0 = - — “-‘-p —
I u 1. 1 I
donde los valores del numerador y del denominador son los antes ex­
presados.
Si suponemosque para un punto del espacio semantienen fijas todas
las coordenadas menos la x , , al variar ésta elpunto describirá una
linea coordenada del espacio. El vector desplazamiento sobre esta línea
tendrá como única componente no nula la d x i , o sea, será el vector
de componentes ( 0 , 0 , . . . , d x i , O , . . . , 0) . Análogamente, el vector
desplazamiento según la línea coordenada Xj será (O, .. . , O, dx ¡ ,
O, . . . , 0) . P ara que estos vectores sean perpendiculares debe ser nulo
su producto escalar y, por tanto, gij = O. Cuando todos los pares de
líneas coordenadas son perpendiculares entre sí, se dice que el sistema
de coordenadas es ortogonal. Por tanto:
L a condición necesaria y suficiente para que un espacio de Riemann
esté referido a un sistema de coordenadas ortogonales es que sea
g ij = O para i ¥· j .
Ejemplo·.
Y a vimos en 2 0 .2 que el cuadrado del elemento de arco sobre una su­
perficie del espacio ordinario está dado por
d i ' = E d u * + 2 F d u d v -J- G d í/·
donde u , o son las coordenadas curvilíneas sobre la superficie. Poniendo

324
47. E s p a c i o s de R ie m a n n

ti = *1 , V = Xì , E = gu , F = ga = gli , G z= gn
resulta que es d e la f o r r a (1 ) . Por tanto, las superficies del espacio ordi­
nario, con su m è tric a u su ai, .oix espacios de R iem ann de 2 dimensiones. Todo
lo que se diga de estos e sp a to s, será válido p ara superficies.
Las com ponentes c o n tr.v arian tes del tensor fundam ental resultan
G F E
— _________ gB _ gM _____________ gJJ _ ______________ ,
EG-F' ' E G -P E G -P
El producto esca la r de lo s vectores covariantes fli, resulta
G ü: b i — P (fll fca -j- fll fel) + E Oa b»
a.b =
E G - P

5. Los símbolos de Christoffel. La conexión de Levi-Civíta. Para


definir una derivación covariante de tensores se necesita una conexión;
ésta es la ventaja de los tspacios de conexión afín, que tienen ya una
conexión por propia definición del espacio. Se trata de ver ahora si
a partir del tensor fundam ental gn de un espacio de Riemann, único
dato del mismo que se poste, se puede obtener una conexión que permita
la operación de derivaciói covariante y, a partir de ella y de manera
análoga a la seguida en d 4 6 .1 , obtener un tensor de curvatura del
espacio.
Vamos a dem ostrar que efectivamente tal conexión se puede ob­
tener y que aun se pueden exigir las siguientes condiciones:
a) Q ue la conexión sea simétrica,
b) Q ue la derivada covariante del tensor fundamental obte;nida
mediante la conexión buscada sea nula.
En efecto, la condición b) , según 45.12 equivale a
(14) É-iM = ÉTsy + 17» ·
Para calcular las 1^* a partir de estas ecuaciones, escribamos las
que se obtienen por permutación circular de los índices i , j , h , a. saber
g jh ,i = "^g h h + ^ ig lk

g h i.i = ^ jg u + .

Sumando miembro a miembro estas expresiones y restando la (14) ,


teniendo en cuenta la supuesta simetría de los coeficientes de conexión,
resulta
(16) Y2
L a expresión del prim er m iembro aparece con mucha frecuencia
y se indica abreviadamen te por los símbolos
(17) = ¥2 ( g ih . i ■+ g )h ,i — g il^ )
que se llaman símbolos d>e C hristoffel de prim era especie.
Con esta notación, d e (16) se deduce

325
TlNSORES Etf GbNERAL

(18) r * = S"Mi i > ] = { i i }


donde los últimos símbolos, cuyo valor es
( 1 9 ) — { i ,]= Í.h-\
se llaman símbolos d e Christof¡el de segunda especie.
Resulta de aquí que si existe una conexión que cumpla las con­
diciones a ) , b) ella debe ser la (19) , Q ueda todavía por probar
que estas expresiones, símbolos de Christoffel de segunda esjsecie, son
efectivamente componentes de tina conexión, es decir, que por un cam­
bio de coordenadas se transforman según la ley 4 5 .5 . Teniendo en
cuenta la ley de transformación de las g a es fácil obtener la de sus
derivadas parciales, y como la ley de transfonnación de las g"* es la
de los tensores contravariantes, un cálculo simple prueba que efectiva­
mente los símbolos de Christoffel de segunda especie se transforman
como conexiones. Se tiene así el im portante resultado;
T e o r . 1 : En todo espacio de R iem ann se pu ed e definir una co­
nexión y una sola que sea simétrica y tenga la propiedad de que, res­
pecto de ella, la derivada covariante del tensor fundam ental sea nula.
T a l conexión tiene por componentes los símbolos de Christoffel d e se­
gunda especie, y se llama conexión de Levi-Civita.
El paralelismo definido con esta conexión (46.2 ) se llama el para­
lelismo d e Levi-Civita.
Resulta así que todo espacio de Riemann es un espacio de conewón
afín simétrica, cuyos coeficientes de conexión son los símbolos de Chris­
toffel de segunda especie. Por tanto, todo lo dicho para espacios de
conexión afín simétrica, en particular la existencia de coordenadas geo­
désicas, tensor de curvatura e identidades de Bianchi, vale igualmente
para cualquier espacio de Riemann.
Además, sin necesidad de advertencia previa, siempre que se trate
d e un espacio de R iem ann, la derivación covariante seentiende realizada
respecto de los símbolos de Christoffel de segunda especie com o conexión
afín.

6. Relaciones entre los símbolos de Christoffel. Los símbolos de


Christoffel gozan de ciertas propiedades que conviene señalar:
a ) Tienen las siguientes propiedades de simetría
(20) [ti,A ] = [j i,h] ,
como se deduce inm ediatam ente de su definición.
b) De (19) se deduce
(21) [i {i l}
y por tanto la relación (14) se puede escribir
(2 2 ) g i i . M = íi h,j] + [h j,i] .

326
4 7 . E s p a c io s dk Rhm ann

c) Siendo g el deterr.in an te | ] y recordando que la deri­


vada de u n determ in an te e sla suma de los determinantes que se obtie­
nen por derivación sucesiva d e cada una de sus filas o columnas, se
tiene
g,h = g ) f i adj gi, = gij,k g*> g
o bien, según (22) ,

g.k = gg^^ ( [ i k , i ] f- [ A : ; ·,: ] ) = g ( { i % } + { s * , } ) .


Puesto que en el últrno miembro los índices i , j van sumados
de 1 a n , esta igualdad puede escribirse
(23) ¿^ = 2 ^ { / , }
o bien todavía
1 a io g ^ ,
T T Í T ” ‘ ‘ *’
donde en el segundo miembro va implícita una suma respecto de i .
d) Derivando parcialm ente respecto de Xh el producto g n g*" =
= 8,” y aplicando (22) resulta
g ii g*”*.» = - g*”' ( U h , j ' ] +
de donde, m ultiplicando ambos miembros por y sumando respecto
de ; resulta la relación
(25) g^,H = - g*”" { i h } - g^^ { h / } .

EJER C IC IO S
1. Si en un espacio de R iem ann de dimensión 3 las componentes gii
del tensor fundam ental son los elementos de la m atriz
fl O O T
O O
.0 O Xl sen* Xl J
hallar los y com probar las relaciones (5 ) .
2. C alcular, en el espacio de Riemann definido por d / = dx,’ + x,’ dxt +
+ Xí sen’ Xl dxi , los símbolos de Christoffel.
3. P robar que si ui es u n vector, ^/~g u, es un pseudovector.
4. Probar que A,¡ u* v' = A'* u, v¡ .
5. Probar que el cos O definido por (1 3 ) está siempre com prendido entre
— 1 y -f- 1 si la forma gn x, x¡ es definida positiva (o sea, es siempre ^ 0 ) .
6. Probar que los versore:s tangentes a las líneas coordenadas (4 7 .4 ) tie­
nen como única componente n o nula a, = 1/Vg(< y el ánc^ilo que forma el
tangente a la linca x, con el tangente a la línea x / está dado por
g<!
C'.os6 =
y/£t , ei j
con ninguno de los índices sumjado.

327
T ensores en G eneral

7. L a expresión d x ■= y/ g dx\ A d x , A . . . A dx„ se llama elemento dt


volumen del espacio de Riem ann. Comprobar que es invariante por cambios de
coordenadas. Aplicarlo a l caso de suptrficies { d ^ = E i u ’ 2 F du dv + G di^)
y a la expresión del elemento de volumen del espacio ordinario en coordenadas
esféricas y cilindricas.
8. Probar que la ley de transformación de los símbolos de Christoffel de
prim era especie es
dx, dx, dx. yxn dx.
1*1.k]’ = ·— — [ í g ,r ] + £ „ - — — .
dx\ dx f cxi d X 4 d x'i d x k

48. CURVAS GEODÉSICAS. TEN SO R D E CURVATURA


í
1. Curvas extremafes. Sean A , B do<! ptmtos fijos de un espacio
dfi Riemann y
(1) xi = x i ( í ) (í= 1 , 2 ,3 , ...,n )
las ecuaciones paramétricas de una curva que los une. Supongamos
que a t = tgcorresponde el punto A y a í = í, el punto B.
SeaF ( x i , x'i) una función de las variables xi yde sus derivadas
x'i = d x i / d t . Consideremos la integral

(2) I = SF(xi,x'i)dt
U
extendida a lo largo de la curva (1) .
La curva de ecuaciones paramétricas
(3) Vi (t) = Xi (t) + B hi {t) (i = 1 , 2 , . . . , n)
donde 8 es una constante y las hi son funciones cualesquiera (deri­
vables) con las condiciones
(4) hi (to) = hi (íx) = O ,
serán también curvas que unirán A con B y que tomando e suficien­
temente pequeño serán tan próximas como se quiera a la curva (1) .
Se llaman curvas variadas de la (1) . Para ellas la integral (2) toma
el valor

(5) h = S^F {Xi + z h i , x'i + t h'i) dt .

Para e suficientemente pequeño vale el desarrollo de Taylor

V /3F . 0F
(6) /, = / + e

donde bajo el signo integral el índice i se entiende sumado de 1 a n ,


Integrando por partes y teniendo en cuenta (4) se tiene

328
48. C urvas G e o d é s ic a s . T e n s o r de C urvatura

r dF r\ d / dF \
h 'i i t = - [h i
d x ’i dt \ d x'i /
*· *·
con lo cual el térm ino del desarrollo (6) que contiene e a la primera
potencia y que se re p resc ita por 8 / se puede escribir
dP d dF
(7) 8J = e | ' hi d t
d Xi dt d x'i _

Esta expresión se lla n a prim era variación de la integral 7 .


Las curvas que anular a la prim era variación, cualesquiera que sean
las funciones h i , se llarran curvas extremales de la integral I . D«
(7) se deduce que las cirvas extremales son aquellas que satisfacen
a las ecuaciones diferenciáes
0F d tP

que se llaman ecu acion es d e Euler.


Obsérvese que si es ? / O, el valor de I no puede ser ni m á­
ximo ni mínimo con respecto al correspondiente para curvas próximas,
puesto que cambiando el signo de e , (6) nos dice que también la
diferencia h — I cambia de signo, o sea, existen curvas próximas para
las cuales es I i > I y otras para las cuales es I i < I . Luego:
Una condición necesaria, aunque no suficiente, para que la curva
(1) haga que la integral I tom e un valor máximo o mínimo, es que
sea una extremal, es decir, satisfaga a las ecuaciones (8) .

2. Líneas geodésicas. Consideremos el caso en que la integral 1


es la correspondiente a la longitud de la curva (1) que une A con
B , o sea.

(9) L = f ds = f y /g ijx ' ix ' j d t

D e f . 1 : Se llaman lineas geodésicas de un espacio de Riemann a


las líneas extremales de la longitud.
Por tanto las ecuaciones diferenciales de las geodésicas serán las
(8) con

F = 'Jgij x ' i x 'i


o sea, puesto que las g a son funciones sólo de las xt (no de sus de­
rivadas),
1 d f gihX'i + gt.iX'i \ _ ^

329
T m tO I tX · I N O tN E R A L

Estas ecuaciones valen para cualquier parám etro t , en particular


para el arco s de la curva, en curo caso es F = 1 y por tanto las ecua­
ciones se escriben
V i g ii.h x 'i x 'i - V2{gihx"i + ghi>^'¡) - Vz {gih,i + ghi,i) x'i x ' i = O
Por ser ghi = g¡i, es también gn, x"i = gi,i x"¡ y por tanto las
ecuaciones anteriores, recordando la definición de los símbolos de Chris­
toffel de primera especie, se escriben
gih x"i + [ í i , A ] x'i x'i = O
o bien, multiplicando por g**' y sumando respecto de h ,

(10) x"h + { i j ] x'ix'i = O (k = l , 2 , . . . , n ) .


Éstas son las ecuaciones diferenciales de las curvas geodésicas del
espacio.

3. Operadores diferenciales.
Gradiente. Dada una función cp ( x i , X2 , · · · , Xn) se llama gra­
diente de la misma al vector covariante
(11) V ,(p = (p .i
Rotor. Ya vimos que dado un vector covariante U i, la«; diferen­
cias de derivadas ordinarias
(12) m = «i., — tí,.i
son componentes de un tensor antisimétrico llamado rotor de .
En un espacio de Riemann el rotor está definido también para
vectores contravariantes, puesto que se puede pasar a sus componentes
covariantes. Por ejemplo, el rotor de u* será el tensor
r a = {gih «■>'),i - {gihu’‘),i .
Para el espacio de tres dimensiones, n = 3 , el tensor rjy y la den­
sidad tensorial de Levi-Civita permiten definir una densidad vectorial

(13) i?»* = 1 ^*'*8 = «U


2
que es la comúnmente llamada rotor en el cálculo vectorial elemental.
Divergencia. Se llama divergencia de un vector contravariante u*
al escalar

(14) div u = u*;i = u*,i + { I i ) uf .


Recordando 47.24 resulta
div « = u\i + 14 (lo g ^ ),/ + ( 1 / ^ S),i
o bien, como los índices i , j van sumados de 1 a n , resulta la for­
mula explícita

(15) div tí = (1 /V g ) { ^ e t i * ) , i

330
48. C jh v a s G e o d ís ic a · . T ensor ds C urvatura

Si se trata de u n vector (ad o en forma covariante V i , no se puede


definir la divergencia p o r lo cual no es ningún invariante, sino
que hay que pasar a las conponentes contravariantes y luego aplicar
(15) . Resulta así
(16) á i v v = { l / ^ i g) gg^i Vj)^i
La divergencia se extienle también a tensores cualesquiera; basta
que tengan índices contravarantes (lo que siempre se puede lograr en
espacios de R iem ann por elevición de índices) y luego derivar covarian­
temente respecto d e uno de estos índices y contraerlo. En este caso
pueden existir distintas divergencias, según sea el índice que se contraiga.
Por ejemplo, para u n tensor d e segundo orden G'^ existen dos diver­
gencias; . Si es simétrico la divergencia es única:
(17) ’ áw G ^ = = G * l,j .
Prim er p arám etro d ife r e ic ia l de Bdtram i. Se llama primer pará­
metro diferencial de Beltrami de una función cp { x i , Xt , ■■■ , Xn) al
módulo de su gradiente, o sea
(18) Al (f = cp.i tp,, .
Laplaciano o segundo pa-ám etro diferencial de Beltrami. Se llama
laplaciano o segundo parám etro diferencial de Beltrami de una fun­
d ó n cp a la divergencia de su gradiente, o sea, según (16)
(19) Ajcp = ( l / V f ) (y/ gg*> (p j),i .
En el espacio euclidiano y en coordenadas cartesianas ortogonales
Su — y por tanto el laplaciano toma la forma de suma de deri­
vadas segundas qp,« .
Ejemplo:
El laplaciano en coordenadas esféricas. E n c o o r d e n a d a s e s K ric a s, el ele­
m e n to d e a r c o tie n e l a f o rm a
d i* = ¿ o ’ + O’ r f e ’ -f- o’ s e n 'O da*
y p o r t a n t o es
g = O‘ sc n * 0 , g’* = 1 , g“ = l / o * , g " = (o * s e n ’ 0)-*
y p o r t a n t o l a e x p re s ió n d el la p l a c i a n o d e u n a f u n c ió n <p s e rá

(20) . / \ 1
A l tp = ( o ’ se n 0 ) · ( e ’ sen O <f , p) . p 4 - ( s e n O ( p . J , , + ( _ ^ ■ )
\.e n 0

d e a c u e rd o co n 1 7 .3 6 .

4. Componentes físicas d!e un vector. En el cálculo vectorial ele­


mental es costumbre tomar p o r componentes de un vector los módulos
de sus verdaderas componentes, consideradas como si fueran vectores de
una sola componente no nula. Así, en vez de u* o Vi se toma
( 21 ) U*=^/7^,uι* , Vi=yJl^^Vi

331
T ensores en G eneral

donde los paréntesis indican que bs índices encerrados por ellos no de­
ben sumarse.
Estas componentes U * , Vi se llaman componentes físicas del
vector respectivo. La ventaja de ellas es que en coordenadas ortogo­
nales, que son las de más frecuente uso en las aplicaciones, no hay que
distinguir entre las componentes co- o contra varían tes, pues ambas to­
man el mismo valor. En efecto, si las componentes físicas de m’ son las
U* dadas por (21) , en un sistema de coordenadas ortogonales es
y por tanto

= V g ,ü , tt* = V V g.(H) U*= Í 7 ‘


donde en ninguna de estas expresiones el índice i va sumado.
Sin embargo, debe tenerse bien en cuenta que las componentes
físicas no son componentes de un vector, pues su ley de transformación
por cambios de coordenadas no es la de los vectores. Siempre que de
una expresión con ellas se quiera averiguar su carácter tensorial, se debe
primero pasar a las componentes ordinarias mediante las fórmulas (21) .
Con esto, teniendo en cuenta las fórmulas del número anterior, se
obtiene:
a ) Las componentes físicas del gradiente de una función V son
(22) V,F=Vg<«>F.,
b) La expresión de la divergencia de un vector dado por sus com­
ponentes físicas U* es

(23) DivC/ = (1/V7) ·


g(ii)
c) El laplaciano, como es un escalar que proviene de otro escalar,
tiene la misma forma en componentes ordinarias o físicas,
d) Para el rotor de un vector, en el caso n = 3 , puesto que la
expresión R ’' dada por (13) es un pseudovector, debemos primero
definir las componentes físicas de un pseudovector. Puesto que V g es
un pseudoescalar, el cociente 7?VV g será un vector y las componentes
físicas de este vector, a saber,

R^ = ------V g(M)
V7
son (por definición) las componentes físicas del pseudovector i?'·.
Con esto, para hallar las componentes físicas del rotor de V{ dado
por sus componentes físicas V i , según (13) y (21) se tiene

(2 4 ) =

Vg \Vg<“ >

332
48. Ü JR V A s G e o d é s ic a s . T ensor de C u rv a tu ra

donde los índices repetidos ^^an sumados, excepto cuando están entre
paréntesis.
Obsérvese que los valore (22) , (23) y (24) coinciden con los
obtenidos en el apartad o 17 le m anera elemental y directa. Es un ejer­
cicio instructivo hacer la conprobación en cada caso.
Ejemplo :
El vector velocidad, cuyas componentes contravariantes son las derivadas
de las coordenadas respecto del tiem po, tiene por componentes físicas en coor­
denadas esféricas o , (? 0 , p sen 9 a , como resulta aplicando (21) . En coorde­
nadas cilindricas sus componenfcs físicas son r , r a , z.

5. El tensor de c u rv a tira en espacios de Riemann. El tensor de


curvatura de un espacio de Xiemann es el mismo 46 .5 con sólo tener
en cuenta que los coeficientís de conexión son ahora los símbolos de
Christoffel, de acuerdo con el teor. 1 del apartado 47 ,
Se tiene así
(25) = { / s },! — { },* 4- f ; \ } ( / í } — { }f } .
En los espacios de Ricjnann, como se dispone del tensor funda­
mental g i j , se puede tener h forma covariante del tensor de curvatura,
a saber,
(26) Rijiii = gihR*}iii ·
Vamos a obtener una expresión desarrollada de este tensor. T e­
niendo en cuenta 47.21 y por tanto
(27) gii. { í fc },l + gih.l { i h } = í j k
se puede escribir
Rhilic = í j k , h ] , i — { j \ } gih,i — [ j l , -t- { /% } gih,lt —
- í s k , h } + [sl,h] {A > =
= [; k,h],i - [j +([í l ,h j - gsh,i) -
8

- { / i ) ([s k , h ] - g,n,h)
o bien, teniendo en cuenta 4 7 .1 4 ,

•Rwis = — lj — {/%} [¿^,-5] +

Sustituyendo los valores 47.17 y 47.19 resulta finalmente


= Vv!, {gf i M + ghKil ~ gjh,hl — gkl.ik) ~
- g*U[hl,s] - [hk,s] [}l,t])

que es una expresión muy ú.til del tensor de curvatura.

333
T ensores en G eneral

De esta expresión se deducen inmediatamente las siguientes pro-


(30) Rhjn + Rhuj + Rnn — O
Rhilh — ~ Rhjkl —~ Rihia ~
piedades de simetría del tensor de curvatura:
Rhjll» — Rlhhi ·
En virtud de estas propiedades las n* componentes del tensor de
curvatura no son todas independientes y basta u n número menor para
poder determinar a todas ellas. Un razonamiento de tipo combinatorio
prueba que el número de componentes independientes es — «’ («* — 1) ·

6. Tensores deducidos del de curvatura por contracción. Por con­


tracción del último índice del tensor de curvatura se obtiene el tensor
de Ricci,
(31) R i¡ = R \ ¡h .
Es fácil comprobar, directamente de la expresión del tensor de cur­
vatura, que el tensor de Ricci es simétrico.
Por contracción del índice intermedio como es R ’'ijk = ~ re­
sulta el mismo tensor de Ricci con el signo cambiado.
Por contracción del primer índice resulta

(32) = - { i ’í b
y por tanto, teniendo en cuenta 47.24 resulta jR*,;¡ = G. En resumen;
En un espacio d e Riemann, por contracción de índices del tensor
de curvatura se puede obtener un solo tensor no nulo, el tensor de Ricci,
el cual es simétrico.
Obsérvese que a partir de la forma covariante del tensor de curva­
tura, siendo
R^nti = Rkiih
el tensor de Ricci se escribe
(33) R ji = R híh .
A partir de este tensor se puede formar el escalar
(34) R = g'^Rih
que se llama curvatura escalar del espacio.
O tro tensor im portante es el tensor gravitatorio de Einstein defi­
nido por

(35) Gn = R i , - ^ R n ,

el cual es simétrico y tiene la propiedad fundamental de tener su diver-


íTcncia nula, o sea,
(36) = O .

334
IT 48. C u rv as G e o d é s ic a s . T ensor )k C u rv a tü ia

La demostración de esta propiedad, fundamental ex la teoría de


la relatividad general de Einstein, se lleva a cabo utilizíndo las iden­
tidades de Bianchi, q u e p ara un espacio de Riemann (siendo un es­
pacio de conexión a fín simétrica) se escribirán en la fo m a 4 6 .1 9 , o
bien, descendiendo el índice superior (o sea, multiplicanio por gn, y
sumando respecto de i ) ,
Rhllk-.m + Rhjm-,1 + Rhjml;k = O
De aquí y (33) se tiene, sucesivamente

= = ( - R m í :p - R . iíp:h)
= R,pgOi - R ,p ;h g ‘^g"¡ = R.,pg^i - R"!-;,
y de aquí, pasando el sustraendo al primer miembro y despejando,

= y R;ig^‘

de donde resulta (36) .


7. Laplaciano de u n vector. Para n = 3 , dado un vectDr u t , el rotor
definido por (13) es un pseudovector. Para obtener nucvamentí un vector bas­
tará considerar el cociente de manera que en muchas tuestiones es útil
definir el rotor de u i , en lugar de (13) , por el vector
(37) rot u, = e' “

De esta manera la expresión rot rot u» será nuevamente un vector y po­


dremos definir (como en 16.3) el laplaciano de un vector por la expresión
(38) A ui = grad div — rot rot u< .
Vamos a calcular la forma desarrollada del segundo miembro (para n = 3).
Escribiendo siempre la componente covariante de índice l y poniendo deri­
vación covariante aun en los casos en que podría sustituirse por .'a ordinaria (lo
cual tiene la ventaja de ser nulas las derivadas del tensor fundameutal) , es
div «( =
1

Ve
rot rot U( = — g\. gil z*
Z
Pero, siempre para n = 3 ,
e‘ “ g,tgii = e»i» g g ”‘
y por tanto
rot rot Ui=Ui;jk sW> gmk =(«y.,fc --- M¡.yj.) gifc
Con esto, aplicando 46.6 resulta
A «I = ui-.it g“ + uj g‘*
= “!;<» g“ -1- Rmin «" s '·
= Ui-ng'* -I- ü«( a"
P*ra un espacio de dimensión n cualquiera, la deKnición (38) no tiene

335
Tensores en G eneral

sentido, pues el sustraendo del segundo mitmbro deja de ser un vector. La de­
finición natural sería tomar como laplaciano de un vector Ui el nuevo vector
Sin embargo, para que en el caso n = 3 coincida con la definición
(38) se acostumbra a tomar como definición de laplaciano de un vector U4 ,
para cualquier espacio de Riemann, el nuev'o vector
(39) Aui = f í . i u"
Compárese este resultado con lo dicho en 1 7 .8 .
Obsérvese que la notación no significa el laplaciano de la función ui
considerada como un escalar; es simplemente una notación para indicar la com­
ponente l del laplaciano del vector u<.
Un vector se llama armónico sobre uaa región de un espacio de Riemann
dado, cuando en ella cumple la condición Ami = 0 .

E JER C IC IO S
1. Las superficies del espacio ordinario, con el elemento de arco ds*=Edu’-{-
2F du do + G dt?, son espacios de Riemann de dos dimensiones, para lo»
cuales es gu=:E, ga = gn = F , ga ■= G , u = Xi, v =: x,. Probar que,
para ellas, las únicas componentes no nulas del tensor covariante de curvatura
son
Rmi — — Rmt — — Rtia = Rtai .
2. Demostrar que en el caso anterior, n = 2 , la única componente es­
tricta Raa es un pseudoescalar de peso 2 , cs decir, que por un cambio de
coordenadas de jacobiano / , es R'aa= P Raa. Deducir de aquí que el
cociente

í
es un invariante, el cual se llama curvatura de Gauss de la superficie.
3. Considerar la superficie cuyo elemento de arco es de la forma di’ =
= du'+ C dv‘ y probar que para ella es
Raa 1 S’ VG
K = -------- = ----------- = r - r - r - . Ri, = - K g „ , R = - 2 K .
S yjG

4. Probar la relación (n = dimensión del espacio)

( i - · )
dVg=—g,td(V g g ‘*) ·
2
5. Teniendo en cuenta 47.24 probar que el tensor de Ricci de un es­
pacio de Riemann puede escribirse en la forma
R,i = (log — {I"f).»+ {i‘·} {)*»} — { ( / } (log V ¿).. .
6. Probar que g , j g ‘' = z n .

49. IDEA DE LA T E O R ÍA D E LA R ELA TIV ID A D GENERAL

1. L a relatividad general. L a teoría de la relatividad especial


supone que el espacio-tiempo es un espacio de Lorentz-Minkowski, es
decir, un espacio de Riemann con el elemento de arco

^36
4 9 . ID E. B E LA TEORIA DE LA RELATIVIDAD GENERAL

(1) ¿í* = dx{ ■+ dx^ + dx 3 ^ — dt^ .


Este elemento de arco tie n e la misma expresión en todos los pun­
tos del espacio.
La teoría de la relativÜ ad general conserva la hipótesis fundamen­
tal de que el espacio-tiem jo es un espacio de Riemann, pero supone
que la forma del elemente d e arco depende de la distribución de la
m ateria y que, por tanto, cebe determinarse en cada caso. Es decir, los
coeficientes g a (en núm ero de 10 puesto que w = 4 ) de la forma
fundamental
(2 ) dít^ = gij dxi dxf
no pueden darse de una 7cz para siempre, sino que deben calcularse
por medio de ciertas ecuadones, las cuales dependen de la distribución
de la materia y de la enerjía (conceptos equivalentes) en el espacio.
Para determ inar estas ecuaciones, Einstein parte de las siguientes
condiciones:
a) Deben ser tensoriales. Además, tratándose de 10 funciones in­
cógnitas, se deben tener D ecuaciones, con lo cual resulta que ios pri­
meros miembros de las ecuaciones deben ser componentes de un tensor
de 10 componentes; en el espacio de 4 dimensiones la única m anera de
que esto sea posible es qus se trate de un tensor simétrico de segundo
orden; representémoslo por G i j .
b) Por analogía con la clásica ecuación de Poisson (pág. 163), G ij
debe contener a las derivadas parciales segundas de las funciones incóg­
nitas g i j , de ser posible Ünealmente por razones de simplicidad. Ade­
más, también por analogía con la ecuación de Poisson, las ecuaciones
deben ser de la forma
(3) Gi j = a T i j
siendo a una constante y T u un tensor simétrico, llamado tensor
materia-energía, que depende de la distribución de la materia y de la
energía en el espacio.
c) El principio de conservación de la energía obliga a que la di­
vergencia de T ij sea nula, lo que lleva consigo, según (3 ), a que tam ­
bién sea nula la divergencia de G n , o sea
(4) = O.
Con estas condiciones se demuestra que el único tensor que las
cumple es de la forma
(5) G ij = R i j ------- R g i j + \ gij

donde R n es el tensor de Ricci y i? la curvatura escalar ya definidos


al final del apartado 48 . Prescindiendo del último término, que sólo
interesa para problemas de tipo cosmológico ( 1 es una constante lla­
m ada constante cosmológica cuyo valor es despreciable para distancias
no astronómicas), las ecuaciones de la gravitación de Einstein son

337
T ensores en G eneral

( 6) Ri j — — R g i j - a T i ,

De estas 10 ecuaciones en derivadas parciales de segundo orden,


deben determinarse las g i ¡ , con las cuales se tendrá el elemento de
arco (2) del espacio.
Observaciones: 1. Las 10 ecuaciones (6) no son independientes,
puesto que se cumplen las relaciones (4) y las análogas para T u
o sea,
(7) (R*^--^R g^i-<iT *>),i = 0 .

Esto está de acuerdo con ei hecho de que jas diez g a tampoco pue­
den quedar completamente determinadas, puesto que por un cambio
de coordenadas (para lo cual se dispone de 4 funciones x'i = x't (ati,
Xt, Xí , x * ) ) se pueden dar valores arbitrarios a 4 de las g a . En rea­
lidad se trata de 6 funciones incógnitas y 6 ecuaciones para deter­
minarlas.
2. Fuera de la materia y de las regiones con energía, siendo T i¡ = O
las ecuaciones (6) quedan
(8 ) Rij — — R gij = O .

M ultiplicando por g*^ y sumando respecto de t , j siendo


R i i g '^ = R , g i l g*> = 4
resulta que debe ser i? = O. Por tanto: fuera de la m ateria y energía,
las ecuaciones de la gravitación toman la forma simple
(9) R ii = O
3. Conocido el elemento de arco ds se puede estudiar toda la geo­
metría del espacio-tiempo. Falta entonces —y éste es el mérito funda­
mental de Einstein— interpretar físicamente esta geometría estableciendo
una correspondencia entre los elementos geométricos del espacio-tiempo
y los fenómenos físicos del espacio tridimensional. Por ejemplo, unos
primeros postulados para establecer esta correspondencia son:
a) Si un punto se mueve libremente, describirá una geodésica del
espacio-tiempo.
b) Si el punto se mueve con la velocidad de la luz, la geodésica
que describe es de longitud nula. Es decir, las trayectorias de los rayos
liuninosos son geodésicas de longitud nula (o sea, ds = 0) del espacio-
tiempo.
Posteriormente se vio que estos postulados eran consecuencia de las
ecuaciones fundamentales (6) .

2. L a solución de Schwarzschild. El sistema (6) es en genereJ


imposible de integrar exactamente, debiendo hacerse de m anera apro­

338
49. l E A DE LA T e o r í a d e l a R e la tiv id a d G e n e r a l

ximada. Sin em bargo ha> u n caso simple en que la integración se logra


de m anera exacta, debido a ciertas simplificaciones que pueden hacerse
a priori por razones de sinetría. Es el caso de suponer que sólo existe
una masa puntual invaridale con el tiempo.
En este caso, las condciones de simetría del problema permiten sim­
plificarlo mucho, y la integración del sistema (6) que en este caso se
reduce al (9) , es posible conduciendo al elemento de arco siguiente
(10) ds^ = (1 - K / r ) dt^ - [(1 - K/r)~^ dr^ +
+ (sen’' O + d02) ]
que es el elemento de a 'c o del espacio-tiempo creado por una masa
puntual inmóvil y q u e fui obtenido por primera vez por Schwarzschild.
En la expresión anterior, las coordenadas son polares, con la sola
diferencia de r qu e es i n poco diferente, pero con diferencia despre­
ciable, de la distancia al arigen donde se supone colocada la masa pu n ­
tual dada. K y c son io s constantes de integración, la primera vin­
culada con la constante iniversal de la gravitación de Newton y la se­
gunda igual a la velocidad de la luz, lo que resulta del hecho de supo­
ner que para r —> oo el elemento de arco de un universo sin materia
ni energía debe ser el de la relatividad restringida.
L a cordenada 6 , distancia polar, tiene el mismo significado que en
la figura 58; la coordenada cp es la que allí representamos por a .

3. Geodésicas del espacio de Schwarzschild. Las trayectorias de


un punto m aterial que se mueve libremente en el campo creado por una
masa puntual fija serán las geodésicas correspondientes al elemento de
arco (10) . Para hallarlas hay que buscar los símbolos de Christoffel y
utilizar las ecuaciones 4 8 .1 0 .
Haciendo el cálculo, largo pero no difícil, resultan como ecuacio­
nes de las geodésicas
1 áu 1 dii
r " - ------ -r'^ - reí* 0'* -reí* sen " Ocp'" -1- - - f t'* = O
2 dr ^ 2 dr

d" + — r'Q' - s e n d eos 0 q)'» = O


r
(H)
(p" + 2 cotO O'cp'-t- ^ f' q>' = O

áii
t" + ~ r ' f = C
dr
donde se ha puesto, por simplicidad
(12) e>^=i-K/r.
La primera de estas ecuaciones puede sustituirse por la que ex­

339
T ensores en G eneral

presa que el parámetro es el arco, la cual se obtiene dividiendo (10)


por ds ^, resultando
(13) cí* í'* - e->^ sen^ 0 0'^ = 1 .
Vamos a integrar el sistema (11) para el caso de geodésicas que
no paían por el punto central.
Siendo el sistema (11) de segundo orden, se pueden dar el punto
inicial y la tangente en él. Tomemos los ejes coordenados de manera
que las condiciones iniciales para 0 sean

00 = , 0 '.= o .

Con ello, la segunda ecuación (11) nos dice que también es 0"o = O
y por derivaciones sucesivas se obtiene que todas las derivadas de O re­
sultan nulas. Por tanto: la geodésica es una curva plana contenida en
el plano 0 = jt/2 .
Poniendo 0 = n : / 2 , la tercera ecuación (11) da
(14) r® {dcpfds) = = cte.
La última (11) da
(15) gí* (d t/ds) = k = cte.
Sustituyendo entonces en (13) los valores
d r _ ^ h dcp _ h
r ds ’ ds d(f ’ ds
y siendo siempre 0 = jt/2 se obtiene
(16) {dr/d(p)^ = - ( l - c ^ k ^ ) {r*/h^) + {K /h^ ) + Kr
que por el cambio de función r = \ j u se puede escribir
(17) {du/d^ )^ = - (1 - c^k^)/h^ + {K /h^ ) u - u ' + K u ^
o bien, derivando respecto de <p y ordenando
(18) £Pu/íf(p* -1- M = A:/2 A" + (3 /2 ) K u»
que es la ecuación de la proyección de la geodésica sobre el plano , <p
o sea, la trayectoria en el espacio físico.
Si, en primera aproximación, se toma sólo el primer termino del
segundo miembro, la integral es u = { K / 2 h^) (1 + ecos (cp —cpo)) ,
con e = cte. que es la ecuación de una cónica con el foco en O : es
el resultado clásico de Newton. Pero si se tiene en cuenta toda la ecua­
ción (18) la integral es una curva parecida a una elipse que al mismo
tiempo girase alrededor de O . El punto de mínima distancia a O va
girando alrededor de este punto, fenómeno llamado precesión del peri-
helio, el cual será tanto más apreciable cuanta mayor sea la influencia
del término {^ /2)K ú^ en (18), o sea, cuanto menor sea la distancia
al punto central. En el caso del sistema solar cs sólo apreciable para el
caso del planeta Mercurio, y el resultado obtenido coincide con el ob­
servado. Es uno de los fenómenos en que la teoría de Einstein aventaja
a la de Newton.

340
49. I d e a de l a T e o rìa de l a R e la tiv id a d G e n e ra i

P ara las tray ecto ris d e los rayos luminosos, las ecuaciones son la
mismas de antes, con sóo tener en cuenta que ahora debe ser ds = 0
En vez de (16) se obtiene
( d r / d o ) ^ = {c^ ¿V/i=) r* - r ^ + K r
que poniendo r = l / u se escribe
( 19) {d u /d cf) 2 + u== = {c^ ¡e) + K u^ .
A distancias n o m iy cercanas al punto central, el término K u * &
despreciable y las cu rv a integrales son u = ( c k / h) eos (cp — q>o) , quí
son rectas. En cam bio, si se tiene en cuenta el termino K las tra­
yectorias resultan curvai. Físicamente significa que los rayos luminosoi
deben curvarse al pasar cerca de una masa material, curvatura que sí
calcula a partir de la ecuación (19) de la trayectoria.

341
S O L U C IO N E S DE LO S E J E R C IC IO S

APARTADO 1

1. Por lados opuestos de un jaralelogramo.

2. o) El módulo de OP deb: ser igual al del vector O O i; b) OOi f


OP deben ser p>eTpendicuIares cntrs ·!.
3. 7/14.
4. (2 /V F )a .

APARTADO t

1. 2V 15 4.

2. a . = l l .
S. 5/VS.
4. a. = 0.

5. l/V Í T , - l / V Í T , 3 /V ÍT .

6. se n a = senP =a seny = 1/V 3, fli = a. = oi = 5 /V 3 .

7. - 1 / V 2 , 1/V 2, 0 .

8. O, O, 1.

9. V 3, 1 , 0 .

10. V 5 /3 , - 2 V 5 / 3 , 2 V 5 /3 .

11. Si ABCD es el cuadrilátero y P ,Q ,R ,S los puntos medios de sus


lados, es Q - P = + C) — V¡(A + B) z= % (C - A) , R - S =
= Vi (C + D) — + B) =: í4i(C — /4) ; por tanto el cuadrilátero PQRS
tiene un par de lados opuestos iguales y paralelos, o sea, es un paralelogramo.

12. Es igual al ángulo de los vectores K — I — J y I + J + K ; por


tinto eo» 9 = — 1/3 .

343
Vectores y T ensores

APARTADO 3

1. ( 1 2 , - 6 , - 6 ) , ( - 1 , 1 . 0 ) , (2 , - 4 , 4 ) , ( - 1 9 , 9 , 11) , (12,
- 1 1 , 3 ).
2. Sea 0 el ángulo entre A y B ; si 6 > 60° , la diferencia es mayor
que cero, si O = 60° es igual a cero y si 0 < 60° es menor que cero.
3. Igual a V 18 .
4. Para que A -f B determine con A un ángulo de 30° debe ser b=
= 3 /(2 sen 15°).
5. Equivale a que cn todo triángulo un lado es menor que la suma de los
otros dos y mayor que su diferencia.
6 y 7. Hacer la construcción.
8. Que se cumpla una de las tres condiciones A = B + C , B = A 4 - C ,
C = B + A.
9. La suma a A -j- P B siempre da vectores del plano determinado por
A y B , por tanto debe ser 7 = 0 ; análogamente a = P = O .
10. Tomando G como origen de coordenadas es a A -1-3 + y P ,= O ,
“ + P + 7 = 1 . El punto Q, debe cumplir Qi = ^ = n(Pj — Pa) 4 -Pj ;
de aquí XPi-f- (n — 1)Pj — nP» = 0 y por tanto, comparando con la primera
relación anterior, se tiene a = X /( X — 1) y como es \=Q,JPi resulta a =
= Q i/( 6 i — Pi) que es lo mismo que G Qi/fiiPi ; análogamente se obtiene
P = GQ^/QiPt y V = GQf/QsPt ; la relación a + P + Y = 1 prueba enton­
ces el enunciado.

11. a) Tomando / como origen de coordenadas, se trata de hallar x,


y, z talí-s que xOP^ yOP·,- f zOPj = O . Sean a , P , y los ángulos interiores
del triángulo P, P,P,. Tracemos por Pi la paralela a 7Pi hasta encontrar en
Ai a IP,·, luego por M la paralela a JPi hasta cortar en H a IPt.
En el triángulo IMH es HAÍ/sen % ( P v ) = IH /sen % ( a -}-y ), o se a ,
/P./COS (a/2 ) = IH/coi (P /2) . Además IH/IP^ = {IH/IP,) (IP,/IP,) =
— sen P/2 cos P/2 /sen a /2 cos a/2 = sen P/sen a = b/a. Análogamente
TM/ÍF, = da.
Por tanto, siendo por construcción 7 P j (ÍH/IPi) IP, + (ÍM/IP,) IP, = O
resulta el enunciado.
b) Tracemos por P, la paralela a LPt hasta que corte en Ai a LP, y
luego por M la paralela a LP, hasta que corte en H a LP,. Llamando
O t , P l , Y l a los ángulos LP,P,,LPJ‘ %, LP,P, en el triángulo LPJ^ , siendo
PiM = L H , se tiene que LH/LP, = sen 2at/sen 2y> y como es a 4- Yi = « /2 ,
r n ► _____ _____

P -f- a, = n /2 , Y -t- Pl = n/2 resulta LW/sen 2p = LPJsen 2a = LM/sen 2y


de donde sigue el enunciado.
c) Siendo G el punto de encuentro de las medianas debe ser G =
= P, -(- X(%(P, - f Pi) — P,) = Pi -1- n (% (P i 4- P t ) — P i ) , o sea, obser­
vando que la suma de los coeficientes es igual a la unidad en ambos miembros
y que por lo tanto deben ser ¡guales, resulta X = n = 2/3 , de donde se deduce
el enunciado.

344
S o l u c io n e s de los E je r c ic io s

12. Las condiciones ( B A ) ( C — jD) = O , (D — A ) . ( B — C) = O que


expresan que dos pares de aristas »puestas son perpendiculares, llevan consigo,
por sustracción, que también sea ( í — A ) . (£ — D ) = O .

13. Basta hacer los productos indicados.

14. Sea Gi el baricentro d é la s h primeras masas del sistema; es C =


- (1 /m ) ( I m,OP,) : = (1 /m ) m,OPi + 2 nnOP,) = (1/m ) {m’OG, +
» * 1 A +1

■f- 2 m,OPi) lo que prueba el eiunciado.

15. Se eleva al cuadrado la re'ación OPi = OG — PtG, se multiplica lue­


go por mi y se suma para todo inobservando que 2 miPiG = O .
16. Es PiPf = OPj — OP. ; elevando al cuadrado, multiplicando por
mimi y sumando respecto de ambos índices resulta el enunciado.
17. Basta que se cumpla 7ai -f- Soa — 7<u = O.
18. Sean A , B , C los vérticís del triángulo dado; los puntos que dividen
a los lados en la razón k son A' = B + ^ (C — B) , B' = C X(A — C) ,
C' = A + X(B — A) ; los vectores que unen cada vértice con el punto co-
irespondiente del lado opuesto son \ ' — A = (B — A) + X(C — B) , B’ — B =
= C — B -t- — C ) , C ' — C = A — C + X(B — A) ; observando que
cada uno de ellos es igual a la aima de los otros dos (cambiada de tigno),
resulta el enunciado.
19·. Es OM' = V2 (OP + ON) , ON' V2 ÍOP -f OM) , y OP' =
= M ( O M + O N ) ; sumando resulta la relación pedida.

APARTADO 4
1. Sean A, el versor correspondiente a A , y Ai el perpendicular en el
sentido directo; llamando a al ángulo entre A y B , será Bi = tc o s o A i,
B, = ¿>sen o A i.
2. La igualdad equivale a A . (B — C) = 0 , de donde sigue el enunciado.
3. coso = 1 /V llO , cosP = — 21/5V22, cosy = 4 /5 V 5 .
4. Observar que | A B )* = (A -f B)’ = A* - f B’ + 2 A .B .
5. a) Siendo a el módulo de A y H un vector cualquiera, X = {k/a‘) A -|-
-f- A A H ; b) B debe ser perpendicular a A ; entonces, siendo X un es­
calar arbitrario, es X = XA -|- (A A B)/a*6 .
6. Los ángulos de C con A , B están dados por eos a = eos P =
= {ab -f- A .B ) / (a+ b) c .
7. A A B = 2 I - f - 1 5 J - t - 3 K ; el versor buscado es el vector anterior di­
vidido por su módulo V238 .

8. I A A B | = ( 4 1 -t- lO J - 3 K | = 5V 5.
9. A A B - f B A C + C / \ A i + ( C - A ) A ( B - A ) = 0 .

345
V íc t o r e s t T d ís o r e s

10. AB + AC = a6 eos a + ae ccMP = «(6 eos o + c eos P) jr 6 eos (J +


4- ceos P ei la proycceión de B + C lobre la dirección de A .
11. A.B/a = 5/VTÓ.
12. Si A , B «on los vectores de dos lados contiguos, el enunciado equi­
vale a la identidad (A + B)* + (A — B)’ = 2A* + 2B*.
13. Se sustituye C = — A — B .
14. a) Hl b) - 31 - 31J + 2K ; c) 411 - 15J - 60K ;d) - 31 -
- 65J - 2K ; «) - 10(151 - J + lOK) ; /) 281 - 4 2 K .
15. COI a = a/d, eos P = b/d, coty= c/d con á* = o*+ 6* + <*; pa­
ra el cubo es a =: b = c.
16. Equivale a (A -f B + C ) ' = A* -f B* + C* - f 2 A .B -f- 2 A .C -f
-I- 2 B .C .

17. (A -f B) (A — B) = A* — B? j para que sean perpendiculares A’ = B’ ,


o sea, I A ¡ = | B | .
18. A A B = 2 I - |- 6 J - f - 1 3 K ; la lolución e· eite vector multiplicado por

3 /V ^ .
19. U n vector paralelo al eje y es XJ y otro paralelo al plano * , * es
fil+ v K , Por tanto X J(n I + vK ) = O.
20. I A A B |· = (<7,6. - a,b,)' + {<1.5. - <i.6.)· - f (a.6, - a,¿..)» =
= ai’(6i* -f- 6»') <ii’(6i* -j- bt) -f- Ot{b’ -J- bt) — Zatotbtbi — 2a¡atbtbt —
— 2a,atbibt = (fli* -t- aj* -j- <ij*) (bi -|- bt -|- bt) — (aifri dtbt -)- Otbi)‘ s
= a’i ’ — (axbi -f- atbt -f- a.6.)*. Luego ab = oiéi -J- a»bi -f- atbt equivale «
|A A B | = 0 .
21. Sean a, b las componentes de A , B . Por b) ,t) las componentes
de q> deben ser de la forma A* = 2 a n a / 6* y por a ) h‘= JS^af»(ajbt —
— atbi) o f·« , h ' = Xj'tfi + X»‘ci -f- X.‘<r, siendo Ci, Ct, e, las componentes
del producto vectorial. Los coeficientes X/* deben ser constantes independientes
de A , B . Además, p or ser cp intrínseco, es decir, independiente de la tem a
fundam ental, por la sustitución K — K , que m antiene ci, Ct y cam bia ct
en — Ct, también debe mantenerse h j , h, y cam biar ht en — h t . Esto obliga
a que sea X,‘ = X,’ = O , Xi’ = Xi’ = O ; análogamente, los cambios I —I ,
J - J dan X,· = X,· = O , V = X,' = O , X,' = V = O , X,· = V = O .
Q ueda así h, = X,Vi, ht = Xi’ffj, ht = X»’c«. Como los coeficientes Xi* no
deben depender de A , B , aplicando d) a los vectores I , J p ara los cuales
es = O , fl = O, c, = 1 , resulta | X,’ | = 1 ; análogamente, p ara losJ , K
y K , I resulta | Xi‘ I = | X** | = 1 .

APARTADO 5

1. 13,
2. No.
3. » = - 1/2 .

146
S o l u c io n e s be los E je r c ic io s

4. a) - 87 ; fc) — 66 I -+ 8 1 J - 168 K ; í ) 226 I - 12 J - 117 K ;


d) - 8 7 ; e) 45; /) - 191 4 -1 9 J 4- 1 8 K .
5. Basta calcular (A B C ) ’ ) o r la regla de multiplicación de determinantes.
6. M ultiplicando ambos m im bros de la expresión de D por B A C se
despeja a ; análogamente para i y Y .
B *A C * [(C A A) A (A A B ) ] .( A B C )
7. A** =
(A * B * C * ) ( B A C ) .[ ( C A A) A ( A A B ) ]

y como el producto vectorial del num erador es un vector que tiene la dirección
de A , poniéndolo igual a XA Esulta el enunciado.
8. El numerador de ( A * B 'C * ) es [(B A C) A (C A A )]. ( A A B ) ; el
primer factor es un vector que tieie la dirección de C ; por tanto (A*B*C*) =
= X (A B C ) y según el ejercicio anterior, tomando los recíprocos debe ser tam­
bién ( A B C ) = X (A *B*C*) ; por tanto X,’ = 1 y tomando el caso I , J , K
•e ve que X = 1 .
9. Consecuencia de ser siercpre D = ^A 4- rC ; también poniendo
A = a J 4- o tj 4- a j í y análogamente B , C , D , resultan determinantes con
dos columnas iguales.
10. Basta hacer el cálculo.
11. Se hacen los cálculos.
12. Basta comprobarlo.
13. Poniendo X = ^A 4- 9® + y multiplicando ambos miembros por
B A C queda (X B G ) = ^(A B C ) ; multiplicando ambos miembros por
(A B C ) resulta
• ü w
BA B’ BC. = /> (A B C )·
CA CB C*
de donde se despeja p ; análogamente se procede para g , r.
14. Si A , B , C son los vértices del triángulo, la mediana que pasa p)or
A es la recta que une este punto con el % (B -H C ) ; ella contiene el punto
G = (A - f B - f C ) /3 puesto que los vectores (A 4- B - f C ) /3 — A =
= (B 4-. C - 2 A )/3 y % (B 4 - C ) - A = ( B 4 - C - 2 A )/2 tienen la
misma dirección; del mismo modo se demuestra que las otras medianas pasan
también por G .
15. Uniendo los extremos se obtienen los vectores B — A, C — A,
(P — l)A -f- ^ B - f - r C ; para que estén en un plano su producto mixto debe ser
nulo, o sea (A B C ) (^ -)- 9 4- r — 1) = O, de donde sigue el enunciado, ti
A , B , C no son ya complanare·.

APARTADO 7
1. S · aplican las férmulai (10), (11) y (12) d d ta*to.

34:7
V ectores y T ensores

2. Es S = a — (ji/2 — P) = a arcsen(cosP) = a — are sen (eosi sena);


análogamente 5 = a — arc tg (c o sP ) = a — are tg (eos í tg ó ) .
3. Siendo a - f - P + Y = 3i es tg a tgP tg y = — t g a tg P tg (a + P) =
= — t g a tgP (tg a + t g p ) / ( l — tg a tgP ) = (1 — tg o tgP — l ) ( t g a r
+ t g P ) / ( I - tg a tgP ) = t g a + tgP + t g v .
4. Supongamos que el lado de la poligonal inscrita vale la unidad y sea r
el radio de la circunferencia; de aquí 1 = 2rsen (a /2 ) . Si el primer lado está
sobre el eje x , el primer miembro es igual a la suma de las proyecciones sobre
el mismo; la cuerda que une e) origen con el extremo mide 2rsen ( n a /2 ) =
= sen (n a /2 )/se n (a/2 ) . La proyección sobre el eje x será igual a esta expre­
sión por el coseno del ángulo comprendido, o sea eos (a« + Víin — l) o ) .
Igualando esta proyección con la suma de las proyecciones de los lados resulta
la primera fórmula; proyectando sobre el eje y se obtiene la segunda.
5. La distancia del vértice A a los puntos de contacto del círculo inscrito
y del exinserito correspondiente valen p — a y p respectivamente {2p = a +
-f- 6 + c ) ; luego, por semejanza de triángulos r^r = p/(p — a), r= u(_p -
— a)/p. Por tanto F = pr =z (p — a)r, y por analogía F= (p — b)n =
= iP — c)r<,, de donde, a) F* = p(p — a){p — b){p — c) rrortt, y de
aquí F* = r r.r»r» ; 6) F/r ■:=p — {p — a) ^ (p — b) + (p — c) = F/r,
- f F/rt -t- F/r, de donde sigue la segunda igualdad.

APARTADO 8
1. Vectorial X = P - f X (2I — J - f 5 K ) ; paramétricas x = 2%, y =
= — 3 — X, í : r = 2 - f 5 X ; cartesiana x/2 = — y + 3 = (z — 2 ) / 5 .
2. Vectorial (X + I _ 3 J - 2 K ) . ( 5 I - 2 J - f K ) = O ; cartesiana u
ordinaria 5x — 2y + + 3 =: O .
3. Vectorial (X + I _ 2 J - f 5 K ) . [(31 - J 2K ) A (21 + 5 J -
— 3 K )j =: O ; cartesiana — 7at 13y -f- 17z -t- 52 = 0 .
4. 12;f -f ISy -f 3z + 15 = 0 .
5. Se halla X por la condición B.(Xo -f XA) — ¿> = O, o sea, X =
= (6 — B X «)/(B A ) ; sustituyendo en la ecuación vectorial de la recta re­
sulta el enunciado.

6. + 8/VT4 .
7. cosqp = 13/2VTÓ5.
8. sencp = 23/10V 7.
9. cosa = - 3 /1 9 , eos P = I /V W , eos y = - 3 /V Í9 .
10. Sea el triángulo A B C . Tomando C como origen de coordenada»,
el circuni-entro Pi = aA - f pB se determina por ser (Pi — % A ) .A = O,
(Pi — B) .B = O, resultando
a — 6 eos C b ~ acosC ceosA
Pi — ----------------A -f- ----------------- B — ----------------A -f-
2a sen’ C 2fcsen’ C 2a sen’ C
ceos B
2 b s e a 'C

348
S o l u c io n e s de los E je r c ic io s

o bien, en virtud de las relacione: a / s e n i = b/senA = c/sen C (siendo a, b


los módulos de A , B) ,

cos Á cos B
P, = --------------------A H----------------------- B
2 sen B%<TíC 2 sen A sen C

o bien, Pi = % ( 1 — cot iJ cot ¿) A + % {1 — cot A cot C) B . Análogamen­


te, el ortocentro se determ ina por las condiciones (Pj — A ).B = O, (Pa —
— B) .A = O, resultando Pa = co tB co tC A cotA c o tC B . Para el ba-
licentro es P« = (A B ) / 3 . lo r tanto se verifica 2Pi -|- Pa — 3P» = O, lo
que prueba que los tres puntos (stári en linea recta.

11. Si A es el vector directión de la r , las hipótesis son (P — H ) . A =


= 0 , (B — H ) .A = O, de donle, restando, (P — B) .A = O, que es la tesis.
12. Se compiueba que todasellas pasan por el punto (A -)- B -f- C -1- D )/4
que es el baricentro del tetraedr*.
13. Es el punto (A -j- B + C -|- D) , siendo A , B , C , D los vértices
del tetraedro.
14. Es la condición (18) d;l texto.
15. El pie de la perpendicular por P a la recta se determina por la con­
dición (A -f- XB - P ) . B = O, resultando X . = A H- [(P - A ).B /B ’] B ; el
simétrico P' será P' = P -f- 2 ;X> — P) .
16. La recta normal al plano por P es P -j- XA y su punto de inter­
sección con el plano resulta de ( P - f - X A — X o).A = 0 , o sea, Xi = P -f-
- f [(X , - P ) .A]/A’ ; de aquí F = P -f 2 (X. - P) , de donde resulta el
enunciado.
17. Basta comprobar (ejercicio 14) que corta a ambas rectas.
18. Se aplica (13) del texto.
19. (X — C )’ es el cuadrado de la distancia de C al punto variable X ;
la potencia es igual al cuadrado de la longitud de la tangente, que por el
teorema de Pitágoras es igual a la expresión del enunciado.
20. La normal al plano tangente es la recta que contiene al radio, o sea,
Xc — C ; de aquí sigue el enunciado; en cartesianas es (at — *o) (xt — a) +
+ (y — yo) (yo — P) + (z — -^o) (^O — y) = O siendo a , 3 , y las coorde­
nadas del centro.
21. Según el ejercicio 19 debe ser (X — Ci)* — r,’ = (X — Ca)’ — ri'
<iue equivale a la expresión enunciada.
22. Se suman las desigualdaides |A - J - B | — | C - | - D | : ^ | A - } - B - f C - { -
-f- D |, |B -h C | ^ |B1 - f | G | .
23. El punto P del ejercicio 10 ha sido obtenido como intersección de
las alturas correspondientes a los vértices A , B . Basta comprobar que la ter­
cera altura pasa también por él,~ en efecto Pa.(B — A) = acotB(b cosC —
— a) + bcotA (b — acosC) = — ac cot£ cosA + be cotA cosB , y según
las relaciones dcl ejercicio 10 r'esulta que esta expresión e« nula.

349
Vectores y T ensores

24. Pongamos X ' - H = X - H + X(A A X ) - f (i[A A (A A X ) ] ; po­


niendo r = |X ' — H | = |X — H | , de donde | A a X | = ar, y multi­
plicando la primera igualdad escalarmente por A a X queda r*asen a = Xa’ r* ,
de donde X = sen o /r ; multiplicando la misma igualdad por A A (A A X )
resulta r*a’ cosa = «’r* + ixa'r*, de donde n = (cosa — l)/c^.

25. En un sistema de coordenadas general, el enunciado equivale a de­


mostrar que H — O = (A — O) -j- (B — O) + (C — O) , o bien, con las
notaciones del ejercicio 10, P j = A - ) - B - f - C — 2 P i, lo cual se comprueba
inmediatamente con las fórmulas de dicho ejercicio.

26. Sir es el radio de la circunferencia y M el punto medio de AB,


se tiene 2 M = A + B , (A - P) . (B - P) = O, A* -f B* = r*. De la
primera igualdad se deduce 4 M ’ = r * - } - 2 P .( A + B) — 2 P ’ que puede es­
cribirse (M — 54 P )’ = (r* — P’) /4 que es la ecuación de una circunferencia
de centro en el punto medio de O P y radio % (r’ — P*) .

27. Si O es el centro de la esfera y origen de coordenadas, es Q = P +


-f (1 X) (Pl — P) = (1 -f X) Pl — XP y siendo P fijo y Pi’ = r*, re­
sulta (Q -l· XP)’ = (1 -|- X )V , luego el lugar pedido es una esfera de cen­
tro — XP y radio (1 -f X )r.

28. Es (X - O i)V (X _ O ,)’ = f*. o sea, (1 - r*)X> - 2 (O i -


— Oi)^) .X -f- Ol’ — r’Oj’ = O, que es la ecuación de una esfera cuyo centro
está sobre la recta que une O, y O , .

29. (X - O l)’ + (X - Ga)» + -I- (X - 0.)> = k , o sea.


.

nX* - 2 (Ol - f O, + . . . + O .) .X -í- Ol* -f. O.» - j - ......... + O .· - Jt = O,


que es una esfera.

30. Circunferencia circunscrita al triángulo.


- i
APARTADO 10

1. Para que fuera un vector, las primeras componentes deberían trans­


formarse, por un cambio de coordenadas cartesianas ortogonales según la ley
+ a,' b, = a¡(,a,b, — Oibi) + %(ai¿a — a,bt) Ot(a,b, — a,bt) lo cual
no e? así.

2. I = ( 1 /3 )1 ' f ( 2 /3 ) J ' - ( 2 / 3 ) K ', J = - ( 2 /3 )1 ' - ( 1 /3 ) J ' -


— (2 /3 ) K ', K = — (2 /3 )1 ' - f (2/3) J ' -|- ( 1 / 3 ) K '; tiene la misma orien­
tación.

3. I, = (1/V3) (I + J + K), I, = (I/V 3 ) ( _ I + J + K ) , I, =


I - J + K) , h = (1/V 3) (I _ J -t- K ) , I. = (1/V 3) (I +
= (1/V 3)(-
+ J - K).h= ( 1 / V 3 ) ( - n - J - K ) , I, = (1/V3) ( - I - J _ K ) ,
I. = (I/V 3 ) (I _ J _ K ) .

4. I' = (o /V 2 )I + (a /V 2 )J -f V T ^ K , J ' = ( V F ^ ^ / v ^ X I +
- r J ) — aK., K ' = (1 /V 2 ) ( I — J ) , siendo a una constante arbitraria.

350
S o l u c io n e s de los E je r c ic io s

5. Sean ( I , J ) , ( I ' , J ') i s versores correspondientes a los ejes. Poniendo


I = a , r + a J ' es I A J' = A j \ o sea, sea(x, /) = a, sen(x’, / ) ;
procediendo análogamente resula
I sen (x',y') = sen ( * , / ) ! ' + sen ( * ', * ) ! '
J s e n ( x ' , / ) = sen ( y , / ) ! ' s e n ( x ',y ) J '.
Por tanto, p ara un pun to P = I 4- / J es * sen ( * , / ) ! + «sen ( * ',* ) J +
+ ysen (y , y ') I + y s e n (A ;',3) J = sen ( * ', y ') (*'1 + y'J) ; igualando los
coeficientes de I , J resultan Is ecuaciones pedidas.
6. Poniendo K ' = x l + yj -|-zK , debe ser * — y + 2r = O , 2* — í = O,
*’ + / + i* = 1 , de donde a= 1/V3Ó. y = 5 /V M , z = 2/V3Ó.
7. r = (1/V 6) ( I - J -i 2 K ) , J ' = (1/V93) ( - 21 + 8 J + 5 K ) ,
K' = (I/V 5 5 8 ) ( _ 211 - 9 .J + 6K ) .

APARTADO 11
1. Se aplican las fórmulas d e transfonnación y se comprueba.
2. Lo mismo.
3. De (1) se deduce que k s fórmulas de transformación no son las de los
vectores.
4. Resulta aplicando las formulas de transformación ( 6 ) , (7) .
5. a) Es ( a , b) + ( a ', i ') = (a + a ' , b + b') , X(a,b) =(U,Xl>)
tanto para vectores como para complejos; b) si (a, b) , (a', b) se trans­
forman como vectores, las componentes (a a ' — bb', ab' + ab) no.

APARTADO 13
1. a) 2 , 6 , 4 ; b) 4 , 0 , 4 ; c) 0 , 0 , 0 ; d) 4 / 3 , - 2 / 3 ; - 1 ;
/ ) - 2 / 1 1 , 2 /1 1 , 6 /1 1 .
2. Hacia la dirección dcl vector ( 1 , 5 , 6 ) .
3. Se aplica la regla para derivar una función de función.
4. Resulta por ser A .X = ai* + a,y + a,x.
5. Se integra el sistema cp, =: kx, (p, = ky, q>,= ht.
6. Si tiene derivadas parciales constantes es cp= a,x + aty a,e + b
7. Plano tangente 12 (* — 3) + 5 (y + 2) — 2 ( í — 1) = O ;normal
(x-3)/í2= (y + 2)/5= ( z - l ) / - 2 .
8. Circunferencias situadas en planos perpendiculares al eje *.
9. cosa = 1/V 330.
10. Derivando ambos mietmbros respecto de X y haciendo X = 1 , resulta
*(p. -|- y«p, -H zq># = nq>, que es lo que se pide demostrar (teorema de Euler
de las funciones homogéneas) .

351
V ectores y Tensores

11. Como es un pseudoescalar, sus derivadas parciales son componentes de


un pseudovector.

12. Basta comprobarlo.


13. xy'e’ l + + xy e'sem K .
14. ( 3 x y ’ + 3 x y z ) I + (yz^ + x y z ) J + 2 xz’ K .
15. Son vectores de igual dirección.

16. Basta escribir (13) en la forma de producto de medios igual a p ro­


ducto de extremos.
17. L a tangente es la perpendicular a las dos normales a ambas super­
ficies.

A PA R TA D O 14

d) 1. a) 6x - seny -
2 x y + seny + 1.
e’ ; b) 2(* - f y 4- í ) ; c) nr'-'(x + y + z) ;

2. a ) - 3 ; í.) k/ í + V 2/2 - 2 ; c) 1.

3. a ) x + 2 z , I -f- 2 K ; b) cosx + cosy -J- c o s z , — s e n * ! —


— s e n y j — s e n z K ; c) 2x -j- 3r — x‘/ r , (2 x / r - f x’/ r ’) I + {3y/r -f
+ xW r‘) J + (3 í/r -f * V r’)K .
4. a = — 6xz f ( x , y) , siendo / una función arbitraria.

5. a = — % / —{x + c o s x ) y + f ( x , z) , siendo / una función


arbitraria.

6. Se comprueban escribiendo las componentes de ambos miembros.

APARTADO 15

1. a) - l + (2x + 1 ) K ; b) O ; c) O ; d) O ; <r) - - f {yz +


+ 3/)K .
2. a) - I - f K ; 6) - 9K ; c) 0 .
3 y 4. Cero.
5. Basta hacer el cálculo.
6. Es A A X = (a,z — « jj) I + {a,x — a,z) J + (a¡y — a t x ) K de
donde sigue el enunciado.
7 y 8. Se hace el cálculo y se comprueba.
9. Es rot V = — (y/V** + / ) K ., p or tanto las líneas de torbellino son
las rectas paralelas a K .

10. Debe ser h, -f- 2yz = 0 , h. — Q , de donde A = — -f- f{ z ) ,


siendo / una función arbitraria.

352
S o l u c io n e s de lo s E je r c ic io s

APARTADO 16
I , 2 , 3 , 4^ 5 y 6 . Basta h ac ere l cálculo.
7. La primera componente es ( / B C ) . = (A ,B C ) + (A B.C) + (A B C .)
y análogamente se obtienen las restaites.
8. Es rot A = O p or (17) .
9. a) por (17) ; fe) por (16).
10. Se hace el cálculo.
I I. -sen x l - 2 í '**J ; _ I - 2J .
12. Se aplica (29) al caso T * = 1 .
13 y 14. Basta observar que la s componentes de ambos miembros son
iguales.

APARTADO 17
1. En coordenadas cilindricas se tiene U i(c o sa , se n o , 0 ) , U j(— se n o ,
co so , 0) , U j( 0 , O, 1) . En esféricas es U i(sen0 co so , sen 0 s e n a , cos 0) ,
U j(cos0 c o s a , cos 0 s e n o , — senG ), U»(— s e n a , co so , 0 ) .
2. Si ai' son las componentes en coordenadas cilindricas, las componentes
en coordenadas cartesianas son a, = cos a a¡— sen o ai , a, = a / sen o +
+ flj' cos a,a» = at . Si ai' son las componentes encoordenadas esféricas,
las cartesianas son at = a,' sen 0 cos o + a,' cos 0 cos a — ai sen a , aj =
= ai sen 0 sen a + a, cos 0 sen o -|- a> cos a, a, = ai cos0 — at'sen 0 .
3. Si a/ son las coordenadas esféricas y fli las cilindricas, es ai =
= a,'sen O + a¡'cos0 , ai= at', ct = a / cos O — ai' sen 0 .
4. Cilindricas ( r , O ,z) ; esféricas ( o , O, 0) .
5. Basta hacer a.' = a / = a,' = 1 en las fórmulas del ejercicio 2 .
6. Caso particular del ejercicio 2 .
7. En cartesianas tp = (y/x) (** + )^ + **)(** + y*)’^ · En cilindricas
cp = r(r* + r*) tg o .
8. r = Q sen 0 , n = a , z z= q cos 0 , o = ( í·’+ a*)'^ ,0 = aretg (r/z ) ,
a = a .
9. A<P = 4 cos’n cos’ 0 — cos’a sen’ 0 6 cosa sen’a — 3 eos’ o ;
'7Cp = 2 o sen’ 0 eos’ a Ui — 3 o sen’ 0 eos’ o sen Q U , + 2 o sen’ O eos’ o cos 0U».
10. La divergencia vale (e' cos a + i" eos o + * cos Q )/f ; las componentes
dcl rotor son — (1 /r) s e n a , 2 r , (1/r) (r + e'')sen a .
11. La divergencia es 1 4 ( c o s a )/r ; el rotor ( 0 , 0 , (s e n o ) /r ) ; el la­
placiano ( — 2 cos a / r ’ , 0 , 0 ) .
12. tp = (x’ + f ) ylogz ; A<p = 8 y log z — (x* + / ) y/^ .
13. Basta hacer el cálculo.
14 y 15. Se utiliza la expresióm del laplaciano en coordenadas esféricas.

353
V ectores y T ensores

APARTADO 19

1. Según (10) debe ser A .A ' = | A | . | A' | y por tanto el vector y su de­
rivado deben tener la misma dirección; luego debe ser A = q)(í) B , siendo B
un vector constante.
2. Siendo el módulo constante es A’ constante y por tanto A .A ' = O ; si
la dirección es constante es A =: cp(í)B (B constante) y por tanto A a A' = 0 .
3. Se deriva A, = A/VA’ y se tiene en cuenta la identidad A A (A' A
A A) = A 'A · - (A A ')A .
4. Se deriva como función de función.
5. Basta hacer el cálculo.
6. El integrando es % grad V ; por tanto basta aplicar el teorema 1
7. La integral a lo largo de una curva es la variación del vector A A X
entre los extremos; por tanto es nula si la curva es cerrada.
8. Las ecuaciones paramétricas del camino de integración son * = 1 -4-
+ c o s í, y — sen { (O ^ t ^ 2 íi) . Sustituyendo, queda d(p = d t .
9. e* - (2 /3 ) .
10. % « ’ -{- (27/10) .

11. a) (41/12)1 + ( 3 6 /5 )J + ( 3 9 3 /1 0 )K ; b) - ( 2 6 3 / 4 0 ) ;
t) - 1 2 , 8 1 - 1 - (5/2 ) J -1- (17/2) K .

APARTADO 20

1. Se sabe que el gradiente es normal a las superficies equipotenciales.


2. Es la fórmula (33) expresando eos y mediante las derivadas parciales
de F según el ejercicio anterior.
3. Pasando a coordenadas esféricas el flujo resulta
fi·
í» »
S da S (asen’6 cos’a - f - 6 sen’ 6 sen’a -^ ccos’0) sen 0 ¿ 9 .
o o
e integrando resulta el enunciado.
t 2»
4. El flujo es igual a / (q/r*) X.Ida = f (g/r’)x da — / / ? « (?/(“’ +
o o
4- dQ d(p = 2 n g ( l — cosa) , donde a es la distancia del plano al ori­
gen y j el radio del circulo dado,

5. El cálculo es análogo al del ejercicio anterior; el resultado es el mismo


porque entre las dos superficies no hay ningún punto singular de A .
6. Se aplica el cambio de variables en integrales dobles.

7. Observando que N r : * I + y J 4- zK y pasando a coordenadas po­


lares resulta que la integral vale (11/12) JtK ,

354
S o l u c io n e s de lo s E je r c ic io s

8. (9 /2 ) « ü · .
9. Se considera el cubo l e aristas dx, dy, dz paralelas a los ejes y de
centro P ; sobre las caras n o m ales al eje * es tp(Pi) = (p(P) ± Vtv>dx y
por tanto, como que el área de am bas es dy A dz, queda (fmdx A dy /\dz. H a­
ciendo lo mismo con las o tra cara» y sumando, el numerador queda igual a
(cp.I + (p,J + (p.K) dx A dy A dz ; dividiendo por el elemento de volumen re­
sulta el enunciado.

APARTADO 21
1. 64.
2. Es la fórmula de Gauis aplicada al vector <pA.
3. Se aplica el ejercicio interior al caso A = VV ·
4. Se aplica el teorem a i e Gauss al vector (*· - f y -J- «*) X .
5. Es la última fórmula del subapartado 1 del texto, pasando a las varia­
bles u,V.
6. Se toma como superficie S un paralelepípedo rectángulo de aristas dx ,
dy,dz paralela! a los ejes y de centro P .
7. Se procede como en el ejercicio anterior.
8. a — & 4 - e = 0 .
9. Se aplica la fórmula de Gauss.
10. Se hace el cálculo.
11. Uno.
12. Cero.

APARTADO 22

1. Se aplica la fórmula de Stokes a S y F , haciendo luego tender F al


punto P .
2. 3 « . -, I
3. 2«.
4. Como el rotor es nulo, por el teorema de Stokes la circulación buscada
también lo será.
5. Siendo A constante, es rot(A A X ) = 2 A ; de aqui, aplicando la fór­
mula de Stokes resulta el enunciado.
6. Por la fórmula de Stokes, teniendo en cuenta que rot X = O.
7. Por ser normal a la superficie, la circulación a lo largo de cualquier
curva cs nula. Por el teorema de Stokes, el flujo del rotor a través de cualquier
parte de superficie también será nulo, lo cual solo puede ocurrLf si el rotor es
normal o tangente a ella.

355
V ectores y T ensores

8. Por «er rot (r “X ) =: O.


9. Descomponiendo la superficie en casquetes limitados por curvas cerradas,
el flujo es igual a la suma de las circulaciones a lo largo de ellas, que es nula
por estar cada curva recorrida dos veces en sentidos opuestos.
10. Por el teorema de Stokes la integral es el flujo del vector de compo­
nentes X, n·, V , o sea el área.
11. Consecuencia de la fórmula (10) del apartado 22.
12. Aplicar la fórmula de Stokes y tener en cuenta (17) delapartado 16.

APARTADO 23

1. q) = * sen ysen z -|- constante.


2. cp = e ' + *’y r — 22* + cte.

3. a) A = xzl + ( % * * / + * y ) K ; h) A = 2 y « (x - *.) J +
+ ( — y sen * + — y‘x„ + j>o sen *) K ; c) A = — (x — *«) r J + (*y +
+ xoy + ''Áy‘+ zy — zyo)K. A todas estas soluciones se Ies puede agregar
un gradiente arbitrario.
4. Escribiendo el integrando de (38) con las z, x permutadas, su dife­
rencia con el integrando de (39) resulta á ( a r c tg y A ) cuya integral es nula.

5. Poniendo c = b/2 a, el ángulo sólido buscado está expresado por


2 n — 8 / coscp/Vc’ -f cos’ qpíicp, con la integral extendida entre O y k/4 .
6. Se aplica la fórmula de la divergencia a cpA relativa a una esfera cuyo
radio tiende a infinito. Teniendo en cuenta (16) del apartado 16 se obtiene el
resultado.
7. Según (16) del apartado 16 hay que resolver la ecuación A,V<P +
-f (pV -A = O en derivadas parciales de primer orden en cp .

8. Es T = U / a , div T = ( — l / u ’) V “ -U + (l/a )d iv U . Además


áx'^lui — áf/ut = di?/u^ = á ? / a ' . Por tanto du/ds = (Ui/a) u. (u j/a ) u„ +
+ (ui/u)u,= Si U es solenoidal cjueda el enunciado. Recíproca­
mente si se cumple el enunciado, la segunda relación anterior dice que U debe
ser solenoidal.

APARTADO 25
1. Si la hélice es X = r eos cp I -f- r sen <p J -|- a q> K , los coeficientes di­
rectores de la normal principal son ( —.reos cp , — rsen cp , 0) , de donde sigue
el enunciado.
2. Con la notación del ejercicio anterior o = r/(r* -f- o’) , N = — coscpl —
— sen cp J , luego el lugar de los centros de curvatura es Z = X 4 - ( ? N =
= (r — o) eos cp I + (r — o) sen qp J a cp K que es otra hélice.
3. Si T = O, la última fórmula de Frenet da B' = O , B = cte. Integran­
do la relación B .X ' = O resulta B .X = cte., que es la ecuación de un plano.

356
S o l u c io n e s de los E j e r c i c io s

4. En el entorno de un ¡unto es x = s— ( l / 6 ) x ’ í* - f y = % x í ’ 4-
+ 0 / 6 ) x V +...,z = — ( / 6 ) x x í’ + . . . . Por tanto c‘-=x‘ + f + ¿‘=
= í“ — ( 1/12) 54^ / + . . . é donde sigue el enunciado.
5. Z = X + q N , i? = Q con los valores del ejercicio 2 .
6. Como cuerda y aree son infinitésimos equivalentes, el numerador es
sist{st + ía) ; aplicando las órm ulas del ejercicio 4 y tomando sólo los primeros
términos de los desarrollos nspectivos, resulta que las coordenadas de A son
( i i , % X íi’ , — ( 1 /6 ) X T íi’) y las de B ( — A , % x íi’ , (1 /6 ) x x a ’); por tan­
to es T = (1/4) K íjft( íi 4- í ) + . . . ; haciendo el cociente y pasando al limite
resulta el enunciado.
7. Se aplican sucesivartEnte las fórmulas de Frenet.
8. Si X = X ( j ) es la curva, debe ser Y = X -|- XT una recta para una
conveniente X = X(í) ; p a a ello es necesario que sea Y' A Y " = O, lo que
exige X’x' t = O ; de aquí «1 enunciado. Análogamente en los otros casos.
9. Z = X + X(cos 6 T - f sen 0 B) , o sea E = cos O T - f «en 0 B . De
aqui (T E E ') = sen 0 (x c a 0 — T sen 0) , luego para que la superficie sea de-
sarrollable debe ser sen 9 = 0 (superficie de las tangentes) o tg 0 — x/x en
cada punto (superficie llamada rectificante de la curva).
10. Los ejes de curvatura son Z = X - f <?N + XB ; como (X -f- p N )' =
— o'N + o t B , es (p 'N -1- o t B , B , — t N ) = O, luego la superficie es
desarrollable; la arista de retroceso corresponde al valor de X para el cual
Z' r= e 'N -I- <?t B — X tN tiene la dirección de B , o sea X = o’ /t.
11. Se cumple t = O.

12. Si C es X = X ( í \ la curva C, debe ser de la forma Y = X -t- XT


con la condición Y '.T = O, o sea, l - ( - X ' = 0 , X = — í - f X® de donde si­
gue el enunciado.
13. Siendo A = a T basta aplicar fórmulas del apartado 16; también la
última fórmula del ejemplo de 25.2 y tener en cuenta que T = N A B .

APARTADO 26

1. Se hace la comprobación, teniendo en cuenta fórmulas del apartado 16.


2. Se aplica la fórmula de Stokes.
3. El producto vectorial de un vector por un pseudovector es un vector.
4. Se aplica la fórmula de la divergencia de Gauss.
5. Basta poner r i' = (x — ati)* + (v — V‘)’ (z — Zt)’, X< == (* —
— jci)I -t- (y — yi)J + (z — zi)K y efectuar el cálculo.
6. Por derivación parcial.

APARTADO 27
1. Equilibrio quiere decir V = O ; por tanto la ecuación de Euler (8) nos
dice que G = V í / o y si O es función de p el segundo miembro es un gra­
diente.

357
V ectores y T ensores

2. Es V*í> = V /'/o ; por tanto las superficies iji = cte. coincidea con lai
p = cte.
3. Consecuencia de ser c G = V P y r o tg r a d p r s O .
4. Consecuencia de ser G = V .Í/0 y rotC V .^/c) = V '.(l/o ) A V # ·
5. p = q [x‘— xy e’— l) siendo q la densidad, supuesta constante.
6. Consecuencia del teorema 1 de Lord Kelvin, pues según el enunciado es
Y = O, lo que seguirá verificándose en todo instante.
7. Tomar rotor en (9) y tener en cuenta la relación rot ( V . V ) V =
= ( V . V ) r o tV - ( r o t V . V ) V + d iv V .r o tV .
8. Tomar rotor en (8) y tener en cuenta (7) y la identidad del ejercicio
anterior.
9. En la ecuación de Bernoulli es ^;) = ¿fz ; la constante es gh + p/Q y
para z= 0 resulta la expresión enunciada.

APARTADO 29

1. o) Tratándose de números reales, una suma de cuadrados solamente pue­


de ser nula si lo son todos los sumandos; b) Es la propiedad del triángulo de
ser un lado menor que la suma de los otros dos.
2. Aplicar que el producto de un número complejo por su conjugado es el
cuadrado del módulo y por tanto un número real positivo.
3. % (x. + y . ) .
4. a) 6 ; 6) 4 .
5. La distancia entre dos circunferencias resulta igual a la longitud de la
tangente común. Si son interiores la distancia es imaginaria.

APARTADO 30
= (1 /3) {2x - y- z), y' = (1 /3 ) (- x + 2 y - z),
1. V z· =
= {— X— y + 2i) ; .4’ es la misma A.
(1 /3 )
2. a) - ( V l / 2 ) y , y = ( V l / 2 ) * + ( 1 /2 ) ) - ; b) x' =
= X + a, y' = y, c) A.B;x' = (1/2) (a + x) - (VS/2)y, / =
= (V3/2) (* + a) + (l/2)y ; d) B.A :x'= (l/2)x - (V 3/2)y + a , / =
= (V3/2)x + ( l / 2 ) y .
3. x' = y, y' = x. ·
4. Siempre que A sea una matriz cuadrada de determinante no nulo.
5. Se comprueba.

'0 l ■
6. •
.0 1 . .0 o J

358
S o l u c io n e s de los E je b c ic io s

7. a) a = q ^ 1, b -{■ p = O , a ’ - t - 6 ’ = l ; i ) a + 9 = 0 , b= p,
a' + b'z=l, ¿‘/(l-a) =r^/(l + a) ; c) a* + p* = l. b* + = l,
ab + pq = O ; d) o" + p’— 6’ 4- 9*, ab + pq = O .
8. Consecuencia de la r g l a p ara multiplicar matrices.

APARTADO 31

1. Se aplican las reglas p a r a sumar y multiplicar matrices.


2. La transformación ^ at' = a [ ( i ’ 4- c*)* — aby — acz — ad],
y' r= a [— bax + (c* d) y — bcz — bd], r' = a [— cax — cby 4-
4- (a’ + b*)z — cd] , sienlo a = (o* 4" fe* + de aquí se deduce la
matriz y se comprueba que es idempotente, puesto que su cuadrado coincide
con ella misma.
3. Si A .X = X .A las dos matrices deben ser cuadradas; tomando como
matriz A la que tiene ajj =1 y los restantes elementos nulos, resulta = O,
xti = 0 (z j) . De aquí, igualando A.X = X.A para cualquier matriz A
con todos sus elementos distintos de cero, resulta que debe serxu = Xn — . . . =
= x„, = Q .
4. (A'.A)' = A'.A .
5. Sea A la matriz y M | su determinante. Multiplicando todos los :le-
mentos de A por — 1 , queia la matriz — A = A' de igual determinante. Por
otra parte | — .4 | = ( — I)*! .<4 |, por tanto debe ser ( — 1 )" | ^4 | = | | ; li
n es impar, esta relación oHiga a que sea | .<4 | = O .
6. ( ^ ’) ‘ = A'.A·= ( - A).(-A) = A'.
7. (A.B)' = B’.A' =í B.A ; luego para que el producto sea simétrico,
debe ser B.A = A.B .
8. (A.B - B.A)' = B'.A'-A'.B' = {-B).(-A) - (-A).(-B) =
= B.A — A.B = — (A.B — B.A) , o sea, A.B — B.A es también antisi­
métrica.
9 y 10. Basta comprobar las relaciones pedidas haciendo los cálculos.
11. Resulta inmediatamente de la regla para multiplicar matrices.

APARTADO 32

1. Se comprueba la ortogonalidad de sus matrices aplicando (6) del texto.


2. Para las primeras, ei producto de dos de ellas sigue teniendo determi­
nante 4- 1 ; para las segundas el determinante del producto es también 4- 1
y por tanto no es una transfonnación del conjunto.

3. Siendo A' = A, B' = (B'^)' = B, resulta B'A'(B^)’ =


= (B'^AB)' = B'^AB lo que prueba el enunciado.
4. Consecuencia de la condición (10) del texto.
5. Consecuencia de que la traspuesta del producto directo es igual al pro­
ducto directo de las traspuestas.

359
V ectores y T ensores

6. AA' es simétrica: por tanto existe una matriz ortogonal JR que la lleva a
la forma diagonal con todob sus elementos positivos, pongamos R"^{AA')R = 7^.
Pongamos S = R T R'' (simétrica); se observa que P = S~'A es ortogonal
y por tanto la descomposición buscada es A = S P .
7. A = BC, A‘= C‘B‘ de donde A A' z= B C C‘B' y siendo C ortogo­
nal y B simétrica, resulta A A' = .
8. (A'')‘ = (A‘)''‘ = A~^, luego A'' es simétrica.

APARTADO 34
f -1 1 O í
1. 1 0 3
I O 2 - 1 J

2. 0 -2
1 3

3. t'i) u'i v'i = a tta im iX i.aiithpiU .v, = = tn u , v i .

4. Análogo al anterior.
3. tt'íi = oi» aii = 8»! uai = u»» = Un .

APARTADO 35
1. Basta hacer el cálculo.
2. Permutando un par de índices cualquiera, por ejemplo, el k, m , se
observa que el resultado es la misma suma alternada cambiada de signo (te­
niendo en cuenta la hipótesis de que Fi/* es totalmente antisimétrico).
3. (3(p/3*'()[3(p/0x'() = (0<p/3*>) (3qp/3*») Oiytti» = (d<p/dx,) (3()p/0*,); aná­
logamente el segundo caso.
4. Las sumas son tensores como se deduce de la ley de transformación;
las propiedades de simetría se comprueban por cada par de Indices.
5. Se comprueba que las diferencias ui vi— i>/ vt son componentes de
un tensor antisimétrico; el desarrollo por menores complementarios de la úl­
tima fila prueba luego el enunciado.

APARTADO S6
1. Es | «. y| = | 6 o l = l .
2. Si se cambian los signos de todos los elementos de un determinante,
el resultado cambia de signo o no según que su orden sea impar o par; apli­
cado esto a los adj tu resulta el enunciado.
3. Es í(»adj í(, = 8», í , de donde 8»y(3í/9í(») = adj íi/ = í íu > o se a ,
Zt/dt,i = ttil de donde resulta la segunda igualdad; las relaciones análogas
dan la primera.
4. Los elementos de la matriz diagonal buscada son 1 , % ( — 1 -|- 3 V34),
% ( - 1 - 3V M ) .

360
S o l u c io n e s de los E je r c ic io s

APARTADO 57
1 y 2. Se compruebar p a r a los distintos valores de los Indices.
3. Son n ! sumando: iguales a uno.
4. Por la propiedad ce los determinantes de cambiar de signo al permutar
columnas y ser nulos si tieren columnas iguales.
5. Se procede como para tensores.
6. Aparece a’ = 1 .
7. Según (10) en los cambios de coordenadas aparece el factor a* y como
fl’ = 1 , queda solamente a , lo que prueba el enunciado.

APARTADO 38

1. Debería ser X¡iuiu¡ = invariante y por tanto \i) un tensor isotrópico.


Por tanto Xtj = 6i>, de donde sigue el enunciado.
2. Debería ser Xti(U{Ui + « ( 1 7 / + Vi v¡) = invariante y por tanto X»/ = 6 i / .
3. Debería ser X)/»«( = <« = vector y por tanto Xi/t un tensor isot
pico, que no existe. Si tt es un pseudovector, es Xi/» = Eiy* y resulta el pro­
ducto vectorial.
4.Basta observar que es igual a a*V<P~ XJF . V<P. habiendo puesto
F = + cp/ + (p,’ = cuadrado del módulo de grad cp .

APARTADO 44

1. Si la i no se suma es 8 ‘, = 1 ; al sumar respecto de t según el con­


venio general, por estar repetida, resulta 5 ‘ i = n .
2. Se tiene
dxs dx. _ dx', dx. . ,
U t, = -----— — U». , ti t = ----- ^ Z' « — 6 A V n — ü»
dx 4 dx , oxa ox i

lo que prueba el enunciado.


3. u'* = o , u'* = 0 , u '* = 0 .
4. Elementos de la matriz que únicamente tiene distintos de cero los de la
diagonal principal, los cuales valen 1 , , 1.
5. Se multiplican ambos miembros por dx./dx', y se suma respecto de /'
6. Se escriben las leyes de transformación para ambos pseudotensores y se
multiplican miembro a miembro,
7. Igual que el ejercicio anterior.
8. Cálculo análogo al de los tensores.
9. Se multiplican ambos miembros por (3*»/3x'() (dx,/dx'¡) y se suma res­
pecto de i,i.

361
V ectores y T en so r »

10. Según la regla para derivar determinantes e*


0/ d'x» dx'. dx.
d xi \XQ » / e dx, 0 * ',

y d e l a r e la c ió n ( d x ^ / d x ' t ) ( d x ’t / d x , ) = 8*», p o r d e r iv a c ió n p a r c ia l r e s p e c t o d
x ' . , r e s u lta
0»x> 0*'. dx, d fx’, dx, _
d x ' t d x ', dx, d x ', í x , ixm dx',

dx, 0x»
M u ltip lic a n d o p o r a d j (0 * » /0 a: ', ) y sie n d o / 6*. = ------- a d j — — r e s u lta el
d x', dx,
e n u n c ia d o .

APARTADO 45

I , 2 y 3. Basta hacer los cálculos


4. HS es un escalar y por tanto su derivada covariante es igual a la or­
dinaria; de aquí, teniendo en cuenta (16), resulta el enunciado,
5. Téngase en cuenta que
0·*. dx, d>x, dx',
],! = ------------ a d j ------- = --------------------- /
dx', dx’j dx’, dx’, dx’i dx,
6. Se demuestra primero para un pseudoescalar de peso p. Para ello se
considera la potencia p de una densidad escalar, para la cual resulta inme­
diatamente la fórmula que se trata de demostrar. Para pasar a un pseudo­
tensor de peso p se considera el producto de un tensor por un pseudoescalar
de peso p .

7. Se escriben las leyes de transformación y se resta miembro a miembro.


8 y 9. Resulta inmediatamente de la ley de transformación.
10. Escribiendo la ley de transformación o como contracción del tensor del
ejercicio 7 .
I I . Se hace el cálculo.
12. Se escriben las leyes de transformación de ambos productos del segundo
miembro; al sumar o restar según el caso desaparecen los términos que con­
tienen derivadas segundas, quedando la ley de los vectores.

APARTADO 46

1. Se escriben las leyes de transformación y se comprueba en cada caso.


2 y 3. Se sustituyen las derivadas covariantes por sus valores y se ob­
serva que las partes que dependen de la conexión desaparecen.
4. a = l / ( n - 1) .
5. Se comprueba.

362
S o l u c io n e s de los E je r c ic io «

6. a) De las ti' com poientes, las n’ de la forma son nula» y


las restantes están agrupadas er pares de antisimétricas; luego el número de com­
ponentes distintas es Nt = Vz n* — n") ; b) Si la conexión es simétrica hay
que tener en cuenta las nuevas "elaciones + R'mii + R‘tim = O (*) que
solo dan cosa nueva si el número de componentes con esta

condición es 3 ! n ^ ^ , d e hs cuales las que resultan al permutar los dos últi­


mos índices sólo hay que c o n ta la s una vez (según i?*/·» + R'iim = 0 );que­
dan así 3 n ^ ^ . Debido a as relaciones (*) de cada tres de estas com

tes se pueden suprimir una, quedando Ni = Nt — n ^ 3 ) ~ ( l / 3 ) n ’ (n* — 1 ).


7. Se escribe el valor d e k derivada covariante segunda y se tiene en cuenta
que la conexión es nula en el srigen, pero no sus derivadas.

APARTADO 47
1· = 1 , fi” = l A i ’ , e” = i/(xisenx,y, = 0 ( { ■ / ■ ;·) .
2. En un sistema con ds' = ht'dxt + Aj’ dxi + h% dx, , es
<>hi dh,
[ij, t ] = O , [ i ; , í ] = — [ ii, ;■] = ht —— , [11, i] = ht
dx, dxt
. ht dht 9iog;>. aiogA.
{i/}-o

donde los índices no van sumados. Poniendo Ai = 1 , ht = Xt, h, = Xtsen x, ,


resulta el enunciado.
3. Por ler 'Jg un pseudoescalar.
4. At) z=A’ ‘‘gMgii , u ‘ = u » g * ‘ , v'= v.g'‘; multiplicando y teniendo
en cuenta las relaciones gi,ig"' = b"), resulta el enunciado.
5. Basta escribir la condición que expresa que gii(%* 4- Xt)') (V + O
cualquiera que sea X.
6. El vector tangente a la línea Xt tiene la dirección de componentes (O ,
O, . . . , dx.............., 0 ) y el cuadrado del módulo vale dst'= gtidx*dx' (la i
no sumada) ; de aquí el enunciado primero. Para el ángulo basta aplicar la
fórmula general.
7. Por la ley de transfonnación de las densidades, como es y/g, y la de
transformación para integrales múltiples. Para superficies el elemento de área
eí -\/EG — P du A dv . Para el espacio ordinario, en coordenadas esféricas es
o’ sen9 dB A da A do y en coordenadas cilindricas r da A dz A dr .
8. Se hace el cálculo a partir de la ley de transformación de las gt¡.

APARTADO 48

1. Se comprueba teniendo en cuenta las propiedades de simetría del ten­


sor de curvatura covariante.

363
Vectores y T ensores

2. La ley de transformación es

dxi dx, dxt dx. ( dx¡ dx, \ ’


R 'u u = ------ ■ - ■■ — ------ R ijk m = ( ----- — I -f-
Sx\ d x ’, d x ', d x ', \d x ', d x ', ) ^

dx, dx, dx, dx, dx, dx, dx¡ dx,


------ ------ ------ ------- R a u “1“ ------ ------ ------ ------ R iía ~4-
d x ', dx’, d x ', d x ', d x ', d x ', d x ', d x ',

( dx, dx, \ ( dx, dx, 3*1 dx,


+ ( ------ ------ J R ,!,, — ( ------ ------ -- ------ ------ ) R ú a y
\ d x ’, d x ', ) \ a * ', d x ', d x ’, dx’, )

y como el paréntesis es precisamente el jacobiano de la transformación, resulta


e] enunciado. Como g también es un pseudotensor de peso 2 , el cociente
es un invariante.
3. Se comprueba.
4. dg/dgtt ~ adj g(» = ; por tanto dg/g = g‘* dga = — gu dg'*.
De aquí: d\lg = {\l2-slg)dg = — ( 1/2) Vg gi» ág‘* = — (l/2 )g (» [</Vgg‘* —
— ] = — (l/2 )g .» rf(Vgg'*) + (n /2 ) Vg de donde sigue el enun­
ciado.
5. Basta aplicar (13) del apartado 4 6 .
6. Es gi\g" = 6^h y como ó’i = n , resulta el enunciado.

364
B IB L IO G R A F IA

Los libros de cálculo vectoria y tensorial son abundantísimos. La


mayoría de ellos, sin embargo, p re s n ta n pocas diferencias entre sí. Pre­
tender dar una bibliografía compl;ta sería tan difícil por su extensión
como inútil por la repetición que .<upondría. Nos limitaremos a señalar
algunos de los libros m ás comune·.. E n la mayoría de ellos, el lector
interesado encontrará m ás citas bbliográficas.

a) Libros generales de cálculo vectorial y /o tensorial.


BuRy\Li-FoRTi, G. y R . M arcolongo , Analisi vettoriale generale e
applicazioni, Bolonia, 1929, 4 volúmenes.
B urgatti , p., E lem enti di caliólo vettoriale e omografico. Manuali
Hoepli, Milán, 1937.
BuTTY, E., Introducción a la fisica m atem àtica, Buenos Aires, Univ.
de Buenos Aires, 1931-34, 2 volúmenes.
B rand , L., Vector and tensor analysis, Nueva York, Wiley, 3* cd..
1948.
B rigard, R., L e calcul vectorlel, Paris, A. Colin, 5’ ed., 1950.
C raig, H. V., V ector and tensor analysis, N. York, Me Graw-Uil!
1943.
C hatelet , a . y J. K ampe de F eriet, Calcul vectoriel (Thcorie
applications géomctriques et cinématiques), Paris, 1924.'
D o r r i e , H., Vektoren, Berlin, 1941.
D u s c h e k , a . y A. H ochrainer , GrundzUge der Tensorrerhnung
in analytischer Darstellung, Viena, Springer. 19.50-5.'), 3 volúmenes.
P in z i , B. y M. Pastori , Calcolo tensoriale e applicazioni, Bolonia.
Zanichelli, 1949.
G a n s , R., Introducción al análisis vectorial, Buenos Aires, Ed. La-
.’xir, 1940.
L agally, M., Vorlesungen über Vektorrechnurg, Leipzig, 2·’ ed.,
1934.
L a s s , H., Vector and tensor analysis, N. York, Me Graw-Hiil,
1950.
L iciinerowicz , a ., Éléments: de calcul tensoriel, Paris, Colin,
1950.

365
V ectores y T ensores

L o tz e , A., V ektor und affinor Analysis, M unich, 1950.


O llendorff, F., Die Welt der Vektoren, Viena, 1950.
P h i l l i p s , H . B., Vector analysis, N. York, 1933.
P o M E Y , J. B., Principes de calcul vectoriel et tensoriel, P a r í s , 1923.
R u n g e , C., Vektor Analysis, Leipzig, 2’ ed., 1926, 2 volúmenes.
S cH O U T E N , J. A., Tensor analysis for physicists, Oxford, Clarendon
Press, 1951.
S p a i n , B., Tensor calculus, Edimburgo, Oliver and Boyd, 1953.
T a y l o r , J. H., Vector analysis with an introduction to tensor ana­
lysis, N. York, 1939.
V a l e n t i n e r , S., Vektoranalysis, Sammlung Göschen, 7* ed., 1950.

b) Libros de carácter abstracto y axiomático que contienen la fun-


damentación de ios cálculos vectorial y tensorial;
B i r k h o f f , G. y S. M a c L a n e , A survey o f modern algebra^ N.
York, 1953.
B o u r b a k i , n .. Éléments de mathématiques, libro II, caps. I I y
I I I (“Algèbre linéaire” y “Algèbre multilineaire’ ), Actualités n"“· 1032
y 1044, Paris, Hennann.
Pi C a l l e j a , P., Introducción al álgebra vectorial, Buenos Aires,
Universidad de Cuyo, 1945.
c) El estudio riguroso de las formulas integrales del cálculo vec­
torial puede verse en
K e l l o g , o . D., Foundations o f potential theory, Londres, J. M u­
rray, 1929.
d) Libros interesantes por la gran cantidad de aplicaciones que
presentan, el primero dirigido más bien hacia la física y el segundó
hacia la matemática, son:
B r i l l o u i n , L., L es tenseurs en m écanique et en élasticité, N. York,
Dover, 1946.
M a c C o n n e l l , A. J., Applications o f the absolute differential
calculus, Glasgow, Blackie, 1931.
e) Las aplicaciones a la geometría de espacios con una conexión
(afín o de otra clase más general) o a la geometría de los espacios de
Riemann, se encuentra en:
C a r t a n , E., Leçons sur la géom étrie des espaces de Riem ann, París,
Gauthier-Villars, 2’ ed., 1946.
C a r t a n , E., Leçons sur la théorie des espaces à connexion projective
París, Gauthier-Villars, 1937.
E i s e n h a r t , L. P., Riemannian Geometry, Princeton, 1926.
L e v i - C i v i t a , T., T h e absolute differential calculus, Londres, 1926
S c H o u T E N , J. A., Ricci-Calculus, Berlin, Springer, 2’ ed., 1954.
T hom as, T . Y ., D ifferential invariants o f generalized spaces, Lon^
dres, Cambridge Univ. Press, 1934.

366
B ib l io g r a f ía

V e b l e n , o ., In varian ts if qu adratic differential forms, Londres.


Cambridge Univ. Press, 1933.
f) Los textos dedicados i las teorías de la relatividad y sus deri­
vados contienen siempre los ebm cntos necesarios de cálculo vectorial y
tensorial, de los cuales h ac en :o n tin u a aplicación. Citaremos:
B e r g m a n n , P. G., In t r o iu c t io n tó the T heory o f Relativity, N.
York, Prentice Hall, 1942.
E d d i n g t o n , s. a ., M a th im a t ic a l theory o f Relativity, Cambridge
Univ. Press, 1923.
E i n s t e i n , A., T h e T h e o r ; o f Relativity, Princeton, 4* ed., 1950.
H l a v a t v , V., G eom etry »f Einstein’s unified field theory, Gronin­
gen, Noordhoff, 1958.
J o r d a n , P., S ch w erkraft u n d W eltall, Braunschw-eig, 1952.
L a u e , M. v o n . Die R e la ivitdtstheorie, Braunschweig, 5’ ed., 1952,
2 volúmenes.
L i c h n e r o w i c z , a ., T h é o ú e s relativistes de la gravitation et de l’élec-
tromagnetisme, París, Masson, 1955.
L o e d e l , E., Física relatiiista, Buenos Aires, Kapelusz, 1955.
S y n g e , J. L. Relativity T h e G eneral Theory, Amsterdam, North-
Holland Publishing Co., 1960.
T e r r a d a s , E. y R. O r t i z , Relatividad, Buenos Aires, Espasa-Calpe,
1952.
T o n n e l a t , M. a ., L a théorie du cham p unifié d ’Einstein et quel-
quesuns de ses dSveloppements, Paris, Gauthier-Villars, 1955.
Weyl, H., Space, tim e, m atter, Dover, 1950 (es una traducción
inglesa de la cuarta edición alemana, publicada en 1922).

367
INDICE ALFABETICO

Aceleración, 201 Cambios de coordenadas, 77, 233, 298


— ele Coriolis, 225, 227 Camix)
Adición — de fuerzas, 97
— de matrices, 237 — de gradientes, 175
— de tensores — de rotores, 177
------cartesianos, 255 — eléctrico, 102, 209
----- en general, 303 — escalar, 89, 290
— de vectores, 23 — irrotacional, 175
Afinidad, 244 — magnético, 209
Alexandroff, P., 190, 195 — solenoidal, 177
Angulo — vectorial, 291
— de dos planos, 61 — — tangente a una superficie, í94
— de dos rectas, 60 Característica de una curva, 192
— de recta y plano, 61 Carnot, 69
— de dos vectores, 21, 324 Casquete de superficie, 166
— sólido, 185-188 Cayley, 247
Angulos de Euler, 86 Círculo osculador, 204
Apostol, T. M., 191 Circunferencia de los 9 puntos, 69
Area de una superficie, 152 Circulación, 105, 140
Arista de retroceso, 208 — alrededor de un hilo de torbelli­
Ascenso de índices, 323 no, 182
Coeficiente de viscocidad, 284
Componentes
— de un vector, 17, 122
— del proc’ucto vectorial, 40
Barajas, 295 — físicas ae un vector, 331
Baricentro de un sistema de masas, 29 Condiciones de paralelismo y perpen­
Bernoulli, ecuación de, 219 dicularidad entre rectas y planos, 6j
Bessel, 223 Conexión
Bilaplaciano, 112 — afín, 309
Binormal, 198 ----- simétrica, 318
Biot y Savart, 183, 211 — — traspuesta, 314
Birkhoff, G., 294, 295 — de Levi-Civita, 325
Blaschke, W „ 70 Contracción de índices, 256, 303

369
V ectores y T ensores

Cooidenadas Derivada direccional


— barícéntricas, 30 — de una función, 93
— cilindricas, 118 — de un vector, <>‘1
— cilíndrico-parabólicas, 130 — parcial, 95
— curvilíneas, 119, 298 — total, 95
— elipsoidales, 128 Desagüe, 101, 193
— esferoidales, 131 Descenso de índices, 323
— geodésicas, 319 Descomposición canónica
— ortogonales, 120 — de un campo vectorial en suma de
— parabólicas, 130 uno irrotacional y otro solenoidal,
— polares, 117 179
— toroidales, 132 — de un vector, 28
Coriolis, 225, 227 Desplazamiento paralelo, 316
Corrección de deriva, 71 Diferenciación exterior, 173
Cosenos directores Dilatación, 280
— de un vector, 19 Dipolo, 216-218
— de una recta, 55 Dirichlet, 165
Cuadrivector Distancia
— impulso-masa, 289 — de un punto a un plano, 58
— velocidad, 288 — de un punto a una recta, 59
Cuaterniones, 87 — entre dos rectas, 59
— conjugados, 87 Divergencia
Curvas — de un vector, 98, I I I , 258
— esféricas, 206 ------en coordenadas curvilíneas, 124
— extremales, 328 — de un pseudovector, 99, 307
— geodésicas, 328 ----- en coordenadas curvilíneas, 124
“ regulares, 137 — en espacios de Riemann, 330
Curvatura Doble producto vectorial, 44
— de Gauss, 336 Dpminio simplemente conexo, 175
— de una curva, 199, 206
— escalar de un espacio ds Riemann,
334 E
Ecuación
Ch — de continuidad, 101, 216
— de Euler, 216
Christoffel, símbolos de, 325, 326 ------del cálculo de variaciones, 329
— de Laplace, 161
— de Poisson, 163
— del calor, 102
— del plano, 56
Dalembertiano, 290 — secular, 264
Densidad — vectorial de la recta, 54
— de corriente, 210 Ecuaciones
— tensorial, 268, 304 — de la gravitación de Einstein, 337
------adjunta, 270 — de Maxwell, 209-211, 291-293
------de Levi-Civita, 269 — relativistas, 290
Deriva, 71 Einstein, convención de, 249
Derivación Elemento de arco, 136
— covariante, 308-312 — sobre una superficie, 147
------de densidades tensoriales, 312-314 Elipsoide de inercia, 279
— de tensores cartesianos, 258 Energía del campo electromagnético,
Derivada de Lie, 315 213

370
I jndice A L rA iifrn co

Escalar, 13, 83 Gradiente


Espacio — de un escalar, 89, 258, 306, 330
— afín, 232 — de un pseudoescalar, 90
— con paralelismo, 316 — en coordenadas curvilíneas ortogo­
— de conexión afín, 315-318 nales, 123
simétrica, 318 Graeff Fernández, C., 295
Green, G., 191
— de Lorentz-Minkowski, 286 Grupo
— de « dimensiones, 231 — de Lorentz, 286
— de Riemann, 321 — de transformaciones, 242
— euclidiano, 233 — lineal
— pseudoeuclidiano, 234 ------especial, 242
---- tiempo, 232, 285 ------general, 242
Esfera osculatriz, 203 — ortogonal, 245
Evoluta de u n a curva, 209
Evolvente de u n a curva, 209
Euler
— ángulos de, 86
— recta de, 66 Hélice circular, 138
Helmholtz, 222
Herón, 65
Hilo de torbellino, 181
Hooke, 283
Hopf, H., 190, 195
Faraday, 215
Fenchel, W ., 196
Flujo, 154
Formas diferenciales exteriores, 148
Identidades
Fórmula
— de Bianchi, 320, 335
— de Gauss-Ostrogradski, 157, 160, 174
— de Veblen, 320
en el espacio-tiempo, 296
Igualdad de vectores, 15
— de Stokes, 166-171, 174 Indice
Fórmulas
— de Frenet, 198-200 — de enlazamiento de dos curvas, 189
— de Green, 159, 161, 163, 164 — de un punto, 194
— de Lorentz, 287, 288 Integral de Gauss, 188-190
— fundamentales de la trigonometría Integrales curvilíneas, 139
esférica, 51 Invariantes, 83, 254
------plana, 50 — de un tensor de segundo orden, 277
Fuente, 101, 193 — integrales, 306
Irrotacional, 175, 218
Fuerza externa, 217
Función
— armónica, 112, 162
— ixjtencial, 91
Funciones Jacobiano, 298
— de Bessel, 223 Jordan, 137
— de Legendre, 224

G Kellog, O. D., 164, 191


Kelvin, 220, 221
Gauss, K. F., 165, 190, 215 Klein-Gordon, 191
Geodésica, 329, 330 Kronecker, símbolos de, 240
— del espacio de Schwarzschild, 339> Kustaanheimo, 295

371
V e c to re s y T en scres

O
Lagrange, identidad de, 45 Oersted, efecto de, 211
Lamé, coeficiente de, 283 Ondas electromagnéticas, 213
Laplaciano Orientación del espacio, 34
— de un escalar, 99, 112 Ortotetraedro, 69
— de un vector, 112, 335
Ostrogradski, 157, 160
— en coordenadas curvilíneas ortogo­
nales, 125
Legendre, 223, 224
Ley
— de inducción de Faraday, 215 Paralelismo
— del cociente, 260, 304 — de Levi-Civita, 326
Lie, 315 — de vectores, 316
Líneas Parámetros diferenciales de Beltrami, 331
— de campo normales a superficies, 116 Paso de la hélice, 138
— de corriente, 97, 219 Peso de un pseudotensor, 305
— de flujo, 97 Pi Calleja, P., 239
— de gradiente, 92 Piano
— de rotor, 104 — normal, 198
— de torbellino, 104, 170 — osculador, 198
— equipotenciales, 97 — rectificante, 198
— geodésicas, 329
Poisson, 163, 283
Lorentz, 212
Polinomios de Legendre, 224
Pohlke, 69
M Potencial
— escalar, 175
Magnitud
------del campo electromagnético, 212
— escalar, 13 — newtoniano, 164
— vectorial, 14 — retardado, 213
Matriz
— vector, 175
— antisimécrica, 241
------del campo electromagnético, 213
— cuadrada, 239
— de una transformación, 235 Precesión del perihelio, 340
— diagonal, 243 Producto
— idempotente, 241 — de matrices, 236
— inversa, 240 — de pseudotensores, 40
— nilpotente, 241 — de tensores
— ortogonal, 244-247 ------cartesianos, 255
— simétrica, 241 ------en general, 303
— traspuesta, 238 — de un vector por un escalar, 26
— triangular, 243 — directo de matrices, 243
— unidad, 239 — escalar de vectores, 32, 254, 304, 324
Menelao, 66 — exterior de formas diferenciales, 149
Módulo — externo, 37
— de un vector, 15, 254, 324 — interno, 32
— de Young, 283 — mixto de tres vectores, 42
Momento de un vector respecto de un — vectorial, 37
punto, 36, 39, 69, 271 ------en el plano, 45
Pseudoescalares, 44, 83
Pseudotensor, 268-304
N — de Levi-Civita, 269
Nabla, 1 ] 1 Pseudovector, 36, 80
Navier-Stolces, 284 Ptolomeo, 68

372
fNDicr Ai.rAiiinco

Radio de acción, 72 Tensor


Reducción de un tensor simético a la — adjunto, 270
forma diagonal, 263 — antisimétrico, 257
Relatividad — cartesiano, 250-253
— especial, 284 ------isotrópico, 272-274, 277
— general, 336-341 — de curvaturas de un espacio
Rey Pastor, J., 239 de conexión afín, 316
Rotor, 103, 258, 307 — — de Riemann, 333
— de un pseudovector, 103 — de deformación, 279
— en coordenadas curvilíneas ortogo­ — de inercia, 278
nales, 126 — de Kronecker, 260
— en el plano, 126 — de tensiones, 280, 283
— de un tensor antisimétrico, i07 — de Ricci, 318, 334
— de torsión, 315
— fundamental, 322
— gravitatorio, 334
— mixto, 301
— simétrico, 257
Scliwarzschild, 338 Teorema
Símbolos — de la divergencia, 156
— de Christoffel, 325, 326 en el plano, 158
— de Levi-Civita, 305 — del rotor, 168
Sistema
— de puntos fijos, 195
— de coordenadas cartesianas, 232
ortogonales, 233, 324 Tiempo propio, 287
— de vectores deslizantes, 70 Torbellinos, 220
Solenoidal. 177, 179 Toro, 146
Sommerfeid, A., 297 Torsión de una curva, 199, 200
Sors, L. S-, 72 Torricelli, 223
Staudt, 46 Transformaciones lineales, 235
Stewart, 31
Stolces, G., 191 — ortogonales, 85, 244
Suma Trejo, C., 239
— algebraica de vectores, 25 Triángulo de velocidades, 71
— directo de matrices, 243 Triedro
Sumidero, 101, 193 — de Frenet, 197
Superficies alabeadas, 207 — directo, 34
— de nivel, 91 — inverso, 34
— desarollables, 207
Trigonometría
— equipotenciales, 91
— no orientables, 168, 172 — esférica, 51
— orientables, 168, 171 — plana, 50
— regladas, 206 Tubo de torbellino, 170, 171
— regulares, 144
Sustracción
— de matrices, 237 U
— de tensores, 255, 303
— de vectores, 24 Unicidad de los operadores elemen­
Sylvester, 266 tales, 274-276

373
V ectores y T ensores

Versor, 27
— binormal, 198
Vector, 14, 80 — direccional, 90
— aceleración, 201
— normal a una superficie, 143, 145
— armónico, 336
— axial, 36 — normal principal a una curva, 198
— contravariante, 299 Versores fundamentales, 27
— covariante, 299 Velocidad, 81
— de Poynting, 213, 293 — absoluta, 225
— deslizante, 16, 69 — angular, 109, 226
— desplazamiento, 80, 299 — de arrastre, 225
— fijo, 16 — instantánea, 225
— función de un jarámetro, 133 — propia, 71
— función de variosparámetros, 134 — relativa, 225
— nulo, 15 — resultante, 71
— posición, 54 Volumen
— torbellino, 170, 220 — de un espacio de Riemann, 328
— velocidad, 81 — del tetraedro, 62
Vectores ------en función de las aristas, 63
— equipolentes, 15
— iguales, 15
— opuestos, 24
— paralelos, 20 W
— perpendiculares, 22
— recíprocos, 47 Weyl, H , 295

374
INDICE

In t r o d u c c ió n ............................................................................................................................... 7

P R IM E R A P A R T E . V E C T O R E S

I. A l g e b r a v e c t o r ia l

1. Vectores;sus clases ........................................................ 13


1. M agnitudes escalares y vectoriales: 2. V ectores: 3. Ig u ald ad de
vectores; 4. V ecto res deslizan tes y vectores fijos.

Ejercicios ........................................................................ 17
2. Componentesy cosenos directores de un vector .......... 17
1. Com ponentes d e un v ecto r; 2. Cosenos d irecto res de u n vector:
3. V ectores p aralelo s; 4. Angulo de dos vectores.

Ejercicios ........................................................................ 22
T "
3. Adición y sustracción de vectores ............................. 23
1. A dición de vectores; 2. Sustracción de vectores: 3. S um a al­
gebraica d e v ario s vectores: 4. P rod u cto d e u n v ector p o r u n es­
calar; 5. V ersores fundam entales. Descom posición canónica de un
vector: 8. D escom posición de u n vector p o r sus com ponentes se­
g ú n tre s direcciones dadas; 7. B aricen tro d e u n sistem a de
m asas; 8. C oordenadas b arícéntricas.

Ejercicios ........................................................................ 30
4. Producto escalar y producto vectorial ...................... 32
1. P ro d ucto escalar; 2. Las dos orientaciones d el e sp ad o ; 3. Vec­
to res axiales o pseudovectores; 4. P ro d u cto vectorial; 5. Compo­
n en tes del producto vectorial; 6. P ro d ucto escalar y vectorial
de pseudovectores.

Ejercicios ........................................................................ 41
5. Producto mixto y otros productosvectoriales ............. 42
1. P ro du cto m ixto dea tres vectores; 2. Pseudoescalares; 3. Doble
p ro ducto vectorial; •4. Otros p roductos vectoriales; 5. A lgebra
v ectorial en el planeo.

Ejercicios ....................................................................... 46

S78
V ectores y T ensores

6. Notas y complementos del capítulo I ........................ 47


1. D efiricló n axiom ática de vector. Espacios vectoriales: 2. D i­
versas notaciones p a ra el producto escalar y vectorial.

II. A p l i c a c i o n e s d e l á l g e b r a v e c i ’ORIa l

7. Las fórmulas fundamentales de la trigonometría ---- 50


1. T rigonom etría p lan a: 2. T rigonom etria esférica.

Ejercicios .......................................................................... 53
8 . Aplicaciones a la geometría analítica .......................... 53
1. Puntos y vectores: 2. Ecuación vectorial de la recta: 3. Ecuación
vectorial del plano; 4. Distancia de u n p unto a u n p lano; 5. D is-
tan cia de u n punto a u n a recta; 6. M ínima distancia en tre dos
rectas: 7. Propiedades angulares e n tre rectas y planos; 8. Volum en
del tetraed ro ; 9. G eom etría analítica del plano; 10. Teorem a
de Menelao.
Ejercicios .......................................................................... 66
9. Notas y complementos del capítulo II ......................... 68
1. Teorem a de Ptolom eo; 2. A rea del cu adrilátero : 3. Teorem a de
C arnot: 4. C ircunferencia de los n u ev e puntos: 5. Cónica por cinco
puntos; 6. Una propiedad del o rtotetraedro; 7. Teorem a de P ohlke; 8.
Vectores deslizantes. Fuerzas; 9. Aplicaciones a la navegación aérea.

I I I . L o s VECTORES Y LOS CAMBIOS DE COORDENADAS


10. Cambios de coorden:.das cartesianas ortogonales ........ 73
1. El problem a fu n d am en tal: 2. Cambio de versores fundam entales:
3. Cambios de coordenadas.
Ejercicios .......................................................................... 78
11. Definición analítica de vector ..................................... 78
1. T ranform aclón de las com ponentes de u n v ector po r cam bios
d e coordenadas ortogonales: 2. D efinición analítica d e vector; 3.
Cambios d e coordenadas en el plano; 4. Escalares y pseudoescalares.

Ejercicios .......................................................................... 89
12. Notas y complementos del capítulo III ..................... 89
1. Form a explícita d e las transform aciones ortogonales; 2. Angulos
d e E u ler; 3. C uatem íones.

r v . A n á l is is v e c t o r ia l . O peradores v e c t o r ia l e s

13. Campos escalares. Gradiente ........................................ 89


1. Cam pos escalares: 2. El g rad ien te d e im a función d e punto;
3. Propiedades geom étricas del gradien te: 4. Superficies d e nivel y
lineas de grad iente; 5. D erivadas direccionales; 6. D erivada total
y d eriv ad a parcial de u n escalar o u n v ector respecto del tiem po.

Ejercicios.......................................................................... 99
14. Campos vectoriales. Divergencia deun vector ............. 96
1. Cam pos vectoriales; 2. D ivergencia d e u n vector: 3. In terp reta­
ciones físicas d e la divergencia.
E jercicios.................................................................................. 108

376
tNDICB

15. El rotor ............................................................................. 103


1. E l ro to r; 2. L in e a s d e ro to r o torbellino; 3. Significado físico del
ro to r. E jem plos; 4. V e lo c id a d angular. O tra in terp retació n del rotor.

Ejercicios............................................................................ 110
16. E) laplaciano.Fórmulas vectoriales ................................. 111
1. El o p erador “ n a b l a ” ; 2. El laplaciano; 3. L aplaciano de u n vector.
4. F órm ulas v e c to r ia le s ; 5. L íneas d e cam po norm ales a superficies.

Ejercicios........................................................................... 116
17. Los operadoresvectoriales encoordenadas curvilíneas 117
1. Coordenadas p o la r e s en el plano y en el espacio; 2. C oordenadas
curvilíneas en g e n e r a l; 3. Coordenadas curvilíneas ortogonales; 4.
L as com ponentes d e u n vector cn coordenadas cu rvilíneas ortogo­
nales; 5. El g r a d ie n te e n coordenadas curvilíneas ortogonales; 6. La
divergencia en c o o rd e n a d a s curvilíneas ortogonales: 7· El laplaciano
en coordenadas c u rv ilín e a s ortogonales: 8. El ro to r en coordenadas
curvilíneas o rto g o n a le s; 9. El laplaciano d e u n vector en coorde·
nadas curvilíneas o rto g o n ales.

Ejercicios........................................................................... 128
18. Notas y complementos del capítulo IV ...................... 128
1. Coordenadas elip so id ales; 2. C oordenadas cilíndrico-parabólicas;
a r ó licas: 4 Coordenadas esferoidales; 5. Coor-
3. C oordenadas p arab
den ad as toroidales.

V. F ó rm u la s in te g ra le s

19. Derivación de vectores. Curvas.Integralescurvilíneas 133


1. V ectores fu n ció n d e u n p arám etro ; 2. V ector función de varios
p arám etro s: 3. C urvas. T angente. E lem ento d e arco; 4. Integrales
curvilíneas; 3. Circulación.

Ejercicios ....................................................................... 142


20. Superficies. Integrales de superficie .......................... 143
1. Superficies. V erso r norm al; 2. Elem ento de arco sobre u n a su ­
perficie; 3. In teg rale s dobles y triples. F orm as diferenciales exte­
riores: 4. E lem ento de área sobre u n a sui>erficie; 5. In teg ral de
superficie; 6. F lu jo .

Ejercicios ....................................................................... 153


21. Teorema de ladivergencia. Fórmulas de G reen............... 156
1. Teorem a d e la divergencia. F ó rm u la Integral d e G auss-O stro-
g radskl: 2. El teorem a d e la divergencia p ara el plano; 3. Conse­
cuencias del teorem a de la divergencia; 4. Casos p articu lares d e la
fórm ula de G auss; 5. Fórm ulas de G reen: 6. La ecuación d e La-
place. F unciones arm ónicas. T ercera fórm ula de G reen; 7. Apli­
caciones de las fórm ulas de G reen.

Ejercicios.......................................................................... 163
22. Teorema delrotor ........................................................... 166
1. Teorem a del rotor. F ó rm u la de Stokes: 2. Casos particulares
de la fórm ula de Stokes: 3. L ineas y tubos de torbellino; 4. S uper­
ficies orientables y no orlentables: 5. D iferenciación ex terio r de
form as diferenciales.

Ejercicios ............................................................................... 174

377
V ectores t Tensorm

23. Campos de gradientes y de rotores................................. 175


1. D efiniciones; 2. Cam pos de gradientes; 3. Campos de rotores; 4.
D esconposición d e u n campo vectorial en sum a de uno irro ta ­
cional y otro solenoidal; 5. Observaciones sobre la unicidad; 6.
Campo engendrado p o r u n hilo de torbellino; 7. Caso de u n a
cu rv a cerrad a; 8. A n g u lo sólido; 9. Integral de Gauss.

Ejercicios.......................................................................... 190
24. Notas y complementos del capitulo V .......................... 190
1. Nota histórica; 2. Campos vectoriales en el p lano: caracte-
ristica d e u n a cu rv a e índice d e u n punto; 3. Campos vectoriales
tan g en tes a una superficie; 4. Teorem as sobre puntos fijos.

VI. A p lic a c io n e s d e l a n á l i s i s v e c to r ia l

25. Aplicaciones a la teoría de curvas................................ 197


1. T riedro de F re n et; 2. Fórm ulas d e F ren et; 3. Cálculo d e la c u r­
v a tu ra y d e la torsión; 4. Definición geom étrica de la c u rv a tu ra y
d e la torsión; 5. E sfera osculatriz; 6. Curvas esféricas; 7. Superficies
regladas; 8. Superficies desarrollables.

Ejercicios .......................................................................... 208


26. Aplicaciones al electromagnetismo ............................. 209
1. Las ecuaciones de M axwell; 2. P otencial escalar y potencial vec­
to r del cam po electrom agnético: 3. Energía del cam po electrom ag­
nético. V ector de P oy n tin g ; 4. Ondas electrom agnéticas.

Ejercicios .......................................................................... 215


27. Aplicaciones a la mecánica de fluidos .......................... 216
1. La ecuación de continuidad y la ecuación de E uler; 2. O tras
form as e in teg rales de la ecuación de E uler; 3. Torbellinos.

Ejercicios .......................................................................... 222


28. Notas y complementos del capítulo VI ....................... 223
1. F unciones d e Bessel y de L egendre; 2. M ovim iento relativo.

SEGUNDA PARTE. TENSORES

V n . T r a n s f o r m a c io n e s l in e a l e s , m a t r ic e s

29. El espacio afín de ndimensiones ................................... 231


1. Espacios »-dim ensionales; 2. El espacio afín n-dlm enslonal;
3. El espacio euclidiano n-dim enslonal.

Ejercicios ...................................................................... 234


30. Transformacioneslineales.Matrices ................................ 235
1. T ransform aciones lineales; 2. P ro d u c to d e transform aciones
lin eales; 3. A dición, sustracción y p ro d u cto p o r u n escalar; 4.
M atriz tra sp u e sta de otra.

E j e r c ic io s ............................................................................................ 238

378
ÍNDICE

31. Matices cuadradas ......................................................... 230


1. tlatrices c u a d r a d a s . T ransform aciones inversas; 2. AIftun«·
p ro ied ad es d e la s m a tric e s; 3. M atrices sim étricas y an tlsim élri-
cas; 4. P o ten cia d e una m atriz; 5. G rupos lineales general y
espciaL

Ejerácios............................................................................ 243
32. Traiíformaciones y matricesortogonales ...................... 244
1. Iran sfo rm acio n es y m atrices ortogonales; 2. Propiedades de los
elenentos d e u n a m a t r i z ortogonal; 3. M atrices ortogonales de se*
gunlo orden.

Ejercicios........................................................................... 247
33. Nota; y complementos delcapítulo VII ..................... 247
R ep esen tació n -le C ay ley p a ra las m atrices ortogonales.

V III. T e n s o r e s c a r t e s ia n o s

34. Tenstres c a rte s ia n o s ............................................................... 249


1. H convenio d e sup resió n del sim bolo de sum a; 2. Tensores
carttsianos d el e s p a c io ordinario; 3. P aso a n dim ensiones; 4. In -
varlintes. P ro d u c to escalar de vectores.

Ejercicios ................................................................................... 254


35. Operaciones con tensores cartesianos ................................... 255
1. /d ic ió n , su stra cció n y p roducto de tensores; 2. Contracción
d e fcidices; 3. P e rm u ta c ió n d e índices; 4. Tensores sim étricos y
antidm étricos; 5. D eriv ació n d e tensores; 6. C riterio p ara reconocer
el carácter tenso rial.

E jercicios.................................................................................. 260
36. Tenscres de segundo orden .................................................. 260
1. El ten so r d e K ro necker; 2. Tensores deducidos d e u n tensor
d e segundo o rden; 3. Reducción d e u n tensor sim étrico a la for­
m a diagonal.

Ejercicios ............................................................. .................... 268


37. Pseudotensores o densidades tensoriales ........................ 268
1. Pseudotensores o densidades tensoriales: 2. El pseudotensor o
densidad tensorial d e L evi-C ivita; 3. Propiedades d e las densidades
tensoriales. D ualidad.

Ejercicios .................................................................................. 271


38. Tensores cartesianos isotrópicos. Unicidad de los opera­
dores vectoriales elementales ........................................ 272
1. T ensores cartesianos Isotrópicos; 2. U nicidad de los operadores
vectoriales elem entales.

Ejercicios ................................................................................. 276


39. Notas y complementos del capítulo V III ........................ 277
1. T en so r Isotrópico de cuarto o rden: 2. In v arian tes de u n tensor
d e segundo orden en el espacio d e tres dim ensiones.

379
V ectores y T eksores

IX. A p lic a c io ite s de lo s te n s o r e s c a r te s ia n o s

40. Ejemplos de tensores cartesianos. Aplicaciones a la elas­


ticidad ............................................................................. 278
1. El ten so r de In ercia; 2. Tensor de deform ación; 3. T ensor de
tensiones; 4. Tensor elástico.

41. El espacio-tiempo. Larelatividad especial .................... 284


1. El espacio de c u atro dim ensiones; 2. El espacio-tiem po d e Lo-
rentz-M lnkow ski; 3, Las fórm ulas de L orentz: aplicaciones.

42. Ecuaciones relativistas de la física .............................. 290


1. Ecuaciones relativ istas de la física: 2. Campo escalar; 3. Campo
vectorial; 4. Ecuaciones de M axwell; 5. Campo d eterm inado p o r un
tensor d e segundo ord en simétrico.

43. Notas y complementosdel capítulo I X .......................... 295


1. T ransform aciones q u e d ejan in varian te u n a form a cuadrática:
2. La fó rm u la de G auss en el espacio-tiem po.

X. T en so res en g e n e ra l

44. Tensores en general.Algebra tensorial ........................ 298


1. Coordenadas curvilíneas; 2. V ectores co n trav arian tes y cova­
rian tes; 3. Tensores en general; 4. Ejem plos d e tensores: 5. O pe­
raciones con tensores: 6. Contracción de Indices; 7. In v arian tes; 8.
C riterio p ara reconocer el carácter tensorial; 9. P seudotensores o
densidades tensoriales; 10. Tensores y pseudotensores obtenidos
p o r d erivación o rd in aria.

Ejercicios .......................................................................... 307


45. Derivacióncovariante ..................................................... 308
1. D erivación covariante d e vectores; 2. D erivación covariante de
tensores; 3. D erivación covariante de densidades tensoriales.

Ejercicios.......................................................................... 314
46. Espacios de conexiónafín .............................................. 315
1. E spacios d e conexión afín ; 2. P aralelism o d e vectores; 3. P ro ­
piedades del ten so r d e cu rv atu ra ; 4. Espacios d e conexión afin
sim étrica; 5. L as id en tid ad es d e Bianchi.

Ejercicios .......................................................................... 820


47. Espacios deRiemann ....................................................... 321
1. E spacios d e R iem ann; 2. El ten so r fu n d am ental; 3. Ascenso y
descenso de índices. C om ponentes covariantes y co ntravariantes
d e u n v ector; 4. P ro d u cto escalar d e vectores. S istem as coorde­
nados ortogonales: 5. Los sím bolos d e Christoffel. La conexión
de Levi-C ivita; 6. Relaciones e n tre los sím bolos d e Christoffel.

Ejercicios.......................................................................... 327
48. Curvas geodésicas.Tensor de curvatura ..................... 328
1. C u rvas ex trem ales; 2. L íneas geodésicas; 3. O peradores dife­
ren ciales; 4. Com ponentes físicas d e u n vector; 5. El tensor
de cu rv atu ra e n espacios d e R iem ann: 6. T ensores deducidos
del de c u rv a tu ra por contracción; 7. L aplaciano d e u n vector.

E j e r c ic io s ............................................................................................ 336

380
I n d i«

‘ 49. Ida de la teoría de la relatividad general................... 330


1. L a relativ id ad g e n e r a l; 2. L a solución d e Schw arzschild; 3.
^ G odésicas d el e s p a c i o d e Schw arzschild.
I

S o l u c io n e s e los e je r c ic io s ...................................................................................... 343

1,^'; B i b l i o g r a f í a .................................................................................................................................... 365

* ÍNDICE a lfa b :tic o ...................................................................................... .............................. 369

381
I

L
OBSERVACIÓN T IP O G R iF IC A

Algunas pequeñas dificultides de orden tipográfico no han podido ser


superadas. Creemos necesario señalar:
El tipo de la letra griega o difiere de éste cuando figura como subíndice,
y se tiene, por ejemplo, Xp. (Ver págs. 123-126, 223, 331.)
Asimismo, cuando la a va como subíndice no alinea con los otros subíndices,
pese a lo cual debe tenerse biei en cuenta que no es subíndice de subíndice.
(Ver págs. 126, 127.)
En la fórmula Cl8)’ de la pág. 122, en la anterior y dentro del texto— el
subíndice de la letras x,y, z dete ser u / .
844

SE ACABO DE IMPRIMIR
EN EL MES DE OCTUBRE DE 1970,
EN FRIGERIO ARTES GRAFICAS,
PERÜ 1257, BUENOS AIRES.

i
En fslii ol)ra, los vccliiics y Iciiiioi··«
Se tiütaii (>ii do·· piiilrN scpiiiililiiii. I.ii
primiMa incluye· iilf(<'l>rii vrcloilai, dril
nición analítica de vi'itoi y aniillülii vi't'·
torial, operaciones veetoiiiiles y fói ínulas
integrales (|ue las relacionan. I.a segun­
da incluye matrices y transfonnaciones
lineales, tensores cartesianos, tensores en
general y espacios de Kiemann. T ihIos
estos puntos son desarrollados con am­
plitud y se dan las correspondientes apli­
caciones.
L. A. Santaló nació en Cíerona (Espa­
ña), en 1911. Se doctoró en Ciencias
Matemáticas en la Universidad ü Ma­
drid y estudió, además, en Hamburgo,
París, Princeton y Chicago. Dtsde 1939
hasta 1947 fue investigador principal y
vicedirector del Instituto de Matemáti­
cas de la Universidad Nacional del Li-
oral. Entre 1948 y 1955 fue profesor
contratado en la Facultad de Ciencias
Fisicomatemáticas de la Universidad de
La Plata. Actualmente es profesor con
dedicación exclusiva en la Faculad de
Ciencias Exactas y Naturales de la Uni­
versidad de Buenos Aires. Ha publicado
e j, muchas memorias en revistas especiali­
zadas y es autor de varios libros impor­
tantes cn su matíria: Geometría inte-
-^-1
Ural y Geometría analítica, ambas en
colaboración, La probahilidad y sus apli­
caciones, Introduction to Integral Oeo-
metri/. Historia de la aeronáutica. Geo­
ËMilcis “ í metrías no euclidianas. Se especializa en
geometría difjrencial e integral.

ALGUNOS TITULOS
DE EUDEBA

Introducción a la topología combinato­


ria - .M. Frechet y Ky Fan.
Geometrías no euclidianas -
L. A. Santaló.
,La estadística - A. Ves.sereau.
Introducción al cálculo de probabilida­
des - B. Gnedenko y A. Jinchin.
Introducción a la bioestadística -
H. Bancroft.
Topología (’onerai . |. Kelley.
Ia¡s f’raiuU's corrimius del f>i’n.iamlento
matenuíUco - I·'. I.e IJonnais.

I M. R „ S4 . V III
■•V

·.
U'·'· !^Vi··^,;, ví'íi
.:, r . ■.· ‘ .y-

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E D IT O R IA L U N IV ER SITA R IA D E B U E N o '^ A IR E S

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